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EL ESPAÑOL EN CONTACTO CON EL GUARANÍ: VALORES ASPECTUALES EN EL DOMINIO NOMINAL Y CLAUSAL Alicia Avellana Universidad de Buenos Aires / CONICET [email protected] Dirección postal: Igualdad 1152, (1424) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Resumen El presente trabajo describe, compara y analiza distintos valores aspectuales correspondientes al español en contacto con el guaraní en la Argentina y Paraguay. En particular, nos detenemos en el análisis de un conjunto de estructuras propias del dominio nominal y clausal que no están presentes en el español general. Para esto, realizamos, en primer lugar, una descripción detallada de sus propiedades semánticas y morfosintácticas. En segundo lugar, a partir de una comparación con la gramática del guaraní determinamos, por un lado, si las construcciones consideradas se deben a procesos de transferencia. Por otro lado, especificamos el tipo de elemento gramatical transferido, dentro del marco teórico de la Gramática Generativa (Chomsky, 1981 y trabajos posteriores) y, especialmente, desde la propuesta de la Morfología Distribuida (Halle y Marantz, 1993, 1994, entre otros). Finalmente, evaluamos el alcance de este análisis para la sistematización de las transferencias lingüísticas dentro del modelo considerado. PALABRAS CLAVE: contacto de lenguas; español-guaraní; aspecto; dominio nominal y clausal. Abstract This paper describes, compares and analyses different aspectual values in Spanish in contact with Guarani in Argentina and Paraguay. Particularly, we analyse some structures in the nominal and clausal domain that are not present in Spanish. First, we provide a detailed description of the semantic and morphosyntactic properties of these constructions. Second, on basis on a detailed comparison with the Guarani grammar, we examine, on

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  • EL ESPAOL EN CONTACTO CON EL GUARAN: VALORES

    ASPECTUALES EN EL DOMINIO NOMINAL Y CLAUSAL

    Alicia Avellana

    Universidad de Buenos Aires / CONICET

    [email protected]

    Direccin postal: Igualdad 1152, (1424) Ciudad Autnoma de Buenos Aires,

    Argentina.

    Resumen

    El presente trabajo describe, compara y analiza distintos valores aspectuales

    correspondientes al espaol en contacto con el guaran en la Argentina y

    Paraguay.

    En particular, nos detenemos en el anlisis de un conjunto de estructuras

    propias del dominio nominal y clausal que no estn presentes en el espaol

    general. Para esto, realizamos, en primer lugar, una descripcin detallada de

    sus propiedades semnticas y morfosintcticas. En segundo lugar, a partir de

    una comparacin con la gramtica del guaran determinamos, por un lado, si

    las construcciones consideradas se deben a procesos de transferencia. Por

    otro lado, especificamos el tipo de elemento gramatical transferido, dentro

    del marco terico de la Gramtica Generativa (Chomsky, 1981 y trabajos

    posteriores) y, especialmente, desde la propuesta de la Morfologa

    Distribuida (Halle y Marantz, 1993, 1994, entre otros). Finalmente,

    evaluamos el alcance de este anlisis para la sistematizacin de las

    transferencias lingsticas dentro del modelo considerado.

    PALABRAS CLAVE: contacto de lenguas; espaol-guaran; aspecto;

    dominio nominal y clausal.

    Abstract

    This paper describes, compares and analyses different aspectual values in

    Spanish in contact with Guarani in Argentina and Paraguay.

    Particularly, we analyse some structures in the nominal and clausal domain

    that are not present in Spanish. First, we provide a detailed description of the

    semantic and morphosyntactic properties of these constructions. Second, on

    basis on a detailed comparison with the Guarani grammar, we examine, on

  • the one hand, wether the constructions are due to tranference processes and,

    on the other hand, we determine the type of the grammatical element

    transferred, according to the framework of the Generative Grammar

    (Chomsky 1981 and subsequent work) and, especially, the Distributed

    Morphology approach (Halle & Marantz 1993, 1994, among others). Finally,

    we evaluate the implications of this analysis for the sistematization of the

    linguistic transferences within the generative framework.

    KEYWORDS: language contact; Spanish-Guarani; aspect; nominal and

    clausal domain

  • EL ESPAOL EN CONTACTO CON EL GUARAN: VALORES

    ASPECTUALES EN EL DOMINIO NOMINAL Y CLAUSAL

    Alicia Avellana

    Universidad de Buenos Aires / CONICET

    [email protected]

    En este trabajo nos ocupamos de distintos valores aspectuales que se

    manifiestan de modo peculiar en el espaol en contacto con el guaran en el

    nordeste de la Argentina y en Paraguay.

    En particular, examinamos ejemplos como el de (1) en el que se observa

    el prstamo del morfema guaran kue para indicar un valor aspectual

    perfectivo sobre el nombre; as, mujer kue se interpreta, en lneas generales,

    como ex mujer. Por su parte, en (2) y (3) se ejemplifican casos en los que la preposicin para del espaol expresa un valor prospectivo, que puede

    aplicarse tanto sobre el nombre (su futuro trabajo) como sobre la clusula entera (le encargu que trajera los libros): (1) Es la mujer kue... Si ahora anda con otra ya. [A:152]

    (2) Est procurando para su trabajo. [A:145]

    (3) Le encargu para traer los libros.[Gr: 260]

    A partir de esto, en el presente artculo nos proponemos, en primer lugar,

    proporcionar una descripcin gramatical detallada del funcionamiento de

    estas construcciones en el espaol en contacto con el guaran. En segundo

    lugar, contrastamos estas construcciones con la estructura de la lengua

    indgena, con el objetivo de determinar en qu medida puede hablarse de

    transferencia lingstica. Finalmente, en trminos del anlisis terico,

    determinamos qu tipo de informacin gramatical es la que se transfiere y

    cules son sus consecuencias para la teora del contacto de lenguas en

    particular y para la formalizacin de la variacin lingstica en general,

    dentro del modelo terico de la Gramtica Generativa (Chomsky 1981 y

    trabajos posteriores) y, especficamente, desde la propuesta de la Morfologa

    Distribuida (Halle & Marantz 1993 y trabajos posteriores).

    El trabajo se organiza de la siguiente manera: en el primer apartado,

    exponemos algunos aspectos vinculados con el marco terico que resultarn

    tiles para el anlisis posterior. El segundo apartado est dedicado a la

  • descripcin y anlisis de los datos del espaol en contacto con el guaran. En

    el tercer apartado recapitulamos los distintos fenmenos de contacto y

    sistematizamos el tipo de modificacin que producen sobre la gramtica del

    espaol. Finalmente, en el ltimo apartado, recogemos las conclusiones y

    examinamos sus consecuencias para la teora del contacto de lenguas y para

    la nocin de variacin dentro del marco terico considerado.

    I. MARCO TERICO

    El presente trabajo se inscribe dentro del marco terico de la Gramtica

    Generativa, un modelo formal en el que el estudio de la variacin lingstica

    recibi un inters particular a partir de los aos 80 con el modelo de

    Principios y Parmetros (Chomsky, 1981 y trabajos posteriores). All se

    propuso la nocin de gramtica universal para referirse a un componente gramatical innato conformado por un conjunto de principios universales,

    comunes a todas las lenguas. Estos principios, a su vez, se vinculan con una

    serie de parmetros, que son los que dan cuenta de la variacin entre las

    lenguas dentro de los lmites impuestos por la gramtica universal.

    La nocin de parmetro, es decir, el elemento que permite formalizar la

    variacin sistemtica entre las lenguas, ha recibido distintas formulaciones

    desde su propuesta original. As, en un comienzo se conceba como un

    conjunto de propiedades sintcticas abstractas que afectaba la aplicacin de

    los principios universales en las lenguas particulares (como, por ejemplo, las

    propiedades vinculadas al parmetro del sujeto nulo en relacin con el

    principio de proyeccin extendida). Sin embargo, en las propuestas ms

    actuales los parmetros ya no se vinculan al componente sintctico sino que

    afectan a las categoras funcionales presentes en cada lengua y, ms

    especficamente, a los rasgos funcionales.

    En esta investigacin trabajamos en particular desde la propuesta de la

    Morfologa Distribuida (Halle y Marantz, 1993, 1994, entre otros). Desde

    esta perspectiva, las gramticas de las lenguas varan, en primer lugar, en

    cuanto a los rasgos que seleccionan dentro de un conjunto universal, que se

    denomina inventario universal de rasgos [Universal Feature Inventory]. As, por ejemplo, existen lenguas que seleccionan un rasgo [dual], mientras

    que otras no lo hacen. En segundo lugar, las lenguas pueden variar en

    relacin con distintas caractersticas que operan en la estructura morfolgica. Dicha estructura que constituye una de las propuestas innovadoras de la Morfologa Distribuida se ubica luego de la sintaxis y consiste en un conjunto de operaciones que son particulares a las lenguas (y

  • que son puramente formales, es decir, que no reciben interpretacin

    semntica). Por ejemplo, se aplica all la operacin de concordancia, que

    multiplica los mismos rasgos en distintas posiciones de la oracin, o la

    operacin de fusin, que une rasgos que luego sern expresados mediante un

    nico morfema (como sucede en espaol, por ejemplo, con los rasgos de

    tiempo y aspecto en la morfologa de pasado). Adems de las operaciones

    mencionadas, en el componente morfolgico se relacionan los rasgos

    abstractos con los exponentes fonolgicos que los expresan en cada lengua

    (por ejemplo, se vincula el rasgo [plural] con sus realizaciones en espaol -s,

    -es o , o bien el rasgo [progresivo] con el exponente fonolgico -ndo

    correspondiente al gerundio). Los elementos que dan cuenta de la unin

    entre los rasgos abstractos y los exponentes fonolgicos se conocen como

    temes de vocabulario1. En suma, no se concibe un lxico inicial nico que almacena toda la

    informacin paramtrica (como en los modelos generativos minimalistas)

    sino que esta se encuentra distribuida fundamentalmente entre la seleccin

    de rasgos del inventario universal y los distintos aspectos involucrados en el

    componente morfolgico. A partir de esta propuesta terica, en este trabajo

    indagamos sobre la posibilidad de que en el contacto de lenguas se

    transfieran distintas propiedades de la lengua fuente; en especial, discutimos

    si, a causa del contacto, puede modificarse, por un lado, la seleccin de

    rasgos sintctico-semnticos y, por el otro, las distintas caractersticas

    morfolgicas involucradas en la manifestacin de dichos rasgos.

    Especficamente, partimos de la hiptesis de que las transferencias pueden

    provocar transformaciones profundas en la gramtica de una lengua y, en

    este sentido, intentamos comprobar mediante el anlisis que ambos aspectos

    mencionados pueden verse afectados por el contacto.

    II. EL CONTACTO CON EL GUARAN

    Los datos con los que trabajamos en este apartado corresponden a hablantes

    bilinges espaol-guaran del espaol de Paraguay y, en menor medida, a

    1 Tcnicamente, los temes de vocabulario se formalizan de la siguiente manera:

    [progresivo] /-ndo/. En este caso, el tem ilustra para el gerundio la relacin entre el rasgo [progresivo], que es resultado de las operaciones sintcticas y morfolgicas previas, y el

    exponente fonolgico -ndo que lo realiza en espaol.

  • hablantes bilinges y monolinges del espaol del nordeste de la Argentina

    (fundamentalmente de las provincias de Corrientes y Misiones)2.

    En esta seccin nos abocamos al anlisis gramatical de las construcciones

    presentadas en (1)-(3). Para cada una de ellas, proponemos, en primer lugar,

    una descripcin de la estructura, en segundo lugar, una comparacin con la

    construccin equivalente en guaran y, por ltimo, un anlisis de la

    estructura resultante del contacto y del tipo de transferencia que se pone en

    juego.

    1. Aspecto perfectivo en el dominio nominal

    En esta seccin analizamos casos como mujer kue (cf. (1)), un ejemplo de

    prstamo de un elemento gramatical del guaran, que se incorpora al espaol

    y provoca modificaciones sobre su gramtica. A continuacin, nos

    detenemos en la descripcin de los aspectos formales y semnticos de esta

    construccin.

    1.1. Descripcin del fenmeno

    En el espaol en contacto con el guaran se incorpora de manera

    generalizada el prstamo del morfema kue, que se aplica sobre nombres para

    sealar a grandes rasgos algo que ya no es. Esto se observa en los siguientes ejemplos correspondientes al espaol de la Argentina (provincia

    de Corrientes) (4) y, con un uso ms extendido, en ejemplos del espaol de

    Paraguay (5)3:

    (4) a. Es la mujer kue... Si ahora anda con otra ya. [A:152]

    b. Anda de nuevo con ese marido kue pero... no s si ella conoce pronto que

    tiene mujer ya. [Ab:230]

    c. Me fui en lo de mi patrn kue por lo que no tengo laburo. [A:152]

    d. El cabur es un brujo kue. [V:591, V]

    2 A lo largo del trabajo incluimos tanto datos propios (obtenidos en viajes de campo) como

    datos tomados de otros autores y de bsquedas en sitios de internet (cuyas referencias se

    indican entre corchetes al lado de cada ejemplo). Cuando no se indica la fuente, se trata de

    datos propios. 3 La situacin de contacto en la Argentina es diferente de la de Paraguay. El bilingismo es

    mucho mayor en este ltimo, mientras que en la Argentina se encuentra ms restringido, al

    menos en los contextos urbanos. No obstante, los fenmenos que analizamos aqu no se deben

    nicamente al bilingismo actual sino que se han incorporado a la variedad de espaol de

    cada regin debido a los siglos de contacto entre ambas lenguas.

  • e. Y por el castigo, el chancho y la chancha se convirtieron por animales. Y

    son gente kue. [V:799, VII]

    (5) a. Las secretarias kue no somos as! [W3]

    b. Novio kue ndaje [dicen] atropell departamento de una modelo.[W1] c. Novia kue se pich [enoj] y le revent a su ex. [W1] d. Una de las tres pichuchas kue del presi ya no quiere saber ms nada.[W4]

    e. Martnezkue es la que fue propiedad de los Martnez4. [W5]

    Estos datos ilustran el valor semntico que posee el prstamo kue en el

    espaol de contacto. As, en (4a-b) corresponde aproximadamente al espaol

    general ex {mujer/marido}, o bien a antiguo {patrn/brujo} en (4 c-d); en casos como (4e) la parfrasis resulta ms compleja. Todos estos usos

    pueden, sin embargo, formalizarse bajo la estructura {el/la} que fue + sustantivo

    5. Esta sistematiza el valor perfectivo que introduce el morfema,

    que manifiesta que la relacin entre la propiedad denotada por el nombre y el

    elemento sobre el que se aplica ya no ocurre en el momento de referencia.

    En cuanto a su forma, este prstamo mantiene la fonologa del guaran, en

    donde se comporta como un morfema tnico. Sin embargo, en guaran kue

    alterna con su alomorfo ngue en contextos nasales (cf. kokue-kue (chacra-KUE, chacra abandonada) / ne-ngue (palabra-KUE, palabra ya dicha) (Guasch, 1956)). Por el contrario, en el espaol de contacto se toma como

    prstamo solamente la forma kue, menos marcada fonolgicamente (dado

    que parece en todos los contextos no nasales), que pasa a cubrir tambin los

    contextos de nasalidad.

    Morfolgicamente, kue se comporta como un cltico que se pospone a los

    nombres al final de la palabra, al igual que, como veremos, ocurre en

    guaran. Este se ubica, al menos en espaol, incluso luego de la morfologa

    flexiva nominal: mis colegas kue; las secretarias kue.

    De un anlisis preliminar del tipo de nombres sobre el que se aplica este

    morfema, se observa que es muy frecuente sobre los que denotan humanos

    (6) y, en menor medida, tambin sobre entidades inanimadas (7). En los

    siguientes ejemplos como hemos mencionado el morfema puede parafrasearse como {el/la} que fue X (por ejemplo, {el/la} que fue {dolo/preso/galn/media naranja/maestra}):

    4 Martnezkue es un topnimo y, de hecho, es muy frecuente encontrar este morfema en los

    topnimos del rea guarantica: Potrerokue, Moraleskue, etc. 5 Ntese que los hablantes mismos lo traducen de esta manera, como se observa en (5e). Del

    mismo modo, los hablantes consultados parafrasearon (5a) como Las que fuimos secretarias

    no somos as.

  • (6) a. El dolo kue estaba viviendo en un hogar de ancianos. [W14]

    b. La seorita est preparando una demanda por dao moral contra su media

    naranja kue. [W7]

    c. a Felisa es su maestra kue. [GT]

    d. El actual novio de la chica de pasarelas se quiso vengar y casi se tongue

    con el galn kue. [W1]

    (7) a. Me sacaste tu buzo kue, ese que tenas...! [W2]

    b. En el 2007 yo le cambi a mi Gol [auto marca Gol] kue cuando eso sali 450 mil.... [W8]

    c. Saca tu lata kue de ah, quin lo va querer comprar. [W9]

    d. Muchos goles en la 2 kue. [W1]

    En cuanto a los nombres que designan entidades animadas, como

    muestran algunos de los ejemplos de (4)-(5) y se ilustra en (8), el morfema

    kue se utiliza mayormente junto a nombres relacionales, es decir, nombres

    que no sealan un individuo sino una relacin entre individuos:

    (8) a. Su nuera kue le arm flor de saramb. [W1]

    b. Amenaz a su patrona kue con quemarla por buscona. [W6]

    c. Lugo reconoci a su alumno kue. [W1]

    d. Mi compaero kue de colegio se muri ayer. [W11]

    e. Lopito se cas con la novia kue de Mximo. [GT]

    Los datos de (8) muestran que el morfema kue en estos casos se aplica

    sobre la relacin que se establece entre el nombre que aporta la estructura

    argumental (nuera, patrona, alumno, compaero, novia) y el argumento con

    el que este se vincula. La parfrasis en espaol general para estos casos debe

    incluir necesariamente un posesivo: {el/la} que fue {mi/tu/su} X. Adems de los relacionales, kue se combina tambin con nombres que

    denotan una propiedad de un individuo; en estos, el morfema se aplica sobre

    dicha propiedad:

    (9) a. Qu va a presidir una soberbia modelo kue? [W10]

    b. El monseor kue no tiene problemas. [W11]

    c. El coronel kue le habra dado al obispo kue la grabacin. [W11]

    d. Pelotero [jugador] kue atropell casilla! [W1]

  • De este modo, cuando kue se adjunta sobre nombres que pueden participar

    o no de una relacin, este puede aplicarse tanto sobre la propiedad del

    nombre principal (9) como sobre la relacin en la que participa (10)6:

    (10) a. Mi profe kue, Blas Servn, el nico astrnomo ( ... ) [W13]

    b. El cantante kue de Kumbia King. [W6]

    Lo anterior ocurre tambin con los nombres que denotan entidades no

    animadas. En estas, kue puede aplicarse sobre el objeto para indicar que este

    ya no se utiliza ms como tal (11a-b), o bien sobre la relacin que este

    establece con una persona u otro objeto (11c-d):

    (11) a. Los rapieros del hotel kue, detenidos al ser pillados robando muebles.

    [W1]

    b. Sillones de tambor kue [Ref. sillones hechos con restos de tambores].

    [W1]

    c. Su partido homenaje de maana entre la seleccin paraguaya y el Amrica

    de ese pas, su club kue. [W6]

    d. Desde ayer a la siesta ocupa la silla kue de Ana Ramrez la nueva directora.

    [W1]

    As, en (11a-b) kue seala que el referente del nombre est abandonado

    (cf. hotel (11a)), o bien que ya no cumple la misma funcin que

    desempeaba anteriormente (cf. tambor en (11b)). En (11c) se aplica sobre

    la relacin de pertenencia entre el jugador y el club de ftbol, si bien este

    ltimo contina existiendo, de modo similar a (11d), en donde tiene alcance

    sobre la relacin de posesin entre la silla y Ana Ramrez.

    Por ltimo, una observacin final sobre la estructura de esta construccin

    es que, cuando dentro del Sintagma de Determinante (SD) en el que participa

    aparece otro nombre (por ejemplo, dentro de un Sintagma Preposicional

    (SP)), el morfema puede aplicarse tanto sobre el nombre principal (12a)

    como sobre el nombre subordinado (12b), con un alcance distinto en cada

    caso:

    6 En estos casos la alternancia es similar a la que surge en espaol con su correspondiente

    parfrasis con antiguo o ex. As, en espaol ex profesor puede aplicarse sobre un individuo

    que ya no posee la propiedad de ser profesor, o bien sobre uno que ya no est vinculado con

    un alumno o una institucin en particular (cfr. Es un ex profesor/ Es mi ex profesor).

  • (12) a. El cantante kue de Kumbia King. [W6]

    b. Sillones de tambor kue. [Ref. sillones hechos con restos de tambores].

    [W1]

    En (12a) kue tiene alcance sobre todo el SD, an cuando se realice sobre

    el primer nombre, mientras que en (12b) el prstamo modifica solo a tambor,

    el nombre que se ubica dentro del SP. En este ltimo caso lo que ya no es es el tambor y no los sillones hechos con l. Esto muestra que puede haber

    ms de una posicin para kue dentro de un mismo SD (cuando hay ms de

    un nombre) y que la posicin en la que se ubica influye en su interpretacin.

    En suma, hemos descripto hasta aqu ciertas caractersticas fonolgicas,

    semnticas y morfosintcticas del prstamo kue en el espaol en contacto

    con el guaran. En el prximo apartado analizaremos en profundidad el

    funcionamiento de este morfema en la lengua indgena, con el objetivo de

    que el anlisis contrastivo nos permita profundizar en distintos aspectos

    tericos de la estructura de contacto.

    1.2. Vinculacin con el guaran y anlisis de la estructura resultante

    La relacin entre el morfema kue del guaran y la correspondiente estructura

    del espaol de contacto es evidente, dado que se trata de un prstamo. En

    este apartado, describimos el comportamiento del morfema guaran y

    examinamos las similitudes y diferencias respecto de la estructura del

    espaol de contacto para, finalmente, determinar qu tipo de elemento

    gramatical se transfiere.

    La principal dificultad que presenta el anlisis del morfema kue es la de

    determinar si este codifica valores temporales o aspectuales. En lneas

    generales, se discute actualmente si el guaran (al igual que muchas otras

    lenguas con caractersticas similares) codifica o no morfolgicamente

    valores temporales. As, en esta lengua los verbos que no poseen marca de

    tiempo pueden recibir tanto una interpretacin de presente como de pasado,

    que se desambigua por el contexto, por medio de marcas aspectuales o de

    elementos lxicos (tales como adverbios)7. En otras palabras, el tiempo

    pasado solo se seala explcitamente por exigencias especficas o para evitar

    7 Por ejemplo, en:

    (i) kuehe o-u

    ayer 3-venir

    ayer vino [Lit. ayer viene] (Guasch, 1956:123)

  • ambigedad en el discurso, pero no se utilizan marcas gramaticales verbales

    para ello. Existe, sin embargo, un morfema verbal (-ta), que algunos autores

    analizan como futuro. As, Dietrich (2010), por ejemplo, propone que la

    distincin temporal principal en guaran no ocurre entre presente, pasado y

    futuro como en espaol sino entre el futuro y el no futuro. Otros autores

    consideran, sin embargo, que esta no es una marca de tiempo sino de modo

    (cf. Tonhauser, 2006).

    Una discusin similar se plantea en el dominio nominal, con el que

    trabajamos aqu. En particular, como hemos mencionado, se debate si el

    morfema kue (y su contraparte r, a la cual nos dedicaremos en 2)

    constituyen marcadores de tiempo nominal o si, por el contrario, son marcas

    de aspecto.

    Siguiendo a Dietrich (2010) kue indica un estado que resulta ser la negacin de un estado alcanzado anteriormente, algo que ya no es o est

    como era o estaba anteriormente(Dietrich 2010:75-76). El siguiente ejemplo ilustra este valor, semejante a lo observado para el espaol de

    contacto:

    (13) a. tet r-uvicha-kue

    pas REL-jefe-KUE

    ex presidente de la repblica (Guasch, 1956:53; la glosa es nuestra.)

    En este artculo adoptaremos el anlisis de Tonhauser (2006), quien

    considera que el morfema kue (y su contraparte prospectiva r) manifiesta

    un valor fundamentalmente aspectual sobre la propiedad o relacin denotada

    por el nombre. En trminos tericos, proponemos que estos elementos

    codifican rasgos de aspecto [perfectivo] y [prospectivo] en el dominio

    nominal.

    Un argumento central a favor de considerar a kue un marcador de aspecto

    perfectivo es que no solo indica precedencia temporal sino tambin un

    cambio de estado, en particular, una culminacin de la propiedad denotada

    por el sustantivo8. En otras palabras, este morfema codifica el hecho de que

    la propiedad/relacin denotada por el predicado nominal finaliz en un

    momento anterior al tiempo de referencia. Esto explica las restricciones de

    coocurrencia que presenta con algunas clases de nombres. En particular, es

    8 Otros argumentos que proporciona Tonhauser (2006) para apoyar su anlisis aspectual son,

    por ejemplo, que los marcadores de aspecto (pero no los de tiempo) pueden mostrar

    restricciones con miembros de clases semnticas particulares y pueden coocurrir, tal como

    ocurre con kue y r.

  • compatible con nombres que sealan relaciones del nivel del estadio (esto es,

    aquellas que pueden ocurrir en una etapa de la existencia de los individuos

    que denotan) pero es incompatible con relaciones del nivel del individuo o

    de estadio final (esto es, relaciones que se aplican durante toda la existencia

    del individuo denotado o durante la etapa final). En estos ltimos no hay

    posibilidad de cambio: la propiedad que denotan ocurre indefectiblemente

    durante todo el tiempo que dura la existencia (o la etapa final de la

    existencia) del individuo.

    Las combinaciones mencionadas son las mismas que hemos observado en

    el espaol de contacto y explican, por ejemplo, la inexistencia de estructuras

    como pap kue o hijo kue. De modo similar, el guaran presenta

    ambigedades idnticas a las descriptas en apartados anteriores: con los

    nombres que denotan relaciones del nivel del estadio, kue implica el fin de la

    relacin (che-vesno-kue (1sg-vecino-KUE); che-angir-kue (1sg-amigo-KUE), i-mna-kue (3-marido-KUE) y con nombres que denotan profesiones y

    objetos, adems del fin de una relacin (cf. ore-pai-kue 1excl-sacerdote-KUE nuestro ex sacerdote), puede sealar que no se aplica ms la propiedad denotada por el nombre (pai-kue sacerdote-KUE, mboehra-kue maestro-KUE). Por lo dems, el morfema en cuestin no presenta otro tipo de

    restricciones en guaran: se da con nombres desnudos, o bien en frases

    nominales con cuantificadores, demostrativos y posesivos. Tampoco posee

    limitaciones en cuanto a la funcin sintctica del sintagma en el que se

    ubica, que puede funcionar como un objeto directo, una frase preposicional,

    un sujeto, etc. (Tonhauser, 2006), de modo similar a lo que sucede en el

    espaol de contacto.

    En suma, las similitudes entre el comportamiento del morfema kue en

    guaran y en el espaol de contacto son evidentes: (i) Semnticamente, el

    prstamo codifica un rasgo [perfectivo], con idnticos valores en ambas

    lenguas. Esto implica, en consecuencia, que las clases de sustantivos sobre

    las que se aplica son normalmente aquellas que expresan relaciones del nivel

    del estadio, nombres que denotan profesiones y objetos. (ii) En cuanto a su

    forma, son palabras idnticas, dado que se trata de un prstamo. Sin

    embargo, como sealamos, en el espaol de contacto se incorpora solamente

    kue y no su alomorfo nasal ngue. (iii) Morfolgicamente, se trata en ambos

    casos de clticos que se posponen al nombre. En el caso del espaol este se

  • ubica incluso luego de la morfologa flexiva de nmero9. (iv)

    Sintcticamente, en ambas lenguas se ubica en el dominio nominal y puede

    tener alcance sobre el nombre o sobre la posesin. Asimismo, cuando el

    nombre se encuentra acompaado por un sintagma preposicional (por

    ejemplo, la casa kue del abogado/ la casa del abogado kue), este morfema

    puede aplicarse sobre cualquiera de los dos nombres con un alcance

    diferente.

    En trminos del anlisis terico del tipo de elemento gramatical que se

    transfiere, hemos sealado que este morfema introduce un rasgo [perfectivo]

    en el dominio nominal. Este rasgo, sin embargo, no es nuevo en el espaol

    general sino que, por el contrario, se encuentra gramaticalizado en el

    dominio verbal y se manifiesta superficialmente, por ejemplo, en las formas

    del pretrito perfecto simple. De este modo, lo inusual respecto del espaol

    general no es, en este caso, la inclusin de un nuevo rasgo en el inventario de

    rasgos sintctico-semnticos del espaol sino el hecho de que este se vincule

    con un entorno sintctico novedoso: el dominio nominal.

    Especficamente, proponemos que el rasgo [perfectivo] se relaciona en

    guaran y en el espaol de contacto con el sintagma nominal (ms

    especficamente, con el Sintagma de Determinante). De este modo, a

    diferencia de lo que sucede con el adjetivo antiguo o el morfema ex en

    espaol general, consideramos aqu que kue constituye un elemento

    gramaticalizado, una manifestacin de un rasgo aspectual [perfectivo] en el

    dominio nominal, de manera paralela a lo que ocurre con la morfologa

    verbal en la variedad general. A partir de lo anterior, lo inusual de las

    estructuras con kue en el espaol de contacto es que gramaticalizan un nodo

    aspectual sin presencia de una capa verbal10

    . En suma, la diferencia ms

    importante que introduce el contacto en este caso es que se gramaticaliza un

    9 Esto presenta una diferencia respecto del guaran, en donde el morfema de plural se

    ubica luego de kue, dado que constituye una forma libre y no un sufijo como en

    espaol: ga-kue kura (casa-KUE PL). 10

    La existencia de una proyeccin aspectual en el dominio nominal no es algo

    completamente ajeno al espaol general. Autores como Alexiadou (2001) han propuesto que los nombres deverbales (como contaminacin o produccin) poseen un Sintagma de Aspecto

    en su estructura, si bien este refiere esencialmente a propiedades vinculadas con el aspecto

    lxico o aktionsart (es decir, aquellas que permiten clasificar los eventos en estados, logros,

    realizaciones y actividades, de acuerdo con la clasificacin tradicional de Vendler (1967)). En

    este caso, sin embargo, proponemos que se trata de una proyeccin de aspecto gramatical y no

    lxico. En trminos tericos, la diferencia entre estos dos tipos de aspectos puede vincularse

    con la mayor o menor cercana del Sintagma de Aspecto respecto de las races lxicas.

  • rasgo que, en el dominio nominal del espaol solo puede expresarse de

    manera lxica (como sucede con antiguo o ex).

    En cuanto a la estructura morfolgica, se incorpora un nuevo tem de

    vocabulario en el repertorio del espaol, que relaciona el rasgo [perfectivo]

    con un exponente fonolgico nuevo: el prstamo kue11

    .

    En resumen, el fenmeno de contacto analizado en esta seccin involucra

    tanto aspectos sintctico-semnticos como morfolgicos. En relacin con los

    primeros, se produce una reorganizacin de los rasgos en relacin con las

    proyecciones funcionales. En particular, se vincula el Sintagma de Aspecto

    que aloja el rasgo [perfectivo] con un dominio inusual para el espaol

    general como es el dominio nominal. As, lo que est sujeto a variacin y, en consecuencia, a transferencia interlingstica en el fenmeno analizado no es en este caso la seleccin de rasgos sino la posibilidad de que los

    mismos rasgos se vinculen con entornos sintcticos diferentes. Por su parte,

    en relacin con la estructura morfolgica, se ampla la lista de temes de

    vocabulario mediante la inclusin de un nuevo tem, que permite vincular el

    rasgo [perfectivo] con el prstamo kue cuando este se halla en un contexto

    nominal. En consecuencia, el fenmeno ilustrado en esta seccin muestra

    que las transferencias de la lengua indgena provocan modificaciones en los

    dos aspectos gramaticales considerados.

    2. Aspecto prospectivo en el dominio nominal

    En este apartado examinamos el resultado del contacto con el guaran en lo

    que respecta al rasgo [prospectivo] en el dominio nominal.

    2.1. Descripcin del fenmeno

    En el espaol en contacto con el guaran aparece una estructura conformada

    por la preposicin para que aporta un valor prospectivo sobre el nombre que

    acompaa, como se observa en los siguientes ejemplos corespondientes al

    nordeste de la Argentina:

    (14) a. Ahora tramitamos para nuestra sala de oncologa [la que ser nuestra sala de oncologa]. [A:145]

    11

    En trminos tericos, el nuevo tem sera: [perfectivo] /kue/ / D___. En este se especifica, mediante una restriccin contextual, que la insercin del exponente fonolgico kue

    ocurre solo en el contexto de un Determinante (D). Esto explica que dicho exponente no se

    inserte cuando el rasgo [perfectivo] se encuentra en un entorno verbal.

  • b. Est procurando para su trabajo [un futuro trabajo]. [A:145] c. Busco para mi novio [al que ser mi novio]. [W14]

    La parfrasis posible para estos ejemplos es similar a la que hemos

    propuesto para el morfema kue pero con valor prospectivo, lo cual evidencia

    su valor semntico. As, mientras que kue equivale a{el/la} que fue + sustantivo, para corresponde a {el/la} que ser + sustantivo. En cuanto a su forma, a diferencia de lo que ocurre con kue (en donde se

    incorpora un prstamo), en este caso el valor aspectual se manifiesta

    mediante una forma ya existente en espaol. De esta manera, la preposicin

    para se resignifica para dar cuenta del nuevo significado.

    Los ejemplos de (14) resultan anmalos en el espaol general. En

    trminos sintcticos, la preposicin para introduce en estos el objeto directo

    de la oracin. Lo mismo ocurre en los casos de (15), que se interpretan como

    el/la que ser (mi/tu/su) {ropa/casa/vestido/lote/perro}:

    (15) a. Maana comprar todo para tu ropa. [Gr:257]

    b. Voy a visitar para mi casa. [Pa:293]

    c. Voy a comprar para mi vestido.[Gr:255]

    d. Decidite s ke [pues] a comprar para tu lote. [GT] e. Quiero para mi perro de raza.[W15]

    Por lo dems, las construcciones con para habilitan las mismas

    ambigedades que observamos con el prstamo kue, dependiendo del

    alcance del valor aspectual y del tipo de nombre involucrado. En efecto, el

    valor prospectivo puede aplicarse tanto sobre la relacin de posesin entre

    dos entidades como sobre la propiedad denotada por el nombre. As, con

    nombres relacionales (cf. novio en (14c)), la construccin con para tiene

    alcance sobre la relacin. Por su parte, con nombres que refieren a

    profesiones y objetos pueden obtenerse las dos lecturas. Por ejemplo, Voy a

    visitar para mi casa es ambigua, dado que puede interpretarse como una

    visita a una casa que en el futuro ser del hablante (alcance sobre la relacin

    de posesin) como a una casa que este ya posee pero an est en

    construccin (alcance sobre el objeto denotado).

    Como hemos mencionado, en los ejemplos de (14) y (15) la preposicin

    para encabeza el objeto directo de la oracin. Sin embargo, la construccin

    resultante puede cumplir tambin otras funciones sintcticas. En esos casos,

    como sucede en (16), las estructuras deben recibir una parfrasis ms

    compleja que la propuesta, que se asemeja al valor de finalidad que poseen

    normalmente las construcciones con para en el espaol general. As, por

  • ejemplo, (16a) debe interpretarse como Lo quiero para que sea mi novio o (16b) como Despus la pidi para que fuera su esposa:

    (16) a. Le quiero para mi novio y voto por l. [W6]

    b. Despus la pidi para su esposa. [V:378, V]

    c. La que calzara los zapatitos la iba a elegir para su novia. [V:336, V]

    d. Eligi para lo padrino de l un casal12

    de viejo. [V:444, IX]

    e. La quera para su nuera. [W6]

    f. Lo que yo me case le voy a llevar para mi mucama. [V:168, V]

    g. Guardaban lo mejor para su comida de ese mes. [V:569, IX]

    Debido a la similitud que puede establecerse con el valor de propsito o

    finalidad del espaol general, se vuelve necesario establecer los lmites entre

    las estructuras que pueden ser resultantes del contacto y aquellas que son

    coincidentes con valores propios del espaol general. Por este motivo, en el

    prximo apartado volvemos sobre el anlisis de este tipo de construcciones

    y, a partir del anlisis contrastivo con la gramtica del guaran, veremos que

    algunas de ellas, que codifican en apariencia un valor prospectivo, no deben

    considerarse transferencias de la lengua indgena.

    2.2. Vinculacin con el guaran y anlisis de la estructura resultante

    La construccin conformada por para ha sido analizada por autores como

    Granda (1988) para el espaol paraguayo o Abada de Quant (1996, 2000)

    para el espaol del nordeste argentino como un caso de transferencia

    relacionado con el morfema guaran r. As, por ejemplo, Abada de Quant

    (1996:145) formaliza esta construccin como para + adjetivo posesivo + sustantivo y la define como construccin que implica futuridad. En este apartado precisamos mediante el anlisis gramatical qu

    caractersticas presenta esta construccin y cmo puede deslindarse de

    estructuras semejantes en el espaol general. En especial, veremos que las

    similitudes fundamentales entre el guaran y la construccin de contacto

    ocurren en los aspectos sintctico-semnticos de estas estructuras y no en los

    aspectos morfolgicos ms superficiales, como se observa a simple vista.

    Semnticamente, la forma r posee un comportamiento aspectual paralelo

    al del morfema kue descripto en apartados anteriores. Este morfema posee

    un valor prospectivo, que expresa que la propiedad/relacin denotada por el

    nombre no es verdadera en el momento de referencia pero que puede serlo

    12 Casal [pareja] es un prstamo del portugus.

  • en un momento posterior (Tonhauser 2006). Siguiendo a Dietrich (2010), r

    seala que el objeto no est todava a disposicin pero que est puesto en la mirada del agente, sea que se prepara, se construye, o sea que se compra, se

    ha prometido, etc. (Dietrich 2010:75-76), como se observa en el siguiente ejemplo:

    (17) tet r-uvicha-r

    pas REL-jefe-R

    futuro presidente de la repblica (Guasch 1956:53; la glosa es nuestra.)

    De modo paralelo a lo propuesto para kue, asumimos que r codifica un

    valor aspectual y no temporal, al menos no de tiempo dectico. En efecto,

    este morfema puede, por ejemplo, aparecer en un contexto de pasado

    dectico para indicar una relacin de posterioridad, como en (18):

    (18) Avave doytor-r n-oi-pytyv-i pe h-as-va-pe.

    nadie doctor-RA NEG-3-ayudar-NEG DET 3-enfermo-CR-PE

    Ningn futuro doctor ayud a la persona enferma. (Tonhauser 2006:160)

    Esto mismo se observa en la construccin con para que calca el

    funcionamiento de r en el espaol de contacto. En los siguientes ejemplos,

    la estructura analizada aparece en un contexto de pasado dectico:

    (19) a. Ni bien llegaban los reciba en persona en el aeropuerto, los llevaba a mi

    casa, y al otro da ya les buscaba para su trabajo. [W16]

    b. Me haces recordar cuando yo buscaba para mi primer auto. [W8]

    c. (Yo) sal de ah y abr para mi local.

    De esta manera, proponemos que en el nivel de los rasgos sintctico-

    semnticos, tanto r como para constituyen marcadores de aspecto

    [prospectivo]. En este sentido, son manifestaciones distintas de un mismo

    rasgo en el dominio nominal.

    A pesar de las similitudes existentes entre ambas formas en el nivel

    sintctico-semntico, no siempre resulta sencillo establecer los lmites entre

    las construcciones con para que son resultado del contacto y las que no lo

    son. En un extremo, hemos identificado anteriormente ciertos usos que se

    originan claramente en el contacto con el guaran y que son completamente

    anmalos para el espaol general. Estos son los casos en los que el nombre

    encabezado por para cumple la funcin de objeto directo, como los

    siguientes:

  • (20) a. Quiero para mi Mercedes D 190. [W3]

    b. No puedo comprar para mi perro. Ayuda! [W13]

    c. Busco para mi casa que tenga los papeles al da. [W14]

    d. Una abuelita quiere tambin para su cdula. [W6]

    e. Juan est haciendo para su rancho. [GT]

    Estos usos se corresponden con estructuras del guaran como la siguiente:

    (21) A-mo chu-pe pete apyka-r 1sg-poner 3-PE uno silla-R

    Le di una futura silla (Tonhauser 2006: 208)

    Las estructuras de (20), claramente, no forman parte del espaol general: los

    objetos directos no pueden estar encabezados por para, por lo que un

    ejemplo como Le di para una silla resulta agramatical bajo la lectura

    relevante13

    .

    Sin embargo, adems de las estructuras de (21), en guaran, r aparece

    tambin en contextos sintcticos como el siguiente:

    (22) A-mo chu-pe yvyra pete apyka-r 1sg-poner 3-PE madera uno silla-R

    Le di madera para una silla (Tonhauser 2006:208)

    En este caso en el que aparece un objeto expreso (yvyra madera) y el morfema r ocurre sobre otro nombre las estructuras paralelas en el espaol de contacto no son completamente ajenas al espaol general. En efecto,

    cuando el nombre encabezado por para cumple funciones no argumentales como adjunto final o modificador de un nombre la diferenciacin respecto del espaol general no resulta tan simple

    14.

    Sin embargo, a partir de una comparacin con el funcionamiento de r es

    posible deslindar construcciones como las de (23) de las de (24). Estas

    ltimas son posibles en el espaol general y, como propondremos mediante

    un anlisis contrastivo con el guaran, no son resultado de la presencia de la

    lengua indgena:

    13

    Esta construccin no debe ser interpretada con un objeto nulo, posible en el espaol en contacto con el guaran. As, el significado de estos ejemplos no involucra un objeto omitido

    modificado por la estructura con para (#Le di (un almohadn) para una silla). 14

    Cabe sealar que la construccin con para no aparece en la posicin de sujeto (*Para mi novio vive lejos de ac) ni de complemento de una preposicin (*La casa del para mi

    abogado).

  • (23) a. Compro telfonos celulares para mi repuesto. [W14]

    b. Despus la pidi para su esposa. [V:378, V]

    c. La que calzara los zapatitos la iba a elegir para su novia. [V:336, V]

    d. Eligi para lo padrino de l un casal de viejo. [V:444, IX]

    e. La quera para su nuera. [W6]

    f. Busco uno para mi amante. [W14]

    (24) a. Hgame unas tortitas para mi viaje. [V:757, IX]

    b. Entonce la criada de la novia le dijo que esa cosa tan preciosa la tiene que

    comprar para su casamiento [V:138, V]

    c. Fue a la polica pidiendo colaboracin para la bsqueda. [V:620, IX]

    d. Me gustara saber qu me aconsejs para mi problema. [W1]

    Siguiendo a Tonhauser (2006), la aparicin del morfema guaran r exige

    que la entidad actual y la futura estn en una relacin de continuidad

    espacio-temporal, es decir, que se trate de la misma entidad, que solo sufre

    un proceso de cambio. Esto explica, por ejemplo, que en guaran sea posible

    (25) (o (21)) pero no (26):

    (25) Tenonde-r oi-pota ichu-pe i-mymba-r

    delante-R 3-querer 3-PE 3-mascota-R

    Antes, (un nio) quera a l (el sapo) como su futura mascota (Tonhauser 2006:210)

    (26) # Ko kava miel-r

    DET abeja miel- R

    # Esta abeja es para miel. (Tonhauser 2006:208-209)

    En la oracin de (26) no puede utilizarse r porque las dos entidades

    involucradas (kava abeja y miel) no poseen continuidad espacio-temporal; en otras palabras, no se trata de la misma entidad que sufre un proceso de

    cambio. Esto se opone a los casos de (22) o (25) donde efectivamente la

    madera es una futura silla o el animal es una futura mascota.

    La distincin anterior es crucial para explicar la diferencia entre las

    oraciones de (23), que son paralelas al guaran, frente a las de (24), que no lo

    son. As, en compro telfonos celulares para mi repuesto (23a), los celulares

    se transformarn en repuesto, mientras que en Hgame unas tortitas para mi

    viaje (24a), si bien el viaje ocurrir en el futuro, se trata de una entidad por

    completo distinta de la denotada por tortitas. En suma, el objeto/relacin

    introducido por para debe interpretarse como una transformacin sufrida por

  • una nica entidad y no como una finalidad o destinatario que introduce una

    entidad diferente.

    Para recapitular, hasta aqu hemos podido deslindar un conjunto de

    estructuras que se corresponden claramente con la lengua indgena, en las

    que la construccin con para funciona como objeto directo de la oracin y

    que resultan completamente anmalas para el espaol general (cf. (20) Voy a

    visitar para mi casa o Busco para mi novio). Del otro lado, hemos sealado

    un conjunto de casos que no pueden vincularse con la lengua indgena, dado

    que no cumplen con la condicin de continuidad espacio-temporal entre los

    dos nombres involucrados (cf. (24) Me gustara saber qu me aconsejs

    para mi problema.). En el medio, no obstante, han quedado estructuras como

    las de (23), que son paralelas a las construcciones del guaran pero no

    presentan el mismo grado de anomala que las de (20). En estas, para no

    pierde su valor de subordinador para convertirse nicamente en una marca

    de aspecto prospectivo. Se trata de casos en los que las estructuras del

    guaran y las del espaol convergen y no puede proponerse un nico origen

    causal vinculado con la lengua indgena, si bien su utilizacin se ve

    claramente favorecida por el contacto.

    En suma, existen importantes similitudes entre el comportamiento del

    morfema r en guaran y las construcciones con para que hemos delimitado

    y reconocido como paralelas a la lengua indgena: (i) Semnticamente,

    ambas expresan un rasgo [prospectivo], con los mismos valores que posee en

    guaran. (ii) En trminos sintcticos, este valor se manifiesta en ambas

    lenguas en el dominio nominal y presenta las mismas ambigedades respecto

    del tipo de nombre sobre el que se aplica y su relacin con la posesin. A

    estas similitudes se suma el hecho de que estas construcciones presentan un

    grado alto de anomala y, en su mayora, no forman parte del espaol

    general. Asimismo, su frecuencia de uso en las zonas de contacto con

    guaran y su ausencia en otras variedades sincrnica o diacrnicamente

    diferenciadas es tambin un indicio de la causacin de este fenmeno.

    Finalmente, un hecho que refuerza la vinculacin entre estas construcciones

    es que las gramticas del guaran (y los hablantes) traducen de modo

    sistemtico una forma por otra15

    .

    Por todo esto, proponemos un anlisis en trminos de transferencia para

    este fenmeno. As, asumimos que la preposicin para en el espaol de

    15 Por ejemplo, Meli et al. glosan de esta manera las estructuras que involucran r, como, por

    ejemplo, en Voy a comprarte para tu libro (Meli y otros:76). Del mismo modo, algunos

    hablantes paraguayos consultados tradujeron rembirekor (esposa-R) como para mi esposa y menar (marido-R) como para mi marido.

  • contacto con el guaran funciona como un marcador que expresa un rasgo

    [prospectivo], vinculado con el dominio nominal. De este modo, en el nivel

    sintctico esta estructura coincide con la del guaran, en donde r manifiesta

    tambin dicho rasgo. El anlisis sintctico es, en consecuencia, el mismo que

    el propuesto para kue, en donde la innovacin respecto del espaol general

    es la gramaticalizacin de un rasgo aspectual ya existente, en un dominio

    sintctico nuevo.

    Sin embargo, a pesar de que se trata del mismo fenmeno en trminos

    sintctico-semnticos, en el nivel morfolgico superficial ocurren grandes

    diferencias. En efecto, mientras que en guaran r es un morfema que se

    ubica pospuesto al nombre, en el espaol de contacto para constituye un

    elemento antepuesto al nombre. Por otra parte, en guaran el morfema

    prospectivo constituye un elemento cltico mientras que en espaol se trata

    de un morfema independiente. En consecuencia, podemos afirmar que las

    similitudes y la transferencia de la lengua indgena ocurren solo en el nivel

    abstracto pero no en el nivel morfolgico superficial. Esto confirma la

    observacin de Snchez (2004), quien propone que la transferencia ocurre en

    el nivel de los rasgos abstractos, independientemente de las formas

    superficiales que los representan en cada lengua. En otras palabras, este

    anlisis constituye evidencia a favor de que la comparacin entre las lenguas

    en contacto se establece a partir de los valores sintctico-semnticos que

    conllevan y no de su manifestacin concreta en cada lengua16

    .

    En la estructura morfolgica, a diferencia de lo que ocurre con el

    prstamo kue en el que se toma el exponente de la lengua indgena17

    , la

    forma para ya forma parte del conjunto de temes de vocabulario del

    espaol. En consecuencia, en este caso no se introduce un nuevo exponente

    sino que se gramaticaliza uno ya existente, que pasa a vincularse con un

    rasgo aspectual. Esto genera la creacin de un nuevo tem de vocabulario,

    mediante la reorganizacin de elementos ya existentes.

    16

    No obstante, es posible que en el origen de la seleccin de la preposicin para est el hecho de que esta cumple en espaol funciones similares a las del morfema guaran (como, por

    ejemplo, los usos de propsito/finalidad). 17

    El morfema r aparece, en ocasiones aisladas, como prstamo en el espaol de Paraguay pero de manera mucho menos generalizada que kue:

    (i) a. La iglesia r de Hugu ar [GT]

    b. Presupuesto 2006-r [GT]

    No hemos registrado este prstamo en el espaol de la Argentina.

  • En resumen, los dos fenmenos analizados hasta aqu (los manifestados

    mediante kue y para) suponen una reorganizacin de los rasgos aspectuales

    en el espaol en contacto. En este sentido, en el nivel de los rasgos

    sintctico-semnticos, la gramtica del espaol general difiere de la del

    espaol de contacto en que esta ltima gramaticaliza rasgos inusuales para el

    dominio nominal. En el nivel superficial, por su parte, estas modificaciones

    en la sintaxis repercuten de dos maneras muy distintas: el rasgo [perfectivo]

    se manifiesta mediante la incorporacin de un prstamo (kue), mientras que

    el rasgo [prospectivo] se expresa mediante la resignificacin de una forma ya

    existente en el espaol general (para). De esta forma, a dos fenmenos muy

    diferentes superficialmente subyace un nico tipo de transferencia sintctico-

    semntica.

    3. Aspecto prospectivo en el dominio clausal

    En el dominio de las proposiciones subordinadas aparece tambin en el

    espaol de contacto con el guaran un fenmeno de transferencia vinculado

    con el aspecto. En particular, observamos que en estructuras como Me

    prometi para venir la preposicin para codifica, al igual que en el dominio

    nominal, un valor prospectivo que se interpreta sobre toda la clusula

    subordinada.

    En los prximos apartados nos detendremos en la descripcin y anlisis de

    esta estructura y su relacin con lo que hemos observado ya para el dominio

    nominal.

    3.1. Descripcin del fenmeno

    Granda (1988 y trabajos posteriores) y Abada de Quant (1996, 2000)

    describen estructuras como las siguientes en el espaol en contacto con el

    guaran:

    (27) a. Me prometi para volver a estar juntos. [A:145]

    b. Mi amiga promete siempre para venir y no viene. [Gr:178]

    c. Ud. me pidi para avisarte.... [GT]

    d. Te ped para comprarme el diario. [GT]

    e. Me encarg para cuidar por su animal... [GT]

    f. Le encargu para traer los libros [Gr:260]

    g. Mam me mand para dormir temprano. [GT]

    h. Y rog y rog para tener un hijo. [V:369, VI]

    i. Aunque me diga para volver no le quiero ya. [A:145]

  • j. Me dijo para traerte... [GT]

    Semnticamente, la clusula subordinada se interpreta en estas con un

    valor de posterioridad respecto del verbo principal. De este modo, si

    modificamos la construccin de infinitivo por una clusula con verbo finito

    (una alternancia posible para algunas construcciones en espaol general), se

    observa que el verbo subordinado codifica morfolgicamente dicha

    posterioridad:

    (28) a. Me prometi que volveramos/bamos a volver a estar juntos. (cf.(27a))

    b. Mi amiga promete siempre que vendr/va a venir y no viene. (cf. (27b))

    Ntese, por otra parte, que las clusulas subordinadas de (27) dependen de

    verbos principales flexionados tanto en presente como en pasado; en este

    sentido, el valor que introduce para en la subordinada no es de futuro

    dectico sino de posterioridad respecto de la oracin principal.

    Sintcticamente, estas construcciones encabezadas por para son

    subordinadas completivas, que funcionan como objeto directo de verbos

    como prometer (27a-b), pedir (27c-d), encargar/mandar/ rogar (27e-h) y,

    cuando posee un valor semejante a los anteriores, decir (27i-j). En suma,

    dependen de verbos que indican influencia o mandato y verbos de sentido

    prximo, en los que la preposicin para puede omitirse dado que no

    funciona aqu como una verdadera marca de subordinacin18

    . En efecto,

    como propondremos en los prximos apartados, si bien podra pensarse que

    para es aqu una marca de funcin, un elemento vaco que seala una

    funcin sintctica, el paralelismo con las construcciones nominales ya

    analizadas y, a su vez, con las construcciones del guaran, hace preferible un

    anlisis en trminos de contacto.

    Por otra parte, la construccin conformada por para + infinitivo alterna en

    el espaol de contacto con para que + subjuntivo, introducida por el mismo

    tipo de verbos:

    (29) a. Me pidi para que me vaya. [GT]

    b. Le ped a la seora para que me ayude pero no puede. [Ab:219]

    c. Le rog para que le ayude. [Ab:207].

    d. Entonce le mand a la hija para que hiciera fuego. [V:729, VII]

    e. Ella [es] la que dice para que vengamos a vivir aqu. [Ab:10]

    18

    Con excepcin del verbo decir, que se comporta de manera particular al respecto (cf. Me dijo de ir).

  • f. Siempre digo para que vayamos los domingos a verte. [A:145]

    g. Le dije a su mam para que le acompae.

    En estas construcciones, la preposicin para funciona de modo similar que

    en las clusulas de infinitivo de (27): aporta un valor prospectivo y es

    posible eliminarla sin que la oracin resulte agramatical en el espaol

    general. La diferencia respecto de las estructuras anteriores es que aqu

    aparece un elemento subordinante (que), de acuerdo con las exigencias del

    espaol en relacin con las clusulas finitas.

    En el prximo apartado profundizaremos en el anlisis de estas

    construcciones a partir de una comparacin con el guaran e intentaremos

    darles una explicacin unificada en relacin con las estructuras nominales

    analizadas en apartados anteriores.

    3.2. Vinculacin con el guaran y anlisis de la estructura resultante

    A partir de lo anterior, observamos que las clusulas encabezadas por para

    en el espaol de contacto tienen un comportamiento paralelo a las

    subordinadas completivas del guaran.

    En efecto, en guaran los rasgos aspectuales que analizamos aqu pueden

    manifestarse no solo sobre el nombre sino tambin sobre el complementante.

    En los siguientes ejemplos se ilustra el funcionamiento del subordinante

    guaran ha seguido de los morfemas aspectuales19

    :

    (30) a. hei o-u-ha 3.decir 3-venir-HA

    Dice que viene.

    b. hei o-u ha-gue 3.decir 3-venir HA-KUE

    Dice que vino.

    c. hei o-u ha-gu 3.decir 3-venir HA-R

    Dice que vendr. (Guasch, 1956: 263; la glosa es nuestra.)

    19

    En particular, en cuanto a la forma de estos morfemas aspectuales, Tonhauser (2006) considera a gue (30b) un alomorfo de kue y lo mismo podra proponerse para gu (30c) como

    alomorfo de r, si bien no es algo de lo cual dependa nuestro anlisis de manera crucial.

  • El morfema ha encabeza en guaran clusulas completivas dependientes

    de verbos de boca, corazn y entendimiento (Guasch, 1956:262). Entre estos se incluyen los verbos de influencia y mandato que hemos oservado en

    el espaol de contacto.

    Si comparamos la estructura prospectiva del guaran con la

    correspondiente en espaol general (31) observamos que el valor de

    posterioridad respecto de la oracin principal se manifiesta sobre el

    complementante en guaran (ha) (31a) pero sobre el verbo de la oracin

    subordinada en espaol general (31b):

    (31) a. hei o-u ha-gu 3.decir 3-venir HA-R

    b. Dice que vendr

    Esta diferencia en la realizacin de las marcas temporoaspectuales no es solo

    una cuestin morfolgica, sino que la proyeccin aspectual en guaran

    parece ocupar una posicin ms alta, que toma alcance sobre toda la clusula

    subordinada. Esto explica el hecho de que la oracin correspondiente en el

    espaol en contacto con el guaran sea Dice para venir/Dice para que venga,

    en donde el valor prospectivo se ubica en la preposicin para, en una

    posicin ms externa a la clusula subordinada20

    .

    En suma, el paralelismo entre el guaran y la variedad de contacto resulta

    evidente: las construcciones con para aparecen con las mismas clases lxicas

    verbales para codificar un valor prospectivo con alcance por sobre toda la

    clusula. Por otra parte, estos ejemplos parecen exclusivos de la variedad de

    contacto con el guaran y son paralelos a lo que ocurre en el dominio

    nominal. Todo esto nos lleva a preferir un anlisis en trminos de

    transferencia tambin para este fenmeno.

    En trminos del anlisis terico, hemos propuesto en el dominio nominal

    que kue y r codifican rasgos aspectuales que se realizan sintcticamente en

    relacin con una proyeccin nominal. En el caso de hagu en guaran, el

    rasgo aspectual se vincula con la construccin subordinada completa, es

    decir, con el dominio de una proyeccin introducida por un complementante

    (un Sintagma de Complementante). De esta manera, proponemos que el

    20

    Cabe sealar que la conjuncin hagu en guaran se utiliza tanto para clusulas completivas como para clusulas finales, lo cual explica la seleccin de la preposicin para en espaol, al

    igual que mencionamos para el dominio nominal.

  • rasgo [prospectivo] se realiza en guaran y, en consecuencia, en el espaol en

    contacto con dicha lengua, sobre una proyeccin clausal.

    Esta distribucin sintctica se aparta del espaol general, en donde no

    existen rasgos aspectuales que se vinculen directamente con el

    complementante (sino solo con el dominio verbal). En otras palabras, lo

    inusual aqu es la vinculacin de la proyeccin aspectual con un mbito ms

    alto que el de la proyeccin verbal.

    En suma, la preposicin para codifica un valor aspectual tanto en el

    dominio nominal como en el clausal; este rasgo acta dentro del sistema del

    espaol de contacto de modo similar a como lo hace en guaran. Al respecto,

    es muy relevante notar que los hablantes que utilizan para en el dominio

    nominal tambin lo utilizan en el dominio clausal. Por ejemplo, cada uno de

    los siguientes grupos de oraciones fue emitido por el mismo hablante:

    (32) a. Yo quiero un hijo para compaa. [V:369, VI]

    b. Y rog, rog para tener un hijo. [V:369, VI]

    (33) a. Lo que yo me case le voy a llevar para mi mucama. [V:168, V]

    b. Ella pidi para hablar con el mozo. [V:168, V]

    En el nivel morfolgico, por su parte, para se comporta de la misma

    manera que en el dominio nominal. De este modo, se introduce un nuevo

    tem de vocabulario que vincula el exponente fonolgico para ya existente en espaol con el rasgo [prospectivo] en el dominio clausal. Esto explica el hecho de que los mismos hablantes que introducen para con valor

    prospectivo en el espaol de contacto lo realizan en ambos dominios

    sintcticos. Asimismo, ilustra tambin un comportamiento de los sistemas

    gramaticales de contacto: la gramaticalizacin de un rasgo no es un

    fenmeno superficial que ocurre sobre exponentes fonolgicos aislados sino

    que produce modificaciones profundas que pueden afectar ms de un

    elemento del sistema.

    En suma, los fenmenos que hemos analizado en este artculo referido al

    aspecto si bien se manifiestan en formas diferentes a nivel superficial constituyen, sin embargo, un mismo fenmeno subyacente. En efecto, todas

    las estructuras descriptas pueden analizarse como el resultado de la

    gramaticalizacin de un rasgo aspectual sobre una categora distinta a la

    habitual para el espaol general. De esta manera, todo lo expuesto hasta aqu

    puede reducirse a una nica explicacin: el espaol en contacto con el

    guaran codifica rasgos aspectuales sobre el dominio nominal o clausal, algo

    que no sucede en el espaol general.

  • III. DISCUSIN: LOS FENMENOS DE CONTACTO

    El anlisis de los datos nos ha permitido concluir que el contacto provoca

    reorganizaciones en al menos dos aspectos fundamentales de una gramtica:

    los rasgos sintctico-semnticos y la estructura morfolgica (con el alcance

    que le otorga a esta la Morfologa Distribuida).

    En relacin con los rasgos sintctico-semnticos, es frecuente que las

    gramticas vean modificado su inventario mediante la incorporacin o

    eliminacin de rasgos, en consonancia con la lengua de contacto (cf.

    Snchez 2004, Avellana 2012)21

    . En este trabajo, sin embargo, hemos

    observado que las modificaciones ocurren no solo en la conformacin de

    dicho inventario sino tambin en la relacin que establecen los rasgos con

    las proyecciones sintcticas22

    . As, mostramos cmo rasgos ya existentes en

    espaol general, como el [perfectivo] y el [prospectivo], pasan de realizarse

    en el dominio verbal a vincularse con entornos sintcticos nuevos.

    En suma, podemos concluir que la presencia de la lengua indgena puede

    provocar transferencias no solo en la conformacin del inventario de rasgos

    activos de una lengua sino tambin en su peculiar forma de relacionarse en la

    sintaxis. Esto nos permite afirmar, en contra del sentido comn, que las

    transferencias no producen solo simplificaciones sobre las gramticas de

    contacto sino que, por el contrario, pueden ampliar la seleccin de rasgos y

    sus posibilidades combinatorias, como sucede en los casos examinados.

    Asimismo, hemos observado en relacin con este aspecto de la gramtica

    que las modificaciones que ocurren sobre los rasgos sintctico-semnticos

    producen reestructuraciones profundas en la gramtica de una lengua. En

    otras palabras, las transferencias no constituyen nicamente modificaciones

    sobre formas aisladas sino que, por el contrario, pueden conllevar una

    reorganizacin de todo un sistema. As, la presencia de otra lengua puede

    afectar simultneamente distintas estructuras cuando est en juego un mismo

    rasgo, aun cuando no exista entre ellas una vinculacin superficial

    observable. Hemos ejemplificado esta situacin mediante el rasgo

    [prospectivo], que modifica las construcciones no solo del dominio nominal

    sino tambin del clausal, en consonancia con lo que ocurre en guaran.

    21

    Por ejemplo, en trabajos previos hemos observado cmo el espaol en contacto con el guaran incorpora rasgos evidenciales, que el espaol no realiza gramaticalmente, o bien

    elimina rasgos de gnero en determinadas construcciones (cf. Avellana 2012). 22

    Esta posibilidad es observada por Lardiere (2008) y Avellana (2010) en la adquisicin de segundas lenguas. Muchas veces resulta incluso ms dificultosa la reorganizacin de rasgos

    ya presentes en la lengua materna que la adquisicin de nuevos rasgos.

  • A su vez, las incorporaciones en el nivel de los rasgos sintctico-

    semnticos repercuten en la morfofonologa de la lengua, es decir, en la

    relacin con los morfemas concretos que se seleccionan para darles

    expresin. En este caso, observamos que el mismo tipo de rasgo (rasgos

    aspectuales en los dos casos) puede adoptar una expresin superficial

    completamente distinta en cada caso. Por un lado, en kue se incorpora un

    elemento lxico de la lengua indgena, un prstamo que ampla el conjunto

    de exponentes fonolgicos del espaol. Por el otro lado, el rasgo

    [prospectivo] se expresa mediante para, un exponente ya existente en

    espaol pero que, en el espaol de contacto, se vincula con rasgos

    gramaticales no presentes en la preposicin. De esta manera, se generan

    nuevos temes que, aunque coincidan con el espaol general en cuanto a su

    aspecto ms visible, son formas completamente nuevas cuando se las analiza

    en su conjunto. Estas transferencias que no involucran prstamos directos de

    la lengua de contacto han sido ms difciles de detectar y aceptar por los

    investigadores; sin embargo, constituyen transferencias incluso ms

    integradas a la lengua de contacto que los prstamos.

    En relacin con lo anterior, observamos junto con Snchez 2004 que la existencia de diferencias morfolgicas superficiales entre los exponentes de

    las lenguas en contacto no es un impedimento para la transferencia de

    rasgos. El camino que sigue la transferencia ocurre ms bien en un sentido

    inverso: la equivalencia entre las lenguas se establece en primera instancia

    en el nivel sintctico-semntico y lo que ocurre en el componente

    morfolgico es dependiente y derivado de dicha equivalencia.

    En suma, las transferencias provocan reorganizaciones en los dos aspectos

    gramaticales analizados. Para su anlisis no basta considerar solo uno de

    ellos sino que es necesario considerar cada fenmeno en toda su complejidad

    y dentro de un sistema en el que la modificacin de un aspecto gramatical

    puede conllevar otros cambios concomitantes.

    IV. CONSIDERACIONES FINALES

    Con este trabajo esperamos haber contribuido, por un lado, con el estudio del

    espaol americano en contacto con lenguas indgenas, a partir de la

    descripcin y delimitacin de un conjunto de estructuras gramaticales

    vinculadas con el aspecto que no estn presentes en otras variedades de

    espaol.

    Por otro lado, la comparacin de dichas estructuras con la gramtica del

    guaran nos permiti corroborar ciertos procesos de transferencia. As,

  • hemos justificado mediante herramientas gramaticales la existencia de

    dichos procesos y, de manera circular, el trabajo contrastivo nos ha

    permitido conocer ms en profundidad las estructuras resultantes del

    contacto. A partir de esto, podemos concluir que los valores aspectuales del

    guaran en el dominio nominal y clausal se trasladan al espaol y adoptan

    formas superficiales distintas en cada caso.

    Asimismo, hemos ahondado en el anlisis terico de los procesos de

    transferencia identificados y hemos concluido que estos ocurren tanto en el

    nivel de los rasgos abstractos como en las caractersticas propias de la

    estructura morfolgica. En este sentido, hemos presentado un caso peculiar

    de transferencia segn el cual lo que se traslada de la lengua indgena es la

    particular forma en la que los rasgos se organizan en cada lengua. En

    relacin con esto, hemos podido concluir que los fenmenos de transferencia

    no son meramente superficiales y aislados sino que reorganizan la gramtica

    en su conjunto. En suma, el anlisis de los datos nos permite afirmar que las

    propiedades transferidas en cada uno de los dos niveles considerados son

    independientes y pueden (y deben) ser analizadas de ese modo.

    Finalmente, en trminos del marco terico en el que se inscribe este

    trabajo, hemos observado que los aspectos sujetos a transferencia coinciden,

    precisamente, con aquellos lugares en los que, desde la propuesta de la

    Morfologa Distribuida, puede ubicarse la variacin interlingstica. Por

    esto, consideramos que el estudio del contacto de lenguas aporta un conjunto

    de datos relevantes para la discusin sobre los aspectos universales y

    particulares de las lenguas y contribuye, en definitiva, a identificar los

    elementos gramaticales a partir de los cuales puede sistematizarse la

    variacin.

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