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153841 mng-

A partir de los años cincu(enta, km estudios y avencea científfcos sobre genhica han calsm& una fueiicla por d e d s imprmion&W, t3s tal suerte que etn la actual#ad, h d a r de biología permite y ex vez, el versar sobre b punor>s da vista que la genética, a nbel molecular, aporta. En el ámbk de io que intuímols corno ciencia b&slca, no Sdb la biología 88 ha vhto revolucionada por los nuevos descubrimientos e interpwtacbnss, cada vez nos percatamos de un continuo converger de disciplinas, en apariencia opuw&ts .en sus objetivos y metadobgÍa, p r o que hoy en día unen sus esfuenos libres de prejuicios, revolucionando kas ideas. Es verdad que el hombre del S XX cada vez es má8 solitario e individualista, que ha tenido que sttcrfficar a la integridad social, que ha tenido que jugarser su estabilidad de mbrevivencia, a cambio de su reivindicación como ser pensante y capaz de tomar sus propias deóisiones. Es comprensible: La gmn aptmta humana es la l i m a d del idbWo. Sin embargo, en ciencia, las exageraciones cuestan caras, ew individualismo exacerbado y antiética competencia han sido los causantes de un siglo de secundaria. ikmm Anfaki nos dice: I' ...Despli.es de la tampestad viene la cahna, qUe esta pmamia ahcm? F?eahsnte nada grave: sstrmos rehridendo el mundo que se había parado en el -o XIX. Es?amos rsc#nemubdo, reinidando el camino m a l de la cr(vliturd6n que es el de la duda, que es el del hombre quenosabsy que busva sahu. No es nada orfglnai, pen, después de un siglo de flapfa i m ya 0s algo2 Así pues, ¡os nuevos descubrimientos a nivel molecular powen hoy en día, un carácter de trascendencia iniconmenwrabk. Pero poco 88

ha escrito de su repercusión en otra8 ramas del sahr humano, que buscan interpretarles d-de sue muy pwticularers pun- de vista,

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con un fin común: ai logro de una mejor Este 88 el cam, el estudio del CQ

cornunmtsnte llamado Etología, For io tan identifiat ICE- *$I.) 4 genetia mokulat, pueden ser visitas, persplectiva etológica. Esto es, pral fenomenología del comportamiento gen frecuentemente usados mmo el de priepnc

pueden encontrar un fundamenta natura ejercicio intelectual, pretende deaarmfkras ámbito de la Fibsofle cb te Ciencia

?

4

D n u W o trftbajo pretende c)ue-.-- COWlO*Ia

e interpmtdae d d e la Pndsmoer hablar de la Stíco, en donde terminas graffigsión, pensamos que- - - I. Por otra parte, nuestro p.en una eegunda faw: el

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* klwmdmm biorogico a & $ s w m u ~ Comprender y da wr geneticos esysecificat;, a tmh del estudio del comportamiento comparado (etobgía), a d ootw el dmmnol#&r argumntacionm epistemológicas que contribuyan al cormcimhsnto dO la filosofía d e la etolagía.

- .

OBJETWOSPART- a) Elaborar una base de datos bibliográfíca que contenga principalmente información relacionada con etptudjós d e comportamiento bioi6gico..

lbmmmms- A dibrsncia de la casi datatid de fos de inve9tigación que surgen en el marco de amkin de los Senricm solc=ierb, bte que hoy presentamos, se dre9ariiiollo a tmv& d e una m&edubgh de trabajo, si bien no del todo daamnocida, si al menos, extmmadearnente poco ortodoxa en el campo de lee ciencias principalmente. Esto es, nuestro trabajo se di6 dentro de un cauce epistolar - comunicacion por cartas- entre btmmr y alumno-, a tmvb del cual, el intercambio de datos, ideas, impresiones, acerca de los fenómenos del comportamiento g e n & ¡ concebidas por los interiocutores, se vieran plasmadas y no en poicars ocasiones transformadas desde sus raíces.

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El asesor inicid haciendo a la alurnna una serie de c u ~ ~ n a r n k s n t o , referentes al compqrtarntento wn&ico, que la indudstun hercia la búsqueda científica y la d d 6 n fib.ióefiCtt con lae c u a k e4breina una primer misiva. Mí mismo el , ai recibir ka re~gpwste by& y, en io necesario, corrigió para Bvjar sue opiniones y nuevos cuestionamientos a la alumna. Cabe hacer notar que nunca emitrti8 un límitede tiempo, tanto para la alumna coma para el a w r , en cuanto a la producción de loar resphivos docu mentos-carta. La labor de investigercich en ambas partes fue ardua, pu- tanto el que inquiría corno el que conBastEtbra, t w h n que aplicarse al máximo en el estudio del tema para poder llevar addante y de la mejor maaera posibie los problema planteados para su discuan. Por último, al t6nnino del trabajo escrito, awsor y alumna sostuvieron una serie de reuniones tanto para revisar et texto final, como 'para discutir de manera m8s eepecifica, y a caso más condensada, aquellas partesde la imr-eetigaci6n que rtm&aron de mayor inter& para 8u publicaci9n. De tal forma que se retomaron algunos aspectos del t d p que, 86 pensó, podrían a mediano p k o verse tratados e investigados de manera mas minuciosa con el fin de Ilevarios a planteamientos fikxs6ficos mas serios y righsos.

AC'#TVI##~SSAUZADM Toda la labor de invesagaci6n del servicio social dtm&rrolt&QO a lo largo de meis de seis mewe, puede enumerarse de la sQuknts ma ne ra: 1 ) I nvestígeción bibliogréifica 2) Trabajo d e gabineta (redaccibn de Wxto(s), adecuado(s) al tipo de reporte final pmpuesto en metat-ía). 3) Trabajo de discuawn y rdabotaci6n de los textoserte finale9.

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(MMlgJprYaa)'l=A#-

Pensamos que por lo &rente a lo enunciado en el objetivo general del prresente trabajo, la recopilación de infomciÓn y la reflexión sistemática sobre Ca misma, contribuyen de manera sustancial a la no dogmatizaci6n de ia evidencia cientifica y a la sugerencia de una posibilidad mas para abordar, y efmntar desde un ámbito puramente etológico, a los sorpmndentes fenómenos del comportamiento genético quizá con el único fin da lograr la mejor compmnsión de los mismos. Esta afirmación, debe valorarse, por supuesb, en tanto la lectura del repmte final que se presenta. Por otra parte, la rmconstrucción de los mismos fenómenos a trawh del eetudio del comportamiento comparado no fue posible lbarlo a cabo principalmente debido a la Bgfrechez del tiempo para realizarlo. Sin embargo por lo que toca a los dos objetivos particulares contemplados 0n 01 protocolo del informe inicial, ambos han sido cubiertos ampliamente. El primero de ellos, dirigido a la elaboración de una base de datos, puede ser evaluado cuantitativa y cualitativamente en la revisión de la lista bibliografica que se anexa.

El segundo de los objetkos dirigido a la redacción de texto (s) para su eventual publicación ha sido tarnbgn llevado a cabo con resubdos favarabk, sin embargo, e8 necesario hacer notar que la publicación de los mismos 0s una variabie externa que escapa a

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nuestras dedeion- dentro de un periodo de tiempo indeterminado. Aun así, ia cwatiuacidn del a w w f de 81bta) trabajo conaideta qua el mismo cumpte con IQS req,ui&os y la caMad sufickntea.pam 6ccr

pubticadoy divui$&do ampliarnlsrvte.

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.

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Profemor Ocampo, antes de que uded de inicio a &a W t a de $8te el resuitado de pf'ktefa i n, q u b r . - mi agradadmiento por su paciencia innagotable y por su crtliderd de humano que demuestra la que, ulsted, ptirpiero que nada, digit5 ser. ' .

Para una persona ajena a nuaetru trabajo y 8#1 d w - d e prrvfundizar en el tema, la pregunta: ¿-6 m etewm? Podría parecer tan Sdb cuesZidn de tomar cualquier diccionario y consultado, bta posición, totalmente valida, probablemente llevaría a nuestro amigo hacia definiciones interesantes; por ejemplo, en el Nutwo L w w m e , M r a n U a l I/u&mcb ed, 1969 encontraría to siguiente: E M J Q ~ patie de i;a

mw. que eshrd#r c08twlabm. La persona en cuestión podria pensar, bueno si entendemos por cmtumbres a los hábitos que se adquieren por la repetición de unos miamos actos, la definición podrá abarcar el estudio de todo el reino animal. Pero si se esta tambien hablando de la etología como parte de la sociúiogfa, entonces el campo se reducirá exclusivamente al hombre al entender a esta materia como una ciencia que estudia la exbtencia de los grupos humanos, y el origen, evolucián y significado de las instituciones sociales. Sin embargo, tambien se puede hablar de socioiúgía 0n grupos de animales no humanos e incluso en plantas. El campo de estudio se amplia nuevamente y nuestro amigo comienza a confundirse, así que sin más preguntas, el casual investigador prxlría decidir oiwidar el asunto conformandose con la definición antes expuesta. El problema empezaría si su decisión no fuera esta y quisiera comprobar lo fidedigno de esta definición, para lo cual podría tomar de entrada la opción de consultar diccionarios más recientes como el Gran Diccionaño Emiciopdm I!u&mdo de Wecuonm Reaciefs Digest eú 1979, el cual nos dice: E m g í a ; F. (del gr. ,

/

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coswmbm y &p%&), I.-- y- da lae PlQanibirae y b8 m Y modbb*-- ' wmntmv. Ahom erxisltrsll dtm Qdiesicionas con enfoques difcrwentes que de ninguna manera aywknrr a acbm el problema. Analicemos el primer enfoque; &Re Mnds a pameme al dado en el Nuwo Lamusse, st% que abra ia gaokgfa va a tornar el papel de ciencia auxitiar de la biología, b cuat nos sorprende ya que a lo largo de la histofia paralela de las ciencias sockak, eecpecífcamente de la sociología, y de las cbncias naturab, estas no han tenido mucha influencia mutua y, más aún , en (Callan, 1973:43), et autor nos dice: -

2.- etmlfo Giedku ckd

Por otro tado, en la segunda definición, por primera vez w habla de compcu%rmbnto, que 8s un concepto que involucra mucho más que costumbres, conductas o rcslaciones y que, como vemmo8 p u d e ser estudiado desde bifetenter; puntos de vista, por difemntes dkdplfnas. Además, en las dos definiciones ae nos invita a pensar en la eblogia y su relación con ¡a psicología cuando se menciana a las reacciones

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Como pademos darn- cuenta conforme nuestra amigo buecador vaya siendo más mpcscifico, orientando ?6w búsqueda hacía donde la

gente cercana a la materia, W e podr4 ir ackmndo .muchos de sus cuestionamientos . No obstante hasta el momento la ambiguedad dgue creciendo: iC6mo definir entonces a fa EfobgW ¿ C k o cicsnch no para, cuyo origen es inciefb, con herramientas de trabajo no propieis sino tomadas de la sociología, biología y psicología, cuyo objeto de estudio no esta claramente definido? Que intenta hacer la etologÍa, una f u s a de estias tres disciplinas?

E& seria. una.Aama tttánica, pues habinía qw pmguntwm si el h a w y

de cada una de ellas podría resuitar de aiguna manera un tipo de actividad similar. Esto 08, si hay puntos de contacto en los cuales se abarquen problemas y ansiedades academicas comparablss, que sean estudiados de una forma no contradictorle sino complementaria. A este respecto considero interemante mencionar que una

definición- de Etdogfa se vrsev -&8' p@r R de I

preocupacibn similar ha sido ya planteada por algunos autores tales como R.A. Hinde en (tiin&, W77) y tambih por el mismo Hillaty Callan en (Hillary, 1973:70). h n t m de eSte segundo libro, Callan nos habla de los nívebes de contacto entre las dkiplinas sociales tales corno la Antropología Social y la Etología:

'O. .. El primer punto r ndrt es que en amber dtsclpiinm, +I o u h de wtudio de mcrnsm carrctsrfcüca, no esta )fbdo rCgMamente, aunque d ttpo de pnn#nrlmto aplfoabls a 41 pueda eatado, En efecto, en ambos casos se puede sentir Ir tcwrtrclón de detlnh loa i l r n l h de la dkclptlna, 6m hia6rlta U q#t~tlmahnbnk P# dSmpi0 Tlnbrgsn, (...), peñwt una dtñniddn de h i o g í a en tárminos de ptnrrmlsnto blddgico q~Ilcad0 al comportsmtento, (...I. La ddogla cntriba en prim m la gama w#wts por lor dab., y prok#emente se conecta con el hecho hldórico, de que tanto te etdogir corn la antropdoc)h radsl en su6 tases embrionrirlae eran c d 0 6 de taza de 1- no ocpetlalidrc.

Antb-qrr dirdprlnais e8 ocupaban de una amplia variedad de obcervadonsc que mindden

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. .. &. Por su m e , Hinde n m dktx

Por lo anterior, los comentarios de Hikrry y Hinde, podfirnos decir que lo que sucede es que la etoiogki, a lo largo de su historia ha sufrido un arduo proamo de forrrtación ai nutrirse de las Wategías de ciencias adjuntas b cual ha acontecido siempre sobre laa bases de su origen propio? Si la etologia puede abarcar diferentes n h e h de estudio, entonces, tenemos que hablar no de una definicMn general, sino de una conforme al nível de estudio que se trate? Vaya liol Aún cuando la respuesta a la última pwgúnta fuera sí,

considero que eat8 definición dl0 puede particutaaame respecto a la mención del sujeto de estudio, pues este disciplina caería en una dinámica anarquica si su eJ+sticictad fuera tal que no delim&ara su objeto de estudio en común a cada nível, así como el marco bajo el cual desearía abordar el problema. Pienso que toda esta confusMn queda aclarada si nos avocamos ai estudio de la etología en tos t6rmhos que nos inbresa. Por ello hablaremos pues, de los etÓiogos pioneros hasta los contemporhos en quienes radica, por su constante observación, el merito de tescatar a la etología de los

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tediasos vicios que dMrentes 68cu0h dts psbbgia y sociokgía, en su momento, rehusaran eliminar y COIt lo cual erastiog ÚMmos buscaron

I $#"WU&dk-%

Empecemos puss a hablar acerca &I dr, la etab@K I

t Para Jean Claude Ruwet (F(uWa, fW& fa Bitologia tiene su artgen dentro de la pmpia-p&xbgm- * y, aún mk-; srhabk'de Ca a - . -

como sinhima da picologia animal, R u W no8 dice:

i El nos cuenta la tram#onndÓn que prtwhrnante la psicoiogia

animal ha sufrido a lo largo de su hisitorla como ptpduCz0 de las controversias entre las diferentes 866: , ia ebkylía o psbbgía animal (como le de;signa Ruw@t} mace de la meccón de tos naturaiistas especificamente zodogos, cuya insatiefacción con los metodos experimentales usados los I h 6 a promover el cambio. La historia es la siguiente:

I

I

El siglo XIX es el momento en que a d ai rango de ciencia verdadera, la psicúlogia animal. En wWi# mismo momento dicha ciencia se encuentra dominada por ta ccanbr;aairrrilie instinfjivista, cuyo

I representant8 más fecundo es el ento fran- AH.,, Fabrur, i I (1823-1915), cuya monumental obra se halla condensada en diez

I

V O I U M ~ ~ d e ws SONVENIRS ENTOWLOOIQUES (I 879-1 908).

El I N S T I N T O, en la epoca de Fabr6 es definido como un pian de vida innato, que conduce fatal e inexorablemente al animal hacia un objetivo del que ni siquiera tiene canoeímicPnto. El instinto es -

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respunsable de tudos ios co~rtamientos que dirigen la vida de rekcíón hac& su objetiñro da conrserv*un dd individuo y de- la especie según las móctaiidstdge p W a e del phn anatómico y fisioldgico caraderístico de una eapmie dada. ES- mnvicciones derivan en Fabm y en sus contsmpofaneoe de dos comprobacknes:

a) ia perfección del instink, puro; b) La aberraciOn del instinto cuando sobmienen condiciones a las que no esta adaptado.

El comportamiento de la aviepa de Languduo en la 6poca de la postura pude servir de ejemplo:

Pero d Interviene d wrtomóiogoy pone un 0b.blCrdo ImpwMo, d Imitlnto ea i n q r de ctlvrirlo: d Fiibrs corta ta8 antena8 de Ir I ) 1 D M w , la avkpa es lncrpu de amgurarse el trampode de Is mima spcirpdndda pot atrr parte..."

Hechos de esta naturaleza son los que convendam a Fabm de la petfeccion del instinto, y los que indujeron a km wtdistas a

~ considerar que las conductas eetaban ajustadas a un fin, aunque 1 ellos no observaban para hacer un análisis causal del

comportamiento.

I

El find del siglo XIX y principios del siglo XX vienen marcad= por otra tendencia ta Corriente AnWekfa, que constituye una reacción contra las concepciones instintivistas y vitalistas y que hunde sus raices en la t h i s cartesiana de los animales-rn8quinas

i

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que se conducen como puma autbmatas.. Esta &nte arranca de los trabajos de u (~~!S@Z!S@Z~ sobre los tropkmos en lb vag*les:

De esta manera su teoria tropista, se esfuerza por estabimer una explicación puramente rrPecankiMa (como máquina del comporta.misnt6 de 40s animales. Además dedujo conclusiones más generales como la de que dodos los movimientos son tropismos (suma de refkjos), todos Ius mmportaPnientoa &an eornpwtos de tropismos. Los comportamientos son movimientos forzows e inadaptadas. Así pues el comportamiento no es sino un conjunto de reeicciom a*mXit)c~ue,.

j Si se admite que el comportarnknto es un conjunto de tropismos,

t

habd que admitir que las mismas causas deben producir siempre fos mismos efectos. No es este el a s o ni mucho menos:

!1QO&v I€kZJ,)-demostrPI que los animales aon capa- de. movimientos orientados aprendidos por un p r o c m de pruebas y errores. En iBio5 Pavlnu enunciaba los principios y ley- del r-jo condicionado, clave explicativa de los mecanismos de aprendizaje y adaptation.

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Jsnnigs, Loeb y Paviw todos han caído en el emr de la generetlit&cián. A 4 pues, hacia el año 1930 Wai fin;erU$ad había da, tas teorfas explicativas del compartarnierrto con el triunfo de las *is I

mecanicbtas, de la reflsxobgía de la psbbgia de macci6n. El instinto SB disuelve en -m conjunto de- tdm y de reffejos * -

condicionados. A "el instinto b es to&' se rcssponde: 'el instinto 88

nada' l.JW&m

I

I

AI tiempo que se ckwrol4Ba en Rush una in temnte &u& de psicofis nacida de km daecubfiirnientoe de Pavkw, Fforscírir en Estados Unidos un movimiento llamado a gozar da una ceilabrWad igual: €1 BeMwimo.

El Behavioriamo, nace del prophito de algunos Pipí norteamericanos de abandonar las viae espewlatwas y doterr a la psicologia de m h d o s rigurosos. Pretende ser ob-, 88 de etsoencia mecankista en la medida en que descanea sobre et -tudio del intercambio estimulo-respue&a. Se concentran principalmente en el estudio de las manifestaciones externas de la reacción dasscuidando de buen grado el estudio del eiemento mediador fisidógico. Prestan un lugar preponderante a las comportamiento3 adquiridos e incluso desde Thorndike (1- hasta Slkinnec !l&wi- 1963). persiste y se retuerza la tendencia a reducir a los mecanismos del aprendizaje, la explicación de todos los comportamientios: estos son controlados y eventualmente modificados por sus consecuencias.

I I

"...el anrnal no süo wufre la hñuenda de su medb, sino que puede Indurn q e m r una awbn sobre ese medio (de ahf el t&mino operante)..:

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3

El animal no 8s estudiado por si mismo, sino que e8 &ado al rango de- etiSmen20 i m m m o de ea4bsin en tos progmms de -dio de ios mecanirnos de Condkionetmbirto y de! aipreridimje. Se trabaja con animales cfasicas de labomtorio como la rata, el ratón, el gato, el p e n , la paloma,el mono, etc.

Ha&a q u i se ha descrito el decorado hiettkko sobre cuyo fondo debía la sicotagía animal ver su objeto verdaidrsm y modgma orientación. La peirobgia animal, exclusivamente centrada en el laboratorio tal como la concebian psicofjsiologos, biofi&os de inspirrtción mecanjcista y el behaviorismo no podia satkfmer a los roologos conckntss de la diversidad y oompllsjiclad de las conductas animaies. ü e este modo se reacciona contra ~a utilización en 01 iaboratorio de un material animal limitado y sospechoso en razón de su cautiverio o de su domesticación. Se reacciona también contra la esquematización y simplificación extremas del entorno experimental y de h s conductas analíticas, y contra la elaboración de teoflas generales a partir de unos cuantos hechos particulares y aislados. Algunos zookgos se percataron de la necesidad de vohrer a las

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Hasta aqui se ha descrito el decorado histórico sobre cuyo fondo debía la simlogía animal ver su objeta verdadapro y moderna orientación La psicologia animal, exclusivamente centrada en el f&oratútio tal como la concebían psicofi9iologos, bioh'sicos de inspiración mecanicista y ef bshaviorismo no podia satisfacer a los rooiogog concientes de ia diversidad y complejidad de las conductas anirnrtks. De este modo se reacciona contra la utlizad6n en el laboratorio de un material animal limitado y sospechoso en razón de su cautiverio o de su domesticación. Se reacciona tambitin contra la esquematización y simplificación exfremas del entorno experimental y de las conductas analiticas, y contra la elaboracibn d e teonas generales a partir de unos cuantos hechos particulares y aislados.

El Behaviorho es una escuela de psicdogia que 88' i n i e w por'el animal tan sob COPRQ animal e n c ~ m i . Skinnet enunció bs principios y lay- del condlcionamkmto operante o instrumental:

4

El animal no es estudiado por si mimo, sino que es rel&jado al rango de elemento intermedio o de tmkb6n en lo8 programas de estudio de los mecanismos de cmdiciénermbnto y del aprendizaje. Se trabaja con animales clafiicos de laboratorio como la rata, el ratón, el gato, el perro, la paioma,el mono, etc.

Algunos zoologos se percataron de la necesidad de volver a las

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trdicbnes naturalktm iiuW&&s tlwy bien por F a h a propóCsrt0 de tos insectos. b e tare~ns más urgentass y tmcemrias qliar se imponian a ellos eran de ordm dQScrrpthr0 y -eft conifieilewsna ' r e# inmenso inventario de ios comporthirnbrrtpos de la wfie animal, en observar y registrar un encadenastientu i6gico; dicha de un mdo mas breve: en trazar ETOGRARlldS. Los natural 8mpmdido wtas tareas suela &9t agrupados bajo k de €TUiOoOS SUBJH~YISTAS u # € O l M ~ W l ~ A S . Se trata de una escuela escenciatmente europea, cuyo represeabntante más calificado es indiscutiblemente el zoologo austn'aco WR4p

l&EEhLSe habla de etología lorenziana o análisis lorenziano del comportamiento. Su epoca mas ilustns fue de 1935 a WSO,

Hasta aquí llega ta hisioría de la etdogia contada por Ruwet, p r o veamos ahora el punto de vkta da u fuente m&s cembitla a Lorenz, QU dW'puIO F W -FIESEEIDJ 1- (Ejbasfe)dt, 1874), quien tarnbien rslatet la b w e historia de la etología reproduciendo los mismos suceeos por Ruwet expuestos pero existe unta diferencia: Eibasfeldt, no menciona a la psicoiogía animl como sinónimo de la eWfúgía sino, por el contrarim, ésta Úttirna se desarrolla corno una dkiplina aparte que explora, desde su origen, dentro de las amas de las ciencias naturales. Los psimbgos y los etólogos han desarrollado sus furmutaciones desde diferentes puntos de vista. La psioologh va a derivarse de la filosofía y la dologia se desarrolla a partir de la zoología, especialmente através del trabajo de K. Lorenz

&scuMmienb de adaptaciones fi¡ogmtkas en el mpmtamiento. Claro, como rapuesta a esa mcci6n y necesidad de estudiar al anhat en su entorno natural. EIBESFELDJ, nos menciona como precursores de la etología a: C.

I

I I I Í J N. Tinbergen, bajo esta perrirpectnra, la etdqgía se basa en ei

I

' I

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Como podemos v0r, 01 quehacer del etóbigo va a tenet un amplio campo de acción dentro del estudio del comportamiento (animal , innato y adquirido principalmente). €$te quehacer queda definido dentro de los siguientes puntos:

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Veamos ahora la p i c i o n de otro de los cl&taicOS de la etologk e8 decir bl. TI- (Tinbrlpsn, 1987):

'...Le ddogia e8 el estudk obj&hm del cOnpórtrunien10, porqué se comporta el antniel como lo hWt??..'

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Como podemos ver, aunque las bame son ke mismas, Tinbergen se esmera en un análisis minusioso del hmmr atoldgieo, d e tal Wnera que el método de (clrshidio estará bemado escindir el problema fundamental 0n varios mas o men06 separados, cada uno de ellos como lo dice él, objeto de un campo esipscial de la ciencia:

Por todo lo expu&o anterbrmente, lorp objetivos y quewreb, d8 la etología, es de suponerse que 8u definición, no sera mis un problema. J

Veamos si esto es cierto; citemos de nuevo a las tres definiciones:

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Mi punto de vista mpecto a La primra.dWnidÓn es el 8iguien.b: Esta definicwn delimita en buen grado el campo clar estudio etologico, de tal manam que da por bien srvksndida ia definición del comportamiento lo cud, considero, no ea tan sencillo estabkat-. Así mismo, la atologia d*e tomarare como una ciencia adjunta a la psicología pues ni el origsn, ni las finea son los mismos. Por ejemplo, el afirmar que el comportamiento se da como respuesta a la ~

necesidad de resoher un problema impuesto por su entorno’físico y biotógico para sobrevivir y reprobt~i~m (man2snimiento de fa especie), no es en gran medida una afirmmión fidedigna para mí, ya que la siento muy limitada. N. Tinbergen nos dice:

” ... IndudaWmwnb, la dlmcEpvlded I). una dsl oemip#t#nlemto, como )o em de Cntw dror precesoe vltslss. El com(#rbm~b ryuda rl mimt (I cume~rae en un mundo h a , al Igual que lo hamn Ir8 funodonw del hrt#ttrio, I# rI6osrcr8 y Ir #ngn. Eeta ea fa directivrclad dd campbmienb. Pbty) J uflrrnmr qus el c a r a y les rt~teriw se contraen para mantener el flujo continuo de maw& ox@mwda, elfgumom al cmbm, no watirhacb al Malogo coni0 respueda a la piwgunb: qul) CIIuLIe tnbrvlmen para r~canzar ema fha#dad? NI tampoco d 8Urmr quo d halcón caza para stlnrentarab a~ una rerpucsta que matls-(~ la pregunte dei et6ioge: quC causes aciuan en d orgsnimio dd h&ón cqaclfsndolo pera m#trr was adtvhdw directivas? Es extrwrdlnarlammk Intawante estudtar la direclrhrtded, ea dedr imestlgsr ha& quo punto d oomputamisnto oorrtríbuye 8 la oonrwvilcj.On del Individuo o do la eapeccie. Pero ea nsctrsrlamtnte importwit# dame cuenta de que ello no tiene nada que ver con d wtuáio de la causadh. Ha awMldo y dguu exlctlbndo, doda tendencia a reuporider a la pregunta causul indicando simplemente la m e , fin o propósito del compottsmfento de cualquier precmo bid&ita En mC optnlbri dicha tondenda ha trenado gravemente el progrese de la etoiogfn. Mt parece que la razón prlndpai, aunque no Is Única, por la que este tipo de dsrviaddn en el curso natura4 dd Saudlo cauwl perairte con tanta tenacidad, eapecldmente M la etdagfa anknal, es que la Introsptcdbn nom indues a crow que nueetro propio comportamionto blc oontrdade, hart8 clerto punto, pw la prevldbri de ñnea o m e h . Sin embargo, es necesmrio bconoeer que aun en el aer humano tal cwndurl6n no puede d r como rdude6n a nuestro problem. Incluao el

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Por otro lado, la definición que da EIBL- EtESFELPT, pkndea una tesis interiesante; aeÍ.com s8 pretcandei una definición cawml de etología, ia ebiogía prstemb la generalización de los comportamientos. A éetec ~ i e e a p & ~ , Hinde. en (Hi-, -1S?7:f4) tu)$

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dice:

Finalmente, es neceseño destacar que las diferendas reveladas por el m d k CQmpnfhro pueden ser tan internaes e fnpdantrw auno k serm@ftzas arnbos dartin CWBWW cúnodmientos te6rlcos de los protilemas de ceusaMad, fundbn y evdudh. Pero esas diferendas deben considerarse en reladón mn la biobgla de la espede; sho se procede a8& las medidones de rntehyenda denidas apHoendo kt mime prueba de espedes muy /diferentes carece de senfido ...“

Cabe destacar lo siguiente, el eetudio comparado del comportamiento se ha reafitado principalmente dentro del reino animal. gtrk mS&b anrlk, W r mofror

------b.lior**=Q

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c&lulmc psriraa PIfOs ooiuo:llaT ' 4

renunciar a lo que dice Hinde al final de su párrafo expuemto arriba? Por todo esto conddem de gran importencia adatsIr la pahibra COMPORiAM1ENTO y, en lo podble genemf*izar su definich para llevarla a cada nivel de la d a donde la etobgitwmr+aW¡cada. medida que a t o Último 888 posible lo anterior tambih lo serd.

Hasta donde he podido entender, la atdagía contemporhea, considera que el-comQartamignto QS una respumta a un Wímub interno y/o externo, sin entcar en detallebs de si estud.mulo ea el llamado a la necesidad de solucionar algún problema para lograr te sobrevivenda y la repmducckh. Esto es, no dan por hecho algo que necesita comprobarse durante el estudio causal.

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En conctusión, al lograr aclarar lo anterior, podré saber en que medida los m a o s y herramientas de la 0blogia contermpor~ncea pueden ser utilizados para investigar y quita extmpolar (comparativamente) sus hip*@ y teorías a un mundo ocupado por los sistemas biohjgicos restantes dentro de la clasificación de Whitaker hasta llegar a penetrar dentro de la vida celular para entonces intentar comprender la etdogía a nivel de DNA en conjunción con su medio y como unidad individual.

/

Eibesfddt nos dice al respecto:

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,

tormacidn de un esporanglo por Ion m i m e . Cada d b h tbm 868 M m d, tompOrtsmkn8, y mlmdma hnk a &&d i?wm rwtlhukw dnma#krlirdpnrri y dirigen&s,. "

Lo cual nos invita a pensar de que un estudio etok5gico s8 justifit% hasta el nivel whlar, es verorlad que 663 puMe hablar del comportamiento de una moldkula e incluso de un b m o o partkuleis

comportamiento pare el etoiogo, &lo cobra su sentido cuando ae le estudia en conjunto con su sistema biológico al cual en su momartto pertenece. Por todo lo anterior he decictieio quedarme, por el momento, con la definición da Tinbcgen: Ertirdb ckrrtífico del CornpwtmkMo. Esta es una definicHjn bastante general y elástica para empezar a estudiar cualquier nívél de comportamiento donde la etobgh tenga lugar. Pero, qué piensa usted al respedo? Ojala =iba pronto su contestacián.

tales como el electrón, pero hasta dende he podkb mmtlg~r, eat!@- 1 I I 1

ATENTAMENTE MA, QUADALUM mRAJAS L,

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M&ico D.F. a 15 de mtzo de 1993

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Muy Querida Guadalupe:

He terminado de k r tu primera carta de ia cual por cbrk~, he aprendido mucho no SOJa por el tema cmW q u & J c i ~ ~ U riqueza personal que skgnifica el conuwr tus pun- de vkEa corno pbarsúna &ida de conochnisintio. Por W o eHo, grac=tas. Paso ahora a contestar tus prímeras observaciones.

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Cierto es que cualquier curbso -para et caso r d d maravilloso derecho de dudar a h de los libros- podrfa perderse en un marisma de definiciones dadas por cualquier número de diccionarios que, por caracterktica propia, esan obligados a ser breves y por lo tanto superficiales y ambiguos. Sin embargo, esta primera aproximación que haces a la etología -en su parte bibliogrdfika- creo que lleva a cuestiones mucho más significativas que el de una mera diversidad de definiciones, de lae cuales inmediatamente paso a reflexionar.

Dejo de lado en principio, las d d n i c h e s de diccionarii y empiezo por los pdrrafoe dedicados a C a l h (1973). Aquí, d s que encontrar una definición de etologia encuentro un acercamiento del autor hacia la sociología de la ciencia en tmto que el deertrollo paralelo de la biologia y sociología, así corno de tos distintos puntos que guardan ambas disciplinas con respecto al estudio del comportamiento humano. En este sentido, para los fines de nuestras reflexiones acerca de fa etoiogía, esta nota c m , debemos considerarla de manera importante, en cuanto tratemos -si el tiempo no8 lo permite- de las relaciones intertdricas d8 la etobgia con otras disciplinari,

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pero no antes. Por otra parte querida amiga, es importante n&r que en esta muitipüclrlrnd de MhWnes -de--1a6t-~~gía, se *-drPjm vqf-.~cis. la pregúnta fifo96fica clke sena: qu6 as al óamparhniierita3, dado que la biología hasta la anttopologia v m n sobra et808 y w fomiafde expriesit% desde ángulos teóricos distintos. Segurwwwte no significa lo mismoel tratar sotme& corn de una sociedad humana a el versar sobre el cornpoctamiem de una sociedad animal. Deben existir an ambas esfsras diferentes niveles de inkwpmtaci6n para uno y otro no lo crees así? Inclusive si tomamos ia palabra comportamiento UnicammtQ desde la perspectiva biolbgica quedaría por esclarecer si se puede interpretar igual el comportamiento de cortejo de un pavo real a la de un chimpance, radicará la difersncia en los parametros de medición de ambos? Yo creo al respecto que las herramientas o thnicas de obwrvacibn pueden uakxireme relativamente fácil. Lo que pienso seda aigo mas laborioso es el resolver el problema filosófico de transfondo. De tal suerte que reflexionar acerca de que es et comportamiento, acaso nos de luces mas claras para el problema que hemos ekgido "f ilosofia del com portamiento gen6tico'. De hecho, tú estas planteando esto Último al decir que "adernas hay que partir de la idea de que estas disciplinas tienen un punto en común, en primera o última instancia intentan explicar el comporta m iento" Ahora bien, desde mi punto de vista me gustaría m& que versar sobre los orígenes de la etología, trabajar sobre la especulación filosÓfica de los distintos níveles que abordan las definiciones que a tí te parezcan m8s interesantes y direct- para nuestros fines. Así pues, continuando con la definición de Ruwet, encuentro -

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interesante el que marque que et~logía y psicatbgía animal son sinónimos en C U ~ R ~ O al estudio d93. las conductae innatas o

compommignto desde un punto de v@a f i l o g ~ i c o y por lo tanto evolutbo y eco!&ico y la psicuiogía, de atguna manera dme d8 sus esfuerzog hacia la interprstacián del comportamiento en tanto la fenomerrobgia de la mente? Que ser& io correcto, hablar de ,

&logia genaica o de psícúlogia gendca? Y dsntm de W e mismo contexto y siguiendo a Fabre, ser6 que podemos hablar de

adquiriáaa, t10 ac~tso lei etd,qjk $e, *E i 6

compommientos instintivos en las estmcturas eiemgntales -gen- y acaau oh-os elementos -, queson ím mponseibles de ios fenómenos

Alga da la definition de instinto de Fabre encaja para los fm6menos gendticos, y sería cuando 61 habla del inatinto mmo un pkn de vida innato iMoléculas como el ADN, por ebmpfo, actúan de una manera Un perfecta1 D8 hecho, si tomamos corno cierto el postukdo de la Etofogía Moderna de que el compartamignb de los animates e&& pfe- programado, aun y cuando en la generelidad muestran flexibilidades que lo hacen modificarse en tanto los divemos estimulos del ambiente que los rodea, fuego entonces el comportamiento gen&ico, escaparía en parte a esta postulado si asumimos que tos procesos gen6ticos guardan un arden y estabilidad continuas tanto en su

finales -fenotipos por ejemplo-. Para el caso de fa avispa, bien podríamos aceptar que su comportamiento 0n la puesta de huevos o

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- geneticos?

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I formación como complejos molecuiaréw como en sus productos i

en la búsqueda de alimento, existen impresos, por así decirld, los instintos de la cata y de la r8producciÓn que podrían variar o verse segmentados, en tanta las tipos de estímutos que se suceden en el ambiente externo.

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Estas modificaciones en su comp9rttimienCo pin embargo, no harían desaparecer en forma atgunadel imputaro cksl animal' hacia la reppoduccign. y Ibt..CQiieBS..En es& wevarnenk en decir que la exprW6n del comportamiento en relación con los estímulos ambientaka puede modificarse, pero kt pprogremaci0n genetia para llevar a cabo tal o cual acckín se mantiene intacta. Una genebica rigir;ia en contrapús#.iióin COR

comportamiento en tanto los estímulos ambientales.

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Cabria entonces preguntarnos si esa flexibilidad del comportamiento no está acaso tambi6n detecrninadsi en tanto la propia infomción genética del animal. Entmawea ya ua --ba@&ar &e unm Pnp-tB---a- -&lrMqW

pamnme qua ell hhaiisnegt#rrp H m dgmoscr d 8 d N b a q U e k pisinirlibsn nrwera ambo, a PPa drircriribriitrrq'la m p m & a d h Q la

Te propongo entonces versar sobre el comportamiento gen&¡co. Por otra parte y 0n cuanto a la definición de EIBL-EtBESFELDT, respecto a las consideracione8 que hace sobre el tener cuidado con las comparaciones entre distintos "comportamientos creo que esta en lo justo. Es decir, que ciertamente sería falso o bien tenderia a

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Ahma bien creo que no sei3t3 del todo conveniente qua te quedaras sób con la definiddn de TinBQlgsn, pralwirfrr que 'dimarnos rienda S U e W a rrue8tras propias Wminaw, sin d*r a un lado, ciam esta, a las definiciones que aquí ae hecn considsrads.

Me despido con un gran abrazo JOFtGE OCAMPO CAHAPIA

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Mi estimado maestro y ambo, aqrn' mrs tiene des nuevo frente at blanco de una hoja que no ma, dice nada, y que gÓb sirve para sentirme amenazada ante su c20nstdiW~ recfamde 1

información. Cuando tenemos que enfrentar la mponrnlsllidad de responder a una pregunta tenemos difsrarntee op~bnes para encontrar atguna respuesta que nos satbfaw. Por ejemplo, podnámos buipcar las opiniones de gente que heya trabajado en el tema, o husmear tan sólo dentro de nosotros mismos tomando por ayuda la experiencia de nuestra propia percepción; una tercera opción seria fusionar las dos anteriores. Creáme que su Última carta me ha hecho sentir que la segunda opción es la mas dificil e insoportabie. Porque uno se sabe dueño de un conocimiento adquirido por difereintes mdios, así

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como poseedor da una inconmensurable capaddad para conocer, procesar y aprender. De tal suerte, que imagino B mí procesdor cerebral (quien sabe cdmo ande el gen6tico) como un sistema cuyo número de restricciones cognositivas es limitado y por lo tanto, como dirían (Garcia L., Colin S.; 1980: SI) , me veo en la necesidad de enfrentar una entropía en aumento. Por lo anterior he dividido su contestación en cuatro, puntos principales, que mencionare conforme liegue el turno para su análisis. Comenzemos pues, el primero de ellos.

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PUNTO UNO: Que hay con la definici6n de comportamiento? Es claro que podemos hablar de diferentes nívelss de comportamiento a lo largo de toda la escaia bidógica, pero, que

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tienen en comrin t a b s ellos? Es@ es, si a nivel fíeicoquímico, las camctari y funcionabitWad de la materia han servido pafa unir a

reduce el trabajo de 811 io a nivel osirivo, m8 supongo que lo mismo ú&úe pasar con la% características y funcionerbilídttd de (a

multiple variedad de cumpurtambntos que hay en el mundo vivo e incluso et no vivo. La ddinici6n que a continuación voy a proponer es quizá, en esccsncia, la misma que cualquier otra ya mencionada pat gente dedicada a esto8 quehacem. $ai0 que la presente, no considera al movimiento como el único fa&or de su expresión. Si nos remontftmos a las opiniones da otros autores podruamos entender am mas claridad a lo que me refiero. Por ejemplo, los rnecanicktas consideraban ai comportamienta como al movimiento resultado de reflejos (tropismos = movimientos orientados); reacciones automáticas. El Eehaviohmo, se concentraba en la concepci6n del estimulo-rmpuesta pero su escencia mecanicista no permitió sus estudios fuera de un contexto dinámico. Hay que tomar en cuenta que aun cuando sus aportes fueron de gran valor, su enfoque reduccionista no les peimiitió ampliar sus observaciones hacia la gran diversidad y complepdad de las conductas animales de aquí que, como ya b mencion6 en mí anterior carta: "...se reaccionó contra la utilización en el laboratorio de un material animal limitado y sospechoso en razón ds su cautiverio o/ de su domesticación. Se reaceion6 también contra la esquematización y simplificación extremas del entorno experimental y de las conductas analíticas, y contra la elaboración de teorias generales a partir de unas cuantos hechos particulares y aislados.. ." "... Las tareas mhs urgentes y necesarias que se imponian a los reaccionistas (zooiogos) eran de orden descriprt)v;o y consistian en

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confscdorreit el inmenm inventario de los C o r n p o r t a m de la serie animal, en obgewar y registmr un encadmambnto f@icO; dicho de un m a - & bqmm en traza ET- 8. Loasl q3m- han emprendido estas tareas suebn 8Qr agrupado8 Imp la denominación de ETQLOOOS SWTPVYWAS o NEOWS7W77WSTAS.. .' tos etololps tvemiWm; Lorenz, EibC-E y Tinbergen 4

entre otros, amplian el panorama de estudio regramdo nuevamente a lo que Fabre llamó 'mnducte innata' pero sin dejar de iado a la conducta adquirida. Ellos recuerdan los origen- darwinlanos de la etología y dan peso al d8sarroi)o f¡logen&ico del comportamiento, empiezan a tomarse en cuenta las aportaciones que maizerias como la fisiología, la genética o las neumciencias pueden dar; a tal grado que dentro de ellas encuentran a los elementos mediadores del

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comportamiento. De esta manera, podemos encontrar definiciones de comportamiento etabradas a partir de consideraciones como causa, función y elementos mediadores enfocandolo en su totalidad. Sin embargo, aun seguimos encontrando a la palabra movimiento COMO la única forma de expresión: "...Entiendo por comportamiento, al confunto de nxwlmimtor rsriHzedoa par el rnhai intacto..." (Tinbwgm; 198720-&

Pem yo creo que el comportamiento tarnuin puede manifestarse a partir de una respuesta estática (o, podrfamcrs decir que un protozoario sesil carece de comportamiento?), una simple posicibn por ejemplo, claro, aun existen personas que, siguiendo la escueta del ingles Thomas Hobbes (1 588-1679), consideran que todo la que ocurre es movimientcz y colocan su lente en el mundo interno del sujeto con lo cual pueden observar que mientras &te duerme plácidamente boca abajo, o contempla anonadado un Óleo sobre tela

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intitulado 'La tempem' de Chkar Kok-ka, suceden 8n su organbrno una wrie de acontseimkntcs bioquimicús que involucran necemriemsnlte mcwimkmto inte?mo.s Pero sucwh que ye no

tarn- tomo en cuenta si et QompiMzntmianol, tiem fotzueamenaS una cauma Q una fumibn; *to más bien to dejo al

10 del c- que, defínim est- cararíeticers de manera particular conforme al sHsctema obmwado, antee bien podría decir que el comportamiento es el producto, en cierta manara, de todo pero esto no es ef comportamiento, yo simplemente estoy tratando de generalizar y digo. lo siguiente: Considero al comportamiento como CaJd FoltftBlia EESTAR. Q& involucra esta definición? La clave la encuentro en la pialah ESTAR que significa un estado momentáneo, una permanencia a nivel integmtivo que dura mientras se vive &lo que variando la forma, el modo de expresión. En que aspercto se relaciona M a definición con las otras &das por-autores de la esctmfa torsrnzianrr? En el modo de expriesrión que varia conforme Q las circunstancias externas y/o internas que se perciben. Esto es lo que ellos llamaron dímulol respussta

Una w0z aclarada la duda sobra la definición de comportambrsto y antes de continuar con el punto número dos, siento la obligación de decir que es lo que yo entiendo por SlSTEMA GEN&iCO. A $u vez esto ayudar& a dirigir mí anatisis hacia el ob- de nuestro trabajo. Primero, para mí, un s h m a es aqudt conjunto de elementos integrados de forma tal que se logra su interacción (esto le permitir6 responder a las exigencias de su propia existencia). Ahora, lo más dificil es definir el objetivo de esa integridad y esa interacción. -ea, el porque del sieterna. En este punto no- podemos

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generalizar, pues hay tantos porqwb corno sisrtebmas &tentee. Por ejemplo: Una amiba, podrlamos considemf4 corno un shlmrna cuyos elementos, cclm sue organehw, 68 han oonfcmmdo e integrado par azares de las circunstanciaia cwoMívae. A d tamb9dn p o d r k ~ ~ ~ ~ ~ d d r que la interacción de 8 s ~ ~ componlEsriiaas ha cl9c-a en base a las exigencias que la vida impans, como por ejempto, I I

abastecimiento energético, eliminación de materia no Útil y balance hídrico (osmorregulacMn) entre otro8 rgquerirnientoe. Esto es, remembrando la teoría memnicista pero explicandola en torno a elementos mediadores, podría decirse que fa amiba no tiene condencia de su existencita, que sirnpbmnte es un sistema programado cuyas ordenes internas la obligan a requerir y por io ternto a 'buscaf. Siguiendo con esta misma tésis, podriamos argumentar algo mas: un sistema como el de la amíba no puede tener su ratón de ser fundamentado en la pmservación de vida puesto que ni siquiera tiene conciencia de ella. Por otro lado, si ese necesidad de supervivencia existe aun con todo lo expuesto, en que parte del sistema se encontraría localizada? Hasta que punto y en que aspecto el comportamiento contribuye a esa preservación? Esto lo trataremos mas adelante.

Un sistema denominado genético en realidad tiene la misma definición dada anteriormente, sólo que su esltiudM se dirige m i s hacia los genes a quienes se considera como los principales integrantes e impulsores del sistema. Cuales son algunas de sus características? En termodinámica clasica se habla de que los elementos de un sistema se hallan limitados por una superficie cerrada ya sea real o imaginaria (Weston S, 1986:i). En nuestro sistema genético esa superficie existe, además de su propiedad de ser abierto, y por lo tanto capaz de intercrambiar materia con su medio externo, y de ser dinámico, con lo cual tiene la posibilidad de

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cambiar para adaptarse a sus circunstanck. POF U M m , tiene cierto grado de permanencia, por lo Cual condwctuai. Como ejemplos de sistemas g 0 n m tenemos aqu&las entidades que parten desde et gen y ee van encon$ttndo a tub lo lam0 de la escala evolutiva hasta llegar al cornpWp humano. Muy bien, la definición de compotbambnto corn let doy al principio, se cumple a mi parecer en cada ejemplo. Por otm lado, creo que nuestro siguiente objetivo no 65 eetudklr la Inmensa variedad de comportamientos que hay, incluso dentto de un mismo sistema genetics, S ~ G más bien, el mecanismo, proceso y directbidad por el cual se da (estudiando algunos ejempb), llegando incluao a inmiscuirnos en el mundo desconcertante del Porque. De aqui que surjan preguntas corno las que encuentro en el siguiente apartado de su carta:

WNTO Dos A) Será que p o d e m hablar de etob& gen- o de psicología

gen etica ? B) Sedi que podemos hablar de comportamientos instintkos en

las estructuras ekmentaleec -gen- y acaso otros elementos- que son los responsables de los fenomenos gsn&ioos?

En qué lugar y da que manera cabrían los planteamientos diaf8cticos de materialistas cómo Lenin, que retomando a Lavoiseir nos dicen :

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“...La materla w lo primario; I#roSpbón, pen#mlsnto, tondsndt, aton Iw mal8 eiwadw pradudoe de la meturia organizada en dc.clonodda )arma.. materia que se muwe sternamonte y atemamsnts se tran+)omia...”

- De acuerdo a lo anterior, yo no encontraría vano el cueetionar y profundizar sobre lo que algunos, seguramente, ya han sugerido:

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Bajadaenle..irrk Isr m m vWa, Qdi(slñllflhpdl

P--- nr op QI urn o.-, tlll

~~~~ g urna ai-" mqF Qirem - *- eW laí muam, qw atllDQIiIiLI

I dssrsiorooli8o am mmtw@m, lplBlbQlb -me pera

dis 011,

I -- La pregunta del inciso' A), m e ~ & del pasado la parte final de mí

primer carta, en la que se habM de ltps diferentes tendencias que siguen psicologos y ebólogos. Las retsrencias bibfiogr&ficas nos decían que, mientras la psicología deriva de la filosofía, la etQJogia lo harb de la zoología, específicamente a traves del trabajo de gente como Lorenz y Tinbergen. Por ello considero que mi contestación tiene que organizarse en dos pastes principales; primero, debe dejar bien argumentado lo que implicaría el hablar y, mas aún, el hacer etología de sistemas genéticos. Segundo, debe determinar, lo que la psicologia nos podría aportar al estudio de un sistema genaico, esto es, que ímplicaría hacer peicologia genbtica. Y, como resultado de estos dos puntos, descubrir que tan idheos serían cada uno de estos enfoques . Comenc6mos pues por habkir del tbrrnino Saoiogh gen6tica. De entrada este termino implica el Wud'u m p m d u dei comporfamiento de fos sistemas genéticos. Sobre que bases? Sobre las mismas que gente como Darwin (1872), Whitman (1809 y IS IQ) , Lorenz , Tinbergen y Eibesfeldt (1935 a 1950), entre otros forjaron. Y sobre la evolución que esta ciencia ha sufrido desde entonces con la ayuda, ya no sólo de materias como 16 fisiología, la zoología, la endocrinología , la taxonomía, la ecotogía, la gendtica de poblacione6 o la sociología, entre otras, han hecho; sino que, ahora es necesetrio -01 apoyo de la biología y genstica molecular, las neurociencías, la

4

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inmunofugía y ia farmercakqia, entre otras. Bajo 8sta perspectiva et cucor?dm de erstudio 86 dd de la manera sig u iente: Recordaré las caWríeicas de 1 ebkgia objetbkta, pera ahora sustituyendo a la palabra animal por la de s k m a , esto paria dirigimos hacia nuestro objetivo yo- entiendo ai -animl como un sistema gendticm, mas cornpkjo, que a su vez se compone de sistemas, tambJen g s c i & W , indiviuabs que interactuan reuniendo sus 0sfuenos en un todo que compmde al animal). Dentro de km características mis sobmalienties y chicas de la etología de los sistemas geneticoS, podríamos encontrar las siguientes (con opckjn de modifiidn): a) Se precursor es Darwin, b) Su enfoque es neodarwiniano c) su posición dentro de la teona del conocimiento es el realtsmo critico, d) se basa, por lo tanto, 0n el descubrimiento de las adaptaciones filogene'rticas en d comportamiento. e) goza de eetudiar ai &tema en su entorno natural 9 trata de entender el porqud e1 sistema 88 comporta como to hace, porque de esa manera y no de otra. g) le interesa conocer aparte del porque, la función y el desamolb del comportamiento.

. h) busca modelos para aprender que presione8 de selección han formado su evolución. i) investiga la filogenfa del comportamiento a partir de mc'stodos com pa rativas. j) supone que el comportamiento siempre tiene una causa la cual pretende encontrar y estudiar. h) le interesan los estímulos mnsoriab externos e internos

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i) trata de integrar todas las parte8 del s$tma y reiacionaría eon su ambiente orgánico 0 inorgánico. j) le interesa la ohtogenía del comportamiento y por lo tanto habla del comportamiento preprogramado, k) pmtende la generalización, con sus IimiMs propios, de tos .

comportamientos a partir de rnhdos comparativos, que comprende, deben usarse con cautela, para no caer en semejanzas

evolutivas paralelas a un ambiente similar, con bases causafes muy diferentes. Así la cornparacith 88 realiza Sólo en sistemas con estrecha relación filogenética. - I) lo anterior promueve que el cún&miento de la conducta de un sistema puede ser Útil para el estudio de otro sistema afín. 11) pretende también lograr la oomprmsii8n de fenómenos complejos de comportamiento desarrollados a partir de una larga historia evolutiva estudiando primero a la forma primitiva y "poco complicada" de conducta de ese sistema. Ahora rememoremos una inquietud:

aparentemente estrechas pero que en rsaMad son adpataciones I

I

. . 0 . 0 . s to- f1-a tee c

68 solo resl;larrden al e s w i o de acrtcstrdo al e

. v at wsrva d r , m u t a c i i a n l s r t 0 . . . un rncmsnto d a d o n utilr.rsrmn ta&w$amo v sobrevivir

-es? Lo anterior se ve mas reforzado y hasta cierto punto obstaculiza al etólogo para poder concebir a una molécula como el ADN en un estado de intenso dinamismo y flexibilidad en el

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manejó de la información, cuando 88 acSph fa ¡dea de que un sistema, a nivel motecukr o cetu4r, &to adquiere su razón da *ser o su razón de comportamiento, &%m k?#w#i!tpl&&+riin base, ~W~#&q+ut!3- . debe cumplir dentro del organismo y, por io tanto, en base al wwkb que brinda a éste. De tat manera que su ccwrrpoJtamiebilto deberá seguir regias estrictas. Si esta as así, 8nfonces cómo expiicar la aparente y necesaria estabilidad del sistema, cuando- no8 percatamos de la presencia de genes 8Jattatorb8 como los transposones (Rennie J.,1993:89-92), de splicing que ocurren no siempre de igual manera para el mismo fragmento de preARNm, o de intrones que aperentemente no codifican para funci6n alguna pero que ahora se les propone- co#)8. paabies codificadoFes de enzirnas de restricción o facili&dores de Ja recombinaci6n de dominios de proteínas distintas.(Bach M., 1992). Sí un sistema de esta naturaleza no se le puede explicstr dentro de estos terminos, entonces cómo? Hasta dmde se ctmpbn aun ha leyes n-as en 85ppfh

Ahora deseo mordar, brevemente, 10s sweaos acaecidos durante el ciclo celular para despuhs ponerme los zapatos del et6logo y suponer cómo analizaría ese comportamiento, y algunos de los problemas que enfrentaría al hacerlo. Por otro lado, y quiz& aquí radique gran parte del interes de nuestro trabajo, me propongo .suponer cómo enfrentada e88 etÓiOgo las desviaciones del comportamiento *normat* apcnmntemente preprogramado y aparentemente con directwidad. Por ejemplo , cómo explicar la heredabitidad de malformaciones fenotípicas, cual es la causa de su aparente selección que lfega a poner en riesgo la permanencia de una población, Como explicar la proliferación descontrolada de celulas que han dejado' de respetar sus propios limites hasta

.

. . v como un todo?

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C C M V ~ F BU eepanwa presencia en un tumor mafigno denominado cancer? Son c8luk8 &oístas o seres maquiavelicos que se han *ohridado* de b

aunque al parecer el C B " Q I G ~ ~ no se hereda per se { dietten excepciones como por ejemplo, un tumor mafigno denominado retinoblastoma), si podemos hablar de la heredabifidaid de ciecta propenci6n de los genes a cambiar 0n esta fatal dirección. Cual es el objetivo de esta tendencia? Tendrá alguno? El proceso de división celular, cOmo 68 bien sabido, consiste en dos procesos secuenciales, una división nuclear (denominada mitosis} y una divisi& citoplasFllaaica (denminada citocinesis). Pero antes de que una céfula típica pueda dividirse debe duplicar su masa y todos los elementos que contiene, porque sólo de esta forma es posible que las dos nuevas células hijas contengan todos los componentes que neceeitan para iniciar su propio cicb de crecimiento celular. La mayoria d e los componentes celulares se forman continuamente a lo largo de todo el periodo interfasico, entre dos divisiones celulares.

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individuatmente y como población al pasar de generaciones? pOrqu&, I I

i

,

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I

El ADN 88 replica durante una fase.muy concreta de la interfase, la fase S del ciclo celular. La otra fase concreta del ciclo es, evidentemente, la fase de divición nuclear, o sea la mitósis, fase M. Queda por lo tanto el penodo comprendido entre la fase M y el comienzo de ,la síntesis de ADN, o sea la fase GI. Y e! período comprendido 'entre el final de la síntesis de ADN y la fase M siguiente, es decir, la fase G2. La secuencia es ciclica y puede escribirse así:

S--->G2

I i G I <---M

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I I ; !

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Por consiguiente fa'interfase 8538 compuesta por sucgcivas fawe GI, S y G2, y nomaimnte abarca un 90 % o m& del dCt0 cetular Por ejemph en las c6luias que se dividen r8;pKlamernte en ioS eucariatlils suplsrbms, las sucesiveis divisiones miulam (fmm M)qw interrumpen ia intsrfase se suden producir únicamsn8e cada 16-24 hts., y cada fase M sólo dun5 de 1 Ó 2 hrs.

.

.

Ahora bien, en la fase Gl la acüvidad bioaint&ka de la dlula, rdudda en buen grado durante la m b l s , adquiem de nuevo una velocidad elerada. Aquí se sintetizan las proW'nae mqueridm para fa replicación del A N , por ejemplo, ADNpolimerasas. En G2 la acividad m@abólica de la célula esta dirigida sobre todo para sintetizar las proteínas necesarias para la fase An, por ejemplo tubulina. Sabemos que la integridad de los tejidos soto se puede mantener si el crecimiento y división de cada célula de un organismo (p1Btán pmgmmados y coordinados con los de las c é 4 b vecinas. A consecuencia de ello, las difemntes dlulas prmentan vetrxíd&des de divisián muy distintas, según su localitacicin. Las Ceiulas que no estan proliferando activamente presentan una veiocidad reducida de síntesis de proteína y se hatián detenidas en la fase GI . El que una celula de mamífero crezca, se divida o no, esta determinado por d¡vetsos mecanismos de "control de retmalimentaciÓn', entre los que se encuentran la disponibilidad de espcpcio para que la celula pueda extenderse y la secreción de factores estimuladores e inhibidores específicos por part0 de las cetulas del ambiente circundante inmediato. (Albets R., Lewis J., 1982:656-657) Todos astos procesos se han ido conociendo desde 1900, sin embargo, hasta hace muy poco tiempo, se desoonocia la regulación de dicho ciclo, uue para el hombre es vital Dara la rermducci6n, el

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comportamienta de reguiación del ciclo cetular siguiera un patrón similar en pdus bs orgaprimos ~ U a r W t m . ((Munay W., Kimehnet w. ,i 991 :2fE* Ademas, el deecubrimfsnto del Incrdbfe parecido que existe en Ea secuencia de aminoheidos de la pfakha cdc2 del hombre y da la levadura. Nos haMa de ia sorprendente consenrackh de esta proteína e través de mil milkmes deañaS dm evolución, en los cuales sólo se han introducido pequehs cambbs en su estructura y ningun en su funcMn. En 1989 A n d m Murray, recúnstruyd el mecanismo completo del ciclo celular (Kirschner, 1992282-283). FIG 1

El mecanismo 8s el siguiente: Durante la interlam la ddna B sa acumula y asocia con cdc2 para fwnar al prdPF. Este es entonces secuencialrnente fosforilado por -1 (una proteína específica para fosfonlar a la Tyr de cdc2). Una segunda fosforilacirh se da por CAK (cinasa activante de cdc2) en Thrf61. Luego e~s25, una proteína titosina fosfrnera desksforita a la Tyrl5 produciendose al el MPF acthto, mismo que acciona la mit6sis y activa a la pmteasa ciclina. La mitósis acaba cuando lo níveles de ciclina caen por debajo de cierto umbral. Como ¡a ciclina es degradada el MPF se dispersa y las enzimas degradando a la ciclina son inactivadas. De esta manera la ciclina comienza a acumularse una vez más.

El rompimiento de la membrana nuclear 8s el claro blanco del MPF; de tal manera que la fosforilacián de las protínas de la lamina nudear, causa su completa solubilizacih y, por el contrarió, su desfosfarilacion causa su reensamble. A que canclus¡anss podemos llegar apartir de lo expuesto anteriormente. 1) Estos fenómenos se dan tanto en organismos uniceluiarm comb

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en pturiccslukices eucariot;ew. La di fmcia estriba en que entre m h simpie 88 un sistema akta un "~0rnpr0tni(BO* d s centretizado. Lo que, podria alguien pensar, dota al 8 d$? myoree restticciones y menor entropia. Esto $8, en los sigsgmas trk compfejos, la cdc2 y ia ciclina d e h n respoder a un maym, y quiz&' d s complicado conjunto de, señales csxtr#ceJulariecr, de ahí que pudan verse como mas suscepttbles al desorden csluhr, provecandose tumores por el aumento de lainfluencia externa y ¡a necmKIad de un mayor control para asimilar a cada una de ems sefiafee externas en armonia con las internas. Re@mare -te punto m&s tarde. 2) Hemos visto que gxietq. un proceso secuencia1 donde hay requisitos, que necesariamente deben cumplirse, para que al término de una secuencia se continue ta siguiente. Por ejemplo, tanto 0n levaduras como en las células somdticas de organismos piuricelulares paseen m a n i s m para retrasar la entrada en mitkisis herata que no 88 replique el ADN. 3) Cada secuencia tiene su propia funcion que &a bajo control geneti# y bajo el control de factoms estirnuiadores e inhibidoms especificas por parte de las e6iuJas circundantes. 4) Cada fase tiene un tiempo definido, dependiendo de ia especie, y que va deacuerdo con las necesidades del momento en que se halle la célula.

I

5) La influencia de células vecinas nos habla de que la función de una cdlula especha, 88 dirigida deacuerdo a la conveniencia del todo al cual integran. "Probrrblemente, un comportahento gobernado por las reglas de la sociedad celular, mantenidas por una aparente directfvidad hacia un objetivo común.'

et e a e- et fe- Par la

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No es nada f&ciI, pwm c m b u m Y no hw posibiWad de conformarse con el sstudio fendpico del comportamiento ( que podría óbsenrame a través del microscopio Opt¡#), hay que meterse con el gmoma. Al parecer ems dos fuerzas,.de las que yo hablaba anteriormente, tienen una aparente directwidad, esto es, Wan dirigidas hacia un fin. CuAl es We? Podríamos decir que la capacidad para regular el crecimiento y la división celular, así c o r n la difensnciación en células especializadas resultan cryciaies para el desarroHo ordenado del embrión, para su salud y, en Último, termino para la supervivencia del organismo. Pero lo m&s sorprendente ee la complejidad de los mscanbmog de quienes hechan mano esas dos fuerzas para dirigir al sistema y mantenerle estable. Ahora bien, la siguiente pregunta sería: se

ue la wnlwion en la direccipn de D w i n ? Y: de verdadt en e w n varl[lpsz c) es solo c u m n dfi i-m? Porrrue el

os no se ha -o de nosotros c w d o ti cada i m t e nos OR coa el? Podnamos decir que ai parecer, 0n un organismo

pluricelular, la célula per se no tiene conciencia de lo que pasa, sólo responde. Sin embargo, podnamos compararle con una neurona cerebral, que procesa una pequeña parte de la informacieh Pero el

toda la restante información y que conetituyed cerebro, ya tiene la

.. ., . ..

I

conjunto neuronal, aunado a muchos otros elementos, que pmcesa

capacidad d e percibir, en bierta forma, su existencia ha adquirido una

I

! :

! .

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aconcbncia'. Ese conjunto cerebral pbdríamos, quiz&, compararle con un si98emál gen6tico m h integrado, al wraf Psrpansce esa &h&t

Este punto lo retornare m h adelante. Por otro lado, qué-deeir de lets c&u!as eancemaa? Recotdemos que estas células han perdido su control normal de crecimiento y han adquirido divemas propiedades peligrosas para el hubped, incluída la capacidad de invadir otros tejidos y de inducir la vaseularizaciÓn capilar (que asegura un buen abastecimiento de sangre ,de las c6luleis cancerosas en pmliferaci8n). Uno de los raegos caractsnsticos de las células cancerosas estriba en responder de manera anormal a los mecanismos de control que regulan Sa división celular. En los últimos tiempos la diferencia fundamental entre las dlulas normales y las tumoralee se ha explicado de diversas formas:, cambios en k s niveles celulares de los nucleótidos ciclicos, en la fluidez de la membrana plasmatica, en las proteínas segregadas, en el citoesqueleto y en los fluidos iónicos, por nombrar sólo algunos de elks. (Medrano, E.E., 1980 :4123=4126).Ahora es claro que la mayoria de las céluies cancerosas estdn menos sujetas a la mayoria de los mecanismos de retroalimentaciÓn que controlan la división celular normal tanto en los tejidos cOmo en los cuitivos celulares. Las céiuias cancerosas, por ejemplo, continuan dividiendose en cultivo más alla del punto en el que las células normales se detienen por la inhibición por contacto, apiiandose incluso unas encima de otras. Además estas du las malignas requieren para sobrevivir y dividirse en cuttivo, menos factores proteícos de crecimiento que las &luias normalets (en algunos casos esto puede ser debido a que producen sus propios factores de -

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crnimiento). Por otra parte, ee mbb; que la amibnaza m h -ria del c h a r para la vida es la dbminac6n inrrdvectidra ds he dl.uk t u m w r . todo el cuerpo, la meZasZatiiaidn, lo que, porbe en marchaet d ~ n r i l b de tumores sscundarios por todo el wargo (Lwtta A. L., IQfR24-32). La metastatización 0s un proamo acfivo y no una coris~ucmcia accidental del cmcimimb dek-+ktrnor..Adem&, algo que a mi me sorprende demasiado es el hecho de que a M i d a que kas cdluias tumorales invaden los tejidos sanos, @e va dewrrollando una respuesta combinada entre las cblulas cancerosa8 y las cdtuias normales que favorece el .establecimiento de las primeras. El organismo entero parece haber pBrdido su 'memoria celuiai donde habia que&c#o merita ta dirección de su devenir. Cómo es posible que la naturaleza misma del individuo favorezca la angiogenesis para nutrir a la masa de rápido crecimiento expetsivo y ademhs le dote de una mayor permeabilidad capaz de pennMr el acceso a SLI interior de células cancemsas con bastante fádlidad? Célula por c9lula va cayendo en una enajenación de mams prwocada por los colonizadores que conducen al todo hacia rumbos a n & q u h , Asi es que, como lo descubri6 desde 1829 Recamier Claude un medico franc&, si el lugar donde se originó el cancer empieza a

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convertirse en inhabitable por ia densidad celular, la mejor soiución es la emigración de esas células malignas, através del sistema circulatorio vascular o linfdtico, hacia lugares distantes del organismo.fig 2. De manera tal que aunque no todas las células emigrantes logren sobrevivir, por lo menos habrá alguna (o algunas) (se dice que menos de una de cada IO,OOO)que en el intento resulte afortunada y logre salir de los vasos sanguíneas hacia los tejidos cercanos para reconstruir de nuevo su pobiaeíón. (Liotta A. L., 1992:24-32). Por io tanto, son capaces de atravesar la matriz I

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I extradufar, por activación de enzims destructbas que esdndsn las uniones tndecularea ds ia i m m h n a , que cpcftja en parte como un andarnieje papa el crecimhta de k s tejkks-, p n q x w i ~ ma' permeabitideed s e W v a para .el traneporte de proteínas y otras mokbcufas entre las ceDuleis, a tmeb de has paredes de los va808

sanguíneos . Recordemos que normdmente, las poblaciones celulares de ambos lados de la mátriz no se mezdan entre sí, ni siquiera cuando los órganos del embrion estan en desarrollo.(Liotta A. L 1992: 29). fig 3 Como vemos, las cetulas cancerosas mmpen aquellas reglas del comportamiento social aitruaa del que hablabarnos. En 1975, un estudioso del tema (Cairns, J. ,1975: 197-ZOO), nos deck:

,

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"...En d cuc.0 de una vMt se producsn on un ouufpo humano un númcño de dhrhioncnr celulares del orden de le. Lam hutadaxtea se prIdudm eapontbmmmte de vez en wonúo: la fr-da media e8 #@dl do estimar, rn carsdltud para ire tMUta8 hummas, pero prokilblsmmtt es de una INC nwtdmcs por gen y por diliffrrt4n cduhr. Ad en d tnrnorwPo bum un g m iwbrct ruirida una mwtrddn en une 40''' ~ ~ ~ ~ ; C O I U I dathrtn en wdquler lndivkiua D d c &e punto de vi-, d probltma dd atnew pame que tntriba no en parqud se produce, dno en porgud ee produce con tan poca tmcweñida. Por qué no runm lnwadidos irrsnrldblsmsntt par donea mutantea de Mulris que timen una wntaja rdsdfw voke nusrtms c6lsrtas normales wnss? Ci wwpo slh organilrrado de tal manera que aunque muchas &tuha mutan, poca8 dtulas mutentea multan psligtowc. Para gsnwar una umer, una nwtadOn dobe rurglr en una cSluk que bao docada en un 1-r aproplaúo y COnterir a esta célula propledadm nuwas muy compiejra Aprr#rtmsnte, la mayorla de 1- mncorec me d w r o f l r n &io deqauh de que ea hayan producido mulüpin mutridmm en un mima linaje celular..".

Sin embargo, Últimamente las estadísticas se inclinan por una mayor frecuencia en la aparición de algunos tipos de cancer, por ejemplo, en et aparato genital femenino. Y esta aumentando la incidencia en ciertos cjrganos corno el pulmón, intestino. próstata, páncreas y vejiga. Estas c6lulas cancerosas han adquirido su propio mecanismo de adaptación, su genorna les dota de facultades para sobrevivir en un

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medio que ya no km soporta. Alguien podría W r , que cavan su propia tumba, paro q&# no sea verdad. Recordemos que hay una herencia de d a bcwsca@ibitkkiid trk actqukW5n de k l i n f e m d , por ciertas partes de su genoma. Lo que las sekcciolna para restperecer (quita, en algunos casos, Corno sntidadm cm mayores garantias de sobrevivencia). Esto se ve refonado, aun mas, si obseivamos nuevamente las estadisticas. Aunque e#- cancer pueda aparecer en cualquier edad, su probabilidad aumenta conforme envejece la persona. A partir de ¡OB cuarenta años las probabilidades de sufrir un cancer aumentan considerablemente. Esto permite que el individuo logre transmitir su herencia a su progenie. Se puede ttamar a estas &tulas egoístas, se han safado diel c o ~ x t o al cual pertenecen, atentando contra la directkidad que caracteriza al comportamiento de cada sistema genetic0 del organismo. Su genoma configura sus propias leyes y reglas. 'No les importa" ya el huésped sólo 'les importa" asegurar su propia existencia. El problema aumenta, cuando el organismo ya no es capaz de amortiguar la constante amenaza que significa un cancer. El sistema inmunolÓgico, va envejedendo. ("Si no puedes con el enemigo unete a 61") Pero ... de que les sirvira a estas celulas seguir esa nueva dirección? Porque si su comportamiento es sólo el pmducto de mutaciones múttiples, tienden a dotarse de mayores mecanismos adaptativos? Es acaso que esas mutaciones se van orientando hasta encarrilar a la célula en una nueva dirección cuya meta no esta definida pero por mera presión evolutiva debe continuar? Porque la seleccibn natural no actúa en contra de estas amenazas que podrían llegar a poner en riesgo la integridad y estabilidad poblacional, dotando al organismo de armas para combatir en lugar de desprotegerlo? No lo sé.

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crecimiento, la mparaciún de be tejidos y la función inmunitaria, entre otras opwacionse.(Murray W., Kimchner W., 1Sal26-33). En los úttimos años, los trabajos de investigad6n han dsscubmo la pwwncia, en el c=itopiaama, de faetQras de regulad6n del cicio celuiar. Los d s repriesentativoe, han sido, la+mteína &, producto derivado de los gen- cdc deacubierbs por “bd, esto8 genes tienen una secuencia de intervención que no pueden sucedetse si entes no se pasa por una serie de requisitos. Ahora bien, el gen codificante para la proteína cdd, apareció, en los trahjoa experimentales de Paul Nurse en la Universidad de Edtmburgo, como decisiva en el arranque de la rnitósis. Ciertas mutaciones acaecidas en el provocaron la 8fntesb de una forma de proteha que lanzaba a las céluhs hacia una mitos& precoz; y otras mutaciones, por el contrario, liegaban a frenar el comienzo de la mitosis. Por otro lado, el producto del gen cdc2, es un de los dos polipéptidoe unidos a el factor promotor de la maduración del ovocito, el FPM. El otro componente del FPM, es la ciclina. Esta piateha, e8 la molécula encargada de regular la actividad del FPM, por activación de la proteína cdc2. Pero resulta que para esta activación no basta la simple unión, por si solo, de la ciclina a la proteina cd&. Deben produciree otras reacciones para que el FPM entre en operación. Por ejemplo, podría esperarse que la acumulación de la ciclina fueGe la que estimulara la acción del polipéptido cdc2, pero fesuita que no es así, sino que es la acumulación de la maidcula-cdc25 la que lo hace. Claro, se postula que esto Úttimo puede variar entre los diferentes organismos. En algunos puede ser la misma ciclina la encargada de la activación. Esto es, en pormenores et mecanismo puede vnrirtr, pero la presencia de los factores principak de rsgulacidn en especies con considerable distancia filogenética, corno lo son las levaduras, los anfibios y e¡ hombre, plantean la posibilidad de que el

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Ahora quiero desambr un poco más una idea que meiícione en @rmfos anteriores: '... Por to tanto, ei ~mpcwtamiemto de iasF

multeido de dos fuerzas principales: Su propia genética, donde encontramos la influencia del peso fikrgenetb de su evolución,(y porque no suponer que esto podria ser el anhiogo dO lo que Tinbergen llama comportamiento innartó,'inetints") y fa gm&ka- de la suciedad celular a la cuai pertenece, así como la influencia de otros factores ajenos a esta (comportamiento adquirido). .." Recordemos io que nos dice Tinbergen sobre 01 comportamiento innato y el adquirido (Tinbergen, 1 907:21-22):

eg el frsnárapo, *

"... El comp#tmiento es r e en tanto depend, hafa crwk, punto de la estimuladbn exkma. Y es es;e#nr;biea, en tentú dqaenda tmbión de teetor- wuriaem tnttmor o tadoms mdvacionales... . En genml, una reacdán inrllntka sólo r#ponds a muy patoo estimulas, y la mayor parte dd ambiente carwe ds Inlmda, o a p m c la tiene, a pesar de que el animal pueda dlapmsr dd equipo smwríal necemrlo para pordblr n u m o e detalles La dupendmda srtkk;ta de una r e a d & Innata con rslpstto a cierto confunto de estimulos signo llwa a concebir que dcbe haXr un m e d m o neurementorlal srepsdal que dwsnordena Is reaotfh y es recp#abie de w wscqatibtlidad selectiva a una ##n&Inadbi tan eyisdd de eatimufwr Eato es un MDI, macsniamo dsrencadenador innato. Hay tsdorer que no Influywi odxe el Mü! de la rerrccldri edudiada. Esto es, no hay dos reacdanss an una misma especia que contengnn Idéntico MOL.. ".

"...La lrprriddn de errorbo # una de lssl cmdsrfakat mCe compicuas del mportamltnto innato. Es pmvecmda por 4 hecho de que el animsl responde ' c i ~ m e n t e ' a Ocuo parte de la . fbdón ambiental total y dsrtulda lar dm6s parks, aunque sus Orgrinos sensorides sean psriectamcnte ccrpcloc~ de caphlas (y probablemente lo hagan )...Par ejempio, la r luchas prtrnsveralsc de ¡os gsrter66twe (fig 4) eftan especialmente dirigidas contra otros gastcrdotsos con galas nupciales Dada que los machoc dlHem de otros animales, robre todo porque exhtben el coíor rejo IMmco en la garganta y m ei vientre, parece probable que el rujo pueda ser tl estfmulo mds importantis. Esto ha &do comprobado de la +igulmtu mangra: ante varfos machos w colocan Jmulscros o modelos de gaaterósbs; algunos de ellos aon imitaciones muy toews. rh muchar do lar tsraderídlcac de la eepbole e Incluiso de lor pece6 en general , pero cón vientre roja Otros sen Imitadonea exadas de gasteráatto, pero sin et color rqa Los machos atacaron ai primer grupo de moddoc con mum mayor vigor que al

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QUlZA POORIA SUPONERSE QUE A W cuA#oo EL EWA EXPUEGT'Q A LA TOTALIDAD DE Bu EECTOW40, EL SQl.0 PieRc)BE LA AüSEWtA DEL HUSO Y LA NEcEafflAo m DE RieCwERAR su AMCUAPA OIRECCION, DOS CAReNoldaB QUE PoWwlAN F W R COMO ESTlNlULOS SIQNO. QUlZA NO $010 P M A CL Ub3HOSt3lMA IyIs#lo, SINO TAMBIEN PARA OTRO6 PUMTOI DE U MAQUIWW CELULA)?.

Dentro de esos comportamientos instintivos (verbylracia, compoatamiento precopulatvo o mabrnarl) en sistemas genetícos mas complejos, por su mayor contenido integral, se ubican tas respuestas inmediatas, no modificadas por procesos de aprendizaje, que se dan corno resultado de sensaciones internas, por ejemplo: furia, deseo, curiosidad, falta, tristeza, reconocimiento afectivo y sexu 4, miedo y esa necesidad de mantener la permanencia vital corn!.. individuo y como población, entre muchos otros. Ahora bien, el p: ibierna rádica en encontrar cómo y de donde surgen es-

-sen: :¡ones y cómo y por quienes han de s m procesadas hasta

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lograr el comportamiento muttante. DNersas inveetigaciones pueden conMbuir al ifitanto @e dar una respumta. Aunqtm --ter 6pocer de, . - 4 I

se tenían mayores evsderwiers de los fac8om externos que t

determinan la motivación de un animal, et3 deck, la activación dé sus instintos, les preocupaba de manera primclrdiai ia cornpmnsíón sobre la diversidad de factores internos qua Partecipan;

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"....e8 IndL#loblh que algunos de los tcrct#eir Internom rmpmrablcr de la8 ñuduaclmes de la mponrdvidrd y do Iw attlvfdadm en 'Si vado' m e n hornion- Resulta esto

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cspsdrlrnmte obvio en ei CMO d e lar mdlvidadea nprodudonrs ... Primero, podernos ahon mar la omduddn de que la o + u d ó n dd mmpertmbnto e8 Irwmmamentc mds compleja d e lo que aupuaiem las gwrírrJ¡#oknm del pawdo. %dxs mpiejas estructuras nwy/oeas centratsf- rdúsn rnuitiptsr íu&cma 1nlnn.n~~ y externem. .." (Tlnbwgen, i 987:75,8?).

I

La dispockión del sistema endocrhto dentro del organismo, muy cerca del sistema sanguíneo, le permite hecer ef.'ectivas las ordenes que partea de susórganos. Ahora bien, las conexiones entre el sistema nervioso y endocrino se producen de diversas maneras y a distintos níveles. Se dice que la conexión más importante, aparece en la encrucijada que forman el dien&ala, por parte del cerebro, y la hipófisis por parte endocrinológica. Esa -n o r m a un

endocrtnas y recibo estimos desde la zona c a w Los problemas empiezan cuando se origina una excesiva y desajustada acurnulacion de estímulos, hasta producir los desordenes y alteraciones cond uctuaies. Hoy en día existen evidencias sumamente in2er&tintes originadas de trabajos que podían formar las bases de la etulogía molecular. Le voy a contar un descubrimiento de gran importancia que logra explicar en parte esa complicada relaciÓn genes-sistema netvíoso como determinadores del comportamiento innato y moduladores del

i c . . . ro endacrin0 el -amite nr-s ai re& de k a c .

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comportam knto adquirido. Tengo por costumbre el escachar, 8iampt-e que puedo, el noticiero de JoSe Gutíarez Vi6, 0n 61 una, 4lQctam m ' Gtesntrias Humanas llamada lkrain Antaki, ardua lectora de la revista Science and life. En su participacsdn del L u m 14 de Junio del año en curso, ella cont6 a los r a d ~ o e ~ u c h ~ s un dewubrimirsnto Feciente realizado por un Bioquímico frarwxb, cuyo nombre w- ammrdo, EI partir de sus experimentos reatizados en ratas y en el hombre. Ella le denomina la genetica del jefe. El dato tambiésln fue publicado en la columna CIENCIA del periódico El Nacional de 888 mismo día:

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1

-I

".,Se aicatm de iddntlíicar, en d h-, una humm que permite entender d

8Ocla1, em ndotriri h o m a exlate en la mb, y tiSnr, por nomkb Puuwr Ds).iydrogens# (@&me), wta hormona ea sserateda en M m s cirntldadr?. por la hlpóíida Su estudo, en d wmo de I r i . difbmtsr ahpa@ de k vida da un Indlvtduo, ha pwmltldo walltor m a hipótsds #bre el coniportnnrlsnto dominante de elgunom mmc)Sron La PDGare sólo puede ser enconbada en los anlmalem que han deamado b wmhre de la Jwsrqufa modal, los dror snimdss d o producen un m e r ilamado PFQQaae. E& precursw, activa los centroo cerebrales prlmWvas (amígdalas), que ordsmin el cunpatandsnbo agrsdvo de lor mamfdcrw en Is phncccucllbn de lor dmentaa necascitior a su meb46Ilsrno bWco (comida, oxfgsno, compsbrw cauakm, b+pstio vltal). Simplificando ae pusde decir que la PPDQiws ct la h#mona da la ercwr- seda! y poHoca. La acción de la PPDQaae es mfarzads por otra hormona: ía twtraw. E4a exacwba el dndromh de "hilta" (por ejemplo en d fumador sin dgwm). Aedada a la truatnm, la PPDQase determina el Compoitsmibnto a weem compieJo, de un individuo que bucca alcanzar el estatuto de dominante o w. Una vez que el animal alcanza este estatuto, tu comp&arnldo -limado s+cendonal- gran conrrumldor de energla metabollea; ya no le t i necesaria Enbonces Ir sewed& de fruataaa se Interrumpe, miontrae que la hormens PPOQaw mibe st spay0 de un amlndcido, la t r m h a , que is transforms en PDGase. 80 ob.wva enbncee una modlticadón radical del comport~mto del anlmal, W e se vuaive calmado, ndc lento en UIQ reaceloma, como snxirizado por la abundancia de m i d a , lar amplia. posWIMHhn de sreogw ouc conrp0~ccrsc aexwi(10 y o t ra tactoras que le edan ofrecidos gradar a su nuwo aritatuto. Mientrar que la PPDQase actuaba Mbrb el cwaXo ptlmltlvo dd animal, y favorecfa la produtddn de adrensllns (mduladoca de la agremMdad) y la PDGare a&ua wbre los centrua cerebrales ruperlorea y favorece Ir llberaclón de andortinas (maHnaa naturatsr). La baJa brutai de ¡a trustram en la taza sanguinea contrtbuye a eats actkud aparente de satlmbcción y seguridad. La producción

fundamento bidó.gkods ci$en# -Wda dhmsasdnpka de ia jerarquía Q

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Que tenemos entonces? El relato sugiere que ciertos factores externos (estímulos signo en el caso de la activación instintiva) tienen la posibiliúrrd de estimular órganos sensoriales espdficos que transmiten el mensaje, a partir de complacadas acciones bioquímicaa, y nenrioeas, hacia !os órganos cerebrales responsabbs del pmcesamiento de la información. Estos organos cerebrales (v.g. hipcifbis) esth distribuidos en tres níveles. Cada uno de estos tres níveles tiene un orden de aparicián que los acomoda desde el mds primitivo (complejo R), pasando por et sistema limbico, basta llegar a la incorporación evolutiva mas moderna, el neocortex, según Paul Maclean en (Sagan , 1984:74-91). Luego entonces esa estimulación de un determinado órgano cerebral pmmuve la estimutación de sus ceiulas glandulares con lo que se sucede la activación de genes específicos, prsductores de proteínas (hormonas como la .PPüGase) encargadas de accionar a su vez sobre otros órganos del mismo sistema cembral(que continuan con el procesamiento de información ya iniciado), cual árgano sera ahora el estimulado, dependerá de cual haya sido el estimulo iniciador. Y a su vez, dependiendo de en qué región se encuentten e s a otros órganos, sabremos cual sera la respuesta del individuo (instintiva o no). Esta última estimulación también prómuve respuestas humorales, que quiz& dependiendo de su cantidad sintetizada s e r a la intensidad con que se de la reacciOn final del comportamiento.

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! Obviamente que este p4nteamidsrnto debertí involucrar un mect.,nnisrno s u m a m t s mrnpllado donde intervienen rnuit#ples componentes. P6m en escencia nace corno mu#ado de las obeewaciones rkpi iadas por decenas de cbntificacr intermados en estas temas. Sin embargo, yo creo que no es la Única manera en que podriamos encontrar la participación de los genes. Además esto no es tan simple pues aun en el caw de que se trate de un comportamiento instintwo, las evidencias phntean la acción conjunta de varios genes que combinan $u8 acciones. Por ejemplo, recordemos to que lkraja Antaki plantea: ... Eds pTecurcor, d P m r ; s , wtlva loc osntrom cwsbralsc plmllvoe (rmfgdrlar), que ordman d comportrimfSnto agrwtvo de lorc mrnCtwor en la pwceewdón du 108 dementom ncceimrioi, a su metabóttmo Mdco (condde, axigeno, QMIPIPIWOQ) sexualem, ey#do vital) ... La ricdón de ia PPDQiros blc refamada por d m hormon+: b írwúam. E& exacwba et siMkme de " M a " (por eje- WI d M o r dn cigtnwr). Amclada a la fmmüma, #a PwGkilse debrmina el CompOrtSmianto a VI" conrpldo, de un lndlviduo que bu.# aícrnzer el whduto de dominantu o porewr...

Entonces el animal p ~ d b 8 una sensación de falta que le provoca una necesidad; pero, como ti su vez emta srdirorndo la FWXkme en la esfimulacih de la parte primitiva del cerebro, podernos entonme encontrar que la expresión de esa ialta, podríri ser 6 base de comportamientos violentos y obsesivos ad como incompreneíbk cuando el individuo ha sido estimulado de manera intensa. Fbr ejemplo, a veces no entendemos poqu6 un hombre que p e e un puesto reídvamente alto en alguna empresa, descuiáa tanto su salud y se pasa trabajando por horas entreras en su despacho o, tal

.vez dirigiendo las actividades de tos demls con un a f h exagerado de perfecübilidad..No come en todo el dia mas que caf6 y galletas, ibga muy cansado a su casa, corno automh encienda el tebevisor pwo no le escucha, él sigue pensando en los problems de 888

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empresa. Por fín, parece que el sueiio empieza a vencer su imprudencia, entonces, levanta 8u Bnguido cuerpo para ir a la cama, y de repente, -i ah caray, quien d ahíl,:. Ah sí, ea mi mujer.- Este tipo de comportamiento debe wtar dirigido por una r6cpueeta,de muítiphes gemaque suman 8u9 accbnabs para estimular zonas cuya producción promueve necddadees que se expresan, y buscan satisfacerse a como de luger, pero no soluciones de acuerdo con un pairon equilibrado y razonable (adpWos que sÓi0 el neaeottex puede cumplir, segun (Sagan, 1984:74-Q1). Tinbergen quit& estaría deacuerdo en este planteamiento, pues en un examen mas detallado de la respuesta plantea la W'ubnte posibilidad : " ... El SStEldio aaido#) do Ir depmkwb del eomporkmIsr69 ton rsrpscta e 108 erntimulos aensdalea ha rwarlado, ridamdm el hecho de que muchas r w i c d m , incluyendo algunae rekilvrmonte &O8 y 8mdtler, 80n en redidad cadma8 de rtaccimm separedas, cada une de lam d e a dqaende de un conbnto especia de eetímuks signo ..." (Tinbergen, 1987: ss).

Una sensación de fatta, furia, deseo W u a l y miedo, entre otros, puede ser expresada en "bruto" (mera reaccidn) o, pot el contrario, puede ser su expresion el resultado de un proceso intelectivo. Esto es, la reacción puede ser modificada a favor o en contra del individuo. De esto digo lo siguiente: En los dragones del eden (Sagan: 1 9W:74-91 ), el autor nos cuenta: ' I . . . el neocortex es le región donde st ublmn muchas de lar h c t o n n cognoQltlvas que mejor definen al hmbre c m bl. Al hablar de Srti r@on de la tortuza c8rubrd tus)on diatlrgukse en ella cuatro repiones o Icikrlor: frontal, pedetal, temporal y &plhl ... exke gran número de l n t w c o n d m nmronalsí con SI cbnrko wbcutltrl, osda una de dlas regule mukipliddad de funcionee, m y distintas una de otra, pero n probable que alguna6 sean e~wddar por más de un ióbulo a la VOL.. 8egi.in co desprende de lor

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Es interemme notar que lei corteza cerebra¡ eDsta conWuidn por una acumulación oelutar que te da in vitro su c ~ r ~ ’ s t i c 0 aspecto grb. Por ser t& sukrtera la que prc~~errits -13 numemas fibrats nerviosas en poaicMn ascendente y dewendante (por su aspecto bianqudno, conferido por la mielina, mciben el nombre de sustancia bianca), que no son d s que iae probngacbnes de neuronas que internoneetan a la corteza con la subcorteza, se dice que: si &flex desernpeiía la9 tamas de elaborac¡h, en tanto que las de transmisión pertenecen al subcórtex. Los eepecialktas han observado que la sustancia gris esfa organizada en una serie de capas que la myoda de ellos fija en sets: 1) Capa compuesta de cc)lulae molecuiarea, con una función de carácter Megrador superior. 2) Capa constituida por dlulae sernejenttm a granos, cuyo significado estriba en la reception y ankiiSisis superior, es decir, recibe los estímulos. 3) Capa formada por celubs piramidales, con ta función predominante de ser elementos motores o de repuesto. 4) Una segunda capa de células granuhres, con igual significado que las de lacapa número 2, refonando, probablemente la labor de &ta. 5) Capa de cdlulas motoras, de valor similar a la capa número 3. 6) Capa compuesta por un conjunto de celulae en forma de huso, con función predominantemente integ radora. En resumen, se puede decir que las principales funciones neumnates son 3: a) función integradara (de idcmhac=ián),

E

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censbral, que lee inwalida alguna parts en el neocorta, o corteza cerebral. Ahora bien, en ia mayor parts de la bibibgrafía con&ubda: (v.g. Bloom-Fawcett,l QQOfilvarez Buylla, Bemudez RaUoni, 1 Wl), me describen que hace cada partes del csrebm, -to es, de que se encarga, me hablan de la-función de cada tipo de neumna, así mismo, me mencionan los aepectos atmtomufunciwmlss &I 8 W m a nev¡o~so encargados de realizar la transmisbn, recepción, análisis y prcrccssarniento de la información así corno la producciOn de la respueste. Pe tal manera que se la a- v

l a h m a w$&tke red funcionaf. Sin embargo, poco o nada se habla del

papel de los genes en la regulacion funcional, es decir: como se procesa la infonnacMn que llega a una célula receptora neuronal, cómo el conjunta neuronal integra esta informaci6n, como el complejo R integrado por la estria olfatoria, el cuerpo estriado y el globus pallidus, al ser estimulado promueve en el individuo reacciones agresivas. Se dice, por ejemplo que en et sistema limbico las descargas et9ctncas producen en ocasiones sínbmas siyiiares a los que ocasionan las psicosis o las dragas psicodélicas y atucín6genas; y aun mas, la sede del efecto de muchas drogas psicOtr6pkas reside en el sistema limbico. La bituitaria también forma parte escencial de la regan limbica, esta encagada de influir en otras glándulas por lo que tiene un impottmtisimo papel en el sistema endócrino. As¡ mismo, existe una pequeña inclusión en forma de

-

.. las e m t a s & l SM, esla hase ..

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atmendre, ilamda arnígdblh, eats desempeña un hporteinte papei en la genbis de los impulaios eigrs8wag y de Iios sentimiantus de temor. Si se le a- fleviamflcae a grados de tenor o agbci9n extrem. Toáo esto último es comprensible si se le explim a partir del efecto en eet'ownisma que producen los nivela honnonafes, al s e r excitedm glándulas como la pihiitaria, pero: todas las parte8 cerebmk Waran de la misma manera (habfando en t6rminos gsn&cos)? Por otro lado, no nos otvidemois que toimbi8n exis-ks un aprendizaje, una memoria, un recuerdo que surge como resultado de un estimulo. Quizá podríamos llamarle 'marnoria celular". Esta oontribuye en gran medida a la modificación del comportamiento in- Incluso, probablemente muchos de los hstintos son muttado de una

I

cis#riiente en animek

asociación inmediata promovida por esa memoria ceiular. Estú no podrá entenderse mientras no se comprendia con claridad el mecanismo de la memoria, y su relací6n eepecifica con el material genético. Hasta entonces yo podre asimilar esa frase que dice que cada uno de nosotros traemos la historia de nueatms antepasados en nuestras ganes. A este respecto 86 ha investigado enfocando la búsqueda de las huellas de la memoria en el cerebro hacia la estructura molecular los ácidos nuclekos, los psicobiologos han tratado arduamente de relacionar su estructura molecular (y la síntesis subsecuente de proteínas) con el almacenamiento de la información adquirida o aprendída (Cohen J. ,I 981 :a). pisten varias evidencias que sugieren que los recuerdos no se fijan solamente en tas neuronas cerebrales, sino en todas las células del organismo. A su vez, las investigaciones de científicos a m o James V. fldcConneilproponen que la huella de la memoria es un cambio molecular o químico, (Cohan J, ,I 981 31). En sus investigaciones McConnell uso planarias para explotar dos características peculiares

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de la espacie -una fi$iológica y la otra conductual- esto es, su capacidad para regenerarse y su pou~iert~ad canitxtwa. R ~ I ~ Z Ó dos investigacsoasS basii-pcimmn eLnkanQ a ucr-rias a evitar un toque cuando ae les pregenitaba una luz, seccbnd a cada una de las planatias en dos partea, cabeza y cota, y dejo que cada una de las mitad- se regermrara. Los dos t i p de planeirim que 80 habian formdaQo retuvieron su apmndkaje, y esto sugiere la naturaleza difusa de la huela de la memoria; la retenci6n no esteba localizada en el cerebro. Postsrformente las planarias que no habian sido entrenada8 se comieron a las planarias entrenadas y las no entrenadas adquirieron el aprendizaje. Mcconnell escribió:

“...Cumdo oUuvimem nuclrkoil primeroo rwuttwtos & retención dsrpulk de la regenmwión, nom pusdó que ¿ m m mprcem dm baneíwlr la mmorla de un anlmcil mtr¿!MidO a la ds una urimal no erilrsnrde, d podiamor obtener dd pr im guaono iae watndm qufmh8 rdwsckc y pmkwim al M(pundo...trrifamw ardwimmts de moler a los guranor enümadoa, pcro nunca pudimos dominar la thcxiicci de io inycccirki..Aaf que condkionamoe a uno. gumnoa ioc &mor m poqusfias partw y atlmentmcw con aoS peddkw a las planarb que CIO hewn sido entrenadea..tor reruttam dd trakijo fueron eorprsndcwisw ... dmcnb.sm# que la8 planarisa eran cspacee de aprender, que este aprendlmjt robrmMa al mcdonmlmto y a Is rspmersdón, que ei mteanlmo de almacenamiento de memoria tenia que tener un components bloquímlco (prot#blsniSnts el RNA) ei wai está ampliamente dldrikiído en el cuerpo de los acdmales, y que apamtemento d Sprmdiwjs 68 podía tranrtsñr de una anlmaf a1 dm.”

La retemncia no nos die0 claramente el porque Mcconnetl infirió que era pmcisamente el RNA, y no otra molécula, la responsable en el mecanismo de fa memoria (no sólo el RNA 0s de amplia distribución). Algunos otros experimentos han reportado la evidencia directa de una relaciOn experimental entre el RNA y el aprendizaje. F.R. Babich y sus colegas entrenámn a unas ratas a aproximarse a una taza de comida cuando escuchaban un click, extrajeron el RNA del cerebro de estas ratas y se io inyectaron 0n las cavidades del cuerpo de una

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rates n w a s que no hWan sido entrenadas. Los investfgrrbores pbggtvaron que ratas a la8 cuales se había inyectado tambih w I

apróxirwban a la taza da comida en el momenta en que oían el click sin haber @ido erltnonwe; el aprendizaje 68 habia transferido mediante la transiaciOn &I RNA. Nuevamate surge la pregunta: cual es el mecanismo por el cual una mohkula como el RNA logra captar la información de to aprendido? Flyden y E. Egyhazi entrenaron una8 ratas pata que ejecutaran una tarea de balanceo, extrajeron ei RNA de su tejido nervioso y lo compararon con el RNA de una8 ratas no entrenadas. Est- investigadotes observaron un incrmento en la próporción $e adenina(uraci1,e~b es, un incremento en el número de.ba9es de adenina y un decremento en el número de haws da. uracii. El apmc#iz<je eustrajo y agrego bases a la molecula de RNA. Otm reporte impmarite intenta relacionar la síntesis de pmteínas cofl el aprendizaje. En &us aperimentoe se utiliza puromicina, un antibMtico que bloquea la manufactum de proteínas del RNA. B. W. Agranoff, por ej%mplo entrenó a unos peces om, a evitar un toqw eléctrico (cuando Wan una luz) nadando hacia el lado opu0sto del acuario, y despub les i n y d puromieina en el cráneo. Cuando 60

les inyectaba inmediatamete después del aprendizaje se destruia la memoria de los psces. Si se les inyectaba una hora despub del aprendizaje, no se afectaba la memoria. Por otro lado, que pasaria si animales entrenados se apamaran con tos no entrenados? Se dice que los recuerdos se fijan en todas las ceiulas del organismo, especificamente en el núcleo, si esto pudiera Ber cierto, entonces muy probablemente los productos de este aparBamiento tambibn reaccionanan, en cierta medida, al estimulo, si el re:uerdo se fijara tambiQn en los gametos. Esto probablemente se de, pero 0n niveies donde la complejidad del aprendizaje no

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obstaculice el mecanismo.

encontrar nkernativrts celukree, fuera del cerebro, para la recepción, almacenamiento y procesamiento de la información. No olvidemos que el cerebm tiene limites pasla almacenar las distinbs sebles, que posteriormente, constituiran la experiencia. im teóricos de la información hablan de unos " I O millones de bits", como cifra máxima a retener por el cerebro. (Salvat, 1 989: 1 34).

De cualquier forma considerg que mna de gran ayuda 01 hecho de I

nu&wwr)? Las semejanza8 en comportamiento entre el rnicromundo 'y el macromundo son evidentes, no sOio a nívef Organico sino induso el inúrganico. Esto gracias al cumplimiento de las leyes f k a s y químicas que rigen a ¡a naturaleza. Recordemos las teárias y modelos atómicos que suponen la s0rnejanza organizativa (y constitucional, por sus partículas) entre un sistema planetario y un modelo atómico (v.g. modelo planetario del'atomo de hidrógeno,

1 5 3 8 4 1

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cof#?p!* iBe k, que lar tf?-mm y la Ro861fe hmma poeda, propunen, Que podemos essperar entonces? Quiz& encontmmoe una aproximación ai nos atrevemos a pmponer que la evolución del contenido nuclear logm conllevar a &a hacia un resuttadó con un nível d8 complejidad tan eievado como el del SN. Por ejemplo, las investigaciones en el SN humano proponen que la evolución de este, es el resultada de largos, castosos y no definitivos mecanismos "programados" durante la evQluciOn, en respuesta al medio ambiente que, a modo de fuerza selectiva, origina un sistema nervioso, ei cual se mponséibiliza de un comporhanriendp 'gU8, en líneas genera&, queda de manifiesto por una máxima captach del medio externo y por la categorizacih de los estímulos que parten de este. Otra cusstwn a tratar su adecuación para fijar y desarrollar mejor el medio interno. Si esto ae condgue, se domina mejor el ambiente externo y se llega a un compromiso armónico que es la cuiminacibn del pmceeo adaptativo. De est0 modo se ha desarrollado el SN humano que, a partir del tubo neural primitivo y mediante sucesivos pasos, permite maponder a unas actiividadek de comportamiento muy específicas. Para llegar a esta superior organización ha sido preciso un perfeccionamiento da los centros nerviosos, hasta entonces dispersos y poco coordinados. Pskcir, esbmos W l a M J o de un prcrceao de cefalizacidn c m la subsecuenie di8 espcpcialízación de íos @gems de los senlrdosi Esto, a su vez tuvo ta necesidad de una mayor riqueza de conexiones, entre muchisimas neuronas, tal como aparece en el amplio conjunto de comisuras y facículos de asociacibn, a niveles inferior y superior. De este modo las funciones

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lograron intcsmmctatse. Junto a e8W C o n S ~ & ~ @ jmf rn

~rnpurtamimtb. Como recoiuiaremos, la gran mayoria de las neuronas se producen durwdwel ckmarnH0 cuando el cefrvsbro esta creciendo y en plena morfqphwis. Aiqunas neuronas, sin embargo se producen en etapas tardías del dmmrmtlo e induso en et adub (Alvamz-Buylla, 1990:50). Este fenómeno mfleja una forma extrema de plasticidad. Ademas, su -nacimiento, migración y diferetyhcion - pueden adecuarw al ritmo y requisib de la funcidn. Se han hecho mtudios en aves, específicamente cananos (Goldman, NaQtebohm; 1983: 2390-2394), los cuales demuestran que ia neumgencíais en el cerebro adulto de las aves constituye un nuevo nivel de plásticidad: .

Por otro lado, en loe mamíferos, la sstratragía evolutiva para su ptásticidad, radica muy pmbetbkrnente en la adquisicMn de esa gran masa cortical. /

cbt- almamemm k,arislaaqtimw&8

vemam,el pamamma qme 888-8 ea el & un mmmMm de

ok a dvd gamma. En mnclwióli, como ,reeubdo final de rn proceso de cambio en la dirección que el Neodatwinismo prc. one, podriamos decir: 1.- In sistema genetic0 camina en esa dirección porque posee una

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logram interconectarse. JlU?m 8 m8

J ' @ & ~ ~ \ ., --

pmphüaf que ptw.tM!&a CEd m m m ~ d ~ a cffatfntaa c h m & m a

comporframianfio.. Como recordarrsmos, la gran mayoria ds las neuronas se @wen durante el-drssamllo-~al cerebro esla cmiendo y en plena morfogeneisk. Algunas neuronas, 6in embargo se producen en etapas tardías del desarrollo e incluso en el adub (Alvarez-Buylla, 1 990:59). Este fenomeno refleja una forma extrema de piasticidad. Ademds, su -nacimiento, migración y difereVdación pueden adecuarse al ritmo y requisitos de la función. Se han hecho estudios en aves, especificamente canana (Goidman, Nottebohm; 1983: 2390-23$4), los cuales demuestran que ia neurogen6sic: en el cembro adulto de las aves constituye un nuevo nível de pkticidad:

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-

*

.

Por otro lado, en los mamifern, fa estrategia evolutiva para su plásticidad, radica muy probablemente en ia adquisición de esa gran

Como vemee,et pamemns% qw stirige i d w ~ sí & un ébrebrm Ck

rnbmawwh a *el g- En COiiclusiÓi~ como resultado final de un proceso de cambio en la dirección que el Neodarwinismo propone, poúrfamas decir: 1.- Un sistema genetic0 camina en 0sa dirección porque posee una

. metsacortical.

cetructmm aWamente k . I I C I I M , m e a l e b ,

c

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memoria celular que le capacita. De aquí que quit4 las ceítuks canocImae hayan sufrido una W d n que destruyó eaa memoria celular que !as ruSicabaswm elprnentos wcaaws paw un ilI4mew-3 común. 2.- La capacEtaciOn para que un determinado. sistema gem5tSo pueda asimilar la información externa y/o interna mrmpondiente a su identidad, surge a paRk &--la adqtiisiirritja ds tres funciona principalmente: a) función de recepch; b) función de anhi is del mensaje; c) función de procesamiento; d) función de integración y e) asociación de lo hemdado fibgen&icamsnte (v.g. memoria celular) y lo semejante del presente (loinnato y io adquirido). 3.- Entre mejor nivel estructural y organizativo tenga el sieUSema gendico, mejor s r & n realizadas cada una, y en su conjunto, dichas funciones. 4- Pot lo cual, es posible que dcbntro de un .pisterm gsWko algunas de emas estructuras que ya han Crido evidsnciadaiii, y lee que no, pwdan ser idslntsftcadas como un compbjo eatnrcktmi attamente ~ p s c k l O e i d 0 para fatititar el procsrramianta y la generación innata o modifiwbul.l de la respugah, dmacwrCJ0 a/ estímulo que e m recibido (esto a meimza de la cafalización del sieterna nervioso) 5.- Es obvio ei surgimiento de una eapeciaiización de los mismos genes, corno en su momento han propuesto los trabajos de gente corno Jacob y Nlonod, en el modelo del operon o Eritten y Clavidson en el modeto de la regulación gendtica de los eucariontes. Seguramente esa especializacitjn, a ssmejanza de be órganos de los sentidos, a sido mucho mas elaborada y compleja. Dirigiendose mas alla de lo imaginado. En ella deben trabajar otras estructuras como las enzimas o el mismo ARN. Podríamos proponer estos

I 1

1

I

genes como órganos especializados que conducen la información -

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. hacia un lugar centralizado para su procesamiento?

del gemma-- psom- sus e & a k m m c m b ; 6) Podríamos quiz& tambgn hablar de un sisternamdocrino propio

, .-.qz 4 d

7) Si todo lo anterior fuera verdad, haría f a k un sieterna de conexiones para lograr la interconexión 'de todas ias funciones. Podría la orgaitizacilin de ese sistema ser parecido a lo que propone la figura 7 que le mando? 8) Que decir de la plbticidad? A nivel individuo, podrh decirsm que el comportamiento obedece a una9 normas rígidas, es decir, esta sometido a determinantes geneticos. Sin embargo a esta dotación genetica, se suma la ampliación resultante de los factores amtsientafes.. Actuando 0n este intervalo, que llamaremos modificable, se obtienen ressuhados que originan la plasticidad del comportamiento. En (Sakat, 1974:lOO) se dice:

... Es la manlpuicldún permitIda por la libertad, mtdiank la cual pcrrswm nuwtra propia flexlbllldmá #@nica. A travCs de le t~ducldn de las &verses ~ p h d t s se han produddo diverso8 grsdoe de conducta deacuerdo can d paraldo deosttdio de tslc Sanrdium rociobioldpioas que dirigen el comportamleftto. €&a tiexrttitidad o plbrticldad de la ccmduda ea podble quo on algunos caeea no satisfaga lor moddm oonwpmdl#rtsic a una canduda ya emtabledda. Entonces se interflcrsn ric5hridadn 'quo ptwoccm un d&itwrninado dwsajude. Por ejemplo a un lndlvidw que w Is quiws modlñcrt Ia mducti, exlgiéndde mds de lo que genéticamente puede dar, o por ejemplo edgiendds un crmibio en sus wpaddadbfic para una detmlnada &rea o vots1c16n, se 18 m a un cónflldo que quizá ilegue a provocar alteradones las cuales Induao pueden culminar en una bntsrmedsd de tipo neurótico. Sin embargo dada6 las porlbílldsdsc de readqatadón owno consccusncis de tos cambiar o sustitudon- dentro de las estructuras cerebrales se puede llevar a cabo una acdón modiñmdm.,."

0

Con respecto ai nivel cefular, la readaptación también 0s posible y esta ya lo he mencionado cuando hable de los mecanismos evolutivos provocadas por la presencia de genes saltatorios corno los transposones (Rennie 3. 993:89-92), de splicing que ocurren no siempre de igual manera para el mismo fragmento de preARNm, o

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de intrones que ap@renWrnente no oodifiean para fw#.;iórr u&wm pero que ahora ae les propthe &o posbh C0di)ficbiidwa~ de enzimas de restricción o facilitadores de la mombinación de dominios de pmtsínes di&inta.(Bach M., 199s). El cadi0 de los intmnes es muy interesente, porque se p u d e - pensar qpea eslos cumplen una m b k h en la $ktWs der proteínas. Un gen datado de intmnes puede ampfiar su expmión; de un gen con intimes se tranwibe un precursor de ARNm que, asu vez, puede originar, mediante un mecanismo de'corte alternativo, varias pmteínae(fi8). De esta manera, la presencia de intrones entre los dominios estruchrreiles (exones) puede permitir la mejor combinación para obtener una proteína que brinde algún nuevo o mjur bendiio ai sistema (en el mejar de los casos). Además, quizá est0 fenómeno, pueda explicar mucho acerca de la gran divemidad de oganimos existente. Por otm lado a semejanza de la producción de nuwas neruronas en el SN, el gsnoma puede incorporar material genético adicional para cubrir ciertas necesidades. Como ejemplo tenemos los casos de variación intraespecífica en la cantidad de RNA, encontrados en plantas, por los experimentos que científicos como Sharma A.K. han llevado a cabo. Por ejemplo, uno de sus trabajos realizados en plantas de V'k faba, ha mostrado una clara diferencia en ta cantidad d e DNA entre las zonas attarnante diferenciadas, como los cotiledónes donde 88 encontrcí 'que la cantidad de DNA era mas elevada, que 0n las zonas merístematicas. Esa variación en los diferentes organos en crecimiento depende& según explica, de la necesidad de la expresián de genes específicos para la síntesia de proteína durante la difemnciación eil las plantas. Sin embargo, tambidn considera que el peso de este fenómeno

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puede s8r mucho mayor. Pues no obstante que siempre se ha coeidsrado que kia secuencias de D M mpetitivo no tienen función alguna (&o el 10 % dcs funcional) vatras secuencias amplificadas sí -

muesttan una función muy clam, a rsaber, sintmis de rRNA, funciones regulatodas, control del entrecruzarni&nto, loci para acumulación de mutactones entre otras. Además la pmpbdad de que las secuencias de ampfific;eición eaten presentes en diferentes sitios del genom debido a 8u caracten'stica movitidad, permite que t a b secuencias resistan la completa eliminacian reproductiva, io que procura ventaja al organismo. tos genes vitaies en los cuales estan invoíucradas controlan todos los aspectos del ciclo celular y adaptabilidad fkiolagica(Sharma, 1984:205-214).

Microgisiawna nwW0803 Cuales setfan los limites de ew atrevida comparación? No lo se. Pero con esto queda contestada la pregunta B del punto numero dos: 8) Será que podemos hablar de comportamientos instintivos en las estrucfuras elementates - genes y acaso otros ekmentos- que son los responsables de los fenómenos geneticos?

h f lo imro, podrfamos considerar at g-¿# c m o un

Y a su vez, contesto las preguntas A y 8 del punto tres: A) Se podría decir que la expresión del comportamiento en relación con los estímulos ambientales puede modificarse pero la preprogramación genetica para llevar B cabo tal o cual acción se mantiene intacta? 6)Estará la flexibilidad del comportamiento determinada en tanto la propia información genbtica del animal (preprogramación ya no del todo rígida? y por último, también doy contestacidn al punto cuatro, que lanza fa pregunta: Que segmentos del comportamiento de dos sistemas v.g. célula vs individuo, son susceptibies de oonipamr logrando encontrar un orden natural o no?

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Saludos a todos ios cuate8 atentamente Guadalupe.

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Así se discdm CS ahccr ít metastatizaci4n es un pnrcc?so iL d e varjbh etnpri a tmv& del cual

l i a ~ cduias turnorates colonizan 6qp- hns ciistmtes. as c61ub comierrrtan por desprenderse de la masa del tu- mor primario y penetran rn fos va- sos sanguineos que la nutren (a). Viajan por ia sangre hasta que se tojan en UTI I d a capilar. tas diu-

que sobreviven hasta el firaa1 dm viaje, pwden abrirse de 13 pared del vaso, =:;E.

Lojidos circundantes y empezar a proliferar (b). La nueva musa huno- rid F~OVOCJ tu fonnaci6n de w v o s

p r a amitituir puntos de .partida de iuevas células metasaatizantes.

as os s;uijiufneos (c), que pueden 13e-

I c d

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Mdxbco D.F. a 9 de julio da I-.

I Querida amiga:

La tarde de hoy 6ddá mrnbmda de frio y de ew gris que W m p hace parecer los horirontiisg, t que I b a n algo de la d m a humana. Y 8in mbwgo, me, siento his8eMlmte fek pot dog faronea que superrtn por mucha Iét pobrireza de luz y de colorea de hoy día. La primera de ~ ~ t a s rbuOnea:ra6pond.bt 811 hecho-de sentir el e n o m placer da tu-fuorra in&&w&a l4mbada (Mt k ia que h e m sostenido a lo largo de &e mews, la cual no mc3 ha dejado felizmente, salir a lar supMia, de h reñe#ibn fibs&ka. Muy por ei contretrio, conforme he avanzado en la co- “n de d a una de tus cartas, no ha ferlterdo el praepCto para profundizar y cavar mtás hondo en mis pensamientos acerca dsl tema que hemos dtscutkio, creo yo, con cierta audacia y por mi parte a h vez, nunca sin fatta de

;es dab 880123

I

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I

i un poco de temor. La segunda razón de mi felkidd 88 porque con la presente terminamos nuestra comunicación epistolar, por los motivos que ambos conocemos y que ocupan nu ra8 rmpec2iva$ vidas. Aún así, estoy seguro de que numtm trabaja verá sus frutos en un corto

el prayecta intelectual de cada uno. Paso ahora sntonces amiga mía a tratar de CiEamriWr, de la mejor manera posibk, tus más recientes consideracionete fiks96tcas. En c’ianto a tu primera reflexión acerca de que existen en la natur I k a didntos n k e b de comportamiento, no estaría muy de acue io en primera inbtetncia con tir9mariee y entenderlos como

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I plazo y no precisamente me Wiem a los niveles burucráacos sino en

I

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.. , .jl . . . :

!

nfvdai9 de camportamiento, yo prefinria llamarlos y e n t 4 m m nuevamente como dbmntee sistemas de expresión *de!

1 - 1

I . camporbmiendo, Esto 8s 9oci9up 8i- -Y-- ' I

enma- bajo el aeq& de .lo bjológW30-, parecería como si el !

nhrel fiSicDquimic0 por ejemplo, fuera men- complejo que un mtacrosi@ema cualquiera. De tal suerte entonces, que en mi ptopuesk. de camb)o-an- z 0 . - n m - v a - h w ' i t a "zt siyjy v 6 c ~ otra propuesta, la de considerar en un primer momento a cuakquier sistemas con un mismo grado de complejidad y no Sólo por lo que corresponde a su naturaleza sino inclusive en cuanto a 8u estudio. Pues es claro que la moliecula de agua, por ejemplo, puede parecer tremendamente simple para algunas personas mientras que para @res bien puede repmwntar un paradigma no sólo en cuanto al estudio del comportamiento de la misma,-sino tambign hoy día, en cuanto a su utilización como herramienta tecnológica. Apiaudo por otra parte, tu observación -muy fina por cierto- de que en su ma)cotia kts tjefhktm tomcadas a vemar sobre la palabra comportamiento se centran sobre la descripción y10 fenomenologia de mwimientos y cierto es que con ello, quedan descalificados otros fenómenos de comportamiento del mundo sensible aun y cuando surjan como productos culturales. Pero no me desviare en ello. Ni que decir de lo anterior si pensamos en et Behrcvorismo como práctica de pensamiento mecanicista, y sin embargo su aporte generalista de, emtimulo-respuesta tkne que ser considerado como un enorme logro en la interpretación del comportamiento animal. Pensemos por ejemplo la dificultad que representa el salir de la concepción de estímulo-respuesta, en una observación simple; todo compwtamiento parecería responder a ese principio general, el estímulo de comida pmvoca la respuesta de ir hacia ella y así, ejemplos ad infinifurn. Pero-por fortuna mis que por desgracia, las

- - '

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emano posible de su dinarnica natural. Y e, con totla seguridad fue uno de los pensamientos cent que pnmwieron loa - ,

neoinstintivktas corno Lorenz, Tinbeqpn y EibI-Ei . Pareciera que sus consideraciones acerca del cornpoRamiento animal y postierformente humano, basada@ en ei ggtUdW y observación de comQortambntos innatos, comportarnientos adquiridae y demrrolks filogendtiios, aunque ofrecen una ps9icspSdhra dktinta y más gbbai, no escapan sin embargo, de centrajlbar sus explicaeknm eobre la baso fenomenológica del movimie)nto o mwimientos realizados por las entidades vivas. Más aquí, debernos s e r muy cuidadoess y distinguir dos nbeles en las interpratacionee que hace- de lo realizado por behworistas y neokntSnthris!as. Eeto es, una cosa eon las teorías y practicas científicas que tratan de explicar pedazos de realidad, y otra es el ejercicio y estudio filosóticos alrededor de los conceptos y principios generabe existentes en una teoría que son utilizados pragmáticamente y no f iWcamente por los hacedores ,

de ciencia. Nosotros estamos en el W n d o con9iderado; emtambe) en el análisis filoSófic0 del concepto de compoctamienb y hemos coincidido en que histáricamente se ha cesntmlkado a o b el estudio de( mwimbntó. Te hago esta aclaración, querida amiga, porque histbricarnente

de la ciencia mal tomando la postura de quem enseñarle a los científicos lo que deben hacer y c u a k son 8us errores, lo cual es un absurdo total. Es como si aiguun que se dedicara a la fitusofía de la

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algunos filósofos de la ciencia han querido treinsgdir en el campo 1. t

% -

&! I 4 -1

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ins la teon'a de 4 rela#vidad de Eimtmin.

debe divegtitr en abwpdos tdncos;

Tu definidon de comportamiento párrece querer en@obrar a pfiori todo sistema obsemble y no obsenrable tambien, lo que la COWW en una dsfinWn pellgm, quizás hasta aycalíturada, pera tam yo, con buenas posibilidades des decimos algo del mundo sensible. Sin embargo, en ara8 de la brevedad y de lo sustanciat, de sugeriría que snúnciaramos, 6sta tu definicián, de la sigubnte manera: entendemoe el emqmtamiento -üi&gke per supmate coc~lro aquetka tiorma de estar intagratkri en tech uniW o sbtwnar an

mia, h m p W W y espacio en los que w w n imkspQtndbm&ea ds cualquier e h d o de obasrwae&n, dsstripcidn y racididad gur, 8e pretenda &ergarIms. Ahora bien, dejare por el momento a un lado tu vmi6n da, io que 8s

un sistema, para pasar inmediatamente a la discusión del punto número dos. Sin hacer un compromiso del todo rígido, consibereiría validamente incluídos para tu cocepdón de, etología gcbnwa d e w k los puntos d al If (pags 30 y 31), ya que Aos tres primeros son de considerar con mas tiempo y muy posibiemente FPerían refutados bajo otra perspectiva filos6fka. Por otra parte, encuentro díficil para cua@u¡er individuo epbt6micamente pertinente el que pueda decir que e1 ADN no se encuentra constantemente en estados de intenso dinamismo y flexibilidad, sin ernbargo en cuanto a la aeercidn de que elb se acepta y de que adqukre su razón de ser bajo la base de cumplir una mefa dentro de los organismos, entonces aquí tengo que

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naturales, en dando la ciriwr

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comentarte algo que c m yo es importante. I Un agpecto es art ob9ewar el compoftamimto del A m , bajo km

aspecto 88 tratar de b a r a sus fenbrnanw W CQrsy)ortsimkrtdo hacia una déjsk fiWica de cLlracter tdaokgico. Una mohbcula de ADN tiene la función ptSrnafb y prWkrira de portar la herencia a la prole de cuaQuiw nt)marrr.de generacikh, 6880-m; que em&& hecha para llevar a cabo un fin muy mp&co, pd#o si entendemos esto como su Único fin, snton433~ loa process de mutación e indusive de genemudn geriaitiCa -inhefentee ináudabiemente a la naturaleza del misirno ADN- quedarían como fenómenobs a#iwikT b cua4 no e e - m em ningUn momento. M mismo, si decimos que el ADN tiene d s fines que el de la hemcia misma, tendríamos que decir mates son 8808 fin-, lo cual para est0 momento no nos es posible determinarlos porque no 104) conocBmos todos. Sólo si reconocieramos los f i r m para los que miste el ADN entonces podrfamos construir una this teleológica- y eso especificando la claw de ADPI- para tan mmpfeja mokkula. Siguiendo adeiante, quiero decir que k que para nwotms significa la perdida de una cierta eetabilidad -con genes $a%atonOs, transposones-, ocurriendo siempre de diferente manera en preARN o intrones, pude decirse que elfo sea parte de su naturaleza, pero etb no nos lleva a nada y pude ser una aaWa falsa y hasta absurda. Trato entonces de mejorar rtápidamente mi reflexión Estamos acostumbrados a ver regularidades en la naturaleza y en ef momento de perderlas sentimos acaso que nudras teorías -si acaso las tenemos - no son tan buenas como esperabarnos. Propiamente hablando, pocas de nu-ras teorizaciones a pW arriesgan fuemmente en aras de encontrar las no regularidades, esto es, las contrastaciones que mfuten nue&ms espectativas.

de la etobgia # T N U h y o k o

1

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gdníco. Los individuos que mueren a catma d e ello han sido ssieocbnados negativamente pero -supu nte- a favor de la especie a la que pertenecen. Tarmbidn ea claim qua no todo cambio o mutación significa adaptacih Ahora bien que hay con el ciclo de d w W n celukr. Quka be p~acasos da tstroeilrnentación y crecimiento celular eean los e,ismptos acaso más mpremmtativos para derrrostrar la prepmgrarnacMn d e cornportarnhto en rnicrosi9temas. Pero si reitomarms tu propuesta de ver esto como un prieama et~lógico, entonces pienso que debrfamos retomar alguno de ius requisitos concsptuab al m o s , de fo que conaidera ta etoiogla. En apariencia I el fundamento de io # nQtico en el accionar de la p m ' n a cdc2 m a t a esda visicjn por el enom pa-0 de su secuencia tmto en la M u r a como en el 66t humano, tal y como apuntas; "inhoilucciendo peqwños cambiorr en su estructura y

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ninguno en su función". Esto n ~ d ~ habla de un pttxmo muy eficaz de auborreguiacib;n en enticEadee cebkru~~ sirrülam, da, tai forma que bajQ et resguatd0.w pa &$wjnh...Pll#rrceiita -- kft

pequeños cambios introducidos en la dyBcu6t)GIB da fa cdc2 para su activacián en un sistema bi&gico c a m el dieQ h u m o , tienden a favorecer la adaptación del lsristemca a eue condiciona intnngicas - como sistema t e m á r n i a m e n b e s W i u , - - ~ ejmpio-, y en su condicion extrineica, como un complejo que pertenece a un organismo que mantiene reiadón -ha con un ambiente externo. Lo que a mí en lo particuiar ma! 8~ m&s sorprendente, son esos pequeños cambios que se tuvieron que deme en paretelo para que la cdc2 y la ciclina p u d h a ~ maponder gficwrnsnte a un mayor número de señales. Cómo es que no Solo un sistema, sino otros íntimamente relacionados con aquél, liquen a "saber' en que momento y con cuales herramierrhs SB debe dar un cambio?

Cómo 8s posible que todos lm controles gen&icos y factores estimuladores e inhi5idores específicos por parte de células cirmndantes puedan cambiar a caso de manera radical y simultáneamente? Mi enorme ignorancia y mediana inteligencia únicamente me permiten preguntármelo y no más. Pero sigo adelante y un poco más óptimista al ver en tu carta que et comentario que te hice tiempo atrás de que m spc3iliQncia mivmn&m rnldkg

psqu&o es un sisasma mBs af& se encuenira a 1.w m s nawailes, parece que con tu ejemplo de la cdc2 tu también has llegado a la misma conctusión. Sin embargo, debemos ser cuidadosos con ello pues es muy seguro de que nos falta conocer bastante sobre mecanismos de entropía en las naturalezas biológicas. Ahore bien, por to que respecta a h etdagía celular en su conjunto, pienso igualmente que Unto el peso fibgentbtiio-del organbmo al

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de las ~espaciss, como aqueIS grandes y radk c a m b i an ausencia de una evolución gradual y continuada. Por otra parte, tu espsculetciótl sobre si el comportamiento cdukr bajo una directividad Sstnieturaf y funcianal canduce a la regulación del crecimiento celular, a la diferenciacrión y a la supervivencia del organismo, pienso que el problema, fibÓfiearnsnte hablando, esth en el punto da partida da lo casrual, esto ea 'dona m p k a y donde t6rmina &te o aquél pceso y, son t a b a los proceeiilos medios para determinar la sobrevivencia del mismo organimno o bien todos mn fines en si mismos para determinar su propia subistencia? Sobe este planteamiento, aparentemente la -fern de lo científico tiene mucho más que decir 0n su contrastaekjn con estas segmentaciones de lo real, que la 88fera fifosófica en su constante especulativa, por io men= en lo que resma al fundamento empírico. Por ejemplo, la Marminación de la existancia de instin- en microajSfemas, es mucho mhs probable probarle empíricamente que, filosóficamente. Pero podemos hablar de in9iintus en abiulas o en sistemas conformados por las mkmers? Ciertamente bajo el esquema casuístico de los neoinatirrtwbtas las células se pueden v0r tambien como poaeedores de impulsos internos que para efectos prácticos podernos llamar a&; s. Recuerdese las patabras de Tinbergen al hacer referencia a los, movimientos d e los animam provocados por csfec20s hormonales. Así pues aunque elío pudietse oler un poco a un reduccionisrno, es evidente que ello lo podemos sahtar reconociendo que no hay

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con el ambiclrrtQ que miea 4 in~iciuo. Ahora bien, si trsurnim a. duks -que phime que-qiensan i n

como c6kkts cfln-e powan cierilre, K1srjntu de suprsrvkmcia, de tal magnitud que incketw rebaaan a qwltas en aigún tiempo, we cornpa6em8 de funcitícl.. Algo que em pertinenbe co rn ta r aquí 88 lo sigubnte; tu argumento o mejor dicho tu pregunta de por qud las dtulae cBnc6me tienden a la destrucción del ambmnte que rSri, mntiene m parece un poco circular, esto es, que biengodriamos, preguntarnos, y con mayor espanto, oómo es que nutwtras propias dlulas -no cancerosas- generan nuestra propia muerte. Cómo es que &an preprogramadas para acrNar la muerte del propio individuo, que an conjunto les da senfido de ser. De tal suerte entonces que creo que eSta pregunta nos lisvaria irremediablemente a nsspugtas sin fin alguno. ulo no quiere decir que tus ejemplos expueslos y la manera de interpretarlos dejen de ser en algún momento extremadamente finos, admirables y concienzudos. Pienso entonces que aquí debemos cambiar la pregunta &caw por la siguiente: qu6 es o cuál es el mgcankmo que dispera dentro de lrrs c6lulas -cancemsas y no canceroaras- aquellas reercciones - forzosamente genétiias- que conducen a una entropía orgknica hasta finalizar con la irtemsdiable muer& del individuo? Y, tambien a manera de una postura optimista, que sería de los organismos y de las poblaciones en ausencia de procesos de muerte?

- conjunto como neUmnaa, tambián 88 equecNituad-vhrar,

Ahora quisiera hacerte atgun- comentarios sobre el maravilbso csjernplo que has expueeto de la Wffiiasa.

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ta Sundamentacibn bioquímka que se p m n t a en relLpcKsR ootz la

contundsnte, sin ernbatgo, a mi pnsc quit4 por el famato del pierkkfim en doside se publia, ee ornitfmn por cue@kms edototoaotbs. Por Wrnpio en una comunidad de 88m humanos BX

individuas dominantei.3 lo que hace que la k t m jmr alcmz&r la d s alta jemquia social sea encarnizada. Así pues, dggde 61013fi13 punto de, vista, Ca actividad bioquímica individual que describe tu ejempb correspondena perfectamente a la actividad y "lucha bioquimico gen&ca" de aquslios individuos domincantes. Sin e m w o , debmas tomar en cuenta que la j#raqukac¡6n 8~ grupos humanos varía de continuo. Estu nos remite irremediablemnttis a la pregunta en que dinarnica social de todas en las que se desempeñe diarkmnte un ser humano, se cumple este fenómeno? A io que me refiero 88 a cuando un individuo alcanza su máxima jerarpuiasoc.ial, err lo famitiar, en et trabajo, o en su deporte favorito? Por otra parte aunque ~ b m s que los ser68 humanos en tmpercial no podemos dominar nuBsfras screciones hormonal- -tomando en

activiEacibn d8 k ~ ~ r r S a y %Wlbidn SUbfB) SU m a C & h plriceco

*.erlaM1&Ftors

cuenta que en todos este presente la PPDGasa-, debernog mordar que los satisfactores al igual que las distintas entidades sociales, varían. Y siendo así, también debemos considerar no tanto los valores &¡cos que pueden detener a un indkidub en su lucha por la cumbre jeréquica, sino mhs bien debernos reconocer que esos satisfactores fluctúan en intensidad de individuo a individuo, inciusive de grupo social a grupo social. Por ejempb un individuo muy bien puede haber alcanzado la cumbre jerárquica en tanto que puede escoger a &u libre voluntad- si es que emto significa alcanzar lei cumbre-, su compañia sexual, sin embargo, por otra parte, muy bien puede no haber logrado ni siquiera

i

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el 50 86 de sus gxpecktkae en la jewquia eocial del trabab que dtmempsk, Luggo mfrnc~g ia bkquímba o mejor dicho, la afirmación de que la pPac3;asa cambia a_PQ@wm cudndps~p aIcanza la cumbre jerafquica rsesuh un poco 'vaga,'pues no nos dim bajo c u & b y quiz6 Cuantas condiciones se dispara el pmcam, Y an ma! sentirfo cmo también que no se puede dersajloisar o segmentar b

Aunque por otro lado los derQoe apretadas por aste ejetnpk @on sin duda alguna de una validez extraordinaria. Me parece que con este comentarb me sigo negando - inconcientemnte?- a darle un eobmpeao de significado empirico a kw bLpaies funcionales bioquímbe que oontnbuyen a deterknar el comportamiento. Quizá sea el miedo temible que muchos Mbgm le t e n e m a reconocer pubiicamente que es posible enWnder algunos fenómenos bioldgicos d d e el punto de vista de la bicquímica, cayendo irre en km fawm KrcniSetiCordes de ser llamado 'Muccionista de la biología" . Que siendo fnos y a fin ds cuentas, poco importa ( si?). Lo que si es verdadm"n8nte W a n t e es poder dcscifrer no tanto las fronteras, sino más bien ios puntos en donde confkiyen io bioquímico con la globalidad de lo biolágico de un individuo (crecimiento, reproducción, metabotismo, etc;). Quiero aclarar que esto lo veo en el sistema abierto y amplio de jeraquizaciones socia le^ humanas, pues en shternas cerrados - no nriicesariarnente del todo- de jeraqukacion social como por ejemplo una comunidad de gorilas en donde los parámetros de lo que ~8 -tar en la cumbre social son más restringidos (sexo, alimento, territorio, etc;) y mejor identif'iados, la base bioquímica de la acción d e la PPüGasa y de la PDGasa tienen indiscutiblemente mayor peso y valor 0n su relacwn DIRECTA con el

. . S e € u - e - . _ _

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cornpoirSamhto de los individuos. C o n d m que si postubsiramos que el cosnportarniento humano se reduce a ier '&inpie' adkación yio demwtiracion dii, homnae, e b dsdlde el punto de viSta fib&fico- y q p b k hmta f en &xtmmo peligroso. En e&e sentido no pretendo quitar valor alguno a bs fcMlómm bioquímicos por acción conjunta y de! genes en el ser h u m o , su30 máe bien fmar las entidadem que drvtenninan el comportiamienb de un individuo humano hasta no saber a ciencia cierta donde y cómo confluyen al menos estos pmctms de diferente naturaleza. Tengo que comentarte qua aun y wando he tratado de contestar lo mejor posible a este parte de tu cat&, en mi fmedkna i estoy convencido de que existen otras salidas a este laberinto. Por elb me he puesto en contacto con el Dr. Aiejmdro Herrera para que ambos entablemos próximamente una charla con el Dr, Bolivar Zapata quidn 88 ha dedicado a trabajar sobre aspect- rekcionado8 con esto. Sin embargo creo que los frutos de em plática no podrán ser expuestos en lo que comprende tu servicio pero si nos sevan de absoluta ayuda para la continuación de nuestro proyecto. Pues bien hasta aquí mí contestación.

Cuidate mucho Atentamente

Jorge Ocampo Campia.

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"CONC WJiSIONE S"

En las siguien- p&ginas se nsa~um#bn log rec%ub&m -1 pteasc%n8ie trabajo, en cuatro oonclu~~nawar que ne @bm&man por mucho, si habito de la propuesta.

etd&ica dota ai inv bCo Qs b e con otras dhciplinae; fisiología, endocrinología, gen&a, biología moiecuiar, scoiogía, inmundqia, y neurociencias, por mencionar sólo algunas, manifktm SUS dgecubrimientos, a ia et.otogia, Je toca armar el rompecakas e interpnrtasto. Un dlogo molecular tambgn se interesa por estudieir al sistema en su ambieniie natural, rescatando de &e a laas leyes que le gobiernan. Es&s disciplinas en cierta manera se lo pemiten. 2) La segunda conclusión mwita de km miswaa una ociosa eapecukiÓR: Ouuá inmiwuy6nd- m el mundo cetular del

almacenamiento, p m d a y tranamkión del mensaje, sobre todo para el cap.choso áunbito de ta mdmon/8, y teniendo en cuenta la evidencia que habla de una recepción que va más all6 del campo cerebral. Nos sera mas fácil el acercamos hacia 108 dtmconcettantes secretos del comportamiento genetico, y hacía una insospechada sensibilidad del genoma.

Quiero permitirme, con el reapeto que el lector se merece, el argumentar no en poco esta segunda propuwta. Cuando alguien le cuediuna sobre un tema en especial, usted le conteste dgsde su particular punto de vista. En este proceso exbn vanos elementos que contribuyen a la respueeta, dina yo primarios y

1) El comporta- geft&km tmWdic& --ia per5 r de un amplio in

I sistema nervioso, en su8 mecankmos de percepciún, I I

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fondtkoa Esta va de e u w b con que Ba prhcipai atmción CIBta can Ea ekhrad6n de Ifi iders, y ia e M de-km. cae para mcprearla. Lors s@cundarios afrrrrecren con el 8WWmar mswtar, por m c b n a r sdfo un ejsrnpk. Esgos ÚItirnm pudem ser conümtm o inconciendee,, Ea rnayoria de krs vecm son En la &a&raciorr de ta ideei- que ha quedado fijado, memoria (celular o molecular ). Elarts p&~afo me peirsce obvia, to que es más importante para poner ~ l t 9 discwsidn 88 el mean cual se fija, se diva y se dtssactiva la memoria a 68008 n aclarar aun más mta p m p c i 6 n , p d r d un ejemplo: Supongamos que a usted le =untan que piensa del machismo mexicano. Si usted condastara io s@uiente: No io coneiderro correcto, ni bueno para la estabilidad de la integridad social, o individual, pues para que 88bo ditimo exista, debe debiscesce, un patrón annonico, donde la igualdad y gl re&pBde) entre km seres humanas sea la base principal. Sena porque cuando ueted fue niño te ensefiaron a tener conciencia del dolor propio que surne cuando a uno le hieren. Ceria porque poco a poco 88 fue percatando de la pressencia de los d e d s , y entre ellos, aquslbs que signmban proteccióri para usted, y, por lo tanto, los primeme semejantee a quienes habia que cuidar. Quizá aprendi0 que to bueno, o lo cormto, em lo que no causaba dolor. El grado en que usted habia logrado superar ia etapa del egoism0 inconciante, se vió manifestado en su respuesta y fue una variable que dependió tanto de sus circunstancias de formacKsn corno de su m?tt#atr#lsr pmN8. Rgfiriendom espec¡ficamen?s a aquello que se aprendió de pequeño y cofabord a forjar la 6tica personal, puede decirse que lo más sorprendente es la manera tan inmediata en que se conjugan los elementos primarios y secundarios pmducidndoce la

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expmi6n de lo que pensamos. Es púsible decir que los m u @ W se encuentran ai-nados en una m o l h l a a manera de nucle6Wo9, por ejempk en e F - M ? a 138ito fu G W e , 42&wo~-

posible su rasproducddn a mnera de imdgenes endendibtes, para SI ser conciente? Este RNA d e b mr producido en algún momento a partir de la transcfipción de e b b s gems que se activan. Quizá la memoria queda atmacenetda precisamente en ct=wrf;A por UR

mecanhmo parecido al de las mutaciones silenciosas. Sin embargo me es dificil imaginar que en el accionar de una memoria se realba la activación de multiples genes que producen ARNm encargado de llevar el mensaje a otros cehtrcw. La propue& de lei gente que trabaja am el skbm planah, que BI8tB-&uh @a produce una vez que se aplicó el estimulo damcadenador. Por otro Cado, si es verdad que de cierta manera el recuerdo puede ser fqabo en todas las células del organismo, entoncm también podríamos postular que cierto grado de memoria almacenada puede ser heredada. De ahí lo8 comportamientos innatos.

3)Rgconociendo que los hallazgos dotan al individuo de un conocimiento provicbnal y dubitativo, no es posible encajonar a bs hechos dentro de leyes rígidas y eternas. Mi siquiera los mgtados

que hoy aon aceptados podrán mantener su idómidad. Todo 89 un continuo dinámico, donde la dogmatkacion científica no tiene lugar.

4)Hoy en dia 01 filosofo ha perdido tmcendencia en much- rubros que la ciencia cubre. Producir es la palabra, la b6squsda debe ser rápida y sobre todo aplicada. Sin ernbarno la fibsofía es un continuo pensar, una actitud de conciencia frente a una reatidad que se ham valer a su vez en el conocimiento científico. Al entender a la filosofía como la primera disciplina que intenta captar sin prejuicios los

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