Cirujano, C. y Laborde, A. Conserv. arqueológica. 2001

8/7/2019 Cirujano, C. y Laborde, A. Conserv. arqueolgica. 2001

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La conservacin arqueolgica6 9 1

Concepcin Cirujano Gutirrez, Ana Laborde MarquezeArbor CLXIX, 667-668 (Julio-Agosto 2001), 691-709 pp.

Entendemos la conservacin arqueolgica como la tarea de conservar,en el sentido ms amplio del trmino, los conjuntos arqueolgicos, esdecir, tanto las estructuras como los materiales asociados a ellas.Comenzaremos definiendo los conceptos de Patrimonio Histrico yde Patrimonio Arqueolgico, en el marco de la legislacin vigente, yviendo cmo se refleja la preocupacin por la conservacin de estetipo de patrimonio en los Convenios Internacionales, en la Ley delPatrimonio Histrico Espaol y en las Leyes de Patrimonio de lasdist intas Comunidades Autnomas. Para abordar estas cuest iones nosremitimos al texto de Querol y Martnez La gestin del patrimonioarqueolgico en Espaa (1996), que recoge y comenta de forma exhaustiva el estado de la cuestin hasta la fecha de su publicacin.El inters de las personas por la conservacin de los restos delpasado comienza a producirse en este siglo, cuando se ampla la educacin a todas las capas de la sociedad. En la Ley del PatrimonioHistrico Espaol se define el trmino Patrimonio Histrico como elprincipal testigo de la contribucin histrica de los espaoles a la civilizacin universal, que comprende los bienes muebles e inmueblesque lo constituyen, el Patrimonio Arqueolgico y el Etnogrfico, los Museos, Archivos y Bibliotecas, el Patrimonio Documental y el Bibliogrfico.El Patrimonio Arqueolgico es, por tanto , un a p art e especfica del mismo,siendo uno de sus signos diferenciales el hecho de que se defina porla posibilidad de ser estudiado con una metodologa concreta: la arqueolgica .Es el nico tipo de patrimonio que est definido en la normativalegal por su metodologa. El artculo 40.1 nos da la definicin de Patrimonio Arqueolgico: son los bienes muebles o inmuebles de carcter

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692 Concepcin Cirujano Gutirrez, Ana Laborde Marquezehistrico, susceptibles de ser estudiados con metodo loga arqueo lgica,hayan sido o no extrados y tanto si se encuentra n en la superficie oen el subsuelo, en el mar territorial o en la plataform a continental,los elemen tos geo lgicos y paleontolg icos relacionado s con la historiadel hombre y sus orgenes y antecedentes.L a s l e y e s p u b l i c a d a s c o n p o s t e r i o r i d a d p o r a l g u n a s C o m u n i d a d e sA u t n o m a s h a n m a n t e n i d o e s t a d e f i n i c i n c o n l i g e r a s m a t i z a c i o n e s .La metodologa a rqueolg ica se cen t ra en e l an l i s i s de los res tosm a t e r i a l e s d e l a s s o c i e d a d e s d e l p a s a d o , c o n e l f i n d e r e c o n s t r u i r l a so r e p r e s e n t a r l a s . E s t o s r e s t o s , s e g n l a t r a d i c i n , n o d e b e n s e r t e x t o sescr i tos t raduc ib les e in te rpre tab les , pues s i lo son ya no es l a Arqueologa la c iencia que de el los se ocupa.Todo lo que ha sa l ido de las manos de l se r humano y que s i rvep a r a r e c o n s t r u i r s u h i s t o r i a s o n restos del pasado. Todo por el lo , puedey debe se r es tud iado con metodologa arqueolgica s i q u i e r e r e c o n s t r u i r s ela soc iedad o e l momento que lo h izo y le d io un contex to mciona l .E s t o s r e s t o s s o n t a m b i n bienes de dominio pblico, que se ca rac te r izan por es ta r exc lu idos de l t r f ico ju r d ico pr ivado , exc lus inque t i ene como pr inc ipa l f ina l idad la de asegurar e l uso pbl ico deesos b ienes , lo que no resu l ta incompat ib le con la ex is tenc ia sobree l los de u n a pro p ied ad p r iva da ^.El an l i s i s de los t ex tos lega les v igen tes nos l l eva , por t an to , ala conc lus in de que no ex is te una c la ra f i ron te ra que permi ta separa re l pa t r imonio a rqueolg ico de los o t ros t ipos de pa t r imonio h i s t r icoc o n t e m p l a d o s e n l a n o r m a t i v a . P a r e c e e v i d e n t e q u e t o d o b i e n h i s t r i c oq u e e s t e n t e r r a d o u o c u l t o y e s d e s c u b i e r t o p o r c u a l q u i e r c a u s a e spatrimonio arqueolgico y, por t an to , es de dom inio pbl ico . Pero tam bi ns a b e m o s , q u e l a m e t o d o l o g a a r q u e o l g i c a p u e d e a p l i c a r s e a c u a l q u i e re lemento o res to de l pasado , es t o no en te r rado u ocu l to .

L a s C o n v e n c i o n e s I n t e r n a c i o n a l e sA d e m s d e l a L e y d e l P a t r i m o n i o H i s t r i c o E s p a o l y d e l a s L e y e sd e P a t r i m o n i o H i s t r i c o o C u l t u r a l d e l a s C o m u n i d a d e s A u t n o m a s ,e l pa t r imonio a rqueolg ico es t somet ido a o t ro t ipo de normat iva cone l ms a l to rango: los Convenios o Convenciones Internacionales, q u en u e s t r o p a s h a s u s c r i t o .La preocupac in por l a conservac in de l pa t r imonio en nues t ro s ig loa r r a n c a c o n l a Carta de Atenas (1931 y 1933) , der ivada de un CongresoI n t e r n a c i o n a l d e A r q u i t e c t u r a s o b r e C o n s e r v a c i n d e M o n u m e n t o s d e




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La conservacin arqueolgicaArte e Historia. Sin carcter obligatorio, tuvo una gran incidencia enla historia de la opinin sobre la conservacin y la restauracin. Enesta carta se legitima, siempre y cuando las condiciones lo permitan,la prctica de la anastilosis o recomposicin de los elementos originalesencontrados, pero teniendo en cuenta que los nuevos materiales necesarios para este fin debern ser siempre reconocibles.Especialmente interesante e importante para Espaa es el inicioen 1986 de la emisin de normas obligatorias de la Comunidad Econmica Europea, hoy Unin Europea, Mencionaremos tambin el papelde la Unesco y del Consejo de Europa, como organismos emisores denormat ivas diversas .El prim ero de los textos que se publican referidos de forma especficaal Patrimonio Arqueolgico es la Recomendacin de la UNESCO sobrelos Principios Internacionales que debern aplicarse a las E xcavacionesArqueolgicas (1956). En este texto apare ce por prim era vez la expresinPatrimonio Arqueolgico, Se considera la excavacin arqueolgica comotoda investigacin que tenga por finalidad el descubrimiento de objetosde carcter arqueolgico, tanto en los casos de excavacin del suelo,exploracin de la superficie o en el lecho o subsuelo de aguas interioresy territoriales. La gestin preventiva se t iene en cuenta con claridad,recomendando la creacin de Servicios de Arqueologa en cada demarcacin terri torial , con una documentacin centralizada. Advierte igualmente sobre la conveniencia de conservar intactos cierto nmero delugares arqueolgicos y de dejar testigos sin tocar en las excavacionesms importantes. Se indica el deber de asegurar e l mantenimiento delas excavaciones y de los monumentos, vigilar con atencin la restauracin de los vestigios y de los objetos y que se prevea la custodia,el mantenimiento y el acondicionamiento de los lugares, de los objetosy de los monumentos.Tambin se recomienda que se emprenda una accin educativa parade sp erta r y desar rolla r el respe to del pblico por los vestigios del pasad o,que exista la obligacin de publicar los resultados de las excavacioneso que en los lug ares arqueolgicos im po rtan tes se cree un establecim ientode t ipo museo para que el visi tante pueda comprenderlos mejorLa mayora de estos puntos fueron recogidos posteriormente enel Convenio Europeo para la Proteccin del Patrimonio Arqueolgico(Londres 1969), adoptado por nuestro pas como norma en 1975.Aun que pa sa ba s tan te inadve rt ido, muchos de sus pr incipios s i rvieroncomo base para la redaccin de la Ley del Patrimonio Histrico Espaol. Este convenio ha sido revisado con posterioridad, en Maltaen 1992.

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694 Concepcin Cirujano G utirrez, Ana Laborde M arquezeEn el documento de Malta se sigue hablando de excavaciones odescubrimientos, pero concedindole una gran importancia al entornoy al contexto de los bien es arqueolgicos. La conservacin del patrim onioarqueolgico excavado adquiere ahora un notable protagonismo. Losconceptos de salvamento o rescate son sustituidos por el de conservacin,pasando del culto al objeto al reconocimiento del valor de los contextos.Malta 92 opta por la conservacin en el lugar original, siempre quesea posible, y aade un apartado mdamental: ni los restos ni los

yacimientos debern extraerse o dejarse en su lugar sin que se tomenmedidas para su conservacin y su gestin. Se especifica adems, queen el caso de que se decida extraer o desplazar de su lugar de origenlos restos arqueolgicos, los museos debern estar acondicionados parasu conservacin. Se promueve el acceso del gran pblico a los yacimientos, s iempre que las visi tas masivas no supongan un riesgo parasu mantenimiento.Se adopta por vez primera el concepto de conservacin integraldel patrimonio arqueolgico, incluida en el ciclo de la investigacinarqueolgica. Adquiere importancia no el objeto aislado, museable,desprovisto de su contexto, sino el paisaje, el entorno, el ambiente enel que se sita el yacimiento junto con el propio yacimiento, comoun a du alida d ins epa rab le. Lo que inte resa no es el conocimiento cientficorestringido a la esfera acadmica, sino la difiasin a todos los nivelesde la sociedad para conseguir una valoracin popular que los bienesarqueolgicos n un ca h a n alcanzado .Otro documento de inters es la Carta para la Proteccin y Gestindel Patrimonio Arqueolgico de la UNESCO (Lausanne. 1990). Se tratade una iniciativa llevada a cabo por el ICAHM (Comit Internacionalpara la Gestin del Patrimonio Arqueolgico), perteneciente al ICOMOS.Esta carta pretende ser comparable a la firmada en Venecia (1964)respecto al Patrimonio Arquitectnico, ofi: 'eciendo una serie de puntosde partida para la identificacin, proteccin, conservacin y presentacinal pblico de los restos del pasado. La proteccin del patrimonio arqueolgico debe fimdarse en una colaboracin efectiva entre especialistasde numerosas disciplinas y los servicios pblicos, las empresas y elpblico en general. Considera el patrimonio arqueolgico como la partede nuestro patrimonio m ateria l en la que los mtodos de la arqueologasuministran los conocimientos bsicos, incluyendo todo rastro de laexistencia humana, los lugares en los que desarrollaron actividadesde cualquier t ipo, las estructuras o vestigios abandonados junto conel m ateria l asociado. Insiste tamb in en que se tra ta de un a riquezafrgil y no renovable. El control de las intervenciones se considera




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La conservacin arqueolgicanecesario , pre stan do a tencin a la investigacin, la formacin profesionaly la tica.Pone gran nfasis en la conservacin del yacimiento en su lugaroriginal, con un mantenimiento correcto y la garanta de los medios paraello. Considera que toda excavacin supone una destruccin y que seliarn por tanto con preferencia en los sitios condenados a desaparecer.Deber ser, en cualquier caso, lo menos destructiva posible.La preocupacin existente sobre la conservacin del patrimonio arqueolgico queda reflejada igualmente en la Asamblea General del IC-CROM, celebrada en Roma en el ao 1983. Se aprueba una resolucinen la que se recomienda a los Estado s Miembros que tomen las medidasnecesarias para impedir que se excaven yacimientos arqueolgicos, salvoen circunstancias especiales, cuando no se ha prestado la debida consideracin a las exigencias necesarias de conservacin.Mencionaremos tam bin, en el mbito de la conservacin propiam entedicha, la Carta del Restauro de 1987, redactada a partir de la de Veneciade 1964 antes mencionada y de la del Restauro de 1972.Estas Cartas suponen el establecimiento de una normativa generalque debe aplicarse en las intervenciones sobre bienes culturales, apartir de la experiencia del Istituto Centrale del Restauro de Roma,dirigido por Cesare Brandi hasta 1960. En 1972 se planteaba ya laexigencia de reversibilidad de toda operacin restauradora y se intentaba armonizar la esttica de la obra con su historia material, dela manera ms equilibrada posible, tal y como defiende la teora bran-diana. La ayuda de ot ras ciencias se consideraba indispensable y seadmita el uso de nuevos materiales (resinas) con fines estticos ycuando los tradicionales se mostraran insuficientes. Se refiere fundamentalmente a los bienes muebles.En la Carta de 1987 se concede gran atencin a las obras de intersarquitectnico, que en la Carta del 72 se trataban con el mismo conceptoque los bienes muebles, predominando los aspectos visuales sobre laes t ructura .Destaca la puesta de valor de las tcnicas y materiales tradicionalesfrente a los modernos, cuyo uso desde la Carta de Atenas, vena recomendndose para funciones de esttica y consolidacin estructural,habiendo sido uti l izados para la restauracin de forma generalizaday que haban dado bastantes problemas de envejecimiento y reversibil idad (deterioro de las restauraciones en el Partenn con cementoarmado, frente a los buenos resultados del travertine empleado en elArco de Tito y el ladrillo del Coliseo). Existe ahora una mayor permisividad hacia las reintegraciones de imagen en el mbito de la ar-

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696 Concepcin Cirujano Gutirrez, Ana Laborde Marquezequitectura, s iempre que sean reconocibles y se justifiquen por razonesde asegurar la conservacin de la obra.En cualquier caso, se rechazan las adiciones de esti lo o analgicas,incluso en formas s impl i f icadas , aunque es tn documentadas . Tanslo se admit i rn reducidas a lo esencial y s iempre que es tn just ificadas por razones de conservacin. Es lo que entendemos porslido capaz.En esta Carta se definen claramente los trminos: conservacin,prevencin, salvaguardia, restauracin y mantenimiento:* Conservacin, es el conjunto de actuaciones de prevencin y salvaguard ia refer idas a asegurar u na duracin pretendidamen te i l imi tadaa la configuracin material del objeto considerado. Refirindose tambina las condiciones del contexto ambiental.* Prevencin, es el conjunto de actuaciones de conservacin, motivadas por conocimientos predictivos al ms largo plazo posible, sobreel objeto considerado y sobre las condiciones de su contexto ambiental.* Salvaguardia, es cualquier medida de conservacin y preservacinque no implique intervenciones indirectas sobre el objeto considerado.* Restauracin, es cualquier intervencin que, respetando los principios de la conservacin, y sobre la base de todo tipo de indagacionescognoscitivas previas, se dirija a restituir al objeto, en los lmites delo posible, la relativa legibilidad y, donde sea posible, el uso.* Mantenimiento, es el conjunto de actuaciones encam inadas a m antener los objetos de inters cultural en condiciones ptimas de integridady funcionalidad, especialmente despus de que hayan sufrido intervenciones excepcionales de conservacin y/o de restauracin.Lo que entendemos por Conservacin Preventiva englobara estaslabores de mantenimiento, as como las actuaciones l levadas a cabosobre el contexto medioambiental, ralentizando los procesos de deterioro.Se ent iende que Conservacin y Restauracin son acciones complementa r ias y un programa de res taurac in nunca podr presc indi rde un adecuado programa de sa lvaguardia , mantenimiento y pre vencin.L a L e g i s l a c i n E s p a o l a

Dejando aparte el campo internacional, la Administracin Generaldel Estado se compromete despus de publicada la Constitucin, aredactar una nueva Ley: es la Ley del Patrimonio Histrico Espaolde 1985, que consti tuye el marco legal ms amplio para el tratamiento




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La conservacin arqueolgicade los bienes culturales de nuestro pas y cuyos objetivos fundamentales son la proteccin, e l acrecentamiento y la t ransmis in delpatrimonio histrico espaol a las generaciones futuras. Al ao siguiente, se publica el Real Decreto de Desarrollo parcial lili 1986modificado en 1994, y despus el Reglamento de Museos, al quehan sucedido otros .En la Ley 16 /85 de Patr imonio His tr ico Espao l (LPHE) seintroduce un nuevo concepto de Patrimonio Histrico, ampliando sucontenido a materiales que no t ienen por qu considerarse art st icosni tampoco valiosos en el sentido crematstico del trmino. Integratambin, por primera vez en la legislacin espaola, bienes no fsicos,como danzas, msicas o costumbres.Defiende la proteccin de todos esos bienes por encima de cualquierfactor jurdico al que estn sometidos, es decir con independencia delcarcter de la propiedad: bienes de la iglesia, de particulares, de propiedad pblica, los contenidos en un museo e incluso los que no hayansido an descubiertos.Establece tres categoras para los bienes muebles y dos para los inmuebles, que se corresponden con diferentes grados de proteccin. Elmximo nivel es el de Bien de Inters Cultural (B.LC), que exige unadeclaracin y la inclusin en el Registro de Bienes de Inters Cultural.El grado medio, que slo afecta a los muebles, necesita tambin unadeclaracin y para ello se crea el Inventario General de Bienes Muebles.El tercer nivel se aplica a los bienes integrantes del patrimonio histrico,por el simple hecho de serlo, y el mecanismo de proteccin bsico paraellos es la elaboracin de los Planes Nacionales de Informacin.Define y trata cuatro tipos de patrimonio especiales, entre ellosel Arqueolgico, que pude ser tanto mueble como inmueble.Elabora una t ipologa de bienes inmuebles que pueden ser declarados de inters cul tural : Monumentos, Jardines, Conjuntos y SitiosHistricos y Zonas Arqueolgicas. No slo incluye l imitaciones y prohibiciones , s ino que busca cauces a t ravs de medidas t r ibutar iasy fiscales, para estimular la conservacin y el acrecentamiento delPatr imonio His tr ico.En el tema de la Conservacin se establece el compromiso de pr ocu rarque la tcnica ms moderna respalde la conservacin, consolidaciny mejora. En la difcil decisin histrica sobre la naturaleza destructivao no de las restauraciones, esta ley adopta una posicin conservadoray algo idealista: slo de manera excepcional se eliminar alguna delas aportaciones de las diferentes pocas propias del bien y si resultanecesario hacerlo, se docum entar de la forma debida. En el caso de

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698 Concepcin Cirujano G utirrez, Ana Laborde Ma rquezelos inmu ebles, se evitarn los intentos de reconstruccin mimtica, salvocuando se utilicen partes originales de los mismos y pueda probarsesu autenticidad. Si se aadiesen materiales o partes indispensablespara su estabilidad o mantenimiento, las adiciones debern ser claramente reconocibles. Los B.LC. no podrn ser sometidos a tratamientoalguno, sin autorizacin expresa de los organismos competentes parala ejecucin de la ley (Art. 39).E n cu alqu ier caso, se echa en falta la existencia de un ReglamentoGeneral de Intervenciones en los Bienes del Patrimonio Histrico,as como otro especfico referido al Patrimonio Arqueolgico, Se hanproducido numerosas impugnaciones real izadas por a lgunas Comunida des Au tno m as, a raz d e la publicacin de la ley, lo que de m ue straque se hizo sin un anlisis profundo de los estatutos de transferenciasy demostrando tambin que la coordinacin entre las dis t intas administraciones resulta imprescindible. Si no existe una cooperacinmuy fluida, es difcil conseguir una imagen global del patrimoniohis tr ico que permita evaluar de forma equi l ibrada las razones desu destruccin, sus necesidades de conservacin y los medios parasu difusin ^.

La LPHE adolece quizs de un planteamiento ms integral delpatr imonio his tr ico, una vis in ms global de los bienes , independientemente de su naturaleza o su significado, que nos permitacentrar la atencin no slo en los Tipos de Patrimonio, sino en losTipos de Intervencin que sob re l pue den lleva rse a cabo, y que deb eranestar perfectamente definidas y reglamentadas, facil i tando as su proteccin y conservacin.En el ao 1985. se crea el LC.R.B.C (Instituto de Conservacin yRestauracin de Bienes Culturales, ahora Insti tuto del Patrimonio Histrico Espaol I.P.H.E) como un proyecto innovador, ambicioso y bienplanteado, que superaba el tratamiento parcial del patrimonio histrico,adaptndose a un modelo administrativo con unas funciones nuevasy distintas. Se convirti as en un centro pionero y especializado enla investigacin sobre conservacin y restauracin, capaz de ofrecerapoyo tcnico a otras instituciones u organismos.A iniciativa de este centro, y dentro del mbito de sus atribu cione s,se redacta en e l ao 1990 un documento que intenta una reglamentacin bsica de las intervenciones en los bienes del patrimoniohistrico, considerados de forma global e independientemente de sunaturaleza, Y que se propona , en pr incipio, e laborar un reglamentoparcial de la Ley del Patrimonio Histrico Espaol, referente a lasintervenciones en el patrimonio arqueolgico.




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La conservacin arqueolgicaSin embargo, debido a la dificultad de reglamentar por separadoeste tipo de patrimonio, se plante la necesidad de ampliar el mbitode trabajo, a la totalidad de las intervenciones en el patrim onio histrico.

L a s C o m u n i d a d e s A u t n o m a sEn lo referente a las Comunidades Autnomas, las aportacionesno son muy significativas en cuanto a reglamentacin y proteccindel patrimonio arqueolgico.Destacaremos que en la Ley del Patrimonio Histrico de CastillaLa Mancha (1990) el concepto de bien cultural se ampla con la introduccin de la Arqueologa Industrial y la ampliacin del mbito dela Etnografa. En cuanto al grado de proteccin de los bienes, conservala figura mxima de B.I.C., con la misma tipologa que la estatal,introduciendo la de Parque Arqueolgico. Entre sus aportaciones destacael t ra tamiento ' del entorno.En la Ley del Patrimonio Histrico Andaluz (1991), con un desarrolloreglamentario casi completo, se intenta potenciar la intervencin pre

ventiva y se introduce la figura de zona de servidumbre arqueolgica,en la que se exige que el planteamiento urbanstico tenga en cuentala posible existencia de restos arqueolgicos.Crea la figura de Conjunto Arqueolgico, con la finalidad de facilitarla administracin y la custodia de yacimientos arqueolgicos de caractersticas relevantes o especiales. En las actuaciones de conservacindestaca la necesidad de un proyecto previo y un informe posteriorpara cualquiera de ellas. El proyecto, que ir suscrito por personaltcnico competente, se ajustar a un reglamento y deber incluir comomnimo la identificacin del bien, la diagnosis, las propuestas de actuaciones tanto tericas como tcnicas y econmicas y la descripcinde la metodologa a emplear. El visado corresponde siempre a la Consejera de Cultura.En esta Comunidad se cre en 1989 el Instituto A ndaluz de Patrimonio Histrico, con la finalidad de promover las actividades cientficas y de desarrollo tecnolgico establecidas en el plan andaluz deinvestigacin en materia de patrimonio histrico. Adems de ello desarrolla actividades relacionadas con la formacin de profesionales yla sistematizacin de documentacin.Este organismo ha puesto en marcha un Programa de normalizacinde estudios previos y control de calidad en las intervenciones, tanto sobrebienes de carcter mueble como inmueble, orientado a que los proyectos

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700 Concepcin Cirujano Gutirrez, Ana Laborde M arquezede intervencin se basen en una serie de conocimientos previos sobreel bien a restaurar y que la intervencin se efecte con unas mnimasgarantas de calidad, tanto de los materiales como de las tcnicas.En l a Ley del Patrimonio Cultural Cataln (1993) se ampla elconcepto de patrimonio cultural , dividindolo en bienes muebles, inmueb les e inm ater ia les e incluyendo las manifes taciones de la c ul turatradicional y popular. Introduce los Espacios de Proteccin Arqueolgica, figura creada especialmente para el patrimonio arqueolgicono conocido.Las intervenciones en monumentos, jardines, zonas arqueolgicaso zonas paleontolgicas, debern estar autorizadas por el Departamentode Cultu ra. Cu alquier proyecto de intervencin sobre un Bien de IntersNacional Inmueble incluir un informe sobre sus valores histricos,artsticos y arqueolgicos, sobre su estad o de conservacin y la ev aluacindel impacto de tal intervencin. Se establecen, asimismo, una seriede cri terios de intervencin para determinadas figuras de mxima proteccin, entre ellas para las Zonas Arqueolgicas, desde el respeto porsus valores hasta la prohibicin de colocar publicidad en ellas, de reconstruir o de eliminar partes.

Mencin aparte merece el Centro de Arqueologa Su bacutica deCatalua (C.A.S.C.), con funciones tcnicas de inventario, proteccin,conservacin, estudio y difusin del patrimonio arqueolgico que seencuentra sumergido en aguas costeras e interiores.En la Ley del Patrimonio Cultural de Galicia (1995) destaca elt ra tamiento dado al tema del impacto ambiental, ms desarrolladoque en cualquiera de los otros textos.Las intervenciones sobre los B.LC. debern estar debidamente autorizadas y en los proyectos de intervencin habr de incorporarse uninforme sobre su importancia artstica, histrica o arqueolgica, elaborado por personal tcnico competente en cada una de estas materias.Una vez terminada la intervencin, se realizar una memoria con ladescripcin de la obra ejecutada y de los tratamientos aplicados, juntocon la documentacin grfica del proceso. Las intervenciones irn siempre encaminadas a la conservacin y mejora, respetando las caractersticas esenciales del bien y las contribuciones de las distintas pocas.Se evitarn los intentos de reconstruccin y no podrn realizarse adiciones mimticas ni acciones agresivas.Se crea el Instituto de Conservacin y Restauracin de Bienes C ulturales de Galicia, con un servicio de arqueologa, que se encarga deprogramar, coordinar y e jecutar las intervenciones en e l pat r imonioarqueolgico.




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La conservacin arqueolgicaLa proteccin del patrimonio arqueolgico tiene especial relevanciaen la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano (1998), que establecevarias figuras.Por un lado las Zonas Arqueolgicas, como Bienes de Inter s Cu lturalde t ipo inmueble, cuya declaracin requiere un estudio previo, planesespeciales y proteccin integral . En ellas se podrn delimitar reasde Reserva, destinadas a investigaciones ituras.Por otro lado se definen ta m bi n los espacios y las reas d e proteccinarqueolgica para los lugares donde se sospeche la existencia de restosy las reas en las que se presuma la existencia de restos arqueolgicoso reas de sospecha.La Ley de Patrimonio Histrico de la Com unidad de Mad rid (1998)asume expl c i tamente que la conservacin del pat r imonio es unatarea inexcusable para la pervivencia de la memoria colectiva y seanuncia la creacin de un Instituto de Conservacin y Restauracinde Bienes Culturales. Establece igualmente t res grados de proteccinde los bienes. La figura arqueolgica de mxima proteccin vuelvea ser la Zona Arqueolgica, exis t iendo en es ta Comunidad un buennmero de e l las .En la mayor parte de las Comunidades Autnomas se cuenta con

Comisiones o Consejos especficos para el Patrimonio Arqueolgico, encargados de asesorar, informar y proponer cuantas medidas se consideren necesarias para la proteccin, conservacin e investigacin delpatrimonio arqueolgico de la comunidad correspondiente. Participanen la programacin anual de actividades arqueolgicas, en la conservacin de cuevas y abrigos con arte rupestre, proponen la declaracinde yacimiento s arqueolgicos como bienes de inter s cult ura l y colaboranen la elaboracin del Inventario del Patrimonio Cultural .A la vista de lo anteriormente expuesto, podemos concluir que lacobertura legislativa del patrimonio arqueolgico es desigual en lasdistin tas Com unidades Autnom as. No se contemplan las intervencionesde forma integral, ni se exige una metodologa de intervencin conunos criterios mnimos de calidad, ni se garantiza la conservacin delos restos extrados, ni tampoco se regula la exigencia de titulacionesa los tcnicos implicados en los proyectos.M e c a n i s m o s d e a l t e r a c i n

Los materiales y conjuntos arqueolgicos se ven sometidos a unaserie de mecanismos de deterioro debidos a las caractersticas del se-

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702Concepcin Cirujano G utirrez, Ana Laborde Ma rqueze

dimento en que permanecen, pero sobre todo, al brusco cambio quepadecen en el momento de la excavacin.El suelo es un compuesto mineral y orgnico que puede presentarcaracterst icas muy diversas. Se debern considerar, por tanto, unaserie de factores fsicos, qumicos y biolgicos, que al actuar de maneracombinada condicionarn el estado de conservacin de los depsitosarqueolgicos.El agua, en sus dis t intos es tados t iene una gran importancia .Los suelos impermeables permiten unas mejores condiciones de conservacin; por el con trario los m s perm eable s favorecen la circulacindel agu a y los niveles elevados de hu m ed ad, provocando la deg radaci nde los materiales orgnicos y la hidrlisis , disolucin y erosin delos inorgnicos. Cuando el sistema poroso de estos materiales l legaa la saturacin tota l , a lcanza un grado de extrema fragi l idad debidoa un proceso de hidrlisis extensiva, pero si las condiciones sonana ero bias (con ause ncia de oxgeno), se l lega a un perfecto equilibriocon el medio.Por otro lado, el agua puede llevar en su composicin un mayoro menor porcentaje en sales solubles cuya influencia en el deteriorodepende de la frecuencia de los ciclos de humedad-sequedad. Por tanto,los ciclos sucesivos de solubilizacin y cristalizacin de las sales, puedendar lugar a continuas tensiones en la estructura interna de los materiales.Otro de los factores que influye en la conservacin es el ph delsuelo, que est directamente relacionado con la escasa presencia debases, el contenido en sflice y la incomp leta descomposicin de la m ate riaorgnica.Es fundamental tambin el contenido en materia orgnica y laaccin de las bacterias, que juegan un papel decisivo en la degradacinde los objetos.El equilibrio en que pudieran encontrarse los objetos se rompe enel momento de la extraccin, pasando a unas condiciones de humedady temperatura totalmente diferentes a las que se hallaban, y quedandoadems expuestos a la accin de las radiaciones solares. Los objetosorgnicos son especialmente sensibles a estos cambios y, por tanto, essumamente importante protegerlos y embalarlos adecuadamente conel fin de minimizar los riesgos.Los restos que permanecen en el yacimiento debern protegersecon estructuras ms o menos complejas. En la mayor parte de loscasos, se trata de conservar vestigios arquitectnicos exentos o incompletos, que por tanto carecen de proteccin, siendo ms vulnerables




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La conservacin arqueolgicaa la accin de factores medioambientales y antrpicos. Adems de ello,debern arbitrarse las labores de mantenimiento y control necesariaspara lograr una adecuada conservacin de los conjuntos.M e t o do l o g a de l a s a c t u a c i o n e s

Los trabajos de conservacin en general y cualquier t ipo de intervencin sobre los bienes culturales tanto muebles como inmuebles, posibilitan el acercamiento a la obra y un estudio profundo del material,su problemtica, la tcnica de ejecucin o manufacturacin e inclusoun conocimiento del contexto o medio en el que han permanecido.A la hora de plantearnos una actuacin de conservacin estaremosbuscando, en primer lugar, la permanencia de esos bienes culturales.Y podemos ir an ms lejos, afirmando que un bien cultural no estarplenamente reconocido mientras no exista una preocupacin por suconservacin.Ahora bien, los medios empleados nunca debern afectar a la naturaleza de esos bienes, ni a sus materiales consti tut ivos, ni a susignificado, respetando siempre la integridad de los mismos. Hay queser conscientes de que la intervencin puede conllevar la eliminacinde parte de la historia material del bien cultural , pero tambin facil i tasu comprensin y por tanto favorece su accesibilidad. Es necesario,por todo ello, buscar un equilibrio a la hora de plantear las actuaciones.La conservacin supone por tanto, una toma de conciencia de lamaterialidad de las obras o conjuntos, entendiendo que la materiano es la simple expresin de su autenticidad, sino que est en suestructura, en su composicin fsico-qumica, en la informacin queencierran.Para asegurar esa permanencia y esa integridad es necesario es tabilizar los procesos de deterioro. Es por el lo sumamente importantel legar a comprender los mecanismos de al teracin que han afectadoal estado de conservacin de los materiales arqueolgicos, de las estru ctu ras y de los restos encontrados, en relacin con las caracterst icasdel suelo, con la propia naturaleza de los materiales consti tut ivos ycon las condiciones de humedad, temperatura e i luminacin, es decircon los factores medioambientales. Este conocimiento previo nos facilitar la posterior intervencin sobre los mismos.Lograr estos objetivos no es una tarea sencilla y no se limita, comotratamos de explicar, a la simple restauracin de la obra o de losconjuntos, es decir a intervenir sobre su materialidad. Requiere una

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704 Concepcin Cirujano Gutirrez, Ana Lahorde M arquezeserie de trabajos amplios y complejos y pa ra ello es necesario inv olucra ra especialistas de diferentes reas. Al igual que en la investigacinarqueolgica propiamente dicha, adems de arquelogos o prehistoriadores, participan paleontlogos, gelogos, bilogos,.... Para la conservacin de los bienes culturales, deberemos contar con historiadoresdel art e, arquelogos, preh istoriad ores, arqu itectos, fsicos, qumicos, bilogos, gelogos, . . . Cada uno aportar sus conocimientos a la hora deplanificar y proyectar una intervencin adecuada, que contemple tantolos objetos como el contexto. Es lo que entendemos por equipos inter-disciplinares.La colaboracin entre los distintos especialistas deber ser permane nte en todo el proceso y el dilogo siem pre fluido. Relacin de dilogoy de respeto mutuo, buscando siempre el equilibrio en tre las prioridadesdel investigador y del conservador. No siempre contamos con los medioseconmicos necesarios para integrar todo tipo de estudios previos ytcnicos en los proyectos, pero hemos de ser muy cautelosos con lasl imitaciones de cada uno y saber hasta dnde podemos l legar en cadamom ento. Que existan ta rea s que todos podamos realizar con una simpleasesora o unos mnimos de informacin no quiere decir que podamosresolver todas las situaciones. Es importante conocer las posibilidadesde las otras ciencias auxiliares. Toda prudencia y reflexin es pocaantes de la actuacin, debido al potencial de informacin que se puedeperder.La conservacin de los restos y del material arqueolgico se haplanteado tradicionalmente como un trabajo excepcional, cuando sobrapresupu esto y que se apaa con la colaboracin de los m s man itas.Pero en la actualidad, al exist ir cada vez ms restauradores en losmuseos y al formar parte de los ciclos de formacin la Conservacindel Patrimonio, los arquelogos y prehistoriadores van tomando conciencia de la importancia de las condiciones de extraccin de los restos,para no perder esa informacin contenida en ellos y para minimizarsu posterior tratamiento, y de la relevancia que tiene la presencia deun tcnico in situ, cuando las condiciones lo requieran. Lo mismo ocurrecon los lug ares arqueolgicos, en la medida e n que vamos siendo conscientesde la destruccin que supone no conservar los vestigios extrados.En los l t imos t iempos, se ha producido un aumento enorme delos hallazgos a conservar y de los sitios excavados, as como del nmerode visitantes de los lugares arqueolgicos. Estos hechos nos llevan denuevo a insist ir sobre la importancia de la planificacin para la accinde la conservacin y la bsq ueda de un equil ibrio entre am bos trm inosconservacin y excavacin.




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La conservacin arqueolgicaLas intervenciones sern siempre las mnimas y se realizarn deforma que sean inocuas y reversibles, con productos y materiales garant izados y previamente tes tados .Un caso especial lo constituyen los yacimientos musealizados, loseco-museos, los parajes histrico-arqueolgicos y los parques culturaleso arqueolgicos, dentro de un nuevo contexto de rentabilizacin delPatrimonio Arqueolgico, incrementando la funcin social del mismo.En estos casos, en los que la intervencin requiere de un proyecto

amplio y complejo, y por supuesto interdisciplinar, se llega hasta lacompleta rehabilitacin de los conjuntos. Las intervenciones sern igualmente reversibles, empleando materiales diferentes de los originales,respetando los vestigios de anteriores actuaciones, cuando no suponganun riesgo p ara la conservacin y siempre con un a slida base docum ental .Las adiciones nuevas sern siempre reconocibles y estarn justificadaspor razones de conservacin o legibilidad.N o t a s

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708 Concepcin Cirujano Gutirrez, Ana Laborde M arqueze1. Restos prehistricos. Jentilarri.Aralar (Guipzcoa)

2. Reconstruccin de la escena. Teatro romanode Mrida (Badajoz)




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La conservacin arqueolgica 7093. Sistema de proteccin. Necrpolis de Puente Noy.Amucar (Garanada)

4. Cerramiento en madera. Mosaicos romanosde Valdecarros (Burgos)

Documents

Cirujano, C. y Laborde, A. Conserv. arqueológica. 2001