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BERNARD LONERGAN: EL SENTIDO COMÚN Y LA NECESIDAD DE ORIENTARLO A UN NIVEL MÁS ALTO DE DESARROLLO INTELECTUAL Y HUMANO. EDWIN JAVIER PARRADO MORA CODIGO 30042751 LUIS ENRIQUE RUIZ LÓPEZ Director UNIVERSIDAD DE LA SALLE FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS BOGOTÁ, D.C. 2008

bernard lonergan: el sentido común y la necesidad de orientarlo a

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BERNARD LONERGAN: EL SENTIDO COMÚN Y LA NECESIDAD DE

ORIENTARLO A UN NIVEL MÁS ALTO DE DESARROLLO

INTELECTUAL Y HUMANO.

EDWIN JAVIER PARRADO MORA

CODIGO 30042751

LUIS ENRIQUE RUIZ LÓPEZ

Director

UNIVERSIDAD DE LA SALLE

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

BOGOTÁ, D.C.

2008

BERNARD LONERGAN: EL SENTIDO COMÚN Y LA NECESIDAD DE

ORIENTARLO A UN NIVEL MÁS ALTO DE DESARROLLO

INTELECTUAL Y HUMANO.

EDWIN JAVIER PARRADO MORA

CODIGO 30042751

Trabajo presentado como requisito parcial para optar al título de

Filósofo

LUIS ENRIQUE RUIZ LÓPEZ

Director

UNIVERSIDAD DE LA SALLE

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

BOGOTÁ, D.C.

2008

Aprobado por el profesorado del departamento de Filosofía y Letras

en cumplimiento de los requisitos exigidos

para otorgar el título de Filósofo.

_________________________________

CARLOS HERNÁN MARÌN OSPINA

Decano Facultad de Filosofía y Letras

_________________________________

Primer Jurado

_________________________________

Segundo Jurado

BOGOTÁ, D.C.

2.008

Dedico este Trabajo de Grado a mi Madre, quien

el 19 de Diciembre de 2008 dejo este mundo

para estar con su Creador.

AGRADECIMIENTOS

Carlos Hernán Marín Ospina, Decano de la Facultad de Filosofía y Letras, por la

constante preocupación y dedicación para que sus estudiantes sean cada vez

mejores.

Dr. Luis Enrique Ruiz, por su valiosa y oportuna orientación; pero ante todo por su

ejemplo de sabiduría, sencillez y calidad humana.

Al cuerpo de docentes en general de la Facultad de Filosofía y Letras de la

Universidad de la Salle, por su dedicación, paciencia y buena voluntad.

A Martha, secretaria de nuestra Facultad de Filosofía y Letras, por su

preocupación y paciencia para con los estudiantes.

A Dios fuente y fin de todo conocimiento.

CONTENIDO PÁG INTRODUCCIÓN

1. ESTADO DEL TEMA LONERGANIANO 13

2. BERNARD LONERGAN 15 3. VISIÓN DE CONJUNTO 31 4. EL SENTIDO COMÚN DESDE LA PSICOLOGÍA 33 5. ASPECTO SUBJETIVO DEL SENTIDO COMÚN 42 6. ASPECTO OBJETIVO DEL SENTIDO COMÚN 47 7. EL SENTIDO COMÚN Y LA NECESIDAD DE ORIENTARLO A UN

NIVEL MÁS ALTO DE DESARROLLO INTELECTUAL Y HUMANO 53

8. CONCLUSIONES 55

9. ANEXOS 63

10. BIBLIOGRAFÍA 65

INTRODUCCIÓN

“los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero

de lo que se trata es de transformarlo”1

Las diferentes investigaciones en torno a la pregunta ¿Cómo el hombre conoce la

realidad? Se han orientado en varias direcciones, hay algunos que confían

plenamente en los axiomas de la ciencia, otros en el ejercicio intelectual de

conceptualizar y en el peor de los casos, no faltan los que aún no se han

planteado la ya mencionada pregunta. Estas consideraciones epistemológicas

parecen no satisfacer a algunos estudiosos de la actividad cognoscente del

hombre, tal es el caso del teólogo canadiense, Bernard Lonergan, quien partiendo

de una concepción amplia del hombre, piensa que éste en sus modos de conocer

y dar razón de la realidad, no sólo lo hace a partir de parámetros científicos2 o

filosóficos3, sino que también, interviene, conoce y da razón del mundo desde

otros recursos o medios igualmente humanos, como la mística, el arte y el sentido

común.

1 Tesis undécima de Marx C, sobre L. Feuerbach, aparece como apéndice en: ENGELS.

“Federico. Ludwing Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana”. Moscú, Ed. Progreso, 1975, p. 57. 2Conocimiento científico, conjunto de conocimientos verdaderos y probables, metódicamente

fundados, sistemáticamente organizados respecto a las esferas de los objetos. Son los conocimientos proclamados por un sujeto o un grupo, tras definir el procedimiento llevado a cabo para alcanzarlos y después de explicar el contenido (producto) de su aprehensión, que logran el consentimiento social. Esta proclamación puede ocurrir por varias vías; entre ellas: la verificación o contrastación empírica, la demostración lógica y la argumentación discursiva. La valoración social de tales conocimientos puede sobrevenir una vez que la comunidad los encuentre: útiles o prácticos, comprensivos o descriptivos, teóricos o explicativos, justificados (ideológicos) o hermenéuticos. 3 Conocimiento Filosófico, apropiación de la realidad desde postulados conceptuales, orienta la

mente humana no propiamente hacia respuestas últimas, sino hacia nuevas preguntas acerca de sí mismo y de las demás cosas que le instan.

Sus enfoques epistemológicos nacen de una intención pastoral la cual resultó

siendo, una interesante investigación epistemológica o como él llamó “Un estudio

de la comprensión humana”. Sus postulados epistemológicos no escatiman ningún

recurso relacionado a su intención, de comprender cómo comprendemos los seres

humanos, motivo por el cual se dedica detalladamente a ver y analizar cómo cada

persona y grupo humano conoce. Y en este ejercicio se da cuenta que es

verdaderamente amplia la gama de recursos desde los cuales las personas

desarrollamos y poseemos algún tipo de conocimiento.

La riqueza antropológica desde la que parte Lonergan para dilucidar y exponer,

sus postulados epistemológicos, es sin lugar a dudas interesante, ya que su

intención es proponer una vuelta al sujeto, para desde ahí formular nuevos

paradigmas que no solo enseñen a conocer, sino también enseñen a vivir en un

escenario de nuevos tiempos que han traído consigo nuevos desafíos. Sus

aportes epistemológicos expresados en un lenguaje sencillo de entender, remite

fácilmente a la idea de inferir que sus escritos van dirigidos a repensar

nuevamente al sujeto de carne y hueso, de razón y sentimientos, de desilusiones y

esperanzas, como lo somos cada uno de nosotros. Seres humanos.

El giro hacia la subjetividad personal y comunal4 que Lonergan lidera es, ante

todo, una vuelta hacia nosotros mismos, hacia los seres humanos actualmente

existentes en el globo terráqueo y hacia aquello que nos configura en lo humano

mismo, antes que hacia cualquier concepto, teoría, objetivación o explicación

objetivada de nosotros mismos.

4 En el caso de Lonergan giro hacia la subjetividad personal y comunal, quiere decir: vuelta hacia

nosotros mismos hombres y mujeres que amamos y odiamos, que triunfamos y fracasamos, que reímos y lloramos, es decir personas concretas en la cotidianidad de la existencia humana. Subjetividad personal se refiere al ejercicio de autoapropiación que debe hacer cada ser humano de sus operaciones cognitivas, volitivas y psíquica. Subjetividad comunal es el análisis que se debe hacer a posibles sesgos existentes en el entorno social en el que convivo.

Para nadie es desconocido el sabernos en medio de un arsenal de logros técnicos

y científicos, y de sus beneficios. Sin embargo, decir vuelta al sujeto o hacia

nosotros mismos hoy, es tomar distancia real y ver un poco más allá de lo

simplemente aparente y divertida que es la vida con todo ello, para darnos cuenta

que muchos de estos logros, han socava valores como la identidad de los pueblos,

la relación interpersonal fraterna, el cuidado y la armonía con el entorno natural, el

sentido de la vida del hombre, etc. Estas y otras tantas realidades que nos

deshumanizan, deben ser hoy la tarea de autoapropiación propuesta por Lonergan

y ahora sugerida en esta investigación.

De toda su propuesta epistemológica, que comienza, con el tema de la

autoapropiación y que culmina con el conocimiento de la exterioridad del sujeto,

de quien valga aclarar, Lonergan piensa “no somos algo ajeno a ésta, sino

integrante y parte de ella (Lonergan: 234)”. Para el siguiente trabajo de grado se

ha tomado el tema del Sentido Común, que hace parte justamente, de uno de los

temas trasversales en Lonergan como es el de la autoapropiación.

La tesis sobre la cual se desarrolla este trabajo versa sobre la necesidad de,

“Evidenciar la importancia de reconceptualizar, desde Lonergan, lo qué es el

Sentido Común y la necesidad de orientarlo a un nivel más alto de desarrollo

intelectual y humano”. Como complemento y fundamentación para el desarrollo

de la tesis mencionada, se tuvieron en cuenta algunos estudios5 que en torno a la

propuesta de Lonergan se han venido realizando en los últimos años, así como

también la orientación de los tutores y la experiencia de haber sido candidato a la

alcaldía del municipio de Quetame Cund., en las elecciones recientes de octubre

28 de 2.007.

5 Dichos estudios aparecen en el presente trabajo en la parte que lleva como título: Estado de la

propuesta Lonerganiana. Es importante decir que en los últimos años diversos estudiosos se han venido interesando por los temas que desarrolló Lonergan, sin embargo aún para muchos es desconocido, especialmente para los de habla hispana.

Este trabajo de grado aparte de ser un requerimiento académico para obtener el

título como profesional en filosofía, es también el deseo de sumar voluntad y

esfuerzos porque se conozca la propuesta epistemológica del teólogo Bernard

Lonergan. De quien se dice hasta hace algunos años ha despertado curiosidad e

interés en el mundo de la academia. Su propuesta no deja de ser interesante, en

el hecho mismo de invitarnos de diversos modos, a que nos pensemos a nosotros

mismos para desde ahí, evidenciar puntos convergentes que puedan ayudar en la

cooperación de todo el género humano, en la construcción de una sociedad más

justa y más digna del hombre.

El método que he implementado en esta investigación es el mismo que sugiere

Lonergan, el de la “Autoapropiación”6. A través de él mostrare lo qué es el sentido

común y la necesidad de orientarlo a un grado de desarrollo mayor. Antes de

describir el método Lonerganiano y el modo cómo lo aplico a esta investigación,

me permito decir que:

He elegido el tema del sentido común, tras darme cuenta, que gran parte de los

seres humanos, pese a los logros científicos, tecnológicos y filosóficos, viven y

piensan desde un desarrollo de inteligencia elemental a la que no solo Lonergan

sino diversos estudiosos han llamado, sentido común.

Fundamento mi investigación desde el teólogo Lonergan, porque veo en sus

textos las ideas de un estudioso que no conforme con lo que se ha dicho acerca

del conocimiento humano. Se atrevió a afirmar con argumentos claros, que el ser

no solo da razón de la realidad desde conceptos o demostraciones científicas, sino

que también lo hace, desde la mística, el arte y el sentido común.

6 Autoapropiación: Es el ejercicio filosófico que integra al sujeto y a su mundo, suministra un

nuevo control de significado, lleva a una conversión filosófica que puede servir de instrumento para la objetivación de todas las conversiones y con eso descubrir la realidad fundacional de una nueva ciencia humana, suministra la clave metodológica para la liberación individual y social y para la cooperar con el Amor. Es el dinamismo por el que la inteligencia humana controla y dirige su historia y por el que ese control y dirección de la historia puede fomentar el autocontrol. Es entendernos a nosotros mismos.

El método autoapropiación, Lonergan lo propone en el marco de una “intención

pastoral”7, en ella nos presenta a modo de imperativo, las partes de su método, a

saber: “Presta atención, sé inteligente, sé racional, sé responsable”8.

El primer imperativo, presta atención. Se refiere a que es necesario volver a

reflexionar sobre qué captamos con nuestros sentidos y qué con nuestra

conciencia9. Este imperativo lo ubica en el nivel empírico.

El segundo imperativo, sé inteligente. Es el modo cómo las imágenes y los

esquemas captados de la realidad, deben ser expresados a través de formas,

colores, conceptos, etc. Este imperativo lo ubica ya en el nivel intelectual.

El tercer imperativo, sé racional. Es la capacidad que debemos tener para juzgar,

corregir, verificar y demostrar, lo que nuestra inteligencia u otras inteligencias han

captado y expresado de la realidad. Para luego si tomar todo aquello bueno, útil y

digno del hombre.

El cuarto imperativo, sé responsable. Es el llamado a cada sujeto humano para

que tenga en cuenta que lo que él piense, decida y realice afecta a los demás. El

referente en este imperativo es procurar no solo el beneficio personal sino también

el de los demás.

El quinto imperativo, ame. Es el culmen del proceso en el que los seres humanos

nos reconocemos a sí mismos como el don más preciado por ser imagen y

semejanza de Dios, ante los demás hermanos e hijos de un mismo Dios, y ante

Dios los seres más predilectos y amados por Él.

A partir de estos cinco imperativos Lonergan pretende llevarnos, como en su

momento lo deseo Sócrates, al conócete a ti mismo, para luego si dirigir de un

7Pensar y proponer nuevas estrategias que faciliten el anuncio, aceptación y compromiso de las

verdades reveladas por Dios y dirigidas por la Iglesia Católica. Formular los principios que fundamentan la acción de la Iglesia Católica en el mundo de hoy. 8Lonergan Bernard, Método en Teología, Herder: 1988. Pág: 30.

modo más inteligente, objetivo y humano, la mirada hacia la realidad que nos

circunda.

Su giro metódico hacia la interioridad se encamina a descubrir, favorecer y

emprender la autoapropiación personal y comunal de nuestras operaciones

conscientes e intencionales y, a distinguir fundamentar e integrar los distintos

universos del discurso y las acciones humanas.

Ya expuesto el método de la autoapropiación propuesto por Lonergan, me queda

por indicar que: presento las ideas en primera persona para aplicar al ejercicio de

pensar e investigar, el método de autoapropiación propuesto por Lonergan.

Interpreto el sentido común, sus sesgos y la necesidad de elevarlos a un nivel más

alto de desarrollo intelectual y humano, como parte fundamental en el ejercicio de

autoapropiación.

13

ESTADO DE LA PROPUESTA LONERGANIANA

En los últimos años tanto teólogos como filósofos se han venido interesando por

las propuestas de Lonergan, sin embargo para muchos aún el mismo nombre

“Lonergan” o los términos derivados de éste: “Lonerganiano o Lonerganiana” para

algunos son nuevos o simplemente desconocidos. Pues bien, rastreando lo que

al respecto algunos estudiosos han investigado del filósofo y teólogo canadiense,

en este caso del tema del sentido común encontré que la mayoría de estudiosos

del sentido común concuerdan en decir: que el sentido común es el conocimiento

que se adquiere por medio de la experiencia y a través de los sentidos, de una

manera espontánea, dispersa, generalmente acrítica y en orden a la vida práctica.

Al respecto Robert Doran dice: “El Sentido Común es un conjunto de significados

y valores acumulados por la comunidad; concernientes a las tareas dramáticas y

prácticas asignadas por la vida humana. La extensión de sus aplicaciones difiere

de cultura a cultura, según el grado de desarrollo de las diversas formas de pericia

técnica. El Sentido Común es la diferenciación mínima de la conciencia, que se

interesa por las tareas inmediatas y prácticas de la constitución del mundo. El

Sentido Común es realista en la medida en el que se caracteriza por el

reconocimiento de la posibilidad de “chispazos” intelectuales nuevos sobre

situaciones nuevas, que aumentan el fondo común de significados y valores y

hagan posible algún fragmento de novedad histórica; así favorece la novedad de

situaciones nuevas1”.

Por su parte Rodolfo De Roux, al analizar el capítulo sexto de “Insight”,

argumenta: “Este capítulo sexto explicita los términos y relaciones que constituyen

–el Sentido Común y su Sujeto- . Tal sujeto es todo hombre que crece más allá de

la infancia. Nadie tiene que ir a la escuela u obtener un diploma para desarrollar

1 DORAN, M. Robert. La Teología y las Dialécticas de la Hhistoria, En: Colección de Estudios

Filosóficos Universidad Iberoamericana Santafé. Editorial Jus. México, 1.993 Pág. 444 – 452.

14

algún grado de Sentido Común. Todo ser humano experimenta en alguna medida

un proceso espontáneo y auto correctivo de aprendizaje, mediante el cual se

aprenden y perfeccionan series enteras de actividades, desde caminar y hablar,

hasta una serie ilimitada de habilidades tan variadas como es cada vida

humana…Lonergan, pues, analiza los aspectos intelectuales del Sentido Común

sólo para dejar constancia, en forma directa, de la orientación intrínsecamente

práctica del sentido común, hacia la realización de bienes particulares deseados.

La practicidad del Sentido Común siempre es especializada en manera concreta:

un cazador no es por lo mismo un buen agricultor, un buen maestro no es por lo

mismo un buen hombre de negocios, y así de todo. Desde la perspectiva de la

conciencia y de los deseos, se puede distinguir una variedad de corrientes o de

tipos, según los cuales fluye la experiencia”2.

Thomas Reid, nos evidencia cómo a lo largo de la historia de la filosofía el tema

del sentido común ha sido controvertido. Para algunos es un tipo de conocimiento

prefilosófico para otros un tipo de conocimiento que argumenta desde otras

lógicas. Al respecto dice: “A más de uno el nombre de “filosofía del Sentido

Común” puede parecerle, cuando menos, desafortunado. Apelar al Sentido Común

en filosofía corre el peligro de parecer muy poco filosófico. ¿No consiste la filosofía

precisamente en cuestionar “lo que todos sabemos?” ¿No constituye el punto de

partida de la filosofía observaciones como “nada es tan sencillo como parece? La

filosofía pregunta “¿pero por qué?” y la respuesta del sentido común (que con

frecuencia parece ser “porque si”) no resulta satisfactoria. Sin embargo, la filosofía

a lo largo de la historia frecuentemente se ha decantado “a favor” o “en contra”:

Aristóteles, Reid y Moore lo hicieron a favor; Platón, Hegel y Mc Taggart, en

contra3.

2 DE ROUX, Rodolfo. Pan para todos. Colección Teología Hoy Nª34. Cargraphies, S.A. Bogotá

2.000, Págs. 75-77. 3 REID, Thomas. Investigación sobre la Mente humana según los principios del sentido común.

Editorial: Trotta. México, 2.004, Pág. 30.

15

Por otra parte afirma Reid: “parece entonces que la actitud de un filósofo hacia en

sentido común sí es de importancia, es más, de importancia filosófica…sentido

común (tanto ahora como en el siglo XVIII), ésta no significa más que “sensatez” o

“buen sentido común”. Así, es cuestión de sentido común no tender la ropa si

creemos que va ha llover, sino queremos que se moje. Con frecuencia utilizamos

la expresión: “es lo que todo el mundo concibe como obvio, indicando tal vez que

hay un conjunto de ideas, opiniones y percepciones comunes a toda la humanidad

y evidente para todos nosotros. Y ¿qué filósofo no ha escuchado la respuesta

“para saber esos no es preciso hacer filosofía; es cuestión de sentido común”? Es

decir, no hace falta argumentar, “está claro”, como se diría ahora.”4

Sergio Cianchini reconoce que, “a lo largo de la historia de la filosofía es claro ver

cierta apatía respecto al sentido común, esto obedece a la soberanía que se le ha

conferido a la razón y a la ciencia. Pareciera que el sentido común por no estar

anclado y construido desde la argumentación careciera de validez”5.

A groso modo se puede decir que los estudios sobre el sentido común coinciden

en argumentar que: el sentido común es un tipo de conocimiento que todo el

mundo posee por el ejercicio espontáneo de la razón, de forma no reflexiva, es

decir, precientífica. Que nos enseña cómo las cosas aparecen, que aunque es

importante no hay que tenerse por definitivo y completo.

4REID, Thomas. Investigación sobre la Mente humana según los principios del sentido común.

Editorial: Trotta. México, 2.004, Pág. 31. 5 CIANCHINI, Sergio. La revolución del Sentido Común. Editorial Trotta S.A, Buenos Aires, 2.000,

Pág. 123.

16

BERNARD LONERGAN

En el pueblo de Buckingham, de la provincia de Québec, Canadá, nace en 1904

Bernard Joseph Francis Lonergan, el primogénito seguido por sus hermanos

Gregory y Mark. Su padre, Gerald Lonergan, descendiente de inmigrantes

irlandeses, ingeniero topógrafo, egresado de la Universidad de McGill y su madre,

Josephine Helen Word. El 29 de julio de 1922 ingreso a la casa-noviciado de

Guelph, Ontario de los jesuitas canadienses de habla inglesa.

De 1926-1930 estudia en el colegio jesuita de Heythrop en Oxfordshire, Inglaterra.

Lonergan se dedica de lleno al estudio de la filosofía. Paralelo a la filosofía estudia

los fundamentos de las matemáticas la “Introduction to Logic” de H.W.B. Joseph y

el Grammar of Assent de John Henry Newman. Durante este período comienza a

perfilarse su interés por la teoría del conocimiento y por los preceptos morales de

la economía.

Al terminar sus estudios en Inglaterra, Lonergan vuelve a Canadá (1930-33) como

profesor del Colegio Loyola de Montreal. Al leer “Plato’s Doctrine of Ideas” de

John Alexander Stewart, descubre a Platón como metodólogo y que era necesario

verificar las ideas en la propia experiencia. De Stewart aprendió también que las

definiciones verbales dependen de algo previo que es el chispazo inteligente

(insight) y de lo cual depende el entendimiento; así cuando hay entendimiento

resulta más fácil definir. Al releer los diálogos filosóficos de San Agustín observa

en él una preferencia por la inteligencia y el entendimiento más que por

definiciones universales, lo que coincide con el desarrollo de su propia teoría

cognitiva.

Otra influencia significativa de este ciclo fue el libro de Christopher Dawson, (1989-

70) “The Age of the Gods”, que llevó Lonergan a superar su formación

renacentista en que había sido formado y que concebía la cultura clásica como

17

universal, incambiable, a-temporal, normativa y fundada sobre una ley natural y

divina. Con Dawson, Lonergan dio un giro antropológico hacía una noción

empírica, plural y dinámica de las culturas. En 1940 Lonergan vuelve a Montreal

donde enseña teología en el Collége de l’Immaculée Conception hasta 1946.

En 1945 comienza a reunir material sobre el deseo de conocer a Dios y la teoría

aristotélica del conocimiento según santo Tomas. Este material le sirve de base

para un curso sobre “Pensamiento y Realidad”. El estudio, reconocido como unos

de los más importantes del siglo sobre Aquino, no comienza con la metafísica de

Tomás sino con la psicología de su teoría cognitiva para investigar su

comprensión del entendimiento humano.

A nivel teológico, el trabajo ofrece una exégesis histórica sobre cómo Santo

Tomas recontextualizó dentro de la metafísica de Aristóteles la analogía

psicológica de Agustín sobre las relaciones Trinitarias. A nivel filosófico el trabajo

examina el modo cómo Tomas comprende el acto humano de entender y

establece que lo fundamental de su teoría cognitiva no son los conceptos que se

combinan en proposiciones para construir silogismos o formulas científicas. Más

bien son las operaciones cognitivas del entendimiento que fundamentan todo

silogismo, concepto y juicio. El estudio anticipa cómo Lonergan va a desarrollar su

propia comprensión del entendimiento humano a partir de las operaciones

cognitivas que son constitutivas de la estructura dinámica de la conciencia

intencional.

Lonergan se apropia del pensamiento de Santo Tomas para desarrollar un

programa con cinco propuestas para actualizar el catolicismo en diálogo con el

desarrollo moderno del pensamiento científico e histórico. Primero, propone

subordinar la lógica clásica al comando del método cognitivo de la mente humana.

Segundo, plantea superar la noción aristotélica de ciencia, con una comprensión

de las ciencias modernas basada en un análisis de la intencionalidad. Tercero, en

18

vez del alma de la metafísica clásica o la psicología de facultades, comienza con

el dato empírico de las operaciones cognitivas de la conciencia intencional del

sujeto psicológico. Cuarto, en vez de una noción clásica normativa y ahistórica de

la naturaleza humana, propone una comprensión histórica sobre el desarrollo

cultural fundado sobre la diferenciación progresiva de la conciencia humana.

Finalmente, en vez de los principios primarios de la tradición clásica6 establece

como más elemental el método trascendental de la conciencia intencional.7

Entre 1947 a 1953 se encuentra Lonergan en Toronto enseñando en el Instituto

Pontificio de Estudios Medievales y Regis Collage. En este período escribe su

obra filosófica magna, “Insight”, un estudio sobre el entendimiento humano , el

tratado epistemológico en ingles más importante después de John Locke (1632-

1704) y David Hume (1711-1776). Es un trabajo que dialoga a la altura del

desarrollo histórico de las matemáticas, de las ciencias y de la filosofía. Su

finalidad es responder a tres preguntas. ¿Qué hago cuando conozco? ¿Por qué

esto es conocer? ¿Qué conozco cuando hago esto? La respuesta a la primera

pregunta es una teoría del conocimiento, la de la segunda una epistemología y a

la última una metafísica.

En 1944 escribió un ensayo sobre economía, Dinámica macroeconómica: ensayo

de un análisis de la circulación; en 1953 publicó una obra maestra de filosofía, en

diálogo con los grandes filósofos modernos: Insight. Un estudio del entender

humano; en 1972, con base en los planteamientos de Insight, publicó Método en

teología, en el que propone un método de relación intra e interdisciplinaria de la

teología con las otras áreas y disciplinas humanas y sociales. Estas dos obras

6Lonergan, Bernard. “The future of Thomism”, en A Second Collection, edw, Ryan y B. Tirrell,

London, 1974, Pág. 44-52. 7 Cuando Lonergan menciona los principios primarios de la tradición clásica se refiere a los

principios de la lógica aristotélica que posteriormente Santo Tomas acoge para fundamentar sus estudios. A estos principios de la lógica de la tradición clásica Lonergan le contrapone su método de autoapropiaciòn indicando que dicha tradición clásica se preocupó por la formalidad del pensamiento y en cambio lo que él propone es que se estudie el dinamismo del conocimiento que se da en el sujeto humano real e histórico.

19

fueron su aporte principal, aunque su producción abarca muchos temas de

filosofía, teología y ciencias sociales que forman una gran colección.

Fue sacerdote jesuita e hizo su formación como teólogo en Oxford, Londres y

Roma. Fue miembro de la Comisión Teológica Internacional (1969-1974) y

profesor en la Universidad Gregoriana de Roma y en Montreal (1953-1965). En

pocas palabras fue un tomista convencido que buscó superar la brecha entre lo

sagrado y lo profano, entre el pensamiento cristiano y lo moderno. Se trata del

teólogo y científico jesuita canadiense. Contemporáneo de K. Rahner. Su

pensamiento ha tenido escasa difusión en lengua castellana hasta ahora. Falleció

a la edad de ochenta años8.

8 http://lonerganmorin.wordpress.com.

20

VISIÓN DE CONJUNTO

El estudio que hace el teólogo Lonergan sobre la comprensión humana, se da en

el marco de repensar nuevas estrategias pastorales con las cuales la fe y la

tradición católica fuera menos especulativa y conceptualista y sí más dinámica y

objetiva a los tiempos actuales. Para fundar esta propuesta, Lonergan se da

cuenta que es necesario, “volver al sujeto humano, pero ya no en sentido

abstracto haciendo quizá un simple juego de lenguaje, sino tomando clara

conciencia de lo que somos y nos falta por ser”9. Para lograr este propósito invita a

que objetivemos en nosotros mismos los procesos y operaciones neurales,

psicológicas y culturales.

Para cumplir dicho propósito en “Insight”, el teólogo, se hace fundamentalmente

tres preguntas sobre el conocimiento humano: ¿Qué hago cuando conozco? ¿Por

qué eso se llama conocer? ¿Qué conozco cuando conozco? Es evidente que su

investigación es un estudio sobre el entender y el conocer humano. Sin embargo,

Lonergan aborda otras preguntas que orientan otras dimensiones del ser humano

como: ¿Qué hago cuando decido? ¿Cuál es el papel de la psique, los sentimientos

y los valores en el proceso de decidir?, etc.

Para cumplir con este objetivo, el de “autoapropiarnos”, el teólogo Lonergan

propone que nos acerquemos a la comprensión de dichas preguntas. El tener

noción más clara, de lo que cada una de ellas significa en nosotros y en la vida

misma, facilitaría un conocimiento más claro de nuestras operaciones conscientes

e intencionales, así como también, una mejor integración de los distintos saberes

con el mundo de la vida10 y de las acciones humanas. Es de suponer que una vez

9 ROUX, Rodolfo. Pan para todos. Colección Teología Hoy Nª34, pág. 11. Cargraphies, S.A,

2.000. 10

Mundo de la Vida: Es el escenario donde nos damos cita todos los seres humanos como seres existentes reales, donde el conocimiento teórico se homologa con la realidad y se convierte en

21

lograda esta comprensión de la comprensión humana, Lonergan proyecta y cree

poseer los elementos necesarios para erigir una compresión nueva del hombre y

un logos para una teología pastoral renovada y acorde a la realidad histórica

presente.

Pues bien, la primera pregunta con la que incursiona Lonergan dicho objetivo es

averiguar, ¿Qué hago cuando conozco? Con esta pregunta de inmediato salta a

la vista la idea de pensar, que Lonergan pretende indagar o por lo menos

recordarnos, desde su método de autoapropiación, qué ocurre en nosotros, qué

vivimos o experimentamos cuando conocemos.

Si la intención de Lonergan con este segundo cuestionamiento, es averiguar e

ilustrar, cuál es el proceso que se da en nosotros cuando decimos que estamos

conociendo o hemos conocido algo. Es inevitable dejar de preguntarnos:

¿Lonergan nuevamente nos está planteando la pregunta por el origen del

conocimiento? Y si es así ¿qué de distinto es lo que nos plantea en su propuesta?,

porque este acometido varios estudiosos ya lo han abordado de diversos modos.

Algunos han afirmado categóricamente que el origen del conocimiento tiene lugar

en la experiencia, otros que en la razón y no han faltados aquellos que se lo

atribuyen a una voluntad superior a la del hombre. Dios.

Pues bien, es evidente que en su estudio sobre la comprensión humana el teólogo

nuevamente nos está planteando la necesidad de volver a que examinemos y

repensemos el origen del conocimiento y su proceso. Pero no tanto desde una

teoría del conocimiento para el mundo de la teoría, sino que una vez evidenciados

los procesos biológicos, neurales, afectivos y volitivos que ocurren en nosotros,

pensemos una comprensión del conocimiento más integral, una comprensión de la

conocimiento vivencial. Es el teatro en el que los sujetos humanos asumen de acuerdo a su capacidad y posibilidad una serie de papeles y roles, a través de los cuales comprenden, viven y actúan en el mismo.

22

comprensión humana para el mundo de la vida. Donde la teoría tome vida en el

acontecer de cada persona humana y la misma teoría se enriquezca a niveles

superiores de comprensión intelectual al estar conectada a la vida.

Para realizar esta tarea es necesario que cada persona tome conciencia

inteligente acerca de su realidad personal y grupal, para que desde ahí homologue

lo que dicen las teorías y los grandes relatos, con lo que vive. En este sentido hay

que dejar en claro que su propuesta de análisis introspectivo apunta en primer

lugar, a que nos demos la oportunidad de contemplar y analizar dichos procesos

en nosotros mismos, en nuestro acontecer diario; y en segundo lugar, a que

verifiquemos si realmente lo que dice la teoría y lo que vivimos, es verdadero y

digno del hombre.

Ya aclarado un poco el panorama intencional de Lonergan respecto a esta primera

pregunta de, ¿Cómo entendemos cuando comprendemos algo?, me permito

exponer algunas ideas en las que el teólogo piensa yace dicho origen de la

actividad cognoscente del ser humano. Lonergan en primer lugar, nos indica que

“los actos de conocimiento humano no son actos meramente biológicos, sino que

en el caso humano, trascienden al plano de actos intelectivos relacionado con el

conjunto de memorias de intelecciones pasadas. (Lonergan 234-235). Aquí es

claro reconocer que el teólogo canadiense, tiene en cuenta los dos elementos, o

mejor, tiene en cuenta las dos fuentes esenciales que, a lo largo de la historia de

la filosofía, se han reconocido como tal y que de algún modo dan razón del origen

del conocimiento, estos son: de la experiencia cuando él hace referencia a actos

biológicos y del pensamiento cuando hace referencia a memorias de intelecciones

pasadas.

Ya identificadas las fuentes del conocimiento que propone el teólogo, la siguientes

pregunta por plantearle es, ¿qué sucede en nosotros cuando conocemos algo? Y

al respecto nos dice “diversos modos de configuraciones de la experiencia”.

23

(Lonergan: 232). En Lonergan decir configuraciones de la experiencia es pensar

en la “relación”, claro la relación que entabla una conciencia (sujeto) con un objeto,

donde la función del sujeto consiste en aprehender el objeto, la del objeto en ser

aprehensible y aprehendido por el sujeto. Pues bien, al respecto Lonergan expone

los siguientes tipos de configuraciones de la experiencia “biológica, estética,

intelectual, dramática y religiosa.” (Lonergan: 232)

De la configuración biológica podemos decir, que es un impulso natural e

intencional del hombre por conocer y para ello se vale de sus sentidos (oído, vista,

tacto gusto, olfato) a través de ellos percibe y entra en relación con la realidad. No

de un modo meramente instintivo, sino a la base de un control que organiza. La

configuración estética, es el tipo de configuración en la el sujeto hace de la

realidad que percibe colores, formas, sonidos o gestos. La configuración

intelectual, surge del espíritu de indagación, aptitudes innatas, entrenamiento,

edad, circunstancias y del deseo de conquistar puntos de vista cada vez más altos

en los que se pueda dominar con destreza alguna parte de la realidad. La

configuración dramática, es la puesta en escena de las tres configuraciones

anteriores en el teatro de la vida. Donde el actor principal es cada ser humano,

donde los logros materiales y todas sus conquistas en este mundo de la vida, se

orientan en orden a una vida digna.

Las anteriores configuraciones en primer lugar acontecen en nosotros según

Lonergan, “del deseo natural de indagar y comprender la realidad”. (Lonergan,

225). En segundo lugar, de los brotes o chispazos inteligentes que cada uno

pueda hacer de acuerdo a su capacidad. Estos chispazos inteligentes o

respuestas acertadas, surgen ya decíamos, del deseo del hombre de cuestionar la

realidad con la cual se comunica y relaciona a través de sus sentidos y su

inteligencia. En conformidad con esta condición innata de cuestionar la realidad, a

diario nos planteamos preguntas como: ¿qué, para qué, por qué, cómo, etc.?, y

en este deseo de resolver dichas preguntas, nuestra mente se encamina en la

24

búsqueda de una imagen que nos permita aprehender o configurar dicha

experiencia, una vez lograda esta imagen, hemos entendido, hemos obtenido el

chispazo inteligente. Seguido y como consecuencia del mismo chispazo

inteligente, nuestra mente busca el modo de expresar esa imagen-esquema o

inteligibilidad captada, y para ello se vale de conceptos. Y por último, para

cerciorarnos si es correcto lo que entendimos, acudimos a demostraciones

empíricas, argumentativas o a consensos sociales.

El anterior proceso describe paso a paso lo que sucede en nosotros cuando

decimos que hemos conocido algo. A este proceso, nuevamente reitero, Lonergan

lo llama: chispazo inteligente. Hoy podríamos decir lograr acierto en algo, dar con

la respuesta inteligente, dar con el punto, etc.

Hasta este segmento de la exposición es claro entender que para Lonergan en

principio, el conocimiento tiene su origen en la experiencia y en la razón. Por otra

parte, hay que decir que Lonergan identifica el conocimiento como relación a la

que llama configuración de la experiencia. Esta configuración se da gracias a

chispazos inteligentes. Y que hay varios modos de configuración de la experiencia,

entre ellos: biológica, estética, intelectual, dramática y religiosa.

El segundo cuestionamiento de este aparte del trabajo al que he llamado, visión

de conjunto, es la pregunta que hace alusión a lo que cada sujeto o grupos

humanos, consideran como verdad. Pues bien, Lonergan nos interpela

preguntando, ¿Es así como decimos que conocemos? Como quién dice, ¿es

totalmente inequívoco lo que decimos afirmar como verdad o verdadero? De

inmediato el teólogo, nos pone en la ardua tarea de seguir examinando, en esta

ocasión no el proceso que se lleva a cabo en nosotros cuando conocemos, como

nos lo sugirió con la primera pregunta, sino que nos pide que examinemos el

contenido, el producto de ese proceso; es decir aquello que consideramos como

verdad o verdadero. Aquí de algún modo, Lonergan lo que nos sugiere es que

25

volvamos a repensar aquellos criterios de verdad y de certeza, que nos han

indicado lo que entendemos y confiamos como verdadero, para de este modo

depurarlos de todos aquellos sesgos que con el tiempo han tergiversado no solo el

concepto de verdad, sino la misma praxis de dicha verdad.

Ahora bien, una vez aclarado un poco el horizonte desde el cual Lonergan nos

vuelve a plantear la pregunta, por los criterios de verdad. Me permito en este

aparte decir, que en la mirada de conjunto que él hace del hombre en su actividad

cognoscente, parece llevarnos a otra pregunta fundamental, en este caso a la

pregunta de ¿quién es el hombre? Y en consecuencia nos dice, es una realidad

integral de razón, sentimientos, voluntad, corporeidad, sociabilidad, espiritualidad,

etc. Pues bien, desde esta breve aproximación acerca de lo qué es el hombre,

Lonergan se da cuenta que en algunos de estos elementos, en el transcurrir de la

historia humana y en la realidad misma del ser humano, han surgido una serie de

sesgos o aberraciones, las cuales han sacado del camino no solo la autenticidad

de la verdad y de lo verdadero, sino también el fin último del hombre de una vida

digna.

Para ilustrar dichos sesgos se vale de la sociología, antropología, filosofía y

principalmente, de la psicología. Y desde ellas afirma que, en algunos sujetos,

entiéndase sujeto en sentido individual y de grupo, la configuración o aprehensión

que hacen de los objetos, si esta mediada por intereses egoístas, repulsión, temor,

orgullo, disgustos, error y duda. Dicha aprehensión o configuración de la

experiencia, es sin lugar a dudas, patológica y con sesgos.

Estos sesgos son el producto viciado que se tiene de algún modo de la

comprensión humana, de los senderos paralelos que tenemos entre teoría y vida,

entre el discurso y el acontecer de la vida de cada persona o grupo humano.

Convirtiéndose todo lo anterior en el punto y el problema álgido que Lonergan

cuestiona e invita a repensar primeramente en cada uno de nosotros, en el

26

ejercicio de objetivarnos y en segundo lugar, en el de objetivar lo que creemos

conocer de la realidad. Y de este ejercicio de autoapropiación, sacar a

conocimiento público todas aquellas patologías y sesgos para que a la luz de una

nueva ciencia del conocimiento y de un nuevo hombre se depuren y corrijan.

Hasta aquí he expuesto el marco conceptual e intencional de Lonergan respecto

de su propuesta epistemológica. Desde dicha propuesta no es difícil entender que

el tema del sentido común, se da dentro de esa misma intención de responder a la

pregunta, ¿cómo comprendemos cuando comprendemos? Para adentrarnos al

tema del sentido común es necesario puntualizar, que Lonergan en su texto

“Insight”, dedica dos capítulos extensos a este tema. Desde ellos me permitiré

fundamentar y construir el texto.

Siguiendo un orden de ideas y cuestionamientos es necesario en esta ocasión

averiguar ya propiamente ¿qué es el sentido común para Lonergan?, en principio

él nos indica, “una serie de chispazo inteligentes” (Lonergan, 132), o como

diríamos hoy, una serie de respuestas inteligentes para el desenvolvimiento de la

vida práctica. Pues bien, es claro indicar sin riesgo de equívocos, que para este

estudioso canadiense, el sentido común es un tipo de conocimiento en grado

inteligencia.

Homologando y constatando este argumento de Lonergan, de que el sentido

común es un tipo de conocimiento en el grado de inteligencia. Me permito

mencionar algunos ejemplos que dan razón de ello. En la tarea de darles a

conocer mi plan de gobierno como alcalde, pude darme cuenta que muchos

campesinos identifican el estado de salud de una res solamente con observar y

palpar la temperatura, el grosor del pelo, el brillo de los ojos; para saber

temporada de lluvias les basta con observar la ubicación, color o la migración de

aves. En estos ejemplos sencillos, nos damos cuenta que estas personas a su

modo dan razón de un tipo de conocimiento, que no basan sus intelecciones en

27

argumentos, raciocinios o demostraciones científicas; sino de lo que la misma vida

y la necesidad les han enseñado. En otras palabras de lo que han aprendido en el

desarrollo cotidiano y ordinario de la vida.

Pues bien, Lonergan como sacerdote católico en el trabajo pastoral con sus

comunidades, quizá no solo se dio cuenta de una ni de dos situaciones, que dan

razón del sentido común, sino de infinidad de acciones. Por lo que es evidente ver

en sus escritos una clara constatación de ello y sobre todo, una gran preocupación

porque este tipo de conocimiento, el sentido común, se ilumine desde una nueva

comprensión humana.

En su intención de iluminar los diferentes saberes humanos y en este caso, de

exponer el tema del sentido común, Lonergan nos da la razón por la cual surge

este tipo de conocimiento, y al respecto indica, “La gente nace no solo con un

deseo natural de indagar y comprender; nace también en el seno de una

comunidad que posee un acervo común de respuestas probadas, y de ese acervo

cada quien puede asimilar una porción variable en la medida de su capacidad,

sus intereses y su esfuerzo” (Lonergan: 225).

En esta cita textual que considero eje de la estructura del tema del sentido común

en Lonergan de entrada nos acerca a dos temas fundamentales, con los cuales,

desde luego nos orienta hacia una posibles respuesta a la pregunta sobre el

origen del sentido común.

El primero de ellos es saber, que el sentido común es dado a cada sujeto a cada

individuo, pero ¿quién nos lo da?, de momento podemos decir, nuestra misma

naturaleza humana. Es ella, nuestra condición humana en su espíritu inquisidor

que desea no solo conocer, sino también, conquistar y gozar una vida cada vez

más digna.

28

En este esbozo del sentido común, como condición natural individual con la que

cada uno nace Lonergan hace una clara diferenciación respecto al modo como

viven las demás especies y por ello indica, “esta condición natural en el hombre de

indagar y comprender a pesar de estar vinculada a sensaciones, recuerdos,

imágenes, conatos, emociones y movimientos corporales, no son actos

meramente biológicos, sino que en el caso humano, trascienden al plano de actos

intelectivos”. (Lonergan: 234-235).

Son variados también los ejemplos con los que podemos ilustrar el argumento

con que Lonergan hace la salvedad de, que el sentido común, no es un tipo de

actividad meramente biológica o instintiva. Basta con vernos a nosotros mismos

para reconocer, que en acciones muy similares a las que realizan otras especies,

en nosotros no solo se da de un modo distinto, sino que tienen un fin diferente. En

el comer: el hombre da razón de valores como la urbanidad, la etiqueta, glamur, la

salud. etc. El sexo: del valor de la fidelidad, la familia, los hijos, aprecio y amor

mutuo. En estos ejemplos, vemos como estas acciones en nosotros son

transformadas en orden a unos valores y principios axiológicos, religiosos o

culturales.

Hasta aquí es claro advertir que el sentido común, surge del impulso que nos da

nuestra misma naturaleza humana por indagar y comprender. Que no es fruto

únicamente de actos meramente biológicos instintivos, sino que a la base de ellos,

se encuentra una inteligencia que los orienta en orden a unos valores.

El segundo tema, que nos indica el origen del sentido común, justamente lo

identifico en el argumento que dice, “nace también en el seno de una comunidad

que posee un acervo común de respuestas probadas, y de ese acervo cada quien

puede asimilar una porción variable en la medida de su capacidad, sus intereses

y su esfuerzo”. (Lonergan: 225). Al respecto hay que precisar que Lonergan

reconoce de inmediato el aspecto social del ser humano y parece indicarnos con

29

ello, que cada persona por ser hija de un entorno socio-cultural concreto, hereda o

recibe de él, toda una serie de intelecciones o modos inteligentes para enfrentar la

vida práctica.

Para ilustrar la idea, el sentido común como acervo común de respuestas

probadas, me permito mencionar la experiencia de haber preguntado a varios

niños campesinos acerca de su futuro y de haber escuchado como respuesta, el

deseo de ser como sus padres, hermanos mayores o líderes de su comunidad.

Esto es: casarse, tener hijos, comprar una finca para cultivarla y criar ganados.

Aquí es interesante detenernos un poco para indicar, cómo funcionan de algún

modo los patrones de conducta a la hora de transmitirse entre los seres humanos

las diferentes intelecciones. Y al respecto, hay que decir que detrás de estos

patrones de conducta: progenitores, hermanos mayores o líder comunitario, él

niño no solo reconoce un modelo de vida, sino también una serie de acciones que

él considera como buenas y verdaderas, como inteligentes y útiles, etc.

Este acervo común de respuestas probadas y su asimilación (configuración), es lo

que de algún modo nos permite la adquisición de competencias de comunicación,

de roles y costumbres al interior de nuestro entorno social. Para el caso de los

grupos humanos es lo que marca la diferencia de los unos respecto a los otros.

Este conjunto de respuestas probadas, son las que Lonergan invita a que en el

ejercicio de autoapropiación, repensemos y cuestionemos si realmente son tan

verdaderas y buenas como nos lo han hecho creer.

Continuando con esta exposición general del sentido común, me permito indagar

por el campo de acción del sentido común. En primera medida hay que indicar que

el sentido común no tiene pretensiones universales y que sus verdades no aplican

para todos los casos, por eso Lonergan consciente de esto dice, “será natural que

frente a hechos extraños a su cúmulo de intelecciones el sentido común, resulte

ser ineficiente, basta con que un individuo se halle entre extraños, en otro sitio o

30

en un oficio ajeno, para que le sea imposible evitar vacilaciones y torpezas en

tanto no se haya familiarizado con todo ello y no haya adquirido un nuevo conjunto

de intelecciones”.(Lonergan: 230). Valga aclarar que con esto Lonergan, no niega

la posibilidad de que las personas con el tiempo y en la experiencia, pueda

desarrollar las competencias que le demanden otras culturas, oficios e

intelecciones.

Ampliando un poco esta idea del campo de acción del sentido común, es

importante decir, que el sentido común jamás aspira a un conocimiento

universalmente válido, y tampoco pretende una comunicación exhaustiva de sus

conocimientos, ya que su interés es lo concreto y particular, lo inmediato y

práctico, y su función es dominar cada situación en el momento en que se

presente o se requiera.

Por otra parte Lonergan nos indica que, “el modo de proceder del sentido común

consiste en lograr un conjunto incompleto de intelecciones, que habrá de

completarse únicamente al añadir en cada ocasión las nuevas intelecciones que

un examen de la ocasión hace patentes. (Lonergan: 227). En este sentido, se

puede decir, que el sentido común es una especialización de la inteligencia en lo

particular y concreto, más no en axiomas universales. Donde la tarea de cada

individuo o grupo humano es irlo completando de acuerdo a sus intereses y

necesidades.

Otra pregunta que es necesario formularle a Lonergan es, ¿Cuál es el objetivo del

sentido común?, a estas alturas de la exposición es ya prudente decir que el

objetivo del sentido común es dar razón del mundo de la vida, del arte de saber

vivir. Es por eso que Lonergan afirma, “que sentido común no tiene pretensiones

teóricas, se ciñe completamente al mundo familiar de las cosas relacionadas con

nosotros. Sus conocimientos no pretenden ser premisas para obtener

deducciones. Sin embargo, sirven para comunicar cautelas que de ordinario

31

conviene tener en mente. (Lonergan: 226). Por otra parte añade, “el sentido

común si se le pidiera que argumentara éste lo haría desde las analogías, más sus

analogías desafían toda formulación lógica, es decir funcionan directamente a

partir de sus actos de intelección acumulados, sin necesidad de que estén

formalizados” (Lonergan: 227).

Otra idea que nos aclara el objetivo del sentido común la podemos caracterizar

diciendo que las únicas preguntas que trata de resolver el sentido común son: el

cómo y el para qué sirve. Es decir todos sus esfuerzos se orientan hacia intereses

y preocupaciones de la vida humana, por el éxito en la ejecución de las tareas

cotidianas, por el descubrimiento de soluciones inmediatas que resulten eficaces.

Es así que desarrollar el sentido común, indica Lonergan “es contener el impulso

omnívoro de la inteligencia inquisitiva y esquivar, por impertinente sino tonta,

cualquier pregunta cuya respuesta no produzca una diferencia inmediatamente

tangible” (Lonergan: 229).

Por último en esta visión de conjunto, me permito indicar que la validez de un

conocimiento desde el sentido común, se da a partir de sus resultados prácticos,

es decir si son eficaces en los quehaceres de la vida. Es por eso que al sentido

común no le interesa argumentaciones conceptuales, ni mucho menos derivar

principios universales, no requiere de un lenguaje técnico y no tiene propensión

hacía un modo de hablar, “Acepta que se debe decir justo lo que se quiere dar a

entender y que se dé a entender justo lo que se dice. De lo que se sigue que el

único intérprete del sentido común es el sentido común. (Lonergan: 228).

32

ESTUDIO DEL SENTIDO COMÚN DESDE LA PSICOLOGÍA

Lonergan valiéndose de algunos elementos de la psicología demuestra que la

configuración del sentido común en el ser humano, se lleva a cabo gracias a la

predisposición innata con la que nace cada sujeto humano y al legado de

intelecciones que el entorno social le aporte. Esto no quiere decir, que sus

argumentos epistemológicos los construya solamente viendo la actividad

cognoscente, meramente como proceso psíquico. Su explicación filosófica acerca

de la comprensión humana, también la fundamenta en otras ciencias como la

antropología, sociología, historia, ética y teología.

A Lonergan parece preocuparle no solo los procesos a través de los cuales el

individuo obtiene conocimiento del mundo, sino también de los resultados que éste

forja, conquista y la toma de conciencia que ha de tenerse a la hora de su

aplicación. Es así como desde la psicología y desde las ciencias sociales nos va

ha indicar los distintos sesgos que pueden estar aconteciendo en nuestra actividad

cognoscente y en la puesta en obra que de ellos hacemos en el diario vivir.

Este estudio lo aborda desde dos grandes temas: el primero, tiene que ver con el

nivel subjetivo, es decir, el recurso humano interno con que nace cada persona y

desde el cual incorpora y vive cada situación en el mundo. El segundo, es el nivel

objetivo, éste tiene que ver con los condicionamientos externos, es decir con

aquellos filtros culturales, que el entorno social le impone y desde los cuales le

permite entender y vivir. Pero en Lonergan también refiere este aspecto de

objetividad, al ejercicio de autoapropiación, que no es otra cosa, que el

objetivarnos a nosotros mismos.

Lonergan para ilustrar de un modo más rotundo este tema de la configuración del

sentido común, se impone la tarea de analizar casos concretos, y en esta tarea se

da cuenta que en algunas personas, la configuración de la experiencia y con ella

33

del sentido común, se ve distorsiona o sesgada a tal punto de convertirla en algo

patológico. Es importante aclarar, que el término configuración de la experiencia,

desde Lonergan, es el modo cómo cada sujeto humano individual o grupal,

incorpora en su entendimiento y en su vida lo que dice conocer de la realidad, lo

que dice tener por verdad o verdadero. En los capítulos siguientes del trabajo,

veremos el desarrollo y la identificación de dichos sesgos en la comprensión y en

el vivir humano.

34

EL SUJETO EN CUANTO SUJETO

En este aspecto subjetivo de la configuración del sentido común, lo que Lonergan

expone es una subjetividad existencial, es decir, que sea capaz de dar razón de la

vida humana en su desenvolvimiento natural. Y para ello nos invita a que

analicemos no sólo lo que sucede en nosotros cuando conocemos, sino también lo

que sucede en los objetos que decimos conocer. Volver la mirada al sujeto-en-

cuanto-sujeto, no es otra cosa que poder afirmar con mayor claridad: que cada

persona-en-cuanto-sujeto es la que se constituye a sí misma; como sujeto-en-

cuanto-objeto es el que por su facultad racional puede objetivarse a sí misma, y

como sujeto frente a los objetos, es el que hace de éstos cultura y conocimiento. Y

a través de todo ellos procura gozar de una vida digna.

En esta intención de pensarnos en el devenir real de la vida humana, Lonergan se

da cuenta que el desarrollo del sentido común en cierta medida, se procura

dependiendo de la configuración de la experiencia que cada uno haga de ella, esto

es, “el modo como cada sujeto codifica lo que percibe sensorialmente y la manera

como se formula un acto de intelección. Que parte de la sensación cuya base es el

cuerpo y los movimientos de éste, seguido del conato o propósito”. (Lonergan:

233). De aquí podemos derivar, que la configuración de la experiencia depende de

destrezas biológicas, neurales y fenómenos psicológicos como la motivación.

Lonergan para ilustrar el modo como cada sujeto configura la experiencia de modo

distinto, cita la anécdota, “Tales al estar absorto en las estrellas, no vio el poso

donde cayó. A la lechera la tenía tan sin cuidado las estrellas, por lo que no pudo

pasar por alto el pozo. Sin embargo, Tales bien pudo haber visto el pozo, pues no

estaba ciego; y tal vez la lechera hubiera podido interesarse por las estrellas,

puesto que era humana”11. (Lonergan: 233). En esta leyenda se constatan los tres

11

Es necesario aclarar que Lonergan difiere de la fuente original, -Tecteto de Platón, 173c – 176 a- en cuanto al oficio y al sentido que expresa la mujer que allí se menciona. Platón se refiere a la

35

elementos necesarios a la hora de configurar o aprehender una realidad: el

elemento sensorial, neural y psicológico.

Para revisar desde Lonergan los sesgos que ocurren en el aspecto subjetivo del

sentido común, retomo nuevamente algunas ideas que indican lo qué sucede en

nosotros cuando conocemos. Lo primero que sucede en nosotros cuando decimos

que conocemos o hemos conocido algo, es una configuración de la experiencia en

el nivel biológico. Esto es, una percepción que la conciencia capta de la realidad a

través de los sentidos, la cual proporciona los elementos necesarios para que el

sujeto, elabore una imagen o esquema de ella. En este nivel Lonergan parece no

encontrar ninguna patología o sesgo, a no ser que ésta sea congénita.

De esta configuración o aprehensión, biológica de la realidad, cada persona

dependiendo de sus capacidades intelectuales, psicológicas, culturales, edad,

sexo, época, etc. orientará su intelección hacia otros tipos de configuración, tales

como:

La configuración estética: Es la aprehensión que hacen algunos sujetos de la

realidad, forjando de ésta colores, formas, sonidos o gestos. Cuya aprehensión

desborda los límites de una formulación intelectual o científica. Por lo que su

validación o criterios de verdad, no dejan de ser más que juicios de valor en el

nivel de gusto y la participación en la obra. Lonergan en este tipo de configuración

de la experiencia, tampoco formula o identifica algún sesgo.

La configuración intelectual: surge del espíritu de indagación, aptitudes innatas,

entrenamiento, edad, circunstancias y del deseo de conquistar puntos de vista

cada vez más altos en los que se pueda dominar con destreza alguna parte de la

sirvienta Tracia, mujer ingeniosa y simpática que se burla de Tales. En ella parece revelar la idea de alguien que se burla del filósofo que por estar viendo y pensando situaciones etéreas, se ha olvidado de su propia realidad. Lonergan habla de una mujer cuyo oficio es de lechera. Con ella expresa la idea de que entre las personas existen diferentes tipos de intencionalidad a la hora de captar y configura la experiencia, así ésta sea del mismo objeto.

36

realidad. En este tipo de configuración de la experiencia Lonergan sí encuentra

ciertos sesgos. Algunos de ellos son: pereza mental y soberbia. La primera la

identifica como aletargamiento, pasividad, conformismo y creencia de que no es

necesario saber mucho para vivir bien. La segunda hace referencia a aquella

actitud de creer que se las sabe todas y que solamente él o cierto saber humano

tienen la razón.

De igual manera, es importante recalcar que en la configuración intelectual de la

experiencia, se encuentran el sentido común y todos aquellos saberes cuyo

fundamento es el concepto o la demostración científica. Como consecuencia de la

anterior consideración es importante también afirmar: que tanto el sentido común

como los demás saberes, lo que buscan cada uno a su modo, en su tarea de

conocer la realidad, es forjar una idea o esquema de ésta. El sentido común en

orden al desenvolvimiento del sujeto en la vida práctica y los demás saberes en

orden a fundar y hacer de sus aprehensiones, verdades y axiomas conceptuales o

científicas universales. Que finalmente procuran, al igual que el sentido común, la

realización o por lo menos orientan un mejor vivir del hombre y su medio natural.

En el marco de búsqueda y preocupación por encontrar el modo de integrar los

distintos saberes desde una nueva ciencia, Lonergan parece identificar dos tipos

de sentido común, el primero es el sentido común que da razón de la realidad de

modo espontáneo, sin ningún tipo de mediación conceptual o científica. Y del que

creo haber expuesto hasta este punto. Un segundo tipo de sentido común, es el

que él llama, sentido común ilustrado y a él pertenecen todos aquellos saberes

que fundan sus verdades en el concepto y en las demostraciones científicas.

Parece ser que Lonergan se dio cuenta que en la vida práctica del ser humano, es

decir en el acontecer diario de las personas de criar hijos, madrugar, tomar

trasporte, enfermarse, etc. El discurso y las verdades científicas terminaban

siendo, al igual que el sentido común espontáneo, verdades en orden a facilitar un

37

mejor vivir, en saber estar al lado de otros y sabernos a nosotros mismos en

situaciones concretas. Es así como cae en la cuenta, que todos los saberes

encuentran un punto de llegada y es, el procurar en la vida práctica-real, los

medios necesarios para que cada ser humano alcance su mayor realización en

términos de humanización.

Este deseo de integrar la teoría y la vida humana, en Lonergan tiene como

objetivo fundamental, humanizar el conocimiento. Sus escritos refleja una

invitación abierta a aquellos estudiosos que han logrado un grado óptimo de

comprensión conceptual y científica de la realidad, para que pongan al servicio de

la vida sus hallazgos teóricos, así como también, a que a través de ellos otras

personas puedan alcanzar un grado más alto de comprensión y de sentido de lo

que significa ser persona en el aquí y en el ahora.

Lonergan en el propósito de encaminar el sentido común a un grado de desarrollo

intelectual mayor, quizá se dio cuenta en su trabajo pastoral, como igualmente lo

pude constatar en el tiempo de campaña electoral, que muchas personas definen

su vida y su existencia simplemente asegurando algunas necesidades básicas. Y

como consecuencia de esto no solo germinan actitudes de conformismo y letargo

existencial, sino también pequeños grupos dominantes que se valen justamente

de dicha actitud para someter y dominar.

Varios casos y situaciones dan razón de esta actitud elemental y acrítica de

muchas personas. Para ilustrar y fundamentar el argumento, de la necesidad de

orientar el sentido común a un grado de desarrollo superior, tomo algunas de las

reacciones que manifestaban las personas, a la hora de ejercer su derecho al

voto. Cuando junto con mi equipo de trabajo presentábamos el plan de gobierno,

no faltaron aquellos que nos manifestaron su apoyo si a cambio les dábamos

bultos de cemento, arena, mercado o dinero. Solicitud frente a la cual fuimos

claros al explicarles: que nuestra intención no era comprarles su derecho al voto,

38

sino que cada uno al conocer los proyectos y la seriedad del equipo de líderes que

aspiraban representarlos, nos apoyara a conciencia.

Este fue nuestro criterio de acción ética en campaña. Y en contraste a mi equipo

de trabajo y a nuestro pensar, estaban los caciques que han gobernado toda la

vida el municipio. Éstos haciendo uso de su poder económico y de ingenio para

mentir, no solo les llevaron mercados y bultos de cemento vencidos, sino también

orquesta y cerveza. Y fue así como por estas dádivas, la comunidad eligió a su

líder.

La anterior situación descrita antes que expresar algún efecto de resentimiento por

la derrota electoral, es la inconformidad frente a una mentalidad cultural que

pareciera estar en complacencia con que unos pocos piensen y decidan por la

mayoría; es la preocupación de saber que pese a las grandes elucubraciones que

se han hecho en torno al ejercicio del poder y a la democracia, éstos no dejan de

ser más que palabras porque en la vida real de las personas las asimetrías en

cuanto a riqueza, oportunidades y calidad de vida son vergonzosas; es el deseo

de aunar esfuerzo para que las personas se atrevan a pensar y a decidir por sí

mismas, teniendo en cuenta desde luego, que su radio de acción en cuanto a

derechos, termina donde comienzan los de los demás.

Pues bien, si bien es cierto que el sentido común es un conocimiento intelectual

básico con el que cualquier persona elementalmente vive, y además, que es un

tipo de inteligencia humana resultante de actos de intelección, es decir de actos

inteligentes, también es cierto e importante tener en cuenta, que para la vida de un

pueblo, éste no es suficiente. Que necesitamos desarrollar otras competencias

más elaboradas desde las ciencias y la filosofía. Con las cuales podamos adquirir

sentido inteligente y responsable frente a nuestra realidad personal y social.

39

Queda por presentar en este aspecto subjetivo de la configuración de la

experiencia del sentido común, la configuración dramática de la experiencia. Esta

hace referencia a la puesta en escena en el teatro de la vida, de las intelecciones

que como sujeto individual y colectivo he cultivado. En otras palabras, es el modo

como cada uno vive los roles torpes o inteligentes en su diario acontecer. En el

que cada persona puede ser buen o mal actor.

En este aspecto de la vida como teatro donde las personas nos damos cita para

actuar12, es importante recalcar que el éxito de nuestra actuación y el llegar a

poseer varios papeles y oportunidades de desarrollarlos, depende de la cantidad

de intelecciones que hayamos desarrollado u aprendido, también de nuestros

intereses o simplemente de la necesidad que ha obligado a adquirirlos. El

sabernos buenos o malos actores, es el resultado que se espera encontrar

después de habernos autoapropiado. Resultado que nos debe llevar a los

imperativos: sé inteligente y sé responsable.

Lonergan en algunos momentos de su exposición en este aspecto, pareciera

darnos idea negativa de la vida como teatro y de las acciones que allí realizamos,

pero no es así; antes bien, nos anima al decir, “que hay realidades que con la

constancia racional, discernimiento y elección se pueden transformar” (Lonergan:

240). Y es ésta la actitud positiva que el teólogo nos trasmite, al decirnos que pese

a los múltiples extravíos que nosotros mismos nos hemos impuesto, es posible

desde los valores de inteligencia y el discernimiento, promover un nuevo hombre y

12

En Lonergan el Concepto de “Teatro de la vida” hace referencia a los lugares y situaciones concreta en las que cada ser humano se encuentra consigo mismo y con los demás. Espacio vital en el que cada persona experimenta sus triunfos y fracasos, dolores y alegrías, vida y muerte, etc. Espacio en que aprende a respetar y amar a su prójimo y a su creador.

40

una nueva vida para éste13. Donde los papeles y las actuaciones humanas sean

justos.

En esta tarea de discernir e identificar todo aquello que impide el pleno desarrollo

del sentido común, Lonergan reconoce que en la configuración dramática es

donde más se presentan sesgos o patologías. Según él esto sucede, “porque en el

gran teatro del mundo, el sujeto subordina los proceso neurales a las

determinaciones psíquicas, es decir a consideraciones subjetivas. Es así como

cada actor asume múltiples papeles, los cuales cambian con arreglo a mudanzas

de época, lugar y medio social”. (Lonergan: 241-243).

Lonergan reconoce que hay algunos factores que repercuten en la configuración

de la experiencia y estos están asociados a lugar y tiempo; pero de igual modo,

reconoce que dicha configuración en el teatro de la vida a menudo está

condicionada por egoísmos, intereses o simplemente por ignorancia. Y todo esto

es lo que de algún modo provoca los sesgos, es decir, aquellos errores tanto en

comprensión de nosotros mismos y de la demás realidad como una la plena y

digna realización de la vida humana.

Algunas de las patologías o sesgos más comunes según Lonergan son: La

Introversión. Esto es, el encerramiento o aislamiento que algunas personas hacen

en sí mismas. A estas personas comúnmente se les identifica como autistas si

tienen alguna patología mental; pero igualmente, en este tipo de sesgo se

encuentran aquellos que creen tener siempre la verdad y no ven más allá de su

propia percepción, estos por sus dogmatismos y caprichos se encierran en su

mundo, castrando la posibilidad de socialización y crecimiento mutuo.

Desconociendo por completo que el conocimiento y la vida misma, es un

constructo social.

13

SIERRA Gutiérrez, Francisco. La comunidad como sujeto. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Diciembre 2.002, Pág.: 82.

41

La Represión, trastorno mental que se ocupa de impedir la producción del acto de

intelección, así como también de facilitar su expresión. En muchos casos el

individuo con esta patología, acude a la actuación a través de mecanismos de

defensa, muchos de ellos de modo inconsciente. Un ejemplo de esta patología es

la manera como algunas personas asumen la norma no acatando el valor que éste

salvaguarda, sino por miedo a la sanción. Pareciera ser reiterado el hecho que

muchas personas pierdan su actitud natural y racional a la hora de seguir una

norma y procedan a su cumplimiento de modo fingido y reprimido.

Aberración Dramática, es la reacción individual o de grupo en la que por disgusto,

orgullo, temor, egoísmo o duda, se excluyen todo aquello que no sea plenamente

identificado al interior de su imaginario cultural. Es la tendencia endógena de

algunos grupos humanos, que bien sea por temor a ser vulnerados en sus

costumbres o sus dignidades, limitan su papel o rol en el escenario de la vida,

simplemente al espacio que les da su grupo.

Lonergan se da cuenta que los anteriores sesgos impiden el pleno desarrollo de

las personas, no solo lo en su forma de pensar, sino también en su modo de vivir.

Y todo esto desde luego, altera tanto el desarrollo del sentido común espontaneo,

así como también, el sentido común ilustrado en el aspecto de la subjetividad. En

el hecho mismo que no permite al sujeto humano desplegar de modo auténtico y

pleno todas sus capacidades neurales, psíquicas y de inteligencia práctica.

Esta subjetividad en Lonergan tiene un carácter práctico, es decir tiene que ver

con el ejercicio de autoconocimiento y de autorealización en el drama de la vida,

esto nos dice: “mediante acciones personales e interpersonales libres y

responsables”. (Lonergan: 271). Develar todas aquellas bondades así como

también, los sesgos existentes en el sujeto particular y colectivo que conoce y

vive, es otro de los logros que alcanzaríamos en la tarea de autoapropiarnos.

42

Otra tarea del sujeto en cuanto sujeto es, una vez identificados dichos sesgos, se

encamina a depurarlos y a corregirlos. De suerte tal, que los procesos cognitivos

estén libres de prejuicios y de sentimientos egoístas y su radio de acción sea

orientado a niveles cada vez más altos, en términos de realización dignas del ser

humano.

Aparte de las anteriores configuraciones de la experiencia (biológica, estética,

intelectual y dramática), Lonergan identifica como teólogo la configuración

religiosa. Esta se refiere al modo como las personas no solo reconocen, sino

también aprehenden en el mundo de la vida, una presencia y una voluntad de un

ser superior. Y en cuya comunión el ser humano encuentra sentido pleno de la

vida en este mundo y esperanza de una vida futura. En cuya esperanza confía y

espera una plena realización de su ser de persona.

Es interesante el modo como Lonergan nos afirma la riqueza que hay en cada uno

de nosotros a la hora de captar la realidad. Algunos hacemos de ella sensaciones

que luego convertimos en arte, conceptos, vida y trascendencia: “Uno es el nivel si

la intención es sólo prestar atención, otro si además de atender buscamos

entender, otro si además de las anteriores pretendemos organizar categorías de lo

que hemos entendido y otro si, además, queremos hacernos responsables de lo

que hemos atendido, entendido y organizado”. (Lonergan: 234).

En la anterior cita vemos los cuatro imperativos que integran el método de

autoapropiación, en ellos nos presenta un excelente resumen de cómo el sujeto en

cuanto sujeto, va trascendiendo a niveles más altos de conocimiento y sentido de

lo qué es y hace. Todo ello dependiendo no sólo de su capacidad, sino también de

las oportunidades y sobre todo de su espíritu de superación.

43

EL SUJETO EN CUANTO OBJETO

Para Lonergan es de suma importancia no solo aportar una nueva propuesta

epistemológica, sino también dejar una idea clara de lo que es el ser humano. Por

esta razón vemos en este aparte de su tratado, “Insight”, que su intención es

evidenciar un tipo de conocimiento que yace en nosotros mismos, en nuestra

conciencia racional y en nuestra actividad psíquica. Este tipo de conocimiento nos

va indicar Lonergan es el resultado de habernos objetivado u autoapropiado. Y en

la medida en que se extraiga dicho conocimiento podremos obtener una

comprensión más clara de lo qué somos y del propósito en el aquí y ahora de

nuestra existencia.

“Es objeto, porque el desarrollo del sentido común implica un cambio no sólo en

nosotros con quien las cosas están relacionadas, sino también en las cosas que

están relacionadas con nosotros. Representa también, objetivarnos a nosotros

mismos, esto es, autoapropiarnos de nuestra realidad individual, por otra parte

significa el sabernos apropiados de algún modo por nuestro entorno social”.

(Lonergan: 263).

Pensar en el nivel objetivo en Lonergan, no es otra cosa que el sabernos cada uno

objeto de si mismos y objeto de los demás. Objeto de sí mismos, en cuanto que

cada uno en el ejercicio de autoapropiación individual lo puede hacer y de ello

extrae un conocimiento de su realidad personal. Objeto de los demás, en cuanto

que pertenecientes a un entorno social, éste condiciona y emite igualmente una

aprehensión de lo qué somos14.

Es importante aclarar que el concepto “objeto” en Lonergan no es el término

peyorativo que hace referencia a cosa, sino lo que expresa el teólogo a través de

14

Desarrollo del conocimiento: es una acumulación de intelecciones en la cual cada acto sucesivo complementa con exactitud y suple la deficiencia de aquellos que lo precedieron; Insight: pág.: 224.

44

este concepto, es saber que cada uno de nosotros no sólo somos lo que

pensamos cada uno respecto de sí mismo, sino también lo que los demás han

pensado o piensan de nosotros. Esta objetivación de sujetos-en-cuanto objetos

tendrá como resultado, una comprensión y apropiación más acertada de nosotros

mismos.

Al igual que en la configuración del sentido común en el nivel subjetivo, Lonergan

nos expone desde la psicología y la sociología algunos factores decisivos en la

configuración del sentido común en su aspecto objetivo. Algunos de ellos son:

La estructura dinámica: se refiere a la recurrencia de las acciones humanas es

decir, a la dinámica interna de un conjunto de relaciones en movimiento, en las

que los individuos al realizar ciertas acciones no sólo se reconocer actores en el

escenario de la naturaleza, sino también en el escenario de sí mismos. Y en este

descubrirse a sí mismo el sentido común, cae en la cuenta de que la aprehensión

que hace de la realidad es incompleta y que sus intelecciones se encuentran

distribuidas en cada individuo.

La intersubjetividad y el orden social: es el modo como de diversas formas el

hombre procura control del mismo hombre. Y es por ellos que en su tarea de

procurar satisfacer los deseos propios, procura en corresponsabilidad con los de

los demás, satisfacer los de éstos. A esta corresponsabilidad también la llama

Lonergan, bien del orden. Es así como el ser humano obra no para satisfacer

deseos aislados, sino para adquirir con su trabajo y esfuerzo una vida cada vez

más digna de su ser. De ahí que sus acciones, no las perpetúe individualmente

sino desde y con la cooperación de los demás, intersubjetividad en la que

encuentra su papel en el drama de la vida y procura su realización

mancomunadamente con la ayuda y el reconocimiento de los demás.

45

La familia, el círculo de amigos, los distintos escenarios sociales, son los que de

una u otra manera va facilitando su realización. Lonergan nos ilustra, un modo de

bien del orden al decir “En la comunidad civil la inteligencia práctica concibe el

ordenamiento de las relaciones sociales como un bien del orden desde el cual se

regula la convivencia y la vida de los individuos”. (Lonergan: 270).

La tensión de la comunidad: Es el modo como el entorno socio-cultural constriñe

con leyes, normas y de diversos modos al sujeto individual o de grupo. Por su

condición de inteligente el ser humano debe comportarse inteligentemente. Al

respecto Lonergan argumenta diciendo, “Porque el hombre es inteligente y desea

gozar de paz espiritual ordena sus propios sentimientos y acciones bajo las reglas

generales a las cuales se atiene en cuanto es inteligente”. ((Lonergan: 272). Aquí

una vez más Lonergan nos interpela con su exhortación imperativa, “comprende”,

en este caso para indicarnos, que como seres inteligentes lo que se espera de

nosotros, son acciones inteligentes y no torpes ni egoístas.

La dialéctica de la comunidad: Hace referencia al modo como en el escenario de

la vida, se dan cita diversos modos de pensar, sentir y actuar, y al modo cómo la

comunidad como memoria colectiva se retroalimenta de cada sujeto y ésta a su

vez, alimenta a cada sujeto.

Aberración del individuo: es la actitud sesgada en la que el individuo cegado por su

egoísmo, se revela caprichosamente contra su entorno social al que ve como

enemigo y obstáculo para el cumplimiento de sus deseos. En otros casos se

expresa con rechazo a cooperar en el ejercicio de intelección y como

consecuencia de esto se tiene, un desarrollo incompleto de la inteligencia práctica

y una no cooperación intersubjetiva.

La aberración de grupo: se refiere a la falta de cooperación de la inteligencia

práctica, la cual por estar dispersa entre muchos individuos, no permite cohesión

46

social para obrar inteligentemente en el momento oportuno. Otro sesgo es creer

haber llegado a un bienestar excesivo o que su utilidad se acabó. En

consecuencia la sociedad acaba por estratificarse, y su punto álgido se expresa en

acciones ofensivas y defensivas.

La aberración general: es el letargo generalizado, el cual se expresa con no

desarrollo de la inteligencia y la racionalidad, desprecio de ideas oportunas y

fructíferas, conformismo, indolencia y estancamiento. Como consecuencias

Lonergan identifica que “el no ser capaz de examinarse a sí mismo, el no

descubrir que su inteligencia práctica en un desarrollo especializado del

conocimiento humano, el permanecer al margen del desarrollo de la inteligencia a

un nivel comunitario, trae como consecuencia grandes crisis que terminan en la

desintegración y las decadencias totales, psiconeurosis y ruina de las naciones y

las civilizaciones” (Lonergan: 293).

El ciclo amplio es originado por la aberración general del sentido común. Se

caracteriza por el menosprecio de ciertas ideas frente a las cuales todos los

grupos acaban por ser indiferentes en virtud de la aberración general del sentido

común. Algunas de las implicaciones del ciclo amplio son: deterioro acumulativo

de la situación social (alejamiento acumulativo de la coherencia, la dinámica del

progreso es reemplazada por la indolencia y luego por el estancamiento; también

se presenta la irrelevancia creciente de la inteligencia desasida y desinteresada la

cual genera una vida endógena.

En situaciones extremas Lonergan reconoce, que en el peor de los casos, se

puede dar la capitulación de la inteligencia en un menor nivel (del sentido común)

en un nivel mayor (la especulación) ésta última la inteligencia se torna

radicalmente acrítica, carece de un punto de partida desde el cual pueda distinguir

entre el avance social y el absurdo social. De ésta capacidad crítica se sigue la

incertidumbre y la inestabilidad de la vida social en general.

47

Lonergan plantea algunas alternativas con las cuales se superarían los sesgos y

las patologías del ciclo amplio. Para iniciar nos advierte que la aberración general

del sentido común no puede ser corregida por el sentido común, pues la

aberración es abstrusa y general, y el sentido común se ocupa de lo particular.

Una solución es que se analicen cómo las intelecciones actuales influyen en la

vida de las personas ahora e influirán en el futuro. Esto sería mediante la

probabilidad emergente, en la ocurrencia de intelecciones y decisiones futuras; y

así como pueden hacer este descubrimiento, puede también utilizarlo no sólo al

conformar biografías individuales y al educar a los hijos a imagen de sus

progenitores y de las autoridades estatales, sino en la tarea mucho más ambiciosa

de orientar y en cierta medida de controlar su historia futura. Para esto Lonergan

propone la idea de “hacer una teoría práctica de la historia, erigida desde una

ciencia empírica-crítica, capaz de identificar principios que superen la tentación del

sentido común de lo obvio y lo fácil.” (Lonergan: 296).

Otra solución es plantear una nueva formación del hombre. Donde éste logre

desprenderse del egoísmo, la pereza y la ignorancia. Un hombre que sea

representante de la inteligencia desasida que aprecia y critica a la vez, que no

identifica el mal con lo nuevo ni con lo antiguo, y que, sobre todo, no se deje llevar

por el absurdo social y la indiferencia.

Y por último, Lonergan nos propone la idea de una sociedad que él llama

Cosmópolis, “ésta no es una clase ni un estado, está por encima de todos sus

reclamos, todo lo reduce a su medida justa, está fundado en su desasimiento y el

desinterés de toda inteligencia. Que exige al ser humano la lealtad primera, que se

implementa a sí misma primordialmente por esa lealtad, que es demasiado

universal como para ser sobornada, demasiado intangible para ser sojuzgada,

demasiado eficaz para ser ignorada”. (Lonergan: 297). Dicha Cosmópolis sería el

48

resultado de consensos entre el sentido común espontáneo y el sentido común

ilustrado.

49

NECESIDAD DE ORIENTAR EL SENTIDO COMÚN A UN NIVEL

MÁS ALTO DE DESARROLLO INTELECTUAL Y HUMANO

Como lo exprese en la introducción del texto, uno de los objetivos de la

investigación es aplicar el método de Lonergan a los temas desarrollados a lo

largo del trabajo. Por este motivo me permito seguir identificando y homologando

situaciones concretas con los elementos que el teólogo propone.

Es de admirar el ingenio o como decimos popularmente, la malicia indígena, de

nuestra cultura colombiana para resolver los problemas y desafíos emergentes del

diario vivir. Basta con ver en las calles de nuestras ciudades cómo las personas se

las arreglan para conseguir su sustento diario, bien sea vendiendo golosinas en

los buses o en las calles; cantando y recitando poemas en el transporte; contando

chistes y cuentos en los parques; plagiando la canción o la película que está en

cartelera; o en el peor de los casos aquellos que aprovechando el descuido de los

demás para disponer de sus propiedades.

En los anteriores ejemplos vemos ese deseo y voluntad con la que nuestra gente

trata de salirle al paso a sus necesidades básicas como es alimentarse, vestirse,

criar a los hijos, pagar un arriendo, etc. Sin embargo, este tipo de inteligencia al

que hemos identificado con el nombre de sentido común espontáneo, no es

suficiente para garantizar el pleno desarrollo no solo de la inteligencia misma, sino

también el posibilitar condiciones más dignas y más justas en la vida de las

personas.

Y es justamente en esta insuficiencia del sentido común espontáneo, que detecto

la necesidad de promover dicha inteligencia práctica, a un nivel más alto de

desarrollo intelectual y humano. Para fundamentar esta parte de la tesis, me

permito citar a Lonergan, quien de una manera acertada y prudente nos hace ver

el alcance y las dificultades que les deparan a aquellos pueblos que entienden y

viven solamente desde el sentido común espontáneo.

“Por desgracia el sentido común no incluye un inventario de sus propios

contenidos. No reside íntegro y cabal en una mente individual. No puede señalar

ningún conjunto registrado de experimentos para su justificación. No puede

50

afirmarse de por sí en ninguna de las generalizaciones inflexibles que caracterizan

a la lógica, las matemáticas y la ciencia. El sentido común conoce, pero no sabe lo

que conoce, ni cómo conoce, ni cómo corregir y complementar sus carencias.

Únicamente las explosiones ciegas y destructoras, inevitables aún en una

desintegración parcial del orden social, puede convencer al sentido común

práctico de que su competencia tiene límites y de que deber primero aceptar

aprender, si es que quiere dominar la nueva situación”. (Lonergan: 273-274).

Pareciera afirmar Lonergan que el sentido común espontáneo sufre de amnesia, o

por lo menos tiene dificultad para guardar sus conocimientos. No posee un registro

completo de sus vivencias y aprehensiones que hace de la realidad. Y en este

sentido dichas personas estarían condenadas como dice el adagio popular, a

repetir su historia. Ilustrar con un ejemplo esta dificultad del sentido común

espontáneo, no me es difícil. Comparto el caso de una familia que en los primeros

días de campaña política difamaba a los polítiqueros de toda la vida por sus actos

de corrupción, pero una vez recibe de ellos recompensa, su descontento se

transforma en sentimientos halagadores.

En el anterior ejemplo vemos cómo unas personas renuncian a sus convicciones y

razones, simplemente porque les dieron algo puntual y aparentemente necesario.

En esto queda claro el hecho de cómo este tipo de inteligencia práctica es

vulnerable y como de parte y parte se rompe con el valor de la responsabilidad

social. Aquí el sentido común espontáneo decide no pensando en el bienestar de

la comunidad, sino en el bienestar particular y personal. Por lo que es fácil

identificar uno de los sesgos o patologías que Lonergan nos expone, vemos en

este caso el sesgo conocido como, aberración de grupo, el cual consiste en tomar

decisiones al margen de la comunidad sin dimensionar las consecuencias para los

demás.

El sentido común espontáneo no se encuentra en una mente individual. Con ello

nos indica Lonergan que no todos los miembros de una comunidad desarrollan las

mismas destrezas prácticas. Con esto queda igualmente claro, que el sentido

común espontáneo es un tipo de conocimiento que se especializa en quehaceres

prácticos de la vida. El riesgo que acarrea este tipo de especializaciones de la

inteligencia práctica es a la absolutización de dichos conocimientos y en el caso

51

de que se extinga dicha destreza a que desaparezca de la vida del grupo que la

posee.

El sentido común espontáneo no teoriza, su conocimiento en gran parte sigue

circulando desde la tradición oral, esto es desde narraciones orales que pasan de

generación en generación, de padres a hijos y así sucesivamente. Las

posibilidades de teorizar sus conocimientos se dan muy pocas veces, cuando esto

sucede se da gracias al trabajo de curiosos a quienes les ha llamado la atención

dichos conocimientos que generalmente los identifican como proverbios o

sentencias populares. Uno de los riesgos inminentes que posee el sentido común

espontáneo en el ejercicio de transmitir los conocimientos por vía de la tradición

oral, es a que éstos se tergiversen o a que simplemente olviden.

El sentido común espontáneo no busca hacer demostraciones empíricas de sus

conocimientos como sí lo hacen las ciencias. Aquí lo que preocupa al sentido

común espontáneo es resolver situaciones particulares y concretas, que arrojen

resultados en términos de utilidad y eficacia para la vida práctica u el momento

que se esté viviendo. En consecuencia se puede tener una mentalidad de pensar

solamente en el hoy, “comamos y bebamos que mañana no sabemos si estemos

vivos”, aforismo y actitud de gran similitud con el pensar epicúreo. La vida de los

pueblos estaría condenada a vivir en un eterno presente, sin ninguna

preocupación por el futuro de sus vidas.

El sentido común espontáneo en cuanto grupo, no sabe claramente qué y cuánto

conoce, por lo que le queda difícil corregir sus errores o completar sus falencias.

Como es sabido los actuales Estados y Constituciones Políticas promueven la

libertad de pensamiento, y esto está muy bien, pues es desde la libertad como el

ser humano en su condición de inteligente, procura acciones inteligentes. Pero

para el sentido común espontáneo, le es difícil pensar u acordar consensos y

criterios de verdad para todos. Esto debido a que sus vivencias e intelecciones se

encuentran dispersas entre todos los miembros de la comunidad. Como hemos

podido ver gran parte de las verdades que son prácticas tienen su aval, al amaño

de intereses personales por lo que estaríamos afirmando, que el sentido común

espontáneo, rige su pensar y vivir desde una óptica donde todo pareciera ser

relativo. Relativo a una persona, a un grupo, o a una determinada situación.

52

El sentido común espontáneo no sigue un método que indique paso a paso lo que

debe hacer para alcanzar una meta. Su modo de proceder, es de ensayo y error

hasta alcanzar el fin particular deseado. En consecuencia se tienen una serie de

acciones realizadas de modo ciego; por otra parte, se pone en peligro la misma

vida de la comunidad, la cual estaría a expensas del azar y no bajo la guía de

maniobras plenamente deliberadas. Es a esto lo que llama Lonergan, caída en el

absurdo social.

Lonergan consciente del riesgo que corren las comunidades y la misma

humanidad al estar solamente guiadas por el sentido común espontáneo es

lapidario al afirmar, “El análisis anterior, lejos de conceder al sentido común una

hegemonía en los asuntos prácticos, conduce a una extraña conclusión de que el

sentido común debe tender a quedar subordinado a una ciencia humana que se

ocupa, si vale parafrasear una sentencia de Marx, no sólo de conocer la historia

sino también de orientarla. Pues el sentido común no está a la altura de la tarea de

pensar en el nivel de la historia… el reto que la historia plantea al ser humano es

que restrinja progresivamente el ámbito del azar o la casualidad o el destino y que

amplíe progresivamente el ámbito de la aprehensión consciente y la elección

deliberada. El sentido común acepta el reto, pero no lo hace sino en parte.

Necesita ser guiado, pero es incompetente al escoger su guía. Acaba por

involucrarse en iniciativas incoherentes”. (Lonergan: 286).

Si bien es cierto que el sentido común permite la supervivencia, aporta un nivel de

verdad distinto de las cosas, que es la primera herramienta innata con la que los

hombres comienzan a conocer la realidad y que aporta los elementos necesarios

para dialogar, socializar y vivir, etc. También es cierto y evidente, que hace ya

varios siglos que el ser humano valiéndose justamente del sentido común, domina

y entiende de un modo más claro y objetivo su realidad personal y su mundo

exterior, esto es gracias al discurso elaborado de la filosofía y los postulados de

las ciencias positivas. Y poseyéndolos no nos queda otra salida inteligente, que la

de ponerlos en práctica, entendiendo que el fin de cada logro humano, es el de

hacernos cada vez mejores personas.

53

Otro aporte en este segmento de la discusión es reconocer que así como el

sentido común necesita de las ciencias empíricas, para fundamentar sus

verdades, del mismo modo las ciencias empíricas necesitan del sentido empírico

para aplicar sus postulados, las ciencias necesitan métodos para alcanzar sus

objetos abstractos y universales; pero los científicos necesitan del sentido común

para aplicar esos métodos de manera conveniente al ejecutar las tareas concretas

de las investigaciones particulares, igual que los lógicos necesitan el sentido

común, si es que han de aprehender lo que se quiere dar a entender en cada acto

de expresión humana… tal vez ahora resuelve evidente que la totalidad de la

ciencia, incluida la lógica, es un desarrollo de la inteligencia que es

complementario al desarrollo que llamamos sentido común. Lonergan es

categórico al decir que: “la elección racional no es entre la ciencia y el sentido

común; es una elección de ambos, de la ciencia para dominar lo universal y del

sentido común para tratar lo particular” (Lonergan: 230).

Lonergan es claro al decir que en la vida real de cada ser humano, las personas

no se dan a la tarea de hacer extensos razonamientos o demostraciones

científicas para vivir. Cada persona dependiendo de su entorno cultural y de los

procesos intelectivos que haya logrado, resuelve sus quehaceres diarios de modo

natural. Entiéndase natural como una acción inteligente y no torpe.

La propuesta de Lonergan y mi deseo con este trabajo de grado, es que se piense

en cómo desarrollar un poco más el sentido común espontáneo. Lonergan nos

propone la idea de pensar en una nueva ciencia que sea capaz de integrar todos

los saberes humanos, una nueva ciencia que no absolutiza la vedad de modo

caprichoso. Que no trate simplemente de ver si la fuente principal del

conocimiento es la razón o la experiencia; que no trate solamente de buscar

criterios de vedad en el concepto, en las demostraciones empíricas o en lo útil. Se

trata de pensar todo ello y además aquello que no se haya pensado y sea

necesario incluirlo. Se trata de fundar una nueva ciencia que tenga en cuenta todo

aquello ineludible e importante para la promoción de un nuevo hombre, un hombre

que entable relaciones humanas entre los humanos y de fe y amor con su creador.

54

Decir desarrollo del sentido común a grados más altos de desarrollo intelectual es

pensar en la posibilidad de educar a nuestros niños y jóvenes en condiciones

dignas, esto es: con escuelas y colegios aptos, con los recursos modernos que

ofrece la ciencia y la técnica, con programas académicos homologables con su

contexto social, con educadores profesionales que amen su trabajo y proyecten

semilleros de ciudadanos con carisma de progreso y servicio. Es también pensar

en la acción ética de los medios de comunicación de informar la realidad de los

hechos y no verdades a medias.

Decir desarrollo del sentido común a grados más altos de desarrollo humano es

dejar de pensar con sentimientos egoístas; es borrar las memorias que han

envenenado el corazón de odios; es tener la capacidad de reconocer en el otro no

a un enemigo sino a alguien del que podemos aprender, necesitar o promover; es

reconocernos y aceptarnos en nuestros errores y aciertos; es el sabernos seres

en proyecto que se construyen con esfuerzo día a día; es sabernos seres para la

vida en este mundo y en la eternidad para estar con Dios.

55

CONCLUSIONES

Decir sentido común, es pensar en la condición natural de indagar y comprender la

realidad de modo espontáneo. Es afirmar una actividad inteligente propia del

hombre el cual desea indagar y aprender. Es identificar un tipo de inteligencia que

no aspira a un conocimiento universalmente válido, su interés es lo concreto y

particular, lo inmediato y práctico. Conocimiento que no requiere un lenguaje

técnico y especializado. No tiene inclinaciones teóricas, se ciñe completamente al

mundo familiar de las cosas relacionadas con nosotros. Acepta que se debe decir

justo lo que se quiere dar a entender y que se dé a entender justo lo que se dice.

Su desarrollo y florecimiento depende del estar dispuesto, o verse obligado, a

aprender cómo aprender, que comienza por lo más sencillo para avanzar hacía lo

más complejo. En cada cultura e individuo se presenta de modo diferente de

acuerdo al lugar u oficio que desempeñe.

Para muchos estudiosos el sentido común les resulta como la expresión más

primaria, básica y poco desarrollada de la inteligencia humana. Lonergan desde

luego, efectivamente reconoce que es así, “El sentido común constituye el saber

más básico primario e inmediato del que dispone todo individuo como miembro de

una comunidad, siendo este saber, además, un elemento fundamental para la

integración de la misma.”(Lonergan: 226). Sin embargo reconoce su valor en la

vida de las personas y en el desarrollo y aplicación de los demás saberes.

Cuando Lonergan dice “la elección racional no es entre la ciencia y el sentido

común; es una elección de ambos, de la ciencia para dominar lo universal y del

sentido común para tratar lo particular” (Lonergan: 230). Uno de inmediato puede

afirmar que las ciencias particulares y también la filosofía, arrancan del sentido

común, no podría ser de otro modo, que normalmente nos dice cómo son las

cosas, y reflexiona sobre nuestros conocimientos adquiridos de modo espontáneo,

56

y va más allá , indaga por qué y para qué son o suceden las cosas en particular.

Por ende, sin el sentido común no tendríamos posibilidad y sentido de

supervivencia; sin la ciencia no cabría desarrollo técnico; sin filosofía no

sabríamos nada sobre el origen, el fin y el sentido de la vida. Sentido común,

ciencia y filosofía en pocas palabras son distintos niveles de la verdad de las

cosas.

En el drama de la vida humana, es decir en la vida real de las personas la

inteligencia humana no sólo es artística, ni de elucubraciones y demostraciones

científicas, sino también práctica. El hombre no busca el conocimiento por el

simple ejercicio de saber o de entender, sino que en su esfuerzo permanente de

enfrentarse a sí mismo, a los demás y a la misma naturaleza para transformarlos

en cultura, lo que anhela en lo más profundo de su ser es encontrar sentido de su

existencia y condiciones de vida más justas y más dignas.

Me parece interesante la propuesta de Lonergan de pensar en la formación de

nuevos hombres. Un hombre capaz de aceptarse como es, que guarda respeto y

comprensión por el que piensa distinto, fiel a los compromisos y responsabilidades

adquiridas, amante de la verdad y la justicia, con su inteligencia forjado nuevos

proyectos, solidario con los más débiles y cocreador con el artífice de todo.

Lonergan al respecto nos presenta una descripción de cómo deberían ser esos

nuevos hombres y mujeres, “un hombre capaz de discernir cuándo hay que

impulsar a una realización cabal y cuándo hay que negociar, cuándo es sabio

darle tiempo al tiempo y cuándo el retraso provoca desastres, cuándo hay que

esperar un consenso amplio y cuándo hay que emprender una acción a pesar de

la oposición. Tiene que ser capaz de atraer la atención y ganar la confianza, de

presentar concretamente lo esencial de un caso, de tomar sus propias decisiones

y garantizar el consenso de los demás, de comenzar a llevar a cabo una parte de

esa serie de respuestas sociales que le salen al paso de los retos sociales, tal

57

como Toynbee lo ha ilustrado de manera tan pródiga y brillante en su libro “study

of History.” (Lonergan: 265).

La idea de pensar en una nueva ciencia que integre todos los saberes me parece

también una propuesta interesante desde Lonergan. Se me ocurre pensar en una

ciencia con la capacidad de homologar teoría y vida; que saca a conocimiento

público lo verdadero o lo falso de los demás saberes; que no se sesguen sus

puntos de vista sino que es pluralista; que sus conocimientos no están en función

y beneficio de unos pocos sino de toda la humanidad; que forma hombres y

mujeres que procuran la mayor realización de sus talentos.

Guardo respeto y comprensión con aquellos que durante toda su vida han

conocido y vivido desde el sentido común espontáneo. Sin embargo desde

Lonergan y en el trabajo pastoral que realizo como candidato al sacerdocio

católico, me preocupa lo vulnerables que éstas personas son. Me preocupa que se

les siga engañando con pseudopolíticas sociales, que se les siga predicando que

ser pobres es identificarse con el querer de Dios, que se les proteja simplemente

porque son reliquias del pasado y no porque son seres humanos, que se les

trasmita a través de los medios de comunicación verdades a medias. En fin que no

se les reconozca su valor y dignidad de personas.

58

59

IMPERATIVOS

LONERGANIANOS

60

LECTURA DEL SENTIDO COMÚN EN CONTEXTO

El municipio de Quetame es de origen indígena. Significa en lengua chibcha

“nuestra labranza del monte”. Fue fundado en 1.826, debido a un incendio la

población fue destruida en su totalidad por la llamas, situación que obligó al

traslado al sitio actual. La categoría de municipalidad se dio en el año 1832 a

solicitud de su fundador ante el Gobernador de Cundinamarca. El municipio

pertenece a la provincia del Oriente, posee desde una topografía quebrada a muy

quebrada.

En cuanto a población, la proyección censo DANE 2004 establece que la mayor

población está concentrada en el campo así: el 80% (5.227 habitantes) es

población rural y el 20% (1.337 habitantes) se encuentran en la cabecera

municipal. Las actividades principales del municipio son la agricultura (cultivo de

fríjol, sagú, maíz, arveja, arracacha, etc.).

61

La economía del municipio depende fundamentalmente de la agricultura teniendo

como producto más representativo el Sagú, también figura la ganadería en una

menor escala. El mayor porcentaje de la población económicamente activa se

desempeña en labores agrícolas aunque gran parte de éstos son jornaleros cuyo

empleo depende de la época de cosecha. Dada la topografía muy pendiente en

gran parte del municipio, el desarrollo de labores mecanizadas se torna muy difícil.

La producción se realiza a pequeña escala.

En el municipio se viene presentando un fenómeno de cambio de actividad

agrícola a pecuaria, no solo por los bajos costos que representa el mantenimiento

de los animales sino también por la falta de facilidades de crédito y la imposibilidad

de pago de las deudas ya contraídas. Otra de las actividades que han tomado

forma es la avicultura y principalmente la de postura.

En cuanto comercio su actividad se circunscribe a la provisión de elementos de la

canasta familiar y en el aspecto industrial el municipio no presenta ningún tipo de

desarrollo.

El municipio se destaca por contar con uno de los pocos centros educativos del

departamento dedicados a la instrucción en el denominado bachillerato normal

que educa para profesores.

Las anteriores son algunas de las cosas más importantes que tiene en municipio

donde he vivido gran parte de mi vida. Me he valido de ésta experiencia para

desde ella leer y exponer los diversos modos como opera el sentido común en sus

gentes.

Siguiendo este análisis en contexto, me permito decir que el municipio de

Quetame pese a distar apenas a cuarenta minutos de la capital de la República,

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es un municipio que presenta grandes dificultades en cuanto atención de salud

para sus pobladores, a nivel de educación las aulas de clase y los recursos

didácticos son obsoletos, las vías de trasporte en tiempo de invierno son caminos

de herradura, los métodos con los que los campesinos cultivan y crían sus

ganados son rudimentarios, un ochenta por ciento de las viviendas hasta antes del

sismo, estaban construidas en barro, ahora están construidas en la promesa que

les ha hecho en presidente. Además es una población con un alto arraigo a sus

tradiciones en el que se destaca su fervor religioso católico.

El sentido común espontáneo, es la herramienta principal con la cual la mayoría

de estos pobladores entienden y viven. Es así como es natural ver a muchas de

estas personas aún creyendo que Dios fue quien los ha castigado con el sismo y

que esto obedece a sus pecados cometidos. Aquí uno podría pensar la figura del

sacerdote que representa, el sentido común ilustrado, explicando de diversos

modos a su comunidad, que este tipo de fenómenos ocurren simplemente porque

aún la naturaleza se está formando y que Dios de ningún modo desea y realiza

este tipo de acciones.

Muchos de los niños campesinos siguen el modelo de conducta y de vida de sus

padres, en estos patrones de conducta Lonergan advierte “el interés de un

individuo coincide con su tierra natal, las costumbres, la gloria y el peligro.

(Lonergan: 273). Es así que el logro más alto al que pueda aspirar un niño, es ser

como su padre, hacer lo que ha visto que él hace, pensar como verdad y válido lo

que él como tal le ha enseñado. Aquí domina un peligro y es saber que no todo lo

que estos padres creen como verdad y acertado, es realmente lo mejor.

Muchas mujeres son sometidas a los diversos tipos de maltratos por parte de su

compañero sentimental. Algunas de ellas quieren romper con este esquema pero

como advierte Lonergan “rehúsan por una terquedad emotiva de temor, horror,

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repulsión” (Lonergan: 2449. Parece ser que para algunas de ellas es el precio con

el que pagan alimento y de algún modo protección.

Algunos campesinos en su deseo de minimizar tiempo y costos económicos, a la

hora de preparar los terrenos para la siembra, optan por quemar sus terrenos y

ello ha traído como consecuencia el que se hayan acabado algunos yacimientos

hídricos, así como también, el deterioro de lo terrenos a causa de derrumbes,

parece ser que las normas no son eficaces o como dice Lonergan: “Hay poca

capacidad para distinguir entre la coerción externa de los mandatos impuestos

mediante el y el temor, y las implicaciones internas por las cuales el juicio

razonable implica una vida razonable” (Lonergan: 252).

El imaginario cultural siempre parece haberles enseñado a pensar que, político es

sinónimo de robo y trampa, pues ese fue el referente constante con que fuimos

juzgados. Lonergan en este aspecto nos indica un sesgo, “una aberración en la

comprensión de sí mismo será una aberración en la comprensión de los demás”

(Lonergan: 255).

El egoísmo Lonergan lo califica como un “sesgo de la compresión humana y

desarrollo incompleto de la inteligencia y estancamiento de la inteligencia hacia

bienes más nobles” (Lonergan: 277). Uno de los bienes a los que las personas

egoístas no aspiran o simplemente renuncian es al aprecio por parte de la

comunidad, al valor de la solidaridad, al mismo desarrollo del pueblo, ya que si

progresa la comunidad progresan todos sus miembros.

La idea es que el hombre tome conciencia nos dice Lonergan “que en cuanto

inteligentes, el hombre es origen y responsable de los sistemas sociales dentro de

los cuales, en cuanto individuo, desea y trabaja, goza y sufre. En cuanto

inteligente, el ser humano es un legislador; pero, en cuanto individuo, está sujeto a

sus propias leyes” (Lonergan: 271). O sea que no nos queda otra opción que la

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de vivir inteligentemente, esto es reconociendo a los demás no como enemigos,

sino como alguien del que puedo necesitar y aprender; por otro lado, reconociendo

que la ley y la norma salvaguarda una razón de ser.

La ganancia que obtienen aquellos que pasan por vivos delinquiendo es

aparentemente ventaja para ellos y pobreza para los demás, a este sesgo de

grupo Lonergan lo describe como “la aberración del desarrollo. Las ventajas para

un grupo particular son ordinariamente desventajas para otro, por lo cual una parte

de las energías se desvía hacia la actividad superflua de luchar e implementar

mecanismos ofensivos y defensivos” (Lonergan: 282). Nuestro país está plagado

de resentidos sociales, evidencia de ello son los grupos de guerrillas, delincuencia

común, que ven que por el camino legal no pueden alcanzar lo que desean,

entonces optan por conseguirlo a través de las armas y la violencia.

Una persona libre de prejuicios y de coacciones externas e internas dice Lonergan

“ha logrado un equilibrio entre las demandas neurales y los eventos psíquicos, y

de preservar a la vez la integridad de la corriente de la experiencia” (Lonergan:

249). Esto es lo que finalmente toda persona debe buscar un equilibrio, un punto

medio donde la razón no sea otra cosa que la promotora de vida para todo el

género humano.

Cierro esta parte señalando el siguiente argumento del teólogo “los hombre

progresan por su inteligencia, y declinan por su aberración” (Lonergan: 235).

Inteligencia sinónimo de progreso, entiéndase progreso en Lonergan no solamente

en lo material, sino en lo ético, humano y espiritual.

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