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La genialidad de José Mourinho y los

Real Madrid-Barcelona de 2010-2011

Autor: Juan R. Salvadores Canedo • TécnicoDeportivoSuperiorenFútbol(España)-LicenciaUFAPro

• LicenciadeEntrenadorU-12yU-8(Louisiana-USASoccer)

• MásterUniversitarioenEntrenamientoprofesionaldefútbol(U.deMurcia-Cesfútbol)yenPsicologíadelaActividadFísicaydelDeporte(UNED)

• Entrenador2010-11“CDTARSA”,PrimeraDivisiónNacionalFemeninaEspaña

Este largo artículo se gestó a partir de que, nada más acabar la final de Copa de España, el 20 de Abril, entre CF Barcelona y Real Madrid CF, escribí una pequeña nota con mis primeras

sensaciones, nota que pasé a algunos compañeros entrenadores.

Juan J. Vila me contestó inmediatamente sugiriéndome que la hiciera crecer, esperando para añadirla a la eliminatoria semifinal europea entre los mismos equipos e incluyendo mis valoraciones generales sobre José Mourinho, para publicarla aquí. Lo que sigue es el producto final.

Es difícil añadir algo a lo mucho que se ha escrito y dicho ya sobre los enfrentamientos de este año entre Real Madrid y Barcelona y sobre Mourinho, pero espero que estas líneas les sean útiles, al menos como recopilatorio.

MAYO Metodología © Artículo publicado en www.futbol-tactico.com 22

MAYOMetodología© Artículo publicado en www.futbol-tactico.com23

LA GENIALIDAD DE JOSÉ MOURINHO…….no radica en la innovación, ni él presume de ello. Reside en su inteligencia, en sus dotes observadoras, en su capacidad para ganar la adhesión de los jugadores de que dispone y en la seguridad en sí mismo que le permite poner en práctica sus conclusiones, por muy impopulares que puedan parecer.

Este miércoles 20 de Abril de 2011 ha dado una nueva prueba –otra más, y otro trofeo más a su colección, por mucho que moleste a colegas como Johann Cruyff-, y el Real Madrid se ha proclamado campeón de Copa. En la previa me sorprendió mucho observar como la mayor parte de aficionados y aún de entrenadores españoles parecían dar como segura la victoria del Barcelona en la final de Copa.

Aunque el inmediato sábado anterior - 16 de Abril, partido de las segunda vuelta de la Liga, en el Bernabéu- el Madrid, que jugó con diez hombres durante muchos minutos, había tenido las ocasiones más claras y dispuesto de muchos más saques de esquina a su favor, pese a acreditar un porcentaje de posesión del balón ínfimo (30%, que acabó siendo la media de los cinco partidos “en la cumbre”).

Pero bueno, aunque se sabe que lo que cuentan son los goles, parece que hay quienes consideran el concepto “posesión” un fin en sí mismo, no un medio. A la conclusión del partido, 0-1 para el Real Madrid, como muy pocos vaticinaban.

Sigan despreciando a José Mourinho, sigan algunos llamándole “entrenador de títulos”, como hizo Cruyff. “Mou” ya ha dicho que considera esa condición un mérito, y ese calificativo un halago.

Y algunos estamos de acuerdo con él. Especialmente, sus jugadores, sus directivos y los seguidores de sus equipos. Que es lo que se pide a los entrenadores, ¿o no? Sí, sabemos que hay un capítulo que a veces se añade a lo que se demanda a un entrenador, que es “hacer cantera, dejar escuela”.

El Barcelona, por ejemplo, es un club “de escuela”, pero no nos engañemos; al entrenador profesional de élite se le mide y juzga por los títulos que gana; o, en clubes más humildes, por los objetivos que cubre. Lo de “la cantera” no asegura renovaciones de contrato, es un bonito “queda bien”, pero nadie se lo cree. Más aún: en clubes de máximo nivel la ausencia de títulos condena incluso a los entrenadores que dirigen a los equipos filiales.

No seamos hipócritas: Mourinho, hasta el momento, no ha fallado en lo que se le ha pedido: títulos. No en vano, con ocasión de una de las innumerables puyas que Johann Cruyff le dedicó –el holandés encaja muy mal el que triunfen entrenadores que no sean de su círculo, que no le “bailen el agua” o que no hayan sido brillantísimos jugadores-, la respuesta de Morinho fue tan contundente y clara como en él es habitual: “¿Dice Cruyff que no le gusto porque dejo sólo títulos, pero no enseñanzas? Perfecto, yo tampoco necesito que me enseñen a perder finales europeas por 0-4 como hizo él con el Barcelona frente al Milan”. Genial.

CARACTERÍSTICAS OBSERVABLES EN LOS EQUIPOS DE JOSÉ MOURINHO

Sobre su estilo, su modelo de juego. Generalidades.- En el documento #2 el propio José Mourinho se extiende al respecto sobre su concepción general del trabajo de entrenador, pero sin regatear alusiones al estilo.

Algunos de sus críticos suelen decir que no habla de fútbol en sus comparecencias ante la Prensa, que son meros montajes en los cuales se las ingenia para que deriven hacia donde José pretende, de forma premeditada, y que suele ser hacia puntos secundarios con respecto al juegojy a la competición.

Es probable, pero yo creo que no se extiende en divagaciones tácticas porque no le interesa a él…ni le interesa a los periodistas deportivos. Sabemos de sobra que la inmensa mayoría de los periodistas que cubren el fútbol pueden tener información, pero pocos tienen conocimientos reales, y prácticamente ninguno “sabe”.

Quizá tampoco es importante: diarios deportivos llenos de discusiones tácticas aburrirían a los lectores.

Y Mourinho no quiere, de ninguna manera, aburrir; lo suyo

es brillar, manipular, manejar también al entorno.

Por tanto, lógico que no se extienda en

pormenores de especialistas cuando comparece,

con sumo gusto, ante los reporteros deportivos;

no le conviene ni a él ni a los propios periódicos.

De todos modos, a la prensa deportiva él y sus

colaboradores han dejado muchas claves sobre

su concepción del juego que desean para sus

equipos.



Así, más o menos, fue una de sus frases con motivo de su presentación como entrenador del Real Madrid: “He jugado tres finales europeas y las tres las hemos ganado, marcando en total ocho goles. Es curioso que aún así se diga que soy defensivo, pero cuando una mentira se repite muchas veces los menos preparados acaban creyéndola, por mucho que la gente inteligente no se deje engañar. En el mundo futbolístico, por suerte, hay gente lista, que no confunde la buena organización con el “ser defensivo”. Cuando un equipo tiene un gran entrenador puede jugar con gente creativa y, a la vez, tener bien afinados los mecanismos defensivos”.

Y su ayudante Rui Faria ha dicho cuando se le ha preguntado al respecto: “En la jerarquía de opciones de José lo primero es ganar con un juego espectacular; lo segundo sería ganar, simplemente; lo tercero es empatar con juego espectacular; después vendría empatar, a secas; y, por último, la derrota. Para José Mourinho, si has perdido no hables de espectáculo”.

Por otro lado, cuando ha tratado con conocedores como los que cito en la Bibliografía, incluyendo a Michael Robinson, se ha explicado con enorme detalle y claridad. Otra cosa es que siempre y a todos les haya dicho toda la verdad.

De todas formas, Mourinho presume de ser, sino revolucionario, sí evolucionista, y de aprender y rectificar

día a día, a partir de sus experiencias: “Yo me siento un tanto original, sí. Hay conceptos y creencias muy extendidas en las que no coincido en absoluto, como por ejemplo en cuantificar la intensidad de los esfuerzos en función del desgaste energético; para mí, la intensidad la marca la concentración exigida, que va a su vez determinada por la complejidad de la tarea, por la involucración en ella de todos los factores del rendimiento.

Y así, muchas otras cosas. Pero creo que hay diversas formas válidas de entrenar y jugar para conseguir resultados. Yo mismo he ido evolucionando no sólo en mi concepción del juego, sino especialmente en la forma de entrenar, no lo hago igual que en mis inicios. Creo- lógicamente- que mi concepción y metodología actual es la mejor, entrenando sobre Principios Tácticos, diseñando tareas integradas enfocadas a mi Modelo de juego, y dando gran valor a las transiciones, más que a la posesión del balón; pero cada entrenador ha de seguir sus convicciones, no aconsejo a nadie que copie, ni siquiera a mí, porque quien lo hace sin

interiorizarlo, sin asimilar el fundamento, acaba trabajando de una forma absurda, desvirtuando lo propio y lo ajeno”.

-Sobre sus formaciones.- Mourinho no vive sujeto a una formación o sistema –según la nomenclatura más habitual. Ciertamente se basa en las dos que Benito Floro gusta de decir que son el sustento de cualquier otra:

1-4-3-3 y 1-4-4-2. A partir de ellas, Mourinho hace continuas variantes. No es raro verle en 1-4-2-3-1 y hasta en 1-5-3-2 /1-3-5-2 si el rival

utiliza dos arietes.

Él suele decir que no presta atención al rival para determinarlas, que hace pequeños ajustes, sí, pero que no juega en función del contrario. Yo no acabo de verlo así, pero es que a muchos entrenadores les gusta hacer esa afirmación, como otras muchas, por cierto:

• “Hay que ver qué jugadores se tienen antes que determinar sistemas” es una de ellas;

• “cuando me dirijo a los jugadores, nunca lo hago durante más de quince minutos” es otra;

• “prácticamente todo el entrenamiento lo hacemos con balón” sería una más.

Luego, los hechos cotidianos de esos entrenadores las desmienten una y otra vez.

En el caso de las formaciones, a “bote pronto” me vienen a la mente dos equipos/entrenadores que sí han sido o son bastante impermeables al rival que enfrentan, y son el Milan de Sacchi y el Barcelona de Guardiola, aunque seguro que hay y ha habido más.

Pero no creo que José Mourinho (que, por cierto, sí parece que integra absolutamente todos los factores del rendimiento en sus tareas de entrenamiento) se caracterice por esa tendencia a la invariabilidad. Sus equipos, sin duda, tienen un estilo reconocible, juegan con fidelidad a un modelo, con las variantes que luego señalo, pero también modifican su disposición inicial o básica sobre el terreno. De hecho, creo que es una de sus virtudes, esa ductilidad.

El 1-4-4-2 que le inspira dice ser “en rombo”, y de hecho es así cuando se enfrenta a rivales inferiores claramente o se ve en la tesitura de ir a golear, pero yo creo que es más frecuente verlos dispuestos en una especie de 1-4-1-3-2, con el teórico “media punta” partiendo a la altura de los medios de banda. En cuanto a su 1-4-3-3, muchas veces se parece más a un 1-4-1-4-1 e incluso a un 1-4-3-1-2, con los exteriores más adelantados que el teórico delantero centro, como hemos visto en estos partidos contra el Barcelona, por ejemplo.

En definitiva, creo que Mourinho se basa en los dos sistemas o formaciones más conocidas, sí, pero con una extraordinaria ductilidad. No es raro incluso que a lo largo de un partido, independientemente de si juegan con bloque más o menos avanzado, modifique también la disposición básica de sus jugadores, sea con los mismos, sea con los cambios.

Su metodología de entrenamiento, fundamentada en el trabajo sobre “Principios del juego”, seguramente es lo que le permite tan amplia gama de estrategias y tácticas. A veces se oye que el paso de Mourinho por su natal Portugal, España, Inglaterra e Italia dejando un rastro de victorias por doquier, y sus inicios como ayudante de distintos tipos de entrenador es lo que han dado ese bagaje, esa ductilidad, esa querencia



por trabajar sobre “Principios del juego”, más que sobre “Sistemas” concretos; yo creo que ese discurrir le enriquece, sin duda, pero que la lectura fundamental hay que hacerla a la inversa: es la extraordinaria inteligencia y preparación de Mourinho y su convicción en que el trabajo ha de hacerse sobre “Principios”, lo que le ha facultado para triunfar en cualquier entorno futbolístico.

Me gusta acudir a lo que algunos piensan sobre el éxito del antiguo Imperio Británico, y es que la formación generalista, clásica, que se daba en las universidades de las Islas, unida a la conocida practicidad empírica de sus habitantes, fue lo que permitió su adaptación a todos los continentes del Globo. Creo que en el “fenómeno Mourinho” nos encontraríamos ante una reedición de aquel éxito adaptativo.

- Sobre las posiciones.- Mourinho se muestra, también en este aspecto, ecléctico. Sus equipos mantienen unas posiciones fijas, que vienen a coincidir con lo que comúnmente se llama “pasillo de seguridad”: los centrales se dedican a defender, exclusivamente; el mediocentro ha de estar permanentemente ocupado, bien por un jugador determinado, bien por alguno de los que estén sobre el terreno cuando juega con varios que se puedan considerar idóneos; finalmente, aunque a veces utilice “falsos delanteros centro”, se muestra mucho más proclive al uso de al menos uno que juegue centrado, un típico “ariete” poderoso, apto para el choque, la carrera, el remate a un toque. Todos los demás puestos tienen cierta libertad de movimientos, si bien dosifica al máximo las subidas de los laterales.

Detalle importante es la insistencia que hace en que sus formaciones se configuren, en la práctica, no en tres, cuatro, cinco líneas…exceptuando a los dos centrales, su insistencia en que se tienda, tanto en ataque como en defensa, a que cada jugador sea en sí una línea, a que se solapen y se cubran y recubran entre ellos.

No es original, como prácticamente nada lo es en él, pero sí muy característico. Y coherente con su obsesión por las transiciones rápidas: cuantas más figuras geométricas formen los elementos del equipo, más posibilidad de ayudar, de presionar y de pasar. Nueva coincidencia obsesiva con Louis Van Gaal.

- Sobre la posesión.- Hace años Mourinho presumía de ser decidido partidario de ella. En la entrevista con Robinson, sin embargo, ya se muestra más precavido. Michael le pregunta directamente si le gusta tener la pelota, y la respuesta de Mourinho es la que sigue. “Sí, en general, sí me gusta tenerla, y es que sin tenerla no puedes marcar, no puedes ganar, pero para tenerla hay que partir de que has de saber qué hacer con ella, has de saber no meterte en problemas al moverla….y no es fácil tener esa maestría. Así que yo te digo que quiero robarla y quiero tenerla, pero poco tiempo y aprovechándola para ir lo más directo posible al marco rival. Lo otro, la posesión como fin en sí mismo, lo considero propaganda…deslumbra mucho a la gente, pero yo no voy a dejar que mis equipos comprometan la organización a cambio del mero hecho de tener el balón”.

Me parece una confesión de importancia tremenda. Dicen que hubo un entrenador italiano que dijo que para nada quería tener el balón, que lo único que te puede pasar en esa situación es que te la quiten, porque es sabido que goles no

se hacen muchos…así que lo mejor era dejar que el rival se confundiera con ella, se adelantara, y enseguida robársela, ganar la espalda…y marcar gol. Creo que fue Claudio Ranieri. Bueno, pues lo que nos dice Mourinho ahora es muy parecido….y bastante diferente a lo que decía no hace mucho (doc. # 2).

Bien es verdad que él mismo suele matizar que cuando se enfrenta a rivales de menos nivel o debe atacar, no reniega de la posesión, pero que cuando se enfrente a rivales de buen manejo o vaya por delante sin agobios, es mejor entregar el balón para luego presionar y sorprender.

Viendo a sus equipos, ahora y antes, yo pienso que, en realidad, Mourinho siempre se ha sentido más cómodo jugando a provocar y/o esperar el fallo rival. No en forma pasiva, es cierto, no simplemente “esperar”, sino que presionando selectivamente, a veces incluso a los defensas centrales del rival, estirándose más que estrechando hacia las bandas, pero, en principio, se siente cómodo sin el balón. No en vano, dice sin reparos que en eliminatorias no es del todo malo un empate a cero…aunque sea como local y en el primer partido.

Es que no surge ahora, con su Chelsea, su Inter y su Madrid, al

enfrentar al brillante poseedor de balón Barcelona, no: es que ya en 2004 llegó a la final europea

(que finalmente ganó) a través de eliminar al Deportivo de La Coruña en Riazor…tras un 0-0 en Oporto.

Mourinho está de acuerdo en algo que es elemental, por otro

lado: cuando tienes el balón no te pueden hacer gol. Pero sostiene que ello

sólo es posible cuando se es muy superior, por lo que la mejor manera de defender, en general, es…defendiendo con mucho orden y con la aplicación de todos los jugadores a la tarea.

Quizás tras su paso por el Inter de Milan se ha acentuado su preocupación defensiva; se dice que precisamente a partir de su última colaboración, en el club milanés, Mourinho y su antes amado

discípulo y ayudante André Villas-Boas (hoy desempeñando brillantemente en el Oporto, precisamente) se han distanciado. ¿Se debe a que Villas Boas mantiene su defensa del arma de la posesión de la pelota o será debido a otras cuestiones? Sería interesante saberlo, pero es dificultoso, dado que ambos evitan comentar su distanciamiento.

- Sobre las transiciones.- Oyendo y leyendo, pero sobre todo viendo jugar a sus equipos, lo que pienso es que en lo que éstos son extraordinariamente brillantes es en las TRANSICIONES, algo que es prioritario para muchos entrenadores, pero especialmente para

su antiguo jefe Louis Van Gaal.



Es magnífico ver cómo los jugadores de Mourinho –siempre muy escalonados, sea en ataque o en defensa- pasan en un instante a presionar o a dirigir la presión si han perdido el balón, lo mismo que son relámpagos una vez que lo roban y contraatacan.

Oporto, Chelsea, Inter, Real Madrid….todos estos equipos han sido y/o son enemigos temibles para cualquier rival que se distraiga durante la posesión (sea en la duración o sea en los espacios en que la ejerzan) o que no disponga de las adecuadas vigilancias y/o que no tenga una buena organización defensiva general.

Podemos decir que José Mourinho disfruta enormemente como estratega y táctico cuando sus equipos destrozan a los rivales que sean incautos o desorganizados defensivamente o que se recreen en la posesión de la pelota.

Creo que para él supone no sólo el triunfo de su equipo en un partido y sobre un rival, sino la preeminencia de un estilo, de una manera de entender la competición de alto nivel. Por eso pienso que prepara especialmente sus partidos contra el Barcelona, abanderado sobresaliente del fútbol de posesión, de ataque y de fidelidad casi absoluta a la disposición 1-4-3-3 clásica, bien con puntas por delante del delantero centro, bien a la inversa. Una frase del propio Mourinho, al poco de fichar por el Real Madrid, nos lo indica sin lugar a duda alguna: “Fué más importante ganar al FC Barcelona en semifinales (Copa de Europa 2010) que ganar la final frente al Bayern de Munich”.

- Sobre la defensa.- Mourinho organiza a sus equipos sobre la concepción zonal, aunque en partidos especialmente complicados fuerce la

coincidencia de algunos de sus jugadores con rivales determinados, como hemos visto, por ejemplo, en el adelantamiento a mediocampo del habitualmente defensa central Pepe, en el Real Madrid. La “zona” de Mourinho no es pasiva, ni siquiera reactiva, sino activa, desde el momento en que si bien se siente cómodo jugando al contraataque, sus equipos ejecutan rigurosos marcajes cuando es preciso y también son presionantes, y es que nunca ha ocultado la admiración que profesa hacia los mecanismos de “zona presionante” que afinó y popularizó Arrigo Sacchi, -quien declara una recíproca simpatía hacia el portugués-.

La presión colectiva se realiza muchas veces tras repliegue de hasta nueve hombres e incluso diez, en su propia mitad de campo, pero no muy atrás

de la divisoria central; es característico de sus guardametas el que sean sometidos a muy pocos disparos a corta y media distancia.

Cuando el marcador apremia la presión se realiza

más arriba, en lo que se llama “bloque alto”,

adelantando su línea defensiva para poder atacar

la posesión del rival no sólo en las bandas, sino

incluso en dirección a los centrales y portero.

No es la opción preferida, porque Mourinho

entiende que presionar en profundidad es

muy agotador, no tanto en el aspecto físico,

sino especialmente en el psíquico –detalle

absolutamente clave en su concepción del jugador,

al que a veces denomina “unidad neuronal”.

Mourinho insiste también en concentrarse al

máximo para evitar ceder saques de esquina y

faltas a partir del medio campo, es frecuente verle

enojado cuando uno de sus jugadores –incluido

el portero-se distrae o peca de impulsividad y su

equipo es penalizado con ese tipo de lanzamientos. En cualquier caso, se decanta por alinear en sus equipos jugadores altos, rápidos y poderosos, que ataquen sin demoras al rival con balón y que resuelvan con soltura los balones aéreos.

- Sobre el ataque.- Mourinho se declara discípulo de su antiguo mentor “Bobby” Robson y también de la escuela holandesa en cuanto a –especialmente- la dinámica de ataque; el principio de superación de líneas es característico de sus equipos. En caso de ataque desde su propio área, los defensas no se entretienen en combinaciones y el pase al portero se permite sólo en situaciones excepcionales. El balón ha de llegar con el menor número de toques posible a las cercanías del área rival. Por ello gusta de contar con delanteros centro de poderío, capaces de recibir y rematar a la primera o de aguantar y esperar la incorporación de más compañeros.

Cuando dirigió al Chelsea era clásica la llegada de balones largos a Drogba, que muchas veces dejaba de frente a Lampard –el que, por cierto, era el que había lanzado ya al ariete-, para que éste rematara o bien pasara a las bandas, desde donde se apuraba al fondo y se sirviera al centro de nuevo.

En el Madrid no es infrecuente ver esta jugada, protagonizada por X. Alonso (y hasta Pepe, cuando se sitúa en el centro) y Adebayor o Higuaín.

La famosa fórmula del “cuarto hombre” holandesa, pero con raíces y firme implantación



británicas. Y el contraataque, que tanto gusta a Mourinho. Sea realizado después de robo tras presión en despliegue alto, bien tras un repliegue “bajo” o “medio”, también se exige velocísimo.

Si sus arietes o enganches tienen opción de irse en vertical, no se entretienen en absoluto; si hay que tocar atrás para ganar perspectiva, el segundo pase ya es vertical o bien a sus exteriores –que son también rapidísimos y atrevidos- para que se tiren arriba dividiendo.

Las transiciones al ataque han de ser fulminantes. Cuando vemos la nómina de jugadores que Mourinho ha utilizado en sus equipos, en la que además de los anteriores nos encontramos con gente como Deco, Sneijder, Eto,o, Cole, Shevchenko, Cristiano, DiMaría….no hace falta decir mucho más. Poner rápido la pelota arriba y rematar a la mínima ocasión, hay que evitar el alambicamiento de las jugadas, no sólo porque el remate es la posibilidad del gol, sino porque las jugadas “finalizadas” no conceden al rival posibilidad de contraatacar a un equipo desplegado.

- Sobre sus entrenamientos.- Aspecto interesantísimo, su opción “Entrenamiento integrado en el modelo de juego”, lo que a veces llamamos “Entrenamiento estructurado”, pero que se escapa a los límites y objetivo inicial de este trabajo.

De todos modos, en la Bibliografía se encuentran excelentes trabajos de compañeros portugueses y españoles que desmenuzan, analizan y sintetizan continuamente las características del trabajo diario de Mourinho y sus colaboradores. En cualquier caso, no es una creación original de José Mourinho, ya que la que podemos llamar “Escuela portuguesa”, con miembros tan brillantes como Frade, Garganta, Castelo, Faria, Queiroz, Peseiro o Villas-Boas siguen mismos o parecidos criterios metodológicos.

Una vez más: José Mourinho no es tanto un revolucionario como un inteligentísimo observador, con poderoso criterio propio y formación cosmopolita, lo que le convierte en un evolucionista, en un líder y, a la postre, en un entrenador de éxito arrollador y con una camaleónica capacidad de adaptación a todas las grandes Ligas y competiciones europeas.

1.- BARCELONA-REAL MADRID, primera vuelta de Liga. 29 de Noviembre 2010: 5-0

Se esperaba con gran interés este partido, pues estaba reciente la eliminatoria exitosa para Mourinho, con el Inter, frente al Barcelona, en Copa de Europa.

¿Podría invertir también con el Real Madrid la tendencia tremendamente favorable al equipo

catalán desde que éste es dirigido por Pep Guardiola? La respuesta fué rotundamente clara:

no, al menos de momento.

Guardiola alineó a su equipo de gala, y si bien al final entraron Bojan, Jeffren y Keita, su irrupción fué más bien un premio, aunque Jeffren, pese a ingresar en el minuto 87, tuvo tiempo incluso de anotar el último gol de los cinco que hizo su equipo.

El Madrid a esas alturas –y ya desde los primeros momentos de la segunda parte, cuando comprobó que no iba a poder reparar el descosido de la primera- buscaba desesperadamente el final de un suplicio. Habían iniciado con un 1-4-2-3-1 que muchos piensan que es también su mejor once, pero en el que Mourinho no acabará de confiar en ningún momento del año: Iker/Ramos-Pepe-Carvalho-Marcelo/X.Alonso-Khedira/Cristiano-Özil-DiMaría/Benzema. Ni el dibujo ni algunos de los hombres parecen convencerle, al menos para los encuentros “cumbre”.

No sabemos si a esa conclusión ya iba llegando este día de Noviembre o la tomó precisamente después de esta goleada. Lo cierto es que al final del partido sus palabras fueron: “Lo siento, pero hoy me he equivocado”. Son usuales, cara al

exterior, cuando pierde, pero ese día parecieron tener un significado más profundo, sincero. Una goleada como ésta significa muchísimo para un entrenador con la ideología de Mourinho.

Guardiola, elegante como siempre: “El Madrid es un equipo magnífico, brutal, pero hoy nos ha salido todo bien. Haríamos mal si pensáramos que va a ser siempre así, hay que mantener la humildad”. En efecto, todo salió bien a los catalanes. Su “sala de máquinas” circuló el balón como si fuera con la mano, reeditando de forma mejorada las famosas “trenzas” de pases, a partir de constantes “toco y voy” de los cinco más avanzados, quedando siempre Busquets como soporte referencial en el centro del campo; sus defensas concedieron muy pocas opciones al rival, en el cual Benzema se veía anticipado una y otra vez y no podía por tanto ni girarse, ni prolongar, ni aguantar el balón en espera de la llegada de un apagado Özil. Y Cristiano y DiMaría –aunque intentaban despistar a los laterales cambiando repetidamente de banda- pocas veces entraban al centro (la defensa zonal barcelonista no es fácil de descolocar con arrastres, y poco obtuvo así Benzema) y tampoco vencían en los regates. Al poco de iniciada la segunda parte ya Mourinho decidió que había que retirar a un desquiciado y desordenado Marcelo –entra Arbeloa- y a un flojo Özil –para Lass-, formando así un trivote en mediocampo que, al menos, contuviera la hemorragia, cosa que, como vimos, no pudo conseguir. Y, acabando el partido, todavía Ramos, en una de sus habituales violencias cuando se ve superado, golpeó brutalmente a Messi y se ganó la expulsión. Desastre en toda regla y en todos los sentidos, que dejará a un Madrid -que venía bien hasta aquí- ya en segundo puesto a la espera de los fallos del Barcelona.

LOS CINCO REAL MADRID-BARCELONA DE LA TEMPORADA 2010-2011



2.- REAL MADRID-BARCELONA, segunda vuelta de Liga. 16 Abril 2011: 1-1

Creo que José Mourinho estaba más que convencido que la Liga estaba prácticamente perdida, desde ya antes de empezar, y fuera cual fuera el resultado que acabara campando en el marcador del Bernabéu. Y, consecuentemente, hizo una práctica con “fuego real”. Si salía bien y vencían los suyos, perfecto; de no ser así, las conclusiones serían aprovechadas en la final de Copa, donde sí que había posibilidades de ser campeón.

Y, desde luego, cualquier cosa antes que salir nuevamente goleado ese sábado, lo cual supondría una losa para sus jugadores y su afición: la paliza de la primera vuelta de la Liga, en Barcelona, fue un mazazo para el Madrid de Mourinho; este sábado había que evitar, antes que nada, una nueva debacle en el tanteador.

El Barcelona se presentó, una vez más, con su alineación de gala, aunque Adriano –al final Maxwell- cubrió la baja de Abidal.

Mourinho planteó un 1-4-1-4-1, parecido al de su rival pero más replegado, y sobre todo muy diferente a la formación de la primera vuelta, no tanto en hombres como en dibujo. Iker/Ramos-Albiol-Carvalho-Marcelo/Pepe/Cristiano-X.Alonso-Khedira-DiMaría/Benzema. Pepe, en mediocampo, entretejiendo con los centrales una red en la frontal, para anular a Messi, un jugador absolutamente decisivo para el equipo catalán. Y todavía echaba una mano a Khedira y Alonso para contener a los eléctricos Iniesta y Xavi; y aún le quedaban arrestos para irse arriba, quedando en esos lances Alonso o Khedira cubriendo el pivote central. La parte defensiva funcionó casi a la perfección. “Casi” porque Cristiano no colaboró mucho en ella y

porque Benzema no podía cerrar el inicio de los ataques barcelonistas, cogido entre los dos centrales y el mediocentro rival, con lo que el Real defendió muchas veces con nueve, y así los catalanes fueron superiores en su mitad de campo, especialmente en ese pasillo central.

El contraataque madridista tras repliegue intensivo, por otro lado, no ocasionó goles a su favor, pero cerca, muy cerca anduvo. Los saques de esquina fueron no pocos, aunque fallidos, y una falta lanzada por Cristiano se fue al palo.

El Madrid se quedó muy pronto, minuto 51, con diez y un gol en contra, de penalti cometido por Albiol. A partir de ese momento, Mourinho intenta una reacción “a la heroica”, cambiando a Benzema Xabi Alonso y DiMaría por Özil, Arbeloa y Adebayor. Prefiere quedarse con Pepe en medio, antes que con Xabi, como vemos, rehace

con Arbeloa la defensa de cuatro, y pasa a jugar sin disimulo 1-4-1-3-1 a través de pases directos hacia Adebayor.

Podría haber sido fácil para el Barcelona controlar un juego tan simple y en superioridad numérica, pero…Pujol no había aguantado, y Busquets pasa al centro de la defensa, entrando Keita a su puesto. Soy reiterativo cuando digo que el Barcelona pierde una parte enorme de potencial cuando no está Messi, y otro tanto atrás si falta el “Gran Capitán”, pero es que en ese partido lo hemos visto una vez más. Los catalanes empezaron a temblar, aún teniendo todo aparentemente a favor…y finalmente cedieron un penalti, minuto 87, que Cristiano no falló. Pedro, extenuado, había dejado el puesto a Affellay, pero no creo que la clave de la meritoria igualada de un Madrid en inferioridad fuera ésa, sino lo citado sobre Pujol.

No faltó tampoco el detalle para el engorde de las teorías conspiratorias de Mourinho: Albiol se gana tarjeta –roja- por su penalty, nada objetable; pero Alves no ve ni siquiera la amarilla (hubiera sido expulsado por acumulación) cuando cometió el suyo.

Mala y torpe manera de medir….El Real considera una heroicidad lo hecho - con razón-

y además se carga de razones.

3.- BARCELONA-REAL MADRID, final de Copa. Valencia, 20 de Abril de 2011: 0-1

Con esos precedentes, decía yo más arriba, no acertaba a entender el que muchos profesionales del fútbol no dieran opción de triunfo a los de Mourinho en la final de Copa a un partido, fijada para el miércoles 20 de Abril en Mestalla.

Y cuando se confirmó la ausencia de Pujol, hombre que considero absolutamente fundamental en la fase defensiva y en el clima moral de su equipo (y en la Selección española, por cierto, también), ya tuve menos dudas: de transcurrir la final por cauces similares al partido sabatino, yo daba muy pocas opciones de triunfo al Barcelona.

Favorito claro, el Real Madrid. Mourinho aprovechó, una vez más, su inteligencia, sus dotes de observador, su capacidad estratégica y su enorme personalidad, y repitió planteamiento, con una modificación: prescindió de Benzema, colocó a Cristiano en el centro pero algo atrasado, como “falso 9”, y colocó en las alas a Özil y DiMaría.

Dibujo muy parecido al del Barcelona, unos 1-4-1-4-1 que más parecían con frecuencia 1-4-1-3-2, con los exteriores respectivos más adelantados que los “falso 9”, Messi y Cristiano, respectivamente. Así, el Madrid defendió mejor que el miércoles pasado, al estar Cristiano flotando por el pasillo central, y



ser Özil y Di María generosos en el esfuerzo: los madridistas replegaban y presionaban hoy en con once, no con nueve como el sábado, y esperaban agazapados su momento, sin desdeñar los momentos propicios para presionar “alto” sobre los centrales barcelonistas.

El Barcelona, en tanto, ausente Pujol y encarcelado otra vez Messi en la maraña madridista, dudaba en defensa y sólo hacía peligro por su banda izquierda, donde Arbeloa fue repetidamente superado, pero los remates por abajo que de ahí resultaron se encontraron con el habitual gran Iker, y dado que el equipo catalán no tiene variantes, carece de atacantes que puedan aprovechar balones aéreos, ahí se murieron sus opciones de gol.

Por el contrario, si bien el Madrid no pudo tampoco golear “por abajo”, donde se encontró con un buen Pinto, golpeó por arriba, porque tiene jugadores para ello. Pepe falló por poco un gran testarazo, en tiempo “normal” pero Cristiano no perdonó en el añadido.

4.- REAL MADRID-BARCELONA, ida de semifinal Liga de Campeones, 27 de Abril 2011: 0-2

En la jornada de Liga previa, el Barcelona –como local- había vencido con algunos apuros al Osasuna, 2-0, y se proclama prácticamente Campeón del torneo, aún a falta de varios partidos.

Pero hay algo insano en el ambiente: desconfianza, victimismo…encima,

recuperarán a Pujol para el 27, pero se quedan sin laterales zurdos solventes y, además, durante la semana pierden a un medio del nivel de Andrés Iniesta. Mala

cosa.

Por el contrario, el Madrid vence 3-6 en Mestalla a un blandito Valencia; estoy seguro de que Mourinho gozó hasta el 0-4, mientras sus jugadores cortaban como el cuchillo la mantequilla a una defensa valencianista adelantada y lenta que ofreció muchísimo espacio a sus espaldas y en la frontal, justo los lugares donde golpean los equipos del entrenador portugués.

Pero estoy igual de seguro de que los tres goles que su equipo encajó en el segundo período le dejaron enfadado y preocupado; siempre ha dicho que los marcadores abultados, aunque sean a su favor en la diferencia, son propios de equipos aficionados, no de profesionales.

Vencer por tres de diferencia, pero con otros tres encajados….no es ésa la idea del fútbol de alto nivel que tiene, precisamente, José Mourinho. Y el no tener a Carvalho para la ida europea, por sanción, tampoco le ha de hacer feliz.

En las alineaciones de salida para la ida de la se-mifinal europea vemos como Pep Guardiola colo-ca a Pujol de defensa izquierdo, y cubre el puesto central con Mascherano. Y la baja de Iniesta la tapa con Keita, sin tocar su formación de base 1-4-3-3, aunque, como ha venido haciendo, el hecho de que Messi juegue retrasado hace que más parezca un 1-4-1-3-2, con los extremos más avanzados que el argentino.

La variación más importante –además del hecho de que Keita sea más defensivo que Iniesta- con respecto a la final copera es que Pedro aparece en la izquierda mucho tiempo y Villa en el ala derecha, “a pie cambiado” probablemente para que insistan en el tiro desde lejos, ante la esperada cerrazón madridista.

Sabemos que poca rentabilidad sacan los barcelonistas, además, de los balones centrados al área, así que esta inversión de los extremos

no merma las opciones de definición, sino que incluso facilita el aprovechamiento de los pases interiores, además de la frecuencia de remate a distancia.

En el Real Madrid se repite la formación del miércoles copero, pero Cristiano vuelve a la banda derecha, como habían hecho en la segunda vuelta de la Liga, sólo que Özil juega en punta, en lugar de Benzema.

Seguramente, al ser eliminatoria a dos partidos, prefiere al alemán antes que al francés, menos participativo en defensa, pero ¿por qué no situar a Cristiano en el centro y a Özil en la banda, tal como hizo en la final de Copa y que tan buen resultado le dio? ¿influyó en algo el que se intuyera que Pujol iba a jugar en la banda izquierda y quiso Morinho buscar el enfrentamiento ahí entre el capitán catalán y Cristiano? Por otro lado, un más defensivo Lass substituye a Khedira y Albiol a Carvalho.

En ambos bandos, por tanto, ausencias obligadas por un lado y variaciones tácticas por

otro. Interesantísima perspectiva.

La verdad es que las consecuencias para el Real Madrid fueron desastrosas, muy lejos del éxito copero. La primera parte fue muy trabada, muy “ajedrecista”.

El Barcelona con Keita, menos creativo que con Andrés, lógico, pero con abrumadora tasa de posesión. No llegaban muy arriba, con Messi-Xavi enjaulados de nuevo en el entramado “centrales madridistas-Pepe”, pero acudían a las posibilidades que ofrece el juego “a pie cambiado”, martillando especialmente por la banda de Arbeloa, al que estos enfrentamientos parece que le están viniendo algo grandes.

De todos modos, golear a Iker Casillas desde tan lejos es misión casi imposible.

El Madrid defendiéndose prácticamente igual que en los dos combates anteriores, si bien presionaban al poseedor del balón un poco más tarde/atrás que en la final copera. Pero la poca colaboración defensiva de Cristiano, en la banda, se compensaba con un Özil que tapaba bien por el medio.

Bien, ni tan brillantes como el miércoles, ni tan mediocres como el sábado de Liga en el

Bernabéu. Pero el problema es que el ataque (mejor, el contra-ataque) no iba.

Cristiano y DiMaría estaban confirmando algo que ya muchos les achacamos: son grandes jugadores en partidos “normales”, pero se diluyen en las grandes citas. Acertaron en una jugada excelente en la final copera, sí, pero fue poco…sólo la trascendencia de la jugada les dió brillo; el problema es que este diluirse ya no es puntual, es una tendencia que sus equipos y sus selecciones nacionales respectivas ya detectaron hace tiempo.

En el caso del portugués, tanto más grave cuanto que es ferozmente individualista, y él solo se va anulando y desesperando entre dejadez, desesperación, enfado….a los que seguimos el baloncesto, nos trae en disputa el papel real de un genio como

Kobe Bryant.

Pero coincidimos en una cosa: es muy individualista, sí, “se la come y tira hasta las zapatillas”, como se dice en

el argot, pero…”se sale” en las grandes citas. Cristiano hace lo mismo, está

obsesionado por llegar arriba y rematarlo todo, pero los días “D” no da la talla como el estadounidense, ni de lejos.

Y su individualismo, en partidos como son éstos, de presión, marcajes,

ayudas defensivas…no le ayuda nada a resolver situaciones. Y parece que

partir de la banda, además, le predispone negativamente.



Por eso me preguntaba yo, al inicio, qué iba a pasar hoy con él….pues pasó que no decidió.

En el bando contrario, sin embargo, Messi, la otra figura central, jugó encerrado, sí, sometido a persecuciones, a presión, a las ayudas defensivas de los rivales, pero supo aprovechar mejor su habilidad: cuando intuye que le salen al paso varios rivales, es capaz de habilitar a los compañeros que pasan a estar menos vigilados, y crea más jugadas. Jugadas que aunque no acaben en gol, van mermando la psique y el físico de los contrarios.

Eso hizo ayer, una vez más también. Y, de repente, cuando la segunda parte corría similar a la primera, el error arbitral: Pepe se va expulsado por una “plantilla”, una falta de tarjeta amarilla según el Manual, pero que para el colegiado valió la roja. No hay que extrañarse. Sergio Ramos y Pepe juegan con una crispación, con unos modales, con unos gestos que hacen que lo que sea realmente milagroso es que no les expulsen casi siempre.

Mourinho -como Antic hizo con Hierro hace años- ha encontrado en Pepe un elemento poderosísimo para reforzar el medio campo

5.- BARCELONA-REAL MADRID, vuelta de semifinal Liga de Campeones, 3 de Mayo 2011: 1-1

En esta ocasión la jornada liguera previa dejó dos partidos algo decepcionantes para ambos equipos, y sendas derrotas. La del Madrid, en casa frente a un Zaragoza con la soga el cuello, y la del Barcelona en San Sebastián, con el equipo donostiarra también en alerta roja. Por tanto, derrotas normales, dados los esfuerzos previos de los dos “grandes”, si bien la victoria zaragocista en el Bernabéu dejó mayor pesimismo entre los madridistas que la donostiarra entre los barcelonistas. Detalle importante creo que fue lo que declaró el capitán Casillas, al final del partido: “No hemos jugado mal, de ninguna manera, pero mi fallo en su primer gol les abrió la puerta y decantó el partido”. Así habla un líder honesto y cabal.

propio cuando sea necesario, y jugador que además llega puntualmente a la frontal rival con tremendo peligro, pero si Fernando Hierro era ya muy violento con frecuencia, este Pepe es absolutamente descontrolado. Mala cualidad para un jugador de un equipo que se ve inmerso continuamente en partidos decisivos al más alto nivel.

En la selección portuguesa ya ha tenido roces con sus entrenadores. ¿Cuánto van a soportarle en el Real Madrid, por mucho que Mourinho le avale? Bueno, éso es futuro, pero lo que ya es inmediato pasado es que a partir de la expulsión de Pepe, con media hora por delante, el Real se descompuso. Ramos se hizo con una amarilla que le impide estar en la vuelta, Cristiano se enredó cada vez más apareciendo en sitios del campo en los que ni se le esperaba ni era procedente, hasta Iker mostraba signos de desconsuelo. Nada grave que objetarle, pero acabó encajando dos goles, con Messi haciendo a su antojo.

Goles que, visto lo visto, y con Cristiano diciendo algo que ya también dijo alguna vez con Portugal –“No me gusta jugar así, pero hago lo que me mandan”-, parecen insalvables para este Madrid.

Yo nunca diría que hay imposibles para un equipo entrenado por Mourinho, pero sus declaraciones al final del partido, volcánicas, dando por imposible competir contra rivales según él impulsados por la UEFA, creo que dañaron mucho el clima de su equipo, la confianza, ya muy tocada tras el 0-2, y perder además a Ramos y Pepe.

Menos cabal había sido Mourinho, desatado contra el arbitraje de ida, disparando contra todo y contra todos, y dando la eliminatoria por

perdida. Luego intentó rectificar, al menos en cuanto a las posibilidades de remontar, pero creo que su victimismo había hecho ya un daño

irreparable a la fe de sus jugadores.

La semifinal del martes, por tanto, se presentaba apasionante, pero se intuye a un Madrid alterado, quizá frágil. En el Barcelona siguen de baja sus laterales izquierdos usuales –la presencia en el banco de Abidal, que luego hasta llegó a entrar, fue sobre todo un homenaje y una baza motivacional-, pero por lo demás el resto es su equipo ideal y dispuestos con el inquebrantable 1-4-3-3 (o 1-4-1-4-1) que ha adoptado Guardiola : Valdés/ Alves-Mascherano-Piqué-Pujol/Xavi-Busquets-Iniesta/Pedro-Messi-Villa.

Los extremos jugarán preferentemente por sus lugares habituales, posiblemente para aprovechar la amplitud del campo barcelonés y buscar más las penetraciones con y sin balón que el tiro desde fuera.

El Real cuenta con bajas notables (Pepe, Ramos, Khedira), y alinea con el dibujo que Mourinho utilizó en el primer “derby” de Liga, de infausto

recuerdo para ellos por el 5-0 que habían encajado. Pero posiblemente por la necesidad de marcar al menos dos goles, repiten 1-4-2-3-1, con Iker/Arbeloa-Albiol-Carvalho-Marcelo/Lass-X.Alonso/DiMaría-Kaká-Cristiano/Higuaín.

El déficit de velocidad en el pasillo central es alarmante, y máxime en Barcelona, contra los culés y obligados a remontar, pero son, principalmente, las consecuencias del azote de las tarjetas.El Madrid sobre el papel es más ofensivo que otros días, pero ya sabemos que aunque la base es la formación, lo definitivo es la posición más o menos adelantada en el campo y la actitud, y el Madrid, en la realidad, no empieza jugando tan adelantado ni tan activamente presionante como en la final de Copa, pero sí más que en el también reciente de la segunda vuelta de la Liga.

Se entiende, de todos modos, porque salir a tumba abierta contra el Barcelona resulta, habitualmente, fatal. Hasta mediada la primera



parte, el encuentro es equilibrado, trabado, tenso, cerrado por ambas partes. En ese momento, empiezan Higuaín (por posición y falta de ritmo) más Kaká y Cristiano (por falta de ritmo uno, por hábito el otro) a no colaborar en la presión ni en el repliegue. Por otro lado, en el pasillo central se hace evidente la falta de velocidad física, y Lass se ve impotente, pese a su esfuerzo descomunal, para tapar el centro y ayudar a los exteriores y a los laterales, y empieza el festival azulgrana. Messi se va en vertical o viene en ayuda del medio, y por el hueco que deja se cuelan una y otra vez los extremos y hasta los interiores barcelonistas.

Por suerte para el Madrid, los depósitos de un “once” muy reiterado durante el año empiezan a estar justitos, y los desbordes y pases filtrados no dan resultados de remate acertados, con lo cual Iker se va a ver asediado, pero otra vez con tiros desde la frontal: pobre munición contra un portero que siempre “está” en los momentos decisivos del año.

Y entonces llega el momento en que mi análisis se me hace desagradable, porque no me gusta apuntar a los arbitrajes. Pero sinceramente creo que este martes ha sido nefasto, mucho peor que el que los madridistas reclamaron en la ida. Y digo que fue peor porque el fallo importante de la ida fue la expulsión de Pepe por una “plancha”, y ese fallo, dada la violencia con la que se emplea Pepe, hay que entenderlo desde el punto de vista

de DiMaría sobre Pujol, cuando lo que sucedió es que el defensa se quedó clavado ante el regate, seguramente porque no estaba en su posición natural ni totalmente recuperado de la lesión reciente.

Y recién iniciada la segunda parte, jugada detenida cuando Higuaín iba a fusilar a Valdés, por supuesta falta de Cristiano sobre Mascherano, que cayó arrollado por el portugués cuando perseguía al ariete madridista. Quizá Cristiano, que venía rodando por una falta cometida sobre él, se dejó ir como una bola de nieve, viendo que iba a impactar en el central argentino…quizá, pero no lo sabemos y la jugada no lo hace parecer así.

A veces vemos claramente como un jugador derribado rueda, -en ocasiones hasta con los tacos avanzados-, pensando “algo pillaré”; pero no fue ésta la impresión que deja el rodar de Cristiano.

Dos muy probables errores, en pocos minutos, en jugadas de gol claro, y contra el mismo equipo. Lamentable. Fácil es pedir “frialdad” a los jugadores, pero habría que verse en la situación, y con lo que había llovido al respecto.

Vimos después un gol típico del Barcelona, con la citada maniobra de explotación del hueco frente al marco rival propiciado por Messi y aprovechado por Pedro, y también el empate rabioso del Madrid, que retiró a unos sosos Kaká e Higuaín para que entraran Adebayor –más pendiente de pegar y empujar que de jugar- y Özil, pasando a jugar en el 1-4-4-2 “rombo” que tanto gusta a Mourinho.

Pero el Barcelona supo manejar el juego con su vertiginoso intercambio de pases y posiciones. Incluso renunció a lanzamientos largos de faltas, reconvirtiéndolas -a partir de un pase atrasado- en nuevas ruedas de pases.

Y el Madrid se dedicó a correr tras sombras, protestar, desordenarse y chocar, lo que no hacía sino agotar tiempo útil de juego y beneficiar al Barcelona. El Real Madrid fue casi un espectro

Nefasto arbitraje, parcial

y torpísimo. A partir de

ahí vinieron “nuevas” reglas,

con el árbitro perdonando

ahora entradas alevosas de

los enfurecidos madridistas y los

barcelonistas abusando de su conocida exageración

cuando contactan con un

rival.

arbitral; un error, aunque sea grave, en una jugada en la que estén implicados Pepe o Ramos, lo puedo entender y disculpar. Lo que repudio son los arbitrajes con varios reglamentos. Y el de esta vuelta europea creo que lo fue, como la final del Mundial España-Holanda, por cierto. Decisiones en función del equipo y del momento del partido que se trate. Finalizando la primera se corta un ataque peligrosísimo del Madrid alegando falta

en los últimos diez minutos, mantenido sólo por el amor propio de algunos y los gritos de Iker y Alonso, y el Barcelona jugó a placer, pero sin arriesgar, moviendo el balón a lo largo y –sobre todo- a lo ancho del terreno, algo en lo que es sencillamente insuperable: hasta Valdés se sabe manejar con inteligencia y precisión.

Este partido me deja algunas preguntas sobre el Madrid: • ¿Por qué Cristiano no jugó de puntero

retrasado, desde donde vemos que, aunque no repliegue, por fuerza se encuentra en el “pasillo central”, con más posibilidades si no de defender activamente, sí de tapar?

• ¿por qué, ya que jugó en la banda, lo hizo en la izquierda, desde donde, cierto, amenazó a Alves e hizo que éste dosificara sus subidas, pero prácticamente no lo pudo superar nunca en ataque, y cuando lo hizo, cayó fácilmente en las coberturas inteligentísimas de los centrales?

• ¿por qué no percutió más frecuentemente de lo que hizo sobre un mermado Pujol, en la otra banda?

• ¿jugó Mourinho pensando más en lo que podía Cristiano coartar que en lo que podría aportar?

• ¿por qué –desde ya hace tiempo- no confía Mourinho en Özil y decidió empezar con Kaká, que está muy lejos de ayudar en defensa como el alemán y que en ataque tampoco parece estar al nivel de éste?

• si con el dibujo 1-4-2-3-1 pretendía reiterar ataques “cuarto hombre”, a partir de pases de Xabi a Higuaín y de éste de vuelta a Kaká para luego meter pase interior, ¿tanto desconfía de Benzema que prefiere en su lugar a un cortito de ritmo Higuaín como único punta?

• Y si pensaba presionar “alto” cuando hubiera ocasión, ¿pensó que Kaká e Higuaín, en las condiciones que están ambos, son más dinámicos que Özil y Benzema o Adebayor?.....



CONCLUSIONES

Una vez más, creo que la implantación de tecnología de revisión de jugadas se hace apremiante. La rotunda negativa de FIFA y UEFA a dar el paso decisivo creo que está resultando negativa no sólo para el juego en sí, sino porque empieza a dar pábulo a los que piensan que deliberadamente se hurta por parte de los poderes superiores el derecho a que los lances de los partidos sean juzgados con transparencia y justicia. Muy malo para un deporte que, sólo en Europa y últimamente, se ha visto sacudido por los escándalos arbitrales confirmados en Alemania, Portugal e Italia, por si hubiera sido poco lo sucedido en el Mundial de Corea y Japón.

Sobre la Copa de España: ganar la competición en una final contra este gran Barcelona, tras haber eliminado a Murcia, Levante, Atlético y Sevilla tiene un nombre: Sensacional.

Sobre la Liga: siendo los estilos de juego tan diferentes, pero ambos muy válidos, entiendo que el Barcelona tiene mucho mejor “once” que el Real Madrid, porque aunque podríamos decir que Iker está algo por encima de Valdés, los catalanes tienen defensas rápidos, capaces de defender “sin pegar” y de subir con criterio, como Pujol y Alves, de los que los de la capital carecen.

En mediocampo ambos conjuntos cuentan con titulares excepcionales, pero tener a Xavi Hernández e Iniesta es tener mucho; además, a los jugadores madridistas les falta, sobre todo, la compenetración que tiene la maquinaria azulgrana, y ya sabemos que la fluidez de conjunto hace mejores a todos y cada uno de sus miembros. Y en punta, sencillamente, quien tenga a Messi, y como decía el lema, “tiene un tesoro”. La presunta joya madridista, Cristiano, creo que está a distancia enorme por debajo del argentino, tanto en el juego individual como en el sentido táctico como en su implicación en el grupo.

En definitiva, si comparamos a un equipo con una cadena, los titulares barcelonistas forman una en la cual sus eslabones débiles son “menos débiles” que los homólogos madridistas, pero además sus eslabones fuertes son “más fuertes” que los blancos. Ventaja doble.

Mas si el “once” del Real Madrid dista mucho de las prestaciones individuales y colectivas (y viceversa, porque separar ambas vertientes es quizá imposible) del barcelonista, creo que su banquillo tiene más jugadores “buenos” y hasta “muy buenos” que la del Barcelona. Y se acepta que una competición como la Liga la debe ganar el mejor equipo, no el mejor “once”. ¿Por qué no la ganó el Madrid, como tampoco la ganó el de Pellegrini, pese a hacer también el año pasado muchísimos más puntos que el tercer clasificado?...pues al igual que con Pellegrini, yo creo que la clave es al revés: ¿cómo es posible que el Barcelona, tan corto de plantilla frente a los madridistas, aguante el ritmo? ¿cómo es posible que Pujol y Messi, -y hasta Alves- cuyas ausencias complican enormemente los partidos de su equipo, jueguen casi siempre y casi siempre fantásticamente?. Supongo que sólo hay una persona que nos lo puede decir –aunque segurísimo que el diría que todo el “cuerpo técnico” del Barcelona puede contestarlo-; esa persona es, claro, Pep Guardiola.

Sobre esta eliminatoria semifinal europea en conjunto: los madridistas dicen que si se contabilizaran los minutos “once contra once” los resultados serían 0-0 y 1-1, luego clasificado el Madrid. Es verdad, pero las expulsiones son parte del juego. Lo realmente meritorio es defender con la menor cantidad de hombres posible, lo cual no se contradice con el hecho de que replegar con muchos y con orden sea encomiable, cuando se hace bien. El Madrid de Mourinho sabe defender maravillosamente con muchos, sí, pero al mismo tiempo sin acudir a acumulaciones en el área, perfecto. Pero defender a patadas, con violencia, no

es defender bien. No se puede pretender utilizar la brutalidad destructiva y no ser penalizado por ello. Es cierto que el Barcelona lo explota mediante la teatralidad poco deportiva de varios de sus jugadores, y ello es reprobable, pero entre una cosa y otra, quedémonos con el tramposillo antes que con el brutal. De todos modos, creo que el juego global de los dos partidos ha sido mucho más igualado de lo que un total 3-1 para el Barcelona sugiere.

De alguna manera podríamos decir que estos ciento ochenta minutos fueron muy parecidos a los noventa del partido de la segunda vuelta de Liga en el

Bernabéu: dominio del Barcelona, repliegue medio del Madrid, esporádicas presiones “altas” madridistas, mucho tránsito de balón en el mediocampo del Real, contraataques velocísimos y abundancia de saques para el Madrid, problemas defensivos por falta de rapidez en algunos defensas blancos que dan lugar a contactos que a la larga deciden la eliminatoria por la eliminación del juego de éstos.

Y errores arbitrales graves, no muchos, pero siempre en contra del equipo de la capital. Muy lamentable que los argumentos más radicales de Mourinho en cuanto a la neutralidad arbitral se hayan visto alimentados.

¿Hasta cuándo vamos a seguir así? La “salsa

del fútbol”, que dicen algunos,

no es de ninguna manera el

error arbitral –sospechado o

confirmado- sino el acierto de

todos los que participan en el juego. De todos.



Sobre la temporada del Real Madrid en el primer año de Mourinho: yo diría que ha sido buena, muy buena. La Liga, en su balance final, no ha sido muy diferente a la de Pellegrini, brillante. Pero el rendimiento en

Copa de Europa ha sido muy superior, sólo el gran Barcelona les ha parado. Y ganaron la Copa, por fin, también frente a este gran rival; no se puede pedir más en esta competición. El Real Madrid dirigido por Florentino Pérez y Jorge Valdano, por fin,

gana un título de postín. No está mal para un primer año de José Mourinho.

Mis dudas, tras lo que ha ido sucediendo entre el entrenador y el director general, sus enfrentamientos con la Prensa, con la UEFA y con los organismos dirigentes en general, y, sobre todo, tras sus desencuentros y recelos con varios jugadores, -desde Pedro León hasta Benzema, pasando por Canales y Özil-, es si habrá un segundo año de Mourinho en el Madrid. Y después del pobre papel sobre el campo –en la gran mayoría de los partidos importantes- y del “yo no tengo la culpa de jugar así”, fuera del recinto de juego, que ha protagonizado Cristiano Ronaldo, más dudas tengo.

Mourinho, aunque es suficientemente astuto como para ser más contemplativo con las “estrellas” que con los jóvenes, exige y/o busca conseguir fidelidad absoluta de sus jugadores; especialmente, no puede vivir enfrentado a sus elementos más significativos,

quiere -a cambio de protección exterior y guía hacia títulos-implicación máxima; Cristiano no la ha tenido nunca: ni con Portugal, ni en Portugal, ni en Inglaterra, ni parece que la

tenga ni vaya a tener en Madrid.

La resolución a este problema concreto me tiene muy intrigado, y creo que puede ser decisivo para el futuro de Mourinho en España. Con algún título más, la posición del

entrenador portugués sería muy fuerte, pero quizá muchos e importantes cargos estimen que ha sido mucho ruido para un sólo entorchado…

- “Todos los estilos son válidos. Hay miles de maneras de jugar a fútbol y cada una de ellas puede ser ideal, según sea la situación” (José Mourinho, doc. # 3)

- “Dice Cruyff que es Vd. un buen entrenador, pero que juega con tasas de posesión del 30%, que ver a sus equipos es aburridísimo aunque ganen, que nunca le contrataría para un equipo presidido por él” (un periodista en rueda de Prensa). “¿Eso dice? ¿Sí?...míreme la cara, ¿verdad que no tengo ojeras?...pues entonces ya ve el tiempo y el sueño que me quita esa opinión” (respuesta de Mourinho)

- “El Barcelona juega muy bonito, pero yo no copio, no me va ser segundo”. (José Mourinho, doc. # 3)

FRASES DE Y SOBRE JOSÉ MOURINHO

- “Si yo fuera Sandro Rosell, renovaría a Guardiola por cincuenta años”. (José Mourinho)

- “Hombre, les dije que me podían llamar SPE-CIAL ONE, y no lo llevaba preparado, no. Pero no me gustó llegar allí, recién campeón de Eu-ropa con un equipo de un país que no suele ga-nar títulos, y que me suelten lo de “aquí todos los entrenadores han sido gente especial”…como si yo fuera un don nadie…pues no, me salió de dentro, creo que merecía ya un res-peto por lo hecho hasta llegar al Chelsea”. (J. Mourinho, doc. # 7)

- “La verdad es que cuando dijo lo de SPECIAL ONE hubo gente del fútbol británico que se sin-tió molesta, pero a la del Chelsea le entusias-mó la seguridad en sí mismo del nuevo entre-nador. Sin duda que José Mourinho la tiene en grado sumo y arrastra a todos, pero entre ella y

la arrogancia hay una línea muy fina….y él la traspasa a veces”. (Clarke, ayudante de Mourinho en el Chelsea, doc. # 7)

- “La llegada de Mourinho me hará mejor entrenador”. (Pep Guardiola, doc. # 3)

- “Muchos entrenadores dicen que José Mourinho no es de ninguna manera un revolucionario táctico. Es probable. Yo creo que donde hay que verle es en el trato con sus jugadores, en el vestuario y en el campo. Los seduce, los enamora, les hace creer que son los mejores, les in-cita a formar un grupo sin fisuras, y para conseguirlo acude a cualquier estratagema que se le ocurra. Pero creo que su continuo protagonismo, aunque sea manifestando que se debe a su afán de proteger a sus jugadores, a la larga hace que éstos lleguen a la conclusión de que la gente acabe identificando a Mourinho como real responsable de las victorias, no sólo de las derrotas, que le considere totalmente imprescindible. Los jugadores, así, acaban cansados de tanto protagonismo de su entrenador. Ello unido a que sus artes seductoras, su personalidad, su “magia”…se desgasta rápido, le convierten, en mi opinión, en un entrenador maravilloso para dos años, máximo tres, pero nunca más”. (Guillem Balagué, periodista, doc. # 7)

- “Huyamos de los fundamentalismos, que no son sólo políticos o religiosos. Si tenemos a los dos mejores equipos del mundo, ¿por qué disfrutar de uno sólo?” (Javier Martín, doc. # 8)



DOCUMENTACIÓN SOBRE JOSÉ MOURINHO- #1.- “¿Qué es la “Periodización Táctica”? Vivenciar el juego para condicionar el juego” De Xavier Tamarit, Licenciado en Ciencias de la actividad física y deportiva, con Maestría en fútbol. En MC Sports-2007. No es un libro focalizado en el estudio de José Mourinho, pero sí de esa Metodología de entrenamiento, tan difundida entre los entrenadores portugueses más jóvenes. Muy interesante, pero para seguirlo se precisa buen dominio de conceptos sobre los procesos de entrenamiento y la Sistémica.

- # 2.- “Mourinho, ¿por qué tantas victorias?” De Oliveira, Amieiro, Resende y Barreto, también en MC Sports – 2007. Estos cuatro Licenciados en Deportes y Especialistas en fútbol hacen una recopilación de frases, teorías y métodos de entrenamiento y dirección de equipos de varios profesores y entrenadores, contrastándolas con las correspondientes a Mourinho. Muy interesante, el pensamiento y la metodología de Mourinho quedan ampliamente descritas, incluso con explicaciones personales del entrenador, pero, para mi gusto, el vocabulario y la sintaxis convierten a esta recopilación en complicada, sobrecargada de citas y, sobre todo, en una especie de panegírico: todo lo “mourinhista” es idóneo, todo lo demás es caduco. Creo que es un libro esencial, pero le sobra un poco de carga en notas, alambicamiento y citas y le falta distanciamiento crítico.

- # 3.- “Mourinho versus Guardiola. Dos métodos para un mismo objetivo” De Juan C. Cubeiro – Doctor en Empresariales y Especialista en coaching- y Leonor Gallardo – Doctora en Ciencias de la actividad física y deportiva-. En Alienta Editorial -2010. El título del libro es sobradamente expresivo: un interesantísimo estudio sobre liderazgo en general y sobre los estilos de liderazgo de estos dos auténticos fenómenos deportivos y mediáticos.

- # 4.- “José Mourino. El entrenador alienígena” De Sandro Mondeo, Periodista. En Planeta – 2010. Mondeo hace un brillante estudio de la personalidad de Mourinho, pero atreviéndose con cuestiones tácticas, a un altísimo nivel pese a no ser profesional especializado en el fenómeno deportivo. Obra muy literaria, hasta filosófica, de brillante escritura, pero a la vez accesible y provechosa para cualquier entrenador.

- # 5.- “Defensa en zona en el fútbol” De Nuno Amieiro, Licenciado en Deportes y Especialista en fútbol. En MC Sports – 2007. No es una obra enfocada en Mourinho, pero aparece continuamente citado, junto con otros muchos entrenadores de alto nivel. No es una obra de síntesis, sino básicamente una completísima recopilación de definiciones y reflexiones sobre las formas defensivas y la integración de la fase defensiva en la totalidad del juego.

- # 6.- “Decálogo sobre Mourinho” Apenas dos páginas pero íntegramente aprovechables que el entrenador mexicano y amigo Víctor Alvarado, director de “Digifut.com-Tecnología Deportiva”, compartió en www.entrenadores.info en 2006.

- # 7.- Vídeo con entrevista de Michael Robinson a José Mourinho, en “Informe Robinson-Canal Plus, 2010”. Excelente “cara a cara” del gran comunicador británico y expertísimo en nuestro deporte con Mourinho. Aportaciones de directivos y entrenadores portugueses que trabajaron con José en su país, y de periodistas y entrenadores españoles.

- # 8.- “Opinión-Defendiendo a José Mourinho, aún” De Javier Martín, en “El País” de 30 de Abril 2011.

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