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Versionadas por María Jesús Naranjo Infante
BLAS INFANTE
Cuando yo era nio, all en Casares
Tena muchos amigos y jugbamos en la calle.
Era costumbre en mi pueblo, que las mujeres sacasen el
puchero a la calle para que el humo no entrara en las habitaciones.
Nosotros esperbamos escondidos y cuando la olla empezaba a hervir,
introducamos plvora, produciendo explosiones escandalosas, parecidas
a los fuegos artificiales. Las mujeres salan horrorizadas, chillando y
nosotros corriendo calle abajo, o arriba, segn, rindonos.
MARA JESS NARANJO INFANTE
Cuando yo era nio, all en Casares
El cura de mi pueblo me tena mana. No apreciaba mi
forma de entender la Semana Santa. Mis amigos y yo nos
vestamos apropiadamente y realizbamos procesiones, rosarios y
novenas por las calles. Las beatas del pueblo acudan en masa y el
cura fue a hablar con mi madre para que me prohibiera realizar los
actos procesionales. Con lo bien que nos lo pasbamos yendo calle
arriba hacia la Iglesia, en el Castillo!.
MARA JESS NARANJO INFANTE
MARA JESS NARANJO INFANTE
Cuando yo era nio, all en Casares
Mi hermano y yo tenamos unos amigos inseparables, Frasco, Salao, Rosca
y Titaera. Eran los hijos del comp, Jos el tuerto, gitano y amigo de mi
padre. Con ellos pasamos nuestra niez. Rosca era tartamudo y mi
hermano Ignacio cogi la costumbre de cortar las palabras y repetir las
slabas en la conversacin. Le dur esto hasta la adolescencia.
Las relaciones se interrumpan cuando eran desterrados del pueblo, cada
cierto tiempo, dndose la circunstancia que era, precisamente mi abuelo, el
cacique del pueblo, quien daba la orden. Pero volvan cada vez.
EN LOS ESCOLAPIOS, EN ARCHIDONA
A los actos solemnes acudamos uniformados. Era este muy
incomodo. Llevbamos un pantaln de pao azul turqu listado en
oro, chaqueta igual con las iniciales del colegio (EE.PP.A) bordadas
en oro en las solapas, gorra de lo mismo con galn dorado y escudo de
la Orden en la visera, botonadura dorada. El chaleco era blanco de
dril o de lana, corbata negra, botitos de charol o chagrn y el abrigo
cuando era invierno. Por cierto, el cerco de la gorra me cea la sienes
hasta la molestia.
MARA JESS NARANJO INFANTE
EN LOS ESCOLAPIOS, EN ARCHIDONA
MARA JESS NARANJO INFANTE
Fue importante aquella velada literaria a la que asist con mis
compaeros, uniformados, en el Ayuntamiento de Archidona,
acomodados en unos bancos y con la premisa bien aprendida de no cruzar
las rodillas y la espalda en el respaldo correcta.
Unos seores con corbatas y levitas hablaban y hablaban. Yo
escuchaba atento sin entender nada y me promet a mi mismo llegar un
da a entenderlo todo. Pero sobre todo aprend la solemnidad, a callar sin
entender, a saber estar.
MI BUEN DIMAS, EL ZORRO
MARA JESS NARANJO INFANTE
El amor a los animales me viene desde mi infancia, criado en la
serrana. Y cmo con el ejemplo es con lo que mejor se ensea, quise hacer
honor a ello, salvando un da a una cra de zorro, que all en Cantillana
corran unos chavales. La adopt y le ense a estar entre nosotros. Jugaba
por la casa, se tenda a mis pies, de vez en cuando mataba alguna gallina,
pero llegado el momento de dejarla en libertad, debido a su madurez, Dimas
no quiso marcharse. Mi buen Dimas, me inspir Cuentos de animales y la
elaboracin de los diez mandamientos a favor de los animales
MARA JESS NARANJO INFANTE
AO 1919
Me dio que pensar sobre nuestro esfuerzo, aquel da que
entrando en el Crculo, cuando an todava estaban trabajando en
su recomposicin, lleg un seor, que sentndose en un silln y
fumndose un cigarro, se dirige a m, preguntndome:
- Infante, Cundo se nos reparten las tierras?.
MARA JESS NARANJO INFANTE
AO 1919
Tengo que confesar, que fijada la fecha de la boda con tiempo,
en mis anhelos de ser til en los casos perdidos, a la fecha y hora en que
deba casarme, estaba en el Juzgado de Sevilla pleiteando. Perd el
ltimo enlace ferroviario hasta Peaflor, pueblo de mi mujer y un
amigo hubo de llevarme en auto. Llegamos de madrugada y nuestra
boda hubo de celebrarse a las tres de la madrugada, en casa de mi
novia. Nuestra unin la bendijo una reproduccin de La Inmaculada
de Murillo,
MARA JESS NARANJO INFANTE
YO ERA MACARENO
Siempre me han atrado los colores verde y blanco, como emblema de
nuestra bandera y por su arraigo rabe. As que cuando llegu a Sevilla y
presenci por primera vez la Cofrada de la Macarena, no tuve ms remedio
que enamorarme de ella. En su paso por las calles, la Esperanza envuelve el
ambiente en una gran bandera verde y blanca.
En mi casa de Coria lo dejo patente en la chimenea del comedor
principal, en un bajorrelieve frontal, conviviendo con los frescos
representativos de la naturaleza, la mar, la msica y el amor.
MARA JESS NARANJO INFANTE
EN ISLA CRISTINA, HUELVA
Aqu naci mi primera hija, Luisa Ginesa, tras nueve
aos de matrimonio. Era muy querida por mis vecinos. Cuando la
niera la llevaba por el Paseo de los Reyes, muchos eran los que se
acercaban a saludarla, besndola. Preocupado por los posibles
contagios de grmenes, coloqu un cartel en el cochecito que deca:
si me quieres, no me beses.
MARA JESS NARANJO INFANTE
DURANTE EL VIAJE A AGMAT, MARRUECOS.
Cual no fue mi asombro, que en aquellas tierras, solos con
un gua y un interprete oran, sin cartas de presentacin ni de
referencia, sin ms arma ni brjula que nuestro entusiasmo y el
nombre de Al-Andalus, ste desvaneciera los recelos, apaciguara
las irritaciones y nos abriera las puertas de aquellos campesinos
montaeses tan prdigos en su hospitalidad
(extrado del libro Fundamentos de Andaluca)
MARA JESS NARANJO INFANTE
LA CULTURA POPULAR
Siempre me gust conversar y escuchar. Se aprende de los
dems con estos hbitos. El pueblo es muy dado a expresar sus
pensamientos con frases ya hechas, que en pocas palabras
encierran una idea. Imbuido por ello invent algunos refranes
que, traspasados a losetas, ornan el patio de mi casa de Coria.
LELOS Y APRENDERS
MARA JESS NARANJO INFANTE
REFRANES
MARA JESS NARANJO INFANTE
REFRANES
MARA JESS NARANJO INFANTE
REFRANES
UNA ANCDOTA QUE VIV TODA MI VIDA
Desde mi infancia, hasta mi madurez la visin sombra del jornalero
me acompa. Siempre con miradas y siempre con sonrisas.
En la Plaza de mi pueblo, cada da cuando iba al colegio; cruzando
con la fila estudiantil por las calles de Archidona; en las esquinas de
Cantillana cuando me diriga al Bufete; en la playa en Isla Cristina, en los
rincones de Sevilla, en Coria
Yo miro y ellos miran. Desconcertados saludan con la mano y yo
agacho la cabeza en seal de respuesta. En mi fuero interno, qu, como,
cundo, de qu manera. INICIO MARA JESS NARANJO INFANTE