Origen: Epistemología genética (1930). Jean Piaget. Interés inicial en la génesis y el desarrollo de las funciones psicológicas y el problema de la construcción del conocimiento.

Objeto: la adquisición y construcción del conocimiento, en términos epistemológicos.

Piaget se centra en una PERSPECTIVA GENÉTICA, que invita a observar el proceso en el que ocurren las transformaciones y el devenir del conocimiento desde una perspectiva diacrónica, desde una lógica ontogénetica.

Preguntas base:

¿Cómo construimos el conocimiento científico?

¿Cómo se traslada el sujeto de un estado de conocimientos inferior (de menor validez) a otro de orden superior (de mayor validez)?

¿ Cómo se originan las categorías básicas del pensamiento (objeto, espacio, tiempo, causalidad, etc.)?

Concepción ontológica: Sujeto epistémico – universal. Sujeto cognoscente.

Concepción epistémica: construcción del conocimiento, desde un abordaje científico e interdisciplinario de los problemas de investigación.

POSTURA CONSTRUCTIVISTA E INTERACCIONISTA.

A nivel psicogenético, se acepta la indisolubilidad del sujeto y el objeto en el proceso de construcción del conocimiento.

Ambos se encuentran entrelazados, en tanto que el sujeto, al actuar sobre el objeto, lo transforma y a la vez se estructura a sí mismo, construyendo sus propios marcos y estructuras interpretativas (Castorina: 1989).

Postura relativista: Igual preponderancia entre el sujeto y el objeto de conocimiento.

El sujeto transforma al objeto (transformaciones físicas, pero principalmente cognitivas) al actuar sobre él, y al mismo tiempo, organiza y transforma sus estructuras o marcos conceptuales, en un ir y venir sin fin (Hernández: 1998).

TEORIAS DE: LA EQUILIBRACIÓN. LOS ESTADIOS DEL DESARROLLO. Categorías básicas: Noción de ESQUEMA: Unidades de organización de la actividad

que posee el sujeto (Hernández: 1998).

Los esquemas serían los ladrillos de todo el sistema intelectual o cognitivo.

Los esquemas se ejercitan, organizan, diferencian, e integran en formas cada vez más complejas.

Una totalidad organizada de esquemas, con ciertas leyes de composición y transformaciones, forman una ESTRUCTURA.

LAS INVARIANTES FUNCIONALES. Para Piaget, existen dos funciones

fundamentales que intervienen y son una constante en el proceso de desarrollo cognitivo:

LA ORGANIZACIÓN LA ADAPTACIÓN

LA ORGANIZACIÓN: Implica… La conservación dinámica de las

estructuras previas.

La tendencia asimilativa. Las estructuras organizadas (que obedecen a la conservación), tienden a incorporar elementos variables que las enriquecen.

La propensión hacia la diferenciación y la integración.

ADAPTACIÓN: Implica los procesos de asimilación y

acomodación (ajuste).

1. La acción supone siempre un interés o una necesidad que la desencadena. Las necesidades pueden ser fisiológicas, afectivas o intelectuales.

2. El interés desencadenante con frecuencia se presenta en forma de pregunta o de problema. Lo que representa una oportunidad para el desarrollo cognoscitivo, desde la desestabilización del sistema, el desequilibrio y posterior reequilibrio.

3. En todos los niveles y etapas de desarrollo, la inteligencia trata de comprender y explicar.

4. Los tipos de intereses desencadenantes son cambiantes, de un nivel mental a otro, así como las explicaciones dadas, las cuales, están determinadas por la etapa de desarrollo intelectual.

Representan formas sucesivas de equilibrio que hacen posible el transito de una etapa de desarrollo a la siguiente, de un nivel menor a uno mayor de complejidad y jerarquía, en el curso del desarrollo cognoscitivo. Dichas estructuras, representan formas de organización de la actividad mental, en sus aspectos motor, intelectual y afectivo; y desde dos dimensiones individual e interindividual (social).

Las estructuras sucesivamente construidas, se expresan en el curso de cuatro estadios del desarrollo cognoscitivo: sensorio motriz, preoperacional, operacional concreto y operacional formal.

Representan estructuras que se superponen, una a otras, desde un proceso de construcciones sucesivas, a partir de la conformación de subestructuras, sobre las cuales se edifican las nuevas.

Implican un desarrollo jerárquico, de modo que son modificados en función de las necesidades de una mejor organización.

Constituyen, por las estructuras que los definen, formas particulares de equilibrio.

Dan cuenta de la evolución mental, desde un equilibrio progresivo, cada vez más avanzado.

Poseen un carácter integrado, de modo que las estructuras construidas en una edad, se convierten en parte integrante de las estructuras propias del rango de edades siguiente.

Se caracterizan por poseer una estructura de conjunto.

Implican la posibilidad alcanzada por el individuo, para realizar variadas y distintas operaciones, que antes de llegar a dicho estadio no eran posibles.

Comportan a la vez, un nivel de preparación y uno de terminación – estabilización (nivel de equilibrio- transitorio).

Demandan que la preparación de adquisiciones ulteriores pueda extenderse sobre más de un estadio.

Debido a la clara existencia de desfases (decalage) en la articulación entre la teoría y el desempeño cognoscitivo de los individuos, se reconoce desfase horizontal, cuando una misma operación se aplica a diferentes contenidos, pero no a todos aún, y vertical, cuando se realiza la reconstrucción de una estructura por medio de otras operaciones.

Toda acción (movimiento, pensamiento, sentimiento) responde a una necesidad.

Una necesidad es siempre la manifestación de un desequilibrio.

   El desequilibrio implica un cambio o reajuste en

función de los procesos de transformación.

La tendencia a “asimilar” los nuevos conocimientos, en las estructuras ya construidas, a reajustar las estructuras en función de las transformaciones y a “acomodar” las estructuras a los objetos externos.

La asimilación como mecanismo, varia de acuerdo con las formas de incorporación sucesivas, desde la percepción y el movimiento, hasta la construcción de las operaciones superiores.

Se constituye en el primer estadio del desarrollo, comprendido entre los 0 meses y los 2 años, periodo considerado por Piaget, como de una estrecha interacción entre la percepción y la inteligencia en sus formas más elementales y caracterizado esencialmente, por el desarrollo de esquemas sensorio motores, que se constituyen en la base de los esquemas posteriores de representación.

SUBESTADIO 1: Denominado de los Ejercicios reflejos o de las

reacciones orgánicas hereditarias. Comprende desde el momento del nacimiento hasta el primer año y se caracteriza por el uso de los reflejos arcaicos, medulares y tónicos, el desarrollo de gritos, fonaciones, gestos, y posturas de los brazos, la cabeza y el tronco.

SUBESTADIO 2 : Llamado por Piaget, de las primeras

costumbres o de las reacciones circulares primarias, comprende el periodo comprendido entre el primer mes y los 4 meses y medio. Hace referencia al origen de los condicionamientos estables, relativos al propio cuerpo.

SUBESTADIO 3: Ha sido denominado como el estadio de la

COORDINACIÓN DE LA VISIÓN Y LA PRENSIÓN o de las reacciones circulares secundarias. Comprende de los 4 meses y medio a los 8 ó 9 meses. Está constituido por reacciones relativas a los objetos manipulados, desde la dirección de su actividad hacia el mundo exterior. Aunque aún no realiza la búsqueda de los objetos desaparecidos, hay un principio de la diferenciación entre fines y medios. Puede decirse que aunque aún se evidencian reflejos en un nivel de integración en el tallo cerebral y en las estructuras subcorticales, en este momento del desarrollo, se da origen a las primeras conductas y destrezas en el plano del desempeño motor.

SUBESTADIO 4: Entendido por Piaget, como el subestadio de

los esquemas secundarios o (de coordinación de esquemas) en un periodo comprendido entre los 8 ó 9 y los 11 ó 12 meses. Se asume como el momento en el que se da inicio al uso de los medios para alcanzar los fines. Aparecen nuevos objetivos, en la medida en que comienza la búsqueda de objetos desaparecidos, pero aún, sin coordinación de los desplazamientos. En dicho estadio, el nivel de integración ya implica cierto nivel cortical, lo que determina la aparición de las conductas propiamente dichas.

SUBESTADIO 5: Entendido como el estadio de la diferenciación de

los esquemas de acción o de las reacciones circulares terciarias, comprende de los 11 ó 12 a los 18 meses. En dicho estadio, se da un vertiginoso desarrollo psicomotor y se da la variación de las condiciones por tanteo y exploración dirigida. Se evidencia el descubrimiento de nuevos fines y, en este subestadio, el niño ya está en condiciones de buscar el objeto desaparecido, en función de la secuencia de sus desplazamientos. Puede decirse a este respecto, que el niño ya organiza el grupo práctico de los desplazamientos que ha observado.

SUBESTADIO 6: En la perspectiva piagetiana, se da el

comienzo de la interiorización de esquemas y se hace evidente la solución de algunos problemas con detención de la acción y comprensión brusca. Comprende el periodo de los 18 a los 24 meses.

Dicho estadio ha sido entendido desde la perspectiva piagetiana, como el periodo de preparación y de organización de las operaciones concretas de clases, relaciones y número. Comprende de los 2 a los 12 años.

En éste momento del desarrollo, se asume que las operaciones concretas versan sobre objetos manipulables, de manera efectiva o inmediatamente imaginables. Así mismo, se dividen en dos grandes estadios, a los que Piaget denomina subperiodos “A” y “B”.

El subperiodo “A”, se comprende como una etapa de preparación funcional de las operaciones (pero de estructura preoperatoria) y el subperiodo “B”, se asume como de estructuración propiamente operatoria.

Frente al subperiodo “A”, de las representaciones preoperatorias, Piaget plantea la existencia de tres subestadios que permiten dar cuenta del avance en el proceso cognoscitivo del niño(a), así:

ESTADIO 1:

( 2 a 3 años y medio, ó 4).

El primer estadio preoperatorio está caracterizado para Piaget, por la aparición de la función simbólica y el comienzo de la interiorización de los esquemas de acción en representaciones.

Dentro de los hechos negativos del estadio, para Piaget, los(as) niños(as) de esta edad, aún no informan por su propia cuanta su pensamiento, en lo que llamó “una conversación seguida” y, dentro de los aspectos positivos de éste período del desarrollo, destaca a nivel de la función simbólica, el surgimiento del lenguaje, el juego simbólico, la imitación diferida y el comienzo de la imagen mental.

ESTADIO 2:

( 4 a 5 años y medio).

Durante éste período, se desarrollan organizaciones representativas basadas sobre configuraciones estáticas, sobre una asimilación a la propia acción. En dicho estadio, se hace evidente la dualidad entre estados y transformaciones, de modo que los estados son pensados como configuraciones perceptivas (en ese nivel de no – conservación de los conjuntos, de las cantidades, etc.) y las transformaciones son asimiladas a simples acciones.

ESTADIO 3:

( 5 años y medio a 7 u 8 años).

Dicho estadio se caracteriza por el desarrollo de regulaciones representativas articuladas y puede ser asumido como una fase intermedia entre la no – conservación y la conservación propiamente dicha. En dicho momentos del desarrollo, se da el comienzo de las relaciones entre los estados y las transformaciones, gracias a las regulaciones representativas que permiten pensar éstas en formas semirreversibles, con crecientes articulaciones de las clasificaciones y de las relaciones de orden.

El egocentrismo en el pensamiento y en la conducta.

El razonamiento transformal. El centrismo. La falta de reversibilidad. La falta de conservación. La yuxtaposición (entendida como la

insensibilidad para la contradicción o transducción) y el animismo infantil.

La percepción sincrética.

Las configuraciones estáticas. Dualidad de los estados y las

transformaciones. La no conservación de conjuntos y

cantidades. Tránsito entre la no conservación y la

conservación. Regulaciones representativas.

El Subperiodo B es un estadio caracterizado por la aparición de intuiciones, pre operaciones y operaciones posteriores, primero en un nivel concreto, para luego, hacerse reversible, evolucionando desde grados crecientes de equilibrio, en estructuras propiamente lógicas.

La principal característica es el desarrollo de operaciones lógicas.

Una operación lógica es entendida como una acción internalizada y totalmente reversible. Las operaciones lógicas son aplicables a la solución de problemas concretos.

Se evidencia, en este periodo, el manejo de la conservación y la toma de decisiones cognoscitivas y lógicas.

Implica el reconocimiento de las transformaciones, el desarrollo de la reversibilidad, el perfeccionamiento de las nociones de causalidad, espacio, tiempo y velocidad; así como la ejecución de clasificaciones (aparecen los esquemas propios de las operaciones lógicas, como la seriación y la clasificación).

No están en capacidad de aplicar la lógica a problemas hipotéticos, verbales y abstractos, ni razonan correctamente con problemas que impliquen la consideración de varias variables. Pueden resolver problemas que implican transformaciones concretas y comprenden las relaciones entre los pasos sucesivos.

La lógica no versa sobre enunciados verbales, sino que está referida exclusivamente sobre los objetos mismos, los objetos manipulables, por lo mismo, es una lógica de clases, basada en agrupamientos y el establecimiento de clasificaciones. En este sentido, pueden combinarse los objetos, siguiendo una lógica de clases, de números, pero no todavía de preposiciones.

El estadio operatorio, se subdivide a la vez, en dos niveles:

NIVEL 1: OPERACIONES SIMPLES, DESPUÉS DE LOS SIETE AÑOS.

En dicho nivel, el (la) niño (a) cree en la conservación de los líquidos, porque ya es capaz, de razonar sobre las transformaciones, y las subordina a las configuraciones.

NIVEL 2: TERMINACIÓN DE CIERTOS SISTEMAS DE CONJUNTO.

Se establece la consolidación de operaciones referidas a los dominios del espacio y el tiempo. Las operaciones se organizan y se completan en estructuras lógicamente reversibles. Son operaciones concretas. Todavía no comportan manipulación verbal en un plano hipotéticamente deductivo.

Reconocimiento de las transformaciones. Desarrollo de la reversibilidad. Establecimiento de agrupaciones y la

consolidación de estructuras lógicas de conjunto (seriaciones, clasificaciones).

Equilibrio móvil. Descentración completa. El perfeccionamiento de las nociones de

causalidad, espacio, tiempo y velocidad.

El estado del pensamiento formal comienza a desarrollarse para Piaget, a partir de la adolescencia, entre los 11 ó 12 años, y supone el grado más elevado de pensamiento humano.

Son características de este estadio: El razonamiento hipotético deductivo. Uso de proposiciones verbales que les

permiten hablar sobre las situaciones no presentes.

Empleo del lenguaje abstracto. Establecimiento de la lógica de las clases

y de las relaciones.

Lógica verbal, sustentada en la combinatoria (objetos o proposiciones).

Empleo de conectivos lógicos. (conjunción, disyunción, implicación, condicional, etc.).

Empleo de una metodología científica para el análisis de problemas.