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Tejera Negra, en Guadalajara, ofrece al visitante un paseo repleto de color [P2] ‘Bye, bye’, Miguel Ríos MÚSICA El viejo rockero se despide de sus incondicionales acompañado de sus amigos con una gira que culmina en Madrid [P4] Lo nuevo de Apple TECNOLOGÍA La compañía mejora ante la llegada de las navidades el MacBook Air, el portátil que pesa un kilo, y anuncia posibles sorpresas [P15] Un hayedo superviviente GPS GUÍA PARA SALIR Viernes, 29.10.10 :: JAVIER PRIETO GALLEGO

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‘Bye,bye’, MiguelRíos TejeraNegra,enGuadalajara, ofrecealvisitanteunpaseo repletodecolor [P2] Elviejorockerosedespide desusincondicionales acompañadodesus amigosconunagiraque culminaenMadrid [P4] Lacompañíamejoraante lallegadadelasnavidades elMacBookAir,elportátil quepesaunkilo,yanuncia posiblessorpresas [P15] TECNOLOGÍA MÚSICA Viernes, 29.10.10 :: JAVIERPRIETOGALLEGO

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Tejera Negra, en Guadalajara,ofrece al visitante un paseorepleto de color [P2]

‘Bye, bye’,Miguel Ríos

MÚSICA

El viejo rockero se despidede sus incondicionalesacompañado de susamigos con una gira queculmina en Madrid [P4]

Lo nuevode Apple

TECNOLOGÍA

La compañía mejora antela llegada de las navidadesel MacBook Air, el portátilque pesa un kilo, y anunciaposibles sorpresas [P15]

Un hayedosuperviviente

GPSGUÍA PARA SALIR

Viernes,29.10.10

:: JAVIER PRIETO GALLEGO

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Una tejera es un bosque detejos. Un hayedo es un bos-que de hayas. Por eso unhayedo que se llama TejeraNegra es una contradicciónen sí misma. O no. Tambiénes el reflejo de una realidadmuy muy anterior a la actual.De hecho, el hayedo de Teje-ra Negra, que se descuelgapor la vertiente meridionalde la Sierra de Ayllón, recuer-da que en el pasado las lade-ras que hoy aparecen domi-nadas por una frondosa masade hayas, robles y pinos sil-vestres en el pasado tambiénlo estuvieron por una consi-derable mancha de tejos, tandensa y tan oscura que has-ta debía de parecer negra.Hoy los tejos de ese bosqueson tan escasos que se cuen-tan con los dedos de la mano.Y sus figuras destacan contanta claridad entre la masade hayas medio desnudas queresulta imposible no verlas.Desde luego, es uno de losatractivos del paseo por estehayedo manchego, pero, nide lejos, la única.

El hayedo de Tejera Negraes famoso entre los buscado-res de hayedos por su parti-cular situación geográfica, enun costado del Macizo deAyllón, en el tramo monta-ñoso que enlaza los SistemasCentral e Ibérico. Es decir,mucho mucho más al sur dela ubicación en la que se loca-lizan estos bosques hoy endía en la Península Ibérica.Del haya se acostumbra a de-cir que es un árbol al que legusta tener los pies secos y lacabeza húmeda, condiciónclimática que encuentra, so-bre todo, en las montañas delnorte peninsular, con hume-dad permanente a lo largo del

año y suelos permeables quedrenan con facilidad el aguaque les llega sin encharcarse.

Visto así, y dado que lashayas tienen pies pero no an-dan, la explicación dada porlos expertos para justificarla existencia de un hayedotan al sur remonta unos sie-te mil años atrás, a la épocaglacial en la que la mayorparte de Europa aparecía cu-bierta de hielos terribles yvientos de órdago. De tal for-ma que muchas especies ani-males y vegetales comenza-ron a prosperar en zonas másmeridionales donde, a pesardel frío, la vida era aún posi-ble. Así es como las hayasocuparon franjas del sur deEuropa que, en aquel tiem-po, resultaban tan frescas yhúmedas como hoy los Piri-neos o Asturias.

Islas atlánticasEl caso es que cuando aque-llos fríos pasaron –unos dosmil años después– la Penín-sula volvió a calentarse y es-tos bosques tuvieron que re-gresar a sus latitudes origi-nales. ¿Todos? No. Algunosse quedaron en los territo-rios conquistados aclimatán-dose a unas condiciones que,en principio, pudieran pare-cer menos favorables. Y ahíestán, como auténticas islasatlánticas en mitad de la me-seta central los hayedos deMontejo de la Sierra, en Ma-drid, el del puerto de La Que-sera, en Segovia, o el de Te-jera Negra, en Guadalajara.Este último aprovechando

la particularidad de un relie-ve montañoso dibujado porlos estrechos valles umbríosque se abren en las cabece-ras de los ríos Lillas y Zarzas,y cuya orientación favorecela formación de nieblas y unaelevada pluviosidad, cercade 1.000 mm al año. Además,en las altas cumbres del ma-cizo, próximas a los 2.000metros, las nieves inverna-les provocan la aparición deriachuelos y escorrentías queaportan la humedad necesa-ria a lo largo del año.

El valor de estos bosquesno estriba solo en su condi-ción de testimonios del te-rritorio colonizado por el bos-que atlántico en otras épo-cas. Constituyen también un

El río Lillas nace en la vertiente meridional de la Sierra de Ayllón.

El hayedo quellegó del fríoUna vieja carbonera y mucho color en un paseopor Tejera Negra, un bosque ubicado en Guadalajara

JAVIERPRIETO

RUTAS CON ENCANTOTEJERA NEGRA

Un centenario tejo destaca en medio del hayedo.

Reproducción de una carbonera

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tesoro ecológico al abrigo delcual pueden encontrarse es-pecies animales y vegetalesque de otra forma sería im-posible descubrir tan al sur.Por eso se localizan en la ac-tualidad en el interior de es-pacios naturales protegidos.

El Parque Natural delHayedo de Tejera Negra abar-ca una extensión de 1.641

hectáreas cercanas al muni-cipio de Cantalojas y muypróximas a la linde adminis-trativa que separa Castilla yLeón de Castilla-La Mancha.En su interior pervive unamancha de hayas que vienea ocupar unas 400 hectáreas,la mayor del Sistema Cen-tral y un auténtico milagroecológico si se tienen en

cuentan las agresivas prác-ticas forestales que en un pa-sado nada lejano incluían elcarboneo o las talas a matarasa, como las que se realiza-ron aquí en 1860 y en 1960.Esta es la razón de que poraquí las hayas fantasmagó-ricas que pueblan los bosquescantábricos sean una excep-ción y de que la fronda esté

compuesta, en su mayor par-te, por ejemplares relativa-mente jóvenes procedentesdel rebrote de los tocones delos árboles cortados.

Algunas de estas curiosi-dades y muchas muchas másse van desgranando al tiem-po que se realiza la llamadaSenda de las Carretas, unode los dos itinerarios pedes-

tres señalizados que recorrenel interior del parque. Paraquien no conozca el espacioes, desde luego, la mejor for-ma de adentrarse en sus se-cretos y, dada la época delaño, degustar la delicatessenque supone ver desnudarseal bosque luciendo su mejorlencería. Por eso, porque esun espectáculo que muchos

convierten en gula, es preci-so hasta reservar plaza en elaparcamiento desde el queparte el sendero.

La Senda de las Carretas,que recuerda en el nombre eltransporte tradicional de car-bón desde el interior del bos-que, comienza acompañan-do al río Lillas aguas arriba,recorriendo las praderas co-nocidas como cervunales, degran importancia como pas-to para el ganado de altura.Tras abandonar el fondo delvalle para remontar el cursodel arroyo Carretas, y siem-pre con la guía de las balizasblancas que pespuntean todoel recorrido, se alcanza, enunos 40 minutos desde elaparcamiento, La Carbonera,una reproducción didácticadel método tradicional usa-do para producir carbón enestos bosques. El apilamien-to de leña de haya, que luegose enterraba bajo una capa detierra, era controlado por loscarboneros para que duranteunos 10 días fuera combus-tiendo lentamente y obtener,finalmente, el carbón.

Vistas panorámicasEn ese punto el sendero seintroduce de golpe en elhayedo al tiempo que iniciala remontada por las laderasumbrías del valle. Tras el re-pecho más fuerte alcanza laPradera de Matarredonda,punto panorámico desde elque contemplar tanto la lí-nea de cumbres como lafrondosa ladera, cubierta dehayas y pinos, por la que seinternará el sendero a conti-nuación. Es el momento deiniciar el retorno al punto departida por un camino quecorre sin desniveles y permi-te disfrutar de algunos rin-cones memorables del haye-do. También de un imponen-te tejo a unos metros del ca-mino. Tras tomar el caminoque desciende por la izquier-da al alcanzar una bifurca-ción, el paseo finaliza sin pér-dida en el aparcamiento.� [email protected]

Indicación de la Senda de las Carretas en el interior del Parque Natural.

�En marcha. El ParqueNatural de Tejera Negra seencuentra en el noroestede Guadalajara. Desde Cas-tilla y León puede acceder-se por la CL-114 desde la lo-calidad de Ayllón. Pocos ki-lómetros después de pasarla desviación hacia Gradodel Pico, en el límite de Se-govia, arranca la carreteralocal que lleva hacia Galvede Sorbe. Tres kilómetrosantes de este pueblo se en-cuentra una nueva desvia-ción hacia Cantalojas. Des-de este pueblo está señali-zado el acceso al parque.

�El paseo. La Senda de lasCarretas es un fácil itinera-rio señalizado por el interiordel parque. Con principio yfin en el aparcamiento, tie-ne un recorrido de 6 km que

pueden realizarse en unastres horas. Existe otra sendaseñalizada, la Senda del Ro-bledal, de 17 km, que co-mienza y finaliza en la Casadel Parque.

�Información. Para reali-zar la Senda de las Carretases preciso reservar plaza en

el aparcamiento. Tel. de in-formación y reservas: 630367 990. Lunes a viernes de10:00-14:00h y 15:00-18:00h. Web: http://pagi-na.jccm.es/maydr/par-ques/forms/parqf001.php.

�Dormir. ww.www.turis-mocastillalamancha.com.

GUÍA

Carbonera

200 m

Segovia

C-114

Aparcamiento e inicio

Senda de las Carretas

Casa delParque

Cantalojas

CASTILLA-LA MANCHA

Hayedo de Tejera Negra

1.634 m

tradicional en la Senda de las Carretas. La explotación del bosque casi acabó con este hayedo en el pasado. :: FOTOGRAFÍAS DE JAVIER PRIETO GALLEGO

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