33
Instituto de Desarrollo Económico y Social is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Desarrollo Económico. http://www.jstor.org Instituto de Desarrollo Económico y Social Sociedad civil y sociedad política durante el primer peronismo Author(s): Omar Acha Source: Desarrollo Económico, Vol. 44, No. 174 (Jul. - Sep., 2004), pp. 199-230 Published by: {ides} Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3456036 Accessed: 18-06-2015 18:27 UTC Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/ info/about/policies/terms.jsp JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTC All use subject to JSTOR Terms and Conditions

Acha Peronismo

Embed Size (px)

DESCRIPTION

.

Citation preview

Instituto de Desarrollo Econmico y Social is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Desarrollo Econmico.http://www.jstor.orgInstituto de Desarrollo Econmico y SocialSociedad civil y sociedad poltica durante el primer peronismo Author(s): Omar Acha Source:Desarrollo Econmico, Vol. 44, No. 174 (Jul. - Sep., 2004), pp. 199-230Published by: {ides} Stable URL:http://www.jstor.org/stable/3456036Accessed: 18-06-2015 18:27 UTCYour use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jspJSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected] content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsDesarrolloEcon6mico, vol. 44, NQ174 (julio-setiembre2004) 199? SOCIEDADCIVIL YSOCIEDADPOLITICA DURANTEELPRIMERPERONISMO OMARACHA* Mas alla de la dicotomia estado/sociedad civil La construccion de la legitimidad del primerperonismo tuvo diversosescena- rios.Enel sistemainstitucionalformalno hubouna regimentacion de lo politico alrede- dor de la unidad organica entre gobiernoy partido,aunque esa mezcla era sin duda un elementoconstitutivode las manerasde concebirel poderpoliticoluego del 4 de junio de1946. Inclusosi en terminos ideolOgicos y en una diversidadde practicas estado y PartidoPeronistaconfundieronborrosamentesus fronteras, nuncaseunifi- caron y, sobre todo, jam.s perdieron sus dinmicas diferenciadas. Tampoco la clave del "sentido comQn" impuesto a traves de la formaci6nde una identidad politicaliga- da a Juan Peron y a Eva Duartealcanza a dar cuenta de los modos de imaginar lo politico, durantetoda una decada, entre quienes se decian "peronistas". Laidea que argumentare en este trabajo sostiene que la conformaciOn de la identidad peronista, la capacidad de insercion materialdel regimen en la sociedad, la constitucion de un conjuntocomplejo de practicas de movilizaci6npopular,y la eficaciade una maquina- riaelectoral, estuvieron ligadas a la activacibnde una "sociedad politica" densamente articuladacon institucionese iniciativasde la sociedad civil.En efecto, tantocomo la conformaci6n de las representaciones del estado segOn el imaginario de una "idea 6tica", el amor y la deuda del reconocimientosimbOlicohacia PerOn y Evita, y el acce- so a la ciudadania social, la construcci6nde esa sociedad politica fue fundamental paracomprender las especificidades de la hegemoniaperonista. Los estudios sobre la participacionpolitica desde la sociedad civil durantela entreguerra -sobre todo en la ciudad deBuenosAires- hallaronen esas decadas entidades y practicas donde se ejercitabala cooperaciOn en la provisi6n de distrac- ciones y sociabilidadesno s6lo clasistas. El coraz6nde estos "nidosde democracia" eran las sociedades de fomento, los clubes barriales, las bibliotecas populares. A pesar del grave perjuicio causado por la crisis de 1930, aOndurantela decada del dominiode la Concordanciaesa vida ciudadanareformista y poco conflictivaen ter- minosclasistas sehabriaalimentadode las mismasinstitucioneslocales. Hacialos * Institutode Historia Argentinay Americana"Dr. EmilioRavignani", UBA / Laboratoirede D6mographie Historique, EHESS.E-mail: . This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions200OMARACHA anoscuarenta dichas practicas habriancomenzadoun lento declive."El espiritu de- mocratico y participativoque anim6 alos barrios en su primeraetapa -escribiaL. A. Romero- fue declinando con el correrdel tiempo; en parte sedebid a la desaparici6n de las motivaciones bbasicas, a medida que las necesidadesiban siendo satisfechas, lo que ocurrio en distintos momentos segC'n los barrios. En ese contexto, seacentua- ron las tendencias originarias deesaselites barriales a la diferenciacibn y al cierre, hasta entonces equilibradas por el impulso mas general del resto dela sociedada la participacion, motivado por las necesidades mas inmediatas, dejando paso al desa- rrollodel autoritarismo,la manipulaciOn y la burocratizaciOn"(Gutierrez yRomero, 1995, p.162). En visperas del peronismo, el follaje y las raicesdela participaciOn habrian estadoseriamente debilitados (ibidem, p.164). Esta interpretacion de la so- ciabilidad politica del primerperonismo tiene un linajeya extenso en el cual la percep- ci6n dela accibn de las copulas estatales y partidarias buscadar cuenta de las mas especificas practicas sociaLes vinculadas al peronismo. Dicho cambiode eje delo politico hacia el estadonacional desvalijaria a los sectores populares y medios de los ejercicios de autonomia y deliberacion que habrian desarrollado en las decadas pre- cedentes'.En tales juicios se supone un antagonismo entre una sociedadcivil activa y un regimen indudablemente autoritario y centralizador. La idea basica aqui defendida es aue la realidad social fue muy distinta. No sdlo en el sentido de que hubo un activismo civil incluso mas vigoroso que antes, denso y extendido a todo el territorio nacional, sino que opero en tramas complejas y mutantes muy peculiares e irreducibles a nuestras categorias tradicionales. F. Jumarha mostrado c6mo en la localidad de Tolosa, pr6xima a La Plata, la vida asociativano disminuyo durante la decadaperonista. En la campara presidencial iniciada a fines de 1945, empero, sOlo el Club Sud Americaacepto organizar un asado criollo para recibir al contraalmirante A. Teisaireen representaci6n de PerOn2. Aunque no tenemosdatosdela evolucion delas asociacionesdela zonaenla decada si- guiente con respecto al peronismo, suactividad continuo. No hubo una excepcidn tolosana. Por et contrario, la consolidacidn del estadonacional comoun sitio de la demanda y la reaparicion de dificultades urbanisticas por el vertiginoso crecimiento de Buenos Aires y su conurbano, condujeron a la multiplicaci6n de una vida asociativa que devino incluso mas intensa que en decadas anteriores. La peculiaridad deese desarrollo deinstituciones no estatales consistio en que no podrian ser inscriptas, sin mas, en la sociedad civil. El peronismo implicO la consolidacibn de una region muy particular dela sociabilidad, aqui denominada "sociedad politica",que le aseguraba una reproduccion ideoldgica y militante. La eficacia dela peronizaci6n mas o menos solida delas intervenciones territo- riales locales consistio en la implantaciOn barrial ozonal de la presenciaperonista estatal. ,De que modo se transformo la sociabilidad politica con el peronismo? ,C6mo se expreso el peronismo en el barrioo en el poblado semirrural?La respuesta a estas cuestionesconsisteen articular los temas queproponen: el peronismo en lo local. LQue es, pues, la sociedad politica? Para comprender la politica moderna en un pais como la Argentina del siglo XXes preciso, en mi opinion, distinguir entre socie- 1 Gutierrezy Romero (1995, p. 169). MWs matizadasson las consideraciones de un trabajo reciente (Ro- mero,2002). 2 Jumar (1997, p. 80). L. A. RomeroIlamomi atencion sobre este estudio. This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsSOCIEDAD CIVIL Y SOCIEDAD POLITICADURANTEELPRIMERPERONISMO 201 dad civil, estado y sociedad polftica. El concepto de sociedad civil que hoy se adopta corrientemente deriva de ia distincidnmarxianaentreesta y el estado. La diferencia entreel concepto de K.Marx respecto del de G. W. F. Hegel consisteen que para este ia sociedad civil contenia a la administracion de justiciay a la policia,.yporende no era completamente extraia a la noci6nde estado. ParaMarx la sociedad civilestaba ligada al "sistemade las necesidades" y sobretodoa las actividades economicas. En el entendimiento actual, la sociedad civil comprende a todas las instituciones y a los individuos que persiguen sus fines particularesaunque se amparen en una retorica de to universal.Lasdemandasde las organizaciones de civiles las compele a interpe- laral estado tantocomo a la solidaridadvecinal. El estado comprende a las instituciones permanentesque se encargan de ase- gurar la reproduccibn de la sociedad y de si mismoen tantoente. Elestado se define por la soberania juridica e impositiva,que se garantizapor el monopoliode la violen- cia. La sociedad polftica, en cambio, esta compuestapor las institucioneseindivi- duos con vocacidnde participar o influiren la direcci6n del estado o de subvertir la sociedad y el estado3.Aunen esta segunda variante,la voluntad politica diferenciaa la sociedad politica de la civil. En las sociedades liberal-democraticas la sociedad politica esta compuesta basicamente por los partidospoliticos.Algunascorporacio- nes propias de la sociedad civil pueden integrarse momentineamente a la sociedad politica, como sucede con las entidades empresariales o los sindicatosobreros que sealineancon alguna fuerza politicaparaapoyar o contenderuna opci0n electoral. En la medidaen que una institucion que tienesu raz6nde ser inmediataen unreclamo particularizado -como un club de fdtbol barrial- pero adopta una identidad politica definida, 6sta pertenece tantoa la sociedad politica como a la sociedad civil. Aunque existencomunicacionese intercambiosentre las treszonas de la socia- bilidad, cada una responde a una o1gica diversa.Las formas mixtas, los conflictos y concordias, no pueden ser resueltas por la discusion conceptual, sino que deben ser investigadasempiricamente. La interlocucion entreestado y corporacionesempresa- riasdurante la decada de 1930, porejemplo, no alter6 la pertenenciade estas 01timas a la sociedad civil en la medidaen que dicha intervencion no determinO directamente la composicion de los gobiernos nise constituyo a partir de una identificacion politica. La integracion de las Juntas Reguladoras obedecia a la pretension de incidiren la conformacion de un sistema que permitierala acumulacion de capitaly no de fuerza politica. En cambio, despues de la caida del peronismo en 1955, la influenciadirecta de la burguesia en la dinamica politica inscribio a sus elites y a algunas de sus corpo- racionesen una sociedad politica,pues las aglutinaba o dividia la relaciOn con un movimiento politico excluido y la aspiracion a desperonizar al estado. Entre 1946 y 1955, ia relaci6n entre la sociedad civil,la sociedad politica -donde la zona mayor estuvo cubierta por el peronismo-y el dominioestatal constituyo el suelo real, y fue condicion de posibilidad, de la hegemonia populista. Pensar al peronismo solo desde su posicion de estado sin considerarsu compleja relaci6n con 3 Parauna discusibn del concepto de "sociedad politica", ver Chatterjee(1994, 1998, 2000). El concepto es aqui declinado segrn las exigencias de la investigaci6nempirica,pues en su elaboracion original fue pensa- do para la situacibn poscolonial india,donde un estado debil coincidia con una sociedad civil que no producia con celeridad elites aptas para dirigir al nuevo estado-naci6n.Antes de la propuesta de relecturade A. Gramsci en Chatterjee,los temas de la sociedadpolitica fueron atisbados y concernidos por la bibliografia sobre los "movimientossociales". This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions202OMARACHA las sociedades civil y politicaimplicadejar encubiertounode los enigmas mas impor- tantesde la decada: c6bmo se constituyo socialmente la creenciade que el peronismo era consustancialcon el estado? Enotros terminos: ,por que el peronismo no podia ser pensado fueradel estado? La hipotesis de este trabajo dice que ello fue posible porque las practicas de construcciondel acceso a la posici6n de estado, esto es, las propias de la sociedad politica, sehicieron predominantementeperonistas a traves de una particular activacion de la sociedad civil.En efecto, mientrasen las socieda- des liberal-democraticas la sociedad politica esta compuesta sobretodo por los par- tidos politicos, en la Argentinaperonista el movimiento peronista coloniz6buena parte de esasociedad politicadesplazando al resto de los partidos en su capacidad de interpelacibn. La peculiaridadperonistafue que el modode realizaresta operacidn se configurd a traves del Partido Peronista, pero tambien por medio de una multitudde organizaciones locales y redes informales.Dichas instituciones y redes facilitaron y reforzaron la implantaciOn local del movimientoliderado por Per6n. Esto brind6 al regimenpresenciabarrial, capacidad de movilizacibn populary maquinaria electoral para los tiempos comiciales. Creb, pues, la capacidad de perpetuarse en el poder4 La sociedad politicaperonista La respuesta militara la intervenci6n popularcallejera del 17 de octubrede 1945 fue la convocatoriaa unasociedad politica hastaentoncesmaniatada paracomponer un elenco estatal legitimado electoralmente.La serie de hechos posteriores hasta la asuncidn presidencial de Peron el 4 de junio de 1946 es bien conocida (Luna,1969; Ciria,1983; Torre, 1990). El 24 de febrero de1946 encontr6 a la sociedad politica escindidaen dos campos: el de la UniOnDemocratica (UD)y el de la alianzaentreel PartidoLaborista y el radicalismorenovador.Enambos terrenos la sociedad politica estaba particularmenteenriquecidapor ia accion militante que adoptaron institucio- nes usualmenteactuantesen la sociedad civil.Asi como la ConfederacionGeneral del Trabajo era el coraz6n del bloqueperonista, ni la UniOn Industrial Argentina ni la Sociedad Ruralocultabansu alineamientocon la UD. Lavictoria peronistapermitid unatransformacibndel estado. Si es cierto que los cambiosacelerados luego de 1946tenian precedentesimportantes, el desarrollocuan- titativo y la voluntadde planificacion peronistaindujeron alteracionessustantivassi- guiendo los cambios producidos mas exactamenteen el periodo 1943-1946 (Campione, 2003). La peronizacibn de la clase obrera y de granparte de los sectores populares, porai)adidura, cre6 unavisibilidaddel estado nacional que no se comprende sOlo por su crecimiento burocratico e institucional.Elestado como totalidad organica se habi- lito como objeto de la mentalidad popular una vez que fue identificadocon el presi- dente Perbn. La idea de estado como agente unitario es una construccion histbrica y es re- ciente; no esuna categoria del entendimiento. Para los sectores populares sOlo co- menzOa ser inteligible en el nivelnacionalcon el primerperonismo(para la clase dominante,pero sobre todo paraalgunas elites profesionales, burocraticas, militares, intelectuales y eclesia'sticas, esaidea ya existia). Antes de1946 el estado nacional Eneste articulo dejo de lado la historia regionaly local del Partido Peronista, que esactualmente objeto de numerosas investigaciones. Mis conclusiones sobre el aspecto mas original de la sociedad politicaperonista -sison correctas- deberian ser articulablescon los resultadosde dichos estudios. This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsSOCIEDAD CIVIL Y SOCIEDADPOLITICADURANTEELPRIMERPERONISMO 203 era mas bienun conjuntoheterogeneo de entes como el policia A, la maestraB, la ley N2 X,el edificio del Registro CivilY o Z. Mientrasen el ambito municipalla representa- cion de la autoridadestatal ya era comprensible a traves de una mezcla de lazos personalesy formas burocraticas, la lenta construcciondeuna referencianacional que la escuela y el serviciomilitarno habian logradoimplantar eficientementese arti- cult y consolid6 durante Ia primerapresidencia de Peron. El peronismoimplicd una transformaci6n aun mas dramatica en el terrenode la sociedad politica. En efecto, aunque en este terrenonadaes definitivamente estable, to que otorg6 su eficacia mayor al peronismo fue que consiguio constituiruna socie- dad politicapropia. En el campo de la sociedad politicageneral(que incluia a los diversos partidospoliticos) se conform6 una sociedad politicaperonista con capaci- dad paragarantizar el acceso del peronismo al poder. Lavariante golpistaque iba a resolver la imposibilidad de vencer electoralmenteal peronismo no se explicapor la ideologia unanimistade Perdn, que era en extremo pobre en contrastecon la riqueza de la sociabilidad politica real, sino por la imposibilidad de imponer la alternancia de partidos dada.aautosuficienciade la sociedad politicaperonista. Alliencontramos, desde luego, la serie extensa y conflictivade la regimentacion peroniana de los diversos partidosperonistas. Del laborismoal PartidoPeronista pa- sando por el Partido Unico de ia Revolucion Nacional, las vfas de disciplinamiento bajo la autoridadindiscutidade Peron obligaron a unatareanuncaacabada y que las cartas organicasy estatutos partidarios jamas lograrondescoyuntar(Reyes, 1946; Gay, 1999; Pont, 1984; MacKinnon,2001). Entre las mas notables y significativas institucionesde la sociedad politica peronista se encuentrala FundacidnEva Peron (FEP). La historiografia ha dispuesto de sus conceptos tradicionalesintentandoubicarlaen algdnespacio del estado (Ferioli, 1988;Plotkin, 1995). No obstante, su posicidnque la situabaen eI intervaloentreser una institucidnde derecho privado e interes publico (asi la declaraba la ley de crea- cion) no la hacia estatal.Comoentidad politicaperonista, debia regirsepor la autori- dad partidariacuyo principio de ordenera dictaminado por Peron. Cuandoel Congre- so le asign6 porley una partidapresupuestaria, el presidente Peron veto esa determi- nacion porque ello supondria el ingreso de la FEP at contralor estatal, lo que la privaba de la autonomia y autarquiaque eran esenciales para su actuacion politicay social. La extracciOn compulsiva de la cuota sindical por via estatal y el reconocimiento legal de un sblo sindicato por ramade produccioncondujo a la equivocainterpreta- cidn de una estatizaciOn del movimientoobrero.Esa lecturano es compatible con los hechos. La peronizacidn de la CGTla inscribio en la sociedad politica,junto a la FundacionEva Peron, y a las otrasentidadesde la "comunidad organizada". La mu- tacion de entidad civil a sujetopolitico tuvountranscurso muypreciso,que fue desde el 17 de octubrehasta la formaciondel PartidoLaborista.Es precisodecir, en este punto,que ninguna de esasinstitucionesse cobijo sin tensiones en la ensonacidn corporativista de Peron. La CGTestuvo habitada por tensiones importantes incluso cuando la dirigieron sindicalistas designados mas por su fidelidada Peron que por el entusiasmode la masa obrera.Paraobservarlono hace falta mas que analizarel c6lebre Congreso de la Productividad, donde la comdnobservancia peronista de la Confederaci6n General Econ6micay de la CGTno fue obice paraque Jose Getbard yEduardo Vuletich se arrojaran no muy ambiguosreproches y amenazas.En esos casos surgian disensosderivados de la complejidad de la sociedad politica peronista. This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions204OMARACHA Ademas delasluchas intestinas por espacios de poder, por el reconocimiento de representatividades, la central obrera debia atender asusfines particulares, es decir, a los requerimientosque conservaba como entidad que tambien pertenecia a ]a sociedadcivil. En otros terminos, suidentidad peronista no suponia una aceptacidn automatica delas decisiones preferidas por las mas altas autoridades partidarias. Su basesocietaria tampoco consentiasin protestar las exigencias de productividad y ajuste economico que crecientemente acosabanal gobierno peronista (Doyon, 1977). Porque la CGTno ocupaba una posicion estatal es que las determinaciones estatales de la productividad eran solo mediatamente exigibles. Estas tensiones estuvieron pre- sentesen todos los gremios y federaciones importantes, como fue el casodel sindica- to azucarero de Tucuman (Rubinstein, 2003).Asn antesdeloscriticos argos 1954- 1955, losdiarios peronistas ligados alossindicatoscomoEl Lider oEl Laborista, contenian editoriales conla consigna "Producir, producir". Cuando Ileg6 el momento deconcretar este apoyo social ypolitico aun gobierno que consideraban el mas suyo, las reaccionesfueron inocultablemente ambiguas. La identidad politica era en- toncescuestionada por los intereses particulares. LQuetipo de identificaciOn politica era esta que tensionaba a la CGT?Como las Unidades Basicas delPartido Peronista (sobre todolas femeninas), lossindicatos decian "nohacer politica". Una clausula adversativa habilitaba, sin embargo, el apoyo practico y aun militanteal peronismo. El LFder, por ejemplo, argumentaba hacia 1947 sobre la relacion del sindicalismo con lo politico: "Lafuncibnesencial de las organizaciones obreras es, desde luego, la defensa de sus intereses gremialesy sociales, no la actividad politica. Pero cuando, en virtudde una politica basada en la verdad, en la justiciay la libertad, la clase trabajadora ha logrado conquistas por las que lucharasin exito durante medio siglo, esamisma clase trabajadora esta en el deber de apoyar y defender esa politica, sin la cual peligrarian sus conquistas. Este esel sentido exacto de la intervencibnde las agru- paciones obreras en la politica"5. Esta indeterminaci6n no seria eliminada incluso despues dela adopcion oficial de la "doctrina peronista"por la CGTen 1950 y su inscripci6n como "rama"del Partido Peronista. La fluctuacidn de la central obrera entre susintereses particulares ("civi- les") y su identidad peronista ("politica")suponia una inestabilidad que la copula par- tidaria peronista siempre busc6 domeriar. La destruccidn del PartidoLaboristadecidi- da por Peron en mayo de1946 tenia la funci6n deeliminarmucho mas que auna dirigencia (L. Gay, C. Reyes) que creia tener ideas y basesocial propias, sino tambien la deanular la conflictividad que la cercania demasiado estrecha entre politica y de- mandassectoriales auguraban para un gobierno que debiaserinterclasista. En la etapa intermediadel PartidoUnico de la Revolucion Nacional (1946-1947), la partici- paci6n de las organizaciones sindicales como entidades adscriptas al partido secon- serv6. La decision de regimentar a ese partido discolo condujo aIa constitucibn del PartidoPeronistael 14 de enero de1947. La novedad consistia en que el primer Esta- 5 "Los gremios y la politica", El Lider,13-2-47. Pocas lineas mas abajo agregaba: "Elsindicato no esel comite. Bien. Pero en esta circunstancia la clase trabajadoraargentina tiene necesaria, imprescindiblemente que miraren la politica del gobiernosurgido de la Revolucion la unica garantiapara su dignidady su libertad".En ambas citas, los subrayados son mios. This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsSOCIEDAD CIVIL Y SOCIEDADPOLITICA DURANTE ELPRIMER PERONISMO 205 tutodel Partidono reconocialas organizaciones sindicalescomo capaces de integrar, en tanto que tales, a la institucion politica. Enotras palabras, la creacion del Partido Peronista intento de-sindicalizarat peronismo, al menos en el nivelinstitucional y asi otorgarmayorpoder de autonomiaa las elites politicas. Las presionesgremiales revir- tieron rapidamente este intento. Asi como el sindicalismono se estatizo, aunque se alter65dramaticamente su vinculocon el estado, tampoco se redujo a ser una seccion subordinadadel Partido. En ambos terrenos, el del estado y el de la sociedad politica, la centralobrerase reconociaen el lider indiscutido, perotambienposeia unaautonomiarelativa.El ejem- plo quizasmas inequivoco,junto a la reticencia de ajustarse a las solicitacionesde la productividad,fue el intentode imponer la candidaturade Eva Peron a la vicepresi- dencia (Eichkoff,1996). La sociedad politicaperonista, entonces, poseia una inestabilidadestructural. Con todo, su amplitud no se comprende Onicamenteconsiderandolas grandesorga- nizaciones perceptibles desde la ideologia de la "comunidad organizada". La aspiracion de Peron, Evita y la segunda linea(D. Mercante, A. Borlenghi, C. Aloe, D. Parodi) de disponer de un aparatopoliticoy social unitarioera socavada por una productividad institucionalde la sociedad que excedia la capacidad del control partidarioy del estatal6. ElPartido Peronista, por otra parte, no consigui6 jamas regimentar a sus unida- des basicas (masculinas o femeninas)que respondian a las lejanas directivasde las cupulas,pero que tambien debian proveer a las necesidades o aspiraciones locales como justificacion de su existencia.Mundo Peronista (MP),la revista especialmente destinada para circularen las unidades basicas, nuncase pudoprivar de lanzar repri- mendas a estas con la acusacion de reproducir las practicas clientelisticas delos comites radicales y conservadores7. Fueotroel ambito en el cual la produccion de organizaciones sociales ampli6 [a complejidad de una ya por demas densa sociedad politicaperonista. En efecto, si en los iniciosde la aventura politico-socialperonistafueron sobre todo los sindicatos y los oficiosos"centros Coronel Peron" los que apostaronpor la estrellaascendientede la politicaargentina ante las elecciones de 1946, de manera paulatina unamultitudde instituciones que generalmente se comprenden como propias de la "sociedadcivil" se peronizarony muchasotras surgieron e incluso proliferaron a partir de 1946. La aparicion de entidadesculturaleso fomentistascon identidad peronistaque se convirtieronen unidades basicas o se aliaroncon estas paraasegurar la hegemo- nia local del peronismo alcanzo una extension inusitada. Por caso, en octubrede 1947se fundounCentroCultural y Social17 de Octubre en la avenida Nazca al 3300, donde "[s]e difundia la doctrinade nuestro Lider, el General Perbn, y desu ilustrecolaboradora,la sefrora Eva Peron. Extendiadicho centrosu acciOn social y cultural,impartiendo clases gratuitas a los alumnosde la zona, para el mejor desenvolvimiento de sus actividadesescolares".Este centrocul- 6 Cada integrantede la segunda linea tenia, por ainadidura, sus drganos de difusi6n y jugaba sus propios creditos en el interiorde la sociedad politicay en el gobierno (Rein, 1998). 7 "Su Unidad BAsica",MP, N9 13, enero de 1952; "Algomas sobre unidades bAsicas", idem, N9 18, abrilde 1952;"Misi6h de la unidad basica peronista",idem, NQ 49, setiembrede 1953;".Sun Unidad Basica ejemplar", N2 51, octubre de 1953; "UnidadesBasicas inactivas",idem, N- 54, noviembrede1953. This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions206OMARACHA tural paso a ser unidadbasica en 19508.Enotros casos, las Sociedades de Fomento se peronizaron a pesar de las resistencias iniciales. Juntoa la extension de la identidad politicaperonista a los sectores populares, la performance estatal de la posguerraque era vista como propiamenteperonista ampliaba la viabilidadde demandasdesde instituciones locales. Unavez que el esta- do nacionalse impuso a si mismocomo sitio de la demanda,la posibilidad de mate- rializar pedidos de solucion a problemas edilicios, de transporte, educacidn,recrea- cion y edificacidnculturaldesde los barriosse amplifico. El gobiernoperonista fue victimade sus promesas de justicia social. Estono solamentese produjo en la ciudad de BuenosAires y sus alrededores,o en las grandes urbes litorales, sino en toda la extension del pais. La concentracion demografica en las zonas del litoral rioplatense incrementb las necesidades edilicias que el estado manifestaba poseer la capacidady sobretodo el deber de resolver.Asi las cosas, la factibilidadde una soluciOn de las necesidades locales y cotidianasdesde la intervencion estatal favorecio la multiplicacion de orga- nizacionesbarriales que sOlo ya muy avanzada la decada de su hegemonia el partido peronistay el gobiernolograroncomprendery utilizar politicamente. Haciael fin del primergobiernoperonista(1946-1952),la red de la sociedad politica peronista incluiauna multituddeasociaciones. El asociacionismodela bOrgerliche Gesellschaft era tambien denso y activo. En ocasiOn dela espera de demandas para el II Plan Quinquenalque el presidentePer6n hizoel 3 de diciembre de 1951, esa urdimbre asociativa se mostro en todasu extension e inclusose multiplicO. Envistasde la confeccion del nuevo Plan Quinquenal, el recientemente reelecto presidente Peronhizo un Ilamado pdblicopor la cadena oficialde radiodifusiOn ins- tandoa todas las personas e instituciones que o10 consideraran necesario, que acer- caranhasta el 31 de diciembre pedidos y sugerenciaspara ser analizados y quizas incluidosen el Plan (PerOn,1951). La informaciOn reunidase adosariaa la recolecta- da meses antes en una encuesta Ilevadaa cabo en todo el pais bajo el lema "Per6n quiere saber lo que su pueblo necesita".Lacantidad inesperada de demandasreci- bidas obligo a extenderel plazo hastafines de enerode 1952. Hoydisponemos en el ArchivoGeneralde la Nacionde alrededor de 19.000 dossierscon los pedidosdirigi- dos a PerOn o al ministrode Asuntos Tecnicos,RaOl Mende9. La celeridad con que se 8 "UnaUnidad Basica peronista",MP, N- 11, diciembrede 1951. 9 Una nota de MPseralaba que la totalidadde pedidos alcanz6 la cifrade 24.000, pero las existencias del Ministerio de Asuntos Tecnicos depositadas en el ArchivoGeneralde la Nacibn apenas superan la numeracion de 19.000. Cf. el articulo "iAqui esta su proyecto!",MP, N- 24, julio de 1952, pp. 8-11. Paraeste trabajo se tomo una muestrade 3.000 legajos clasificados como "Iniciativas". Consideradala destrucci6nde las cartas enviadas a la Fundaci6nEvaPer6n y las dificultadesintrinsecas de la historiaoral para un periodo de la densidad miticadel primerperonismo, estearchivo constituye para el nacimientode la Argentinaperonista el equivalente -mutatis mutandis- delos Cahiers de doleances para el estudio de la Revolucion Francesa, es decir, el repositorio mas importante de textos literalmente de primera mano que pueden iluminar las ideologias eincluso las practicas de amplios sectores deIa poblaci6n. Una objeci6n razonable a su representatividad estb dada por su limitacion temporal a unos meses que hacen bisagra entre 1951 y 1952. Sin embargo es importanteconsiderarque hacia fines de 1951 el apoyo y rechazo del peronismo medido en terminos electorales se estabiliz6hasta el fin del periodo,por lo que es plausiblesuponerque tampo- co hubo ya grandes torsiones politico-culturales hasta el momentocriticodel conflictocon la iglesia catdlica. Por Oltimoel orden burocratico impuestopor el secretario Jose Figuerolay por su sucesor el ministroRaIl Mend6hizo que searchivaranlos pedidos anteriores y posteriores a la coyuntura del II Plan Quinquenal,lo que permite observar que las respuestas a Peron pertenecian a prActicas ya conocidas. Estos se indicaran con la expresi0n This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsSOCIEDADCIVILY SOCIEDADPOLITICADURANTEELPRIMERPERONISMO 207 enviaronlas cartas demandantesen un lapso inferiora dos meses sugiere que la practica de interpelacibn al estado -si es que alguna vez habia decaido- en las inme- diacionesde la decada peronista estaba en Optima forma. La mayoria de las cartasfueronclasificadas por temas, transferidasa las ofici- nas estatales correspondientes, analizadas y evaluadas. Luego las dificultadeseco- n6micas y la imposibilidad de traducirtecnicamente las demandas aprobadas en la planificacibncorldujo a que se incluyeran en el Plan sOlo parcialmente. Sin embargo, la decisi6n inicialde considerarcada caso fue respetada. Asi las cosas, el pedido enviado por 34 vecinos de RosarioTala, Entre Rios, de ampliar el edificiodeuna escuela fue incluidoen el Plan.Se dio acuse de recibode todos los pedidos, y se organizaroncarpetas con todos los tramites subsiguientesy las nuevas misivasen- viadas por el mismoremitente.Se encuentrancartasde mujeresy hombres que por el trazoes evidente que no escribiancon frecuencia y que su educacidn fue elemental, en papeles muypequerios arrancadosde algOn cuadernoescolar o de la libretade "fiado"del almac6ndel barrio, que fueronestudiados por untecnico importante de ia reparticion estatal correspondiente. Es cierto que Peron exagero sus capacidades al prometer en su referidaalocucion que el revisaria personalmente cada iniciativa (sin duda lo sorprendiola masa de solicitudes). Sin embargo, dio 6rdenesexpresas de que por interpOsita persona esa palabra fuera respetada, lo que consumid ingentes cantidadesde trabajo burocratico y tecnico10 Lo sorprendente de la cantidadde solicitudesno son las provenientes de sin- dicatos y unidades basicas, que fueronincitadosa realizar pedidospor razonesfAcil- menteentendibles:asi se legitimaban localmente y favorecian la imagen del gobierno nacional.Lasdemandas al II Plan Quinquenal delatanuna densa redde organizacio- nes de todo tipo actuantesen los espacios locales, municipales,provincialesy nacio- nal, que usualmente se incluyen en la sociedad civil,peroque aparecen articuladas conlas entidades "politicas" de la sociedad politicaperonista,que poseen una dirigenciaperonista o se identifican institucionalmente como peronistas. Es de interes historiografico y sociologico notarla persistencia de tales instituciones despues de 1945. Pero para el tema aqui tratado, Io cruciales destacar la articulaciOnde clubes, sociedades de fomento,bibliotecas, asociaciones "amigas" de calles, en el seno mis- mo de las entidades que eranlas contempladas en la poco elaboradanocion peronista de la sociedad politica: sindicatos y unidades basicas. A estas se dirigioespecial- mente ia alocucionde Per6ny las circularesemitidas porla CGT y el PartidoPeronista. Sin embargo, de aquellas otras instituciones, no menos numerosas, arribarondeman- das que esperaban la respuestapositiva del estado. Es cierto que los pedidos realiza- "Plan deGobierno", cuando setrate de solicitudes destinadas a la planificacion, y "Carpetaespecial" en los casos de documentaci6n acumuladacomo parte de las tareas habitualesde la Secretaria Tecnica. 10 Naturalmente,el pedido de Peron y la ambici6n planificadora del estado llevarona que se tomaranen serio las exigencias mas descabelladas. Ningunadeja de ser significativa en sus implicanciaspara la lectura cientifica. Asi el caso de un habitantede la ciudad de Buenos Aires (y podriapresentar innumerables ejemplos distintos)que lamentabalas restriccionesdel consumo obligadas por la especulacidn de mercaderias. Porque creia que Peron estaba empeiado en obtener el bienestar del pueblo argentino,proponia una obra de gran magnitud, "quizas unica en el mundo". Aprovechandola inclinaci6nnatural sugeria la creacidnde un "vinoducto" que distribuyera el manjar etilico desdeSan Juan hasta Buenos Airescon ramalesa C6rdoba,Rosario,Mardel Plata y BahiaBlanca.Se trataria,de acuerdo con el solicitante,de una expresibn mas de las conquistas sociales del peronismo.Cf. ARGENTINA, ARCHIVO GENERALDE LA NACION,FondoSecretaria Tecnica (luego Ministerio de Asuntos T6cnicos), Iniciativas para el II PlanQuinquenal,Caja 79, Legajo 15.639. En adelante citare los legajos sin otra aclaracion que el nOmerode caja y legajo precedidos por "AGN-ST". This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions208OMAR ACHA dos al estado se hacian tambien en cuantoentidad que debia responder adecuada- mentea reclamos considerados justosy razonables.Loes tambienque las ret6ricas de las solicitudes soltian extremaridentificaciones peronistasque eran vistas como indispensablespara hallaruna buena acogida. Con todos los reparos de rigor, la presencia de una red institucionalasociada a la hegemoniapoliticaperonista en el contextode una sociedad civil polimorfica es indudable. Porsus caracteristicas, esas entidadeseran complejas en sus alianzas.En algu- nas localidadesse aunabanen las demandasunidades basicas, cooperadoras esco- lares, sociedades de fomento y clubes. Alli la zona concernida por ta cooperadora (lindante at estado), a la unidad basica (la sociedad politicapropiamentedicha)y los clubes deportivosy sociedades de fomento (usualmente entendiblescomo origina- riasde la sociedad civil)aparecian como participes de una misma y necesariamente compleja identificacion politica. Perootroscasos son menos explicitos en la confluencia politica,y el apoyo de diversasinstitucionesa un pedido de pavimentado de una calle da cuentade la soli- daridad obligadapor una demandamaterial y de poco mas. Tambienfueronnumero- sos los pedidos surgidos de grupos de "vecinos"autoconvocados para redactaruna solicitud y reunirfirmasde apoyo. En ocasiones, esas agrupaciones momentaneas se convirtieronen"comisiones" para seguir el curso de la demanda y con el tiempo devinieroninstitucionesestables. Con dificultadlas elites peronistascomprendieronla importancia de estas aso- ciaciones locales. Discursivamente, los sindicatosnunca dejaron de ser los modelos exclusivosde "organizaci6n del pueblo". La imaginacion corporativa inicialfue dema- siado poderosaparapermitir una visualizaci6neficientede la compleja red de la so- ciedad politicaperonistay de la densa sociedad civil donde, en 1o real, el peronismo se filtrabaen el tejido social mas menudo. Percepci6n y fracaso del PartidoComunista La organizacion que mejorpercibi6 la importancia de la politizacidn en cursode las institucionesde la sociedad civilfue el PartidoComunistade la Argentina.Aqui interesa su actuacion solo en la medida en que ilumina la extension deuna institucionalidadlocaly que demandas particulares estaban disponiblespara la inter- pelacion politica. Como ha seralado H. Camarero (2002), la historiadel PartidoComunistano puede ser restringida alas copulas largamente dominadas por Victorio Codovilla, Jer6nimo ArnedoAlvarez y Rodolfo Ghioldi. Lamilitanciacomunistaofreceun panora- ma mats abigarradoy complejoque los relatosheredados que aOn siguen marcados por los revisionismosde izquierda(R. Puiggros, J. A. Ramos). Esta indicacion es vali- da parala decada de 1930, y lo es tambienpara [a primeradecada peronista. Con ia anulacion politico-electoral del comunismoen el traspiO de la UniOn De- mocratica, con las dificultades para sostenerlos sindicatos comunistas, la militancia partidaria dirigi6 buena parte de sus esfuerzosa la activacionde las demandasloca- les, sobretodoen la ciudadde BuenosAires y su periferia. Eraunterreno que conocia bien, puesadn antesdel inicio oficial dela politica del Frente Popular del PCA habia diversificado susactividades y superado largamente la sindical y la politica (en sen- tido restringido). This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsSOCIEDADCIVILY SOCIEDADPOLITICADURANTEELPRIMERPERONISMO 209 El Partido organizaba su militanciaen tres tipos de celulas: de fabrica, debarrio o calle, y femeninas"l. De acuerdo conJ. J. Real, en1946 elPCA tenia 28 comites barrialesen la ciudad de Buenos Aires (Real, 1946, p. 21). La percepciOn de la impor- tancia de Ia activaci6n barrial ocup6 un lugar relevante en la tactica comunista. Rele- vantescuadros del PCA desplegaban susaccionesenelmarco del fomentismo12 Los reclamos mas elementales fueron ocupando espacios cadavez mas importantes como problemas de la agitacion. A partir de la agitaci6n se abririan, en una segunda instancia, los espaciospara la propaganda.Comprendida la victoria ideologica peronista en la claseobrera y en los sectores populares, el PCA dispuso una estrate- gia de "apoyar" los aspectospositivos y "criticar" los negativos. La idea directrizde esa politica fue tensionar las demandas de "justicia social" al gobierno hasta el punto que este delatara suscontradicciones. Entonces loscomunistas aparecerian como los representantes consecuentes de exigencias concretas que el propio peronismo prometia satisfacer pero que no lograria cumplir.El modo deactivar alos sectores populares fue propendiendo a la conformacidndeasociacionesen el senode la so- ciedadcivil en demanda al estado. En 1946 el PCA propiciaba la formacion de una Junta Popular Pro Mejoramiento Social en la ciudad deBuenos Aires. Su justificacidndelas juntas era la siguiente: "Las juntas vecinales deben concretar la realizaciOn del programa barrial peticionando a los poderes pdiblicos: al intendente o al Concejo Deliberante,la ejecucidn de tal o cual mejora, como ser limpiezay arreglos de luz,hospitales,transportes,parquespara niios y recreos y todos aquellos puntos incluidosen el programa. Esas juntas deben organizar demostraciones y concurrirante las autoridades al efecto; organizar el me- dio y la formaen que los vecinos conozcan el asunto"13 La composici6n de las juntas no debia ser politica: "Todoslos vecinos, sin distinci6nde credos religiosos o politicos tienenun lugar en la luchaconstante por el mejoramiento social. (...) Todo aquel que tenga inquietudes de progresoy mejoramiento social -continuabael articulista-debe participar en el movi- miento, debe estaren las comisionesdirectivasde las juntasvecinales; en las comisio- nes internas y organicas que encarenlos distintos problemasque prescribe el progra- ma. Esas personas deben ser elegidas en verdaderas asambleas democrdticasen su procedery elecci6n, recogiendo las iniciativas que cada vecino proponga en pro de las mejoras sociales"14 Asi como en el casoanteriorsedemandaba a los poderes municipales, las mili- tantes comunistas tambien organizaban grupos para solicitaral propio Peron. Fue asi que amasdecasadelbarriodePalermo constituyeron una Comisi6n Femenina pro Abaratamientodelos Articulos de PrimeraNecesidad.La primera medida adoptada 1 Ver Real (1948). Las celulas ligadas a la FederacidnJuvenilno estaban integradas exclusivamente por afiliados. 12Jose Pedrolo,militantede la Federaci6n Juvenil Comunista, era un conocido dirigente de la federaci6n de sociedades de fomento de la provincia de Buenos Aires.Otrocaso fue el de Pedro Valla,expulsado luego del XICongreso de agosto de 1946, que era presidente de la Federacion de Sociedades de Fomentode 4 de Junio, en el conurbano bonaerense, integradapor 43 asociaciones fomentistasy ocho juntasparroquiales. Sobre Valla, vease Clase Obrera,N2 3, 11-10-47. 13 Angel Ortelli,"Ampliary desarrollarelmovimiento quepropicia la Junta Popular Pro Mejoramiento Social",Orientacidn,10-4-46. 14 Idem. This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions210OMARACHA fue la confeccion y el envio a Peron de un petitorio reclamando la rebaja del precio de articulos deconsumo corriente15. Tambien enun temadelicado para la legitimidad del peronismo comoera el combate contra el alza de precios, el comunismo milito para propender a una movili- zaci6n popular no ritualcomo la usual del peronismo, sino una capaz dealterar las relaciones defuerza politica. La apertura para estamilitancia habia sido la exhortaciOn de Peron a constituir "comisiones de vecinos" para controlarel alza de precios en los comercios barriales. Con ellas colaborarian las unidades basicas, aunque no setrataba de politizar a esa ciudadania movilizada. El comunismo, encambio, si pretendi6 convertirloenun pri- mer tramo en ia denuncia delas limitaciones gubernamentales. La peculiaridad de la intervenci6n comunista consistia en que esa tactica no se basabaen la confrontaci6nde identidades politicas, sino en la defensade cuestiones que -creia- deberia ser compartida por las personas comunes: "Desde el momento que seria absurdo negarque a todo el pueblo interesaacabarcon la carestia -decian-, es Ilegada la hora de movilizarlo y organizarlo contralos unicos interesados en mantener la actual angustiosa situaci6n:los elementos de la oligarquia y el imperialismo,que realizan ingentes ganancias especulando con las necesidades mas sentidas de la poblaci6n. Y porque estos disponen de poderosos medios y milti- ples maneras de burlarlas disposicionesadoptadasy a adoptarse, es menester que el pueblo se movilice y organice en comisiones populares tal como lo preconizala ley 12.591 [de precios m.ximos], no solo paradescubriry lucharcontra la carestia y sus responsables hasta en el mas apartado rinc6n del pais, sino tambien porquede esos organismospopulares, en contacto directocon las caracteristicas y particularidades de cada lugar,pueden sugerir las medidas mas practicasy adecuadas, realizarel m.s constante control de su aplicacidn,vigilar la observancia de los precios m.ximos y contribuir practicamente a la fijaci6n de los mismos"16 La insistencia en que los "organismospopulares" serian Ia Onica garantia contra el agio semantuvo como reclamo durante varios arios17.Ademas del impulso para la creacion deentidadeslocales para el control delos precios, el PC propugnaba que esas entidades sealiarancon los sindicatos y otras instituciones "populares,deporti- vas y culturales" para hacer mas efectivo el control18 La activaci6n deinstituciones debaseno s6lo clasistas, su articulaci6nconlos sindicatos, sevinculaba con una tercera idea: la de denunciar el incumplimientopor parte delasautoridades constituidas. En efecto, sibien estasintervenciones enel senode la sociedadcivil eran apoliticas, debian devenir politicas alestablecer la incapacidad estatal-peronista para rendirdebida cuenta de las exigenciaspopulares. Estas afectaban particularmente alas autoridades municipales19. 15 "Amasde casa entranal combate contra ia carestia", La Hora,13-7-46. 16 "iOrganizacin popularcontrael agio!", La Hora, 13-6-46. El decreto de Per6n modificandola ley N- 12.591 (promulgada en setiembrede 1939)facultabaa la Secretariade Industriay Comercioy a los Gobiernosde Provincias y TerritoriosNacionales a crear registros de empresas productorasy comerciantes, pero no a formar los "organismos"que mencionael citado articulo.Cf. Anales de Legislacion Argentina, t. VI,1946, p. 658. 17Por ejemplo: "Sololas comisiones populares podran lucharcon exito contra la carestia dela vida", Orientacidn, 2-11-49; "Un comunicado de la Junta Intersindical y Popular contrala carestia",idem, 23-11-49. 18 "iOrganizaci6npopularcontrael agio!", art.cit. 19 "Situvibramosun r6gimenmunicipal democrAtico.Los representantes de La Paternaldirian",Orienta- cion, 20-9-49; Hector P. Etcheverry, "ElPartidode Moron, victimadel 'Justicialismo' municipal",idem, 16-11-49. This content downloaded from 146.155.94.33 on Thu, 18 Jun 2015 18:27:58 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsSOCIEDAD CIVILY SOCIEDADPOLITICADURANTEELPRIMERPERONISMO 211 La propuesta de agitacidn comunista estabahabitada por una ambigOedad ma- nifiesta. Pretendian congregar a "vecinos y obreros" sin interpelarlospoliticamente, pero enlasreivindicaciones que se debian multiplicar setendia aincluir consignas tipicas del comunismo (como aquella de la "paz", esdecir, prosovietica). Veamos una formulaci6n que resume estacondici6n: "Sabemos que lograremos solucionarlos angustiosos problemas del barrioa condi- ci6n de crearun gran movimientounitariode obreros y vecinos agrupados en comisio- nes con ampliaparticipaci6n de sociedades vecinales y de fomento,comerciantes, profesionales, clubes, organizaciones femeninas,juveniles, culturales, los comites politicos de todaslastendencias, los sindicatos, etc.Es decir, un amplio frente de obreros y vecinos que luchen por la paz, por trabajo, contra la carestia, por jornales adecuados, por vivienda barata, contralos desalojos,por el hospital,por un transporte barato y eficiente"20. Los intelectuales organicos del peronismo comprendieron adecuadamente la tactica de "infiltraci6n" comunista a partir deuna sociedad movilizada einstituciona- lizada. En una nota editorialdeNoticias Graficas, publicaciOn periddica filoperonista, sedescribia la dialectica comunista: "Lamaniobrade los comunistassedesarrollade esta manera:en primer t6rmino, se provee al afiliado simple(...) de todos los elementosde juicioposibles. En seguida, se le ordena trabajar conformea las condiciones de cada barrio, en favorde la lucha general contrael aumentodel costo de la vida.Desde luego, se le instruyeparaque no planteela cuesti6n partidaria(...). Asimismo, es tareade esoselementosinfiltrados la constitucibndecomisiones de vecinos encargadas de fiscalizarlos precios delos articulosde primera necesidad. "Lo que se quiere es provocar reuniones y asambleasobrerasdestinadasal estudiode los problemascreados por el agio de la mejor manerade combatirlo.Esa es la oportu- nidad que aprovechan entonces los comunistas para proponer sus puntos de vista y sus