Análisis Hiroshima Mon amour (Alain Resnais-1959)

La película Hiroshima mon amour, comienza con escenas ricas en primeros planos y

planos de detalles, tomadas en su mayoría con ángulos frontales. Todos los primeros

planos iniciales muestran al espectador algunos de los resultados del primer bombardeo

atómico de la historia, tanto a nivel estructural, como a nivel biológico. Además, se hacen

acercamientos pasando de primer plano a plano de detalle para enfocar algunos de los

objetos presentes en lo que aparenta ser un museo con el objetivo de dimensionar la

magnitud del daño, desde lo más pequeño, hasta lo que parece ser un plano general de la

zona afectada, que resulta ser una maqueta.

Esto es seguido de tomas frontales usando planos generales (mostrando multitudes y

zonas afectadas), planos conjuntos (de personas intentando liberarse de las ruinas),

americanos y medios (de personas caminando entre los escombros), primeros y

primerísimos primeros planos (haciendo acercamientos a daños en personas, animales,

objetos y zonas específicas de los mismos) y en repetidas ocasiones se hace uso del gran

plano general para exponer la magnitud de los movimientos multitudinarios.

En repetidas ocasiones, se realiza un encuadre de los protagonistas mediante

primerísimo primer plano de la espalda del hombre y de las manos de la mujer,

transmitiendo al espectador la idea de la intimidad, sin la necesidad de mostrar la escena

completa.

Durante los diálogos, se muestra a los protagonistas mediante primer plano, plano

americano, plano medio y medio corto, con ángulo frontal y escorzo.

La cámara registra en ángulo contrapicado las manifestaciones y muchas de las escenas

de la grabación de la película.

Muchas de las escenas se realizan mediante un travelling de seguimiento, dando

dinamismo a la imagen y énfasis al protagonista del seguimiento.