42
7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 1/42  Margaret Mead  . Cultura y compromi so   Estudio sobre la ruptura generacional  

Cultura y Compromiso Margareth Mead

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Teoría e historia antropologia

Citation preview

Page 1: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 1/42

 

Margaret Mead 

. Cultura y compromi•so 

 Estudio sobre la ruptura generacional  

Page 2: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 2/42

CULTURA YCOMPROMISO 

El mensaje de la nuevageneración 

 por  

Margaret Mead 

Page 3: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 3/42

Título del original inglés:Culture and Commitment - A Study of the Generation Gap 

 Natural History Press /  Doubleday & Co. !ne., 1970 © 1970 by Margaret Mead

Traducción: Eduardo Goligorsky

 Diseño de cubierta: Marc Valls Prefacio  15 

Introducción  21 Tercera edición, junio de 1997, Barcelona

Este libro se originó en el ciclo de conferencias Man and Nature pronun-ciado por la autora de The American Museum of Natural History en mar-zo de 1969, en oportunidad de celebrarse el centenario de la institución.

l. El pasado ............................................33 Culturas postfigurativas y antepasa- dos bien conocidos ...................................... 33 

Derechos reservados para todas las ediciones en castellano 2. El presente .................................................... 63 Culturas cofigurativas y pares fami- 

©by Editorial Gedisa, S.A. Muntaner, 460, entlo., l.' Tel. 201 60 00 

liares ......................................................... 63 

08006 - Barcelona, España 3. El futuro ........................................................ 95 Culturas prefigurativas e hijos descono- 

ISBN: 84-7432-028-3

ISBN: 84-400-2133-X (colección)

cidos .......................................................... 95 

Depósito legal: B-27.472/1997  A pe'ndi'ces  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 

Impreso en Liberduplexel Constitució, 19, 08014- Barcelona

Impreso en España Printed in Spain 

Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de im-

 pr esión, en 

Indice 

Page 4: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 4/42

forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o cual- quier otroidioma.

127

Page 5: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 5/42

 

32 CULTURA Y COMPROMISO

\analizados para someterlos a un examen posterior.En este libro, abrevándome en los mismos materiales,

exploraré culturas vivientes de distinto grado de compleji-dad que existen en la época actual, pero destacaré las · diferencias esenciales, o sea las soluciones de continuidad,que existen entre las culturas primitivas, las históricas y las

contemporáneas posteriores a la Segunda Guerra Mundial.Además del desplazamiento desde las continuidades sig- 

nificativas hacia las discontinuidades significativas, hay otra diferencia entre el estudio de Continuities in Cultural Evo- lution y el enfoque de este libro. Aquí no me ocuparé de las pautas de conducta inferidas que atribuimos al hombre  primitivo, sino sólo de las pautas de conductas que hemos  podido observar en la práctica y registrar entre los pueblos  primitivos que subsisten en la época contemporánea. Ac- tualmente las regiones acerca de las que tenemos la noción más grosera proporcionan los cimientos para las concepcio- nes más pesimistas y destructivas, y estos ensayos imperf ec- tos encaminados a reconstruir el comportamiento que exhi-  bían nuestros antecesores en el pasado remoto, cuando se estaban trasformando en hombres, impiden la trasforma- ción exitosa de nuestras obsoletas culturas contemporáneas. Las pautas descu_iertas en el comportamiento de las aves, los peces y los primates, que observamos desde hace muy   poco tiempo y sólo entendemos parcialmente, han sido apli- cadas prematura y tqscamente al hombre, sobre todo para atribuirle al hombre primitivo formas de conducta acerca de

las cuales en la actualidad no tenemos suficientes testi- monios. Una consecuencia de ello consiste en que las teo- . rías sobre la agresión humana, como las de Lorenz, y lasespeculaciones de un intérprete dramático como Ardrey, sirven para alentar la creencia en la bestialidad intrínseca delhombre, en tanto que las teorías confeccionadas a modo dereacción, como las de Ahsley Montagu, que postulan la  bondadintrínseca del hombre, confunden en lugar de clari- ficar nuestracomprensión. Por este motivo sólo recurriré a estudios sobreculturas contemporáneas in vivo, y cuando

\ haga observaciones acerca del pasado las rotularé como 

' ilativas y de otro orden.

Capítulo l 

EL PASADO 

Cultu ras postf i gur ativas   y antepasados bien conocidos  

Page 6: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 6/42

 

Las distinciones  que  marco  entre tres tipos diferentes decultura - post  figurativa, en la que los  niños  aprenden  pri-mordialmente  de  sus  mayores;  cofigurativa, en  la  que  tantolos niños  como  los  adultos aprenden de  sus  pares, y  pre  figu-

rativa, en  la que los  adultos también aprenden de  los niños-son  un  reflejo  del  período en que  vivimos.  Las sociedades

 primitivas  y  los  pequeños reductos religiosos  e  ideológicosson principalmente  postfigurativos  y extraen su  autoridad de] pasado. Las grandes civilizaciones,  que necesariamente handesarrollado técnicas  para la incorporación  del  cambio,  re-curren típicamente a  alguna forma de  aprendiza je  cofigura-tivo  a  partir de  los  pares, los  compañeros  de   juegos,  loscondiscípulos   y  compañeros  aprendices. Ahora  ingresamosen un  período,  sin  precedentes en la  historia,  en  el que  los jóvenes  asumen  una  nueva autoridad mediante su  capta-ción  prefigurativa del futuro aún desconocido.  

La cultura postfigurativa es aquella en que el cambioes tan lento e imperceptible que los abuelos, que alzan ensus brazos a los nietos recién nacidos, no pueden imaginar   paraéstos un futuro distinto de sus propias vidas pasadas.El pasado de los adultos es el futuro de cada nueva gene-ración:sus vidas proporcionan la pauta básica. El futuro de losniños está plasmado de modo tal que lo que sucedió  alconcluir .Ja infancia de sus antepasados es lo que ellos tambiénexperimentarán después de haber madurado.

Las culturas postfigurativas, en las cuales los mayores no

Page 7: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 7/42

° 

r =c  J  

36 CULTIJRA Y COMPROMISO 

 pueden imaginar el camhio y en consecuencia  sólo  son  ca- paces  de  trasmitir a  sus descendientes esta idea  de  continui-dad inmutable, han sido, a  juzgar   por   los testimonios  actua-les,  las culturas típicas de  las sociedades  humanas duranteel curso  de  milenios  o desde el comienzo  mismo  de  la  civi-lización.  Puesto que  dichas culturas carecían de  anales es-

critos  o  asentados en los  monumentos,  cada cambio  debíaser   incorporado a lo sabido y   perpetuado en la me·moría  y  las pautas de  desplazamiento de  los  ancianos  decada generación. El  niño  recibía los  conocimientos   básicos a una edad tan temprana, en forma tan poco explícita, y con tanta certidumbre, a medida .que sus mayores expresaban laidea de que así era como se le presentaría la vida porque élera el producto de sus cuerpos y sus espíritus, de su terri- torioy de su tradición, particular y específica, que la con- cienciade su propia identidad y su propio destino era in- atacable.Sólo el impacto de alguna "violenta conmoción exterior -una

catástrofe natural o una conquista -  podía  alterarla. Era posible que el contacto con otros pueblos no  cambiara enforma alguna esta sensación de intemporalidad:  elsentimiento de diferencia reforzaba la conciencia de la propiaidentidad, particular e inalterable. Incluso las con- dicionesextremas de la migración forzada, los largos viajes sin destinoconocido o cierto a través de mares inexplora-  dos, y lallegada a una isla desierta, no hacían más . que acentuareste sentimiento de continuidad. 

Es cierto que la continuidad de todas las culturas depen- dede la presencia viva de por lo menos tres generaciones. Lacaracterística esencial de las culturas postfigurativas con-siste en una hipótesis que la vieja generación expresa en

EL PASADO

37 

robu tos f sf jncansable laboriosidad representaban la su-  p.eI'Vlvencia lSlca además de la cultural Pa petua · · ra que se per- no só1ªJ f:! 1ante.cul\ura eran neesarios los viejos, quienes 

 busc d i n ,gmar a grupo hacia los refugios pocas veces ' a os, en epoca de hambruna sino b', 

 bian proporcionar el modelo de lo , que .tam ien - de-ya _se conoce el fin de la ·a qde era la ida. .cuandoel cántico que se entonar/nª'et::: o rtaln estipuladosofrendas q h á men e a muerte, las propios hu o:ecar n, el terreno, en el que descansarán losligencia  s ' a persona, segun su edad y sexo, su info- cultura.y u temperamento, corporiza la totalidad de 1a

En tales culturas cada b · t f  ción 1 f o Je o re uerza, por su configura- 

y  por a orma en que se lo mane'a a . ;  a, rompe o  venera indebidamente, la '  tª;nr   z: 

e\t otro objeto.' Cada .ademán ref uerza, 

eco es y J . • ' o ?tro ademan, le suv de imagen o , Y. una vers1on mas o menos completa d 'l C d enunciado contiene f e e . a a ciados. Cuando s orf as qu se encuentran en otros enun- tural se descubre equaenªt.iza uln  r gmento de  la conducta cul-

mi.smo  tipo de  posibilºd

iedne a misma  p.auta  subyacent

e,  o  el

cia de  otras  pautas  ida  es  esquematizadas para la existen- llas de los pueblos q esa t cttur:i, Las culturas send- destacanmás n'f d ue an es a ? aislados de otros pueblosturas muy co1¡1.amentedesta circunstancia. Pero las cul-ostf ' . mp e1as pue en tener sin embargo un estilo ara:  :1 0,  y  en consecuencia   pueden exhi-bir  todas las d

  c .s d   las otras culturas postfigurativas: la faltae una conc1enc1a de cambio l . d 

todos sus actos, a saber, que su forma de vida ( aunque lleve exitosa e indeleble tmen e en .Yd  ª: pacida  para  estamparca a nmo la forma cultural.

incorporados, en verdad, muchos cambios) es inmutable,eternamente igual. Antaño, antes de la actual prolongación delciclo de vida, los bisabuelos sobrevivientes eran muy escasos ylos abuelos eran pocos. Los que corporizaban el  tramo másextenso de cultura, quienes servían de modeloa los más

 jóvenes, quienes encerraban en su más ligero acen-  to oademán· la aceptación de l!l. forma íntegra de vida, eran poconumerosos y fuertes. Su vista aguda, sus miembros

:¡:f l°:J.;:, •;,';'1.;.  : e\:i.'::Oele ª7abi':., em;ei= dos roce unl1ent.o tradicional. Así como nadie atraviesa 

eces e mismo río así t b. ' .  posibilidad d · ' . m ien existe siempre la

c . . e que un proce<lmuento, una costumbre unareenc1a, que se ha repetido un míilar de veces in ree en:1  pla1t1 d Ia  on<:ieneia.  Esta·posibilida<l  aum nta\uarído  pue

Page 8: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 8/42

o  e  una  cultura·  postfigurativa  entra enestr cho 

Page 9: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 9/42

38 CULTURA Y COMPROMISO 

contacto con el de otra. Se acentúa su conciencia de lo que enverdad constituye su cultura.

En 192.5, después de cien años de contacto con las cultu- ras modernas, los samoanos hablaban costantemente acerca de Samoa y la costumbre samoana, reganaban a sus que- ñoscomo niños samoanos, y combinaban su recordada iden- tidad

 polinesia con su conciencia del contraste entre ellos y loscolonizadores extranjeros. En la. década de 1940,. en Venezuela, a pocos kil6metros de la ciudad de Maracaibo, los indios continuaban cazando con arcos y flechas, pero cocinaban sus alimentos en ollas de aluminio que habían robado a los europeos, con los que jamás se habían comu- nicado en forma alguna. Y en la década de 19601las_ tropas de ocupación europeas y norteamericanas que ,vivían con susfamilias en colonias enclavadas dentro e paises e ran-  jeros,miraban con la misma expresión de mco';Ilprenson Y rechazoa los "nativos" -alemanes, malayos o vietnamitas-  que

residían fuera de sus reductos; Es posible. que la ex-  perienciadel contraste no haga mas que agudizar la con- ciencia de loselementos de identidad inmutable del grupo  al que uno pertenece. , . . 

En tanto que es caractenshco que las cultura postfigu- rativas estén  íntimamente vinculadas con  su  habitat,  no esimprescindible que éste consista  en un  sola  comarca  dondeveinte generaciones han  labrado la  hera. Estas culturastambién se encuentran· en  los  pueblos nomadas que  se  des-

 plazan  dos veces  por año; en  los  grupos radiQados  .en  _ ladiáspora como  los  armenios  y  los  judíos;  en l.as castas mdias

que vivn  representadas por  pocos  individuos dispersos enaldeas donde residen  muchas otras castas. Aparecen  en gru-

 pos  reducidos de  aristócratas o entre  parias como  los easde  Japón. Los pueblos que  otrora formro  parte d   socie-dades complejas  pueden olvidar, en!erntono  extranJero,  lasreacciones  dinámicas ante los  cambios  observados  que  loshicieron   emigrar, y en  su  nuevo lugar de residencia   puedenagruparse, ratificando su  identidad inmutable con  los ante-

 pasados.  ·  ., El hacerse adoptar dentro de estos grupos, la convers1on,

la ceremonia iniciática, la circuncisión . . .- nada de ello es

EL PASADO 39 

imposible. Pero todos estos actos encierran un compromiso absoluto que los abuelos trasmiten irrevocablemente a sus propios nietos en las culturas postfigurativas. La afiliación,que se obtiene normalmente mediante el nacimiento y aveces por elección, implica un compromis.9. total y despojadode toda reserva.

La cultura postfigurativa depende de la presencia real detres generaciones. Por consiguiente este tipo de cultura es   peculiarmente generacional. Su continuidad depende delos planes de los ancianos y de la implantación casi imbo- rrable de dichos planes en la mente de los j6venes. Depende de que los adultos puedan ver a los padres que los criaron mientras ellos crían a sus hijos en la misma forma en que ellos fueron criados. En semejante sociedad no queda mar- gen para invocar las figuras parentales míticas que se con-  juran con tanta frecuencia en un mundo cambiante para 

 justificar las exigencias de los adultos. "Mi padre nunca habría hecho esto o aquello o lo otro," He aquí un.a frase a la que no se puede recurrir cuando el abuelo está pre- sente,cómodamente aliado con su nieto pequeño, en tanto que el padre mismo es el adversario de ambos en razón de ladisciplina que vincula a padre e hijo. Todo el sistema está presente. No depende de ninguna versi6n del pasado que nosea compartida también por aquellos que escucharon.la versión desde la cuna y que por consiguiente la expe- rimentan como realidad. Las respuestas a las preguntas: fiQuién soy? ¿Cuál es la naturaleza de mi vida como miem- 

bro de mi cultura; cómo ha.blo y me muevo, como  y duermo, hagoel amor, me gano la vida, me convierto en padre, me en_cuentro.CDn ·la muerte? se experimentan como predeter-m1adas. Es posible que un individuo no consiga ser tan valiente o paternal,tan industrioso o generoso, como lo esti-  pulan los mandatos quele trasmitieron las manos de su abuelo, pero en medio de sufracaso es un miembro más de su cultura, en la mismamedida en que lo son otros en°;1edio de su éxito. Si el suicidio es una posibilidad cono- cida,unos pocos o muchos podrán suicidarse. Si no lo es losmismos impulsos de autodestrucctón aswnimn otra; formas. La

combinación de impulsos humanos universales

Page 10: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 10/42

!  

40 CULTURA Y COMPROMISO

 y mecanismos de defensa disponibles, los procesos de reco-

EL PASADO 

41 

nocimiento y apercepci6n, de reconocimiento y rememora- ci6n, de reintegraci6n, estarán presentes. Pero }ª forma n quese combinarán será abrumadoramente particular y dis-

tintiva. · h d· d d Los diversos pueblos del Pacífico que e estu ta o u- rante cuarenta años sirven para ilustrar muchas culturas

 postfigurativas distintas. Los arapesh montñeses_de NuevaGuinea, tal como vivían hace cuarenta y cmco anos. repre-sentaban un tipo. Cada acto, y la seguridad y certidumbreconque lo ejecutaban -la manera en que usaban el dedo gordodel pie para recoger un objeto del suelo o la fo1;11a en  quemasticaban las hojas que empleaban µara fabricar laestera- cada acto, repetimos, cada demán, estab.a adap- tadoa todos los otros con caracterísbas que refle1aban. el 

 pasado, un pasado que,  aunque contuviera muchos  cambios,

estaba a su vez ,perdido.  P_ara  los arapesh.n.o hay más pasadoque el que ha  estado encamado en los . ie1os y, en  na ver-si6n  más  joven,  en sus hijos y  en.los hJo  de  sus h11os.  Hahabido cambios,  pero éstos  han sidt'l  asimilados  tan 01 1!1le-tamente que  las diferencias entre  las  ostumbres  pnm1h  sy las adquiridas luego se han desvanecido   en la  comprens1ony  las expectativas del  pue blo, . 

A medida que  alimentaban, alzaban, banaban y  adornabanal  niño arapesh, las manos  que  lo sostnfan,  las voces  queJo  rodeaban las  cadencias de  las  canciones de  cuna Y, ]as

endechas le'inculcaban una multitud de  enseñanzas  tácitas,no expresadas. Dentro de  la aldea y  entre una alea y otra,cuando se trasportaba al niño y  lueg.o se  lo ?ac1a  marchar por los  senderos  habituales, la meno  irreglandad  del  terre-no  era un acontecimiento que  fos  pies registraban. Cuandose construía una  casa, la  reacción  de  ca! personque pasaba frente  a  ella le  hacía entender al mno que  alhhabía algo  nuevo,  algo que  no había  estado en  ese  lugarunos  pocos  días  antes y  que  sin  embargo n?  ra en  modoalguno asombroso  o sorprendente. reación  era tantenue  como  la  del  ciego frente  al distinto impact  de  la

luz solar   filtrada a  través de árbole_s  con  diferentes tipos dehÓjas,  pero igualmente existía.  La  llegada de  un  forastero

a la aldea quedaba registrada con igual precisión. Los mús-culos se ponían tensos mientras los habitantes calculaban

mentalmente Ja cantidad de provisiones de las que disponían para aplacar al pe1igroso visitante  y reflexionaban sobre el 

 posible paradero de los hombres que habían salido de laaldea.Cuando nacía una nueva criatura obre el borde de) acantilado, enel "lugar maligno" adonde se enviab'.l a las mujeresmenstruantes y parturientas, el paraje de la defe- caci6n v elnacimiento, mil pequeños signos familiares asf   lo proclamaban, aunque no había ningún pregonero que voceara por las calles lo que estaba sucediendo.

Mientras vivían como los arapesh creían que habían vivido siempre, teniendo como único pasado una era de fábula, unlejano tiempo intemporal, en un lugar donde cada roca y

cada piedra servían para reimplantar v ratificar ese oasadoinmutable, los viejos, los maduros y los jóvenes recibían ytrasmitían la misma serie de mensajes: que esto es lo qneimplica el hecho de ser humano. de ser var6n o mujer, deser primogénito o último hijo, de haber nacido en él clandel hermano mayor o en el clan del antepasado más joven:oue esto es lo que implica el hecho de pertenecer a la mitadde la aldea cuvo pájaro patrón es el halcón y de ser un indi-viduo que madurará para disertar locuazmente en las fiestas,o que esto es lo que implica madurar en el papel de cacatúay hablar brevemente, si se nace o se ingresa por adopci6n

en la otra mitad de la aldea. Asimismo, el niño a.prendíaque muchos no sobrevivirlan para madurar. Aprendía que la vida es un elemento frágil, que se le puede negar al reciénnacido de sexo indeseado, oue puede extinguirse en los brazosde la madre que pierde su leche cuando su criatúra no prospera con ella, que puede eclipsarse· cuando un pa- riente seencoleriza y roba una parte de la sustancia corporal paraentregarla a un brujo hostil. El niño tambiénaprendía queel dominio de los hombres sobre la tierra que los rodeaba; eraescaso y endeble, que había aldeas desiertas donde nadie vivía bajo las palmeras, que había ñames cuyas semillas o cuyos

hechizos imprescindibles para. el cultivo sehabían perdido y <lelós cuales sólo ·se donsrrvaban los nom- bres. Las pérdidas. de este género no sé catalogaban Conio

Page 11: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 11/42

42 CULTURA Y COMPROMISO

un cambio, sino más exactamente como un acontecimiento   periódico y  previsto dentro de un mundo en el que todoconocimiento era pasajero y todos los objetos valiosos eranfabricados por otras personas y debían ser importados de entreellas. La danza importada veinte años atrás había sidotrasferida posteriormente a una aldea más meditrrá- nea de

la isla, y sólo el antropólogo ubicado fuera ?el siste-  ma, uocasionalmente un miembro de un grupo vecmo, con- vencidode la inferioridad del pueblo montañés y empeñado en hallarun medio para ilustrarla, se avenía a mencionarlos fragmentosde la danza que habían sido conservados y  los que habíansido perdidos. 

El sentimiento de intemporalidad y costumbre omnímoda queobservé entre los arapesh, con sus ligeros matices de desesperación y su temor de que el conocimiento se eclip- sara para siempre y de.que los seres hu?1anos que parec n más

 pequeños a medida que trascurna cada generaciondesaparecieran en verdad, e:ra tanto más llamativo cuanto queno vivían, como los habitantes de las islas ai_slaáas, escindidosde todos los otros pueblos. Sus aldeas se exten- 

EL PASADO 43 

un idioma distinto. Esto también formaba parte de un mun- do inmutable. 

Los  polinesios,  dispersos en  islas remotas separados  entresí  por   muchos  centenares  de  kilómetros, instalados  dondeun  pequeño  grupo  había  hecho  un  desembarco  después  devanas  semanas de  navegación, definitivamente  despojados

de  una  parte  de  sus  bienes  y  con muchos muertos  todavfaeran  capaces  de  reimplantar   su cultura  tradicioal  y  deincorporarle  un  elemento  especial:  la  voluntad  de  conser-varla, sólidamente  anclada  en  el pasado rpor  la genealogía  y

 por   una  mítia  ascendencia  que  le otorgaba  autenticidad.Por el cntra10,  los  pueblos  de  Nueva Guinea  y  Melanesia,que  se di:emm ron ?urante  muhos más milenios a  lo largode  pequenas  distancias,  por   habitats diversos, han  veneradoy acentuado  las  diferencias  mínimas, insistiendo en que·unos

 poco.s.cª?ios en el vocabulario  y un cambio de  ritmo o unamodif1cac1on de consonantes implicaban un nuevo dialecto, y han mantenido su sentimiento de identidad inmutabledntr

 _de m marco de alternación constante y  pequeñasd1versif1cac10nes no acumulativas de la costumbre.

dían a través de una cordfüera montañosa desde la playa 1hasta  las  llanuras.  Comerciaban  con otros  pueblos  que  ha-  Encontra?1o.s  culturas  postfigurativas  que  sobreviven

hn reos 1tmdo entre  pueblos  que han experimentado O se 

 blaban otros idiomas y practicaban costumbres indepen- dientes pero análogas, y viajaban entre ellos y les dabanhospedaje. Este sentimiento de identidad entre el pasadoconocido y el futuro esperado es aun más notable donde_ se  producen constantemente pequeños cambios y trueques.Sedestaca incluso más en una comarca donde es posibleintercambiar tantos artículos: vasijas y  bolsos, lanzas y arcosy flechas, canciones y danzas, semillas y hechizos. Lasmujeres huían de una tribu a otra. Siempre había en la aldeauna o dos mujeres extranjeras que debían aprender a hablarel idioma de los hombres que las reivindicabim como esposascuando llegaban y se ocultaban en las cabañas menstruales. Estotambién formaba parte de la vida, y los niños aprendían queotras mujeres huirían más tarde. Losvarones aprendían que era posible que sus esposas se fuga-ran; las niñas aprendían queera posible que ellas mismas escaparan y tuviesen queaprender costumbre dif erentes y 

cam-  b10s histoncos colosales y, en cierto modo, recordados. El  puebo de Bali ha estado sujeto, durante muchos centenares de _anos, a  pofudas influencias extranjeras provenientes de 

Chma del  hm?mso, del  bu?ismo  ·de  -1tra  forma distinta y posterior d  hmdmsmo que  mtrodu1eron los  invasores  java-neses al  huir   de  los conquistadores  islámicos.  En  la  décadade  1930,  en  Bali,  lo  antiguo  y  lo moderno coexistían en laescultura  y  las  danzas  balinesas, en las monedas chinas  quese  mpleaban  como circulante,  en  las  danzas  acrobáticasoccidentales importadas  de  Malasia, y  en  las  bicicletas  delos vendedores  de  helados  y en  los recipientes  de  hielo  lia-dos. a  los manubrio  de  st.as.  os f?rasteros  y  los  pocoshalmeses cultos  pod1an  d1stmgmr la  influencia de  las  ·cul-turas  refinadas  de  Oriente  y Occidente, discriminar   los

lementos  rituales  que  pertenecían  a  diversos períodos deI]lfluencia  religiosa, e  identificar   las  diferencias  entre  los brahmanes  que   practicaban  los  ritos hindúes  de  Shiva y 

Page 12: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 12/42

b  ª. 

••••  Miemb  os  d  secT.) ª que rec  aza 

44 CULTURA Y COMPROMISO

aquellos que eran de origen budista. El simple guardián deun templo de casta inferior de una aldea balinesa tam-  bién podía hacerlo: cuando llegaba un visitante de casta superiorcambiaba los nomres gue aplicaba habitualmente  a losdioses locales y trocaba denominaciones sencillas v .apropiadas como la de Betara Desa, dios de la aldea, por él nombre de un dios hindú de alto rango. Cada aldea teníasu estilo individual, sus templos, sus arrobamientos y susdanzas; las aldeas dominadas por un grupo de casta alta dife-rían de otras irobemadas por otra casta. Sin embargo im- perabanen Bali dos ideas firmemente sustentadas que el pueblo repetíacon una reiteraci6n interminable, incansable: "Toda aldea ba1inesa es diferente" y "Todo Bali es el mis-

fó:L PASAOO

45 interpretaban anccstmlt>s ·ne o l . ños que acunaban en sus Jb g s e e provocación con los ni-en el que la madre enoivíar:z;s, :ªt bruja llevaba el paño jadode los dientes 1a len u c11 ura; el dragón, despo-lucen los  de  su  es:ecie  aliua  f tm1gera que  generalmentefauces inofensivas mientras erga a  a  su  adictos entre sus

del  padre   balinés.   No  se resntaba el papel retozónexperiencia de Jos  ancianos  P1  ducit  a  ruptura entre  la.pectativa de cambio o mol/ ó osJJ°venes. Ninguna ex- mientras éste descansaba o s:1;  1  degaa  hasta el niñolos  brazos de  su  madre 1  e miedo  y  deleite enque  había pasado ante;io:m1  rev1vt l experiencia  por lamadre, mientras observaba  có e  en os  azos de  su  propia 

mo". Aunque tenían sistemas para registrar el trascurso de paño mágico hechizaba a sus  mto la bruJa. armada con ela acantes supmos

los años y ocasionalmente fechaban los monumento . el

calendario por el oue  se  guiaban contenía días y  semanascíclicos v la coincidencia  repetida de  determinadas combina-ciones  de  semanas  se  marcaba con  celebraciones.   Cuandose  terminaba una copia de un  libro de hojas de  palma  - por-oue  los  nuevos  libros eran copias  de  otros  confeccionadoshada mucho tiempo-  el nuevo libro se fechaba por el díav la semana, y no por el año.  Los cambios,  que en  Melanesiahabrían diferenciado a  un pueblo de  sus  vecinos,  que  enPolinesia  habrían sido  negados y  reducidos,  y  que  en unacultura consagrada a  la idea  de  cambio y  progreso  habríansido  encarados como  innovaciones   auténticas, dichos cam-

 bios,  repetimos,  eran interpretados en Bali  s6lo  como  modascambiantes dentro  de  un  mundo reiterativo y  esencialmenteinmutable en el cual los niños  volvían  a  nacer dentro de  sus propias familias  para  tener   una vida feliz  o  infeliz. 

Este rasgo de intemporalidad d ·  pueblos cuyos ante asados se . escubre incluso entre zaciones integradas ppor indi renec1rron a grandes ciyili- de las posibilidades de cambio u P enaene conscientes  peos que  se trasladaron a  Estadof   ºdmm1grantes  euro-aqueilos que  compartían un .  .  1  os,  Y  sobre  todo el Nuevo Mundo y fund cu to rehg10so,  se radicaron endes que reimplantaron et:  premedfta arnente comunida- Jidad y de identidad inelud.?·tº sentimiento de intempora- Los hutterites, los amishº if e rrk udnsªo!eneraci?n y otra. los  dukhobors°"  u  des 1· '  os  un  ar   '  los  sikks"º   y

Incluso  hoy,  en esas c :  ad:5totaJ!dad estos  rasgos.

de  modo  tal que  la vida d  sd os  nmos  son  educadose_l  curso  de  sus propias vida  s  ; s y dbuelos potiguras1ble que deserten Una   .  . . uca  os,  es  casi  impo-exteriormente,  un .cambi: ptura s1gmf1c?,  anto interior como 

Los balineses cuentan con una historia extensa, fecunda Y continuidad que se  tal en el sentimiento de identidadasemeja a

y muy diversificada de difusión, inmigración y comercio,ysin embargo su cultura continu6 siendo postfigurativa hastala Segunda Guerra Mundial en la misma medida en que lo erala de los primitivos arapesh. Las ceremonias de la viday la

muerte y el matrimonio repetían el mismo tema. El chamaceremonial que desC'ribía la lucha ('11tre el dragón, símbolo dela vida y el rit ual, y la bru ja, paradigma de la

dentro de una nueva cultur:1. . un renacer, un renacer

" Miembros de una secta m .o bispo suizo Jacob  Aroman  '( N   ednoln1Tta) muy  estricta  fun. dada  por   el  

d

00 M

t

·

em

b

ros de una de l 

.

as se

·

ct

e

d

J "'e. °! hemanos). ( N. del T.) . as e a Church of Brethren (IglesiaMiembros de una ta monoteísta de la India ( N. del T )

Page 13: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 13/42

müerte y el temor, era representado mientras las ina<lrés tr e una secta ru ht;ma eclesiática O civil. (N. del  

· · · toda autoridad ex-

Page 14: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 14/42

46 CULTURA Y COMPROMISO

Ba jo  la  presi6n  del contacto  c:cm  culturas que o so  post-figurativas,  o  que son  simultaneam?te   postftgurativas  Ymisioneras  y  que  convierten  la  absorc10n  en  un elmn  o desu  propia  identidad cultural, es  J?osible  que los  md1V1duosabandonen su   propia  cultura e mgresen  en otra. Llevan

consigo  la  conciencia  de lo  que es  la  identidad cultural  y  laidea de  que en  la nueva  cultura se  af  anrán por lograr   laidentidad tal como  lo hideron  en la antigua. En muchoscasos  se  limitan  a asignar   significados   paralelos,  habla  elnuevo  lengua je  con  la  sintaxis  del vie jo,  actúan como  s1 lasviviendas  fueran  permutables,   pero  decoran la  csa  de lanueva  sociedad  o ingresan  en  ella  como . lo  hab.ian hehoen  la  vieja.  Este  es uno  de  los tipos  conocidos de adaptaciónque  practican   los  inmigrantes  adults de una  cultura  J?ost-figurativa cuando entran en  una  soc1?ad extrana. Su  1 te-gración  interior   no  cambia: es tan sohda  qe muchs su:n-

 ples  sustituciones  de  elementos  se  pueden e3ecuar   .sm  una pérdida consiguiente  de  identidad. A  muhos  mm1grantesadultos  les  llega  por fin la hora en que  abrigan  una  acumu-lación  de  estos  elementos  permutados.  

Aún no se sabe si las personas que provienen de unacultura  desprovista  de  un  concepto  de  trasformación  ,Pue-den  participar en  este  proceso.  Los  jaJ?oneses  que ?ac1eronen  Estados  Unidos,  que fueron enviados  a  Japon  para

 pasar   allí  largos  períodos  de  estudio,  y  que luego  voveron a su país natal (nos  referimos  a  los  japoneses  que  rec1b1eron la denominación  de  kibei en los  días  difíciles  de la  SegundaGuerra 'Mu'ridial)  tuvieron   pocos  conflictos  de  lealtádescúando llegó  el momento  de  la  opción.  Haían  aprendidoque el  individuo  debe ser   leal,   pero  tamb1en  qu:  pededejar de  pertenecer a una  sociedad  y  que  la obediencia  se puede comprometer   con  otra  autoridad. El  hecho  de  quehubieran sido  japoneses  leales  y  reconocidos  signif  icaba qu_ e

 podían  convertirse  en norteameric anos  leal:s: . Su  adoctn-namiento   postf  igurativo  ya  contem

1

a  la   pos1b1hdad de  unatrasferencia  total a  otra  sociedad.  · 

En razón de un proceso semejante podemos entenderlo que debió ser en los tiempos primitivos la vida de las indiascalifornianas que, como consecuencia de la prolife-

EL PASADO  47

ración de Jas _normas antiincestuosas, no podían contraer  matrimonio dentro de las comunidades en que se hablabasu propia lengua y debían ir .a pasar sus ,vidas íntegras,

· como extranjeras, en el seno de otro grupo idiomático. Allí se desarrollaron, a lo largo de incontables siglos, una lengua  femenina y una lengua masculina. . . dentro del mismo gru-  po.La expectativa de un contraste entre los idiomas y las culturasanexas de la madre y el padre se convirtió en un ele- mento dela cultura en la que nacía el individuo, postfi- gurado en lascanciones que interpretaba la abuela y en la conversaciónde las mujeres cuando éstas estaban solas. La recién llegadaa una tribu habí.a aprendido de su madre y su abuela quelas mujeres hablaban una lengua distinta de la masculina, yel hombre con el que se casaba había aprendido a oír el idiomade las mujeres y a hablar el de  su propio sexo. Estascircunstancias se incorporaban al elen- co de ideas básicas detoda la serie de pueblos que practi-  caban entre ellos el

matrimonio mixto pero que dif erían desde el punto de vistalingüístico.

Así como las culturas postfigurativas pueden llevar implí- cita la idea de partir e ingresar en otra cultura, así también 

 pueden contener rasgos de educación que impiden seme-  jante acomodamiento. Ishi, el indio californiano ·solitario 

que fue descubierto en 1911, mientras esperaba la muerte como único sobreviviente de una tribu que había sido exter- 

minada por los blancos, no tenía ningún conocimiento previo que le permitiera ocupar un puesto integral en el mundo 

del hombre blanco. · La identidad que conservaba era la de 

un indio yana, que mostraba a los jóvenes e impacientes estu- diantes de antropología de la Universidad de California cómo los yanas fabricaban puntas de flecha. Su educación 

temprana y la experiencia lacerante y traumática que corres-  pondía a los diez años que había vivido ocultándose de los rapaces hombres blancos no contenían ningún elemento 

que lo preparara para cambiar su propia afiliación de grupo.Richard Gould ha estudiado recientemente a los aborí- genes

australianos del desierto, que fueron trasladados desde su propio "país", donde cada palmo de erial era conocido y 

estaba imbuido-de un profundo significado, hasta un centro

Page 15: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 15/42

48 CULTURA Y COMPROMISO F.L J>ASAl)íl  49 

ele colonización situado a muchos kilómetros de distancia, enel que residfan otros nativos más aculturados. El pueblo<lel desierto empezó a aplicar el método que los aborígenesaustralianos han utilizado durante incontables generaciones pararelacionarse con otras tribus vecinas: procuraron armo- nizar susistema matrimonial con'tel del pueblo más acultura- do. Mas,los aborígenes aculturados, que estaban perdiendo parcialmentesu identidad, que ya no cazaban ni practicaban las ceremoniassagradas, pero que al igual que sus antepa- sados parecíanresistirse en última instancia a la acultura- ción, temíanretribuir el gesto. Llevaban consigo las cica- trices del fracasoque habían experimentado cuando inten- taron llegar a unaverdadera convivencia con la cultura del hombre blanco. Losaborígenes australianos no se ha- bían resistido a que unhombre de otra tribu cohabitara con sus mujeres, siempre querespetara los tabúes que defi- nían las categorías matrimoniales.

Pero los hombres blan- cos no tenían categorías matrimoniales,y sí en cambio un arraigado sentimiento de su propiasuperioridad racial. Elhecho de que las mujeres aborígenes estuvieran a su dispo-sición para el trato sexual era un signo de la imborrableinferioridad de los nativos. En contacto con los hombres blancos, los aborígenes perdieron el sistema complejo y tradicional con el que contaban para ensamblar su cultura particular con la de los demás, y la parálisis resultante detuvola aculturación.

El modo en que los niños aprenden idiomas de sus ma- 

yores define la forma en que, como adultos, ellos mismos  podrán aprender nuevos idiomas. Es posible que aprendancada idioma nuevo como un sistema análogo que permitetrasformaciones, tal como lo hacen los pueblos de Nueva 

Guinea circundados por grupos que hablan otras lenguas, ytal como lo hicieron los judíos y los armenios. O es posible 

qüe aprendan su propia idioma como un sistema singular- mente correcto, del que todos los otros sistemas no son más 

que simples traducciones imperfectas, tal como los nortea-mericanos aprendieron el inglés cuando fueron educados pormaestros que rechazaron la lengua maternª de sus mayores. 

Así a través de los tiempos, los niños han sido _educados

mediante sistemas culturalmente desarrollados en los que  puede encajar la mayoría de los nacidos dentro de la so-ciedad, pero no todos. Se hacen distinciones entre los niñosenrazón de las diferencias individuales observadas y és- tas seinterpretan como categorías en las que todos los pe- queñosdeben ser encasillados de algún modo. Los balineses distinguena los niños pícaros por naturaleza de aquellos que sonintrínsecamente apacibles y virtuosos. En una etapa muytemprana del niño balinés se decide a cuál de las doscategorías pertenece y el encasillamiento, ya sea correcto oincorrecto, lo acompaña hasta la vejez. Los samoanos -ylos franceses- hacen distinciones asentadas sobre la edad,sobre el momento en que el niño empieza a ser capaz deentender lo que sucede en su sociedad. Pero nunca unsistema cultural conocido ha contado con suficientes alter- · nativas distintas como para contemplar los casos de todos

los niños nacidos en su seno. A veces,el

niño que se apartademasiado de lo  previsto muere. A veces sólo se sientefrustrado y colérico u obligado a identificarse con el sexoopuesto. Es posible que al madurar estos niños distorsionenlas reacciones de quienes los rodean. Las neurosis, siempre que las interpretemos en los casos individuales como fracasosdel sistema previsto de educación, aparecen en todas lassociedades.

En todos los sistemas de educación es necesario tomar  alguna medida para controlar el conflicto que se produce entrela sexualidad floreciente del niño y su talla pequeña,  su

 posición subordinada y su falta de madurez. A veces las formas culturales casi corren paralelas a una parte de la  precocidad del niño, tal como sucede en las sociedades de pescadores y cazadores, donde las criaturas pequeñas, decinco o seis años, pueden aprender los métodos de super-  vivencia de sus padres y casarse apenas llegan a la puber- tad.A veces los niños deben desplegar un valor extraor-  dinario.Los mundugumor de Nueva Guinea, por ejemplo,  enviaban alas criaturas como rehenes a una tribu tempora·  riamentealiada. Los niños eran instigados a aprender todo lo posiblemientras permanecían como rehenes, para luen  poder guiar

una incursión de cazadores de cabezas a la mis- 

Page 16: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 16/42

50 cur:run, Y co111Pno!\r1. o 

ma aldea. Sin ·embargo, en ]as sociedad.es más complejas, en las que los papeles adultos están muy lejos del alcancede los niños de seis y siete años, e incluso de los jóvenes de dieciséis, se han adoptado otros métodos para reconciliarlos conla postergación de su madurez. Los padres deben de-fendersecontra una ·resurrección de su propia sexualidad  de latemprana infancia, reprimida durante mucho tiempo. Estaactitud puede convertirse en un foco de tolerancia, comocuando se permite que los pequeños balineses vaguen engrupos, desaliñados y sucios e indisciplinados, o cuando seenvía a los pequeños bathongas par.a que los críen los hermanosde sus maches en lugar de sus severos padre_s, o cuando los padres zuñís en persona evitan los conflictos con sus hijosmediante una combinación de aparente indul- gencia coninvitaciones secretas a los bailarines intimida- torios para queacudan y castiguen a los niños traviesos.

De modo que, para sobrevivir, todas las sociedades post- figurativas deben enfrentar la reaparición generacional del desafío edípico a la autoridad masculina, que parece haber

revestido eficacia biológica en las formas primitivas del hombre pero que en todas las culturas conocidas es contr.a-  producente en los niños demasiado jóvenes para la repro-ducción y la responsabilidad. Los niños no deben ser tra-tados en una forma tal que explote su sensibilidad prema- 

tura, y por ello en todas partes rigen normas contrarias al incesto. Al mismo tiempo, es necesario ,proteger a los adultos

de los recuerdos, los temores, las hostilidades y angustias

que sus niños reactivan en ellos y que ,en otras circunstancias podrían derivar en el rechazo y la destrucción de las criaturas.También es lógico esperar que todos los sist,emas sociales  produzcan excepciones felices: niños a los que un aconte- 

cimiento tras otro trasmite una sensación de bienaventuranzao buena suerte especial o de elección para hazañas más

formidables que las que se esperan de sus camaradas. Estascircunstancias se pueden institucionalizar, como sucedió 

entre los indios norteamerit'anos, dentro de aquellas culturasen las cuales los adolescentes y los adultos buscaban reve- laciones inspiradas y en las que los hombres con visiones 

cautivantes se convertían en líderes. Este margen para la

EL PASADO  51 

aparición del genio -esa combinación especial de dones !emeramentales,  virtudes naturales y  énfasis  ambiental-imphca que, cuando los  tiempos  también están preñados dehombres e  ideas, los  individuos pueden crear nuevas  formasculturales mediante una visión.  . .  o un  ensueño.  La  coin-cfdecia  de  la capacidad con la oportunidad de  la e1Ql)e-

r1encia  es  un  producto de  la cultura misma.  En una cultu-ra ue padece la  falta de  ideas originales  y  cambios  esP?s1ble  que  sea necesaria  la apárición de  un  hombre e; pe-calmente d?tdo  para introducir aunque sólo  sea un cam-

 bio  muy   mmusculo,  que  podría manifestarse   en el estiloartístico existente,  en el uso  de  una nueva materia prima,o en el  aum.ento, d   los  efectivos  de  una  dotación guerrera.,Estos camb10s mfimos pueden exigir la intervención dedote.s tan extraordinarias como las que se manifestaron en losmventos de un Galileo o un Newton, personajes éstos quetrabaja.han, n el contexto de una gran tradición de desarrollo

cienhfico del conocimiento.Todavía sabemos muy poco acerca de la forma en que se!'roducen estas felices grietas en el sistema destinado aimpon:r el conformismo y la repetición. No sabemos cómo es posible _que algunos niños conserven su espontaneidad . dent.ro de sistemas que la embotan y la regimentan, cómo seexplica _que algn?s niños continúen dudando después dehaber sido condic10nados para aceptar todas las respuestasconsagradas, o a qué se debe que sigan estando extravagan-temente esperanzados en medio de condiciones rutinarias dehambr y angustia. Durante el último medio siglo hemos prendido mucho acerca del trauma, acerca de niños pcque-nos o mayores que han sido expuestos a situaciones que noeran capaces de soportar o para las que no estaban prepara-do,  p_ero .aún sabemos muy poco acerca de aquellos queestan mus1tadamente dotados. Esta es una de las series decondiciones acerca de las cuales los jóvenes plantean in-terrogantes.

Las relaciones intergeneracionales dentro de una sociedad  pofigurativa no son necesariamente apacibles. En algunassociedades se prevé que cada generación debe rebelarsemofarse. de los deseos explícitos de los ancianos y arre

Page 17: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 17/42

52 CULTURA Y COMPROMISO

hatar el poder a los hombres de más edad. La infancia puede producir una sensación torturante y es posible que  los pequeños vivan con el temor de ser atrapados por tíos y tíasmayores que celebran ceremonias espantosas en su honor. Perocuando estos mismos niños llegan a la edad adulta, pretendenque sus hermanos y hermanas ejecuten en honor de sus hijos

las mismas ceremonias que tanto los  aterrorizaron omortificaron. En verdad, algunas de las culturas postfigurativasmás estables, tales como la de los aborígenes australianos o· lade los banaros del río Keram de Nueva Guinea, soncaracterísticas de sociedades en las que toda la poblaciónestá implicada en un ritual de tortura  e iniciación o de promiscuidad dif erertcial con las esposas y  de iniciaciónsexual, muchas facetas del cual se pueden definircorrectamente como torturas que provocan bochornp y horrorentre los afectados.

Así como el preso que ha dormido durante muchos años en un camastro duro sueña con una cama mullida perodescubre, al salir de la cároel, que sólo puede dormir sobre el primero, y así como las personas mal alimentadas que se  desplazan a un lugar donde hay mejores provisiones puedencontinuar aferrándose a la dieta poco nutritiva y origina- riamente repulsiva de su infancia, así también. los seres humanos parecen asirse con más obstinación a la 'identida culturalaprendida mediante el sufrimiento que a otra adqui- ridamediante el ·placer y el deleite. Los niños que 9e han criadosatisfechos en hogares cómodos pueden manifestar una mayor

seguridad y capacidad de adaptación frente a  nuevascircunstancias que aquellos cuyas primeras lecciones han sidodolorosas e intimidatorias. El sentimiento de iden- tidad culturalque s.e inculca mediante castigos y amenazas de rechazoabsoluto tiene una extraña persistencia. El sen-  timiento deidentidad nacional que se define por el dolor y la capacidadde sufrimiento, por el orgullo depositado en los primitivos padecimientos heroicos de los propios ante- pasados, se puedeconservar en el exilio en medio de cir-  cunstancias que presuntamente deberían disiparlo. Unas p'ocas comunidadest;xtraordinariamente perdurables, como las de los judíos y

los armenios, han·desplegado un senti-

EL PASADO  53 

miento tenaz de identidad nacional a lo largo de centenaresdie años de persecución y exilio.

Pero la cultura postfigurativa típica es la cultura primitiva aislada, la cultura que sólo cuenta con los recuerdos acomo- daticios de sus miembros para preservar la historia del pa-sado. Los pueblos que no conocen el alfabeto no cuentan con

libros apaciblemente alineados en los anaqueles para impugnaruna determinada revisión de la vieja historia. Las piedras mudas,aunque estén talladas y configuradas por la mano delhombre. se pueden acomodar fácilmente en una versiónmodificada de la naturaleza eterna del mun:lo. Losgenealogistas, inmunes a los documentos, condensan la historia,de modo que el pasado mitológico v el pasado reciente fluyen juntos. "¡Ese Julio César! ¡Hizo trabajar en los caminos atodos los hombres de esta aldea!" "En el principio era el vacío."La destrucción del recuerdo del pasado o su compilación enuna forma que no hace más quereforzar el cambio presente

ha servido para que los pueblos primitivos, incluidos aquelloscon más sensibilidad histórica,  practicaran un acomodamientocontinuo y muy funcional, porque los ha convencido de que su pequeño grupo se ori- ginó en el lugar donde vivenactualmente.

Los antropólogos se han abrevado en sus conocimientos sobre las sociedades de este tipo para desarrollar el con-cepto de cultura. La estabilidad aparente v el sentimientode continuidad inmutable que son típicos de estas culturasse condensan en el mod·elo de "una cultura" eme los antro- pólogos han puesto a disposición de otros individuos que  

no son antropólogos pero que desean utilizar los conceptosantropológicos para interpretar la ·conducta humana. Perosiempre ha habido una contradicción aparente entre laforma en que los antropólogos describen las sociedades pe-queñas, primitivas, de cambio lento, por un lado, y la diver-sidad que se observa entre las tribus primitivas que habitanregiones como Nueva Guinea y C¡ilifomia, por otro. Esevidente que en el trascurso del tiempo deben de hahersc producido grandes cambios, aunque aproximadamente den-tro del mismo nivel tecnolóko. Los pueblos se separaron, ·

'las lenguas divergieron. Se han encontrado pueblos <Juc

Page 18: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 18/42

 

54 CULTURA Y COMPROMISO 

están separados por cientos de kilómetros y halan la, is- ma lengua; se han descubierto grupos cuyos tipos f1s1cos son violentamente contrastantes y que sin embargo hablan el mismo idioma o comparten la misma cultura. 

Pienso que lo que no se ha destacado con suficiente én- fasises que cuando no hay un lenguaje escrito, ni docu- mentos del

 pasado, la percepción de lo nuevo es rápida- mente fagocitada por el estilo de lo viejo. Los adultos que corrigen la versión dela cultura que se trasmite a los jóvenes mitifican o niegan elcambio. Un pueblo oue ha vivido durante sólo tres o cuatrogeneraciones en tiendas, en las grandes praderasnorteamericanas, v que copió el estilo de las tiendas de otrastribus, puede describir cómo sus ante- .pasados·aprendieron a levantar una tienda imitando la formade una hoja curvada. En Samoa los ancianos escucharoncortésmente cómo Te Rangi Hiroa. un visitante polinesio de Nueva Zelandia, cuyo pueblo había preservado una lista sacrosanta de los viajes primitivos que era memorizada  porcada generación, describía las largas expediciones de  susantepasados polinesios. A continuación sus anfitriones lecontestaron inflexiblemente: "Muy interesante, pero los

 samoanos se originaron aquí en Fituita." 1 visitante, que eramitad polinesio y mitad europeo, y que además era un hombremuy culto, terminó por preguntarles, muy irrita- do, si ahoraeran o no cristianos y si creían en el Jardín d"l Edén. 

Cuando se esfuma el cambio v se asimila la innovación al 

 pasado remoto. la confiabilidad de la memoria en relación conlo conocido desempeña un papel importante. Hemos observadoque un pueblo capaz de describir los mínimos  detalles de unhecho que se registró en un período de rela- tiva estabilidad proporcionará una versión mucho más con-  tradictoria eimperfecta de los acontecimientos que se desa-  rrollaron másrecientemente durante un período de mayor   conmoción. Losheohos que encajan en un marco inusitado asumen u na imagende in·ealidad, y con el trascurso d<:>1 tiempo, si su recuerdosobrevive, son acomodados nueva- mente <'ll un entorno familiar, v los detalles del camhio, así 

(·o1no d  proceso ,lel mismo. ·se olvidan. La conlinuillatl 

EL PASADO  55 

se conserva mediante la supresión de los recuerdos que perturban el sentimiento de continuidad e identidad. 

Incluso en las culturas que han asimilado la idea de cambio, el empleo del detalle como medio para .enfriar el  recuerdo de los acontecimientos, ya sean éstos lejanos 6

 próximos en el tiempo, avuda a mantener el sentimiento de 

continuidad a lo largo de µeríodos extensos. Aunque éstaes una técnica que se puede perder junto con las actitudes

respecto de la identidad v la continuidad a las que estávinculada, también es posible recuperarla. El sentimiento 

 persistente, impávido, de identidad v de absoluta corrección de todos los aspectos conocidos de la vida, que es tlpicó ae 

las culturas postfigurativas, puede aparecer v se nuedereconstituir, en todos los niveles de la complejidad cultural.

Los inmigrantes oue llegan a un nuevo país como Estados Unidos o Australia desde otro en el cual el alfabefümo tiene

miles de años de antigüedad v todas las viejas ciudades estánembellecidas por edificios aue nroclaman una secuen-  ciahist6rica de cambio. pueden perder la idea misma de cambio.  Sin las  vieias  crónicas  y  sin los viejos  jalones  -la plaza  del  mercado.  la montaña  o  el  árbol  en  torno  del  cualse arracimaba  la  historia - el  pasado  se  condensa.  La formade  ·vida  en  el  nuevo  país, en  el  cual  se  préserva   buena

 parte  del  pasado,  tiene  importancia  por   sí misma. El  hechode  oue  la  gente  continúfl hablando  el  vie jo  idioma  v  con-sagrándose a  algunas  de  las  vie jas  tareas -plantar   viñas enuna  tierra  similar, sembrar   trio  en campos  parecidos, cons-truir   casas  que  conservan  las  antiguas  proporciones-   v  elhecho  de  .aue  el  paisa je  e  incluso la  noche,  en la  cu::i.1  elCarro  rueda   por   el  mismo cielo  septentrional,  sean fami-liares,  puede  determinar   en  con junto,  que  la  comunidadinmigrante  experimente  una  sensación de  continuidad  inin-terrumpida.  Y  esto   puede  prolongarse mientras  la  gentesiga viviendo asociada  en  un  grupo  dentro  del  cual  todavía

se  reconoce la  autoridad  de  fos abuelos  y  donde  se  aplicansus recetas  para  el  cuidado  de  las  mieses o la  fabricaciónde  alimentos  en  conserva y  para  el  mane jo  correctó  de  lassituaciones adversas. En  las  comunidades  escandinavas  de

fim1<'sota   snptcntrional,  gentes  que  hahím1  recorrido (listan- 

Page 19: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 19/42

! s 

56 CULTURA Y COMPROMISO 

cías tan grandes para continuar con su forma de vida con- servaban una buena porción de su cultura. .

Es  posible  que  la cultura de  la infancia haya sido  apren-dida tan  a  ciegas,  y que  el contacto con l?s miembros  deotras culturas haya sido  tan  tenue, tan  hostil o  ta cnr.as-tante  como  para que  el profundo sentido que.e  md1viduo

tiene acerca de  su  propia identidad sea casi malter.able.Estos individuos aislados  pueden vivir   durante  años  entreextraños,  traba jando,  comiendo  y  a  vece  incluo  casádosey criando hijos,  sin  cuestionar   su  identidad ,ni empenarse,en  asumir la nueva identidad que,  a  la reciproca,  no .lesofrecen.  O es  posible  que  grupos íntegros impla?ten háb tosde  migración  limitada, como  sucede en  Grecia o  Chma.Puede suceder que  todos  los  hombres se  hagan a  la .marcuando llegan  a la  edad adulta,  o  que  vayan a trabJar  afas minas,  los viñedos  o  las  fábricas de  otro  país,  de1andoa sus  mu jeres  o  hijos  en el  hogar. A  lo largo de  gene-

raciones  se  registran nuevas formas de  adaptacion a  laausencia  de  los   padres, pero la cultura, .aunque  alterada,todavía se  puede trasmitir coherentemente:  . 

Sin  embargo,  las posibilidades de  cambio son mucho ma-yares cuando el grupo es trasplantado a qtro entorno el}

circunstancias en  que  las tres  generaciones abandonan su.terruño y  se desplazan  jtintas  a un lugar donde el  nue_vo

 paisaje  se  puede parangonar cn  el vi jo,  donde fos  nosfluyen  O el mar rompe con  los mismos  ruidos, y donde se haconservado  una buena  parte  de  la vie ja  tradicón,  _de  modoque los  recuerdos de  los  abuelos y la experiencia   de  los

niños  corren  juntos.  El hecho de  que en la  nueva comarcaya  haga frío a comienzos  de  setiembre, cuando otrora uno podía permanecer sentado bajo el sol hast octubre,.de queno haya semillas  de  girasol  par   o?fecc1onar tortitas, deque  las bayas recogidas  en el  pnnc1p 10 del verano sean  ne-gras en  lugar de  rojas,  y  de  que  las nueces cosechada  enotoño  tengan una forma  diferente aunqu .se  .las de.signe por el vie jo  nombre. . . todas estas mod1ficac1ones  mtro-ducen un  nuevo elemento  en los cometarios de  los abuelos."En ,el vie jo  terruño" las cosas er n  distinas. 

Esta pcrcepd6n de la difrrenc1a cks¡wp el eamíno para

EL PASADO 

57 

que el niño practique una nueva opción. Puede escuchar  y similar la idea de que el allá  y el aquí son lugares distintos, implantando en su conciencia el hecho de la migración y el cambio. Es posible que al proceder así venere el contraste y contemple con afecto los escasos elementos que le :recuer- dan la existencia anterior y diferente; es posible que dichos elementos ancestrales le parezcan fastidiosos o desagrada-  bles y que los rechace por completo. Quizás el gobierno delnuevo país exija que los inmigrantes adopten una nueva ideología, qu: renuncien a los hábitos antiguos, que vacu- ?,en a sus hijos, que pagen impuestos, que envíen a sus 

Jovenes . lo .cuarteles para hacerles cumplir las leyes del serv1c10 m1htar, y a sus pequeños a la escuela para apren- der el idioma nacional. Incluso cuando no se observa esta insistencia existen otras presiones adversas a la perpetuaci6n del pasado. Si las historias que narran los ancianos son demasiado nostálgicas, si describen las .altas casas en las que residieron otrora como las describían los yemenitas cuado los trasportaron a Israel, o si idealizan las viejas y abrigadas e.abañas campesinas como lo hacían los irlan- deses atrapados en las covachas urbanas, es posible que losrelatos de los abuelos generen descontento. La grandeza  pasada no basta para llenar la olla vacía y no sirve para· taponar el viento que se cuela por las hendijas. 

En onsecuencia no sorprende que muchos pueblos, aun- que vivan agrupados dentro de sus propias comunidade!en la tierra .a la que han emigrado, desechen una gran parte

del pasado y excluyan de sus vidas mezq uinas muchas delas opulencias de su tradición premigratoria. Los individuosue antaño compartieron ese pasado, aunque sólo hayasido en forma restringida, como campesinos o proletariosdejan .que se extingan los ecos de la cultura y la histori pretéritas y se resignan a vivir una existencia menguada' enel l?gar donde se encuentran. Esta era ]a existencia quecultivaban los pueblos montañeses de ,habla inglesa radi-cadqs en algunas regiones del sudeste norteamericano.Era indudable que su cultura derivaba de las Islas Britá-nicas. Pero cuando estalló la Primera Guerra Mundial se

encontraron grupos de población que jamás habían salido

Page 20: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 20/42

f  

1:U 

58 CULTURA Y COMPROMISO

de sus valles y que no sabían nada acerca deI comaca 

EL PASADO

59 

en la que vivían . . . ni siquiera el nombre de I ciudad 1,m- ortante más próxima. Sin embargo, en otra epoca haian armado parte de una tradición dentro de la cual las lides de reyes y barones revestían importancia y los h  bres habían

emigrado a un nuevo mundo por razones rehg10sas y ,políticas. , . . 

Estas mitigaciones de una cultura mas antigua, que ia 

apropiada ;para un habitat diferente, pa ra una forma de vida distinta O  para uno población de otra magnitud, se obervan en  tod s los  países  del  mundo.  Hay  indi.os suda encansque  saben  hilar,  pero  que  hil.an  un  solo  hpo  de  fibra prn adornar sus cuerpos, y no tejen. Hay pueblos .entre º.scuales ·el parentesco ha proliferado hasta convertirse en Ll única  forma  de  ordenamiento  social, .a  pesar   .ded que

antepasados  eran  miembros de  imperios orgamza os. . 1

ª} pueblos  como los mayas y  los cretenses  cuya  forma de va,aun  dentro del mismo habítat, se ha fragmentado, y que  anrperdido  mucho de  lo  que antaño ena  propio  de la cultura  desus antepasados.  la  1 

Todos estos cambios modifican la calidad de cu tura. Piensoque podemos hacer distinciones útiles respecto de  lanaturaleza del cambio y del punto en el .cual se pro?uce la  ruptura,  el  punto  en  el  que  debemos  deiar   de  reenr os

a una  cultura  postfigurativa  y  cataloa la que  ahora  x1stecomo una  cultura  de  otro  tipo.  El  umco rasgo esencial y

definitorio  de  una  cultura  postfigurativa,.  o  de  aq?ellosaspectos  de  una  cultura  que  contJnuan sedo  postf1gu ·rd·tivos en  medio  de  grandes  cam1 s  de  1d1oma y  lealta  ,consiste en  que  un  grupo  de  ind1v1duos  compuesto cuantomenos  por   tres  generaciones, dé  la  cultura  por supuesta,  demodo tal  que  el niño  acepte  ciegamente  durante  su procesode maduración  todo  aquello aue quénes lo ro?ean  no  ponnen  tela  de  juic io.  En  semejantes  circunstancias  se apren  eun  cúmulo  inménso de  formas  de  conduca  pautadas  cultt!·ralmente  e  interiormente  coherentes  y solo  una   parte  m1· 

· a de este acervo llea a nivel consciente: los pasteles 

d m Navidad son   tema ele   conversación  y  provocan  comen·tarios,  pero  la  cantidad  <le  sal  que se  vwrtc cu  la:;  pa taLis 

 pasa desapercibida. Los círculos mágicos que se pintan sobre los establos para que la leche continúe fluyendo son 

tema de conversáción, pero las proporciones del henil y del

tambo no se mencionan. El trato preferencial que se otorga a los hombres y a ciertos animales, los matices de las rela- 

ciones entre los hombres y las mujeres, los hábitos que rigen el despertar y el acostarse, la forma en que se ahorra y gasta 

el dinero, las reacciones frente al placer y el dolor. . . todos éstos son ricos repositorios de conducta trasmitida, perocuando se los analiza es posible demostrar que si bien son consistentes y omnipresentes, permanecen por debajo. delumbral de conciencia. Es esta falta de rotulación de verba- 

lización v de toma de conciencia la que otorg; una gran estabilidad a la cultura postfigurativa y a los aspectos post- fip:urativos de todas las culturas. 

La situación de ouienes asimilan una cultura nueva en la edadadulta también puede abarcar una fuerte dosis ele a.prendizaie

de estilo postfigurativo. Nadie Je Pnseña a ca-  minar alinmigrante Jlegado de otra comarca. Pero cuando la muiercompra la indumentaria de su nuevo país y aorende a usarla,cuando empieza por enfundarse tornemPnte dentro de la ropa Que lucen las mujeres que ve en la caJie v Juego se acomoda a un estilo en virtud deJ cual debe l)Onerse eJvestido rpasándolo por la cabeza en lugar de introducirse en él

 por los pies. t'mpieza a adquirir la  postura y el asnecto

de las mujeres de la nueva cultura. Otras mujeres reaccionan frente a este hecho en forma también inconsciente: empie- zan a tratar a la recién Ilegada cada vez más como una de 

las suyas y cada vez menos como una forastera la invitana ingresar en su alcoba y en el · círculo de su' intimidad.Cuando los hombres se ponen ropas nuevas v extrañas 

aprenden en qué circunsfancias es correcto o incorrecto q ue-darse con las manos en los bolsilJos sin provocar comenta- rios ni ofender a los demás. El proceso es acumulativo v desde muchos puntos de vista, anarentemente es tan fáci1- 

inconsciente como el pro('eso med iante c>l cual el niño apmn-

de todo aquello que en su eult urn no es motivo el<·disd-  plina  y C'Olll('11larios <'s¡w<'ia l<'s. Los imlivid 110. <'111 n• losque se íust n la <'I fornslcro 11q l't1cslio11a11 su propia cowl uda

Page 21: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 21/42

60 CULTURA Y COMPROMISO 

habitual, así como tampoco lo hacen los ancianos que han  pasado toda la vida dentro de una sola cultura. 

Estas dos condiciones, a saber, la falta de impugncióny  la falta de  una toma de  conciencia,  parecen ser   las condi0

ciones  claves  para la  conservación  de  una cultura  postfigu-rativa. La frecuencia con  que  se  ha reimplantado el estilo

 postfigurativo  después de   períodos  de  tumulto y  revueltaen los  que  predominaba la conciencia  de  sí  mismo,  inducea pensar que  ésta es  una fórmula que,  por lo menos  en parte, continúa estando a  disposición  del  hombre modernoen la misma  medida en que lo estuvo a  la de  sus antepasadoshace miles  de  años. Todas las  discrepancias que  están ex- puestas en  los  andamia jes  de  la literatura  y  la historia  pue-den reabsorberse dentro de  sistemas  que, puesto que noson  impugnados y  permanecen por deba jo  del umbral deconciencia,  también son  inmunes al análisis. 

Estas formas de conducta no analizadas son tanto más difícilesde distinguir cuanto más se parecen a las del obser-vador,aunque éste sea experto y muy capacitado. Durante laSegunda Guerra Mundial oasi nadie, con excepción de losestudiosos que venían aplicando métodos distintos de ob- servación (los "veteranos de China", como se los llamaba), seopuso al análisis cultural de Japón, China, Birmania o Tailandia.Pero los mismos intelectuales que estaban dis-  puestos a aceptarel análisis de los pueblos asiáticos o afri-  canos, protestabanenérgica y emocionalmente cuando e]  análisis se aplicaba aculturas europeas que contenían mu- chos elementos no

estudiados similares a los de su propia cultura. En dichascircunstancias las defensas contra elautoaná1isis, que permitenque un miembro de cualquier cultura euroamericana se imaginea sí mismo como un  individuo que actúa libremente, sinataduras culturales, se levantaron contra el análisis de unelemento cultural afín, ya fuera éste alemán, ruso o inglés.

También es lógico que cuando ]a identificación súbita de unaforma específica de conducta cultural consagrada post- figurativarnente se produce dentro del propio ámbito, entre personas con un nivf'l eclncacional parecido al ele uno mis- mo,dicha idcnlif kadúu sea pa rlicularmculc reveladora, La

EL PASADO  61 

creencia ciega de que otras personas, que tienen un aspecto físieo muy distinto o que viven en un nivel social muy diferentedel nuestro, también son de algún modo distintas por arraigadascondiciones hereditarias, es muy persistente,cualquiera que seael vigor con que los individuos enunciensu devoción por elaserto científico de que las creencias vin-culadas con la raza

y la clase se aprenden y no se traspor-tan en los genes. Cadavez que aparece una diferencia pal- pable de gran magnitud, lagente recurre a la explicación genética. La mayoría de osindividuos piensa que los otros, que son muy diferentes deellos, deben de haber heredadoen verdad esas diferencias. Demodo que las diferenciasculturales asumen un carácter muy realcuando el individuo puede aceptar finalmente un argumentocultural para ex-  plicar los elementos incomprensibles que seobservan en la conducta de un colega francés o alemán, cuyoaspecto físico es idéntico al suyo propio.

Son  precisamente estas coherencias profundas, no ¡. mali-

zadas,  tácitas, que  se  aprenden de los  ancianos o  de losmiembros  obedientes de  una cultura en  cuyo  seno  acabande introducirse los  individuos,  las que deben analizarse  paraque la  comprensión  de  dicha cultura se  convierta  en una

 pieza   del  acervo  intelectual de  las ciencias  humanas y enun factor del  clima  de  opinión  en el  que  pueden  prospe-rar las ciencias  humanas. Apenas  los  hombres compren-dieron que  hablaban un idioma  distinto del de  sus  veci-nos,  que era aprendido por los  niños  y  podía ser   estudiado por los  extran jeros ,  adquirieron la capacidad de  aprenderellos mismos  un segundo y un  tercer idioma,  de confeccionar

gramáticas y  de modificar   conscientemente  sus  propias len-guas. En este sentido,  la lengua es  sencillamente  el  aspectode  la cultura que  ha sido  identificado desde hace más  tiem-

 po  como un  elemento  desglosable  de  la herencia del hombre.La tare.a  de  entender la totalidad de  otra cultura, la orga-nización  más  profunda de  las emociones,  las disparidadesmás  imperceptibles de  las posturas y  los  ademanes, nodifiere de  la que  está  implícita en  la comprensión  de  otroidioma.  Pero la  empresa inherente al  análisis  de  una  tota-lidad exit>  t>l  empleo de  ht>rraniientas  distintas: t>l  reforza- 

Page 22: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 22/42

62 CULTURA Y COJ\f PROMISO

miento del ojo y el oído analíticos y talentosos mediante la cámara, el grabador y los instrumentos de análisis.

Hoy tenemos desplegados ante nosotros los ejemplos, lasdiversas formas de culturas postfigurativas, de pueblos querepresentan etapas sucesivas de la historia del hombre, que vandesde la caza y la agricultura hasta la situación presen-te.

Contamos con los conceptos y los elementos necesarios,para su estudio. Y aunque los pueblos primitivos, los cam-•pesinos  ignorantes,  y  los  pueblos desposeídos de  los  reman-sos  rurales y  de  los  tugurios urbanos no pueden relatamosdirectamente todo lo que ven y  oyen,  nosotros   podemosregistrar su  conducta para analizarla luego,  y  también po-demos  poner   en sus  propias manos  una cámara para qefotografíen y nos  ayuden a ver lo que nosotros,  en virtud denuestra educación, no  podemos   observar directamente. El pasado conocido  del  hombre está abierto frente a  nosotros para  proporcionarnos  información   en momentos  en  que,

después de  un  milenio  de  cultura postfigurativá y  cofigura-tiva, durante el cual los  hombres aprendieron cosas  viejasde  sus padres y  cosas  nuevas de  sus  pares, hemos  llegado auna nueva etapa en la evolución  de  las culturas humanas.

Capítulo 2 

EL PRESENTE 

Culturas cofi gurati vas   y pares fam .iliares  

Page 23: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 23/42

94 CULTURA Y COMPROMISO 

 bases electrónicas, los jóvenes de todos los países compartebun tipo de experiencia que ninguno de sus mayores tuvo o tendci jamás. A la inversa, la vieja generación nunca verá

repetida en la vida de los jóvenes su propia experiencia sin-

gular de cambio emergente y escalonado. Esta ruptura entre generaciones es totalmente nueva: es planetaria y universal. 

Los niños de hoy se han criado en un mundo que sus mayoresnunca conocieron, pero unos pocos adultos sabían que talcosa habría de suceder. Quienes lo sabían fueron los

 precursores de las culturas prefigurativas del futuro enlas que lo prefigurado es lo desconocido. 

Capítulo 3 

EL FUTURO 

Culturas pref igurativas 

e hijos desconocidos 

 

Page 24: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 24/42

 Nuestra crisis actual ha sido atribuida tanto a la abruma- dora celeridad del cambio, como al derrumbe de la famili a la decadencia del capitalismo, al triunfo de la tecnología sin alma y, en términos de repudio total, a la quiebra defi- 

nitiva del Sistema ( Establishment ). Detrás de estos asertos se observa un conflicto más fundamental entre aquellos para quienes el presente sólo encama una intensificación de nues- tra cultura cofigurativa ya existente, en la que los pares están reemplazando cada vez más. a los padres como mode- los significativos de conducta, y aquellos que aJ.egan que en verdad estamos ingresando .en una etapa totalmente nueva de la evolución cultural 

La mayoría de los comentaristas, no obstante sus diferen- ciasde criterio, continúa enfocando esencialmente el futuro comouna prolongación del pasado. Tdler todavía puede descrfüir eldesenlace de una guerra nuclear como un es- tado dedestrucción que en términos relativos no sería más espantoso quelos estragos que sembró Gengis Kan. Al -es-cribir acerca dela crisis actual los moralistas citan la deca- dencia en quecayeron antaño los sistemas religiosos, y los historiadoresdestacan que la civilización ha .sobrevivido una y otra vezal derrumbe de los imperios.

Asimismo,  la  mayoría de  los  observadores interpreta  queel hecho de que  la  juventud  disconforme  de  todas las ten-dencias y  de  todas las sociedades del  mundo repudie el

 pasado y  el p.,r ,esente no implica sino  una  forma exageradá

Page 25: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 25/42

?º  s, 

98 CULTURA Y COl\f PROMISO

de rebelión adolescente. Esto le permite decir a Max Ler- ner:"Todos los adolescentes deben pasar por dos períodos cruciales:uno en el que se identifican con un modelo, ya sea éste el padre, el hermano mayor, el maestro, y otro en el que serebelan contra dicho modelo y reivindican su  propia personalidad". Existen pocas dif erencias sutan:ia- les entre la

opinión de Lerner y la que expresa DaVId Ries-  man cuandodescribe al hombre autónomo, que emerge del presente sin unaruptura muy violenta con el pasado. 

Quizá la respuesta más extraordinaria a la rebelión juve- nil

haya sido la de Mao, quien intentó volver a los jóve-  nesdescontentos contra sus padres, para así poder con- servar elímpetu de la revolución realizada por la genera-ción de losabuelos. A pesar de que se nos escapan los de-talles de lo

que ha estado suciediendo en China, lo . que sabemos induce a pensar en el despliegue de un tremendo esfuerzo encaminadoa trasformar el anhelo de destruc- ción, que caracteriza laactitud de todos los jóvenes acti- vistas del mundo, en uninstrumento eficaz para la conser-vación del régimen comunistachino recién implantado. Si los maoístas triunfaran en su

experimento, habrían realizadola aplicación más sensacionalque se conoce de las técnicasrle la cofiguración generacionalcon el fin de provocar un retorno a una cultura postfigurativa.Hay indicios de que 

..los chinos modernos podrían interpretar que las nuevas tecnologías occidlentales ta,les como la electrónica son ª?á- loga:s a las asimiladas en procesos que se han producido

muchas veces en la larga historia de la civilizaci6n china,o sea, que no tienen más importancia que una nueva formade metalurgia. 

Los teóricos que en sus interpiietaciones del abismo gene-racional destacan las similitudes entre el pasado y el pre- sentehacen caso omiso de la irreversibilidad de los cambios que sehan producido desde el comienzo de la revolución industrial.Esto llama particularmente la atención en sus lucubracionessobre el desarrollo tecnológico moderno, que ellos abordancomo si fuera comparable por sus efectos con los cambios que

se producían cuando una civilización die antaño copiaba de

otra técnicas tales como la agricuitura, 

EL FUTURO 

99 

la escritura, la navegación, o la organización del traba · y el derecho. 10 

.  Nat ralmente,  es  posible analizar   tanto  las  culturas  post-f1gur tivas  como las cofigurativas  en  ténninos de  la  lentitudo  rapidez d I  cambio, sin especificar la  natura]eza  del  pro-rso.  Por  eJemplo,. cuando  los hijos de  los trabajadores  rura-es  Y  artesanIes  mgresaron en  las  primeras  fábricas,  estomarc6  _el  comienzo de  un  cambio  irl'eversib1e.  Pero  la  aco-modación  a  este  nuevo modo de  vida  fue  lenta  dado  queabarc6  varias  eneraciones, y  ello  determinó  que  no  secaptara  neclesanamente que  los  cambios eran  más  drásticosque  _los  que  había  experimentado  los pueblos  incorporados

mediante  la conqmsta  al  Imperio  Romano. Así  también  su-cede  qe  cuando  se  enfoca la  atención  en  las  relacionesgenerac10naJes  y en  la  naturaleza  de  los  modelos mediantelos cuales  se trasmite  la  cultura,  es  posible definir   como

 plena ente  comparable  una  situación  pasada,  como sería P?r   e1emplo.la de  un  pueblo  apegado  a  la  tierra que apren- dió, las técicas die la pesca, con una situación actual como sena por e.iemplo la de los hijos de los emigrantes h;itianos que aprenden la programación de computadoras. 

El  contrast  .entre  el  cambio   pasado  y el  presente  sóloesalta con.  mtidez  cuando  se especifica fa  naturaleza  delroceso, Pienso que  un   problema  urgente  consiste en  de-mear   la  naturaleza  del  cambio  en  el  mundo  moderno ·  _cluyt:no  u  ritmo y dimensiones,  para  así entende,r ej  rlas  distmc1ones que  es  necesario establecer   entre  el  cambio

del  pasado  y  el  _que  e 1

está registrando  en  la  actualidad. ,  a   prueh   primordial  de  que  la  situación   presente  esunica  y  no  tiene  parangón  en  el  pasado consiste en  que  la1:1P:Ura  generacional  abarca  todo  el  undo.  Los  aconte-c111_11entos  pa ticulares  que  se desarrollan en  un  país  cual-quiera  -Chma,  Inglaterra,  Pakistán, Japón,  Estados  Uni-

 _  Nueva Guinea, u otro- no bastan para explicar la mqmetud que conmueve a la  juventud moderna en todasPes. Los ientes cambios tecnológicos o el lastre ini- phc1to en.1 falta de éstos, la revolución o la represiónre las

achv1d_aes revolucionarias, el desmoronamiento de a fe en

los v1e1os credos o la atracción de otros nuevos . . . 

Page 26: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 26/42

 

100 CUL11JRA Y COMPROMISO EL FUTURO 

101 

he  aquí  una seri1e  de  factores que  sólo  explican  J?arcil-mente las formas particulares que  asume  la  rebelión Ju-venil en fos  distintos  países.   Indudablemente es  más pro- bable que  el nacionalismo  prospere en  un país como  Japón,que  se está recuperando de  una derrota reciente, o en aí-ses que  acaban de  desvincularse de  su pasado colorual,

y  no,  por ejemplo,  en Estados Unidos. l. gobierno de  un país tan aislado como China le resulta f a_cil ordenar vas oscambios por decreto, en tanto que al gobierno de la Umón Soviética, que actúa en iel escenario europeo, e. resulta difícilsofocar la resistencia checoslovaca. La cnsis de la familia esmás evidente en Occidente que en Oriente. La celeridad del cambio es más conspicua y se percibe con másclaridad en los países menos y más industrializados

. a pregunta clave es ésta: ¿Cuáles son las nuevas con- dl1C10nes que han desencadenado la revuelta juvenil en todoe mundo? 

La _primera d eIIas es la aparición de una comunidad.  ;:mndial. Por pnmera vez  los  seres humanos  del  mundo se

an  cngregado, en razón  de  las informaciones  que  losunos  tienen acerca de  los  otros y de  las reacciones  quelos  nos  prooan en los  otros,  en  una comunidad unida

 por el cono.c1m1erto  y el  peligro  compartidos. Ahora  no  podemos afmnar, con certeza si ·antaño existió en alg ' moento u.na sola comunidad constituida por muchas p quenas sociedades, cuyos miembros se conocían entre sí hasta tal punto que la conciencia de lo que diferenciaba a 

que en los países que ocupan una posició intermedia.  na pequeña soc_iedd de otra avivaba la conciencia que1 

Pero en cierta medida todo esto es secundano cuando se fijala at!ención en la disconformidad juvenil, cuyas dimen- sionesson mundiales.

El énfasis en las singularidades sólo sirve para obstacu- lizarla búsqueda de un principio explicativo. En cambio,esnecesario despojar los ·acontecimientos de cada país de susaspectos superficiales, nacionales e inmediatamente temporales.El deseo de imlantar na forma lieral de comunismo enCh!ecoslov·aqma, la busqueda de igualdad "racial" en EstadosUnidos,· e,l anhelo de liberar a Japónde la influencia miilitarnorteamericana, el apoyo que se presta al conservadorismo

extremo en Irlanda del Norte yRhodesia o a los excesos delcomunismo en Cuba. . . todaséstas son formas parti.culares. Eldenominador común de todas ella·s ·es· el activismo juvenil.

cada grupo conshtuti:"o tema de sí. Pero por lo que sabe-

mos, entro ,dl  periodo arqueológico no existió ninguna c?mumdd umca, interrelacionada, de este tipo. Los ra- 

tmos mas vastos de grupos humanos interrelacionados eran ragment s d'e .un todo desconocido aun más vasto. Los 6-

ores 1mpenos expandían sus fronteras hacia regiones a  1tadas por ueblos  cuyas lenguas,  costumbres y aspecto

eran deconoc1dos.  En el mundo de  entonces,  que  sólocbnocia  en forma muy   parcial, la idea d1e que  todos los

om es  eran,  en el  mismo  sentido, seres  humanos resul- taba .irreal o una creencia mística. Los hombres 'podíanr:fleXIonar acerca de la paternidad de Dios y la frater- i1ad

del ho?1bre y los biólogos podían defender la teoría  emonogerusmo en oposición a la del poligenismo pero 

lo q?e todos los hombres tenían en común era un tea de contmuas especulaciones y disputas. 

Si he procurado bosquejar fas caract!erísticas esenciales Los he_chos  de_ los últimos veinticinco años produjeron

del modelo postfigurativo y algunas de las formas queasume el modelo cofigurativo en ciertas condiciones de un c!mb10 

drastico. La exploración ha sido lo bastante 

cambio rápido, lo he hecho con la intención de aplica a este problema el análisis antropológico. Estoy conviencida de que

la descripción de estos modelos, tal como hemos  llegado aentenderlos mediante el estudio de las culturas antiguas, puede

ayudarnos a elucidar. lo que está suce·  diendo en el mundocontemporáneo.

Page 27: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 27/42

m1i eta. como para onvencernos de que sobre el planeta.  ay hpos humanmdes,  con  excepción  ,de 

nuestra espe- cf-'  Los veloc:s. ,viajes  aéreos en escala  mundial y los sa- te ites de  teJev1s10n  quegiran en torno del globo nos  han trafomado enuna comunidad única  en  la cual  los  acon- !ecimintos q1;1e  se registran en un  punto  de  la tierra

están inmediata y  simultáneamente al alcance de  los  pueblos que 

 

Page 28: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 28/42

102 CULTURA Y COl\f l'ROMfSO 

habitan todo el resto del mundo. Ningún ar.tista ni cenor políticotiene tiempo de intervenir y. <:orregir los matena-Ies cuando alguien asesina a un dmgente ? clava una bandera en la luna. El mundo es una comumad. ;t  pesar deque todavía careoe de las formas de orgamzac10n y de lassanciones mediante las cuales se puede gobernar unacomunidad política.

La revolución  industrial del  si?lo  XIX  reempl  ó  P.ºr   aslas formas más  burdas  de  energia. La  revoluc10.n  centíficadel  siglo  xx ha  permitido multiplicar extraordmanam.etla  producción  agrícola pero tmbién ha.  creado la  pos1b1h-dad  de  que  se  modifique radical y peligrosamente la eco-logía  de  todo el  planeta y  de que  se  destr.uya a  todos losseres  vivos.  La  ciencia ha facilitado, mechante  el ytso  decomputadoras, una nueva concentración de  aa1:1e.s mtelec-tuales gracias a  la  cual los  hombres pueden m1ciar la ;-

 ploración  del  sistema  solar,  y  abre  el camino a la creac1on

de  condiciones  simuladas mediante las cuales los ho bres,y sobre  todo aquellos que trabajan en  grupos orgamzados, pueden superar anteriores hazañas intelectuales.

La revolución  que  afecta el  desarrollo  de  las  fuentes dealimentos  tiene magnitud mundial. Hasta hoy,  en muchasregiones  del  globo la  revolución  médica ha heoho  aumen-tar   la  población  ha'sta tal  punto que el efocto primordial dela mayor  y más eficiente producción de  alimentos  se.ha  tr -ducido en  la contención  de,,Ja  hambruna. Pero s1  cos1-guiéramos introducir un nuevo equilibrio en la   poblaciónmundial, sería  posible  alcanzar por primera  _vez  la meta de

una nutrición  suficiente para toda la humamdad. A  su  vez,al reducir las  presiones  favorables al increento demográ-fico,  la  revolución  médica ha empezado a liberar a la  mu- jeres  die  la ancestral necesidad  de  consagr rse  casi   porcompleto a  la reproducción,, y  en  consecuenca  alterará ra-dicalmente el porvenir de  estas y  la  educación futura  delos niños. h · 

Lo más importante es que estos cambios se an regis-trado casi simultáneamente, dentro del cicl vit.al de una generación, y que el impacto de la idea de camb10 e mun- dial. Apenas ayer, el único contacto entre un nativo de 

EL FUTURO

10 

uva Guinea y I civilización moderna podría haber con- sistido en un cuch11lo de marca llegado hasta su aldea des-  pués de trueques sucesivos, o en un avión visto en el cielo 

oy, apenas ingresa en la factoría de frontera más peque-: na,se encuentra con la radio de transistores. Hasta ayer los 

aldeanos de todo el mundo estaban escindidos de la ida 

urbana de sus propios países. Hoy, la radio y la televisión les llevan sonidos e imágenes de las ciudades de todo el 

globo. 

Los hombres que  son  portadores de  tradiciones culturalesuy  distintas entre  sí  ingresan en el presente en  el  mismo

mstnte  cronol?gico.  Es cmo  si,  en todo el mundo,  la hu-ll!ªmad estu:v1era. convergiendo hacia centros de  inmigra-ción iuales,  identificados con  las mismas  leyendas: "Ustedentrara en este momento  en  el mundo de  la segunda  post-gue a  po  el Poi:tón  1 ( o  el Portón 23,  o el  Portón 2.003,etc,) .  Qmenesqmera que ellos sean, y cualesquiera que  sean us puntos part:iculares de ingreso, todos los hombres son 

igualmente mm_1gran.tes que llegan a la nueva era: algunos deellos como refug1do y otros como proscriptos.

Se  parecen a  los  mm1grantes que  arribaban  como  pia-neros a una nueva comarca,  sin  ningún conocimiento  acercade  lo que  les exigirían  las nuevas condiciones  de vida Losúltimos  en llegar -podían  tomar como  modelos  a  sus g posde  pares.  Pero entre  los   que  inauguraban la corriente losadltos jóv nes teían por único  modelo  sus  propias adap-taciones e  ovaciones  experimentales. Su  pasado,  la  cul-

tura que ha1a _  plasmado  su comprensión  -sus pensamien-tos,  sus senm:1.entos  y  sus concepciones  del  mundo-  noeran una gma  segura para el presente. Y  los ancianos que los acompañaban, atados al pasado, no podían proporcio- narlesmodelos para el futuro.

Hoy, todas las personas nacidas y criadas antes de laegunda Guerra Mundial, son inmigrantes en el tiempo

-como  sus  antepasados lo  fueron en  el espacio-  quelchan para adaptarse a  las condiciones  desconocidas de  lavida  en una nueva era. Al  igual que  todos los  inmigrantesY· pioner s,. estos  inmigrantes en el fiempo son  los  portado-

res  de  vie1as  culturas.  Hoy la  diferencia consiste  en que 

Page 29: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 29/42

104

representan todaf

CULTURA y COMPROMISO 

las culturas del mundo. y todos llos,EL FUTURO

105 

ya se trate de so . dintelectuales franceses o de nu;m- os una nueva era. Y hasta ahora 1a mayoría de las personas

'bistlca  d N

ueva Gm'nea

'de campesmos 

 bros de una tn u  emota e  o de físicos nucleares,.  mayores de veinticinco años no ha sabido captar emocional-

haitianos  apegadosr a

1a f ierr 

a' 

tienen mente, aunque lo haya hecho muy bien en el plano inte-

ciertas t ' t'1cas en comun. . b ..  lectual, la diferencia que existe entre cualquier guerra encarac ens  t ·nmigrantes crecieron ªJº

Quienesquiera  qe  seanha1::í;scuzado  un  satélite.  Su vf ·cielos  por   los que  Jamás  . 'n corregida  de lo  que hab1asión del  pasado  era ud  ver¿¡?sen  totalmente  de la  tradi-ocurrido.  Fuera  que epen  I  ciones  teatrales  o tuviesención  oral,  esanías  Y ret  e  ografía  estática 'y la  filma-acceso  a la  imprenta  \e  .h bía sido  alterado  por   el  acto

ción,  lo  que  podían  s6  r S visión  del  pasado  inmeditomismo  de  la  conservac1 n.  dían  percibir   con  sus  propiosestaba  limitada  a lo  que  po  g'das de  las experiencias 

la cual sobreviviría la humanidad, aunque las bajas fueran cuantiosas, y otra en la cual no habría sobrevivientes. Con- 

tinúan pensando que esa. guerra; librada con armas más letales, sería simplemente una guerra más cruenta,  y no 

entienden las consecuencias de las armas científicas de ex- terminio. Incluso los científicos, cuando forman comisiones,  

tienden a no plantearse como meta la abolición total de la

guerra, sino la prevención de aquellas formas particulares de lucha que les producen a ellos mismos una incómoda

ojos y o'd

 y a

1 versiones corre 1  Esenci•alm

  sensación de responsabilidad especial. .. como sucede ensensorias y  los  recuerdos  e 1r   bío  estaba  incorporado  a el caso diel empleo de plaguicidas en Vietnam.1 os as d t os hombres  ente,

en su concepción del futurof e d mEl nativo de Nueva Gui-.  b en e pro unle

: undo moderno imitaba Por tanto, desde el punto de vista del ingreso en un pre- sente para el que ninguno de nc;,sotros estaba preparado

una inmutabilidad más 1 comp  10 ro  por su comprensión del pasado, por su interpretación denea que mgresa a l 1 proporcionaban los europeosy esperaba compartir} de agr

es que imaginaba lo que

el futuro, todos los que nos criamos antes de la Segunda

los modelos cultura es quel oda su futuro. El indus-t! 

trial o el autor de p anes m\ dora aún no construida, la podría posibilitar una coman l epertorio de inventos que encarabacomo otro agregtu s del hombre. Ampliaba lo  habíaacrecentado las apb modificaba el futuro.que  ést

.os i pf'odía

.n  hqa·

ceer,la pecr 1?enc1a-f  'cc1'6n  de mediados  del Es s1gn tcativo autores ue tenían poca expe-

la experiencia contemporánea o por sus expectativas para

Guerra Mundial somos pioneros, inmigrantes en el tiempo,  que hemos dejado atrás nuestros mundos familiares para viviren una nueva era, en condiciones distintas de todas las quehemos conocido. Nuestro pensamiento nos ata to- davía al

 pasado, al mundo tal como existía en la época de.nuestra infancia y nuestra juventud. Nacidos y criados antes de la revolución electrónica, 1a mayoría de nosotros no en-

siglo  xx,  ,escrita.  por   1ter :ida hum a,  sonara  falsa  a  l?s riencia en cuestiones e . des rtara en la mayona tiende lo que ésta significa. ; 

oídos  sofisticados  y   prácticos .\erés  ue mitos  tales  comode  los  hombres  cultos  meno  m.  l yen a hombres y dioses

los de !caro y Dédalo,  os cuad i:  o.  La mayoría  de  los además de los  mecamsmos  resciencia  de otros  miem-

Page 30: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 30/42

científicos  comparta  la falt\  /az  de compartir   los  sueños bros de su generación y erd lciencia-ficción. 

de los autores J:?odernbs ha atómica fue detonada en las 

Cuando la primera om Mundial sólo unos pocos  postrimerías de la Sed unda Guerr humanidad ingresaba enindividuos compren ieron que

"'·Todavía cqnservamos las sedes del poder y controlamos los recursos y las aptitudes necesarios para mantener el orden y organizar los tipos de sociedades que conocemos.  

Manejamos los sistemas educacionales, los sistemas de apren- dizaje, las escalas profesionales por las que deben trepa1 los jóvenes, peldaño por peldaño. Los adultos de los países adelantados dominan los recursos que los países jóvenes y:menos  desarrollados  necesitan  para su   progreso.  Sin  em-

 bargo,  hemos  quemado  las  naves.  Estamos  condenados  a"i.vir   en un entorno  desconocido  y  nos  arreglamos  conlo  que sabemos.  ,1Levantamos,  con·  materiales  nuevos  y 

Page 31: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 31/42

r  . 

106  é.tJLTURA  Y  COMPROMISO 

mejor entendidos, edificios provisionales ajustados a los vie-Et FUTURO

107 

 jos esquemas. , dEn cambio, la nueva generación, los jovenes rebel -es y 

explícitos de todo el mundo qlli; se baten c?ntra los con-troles que los sujetan, se asenw1an ,ª los miembros de la 

 primera generación nacida en un pa1s nuevo. Están cómo- dosen su tiempo. Los satélites son algo familiar en sus cielos. Nunca conocieron una época en que la guerra no  proyectara suamenaza de aniquilación. Los que emplean computadoras no lesatribuyen una naturaleza antropomór-  fica: saben que están programadas por seres. humanos. Cuando se les comunican losdatos correspondientes, en- tienden en seguida que lacontatñinación permanente de la atmósfera, el agua y la tierracovertir el planeta en un erial inhabitable y que seráimposible ahmntar .a.la pobla- ción mundial si ésta continúaaumentando mdfm1damente, Entienden que el control de lanataliad es v1ale y nece- sario. Como miembrós de una especieque habita una c.o-  munidad mundial subdesarrollada,comprenden que las dis- tinciones odiosas fundadas sobre razasy castas son anacró- nicas. Insisten en que es vital que existaalguna forma de orden mundial. · 

Viven en un mundo en que los acontecimientos les lle- gan con toda su compleja proximiad, ya no están. ama- rrados por las secuencias lmeales simplificadas que d1ctba la palabra impresa. A su juicio, la matanza de un ene1go no es cualitativamente distinta del. asesinato de un vecmo. 

 No pueden conciliar nuestros esfuerzos por salvar a nues- tros niños mediante todos los recursos conocidos con nuestra  predisposición a exterminar con napalm a los niñ?s ajenos. Las viejas distinciones entre tiempo de paz y  bem de guerra, amigo y enemigo, "mi" g upo y el . e ellos (los extranjeros, los ajenos) , han perdido su significado. aben que el pueblo de una nación no puede salvar por s1 solo  a sus propios niños y que cada uno es responsable por  losniños de los demás. , 

Aunque he dicho que  sben estas cosas, q?izá debena haberdicho que esto es lo que sienten. Al igual que la primera

generación nacida en un país nuevo, escuchan lo

qu sus. padres Jes cuentan acerca del pasado y sólo loentienden a ed1as. Porque así como los hijos de los pio- neros no teman acceso a los recuerdos topográficos quehacían llorar a sus padres, así tampoco los jóvenes de hoy

 pueden. c?mpartir las reacciones de sus padres frente aacontecimientos que los conmovieron hondamente en e] pasado. Pero esto no es lo único que separa a los jóvenesde sus mayores. Cuando observan con atención, descubrenque sus mayore.s I?arch.an a tientas, que abordan tor.pe-mente, y a es sm éx1t?, las tareas que les imponen lasnuevas condiciones. No tienen un conocimiento directo de 1a forma en que sus padres vivían allende los mares nide la reacción muy distinta de 1a madera ante las he'rra-me;"tas o de.la t!erra ante la azada. Ven que sus mayoresutibzan medios mapropiados, que su desempeño es pe-noso y que fos reswltados son muy inciertos. Los .jóvenesno saben qué es lo qe se debe hacer, pero intuyen quedebe de haber ttn sistema mejor. 

Shannon Dickson, un muchacho tejano de quince años expresó en una composición lo que sentía: ' 

En la mente de mi generación existe una perplejidadgeneral cuando se trata de encontrar una solución paranosotros mismos y para el mundo que nos rodea.

Vemos el mundo como ·un caos colosal cuando desfila 

velozmente con sus guerras, su pobreza, sus prejuicios yJa f lta de comprensión que existe entre los pueblos y lasnaciones.

Entonces hacemos· un alto y pensamos: debe de haberun sistema mejor y tenemos que encontrarlo.

Vemos  el inmenso  tropel de  individuos exasperadosque  se esfuerzan  por batir a  sus  semejantes. Todo estose  acumula y  pr voca  des.asosiego  entre  las naciones yen el hogar. A mi generación la  usan  casi  como  si fuerauna máquina. Debemos aprener normas consagradas,debemos desvelarnos por adqmrir una educación más

refinada, lo que nos permitirá seguir  las huellas de nues-tro!mayore!..¿Pero  or  qué? Si nos toca ser una gene-ración  re petitiva, la situación  será  peor. ¿Pero cómo ha- 

Page 32: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 32/42

r  

fu 

108 CULTURA y COMT'ROMISO 

 bremos  <le  cambiar?  Necesitamos  una gran osis  <l:amor para todos, necesitamos. de  la comprensión  un:-versal entre  los pueblos, necesitamos  pensar en nosotros mismos expresar nuestros sentimientos, pero sto noes todo.yTodavía debo descubrir qué más necesitamos, 

y ni siqui•era he aplicado estos preceptos tan ª. fondo como debería haberlo hecho. Porque cuando mtento 

hacerlo caen sobre- mí las burlas de mis mayores y de uienes no escuchan, o encaran el problema con menta- 

fldad cerrada. Las computadoras ocupan el luga d,e los cerebros; la electrónica asume el control, y esto solo con- tribu e a confundir aun más las cosas. ' . Reonozco que debemos oedecer .C:ierts relas bas1- cas

 pero antes debemos averiguar qmen dicta las regl;s.  A veces paseo por una playa desiert.a y esucho as

olas y los pájaros; los oigo clamar y gntar etemamnte ya veces nosotros nos sentimos así, pero cada uno 1gue aferrado a sus pequeñas rutinas, sin atreverse a 'acerunalto y escuchar por miedo a romper su cascaron.

La respuesta está en algún lugar, afuera. Debemos buscarla.

Pi nsan que debe de existir un sistema mejor y que deben

encontrarlo. l d h resActualmente en ningún lugar en e mun . o ay mayo

( ue se an lo que saben los jóvenes, por uy remota,s Jencm!s que sean las sociedades donde viven estos :}ti- 

os  Antaño  siempre  había algunos adultos que  s.a  inmás.  que  cualquier  joven  en términos de . la expenencraad uirida al  desarrollarse dentro, de  un  sistema  cultural.Ah  ra no los hay. No se  trata  solo  de  que  los padres yano son  guías sino de  que  no existen  guías, los  busque unoen  su  ro  i país o  en el extran jero.   No  hay  ª?ultos qse  an q  e  saben acerca del mudo en qu? nac1 ron  qmen!s se  han criado dentro  de los  ultímos  vemte anos.  . 

Los adultos forman una generación extrañamente .aisla- d . Ninguna otra generación ha conocido ni ha expenmen- t:do'amás un cambio tan masivo y rapido, ni se ha des".e-

EL FUTURO 

109

los medios de comunicación, las certidumbres de un mundoconocido, los límites del universo explorable, la definición de humanidad,  y los imperativos fundamentales de la vida  y la muerte, cambiaban delante de sus ojos. Hoy los adul-tos saben más que cua,lquier generación acerca del cambio. 

En consecuencia estamos igualmente alienados de las ge- 

neraciones anteriores y de los jóvenes que han rechazadoel pasado y todo lo que sus mayores hacen por el presente.

Así como los primeros norteamericanos debieron autoen- señarse a no soñar con el pasado y a concentrarse en el

 presente, y así como a su vez les inculcaron a sus hi1os que debían actuar y no fantasear, así también los adulfos de hoy deben interpretar que su propio pasado es incomu- nicable, y deben enseñar a sus hijos, por muoho que ello les duela, que no tienen que interrogarlos, porque nunca  podrán entender. Necesitamos convencernos de que ningu- na otra generación experimentará jamás Jo que hemos expe- rimentado nosotros. Desde este· punto de. vista hemos dereconocer que no tenemos descendientes, del mismo modo que nuestros hijos no tienen antepasados. 

En este punto de ruptura entre dos grupos radicalmentedistintos e íntimamente vinculados, es inevitable que ambosestén muy solos, mientras nos miramos los unos a los otrosseguros de que ellos nunca experimentarán lo que hemosexperimentado nosotros y que nosotros nunca podremos ex-  perimentar lo que han experimentado ellos. ·

Esta sensación de distancia, este sentimiento de que falta

una conexión viva con los miembros de la otra generación,asume a veces contornos extravagantes. En el verano de1968 un grupo de sacerdotes norteamericanos que celebra- ba un congreso en Upsala dialogó con algunos objetores deconciencia también norteamericanos, que se habían refu-giado en Suecia para eludir el reclutamiento militar, yexpresó luego en un informe escrito: "Estamos convencidosde que éstas son nuestras criaturas". No pudieron dar porsupuesta su paternidad cultural sino que debieron persua-dirse de que era así . . . después de una larga discusión.Parecía imposible creer que algunos de sus hijos pudieran

lado or asimilarlo, ni ha visto cómo las fuenres de energ1a, abandonar los Estados Unidos  donde antaño se habían re- 1 

Page 33: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 33/42

erec 

110 CULTURA Y COMPROMISO 

fugiado los perseguidos de Europa. Hablaban casi como si EL FUTURO 

111 

hubieran tenido que recurrir a un aná.Iisis de grupos san- guíneos para probar su paternidad espiritual. 

En la mayoría de los debates que se desarrollan en torno  del abismo generacional, se hace hincapié en la alienación de

los jóvenes, en tanto que se tiende a omitir totalmente la  alienación de sus mayores. Lo que olvidan los comentaris- tases que la verdadera comunicación consiste en un diá- logo yque ambos interlocutores del diálogo carecen de vocabulario. 

Estamos familiarizados con los problemas de comunica- 

edtender   a  los  jóvenes que  lo rodean,  ese adulto  estará  per-d1  o. 

Esto es, sin embargo, lo que hace la mayoría de los adul- tos., El hech?. de que deileguen autoridad, de que el adre 

envie a sus hiJs.ª la. esc,ue]a para que aprenda nuevas deas Y de qu el vie10 c1entifico envíe a sus discípulos a otros

Iabobtorios para abordar los problemas más flamantes nocam. 1 nada. Sólo implica que los padres y los maetros 

ntmduan empleando los mecanismos de cofiguración tí-  picos •e un mundo en qu I d d , 

ción que se plantean entre las personas que hablan dos idiomas diferentes y han sido educadas en el seno de cul- 

?.I ,

d ho de educar a 

e os pa res, espues de renunciarsus propios hijos, pretenden que fos

turas radicalmente distintas: una, por ejemplo, en China,  

y la otra en Estados Unidos. Lo que les impide entenderse  mutuamente es no sólo la lengua sino también la inconmen- surabilidad de la experiencia. Sin embargo la predisposición a estudiar el idioma del interlocutor y a explorar las pre- misas de ambas culturas puede abrir las compuertas para el diálogo. Es algo factible, aunque no sucede a menudo. 

El problema se complica, en razón de su mayor sutileza,  cuando los interlocutores que provienen de dos culturasdistintas comparten lo que se define como un mismo idio- ma,

 por ejemplo el inglés para -el caso de los norteameri- canos eingleses, y el castellano para el <le los españoles y

latinoamericanos. Entonces la verdadera comunicación se  posibilita sólo cuando ambos comprenden que hablan 110 unosino dos idiomas en los cuales las "mismas" palabras asumensignificados divergentes, a veces categóricamente distintos.Entonces, si están dispuestos a escuchar y  pre- guntar, puedeniniciar una larga y  placentera plática. 

Este es también el problema de las dos generaciones. Una  vez que el hecho de que existe un abismo generacional pro-  fundo, nuevo, que carece de precedentes y que tiene mag- 

rvenes aprendan de otros adultos y de sus pares más inte- I igentes, Icluso en el  campo  de  la  ciencia, donde  hemos

 procu ado  mculcar   la expectativa  de  descubrimientos   e  in-novac10nes, . los, studintes  aprenden  de  los vie jos  mode-los,  y los cientificos  jovenes  se afanan  en  general   por   Ue-nar   los ·huecos  que  encuentran  en  los  paradigmas  consa-grados. .E?  las codicf   nes actuales  en que  el  ritmo  de  losd s.cubnm1entos c1entificos  se  acelera  cada  vez  más lo;;_1e1s ca?ucan  rápidamente  y son  reemplazados  por   iddivi

uods casi cgeneracionales,  pero  siempre dentro  de  un mar-co e autondad. 

ña!:¡  e  sentid  n!ás  profundo  los adultos  continúan  empu-o  oy el  hmon, como lo empuñaban  ayer.  y  en  parte 

 po;que  empuñan.  l, timó 1,  no  comprenden  que  todavía  noexisten s cond1c10nes  imprescindibles   para  entablar   unnuevo dialogo  ,con los jóvenes. 

"\rquel  parezca irónico, quienes opinan ahora que es im-  pos1 e sa var la .brecha generacional y que los jóvenes queno Jued? estudiar con el sistema antiguo han traicionado su evoc10 a  la  enseñanza, son los mismos que  como maes-tros  estuvieron '  ·  1  ' de ' t

ud. muy prox1mos a as. generaciones anteriores 

es 1antes. nitud mundial, se implante sólidamente en la cabeza de 

los jóvenes y los viejos, será posible reanudar la comunica- 

Desde un punto de vista particular, la situación en que 

nos encontramos actualmente se puede d . 'b' 

ción. Pero mientras haya 1111 ad ulto que piense que C'l, lo· · d f  

c.nss e e n la cual los hombres, que escn ir como una 

han perdido su con- 

Page 34: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 34/42

·a· mismo que los padr<'s y maestros de antaño, puede asumir  una actitud introspectiva e invocar su propia juventud para  

fiaz· ª..no solo. en.  la .religión sino  también en  la  ideolo ía pohtica  y  en la  cwnc1a, se  sienten clespo1·c1c1os  de  tod t?de seg d 1)·  o 1po 

un a . ienso que esta crisis de fe se puede atr1'bm.r, 

 

Page 35: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 35/42

112 CULTURA Y COMPROMISO EL FUTURO 

113 

 por lo menos en  parte,  al hecho de que  ahora no hay adul-tos que  sepan m«s que  los  mismos  jóvenes  acerca de  lo queéstos experimentan. C.  H.  Waddington ha  postulado lahipótesis de  que  un coll}ponente  de  la  evolución  humanay de  la  capacidad de  elección  consiste  en la aptitud  de  la

criatura humana  para  aceptar de  los  mayores,  por razonesde  autoridad, los criterios mediante los  cuales se define lo bueno y  lo  malo.  El  hecho  de  que  el niño acepte la dis-tinción entre  lo bueno  y lo malo  es un producto de  su  de- pendencia respecto de  las figuras. parentales que  le inspianconfianza, temor  y amor,  y  que  tienen en sus manos  la vidamisma de la criatura. Pero hoy  los  adultos no pueden adop-tar   una actitud de  certidumbre para  plantear   imperativosmorales a  los  jóvenes. 

Es cierto ·que en  muchas regiones  del  mundo la  genera-ción parental aún se guía por una serie  postfigurativa de

valores.  En tales culturas los hijos  pueden aprender de  los padres que ha habido absolutos  ind!scutidos, y este adootrinamiento puede influir sobre la  experiencia futura  tra?u·ciéndose la expectativa de que  se pueden y se deben reim· ,plantar los valores absolutos. Los cultos nativistas y los movimientos dogmáticos religiosos y  políticos prosperan conmás vigor allí donde se ha producido la quiebra reciente de lasculturas postfigurativas, y con menos fuerza en aquells culturasen las que se espera que se produzca un cambio ordenadodentro de una serie de valores estables en unnivel máselevado de abstracción.

Los países industrializados más antiguos de Occidente hanincorporado a sus teorías culturales la idea de qu elcambio puede producirse sin necesidad de una revolución, mediante eldesarrollo de nuevas técnicas sociales aptas  para abordar lascondiciones creadas por las trasforma- ciones econóllJicas ylos adelantos tecnológicos. En estos mismos países se tiende ainterpretar la obsolescencia como  una reliquia, estimada oaborrecida, según cuál sea el caso.En Inglaterra se conservó _al mensajero que llevaba a Fran- cia un cofre con document9soficiales cuaf!.do ya hacía mu-  cho tiempo que dichQsdocumentos se enviaban por correo. También en Inglaterra, la pompa de la Corona coexiste con

el gobierno parlamentario que desplazó hace mucho tiempo al trono como fuente de poder. En Suecia las leyes más modernas . s?'bre comportamiento sexual conviven con el apoyo. rehg1oso ortodoxo más intransigente a 'una moral absoluta. 

Asimis°!-º•  en  Estaos Unidos se observa  una  profundaconsagraci?n al  cambio evolutivo,  que  se  interpreta  como pr greso,  Junto  con una reincidencia continua en el abso-lut s?1o, que  asume muchas formas. Tenemos las sectasrehg1sas y  ls  grupos  políticos  menores,  cuyo principalatractivo conSiste  en su  dogmatismo  respecto del  bien  el mal. Tenemos  las comunidades utópicas que han sido urasgo  permanente de nµestro  desarrollo social, político e  in-telectual. Y  tenemos la  aceptación tácita de  un sistema  decastas  _fundado .sobre el color,  que viola  nuestra proclamada

creencia en la igualdad fundamental de  todos los  hombres.

n otras comarcas del  mundo donde  el cambio ha sido rápido, brusco y  a  menudo violento,  y  donde la  idea  delroceso  _ordenado  de  trasformación  no ha  hechado raíces

s1emp;e.existe  la posibilidad de  que  se produzcan erupcíO:nes sub1tas que  pueden asumir la forma de  revoluciones y  ontran:evolucines,  como  sucede en  la mayoría de  los p1ses  Iatm?amencanos,  o  que  pueden determinar me-diant  una mvrsión  repentina,_  aunque  con nuevas f rmas,la  reimplantación de  una ortodoxia  arcaica dentro  de  lacual. es  posib!e  perseguir, torturar   y quemar   vivos  a  loshr .e1es.  Los óvenes  ue  hoy  se convierten en  antorchasviventes refle1an  mediante mecanismos  muy complejos  lasactitudes del abs.olutismo  ortodoxo  y  las reacciones que ésted sencadena.. P!Ghs  jóvenes  imitan el ejemplo  de  los  bu-

distas .que respondieron a las posiciones dogmáticas delcom?msmo y del anticomunismo reaccionario con una tras-gresión extre?1a a sus propios valores religiosos liberales y nadaabsolutistas. Pero sus actos también reflejan, implfci-!amente, el trato que todo sistema despótico que no permite

impugna; su dogmas reserva  a los herejes e  incrédulos. .Todavia,hay pa?res que contestan las preguntas del niño 

:- por q_ue debo  i_r  a la cama?, ¿o ·corner  mis  verd uras?,  ¿ódeJar de chuparme el dedo?, ¿o aprender- a leer?- con 

Page 36: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 36/42

114 CULTURA Y COIPROMISO

asertos simples: Porque eso es lo correcto,  porque  Dios loordena, o porque yo lo ordeno. Estos padres allanan el camino para la reimplantación de los elementos postfigu-rativos en lacultura. Pero estos elementos serán mucho 'más   rígidos einabordables que en el pasado porque habrá quedefenderlosen un mundo en el que prevalecen y pululanlos enfoques

contrapuestos, en lugar de las ortodoxias.Sin embargo, la mayoría de los padres se siente demasiado insegura para atreverse a ratificar los viejos dogmatismos. 

 No sabe cómo educar a estos hijos que son tan distintosde lo que ellos mismos fueron otrora, y la mayoría de los 

 jóvenes es incapaz de aprender de padres y adultos a los que ellos jamás se parecerán. Antaño, en Estados Unidos, 

los hijos de padres inmigrantes les rogaban a éstos que no hablaran en público su idioma extranjero ni lucieran sus 

ropas exóticas, extrañas. Sentían la lacerante vergüenza de no poder repudiar a sus padres y de no poder aceptar, al 

mismo tiempo de manera sencilla y natural, su forma de hablar y de proceder. Pero con el trascurso del tiemro aprendieron a encontrar nuevos maestros para que los guia- 

ran a modelar su conducta sobre la de sus camaradas más ad;ptados, y a introducirse, disimuladamente, en el seno 

de un grupo cuyos padres eran más soportables. . Ahora los jóvenes disidentes descubren con mucha rapi- dez

que ya no es posible adoptar esa solución. La ruptura queexiste entre ellos y sus padres también existe entre sus amigos y los padres de éstos y entre sus amigos y sus maes- tros. No

hay respuestas tolerables en los viejos libros ni en los

textos nuevos, llamativamente coloreados y superfi- cialmentevivificados, en los que se les pide que estud}en· Algunos buscan modelos extranjeros. Se sienten atra1dos  por Camus,

quien, desgarrado entre su origen argelino y su lealtadintelectual a Francia, expresó en parte el con- flicto que los

acosa. Pero Camus está muerto. Procuran adaptar a sus propios fines las palabras de un marxista envejecido, como

Marcuse, o los escritos de los existencia- listas. Cultivanactitudes religiosas de admiración desespe- rada por los héroes

de otros grupos revolucionarios juveni- les. Los estudiantes blancos se alían con los separatistas

EL l'UTURO  115

 

negros. Los estudiantes negros tratan de restructurar el  pasado en el curso de su lucha por restructurar el presente. 

Estos jóvenes disconformes comprenden que existe la ne- cesidad crítica de que el mundo actúe inmediatamente para solucionar problemas que afectan a la totalidad del globo. 

Lo que desean es, en cierta forma, empezar a partir decero. La idea del cambio ordenado, evolutivo. no entusias- ma a esta generación de jóvenes, que no pueden asumir el 

 pasado de sus mayores y que sólo atinan a repudiar lo que éstos hacen ahora. Desde su. punto de vista el pasado es un fracaso colosal, ininteligible, y es posible que el futuro no encierre nada más que la destrucción del planeta. Atra-  pados entre los dos, están dispuestos a despejar el terreno  para algo nuevo, mediante el uso de una especie de topa- dora sdcial, análoga a . la topadora que destruye todos los 

árboles y accidentes del paisaje para dejar el paso expedito a una nueva comunidad. Los jóvenes tienen conciencia de

la realidad de la crisis ( aunque, en verdad·quienes la per- ciben con más nitidez no son ellos sino sus mayores sagaces  y proféticos) y sienten que sus mayores no entienden el  

mundo moderno porque1 tampoco entienden la rebelión  para la que es casi inconcebible la reforma planificada del 

' sistema moderno.Sin embargo, quienes carecen de poder sólo pueden con- 

quistarlo por aquellas vías contra las que se rebelan. En últimainstancia, fueron los hombres quienes dieron el voto a lasmujeres, y será la Cámara de los Lores la que votará su propiaabolición, y son los mayores d-ew,dieciocho años quienes deben

 prestar su consentimiento para que votenlos menores dedicha edad, y también serán las naciones, por fin, las queadoptarán medidas para limitar la sobera- ría nacional. Elcambio revolucionario eficaz y rápido, en el curso del cualno se producen decapitaciones ni se im- ponen exilios, dependede que muchos de aquellos que participan del poder cooperencon los desheredados que pretenden alcanzarlo. Es posible quela idea innovadora parta de otros, pero la iniciativa para laacción fructuosadebe provenir de aquellos cuyos privilegios,finalmente ca-  talogados como obsoletos, han de ser.abolidos.

 

Page 37: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 37/42

116 CULTURA Y COMPROMISO 

Entre los jóvenes disconformes hay algunos que recono- ceneste hecho. Es significativo que deseen que sus padres oquienes los representan -decanos y presidentes de uni-versidades y editorialistas- se sumen a su bando, coinci- dancon ellos o por lo menos les impartan su bendición.

. Detrás de sus exigencias perdura la esperanza de que, aun 

mientras se pronuncian contra la administración de la uni- versidad, el presidente de ésta se aproxime para conversar  con ellos.. . y traiga a su hijos. Pero también hay otros queno abrigan semejante esperanza. 

Me he referido sólo a los jóvenes más coherentes, a aque- llosque desean escindirse de la totalidad del sistema y aaquellosque desean destro:wr el sistema y empezar desdecero. Pero laidea de que nada de lo que proviene del pa- sado essignificativo y viable tiene mucha más repercusión.Entre losmenos coherentes se expresa en actitudes tales como lanegativa a estudiar en la escuela, a cooperar en el trabajo, o

a seguir las vías políticas normales. Quizá la mayor parte dela desobediencia asume estas formas pasi- vas. Pero laagrupación periódica de los estudiantes detrás de sus paresmás activos sugiere que incluso la desobedien-cia pasiva esmuy inflamable.

La resistencia de los jóvenes también se expresa mediante elcumplimiento esencialmente despreocupado y oportun1s-ta delas reglas que se catalogan como absurdas. Es posible quequienes adoptan esta actitud sean los que más nos asus- tan.El hecho de plegarse a las formas que sirvieron paraeducar alos hombres durante generaciones, pero que yano son

idóneas para educar a quienes las aceptan, sólo  puedecondicionar a los estudiantes para que encaren todos lossistemas sociales en términos de usufructo.

Pero cualquiera que sea la actitud que asuma, ninguno delos jóvenes, ya pertenezca al grupo de los más idealistas o al de los más cínicos, es inmune a la id·ea de que en ningúnlugar del mundo hay adultos de los que pueda  aprendercuáles deberán ser los próximos pasos. 

Estas son,  en síntesis,  las condiciones ele  nuestra época.Estas son  las dos generaciones  -la d·e los  pioneros  llegadosa  una nuev:a  era y  la de  sus hi jos-  que  todavía deben en- 

EL FUTURO  117 

contrar una forma de dialogar acerca del mundo en que ambasviven, aunque sus impresiones respecto de él sean tandistintas. Nadie sabe cuáles serán los pasos siguientes. Postuloque la admisión de ello encierr.a el comienzo de una respuesta.

Porque opino que estamos en vísperas del desarrollo de unnuevo tipo de cultura, cuyo estilo implicará una ruptura con

las culturas cofigurativas en la misma medida en que lainstitucionalización de la cofiguración en un proceso de cam-  bio ordenado -y tumultuoso- implicó una ruptura con el estilo postfigurativo. Yo defino este nuevo estilo como  pre figurativo, porque en esta nueva cultura será el hijo, y no el padre ni los abuelos, quien representará el porvenir. En lugardel adulto erguido, canoso, que en las culturas postfigurativascorporizaba el pasado y el futuro con toda su majestuosidady continuidad, es el niño nonato, ya con- cebido pero alojadotodavía en la matriz, quien debe con- vertirse en el símbolo delo que será la vida. Este es un niño cuyo sexo, aspecto y

aptitudes no conocemos. Quizá sea un genio o padezca unretardo profundo, y necesitaráuna atención adulta imaginativa,novedosa y solícita, mucho  más refinada que la que proporcionamos actualmente.

Es poco lo que se puede saber con certeza acerca del niño nonato. Con instrumentos delic:¡ados que complementan el oído podemos averiguar que est'á vivo, que su corazón late. Otros instrumentos, aun más sutiles, pueden darnos algu- nasclaves acerca del estado de su salud. Podemos pronos- ticarla hora aproximada en que nacerá. Sabemos que a menos quese proteja, alimente y atienda a la madre, las  probabilidades

de supervivencia d-el niño disminuirán junto con las de ella.Si ella se enfermara y muriese, la vida de] niño también seextinguirla. Pero todo lo demás se reduce a promesas. 

 Nadie puede saber por adelantado cómo será el niño: cuanágiles serán sus miembros, qué deleitará su vista, si tendrá unritmo acelerado o lento, si despertará listo para habérselas conel mundo o si sólo desplegará sus mejores horas cuando losseres diurnos se estén cansando. Nadie sabe cómo funcionarásu mente: si aprenderá más mediante

Page 38: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 38/42

r  

:t 

118 c.ur:rtmA y C.OMPROMISC 

la visión, la audición, el tacto o el movimiento. Pero port:L FUTU.Ró 

lH) 

el hecho de saber qué es lo que no sabemos y no pode- mos predecir estamos en condiciones de construir un en- torno en el que el niño, todavía desco?ocf do, podrá estr  seguro y podrá crecer y descubrirse a s1 mismo y descubnr  

el mundo. · ·6 En un entorno seguro y flexible debe haber una atenc1 neXiperta,  anestésicos,  oxígeno  y  s?gr  al  alcance de.  a .mano para proteger a la madre l mno SI  el  parto  es d.1fi1.  Lamadre que  se  siente depnm1da  o  asustada debe  recibir untratamiento de  apoyo.  Debe haber   alimentos artificia s 

·  para el niño rme no puéde mamar del pecho materno. Para el niño que no puede dormir en la oscuridad debe haber  unaluz tenue. Para el niño sensible al ruido debe haber un sistema aislante. 

A medida que el niño empieza a buscar a la gente, se lo

debe trasportar -en  brazo , en un c.oche o en .cuna-:- hastadonde tenga compañia. A medida que sus OJOS res-  pondan alcolor, se le deben proporcionar mucho matices, saturacionesy brillos entre los que pueda elegir. Deb disponer de muchostipos de objeto para qu .Peda clasi-  ficarlos de muchosritmos y melod1as para 1mc1arlo en la dania. 'Cuandocomienza a formarse una imagen del mun- do, debe contarcon ejemplos de los mundos. que han credo otros hombres yde lápices de colores, pmturas y arcilla  para plasmar elmundo e su popia antasía. 

Incluso una  enumeración tan  sencilla  de  lasfonn_as

 dsatisfacer   las necesidades del  niño nos revela hasta que

 punto las criaturas han sido  atadas  a .los .!1ábitos  de  .susmayore'S··mediante   el amor,  la  subordmac1on y  la  con-fianza. También nos revela  que  la subordinación del  niñorespecto de  los  adultos es muy poco flexible cuando se lacompara con  la gran flexibi1ida  que  ésts  puede  .desple:gar   en  el suministro  de  sus  cmdados. S1  no rec1 b1era  locuidados del  adulto, el  niño moriría  en  pocas· horas. Sino recibiera los  cuidados del  adulto, el  nifio  nunca apren·dería  a hablar. Si no experimentara la  sensación  de  con-

fianza, el  nifio  nunca se convertiría en  un miembro de  lasociedad  capaz de confiar, de amar a  los  demás y de  preo- 

cµparse pm ellos. J mno estí1 totalmente subordinado y l cultura se ha edificado sobre esta subordinación a me- dida que du nte centenares de miles de años, y generación tras generac10n, los adultos les han impuesto a los niños 

con los cuída?os que les dispensan, su visión de lo qu debe ser la VIda. La dependencia ha posibilitado la ela-  boración de la conciencia y, tal como JuHan Huxley y C. H. Waddington han alegado en forma tan elocuente la ética no es exterior a la naturaleza sino que es crucial para 1a evolución humana.L  contiuidad de  1a  cultura y  la incorporación  de todas

las m.novac1oes dependían de  los  éxitos  del  sistema  postfi-gurattvo. mediante .el cual  se  educaba a los   jóvenes paraq?e copiaran las vidas de  sus  antepasados.  Luego, a  me-dida que  los  hombres iban  aprendiendo a  vivir   en  muchos

entornos distintos y a  via jar   y a comerciar entre  sí  loscontrastes entre. ls diferentes culturas postfigurativas' em-

 pezar_?n  a  summ1strar   las condiciones  necesarias para e]cambio y pra.  l  desarro1lo  d,e  culturas cofigurativas,   enlas que  los   md1v1d?os que h b1an  sido  educados para unaforma de compromiso a,prendian a adaptarse a otras formas pero con la misma consagración absoluta.

Más tarde, cuando la idea de  cambio se  encarnó en  mu·cha   culturas  como  elemento  postfiguraitñvo,  los   jóvenes pudieron aprender de  sus mayores que  debían  ir   más lejosque ellos, JUe deí.n  conseguir   más  y hacer cosas distintas.Pero e5!=e  ás 1 1os . se  encontraba siempre dentro del radiode  la  1magmac16n mformada de  sus mayores.  Era  lícito pretender   que  el hijo cruzara mares que  su  padre   jamáshabía  atravesado, que  estudiara física nuclear cuando  su padre  sólo  hab a  reibido una educación elemental, que':olara en u.avión  m1entr s  su  padre  lo contemplaba desdetierra. El hi10 del  campesmo se  convirtió  en  sabio.  El hijodel J?.?hre cruzó el océano que su padre nunca había visto. El h110 del maestro se trasformó en científico.

El amor y la confianza, asentados sobre la dependencia y el cuidao comprensivo, permitieron que el individuo 

. que se hab1a educado en el seno de una cultura ingresaraen otra, trasformando sus conocimientos anteriores sin por

Page 39: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 39/42

a·  ' 

uo cULTURA Y COMPROMISO EL FUTURO 121 

ello destruirlos. Pocas veces la primera generación de inmi- grantes y  pioneros voluntarios no consigue .enfrentar los problemas de un nuevo entorno. Su aprendizaje previo lasacaa flote. Pero a menos que pueda corporizar en forma postfigurativa lo que hay de novedoso, no logrará trasmi-tira sus hijos lo que ella misma a.prendió en el curso de su 

educación temprana: la capacidad para asimilar de los demásaquello que sus padres no podían enseñarle.

Ahora én un mundo en el cual no hay otros individuosversados' a los que los padres puedan confiar los hijos queellos mismos no pueden educar, los adultos se sienteninseguros e impotentes. Convencidos aún de que debe ha- berrespuestas, los padres preguntan: ¿Cómo podemos ex-  plicarlesa nuestros hijos lo que es correcto? Entonces

y le han c 1señado.  El aprendiza je,  que  se  funda  sobre ladoic·ncleneia  humana, es  relativamente sencillo.  Pero lasaphtude  humanas para crear refinados  sistemas  aptos paraser ensenados,  para entender y  utilizar los  recursos  del

uno n tur.al, y  para gobernar la sociedad  y crear   mundos

i?1agmanos,  son  muy  complejas.  Antaño,  el  hombre con-fiaba e.n  a  parte  1!1enos  refinada del  sistema  circular, elapre!1di_zaJe  subordmdo  de  los  niños,  para asegurar la

contmmdad de la trasmisión y la corporizaoión de lo nuevo. Ahora que entenemos mejor el proceso, debemos cultivar  la_ parte más flexible y compleja del sistema: el comporta- miento de  _los adultos. En verdad, debemos ensefiarnos a nosotros misos a alterar la conducta de los adultos paraP?der renunciar a la educación postfigurativa, con sus ingre- 

algunos padres intentan resolver el problema aconsejandoa sus hijos, en términos muy vagos: Deberéis decidirlo por dientes cofigurativos toleradosf ' . y debemos descub · 

nr   me-

vuestros propios medios. Y algunos padres preguntan:¿,Qué hacen los otros? Pero este recurso propio de una ul- tura cofigurativa pierde vigencia para los padres que pien- san que los "otros" -los pares de sus hijos- siguen rumbosque sería peligroso emular, y para los padres que descu-  brenque ellos no entienden lo que sus hijos deciden pox  sus propios medios. -;• 

Los adultos que todavía piensan que existe un camino seguro y socia'lmente consagrado que conduce al tipo de vida que ellos nunca conocieron son los que reaccionan con

más ira y acritud cuando descubren que lo que ellos habíananhelado ya no existe para sus hijos. Estos son los   padres, losfideicomisarios de universidades, los legisla.dores,  loscolumnistas y los comentaristas que denuncian más estri- dentemente lo que sucede en las escuelas, las facultades y las universidades en las que ellos depositaron las espe- ranzas que alimentaban para sus hijos. 

Hoy, cuando empezamos a entender mejor los prcesos circulares mediante los cuales se desarrolla y trasmite la cultura, reconocemos que la característica más humana de] hombre no consiste en su capacidd para aprender, quecomparte con muchas otras especies, sino en su capcidad  paraenseñar y almacenar lo que otros han perfeccionado 

IOS  pre iurahvos de  enseñanza y aprendiza je  que  man-tengan abierto el futuro.  Debemos crear   nuevos  mod·elos para que  los adultos puedan ensefiar   a sus hijos  no lo quedeben aprender sino  cómo  deben  haoerlo,  y  no con  quédeben comprometerse,  sino  cuál es el valor   del compromiso. Las  culturas  post-figurativas,  que  ponían énfasis en los

adultos -.a, quellos  que  más  habían aprendido y  más   pro-vecho  podia   sacar de  sus  conocimientos  -  constituían sis-temas esencialmente cerrados que  copiaban sin  cesar el pasa?º·  Ahora. debemos encaminarnos hacia  la creaciónde_   sistemas  abi  tos que  apunten al futuro, y  por consi-

gmente a los  mnos,  cuyas aptitudes menos  conocemos  ycuyas opciones  deben quedar   en suspenso. 

Al  proceder así  confesamos  explícitamente que  nunca podremos volver   a hollar los  senderos  por los  cuales hemosllegado al presente. El pasado es el camino por el que  arri- bamos a nuestra ubicación  actual. Las formas más anti-g!-1ª  de  cultura nos  proporcionaron el conocimiento,  lastecm.cas  y ,las herramient'cls  necesarias para nuestra culturacontemporanea. Todos los  pueblos de  'la  tierra marchan por los diferentes caminos que  salen del pasado  para desem-

 bocar . en l.a  ueva  c_omunidad mundial.  No  es  necesarior  pudiar   nmgun cammo  que  traiga al  presefi'te   ni olvidarnmguna forma  de  vida  primitiva. Pero todos estos pasados

Page 40: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 40/42

C ?- 

122 CULTURA Y COMPROMISO

distintos, el nuestro propio y todos los otros, se deben cata-

F.L FUTURO12.'3

logar .como precursores., . . Es significativo que inc1uso a los escntores prof éttcos de 

ciencia-ficción les haya resultado tan difíoi imagina Yaceptarun futuro desconocido. En la conclusión de

hootf s End ( El fin de la infancia) Art1!_ur Clarke escribió:"Las estrellas no son para los hombres: , . , Las fantasías espaciales describen coo.la ltlm naye

maltrecha regresa de las sociedades galacbcas 1magmanas ala "cámara del comienzo" ubicada en la Tierra del SotEn Midwich Cuckoos ( El valle de los l'nalditos), Jo?n Wyndhamexterminó a los extraños niños sensibles, de OJOS dorados, quelas mujeres terráqueas habían engendrado con los visitantesdel spacio exterior. La película 2001:  A Space Odyssey (2001: Odisea del espaci?  , concluía ?n un fracaso. Estahonda renuncia a permitir que los htJOS  se internen

demasiado en el futuro induce a pensar que la imaginaciónadulta, actuando por sí so1a, permanece ama-rrada al pasado.De modo que  la liberación de la  imaginación del hombre

respecto del  pasado de pend ,  mi juicio dél  desarrollode un nuevo tipo de  comumcac1ón con qu1ene  están máshondamente comprometidos con el futuro:  los Jóvenes  quenacieron en el  nuevo mundo. O  sea que  depende  de  la participación directa  de  aquelfos  que  hast·a  ahora no  _hantenido aJCCeso  al poder y  cuya naturaleza  no  pueden ima-ginar plenamentes quienes sí  lo ejercen. En el pasado, enlas culturas cofigurativas, se cercenó gradualmte  el  dere-

cho de los adultos a  limitar el  futui:o  de  sus hiJo. · Ah?ra,tal  como  lo veo,  el  desarrollo de las  culturas  pref1gurativasdepende de que  se  entable un diálogo continuo en el  ursode1cual los  jóvenes  gocen de libertad  para actuar segu?  su propia iniciativa  y  puedan conducir a  sus mayores en direc-ción  a  lo desconocido.  Entonces la vieja generación tendráacceso  ·al  nuevo conocimiento experimental, sin  el  cual  esimposible  trazar planes  significativos.  Sólo  podrems cns-truir   el  futuro con la  participación directa  de  los Jóvenes,que  cuentan con ese conocimiento. 

En lugar de orientar la rebeldía hacia la recuperación 

del sueño ut6pico que concibieron los abuelos, como pare- cen esa hacié1?dolo los partidarios de Mao con los jóve- nesactivistas chmos, debemos aprender junto con los jóvenes  laforma de dar los próximos ,pasos. De su nuevo conoci- miento-nuevo para el mundo y nuevo para nosotros- deberán

emanar las preguntas dirigidas a aquellos que ya se han pertrechado mediante la educación y la experiencia 

 para buscar las respuestas. Archibatd Macleish escribió en The Hamlet of A.  Macleish: 

Hemos aprendido las respuestas, todas las respuestas: lo que ignoramos es el interrogante. 

Yo recibí su libro en 1928, mientras estaba en  las Islas delAl rant:12go  ·estudiando a  los manus. En  esa época pa-recia  casi seguro que  los  manus, un pueblo que  todavía seadaptaba  orgullosamente a  su  cultura de  la Edad de  PiedraY  cuya única exipedencia  con otro tipo de  civilización  shabía registrado con la deshumanizante y degradante  cul- tura de contacto, ,terminarían por convertirse eventualmente en, proletarios incultos dentro de un mundo que no conse- ?man e3:1tender y sobre ·el que no podían ejercer ningunamfluencia. ,

Hoy, cuarenta años más tarde, el pueblo manus ha sal-teado  miles  de  años y ha  logrado tomar su destino en  sus propias manos  como  no podría haiberlo  hecho cuando, en-

cerrado dentro  de  la Edad de  Piedra, hostigaba y saqueabalas aldeas de  sus  vecinos  menos agresivos.  Actualmente prepara .a  sus hijos  para  la  universidad, para el  estudio del

derecho }'· la  medicina,  y  trasfiere al mundo más  vastode ua. nación en desarollo  el liderazgo que  otrora ejerció,capnchosa y  desoi,ganizadamente,   como  tribu dentro  deun  pequeño  archipiélago. Y  ahora, al  recordar Ía cita. cam- bié su enunciado porque ya podemos decir ... que  por lomenos   sí   sabemos  quiénes deben formular las preguntasara  que  nosotros,  que tenemos .,a ·nuestra disposición  unneo.acervo de respuestas,  podathos contestarlas. Los nifíos,

los  Jóvenes,  deben  formular las   pregt1ntas   que  a nosotros jamás  se  nos ocurriría enuncil¡ir,  pero es  necesario recon- 

Page 41: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 41/42

xra: 

los .nos 

. d ' 

I ,  ,  '  Y  nmos,  entre nosotros 

124 CULTURA Y COMPROMISO

quistar J.a confianza suficiente para que los mayores puedantrabajar con ellos en la búsqueda de las respuestas. Tal

EL 1''UTURO 

de asar consciente, dichosa labo . .125

como sucede en un país nuevo ·donde las viviendas de emer- gencia son el producto de la adaptación de modelos obso- letos, los hijos deben disfrutar del dereciho a proclamar que

tienen frío y a especificar de dónde provienen las corrientes de aire. El padre continúa siendo el hombre que tiene la 

 pref1gurativa, criando hi "os . noamente a una culturadesconocido. J esconoc1dos para un mundo

Pero para proceder así nosotros I debemos reubicar el futuro . .'. os pueblos del mundo, futuro está delante d . A JUICIO de los occidentales el  pericia y la fuerza necesaria para derribar el áribol con el horas del presente a

e nosotros,q · '

a  ,l unas ' ve ·1º:za  so o poctis

que edificará una casa füstinta. Durante los últimos años he estado expuesta a algo que

al principio d·efiní como una tentación. A veces los jóve- nes se vuelven hacia mí cuando tel'IIllinamos de trabajar  conjunta y vehementemente por la consecución de un fin que compartimos, y me dicen: "Eres una de las nuestras." Yo pensaba que ésta era una tentación que debíamos resistir  a cualquier precio, sdbre todo en un ,país donde la juventud, en·todas sus formas, se presenta como un ref ugio setlucfor   para los maduros y ancianos. Por ello acostumbraba contestar: "No, no pertenezco a vuestra generación. Pen-

siempre delante ;ún  ces  a 'm; anos  de  distancia, pero A  juicio de mu.'chos noblaqm, uera de nuestro alcance

,  pue os de Oc a ' . 1f· atras, no adelante. Los balines ma e uturo reside  parece a una película e t es opman que e'l futuro sedeliega lentamente, en  ªq;rfos°  revelada, ,que  ·se

espera de  lo que les mostrará  I  ombres estan a lalos está alcanzando y nosotro¡ ta   b  ret?l_que  es algo quera  retórica cuando 'decimos  .  ien  u 1 izmos  esta figu- 

las pisadas im,nlacab1es d It  ue o1mos  a  nuestras espaldas p  ···.t'  e 1empo.  ·  · ara construir una cultura f .  pasado sea út1"l . pre igurahva en la c1ue el

cac.  del  Y no coactivo, deberemos m 00. . la ubi-

sáis que sí porque generalmente defendéis causas por las  1ón  futuro Tan1b" '  ificar

que he bregado durante cuarenta años. Pero· esto no me ., Jovenes  que  · · 1en en este caso 

 parecen anhel· . ' · · mp1ramos en

convierte en miembro de vuestra generación. ¿Y cómo pue-do saber que, en verda'd, dentro de diez años vosotros no osopondréis a estos mismos objetivos?" Pero creo que esta

dicen: El Futuro E Ah a1 utopia mstantaneas. Ellosirracional e  impetuiso  ora_.  Estl  consigna  tiene un acento

. ,Y

s1 ana izamos algu . d . encias resulta que es irrealizable d nas e sus ex1-respuest·a  era  otro ejemplo de  nuestra obstinación en  afü:•-  Pero pienso una vez ma's que  1 en sus etal'les concretos

O ., • • 

mar que el futuro será idéntico a1 pasado, que la mayoría  camino  para  mod'1f  1" car . nuestros  ps. )Ovenes  nos  marcan el 

de los individuos atraviesa ciclos de robeli6n y reacción, mos  ubicar el futuro  -como

  . rncesos mentales. Debe- 

que la experiencia del pasado se puede ajlicar al futuro.  rrado en el vientre de la ds1 fuera

  l ·- e mno nonato ence-

Puesto que adoptaba esta hipótesis no podía entender que

quizá me estaban diciendo algo distinto. Yo fui criada, comohabrían querido serlo ellos, por una abuela y unos  padres queno se creían autorizados a imponer a sus niños un rumbo

determinado. Me crié con casi siete décadas de ·anticipación respecto de mi tiempo, tal como los  jó nes que hoy

tienen veinte años proclaman que criarán a sus hijos, dejánklolosen •libertad para que se desarroUen, erec- tos y altos, en dirección

g

Page 42: Cultura y Compromiso Margareth Mead

7/21/2019 Cultura y Compromiso Margareth Mead

http://slidepdf.com/reader/full/cultura-y-compromiso-margareth-mead-56e9396b2a1ae 42/42

t  1 .  e.  e  m  o

a un futuro que debe permanecer  abierto y libre. En ciertosentido es como tributo a esa infancia que ;puedo insistir enque estamos en condiciones 

de hom· bres mu1·eres . ·m-a Ic- entro de una comum"dad estaaqw, que ya está listo ar '. como a go que ayudemos y lo protejamos e a que lo .ahmentemos y lo debemos

 preparar antes 1' q ya neees1ta elementos que·  , e e que nazca por drano sera demasiado tard D od , que e o con- Jo

,venes:

El Futuro Es Ahora.que

, comod

icen lo