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Ciencia de los Origene Una publicación del Geoscience Research Institute (Instituto de investigación de Geociencia) ENERO·ABRIL 1982 EDITORI AL PR OPOSITO El Geoscience Research Institute (1 nstituto de Investigación de Geocien- cia) fue establecido por La Asociación General de los Adventistas del Sép- timo Día para proveer el tiempo y la oportunidad a los científicos para estudiar la relación entre la ciencia y la religión , yen especial el problema de los orígenes . Hasta 1980 estuvo ubicado en la Universidad de Andrews en Michigan, actualmente se radica en la Universidad de Loma Linda, California . Su personal regular se compone de cuatro científicos, un redactor y una secretaria. Gran parte de su tiempo se dedica a investigar, enseñar y escribir. Cuentan entre sus logros la investiga- ción en el área del carbono-14 , el tiem- po de crecimiento de arrecifes de co- ral, y la teoría de transporte para el or igen del carbón y los árboles petrificado s. Los hallazgos han sido publicados en revistas científicas, libros y publicaciones denominacio- nale s. En los últimos años ha habido un despertar en interés en el Crea- cionismo. Los adventistas favorecen y animan el desarrollo de este interés porque entienden que no habrá un concepto real de Dios si no se lo en - tiende como Creador. Esta nueva revista se prepara para distribuc ión gratuita a maestros y estudiantes adventistas de niveles universitarios de la américa Latina por pedido de los dirigentes de estas Divi- siones. Es difícil encontrar material científico bueno y que propugna la filosofía creacionista ; por eso se espera que esta publicación llenará una necesidad sentida y fortificará el fundamento adventista del origen de la vida en esta tierra. Harold L. Coffín Director N.1 QUE EN TEN D EM OS POR CREACIONIS MO y E VOLUCIO NIS MO Frank Marsh. Doctor en Biologia. Univer. de Andrews Se han descubierto un sinnúmero de procesos dE;l cambio en los diver- sos organismos. Tres de estos pro- cesos han sido estudiados con mucho cuidado. Se los conoce comúnmente por, recombinaciones, mutaciones de genes y cambios cromosomáticos. Es muy importante reconocer que en ningún caso han podido estos procesos efectuar más que una nueva variedad en un tipo básico de planta o animal ya exis- tente. Distinguimos hoy dos escuelas de pensamiento y creencia en materia Ariel Roth (izquierda) examina fósiles del Tr iásico en Pa so Lueg. Austria. (derecha) de orígenes: evolucionistas y crea- cionistas. El evolucionista ateo cree que el protoplasma surgió de la materia in- orgánica por efecto del azar, que esta jalea viva gradualmente se desarrolló en una sinfonía de sistemas interrela- cionados, altamente complejos y maravillosamente equilibrados que hoy llamamos nuestro cuerpo humano. El evolucionista deísta supone un Dios que creó la materia, las fuer- zas actuantes y el primer pro- toplasma, pero luego dejó libre esta Tauern. Austria, presenta un caso dramá- tico de elevación de roca sedimentaria. EL GEOSCIENCE RESEARCH INSTITUTE EN EUROPA Durante el verano de 1981 , el Ins- tituto de Geocienc ia realizó en Europa, a pedidó del Presidente de esa División, un curso de estudios con viaje de estudios para pastores y pro- fesores de la Organización Adven- tista. 50 participantes de 14 países distin- tos aprovecharon las presentaciones de los doctores, Roth, Brown, Coffin, . Tkachuck del GRI sobre geología dilu- vial, fechado radiométrico, paleonto- logía y genética de especies. El Dr. Paul Gordon del White Estate, pre- sentó materiales sobre la naturaleza de la inspiración en los registros bíblicos y de E.G. White. cont. pago 3 CienCia de los Orígenes 1

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Ciencia de los Origenes· Una publicación del Geoscience Research Institute (Instituto de investigación de Geociencia)

ENERO·ABRIL 1982

EDITORIAL PROPOSITO El Geoscience Research Institute

(1 nstituto de Investigación de Geocien­cia) fue establecido por La Asociación General de los Adventistas del Sép­timo Día para proveer el tiempo y la oportunidad a los científicos para estudiar la relación entre la ciencia y la religión , yen especial el problema de los orígenes . Hasta 1980 estuvo ubicado en la Universidad de Andrews en Michigan, actualmente se radica en la Universidad de Loma Linda , California .

Su personal regular se compone de cuatro científicos , un redactor y una secretaria. Gran parte de su tiempo se dedica a investigar, enseñar y escribir . Cuentan entre sus logros la investiga­ción en el área del carbono-14 , el tiem­po de crecimiento de arrecifes de co­ral, y la teoría de transporte para el o r igen del carbón y los árboles petrificados. Los hallazgos han sido publicados en revistas científicas , libros y publicaciones denominacio­nales. En los últimos años ha habido un despertar en interés en el Crea­cionismo. Los adventistas favorecen y animan el desarrollo de este interés porque entienden que no habrá un concepto real de Dios si no se lo en­tiende como Creador.

Esta nueva revista se prepara para distribuc ión gratuita a maestros y estudiantes adventi stas de niveles universitarios de la américa Latina por pedido de los dirigentes de estas Divi­siones. Es difícil encontrar material científico bueno y que propugna la filosofía creacionista ; por eso se espera que esta publicación llenará una necesidad sentida y fortificará el fundamento adventista del origen de la vida en esta tierra .

Harold L. Coffín Director

N.1

QUE ENTENDEMOS POR CREACIONISMO y EVOLUCIONISMO Frank Marsh. Doctor en Biologia. Univer. de Andrews

Se han descubierto un sinnúmero de procesos dE;l cambio en los diver­sos organismos. Tres de estos pro­cesos han sido estudiados con mucho cuidado. Se los conoce comúnmente por , recombinaciones, mutaciones de genes y cambios cromosomáticos. Es muy importante reconocer que en ningún caso han podido estos procesos efectuar más que una nueva variedad en un tipo básico de planta o animal ya exis­tente .

Distinguimos hoy dos escuelas de pensamiento y creencia en materia

Ariel Roth (izquierda) examina fósiles del Triásico en Paso Lueg. Austria . (derecha)

de orígenes : evolucionistas y crea­cionistas .

El evolucionista ateo cree que el protoplasma surg ió de la materia in­orgánica por efecto del azar, que esta jalea viva gradualmente se desarrolló en una sinfonía de sistemas interrela­cionados, altamente complejos y maravillosamente equilibrados que hoy llamamos nuestro cuerpo humano.

El evolucionista deísta supone un Dios que creó la materia, las fuer­zas actuantes y el primer pro­toplasma, pero luego dejó libre esta

Tauern. Austria , presenta un caso dramá­tico de elevación de roca sedimentaria .

EL GEOSCIENCE RESEARCH INSTITUTE EN EUROPA Durante el verano de 1981 , el Ins­

tituto de Geocienc ia realizó en Europa, a pedidó del Presidente de esa División, un curso de estudios con viaje de estudios para pastores y pro­fesores de la Organización Adven­tista .

50 participantes de 14 países distin­tos aprovecharon las presentaciones

de los doctores, Roth, Brown, Coffin, . Tkachuck del GRI sobre geología dilu­vial , fechado radiométrico, paleonto­logía y genética de especies. El Dr. Paul Gordon del White Estate, pre­sentó materiales sobre la naturaleza de la inspiración en los registros bíblicos y de E.G. White.

cont. pago 3

CienCia de los Orígenes 1

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1-"'"'t:Héi parncula ae vloa para fOrjar su propio desarrollo en forma natural.

El evolucionista tefsta afirma que la Biblia es el libro inspirado de Dios para el hombre. Reconoce a Dios como Creador de cuanto nos rodea y como constante Sustentador del uni­verso. Sin embargo, rechaza la acep­tación literal del origen expuesto por el Génesis, y afirma que el registro de la creación directa no es correcta ya que la ciencia ha "demostrado" que los organismos se desarrollan por evolución. En consecuencia, Dios habrá creado al hombre haciéndolo evolucionar desde los animales in­feriores .

Todos los tres anteriores tienen la creencia consecuente de que el hom­bre es pariente sanguíneo del animal.

Creacionismo o Creación distin· tiva. No he encontrado aún una de­finición satisfactoria de la doctrina de la Creación distintiva. Esta confusión no puede culparse a evolucionistas porque ellos solamente pueden definir la doctrina como fue enseñada por notables creacionistas como Lineo, Cuvier y Agassiz.

Durante la parte más activa de la vida del creacionista Carlos Lineo, famoso naturalista y padre de la taxo­nomía, él declaró, "hay un número de especies justamente igual al número de formas creadas en el principio". Por el hecho de que Lineo intentó asignar nombres a grupos de in­dividuos, vegetales y animales que él creyó que constituían las unidades creadas originalmente, el hombre de !a calle hoy, aún los hombres de cien­cia, son de la opinión que los crea­cionistas sostienen que todas las especies fueron creadas por Dios y ubicadas en los lugares geográficos que ahora ocupan. (Esto es lo que creía el creacionista famoso Louis Agassiz).

Para aclarar la verdad acerca de esto, debemos saber que los crea­cionistas de hoy no sostienen que todas las especies asignadas por Lineo corresponden a las mismas que indica el Génesis "por su género" . Un ejemplo de esto es el bisón americano y el bisón europeo. Lineo les asignó dos especies: Bos bisón y Bos bonasus, respectiva­mente. Por su gran semejanza y por­que su cruzamiento es fértil , hoy los creacionistas creen que descienden del mismo básico original, el mismo "género" bíblico.

Otro caso. Sturtevant asignó nom­bres de "especies" a los siguientes

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tipos del malz lea mays: lea tuni­cata, lea everta, lea indentada, lea ami laca, lea indurata y lea sac­charat. Estas seis variedades de malz se cruzan y son fértiles. Los crea­cionistas actuales no creen que Dios creó cada variedad de organismos a los cuales han asignado categoría de especie.

El absurdo se hace más aparente cuando consideramos que nuevas es­pecies han sido desarrolladas bajo nuestra propia vista. Kozhevnikv de­sarrolló una nueva especie de las variedades de la mosca de vinagre, Drosófila melanogaster. La nombró acertadamente Drosófila artífícialis.

La definición popular de crea ­cionismo como "la creencia de que todas las especies conocidas fueron creadas por Dios en el principio", es una definición errónea basada en el concepto errado de algunos "crea­cionistas notables" del pasado. En vista de los expuesto arriba, tal teoría no es correcta.

Porque el registro del Génesis muy claramente asevera que las plantas y los animales fueron creados "según su género" y que las plantas se re­producían "según su género" , los creacionistas de hoy sostienen que todos los tipos básicos fueron creados distintivamente. Estas uni­dades Morfológicamente distintas y reproductivamente aisladas produce la discontinuidad placentera que hoy tan fácilmente distinguimos en nuestro alrededor. Los patos se distinguen de las gallinas sin dificul­tad y del grano de maíz dulce que plantamos crece una planta de la que arrancamos la mazorca dulce sin reparar generalmente, que estamos observando el funcionamiento de la misma ley anunciada por Génesis.

Este autor propone la siguiente de­finición de Creacionismo o Creación distintiva, es la doctrina de que los antecesores originales más lejanos de todos los tipos básicos de plantas y animales fueron creados por Dios hace unos milenios en el tercer día, el quinto día, y el sexto día cada día de

24 horas, de la secuencia de 7 días, llamada la semana de la Creación. Como prueba práctica la fertilidad es la mejor forma de descubrir los tipos básicos entre las formas sex­ualmente reproductoras. Todos los individuos que se cruzan fertilmente pertenecen al miso tipo básico. En las formas partenogenéticas, donde el huevo se desarrolla sin fertilización y en las formas donde aparentemente no existe el sexo, los caracteres mor­fológicos y fisiológicos son sufi­cientes para diferenciar las unidades creadas.

De modo que la diferencia básica entre la doctrina evolucionista y la creacionista radica en la forma en que se originaron los tipos básicos.

Mientras la primera sostiene que las formas más simples dieron origen a las más complejas o altamente es­pecializadas, y que todas las formas de la ameba del hombre, evolucio­naron por procesos naturales y son consanguíneos, la segunda afirma que no hay dos tipos básicos que sean cosanguíneos.

La evolución requiere muchas pruebas falladas y gasto de vida para llegar al tipo de mejor capacidad de sobrevivencia. La línea darviniana re­quiere un reinado sangriento de garra y colmillo de muchos millones de años para eliminar los menos aptos. Al término de muchos millones de años, el dios de la evolución, presen­ta como su mayor logro un ser humano meramente tan noble como la bestia. Un ser abatido con­stantemente por la fuerza ancestral que halado por determinantes recesivos de herencia bestial.

En contraste , el Dios creacionista, creó un mundo perfecto y colocó como mayordomo de él un ser, que aunque formado del polvo de la tierra, era hijo de Dios. Este ser, creado de la misma materia física, es distintiva­mente separado de los animales, y no comparte ni una sola gota de sangre con ellos, pues es heredero de la familia divina.

LECTORES -- REACCIONES Profesores adventistas y estu­

diantes adventistas universitarias, de Teología, de Educación y de Cien­cias, pueden obtener su suscripción gratuita a Ciencia de los Orígenes so­licitándola a través del departamento de Educación o de Jóvenes de su campo.

Se invita a los lectores a enviar sus comentarios sobre los artículos y también indicar tópicos que quisieran ver tratados en esta revista. ¿Tiene preguntas?, envíelas.

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Viene de pago 8.

l:Jna intensa espectativa aguarda al estudiante bíblico al asistir al desarrollo de estas encuestas legales que también pronto aparecerán en las cortes de los demás estados. Los próximos serán Louisiana y Missis· sippi .

Katherine Ching Redactora Asistente de Origins

,

Una fotografía usada por el Dr. Coffin en la prueba legal del creacionismo en el estado de Arkansas para ilustrar el entierro de un pez que se produjo con

. tanta rapidez que no hubo descom­posición ni desintegración.

Viene de pago 1.

El estudio se inició en Bogenhofen, Austria, y después de observar ciertas áreas de interés geológico en los Alpes Austríacos , el grupo consideró el desafío de los Alpes Suizos, un espectáculo soberbio de las fuerzas que obraron desde el interior de la tierra encumbrando la roca sedimen­taria en estupendos picachos.

La última parte se llevó a cabo en las aulas del Seminario de Collonges, Francia, donde los temas abarcaron problemas de los arrecifes de coral, la cronología bíblica, el registro de vertebrados fósiles , biogeografía, y bosques petrificados.

Implicaciones Filosóficas Sobre la Teoría de la Evolución, (Algunos efectos de la evolución sobre la búsqueda de la verdad)

John D. Clark, Ph .D., Universidad de California

Desde el siglo pasado, la teoría de la evolución ha llegado a ser acepto por la mayoría de la comunidad cien­tífica y por el público en general. Hasta se le tilda a veces de ignorante o religiosamente "cerrado" a quien rechaza la evolución en el ambiente "científico" actual. Desafortunada­mente pocos han encarado las impli­caciones profundas y ominosas de la teoría de la evolución sobre todos los aspectos del ser humano.

El primer objetivo de este ensayo es proponer que la evolución no es pri­mordialmente una teoría científica sino un punto de vista metafísico com­prensivo del mundo que implícita yex­plícitamente tiene implicaciones en todas las categorías de la existencia humana que espantan: 1) la posibili­dad de descubrir la verdad, 2) la epistemología, la búsqueda de una base adecuada para el saber, 3) la existencia de la libertad humana, y 4) el significado de la ética y la dignidad humana.

El segundo objetivo es el de indicar la falta de contenido en el humanismo evolucionario. Como corolario a la teoría evolucionista se ha querido mostrar que el hombre puede usar su libertad encontrada en la teoría para desarrollar una noble elección, un pro­pósito humanitario y la construcción para sí y para su posteridad de un me­jor futuro. Sin embargo cuando se en­caran las conclusiones lógicas e in­eludibles de la teoría, se torna evidente que un futuro mejor forjado sobre los esfuerzos humanos se des­vanece en un sueño deseable.

En los últimos decenios un sector de la cristiandad ha buscado contem­porizar con la evolución eligiendo un rumbo intermedio entre el naturalismo mecanicista y el concepto bíblico de creación registrado en el Génesis. Mientras aceptan a Dios para el acto creativo inicial , aceptan la evolución como explicación adecuada de su pro­ceso creativo . Aunque el teísmo evolu­cionario pueda satisfacerse con esto, la corriente central del pensamiento evolucionista no halla lugar para Dios ni en el origen del universo, de la vida o del hombre. Como lo estableció Julián Huxley, "Después de Darwin no hubo

más necesidad de conjeturar la exis­tencia de un propósito divino para los hechos de adaptacción biológica" (1).

De acuerdo con la teoría evolu­cionista naturalista y mecanicista el universo, la vida, y el hombre mismo, son todos productos de la interacción impersonal de materia y energía a través de vastos eones de tiempo. El universo es un accidente, la vida es un accidente, el hombre es un accidente. En las palabras del biólogo molecular francés, Jacques Monod: "Puro azar, abolutamente libre, pero ciego, (yace) a la raíz misma del estupendo edificio de la evolución ... " (2). y el renom­brado genetista Theodosius Dobzhan­sky, de la Universidad de California elogia a Monod por su claridad y elo­cuencia al definir, "la filosofía materialista y mecanicista compar­tida por la mayoría de los presentes en las ciencias biológicas" (3).

El fundamento subyacente de la teoría evolucionaria no es la clásica forma científica - conclusiones alcanzadas por observación prolonga­da y experimentación. Es en primer lugar un concepto ateo y materialista del mundo. La evolución es aceptada porque quienes interpretan la eviden­cia son por su fe ateos, y la hacen co­rresponder a su filosiotía .

Al acentuar la naturaleza acciden­tal de los orígenes, la teoría evolu­cionista no puede hallar razón y significado en el cosmos o en la exis­tencia del hombre, fuera de lo que el azar pudiera proporcionar. Aún Carlos Darwin entendió las serias conse­cuencias para el hombre de la evolución. Su comprensión de ellas toma la forma de la horrible "duda". Asevera : "Entonces surge la duda , ¿puede la mente del hombre, que según creo ha sido desarrollada de una mente tan baja como la que posee el animal más inferior, inspirarnos confianza cuando llega a conclu­siones tan importantes?" (4). La teoría subyacente de la idea evolucionaria era la selección natural, o como lo ex­puso Herbert Spencer. " la sobreviven­cia del más apto" realizada merced a la casualidad ciega , que le permitió adaptarse al cambio ambiental.

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AqUl es aonae entra en escena la horrible "duda" de Darwin. Si losorga­nismos vivos sobrevivieron sólo por la selección natural exenta de pensa­miento y razón, entonces la conse­cuencia inevitable era que la razón humana era también producto de la selección natural. Asr, en terminología de la filosofía utilitaria, la verdad sólo puede ser definida como, "aquello que resulta", y no necesariamente lo que es verdadero. Tal implicación para cualquiera investigación humana de significación puede levantar la te­rrible "duda". El hombre está imposi­bilitado de descubrir el propósito de su existencia porque no puede determi­nar si sus conclusiones son veraces. Obviamente toda investigación científica queda también minada. El biólogo darwinista, David Lack, lo notó:

. 'Parecería que los ejércitos de la ciencia están en peligro de destruir su propia base. Porque el hombre de ciencia tiene que poder confiar en las conclusiones de su razón. Luego. no puede aceptar la teoría de que la mente humana ha evolucionado sólo por selección natural. si esto significa. como parece. que las conclusiones de la mente dependen finalmente del valor de su sobrevivencia. y no en la verdad; y transfor· mando todas las teorías científicas. incluso la de selección natural. en no confiables" (5).

En resumen, si la selección es una "verdad" el hombre está imposibili­tado de hacer una evaluacion verda­dera del mundo que le rodea, de en­tender verdaderamente su parte es­piritual y aún a sí mismo.

Para el cristiano la terrible "duda" se resuelve rechazando esta filosofía que socava la base para determinar la verdad, pero la tragedia del pensa­miento moderno se reconoce cuando se comprende que el hombre se niega a abandonar la vista materialística y evolucionista del mundo.

Si el hombre es un accidente bioló­gico, producido por el rodar casual del dado cosmológico, ¿puede la dignidad humana y las nociones de bien y de mal, ser otra cosa que modos de pen­sar y actuar que han permitido a las sociedades funcionar en una manera más o menos estable? Es decir, ¿Son simplemente factores de "valores para sobrevivencia?

Finalmente, ¿qué sucede con el concepto del libre albedrío? ¿Existe en el hombre? Y si es así, ¿Cómo fue ad­quirido? Los factores de herencia, de ambiente, de existencia o no existen­cia de un aspecto espiritual, ¿ex­tienden o limitan la libertad de escoger? Al avanzar los conceptos de la teoría de evolución, se ha pro­pugnado cierta actitud hacia la liber-

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laa, es la aC1l1ua ae la pSlcologla ael conductismo. S.F. Skinner escribe:

"Al entenderse la interacción entre el organis· mo y el ambiente . .. ciertos efectos antes asignados a la mente. los sentimientos o a rasgos individuales son ahora asignados a las condiciones accesibles. y una tecnología de conducta podrá aparecer" (6).

Así la psicología del conductismo, que descansa sobre un concepto evo­lucionario y naturalista del mundo roba al hombre su libertad de acción y pensamiento.

El aferrarse a la teoría de la evolu­ción, y al mismo tiempo sostener la creencia en la dignidad humana, en el propósito humano, en el libre albedrío yen el valor de la ética, es envolverse en un dilema sin solución. Se podría escapar del dilema diciendo que el hombre y la vida no son productos solamente de la selección natural, pero al hacer esto se socava el con­cepto central y la fuerza motivadora de la teoría evolucionaria. Además abre una puerta de entrada a la crea­ción divina.

Al no querer abandonar la teoría, y al mismo tiempo sostener conceptos como la capacidad humana de com­prender verdad, se acude a la alter­nativa de sostener que de algún modo misterioso y desconocido, en algún tiempo incógnito de los eones pasa­dos, la ausencia de vida por accidente produjo vida, el azar produjo pro­pósito, y la materia produjo una "mente". Aunque ninguna evidencia puede encontrarse para tal gigantes­ca aseveración, sin embargo esta es la forma como la mayoría de los filósofos de la evolución naturalista afrontan este problema. Este hecho ilustra que la evolución como teoría no es una teoría científica sino neta­mente metafíscia, y aún un concepto religioso del mundo. Sus asevera­ciones básicas no están abiertas para la verificación empírica ni para pro­barlas falsas .

No todos los pensadores modernos eluden estas implicaciones siniestras, así encontramos que el notable psicó­logo y filósofo Erich Fromm admite:

. '(EI hombre) Tiene que encontrar principios de acción y de decisión que reemplacen los prin· cipios del instinto. Tiene que buscar un patrón de orientación que le permita formar un cuadro consecuente del mundo como condición para realizar hechos consecuentes. Tiene que lu· char o no sólo contra los peligros de la muerte. del hambre. de sufrir daños. sino también con· tra otro peligro que es específicamente hu· mano: el de perder la razón " (7).

Es en este mismo punto que nos en­contramos cara a cara con el espíritu de la época - humanismo evolucio­nario. A pesar del oscuro cuadro, se

continúa aterrandose a estas creen­cias en lugar de aceptar la fe en Dios. El evolucionista espera que en alguna forma, en algún tiempo en el futuro le­jano, pOdrá tomar control del proceso evolutivo, encontrar la debida direc­ción dentro de sí mismo y reconstruir el "Edén". Lo dijo Julian Huxley así:

"El destino del hombre es el único agente para la evolución futura de este planeta. El es el tipo dominante más elevado producido a través de dos millones de años de lenta mejora biológica realizada por la tarea oportunista ciega de selección natural: eso es, siempre que no se destruya a sí mismo, tendrá por delante un tiempo por lo menos igual para ejercer su destino" (8).

¿En .' qué evidencia basa Huxley este optimismo? En ninguna (9). El mismo meollo del humanismo evolu­cionario es esperanza para el futuro basada en una fe en la teoría del universo que a su vez está basada en la fe . También la esperanza humanista por un mejor futuro no tiene como fundamento ni la lógica ni un apoyo empírico. La historia del siglo XX ha visto la matanza de más hombres, mujeres y niños en sus primeros 75 años que en los cinco mil años anteriores combinados de historia escrita. ¿Es esto un buen augurio para el futuro si es el hombre únicamente que tiene que construir ese futuro?

Finalmente nos obliga a preguntar si la perspectiva evolucionista del mundo es tan inadecuada, por qué habremos de aceptarla. ¿Será porque la alternativa más lógica sería la fe cristiana? Tal contestación parece ser inferida por el novelista y filósofo Aldous Huxley, en su libro Fines y Medios:

"Para mí, y sin duda. la mayoría de mis con· temporáneos, un instrumento de liberación esencial era la filosofía de la ausencia de sen· tido. La liberación que nosotros deseábamos era la liberación simultánea ... de un cierto sistema de moralidad. Teníamos nuestra ob· jeción a esa moralidad porque interferia con nuestra libertad sexual ; teníamos objeción al sistema político y económico simple de refutar a esta gente y al mismo tiempo just ificarnos a nosotros mismos en nuestra revuelta política y erótica: Podíamos negar que el mundo tuviera significado alguno" (11).

¿En qué se basaron hombres como Huxley para apoyar una filosofía de ausencia de sentido? La evolución por medio de la selectión natural hace innecesario "deducir la exiten­cia de un proposito divino en los hechos de la adaptación biológica".

En resumen, la evolución no es pri­mordialmente una teoría científica. Es un concepto comprensivo del mundo, que no sólo busca explicar los orígenes de la vida y del hombre, pero también propone una filosofía de

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esperanza construida sobre una creencia implícita de que el hombre no tiene que responder a nadie fuera de sí mismo. Porque si la evolución es cierta, entonces el hombre es el ser más elevado de su universo. Aun­que no haya podido todavía establecer su Edén, y a pesar de que la historia le favorece poco, la idea de que la evolución es un continuo pro­greso, siembra en él la esperanza de obtener mayor conocimiento, mayor interés social, y mayor control sobre los aspectos de su ambiente que están retardando la construcción del mundo edénico. Eso es, siempre que el hombre no se haga volar del mapa a sí mismo antes que la evolución alcance su finalidad.

Friedrich Nietzsche supone un de­mente que grita: "Yo busco a Dios ... ¿Dónde está Dios? Yo te diré ... Dios está muerto... nosotros lo hemos muerto. ¿Cómo podremos nosotros, asesinos sobre todos los asesinos, consolarnos a nosotros mismos? (12) .

Yo sugiero que el hombre moderno ha buscado su liberación de Dios, ha buscado la muerte de Dios, a través de una doble filosofía de naturalismo evolucionario y de humanismo evolu­cionario; pero en lugar de encon­trarse a sí mismo en la muerte de Dios, el hombre se ha encontrado cara a cara con su propia muerte -la muerte de la razón, de la verdad, de la epistemología, de la libertad, de la moralidad, y de su propia dignidad.

(1) Jul ian Huxley. 1946. Ralíonalist annual. Londres. p. 87. (2) Jacques Manad. 1971. Azar y necisadad. A. Knopf, N.

York . pp. 112. 145. (3) Citado por Gish. 1974. Evolution. Creation·Life Pub .. San

Diego. p. 10. (4) Frontispicio D. Lack . 1961 . Teoria evolucionario. Methuen.

Londres. (5) Ibid . p. 104 (6) B. Skinner. 1971. Beyond Freedom. A. Knopf. N. York,

p . 25 . (7) E. Fromm . 1963. The revolulion of hopeo Harper y Row. N.

York. pp. 60. 6 1. (8) J. Huxley. ed .. 1961 . The Humanist frame. Harper y B. N.

York. p. 17. (9) Ver The Humanist Frame

(10) Tres libros recomendados de Inter·Varisty Press. Downers Grove. 111 .. The God who is Ihere. Escape from reason. y Back lo freedom .

(1 1) Aldous Huxley. 1937 . Fines y Medios. Chito. Londres. pp 272. 273 .

(12) W. Kaulmann. ed. 1954. The porlable Nilzsche. Vikmg P .. N. York. p. 95 .

EDAD RADIOMETRICA y EL CONCEPTO TRADICIONAL HEBREO· CRISTIANO DEL TIEMPO

Robert H. Brown

En las notas marginales de muchas Biblias antiguas se indica menos de 6000 años desde la Crea­ción descripta en los primeros capítulos del Génesis. Fuera de esta tradición Hebreo-Cristiana , el mundo ha sido considerado en general de mucho más edad.

El erudito babilónico Beroso (siglo 111 A.C.) colocó la Creación en el año 2148323 A.C., EL PRIMERO DE LOS "10 reyes antiguos'" (Adán en Génesis 5) alrededor de 468323 A.C., Y el Diluvio en 36323 A.C. (1). El filosófo griego Platón (siglo IV A.C.) consideró que el diluvio ocurrió unos 200 millones de años antes (2). Apolonio de Egipto (siglo 11 A.C.), pro­puso solamente 155625 años para la edad de la tierra (3) . Los clásicos hindúes, de la mitad del primer milenio después de Cristo, describen la historia del mundo en términos de grandes ciclos interminables que se repiten cada 4,32 millones de años (4) . Los eruditos chinos tan distantes como el siglo 111 A.C. hablan de la historia del mundo en términos de ciclos y subciclos que se repiten sin fin. I-Hsing (siglo VIII A.C.), colocó el comienzo del último ciclo 96962464 A.C. (5).

En los últimos 100 años del dominio de la civilización europea con concepto tradicional Hebreo­Cristiano, la edad de nuestro mundo ha sido reemplazada por el concepto " científico", suponiendo el planeta tierra con una existencia de alrede­dor de 4,56 mil millones de años y que ha tenido formas complejas de vida durante los últimos 600 millones de años. Este concepto "científico se presume generalmente que está basado en datos indiscutibles radiométricos.

Este concepto "científico" de la edad de la tierra fue desarrollado ini­cialmente hace muchas décadas an­tes del descubrimiento de la radi­actividad. En 1778 Comte de Buffon cautelosamente quebró con la tradi­ción Cristiano-Hebrea al proponer que el planeta Tierra había estado en existencia más de 75000 años (6). En una presentación ante la Sociedad Real de Edimburgo en 1785, y tam­bién en un libro publicado 10 años después, James Hutton colocó el origen de la tierra en un tiempo

vastamente remoto e indefinido (7). Colocó los horizontes del tiempo geológico con esta clásica expresión, " .. . Ningún vestigio de un comienzo ... ni una esperanza de un fin." Kant colocó la Creación original "una serie de millones de años y siglos" en el pasado (8) . Erasmo Darwin, cuyo nieto escribió El Origen de las Especies, activamente promovió el concepto del desarrollo evolucionario de organismos a través de "millones de años' (9), y el evolucionista Jean Baptiste de Lamark, en el comienzo del siglo XIX habló de "millones de años" (10) .

Durante el desarrollo de la ciencia geológica en la primera parte del siglo XIX se consideraba el tiempo como variando entre 3 millones y 1,6 mil millones de años (11). Estas especulaciones tempranas se basa­ban en la estimación de las velocidades de sedimentación y el total de depósito sedimentario que había acumulado cada año a través de las divisiones del t iempo geoló­gico. La necesidad de mucho tiempo para la teoría de la evolución ejercía una fuerte presión sobre un estimado de tiempo muy largo que pudiera razonablemente caber dentro de la teoría . Los teorizantes de la evolución , tales como Carlos Darwin y T.H. Huxley no se sentían cómodos con el período limitado de tiempo que los cálculos tempranos habían pro­visto (12).

El cálculo radiométrico del tiempo que se desarrolló en el siglo XX, pro­dujo una escala geológica que apa­rentemente está bien fundada en principios sólidos de ciencia física y medidas precisas. Al extender el tiempo geológico a más de 4 mil mi­llones de anos, las medidas radiomé­tricas parecían proveer el tiempo adecuado para un desarrollo evolu­cionario de materia prima a hombre. Pero el desarrollo durante este último cuarto de sigTo de bioquímica, biología molecular y genética, ha llegado a la conclusión que cualquier fase del proceso de evolución orgánica supuesta (formación de las materias bioquímicas necesarias, desarrollo de células vivas primitivas, evolución de células primitivas a organismos modernos) , es irra­zonable dentro de un período tan

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corto de tiempo radiométrico. Así que aunque ' consideremos que la inter­pretación del tiempo radiométrico corriente es correcta, tenemos que tener fe que la evolución orgánica progresó desde una célula hasta el hombre de alguna manera, a pesar del tiempo insuficiente provisto por la medida radiométrica asignada a la edad de la tierra (13). Las person~s que no están al tanto de los informes de la investigación en la literatura científica, pocas veces se dan cuenta del alto grado de selección e interpre­tación que aparece en los datos usa­dos en el desarrollo de un tiempo geológico basado en la escala radio­métrica. Generalmente se aceptan en las teorías paleontológicas y geológicas los datos que caben den­tro de la teoría y se dejan afuera los otros (14).

La construcción de una escala de tiempo radiométrica en geología, se basa en la suposición de que es facti­ble obtener minerales que contienen resultados exclusivos de transforma­ciones radiactivas que han ocurrido desde que el material fue depositado en su actual ambiente. Otra manera de expresar este concepto es decir que el reloj radiactivo fue "colocado en cero" (que los resultados acumulados por todas las transfor­maciones radiactivas previas han sido eliminadas) cuando el mineral era formado o depositado en su yaci­miento actual. De acuerdo con esta idea los restos de organismos son por lo menos tan antiguos como la edad radiométrica del mineral que ha sustituido estos restos, o de la for­mación geológica que los contiene, o de la formación geológica que yace sobre ellos o que penetra la for­mación que los contiene. Por el hecho de que este concepto cabía cómodamente dentro de la interpre­tación filosófica popular, esta aseve­ración no ha sido analizada tan crítica y detenidamente como debiera haber sido.

No es razonable esperar que los procesos físicos y químicos natural­mente aislaran elementos radiactivos y sus compuestos, o sus productos estables finales dentro de una pureza química absoluta. Los procesos ígneos de erosión, o de solución debieran transportar por lo menos una porción de los productos hijos -que fueron asociados inicialmente con el material radiactivo productor en el lugar de origen . Las varias características de la edad radiomé-

6 Ciencia de los Origenes

trica en el lugar donde el material ha sido transportado debiera entonces reflejar en cierto grado las características de la edad radiométrica original, la naturaleza del proceso de transferencia, el efec­to de la exposición al calor y a la cir­culación liquida ocurrida desde la transferencia y, el tiempo posterior a la transferencia. Solamente se puede esperar separar estos diferentes fac­tores en los casos donde la situación provee datos radiométricos para varios minerales diferentes y sis­temas radiactivos indivduales.

En los escritos profesionales aparecen a menudo referencias a in­coherencias entre los datos de edad radiométrica y la clasificación con­vencional de edad geológica. Un tra­bajo reciente que ha llamado mucha atención presenta una lista de 22 ejemplos de edad del Terciario (65 millones de años o menos en el tiem­po geológico convencional) y que tienen edades rubidio-estroncio (Rb­Sr) que oscilan (15) entre 70 y 3340 millones de años (16). Cinco áreas continentales están representadas en esta colección (tabla 1). Cada uno de estos ejemplos se explican mejor sobre la base de que han heredado en distinta medida del área original las características de la edad radio­métrica para el material que ha sido transportado por procesos plutónicos y volcánicos.

Sedimentos recientemente deposi­tados en el Mar de Ross de la Antár­tida, exponen una edad de 250 millones de años Rb-Sr. Las dos áreas mayores de donde proceden los sedimentos son, las Montañas Transantárticas y la Antártica Oc­cidental y las edades radiométricas respectivas de éstas son 450 a 475 millones de años y 75 a 175 millones de años. Se nota claramente que la edad del sedimento refleja la mezcla de las edades de las fuentes de erosión. La dificultad de interpretar los datos radiométricos aumenta todavía por la evidencia que se tiene de que hay Rubidio que se incorpora directamente al sedimento a través de las aguas marinas y esto disminuye la edad dada por el Rb-Sr (17).

Para explicar la concordancia de por lo menos algunos cálculos de edades de rocas entre lo asignado por la geología convencional y lo que da el método potasio-argón (K-Ar), se puede tomar en cuenta (18) el hecho de la influencia que tiene el tamaño

de los granos componentes. Los granos más finos presentan una edad menor de K-Ar que los granos más gruesos. El promedio da una edad cercana a la de la geología clásica (19). La razón superficie/volumen de partículas más pequeñas indudable­mente favorece un porcentaje mayor de pérdida de argón, con el resultado que las partículas mayores retienen mejor la edad K-Ar del material en la fuente de origen.

Un pozo de petróleo en Lousiana perforó la formación del Mioceno que lleva la edad convencional geológica de 5-25 millones de años. Las medi­ciones K-Ar dieron los siguientes resultados: partículas menores de 1/2 micrón en diámetro 164 millones de años, partículas entre 1/2 y 2 micrones 312 millones, partículas en­tre 2 y 10 micrones 358 millones, y partículas mayores de 10 micrones 372 millones de años. La edad para las rocas enteras era de 254 millones de años. Las edades radiométricas de los sedimentos en que se perforó este pozo reflejan las características de edades radiométricas de las capas de las áreas que drenan el sistema fluvial de Misouri y Ohio y no del tiempo del depósito del sedimento (20).

Los radio-halos también someten a interrogatorio la escala de tiempo geológico. Estos son zonas de daño producido en el mineral que rodea la inclusión de un material radiactivo microscópico. Se han encontrado mad.eras carbonizadas de sedimen­tos del Jurásico y del Triásico (225-135 millones de años calculados por la geología clásica) que contie­nen radio-halos (21). Si uno asume que la descomposición se produce in situ en los centros de inclusión de estos halos, entonces las razones plomo-206/uranio-238 presentes pue­den expresarse en términos de años U-Pb (22) y que varían entre 236 mil años y 2, 9 millones de años. Hasta el presente no hay una evidencia ex­perimental que excluya la posibilidad de que esencialmente todo el plomo-206 en estos halos haya sido introducido junto con el uranio (ya directamente o por polonio-210, o plomo-210) y por lo tanto no se acumuló del uranio después de su in­clusión . Hay evidencia que los isó­topos de plomo mantienen su rata en relación directa con las fuentes de procedencia desde donde fue trans­portado el uranio cuando se for­maban los sedimentos ricos en ura-

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nio en Iqs cuales se encontraron las maderas carbonizadas con radio­halos. Esto invalida la realidad del tiempo calculado para las maderas.

Las características de edad radio­métrica del material original pueden re f lejar las características del material primordial , la transforma­ción radiactiva desde que se depositó el material primordial, la exposición al calor, a la actividad química, y a la radiación nuclear sufrida antes de ser transportado. El cálculo de 4,56 mil millones de años que se estableció para el sistema solar se basa en la confianza de que muchas de estas muestras de minerales pueden ser aisladas de estos efectos de transfor­mación radiactiva . Quienes están convenicidos de que la interpretación del testimonio inspirado no permite una edad tan grande para materiales inorgánicos, pueden clasificar estas muestras radiométricas sobre las cuales se han obtenido estas conclu­siones como caracterís­ticas primordiales introducidas en una creación reciente .

El concepto de que las edades radiométricas de las formaciones geológicas están directamente rela­cionadas con su edad real obtiene mucho apoyo de la observación de que secuencias volcánicas y secuen­cias sedimentarias de origen volcá­nico normalmente exhiben un modelo en que la edad radiométrica aumenta con la profundidad. Es claro que el material superior en una determinada secuencia no alterada fue depositado posteriormente al material subya­cente . La diferencia sin embargo, de edad radiométrica entre las capas no necesariamente representa el inter­valo real de tiempo de emplazamien­to. Se ha establecido que el perfi l de edad radiométrica de una secuencia volcánica puede ser resultado de: 1) zonación química e isotópica en la cámara magmática que emitió el ma­terial volcánico, 2) circunstancias que progresivamente se volvieron más favorables para iniciar el reloj radiométrico particular (por ejemplo pérdida de gases de argón radiogé­nico) a medida que sucedieron las erupciones, y 3) materiales de la cor­teza incorporados al magma a medida que iba elevándose (23). Hay evidencia que rastros de fisión en materiales de la corteza pueden sobrevivir el transporte por actividad volcánica (23a); sin embargo, este no es el caso con rastros de fisión en

vidrio volcánico formado durante el tiempo de erupción.

De acuerdo con estas considera­ciones el material más bajo en una secuencia volcánica representa la parte superior de la cámara asociada de magma y podrá haber sido más viscoso en el mome'lto de la erup­ción , con una temperatura inferior a la del material que fue eyectado pos­teriormente y que se encuentra más alto en la secuencia. El material de la corteza que se soltó y que fue arras­trado con la primera oleada de mag­ma que llegó a la superficie podría haber experimentado menos borra­dura de rastros de fisión desarro­llados previamente al material de la corteza que fue incorporado durante períodos posteriores de erupción. Los componentes gaseosos y más li­vianos posiblemente fueron enri­quecidos en la parte superior de la cámara magmática como resultado de la diferenciación gravitacional. Vemos entonces que hay dos facto­res que podrían disminuir el con­tenido de argón radiogénico a medida que avanza la secuencia eruptiva -contenido más bajo de argón en la porción inferior de la cámara de magma, y un aumento de pérdida de gas del material que llegó a la super­ficie a una mayor temperatura dur­ante los períodos tardíos de la se­cuencia eruptiva.

El libro de Génesis se refiere a dos episodios de deformación de la corte­za y de reorganización en el planeta Tierra que quedan fuera de la posibili­dad de predicción o explicación ba­sado en las operaciones normales diarias o anuales . de los procesos geofísicos: el surgimiento original de

continentes en el tercer día de la semana de la creación y, la destruc­ción global y reestructuración des­cripta en capítulQ 6-8. Las caracte­rísticas de la edad radiométrica de muchas rocas y muestras minerales que ahora se encuentran accesibles podrían haber sido alteradas en cada uno de estos episodios. Estas altera­ciones aumentan las dificultades para hacer correctas interpretacio­nes históricas de los datos obtenidos en las edades radiométricas.

Aunque una explicación plena­mente · satisfactoria de la edad radiométrica indudablemente tendrá que quedar a la espera de más infor­mación de lo que actualmente tene­mos, el autor abriga la esperanza que la información que se ha reunido aquí y las sugerencias presentadas podrán ayudar en el desarrollo de una comprensión básica consecuente tanto con los datos radiométricos como con las estipulaciones cronoló­gicas contenidas en la Biblia.

REFERENCIA (I )S.L. Jaki . 1974. Science and creation. (2) F.C. Haber. 1959. The age ot the World. (3) Ibid. (4) Jaki. op cit.. p. 1·3. (5) Jaki op cit. . p. 33. 34 . (6) C. de Buflon. 1778. Les Epoques de la Nature . (7) J. Hullon. 1795. Theory 01 the earth. (8) t. Kant . 1755. Universal nalural history and the theory 01 the heavens. (9) E. Darwin . 1794. Zoonomia. (10) S. Toulmin. 1965. The discovery of the time. (11 ) W.B. Harland. 1964. The phanerozoic l ime· scale. (12) G. Himelfarb. 1967. Darwin. (13) A.H . Brown. 1976. Origins 3:3-5. (14) W. Harland. op cil .. p. 29. (1 5) Rb·Sr es el tiempo que requeriria el rubidio en un mineral para generar la cantidad asociada de estroncio 87 que se halla en exceso de la cantidad hallada en mineral correspondiente Que no contiene rubidio. (16) C. Brooks. 1976. Science 193. (17) N.A. Shafler. 1976. Bulletin 87 (Geological Societ y 01 America). (1 8) P-Ar es el l iempo requerido para Que el potasio en un mineral genere la cantidad de argón 40 que se encuentra en exceso de la can· tidad hallada en el mineral correspondiente que no contiene potasio. (19) J. Hower. 1963. The dependence of K·Ar on the mineralogy 01 various ... Bullelin 73 (G.SA). (20) EA Perry. 1974 . Bul letin 85. (22) Edad U·Pb es el tiempo requerido para que el uranio en un mineral genere la cantidad de plomo 206 Ó

207 que excede la cantidad del mismo isótopo que se halla en el mineral no aSOCiado con uranio. (23) C,w. Naeser. 1971. Geochronology 01 the Navajo·Hop. (23a) RL Smith . 1966. Bulletin 01 Vulcanology 29:83.

TABLA I

Edades radiomél ricas de rubidio-estroncio seleccionadas de malerial volcánico del Terciario

Edad Aparente en Lugar Asociacion Millones de Años

U S.A Campo volcánico Absa roka : 3340 :r 1540 andesitas

U.SA Gran Cañón Oeste: serie alcali 1100 :r 240 basalto

U SA Mesa del Colorado: basaltos 960 ± 240 España Jumilla. complejo alcalino: 780 ± 7 390

jumillitas Perú Volcánicos de Arequipa: 440 ± 70

andesitas, dacHas Uganda Complejo alcal ino Napak:

nelelinitas Perú Volcánicos de Barroso:

andesitas, dacitas U.SA Rio Columbia: basaltos.

andesitas , daci ta Nueva Zelandia Isla Norte: basaltos.

andesitas U.SA Monte Lassen : basaltos.

andesi tas, dacitas Uganda Budeda. complejo alcalino: serie

¡jalita U.SA Mt. Bearpaw. complejo alcalino:

sienitas Uganda Complejo alcalino Torrar :

fonolitas. etc

380 ± 340

310 ± 50

290 ± 80

110 ± 90

100 ± 50

80 ± 50

80 ± 40

70 ±

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NOTICIAS de CIENCIA DINOSAURIOS EN DEPOSITOS MARINOS

LA CREACION y SU ASPECTO LEGAL EN U.S.A. Restos de dinosaurios han llamado por muchos años la atención por sus formas y enorme tamaño. General­mente se los encuentra en depósitos terrestres los cuales se suponen que fueron depositados sobre el nivel del mar. Menos conocidos son los casos de huesos de dinosaurios asociados a veces con organismos marinos. He aquí dos ejemplos:

En los Estados Unidos de N.A. La constitución prohibe la enseñanza de una determinada religión en las escuelas públicas. La pregunta de si era legal la enseñanza de la creación y el diluvio en las clases de ciencia en escuelas públicas llegó a cautivar la atención nacional a fines de 1981.

Esta pregunta ha recibido su pri­mera prueba legal en el Estado de Arkansas. El 19 de marzo de 1981 el Gobernador del Estado, Frank White, firmó una ley que requería una enseñanza equilibrada en clases, libros de texto, y materiales de biblio­teca en escuelas públicas de "la ciencia del creacionismo y del diluvio universal" al igual que la evolución, siempre que se "tratara el tema del origen del hombre, la vida, la tierra o del universo". Al mismo tiempo prohibía "la instrucción religiosa o referencias a libros religiosos" en las mismas clases . Legislación similar ha entrado como proyecto de ley en otros 16 estados. En Louisana ya fue aprobado.

La Academia de Ciencias de Ar­kansas pidió que se rescindiera la ley y ACLU (Unión de Libertades Civiles Americanas) presentó juicio para que fuera declarada inconstitucional la ley.

Es la primera vez que el modelo de la creación presentado como ciencia ha sido legalmente desafiado. La ACLU sostuvo que el creacionismo es religión y no ciencia.

Las audiencias legales duraron dos semanas completas y fueron cubiertas por todos los medios de comunicación del país (y algunos extranjeros como el Times de Londres y la BBC) a través de 60 reporteros que colmaron la sala de prensa en todas las sesiones.

La primera semana la ACLU pre­sentó 17 testigos contra la enseñanza de creacionismo como ciencia, entre ellos se destacaron M . Ruse (filósofo), L. Gilkey (teólogo), H. Moro­witz (biofísico) y S. Gould (paleontó­logo). La segunda semana la defensa, el Abogado general del Estado, ofre­ció el testimonio de 59 doctores en ciencias a favor del creacionismo, pero el tiempo permitió que sólo 11 testimonearan . De ellos 6 eran científicos, y es de notar que de estos

8 Ciencia de los Origenes

seis, tres eran adventistas: los doctores Ariel Roth y Harold Coffin del Geoscience Research Institute, y Robert Gentry de Oak Ridge National Laboratories (Tennessee). El primero estableció que, aunque no había pruebas científicas ni para la evolu­ción ni para la creación , sin embargo, datos biológicos y bioquímicos daban evidencia de una mente diseñadora y organizadora. Sostuvo su posición presentando el rápido crecimiento de los arrecifes coralinos y la dificultad de sostener el criterio de evolución en el registro fósil por la cantidad de eslabones faltantes. Coffin presentó como evidencias, la singularidad de la vida, la aparición repentina de criaturas complejas en el período cámbrico, y la inhabilidad de la ciencia de observar o producir un sólo cambio de un tipo básico de un animal en otro. Señaló también las evidencias del registro fósil que favorecían el catastrofismo diluvial . El último presentó la evidencia de los halos producidos por radio-polonia en el granito y en la mica. Poseen una media-vida de sólo tres minutos. Esto confirma que la roca granítica llegó a la existencia instantáneamente y no tomó millones de años.

El juez de la corte , en el veredicto, hábilmente señala que no tomaría una "decisión respecto de la versión bíblica de la creación ni de la teoría de la evolución " , sin embargo, de­clara inconstitucional la ley porque "es un esfuerzo de introducir la versión de creación bíblica en las escuelas públicas" y por ende, lo califica como un esfuerzo por "intro­ducir la religión" .

cont. pago 3

CIENCIA de los ORIGENES

La formación cretácica de Edmon­ton, en el sur de Alberta, Canadá, ha producido muchos grandes es­queletos de dinosaurios. En la mitad de este depósito hay una capa marina de aproximadamente un metro de grosor con innumerables ostras. Un depósito marino tal, que ya ce en medio de un depósito marino presenta problemas difíciles de explicar dentro de la interpretación clásica geológica. Los catastrofistas aceptan que estas evidencias están en consonancia con la creencia de un diluvio en la historia pasada de la tierra.

También en Montana, USA, los restos de reptiles Ankilosaurios de los Esquistos Bearpaw del Cretácico se hallaron asociados con peces mari­nos y cefalópodos. No se hallaron otros restos terrestres o de agua dulce fuera de los dinosaurios. Sin embargo, fragmentos de plantas tales como, conos y ramitas de sequoia estaban representados . Este tipo de entretejimiento concuerda tembién con un modelo de Diluvio Universal.

NOTA: El estado de California dictó una ley en 1981 requiriendo que en las instituciones de enseñanza del estado, la evolución deberá ser enseñada como teoría, pero no como hecho científico comprobado.

Director Harold G. Coffin

Redactor David H. Rhys

Secretaria Marjorie Nelson

Consejo Editorial: Ariel Roth (Direct. GRI), Robert H. Brown , Katherine Ching, Richard D. Tkachuck

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USA.