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Caso Clínico: Niño con TDAH (Trastorno de atención con hiperactividad) *Trastorno de las funciones mentales superiores
El paciente JE, de sexo masculino, diestro de 10 años de edad que se encuentra
en segundo grado de primaria; ha permanecido durante tres años bajo protección
del Estado. Se desconocen antecedentes heredo familiares y personales así como
desarrollo pre- para y perinatal. Es remitido a valoración por neuropsicología
porque refiere la cuidadora que el niño “Está presentando dificultades en el
colegio, la profesora constantemente reporta problemas disciplinarios, tiene
dificultad en atender y concentrarse en las actividades planteadas al interior del
plantel educativo, molesta a sus compañeros y genera desorden en el salón,
además continua presentando falencias en la lectura y la escritura”. Ingresó a
cursar el grado primero de primaria y su rendimiento académico y disciplinario ha
sido desfavorable por fallas en la atención y conductas impulsivas hacia grupo de
pares y adultos, de igual manera ha sido reubicado de medio institucional por
solicitud de las cuidadoras quienes argumentan no poder controlar al niño.
Procedimiento La evaluación neuropsicológica inicial se llevó a cabo en 5 sesiones
individuales de aproximadamente 45 minutos o 1 hora de duración dependiendo
del rendimiento del niño. Una vez obtenidos los resultados se realizó el análisis
cualitativo de los mismos y se identificó el factor primario que estaba alterado y los
que se encontraban debilitados para así poder establecer el programa de
rehabilitación. El programa de rehabilitación se aplicó en doce sesiones las cuales
fueron distribuidas dos por semana con una duración de 45 minutos cada una, en
ellas se realizaban tres tareas planeadas con anterioridad de acuerdo a los
objetivos establecidos pero previo a su inicio se hacía desactivación fisiológica
mediante relajación de 5 minutos y se socializaban las reglas y normas
implementadas para la regulación del comportamiento del niño que inicialmente
fueron reforzadas y posteriormente retiradas para lograr su interiorización.
Posterior al programa de rehabilitación, se realiza una segunda evaluación que
permitió una comparación del desempeño pre y post para determinar los efectos
del mismo. Instrumentos aplicados Para el proceso evaluativo se emplea la
Evaluación Neuropsicológica Infantil Breve (Quintanar & Solovieva, 2003) que
permite conocer el estado del funcionamiento de los factores neuropsicológicos
básicos durante la ejecución de las tareas correspondientes la cual incluye los
siguientes apartados: organización secuencial motora, análisis y síntesis
cinestésicas, retención audio-verbal, análisis y síntesis espaciales, regulación y
control, análisis y síntesis fonemáticas y retención visuo-verbal; que combinadas
con las tareas propuestas en la Evaluación Neuropsicológica infantil (ENI) (Matute,
Rosseli, Ardila, & Ostrosky, 2006) en los procesos de Memoria, atención, lenguaje,
habilidades metalingüísticas, habilidades escolares permite reconocer las
características de las habilidades cognoscitivas y conductuales que se considera,
reflejan la integridad del Sistema Nervioso Central. Se aplicó de igual forma el Test
de inteligencia -WISC III (Weschler, 1994) que permitió medir el coeficiente
intelectual del niño y conocer su desarrollo por medio de las tareas verbales y
manipulativas y, el Cuestionario de Conducta de Conners (Conners, 1989) para
profesores, familia y padres a fin de obtener una descripción de las conductas
asumidas por el niño en los diferentes espacios donde se desenvuelve.
Resultados de la valoración inicial
Teniendo en cuenta la Escala de Inteligencia de Weschler, JE presenta un
coeficiente intelectual de 78 que lo ubica dentro de la Capacidad Intelectual Límite
(ver Tabla 1) en la entrevista realizada a la cuidadora frente a las conductas
adaptativas se encuentra que es un niño funcional en áreas como: actividades de
cuidado personal, comunicación y deberes diarios domésticos propios de su edad.
En la realización de las diferentes actividades, se logra evidenciar que JE presenta
gran dificultad en centrar su atención en la actividad propuesta por el evaluador,
se distrae con mucha facilidad ante estímulos irrelevantes de tipo auditivos y
visuales, requiere que de manera permanente el evaluador emplee refuerzos
verbales para la continuidad de las tareas. Cuando aumenta la complejidad de las
actividades, su atención se mantiene por periodos de tiempo aún más cortos,
conversa en exceso, por lo que es necesario regular la ejecución de las mismas y
recordar permanentemente las instrucciones y reglas. Su atención auditiva es
deficiente, su capacidad de selectividad e inhibición es pobre, pregunta
constantemente por otros asuntos que no corresponden a las actividades y al
momento de dar la instrucción no logra concentrarse en ello, obteniendo de este
modo un rendimiento deficiente; presenta debilidad en su capacidad de auto
regulación por compromiso del mecanismo neurofisiológico de programación y
control, que afectan la regulación de los impulsos. En aplicación ENI, la prueba de
memoria (ver Tabla 2) presenta una baja capacidad de retención, almacenamiento
y evocación a corto plazo, se le dificulta recordar los pasos necesarios para
cumplir de forma efectiva las tareas, pregunta una y otra vez por la forma en que
debe realizar las actividades, hechos que están de igual forma asociados a su
proceso atencional, pues al no lograr inhibir otros estímulos y centrarse en las
instrucciones, hace que su proceso de retención sea pobre (memoria operativa).
Cuando se evalúa su memoria remota y se indagan por situaciones cotidianas, el
niño logra expresar diferentes experiencias pero de manera concreta, omite
detalles y refiere no recordar cuando se ahonda en ello. Muestra un buen manejo
espacial en figuras simples, hay reconocimiento de arriba, abajo, delante, atrás,
pero hay fallas cuando la imagen se complejiza y no se brindan ayudas visuales.
Ahora, en la tarea de la copia de la casa de la Evaluación Neuropsicológica Breve,
se encuentra que conserva la imagen global del dibujo, así como sus detalles, sin
embargo, hay elementos sobrantes por la corrección que hace del dibujo y que
contamina la imagen; hay buen uso del espacio de la hoja cuando debe realizar
dibujos, pues ante la copia de texto tiende a salirse de los espacios, no respeta las
márgenes, lo que indica que hay fallas en su sistema inhibitorio que afecta el
rendimiento en este tipo de tareas y que no realice un adecuado análisis y síntesis
espacial, por lo que se concluye que el factor de Percepción Analítica y Global se
encuentra debilitado. En la coordinación manual, logra desarrollar movimientos
alternantes con las manos de forma adecuada cuando éstas son realizadas de
manera lenta y con regulación verbal, pues de lo contrario persevera. En las
habilidades construccionales, logra manipular los objetos suministrados para la
ejecución de las tareas propuestas. En la motricidad fina, hace un buen uso del
lápiz (pinza), aplica la fuerza y velocidad adecuada para la realización de tareas
como dibujar y escribir. Con ello, se considera que el factor Cinético y Cinestésico
se encuentran conservados.
En las Funciones Ejecutivas presenta dificultades marcadas que se evidencian en
los resultados obtenidos sus funciones cognoscitivas y escolares (ver Tabla 2). En
la ejecución de las tareas del WISC III (ver Tabla 1) como laberintos, construcción
con cubos y ordenamiento de historias, no hubo por parte del niño un buen
proceso de planeación y organización que permitiera resolver la consigna
adecuadamente, su proceder era de forma impulsiva y poco controlada, requería
la regulación del otro para que hubiese de su parte una evaluación y
reconocimiento del error. Con ello, se concluye que para la edad de JE, la
formulación de estrategias para logro de objetivos está ausente, lo cual indica un
compromiso significativo de su capacidad de Regulación y control que le impide la
realización de acciones productivas. La Tabla 3 describe las funciones
psicológicas más comprometidas en JE sus manifestaciones clínicas y las zonas
corticales que subyacen a dichas manifestaciones además de señalar los
mecanismos neuropsicológicos debilitados y que están impactando la actividades
escolares y del aprendizaje. Programa de Rehabilitación Neuropsicológica Las
tareas del programa de corrección se organizaron de acuerdo con el plano de
ejecución real del niño y a la posibilidad de su ejecución con la ayuda del adulto,
considerando que por la Edad Psicológica (Escolar) y la Actividad Rectora de
dicha etapa (aprendizaje dirigido por el adulto), se abordaron inicialmente en el
plano materializado y a partir de allí se complejizaron de acuerdo a la Zona del
Desarrollo Próximo del niño. De este modo, el objetivo general del programa de
corrección neuropsicológica fue formar de manera gradual el factor de Regulación
y Control que le permitiera fomentar la capacidad de seleccionar, planear, dirigir,
verificar y corregir sus actividades diarias y escolares a partir de la base
orientadora implementada por el adulto hasta su interiorización gradual y el control
voluntario de sus acciones. Los objetivos específicos fueron: (a) lograr que el
lenguaje del adulto regule la actividad del niño, (b) Promover la regulación y
control a partir de las instrucciones dadas por el evaluador, (c) fomentar la
consecución de objetivos establecidos en las actividades diarias y escolares, (d)
mejorar en el niño el análisis y síntesis espacial. Para el trabajo de intervención se
implementaron diferentes actividades lúdico-prácticas que permitieron fortalecer y
fomentar la organización, planeación y verificación de las tareas, se emplearon
tareas dirigidas con reglas establecidas que le permitieron al niño regular su
conducta y establecer objetivos claros en su ejecución. De igual forma se trabajó
con actividades visuales que posibilitaron mejorar las discriminaciones espaciales
de los objetos y construcciones en el niño, todas ellas acompañadas de la base
orientadora de la acción que le permitiera al niño cumplir con los objetivos de la
misma. Resultados Evaluación Neuropsicológica Final En la realización de las
diferentes actividades de corrección se logró evidenciar que el niño presentó
mayor capacidad para centrar su atención en las tareas propuestas, pese a que en
ocasiones se distraía con estímulos externos lograba retomar la actividad y
terminarla, su capacidad de atención selectiva se observaba más fortalecida. La
socialización y retroalimentación constante de las reglas y normas en las sesiones
permitió que estas fueran asimiladas e interiorizadas, posibilitando así que el niño
actuara de manera más organizada. La mejora en su proceso atencional permitió
que el rendimiento en las tareas propuestas obtuvieran un puntaje mayor respecto
a la anterior. En las funciones ejecutivas mostró cambios con el programa de
corrección se logró que consiguiera regular y controlar su conducta en la sesión, el
implementar reglas y normas claras en conjunto y hacer la desactivación
neurofisiológica mediante la relajación posibilitó una mejoría en las diferentes
tareas planteadas, se evidenció mayor formulación de estrategias para la solución
de las tareas, no fue necesaria la regulación verbal constante del evaluador como
ocurría inicialmente, ante la primera observación lograba modificar su conducta.
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos con el programa de corrección, JE se
ubica actualmente según la Escala de Inteligencia de Weschler en el rango de la
normalidad, su CI incrementa a 99 mostrando que al lograr regularse su capacidad
de rendimiento general mejora. En la actualidad se observa como resultado de la
intervención un niño más ordenado, organizado y con mayor disposición para
inhibir estímulos visuales y auditivos irrelevantes, su sistema ejecutivo mejoró
favorablemente ahora es capaz de seleccionar, planear, dirigir, verificar y corregir
sus actividades de acuerdo a lo esperado para su ciclo vital, el lenguaje del adulto
cumple ahora su función regulador en las acciones del niño. Respecto del
mecanismos neurofisiológicos de análisis y síntesis espacial la valoración pos
muestra mejoría en tareas de ubicación espacial identificación de relaciones entre
los elementos, no obstante, debe continuar fortaleciéndose especialmente cuando
estos son más complejos e impliquen letras, palabras, oraciones, números, etc.
Esta debilidad afecta las habilidades escolares (lectura, escritura y cálculo).
Discusión
En el contexto social hay niños activos, inquietos, movidos, nerviosos, agresivo,
etc., pero a veces detrás de un niño con estas características se esconde un
problema mucho más amplio y complejo y que no tiene nada que ver con el niño
travieso, la situación hacer referencia a los niños con TDAH según Barkley (1998),
es un “síndrome neurobiológico caracterizado por la presencia de un desarrollo
inapropiado de los mecanismos que regulan la atención, la reflexividad y la
actividad”. Esto se ve reflejado principalmente en una dificultad o incapacidad para
mantener la atención voluntaria frente a determinadas actividades tanto en el
ámbito académico, como cotidiano. La falta de atención está asociada casi
siempre a altos.
niveles de hiperactividad, definida como un grado de actividad motora excesiva
diaria claramente superior a la normal, poseen rasgos de impulsividad lo cual se
relaciona con actuar precipitadamente antes de pensar. No obstante, el exceso de
actividad no es la deficiencia básica en este trastorno sino la incapacidad para
mantener la atención y el proceder de manera impulsividad; como ocurría en JE,
quién no lograba regularse por sí mismo para la ejecución de las actividades
propuestas, no había de su parte una análisis y organización previa al desarrollo
de las tareas, de igual manera, el lenguaje del adulto no lograba ejercer la función
reguladora, actuando así de manera desordenada y poco estructurada de acuerdo
a lo esperado para su edad. Quintanar y Solovieva (2003) plantean que los niños
con TDAH presentan grandes dificultades en la ejecución de pruebas
neuropsicológicas que valoran funciones ejecutivas, pues la afectación en dicho
proceso se debe a un compromiso de los lóbulos frontales independientemente de
cual sea su predominio, rescatan lo planteado además por Luria (1973) quien
argumenta que estos lóbulos hacen parte del tercer bloque funcional que es el
responsable de las funciones de programación, regulación y control de la
actividad, en el análisis del caso se concluye que la mayoría de los síntomas
presentes en las acciones del niño, estaban referidas a una pobre maduración de
las áreas frontales, con escasa habilidad para autorregular y dirigir el
comportamiento y dicha debilidad estaba impactando toda la capacidad de
aprendizaje y rendimiento académico del niño. El programa de corrección se
centró en lograr establecer la función reguladora del lenguaje y desplegar el
sistema ejecutivo para que el niño adquiera el control de sus propias acciones, con
ella se corrobora lo propuesto por Luria (1980) cuando refiere que el niño adquiere
la capacidad de subordinar sus acciones a las instrucciones verbales de los
adultos, y a medida que lo desarrolla, adquiere la facultad de subordinar sus
acciones a las relaciones que ha formado en su propio lenguaje; es decir, la
función reguladora del lenguaje se forma de manera gradual; inicialmente está
externo en el adulto y posteriormente el niño mismo desarrolla la capacidad de
inhibir sus acciones hasta no haber formulado verbalmente lo que intenta hacer
(lenguaje interno). Durante la fase de intervención JE lograba el control de su
impulsividad con apoyo constante en los medios externos, señalizaciones y
orientación verbal y objetal por parte del evaluador que se constituía en la base
orientadora de las acciones, pero posteriormente estas fueron desapareciendo
paulatinamente hasta que lograba llevarlas a cabo sin la regulación del adulto y
apoyo externo. La mejoría en tareas como laberintos, copia y reproducción de la
figura compleja, copia de la casa, entre otros, nos permiten entonces inferir que el
niño a partir de la organización externa rigurosa que consistía en fraccionar la
acción en eslabones aislados por parte del adulto, le permitió representar ante
cada nueva situación una imagen orientadora completa de la acción, realizando
primero un análisis general para posteriormente aplicar las acciones particulares
que lo llevaran al cumplimiento de los objetivos, corroborando entonces lo que
plantea Quintanar (1995) frente a que con el desarrollo de las bases orientadoras
de las situaciones se forman las imágenes que controlaran posteriormente las
acciones. El implementar actividades lúdicas con reglas claras y firmemente
establecidas que fueran de interés para el niño, permitió que no solamente
desarrollara la estabilidad y fortaleciera su atención en este espacio sino también
la repetición y la constancia en otras actividades realizadas ya sean en el contexto
escolar o en el hogar, pues aún en el juego, se debía enfrenta a las consecuencias
de sus acciones y de este modo se iba organizando paulatinamente la atención y
el control de la conducta. De este modo, se considera necesario implementar
programas de corrección cada vez más enriquecidos y complejos que permitan
trabajar con niños con TDAH y sus cuidadores para así mejorar los patrones de
interacción con los adultos que actualmente en su mayoría son inadecuados, pues
como los comportamientos del niño no satisfacen las demandas de los adultos y
sus expectativas, tienden a reprenderlos y castigarlos constantemente porque sus
conductas son confundidas con problemas de rebeldía y desobediencia, viéndose
entonces a lo largo de proceso de crecimiento y desarrollo expuesto a
interacciones cada vez más negativas con los demás. La intervención muestra la
relevancia que tiene el adulto como mediador en el proceso de aprendizaje del
niño, como es necesario el acompa- ñamiento y direccionamiento para lograr un
mejor de control de su conducta y como esto impacta en sus acciones escolares.
A pesar del poco tiempo de intervención se obtuvieron cambios visibles y
cuantificables en la conducta del niño, sin embargo dada la gravedad del cuadro
se requiere mayor tiempo de intervención para consolidar los aprendizajes
además de manejo por equipo interdisciplinario para su seguimiento.
Conclusiones
En Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) el síntoma central
desde la neuropsicología es el deficiente desarrollo de la organización de su
conducta, específicamente de las formas de actividad consciente e
intencionalmente orientada. El síndrome neuropsicológico que presentan los niños
con TDAH es un síndrome complejo en tanto no desarrollan las actividades
conscientes, complejas, orientadas a un fin que son reguladas por el lenguaje. La
función comunicativa del lenguaje como medio de regulación de la actividad
compleja no se forma, por ello, las funciones psicológicas superiores que son
voluntarias y necesitan de la participación del lenguaje para su organización y
control no se desarrollan adecuadamente. El factor o la causa que explica muchos
de los síntomas presentes en el TDAH es la deficiente formación de la base
orientadora de las acciones mediante la cual se identifica las condiciones de la
tarea, se formula un plan y una estrategia para llevarla a cabo, se observa su
cumplimiento y compara el resultado final con el propósito inicial. Se hace
necesaria desplegar todo el sistema ejecutivo guiado por el lenguaje de manera
externa para que paulatinamente la acción se haga interna y se logre el
autocontrol, es algo que requiere tiempo para lograrlo. Todos los niños con TDAH,
deben ser diagnosticados y manejados para mejorar sus posibilidades de
aprendizaje y desempeño escolar.
Fuente: Rehabilitación neuropsicológica en un caso de TDAH con predominio
impulsivo Neuropsychological rehabilitation in a case of ADHD with impulsive
predominance Viviana Solis 1 y María Cristina Quijano 1 * 1 Departamento de
Ciencias Sociales. Pontificia Universidad Javeriana. Cali, Colombia. Rev. Chil.
Neuropsicol. 9(E2): 67-71, 2014 www.neurociencia.cl
Link: http://www.neurociencia.cl/dinamicos/articulos/453852-rcnp2014v9ne2-4.pdf