Abre tus manos

Quiero que sepas, hermano mío, Que hay un camino de libertad. Abre tus manos no tengas miedo, Sirve al Señor, hazte redentor.   Y por eso, sacerdote, Mercedario redentor. Que con nosotros, va la Madre, Va la Madre, Va la Madre de mi Señor.   Mira a tu hermano, mira su estado, Necesita de tu amor, que le brindes comprensión, Oye sus gritos, y su clamor, Necesita de tu ayuda, necesita del Señor.   No te equivoques, es Cristo mismo, Ese pobre, ese esclavo, con dolor. Ven rompe cadenas, paso firme, mano libre, Dale al mundo todo lo que pueda dar tu amor.   Sólo desde el amor, la libertad germina, Desde la fe, alas van creciéndole, Ven con nosotros, juventud para el Señor Ven con nosotros, para el Reino de mi Dios.

Cadenas de Amor

Una vida en manos del Señor, una ofrenda, Una nueva esperanza de paz. Vamos a hacer nueva la humanidad Trabajar para liberar.   Romped las cadenas de esclavitud Que afligen y hacen sufrir Y al hombre que espera atar con cadenas. Cadenas de amor, cadenas de amor. (3).   No llevemos las alforjas más que de pan repletas, Agua fresca de la fuente de Dios. Agua al sediento, al hambriento su pan, En su rostro a Cristo encontrar.   Ese hermano que no encuentra la luz y la vida, Carga el peso de su dolor. Podrá con su voz albar al Señor, Si tu amor libera su corazón.

Camino con Nolasco   Caminare, Pedro Nolasco Por caminos de amor Que con Cristo y con María Seré yo un redentor (2).   El carisma mercedario, Es la norma de mi vida, Quiero darlo, darlo todo, Con Cristo y con María. No te canses pregonero Da tu vida por amor, Que con Cristo y con María, Seré yo un redentor. La, la, la, la.......   Que florezcan nuevos vástagos Una nueva generación. Que fecunde a la Iglesia. El carisma redentor. Que rompamos las cadenas, Que demos liberación, Que con Cristo y con María, Seré yo un redentor. La, la,......   Que María, mercedaria, Recoja mi canción Que florezca aquel olivo, Signo de liberación. Yo camino con Nolasco, Doy mi vida por amor; Que con Cristo y con María, Seré yo un redentor. La, la, la,....

Canción del Mercedario  Canción del mercedario que nace del corazón, Un canto de alabanza a Cristo nuestro Señor. De la mano de María, llegaremos a Jesús. Sembrando a nuestro paso, Caridad (Caridad) y redención.   La juventud vive con fe, el ideal que guiará, Todo su andar, su caminar hasta encontrar, La verdad que es el Señor, Que en la oración hace crecer, La fuerza de la unidad.   El ideal es trabajar, con constancia y fidelidad. En la Iglesia, hasta lograr realizar, La presencia del Señor, en toda la humanidad, Que nos dará la libertad.

Canto a la Virgen de la Merced  Virgen de La Merced, Compañera de los pobres. (2) Esperanza de una tierra que grita Y clama liberación.   Tú ya sabes, Madre Nuestra, Que este pueblo sufre mucho, Porque no hay plata para vivir; Mientras otros, unos pocos, Son los dueños del dinero, De nuestras tierras, y del país.   Tú ya sabes, Madre Nuestra, Que este pueblo vive herido Por la injusticia y la ambición; Hoy venimos a pedirte, Que podamos ver muy pronto Un mundo libre de la opresión.   Tú ya sabes, Madre Nuestra, Que miramos hacia el cielo, Buscando allí nuestra solución; Hoy te vemos en la tierra, En la gente de este pueblo, Que lucha contra la explotación.

Canto a San Pedro Nolasco

Juntos los jóvenes unimos a esta voz, Juntos para hacer fuerte lazo de amor, Tu caridad, nos pides dar a los demás Siempre anhelando para todos libertad. Y consagrando al servicio de la fe de los demás nuestra esperanza, nuestro afán.   El Señor Jesucristo nuestro Redentor, Encendió para el mundo el fuego del amor Y con María, Madre de tu Corazón Diste al hermano la libertad de Dios, Pedro Nolasco, padre del amor.   Manos dispuestas para construir en paz, Mentes dispuestas para construir en paz, Nuevos caminos de oración y caridad, Siempre anhelando para todos libertad. Y consagrando al servicio de la fe de los demás, nuestra esperanza, nuestro afán.   Somos los jóvenes que quieren imitar, Tu gesto humilde, tu bondad al entregar, Toda la vida en la tarea de salvar De los peligros al hermano al caminar, Y así contigo, Pedro, vivir por una verdad Cristo murió para salvar.

Guíanos San Pedro Nolasco

Hermano tu que tienes problemas Tú que dices que la vida no vale la pena. Ven con nosotros, rompe cadenas Se libre y liberador.   Quiero ser contigo, Mercedario redentor. Que San Pedro Nolasco, Nos lleve a Dios. (2)   Ser joven, no es un momento en la vida, Es la vida dada al Señor. Hoy he descubierto tu rostro, Yo quiero darte consolación.   Mercedaria es tu Madre, La que te cuida con amor. Mercedarios somos nosotros, Si en nuestras vidas vive Dios.   Dame tu hermano, mi hermano, Acepta a Cristo en tu corazón. Juntos caminamos unidos, Con la alegría que sólo da Dios.

Himno a San Pedro Nolasco  Ven (3) Ven Nolasco, Patriarca Ejemplar, Ven (3) Que en la Tierra ya no hay libertad Ven (3) Gran Modelo de Fe y Caridad Ven (3) Haznos Libres para liberar.   Ven, Nolasco, pues tú nos hiciste Herederos de la redención Y queremos ser hoy en la Iglesia Signos vivos de libertad.   Ven, Nolasco, pues todos queremos Denunciar, anunciar, liberar Y contigo avanzamos seguros Descubriendo camino al andar.   Ven, Nolasco, pues somos tus hijos Y contigo aprendemos a ser Redentores de los oprimidos En un mundo que empieza a nacer

Juventud Mercedaria

Jóvenes unidos, por un ideal, Con ilusiones, y esperanzas como tú. Juventud Mercedaria, los amigos de Dios. Estamos dispuestos, para construir un mundo mejor.   Juventud Mercedaria, yo estoy aquí. Juventud Mercedaria, libres para redimir.   Jesús nos liberó, nos perdonó, Haciendo de nosotros, testigos de su amor. Como Pedro Nolasco, nuestro patrón, Vive en nosotros, es la antorcha preciada del amor.   La Virgen María, la Madre del Señor, De los mercedarios, impulso liberador. Nuestra respuesta, siempre sonreír, Romper cadenas, las que atan al hombre de hoy.

La Familia Mercedaria

Amaos como yo os he amado, Construyendo entre todos La Familia Mercedaria (2).   No podemos renunciar A lo que otros nos dejaron, Nolasco vive hoy, A través de nuestros brazos; Debemos continuar lo que ellos comenzaron.   Donde haya un cautivo, Allí pongo yo mi casa. Con el Pan y el Vino, Celebremos el encuentro; Es signo de familia acoger al oprimido.   Son testigos de esperanza, Los tres puestos que anhelamos. Una cruz en el camino, El sufrir de cada esclavo El deseo de servir Y el de darnos liberando.

Llamados a liberar

Oye, la voz que te anuncia la salvación. Oye, la voz que te anima a ser redentor.   Mira la Obra que Dios creó, Mira a tu hermano pecador, Hay un camino de liberación, Que a la Iglesia, Nolasco dio.   Y con María, todo se dio, Ella, la esclava de mi Señor Ella, Cantora de la Redención, Y con Cristo, Liberación.   Y tú mi hermano, que vives hoy. Mira en tus manos, la gran opción, Ser mercedario, redentor, Y dar la vida como Cristo la dio.

María de la Merced

Hay en el mundo un nombre, Hay una flor de amor. “Esa es María, esa es María, La Madre del Señor.” (2)   María de la Merced, Reina, Madre y Señora, De los Hijos que Imploran Del Padre redención, Ruega Tú, al Señor, De su amor mediadora. Santa María, Virgen de Dios, Madre Liberadora (2).   Hay una mujer bella, Fiel en su corazón. “Esa es María, esa es María, Reina de la Creación.” (2)   Hay un Arca segura, El Tesoro de Dios, “Esa es María, esa es María, Reina de la Creación.” (2)

María, Gracias María, Madre de la Merced, Querida, joven y amiga, Queremos seguir a tu Hijo, Jesús, Sus huellas y sus pisadas, Ofrécenos tú la mano, Para ir hasta Él, vivir como Él. Por eso, María Gracias.   María, rostro del perseguido, Estrella siempre presente, Nos llamas, nos guías, nos llevas A un mundo, roto y despreciado, De pobres y oprimidos La cárcel de hoy, los presos de hoy, Por eso, María, Gracias.   María, rostro de consagrados, Queremos agradecerte El habernos llamado a formar la familia De nuestro Padre Nolasco, Humilde y entregado, viviendo el amor, De Cristo en la Cruz. Por eso, María Gracias.

María, Merced y Camino

Buscando a María, comienzo a caminar, La noche, las dudas, no puedo avanzar. Una luz quise encontrar, y aprender a caminar, Encendiste mi lámpara al andar.   Cantemos hoy, esta canción. Para María que, esta aquí. Junto a nosotros va, guiándonos, Por el camino de amor y libertad.   Tú me enseñaste a mi hermano ayudar Rompiendo cadenas de toda esclavitud. Como Madre de Merced, nos enseñas a librar, A los hombres que sufren opresión.   María presente, está siempre en el altar, Junto a Jesucristo que nos da libertad. Ella nos conduce a Él, y nos da todo su amor, A mi lado, siento su caminar.

María Redentora  María, María, de la Merced. Madre Redentora, luz de nuestra fe.   Tus hijos queremos seguir, Las huellas dejadas por ti. María, María, de la Merced. María, María, de la Merced.   El lema de nuestro vivir, Amar, liberar, redimir.

María Refugio  A veces, parezco un niño, Sediento de un sano amor. Cuando me dejo abandonar, En tu regazo de sol. Tus manos que están abiertas, Acogen todo mi ser, Allí me quiero quedar y dormir, Soñando que velas por mí.   María, Madre de la Merced, En tu ternura quiero beber, Cuando llegue hasta ti cada día. (2)   Cansado de tantas luchas, Cansado de no cambiar, En tu vida encuentro esa paz, Que me ayuda en el caminar. Cuando me siento solo, Y la ve no tiene valor, Pienso en tu sí, en tu entrega al amor,María refugio de quien busca a Dios.

Nolasco, Nolasco

Nolasco, Nolasco, Tú nos enseñas a caminar. Nolasco, Nolasco, Tu, mercader de libertad.   Tú fuiste enviado a proclamar A los cautivos, la libertad, María sufría al oír su clamor, Y por eso a ti te envío.   Las cadenas rompiste, Con la fuerza de Dios, Siguiendo los pasos, Del Salvador.   Formaste familia, Amor y unidad, Y con María, Comunidad.   Gracias, hermano, Por tu presencia, Tú, sigues vivo, En nuestra historia.

Nolasco y María  En una noche de oración, María se le apareció Y le dio un mensaje, Para los cautivos redención. He visto a los hombres, Esclavizarse más y más, Es voluntad de Dios, Que des a los cautivos, liberación.   Tú, Nolasco, da la libertad. Tú, Nolasco, debes a Cristo imitar. Tu, Nolasco, una familia fundar. Tú, Nolasco, conmigo siempre estarás.   Hoy se repite la historia, Que hace mucho, ya se dio. Hay hombres esclavos, Con sordo clamor... Están pidiendo al Padre, un auxilio, Un Libertador... Imita a Cristo Hazte redentor.   Dinos tú, María, Como a Cristo imitar, Como Pedro Nolasco, Libres para liberar. Haznos hombres nuevos, Que abran caminos al andar, Hay mucho mundo, que liberar.

Nolasco Redentor

Santa María del cielo descendió Inspiro a Nolasco la Orden de la Merced. Bajo su manto siempre acogerá A todos los hombres que buscan la libertad.   Yo quiero ser, fiel imitador, De Pedro Nolasco para poder liberar. Libre me haré, para liberar a todos Los hombres que les falta libertad.   Pedro Nolasco, a Cristo imitó Redimir cautivos fue su lema y misión. Los mercedarios sus pasos siguen hoy Liberar al hombre sigue siendo su labor.   La vida entera, yo quiero entregar, Al ideal de Pedro, con toda fidelidad, Sé que María siempre me auxiliará Y estará con migo como Madre de Merced.

Plegaria a San Pedro Nolasco

Nolasco, Fiel imitador de Cristo, Redentor de cautivos, Ruega por nosotros al Señor.   Intercede por la ordenQue María te inspiro Que florezca aquel olivo, Signo de Liberación. Que renazca en nuestras vidas El carisma redentor Que rompamos las cadenas De injusticia y opresión.

Reina de la Merced

Al contemplarte María, Pareces estrella naciente Con tu humildad reluciente, De ser la esclava de Dios.   Eres María, abogada de tus hijos, El consuelo de mi vida, Por ser Tú, Madre de Cristo, Y Reina de la Merced.   Tu amor es grande, María, Para con todos los hombres, Que buscan ser liberados, Del pecado opresor.   Cuando el dolor, nos agobia En tu regazo nos tomas, Y con tu cariño y gozo, Paz y alegría nos das.

Súplica Mercedaria

María de la Merced, A tus plantas nos postramos, Somos tu pueblo que sufre, Los latinoamericanos.   Cada pueblo tristemente, Va subiendo su calvario; Que dé alivio a sus cruces, El carisma mercedario.   Cada rostro, cada grito, Cada llanto solitario, Encuentre ayuda y refugio, En el blanco escapulario.   Tú dijiste que los pobres, Colmarían tus anhelos; Mira a tus hijos que claman, Justicia para su suelo.   Y pues eres redentora Que nos impulsa a amar, Haz que nosotros seamos, siempre Libres para Liberar.   A Ti, Madre de Mercedes, Elevamos nuestras manos, Rompe las duras cadenas, De todos nuestros hermanos.

Te seguiré Pedro Nolasco

Te seguiré Pedro Nolasco, Antorcha radiante de la Caridad. Y si es necesario, mi propia vida entregar. (2)   Hace ocho siglos que, tu Orden nació, Eran los cautivos de ayer, tu preocupación, Y María te ayudó, ella mensajera, De la redención.   Tu obra fue iniciar, la vida de Dios. Hombres de contemplación y liberación. Y por María, permaneció, Ella, dio su nombre y su intercesión.   Ruega por nosotros que seguimos tú amor, Viviendo en comunidad, y fraternidad. Y con María, Evangelizar, Y con su Hijo, dar la libertad.

Tu Nombre María  Tu nombre María, queremos cantar. Tu nombre María, Madre de la Merced.  La Orden mercedaria, Como Madre te aclama Por ser tu María Madre del redentor.   Imitarte siempre, En tu gesto de amor, Es nuestra tarea Con los cautivos de hoy.   Tú nos acompañas, En nuestra misión, De libertar al hombre De toda esclavitud.