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FONDO DE CULTURA ECONólVIICA MÉXICO - BUENOS AIRES Con un aPéndice sobre el falso dilema entre desarrollo económico y estabilidad monetaria LATINOAMERICANO DEL DESARROLLO HACIA UNA DINAMICA RAUL PREBISCH Este estudio preparado en la secretaría de la CEPAL al cumplir quince años de labores, fue presentado en su primera versión como documento oficial de las Naciones Unidas (EjCN.l2j680) al décimo periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) , celebrado en Mar del Plata, República Argentina, durante el mes de mayo de 1963. El apéndice "El falso dilema entre desarrollo económico v e~tabilidadmonetaria" se publicó en marzo de 1961 en el Boletín Eco- ~ómico de América Latina v ha tenido hasta ahora muv escasa difusión. .- . NOTA DEL EDITOR

Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

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FONDO DE CULTURA ECONólVIICAMÉXICO - BUENOS AIRES

Con un aPéndice sobre el falso dilema entredesarrollo económicoy estabilidad monetaria

LATINOAMERICANO

DEL DESARROLLOHACIA UNA DINAMICA

RAUL PREBISCH

Este estudio preparado en la secretaría de la CEPAL al cumplir quinceaños de labores, fue presentado en su primera versión como documentooficial de las Naciones Unidas (EjCN.l2j680) al décimo periodo desesiones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ,celebrado en Mar del Plata, República Argentina, durante el mes demayo de 1963. El apéndice "El falso dilema entre desarrollo económicov e~tabilidadmonetaria" se publicó en marzo de 1961 en el Boletín Eco­~ómico de América Latina v ha tenido hasta ahora muv escasa difusión..- .

NOTA DEL EDITOR

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VII

* Véase La cooperación internacional en la política de desarrollo latinoame­ricano (E/CN.l2/359). Publicación de las Naciones Unidas, núm. de venta:54.ILG.2.

Hasta aquí llegaba la nota preliminar que precedía a este tra­bajo cuando fue presentado oficialmente por la secretaría de laCEP AL a los gobiernos latinoamericanos a mediados de abrilpasado. Llevaba al pie mi firma, cosa que no ocurría desde ca-

Como me dijo alguna vez Dag Hammarskjo1d, hay cosasque no podemos hacer todos los días, pero que sí hay que_,""//hacerlas de tiempo en tiempo. ReferÍase a un informéque -con la colaboración de un grupo de eminentes per­sonalidades latinoamericanas- presentó nuestt~ secretaríaa aquella malograda conferencia de Quitandinha (novieIfi~bre de 1954), a pedido del Consejo Interamericano Eco­nómico y Social de la OEA. * Éste es otro de esos informes.Es el resultado de nuestra viva preocupación por el cursode los acontecimientos en esta parte del mundo, preocupa-ción que, al cumplir quince años de vida esta secretaría,se ha traducido en las reflexiones de estas páginas. Véaseen ellas, además, un acto de comprensible recogimientointelectual de quien la ha tenido a su cargo durante casitodo ese periodo.El informe que ahora se presenta constituye, por su pro­

pia naturaleza, una trama de inevitables generalizacionesderivadas de un análisis continuo y sistemático de la rea­lidad latinoamericana. Pero no se refieren eIlas a ningúnpaís en singular ni a grupo alguno de hombres dirigentes,pues son muchas e importantes las diferencias que habríaque anotar.Sin embargo, nos anima la esperanza de que, dentro de

esa trama, cada país podrá abarcar mejor la significaciónde su caso particular en estos momentos de imperioso exa­men de 10 que ha sido nuestro pasado, de 10 que es nuestropresente y del futuro que quisiéramos alcanzar en el em­peño de regir conscientemente las fuerzas del desarrolloeconómico y social.

INTRODUCCIÓN

Impreso y hecho en MéxicoPrinted and made in Mexico

Derechos reservados conforme a la ley.© 1963, Fondo de Cultura Económica.

Av, de la Universidad, 975 - México 12, D. F.

Primera edición, 196 3

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exponiendo estas ideas e~ la Universidad en Bue?~s Aires, perono había tenido oportumdad de ponerme a escribir sobre ellas.Ahora se me presentaba esa oportunidad y pasé cuatro semanasinolvidables escribiendo tranquilamente.Terminada la tarea, los resultados fueron a la sede central de

las Naciones Unidas en Nueva York. Largo cable de vuelta. Ensíntesis tratábase de un trabajo serio, pero de ideas demasiadoperson~les. Por lo demás, había cie~tarenue~cia a discurrir .s~?reel desarrollo económico. No era este precisamente el objetivode la CEP AL. Por otra parte, esa insistencia en la industrializa­ción latinoamericana podría despertar reacciones desfavorables.Con todo, era un buen trabajo. ¿Por qué entonces no lo firmasu autor, presentándolo bajo su propia responsabilidad, sin com-prometer a la secretaría de las Nacio~es Unid~s? .Éste fue si mal no recuerdo =-nu memona no sIempre es, .

buena- el episodio de mi primera firma al come~zar rm aven-tura en la CEP AL, sezuido ahora de esta segunda fuma al cerrar­se el ciclo, casi quince años después. Tiene alguna importanciaeste episodio en la vida de nuestra institució~, pues l?s temoresque se abrigaban en la sede central de las Naciones Umdas acercade la repercusión de mi trabajo, aunque infundados, no lo fue­ron del todo. En efecto, en la segunda reunión de la CEPAL,efectuada en La Habana a mediados de 1949, la tesis que yosostenía despertó gran interés en los países ~atinoameri~a?os,interés suficientemente fuerte como para dominar la hostilidadque ya comenzaba a manifes.tarse en .ciertos sectores. En v~rdad,las ideas ahí expuestas desafiaban abiertamente la or~odoxIa.do­minante en el pensamiento de los grandes centros industrialesacerca del desarrollo económico de los países periféricos. Comen­zaron a aflorar los críticos doctrinarios, la mayor parte de loscuales no se tomaban la pena de leer nuestras páginas. Habíanoído aleo o conocían algunos párrafos sueltos.Nací~ de este modo la CEPAL bajo el signo herético que pre­

sidió siempre sus destinos. Porque fue una gran sorpresa paramí -una grata sorpresa inte1ectua1- que, después de este episo­dio se m~ volviera a invitar a incorporarme a la Comisión.Ac~pté por un año dirigi! sus estudios, c~n la condici?~ de q~emis trabajos estarían sujetos a rm propIa responsabilidad, smque me fuera necesario referirme a autoridad superior alguna.

'" Véase El desarrollo económico de América Latina y algunos de sus prin­cipales problemas (E/CN.l2/89). Se ha reproducido después en el BoletínEconómico de América Latina, vol. VII, NI' 1, Santiago de Chile, febrero de1962, pp. 1 ss.

torce años antes, en que también firmé mi primer informe enlas Naciones Unidas. Fue en circunstancias muy distintas, yrecordarlo ahora no deja de tener algún interés.Voy a hacerlo brevemente. Al establecerse la CEPAL en 1948

se me invitó a dirigir su secretaría. No quise aceptar aquel hon­roso ofrecimiento. Consideraba entonces una pérdida de tiempotrabajar en materias económicas en las Naciones Unidas. En mijuventud había tenido ocasión de ver de cerca las actividadesque en estas materias se llevaban a cabo en la Liga de las Na­ciones: concepción anglosajona de los problemas económicosdel mundo, con un interés muy marginal y episódico hacia lospaíses periféricos de la economía mundial. Estaba yo en aque­llos tiempos tratando de desentrañar, de explicarme, los proble­mas del mundo subdesarrollado, y suponía que en una institucióninternacional, dominada por los economistas de los grandes cen­tros industriales, iba a ser imposible abordar esos problemas conla mente libre de prejuicios doctrinarios.

Poco tiempo después pude comprobar mi error. Tras haber­me negado a aceptar la responsabilidad que se me ofrecía, meinvitaron a escribir la introducción del primer Estudio Econó­mico anual que presentaría la CEP AL a sus Gobiernos Miem­bros. Era a principios de 1949. El gobierno argentino de aque­llos tiempos me había hecho imposible continuar en mi cátedrauniversitaria, después de haberme desalojado del Banco Centralen cuya organización perdí mis mejores años juveniles. Por lotanto, la invitación de trasladarme por algunos meses a Santia­go de Chile -sede venturosa de la institución que comenzaba­tenía para mí inesperados halagos.Ahí, pues, escribí mi primer trabajo en la CEP AL sobre des­

arrollo económico latinoamericano. * Me proponía allí, entreotras cosas, demostrar la necesidad ineludible de la industriali­zación en el desarrollo económico de la región y por primera vezpresentaba en forma escrita mis ideas incipientes sobre el estran­gulamiento exterior y el deterioro en la relación de precios delintercambio. No estaba improvisando por cierto. Había venido

IXINTRODUCCIÓNINTRODUCCIÓNVIII

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Algunas semanas después fui a saludar en Río al presidenteVargas, acompañado de Celso Furtado. Pocas veces en mi vidatuve un diálogo tan preciso y categórico. En breves palabras meexpresó el Presidente la razón de su actitud: la necesidad deun órgano independiente en manos latinoamericanas. Había enestos asuntos en torno al Presidente brasileño un grupo de jóve­nes economistas a los que yo no conocía y con los cuales comencéentonces una amistad invaluable. Roberto Campos, Cleanto dePaiva Leite, Romulo de Almeida y Miguel de Osario de AI­meida. Sospecho que ellos tuvieron alguna intervención entodo esto.

El caso de México fue un tanto dramático. Era Secretariode Hacienda el Lic. don Antonio Carrillo Flores, que me habíahonrado con su amistad de tiempo atrás. Me invitó una nochea su casa a comer can Alberto Baltra y Osear Schnake, de laDelegación de Chile, que luchaban afanosamente por salvar yconsolidar la CEP AL. Había además un funcionario -de cuyonombre no quiero acordarme- que tenía en sus manos un pliego.El Secretario le invitó a leerlo después de la comida. Terminadala lectura, el Lic. Carrillo Flores pidió la opinión de los asisten­tes. Baltra y Schnake reaccionaron vivamente, porque en el textose proponía la fusión de la CEPAL con otro organismo quehabía malogrado toda su potencialidad. Mi argumentación fuemucho más breve, pues aquel pliego, que se suponía venir delfuncionario que 10 presentaba, era exactamente igual al que al­gunas semanas antes había rechazado yo, en forma categórica,en Washington, en una reunión similar aunque de composiciónmuy diferente, Tan pronto como el secretario Carrillo Floresse enteró por mí de esas circunstancias, tomó el papel de ma­nos de aquel funcionario, lo rompió violentamente y arrojó losrestos tras el sofá en que estaba sentado. Con ello se definía laactitud de México y se sellaba el apoyo que este país ha venidodando indefectiblemente a la CEPAL.Todo esto puede decirse ahora al mirar retrospectivamente el

tiempo transcurrido. Y hay que contarlo porque su significaciónno es sólo episódica y circunstancial. La CEPAL fue combatidacon ahinco porque significaba un pensamiento independiente,-aunque siempre responsable. Ello ha tenido y seguirá teniendoun valor considerable en América Latina. La CEPAL ha con-

Se aceptó esa condición y se cumplió con toda estrictez. Loque se quería era, precisamente, que los latinoamericanos abor­?á~~mos nu~str~s p~oblemas con nuestro propio criterio, sin su­¡eCIOndoctnnana mnguna. Después de aquella primera manifes­tación de perplejidad, los hombres que tenían la dirección deestos asuntos en la sede central de las Naciones Unidas habíancomprendido que ésta era una exigencia perentoria del momentolatinoamericano y que, si no se respondía a ella, la CEP AL setransformaría en una creación burocrática intrascendente.

Concedióseme, pues, la más aboluta libertad de acción y, des­pués de ese primer año de experiencia, no vacilé en quedarmedefinitivamente por insistente requerimiento de las autoridadescentrales. La tarea que comenzaba había terminado por atraer­me profundamente. Se me ofrecía un horizonte dilatadísimo deinvestigación y análisis, de elaboración de nuevas ideas, en unainstitución internacional de esclarecida dirección y al abrigo delas arbitrariedades políticas o del influjo de intereses espuriosque tanto perturban y destruyen en nuestros países.Quedam1e de modo definitivo es una forma de decir, porque

la CEP AL fue creada experimentalmente por tres años, y en1951, al avecinarse el cumplimiento de este plazo, sobrevinie­ron fuerzas muy poderosas enderezadas a su eliminación delcampo la~~~oamericano.Lo sabía muy bien cuando acepté laresponsabilidad que se me daba. Me lo había dicho crudamenteun eminente latinoamericano muy a tono con las ideas allí pre­valecientes e,nesos tiempos. "Pierde usted su tiempo -me dijo-,pues ya esta la OEA para hacer 10 que se ha confiado a laCEPAL."No creo haberlo perdido. La batalla definitiva se libró en

nuestro cuarto periodo de sesiones, efectuado en México a me­diados de 1951. Estuvo a punto de convertirse en una derrota.Chile, que había luchado COnentusiasmo por la creación de laCEPAL, estaba casi aislada. Dos hechos fueron decisivos en esemomento: a) la posición del Brasil, que tras ciertas vacilacionesiniciales tomó vigorosamente la defensa de la CEPAL, despuésque su delegacl~n recibió un cable personal del presidente Var­gas, y b) la actitud resuelta de México. Junto con Chile esosdos países organizaron la resistencia hasta provocar un cambiototal.

XlINTRODUCCIÓNINTRODUCCIÓNx

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teórica también se habían vuelto no conformistas por vía inte-, .lectual, por un proces~ de r~zonamlento. , . .Nos encontramos aSI reumdos. Yo habla recogido en la VIda

muchas dudas que traía dentro de mí con algunas nuevas ideas,y me encontré con otros ho~bres que habían lleg~do a esasmismas dudas por un proceso intelectual. y nos pusImos a t~a­bajar juntos en la obra de la CEPAL, comenz~ndo p~r la m­terpretación teórica, por el análisis de la reahdad latinoame­ricana, sin preconceptos, haciendo campo raso de ellos paraintentar interpretar nuestros propios fenóm~nos. A~í~leg~~10sennuestros primeros informes a h~b~ar de la md.ust~lalIzacIOn.Se­ñalamos aquella debilidad congemta de la periferia para retenerparte o todo el fruto de su pro~r~so técnico. Todo ello con granoposición doctrinaria. Se nos hicieron toda clase de argumento.spara probar que nuestras cifr.as eran malas o no es~aban consi­deradas las variaciones de calidad o los productos. Sin embargo,las críticas son en estos momentos mucho menores que las quetuvimos al dar nuestros primeros pasos.

También penetramos en el campo del comercio internacionalpara hacer ver que considerar al mund? com_ouna l7nidadh~mo­génea era un gravísimo error; que era imposible estimar de 19ua1a igual a los grandes centros desarrollados y a los países produc­tores de artículos primarios; que la protección aduanera teníaen los grandes centros un efecto completamente distinto que enlos países periféricos. En estos últimos la prot~cción nos lleva~a,dentro de ciertos límites, al equilibrio extenor y, en cambio,acentuaba en los grandes centros las disparidades de la demandainternacional en perjuicio de nuestros países. No podía, pues,aplicarse el viejo concepto de reciprocidad en la .política comer­cial y era necesario buscar otro nuevo y compatible con la rea­lidad de los países en desarrollo.

Señalarnos, asimismo, que era imposible comprender el fenó­meno de la inflación o el fenómeno del desequilibrio exteriorsin considerar a fondo los factores estructurales. Por poneren duda la política antiinflacionaria corriente se nos atribuyó enforma errónea que pensábamos que la inflación era esencial parael desarrollo económico. La política antiinflacionaria tiene queintegrarse dentro de una po~ítica racional/~e desarrollo econó­mico y no ser un elemento ajeno a esa política.

XIIIL1\ITRODUCcrÓN

tribuido a abrir nuevos rumbos gracias a que ha podido gozarde esa independencia cuya primera manifestación fue la de abor­dar con sentido crítico las teorías económicas formuladas en losgrandes centros industriales. Cada pensamiento y cada idea quenos venga de éstos, por brillante que sea, debe ser tamizado ysometido a análisis para cerciorarse si está de acuerdo con lascondiciones latinoamericanas.En lo que a mí respecta, creo ya tener mis treinta y tantos

años de no conformismo. Y digo esto, porque la depresión mun­dial fue para mí una gran lección y porque algo de aquellaexperiencia se ha introducido después de la obra de la CEPAL.Yo creía en todo aquello que los libros clásicos de los grandescentros me habían enseñado. Creía en el libre cambio y en elfuncionamiento automático del patrón oro. Creía que todoslos problemas de desarrollo se resolvían por el libre juego de lasfuerzas de la economía internacional o de la economía interna.Pero cuando vino la gran depresión mundial, aquellos años dezozobra me llevaron a ir desarticulando paso a paso todo lo quese me había enseñado y a arrojarlo por la borda. Era tan grandela contradicción entre la realidad y la interpretación teórica ela­borada en los grandes centros, que la interpretación no sóloresultaba inoperante cuando se llevaba a la práctica, sino tam­bién contraproducente. En los propios centros hundidos en lagran crisis mundial se hizo presente asimismo esa contradiccióny la necesidad de explicarla. Surgió entonces Keynes, pero alpoco andar descubrimos también en América Latina que el geniode Keynes no era universal, sino que sus análisis se ceñían a losfenómenos económicos de los grandes centros y no tenían encuenta los problemas de la periferia.A mí me fue dado -después que las circunstancias adversas

antes aludidas me eliminaron de la función pública en mi país,y en los cinco años anteriores a mi incorporación a la CEPAL­dedicar casi todo mi tiempo a pensar en mi experiencia y en 10que me habían enseñado, para tratar de encontrar alguna expli­cación a los problemas económicos de nuestros países. Por esohallé de inmediato un campo muy propicio en la CEP AL, dondeencontré un grupo de hombres jóvenes que, si bien no habíantenido oportunidad como yo de pasar por aquellos aconteci­mientos adversos de los años treinta, ni por aquella frustración

L"TRODUCcrÓNXII

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dencia intelectual ha sido de fundamental importancia y esperoque lo siga siendo. .Pero no sólo ha habido apoyo comprenSIVOpor parte de los

gobiernos, sino que hemos cont~do con ~lll gran respaldo e?la Secretaría General de las Naciones Umd~s. Lo he~os tem­do desde los primeros tiempos, desde .el pnmer trabaJ? .de laCEPAL -según 10 he señalado al comIen~o de estas pag¡nas­y gracias a ello hemos podido avanzar hacia campos nuevos y,a veces, un tanto audaces. . . .. .,Recuerdo otra anécdota que no deja de tener sIgm~lc~,clOn

dentro de nuestra obra. Hubo un informe, que nos pidió en1954 la Organización de Esta.dos ~ericanos para la fa~osa yfracasada conferencia de Ouitandinha, en el que trabajamosayudados por un grupo depersonalidades latinoamericanas. Es­taba redactado en forma que hoy nos parece un tanto llena delugares comunes, pero que en aquella época disentía c0r:'-losmodos de pensar prevalecient~s ~n. ciertos ~ectores. ConscIen~eyo de lo que aquel informe significaba, fUI a ver al SecretanoGeneral, Dag Hammarskjold, y le expliqué en una hora l~ qu~el informe contenía. Me dijo: preséntelo usted. Le mamfestemi deseo de que 10 leyera. Al cabo de ~os días 10 apr~bó sinmodificar una coma. Alguien se preocupo por el cO~,tellldodelinforme, puesto que en. él se ha"?laba de la creac~~n de unaorganización de crédito lllterame?cano; de la .r~laclOnde p~e­cios de intercambio; de la necesidad de estabilizar los preciosde los productos primarios; ideas ésta~ y otras muy.cand<;,ntesentonces. Y se fue muy inquieto a decir a Ham~arskJold: esteinforme nos va a traer dificultades". El Secretano General con­testó: "Lo he leído. Su autor está patinando sobre hielo muydelgado (he is skating on ihin ice), pero 1.0apoyo comp~eta­mente." Este antecedente tiene importancia porque reafirmano sólo la alta calidad de un hombre y la comprensión de loque siznifican las Naciones Unidas corno organismo dinámi­co qu: hace avanzar el 'pensa~iento. económ~co más ~}1á delritmo impuesto por consideraciones VIgentes,~I~O también por­que esta actitud reafirmaba cabalmen~e la política q~e desde elprimer momento hasta hoy ha seguido la Secretana G~neralen el sentido de abrir nuevos rumbos y alentar nuevas miras alpensamiento en las comisiones económicas regionales.

XVmTRODUCCIÓNXIV INTRODUCCIÓN

Finalmente, hemos insistido en que en nuestros países no sepodía pretender reproducir el proceso histórico de la evolucióncapita~ista de ~osgrandes centros; que en el proceso de desarro­llo latmoamencano había características completamente distin­tas que exigían una política consciente y deliberada para actuarsobre la~ fuerzas del desarrollo; que el libre juego de las fuerzaseconómicas no llevaba a la solución de nuestros problemas dejusticia social.y de esa convicción vino también a surgir la idea de la

planificación ?el. desarrollo económico, que al principio se tomócomo un desIgmo nuestro de concentrar en poder del Estadotoda la dirección de la actividad económica privada. No se veíaen ello la expresión de un concepto nuevo que se va desarro­llando asimismo en los grandes países de evolución capitalista.En efecto, también ellos consideran ahora indispensable actuaren forma racional y deliberada sobre las fuerzas económicas parallegar a la aceleración de la tasa de crecimiento y alcanzar unajusticia distributiva cada vez mayor.Todo esto ha sido la heterodoxia de la CEPAL. Lo menciono

-y no se ~o:~ne.a jactancia- porque creo que hemos tenido unenorme pn:'1leglOy es que los gobiernos nos han dejado hacery no han mterfendo nunca en nuestra evolución intelectual.~caso 10han hecho porque se reconocíi implícitamente que, nosiendo nuestra secretaría una entidad ejecutiva, sino una enti­dad de análisis y estudio, de asesoramiento, de presentaciónde nuevas ideas y fórmulas, era necesario darle un aran mar­gen. ?e in~epen.dencia. En u?a organización que tie;e respon­sabilídad ejecutiva la secretana se ve obligada a seguir en cadauno de sus pasos -y es natural que así sea- la determinaciónde los gobiernos y de la mayoría de ellos o de la totalidad, segúnsea el régimen de la entidad en cuestión. No se concibe que lasecretar!a avance intelectualmente más allá de la posición en quelos gobIernos se encuentran en un momento dado. En cambio,la CEPAL, que no es una entidad ejecutiva, ha podido avanzarcontinuamente más allá de 10 que significaba la posición de losgObiern_osque la constituían. Yeso es 10 que le ha dado sufuerza intelectual, lo que le ha permitido avanzar, lanzar ideasnuevas que luego han sido discutidas, adoptadas o desechadaspor ellos. Mas 10 esencial es que esa característica de índepen-

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formas abusivas que con tanta frecuencia se han manifestadoen la vida de la CEPAL, dentro y fuera de nuestros países.y en trance de recordar pasados episodios, en esta introduc­

ción que escribo en Ginebra al correr de la pluma y entre pesa­das tareas de otra índole, viene a cuento lo que hace algúntiempo nos ocurrió con una difundida. re~ista de los .Estado~Unidos. Sus editores tuvieron la peregnna Idea de dedicar casitodo un copioso número a las ideas de la CEPAL. ¿Pero porqué ocuparse de nosotros en revista tan importante, tan leídaen el mundo de los negocios de aquel país? La razón era muysencilla como se verá en seguida, aunque primero convengaseñalar algunos antecedentes. Una mañana en Washington seme presentaron dos representantes de esa revista, que manifes­taron haber leído prolijamente nuestros trabajos. Y así era, enefecto, a juzgar por las consideraciones que hacían y las pre­zuritas que me formulaban. Por fin -me dije para mis aden­tros- tendremos una presentación seria e imparcial de nuestrostrabajos en los Estados Unidos. Pero comprobé poco tiempodespués que uno no se corrige fácilmente de cierta ingen~idad,pues en el artículo se falsearon completamente nuestras Ideas.La razón era manifiesta. Tratábase de un primer ataque vigo­

roso contra la política de cooperación económica al desarrolloeconómico y social de América Latina que auspiciaba la nuevaadministración de los Estados Unidos. Y el ataque seguía estatécnica: esa política se basa en las ideas de la CEP AL, y lasideas de la CEPAL son de todo punto de vista deleznables,son ideas de un político oportunista y socializante. Para demos­trarlo, se hacen una serie de afirmaciones capciosas en que sedesfiguran en forma increíble las mismas ideas que los represen­tantes de la revista habían comentado correctamente en nuestraconversación. Por supuesto que no es dable pensar en réplicaalguna en la revista de marras, sino en publicaciones académicasde muy limitada circulación.Algo así está pasando ya con las ideas expuestas en el trabajo

que aquí se presenta. Por ello celebro mucho que el Fondo deCultura Económica se haya decidido a publicarlo. Se ha conse­auido así un medio muy serio de difusión en toda AméricaLatina, que permite contrarrestar la presentación errónea o frag-mentaria de nuestro pensamiento. -

XVIITh"TRODUCCIÓNmTRODUCCIÓN

Ne~esitamos seguir ese camino. Esa falsa pretensión de uni­versahda~ de las teorías económicas elaboradas en los grandescentros tiene que dar cada vez más luzar a la investización de

t . f ' b bnues ros propIOS ,e~omen~s, de nuestra propia realidad. Hemosalcanzado en Amenca Latina madurez suficiente como para en­con~rar soluciones propias y hasta para proyectar en todo nues­tra Imagen y nuestro modo de ser latinoamericanos. Ésta es lasig~~ficación fundamental de esa independencia que hemos ad­qumdo.y estoy seguro de qU,ehemos de seguir examinando el pro­

ceso del desarrollo, no solo como un fenómeno de la economía=: .también como algo que tiene honda significación social ypolítica. T?dos estamos ~ersuadidos de que los problemas nose resolveran solos; habra que solucionarlos con acción cons­ciente y deliberada, es decir, con la introducción de una racio­nalidad sistemá?c~ en la.s grandes decisiones de la política deldesarrollo econormco latmoamericano. Pero esas decisiones nopodrán circuns~ribirse al campo de la economía. Hay que buscarformas compatibles con el afIanzamiento de los derechos huma­nos en América Latina, que son todavía una expresión teóricapara ur:a gran parte de la población económica y socialmentesum.ergIda.Y también tenemos que saber hasta qué punto cier­tos mstru.me~tos y la forma en que se usen pueden llevar a dara ~na rrunona de hombres un poder ilimitado, no sólo pararegir las fuerzas d~ la economía, sino para subordinar a otrosh.~mbres a s~ P!OpIa voluntad. En el vasto proceso de asimila­CIOn,~e la t~cmca contemporánea que vamos a emprender enAmenca Latina, no hay nada que exija la subordinación de unosho~bres a otros. Si ello se hace será por una desviación doctri­nana o por la fuerza de los acontecimientos.De todo esto se disc.~rree.n .el habajo que en seguida se pre­

senta y que lleva también mi firma, como el primero elaboradoe~ la CEPAL, no sólo por ser el último, sino por su índolemisma. Como era dable esperar, está provocando una polémicas~ludable. E.n b~~na hora que así sea, pues hay que dar conte­md~ ~ la dI~cusIon sobre el desarrollo económico y social enAmenca Latina. Lo mal~ es que esta polémica -a las pocassemanas de haber aparecido fragmentariamente estas ideas enlos medios corrientes de difusión- tiende a tomar las mismas

XVI

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" Para demostrar, además, que la planificación cond~ce a graves errores, seda el siguient~ argumento en un. !ec~~e de Buenos Aires que acabo de le,er.~"Ouíen recomienda ahora la planificación [por supues~o, el autor ~e estas pag¡n;iSj es responsable de haber restringido las importaciones argentinas desde elBanco Central al comenzar la segunda Guerra Mundial, privando así al paísde bienes indispensables durante el. c~nflicto." ~e aquí .~tra forma de falsea­miento de los hechos, pues las ~e~trlcc~ones a la l~portaclOn, fueron consecuen­cia no de una determinada política, sino de la VIOlenta ca~da. de las e::'P0~ta.ciones a Europa. No se recuerda que para aliviar esa~ restrlcclon~s gestione yobtuve en los Estados Unidos empréstitos por 110 millones de dolares que nolograron aprobación parlamentaria por razones políticas. y para oponerse a laplanificación se menciona también este otro dato: que durante la guerra meopuse a la entrada de capitales ex~anjeros .. A 10 q.~e me opuse fue. a todaentrada de capitales que no se tradujera en Importa~lOn concreta de bienes decapital, pues después d~ ~alvadas l~s dificultad.es anteriores c~n el aur~ento de la~exportaciones, no necesJtabamo~ dinero extranje.ro -que. hubiera agra\~do las t~ndencias inflacionarias que estábamos combatiendo ef¡caz:nen~e- sm? cap:.talfísico en maquinaria y equ.ipo~., iY todo esto para combatir mas de veinte anosdespués las ideas de planificación!

Ginebra, 19 de julio de 1963.

excusable de considerar que las proyecciones del desarrollo -ins­trumento indispensable de planificación- constituyen pronós­ticos acerca de 10 que va a pasar en la economía, co.nfus~ón.qu~seguramente no se admite ya en los primeros años universitarios, -r-

La polémica es ingrata en este plano, pero de todos modoshabrá que afrontarla, pues es indispensable el esfuerzo de ~s~~a­recimiento. Tenemos los economistas que llegar a la Opml?npública, discutir con los hombres P?~íticos y los diri~entes sin­dicales. Acaso, estas páginas mías faciliten esa tarea. SI ello fueraasí habrían cumplido su propósito y justificarían el esfuerzodel Fondo de Cultura Económica, que mucho agradezco, deponerlas al alcance de los lectores de habla castellana.

RAÚL PREBISCH

XIXINTRODUCCIÓNYa me llegan a Ginebra algunos recortes de diarios y revistas

en que -además de para aquello- compruebo que mi trabajosirve para toda suerte de juicios e interpretaciones. Para algunagente de afuera, mi afirmación de que América Latina podríaaumentar considerablemente sus inversiones de capital compri­miendo el consumo de los grupos de altos ingresos, es pruebasuficiente de que la solución del problema del desarrollo de­pende fundamentalmente de nuestro propio esfuerzo. Esto esverdad, pero es una verdad parcial e incompleta, pues tambiénafirmo que, sin una transformación de la estructura del inter­cambio exterior, sería extremadamente difícil -si es que no im­posible- la plena utilización de ese potencial de capitalizaciónpara acelerar el ritmo de desarrollo económico. Así pues, el pro-.blema hay que afrontarlo mediante una combinación de medi­das externas e internas.A su vez, aquellos que no quieren reconocer la necesidad in­

eludible de realizar grandes transformaciones en la estructuraeconómica y social de los países latinoamericanos, encuentranen mi trabajo algunas consideraciones en que sustentar sus pre­juicios. Mencionan así lo que digo acerca del estrangulamientoexterior de la economía, aduciendo que es ahí donde se encuen­tra la única razón fundamental de nuestros males.Espero que la lectura paciente de estas páginas permita com­

prender cabalmente el pensamiento aquí expuesto dentro y fuerade nuestros países. Pero no todo es cuestión de razonamiento.Hay posiciones irreductibles, negadas para todo esfuerzo de com­prensión. Se me ha salido a combatir nuevamente con aquellatesis inveterada del juego libre de las fuerzas económicas comoelemento propulsor del desarrollo. y 10 más penoso para mí esque esta incomprensión de los fenómenos del desarrollo econó­mico y social se manifiesta más en mi propio país que en cual­quier otra república de América Latina. La confusión de ideases allí lamentable. No se quiere leer, no se quiere pensar, sesiguen repitiendo trasnochados conceptos del siglo XIX sin vigen­cia alguna con la realidad actual. Confúndese planificación conaquel dirigismo centralista que, habiéndose improvisado en losaños treinta, adquirió después formas espurias y morbosas, sinningún objetivo serio de planificación racional. Y hasta quienespretenden sentar cátedra en estas materias caen en el error in-

INTRODUCCIÓNXVIII

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A

PLA-NTEAl'vIlENTO GENERAL

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1 En 1900 la población aumentó en 1 100000 habitantes y en 1960 casi seisveces más, a saber, en 6400 000.

2 Véase el capítulo "La distribución del ingreso en América Latina", en elestudio El desarrollo económico de América Latina en la postguerra (E/eN.12/659/Add.l).

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1. Transformaciones estructurales p_ara abrir cauce al desarrollo ' j_

-,~"",', "-,,,- ,," , " ..,'" '. "~, '. ". ._ , d_ ~ "" c..,\)p"'-Los males qu~g9.u_(:!jan_laeSQnomíalatinoame~c~a no resnon- \r::ygin ,ª=fél:ctg~e1sirs!'J?stanciale§_JL~transi!ori~.~~ e!Eresión de ,,-la crisis del orden de cosas existente ji de la escasa aptitud del~oIi~;;;rco -por fallas estructurales que no hemos sabi­do o podido corregir- E!~}()~EJ:__!!lantenerun rit;?o de des­arrollo que r<:~EP~~s:!~iEliel}l2.c~~ J_g_~jl2hl~~sexig~nciªs d~, r,á12!c19m~j21:¬ L1]Jjynt9.Es cierto que eLÜ!"Crementodemográfico es extraordinario,

A comienzos de siglo había en América Latina 63 millones dehabitantes y crecían a razón de 1.8 por ciento anual. Actual- ¡mente somos 220 millones y estamos multiplicándonos a unatasa anual de 2.9 por ciento, que lleva trazas de elevarse aúnmás.'

, Sobre la base de datos conjeturales podría estimarse que al-T rededor de la mitad de la población actual tiene un exiguo j G

ingreso medio personal de 120 dólares por año." Y ese vastoconjunto social sólo representa aproximadamente una quintaparte del consumo personal total de América Latina, con losmás altos coeficientes de infra-alimentación, mal vestido y peorvivienda, así como de enfermedades y analfabetismo; y tambiéncon las tasas más elevadas de reproducción.Es allí donde tiene que concentrarse primordialmente el es­

fuerzo de desarrollo. Aquella idea, no extinguida aún, de queéste se opera en forma espontánea, sin un esfuerzo racionaly deliberado para canse.guirIo, ha probado ser una ilusión, aSí)_en América Latina c.Q!!loen el resto deja periferia mundial.JHace un siglo que nuestras economías se articruaron a la eco- {;r ,_:nornía internacional y la mit~d~_kE.2blación. vegeta aún en]'!f~rmas recapitalistas i~ompatibíeS con sus crecientes as ir-; 2ciones economIcas ji SOCIaes.

__ C~__======

Page 11: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

- ....•..._----------------

capital y distribución del ingreso

La prueba. d~~,~~!i~~g}L~il=-~~"l!Ilo~i~~ est~~5~ :Eti-tud pa~a lml?nmlr. ~ª4;-t1.~n!!E.g~5Ie~_ªeseag0TI9_~~ n;eJotarp~IVamente laAIs~n,1:JUg"on5i~L!.!lgL~~().Si consiguieramoselevar la tasa anual del crecimiento del ingreso medio por per-sona de la muy baja cifra reciente de 1 por ciento a 3 por cientocomo mínimo en el conjunto de América Latina, una políticaredistributiva razonable permitiría lograr el objetivo de duplicaren 17 años el ingreso personal de aquella mitad indigente de lapoblación y mejorar también -aunque con menor celeridad- i" di

la suerte de la población de ingresos medios. ~Aquí se impone la primera medida transformadora de la es­

tructura social, pues esa tasa de crecimiento.' no podría conse­guirse sin una fuerte com resión del consürno de los grupose a tos mgresos. '..~

. .El contraste social. es en verdad imp.r;sioI_Iante.En efecto,~mientras el 50 por CIento de la población tiene dos décimos '.'),\,;.},::,,~\rvaproximadamente del consumo total de las personas, en el otro~extremo de la escala distributiva el 5 por ciento de los habi-tantes disfrutan de casi los tres décimos de aquel total segúnaquellas estimaciones conjeturales. J1IlCl. P,Ql,íJj~Lcl~..austeridadque ~barcar~_~~Ed,E~.~ª-~_~.~~!~~gE!!.E~.,~.~~~~h~,Ll~,Jl~~~:~r~kei~~ri1~~~~1~~~~~~~1~t~{[~~~~~~i~~P~~r~~:6c~e~cre~Il!l:ent? del mgreso y~~?a~lta.Il.te,. ~a!:_3ue la políticare~hstnbuhva se encarg3na. de hacer llegar el incremento deingreso obtenido de esa manera a los estratos inferiores del con-junto ~~ciiir-~""-"----''''- ~

NEr:_ est~.~nsiS!~_'~~aeIl~li~!J:!:l~.Il!~.¡}a....Eglltic~"Jedistribu~iva.

. O es torg'!I.:_!.~~~gL._~__ª_plln()na _~!!penorpara repartirloslisa J=ltéLnam~.nJ.~;xJ.~j__1Il.ª-~~_pop_qlClrYS,pues como el ingreso_personalP9fhªº!J.ª!!te _~!L~Lººl!jJJlJtode América__LatinaJlegaapenas a 3/0 dolares, los ~fE!c~oSde ..esa ..redistribución seríande escasa amplif\iéf' PO!__~L~Qriti~dº::~ni~~ré~ñ~sumo de aquellos ~Q2.~g~dos s~_tE.ádl!Íeraen fQI1tinüo

les para dar al sistema la plena validez dinámica de que ahoracarece?

5PLA.<VTEAMIENTO GENER..-\.LPLANTEAMIENTO GENERAL. ~~/~'"' ./\l; #~

'>0"/ Con todo, el ingreso medio del habitante latinoamericano es".",:/' . apreciablemente superior al de otras regiones periféricas; y

ofrece así un punto de partida ventajoso para convertir en rea­lidad lo que ha dejado ya de ser una utopía: la extirpación dela obreza y sus males inherentes acias al fOrmidable paren-c!~l de la tecno ogla contem oránea y~si­mi . a en un· apso muc o mas corto ue el ue se reaistró

é~~~~~a~c~j~~:ª¡:J~_j;~~~n~~~· ..exigutra~_con,)jgCLlr.ans.fQrmaGiQH€S-radicales.:__transfºmiacioneS"en la'forma de prodq9r X en la. estructura. de la economía, que no

" <O podrían cumplirse con ~f!cacia§in modificar fundamentalmenté,P::! la estructura soCiar~~---=~-~-~-'~'"--------' ----,J)~~~. .La ~structu;a so,c!taLRrevalecie~te.en América L~tin~ opone

.¡(~?./ un seno 05stácuTo a~ progreso tecmco y, por consiguiente, al;..'1' desarrollo económico y social. Tres son las principales mani­

festaciones de este hecho:a) ~sa~,~structura entolJ2ece considerablemente la movilidad

social, esto es, el surgimiento y ascenso de~ diná~Ii1i'COs de la soci~da.d, de los hombres con iniciativa y empuje,capaces de asumir nesgos y responsabilidades, tanto en la técni­ca y en la economía como en los otros aspectos de la vidacolectiva;b) ~~$estructura soc~at~.e_caracteriza en gran medid~ por el

RrÜ:~6 en la di~~~QfQil~~l¡::rlfL!!ªi:')~~Q!í§jg!!ienfe,~~~Lmg_reso;(;1 ~1O. debilita o elimina ..el incentivo a laactividad ecoñbmica, éiiCIeSmédro6~aer=-émpleoMeficazde loshombres, las tierras y las máquinas; .

c) Ese_E~~t!~giodis~tivo no se traduce .en fuerte ritmoele acumulación de ca:eital, sino en módul~aaérados elel con­sumo en los estratos sUDenorescde •la. sóciedid- éñ .C()ntrastesgn 11Breca:ig<~~ifL??~:m¡~::R~RYli~~=' ..F~·.·

~lie.!?-!.() aJulanificación se discurre mu-.fllo I ~cerca ~el J?C!:e~lPrliñ2i~Ti10I~Ji~Ii!ic~~ti~_ :eÜÚcla.en~~_lca Latma :y-~o?rel~ ....!!~c.~J~;liLill:~l2!es~rvarla.péro¿quée~ lo que ello significa en definitiva? ¿Se trata de preservar elSIstema presente, que comprime las fuerzas de la iniciativa in­di~dual por la estratifica~ión social y el privilegio? ¿O hay queabnrle ancho cauce mediante esas transformaciones estructura-

Page 12: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

<j9J!ªL_gue_ª~ís~ extrajera. p~ahLl~ l1~~esiª?c1imEeriosa derecursos internaCIOnales hastíl que las transformacIOnes estruc­fuiales~qt!G~E!~S()Il!Zán ha an, osible la lena utilizacióndel incremen o e a orro.Po~_-tanto, l¡- aportación de recursos internacionales tiene

un carácter temporal. Dejaría de ser necesaria cuando esas trans- \',formaciones hubieran rendido plenamente los frutos que es da-;_.ble esperar de ellas. No conciernen sólo a los países latinoame- 'v ;/,ricanos, pues también es ineludible contribuir a la corrección r'~~de aquel estrangulamiento exterior modificando la presente es--tructura del comen:~io.Ü}j;~rn-ª&.iili'1fll.' - -_.- '"""'"'TienaeÍl-a sufrir progresivamente este fenómeno los paísesque más avanzan en su industrialización. Sus dificultades noradican de modo exclusivo en la estructura social, sino tambiénen esa estructura ª~l i!lt~LQªlli12i()~saracterísticade los tiemposde desarrollo hacia afuera que preceden a la gran depresiónmundialde los años treinta. Como en otros aspectos de nues-tros problemas de desarrollo, preséntase aquí también una cons-telación de ideas pretéritas. Es cierto que al fin ha Í(;rmina-do or ace tarse la industriali'ZaCiOñ"eriférica como exi' encíainelu ible del desarrollo econ6mico. Pero-subsIste el es uemaana-cróñiCüd.e intercambio' Inherente a ese conce to ecuIarde _;C=~i\~~ió.r:L/!lteJ.~~siºIlClIdel tra12ajº gu_e."Erev~1_ecíahastahace oco:_~r !gtercam'6ío de_.I>'!:Qili!.~!QL12f1~I!lª,rlQ~__P2Lg1-ª-!l!l-

~:cit:~~~'tri~{i~I6~~d~~~~~~~~~iisé;~'V-;~~r?-~'~&~~: ;(~/,lr-''LLtirse con _f~f.i~nt(:dn~.miclª-ª_~L-ºJ).§..tª~l!l.Q,_qº~._t;llg.JraeA_~_es-,\,,+varrollo económic_Q,_~org_Jle_Il1is;ntrª~____1tdemªnda de manu­factur~l!~_jE:.pgEÉaI!lº§_Jit;!lª~ ,,ª ~levªr$~'_CQl1 c~l~_ridª_t1,.las, eXE0"taciones_E~_ma.Eias_~~."ªcr~stentClJ!__con_I~'@._tbrªlentitudJ.~nggP ..E~!!~.E2T_E~z()11e,$,_ªj.t;12asíl.Ja cit::~isiónde 1()~_Eªi$~_s_!atino- '~"\/americanos. B~ IlUes¡_una tendenda_),!!entec al de.sequilibrjo ~ J¡vj/

SU~:J~;~~~~~~~:~*~~iitHfd~~~~~~b;Y'~J2aís,!:~.,mª.§.~ªYarg;gª.Q-§,·-:Q.~.ªht_g!:l~.",~.é!~..~~.~~.1.~,COJ11ie_ll~~mp-¡e.nder....s.l.L.signifu:ll~i.2!LY a...reí;onocer]ª nec~ yital4_e.e.l~tarJa_s e~1221ͪJ~,b<1~E:i~tr:i,al~_§ccª~J,Q.~._llª_is~s...p,.eIiLéric,os,

~~~E.,~~~~~a~;fí~ii~iÍ~~:~':::_M~~~~g]-~~:>'w2:.~~~meraetaJ;;l

7PLAl"{TEAMIENTO GENERAL

LCooperaciQn internacional v estructura del intercambio

En este último sentido, se resentan serias limitaciones debidoal estran~laniíentÓ- extenor" e ciesarro o, pues e 'estrangula­'miento y la estr~hez---Inteina-en la proaucd6n de 'bIenes de~J2it'l! impedirían ipv",ertiren estos bienes tocio el ahorro adi-

acrecentamiento de la acumulación de capital, iría elevándose,~-mcprogIes!~_~e1eriGa¿rel-ñiVerC[~_yIdade ?_9Eenasmasa~. .

Por primera vez en la historia, la tecnología ha vuelto reali­zable este concepto dinámico de la redistribución, porque si?el enorme potencial que pone a disposición de los países endesarrollo, la operación redistributiva sería de muy breve al­cance. Así, pues, el problema de la acumulación de capital yel de la redistribución del ingreso se plantea en términos muydiferentes que en la evolución capitalista de los países másavanzados.

La acumulación de capital se operó allí primeramente, y des­pués vino la redistribución gradual del ingreso. En cambio,ambas exigencias se plantean ahora -y tienen que plantearse­en forma simultánea, bajo la creciente gravitación política ysindical de las masas.No hay otro modo asequible de res-l29J:lderLest-ªL.dos cxi­

g~J:!~~~_91_!e._atacand~ ..d~E~~!~l!l:.~_gt~~1!n~-ª.~....l'!LfQgtradicciones'mas relevantes en el desarrollo latinoamericano: la notoria in-.,~~Bsie~ de ra:JÍCUE1ulación _ª~~~i!ii_~~~.i~ci_~J?()!,_Iat_e,~l1()lo­,gíacontemporánea frente al móS!ulQe;S~Keradode consumo deI.()J'_,~EoSde altQS~iIlgresos. '-'Aquellos estratos superiores (5 por ciento de la población)que abarcan cerca de tres décimos del consumo total de Amé­rica Latina, tienen un consumo medio por familia 15 vecesmayor que el de los estratos inferiores (50 por ciento de la po­blación). Si esa proporción se redujese a 11 veces, comprimien­do el consumo para aumentar las inversiones, la tasa de cre­cimiento anual del ingreso por habitante podría subir de 1 porciento a 3 por ciento. Y si la compresión del consumo llevarala proporción a 9 veces, la tasa podría subir a 4 por ciento otodavía más, según fuesen las posibilidades políticas de estaoperación y la aptitud de cada país para llevarla a la práctica.

PLAl"{TEAMIENTO GENERAL6

Page 13: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

4. El tipo de desarrollo cerrado en América Latina

El estrangulamiento exterior del desarrollo no es consecuenciasólo de la l~gtit_lliLfQ!L..9E(; !i~J?~deIU!SI~~x.Iª~~ÍQ-lles.0imarias frente a lª,~.!;ele,lidads_QIl_~~_J.º_h-ª~~mpop:a~ciones indus1:rialeLpIDYe.ui.e_ntes~de.J.o~~des centros¡ y delescaso intercambio reCÍEroco entre los. J2ills.§ lati,noameri~ano~ .~sino que en los· últímcs.añcs.nhedece también en gran Ill,edida(] ¡J,}'>al deterioro de la relaci6ll-,de-pJ:eciG~deLiut~rc.amQ!Ql=glletanto F'

afecta el RQik!: de fOrnRra de las e~rtaciones. Como resultadode todo ello, el valor de las' exportaciones por habItante láfíiio­amerÍcano-lia'oa'adoae',8aolares' en'T9J(filJ9"(fólares en 1960(-apreciosdeTc}50r: , " , ,,.",,.. " ." """M_>"···· j}

El deterioro reciente de la relación de precios está revelando . \ .,,/.1una vez más la q~!>.i}~~a~~S>Ilgénita~e ~_c>~J2~!~~s_Eeriféricos.12araj,.J!'r~tener todo el frut_c>de su p~~gr~~o___tt:_~n!co.No es gran aliviopensaCque'-t'iiártdcf 10¡; 'países latinoamericanos lleguen en elfuturo a etapas superiores de desarrollo con plena industriali-zación se terminará alguna vez con este fenómeno. Y no podríaserlo, por cuanto esto requiere largo tiempo, y, mientras tanto,el deterioro de la relación de precios agrava el estrangulamientoexterior y deprime sensiblemente la capacidad interna de acumu-lación de capital en detrimento del propio desarrollo. ,.,Desde otro punto de vista, aquel otro concepto, que subsiste[J~{i'"

todavía en ciertos medios, según el cual el estrangulamiento "','exterior y los desequilibrios con que se manifiesta en las cuentasinternacionales es mero asunto de conducta monetaria ha teni-do deplorables consecuencias; pues su aplicación práctica -amás de influir adversamente en el desarrollo económico- hadesviado la atención de las soluciones fundamentales que exigeeste fenómeno estructural.Esto tiene importancia considerable para América Latina,

porque si no se abordan resueltamente estas soluciones, nuestrospaíses se verán llevados por la fuerza de los acontecimientosa un tipo de desarrollo cada vez más cerrado y a una declinaciónpersistente de la proporción de su intercambio con el resto del

sustente esas decisiones; y sólo falta el que habrá de seguirleen el escogimiento de las formas adecuadas de ejecutarlas.

9PLANTEA!.\1IENTO GENERAL

Este aliento a las exportaciones industriales, así como a lasde productos primarios, no podría circunscribirse a la órbita delos mercados existentes. Es indispensable modificar la estruc­tura geográfica del intercambio, al igual que lo es cambiar sucomposición.

Las exportaciones de América Latina están afectadas, desdeluego, por ese fenómeno universal de lento crecimiento de lademanda de productos primarios comparada con la intensa de­manda de manufacturas conforme crece el ingreso por habi­tante. Pero a ese hecho se agregan otros factores de considerableimportancia. Por un lado, el ritmo moderado de desenvolvi­miento de la economía de los Estados Unidos y sus restriccionesde importación han influido en forma adversa sobre las expor­taciones latinoamericanas. Y, por otro, el proteccionismo y lasdiscriminaciones del mercado común europeo impiden quepodamos aprovechar plenamente el crecimiento sostenido de lademanda de productos primarios en la vasta zona económicade aquél.Sin perjuicio de las medidas tendientes a la eliminación o la

atenuación de esas trabas al intercambio, es imperioso explorargJanosa:rnente las }]osibilidS!.desde comerciar con otras regionesg~Lmundo, sobre todq con amas ~mQI!!Ía socialista queyic:nen registrando u,na tasa e,J~v8,dade desarrollo.

Si bien es cierto que las soluciones de fondo en estos asuntosdependen de los grandes países industriales y de la liberalidadde su política comercial, no lo es menos que los países latino­americanos tienen que desplegar también un esfuerzo conver­gente de grandes dimensiones. El mercado común representaen este sentido un empeño impostergable. Así lo han compren­dido los países de Centroamérica, en donde la determinaciónde formarlo ha sido audaz y definitiva. Má~,_,difi<;:iL~L~Lpro­blema de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio_,' ..- ,.....""'.~.~_~_~=~, __.. . ~--'0'__.'~._ '__ ~_' __>__""_""""""_"".". __ """,""_' •.""'''''''''''''''''''''''''''''''_''''''.''_ "__,,,'."_"'_' ._ '.~ ....• _._"_ .._,

Rº_r.19 Illismo__g!d~ilivan~~_º~Jª ..ipdj1~tr:ia.1i:z;a.~i.ón.en compar-.J!D}ientos cerrados ha __creado intereses y prejuicios que se0Pº!l_~g_alintercamºi_Q___:r~c;íprocosiIl abarca.r Ja.$ gra.ye,sconse­cuepºi~.de esa_-ªctit"td_~_Ql:;g·e,.el. de,sa.rrc>1lQ_e,c;QIlQ!ilÍco.No eséste un mero asunto de técnica, sino de grandes' decisionespolíticas que tienen que seguir al instrumento de Montevideo.Ya se ha cumplido fundamentalmente el trabajo técnico que

PL\'¡'iTEAMIENTO GENERAL8

Page 14: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

es que la ~gricultuE!E!:;I~i~~~! h..!:!i2,=-ª.t.§~!Lpro~es?,téc­nico, no solo en To_~~~~ne are~tenorh SlIJ_Qtamblen aljuego de la economía intern~ De otro modo no po.drá estre­charse gradualmente la considerable brecha que existe entreel ~_!11edio ru~l y urbano. En realidad, buena parte de lamitacI indigente de la población se encuentra en el campo.Si bien se reflexiona, el crecimiento hacia afuera de otros .'(

tiempos, en tomo a aquellos característicos enclaves extranjeros j'que no irradian el progreso técnico hacia adentro, rompe laprimitiva integración precapitalista del campo con las ciudades.Y la .m4!Istrializaciónn()cQfl~~~q!It'!~~)ien ,tiende a~!1~_s.a..h~c.h,a,_?grJ!~ªIlg"Q.¿e~ª,__gkQJ()mié!=~S;9!t<i!!li.s:a_soci::l&~ahoIa gue em~,"c.Q1Iegllla..El~º~~sta. ª~~Ilj;JJ.a~iQn<",llº_~,~_en....~~en~os

fu,c,wes_~ctnrak ..s_deL..cªmpº.>=S.m9",,,t!m1;>!~1l~S~Jll'LÍn§uficien­cia dinámica del desarrollQ.trll.~.!:!.e, no I:;=~stimuliamcl~rlaelevac:iQndeJQ§jngres~~, ~~ los,~:.?~.~~t?resa~lcol~s aun,sObreTas-~páfdas~~de"'estosfí~'l1Cle-a"'retaef'una ~ importante<.,.. , .. _""')... ~~_.. __","0' ",,,,., .•,,,,,_~,,,,,-.,,",,,,.,_,, ..,_•.,,,,.,,,"~"',,'_,,"'''''-'.~'''''''-''·~·'''-'''_'''''~:::''''~~=''''~_'''''"''''',·,m,":""",_,~",.",."._",~,."."4_,,,.,==--,.__,~'"'"""_==-'"

q_s:LcQs.to~~de_Jasustitución".dejI11p.QIt~.s:i_~hla protección exa-gerada y el costo del Iller~ade9 abusivo¡_,.?sícoITloel de los bene­ficioss~ªª,.~s_~}L...Q.b:os.~.sefl'iQ.Q~deLEstagQ,..g~_Sl"~~enas dis­frutan-1()L~~~E,ªor.~LE!l!~!~~,J2()E~~~E~~.~r,<;l~~erzá -siñcIiCá1)articulación polífica_.~iguen.siendo cIíéritéJas descuiaadas~de fosliOrñEie-fffifIÜyen!es.eIl1a poEtlSf;lurbana .._,No se-Iiañexáiñíñido'~auñ-en profündidad todas las conse­cuencias que estos hechos han tenido sobre la migración delcampo hacia las grandes ciudades latinoamericanas, manifesta­ción grave e impresionante de desequilibrio económico y social.No cabe duda que esas migraciones tienen que ocurrir, comotampoco cabe dudar que el mayor progreso técnico del campotenderá en general a darles más impulso. Pero, ¿por qué ha deconcentrarse la población desplazada en esas grandes ciudades?¿Por qué no se queda en el contorno rural, en poblacionespequeñas y medianas, ocupada en industrias y servicios que sa­tisfagan en parte las necesidades del mismo campo? ¿Por quérazones se observa en América Latina este crecimiento extra­ordinario de las grandes ciudades, en desmedro de las medianasy pequeñas, fuera de toda proporción con 10 que ha ocurrido enlos países más avanzados?

11PLANTEAMIENTO GENERAL

Los puntos de estrangulamiento interior

La intensificación del desarrollo no depende sólo de la mayora?umulación de capital. Es condición necesaria pero no sufí­ciente, pues el desarrollo puede verse constreñido por diversosfactores. ~; acaban de mencionar los de orden exterior, perohay ta.mblen factores de es.trangulamiento interno que limitano lm~lde~ la fuerza expans:va de la acumulación de capital.Mas aun,. e? nue~tros paises suele haber un importante mar­

ge? de cr~clmlento mmediato de la producción por la capacidadOCIOsaexistente ~n muchas de sus ramas. Y, sin embargo, esosfacto~es no permiten hacerlo o aparejan presiones inflacionariasde ongen no monet~rio si se emprende una política tendienteal ple~o aprovechamienj-, de esa capacidad ociosa.E_;s.mdudable que ~oducción agrícola se encuentra

g~n_~ente el punto. de estr~ñgu1añ:1Teñfo--rnfeIT1o-m~sperti­n-ª~~_~tE_~~rroU_o legmoamencano.3 Son varios los eleffiémosq~~ aquí se c.onjug~?: ~-régi~i[-CI~_!~~~~~~ª-~!.~':l~IQ_.S1lJedificulta la aSlmIlaclOnde la tecmca, la ge_ticlentt'!.accióndel§_~<;_para ai~I:t!~y difumiiLe_s_;:U§_~:iliEi~d~ de~!!~s: Por bien que se resuelvan estos tres problemas,SIno.:e brindan ~ti\'os suficientes a los productores, la ace­leración del desarrollo podría encontrar el escollo más serio enla agricultur~, y así ha ?c~rrido en diversos países, cualquieraque sea su SIstema econorruco.Los incentivos pueden ser diversos, pero el más importante

3 Este punto de ~strangulamiento interno -como otros que se han pre­sentad.o con frec~en~la ~~ el de~arrollo latinoamericano- ha frustrado ciertastent~tIvas de redistribución del ingreso, pues se han limitado a actuar sobreel _rl1velmonetano de las remuneraciones dejando de lado las inversiones neceosanas p~ra que. aume,ntase.la p.roducción -especialmente la agrícola- y hacerfrente. Sl~ pr~~lOnesl.nflaclOnanasa la mayor demanda popular provocada orla redistribución del ingreso. p

mundo, añadiendo nuevas dificultades a las que de suyo en­=r= este proceso. Si no hubiera suficiente cooperación ínter­nacional para resolverlas tanto en el campo del intercambiocomo en el del financiamiento, podrían sobrevenir toda suertede ~~didas autoritarias, con graves consecuencias para la pro­gresividad de la democracia latinoamericana.

PL.-ll~TEfu"\{IENTO GEr-."""ERAL10

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13PLA."<TEAII'IIENTO GENER...>\L

1 ",~, '.

.,y:y-"~"r

I\'($"'(- Hay sobre todo ello una razón fundamental: qu~ ~n estos\r tiempos en que el hombre va alcanzando un dorr:mlOmsospe­

chado sobre las fuerzas de la naturaleza, no se resigna a ~ubor­dinarse al juego espontáneo de las fuerzas de la eco?-omray asus manifiestas limitaciones para mantener o c~nsegm~una tasasatisfactoria de crecimiento, atenuando al ~l1lS~O~Ien:po .l,asfluctuaciones del ciclo, y para lograr una equitativa distribucióndel ingreso. . ... ,.No siendo posible repetir esa :~pene~~~.~~!~?ca, son muy

de peso las razones ~m ~u~s se ImpO?e encontra.r. nuevoscaminos. No es 10 mismo asimilar en un tiempo relativamentecorto una técnica ya muy desarrollada, que el proceso de gra­dual desenvolvimiento de esa técnica, pues se presen!an con­trastes o disparidades muy importantes, que es necesano afron-tar por la acción del Estado~ ., ,

\) Ante todo, en la evolucion capitalista, l_g_.tecnolo_¡:p~se fueintroduciendo de modo gradual en el proces.oproductivo,. a me­dida que se acumul~ba el capita~ ~ecesano. En ca~bI~, lospaíses en desarroIlo tienen que asimilar una tecnologla ya ela­borada. y si han de acercarse progresivamente a la etapa supe­rior en que se encuentran los países más avaI1:zados,su inf?Iesopor habitante tendrá que crecer con más celendad que el ntmohistórico de tales países. "En seguida esa tecnolozía ya elaborada y las incesantes mno­

vaciones que 'en ella ocu~en requieren un elevado c~pit~l.porhombre, que los países avan~ados pueden a~umular sin dIfIc?l­tades en virtud de su alto mgreso por habItan~e. En, ca~bIo,los países en desarrollo, co~frontados P?r esa mIsI?a técnica deingente capital, tienen un ingreso medio por h~bItante apenascomparable al de aqueIlos p.aís.esha.ce casi un siglo. En conse­cuencia, es ineludible compnmIr del~~eradamente P?r elEst::doel consumQ i:l.~]ª'?j~~tJitQ$=§Yi?ErigE~ÜR:g.9Ql~~.f!~~ªaªl...mien­tr::lsTof~e necesario hacerlo en la evolución capitalista mercedal ahorro espontáneo y casi automático que se registró en esosestratos. .Estos dos contrastes traen otro al que ya se hizo referencia:

que mientras en aquellos país~s avanz.ad~s v~~o priI?ero laacumulación de capital y despues la redistribución del ingreso,los dos problemas tienen que resolverse ahora, sobre todo frente

4 Entre estos factores estructurales hay que tener en cuenta que, debido alrégimen de tenencia de la tierra, una gran parte de la renta del suelo -sobretodo la de los grandes propietarios- se gasta en las ciudades y no en elcampo.

Las páginas de este informe están penetradas de una idea do­minante: América Lati?a ;tie~e gpe ~~~~<:~E"~l!=!!!IDQ,,~q~es­arrollo econormcoJ redistrlbmr elin~eso en ~avordejas masasJ?CiEUfares.-ET cumplimiento de este objetivo no podrá dilatarseindefiñidamente; ni cabría esperar que el desarroIlo económicose presentara primero y luego sobreviniera, como natural con­secuencia, el desarrollo social. AmQos.f:iene:l1JlE~~.i~~ecl!!!lI?E~fl­ºg~~_~odE~()m~saclo. Para conseguirlo, hay queODrar ra~lO­nal y deTilieradaiñente sobre las fuerzas del desarrollo, y esteno podrá ser el resultado del juego espontáneo de esas fuerzas,como ha sucedido en la evolución capitalista de los países avan­zados.Ha sido muy perturbador el concepto de que pudiera repro­

ducirse en nuestros países esa evolución. El desarroIlo económi­co ha sido allí esencialmente un fenómeno espontáneo, masno el desarrollo social, que se debe en gran parte a una políticaconsciente y deliberada. Y es evidente que en aquellos países seva admitiendo también la necesidad de actuar en esa forma, lanecesidad de planificar.

12 PLANTEAMIENTO GENER...>\L

Estas preguntas no podrían contestarse satisfactoriamente afalta de juiciosas investigaciones. ~I9 aG,ªs.QJgyatenido~ai,Q1E~llcia en esl~$feQÓJ!1{;,:!1ºlª"g~QiIÜl~ld¡;1~Jg,d~lJ1-ª!l_ºg~YIal,o, en otros términos la concentración de la demanda de 19§~~~~.'- - _- '---:~ '_ 4

WIldes. ciusia~J?~~ 0I:~.,,9c:!~g~c:!!!g~",f~.S!~E~~,{!~ÉE~,S3!,~glY"~""yelementos adventióos rriencIOmfdósmas arriba. Y como en otrosfenómenos sociales, no surgen reacciones correctivas, sino unmovimiento en espiral que se refuerza a sí mismo de continuo,pues al congestionarse así de gente las ciudades grandes, con­céntrase más aún la demanda en eIlas, provocando un nuevoimpulso a esa congestión. Por donde cabría concluir que laredistribución geográfica del ingreso tiene también gran impor­tancia social.

Page 16: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

7. Resistencia a las reformas y responsabilidad de realizarlasEE~-ªº-curn~ntQ_"~LQ.9!P-ará_"deesas. transformaciones estructu­rales inteJ.!!ª_~.jr__deJª,.f9ºP~~ª-c:iºDjnt(:!EI1aciº11"§J_Jl1d~aIT(~_Ilo.Está destinado tanto a quienes resisten internamente las trans­formaciones como a quienes se proponen realizarlas. Y tambiéna los que desde afuera no comprenden la índole y gravedad delos acontecimientos latinoamericanos.A los primeros, quisiéramos demostrarles la necesidad inelu­

dible de introducir esas transformaciones en la estructura socialpara que la forma de producir y la estructura de la economíapuedan responder a las exigencias del desarrollo. Si les preocupapreservar intangible. su posición en la escala distributiva, qui­siéramos subrayarles la imposibilidad histórica de prolongar lacontradicción entre el considerable potencial de capitalizaciónque se malogra con sus módulos de consumo y las vastas nece­sidades de acumulación de capital. Y si les concierne el cursofuturo de la democracia, hay que sugerirles que nada podráfortalecerla más en América Latina que la movilidad social, elsurgimiento y ascenso de los elementos dinámicos de la socie­dad, en virtud de aquellas transformaciones; y que la resistenciapertinaz a realizarlas podría forzar a otros hombres igualmenteinspirados a prescindir del juego democrático para lograr estepropósito, movidos acaso por la ilusión de recuperar con eltranscurso del tiempo las oportunidades de sana evolución de­mocrática que se habrían perdido de esta manera en la contien­da social.Quienes se proponen realizar estas transformaciones tienen

ante sí una tremenda responsabilidad. Se está acumulando eni\_:gI_jrica_lú!tiI1ª..IJI1a J"1J.S!I~ª S!ffiQCiQI1ªl...<::QI1SiQ.S!l:ihl~,..la.fuerzaemocion_gLªe los .~andes !110vimientoseol~c:ti~~. Hay que en­cauzarla hacia claros designios constructivos. No se construyesin cálculo ni racionalidad. Pero tampoco se toman decisionesaudaces -las decisiones audaces que exigen nuestros países­sin el impulso de esa fuerza. La prueba definitiva de eficacia

favor del incremento del ingreso que esas transformacionestraen consigo, se conijªg.,d~IQgr_esjY-ª:ment~JIDI_gIanCl,~._Q~pJlri­dades distributivas.________~-~. ~_.~o·_·_

15PLA.:.'iTEA..1\IIENTO GE..1'fERAL

a la sugestión insistente del método soviético de desarrolloeconómico.Añádase a ello la rapidez con que se difunden las técnicas

de prevención y curación de enfermedades, acarreando el fuerte~_§Q_(:k)a tasa de m2Iml!Q..aQ,Jenómenoque aconteció muypausadamente en la evolución de los países más avanzados yfue acompañado de un descenso también gradual de la tasa denatalidad. El aumento del ingreso favoreció allí nuevas actitu­des psico~ógicasfrente a la formación de la familia, que no sehan ~amfestado aú~ en la gran masa de la población latino­amencana de tan exiguos recursos. De ahí, el contraste entre

t~fj~~~~!~J~~'a~Ecf:~e~~~~:~~~~i~evolución capitalista.

Esa tas~ ~levada de crecimiento ~R~_l:!!!_es­f_!lerzomas Intenso de ªcuII!I!lª~iºJ! s'lt; fapitªl, y contribuye aagravar el contraste entre la abundancia persistente de mano deo?ra. en nuestros 'países y la técnica que tenemos que asimilar,técnica que ha SIdo elaborada en grandes centros industrialesaguijados por la creciente escasez de aquélla.FInalmente, hay que mencionar aquel otro contraste o. dis­

paridad de la .demanda de ÍI~I:~rtac~~~~s,X_,~?EE~E:t:.e"~!ºD~S,que!::!!l}Rºf_Q.~e~dlO_en__eLpasado.No tuvierOn, pues, los grandescentros, en su desenvolvimiento, aquella tendencia hacia elestra~gulamiento exterior que caracteriza a los países latino­

¡j6"'amencanos.,\ . ,;)"íf'-" El superar aquellos contrastes y promover el desarrollo ím-'~':¿iJ~:/, pon~ tres formas de acción del Estado. Ante todo, las transfor-~Jf" maciones en la estructura social con el fin de eliminar los obs-ti táculos que s_eopQlJ.fJJ.-.aLdesarrollo_yque consiste~;ncialmente

en erne!ear a. fond? el poten~ial de ahorro, estimular el apio­vec.hª-~~!l_toIntensIVOc.lela tierra .y_elcapitalv liberar el enor-~~_I:()~~n~ial de iniciati~~__~IJª~yiª~iLg~'~=-~!i~ª=j~-"ñi~IQg¡.a-,d.ª-!!Qºal SIstema su 121e_!_l::!,.yªJ!dezdinámica.~~?~.__!ran~!()Irnaci<:>?:~~_,egl? ~strlls:tllra.social ..ªprf;Il ....Pªso .a

2!~ª~~~J~f?II11? ?ep~<:>ªuciry en la estructura ªe la eC()l1orníá,t~:;.nJ>.f()~__ag()l1~ln?e~~l1te.~,gI pr()c~so ªe e::¡:tf;I1sióny.asimila-CIC>_I1,c.lE:la tefllolºglª""fº111~mporánea. . .Por último, la acción del Estado es indispensable para que, a

PL.~'iTEA.:.YfIENTO GENERAL14

Page 17: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

Pl~ctica. Hay ahora gue Rr:omoversu discusión pública ~respecialmen~ ..<l; !~~,,ª_iJ:!geI!~_e~E~!!~~OS..1§i!!ªi~!.e~. Es precisos~Eer~r!ª __ÜLig<:!Il_9iª_iª~º1ºg!f_g"P~('!yg!~fi_ellt~.~Il..nuestros p-ª~~sen .estas..I!1~!~ias1-~E__Rr_g,~livLc:1ªgs~sular _a_!.E!gQg~r_gflJ_~r.<Ll0qu.ees ~jen~_e!!,_~aE,"p~!!~_.,ª_1ª_E~-ªlLª_ª~Uª5!Il9_ªI_l1E!r!fª1!ªY,,ª,_S_UjeXIgenCIas.Si esas ideas que los economistas latinoamericanos hemos

venido elaborando han de servir para guiar la acción del Estadosobre las fuerzas del desarrollo habrá que presentarlas en formaclara y accesible. No hay nada en materia de desarrollo que nopueda exponerse con sencillez, aunque su elaboración hayarequerido razonamientos complicados y procedimientos mate­máticos para pensar mejor, que no para pensar menos. Loseconomistas tenemos que adquirir esa aptitud para hacernoscomprender; y si no logramos que se nos comprenda, será me­jor atribuirlo a nuestra propia confusión, antes que a limita­ciones ajenas. En efecto, si el pensamiento no es terso y diá­fano, se debe generalmente a que no hemos pensado bien, o aque en nosotros queda algún resabio de aquella actitud quesuele buscar en 10 esotérico elementos de prestigio intelectual.O tal vez en .la. confusión se envuelva. el juego de intereses

J económicos.Q,_l?91í_ti_99§;º__.e~ª <::º_l!fg~ºg._§e_ª_~fecJode cierta in­clinacióll h~cia_,_~l.p_~!!§ªm!entº_inªE!finÜ;lQ.....pªg._~ludirJª_res12on­sa1>iUdad_de, las pos~ciones claras.

í!-- También aquí nos encontramos can un problema nuevo.No había necesidad de discurrir ante la opinión pública acercadel desarrollo cuando éste se cumplía por su propio impulsoen la evolución capitalista. El problema de la acumulación decapital no tenía por qué dilucidarse allí, si se resolvía espon­táneamente.Éste es sin duda el problema primordial del desarrollo latino­

americano. ~ª:rEi!!~_s>_q~_~_h-ªya que toma.!:_!!!_<::didasmu_yfirmespara .aum_e~~_~LE-ª_!:l-ªªI__g_c::1_31!_SJII9.,._~,,ª,1?_!:_ª-_queasegurar tam­bién gue los _!ecursosasL21>l~IlL<lºl~s~d,~di9.uenef~val1!~n~al .acrec~!].t'!.I_l1!.e!].t9_deL.,<::ªEi!al__YJ1__9.g_E!~~_te_ºªEÜ-ª!_.S._~__ºr:ie_n_te_ªco~ir los objetivos detEla_Il de desarrollo.Hay~que_PI~Ye!!i~_~!].,...c:~!º_gIl ties.gQJ?E!rsist~Ilte.l_,as.tC:Ils.iQn~s.

sociales de_~tos_:!:!~m.l2Qs...inªl1f_Ü:_~!lJ.n~-ª~_unavez al empleode una proporción ex?gera,ªª_ de ~sos recurso~~I! mejorar ~

17PLAc"TEAMIENTO GENERAL

8. Un sistema de ideas y nuevas actitudes

Todo esto presenta una nueva problemática para América La­tina, muy diferente de la que se había planteado a las genera­ciones anteriores. En plena depresión mundial no sabíamos enqué consistía el problema del desarrollo latinoamericano: domi­naba la idea simple de restablecer la normalidad, de volver alpasado. Hace quince años, podíamos ya definir en cierto modoesa problemática v señalar can gran convicción algunas solu-ciones fundamentales. Y_ ..hºY_~e_.h~~.~~:::ª!_l~ªª9__§1!gfi_e!!!!:ill,eBt~com_o__paIa~el,tbºJ:ªI.un. __§isteIDª-.cgejª_eª§,_Q!!!=Lfºnc:epº!~m_.diná­mica d_~lj~sa1"l"()_l1~c;c:oI1§ll1icoL~~c:~a.Lq1J_e__~º_!!ªQ_~9!.__gJa:.acción

final estará en la aptitud de los dirigentes para combinar estoselementos en la política de desarrollo.Hay que tener siempre presente el riesgo de malogra~ tales

transformaciones y la acción que ha de seguirlas si se pI~rdende vista los objetivos fundamentales. ~º_]1Jlbrª-Jr:ª!!~Jº~ªc.:J._on_~valederas en la estructura de la sociedad si se_trata..simplemente

-del acceso d~u~_OLQ,t~lªJ:e~ a Jos pri\,il~giQ~e~§te!!te?, Q.~e..aña~en nue~/osprivil~gios o prebendas.Po¡'-Tü-cI""emás,es"necesario que se comprenda dentro de nues­

tros países y fuera de ellos que nos encontramos en todo estofrente a nuevas exigencias. En la evolución capitalista no seimponía una política de desarrollo, por la espontaneidad delproceso mismo. Esa evolución no podría reproducirse entrenosotros.

Es natural que afuera se piense, no sólo en la posibilidad,sino en la conveniencia de seguir el cauce que llevó a talespaíses a resultados impresionantes. Pero infortunadamente estoconduce a menudo a actitudes muy lamentables, aun en quie­nes están movidos por sincero espíritu de cooperación, pº_~l~_h~ también SIue..es.p~J:ªl!",,ªeJª_.~QQJ2~raciºnj!!!e~[lª.fto..!!ªJciertas ..virtudes ..,de.il1flujo.pQlitico queJJÜeILpJJdI_t;!ª-.n ...sereficacesen.Ial,o ..cual. situación,JempQml, Ies.JJltarim:1"ºQ!!g:apr:o-ducentes a la larga. La única significaciór; pQlíYCa.ªº,Wisi1Jled_e_e~co.o.p"e"(acióJl,_desdeelP.1mtQ._ge,_TI$_talªygQªw_eIican~e~contribuir a que__se haga políticamente realizable..ul1!.l!JenS,Qesfuerzomtemo ..de desarrollo,

PLA_>\'TEAMIENTO GENERAL16

Page 18: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

lJ- ..._--------------==---- ................

en leyes y decretos, van a actuar por sí mismas, por el meroacto de aprobarse un plan y existir la promesa de recursos in­ternacionales.En los tiempos de crecimiento hacia afuera tiene fuerte rai­

gambre esa actitud típica que espera que todo se arregle solo, yse manifiesta a veces donde menos se esperaría encontrarla. Y laplanificación comporta ya ese riesgo.Es necesario escapar a estos espejismos. América Latina go

tiene por delante soluciones fáciles. :fll~~..Knifica un rné­fodo riggrClS().-:::ªl!!!.qg_e~!!Qrígi,Q.º=.Ram §!tg.c~LJosJ?,roblemasdcldesarro110,~lmª_ªisci121ÜlacQ_Ilti!madª_en.Jaacción del Es­tado. Es _una serie de actos de previsión, de anti~iPaciºl}Ae lasn~~~@_ª_g~~,..Í1It.l1m§,.,d~"yil}f111ªc::!émtacigIlal..,de la ÍQITIlª __sl_esatisfacerlas COIlJOS.escasos recursos disponibles.Todo esto demuestra que el designio de influir sobre las fuer­

zas del desarrollo es de muy vastas dimensiones en tiempo yextensión. Nosólo exig_ela transformación de estructu~ sino.también rnll~anza§..g~.actitudes, g~ .1llºc1g~_deYt'!ry_º~for.JJ]asd~a5tü~f~¿Pero- se consegulr~n estas-rIllldanzas en nuestros paí­ses? Preguntárselo entraña con frecuencia un sentido de escep­ticismo que desalienta la acción. Hay que empeñarse ineludi-

~~~;~~~P~~J~~:~~~~j~~~1~_~d_;t:e~~~;~~la s~~~~~~_hl.u~~y~~~texrr:~i.~I__g_J:_~1~stªªQ,P~~~cigcl_e!1te.

(~~-9. Hay que encontrar nuestros propios caminos en el desarrollo

La política de desarrollo ti~nL~~u§!~l)j;c:!I~~_,~mQI~,~u,ruLinter­}.ff1 pretación auténli~ la realidafi)?Jinoamericana. En las teo­

r;:/' rías que hemos recibido y seguimos recibiendo de los grandesx centros hay con frecuencia una falsa pretensión de univ~rsa!i­

dad. Nos toca esencialmente a nosotros, hombres de la periferia,contribuir a corregir esas teorías e introducir en ellas los ele­mentos dinámicos necesarios para acercarse a nuestra realidad.Así también en la práctica del desarrollo. Aquella oposición

intransizente a la industrialización de nuestros países ha sidosuperada ya, como lo está siendo la renuencia a reconocer lasignificación del deterioro de la relación de precios del inter­cambio. Pero hay mucho que avanzar aún -y tal vez con mayor

19PLANTEAl\lIENTOGENERAL

consumo presente, o en lCLLealiz-ªJ:;iQn~de..inversiones ..sQ_(~iaksde bíenestar..ínme..diato,_en.detrimento.de ..las inversiones _eº-º~I1.QJJ]icas,de. bienestarposterior, aunque no distal1te. Ceder ae~ª...:eresión haría fracasar. ínsmísíblemente....el.nbietivo..sccialde acrecentar .en_Jonna intensa el Ilivel.de .vída deJªs ..ma~a~·Hay algo más que esto todavía. Los ~tos lIlilita.l§_absorben

a menudo una proporción apreciable del ingreso global, en des­medro del desarrollo económico. Y cabe plantear preguntas degran significado a este respecto: ¿la evolución de la tecnologíamilitar no requiere también una revisión profunda de los con­ceptos vigentes? ¿Traerá ello consigo el aumento de esos gas­tos? ¿O será posible que esa tecnología y la limitación de arma­mentos permita reducir los efectivos, aumentar su eficacia ydisminuir a la vez la proporción de esos gastos en favor deldesarrollo económico?.eJ:"_~s_é1l1ase_eI1JQdo_estQ,_y_pOL];!liII!.~J:"_a....Yez._ell.J1UeStr_OL]2aíses,

u!!_.<:;gmp~muy_.dilatado .I?"ª-.J1LJa.. fQXD1adón...de_la _c.Q!lQien_ciapopular del de§arrollo. No se trata sólo de las grandes ideas, delos grandes designios que cautivan la imaginación de las ma­sas. La práctica del desarrollo ofrece asimismo posibilidades muydiversas de orientar el impulso colectivo hacia la realización denumerosas tareas concretas de un plan de desarrollo. Hay ma­nifestaciones perceptibles en nuestros países de un enorme cau­dal latente de entusiasmo e iniciativa que no está movido tantopor el interés personal, cuanto por un sentido comunitario, quela mujer latinoamericana está demostrando también con su cre­ciente participación en la vida política y social.Por .10 demás, la accióIls,QillJ1nitCLQª-como el movimiento

cooperativo- permitirá simplificar la acción del Estado, ciñén­dola al manejo eficiente de los resortes del sistema, sin penetraren todo aquello que los individuos pueden realizar mejor consu propia iniciativa y responsabilidad, pues ya el Estado estátomando s()_Qresi funci0I!~~_.!!!gy_.ª.~!i91ga~~J:lJ?:.p!a12ifi.ºªc!Q!l -del_dé!.S(lrrQl1Cl,.NCl.J<:!.en_cllentra,_g~J:l~_gIIl!eIl~e,.I2LepªJ.adQ..p_alacumplirlas ..en !()s.J?~í~~s....latin()aIIleI'Ícan()s.y.aqgí ta.Il1ºi~.!1_S..eimponen ~andes ~ansfo!:!!!ª~i_<:l!1~__~i_el_ ]!:_stad()_.ha_de_a~_lI.D1irnuevas y difíciles responsabilidades,En efecto, ni las transformaciones estructurales ni la plani­

ficación responden a fórmulas simples que, una vez plasmadas

PLANTillUvIIENTOGENE~~L18

Page 19: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

10. La concentración del poder económico y sus efectospolíticos

Sin embargo, las circunstancias podrían llevar en América La­tina a decisiones que no se inspiren fríamente en consideracio­nes de esta naturaleza. La resistencia a las reformas estructuralesreconocidas en la Carta de Punta del Este es bien notoria enel seno de nuestros países.No es aventurado suponer que cierta aversión manifiesta a

la intervención del Estado se inspira, a veces, en el hecho muysimple de que esa intervención se impone primeramente pararealizar esas reformas. Suelen aducirse las razones ideológicaspara exornar esa oposición, antes que por convicciones profun­das. Y tal vez no repugnase tanto el Estado autoritario, el retro­

(\.). ceso democrátic2z_si con ello pudiera lograrse logro peregrino". .~ ilusorio- la i~~I1g~J:>.iE9~ª_~~g):!c:t1:l~ªI.-,,¿,;¡.J" El tono discrepante encuentra con frecuencia eco en ciertosYJJ medios exteriores en que era dable esperarlo, pues la constela­

ción económica y social que frena el desarrollo tiene tambiénelementos exógenos. Vuelve así a surgir, adentro y afuera, latesis pretérita: hay que cumplir primero la etapa de desarrolloeconómico y después vendrán las reformas sociales. Hablar ahorade ellas es desalentar la iniciativa privada.~9~: no habrá aceleración del desarrollo econó­

mico sin transformación de la estructura social. Y también mo­tivo de honda preocupación para quienes veí~iI-e~-Ta-c;rt;elanuncio de una nueva política de cooperación internacional alos países que emprendieran resueltamente estas reformas es­tructurales. Es muy comprensible que algunas inversiones pri­vadas queden en suspenso ante la incertidumbre del curso detales reformas. Sin que ello signifique establecer comparaciones

PLANTEA-"M:IENTO GENERAL 21Pero la técnica productiva contemporánea permite también

una enorme concentración del poder económico en manos depocos hombres. Y acaso más aún las técnicas de información ydifusión masiva de ideas. Depende de cómo sepamos usarlas enese designio de regir consciente y deliberadamente las fuerzasdel desarrollo económico y social: para someter unos hombresal dominio de otros o para exaltar la personalidad humana.

PLAJ.'i"TEAMIENTO GENERAL

urgencia- en materia de política rn.enetaria, donde suele atri­buirse aún inspiración inflacionista a quienes se niegan a en­carar la inflación como fenómeno ajeno a la estructura social.En la misma planificación del desarrollo es evidente la ne­

cesidad de encontrar nuestro propio camino. En los países occi­dentales más avanzados se está comenzando una experienciaplanificadora, pero en condiciones diferentes a las de AméricaLatina. Conviene seguir con toda atención esta experiencia,como es también aconsejable hacerlo con la experiencia socia­lista, de más larga data, en que la planificación se basa en lagestión económica .directa del Estado y el sistema político queparecería serle inherente.

Es todavía muy fuerte en América Latina la propensión aimportar ideologías,tan fuerte como la propensión de los centrosa exportarlas. Ello es residuo manifiesto de los tiempos decrecimiento hacia afuera. Compréndase bien. No es cuestiónde cerrar el intelecto a lo que se piensa y se hace en otros paí­ses. Por fortuna, en los grandes centros hay creciente interéspor la teoría y los problemas del desarrollo y sería grave errorno aprovechar la valiosa contribución que así se nos presta. Peronada nos exime de la obli~ción intelectuaLg.e analizar nuestrosp.EQP.iosfenómenos y encontrar nuestra propléllmagen en eleI!lJ?.~ñode transformar el orden de s:g_~~§_,~~i§t~!11~.Y,ª1W:!1os­~~~_.t!!!~lig~!!~eIEen_!~~-ª.~~.Lq,"9.!::!~§~E!~!!§,~,"eJ:t!~,~~l.y~a e~~~Ei~gci~~qlt~~~!!L,§~~U!~I1_~,..E~E9".sº!g....C:.9!1lQ, ~!~!!l~!1tQJQ!IDªtü"odel PLq]2~~_g}Ej~g:No se circunscribe esto al campo económico. Nuestro pro­

blema vital es muchísimo más amplio, pues no podemos olvidaral sujeto mismo del desarrollo ni podríamos dejar de proyectartambién la imagen de lo que quisiéramos que fuera el hombrelatinoamericano en las próximas generaciones.

La rápida asimilación de la tecnología exige y apareja nuevasformas de vida y nuevas actitudes. Sin embargo, nada hay eneste vasto proceso que lleve a subordinar a sus exigencias losvalores humanos. Por el contrario, la tecnología contemporáneaabre infinitas posibilidades de variedad de vida y libre deter­minación individual que hasta hace poco tiempo, medidas convisión histórica, se circunscribían a una pequeña fracción de lahumanidad.

Page 20: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

que ?Q¡:illL.1LIl<::llQ~ca~illJ2.Q"""ªJªs"JJ.leJzas.~de17"desartº1lº_es.otro_qeeIIOs.Pero esta \ie~ el PllIlto ~~ partida es político y no eco­ñOffiic~L¿L1:Ji~J:l1,iJ:lQ.y9g9. conY~l"g~"n_ªJg...mi?illº. Sna-reSls­tencia fuera inflexible, ya sea a las reformas en sí o a su ejecu­ción, podrían sobrevenir situaciones extremadamente críticas.y los hombres llegados al poder político para efectuar esas

reformas por el impulso acaso incontenible de las mareas po­pulares, podrán verse forzados a concentrar en sus manos elpoder económico para robustecer aquél, para consolidar su po­testad política. Y también para utilizar todo el potencial deahorro colectivo, ante la magnitud del problema a resolver yel encogimiento de la inversión privada. º!!..P9~g~L~co_!!.ómico

gULlafo~c~~~:c,1§~~~~~r=~§ª1i~~O~6~~~~!ge~~~;~~~~a for-ma __~~j!~ri1PE~:uIl J2eligr()~~i~.J~-auten~ic:!9~.sLde_1idemocrª-9.'l. El Estado no es una entidad abstracta e incorpórea. Quie­nes manejan sus resortes están movidos por intereses y pasionesy no sólo por designios colectivos. ¿Se concibe que al detentarel poder económico -al tomarlo fuertemente en sus manos yllevados por esos intereses y presiones- se abstengan de subor­dinar a los otros hombres a su propia voluntad? ¿Podrán seréstos independientes en sus actitudes y decisiones si en toda suactividad, si en sus medios de existencia dependen de aquellosotros, sin tener a su alcance ninguna otra acción?Aquí está la cuestión fundamental, que no en la planifica­

ción, pues incluso aquellos que están poseídos de muy firmesconvicciones democráticas, ª.q1J~nQ.Lq1Je__ºJ~~11..en.Ia.Iíbertadpolíti~.Y_J_()~".g~l"~c:hgsllUrnaIl9SLP9grÍeJ:l v~rse ªrra.§traQosac:laudic~~_J?EirP~l"9P9E 1,,1 !rnP9sic:i9!!....ge..las .circunstallcia~...y,_.~J:l~gui§~~_..P9r.la 199ica ll1isrna de los acontecill1ientQs.No es éste, segurament~, ~Lorªe~ck_fosa~_.q~~mos

~~Rf!Iª-~~.ti!Y.~._~~9!~_~ ~~l"iª,...Jl"~giC:99lJ.~para eman­~2l~()Ill2E~ ....Sl:....I~yJl.~.ºesida.d,=!l1_YiéE~Ill()§.·sUi]:ji1]scrncllr-:]eotros vaIºi~§L.!üviéiªiriosgue ~l1~ordinª~lgª!as exig~[1ifuide.J.tn}2oderarbitrariO:-Eñ-erfonao;--rio~-es-¿ompatíblé- nada de estocon el genio de los pueblos latinoamericanos, con su aspiraciónlatente de liberarse de la necesidad para exaltar la personalidaddel hombre, para dar plena vigencia -por obra del desarrolloeconómico- a la democracia y los derechos humanos, sobre

23PLA.;.'i"TEAivIIENTO GENERAL

estrictas, no fue menor la incertidumbre de los países de Europaoccidental después de la guerra. No fueron la inversión privadani el consejo de repatriar fondos europeos refugiados en el ex­terior los que conjuraron un peligro inminente. Fue el acto deformidable audacia del Plan Marshall, Después vinieron el augede la inversión privada y el retorno de aquellos fondos.Éstos son y serán años decisivos y se requiere perspectiva

histórica para encararlos. Si por el riesgo de desalentar momen­táneamente la inversión privada se postergasen las reformas ose las privara de sustancia, no por ello se crearía una atmósfera. favorable a la inversión privada extranjera. Por el contrario, sepondría en zozobra la existencia misma de la iniciativa privada,que no el empeño de darle plena validez dinámica.No nos engañemos. !]:j.!~~~E:!()IlQVª ª I~§,ºly~:t;'$...e~J~.n~1JIl

p!ano. doctrinario! sino ~!Il.ig.~J:l~ernentepglítigQJ ]=!;1.Jig!l~L.Pc21í­tiGº<1l~~c~_cumpl<L"eLdesartºlill~Jªiill~~Ill~?C~<1,+11º~~Ssé,!?' ~uestión ~e~~ferencia~",intekctJlªI~~k,z~Úl2,.cs1i~Lj~1l,.J;Iª.Ilparte dependera del cU~§~2..._Ill:~r;n?de}?s h~<::hº~.t!n....es~Q§ª!iQSJ2iQ.X!!PQ~Hay un..C~lt9j",..,.il~.t~illli.iil$}nº·,··~ri:~~11º~i:'B2 ~~~steo_gomodo. de esca12arJe.~Jl~...QbIªL.12IeY!§QIªIll~]}t~§glm~"~I.gmsomi§rno de esosJ1..echQs. '. . ,'" .y~~ioshe~;s subrayado en estas páginas iniciales y no .hay

por qué repetirlos ahora. Baste recordar las muchas y muy seriascomplicaciones que está aparejando la tendencia hacia el des­arrollo cerrado. Se impone hacer un esfuerzo supremo para con­trarrestar esa tendencia en los planos nacional, latinoamericanoe internacional, pues no realizarlo -o no realizarlo a tiempo­podría llevar al Estado autoritario, a la prevalencia de la com­pulsión sobre los incentivos a la actividad económica.

Determinismo en los hechos y acaso una lógica incoercibleen sus consecue~cias. En ef~~to, ª1....S~,~~E1~,R!9~~§.~Y~Ill~E!~elSlesarrollo, tendnamos ~tªIlib.!e!l.,.q1Js(.):lJ§lªIllQ~=~lJ:$zS!.~Etof~9podel mundo .exteriQLW~.,.12L~y.e.lljr.Jª<::9Iltª.uÜIl~<::iQIl.,ª~1l.J,1.~YpsgY.~!gs,.nuevas.~necesidaq~§9 IlY(;Y~§.!~EiEe<::i9Il~~,.tSLclº,,~1l9=~n-

. fI~tijl~§J!~~!.~Ili"i:~r~ ....~.{:!.,...l1Ilª.!.~~g!?gÍ~.51Y,~?esYªli~..~,g.q§.e52cle,lal11!~mg,~=IJ:l~B:'llnana..represl.~a,..~~.~EI,~.q~~"f~.§gl}ª:t;'gªh"~,.J,gualmeIltede las inclemenóasae'la crítica. .."~S~'sI()s' carnlnos"pará.·'l1evaral Estado autoritario. No esése el único. La resistencia a las transformaciones estructurales

PLANTEAlvIIENTO GENERAL22

Page 21: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTERNOS

B

todo en esa mitad sumergida de la población latinoamericana.y para que allí, y en todos los estratos, la movilidad social Ilevelos mejores hacia arriba en pro del desarroIlo económico y lademocracia. Un orden social exento de privilegios y no sólo deprivilegios económicos, sino también del privilegio tremendode que unos hombres pretendan el dominio sobre las ideas delos demás, sobre las fuerzas creadoras de su espíritu y sobre lossentimientos más profundos de su corazón.

PLA_,_'<"TEA1>iIENTOGENERAL24

Page 22: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

27

1Véase el capítulo II del estudio El desarrollo económico de América Látinaen la postguerra (E/CN.l2/659).

1. Crecimiento exiguo y redundancia de mano de obra

La exigua t-ªsa de alrededor de una.par, ciep.to anual con queviene crecÍendo. desde mediados del decenio anterior el ingresop~~nt~··eñ·~ercl~li:~o-ae"'Aiñ]rlca-r:afin~t·esclara PJ.uebade la i~~n<;iª._g:!!}ªriÚC:ª:.9..l;t~.~~t~~Eusc:~().'e!,_desarrollola­gno-'!.~~rlCagº, Compárese esta tasa con Tas CIe).7 por cientoregIstrada en Europa occidental en el decenio pasado y de 8.3por ciento en el Japón, así como las tasas entre 5.3 y 9.0 porciento anual y por habitante registradas en los países socialistasde Europa oriental, y se comprenderá toda la significación deeste hecho. Con ese ritmo de uno por ciento se tardaría 70añosen duplicar el ingreso por habitante en el conjunto de AméricaLatina, salvedad hecha de las diferencias marcadas entre países.'Esto es muy serio de suyo. Pero hay otro hecho que acaso

~~_tor _más podero~ de. tensi9.~~~__sos~~les:Una pro.E0rcl~ns~ble_de~lJtº q~pQPgc10n a~tiv~ Il()...~~_~ªJ?~ satis­fact_()E.i-ªJ.!l~nteen el proceso _p_r9Qu~:' qüeda al margen deldesarrollo económIcO:'" ...... -~-_--_.._-"-----Este-':fenómelH,--se da sobre todo en la población que sedesplaza del campo a las ciudades. Allí el crecimiento demo­gráfico es posiblemente mayor que el promedio general de 2.9por ciento anual. Pero sólo ha quedado en la actividad agrícolaalrededor del 1.5 por ciento en el último decenio. Así tiene queser necesariamente en el curso del desarrollo económico. Perolo que no tiene que ser así es la suerte de esa gente. Lejos deintegrarse en la vida de las ciudades, de asimilarse a formas me­jores de existencia, improvisa tugurios miserables y vegeta entoda esa gama de servicios personales de muy precario ingreso,con lapsos de franca desocupación.

a ~~i~~e~;C:;~~aa~~~~~*~~~ita~~bt~;~l~~:~:~;~~_~-=_~g;~-::""~~-:>'_~<:>'O'~ _, • 0_0 __ ~

1. LA INSUFICIENCIA DINÁMICA DEL DESARROLLOLATINOAMERICANO

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\ I. LA ABSORCIÓN PRODUCTIVA DE 1vIANODE OBRA~ _=. :z

Page 23: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

2 Se dan casos extremos en América Latina en que la tasa de acumulacióntendrá que crecer en forma acaso impracticable para cumplir esta función ab­sorbente. Con lo cual se plantea la necesidad de tomar medidas especialespararetener en el campo la población redundante, evitando formas de mecanizaciónque agravan este problema.

2. Aumento de productividad y necesidad de nuevas inversiones

Estas consideraciones nos permiten arrojar cierta luz sobre unfenómeno muy importante, pues dado el papel dominante de la

~_~. La industria~ª_~tivjdíildes cQnexas.=desemgeñanun ~pel11 'f.: ºlav~eI! Jª...criQámi<::Li.~~c~!PJ!E:2*$2~"."~~.:·,_~_Ea~umE.lir~sta"\ fun~&1hsgI1:>Gl}t~".~,~~1I!.TIglªIª ~~.ª~,.9,~Eg,Lg~ ha- ,cerro necesitan crecer a...un determinado ritmo que no es ar-

~~_::;.~ ..~-;;;_,:.: , .•.::..:•....: , ..•.::.:;.::>•.:.., ..: ..:..::.;'::,:"~'.",""""'::,;':':,;",,~II;"",..'::,,",~,,,.""',."'.~ ...•..., ,"' '.," .••.•,',..,..:,,:.:,•••:.,'i',O<'.C,'",,;:::: ..:: •., ..::::;;::=<C::4<:.=-;i$n;:';c"";;~))!;!!:~>a':l1I=J~~"'~,"",='_~_

bitrano.'--/:QrJ)Q~J~,jlJlj.4~~~~_E~Ft~_ª~J~~~.12..QJllª~ºl},.d.~§.plll!ada%delaagrifultura se vSIiffJ9gíLCla~~ajuc,QIpQ);at~e.~.ª,..ªg,lJ.~11QsgillEos,deiñfen~~ª¡=(illºª.ª~§"7~,§!~,e,§,,,,lQs_<ie .~~osservlcios-no~calificados. Más aún, la gente misma de estos ser­"Tríos ño enc~ntraría ocupación satisfactoria en las actividadesabsorbentes según fuera la disparidad entre la población a ab­sorber y la intensidad con que crecen estas últimas.Hay, pues, un I!tmo,rnÍlJimo. de desarr_olloq~~ t:~_indispensa­

ble para que-la -1~lJción al??gr:b~BiG=~~C:úD:[email protected],t..ud. Y-siñOSe1OgTaese'~;~~~·úña'partede la población desplazada dela agricultura y otras ocupaciones primarias -siempre que noquede allí vegetando- se dirige a las ciudades buscando ocupa­ción en aquellos servicios personales no calificados de inferiorremuneración, o disimula su redundancia en tareas superfluasde la administración pública y la actividad primaria.Pero hay más todavía, la gente de esos servicios personales

que también trata de desplazarse hacia las actividades absor­bentes, sólo puede hacerlo en forma parcial. Y así van creciendoen forma impresionante esas actividades marginales de las ciu­dades medianas y pequeñas, con las graves consecuencias con­siguientes. 17J~_ª-2._~1l0Eor la)nsuficiencia dinámica del sistematal cual está fun"~~0_I!.and9.2~"?L~~~I!~~E<lEida~!!1 alcanzar esatasa m~(Ieaesarroll0 con un ritmo adecuado de acumula-¿jQnde \apitaP --"~..,,~ , ."-~ " ---~-~._.--_ -..-----~

LA INSUFICIENCU. DIK.\MICA DEL DESARROLLO

ci2.nes de la concentración del ingreso. Clara...pr.ueba-Liela ex­P~~m~s.Qcial--d¬ l"desarrollo ..por."su-énstrfieienciadinámica v su viciosidad distributiva.--~Hayaqciun doble f~"n6~~no que explicar: el .desplazamjento

~~eg~~~~~:z1~esciJ~~~~~pla~;¿r!~t:~~~~~~~das~'12rGemanaacIé productos primarios crece menos que la deproductos industriales, conforme aumenta la demanda generalpor habitante. En la experiencia reciente del conjunto de Amé­rica Latina por cada uno por ciento de aumento en la demandageneral, la demanda agrícola crecía sólo en 0.5 por ciento entanto en la industrial lo hacía en 1.4, aproximadamente.Basta este solo hecho para que el incremento de la población

activa se dirija con mayor amplitud hacia las ciudades. Pero noes eso solamente, pu~s...ª1,"ª,.11msm1ª1.1ª_PIº@_ggviºª-ª_~ILl~Lªgri­cultu~y_ otras o9lPJlcioneLprülH!riªll, m_ª-Y9Jtendrá. Sl!-l~seL~.1s!~E!gzamiento. -a_.igualdad d~º~!ªs_C;_º_l}_ºic;_iQll~~=_Y__I!1ª$_jfl­t<:_I1_~2~!~Ipbié!lcl1antomás fuerte fuera eL~I~9!.TIie_I!!;Q_y~~tªtiy_ode la población rural comparado con el de la población urbana.No toda la mano de obra que se expele proviene de la agri­

cultura y otras actividades primarias. ~Jl~glmS!~Sciudades una Elétor~ de ma1}.iLQ~,__Qº1~t._ª~~~~Y",.!!!i~ti5l.~~j_~e­~~~: además de la gente ~tºSI-!pgªª,Jº:ªº§:,J,ºs, ....s..erzicíos .."J2_erso-_nilE no 'caIíficaaos;a-eSde el servicio doméstico hasta elínfimo,.._. . '. . ..~=-~-""' "'." "' _ ".." " ..¿6iiíer'cío<SaI1eJero;-asl"corno las actividades artesanales de ca-rácter precapitalista. Toda esta gente está al margen del pro­greso técnico; pero a medida que se desenvuelven las actividadesabsorbentes, también tiende a desplazarse hacia ellas el incre­mento de la población activa y aun de la población existente enaquellos grupos inferiores, en busca de mayor remuneración.

Pero ¿cuáles son esas actividades absorbentes? En primer lu­gar, la industria y las actividades conexas relativas al movimientode bienes (comercio y transportes), que tienden todas ellas acrecer con mayor intensidad que el ingreso, y, en segundo lugar,otras actividades que también tienden a acrecentarse con relati­va celeridad a medida que el ingreso aumenta, contribuyendo asía reforzar su crecimiento; trátase de una gran variedad de ser­vicios personales calificados, que requieren preparación profe­sional en menor o mayor medida, y los servicios del Estado.

29LOS FACTORES ESTRUCTURALESINTEfu'l'OS28

Page 24: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

población activa se encontraba en los servicios y ahora esa pro-porción se ha elevado a 30 por ciento. 'Desgraciadamente, no es posible realizar un examen riguroso

de la composición de este renglón tan heterogéneo, que abarcaservicios calificados y no calificados, así como el comercio y laadministración pública. Pero el contraste entre la tasa de creci­miento de la ocupación en estos servicios comparada con la deproducción y transporte de bienes, demuestra que allí se ha dadoun fenómeno innegable de redundancia.A fin de destacar mejor su significación, se ha calculado bur­

damente cuál hubiera debido ser la tasa de crecimiento delingreso que habría permitido ocupar a esa mano de obra re­dundante en las actividades de producción y transporte de bie­nes. Se parte del supuesto arbitrario -aunque no irrazona­ble- de que los servicios en general no habrían requerido unincremento de ocupación superior a la tasa de 2.6 por cientod~ crecimiento a la población activa; o sea, que su tasa de 5 porCIento representaba un exceso de 2.4 por ciento anual.Pues bien, la absorción de ese exceso hubier~"~:xjgido~oner

en la actualidad de una canfiaaaae Cél.l2italen la Eroducci~ytransE~rte de bienes, que debiera ser 27 por ciento 'aproximada­mente !ii~y~fqife:'~_,~~!!I~r:X]IL!ª§ª_dccrecimiento. medIO delI?l9-c!u_s:t2.p~(ha.oltant~ __ª~_e§ª~ª9ti~á_ªªª_e_~,_hª_k~~ll_t~Ilj-ª~~-~ª~} .7" en ve~-'ae--'?} pC:¡E9!entQ.._ª:IJUª1.Obsérvese que 'este notable aumento de la tasa global de

crecimiento del producto se habría obtenido con las mismas ta­sas de incremento de la productividad en estas actividades."Esto tiene una gran significación dinámica y se explica por latransferencia de mano de obra de la agricultura, donde el pro­ducto era en 1962 de apenas 530 dólares por persona activa, alas otras actividades de producción y transporte de bienes enque el promedio había alcanzado a 1840.Aquellas tasas corresponden sólo a la producción y transporte

de bienes. Para pasar de ellas al conjunto de la economía latino­americana habría que hacer otro supuesto más o menos arbi­trario, ~ ~alta de I?ejores in.formaciones, a saber: que el renglónde servICIOSmantiene las CIfrasde producción no obstante que

3 Esto es, 2.6 por ciento anual en la agricultura v 2.9 por ciento en la in-dustria, la energía y los transportes. -

31LA INSUFICIENCIA DL.,<ÁMICADEL DESARROLLO

industria y las actividades conexas en la absorción de mano deobra, su crecimiento tiene que ser tanto más intenso cuantomayor fuera el incremento medio de productividad que hubieraocurrido en ellas. ~!!lismq_mQ.ªº, ~Lªl.1m~ntº..d~_pJº.ªJJºtiyi-dad en la agriculturª_.LC2!~ª~ªc;tiyidªª~s. ¡¿ümaIiªs.!mpone ª Jªindüs1!i~.Ll~._acti vidaª~_c:.()_I?:~ªs1l.l1-ª _EC::~flg!!?abiliªªª_,J.il1'li!g_r.

Podría afirmarse que al aumeI?:!ªEJ.ª__EE9_guc;!iviªªg_POL_~1pI(jgr~sgJecnico tiene gpe aumentarJ.:-ªmbiéu._eLcoeficiente__dei~,::ersiones.Dada la ~a_qQe~Lo~d_llº.e_~~ distiJ1.tasfas~?~12rod~o, pe_qmete4l~co:eficient~~:!nimode. lnversloues--y-ll-Ila_tasa~mmlma-·de-~re6mnente-delJllgresopª~ c~pl(}nittld-el papel de-las-actizídades ab­sorbent:es:-------

La tasa de uno por ciento en el crecimiento del ingreso porhabitante dista mucho de esta tasa mínima, e incluso la tasade 2.5 por ciento señalada en la Carta de Punta del Este no essuficiente desde este punto de vista. No es de extrañar, por10 tanto, que la redundancia de población activa no sólo se ma­nifieste en los servicios personales no calificados, sino que tam­bién se registre con frecuencia en la misma industria, en elcomercio y en los transportes, o se dirija a la administraciónpública inflando arbitrariamente sus cuadros en perjuicio de sueficacia. Esto mientras no quede en los mismos campos, en ex­ceso a 10 que se requiere.No es un problema que admita soluciones parciales y se com­

prende muy bien la resistencia sindical a que se practiquen.En el fondo carece de sentido introducir medidas para eliminaraquí o allá la ocupación redundante, y más aún, medidas paraforzar el aumento de productividad, si no se aumenta de modocorre1ativo la fuerza de absorción de la economía. Como dejaríaa su vez de justIficarse esa resistencia si' se 10gÍara este últimopropósito dando fuerte impulso al desarrollo económico.

Esta congestión de mano de obra redundante es una ca­racterística del desarrollo latinoamericano. Entre 1945 y 1962,mientras la población activa ha crecido a razón de 2.6 por cientoanual y la ocupación en las actividades de producción y trans­porte de bienes absorbieron gente según una tasa de 1.9 porciento, los servicios aumentaron su ocupación en la fuerte pro­porción de 5 por ciento anua1. En 1945 el 21 por ciento de la

LOS FACTORES ESTRUCTURALES L'i"TERNOS30

Page 25: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

4 Tales posibilidades son variables según las ramas de industria, pero enningún caso despreciables,salvo quizá en el caso extremo de industrias de pro­ceso continuo como las químicas. En la industria textil, por ejemplo, se hacomprobado en estudios recientes de la CEPAL que dos alternativas técnicas,caracterizadaspor grados distintos de automatización del equipo, representabanuna variación en la relación producto-capital de poco más de 50 por ciento(en una planta integrada de tejidos de algodón). Esto es, la selección de latécnica menos mecanizada (a pesar de todo moderna) permitiría obtener cercadel doble del valor agregado por unidad de capital aplicado en el equipo.

LA INSUFICIENCL-\.DINÁMICADEL DESARROLLO 33Sin embargo, este desequilibrio o disparidad se acentúa por

una serie de graves deformaciones que ocurren en el procesoproductivo latinoamericano. Se tratará de explicarlas breve-'l~~ ~Si bien es cierto que no es dable retroceder en la técnica

productiva, como acaba de decirse, no 10 es menos que hayciertas osibilidades de o ..tar _E?rmayor o menor empleo demano ge o .ra.; de acuerdO:Con "Ií-reracrólleñ1:reefCOstO. delrtrabajo_y..el S.Qst()._~lJ;;_apitaLsegún ~l..l2J:_(';.ºig__fL~_~1iÚ?LYél tiriode interés de los recursos invertibles." He aquí un problema queno tiene solución espontánea, aunque ella pudiera concebirse enabstracto. Ya se han explicado más arriba los términos de esteproblema, aunque desde otro punto de vista. La acumulaciónde capital no es bastante para absorber, al nivel relativamenteelevado de productividad de las actividades absorbentes, lamano de obra que proviene de las actividades expelentes de me­nor productividad o ingreso por hombre. Los empresarios adop­tan en sus inversiones las técnicas que les resultan más conve-nientes dados el costo del trabajo y del capital. , . ,fJ.,rj!Oue estas inversiones se traduzcan en mayor o menor medida \sY

en""économlade manoc[e-06ra' que quede sin' satlsfactOríoem- }<.:.f,,?pleo,' ü--c¡ue-no.aDsoroán•.••la mariÓdé Óbrá que desocupan lasO' ]¿v~aC1ividáae~eXJ:1~I~~!es,es.•algq"deJq- cu~I los 'empresarios' 'se 'aes- 0"

entienden 16gicamente en sus cálculos. Su problema terminaeñSu c;;iso'parllcuIary no en las consecuencias que su conductatenga para el resto de la colectividad.~n .rigor!~,!1,_I;l;~:.,!l:.~!~§!ª2,.~l1Ygyiªg,.§"~ºo~ºip_~_uIla relac!ón

entre el costo del trab,!iQ_yel costo del capital gy~ -ª~~gl1r~J-!I1

~~ra~;~1~o~~a~~~Zfg~ei~it!i~ª~_~~gg~d.~e~b~~nc;~p1il~b!~ co_~_~l,.i~EE~:r!l~I1!()I11~~imodel producto. Eso es lo que

3. Motivos principales de la insuficiencia dinámica

¿Dónde está la explicación de esta insuficiencia dinámica? Re­side en gran parte en aquel desequilibrio entre productividad einversiones señalado hace un momento. Es cierto que el aumen­to de ingreso proveniente del incremento de productividad ge­nera mayor capacidad de ahorro. ~eI.Q""~Lf.,!pitill_l"eq!!.~ridº-p~rªabsorber la mano de obra redu!}dante -::12!:QvocadQ__J2QJesa ma­y·orproductividad- es ~_1!~ºL~LªhQrrº".que..m9IQ~!!~neament~pg5!iere obte~e;.j' sólo con el~po l2;Q.drál~war.§§~eleq~­liprio .eE.!re.~é!..~a yor ,~S!HB.tÜ.?:fÜ?!L9.~.,.ºgp]Jªl..~~!glgªP()I ~11P­cremento, de.p'rodus:tiyig~ª,YJ~,_~~YQrcªEªºLclªª.g~,~orr().ql,Ielsfa}rae:c;ogsigQ.-Es, pues, un desequilibrio temporal, pero degran significación, que habrá que afrontar con la compresióndel consumo, donde fuese socialmente practicable, y con laaportación de recursos internacionales.

Si bien se mira, este desequilibrio, en la forma e intensidadcon que se presenta en los países en desarrollo, es la consecuen­cia del contraste manifiesto entre la ~2!~Cl_9u~ ti(';I1E;P..~!!e~imilar y su aEtitud presente pcgg,fºrm..Jl..l..capité!l_~.J.ª_t~,elaborada en los grand(,;~,__f(,;!l.t.l"º~i!!gl,I_stJ:_igles,§~ iI!~pim sobretodo en la necesidad de economizar mano de obra acrecentandocapiTál p~Jlo~bre. E.~!_o__ú!fiJ:J:lC:> 's~'·!~~~=~rlí,.~IIl-(:íI~ºl,I!t~gracias 'al elevado in~eso. No' es ese el caso de los países endesarrono. Y como no corresponde retroceder a formas técnicaspretéritas, buscando las que sean compatibles con la presentecapacidad acumulativa de capital, los países en desarrollo notienen otra solución que aumentar extraordinariamente esa ca­pacidad en la medida exigida por la técnica productiva.

la población absorbida no crece en 5 por ciento, sino en 2.6 porciento, o sea que hay un aumento medio de productividad de2.0 por ciento.En tal supuesto, la tasa de crecimiento por habitante, que

fue en término medio de 2.2 por ciento entre 1945 y 1962-periodo que abarca una buena proporción de años favorablesen la relación de precios del intercambio-, debiera haber sidode 3.1 por ciento como mínimo para absorber la población re­dundante.

LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTE&"iOS32

Page 26: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

6 Véase Desarrollo económico, planeamiento y cooperación internacional(E/CN.l2/582/Rev. 1). Publicación de las Naciones Unidas, NI? de venta: 61.ILG.6.

un documento anterior-e" ha contribuido también al desenvolvi­miento de industrias de escasa absorción de mano de obra endesmedro de otras de mayor capacidad absorbente. En efecto, laI2rotección signif~~]?sid~L1~~.i~tr!~s_ s.usti.!.~~ ~Lirn:~" pero.J:10.1as"de e:X:E2EtªflQ.!).Se na conspirado asícontra la économicidacr-de~"la industrialización, pues se handesenvuelto actividades para el mercado interno cuyos costos-cotejados con el nivel internacional- son superiores al deotras que no han podido desenvolverse ~o sólo pa:-a el mercadointerno, sino tampoco para la exportación, Por ejemplo, desdeel punto de vista económico no habría habido razones paraalentar con la protección actividades sustitutivas con costos su­periores en 30 por cient? a ese.nivel, si ~on su~sidios de uno uotro tipo hubieran podido estimularse mdustnas exportadorascon diferencias de costo inferiores a esa proporción.Sin embargo, la asimetría dela.lli?JiJ:if,§Ll?~s~~ta ha lle­

vado a esas soluciones" áÍlD~<::on9mis:a§.y entre las industriasque así se estabk'cie~m;:-p~;;~s~stit~ir importaciones las haycuyo costo exagerado se debe a que es bajo el contenido decapital y alto el contenido de mano de obra; en tanto que entrelas industrias que pudieron haberse establecido para la expor­tación además de abastecer el mercado interno, se hubieranvisto especialmente favorecidas aquellas con alto contenido demano de obra y bajo contenido de capital, aunque no exclu­sivamente.Estas consecuencias, adversas a la absorción de mano de

obra, de la protección asimétrica habríanse presentado aun ~onuna correcta relación costo del trabajo-costo del capital,Pero indudablemente se han acentuado con el falseamiento de }JYt.esta relación. Por desgfacia, est~i!DPQrtante aspecto no ha sidpb./V \objeto todavía de inv~~tigacioneS,_em12.Íricasilie ha dilucidad(;¡ ,,'~,.-\'bien_é!~~~l~"c~_LRl1l)lQ,_d~.~iA.tl~teóIicq.. iD",::f'Análogos efectos antiabsorbentes parecen tener las grand~s \ ;

disparida"ª,~~~~l!__!~distri~~!Lªel~. El co.~sumo en losestratos superiores (lela SOCIedadse dmge también con prefe­rencia a productos de industrias que absorben relativamente

35LA mSUFICIENCIA Dm,\1IIICA DEL DESARROLLO

5 Tampoco se ha avanzado lo suficiente en el estudio de métodos que per­mitan economizar materiales de construcción y utilizar mayor cantidad de tra­bajo humano en obras de ingeniería -puentes, caminos, represas, edificios­que absorben una fracción importante de la inversión total latinoamericana. Lasnormas técnicas utilizadas provienen generalmente de los centros industriales,donde la relación salarios-materialeses mucho más elevada que en AméricaLatina. Se requiere, pues -entre otras cosas-, investigaciones empíricas quepermitan definir aquellas normas técnicas que se ajustan mejor a las condicionespropias de la región latinoamericana.

34 LOS FACTORES ESTRUCTURALESmTEfu"<OS

significan los precios de cuenta. en el cálculo".º<::_)ae<::_QI1QIllicidadde las inversiones. No se ha avanzado aún en grado necesario enlas pOslbilidades-de aplicación práctica de este concepto, salvoen las inversiones del Estado, que puede alejarse del falso con­cepto corriente de economicidad. Si se aplica en los cálculos,por ejemplo, un más alto tipo de interés que el que pagaaquél por los recursos que toma prestados, ciertas formas deinversiones que se traducen en economía de mano de obra sevuelven antieconómicas y pasan a ser económicas otras que em-

\\l"", plean más mano de obra.';J...(-¡~ Pero este procedimiento no es, desde luego, aplicable en las

actividades privadas, salvo para guiar la aplicación de medidasque se propongan conseguir esa economicidad. Cuáles sean esasmedidas, no es posible afirmarlo con seguridad, por ahora, puescomo este importante aspecto no concierne a los centros, sinoa los países periféricos, no ha sido explorado todavía con ladiligencia que merece." Por 10 éL~.!!lJ~Len_1os países la~inQª_!!le­ricanos, la. tendencia a emplear formas de ~ital gue incidendes~::Orabremente soofe1i aosOrClói1deiñano""r:re-óbraseacen­tila poreT éfecto que tienen sobre' e( costo '(reproduff!9n .laproteccrÓn aduanerél'y' sus formas. exceSIVas,Tas~carga_s§g~iale"syr~~io!na{i~~9idRts~rcl~t~~;~f~rnif~~:i~~~~~~~~~sa~:~;el~:p~~_.~_.~ .. ~, ..-._...' P..... . ,E _ _~...•.__.".•"._.•.P..".b._ •._•..._................•...........- "_,,

o.~~E~.E~~tiv~~~~~"e l:>ajo~.Así como contribuye también aacentuar esa tendencia el .!!PO ~s relativamente bajo-más bajo que el corriente en el mercado-, en ciertas opera­ciones de financiamiento internacional; es conveniente que asísea, en cuanto al costo real de estas operaciones para el país,pero no en cuanto a sus consecuencias en el cálculo de los em-

~ presarios.La asimetríaAe la Qolítica proteccionista -que se explicó en

Page 27: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

.. En países avanzados corno los Estados Unidos y los de Europa occidental,el consumo de los estratos más elevados no excede de 9 a 10 veces el de losestratos inferiores.

Todas estas medidas para economizar el empleo de capital yaumentar la absorción de mano de obra requieren necesaria­mente un tiempo más o menos prolongado. En tanto que elproblema de la insuficiencia dinámica del desarrollo se planteaen términos impostergables. En consecuencia, hay que concen­trar primeramente la atención en las medidas destinadas a acre­centar con celeridad la acumulación de capital, sin perjuiciode las medidas tendientes a economizarlo.En la parte A de este documento se ha sugerido la posibilidad

de ~mprimir el ~onsum<J.__ªe .l()s,g_I~E~~i::._!,!!gr~QLrelativa­mente altos P~E§:!2~~!,",~~!~PI"gpºs,iE~.Examinaremos más decerca este-aspecto valiéndonos de las cifras conjeturales a queallí se hizo referencia. No es ocioso repetir que se trata de sim­ples órdenes de magnitud que permiten una primera visión delproblema, pero no ofrecen base firme alguna para asentar medi­das concretas que requieren cuidadosa investigación en el casoparticular de cada país.

Como se recordará, los estratos superiores que constituyenmás o menos el 5 por ciento de la población latinoamericana,tienen casi los tres décimos del consumo personal total. En elotro extremo social, el 50 por ciento de la población apenasconsume los dos décimos de ese total. Y entre ambos grupos,los estratos medios, que abarcan alrededor del 45 por ciento dela población tienen aproximadamente la mitad restante delconsumo personal total.'En esta impresionante desproJ2orción del ~C2nsumode, tales

estratos, y_ ~enel ingreso que transfieren al extenor nara~inver-==__~;.=<_~~~~OC~ __~ _-- -~-",, __ =.,.t:; ' 0 __

siones y atesoramiento, haXull ...~il~t~.~o.P?teI1~ialde ahorr~epermitiría elevar fñteIisarneñfé-eliitmoGe""CIesaiTOl10 si se cum-~a lavez~~ofras·-coñaicionés.... .~.._,.,_."==~~E , ' ~""'",.,_......_."".,..,..,_""_."_",,,.,_,,,,,,,,,,,En efecto, si se comprimiese el consumo de los estratos su-

periores en forma que no excediera de 11 veces el de los infe-

1. Posibilidades de comprimir el consumo

JI. LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL~''==-''''''''-'''''''''=-''=;''-'-~'''''''''-=';~'-~~''~~'':'''''"-'''.","'":",~;;:..=,,,",,.,..;;..,,,,~

37LA INSUFICIENCIA DINiL'\nCA DEL DESARROLLO36 LOS FACTORES ESTRUCTURALESINTERNOS

poca mano de obra y mucho capital, en tanto que en el restode la población sucede lo contrario. La progresiva redistribu­ción del ingreso que aquí se postula propenderá, pues, a quepudiera absorberse mayor cantidad de mano de obra por unidadde capital invertido. Este efecto general podría ser particular­mente importante en la agricultura.

Finalmente, hay un desperdicio considerable de capital enAmérica Latina que se explica por las condiciones precariasde la competencia en la actividad económica. El capital inver­tido podría tener una productividad muy superior a la presentesi se empleara con más eficacia. En algunos casos esta explo­tación intensiva del capital -como la explotación intensiva dela tierra- significaría mayor empleo de mano de obra para ob­tener mayor producto por unidad de capital (o unidad de tie­rra). Pero aun cuando esto no ocurriera, el simple hecho delograr un mayor producto por unidad de capital, dejaría máscapital disponible para absorber mano de obra en otras acti­vidades.La seria insuficiencia dinámica del desarrollo latinoamericano

ti~ne, gue ~"tacarst::_en,varias_firmas simultáneas. ~~mediante una más intensa acumulación de capital y la meiorutllE~é16;¡-·dércapItar'eilste1.1te~·'por ofio,~coñ ••~~r~~pleªIn~sráCionaI défcapifarenlas"aplicaciones más ventajosas desae~-élpij[{ª=de :Yíita:ae~la-ab-sorci6ñde potenciaI.hgmgUQ. gg sígté­sis, ~!.empleo más racional del capital y en las alternativas qgepresenta la técnica y1a l.TIejorutilización del ~gpit?l ¡;xistel1terediiiidarfan en aumento 'de la relación producto-capital y, enconsecuenCiil,'disminuiría correlafivamente la proporci¡)nde ca­pifarl1ara "obtener un-a-detefiílil1aOatasa dé"c.r(~círnlento.Ello4~Eit~#~rj~e-~iE~~i~i~{~teen -cuenta en Ía s_e~~l~~:·i{g!i~iit~.-'No se trata, por cierto, de aumentar arbitrariamente la can­tidad de ese potencial humano que se utiliza con el capitaldisponible, sino de lograr aplicaciones que den el máximo ª~producto global, pues-soIo~~sr se logrará el máximo producto

. liómbreenTaeconomÍa considerada en su conjunt».

Page 28: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

,.\,;/'2. La compulsión inicial y los incentivos a la actividad

económica

Tocaremos ahora otro aspecto muy importante de este mismoasunto. Es obvio que una compresión tan intensa del consumode los estratos superiores no podría conseguirse sin enérzicasmedidas compulsivas. ¿Hasta qué punto estas medidas s~ríancompatibles con el incentivo a la actividad económica indivi­dual? ¿No traerían consigo el debilitamiento dinámico del sis­tema, con todas sus consecuencias, antes de la plena validezque tanto se necesita?Es preciso establecer una distinción esencial entre reformas

estructurales y funcionamiento del sistema económico. Es evi­dente que las primeras no podrían realizarse por el mero juegode los incentivos: requieren en forma ineludible medidas com­pulsivas. Por el contrario, el funcionamiento del sistema exigeacudir preferentemente a los incentivos antes que a la compul­sión, tanto por la eficacia misma de aquél como por razonespolíticas fundamentales.El caso de la tenencia del suelo ofrece un buen ejemplo de

ric~,Latina ~o podría aC,e1erarsu ~~~cimiento sin coope­:~'denQf. Se regmere ~!tª~~gll.J.e~E<?~Lge.recursosl~Je..s._llli_gL~ustituCLOJJb ...de i.!!1I?~aumeI1t()~Jg§.J~KI?ortacion~es_ygyª.peImili~ué!2_~I~emRleoin­t~,l~~!~Inº,.ª~l .meyor."ª]1.2Uº.~qJJ~.§e.ºbteng'.!.".E2LEcam­PleslOn' ªe_1.~Qm!gl\9. Más aún, esos recursos internacionales~I,l~ríaI~.':.9.ilededLc;ars.~_p~~f~~~nte~~.I1~~~agLilly~­~ta~.¿t 19I9r~r.c~C~t~~e.?~bt..i:!~~~:~cr_:~,,~i~~ t~jOSue eSLranguarruen o In..erno.Todo ello es'incfÍspen'sable para que pueda.,llakerse...efectivo

~l potenciaL de ah.orro ~; también. ~-ªumeutarlo.._~.JJ,.es~lste generalmen te eI}..t~~",.EgJ~~§J!!1in2~r:!lgisg,UQ§_~ª-ca12acidadproductora sin utilizar que no se anrovecha debido a factoresde estLanwa,:nueñrolnferño'Q~'¿;Zter~Q:T:a"eíi~i6n de estos~ ~g~~""~..: ; :.~,,,..,.:,;;..<.•:,.;!.:.:"'"::,~l;::o;;;;';,,,;~U,"'='IW¡¡;'lil'<i'~:;~"WI:(;'T"":';:':u7,,,,"".;;,..,/- ..:~ ,:,..,..•,:., ,,,,,,,,,,,,:,""";··,·"·,,,,,':·"'·;,,'''''"'''''':''''''~''~''''1'''',~,'_i''""",,,,,,~_,,~

factores per~li:l.rá.....~sf...~l1~~I1~~ES()I1E~piª~~~l.,j,ngr~§Q.~conunaS1!-'!Eji§!~ª~,'liiversi~~:~~:~~~I~~ÜTg;I1~~É~E..~gg.~.tle,...§t,~.~"f2!!l~raconla~egue n()rmalmeI1t.~.s~ E~C¡111er~Il.. Y es!e. crecimiento del in-greso-atiñ1en6irála capaciací'defe' al10rro ,." futUrás' invers'lories......,~~---,--_.--~~----~.. "'",','"".,, ,.-~-".

39LA INSUFICIENCIA DL1\A1.-UCADEL DESARROLLO

8 Véase a este respecto el capítulo 1 de la parte e, pp, 79 ss.

38 LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTERNOS

riores se podría pasar de una tasa de uno por ciento anual decrecimiento del ingreso por habitante a una tasa de 3 por cien­to; y si se redujese la diferencia a 9 veces, la tasa podría subira 4 por ciento anual y por habitante.

De lo que ello significaría para aquellos grupos, dan una ideaaproximada estas otras cifras. El consumo medio por familiade 5 personas es en ellos de unos 8 000 dólares anuales. Se re­ducirá a 5 700 dólares (en 28 por ciento) si la disparidad bajaraa 11 veces, y a unos 4 600 dólares si descendiera en alrededor de9 veces, según acaba de decirse. Esto nos da una idea de las difi-culta des que entraña este problema... ' .

Sin embargo, la cuestión de acelerar el ritmo de desarrollo~o gueaarIa resuelta cO.!.!.s.~!a~gg~!iSU;5lJlJl~~sióndel consumopara ~rum.Q. Pues 11ay..' !~~}?i~~,..g,~~~transformaréseaIlorro adici()na~~EJ?~~~,:ªtcªpitªl. ~ ~C¡~l__E~g..~._~E.9J2!!!f~­r::,0s 'con otro ob~~~_Jºill!,l,é!ª.QJ~ ....~D....lº$.Eª_l.~.~.~.I!t!!l~n­canos.

N..(·~""-En efecto, no se dispone en grado suficiel!!.~_d.~acidad,),;,,,,,-,'{,ointernaprod~ctora de. estos bienesas'ícümo'-de, cap.acida.d_paraY' \...-tr".i impog,ªflº~. Actualmente el coeficiente de inversión bruta es.,.,~;J de alrededor de 15,5 por ciento (10 por ciento neto). Para 10-.;. grar una tasa de 3 por ciento de crecimiento habría que elevar

este coeficiente a 20.5 por ciento y para conseguir una tasa de4 por ciento, a 23 por ciento. Esto obligaría a aumentar de in­mediato en 32 por ciento las importaciones de bienes de capitalen el primer caso y en 48 por ciento en el segundo, lo cualsería imposible en la mayor parte de los países -si es que no entodos- en las circunstancias prevalecientes de estrangulamientoexterior." Agréguese a ello que el aumento de la demanda in­terna de bienes de capital, así como de bienes de consumo porel crecimiento del ingreso sólo en parte podría satisfacerse em­pleando la capacidad productiva sin utilizar. Por arriba de ellosería indispensable ampliar esta capacidad, 10 cual toma un tiem­po más o menos largo. Mientras tanto habría que atendertambién esta parte de la demanda con aumento de importa­ciones.

Ello nos demuestra ~~~Ei!,cun,sta!!3!!LI?I~s~ntes~.Amé~

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arrollo. Pero en tal caso ya no se trataría de comprimir el con­sumo presente, sino el incremento del consumo en todos losestratos sociales. Habría entonces que estimular también el aho­rro popular con adecuados incentivos."Ésta es precisamente una consideración muy seria en favor

del máximo esfuerzo inicial de ahorro, pues si ese esfuerzo selimita a conseguir una tasa de crecimiento de 3 por ciento anualpor habitante, las posibilidades de incentivo serán menores quesi se lograra una tasa de 4 por ciento o más.En efecto, la primera tasa sólo permitiría mejorar con relativa

celeridad el consumo de los estratos inferiores, esto es, de aque­lla mitad sumergida de la población latinoamericana. Con unaadecuada política redistributiva se podría aumentar su consumoa razón de 4.2 por ciento anual y duplicarlo así en el lapso de17 años. Los estratos medios mejorarían algo más lentamente

11 A este respecto se dijo en otro informe lo siguiente: "El préstamo derecursos invertibles corno medio de promover la acumulación ulterior de capitalno tiene por qué circunscribirse a las empresas. Podría también extenderse alos trabajadores. Podría encontrarse aquí uno de los medios más efectivos decapitalización popular, y a este respecto conviene examinar un hecho dignode reflexión. Han venido difundiéndose con celeridad en los países latinoame­ricanos los créditos para la adquisición de bienes duraderos de consumo. Esclaro que en esta forma las masas populares tienen acceso a bienes que difícil­mente podrían adquirir de otro modo. Pero ello y la inflación conspiran se­riamente con las prácticas de ahorro. ¿No podrían alentarse estas prácticas concréditos destinados a la compra de acciones por los mismos trabajadores, seaen las empresas en que trabajan o en otras empresas? Sería conveniente explorarestas posibilidades, y las entidades de financiamiento del desarrollo podríandesempeñar un papel muy importante en este sentido.

"Hasta ahora los préstamos para inversiones de capital se hacen directamentea las empresas. Se concibe que una parte sustancial se realice indirectamente,esto es, que se preste a los trabajadores para la adquisición de acciones. Acabade señalarse más arriba la conveniencia de que las entidades de crédito ínterna­cional dediquen buena parte de sus operaciones latinoamericanas a estimular lainiciativa propia de las firmas y empresas de estos países. Estas operacionespodrían vincularse en una u otra forma con la creciente participación de lostrabajadores en el proceso de capitalización.

"Hay, generalmente, en los países latinoamericanos un problema muy serio decapitalización de los servicios públicos en que la adquisición de acciones con laayuda de recursos internacionales podría tener consecuencias muy importantes,tanto en la acumulación de capital corno en la gestión de las empresas. La par·tícipación de quienes producen estos servicios y quienes los emplean podríaofrecer una nueva alternativa al dilema que a menudo se plantea entre la tenen­cia extranjera y la administración estatal.". (Véase Desarrollo económico, planeamiento y cooperación internacional, op.

cii., pp. 15·16.)

41LA INSUFICIENCIA DINkMICA DEL DESARROLLO

9 Véase la sección III de este mismo capítulo pp. 44·52.10 Véase el punto 1 de la sección 1 del capítulo II de la parte B, pp. 53·56.

40 LOS FACTORES ESTRUCTURALES !J."'<TERNOS

esta distinción. La reforma estructural del régimen de tenenciaes una de las maneras más importantes de compresión del con­sumo, si la tierra no se paga por su valor comercial, como seexplica más tarde." y si, al dilatarse el pago por un plaZ? rela­tivamente largo se aplica un bajo tipo de interés es obvio queaquí no pueden actuar los incentivos. Por otro lado, los nuevospropietarios de la tierra tendrán que tener incentivos para p!O­ducir más y mejor y estos incentivos tienen que ser esenc~al­mente económicos. !'ara de9rlQ_g~_m!9~,}Jl~,,;~Jª_comRI~s,Ióp<!~1~S2nsumocon fines~QJIº~cRti~<lº,º"PJÍRli~~~§I1JJ..~~BdeliJeforma del. régimen .de_ten.encia,h~~e17bÜ~_JJ,,,,,he-~ult~aº de esosinJ;mti\\OSMª-U,t~~l,l~",~Il1~§~~,~l~,~,grnPJ.1!sjPl!.El problema es muy vasto y su sólricion de ImportancI~

decisiva. Se comprenderá mejor su significación cuando exanu­nemos la cuestión de la movilidad social." Para la eficacia delsistema económico y el buen funcionamiento democrático hayque promover el surgimiento y el ascenso económico y socialde los elementos dinámicos de todos los estratos de la sociedad.y el juego de los incentivos es de significación primordial. Deesos elementos dinámicos saldrán los técnicos, los administra­dores y los dirigentes en todos los planos de la actividad econó­mica; y sus ingresos personales tienen que estar relacionadoscon su aportación efectiva al proceso económico. Habrá, pues,disparidades distributivas, aunque no en razón de situacionesde privilegio. y además esas disparidades serán generalmentemucho menores que las actuales.

Será siempre necesario que el instrumento impositivo atenúerazonablemente estas disparidades desde el punto de vista so­cial, pero el esfuerzo de ahorro no podría gravitar exagerada­mente sobre estos nuevos grupos dinámicos sin comprometer laaportación de los imponentes al proceso económico.Por lo demás, la aceleración del ritmo de desarrollo y la po­

lítica distributiva harán posible que se vaya extendiendo a todoslos estratos sociales el esfuerzo normal de ahorro, distinto delextraordinario esfuerzo inherente a las reformas estructurales eindispensable para conseguir esa aceleración del ritmo de des-

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l. El crecimiento pasado de la producción agrícolay sus exigencias futuras

Una tasa de crecimiento de 3 por ciento anual en el inzreso porhabitante exigiría a la producción agraria latinoamericana unesfuerzo considerable, mucho más fuerte que en el pasado.El. esfuerzo era ponderable entonces, pero no suficiente. Enl~SZUañ?SlaproclüCciori agricola ña·creciCIO'eíl80porCIentoj ?6 ,E0r CIento anual)~_,S_~a.__fLULL-~~l-deotras re~ones del-mungg"bj~gYn=~~~{;ñ_alaen otro informé.f3~­-•,~n err:bargQ,_si_s~__tiene eIl cU.~~~.FfOde la--pobla-cien, el lncLe~ento __de--p~.~.dJJ~J,~!Qn.J2QE.h~bI!3!:.g!.~__E~"~~o

~l~~~e:fu~i~=~g~~~~EF~~ñter~i~cf~~e~f~'!de~~g:~~f~oY q:!~~:.rica Latina- r_~~~lta~2Y.~,~~aj~~_9Ql~.,ª~.~Q~...~?JLR:tmtO.de

~E~:~~~rica3'ii~ba~lii~ií~~~~~:ri1~f~~eJ~L~~~¡:fc~~~~~m~,=qu~e....ªPrn.eIltÓ..a~J:é!~J~JLQe3.7 por ciento. Est~ f~ll;'de la~9U~ci~~ .§.~~h~_~1J,p~~rt.2~Ylilléi.E~1I11eJ:1tea. ei'i?eñsas-de-1éls~.~E<?Jj:-ª9~I}_~~-%._S9~rL1!D_~~~.~~~2ª~J~§..i~l?0rtaciones -.élgÍíco-1~p.lQY~I11e~Il;t~s.d~L¡::~stg.g,~lffil:ind9.·..Sin' en1l5aigéi;-apesardeque estas últimas representan un porcentaje relativamente mo­derado del consumo total, su cuantía es muy apreciable: delorden de unos _45~_~il~~:~_~,~~dólares, constituidos por impor-

13 Véase Problemas y perspectivas de la agricultura latinoamericana (E/eN.12/686).

\ Ir-IlI. EL OBSÚCULO DE LA TillRRA ~e; ¡~~

to que se. re~stró en término medio en los últimos tiempos.Es.t? n~,significa que ~llo pudiera ser ~na alternativa a la plenautilización del potencial de ahorro, SIllO un medio adicionalpara ace!erar el crecimiento. Sin embargo, no abordaremos aquíeste .d~hcado aspecto, pues entran en juego factores que rozansentimientos .profundos de la ~oblación latinoamericana y noes al economista, como tal, a qmen corresponde sugerir las solu­ciones adecuadas.

43LA INSUFICIENCIA DIN",",-\HCADEL DESARROLLO

3. El problema de la poblaciónOtra observación final. En todo este documento se ha consi­derado la tasa de incremento de la población como uno de losdatos básicos del problema del desarrollo. Es indudable que elaumento impresionante que viene registrándose en esta tasa hacomplicado de modo considerable este problema. Una tasa in­ferior de crecimiento de la población podría hacer mucho menosdifícil la aceleración del desarrollo. Del coeficiente neto de in­versiones de 10 por ciento del ingreso (coeficiente bruto de 15.5por ciento) apenas la cuarta parte puede destinarse a aumentarla productividad y el ingreso por habitante: las 3 cuartas partesrestantes se necesitan para acompañar al incremento de la po­blación. Si, por ejemplo, ésta hubiera continuado creciendo arazón de 1.8 por ciento como a comienzos del siglo, con lamisma inversión de ahora se podría tener un incremento de 2.2por ciento en el ingreso por habitante, en vez del uno por cien-

12 La compresión del consumo en el 5 por ciento de la población de altosingresos sería de alrededor del 14 por ciento. El 50 por ciento de la poblaciónduplicaría su consumo por habitante en el lapso mencionado de 17 años y losestratos medios (45 por ciento de la población) lo haría en 22 años. Por suparte, Jos estratos superiores-después de la reducción- incrementarían su con­sumo con la gran lentitud de que se habla en el texto.

y los estratos superiores con muchísima lentitud." Por el con­trario, una tasa de 4 por ciento o más haría posible, no sóloacelerar el mejoramiento en los estratos inferiores, sino tambiénen los medios y superiores. Ello tiene gran significación, pueslos elementos dinámicos que hubiese en los estratos superiorespodrían sobreponerse a la compresión inicial de su consumo araíz de las reformas estructurales, y los nuevos elementosmicos que vinieran desde abajo tendrían incentivos mucho másfuertes para llegar arriba.

Parece innecesario observar que al discurrir así sobre periodosde tiempo no se está proponiendo un plan de aceleración deldesarrollo. Nuestro propósito no es otro que ~ilucidar 111 índoleck los fenómenos ?_su-pg&iN~magnit1Jd~~~1l_ti~!!1l2iLXesfuerzo.La aceleración de la tasa de desarrollo es una operaciOncom­pleja que requiere seria preparación para remover previamentelos obstáculos internos y externos que se le oponen.

LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTEfu'<OS42

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15 Esos productos ocupaban aproximadamente el 50 por ciento de la super·ficie cultivada total.

2. Necesidad ineludible de aumentar los rendimientos

No sería fácil seguir esta tendenci~ exte!!-_~iv~}.E~~~:~:porqueh~,v~~~ETIC~ªn,m~ªa:~º~:;g.é!rrª ...gg~g~~E!:.._~~~.e-sible, y, segllndo, por ..la ~norme mverslO~_Slu~,s.I,~mfIca_In~or­~' nuevas'tíerras yj;tepararlas prodll~~~vaD1en!e...-Por lo demás, ¿para' qué hacerlo si s~E~E211'L~~n,deslas po­sibilidades. de"alJrnenta!',JoS.JeJ:l.ªimi~11!:9J~Jª§~.ti~r.ra~ya_,ocu­Iiaaa~STse-atiene uno a la exper~e~ciade otros paÍ~es,no seríaaventurado estimar que en los proxnnos 20 años -SI se cumpleun considerable esfuerzo- podría lograrse un aumento de 60por ciento en los rendimientos, a razón de una ta~~ anual ?e2.4 por ciento. De ser ello aSÍ, la meta de producción m~ncIO­nada exigiría extender la superficie explotada en 35 por CIento,o sea unos 35 millones de hectáreas.Poner el acento en.Ios me.jQJ~endimientos obedece tam­

bién a consid~rª~ion~s_.s.Qciales,....puestQ.....,QlJ~~.§Qlº"",ª§Í..l2lliká ele­varse el nivel de _}2S1él.lª1l.PIé!feri9Qé!_..Ie. P9pIeEl§_Il:rgral: .L~reforma a~aiia es desde lu~g.Q=e.g~nci~,J2"e!Qla_~era redlst~I-

~~~;;~~~i:~i~~~~t=¿;i¿~?~Q~]~~~ri~~~~{~t~:jUllto_deJa_~~º.noWÍa. . .

n~l~d J2 ~~:.~~.~~~;~r~*~~~1:lt~;Uo, pues haLJJEiL~s~,:. m~~R~~~;~S!il~~ct~ra~ícola y los otros sectores Qe'la écónomía. Como se recordará,~de aumento de 4.2 por clenroanual en la producciónagrícola ha sido estimada, teniendo en cuenta el ritmo de des­arrollo del ingreso a razón de 3 por ciento anual y por habi­tante, y la demanda de productos agrícolas según la intensidadrelativa con que crece el consumo interno y externo.Ahora bien, si llQ~_12JJ.dieg,,ªlfi!!l1:ars~~.é!_!itmode de§9[(ollo,

o fuera menor la intensidad del crecimiento del consumo, so-__ ,'"."=-'~,_"._~ ..~~." ......,....,..,,.,...,._.=-.--_ .. ~--~~~ __ "",~~_',c.~.~-,---'""""",",~.- •

por ciento en los 20 años anteriores se o,?tuvo acrecenta~d? lasuperficie de tierra explotada en 38 por CIento y los rendimien­tos tan sólo en 16 por ciento, o sea 0.7 por ciento anual."

45LA INSUFICIENCIA DINÁ.'\UCADEL DESARROLLO

14 En el resto de América Latina se destaca el aumento de las exportaciones,especialmente de café, algodón, azúcar y banano.

44 LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTERNOS

taciones de productos que, con una política racional de produc­ción y comercio recíproco, podría lograrse obtener en buenaparte dentro de la misma América Latina.

Es cierto que en este desequilibrio entre producción y con­sumo influye especialmente el caso argentino, en que el granincremento de las necesidades internas tuvo que cumplirse endesmedro de las exportaciones debido al escaso progreso técnico

la agricultura.u Pero aun excluyendo este país del conjuntolatinoamericano, la falla de la producción es manifiesta: hacrecido sólo en 3.2 por ciento cuando el consumo 10 hizo arazón de 4.2 por ciento anual.

Si se consiguiera un ritD10 rnÍ¡;!!!!lQd~-ª~.?aI:f2llQ4,.~_.1..I?9,rc~aL12or hilita.nte_y_g, además, se practicara una J2QlI-tia E~~cc.§erad}stri~~Liggr$J.~z,."w~1,.SE.~~~~i~~t9,_sl~~JaPI2211.~c;ión_.ten na_.que.ser .m.lleno mª.§.jllt~B~9"wS1J~..g!Ü~,§,;...Ymás aún si se quisiera disminuir la tasa de crecim~D.tQ..de.lasi~Ortaciones-ágrtc6Els--afiil--ae contribuir' a' la cogecciór:t..delestrañu:ráIDiento~exterior'-- "c ."".. ...•• .., ..•••.•.••••••.•••••,.......................' .

··Eñ·~ales·condlcíonés,·se ha estimado que el consumo globalde productos agrícolas tendrá que aumentar a razón de 4.6 porciento anual y la producción en 4.2 por ciento, o sea que éstadeberá acrecentarse en algo más de 130 por ciento en los próxi­mos 20 años, es decir, mucho más que el crecimiento de 80por ciento que tuvo en los 20 años precedentes. Ello es asíporque se ha estimado un crecimiento más débil de las expor­taciones (2.5 por ciento) que de la producción (4.2 por cien­to), 10 que permite que el consumo crezca más intensamenteque esta última (4.6 por ciento).

H~aqlli"pues la magnitud del problema que Aill~~i.c;g...1.ª'tiPat~.ndrá.que afrol'!!ar si guiei~.I(ifar=a:qu*el1.9i:ili~edvosde des­arr?TIOY~redistribtl~i.2!Lg~Lill~~~.9~Todo indica que semejanteaum·eli~liiJ2fodu~cióB.il~be!Lc~o~uirse~~S;l~me~te_con el aumento del rendimientod~~rra y no tanto cOn elª!:lQ1entod~~ilipe 'como ha~t~.,él~g!::;.:'I'endraque cambiarla tendencia pasada. El estudio de 24 productos agropecuariosimportantes demuestra que su aumento de producción de 60

Page 32: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

3. Significación dinámica de la reforma agrariaEste planteamiento cuantitativo permite ver con perspectivadinámica el problema palpitante de la reforma agraria. ~e­forma se necesita im oster ablemente or tres razones rimor­diales: a) rea IZarun cambio estructural gue permita aprovecharíntil2§amente el potencíal de ahorrQ.....}L,p.rom,..lLeruamovilidadsocial, cOnimILortantes .consecuencias económicas, sociales ypolíticas, b) sªj;isfCl<&~JJLd§ID",ª,ml~Lª~_!!!l.íLE2Plació~ngue cre<;:er~meQte _J~.!i~I!~"g1!~,m~i2EªrJl.1J.dkta,.."y c) elevar el nivelde vida de 1~~,,!1}ª~e~JJJB1~,:..L~ dos ...~lt~.~?~"",2Rj~t~X2§~é!27P!:1~ª,~,.H.s-:S2U§~g1Ji~~_S~g..~l

aumenfir~de' Er.gª.11~,~~i,ª~~L~g!iS21~L~L,..m,c::ECl,I~,ª,I~roQ1JsjQJldetierra' sin aUlilent~L~S,L~=llI.Qdllcti\1idaclw.podría.~ali\\iaJ;,JaJ~llsiÓns9cial del camBS1_l?~m,.§~<ilg"..s:l~"kJin,..mº.d.Q7.~~fliJ:ly,rg,,~1?.u~L~0quiera_qy§~..J,~dis.j;rilLlJ¡J(.ra~q~..J,W_l?~mWoE?r persona activa del 9l.~~ los 20eO_clQlar,a, or año inclYidala Eenta cr~lJ2E2Jl~ta_rio~LJ!IS!ÍQr,!m!entosería_J;!9cOq'!l?I~cJa~Je.E.l cie¡;lQ_.q.tle=~t=1;ªillbiQ,".,del,cI;égiIll.en~~le,,~~~~~_@_~ld9aconsecuensia.~2QSt~L~!:11.".~mP"9.E~~!l1YªlJili.,~.r,ªLill~q;a~U;j~'sB!!aE_ora cOll1Eri!Eiªª§.$~!llLmS!Jliºm¡;¡;ll :e.~I.Q..•~l1g~,P.,Q.ªIi~l~sewentede nuevas tensí - Q"d~"lJn..¡;ªp.idQ=.fillm~n-t_o e a ,jngrs:§,~~Dts:lt11~1~,.,,",.,en.jm:mg,,,,,ª.!g~!,,9.:!:!~=estfls~deraciones

aconsejen ir con lentit1LcLp~s.a~ll!~gJJ},ª.J'.SlY~];J~c­t~ de la reforma agraria, que no son los mis-ri!os,en fOQOSlos países~íeñlas mISnlasre '~ae cadapai~y~scogeLtambíéñ as so ucíonesa ecua a,sa cad_acá-so.Hay-queformar asliñíSffio"eI J2mQl!aljJ1cii§R~!!g12~Pero una vez hechoesto -y hecho sin demoras innecesarias-, lareforma tendrá queser ráEida,~asiva, no sólo para a~ia~Ja 'ful_§!ºlLS.º~Sq!!npGS-sioo--po:r_ji{ros-mullv'Qs=~g ..!1~S~§itL.1Jl1a"grlllL.!}1oviliza­ción_de.fuerz~l_~Ly,.~QIº.,l:?Q_ºg,JQgr~g§~§iJa,reforma.se,a.CQ.meLe..a_fundo. Esa~mºyil!:?,a~üín"~~,j!!cli~peg~ª!?!.('!,,pg~~L?,L!?i~!.1_es ciertag~e..do ,~§._~l~jmP-Qrj:ªnc::.ia..d~~i.~~,ª.JIJLJ!Le.SJlle,UQs_que.JiabrLde._esjimular.yaprovechar el-sentido-cómunitario

LA INSUFICIENCIA DU;¡,\MICADEL DESARROLLO 47tiva, elección que sería arbitraria sin un análisis d~tenido de las~@§E~I'f]t~,~!15g!9:!S1~r:C!~,:[~g[i¡rs.=~'~"¿".. ~.~~

46 LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTERNOS

brevendría un .deterioro de la. re1aci~_ de _Rrecios agrkolasc?m~d~s con Ios Ereciqs de lo~.9tlQ.i~llr.9~4ld.ct.os,J_1~JnalQgp­nan para a agncUTtura-en todo o en parte- lQ.s_fmtos de, sup.mgreso tecnlco__q.ll.e.....s..(~IÍall"~"ªpJ"Q;y;echadQs=.=p.o.r~.,d,res.to_d~la economí~una=e,\heJ;l,tualidad,serne,jante",Jª,:R.9QlªQión des-p~_:G~.da~~)ª_agric~ra :r:~~~~~~~~~~Eí~,,9.St;Ip~,.si2I!.,.,§.ª,~,~~~ctori~e!!_l~~actl,~Ldades~abs.QLb_ent~~,_lo~J;ly~j:e,ndena,,,,a,,..,agrayar~I~t!:!.~~~!1~sCl_c1~Lªe~la:,p~aSiémnrbaIE,_!!1~ina1.Por otra pa,~ SI l.os rendimientos unitarios mejoraran más

q1Je10 supuesto, y se regi.Únesenmenores extenSlones adiciona­_~esde he?"a I?~ªalcanzar los n~\T~lesde produccI6n ptevIstos;-se

'~~~~%e~!/~~~ff~~¡~f}%J~~~~::e~~¿~suficl~!it~j~LiIlinQ~4~~d~iq:cm~g~~~r~l.".,~.~"",la econ.om.í;--' ..t:~tLc_onsideració~~1:.~t2jm,pJiIÍflIl,t~,,_aiiQi,:lL~p.unto de'2§t~,.,~~,l~, mecamZaCl?n ,agrícola. Si__s_e"~fe~tºªn,,inYeI§io­~~,k~jpI~al_~ mecan}z~~tare,as ..,.ªgr!.c;:.21~1~"Y,,,,,~!Üllm,.ªI,...!!1ª!1o~e QQI~-;Y:"SL,la,gente~asldespJ'ª~ª4cU~0~~!l2Jl~E!~~,~2S!;EªSi211,"enlas",g_<:;,t!Y.1cl?ccle?a~~.QrQ.e~l~§",,~t~~()n~e~"'aª~jll;;!ltal c~a­br!.ClIl}nalQgrg<JQ"e;¡"clo~Gg~s.e.hahIÍa_d~p..eWi.Q.ÍlliiQ.el escaso capi­tal deJsL~c:,QkftÜ:Ü;Igª,~o~~'iL§_~.~c1ijo,est~ ..cons~~~~nci-ªdes-'f~le ...no.~§..iI1coIIlP~í!llkJ~~1l.,1~L~QiY~¡I~ñ:ª[:4E:~mIii~S?PoqE~J.~~rnR1!Ji!él,I~Lm~.f.g-~ª~9g.n§iDten~ren cuenta los efectosso'cialesde su actitud. . .. , ,,' >".",,, •• ,,,,,,,,,,,,.,,,,,,,,,,,.,,,,.,,,,,,,,,,,,,.,.,,,~,,,,,.,,,,,.• ,,'"''

"'Asrp~~;;"E,"eIecaón .d~_IQIL1?}~.!2E.2~J~g,,~,a~l!}entar la pro­ª~:I~ad agncola n~!:~~""~e,J~E§,,~.liQ!'ªdª,,,,ªrSllllple-}uegode~2L~~12artiCuIares .J;,_uanQo.l_~t.f.ª12g.c:idad,...ahs.Qrhentede laIEélI1Q c1~..0b~'!_"ges12lazadaes i!lsuficimte",se§án-el-feoomenopreval~ciente en América Latina. fIabría entonces ,SIuedar ];lLe­f~r~nqa a aq~lellas..fo.rmªs_detecnificación que ele.::~ la produc­qyldad medIante el aumeptQ de .lps ren9i~~de la tierraa!1tes qlle por las inX,_eJ.sigU~~~fl,!le~~,nQ.IDiz¡}.nma~: de '.obra.

~~il~~~~~ié~~~i.i;~s~~~~~:~Y~:~r~~l~.~~E_een .l~-TIsm:~~iª_=~ij" ulit~D~=:~:~~~~íbll;~sd~9r,,~~ne~~2~~~Ck;p+e;Y;¡SQrª,""deLcEsta®. .C9_nY!_e,!l.~_~.l10tarque la proyección en referencia es sólo una

presentac.i~~_racwñar(lerorcrer1~dr~iñagníf¡'l"cr"cre"·"estcrS~féname­nos de desarrollOy rio la éleéci(5ñ"TeUna~ClefermlñadaCálterna-

~_ .." ..• ~~-_<"_-_-~-_-::_~oc~o""-~ "CO-..,._:;::s:::,..,_ ........ :¡¡. . .,""'"..• _~~

Page 33: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

5. El incentivo a la producción agrícola

Por lo demás, no cabría decir que el incentivo a los productoresagrarios haya sido una preocupación general o perdurable ennuestros países. Este punto tiene gran importancia para el éxitode la reforma agraria y conviene detenerse un momento en suexamen.

En realidad, ha habido una serie de factores ~e han influidoadversamente ..s.ºl)J:~Jgs lIlC~I_ltIyOSal. desar1:g~ro.-ªgricola.Esosf~s_. se ~r!ginal} eIl 1ª~'a~t~y~dad~·s·:lirpªnas..:y__conciernens9bre todo a la rela~ión de. E~.~Cl.?~2Lcosto..de-dístríhucíón.de.los productos agrícolas-ya:'"lOSalicientes para iIlyerti~.~!!la_ªgri-cultúra. -..... , "... . ,.. ..''-tIn lact.or_q.!J.~.Jlª"tgn.diclºS2.~jrec.1le.p.s;iaª_sk.sme.~<u:~lación §§_pr€Glas·inteI!:l.2sha ..sido el ~E..rn~p.tQ._deJ~as_delas manJ,1fªctura~1LseriiC1QS:qiie:consumeel campo provocado_--

Resuelto el problema de tenencia, el. cOffi,Rlemento.ineludi­ble de la acción técnica deL~~o es el~i!!ceI:lJivQ._ªl_()sJ2!0-ductores. Eii erfégurlende tenencia prevaleciente, el incentivode mayores precios _ha_es~~~ul~dogeI1~ralr:il~I:l!~_e!.~!:!Inei1todeproducciOrlcuaI1~? .....ha?í~. tIerrá ªi§P2,~"i,hl~..._l).~m JH!seí]ó--:-Sinemoargo; cuando esa tierra ha faltado, o ha sido difícil lo~ar-1~1 incentivo-de los precios suele haber cambiado la compo­sic~EeIO" no-l~,,_sü"~iiIi[,l1E~ª=EiQ~~n'eñSU conjunto;_Yz.en última instancig,. ha_Iedundado enaumento de la renta delsue!Q,,_.QOJJ.Jª--.cli$tJ!l>!1.Giº1i-=-i~g~~!y~"]~Cfiig!§~~~~ll~ello..signi-fica. El aumento de rendimientos medIante tecmcas de ¡:;!IO-d~ueva~ -nuevas para América Latina- ~.º.!g_pg-ªrí;_.,~~)ll­seguirse Sí}E.!LJé.cnicas...se_:vue1:v.en.....acc~:s,jbleL12,ºIla accion delEstado, y si el. propjetarig_ está cli~R!lestq_~~.~~ar el esfuerzoa~nal _g~~_~,?,,~§~téº"niG~~",~)(!g.~,I:l:Este esfuerzo suele. ser. in­compa1íbIe con los hábitos de vid,~_s_grandes_p.J:.Qpietarios,ci!ya cuanti~Fñta"J_eL.cli~p..e.Il~ª~.d~Jª,_:r:t~<::.~~i.dadde adoptarnuevas formas ..cl~.0.ª-ª.ªi!!l._cl~.!!!lplanta! ..t~~~_técnicas de au­menfo-de··los--l"endimiento~.:.ExPlicase así_~~te esfue~~a reali~ado.S0I'l.fr~<::l:l~J:lc:i~~!!~L!~g~r.I'l~I:l,,~tu~L~.!~!!~p­cia, aun en los casos en ~l1e el ,..E~ supo cUffi121irsus res:p0I'ls;:¡_bJli.~Cl_~_~.~!~cllicªs.

49LA INSUFICIENCIA DINÁMICA DEL DESARROLLO

4. La acción técnica del Estado

Ninguna manifestación más seria ~!,~Ilac~~~~sr:r:,9_,.ª~lÉ.~ª0l~!inoamericano, de su .e~c~sa~E!ituSLP~ra.ª.~pnlai:1~~n­cias' 'Oel'd-es;!rroI16*e~º,m!cQ~ •.q,lle..la.",esJ~as.iSlmª_atsmCI.Q.~~quese ha .restado a la investigaciórr~agrícQla,=2-la_difu~~SJlsresultados y a.la.~ª.~9!cjQ.Il_básica....y. técnica,.deJª.s.."m.as,ª~~-

~~;~~~~~~~a;;e~~~i:"~~~;~~~~;~~~:felai:~i~I:~ ¡~~dividual. El impresionante progreso técnico de la agriculturanorteamericana ha sido el resultado de una combinación de in­dudable eficacia: a) la socializaSi§p-es ~:kJª téc.p-js:a.v b) ~Les­tímulo a la iniciativa Iii<ll:ndiii[p¡iiiREfaIl'rSocIalización porcuanto no es la iniciativa privada, movida por el interés indivi­dual, la que ha traído el progreso técnico, sino la acción delEstado y de las universidades, movidas por el interés colectivo.y a ello se añadió el incentivo a la iniciativa individual mediantefacilidades técnicas, recursos invertibles y defensa de la relaciónde precios. Todo 10 cual pudo hacerse.c?n sentido so<::i~Lenvirtud de QOSfactoresiñüy iñ-ip(Jit'a~res:~-~na~Eevisóni'po1íticade. tenencia del suelo raa15S5tclólfpérslsten~=m:ano:ae:::G~~PE0- a~tividadeL~; ~.~as.-··~IT.~~nQ:~1,,12I9~,~§Ql~S.ni;sgh~ntado. simP.km~llt~.Jªl<:;gtL,ª~L~l:l~lQ,,,<x,,.,,!l2,,,,!1.~g!eso de 10~~2.~~males"",,_

y_92Qp~fug_de la_g{:nte,Jo mismo en el campo que fuera deél, para que la acción es!~l:_.'!!se~p~_.¿! __dicaz.La-reforma re­quiere eteñtUsiasmo..~~qJ~,~tiyq"s_haYM_q!J~.J'~ncauzarlo....cQJl~ErUC-fiVaiñente. .. . -S6~hacie!ldo en g!~I_ldeJ~2",t;.t9~~-:~~=':J:2reDiL~fj--ª,real}~arla.Es impQsible prever todas las co..II1PlicaCW!1e.5~.~~~ y~evenir muchos cl~los .errores p",º~!hl~~~.,..~L~Q,..j:;s.enclaL~s.J~p:.~~un_plmcorrec~_.ªI2my~,ºhm; ...Ia,...e:xp.enenklª_p.aracorregirIlexibl~meI_lte_e~?~errores. .SrIJien laredistribucí6ñ de la tierra -ya sea en forma directao por obra del impuesto- es e~e?cial para ~a t~cnificación delcampo, dista mucho de ser suficiente, Son indispensables ade­más la acción del Estado y el incentivo a los productores paraintroducir las nuevas técnicas.

LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTEfu'<OS48

Page 34: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

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1I11JI

16 Cabe hacer notar en este sentido la desventajosasituación de algunos pro­ductos agropecuarios esenciales -la leche, el trigo, el arroz, etc.-, que enmuchos países son objeto de fijación de precios topes de carácter político, conel loable propósito de favorecer al consumidor, pero que constituyen un gravedesaliento para los productores. .

6. Sobrevaluación de la tierra y reforma agrariaTodo esto no sólo concierne a la política de desarrollo agrarioque acompañe a la reforma, sino a los propios términos de ésta.En efecto, en América Latina es frecuente que el rendimien­to económico de la tierra en relación con su valor céiIñercíafSea~Qgiº~., p~º,_ewLfu~!<?!_é!~'_?:"ª~ºDecié'nmencionados_hªIl.,J~gdid<? a ª-~priIl1i!~se,r~I}gimi~!1t~,_y,]=,porótrO~amffac.ié)ll,hª-S,:ºritl"_i]:úi.i_dQ"a,exagerar.",eLyaJor..deJaJieJJilpcir-raz·():nei:~J?i(;!I1.GQI1ºc::i,Cl?,?,entre ellas el propósito de dismi­nuiró-'eludir la carga tributaria adquiriendo tierra. No se tratadesde luego de adquisiciones que propenden al progreso téc­nico sino que lo dificultan.Pues bien, cU,andola :ierra est~,~sí ~?~J:~y~l11aSla,traspasarla

a esos valores eñ~I:ireforltnr"agrariasígñificadá"para los mismospropietarios individuales o cooperativos una pesada carga, cargamucho más difícil de sobrellevar que en el caso de la gran pro­piedad, por la misma cuantía de la renta que se deriva de ella.

I::k_a._q_uíla conveniencia de fijar el valor de la tierra según surendimiento act~ ..L~!:::~~j~:,?~,~~~!,c§g~".~" m ereses mo_e-

se ha impedido por las importaciones o el control de precios."Son precisamente los casos -no infrecuentes por cierto- enque se debilitaron o eliminaron los incentivos para aumentaro incluso mantener el volumen de la producción.Análogos efectos ha tenido la sobrevaluación monetaria al

impedir que los precios agrícolas pudieran subir conforme conla inflación interna o para contrarrestar el movimiento adversode la relación de precios interna. Bien se sabe que la sobreva­luación no sólo ha afectado los productos de consumo interno,sino también los de exportación. Hubo así casos muy serios dedesaliento a la producción, sobre todo cuando a la evolucióndesfavorable de la relación de precios internos se agregó el de­terioro exterior de esa relación.

51LA INSUFICIENCIA DIN,\.MICADEL DESARROLLO

por la sustitución de importaciones, y la protección exagerada.A ello se agrega el costo de los }~.~~~f~iº~_sQ~iales-y-otm.S._§_(~Fi­.cios del E~g()_qu~.1~SDr.berse_p.o.Lelallrne.nto_g~ la pro­slUCtiviaaa. ur~~nª,_se_h?I1t!élsladadQ_e.u,part~sobre los preciosdero~;n)iefies_y_~~_s_ que_!'.(;!gºi~re~t_~ª!I1PQ.Estos beneficiosy servicios se han limitado generalmente a esas actividades ur­banas y no se han extendido a las rurales o se han extendido conmenor amplitud.

También parece haber aumentado relativamente el costo <lemercadeo de los productos agrícolas, tanto por el mayoraüméñ~tocre1OS ingresos reales de estas actividades con respecto a lasagrícolas, como por notorias deficiencias en la organización deeste proceso. Consideraciones similares cabría hacer en materiade transporte de los productos agrícolas acentuadas posiblemen­te por el desarrollo de la urbanización.Finalmente, ~ elevadas ganancias resultante_~~ ,la proteo­

~llY.eFSiones~~QJlal1liento de1apro­piedad urbana y la construcción, así como otras inversionesespeculativas, han contribuido a alejar de la agricultura los fon­dos invertibles originados en ella, en desmedro de su progresotécnico.

Desgraciadamente, l~~~l!.~~<l_é!.~tig~sion,~.~Lsobre estosy otros aspectos de la agncultura latinoamericana no permitesaber en qué forma y medida han actuado estos factores y sihan sido o no contrarrestados por fuerzas opuestas.

Es posible que haya habido casos en que los efectos de esosfactores adversos a la agricultura han sido contrarrestados e in­cluso superados, cuando el aumento intenso de la demanda deproductos agrícolas ha estimulado el alza de precios en la me­dida necesaria para conseguir este efecto favorable a los pro­ductores.

Parece haber habido casos en que la intensidad de la de­manda ha permitido volver a trasladar sobre los consumidoresurbanos los efectos adversos de la relación de precios, corrigién­dolos o aun superándolos con la mejora de la misma. La pro­tección aduanera de algunos productos agrícolas y la escasezrelativa de tierra para aumentar la producción tiene que haberfacilitado este movimiento.En otros casos, esa traslativa reacción de los efectos adversos

LOS FACTORES ESTRUCTURALESINTEfu~OS50

Page 35: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

l. La movilidad social y los elementos dinámicos

Los cambios en la forma de producir y la estructura de la eco­nomía exigidos por la propagación de la técnica contemporánea~uier~_n ~~u_:r:z.!E~nsfo~~m_,a~~9nes~~_la.est¡;gctura.~ocial,,~dar, ~!~~?:,,ª!g<!!1:lI~~...el~1§!~E}!l:~fº~n,Q!!l!~º.Y~"RIQ!IlQY~Llue­distribución del ingreso., La estructura sodaLpreyaleciente nosoIosigñifIca aesperdicio, considerable del potencial de ahOITode los estrato~~~~_~j~~J:>j~~_ª~ll:>_Q_~ial de,[ecursps_hum~Qs.,.;:~leJª,J~~rr:a_~,c;,~I~~.!ªJ· --

:gn re@~d, ,la técnic~ ha'biLpe~do illtlY_PoCOen las épo­cas del _~lml~nto ha~G.~er,<,t~:,~h2.hto 2ref~rentement~ enlas acfivIdades exportadoras y en las que las servían en una u<ilia-fomra.~"peñefio·'geíieraTiñeñfEteñ·''forffiar'SiñfEI~pa­tibIes c~p una estñr~tura=sec:~aa:aen'~er acaparamiento defa tierra y~u ~~l?lo~~:ión<;~t~nsiy~.=Xt~i!i'[)[~!j,~~uJOñllaSCOm­pre']as-,-pero"~,,,"esiQS,_G.'!~S?§,I~L~S!!yiª~l,i;l_G,~,~~,~lJ,l~~~~ía,lejos de consustanCÜ:rsecC>!L~viªutiI1Q4mericana~G..,Q.nstiLl!Jie~ron por 10 general encfaves extranjeros, eSE5::s;ialmenteen laexplo'facÍün"(1e""losrecursos 'tiatUfa:les:"" ", , """.' -,~ ,-ECmoviffiiehto de iD._cl!ill:dªlizadón,~no",müdific-ªde manerar~dicaL~"s.~=~,e!LdL<;:_Q'?"ªS.Se,agrega,un nuevo estrato supe~ora la estructura preexistente"y- se va iñser1:aI1cIOeIle11ala clase~)Ul-clq~umemlQ~=ºI~<;:i~ñl~jmPQrJ~~ª~"nüm{riC¡aüñguesm asentar vIgorosa!1:lentesll,Eropia Eersonalídaa. 'En verdad, la industrialización no requería en su primera

eta a transformaciones en la estructura social. Tratábª~ antetodo, de una industria ización extensiva, de técnica relativamen­te fácil _y__s,,~g_Iél~~g~1:l~iªE~!~1:l!~E!ª_9~,aEEs>vecharintensa­mente ~L~~i~!~~~~_JT_l()~ E~cl1rs()~,hltll1a:gº~~,.,~~igeñciaCI!!_e~~~~~~~ ha cara~terizadg_el_trabai~_,extensiY_(),~i~~_Eropiedad

EStetipo de desarrollo está agotando sgLI?Q~~. Paraacelerar su ritmo será.M~E~~}a ~~cultura y el~-

53 ", - ..

1. Los PRIVll..EGIOSDISTRmUTIVOSy LAEFICACIADELSISTE1-IA

II. EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMAY LA ESTRUCTURA SOCIAL

1í Además el tipo bajo de interés es necesario p~a ~mplear,el poten~ia~deahorro, ya sea por el Estado o por los nuevos propietanos, segun se explico enla sección II de este capítulo.

52 LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTERNOS

rados para su pagQP º~Js>C:~1:l!E~!~~z12~~!~~~§~~~g!,~rSe2~~i­blemente el incentivo aJa rriaYjJ¡~,l{IPiluG,t1vldª~d,,"~lQ~ll~~~QSpropi~!arios" c;oilll2!9metiendoel épto deJ~~ Eséste ',uE-punto esencialísi1U.Q,_,pOJ:_tQdoé,lu...que,.antes.:s~dltO~Y

ti lar el nrozreso..té d r onvemente com-para es !mu,ar e ];llQgresQ.~~ClU,C,,º~.pº,.J!ª,,,.§,~I.....9"'''''''''''''''''''''''d''''''7'''''~'~'''''''''"_~-'-',- d ... , de Ia ti 1 1 on lente a subinar la a <iUlslclOn e a gerra_a va o_t:",,~PJIeSR·,"._··,·=-~~-~reñéTmllent(),pres~nt~LC<l,ll~Ynjmp!!~§tSJ~.9",~~,~E~~~.~, ~l~uo­fe~élaféle'1á ,herra ,redistribui9C!'Ese ya]Q¡=PQtGIl"Gú!l.podr.l~~de-térrnínarse~~lªªºiL¡Q_u:é(m~_iG"I!!Q ...,ª.~",I?,Iº,ªY;c,y~!,d~dsus'ceQtibl~-,~_Jºgr~5!~.m.J;l.,t~GJ1igl'}J~~elll:~_~encll@~,.,s_lnp~~~ ,p}..rió§_iC;()~l~~jlt~t~~,:R':IJª,~§YID,ylª"Inn~Yº§.NeJg,!a­mientos.-"'SIU-;;sta tecnificación activa del campo sería ilusorio el sen-tido social de la reforma agraria como medio de mejorar per­sistentemente la suerte de las masas campesinas, al igua~ ~uelo sería que esta gran transformación estructural. se concibierapara mejorar el nivel de existencia de las poblacIOnes urbanas,brindándoles alimentos a más bajo precio.

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medios, si bien su absorción tropieza con serios obstáculos. Estadeficiente movilidad es clara prueba de la estratificación social.El punto ,de partida ,Eara10&~B~~cial está ~n

la éducaci6n. Ya están plenamente reconocidas las fallas1un­da~e~s -de la educación l~tinoamericana, el alto coeficientede analfabetismo, el divorcio entre los sistemas educacionales ylas exigencias del desarrollo económico sin mencionar seriasdeficiencias en otros aspectos fundamentales de orden culturalPero no es eso solamente. En rigor, el b~jí,si~2__J:liveld~ in­

greso de lamitad de~ población y}a estE.~.~ dy buena parteCíeIresroTrñpiQen que esos elernentos dmamIcos puedan SU~1Iyaprovechar :cuañdo-elIas-'¿';¿ísfén~Ias~oportuñiC!ades'de edu­cación-'yIOrmación técnica en todas sus graduaciones. La pri­mera expresión tangible de la política redistributiva del ingresodebiera comenzar por aquí, por la inversión social en este re­curso humano, en el surgimiento y formación de estos hombres,en las oportunidades efectivas de acceso a todos los planos dela educación. Concíbese así un nuevo orden de cosas en quelos elementos dinámicos que llegan a los planos superiores estánen proporción con la importancia numérica del tramo socialde donde vienen. Acaso uno de los factores más decisivos en eldesarrollo impresionante de los Estados Unidos primero, y dela Unión Soviética después -con sus diferencias fundamentalesde sistema-, ha sido el común denominador de un activísimoproceso de movilidad social que no se había cumplido hastaentonces bajo el signo de la industrialización.Estos elementos dinámicos no se circunscriben al campo es­

tricto de la economía sino que abarcan todo el horizonte de lasociedad. ~on hombreLque.imprimelLS__u sello característico>acada generación. El muy limitado acceso de estos hombres a las

-Oportumdades de educación y ascenso social no aminora susimpulsos vitales ni la fuerza de sus aspiraciones. Y si el ritmolento de desarrollo no permite aprovecharlos en el proceso eco­nómico y social y entorpece su ascenso a los distintos planos desus actividades, sobreviene un fenómeno característico de re­sentimiento, pues al no poder emplearla a plenitud, su energíavital se desborda irremisiblemente hacia otros cauces. Oué cau­ces han de tomar en definitiva esos elementos diná";;icos sipersiste el lento desarrollo, es otra de las incógnitas que se

55EL SISTE1I<fAy LA ESTRUCTURA SOCIAL

1 Véase F. H. Harbison, El proceso de la planificación en materia de ense­ñ.anza, <?onferenciasobre Educación y Desarrollo Económico y Social en Amé­rica Latina, Documento Informativo N<:>5, p. 5.

LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTERNOS

var notablemente los rendimientos de la tierra. Y la industria~ndrá que avanzar hag?7QJ:mll~~q~:S:I~f!~nt~comp1iliªa~,~b.ardarse hacia afuera ~ll-PIQCur~cª~!!!~E~e,ª2§,!!!!R~~§fÜiQ!º1~§.,ycglllLuistarrál2idament~J~c,yg.~1ª....Z;9J:1ª jJ:lt~mª"Sl~.J!!!EE~~.~2.J:l~.J:lteinfraconsumo.-'¿Por que es necesario transformar la estructura social si hade cumplirse esta nueva etapa de desarrollo acelerado? ,Por ra­zones de mucho peso. La ~structura social influye a4~~

\ sobre el desarrollo en aos aSEectos de Rrimordial significación:\ a) en el surgimIentQ de :roselementos dinámicos aerasocie:\9ad, y b) en la forma. ~~~<:!.esos elementos cüIDpren su fun­\ción. en el proceso procructivo.-=~·_~·~·=~=,,~,,~~···~"_"_,.·~m_~~~, La técnica productIva contemporánea requiere cada vez másesos elementos dinámicos, hombres de iniciativa, empuje y re­solución, con a~titud para tomar riesgos y asumir responsabili­dades. Los reqUIere en una vasta gama de funciones, desde losobreros técnicamente capacitados hasta los técnicos superioresy los hombres que tienen la función de organizar y dirigir entodas las fases del proceso económico. Y los requiere tambiénen las otras actividades humanas. La necesidad de estos ele­mentos din~micos crece con un ritmo mucho más elevado queel del propIO desarrollo. En otros términos, la aceleración deéste necesita promover mucho más intensamente el surgimientoy la formación de esos hombres. En materia industrial sola­mente, se ha calculado que por cada uno por ciento del creci­miento de la producción se necesita un aumento de 4 porciento en los técnicos de todas las categorías para la mayoreficiencia de la producción.' Lo mismo sucede en otros aspectosde la actividad económica.Esta exigencia no se cumple en América Latina sino en es­

casa.medida, si se tiene en cuenta la magnitud del problema yhabida cuenta de notables diferencias entre sus países. Se des­perdicia U? potencial ~'!!LQ., •.<::.QJ:l,~!ª~EªEIYdpues muy"'pocosson lOs elementos chnamIcos que surgen desde abajo, de losestratos sociales inferiores y medios de la sociedad. Es mayor,naturalmente, la proporción de los que vienen de los estratos

Page 37: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

dustrial y el sistema distributivo de las tareas, los defectos dela materia prima, la inadecuada supervisión, el mal cuidadode la maquinaria y las inst~lacior:es. ~r?~le~as. to~~s estos queadmiten solución. La admiten SI la iniciativa individual no selimita a las funciones iniciales de promoción. Tiene tambiénque ejercitarse de continuo en el afán persistente de .aume~ta.rel rendimiento y reducir el costo. Y en todo ello es InSUStitUI­ble el acicate de la comEetenciª-·Tras el amparoCíee1evados aranceles. y ot~as res~i~cion~s ?

prohibiciones a la imp.ortación se ha~ dIfundIdo p~actI~aslimi­tivas de la competencia cuando no ':'lr~ualesc~mbInacIOnes detipo monopólico, Al lado de estableclmI~~tos ble~. d~tados fu~­cionan otros de elevado costo, en un tácito equilibrio de reci­procas ventajas, pues éstos aseguran su subsis.tencia marginal yaquéllos, la ganancia cuantiosa de. la difere~cla de co~tos. .Que las serias disparidades sociales reqUIeren medidas redis­

tribUtivas del ingreso no es necesario probarlo después de las, <] Pconsideraciones hechas en otro lugar de este documento." ero

ésta no es una solución completa y de fondo, pues esas dispa­ridades y la forma en que emergen son. en gra~ parte cons~­cuencia de la forma viciosa en que funciona el SIstema econo­mico: el ingreso personal no guard~ relación estrecha c~n. laaportación efectiva de quienes 10 reciben al proceso econorrucoy social.Naturalmente esa viciosidad distributiva no contribuye al

prestigio del sistema de la empresa privada en los países latino­americanos, por más que en cada uno de ellos puedan obser­varse numerosos casos en que el ingreso elevado es clara con­secuencia del progreso técnico y de la .aptit~d para innova~,.paraintroducir nuevos métodos, para servir mejor a la colectividad.Es éste precisamente el tipo de hombres que r~quiere la acel~.ración del desarrollo. Hay que darles oportunidad para surgiry formarse en creciente número, por la movilidad social y lacompetencia. .

Cuando se discurre sobre estos temas, se olvida con frecuen-cia la relación de estos dos elementos decisivos del progresoeconómico. ~ in~~iv~ ~g,~~~!!.~j§.s(.m_do~~'pectos lE:

2 Véase especialmenteel punto 2 de la parte A, pp. 5 ss., y la sección II delcapítulo 1de esta parte B, pp. 37 ss.

57EL SISTE1\L\.y LA ESTRUCTURA SOCIAL

2. El privilegio y los incentivos a la actividad económica

Sin embargQ, el solo_h<::_c:h.Q_<l~__hª.~L_~llJ_giry fOImªJ_J~.S_Q_S_ele·mentos no sig!lificª-_necesªriaI!l:e_!lts!__9uecumplirán con eficaciaS!lfunción en el J2rocesoec?nómico y soaar~!§ureñcontramosel otro a~ecto relevante vmculado a la estructura social. Pre­valecen en los paises latinoamericanos~cierfas-1oriiias-de .miYi=l~g~q1Je debilitan conside~able~ente ~[i_!?:f~El~y!?_~[illQg¡::~sot_~mco en .todas sus~!.f~~t!~!gI1~~~Yl_ ....~.!!consec~~,__eL~pn:~:~T~entO--d€-les-hQmQ~~~ª~.inici~tiva y capacidad g.!,1erequiere 1~e_gI101ºgía.en UllestrQSªías'. - .,-...- ---------------" Bien-se sa~e que·las)r~.fu_~si[~~lªades en la pro12ieqgddeLsuel0 agDcok_f.QI!§J?E-ªE.J:º!!~~~_raaplicaCiOñ-ae las técnicasmodernas de e~-plota~ión intensiva:" la gran propiedad porqueda renta .cuan~lOs~sm. hac~rlo; y. l~ propiedad muy pequeñapor su misma indigencia e ínefectividad,Pero no se circunscribe este hecho a la tierra. En la industria

tllnlÜén~ debilitado los incentivos al PIºg!~s_º.Jécñlcopara el pnvilegio de la protección exagerada. Para mantenersedespierta, la iniciativa individual requiere incesantemente elaguijón de la competencia. Y la industria latinoamericana no secar~cteriza en general por tenerla en alto grado. Tema este muydelIcado. en que -para prevenir malas interpretaciones- hayque deslmdar claramente la crítica al funcionamiento del sis­tema y el justo reconocimiento de lo que se ha logrado en laindustrialización.~ inici~ti\? individual no ha de ex,p~qrs.e_liukaill&ttt~.~n

t;! .e&ab~nto de nuevas jndustrias._y,..Ja.J:lIDpliaciÚu_ik.las<t~Istentes,_sillQtambié~!lJa~jlll~l!sª .1ltiliz-ª.ci.9~1l.Ji~L~sc~~0·.•.c:a.WJ:a1. ~sto es esencialme_~~e_un_PJQbleJlliLd~h~m~l..Lde_f~m.bres .e.fIcaces_.La protecclOn exagerada no estimula a formarlosy ublIz~rlos. A menudo. s~ emp~ea ~eficientemente el equipoproducb.vo: con .un ren?Imlento inferior al de países de media­no rendimiento m?ustnal que no de elevada productividad. In­fluyen en ello vanas razones: la organización de la planta in-

56 LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTERNOS

plantean en América Latina, y otra de las grandes posibilidadesque se ofrecen para obrar racionalmente sobre las fuerzas deldesarrollo económico y social.

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3 Véase José Medina Echavarría, Consideraciones sociológicassobre el des­arrollo económico de América Latina (E/CN.l2/646).

l. Trasfondo social de la inflación

El poder de ciertos ,g~~:2~-.!~,s9~S~~~:~g~::=influirarbitra­i1ailleñteso1ijeTá-aístri6ucIón j:TeI .!Egleso co~!!fu"y~ ertÍas-fondo •.deJajnflación .latinoamericana." S_!!!g~n.dL~.s",~Gt4alliiiIecta Q.indÍJ:e<::tª!!!e..!!!eel1i~.J:TI1~,.!.~~cIonarIa.DI-

Il. LA INFLACIÓN Y LA ESTRUCTURA SOCIAL

EL SISTE}<IAy LA. ESTRUCTURA SOCIAL

1 tampoco han podido absorberse en la actividad econó­~~c;u;rivada, sea por la insuficiencia de ésta, o porque aqueldivorcio entre educación y desarrollo no les ha preparado para

ell~ así en este acontecer de las cosas, dilátans~ y multiplícansefuncio~es y funcionarios en la órbita civil y mil.Itar.y el Estado,llevado por consideraciones fundamentales, o SI~ellas, a~orda laestión de empresas y cae en toda suerte de mt~rven~l~nes.o~ontroles que -inspirados en el deseo de corregir def¡cIencIa~del sistema- no suelen abarcar los fenóm~nos del ?esarr?llo. ~Iucho menos estimular a éste por el sentido negativo o inhibi-m .

torio que con frecuencia les caractenza.De esta manera, a la par de hombres que. cumplen sus fu~­

ciones con eficacia y devoción pú~lica, cobíjanse muchos bajootras formas de privilegio que s~ l~sertan en la estr~ctura so­cial. Tienden estos últimos a asimilarse a ~as modahdades devida de los grupos dirigentes y a formar su chentel,a, malog~andola fuerza transformadora que pudieran haber traído COnsIgOal

. 13moverse en su estrato SOCIa.Estos fenómenos sociales, que dimanan fundamentalmente de

la insuficiencia dinámica del desarrollo, p~oRenden a acent?,aresa insuficiencia no sólo por aquellas desvI.aclOnesen la acciondel Estado, sino también por ese enervamIent? de los elemen­tos dinámicos y los cuantiosos recursos que aSI se sustraen a laacumulación de capital.

59

s~l2ªIables, pues aquélla sin éstª-!ªº.@_id~~_Jªtal!!!ffite __eu.elR!iYilegi_Q.Si ambas llegan a conjugarse, habrá ancho campo parala iniciativa individual y para su participación vigorosa en laplanificación del desarrollo.

, Si bien se reflexiona, esa aptitud que adquiere un pequeño• número de individuos para concentrar en sus manos una fuerte! proporción del ingreso colectivo tiene honda raigambre histó­~ rica. Nuestras sociedades primigenias no supieron hacer 10 queJ otras igualmente nuevas -o más nuevas- hicieron para abrir, paso al desarrollo económico y afianzar la democracia: ~r

JI" ~lg!,ixiJe~!_cui~)~~rrJ}. Las grandes fortunas del pasado en estas¡ latItudeS provmleron en gran parte del acaparamiento y la va­t l~riz~ción del 'suelo. !?espués ~ino a agregarse aquel otro pri-VIlegIOde la proteccióu excesiva. Y en todos los tiempos, la

\ inflación como instrumento poderosísimo de enriquecimiento\ arbitrario.

No se pretende aquí hacer un análisis de todos los factoresque han influido en la concentración de la riqueza y del ingreso,pues habría que examinar entonces las consecuencias de formasabusivas de empleo del poder político o de ciertos tipos de in­tervención espuria del Estado en la actividad económica; asícomo los efectos de combinaciones restrictivas en el comercioy ciertas prácticas nocivas alentadas por una deficiente organi­zación o supervisión del sistema bancario. Sólo queremos seña­lar las pr.incipale~, las más generales, aquellas que por su im­port~nte mfluen~Ia ~obre 1~distribución del ingreso y la eficaciadel SIstema econorrnco estan llevando a muy agudos fenómenosde pugna social.rg~As es~as formas de.1?rivilegio distributivo_,deJ? rig!leza y

e.1Ip:g_r~so.tienden a debIh!ªrJº~ eleme.gtº~_diI1ªm!c.º_~qJ.1eJIe­g~l1_~!I1_~~~~P:e_ry_é1r}_u_qptitlld,deJllGhay. re.ali?;ªdQI1,Entre losque no llegan a incorporarse activamente al sistema económicopor la. i~suficiencia dinámica de éste, unos terminan en aquelresentimiento de que antes se hablaba, por su misma frustra­c~ón y el co~traste de situaciones; en cambio, otros, que pro­VIenen especialmente de los estratos medios de la sociedad, bus­can a!;lparo e~ .la administra~ión pública, campo que suele sertambién propICIOal enervamiento de aquellos elementos diná­micos, y campo también que suele atraer a los que no 10 son, a

LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTER..l\¡OS58

Page 39: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

2. Renuencia a las soluciones de fondo

La espiral va agotando así sus efectos correctivos y volviéndosecada vez más perturbadora. Q_Ye~l1Q,~e_,sahe,._y__,$J:;_9QJ!!Erende,n_º]1ay~dlldaill_g!Jl1ª,'c-<¿EmL,q!lé~ueda cJ1ando~e rehu~nlas soluciones___g~JQ!lg"º1_Esa"sª1iºªJ1asiºº,~en_generª1Jª menos<lliici1,momentáneamente, ,Suele recurrirse a 10 que J~Lfactibledesde un _Eul}_tode vista ,E_olíticoaUIl,_qll_e_D.Q,....§.ea:r,aciQ.I!aJment¡;:aconseja.ble.

Baste recordar el manifiesto contraste entre las enQfIue.s..re­sistencias,...ij~uele deslleItarJa tentatIva de_atenuar_las_dispa­ridades_distrihut:!YjlL~º!!_j:dºrng§_fi§<;:ªI~~_u~esta.libe­@lid.fl--º=d,_e~ci~sº!;nefici~_j)_Q,~ialeso servicio~el Estado ClL}LOcosto en última imtªI1cia se desplaza -aunque con muy des­igual incidenCia- sobre l;Lg_r'Jij1-ñia§.áde la población a que sep-ret~i~Lfav_º¡e.cer. Análogª-.COllSLde.IílC,ióncabría hacer acercad~ent0L!!!.~e sueld-º_Y-.-áªlarios.

¿Pero cuál sería el sentido de estas soluciones? No son nadasimples, por cierto. Lo que complica extremadamente. el pro­blema es que a los elementos de la inflación tradicional se hanvenido_agregando esos otros que demorarán tiempo en corre-~~_:_se __~~~~~~~~_:__Il!~ll~s~_~E~~g~~es.

los __empresarios los efectos desfavorables ue la_lº-br~valuaciónmonetaria ejerce en el ingreso e as actividades exportadoraso sustitutivas.?__a_g!a~_Il<!_º-aJa ,y,~_J-ª_teng_<::!!.s.i~_~¿~~la­miento exterIor del desarrollo. Fmalmente, la renuencia com-prensible a elevar 10~,~!JEPJ;l-~rº~_Q.1ªr!~[,jle_.,s~etY:i~litLI2Úl5Iícosen proporción a los reajustes Ee las~u~ra_si0!le~ del_~a]del Estado o de"las eITl'pr~~ª~?,E~J:l11it~,_,~!E~~!<?__§~~J_~_G_Q1~_9!!y!Qaddefender su -iñgreso'rear'enme§ida--eiuFa~nt~l--"J~ero no de !!.llmodo EerdurabI~; PU:_~,elC[~ggl,t~~,§§I!ªEtyª~~~_f];§,__a__s~t1Ldeshace subireÍtt6mra~'íIÍevitable- el nivel g~cios.

Estas demorasen reajustar-las'remuneraciones de los grupos~ ~ ,--"--~---~'~---~-'-'--~-----.,,--------"-----~---'''-''''--'''~_,,=-rezagados, lOS tipOsTe' cambios, los imlluestos y las taflIa~_no~_ªgL9Q!ltinuaL,.indefinidamente;-y_,_CQmQnneJº,~=_gr~Ber­judicados logran de_fend.ers4~,eLEsia.dQrectifica su actitud, laespiral adglJiere creciente.impulso.acse aGentlJay,más_,atÍIl_si.dis­Íninuye ,o se contrae ,d..Iitmo_.de~la_,"acti\':ida___UGQ!l9mica.

61.EL SISTEMA y LA ESTRUCTURA SOCIAL

Page 40: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

4 Véase el capítulo 1 de esta parte B del informe.

EL SISTE1\IAy LA ESTRUCTURA SOCIAL 63mina momentáneamente con la compresión del ingreso globalprovocada por el emp~eo restrictivo de este instrumento. Seelimina pero no ~~.<:;qEElg!::~p~ PO~"f[1~~~r~~_~~e~~~,n­tarse_IaS'SQ_n_~~fy.~g!~,Üt~Q~pLe.sl\':as---:Jl~~~.s.Í?_...P9 I~ca_.~~!IDJ~IonJ;l·deseguiEhE_i~~~!~!.~~~,.~~!!lP!~J:!9~.~g!ª fll!.~_JgJ!!'ªJ_medida.sm.iLQ__menos_j_~nS.ª"t~Lª_~_.E~Sl!J2e:r.éiJ.~I.Qu,~y_~eLaum.~o~onsl­guknte (kilngreso_J1ará....surgir.. ...de.,nuev:o._eL..des.equilibno_ex-

J.w.r d ilibrio I 1 t t ti' d .En cuanto al eS.k__qJ,!LLn92_I1!erno, a_ en a v~ e corregIrel déficiLfiscaLcon la contracció~ª e_.c:.o,nOillla.lleva. g_eI1e­Íalmente a 10 contrar!Q,.."Eorsus efectos deEr5sivos sobre la ca-12;cidad tribu.taria. deLJ?"ªh;=.J:.J_ªIn12.Üi~L§9l?Ie~1ª-capaci.meahorro, en desmedIo. d~~j!iy:~~:r.~iQnes.. .. ,

Desde_p~ .•pmltg_ge Yi.§_!:~. la ,Eug~a,.s?clal ªe la m~acIO~s!lele ~r§lv_ªlse J;?Q..LJa illiJJ,.Í:ic:i~.l1~g.._fbD.ªml&.a_..\ll!,!;,~~_g!2h.cada,e_rtoes,_lai.I1,SélE~S.is!eg...ª.~1,§l§leID--ª....;;:::tª1..Y....S.9!B.2,,~I!ºona.n-do- P-ªL<L~~~9!Q~.EIQªgG.tiyall1ente•.lag_ente.que".s~e§.121az--ªdel campº~yJE-~~B.!;l~l~EgiQª•.ªel;.$,ePQ.,m~s!lliL,q~}asclud~d~s,corre la misma suerte. Se refugia entretanto en los servICIOSperSoi1aIes~Ílocalificados? y en ocupacio~e.s superfluas o redun­dantes en la actividad pnvada y en la actividad del Estado, todo10 cual incide principalmente sobre las masas populares. La in­suficiencia dinámica se convierte así en otro de los factores po­derosos de inflación de origen no monetario. En última instan­cia, el personal redundante que se absorbe en la administraciónprivada, sin producir una cantidad equivalente de bienes y ser­vicios, presiona sobre los bienes y servicios que ~tros 1?rod~cen,contribuyendo a dar fuerte aliento a la espiral inflacionaria.Aquí también tiene su fórmula aquella concepción simplista:

la eliminación lisa v llana de esta gente redundante. Una de lasventajas implícitas de la contracción crediticia está precisamenteen quebrar la resistencia pública o sindical a esas supuestas me­didas de saneamiento económico. Con lo que de nuevo se eludeun problema que es ineludible: acelerar la tasa de desarrollo paracorregir su insuficiencia dinámica.

Esta franca posición nuestra contra estas concepciones sim­plistas suele interpretarse como defensa de la inflación y opo-

3. La política de estabilizaciónAsí pues, no es concebible la estagil!zac:ióIl moneta!;ia eOIl in-d~p.endenciél,,9~eJIfu~!lli~,~~~~~~~~()!!~'~~~~~~!lliSo..ye'guiaflds,09,é!}·y._E!~__c:l~~ªI:llente"..c"ousJ,denlrlªGOIDO. solución aislada ..han;-~ª-q__ª-menuél_o a malograr el ia;-2¡;íbie-e~pefio-dete~i;;a'rcon la inflación. ---"-_._ ~.,,--, ' ,.._..' ',, -----.''.,..-,,,..-""--.--..~,~~'..~Erprin-cipar instrumento de este tipo de estabilización. es elcrc:;.diticio.Nadie podría negar que el desequilibrio exterior ~~

62 LOS FACTORES ESTRUCTURALES L.~"TERNOS

. ~n la inflación tradicional, de tipo monetario, las remunera­ciones reales pue?en. recu.r~rar l~que habían perd~<!9~__~pen­s~~de las gananc!~~_,~gª~~I~_I!~!iasª~}~I(~Iiipresis.Pero es dife­rente. c~ando el alza ~~p~e.~i~_E~vienfqfTa_(~l~yªci()Il no:rnQneta.[~los pI~,ClºS.Traf:ase de_.elementos. inJ1gc:ionariosgye -al no poder absorbersé'po~;~mentos de p~~'d~cÍ:ividad-h-ª1?_y_enidl~deSR1~z~I1ª-()_~.e._c?n~i_r:~~~_e~!:~....,J'. ª~._mgchº tiempoaYaS,~en_Qs_Ill_O_\,lmI~I1t()S.__qe. la. espitaI.En t~ l~ soluciQ¡;I_Ee fondo n<?l'~í~~er otra que

l~ acele~aCI?n~el ntm_? de desarrollo, acompañada ae. una Eolí­t~I!~nbutiJ0-de~. ?in. ~mbar~, esto .toma tie!gpD;Y:)_J2ohbca antimflacIOnana s_lgmbca_IDleI!1.m.~.tªJltº_J!l1..sacri­f!S~ BaW las ll1~S~S_RQRglar.s;§',sa_G.rittGiQ__qy~~_s.21º=_J2ºªÍii=~erIS·S1C:QIQ,glC4-P_Qht1.~El~!l!~__J.ºlem.gle _§i S.e_.illkig.m,w._e!!.....fm:wa~Imh.!ll.ta~ea,u~a _PI' .01ItI~~_~;mªI1~!y~!:Ilª}~I1t~g_~.~1!m.!JJªu::!1_&:p_ro­v~G__ª~JeºtQ,,...c_ a,capacidad ..ociosa .qeJéiJ.ec:qnomÍéiJ.,,COPelJá-12Id_o mcremento, delJng!:e.§o, y UPClp()!í!iSélde CllIs!~!;iªªd'delos grupos ~e -ª'lltQs..i,n~9_~_=E~~__~()!}1]timIi,,_::1yÚi~~1ll~nte-suconsuI11_O,Y·_a_J,,_1!ga:rª-"mªyQ:re§~l_llXeIS~Ql1es.Todo ello combi­nado con.,.una___o-P~1.IDa..ap_QLtación_dus:S_gLs~~es.El aUII1en;t9-.,delnt~o_,de-desallollQ;lsLc_Q~gyLdo es 10.únicoq~~~E~.!~j:IIa._;;e_sa.r.clr~a,.las".reIDJl!l~mc:im1~S_..J:.~ªles~,d~.JQ~.q!l~_ha­~~~I_!_Perdldopºr ag,ueUasfgrma_s.no monetarias de la inflación.

Como se_ve, trát~e ..~n~--as~'ecto·e~i~~iit~;~~t~--';liticop~~~,?una solución de esFañatur~eza---acreIT1~s(Ie""Ta-"'e~ér"~lca~d.~~isi().nesgue comJ¡Oi;1ª:::-'re~li.[~fª:·~~E!~~::~íQ::~~::.SQ~~-en-~!2!!,~de..I~s...1!lgs~"S...EQBula.1.~s,_,sm.gy~ ..~s~_gR.QXQ".,..~__~'""y,:.~ª•.m.enos­caba~E$!'.J2E~~I~~:s <?___~~l!!gIlsI_ªs..Fx.em_ªt1,!rªs..__,Q~Aage1A<iélLquetrastornarían JoCiQ~,Rr2g!~p~_c:!~_~_a~l!,1ie!!~º-Y_~1~!lllón.

Page 41: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

g~ del paí,s sólo ~x.ig.ía.p-O.I.]0 .g~uera.Luru:-técnica~udimen­~a. ~1ás_augz.l!l:...~.!l2~~§!!~ya!nQ1Y!'ª.YªL.sJ,!Ig!ª~L.ª~",!!~~mpoentiemJ22_en él seno de nuestros E§!!.~!~Pé!E~..§!12glªªl..J~·stividadessimilares 'iJ.í'!.S~.ª~(llJ.~Ilºi ..eQa-ªy~§...jimÜE,~~uº.u.jre,QlellciaJ2QI5Ubordinar a ellos el .es(ld.§_gº~na.ciQnaLo~,desapar.ec€'¡;.;.hatoslLPresioo_económica.- Pero esto no cOmRlºm~.tiªJª ....CQIDPªtibili.d.ªJ:Lde.Ja~~m~sasextranjeras con la~~tmf.tl!m..§.Q.9iªLdQminJlJlte.Al cOlltJa~a~Qr solidez~~~~tund~.CQn ...eL.arIdar.,...deLtielIlPo,p~grupos_~dirigrute.s. -~ustentándose sobre el privi­legio de la tenencia del suelo- disfrutan cl~_'§J,!._~.2.nstanteva­lorización. porEJgcr~m,~ntº.~9~IDºgráfic.Q._~.~Lg~rroll0 haciaa~JllºIDQvidQ ..PQJ.flq.uéllªs.~=:eªIl:ifiP.ª.n..ª...lª Y~~".ª"J!!}~nf9J!!la...tª.ngencial~en!a ªftiyidad ...d~..tªIs.;.~.,~mRI~.~~~s!!yiéru!9lesprincipalill~te ..•~!1•.~1I2.•.~!.e~f9..~.<;~•.ssmJº~r.RQ.d.~re.s".p.p.hlicgj".ylogran así aquella típica holgura de vida, favorable al disfrutede la cultura europea -el desarrollo cultural en el subdesarro­llo- y a su intervención en las luchas políticas, limitadas confrecuencia a los mismos grupos dirigentes, con la periódica oeventual apelación a las masas populares para dirimir sus diver-gencias internas.~ave.§ d..~l11ªsa.~CUI~=aún§1!Qs!?ten,j;jen~~s­

mrmarse o dªLll1gar...a~la~iniciati.Y.lL~Ll?$rQ.I2.i~.~§,·Los tiemposen que se venía a hacer desde el extranjero 10 que no sabíanhacer los latinoamericanos lian terminado definitivamente. Ne­cesitamos del extranjero para que nos ayude a desenvolver nues­tra propia aptitud, para hacerlo incorporando toda la masa dela población al desarrollo. Así pues, la empresa extranjera tieneque ser un núcleo de irradiación tecnológica, como ya lo es enalgunos casos.

Hay algunas manifestaciones alentadoras de esa transforma-ción, pero queda aún mucho que recorrer. Sin duda, la propor­ción de los ingresos netos que dejan en el país esas empresassuele ser mayor que antes, cuando eran relativamente pequeños.Pero la técnica sigue siendo por 10 general escasamente acce­sible o no accesible a los hombres del país, y sus decisiones setoman afuera, sin que el país pueda ejercer sobre ellas gravita­ción ponderable, no obstante su importancia para los interesesnacionales. Y asimismo hay casos en que la propia orientación

65EL SISTEMA y LA ESTRUCTURA SOCIAL

5 ": éase "E! f~Isodilema ,e~tre de~arrolIoeconómico y estabilidad monetaria".Boletín E~on~mlco de Arnenca Latina, vol. VI, NQ 1, marzo de 1961, p. 26.Este estudio fIgura ahora corno apéndice en el presente volumen, pp. 127 ss.

l. Persistencia de los enclaves

~ __laestructura soci~g~Q~L,P~()L}QS.Jj~!!U.2QSde desarrollo hacia~fuera_se. asocIa~<l!!!L!.iE.2 ,félI9J,:;l~lí§.li.~QcI~ir!.Y$!r:si9~l;L$!¿¡:l~an­¡era destinada en gran~t$!~L~~IYir ..~1!uga u.otra. íor.IEél.10sInteres~s de los ~ancres.c~nttQs....Eran una prOlongacióíi'decenosyc?nhnuan esencIal:nente como entonces explotando de preferen­CIalos recu~sosmmeros, las actividades exportadoras y conexasy las concesiones de servicios públicos.

Son los e?cl~ves a que ya se hizo referencia. La penetración~e_!~~1ll.cas-<U'allZadas.-JJ;,~!Ifll!!~.$Iiº!g.-ª. el1Qs...en.aqnellost~~IflRQ§.:~No propagaba,n !~..!~~e;~íl..~~~Iaa~e!l.!I2 nL.l~.n!gJl..p.º.rqU~",!!?cer1o,pues la_~.~J21Q!ª~1ºn_,,~~!~!'l~.fr~~:.~~1,.~1J~lQ"PºLla

lIL Dos TIPOS DE CAPITAL EXTRANJERO

64 LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTE&'.¡oS

sición a.las n:~didas p~r~ co~batirla. Muy lejos de ello, puestoque la mflaclOn, en ultima mstancia, es la resultante de unaestru~tur~ gue está frenando el d~sarrol1oeconómico, tanto.por­q:!!eImwd~lear a_iond9~Lp-Q!:_~Q~ªLd_e.angrr.Q__,º-QJJ10P_QI~oso~s,taculosgue 0Boneal~eso .t~SQif.Q;~J~LJ2!21?Jemade la19ªél_CI,O-?~es,.,RU~ ;ms~p~E~~!~~~!J2E~~!~IEíl~._ª~!_<:l~~éliiQ112~~.:yl~j?glItlca mone~arla tI~~~.91!:...~~~;....PílE.!~~:r_I!~gEíl!l!~....<:l~!íl,'pglí­tIca}e d~sarroll0 econoIQ.~f()ys2f!ª1. De no serélsí.,la~..IQ~ªidasa.:r_I!~!gi!?~lQn~(i.ª-~.e.sJáIJ...i:ºQ<:l~!líl<:l~~.éltrélcasar.tªrc1~,Jl1~mriIªnO.,~~~r ~o~~, i!lQél~ié!ltaIQPo'c()-~~sllgél élg~E!la!iya

~!ª.~~omo seeTiJoli~c~ algún tiempo en otro escrito nuestro,~~el sI~tema en que _VIvImosno puede crecer sin ella, la infla­

cien s.e:a una. alternativa frustránea, porque corroe la economíay ?ebIlIta pehgros.ame~te la co~esión. ~ocia1.Por donde no po­dríamos negar racionalidad a la inflación no como instrumentopara dar al sistema la validez dinámica, sino para llevarlo fatal­mente a su desintegración"."

Page 42: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

6 Véase en la parte e elpunto 1 de la sección II del capítulo final, p. 119.

tienen por qué ceñirse al mercado común, aunque allí sean másurgentes.6

Si bien. s~miIª,_§()~~_~s~nf~ripripadJ~~D;i¡a de la. empres~nacional influve tam~Ien. la .excesIva protecclO~, pues. al debí-

~~;~~]~~~~~:~~IsI6-~1!r~~~~~sOrlJICfaSo desalojadas por las extranjeras en actividades en qu~no hubiera sido difícil -con más iniciativa y más recursos fi­nancieros- asimilar las nuevas técnicas de producción.

Más complejo es_~~c:.!~p:oblema .qu~ crean ciertas firm~squeToriñan parre--ae CQll..s.or~lOSmternacI()llales, que, a ~­b~s ..mercad..Q~_melen"..Qp.Ql}.~L1n!]:~gL~I:sfüerzo E~o~l1~~ivon-ªºwal. Allí la intervención del Estado para nacer, o dejar queotros hagan, es ineludible. .Por lo demás, en un plan de desarrollo, cabe muy bIen que

cada país determine con claridad aquellos campos en que deseapreferentemente la cooperación de la iniciativa privada ~xtra~­jera. Sin pretender sugerir ahora estos campos, pare~ena eVI­dente que en un programa de aliento a las ~xportaclOnes esainiciativa tien~ q.uedesempeñar ~n.papel muy Impo.r~ante,tantopor su conocimiento de las prácticas .de e~po.rtaclOny ~e _losmercados del exterior, cuanto por su mvel tecmco y economico,que en general no podrá alcanzarse en corto tiempo .p.or lasfirmas nacionales. Aquí, como en todas las otras actividadesindustriales, la asociación de la iniciativa extranjera con la la­tinoamericana puede ser una solución muy conveniente, desdeel punto de vista de la irradiación tecn?lógica así como. de.,lamejor convivencia con los intereses n~clOnal~s.Esa asociaciondebiera ser claro objetivo en las exenciones fiscales que acuer­dan los países importadores de capit~l. De 1.0 contrario, la in­versión extranjera podría tener excesiva gravJtaclOn en algun~sramas de la actividad económica, cosa inconveniente desde dIS­tintos puntos de vista.

~ Al actuar en esta forma como a~ente de propagación nacio­\ ..\ nal del progreso técnico, la empres~~c~xtranjeracumpliría en el

desarrollo latinoamericano un papel muy diferente al que cum­.\ plió en el pasado, sin desconocer toda la importancia que su

67EL SISTEMA y LA ESTRUCTURA SOCL\L

2. Otros problemas del capital extranjeroEs cierto que esto último. sªl?Q!t~~1¡!IpbiénalgullQ.S.•problemas,~!L~ºl~lIDJ.~~.dificil. E!!!E.1Qs"mª1l~iUl~Qhtªntes,hay ..qge m~encionaL_los-quemc.emerg.en7ode"Ja.=p.IQ,pia..política~elEaÍ~ . . .'. Ante todo, las ~~s_ganaI!CIaS de. algunas flJ~ Es m-dudable que el incentivo de la ganancia es indispensable :paraatraer la iniciativa privada extranjera. Sin embargo, est:2J:I_c;neq!¿e ser_C:()I1~<::cuenc~adel rr~~:~?~_!~.<??ic~_~~~eel1~_a..po:!~:_delas nuevaDoID1as de PJ.9-gUGflQIl,.QEg'!?~~~E2:()EU~_~~;:~@~Q_queintroduce __en.el.medin.kxal..Nadie podría disputarlo con ecua­nimidad. Pero sucede que aquí también la .c:.;s~JliYLmºt~fs:ióny la inflaciónsurten sus efectos, a los cuales se agregan algunosca~o-radicación de capitales extranjeros cobijados bajola misma aCCIónoficIal. La corrección de todo esto está al.al­c~de los g.übiernQsJ_atinoa.meÍic.JWQS, ulLtm!19..,JJarareprimirlos efectos, sino ara atacar las cau~~s de e§_eestado deC~.1. lE-mismo en lo concerniente a lasJir,[ljl~~l1ea las nacionales.·-:EiOti=opróblema, que requiere un esfuerzo mucho mayor ysostenido, ~~_ª"ad té:Ilic:,!.y ~S()I~<2JJ1!s~ul~Ja..ip,Í_ciati;yalatinoamericana frente a 1i e~~~.~~eE.~.Muchas veces lo hemoscomentado. Es naturalq'üé-'as'í'séa,-pero hay que tomar medidaspara establecer progresivamente un razonable equilibrio. En otrolugar de este documento se mencionan esas medidas, que no

LOS FACTORES ESTRUCTURALES I~"TERNOS66

Page 43: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

cías de eficacia. y 10que es m~~~ los movimientos 12Q.l!lli:osde abajo no se han_~~act~!_l~~_ª<:>,.sºnJrecue.Il.ciª_p.QL..sll.-.eillpeñoen mejorar la administración.Subsisten.2~, ef~~}Le_i~~.,.P!~~,~~~U ~E.as..~i~ntelas sus­

tituyen a g,tr_glL.eg..,~1.,§.~~U.2..",g~J.e,~ª~!Il:!S!:~Si.é~Il:.¡~,.E1!~~_son E0J:oSl~e_~.q~~._tie_.I!~nJd.Q,,~,e_EYÜ::!ºc:iyiL~I~~tlyº.~l!tll~el~prevaleceEsobre la Sªli,ª~ª c:1e_ 19s hombre~, y l/osbajos suel~os=ieducidos en algunos casos a niveles increíbles por la In­flación hasta que la espiral permite recuperar en todo o en parte10 perdido- eliminan a los más capaces y desorganizan todo elsistema.En ese estado de cosas, el designio hondamente popular de

poner en manos nacionales ciertos enclaves extranjeros ha lleva­do en muchos casos a situaciones desastrosas. No es que faltenlos hombres para hacerlo bien. Ni falta tampoco cómo for-marlos.P~º-,jI~ .,e_Li!!!E,!!!~2,..e_~<:>siºnªL,I~fl,lli~I~lU~,jD-~le­mente un sentido de,J.el<:!.ffiQ,ti:I_.ªi~c:ipYIl:~J/persistenciade pro-pósitos. . .,.~...---_._.~n embargo, sería erróneo ver sólo en todo esto la _c:onse.:cuenoa~deT]Uegocremtei::eséfeconóITÍ:.s0.1~)aresión.de inf}!!_§n­cras politiCáo .acaso..el ..me9nisIl1oj!e;:Ü~iovecham~nto ~spu!io¿IeCiertos resortes del Es'tádo. Hay un trasfondo de inercia, deperpetuaCión de ineficaCIa~~~e~está i~pi.:!~e_.Il:~<:>_~.1aadminis­tración_públi~~.,,~~inoamerica!!ª__ª~ªE§e_.-ªJ~~g~~el~110~_e_Sg,n.§gÜ,~2~ salvo en algunos casos especiales y nomuy frecuentes. Esto se manifiesta no sólo en funciones com­plejas, sino en otras de carácter simple; y se traduce en trabasinnecesarias a la actividad económica -en realidad a todas lasactividades que guaraen relaCIón-eoñ el Estado- y en todasuerte de procedimientos ineficientes y dilatorios. Desde luego,hay los defectos inherentes a toda burocracia, pero en la nues­tra hav fuertes manifestaciones de subdesarrollo. En fin, elanacro~ismo del Estado no se manifiestª únicamente en su

( funcionami~!!!<:>~cf~;ni~~lYQ=~IQ~o~~iiillQ.l~!!_~~JU§gsaaEti-\jl. tud~eLm~~gni?llJº. ,~;:¡:!§!~nt~,pgI:ª,bª~t:;I smg![,lllJ~ concep­

ciones,~~Jjªm.JgIillglª[.y-,,~j~Qytªr.ynª._...E.Ql!!i~,ª-,.!~si9~llalde. des­arrollo~

69EL SISTElVIAy LA ESTRUCTURA SOCIAL

l. La administración pública como expresiónde la estructura social

Si la iniciativa privada latino~I11eric:al1ªestá ~_Iª~gLd.e~l1s~~gencias del dt:Saj-rOlIQ~~.riQ=no~~.e~trañe~qJl.e.~.tªI11Qi~u.jQestélª-.administraciól1 pú~li~a.. Subsiste la ?Egª.I,l;tzacj.Qn~".d.e..~ép.º.cªs~téritas, cou~gadQs-~i~1'.[q:Y:~i::R.~isl:~iii~~IQJ2iS2.~JJlnda-mentales.No es que se lli!yan ignorado los de~Q.LQ~.Jª_illiIJ:1inistra­

cióIl~ni~.s.eC:ª!('!Z(;él~<!~_c:g:l1.§.~j9sin~lit§it~~(;le_r:.eiº})na;Rem~ra­~ºl1es_siIIliIClI~§-ª.]_ª§_~.q~~._hanIl1anteni.ªC?..Jª ...~.§t!ºc:tlIrasocial~~~~t(!~~z..Edemª~~de otros ·.fi~fQt~s:::§~p!!C:ª!l~~1J.e.JªIJ:1POCOsehgya_t!::tl1~ioEnl~.d()}~~!min.!~Jrac:Ü?I1,pY'bHC:ª.s!~_!1ge~trº~.países.~11 realidad, el.tipo prevaleciente ~e ~dministración pública

s~...~C:()!P..2"~est~iIr¡i'social. El hecho de que casi la mitadde la población activa se encuentre precariamente en la agri-cultura sólo ha llevado a d~ªI_º!l-ª~.º'l;mllj:!ªjlll!g!1it!sante de~rsos Eresupuestarios_a la_~gación tec~-ª=yala_.9ifusiónde sus. resultados,__Q_uesno 1o.requiere con im~lel]-ºiael rég!!!!~Il.._~~inante de tenenCiideIsuelo. El impuesto, bienU~(2.,_§_11ri......illstrum.ent0-pnd.etQso-de..J:les.a.JJQ1lQ__e.c.Qll.6..m.icoy justicia distributiva, . en nu.~~j;EQ§12ªi§~~t~~~.s,te.,..,experieIl¡:;iasii_'IT§te, ~~Q]gQQ[§I<:i_<i.rL~Kt~xiQ;l:> ..>12ªa,2!ganizar coneficacia la ma9t1~n~~ri~,!tiQ1I!ª.tiª".,.~.YitªI.....1ª.>...e..YªsiQ.lJ-):_:ñlo:amcareL!~gi~sªL., SI no ~U.fLlºgEªQº.J:gf~!12.~g,!~..t2Eg}ª,YI11e­dida necesarias, ha de a!rib!:Iirseen gran ...J?a:t~.a la .renu~n~ia

l. d~ lOs g!UPOSdirigentes. Muc}Íos'~ofrosejeffiplbspoaríañ'men­I cionarse. No ha habido en general de parte de aquéllos exigen-

IV. LA PLANIFICACIÓN Y EL FUNCIONAMIE..·i'l"TODEL SISTEMAECONÓ1UCO

desempeño tuvo en el desarrollo hacia afuera. Pero en aquellostiempos, ese tipo de empresa extranjera se componía muy biencon la estructura social, y, al transformarse ésta por las exigen­cias del desarrollo, también se vuelve inevitable la transforma­ción de aquélla.

LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTER...'<OS68

Page 44: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

3. El poder del Estado y los medios de ejercerlo

Desde otro punto de vista, esta tarea planificadora, este em­P!_ño..eIl..29.E~I..ª~J~!?~Eªª-ªI12~I1~~..~Q!?E~Jª_~.tl:l~!~ª§_ª~L-ªesa~E2.11o,sjgEificª...ª!~.i.!?l!!E.....él!..~~~~ªg~l!!!'"P2g~L~s2"!1~§ig~!~~~1~~No podría­mos negarlo ni eludir el angustioso interrogante que surge confrecuencia en cuantos están persuadidos de la necesidad de cum­plir aquellas transformaciones estructurales y abrir paso a esedesignio del Estado, no ya en quienes se oponen pertinaz­mente a ello. ¿Hasta qué punto el afán de regir las fuerzas deldesarrollo va a subordinar los individuos al poder estatal? ¿Habrá

EL SISTEMA y LA ESTRUCTURA SOCIAL 71El ]?lan sin planificación t_kp.easí mUY-_I2ocº~§.~glido.En el

~e los casos es unª formulación racioI1ªld~)deas, muvaliosa en sí misma__com9~~~~I!ª~[oñ-~d~E~~ª~.ª~=J¿LQh ewasy~ caminosa seg_UÍLpararesolverlos, fle~g no cQ,:(;Qou.!UQnjuniQ..d~_elem_~~._ª-<:!_ªº-ción.~p.rá"'ºtica. -,Por lo demás, los planes, por la premura de las circunstancias,

han tenido a menudo que formularse por un pequeño grupode personas que no pudieron aprovechar la experiencia fragmen­taria de los múltiples compartimientos de la administración, laexperiencia de un vasto número de personas que tendrán queejecutar el plan sin haber tenido oportunidad de colaborar enla determinación de sus objetivos. En otros términos, el órganoformulador del ~~Jlª"~"~gE~j_)~l!es~o a menudo a--Ia:-oEEíani­zacióñ__~~~~E~}EÉ:§!_!!~~~~~j'§!~I1!~~iI1~j_)~~~~E~ª~=~!!:"~~d_~_guno.Hay que hacer un esfuerzo de integración, siguiendo este prin-cipio básico: que el plan no se"~aces.ol~~ent~ ..desc1earriba, ytiene ~~,~y~!!.iI..ª~.s.º.<:!=i§~jª;~"g·...!~~~Is:<[e.:!ª"ª§~]2~·ri!Y~~LI~S­ponsables de.)a ªgJ:]1iI1is,tgs:iQ!!.. Todas estas'faÍlas's()I1'muy' comprensibles y no amenguan el

gran mérito de los gobiernos que iniciaron la formulación deplanes: sin ello no se hubieran puesto de manifiesto. S~ reguie­re ahora realizar la tarea, nada fácil, de adecuar la maquinariaadministrativa a Ia~lañlfícaCion~'Y"ésEi~'tarea'conIinua, mee-~=:::.~ _.~ .P.......... .._.~._ _- _ _..__ ..~-~sante, sólo pOgrá ªc(ml~~~.r.s~..s~.ala .fiI!I1eg<:!ci~iQ~!!_.º~arriba se~9m pañ~I~=~ªIi~sI§!i~ª~.•.12~hªmQi:~§=ºi!}g~ri:t~§..d~..hLª-<l!!!L~ÜS­tmfLÓ_lJh_PlJ~.~J.QdQs~J!º$..ª(;h~Iªll. Pf!!t!c::Íl?ª[ f!ctiYªm~.Dj:§ en_la~1~E.IJ.i.!i.~adora.

T: La CEPAL ha hech? un estu.d!os.~brela situación actual en este campo.\ ease Progresos en matena de plamflcaclOnen América Latina (E/CN.l2/677).

2. Plan y planificiú::i6n

NtI.moae~ftáo~ganiz_aHdotis_tIdo~~!!J!l:l<:!~!!"i?~I2a"!~~L12~nL~s.iªs..úl-s unCIOnes av que d . lo si . . h . d.__ ,--.-~) ecir o SInreticencias a ora que tien e

a admitirse la Idea de la planificación. Comienzan a surgir pla­nes, pe~o.no. ~lay,o están aún en sus etapas iniciales, las tareasde planificación, ,en su sentido más amplio y exigente."

La plamfIcaCI~)llcomporta tres aspectos diferentes, aunqueestrechament.e, ligados entre sí: a) ~flci?Elc~]?ciónde un I?Jg_n;b) l.§!._traducclOnde estu1ª!L~lJ1!:gª.s~ri~.de ..medidas ..ccaesetas\1 nrovectos especítícos y ) 1 ;. , dmi .i-:«:..,.",.J.=~~r=~~===, , C ..~..(?Eg~IJ.l~~~~OI1a ministratíva, gget~.~R2.~2ea.~ t~~eas_~!!t~riQI~s.~·a~J~cucíóñ.:I~iióñy-..~º.n1.@!!.!~2ªªP~.f_IOIl.~.~lpJana los cambios de la realidad.DIcho de otro modo 'un lan" ··--·7~:········+:~-. 1 .. .1;-¡_-IL .. -d~_desarrQlliLeconomIcO..y:..socialr~og~r..:_~Ia~~f~acIon d~Ja ...ª.Q!!li!!istm~iº.!Ll?JJgli~ª.E¡.m!.I~S­p..J:!~_<:r__a~~yos.~l avance más significativo se ha cumplido sobre todo en el

pnm.er aspecto: el de la formulación del plan. Mucho menorh~ sido el progreso en la :planificación propiamente dicha, sibien en el seno de los gobiemos comienza a manifestarse conclaro reconocimiento de la significación de este hecho. Cuantificadas ~as.metas de desarrollo global y las metas par­

ciales para los .dIstIntOSsectores económicos y sociales de unplan, y deter~llnados los 'recursos necesarios para conseguirlas,aquellas medidas y proyectos concretos tienen que venir inme­diatamente .. Más. aún, mu~has de ellas pueden prepararse yponerse en ejecucion a medida que el plan se va esbozando. Sinembarg?, no es esto 10 que ocurre en general con la celeridadnecesana, au~ en aquellos casos en que se dispone de suficien­tes recursos Internos o externos para la preparación de proyec­tos. N? ~s raro encontrar medidas que no se compadecen conlos .~bJetivo~.del plan, pues por no existir una adecuada organí­zacion planificadora, suele jJresentarse un ~~rélc::.t.<:!~istiJ::º..divorcio~IJ.~r~..l~.~.~r??~~as _~<?EE~~.IJ.l:~s·~fI~~PI2IiI~lrÍa.~=~~ª~Sél.Úºl1o,eIJ.!~~T~accion mmedIata ..y Jª. plªI1ificación como si no. set!él!§!§'~_de dos fases de la misI11aréaI1da(I···~··:J·~..~·~--~··· .o

~~~,=.,

LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTERNOS70

Page 45: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

l~~~~J~~,"",~YJ!tQ",.,",.,,~~!§JL.~,;,,,f~!l~211~~~~~2-~llHi97Ldelsistema, QR~Ia_qas..1~L~~J!t9E~~~;~.:!,~~~~!~~tl;cl1}Lé}lS~li.~~dotendrá que segUIrintefVlI!lendo _e nt~mcel!hvQ..§J2araesti~u-lar e a orro o tQmando ];lliIt~<klin~-º _l?~rson_atconel im­~sto.Hasta dónde Eod~.l,lQgrªJ.s.e_J~~~pQill1LJ1Onos incentivos

y en q.u.Lmedida deber;Lac_udiI.s~a_c,omlmlsiQuL~~ alg<Lflllesfu1iS,:~E~Ü~IH~!,ª,R9,51~4.~U~~~.Sin embargo, hay límites másallá de io~~ill.~~..1!Q..•SgQ_!iª_1l~:g~LJª_~QI)ll?1!1~i6n.?entro d~lrégimen instituQ.QnaLexistente~.s_po.,drian <i.rlu1Itar~~elI­~osamente los incentiyos ,ª_@_ac.tiyi.dª,d~,e.c.Qnórnica_ÉstL~su..!!pun tO_~!!l_QY__!.!!ll?g!t~.!!t~.~~}:J,~§.tQ_q,y~e- franqueados esos límites­seabIirá,paso a la g~ión e.s.~~~eL.Estaoo~aconcentración de poder económico en sus manos acrecentandoaSlsuaprrnr- . . ..<=F'éi:o~-rriIenas no se eg!:!~_JL~eextremo, dJ;:oder del Es­tado, con ser muy grande, p_uedeejercerse en un phno absolu­tamente impersonal. sin subordinación ..a!.g_una.de aQ!léllos. El

f~~ymc~~~~~g*~J~"11E~~f~a:~_·~~~~~.§oé1!e~~~~r su ahorro c:9l1}~)qyisi,~re. Y 10 I11ismocabe expresar encuarito=~tTas'meaídas'"redistributlvas~aerTñgreso:~ñose'naceent1:mcion"Cl'e'las,ci?ersonas; siñér::ae si.:tñiyeTsOcÍ'al; I?araeíeVai,Iosm aIstincion de individuos.'-~Pero=-auncuandO se""iidn1Ítierael valor de estos argumentosno se habría despejado por completo aquella incógnita. Enefecto, para regir las fuerzas del desarrollo, el Estado tiene queinfluir sobre la iniciativa individual en la actividad económica.y surge inmediatamente otra pregunta: ¿no dará esto al Estadooportunidad para interferir en la conducta personal, para com­peler a los individuos a hacer 10que no quisieran? Por 10demás,¿por qué razones necesita intervenir el Estado? ¿No basta eljuego de las fuerzas del mercado para guiar las decisiones indi­viduales?La respuesta a estas interrogaciones abarca dos puntos prin­

cipales: a) ~L~~~~.ª()tiene que intervenir porque el mercado no_ _ _ _ .._."",,"',',.,.~"'~~- =- ._' ;¡?n'i",..,..~~~ __

73EL SISTEMA y LA ESTRUCTURA SOCIAL72 LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTERi'<OS

que retroceder en la lucha histórica para evitar el dominio deunos hombres, de una minoría de hombres sobre el resto de lacole~tivida~? ¿La aceleración del desarrollo y la marcha pro­greSIva hacia la democracia son dos proposiciones antitéticas?¿O podreJ?os lleg~na síntesis ª~~_~stasEroPosiciones_.dandoel ne~esano contellldo económico y social a la democracia latiqo­ªm~Itc:anªL ,. En torno a todo esto se da una confusión muy comprensible.

SI hemos de llegar a esa síntesis es necesario 9.];!e~alqQrarsobrelas fuerzas del desarr?II? se co..!!}binen~los~ivoL~S_~E,~fDicosy. socIales con los ob~RQ!iliS:gs. Y...EªraJ~~_~~~~I:~télhdad h~y que combinar armoniosamente la accion del Es-ta4E. c()ñ~~~~~I~du~r'ErEStádow=ñO~oprescrilie~1a~~~"~ta de 10~~!Lcl1}~lduo~s~~_qll~$~an ~cL~j1~~_2jgiiL,ªé11~~~..~IlJª a~~I~~~=ec()!1:()_~~s.a.l'iCJa'dquiere potestad. ~91?~eellos sino un' poder 1m erso '1 b ---t-·e7""-"Y--~'-·--··"··---Et]6s·~·._. _--'-L,,--~·---·-~á~~----.-R.~-~-_J1~t",,,§_gr(;=q~~~~S;IJL. •mll~,::~-~.. §_~!~-J29=--a¡,t!~lJ~~-9,1!$~~_~1}.!l,2g_U1~l!'}.ªltJ;I.YJlt~.RQf

~~~l~~~;~~:t_I~~~.~~~i:j~~~~~t~I~~:~~::S!~;~Tfi~:sofocan el desarrollo, porque la. compulsión .'.en ..el .funcjona-~~!SIS~llra'11~[RQ9,~L,}!Ig!11m:~:<I~rE:rta:qQ3QJi;:ío.s

( ~-~He~aquiun aspect? fundamental, decisivo, que importa mu­) cho es~lar~cer. Co~vl~ne examinar si las formas en que el Es­, tado ejercita su designio de regir las fuerzas del desarrollo ínter­I fieren o .no en la co~ducta de los individuos y si comprometen\ o no l~ independencia de sus. decisiones personales.

¿.Que sIgmfIca,.en este sentido, la acción estatal para utilizarmejor el potencial de ahorro? ¿Qué consecuencias tendrá laforma en que el Estado trate de influir sobre la iniciativa indi­vidual para, llevarla al cumRlimi~nt? de los ?bjetivos de un plan?¿Hasta que punto su accion técnica podra afectar la indepen­dencia de las decisiones personales?Véas~ ~rimero_~l pro~lema <:1~1é!.ª~!!~l!l~~ciÓ~L.QQ~iLo

~I)~",~L,se]It_1JlcLp¡ecedeut~~hi~_~",illl!!lngy,~IS"~!~,ª~~Jll~igas~!1IC!_a!~~.par_aaEroves_ha.rE1enar;n~nJeelJ2Ql!~~.mL~~ y~lfuncwnanuento ultenor del slst~ma. En cuanto a lo nr.l.·m.. ero

" -_ ,-- - ~~/'l!!l:m'W¡io/.<:o<;;Cio/_"""'~""'::""m;\lJ\'~""""""c;"""",o",4P-",.,",;;",,'!eyN1~'

~~"~~E~~9~~~D~-:,.~.n.~g¡.ª:¡;,.lJI)J.~,§Lm~Il!~",~21~,,,~!:Q~!~!paa la luz de los privilegios dIstnbuhvgs .Slue caract.erizan..la. nre-~~~=-==~"",,_.- "'_" ¡~"~""''"''''''-~==--'''--''""'''~''-'''~~",=¡;I'''''·~==''''-~',~~ ..-.w.m=",,=-~lr:\'.«

Page 46: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

nen a la energía, los"trans.E2lies y 19s s.~i~¡;lli_blic;__QS..en ge­neral; a ~rt",~gEJg()lél, y a ~ª,.,.,,~g~.h.tw~iQ?J~~ck:.!mE.Qrta­

( .si0nes.En nmg!mQ".~&lq§".,..e"Lm~r:C;él~Q....cIJ!es!!1cI1S~S.I,~~l::.ale~erªs

\ ~~jji~;~~~l~::iª:":'~~"f~~~~~s~~~~~:;IT;~'~~TI~;~frud:~~~~~

\

futura segun el ntmo de crecimiento del mgreso que se deseaalcanzar, examinar las condiciones de producción y promoverlas inversiones con varios años de anticipación, mediante losincentivos que el Estado ofrezca. Todo esto está fuera del al­cance de los individuos que actúan en el mercado..En materia de sustituci~~iIJ:l_P2!..i:Jl~ss -que tanta im-

portancia tiene y seguirá teniendo en la planificación nacionale interIatinoamericana del desarrollo- existe como se sabe, estapeculiaridad. En una serie de casos la estimación de la demandatiene que recaer sobre bienes que no se habían importado enforma directa, sino como componentes de estos bienes. Por lotanto, el sistema de precios no juega ningún papel. Cuandotales bienes se sustituyen por producción interna, sobrevieneen seguida la necesidad de importar esos componentes -ya seanmaterias primas o bienes intermedios-, así como los bienes _decapital necesarios para producirlos. Todo ello es susceptible deprevisión y hacerlo I~S _,~.~~~J2;E"sªQ!~~§f~entaclóiCéIelasinverSIOnes,antIcipandose aSI al estrgl1gt:!laI]lientoexterior. EldesaIToIIOae exporr-aé'íüñes'iñéTustnales"qu"é--lliib'raqueefectuarpara contribuir a la solución de este problema, introducirá nue-

~~:ur:~e~~~~O!n~~l c~~I2~~~~!~~~~~~}{iQ~e~~~~:~~*6CO!i1úncomoaIresto da'mundo: -,,-, -~--~----~. ~- --~"-' ..~.....-<..•__....--_.,.. _.-_.•...•.-.-,._"",,-,.,._ ",,"'-•• ,,'"

\ Como se ve, si bien est_~tar_eade guiar la iniciativa _RrivadaImediante la intervención dGLE~Q"es=~,ªQkim.l1or­\ .t_~!!Eiar.puedereal!zarse SiI!"~Qmllulsiólh-.~]_2,QL..~1.sQlp,~º~d121k;gue. de::. alicientes y_.,Q~1i$,utg~"!,,,Nose menoscaba, pues, en formaalguna la independencia de las decisiones individuales, ni sesomete la conducta de las personas a lo que el Estado determineen cada caso.~~.E!2_P?dría d.~~i!~~...s!S=J!r~~S~i~l1~t~c;nici=gpe~l Estado

r!~IIc_f_J?-ª"HL~~IE.!,!:!lél~la aSlI~llIaCIOnOe1a tecno ogía contempo­ránea. Aquí -no s8Io~seTrala·'dela··onéTifaciOndelainiciativaillCrlvidual,sino de la gestión estatal misma tanto en las inves-

~ ~--- ..

75EL SISTEMA y LA ESTRUCTURA SOCIAL

8 Desde luego, hay también razones no económicas, de carácter ético o sanietario, y también cultural, que aconsejan asimismo la acción estatal. Pero esto esindependiente de la planificación.

sie~_l?~e_~élJI!cliqlciones~qlle__pr_QI!lli~van__~L.~!ppI~g_más_~S:2!!Ó­mICOde los recursos cfu.12Qnible.s,y b) t-ªI]ll?i~ntieIle_gye hacerloporguela$indicaciones que surgen de las flleiZ"as-deCme~rcado'1 _....... -=-==,-~--~-~~"'-.~~~~_,_~,,,,,..,.,,, .·"_·~_-·-_"'·'·"··_··'······_··_::·i'_·':·'_'.'·:._._,,';::;'''_·:''""''::'''_~O_''C.'J:~~:;;;;;;;;:¡'~Q'~;;Wilj¡lrill'M._'l:_'''''''>.·:':'''.I".:_:-:,>~x,;_>,,,,-';'·:",.

~gQ"S:2I1clerJL~!ULl,ln<lPélrte de las ºt;ci~I()I1~sAe 10~.iI1ºiyiªl,l()~pexo. nQ_~a-tOcli!LY.~p:eCialºit;Ilt~él ªIgl1Ilª~_º~=~lras'~uiji~I1~~cg_!l_~iderableimportancia en el desarrollo. La intervención delE2t~!S_ ~~~I1~S!ª1¿~r~=g:íE~E'Ei:ª.C;t.i.y!aª~..p~E;'ªdi:':.pi;a if~yada-Si!! comEulsi~~_?l_g.~a- alcumplimiento de ciertos Q.bjeti\:,.osdel desarrollo. ._-- .----.- ~.-~_~_~,~'z"'.".,~".·~

~~rpri~e-~--punto no necesitamos ocuparnos, pues ya se haexplicado en el capítulo anterior cómo se había falseado larelación costo del trabajo-costo del capital, en detrimento dela aplicación más económica de los recursos. La correcciónde este fenómeno puede hacerse también en forma impersonal,creando ciertas condiciones para que la iniciativa se oriente enun sentido u otro, pero sin medidas coercitivas.Examinemos ahora el segundo punto. Como es sabido, las

indicaciones ~uían en el mercado la conducta-económIcade los individuos están dadas Eor el movirÍlieñto-de"1os 12recios.El12rec~~1fª~Ec~z(fel cur~_O_9ue~eberá~. s~guir.las~}levasmV~~SIOl1eS.Esto coñcleme-aIá iiíªioLl5'al±é._de_Io&JJie­nes y servICIOSy el Estado no suele tener razones tiara inter-~---~.---~'1 -el -- . ~~~---""--_..-""_.""-""---""""-,.,""-,,=,_¡;'"--,,._~,,--_.-=v_~~~r~~~~ cU~~__9 s~~1?lL,_c~Ljy~gº_ª~_"Jª",,"c,QIDP"eJ;¡::nGia.8

Puede s.Ícontribuir a ~ueJa-P.l~Xj§_ill!Lº_(;!_JQ.~_jgEiy.ill:!!9.L?~~!!egason mejores informaciones acerca del movimiento del mercado-efcurso roDa~delaaeman- -"rr"!'----"-" ,,-~--~.,,~._~""-"._="=y-""""""-----~-~U_'"~.~=.""."M.--"",."--.ªª.._,,!!._,,y_ a.r~__h~y___!:!.J:1número_l~!l!.i:~~ªo~é!pi~I1~~Y St;!Y!CiQ~_s:?trgt~gi­~os en el cI~sarrºno_~QlJQ),:mG_O,elJ_dQncI~Ia§)nyersiones tardanti~!D~9 I~lati_vélJI:lente.la!~(L~E_f~ilicar:j¿_ef:Bi.e9r~~E:Q:}ª "ip­dicación aIgll.J:1él._p_a_r-ª_gg!_arIas..;El déficit en el suminjstro deesos bienes y servicios suele incidir seriamente sobre el des-«rio~ro~~)odaF~é_C)~2.EIii:~~s-aqúTcloñel'e-elEStad~~ qti~suplir, con otras indicaciones, la ausencia de indicadores es­pontá~eos, y pr~porcionar alicientes para que la iniciativa pri­vada siga a aquellas. Los casos en que se han registrado másfrecuentemente situaciones críticas en América Latina concier-

LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTEfu'iOS74

Page 47: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

EL SISTEM.-\ y LA ESTRUCTURA SOCIAL 77tratégicos del sistema económico, o realizar inversiones que noresultaban atrayentes a la iniciativa privada. En otros, la gestiónestatal ha tenido la virtud de formar una capacidad técnica quede otro modo hubiera sido difícil lograr.Fuera de estas consideraciones de desarrollo, hay otros mo­

tivos que suelen ser importantes en la experiencia latinoame­ricana: evitar la concentración excesiva de J?oder económico enm_ggosE!ívaªas, con la consiguiente gravitac~6npoUtica; to~arén manos del Estado empresas que por su llldoIe son de tIpomonopólico, º eIT,l~nde[,ac..timarlJ~.s~<}ue_de..Q.trQ.JllQdQ,.,podríanerercerSeEorc,~m1:~~~.~~~~~~,.,!.~!~;Il~ci()Ilales__restrictivas ?e lacompetenci~aaversa a clerto~º_b-1Wvosde <!esarrol1o_na..s.:..;~nal.-pero' todas estas raZQlli;;LIill!1º~Ql~~'=,y""..9JIª~_S::~u21eranserlo menosl_~on "ªj~_nasa las e~g~~~ia,~!:I1,~~!1'l:~~<§e,J~_Eral1if~-cación, pues el ..E~tªJlº,-=º-ºmQ ii se dijQ=c.p.ue.~.~Gº~Jrehcazmeñte .SJ1~,"_-ºl?j~1i,.Yosd~"d~$ar:rQUQ.m~.diªnte~!ivo~. Ydesaríeñ[Os~a-la_iniciativa privªºa,.,_~yd.§jige•.s;?~Eu.!!!2 ge_yistasu gestión direct~,l2~jc!:l_~ti~ti~,_~_~~.!2ªQ__~S,2s_ü!~tr!:lm~ntos.nodl_~~~~I9Yl~W:§c:!g~q!:l~s~E~E~i~é!n. . .Estas consideraciones de orden instrumental tienen gran Im-

portancia pragmática, y así es cómo habría que encarar esteotro aspecto del problema. La planificación impone al Estado-demás está recordarlo- funciones muy complejas. Uno delos motivos de la escasa aptitud demostrada hasta ahora por laadministración pública de nuestros países para atacar ciertosproblemas de desarrollo ha sido la proliferación consider~ble detareas y responsabilidades grandes y pequeñas q~e agobIar: ge­neralmente a quienes actúan en sus planos supenores. Es CIertoque éste es, sobre todo, un asunto de buena organización, dedelegación de responsabilidades en la escala jerárquica; pero nolo es menos que, cuanto más se extienda la gestión del Estado,tanto más difícil será dedicar la atención superior a las decisio­nes relativas a la planificación del desarrollo.Esto es lo esencial: formar la aptitud del Estado para regir

las fuerzas del desarrollo obrando sobre los resortes del sistemay sin interferir en la conducta personal de los individuos. Nohay nada inherente a la planificación ni a la p~opa~~ción~e l~tecnología contemporánea que lleve a la subordinación del indi­viduo en desmedro de sus derechos fundamentales.

4. La gestión económica directa del EstadoEl Estado ~o necesita tener todo en sus manos para regir lasf.E~l aesarrolIo _; d RUlgreso s0931 'Pero cesexpli_cableq.~.~_...~o_ªc~~Jª__exis_t~-;!rl.uS~~L"~º'llfJ:l..~igg.~!Cs~ii!I2::~[§lg:ªil!§adod~.._su ac:clºJ}_pJ~l}ghcadorapara C;!JrnP.liX".ej~_,.Q.~~~gIli(),E~~~..ha,.stah~e ,~o~~§~a~()§sólo se había planifiSªª() ..,ª~I1tE()ª~ ..·º.!ÚLSon­c~Ec:lOn_soc~ahsta de la .~S.C>I1>~I!1ía..Bajo eITnffuJocae-esa experiencia, se piensa a menudo que la

gestión económica directa del Estado es indispensable a la ac­ción planificadora. Y así la discusión se desvía con frecuenciahacia el campo trillado de los méritos o deméritos de la inicia­tiva privada frente a la empresa estatal. No es ciertamente enese plano abstracto en el que debiera situarse la discusión, pues¿qué iniciativa privada es la que se exalta en esta forma? ¿Esel tipo de iniciativa privada tal y como prevalece dentro de lapresente estructura social? ¿O es la que surgiría vigorosamentedespués de transformar esa estructura?Si la respuesta afirmativa se refiriese a la segunda interrogación

y no a la primera, la discusión podría ceñirse a señalar aquelloscasos típicos en que -aunque el sistema adquiriese plena vali­dez dinámica- habría razones poderosas para la gestión econó­mica del Estado en nuestros países. Algunas de esas razonesconciernen al desarrollo económico. Hay casos en que el Es­tado ha debido emprender actividades en aquellos puntos es-

tig~cionesJ' ..la difusión tecJ:!.52lQgicascomo eIlla, ~ªu~5!f.!ºn ne­c~saria .para aplicar esa tecnologÚl~-ECsístenla de-precios n2."tIene Y!~tud alguna en la mción d~"._~~ur~l;ll~l. 1f.selE.:'~o, en ran arte, uien ha de determinar ué es 1 uec.2"!lY,f¿Y~~c!'~J_Y,_POIIJP_"c,ª,.~""""~,,.,cc.gGífr'§.íf élSi~~~~~.I1~"Lle~~_Il<:)sy obliga. ~n forma a,I~~Ilaa los individuosa emplear esa tecnología ni a_,_capacitirse~p. su empleo. Tam­]2ién es este asunto cl~ca.!ic:i~ntesy desalientos.

Exi~te una _excepción; sin eiñ~~E~()y m!Jy....impQrj;agte=,....en~¡:L~servació~~E!e.2,::'ª~:::12~~ E~SJ,lI~§~IJ1élt_JJr91es.i},q.ui..se ..~~§Thi{L~f:f~t:t:~i~~~~:es_le.lllE2Eoc~c.a~~~!!rpdividuaI.

LOS FACTORES ESTRUCTURALES INTEfu'<'OS76

Page 48: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

EL ESTRANGULAMIENTO EXTERIORDEL DESARROLLO

e

Page 49: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

r~ 1. EL DESE_OUILIBRIO EXTERIOR~

~}J\J~

./ N\ yl. Importancia de las disparidades en la demanda internacional~Y'

Las dos guerras mundiales y la gran depresión entre ellas tras­tornaron el sistema económico internacional legado por elsiglo XIX. La ilusión pertinaz de restaurar ese sistema en condi­ciones muy diferentes de las que en aquellos tiempos prevale­cieran, ha debido abandonarse finalmente para dar paso al reco-nfa~~!~~!~n~~ol~r. J¿~w,~,~,:.~,,~E~,~,I!..,...,~~ÜnEQB~"ct~mJ;li~!l~n elp-'~--~".,,» ..,,-_"'"'El Mercado Común Europeo, el Comecon de los países so-

cialistas, la nueva política -de los Estados Unidos tendiente a larebaja y eliminación de aranceles entre los grandes centros in­dustriales de la Comunidad del Atlántico, son claras mani­festaciones de la búsqueda empeñosa de nuevos caminos. Y

",también los propósitos de integración latinoamericana: audaz,':o y decisivo el de los pequeños países centroamericanos, y un\rI tanto receloso, aunque promisor, en sus primeros pasos, el de

\.l' la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio.'(¡ ~ ~ expl~racié)1~de ,nuevas §'9Juci?n~~CTIl1~~X, a.veces~_..J'contradlctona, ha lm~tQA~S~l~~"~~~(mio

~ \1 del estado de cosas actual. No es otra la.significación de la G_on--"g ~ ~~ ,_ª~:_fcl!),~,IIic;lª~'JQ~]iil~¡C;¡9:Y:Q}~10.

Resulta sumame,nte,_-ª1~nt~ª"QL.,.~2~~~2..~,§í!!!g,~~."g~~.~-..l'aíses1~!~~~,~S~J!g§§..~ ~HS~~B!~e,~,,~9,B~1'.i,S.~,~~~E~~,,,~!}!!~l<2i:Jlllepromovieron' esta iniciativa. Esa conferencia les dará a todos

...,.,.::;,...: ;,-_ ,. __,.__'. - ~',,"':~-'__-:~-,"Y","=- "'~ :,::,"_-"".C:.'7,"':7~_~c",".;"""_~'.',.:.:·;.j'C~"',:;C_·''?-.:,I~'~~'·:~C:'."'~):",'¡;~"'·"·:7'.'>:~¡";1".'.'::"'<"":'~:""':~,' ',:',':':',:,,',,1":":; /:<',,",~"".C',C"_~-:i",,:",,,,,~-_-D,,-;e,,';!o?:?o_,'(;;(,,,,,,j,z...~~_

~~1~~.~._~g!n2._~~9ª~,J~LR~tiLe_ri~del~lJlyJiCfu,:.,1¡¡",QJiC2.[I;H~ªLtii~Ó­ric~..4,J:1isi ..ª~~.ºPI:lJtiQJ!iL.~9:J:1,,1º~,~pgi~~§,ª~~ªEr$}.Ug,c;l~~~­tr.~~s!2g...c;l~Jtl!,.nJl~Y9...Qrd~.lJ~,~.~QD$iIDi~..Q...iI:lle,r,ggSÜ?ua1"J~.~r()_1?~.i2un signo,Yll!y,ªif~r~nte.dslil~ill<¡L~ºnferen~iade La Habanasuperada aho~~.:pg_r.~I~S~E~9,ª~I§~..~~()2:1!~jñií~Jifo§:-·---····-sepercioen daiam'ente grandes posibilidades. Los países deEuropa, tanto los de economía privada como los socialistas, hanlogrado tasas elevadas de crecimiento. También lo ha conse-

SI

l. LAS DISPARIDADES DE LA DEMANDAY SUS EFECTOS SOBRE EL DESARROLLO

ECONóMICO

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LAS DISPARIDADESDE LA DEMA.1\DA 83de .la liquidación de excedentes en los merca.dos mundiales aprecIos Il1feEI9.!:~~Jl:..~~ ..ª_~!..~.~E~~<:l9~11~~EI1?'~­tuado -y a veces en forma muy seria- last~l1dencias disparesdéla demanela int~rI1a~ioI1al.9~~iI1cideI1..~~'~rI~ñf?-"CfeClIlilen~'tÓaeras-exportaci()~e~ ..d~}os ..países ele..pJ:"ódu'cdóñ"~prlIñanaenc{)tejócon la intensa d~m<l!1cIade Sl1SiI11i?91!~§:i~~~s=sr[Jl!o-'¡j;J ductos manufacturados. . -~~

j ..... En realidad, esta política desfavorablea losyaíses_Reriféricosf,j~omienza con. la ~anc1"eEreslól'l~fiffiiléTÜlI,pues-antes' declla ni

'.~v~¡éfproteccionÍsmo eraexagerad'o''::':salvü-en los Estados Unidos-fJ ni había restricciones directas o excedentes, que liquidar. Más

'( aún, la característica del siglo XIX en los grandes centros fuemás bien estimular las importaciones de alimentos y materiasprimas a expensas de la producción interna.~_disparidades espontáneas, en la demanda internacional

comenzarÜrtSlndlida' a desenvoYverse"a:ñfesaeaqüergraveacon­feclmlento mu-ñarar,-¡5~~?''''sí~~§ñ~~·~f§~f?s··E~~~'~¿ti~le.s•..s~1?leel

~~Ii~~~~t~l~~'~~~r~b~f~~~'''e~-~d~~T~~~I~~l~~~~~~ª~ns~~éxpo-itaciofíesy~~íñvefst{)nes-/-e~rréfmet~~Eª~ª~!~~llhiJ:lª§~....Lazran depresión mundial marca definltivameriEé'-el fin" de' esta~-=-- .......~-L=="",~.,=.<>-;~.. __~~~~ __,_~""_",-"~_~__~_~ -oe==-==__~~...,..."._.,,,,.~_....._....~..,...~,.,>,,~~,_

forma de desarrollo; y las disparidades se vuelven serias y per­sistentes con graves efectos sobre el intercambio internacionaly su relación de precios. Ante la impq~i12iEªa..S!__<;k_~r el~_.an t~~gE.,,ª~..>••~r~9il}lÜ~niº_c:l~_Iª_~S;~RQI~ª.~.iQ.l;g~?,.tr1l:ªicioI1aleso de acelerarlS>l,~§.~._im.EQTI&..~nlºncs;s.J<I...sustit!Jci6.p,.>d.eJ.mp.Qrta­$io.!!..~s-principalil1ente <:l~la,siI1dllstria,Ies- pa.r.~S:.2g!E~!'E.~.s!are~~s__ªisp-ªfig~~~Y~jiifuSÜl_ªsL....d...ª~.sªr.r.glLohª~g._élSI~91LQ9_delQL¡;gisJ~.s.jatinoameíicgl!os.

Ese desarrollo hacia a~tro ha _GJlmp.licio~)Lª.~;m_im±tQrtªIl­lj~iIJ!Q.papel: sin este proceso no habría podido elevarse el in­greso medio por habitante, que es ahora 60 por ciento superioral de 1930 en el conjunto de América Latina. Sin duda, el re­sultado fue francamente positivo, pero pudo haber sido mejor.Ahora 10 vemos claramente y percibimos mei9_~_!~~.gE~yesfallasde este tiE9_ª_(:!<:l~s.ªI1:?1I.?improvisado sin pla,l1l1~conci~Et(),_.9.ueva llevándonos cada vez más hacia un progresivo estrangula­miento exterior.

82 ESTRANGULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

,~guido el Japón y es de esperar asimismo que los Estados Uní­''f' dos puedan hacerlo con su enorme potencial de capitalización

y consumo. ¿Cómo podría~os país~ e!1~~~ §P.!:~~~>sharesa expansión .ecQ.nQmÜ;:"ª_g,S:,.Q.§..Rgi~~S,mª§~ª~ª,l}Z<l~s?¿Cómo,a~suvez, podrían. éstos .~.I1~<2!!~~gf~g Jª ~~R,ªll§iQ,g,,~,51~J~:~ª'2-n.QiñE~~~s~1Ef§~2,,~E;.~.~..~~~e,p~;~I~'~.'''~~~~B.2~S2,I1;~pl<:jgfabricación en que se,hacen e\'lel~I1~~s~?sventgJ~s C?I"J:l.P~:ráti~.ast·· , , , . .c .••....< , .•• , ••..•••....•." ,.,..... •..••. . "-'''''"" .."',,'',~,,,''-'''',,.,,.,.. ' '

~He' aquí el planteamiento de un problema de fondo. No esel resultado de una abstracción intelectual. Es la expresión vivade las dificultades crecientes de carácter externo que sufren lospaíses en desarrollo. Estamos presenciand? uI1atendencia ma­nifiesta hacig~,~L~s_tr-ªngiJlmnienfo-.~xts:riQr...deL.".desarrolloeco-rÍ.bmlco.·'No obedece ese hecho a factores temporales, aunqueéstos puedan agravarlas. Su raÍz,~~,~11S;g~!!JI~,~!L1L:g_,1~Jl,Qm~noP~!~ist~!l..k..fl1!e..hay_gue~:ltª-ºar: 1ª~J<:!1s!~,~S!~~di~~r~~_s!~)g7ge­manda internacional y sus cons~~.E,~.I1c~as.s_~~1~]~S~~.É2E,tg_5:i9~!1,~Sy ..S11Spr~ci()s !!latiyoA. 12- esfuerzoillt<:rné,,,gy~,Jlg!l,,_E~.ª1iz_~doIl.E_e¿~~~.P?i?c:s"Eªf~_2J?Rr~RºJJ..~.[s~...a~llg_.n2..h~~º.Q.)¿g~l:a.I1te,.y~}:~~g~H.t!.~~!_}9.steEJ~~~=.SL~~i~!11~~Qhsj:i9uWS.Las mismas razones que explican la disparidad con que crece

la demanda interna de P.E_<:"<:l__1:lct()sprimarios en niiesf:ro.·s.::e.aísesc0f!1P~radacon fa .de P!?du~ot9I·~~~~f,~~flJ'fado·s'y~s~~ici()sca­liIícados, conforme aume'ñta ~~··in,~~~?·P?~-'l1abIf~~te:·.se..maní­~[C:fn en~erariil5lroiñ"ferrf~rcion.a1.Pero se presérihIl'con ciertasc~racfermrca-s:::.~ciiliaies:Eo_LunJado~...la población ...de los gran-de~~~~nirQ~qg~_)3,dqy_i~!.<:I1_p.rpc:l¡,:g~.tº§_J2EÜE,~E~2§.J§!t!,I1()eIl1erica-nos crece con m~ ;or lentitud gJJe.~n~~~!l~~~1~,Q.§,,_p,e_Í.~,~s__y elloinfluyesobremanera en lalentitud de la demanda. Por otro, laelashéTáaCI~ingreso__cfe1a~-(fema~~aearrmentOSéSílfen-6t enaquélIOSque-eñtre'"ñüSofros;como también es menor la-de .lademanda de.materias prI~s-aebiª~_ªJiLj:I$.ñit9¡migIQni~jec­nicas que'C1ísmlnu)7~~:5i:-elirll~nan~l ~I!!pL~.de lllaterias pJ:"imasnaturales o las utilizan .mejor. . -'.----------- .. _...., A. todos estos fácEires-~~p()I1táneosen elesmedro de la, de­manda de pi()-ductos···Eri~~rl~~,~oT~riSe el- recrudesIfui~Iltode-las"me~Ctivas q_uelimltáñ o~nioIiibeñIaeñtrada' de

_,:'_'_-c.""7-'--"--=-_--,,_=-_-_~-~,=-~,-"~.-.~..,..,."'".................-,:-.,....-.,.!,. ...."""''' ~,_:._~=_~~'o,_:""-_"- ..·••;·_,·•.,.·..__·_··_"·:··.·..·.,.."K...,....,,...,,,'''''','','''',''',.,,...,,.,.''''''''''''"'',,,.,,,'''»,_I'''''''''''''''''',~,'''-,'"'7',·''····"-,,,·,......-tilles PEoduct()s~!.1J~s..gnLl,1Q~_s._c:i!nlr:Q~jl1dustriales .V las cense-cuenCiasaavérsas_p~!ª.)ª. PJQº!!f_fj9.11,_g.~.IQ.~j2.af~es:eñdesag_Qllo

Page 51: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

3. La industrialización hacia adentro y las exportaciones

¿Pudo haber sucedido de otra manera? ¿Pudo haberse transfor­mado ese módulo durante esos treinta años? P~ac~!Q,~hu­b~ebid_Q_dars,LunfLS.e~ie,. c:I.s:~co!L~i~ÍQu~,il....m,y,.;:~i!~}econcebir entonces. Hasta tiempos recientes, !as clIcun~a.I1cIasno fueron favorablesa1~e~paI1.S2QrldeI~(¡)1.1~rª9.~9r. ETIlosaños en que _ª-l!El.EJ~~_~f~~.to~~~ª~.~igE~_~~~Ere_sióILY~lª-~pos­guerra -para no mencionar el conflicto mundial mismo- I}opuoo' haberse .E~Il~~ª,?~g_l;!.~.J()8.gE~,Ilª.~~E~.~.~..~.~...,..!.l];.ª.ll~.!Ü~.J~sabrie­ran sus puertas a la exp()~tac:i6nde manufaGtura,$pepf~ncas. Nitampoco que lo~..países. latin~~I11~~Sª.I1'?~<:~.!!:!,~.~EgILª~p~u_estos

;á~~c~:ri~.~~~!~@=~~~~:r~I~~i~~=~~=~~r~~ª?~~[e~ru}?~¡~~i~~~~y seguró;aramparo'de toda suerte de 'd~_fens~~,,:?_I1~a.__1aim-

LAS DISPARIDADES DE LA DEMA.c'iDA 85Esto se debe no. sólo a 1l! cornJlle¡ida<:L.)l-COstM~siitll­

ciones, sino también a que ha desaparecido -o se ha reducictoáprop'orciones exiguas::"-ª-_~ª-rg~g~!!D2.timi1?_1ed~~las imILor-tacio~,~. Mi~~!E.~Lh~~,g,..;,.llIl..ª~l?!~9,,~~~tfIl.2!"i~~$E,t:acionesinmediatamente ...p~~~<;;mshhl~~.ºpº§!<:;rg.~L,.~_§>,,"§,~,,,,l?2,2.~.etenerporelmomenl~.,~!_~E~(S~!E~~~!gª~ ..~}gllI1~~j.!!!J2.~E!=~.~i~eS-tringir su vorumen mientras se operaba el proceso ~ustItutiv()

_"_' ~"",::~",~.""··.",.··,,,,",",C;.,,",,:"$¿;""':>O"'~?i,,,r_,,.,,,,;;:",!!,.-""",.'=~,,,~_~~F""~~

de otras. EraposioTe Eues, connnuar~I.n. mterruES!0n el creci-~10' de las-~~tac~_~~_gmrrªs§il191~m~§!_13Iessm resennretñtmo aeTa actIVIdadeco!=':'LI!lIC¡:t,!p!!.~~f~ro alv~qu~~~ ~ ~~~.a.~~~S~Ie~ie,lE=e.~g~~.!=~~L~~..~~~~resa expenencI~, s~Dre toCio ~llaI1c1~c1Is,ffimJly.~,.~L,,!"u!2XHJ1.!~~!llpd.<las.exportaci()~~~o.,~'s!.~i~~<.S8I1!!ª~Il,.m~~I1.~~~.~.,,~2El!,I1~1~SEe­ciendo la deI11al1c1~c:Iy ~qy~IIªs IIl112.~.~!~S~()I1~,~.;;EIl t~es CHCUl1~-tancias,....eI d~s~gllg~~.;.~.8.~~!~Ü()r~X.l~Et;~~§i~~X~!1j:9nª ae~cursHC!~rr:a.sf9~'ll;.s- eSb..I¡:t,.~.nI~ª"7.al~~!~,~,t.~Y~""E,~~:~l~~ladIsmmucIon creInbno c:Iy lª,,ªctw~c:Iªil~~~ogoI11Icao a. su francoe-ncógíffiiento.-· ... ,.,-"" ...., - ,~ ..------ " .La corrección de este desequilibrio por la sustitución de im­

pof§iones nO,_<Iy;-a..Il1~~fioñe~.E§LE.~,~Y2_C§IT~!!!~sde la demanda de impórt~ciol1~s,.E~~~~2mE~ñaªg~.,.,3,~o~.!l3.sceI1~,9equivalente de las exportacioIl~~;~~Ilc1l1~~I1,?~~",Y_S~-,~L~~!E~~g!l­lamiento exterior.

2. Fin de la etapa fácil de la política sustitutiva

El desarrollo basado exg!l~_(~nt~_ ~!=':_Iª-~~e..~p'Q..Úª-ci9J]._~_j;!a,.di­cionales y en la"~stitE,SL2g,..ª~,!lnEQIt¡:tS!2!l~x~._~§~tá_~2,!§!!lª<?]á­EléEiíñente sus P2S!b~i,<LaiL~~~!LIQ.?...paí.$..~s....q!l~.más ha,:r:J,.a:vanzadoe,i!}l]Jg_(&~g:_.ª~jJ!ª1J~j:Üc!li#ag~n,Pll,9s.1as~J,~]?'.2;::!~~~~.~~.;E~s~ncon relativa lentitud y la cont1:r:J,uaClO_ndel nroceso sUStitllj:lVO.'"_, ·'-"'·'--"·'··';';..7~_·,;·._,.~~.__ , : _----- --::~- ",",<":"' •• ~ r~:4~::;,=-,:?""~~·~,-o,,,_,-._-C<~~_-;O'--'_--S<'';'~0'-'0$'''',,-::,,<;.,t:;,.,~'~~&~'~~;¡,¡;:.:{",w,.;;,,',¡-=:>O't,:s·'''-·-,':'.~.,"_

RaR Qlle..elJ1_~IiijgJfu._.!!lJ~m~RlLe_ga,Sl1rl1PJi~~~"ª,,=J,11!,,,,!!t¡:ILQ_~m1,l­cho más fuerte- ''lue-el ª~,a,q!!éllas,.su~l~ ~Ilcºgl~ftt_ctifi,º!11ta_g~s_Ga,da:::vezIIlªY()!~S.·' ".,

En efecto, se ha f.!mlruiQllª-_ta,..~1gR~L,g~..,§.y.§tit1JfiQ~IJ._~~Jáci­les. Fue relativamente sencillo sustituir importaciones indus­tmles de consumo corriente y de algunos bienes duraderos deconsumo y capital, y queda poco que sustituir en ese campo enla mayor parte de América Latina. S~..~~!~eI1.tr~.nd.~..x..av~IlZandoahora en la sustitución de bienes infermedios cd5ienes duraderosde"~éonsumo~oc~H:ar~~soEre~···set:(l~:~Q.mE1~~i~]gÉ.tig~ción,r~uieren un mercado d~m~Q!l~~-zl1lU.YD~Pft~ri9J,~,S_~L1Qsna-cionales. Por 10 ~emás,. hélu!~rt()s_ bienes intermedios. ~n c¡gelas posibilidades de sustitución. son l?r~s~ o sencillamente noeiisten,])orrctesca's-ez~~~:Sl~j~,<?'!:!!~()~>,.~it~Í~I~,s,. En alío'mentas existen aún grandes posibilidades de sustitución nacio-nal en ciertos rubros y en otros hay dificultades cada vez ma­yores frente al crecimiento de la población y sus exigencias.

En síntesis, el proceso de s1l8titllsiépJi~n~,~.gg~,.§~rY9ntinuomien tras. no se folílIª=¡;l,lªr:,tEii<i~.iiQ:iªs"dj.§pa,r¡:;,~,,~,.!!.g""podránco­ii~girs~jr5~~"m_cm.Ji~g~<_~!~r_~~SlJte~=m2,s!1l1Q,.,,,ª,~1"i,~t~I~ª!!lQio.C~lidas unas sustituciones,sobrevieI1e l~~c~~idad ~~rasy cada vez sl!!"gen,nu~vos Y,.cre~gjeJ_g§.J!~os.

Se ha llegado así a una situación paradójica. Las importa­ciones constituyen ahora una proporción relativamente pequeña(12 por ciento) del ingreso conjunto de América Latina, mien­tras antes de la gran depresión (1930) constituían el 28 porciento. Hubiese sido lógico esperar entonces que las nuevas sus­tituciones -al representar una fracción cada vez más pequeñadel ingreso global- exigieran también un menor esfuerzo.~ne!!lJ2.,!!g!l,_ahorLes_mucho-,má&~dif,íG-iLde.,_veIlG€f-€l-€strangu1a-

l\ miento exterior provocado por aquellas disparidades.'".~~~~-='->'~~. ~~~_,_..,.._,_.__,~ __,· ....._""'_·,-,-""",'-_O - -~__"'''''--~~'o"">,~ _

84 ESTRANGULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

Page 52: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

3 Esto parece confirmarse en un interesante caso concreto. La CEPAL, enuno de los trabajos preparados para el reciente Seminario sobre ProgramaciónIndustrial celebrado en Sao Paulo, Brasil, ha presentado --con carácter de ex­ploración preliminar- una proyección de la probable evolución comparativa

fueron generalment~...p.ocoafortunª9as ....~ue.§_~~.tragmeron end~uilibriQ _exteri.QI.,.._:eªm segtlir: llnC!.PQ!iti<;ª-Iilásliberal dei!IlJ2O.r:tacione~..~s...!IlºisEé!I!??91é!ql.lé!lªs ~}CP~E~~~i,?nesse desen­vuelvan..tambi~Il ..C;:(Jn illªJ;:illJi~.~-p~~c;esto no es todo. 1~iI:l5:1~s,!Ei~lk?~i2I:l9,~l!~º~.J~~orel 12ro­

~6) tecciol!ism~º._§~C;:~liYQ""y.~~j,tªrn1:>gIlJ()s..ª!.a.Ilg.~!.~~.,,<º~smesuradosif~ sobre ciertos _l2!0QuctoL,ggTIg_oJalimfl0rtaIltes¡ .~an _creado una

estructurfLºj:_c;:m.tQ.Lf111~.._s:lifiGºltª_§_Qpre!Il.~~Ja exportaciónde manufacturas al resto del mundo.~Se 'l;;~explicado );a~IOStérmln()s bien difíciles de este pro­blema. Los altos costos iniciales de la ingustrialización aflare­jE-ronJª.rr~esidssL9J;_._Plº!&G,<::i.ºn,_Y.J¡Ll2Iot~c;:ciónexcesiva .hatraído._u¡::taes.tr!!c;:tmª_ªe,"C::º~!Qs.él,Jél,_.q~~..~e..~gE~gª..Il.impuestosillgi¡-ec:tQLY.c:argªs.~º.GieIle~:Tººº ....I.Q..Gºªl .S()Il_~E~~,_contra laseXl2-QuaCiQneLy:...Jaml:üé.n_J,::Q.lJtJ.::.LllI1élpQlíticª Jllgs. racional deimp()r!~c::i()Il<:~:X ~1_ºc:~_gi!.ª~í, tiende a perpetuarse el sistemac'érrado,GQ11_g[él,yeº~trirI1ento del desarrollo económico.

,'\,.. :e9_L1Q_Q~más.-,ª'yng!l..L.nQ.~~j.llstifique- es explicable que'vY&'--!lllestroª-.~ísesno se hayan EI~()f.llEadomayormente de buscar'H/' soluci2_Il...~ ~~te estado <i~.cog.~~Ruesencontrarla ~olleya[ía

}y\;f" Illl!y_l~jos.§L!l..Q..~~~,<::ºI:l.tqra•.c;Qn..eLc;ompll':meIJtº".indlsRen~ª-1:>lev ~~{). ~e esta poIíticª, a ~12~~~J,§!;,.I~1?,ªj~Lº,~lÜni!JªºiºlL~~~~lesen

.. A' Jos arandes centros industriales.... .~ ..~,b~"._.= ~~ ·..·., , , "..""•., " "t,f":'" Ji- Se vienen desenvolviendo en estos últimos factores favorables\ ,.),q .. \.;: ~.~.~ .. ~.~_ -,=""....."..",~".......',..,'"","';"",="",._,,'_"";."",,,",',",w,,'",""'"."""""""""'"""',.."';...'-"'.,==='~'''"'''',',',,,.="~'''''''''~'''',::l

)i'"<,\,,r" a unuC2!i!~~ª.!Dá~JiQeI~lS1~imRQI!ªG!º!!e.~:....~_!l.~fe.ct()~es ma-i.•,.•" nifiesta J~Lt~!!EI~l}f.g__paºiuª"..e~casez...l?!QgI§1iva_ºe mano de'l'!' o~QI~.!Q<;lº ..~l} (;lg_q~IIº~pél,í.?~s..q~~....}¡al}.!~_I1!<;lg._º!!J.ll.~~

ritmo de'desarrollo económico. Este hecho podría llevar natu­rá'IilleñT~ague ..creciera!:!_Sonmayor intensidad aQuellas indus­t~ias de gran densidad de ca itgl e i.Ils!!rI1~relativamentee~cal0de mano deo ra, con u~~~~imient<:>..!!2g~.p_aus:3._d-º_gº~.gquéllasC..YY2..LP~uctos. req.Y,iE",~ll.,1!gª.<;:ª!!l!g'ª.(tl~latiygm~lJteelevadade rnglliLsle.0brlL,C:ºIJ];!I:lgJ;ll~gºI.ª(;!I1Si.ºª.cl.Ielªti:y:q_de.capital.If,e._~llC;~q.~L,ª§L,Jº§"gHEQges·Gentrostendrían que iIlJP_Qr:t:a.L~S­

iQLl?rodll.c;tº~PélTIl_J..él.t!§Jªc::eIPa.rte..cl~....~tl cre.c;ie..nt~_.d~manda.3

87LAS DISPARIDADESDE LA DE~IANDA

1 El examen crítico del proceso de industrialización se ha presentado antesen el artículo ya citado: "El falso dilema entre desarrollo económico y estabi­lidad monetaria", que ahora figura como apéndice en este volumen.

2 Véase al respecto Problemas y perspectivas de la industrialización latino­americana (E/CN.l2/664).

86 ESTR.\NGULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

. portación. No se plante~ba, Wes, la ne~~m..rit'!Li~J.aL~$x­

. EºE~~ci~~esindu~s.~e .ha formad~ así en .~Q?~J~~í~~~ ~~§!~st,~~~tura,"}~~~~,s,trial

p~~~!lcamente alsladcLM~IDJ,m.gº.~4teIior. Ante el imperativode sustituir importaciones se ha tratado de producir interna­mente todo aquello que -por no ser esencial para el manteni­miento de la actividad económica y el consumo de la pobla­ción- podía dejarse de importar, al menos temporalmente. Lasimportaciones consideradas superfluas son las -que primero serestringen ° eliminan, Con el consiguiente estímulo de la acti­vidad sustitutiva y la inversión en ella de escasos recursos decapital. No hubo un criterio selectivo.basado en COJ:1S.ic1Gracio­nes de econornlCldact s!n.Q_d~jactibiliclad inI:[].ec1i~tac¿~lq~i~~aq~e.J~c::reel cos!9 ~_t:_P_~º.º.l!c::ciºn.lLas prohibiciones y restricciones han tendido a transformarse

en aranceles. Es un comienzo de movimiento en el buen senti­do. Pero esos aranceles han resultado sumamente exazerados sinb ,duda -en promedio- los más altos del mundo: no es infre-cuente encontrar algunos de más de 500 por ciento.gomo es bien sabidQ;.esta proliferación de toda suerte de

industrias en un mercad.o cerrado ha privado a 10~J:laís~slatino­an;encanos. de las ventajas de la especi~li~~i2.I!..l_~~~~cono­mla~ de escala, y, al amparo .Q_e...ªg.!l<;:~I~~y rC::~.t#c:.c:ionesexage­:g9~!.._no..se ha...des.~!2YE.~tº-_~Il..tü~º .~ªI~ªaJ?I~..<;l.~~<:l.~p~t(;Ilcial~t~nor, todo ello en~.~.Il52S_<::~Qg.dela eficiencia productiva.2~ª.]_)rº~.cción ha s!.dQ._g,~~..deJ.11§gºJ~rrgi$::Pii;i~i1ili:~gJ.Q.$J2aíses

19J!nQ.ameIlg}lº~LEeron..Q.?§.heI.QtQrgeIc1QCDIlJl10deración ni ha~gbido en genemLllI}ª-p_ºUtic::.fLtmz.él~dª..mQiQiiªIm~llliY_9011.e]s_e~jido_de Rr~~i.sió.I!._i.Il.ªt~p.~I!.~ª1:>!~flara.atenuar -.~.Les que noeVlta!:.--=J~~_<::!1S1~e__~~lªIlcede pagos. . '.....

EOL..o.tr.o_Ja.d.o,Ja_r..epeticiólLp.erió.dica_de_es.tas...crisi.s_bgtraíd°U_1Jª_re~i?~nciéL.rrmy_k_QJJ).p..reI1sibJ.e_a~u.n.¡L.FQ.lit.ica,..,cl~_ªIél¡::tc,:.~l_(:.§IJ)ººeréld(J_s..<:J.u.~prQll).:t!.~j¡ªJ,Ll~Lc9mpetenciaext~riºL..º~I:ltro.<;leciertos .Iímites..Más .aún.i.ciertas ..experiencias .en.este sentido

Page 53: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

4. La reciprocidad implícita en los grandes centros

Hay ciertos principios generales. que desde ahora po~rían faci­litar esa política. Acaso el más Importante de ellos dimana deesta consideración que se ha formulado de tiempo atrás en nues­tros informes. Los países }2eriféricosestán er: 12osició~di~me­tralmente o,12uesta~qe. 19.§~Q~11j;!.QU;!Lm9-j;~ngd~L~~l~rocIdad~ll,eUp.t~f~~mQ,iº~_§~!,Q,§.~~thl:l...Q,lj:ªJl.manufact?r~s cuya de.mandatiende a crecer en forma i!1t~l1sgcOIl~lq?e~l¡:llJ~ntodelmgresoperiférico; _eñ tª~i2...SLíi~·a9'~l!los·eipoorta~:-Er()du~tqs12rimari02que tienden a crecer con lentitud con el :ngreso ~e l.os.centros.En consecuencia, los c~n!!º§_!lQ. ne.s::e.?Itªll~lJ§j;ltlJIL.l.m:¡;lQI_tt­

ciones des~~_~~!~El!!!!_()_Cl~Yis.t-ª,L]2_ll~elde~uilibrio comercial~n la_perif(,:;Ei-ª-.TI~gQ~:.1"s~r p..o.~i.tiYQ.,;~§.tQe.~.,.,"fL_~~~~4¡;rseen ~x-'[2ortaciones.En camb,ioLla_tend~l1C:Iª~~de~_~cg_l,Jlh.12DQ~_n~~n los m!íse~,=_E~~g,~JÜ~º~...,.._I~§...".,Ü!lP,Q.llJ~"Jª_;§___l!§ti!uci?~.den_trodelmód~lo ,P~~~~~.~~.jr:t!~_r_~a,_~2I~"PCl~,I_~Y~É~E~Jª~"fI~lte~.l2_a­lan_f"ede_I!-ªgo_~-.Más aún, si los cen!!:2~)..EQr~ºJr~.pzQnes .i!lstificableso no,

sustitu~mpori~.~iones-provenientes. de los p.aíses periféric~s,agrava!,~sa di~~.E.ªeª ª~Jª.ª~rngn-ªª_g~!ernacIOna1.. En cambIO,l~ su~~tución_A~"iI!!P_ºg:.1~igge§p!ºY.~nl~g!~s.,.....g.~;!O~.__<;:.~g.!Josep.los países,J),,~~!~~i5:Q~I.t!~gCl~,,ª....,~mitlª_,gi~.pªng-ªc:l._..F¡tI.a~hªG.er

,,'<)'l _posible el desarrollo;. .. '",',f Esta desigualdad fundamental exige la r~vIsIon del concepto~~-..; hasta ahora vigente de reciprocidad, pues SIlos centros reducen

~w~ o eliminan sus aranceles, los países periféricos podrán aumentarsus exportaciones a ellos. y al suceder así, también acrecenta­rán sus importaciones, en virtud de la intensa demanda quepara ellas existe. Trátase de un efecto espontáne?, y no requiererebajas o eliminaciones de aranceles. Antes bien, esta mayorcapacidad de importación que así adquieren est?s ~1timos, ~aráposible acelerar su desarrollo sin nuevas susbtucIOne? o c~nsustituciones menores que las que de otro modo hubieran-fe;nido que hacer, esto es, sin acudir en el mismo grado a.nuevaslíneas de protección.

LAS DISPARIDADESDE L,\ DEl\1Al~DA 89perif~ricos 12odían.orientar más econóI:[licaJJl~.!lte_§.u_J!rocesoc:leiruiusírial~aciº_ll.:

88 ESTRANGULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

YJ2,U'~i~~_~n desarrollo encontranan un campo PlQillisorio dee~E2Etaci.~me~provenienteul~~~~ ti.Qq_iL~iºª-l!~triasgue, :Raras~I a1:12I2~Etesqe mano de obra les interesa sobremanera des-envolver. ~~" -- . .-~,,,,..,-,,,,'O"~ --- --- "",,-- "",,,-, _M""""''''

Esto no ~ggifica gue las ~KFmíaciQn_eLd~__manuíacturas deL~~y~ís~s~n_desarrollo tengan 91le Iimit-ªrse_ª_i!!_ciustrias_c;l~_¡::!?--

6g~IfCl~~~~TeP~~;b1;-!~d~~~a;i~~i::~~s-~~~;~ta~ft~~~p~ri~E~~~~_~/lás"aÚE,p~'da~se-er~~o-"de i~~stri;s-rnquei!n~bi;~:od~~Pfo~%;Ez~~:J~~J~~t~~¿~~-ºJeds:misma"especialización, en virt~d., c1e"l)J~ore§..,refWsos IlatUtaresQ~g_¿:ptro_s factores faVOfabl~§;_p-QL-~l~itpiº,:-l~s-dif~~n~!ª~~_~~

_1~~~:o1~Cf~f_nel~b~cilo~~J~~~P9!!~~i§11c1~ l)J~_t_~~_Erim~_y__~

EE_~_:;~~S_~?~dOL,,~!_!i~!oaEancelariodiferencial se~n el gradod,<:!~~~Q~~acIOn-g~e e~_~!!,~~~~~~J:lt~_~J:lJ<:)s..g_r~_ck§..::.centrQ~­CO?Sbtuyeu~ obstaculo conslc1~§]:>l~_ql!~L§!se removiera, po­dn~,,_p..!oporclOn~;fuerte <:s_tímukuLciertas eX12ortaciones,aUll­gue la elaboración de la materia prima no se caracterizara poráTfOCOnteni~ dem-ano~ª~~~raihªJQSo~tenrdo-d~=~aEit§r--

Gomo se dI]? en. otro ~ugª~,,~..L~.te@_ill)untº en_que es im­portan te__2!gamzarlllveshgaclOnes ell1P.ír~.cas.....conducidas sirnul­tá!l~~_eºt~<;-~!lpaíses.d~sa"g-oíhl:osy~eñ~dégIQ~irÍ cie'~­~e!~l~posIbIhda~esy.on~.l1!~E~§_t~!?-1:I~Yc:l_p_~li!is:ade iQ!;~!cambioI~ª-~~~_1:1~L~l1,_Y~l1~ara~re~íprCJ_c_~§LE!!..eslos centros eXEortariiñmanl1!;l~tl1_r~~_p'~ralos ..(lue.. e?t~11.l)J~j2~_~2t?9<?§,yJQ§ ..Plli_~~sde la técnica productiva en los próximos 15 a 20 años en la industria textil deun país latin02meri~a"no, de Europa y de los Estados Unidos, así como de lossue~dos, la productívídad ~e la mano de obra y el rendimiento de la maqui­n~n~. La conclusión provisional "a que se ha llegado es que --dada la evolucióntécnica prevista, los costos relativos de los factores y la gran ampliación de losmercados en las regiones más desarroIladas- éstas encontrarán más económicorecUl;rir alas" países ~~tinoameric"anos, y otros en condiciones similares, paracubnr con la importación proporcione, crecientes de su demanda interna"

.¡ Tal es el" caso de algunos" equipos de base que, por su propia naturalezay por ser fabncados sobre pedido, emplean en su producción una elevada can­tidad de mano de obra" Debido en parte a ello, los costos de fabricación demuchos de esos equipos en los países latinoamericanos más industrializados po­drían compararse favorablemente con los de países de mayor experiencia técnica.

5 En las industrias químicas se encuentran varios casos en que se dan talesposibilidades"

Page 54: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

LAS DISPARIDADES DE LA DEMAc'<DA 91tiene que venir ~L~!i'y~~~~c;;Ei~.sJ-ª-ª~lc;;_r~_gión.del ritmo de ~asexportaciones:..,~!.~l_()~E().~",,!~E~!J:l0s,.~!?:!~_C.!2.~~J!ª~_ª._~ªela tanfaarancelanatien.e .9.u~ser parte de_un plan mternaclOnfl de ex-P.iilsi6ñ'Cfel intercambiO__~9.1:1r~.!l:!l._c;;'I/ª~.Q~§~?.Nl~podra adelan-.tarse a ~taJ?...Qlilifª,2Ípo SeLJ2QJ]'JI,§s;.1J~nºl;ª-..9~~;~., .•. De ser aSÍ,se plantea otro problema. SI la revlSl~narance~ana

,,,Yi:iene que seguir al desarrollo de nuevas exportaciones, ¿comofJ' '\ podrán éstas realizarse al contin~~r la present~ estructura de

costos y precios elevados? La cuestión merece cu~dadosoex~m~ny una de las vías que po~;ía explorar~e es el reajuste c~~bIano.Se concibe una devaluación monetana que, con un mnumo deperturbaciones internas pueda aparejar consecuencias externasimportantes. En efect;, los arancel~s podrían ~ebajarse en lamisma medida en que aumenta el. tipo de .camblO,con 1,0cualno se modificaría la protección existente III se encarecenan lasimportaciones, salvo aquellas en que los aranceles sean menoresque la rebaja. Por el co~trario, mudar!a fav~rablen:ente la po-sición competitiva extenor de u~a sene de m~ustn.as que hoyno pueden exportar por sus preCIOSaltos. Podna. baJars.eel pre­cio exterior manteniendo los mismos costos nommales internos.

Ciertamente, las exportaciones tradicionales no necesitan esteestímulo como las nuevas exportaciones, a no ser algunos casosespeciales. La devaluación d~~i,era, pues, aC?mpañarse ?e ~nimpuesto que evitara la apanclOn de. gana~cIas e~traordmanasen esas exportaciones o en exportaciones md~stnales que ~orequieren este estímulo. El producto de este Impu~sto podnaservir para compensar la disminución de recurs_os.fIscal~s pro­vocada por la rebaja de aranceles y otorgar SUbSIdIOSde I~por­tación a aquellos artículos de consumo popular que ~?debieranencarecerse hasta que el aumento del mgreso permitiera la ab-sorción del mayor precio. .Dado el alto nivel de aranceles prevaleciente, una devalua­

ción relativamente demorada, con la consiguiente rebaja deéstos sería un movimiento en el buen sentido, pero no signi­ficaría reducir la protección a. términos racio~~les. Ésta tendríaque venir después de consegurrse efectos pOSItIVOSsobre las ex-portaciones. . ., .No se hace aquí una proposIcIon concr.eta. S~mpleme~te se

ofrece una idea que debería explorarse. TIene sin duda mcon-

5. Necesidad de rebajar los aranceles

No se interprete, sin embargo, que a la luz de este nuevo con­ce~to de reciprocidad implícita, sea intangible la tarifa arance­lana de los paIses e? desarrollo. Todo lo contrario. Ya se dijoque. en Ame~ca La~ma prevalece un proteccionismo exagerado.Es mnecesano abatirlo para que opere el concepto de reciproci­dad. N~ se caracteriza América Latina por acumular divisas, envez de Importar, cuando crecen sus exportaciones. La caracte­rística es más bien la tendencia a importar por sobr~-su'''éa'pm-::~~~.~cl~_h?cerIo.Desde este puntQ".c;h::..,Yi~B,__!lQ~!lS!~esari_o

~~Ys~i6-~~f;¡le~~r;eIi·c~~&1~~~~~~ ~h~~~~~n~f·~~·t·~~~dustIjalización. Es nece~ario rebajar en forma gradual}os ~ran-

~§~~o~~~~~s~~~~g~eJ~~in~~~f~~~~i~r;~~~~~~*~~1~~~9r la comp,!.!~nciaextenorare-ducir sus dIFerenciascl~PE2ªE~tÜ:i.ª~.ci_c.qE,los,grandes-ée-~tr~~-~~~-~""'~~~'-"-.Es...daw_~u?a iefuffiÚ"sk esta na~uIaleza no _podría ,~_

plírse en condICIOnes de estrangulamIento P~!yo. Antes6 Este punto se ha, e~'Plicadocon. mayor amplitud. ,en el informe ya citado

sobre Desarrollo econormco, planeamlento y ccopeucion internacional.

Page 55: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

LAS DISPARIDADESDE LA DEI\IA..'N'DA 93iil1portar .ªesde" aquellos grand.~ centr~~uiera dependiendode las.exportaciones·E!ímar1iís.Así, si éstas crecieran a razón de2Tpor ciento anual -=qlle es la tendencia de la posguerra- yel ingreso creciera a razón de 3 por ciento anual y por habi­tante, según el objetivo mínimo antes mencionado, dentro deunos 20 años, el coeficiente de importaciones procedentes delresto del mundo se habría reducido a sólo 6 por ciento, contrael 11 por ciento actual.Para abarcar la significación de este hecho no hay más que

recordar que los seis países del mercado común europeo tienenun coeficiente de 16 por ciento (1960) también con respecto alresto del mundo. El propósito de los Estados Unidos de intro­ducir rebajas sustanciales en su tarifa a cambio de concesionesequivalentes en la tarifa exterior de los seis, se inspira"precisa­mente en el propósito de evitar que ese coeficiente pueda redu­cirse en vez de aumentar. Y análogas preocupaciones obsérvanseen los países del Comecon: no son sólo razones políticas lasque lo han llevado a oponerse al mercado común europeo.Por lo demás, la posibilidad de orientar a éste hacia afuera,

hacia la expansión del intercambio mundial, ha sido enfática­mente subrayada por el presidente de la Comisión de la Comu­nidad EconÓmica Europea, que ha declarado recientemente enBruselas: "Desde hace algún tiempo se menciona a veces elpeligro de que la Comunidad se inspire en consideracionesde desarrollo hacia adentro. No sé quién ha inventado ese es­tribillo. En todo caso, no corresponde a realidad alguna. Nisu giro, ni nuestros intereses económicos, ni nuestra voluntadpolítica nos permiten encerrarnos en nosotros mismos. Y larápida expansión de nuestro comercio exterior muestra que no10 somos. Pero es exacto que nuestros partenaires comercialestienen el mayor interés en que la Comunidad se desarrolle enel futuro con la misma rapidez que en el pasado. Porque sola­mente ahora estaremos en posesión de medios e instrumentosque nos permitirán traducir en la mejor forma con hechos nues­tra voluntad política de liberalismo, de cooperación y de asis­tencia." 7

No. cabe du~,,ª_~__g~~Jª Ec;?Ii~~iºl1PfQg¡:,e::,~!Y_éL,º~Lill~[Qªdo7 Véase la alocución del De \V. Hallstein en la sesión de clausura del Foro

Europeo sobre América Latina (Bruselas, 21 a 23 de noviembre de 1962).

6. La expansión del comercio mundial

El mercado común latinoamericano ..es.sóJo una alternativa par-Q]TCIeI desarrolI~ de l~s ~~J2g.!!ª~[Qg~~1ñ4iiitric!1~LI~§íº..g~1IllJl.U9 o. Se .neces!ta ortYl!!;ªI,Jª..pºl!tk~l.g!tj!Ü~~ª.ml?iº ....~llJJ±!ª

~,;~t~~;~~~~~;~;~o~~~'i~;g~'~'~(;'~~~~~~sit~g;ft~ti;~~RI~I:Wii~"asIble-dividir .racio;;alme~e~el- trabi'ü e·ñ.·Eis-'ñ~uevasqáctl;;lda:I?=<>"~'~'='~~~~_"'~'M"'~'."'~""" ..• "" ",•.".' ,~l"~_~.""..,.".".,."""",,,,,,,,,,,,,,.,,,~•..~.ct~ zy.st!~ti~:ªs"~~it~!!ª_Q_lo~_giaves·erioriiE~~?~Y.'.R~mlilir?a~m!§mo l_rcorng!endo gradualmente esos.errores en las. acti_yj-~ª.e::s ex!§J5=n!~~7.,t?,~,!Qa~,ícg!ª.S,.52ºll!~il1~];Ii~k§~J:~E~L!1º-.119§ayudará -al menos con la intensidad requerida- ª"""I~~ºlY,~L~lpr,QQle!!gA~Ja .aRsorción de 111<1119gE!ºR~ª, ,l?1!E!~,,E!nJQgº~losR,ª,í.?,~s.,Jªli!t2ªgIeriC;:Jnosse presenta, ªg!1(mE!",l1º,,,,,~,~,!J,,,,Iª,m!~gIa.1f§!~~~10~~~~~d!s~~t~flQ~i.~m~ !~E2,~~i.I!te!_~E_m~f~J~dus-

Esto es de suyo importante; pero hay otra consideración quelo es también en gran medida. El comercio internacional no esestátic~_l~:!Lgende continuo nuevos roductos .Y...El!evasformasy mO~Lª,~...R~oduct~~~s, por la misma ~vollleiQntecnolog!ca de los grandes centros. Y surgirán también en formainc~~712t_~,EUe\T~~~I1~ce~~dad~'d~jPlP~Q!!~~~ñü~,?tmL12ii~s,

;%~bf:~~"~5ñ'~~~~~f~~s~~Ht~ftf~tI~~,ge~ti~g1~9~o;f~~lü~~~~pero en·otros no será recOñieñClable'fiacerlo,'~tañfo,··Poréünsiae~r.a'ci.~~éscre:COStO;Cjiaiifo,"·p'§~!~~ª~~~lª~ª::ª.~",:·~§::]~ªª~i.i.la

i~~Qr~lr~~ffi~e~~~::iº,~~~~~~i~~B~P~~~~~~~~iDgidfá~;, '''" "" ,. .5i" '. ..... . "....... ""~ ..~~,-, •."g,,,.!.,,,,.,,,.,,.,,,.,R ..•.,,,,,,,.. ,,.,,,,,,,,,,." ..d~._hacer1oserán cag8,,,y.~2:,I!le.n2~.t,,~L!llle~trJ:_~a.E,?cidadJlélra

92 ESTRA1,GULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

venientes que, más que en sí mismos, han de juzgarse desde elpunto d~ vista de la solución fundamental que se busca.Al estimular en esta forma las exportaciones industriales, ten­

derá a corregirse aquella asimetría de la protección que se ex­plicó precedentemente. y será posible adquirir con ellas impor- .taciones cuya sustitución sería por demás costosa; y conseguirme.diante el intercambio mayor cantidad de bienes -y mejorcalidad en algunos casos- que la que sería dado obtener en estaetapa del proceso sustitutivo.

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9 Véase la sección 1 del capítulo I de la parte B, pp. 27 ss.

{Jy,~- LAS DISPARIDADESDE LA DElvL-L'\DA 95C'"'algunode los precios primarios si la producción se ajustase con-I tinua y rápidamente al ritmo de la demanda. Para ello sería

indispensable cumplir tres condiciones que no se verifican en larealidad:a) que e1 ins:remento de población activa en .la~~ªctividades

primaDaSSe--des121ace--cI~enasenI~ ~ea:@i_-~ri~q~2_~_~nece­s~~q..u.e ..l~LJ;ll.QQ_ill:j::i6.ll..cre;?:.s::~_sin_<:;xcederel tiLma de ere­~Ilto. d~Jª.~Qé!m_;u!ªª:Este desplazamiento tendría que sertanto más intenso cuanto mayor fuere el incremento de pro­ductividad en estas actividades, a igualdad de otros factores;

b) que la mano d_eobra asídesEl~ad.~""~g<::!,l"~.!?-_tre.2fl!Rª.filln~stria ~Qt[(li,~~"Iy!CIªª~§"-ªbsº¡:l)_enté!~,g;gÚILS.CexpJicÓya 9 y, ;

c) ~e la absorción de esta mano de obra sea de tal intensí-d~<Lq~eJºs=§ªrlliº__s.r~?k~ ª~"J.()~~"ra~~j~~qies.eIl·Jª.s.ªftiy!ªªdesp!iII1ªElaSpuedan subir~~~~ __."CI~""~!ll?"t.a_E_~Ljp,cr~J:E,~deproductiaidad.de ..é,stas.

,-~. Generalmente, el nivel de salarios en las actividades primarias'b.. es inferior al de las actividades urbanas absorbentes de mano de

~.,f' obra. Si la absorción fuera intensa, los salarios en la producción~"" ;:r-(;' primaria podrían subir hasta el nivel urbano en este proceso,;!! \,r. nivel que va ascendiendo en forma paulatina con el incremento

b",,,,W' de productividad de las actividades absorbentes. Más allá de~~ este nivel, el incremento de productividad primaria no podría-,~ retenerse por el aumento de salarios, aun cuando se cumplieran

estas tres condiciones.Si no se cumplen, y no sube el nivel de salarios en las activi­

dades primarias en la medida permitida por su incremento deproductividad, ésta se convertirá en aumento de ganancias yestimulará el crecimiento de la producción más allá del ritmoimpuesto por el de la demanda, con el consiguiente descensode los precios de los productos primarios en relación con losindustriales.

Este fenómeno de deterioro se opera tanto en la producciónprimaria de consumo interno como en la de exportación. En elprimer c.a.,sOy se tratad e una simple transferencia intermi"délf~~ __~~yor ·"!?~~~~~~~ª0ñe~~~~pérdida

. 8 Si se. torna ~omo base. de co~pa~ación la relación media de precios delintercambio extenor del periodo 19,0-)4, el efecto del deterioro en el periodo1955·60 se e~tima en 7.400 millones de dólares. De ello se desprende que másdel 6.0 por ciento del incremento anual de exportaciones fue anulado por esedeterioro..Por su parte, las entradas netas de capital exterior en el periodo 1955-60, se estiman en alrededor de 7 700 millo~es de dólares (a precios de 1950-54),de tal modo que aquel efecto de la relación de precios del intercambio anulóel poder de compra adicional que lograron los países latinoamericanos por estec?ncepto. Debe hacerse notar que lo~ a?~s 1950-54 fueron de relación de pre­CiOS favorable, aun cuando ella no slgmbcase plena recuperación del nivel an-terior a la gran depresión mundial. -

1. Factores que explican la debilidad periférica

Desde los primeros escritos de la secretaría de la CEPAL se hasubrayado la significación del fenómeno del deterioro de larelación de precios del intercambio y se ha tratado de explicarlas fuerzas que tendían a provocarlo. Acaso por la forma frag­men~aria de estas explicaciones, nuestras ideas no siempre sehan interpretado correctamente. Se justifica exponerlas de nue­vo en forma de síntesis aclaratoria, pues el deterioro -tan ma­nifiesto en los últimos diez años S_ podría continuar en elfuturo con graves consecuencias sobre el desarrollo económicoaun cuando se mantuviera en sus actuales niveles.

El ~ de este fenómeno está en esa relativa lentitud conque crece la demanda mundial de productos primarios compa­rada. c~n la de productos industriales. Estas disparidades en elcrecinuento de la demanda no tendrían por qué traer descenso

II. LA DEBILIDAD CONGÉNITA DE LA PERIFERB. Y LA RELACIÓNDE PRECIOS DEL INTERCA.!.vIBIO

94 ESTRANGULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

~2~~I;Enoameric~n<?. ....haria posible pª~ticipar ..ª~.tiyaf!l~!:l.t~...~!:le.~t~..R.?I~~de. expansi.6l!.~gé!1inté!g:ªJ:l1R.!.Q..!!lte..nlªº!,QnªLplJé!$~LlD~ldlr favorablemente $obre el costo de la~12rodu.fció!1jn-~usyIal,J.:(ondría.-ª;---!QLP,,ª~é!s.dé!...Américªbª tiIlª. é!!!..f!l.é!iQ!:é!.lL.fQn-d.lfl.º!1.e.LC:~f!lPé!.t!iIyªS.P1!Lª..~lJS_lllJ5';Yª.§é!~]2ºImc:.iº!!e.~7X)!$iilli§molé!.$.)!yudªna.::::PQI lª-~ conslds::rqglOn~s.J~..~ID§Jlc:ionªª-ª.§_:::::.",~L~m­PIenª~r)a revisión de su ]2olíti_caaráncelaria·bacia el resto delf!!lln--ª.2: . . ~.~.~ ...•.~ _.", . ~ ..~ ..

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2. Imposibilidad de atacar aisladamente el deterioro

El problema de absorción no se circun~cribe ~ pa.íses aislados:abarca a todos los países productores. SI un paISaislado lograravencer la insuficiencia dinámica del desarrollo y crear las con-diciones favorables a la retención del fruto del progreso técnicoen las actividades primarias mediante el alza de salarios, nosignifica que pudiera hacerlo en. reali~ad, J?~es s.i 2llQL12ais,esproductores no co,~sig.ll_~.!!"_9.QII~~r..~~~,!!!~ld!~S~!~.P$1ª>.Jlu..R~~llC-clón sezuirá exceªieI1do.....al ....ritI'I19jmpt:l~§tQp,QL_l~t_~l?shcldadingres.Q.baela'"·:a~!!iªñi1~y:~iQ~l1a~IánJQ.s..p~eJ;j~~I~.Qs. Es~ ue ~T.J?rfÍrl~~l?aí§J~DsIIª.....q]J.~..§~gl}iE~~~~l.I!()y.~.!!!~<:.nt()_p~rap~mpeUr eñ':~I~:~rS~ª9,!Eldgªi~~. : en la ~edi?a en qU7sus salarios'11u151esensubidoen.la§actlVldades pnmanas tendraque acudiL'<i1sub-sídiQ_aji~~~~iF.Qili.dº.!!~L~a_)a devaluaciónmonetaria: en uno y otro caso severá forza.~oa ,perder en todo~arte el fruto ele ~JJ~,PJ.QgLe~.Q~nico. .Sin duda que la protección permite elevar el nivel de salarios

nominales conjuntamente con los precios internos. Podría asíayudar a la retención de tal fruto, toda vez que se cumpla aque­lla función absorbente. Pero aquí se necesitaría también quetodos los otros competidores estuvieran en condiciones de ha­cer 10mismo a fin de evitar el deterioro. Y tampoco sucede asíen la realidad.Podría decirse igualmente del impuesto. Si el Estado gravara

la exportación en tanto en cuanto subiera la productividaden las actividades exportadoras, se podría retener el fruto comosi subieran los salarios; pero sería necesario que todos los países " ..;5-""'"'"productores practicaran análoga medida. ~<l'~

Es, pues, evidente que este problema del deterioro no podráresolverse espontáneamente, mientras todos los países en des,arrollo no lleguen a corrergir su insuficiencia dinámica -10 cualtomará un tiempo muy dilatado- o sobrevengan dificultades in-salvables por el progreso técnico en el desenvolvimiento de laproducción primaria.

LAS DISPARIDADESDE L1. DL'BNDA 97verse, frenará el alza de salarios que el mismo progreso técnicoPudiera hacer posible en las actividades relacionadas-CJ)_nla ex­portación primaria.

96 ESTRA!'<GULAMIENTOEXTERIOR DEL DESARROLLO

de ingreso_fIue sólo se compensa en parte. r~!pente pe­q~ el m~yor volum~n de ex~ortªdº11,_,_~.~._I~l¡l_c:iº_!Lf9nel~e. hubiere sIdo n~f..~no_l?ªmaJl,:¡~Jª~§~.ª!"E~!~~L,ª~Iª_~:manda."Para resumir nuestro pensamiento: l~ explicación del dete­

rioro está en la insuficiencia dinámica dª-ª-esarrollo, que EOfacilita la absorción ele la mª};!º.~g~~~º]2Eª...!!!L!~Sl!!~ridal2Q!:_ellento' crecimiento de 19.dernand.ª~~y~=~LªJJJ!t~ntQ_deJa~plQQyc­tividad en las _gctivli!ades."p~_§lS" ~suficiencia dinámicaim12ide_9"l_!~los~tios de~~tas últimas .sJ.ibiiLJiªF~Iamente alaumento_C!e~rºs!u~ti~ y, ~n la medida en_g_ueeUo no OCll-rra;-la. pro(IucciÓn~~~~~pi<id~.49. SL~.!l~_~Lfruto4~:iiLpi2if§~º]~~j1, .' , . , ."Tal es la Índole del fenómeno de deterioro. !,r~!!pone .9,ue

el ªl!!E~entode la.pro~2..~E~!E~~.gJltsklEi~l11?"irnEU~SJ()~fels~~ºLmi~lLtOJelaf:lYa.¡:gJ~Qt~]entQ.deJª~'Lemª"IJJ;'!ª,_l1u.e.da.JeallZa~e~o~!'!. clisP0l].ibiEdad.,dé!J!~L~'LJ;.__<?trº§ Ie.C:J1rSos_?a!llral~~,ajícQ:_Ír.!QJ::uie..JIléll1Q,<:1e.()~Si ello no fuere aSÍ,y la produccióncreciera a ritmo inferior al de la demanda, la relación de preciostendería a mejorar. ~~ra setraduzca Ínte~nteen aumento. de la renta del suelo, o ta_Ulbiénsea comp,a_ctidaEor'lOs trabajadores, depende -co~l1 c::LkaS.º_a;nkrioI, . .deletecfü que .la abs~i_Qn de ,mE,1!.9_ª~._ºJ;>J:ª§l1Jª,s,_ª~tiyié!adej.ur­han'as tengasobre el nivel de salarios reales en la producciónprimaria.

¿Hasta qué punto podrá esperarse que estas condiciones fa­vorables al mejoramiento de la relación de precios pudieranprevalecer en estos próximos 10 o 15 años decisivos para eldesarrollo económico de América Latina? No hay manifesta­ciones 12.erce12tiblesde que así vaya a~.E:...Al co~trario, el em12.e­ño en elevar el lento rítmo.de.crecímienió ae~:Rºliªdon{!sse hace sentir cada vez más, tanto en lQ.uaíses latinoam~.!!ca­nos. como en los otro~ países ell.~~~.~~E.~!~Cl,,_.9.!l~...~omEi~en.sonsu-producCión. y es lógicoque'paia cumplir estepropósito seesfiierceii~en~aumentar la_E()dlJ_~i~]:i9. l\!~Lª(!!!>"J~§t~_~sfuer­zo habEéÍ_<Lu~extenderlo a _t2.ªgIª~¡:g:QeluJ;~iºn"'ªgti~~L eS..sIEeha' de responder al crecimiento. de 1~~~l.I!~!!ªl:!:jgt~m_a.y lamana de oDraQes·plazadacteeste·ill.0aü l?()r~LE~Qgr~§QJééi.íico­planteará ün ptolJl~ITi'n1J]y~erió'de aDsórCi~nque, de noresor.

--~---------- ------ -_.--.--~,. --------"---~~-~--~-----'-~'---"-~=.-.,.",~~-, ......,,,.• .,..~.~.,-~,._...,,==--....

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LAS DISPARIDADES DE LA DEMAJ."DA 991) Ante todo, el carácter esencialment~jndustrial de la_sexpor­/ taciones de los centros. Los ~ductos industriales tienen.Jal-g~.n~E~_~~.~.~1~~!!SL~~UEgEes9ü9~J~.ª.~!Pa?ª~-m1!~e1~v~da!y tanpronto c.<::~o~sJªJI~:Qd-s:--a-~ª-tYIªI§~---fflj!_<::l__;m,dar del tIemBo enalgunos artículos, surge~~~"T2. l111evas formas de ªr;ticulos .eXIste~!es ....qll..~...:~~V;\I~~-,.S~.~.!.~~~,a_.~.~E~É~_,J_a_=~gell1<inda.,{i-ldustrial Hay desplazamiéñfos-ae mano de obra de industriaalooUstna, pero la actIvidad in.?us~rIa.l ~n ~1J_S_Q.gjlli!toabsorbeuna pro~0:~i~~S~§i~~~·~~.ª~!=i~~~r~i[~E:t2~~~~-p~ón ~tiva,ir menos hasta CIerto 111mte, mas al1a ae~ SU~S_~E-_JliiiClOn.setraslada progresiva_ll1~nte..a_~'tras ..,..acÉiv}ª~ª~~~=~Q~q!b,~J!~piodu~Ción primaria _oS\_lI~e~~?ª~o.~lo~fopt~ari2!~=~-7Áa-1s~~cerSqpreTafivaTeilÍltuo"}i'['cTfman([a ele los artIculas existentes, no sur-~n '.siilo excepclo;;~í!ii-~Dt_<::~!iliiY9j._~trtk_1l19~~~a­de-s'--~-\u-ñ.~cúánao-ello fuera así, dista_111l,l~h2de ocurrir~S2!llaái!!Elli.~_~~~~S~§~~EIa_..para ....co~Ir.ári~§ta~.-l~}~!Ld~ñ-Si~:_ª~~za-.miento. de mano. de obra_haGIaJas _ªGtívIdades urbanas.i\"-'La" ;ieguñd~--difu;~·~fT~_~~~nQªL~~__.g1J_~~s ....centros'industriales la absorción de mano de obra proveniente de la§_~0Cció;P;iTa~T;-y]Eii:~sE~I<§~~'s':~~p"ª€!iJeI21a}~ariZIq~0en ..f_<)LIp~T~Qn§iª~Jª_QI~....._y:, ....l;a_.._.l?rgl~-,S!ESl,g,!}~.~.E2J2liiS~g'~'"'~tt~-..9~ha quedado en. esas _actIvIda_<:Ies~s ~~1.a!!\:~I!l.~.!_Ü'~c.,R~~~l1_~A:~en los Estados Unidos la proporción en la agricultura ~/por ciento y alrededor de 15 por ciento ~n los países industrial­mente más importantes de Europa OCCIdental. Este hecho esde aran significación, pues un mismo incremento de producti­vidad en la agricultura latinoamericana -donde la proporciónmedia es de 45 por ciento- representa un desplazamiento rela­tivo de mano de obra mucho mayor que en aquellos centrosavanzados. Si a ello se agrega la fuerte proporción de poblaciónactiva que aún se encuentra en la artesanía y los servicios per­sonales no calificados, y su tendencia a desplazarse hacia lasactividades absorbentes, se tendrá una clara idea de las dimen­siones del contraste. Dicho de otro modo: en los centros laproporción de población activa en estas activida:oesaDsorbenteses-muy el~vailliY-Ül~aja--eri-!~s ~~E~}~~.~.~~z._~I_l_É,.n!_<)~qu~s~­cede todo 10 contra no el_ljo__5__paIses penfencos.

En consecuencia; la .presión de la población que se desplazasobre el nivel de salados-de las adlVldades absoibeñfeSes tela-

-..----- .------------_ ..-- _._----_.- - -- ----,,-,,_-------- -----,._.~---~-

10 Ésta parece ser la tesis admitida por el economista Lincoln Cordon, Em­bajador de los Estados Unidos en el Brasil, en un discurso pronunciado en elConsejo Económico Nacional de ese país el 29 de enero de 1963_ Dijo enesa ocasión: "Desde hace tiempo se vienen sustentando teorías generales con­tradictorias sobre las tendencias a largo plazo inherentes a la relación de pre­cios del intercambio. Según una antigua teoría, desacreditada ahora, los preciosagrícolas tenían que subir forzosamente en relación con los precios industriales,porque el aumento de la población mundial en una superficie limitada de tierraarable se traduciría en un alza constante de los precios de los alimentos, mien­tras que la producción industrial podía ampliarse indefinidamente. En esa teoríase ignoraban los efectos del progreso técnico en la agricultura, que han elevadola productividad en forma más acelerada aún que en la industria, al menos en elmundo occidental. Durante algunos años, la secretaría de la CEPAL sosteníala tesis contraria, a saber, que la tendencia secular era necesariamente adversaa la agricultura, pero este razonamiento se basaba en gran parte en informacio­nes británicas correspondientes al siglo XIX, en que no se tenían en cuenta lareducción de los fletes marítimos ni las dificultades inherentes a cualquier me­dición a largo plazo de los precios comparativos de las manufacturas. La natu­raleza de los productos industriales cambia por completo de un decenio a otroa medida que surgen nuevos inventos, y también están afectas a mejoramientosconstantes de calidad. En consecuencia, los estudiosos más serios de la actua­lidad son muy escépticos en cuanto a la validez de toda generalización sobrelas tendencias inherentes a la relación de precios del intercambio." Traducciónno oficial del texto incluido en FYI News Digest. Servicio Informativo de losEstados Unidos, Santiago de Chile, 6317, 4 de abril de 1963.)

3. Diferencias entre centros y países periféricos

Hasta ahora se han considerado los fenómenos de deterioro enla periferia. Cabe ahora preguntarse si en los centros no operantambién fuerzas que tienden a transferir al exterior el fruto desu propio progreso técnico. Podría argüirse, en efecto, que estatransferencia también se registra y que si la relación de preciosempeora para las actividades, exportadoras ~e l.os paíse~ perif~­ricos, ~ deba a qu_e alh el progres_o__tecmco 11(1sIdo_ mas2IQ._IlUnciado_qu~ _e~~~~s~~:ri~~~_:s~j~ __$~P_o_üª.GiglL_.i.Dg_IJ_~tfialde 10s~!J(:) sea ~ue _los movimientos ~e ha temdohIst6ñCamente la _relaci~.n deprecws se-~~ríalL~~~_ónde incremento de -produs~~iv'@K~:~~íftI~~bi~_r:es_l)_~!!E~!~~_~ir:­dustriales,-ESta~tesis podría ser a~misib~r:__~E mundo~E __gg~_hubi~andesa~cidQ ras dIferencIas eILrl._graOodeaesarrollo, pero no~~~su~n las gue hOLs~_~~::~!!i~_!é!.n~_~~~E:,_}~~__.S<:!!!F?Sy 10j~E.ií~~§.J?§D~~Úf_<2~.. rm<:r~ eI,J~~~_!~,~,~_~~_~~_~_..._.._.~_Sl~--!~!~s_~gndeprecias, las diferencias fundamentale~_son_las sIgUIentes.--------------- ---------------------------- --------- ----~~----~

ESTRANGULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO98

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_ _j

4. El deterioro en los centros

~~ g?ier~ que hubiese sido, todo parecer~a il1di~-ªLQueestadebilidad coñgeñüa -de la penferia para retener el fruto de suprogreso técnico continu,,ª!á J22LJ:rmchotiem120aún. La mismasituación de lUr()ducción a~ícola en los ~andes centros in­dustriales, no obstante su avanzado desarrollozIo está demos­trandoliOfOriament~,. Se opera'_a.llí también una tendencia aldeterioro de la relacLºlLsl~""l:JI~.d.Qs._...qlle_.no~~s_il1c<LI]lRªliblecQna,quella.apti tud _deIQL§.ªJªIiº"s.,...il1el1J~l~ial~.§,J.lªlª~,~,ª"ptªLelincre-~to ..ªe _P!()ªllgtiyielªel ,~11 desmedro..de ..Jas",.actÜ.ádad_e~marias.'-'~die ha pretendido en los grandes centros negg_rel deterio­ro, ni tratado de ammorar"súj!11~QE!,ª!lc;:,~iSOIlJºSargumentosque hemos escucha,do_coIi,~~~P,~fIº"al deterioro Reriférico,_as~gue las estadísticas. no reflejan el mejoramiento de .lacalidad en los roductos industr@les, o JWe los índices de Ere­cios no permiten ca1cul~E.~gI!ectamenteJél..:.~elación.Acaso por­que las razones del deterioro se han vuelto evidentes. En efec­to, ha habido en los Estados Unidos una revolución tecnológicaen la agricultura que ahora se está extendiendo a Europa occi­dental con análogas consecuencias: el ritmo de producción tien­de también allí a sobrepasar el ritmo de crecimiento de la de­manda. Sería necesario desplazar más gente del campo -a pesarde la reducida proporción de la población activa que en él haquedado-, y la gente no quiere hacerlo, no desea abandonar

LAS DISPARIDADES DE LA DEMAJ.,<-nA 101que en otros, el descenso de precios provocado por los primerospuede lia~r peraer, a estos úTfi~6s;=l~g~~~9_!).,B!ªY-Qi~Lq_ue_joscOrIeiE_O!1CI!ent~sa suprópíü' iñcreIIl~n!Qele productividad.lli movimiento favciraoTeque en trempos ya remotos experi­mentó la relación de precios del intercambio pudo haberse de­bido a que -siendo entonces mucho menor la aptitud de loscentros para subir el nivel de salarios- ocurriese un fenómenoparecido al que ahora se presenta en los países periféricos. A locual pudieran haberse agregado dificultades para acrecentarla producción primaria, como fue posible hacerlo después por elaumento de productividad mediante el acceso a nuevas tierrasy nuevos recursos naturales, así como por el progreso de lostransportes.

Page 60: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

LAS DISPARIDADESDE LA DEM,L'1DA lO:>de la relación de precios del intercambio en, los p-aises períféri­~esehta como lID vasto l2Iºble~a~~~re.disirih.Q.c~ternacional del ingresoJ como una medIda lmpuestª~nQ solo por]a equida5b sino J2QL!l!L"gr.@_gesig!Ü2...201ít~C~?:cOQpe1a,r~oILlQS~p~!!~sieSalroJ1Q",a,.~qlle,~C9rriian sl!~cleblhdacl,j:ongemt;:,l~~d­quieran. la aEill!:!~Lgar:ll_r~t.e~eJ.:el,frlltQ-:-d,e~.1L.Jll.Qg-reSQte~mcov aceIerar su de~cQ.llQmlCQ ~QclaLPero esto ConCIerne~1)~.a~c.o.of1eración.iuteIDa ciaD al. N9-;-§~,J29qían in­vocar argumentos"yªl~dem,~_º,e,~idªiLi~terll~G,!Qnal SI no seafrontara seriamente el Eroblema A~)aegmdad Interna y se .~1-

pTeara él fond~Lpm.~iª_Ld~ll.QrLQ,clc:: 10Lgru.E~ al!o"singresos con,.,~L,.mj,~.!119_"J2IQE,º§iÍQ_A,~,ª,,~~!~EªE:.!~E~m~~ e.dE.:aITOIlo.'" '_"

, Por esto, no podría ser un~~ n~.~~,ª1l~.a.l!!2g1,ª!.ica1,~..!~~~sfe­rencia in ternac~9~l!ª,L~t~j!1gr.~§Q~.....1.2ª.nLC:Q.g}J?~,!:l.§~!:.?JQLE1ll§,~e­riféricos de[S!~telLQLQr~lgti:X:Q,"de_,sJJs~p.r!;;,dºj..,JljDO_~ del)leravincularse es!rechillPente=ª-.sll~~'RlaI!_es~,cl~.<!egrrqllo y a la efec­tividad. económica v' social, ..de .esos....planes.

E~ realidad, está idea de la retransferencia es el desenvolvi­miento de una sugestión formulada en 1954 a la reunión deOuitandinha. En el informe presentado por la secretaría de laCEPAL 11 a requerimiento de la OEA, organism? responsablede esa reunión, se propuso que los países consumidores de pro­ductos primarios establecierar: un impuesto ?e importaci?n porun monto equivalente a la Calda de 10~ecI~~,.1_9.~_~~IIn_~0de este Impue~!~U~J~t.mD$fiIjese 2_1Q~,.R~ís,e,LI2rod~ctor~s..

Los efectos de una medida de esta mdole senan ..similaresªJ9'L~., ...h.Qm~g~,,:Ei§~~=E}:2.ª!;!.c:J:~E.~~,si~~n aaC.lle,r9,<2l',.,P-"~~~,ª~Ie:;El~,~~,:..~sX::~~~.~~,~21o..º-~,.,$JJ.$jlm;t~Ja_Clo!1esR~Eiodlcas, SInO tan-l!51_enDé la: I~ª.sI?~Jé!.JEf.!~L(;!.Li1§i<;P8~~r~si§tenfe~No"podrla negarse la compleJ~dad d~ estas solu~IOnes 1lIenlE~cho de que, al estabilizar los precIOS a mveles relativamenteelevados se estimularía el aumento de la producción con el COn­sizuiente agravamiento del descenso de los precios. El profesorKaldor propone la forma de evitar estas consecuencias en unbreve informe recientemente preparado Y

11 Véase de nuevo La cooperación internacional en la política de desarrollolatinoamericano, op. cit. "".

12 Véase "La estabilización de la relación de precios del intercambio en lospaíses poco desarrolla?os", Boletín Ec~nómico de América Latina, vol. VIII,N" 1, Santiago de Chile, marzo de 196), pp. 1 ss.

5. Posible retransferencia internacional de ingresos

En rigor, ¿qué significa esa intervención? Sencillamente el re­conocimiento de gg,e las fuerzas del mercado no dan una solu­ción equitativa ~ ~ste pEg_ble!lla:.El ~progresb técIiico' hl!2íaavan.~ las ..actlVl~~des l~dustrl<!1es de_e~!ltr<lLsl~i!!Ei2-ala za~a .l? p~IOn ag_ncolad,Pero sucede»g.ue~L~.Q!ps~eelll<Lll-ltl~Jl at~as0410s efect9s SI~_PJ,Qgr.esQ~1~~!lis.2~:g­~;ra!l~fuIlrSe al re,s1?_~d~c.Ql~~i.ri0c!_é:!.g.Lg.....~.QlysjJ¿,!l~~>.R.y.es,qe__car~teL1!lQral J;. poh:tic~_; re!r,ansferir a los productores agra-r~~ e,llll~es~_gue ~eQríaI_lde·adoCIetenerJR):toE[q_~'I,ª:d.ii~~­z,g,~",~el~> o lm1.2e<iIr:_q.~>ªl,,ª~"t.uªI.~§,tl~,llJ~I~'ª.~•.~~,llivelenSIJ~>!,!!gr~~=l~i~~res.os~~llr.banos." -6.,Jin .....,..d~.,Q,llentaS:JQgam~?lda de Ieé!i~tribJ¡clQ.:n.._deLingI;es,,~~U~~te ~ª,usecaIªc:!er.

EnC:ªIª.ª-ª ..a.sj.~cou-est~ps;:!:s,p.e.~,ti~1!),Jé:!corrección del deterioro'. ~~·""''''''''''=Imrr='':';='''''~J''~'~'.'''''''''!.'¡'''''~'''''''~''"'''=~

102 ESTRANGULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

SUS tierras, inc~uso en .países en que la fuerte absorción de manode obra en la mdustna y otras actividades está atrayendo gentedel exterior.

Para defen~er. la relación interna de precios se acude a di­yersos procedIm;entos. En los Estados Unidos, a los preciosmte~nos de sosten que ma~tienen una paridad variable con losprecIOs de los pr~d~ctos mdustriales adquiridos por los agri­cultor~s, y al subsidio de las exportaciones en el mercado in­ternacional, En Europa occidental, al aumento de las restric­cione? a la importación de productos agrícolas, como-medio de~mphar el mercado p~ra.la propia producción y amparar preciosmternos ele:'ados. Asimismo se contempla acudir al subsidio alas exportaciones al mercado mundial en caso de excedentes.. ~¿_~edidas de defensa d~ la re1ació!L~Ü~J:.~¡;_l}a.c!~~JQLJ2!'~­

CIOSagncofas -muy comprensIEles desde el punto de vista delos grandes centros- significan acentllartoda.yía. más los.efectosde11ento crecimiento ciéladema;;rl;~"d~;s~~;t~~i~·~;;;i~lasd~.•l~ tc:rife!ia. Sin em.bargo, tienen la virtud de demost~rcon­crebimente la im ortanci-a-'ue -esos'-~cen="'-~-'-~-="-~-'--a'-='"'--_'. . ~-.--_.~.~.~~ ~J2Qr!;gL_=.=._q__= ". = --"..tIQs..~aJJ..,_"díildQl_g,,~JeI2_or.o~~~os.J~!".e_~Ü.?~_.gr.iIIlill"iº$~Sde señalar~Jllil tiem120 una:p~~lbl~,,,la_.clc;~.§Qh:¡ClO_I!,,d~eLmlsm.o...px_o]Jlc;msL~.I1,,.~LªmhitQi.uteJ­nacional.

Page 61: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

13 Véase el capítulo II siguiente.14 Sería conveniente revisar el régimen de estas pesadas amortizaciones

-como se está haciendo ya en algunos casos- a fin de lograr un inmediatoalivio en los pagos exteriores.

LAS DISPARIDADES DE LA DEl\-fAlo<"'DA 105países latinoamericanos y la necesidad impres.cindible d~!e­carI() _~~3~~rmas .E2.l2Yer.~I1j:~s:~) ~~!_~<:~port~c~onesindus-"triales hacia. el rest()_st~._mgI1ªg? __12~Il9J?_alr.Il~scen:trOS'sindeSCmdar el estímulo a las ~xJ2_ortacione~tradicin:--- -' -'---ro---=--ércados'''''eXísEentes='--~los=-nuevosmer,c_adas bnales Iiacla_.. .S__m.__."_.,._,.,..,,..__.._'~~ . ''',.,'y__,._, '''' =_=_~__ - .__. ,y )la de~(e~ª~~ª1~1~si,Q.ll ••S~-t'¡.-;p.!~~,Ü2,~-.j;l~Ligt~rct.lr.Ilbio. Se exami­nará después otra forma Igualmente convergente: el mercadocomún Iafiñoá:fi:íeñcañcf?g-~'-" ".,.", """ -.-,-.,""'-"~,~~-La' aportacioIi-'éIe"-recursos internacionales no es, .como ,tal,una solución alternativa_ al_EToblema del estrangulamIe?to. Sonrecursos muy vitales, llor ciertoL <l fin de que Ruedan intrada­cirse cambios estructurales en eIcomercioexterior destinadosa la. corr~cciQn fu~¿¡~~~b[ª~~,~st~-pJ:o~lerña. Si!!.,!st~corr~c-

~~~~~~~~~1~~a~~~~~p5l-~fai~Wf;i7~!~~~~~_y enYa son manifiestas las consecuenCIas oe esta contmua acumu­

lación de d~!J.,d~Le.xt~IJ..or,.cQn la ,~!ruct~ente del ínter­cambi~Jentº c~cimient~,_ª~J<l~,~~l?;9,rta~lº-r:es~ aeteri?ro~i~~ por .!LrV¡d'S:_llos servIclOscre;lentes del capital~t~11or otro, van ge_D~.__ttttQ..~~.ro. ".é!_s~va~ la. caE!..a­c:!(fad para importar., en reJacIOn son .las"crec::I~_!l\esnecesidadesde _importación. de artísul2,~,_ÜD,11.I,e-scmdl,ble-s"':"'~}mIlQs.t~,[email protected]~su~~~t[i"es,-cada,vez",.,m.ªs ....di{ic:Il. ,

-rresénÉ~ma...una..pugna cada v~_JJl~en­t~imp.Q!::t<lciol1§¡,--,~g!'ª'y,ª-ªª,',c:Sm-"tE.~SJ~enQ!LJ.2Q!: lac_~ duracióI!_...d~. 1~~...:eE,~~.!,<lE?:º§,1,"",.q!J~.,jmE-9E~-~ortizaciol1esexcesIvarrleílfe pe'sadas.14 y como las !!EJ?,2E!~c~onesno~pueden~~~=,é"?ií"J~~~!f~~~J.Ilo .h~ot~~ s.olución,gue. ~rocu;rarsel1uevosrecursos~i~~c:lQ,ll~le~_J),gllLJ?agar ,los ~_ervICIOS?n_ªn­Cleros, ªllILcuando esas aR.QJtg_¡;:_i~sUO fueran, del..!:odo indis­pensables para- c=ub'rÍÍ.las deficiencias de la Cé!__italización exter­na. ¿Oué es lo que podrá prevenir la repetición e este enomeno$íño- se transforma la estructura del intercambio exterior?

No serán por cierto las exhortaciones de buena conducta fi­nan~_:~~~_t.l __P~,<::!1,ª"son~ ~º_~_~!~_~,l1ficier:,~_para. conse-

104 ESTRA..'l"GULAIIIIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

ComQ __quiera gue fuere, la retransferencia de íngresoaa.Iosp~ses_de __pro_dllcción_-p-rimJ1~una solución E?:~Y_~I_!1ple,P!!~s_lou_ecur~()s int~@ac~on~!~; __qu~asr-sé'~Eªf~~~,<:,I_!___se,ª~ili~ct.lrIt.lI1_._t.l._.acr~feI1tªLlª-:ª~º~_!!;!ªf!8!1,ª~ §~Eif::¡~.a ~~~..._..ª~ ..f_QI_!_!ti.1J"uira .la_correscIOn de la ITISuÍlcI(;!IlcIaªi!!ªIllicª d~L_ds;sarIollo. Des­de luego, las Inversiones en "las- regiones ~urales tendrán quetener alto orden de prelación. Los recursos no se dedicarían acompensar el descenso de los precios internos, salvo si éstosllegasen a, un nive~ crítico que desalentara la producción.

Comprendase bien el alcance de la idea. Los trabajadores ru­rales están en gran parte comprendidos en la mitad de la pobla­ción latinoamericana de ínfimos insresos. ¿Es que el destinar

'. besos recursos intemacionale; al desarrollo económico, más quea los precios, se cumpliría en desmedro de la elevación de sunivel de vida? Desde luego que no. Pero no se conseguiría ha­cerlo obrando directamente sobre los precios, sino sobre los in­gresos de los trabajadores, pues las actividades exportadoras sonsólo una fracción de las actividades primarias y no podrían-salvo e-? casos excep.cionales- tener un nivel de ingresos delos trabajadores superior al prevaleciente en estas actividadespri~arias. Co~o ya .se h~ :ist~, la solución de este problemaesta en corregir la InSUfICIencIa dinámica del desarrollo sinper¡uicio de seguir una política de remuneraciones que r~flejeel I~cremento de productividad en las actividades primarias.Es CIerto que la competencia de otros países que no siguieranu?a política sim!~ar influiría desfavorablemente sobre los pre­CIOSde exportación en la forma que se ha explicado en otrolugar. Surgirían así situ.aciones .críticas que obligarían a emplearparte de los recursos InternacIOnales en sostener un nivel deprecios internos que guarde relación con el aumento lo errado enlos ingresos ~eales de los trabajadores rurales. Insistimo~ en quese trata de Ideas generales, más que de proposiciones concre­tas, que se presentan aquí como términos de discusión de esteimportantísimo problema de la relación de precios.

6. Estrangulamiento exterior y aportaciónde recursos internacionales

Este capítu.lo, que. ahora llega a su fi!!, se ha dedicado ~llli~arla tendenCIa persIstente Cíel estrangulamiento exterior de los

Page 62: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

1. Explicación de las metas

En ese módulo pretérito de inter?ambio. interna.cional que seha comentado en otro lugar los paIses latinoamericanos conver­gían y siguen convergiendo hacia los grandes .ce~.tr.~ ~on.muyescasa comunlcación entre ellos" salvo...en el1Lql]-f].domj:~am-b1Odeargunos. P!9-ª~gi~I""Ef[riI[~Q~:-'~~":Eiª1J21rigliE~i~n,,~~avemdo desarroITa~~~en.comJ2~rtImIen!,2~,,~JªI1~~...,~e.g1!I11ªfg­se consa5i([a=v:·~tfi1~rC"a'd9~':c"Cfffir~][tr11E()!tC;...C,<ml9_QtEQd~JosmedIOScoña.t1centes~'aTa-"c'orr-~~g_Q!Lg~.]ª te.I1ª~V~a. elestrangulam~Eto ~..;~~iigi:v.·12r~1}2g..Y~rlª...eC()Il.QillL~!9aLcLe.JLquclproces_gins!1J§tE!l!!iz.ªºQr. ,. Después de la celeridad con q~e logro concertarse, _la ZonaLatinoamericana de Libre Comercio ha superado ampliamente,durante los dos primeros años, los co~promisos mí~imos. dedesgravación que el Tratado de MontevId~o hace. oblIgat~nos.Pero frente a la inmensa tarea que le es imperativa, el ritmode s~ avance podría volverse exce.sivame~1tepaus~do y receloso.Cabría justificar un ritmo semejante SI estos tiempos fuerancomo aquellos otros en que el cre~imiento impresionant~ delcomercio internacional impulsaba sin zozobras la economm denuestros países; pero no ahora, en momentos en que éstos ~on­frontan muy graves obstáculos para. su desarrol~o, 9?e eXIgenperentoriamente nuevas actitudes, fume determinación y granaudacia constructiva.

Sería un error considerar que los instrumentos 3Y.~...s,o,!!~g~ael Tratado no son. eficaces en slmísin§s~1~;~,,-p~~3aI2Pgrandes deci~io:Ues_polítiCás:Ili.ta::~:qii~.=~S:ª~~B.c,ª,fiª_~~,tI,ª-dúz'éél enh'-o~chos 9.g~_E~§,i~1ª.!LP-º.§ihl.~~~,1i;!,St.Q.Jc;§;".",ª.~",.",~,§,!ª,.!!.Se"m'!:~~u!2..wen",p~futuro cercan.Q",.El sistema ..de negocIacIOn~~l~~~llQ~h-casque¡hof~_;~l.l~~Ldysra~J1Lti[d{S!~,al-I'R~[l2FI1~¿~t1r~~c~nen o e nesg~ .,~~.3.~,_Q".Q"....,S!.....,..Q.":§_~".JJlll.."~". "arreglos preTerenc~~~~~~}'n~acI1an!es.

"~~ . 107

1. LAS METAS CUA..'N'TITATIVAS

11. LOS OBSTÁCULOS AL MERCADO COMÚN, LATINOAMERICANO

106 ESTRANGULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

guirlo. Pu~o haberlo sido en el siglo XIX. Había entonces. uncraronexo rógico entre eL~esarroIIohacía afuera-y los'préstamose_!!l!'~~s exteriores. Éstos. estak?~ ~I'§~~i1a?o~"p~íí1o~~~al­me!!tel .en ..una fo~~a ,}J~ofr~",%~C~É~Si~J!~,B!~,2~:2~~e~P'?rt~~io­}~~~:y las expor~a~IOnescrecientes permitían pagar con rélativaholgura los serVICIOStambién crecientes sin necesidad de au­mentar las aportac.i~n~sinternacionales ~omo ahora sucede porra~ones de desequilibrio exterior y por escasez de capital. Aúnmas, en vanos casos la expansión de aquéllas permitía devolvergradualmente al e~t.erior.el capital recibido, disminuyendo asíla carg~ de los sen'ICIOS.SI sobrevenían dificultades para hacerlo,se debIan. a esa mala conducta financiera, generalmente malaconducta intema, y también externa en ciertos casos, pues hubode todo en aquellos tiempos.Dentro de esa lógica del desarrollo hacia afuera no cabían

recursos de .~avor.Los préstamos e inversiones extranjeros erancIara ~~presIOnde mteres recíproco. No existía tampoco la con­not~;I?n de ayuda, que desde luego se acentúa en esas crisisperiódicas del de~arrollo. Las operaciones de préstamo adquierenasí, con frecuencia, aspectos políticamente vulnerables tanto enel ámbito de los que otorgan cuanto en el de los que reciben.~ el fond?,. el problema no reside en que no plledan pa­

~arse los Sen!~CIOS-que P?drían crecer sin representar cargamtolerabI~- ,smo en las ~ifu;.Ylta<i~LgetraI1sf~reI1ciLCW~

~iE~!~~~~~t~~~~r~rc,a-mpOllabna-efifonces·para.·]arrl.lCmlcaa6~~d~-I;;~u~~;s é;n-'s~jos y tamoIén F'ara esc~~! a ~E.Eill_Ié1~y-am_oQl~LQJJ~s'~-cmeta­r~_que . suelen plantear un falso dilema. entre estabilidad yde~arrono,_pue~.~~st~_..!~~E.s.eIaªoIgl.g:~exteno;C_~JljlU JJI1~modulo muy dIferente del actual, también ad3Eirirían nuestrosp~}ses,_lIbres.de situacIOne.s<;,~!tic~J.~IajEtitua.e§f:!nciaTClfop­c!,2n. YSOlo. se E~_l<!Lª1!~L!l¡Üi~.~ll::~yi,I!li:rüiiiºsc~~.cto§,. una :rez sa.lvªi!g¡J2,~~,"2!?~tª_~l!10s~c;~.LYJ;;tJJ¡ale'4uemla

~L:J;~fE_r~1~:II§~~;~~;~!Jef~~~IE~~~~;~~t7~i:r~~ai~~~~~~~2!1?~ . . .~"',,.~~---,>..~.." ,..... ,"~'''''"''-~,-,_.,'".-''''-''',,..~..

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n

LOS OBSTÁCULOS AL MERCADO COMÚN 109mencionado terminen todas las otras restricciones de índo~ro-teccionista. . --"'''--------~------=-------_ ...

El establecimiento de estas metas debiera ir unido a la obli­gación de reducir todos los derechos a un máximo de 30 porciento en el caso de las industrias existentes de crecimiento vege­tativo, así como en las actividades agrícolas, y de 10 por cientoen las industrias dinámicas, distinción que obedece a razonesque se expondrán más adelante.No convendría c~ñiIse sQIQ_.lLJ'Ll!l!';l9-_fi!lªI~"c§Ü].g.-ªcoLcJaJ:un

procedimiento. . al,-coll.-lll.etasJutermedias. Así, al llegar aa mitad del plazo, el promedio de aranceles no debiera excederde 30 por ciento; y el máximo no debiera pasar de 60 por cientoen las industrias vegetativas y la agricultura, y de 20 por ciento enlas industrias dinámicas; esto es, el doble que en la meta fi­nal. Las demás restricciones tendrían asimismo que haberse re­ducido a la mitad al mediar el plazo de 12 años y, antes de cum­plirse éste y a la luz de la experiencia adquirida, habría que llegara un nuevo acuerdo para proseguir esta política en una segundaetapa que sería prematuro encarar desde ahora.

S~~e_ndable .aQord_ClL.Jl...IL..p..m.cedírnimtQes­p~cial. para los alanceles".JlUL}'-~kyad.Il~z-Bot~~mp,lQ,-ª-'Lue!1o~s~eriores al Jri];lle del IDª~m-.~J2!!!Ei!i.9?_E?ra~Lgru¡¡,o._éL",quepert~necieraApJ:_~sbl~lQ),"Y? .~ru1_jE,Ql1.~triaL.siin~~ic~o v~e­tªtivas. Entre el nivel actual del arancel y el tñíJTe ere aquelmáximo a alcanzar en dos etapas, la reducción se haría en formaproporcional y en el curso de muy pocos años. Después dehaber bajado al triple, la reducción seguiría adelante por elprocedimiento ya explicado. La importancia de esta reducciónmás rápida del margen excedente de los derechos muy elevadosreside en que las reducciones que en la práctica pueden originarcompetencia en los mercados, y acicatear el progreso de lasactividades productoras, son las que corresponden al tramo másbajo del derecho elevado; no más arriba, por ejemplo, de un 90por ciento en el caso de los productos de las industrias vegetati­vas. Si, en casos como éste, no se adoptara algún procedimientoespecial, podría ocurrir que la reducción de esos derechos muyelevados fuera completamente inoperante desde el punto devista de la competencia y del intercambio durante la casi tota­lidad del periodo de transición. Los efectos prácticos sólo so-

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2. El juego de la competencia y sus limitacionesUna vez reconocida la necesidad de reanimar la competencia,¿cómo hacerlo? Hay tres casos principales de c~:m~iderar:a) laazricultura: b) las industrias existentes de crecimiento vegeta-b' -tivo, Y c) las industrias dinámicas. ., ..\\ En la agricultura, los ..p~oduct()~~9~~~~~EortaS:lQ"!!'tr_~nal

/~~1~~~~~el~!b~iá~!~~f~~~~~~~.Í[,,~~i~i~fr~'2ta~~~;n;basta un compromi.so de esta !Hdole y de'ar weJod~ se.aITe.~le~iQ-l~riu.ylg1~RtQm~~c!~"~~:,1t;;~clonfacional de la"pro~ssiºg sl~Itt.l.<¡"d~Jg.....ZQ,nª-:""glJ.~.,,,l1~L.§P=2:.t~p,,g'inen cuenfa ri(1"eñ~andapr~~~!!!~,¡_"~,~~,~.,:::!,S()~~s~~~.~e1?J~,,,SJi!~c;ml!entode la deñlá-rujatüfilla;·~q~~.o§Jig~E~ª."..t&f,!.li~ª,t-tiw<1sde. ,muydesIgUaTproducflvíaªd~'Esos-programas exigirán en al~unos~ca­sos medIdas especiales de regulaC!2~'tOTsí poGIf1a=compe­t~~cia dese~i¿_iID:~~S~lI~i.E~r~~~§~.i?n~~;.,.E~~~2:.:Y_2leevitar a toda cost~.51~é!.g~~.ª~~~,!~EEª"lm2"sLlJ,ftIyaSII1_'!:!!!h~arl..aun­que"se.utilice en f2r!:l1a_ªi~,!i~Ü;!~,~".!~..~:::~E!l2E~~J::azosdesocupadQs gu_en<;LI2.4G.dan.an or.ber:seen l~ mIsma agncuTmrao fuera de elliL. La eliminación, lisa,y IlaI1..LCl~__~Q~.aranceles o­dría ~stas con~es~~~§ias~ae~~l~~~~s;·.·t?!!!9=~11~lQ!i=12¡Q.dJ1C­~OñaIes como ~~QliQ~:::E!:~~.~s"f2i:igiáR~~JJarios.

CV ~o-an'aIogo-se plantea en las industrias existentes, que.c l:!illLentrad.G-err--g-r-a.It-páft.e-e.ll._un.aetapa de crecimiento vegeta­

tivo, en que lª-deDlandu_Ólº-ª"J1l1~!)ta~".E!!g1.~t~na,,!E.~ntecon elcrecimiento d~,.1~qlº.:Rlª.~ióu:.~,,~Jcierto que la redistribución delingreso d§lría nota?kj~¡;ml§~~!}s ~~nd.::~;Jas,."f~i1itan~adaptacióILªJª"~~~g~I!~!ª,,§,,º~lru~I:,QiiLd.9~~,QI!11IJ].:-PNéLCíaf1lCml2Q..a las indJlstiiás__a_esa."adap.tJ...ciQ.n~es indispensable un procedi,;wiento~gra_<iualy cuidadosQ.._qer.~.ª,,1lf~i9n~_~inL~ió!1de aran:celes. Si el ritmo fuera demasiado rápido v se pretendiera la-~__,._"_.=--~,-..,,,~.,,,,',.,:,,,,,,,,,,,,,,,,,,,'-,,,,:,',",:~,_ ..,,········,·_··""=-=-"""=~·,.,"""",,,¡'''''''II;'"i~IJII'''I'''''','";,':,~,';"""''',',':<._.__;,',·::.,',-_,_-~__'"'''"''''"''.H,!.",,;._:_;,,:,'''-''''.'''''"'''-'''-~_~';_'''''=''~'''=:'''''''~

LOS OBSTAcULOS AL MERCADO COMÚN 111pólicas que debilitan el incentivo a producir con satisfactoriaproductividad.Aun sin la Zona Latinoamericana de Libre Comercio hubiera

sido aconsejable ir reduciendo la protección hasta volverla razo­nable, si la tendencia crónica al desequilibrio del balance depagos no se hubiera interpuesto con frecuencia.

110 ESTRA.\'<GULAMIENTOEXTERIOR DEL DESARROLLO

brevendrían en el curso de los 2 o 3 últimos años lo cual ade­~ás d.e retar~~r .la marcha hacia la integración, irí~ acumulandoSItu~cIOnesdifíciles, que podrían originar grandes resistencias.No es necesano entrar en pormenores técnicos para tomar

una decisión polí~ica.Desde luego que habría que introducir unanomenclatura uniforme, pero esta y otras son cuestiones sobrel~s cuales los t~cnicos tendrán que formular sus recomenda­cIOne~a los gobiemos. Lo esencial es que !:!E3_ª-ec~i.~E_E.0lítica

~~rFt~~;~;~~~~~me~~IioI~~~~'{e~eti "~~····~6"l~~o~j~~a%"~"~~!sig!-(IeJlbéra~cTc;~i~íQgraI~g~~i:§lgDlr~~,2S':'"' "".,y~,,-~~,Dentro de los promedios se darían diferentes situaciones:

mientras en una serie de productos podrían eliminarse comple­tamente los aranceles en el plazo convenido, cabria manteneren otros una protección razonable. También sería admisible am­pliar los ~J2.?ra ªSl!1\'!llQ.LP"ª,i~e~,.!i1l~=JIªteJ1]rirIñIiiOrdes-::~~~Mfd~:át~~&~ªf;~uJlildªmel1t~_§§<,!I_L<;gn-No ha de ocultarse que esas metas pueden no ser muy hala­

güei1aspara quienes desean ir derechamente al rnerc;él~oc()rnúnmediante la. eliminaci<iE.J2,t~L!~gq~~",l},S~1~§,ni 'qiie:"'é~~rot;'aextremo, deje? de parecer demasiado atrevidas para los que lla­man pruden?la .a la tremenda imprudencia de andar con pasotorpe y dubitativo frente al serio desafío histórico de estas yotras transformaciones ..estructurales.

Quienes pretenden ir derechamente al mercado común conla liberación ,to~al de aranceles esperan que el libre juego de lasf~e.rzaseconormcas resuelva todos los problemas, sin acción pla­mfIc~do~aalgu~a. ~sa acción no es incompatible con la compe­tencia. Esta es indispensable a la eficacia del sistema económicoen que. vivi~os. A{:m<l!:!~y~rezca:ea~~éll_~qll~ ..j!li~JYJ!niren.~uego llil.R_crear condiciones adecuadas al funciona­mi~Ilto de~la_sim).w~.t~l1gª.Inter{rención i;;E.erS2~élld~l E~tado

~b~~~}:~~~t7)~~o~~~6\~~eE·r~2''l~~i~.,~9.,.E~r!~i§ª.:,:p~]!in~.."",,,,~,..,,-~,,~=,_ ..,,~,,.,,~.,,.~•....,.,.,,.,,.,,,,",,,""""'''''''§' ""'" VI uos en",!§!,,,,,}.•,..I.,,..,,,,j!,,,,,,,,~f9_,. ·"":",I¡¡"¡::"$J"";,1,'~:·:,~I,'~I!'~<·······> . . . . .norruca.

La-protección aduanera e~ exager~da y, al limitar o impedirpor completo la competencia extenor, ha conducido con fre­cuencia a prácticas restrictivas internas o combinaciones mono-

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3. Los acuerdos de complementación industrial

Estas indu§,trias,.diIlª_I1].j_C;-ªL~ºn_Jas,qu~,Qfr~G(,:ltITI?S..1Wi!2QLda"de~_de acuerdos .el,ecOillpleI!1YAtación.Abor~~!~I!l()..L,ª,hQIa..estes~ggiªg~p_~ntQ....fI.!J.~,_J;Qillº..~l.,pr(;.ce,dente,.requiere~decisión.p.o..,;,lj!ké! su~rior. Al contrarig.'l1t~_~,I1.laLcl~ ..Sf.~.Skill~nt9,y!g~,ta­tivo, en .e~t_élsciI1cl,PS!EigsDQ,~y tratél .t::mto....Q(;. ~(;gºYgc19,Il_d"el.§?lfáfexÍstent'e c~ino.i!.~,inyer,§ion~~Jt~l.el!~ nu~~as,.E§n­tas industriales,. o.del fuer~~.ag!B~I1t()qyJa. cªpg~Ic;1Clª.~ªi§Fj.llÍb!~añil de' fiacer§~t~"'~~~~iji' ~e~gI1si,;:l.qll(; ..q:eCY~,fº!1,,~_~!eI!9jtd.~roble~á'}ésid~,)lsillLctii~'l1Ú~, 1ª§,jnY~l~i.9~D~§..~~s:~~c:g,ciLd]ñinsd~,t~~~Y~I1..~l!tr.y.....l()2.E;:!j~Y~,,~~?S~.(l.cl(),~~nJºI'mª,Jat.que ...caclª,JJnoderive ventajas <~~21e~t~del1t¡;o.~.del~m.ercado~c.o..m..@~~eae.!lJa.,~,.il1IcslTI(ls_}ilcl!:!,ª!~~~~~(),l!\'~.!ÜYIl,t~.D1.~!lty...,!.!1t~g!:ª-clg$_iU~nili­ferentes"activida,g~§~~Iº,.e§.tQ-9.ºllfi~IQY.ª.J?-.gBU<;:l,\t,!9n",,<i~L1?tin­CiEkL,9~~r~SÜ~I().<;;iªafL,q,u(;~=~~..f.9lTIeQt(l~JQ~gl}e<.~~()rainte~aSJlbrlUar (~L9Q~.,QQ,.<;:ªb~:¡;ia....es.pe¡;ardetcslmple,~ju,ego::::a:e:lªilier­z~s__e.fQ.!1,<iIl1if~ª§~_ll,Qª~~cli.~j:rih1Jció,n~e.quitati.va-dL,~entajas...~fu..b_rá~~QnseglJjI1Q meclignte.,pIQgramas..de,..complemeníación.Jn­dy.sJIiéll,.en._detel1TIjn~d,élsjndustrias,.de_,este_secto.Ic~~i)JJ~oJ:¡;asf"~ctivÍ<,lades.

~ la lana, desde los cueros hasta el mineral de hierro. Si elimina­~Seillos grav:imenes de importacÍ?? para estasmafefias primas, báSIcas,.y elai5o.r~s~í:l<i"f~~~f,a~§?íll~~"p~ia-~fe'rcer~1_S~-:po-1diían=alcanzar-'un~ i!iiEori~~t( ~l!~tlil!ª.9n dej.ri!p_citf~Ú~i~~de1 fueái-ae~la"Zona~" .,.,.... '. .' ..,..'E~'_muii)rObi'ble"_q!le,JIQaINlít.iG?º~S!.st~Jipp determinaseen algunos' casos.el.c~s.~de la p~oducci?n lnarginaL Sería enton­cenl'e"c~sari015iJs~afil1~~i?~par~ compeiisar~aolJferos y emEle­sariós-.delQS~_:perfüicios.•resiiltaiites. Ésta podría, ~~1::1illi,ª~,[ásfunciones del Fondo que se preconiza Il1?S a,delaI1t(;.., Las materias primas básicas tienen generalmente un valor uní­tarIomti\fbat(Í;~y'la "incideIlci~del()s.·.fletes es"detal',fIlag!iitlJª'qlle~(Jnstituyen por sí s~l~s E~otección a la producción de 're­giones tan alejii'dás,éDlr~,§Lc()rno las de ,Arnéri,gaLatíI1ª:' Porello, ,~Ll?Qsihle__que Jo.S ajmtes ª realiza.~en esos sectores mar­ginales fueran menos importantes que los que se reqúieran en elresto de la industria.

113LOS OBST.\CULOS AL MERCADO cm.IÚNESTRk'<GULA.."\HENTOEXTERIOR DEL DESARROLLO

~~otal de la protección en esta p_iimera~t.?.E~podría~es~~rse una carrera. de {!uevas inversiones PJ!g,J~illplaz¡g elC,al?Ita[existente a fin ~_jiumentaLJa~produGtividad a: expensasd_ela_QcupaciÓD_demano de obra.,En realidad, ésta es la razón _J2rincipal9.!!§_.Dª,llevadq,-2-la

_foflIlula del l2_romeqjo,según la cual mientras unos aranceless~ reducen a cero, otros pueden cumplir con moderación susfmes protectores. Sin embargo, todo es una cuestión de medida,y esta flexibilidad no debiera servir para mantener en ningúncaso, después de un periodo de 12 años aranceles superiores alya referido máximo de 30 por ciento en 'estas industrias existen­tes de crecimiento vegetativo, así como en la producción pri­mana.

_¿) Muy d~ferente es en general. el ca~o_~dllstria,Ldmª-mi-cas q~\"!,,_i:leI:teJJ~.pDLd.elant~~grandesPQsibilidades..de.desarrollo,es~~ente las nuevas industrias Q~Q[ª_.fJ,!,l~~stallk~I~JJ0s pr~xImo.SJfuls_;par_:L~-ºntiu!J,ªIJfL"J;2.Qlitica..,...sustitu.tivkt.J;ll!~m­po.rtªglº!1~s,.__pero.~esta~~v:ez.il~Qb:<LodeL,ámbitoilllllti,Dªºü;mal"gel~ Corno es sabido, se trata de las industrias de bienes~~_s_a.E~~Cde.b~~=.@r~2ro~,qe .'consuil1O,YS~,P!QQ!1ctJ2§~in­terme<;l~ Cabría allí la elimlIlacioñ~1Of~r<r~ar~I1ceIeser:t.mu-c~os, ñUer:t_f!~~~,jtros-'~erEL!i~ce~altó ~~~11é[Íos,~~~s~~h~:e~ui:rii~~~~~:.,~~Lm~~iIDQ,""ª,~IQ~E2E,,Si~~:tE4) También sería recomendable la supresión !?tals:1eaplIlgeles~n ú~ tie~p_o~~co~t~_.,~~i.:Ia~qm;:q~x:p_eaQdo-=pi~a:'I;~­mat~nas pnmas ba~Kª~s.=JaDtoc~~l~_~rig~mi1J,G:rn....como,,ªgI.Q];l,e­~~ve~do ademál]~~",E!QSLl},S,.t9'§~1l~tf,Q.Q,Y!mi,ºQ,S,.EsteRaso es ~n I~Eo..;:.tancia!rporque las difer<:ncia~"sle.preciosentre ..lª~~pr~,dIJ.G@18f14'Ilth;¡st¡:ia1",de-dil'~r,~Q§_Eg~~,s"Jieri~ari:"enmuchas .0casl~d.~os...d.is1mtQ~pI..e.ci0s¿q.!J~Jª~?m!.?=12rll.nae.~accesIble~Hay paI~es que suelen proteger la producción mar­gmal de estas materias y, a consecuencia de ello la industriadebe trabajar a altos costos, a pesar de que su eficiencia relativase~ superior a la de países de la Zona que cuentan con materiaspnmas baratas, o que las importan con muy bajos gravámenes.¡ . I;QLpID§esde l~ l}sociél:<:iónLatinoamericana de Libre Comer­

, CIO~1?racticalJ1ente __tQ"das"J.a...s~ nmas básicas,I desde los combustibles hast!Jos metales, desde el alero On1:tasta

, -. ., .. ~~~,- ..,._ ..,-_._,.,,"

112

Page 66: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

2 Bastará COI! mencionar que, además de la Argentina y el Brasil, países queen la actualidad disponen de fabricación propiamente dicha, hay cuatro paísesmás -Colombia Chile México v Venezuela- que mantienen plantas en­sambladoras de vehículos y se encuentran en vías de lanzarse a la fabricación.El mercado total latinoamericano para coches de pasajeros -estimado en pocomás de 300 000 unidades anuales- deberá dividirse por un número cercanoa los 40 fabricantes actuales y potenciales, mientras que cada uno ~e losprincipales fabricantes europeos entrega al mercado de 250 a 500000 unidadesanuales.

LOS OBSÚ.CULOS AL MERCADOCOMÚN 115ses han impuesto a ciertos bienes importados por razones debalance de pagos -y que se añaden a la exagerada protecciónya existente- han llevado a la iniciativa privada a seguir el caucemás fácil del mercado nacional, produciendo a costos elevadí­simos pero también con ganancias sustanciales.Lo que está pasando en la industria automotriz es alecciona­

dor. No sólo hay varios países que tratan de hacer lo mismo,sino una' proliferación inaudita de plantas antieconómicas enun mismo país." 11s de temer que cualguier ~toen esta industria como en otras de .c.QIDp~em.entació.n}-por-equi­tativo que fuere, troEiece co~tencias tal vez insalvables, sino se toma la firme resolución .ele_eliminar las restricciones.....yredUCIr'~acTUafll1enteJQ~ª'§ialQs.~nt~Jos~11ªis~.s_as,Q.ciado..s..has­ta llegaL~_ªá!!,cc;l~s..moderaª9j~gI!.~Jlº~.s.QbI~.]:las.en..aq.uel..máxi­~<k.JiLp.Q_Lc[en:to.::a:-q:üe=an:tes..se ...hizQ.J.:~.f~L~llº'i¡:!;En esta for­Íila los expertos a quienes se confíe el estudio de un determinado~ discl!.tirá!!.wrui~()_I!~iel!~j2c1!O~.Jll~!J1..§ntaciónde ta~sJ.ri.L~áL.d~lJ.i~Iª"QJliU.~~duciL~l5L~n,s~cómo 11evara la prá_ctica1~i9P~ d~J~l,.J~obj§mLa inaustda siderúrgica no plantea el mismo caso, pero es

evidente que se está desarro11andoen cada país con sentido deautarquía, y en forma de fabricar toda la gama de ,product?s acualquier costo. Más aún, suele darse aquí una teSISperegrina:integrémonos primero dentro de nuestro país y abordaremosdespués la integración multinacional. Será tarde, desgraciada­mente. Existe hoy en América Latina una capacidad de pro­ducción de 5.5 millones de toneladas de lingotes de acero yhacia 1970 esta cifra se habrá elevado a 18 millones según losplanes existentes. Con todo, tendrá que cubrirse a base deimportaciones el 20 por ciento del consumo total. Se necesitaráun equivalente de 3 000 millones de dólares para llevar a la

1 No se extienden estas consideracionesa Centroamérica, región en que estámuy avanzada la formación del mercado común en condiciones particulares dedesarrollo industrial.

~ ,....,,1'-~, jV> Mdf ESTR.~~GULA!lUENTOEXTERIOR DEL DESARROLLO\~~ f>.\"",N

r' AJ/'\~[-y.r Se conciben varias formas de]QgraLe5Ldistribución dejillll!s-~fo"" r tri~~. ~~ile ~!l?2_~~.!t'L.QiQJgªI,...p-r:ef~[~Jtf!'!:,.~!!.J,!!~_~"onª-ª~_

e~9rtaclÜnes del país ~,..~E!~Lb!:!pi~r~C:Qrrespondido.taL.'o_..c.ual'!:c:tjv!ªaCl·'iÍ1~s_l:fi_a:Lª~g~J2..,g.<:!J ..PE()gr~rg,!:~Sil1,..~~!~!!5:1~E.!'!:? lº"sotros paí,s~¡¡a§qciados.r~ro.e~t()p()dría aparejar todq un mos?i~.9de tratamient()sJ'I~f~r~ns:jgI~~.y.Collelllc:ir,?5:!~!!!~?~".,§!PºsÜ~.ig}leSmonopólicas .eg_cl~rrte~c;1m~cl.~Lprpgr~§ºJ~gnic:g~y".,ª~lc:Ql!~umi­º_Qr: ~-ll1ismo ocurriría si en 10s~2!E2~.pªi~~§"o.ª§"Q,C:.Ütgº~"~~,,,J2ro­~1iºj_~s~'d~Lestªble_cimientQ:aeJndl1s1Lia.L~1!J,~,.,DQ.,,_k~=.~!1~ie.2,encorresponedido~u_d.R!.9gr.?lILa..E:~.ciertºS111~..~§j:.~."Pliyil~gi~po­dría ser. el<=:., duraciónlimitada, ...pero .se.correría ...el.riesgo .de.quela~!Eª~E!tiaj.g§Lalllpa¡-~das Se.acostumbren .ª.~n2_L.se~~cil~si 'es que no imposible- a~?gª()I::l,!:r~l !r",!ªJ!l:i~!:itt:>PE~!e~c:.,n-cial e i!:i§!g1lrgIJa".competencia.delltro de .la 2:<?l1a.1 .

-¿Significa esto que las actividades establecidas en un país con­forme a un programa de complementación quedarían expuestasdesde el comienzo a la superposición y competencia de plantassimilares, ya sea en ese mismo país o en otros países asociados?Si así fuera, podría no haber incentivo suficiente en algunoscasos para participar en un programa que a poco andar pudieradesquiciarse. La solución está en otorgar inceI)qvos de carácterfiscal y de as~nica .~)::.ji!!ª-l!~iª,"llli~llj;g.",gJ,ªIgQ_12lazoalas=§a~s!tla~ ..a~l E~~"?"WJ!",jn~~nti}¿Q~"..g_1l..~_,..llº.,,~p-ºi!r!¡ll:.L.~~í~~-q~e aurante c~Jto~!!!P.9 "(LQtE~"~"El§!EJ;g~.,,,.,,~,!m,il~§=~gll~..SLll~-sjc;r?cn.~~!ªQJe.~~se=)i.é6s.~,ª","{;;n.~1..PlÍsmJ:{..Pi!f~.Q..~},l_9tr:~S.•.pªJ§.~~",dela Zona. Habría así una ventaja inicial para_i!onellas."iud!ls.tr:ias,""''''~''~--~ ,.." , , , ,," ~P~E2.~~~~dríanilll"~~$,~teI=~{iiii2I~.:..;:!l~da§=-ª~Jg,='ºmp.eieAd~....po­t<:_ll-ºLal.ele..esas.ot_ras_J?Iªlltª~t~jr..J:llQ=k§..im.R.~l~liª_S-aptQ.:\éecharaC@~ll,!:s.vent~j,ª§_iEL~i,~!~~sQ.lJ~ s.!L129.§ic;jQIljécnica.~Yfinancieri=ULQ9_llfir)L~9,sto.s..razoll?b1~s.

El Tratado de Montevideo prevé esos arreglos de cornple­mentación, pero todavía no se ha organizado este régimen deincentivos. Sin embargo, no habría que atribuir únicamente aesto el que hasta ahora sólo se haya realizado un arreglo, cuandose percibían tantas perspectivas promísoras. Cabría pensar quelas restricciones exhorbitantes que buena parte de nuestros paí-

Page 67: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

LOS OBSTAcULOS AL MERCADOCOMÚN 117reducción de restricciones y aranceles.p~~ ...~.~!i!illliªL1as ex­portacIOnes.a los PIfíSerQé_fi~l!~:ri.º.s.~pjlai:ICLseun~eficaz.sduéraa"'"coiI!Pii!i.dQ··a.e=_~üri-iáwn<ll>leJllargen._de._prefeLeuci<Lp.atª.Jo~sp~ª-~t~~ c:l_e_J.<l_ ~ºlJa. Aquí hay en el ,!:ratado un serio vacíoque llenar. De nada serviría la reducción de aranceles si suaplicación al resto del mundo elimina la preferencia o la reducea una proporción inoperante. Habría, pues, que_~~E~ma~­~~~.re~ia deJl1E2J1eJiZ2.D-ª=Raralos Erod.,!!c;tasque fueran objetode rebajas c:l.e_llrang~l~.Ngl}_~,,!."~~~h,~~S}qlle' ~stª-ºl~_~~i],lr!i})iéil·•.!nái:gefl:.es...!llªeimºS,....p.ero...estojieue~queC2I!.?idel<:!!§~.<:;QI1.j!1lJtªlIle.Ilte.con la tarifa común.frente.al.restodel mundo.

.3' -En tercer lugar, el pgiuksfaY.O.re.cidopodría atenuar el ritmoC-)d~~l>a.ii1...d.~.~~,.L~ ..~limi!lªJ~ipn..g_~..~IJ.§.rs.§lJ~ac9I~~gir..el, .c:1e§eQIJ!Ji.1J.riQ..c:l.~.ye_gtªj~~,we_l}...e_l.s'?'IIQ-~15t~~~B?haber .sur1i_dQ.,J~f~¡;;tº.Jas..•otras ..medidas, ...p.erº,....e....Q.....lJ9._.e_.l~ra.,..~X1-mirle de tomar sus .pIonias medidas correctiv~s_EstQ con,<j~rne._~____",_~_~...~=--.,;._.._._,=-",_.•,-_,-,'",,,,.=r~,..'"/,"I""""~,,~~,_,,~.~;,....,j"_,w<,=,..~"""':,,_•...•',."""'''''..8" ••,.•~''''''''''ó·,'·,-...~---- I

e~ec.21mente a la . luaci tras-~~t ~SiOHflI:Úm~~º~.Jg,,-,Z;;ºJ),ª,,~.g,~bi~~~\i~~p.5JIa~~1~_J;'_~~des-0aciones mou"etarias.\ ~U-n;~~~~;d~fGil~I~Il...c:l.e_l..pIins~pi?...~.~r~sip~9.S!Sl~lLcoJltrijJJ!irál a_disiRar.1as.ª~r~nsiQ~es:i~i$.ªEor~~ii2Lt~1~~~a~rca

1~~¿1~tr~7~iEi~t~:~~~~E~~~~l~~~~éia.á1)§ºbÚ~t..ª.~...ielJt~lͪ? c;gm~.Es.igle_s.I{fiQX~,p~~~.",qcu~J~J.l.s~all?:~recurrl·¿:t:l~do~,ª,._Qj;Ia~s....a.cj:iYidades.-Ahº,lª,~~SEJ.~~Lest?~!uvi~~ee~g!§.e el!..!od~_.s~~<?,.101.~e ..c0Il1J21e!!?~nll'!;:l.Qu...p.Q­(Irían tornarse laÍ'áos~!es, S.lli!l19P~J2!eClSamente~~co~.uir· toqgJ2.S2fl:tréuiQ.D~,2-hL1!...§igpififg~i.º~q~=esk.pril1:cipi9~:~Cl1!C§§g_lJ,ri,º.ªg,ª,C;,ªªª".lJnººs~Jº§,p,g.J~,~?,,~1.~,º.c;.!gdQ.S_g~~Slesos acu~!-:do.?_LY lCl,~I~'bajasy ~limt!!g_c;iºlle~~<i~Qm~~= .n0~,traen ventajas.<:!CU!!"\_'~l~nt~~?c:l,~lJe~rse ~.§"Jn.~.didªS=P.~Lé!"coiiseguirrai~omo,_obligaGiQn....ineludiºJe,...,.,cle",Jº.d,Q§~y=~S.p=~<GJ,al­mente de aque11Qs...<:;QlJexc~sQ.,P~!S!~t~Ilt~g~,~~BQ!t~tg2I!~__Desde"otro"punto de vis!~ pareceri~(:mv~!1ie1!.t~_~~a prác­

tica del principio de r~c~E~_t:9g5[~~...Y!!!fu1af~,ta;:r:bíén a,_una!E,e·~bs-rrre-dYé!as 9.1$ a~e_gu,rena un P2:1S~va1enclade_v_e~tgj~ipod&~~ElOrar. tIe~o_ ~~kg!ar,.ll!L~T6f '6

4. El principio de reciprocidad

En fin d~ ~uentas ~Qj'u~ܺacia.Q.t;! .•~s.tQ,s0~fllI~glQ~"g9~g1~.d.e

~~~~ib~~;~:Cfu:~~?Jil~t~t1thi~~~ñ~~~::~t~~~~~!r;~cQgsªgmd.Q..eIL.eLILaJªilQ-_d~..Mº.llt.e.v:ideo,..~tiene..•que_.s"eJ:..llluy'.~1i~fana,; :Njp'~ís asociado. Rod)jª,_pJ:S;t~.llgeJ,:<=ºe¡:i'\@cge..laZ2~~.más venta'as ue las~.!1g<:!..gJQrgª: :peE9~1Tr~tado no ha

~~~~~t~~~1IiBil~ci~~~kt~:ª~:~¿Ii~li~:~i~~X~l~r~Tht9,li~g}r~~'Eiresfé"señ1:ldohabría que prever, en primer. lugar, las me­didas téC::ll.k&yfiI!@Qierasde ~omoción de actividadeseIlTospaíses desfavorecidos; esto ti~Il~_<;l],!e..ser,...nna oj¿liga.QjólJ~.~.2~c.tiva de ~b.Lo.s...de~la..hsg_9iª.ºiºJJ,. enJa.JQ!m-ª uue se ex-pli9u:Dás adelante. ." '.' -.;:¡,,;;._~•..- '1') ~n segundo ~ugar, 10s.paises._qlJ.5:_eX22~ers!s!entemente

~~~~e1~erl~i~~(t:f't~:t~a~~~?t~t~~:~c~~~~~Q;f~~m6e~~.""',',.",..,..,.." .... ',,,,,,,,,,,,,... "','~""."'~""":"__"",,,,'"

116 ESTRfu'{CULA.,.\IIENTOEXTERIOR DEL DESARROLLO

práctica estos planes. ¿Se invertirá esa cantidad considerable derecursos escasos siguiendo la misma estructura existente en cadapaís, o se buscarán ciertas formas de especialización?El .campo para. ~s!os~~ºs .g~~....f,~I!!Pl~e~§ció.g,._eLrl}.gy

'~~!9!.s!n exéItJk.J2~t<L,glg~Eas iI2ª]~!!i,.~~_i!~,f~cjI!1i~!1j;ov~~tati~q. Pe~QdOlJ?e=hab~áqJl~C.0A!Cl!l).tJ;ar~lª'"',:~t~l}.c;iQ!l,,~~~,,~!2ll!l~."s.,~r!e..g~~lQ(hl_slnª~.dina.micas,_,p.Q_rJIJJ.ben.~ella,s.",Jt9....e~sten12L~i?~ljIlcQuyenieIlt~q~e.n1.§}s._;:~g~t"ltiYjl?.p<;l,r'!l!!le-.Jrill)-G~.E2I~Il~~.lkJib§¡::ªcjQ-l!..~Xª,,!1celi1ria.. .. " - .. . .

S~s.._prohabl.e_ql!~,s!!riªxl~"ªlg1Jnªs ...Jiificultades:·cPa.ra

~~e'¿~!~~;~TP~~62n~~ftd~~~;*és~"il~~~J~sir~'iá~~al merca~o común, d~tro de una misma ram~Ü}.iy¡tr@l",.i::J..ªasla~cuIlaridad~j_.g~_r~f!1I?,º,Lo~Q:e",esJ:t.!J.ct!J:J;ª",i!1.dlJs.t.daLd.~.".t'Üesr.aíses.A fin de obviares~~~l?,1,tª,SJ!IQ?Eºªriª,,~~rGQlJyeIliente,..quel?s. ac~erdosae ._com~~t~_~ió.~ ..,.,~!!..,j~~~J?~E~~eE:y".g~~2.~lª-sensnn ~neameE.k Eara unª._g~.ll!ll~=}¡_"ianad.a_de ..actizidadesinº!:!~!ti~~, de modo ~u~a~,c.ada,.pAÍs....le.i1!~Ig,mªsJá<jl9bl~nerla indispensable reciprogdª.d.~n •.eL~desa.r.rºllode IllJeYas...indus-6§~ápaces' de cqmJ;1~~]1__~Lm~rcª,ªQ.~~gIllún.

Page 68: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

LOS OBSTAcULOS AL :MERCADOCOMÚN 119los acuerdos de complementació:(l_y_~.ILg_ell.e_raldentro de laZona:-sí <:sl~.E~ligEº_J}ºse QünjumSe,119s.epºªIiªc!}:~m~lQ,se~!a ...g!_~¿:!!:lE~,g_PQl:.Jas,_..grandesresistencias.qlle..hahri<Ld,esuscitar. La solución fundamentat_e§._tL~l1__E_po~ªLh!_iuiciaiiv.alatinoamericª1l5L,P-ªIª_qJJe~,ª,dqlJiemS_lJ mª'''ÜmQ,._irnpJIlso~eu.,.JaformaciQ!Ui~LJ?1eEc:él,Qºqll_1}.!Í_Il.y~.bflg_a,~JI~I1í~,~Jª-~Lrllg_glü:g~x­t~.f2.!!!Ej!!.tm;tº§.§_.fºn .~1!.~t.~~!!_Eg~~~~~.:;;~l?,~~2§._2.COlnR.i­t~ndo como !guales~_lme.tl~Lf2mE~t~l!C;1"~L<~!].lL~.ª'~le~slleletraer estLcli!eI1?a: cle.~_~E~~~~~~g,J.Y:bQL<liPllrs~al.má~..Jume.Este apoyo sistemático a la _inicia1iYaJatinoamericana-ti<me

q~e___<;fectuarseen las. actividadesjJ1dusiriales~y:_agI-ícDla_Len~tresaspectcJSEIln.diwes : a) e.J:i.,_!g§ªºtiyidªde.s ....de...c.Qffiplemrníación;b) en .las~ac~~a~~~~9Itªdºras, especialmente eI1Jps mÜ,~esde menor .ªe§~Q110mI~IClti'@,y.enJºs.países.JlQ~fa:vorecidos".enC"e]logro de veJ:i!~ia~r~~ípE()SCl~'y e) en el ..de las..aGtiyidªdes_q_uedeban rea'ustarse en virtllc.t..Qklª,-CQl1l.p~,li!Jl~@,.~omo en lasque sea necesario establecer nara absorber la mano de obra

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~liminada en esto~ reaj,J11!§.~. ' .,Desde otro punto de vista, esta tarea de promoción tiene que

cumplirse tanto en el campo de los incentivos fiscales como enel de la acción técnica y financiera.En materia técnica, 'es necesario crear un órgano de promo­

ción al que correspoñderá planear y organizar los estudios nece­sarios para cumplir con los objetivos que se acaba de mencionar,en estrecho contacto con los gobiernos y la actividad privada.La experiencia recogida por la secretaría de la CEP AL en su

contacto con los medios industriales de nuestros países nos haconvencido de la necesidad de esta acción de promoción y dela colaboración eficaz que puede encontrarse en esos mismosmedios.No se trata de establecer un mecanismo vasto y complejo que

abarque toda suerte de expertos, sino de preparar y articular sutrabajo procurando estos expertos dentro del régimen existentede asistencia técnica internacional o bilateral, o contratándolosespecialmente.Este órgano de promoción podrá ser muy útil también en la

presentación de los planes para obtener su financiamiento, asícomo en la preparación de los proyectos en que deben tradu­cirse esos planes una vez aprobados en principio. Éste es otro

l. Los órganos de promoción

Corresponde ahora abordar otro punto iI!!E0rtante sobre el g"uehª]:n:!~Ulue-1.Qmar_~d_~,Qisip_ue.~,..PQl.ítiºas"sl!1i~P'ºI~ri]ll[~lI~rea__lal!.e~~ige,ª~os de promoción del mercado común.Pero antes se hará una breve digresión acercade un aslinI6-queno sólo atañe a ese mercado, sino al desarrollo económico en susentido más lato: la inferioridad técnica v económica de la ini­c~ªt.iy.ª_..J.a1!l1ºª!peri~~_naf:_ente,~-ra:pI§Yl[@:~~::,ª~]§,LgE~escen~dullilliJes. SiJ!Q}e'liace"un esfuerzo am12lio.y_§QS_te­n~I2-ªI.a...estrechar cada..Y..eZ_Il1ás_esa~dife¡J;;Il\;;ia,~Se....c._Q,u.e<~eLp,eli­gLQ__g~ ec;lifi<~,m:_sob...be.,.g~'!....J1!QY,ediza.La forn1ación...,.deLmercadº=CQmlmQfr.e...CJ::_,Jlllf!,º1!0rtun~ªª"d

~12ici~ gara abordarJª'.~QJlldQJ;l.".d.e_"es,~"',aSP!..CJ9.§.~_.hadj0ndido mucha.el temor de_qJJ~..iniGiati""a-extran~e:ta-poresa misma superioridad y por el conocimiento de los diversosmercados- ~v.eGh(}-:mejar""·las"'\'as~as~at;>ar40HHiElade&".e0me¡;Gia­les de los paíse~ asociado~_)La!iq!li~aE.!Lpapel" qo!!!i~l1~n

H. EL FUNCIONAMIENTO DEL MERCADO CO:MÚN

118 ESTRA1.~GULAMIENTOEXTERIOR DEL DESARROLLO

mientras tanto, ese país tendrá gue desprenderse de dóJares Rarap~ar a los países. acreeslores _4!;~lLZºI!¡~Lgº1ªr~s_q_u~~g~!!gª=!­IE~~~.!~",~~~asean.N_ose necesit.1Lmll<:;hªjmªgillación......,para...con-

~~r~:~e:!Ll~~*~~i3.ii:~J~~~tu,~~~~=ª~!~~:~s~Te~~~t~~;~e~Ta"c~eten.cia, si _el!2....Euedeacprr'ear d~~~-9.uili§.riosqlle.~~?arán=en _correg!!:se.~e~ªjlLliQlgªaQ,tiernp,Q~de",p,agoaLp~:§~~· acicatea];_al-_paJs~_ªºr~ºI.,_íi!_qJJ~_~mpl~~_§Jlssaldos en realizar im Qr_taciones"ªilidQ_n<!l~®J_?~~onk#Joma,WoaTa vez meai as tendientes a evitar nuevos desequilibrios ..Iodo-1·-l'···="'~""··,·""';;~~-==~r_"..~--..-~~~-"_~J!'Jtii..")I:"'.<:,,.,::.,,::"··,,·:".~;;·.,r!!'f!:,,1:1:~":C~),c;<>i::·':F,,;:7~il;~(:!.'I!~:,,~·,'·,,·,'·,F.f>·'·'·:~,:,t,'::'·,':.,·,.:::x;o¡:,..=.;;:iIi<;l~:m,')~.".cr;7:.'.~>,····,·:·",\,:'W.U.,::1

~ como .eXEr~slonconcreta, del ,p~l!1~l?lO"de rec!E~~cldad.Esclª-ro que estos arreglos d~y~gg_~.z.circ~E_EI!2s.aJ~,Zon,~ Ee!de­r~~gran parte su razón de. s§L~L~ljl_1JIn~!!!2""sl..~:r~!E9rta­CIOneshacia el resto del mundo diera h,Qlg,yraal balaI1ced~..Ea-gas. MIentras tanto ...esos-ª.rr~gllli~.~§.iim.1!lªx.!ªPlªJ!lªrc,.h.~Lha<;iael mercado común.

Page 69: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

3. Requiere grandes esfuerzos la marcha hacia el mercado común

La conjugación de acciones concretas y simultáneas en los cam­pos que se acaba de mencionar constituye un requisito esencialpara que puedan incorporarse, sin riesgos, elementos de automa­ticidad en el régimen de metas que hemos propuesto. Pero esamisma automaticidad acentúa la urgencia de definir líneas pre-

Q

2. La unidad económica centroamericana

Los países centroamericanos han logrado avances significativosen sus esfuerzos hacia su mercado común regional. Son firmeslos compromisos para alcanzarlo en pocos años y activo el in­terés de los gobiernos en planear industrias de integración. Cen­troamérica marcha así hacia la unidad económica y esto le per­mitirá articularse como tal a la Zona de Libre Comercio, sindesmedro alguno para el cumplimiento de sus propios planes.Cabría además asignarle el tratamiento de unidad económicade menor desarrollo relativo, con 10 cual la reducción de sutarifa exterior hacia otros países miembros de la Asociación La­tinoamericana de Libre Comercio podría seguir un ritmo máspausado que en los países más desarrollados dentro de aquélla.

LOS OBSTAcULOS AL MERCADO COMÚN 121version del capital privado de aquel país, sino en contribuirpositivamente a la formación de nuestras propias aptitudes dedesarrollo.Ésta podría ser también la oportunidad para que los países del

mercado común europeo -y otros países desarrollados- apoyeneste esfuerzo. Es cierto que esta cooperación financiera no podríaser una alternativa a la eliminación de las discriminaciones anuestros productos y a la atenuación del exagerado proteccio­nismo que dificulta o impide su entrada en aquéllos. Se requie­ren ambas medidas. Pero no cabe duda que la colaboración téc­nica y financiera de tales países, por el conducto que se considereadecuado, en la formación del mercado común latinoamericanoy el apoyo a la propia iniciativa latinoamericana, contribuiránpoderosamente a disipar la preocupación y el recelo que se ex­tiende en América Latina acerca del futuro de sus relaciones conlos países del mercado común europeo.

::¡

3 Este financiamiento de industrias y actividades para el mercado común nodebi~ra confundirse CO? ~l régimen de créditos, a, la exportación que estáconsiderando el BID, SI bien los dos aspectos están íntimamente entrelazados.

120 ESTRA""GULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

de los puntos débiles de la experiencia latinoamericana y elórgano de promoción podría canalizar la asistencia técnica in­ternacional -tanto pública como privada- y combinarla con lasaptitudes técnicas locales. Finalmente, podría asimismo colabo­rar en la contratación de los servicios técnicos necesarios para elfuncionamiento inicial de las plantas.Si bien se reflexiona, Son funciones similares a las que en

algunos de nuestros países desempeñan las entidades de fomen­to; en e~~e~as~ se cumplirí~n en el ámbito de varios países, peroen relación intima con aquellas. Se trataría, pues, de una especiede corporación de fomento del mercado común.El apoyo a la iniciativa latinoamericana en la formación del

mercado común tiene que completarse c;Qn-ª.ª~fuaª~,J_6nnulasde financian}i~gtp.,a._mediano"y ...largo plª~º". El Banco Inter-americano de Desarrollo ha demostrado en forma reiterada sudeterminación de participar activamente en este esfuerzo. Si losgobiern~s asociados deciden imprimir fuerte impulso a la mar­cha, ~acIa el mercado .común, tomando las grandes decisionesp~hbcas que ello requiere, cabría preguntarse si los recursos li­mitados con que ha surgido esta institución -sin tener encuenta por supuesto las exigencias posteriores de la Zona Lati­noamericana de Libre Comercio- le permitirán tomar el papelprominent~ que sin duda le corresponde en esta gran tarea. Nol,lay base c~e~ta,desde. l?~go, para deten:ninar qué ~uantía d~Iecur~os .adIcIOnaleseXlgH~nestas operaciones especiales de fI­nanciarmento; pero no sena aventurado calcular esta necesidade~ unos 500 millones de dólares a integrarse en cuotas, aun te­m~ndo presen~e la posible y deseable participación del capitalpnvado extranjero en los arreglos de complementación."

Es obvio que la decisión política de crear este fondo sólo ten­dría,un carácter simbólico. si se circunscribiera a los gobiernosasociados. Los Estados. Unidos han manifestado su propósito decooperar en la forma,cIón d~l ~~rcado común; su participaciónen este fondo, además del significado que tendría en sí mismasería c1~ra~emostración de ,q~e esa ac~tud no está primordial:mente inspirada en el propósito de abrir nuevos campos de in-

Page 70: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

LOS OBSTAcULOS AL MERCADO COMÚN 123común. La sobrevaluación o la infravalu~aciónmonetarias aca-

~;gI:7B~;,~~~I~r~~2~cI~~~~~~~,S~~~éCÍiS{f~ir~~~~1~práctic~!=s~~r~r[g_§,§:~e§1Iª~I]?íf~~JaL;a.~~9~~ueperi11.dJc_aILtoqº:§I",~nl~E~~11~8!(),y,J19,§,2,!(),,~lY~~~JIS()c.~,!l!].El~~po­a_E!erican_o,ap~rte otros serios ~f~ctos int~rr~os.C~balmente,J~existencia de un mercado comun fiará mas Impenosa la necesi-S~¿l!_~a,o~~E~::Eill!Is¡:m:~n·~t~li[.[~[ªj~~i:I~:Íl~cIadesdeLdes~rQIlQ_~Todo esto no. será. fácil. P~E()~s",m1!~,.~5m~1~1S;Ls:u~e,está lt~oye!l j1!~go'~.g.~eli~mcL:ii!i~7,q!le,p.Qda1l10wuQi~~_s_difi-cº=rracre~:,H~J~g!-l.~.,a,!e"SeEI§l:,§,"",~g!9sL?c~-J,9.~..,"ít,,ª.~Il.Q.§",)'=nQ~~~esisan cundiendo el desaliento, la m(:lIf~I~;Q~lflJ'~et.!,l~ggj:lVl~mo¿~qllI;lléS·ñp:¡1)a~f¡ii:lª:SIgp:ltrciºI6UJdadere."de los ~c,ont~~i-

~ó~t~~f·ft~%ásJr~\:~~io~aeS~~i'n~~~1ll.~~~~~K~;~:!-acaso en mi'mañana no muy IeJano- ~2,~,!!2=~~ se.~a.__hace;aJ:!~E~,en~l,ve...I}º.~l!!R~.ªg".".ª~...J2I~~~tyªr;jQ.gQ..•~~~l¡Q..ll~e,ter:tdraque deS11acerseRQLque!!Ql~~_P~. ma~"~=~xI~CI~Sdmamlca.s.Deshagámoslo cO~.E-ues.!~as~_~2Pia~.,!!lanosl'~~o.n.!!!l~~trQ_pro12iOcriterio. ahora ue la histonª estélllarnando lm_RaCIentem.e.utea--:AiTIé~Sll"LlltW~.Pél(ª ,QtI~.~erle,.":en,rn.eQiº..Q~..JJJl._ill!Jl1&1(L.de~ismos v contradicciones, la o'portu.!!tªª(L.Y!lki...~.l~QJlS---.2, . '__'. ~."..",-c~"""""""""","'-'''''''''~~'''"''''''~''''''''''~',,,,,,,,:.'''''''<::''\'··"""'""«,"~I!mr~':,'.'"'":,,,,;,,,;""""",~"," O"~ ."._",.~ , ,- •

truir CIeñUevo"Y:irQ_Y~ftª.L",Su.p..rwi'iÜmag~g>..r;~cia-~y~teJll!'~.fl,éñér"pracesoirreprimible de las grandes tral1~,~,<:~~~2~es.--==-·"'~·"""'"3'''''''''~'''''''_=''''''w>.''''¡;''<c-'''''.''~''~'',::.',,,,,,'''~""""""""""';";"."-'"''':';;;'"'''"''''''¡''"'''"'';;'''''"""",;,,,::";;,,,"~,~,,:~,,,,,,,,,,,,,,;,,':'='i';III,,,,*,,r!,,,""'''':'-.,~",~"",. .'

4 En una :eunió~ de los represen~antes,de los organismos de planificación,fomento y orientación del desarrollo industrial de la ALALC que se celebra enLima en estos días se van a abordar varios problemas de este tipo.

122 ESTR.-h'iGULAMIENTO EXTERIOR DEL DESARROLLO

cisas para la marcha progresiva hacia el mercado común, ya quede ellas tendrán que desprenderse las orientaciones indispen­sables a la elaboración de los planes de desarrollo económico decada país. A su vez, el mismo curso dé planificación irá ofre­ciendo mejores elementos de juicio para abordar los problemasdel mercado común. ~n otros términos, tiene que haber unaestrecha y recíproca vmculación entre el criterio de asignaciónde recursos en los planes nacionales y las medidas formativas deeste mercado.. Todo esto ~xig~ un esf~erzo sostenido y de grandes propor­

cienes, como Jamas ha tenido que acometerlo hasta ahora Amé­rica. Latina. y con una visión y un coraje, sin los que no esposible hacer nada grande y perdurable en la vida colectiva.Habrá que sobrepasar muy serios escollos. Se necesitará disci­plina en la competencia. La competencia, condicionada por lainter;en.ción del ~stado, impondrá serios reajustes a la actividadeconomica a medida que se rebajan o eliminan aranceles. Peroello es ineludible para contribuir a la validez dinámica del sis­tema.Habrá también que afrontar escollos de otra naturaleza. Los

esfuerz~s de int.egración se están realizando generalmente enforma mdepen~Iente de las. tareas planificadoras y será indis­pensable coordinarlos. Es digna de señalar la iniciativa de laALALC en este sentido.' Del mismo modo, las reformas es­tructurales tendrán que tener en cuenta esos esfuerzos de inte­gración'y será necesario elegir instrumentos que no resulten in­compatibles con ellos; y a su vez, los compromisos emergentesde esos esfuerzos deberán ser también compatibles con esas re­formas.En o~ros tér~ninos, ~hªJm_Q.ª",,~l Il~<:r~aªoc()Illún exigirá

una sene continua de esfuerzos de 'f"" _"'-~,-~,'-~"""'-,~'"'-,'-''''-'''''''''_~ j .-" ' "~~,, ~~~a¡IDmZacLOn__qJ!e~nQ...$~I:ane~l1taneos, smo el resultado de medi~as ,d~li~era~a~tOIll~gasnaciOnalmente o en el l21!nVñféiñaCíóiia1'-seaúñ']os"c~os. "N_Q_~_dllda, d~ q~e ~~~h~r~i2Q~~t\L~i:i~S1E!Ll}aa

l~ pohtIca ~con~a mlerl1i!, dIscIplma que de todos rnodos~i2oñe lDaep,endÜ;~nt.e_m~!1~de_.s_o_n~si_d_e....ra"""_f=,,,",io;,,;;n;;;;;e;,;.s..;;d;;,;:e;;,r~m;:.'e:::;;r;;::;c':;:;;ádo

Page 71: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

EL FALSO DILEMA ENTRE DESARROLLOECONóMICO y ESTABILIDAD MONETARIA

Page 72: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

127

1 Este trabajo fue expuesto verbalmente, y en forma muy parcial e incom­pleta, en la reunión mencionada, que se celebró en Guatemala en 1960 y a laque fui gentilmente invitado por las autoridades de su Banco Central. Se ofreceaquí considerablemente ampliado y salvadas algunas de las notorias deficienciasde la presentación original.

l. La inflación y la ortodoxia monetariaSe nos atribuye frecuentemente a los economistas de laCEPAL cierta proclividad hacia la inflación, impulsados porla creencia de ser inevitable este fenómeno en el desarrollo eco­nómico latinoamericano. Nada más ajeno a nuestra forma depensar. Acaso haya contribuido a esta errónea interpretación queeste problema no se haya examinado hasta hoy en forma sis­temática en nuestros estudios. Este esfuerzo se está realizandoahora y, mientras se aproxima a su terminación, he juzgadoconveniente aprovechar la oportunidad que me brinda la SextaReunión de Bancos Centrales 1 para exponer algunas ideas ins­piradas en mis propias observaciones y en lo mucho que hemosdiscutido acerca de este asunto en nuestra institución. Trátasede puntos de vista personales de quien esto escribe y no reflejannecesariamente el modo de pensar de mis colaboradores: porfortuna, en la CEP AL no hay un pensamiento monolítico, nien este ni en otros aspectos de nuestras actividades intelectuales.Dos hechos explican, en gran medida, que se juzgue equivo-

cadamente nuestro pensamiento. I,.a~..t~~istan corr~ente de gyela inflación"~O_~~c<L~~e.a1~eso~?eI1c§!lili~I~lQ~y~i]U!lcoHB-'.nencia monetaria de lospaíse§-~ªI!le]:icano~~ptable--,

jl' ~0~~~;Ng EQ~SW~..~l1lQP~_.~~,ªJL!!Q1Q0i'!Lª~~yiaciones!,.~. SIgO porqu~....~!LJ~.!~ªhºªº.Jª.bIllº,ª.m.~n~ª.ll.~•...~~!§;t~!t_.Jª.s,toreses-

0, ·~~:r~r~ffitl!li!~gf~~~~§i;ll:~it.~~g';;~~~;~~!1fst~'~e~n;~a ~~~mer ñeCñO:·"···",···,···,····., ...., ..." ....,.,." ..,'~,,~"', ..=·.='.......R••... • ..•

El segundo •.es la posicié>E~~E!!i~~,Sl!:!~I1~JIlº~asumido frentea ciertas medidas' de esfaoilización monetaria. Tüdcis-Eüncoroa-~ue·1IªS_:si1ili]iª~~merZO~sXiPJem1q~grª~~inflación y cons~g1JiIJª~bilidad sob~eJ;g~R~oSÍnspira honda preocupación conseguirlo a expensas del descensor-- . "~"..."."...~,."."'""=".~"""'"'""""/"'""'~==,"',===,-=;=,,~'"';;'""""'=,",=.,~ ....

1. INTRODUCCIÓN y SÍNTESIS

Page 73: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

. ~J:#if.,rJ-'''' 2. El porqué del dilema

",ti>!" Como se sabe, el desarrollo económico de un país ~riliricor estájigado muy estrechamsnre.al curso ,de s~s eXEort~s.Por una parte, el ri!n19_i,,~~r.s:cÜ:nieIllQA~=~lstLLn}J.2.-~=ºI)J!~:'Iteal desarrollo e~Eo!l_~áll,~Q,..~,1l,,1ª.~c.~.C;.QJ19!?:Iª.P8r_otI~~.Su,c()nbnuafluctuación ,<:§J~ct().r_ª~gr~!1,,!!1~Jt5!Q!1.!,ª~<i}nt~LQªJCuando lasªi2oitaciº1!~i_-ª_~1I!~n:@ll~n.jQrmactcli.~ª_,~jng!_(¿º..-filobal sedila~nE~1~ti.Y-ª, ..~~siJ_id~d.l,,_~':S!gien~9un vo~umen de~~I]l___porta·ciOI_l_{:~_g_!1.~..".~~ ....Sg§.t~.~g".i~~g!E.~__!l_t~..".~()I_l.. ~g_!J.~l.!~~:....X<;.t_()_~~n~osobreviene el descenso, no es posible mante~~esas ~I_l]_E.(~EtaclO-n~,Lnh~=~ 'cQ!1SefuencLe:er~ñivélC1e ingreso ~teri91~~!!t~.JQ,­arado .En un rézimen ortodoxo de estabilidad monetariadl0_· • - -b.~ --~,-.~~.~-~·-~,,~,~- --------.-~-~~~~~~ ~

~ese9.uilibrio exterior, e. inte!_I_loque se da~nto~~.~§.1lev~I_l_~~~~­riamente a la contracción de la actividad económica y el equi­librió tiende a' restablecerse'·ci"llnñias 12aJO:~Iy~!~~ª~=~~g~<:~Q·'T:acoIltra-éc16n"'sueIé despertar las fuerzas inflacionarias que

siemp_~-~.s,1I!í:]~f~_Ii~~~"..~~:][~ª!2.§.',ª-~]ª}--ºQ!iºj)lI~náIiiiQimeri­cana, si ~__g_g~_,I_l_()~!2:~n4º".J].~,.;!~~ª~2~E!;,~~z.a la expan­sión"crediticia y ést~" al c?I_ltr~Er~~~~El~ ~~I_l_ª~.I_l_.s!~-ª~eaelingreso, ,.s·~.()E~~~=f~~i.'§g:~_~t!!~;:Úg§tS!..~~~l~~mrul.rtacion~sY.:.P?(T() !~.I_l1_Q!~~L!~;;.t?bl~i!JlLe.!_11Q~ª~!--~qll.iliJ;mQ,J_Ilterno.

lares, caen frecuentemente en la corrosiva ilusión inflacionaria.'Les hemos brindado acaso otra alternativa? ¿Nos hemos aproxi­mado a ellos con un conjunto coherente y accesible de prin-cipios para hacerles escapar al dilema entre la inflación y unaortodoxia monetaria simplista y perturbadora? Los economistaslatinoamericanos estamos en deuda con los hombres políticosde nuestros países. Quiero responder a ellos con este trabajo

. en la parte que me corresponde.\~') Estas páginas se proponen demostrar gue para el problema

'<f de laest:--fima-acf monetariaJ1!L '{,lila.sollJción~9-iferen~edeJa~:r ~e con tanta ?"ecuenc!.~"nw r~~~~g,~g_:. :I?~ro¡;¡ __ antes de discurm ace[fª_,si~_clla.=C.Qll\D.ene=examlJJªLJQS,-fé!..~j)

j estructulales_ql.l~,§lmJl~;.,ª¡,~ªJgj!1:fl.9-.~i..º-u. b:~~.s.Q~'ic~l}~'ini~raRresentar agqLJJ.D-ª,Y!'§iQn.,.__.de...,.CQn.jllIlto-4Ue-~Qs~.¡;termIta~,ab.~_aJdesde el.comi~J!~Q=y..ªg,.!l,¡LJj~§gQ,ª~ !gSll!1J~J)}~~gQ~.e~PQSlblesr_ep.eticiQn~i.·.Jª__jIlªQl~,.:Y:mºJientªciÓIl__",__.de.>.nues,tbO."razonamiento.

129EL FALSO DILEl\L-\

del ingreso global, de su estancamiento o del debilitamiento~cc:lesUritmo de oesarrolI().e , '" , --~,'-"".,~

-En'Iós~d~ptos ;;ste tipo de política antiinflacionaria, tantoen quienes la sugieren desde afuera como en los que la siguendentro de esta dura v azarosa realidad latinoamericana, se des­cubre a veces la noción recóndita de la redención del pecadopor el sacrificio. Hay que expiar por la contracción económicael mal de la inflación, sólo que a menudo el castigo ortodoxono recae sobre quienes la desencadenaron o medraron con ella,sino so?re las masas populares que venían sufriendo sus con­secuencias.EIl todo esto encuéntrase el error de ~onsic:leraJla inflación

~~~~Qll~tiiQ:.~~q,ue}¡~~~~:;.~~;~­~do coiiiOTar~~n¿;o;!?s'lbría ~J{Jl1.iBf~~" ,¡¡rt,s,cin­,.~~d~()s ~c:lesabU~$t~tcJ;l,~~~~t9mi~a~¡~,.~j!2&iª]sg~y~s.~~Ike,p eldéaat;rollo_~mi~; ill;:l1~~~B! se con­ciE.~20CO una política aIÍtiinªª-g!º!!ªri¡L_'Uli6nQma~.=CQlJJ.Q_

~t~~~~~~d~~ l!u~bjí11~d~e~~a~@T~~~ti!::;¿.~,~i~2",,~()lEO--Rarte'--El-de~;~cli;'-ec¿;;-Ó~~econtinuas transformaciones en~~Jorma guro' u,w,~ la estructu¡,a econórpica ,_~ _so.cialyen 'los m' .. ivos del ¡ realizar a tiem oesas trans ClOneso a e

,~~~~~'-

i~,f~m~t?_eva a eso§ . esa.J~W~#f',~~lJ.~,~n

l~ó~~~~~o;n ~fJ~~z~r:~!NfT~~~~f~~é~~~~~l-Y_.!E~Yp-------~-----_._------~,----.,,~----.~'" '-=--O<'~_ "_',' .__ ,,,.,, .• ",,,,-,,---,,,,.,,,-,,.'~o 20dría concluirse-de'ío'al) est(LgQ~,Ja inflación sea in-

evit~ble en nuestrQs paíse~ l\1Ey~ltiQsde ellº~]?araevii:¡ilrfa sen..,<:gesita,sin.,en:barg~ po~íticl raciona12:'cl1Eeyi~ora~~­arrollo econqmlC2"..v me oramIento social e$to. s ~.11!-hiQt~,;:"~~~1_~!it2;g~~<;w~l1ev~fl. _uS~~~1:"~~_t~~""q~e~~~::!!lfuLc¿gll,ir@~~_,g,JJ_!.-;~;;}!,~~.!.2""I!,~q,Y~~,"",§!!Eg~Edel desarrolló. ' . . - -- . '''.-'erró es éste un problema te,'cnico solamente, sino fundamen-

,~~"""""""--=-"""""~"%;¡;;;"<:':;:'./;;::j:)f"'~';;;i/"!\~~"'~

!:l~~;;~:_po:í~_o: .~~~q~~ !~~~",~2o.~~~~~g'pde~~,~~~p:ln~~~.,~~~~"~l~.~.~!;t2,,J:~~-:HemosVIsto a menUdo nombres pohhcos que;movúfos-pur el genuinoimpulso de elevar el bienestar mensurable de las masas popu-

APÉNDICE128

Page 74: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

su mismo seno.Trátase, pues, de una expresIOn de aquella incontinencia fi­

nanciera y monetaria que, si bien no explica en su intrincadacomplejidad nuestros fenómenos inflacionarios, constituye unelemento importantísimo en ellos. . .

Sin embargg.lJ~L1Üm?le f2F1I1~lJ.lgoo()E1Qo4()~e,.2~,.E()Dc!Lnencl~.ere­di ticia -m llr~C:()E!c~,C:~,".E.~a.:E!ªg.~tg§C:<:!E!§g"cª~,J~~~~EQ!taGIQIleS~~g!J:l,~laIa.,a"stb:iªjliijll~~Inª- SY.,ª~~~I1tl~!:l,ª~".E9E"S2P.lplt:tq~delos fenómenos de vulnerabilidad estructural, y, cuandQ.;_s,?bre­vl>-e-n-e-..~e'L~_d'_e'__s-:c-::~n~s:":oo:-..,.-.-::ex:::E:":~-~~~~jr~~isibI~·!!t---.~-·la~§.~~asfuerzas inflacionarias.~_-"-'",<"".".,"-~~_=-~ j.~O;;;;¡;J4.,~ • , ••

-Todo esto ata~flaS:l:2n .~gastos oe mverSlOnes, ..endonde la pr..E:.sicS..I1..,,!!!ºg,~i2E!ª-riél~A~",1L_d~a ..hace subir losprecios 2~rD{;rºty EE~~~S:~..s!~~E!:1..~§..el ~~t:lJ.!leI.!!~_~~~un~~~:;~~~1~-()t~I.~···~~S,"!~fJfr~~'"'~J~oi;~~;f~~é1~I¿i~ro~il°e~ea~u~~~6~1 _. .." ".." E " ,,'''''. '" .e .' e'''.'''' '''.."'''' ".~" .."'',~... .'

países'; a~nCLll{;..J?:..Y,ll!Il~r.e!?mª~ª y§!rllg!llE~!o,,~,,~J?E..~sen.t~cOIl·nu~.~vas"características._ .Pero áor;;cÍid;o que

aumentar su consumo con mucha más amplitud, generalmente,que el aumento de las inve~siones. Es, pues, ~n. procedimientosocialmente costoso y regresP/o de elevare!oc:()~ficlen!~ de ahorrp.

~)~ p'tle~Jo C¡uel~tlIlsufic:ienCla~de ahClrr()~sfag~~~ ..!Cl fase .d~¡contracción, se vllelye muy difícil, si no iJ.!lposl1:)le,a los dH~­gentes monetarios oponerse a la expansióIlo c:!Yªi.t,i,c:i~_p~!"~_~~bnrgastos einversiones que tiender, ?: ~Ilc:?gerse. No se concluya deesto, sin embargo, que este t!~de inllaci~_~~e g~stos e mver:siones -diferente deialñflación de cos"f(Js'"""'Üerlésolamente suo~ig~n en la vulnerabilidad estructural ~a. EñTa.st'asesCíe"'~-1amayor actividad económica estimul~

, .el gasto y crea nuevas oportunidades de inversión, suelen mani­{., ¡.,V festarse también las fuerzas inflacionarias.

ir: Qp~l~t:bi~~'fn~~rabre, ya no podría atribuirse la expansion inflacionaria a la v~l­nerabilidad de la economía como en aquel otro caso de cambiodesfavorable; sino a la debilidad de los bancos centrales paracon trarrestar esas füerzaSíñflaClOrianas, 'si esue" ñó_ ~ct~~Ilo~~n- -- -

131EL FALSO DILEMAEl desequilibrio es uno de los hechos que contribuye ahacer

mUydlfícil en n~12aí~~~Ja--:ij1ic~ci(jI1 (:1(i=ij!igpgIít,icaanti­cícli_~~_~I1~2.!EP!~~~!~~!~oo_est~~l!iª?:ª !E~E!~!~Eia.Por-lotaIltº,Jª_~91l,lcion_Jl~stá en (~ontrc:rrr~?tarlQ? ~fc;s::tQSde la cOIl­tracción, sig() o~_noEreYi~rifQio me4i~I1t~ ....?:4.~~~?:4?:sotransforma­ci0I1.E:~~sl~l1cl_~E?l~.Estas transformaciS)lleLI?~I~igg~_IlJJI}~doblepropósito: E!_rmitir que el ritmoO~~~iªE()UQ.§gbrepa,s,.~E:l.~~mP\!~oSo!2--::I2orlas ex orta~iones; ,-;áfmisr,h2.1i§J~",~~J,g~~!_quela ac IVI a interna funcIOne a máximo ae ocupaclOn ..sm verseafectada por la-flucfu~clón -deesas exporfaClones: .__o_mO --00

La correccÍ<~nde la v:ulnéoiabffidadde'-oiigeñext~rior de nues­tras economías es esengalmeIlte p'e Célráctyr estructll,tªlantesci~~n~!liiJii~~[ªi~:iiitkt~l!E,~~:,~9,t:l~ S9!1l-plémen ten}~~~~gIEcione.~...,~~trUGt1JlªJes.. .~.Ofio de los hechos -y acaso el más significativo- que difi­culta la política anticíclica es la insuficiensie.._de.i!h2!Eo, que sehace más aguda cuando declinan las exportaciones. gI1lp~ºar§.een mantener entonce.s..sL. nivet. de i!l..msiQnes anteriormenteal<:an'Zado_§u~eleoo~e{oJ1RO_cleJQ_u;notivosIDª?oiJJl12QrJª-nJesde laexpasión inflacioI1ar:ia_d~tGJ,éodito.

El coeficiente de ahorro es relativamente bajo en nuestrospaíses, no sólo por serlo también el ingreso medio por habitante,sino por la forma en que se distribuye y los módulos prevalecien­tes de consumo. ~~~nt_Qit~!S.Qef!ºieIlte.r§.qJlie.(.e_.Qbrar_s_QQrela 4i~ot_rip_ucióny~el E.0n~~_I,!}.9-~§!() ~§, SººIe,Ja ...estructura __so­cial:- y, al mismo~,Íi~JIlE0.L~ªiiE~E}~.~~!ElJ._ctu~~o_~~JgPEg~lJ.c-

~~~~rrel~ili~~~~ad1~iiliTI~P\~~\t~~~JHl~i=i~~i~cti~Nf~;la transición cl~t"baio coeficiente de ahQrl:<l...Z_illLQ-Sllle.per­mita-acelerar el. ri.tmQ_~e, cll;sarrollo económico, se necesitag~n<:_r:al!DelJ.!_E.:clª._aportClciÓl:J:~J,:gm.pj~J::l1el1tªJ;ILde~IeC:ursos._inter­nacionales.

La resistencia a esas transformaciones estructurales exigidaspor la' elevación del coeficiente de ahorro conduce con frecuen­cia a la inflación en nuestros países. La inflación no sólo per­mite aumentar los gastos e inversiones públicos y privados, sinoque, al acrecentar las ganancias de los empresarios y, a travésde ellos, de otros grupos de altos ingresos, les lleva también a

APÉl'o""DICE130

Page 75: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

mente, que empresarios, en veza expensas de sus ganancias dilatadas por la inflación, acuden ala expansión crediticia y 10 trasladan a los precios, orip'inando

la espiral inflacionaria. o

La inflación es asi!llGir.!caen cuanto a sus efectos distribu­tivos; sirve a los empresarios para modificar la distribución asu favor ~- en d;::trimento principalmente de los trabajadores;pero no SIrvea estos para hacer lo contrario, sino en el mejord,e los. casos para. r~~tablecer la participación que tenían antes,SI el SIstema crediticio se maneja con equitativa firmeza.Así pues, la inflación ~SU;gI1ili!.!!Y§ un instrumento. I®distri­

~_utivoeficaz_~~º~_.d_.l?llUtQ"~g~.•y:!~Cl~~El~Ji~:~i~~~~~E2Eulare.s.-y en aquellos casos..eI1;que s;e~ogran efectos positiyº.s_~i_exl?¡;n­s~~g<:()!~?ssE1:lP()ss~~I~l~~distintos de los empresarios, no cabeduda que el I~npuesto resulta un instrumento más apto V menospertur?ador SIse emp~ea.juic~osamente. En efecto, el Únpuesto. e~ el ms~rument~ redistributivo por excelencia; y las masas la­tmoamencanas tienen que aprender a emplear su crecientepoder político para utilizarlo con fines econórñicos y sociales.Como tienen que apren~er a emplear su pod~i!!dit:l -muyfuerte ya en algunos pmses- para conseguir aumentos impor­tantes de productividad y mejorar así sus ingresos reales, antesde malograr sus energías en obtener aumentos de rernuneracio-

:g1..,ªll1}1~ntº g<:I~mºg~Iª_c:jgn~.?,~s .l:!nª..I<:i!<::.fi.Q!l_!.nuy c0rn.­pr~Ils;l~l~~!:~~QIlº I~s,g~ly~<::Ll?IQ1:>I~mª~n.....<:ste.caso. ni en. elaIlt~TIº~.:..;.s~...J~ª9gf~ ?i!l}p.l~lI1~~t5:<::n.Jª-~Qg~~~!~i=~~Pi!ct1.in-flacl?I?a.I1élTªmpQco. Jo. SQllJC:IQl:lél..Jª pQlítiºª ge_.c:0ntinenciacrediticia, pues si .los bancos centrales no. aco.mpmla.l1ese' au-mentQ 9Qn h! ~;:¡:pªJ:l5.iQnº~l.ºi;n~~!lªJlt~,""º~§ªtgI1la..contracciónd~,Ja ªc::tiYidadeconómica. Por donde se ve q~~~la contrae­cion puede deberse no sólo a la vulnerabilidad exterior de laeconomía sino al empeño de tratar con instrumentos moneta­rios las consecuencias de sus fallas estructurales.

Cuando se tratade el

1",»)EL FALSO DILE:MA

fenómenos inflacionarios de otro tipo. S_g_l2-<lLtLfQIllliL~enquese cum:cl~!LJ.a~""JI,ª~aciones e~tructural~ exi~idas ,p.or ,eldesarrollo, o~or cumplirse de un modo ,EEclal oJm"gJ"~s!~!!~e,sobrevienen mm;illuentos regresivos en la distri~ucióIl_del in-

...--"",=.~~"....~~-=--=--'<-~~~~"-'-"'--'="""""':":':"""'>:'"",.,.':;'

greso;j"erpioiJosÍto (le resarcn'se ae Sus consecuenCIast~:..~~,n-siaoeralIí1Tenr6'"Qe rernuneraclOnes V su mevIta15Ierepercuslons6Dre~T6q5recíos~'- . .~~~ ~.~~.- .." ".-rres soñT6s principales elementos de estos movimientos re­gresivos que surgen del mismo desarrollo económico: ~Lc:g~tgd~ SlJstitución de importaciones, el encarecimiento de los ¡¿rg-4i~~:g:gr:I~2IiLi-el aumento de gravámenes fiscales ,qll~ m­ciº~n......~n...."lJnsLJ.ºIlllª- u otra sobre los consumos 12012ulares.J::~P91.!1iS~.,ª"~,."§us.tituciónde imRort~cioIlesksi 12i~I~~RgJl..ª.~

a llIl~....!E~.Il~g()IIl}~9iónestructural ineludIble, se ha cumRll~()S9!!l11:!,}~.g;!~)[~.9.f~llªiJioSelimTseg·úiC1o. con frecuenCía::_c.Qiisiclera~c:iºI1~~ª~~c:Qn()!l1jQggfLni se ha buscado hasta tielI1J2Qs.J::<:C:!~P.­t~? Iºm12<:IlgJimitació.Il..d~Jos mercados naciona1es.fQl}JélprQ­g~(;:§iyª....j.Ilt~gmg.º!i:~eCg!!ºn.lic:él~º~~n.!l~02_j)jl.í~eJ.;~Y.J?9I..sQ1:>re

~f~~1~~~~r~·~'t1!S·~~~~~~c{~s~:s~~iR~~I~:~~1!Jf;ct~QIcI§:::c!Y[~~~:rrr:eñ1a::ñQ1Ncasust~áSglhLs1s; ..Jg.g~~en.otras circunstancias hubiera correspondido.··"Er"'~QstQ.:.::d~::siis.Ilfl1a..6j:d1~"_r..eJ?ultacl9-ª-S_L~~ªg.eIadoelLsl~m.s;~d~º g~Jºs, c:Ql}S,l:!mOS_12opulares,sobre todo 'cuaIlºº __~Jj"Íl9I~m~lltºde la productividad ha sido débil en el resto de la economía."",,,,,,,,,,,,,,,,,,.,,,,0,,,,,.,,,,,,1;';..,,,..,,,,,,,",,.,,,,,,,,,,..,,,,,""",""",,,,,,,,,,',,,,,,",',,,,,.~,,,,,,,,,,.,,,,,,,,,,,,,,,.,,,,,,,,,,,,,,., ,,",, """,=,w.""""",,,,,,.,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,.,,,,,:,,,,:;,,.,,,,':,.,,,:,·_"',"":""

Esto concierne muy especialmente a la produ~s.!...~vig~g__"ª,,~""!5.tierra, en gOl1~ese ..encuentra uno de los m~rtes obstáculosaldesarrüífoecoñ6mlcü. Las formas anacrónicas' de tenenciá~deisuei()nanc'oñtrrb~id~~ encarecimiento relativo de los alimen­tos en algunos países latinoamericanos, a medida que la de­manda crecía con el incremento de la población.2.) Si Cl~llQ....s~.....ªgL~.ga}1el encarecimiento de ciertos .~le.I}l~E"!O~oP.9~~1gS,ªgJE PX9ducción agrícola por la política sus1ii,1:lt!y'áy1~~.~1:lg}~Il~2~ª~ salarios..~a provocado en ~l cali1P2}ct.l11e-jor~?:~~E~?~~.<:!~d e~as de.la econonlig".§(;:..t<:n­d~A~~~ ~1I:p!isa~ión.de por qué. en algunos ~hieron loscQ?!g~y p~~c:iqsrerauVoS~alaprOé1líCciOñagrícola con sensiblei!1c:iº~ñc:iCl?Qhi¿~~og~un}Q§'..J2..ºJ2ula!:es. "..".~..__ .

APÉNDICE1~7)~

Page 76: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

2 Por razones de simplicidad expositivase considera un balance de pagosmado solamente por exportaciones e importaciones. No tendría objeto mnrnc.'ducir aquí sus otros elementos constitutivos,

o el empeño. de c()nJ.E?!restar los efectos. de estos fenómenosn¿_~~~l~j~fI~_~i~~:,_§~:E!;1~~tEOs países es de aplicación difícilu1}apolítica correctiya ~e'c~rácter cOI11pensatorio por las consi­

rPA~raClones~que se h~r~I1 ~su tiempo. -, _._-.... - -,_ ----~--~"'~\! Comenceíriós ahora por la explicación de la índol~ del fenó­(# meno estructural, recordando brevemente lo que vernmos expo­'\, niendo de tiempo atrás en la CEPAL.

)f~b) Las exportaciones COmo factor limitativo del crecimiento.El __crecim~t<L~ eXEo!taciones. establece un lím~~m<1'9..I}10al ritmo _de. d_es.ªImllo_de.=l1IL......paí[email protected]_gI-ÍcQ.=EsleJirnit~Jstádado ..l'_2.tJa iIlt~psidíi(;L<;9.l!_Q,JJ.ellumeJJla la clemaJlda <ie_ÍIDp_o.r­taciones a_I11e~id~_3.~~C~~~Li!!gl~,29_E.2_L~2~Un senci-llo ejemplo sirve para ilUstrarlo. Supóngase que las exportacionesprimarias crecen a razón de 2 por ciento anualmente y por habi­tante. El ingreso por habitante sólo podrá crecer con la mismaintensidad si la demanda de importaciones aumenta tambiénen 2 por ciento, o sea si su elasticidad ingreso es de 1. Pero si elaumento de las importaciones es más intenso, no será posibleque el ingreso por habitante crezca espontáneamente con lamisma fuerza que las exportaciones. En efecto, si las importa­ciones tendieran a crecer en 1.50 por cada 1 por ciento de in­cremento del ingreso por habitante, éste no podrá crecer hasta2 por ciento, pues la demanda de importaciones aumentaría ental caso a 3 por ciento, superando así la tasa de 2 por cientocon que se desarrollan las exportaciones. Evidentemente, nopodría continuar por mucho tiempo un desequilibrio exteriorde esta naturaleza." Para que el desarrollo se cumpliera con equi­librio exterior, el crecimiento del ingreso por habitante no po­dría exceder del límite de 1.33 por año, pues esta tasa, dada laelasticidad ingreso de la demanda de importaciones, haría creceren 2 por ciento a éstas últimas, o sea la misma tasa de las ex­portaciones.

Ahora bien, p_~r~~e.._~~ ~!:lgr-~_s()E()E__ll~~j!Cl:g~l?.Edi~ra crecera ritrg_Q_~1JP(;J:iQr,~(:!Iiªj!!ª!_~p'~,I1~~~l~..s.~.~!i~!:1!LÜ!!P_9.!.!~~iones.Enefejemplo anterior, habría que susfitúir el 1 por cie~las

135EL FALSO DILEMA

l. Crecimiento y vulnerabilidada) Carácter estructural de la soluciól!:'~Trataremos de e~li­c~r:~enestaseccIón cómo el crecíml~I1l2Ae!._iI1gL~~()._~_un-rlt~0~.~P~E~()!_c:!_quepermiten las ex~acioneL_t_!~ __~()_I1!i![~._.ª~c­tuación de éstas IOvocan la irru cÍón de fuerzas inflacionariasq:l!e_p"e~~ ~~tep_i_tªª~L!l1Qn~Jtlri_ade_nu.§trºL~~)La solución de este problema e_sde _fondo! PJ-l~L~211~.trans­formaciones estructurale?_, g,l1y,.12c:!!1l1jj:all,,,,s:~s:!r___J_~_~2"QJ-]-2_~Ía

li~J_;gá l~e!t~~~~:ni~!<ª~ªi[jE_ª~~[~;~~~~~i~~~~~an te$__c;¡!!~~ra corregir, las c()fl~_~,~l1~!:lSi~~_Lfl!~l.lJ"~.Lª,~,.~,9.!d~!lasfluctuaciones.;SsI~-estas-~tr~nsformaciones se plant~ará si~Il1pre. el dilemaent'fe' ~na__p=olífícaa~~faDl~~ rri9_ñef~=qª.~}_~!E~f~,=~[_ª~s-arrollo económico al ritmo y la fluctuación de-las expOrtaCiones,~._-_.-- - •• __ -'-._~--~ __ ._~. -~,___~"""-,,...,,~-,-,-...-, .. ~""""-~""-'---~ <__ ,,- __ :~ __ -C:_==,_-co_-"""¿_-_"'--'<'_""'~. .._.~ ..._~~_",,-~_

II. L\. VULNERABILIDADESTRUCTURAL DE LA ECONOMÍAY LAS FUERZAS INFLACIONARIAS

nes que la espiral inflacionaria vuelve prontamente ilusorios. Senecesita, pues, una política de salarios que consiga ese objetivoy, al mismo tiempo, permita dar cada vez mayor participación alas masas populares en el proceso de capitalización nacional...Iodas.-e&tas~-Gioo~-Il~peImÍ~E,har~ Su vasta

c;,ºJ11Pl~jÍJ;lad-eLproblema._Q.~J.¡LjnflªciQn~e1!JIuestros eaíses. ~~cºnfunde~,eu~J:ealidad".cou_eLpro.bleq:¡a deL_de~m;:[QUº,_Hªy.iI1-Ilaciónporque..la economía_es_estmcturalrnenteyuJILeraple,_p-º[­que hay factores. reg¡;esiVQs.de distrib:uºi6.n._geL ingre§9,_RQr:'Lq~

..u.~'v-.;;."'_hay. jnsuficiencia de a.horIQ_pa.ra....ac_eLeradasjn'lersiou~§,~~~~~determinada .estIUctura._ec.Qnómica.._Y_áºfiaL~o_s_d.e.s.ajJ,l...sj:~s~yj:e}}­síones que. todo. ello.aparejaJavore.ceu_Ja.jrrupc.iQn ºe.Jt1~g-ªs

[;. ~. ?!Elfl-ªc:iQI1ªIÍas lªt~ntes._C_Q1!.el_d_e~mrrQUQXegulaLJ:?inten~Q..de_Ja.-:0' .IA economía .se podrá QPQneCelXqá~imQ deIesi?te!!c:i~.~g!:l~ra.esas

fuerzas inflacionarias. y. ~.t1stC:I1tar~ol)Ie pases s§Jidas -que l1()Yno s_~!~_enen- 19__política de estabiliª-ªº.~illQnetaria como p.§lrtei!!t~.E_~_~~_Q}ilicª de des~ec()~ico.

APÉ:NDICE134

Page 77: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

simplificarlo. DeReIl.dedel ritI11~sIe~~r,~ciI11ient?,dE:1Íl?g_!"es().R.21h_~.!!1~, de_laLtransforlJlaciones..",.q~uue¡¡_.el) la mismad_~IEª!l9apor l~s~mlt~lªll?;ª,~,erLJa,,~c~"ª,=Ul!.s,~~.weferenc:iaLdelQs_,_~~1i~~,~~,i~,J2,~ Sg,mR!()~~,,~!!,1_~,=~()~~()Jisi9,1!,.ªt: ,lasj_m­p,Q_~tªºiw~,kpQ_~Iª,_,p,ºlüic:a.~lJ,~tit~J.tixa,.:y:dcl ~Q_~de .la,~ti­t~s.e) Improvisación de la política sustitutiva. Si la realidad se

desenvolviera en esta fOID1a-con el cr_ecirnient_or~lar y éOlJs­tª-!!k~~~~P~lta,~iones- sería relativamente fácil determinarla intensidad del esfuerzo sustitutivo que habrá de cumplirseanualmente. Pero no sucede así, Las exportaciones están sujetasa un continuo movimiento ondulatorio que dificúffa--IaapIic~­g,on ~~láfíca-de'-:~~fa""poTIIT§a:~-~"-~'-"-"~-~~~~--Cuando en la fase favorable de este movimiento las exporta­

ciones crecen con relativa celeridad, la economía interna cuentacon todas las importaciones necesarias para desarrollarse, sin quese perciba aparentemente la necesidad de sustitución. Todo vabien mientras las exportaciones siguen creciendo o se mantienenen nivel elevado y si la política monetaria ha sido prudente, as­pecto este último que consideraremos más adelante. fero tanRronlQ.con!()_LªLt;;(P2Et~~i?Il:s~ecli~a~;...:l".""l?~í,~,,~c~,.el!,c~~

~~ev~~;~~~~'ae~~1~~lf~n~i~~st~~til~1~::~I¿~~er~~~~i~~esa~expor~aciom~!en descensü:r:¡r poríf~casust~vi de=impor­tacIOnestIe:tle ~!q!;I_~,.._~.~l?L2.~I~-ªl~~.,li~ca .g~ñe_IaIiñenteen forma previsora, con anticipación a las _~_Xlg~I!S!}j,del des-·_-~~-.,r::"-"·"-'·'~""""·"-"7-""-··"·~'~·--;'"-''''''T'''''''--"-''''''''''''''''''-'-''''~-''''-'~'',.._,_.", • darro11oSIllOcomo ImposIclOnde circunstancias críticas v cuan _o~___ __ ~,_,.,_" ~._..,-~ __,.~_"",.,,,,.,__,,,..,.",',,,,,, •..<,_.-,"·1::',,",,,, ,.__,.,._".,,,','.........,,, ..•',"".'.,,_ ••_'.,._...,.,, .•,..,'._:.__-_,_'.__.•.,"JI"".,.".."':_""~;"".,-·__'·'"n""'·", __.-.~~•."'"".:_"""",'.,.-_"=~~-'" .=. -"

va"11a~ocurrido"eldeseguilibrió exterior.J~E;t;b;-~iieva"doa~deJi!rcrel¡F'fr;cuentemente cOI1sid~r~cio­nes de economicidad v también consideraciones de flexibilidad, anticíclica-:-PoiOtrap~rte:la-"ñ"ece-síaa~(riñeTUcIiETede profeccióna-las-aCtividades sustitutivas, y la forma exagerada con que dediferentes modos suele otorgarse esta protección, han creadocondiciones desfavorables al desarrollo de las ex-portaciones,acentuando así la tendencia hacia la disparidad. Todo ello in-~ la necesidad de r~sa! J_f}_ P9#~is.g,,,~!12~a. .,E~ ante todo ant~~I:e.arlas medidas sustitutivas

sin esperar a que el desequilibrio exterior las imponga en forma

137EL FALSO DILEMA

importaciones, por año y por habitante, para que el ingresopudiera elevarse en 2 por ciento. Una tasa de 3 por ciento enéste, exigiría un aumento de 4.5 por ciento en la demanda deir:nportaciones y habría, por lo tanto, que satisfacer el 2.5 porCIento de ellas con producción interna a fin de que este ritmode crecimiento pudiera cumplirse en equilibrio dinámico.

-7 ~a~idad, la .~rmm.!S.!!.tp.~ ..s1e..!~.Le~E~_~.s~<?~~~~nJo~ .12alses"Iatinoa~encanos ha sido gener~lnle~te m~y inferiori[~~o. y: en_~Igunosaeen.os-ña~crmQ~f~aec~~. De aT1Ila C!mpl!.tJl.sLg_ueha debido alcanzar el proceso,= l' • "<¡;; - c.~~_';;;&;I,~' __ -.;¡E"'".·,··.·.-""""-~~"":;;~~.d~'i,,"tl.¡~=·~~_~ ....1l;I

sEjll_1lllL~, .Esta disparidad enlas t<:::ndenciasdel comercio exterior resulta~e un hecho bien conocido: ~~~LÜ1~I20r habitantetiende a elevars~.con ma_YOlfuerzaja, demanda~"de..artkulos.in- >

~~~§..=~ d~ticJ-ÜP§ ...l~XmlflJiQ§_.:_"!::ospaíses periféricoslmpor~ los Rnm~~T ~~~~ortaE,los segund~, .LjL~itua_<;:.iQnde los grandes centros mdushiales es completamente o}?uesta.~ - ~_''''''''"''"''''':''-<'''-'·';''C·'''''''''''''~'''<i;'~'''''"W'JY';"·,,,,,;,,"~y;¡,,",,;,,,,,y_';:J;-=;;'<;C"';"'1!'K_,,,,;v:i;J~UI.":,;"',",,,,,",,,,,,,,;:?";··,.:III""",~_",;:,"",~.",',,,

en estos cen ros no se Justifica en forma alguna la sustituciónde importaciones por razones de crecimiento. Si se efectúa porotras razones, tiende a debilitarse más aún la elasticidad ingresode la demanda de productos primarios, y, como consecuencia deello, los países periféricos que los exportan tienen que acentuarsu política sustitutiva para lograr la misma tasa de crecimientodel ingreso.Despréndese de todo esto que, a igualdad de tasa de incre­

mento de la población, un país periférico no puede crecer es­pontáneamente al mismo ritmo de los centros con los _cualescomercia, debido a la disparidad de elasticidades, agravada ge­neralmente por la política proteccionista de aquéllos. Es, pues,ineludible la sustitución de importaciones (y el desarrollo deexportaciones industriales a los centros) para corregir esas dis-paridades. ~!!!Q.J9.s I2ª!~<:::s_..,_de.....1ª .._..p_e.ÜfelÜLlat,inoamericanaaumenta!!_,sU.~pºhlªcióll_q)JI.una,...intensidª_d_.nlY~hQ:máysiJ;,~l1uela de _aql1el1()s~~~Et~9~!_!nás fuerte aún tiene que ser este nroceso.~-,,-..,-.,_'__-5>..."""_" ""--"7>i'~__ -~.. -. ,. """"=,-,.,......,.,_""_,'-'",.,..",_"-.- ..,.-----"'"',,,,,,,,";..,,'.:J-""'Ii"'""'''':''-''''''''-'I\''<''';¡'':-'''C>"","'''''''I:,,;'',,_._.}:)'_;=""III:\"'TI""_'~~"_'''''''''':'''~'~~='''''''''''=_"''''"''''"''''

El proceso sustItutIvo tendrá que continuar persistentementemientras el ingreso contÍllúe creciendo más que las eXRortacio­nes, aunque el coeficiente~J!3tigdªd_de la demanda de,im­_p.ortacionesDO ~,S__msta~,~~,suRJllQ__en el ejemplo para

APÉNDICE136

Page 78: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

nores.- R.~zones de economicidad debieran llevarnos nuevamente a~UJJ.a_situacióu_eILq.ue..sería_pDsjble importar una vasta~cL~.Q_cl!!.cto~. teImiI1ªggs..º~º.Qnsumo cuya 12~oducciónsustitutiva re~1!ltamenos.económica qne.la,..de_,gtrQLQ.Ienes•...con10 cual_:;e·P2.¿¡Iª.mejQr.él.r....9..I(!c:t1~~mL(!lmalg~11:~~Qm12riIll~~le.deimpo[t?SiQ!l.es,..condición esencial. de la flexíhilidadanticíclica.e) La discriminación contra las exportaciones. ~.s....~!.Cl:E<2_~l

desarrollo de rllJ~.YCl~~xp()¡:!~.siQI1~S-además de las tradiciona-les- ay.l.,l(far;r.·~.~J:1.~ic1eIa1)Iementeal ..G.uI1lpliI11ie!ll().ª~..~.s.e_.I2rQl1ó-sito. Esto 'i16s.!l~,:Cl.....~+ ~)I;Cl!!liger1ª ..9tIª~falla..Jt1ndamentaUaiSTmetrí¡;tCTeT~"p~~l~ti~Clª~d~sarr9110,La necesidad de sustituiri~Ortacjoñes; y de proteger para ello las actividades sustituti­vas, ha sido ineludible. Pero no se ha dado el mismo estímuloa las exportaciones. Se ha discriminado en favor de la sustituciónindustrial y en contra de las exportaciones, principalmente delas ex-portaciones industriales. La política ideal habría sido dara las exportaciones un estímulo que restableciera la paridad decondiciones con las actividades sustitutivas, y ello no significanecesariamente equivalencia de estímulos.

Conviene examinar este aspecto por la importancia que re­viste. Consiste esencialmente en lo siguiente. La limitación dela demanda exterior ª~ e)l;E?J:ta~i2!l~.s.".....RIÜI1..:l.!.~ª'~}ªiª~a~destinarparte aermcrem~~t§ .•..ª~f~c~or~s....EE9gl!f+tiYQ§ a g.flh:iªªes sus­titUtiVás.-CÓrño~sli~E~odué~.~~~ª~C:!i~jnf~ri()rgla.ª~Jº!i~granªescentros eS--l1.ecesarÍodar1es un subsidio de cierta cuantía en--~ __ ,"'-_.__.~.,__.,';._".-ez=c=~_··__·_-_·.·_··__.._.·_ __.,, ,., ,._.__.__. ..-.-._.---------_.---",-.,.-.--.-_.---.-.., , ""'__.__,__,._.._.._~~"._._..,'"',._,~'"_,__~.~,"-."'_.''''-_,_","-"¡"",,,~_o,_-0

f~~.4e p!otecciÓn aduanera. Sin. ~I11QClrg()~e)l;~stir!anp+()~i~ilj-

~-~----~-- ----.:;."

EL FALSO DILEl\IA

tergables. N:,Q ..deja de ser ...paIéldQjico.que.Ia !Il.clllsiܪlización,en vez desgI1irtQ.uir~pta~!~II1~I)te....aJaªtenuªción cleLim12actointerno-de las flud.uasi()rles ex!e~.()r~\ .está 11~yán¿¡()I)oshaciatill.nue\;o~tipo de vulnerabilidad ~xt~iiQi~Ci~~uo ~ºg2fíi~osantes.··-·· . ..~

~;o~~!~e~~ill§~I~~~~~;~i;~~~@~·~~rr~~k~];~~t~~:t1c~~~'~¿¡es~IrolIQec:OIl2II1icó;'y, '.J?_QI~!ª!l~t21.. ~.~.jI1l12I~~indihleformul'!Lúnª ..E2.líti.c:ª......s..u§Jltl.!J!yg.qt1¡;...P~EII1ttª~~9II1.~~.!l.ª!~~:gencias de econ()II1.ic.idaªS2I) ~lJ?!QEº.s.itQ.¿¡~.~ªE..ª.J-ª .~fonomías'u-máximo-ae reslsteñ:Cíaestructura} gJª§ ...f1t1ctuªc:i():ges_e~te-

perentoria. Precisamente enlCl~fu~~,gs_~en~e, cuando se acre­cienta el ahorro y hay mayores recursos para importar bienes decapital, sería el momento de poner el acento en la política sus­titutiva.

¿Cómo prever las sustituciones? ¿Cómo anticiparse a la exi­gencia de futuros acontecimientos? Es éste un, problema al quela secretaría de la CEPAL viene dedicando atención de muchotiempo atrás y con ese propósito se hicieron los primeros ensayosde análisis y proyecciones del desarrollo económico. Creo ques,~~~~ClYilnzado10 suficiente ,como PClra,¿¡~terminar.18.s.exTgeñ-

~~ial~lt&~~!~i~~~~si:!~l:~~'~ª~~1~[e~*}~~:~~~9~~~&:~~:rebasaiJiclcampode' esta exposición.

d) La economicidad de la sustitución de importaciones. Seha avanzado mJIcho menos.J:g~S~Cl.~t9..ClICl"SliIJl~i<;1ªción.....del,..pLo­blema de la economicidad. Q~.:..li~...a.~tiyi~Cld~ssu~titlJtivas. Al~n~a!.lo no ha habjdQ!_~U:g~~~E~r~~·~iit~fiQ:~~Ie:C:8.iO::sinoque se han seguido consid~Lª"~iQ~I)_~.t..S.!!EU~s!a,~~ial~s.Ocurridot;J ¿¡t:!~t;qQilifuiº_meri.Qr,-Se-ha..-acudido.coii:Trecilencia ~a:Ia::¡es-!!isci?n de lasjmportaciones d~..bien~~.....t.~~iJ:la,?os de consumoc?J:lIri~aiaa~3~e, aun9Ee. n().~~:!():Er2PlJ~i~rª!I:QeJ:lJmidQcon­SIgOel aliento de la producción sustitutiva, cualquiera que fuerela índole de estos bienes.

El propósito laudable de facilitar así importaciones esencia­les al funcionamiento de la actividad económica, a expensas deaquellas importaciones de bienes terminados de consumo, havuelto ~ada vez más .tigida],~~~S2.~.P?~i~.i~J:l.~1!~.i~p(?Jj;ªciQn~,con senas cQl1secuenS!..~~.ClI~riC[~ p(lJ§~s.Esas 'consecuenciaspodrían darse también en otros si no se sigue una política susti­tutiva racional y previsora.

En efecto, es tal la defor~~Si?J:l?~ l~~ ~J:l:E?~~a,~i?J:l~~?quehan qll_~~~~~J~I':ª~:ijiet~riCl~ priII1as; bi~.J:l.~s.iJ:l.~er­nl_~~~_()_s.i~~~~aºk~paIa_ill.ªnteneLlª iSEY~.ª:[¿¡:.•~S2~2~Isa- yalgun()~_~~~~g.~S<l_Eita1 iIlJ:ltocon artículos ..iII1pr~~gillªi~!esd~:~=~,9mYmQ~Q.tr.~.sto.~S=lJ~~~~~J:l.!?J:l~~.~(l~..~..SlJ~!glJt~I,¿¡!~mtnu-ción s~!l.sjbl~Jg. ..cc!~.ad~.pa¡;a ..imp.QrtaLii~.º&.~º!l§.~º.Y~I1ClaSdepresiyas. sobre la. economía, por las difiC:t1ltades.parg :l.~as­tecerse en eLexterior de aquellos bienes iI1¿¡i$pensaQle~(!..!II1l2()s-

APÉNDICE138

Page 79: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

2. El impacto interno de las fluctuaciones exteriores

a) El ascenso cíclico interno. En la sección anterior se ha ex­plicado cómo, al descender cíclicamente las exportaciones, elingreso global de la economía -en virtud de su crecimiento an­terior- requiere un volumen de importaciones superior al quepermiten cubrir aquéllas. El ingreso tendrá así que contraersehasta que la consiguiente reducción de las importaciones resta­blezca el equilibrio con aquéllas. Tal es la exigencia de una polí­tica ortodoxa de estabilidad monetaria.

Así, a través de sucesivas expansiones y contracciones ru,r_e­cin~ento eSpOñ~o dfJ¡~_if()nglllia int~rnª,_2ig);1eelJitmoimpuesto por las exportaciones, si EO ha habido 12olihSL~sti­tutiva. Preséntase enton'CéSaquel dilema, antes mencionado,~a estabilidad monetaria, que exige contraer la actividadinterna hasta que el ingreso global se reduzca a un nivel com­patible con las exportaciones, y la dilatación inflacionaria delcrédito para contrarrestar la contracción de la economía, endesmedro de aquella estabilidad. Pero antes de analizar esteaspecto, conviene examinar el curso de la economía interna enese movimiento ondulatorio de las exportaciones.Este I_!1ovimientova acom~do~g~~!~t: ,~e~~~na~~Ea­

ción en Iarelación..Jk..12resios. dd.in.~rc~.mJ2iq~~~!?tª-.I"Jl~j9.I:ªenIaf<!se...ascendente ~Y<:'Ipp~Qr.ª<;~ªg~ºpgºlllre_eLI]l<?Yimi~J}!Q~~~n­trario .de .las exp()rtaciones, conIa S0!l:siguiente"ya,rj~ciól1"~llJ~sgañañclasi~fros ingresos de esta rama productiva. Se acrecientaasila' demanda de bienes y servicios en la actividad interna ycrece la producción, tanto por el mejor aprovechamiento de lacapacidad productiva como por su ampliación mediante nuevasinversiones.

Los empresarios en la actividad interna cuentan asimismo con.~

EL FALSO DILEJ\-L-\.140 APÉNDICE

dades de desarrollar con un subsidio de cuantía inferior nuevasactividaqes de ~xportación indust!ia1_f9J?~JE~<:='~~_ª.l~s~íao~J~IL~Ll20rel .mtercambi<2.2E~~ygI"fªJltiªjLC;Lg"~~ª¡j;.iQ.lJlºs.jD~llJs­t~~~!~~~~?s ..gue_s~ c~~,,~~gl:liEí~SgllI~EE5?ª!:1,SS!QXl.~l:l?titutiva.

Al Subsldlars~ estª_JJltim~~J?E~ª2~~ió!!LJ_!!Q_lª--dest~E.~ªa a

~ti~~ibhr~~~I~~e!~~;~i~:~~:.li~~~~ai~·;;e~~~;d;~1:~:~mente" habrían ~~smmuido la a.~J~!i~l:l~ª:ª~]ª:'i?QmIs§::susliliillvao _h~bnan permiti o urq:1?:ªygLr!@Q ªe.c¡-e~i!ll_if~ntode la eéo-nomía. _.-.,_..-.... ' ' ~ --..,..~'''-'''-''''''"''-'-'''''''''-''''-

~s .cierto que ~o se trata de un problema de fácil soluciónp.ra.ctIca,per? es mdudable que la falta de una política de sub­SIdIOS,~speclalm~nte para las nuevas exportaciones y, más aún,el SUbSIdIOnegativo que ha significado a veces la sobrevaluación~o.netaria,. l:~n llevado a los países latinoamericanos a desper­diciar posibilidades de exportación en detrimento de su des­arrollo económico.Debe recordar~e, sin embargo, que algunos países, conscien­

tes .de esta,n~cesldad de al~ntar las exportaciones, han recurridoa, tipos múltiples d~ cambio, Es discutible si ésta sea la mejorforn:ula. Como qmera que fuere, los tipos múltiples han sidobarndos por la orto~oxia monetaria, sin que se haya aplicadoen su lugar una política racional de subsidios que por lo demás

dri "po na encontrar también otras formas de resistencia doctrinaria.Todo esto tie~~,que ser objeto de seria discusión, y es de esperarque en la revision de la política de cooperación económica conlos países latinoamericanos se atribuya toda la importancia quemerece a este problema.

Conviene explicar ahora por qué nos hemos referido a nuevasexportaciones y no a las que ya venían desarrollándose. Hay algoa este respecto que no necesita mayor demostración. Si la de­n:~nda e~terior permitiera emplear todo el incremento de pobla­CIOn activa y otros factores productivos en las exportaciones~abituales, sería absurdo emprender actividades sustitutivas querindan un producto neto inferior. Éste es en el fondo el razona­miento clásico de Índole esencialmente estática.

Sucede, sin embargo,_g!lULª.lJ.ill~Jl.taJ:_lªs_..J:x:pJ).r±aciQnes.~más.~~~,,~e_~i~~~J~l:l!!t<2~J~ª"jªA_~1l.LPI~9iº_§JªDtoE~Ea~~!..i?cremento

Page 80: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

b) El descenso cíclico. Corno es natural, el descenso de lasexportaciones y el empeoramiento de la relación de precios traenconsigo fenómenos de signo contrario. Disminuye primero lademanda general por la contracción de la demanda del sectorexportador; esto y la disminución de las ganancias desalientanlas inversiones aparejando el descenso de la ocupación en estasactividades, con nuevos efectos depresivos sobre la ocupacióngeneral, el ingreso y las importaciones.El Estado sufre, desde luego, estos mismos efectos depresivos

al disminuir sus recaudaciones; y el empeño de mantener susgastos e inversiones lleva generalmente a.l,~ª~gcitcon sus inevi­tables efectos inflacionarios. Estos efectos tienden a aliviar lacontracción de la economía y a alentar nuevamente las inver­siones privadas, para lo cual suele acudirse a la expansión ere­ditici?, cQ..!L.l)Y~Los_.ef.e,c;lºsGºm.e.~I!sªªOres.~I1.,1ª activid~-~al. .·__··"_,,•.-....-..."m __ ·'~_==··.

Sin embargo, al contrarrestarse así la consecuencia de la con­tracción de las exportaciones sobre el ingreso global, se impideo atenúa la di~minuci~ge~mª~lgravand() el de~­equilibrio exterigr, De continuarse esta política, se vuelve in­evitable la depreciación monetaria.c) El retardo de las importaciones. Para comprender mejor la

Índole y magnitud de este desequilibrio exterior hay que tenerpresente cómo el crecimiento de las exportaciones trae consigoel de las importaciones en el movimiento ondulatorio. El fenó­meno podría explicarse (véase el gráfico) en la siguiente forma.La curva E representa las exportaciones y la I las importaciones.Cuando no hay presión inflacionaria la curva I se mueve siemprea la zaga de la E, 'Rero mientras en la fase ascendente ester~.t::l_n:lg_§ig!lificaun exceso de exportacione; sobre importacio-.~--,-"--~--"".,~" ..~~.,,-,,-->._~,,....,....~nes, Y.1_1w:,Janto~~l1a.acu!l1l:l.!ación.~~..Glvís~s,en- la fase des-cend.ente·su~e'de"-toa'ó-To-ci~f!¡~§;:=E~ifie'I[ci;~~i~~diY!Fs~Esa liquidación no"es total si las ex­portaciones dejan de descender a un nivel superior al de partida,como suele suceder en su proceso de crecimiento.Ahora bien, si hay presión inflacionaria -esto es, si parte de

las inversiones públicas o privadas se cubre con créditos banca­rios en vez de con ahorro genuino- las importaciones tienden

143EL FALSO DILEMA

mayores ganancias para estas nuevas inversiones, gracias al des­censo. de costos que apareja el mejor aprovechamiento de lacapacidad y a la elevación de los precios internos. El gEª-Q enque esto sD:ce?edepe~de principalmente de la forma y medida~n que se.limitan las.unportacíones para proteger la producciónmterna. SI la protección se efectúa mediante derechos aduanerosque compen.san ~impl~mente las diferencias de productividadcon el ~xtenor, sin dejar margen exagerado a los empresarios,el alza mt~rna de. los precios tiende a ser moderada, pues lacompetencia extenor actúa inmediatamente. Pero si es amplioel marge~ .d~ protección, o si las importaciones están limitadaspor prohibiciones o medidas restrictivas directas la elevación delos precios internos puede ser considerable aun sin expansióninflacionaria. del crédito que la provoque. '

Co~o qUIera que fuere,. ~l incremento general de gananciaspern:Ite. aSI~ce~t~r_~g~J;¡_cllIdadlas n"lievasinY~J.Í2~~s,con elconsiguiente aumen~o.de la ocupación, aunque no generalmentea expensas de las actividades de consumo. La ocupación aumentaen unas y otras, aunque más intensamente en las actividades dei~versión, gracias al crecimiento de la población activa. Tambiénhenden a aumentar las inversiones y gg~t()sdel _E;stado,a favorde ,las mayores reca~daciones fiscales, especialmente cuandoestan estrechamente ligadas al comercio exterior.

1"~l dilatar~e de ~stedmodo el ~!!~~~()",",glºl?,g!g~_.Jg~(;º_l:!()!llÍa

gs l~pOrtaCIºl)eS tien: en a Gr§C:;.~I....g~l)~i!l,ill~nt~921J.illªXQJjD­t_E!Il~Idad-esto es, a aumentar cíclicamente su coeficiente-debidoá los cambios qD:eocur!~.Il:~_IJ.Jª,"gi~tril?g(;!QlJ.ª~lj!!g~~~~eIl favor de los empresanos y otros gruP()~~OGial~sJªy()r~GiºQs(;lJ,la escala distributiva.En es~afase ascendente, l~ holg~ra de los ,~_ancosX las nuevas

Qp_Q_~t~~idad~~as.!2L~,,_~,Il~.~E~!()ll~~estimU1añ~Ia-expañSíóncrediticia mas allá de lo que se requiere para acompañar el in-cremento de las transacciones. Esta expansión tiende a acelerarel aprovechamiento de la capacidad ociosa de la economía vderná h ,,'a emas, a ensanc arla, con lo cual las importaciones se desarro-llan con más. ,ra~idez.. Pue~e afirm~rse en términos generalesque la expansion inflacionaria d~l c:;r~ªit()ti~Il~e a aumentar lasiI1'lpg~t~~s en cantidad-eqüivaJente:- . .....

~----._-~-------~~-~

APÉNDICE142

Page 81: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

~~l1J~y~n ex~~s_º_d.e_la'"deman~ones,~~~!~g_ll~ lacp'l1tra~c_iQll~deLjJJg[e_sg~restablezcael. e uilibrioexterior, Así, si las exportaciones disminuyen en 1 000 Y el co­efiCieiite de importaciones es de 0.20 -lo supondremos cons­tante para simplificar-, el primer impacto de esta disminuciónserá un descenso de 800 en la demanda interna y sólo de 200en las importaciones, comparada con aquella caída de 1000 enlas exportaciones.

1"....-------- ....

Caso B

EL FALSO DILEMA

do la preslOn inflacionaria originada en la fase previa, más laque se sigue desarrollando entonces, agrandan el desequilibrioexterior característico en esta fase del ciclo.d) Los efectos cOlIlP~'l1s~.doresª~]~i'l1f1~ción.El descenso de

las exportacioñes se-n1éÚ:1ítieSTa~~acfa -vez enlnsuficiencia de la---------~.

proporcionado a la magnitud de aquéllas. Por 10 tanto, las re­servas monetarias tienden a sufrir una disminución superior ala que de otro modo correspondería; y si la presión inflaciona­ria es intensa, aquéllas no sólo podrían perder todo el incre­mento que habían tenido, sino una parte más o menos grandede la cantidad que representaban anteriormente. Este fenómenosuele manifestarse en forma aguda en la fase descendente, cuan-

Caso A

a crecer con más celeridad (I') y acercarse o aún sobrepasar alas exportaciones en la fase ascendente (I"). Como quiera quefuere, las inversiones inflacionarias -o los gastos inflacionarios,cubiertos con crédito bancario-, al acentuar el crecimiento delas importaciones, tienden a provocar un desequilibrio exterior

APÉNDICE144

Page 82: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

-------------------_ ..........

disminución del consumo ª~}ªs I1lasas !!~,l}~._~fect()Ldep!imen­t~Ls.Q15re-·la1fcfivioacI)nt~tl!_C!._y fa.cilitª._.~s.~esf(~r.~ª~e­sivo de las impQItªcjones.

~It.cgn~ec1J:n~ia, la .redistribución inflacionaria del iIlgresotiene JOs~efeCtos·'opuestos. Al dilatar las inversiones, 'TI~!l<leamáiitener Iaac_~~~~ª~ªeconómica internapor sobr~JQ~q!l~Il-er­miten las__~~P~.I!ªC!2~. Pe,~~2al}?ismo tiempo, el e~!i~~!2 elelas importaci?nes. correspondientes a las fuerzas. favorecidaspor esta redistiibú<jQn9QlltÜQlJy¡;ªJimitaIlª .ªIllPliill~f_4L~ite·proceso.

No ('!s ext@.ño, p_l!_e~~q!!~<o_lJ_l}ainte_méLjDflaciÓn.d~créditopu~_ªª jr_~~(~!_Ilpafíada dt:;! aprovechamiento .insuficiente,-ªt:;~lac~p<lc:idadproCiu_~Bya'O -tracÍ~~Irse en lenl:C;-#.Lniodecré¿in'1iS!llJOdel ingreso, si Il9. intervienenmedidas directas pari_rnQdifi~_arla composición de las importaciones. . .

e) Posibilidades de una política anticíc1ica. La expansión in­flacionaria dista mucho de ser un instrumento satisfactorio deacción anticíclica. ¿Sería posible seguir una política expansivasin consecuencias inflacionarias? ¿Se concibe en nuestros paísesuna política de déficit fiscal para combatir la contracción exte­rior sin traer consigo esas consecuencias?

Recuérdese que la ex]?ansiQ.J}inflacionaria del crédi!2,_si bien~p~_nsa_ la_iI1~):l!iSit:;l"l~iª..ge_.Jª..clc;maIlºª _jl}t~EJ]a7..s~R2!l-~ alrestablecimieIlto del equi1i1Jrio :)(terior ~l il11pe4ir~! r~ªjusl~las-importaciones: Se. planteª,plles, uIl problen:~apá~eñ't~~_JltesJi?ple__:..clesviá~)í-ª--en:__aE~<iél-.~~~sivage importac;iQD._6JiaClaJa<ieiñan9Jl:~infetifé! par~ corrip~nsar ~l1Jorma no iDfJ_q&~Qmriala insuficiiñci::i provocada porla caída de.l~s expo~!~~~?~~~;_X$roen la práctica. esta. op~rélci.óp:Er~~~Ilta ª1>Ü~g!tªcl~~qll~Ja CQQ1-.pl_ic:an~m:ªñlf~~};amil1~riios las principales.

Para que pueda desviarse el exceso de demanda de importa­ciones es _Í!l_ºi~E~.Esable_g_,:!~__~_~i~k_un__1]}\ug~nfiLc_ilmente com­]2riIl1Íble. El_caso más favorable se preseIltªG1Jªn_dQ__§_Sj:_~_g¡--ªgenestá compiiestº de artículos cuya importación p1J~de__J;:~g_1Jcirseo eliminarse sin disminuir el nivel de ocupación, ni_p_e_r_jJJdkarelconsumo de las masas populares.

Supóngase que se trata de artículos para los grupos de altosingresos. Una parte del exceso de demanda puede absorberse

147EL FALSO DILEMA146 APÉNDICE

El descenso. en la d~I1landa interna arrastra consigo ~lingr~~oglobal)1,as:ra:=Ci~eIacontracc.iÓ_J} de é~t~ ~ª.9.üie~e l.a dlmeps:onnecesariapara disminuir las, lmport~clOnes en ..la.mlsma~edid~que las eJl.-portacion~s. S~Kll!l:_~l eJel11pl? ~nLer;or, esto habráocurrido cuando. el ingreso global se reduzca a ~ 000.

La expansión crediticia que suele sobrevemr ent~~ces nosiempre es una consecuencia espontánea de. la co~t~ac~IOn, puesconstituye a veces la expresión de una política ~ntICl.chca..,?om.oquiera que fuere, l~]{Ran~i~l"l tiende ª co.rreglr la insuficienciade la de~. Pero al. f!l:is~<?!ienlp?e\,l!~ ~l desc;en~o de lasigú;_~~taciones ~ ~___()_!l~_en est~ f()rma al restable~:mlento deleq_uili~~. En nuestro eJemp~o, una exp~nsIO.n.de ~ 000compensará la caída de las exportaciones y .la msuhClen~la ~e800 en la demanda interna. f"~mJª~lJIlPQrti1CI()nesno d7slmarany el desecpJilib!iº_ exteri~r;se~áigllal al ~escenso de aq?,el1as. J>QIsupuesto que el desequilibrio con<:l_u~§,~la 4eva1u.ac~on mo~e-taria, .yJa d~\,all-!ªc:iºn, ti.~n~~ ~_coIlsegm! _.~_l__~qmh~no extenor~tri,ºgi~I_a_sJ_~P9rtªcIOnes y ale~tar l~~~)(~orta~lOn.t;s.--Sin embargo, esta política de caracter mflaclOnano b~ne muyserIas lal1asLR1J_es__sus efectospositivos d~p~IlªeIl esencialmenteele Tá-reclistri~1:!fi_q!![~grE:~_Yél_ª~LiIlg_!_~:~,n_efe.cto, la devalua­ción tráe-el alza de los precios -si no ha ocurrido antes- conla consiguiente redistribución del íngresoenfavor de los empre­sarios y arupos de altos ingresos en generaL

Esta r~distribución del ingreso ..prQY()c:ilS~e_r:!()sc:c!JIlbiº~e_IlJacon;posición de la demaIlda:4~.2~a_n4ai~J!.s!Ita­sas populares y aumentailg _de~l()s__gn.:~_ ,de_~_s. ln.gresQs.Aparte sus efectos s2_c:i~e_~L~§.tQIl.Q!~J:14:ia_conse_?1Je_nC::_~,él_:él.ºy_ersªsobre- ervolumen total de la deman~~lnternasl !1:l_~E~._;_g~~!slcoeficiente de inversiones _en la deI1land~-:4~I?S ~élsél~_y_ª-e_J()Jgrupos de altos ingresos t~ende_~_l11~a~~~~~~JlJm:se~estos últimos suele ser mas elevado .. Surae así un nuevo problérna _Para.S,QI~L_e_l g_e__~e_qlJihQIio

b __ o fíci de jexteIWJ:_~_ind.is-p-ensable_Ja.compresiÓXL_g~LSge_....!~~~J:1~~"~'a:lr-~acio_!l_~.s. Pero como.Ja ..cls:rnaggª_,g~"JWJ2ºJ_tªQ:l-.Qn~,?.., ~....9Si!~.p-ós·-ª~altos ingresos tiende a man.~ene;~~~~<?•.aa~;-.ecentaI,se,s~ún fuere la intensidª.<:l_sle__lª_~p.r~s_~on_lllfla?lOnana,_aq~~1Jatiene _que r~c::g~L§,obIeel resto de las lrnpgrtgpones. La misma

Page 83: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

realizaban infIacionariamente, pero cubriéndolas con ahorro pro­veniente de impuestos y la aportación de recursos internacio­nales. Esta última es indispensable cuando na se puede com­primir importaciones esenciales para los consumos populareso para la actividad económica. Se concibe que pudiera hacerseun mavor esfuerzo de ahorro interno V cubrir así todas las inver­siones: Pero ello no resolvería el problema, p_':!.esl~_.carencia derecursos para esas imRQr.lliÜQ!l~i.QQl!gªig..,ª....E~~.!E!I1g!~son-sumos o a disminu.Ír eLni.Y.~l..ª.í:!Jª.§ ª~ti'yjQªQ~.S2E.éElica,conetec.tDs.laIDbién.de.sfsL'iºmQles..Rªmlªs.mª.~.~.~PQEE.!.~E~~·Mas-ng~U.9J.~so.~EtS2uQl!I iI11Eº!'!~S~,2E_~.~_~~~.~le.s.en esta

f)ima sjgnific? gIl.~?fP~ªi~nt~.....tr~msitorio....hasta .q?e....s.~introduz­can las. transforillacioné!s.~sj:r!lc.t1Jrªlesque ..p.ermܪ.n.Jeslªhl~.cer~.Qhrs;=bi~fi]!LrÜi§~·i:~ñQ·PI~Sªtiª§,....¡;1¡;qgi!ipEio...9!I1~~i~e­¡j.oL.E~11.e.~,.!E!9i~E~.I1s.~PJ~.le.?li~ªrj!ly~.§!ºg<;~g.~..Eª12it~lasactividadfs...sJ.!s1it~!iYªs.._Y:•••~~RºrtªºQIªS, .X. ~};1.J.ª~lI1.§_c!ldaSluela falta de ªhQJ:J:Qinté!mQQJªCllªntíª º c;QmPQ§i.c:iQI1gellllarg¡;nco~pr~ibl: .....n~..peEIEi.~~.I1.....E.~~.!.i~~E.~ª~.....~.9EE~~Eº.I1ªi.~I1.!~~.~_2!!a-ciones ael)íe~~s' .ª~(;~EIfa.I.?§¡;I1¡;s.~sܪréÍ!ªl11eié.I1!ª ..aE..ºEt~siónde recursos intefJ1ª(;i()I1ªle~~··TodO 10 que acabo d~ d~cir obedece a un razonamiento ló-gico. Pero su realización prás.li.ºª-~nCQ.I1tIªría.dº_~_9if~es~iderªción. Primero] ~':$0:.;;~i.~=E~JD~X.qr.~~.s..l1J~erzode,a~larroi2tcrP2711}~9i~E.!~~.~L!~}J?2,~~~t9~-:-0,SI se qUIere,.~l emprestIto~,cuando-el descenso de las exportaciones ha debilitado la capacI-Qa([paraE~cerlo. y segundo, se acud<::.,~J'!.."<!E9rtªciQn.de re­cJLI:SD.s_inteII1ªciºIlªl~s,c.Qllln.~.e1ementCL.llQID1.::J.l_d~JJQapolítiGa'l.iiti.c~li<;:l!"Detengámonos un momento en este aspecto.f) La aportación de recursos internacÍonales. La dificul~ad no

estriba solamente en la resistencia inveterada de las entidadesde crédito internacional a cubrir inversiones internas, que, comotrataremos de demostrar más adelante] parecería carecer de fun­damento muy serio, sino de una consideración mucho más aten­dible. El complemento de recursos internacionales q1:!.~. .1J.!lI@Srequiere debe responder a la tasa.de crecimiento ...que...desea rnan­t~er'o alcanzar y al esfuerzo 9.: ~horr()q~¡;EQ.elI!ªJ:~"ªl@!;.Perosli ello se agregan consideraciones de política allticí<.:JiC:ª.J..12.Qslría

149EL FALSO DILEMA

por impuestos de importación. Estos mismos.i~uestos...tienenqg~ s~r de cl1antíasuficient~Rar~ª..~f:lesviªr~lr.\~s,tº_~de_ja.de~ar:?aexcesiva hacia el mercado I11.t~mº.. Ahora bIeIb~~§t'Lge~y!ªSlOnv~·ª:!ra;f.ormarse_en ~resiQn>jnflª~lQDª!iª=:ª:~Jª ª(;m.~mªg.~nla medic1a en que no. hay.ª_~.~ªP.ª.(:j.ªª.ª....~.º.~iº.sªen.Ia.....~cºn91!?J.g.y la única fomla de evitarla ~~L~ll ab.§9rciQnRQI;,..JJll~.YQSJ.m-puestos. de carácter.interno ... ri~~~odo, todo el exceso de demanda -excepto la queha podido satisfacerse con esa capacidad ociosa y el correspon­diente incremento de ocupación- ha sido recogido por el Es­tado en forma de impuestos. La acumulación de estos recursospermite al Estado cubrir las inversiones que antes se hac~an enforma inflacionaria, V mantener en ellas la fuerza de trabajo queno hubiese sido ab;orbida por la mejor utilización de aquellacapacidad disponible. .En síntesis, la .0peraci<211S~.I1~i~t~..~~g.I1f~IIE~I1~.~.I1¡.!E~!l~~.~Slr

la .~rpanaa. e}Cééllvade im P9E!ªsi2I1e~.~ !.~..?~I1l~.I1.?~~I1!~EI1ªdelos ·!aªfmes~~oc;pacTos-~en··las·.~c!i~:ida?:~.~.....•?e .•iií.~~.E~[§.I1:..TréÍtgse4:~.l.Úi~~§!Q1~ Veamos"ahora'Tas compIicaciones, y ant~todo 'las' que se derivan de la composición del margen compn­miele. y, en seguida, dé!la insufici.eIlc:iªele..ese..margen.'-SupÓngase que para restablecer el equilibrio e~t~ri()rn~ ?astenaq~ellas_il11_por-.ta_ci()Eles..~~~~I1!~~ª 1().s.gE.~.E()~.ªe..,IltQ?mgresosY~~e ~ea..Ü!ºi~E.~I1~.~Q!~~~~E.ªIE?:...II11PQEtª..(;1ºl1e~qlle....JQrmªn.P~~edirecta del consumo PQPllIªr. Efectuar con ellas una operaclOnsimila; ala anterior sig.!!!ficaríagr~vardirectamentees?s~.()gsu­mos; y si no se. grayan, surge ~una p:resio:~=iilflª'éIO::ni~tª.quedetodos modos hace. subir Jos. precios, C:ºIllº.lº 111lQ1í:!J:::J.hechoeraravam.en.~En los dos casos se corre el peligro de desatar lacogsabld~ espiral. No hay otra alternativa. que la aportaciónde' recursos internacionales para cubrir Ias.fnversiones en unacuantía equivalente a la presión inflacionaria, y con ....mªywrrazón aúnsi el margen comprimible ~s_j_l1~~ti~i~nle_._y:.]1.Q..l1ay.Ií:!CllISOS..pa,r? .cllbr!I.JQ.QªsJªs.impQrtªc:iQn~s_.esenciales-~-man­teIlÍIniento del nivel de la actividad ~~?~~IE.i~~.Lajiníca.fnrrnade hacerlo seríáIá aportación de estQSI(;CUJ:SOs:"'_

Si bien se mira, la política que estamos considerando con­siste en mantener el volumen de las inversiones que antes se

APÉNDICE148

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taciones, trae el desequilibrio por el estímulo de éstas y eldesaliento de aquéllas. Esta disparidad puede tener su origenen una presión inflacionaria s01JIelos precios o en un alza desalarios más allá de lo que permite la productividad.Mientras no haya obstáculos para el crecimiento de las im- '

portaciones, el alza de precios interna se limita a aquellos bienesy servicios que no están vinculados al comercio exterior, de talmodo que el d"-e~~.~quilibri.QoJ~g~.ri.ºX...•e1J.ª,,.~~IEEl~.~()nse~~~?ciaSlirectade la presión inf1acionari~.Y si se acude a medidas Iimi­tatIVasairecfas páraatenÚc1r o corregir ese desequilibrio, el alzade precios se extiende a toda la economía y acarrea el re­ajuste de las remuneraciones.

Ese reajuste hace subir el costo de las exportaciones, sin quesuban sus precios debido a la s()!?~e\,alu~~iónl11o~e~aria;y afectaasiI_!l.isIEoa ag~~!~~ .~~?:1~Sd~ la pr?~ucción_q_~~~,;on~pite.!!_.'.conlas imporEl.ciones de artículos'--que,' poi 'Una razon u otra, seexC1uyen:-deTaSlímitácY6íies. El perjUiCió'--que'-experirriéntanasí las exportaciones y esas otras ramas de la producción haceindispensable la devaluación para restablecer sus condicionescompetitivas y recuperar las corrientes del comercio exterior encondiciones de equilibrio. Lo mismo sucede cuando el alza deprecios se debe a una elevación de salarios no justificada porla productividad.~~Y_~~?EE!()_~~~~<:l ..._~_1:1a?:~()_e1_~~~~9.t1i1j_!?;iQ_~de_c:~~l

crecimiento ...del .i?:gr~so'.n1ás.allá de 10..que perml ten 1~:~xpor­taciones~Tales d - des"eguilibrio estructiiral que sobrevienecua_TId_Q__é~ta,s.....se...reº1,!c,:~Il.,..?~g~_~"yi_I!lg?_.~_~!~ri<:lr~e.~~araI]lanteneL-o_.eleyar_eLni:\~elde ...activjdad ilJte_ma,$.e.J_eQurre_.:..alae¿pªpsión cre,di.tici<Ly~~e.llegc!__§!~Lala dev_aluació,n,_~sta_~pderáa. re_stabJeceLeLe.quili1:JIio,si bielJ c:onJos ya_menciQnad_Qs_e_fec­Los_re.gresiyos.

Ahora bien, en este caso, la devaluación obra de un mododiferente al anterior. Enefecto, suben los precios de las expor­taciones t!, imiºrtacio~es y, como los costos no se re_a,hi_~t§lnslffiuíÚ;eamente, dejan una ganancia extraordipa,r_Í;1_CJ.m::__es­timula las exportaciones habituales y_.~J desarr.oIlQde__o~nuevas, a la vez que hace surgir actividades sustitutivas ªpt~~no existentes y fomenta las que ya prevalecían.

151EL FALSO DILEMA

3 Véase la sección V, p. 180.

3. El equilibrio estructural

a) La devaluación monetaria como agente de equilibrio estruc-tural. ¿S!fJ!! l!~f~~~~~9.~~."i!I~S.!Cl,.SE~E¡;Lg.tgf~;E,.._~.._g..~~sui-librio estructural o bastara ~ara ello la stevalua..g1912?La orto­doxia monetaria suele precomzarla en todoslos casos, ya se tratede un fenómeno de estructura o de una simple desviación delequilibrio estructural. No son iguales ni la índole ni los efectosde la devaluación en uno y otro caso.

La desviación del equilibrio estructural ocurre generalmenteen nuestros países en el C~~1i2.QI~!lªfi2D_-ill():Il~tma.El alza de los precios internos, no acompañada por un mo­vimiento similar en los precios de las exportaciones e impor-

exagerarse fácilmente la cantidad de recursos internacionalesque se requiere.Más aún, la política compensatoria podría exigir un tipo de

)nversiones internas -obras públicas y construcciones, por ejem­plo- que sobrepasara a 10 que correspondería en una distribu­ción racional de los recursos disponibles entre las diferentesnecesidades de inversión. En otros términos, este !p._o de polí­tica anticíclica podría llevar a dedicar recurs()s'~'X~c::~iYQSa esasinversiones en desmedro, por citar un caso, de la produccióno importación de maquinaria o equipo.La ...aE()_rtaciónde ~ecurso~~....i.~lC::!!.!.~.S:.i2!1ªle.L~~..j1J.~.tif!.S:~..~~.~o

complemento. del ah()rro f§..~ªSo__g_~_.Jl!deS!E()~.E§!!.~~§L_P~~r:~?como elemento normal de 120líticaanticjcli~iLoFªI-,l_~'lbrkJ~si~iones ~_igidas pqro.eLilll!nt~nÍlp.i~J1to....deJa.ftctil'i<iadecoñOrñiéá. La solución no está en ello, sino en una políticaprévisora de sustitución de importaciones que se anticipa aldescenso cíclico de las exportaciones para prevenir -o al menosmitigar- sus consecuencias sobre la economía interna.

Estas consideraciones atañen a la política anticíclica, pero noa las medidas para frenar la inflación. La aportación de recursosnacionales para cubrir el desequilibrio exterior mientras se tomanestas medidas para corregirlo a fondo, suele ser una exigenciainevitable. Sobre ello volveremos más adelante."

APÉ:NDICE150

Page 85: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

las eXpQrtaciones>--:g_S_~ª--_<::1!_fQ_Ima__de..-g.ra:v.ámeI1es--q.ue_a.hSQrbant~_g el1_~rte-:_.I~g§!.I?-~I?-ciéle~tragrcl!IlélIia,..o.hien.enjormade restricciones directas. El estímulo de la devaluación se cir­cl1_Il~cJibirlª,por-iº"·ta~-to, a las nl1~yas~ipQrfaClones.Sin embargo, medidas de esta naturaleza significan interven­

ción deliberada en la economía y debilitan el prestigio que sueleatribuirse a la devaluación corno medio espontáneo de resta­blecer el equilibrio "dejando que la moneda encuentre su propionivel". Por lo demás, es muy poco frecuente que se proceda enesta forma, pues la cuantía de la devaluación se establece gene­ralmente teniendo en cuenta el efecto que con ella quiera con­seguirse.T!át_C!S~l2-u_es,.Qe_1dIlg_,,!!l:eª~~ad~J?olítica económica y sus ven­

tajas o desYel1taiél$tieIlel1 q1}e c()t~jélr~e~I?-laJ?~~cticacon lasde otras medidas, como...SOI1. eL sU1:Jsidi(jdire~t.~ ~·lás·"·expórta­cienes, Ja sustituciól1 de importaciones y el arancel. protector." f¡YEI patrón oro y el equilibrio estructural. Los teóricos de laortodoxia monetaria no suelen discernir claramente ese proble­ma del equilibrio estructural latinoamericano a pesar de la cons­tante incitación de una realidad a la que vuelven generalmentesus espaldas. Han heredado los principios fundamentales delpatrón oro y los aplican a la política de estabilidad monetaria.La teoría clásica no vio el problema estructural ni tenía por quéverlo en su tiempo, en aquella edad de oro del patrón oro bajola hegemonía británica.Su funcionamiento se cumplía sin obstáculos que comprome­

tieran el equilibrio estructural de la economía mundial, porqueel centro británico, con su estructura peculiar, había encontradouna adaptación estructural en los países periféricos y en los otroscentros dinámicos que facilitaba los movimientos del oro en unoy otro sentido. No nos extrañe, pues, la creencia de que el equi­librio era inherente al funcionamiento del patrón oro. Pero elcentro dinámico principal comenzaba a experimentar a finesdel siglo pasado y a comienzos del presente las consecuencias deciertas transformaciones estructurales en el resto del mundo queaparejaban persistentes manifestaciones de desequilibrio. Me re­fiero principalmente a las consecuencias del progreso rápido delos otros centros dinámicos (por ejemplo, Alemania), y del pro-

153EL FALSO DlLEl\B.

- - .--------_ .._. -

152 APÉNDICE

Sin ~!!!~argoLa medida que sub_e_JJ_lau~mll_ll~Ja<;:_i_Qnks_~vanE~ilié:J1dº~sos efectos¡_Y_]2aramaIltk:nkLla_act!yjºª~l]2mg1!9tivamayor g}le se había. a1c_anz._adº~~sJJ~J:;é:~ªIiºrecurri~..~..11~~vasdI~:i!ggsi5m_es_o a.nl~clid~¿__gl1e.restriIl~er-l~i~~~!irii~iit~:]ªii!ji­E()r!9-_Sio_l1_eS~ll~i~S1_i~r:L~~~E~,~~~;(E()E~~siºnes.·....

Podría argüirse que el alza de las remuneraciones no necesitarealizarse en el mismo grado que la devaluación, ]2or cuanto lacompetencia impedirá que suban los precios, salvo en las nuevasactividades que se hubieran desarrollado a costos más altos. Seconcibe que así pueda ocurrir, si bien con frecuencia las prác­ticas restrictivas de la competencia llevan a elevar los preciosen la medida en que permite el mayor margen de protecciónque la devaluación trae consigo.Cuando este hecho impone tarde o temprano el ajuste de las

remuneraciones correlativamente a la devaluación, ésta pierde.~.sus efectos. En otros térn:~~1ª-J~l~~yglu;tcióIl__.,s_61º_a~túªen esg:

T\ i~~_~:r@~~~:~~~~~~:~~~~LSlY,~LÉi~l1e_~~,~__re~-iP' Es cierto que Rodría evitarse Bruza de precios de las im12Qr-

taci~ -excepto las que van a sustituirse- si simuTtáneamenteconla aeval_l1~c:iQIl_seI~bajaran_e_JJfQrl!lªP_1:gPQI<;:iQnªI]Qsj:lere­ches de aduana para todas las industrias existentes a fin de

""'-"- ----.-.-.------ --,---- ------- - - _-- - -_ .. " o,, _ _ '_ ,....... •......... ,

~::!tar una E2J21e priJlef.9ºIi. Se siistituiria de esta forma en todoo e~-parfe la protección ejercida mediante aranceles por la pro­tección resultante de la devaluación. De ser ello así la elevación

""_""""_-_-_-",",,, ,cJ~eci<:&_§_e_g~_cluciría_a__lQ,s.artÍG)J1Qs.....dejas ..n)Jeyª,s...ªdiYidadessustitutivas, cuyo costo es mayor que el de las importacionesque antes se hacían.El ajuste de las remuneraciones, justificado cuando hay ga­

nancias extraordinarias, no sería en este caso -ya que no lashabría- solución adecuada, y traería consigo la espiral inflacio­naria. Habría, pues, q~~élSJ!clira otras medidas PélraevitélI la

... y_ i!!.~iª~I?-~ja_ª~~aq,lleLh_echo_sobre..10s consumos ...popuIires: .Desde el punto de vista de las exportaciones, el estímulo que

la devaluación ofrece a las qUe SOIltraclic;iQl1ales.podríaJlevªralq~~~!ioro_deI,!__IeJ9_<;:L6Il__de__preciQs_~deUDleI<;:ªml?iº,__~b!and9losproductos de un país forman proporción apreciable de fa ofertainternacional. Habría, pues, que establecer medidas limitativas a

_- ----~~---~---~--

Page 86: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

úf Je,J.\!

r ');P'''~a) Ocupación máxima e importaciones. Las. co?-c1usionesmás"(os-' importantes de la sección anterior son ,las sIgUlen.t~s:ili!.d<LJa

vulnerabilidad estructural d~e..c_QIlO1llia,~lLesJ:abilidad"mone-t~~r:ias.iicl~e;~lD~.~.con-eLmantenirnie~to.~de.JLactiy~­dad económica 000cuando od~.deRJ.as~,expo.rtaclOnes_~I­Üd;dlleva ~co~tracción de la economía, v <2E0nersea esta_______ ~----~'-'~"'.>._"""""~'-'-.....,~.....~C'-.~"'''''''''''"'''''.-..,..="""v="",""""""",~,=-=M'"""=''''''''''":",,,=.~~.~.,,,:l'i''~''''''---. I

contrac~Qndu~~,_g~g~gl!E_~!!~_~_J.'~l_l.QflaE~!QQ,o,._~~.E~d~senvolviénd~.imprime mayO"(i(!lpuls~_s.o.

Es cierto que _~¡;_~()Ilcil?~llI1ª..oFQliti<:;ª.ªnti<:;i¡::li.c.ªq!te~.ILQ$-ªinflacionaria,Jl_~~ge acrecentar eLeslu.erzQ":"d.e:~_ahQJlQ,'__Fre­cisamente cuanslQ..la Gª1?_g~idad~.p-ªIfLhª__g,~rlQ...,j;hSJIUIl uy_e~cQ!1_@d~inacióñ·d~JªLe)l:P9rtªc!9neS, .:r,E~qu~~eoas~i~~9._lE1,claroconcepto an~lico en l~jIl_S!it~l<::lO__lle~j;1e.S~J@ltomternaclOn~1.No es--é"iIiª_fiQ.~~D.tQ!i~,~~_SLge,lª.L~iE~t1.E~,!~D,~i.?~oo.ll~ye'!L~ªJª~Jn-fl~ió~ - o

__oSi ésta tien~...ci~rtos ete~tQ~P9..§,iti:Yº.$,_s,e,d~b,e..__ª,1.gj___I1fit;l~n.ciar¡;g_resivas_2brela.dift.rt1Jll~!ºn....del....!ng[~2p·~.o muc1]_()~,lliles,de ser una ·~1itica_r§..hQID..endahle. 1ª sol~Io~ dtJ.,pr9~aS~-rurt!.ii~11ez..~§~uctUijll, aparte las me~I.aas de coop~racIóninternacional que puedan tomarse para mitigar la amplitud delas fluctuaciones exteriores.

La solución ideal s~rí~ cJª~.~}~,.estru.ctura~~t~rnaod~-iaeconomiala resistencIa sufiCIente para desviar hacía el extenor

----- -- ,,_, . -"<-,_.-, '"" ................•....."."... ..-,.----~ .~:~.

l. La solución estructural del problema

lII. LA RESISTENCB. ESTRUCTURAL DE LA ECONOMÍAY LA POLÍTICA At~TIcÍCLICA

EL FALSO DILE:!'"IA

ciones del resto del mundo, incluido el principal centro diná­mico o por la fuerza de las circunstancias, llevan a éste a buscar, ,el equilibrio en detrimento del comercio internacional.No podrían ser indiferentes nuestros países al desenlace de

este problema, pues un desarrollo más activo del comercio mun­dial, al ampliar sus posibilidades de exportación e importación,es de primordial importancia en la aceleración de su crecimientoeconómico.

teccionismo así como a ciertas modalidades monetarias que ten­dían a retener el oro en países importantes.De ello surgió algo de gran importancia: el centro británico

fue perdiendo su aptitud para volver a atraer el oro que ex-pelía.Claras pruebas de la perplejidad y la zozobra que ello trajo alas autoridades monetarias aparecen en el libro de Sir JohnClapham sobre el Banco de Inglaterra, primero que se ha escritocon acceso a los archivos confidenciales de la institución. Eraciertamente, muy temprano todavía para interpretar aquellosfenómenos estructurales. Pero empezaron a surgir ideas parapaliar las consecuencias de esa tendencia centrifuaa del oro.C íb ' bonci ese asr, mucho antes de Keynes, y antes de la primeraGuerra Mundial, la conveniencia de promover en el centro bri­tánico la concentración de las reservas de los bancos centralesdel mundo.No cabe, por 10 tanto, extrañarse de que acontecimientos de

alguna similitud que ahora están ocurriendo en el centro diná­mico principal que sucedió al británico después de la primeraGuerra Mundial, se manifiesten en iniciativas que respondenen el fondo a parecidos objetivos. Es indudable que este nuevocentro dinámico principal ha operado en condiciones estructu­rales muy diferentes de las de aquellos tiempos, y que dificul­taron considerablemente el funcionamiento del patrón oro.Estas condiciones se hicieron mucho más adversas cuando enla gran depresión mundial el centro dinámico redujo su coefi­ciente de importaciones mientras incesantes aumentos de pro­ductividad e innovaciones técnicas estimulaban el poder expan­sivo de sus exportaciones. Fue imposible que el patrón oro -laestabilidad monetaria- pudiera mantenerse; y el resto del mundo-otros centros dinámicos y países periféricos- tuvo que ajustarsu estructura a los cambios estructurales de aquel Centro diná­mico principal.

Casi un cuarto de siglo ha durado este proceso de adaptacióny, tan pronto c~m,os.ehabía termina,do qe cumplirlo, en aquellosotros centros dinámicos surgen fenomenos en sentido contrarioque afectan al centro dinámico principal y plantean un seriodilema. O aquellos otros centros, sin perjuicio de otras medidasdefreajuste, aplican una política más liberal para sus importa-

APÉNDICE154

Page 87: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

EL FALSO DILEMA

que crezcan las importaciones de -la .primera ca~egorí~c~andoaumentan nuevamente las exportaCIOnes; continuara SImple­mente su crecimiento regular conforme siga desarrollándose laactividad interna. Por la misma circunstancia, no tendrá porqué moverse cíclicamente la demanda d~ importaciones debienes de consumo terminados, a que se refiere la segunda cate­goría pues al sezuir creciendo regularmente la actividad eco­nómica tampoco bexperimentaría fluctuaciones el pago de suel­dos y salarios y otras entradas fijas, ~alvo en el caso de lasactividades exportadoras. Por el contrarIo, los efectos de las f_hIc­tuaciones exteriores teI1cler.ár:..~ c()ES~EiEe,~§.~,!gJ~"d~~nd0eimportaciones. de-1)l~~~S-~~~~~'~~~.?I ?~~~p~!:~tS~~2n-djwte a la tercera. 'cátégoría.. ' . '",. " - , , .Esto no signific~ que7I aumentar cíclicamente las ?anancIas

de los empresarios, éstos tiendan a emplear en form.a íntegra elincremento en importaciones de esta naturaleza. SImplementeaumentará la demanda de ciertos bienes, ya se trate de los deproducción interna o de los que s~ im~o~tan. Pero ~omo laactividad interna no puede expandirse cIchcamente, SIllOquecontinúa el ritmo de su crecimiento regular, la mayor demandatenderá a satisfacerse con el incremento cíclico de estas impor-taciones.En consecuencia, las únicas iI!lP_Qliªcio.g~_9.11~.,-9.1I~ª'1!Él1~x-

p'uestasar~wo~i~!~ '~~cl~réltq.:!().§~IiªJ:l_l'w...qº,~2-~!1i§_fa_cen~lademanda de ~.sl~~n()~gE~,P_()s.,cl~,!,~.g!.~.§gí§...$lfl!~ª~~nt~ ~llf'b.l\ill­t,es. ~nta_llim_ duran~,~~l~§~~nso_._c::~~hcgY dIS~IllUHIa? enel descenso. En esta forma,Ia fluctua~~de las exportacIOne,s_se. reflejªfíª pi9p:tameri1~~~~ lél~JmRO!Jª~iºne.~,.,Sill_._ªkºJa!~creci~-lÍento..r~gl!lar ele la ..activiclªcl.jJ:lt~mª.,~~;-~~:pues, el pr0E.2sito deJ~s transformaciones estr~ctura-

l~ ~_~!,~~".!l.()~J:~~~E~~I1"l~~;,".~~§ª~;~;~~·····Pllntºdª~·Y}so§'~~coeficiente de iIIlPortaC;IQnespo..JIª ....1yl,ms: ,~~_2_S: p. rlaao~'elcorrespondiente a aquellas importaciones d~ la p~lmeray segunda categoría antes mencionadas q.u~no esta~ sUJetas.élfluctuaciones cíclicas; v, por otro, el coeficiente de ímportacio­nes de la tercera categoría, en el que se reflejaría con toda in­tensidad la fluctuación de las exportaciones.L~~~~i~:r_9_~.1!I12 __y()t!() GQefiºi~nt~.nQsºlQ,,_de.p_eudexia

1<:>~~eC:~~o~_!?~~~__fll!~j:Q(l_~Ü2_n_~s,demal1era qll~ la actividad_ eCOn?mIC~_mterl1a--.El1e<!a.cr<:~ersin in~~rrupci().l1~sp~~iºel.~~,as.\': ¿Que sena necesano hacer para aproximarse a esa solución?'Recordemos ante todo un hecho simple. Si el ingreso globalde la economía interna tiende él comprimirse cuando desciendenlas. exportaciones, es porq~e éstas ya no son suficientes parasatisfacer la demanda de Importaciones correspondiente a eseniv~l de ingreso. ~icho de otro modo, eLs:o.dicie.l:lk_d~i!!!EQf-=tacI~nes es dem~_é!_kq_J2~ra permitir. qu~ el ingreso sigacr~<::_I~n~con un_graclº-oméÍ~iIl1o~éle~O:~ºp,i9ic;11110Obstante eldescenso de lasexportaciones, - -0- ~- -o- - - -_..

~> Es ~e con1primirel coeficiente _.!!l~~eliª!l±eelc~~bio de s~mpo~ci<:J~de-ras~-imortaCl'6n¿S-);"Eí. transforma-C_~2!!-slela~est~~Iodu.fS;!Ql1z ..~11J~,.~"l.~dida..J:1~ocesaria~~~ialri~.f:JI~!d~~~~~/Iª~i~~~"~li~~~~~~~:I~~~~iYO;por lo tanto la capacicractpara importar= se encl!.~n_tmn_s!nsup.9sici~n cíclica más b.aj~.Logrado este.º_bj~HYº-,_ªlI~ªI1~~~;:Sepostenormente el crecImIenj:_Q___de las exportacion~s el incremen-to__c:_?!~p_0_I1S1i_~!1_t~~~eso-~crniar~ladeñ!iñd~?21:_Pero como la econorma esta funcIOnando con el arado maximode ocupación, el exceso de demanda en relación con el productointerno tenderá a satisfacerse con mayores importaciones.~) La presión, de la demanda y las importaciones. ¿Ql1~j!!lI?or:.­

taciones tenderán a crecer _el1 esta ,'0', forma? Parél.coIltestªL estap~gun!a ~isti~_ggIr-l~g!!kll~§_si~i~ s~ú;:' sugrado de posible fluctuación cíclica: i1 las importaciones dematerias primas y bienes intermedios ésenciales para mantenerla actividad económica con el máximo de ocupación, ya setrate de la producción de bienes o servicios de consumo o debienes de capital; ii) los bienes de consumo terminados nece­sarios para satisfacer la demanda regular de la población activaocupada y sujeta al pago de sueldos y salarios, así como el restode la población con entradas fijas, y iii) los bienes de consumoo de capital para satisfacer la demanda de los grupos de ingresosvariables, principalmente los empresarios.

Si en el punto mínimo ele lª~ ~:xP_()E!~C_!ºIlesS.e~ha logradoco~s~egl1i~_~L!l1ª;\im_o__de.ocupaciúru.na ...haz.razón.alguna.para

APÉNDICE156

Page 88: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

EL FALSO DILEMA 1592. Las medidas anticíc1icas complementarias

a) La variación cíclica de ci~rtas_impQItaciones. Acaba. ?-e verseque la soluC!2_I1_clef()!1c1Q__c;1el_PI.o_bkro-ª~de;jg,-;J'.uJgeJ;ª,bJ1id::HL~4.­terior es de-car_fu~I~gIl!clural. ~~i9_l}_Q__S.lg~c~~lle-fy.a__q-~eeliminar la p~o__s_ibilidad_sl~_...,~iS::ItªS...ID-~didªs....antlºlGhc~s"",_~~s_arac__t~~entªIi9. Ante ~odo, cabría pregunta.rse SI el asce~~oy descenso de las importacIOnes en que se refl~¡a ,la fluctua~lOnde las exportaciones, sería espontánea o necesIt;ma de medidascoadyuvantes. Si se logra desarrollar la econorma c?n la oc~pa­ción máxima de factores productivos no parece::a requenrseninguna medida de esta. ~aturaleza, pues la preslOn de la. de­manda adicional sería suficiente para que, rebasada la ca~acIdadproductiva, crezcan las importacione~. Es claro que ~Iemprehabrá un cierto grado de capacidad oc:osa en la. economIa,. ~erono por insuficiencia de la demanda. interna, sino en anticipa­ción a su incremento futuro, como siempre sucede en una e?o­nomía en crecimiento. En tal caso, la mayor demanda llevara autilizarla, vesta mayor demanda se irá tran.sf~rmand? gradu~l­mente en Importaciones en el curso del mOVImIento ;lf~ulatonodel ingreso. Pero a medida que se va colmando el lm~Ite ~e.lacapacidad, el crecimiento de aquéllas será cada vez mas rap~~oy una proporción creciente -hasta llegar al total- de la ~reslOnadicional de la demanda se traducirá en incremento de Impor-taciones. r

De todos modos, el aumento cíclico de la demanda tenderaa hacer subir los precios. La intens.idad d~ est~ efecto, aparte laelasticidad permitida por la capacIda?, dIspo~Ibl~, dep~n~e delmargen de protección a la producción sustItutIva. Si este. ,esmoderado y sólo compensa diferencias .de costos, la elevaclOnde precios 'se verá prontamente contenida por el aumento delas importaciones. .

Este margen influye también en la forma en q~e desciendenlas importaciones cuando se redu~e la d~m~nda. ~nterna por lacaída de las exportaciones. U na hg~ra dIsmmuclOn .de los p~e­cios internos en tanto que se mantienen los de las importacio­nes, hará q~e el descen~o. de l.a demanda incida sobre estasúltimas y no sobre la actividad interna.

De no haber esta flexibilidad, sería indispensable establecer

I-1!

de la Índole de la dema~g_g,__siuo_también_de las decisioIles delé!_12?lÍ:ti~ª-~cºm5ml<i:-ac~xca de los ~~t~~_~~sque ha~iÍ~~ queseg~~!_~I11.P()rt_al1c1º_y_Q.eJQs_.que conv.endría. sustituir. Pero amboscoeficientes tendrían que descender persistentemente mientrasel crecimiento del ingreso sobrepasa el ritmo impuesto por lasexportaciones: el primero en forma regular y el segundo, siguien­do las fluctuaciones del ciclo.

c) Anticipación de la política sustitutiva. Las transfoI1J)J!ciQJJ.esestructurales necesarias para reducir estos. co_clic__i_e1ueSJl_Q__ti_enenqu~_~~sp~rar ll--que _se pr.2_du~_ca~E~~~~(;?Q c1(;jmE()~É~_~,i()H~?~sinoquetendrán que anticipars~-PE~Yt~2.!ªm(;l1ty ª.lCl~e:l(!g(;!1<:;}asdel crecimiento. En otros términos durante el ascenso de las

~-C~.',.¡..",.~ _'_'.. _,_., ~~~,,,,,""_~._~.<r~ ~,., ~ -~--...........,,_~-

e~()Et_<1~~?neses indi~_~jl_ºI<:! PIeyeIeL]_JE2~iI11.Q_cles~eIls.()_e.jni-CIar las sustituciones de manera que .<::u~~~?ese..~es<::e~~?..s??re­v~ng~}~ eco!:1~ei~~prepa.Ja.([a:jIara,"res"islirlo Y -seguir avan-zanQo sin retrocesos. -

Es claro que en estas previsiones hay elementos conjeturalesn1uy imp?rtantes. Por la experiencia pasada -sabemos que -a todoascenso sIgue un descenso. Pero ignoramos cuándo ocurrirá éstey en qué medida se presentará. Así pues, las transformacionesestructurales podrían resultar excesivas en unos casos e insufi­cientes en otros. Por ello tienen que ir unidas a mecanismosde flexibilidad. Si resultan excesivas, habrá que moderar elritmo de las nuevas sustituciones v mientras tanto acrecentar,~, ,las reservas monetarias con el exceso consiguiente de las expor­taciones. Si las transformaciones son insuficientes habrá queemplear el margen comprimible de importaciones para resta­blecer el equilibrio dinámico, tanto en el balance de pagoscomo en la economía interior, y acudir a recursos internacio­nales si ello no fuera bastante.

Se justifica plenamente aquí hacer esto último, no como ele­mento normal de una política compensatoria, como se ha ex­plicado antes, sino como medida de emergencia, cuando porinsuficiencia de la política sustitutiva o por una caída extraordi­nariamente intensa de las exportaciones, se impone el uso detales recursos para contribuir al equilibrio.

APÉNDICE158

Page 89: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

grupos de ingresos altos. Nos referimos al incremento cíclicodel consumo y no a su crecimiento regular, a medida que seopera el desarrollo económico. Es indudable que caben diferen­tes soluciones en cuanto al monto de este gravamen, según elgrado en que se desee influir sobre el consumo para acrecentarlas inversiones. Pero cualesquiera que sean, todas las solucionesdeben tener un elemento común: que el Estado no utilice losrecursos extraordinarios provenientes del gravamen flexible enaumentar el personal de la administración corriente o el de susinversiones, pues la falta posterior de estos recursos traería elconsiguiente desempleo.Además de sus efectos sobre el coeficiente de inversiones, el

uso de estos recursos en importaciones de bienes de capital per­mitiría atenuar la inestabilidad interna. También se lograría estepropósito si el Estado empleara tales recursos en la importaciónde bienes de consumo que requiere para su funcionamiento oen acrecentar la demanda interna de estos bienes provocandoindirectamente el aumento de las importaciones. Pero de estemodo se malograría la oportunidad favorable de elevar la capi­talización.Estas mismas consideraciones son aplicables al caso en que

el Estado grava directamente las exportaciones y participa asíen el incremento cíclico del ingreso global de la economía.Dedicar los recursos a la importación de bienes de capital, yasea para sus propias inversiones o las inversiones privadas, lepermitirá evitar el déficit inflacionario cuando descienden lasexportaciones, y elevar a la vez el coeficiente de capitalización.La conducta anticíclica del Estado es indispensahle.para.Icgrarel crecimiento regular__dtia_.economía con el máximo de ocupa­ción de sus fuerza~.p_r.oc1uc_ti_Y-ªs.Todo estQ_Jliggific~ue, pil.ra_hacer menos vulnerable la eco­

nomía a las fluctuaciones exteriores,~s_ta_dCL.liene.-t-amh-¡énque introducir refor!!}.é!s.~~,g:.l1~.~~~1_~~~g".s..!d§..gg.~~.Habráquehacer una clara distinción entre gastos corrientes de la adminis-tración y las inversiones internas que tienen que crecer regular­mente al ritmo impuesto por consideraciones de política eco­nómica y social de un lado, y las importaciones de bienes' decapital de otro. Las primeras tendrán que cubrirse con recursos

161EL FALSO DILEMA

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un gravamen variable, que se reduzca o elimine en el ascensocíclico, para estimular las importaciones, y se mueva en sentidocontrario en el descenso para comprimirlas más rápidamente enresguardo de la producción interna.b) J1:J estÍmulQ_ª_lélLimI2ºItg_ºigg~~__ºi(21ig§L~__ª~!?!~E':~~,,ª~__~~Ei:..

ti!_l. Hay otro caso en que también podría establecerse un grava­men variable, tanto sobre las importaciones como sobre la pro­ducción sustitutiva, pero por razones de otra naturaleza. TI_átasedel siguiente problema. La fluctuación de las ganancias en elsééTór"-éx-üITa(:1()"[esuno¿fe"los -laCtores --rinci' ales-del·····iñdyí~--.. ._ 'p.------- _" -------~----- ,_, ---:t!, ,,,,,,.P__-----------.--..--..,,,,,-,,-.--------mien-to---de_las importaciones. ELa11l11_~B_!:Q_g~~§tª§ _gªP:él!!c:i:¡tstiende espontáneamente a acrecentar las inversione_s_cºIlJfLgIr:!J!-1élti,;a-jmportacióri-de_15~!i_~=ª~,_~<::ipi"tar;~pero-tambiéntiS!IJQ~aªmn_entar_el ponsumo de_esQs-gru,PQ~,PDl1<::!I2ªhuS!nts!-c1<:!-gSlu,c;llosbien~ de alta elasticidad !l1gr.~Q_ª~_Jél:_ª_elI!'!!!ªª,YLcg!E:º_nop__ll_é!-ª-~___§ati_sfª-~~Jl1~Dle..J-ª_;PI~§i,ºg_,,__§~. ª(,;!§Y!élIéÍ._h-ª~::iª_lé!simportaciones,0-suí es do__ndeun gravamep ,~exible p~gEi~"SQ_I,ÜriQQiJ~ªLm~jor

aproveéhamiento del Íncremento de. .recursos_{!?'t:(';!IiQE~?__-paraallmentailas-inversione,_~ __~-é)nCíbese:eii--efécto, que el incre­me-iitü de la demanda de esos bienes pueda absorberse con ungravamen aplicado tanto a los importados como a los de pro­ducción interna. Desde luego el alza de los precios de estosbienes no tendrá por qué afectar el nivel de vida de las grandesmasas de la población.A fin de cumplir el objetivo que antes se señala, los recursos

así obtenidos por el Estado tendrían que emplearse en la im­portación de bienes de capital, ya sea para la actividad del propioEstado o para la actividad privada, si tales recursos se dedicarana fortalecer la capacidad de préstamos de las entidades de des­arrollo económico.Al sobrevenir el descenso de las exportaciones, la rebaja corre­

lativa del gravamen, con la consiguiente reducción del precio deesos bienes, permitiría mantener establemente su demanda efec­tiva, sin que se compriman las jmportaciones o la produccióninterna. Aplicado en esta forma"a los bienes de alta elasticidadingreso, el gravamen flexible permitiría aumentar las inversio­nes de capital a expensas del incremento del consumo de los

APÉNDICE160

Page 90: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

¿En gué podrían. consistir esas.l!!~iligg~L~LErob.1emaes éste.La des9J;1!Pªciº_I1-~~'1~Lé:ict~v~ª~ª_c:~~~P9Eta:<!2Úii~!i9es estruc­tural] sino.d<:;lisa,esto ~s, ª~~car{¡<:;!<,;rJran.silQIio.En consecuen­dá~~ trata de transferir per~anenteI11eIlte l?~·desocuE9osa º~fiis~ªctiyic!aªes sino. de ª1Jsor1J~~l~~""~I"l=forrni~..temp~l.Habría, Elles, que emplearlos ~Il inversiones .iÍlfeiiia~,y p~ello nQ_i:~.I!E~conse~ll~Il:i~s.....i~f1a:i~~.ar~as.~~.E~5E!~Ée~aclldu·alªhgrrQ.. :P~ro.c;st~~aI1ori:(jnO po"ªrí~ f~ali~ª!~ª? ~:{p~I!.§asdel con­SU1110iIlt(;!Ing,..Pl1(;ssi así fue.¡:~,.~~~~ríaI11?~J2E?yo.candoun fenó­meno -de insuficiencia de la demanc!? él]úi'ª~"~~9I~gholfQ.~rían~_Llª-i!l§l1Ji"c;!~!l~i~~de".}~"~ª-~m?E-ªg~()l!g~I!~ada.ell.lasa"ctividaª~.Lc;?'P9:ܪ.ººIª§z.....y C:I~ªIiªI!!Q~gJIª.jI!§!lJi.siel!cia..~n elresto de l~ ~C:.ºIlºl11íª,.....:por 10 tanto, . no. .es ahorrando sobreelco~sum"o'c!~ bi~~esi~ternos como habría que cubrir estas in­versíoll-es~"-sino-<l-exPf_ii~ª~i!~Jas_jJJ:1portª-<¿iones.

{ -En rearldaQ~"rQ~~<l1l.~§~r~Slº!~I~..~§.llE7ª.,.,mª~__ª~=~orro gu~} vaya crecieng9....lc;glJlªIm~!1t~ªm~ªi,c!~.,(E:¡~~.§~.,"g~¡.ªIJ91lala eco-~ nomía. E!1J? f<l_~~.<l~S~nc!~I1!.~i!~Jg_§._e~RºJlªc:.jQll~.§.~~te.ahorro; seemplearfa' c;njmR2Etª_Ciº!l~iflc;JÜ~I1~S.s;!~.sapita1;)[ en la fase\ descendente en inversiones interIlas. Al OCUrriresto últirtib;k.el_ ,__~.=.._~_"_._.1,_._.~..., ..,...,_.....__,¿,__'."n""' __y." .••""..•"••,... _,.•...__ .~ •.,...,__...•~, .•.,_.__.. =...~....A

ahQr!o r§=ªl~~ª? a ~~~nsª§. ªsJªs.~irnp~Ol.tª,;iOll.~_S:,,§_~~.§.fQnDa­ría en consul!!()~ªc;J9.§,Jl!l,~Y.Q§"..Q.c,lJpªº.Q_§..",~ltJª.~..,JIly~§Iones,...lle-nªI1siº-<islaMditg:9.~~._.h:ª.1JJ.ª!lª~jªºº,~!1Jg_Sl~~I!.ª~-al..declinarel. ~PJÜ~=~n,Jª~ 2,stiyi2~ci~~L,.t~P9.ܪ,ªQ!f!.§.d) I:ª__flexibilidad de las i~,,~rsiones. ~~_fl~~iQ!lidad en las

inversione~..So~~t~~l1Y~u:: [email protected]~~P.c;I!~2EJ~~~I!Ja.políticaanticíCliªl·no •.·s()l()~n..I? q~e S~I!c;i~r!l~<ll~.s.i.Ilversionesreciénéonsideradª~~ sino a las iI1ver~iºI!~~~n g~Il~ral.· -..,_._.... .~TrataIemos de explicar esquemáticamente este asunto. Si biense mira, desde el punto de vista anticíclico las inversiones estáncompuestas de dos partes: una parte fluctuante y otra que creceregularmente con el desarrollo económico. 1:.aE~Et.~,.fluctu~nteestá dada. por ..aql1~l1a~i:::l?~¡:~<l~i?I!~.~.....ª~ ~i~ij~~ g.~>c-ªprrar·enqueserefleraer}ili>.ii!ÍÜ~.I!!2_de 1~...!~2!i~s:iºnes·1a R?rte <;lecrééíiiiiento regular....está...f?~~:~?ª pg~ el}~~t.º•.,,ª..c:Ja~jp1l?ortacio-i1eS"de-b'íenes cfe-~aplt~i,':ql1~~~ ~~~í~:~Isli~.~!U,~n~4gPOrtqdala gama··4~~=frli~¡:~iª!t.~C~E!~r:~~s... ..... ". .----SIla actividad económica interna creciera regularmente con

163EL FALSO DILEMA

provenientes del crecimiento también regular de la economíainterna, en tanto que estas últimas deberán reflejar el cursovariable de las exportaciones.

e) Inversiones para absorQ_<';LLé:Ld~~Q~lJP.E,~iQl]_c;íc1ica~~ las ac­tividades exportadoras. Consideremos ahora otro aspecto deesté~ Hasta aquí hemos hablado de la fluctuación de laganancia de los empresarios. En la fase ascendente, suben pri­mero las ganancias en las actividades exportadoras; al aumentarasí su demanda interna, tienden también a subir los preciosy las ganancias de los empresarios en el resto de la economía.Si ésta funciona al máximo de ocupación en un proceso de cre­cimiento regular, el alza de precios estará limitada por la afluen­cia de importaciones, salvo en los servicios destinados a losgrupos de altos ingresos y que no admiten competencia de im­portaciones.

Es claro que si el margen de protección es elevado, o ~~eé!_Iestriccionesdirectas o J21.QhiE!Eyasl?ara influi~""~~~gdgLirIl­por!~E~9nes,..:;1 .ª-~ª (:I~oRreC!º§1]9 t~1:lcILK.(;~!~I~l!!i!~.!~I!_c;~ES~~o,y ello agrega un motivo adicional para introducir ta_I!1biéI!__enestos aspectos ciertas retormas tendientes a lograr el m..i~_:;tigl_3:_fliIiCion:mlíento\:lel-sisteIt1a=ec;omÍmíc~-~~'" _-_.. ~_' ..COn1o~qUIera que fuere,·y a'ig~~ld~d de. otras condiciones, lafluctuación de las ~nc.~~._ge lQLempresari.Qu:Jl.....el.resio....del~~ºJLQmía será menos iI1t~~lJ.U~en......~QCllpación~xima 92_ecuando la econ?~í~ ..~~!tsuj~ta'"._~m:n.Q.al1Q.ra~-

~~ !~~e~~~I~~í~~f~tt~t~~e Ps~~ses~~a~~:t~l~~~s;:~a:-cias aumentan y disminuyen no sólo por el movimiento de losprecios, sino también por las variaciones que ocurren en la uti­lización de la capacidad productiva.Si las fluctuaciones exteriores sólo se reflejaran sobre las ga­

nancias de los empresarios, las medidas para combatir la vulne­rabilidad exterior se limitarían a 10 que hemos venido explican­do. Pero también se reflejan.en variaci?Iles d~g.~ºP§L<:;ión_en_lasactividades exp~a's, varmcI~9E~ siiLemb.argo~.sllelenserde amplitud menor qu~..~!l!!ºyi.mi~l!!9 Q§.JoLpIe<:;io~ª­naru::ThS:-Esl'oComplIcalas medidas anticíclicas y obliga a tomar~as medidas de previsión.

APÉNDICE162

Page 91: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

l~rmente y en up,grado máximo~d~l1paGión. La economíamterna deja. as,Lª~,§,~,"E_Y_l!.!p_eE~l?I~.y_.~ªg_l!~.r~la'"resistencianece­saria para qu~ las fluctuaciones"'p,,e1asstxgortaciBuesse.~tradl1zcapro.n~aIl1e~t~"",!I,Ljmpolt;:tcj_g_l!.~$.",~Il~'º-W.9J',iYl~ui~e.c.te.laactividad lAkma. '""""_ .:z__ --=------lMi_-·,---_

liemos demostrado tambiélJ._g.ue uIla--simllk política an&cíclica sin eS~~~Q1acl.QIleuiliuftw:21~~es d~ª;Qlicacióndificil. P" . ~nmedidas ~o .. adas. acumplir los siguienteLob~Jjj'os:- a) ayuaar a!_p1ovnll"iéntode las importaciones de fluctuacióncíclic¡l.mediante .un¡rav-ªJ:1i~il1E~Iple;·-"--~~ .,.-..--.--~-

b) aumentar la imEortación cíclica de bienes de ca ital a ex:,.l29lSaLde__h~..jmpQItª"<;igne~.""ªe..ºi<:!I1e~,",".,",,d.e,C;:º-I1.§!!!l1q)_son~.otrograV~~_!lq!!~.§<:!...C:Q..!P1?.LIl~....c:q~,~!(lIlt~ti9r;

c) destinar también 1a~.I?..ar~~Jluctuantede las recaudacionesdel EsladO -vinculadas estrechamente al comercio exterior- ala irgp_ortgc:i9!!.g~ ºie!!<:!$ge c:ªpita1;

d) absorber la deJl_()_C:_l!~n"cíclica en las actividades expor-tadoras con recursos _9E~~~ ~~5!~~~~!!.~~l_~~emo .CIcTlcO- ai!!pºit..a~i(m~~ge bienes de caEltal. adic:i?i1alesa 1(l~(lJ:1.teriores,ye) ca_mbiªrl~c:_~~EosicióI1c1e1asacti\;idades di~_c:2nst!u~s~ón

~~r3_,~~~r Jg,s_riio.iiiliióiÍ9.s~~tcTí~g:f~rI'iª~ ,ª~I(l?_i~:e<1r­taci<lne$d~.!?.Íenes...de. capital,

Se hLPu~g-º_ el acento en la iE!P~~_~E:_~iade la solución es­tructural, pues el problema de la política anticíclica para corre­gir la inestabilidªg_ck_º-rigé!!!"_e:~teIÜ2L~_~~,_ha..considerado' confrecuencia _ind<;E~!!ªi~!!t~m~nt~L.ª~.LE[21?1~!E~~,_ªe.·.crecünientoeconómicq, como si la fluctuación no hubiera sidoun ra§gocaracterístico de. nlJ_§j.!ra,lgD.21-ª.J!~_gé!cer.Yo mismo he preco­nizado en otros tiempos una política "iil'tícíclica ajena a consi­deraciones estructurales, y he tenido cierta responsabilidad ensu aplicación en algún país latinoamericano. En síntesis se tratade actuar sobre la demanda en la fase ascendente mediante laventa de papeles de absorción de ahorro en elI?~plico._~J c_om­primirse así la demanda y no emplear el ahorro en importacio­nes de bienes de capital, o inversiones internas, el ahorro quedaen forma de reservas monetarias. Cuando sobreviene Ia fase

165EL FALSO DILE!\IA

el máximo de ocupación, no habría razón para suponer que nopueda mantenerse también una cuantía de ahorro que crezcaregularmente. A este ahorro estable d~_njnterno y~_<lesti­l_l_ado_~.}~_ inv~!siones de crecilpi~l!.to reg_l!l?L_~_<:!ªgE~gª!íª elahorro .fluctuante de 5lrig~n.exJé!PJQ~l}lél$..élS~ixigªªé!~>~~2.!ta­~s 1 dedicado a Ia,pa.Ilrl~,-iffi{~m~ófluctWlIiteae:1is imE<i!b-ciones de bienes de capItaL Pero 'con esto no quedaría comple­tamel1titresueltcr~stfO~lYfo-blema. EIl.....efé!ctoLJa~ i_I1yer;;!Q.I1esinternas están ínti~~Ig~Il!_eJ~g~dasél las:~iIDP.QrtaciQI1eLdeJJienesd~ C~J?ítaI--As2:)~rainstalar mag!!.i.~~",Y~511.ÜILº*§,~irnJ29LE:tdoj,se re<iui~!_enmy'erslO.ne~..co~~~~!!,12I~_§~_é!E-R!ª!l_~aJ~,iIl~_~~EE~~les.Este estrecho Ilexo ~1!=lst~¡_li~~stª12iliQF~},pu~_ ~~~.}cti\idW~s~-J<Lc.Q!Jstr!lPción~<1~BªEíª,]J,=¡~1B-lke_ste,~, ala vanacion de a uellas rm ortacion biéneneste caso se re esmternas. -EILnuestrospaíse~ el Estado tiel].egeneralmente en ~~s!ll~!l_2§JQ~.iristr\lmeR-!~~i~i!2;",§;81~~iiSe~iqfL~l!1l?liar­l.~n f0l.Wa,~~¿~s~t~viSli3:cl~Sªel~l ;é9nst~fsiÓn ..n~._~fEJn~~nsibles oscilits.~one~s.Ello-requierE'-un;~mo\:=}míeñtO~de'tipocompensatorio: cuando crece cíclicamente la construcción in­dustrial -en su sentido más lato- deberán decrecer las cons­trucciones de otro tipo. ~l Estado, a través de...§._us..p...J:.Q.}2ia~obrasRúblicas y de la construcción deyiviengªL¡2opulares¡ pQrc.d!nlado, y del sistema de créd!19I1iEote~JjJ24_por_()tr2,está en col1-diciones de introducir este el~_l11eDj:Q=_,anti,G.íG-l;ieg"si¡;¡,..,.pg¡_juiciodel empleo del sistema impositivo si fuera necesario_11!notros

\ ~~in~s, _las" consideracion~~~e carácter...,ªI1t:igí.c:E<:~Ji~li~ñ-1 tener !:Inpapel rrmy impoifante en el plan~ll1í~~JigfkP~:Z;.oJ de todas estas iñversiones;-queesíñéIísPensable al ,cre_cimientos ~~_§~::::16S2no~ía. w_ ..-

e) Índole de las medidas anticíclicas. ReSI,!!namOsahora lasconclusiones más importantes de nuestra dísCusión anteno.r,_a_n­.~ de_l2ªsar a otros aspectos deIy,~s!()__proQlemagye es_@!!osconsiderando. Ante todo, ..!::~E-:()~,"_,EE()~~E~,,ª2_d~Il!0stJar__Sl1!uasolución fundamental de la vulnerabilidad exterior es de carác-ter estructural. Hay que transfoIDlarJa es!E.!:!~t,~_E.de. la.'"ecog,o­mía para gue la:á"ctjyiaad ~hºfl"Q¡pjajI1t~!!1i!:--no obstante .lclsalte'l"Il~~~y~_~_-ªt:J~_~_c_()nomíainternacional- pueéIa-creceí:~-í:e~.~~,

__ .._._.•..•_._.~__ '.~._.•.~. ....~••,,~"'.,. -,-'Q • _ ~d .. _~-

APfu'¡J)ICE164

Page 92: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

A;-0\

tYpersistente en los. grllEos s()ciales .~~.ing~esos..inferiores y me­d.!~~~~uj)3iiTCipaéfÓñ progresi'va"en' l;;tdIstribución del in~,gresQglol)'áT . -Este movimiento suele verse interrumpido por factores regre­

sivos que tienden a empeorar esa participación distributiva. ~nefecto, el desarrollo eC()~12micotra~ consigociertosfenómenosestrucfurales que -elevan 10s:'Qr'edos-~ip~ov()can naturalmenteen las masas consumidoras reacciones tendientes arestaurar elvalor rea e Sl!L.IelIlUUeIªCIQ~~;:i)R~~0~' sobre­vienen cuandg_s_~,~leva!!_gLª:yánl~IleS"ge,jl}l:ideJ1ºi¡:q_;¡QPJ.JliI~l2ªlacubrir el costo de_.b~11~ii,~jg,~"~§,QQiªks,,º,,,ªt,smsl~Lal c.recimi®o

2,\d~ los gastos d!l Estado' o cuando ciertos gillJ,J0ScOJ:lsig"ue,ures-/ttiggir la~y~al1m.~!:l,~~E,~~tc~Ll~re952"cª~'_SPs bienesLs_e.rv,icio§·..t;JLll!!ºY_...9!IQ..Q.asq_k~"alill1~IJ.tQ§""QriginªIL<l,Lª~,pre­cios2~uidos _l)g.~,~_s,ª~IeacdQ.nes.,....deíensizas •.~.,º~,§ªtª,D....la .e~J2.iralinflacionaria d~_:PJ~9iQ.$"y,J;~mJ,l,.ne¡:,ªc.iQne.s;"y~,s;lju,."s.tmw~ntq..Ir-o­n~t~rio, ajeno en sus comienzos~e,stelen.QlJl.eQo, se,_yejpJ.z;adoa.~acom12añ~E.l()~CO!!_1~1fl?,~_~lf2!J.>,(~E~~~!isie""~_iÚl=de.=é,\Ú,tar_unacon~t¡;,é!.gC!ºJ:l..qeJsL;;tc.tiyidª.deC,Qnó.mica.Ell~~t.Q,§;c~S1~",,~­~nel'Ui~~JljJgzJl!k,§imple%0'0~m~~~~~lj2XO­ceso de la inflación."'"" _. ..c '''4 ~-::.;-.__ 'c.'~"%?~"_"·""_~'

ELm.~explicab~ión contra estos efectos regre~~Q,se,n_ja_distrihucióu_del~ingreso per6 el.~alJilleJl:fQ~.de~J~!illJj1_era-c~_no_los-c.o.rrige;._desatª $impleIIl~11t~!.~~~.RiI.a!i~fl~.3..0na-ri? ()le da maYQ¡;impulsosi ya ~(;!,Yeníªºe§eil'yQIY~:iiao·..LEeoraún cuando. el.aumento. de .remnneraciones no es. lIna sim_pler~~ój1_j:_~ndiente_a_c.Qu.egiLlm_s.fectol.~g~sivº,sino a obtenerefectos PIQgresÍYQs,cleredistribución. No es.la infla<::ión"el1!!~ºio

, ad_~~uado.,paraconseguirlo..J~';;Y'Y Así pu.e....s, este caso ª. ~.l.·f.j~.~_.~...e. a~l~~!!().S~.()t~o~en que el instIJ.!­\\,,' m~.lÚQ_I!!ºnetarioa.d@iem__lJJ}=,"p~ª_ReLactivoya sea cuando e~

Estado, sin . ue ha 'a una contracción en _la eco omÍa lo eIIl-RL~PAri-:iilªJ1J;,el1,~,~,"g~":ª;]'!1!l,ee~J!,,S;~!t~~nversi~s,e~L d~, Ié!_g,YITlLC!J._!11~!!Y!!!,~E!2,,"tE~~,~!,~!!?~.2.~~an~"'3~u.E.0spri~·adº~i~I.~bt_ªn..s.]lJ?-º.c!er,.~f:B:Y,~¡:p.Jf()fª:E?::-.~~M0_'sQn:~SWofin. El alza resultante de los p'r~cios :grovlenedel mismo instru-iñ~ñiiIPonetatii y no de f-ª&:foi:~s~je~o§,"é!1a deliberaÓón elelos bancos c~~_y las réacclones"C1e'féñsivas-pafa"'COITegir

167EL FALSO DILEMA./'

l. La reacción contra movimientos regresivos

~a política. de desarr.ollo.econó!llig.o"j;ª lQ~:QS:!!!Q.S,,,,gichQ>,_§.igpi­flca un esfuerzo d(;!hberaao ara oDrar sobre las fuerzas de la~SSII!9n:lia~ilill_,de_a~~CJ:eÚwi~_,_uQ,_pyr, el ..~re.cimieñto~g,SLJJlj$IDQ~~_nQ_j:lQJllº~medio~para,...lograr, ..u~,::iii:é:rº..i~imI~iito

IV. FACTORES REGRESIVOSEN LA DISTRIBUCIÓNDEL INGRESO E L~FLACIÓN

descendente, las autoridades monetarias compran nuevamenteen el mercado esos papeles de absorción devolviendo el poderde compra que antes se había retirado. Ello tiene el efecto deatenuar la contracción de la demanda, como antes se habíamitigado su expansión, sin que hubiera consecuencias inflacio­narias por el empleo de las reservas monetarias acumuladaspreviamente.Aunque la idea es correcta desde el punto de vista anticíclico,

deja de lado el problema de fondo que es de carácter estructu­ral. Pero en aras de la política anticíclica se acumula ahorro enforma de reservas monetarias en países que no tienen ahorrosuficiente para acelerar su crecimiento. Es cierto que la acumu­lación es temporal, pero no sólo se trata de eso, sino de la nece­sidad de aprovechar esa holgura relativa de recursos para intro­ducir aquellas transformaciones estructurales que, aparte deevitar la contracción de la economía cuando bajan las exporta­ciones, permitan continuar su mismo crecimiento con el máxí-mo posible de ocupación. .

Es cierto que en aquellos tiempos en que tales ideas surgie­ron en nuestros países estábamos aún bajo la profunda influen­cia de los efectos de la gran depresión mundial y se imponíanante todo consideraciones de estabilidad económica. Pero deentonces a ahora se ha recogido una experiencia que nos llevadefinitivamente a insertar las...me,dida,Lanticí[email protected]ítica de desarro]lQ,._riu-º.ulándolas.a.Jaa.nansíonnacíonea.es­tructurales indispen~,eE~, dar_.~~g:\!1ªIÜ~1,~Lg,Lsre,gilljeIlJo~mico ~lLJJJ).---L~IIlen~ª'~_~,?,~Qilic!ªc!_IDol1§l~ria.

APÉNDICE166

Page 93: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

9hQs. Trátase de aquéllos que ya están en la industria y otrasocupaciones de productividad relativamente alta y absorbenmano de obra. Tienen que pagar mayores precios por los pro­ductos que ya no vienen de la importación, sino de las acti­vidades sustitutivas. Es cierto que también ha aumentado laproductividad en estos grupos perjudicados y en la medida enque ello sucede se compensan o superan los efectos del encare­cimiento. Si estos fenómenos 0R1J.~stosse dieran en forma gra­Q!lJ1LJ-I.s;glJlaI,posiblemente. el JenQmem>..seria mucho menosperc~Rtible de lo que ocurre C.Il rcalida.d. TambIén se -presentaestefenómeno, y p_gsi"bleilleIlteen forma más íiiterisa, en grupos<!t:!, trabajadores _qll_~__que<la_n_,enocupaciones de baja produc-tividad. ,_.----, ._- -._,-- -'-- - __

Llegamos así a la segunda explicación a que nos referíamosmás arriba. La sustitución de importaciones no se opera enformª-gradlgL_siIiQfii!~j~~"¿Q!if~p:"trapi~p:§ipalineIlte'cuandoeldes,<:e,nsQ,_de_Ias-,exportacionesobliga-'ª:~GorregireI..O:eseq@ibnüexterior. Durante el ascenso ha podido acelerarse el incremento

--~._- - .. --.....__~_ ~_...._~. __.. __ __~ _"'~,,,._,,...••"' ,..,'"'' ,,',' ,.•...,..",.., ,.." _..,..•,'~¡"",',',,,•.,., ,"',._.•,,',".'"_..',,--c___ _ -_~ __, •. _ _ __~ ~~'_~ ~.,. -,

<te} ingreso m~.<!i_()_J?_9!,~_~p~~?:l_I1~~sÍ!:l.~~.grac:_~~alaE~ento delas exportaciones- hubiese necesidad ªe§º~t!~.l!ii:!!l~p_0-taciones.E~el_cl~scenso sucede lo .contrari(): ~aja el ingEe~<?,j:Dealóys~p~rlede,n1anifiestola nec~~:id-ª,dd~tituir importaciones,haciendo .en poco tiempo lo que debió hacerse graaüalffiente.

Un ejemplo numérico ayudará a comprendertodo esto. Su­póngase que antes del ascenso de las exportaciones el coeficientede importaciones haya sido de 17 por ciento; si, como sueleocurrir, el ascenso de aquéllas lo hace subir a 20 por ciento,no basta con volverlo nuevamente a 17 por ciento cuando sobre­viene el descenso, sino que es necesario llevarlo más abajo toda­vía -digamos a 16 o 15 por ciento- a fin de hacer frente alcrecimiento que mientras tanto se ha operado en el ingreso.

Se impone así la. necesidad de comprimir las importacionesen una cantidad que representa el 4 a 5 por ciento del ingreso enun periodo relativamente corto de tiempo. Algunas importacio-nes ..ºe~~~mlcrá.I!,.espontáneaII1~nte,perQPªEl IQgE~E~~I~9.~ilifuioexterior, atenuando a lavez los efectos de la contracción de lasexportacion~r_~ºlJi=\::Ia--actividad iriI¿IPll,3,érá.·Ii~:~~s~iº~Jlcélrgravámenes o restricciones al resto de ellas, Esto aparejael alza

169EL FALSO DILEMA168 I APÉNDICE

este mo_yjn\iento_regresiv:o_eJl.la...ºi~tr.!lJu<::jé>Il:llQ tieIleILE()r..,qués~scitar la es¡¿imLirrflgcioIlªXje;<::gTICSPQIlº¿.cntQll<:~:;..ª aqucllasillstituciQ!les.anJpJiarl_Qs~:r~sQrtes_c:tediticios,_.pata_fQr-4.gJ!.]Q§em­pr.~s.ª,ri()§2absorber con sus gana,ncias infutciºlla.:.r:iaselreajustede las remuneraciones. Dedicaremos esta sección a examinarestos fenómenos.¡Tres son IQs.....pLillci.Pªks..iac~de &;_Cllábte~L~QGtlJlªLºJ1Ln­

cional que. traen consigQ.~~lill!m~illQ_fllܺ§""RI.~~jQS:a)~G.º§j:Q,de su.stitución de las.impmtª.cio,!l~$.;."b)"eL~ll~ªI~fimi~.IlJQ=º~....JQsPI2$iuctos agrícolas, y cl eLmQy~t~skJ~~.!~~f,!QJ}.~<k.J.lle­ciQ.?..,c1~l.jnten;2IDhio.a) ]I;LfQsto de sustituciQn..,Jle,,,Iªs,,JmZ¡Qríªºioll.e~.~~~c.

ción gue sustitu~e a las ..imEortangi,()Il~.s..ti~I1egell~ralII1e.n..!e..1Jncosto .~av~r ~~~,éS~.'ES]rp;eci~~_~~_n.Si fuera posible emplear en las exportaciones todo el incrementode factores productivos de nuestros países, sin que aumente sucosto o disminuyan sensiblemente sus precios, no habría nece­sidad de industrialización. Pero no sucede así,

Este proceso significa un aumento de costos con respecto alas importaciones que se obtenían a cambio de exportaciones.¿Por qué se preconiza entonces la industrialización para elevarel nivel de vida de las masas? La explicación es muy simple.Aun ella ndo el produclQyo~J~~~~E~~~~g"~II1~Il()L~Il,,Jªj.!}ª,t,!?,~ria~ en las eXBortaQonesJ._~L!!1llcb-º"_I:11~Y()!q\le..en.,d r.e~tºdeIClL"a(;tiy.LªadeLeIl~q1J,e..,hª.,pen~lmd~Lcpn~escasa~intensida,d,.latécnica productiva.moderna. Es el caso típico de la agriculturade consumo interno, de las actividades artesanales y de aquellaamplia categoría de servicios personales no calificados que cons­tituye una de las características del subdesarrollo. Así pues, latransferencia de fuerza de trabajo de estas actividades de menorproductividad a la industria y otras actividades de productivi­dad mayor, a medida que crece la población activa, representaun incremento neto del producto medio por hombre en el con­junto de la economía.S~9rbe ªsÍ el JJ1.~ot-GG&to=desustitución en el couj!illto

de la economía. De otro modo, no habría habido incremento del

.~[~T9g~~~f~~r~i~=f~~~:=!~~:a~

Page 94: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

haberse establecido 12arid-ª.d.ªe.Qº!!(:lic;iQ.Il~e.Ilt[.eJas actividadessu-stitutivas y las actividades ~e exportación. I • •

QE~~ regJlj~ra UIl.~11Jr.~JlII1.<:1ªmelltaLde p.olit.lcªJ.l0~g­nifi.GfLq.u_e._s~..C;ªJ:~;¡;,Cªªé: gÉ:ra,s...ÍmI11a.s..de....c;Q.ntLarrestar...Illleutrastanto. el encaredmÍeuto., .Si en vez de protegerse las nuevasacti~id~de~-;_;;titutivas por medio de derechos aduaneros serecurriera al subsidio, podría evitarse la elevación del costo entodas aquellas actividades que afectan el nivel de vida popularen una forma u otra. Es muy diversa la incidencia según los ar­tículos que se sustituyen. Si conciernen al consumo de los gruposde altos ingresos, sólo habría que preocuparse de consideracio­nes de economicidad en las actividades sustitutivas; pero si in­fluyen en el nivel de vida popular, acudir al subídio permitiríaque este costo social del desarrollo económico recayera sobre losgrupos que están en mejores condiciones para absorberlo.

Trátase de una medida puramente antiinflacionaria q~e tiende~:rIegi:r ..é!ic:ctCls1Pe:rO I1Clª c:yga,~!Q§,Para evita.r!os -o por 10menos lograr su ateE_ll"ª.c;.i2g=__~~..!I1.ªi,~E~ns~~le,~o~?se.~ijo haceun momento, ...!Cl.!llª.rmé:sliª.ª? ...ª ..e.!gIlsIü r~:~~:e~~~~r'~. ~~plitud~pr.oceso~·sllstitutivó y :a.1Jmé:I1tª:r~.llgE~~.O~: ~~~[§jñicidad.De ahí la imp.o.rtªn.Gia ª~C;i~iyª.....~el ..~::c~~ü ~~.~~n.b) El encarecimiento relativo de p:éCJQúctosagLQ12e.QJ1.qrios.En

la e:x-pe~ia. de~g.t!.Il,<J.~_pªi..s.esJillj,Il.Q_a_rneIi,Qan.Qs..~s.e.,..han obser­v~Ien cIertos .fenóm.eI1gs....ª~..~n~ªI~~.imi~Iltº d~...ªr.tkulQSagropecuarios' de .E.~UCC~2.~.~.~~~t~.EE~,l,ªjnC;!<:1C:I1~iª..i!~ estoshechos .sobr~ ..e1..GOIlSllillOpQp_llla,1pªré:c::~h.a,lJ.e~~gQ_1J.Il_iactQrimp~~ta~t~,._ª.~j!!flª~~ón. de ..:üstgS eIl !~!~~..:.ª~üs. Sin duda al­guna, el fOI1.<:1.Q_g_~~~li~EiªÉ.!~i!ig~pu~~~.enc().I1tra7§e.....~fLel ~i­men anacrónic? .~~....te~~Ilcia. ~.~1suelo prevaleCIente en ~.]nnúmer(fffe iíu~esffos-países. Peí'Z)~esr6wconsrífíiyeúñ~so1()áspecto,s~ 1.i:Yfrff¡f61tcmre:tr~}'!ª<:1~I11ás,otros factores que llevanal aumentp_deJos...co.sígsd.eJa.pmdu_cción ..agrícola..:y:.s.e_J:taducene~a de ..10s. preciQso. ~Il ~l.<:1~~ª!ic:g!<2.ªé!...!g_.J2E~ucci~mcílandoen-lina fgrmª_ll ()tEgsereprimeel ~l~~.?iIl ªtª~"ªr. deIaízel"problema:'Tatase de un asunto sobre el que ..~e ha discutidomuclioen'nuestros países sin que se haya logrado todavía unconocimiento pleno de los hechos. Anotaremos aquí algunas

171EL FALSO DILEMA

tI1terna_<:1elos precios, antesde que se .opere eLprOCeso s1Jstitu­tivo con sus mavores costos.si esteproces~ se desenvolvié!ra gradualmente -corno hemossl1gerido=--y~r=aTz_a~Tlca. del ...coeficiente de ...importacionesa~_ª, exclusivamen.te_a_hienes_q1JeJl_O~LI1f11Jy;ensºhre_eL_niyeld~. ~ti.<:1lLP.9pular,el aUffiel1t.Qc..<:1elSQ§to"de Jas actÍ\~idades_..s1J.st:i-tuti"as. también podría absg~lJeI§ee!1fQImacgrad1JaJ. Pero ..nosliC:~ª~~~~!LYese a.l1mento de .....costos~o.cuue precis.ª,me.I1te.~G1Jandodis:r:i.Illlye el ingreso_por ha?it~IlE.~, g <:1~jg<:1eSIe.SeI.g S.e<:1.elJ.!:lH:a.·s·u·Ei~rri.o.ªe_~r!ª_~i~~~~? adquiriendo ..S2I1 ellg .1lI1~~~gIlifi­cación mucho mayor que la que hubiera tenido degÉIQ modo.Todo esto es muy esquemático, pues el fenómeno real no es

tan simple. Conviene, RorJo~tanto ..l1acer...algu_naLcalifiCi!Qiºl1~:~I1.p~i!ller lug[!r, la intensiª.~ci<:1e.1ª iI1Si<:1eI1sias()1Jre.é!l rit!ll0de crecimiento. del ingreso 11g ~~!o ~epeIl~e <:le1Il"1gygrS()~t()eIlsí mismo~-sinotambl6:Lde]i ..ªifé:.~é:I1.Siªé!I1tr~~Lp~()<:11Jc::tQporho:r:1Jre .en las acti:,iªªdé!s ...expgrtª<:1gEg.~y eI1 19§ §t!~tit1J.tiyas.Adeill~s,~J.a·inciClenciª_sexá.taIllo mayor ..cuanto ..más ...grande ...sealá·.aít~;:~DCiáentie:el ..cre.cinlieIllo del,...ingtesc.por.hebííante.z elqé:,Jas_e;S12ortaciºll.e~OJJlaRitante, .....p.1Jes.seráJnay..or ..la ..necesi­~~s_El máxim~,gec~~Si(le~cja .•ªSQ~~lteSe0CC::}JgllªO1<;lS im. _QIt~tc.iones_rles .mu ran e'.:i<:1ªi!~=e~~QJÍ9dºras ~~~!:b1~kYas~

Aparte,~1.lS efectos inflaciºJlªILQ~0st~jg~icieg.c:i~ J2oªría ~l~gara ..constituir unJ!erio~_tág:J,lº ªl ~.n~~iI11i~ntº"d~Lingt~~º:jL elincreme~tQ-"d~productividad de las actizidades .._ya_ existen1e~ sevt:!..a?sor~l~~~!l.__granJJ~~~p.c:>.L~L~ay'Q.r_GosJ;Q.ª,t:!IJ)r()sesQ.,,§t!"s­tihitívÓ:-~o.es.este.urlmeJº.rª;¡;QnªmieIltoªR~tIftcto,~sino_unaposibilidaJ~c;¡:;_c;eta ·que cfebiera preoc~parnos en el desarrollolatinoamericano.

Recordé:II10s1as '.razgneS_.PorJª~C;1J;:H~ ~1GaS.lOª~_sllstitJlsjónresulta excesivo: a) las s~titllcioI1é:s hgl1 ªé:~i_doiml?ro\tÍsarse encircunstancias críticas, sin que se haya seguido un criterio razo­nable de economicidad; b) la_t:!~i[e_g.llezd~JoS_I11~r.~f!<:1Q~Jlª,ciº.Il.a­les obliga a incurrir en costos excesivos de sustitución, y e) elproceso sustitutivo ha adquirido gIl"1P!~!t!ªªé:l'!I1<:~llrgsl.ªP.2:r..no_."."...,_"". ----'0---,.---.".,', ...

APÉNDICE170

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__________________ ~~~~~.,_~ ...~.__..==~.--".==~========______.,,~l

Para hacerlo ha habido frecuentemente que extender la políticasustitutiva a industrias muy costosas cuando hubiera sido másconveniente desarrollar la producción agrícola con una adecuadatecnificación.Todo esto concierne ..a la. P.!ºducción~sI~~<::,on~,llIDQ,--inlerno.

El {eDbffienü·de·alz·i -de castos EQr ~I1cªIe<::imieniº..d.e l()s)nsu­mos o de la maño--(le"otíra-T~!!!¡;i~I1·gcyrre enIa producciónexpOrtable; y si el alza I!'Qse absor!?~E2E...~_l!ll1t:ntos-ª_~pro_duc­tividad se cae en este di1emª: º se.desªli§Il.ta~IlJªs_e,,~12Qrtªdonesy se reduce la produc9Q.ll._a~lasJierrasJ:elativªment~mej,O:[ggta­das, con la ellminaélón de las-marginales; o.se.acude ..a.Ia de­valuación monetaria para rest~blecer una adec~u.ªdª..relación entrelos precios y los costos de producción agrícola, así como entre losde otros artículos exportables.c) L¿_1"elél~iºII.de 1?Ié:9io$y)os ete9t()~d~.Iªdé:l¿a1uªciárr.Este

d~ª-~I?lantea ~I1J~ill1inQs.J.QdªyíªIl1áSSeIiQS_S?1!ª,g.9_Q~_~lzade ..10s costos coiñcid~ ..c0l1,~!ªé:t~EiºEQ.ªé:..lª....I~Jªs:A91l,-ª~Bre­cios__del ií:rterCaiilbi;-~::e~teÍior.Esa coiI1cidencia no suele sercasuai,~p~~;~; ·sabidogg.~.~Lªet~ñoro=de'El-~~l~~i~É,~á~~~~.lanecesi~_C!.ge...slIsti.tl!irj:?pC>,I~ª~i8l!~~,~<;2.~=~L~Ie~<;,t.o",~2g.~rgl1~.~I1tesobre los costos internos. Compréndese lap~rpleJldad de qUIenestienen que elegir entr:eJ()sdos términos ..dc;Ja,ªltem~iyª. Si elu­den la devalllacigH llJ()).letªJ:Ía.,.desalieI1tªI1Jas é:xPQrtacionesde­bilita.ndo el ·'~itmode crecimiento de la economía. Y si la acep-taii, ·el~n el pre~i<J."_-ªé:.,!~~_,,~~I1~l!ll1?s_popl1:l~!es.Por donde semire, el erecfo' Sob!~,,,Jª,_ª!~tIHmfiºI1,ª~1 ingreso es. regresivo,aunque en el segui-ídocaso sea en forma niás·-iñiTIé'&iby per-ceptible que en el primero.4<:l_Peordetodo esto es SIuela devaluación monetaria permite

mantener íntegrg·la Ient\Ul~I suelo o incluso aumentarla:-Oseaque~se 'tie~.<I~ilS2D.s_QJi.daLunJIlód,uloanacrónico deTenel1~i~.Porque"hay dos aspectos en este fenómeno: a) laJ!ecesidad in­eludible de ~()Il1:P~nsare~.alz~d~}os insuIIl.?S.Ylas remuneracio­nes parique ptleé1~''éo~~~~~YJi~pl:()ª~~ci?·~~ag~§ola,y. 15)alseguirse e~pleando ªs.~J?:~.;!!!i~il.. _c:a~!~é1~~:,~~'!i~~!~.=,? "lln~mayor- tiende a mantenerse =0 subIr= la rent~ del suelo_,_~_slla mayor demanda de productos agrícolas no se satisface conincrementos de productividad.

173EL FALSO DILE:NfA172 APÉ1-.'DICE

observaciones tendientes a esclarecer su Índole y la relación quetiene con los fenómenos inflacionarios. -H~y_gg_s_factmes._irnportantes...de J~Il.9ªrecimi~Illº.º~.Jºs pro­

d~ct~~..~~ ap~;~~_losj_~rtyªºº§.def~réglme.D ..g~_.!~I1~I1~ja:a) co.sto de sustItuclOn erelí!§jmIlQrtaciº!les1.a~.qlle_acabamos.der~J~nmQS,y b) ~Lªgm~<;>__~ás ª~!?!Iª~Jª.I?Iº.duc1iy;i.d;;td.....eIl.....laagricultura comparada con el resto de la eCQnQIl1ía.Jorge-~lIumada ha explicadOhlcid~~e~t~ el primer factor.'

SiJ2LwecillLd~Jºs._eqllip.os-mecánic_os, los abonos Y_12esticidasL.~t~~~..II1s.11"ll1"<2?.ª~Jª.E~52.~~iónagrícola suben _~~_elprocesosustitutivo, el alza se traslada al co~dé E'foQuc'é'i6ñ-:i>_.-~ al ofró ~aCfor;~l·lt~~~];?ro:ªQcIl~Iªa(L~g'ªIl"ªº_~Ata

a~~~~~~..~!l...g.e,I1_e_ral,.;tleI1.~n-ª_!!!~j9IªLlªuemuIl_eraciQne$,.gI1tes

~1i~~~~I~~1~r~~du¿lW@aK':ó~~~i~'~bI~é)=~~}~ª'~~~~~ft~~o hel_gt_pidocon menor iDtensidad la extensión 'defaumento de.•.•_.._.,.-..• _" _. ~;-_~_y __ .._,.q, ........... __ .~.,_~"".,. ........,..-'c~~_<_._.,_."...•,." ...;..•..•..•.•.•..•••.•••••._..••...•..........•....••...••.....•.,.,.....""""""".",'''<''','¡'''',''''"<'::,'':''!W'''''',':''!''','"•• ,'''::'':'"',',,,,',''c,....,··,,·'.''''

r~_J:l1u~~racI.~n_esa la pr<?d~s:s~qI1~~gríQ_Qlª§<::Jgg,y<::<::.~I1,rIl~xoresc?_s~()§qll~.se traslada.I1JlJ.9.,LPIc;cio,~. . .El rég~_l12.~.!!.i!etenencia de la tierra prevaleciente en buena

parte de los países latinoamericanos. co~ira frecuentementecsmtra.lª productiyiclª-cl,-ªLQ]2Q!@JUerteSobstirulos --a la. fecni­ficación. ffCon algunas exceEciones, l1~-·faTfado-"Ia"'acci6~~deci-s~~~.-ª-~]-ªªQ~R~LmjIDpulsgdª.:xrgºiº§-ªmª.!ií~j:=ªI:~:º'gQ§~iYiníatacar el problema de l,? teH~.Dcia.sinesta acción tecnificadora.. Esta situaci6ñ'·se~ha~;clto··más seri~ ~~ ~ig~~o~'casos:espe-

cialmente cuando se trata de reprimir el alza de precios provo­cada. por la elevación de costos de los productos agrícolas conmedidas de control que -si bien a la larga suelen resultar inefi­caces para el consumidor-han) sido perjudiciales para los pro­ductores por la forma en que se aplicaron.También se ha tratado de atenuar o evitar el encarecimiento

de ciertos productos agrícolas, facilitando sus importaciones.4 Inflation in Latin América. Notes tor a \Vorking Hypothesís (trabajo iné-

dito todavía). . -5. La elevación ?el costo de la vida que ?curre cuando el mayor costo susti­

tutivo de otros bienes no se. absorbe por Incrementos de productividad, llevaal aumento de las remuneraciones, agregando un factor adicional de encareci­miento agrícola. Sin embargo, como el mismo fenómeno ocurre en las otrasacti:idades, n~ ,hay. ,un ensarecimiento relativo de los productos agrícolas, sinola SImple participación de estos en un proceso de carácter general. /

Page 96: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

EL FALSO DILE1'IA

f~rm~0_on~sL!~~spiral~JªU~.s~ti:ª,~~§»,.e~~~__ser. ~L!;ª~~ lG_.xpeditivQ"..-ll() nCJaa acu !(). ~a .f5partir:,.mei2IJª ..~lgª- CLl!(;__ª-9E .?ªil1s1es.......tg.elJ~_onA!g.Q~·e~Iª-xit~. ~~f.I.B.?iXªII1~I:l,!~.~()gIt.Ja~;.I11ª§aScpppul~~s.·l!ay una ~~ll_ªift~{;!1_C.iª_e.I1tI~Jª ~if¡~~1s~B~o~~i~~~~-11:n~el Incrementg~.ª(;.J2L~QstQ!i}¡_la.~que.~__.. .¿. .M.. _ ..,.:;:;;... :;;;:_;;;,,~;_;

aumento inflacionario ...de la .•demanda, En yno} otro casola espiral. es..ull..n1e~~?i~n1;,ª(;.PE(?E§lgª~i6ºinf1acio~aria;~peromIentrasend priII1ei~l(¡,s !2~!1~Q~f~J:1tml~sson..Impotentespara·contenerla, ...Ptl.<;.ª.~!1.....hª-~.<;IlQ-en. el.segundo, ..si.obran- confirme deternlmaéión.En efecto, la demal)da i11flª~igl1ªÜª.ap~E~jªelacrecentamien­to de las garlall¿ías--'::'_~~ü;;a'--p()Rticade continenciª-_ cre~ap..tl.ede.fnrzar.a.Jcs, el:1mI<;§ª!!.9.s•..ª ~!2.~g~!2~E_~()!Lggu~nª__s_losin-__crementos ...de remunera~iº ..I1~.s.,.,,ªla Y<;;¡:.9.Y~.__S.~._~Y~!ª-!Ln~s.i~[()s--i'ñtla,-cioñ~;iQ;_9~ lª:--ª~IÍlal)ªa~...E1L~aEI1bio,en el'caso de au~~;;:t~s"~d~~'~~st;s~-COII1?éiFS'EO ya!l.:-ªºº!llpañagosd~1i __--ªslic::!9~ales,~~ñ=iiiºy]iigitªd.á.§- g~I1eralI.I1(;flt<~_lasposibilidª--Cl~~_cg~.aQs,ºI]i~IJ-ª~.y.~ti~n~nqll~ tm~lagaI~.~.nec:[email protected] sobr~_JQsPI~c:ios.SjJ~__s_~bª~S__().~..E:ptral~~.~re~~.l1deni_m- .~.'pedirlo con J.a I~§tIt~~i_211_.f.I~gÜ!f.iª.1.!i2!2 I~~[egí:!!Iªfl_.]_~primi~'

¡ la actividag_~~()!1§I11i~.~.....~i!1.....EgII1J?~r1~~~piE~!i.flflªfiQ11.~.E~.Por el\~contrario, ésta SigtÍe·su curso, pira' mayor desconcierto de quie-Hnes siempre habían visto en la fórmula ortodoxa de la contrae­!lción el medio infalible para conseguir el descenso de los pre­\lcíos y el fin de la inflación.

L¿s casos de aumentos de costos y precios que acabamos de.·;considerarson de origen interno. Hay otros en que el fenómenoproviene del exterior: ~asceE-~~_pr~.c:.iºs ...d~...lª§.....i.mJ2g!t~e.sv las eXl2Q!.t-ªfi.~;m~i.c:ºmQ ..s_e,_s.a..he.,...eLmovimientQ....e.s.~s;:º_llfQ!Pl­~ au~q~~~l1g_ª~Jª_._I11t~_I11ª..._intens~d. ~!l..~l..a..sc.eI1§º~S!If:lensJJhiLW.J!sJQ~.pr<;QiQSd~_Jªs <;~Pº[tªc:IQn(;Sy .el1.el gess~nm.Josprimeros.i.caen también más. Xápic1am~.I1teque _Jo~-s€gundos.Desde luego, el alza de precios de las importaciones afectasiempre a los consumos populares; en tanto que el de las expor­taciones sólo tiene este efecto cuando los productos tiene parti­cipación importante en el consumo interno.Tampoco es una solución en estos casos la espiral inflacio-

175 /

2. La espiral inflacionariaVamos a considerar ahora otro aspecto de nuestro asunto.

la sustitución de

N o~es_que ..el..pr{)ºI~l11~.....~(;a..il1s{)ltlPl(;,.LQ(;$ !ii..n.Q.s_(;._Slt1.!~!~..ira su mismo fo~do; Nosvemos ~q1.:lífre11!~§l(?!Iªg~Jªsmªl1i­f~§lafi_()l1C:s_perturbadoras__.de...aq11~llª.....J(;§i~....._ªé!L1.ipEé!.itlé!gº...ª.é!...lasfYé!E;¡:~seconómicas, tal coII1~su~l~t()l11~E~é!la(;1111yest[ºsp~íses.Por .~EQuesFó~~la([éYálUa~ión>en_~L.QªSJLql1~_ººn!ii~l~J_amos,nQ_si~mpre es la conse~ll__é!_~c!~t_ª-(;~§t~JipJ~_jl1~gQ,!iil1º l1naI11~g!Qg~a.-l2ªm_fQl1s~g1Jir .11n ªé!!é!Il:l}!11ªªº()pjé!!!Vo.~~~~~gu~do éste,. la tesis 2~l!~l~-=i!i~~:~si~1~._§~t__11I1ª._~XQ1!SaP§;E~_ .I1_(). Ir_JI1~~S-llaLc;Lno lI(;gaI_a.8ºltlgi{)Jl~Sof1111-ªamep.tales.¿Para qué hacerlo si el libre juego de las fuerzas económicas,una vez restablecido el incentivo a la actividad privada, resol­verá espontáneamente el problema de la producción?

~_I1__I~aJidad, s~~.92!~E~._Yfleo_..f~~~~~eSSi<).fl9.~L.~~!~ª{)l.J::l{)<~9loPªEE_..p!omov~~I~~iQll,§i~g:g~~Sf~ªII1~Bté!PªEª_SE~ªI~:Ynr~g!m~ll~nencia _ge!sl!.~I()qtl~Jª.hªg_ªpº~ikl(;l:JªestiI1111le.Hay. casos-extr_~mos.en <l11.(;.seiñ2Pº11e!1]JH~gigª!i.ªit(;fta!i_der~9.i:'.!E~ciQp...de latierr~ y otr~~.....e.J::l...9.~3~~!ÜI1P1.:le!i.tQ...Ptl~.g.(;__seri11strYm~!1tQ_mtlL_~fifa~._.Pª[~ ....e.s..t~mJ-Ilªt 811=mejQr. utilización,l\1~_!efieroal impuesto que se basa sobre la capacidad potencial~Ls,@o, de ..manerrr:~::t.~_I!gg_g_B'~:tf~~El.[s'e!~~-:ª~::J;il,ªiij;S:S:Jat~gue no se. trabak2i~s~~9~II1~flfe. 'EssJ?IQ qtlé!§! ~§t(;.impuesto no se aplica =de,,~,~ll_m2ªQP!2g!~~,iy9z~_~gQI1_ftl~xala capacidad potencial de .las PE2Ei~9~9~~LsI'!h?PI.á.,fQIJegiQ~Lelmaren1PleO~deTsueIOlñl1e~e~~~ ...a aqu~l.~<5gy!º a!1~cr§nisode tenenci~ -lo cuaf tiene--ae--suyocoiísídenlble' imporlanc[a--,pe!2. SUJJslstirán. d~_p~~~_ª~§.:gi~tI!!21.:l!i,,~§qy(;....s§Iº ,PQ.grÍanatenuarse con eleIic_az_~Il}pl~Qg<;limPJi{:!st{)§ºQIE~JaJ<;nta.

APÉNDICE174

Page 97: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

i;¡¡¡¡¡j¡¡¡¡¡j¡¡¡¡¡¡¡¡_ ..................... _ ...... __ ....... _---_;_------___..-----""'~~........, ..,,~ .. ,~----_-~-

cionano.-En materia tributaria, el aU!l}~!11º_g,~jIDRl!~~tQ§_'§P_ºI~JQScon­

sumos ..populares suele traer'~~nse_Sl!~Ilfi~Lü!fl~Ei9n~i~~ EsosimpueStos cónstifli5ien- geñeraTrnente. una proporción importantedel conjunto de gravámenes, y ello se debe a dos razones fun­damentales: de un. lad? ~!~~rá~t~EE~~E~~i"ggel. sistema tri!>u­t~ __PQL,IlO graúÍse 'éii.meq.iq.ª ....,...<!g,e..~ºjda'~[~2;surlli)(k-16sg@P_osde al~()~,_~~gIeso~_(),_~~~,~()_~~i.c:1~E¡t~l~_I¡L~Y,flsi.Qn"!J.n_posit~ya;~_otr~ la estI~gh~~_,ª(;Jª12ª~eJdºJJtªD,ª~~g!!~l""5i~.!?!.do preCIsa­mente a la precariedad del,g~sªEE()!!21,b~"~~",,~riIa~s--:-sQ~Jqs,S-ºil~_ll_lllºi"RO~llla;es.

Con frecuencia no se ha tenido en cuenta este hecho al au­mentar desproporcionadamente los gastos del Estado o las trans­ferencias de carácter social. Estos gastos y transferencias socialespueden constituir un elemento muy importante de redistribu­ción. Si se grava a los grupos de. al!os ingresos pa~a. exten~er ymejorar la educación, la salud pública o los beneficios SOCIales,se cumple esta política redistributiva. Pero si en vez de esto seacude a gravámenes de incidencia popular o si, superado el1ímiterazonable de aquellos tributos sobre los grupos de altos ingresos,se cae en tales gravámenes, se están desplazando simplemente

artículos de primera necesidad, en los que subsisten frecuente­mente pr~cticas in~Ji,~i~!!,!~~_,g~ªi~~E~~!:lción.Ap~rte. !as conse­cuencias desf:i,;-oraoles q1!e ello tiene en la utilización de losfactores productivos del país, estas prácticas. lir!Iita~;as de .lacompetencia tienen efectos regresivos en la ?lstn~uclO~ del m­greso y favorecen, por tanto, las reacciones lllfla~lOn~nas.

to~~~!fI~il~~aN~s_~~~'!;~TIe~~,,~l'liF:~~e?~! t~~~~~ñt:ir-~ej*i~~n1Íent::ode la productividad y obedecen a factores más p!~fu.ndosque sólo podrían corregirse con un ritmo rápido de ~recImIentoy absorción de mano de obra, s~ aq~~.Lg_y~, <'11limitar severamente. el acces() a ~i~Etªs,_2_9!R~1Q!]&_§,,_p~EIDIt~n1og;:a~-~_~I~~'ieii1gg~Eª~E?!i(;s. jt:lpiEIºie.§"ª"lª§,",,g_J.l~_p'revªl~cenenel rest() de .las Qq1Pª9ign~$para elrni§m_()"g~ª!lQ",.'[~stest!~~,Clv calificaci6n. Cuando ello ocurre en activida~es que tienen una~ihiaci6~-estmtégic_a.en]:~C_~g,QIlºJ]11~:~~_p:i~!iSó--r:~s.~lEint~decost()s__ej g~I1~rªl y se trgpSJQrrIlªLJ?(_)E)()~ª~,!.~~__~E.Jactor i~,.

177EL FALSO DILEMA

3. Otros casos de intlación de costos

Los aumentos de costos que hemos considerado hasta ahora sonconsecuencia de la manera parcial o insuficiente en que se cum­plen las transformaciones en la forma de producir y en la estruc­tura económica o social, o provienen del funcionamiento mismodel sistema económico. ~'EI!lig.~Ee.mQ§ªhQJª~9Jr_Q.§$ºLe.!LqJJee_Lj!umento ··de.c:;sl~_12resiº_Lse...ge]2e_ª RrªctisE_~Wctivas__deJaconcurrenciaoa las formas de tributación.--. Son frecuentes-¡¿-America ta:Enalas prácticas restrictivas .delél_._.ºº-,n,_cur.~~ En la in:Iustria, l.a proteccAón exageractay- ciei~tqs_{ºrmª~ de control de lm12ortaclOnes las an estimUTaOonota­~~!!1e~,--- También se dan en el cornercro;sGore TodO-e-nlos

naria. Por lo tanto, se imponen otras medidas para contrarrestarlos efectos internos de estos movimientos. ~~_~ugiere por algu­n__QUIll--ª--R0líticaflexible.de __tip,QS,.de~~Qªillºi~L~!!Jin~!º!J:TIª=queel preciod_e las divisas._~_e"mlleY~lCQgtIªIic,!m~!!t~ªl c:1eJª§ im­porta_ci_QJJe~portaciones. ~~I!l"~~i~~~J~s:g.!.~g!!l.~~!~ ...~()rrec­ta; I'~r~~ªe. _c:1iiícil~wj_Ga.ciQI1,porqlle sigl1ifiQg.!ntEQ,c:1Jdsirprác­tí~e., inestabilidad fJl!~pjlitª!!.Jª ...p()§iSigg.,ª~!()s bancoscentrales .'para defender en otras. circunstanci.as la estabilidad~§¡g._Ad~rnjÍs,e.Lc:1_~§p}galili<ilifoperi6dic9-ª~_)2I_tipg_Ldec~_cIªJÍa_Jl1ggI---ª--p1ovimientos especulativos. gue ,pgª~Jªg di­fícultar_§e.Damente__lª-ªplicación de esta pgJitica. ~Qs mismospEQPósitos PQdría!LQQ.u~gJJi-rs._~,Ill~diªnte__grªYªme.ge.§ .fle~Q!~fala2~I2ortagQlle;L~lL)~Q__pJodQc.tº_seell1plegJ:"ªe.!!,§1:!Q,~,igiªr...1gs...im­pprtaciones, sobre toqQ..a~l!~nª~Jil1e igt}yyeIl,..s.ensible.mente enel consumo popular.

No se me oculta que esto significa caer en prácticas discrimi­natorias muy desacreditadas en la experiencia latinoamericana.Por ello creo preferible no acudir a estas medidas compensato­rias parciales, sino a otras de carácter general.

Esto concierne especialmente a aquellos casos en que los ar­tículos exportables tienen significación en el consumo interno.Es claro que un gravamen flexible sobre estos artículos tendríala virtud de atenuar la fluctuación de los precios internos, peroello les pondría en situación de inferioridad con respecto aaquellos artículos que no intervienen en el consumo interno.

APÉNDICE

Page 98: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

cimiento de la,~....iJJ:lPQEtª9iQnesy ~1Jjj)QiªellQ!a.s.obIe~LQ"º~1].1op"~!:;ñ~]leyªdº ....a ....estabilizaI .~~.ti:po.decamblo mientrassubían inflacio~ariaIDeD:telQ?J?IeQIgS...mt~mQS,"..º .•a.e.stablec~t!~\1)mlil~s ~éiéItas3nlportªc:iQpes. . . .Es natural que esta política no haya pO~ldo. continuar m­

definidamente. Como lo demuestra la expenencia de nuestrospaíses, tarde o temprano ha tenido que co~re~irseeste de~~justecon una devaluación monetaria y la consiguiente elevacI~n delos precios. Si a estos aumentos s~gueel de las r~muneraClO?eS,se desata irremisiblemente la espiral o se acentua la. amplitudde sus movimientos si va existía, con 10 cual vuelve a Imponerseuna nueva devaluacióri'.Hay casos en que se ha recurrido a l::);....sobJ.~y~uad:Qn=JJ?-QIle:-.

taria 30 ..sólo .E~.:a~~.:~~~.E1(?~.eE~..2.t2.~.ª~l ~l~.ª,~~fl.ªg.()!}an~lQLRr~s,i~ª.Ea,Eª ....fE§l?Iªªªr..g ...I~.s...rt;JJ:lt;!!}~E~S~~~~~..,~lefectofavorihledel '.·iI1~j()r~Illi~~!(),ª.~1~..,..E~l.~.S.~2..~ sl.~E~c::.S~.~..~,,~~li~t~r-cambio. Tociova bien mientras este mejoramiento se mantiene.fuü' cuando sobreviene el movimiento opuesto, la pérdida deingreso real es de una magnitud tan pronunciada que se vuelvemuv difícil contener la espiral.

ÉLpIQ_hlel1l~s~.~ gEa",Tet~~~~,ía,c~a,~~or}a,I~lasi~Il...?~Ere­cio~.deLillt(;r<::amºiº~igyc;.ªetenorandose mas <111a, ª~Lmveup:Letenía,a,!}t~Cle SIl mej()rgmiento. Seguir acudiendo a la devalua­ción monetaria' en este caso significa restablecer el ingreso realde las actividades de exportación a expensas del ingreso real delos trabajadores, o sea, hacer recaer sobre éstos el deterioro de larelación de precios.Un fenómeno de esta índole hace más imperiosa la necesidad

de introducir transformaciones en la forma de producir y en laestructura económica y social. ¿Hasta qué punto el propósito demantener o aun elevar el ingreso real de las actividades exporta­doras favorece estas transformaciones? Bien pudiera ser que lasentorpeciera o alejara. Cabría preguntarse, por lo demás, si encasos semejantes opera satisfactoriamente el incentivo gen~raldel mejoramiento de los precios; o si no habría que acudir aincentivos especiales destinados a conseguir con la mayordad posible aumentos de productividad que permitan c1U"V.LI.I"'",::'.'

el efecto desfavorable del deterioro de la relación de

179EL FALSO DILEMA

4. La inflación reprimida

Conviene considerar en este momento la tentativa de evitar losefectos de la inflación sobre los precios. ~Q I1}~voy a. referiraquí ..ª.c!!l~dida,.L"~1~!!:QLc2..!~ci~nan:ient()..gy~ se....t(LIn.a.n.~.ej)casos de~mem~d, cuandó'JalnHacÍón es prácticamenteilleVitáble o muy difícil de evitar, como sucede en caso de guerrao de violenta disminución de las exportaciones, sino a aquellosarbitrios en que han caído frecuentemente los gobiernos latino­americanos para reprimir los efectos de una inflación que habíaestado a su alcance evitar o atenuar, mientras se atacaba elfondo del problema.

Uno de los arbitrios represivos -acaso el más importante yperturbador-ha siS!gJ~g.v.al1Jª.G.iQrL..m~W;etªEiªdsegún ya seha explicado en la sección lII. El PEgpósito de ..~yitar eLe.j)care-

ciertas formas de consumo de bienes por otras formas de con­sumo de servicios suministrados por el Estado. Esta política so­cial requiere una cuidadosa consideración de ventajas o incon­venientes que generalmente se han ignorado en la práctica.

El caso más notorio es el de los servicios sociales en algunospaíses. Su costo representa a menudo más del 50 por ciento delmonto de las remuneraciones. Esta proporción se debe en partea la índole de los beneficios sociales que se acuerdan -porejemplo las jubilaciones en edad prematura- y en parte al ele­vado costo de administración. Para cubrir estos servicios se hanestablecido gravámenes sobre los empresarios o los trabajadoresque generalmente no pueden ser absorbidos por las gananciasde los primeros. Se transfieren, pues, a los precios alentando laespiral inflacionaria.La política social de nuestros países no suele ser el resultado

de un plan racional, tanto en estos como en otros aspectos. Perohay algo más que esto. Los gravámenes de incidencia popularse destinan también al crecimiento exagerado de los gastos delEstado, tanto en la administración general como en los gastosmilitares, que absorben una proporción tan elevada del presu­puesto de algunos países. I?orJsUEl!}~t~"c,~L~~"t@~ªº<i~~Ulpeíjlt~~J:1estQs"_E§!.sQsun }tapel importg¡:gts:"~QJªjnn:¡t",,ºiÓn~d~~ººstos7".comQlQ"g~g~mpeñatambién n!J&Lª~"gas.tos,....ejnversiones.

APÉNDICE178

Page 99: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

~ante laLj_erias_12erturbaciones Siue trae consigo, tienecier~_ositLYºb__~ªQI@_I2I,,~guntarse-si__Ja~imple...arn:p1ia­ciº.n..ilL:gI1~:e_olítiE~".Q~.~st~Q!EggªITlº!l~lªria-paIa_.cQllte~1'1 inflación I1~()~~iI1ifi~ª._m;!_ª~!_~~s_Q~~t~~j;os.".p.ositiws..Jle~lldO-lae~oflQ_mía---ªJa..fº!!JIª~~i91!l-l!L.e?Jªnc:ªmiel1to,o,...al.debilitamientode su ritmo. de de,sarrgllo. ¿E~ que es ése el precío..Includíbleque ha (fepá~iiªiª"CQDj;S!Ile¡;Jªjnflª~iQIL~Qg¡aJ~q_estabi­lidad monetaria? No 'p~e.;;~_g~rarlL~ lª,,"-importanciade est¡:¡spreguntas y la urgenciu_n. discutir este Eroblema ~i;?scontroversias está suscitando en América Latina.En verdad, no hay ,razón ~.!g2:l.napara que la :política a~ti­

inflacionaria conduzca ne~esariame1J.tea la. contracción, salvoe~ agueI caso~~rr~~º= en-Slg~]ª-=LI!§!Lti<:~!}ciade.J>~s bá­sicos impid~E!:!ª!!t.eneLel .niYs:l,d~~Jg_jlEtividªQ~conómisa.Lacontracción de la actividad económica es la consecuencia del

~}~o de política- ~ntiinfk!g!:l~Iia .ª4212taga¡ant~s que:~ resul­ol t~ludibJe "d~J~ d~!~QfIQll,.deLpJil..C~.sQjnfladºn.ª-rio.Tres

35\ son los casos principales en que esa política podría acarrear unr;tf' encogimiento de la actividad económica: a) cuando se resnín-·~}lY;,z~n las inversiones o ~os inflacionarios sin medidas quesimul-· "'-:3-' taneamente cQml2.~!!.~m_sJ.}.~~~[e_<::tos4._b)c:._~"~.e.J;mtLde-neu-¡yVY traliza~lQs-:~fe.GJQs....del déficit:,dd §.ec:tº.LJ2,~!?,li~2"<;:}?g.una P.2illica· deflacIOnª_liª.~.el1...el. sector p.nvªdQ Qe.Jª ec:ºIfgITl,~' y c) c:11_ª-I1ª0

las remuneraciones se estabilizan en cuantía inferior a la nece-"_'__~ -''''''''''''_'''''''_'_'''' '_'__'__«'_'' "'''''''""""""",'":,',,,:,,",:,,,,,,,,,,#,",,,,,,,,,,,',',,,,,,,,,,,,,,,.,,~ ..,,...'.'.""'".,'."'.'.''''.' • .'" ...·~ •. ·,..,·.=..,.,,,.'v,'-'';,,'''',.''''''''''.'''''''''''''=''''''''''''='"'_'~''"'''''~~

s~~CL1,l~,Jª"d~mªngª ...efe~tivª"ªe JºLtlg1;l"ªia9m~LRu~daab¿Q.1J2~rJa.prodll~ci.2n...ª <:;1!Q§ d~§tiDª.Qa.a) La confraccIÓn ckJgs inversioIles inflacionarias, el imI2ues­

t.Q y la aportación de recu;s-osmtern"áCionaies:"-Comose dijo, enla inflación latinoamericana, cualquiera <luesea el arado en queintervienen factores.estructuralea..suele.habes ...una.expansión.in­flacionaría del crédi te .provocada po.r"e.L~~eS_Q.~ge.in_y~~~ionesenrelación con los recursos.genuinos de que se dispone.para jea­lizarlas.Para examinar el primer caso recordaremos ante todo el efecto

amplificador de las inversiones (o de los gastos) inflacionariossobre la economía. El efecto es similar al de un incremento delas exportaciones. El aumento correspondiente de la demandainterna estimula el aprovechamiento de la capacidad ociosa de

181EL FALSO DILEMA

V. Los EFECTOS DEPRESrvOS DE LA POLÍTICAAJ.~TIINFLACIONARIA ORTODOXA

l. Tres casos posibles de contracciónLas consideraciones anteriores nos ayudarán a dilucidar un :pro­blema de notoria importancia presente, Dado gue la infla~n,

Sin embargo, esta p-ráciic~-º-~_incentiyos es¡¿~(::jªk§___para ataglrciertos problen1a_Lde_esJructura,__IlQ"cahe.dentm. de..Jª..J(';si~_4~1liQrejll_eg~de las fuerzas deJª~e"<::º!!ºm!~~gnJª_qu~....se...:pIet(';gdejustificar una_~~'i(l~ióI1"51l"leLPºE_(;ieJj:º,..]:10_ suele Ies:pQl1deradeli fuerzas si_l1o.. a._ ~!~E!2~_.~.e~i,gI1ig~~e ªi?t~ipl"lciºI1regresivae Ingreso.",Otra de las formas importantes de ~siÓ,n_de_lo.s___ef~.QtQsde la inflación ha sido no }2ermitir q.ue las farifaLcle...s,eruciospúblicos o de ciertos _bienes producidos por eLEsh¡do se ajus­taran al alza de costos, teniendo en cuenta el incremento deproductividad. Se ha privado con ello a las empresas de los re­cursos necesarios para reponer su capital y, más aún, se las hallevado con frecuencia al déficit crónico, agravando así el :pro­ceso inflacionario. Además, cuando esas empresas están enmanos privadas, desaparece todo incentivo para ampliar la capa­cidad productiva. Hay p(lt~~~e!!"Sl1!ec:;HQ hª.§,!gniJ!~ªQº-ul1...obs­táculo estructural ml"lL~etiº al d~ªrrolhecºnómic_Q,,,EQLdº!ldes~ve Sl!1eh_iiiflacion en ciertos casos. n~ só!2__e~lª_fO!ls~.CJlen-

~~~l_\~~~~~'~~~~~u~~~~~ili~~E~ral~?"ql!e~.s~conviede en _~enteFinalmente, sólo diremos muy :pocaspalabras del control de

precios para reprimir las consecuencias de la inflación. La sobre­valuación monetaria y la estabilización de tarifas de serviciospúblicos así como la de arrendamientos, han sido medidas efec­tivas aunque sumamente perturbadoras de traslación de ingresosreales para compensar o superar los efectos regresivos de la in­flación sobre la distribución del ingreso. Pero el control deEre­c!os ha _~do jnoperante en la ex:periencia ~_~~~i!~ia~'Ha'SIdoen la m~tor arte, CIelos casos un mero expediente Esico­fOgicoque ha~pe_E.!urbadola produccióri"y elCOiñércio sin ro~arningún efecto redistributivo.

APÉi'llJICE'180

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hay que hac~.~~~parecer la. d~Il1aIlª~.~~esiYa de imp'orta<;jo­nes y-Qesvi§l_daj~.t~~Ii:arii~ÍÍffj)~iiilint~ner>cmlQrma no infla­cig!?-~élriél,_~_ª~~!'!!!clª-_ª(;_J()s_Jªs:19r:~}..I~J:Qª1\.~ti'yQ.L~_ill12leaSLq_s.eIl.las actividades de inversión...A~.ünismº_S~.hª diQhºqJl~_"~l iJ:11.p.qc:;~t().....=.QºmQiJ:1adQ_,wn~eleI~1pJ:.éstitointerno es el medio adecu::J.GQ".parLcUJIlpliL-estepropósito. Sin_.~ii~l?argo,se I.l¡:QesitqeILJas_jmpQr.télc.i.Ql1es-llIlrna'rgen comprimible que, aL1,l.t!1i;';ªI~<:;,.J:10afecte pi la ~tiYicl-ªdeé'üi;ómicailrIoTc?I1sumos PQpql§lIes~..Si..po. ]}gpié:re.taLmélIg~n,s610T1ap?rtación ªe. recurs()~jqtemªc:;iQI1ClJé:S.podrfa evita.Lc:;stosperjuICios.Pero ello significa empleªr_~st,Q~,.recursosen ...inver­siones internas." ~La falta fundamental. de la política antiinflacionaria ortodoxaha estado precisamente en estos dos puntos. Ni se ha acudido alimpuesto ni se ha contado con la oportuna aportación de estosrecursos. S_~.hl1_ºiC:;Iª_:I}e.ce§~t::J.ª~.C:;_()g_J.bi!lliI~~~gp'era~~_nes<::9_I!_kle5tIiccióncrediticiaJl_jJl.sinversiones infl_acionm:ias.No habría que reducir estas inversiones, sino cubrirlas con

impuestos y recursos internacionales a medida que se restrinjael crédito inflacionario. Se col1lprenªería Ig reducci.91Lc1eJasiI!ver~!Qnes.siéstas. fueran ~xcesivg~.ªesd~.iLí?q:gfQ~~ae_vista..deldesarrollo económic«, Pero no se observa este caso en los paíseslatinoamericanos; lo cual no significa que no haya que cambiarla composición de las inversiones para que respondan mejora las exigencias del desarrollo económico, especialmente el resta­blecimiento del equilibrio exterior.2) Por lo demás, ~_Lestricción de) crédi!_osuele ..~plicars~ sinhaber:.If!,!lizacloconanticípacíó» el e~fue~:z:C>,ele.gh()rJ:C):.Se dejaesto para después, cuando el ingreso ha descendido y ha dismi­nuido, por tanto, la capacidad para ahorrar.En todo esto prevalece la concepción dogmática de la polí­

tica monetaria. Se restringe el crédito sin aquellas otras medidastendientes a mantener v desarrollar la actividad económica sindesequilibrio exterior, a J1a espera de que, suprimida la inflacióny lograda la estabilidad monetaria, las fuerzas espontáneas dela economía traigan la recuperación primero y el crecimientodespués.Esta concepción simplista de la política antiinflacionaria se

183EL FALSO DILEMA

:··r

la economía y la realización de nuevas inversiones para dila­tarla. Las inversiones inflacionarias tienden así a multiplicar laocupación y el ingreso global. Pero, al mismo tiempo, t~ª-enconsigo el desequilibrio exteri()r, pues al crecer el ingreso seacreCIentan tamoién las íffip·ortaciones.Aquí está la diferencia radical con el efecto amplificador del

incremento de exportaciones: se cierra simplemente el circuitocon el aumento de las importaciones. En tanto que en las in­versiones inflacionarias, el circuito queda abierto en forma dedesequilibrio exterior. Del mismo modo, el circuito quedaabierto cuando al descender las exportaciones se realizan inver­siones inflacionarias que tienden a mantener la ocupación y elingreso, con el consiguiente desequilibrio exterior. E~~l!9~yotro caso las inversiones inflacioIlar:ias j2ermitenyn nivel dein_gresosuperior al gue...QQr¿~~RQgSié!iiª·ªJ~i:~~E~Et~~i§~-'~~~:ª~doel coeficiente de impo~!~~es.Ahora bien, E§lradetener la. inf1aciQnes indispensable restrin­

gir el crédito que estaba alim~Iltanc1º ~sas.jnversioIlesiiiflacio­ná~é1s:Pero~si .ésta m_egidcLIlQse acompafía. de otras medidasde carácter~'compensatorio, se contrae el ingreso, como antes sehabía amplificado en virtud de tales inversiones. La contraccióntrae desde luego la disminución de las importaciones y el resta­blecimiento del equilibrio exterior.

En esto consiste esencialmente la fórmula ortodoxa de esta­bilización monetaria: comprimir el ingreso hasta que las impor­taciones desciendan al nivel que pueda cubrirse con exportacio­nes. No lo disimulan sus partidarios: es el sacrificio temporalque hay que realizar para el saneamiento de la economía.

ha~~~~~adM~i~~!'a~~'~~Irfi~ff~~[uk~~I~~~J~to~O¿os:4iEtes~~fas·-e~g~J:l.cia{ ~1~Ld~~ªI[QÜQ~_~QQn9_!Ilico.. lV{;y-s·e~ioes el perjuicio que han sufrido algunos países que han seguidouna política semejante por convicción o por obra de las circuns­tancias. Urge, pues, una fórmula no ortodoxa de estabilizaciónmonetaria.

El concepto esencial~sJ:a.JÓrmula tien~...qllLs_~.r_d...cierreelel .QiE9;Iitoabierto....sin-provo.caLl2.-contrac.ción__deLingreso.-.Enla ..~~~~iól!_l!_~_lliLexplicad0·-en-qué.consiste .esta operación:

APÉNDICE182

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y la estabilidad m.onetlri_a,_l)§jp~_pí~oI!han~e __'!..I¡Limrersiónc!~_cal~_itélLpE_ivado__e~trªllj,ero. Pero no ~b_e:-du_dade ~~e_jaatracción del capital pri.3!,ªº~t::I!ª_~ra!:UL~1 este saneamIentos~_m_eraJQgradQ=cñÍL..el.mantenirnieJ1tº_dJ!Ja_ actiy~o-ílómica.,-pues_Jº~__i¡;lceD1i:'lQsparain.v.e¡:tir serían, rnáa grandes.Es cierto que una política antiinflaci.onaria del tipo que pre­

conizamos requiere la aportación de recursos exteriores comoelemento simultáneo -y no posterior+ a la política restrictivade crédito. Pero es muy difícil que el capital privado extranjeroacuda en este momento en la medida necesaria: esperará másbien el éxito de esta política. ~€llcia1g.Jl....la-pri.m¬ mmeta~la J291i!i9iLdeestabi1izacióllr-~la~{lo:pQ.r.taci~teriorsólop_o~J?I()Y.~_IJiL.__de.Jasentidades, de .crédiro, internacional. Sine~gQ,_si pam presta.J;§g cQlaboración esas".,..entidades...adopta-sen la misma ac:tüud de espera deL capital",I?riy.ad.or·~se~starÍaprlVaIi__éfopLedsªmí:!!lt~..~ ~.~!a..poHtica de uno,deJos,~elemelltospriJ.1!.()Eªia.!c;s,d~_é~itp.-¿Hasta qué punto y medida podrían seguirse cubriendo inver­siones internas con aportaciones internacionales? La contesta­ción a esta pregunta forma parte de un problema más generalque el de la lucha contra la inflación y lo consideraremos en lasección VI. Baste consignar aquí lo que sigue. ?_Í la _IIl-ªgr1!tudde las. inversiones i~~~ci?I1arias que. se. trai¡a..~~_~~?r~~,,<:()!l_r:~­cUrsos'genuinos e? ~llperi()ra lo qll€ un país podría cJiErird¡::Iltrode un programa de inversiones con recursos n~~i()~.a.!~s_~_i!l~_!­nacionales, ello significa queja OCtlpacióll~Il..I'l.~a.~!iyiclª,<kLd~inversión interna es excesiva y se impone el desplazamientode mano de obra hacia las actividades de consumo. Mirado estodésdéctró áñguro~'Tos-ócupadOSque-as(sedesplazan de las acti­vidades de inversión no consumirán lo que otros dejan de con­sumir por el ahorro, sino que tendrán que realizar su propiaaportación a la producción de consumo. Este incremento de laproducción de consumo requiere a su vez el incremento corres­pondiente de importaciones; y para que no haya un nuevo exce­dente de éstas habrá que avanzar más que antes en la políticade sustitución -o de aliento de las exportaciones=, con el con­siguiente aumento de inversiones en las correspondientes activi­dades. Una vez logrado este fruto, las inversiones n.o tendrán

inspira posiblemente en un razonamiento estático que no tieneen cuenta la dinámica del crecimiento latinoamericano. En loscentros industriales se conc~J;Lªc;L<;:iº!L~l2Q!!t<inea de lae~<?~_~];!Q¡quk_flL~len"~h[,ºgDj;[aIiª,~~,ª,J§1?~t9!ra~.I~,,:ten­<i~fie,L~er~t~"2l. Dada la índole de sus importa­ciones, la demanda de ellas tiende a crecer con menor intensidadque el ingreso. En cambio, en nuestros países ocurre el fenó­meno opuesto. No hay, pues, allí necesidad alguna de introduciraquellos cambios estructurales que exige el crecimiento latino­americano,

Asimismo, ellilSll,l_t::11Cl?_p_aís~s,u_Ilª c.ontracci~!l_!~lªti_,,ªITI_e!lteleve del ingreso suelebastar para que~las exp~l-!~ci.oI1e~,dada suc~ITIPosición,puedan crecer a expeIlsas del c.ollsuIl1Oillterno;entanto que en los países latinoamericanos no suele ser elevadala proporcióndepr.oduct.os exp.ortables que seconsume in!e~I1a­mente. ~n--cofisec~~.~9~7....!l"QsaºI!ª._.<:_~Pt::mI.<::f~.~!~<?~.:A~.~gip!il]Jdc.oIIlPªmb~rcrecer así las exportaciones de los centros indus­triales,rrnentras disminuyen las importaciones, el estímulo queel excedente de aquéllas trae a la actividad económica internapodría conducir espontáneamente a la recuperación.No digo que la política ortodoxa sea aconsejable en aquellos

países industriales para frenar un proceso de gastos o inversionesinflacionarios, pero al menos tendría un fundamento racionalde que carece en nuestros países. Sin embargo, la restriccióncrediticia, si es bastante fuerte, podrá también traer un exce­dente de exportaciones en nuestros países, comprimiendo violen­tamente el ingreso. Y este excedente no tardaría en estimular larecuperación de la economía si se aliviaran al mismo tiempolas restricciones crediticias de la política antiinflacionaria. Peroal elevarse nuevamente el ingreso se llegaría a un punto másallá del cual no podría seguirse sin desequilibrio exterior, salvoque mientras tanto se hubieran introducido aquellos reajustesestructurales. ¿Por qué entonces no haberlos emprendido antesde desatar la contracción, cuando era mayor la capacidad deahorro de la economía para realizarlos?

Por donde se la mire, no podría encontrarse justificativo aestapolítlca antiínf1acIonariacorrtra:<::clonisTa:'-7-tcas'ü-sü-lírnco

-~--.-c::~ . - . --------~",.,-,------._--------a:g~~!lto-PºsltIv.o2~_q!!f,_fQnseggidos el~g.!:Ü.!!]:r6o~exterior

EL FALSO DILEMAAPÉ~1)ICE 185184

Page 102: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

de los tipos de interés se acentúa en algunos casos por ciertoprocedimiento peculiar de limitar las importaciones mediantedepósitos previos que llegan a absorber cuantiosas cantidades dedinero. Dicho sea de paso: ¿por qué no se acude a gravámenesflexibles para hacerlo? El gravamen tendría la ventaja de pro­porcionar al Estado más recursos con que combatir la inflación,en vez de aumentar las ganancias de los bancos o de los presta­mistas particulares.e) 1J:fectos de12Ie~iyQUt,el.reajJ.1~~ii&i~12t~_ªeJ§!l2!mune­

~s. Otra de las medidas indispensables para lograr la esta­bilidad monetaria sin desmedro de la actividad económica esla estabilización de las remuneraciones. Pero no es indiferenteel punto en que ello se hace. El reajuste tiene que llevarse acabo en el grado necesario para que los trabajadores puedanresarcirse de la elevación de precios que ha traído consigo lademanda inflacionarÍa. Subrayo esta ex-presión,pues hay que dis­tinguir este caso de aquellos otros en que el alza de los precioses la consecuencia de la. elevación de los costos. El alza de pre­cios provocada por la demanda inflacionaria, o por una devalua­ción que excede a la elevación de los costos, aumenta las ga­nancias de las empresas y es, por tanto, posible recuperar el nivelanterior de remuneraciones reales sin subir nuevamente los pre­cios, gracias a una política de continencia crediticia y toda vezque al mismo tiempo se haya atacado la inflación en otrosfrentes.En la espiral de remuneraciones y precios fluctúa continua­

mente la relación entre la cuantía real de aquéllas y las gananciasde los empresarios. Cuando ocurre un aumento masivo las re­muneraciones reales pueden subir, no sólo a expensas de lasganancias, sino de las existencias de mercaderías, pues los pre­cios no se ajustan instantáneamente a los nuevos costos. Peroa medida que esto ocurre, vuelve a bajar el nivel de las remu­neraciones reales y a subir el de las ganancias. Además, los em­presarios tratan de reconstituir sus existencias y ello contri­buye a llevar los precios más arriba de lo que corresponderíaal aumento de los costos.

Si en este momento se estabilizaran las remuneraciones, sunivel real sería inferior al nivel medio que resulta de estas fluc-

187EL FALSO DILEMA

!,::,:,_t~~-_,"_

que repetirse -puesto que se trataba de un reajuste transito­rio- y sólo será necesario continuar haciendo aquellas inver­siones necesarias para asegurar el crecimiento regular de la eco­nomía al ritmo compatible con la tasa de capitalización que losrecursos disponibles permitieran alcanzar.b) Compensación de la intlacián. ~e.~i~sg.LººJ1J.gfºn-

tracción_de 1.<1 actividild e.º"QJJJiIDiGoa12Liyp..ªsa. Se dijo más arribal' ..•.•

que el encogimiento de la economía provocado por la restric-ción crediticia aparejaba la disminución de la capacidad deahorro. Pero no es sólo eso: disminuyen también los recursosfiscales trayendo consigo el déficit o la agravación del déficitya existente. Ahora bien, tampoco es tarea fácil suprimir eldéficit, sobre todo cuando ese encogimiento de la economía hadisminuido los recursos fiscales.Esta circunstancia suele llevar a otro de los errores de la polí­

tica antiinflacionaria: pretender oponerse a los efectos inflacio­narios del déficit del presupuesto de inversiones del Estado conuna restricción del crédito en el sector privado, privando a lasempresas de recursos para su capital circulante.

Si se ~pera con firmeza, no hay razón alguna para que nopueda evitarse el alza de los precios que la inflación de origenfiscal traería consigo de otro modo. Mas ese propósito se lograa expensas de la contracción de la economía. Para evitarla seríaindispensable que el sector privado siguiera teniendo la mismacantidad de crédito que antes, pues si bien los precios subenpor la presión inflacionaria de origen fiscal, también aumentanlas ganancias y ello permite hacer frente a la mayor exigenciade capital circulante. Pero si las empresas disponen de unamenor cantidad de crédito se verán forzadas a reducir su activi­dad en un movimiento deflacionario que neutraliza la presióninflacionaria de origen fiscal.Agrávanse los efectos de la restricción crediticia al sector

privado de la economía cuando esa restricción no se practicapor medidas de regulación cuantitativa del crédito, sino me­diante el alza de los tipos de interés. Esta elevación suele lleeara ser considerable y contribuye a volver todavía más difícit lasituación de las empresas por el aumento de los costos de ope­ración mientras disminuye la demanda. Más aún, la elevación

APÉNDICE186

Page 103: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

2. Combinación de diversas medidas en la políticaantiintlacionaria

En resumen, Rara ser cOlTIp-aJible~ccQnJa~e.--cigencias,~e1.d¬ ssam¡­l~ econón1ic?,.Jal'gJjtÜ~~L~l1!ÜIlfl'!fiºlll~!ªJ:~qJJ.i~I~dLcDu:iliina­ción arüna sªiSÜl~Jl1!:;~~lÜi,ªs.~EÜ!~~E9P~!~"c9~,~yi,~E,"~1exceso dedeITiañcr¡¡~I1lP2EtélSi9r:t~~hªciª,,~lcm~tcª,"ºgillt~!Ilg,~y~~nºo,para=susfit~iE}~~,.."il1y~~§!gIl~§9 gª~tQ§.iIllli!fig,"Il,éltig§_E9!inyer~io­nes_CUDí~II~§:f~º,Il,I~cllI~9~,ª,~ élh2E!2c,élE!~~..de=élP!~célrla restric­fi.~!1c~9itif.iél·~ el margen cOI1lprÍ~~~. de~El~imj2E!aciones ?las posibilidades de ahorro no son suficientes, hwra que recurmsiIDiimmeaiI1eiffe,....y·!1?:(g~E·~~;=~rI~s,·'~P?~Cí~n~s-·derecursosi~macioñares~l=~ .ª~~él!~.~.ª~.ég]~·I~ªi~Ji~n~~l)I~·.srIoscostosm­femOsha~'T~~i9? .I1l~sg~~l?.~ E~~ciOS'-~n·t~§acicmales(le 10sproauCtos ~~1..i!1~~J:~~I1l~i??p~r~ ~?=§í:<Ie'-:~s~~~raparaRf()j~ªJ:·transfºDr:tªc:i2I!~S~~ !~cc~~~ru~f~ra~ae"la.produccióf\yeE_~ c0!!ll'.()~ici§119~.las iI1lIJ?r,!~~i,Q!!~~~=!!!yC!'"~t:esa:provlaen­c,ict.se aCQmpafíage otr~s I1lediª~§.Ello no bastá para contener la espiral si no se estabilizan las

remuneraciones en forma de absorber las ganancias inflaciona­rias de los empresarios, pues la insuficiencia del reajuste tendríaefectos depresivos, como también los tendría el empeño de res­tringir el crédito para contrarrestar aumentos de remuneracionesprovocados por el alza de los costos.Me estoy refiriendo a las medidas de alcance inmediato para

detener el proceso inflacionario. Pero no basta con detenerlo.L-ª.política antiinflacionaria tiene ~_ ser._<:!_IJunto?e partidade una política de de~!!ro!!()~.eco!!2.!!Üc:g..s..~~.~c~Lat~careficaz­mente los factores estructurales de la inflación, rOQustezca_la~ici~E_~.5i~...!?§.~.~.~~~~:~~~EIE~E~Ir~~If~::§=:fi1:~ti~ls~iuflacimJa-ri~_g~ª-I}1~I!él2:ªI1.c1~.C::()IltlIlll()}él.e~ta~llldadde la moneda.~__ _ __ •._ d _,_ . .. . . .d•._•...•._.d._ .......•.........__._._j •.•_..". __,, __._.,,_-__:_._.__,__,, =,='"'==,===-_~

con lo cual no sobrevendría espontáneamente el movimiento derecuperación.

189EL FALSO DILEMA

I

IIt

tuaciones y, al no haber nuevos ajustes, las actividades quesuministran bienes y servicios a los trabajadores sufrirían unadisminución en la demanda que no tardaría en llevarlas a lacontracción. Asimismo, al disminuir en esta forma las gananciasde los empresarios, las actividades que satisfacen su demandatambién se incorporarían al movimiento de contracción.

¿Hasta dónde proseguirá este movimiento provocado por elreajuste insuficiente de las remuneraciones? Hay una fuerzaque tiende a detenerlo. La disminución de los precios y ganan­cias tiende a aumentar nuevamente las remuneraciones realeshasta que la demanda de los trabajadores pueda absorber todala producción. En este momento termina el proceso de contrac­ción; pero en un nivel de actividad inferior al que antes sehabía alcanzado. ¿Permanecerá allí o tenderá espontáneamentea recuperarse? En el caso que consideramos -en que no inter­vienen otros factores depresivos- habrá una recuperación es­pontánea, pues al comprimirse la actividad económica dismi­nuirán las importaciones y el excedente de exportaciones tendrálos efectos estimuladores que ya conocemos. ¿Pero era acasonecesario pasar por este proceso de encogimiento y recuperaciónposterior cuando pudo haberse evitado con la elección acertadadel punto en que se estabilizan las remuneraciones?Hay un aspecto de este fenómeno sobre el que conviene lla­

mar la atención. Acaba de verse que la contracción se detienecuando el descenso en las ganancias permite la absorción detodos los bienes y servicios destinados a satisfacer la demandade los trabajadores. Sucede a veces, sin embargo, que las prác­ticas restrictivas de las empresas para regular los precios impidenel descenso de éstos. En tal caso, cuando más se demore o en­torpezca este reajuste, tanto más intensa será la contracción enaquellas actividades que producen para los trabajadores. Si ellotraería o no un más fuerte descenso de las importaciones nosabría decirse, pues como las ganancias de los empresarios sereducen menos que en el caso anterior, bien pudiera ocurrir queel mayor contenido de importaciones en la demanda de aquélloscompense los efectos de la contracción sobre las importacionesdestinadas a satisfacer la demanda de los empleados y obreros,

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Page 104: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

los bancos centrales se vean llevados a ceder a la presión de lasfuerzas inflacionarias. Sin embargo, no cabría buscar atenuan­tes a es~~j1ec~ndQ~~!Ll?k!l.Qj!!!12t11~2.S!~ la, ªfJ:lyidi(f eco-nómica1-LfªY~QL~d.eL~c!ecirnientode .lª§ ~~l?ºrtª~ion~s, se ..pro-12ugna la ..expansiQ!1~geªÜifi~t.P];IJ!"~,~.YE!ÜIª.j!!§!lfis~!!fiLieahorro o cua.I1.élQ",§'Ll?I~j:~11él~".~1f~1~.EªI...~1.....Ei!IIl.9."'7él.~....s~~cimiel1to.con eXEe<:lfe~i1~~ij;nflaciºI1ªrios. . ~.' . .' . ... .Me~clasifico sin vacilaciones entre quienes creen que 1ª re-

f~ma tribu,~ria ..p~~:~~t~~e: u,n~~I1~l~~~.~i~S.?I1~~ª~~~.!>.!L<:'r!lamoaifIcaclóíl.:·élel~s ~ ..?~.~~os...•.•.~..~...:..~.I1.~~.::;..? I ~l~ºEEo,.~..especial-mente en' los' grupos de :iltós ingresos' en Al11érlca·-Tifina.Reforma en cuanto al régimen tributario en sí mismo como enmateria de percepción de impuestos, especialmente del !m12uestosobre la.1~_I1!ª~I1,.qY~'<::~'7f!~.~t1.~E:!~7Iª~yªsiºnyJlegª ..,ª.cifraselevadas.'Eu' el primer sentido hay que modificar el iII1Ptl~~t()_sobr~ larenta para eliI11iI1.a.:....~:1 ..~:~~~I11~n-o por lo menos reducirlo­a3~~I!ª_P31ife'délil1gresQ.•.q~.~....~~....~.I1y~~~r!.~..pgr .l~§~J?:1P!~~~po.r~~iy~él_llos; por elcO_J?:!r~ri()2_1~p~~t~.~11l~,.~~.~?nsllEl~debieraest,!!".sujetaa un gravamen !.?zonablement~ prºgr~i\iº. Subrayoel calificativo porque en algunos países -especialmente en aque­llos en que la inflación ha sido intensa- las tasas progresivashan subido en tal forma que han dado vuelo a toda clase demaniobras para eludir el pago. del impuesto. Fuera de ello, hayotras fOID1aseficaces para desalentar ciertas formas de consumo.duradero -las construcciones de lujo, por ejemp10- que cons­piran contra el ahorro o el sentido social de su aplicación.

Desgraciadamente, no se han realizado aún estudios seriosen América Latina acerca de las posibilidades de ampliar elinstrumento impositivo para acrecentar las inversiones. Por lo.demás, la situación dista mucho de ser homogénea. H:~y__paísesen que la tributación podria acrecentarse si!l élificultaéles,_'Puesconstituye una parte relatival11~J?:t~7P~9.t1~ªª.él~JjI1g!~§g__g1Q9al,y en los cuales es además notoria la posibilidad de mayor ahorroen los grupos de altos ingresos para elevar el coeficiente de in­versiones. En otros países, la proporción de los tributos es tanalta que no existe, o es muy estrecha, la posibilidad de aumen-

191EL FALSO DILEMA

l. Los módulos de consumo y la insuficiencia de ahorro

En otro lugar de este trabajo hemos manifestado que si el fenó­meno de la contracción tenía generalmente una respuesta in­flacionaria, sería un grave error atribuir exclusivamente a lavulnerabilidad estructural de la economía la inflación de gastose inversiones. Porque la experi~J?:ci~l~t!no~meri~ana ..ª~IIlues.tEatIna y otr~ "l,!e~.Ja.iI11P2rtincla~él~Jª Pº!itlfªliiºri~ta.ri~ y Ii!1~E-~iera.: l'Jo hay ..una. relación IIle~.~Ilisa~.~~~ 1.~\itI1.J?:~!~.~i!iª~déstructura1...·y.l~.jgfl!¿IQ"Il.Q.1aintel1siélªº gºl1ql1~§~.él~s.~.!1\iu.~!.\ie.

En situaciones igualmente difíciles se ha logrado evitar la in­flación o mitigarla allí donde los hombres que tienen la respon­sabilidad de aquella política han demostrado, además de sucompetencia y sagacidad, una firmeza de carácter y una profun­didad de convicciones sin las que sería imposible resistir la pre­sión de las fuerzas inflacionarias. Si esas condiciones humanasfallan, la estabilidad monetaria se verá continuamente amena­zada por débiles que sean los factores estructurales que conspirancontra ella.Por todas estas consideraciones, hay que tomar con mucha

prevención el argumento según el cual la inflación suele ser laconsecuencia de la escasez de ahorro. ~~~de .I11l~?~.tras países los grupos..Jk_altos ...ingresos..tienen ...un.. gQdÜ:;i~;ntede ahorro. relativamente bajQ.PQIJª..J2I~Y-ªIS!l1c;iª.g~..!!!Qél.1l1Q.~.éleconsumo en que, a lo sUP..~,:Q_l;!g.y"g.§.t.~!1!º§º...él~lpªsªélº., ..s.~.ªgr~gacontmuamenfe la sugesbon~él(; Iltl~yªS !QIillªS éle .cQlJSJ1mo.él.elQSJ?~.í~~s,~J?:1á~§ggollª.clºs.

En tales circunstancias, !la podría n~ª-r.s~.9.Q~J.'!.E~E.t1en.s!~.~ahorro suele conducir a la mflªdón, ....JlO_por~1Ji!_~~.E~!'~.~gª.ª~.J2g­si~~linQ.J1ºrqJJe JalJ:ª.n..•medidas eficaces..para.aprozechar­las. .i§:. su vez, la inflación contri~llye a aS~!!Íilll.L.~ste..h.ech.o.,..pues....élestruv~']as práCticas aeanO"ª~~~11(él.Q~él~.~~s!Í~n ..? SOIIl~J?:za­baI1·~...Jél~~·envOlverseeñlasma~~~.•p~p~l~resy:·h~~e-sÍ1~a§enteélifí~il.=~!:~s que. nrrtfñE?~i~!~ :~I.ªs,I~~~~~para··ªª12~It!!¡gs.Hemos visto en~~ofro~Iugarque la inflaCion-dista mucho de

ser una política compensatoria recomendable. Pero se compren­de que, frente a una contracción de la actividad económica,

APÉ1';])ICE

VI. LA INSUFIClENCB. DE AHORROY LA INFLACIÓN

190

Page 105: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

EL FALSO DILEMA 193

c~enta las g!~~i~~_21_~<:~~id~ª~~,.ir:satisfechasde. inversión queeXl~~l!~I_l._ºll.ena.parte:::a:e...Iºs,pa![e~=-@=!!~m~:a-Latlna:---. Desde este punto de vista, la aportación de -recursos interna­

cionales podría contribuir a_.sllPlitest~s.necesidades y. a realizar1~_!'~fQ~_m~s~n la forma ele proéll1ciry eI_lla ~shlldura-de laeG..ouormamelispensables.a.JaaceJeIªc:iQIlelelge~il"1'li~#to.6Ataca­<!Q;_~_~Q!ros Pl1!l!9~_(;~!Eélt~,gi~~~,]_Jo?ríalo~rarseen la ma­y_~nad~.}()~_~~s()sl1IJ,.a.l1.II_l..(;I1!QI(;!~ti.Y~~~l!l:e~~piª(),ª~~ ln~sop.or haQrtªIlte, ql1e Pé!IrnÜa.eleY'!I~l ~()yficiyI_l!(;elY.ahorro _na-cIOnal~1lI_l cierto número de afias. ' .' .~-~~~Esta elevación del coeficiente no será automática. Los hábi­

t()lg_(;~rm.,y; ...c1.~.CQIls..ll.mº....~IlQ.§~.1!1ºgifi.fgI_l.!AfgIl1(;I_l!ey-liabráqlle_~fudlr .~l~!~!(;Il1g!mEQ§ÜÍ,y()y.~.QtE~§.l11~éljgª~J~j_ncentiyosparª--lQg~ªL~st~propósito. Éste es otro aspecto que tampoco seh~ exa~:nado bien en nuestros países, a pesar de su importan­CIa decisiva ~r: la política de desarrollo económico, y si no seelev~.el cº~fJ.~I<:'!nt~....él(;!..~h~~I.Q_ª.ill~.eli.elª....g_ll.~.cn~c~.~l.i.IJgresoEorhabitan t~,c:?n...l~.co~pe~~c:~?::rd~.E~~IlE~.()~.Ll!.!~rl!_ª<::iºI1'!k~,._I2odríal~_e.Jll_~llmente al.JlmIt~ .el~ªQ§Q¡:ciQ!1.ély ~s.tºsr.e.curs.os..sinhaber_conseguido lo-que .me parece. de:.:.pÍn]J.Q¡;dlaLjmp_orJ:~nciat~nto ~esde el punto de vI~tadel desarrollo como por otras con­s~deracIOnes:formar la aptitud para mantener un elevado coefi­ciente de capitalización con nuestros propios recursos.Cons.eguId? este I?rºEº~.itº .Il9 ,,§yIªº- ig.élis.I?~nsable~ueMas

a.QortacIo?e.s~m.t.<;mªl;lºna1:eSccom..º ..'§l1~l~n.s.~!,gb.ºIª,,~~,!!I_lgue pue-dan, segu~!~s.I;I:l~()<::()I:l.Y(;!!1~.~I_l.~.~.~.?~.().gI~tº.c1.º..•.§i §_e h.ª»a~ºlls~gyido~~ece:_~.~.~r:!:~ ..~ !.~::r..~()..!.~p().s.!.s!Q!L.Q.yl~.~Il1P.L~~ªIiQ=~cionál.

ernas e este papel -d~ suyo .II_luysignificativo- de ayu-darn.os a ele:ar nues~ro propIO Co~fIcIentede ahorro, los recur­sos mterna~IO?ales tienen que onentarse hacia la consecuciónde ot.ro objetivo, pues el problema no está sólo en, aumentaraprecIablem.e12Í(;.Yl(;lh2EE~?'sir:~ !~l"1'l~.ién~nJª RQs!bifuIadfleeI?pl~ar,~~::lXºE ªh9Irº ....eIlIéi:.imPQltª~.i[ti:C(~..hfe.ü~~"de-=-Gªpital.SI eI~~.CJ..5Lll~ ante~~~~_~Q.I1~ºIl1íª--Í<;~I:l!~.u~contenici~-d~ im­portaCI?n~Smucno menor el de las inveiSlones:-en- se

6 No es éste el lugar para considerar un aspecto importantísimo' la .?~d. d.e qu~ una parte sustancial de estos recursos se dedique a f~rtale~~~ev·mlcl~tJvaprivada de los propios países latinoamericanos según vengo soste . dade tiempo atrás. 'men o

2. Doble papel de los recursos internacionales¿Hasta qué punto podrá conseguirse con este esfuerzo, en untiempº.!.~-ªlivª-rnente._cOItQ,.llna..e!~vación_::lpJ:_~c:iaQleeleLc.?efi­cie11te.peim:e.rsione.s_par;:L.ac~ler~r...~[i:itmQ.....éle.c:I<:,!ciIl1i~!1to-ecO::nómico? Como se dijo más arriba, sólo caben esti~~cionés con­jeturales. Pero es muy dudoso que, aun con la. aplicaciQI1deincentivos eficaces paraaumentar el. ahogQ, PlleélaJQgIªIse unatasa saJi§laQ1Qfiack_c.tecimiento, sobre todo si se tienen en

tarlos y sólo el crecimiento del ingreso global podría traer lasolución gradual del problema.Lo gEave~_sque en _~~~_~~~~~}í3:~!~Yél~élP~()P9~cjº!1éle_J()~tri-

b!l1<¿L1l0~Slle~Lac_Qmpafiada del acrecentamiento de lasinversiQ!l(;!~productivasdelEsjado, sino de sus gastos corrientesy no precisamente -de aquellos que, como la educación y lasalud pública, contribuyen al desarrollo económico y al mejora­miento social. Esto ha contribuido a debilitar la potencialidadde ahorro y, por tanto, el ritmo de crecimiento.Compréndese así que la idea de emplear el instrumento tri­

butario para acrecentar las inversiones del Estado no cuente conmuchos adeptos en los países en que ello ha ocurrido, no tantopor razones doctrinarias, sino por esa misma experiencia. Peroesta resistencia comprensible no tendría por qué manifestarsecuando se trata -como se ha visto más arriba- de emplear elsistema impositivo para estimular las inversiones privadas. Podríaobjetarse que la eliminación de todo el gravamen a éstas provo­caría una mayor disparidad en la distribución patrimonial quela ya existente. Sin embargo, este efecto podría corregirse porel impuesto sobre la herencia.

C~uiera que fuere, n,0. es ~él~I~_()º~~IYélL.~ILl()§..12.ei§.~SIg!;i.QQameriCañOSc¡uereanzang~§!Q§..Q_jlJv.~¡;siºJles..inflacíanaríasllD· ~sfuerzo serio y ~~EI~ P'!Ig ~lllPl<:'!ª[_~lj1!U'_!:t.~~!iL.S;Qm.oI1l~_ªiiLOincenf~ de ..n}gyQI.C;ªPÜ~Jjit:aQiºn,..Y.mUQb.º.~lllc;_nºSs(;!.hg..2bSerVado~er~~i~niº .perdurable.....de eslimUlax.Ja.capitaJi-zél.c;.i<?!1.de 1~~._~1as~p.<2p.EEI~SQ9illQPa¡;te éleuna ..PQ1iti.caredis-tEi~~~iv~..~¡;1.ü:~g_resg.~.~_~ ..~á~. f~cil ..I~..E~sP~~~.!ªinfla.dg­naria ªlE~ººkmª-_cle.l~LinsJJfÍ<::ieIlcia.-ae3II1or-ió:- -'..' .

APÉNDICE192

Page 106: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

IIj111¡

I11

4. La exigencia de financiamiento local de las inversionesinternas

El otro punto es el tocante a la exigencia de las instituciones decrédito. inter.nacional de cub~ir con ahorro nacional la partede las mVefSl?neSqu: se realiza en el propio país, destinandol~s recur§.Q~.lºt~mªC:lº.nªl~§ ~ºlsUE.~.Il!é!ª}ª.~~Il1.E0rtacionesdebIenes de C<l.l?itfll.Las dificultades que el"enlpfesariü o el Estadoe~cu~ntrar: para cumplir esta exigencia suelen nevar a la expan­sien inflacionaria del crédito.No sól~ se trata de la fa1tª.9.~ºll.ªmJ;>JiQ.m~rcad.Q._de_capilales

~e¡Illlta ...emplé!f!I.~n.s~ct()J~s. .d~ic:L~!.Üf§.('!lahQ119~sue~en otros S.é!J:~tQIeS,si1!º.PIincipªJIl1~ºj:('!.cI~léls liIl1itaciones .delrgismo.,~2~iic:i~nt~~1<::...~llS;>!JJ?h~stª ~sllI1ª-.cf:ci·Iª§~.~él~_().I1~S9Eeacons~J~!l.f2II11!!!a!llIl EE()gEªIl1ª.ª~.!Il"i:.~ES!()Il.é!.sc:()Il12.jJ1l.rtj_deu.n .pro_gggºª g(,!.I1~Iªl.g~ 9.e.saJrollo.U.I1Er()graIl1a,en .síntesis,tIene ~_9.~!.~Eml.Il~E~lª~c:.g.ªntiªd~.JasjU.V~l~iºu~.s"I~g]leti.9.flSp~ll.na_deterrninaºª.Jasªg.e.c:rs:dmientº, <::stªplecerhástadónde Eued~J!~gªLt;} ª-?9!T9Ilª~i()Ila!cOl1....ª~.~c:t1.aª.os.i'lli:~~tivos~~~~~lment~~.c:llª~!~fi~.~iI~·~:.i~~llES,Q~~j!-t:t~itiél~L~~~!~X}ñdISp~~-

~omprén~ense, si~ embargo, las aprensiones que inspiran esaseXIg~ncIas,.SIse ~ubnera ~on rec~rsos exteriores el importe totalde CIertasmversiones. BIen pudiera ocurrir que un país se dis­p~nsara de hacer el esfuerzo necesario para aprovechar sus pro­pIaS fuentes .de ahorro; o que =gracias a esa aportación deafuera- desviara al consumo 10 que de otro modo se habríade?ic~do a la. capitalización. Ya. explicamos más arriba que elobjetivo esencial de estas aportaciones de recursos internaciona­les es precisamente ayudar a un país a elevar su propio coefi­ciente de ahorro; y si tales recursos inducen a no tomar lasmedidas necesarias para hacerlo, se habrá frustrado ese objetivo., No P?dría negarse que .la ~:\:~Ei~nc:!<:l.JgQIl~Il1eri<:-ªn_a.snelca_ar~vo .~ ~§tª§g.PI~nslQn{;S.Pero la solución no reside enaquella actifud'limitativa, sino en la programación de las inver­siones. Para ello hay que analizar las posibilidades inmediatas

EL FALSO DILElYiA 195

p,gal fijo, especi~_nte.Jl~losJ2E.n.fQLqº~.2J2.é!g!l_en la .produc­c:IonagI9_P.~~llana.

3. El financiamiento bancario del capital circulanteNo quisiera terminar estas consideraciones sin mencionar dosPllIlJ2LRue reguieren. atel1~iºJ:l,Pll~s~!l ª~sc()Il()~iIl1ien!ostÍ~íereforz<lfJªs.t~!lª~IlSiªs inJJacioIlarias. Uno c.oncierIle.ªJ<l~...!Il.v~r­sienes ~Il.~s.~p~~lcircula? te y ot.E().....<l....J~...~~ig~~~l~~cf~·<:ll~dr..~Qn<lh()r,E()~ª~LE~ll.I?art~..mt~¡;J:lªª~Jª§jIly!=!¡;§.iQI1es.En cuanto a 10primero, h.a..stLillll._qllé!.ÍI1§ist~º~IllaIl~<:~sidad

de c:!lbrir con ahorro .naci0!l<ll() ~~tr<:lnj~¡;olas .....iºv~r§iººé!§ enca?i~alJij-º-2.uele~ adn:itir qll~ ..el.,siste~<l ~<l!iiª!E?~~~:\:p<lIld<l...~1c;ecllt()....p<lra.cu~rl¡;..~L~~~~Il1eIlt().ª~ J<:l~Il~<::~§idª.dé!s....(:l~...<:ªpi talC:1¡;~ll~<:lIl.te.cle.!()s~;r!:P¡;~~ri()s....qu.e..tra~ .comigQ el. <:r~c:iIl1i~I1to~c()n()Il1lco.S.ul slstemª baIlcarl() cll~ºta cgIllln incrementoc()gelativo .cl.~ª.ep§~tos. de al;ürro, rl() lla1Jrá..consecuencias in­f!<:lc:ioIlarias:.P~erosi.n_o~s-=~sí,.o ~i el in<:re~ento. de esos depósi­t~s se abso!be p~r el. financiamiento d.e 111verslonesde capitalfijo, sobrevienen inevitablemente esas consecuencias.Estel~c¿h() .<lªqui~!~EIlayorsignificaci6n cuando el incremen­

to de capi!~LciJ.c:~lª~t~...S()Ilci~¡;.Il~...a. <l<:tiyicIª9.~§é!nqú~ ~rj:)É()­ceso...de PIQgl1c:cJ9?~_9.1l~~.!:"l!l.tl.~IllEQ.I~lªj;h;t!.Il1~Ilt!=!Jª¡;gQ;.tal esel. ca~<:>...caractenstIcode la ....prod~~:i<?Il <:lgroE~cuaria,...esp~c:i<:ll~Il:~P.~~.~ILl@=g~ªg~íª-·~f~~E!éI1~()C:E~~.:..9~e ..un~ ..~:E~l1~~<?IlS!.~­d:!~~~.~_~noes....111fl:cl?~an~_.~.11~~t~;siE9]n.S-rañéias,._p()rqu~,eStáº~.~~!ElaQaa. aumentar la EIQilgc:c:lQu...: Jª"expªI1§!Qn <::~!!Il111Iª.in-f!l~ªiªtªIllt;ºt('!Jª demanda; en .tanto que la Qfé!tta$ºIQJi~eu.-tª!~ ~.I1Jm_JL~Rº.X\1:i~Q~Jll&º()SlªrgQ, é!n ('!l.c:º<l.l $.~..9.eseu.Vllelv.ela...pres.i§lljp.flªc:iQna¡ja~de...aquella ..deman.9...iL.ªmcional.

De ahí la necesidad de i~ ..~l ...sisteIl1ª Pªº<:aÜ() ª~ I~C:llI§9sd~~~~orrQ....genuinopara_§ª.ti~fac~r]ªi:~~~<;~~icIªé:1~s.ele GapitálcI~~..lll.ªl1~~~a~:~ás de las operaciones de financiamiento de ca-

tr~cl.ll.~~~~!~~ª-h;()_rro,como suele su<:eder, se ré!giStrarÍ<lllIldes­~qUIlI?~lOextenor aun cuando. no hubiese inflación algllI1~~LamverslOn.de est?s recur.sos.en Importaciones de bienes de capi­tal para industrias sustitutivas o actividades exportadoras, ade­más de otras inversiones, permitiría crear el margen necesario~ara que. el mayor ~horro nacional pudiera transferirse en esasImpo~tacIOnesd~ ?~enes ~e capital. Todo ello desde luego sindescuidar las posibilidades internas de producción de esos bienes.

APÉNDICE194

Page 107: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

EL FALSO DILENIA

las diferencias de costos con las de los correspondientes bienesimportados, no se advierte por qué razón no podrá cubrirse conrecursos internacionales la adquisición interna de bienes de capi­tal en vez de su importación si no se dispone de ahorro internopara hacerlo. La adquisición total de estos bienes es la mismaen uno y otro caso. La diferencia está en que en el primero seimportan menos maquinarias y equipos y más bienes de consu­mo que en el segundo, por ser ésta la solución más económica.

¿Y si los bienes de consumo que así vienen a importarsefueran superfluos o de lujo? No conviene confundir este aspectoy con frecuencia se confunde. Es indudable que en momentoscríticos en que un país carece de divisas para bienes indispensa­bles, tales importaciones no podrían justificarse. Pero no es ésteel problema que estamos considerando sino el desarrollo regularde una economía mediante un programa que determine, segúncriterios de economicidad, qué se ha de producir internamentey qué se ha de importar. En materia de artículos superfluos ode lujo la decisión importante de política económica y socialconsiste en determinar hasta qué punto conviene reprimir esteconsumo mediante el impuesto, teniendo en cuenta las necesi­dades de capitalización y los objetivos redistributivos de un pro­grama. Decidido este punto de tan significativa importancia, nointeresa si estos bienes se importan o se producen internamente,toda vez que en esta determinación se hubiesen seguido aquelloscriterios de economicidad.Otra consideración adversa que podría aducirse es que un

país estaría importando artículos de consumo -sean o no su­perfluos o de lujo- mientras hay factores productivos disponi­bles que podrían elaborarlos. Este argumento no tiene por quécircunscribirse a los bienes de consumo. Si hay factores disponi­bles y, más aún, si hay capacidad ociosa en la economía,la solución correcta está en aprovecharlos, para 10 cual -ya lohemos explicado- habrá que acelerar la sustitución de impor­taciones en la medida en que no puedan acrecentarse las ex­portaciones.Si, como es bien posible, se logra el crecimiento de la econo­

mía con el máximo de aprovechamiento de factores, no hay quepreocuparse de que la aportación de recursos internacionales se

de acrecentar el ahorro nacional y las que se tendrán después,conforme se vaya acelerando el crecimiento del ingreso por habi­tante. Hecho esto se podrá determinar la cuantía de los recursosinternacionales que se requieren para complementar el ahorronacional. Desde luego la aportación gradual de esos recursos nosólo depende de que se presenten buenos proyectos individuales,sino de que vayan cumpliéndose las medidas fundamentalessobre las que se sustenta el programa y, entre ellas, las endere­zadas a elevar el coeficiente de ahorro.

Una vez establecido el importe de recursos internacionales,no interesa si en algunas inversiones se cubre con esos recursosuna parte de los gastos que se realizan en el país y en otrassolamente el valor de los bienes de capital que van a importarse,o en las demás una cantidad inferior a la de estos bienes. Lo~sel}ciales 9.!:!.,~el conjunto de inversiones se realice enla forma

~"~oi:-=~~aa~;~~:!~~~\~1~3~~~~[~i~;~~'rF~~~~rº~p.

ap~;t~ci~~n'd~e....r~¿~~. ·.~t~"r~~cfc}ii~Ie~"~W~~~~~::~~~~~:Cllarifíá-s'upenora TlS~í~1E!)E~aI~"~12e~]9§1~~.]~fgeq1l~l}e!!?:y(;.qgill.º"~!-No creo que éste FiayasidO el caso típico de nuestrospaíses, pues esa aportación suele ser muy inferior al monto detales importaciones; pero podría ocurrir en el desarrollo de algu­nos países, sobre todo si gracias al mercado común se desen­vuelven intensamente las industrias de maquinaria y equipos.En realidad, no habría consideración económica alguna paraque la aportación internacional no sobrepase a las importacio­nes de esos bienes y se extienda también a los bienes producidosinternamente. Me pregunto si en la posición restrictiva quesuele notarse en esta materia no hay algún resabio mercantilistao subsiste aquella creencia pretérita de que solamente los gran­des países industriales están predestinados a la producción deesos bienes.Trátase en el fondo de un problema de economicidad y de

disponibilidad de ahorro. Si en la política sustitutiva resulta máseconómico sustituir las importaciones de algunas maquinarias yequipos que la de ciertos bienes de consumo, por ser inferiores

APÉ!'<""DICE196

Page 108: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

difícil mantener la estabilidad de la moneda en situaciones derelativo estancamiento económico y social basado en un régimenanacrónico de tenencia de la tierra y de distribución del ingreso,con escaso grado de movilidad social. Pero tarde o tempranosurgen presiones sociales que conspiran contra ese precario equi­librio, dando impulso a fuerzas inflacionarias que terminan fácil­mente con la estabilidad monetaria.Esas fuerzas no siempre surgen del malestar. Van también

íntimamente unidas a la prosperidad. El cambio favorable decondiciones económicas abre nuevas oportunidades de consumoo inversión que, al exceder a los recursos genuinos disponibles,traen la expansión inflacionaria.~_~s_pºr ..cier:t9_Jª-!¡:tDacic)Il..1lP ....f~Ilºm~;[)g_.R1:m!rrlg!k.~go­

IlcSI¡:tico_Jlpélra.GomRIS!pqé;rlo.cabalmeIlte .req.uiérense~~estig..a­~iones_sQc_iQlógiGªs_..que.JªIº.éln.e.Il...11ega:r_eg.Amé.ri.c_a_~Lal~Si elestancamiento o lento crecimiento trae esas presiones socialesque degeneran en la inflación en ausencia de una política escla­recida de desarrollo, el crecimiento rápido también acarrea con­diciones favorables a una más activa circulación de elementosdinámicos, a cambios en la constelación social existente, propi­cios a la acción de las fuerzas inflacionarias.Nuevos grupos sociales irrumpen en la política y en la eco­

nomía -en enlace muy estrecho- y acuden a la inflación paraformar y consolidar su poderío, modificando en su favor la dis­tribución del ingreso. Hubo históricamente otras formas muyeficaces de redistribuirlo, entre ellas la concentración de la tierraque aún prevalece largamente en nuestros países. Pero acaso lainflación supere a todas ellas por su fluidez y la extensión desus consecuencias.l~~~._}~~j~g~,sÜ~,Il...~§.l1n.Jé;nQm~.!l(;uÜ;;".~ambio_ec.oIlÓmiw

y sociªJ,...l1}lIe;p<Sl11egQ.e§,eIlGiélLme.nte_QmámiG_Q".En consecuen­cia, la lucha p~!~':ili.\ini,rlª__Q_12i1.m_J::ombaiirLCl,_nQ_J2.9d!illTra­ducirs~__~n__lpé;ª!qCl~,mg"ll§_tªr.i.ª~..._.ª.y.tó.Ilomad"._~Q__fQrlIlqr_.1_lgltede_un..B1uy_yª-§toé;l11P~~.().P.~..~~ g'lJE~.Eª.~1.i~m"<iªm~ml~~¡¡¡sfuerzas..ec:onº~~._y_ so~~~]~~z~.()E!_~:;!~E_d.()la0acE~umpJi-miento de claros objetivos. . _-

_ _ __ :: 3..,.~~~ ~

199EL FALSO DILE!\fA

l. Índole dinámica del proceso de inflación

El desarrollo in~enso y reg~lar i~_1~~~~nor~:~a"~~3~i"~~_~~~"se~iec!.~_g_ªnsJormaclones~llla.J9rma Qs:~_I2Jpa:llº_iI~"§_QJ~L~~~~~t~Iaeconómica y social y en el módulo distributiv()del ingreso: Esastia-ñsrcfrrnacIOI1eSpermitirána TaeCoñomracréCer"a-~úñ'-ritmosuperi()~-ªU1_~Jªs~RQft~~j.~~l'Emarias y_ atenüareTliñpactoiª-~nQ __de. la~Jluctu_a_Qo.nes__c;I(;~é_sj:ª2~_ªg~~Q_mºIYJllQl~L~_Illis­mo. tiempo .los_9_º~tá_~1J1Qsjl]t~mQ§_q!1<:!§.~__ºEQB~g:,_eL.,ª~§-ªILqJlo.~- fransformaciones no Jluu111J2,kIl._-o-se ..,cumplen enforma parcIal o insuficiente-, sq_1?E~yi~l!~nº~~ªj"y.~J.~s,_.~._lensio­n~.~...qtI~.g~~Ei~rtª-n_ºJªvo_~º.~n..aLj.uegº..de.lªsJ!H;'!J:~ª_~jJlflª~i9na­rÚlslatentes en el seno de la economía latinoamericana. Tal esl~lesis-suSteñi:acIa_e~'-lª[Qªgiliijj!gI~[iªies: •....._"",....,..

. '""PeñsancroloEien~es el cambio de las condiciones económicas\ lo que favorece la .acción de esas fuerzas inflacionarias. Si una\ vigorosa política de desarrollo económico promoviera el creci­\ miento regular de la economía, si el ingreso por habitanteJI aumentara con satisfactoria amplitud y persistencia, sin las fluc­J' tuaciones que ahora ocurren, y si no se modificara regresiva-1.1, mente, sino de un modo progresivo, el módulo de distribución111'del ingreso, Si. todo ello se cumpliera con razonable eficacia,se lograría el máximo de resistencia a la acción de las fuerzas\ inflacionarias para mantener la estabilidad de la moneda.

Hay otros casos, no va de resistencia a las fuerzas inflaciona­rias, sino de debilidad de estas fuerzas. En verdad, no suele ser

VII. UNA POLÍTICA DE ESTABILIDAD M01'<"ETARIACOMPATIBLECON EL DESARROLLO ECONÓlvIICO

traduzca en importaciones de bienes de consumo, toda vez -10repetimos con insistencia- que la política sustitutiva haya segui­do consideraciones de economicidad. Lo esencial es que todaslas inversiones estén cubiertas con ahorro genuino, sea nacionalo extranjero, y que la cuantía de este último esté correctamenterelacionada con la capacidad de pagos exteriores de un paísv su futura evolución en virtud de las transformaciones estruc­turales que exige la aplicación del programa de desarrollo.

APÉ",J)ICE198

Page 109: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

esas condiciones de carácter para afrontar las fuerzas inflacio­narias. Pero no se exija a la política monetaria lo que ella nopuede dar por sí sola. Es imposible combatir la inflación ni pre­venir su resurgimiento con medidas puramente monetarias; hayque insertarlas en el cuadro de una vigorosa política de desarro­llo económico que asegure el equilibrio estructural de la eco­nomía. Sólo entonces podrá exigirse a la política monetaria loque ella puede dar: la estabilidad, condición esencial pero noúnica del desarrollo económico.El equilibrio estructural no es estático, sino dinámico; esto es,

tiene que ir adaptándose a las nuevas exigencias del desarrolloeconómico. En nuestros países esto significa una continua trans­formación en la estructura de la producción y en la composiciónde las importaciones a fin de que el ritmo de crecimiento de laeconomía pueda superar al de las exportaciones. Estas transfor­maciones no pueden ser resultado del juego espontáneo de lasfuerzas económicas, sino de medidas que se anticipen a las exi­gencias de futuros acontecimientos. Ni tampoco ha de ser laconsecuencia de sucesivas devaluaciones, idea peregrina ésta,con la que se pretende demostrar que, dejando al tipo de cam­bio encontrar su propio nivel en la mecánica del libre juego,se conseguirán aquellos reajustes sin necesidad de una accióndeliberada.Hay en todo esto una deplorable confusión, fruto del razo­

namiento estático en que se apoya la concepción monetaria orto­doxa, razonamiento que ignora el proceso dinámico del des­arrollo. Por supuesto, que es objetivo principal de una sanapolítica monetaria -y lo suscribo sin reserva alguna- asegurarel equilibrio exterior de la economía; pero no el equilibrio es­tructural, sino las desviaciones de este equilibrio que ocurrenen el funcionamiento de la economía.

El equilibrio estructural no es asunto de política monetaria,ni lo es tampoco la corrección de la vulnerabilidad exterior.Ello requiere ineludiblemente transformaciones estructurales sinlas que el riesgo de la inflación seguirá siendo muy grande. Unapolítica impositiva de estímulo a las inversiones y medidas quepromuevan activamente la capitalización de las masas populares,darán a los dirigentes monetarios y financieros un punto de

201EL FALSO DILRMA

7 Ortodoxia y libre juego de las tuerzas económicasDe ahí la irremediable falsedad de la posición ortodoxa. Ignoradesaprensivamente los J~~ºI11enos del desarroll? ~~?I1c5Ilii~o.Ya-se--encuentre unpaís latinoamericano en la bonanza dee~pª~t~ªiCJl:i~so-en -pleno-encogimiento de ellas, ya ...cr¡;zcª c8nelevado ritmo o se desa~(Qlle-escasamente,la fórmula es la mis­ma~atacar las fuerzas inflacionarias con una firme política <:lerestricCión crediticia y algunos otros expedientes que, .pºLI0~nerªl, no trascienden del ámbito monetario.,. ¿Pero es que la política monetaria ortodoxa es indiferente aldesarrollo económico de un país? ¿Es que pretende frenarlo osofocarlo en aras de la estabilidad monetaria erigida en objetivoprimordial? Sería injusto considerarlo así. No hay tal despreocu­pación por el desarrollo económico, sino un co!!.c~E~~..~~ª_s(,)_J.!l.ásgrave: la nezación im:ellsita de la necesidad de una nolítica de"_'_"_"'._'_ .._""""- _0_ _~~ - .. ,..~-=":=~._"."::):>....".".""":~,,,,,,,,,,,",,,,,,,,,,-,.,:,-":;S;"'w:~:'M:",::'·:.:.··:."::·':::":::·.""'~:':~_'·','N~",",""."".t::,~,,:,~:;;;·~~,:¡,;,:;:"::'::::>:,::c:.'.'.'',':"-__-""-"'--'

(I~sarrollQ<de la necesidad de transformª.ciºn.e.s..,~lJ._Jª"Jo..I.mad~~;pro&ícir,en la estructuraec'(j-nÓffiica'-y-social y en la distri-bución del ingreso, esto es, de aquel empeño consciente y deli­berado para obrar sobre las fuerzas económicas y sociales.No hace falta esa acción deliberada porque el desarrollo eco­

nómico es un fenómeno espontáneo. Aquí está el error de fondo:creer o suponer que, asegurada la estabilidad monetaria, liberadala economía de toda suerte de intervención del Estado, el librejuego de sus fuerzas será suficiente para conducir al más eficazaprovechamiento de los factores productivos.La aplicación ortodoxa de la política antiinflacionaria suele

significar contracción económica y malestar social: es el preciopresente que hay que pagar por un bienestar que se avecina,es el sacrificio indispensable para obtener la redención de nues­tros errores económicos y atraer la gracia del capital privadoextranjero. A veces por honda convicción y otras bajo la suges­tión de que no podrán lograrse sin ella aportaciones exteriorespara combatir la inflación, requiere este tipo de política condi­ciones de energía y firmeza que -por encomiables que sean ensí mismas- terminan por malograrse en las tensiones, los anta­gonismos y las resistencias de toda Índole que traen consigo lacontracción o el relativo estancamiento de la economía.Todo esto es muy lamentable, pues se requieren en alto grado

APÉ]\Tj)ICE200

Page 110: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

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4. Redistribución del ingreso y acumulación de capital

Este problema de la redistribución se plantea con característicasnuevas en nuestros países. La acumulación de capital precedióa la redistribución en la evolución capitalista de los grandescentros industriales. En nuestros países, las dos operacionestienen que hacerse simultáneamente. De ahí la necesidad debuscar nuevas fórmulas para que las masas participen activa­mente en la capitalización nacional a medida que avanza lapolítica redistributiva.Cometen un error de incalculables proyecciones políticas

quienes creen que la inflación es el medio expeditivo para res­ponder a las aspiraciones redistributivas de las masas populares.Como en el extremo opuesto 10 cometen quienes la preconizancomo instrumento de ahorro.La solución del problema de insuficiencia de ahorro no está

en la inflación sino en una combinación racional de medidaspara acrecentarlo, dentro del marco de una política de desarro­llo. Hay que comprimir el consumo de los grupos de altos in­gresos. Pero ello no es suficiente. No podría continuarse, sinembargo, la solución inflacionaria de comprimir el consumo delas masas populares, primero, po~que ese nivel es de suyo pre­cario, y, segundo, porque esa compresión inflacionaria del con­sumo se realiza transfiriendo a los empresarios 10 que se compri­me y sólo una porción de ello -que no suele ser muy grande­se dedica a la capitalización. Además, una parte de ésta corres­ponde a inversiones estimuladas por la mayor demanda de losgrupos de altos ingresos provocada por esa transferencia de in­greso real a su favor.En un programa socialmente aceptable para elevar el coefi­

ciente de inversiones, son muy estrechas las posibilidades pre­sentes de ahorro de las masas populares. La solución es aquí

3. La inflación como instrumento redistributivo

No se conseguirá, ni se ha conseguido, por la inflación el cumpli­miento eficaz de propósitos redistributivos. La inflación ha sidohistóricamente instrumento eficaz de redistribución regresiva,en favor de grupos de altos ingresos. Pero no ha probado ser uninstrumento de redistribución progresiva en favor de las masaspopulares, pues el sistema crediticio se encarga de volver a trans­ferir sobre sus propias espaldas el peso de ilusorios aumentosde remuneraciones o de cargas sociales imposibles de absorbercon aumentos de productividad o ganancias de empresarios.

Compréndese, sin embargo, que la presión de mejoramientosocial se haya convertido en factor persistente de inflación enalgunos de nuestros países. La espiral inflacionaria suele cons­tituir un desahogo psicológico cuando el encogimiento del in­greso, su lento crecimiento, o desajustes distributivos, conspirancontra el ascenso perdurable del nivel de vida popular.Me refiero desde luego al empleo del instrumento inflaciona­

rio para conseguir este mejoramiento, 10 cual no ha de confun­dirse con la defensa de los trabajadores contra el alza de preciosy ganancias provocada por la expansión inflacionaria. Esta acti­tud de defensa no es inflacionaria, sino correctiva de los efectosde la inflación.

Que los aumentos de remuneraciones superiores a 10 quepodría absorberse por las ganancias o la productividad conducefatalmente a la espiral inflacionaria es una verdad incontrasta­ble. Pero no se crea que evitarlo con la estabilización de remu­neraciones -por elevado que fuera el nivel elegido- constituyeuna solución fundamental del problema. Es imposible detener

la dinámica social en los tiempos que corren, pues la estabiliza­ción de remuneraciones significa también la estabilización de lasdisparidades distributivas existentes. Y un programa antiinfla­cionario que no inicie resueltamente la corrección de estas dis­paridades, carece de eficacia económica y sentido social, conmuy fuerte riesgo de recidiva inflacionaria.

apoyo más firme para enfrentar la expansión inflacionaria delcrédito.Sin embargo, esto concierne a un aspecto de la inflación.

No todo es presión inflacionaria de origen crediticio. Hay queatacar también la inflación de costos. Está bien hacerlo conmedidas que distribuyan equitativamente la carga social de esosmavores costos. Pero la solución de fondo está en transforma­ciones de la forma de producir que eviten esos costos más gran­des o permitan absorberlos.

203EL FALSO DILEMAAPÉ:NDICE202

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EL FALSO DILEMA 205Y habremos dado firme apoyo a la política de estabilidad mo­netaria, política por lo demás indispensable al desarrollo regularde la economía. Establecido el equilibrio estructural gracias auna vigorosa política de desarrollo, la política monetaria podrácumplir eficazmente su papel de corregir las desviaciones de eseequilibrio. Y los instrumentos de la ortodoxia monetaria podránser entonces muy útiles -aunque no suficientes- para resta­blecer el equilibrio exterior e interno.

Dúdase a veces de la posibilidad de llevar a la práctica unapolítica racional de desarrollo por la falta de madurez políticade nuestros países y la incomprensión de las masas. Y se nieganlas posibilidades de capitalización popular. Acaso se presienteque todo ello resulte incompatible con la preservación de ciertasconstelaciones económicas v sociales.No se crea, sin embargo: que la inflación es una alternativa.

Si el sistema en que vivimos no puede crecer sin ella, la infla­ción será una alternativa frustránea, porque corroe la economíay debilita peligrosamente la cohesión social. Por donde no po­dríamos negar racionalidad a la inflación, no como instrumentopara dar al sistema la validez dinámica, sino para llevarlo fatal­mente a su desintegración.

también de carácter dinámico: acrecentar el ingreso por habi­tante mediante la aportación de recursos internacionales y elmejor aprovechamiento de los factores productivos; y emplearel incremento del ingreso en tal forma que la inversión crezcamás rápidamente que el consumo.No hay que mantener ajenas al problema fundamental de la

capitalización a las masas populares de nuestros países. Pero noes por la expoliación inflacionaria como tendrán que intervenirpasivamente en este proceso, sino mediante una intervenciónconsciente y deliberada. Es necesario darles un papel activo enla formulación y aplicación de los programas de desarrollo y unaresponsabilidad clara y efectiva en la capitalización nacional.

Que la inflación puede tener efectos dinámicos, no podríanegarse. Atenúa la .intensidad de la contracción, y, en circuns­tancias propicias, permite aumentar el coeficiente de inversionesy, por tanto, el ritmo de crecimiento. Más aún, en ciertos casos,la transferencia de ingresos no se hace tanto en desmedro di­recto del consumo popular, como desviando en favor de losgrupos de altos ingresos una parte considerable del incrementode productividad o del efecto del mejoramiento de la relación deprecios del intercambio exterior. Pero no es éste un fenómenotípico, y por lo demás significa una redistribución regresiva delingreso, inadmisible desde el punto de vista social. Por otro lado,conforme los trabajadores van desenvolviendo su aptitud paradefenderse, la eficacia capitalizadora de la inflación disminuyeo desaparece y se acentúan los trastornos.Ni inflación, ni ortodoxia. Hay que formular una política

monetaria que responda a las exigencias de una política de des­arrollo económico, que se inserte cabalmente en ella. La orto­doxia, por la suficiencia dogmática con que se administra, porla manera inapelable con que suele presentarse a nuestros países,está frenando seriamente el esfuerzo por encontrar esa nuevaformulación de la política monetaria. Mucho me temo que se­guir insistiendo en ella arraigue cada vez más la noción de quedesarrollo económico y estabilidad monetaria son conceptos in­compatibles.y no 10 son ciertamente. Asegúrese el equilibrio dinámico

mediante transformaciones de la estructura económica y social

APÉr-¡mCE204

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1. La movilidad social y los elementos dinámicos, 53; 2. Elprivilegio y los incentivos a la actividad económica, 56

207

1. Los privilegios distributivos y la eficacia del sis-tema " 53

II. El funcionamiento del sistema v la estructura social. 53..

1. El crecimiento pasado de la producción agrícola y sus exi­gencias futuras, 43; 2. Necesidad ineludible de aumentar losrendimientos, 45; 3. Significacióndinámica de la reforma agra­ria, 47; 4. La acción técnica del Estado, 48; 5. El incentivo ala producción agrícola, 49; 6. Sobrevaluación de la tierra yreforma agraria, 51

43IIl. El obstáculo de la tierra.

11. La acumulación de capital. . . . . . . . .. 371. Posibilidades de comprimir el consumo, 37; 2. La compul-sión inicial y los incentivos a la actividad económica, 39; 3. Elproblema de la población, 42

cano. T-1

27_1. La absorción productiva de mano de obra.1. Crecimiento exiguo y redundancia de mano de obra, 27;2. Aumento de productividad y necesidad de nuevas inversio­nes, 29; 3. Motivos principales de la insuficienciadinámica, 32

I. La insuficiencia dinámica del desarrollo latinoameri-

B. Los FACTORES ESTRUCTURALES lli"TER.N"OS. . . . . .. 25

l. Transformaciones estructurales para abrir cauce al desarro­llo, 3; 2. Acumulación de capital y distribución de ingreso, 5;3. Cooperación internacional y estructura del intercambio, 6;4. El tipo de desarrollo cerrado en América Latina, 9; 5. Lospuntos de estrangulamiento interior, 10; 6. Por qué regir deli­beradamente las fuerzas del desarrollo, 12; 7. Resistencia a lasreformas y responsabilidad de realizarlas, 15; 8. Un sistema deideas y nuevas actitudes, 16; 9. Hay que encontrar nuestrospropios caminos en el desarrollo, 19; 10. La concentración delpoder económico y sus efectos políticos, 21

1A. PLAt"\"TEA.!.vIIENTOGENERAL.

VIIIntroducción. . . . . .ÍNDICE

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155

127

125

209118

l. Los módulos de consumo y la insuficiencia de ahorro, 190; 2.Doble papel de los recursos internacionales, 192; 3. El financia­miento bancario del capital circulante, 194; 4. La exigencia definanciamiento local de las inversiones internas, 195

VI. La insuficiencia de ahorro y la inflación. 190

1. Tres casos posibles de contracción, 180; 2. Combinación dediversasmedidas en la política antiinflacionaria, 189

V. Los efectos depresivos de la política antiinflacionariaortodoxa. . . . . . . . . .. 180

1. La reacción contra movimientos regresivos, 166; 2. La espiralinflacionaria, 174; 3. Otros casos de inflación de costos, 176; 4. Lainflación reprimida, 178

IV. Factores regresivos en la distribución del ingreso einflación. . . . . . .. .... 166

1. La solución estructural del problema, 155; 2. Las medidas anti­cíclicas complementarias, 159

Il l, La resistencia estructural de la economía y la polí-tica anticíclica. . . . . . . . .. ,.....

1. Crecimiento y vulnerabilidad, 134; 2. El impacto interno delas fluctuaciones exteriores, 141; 3. El equilibrio estructural, 150

Il. La vulnerabilidad estructural de la economía y lasfuerzas inflacionarias. . . . . . . 134

1. La inflación y la ortodoxia monetaria, 127; 2. El porqué deldilema, 129

1. Introducción y síntesis. . .

snco y ESTABILIDADMONETARL\..i\l'ÉNDICE: EL FALSO DILE11A ENTRE DESARROLLO ECONÓ-

1. Los órganos de promoción, 118; 2. La unidad econorrncacentroamericana, 121; 3. Requiere grandes esfuerzos la marchahacia el mercado común, 121

L.'l"DICE

n. El funcionamiento del mercado común.

1. Explicación de las metas, 107; 2. El juego de la competen­cia y sus limitaciones, 111; 3. Los acuerdos de complementa­ción industrial, 113; 4. El principio de reciprocidad, 116

1. Las metas cuantitativas. . . . . . . . . .. 107

n. Los obstáculos al mercado común latinoamericano. 107

Il. La debilidad congénita de la periferia y la relaciónde precios del intercambio. . . . . . . . .. 941. Factores que explican la debilidad periférica, 94; 2. Imposi-bilidad de atacar aisladamente el deterioro, 97; 3. Diferenciasentre' centros y países periféricos, 98; 4. El deterioro en loscentros, 101; 5. Posible retransferencia internacional de ingre-sos, 102; 6. Estrangulamiento exterior y aportación de recursosinternacionales, 104

1. Importancia de las disparidades en la demanda internacio­nal, 81; 2. Fin de la etapa fácil de la política sustitutiva, 84;3. La industrialización hacia adentro y las exportaciones, 85;4. La reciprocidad implícita en los grandes centros, 89; 5. Nece­sidad de rebajar los aranceles, 90; 6. La expansión del comer­cio mundial, 92

811. El desequilibrio exterior.

811. Las disparidades de la demanda y sus efectos sobre el

desarrollo económico. . . .. .

79C. EL ESTR..>\J.'l"GULAMIENTOEXTERIOR DEL DESARROLLO.

1. La administración pública como expresión de la estructurasocial, 68; 2. Plan y planificación, 70; 3. El poder del Estadoy los medios de ejercerlo, 71; 4. La gestión económica directadel Estado, 76

68IV. La planificación y el funcionamiento del sistema

económico. . .

64nI. Dos tipos de capital extranjero. . . . . .1. Persistencia de los enclaves, 64; 2. Otros problemas del ca­pital extranjero, 66

59208 Th"1)ICE

n. La inflación y la estructura social. . . . . . .1. Trasfondo social de la inflación, 59; 2. Renuencia a las solu­ciones de fondo, 61; 3. La política de estabilización, 62

Page 114: Aula 3 - Raúl Prebisch - Hacia una dinámica del desarollo latinoamericano

Este libro se acabó de imprimir el día26 de agosto de 1963 en los talleres deEDIMEX,S. DE R. L., Andrómaco, 1,México 17, D. F. Se tiraron 4000ejemplares y en su composición se uti­lizaron tipos Electra de 11:12 y 8:9puntos. Cuidaron la edición FranciscoCiner de los Ríos y José C. Vázquez.

1. índole dinámica del proceso de inflación, 198; 2. Ortodoxia ylibre juego de las fuerzas económicas, 200; 3. La inflación cornoinstrumento rcdistributivo, 202; 4. Redistribución del ingreso yacumulación de capital, 203

L.'IDICE

Una política de estabilidad monetaria compatiblecon el desarrollo económico. . . . . . . . . . . 198