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desde el Nacimiento del río Cerezo, afluente del Guadalhorce. Villanueva del Rosario A lto G uadalhorce

Desde el alto Guadalhorce III

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Revista local que aporta información variada,trata aspectos literarios, de tradición oral,asociacionismo,tes plásticas,relatos,poesía ...

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Ros

ario

Alto Guadalhorce

…Y reventó el trabuqueño arroyo del Saladillo, que nadie sabe por dónde sediento corre hasta que, agobiado y

harto, estalla. Y reventó el saucedeño arroyo de la Canaleja que, cons-treñido en su natural espacio, arrasa cuanto encuentra a su paso. Arro-lló y arrasó vida animal y humana el archidonés arroyo Marín. Y nues-tro Guadalhorce, que parecía muerto, se levanta y, potente y crecido, vomitó a un vecino pizarreño en el mar embravecido y marrón, a más de veinte kilómetros de su casa.

¿Es responsable la Naturaleza de tamaña desdicha? Nos pregunta-mos cariacontecidos. Pregunta idiota donde las haya.

La Naturaleza se rige por leyes inexorables y no tiene necesidad de crearse códigos civiles ni códigos éticos para regular sus actuaciones u orientar sus comportamientos; no tiene dioses ni autoridades a los que rendir cuentas; por lo tanto, la Naturaleza no comete pecado ni infrin-ge derechos; luego ¿nadie es responsable de nuestros avatares?

No pidamos responsabilidades a los pájaros, que huyen inermes de los pesticidas que asolan nuestros campos. No increpemos a las ma-riposas por dejar de alegrar la primavera, ni a las abejas, que dejaron de libar sin que nadie advierta su ausencia. ¿Junto a qué zarzal anida la perdiz? ¿Por qué ribazo salta brincando fugaz la liebre? Huyeron los peces de nuestros cauces, se fugaron los cangrejos de la infancia. Nos abandonó la nutria. Escondida y asustada nos evita la jineta. La me-moria se olvidó del vuelo altanero de los buitres junto a las cárcavas de El Chamizo, y apenas si imaginamos volando sobre nuestros cam-pos al águila perdicera.

El pequeño bosque de ribera de nuestros arroyos ha devenido en un espectral y fantasmagórico basurero de savia seca.

Pero no nos preocupemos en demasía, que siempre habrá un aveza-do experto, o experta avezada, para darnos una respuesta tan fecunda de estulticia como huera, y de la que unos pocos sepan sacar provecho.

Mientras transitamos tranquilos e indolentes por nuestras ciudades, ese Guadalhorce nuestro, este río dócil y festivo de otrora, pelea des-de su cuna, viendo como un cáncer agresivo carcome la Sierra que lo amamanta, y seco, pestilente, ahíto de mierda y moribundo, cada cincuenta o sesenta años, se rebela y estalla, pues de nada sirven sus gritos de protesta.

Hace unos meses, nuestro río y sus riachuelos de nombres olvida-dos nos han dado una nueva lección de supervivencia. ¿Seremos ca-paces de saber leerla?

Al jefe indio Seattle, in memoriam

¿Qué ha sucedido con el bosQue espeso?

desapareció.

¿Qué ha sucedido con el águila? desapareció.

la vida ha terminado. ahora empieza

la supervivencia.

Coordinación Redacción: Francisco Campos ReinaGerásimo Arjona BautistaJosé M. Martos Aguilera

Colaboradores:

Francisco Arjona BautistaFulgencio Martos AguileraFrancisco López GodoyLuis Utrilla NavarroCarmen FernándezGracia García OrtigosaJuan Ramos RojasManuel Molina CórdobaJuan Manuel Martos AguileraGerásimo Arjona BautistaFernando Sancho BautistaFrancisco Campos Reina

Edita:

Asociación Desde el Alto GuadalhorceDirección: c/ Agua, 61Villanueva del Trabuco29313 Málagae-mail y web:

desdeelaltoguadalhorce@hotmail.comdesdeelaltoguadalhorce.jimdo.com/

Diseño y maqueta:

Ana G. KirmseJ. Javier Olveira

Imprime y distribuye: CEDMAISSN: 2174–6680

Depósito Legal: MA-1582-2011

Foto Portada:

Nacimiento del río Cerezo

Agradecimientos:

Antonio Mateo MateoMiguel Ángel Navas AguileraCarlos Campos ReinaAyto de Vva. del TrabucoNorormaUnicajaLa CaixaOlivarera del TrabucoSoc. Coop. And. Montes de Málaga

Literatura (págs. 4–30)Coordinación y presentación:Gerásimo Arjona Bautista

Luis Martín de la Plaza —5Valeriano Baena Amodeo —10Manuel Rico González —14José Ignacio Díaz Puerta —16

Tradición oral (págs. 31–41)Francisco Arjona —31José Manuel Martos Aguilera —34Gracia García Ortigosa —39

Artes plásticas (págs. 42–63)Jesús Martínez Labrador —42

Música (págs. 64–83)Francisco López Godoy —64 historia del Flamenco iiiEntrevista a Celia Morales —72

Historia (págs. 84–99)Francisco Campos Reina —84villanueva del trabuco:de la revolución a la restauración

Deportes (págs. 100–104)Juan Ramos Rojas —100 va de Fútbol-iiihistoria del Fútbol saucedeño

Asociacionismo (págs. 105–106)J.F. Gallardo Moreno —105club trabike

SUMARIO

Ciencia y Naturaleza (págs. 107–123)Texto presentación:Gerásimo Arjona Bautista

Manuel Molina Córdoba —108la lluvia en villanueva del rosario

Luis Utrilla Navarro —114del guadalhorce al Japón: el largo, insólito y misterioso vuelo del mohíno

Sugerencias (124–135)¿Qué ver?Gerásimo Arjona Bautista —124

¿Qué leer?Gerásimo Arjona Bautista —125

¿Qué visitar?Carmen Fernández —126

Bebieron de nuestras fuentes (págs. 136–140)Fulgencio Martos Aguilera —136d. miguel y dª carmen

Personajes (págs. 141–144)Paco Arjona —141araceli godoy núñez. sobre las teclas de un piano

La riada nunca vista (págs. 145–155)Francisco Campos Reina —145 28 de septiembre de 2012

Economía (págs. 156–159)Fernando Sancho Bautista —156grupo hoJiblanca

Poema de cierre (pág.160)Gabriel Celaya

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Facilitar el disfrute de

escritores históricos

y dar a conocer

a escritores jóvenes,

o actuales, es el

principal objetivo de esta

sección que, a modo de

tertulia literaria, reúne,

en su mesa de lectura, a

un clásico antequerano

que, como ningún otro,

cantó a nuestro río

Guadalhorce; con él

dialoga, en un intervalo

de más de tres siglos,

un joven sevillano, que

anduvo de profesor por

tierras saucedeñas, y

un valenciano al que el

agua de la trabuqueña

Fuente de Juan

Miguel atrapó por

amor y desposorios;

complementa el

cenáculo lector un

argentino de Villanueva

del Rosario que

ideó, un día, asesinar a

Picasso, pero es obvio

que erró el tiro.

EYCK, Jan van (Holanda, 1395-1441)(San Jerónimo, Detroit Institute of Art)

literatura

luis martín de la plaza

valeriano baena amodeo manuel rico gonzález

José ignacio díaz puerta

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La vida de este gran poeta carece del menor relieve. Es descono-cida salvo en algunos datos biográficos elementales. Murió en Antequera, donde nació, en 1625, a los 47 años de edad.

En la universidad de Osuna se graduó en Cánones en 1597. Fue cura de la iglesia de Santa María la Mayor desde 1605 a 1622; y, anterior-mente, fue capellán de la iglesia monasterio de Santa María de Jesús, que había sido una fundación creada por su madre, doña Inés Gutiérrez, casada con don García Martín, ropero, que murió en 1587; no obstante, la tienda de ropa proporcionó suficiente pecunio a la viuda para procu-rar a sus dos hijos varones, de los tres que tuvo, Pedro, Luis y Luisa, estu-dios eclesiásticos. Y poco más por saber hasta el día de hoy.

De su obra literaria se puede deducir su amistad y admiración por su coetáneo, y connatural, Pedro Espinosa, el por él llamado Pedro de Jesús, mientras anduvo de ermitaño por la comarca de Antequera. De su obra se colige también su afición por los certámenes literarios, el amor a su patria, su sentido del humor, que aparece en sus poemas de arte menor (A una mujer flaca, y Aparte, la mi señora), y el mal sabor de boca que le dejó la estancia de Lope de Vega en Antequera.

La obra poética de Luis Martín de la Plaza sí merece el mayor de los relieves, porque pareciera que nefasta fortuna y adverso azar se hu-bieren aliado en contra de un lírico de la categoría del gran mochano y hubieran dispersado, a sabiendas, su producción artística en los tres grandes florilegios de la lírica del Siglo de Oro, con la aviesa intención de relegar al gran cantor del Guadalhorce a aedo de menor nivel.

En la antología de Pedro Espinosa, Primera Parte de las Flores de Poetas Ilustres de España (1605), se incluyen veinticinco poemas de Martín de la Plaza. En la Segunda Parte de las Flores de Poetas Ilus-tres de España (1611), de Juan Antonio Calderón, se recogen cuarenta y seis. En el llamado Cancionero Antequerano, manuscrito de recopi-lación por Ignacio de Toledo y Godoy (1627–28), aparecen copiadas ciento veintiocho poesías. Este manuscrito es hoy propiedad de la Obra Sociocultural de Unicaja y se encuentra depositado, para su disfrute y consulta, en la biblioteca municipal de Antequera. En 1995, la Diputa-ción Provincial de Málaga publicó las Poesías Completas de Luis Mar-tín de la Plaza en una edición a cargo de Jesús M. Morata.

Coordinación y textos de presentación:

Gerásimo Arjona Bautista

descubrir un clásico:

Luis Martín de La PLazaCantor del Guadalhorce

Pero, el Tiempo, se dice, que todo en su sitio co-loca y, por ello, Cronos, de la mano de los profeso-res malagueños José Lara Garrido y Jesús M. Mora-ta, empezó, hace ya décadas, a poner a Luis Martín de la Plaza en vanguardia de honor del «esplendo-roso Grupo Antequerano», del que aún quedan por rescatar grandes poetas de aquella irrepetible Ante-quera de los siglos XVI y XVII, que, con razón, ha sido llamada «Nueva Atenas».

El profesor Antonio Alatorrre, filólogo y crítico li-terario mejicano, en su obra Los 1001 años de la Len-gua Española (1989), decía, sobre el poeta cantor de nuestro río, refiriéndose a las Flores de Poetas Ilus-tres (la de Espinosa y la de Calderón) lo siguiente:

«Fueron un auténtico manifiesto de la nueva poe-sía de nuestra lengua, una declaración de vida».

«En una y otra antologías, se conserva lo más importante de la producción de poetas excelentes como Martín de la Plaza, Juan de Arguijo y Luis Barahona de Soto. En 1611, año de la confección de las Flores de Calderón, no se había revelado en toda su grandeza el genio de los futuros gigantes: las poesías de Góngora y de Quevedo se miden allí con las de esos poetas menos famosos, sobre todo, con las del extraordinario Martín de la Plaza.

Soneto VI (lírico)

En la ribera de este claro río,sobre su verde falda recostado,aliviaré a mis ojos el 1cuidadode pagar el tributo al dolor mío.

Ven, ¡oh 2sabroso sueño!, que confío en ti; pues a tus manos he llegado,me darás algún bien que, aunque soñado, engañará a mi loco desvarío.

Mas ¡ay de mí, qué mísero contentopide al ligero sueño mi locura!, ¡mirad qué lauro para honrar mis sienes!: que al fin de tantos años de tormentotenga por buena suerte y por venturauna esperanza de soñados bienes.

1. Cuidado: preocupación, pesar.2. Sabroso sueño: tópico literario barroco para expresar que la vida es una falsa ilusión, un mar de lágrimas, del que sólo se sale por la vida eterna: el Paraíso celestial

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Osuna: Universidad y Colegiata

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Soneto XII (lírico)

Tiñe tus aguas en señal de luto,Guadalhorce, y aumenta tu creciente; llora, pues no verás eternamenteflor en tu margen ni en tus plantas fruto.

Que el 1dios del mar robó (ladrón astuto)al que honró, sol hermoso, tu corriente,como si de oro y cristal luciente,rebelde, le negaras el atributo.

Venganza espera tu afrentosa injuria:combate al mar con tus arenas hondas,pide tu sol con guerra, no con ruego.

Corre, no temas su arrogante furia,pues que te dan, para vencer ondas, agua mis ojos y mi boca fuego.

1. Neptuno: o Poseidón, dios de los mares. Está en-furecido porque el río Guadalhorce no le da su tribu-to, el agua escasa, debido al caluroso y seco verano. El poeta, solidario con su río, se presta a darle áni-mos y a ayudarle en la lid.

Soneto XXXIV (lírico)

¡Oh noble suspensión de mi tormentooh dulce lira, oh claro honor de 1Clío,que desde Guadalhorce al 2Tanais fríomi nombre honraste con ilustre acento!, tú, que freno invisible echaste al viento,cuando a escuchar tu son y el canto míoel sol su curso, su corriente el río,admirado paró, detuvo atento,

vuelve ahora a sonar más dulcementey doblará tu acento sonorosocon tu alabanza su poder, sí, en tanto,

el aire enfrenas de mi pecho ardiente,el curso paras de mi sol hermoso,detienes la corriente de mi llanto.

1. Clío (canto): musa de la historia y la poesía he-roica; creadora de la guitarra mítica.2. Tanais: río ruso considerado por el historiador y geógrafo griego Estrabón frontera entre Europa y Asia.

Un soneto manuscrito de Luis Martín de la Plaza

Soneto XII (religioso)

Fiesta de la 1Virgen de Monteagudo

Oro de 2Tíbar vierte en vez de arena,famoso Guadalhorce, por tu falda;muestra tu verde margen de esmeralda,de blancos lirios guarnecida y llena,

que hoy te amanece un 3Alba que, serena,ciñe de estrellas inmortal guirnalda,dejando a oscuras al helado 4Escaldaque murmurando de tu gloria suena, y, pues viene a escuchar humildes ruegos,para la noble patria tuya y míapide el amparo, pues su nombre adora:

aquel que pierden los herejes ciegos,que no verán al 5Sol autor del díapues no estimaron a su blanca 6Aurora. 1. Virgen de Monteagudo: fue trasladada a España, Antequera, desde las frías tierras de Flandes.2. Oro de Tíbar : se refiere al oro puro, pepita o lingote.3. Alba: la agudeza de ingenio barroca gusta jugar con doble significado en las palabras; Alba, duque sometedor de Flandes, y alba: amanecer.4. Escalda: río nacido en Francia que cruza Flandes (Bélgica) y desemboca en los Países Bajos.5. Sol: Dios, creador del Universo.6. Aurora: igual que en el anterior: Aurora, la Vir-gen; y aurora, amanecer.

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Soneto CCII (dedicatorio)

1 A Lope de Vega Alegres ninfas que en alegre coroholláis a Guadalhorce las espaldas,cogiendo de su margen esmeraldaspara vuestro cabello, anillos de oro,

así miréis con inmortal decoro,en su cristal, las fuentes con guirnaldasy en vuestros senos y pintadas faldasdel rico Mayo el celestial tesoro,

que os paréis a escuchar atentamentedel extranjero cisne el dulce canto,gloria del Tajo, admiración del 2Betis,

pues no os lo impide la raudal corrientede Guadalhorce que, suspenso en tanto,no da bramidos ni tributo a 3Tetis.

1. Lope de Vega es aludido como poeta del río Tajo. Permaneció una breve temporada en Antequera.2. El río Betis (Guadalquivir) parece ser alusión al colector de la Segunda Parte de las Flores de Poetas Ilustres, Juan Antonio Calderón.3. Tetis: la de los pies de plata, la más famosa de las ninfas nereidas, o de los mares; madre del hé-roe Aquiles.

Antequera.Real Colegiata

de Santa María la Mayor.

Izda. Fachada principal y estatua

de Pedro Espinosa.

Dcha. Imagen de La tarasca

que se conserva en dicho edificio

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Soneto CCIII (dedicatorio)

Al padre fray 1Gaspar de los Reyes

Del cristal fugitivo la corrientesuspende el fértil Guadalhorce en tantoque cantáis, y su orilla el lauro santodeja, y os viene a coronar la frente.

Gaspar famoso, tan divinamenteno cantó el que templó el amargo llantoal 2Érebo, ni así se vio a su cantocorrer la planta y reparar la fuente.

El mismo cielo vuestro acento admiray, obligado a su premio, ya os ofrece honor eterno entre sus héroes bellos,

Que quien aquí los honra con su lira(mas antes con el alma) bien merece cuando volare allá, que lo honren ellos.

1.Gaspar de los Reyes: desconocido poeta ante-querano.2.Érebo (oscuridad o sombra): dios de las densas tinieblas que rodeaban los confines que separa-ban el mundo de los vivos y el de los muertos, donde reinaba Hades.

Silva CVIII ISobre el verde 1amaranto y 2espadañaque Guadalhorce bañatenía con dorada llave el sueñocerrados los dos ojos, claros soles,de mi hermoso dueño,y del rostro los rojos arrebolescon un sudor cubiertos oloroso.3Vídola el cristalino dios del río,y a la tierra sale de su albergue undoso,vestido el cuerpo de 4ovas y rocío,y con helados labios bebe y toca el delicado aliento de su boca.El sueño sintió el hielo,y abrió los soles del sereno cielo,y al dios hecho de escarcha así le ofendenque suena ya su pecho como fragua,y teme que los rayos que lo enciendenlo conviertan en agua;y así, turbado y ciego,saltó en el agua y escapó del fuego.

1. Amaranto: planta de hojas comestibles pareci-das a la acelga, propia de regiones templadas y tropicales, también como cereal u ornamental.2. Espadaña: planta de tallos altos y cilíndricos, con flores en forma de espiga, propia de humedales; anea, o enea, usada para tejer asientos de sillas. 3. Vídola (forma arcaica): la vio.4. Ovas: huevecillos de peces que se encuentran agrupados; huevas.

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Valeriano Baena Amodeo nació en 1981 en Sevilla. Sus

primeros años de vida transcurrie-ron entre Los Palacios y Villafran-ca, pueblo materno y de sus muy queridos primos, y Utrera, don-de queda la residencia habitual de sus padres. Tras haber realiza-do los estudios de Filología Hispá-nica en la facultad hispalense, se abrió al mundo por las sendas de la hermosa Andalucía, dando con fortuna y agradecido azar en la lo-calidad de Villanueva del Rosario. En su instituto ejerció, durante un curso, la labor de profesor de Len-gua y Literatura Españolas y tuvo la ocasión de conocer el arte de José Hernández y disfrutar de un paisaje serrano impresionante y espectacular; impactado por am-bos motivos creó los poemas que se ofrecen a continuación.

XII

Retrato del GuadalhorceA José Hernández, pintor.

En la lóbrega nochetiemblan estrellas pálidassobre el río; en su cauce apagadose dejan un rastro de luz.

¡Brillo creciente de haces unidos!¡Textura empapada por el óleodel olivo! Las fuertes nervaduras de los sauces, el empuje del cantorodado sobre el limo cuidan que el lienzo purollegue suave y terso al molino. A su paso por la 1aceñala marta exánime dibujafiguras incompletas:

sombras preñadas de silencio,grotescas criaturas en tensión de claroscuros; hijosque la linaza y trementinaabandonaron al dolordel crecimiento: ¡saltamontes, moscas y dípterosdel catálogo —aún muertos,ya vivos— no busquéis sin fuerzala sangre de las alas! Al divinodios de la muerte protesta la mantis por el pobre sustentode dos cráneos partidos y secos.

Sobre la brecha del desfiladero canta a la nocheel pájaro turbado,cuando cae la lluvia de cangrejoscon boquitas de espumade sal o de 2sarín.En tanto, en las paredes altasretumba el aullido del lobo:llora por la ausencia de la luna o su ceguera.

— ¡No sufráis, mi señor!Vuestro sirviente os llevaráa los oídos la bellezade estas melancólicas tinieblas.

Y la sombra del sacerdotede los valles oscuroscompleta el perfil de su rostro:matices negros y marronesdejan intuir la cabezasin ojos, sin dientes, sin lengua,de arrugas, arrugas sóloque le surcan la pielcomo secas afluentes de hidrografía [seca.

VaLeriano Baena aModeo

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Pero esto no preocupa al arquetipode lánguido pasar,de sereno egoísmo,que entretiene su razón, su animalolvidado y enfermizocon cazuelas en la ollay antiparras en los oídos.

¡Gracias a la noche que siempresigue el díay a los ríos que desembocanen la marcomo comienzo de una nueva vida!

Vida de matorrales bajos,pero también de sauces, de palmerasy de álamos.

Bello lugar donde comen y vuelan los flamencos, garcillasy espátulas, que dejan huevoscon fuertes raíces en las hermosas y dulces marismas.

1. Aceña: molino harinero dentro del cauce de un río. 2. Sarín: líquido incoloro e inodoro usado como arma química por su extrema potencia como agente nervioso.

Bichos. José Hernández

literatura

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I

A la peña antequeranaGigante, ¿cuándo decidiste reclinartu inmenso cuerpo en este valle?¿O emergiste, acaso, de la tierra preñadapor los años?Has dedicado toda tu existenciaa la lectura de la nochedesde que el tiempo comenzó a moverlas estrellasquietas, fugaces,desaparecidas con rastro aúnde leche encendida.

El aire y el fuego han curtidotu cara de piedra, gran asomadade ese cuerpoque soporta en los hombrosmontañas,los ríos de las piernas,y almendros y olivos sembradosen tu pecho.

¡Oh, Gigante! Te confiesas testigodel origen del Sol,de los eclipses ritualesde la Luna,de los cometas que siembran la vidaallá donde ellos caen,mientras tu horizonte se expandejunto al Universo infinito.

Pero dices haber sentidouna vez el dolor,haber padecido una vezel profundo dolor de la tristeza:fue, entonces, cuando el oscuroodio del hombredejó caer desde tus ojosdos lágrimas de llanto eternas.

IIAmigo mío: no llegar, no es pecado.

No partir, sí.eL señor nagasaky

¡Bella! ¡Clara! ¡Muy hermosasenda que abres el camino!El sol en el horizontete baña de luz. ¡Inicio!

De olivares y amapolasse viste la tierra parda.Cuánto silencio en las hojasde la encina. Cuánta calma.

La espesa niebla reposasobre los campos de naranjos.Las traviesas de la víamarcan de improviso el paso.

¡Brillo de esmeralda, brilloen las plumas de la córviday el águila! ¡Silencio,silencio! Asoma la zorra.

¿Y dónde el sitio arabesco,tan sensual y deseado?Sobre un fondo de montañasblancas y ríos de álamos.

El almendro: puro de hojasnevadas o de boquitasrosas. Engendra de lecheel hijo sobre margaritas.

Con la mar, el mar azulbesando la serraníade la jara y el romero¿hacia qué siguiente vida—¡vida, siempre vida!— alegre?El horizonte es redondo,sin destino, y de azaresabiertos para su gozo.

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III

Una encina, un castaño, un robledal,unos caminos pardosdel verde tupido del alcornoque,un helecho, una zarza, una mora,

—¡un pinchazo! y la sangre que brotacomo una flor—,el olivo, el ciprés y el nogal,el laurel y los álamosentonando una sonata de pianode Mozart —¿o era, tal vez, un fragmentomusicado de un poema de Lorca?—Las araucarias dulces… la magnolia y las araucariasdulces…

Se oye un sonido.Me acerco.Escucho huellas de cristaly está jugando entre las piedrasun arroyo.¿Qué hora será?No lo sé: el reloj y su tiempose quedaron allálejos, muy lejos,en el piso.

Tengo sedy me apoyo en las piedraspara beber un sorbo.Es curioso, pero pareceque no estoy solo.¿Quién eres? —le pregunto—,¿por qué vives bajo el agua?Me acerco un pocopara ver si lo escucho;me acerco un poco más,un poco más,un poco más,y, cuando estoy enfrente de él,va el graciosoy me lanza una sonrisa.

IV

Una joven hermosa,sola, sobre la arena claradel recodo olvidado de la gente,desnuda lentamente su cuerpoabandonando el sedoso vestidode la noche que pasa.El mar,apaciguado, dulce, suave,por la brisaque, fresca, eriza la piel del agua,besa con millones de bocasplateadasla figura de ensueño.

¡Luna llena,latido de vida en la noche, alta,limpia, con las estrellas titilantes y débiles—como ocultos testigos—en ese cielo cálido que enciendescada día

—con las arterias de la Vía Láctea—,cada noche, dibujando el caminosobre el espejo del mar reflectantede tu amor deseoso! ¡Luna plena,esta vez complacida!

… En las olasse oyen, dulcemente repetidas,las canciones de amor de las amantes...

… que entornan su cariñohacia el crepúsculo...

literatura

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Este valenciano de adopción na-ció en Alcántara, Cáceres; su

padre trabajaba en el campo de pastor de ovejas y cabras, de vaquero, de porque-

ro… los trabajos que se pueden realizar en una de-hesa; pero su padre era un hombre con grandes in-quietudes intelectuales y como vivían en el campo, se ocupaba de enseñar a sus hijos las primeras letras para que cuando pudieran asistir a la escuela no estu-vieran demasiado atrasados. Su padre sentía una gran afición por la poesía y leía a los pequeños las obras José María Gabriel y Galán, todas las noches, des-pués de darles la lección. De ahí le viene a Manolo Rico su afición por esta forma de contar historias tan agradables al sentimiento y al oído.

Cuando se fue haciendo mayor, conoció a otros poetas, Jorge Manrique, Espronceda, Federico, los Machado, Miguel Hernández…, a los que inten-taba imitar. Ellos le acompañaban por los intermi-nables viajes que hacía por España al frente de un camión hasta jubilarse recientemente. A donde no deja de viajar es a Villanueva del Trabuco, cada ve-rano, acompañado de su mujer, que vino al mundo en las faldas de la Sierra de San Jorge. Manolo culti-va con grandísima y fecunda facilidad las formas de la poesía popular; aquí les ofrecemos, como mues-tra, un romance y una fábula.

Romance de la pastora y el pastorUna mañana muy fría,una mañana sin sol,al cruzar el Guadalhorceuna pastora cayó.El pastor rápidamentea rescatarla llegópero una ola gigantedel río, se la llevó.

— Guadalhorce, Guadalhorce,dijo llorando el pastor. — Devuélveme a mi pastoraque si no me muero yo.El río no contestabay, en su delirio, el pastorbajó corriendo a la playa;ya verán lo que pasó.En la playa el pastorcillollorando a Dios le rezó: —Devuélveme mi pastoraPadre Santo del Perdón,devuélveme mi pastoray no me guardes rencorpor no acudir a tu iglesiaa rezar con devoción, pues cuidando a mis ovejastrabajo de sol a sol.Dios que en el cielo se hallaba,asomado en el balcón,de una nube renegridasu mano diestra extendió,y le dijo al Guadalhorcecon voz llena de furor: —¡Río que en tus aguas llevasla destrucción y el dolor!,devuelve inmediatamentela pastora a su pastor.Tus aguas han de servirpara regar con amoresas tierras que recorres,esas tierras de laborque en toda tu vega hermosa labra el hombre labrador.El río muy compungidosu voz bravía acalló y en una ola gigantela pastora apareció. —¡Ay! Mi pastora adorada.

ManueL rico gonzáLez

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—¡Ay! Mi adorado pastor.Se abrazaron sollozandodándole gracias a Dios.Se marcharon para casallenos de satisfaccióny según la historia dice,como alguien me contó, fueron por siempre felices: La pastora y el pastor.

La loba y la hormigaCuentan que una loba hambrienta buscando comida un día,se encontró con la guaridade una pieza suculenta.Cansada y desfallecida, después de aquella proeza,se ocultó entre la malezapara ver lo que ocurría.Una hormiga laboriosa pasó arrastrando un jilguero,que muerto en un agujero,halló esa tarde tediosa. — Debes estar muy contenta,dijo a la hormiga la loba. — Tú con comida de sobra,y yo, sin embargo, hambrienta. — Yo te podría ayudarsi tú me ayudas primero.Dijo soltando el jilguerola hormiga por descansar.Abrió la loba sus faucesy de un bocado certero,acabó con el jilgueroy no dejó ni el plumaje.

En ese preciso instante,de la guarida un cortejode liebres y de conejosle daba a la loba el plante.Y en lugar de molestarse,la hormiga, mientras miraba,esta frase le espetabaa la loba por mofarse:

— Has dejado de escapar,por tu torpe desespero,un exquisito manjarque te habría de saciar mucho más que mi jilguero.

literatura

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José Ignacio Díaz Puerta vino al mundo en 1959, en Villanueva del Rosario, y con

menos de tres años de edad, en 1961, se embarcó hacia Argentina con su padre Juan José Díaz More-no y su madre Rosa Puerta Puerta. Su padre había cursado, acá, en España, la carrera de veterinaria, pero al llegar a las tierras del Río de la Plata se en-contró que tendría que partir de cero: volver a cur-sar los estudios universitarios para «recibirse», de nuevo, como médico veterinario.

Era, el veterinario saucedeño, hombre amante de los más variados saberes y aficionado a la pin-tura, y propició que sus hijos se desenvolvieran en ambientes favorables al conocimiento y a las bellas artes; el menor, Juan Manuel Díaz Puerta es hoy consagrado pintor, a cuya obra nos acercamos en el número 2 de nuestra revista. José Ignacio también cultivó el dibujo desde la niñez y se hizo pintor au-todidacta desde la adolescencia, aunque fue la lite-ratura la que acabó por absorber sus capacidades creativas, durante bastante tiempo soterradas, hasta explosionar cual previsible volcán en el año 2010 con El castillo del Alquimista, su ópera prima; en ella, la «idea central es la vida de un castillo, cuna de una familia de alquimistas, donde se atraviesan

épocas de la Historia tan dispares como el Rena-cimiento, la Segunda Guerra Mundial, la caída de las torres gemelas… en saltos temporales donde el tiempo y el sueño son lo mismo»; « la realidad es una ilusión que se diluye por las paredes del cas-tillo», según Facundo Oliva. En un breve intervalo de tiempo, el magma creativo de Díaz Puerta sigue conformando nuevos territorios literarios con El to-biano (2010), El Hijo de PaKal (2010), El caballo do-rado (2010), Maquinaciones (2011) y La Noche del Mandril (2012). Todas sus obras han sido publica-das por la editorial argentina Dunken.

En el año 2011, decía José Ignacio: «Soy autor, no escritor. El título de escritor me queda grande to-davía». Había escrito ya tres libros. Y añadía: «Todo empezó cuando viajaba mucho, no podía escuchar la radio porque apenas pasa Buenos Aires todo se corta, y no me quedaba otra que ponerme a pen-sar historias». Este entretenimiento, sumado con un dibujo de un castillo sujeto a una noche de insom-nio, hizo que empezara a descubrir el arte de escri-bir. «Desde ese momento hasta ahora, no hay no-che que no escriba, me quedo horas».

La obra de Díaz Puerta se sitúa, en gran medida, en el denominado realismo fantástico, o quizá ha-bría que decir realismo onírico. Su prosa es directa, frontal, sin vueltas, y sorprende por una desbordan-te imaginación, por su capacidad de síntesis y por una vivísima construcción de diálogos que atrapan al lector de inmediato. El espacio de esta sección literaria no nos permite mostrar más que tres ejem-plos representativos de su producción.

La noche del mandril, su última publicación, es un libro formado por 20 relatos breves, donde se abarca desde lo simplemente anecdótico y cotidia-no hasta llegar a sobrepasar los límites de lo fantás-tico; a él pertenecen los relatos titulados Matar a Picasso, cuyo protagonista pudo ser un trabuqueño, y Negociar con la Muerte.

PROSA

José ignacio díaz Puerta

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Maquinaciones, su penúltima publicación, es «varios libros a la vez». Lo abre la novela Sofware Humano; después se incluyen dos secciones de su arte plástico, pinturas y dibujos; a los que sigue el apartado Narraciones trasnochadas, formado por siete historias breves entre lo fantástico y lo policial

negro; uno de estos relatos, Los Aguarás, completa la trilogía que les proponemos.

Los relatos han sido expresamente ilustrados

para esta publicación por Luis Felipe Alonso.

Al día de hoy es difícil encon-trar documentación preci-

sa sobre Francisco Olivares. Al-gunas fuentes no muy confiables señalan que habría nacido en Cá-diz alrededor de 1880. Otras ci-tan una partida de nacimiento en Villanueva del Trabuco, provincia de Málaga, actualmente perdida. Y aunque los pocos que se han interesado en este gris personaje, del cual hasta se ha llegado a du-dar de su real existencia, coinci-den en que su origen era andaluz, hace poco tiempo, una investiga-ción llevada a cabo por un perio-dista barcelonés indicaría que su nacimiento fue en territorio cata-lán, aunque su apellido, sin duda, no es de ese origen. Sus padres habrían sido castellanos y, a me-diados de la década de los 70 del siglo diecinueve, se habrían esta-blecido en la región de Andalu-cía, mudándose luego con des-tino Cataluña. De allí vienen las dudas del lugar de su nacimiento.

Lo cierto es que la concordancia general de la poca información disponible indica que en 1892 ya vivía en San Joan de Vilatorrada, localidad vecina a Manresa y dis-tante pocos kilómetros de la me-trópolis catalana.

Francisco desarrolló a muy temprana edad el gusto por el di-bujo y la pintura y se dice que a los quince años ya contaba entre su producción con varios óleos, hoy perdidos. Se sabe, aunque no muy ciertamente, que representa-ban bodegones e interiores. El mu-chacho aparentemente no se atre-vía con la forma humana, la cual le resultaba bastante difícil de re-presentar, y hasta podemos espe-cular que le asustaba el desafío de materializarla en el lienzo. Su pa-dre, empleado administrativo de correos y magro heredero de una finca valenciana de unos tíos sin descendencia, la cual vendió re-partiendo los dineros con su her-mana, se las arregló para darle una

discreta educación artística, y así Frasquito, como le decían, recibió clases de dibujo y pintura de va-rios maestros catalanes durante un período que va desde el 92 al 97.

En 1897, cuando debía con-tar con menos de veinte años, de-cide presentarse en un concurso artístico. Varios pintores jóvenes se anotaron para la ocasión.

Su maestro de ese entonces le instó a no rehuir de una opor-tunidad como aquella para mos-trar su arte; y él, muy temeroso, acometió el desafío de realizar su gran cuadro. El que debía de ser su obra maestra hasta ese mo-mento. Su terror por dibujar la figura humana debía ser exorci-zado. Si quería tener posibilida-des de ganar, el cuadro debía re-presentar gente. Pero… el tema. ¿Qué tema abordar? El admiraba a los clásicos. Velázquez, Muri-llo, Zurbarán, Ribera. Aunque no así a Goya, a quien consideraba muy oscuro en su fase final.

Matar a Picasso

literatura

1818

Como es bien sabido, en la se-gunda mitad del siglo XIX, en Es-paña, se había instalado la moda de los cuadros de escenificación histórica. En general, en los con-cursos, se presentaban escenas del glorioso, o no tanto, pasado español. Así que Francisco deci-dió (aunque para esa época de fin de siglo ya la pintura histórica es-taba un poco “demodé”) encarar la realización de un cuadro his-tórico. ¿Pero cuál tema? Primero pensó en el desembarco de Co-lón, con el descubridor rodilla en tierra y la cara al cielo, rodeado de marinos y de indígenas, con las tres carabelas en segundo pla-no. Y empezó con los bocetos.

El tema era ya bastante rema-nido y muy poco original. ¿De qué serviría tener otra versión de este hecho en la historia de la pintura? Por supuesto que de nada. Pero él lo encaró. Pocos días después se dio cuenta que la tarea era titánica. El hecho de dibujar más de un personaje era para él totalmente abrumador. Así que decidió que sería Colón solo en la arena con las carabe-las detrás. Los marinos se verían en un muy lejano segundo pla-no como siluetas oscuras bajan-do de los botes.

—Esto –pensó– realza la figura del descubridor y lo eleva al per-sonaje principal que fue y que es, sin los comparsas secundarios.

Claro que en realidad, la sim-plificación en la composición más bien se debía a su torpeza técnica, pero dejemos eso. Fras-quito se enfrascó en su obra y en

unos dos meses de intenso traba-jo la terminó. Al dar la pincela-da final y firmarlo sintió un tre-mendo orgullo. Aquel cuadro era imbatible. Aquella obra no tenía otro destino que la grandeza. Sin duda, su destino debería ser el mismísimo Prado. Sí. Nada me-nos, por supuesto.

Presentó el cuadro a concur-so y se puso a esperar. Su fami-lia estaba tan ansiosa como él. Su padre y su madre lo habían mal-criado toda su existencia y lo col-maban de caprichos y alabanzas. Un artista en la familia. Un artis-ta que triunfaría y que los sacaría del gris presente en que sus vi-das transcurrían. Y llegó el gran día. Frasquito no tenía dudas de su triunfo. Entró al salón. Allí es-taba su cuadro. Era el más gran-de. Colón representado a una es-cala mayor al natural presidía la pared principal. Ni siquiera miró las demás pinturas, directamente las desdeñó.-No valen nada- pen-só en su soberbia enceguecida.

Era obvio que el primer pre-mio sería de él. Y que iniciaría un camino de ascenso a los primeros planos del arte. Luego de este ga-lardón lo esperarían París, Roma, América. La consagración. Ya ha-bía vendido la piel del oso antes de cazarlo o, más bien, como en el cuento de la lechera, ya tenía todo un rebaño, aunque toda-vía no había vendido el cántaro de leche. Lo cierto es que cuan-do escuchó que el ganador era un cuadro llamado Ciencia y caridad de un tal Pablo Ruiz, apellidado Picasso por parte de madre. Ahí

sintió que el cántaro de la leche se había estrellado. ¿Pero cómo era posible que el jurado fuera tan ciego? ¿Cómo era posible que ese cuadro semioscuro represen-tando dramáticamente a una mu-jer moribunda en su lecho, asis-tida por una monja y un médico, le hubiera ganado a su majestuo-so descubridor de América? ¡¡¡El jurado estaba compuesto por una sarta de imbéciles!!!. Su furia no lo dejó pensar más y salió corrien-do a la calle. El enorme cuadro de Colón nunca fue retirado por sus padres, los cuales ya no supieron más de su hijo. Su orgullo herido lo llevó a irse de allí y no regresar jamás. Algunos creen que directa-mente cruzó los Pirineos ese mis-mo día.

El cuadro de Colón, muy tor-pemente ejecutado, había sido admitido en el concurso por una mezcla de respeto al padre del novel artista y un cierto grado de compasión ante esas pinceladas torpes e inseguras y ese dibujo duro que le daba al descubridor el aspecto de un maniquí inerte y sin ninguna grandeza. Un color contaminado y ensuciado por el abuso del negro mezclado con el resto de la paleta hacía que la vis-ta de aquel esperpento fuera muy difícil de soportar. Pero ni Francis-co ni sus padres repararon en ello. Lo habían visto como una obra maestra.

Y su familia no supo más de Francisco, el hijo único. Su padre murió poco antes del inicio de la Guerra Civil y de su madre se pier-de el rastro unos años después.

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20

Se ha llegado a saber que un par de años, luego de su estre-pitoso primer fracaso artístico, Francisco estaba instalado en Pa-rís. Ejecutando toda clase de tra-bajos indeseables y destinados a los inmigrantes pobres del otro lado de los Pirineos. A pesar de todo, no dejó nunca de dibu-jar y pintar, aunque nunca pudo concretar una venta. Ni una sola. Pero él seguía tozudamente con su vocación artística. Una tar-de, al llegar al inquilinato donde compartía habitación con unos marineros marselleses, encon-tró todas sus pinturas tiradas en la vereda1. Entró hecho una furia. Sólo para toparse con el dueño de la pensión reclamándole los dos meses adeudados. Esa noche durmió a orillas del Sena, apalea-do. Sin cuadros y sin dinero.

La siguiente noticia suya la re-fiere un catalán, Jordi Castell, ha-bitante temporario de la Ciudad de la Luz, quien cuenta que es-tando desayunando en un café en el Boulevard de los Itallienes jun-to a su amigo, el también catalán Pere Mañach, de pronto, se acer-có a ellos un muchacho de unos veintidós o veintitrés años; sus raí-das ropas y su suciedad revelaban una condición social extrema y su aspecto lastimoso un hambre que urgía por ser saciada. El mu-chacho, al escucharlos hablar ca-talán, se acercó y les pidió una limosna en su idioma algo conta-minado con castellano. Ambos se apiadaron del sujeto y le pregun-

1. Vereda: acera de la calle

taron de qué vivía. Él les refirió que era artista, pintor, sin suerte, y que había sido asaltado y todos sus cuadros robados por una ban-da de malvivientes. Mañach, gran amante de la pintura, se ofreció a ser su mecenas. Sin saber nada más, le consiguió una habitación en Montmartre y le pagó por ade-lantado el mes. Luego le compró pinturas, pinceles, bastidores y un buen caballete.

—Ven a verme cuando ya ten-gas algo terminado –le dijo Maña-ch al chico y le dio una dirección.

Un mes después, Francisco, porque como se habrán dado cuenta se trataba de él, se presen-tó en lo de Mañach. Castell que estaba ese día allí, también por casualidad, refiere que el mucha-cho se llevó una sorpresa mayús-cula al encontrarse allí con Pablo Ruiz, su vencedor en el concurso unos pocos años atrás. Mañach había acordado con Picasso en comprarle toda su producción du-rante un año y allí estaban cerran-do el trato. Picasso, que ya se iba, saludó estrechándole la mano a Olivares y se retiró. Seguramente Francisco se esperanzó y especu-ló en que él sería el próximo be-neficiado con un acuerdo igual o semejante. Pero nada de eso. Al revelar su cuadro retirando el pa-pel que lo cubría, Castell refiere que tanto él como Mañach no pu-dieron evitar sentir una profunda decepción. La pintura totalmen-te anodina, de colores difusos y sucios, representaba una vista de Notre Dame desde el Sena. El di-bujo era torpe y el color aun peor.

Mañach se excusó diciéndole lo más cortésmente que pudo:

—Lo siento, tendrás que bus-carte otro trabajo.

Castell comenta que el mu-chacho arrojó el cuadro al piso y empezó a saltar sobre él hasta dejarlo hecho jirones. Finalmen-te, lo tomó del suelo gritando: ¿Quieren arte moderno? Y mos-trándoles el cuadro hecho pe-dazos resopló desafiante: ¡Aquí tienen su arte moderno! Acto se-guido, pateó el cuadro, que dio contra una pared derribando un quinqué que estaba apoyado sobre una mesita. Se dio media vuelta y sin más se fue. Nunca volvieron a saber de él.

Bastantes años después, la po-licía registraba una habitación en una pensión en Niza. Su ocupan-te, hasta pocas horas antes, había sido un inmigrante español iden-tificado como Francisco Recare-do Olivares Mora, de más de se-senta y cinco años, el cual había trabajado como ayudante en un taller mecánico a las afueras de la ciudad y tenía por pasatiempo pintar marinas un tanto vulgares, y que tenían como destinatarias las paredes del taller y, durante los fines de semana, la venta ca-llejera, donde de vez en cuando alguna robusta turista america-na le compraba alguna por unos míseros francos. Y allí encontra-ron los policías la caja de made-ra que había alojado la pistola, y a su lado, un diario, unos manus-critos personales adornados por garabatos. El oficial reconoció que eran dibujos copiando obras

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muy reconocibles de Picasso. Les Demosielles d’ Avignon, el Guernica, e incluso algunas más viejas como La planchadora o El viejo guitarrista ciego. Ese hom-bre parecía haber sido un verda-dero fanático de Picasso. ¿O ha-bía sido un obseso de Picasso?

Unas horas antes, Francisco entró agitado a su habitación. Le-vantó las faldas de su camastro y extrajo la caja. La abrió. Allí esta-ba su «luger». Una pistola alema-na que había comprado a un ex partisano de la resistencia a cam-bio de arreglos en su coche. Car-gó el arma y salió de la habita-ción. Estaba agitado. Su corazón le latía con violencia. Ni siquie-ra reparó en cerrar la puerta del cuarto. Salió a la calle. El desti-no, Dios le ponían la venganza al alcance de la mano. El mons-truo estaba allí en Niza. Lo había cruzado hacía instantes pasean-do por la calle. El infame pintor destructor de las dos oportunida-des de su vida artística se pasea-ba con una hermosa mujer del brazo. Era su oportunidad. Sí. Pa-saría a la historia como el ejecu-tor de Picasso. Y además venga-ría definitivamente al arte, a la pintura, que aquel monstruo ma-lagueño, hombre, fauno y mino-tauro al mismo tiempo, se había encargado de destruir. Sí. Aquel monstruo había trastocado de-finitivamente las reglas del arte. Pero él, Francisco, ahora allí, des-tinado por Dios, vengaría al arte clásico. La muerte del monstruo volvería todo a su lugar. El arte se lo agradecería y hasta sería in-

dultado. Sus pensamientos febri-les continuaban mientras avan-zaba agitado por las calles de la costa. Y allí los vio. La pareja avanzaba tranquilamente. Picas-so, de casi su misma edad, calvo y canoso, de baja estatura y de contextura algo gruesa, no tenía nada de particular ni de señorial. Era un individuo como millones. Absolutamente común y corrien-te. ¡Cómo era posible que hubiera engañado al mundo de esa mane-ra! ¡Cómo era posible que el arte lo considerara su genio máximo! ¡Qué dirían Ribera, Velázquez, o hasta el mismo Goya, si hubieran visto los esperpentos perpetrados por el gran destructor!

Ya anochecía, Francisco se acercó a la pareja y los adelantó unos metros, luego se volvió ha-cia ellos caminando directo como para llevárselos por delante. Miró a Picasso a los ojos y allí sus mi-radas se cruzaron durante un ins-tante. Entonces el genio malague-ño sin dejar de mirarlo le dijo.

—Disculpe. ¿Lo conozco?Francisco se conmovió, ¿era

posible que lo recordara?—Señor Picasso –dijo temblan-

do– hace muchos años en Paris… en casa de Pere Mañach.

Los años habían acumulado cambios no menores en ambos. Los dos estaban calvos y cano-sos y visiblemente con más peso. Pero aun así lo había reconocido. Era indudable que Picasso debía ser un tremendo fisonomista.

—Claro. Claro. Usted había ido a llevar una obra —dijo el mala-gueño y le extendió la mano.

Se estrecharon en un saludo que a Francisco le pareció inter-minable.

—Y dígame ¿sigue pintando? –le preguntó Picasso.

—Pues sí, en los ratos libres, hago alguna cosilla.

—No dejes de pintar. Mira, si vas por Cannes pasa por mi estu-dio. Siempre me gusta charlar con un compatriota –dijo y le palmeó el hombro despidiéndose.

Francisco quedó paralizado allí, a la orilla del mar. Había to-mado conciencia que aquel hom-bre no era alguien común. Era un gigante. Y él era alguien tan pe-queño, tan insignificante, tan gris. Él ni siquiera podía tildarse de ar-tista. Ni siquiera lo merecía.

Y deambuló varias horas por la playa, solo en medio de la noche, solo con su alma y su amargura y su terrible frustración de toda una vida y su soledad. Su inmensa so-ledad. Y su inmenso vacío.

Y entonces extrajo la «luger» y recordó la muerte de otro gigan-te, la de Vincent Van Gogh. Un disparo se escuchó en la costa y un grupo de muchachos acudió al lugar atraído por la detona-ción. Lo encontraron tirado en la playa; ya había fallecido.

literatura

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Moncho s u f r í a m u c h o

el calor. Toda su vida, desde chi-co lo había sufrido.

En las trabajosas tardes de ve-rano, al rayo del sol en el norte correntino, mientras arriaba la ha-cienda, transpiraba a más no po-der. Esa siesta de domingo, esta-ba tirado en su catre con colchón de los típicos de lana suelta. La pieza1 era chica, el calor se con-centraba y aun con las ventanas abiertas era imposible disiparlo. La única razón, para descansar ahí adentro y no afuera a la som-bra del alero, eran los mosquitos. Bandadas de mosquitos zumban-tes. Allí dentro, al menos, el te-jido del mosquitero lo protegía, aunque alguno que otro se co-laba de vez en cuando. Las chi-charras rompían a más no poder. Moncho ya no se aguantaba. Se levantó y fue directo a la pequeña heladera2, ya bastante oxidada y con su enlozado descascarillado en unos cuantos lugares. Tiró de la manija bola y sacó una bote-lla de gaseosa ya abierta. La empi-nó y la tomó hasta la última gota. Miró el termómetro, sin duda ob-sequio de la veterinaria del pue-blo, vaya a saber de cuantos años atrás, su marco de plástico blanco, moteado por decenas de cagadas de mosca de distinto añejamiento, sostenía la varilla de vidrio con la columna mercurial. La tempera-tura: 42 grados centígrados. Eran

las tres de la tarde y allí no se po-día estar. Se sacó los calzones y se puso las alpargatas por toda vesti-menta. Salió afuera. No había na-die. Estaba en uno de los puestos más lejanos al camino. Y 2así no-más3 se tiró al tanque australiano. Estuvo remojándose como media hora. Los mosquitos jodían a más no poder. Así que tuvo que volver a la casa.

Se secó, se vistió y, finalmen-te, fue a buscar al viejo overo4. El animal tenía unas manchas muy particulares en el lomo y en la grupa que lo hacían inconfun-dible. Lo ensilló y casi una hora después atravesaba la última tran-quera5 que lo llevaba directamen-te al camino de tierra. Eran ya las cinco de la tarde. Tomó rumbo a Los Aguarás, el pueblo cerca-no a unos seis kilómetros de allí. El overo iba al trotecito, tranqui-lo. Moncho lo dejaba ir a su rit-mo. El jueves anterior había ido al pueblo también con el overo. El motivo había sido llevar unos papeles que el mayordomo le ha-bía dado para el delegado muni-cipal. Moncho, esos tres días, no había podido dejar de pensar en

1. Pieza: habitación, estancia, sala.2. Heladera: nevera, frigorífico. 3. Nomás: solamente. 4. Overo: caballo, de color parecido al del melocotón.5. Tranquera: puerta rústica de un cercado hecha de travesaños de madera asegura-dos con alambre o clavos. Cerca o valla.6. Morocha: de piel morena.

la mujer que lo había atendido en la delegación. El no la había visto nunca allí. Debía ser nueva en el pueblo. Aunque él también lo era. Sólo hacía un año que había lle-gado a Los Aguarás. Cuando vio a aquella morocha6 de ojos ver-des quedó loco. Ella debía tener unos veintipico, menos de trein-ta. Él tenía treinta y dos. Moncho había llegado a Los Aguarás bus-cando trabajo, montando el ove-ro. Nadie lo sabía allí, pero ha-bía estado envuelto en asuntos de cuatrerismo, más al sur, en Entre Ríos, cerca de Federal. Pero eso ya era asunto del pasado. Aunque por supuesto no había blanquea-do su historia con el mayordomo de la estancia. El cual ya confiaba plenamente en él, al haber cum-plido Moncho ya un año de anti-güedad. En ese año, Moncho casi no había ido al pueblo y recién en los últimos dos meses empeza-ba a tener encargos de algún que otro trámite para hacer allá. Como el del jueves pasado, en la delega-ción municipal. Moncho recordó perfectamente la expresión de la mujer, la secretaria del delegado. Ella al verlo pareció excitada, ca-liente se diría. O quizás sorpren-dida, ya que lo primero que ella le miró fue su dedo anular de la mano izquierda. Dedo al que le faltaba la tercera falange, produc-to de un accidente en una man-ga, desparasitando novillos, hacía ocho años atrás. Pero a eso, él ya

Los Aguarás

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estaba acostumbrado, la gente tie-ne una curiosidad morbosa, una compulsión inevitable de mirar el defecto. Si lo diferente ya se vio, ¿por qué esa necesidad irre-frenable de volverlo a mirar una y otra vez sin poder evitarlo? Sin duda a ella le pasó lo mismo que a todo el mundo. Pero en seguida se mostró dulce y afectuosa con él. Había existido una conexión sin duda. Si hasta lo acompañó a la puerta y lo despidió mien-tras él se subía al overo. El mismo animal, viejo pero un tanto aris-co con todo el mundo, hasta se dejó acariciar por las manos cari-ñosas de ella. Ella. Ángela. Ese era su nombre.

A poco de andar al trote por el camino sintió detrás de él el ruido de un auto. Venía un 404 levan-tando una polvareda. Moncho se apartó para sufrir lo menos posi-ble el efecto de la tierra. El auto pasó a su lado tocando bocina. Moncho alcanzó a ver que quien manejaba era Ángela, que lo salu-daba con una sonrisa. Moncho se sacó el sombrero y la saludó.

—Seguro va a parar –pensó. No. Ángela siguió. Moncho iba al pueblo con la esperanza de ver-la. Y ella ahí había pasado al lado suyo y no se había detenido. Una inevitable desilusión lo inundó. Quizás en el pueblo pudiera verla. Al menos ahora sabía que tenía un 404 gris. Debía ser el único en el pueblo de pocas casas. Entonces con sólo una recorrida localizaría al auto estacionado. Identificaría la casa y la visitaría. Ella seguro lo

recibiría. Claro. No 3era lo mismo en medio de un camino que en el pueblo. Cómo se iba a dete-ner ella. A hablar con un tipo al que sólo había visto un momento en su vida. Pero ella había estado tan cariñosa. Tan dulce. Y era tan atractiva. Moncho sintió un irre-frenable deseo sexual por aque-lla mujer hermosa. De pelo cas-taño oscuro casi negro y grandes ojos verdes; de cuerpo fornido, con muslos fuertes y nalgas bien formadas. Moncho no podía evi-tar dejar volar su imaginación mientras el overo seguía al trote. En eso, al dar la vuelta en un re-codo del camino, su corazón, de pronto, empezó a latir muy fuer-te. A un costado detenido, estaba el 404. Ángela se había bajado del auto y se había apoyado con-tra la puerta delantera izquierda. Estaba a poco más de cincuen-ta metros, pero su aguda vista le permitió notar que ella le sonreía. Moncho se largó al galope esos cincuenta metros. Frenó al overo ya a la altura del auto y se bajó.

—¡Qué lindo macho! –dijo ella acercándose al caballo entero.

—¿Lo decís por el overo?–dijo Moncho con expresión socarrona.

Ella se dio vuelta y mirándolo fijo expresó.

—¡Qué ocurrente que sos. Eh!Moncho se echó a reír. Ella se le

acercó y él la tomó por la cintura.Esa tardecita no importó el ca-

7. Pasto: hierba, césped. 8. Ceibo: conocido como árbol del coral, o flor de coral, pico de gallo, o sananduva; árbol y flor nacional de Ar-gentina y Uruguay.

lor en la casita del puesto, mien-tras ambos terminaban destro-zando lo poco que quedaba del colchón de lana suelta.

El overo afuera ni se inmutó ante los gemidos que provenían del interior. Eran las nueve de la noche cuando el 404 guiado por Ángela salía de la estancia. Mon-cho se apeó del auto no sin an-tes darle un último beso y apretón a ella. Se despidieron, él cerró la tranquera y se volvió caminando. Cuánto hacía que no se sentía tan bien. Increíble que una hembra así se hubiera entregado tan fácil.

Para el miércoles, Moncho es-taba desesperado por ir al pue-blo. A eso de las nueve de la ma-ñana llegó el mayordomo desde Curuzú. Moncho le inventó la excusa de ir esa tarde a comprar ivermectina para los novillos.

—Andá a la veterinaria del Dr. Robles y que te lo anote en la li-breta— dijo el jefe. Ya estaba la razón para ir.

A eso de las tres de la tarde Moncho localizó el 404 estacio-nado sobre el pasto7 en la vereda de la calle de tierra que llevaba a la pequeña plaza de Los Aguarás. Ató el overo al ceibo8 que casi es-taba frente a la puerta y golpeó. Unos segundos después apareció Ángela, lo tomó de un tirón y lo metió en la casa.

—¿Qué haces acá, estás loco?–dijo ella.

—¿Por qué? ¿Qué problema hay?—No te puedo contar. Pero te-

nés que irte ya.—Pero decime por qué. ¿Qué

pasa?

literatura

24

—Andáte. Andáte.—¿Pero qué pasa?—Andáte. Lleváte el caballo ya.

No sea que alguien lo vea.—No entiendo nada.—Mirá. Venite a la noche des-

pués de la once y te explico. Pero venite en la bici que tenés en el puesto. No te vengás en el caba-llo. Así cuando llegás metemos a la bici adentro.

—Pero…—Andáte, por favor. Después

a la noche te explico.Ángela le abrió la puerta y le dio

un beso rápido en la mejilla. Mon-cho, algo desconcertado, sentía que algo no andaba bien. Si ella que-ría ocultar la relación era porque debía haber otro tipo. Seguro. Pero ella vivía sola. Bueno, ha-bría que esperar hasta la noche.

Se encaminó con el overo ha-cia la veterinaria. Tendría que es-perar a la sombra de los árboles, a que abrieran después de la sies-ta. Se estaba apeando del caballo cuando vio pasar el Regatta del delegado municipal. El auto era muy reconocible y el funcionario, sin dudas, se dirigía al campo que poseía casi pegado al de sus pa-trones, en el que él vivía. El dele-gado apenas lo miró y ni lo saludó mientras pasaba a su lado levan-tando una molesta polvareda.

—Maleducao de mierda –pen-só Moncho.

Esa noche a las once menos diez Moncho llegaba a la casa de Ánge-la. Ni tuvo que tocar. Ella le abrió antes. Había estado esperándolo.

—Dale, entrá rápido con la bici—dijo ella.

Moncho entró y vino su pre-gunta en el acto.

—Bueno ¿qué pasa? decime.—Viste lo que es este pueblo.

Cuatro gatos locos. Todo el mun-do sabe vida y milagros de todos.

—¿Y vos no querés que se sepa lo nuestro?

—Es que no se tiene que saber. Te puede pasar algo.

—¿Por andar con vos? No me jodás.

—Mirá Moncho, vos me gus-tás mucho. Apenás te vi me metí con todo.

El hombre sintió un orgu-llo tremendo y una satisfacción enorme. Ella prosiguió:

—Cuando llegué al pueblo hace unos meses, vine recomendada para trabajar en la delegación. El delegado es amigo de unos pa-rientes míos de Curuzú. Yo me quedé sin trabajo y me vine acá.

—¿Por qué te viniste a este pueblo de mierda? Perdido en medio del campo.

—Vos sabés bien que el labu-ro94 escasea. Así que como había un lugar en la delegación, acá me vine. La idea era estar un tiempo trabajando hasta que consiguiera algo en otro lado.

—Entonces te vas a ir.—Ahora que te conocí a vos

no me quiero ir. Pero el proble-ma es otro.

—¿Cuál?

9. Laburo: trabajo. 10. Afanos: robos hábiles sin violencia. 11. Tilingo: superficial y afectado; insustancial, tonto, necio.

—De entrada me di cuenta que el delegado, que es casado, esta-ba remetido conmigo. Me empe-zó a piropear y una tarde al termi-nar el horario de atención, cerró la puerta con llave, me apretó contra la pared de su escritorio y yo no pude resistir. El tipo me dio asco. Pero él me forzó ¿entendés? No tuve otra que entregarme. Y él está loco por mí. Casi todas las tardes cuando cerramos, tengo que aguantarlo con todo el asco del mundo. Es un hijo de puta.

—¡Hijo de puta! –repitió Mon-cho. Lo viá matar.

—No tené cuidado. Mirá que es un tipo peligroso. Yo escucho algunas cosas cuando se reúne acá y te digo que es muy jodido.

—¿Qué escuchaste?—¿Viste los afanos10 a los ca-

miones brasileros en la ruta entre Virasoro y Santo Tomé?

—No. No sé nada.—Bueno, hace unos meses que

se afanan camiones cada dos por tres en la ruta. Acá los escuché hablar y el delegado es el orga-nizador. Es una mafia. Hay unos tilingos11 que vienen y unos tres gordos grandotes. Se reúnen a puertas cerradas pero yo los escu-ché. Planean lo de los camiones. Hace una semana mataron a un chofer brasilero. Así que ahora por un tiempo se van a quedar quietos. Pero guarda, porque los gordos andan por el pueblo. El delegado es re–celoso, está re–loco por mí y tengo miedo que te hagan algo.

—Pero que se vayan a la mier-da esos hijueputa— Y diciendo esto, Moncho la tomó por la cin-

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tura y le apretó las nalgas. Roda-ron por el piso como si no lo hu-bieran hecho nunca.

A las seis de la mañana Mon-cho llegó al puesto. Ya amanecía en los campos correntinos.

A partir de ese día los encuen-tros furtivos eran casi diarios. Siempre en la casa de Ángela en el pueblo. Siempre de noche. Siempre yendo en la bici.

Esa noche, cuando ya hacía casi tres semanas que se había iniciado la fogosa relación, Mon-cho regresaba por el camino; pe-daleando feliz como todas esas madrugadas, cuando le pareció sentir el motor de un auto de-trás de él. Se dio vuelta y no vio nada. Al rato entraba en la casa del puesto y se echaba a dormir. Eran las cinco de la mañana.

El relinchar del overo lo des-pertó. Sólo atinó a ver una luz que le daba directo en la cara. Luego un golpe brutal. Le tapa-ron la cabeza con una capucha. Lo ataron. Lo sacaron afuera y lo llevaron al tanque australiano.

Casi terminan ahogándolo. Le metían y le sacaban la cabeza del agua hasta que en la última vez se la mantuvieron sumergi-da casi un minuto, una verdade-ra eternidad. Para finalizar, mien-tras estaba en el suelo le pegaron un par de patadas en el abdomen. Allí quedó atado. Se hizo de día y por fin pudo desatarse.

Estaba maltrecho. Pero no le habían roto nada. Sobre la puerta de la casa habían escrito con ae-rosol del que se usa en las pinta-rrajeadas políticas.

«Dejate de joder con Ang si que-rés conservar tus nueve dedos».

Había pasado una semana y Moncho no había regresado al pueblo.

Era sábado a la noche. Estaba durmiendo cuando sintió el rui-do de un auto acercándose. Se asomó a la ventana y reconoció al 404 de Ángela.

—¡Moncho!—¡Ángela!Se abrazaron y se metieron en

la casa. Una vez más se entrega-ron al frenesí. Quedaron en ver-se una semana después. Allí, otra vez en el puesto. Era más seguro. Llegó el sábado a la noche. Los minutos y las horas pasaban y Ángela no venía. A las tres de la mañana, Moncho decidió tomar el viejo «gladiator», del cual ha-cía pocos días el mayordomo le había confiado las llaves, y salió hacia el pueblo. Mientras iba por el camino; la incertidumbre se le acrecentaba más y más. ¿Habría pasado algo? ¿Se habría ido Ánge-la del pueblo para huir por fin de las violaciones repetidas del hijo de puta de su jefe? ¿Estaría bien? ¿Por qué no había ido esa noche?

5Llegó por fin a Los Aguarás, el 404 estaba en la puerta como siempre. Moncho golpeó.

—Andáte. Andáte, por favor. An-dáte— dijo desde adentro la voz de Ángela retumbando a través de la reseca madera de la vieja puerta.

12. Galpón: cobertizo; casa de una sola planta y una puerta; nave agrícola, choza.13. Piso: suelo, pavimento.

—No me voy hasta que me abrás. ¡Abrime!

—¡Andáte. No quiero que te maten. Andáte!

—¡Ángela, no me voy has-ta que abrás. Que me maten si quieren. No me voy!

Ángela finalmente abrió. Mon-cho entró. Ella tenía la cara con un moretón que le abultaba su hasta entonces hermoso ojo de-recho y otro moretón en el men-tón del lado izquierdo. Los gol-pes habían sido hacía varios días. Los derrames ya estaban exten-didos, eran de color rojo violá-ceo casi negro y con un aureola amarilla que se extendía alrede-dor. Ángela no pudo evitar llorar y se abrazó a Moncho. Una vez más consumaron la pasión en el suelo. Ya era de día cuando Mon-cho salió de la casa y regresó al campo.

Esa noche se cuidó de dormir. En vez de pernoctar en la casa, se escondió en el galpón12 que esta-ba a la vera del camino de entra-da. Armado con la carabina que tenía, por si las moscas.

Nadie vino. Nada pasó. Y así fueron las tres noches siguientes. Pasaron tres noches más. Mon-cho ya dormía otra vez en la casa. El cansancio lo había ren-dido después de las vigilias teme-rosas y aquel viernes a la noche dormía a pata suelta. No se en-teró cuando le forzaron la puer-ta. Ni se enteró cuando entraron a la habitación. Sólo se desper-tó en el piso13 mientras era pa-teado brutalmente por tres enor-mes y obesos individuos que le

literatura

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daban puntapiés sin parar. Mon-cho empezó a sangrar por la boca. Siguieron pateándolo. Finalmente se fueron. Estaba muy mal herido. Seguramente de muerte si no era atendido rápidamente. No podía levantarse del suelo. Se desmayó. Hasta que un paño de agua fresca le bañó la frente. Abrió los ojos.

—¡Ángela!, mi amor, llevame al médico. Me muero.

Ella con toda calma encendió la luz y se sentó mirándolo con una expresión de satisfacción mayor aun y quizás más sincera de las que parecía expresar cuan-do gozaba con él.

—¡Ángela, me muero, llevame a la sala de Los Aguarás, me muero!

Entonces ella dijo.—¿Sabes de dónde soy? Soy

de Los Paraísos, Entre Ríos, cer-ca de Federal. Vos conocés ese lugar.

Moncho no entendía bien.—Ángela, me muero.—Un cuatrero entró hace un

año y medio en mi casa en el campo. Yo no estaba. Cuando lle-gué mi marido agonizaba. El hijo de puta lo había acuchillado. Se había robado parte de la hacien-da y al overo. A su querido overo. Que tiene esas manchas tan par-ticulares; sólo de él; en el lomo y en la grupa.

—¡Ángela, por favor, me muero!—¿Sabés qué fue lo último que

dijo mi marido?—Por… favor… Ángela – dijo

Moncho.—Cuando ya mi marido se mo-

ría me dijo: «Al hijo de puta le fal-ta un dedo. La punta del anular izquierdo»

—Ángela, tené piedad. Me… muero...

—¿Vos tuviste piedad de él? Mirá como son las cosas. Vengo a este pueblo perdido y te encuen-tro. Por algo se dio así. Por algo fue.

—Ángela… … …Ángela salió de la habitación.

Moncho ya estaba muerto.

27

Cecilio era un em-p r e s a r i o

exitoso, la vida familiar había lle-gado algo tardíamente para él, se casó a los cincuenta con su se-cretaria, luego de años de una relación no admitida pero cono-cida por todo el mundo. El hijo mayor de la pareja vino un par de años después y al cabo de un año y medio más tarde llegó el siguiente. Hacía unos pocos me-ses de este segundo nacimiento, cuando por motivo de negocios Cecilio llegó a la ciudad de Puer-to Iguazú. Iba a asistir a un en-cuentro de empresas argentinas y brasileñas en una convención. Así que para hacer un poco de turismo por las cataratas decidió viajar el fin de semana anterior a la reunión.

Cecilio dedicó todo el sábado a la visita a las cataratas, recorrió ambos circuitos, el superior y el inferior y luego la Garganta del Diablo. En esos días, la crecida le daba un caudal pocas veces visto a los saltos, la cantidad de agua que caía era mucho mayor a la de las veces anteriores que él había estado allí. De hecho, su primera visita había sido hacía unos cuantos años, cuando él era simplemente un joven empleado comercial que recorría el noreste del país. Sacó fotos con la cáma-ra y con el celular durante todo el día y por la noche, al llegar al ho-

tel, las bajó a su «laptop». Había captado más de quinientas imá-genes, así que luego las seleccio-nó y las editó con un programa para arreglar contraste y encua-drarlas. Haciendo todo esto se le hicieron más de las tres de la mañana. Rendido de cansancio por la hora y, más que nada, por la caminata de todo el día, cayó rendido en un profundo sueño.

Y esto fue lo que soñó:Todo era amarillo, uniforme e

infinito. Lentamente empecé a distinguir algunos bultos en medio de esa monotonía y me di cuenta que eran como pliegues, como si estuviera contemplando un paño gigantesco, como una sábana que cubría todo, y las sombras de ese paño eran verdes y también rojas, y el paño era un desierto que se extendía interminable en todas las direcciones. Debí levantar la vista porque percibí que el cielo de un azul verdoso profundo oscuro, es-taba abigarrado de nubes multico-lores, como si hubiera sido forma-do por un pintor, el cual hubiera estrujado allí sus pomos de colo-res y los hubiera mezclado en for-ma desordenada y violenta con una espátula, manchando por to-dos lados la superficie de esa tela que no era tal sino espacio, cielo. Entonces vi al personaje. Como una pequeña mancha oscura en el horizonte, apareció esta figura avanzando con paso firme y de-

cidido hacia mí. En unos pocos instantes, ya se había acercado lo suficiente para notar que era un hombre joven, totalmente vestido de negro, sus atavíos eran indefi-nidos pero bastante sueltos como para que él pudiera avanzar a ese paso atlético directamente hacia mí. Y finalmente se detuvo, estaba a unos pocos centímetros de dis-tancia, de manera que pude con-templar en detalle su rostro. No me era alguien conocido, pero sus rasgos tenían una familiaridad que me era imposible dejar de notar. Entonces lo miré directo a los ojos, él ya me miraba fijamen-te y no pestañeaba. Sostener esa mirada me resultaba incómodo pero decidí seguirla mantenien-do. No me quería dejar intimidar por el sujeto. Entonces noté algo que era más que un simple detalle. Sus ojos. Mejor dicho, el color de ellos, era igual al de los míos, de hecho esos ojos parecían ser mis ojos. Un color muy poco común y que heredé de mi padre. Un color violeta claro, con un fino círculo celeste en la inserción del iris con la esclerótica, o sea, en el rebor-de contra el blanco del ojo. Eran mis ojos. En ese momento, me di cuenta que ese sujeto se pare-cía mucho a mí; ¿cómo era posi-ble que hubiera tardado tanto en notarlo, o era que su rostro se iba metamorfoseando convirtiéndose lentamente en mi propia cara?

Negociar con la muerte

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—¿Quién sos? –le pregunté. —Tu muerte –me respondió a

boca de jarro. No me inmuté, de alguna forma yo ya sabía que iba a contestarme eso. Era como si lo hubiera estado esperando.

—En algunas ocasiones –si-guió hablando sin dejar de mirar-me fijamente –a ciertas personas les es permitido elegir el día de su muerte, si no quieres hacer-lo despertarás ahora sin recordar este sueño, pero si decides elegir-lo ya no podrás arrepentirte.

—¿Y puedo elegir el día que yo quiera? –pregunté.

—Tendrás que indicar tres días diferentes, uno de esos días será el de tu muerte. De modo que si llega el primero y no mueres, entonces esperarás a que llegue el segundo y si tampoco mueres en esa fecha, ya sabrás que inevitablemente mo-rirás en el tercero elegido.

—¿Pero también puede ocurrir que muera en la primera o en la segunda de las fechas elegidas?

—Así es, por supuesto. Habla, ¿decides tu muerte o no?

No lo pensé demasiado y acepté con un –Sí— rotundo.

—Puedes decir las fechas de las tres opciones, pero no tienes la libertad de pedir cientos de años. Eso es inaceptable, ya que la vida de un hombre no puede ir más allá de lo que marca la natu-raleza, deberás poner como refe-rencias de tu muerte los momen-tos de cumplir años de personas que ya deben haber nacido. Tu muerte será así, el día del cum-pleaños de ese alguien que ha-yas elegido. Y puedes elegir a una

persona distinta para cada fecha o al mismo para las tres, o a dos diferentes, uno para dos fechas y otro para la restante.

—Bien, acepto.—Ya habías dicho que aceptabas.—Entonces, elijo la primera al-

ternativa de mi fecha de muerte para cuando mi hijo menor cum-pla cuarenta años.

—Bien, aceptado – dijo mi muerte.

Era una alternativa excelente, si se cumplía, llegaría a los no-venta y cuatro. Pero en ese mo-mento, pensé si llegar a tan vie-jo era lógico. Quizás tendría que soportar años de una calidad de vida desastrosa por razones de salud. Porque ¿quién me po-día asegurar llegar a una edad tan avanzada como los noventa y cuatro años estando entero? La segunda opción sería con algu-nos años menos.

—Elijo la segunda alternativa de mi fecha de muerte para cuan-do mi hijo menor cumpla treinta y cinco años.

—Bien, aceptado— dijo mi muerte.

Eso me garantizaba llegar a los ochenta y nueve. Entonces pensé en elegir la tercera alterna-tiva para cuando mi hijo menor cumpliera treinta y cuatro, o sea, para un año antes que la anterior, pero como aún no había tomado como referencia a mi hijo mayor decidí incluirlo a él.

—Elijo como tercera alternativa de mi fecha de muerte para cuan-do mi hijo mayor cumpla treinta y cuatro años.

—Bien, aceptado – dijo mi muerte.

Esa tercera fecha me garanti-zaba llegar a los ochenta y seis.

Seguía mirando fijo a mi muer-te a los ojos. Entonces me dijo:

—No olvidarás este sueño. Es-pera por el día. Pero si llegaras a revelar este secreto, al violarlo causarás la muerte instantánea de los que elegiste como referencia.

Claro, esa era la garantía del secreto. Si yo hablaba, mis hijos morirían. Por supuesto que calla-ría. Entonces los ojos violetas, su rostro y todo él, se desvanecieron en el aire amarillo, desaparecien-do en ese instante.

Cecilio despertó bañado en sudor. Recordaba todos los deta-lles del sueño a la perfección. Era un sueño, nada más. Entonces, ¿por qué no contarlo? No. Me-jor no. Un miedo supersticioso le ganó sus pensamientos y deci-dió callar ese sueño para siempre, incluso seguramente lo olvidaría, como pasa muchas veces en que los sueños desaparecen del re-cuerdo y no quedan ni rastros de ellos al menos en el consciente de nuestra mente.

Pasó toda esa semana y el viernes por la mañana ya esta-ba libre. La convención había sido extenuante y había hecho muy buenos contactos para futu-ros negocios tanto en Argentina como en Brasil. El vuelo de regre-so a Buenos Aires era por la no-che, así que decidió pasear por la ciudad e ir, luego del mediodía, a una reserva de fauna cercana. En poco más de una hora ya había

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30

recorrido los negocios céntricos y había comprado unos cuantos re-cuerdos para la familia en los es-tablecimientos que exhiben las fa-mosas piedras semipreciosas de la región. Estaba saliendo del último negocio, antes de regresar al hotel, cuando en medio del pasillo, casi ya en la calle, vio que un hombre lo miraba fijamente.

—¡José Cadavanez! –exclamó Cecilio.

—¡Cecilio Romasessi! –dijo el otro— ¿Qué hacés, por acá? ¡Tantos años!

Se abrazaron, ambos no se veían desde hacía mucho tiempo.

Decidieron ir a almorzar jun-tos, debían festejar el reencuen-tro, se habían perdido la pista desde hacía años. El lugar elegi-do fue una pizzería a pocas cua-dras del hotel donde aún se aloja-ba Cecilio. Ordenaron la comida y se pusieron a charlar muy ani-madamente.

—¿Y qué fue de tu vida, José?—Mirá, te acordás que yo tra-

bajaba en la distribuidora de los Polakovsky.

—Claro, si yo los visitaba cada tres meses. ¡Qué viaje desde Bue-nos Aires! Me acuerdo perfecta-mente, esas recorridas saliendo siempre desde Posadas a Salto En-cantado, Puerto Rico, Oberá, San Ignacio.

—Mirá vos. Te acordás todavía. Mirá vos. Bueno, yo me independi-cé unos años después y hace muy poco me vine de Posadas, me ins-talé acá, donde puse el negocio de «souvenirs» para los turistas. Me va muy bien, che. Muy bien. ¿Y vos?

�— Yo seguí en el rubro1. Tam-bién me independicé, fundé una empresa hace unos cuantos años y ahora soy mi propio jefe. ¿Te-nés pibes?

—Claro, tengo tres hijas. Las dos mayores mellizas, ¿y vos?

—Yo tengo dos. Me casé hace solo cuatro años. El mayor tiene dos años y el menor tiene me-ses— dijo Cecilio.

—Duro de domar ¿eh? Remo-lón pal casorio fuiste nomás2.

—¡¡¡Ja!!! Sí, la verdad es que tardé un poco.

—No me olvido de las gringas que te levantabas en tus viajes.

—¡Y yo, cómo me voy a olvidar!—A una te la levantaste acá en

Iguazú.—Sí, me acuerdo perfectamen-

te. Era divina. ¡Ah! Nos traen la pizza.

El mozo llegó, depositó la ta-bla en la mesa y sirvió una por-ción de mozzarella con panceta ahumada a cada uno de los dos comensales. Entonces Cecilio re-paró en el hombre que los servía. Era un típico descendiente de in-migrantes europeos, como mu-chos en esa región. Pero algo lo impactó, sus ojos, eran violetas con el reborde celeste. Esos ojos que él mismo, Cecilio, se veía cada vez que se miraba a un es-pejo. Los ojos de su padre.

El mozo se dio cuenta que lo

1. Rubro: mismo sector empresarial; título, rótulo o categoría; encarnado o rojo.

2. Nomás: solamente.

miraba y también reparó en lo mismo.

—Disculpe que lo incomode, pero… tenemos los ojos iguales— dijo el camarero.

—Sí, justo veía eso –comentó Cecilio– Son ojos difíciles de en-contrar. Yo los heredé de mi pa-dre ¿y vos?

—No tengo padre –dijo el mozo.Cecilio sintió que un calor le

bajaba por la cara e instintivamen-te miró a su antiguo amigo que lo observaba sin decir nada, volvió a mirar al mozo y le preguntó:

—¿Cómo te llamás?—Andrés Griazky –dijo el mozo.—¿Griazky? –exclamó Ceci-

lio, reconociendo el apellido de la gringa de Iguazú a quien había enamorado hacía tanto tiempo.

—¿Qué edad tenés? –le pregun-tó Cecilio al mozo, temblando.

—Treinta y cuatro, hoy justo es mi cumpleaños. Lo festejo en un rato, al salir de acá.

Cecilio se levantó espantado de la silla y retrocedió. Recono-ció la cara de su muerte, era ese rostro que tenía enfrente. Y revi-vió el sueño en ese instante, de-talle por detalle. Su corazón des-controlado latía cada vez más aprisa. Apoyó la espalda contra la pared, y luego cayó hacia ade-lante, pegó contra la mesa y las porciones de pizza se desparra-maron por el suelo del local.

Cuando llegó la ambulancia ya no había nada que hacer.

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tradición oralPaco arJona

José ManueL Martos

gracia garcía ortigosa

Entre nanas y juegosEl arrullo incansable de tus labios

evoca el manto cálido del sueño.

El fugaz latido, el vaivén de tu cuerpo,

poco a poco, se hacen de mis párpados dueños

que caen lentamente, difuminando miedos;

en tus brazos, sin remedio me pierdo.

El despertar de los años cabalgaba, sin tiempo,

por las esquinas del barrio alborotado, eterno.

Coplillas y juegos despertaban sin remedio

a seres osados, hábiles y certeros.

Las amistades tempranas, que allí se forjaron,

perduran sobre un tiempo que ya queda lejano

y aquel amor de rueda, que mis manos tocaron,

se perdió por la rueda de un beso olvidado.

paco arJona

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Las nanas y los cantos de los juegos infantiles son las

primeras manifestaciones poéti-cas y musicales que recibe el niño desde su edad más temprana. Esta etapa infantil es, posiblemente, uno de los periodos con más peso en el desarrollo psicológico indi-vidual. Por tal motivo, este artícu-lo pretende fomentar, recrear, co-nocer, animar al rescate y al uso de los juegos y cantos proceden-tes de nuestra tradición oral como parte importante de la socializa-ción del niño.

Adaptadas a las estructuras rítmicas y melódicas, propias de cada cultura, las nanas se con-vierten en el primer eslabón so-noro entre el niño y sus princi-pales figuras de apego. Las melo-días generadas en las mismas ac-túan como elemento balsámico que favorece el bienestar de los infantes. El sonido del corazón, el vaivén, el tacto, unidos a la pa-labra y al canto, promueven sen-timientos de amor, ternura, emo-ción, afecto y cariño; un antídoto perfecto para superar miedos, te-mores, angustias, desconsuelo, o llanto, en esta etapa vital.

Algunas de las características más relevantes de las nanas tie-nen que ver con sus melodías, sus ritmos y sus textos. La estructu-ra responde, generalmente, a un tipo de canción corta de ritmo suave y relajante, con una única estrofa de cuatro versos.

En la nana andaluza aparece, además, una serie de elementos

que la caracteriza: su matiz me-lancólico adquiere un carácter es-pecial debido al uso de numero-sos melismas, o técnica de cam-biar la altura de una sílaba musi-cal mientras es cantada. Este ca-rácter, unido al ritmo reiterati-vo y machacón de los estribillos, crea una sensación melancólica de arrullo, con la principal inten-ción de ayudar al niño a dormir.

En los textos suelen aparecer alusiones a las tareas del hogar, como lavar, planchar, cocinar, fre-gar, faenas agrícolas, o presencia de animales, fundamentalmen-te, domésticos. También son fre-cuentes las citas centradas en la presencia de la madre, en la au-sencia del padre, o de otro miem-bro familiar.

VeaMos aLgunos eJeMPLos:Duerme, niño mío,que tengo que hacer;me han traído el trigoy está por moler.Vida mía, duerme,niño chiquito,duérmete y calla;no le des a tu madretanta batalla.Duérmete, mi niño,que tengo que hacer,lavar los pañales,planchar y coser.Duérmete,duerme sin pena,porque al pie de la cunatu madre vela.Este niño chiquitono tiene cuna;

su padre es carpinteroy le hará una.A–la–ro–ro, bellotas,dame un puñado,que las de mi chaparros’han acabado.A–la–ro–ro, mi niño,mira a su madrey un ojo dice: «mini»y el otro: «zape».Duérmete, niño chiquito,mira que viene la mora,preguntando de puerta en

[puerta,cuál es el niño que llora.A la nana, nanita,nanita, ea.A la nana, nanita,dormido queda.Este niño no se duermey han dao las once ya,tiene los ojos moraosde tanto llorar.Pídeme tú lo que quieras,que yo te lo puedo darcon tal de verte dormidoy no oírte llorar más.Este niño chiquito,su mamá lo quiere mucho;dice que le va a comprar de caramelos un cartucho.

En otras ocasiones, depen-diendo de la situación o urgencia con las que se pretenda dormir al niño, las nanas se centran en el miedo, con amenazas más o me-nos convincentes. Para lograrlo, este tipo de canciones creó una serie de figuras imaginarias y de seres legendarios que se invoca-ban a través del canto. Aunque

ENTRE NANAS Y JUEGOS FUIMOS CRECIENDO

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su intención, primera y aparen-te, era provocar los primeros mie-dos imaginarios del niño. No es menos cierto, por puro recuerdo, que al mismo tiempo se estable-cen vínculos de apego y de pro-tección más fuertes entre el niño y la madre. Las figuras más recu-rrentes, en este aspecto, son las figuras de El Coco o la del deno-minado Tío de El saco. Unas abs-tracciones poéticas que convier-ten a estos seres ficticios en per-sonajes que raptan o se comen a los niños que no duermen. Suelen aparecer también otros persona-jes del mundo animal, de la natu-raleza, o del mundo religioso.

disfruteMos deL eJeMPLo siguiente: Duérmete, niño,que viene el cocoy se lleva a los niños que duermen poco.Duérmete, niño,duérmete ya,que viene el cocoy te comerá.Duérmete, niño mío, duerme y no llores,que te mira la Virgende los Dolores.A la–ro–ro, mi niño,mi niño duermecon los ojos abiertos,como las liebres.Mi niño ya tiene sueñoy se quiere dormircon los ojitos abiertoscomo una perdiz.

Dejando atrás el mundo de las nanas, y buceando por un pa-

sado no muy lejano, encontra-mos aquellas cancioncillas que servían, o sirven, de apoyo para los primeros juegos de contac-tos manuales:

Cinco lobitos tenía la loba, cinco lobitos detrás de la escoba. Cinco tenía y cinco crió y a todos ellos tetita les dio.Éste puso un huevo, éste le echó sal, éste lo puso en la sartén, éste lo probó y este gordito, gordito, se lo comió.

Estos primeros contactos lú-dicos y afectivos, propios de la primera etapa de la infancia, die-ron paso a otro tipo de juegos y coplillas populares que reco-rrían todos los rincones de nues-tras calles.

La infancia iba quedando atrás y se iban aproximando a nuestras vidas la pubertad y la adolescen-cia. De la memoria y de la mano de José Manuel Martos Aguile-ra recuperamos los ecos que nos servían de base y animación en aquellos juegos. Juegos y cancio-nes que nos ayudaron a crecer de forma imaginativa y divertida; los recursos, por aquellos tiempos, brillaran por su ausencia y eran sustituidos por una fuerte imagi-nación creativa.

Paco arJona

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Juego n.º 1 La fLauta fLautera, Bien Pregonera... El niño que hacía de madre,

sentado, entonaba rítmicamente la canción enarbolando enhiesta la «flauta» (no más que un pali-troque) mientras, entre sus pier-nas, sostenía la cabeza del toro, procurando, al mismo tiempo, ta-parle por completo los ojos con el fin de que no viera al resto de los jugadores, quienes, a su vez, disponían del tiempo que duraba la canción para esconderse por las inmediaciones con la inten-ción de arrebatarle la flauta a la madre aprovechando que el toro salía a buscar a sus presas.

Canción:Madre: —Flauta, flautera,bien pregoneray la maleta que va de paseo,¿suelto la res?

Los otros participantes: —¡Suéltela usted!

Madre: —¿Y si sus pilla?Los otros participantes: —¡Qué mus den morsilla!

En este momento, el toro in-tentaba localizar a los demás, para lo cual descuidaba un tanto la cus-todia de la flauta, situación que aprovechaba alguno de los escon-didos para agarrarla e iniciar una carrera hacia atrás mientras que el toro lo perseguía con todas sus fuerzas. Le iba en ello el ahorrar-se unos pasos, con frecuencia, nu-merosos y pesados metros, con el adversario montado en la espal-da hasta acercarlo a donde esta-ba sentada la madre, dándole el «guachi» correspondiente.

Juego n.º 2 eL iLLo PaLiLLo

En este juego los ganadores obtenían también el premio de los guachis. En él, los chiquillos se colocaban alineados, uno al lado de otro, y alguien recitaba rítmicamente, señalándolos, uno a uno, con el dedo y coincidien-do con la sílaba tónica de cada palabra, al tiempo que pronun-ciaba siguiente retahíla:

Illo, palillo,aso, palaso,

copetín, copetaso,agua fuertecorre, ve

tú y montaencima de éste.

El agraciado, en el que coinci-día el pronombre «tú», se encara-maba en la espalda del desdicha-do que encajaba el «éste» y re-cibía el correspondiente paseo o guachi.

Juego n.º 3eL PiLLa PiLLa

En todos los juegos de pillar, (el más socorrido era el pilla–pi-lla) el jugador que se la quedaba de toro debía correr tras los de-más con la intención de atraparlos, pero esta acción no se daba por concluida hasta que el toro, con cualquier parte de la presa agarra-da, pronunciaba completamente «carne, caballito y toro». Si en el transcurrir de la frase el cazado se zafaba, quedaba en total libertad. Si, por el contrario, el toro lo man-tenía asido durante esos instantes, la caza quedaba consumada. En esta acción, la astucia del toro le hacía pronunciar solamente «ca-ballito y toro». Y es que, comién-dose la carne, acortaba el tiempo de reacción de la presa.

El juego del pilla–pilla tenía muchas variantes: la leva suelta, la leva agarrada, los bandos…

JUEGOS Y COPLILLAS POPULARES

José Manuel Martos Aguilera

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Juego n.º 4Los BuBos

Un juego interesante de habi-lidad era los bubos. En este juego el mano ideaba unas determina-das piruetas y el resto de los ju-gadores, dispuestos en un deter-minado orden, tenía que imitarlo, de tal manera que se adelantaban o retrasaban posiciones según se lograra o no ejecutar correcta-mente lo que hacía el mano. La consecuencia era que, después de unas cuantas piruetas, queda-ban todos los integrantes perfec-tamente ordenados según sus ha-bilidades motrices.

Juego n.º 5eL Borrico ArringAo

Otro juego de calle, nada re-comendable por las consecuen-cias físicas que podría acarrear a los participantes, era el del borri-co arringao. La madre se coloca-ba de pie, de espaldas a la pared y sujetando en sus manos entrelaza-das la cabeza del jugador que en-cabezaba el borrico, quien, en po-sición de en pompa, abría las pier-nas en arco para que el siguiente de la fila introdujera entre ellas su cabeza, y así hasta completar la fila componiendo, con sus lomos entrelazados, el borrico.

El otro equipo también se dis-ponía en fila, a cierta distancia del borrico, para saltar de uno en uno y caer, impactando, a ve-ces, brutalmente, sobre las espal-das de éste. Una vez que todos habían saltado y se encontraban encaramados a horcajadas so-bre el borrico, si éste se arrin-

gaba (arrengaba) en un determi-nado tiempo, se repetía el juego con los protagonistas en la mis-ma posición; si, por contra, el bo-rrico aguantaba sin arringarse, se intercambiaban los papeles de los equipos. Seguro que más de una columna vertebral se resentía de los impactos.

Juego n.º 6La BeLLota (Juego de PídoLa)Un juego de pídola muy prac-

ticado era el de la bellota: una fila de niños saltaban por encima de otro que se disponía agachado y, a medida que iban ejecutando su turno, cantaban:

A la bellota, la pipa rota,

con qué la coseremos;con un palito que le demos.

Y así le iban propinando un golpecito en el trasero hasta que se interrumpía el juego por el fa-llo de algún saltador, quien, in-mediatamente, tomaba la posi-ción del apaleado.

Juego n.º 7a Medio PedaL

Quien poseía una bicicleta de paseo era un privilegiado. Y quien podía coger una prestada, también. A veces, cuando no se alcanzaba a pedalear desde el si-llín (por no corresponderse el ta-maño del ciclista y la bici), se lo-graba hacerlo introduciendo una pierna a través del cuadro. Otro recurso era conducir la bici a me-dio pedal, es decir, como las pier-nas no alcanzaban a dar la peda-

lada completa, cada vez que se daba media pedalada, se recogía la pierna de impulso para dar otra media, y así hasta el fin del mun-do si hacía falta.

Juego n.º 8La ruea, (o eL aro)Pero, a falta de bicicletas, para

darse un buen paseo corriendo, no había nada como una rueda. No importaba el material: neu-máticos usados que se rodaban a golpe de mano o ayudados con un palo, llantas viejas de bicicle-tas conducidas también con un palo que se ajustaba a la hendi-dura, las bases de los calderos que se guiaban con un gancho

de alambre, y los más envidia-dos, los denominados aros. Eran éstos mucho más ligeros, finos y rápidos a pesar de ser de hierro y, si se guiaban con un gancho fino también de hierro, adaptado en una de sus puntas al grosor de la circunferencia, el acoplamien-to era el ideal. Los herreros de en-tonces eran los encargados de ha-cerlo en la fragua y en el yunque, a martillazos, mientras los chi-quillos esperaban expectantes y asombrados por el poder del fue-go dando forma a una cosa tan dura como el hierro.

Juego n.º 9Las BoLas (o canicas)La jerga de algunos juegos era

bastante peculiar. Las universales canicas, en esta zona, no recibían ese nombre. Es más, cuando en al-gún texto aparecía el vocablo, por el contexto deducíamos que se re-fería a nuestras bolas tan inusual era aquel término. Entre nosotros, el genérico era bolas pero diferen-ciábamos entre cristalas, barros, mármoles o nicles, en función del material con el que estaban he-chas. Dar un pitrenque, irse a po-rras, hacer crivi, corrida y sucio, parada y limpio... eran expresio-nes propias del juego de las bolas, en el que con frecuencia, lo apos-tado por los jugadores eran las ca-rabinas, es decir, las caras de las cajas de mixtos (no confundir con los mixtos cachondeos, que eso era otra cosa). Había dos clases de carabinas: las bonitas y las feas. Las bonitas, cuyo valor doblaba a las feas, eran las caras coloreadas de las cajetillas de fósforos más grandes. Se contaban por cajones, un cajón eran 24 carabinas y me-dio cajón 12, y apenas si cabían dentro de esas mismas cajas en las que se almacenaban.

Además de a las bolas, otra forma de jugarse las carabinas era doblándolas longitudinalmen-te por la mitad y, cogiendo el pa-quete compuesto por las carabi-nas apostadas, se estrellaba éste contra el suelo. Las que quedaban boca arriba tras el impacto las ga-naba ese jugador y las que queda-ban boca abajo las recogía el si-guiente para continuar el juego.

Similar a esta técnica era la utilizada por las niñas para jugar-se los cromos: éstos se colocaban en el suelo boca abajo y, con un manotazo sobre ellos, se procu-ra aspirarlos en el intento, aco-modando para ello hábilmente la mano, ahuecando palma y dedos; los que volteaban se los quedaba esa jugadora y con los que que-daban sin voltear se continuaba el juego.

Había que diferenciar (el Mi-nisterio de Igualdad era pura ente-lequia, entonces) entre juegos de niños y juegos de niñas. Cuidado con jugar los niños a los cromos o las niñas a las carabinas.

Había muchos juegos diferen-ciados por sexos. Así, los niños jugaban a la lima, a los bandos, al alto, al leva suelta y al leva agarrá..., y las niñas jugaban a la comba, a la raya, al diábolo, al contra, al quema, juegos de pe-lota lanzándola para que rebote en la pared, a las casitas...

Juego n.º 10 y 11 Juegos de rueda

Raros eran los juegos en los que intervenían niños y niñas. Al-gunos de ellos, que los mayores, los que ya eran mocitos y moci-tas, también practicaban por Car-naval y la Candelaria, eran los juegos de rueda, que se hacían acompañados de canciones, de tal manera que algunas de ellas le daban nombre al propio juego, como la que se cantaba en la rue-da de la patata:

A la rueda la patata,naranjitas y limones,

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lo que comen los señores,un poquito de pan duroy que se siente de culo.

Y todos, en ese instante, se lanzaban de culo al suelo.

Otra era la rueda del alfiler, mu-cho más escueta y que decía así:

A la rueda del alfiler,quien se ría va al cuartel.

¡Firmes!

Y todos, de repente, queda-ban petrificados más serios que un guardahabas. Todo aquél que explotaba con una carcajada, iba quedando eliminado.

Juego n.º 12Los PoLLitos de Mi coMadre

Aparte de los tradicionales como la oca, el parchís o las car-tas, había otros juegos que no eran propios de la calle y que se hacían en casa (la ausencia de televisores avivaba la imaginación). Uno muy

popular era el de los pollitos de mi comadre, en el que los dedos de todos los jugadores quedaban extendidos sobre la mesa. Uno de ellos rapeaba (este término no es de aquella época) rítmicamente la siguiente canción, al mismo tiem-po que iba tocando uno a uno to-dos los dedos:

Los pollitos mi comadre,saltaron por los corrales,

les sacaron los ojitos,los echaron en vinagre,

la seca, la meca,la china redonda,

este dedo que se esconda.

Y justo el dedo en el que se cantaba la última sílaba de la co-pla, se debía esconder bajo la palma de la mano. El juego con-tinuaba mientras había dedos so-bre la mesa.

En relación a la escuela tam-bién se cantaban canciones alu-sivas al aprendizaje. Así, una de ellas decía:

i, u, o, a, e.La cartilla me la sé.

No me pegue, usted, maestroque mañana la traeré.

Esta coplilla nos recuerda el orden en el que se aprendían las vocales —no a, e, i, o, u, como ahora—, la súplica que se hacía al docente para que no hubiera castigo por el olvido del material escolar y el propio castigo, que se asumía como algo lógico.

Otras iban encaminadas a re-tener en la memoria, por similu-tud de sonidos, las provincias de algunas regiones:

Aragón, 3:vuelcala olla

y a comer

Extremadura, 2:la cuchara

y el tenedor

Otra retahíla que se usaba para contar hasta el 20 era la siguiente:

Uni, doli,treli, catoli,

quili, quileta, estando la reina

sentá en su silleta,vino el rey,

le apagó el candil;candil, candón,cuéntalas bien

que las veinte son.

Cercanas las vacaciones de Navidad también se cantaba en la escuela:

Que vivan los mantecados,Que vivan los polvorones,

que vivan los maestros que nos dan las vacaciones.Y otras coplillas que entonces

podrían parecer un tanto irreveren-tes pero que se permitían dada la in-genuidad con que se cantaban:Santa María, un pan me comía.

Si fueran dos, toavía mejor. O esta otra:

Pon la señal de la santa canal.Cayó una teja, mató a una vieja,cayó un candil, mató a un civil...

Para incordiar, algunas veces se les cantaba a los que tenían determinados nombres:

tradición oral

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Paco, repaco,metido en un saco,pelando gallinas

y humando tabaco.

O bien: Manolo, pata de bolo,

cuchillo vieo,mata a los pieos.

Los niños se inventaban y se aprendían (la imaginación que no pare) diálogos como el que sigue y que muchos recordamos aún:

— ¿Cómo te llamas?— Cagataramas.

— ¿Cómo te dicen? — Cagalombrices.

—¿Cómo te pusieron? — Cagapucheros.

O este otro mucho más lacónico:— ¿Cómo te llamas?

— Como me puso el cura.Un trabalenguas que se hizo

muy popular era el de pronunciar baratillo chapitude, claro que la gracia estaba en que, cuando al que lo escuchaba por primera vez, se lo hacían repetir pronunciando las picantes sílabas en sentido in-verso, el jolgorio de la concurren-cia estaba garantizado.

Otro truco que también se usaba para quedarse con el no-vato era el diálogo de la silla. A cualquier frase que se le presen-taba, el interlocutor tenía que res-ponder «silla». Por ejemplo:

— ¿Qué hora es?— Silla

— Compra tres flores.— Silla

— Hace mucho frío.— Silla

Y así se podía alargar el diá-logo que se quisiera. Eso sí, —y ahí estaba la esencia— la última frase era:

— Tómame la mor...

Y, cuando empujado por la ra-pidez en que se producía el diálo-go, le respondía ingenuamente:

— silla,… la lógica complacencia de los

presentes era evidente.Por último, y a forma de des-

pedida, citamos lo que se solía entonar cuando, ya reventados por los esfuerzos físicos que su-ponían muchos juegos de calle, alguien, especialmente cansado, proponía la retirada con la si-guiente cantinela:

¿Quién se viene?Quién se queda?La perrilla la alameda…

Sirvan estas pinceladas para mostrar que, en la tranquilidad de aquellas calles, vivas en el co-razón y en el recuerdo, y con la imaginación crecida en la escasez y en la dificultad, también se di-vertía el personal. Sin nada que envidiar a generaciones posterio-res para las que el aburrimiento parece una amenaza.

El cuento que traemos en esta ocasión nos ha-bla de las habilidades de un chiquillo «tra-vieso» para sobrevivir.

Nos habla de fuerza, de inteligencia, de valor…y de cómo, combinando todos estos elementos, un niño es capaz de enfrentarse y vencer a un gigante.

Juanillo sólo tiene como recursos su ingenio, y su in-trepidez. Se atreve incluso a saltarse algunas prohibicio-nes y utilizar la mentira para conseguir sus propósitos.

Cuando es capturado, pone en marcha toda su imaginación para enfrentarse al poder, simbolizado por el GIGANTE: la fuerza física descomunal, y el control de los recursos económicos.

Es la historia de cómo la astucia y la valentía ven-cen a la fuerza bruta. Situaciones universales que se repiten en muchos cuentos y que pueden trasladarse a diferentes épocas.

Quiero aprovechar esta edición para expresar mi reconocimiento a mis padres, Rafael y Consuelo. Ellos fueron niños en unas condiciones muy duras, en los años de nuestra Postguerra, donde todo el país pasaba por una situación de extrema pobreza.

Al acabar la Guerra Civil, mi padre tenía seis años y mi madre algunos menos. De pequeños cuidaron animales y aprendieron a usar los recursos de la natu-raleza: «En el campo siempre había algo para comer».

A pesar de la necesidad de trabajar siendo críos, en las largas noches de invierno y en los días de frío y lluvia, siempre había alguien aficionado a los cuentos y las historias. Entonces, los niños pararían de jugar y los adultos dejarían su tarea para escu-char al «contador de historias». Cualquier momento era bueno para compartir e imaginar aventuras.

Al ir creciendo las niñas pasaban a ocuparse de las tareas de la casa, y los niños a trabajar el campo. Apenas hubo tiempo para aprender a leer, escribir, y las cuatro reglas con el maestro Santana.

Con 14 años, mi padre pasaba las noches de ve-rano durmiendo en la era con sus hermanos. Allí aprendió a reconocer las constelaciones y a calcular la hora según aparecían por el horizonte: Las cabri-llas, El carro grande, El carro chico… Al amanecer, tenían que levantarse para empezar el trabajo antes de que apretara el calor.

Mis padres fueron organizando su vida en torno a las tareas del campo: sembrar en otoño, recoger aceitu-nas durante varios meses en invierno, cuidar los «pejua-res» durante la primavera…y recolectarlos en verano.

En su momento, formaron una familia. Y cuando tuvieron hijos, pusieron cuanto estuvo de su parte para que nuestra vida fuera más fácil que la suya. Han trabajado muy duro para conseguirlo. Nos han dado mucho amor, y nos han enseñado el valor del traba-jo, la importancia del esfuerzo, el apoyo de la familia, el respeto por la naturaleza… Siempre han estado a nuestro lado, ayudándonos y dándonos ánimo.

Han sido testigos de grandes cambios. Partieron de condiciones sociales y económicas muy difíciles. Con su trabajo y su lucha silenciosa han contribuido a mejorar su vida, y la de sus hijos y sus nietos.

Por su generosidad, y por contarnos cuentos, GRACIAS.

Quien nos contó este cuento es Rafael García González, mi padre, yo sólo he puesto los dedos en el teclado del ordenador.

Gracia García Ortigosa

tradición oral

Gracia en compañía de su padre, Rafael García González

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JUANILLO Y EL GIGANTE

Esto era un niño que tra-bajaba de pastor. En

aquel tiempo, había muchos re-baños que comían los pastos de todas las tierras cercanas. El due-ño del rebaño le dijo:— Puedes llevar a las ovejas a

comer a cualquier sitio menos a las tierras del gigante. El que entra allí nunca vuelve.— Está bien, contestó el muchacho.Pasaron unas semanas, y el re-

baño estaba cada día más hermo-so y las ovejas daban mucha le-che. El dueño del rebaño estaba muy contento.—¿Cómo te las arreglas, Juanillo?

¿No te estarás llevando las ovejas a las tierras del gigante?—¡Qué va! ¡Nada de eso!Sin embargo, no era cierto. El

niño estaba mintiendo. Cada día llevaba su rebaño a los pastos del gigante, que eran los más verdes y ricos. Hasta que un día, fue des-cubierto.—¿Qué haces aquí? –rugió el

gigante– ¿No sabes que está pro-hibido entrar en mis tierras?—No sabía nada, –mintió Juani-

llo. No volveré a hacerlo.—Por esta vez, te perdono. Pero

si te vuelvo a coger con el reba-ño en mis campos, no saldrás de aquí –amenazó.

Al día siguiente Juanillo, que no se tomó en serio las advertencias, volvió a las tierras prohibidas. Y el gigante, que vigilaba, fue a su encuentro.—Te dije que no volvieras a traer

tu rebaño a mis tierras. Ahora te

quedarás conmigo. Serás mi sir-viente y, si no haces lo que te mande, te mataré.— Si no hay más remedio...Juanillo fue con las ovejas a la

casa del gigante. Por la mañana, el gigante le dijo:—No hay leña para hacer la co-

mida. Llégate al bosque y trae un par de chaparros.

Por el camino, el muchacho iba pensando qué podía hacer para librarse de la furia del gigante. Sa-bía que no tenía fuerza para hacer lo que le había ordenado.

Viendo que tardaba mucho tiem-po, el gigante fue a ver qué pasaba. Se encontró a Juanillo trenzando esparto para hacer una cuerda.—¿Qué haces? –preguntó el gi-

gante.—No vamos a estar viniendo

por leña cada vez que se termine. Estoy haciendo una cuerda para atar todos los árboles del bosque y llevármelos de una vez.—No seas bruto –dijo el gigante

sorprendido para sus adentros de la fuerza del chiquillo— Es más fácil coger un chaparro en cada mano y llevárselos.

Y diciendo esto, cogió dos cha-parros, los arrancó y se los llevó para casa. Detrás de él iba Juani-llo diciendo:—¡Eso es lo que yo quería, que

no podía! ¡Eso es lo que yo quería, que no podía!

A la mañana siguiente, el gigan-te le dijo:—Ve al pozo y me traes estos

dos pellejos llenos de agua.

Cuando Juanillo cogió los pelle-jos de vaca vacíos apenas podía con ellos. Calculó que no podría moverlos llenos, y empezó a ima-ginar una solución.

Había pasado media mañana, y el gigante se desesperaba. Cami-nó hasta el pozo y se encontró al muchacho cavando alrededor.—¿Qué haces? –preguntó. —He pensado que, en lugar de

estar llevando pellejos de agua cada vez que se termine, mejor es llevarse el pozo de una vez. Estoy cavando para arrancarlo y llevár-melo a cuestas.—No, hombre –dijo el gigante

asombrado de la fuerza de Juani-llo– Eso llevará mucho tiempo. Es más rápido y más fácil llevarse los pellejos. ¡Mira!

Y diciendo esto, llenó los pellejos, se los echó a la espalda y empren-dió el camino hacia la casa. Juanillo iba detrás, diciendo bajito:—¡Eso es lo que yo quería, que

no podía! ¡Eso es lo que yo quería, que no podía!

El tercer día, el gigante quiso comprobar las fuerzas de Juanillo. Y para divertirse, propuso hacer una competición, lanzando una pesada barra de hierro.

Fueron a un descampado y, allí, el gigante lanzó la barra, que lle-gó muy lejos. Cuando le tocó el turno a Juanillo, apenas podía con ella. Sin embargo dijo:—¡Barra, barranza, que vayas a

parar a Francia, y a la madre del gi-gante, que la partas por la panza!

Al oír esto, el gigante cogió la

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barra de las manos de Juanillo, y no le dejó lanzarla, por si acaso era verdad lo que decía. Al volver a casa, Juanillo iba diciendo:— ¡Eso es lo que yo quería, que

no podía! ¡Eso es lo que yo quería, que no podía!

El gigante no entendía cómo un niño podía tener tanta fuerza. Y por la noche dijo:—Mañana iremos a lanzar pie-

dras. Si ganas, podrás seguir con vida.

Y al día siguiente, Juanillo ya te-nía preparado su truco. En su bol-sillo había metido dos perdices emborrizadas en afrecho.

Lanzó en primer lugar el gigante y sus piedras salieron disparadas con fuerza. Cuando le tocó a Jua-nillo, sacó con disimulo las perdi-ces de su bolsillo. Hizo como si tirara piedras y las perdices salie-ron volando. Los trocitos de afre-cho se iban desprendiendo y el gigante pensó que había tirado las piedras con tanta fuerza que se iban haciendo «mijillas». Por supuesto, «las piedras» se perdie-ron en el horizonte y el gigante quedó, de nuevo, asombrado de la fuerza de Juanillo.

Temeroso de que Juanillo pudie-se ser más fuerte que él, el gigan-te decidió eliminarlo. Por la no-che, mientras dormía, echaría so-bre él una pesada piedra de moli-no. Pero Juanillo, de nuevo, había sospechado de sus intenciones y decidió no dormir esa noche en el jergón. En su lugar puso una vieja escoba de ramas secas.

Cuando el gigante lanzó la pie-dra de molino, las ramas crujie-

ron y pensó satisfecho que, por fin, se había librado de aquel mu-chacho tan peligroso.

Sin embargo, a la mañana si-guiente, Juanillo se sentó en la mesa a desayunar. El gigante no daba crédito a sus ojos.—¿Estás bien Juanillo? ¿Cómo

has dormido? –preguntó.—Estoy perfectamente y he dor-

mido bien. Pero esta noche he es-cuchado algunos ruidos. Segura-mente un gato habrá tirado algo en el pajar –contestó para hacer-le rabiar.

El gigante cada vez estaba más sorprendido. Ya no sabía qué ha-cer para librarse de aquel chico. Se le ocurrió tirarlo por el tajo de Ronda.

Por la mañana, lo metió en un saco, lo puso encima de un ca-ballo y tomaron el camino hacia Ronda. Al mediodía, se pararon en una venta. El gigante entró a comer algo y, mientras tanto, el caballo con su carga se quedó atado fuera. Juanillo, dentro del saco, lloraba y se quejaba:—¡Qué mala suerte la mía! ¡Qué

desgraciado soy!Un pastor, que pasaba por allí,

lo oyó y se acercó a preguntarle.—¿Qué te pasa?—Sácame de este saco y des-

pués te lo cuento.Así lo hizo el buen hombre.

—Y ahora cuéntame qué hacías ahí.— Que el gigante me ha metido

en el saco y me lleva a la corte del rey. Y yo no quiero ir.— ¿Y por qué no quieres ir?— Porque a mí no me gustan los

lujos ni las ceremonias. A mí lo que me gusta es estar en el cam-po, tranquilo, con las ovejas.— Pues yo me cambiaba conti-

go sin pensarlo.Eso es lo que quería Juanillo, y

así lo hicieron. Sin que el gigan-te se diera cuenta, Juanillo metió al pastor dentro del saco y vol-vió a cargarlo en el caballo. Lue-go, Juanillo se fue con el rebaño de ovejas.

El gigante, después de comer cogió el caballo y siguió su cami-no. Por la tarde llegó a Ronda y tiró el saco con el hombre dentro. Pensando que, por fin, se había librado de Juanillo, emprendió el viaje de vuelta a su casa.

Por la mañana, al despertarse, el gigante se encontró a Juanillo en la puerta de la casa con el re-baño de ovejas. Sorprendido pre-guntó:—¿De dónde has sacado ese re-

baño?—Las encontré al caer por el

Tajo de Ronda. Cada tumbo que daba me encontraba una oveja –mintió Juanillo.

El gigante, avaro y envidioso, pensó que él podría conseguir un rebaño igual si se tiraba por el Tajo. Así lo hizo. Y lo que ocurrió es que se mató!

Y a partir de entonces, Juanillo se quedó con las tierras del gi-gante, y allí vivió durante muchos años.

Y colorín colorado, este cuen-to se ha acabado. El que no le-vante el culo se le quedará pega-do, y el que lo levante rodará por los tejados

decía, en el anterior número de esta revista, nues-tro amigo viejo, poeta y escultor popular (90 años), Lorenzo Molina Gutiérrez mientras veía a sus ca-bras comer yerba, recogiendo, entre tanto, almen-dras de su único almendro.

Y las cenizas son barro, humus; y de humus, Hu-manidad: cualidad de lo humano. Somos barro: no lo dijo sólo el judeo–cristiano Génesis; también lo manipuló el mítico Prometeo al modelar al ser hu-mano (que nadie tiene la exclusiva de nuestra mate-ria prima), enfrentándose al olímpico Zeus para rega-lar a los humanos el fuego. Barro y fuego: vida. La vasija para cocer y el ígneo que dio al hombre el po-der de alterar la materia: creación, que nos hacía se-midioses; por ello la venganza de Zeus airado, enca-denando a nuestro hacedor y protector Prometeo, en

extremo sacrificio, a las montañas del Cáucaso. Y el poeta niño pastor de Orihuela, antes de en-

terrar a su hijo tras la última Nana, que su madre Jo-sefina Manresa le cantara amamantándolo con se-nos de caldo de cebolla, cerró sus ojos después de reconocer su identidad en el Rayo que no cesa:

«Me llamo barro aunque Miguel me llame.Barro es mi profesión y mi destinoque mancha con su lenga cuanto lame…».

Y lo repitió el canto de su amigo antequerano, José Antonio Muñoz Rojas, ya recogido en sus en-trañas por el Gigante que sueña eterno bajo el sar-cófago de la Gran Peña ( por ser de los Enamorados) con estas palabras:

Introducción:

Gerásimo Arjona Bautista

JESÚS MARTÍNEZ LABRADOR escuLtor«El tiempo pasa que vuela/ aunque tú no tengas prisa,

de aquello que fue candela / ya sólo quedan cenizas…»

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Jesús Martínez Labrador, el mayor de los hermanos

artes plásticas

«El barro es tu palabra,el barro se hace carne en tu palabra.Con barro hablas, dices, cantasmúsica de tus dedos en el barro,sacándole su son a cada uno,su grito, su dolor, su miedo o pasmo,haciéndolos mirada, gesto, oído,dejándote tu alma en cada uno...»

Y ya está todo dicho: que Jesús Martínez Labra-dor naciera en la Antequera de 1950 y que empeza-ra su aprendizaje en el taller de artes decorativas de su abuelo José Labrador, que ingresara en le Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid; pues muy bien, … y que… recibiera el Premio de Es-tado en talla escultórica y… el premio Moreno Car-bonero … y el premio Picasso para artistas jóvenes de la Universidad de Málaga… y el colectivo plásti-co Palmo con Barbadillo y Dámaso Ruano (¡ay, ami-go gran Dámaso!)… y la Real Colegiata, (¡que cómo estaba y cómo está!)… y la escultura del labriego en León y las de Blas Infante en Málaga y Archidona… y las de Cánovas del Castillo en su avenida y la de Jor-ge Guillén (mutis por el foro) en el paseo de la Farola de Málaga… y la de Elena Martín Vivaldi en la univer-sidad de Granada… u orquestando poesía para San Juan de la Cruz, con Antonio Carvajal, María Victo-ria Atencia, José Antonio Muñoz Rojas, Antonio Ga-moneda, Pablo García Baena…

Y todo esto, que es mucho, no es nada, porque mañana, de nuevo, otra vez, Martínez Labrador es-perará a que cesen las lluvias, tomará sus cestos y, pa-seando por nuestros campos arriados, seguirá reco-giendo el mejor limo para modelar su obra inalcanza-ble y perfecta; aquella que el escultor griego Onatas, dicen (al parecer no existió) que destruyó una y mil veces porque nunca se sentía satisfecho con el resul-tado: el barro que conforma la vida y que, de cuando en cuando, nos deja réplicas tan bellas como las de Martínez Labrador para reconocernos y alejarnos del miedo que nos produce lo informe de lo que somos.

Y querido público lector y veedor, señoras y se-ñores, disfruten de este gran artista: Jesús Martínez Labrador:

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Llanto. 1969. Barro

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Detesto cada día más, con más incredulidad que desprecio, los elogios que producen mis obras, ya

sea por su ejecución laboriosa o por su expresividad, o por un mal llamado efecto de realidad. Detesto también la horrible catatonia del vanguardismo, de todas las van-guardias, esa legión de beatos de la modernidad, místi-cos militarizados que luchan inconscientes; siempre lu-chan contra algo, ya sea la tradición, o contra todo lo anterior, o lo que es peor, contra sus propias inclinacio-nes naturales. Y con ese afán enfermizo por destronar conquistas ajenas, buscar adscripciones tribales, o esa insensatez suicida de despreciar la antigüedad.

Pienso que quizá en ello se esconde un vacío in-confesable, una carencia irremediable de orígenes, o acaso es producto de una impotencia, generada por el cultivo de ignorancia propia o ajena. Me resulta in-

DECLARACIÓN DE AMOR

J. M. LaBrador

Madre. 1969. Bronce. Tamaño natural

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soportable esa obediencia estúpida y ciega a esa tendencia cada vez más general, que consiste en ser parte obligada de lo llamado arte contemporáneo, que yo llamo «con-temporaño»; es decir, esclavitud año por año al vaivén de la moda al uso. ¿Acaso la per-tenencia al grupo es coraza que tapa la ineptitud propia?

Desde las dos guerras mundiales, y ya desde entre ellas, se ha producido en la artes un padecimiento convulsivo, un afán de innovación a toda costa, que ha consistido en llevar al paredón de manera indiscriminada cualquier actitud continuadora, confundién-dola de continuista. Hemos asesinado conocimientos largamente conquistados, blan-diendo un libro rojo o verde o blanco ante masas sedientas de ira, con banderas y otras patrañas guillotinescas. Hemos puesto en la picota lo ancestral por el mero hecho de ser anterior, con la vana ilusión teocrática de que podemos crear a partir de la nada. A la postre hemos caído en una gran involución, en una orfandad.

Yo mismo, como tantos, contagiado alguna vez de ingenuidad imperativa, —no ha sido en vano—, he roto esquemas, he forzado otras maneras, descuartizado mis propias fórmulas, y al cabo, apenas he conseguido otra cosa que retornar con vehemencia y hu-mildad a mis propios orígenes. Y a fuerza de desechar por artificiales todas las tendencias,

Padre. 1969. Bronce. Tamaño natural

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he encontrado un estilo que me es propio, que no necesita ser forzado. A fuerza de stilum vertere, destilando gota a gota todo lo aprendido, he llegado a mi propia manera de hacer, la que es más natural a mi sentido del mundo. Stylos, del griego «columna», lo que sustenta mis procederes como escultor.

Pero ello no es fruto de la casualidad, ni tampoco mérito propio, más bien producto de una obediencia consciente a lo original, ya descartado lo meramente novedoso. Pien-so ahora, agradecido, que esto ha sido posible porque quizá se hayan dado en mí circuns-tancias tan benditas como la suerte, la voluntad natural y otras bendiciones que me afano en asistir y cultivar.

He sido aprendiz al tiempo que niño. Sencillamente tuve esa suerte, que no azar, de sentirme siempre parte de esa voluntad que ronda por el mundo. Crecí a la sombra de mi abuelo José Labrador. Era un hombre bueno, imaginativo, honesto y trabajador, carpintero ebanista y un estucador excelente. Su familia estaba llena de pintadores y gente habilidosa y creativa. La memoria de mi infancia huele a virutas de garlopa y linaza y yeso caliente. Un grande de la familia, José María Labrador, compartió profesión y amistad con Zuloaga, Vázquez Díaz, conoció a Rodin y empujó (impulsó) con otros coetáneos la creación de la

Sueño. 1970. Terracota

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escuela de Bellas Artes sevillana. Dos portales más abajo de mi casa de Antequera, esta-ba don José Antonio con sus libros, más abajo el zaguán de don Juan Herrera con pacien-tes en el patio los días de mayo. Y al fondo de la calle, la biblioteca con los libros de José María Fernández. Y después, a mis diez años, otra bendición: Bachiller de Humanidades en el Colegio de los franciscanos Capuchinos. Un lujoso plantel de frailes locos y sabios. La ventura de unos estudios de lenguas clásicas, filosofía, música y arte. En suma, una ins-trucción humanística de un nivel impensable hoy para nuestros abrumados bachilleritos. Luego además, aquella frase salvadora: «Juanito, este niño, para Madrid».

Allí, al cobijo de San Fernando, se me abrían las puertas de un sueño, y fue reventando mi ansia de saber. Las gubias del abuelo y sus enseñanzas se vistieron de luces. El Prado, el Círculo de Bellas Artes, el Arqueológico, el Lázaro Galdiano, el Museo de América, el Taller de Reproducciones, la Fundición Capa, el Teatro Real, la Biblioteca Nacional…¡una locura! Los mejores profesores, los mejores, compañeros de aventura, todo un Jardín Mediceo lleno de milagros.

He tenido el privilegio de asistir a un renacimiento muy particular en plena postguerra cerca de criaturas impensables. La sociedad que me tocó se las ingenió con generosidad

Lázaro. 1971. Madera

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para darme lo mejor de sí misma. Y además, esta sociedad a la que amo y respeto, me ha permitido ganar mi pan y mi sal enseñando lo mucho aprendido y ser consciente en otros de lo tan poco sabido. Poder haber conocido y seguir conociendo a criaturas in-creíbles, haber recibido lo mejor de ellas y haberlo podido transmitir a otros, todo ello es un sueño, suerte, bendición y ventura. Créanme lo que digo.

Corren ahora tiempos de miseria. Una avaricia inclemente, una soberbia suicida y, por ende, una ignorancia vital, corroen como una lacra epidémica los cimientos tan tra-bajosamente puestos. Porque miseria es tener cien veces más profusión de medios y cada vez más confusión de fines. Y así, eso de Ciencia sin Conciencia es Ruina del Alma.

Yo soy, a mucha honra y conciencia de ello, con mi obra a cuestas, una prueba viva de la importancia tremenda que tienen los postulados platónicos. Veo con estupor cómo se pone en duda incontestable el valor supremo que tiene en la vida una educación hu-manística, que es la única humana posible. Valga, pues, esta vehemente confesión para agradecer a la vida tanto, y dejar aquí cumplida confesión de mi amor por Atenea, la más bella, la más hacedora y enseñadora, y también la más y mejor guerrera, llegado el caso de haber de defender la Sabiduría y las Artes.

Jorge Guillén. 1991. Bronce

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JESÚS MARTÍNEZ LABRADOR

Martínez Labrador con Jorge Guillén

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JESÚS MARTÍNEZ LABRADOR

La mirada. 1968. Bronce

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JESÚS MARTÍNEZ LABRADOR

Cánovas. 1971. Barro original

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Antonio Gamoneda. 1991. Bronce

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José Antonio Muñoz Rojas. 1992. Bronce

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Labriego. 1994. Barro original

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Cada vez que intento escribir algo que tenga senti-do sobre arte o creación, o sobre el hacer poético,

procuro apartarme como cuando modelo o esculpo, y alejar mi discurso de las pasiones y de la erudición, o de los intereses de las tendencias al uso. Cuando trabajo trato de esconderme de esas mocitas teatreras llamadas musas, que envenenan al artista con pasiones y adornos, y lo distraen de su equilibrio necesario, y solo hacen las veces de oficiantes sacerdotales de un concepto de la creación rayano en lo puramente ceremonial.

El acto creador no es una sumisión a las pasio-nes sino más bien una liberación de ellas a través de los sentidos, del sentido como modelador del enten-dimiento, no del intelecto. Una obra de arte no es un acto de intelectualidad, sino de sentido, de entendi-miento sensitivo, que necesita de la mano para ser creada. En palabras de Buonarroti:

Non ha l’ottimo artista alcun concetto c’un marmo solo in sé non circonscriva col suo superchio, e solo a quello arriba la man che ubbidisce all’intellecto. (1)

MATERIA Y VIDA

J. M. LaBrador

Anunciación. 1985. Bronce

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Es decir, no tiene el mejor artista ninguna concepción que un mármol no posea ya en sí mismo en los límites de su piel. Mas a ello solo alcanza la mano que obedece al en-tendimiento.

La TEKNÉ griega, el arte bella, no es un conjunto de normas o reglas para la ejecución de un trabajo. Es más una categoría ética que conoce, sin saberlo, con la razón a secas, y que puede transformar esa roca en algo vivo. Sí, en algo vivo, no solo en una aparien-cia de realidad. Como en el mito bíblico de la creación del hombre desde el barro, en donde solo el hálito del Hacedor es el que da vida al muñecote. Así también, en el mito griego del escultor Pigmalión, la imagen de mármol cobra vida porque es amada, y, des-de el primer golpe, el artífice busca el límite exacto de la amada en el bloque amorfo. Y una vez creada baja de su pedestal a los brazos del hombre. Mientras se está haciendo, el mármol se va desnudando de su artificio y de sus sobradías. Y ya nacida, enseña sus milagros. Se hace ALEZEIA, que es desvelamiento, es decir, verdadera.

Antes de hacer una Catedral hay que hacer acopio de piedra en la montaña y aden-trarse en el bosque en busca de buenos maderos. Los arcos necesitan cerchas y las bó-vedas, entibos poderosos. El portento se produce cuando todo el andamiaje desaparece y, tras encajar las claves, se liberan cuñas y mechinales, y todo el interior queda vacío, para que la luz taladre las lucernas, y el alma y el entendimiento se queden asombrados contemplando un ensueño encarnado en piedra, ahora ya viva.

(1): Miguel Angel Buonarroti. Soneto XLVII. Escrito para Vittoria Colonna entre 1541 y 1544.

Gracias, amor. Al cabo de tu suerte

descubro mi pasión recién nacida

y sin quererlo sé que va perdida

porque nacen al par amor y muerte.

Si no tengo otro oficio que quererte

sosteniendo en mi pecho tu agonía,

ciegos irán mis ojos, vida mía.

Y siento en tu final tanta amargura

y tanta certidumbre, y es tan pura,

que sin pena contigo moriría.

Y sin pena me duele tu dolor

aún más que la terrible claridad

de quedarme en extraña soledad

suspendida en los clavos del amor.

Una zarza de espinas sin su flor

va a atravesar la línea de mis manos.

Mis cabellos extiendo, pero en vano.

Mis lágrimas no cierran tus heridas.

De tanto amar me quedaré rendida

a los ojos de Dios, que son humanos.

Dama sobre el agua. Bronce.

Monumento a Victoria L. M.Cuevas Bajas.

Víctima del atentado de la estación

de Atocha, Madrid.

LLANTO

cLara Martínez Mesa

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Ave de paso, rueda detenida,

no volveré a posarme en tu ventana,

no lucirá tu estrella esta mañana

engalanando el cielo en mi partida.

No cerrará el amor la carne herida

de tanto contener su noche oscura

ni volverá a abatirme la ternura

que esparces por mis sienes con cuidado.

Mañana tu martirio habrá cerrado

la puerta que me abriste a la hermosura.

Pero si un día fue mi compañera

la media luna en flor que compartimos

beberé por tus labios los racimos

que te devolverán en primavera.

Duérmete aquí, donde mi vida espera

que despierte la rosa que se abría,

y cuando me sorprenda el nuevo día

no tenga más destino que adorarte.

Que si esta noche tengo que llorarte

no quiero más dolor que esa alegría.

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Restauración del zócalo de la fachada de Santa María la Mayor. Antequera.Escuela-Taller La Colegiata. 1985-86

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JESÚS MARTÍNEZ LABRADOR

Santa María la Mayor. Antequera

JESÚS MARTÍNEZ LABRADOR

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HISTORIA del FLAMENCO-III

Ans van der Linden. Pasión de flamenco.www.artelista.com

música

Francisco López Godoy

Aquel irónico agrade-cimiento era fru-

to de la incertidumbre de saber si lo que estaba escribiendo sobre el cante flamenco le podía interesar a alguien. Pues sí. Nuestra revista se lee y les interesa no sólo a los pue-blos más cercanos al Alto Guadal-horce, sino también al resto de los pueblos de su cuenca.

Y en lo que respecta al flamen-co, tengo la certeza de que se lee porque me han hecho comenta-rios, inteligentes y acertados, las personas que menos me podía imaginar. Por ejemplo, personas de distintas nacionalidades, in-gleses, franceses, etc.; personas más cercanas como, mi paisano y buen aficionado al flamenco, Miguel Carrasco y también se nos lee en pueblos más lejanos como Santa Coloma de Grama-

net; incluso en Irlanda, hay cons-tancia de ello. Así que un cordial saludo para Santa Coloma y mi más sincero agradecimiento a los lectores de las páginas de fla-menco, y esta vez, sin ironía..

Pero, como decía antes, cuan-do me dispongo a atacarle al tex-to de la tercera revista, me surge una pregunta: ¿Cuántos de esos lectores son aficionados al can-te flamenco? Para mí la respuesta está más que clara: ¡Todos!

Sin embargo, estoy seguro que a la pregunta de si son aficiona-dos, la mayoría de esos lectores responderá que no, que les gus-ta el flamenco pero que no en-tienden mucho. Curiosamente en el flamenco —y también en los toros— se confunde afición con entendimiento y son dos cosas distintas. Por ejemplo, en España

hay millones de aficionados al futbol y, sin embargo, entendidos hay menos. Y en lo que se refiere al cante flamenco, tampoco hay tantos entendidos como parece. Así que todo aquel que le guste el flamenco puede decir que es afi-cionado, aunque no sepa distin-guir una sevillana de una sigui-riya. El entendimiento viene con el tiempo, porque se aprende es-cuchando.

Y otra respuesta típica entre los aficionados al cante flamenco es: «A mí me gusta el flamenco pero no el duro. Yo es que cuan-do el cantaor empieza con eso del ¡Ay…Ay…!». Pues sepan mis queridos lectores (esta vez sin ironía) que ese ¡Ay…Ay! tiene su nombre, su significado y su uti-lidad. Ese ¡Ay…Ay! entra dentro de lo que se llama:

en eL PriMer núMero de La reVista desde eL aLto guadaLhorce, que Vio La Luz en sePtieMBre de 2011, Les daBa Las gracias a Los Lec-tores que estuVieran disPuestos a LeerMe y Les quedaBa eternaMente agradecido si LLegaBan a La segunda Página. hoy, cuando escriBo Para La tercera reVista —¡quién nos Lo iBa a decir!— reconozco que aqueL agradeciMiento estaBa cargado de ironía Pero, eso sí, coMPLetaMente Vacío de MaLa idea. eso Lo Juro Por La coBertura de Mi MóViL y Por Mi correo deL WhatsaPP (Léase guasa).

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Las voces en el flamenco se cla-sifican, según la dicción y según el metal, dependiendo de que la voz sea más ronca o más fina.

Según la dicción las voces en el flamenco se llaman: glosola-lia, melismas y vibratos y, en de-finitiva, le sirven al cantaor para encajar la letra del cante en la música de la guitarra, cuestión a veces bastante difícil porque, como ya sabemos, el cantaor y el guitarrista cantan y tocan de oído; no tienen partitura delan-te como un músico de orquesta, pongo por caso.

gLosoLaLia se llama a la ex-presión o sílaba que se dice y que no tiene sentido, no signifi-ca nada.

Es glosolalia ese «ay» prolon-gado al principio de la siguiriya. O ese «lerelerele… ay, ay» con que se inicia la soleá o algunos fandangos al estilo de La Paque-ra de Jerez.

Y es glosolalia también el fa-moso «tirititrán tran tran» con que se da comienzo al cante por alegrías. Por cierto que, según cuentan, ese «tirititrán» lo inven-tó un cantaor gaditano llamado Ignacio Espeleta. Resulta que en una actuación en público, Espele-ta empezó a canturrear el «tiriti-trán» porque se había quedado en blanco y no se acordaba de nin-guna letra (las malas lenguas di-cen que eso le pasó porque iba «muy cargado» como diría Chi-quito de la Calzá). El caso es que aquella ocurrencia para salir del apuro, le gustó a la gente y Espe-

leta y, luego, otros cantaores, ini-ciaban el cante por alegrías con el «tirititrán» y así hasta nuestros días. Aquella genialidad creó escuela.

Se le llama MeLisMa a los al-tibajos o a las distintas entona-ciones que el cantaor hace so-bre una misma sílaba. Y esto sirve, principalmente, para que el cantaor encaje la letra en la música porque, como hemos di-cho antes, el flamenco se can-ta y se toca sin partitura o, lo que es lo mismo, se canta y se toca de memoria. Este hecho, de vez en cuando, le crea proble-mas al cantaor porque hay veces que tiene letra y le falta música y otras es al revés, tiene música pero le falta letra.

Voy a intentar explicar este úl-timo caso con un ejemplo escri-to, dado que todavía nuestra re-vista no es sonora, que todo se andará.

En el flamenco, a las estrofas se les llama cante y a los versos, tercios. Los cantes más usuales suelen tener de dos a cinco ver-sos, por lo general, octosílabos.

Pero hay estrofas como ésta:

Sereno (3)no pegues la voz tan alta (8)que esta noche me la llevo (9)

que está formada por versos irre-gulares y que, en flamenco, se lla-ma soLeá corta o «soleariya», si bien el cantaor Fernando Fernán-dez Monje, Terremoto de Jerez, nos la dejó grabada por tientos y les recomiendo que la escuchen.

El cantaor debe resolver dos problemas: uno, el primer verso tiene tres sílabas y necesita ocho, es decir, le falta letra; y dos, para el cante por tientos necesita cin-co versos y sólo tiene tres.

El primer problema lo resuelve aplicándole el melisma a las dos sílabas finales con lo que estira la palabra hasta encajarla en el cante. Y en cuanto a los dos ver-sos que le faltan, los consigue re-pitiendo este primero pero cam-biándolo para que el cante no quede deslucido por repetitivo; así el primer tercio lo empieza con el «jipío» Uay, y al segundo le añade el Ay, por Dios…

Así, el cante queda de la si-guiente manera:

SereééééééeeenoóóóóoooUaaayyy, sereéééénooooo¡Ay, por Dios, sereééénoo!no pegues la voz tan altaque esta noche me la llevo

Finalmente, el ViBrato. Hay quien le llama vibrato a los giros que el cantaor hace con la voz, sobre todo, en los finales de los tercios. También se le llama vi-brato a la ligera apoyatura labial que el cantaor hace al repetir la última silaba de una palabra que puede ir al final o en medio de un tercio.

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LAS VOCES EN EL FLAMENCO

Para que nos entendamos, pon-go como ejemplo unas bulerías por soleá cantadas con maestría por Carmen Linares que dicen:

Toas las estrellas ba ba del cielono pueden estar cabalesporque la cara de mi niñotiene las dos principales.

Ese ba ba hace que el cante ad-quiera especial gracejo y queda muy bien siempre que el cantaor sepa hacerlo y no abuse de él.

En cuanto al metal, las voces flamencas se dividen en:

1. Voz afiLLá

Se llama así por tomar como modelo la voz del cantaor Fran-cisco Ortega El Fillo. Es una voz ronca, rozada y recia, muy apro-piada para los cantes duros, como la siguiriya, las tonás o la solea. Cantaores con voz afillá fueron Manolo Caracol, Tío Borrico de Jerez y, de los cantaores actuales, Alonso Núñez Rancapino. Pero en contra de lo que pudiera pare-cer, también hubo cantaoras con

la voz afillá como María Borrico creadora de una siguiriya de cam-bio, o de la gran cantaora que fue Tía Anica La Piriñaca. Hubo un tiempo en que esta voz se puso tan de moda que hasta ciertos cantaores recurrían a bebidas al-cohólicas para adquirirla.

2. Voz redonda Llamada también voz «flamen-

ca». Es dulce, pastosa y viril. Su prototipo fue la de Tomás Pavón y la de su hermana Pastora Pavón La Niña de los Peines dándose el caso de que en ciertas grabacio-

nes, se confunde la voz de Pasto-ra con la de su hermano Tomás.

3. Voz naturaL

Llamada también de pecho o gi-tana. Esta voz se diferencia de la voz redonda por la especial desga-rradura que se llama «rajo». Proto-tipo de esta voz fue Manuel Torre.

4. Voz fáciL Es la voz fresca y flexible que

tenía La Paquera de Jerez o La

Perla de Cádiz, voz muy apropia-da para los cantes festeros.

5. Voz de faLsete Todo lo contrario de la voz afi-

llá. Por lo tanto, no le va bien para los cantes como la siguiri-ya, pero muy apropiada para los estilos de Levante y las malague-ñas. Cantaores con esta voz fue-ron don Antonio Chacón, Juani-to Valderrama o Pepe Marchena.

Carmen Linares

Manolo Caracol

La Niña de los Peines

La Paquera de Jerez

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EL NITRI

De nombre de pila Tomás de Vargas Suárez Orte-

ga de la Seda, Tomás El Nitri o El Mandanga para el flamenco, na-ció en 1850 en Cádiz, en Jerez, en Arcos de la Frontera, en Puerto Real o en El Puerto de Santa Ma-ría, en cuya Iglesia Prioral existe una partida de bautismo. Pues a pesar de este documento, los his-toriadores —para variar— no se ponen de acuerdo sobre su lugar de nacimiento.

La verdad es que la vida de To-más El Nitri está inmersa en una serie de contradicciones.

Su lugar de nacimiento es uno de ellos, pero también su muerte; unos sostienen que murió joven y tuberculoso y otros lo niegan.

En lo que sí están todos de acuerdo es en señalar a Tomás El Nitri como un hombre muy raro. Sobrino nieto de El Fillo, al mo-rir éste, se unió artísticamente a La Andonda —compañera senti-mental de El Fillo— con la que anduvo ganándose la vida con su arte. Hay quien afirma que se amancebó con ella. Sin embargo, en 1882 y en la iglesia de San-lúcar de Barrameda se registra el bautismo de un hijo de Tomás El Nitri y de María Jiménez Medra-no, miembro de una familia san-luqueña muy ligada al flamenco.

Como ocurre con todos los cantaores raros, se cuentan anéc-dotas que pueden ser ciertas, o puede que no, quién lo sabe.

En San Roque se decía que To-más El Nitri se quiso «colar» en

GRANDES FIGURAS DEL FLAMENCO

De ayer

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una corrida de toros de la feria, y como se lo impidieron, se puso a cantar gratis en el poyete de la Alameda. A la empresa no le quedó más remedio que dejarlo entrar o suspender la corrida por falta de público.

Lo que sí es verdad es que To-más El Nitri ha sido un siguiriyero excepcional y uno de los gran-des cantaores de la historia del flamenco. Es el poseedor indiscu-tible de la primera Llave de Oro del Cante Flamenco, aunque so-bre su entrega también hay distin-tas versiones. Una de ellas cuenta que la llave se la entregó Silverio Franconetti en el café Sin Techo de Málaga. Formaron parte del jurado el general Sánchez Mira y don Manuel Pérez de Guzmán, dos flamencos de postín y seño-río. Sin embargo, es poco creíble esta versión si tenemos en cuenta que El Nitri (otra de sus rarezas) se negó siempre a cantar delante de Silverio. Unos dicen que por la rivalidad que existía entre ellos, y otros afirman que Silverio fue el causante de la muerte de Juan Encueros, tío abuelo de Tomás.

La otra versión la contaba An-tonio Mairena, quien se la ha-bía escuchado en Carmona a una mujer de noventa años e hija del Tío Maero. «El hecho se produjo

de forma espontánea, en una de esas grandes fiestas organizadas por los que constituían el llama-do tribunal del cante gitano anda-luz (el Tío Maero, Manuel Moli-na, Juan Junquera…).

Cantaba Tomás El Nitri, y en uno de esos momentos fabulosos, que tenía este cantaor, todos se desgarraron la ropa, se embriaga-ron y lloraron. Y entonces surgió la idea de fotografiar a Tomás, te-niendo en su mano una llave que debía simbolizar la continuidad, la sabiduría, la conservación y la pu-reza del cante gitano–andaluz».

Como cante propio de El Nitri nos ha quedado la siguiriya que lleva su nombre.

Una letra de su creación es la que dice:

Pobrecito Ponceque en Lima murió.Pobrecito de Ponce el toreroMurió llamando a Cristina,murió y no la vio.

La copla se refiere al torero José María Ponce, quien se enamoró de Cristina Ortega, de la larga y co-nocida familia flamenca y torera de este apellido, hermana de los ban-derilleros El Lillo y El Cuco. Cuan-do la familia supo de las relaciones entre Cristina y Ponce, El Cuco le

dijo a éste: «Mi hermana no se ca-sará jamás si no es con un torero». Y Ponce, que nunca había pensa-do dedicarse al arte de Cúchares, lo abandonó todo para aprenderlo. Llegó a matador de toros y se casó con Cristina. Toreando en Lima re-cibió un puntazo que en principio no fue de importancia, pero com-plicaciones posteriores le llevaron a la muerte el 14 de julio de 1872, lejos de Cristina.

Otras letras por siguiriyas de su creación las llevan en su reper-torio los cantaores actuales. Por ejemplo:

Arbolito del camporiega el rocíocomo yo riego las piedras de tu callecon llanto mío.

Y tal vez la más famosa:

Por aquella ventanaque ar campo salía,le daba voces a la mare de mi armay no me respondía.

Según cuenta Fernando el de Triana en su libro Arte y artis-tas flamencos, si todo lo hubiera cantado como esta siguiriya, en vez de darle la Llave de Oro del Cante habría que haberle dado ¡el llavero!

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En esta ocasión, vamos a ha-blar de un cantaor llamado

Alonso Núñez Núñez Rancapino, con el que compartimos una jor-nada de buen cante, acompañado del gran guitarrista Fernando Mo-reno, y de amistad, porque Ranca-pino además de buen cantaor, es una buena persona, con la senci-llez del que partiendo de la nada, lo poco o lo mucho que tiene lo ha conseguido por méritos pro-pios y con muchas fatiguitas.

Alonso Núñez Núñez Rancapi-no nace en 1942 en Chiclana de la Frontera (Cádiz) en el seno de una familia de artistas flamencos. Hijo de Manuel Núñez Orillito, que cantaba muy bien por sigui-riyas, y nieto de Antonia Núñez Heredia La Obispa, una cantaora muy apreciada entre los gitanos viejos de la bahía de Cádiz, sobre todo por bulerías. Por cierto, que en una entrevista le preguntaron que por qué a su abuela le llama-ban La Obispa, y Alonso contes-tó: «Porque mi abuela era una gi-tana mu rebelde, mu viva, era mu echá p’a lante… y por eso le pu-sieron La Obispa… y a mi abuelo le pusieron El Obispo». A lo que el entrevistador le dice: «¿Es que los obispos son muy rebeldes?».

El entrevistador no se había en-terado de nada. Si la abuela de Rancapino era muy inquieta y muy viva, en realidad le llamaban «La Avispa» y, por deformación del apodo, terminó siendo La Obispa.

De hoy

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RANCAPINO

Sobre el origen de su nombre artístico, Rancapino, se cuenta que, cuando era muy chiquillo, iba con su padre a trabajar a Bar-bate, en la almadraba, y andaba todo el día corriendo en cueros vivos; un gitano a quien llama-ban El Mono lo veía así y decía: «¿Dónde vas que pareces un pino quemao?».

Ese «pino quemao» se transfor-maría, con el paso del tiempo, en «arrancapinos», vocablo castella-no que significa «hombre de pe-queño cuerpo» y que le cuadra-ba mejor al pequeño Alonso que iba por ahí en cueros y con la piel tostada por el sol.

Más tarde, alguien le quitó la a inicial y la s final y se quedó el nombre artístico de Rancapino.

Pero centrémonos en la trayec-toria de Alonso Núñez Rancapi-no como cantaor de flamenco. A muy temprana edad se inicia en el cante actuando en los tranvías que iban de San Fernando a Cá-diz y más tarde, en los cuartos de cabales de la afamada Venta de Vargas, junto a su amigo Cama-rón de la Isla. A la Venta de Var-gas lo llevó su primo Juan Fari-na, que era bailaor con el apodo de El Cojo Farina. De él escribió don José María Pemán después de verlo bailar: «Juan Farina, cojo, pero baila sano».

Rancapino aprende de Aurelio Sellés y con ese bagaje se mar-cha a Madrid en donde actúa

en diversos tablaos. Más tarde acompaña a determinadas figu-ras del cante y del baile en giras por Francia y, sobre todo, Japón en donde es considerado un ído-lo (hay un cantaor japonés que se llama Rancapino y canta como él), allí empieza a ganar dinero con el cante y en donde, según sus propias palabras, «el más gua-po era yo».

Admirador de Manolo Caracol, en su repertorio destacan los can-tes de compás como las alegrías de Cádiz, cantiñas, tangos… pero también domina el cante por so-leares, siguiriyas y malagueñas.

En 1975 graba su primer disco y en 1977 obtiene el premio En-rique El Mellizo en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba.

Quizás el rasgo más caracterís-tico de Rancapino, como cantaor, sea su voz, ronca, rozaílla pero muy personal y muy flamenca. Voz que también le ha dado al-gún disgustillo, como aquel alcal-de, de cierto pueblo, que después de escucharle el primer cante le dijo que se bajara del escenario porque venía ronco y así no po-día cantar.

Como persona, su calidad y sencillez humana queda resumi-da en la siguiente frase suya: «A mí me llaman Rancapino pero yo no arranco ni la yerbabuena».

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«¿Dónde vas

que pareces

un pino quemao?».

música

Por eso y porque la conozco desde el año 2004, en que me ilustró unas confe-rencias que di por iniciativa del Ateneo de Málaga y su extensión en Villanueva del Rosario, es por lo que Celia está en la sección de entrevistas de nuestra revista.

Habíamos quedado citados en la puerta de su Escuela de Guitarra, sita en la calle Calvo Asencio, número 8 bajo izquierda de Ronda, ciudad en donde reside actualmente. Hora de la cita, las cinco y media de la tarde, porque a las siete se tenía que ir a hacer dedos, y a las nueve tenía un concierto. Y allí estábamos por-que sé que a Celia le gusta la puntualidad y la seriedad en los compromisos y en el trabajo. En eso somos almas gemelas.

Al empezar le confieso a Celia que estoy algo nervioso (no me lo puedo creer, dice ella) porque yo no sé hacer entrevistas y por eso se me ocurre preguntarle:

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cara a cara con CELIA MORALES

ero ¿quién es ceLia MoraLes? Pues ceLia es una MuJer nacida en ante-quera y, Por Vocación y Profesión, guitarrista de fLaMenco. es Pro-

fesora de guitarra, tituLada Por eL conserVatorio suPerior de Música de MáLaga y, desde 2006, MieMBro de La cátedra de fLaMencoLogía de cádiz.P

Pregunta.— ¿Tú, por qué eres guitarrista y no eres costurera o psicóloga, pongo por caso?

Respuesta.— (Risas). Pues sabes que me gusta mucho la psicología también. Pues mira, desde que me acuerdo, en casa había una guitarra porque mi hermano mayor empezó a dar clases, luego como no le gustaba mucho no siguió. Mi padre también tocaba un poquito y así empiezo yo a familiarizar-me con ella. Luego, en el colegio, con ocho años, empiezo a dar clases con mi primer maestro, Ma-nuel Jiménez, con el que estoy un par de años. Con el tiempo he descubierto que este señor era de ten-dencia ricardista, era fiel seguidor de Niño Ricardo, el cual a mí me encanta.

A finales de los ochenta, conozco a Pedro Blan-co, que fue maestro de Tomatito, y él ha sido uno de mis maestros más importantes en cuanto a cono-cimiento musical y técnico.

P.— Según has dicho antes, eres de la línea de Niño Ricardo.

R.— En parte sí. Niño Ricardo ha tenido mucha influencia en mí, pero además he estudiado mucho a Diego el del Gastor, a Sabicas y Ramón Montoya, que son de la misma línea musical. Pero Ricardo es uno de mis guitarristas favoritos.

P.— Paco de Lucía dice que viene de los dos, de Niño Ricardo y de Sabicas.

R.— Paco, como es tan listo, no se decanta por uno en detrimento del otro.

P.— Pero él empezó por la línea de Niño Ricardo.R.— Claro, porque el hermano mayor de Paco,

Ramón de Algeciras, fue alumno de Niño Ricardo y Paco bebe de esa fuente. De hecho, si escuchamos el disco que tiene Paco en Los Chiquitos de Algeci-ras, que le toca a su hermano, el toque es de Niño Ricardo, pero ya tiene una técnica más veloz; bue-no, ya da miedo escucharlo, y tenía diez u once años, y da miedo.

P.— Cuando hablamos de la guitarra flamenca ¿hay un antes y un después de Paco de Lucía?

R.— Claro. Lógicamente. Yo comparo a Paco de Lucía en la guitarra flamenca con Juan Sebastián Bach en la música clásica. Bach recoge en la

música todo lo que se había hecho en ese momento, lo une y lo engrandece, y Paco ha hecho igual con la guitarra flamenca, ha aprendido todo lo de Ricardo y Sabicas, pero ahora él tiene una gran capacidad de trabajo, gran talento y además es más flamenco. Y es diferente.

P.— Y también tiene sus detractores.R.— Como todo el mundo. Pero yo creo que eso

es más envidia que otra cosa. Ser detractor de Paco no es ser muy inteligente.

P.— Según he leído, Paco dice: «Me encantaría poder vivir sin la música. El sentido del perfeccio-nismo que tengo me da más sufrimiento que satis-facciones». Y yo, que te conozco un poquillo, ¿te pasa a ti lo mismo?

R.— Bueno, yo comprendo eso perfectamente. El que busca la perfección, como el ser humano no

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es perfecto, pues siempre se está sufriendo porque aquello que hacemos nunca está para ponerle un diez. Todo es mejorable, todo.

P.— ¿A ti qué te produce más satisfacción, la en-señanza, que sé que te dedicas a ello, o las actua-ciones en público?

R.— Los conciertos. No las actuaciones en públi-co, porque sabes que he acompañado mucho can-te, eso me gusta cuando tengo la suerte de coinci-dir con alguien que me gusta como canta, que por desgracia me ha ocurrido muy pocas veces. Pero las circunstancias mandan.

En cambio, los conciertos me permiten tocar mi propia música y ves que la gente que asiste disfruta con la música.

En cuanto a la enseñanza, también me gusta mu-cho dar clases. Pero si tengo que escoger, me quedo con los conciertos.

P.— Y me imagino que en la enseñanza, como en todo, te encontrarás con alumnos con ganas de aprender y que igual se convierten en figuras de la guitarra.

R.— También, la mayoría de la gente viene con ga-nas de aprender y eso también es positivo. Y apren-do mucho enseñando, pero mucho, mucho.

P.— Pues yo, que soy un guitarrista frustrado, hay una frase que me hace gracia y es que cuando a un guitarrista le dices que quieres aprender, te contes-ta: «Pásate por la casa y te pongo una «cosita». Esa «cosita» ¿qué es?

R.— (Risas). Bueno, eso era antes, supongo que en los tiempos de Javier Molina. Eso de que te pon-go una «cosita» quiere decir te enseño unos acordes, te enseño una falsetita…

P.— Una actuación que recuerdes con cariño.R.— Una especialmente hace pocos días. Fue un

concierto donde asistieron personas de distintas na-cionalidades, australianos, alemanes, japoneses… Y desde la primera obra, hubo una conexión entre el público y yo y eso me hace sentirme bien, me vengo arriba y al público le pasa lo mismo y fue fantástico. Y también tengo que destacar una actuación en la que disfruté mucho, que fue en Nador (Marruecos), cuando tu conferencia, acompañando a Pincho de Alcalá que tuvimos un momento muy bueno. Y otra, en una conferencia que dí en el Congreso Interna-cional de Flamenco que se celebró en Málaga, en el 2009. Y, bueno, esas cosas a mí me afectan muy positivamente. ¡Y las que vengan!

P.— Y al contrario, o esas actuaciones se olvidan.R.— Sí. También ha habido alguna donde lo he

pasado mal. Donde los nervios se han apoderado de mí. Pero de eso hace bastante tiempo, cuando empezaba tenía pocas tablas y lo pasaba mal, pero que muy mal. Pero a la mañana siguiente cogía la guitarra y me decía que hay que tirar «p’a lante».

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‘ los conciertos

me permiten tocar

mi propia música ‘

P.— Pero lo pasabas mal y, seguramente, la actua-ción había salido bien.

R.— A ver. Cuando yo veía la actuación grabada no estaba mal. Había algún fallito que otro, pero no estaba mal. Pero sufría muchísimo, no se por qué me ponía así. Es la exigencia que tengo conmigo.

P.— Y un cantaor al que hayas acompañado y lo recuerdes de forma especial.

R.— Pues mira. A Cancanilla le estuve tocando un día por soleá y disfruté mucho con él, porque tiene momentos muy buenos, que te ponen la piel de ga-llina… tiene mucho arte.

P.— Y eso se nota.R.— Sí. Es que cuando el artista disfruta, el públi-

co lo percibe y también disfruta… si entiende y le gusta, claro.

P.— Y un cantaor al que te hubiese gustado acompañar.

R.— (Sin pensarlo) Agujetas.

P.— Pues todavía estás a tiempo.R.— Bueno, sí. Si se da la circunstancia, me en-

cantaría tocarle por soleá, por siguiriyas, por fan-dangos, por sus cantes estrella. Me encantaría.

P.— Y de los que ya no están, alguno que recuerdes.R.— De los que ya no están, pues Fernanda de

Utrera, Juan Talega, las voces negras, el cante gitano es el que más duele, qué quieres que te diga.

P.— Y un cante para acompañar.R.— El que más me gusta es la soleá. En la guita-

rra, en el cante y en el baile. Ese es el estilo que más me gusta de todos.

P.— Me decías que querías hablar de los maestros que has tenido, pues venga.

R.— Bueno. Tengo que hablar de mis profesores del conservatorio, porque como estoy tocando guitarra flamenca, siempre me olvido de ellos y me enseña-ron mucho. Tengo que hablar de mi profesora María Ángeles García, salmantina, excelente profesora y de Javier Chamizo que es de Málaga. Pedro Blanco, que ha sido el más importante, seguidor de la escuela de Niño Ricardo y admirador de Paco de Lucía, como es lógico; Andrés Cansino, que es de Málaga, me ha en-señado Pascual de Lorca, y con Paco de Antequera di dos o tres clases y Manolo Franco, Manolo Sanlú-car y tengo que hablar de una persona, que tú cono-ces, que es Ángel Luis Cañete, que nunca se ha pues-to a darme clases con la guitarra en la mano, pero sus clases teóricas son importantísimas si uno quiere ser un buen guitarrista y diferente. La guitarra flamenca tiene una dificultad, entre otras muchas, y es que si no compones, se te pasa la vida tocando la música de otros y no llegas a ninguna parte. Y Ángel me mostró ese camino, que es el más difícil, y puso a mi dispo-sición su gran y riquísimo archivo sonoro, más de tres mil horas, muchas de ellas grabadas en directo, en re-uniones familiares y esa música no la tiene nadie.

P.— Y además ésa es la música que vale.R.— Ésa es la que más esencia tiene. La que se

toca cuando se está a gusto con los amigos.

P.— Yo a Ángel Luis Cañete, en lo poco que lo he conocido, lo definiría como un hombre muy vivido.

R.— Sí, muchísimo. Y tengo que hablar de Juan Ponce, mi marido, que tú sabes que es un excelente

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música

aficionado al flamenco, y gracias a él he conocido, por ejemplo, el cante de Agujetas que si lo había escuchado, no le había echado cuentas. A través de Juan, empecé a escuchar a cantaores como La Niña de los Peines, Juan Talega, y eso es fundamen-tal para la formación de un guitarrista, conocer la estructura de los cantes y del toque conjuntamente. Y eso ha sido para mí, un aprendizaje fundamen-tal… y lo sigue siendo.

P.— Sin embargo, tú sabes que a muchos de los aficionados al flamenco de ahora le pones un cante de Juan Talega, de Aurelio Sellés o de la Niña de los Peines y no les gusta.

R.— Es que no saben ni quiénes son. Ellos cono-cen ahora a Miguel Poveda, a Esperanza Fernández, Arcángel y ya parece que no hay más nada. Porque no hay conocimiento.

P.— O hay un conocimiento equivocado. El fla-menco, según dicen, viene de la fusión de varias músicas y de una evolución natural. Voy a lo que se llama flamenco fusión o flamenquito, que yo no es-toy en contra de eso, pero sí estoy en contra de que se mezcle una cosa con la otra. Una cosa es el fla-menquito y otra el cante flamenco o el cante jondo.

R.— Ahí va. Me alegro que haya salido ese punto. A mí me parece muy bien que se haga fusión con el flamenco, pero cuidado cómo la definimos, que el público no se engañe. Que también es positivo por-que hay gente que se acerca al flamenco gracias a ese flamenquito. Gente jovencita.

Se incorpora a la entreviSta mi amigo gerásiMo que hace la Siguiente pregunta

P.— Has dicho antes que el guitarrista tiene que crear. ¿Cuáles son tus creaciones?

R.— Tengo un disco que he grabado este año, que se llama Puente Nuevo y ahí se puede escuchar una granaína, que se llama Arabia, y que tiene una afi-nación distinta a la granaína habitual pero sin dejar de sonar a granaína. Eso es una cosa que me gusta mucho cuidar. Que cada obra suene a lo que es, no el flamenco abstracto que se está haciendo ahora.

Hay además rondeñas, alegrías, bulerías, soleá, fandangos de Huelva… Hay en total ocho obras.

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La guitarrista Celia Morales, acompañada por su marido, Juan Ponce, y del autor de esta entrevista

P.— Celia Morales es antequerana. Y de una ciu-dad tan bellísima como es Antequera te has ve-nido a otra ciudad extraordinaria como es Ronda, pero ¿por qué?

R.— Pues mira. Por un motivo personal y también profesional porque Antequera, ahora mismo, no tie-ne nada que ofrecerme. Y era el momento de cam-biar de aires y me vine a Ronda y, aunque llevo po-quito tiempo, estoy muy contenta de haberme veni-do. El Ayuntamiento de Ronda me está ayudando muchísimo, me está apoyando mucho y ojalá que estemos mucho tiempo por aquí.

P.— Lo de Antequera ¿lo puedo poner en la revista?R.— Sí. Por favor. Yo es que en Antequera, pro-

fesionalmente, no tengo nada que hacer. En Ante-quera hay ocho o diez personas a las que les gusta el flamenco y poco más. Es más, este año no sé si habrá Concurso de Juan Casillas y es una pena que después de tantos años desaparezca.

P.— Pues sí, es una pena. Oye ¿Y cómo has he-cho para que te salga una niña pianista? (Su hija María toca el piano).

R.— Yo no he hecho nada. (Risas) Escuchamos música en casa, la mayoría flamenco, pero también música clásica y moderna. Ahora mismo, veníamos en el coche escuchando a Bob Dylan, pero ya digo, en casa se escucha mucha música clásica.

Y nos dieron las seis Y las siete, la hora de ha-cer dedos. cuando se está a gusto, haY que ver cómo corre el reloj. así que haY que dar por fi-nalizada la entrevista que, por cierto, para mí ha sido muY sencilla porque ceLia es una mujer muY agradable en el trato Y de verbo fácil porque habla de lo que sabe Y sabe lo que dice.

de la entrevista me quedo con una fra-se de ceLia: «Me gusta eL cante gitano que es eL que Más dueLe». mira por dón-de, en eso también somos almas gemelas.

gracias, ceLia. sigue así.

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‘ El que más me gusta es la soleá.

En la guitarra, en el cante y en el baile ‘

música

Ennuestro apartado de estilos flamencos esta vez le corresponde que hablemos, y además

por derecho propio, a la malagueña, o al cante por malagueñas.

Desde el punto de vista literario, la malague-ña es un cante de cinco versos (o tercios) octo-sílabos, con rima cruzada asonante, pero que al cantarlo se convierten en seis por repetición de uno de los tercios. Ejemplo esta malagueña atri-buida a Baldomero Pacheco que dice:

Porque andando me desmayoa las paeres me arrimo(porque andando me desmayo).Yo me encuentro desvalíosirviendo de mal vasallo,y tú la culpa has tenío.

Casi siempre sus letras suelen ser dramáticas. Ha-blan de amores no correspondidos, como es el caso anterior, o de la muerte de una madre, como esta abandolá de Juan Breva:

Se corta una rama verdese siembra y vuelve a nacer(se corta una rama verde),pero una mare se muerey no se vuelve más a ver.¡Cosa que tanto se quiere!

Pero hay otras letras que encierran cierta lógica, como ésta atribuida a la cantaora rondeña Francis-ca Aguilera Domínguez, Paca Aguilera:

Al nacer hay un caminoque tos tenemos que andar(al nacer hay un camino)No se pué volver p’a trasaunque esté sembrao de espinosy tos llegaremos al final.

En cuanto a la música, algunos estudiosos afirman que la guitarra toca a la manera llamada «ad libitum», es decir, sin un ritmo determinado, lo que le permi-te una mayor riqueza de arpegios y trémolos.

Otros flamencólogos no están de acuerdo con esa terminología. Es el caso de Alfredo Arrebola

—cantaor teórico y práctico— que dice: «La verdad es que la guitarra suena siempre en aire abandolao, y algunas notas de soleares, que pudiera ser por la influencia del compás tres por cuatro de los verdia-les. La guitarra gana mucho en el toque por mala-gueñas y éstas adquieren su independencia del fan-dango local porque su toque —su melo musical— se hace cada vez más lento, sostenido, logrando así una extraordinaria riqueza musical. La guitarra ha sido el elemento transformador de la malague-ña. Todos los estilos de malagueñas tienen una nota común: jamás varían el toque de acompañamiento. Por este motivo, difícilmente podremos saber qué estilo de malagueña vamos a escuchar hasta que el cantaor no ha dado la salida y, a veces, hay que es-perar hasta el inicio del primer tercio».

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LA MALAGUEÑA

Baldomero Pacheco

Arrebola

Pero para hablar de la malagueña necesariamente nos tenemos que remitir al libro Málaga en el cante escrito por el gran aficionado y buen conocedor de los cantes de Málaga, don José Luque Navajas.

Según el señor Luque Navajas, la malagueña nace de un proceso evolutivo que, arrancando de los verdiales, va jalonando de cantes abandolaos toda su trayectoria hasta culminar en la espléndida realidad de la malagueña.

Otros autores opinan que la malagueña, que es un cante ingenuo y sencillo en el veleño Juan Breva, adquiere en el jerezano don Antonio Chacón rango de cante grande.

Y el malagueño José Carlos de Luna hace una des-cripción poética y bellísima de la malagueña cuando dijo: «Tiene arrestos de la caña, sentimientos de sigui-riyas, matices de soleares y no se parece a ninguna».

En lo referente a su nacimiento, para Luque Na-vajas no hay duda de que es el pueblo de Álora la cuna de la malagueña.

Álora, que no había descollado en el fandango abandolao, encuentra en la malagueña un estilo idó-neo a su manera de sentir y un vehículo ideal para las magníficas voces de los cantaores que en todo tiem-po ha producido. Ejemplo, El Canario o los Pena.

La malagueña es un cante si no el más difícil, sí uno de ellos. En los cantes de compás, el cantaor se va apoyando en el son y aunque eso represente una dificultad, a la larga le sirve para regular la respira-ción. En la malagueña el cantaor va a pecho descu-bierto y cualquier fallo en la respiración se nota y desluce el cante.

Y no podemos terminar este apartado dedicado a la malagueña sin hablar de sus diferentes estilos (más de 30) y de sus creadores. Porque a diferencia de otros cantes como, por ejemplo, la soleá, cuyos esti-los van unidos a la localidad donde se crea; hay so-leares de Alcalá, de Triana o de Cádiz, en las mala-gueñas el nombre de sus estilos los coge de sus crea-dores, y de estos hay que hacer una distinción entre los malagueños y los nacidos en otras provincias.

Entre las malagueñas creadas por cantaores naci-dos en Málaga y provincia están la de Baldomero Pacheco y la de Paca Aguilera que ya hemos citado en los ejemplos y la:

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Monumento a La Malagueña

en Álora

MaLagueña de eL canario El aloreño Juan de la Cruz Reyes Osuna El Cana-

rio nos dejó esta letra que empieza con un verso quebrado:

Cayendo.Copos de nieve en tu caraparece que están cayendocuando más te estoy mirandomejor me estás pareciendo.

MaLagueña de eL Perote

El también aloreño Juan Trujillo Gómez El Perote nos dejó varias letras, siendo la mejor y más curiosa ésta que transcribimos y que está basada en un refrán:

Donde hay yeguas, potros nacen,dice un refrán verdadero.¡Adelante! No hay que apurarse.Buenas noches, caballeros,por ser la primera, pase.

MaLagueña de La trini

Nacida en Málaga, Trinidad Navarro Carrillo La Trini vivió durante un tiempo en Antequera. Nos dejó varios tipos de malagueñas con letras como ésta:

Haciendo por olviartecreí que adelantaría,cuando pasaron tres díascomo loca fui a buscarteporque ni el sueño cogía.

Pero quizás su letra más conocida, en la que queda reflejada toda la belleza de su malagueña y que la cantaora utilizaba para recordar un episo-dio trágico de su vida, es ésta:

No se borra de mi menteel día catorce de abril;(no se borra de mi mente)en ese día me via las puertas de la muertesólo por quererte a ti.

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El Canario

El Perote

La Trini

MaLagueña de La chiLanga Después de La Trini es la mejor cantaora de mala-

gueñas a las que daba un aire inconfundible. La le-tra más cantada por ella es:

A un cura me confeséy me dio la absolución.Los pecados cometíosno tenían comparacióncon lo que yo había sufrío.

En cuanto a los cantaores nacidos fuera de Málaga y su provincia, hay que empezar hablando de la:

MaLagueña de eL MeLLizo

Dicen que la fantástica malagueña doble de El Mellizo tuvo su origen en el resentimiento por ciertos amores no correspondidos:

Gran interés.Al espejo en que te mirasle estoy tomando yo interésporque me está a mí pareciendoque me robaba a mí tu querery es mucho lo que estoy sufriendo.

MaLagueña de chacón El jerezano don Antonio Chacón nos dejó graba-

da esta malagueña, al estilo de El Canario, esto es, empezando con un verso quebrado y que Chacón recrea a su manera engrandeciéndola:

Corte.¡Viva Madrid que es la Corte!Y viva Málaga la bella.Y para puerto bonito,Cartagena y Barcelona.¡Viva Madrid que es la Corte!

Y tendríamos que seguir hablando de otros crea-dores de malagueñas como La Chirrina, Francisco Lema Fosforito, El Chato de las Ventas lo que haría la lista interminable.

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LA MALAGUEÑA

El Mellizo

Esta anécdota simpática y entrañable, me la con-

tó ese gran cantaor que es Vicen-te Soto Sordera, durante una re-unión flamenca que tuvimos con él un grupo de amigos.

Resulta que a su padre Ma-nuel Soto Monje El Sordera, uno

de los grandes cantaores que ha dado Jerez, y su buen amigo Juan Miguel Ramírez Saravia Chano Lobato, se encontraban bastante delicados de salud en los últimos años de su vida artística. Por este motivo, los médicos, para variar pero con buen criterio, les habían prohibido casi todo, especial-mente el tabaco y la bebida.

Un empresario les contrató para dar un recital de cante en un teatro.

La noche del recital el empresa-rio salió a recibir a los cantaores y les acompañó a los camerinos y una vez instalados, el empresario les preguntó:—Bueno, ¿está todo bien? ¿Ne-

cesitáis algo?Y Chano Lobato, que tenía toda

la gracia del mundo, le contestó:—Pues mira, sí. Como un día es

un día, va a mandar usted que nos

traigan dos botellitas de vino… y una ambulancia. Por si acaso.

****En los últimos años de su vida,

el maestro Antonio Mairena se re-tiró de los escenarios y del circuito de los festivales. Él cantaba cuan-do se encontraba bien y sólo en

reuniones privadas muy selectas y con aficionados muy escogidos.

No obstante, muchos Ayunta-mientos y peñas flamencas or-ganizaban festivales de cante flamenco e invitaban a Antonio Mairena con la excusa de dar-le un homenaje y entregarle una placa o un trofeo. Si el maestro aceptaba la invitación, cobraba su caché y en medio del festival, le daban el homenaje, subía al es-cenario a recoger su premio, daba las gracias y se marchaba.

Pero otras veces ocurría que si se encontraba bien de voz y es-taba a gusto, después de recoger el premio, le decía al guitarrista: «Pónmela en el tres que voy a ha-cer un cantecito». Y eso era el de-lirio de los aficionados.

Bueno, pues había en Sevilla un grupo de estos aficionados que

iban detrás del maestro a todos los sitios cuando se enteraban que le iban a dar un homenaje y sólo por si al maestro se le ocu-rría cantar.

Un domingo, a eso del medio día, un conocido se encuentra por la calle a uno de estos aficionados

que tenía unas ojeras que le llega-ban al suelo, signo evidente de que la noche anterior había estado si-guiendo al maestro. Y le pregunta:—¿Qué, anoche el maestro cómo

estuvo?Y le contesta el aficionado:—¡Oh! Anoche el maestro estu-

vo genial… estuvo p’a comérselo. Le faltó una chispa p’a empezá a cantar.

****Tras ocho años de estancia en

América, el gran cantaor Silverio Franconetti se presentó en Cádiz a bordo del bergantín Gravina con sus ocho cañones por banda.

A Silverio no le reconocieron los gaditanos, pues alto y fuerte como era, con barba fruto de la larga travesía y con sus buenos di-neros, más se parecía a un india-no que al gran cantaor que era.

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Anecdotario

Sordera Chano Lobato Antonio Mairena

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Nada más llegar a Cádiz se metió en juerga, pagan-do él los gastos, y ya de madrugada, con los ánimos calientes por el vino trasegado y el mucho cante escu-chado, pidió al guitarrista José Patiño que le acompa-ñara por siguiriyas. Risas y guasa entre los asistentes pensando en qué siguiriyas iba a cantar aquel «ame-ricano».

Cuando Silverio cantó la siguiriya:

La malina lenguaque de mí murmurayo la cogiera por en mediola dejara muda

se acabaron las risas. Patiño lo reconoció de inme-diato. Y a una gitana que asistía a la reunión, vieja por los años y por la sabiduría en el cante, le pidieron su opinión después de escuchar al fenómeno.—Angustias ¿Qué ta parecío er chavó?

—¡Qué canta mu bien! —contestó—. ¡Pero tiene una «farta»!

—¿Una farta?— preguntaron todos

—¡Tiene una farta! —dijo Angustias mirando al horizonte y muy segura de sí misma.

—¿Qué farta le encuentras tú?

—¡Que tiene los pies mu grandes!

¡Ole el arte de Tía Agustias!

Silverio Franconetti

La Cádiz de la época

Bergantín

música

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historia Francisco Campos Reina

VILLANUEVA DEL TRABUCO: DE LA REVOLUCIÓN A LA RESTAURACIÓN (1868 – 1902)

Rafael Botella y Coloma, el Jardín público de Madrid llamado «El Paraíso» en noche de baile, 1862, óleo sobre lienzo. Museo de Historia

EL SEXENIO REVOLUCONARIO

1. antecedentes a la revolución 1868De 1865 a 1868, España su-

fre una etapa de depresión eco-nómica (crisis agrícola por las malas cosechas, crisis banca-ria y bursátil, crisis industrial…) enormemente dura para las cla-ses más débiles, que se vieron abocadas al paro y a la miseria.

Esta crisis económica se pro-duce en una época de inestabi-lidad política, y ambos fenóme-nos se potencian mutuamente.

En este clima, es en el que se produce la Revolución de septiem-bre de 1868 que acaba, de mo-mento, con la monarquía borbó-nica y se inicia un periodo suma-mente movido de nuestra historia.

Villanueva del Trabuco no escapa de este clima depresivo mencionado anteriormente. En las actas capitulares de su Ayun-tamiento aparecen reflejadas las circunstancias económicas, so-ciales y políticas, e incluso, me-teorológicas que sufre nuestro pueblo:

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a) Inestabilidad política y so-cial: En el acta de 12 de agosto de 1866 se acuerda «que mientras se encuentre la Nación en estado excepcional, la alcaldía procure cumplir las órdenes de la autori-dad militar con la energía y acti-tud apetecidas procurando cons-tantemente el orden público».

b) Crisis económica: A lo largo de los años 1867 y 1868 son frecuentes las referencias en las sesiones municipales a la cri-sis y penosa situación de los jor-naleros o braceros pobres. Con-cretamente en la sesión del 19 de enero de 1867 se acuerda que «se repartan por el tiempo que dure la estación de aguas y fríos que se vienen atravesando desde primeros de año a los braceros de este término, entre los labra-dores y personas más bien aco-modadas en el vecindario, con un jornal diario de cuatro reales de vellón…». Es una forma de so-lucionar el paro que estará pre-sente a lo largo del siglo XIX.

En relación con esta crisis es-tán, sin duda, las dificultades del Ayuntamiento para cobrar im-puestos. Ante la presión de la Ad-ministración Provincial, el Ayun-tamiento ha de tomar medidas contra los morosos, pero al mis-mo tiempo ruega a aquella «tome en consideración las estaciones de tiempo tan angustiosas por las que atraviesa este país, por cuya causa se ven frustradas las espe-ranzas de este Ayuntamiento en la cobranza de contribuciones pendientes por morosidad».

2. La reVoLución de sePtieMBre de 1868En estas condiciones, no es de

extrañar que nuestro pueblo se sumara plenamente a la Revolu-ción, y en esta ocasión, sin nece-sidad de ser requerido a ello por ninguna autoridad como pasó con el Pronuncimiento de 1854

cundo se produjo la Vicalvarada, que dio paso al Bienio Progresis-ta (ver pág 72 de la II Revista Des-de el Alto Guadalhorce)

En el libro de actas del año 1868 aparecen recogidos los aconteci-mientos revolucionarios. Hechos que por su importancia se transcri-ben literalmente a continuación:

«VIVA LA LIBERTAD»

En Villanª del Trabuco a veinte y cinco de sepbre de 1868, siendo como las diez de la noche, y hallándose en completo movimiento de re-volución los habitantes de este pueblo, en sentido liberal, a consecuen-cia de la publicación del manifiesto dado en Cádiz de 19 del corriente, traído por algunos de Villanª del Rosario, después de lanzar al público varios vivas y aclamaciones, se reunieron multitud de ciudadanos de esta localidad en la casa consistorial del municipio donde fueron encon-trados los Sres. Alcaldes del mismo, previa citación y fueron intimados a entregar las insignias que sirven para identificar los puestos de mando, a lo que accedieron sin resistencia alguna, después de enterados del ob-jeto de la concurrencia. Acto seguido se procedió a la elección de una junta de gobierno provisional que rija los destinos de esta demarcación resultando favorable unánimemente para los Sres. Siguientes:

Presidente, D. Manuel Gaona Palomo.Vicepresidente, D. Francisco Gutiérrez Aldana.Vocales:D. José Mellado Fernández, D. Antonio Vegas Olivares,D. José Luque Fernández, D. Salvador Conejo Fuentes.

En cuyos términos quedó instalada la expresada junta de gobierno cu-yos señores confirieron al que suscribe el cargo de Srio. y mandaron se dé parte a la junta de esta Provª y a la de Archidona cabeza de este Partido.

Los Sres. Presidente y Vicepresidente (¿asumen?) los bastones de pri-meras autoridades dándose a reconocer a la reunión y al pueblo exa-lando las voces de viva la libertad, y despidieron con amabilidad a los Alcaldes suspensos, D. Diego Alarcón y D. Juan Agudo.

Y pª que conste se extiende este Acta que firmaron todos los señores vocales porque aceptaron sus cargos de que yo el Srio. certifico.

Nota: En el mismo día se dieron los partes decretados anteriormen-te por la Junta Provisional de Málaga y por la de Archidona. Trabuco, Sepbre 26 de 1868.

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Sin embargo, parece ser que la situación no estaba nada cla-ra, ya que en el acta de la sesión capitular del 28 de septiembre aparece por la consigna «Viva la Libertad y Soberanía Nacional». Dicha sesión tiene por objeto re-constituir la corporación que ha-bía sido relevada, la noche ante-rior, por otra compuesta por dife-rentes vecinos, entre los que figu-ran, como primeros jefes, D. Juan Ruiz Cano y D. José Santos Siles. Por ello, tuvo que intervenir una columna del ejército liberal, que entendió que la verdadera Jun-ta de Gobierno debía constituir-se con el personal de la primera proclama popular. En virtud de ello, el Comandante de la colum-na hizo entrega de los símbolos de mando a los señores, anterior-mente referidos, en la proclama D. Manuel Gaona y D. Francisco Gutiérrez, por creerles más idó-neos por sus antecedentes para la defensa de la causa liberal, que la Nación pretendía.

En la misma sesión del 28 de septiembre, la Junta de Gobier-no decide la creación de una co-lumna movilizadora compuesta por trece hombres armados y un cabo–comandante, que resulta ser José Sánchez Argamasilla. El objeto de la columna es «atender a la defensa del orden público, de la libertad y de la custodia de los campos e intereses del térmi-no municipal

La Junta Revolucionaria que se forma tendrá como Presidente al que fuera Síndico en abril de 1861 y que estuvo en la cárcel a conse-

cuencia de la Revolución de Loja. Se habilita como cabo–coman-dante a José Sánchez Argamasi-lla, cabecilla en la Revolución del 61. Sin duda, las conexiones entre una y otra revoluciones, la de Loja y la del 68, son evidentes.

3. carácter de La reVoLución de 1868

Calero Amor dirá: «En cuanto a la actitud del pueblo andaluz ante la revolución del 68, hay que dis-tinguir por lo menos tres niveles, se-gún los distintos grupos sociales:

— Para los pronunciados era La Gloriosa, con un carácter más antidinástico que de otro tipo.

— Para los terratenientes y la burguesía pequeña y media de las ciudades adheridas al movi-miento, era Alzamiento Nacio-nal con un contenido fuertemen-te liberal, con sus dos vertientes principales: amplias libertades in-dividuales y respeto sagrado a la propiedad privada.

— Para los campesinos de la Baja Andalucía se trataba de una Revolución Social.

Las fuerzas sociales que par-ticiparon en la Revolución, aun-que lo hicieron unidas bajo las mismas banderas y unas mismas consignas, tenían motivaciones diferentes y representaban nive-les de objetivos muy diversos.

¿Quién puede dudar que una consigna como «Abajo lo exis-tente» significaba cosas muy distintas? El General Prim y sus

Libro de Sesiones de la Junta Revolucionaria de Villanueva del Trabuco en 1868

seguidores, sólo pretendían cam-biar la monarquía isabelina por una monarquía democrática. Los republicanos radicales, pre-tendían erradicar cualquier clase de monarquía. El campesinado andaluz y el proletariado indus-trial pretendían poner fin a una organización social que conside-raban injusta y opresiva.

Será una mezcla de estos dos últimos puntos como lo entien-dan los habitantes de Villanue-va de Trabuco: Republicanismo y transformaciones sociales.

Sin embargo, la revolución triunfante va a ser la de los pro-gresistas, que pretende, por un lado, «una soberanía nacional, apoyada en el sufragio universal, que decida como poder consti-tuyente la forma de gobierno y dinastía que ocupe el trono». De este modo, se puede hablar de otra revolución frustrada, la de los obreros y campesinos.

Se ha iniciado, pues, el Sexe-nio Revolucionario —compren-dido entre el destronamiento de Isabel II y la Restauración de fi-nales de 1874— que constituye, a pesar de su brevedad, uno de los más sugestivos y reveladores períodos de la historia contem-poránea española. Contemplado en su conjunto, la primera impre-sión que el Sexenio nos ofrece, es abigarrada, desordenada, difícil de reducir a líneas coherentes. La impresión es correcta: una monar-quía, dos formas distintas de re-pública, dos constituciones, una guerra colonial, dos guerras civi-les y una incesante contradanza

Primer Gobierno Provisional tras la Revolución de 1868: Figuerola, Sagasta, Ruiz Zorrilla, Prim, Serrano, Topete, López Ayala, Romero Ortiz y Lorenzana

(fotografía de Laurent)

Adalides de la Revolución de 1868: General Prim, Almirante Topete y General Serrano

Salida de la familia real hacia Francia. 30 de septiembre de 1868

de Juntas, es ciertamente demasia-do para llenar seis años de historia política. Ahora bien, detenerse en esta primera impresión, equivale a quedarse a menos de la mitad del camino en la comprensión autén-tica del Sexenio.

Visto desde un ángulo político, es preciso valorar en él el intento, sostenido de construir un país de-mocráticamente, de forma que los derechos políticos no pertenecie-ran restrictivamente a una minoría definida por su riqueza o profesión, sino que pasaran a ser patrimonio de cada hombre, de cada ciuda-dano español, por el mero hecho de serlo. Visto desde este ángulo sociocultural, es preciso valorar en el Sexenio democrático su aliento ético, justiciero y popular.

4. VueLta a La norMaLidad

El triunfo de la Revolución de 1868 es, pues, asumido por este pueblo en todas sus dimensiones y con tal confianza de que su pro-grama será llevado a cabo, y dará solución a sus graves problemas.

Sin embargo, las ilusiones des-pertadas se van a ir diluyendo, poco a poco, al calor de la realidad. En las actas de las sesiones municipa-les aparecen reflejados algunos de los problemas generales del país y particulares de Villanueva del Tra-buco, así como la ausencia de so-lución a los mismos:

4.a– los problemas de los campesinos

— La miseria de los jornaleros obliga al Ayuntamiento a acordar, en la sesión del 1 de noviembre

de 1868, comunicar al Goberna-dor la necesidad de socorrerles, ya que «se hallan hoy sumidos en la mayor miseria careciendo de trabajo», por lo que se pide una ayuda para emplearlos en obras públicas. Nada nuevo, pues.

— A veces, aparece algún in-tento de solucionar los problemas del campo, tomando medidas más «revolucionarias». Por ejem-plo, en la sesión capitular del 17 de enero de 1869, el alcalde infor-ma de «que varios vecinos pedi-rán al Duque de Osuna mediante un memorial que presentan en el Ayuntamiento, les conceda la da-ción a censo de terrenos, puesto que es «dueño de muchas tierras de esta jurisdicción…». De todas formas se trata de solucionar el problema de la tierra por vía le-gal y pacífica. No se puede per-der de vista que este es un muni-cipio donde la presencia del lati-

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Grabado de la época

Los Duques de Osuna con sus hijos.

Josefa, Joaquína, Francisco de Borja

(heredero) y Pedro.

Francisco de Goya. 1788.

Museo del Prado. Madrid

fundio es pequeña, por lo que los jornaleros han de tener en cuenta la existencia de gran cantidad de pequeños propietarios, a los que han de conservar como aliados.

4.B– precariedad económica del ayuntamiento

— En relación a la difícil situa-ción económica de la Corpora-ción, está el tema de los impues-tos. Los vecinos del Villanueva del Trabuco se negarán a pagar contri-buciones de consumos. Hay que recordar que uno de los puntos del programa revolucionario era la disminución de la carga impo-sitiva. En la sesión capitular del 8 de noviembre de 1868 se da cuen-ta del decreto «en que se manda la abolición del impuesto de con-sumo, que será sustituido por otro con el nombre de inquilinatos…

Se observa que, el cambio no es sustancial, la Revolución no responde a las expectativas des-pertadas. La desilusión es grande y, tras ella, viene el descontento y la resistencia popular.

— En la sesión del 31 de mayo de 1871, se acuerda aceptar, a propuesta del Gobernador Civil, una libranza de 3.834’67 pesetas, a noventa días de plazo y con un interés del 6% anual, con el fin de aliviar la aflicción en que por carencia de fondos se halla esta Corporación.

4.c– loS BieneS de propioS

También en esta época, siguen subsistiendo problemas tan impor-

tantes para el vecindario como es lograr la exceptuación de la venta de las Sierras Gorda y San Jorge. Y a la lucha por estos terrenos, se sumará la que emprenden a fin de conservar las suertes del Prado.

En este sentido, el 16 de Mayo de 1869 encontramos la protesta con-tra la subasta de la suerte del Prado, lindante con la parte sur del pueblo, cuyo acto está anunciado para unos días más tarde. Las alegaciones que presentan son múltiples:

a) Que es abrevadero y descan-sadero de los ganados de estos mo-radores, saca de mieses y desaho-go único de la población en todos los conceptos, y, finalmente, lugar donde se celebra la feria de agosto.

B) Que en dicha época de 1805 se reservó con el objeto de común aprovechamiento como una fanega de tierra por los comi-sionados del Consejo y justicia de la villa de Archidona.

c) Que el agrimensor y peritos han cometido la grave falta e in-discreción de no deslindar la rea-lenga que la atraviesa de oriente a poniente con 16 varas de anchu-ra y que sirve para el paso de ga-nados a Málaga, Alfarnate y Vllª de Tapia.

d) Que la población queda-ría cercada completamente pues la circunda de oriente a poniente y le impedirá su salida a los veci-nos para sus haciendas en tiem-pos de lluvias.

En vista de ello, se acuerda

hacer una exposición a la Excma. Diputación Provincial que textual-mente dice así: «Contra la venta del Prado, renunciando, por su parte esta corporación, que re-presenta los intereses morales y materiales de esta localidad, al tanto que pudiera tocarle del pro-ducto de esta venta porque es un mezquino interés comparado con el beneficio que a la población re-dunda su acreditada feria de ga-nado que por lo días 24, 25 y 26 de agosto se celebra anualmen-te y de la cual se verá privada no teniendo de su propia cuenta el suelo dónde exponer al mercado los ganados que a ella concurren y con las comodidades de exce-lente aguadero, ventilación y so-licitando que si se llegase a efec-tuar, se declare nula en esta parte. Que se subsane el perjuicio por no haber deslindado la realenga que viene de Málaga y va a Al-farnate, que se confirme por su-perior resolución el hecho incues-tionable de estos vecinos para co-mún disfrute de esta suerte como provienen las leyes de desamorti-zación vigentes».

Sin embargo dicha suerte es su-bastada el 24 de marzo de 1870, acordándose en la sesión del 3 de abril iniciar un recurso con-tra dicha desamortización. Así pues, por un lado, no es propie-dad comunal, pero, por otro, si-gue siendo de aprovechamiento común. Es lo que se puede decir solidaridad en el enfrentamiento y sabotaje a una propiedad pri-vada que el pueblo no acepta ni reconoce.

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historia

4.d– Situación política ineStaBle

— Los días 18, 19, 20 y 21 de diciembre de 1869, se celebran elecciones municipales en las que resulta elegido como alcalde D. Manuel Gaona Palomo, pre-sidente de la Junta de Gobierno formada a raíz de la Revolución. Sin embargo en la sesión del 11 de marzo se da cuenta de un oficio de la Diputación anulan-do las elecciones, por conside-rar que se han producido hechos que afectan esencialmente a la validez de las elecciones. El acta no aclara cuáles son los hechos a que se refiere el oficio, lo cier-to es que se han de repetir éstas, estando presente un delegado gubernativo. Las nuevas eleccio-nes tienen lugar los días 8, 9 y 10 de abril y de ellas resulta elegi-do como alcalde D. José Santos Siles, uno de los que formaron la segunda Junta de Gobierno y que a su vez fue depuesta por el ejército liberal.

— La inestabilidad social y po-lítica a lo largo de 1869 se pone de manifiesto en diversas ocasio-

nes. En la sesión capitular del 1 de agosto, se acuerda publicar un bando «por el cual se declara es-tar (en vigor) en toda la provincia de Málaga la ley de 17 de abril de 1821 sobre el procedimiento de las causas de conspiración directa y a mano armada contra la Cons-titución, la seguridad interior o ex-terior del Estado, etc…» El día 17 de octubre se acuerda cubrir el presupuesto, asignado a los indi-viduos que, a la orden del con-cejal D. José Liceras, recorrieron el término municipal los días 8, 9 y 10 del corriente mes para vigi-lar por la conservación del orden, con el capítulo de imprevistos del presupuesto corriente.

— La entronización en Espa-ña del Duque de Aosta (Ama-deo I de Saboya) aparece refleja-da en el acta de la sesión del 13 de noviembre de 1870 en la que se acuerda felicitar al Regente y a su gobierno.

— La instauración de la i re-PúBLica tiene como primer acto político en este pueblo, la destitu-

ción, por orden gubernativa, del Ayuntamiento instalado desde el 1 de febrero de 1872 y su sustitu-ción por un equipo de personas de ideas republicanas como se recoge en el acta de la sesión del 2 de marzo de 1873.

El nuevo ayuntamiento repu-blicano tomó posesión de sus car-gos el día 8 de marzo y, entre sus componentes, volvemos a encon-trar a José Sánchez Argamasilla, el que fuera cabecilla de este pueblo en la Revolución de Loja y habilitado como comandante a raíz de la Revolución del 68. La nueva corporación presidida por D. Salvador Conejo Fuentes per-durará hasta el 6 de septiembre de 1874.

Entre las medidas más impor-tantes tomadas por la corpora-ción republicana está la que figu-ra en la sesión del día 12 de julio de 1874 sobre «…convendrá con-ceder para roturación y cultivo de varios trozos de tierras que hay en las sierras de común aprovecha-miento y que están en continúa solicitud por los pobres braceros a cambio de una cuota anual…».

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Amadeo de Saboya (izda.) Escudo de armas de la Casa de Saboya (centro) y monedas acuñadas durante su reinado, «amadeos» (derecha)

LA RESTAURACIÓN

La Restauración de la monar-quía borbónica a finales de 1874 trae consigo una centralización administrativa y con ello la inje-rencia en el municipio de manera más manifiesta del poder central, es decir, de sus representantes en las provincias: Los Gobernadores Civiles. Así, los cambios de ayun-tamiento son bastantes más fre-cuentes y gran parte de ellos dic-tados desde la capital, Málaga.

Se inicia una nueva etapa en la historia de Villanueva del Tra-buco, pero realmente los cambios políticos que dan paso a la toma del poder local por nuevas gentes, no impide que sigan subsistiendo idénticos problemas.

Una de las primeras medidas tomadas por el nuevo ayunta-miento monárquico fue «…anular la concesión de tierras a los bra-ceros alegando que deben seguir siendo de común aprovechamien-to…». Estos no respetarán tal anu-lación y seguirán sembrando sin respetar la norma, por lo que se acordará tomar medidas judicia-les contra los infractores.

A fin de darnos idea de la situa-ción del pueblo en estos años, re-cogemos el informe elaborado por el Ayuntamiento en sesión de 17 de enero de 1875, ante el proyec-to de trasladar la dependencia ju-dicial de Archidona a Antequera:

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(De arriba a abajo):Alegoría de la

I República, 11 de febrero de 1873.

La República Española. La Flaca, 28 de marzo

de 1873.

D. Francisco Pi y Margall, presidente de

la I República del 11 de junio al 18 de julio de 1873

Dibujo de Contreras.

Escudo de Aremas de la I República.

« E s t e pueblo tiene tres

caminos vecinales, uno de herraduras y otro de

realenga que sirven para co-municar los tres primeros con

Alfarnate, Archidona y Villanueva del Rosario, el cuarto con Loja y el

quinto con Villanueva de Tapia y Má-laga, siendo los de uso mas frecuente los

tres primeros y en particular el de Archi-dona como cabeza de partido judicial, los

demás son de muy poco uso. El número de habitantes de todo el distrito municipal es de

1648, según el padrón de 1871. Su riqueza total según el último apéndice de amillaramiento es de 590.881 pts. 35 cts. por los conceptos de te-rrenos, casas y ganados. Industria escasa: cinco molinos harineros de poco movimiento, uno de aceite, una fábrica de tejas y algunos hornos de pan. Los negocios civiles que ocurren en el térmi-no se calculan en 24 al año y otros tantos en el ramo de lo criminal y últimamente no tiene este pueblo comunicación directa con la ciudad de Antequera a donde se trata de llevar el Juzgado de Instrucción y que distante como está cerca de 4 leguas y más de camino va a ser perjudi-cial y gravosa, la variación para estos vecinos

que hoy encuentran su cabeza de partido en Archidona a poco más de una legua

de distancia (…); por lo cual esta cor-poración opina que debiera quedarse

en Archidona una circunscripción judicial, aunque el tribunal de

partido se fije en Ante-quera».

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En la sesión del 30 de julio de 1883 el recién nombrado alcalde D. Juan de Silva Ríos hace un alegato de sus pretensiones a llevar a cabo en lo referente a obras públicas:

… «es preciso e indispensable, tratándose de un pueblo rural y de escasos recursos, emprender obras de utilidad pública de alguna importancia para sacar-lo del estado de atraso y abandono en que se halla desde su primitiva fundación, hasta el extremo de no tener agua potable, pues sólo se surte de ella de un río inmediato, donde los animales atienden a esta ne-cesidad, y en donde casi todo el año se encuentran sucias, cenagosas y embarrizadas, en términos de no poder aprovecharse para las necesidades de la vida, de cuyas resultas se tocan muchas enfermedades, y sufre detrimento la salud pública que es la primera necesidad de los pueblos, se está en el caso de que existiendo en este término, aunque a larga distancia, dos manantiales muy a propósito para abastecer de agua a la población, de formalizar el oportuno espe-diente para llevar a cabo tan útil interés. Que también se encuentra en este caso edificar un cementerio que no hay en esta villa toda vez que el que existe más bien se puede llamar un muladar, un terreno sin cer-ca de ninguna clase, donde pastan los ganados y en donde los perros y animales dañinos entran sin obs-táculos, dándose el caso de haber desenterrado algu-na calavera, importantísimo asunto que no puede de-jarse en talo estado, si las cenizas de nuestros padres, antepasados y seres más queridos han de ser respeta-das, como lo son en poblaciones cultas y civilizadas; y, por último, que igual merece la particular atención de la Alcaldía un obsequio a la Instrucción pública, im-periosa necesidad tan recomendada por el gobierno de S.M., que se construya un edificio de nueva planta para Escuela de ambos sexos… pues las que hoy sir-ven al efecto son casas particulares muy reducidas e insuficientes donde están los Niños y Niñas acinados en perjuicio de la salud de los mismos y sin que pue-dan recibir la instrucción correspondiente…».

Pero, como se ha señalado anteriormente, los pro-blemas a que ha de enfrentarse el pueblo siguen siendo los mismos que en épocas anteriores: paro, reparación de los caminos, obras públicas diversas, continuación

de la lucha por la exceptuación de la desamortización de tierras; a los que se les unen una serie de catás-trofes naturales (inundaciones, te-rremoto, epidemias), etc.

a) Lucha contra La desaMortización

La exceptuación de desamor-tización de las Sierras Gorda y San Jorge sigue sin resolverse: El Ayuntamiento continúa exigiendo que no se vendan estos terrenos como se observa en la sesión del 21 de octubre de 1877 en la que se acordó dirigir al Gobernador Civil un «recordatorio (…) sobre la comunicación fechada el 21 de febrero de 1871 para que se sir-va activar el curso del expedien-te que se ha seguido a instancias de este Ayuntamiento sobre que se exceptúen de la desamortiza-ción dichas Sierras y se declaren de común aprovechamiento de estos vecinos» .

El celo de los vecinos por el mantenimiento intacto de las pro-piedades comunales se vuelve a poner de manifiesto en la sesión del 18 de septiembre de 1881 en la que se manifiesta la queja de éstos porque D. Juan de Ro-jas Rojas (que fue alcalde interi-no entre febrero y marzo de 1866 y que será alcalde desde 1884 a 1891), propietario de tierras colin-dantes a la realenga que de esta villa se dirige a Málaga, ha tras-pasado los límites de su pose-sión apropiándose parte del bal-dío que es propiedad común a la altura del sitio denominado Puer-tezuelo del Saucedo. En vista de

ello, se acuerda formar una comi-sión que se encargue de fijar las lindes y dejar dicha realenga en su estado y forma.

En cuanto a la suerte del Pra-do, desamortizada en marzo de 1870, como hemos visto, y contra la cual recurrió el Ayuntamiento, tales tierras se siguen utilizando por los vecinos y la corporación no renuncia a su adquisición. Así en el acta de la sesión de 10 de febrero de 1878 se acordó «res-pecto a la adquisición del Prado para que continúe valdío y de común aprovechamiento y abre-vadero, se consultará con los le-trados por si pudiera este Ayun-tamiento adquirirlo con dicho fin incluyendo su importe en presu-puesto».

Así en el acta de la sesión del 16 de junio en la cual se habla del dueño del terreno (El Prado), se acuerda imponer como arbitrio el pago de una peseta de contribu-ción por cada parva de mies que se saque con destino a indemnizar a su propietario, D. Diego Alar-cón, concejal del Ayuntamiento por los perjuicios que le originan el no poder explotar ninguna cla-se de cultivo en dicho Prado por resistencia de todos los vecinos que unánimemente lo quieren para descansadero de ganado y saca de mieses. Éste no se atreve a oponerse a la utilización comu-nal de tales tierras y se conforma con una pequeña indemnización.

Quizás a destacar, como algo nuevo, son las restricciones con-tinuas a coger madera y leña de las sierras, cosa que con anterio-

ridad prácticamente no sucedía, y que se repiten a lo largo de los años finales de la década de los setenta. Puede ser el temor a que definitivamente se vendan, el que haga que no se respeten las órde-nes prohibiendo la extracción de leña, que indudablemente perju-dica al común del pueblo, pues-to que este abuso daña enorme-mente la conservación de las sie-rras, pero posiblemente deciden que antes de que se destruya por el futuro comprador, ellos conse-guirán algo. Y, lógicamente repe-ticiones en las cuales se prohíbe se siembre en estas tierras de co-mún. Así en la sesión de 16 de abril de 1875, el alcalde manifies-ta «que es necesario tomar algu-nas disposiciones contra el excesi-vo abuso en la extracción de leña de las sierras que hacen vecinos y forasteros con destino a las fá-bricas de yeso y cal…», se acor-dó publicar un bando «…prohi-biendo la traída de leñas para la industria referida y que se conce-da sólo a los horneros de pan de la población dos cargas diarias a fin de que no falte la cochura de pan que tan necesaria es. Y a los otros, si infringieran este acuerdo se pongan a disposición de los tri-bunales para que sean castigados con arreglo al código penal…»

El problema seguirá subsistien-do durante los años 1876 y 77 ya que los vecinos hacen caso omi-so de las disposiciones decreta-das por la corporación municipal e incluso se radicalizan la medi-das al extender la prohibición a los horneros.

93

historia

B) crisis econóMica

Los años 80 del s. XIX traen consigo una época de crisis bas-tante agudizada como se puede deducir a través de la lectura de las actas municipales:

La subasta para aprovechar los pastos de las sierras quedará en el 1879 sin que acuda ningún licitador, por lo que el Ayunta-miento propondrá se solicite del Gobierno Civil el disfrute gratuito de los pastos de las Sierras Gor-da y San Jorge, de común apro-vechamiento, a favor de los gana-deros de este término municipal, toda vez que no ha habido pos-tores en las subastas celebradas para el corriente año forestal de 1879–80 por cuanto, les es con-veniente para el desahogo de los ganados, si bien pagando el Mu-nicipio el 10% que corresponde al Estado para gastos de repobla-ción y conservación de montes, después de que el Sr. Goberna-dor, de acuerdo con el distrito fo-restal, avise su conformidad a esta propuesta. Esto se concede, y se designa a los pastores que han de guardar los ganados, que hayan de tener entrada al pastoreo en di-chas tierras.

En la sesión del 4 de mayo de 1882, ante el completo esta-do de miseria de la clase jorna-lera, se acuerda pedir a la Dipu-tación dinero para obras públi-cas a fin de darles empleo a los jornaleros, mientras tanto, como único recurso, se acuerda distri-buir a estos entre los propietarios hacendados en proporción a sus

fincas y labores. A final de este año, el 1 de di-ciembre se celebra una sesión extraordinaria que tiene «por único obje-to, deliberar acerca de la actual situación de la clase jornalera en esta población, y tomar acuerdo sobre el parti-cular. El Regidor Síndi-co, D. Domingo Berdugo Fernán-dez, hizo uso de la palabra y ma-nifestó: Que se le han presentado en las últimas noches porción de ellos aunque en sentido pacífico, demandando auxilio y pidiendo trabajo… y que en su sentir hera indispensable tomar medidas en evitación de los graves perjuicios que pudieran sobrevenir. Pues-to en discusión los anteriormen-te manifestado (…) se acordó (…) se forme una lista de los verda-deramente pobres, haciéndose distribución de los mismos entre los propietarios y labradores… a cada cual en proporción a su fin-ca y labor; así como se oficie al Excmo. Sr. Gobernador Civil de la provª dándole conocimiento del lamentable estado en que esta clase se encuentra por si se digna tomar alguna determinación».

La crisis económica es tan gra-ve que el Ayuntamiento se ve en la imposibilidad de cobrar pun-tualmente los impuestos.

c) desastres naturaLes

c.1 Terremoto: Tuvo lugar a las 21:08 horas del 25 de diciem-bre de 1884. Sin duda, el más

violento registrado en la Penínsu-la después del célebre terremoto de Lisboa de 1755. Su epicentro fue localizado cerca de la locali-dad de Ventas de Zafarraya. La zona de máxima intensidad fue-ron las comarcas limítrofes de las provincias de Málaga y Grana-da. Los daños fueron cuantiosos tanto humanos: entre 750 y 900 muertos y cerca de 2.000 heri-dos, cifras muy altas si se tiene en cuenta la dispersión de aque-llos núcleos y la escasa población de la zona; como materiales: ree-dificación de cerca de 1.000 vi-viendas y reparación de más de 14.000 en unos 100 pueblos que se vieron afectados.

Las réplicas siguieron ininte-rrumpidamente casi durante más de un año.

Si bien, en Villanueva del Tra-buco no hubo víctimas, sí se oca-sionaron daños materiales como se refleja en la sesión del 31 de diciembre en la que se da cuenta del terremoto y se toman medidas para reparar los edificios dañados, evaluar los daños y proteger las vi-das. De la distribución de ayudas

94

El terremoto en Ventas de Zafarraya

se hizo cargo la Comisaría Regia, creada para tal fin, adoptándose como criterio de preferencia aque-llos núcleos cuyos daños se eva-luaban como grado 9 ó 10 en la escala Rossi–Forel. A Villanueva del Trabuco vinieron a correspon-derle 975’00 pesetas para repara-ción de daños en edificaciones.

c.2. Epidemias: En la se-

sión del 19 de julio de 1885 se da cuenta de la epidemia de có-lera que azota al país y se acuer-da tomar medidas para precaver a esta localidad del «azote que nos amenaza». Entre las medidas preventivas que se toman están: la fumigación de viajeros a la en-trada del pueblo y la suspensión de la feria de ganado ese año.

En la sesión del 16 de agos-to, se informa del incremento del cólera diciendo que «a causa del pánico por la epidemia están en suspenso las faenas agrícolas y como tampoco pueden transitar sin gran dificultad los trabajado-res se ha creado una situación ex-cepcional para la clase pobre que lucha ya con la miseria y el ham-bre», por lo que se acuerda soco-rrer a los más desvalidos.

En la sesión del 23 de agosto se da cuenta de que la epidemia llegó al pueblo el día 17, día en que se produjo la primera muerte «en la persona de una gitana que moraba en las afueras del cortijo del Higueral (…) y desde enton-ces cada día ocurren defunciones que empezaron por el campo y ya se han extendido por la pobla-ción (…) el pánico es aterrador y

va a ocurrir el caso de no encon-trar quien dé sepultura a los muer-tos por cólera pues es exagerada la repugnancia de los vivos para la asistencia de los enfermos».

Se informa también de que el médico no puede atender a to-dos y escasean los desinfectantes. En vista de ello se acuerda pedir auxilio al Gobernador Civil y fa-cultar al alcalde para que dispon-ga lo que crea conveniente a fin de salvaguardar la salud pública a costa del fondo municipal.

A final de agosto se ha suavi-zado algo la epidemia que se da por terminada a final del mes de septiembre.

c.3. Inundaciones: Aun-que las inundaciones y crecidas del río Guadalhorce están pre-sentes a lo largo de toda la histo-ria de nuestro pueblo, en febre-ro de 1892 se produjeron unas inundaciones excepcionalmente

fuertes, que acarrearon la des-trucción de todos los puentes y amenazaron incluso a la pobla-ción. Y se dirá:

«por efecto de la crecida tan

extraordinaria que ha experimen-tado el Guadalhorce a causa de las lluvias que caen desde el 18

–estamos a 21 de febrero— han sido arrastrados por la corriente todos los puentes vecinales que servían de paso a las haciendas. Ha quedado cortado por su mi-tad el del Prado que fue cons-truido con madera y ha sido des-truida toda la margen del río des-de la presa del Molinillo hasta el henchidero, formándose un recodo en la calle Agua donde faltan unos 5 metros para cortar-se por completo el tránsito que es el más habitual del vecindario, amenazando caer al agua los pa-tios de las casas de la acera dere-cha de la calle Iglesia».

95

Riada del Guadalhorce a su paso por Villanueva del Trabuco

historia

Acordarán que se forme una empalizada con vigas para sujetar algo la fuerza de la corriente en el citado recodo e impedir que las gentes caigan al río.

Más tarde, en la sesión del 13 de marzo se dirá que continúa el temporal de lluvias por lo cual los braceros están sin trabajo y em-piezan a pasar hambre, habiendo más de 200 en paro; a la vez que agregan que a los labradores tam-poco se les podía cargar el repar-to de jornaleros que se había he-cho en otras ocasiones por la rui-na que han ocasionado las lluvias en los campos.

Así pues, la petición de auxilio no solo se hace a la Diputación y Gobernador Civil, sino también al Ministerio de la Gobernación a través del Fondo de Calamidades del Presupuesto del Estado.

Con la ayuda recibida, que as-ciende a 1.500’00 pesetas, se eje-cutan las siguientes obras:

— Reparación del puente del Prado.

— Una escollera de piedra que sostenga y afirme la margen del río a fin de reintegrar para la ca-lle Agua la superficie robada por la corriente.

— Arreglo del henchidero don-de el vecindario toma agua para el consumo.

— Arreglo del muro de la pla-zuela de la Iglesia.

c.4 La filoxera: Aunque la cantidad de viñedos que debía haber en este tiempo no era muy considerable, la llegada de esta plaga también hizo sus estragos, lo que, sin duda, agudiza en algu-na medida la crisis.

d) Situación política inestableLos acontecimientos políticos

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Puente antiguo y, al fondo, Los Villares. Villanueva del Trabuco

a nivel nacional tienen su reflejo en el pueblo:

— Adhesión de la Corporación a la proclamación del príncipe Al-fonso (XII) para rey de España.

—Celebración del final de las guerras carlistas

— El casamiento del rey con la Infanta D.ª María de las Merce-des es conmemorado en el pue-blo con el reparto (costeado por la Diputación) de 164 bonos de pan entre los pobres, acordando el Ayuntamiento repartir igual nú-mero de panes, dadas las grandes necesidades de las familias debi-do a la carencia de trabajo.

A nivel local, habría que desta-car tres momentos de crisis muni-cipal (1881, 1884 y 1898), acom-pañados de una etapa de estabili-dad desde 1885 a 1897.

d.1. Primera crisis 1881: Ante las quejas recibidas en el Gobier-no Civil, a la sesión municipal del 17 de abril asiste un delegado gu-bernativo para inspeccionar la ad-ministración municipal. El alcalde en ese tiempo es D. José Liceras Jiménez. Se abre expediente y en la sesión del día siguiente el dele-gado gubernativo manifiesta que la Corporación ha incumplido la legislación sobre:

—Actas de las sesiones munici-pales: no se han hecho.

—Distribución e inversión men-sual de fondos: no se han hecho.

—Publicación del estado de la recaudación e inversión de fon-dos: no se ha hecho.

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(De arriba a abajo):Moneda acuñada durante el

reinado de Alfonso XII.

Retrato del rey Alfonso XII. Óleo de Marcos Hiráldez

de Acosta. Academia de Bellas Artes de

san Fernando, Madrid.

Retrato de doña María de las Mercedes.

José Denis Belgrano, 1879. Museo del Patrimonio Municipal de Málaga.

El Gobernador Civil, el 14 de mayo, cesa a la corporación en virtud del expediente formado y nombra un nuevo equipo provi-sional cuyo alcalde será D. Salva-dor Conejo Fuentes.

En este mismo mes, se cele-bran elecciones municipales que son recurridas por tres vecinos, José Sánchez, Domingo Berdugo y Ricardo García. De nuevo una orden del Gobernador Civil de-termina «se quede en suspenso la toma de posesión de los conceja-les electos en las últimas eleccio-nes hasta que se resuelva en defi-nitiva un espediente incoado so-bre coacciones electorales…» Fi-nalmente en la sesión del 31 de julio se informa de la orden gu-bernativa por la que se anulan las elecciones municipales de mayo y se convocan nuevas elecciones para los días 7, 8, 9, y 10 de agos-to, elecciones en las que resultan elegidos entre otros José Sánchez Argamasilla y Domingo Berdugo Fernández. La crisis se cierra de-finitivamente en octubre.

d.2. Segunda crisis 1884: En la sesión del día 15 de febre-ro, siendo alcalde D. Juan de Sil-va Ríos, se da cuenta de una co-municación del Gobernador Civil, por la que se destituye a dicho al-calde por no saber leer ni escri-bir y a los concejales por haberle elegido, sabiendo tal circunstan-cia. Al mismo tiempo nombra un nuevo equipo de gobierno provi-sional cuyo alcalde será D. Juan de Rojas Rojas.

d.3. Tercera crisis 1898: En la sesión del día 28 de enero pre-sentan la renuncia a sus cargos todos los concejales junto con el alcalde D. Francisco Ruiz Delga-do. La renuncia es admitida por la superioridad, y en la sesión del 9 de febrero toman posesión de sus cargos los nuevos concejales con carácter interino siendo al-calde D. Francisco Pérez Fernán-dez. La situación se normalizará a partir del 5 de marzo, en que toma posesión el nuevo Ayunta-miento elegido, cuyo Alcalde será D. Francisco Conejo Conejo, jefe del Partido Liberal en el pueblo. En este nuevo equipo figuran cin-co individuos de los que fueron nombrados interinamente por la superioridad.

Para finalizar este período, ha-remos mención a que en 1887 se procede a numerar las casas y poner nombre a las calles nuevas que se han ido formando: de la Cantera, del Moro, de la Higuera, de las Suertes; callejas de Carne-boba, Veneno, Alegría, Juan So-lano, Rivera, Muñecas, los Po-rretes, Volantes, de Juan Elias, de Pereo. La calle Antequera se divide en dos: una con ese nom-bre y otra con el de calle del Mo-linillo.

CONCLUSIÓN:

Como cierre a esta etapa, transcribo literalmente la conclu-sión a la que llega la escritora Ju-lia Aguado Santos:

«El pueblo de Villanueva del Trabuco, en este periodo, nos muestra una pequeña comunidad campesina abierta a los cambios, demócrata y republicana, que muestra en momentos cruciales, su apoyo a la realización de esa justicia social demandada por las clases jornaleras: el reparto de las tierras de propios.

De economía precaria, es ca-paz, por otra parte, de vivir sin dependencias exteriores fuertes, proveyéndose de los cereales que cultivan, el ganado y las peque-ñas huertas de su término. Es de-cir, prácticamente autosuficiente

El proceso de proletarización de gran parte de sus gentes tie-ne su origen en este periodo con motivo de las desamortizaciones, fundamentalmente de los bienes de propios que, si bien no van a modificar la estructura de la pro-piedad agraria en el término, en el cual seguirá predominando la pequeña propiedad, sí afectará decisivamente a la actividad ga-nadera que irá perdiendo paulati-namente su importancia. Así mis-mo, en estos años, es muy posi-ble que se iniciara la extensión del cultivo del olivo.

Villanueva del Trabuco, siendo un pueblo de pequeños propieta-rios y, fundamentalmente, siendo una comunidad bastante reducida, hace que llegado el momento to-dos los estamentos asuman el gran problema de la miseria y el ham-bre que asola a una parte de su población. Es por esto que tanto

98

progresistas como liberales o con-servadores cuando se producen las crisis se sienten en la obliga-ción inmediata de buscar solucio-nes: pedir dinero a la Diputación con objeto de emprender obras públicas que proporcionen traba-jo a los jornaleros, o bie,n como último recurso al que han de acu-dir es al reparto entre los propie-tarios hacendados de los parados en proporción a la dimensión de sus fincas y las labores. La ver-

dad es que los jornaleros del tér-mino no acuden a la violencia en situaciones de crisis o, mejor di-cho, los propietarios conscientes de que si no asumen de alguna manera la situación, el desenla-ce puede ser violento y optan por buscar soluciones.

La consolidación efectiva de la propiedad privada, las ventas de los bienes de propios, la prohi-bición de sembrar en terrenos de común aprovechamiento, el paro

estacional, las crisis por las malas cosechas unido al crecimiento de la población, cerrarán un círculo en el cual el jornalero se verá su-mido en la miseria. La organiza-ción y las nueves corrientes po-líticas, que comienzan a llegar a España, son las que pondrán en movimiento una fuerza que de mil modos distintos tratará de fre-nar el poder».

99

C R O N O L O G Í A H I S T Ó R I C A

1868 Derrocamiento de Isabel II

1868 1874

Sexenio revolucionario:

1. Monarquía democrática: Amadeo I de Saboya (1870–73).

2. La I República española (1873–74)

1872 1876

Tercera Guerra Carlista

1874 1902

Restauración monárquica:

Reinado de Alfonso XII (1874-1885)

Regencia de María Cristina (1885-1902)

1879…

Nacimiento de asociaciones políticas y sindicales:

desarrollo de los movimientos obreros.

PDSE: Partido Democrático Socialista Español (PSOE)

UGT: Unión General de Trabajadores.

1898Conflictos exteriores: El desastre del 98 (Pérdida de las últimas

colonias: Cuba, Filipinas y Puerto Rico)

Creciente desconfianza hacia el sistema político

(escasa transparencia).

Bibliografía:— Actas capitulares del Ayunta-

miento de Villanueva del Trabuco.

—AGUADO SANTOS, JULIA.:

«Villanueva del Trabuco. Los cam-

bios de la comunidad campesina

del siglo XIX». Gibralfaro, nº 29.

Málaga, 1978.

—CALERO AMOR, ANTONIO

M.: Movimientos sociales en An-

dalucía (1820–1936), Ed. Siglo

XXI. 1976.

—Revista Jábega.

historia

100

Siempre he creído que el hecho de que el fútbol sea el deporte más seguido en el mundo se debe a

que, en parte, es inherente a nuestra naturaleza. Nadie nos enseña a patear un balón, simplemente, cuando lo tenemos por primera vez de-lante, en el patio de los abuelos o en el pasillo de casa, una mañana de Reyes, el instinto nos impulsa a realizar el primer chut de nuestra vida. Otro de los motivos de la grandeza, a la que ha llegado este deporte, es la esperanza que produce en sus practicantes debido a la diferencia con el resto de deportes de pelota: la superficie de contacto. A este deporte se juega, esencialmente, con los pies. Este matiz hace que nos iguale en cuanto que la altura o la fortaleza física no son atributos tan diferenciadores como lo puedan ser la inteligencia, calidad, sentido táctico, compañerismo o capacidad de sufrimiento a la hora de deter-minar la valía de una persona para practicar el fútbol. Cualquier per-sona puede llegar a ser un buen jugador, ya sea alto, bajo, un tanque, un tirillas, rápido, lento o cualquier adjetivo que se nos ocurra. Que se lo pregunten a Messi o a esa Selección Española llena de «locos bajitos» que ha reinventado el concepto de este deporte.

deportes: va de fú tbo l - I I I Juan Ramos Rojas

HISTORIA DEL FÚTBOL SAUCEDEÑO.Villanueva del Rosario

Juan Ramos, entrenador, y la cantera actual del equipo

101

Guiados por esa esperanza, y por los ecos del todavía recorda-do gol de Zarra en Maracaná ante Inglaterra, o las gestas de los equi-pos españoles en las recién instau-radas competiciones europeas, un grupo de chavales de aquella épo-ca reunía 3000 pesetas al año para alquilar un terreno, la Haza Mata-pollos (actualmente, se situaría en las calles de debajo del ambulato-rio), e improvisar un campo de fút-

bol, que se podía llamar así porque estaba delimitado con líneas, más bien curvas, hechas con yeso, a mano y a ojo. El detalle definitivo que lo convertía en un «estadio» en toda regla era los dos maderos ver-ticales unidos por una cuerda, que hacía las veces de larguero, situa-dos a los extremos del campo si-mulando las porterías.

Eran los años 60, no existían aún las ligas federadas y la única posibi-lidad de medir las fuerzas ante equi-pos de otros pueblos cercanos era por medio de eliminatorias ficticias

con Trabuco, Riogordo, Fuentepie-dra y alguna otra localidad cercana. Estos enfrentamientos se dirimían entre perrerías, marrullerías y algu-nas gotas de calidad, las que cabían entre cada uno de los innumerables hoyos del firme. Eso sí, normalmente, terminaban con todos los jugadores tomándose una cerveza y charlando, o discutiendo, sobre el partido.

A principios de la década de los 70, se profesionalizó, por llamarlo

de alguna manera, la estructura de club. Las pachangas, ante la impo-sibilidad de pagar el alquiler del an-tiguo campo, cada vez se traslada-ban más a menudo a un terreno si-tuado en lo que hoy día es la «calle del kiosco de la Fina y la casa de Paco Rubio», y se convirtieron en entrenamientos con la creación de dos equipos: el Santa Rosa y el An-cla. El primero lo formaban los más veteranos, mientras que el segundo era reservado para los jóvenes que, poco a poco, se iban incorporando a los partidos entre pueblos.

(AbAJo)Año 1976. C.D. Trabuco, con ocho jugadores saucedeños (subrayados).De pie: Rodolfo, Paco la Rafaela, Canalejas, Miguel Carrasco, Gento, Pepe Cachorro, Serrano.Agachados: Julio, Montero, Miguel, Jorge Careta,

(izdA.) Santa Rosa 1966–1967. De pie: Paco Pedrines, Luis Francés, Paco de la Cristina, Juan Perote, Fino, Luisito, Miguel Cachorro.Agachados: Baltasar, Miguel Casuñas, Bernabé, Juan Colón, Martín Chicón

(ArribA) Ancla 1972. De pie: Miguel Cachorro, Luis, Juanillo Colón, Pepe Cosco, Serrano y Pepe Cachorro.Agachados: Liceo, Miguel Sopas, Añoño, Juan Fco., Gento, Juan Colón y Martín Chicón

Hubo que esperar hasta el año 1981 para ver, ya en los terrenos donde se sitúa el actual campo mu-nicipal, el nacimiento del Rosario Club Deportivo. Aunque ya unos años antes, algunos jugadores cru-zaron el Guadalhorce para formar parte del equipo de Villanueva del Trabuco, llegando, alguna tempo-rada, a ser mayoría en la plantilla. (Foto) Volviendo al año del debut, no pudo ser más exitoso. Por aque-lla época, se jugaba una 2ª Regio-nal, hoy desaparecida en nuestra provincia, que era el preludio de una 1ª donde habitaban equipos de gran potencial como podían ser Los Boliches, Coín o los Alhauri-nes. Desde el primer partido (ofi-cial) se pudo comprobar que aque-lla categoría se le quedaba peque-ña al neonato club saucedeño. Un 4–1 contra Humilladero inició una temporada que culminó con un as-censo ante Mollina.

En los cuatro años siguientes, el

club realizó un más que digno papel ante equipos, como he re-señado antes, con mu-chas más posibilida-des. Pero, sin duda, hay una anécdota que siempre permanece-rá en nuestra memo-ria futbolística y lo-cal. Era 1982 y había que ir a jugar al cam-po del que, a la postre, se proclamó campeón ese año ascendiendo a Regional Preferen-te (antesala de Terce-ra por aquellos tiem-

pos). Los jugadores saucedeños no hicieron lo que se conoce, precisa-mente, por una concentración pre–partido. Es verdad que estuvieron todos juntos la noche anterior, pero, en lugar de descansar, se citaron en la inauguración de la discoteca Poly s. La mayoría del plantel bajó las escaleras de la terraza discote-quil para subir las del autobús. Si el viaje hacia Fuengirola para jugar contra Los Boliches fue una odisea para la mayoría de los jugadores, el partido de fútbol les confirmó que se encontraban en el mismísimo in-fierno. Uno tras otro caían los goles en contra. Hasta nueve llegaron a besar la red saucedeña. Pero aquí no acaba lo que dentro de muchos años se confundirá con una leyen-da. Había un jugador que no asis-tió a la fiesta, Polilla, el cual siem-pre destacó por su lucha y por no dar nunca nada por perdido; pero aquel día era demasiado para el res-to. Cada vez que El Rosario encaja-

ba un tanto, él cogía la pelota y la llevaba rápidamente al círculo cen-tral mientras animaba a los demás a seguir intentándolo. Con los dos primeros goles, la cosa tenía senti-do, pero que, con cuatro o cinco a cero, pretendiera reanimar a sus compañeros, provocó que estos le pidieran, por favor, que no corrie-ra más y así darles menos tiempo para que los contrarios siguieran machacándolos. Por supuesto, no les hizo caso.

Una vuelta después, Los Boli-ches nos devolvían la visita. Casi medio equipo titular saucedeño se encontraba de baja. A pesar de la goleada encajada unos me-ses antes ante el mismo conjun-to y la precariedad de la plantilla, El Rosario consiguió mantener a raya a las huestes fuengiroleñas y mantuvo el 0–0 inicial hasta el fi-nal del choque a pesar de las in-numerables acometidas visitantes. Cuando el colegiado decretó el fi-nal de los 90 minutos, Pepe Ca-yuela, otrora técnico del Málaga, le espetó a Fino, entrenador local, que se notaba que había puesto a los buenos en esa ocasión. Cuan-do Fino le explicó la realidad de la situación, Cayuela no pudo más que esbozar una sonrisa mezcla de sorpresa e incredulidad.

En 1986, tras cumplir su cuar-ta temporada en 1ª, el Rosario CD desapareció acuciado por las deudas, aunque con la ilusión de volver pronto. Se tardó más de lo deseado en retornar a los fines de semana de fútbol en Las Clavelli-nas y no fue hasta la temporada 91–92 cuando, tras pasar a deno-

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Primera plantilla de un equipo federado (1981)Arriba: Hacha, Tedoro, Juan León, Chicón, Fino (entrenador), Pepe, Rubio, José Cholo, Gordillo y Paco.En medio: Juan Francisco, Gento, Baltasar (presidente), Serrano, Bernabé y Miguel.Abajo: Barranco (utillero), Cristóbal Luis, Polilla, Boba, Botello

minarse Unión Deportiva Rosario, se empezó una nueva andadura, otra vez de un solo año, por 2ª Regional.

Ese penúltimo partido en el campo de El Borge, con ambos equipos jugándose el ascenso, fue tan sumamente espectacular que, incluso, le quitó protagonismo a todo un FC Barcelona. Durante al-gunos años, la Cadena Ser mez-claba entre su Carrusel Deportivo de los fines de semana un partido de categorías inferiores. Aquel 6 de Abril de 1992, el partido elegi-do fue el de nuestro pueblo y nun-ca se nos olvidarán dos retazos de aquella retransmisión. El primero se sitúa cuando una conexión con el Nou Camp fue interrumpida por un gol de Francis, que casi senten-ciaba el encuentro a nuestro favor. También es reseñable que El Borge–UD Rosario fuera elegido como el mejor partido de esa jornada. Por cierto, quedó 3–6 y certificó el se-gundo ascenso de nuestro club, de nuevo, a la primera.

El último partido, en casa y ante Algarrobo, se presentaba como una fiesta con banda de música y muchas ganas de celebraciones. No pudo ser. Ese domingo cayó tal «pepiná» de agua acompañada de una ola de frío que al minuto 30, eso sí, con 7–0 para los sauce-deños, tuvo que darse por termi-nado un choque donde todos los reunidos, no más de 100, nos res-guardábamos del temporal en la caseta que hacía las veces de ba-rra detrás de la portería. El porte-ro visitante se aprovechó de ello y, entre gol y gol, le iban surtiendo

de copas de coñac para calentar un cuerpo que no dejó de tiritar durante esa media hora.

El periplo por 1ª fue, como ocurrió años atrás, más corto de lo esperado y, en 1997, se volvieron a apagar los focos de un campo que se llenó de chatarra, hierbajos e ilu-siones rotas de toda una generación que tuvo que buscar la posibilidad de disfrutar de este deporte en otros lares.

Una travesía por el desierto demasiado larga, ya que tuvimos que esperar 10 años para volver a disfrutar un domingo, acompañando a la caída del sol por Las Pedrizas, entre goles, pro-testas y las tensiones propias de es-tos, cada vez más escasos, campos de tierra.

Campo de tierra, o albero, que ha sido uno de los caballos de ba-talla de directiva, jugadores y afi-cionados. Pero para hablar de la transformación, y lo costoso de su proceso, quisiera acercarme a nuestros rivales por antonomasia, Villanueva del Trabuco.

Está claro que no se entende-rían todos estos años de fútbol sin esos derbis, casi a muerte, Rosa-rio–Trabuco, y viceversa. Entra-das subidas de tono, discusiones por cualquier nimia decisión de un árbitro, el cual, pitara lo que pitara, saldría escaldado y dos pueblos en las gradas con sus pi-ques en los cánticos y subidas o bajadas de ánimo según fueran

unos u otros los que dominaban los partidos que, daba igual la clasificación, eran imposibles de predecir. Pero no he abierto este paréntesis para rememorar aque-llos momentos, eso me llevaría un artículo el doble de éste, que es-toy a punto de terminar, sino para agradecer estas dos temporadas (2010–2011 y 2011–2012), en las que nos han cedido sus instala-ciones permitiéndonos entrenar y disputar nuestros partidos como local ante la larga espera que ha supuesto lo que, por momentos, llegó a parecer una utopía: la ins-talación del césped artificial.

El año 2012 ha sido el de la re-novación de esa esperanza de la que hablaba al principio. Pero si en los años 60 se anhelaba un sen-timiento de libertad, en esta época, se sueña con que Las Clavellinas se inunde con risas, y algunos llan-tos, de niños y mayores disfrutan-do de un lugar donde inculcar la gran cantidad de valores positivos que tiene el deporte. Vamos por el

103

Ascenso. Alineación inicial del 6 de Abril de 1992 en El Borge. De pie: Paneque, Gordillo, Serrano, Gento, Salvi y Francisco. Agachados: José Patarra, Manolillo, Francis y Felipe

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va de fútbol

buen camino, casi 100 niños, en la Escuela de Fútbol Municipal, y equipos federados en Cadetes, Ju-veniles y Seniors, son el fruto de tantos años de luchas y desenga-

ños. Esperemos que se le dé tiem-po para madurar.

Por último, no quisiera aca-bar sin antes hacer una reseña al jugador que más lejos ha lle-gado de todos nuestros paisanos. No sé si habrá sido el mejor que hemos tenido, y no porque no lo considere digno para ello, ni mu-cho menos, sino porque todavía resuenan por todos los campos de la provincia las cabalgadas de Gento, los goles de una de las pa-rejas más letales que se han podi-do ver por estas categorías, Ma-nolillo Melero y Francis Canío, el dominio del otro fútbol de gente

como Miguel Sopas, Paco el de la Rafaela y Antonio Serrano, o la sempiterna disputa entre los Franco por ver cuál de los tres hermanos, Manolo, Paco o Pepe,

ha sido mejor portero. Lo que está claro es que Jorge Ruiz, Ruiz, ha po-dido disfrutar lo que mu-chos hemos anhelado. La mayor parte de su ca-rrera ha discurrido entre 2ª B y 3ª, llegando a su máximo apogeo cuando, en la temporada 2002–2003, formó parte de una plantilla mítica de un club que ahora está muy de moda y que, por esas fechas, se encontra-ba luchando por volver a 1ª. Estoy hablando de

ese Levante en el que pudo com-partir vestuario con el venerado por algunos, denostado por otros (entiéndanlo, soy del Valencia), Pedrag Mijatovic. Pero, sin duda, el momento más feliz en la carre-ra de Jorge se produjo en la tem-porada 2007–2008 cuando cargó con toda Antequera en sus hom-bros. Ocurrió durante el partido de vuelta de la eliminatoria de as-censo a 2ª B, en él realizó una se-gunda parte primorosa, doy fe de ello, siendo pieza clave en una remontada que le sirvió al Ante-quera CF para volver a una cate-goría, 2ª B, que no visitaba desde hacía casi 30 años.

Este año, Ruiz, ha decidido disfrutar del fútbol en su pueblo y, en un equipo muy competiti-vo, con una gran camada de juga-

dores jóvenes, unidos a veteranos de calidad como Diego Paneque o Jerónimo, que no tienen mucho que envidiarle a Gago, por poner un ejemplo de lo que la suerte puede llegar a influir en estos ám-bitos, intentará lograr un ascenso a Preferente del que nunca he-mos podido disfrutar. Esperemos que se consiga y, entre otras co-sas, volver a revivir un derbi con nuestros vecinos y, por qué no, cambiar la tónica de los mismos que, últimamente, no nos ha sido muy favorable, la verdad.

EQUIPO ACTUAL En el recién estrenado céspedArriba: Miguel Terry, Pirri, Javi Banano, Diego, David, Rubén, Juan, Melero (2º entrenador), Pepillo (entrenador) y Luismi (delegado).Abajo: Kini, Curro, Jorge, Javi

Jorge Ruiz, vistiendo la elástica del Levante U.D. en la temporada

2002-2003

Abajo: con el Antequera CF, en la temporada 2007-2008

105

La historia del Club Trabike comienza a mediados de la década de los 90 con la irrupción de la «mountain–bike» en nuestra loca-

lidad. Un grupo de amigos amantes de esta nueva especialidad de ci-clismo decide fundar el club Trabike poniéndole este acertado nombre aprovechando el juego de palabras entre «Trabuco» y «bike» (Bicicle-ta en inglés).

A través del club, este grupo de amigos empieza a organizar rutas por el municipio y sus alrededores, y también comienzan a acudir a las carreras que se organizan en los pueblos vecinos, cosechando muy buenos puestos en las categorías inferiores.

asociacionismo J. F. Gallardo Moreno

CLUB TRABIKE

Sierra Nevada 2008

106

Entre aquellos miembros del club se recuerda con alegría y nostalgia esos primeros «pinitos» en este difícil mundo. En el año 95 se organiza, con varios clubes de las localidades vecinas, la primera subida al Pico Veleta, subida que no tiene carácter competitivo pero que a día de hoy sigue siendo la ruta anual más esperada por los socios. Tras varios años de existencia del club, el cual contaba inclu-so con un espacio en el antiguo granero que servía las veces de taller y de sala de reunión de sus so-cios, la actividades del club van menguando hasta llegar a desaparecer.

Es en el año 2005 cuando vuelve a resurgir el club desempeñando una labor extraordinaria en-tre los amantes del ciclismo de montaña, acapa-rando cada vez más socios llegando al centenar que lo forman a día de hoy. Anualmente los so-cios organizan cinco salidas por la geografía anda-luza así como también acuden a carreras repartidas por todo el territorio andaluz e incluso fuera de las fronteras de nuestra comunidad autónoma. Desde el club así mismo se promueve el ciclismo a través de múltiples rutas y paseos por los más bellos para-jes de la zona de Villanueva del Trabuco.

Desde hace 5 años, el club organiza, junto con la Concejalía de Deportes del municipio, la prue-ba conocida como «Desafío Trabuqueño», prueba incluída en el campeonato provincial de maratón y que año tras a año va acaparando más elogios en-tre los que acuden a participar.

Para cualquier duda o aclaración, no duden en po-nerse en contacto con el club al correo:

[email protected]

a través de la red social Facebook: Club Ciclista Trabike

o a través de Twitter en: @trabike.

CLUB TRABIKE

Alhama 2012

Sierra Nevada 2002

107

En Villanueva del Rosario, seguramente como en todos los pueblos del interior, por su eminente carácter agrícola, las llu-vias tienen especial relevancia y ello hace tan «refrecuente», en-tre los vecinos de esta villa, la continuada pregunta: «¿Cuántos han caído?» Se suele referir la gente a los litros de agua precipi-tada en ese día, no a los premios que haya podido repartir la lo-tería. La respuesta suele ser siempre la misma: «según D. Manuel, o Manolo Molina, 10, 25 u 80 litros»; o bien, e igual de frecuente, la respuesta es: «Habrá que preguntárselo a Manolo Molina».

Lo referido anteriormente justifica, con creces, la presencia de Manuel Molina Córdoba, docente felizmente jubilado, en esta sección con un extraordinario artículo que pormenoriza al detalle las respuestas a esa pregunta realizada durante décadas.

Coordinación y texto de presentación:

Gerásimo Arjona Bautista

Manuel Molina Córdoba

luis utrilla navarro

A Manolo acompaña nuestro colaborador habitual Luis Utrilla Navarrro, que ya nos ilustró en el anterior núme-ro de nuestra revista con un artículo de altísimo nivel sobre el viento terral. Luis Utrilla es ingeniero aeronáutico en activo y uno de los más importantes expertos, a nivel nacional, en His-toria aeronáutica española. Luis, desde El Brosque saucedeño, donde pasa grandes temporadas, reflexiona y nos informa sobre el origen, comportamiento y distribución mundial de esta espe-cial y bella urraca, que conocemos con el nombre de mohíno o rabilargo: ¿por qué lo de mohíno?

ciencia y naturaleza

108

Elrefránponeenlíneadeactualidadelcomportamientodeltiempoatmosféricoensuvertientedepluviosidadyjustificalainclusióndeestacolaboraciónenelnúmerotresdenuestrarevista.

LoqueseptiembreveníaarematardesequedadenlaagriculturadelAlto Guadal-horce,trasunaañodesequía(365mmhastaentonces)hadevenidoalfinaldelmis-mo,día28,enladescargadeunagota fría(entre220 y 260 l/m2)quehadejadounrastrodedañosenlaagriculturaydevastaciónenlosbienes,servicios,vialesyes-paciosurbanosquehanafectadoatodoslosmunicipiosdeestacomarca.Laaguascaídasnohanbeneficiadotantoalmonocultivodelolivarcomodañoshancausadoenloscampos,lasescorrentíasconlaerosiónyelarrastredelacapafértil.

Manuel Molina Córdoba

La lluvia en Villanueva del Rosario

septieMbre, diCen, seCa las fuentes

o lleva las puentes

ciencia y naturaleza

109

Cabe esperar que estas aguas caídas al final delaño pluviométrico 2011/ 2012 (que es el periodo comprendido entreel 30 de septiembre y el uno de octubre del año siguiente) seguidaspor lasdelmesdeoctubrecon126,50mm, lasdenoviembrecon236,50mmy23,50endiciembredeninicioaunpe-riododedos/tresañosdemenorestréshídricoparaelolivar.

Comenzó descargando la gota fría, que fue pro-nosticadapor laAEMET,en lacabeceradelGuadal-horceydealgunosdesusafluentes(Cerezo,Parroso,Marínyvariosarroyos)entrelas22horasdeldía28deseptiembreylas15horasdeldía29,dañandoloscascosurbanosdeVillanueva delTrabuco,delRosa-rio,Huertas del Río(pedaníadeArchidona),vegadeAntequerayotrosnúcleosdelacuencabaja.Lagotafríasefuedesplazandohaciaelestedescargandoso-brelasprovinciasdeAlmería y Murcia,causandoenellastambiéngrandesdaños.

AconsecuenciadeldesbordedelArroyo Marínfa-llecióunvecinodeArchidona,D. Juan Ramírez,hom-bre solitario y peculiar que habitaba una viviendapróximaasusbordes,enunparajecercanoalacarre-teradeLos Molinillos.Alparecertratabaderescatardelasaguasunperroqueteníaatado,conelresultadodequeambosaparecieronpróximosyahogadosunostreskilómetroscursoabajo.En su tramobajo,elGuadal-horcearrastróaunvecinodePizarra,deunossesenta

Mes/año 69/70 70/71 71/72 72/73 73/74 74/75

Octubre 157,8 12 0 145,8 62,8 22,8

Noviembre 188,4 60,2 47,7 85,6 29,2 42

Diciembre 83,5 120,4 79 24,5 161,7 3,3

Enero 312,2 147,4 139,5 95,5 28,3 100,5

Febrero 9,9 19,5 77,6 39,3 76,7 110,1

Marzo 97,4 122,5 121,5 88,5 72,4 281,6

Abril 27,7 200,7 43,2 27,5 123,4 67,4

Mayo 28,1 89,1 38,5 76,2 5,2 33

Junio 84,6 13,4 25 10,4 41,7 4,7

Julio 0 0 0 0 4,2 0

Agosto 0 0 0 3 0 0

Septiembre 0 7,6 39,2 0 0 0

Total 989,6 792,8 611,2 596,3 605,6 665,4

Mes/año 75/76 76/77 77/78 78/79 79/80

Octubre 6,9 141,1 74,6 13 225,6

Noviembre 8,5 36,3 96,5 40,7 69,2

Diciembre 112,5 254,7 186,3 127,4 35,2

Enero 37,1 159,5 47,3 224,7 117,5

Febrero 93,4 101,4 149 200,9 94,5

Marzo 56,1 36,1 41 70,6 88,4

Abril 102 2,5 64,4 42,6 16,7

Mayo 60,5 4,7 75,9 4,2 82,5

Junio 16 10 45,7 0 13

Julio 0 0 0 0 0

Agosto 0 0 0 0 1

Septiembre 12 0 0 40,9 1,8

Total 505 746,3 780,7 765 745,4

Mes/año 80/81 81/82 82/83 83/84 84/85

Octubre 57,4 10 15 3 4

Noviembre 122,2 0 204 198 233

Diciembre 14,5 311 54 133 5

Enero 0 215 0 33 70

Febrero 19,3 154 15 68 99

Marzo 45,8 49 22 63 24

Abril 165,1 40 37 43 43

Mayo 18,2 9 2 77 47

Junio 62,6 0 3 4 5

Julio 2,9 11 0 0 0

Agosto 15,5 15 2 0 0

Septiembre 28,6 6 0 0 3

Total 552,1 820 354 622 533

110

años,ysucadáverfueavistadoporunosmarinerosdíasdespués,amásde20kmdesuresidencia.

Lavirulenciade losdañospusieronenmarchalosequiposderescate,delimpiezadecalles,repa-racióndecaminosydesatorodepuentesporpartedelosOrganismoscompetentes:Ayuntamiento,Di-putación,Bomberos,etc.

Curiosamente sucede este fenómeno a los 60añosmenosundía, (el 29/ 09/ 52), deotro simi-lar.Nohaydatosdemedición,peroporelvolumendepiedraarrastradoporelArroyo de la Canaleja,quebordeaelcascourbanodeVillanueva del Rosa-rio,debióserdeparecidaintensidad.Enaquelcasolapiedraarrastrada,unavezcasqueada,sirvióparahacerellienzodemurodemamposteríaquesostie-neeljardíndelaplaza del Bacalao.Ladeahora,pa-lascargadoras,camiones…yescombrera.

Enaquellaocasiónhubomenosdañosenlasvi-viendasycabepensarcomocausasinfluyentes:por-queloscaucesestabanmáslimpiosporelpastoreoyporlaretiradadelosrestossecosparacocinarconellos;porquelosríosyarroyosnoestaban«enjaula-dos»entreconstrucciones,ni embovedados, ypor-que las aguas fluían por calles sin coches, con locualnilosarrastraban,niformabantapónconellos.

Laszonasdevastadashansidovisitadaspor lasmáximas autoridades para conocer e impulsar lasmedidaspaliativas.Así,giróvisitaelPresidente de la Junta deAndalucía,Sr. Griñán,acompañadodelasautoridadesprovincialesyquesupervisólostra-bajosdelosprimerosmomentos.Posteriormente,eldía5deoctubre,S. M. la ReinaDoña Sofía,acom-pañadaporlaMinistra de Sanidad,DoñaAna Mato,visitó Villanueva del Rosario. Ambas presidieronunasesióndetrabajoconalcaldes,autoridadesy serviciosdeemergencias y, posteriormente,otraconungrupodevecinosafectados,siguiendoviajeluegohaciaAlmeríayMurcia,provinciasquetam-biénsufrierongrandesdañosporlamismagotafría.

Enlosúltimos20añossehanproducido4ó5episodiosdealgunamenorcuantíaalaquelamen-tamosahora,especialmenteeldelosdías14y15deagosto de 1996,quetambiénocasionógrandesdañosenloscascosurbanosdeambasVillanuevas.

Mes/año 95/96 96/97 97/98 98/99 99/00

Octubre 0 37 25 3 122

Noviembre 92 103 135 9 37

Diciembre 190 365 183 65 104

Enero 353 266 79 76 12

Febrero 116 0 98 33 0

Marzo 33 0 6 63 18

Abril 23 41 62 19 160

Mayo 123 113 44 10 62

Junio 0 15 30 0 9

Julio 6 0 0 0 0

Agosto 150 19 0 0 0

Septiembre 66 78 43 33 11

Total 1152 1037 705 311 535

Mes/año 90/91 91/92 92/93 93/94 94/95

Octubre 90 151 94 96 30

Noviembre 56 76 16 105 65

Diciembre 34 23 23 4 11

Enero 5 12 36 59 33

Febrero 113 39 18 121 7

Marzo 126 55 54 15 68

Abril 37 54 68 43 21

Mayo 2 6 71 23 0

Junio 9 55 21 1 30

Julio 0 1 0 0 0

Agosto 0 1 0 0 4

Septiembre 42 14 3 23 6

Total 514 487 404 490 275

Mes/año 85/86 86/87 87/88 88/89 89/90

Octubre 0 85 55 89 73

Noviembre 100 91 71 75 331

Diciembre 115 30 191 11 192

Enero 55 184 127 63 78

Febrero 121 94 6 93 0

Marzo 101 0 8 40 23

Abril 60 19 67 78 95

Mayo 12 0 6 16 38

Junio 0 0 3 8 0

Julio 4 0 0 0 8

Agosto 0 42 0 3 1

Septiembre 36 2 31 62 60

Total 604 547 565 538 899

111

Este es el muro que se construyó con las pierdras de la riada de hace 60 años:

Plaza de Andalucía, conocida popularmente como El Bacalao o La Linde

ciencia y naturaleza

112

Enelgráficoinicialobservamosqueunrégimende600/700 litrospredomina,peroson frecuenteslosde300a500litrosporm2.Estosúltimos,ypeorsiseencadenandosomás,sonsequías.Losde1000,oalrededores,puedenllevartragediadentro,depen-diendodelaformaenqueserepartanlaslluvias.

Alos18díasdeloshechosquelamentamos,sevolvieronamedir80litrosenpocashorasyquedes-ataronlosmiedos.AfortunadamentelaslaboresdelimpiezaejecutadasenloscaucesdelArroyo de la Canaleja,enVillanueva delRosario,ydelGuadal-horce,enVillanueva del Trabuco,impidieronlare-petición.

Precisamenteestasegundaoleada,eldía17deoctubre,focalizadaenelBajo Guadalhorce,repro-dujoenlacapitalysusalrededoresloacaecidoenlasinundacionesdel14,15y16denoviembre de 1989quecausaronocho muertosyque losmala-gueñosnohabránolvidado.

Como antes, se han vuelto a inundar, con dostrombasdeaguayhastauntornadoenlacostaocci-dentaldeMálaga,polígonosindustriales,calles,só-tanos,etc.,demostrándoselaincapacidaddelossa-neamientos.OtrosarroyosdelestedeMálagacomoeldeJabonerosyGálicatambiénmostraronsufie-

rezaalvecindario.Sehapuestodemanifiestoquelohechoentre1989 y hoy (embalse deCasa-sola,encauzamientodeGuadal-horce,limpiezadecauces,etc.)nohasidosuficienteparaevitarlosgrandesdañosdeahora.

Mes/año 00/01 01/02 02/03 03/04 04/05

Octubre 30 92 21,5 171,5 44

Noviembre 91 49 164 93,5 14

Diciembre 233 56 75 246 67

Enero 107 24 61 33 0

Febrero 34 8 119 102,5 69

Marzo 87 99 72 211,5 51,5

Abril 3 109,5 40,5 76 1

Mayo 82 15,5 7 110 12

Junio 40 7 0 1 0

Julio 0 0 0 0 0

Agosto 0 0 0 0 15

Septiembre 74 13,5 8,5 6 30,5

Total 781 473,5 568,5 1051 304

Mes/año 05/06 06/07 07/08 08/09 09/10 10/11 11/12 12/13

Octubre 49 57,5 60 172,8 41 63 46,2 121,5

Noviembre 87 119 26 72 26 81 161,3 236,5

Diciembre 36 29 12 65 271 190,7 10

Enero 77 52 45 150,5 166,9 52 25,2

Febrero 62 51 25 118 196,5 59 8

Marzo 109 26,5 30 85 96 126,7 8,5

Abril 30 49,5 90,5 49 34 100,8 76,5

Mayo 54 93 64,5 5 27 72 26,5

Junio 22,5 0 0 0 14 5 0

Julio 0 0 0 0 1 0 0

Agosto 7 0 0 6 28 0 0

Septiembre 23 36,5 58 17 24,5 16,5 221

Total 556,5 514 411 740,3 925,9 766,7 583,2 358

113

Datosdelaestaciónpluviométricanº248sitaenVva.delRosario.Observadores:D. Higinio Repisohasta1982yD. Manuel Molinahastalafecha.

año lluvia (l/m2) año lluvia (l/m2)

69/70 989,6 91/92 487

70/71 792,8 92/93 404

71/72 611,2 93/94 490

72/73 596,3 94/95 275

73/74 605,6 95/96 1152

74/75 665,4 96/97 1037

75/76 505 97/98 705

76/77 746,3 98/99 311

77/78 780,7 99/00 535

78/79 765 00/01 781

79/80 745,4 01/02 473,6

80/81 552,1 02/03 568,5

81/82 820 03/04 1051

82/83 354 04/05 304

83/84 622 05/06 566,5

84/85 533 06/07 514

85/86 604 07/08 411

86/87 547 08/09 740.3

87/88 565 09/10 925,9

88/89 538 10/11 766,7

89/90 899 11/12 583

90/91 514 Media 652,34

Mes Máx. Año Mín. Año Media

Octubre 225,6 1979/80 0 varios 65,27

Noviembre 331 1989/90 0 1981/82 91,90

Diciembre 365* 1996/97 3,3 1974/75 105,53

Enero 353 1995/96 0 varios 88,54

Febrero 200,9 1978/79 0 varios 70,67

Marzo 281,6 1974/75 0 varios 67,27

Abril 200,7 1970/71 1 2004/05 59,38

Mayo 123 1995/96 0 varios 40,60

Junio 84,6 1969/70 0 varios 14,18

Julio 11 1981/82 0 varios 0,89

Agosto 150 1995/96 0 varios 7,27

Septiembre 221 2011/12 0 varios 27,41

* Máxima precipitación mensual registrada

114

Luis Utrilla Navarro

DeL GuaDaLhoRce aL Japón:El largo, insólito y misterioso vuelo del mohíno

a esa hora inCierta en la que las últiMas luCes del día ti-

ñen de oro las laderas de la sierra de Camarolos, un

grupo de alegres y bulliCiosos rabilargos extiende sus últiMos

aleteos sobre un grupo de alMendros en el paraje sauCedeño

de el Brosque.

proCedentes de un olivar CerCano, su bella librea azul Ce-

leste y negra, terMina perdiéndose entre las raMas de unas enCi-

nas Centenarias, en las que finalMente se aposentan en fraternal

CoMpañía dispuestos a pasar la noChe.

si el naturalista Charles darwin hubiera ConteMplado

la esCena, no hubiera dudado en pensar que el raBilargo, o

mohíno, CoMo se le denoMina en la zona del alto guadal-horCe, no era sino un bello eslabón Más del esCalafón evolu-

tivo y adaptativo de la faMilia de los Córvidos europeos.

pero nada Más lejos de la realidad. Más allá de unos Cen-

tenares de kilóMetros del sudeste peninsular ibériCo no hay

vestigio alguno de la faMilia de los CyanopiCa, noMbre Cien-

tífiCo del bello Mohíno Malagueño, Cuyo signifiCado no pue-

de ser Más desCriptivo, urraCa azul, del griego Cyan, azul, y

del latín piCa, que signifiCa urraCa.

ciencia y naturaleza

¿Será acaso el rabilargo fruto de un endemismo ibérico?

Tampoco la respuesta es ahora afir-mativa.

AlosmilesdeejemplaresibéricosdelrabilargosesumancentenaresdemilesdecongéneresquehabitanlascostasdelmardelJapón,tantoenlastierrasdelaChina continental como en losmontesdelarchipiélagonipón.

Desde Siberia a Mongolia, pasan-doporChina,Coreay Japón,milesdeejemplaresdelmohínocubrensotomon-tesydehesas.Desdeelparalelo43Nor-te (Primurskiy KrayenSiberia),alpara-lelo 28Norte, (Huan,China); desde lataigarusahasta laszonassubtropicales,pasandoporelTibet;elrabilargoextien-de sus celestes alas en una amplia ex-tensióndellejanooriente.Yasí,sehandetectadorabilargosinclusoenlasierrarusadeSihote–Alin,dondeenelmesdediciembrelatemperaturaoscilaentrelos–20ºylos–4º,sinllegarningúndíaasu-perarlos0ºC.

EnlapenínsulaibéricaelrabilargoseencuentradesdelaSubpenibéticahastaelparalelo39Norte,enaltitudesporde-bajode los1.600metros,y ligadocasisiemprea la vegetacióndebosqueme-diterráneo,especialmentealasmanchasdematorralesjuntoalosencinares.

Larelaciónentreambaspoblacionesdelrabilargo,laasiáticaylaibérica,esunodelosmisteriosquelacienciainten-tadescifrardesdehacecasidossiglos.

Fue el notable zoólogo y botánicoalemánPeter Simón Pallas(1741–1811)elquedescribieraporvezprimeraelgru-podeavesdenominadoCyanus.Cientí-ficodestacadodesutiempo,propusounnuevosistemadeclasificaciónanimalycomoprofesordelaAcademia de Cien-cias de San Petersburgodirigiódistintas

115

Dibujo de Cui Bai

expedicionesenRusiaenbuscadenuevosespecí-menesdeanimales,convirtiéndoseenelgranespe-cialistadelazoologíaeuroasiática,estudiosquepu-blicóensumagnaobraZoographia Rosso–Asiatica,siendo,porello,numerososlosanimalesquellevansunombre.Esbastante razonableque fueraenal-gunadeestasexpedicionessiberianasdondecono-cieraalrabilargo.

Noobstante,lecorresponderíaalornitólogofran-cés,Charles Lucien Jules Laurent Bonaparte(1803–1857), sobrino del emperador Napoleón, llevar acabolataxonomía(delgriegotag:orden)denuestromohíno,Cyanopica Cooki,allápor1850,esdecir, describir las características ana-tómicasdelmismo.

En Italia, Bonaparte describió unanuevaespeciedeave,elCarricerín Real(Acrocephalus Melanopogon), y en elviaje que realizó aAmérica recogió es-pecímenes de otra especie hasta enton-cesnoidentificada,elPaíño,oPetrel de Wilson, (Oceanites oceanicus) bautiza-da así en honor del ornitólogoAlexan-der Wilson.

Tambiéndedicósusesfuerzoselorni-tólogogaloadescribirelgénerode palo-mas Zenaida,alasquepusoesenombreenhonorasumujer.

Bonaparte mantuvo relaciones yamistad con los principales ornitólogosdesutiempo,asícomoconlasorganiza-cionesdecienciae investigación, tantoen Italia como en Estados Unidos,Ale-maniaeInglaterra,publicandonumero-sasobrascientíficassobrelasaveseuro-peasyamericanas.

SibienladescripciónquerealizóBo-napartedelgéneroCyanopica Cookinollegó tan lejos como hoy conocemos, permitió si-tuaranuestrorabilargoenelordendelasavesPas-seriformes,quecomosunombreindicasonaque-llasque tienen formadegorrión, formadepasser,que es el nombre en latín que recibe tan comúnpájaro.ElordendelasPasseriformesincluyeamás

delamitaddelasespeciesdeavesexistentesenelmundo,unos5.400tipos.

Dentro de las Passeriformes cabe distinguir aaquellas aves que tienen la facultad de cantar, loqueconsiguengraciasaldesarrollodeuncomple-josistemademúsculosquelespermitecontrolarsusiringe,quenoessinoelnombrequerecibeelapa-ratodefonacióndelasaves,yqueseencuentraubi-cadoenellugarenelquelatráqueasedivideparaformarlosbronquios.

Estospájarosconformadegorrión,yquepuedencantar,seagrupanenlasubordendelosPasseri.

TodoslosPasseriformessecaracterizanportenerpatasdecuatrodedos,tresdirigidoshaciadelanteyunohaciadetrás,amododepulgar.

Siseguimosdesgranandolataxonomíadenues-tro rabilargo,veremosquepertenecea la superfa-milia Corvoidea ydentrodeella, seagrupaen la

116

familia de losCorvidae o cuervos, especialmenteconocidosportodos.

Loscuervosson lasmayoresde lasavesdelor-dendelasPasseriformesyentrelos38génerosqueformanestafamiliaseencuentraeldelasCyanopi-ca,alaquepertenecenuestrorabilargo.

Unadelascaracterísticasmáscuriosasdelmohí-noessusingularidaddecriarencooperativa,loquehacequelaparejadepadresbiológicosseaayuda-daenlaalimentaciónyproteccióndelospollosporelrestodelosmiembrosdela«familia».

Duranteelinviernolosmohínosseagrupanenbandosqueaveceslleganasernumerosos,yconlallegadadelaprimaverasedispersanparalacría,perosinllegaraperdersedevistaalobjetodepo-derprestarseayudamutua,especialmenteantelosdepredadores.

En España, los nidos de los rabilargos se en-cuentranenarbolesrelativamentebajos,alrededordeloscincometrosdelsuelo,peroenlasregionesdeRusiacomoUssuriland,sehandetectadonidosderabilargosamenosdeunmetrodelsuelo,ein-cluso se han observado nidificaciones en elmis-mosuelo,enaquellosparajesausentesdeárbolesoarbustos.

Construyeelmohínosunidoconunaprecisióncasiarquitectónica.Utilizaprimeropalitosdecier-tocalibrequecimentaenlascrucesdelárbol,uti-lizandoparaellobarroamasadoconelpico.Pos-teriormenteleañadehierbas,musgos,pajas,pelos,inclusohilosderafiadelasutilizadasenlaslaboresagrícolas.Terminan la construcción del nido aña-diendo lana de oveja, pelos de liebres y conejos,plumasdegallinayhastatrozosdepapel;deestemodo,consiguenla«comodidad»deseadaparasa-caradelanteasuspolluelos.

La puesta de la hembra oscila entre los seis uochohuevos,einclusosehandetectadocasosdepuestas en común de dos hembras en unmismonido.Sibienelmacho seencargadealimentaralahembramientraséstapermaneceincubandoloshuevos, es habitual verla también abandonar elnido,yaseaparaprocederasulimpiezaoparasupropio«aseo»personal.

Mientras se encuentra incubando, es habitualque lahembraemitagritosde«saludo»alverpa-sarotrosrabilargos,peroinmediatamentesehundeinmóvilenelnidocuandolosobrevuelaundepre-dador.

Lospollosnacendespuésde21díasdeincuba-ción,desnudos,ciegosyde formaasincrónica,esdecir,entiemposdiferentes,cadaunoasuaire,loqueexplicalagrandiferenciadetamañodelospo-llosenlosnidos.

Unavezquehansalidodelcascarón,sonvarioslosrabilargosdelmismogrupolosqueayudanalospadres en la cría de los polluelos. Este comporta-

mientocooperativosolamentesehapodidoobser-varenapenasun3%delasmásde9.700 especies de aves conocidas.Elpapeldelospadresylosayu-dantessealternaconlosañosdentrodelamismafamilia,teniendoelpapelmásactivoenestatarealosmachosjóvenes.

EnJapónhallegadoaobservarsecómolosadul-tosquepierdensusnidosayudanaotrasparejasasacaradelantelossuyos.

Tras dos semanas en el nido, los polluelos loabandonanparaincorporarsealgrupofamiliar.

Lacooperaciónentrelosmiembrosdelmismogru-poseextiendetambiénaladefensafrenteasusde-predadores.Enocasiones,sehavistoaunatreintenadeindividuoshostigandoasusdepredadores:cuervos,

117

ciencia y naturaleza

118

azores,cornejas,águilas,omilanos;e inclusoa lasginetas,zorros,gatos,culebrasolagartos.Estehos-tigamientoraramentellegaalaagresión,loquenohaevitadoqueenelmundoruralsehayaconside-radoalosrabilargoscomounpájaroviolento.Todolocontrario,elrabilargosuelesertemerosoyasus-tadizoynecesitaáreastranquilasparaeldesarrollodesuscolonias.

Misteriosamente otrosPasseriformes, como rui-señores,pinzones,mirlosoestorninos,seunentam-biénalgrupode rabilargosparahostigara losde-predadores.

Enalgunasocasiones, losrabilargosaceptanvi-vircercadesusdepredadores,enestecasoelhom-bre, con el objeto de sentirse protegidos de otrasamenazas,comportamientoquesedenominaenor-nitologíacomo«efecto gavilán».

Sialgunodelosrabilargosesapresado,losadul-tosllevaninmediatamentealrestodelgrupo,espe-cialmentealosmásjóvenes,alinteriordelaespe-suravegetalparaprotegerlos.

Enelperiodoestival,escomúnveralosrabilar-gosjuguetearcercadelagua,yaquesonamantesdelosbaños,y,especialmente,deacicalarseentreellos,cuidandounosdeotroscomoverdaderaavegregariaquees.

Estecomportamientoigualitariosevedesarrolla-doporlacaracterísticadenocontarconunajerar-quíadentrodelgrupo,siendohabitualunarelacióndeprecedenciahorizontal entre todos los adultos.Suparticipaciónenelgrupolesllevaamoversealunísono,deformaespecial,enelotoñoyenelin-vierno,cuandolacomidaescasea.Seleshaobser-vadobuscar comida en compañía demirlos, abu-billasyestorninosnegros,manteniendounrespetoenloshábitosdealimentacióndecadaespecie,sinagresionesentreellas,ydejandoquecadaunoocu-pesuespacioycapturesuspresas.Estecomporta-mientosociallespermitetambiénanidarmuycercadeotrasavessinqueseproduzcanagresionesalospolluelos.

Losrabilargossonesencialmenteinsectívoros.En invierno buscan las larvas en el suelo, «ca-vando»conelpicoyarrancandoinclusoalgode

Polluelos de rabilargo en el nido

Colaboración entre adultos de rabilargo

119

hierbahastaquedanconellas.Oteanlospedrega-lesenbuscadesaltamontes,oescudriñanentrelasgrietasdelasparedesyenlosagujerosdelterrenoenbuscadeinsectosdetodotipo.

Soncapacesdecapturarmoscasycoleópterosenvuelo,saltandodesdelaramaenlaqueseposanyotean,peroalmismotiempopuedenrealizarvue-losaescasoscentímetrossobrelahierba,buscandoinsectossobrelosquesedejancaer.

Selespuedevertambiéntrepandoporlostroncosdelasencinas,buscandoentrelacortezahormigas,pulgoneseinclusolaprocesionariadelospinos.

Sushabilidadesalimenticiaslespermitenpescar,posándoseenloscursosdeagualivianasenbuscadelosinsectosquehayenlasuperficieytambiéndebajodeella.

Aunqueapenassisoncapacesdecazarvertebra-dos,seleshavistoatacaraotrosanimalesmenoresydarlespresa,yaseanestosgorriones,olagartijas,sien-do,sinembargo,sudietahabituallasfrutas,loscerea-les,loshigosyespecialmentelasbayasylasbellotas.

Como todos losmiembrosde la familiade loscórvidos, los rabilargos tienen la facultad de pro-duciregagrópilas,palabralatinaquesirveparades-cribirlasbolasdematerialindigeriblequealgunasavesexpulsanporelpico.

Perodetodassussingularidades, el gran miste-rio del «Rabilargo»siguesiendosupresencia entre nosotros.

Durantedécadas,sepensóquelaatípicadistri-bucióndel rabilargo, en lapenínsula ibérica y lalejanaAsia, eradebidaa la introducciónenEuro-paporpartedelosnavegantesportugueses,quienestrajeronhastaLisboalosprimerosejemplaresdelra-bilargo,abordodelosbarcosprocedentesdesuscoloniasasiáticas.

La especial veneración que el rabilargo recibeenalgunasculturasasiáticas,porsuconsideracióncomounavedebuenasuerteysuatractivocolor,podríaexplicarel interésde losmarinosenhacer-seacompañarderabilargosensulargatravesíadelosocéanos.Almismotiempo,losbellosmohínosserviríandepresenteparalaautoridadeslusas,delmismomodoqueColóntrajohastalosReyes Cató-

licosuncompendiodelafaunaylafloradelNue-vo Mundo.

Latradiciónasiáticadelabuenasuertequelasurracas engeneral representa sehamaterializado,durantesiglos,enlaspinturasytapicesquedecoranlospalacioschinosyjaponeses,llegandoinclusoaadornarlostemplosconfucionistas.DichatradicióneracompartidaenalgunamedidaenlaEuropa Me-dieval,especialmenteenPortugal,dondeelrabilar-gohatenido,yaúnmantiene,estatradicióndeaveafortunada,incluyéndoseporellosuimagenenlasfelicitacionesdeNavidadoAñoNuevo.

PerolateoríadelaintroduccióndelrabilargoenlaviejaEuropa,procedentedelalejanaChina,seve-ríatotalmentedesmentidaenunacuevagibraltareñaafinalesdelsigloXX.

Urraca. Foto: Mariano Fernández

120

Remontándonos unas décadas atrás, corría elaño 1907 cuando el capitán A. Gorham descu-brióunasingularcuevaenelpeñóndeGibraltar,mientrasibaenposdelostesorosdelospiratasybucanerosquehabíanpoblado la rocadurante si-glos.Sinembargo,elverdadero«tesoro»delacue-va Gorhampermaneceríaocultohastafinalesdelosañoscuarenta,cuandoserealizaronenellalaspri-merasexcavacionesarqueológicas.

Aprincipiode losañosnoventase reanudaronlas investigacionesenlacueva Gorham,ahoradelamanodelMuseo de Historia Natural de LondresbajoelnombredeGibraltar Cave Project.De losdatosobtenidossehapodidodeducirquelacuevasirvióde refugio yhábitat posiblemente al últimogrupodeneardentaleseuropeossupervivientesdelPaleolítico Medio.

Además,laposicióndelacuevaenelextremodelatierraconocidalaconvirtiódurantesiglosensantuario de ofrendas a todos los dioses protecto-resconocidos,ya fueraHércules,Astarté,TanitoBes,prácticamentehastaelsigloIIIa.n.e..Lacueva GorhamhaproporcionadodurantemásdemediosiglodetrabajosarqueológicosunsinfínderestosdetodaslassingladurashumanasporelMediterrá-

neo: griegos, cananeos, egipcios, fenicios, tartési-cos,íberosyromanos.

Junto a los restos humanos, numerosos restosanimaleshanhechodelacueva de Gorhamunver-daderotesoropaleontológico,queinclusohanani-madoalgobiernobritánicoasolicitarparaellaelcalificativodePatrimonio de la Humanidad.

PerodetodaslashistoriasdelacuevadelPeñón,la quemásnos interesa es la acaecida en el año2000,cuandolaornitólogayarqueólogabritánicaJoanne Henrietta Cooper,miembro del grupo deavesdelNatural History Museum de Londres,des-cubriólosfósilesdedoshúmerosderabilargo,con-sideradoscomolosprimerosvestigiosdedichaaveenEuropa.

Elhallazgoseprodujoenelcursode lasexca-vacionesquedesdefinalesde losaños sesenta seveníanrealizandoenlascuevasdeGorham y Van-guard,porpartededistintosgruposdeinvestigado-res,comopartedelosestudiosdelPleistocenoSu-periorenEuropa,yque tambiénhan incluido losestudiosdeavesenotrascuevasdelacostamedite-rránea,comoenlaarchiconocidaCueva de Nerja.

La datación de los restos del rabilargo encon-trado, cercanaa los40.000 años, certifica supre-

Gibraltar: cueva Gorham

121

senciaenlapenínsula ibéricamuchomásalládelaocupaciónhumanacivilizada,ydescartanportan-to, toda posibilidad de introducción del rabilargodelamanodelosnavegantesportugueses.

Perosielrabilargoyaestabaaquíhacemilesdeaños,¿cómo se explica la especial distribución de esta colonia en el mundo?

Lacontestaciónaestapreguntahahechoresur-gir una nueva explicación científica ya apuntadahacedécadas.

LasúltimasglaciacionesocurridasenelPleisto-ceno, que ocuparon gran parte deEuropa yAsia,podríanhaberdesplazadoalosrabilargosadosre-giones refugio, precisamente en los extremosquequedaron libres de los hielos permanentes: lape-nínsula ibéricaylacostaasiáticadelPacífico.

LadelosciclosclimáticosoriginadosenelPleis-tocenohasidounaexplicaciónhabitualdeloscien-tíficosparaexplicarlarupturadeloshábitatsdelosanimalesenbuscaderefugios,siendoademásunadelascausasmásimportantesdeladiversificacióndelasespecies.

La ruptura que las últimas glaciaciones produje-ronenladistribucióndelrabilargoes,potencialmen-te,unodeloscasosmásextremosdelresultadodeloscambiosclimáticosacaecidosennuestroplaneta.

Para confirmar esta hipótesis, la pregunta queahoraquedaenelaireessabersiexistenfósilesdela población del rabilargo en el inmenso espacioeuroasiáticoqueseparaambaspoblaciones,ubica-dasamásde9.000 kilómetrosdedistancia.

De la observación de las colonias de rabilar-gos,elornitólogo Shunji Haradadescribió,en1997,una ligerísima diferencia entre los especímenesasiáticosylaespecieibérica,consistenteenlaco-loraciónblancadelapuntadelasplumascentralesdelacola,característicaacusadaenalgunosespe-címenesrusosyque,aunquetambiénsedaenlosejemplares españoles, lo hace conmuchamenorpreeminenciaqueenlosasiáticos.

Paraintentardescifrarelmisterio,enelaño2001,los profesores del Instituto de Genética del Cen-tro Médico Queen’sdelaUniversidad de Notting-ham,Koon Wah Fok,Christopher M. WadeyDavid

T. Parkin,llegaronacabounestudiogenéticosobreambaspoblacionesderabilargos.

Elestudio,consistenteencompararelADN mi-tocondrialdelosdistintosindividuos,nohapodi-dosermásconcluyente: se tratadedosespeciesgenéticamente distintas, la asiática y la ibérica,cuyasegregaciónpudoproducirsehaceunoodosmillonesdeaños1.

Perola investigacióndelauniversidadbritánicanosha llevadomuchomás lejosde loqueesperá-bamos.EnlapoblaciónasiáticasehanidentificadodoslinajesdelADN mitocondrial.Unodeellosco-rrespondientealgrupodeindividuosquehabitanenelAsiacontinental,yelotroaloscorrespondientesrabilargosqueseubicanenlacostadelocéanoPací-ficoyenelarchipiélagojaponés.Unoyotrolinajesseencuentranseparadostopográficamente,caside

Cyanopica cooki. Autor: Anton Fritsch

norteasur,porlacadenamontañosadeDa Hingan LingyelMar Amarillo.

Deestosdoslinajes,inclusopodríadeducirselaexistenciadealmenosochosubespecies,que losornitólogos han denominado Cyanus, Kansuensis,Interposita, Swinhoei, Pallescens, Stegmanni, Ko-reensisyJaponica.

Inclusohayalgúnespecialistaquehaaventura-dolaexistenciadedossubespeciesenlapenínsulaibérica:laportuguesaylaespañola,perolosdatosdelADNnopermitensudistincióncomotales.

Tras la publicación de estos resultados científi-cos, laComisión Internacional de Nomenclatura Zoológica,ICZN,organismocreadoen1895parabuscarelconsensoenlanominacióncientíficadelosanimales,todavíanohallegadoaunacuerdoencómollamaralrabilargo.

La propuesta más avanzada es designar al ra-bilargoasiáticocomoCyanopica Cyanus,nombreoriginalmenteatribuidoporelornitólogoPallasen1776paraunespécimenprocedentedelaregióndeDauria,enlaTransbaikalia;yasignaralaespecieibérica el nombre deCyanopica Cooki, atribuidoporBonaparteen1850aunespécimenrecibidodeMadrid, y que tiene el apelativoCooki, probable-menteenhonorelnavegantebritánico James Cook,alquesiguiendolasnormasdelatinizacióndelosnombresdelosanimaleselornitólogofrancésaña-dióunaifinal.

Seacomofuera,siguesinresolverseladistanteubicacióndelosdosgruposderabilargos.Lociertoesquecadadíasonmáslosamantesdelaornitolo-gíaqueacudenaEspañaaobservaratancuriosoybelloespécimen,queenellenguajeanglosajónhaempezado a denominarse Iberian Magpie, urracaazul ibérica, en sustitución de la vieja denomina-cióndeAzured–Winged Magpie,urracaazulalada.

Sondistintaslaspublicacionesdelosamantesdelospájarosquehanincluidolaimagendelrabilargoensuspáginascentrales,comoverdaderoreclamoturístico.Al unísono, algunos países han incluidoensussellosdecorreoslaimagendelrabilargo,in-clusoenregionesremotasenlasquenuestropopu-larmohínonotienepresenciaalguna,comosonel

casotandispardeGhanaoLituania.Enestaúltima,seha impresoun sellodondeaparecendosejem-plaresderabilargoacunandoalNiño Jesús.

Chinahadedicadoen2006unahermosahojapostalalrabilargo;Corealohizoenelaño1976;yPortugalen1977.España,dedicóunodesussellosalmohínoalláporelaño1973,comounade lasavesmássingularesybellasdenuestropaís.

Algomásprosaicaeslainiciativadeunaempre-sa norteamericana www.birdorable.com, que trasunavisitaaEspañadesusdiseñadores,haincluidoensucatálogodeproductoslaimagendeunrabi-largo,yaseaparacamisetas,ropadeportiva,tazas,materialescolare inclusoropa interior, tantomas-culinacomofemenina.

Paraconcluir,quizásestahistoriadellargo,insóli-toymisteriosovuelodelrabilargo,nospudieraservirparareflexionarsobrelasingularidad,bellezayfra-gilidaddemuchosdelosanimalesquenosacompa-ñanenestepequeñosantuarionaturaldelvalle del alto Guadalhorce; yde la importanciaque supro-tecciónyconservacióntieneparalariquezaydiver-sidaddeunmundonaturaldelquetodosformamosparte,desdelosconfinesdelAsia Orientalalosenci-naresdeEl Brosque,enVillanueva del Rosario.

1Lasmitocondriassonlaspartesdelascélulasencargadasdelsuministroenergético.ElADNdelasmitocondriases

especialmenteadecuadoparalosestudiosevolutivosyde

parentescodelasespecies.

SelloS de diStintoS paiSeS con motivo de rabilargo:china, eSpaña, vietnam, mongolia y lituania

Este enteropostal de China fue adquirido en Shangai por Elena Utrilla, expresamente para la revista Desde el Alto Guadalhorce

124

EnelprimernúmerodeDesde el Alto Guadal-horcefueMorente. El barbero de Picasso;en

elsegundo,pasamosdelrecuerdodelgrancantaor«granaíno» y del sin parmalagueñoPicasso al do-cumentalGénesis, donde un cuentacuentos africa-nonosrelataba,utilizandoellenguajeevocadordelmitoylafábula,elnacimientodeluniversoylases-trellas;enestaocasión,traemosanuestrasecciónde¿QUÉ…?unaextraordinariapelículadocumentalti-tuladaLA PUERTA DE NO RETORNO. Fueestrenadaen2011ytratasobrelainmigraciónafricanaenEs-paña.SudirectoresSantiago A. Zannou ysusguio-nistassonSantiago A. Zannou y Jaume Martí.Elfilósoforumanofrancés Ciorán escribióque «Exis-

tir es un plagio».Porelloconvienesaldarlasdeudasdelpasadoydejardeserunplagiodesímismo.Suprotagonista,vendedordecinturonesenunmercadi-llodeCarabanchel yartistaqueheredódesumadrelapasiónporlapintura,Alphonse Zannou,esunin-migranteafricanoquerecalóenEspañahacemásde40añosysecasóconlaaragonesaMari Luz.Alphon-seprometióasumadreysushermanosquevolveríaasupueblodeorigen,Alasahal,situadoenelantiguoreinodeBenín (Dahomey), enÁfrica occidental,pararestablecerlaposicióneconómicadelafamilia.Perosusueñoeuropeotambiénsehizo trizasynoregre-sóhastaqueSantiago A. Zannou, directordecinedeorigenafricano,afincadoenEspañaypremiadoconunGoya por«El truco del manco»,decidióacompa-ñarasupadre,aAlphonse,asupaísnatal,cuarentaañosdespuésdesusalidahaciaEspaña,paraqueseenfrenteasusmiedosyasusmentiras.Enesteviajederedención,Alphonse buscarálareconciliaciónconsuúnicahermanavivayenferma,Veronique,ytambiénrecabarelperdóndesusantepasadosconlaesperan-zadecerrar,porfin,lasheridasdelpasado.ElprotagonistaAlphonse Zannou esahoraunsep-

tuagenarioconproblemasdevisión,quequiereguar-darenlamemorialasimágenesactualesdesusoríge-

nes.SurostrorecuerdaaldelgranMorgan Freemanporsuenormecapacidadparaexpresarsentimientosconunasimplemirada.Alphonseeslamejorbazadeunapelículaquenovulneraintimidades,perosezam-bulleenlossentimientosocultosdepersonajesreales.

La puerta de no retorno esunhomenajeanues-trosancestros,anuestrosantepasadospróximos,alapropiaÁfrica,aaquellosquetienenqueabando-narsutierrayasufamiliaparabuscar un futuro me-jor en otro país,dondelamayoríadelasvecesnosonbienacogidos.Esdecir,nadanuevoyalmismotiempodemáximaactualidad.¿Esésteuntema extrañoparacentenaresdefami-

liasespañolas? ¿Odespreciamosnuestramemoriaporsusingratos recuerdos?

Gerásimo Arjona

¿QuÉ VeR?sugerencias

125

«… Parte de la mañana se nos ha ido en alcanzar la

cima del Chamizo, ese pico de la Dorsal Bética al que

las sierras de Camarolos, Jobo, Gorda y San Jorge se

asoman como inmensos balcones cuando quieren mi-

rar el mar; un mar que, sin embargo, aquí no llega a

puerto…lo que entra por los sentidos es un mar surca-

do de paisajes, donde el agua es ese cielo que contiene

la tierra bajo rumores que surgen en cada venero, en

cada manantial o nacimiento, en cada pocillo, chorrillo

y fuente…».

¿En qué medida somos dignos del paisaje que nos rodea?JoséMoreno Fernández anduvo por estas tierras allá por los

años80del siglopasado,ejerciendodemaestroenelcolegio«Velasco y Merino» de VillanuevadelRosario.Desdeentoncesnohaparadodecaminar.Volvióasutierrayselicencióydocto-róenlauniversidaddeAlmería,dondeejerciódeprofesoraso-ciado;actualmente, sigueenelarduoejerciciode ladocenciacomoprofesordeinstituto.En1983publicóQuaibrücke y,posteriormente,La presencia in-

fantil en sus textos: hacia un canon convergente, obrarelacionadaconlainvestigaciónyladidácticadelaLenguaylaLiteratura.Supresenciaenlaspáginasdeestasecciónquedamásquejus-

tificadaporlapreguntaquesenosformulaeneliniciodeestare-señayqueserespondeconlalecturadeunregaloliterario,fru-todelospaseosquehizoelautorpornuestrassierrasyveredas:Camino de veneros. Setratadeunpreciosotextoenprosa,queamododelosescritoresdelaGeneración del 98, nosdescribepa-seos,personasypaisajesnacidosalamparodesierrasypuertoscomoeldeLos AlazoresoLas Pedrizas,quetraspasanalviajeroapieporEl Rosario,ElTrabuco,AlfarnateyAlfarnatejo, reco-giendovisiones,sentimientosyexpresionesquenosreconocenyaúnanconelterritorio.Elautordialogaconelpaisajeyelpaisanajequeleseñaladon-

deestánlasfuentes,losvenerosquerefrescanysacianlasfatigasdelperegrinajehaciaunhorizontequesiempreestámásallá.

José Moreno Fernández

¿QuÉ LeeR?Gerásimo Arjona

sugerencias

126

En los años sesenta, Álora fue la protagonista de un cortometraje educativo, Spanish Children (niños españoles), que pretendía mostrar la vida de un típico pueblo español. Hoy en día es, en reali-dad, un impagable documento a través del cual po-demos reconstruir la pequeña y verdadera historia de Álora y de muchos de los pueblos de Andalucía.

Álora aparece cercada por las crestas pardas de una imponente serranía. Su caserío blanco se des-parrama sobre la caprichosa geografía de un monte ondulado, que hunde sus pies en las fértiles aguas del Guadalhorce. El río, que baja con fuerza desde la sierra, lleva el agua turbia y atraviesa un bucólico y recatado valle preñado de naranjales y limoneros,

¿QuÉ VISITaR?

sugerencias

álora, la pequeña historia de un pueblo

127

donde algunos campesinos se afanan en recolectar sus frutos, encaramados a una larga escalera.

Así da comienzo el documental Spanish Chil-dren, rodado en Álora para la Encyclopedia Bri-tánica Film en el año 1964. Con él se pretendía mostrar al público norteamericano la vida y cos-tumbres de un típico pueblo andaluz, un pueblo

Carmen Fernández

very spanish, habitadoporgentes«muy orgullosas pero muy honradas»comonarralavozenoff.Lapelículaformapartedeestegénerocinemato-

gráfico,conocidocomo«cine educativo»,quegozódegranpredicamentoentrelosaños1900y1980.Enesteperiodoserodaronmásdecienmilpelículasdeestetipo,cuyodestinoeranlasescuelasybiblio-tecas de Estados Unidos. Películas sobre arte, his-toria,cienciassociales,literaturaociencia,genero-samentesufragadasconfondosfederales,yconlasqueelgobiernoamericanopretendíaelevarelnivelacadémico de sus ciudadanos. No iban a serme-nosquelossoviéticos,capacesdeponerenórbitaelSputnikenplenaguerrafría.

«Esta es la pequeña historia de un pueblo, en un país muy antiguo: España», continúa la narracióndeldocumentalcontimbredecuentoinfantil.Vadi-rigidoaunpúblicomenudo.Noenvano,losprota-gonistasencargadosdemostrarÁlorasondosniños,AntonioyPaquita Pérez.Alomosdelaburra Dolo-res, loschaveasenfilanelcaminohaciaelpueblo,untrayectoquecontinúasiendo«largo y empinado»comodiceelnarrador.Álorahacambiadomucho,muchísimodesdeentonces.Loqueanteseracampoabierto,enlosalrededoresdelafuente de la Manía,ahoraesunaurbanizacióndepisosycasasdefac-turamoderna.Lascallestampocoestánempedradasyporellascorrenmásloscochesquelachiquillería.Sinembargo,elcascoantiguocontinúasiendounarmónicoracimodecallejuelasestrechasyencues-ta,flanqueadasporcasasdefachadasmuyblancasqueatesoran laesenciade laarquitecturapopularheredadadeal–Ándalus. EnÁlora hiervelavidaencallesyplazas,esun

pueblodespiertoyamable,talycomoloconocióelcineastanorteamericanoWilliam Deneen,que lle-góaestospagospararodareldocumentalSpanish Childrenenlosañossesenta.Deneenmurióelañopasado,enoctubrede2012,sindecirnosporqué

¿QuÉ VISITaR?

128

¿QuÉ VISITaR?

escogióestepintorescopueblomala-gueño para su película, después dehaber rodadootras similares enmásde un centenar de países. Comen-zósubrillantecarreradecamarógra-fo, guionista y director con tan sólodiezaños,conunacámaradedieci-séismilímetros,quesumadrelerega-ló,yacabósiendounadelasfigurasclavedentrodelgénerodelcineedu-cativo. Por primera vez, Deneen in-trodujoellenguajedelosestudiosdeHolywood en sus producciones. Suspelículas educativas eran más profe-sionalesyllegabanamásgente.Qui-záporeso,nodudóenalterarlarea-lidad, si erapreciso,para conformarlas expectativas de su ávida audien-cia. Desfilan, así, por el cortometra-jeSpanish Children unaseriedeper-sonajes mitad reales, mitad idealiza-dosquerespondenalosclichésyes-tereotipos que los extranjeros teníandelosandalucesy,porextensión,delosespañoles.«Yo nunca montaba en burro»diceFrancisca Pérez Medina,que interpreta aPaquita en el docu-mental«y fíjate, como si lo hubiera he-cho toda la vida».Francisca ysuma-dretampocohacíanpuntonicrochéporlastardesenlaazoteadesucasa,yAntonio,elchicoconelquecom-parteprotagonismonoerasuherma-no...Pero,Francisca selopasóbom-ba,«me veía como una artista»,diceella, «como Marisol», a quien imita-ba entusiasmada en el baile flamen-coqueorganizaronensupropiacasaparaelrodajedelapelícula.La casa de Francisca está en la ca-

lle Erillas,asomadaaunode loscos-tadosdelacapilla de la Veracruz.Estehumildeedificio,levantadoenelsiglo XVIalasafuerasdeÁlora,hasufrido

numerosasremodelacionesynotodasafortunadas.«Los arquitectos, de esté-tica, andan perdíos»sequejaunveci-noquien,asuvez,sedetieneaobser-var la coqueta espadaña que coronaeltemplo,«si la veleta de la Veracruz apunta al bar La balita, agua seguro»,afirmarestregándoselasmanosdefrío.YesqueeldíaenÁlora esmás fres-codelonormal,acostumbradoscomoestán sus habitantes a gozar de unatemperaturamediadedieciséisgrados,coninviernosbastantesuaves.Elbar La balita, fundadoen1911,

estásituadoenelrecododeunadelas calles más transitadas y comer-ciales de Álora, donde también es-tán las tiendas y negocios que apa-recen en el documental rodadoporDeneen.Enestacalle,el señorGui-llermo Calderón, «el hombre más rico del pueblo»,bajaalosniñosdelburroparaenseñarleslosafichesdelcine,quetambiénessuyo.Pero,esteseñor se llamaba, en realidad, Juan Cano.Vinodesdelacapitalmalague-ñabuscandoairelimpioparaunhijosuyo,aquejadodeasma.MontóunazapateríaenÁlora,quedespuéscon-virtióenestanco,nadaqueverconlaprepotenteimagendeuncaciquerural.Laferretería La herradura,sinembargo,sícontinúaen lasmismasmanos, las de María Elena Fernán-dez Navarrete, como es presentadaporellocutor,aunqueahorasonsusdescendientesquienesseocupandelnegocio.Laferreteríaseencuentramuycerca

delaplaza Fuente de Arriba o «fuen-tarriba»,queasílallamanlosdeÁlo-ra.Aquíarreciaelbulliciodelgentío,arremolinadofrentealaspuertasdelConsistorio, también sobre la barra

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Mixta. Papel. Fernando de la Rosa

Pág. Izda: Puesto de venta callejero en la iglesia de la Vera Cruz.

Las afamadas «Sopas perotas».

Dcha. y abajo: Vista de la bajada al núcleo central del pueblo desde el castillo.

Panorámica de Álora.

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de bares y tabernas de ambiente cálido y disten-dido. «Día y noche, los hombres se sientan delan-te de la cantina» afirma Deneen en su película. La Cantina de Salvador sigue existiendo en la «plaza-darriba», aunque ahora también se ven mujeres en-tre sus asiduos clientes, que charlan, comen y de-gustan los excelentes vinos de nuestra tierra, «una costumbre muy arraigada en los pueblos españo-les», continúa haciendo hincapié.

Desde esta plaza, centro neurálgico de Álora, «sa-len calles hacia arriba y hacia abajo». La calle de Las Parras, que llegó a ser la más importante del pueblo, sale hacia abajo. La conforman notables edificaciones, erigidas por la burguesía que vino pareja a la cons-trucción del ferrocarril en el siglo XIX. En esta ilustre avenida moró el malogrado marqués de Sotomayor, descendiente de los caballeros que participaron en la Reconquista de Álora, y una de las inútiles víctimas

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de la Guerra Civil española. También nació y vivió en ella el juez Bermúdez, el que tuvo que hacer frente a uno de los procesos más dolorosos de la historia de este país, el de los atentados terroristas del 11–M. Historia presente y pasada que hace de nuevo acto de presencia en la fachada de la igle-sia de la Encarnación, donde se aprecian los im-pactos de bala que echaron abajo la placa conme-morativa de la Constitución de Cádiz.

La iglesia de la Encarnación no sólo es «el edi-ficio más grande de Álora»,comoseafirmaen lapelículaamericana,sinoquefuetambién,yhastanohacemucho,elmásgrandede ladiócesisma-lagueña,despuésde laCatedral. Lasdimensionesadquierenmagnificenciaenelespaciointeriordeltemplo, dividido en tres grandes naves por robus-tascolumnascirculares.Elgrosordesusmurosylaescasezdeventanalesquefiltrenlaluzexterior,leconfierenunaimprontadeiglesiafortaleza,apesardehabersidoconstruidaa lo largodelsiglo XVII.La curiamalagueña necesitaba un templo acordeconelaltorangoyposicióndelosclérigosquede-bíanhacerusodeél,ylodotarondegranesplendor.Tambiéndeunaoriginalbalconada,abiertasobreeldintelde laportadaprincipal,parapresidirdesdeella los acontecimientos de toda índole que suce-díanenlaPlaza Baja.

La Plaza Baja de Áloraesconocidahoycomo«de la Despedía», en alusión a una de sus fiestasmássentidas y celebradas: la Semana Santa, declaradade Interés Turístico. En lamañanadelViernesSan-to,elpasodeJesús NazarenoyeldelaVirgen de los Doloressedespiden,congranemoción,enestevie-jorecintoyanteunamultituddepropiosyextraños,paracontinuarporseparadosuparticularcalvario.

¿QuÉ VISITaR?

Izda:Nave central de la iglesia de la Encarnación,

con su imponente Altar Mayor al fondo.

Abajo: Plaza de la Despedía

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William Deneen en distintos momentos

de su carrera como documentalista

EscEnas dEl documEntal Spanish Children

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Enestamismaplazayanejoalamoledelaigle-siaparroquialabresuspuertaselMuseo Municipal de Álora.Unfuerteoloracavernainvadelaestan-ciaquedejaaldescubiertolapiedravivaenunadesusparedeslaterales.Enlasvitrinassehallanvesti-giosdelasantiguascivilizacionesquepoblarones-tos contornos, desde la prehistoria hasta la actua-lidad. Sin embargo, lo que realmente destaca delmuseoeslagranintimidaddelespacioqueocupa,alzadoconrobustospilaresde ladrilloquesusten-tanpequeñasbóvedasvaídastambiéndeladrillo.EllocalfuelasededelasEscuelas de Cristo,unaanti-guaeinsólitainstituciónreligiosafundadaporelsa-cerdoteFelipe Neri hacemásdetrescientosañosennuestropaís,aprovechandounodesuslargosviajesfueradeItalia.Elobjetivodelaasociación,formadasóloporvarones,erallevarunavidalimpiaycristia-naparaasegurarseelbienmorir.DesdelaPlaza de la Despedíaarrancalacalle An-

cha,elcaminoquellevahastaelCastillo de Álora,

elevadosobrelacrestadelcerrodelasTorres.Todaellaesunpermanenteyespléndidomiradorhaciael tierno valle de cítricos, donde espejea elGua-dalhorce.Elríoatraviesaensucursoondulantein-tensosaromasdeazahar,pequeñashuertasyolivosdefinasaceitunasaloreñas.Unjardíndeprimave-ra,arropadoporlascrestasdelomas,sierrasymon-tañasque,sinembargo,nodejanpenetrarlabrisamarina.Alacercanasierra del Hacho,quesignifi-ca «lugar desde donde se ve elmar», subíanmu-chosniñosparacontemplarloporprimeravez.Enel documental Spanish Children también se da aentenderquesusprotagonistas, losniñosAntonioyPaquita,«no conocen el mar»apesardetenerlotancerca.Granpartedeestaserranía del Hachoperteneció

aunodelosalcaldesmáspoderososdelCastillo de Álora:elandalusíAli BenFalcum«al Baezi».Laan-tiquísimafortalezaeraunafrutacodiciadapor losreinoscristianosdelnortepeninsular,ytambiénera

¿QuÉ VISITaR?

unadelasmásdifícilesdeconseguir.Losmúltiplesintentosporhacerseconelladieronlugaraunodelosromancesfronterizosmáscantadosdetodoslostiempos:Álora, la bien cercada,dondeserelataelfallido intento de conquistar la plaza y la trágicamuerte,asuspies,deladelantadoDiego Gómez de Ribera.Algodeluctuosodesprendeestacolosalfor-talezaquefuecementeriodelpueblodurantedéca-das.EneldocumentalSpanish Childrenseadivinansobre sus tapias encaladas las cruces fúnebres denichosydemausoleos,cuandolosniñosdelaOJE,«losflechas»,desfilanenordenhaciaelCastillo.

La Organización Juvenil Española,fundadaenlosañossesentaconmarcadoacentopatriótico,esin-terpretadaenlapelículadeDeneen comolos«boys scout»americanos.Nadamáslejosdelarealidad,enunaépocadonde laeducación,enEspaña, es-taba enmanos del régimen y de la Iglesia católi-ca.VemosaPaquitayAntonio, losdoshermanosficticios, cómo asisten por separado a la escuela,

ycómorecibenenseñanzasdiferentes, lasniñasacantarenelpatioalarueda–rueda,mientraslosni-ñoscompitenjugandoalfutbol.Porfortuna,estotambiénhacambiadoennuestro

país,yenÁlora,queahoracuentaconcincocole-giosydosinstitutos,dondeniñosyniñastienenac-cesoaunaeducaciónpúblicadecalidadenigual-daddeoportunidades.Lossupuestos«boys scout»deÁloratienenmu-

choslugaresparahacerexcursiones,comoasegu-ralapelículaamericana.Unodeellosesel Cami-nito del Rey,unpuentecolgantequediscurreporlasparedesverticalesdelimpresionantedesfilade-ro de los Gaitanes,abiertoenlarocacalizaporlatozudez del Guadalhorce. La imponente morde-duradel ríoen lamalagueña sierra de Huma seapreciadesdeelconvento de Flores,unrecatadotemplosituadoadoskilómetrosdeÁlora.Sugrá-cilespadañadeladrilloapuntahaciaelvalleporelquetambiénzigzagueaelríoGuadalhorce.Los

134

EscEnas dEl documEntal Spanish Children

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franciscanosrecoletosquefundaronelcenobioenelsigloXVIdebíanandarbuscandolarisueñapla-cidezdeestahuertaquesemantieneproductivalamayorpartedelaño.«Llevo naranjas de la China, de Granos de oro, limas y mondarinas, cajelillas de las buenas, y muy güenos limones pa las enrita-ciones…»pregonabanlosvendedoresambulantesporlascallejasdeÁlora.Pero,elsonidodeÁloraen losdíasdefiestaes

otromuydistinto.ComoaciertaadecirDeneenensudocumentalSapnish Children,debedeser«por-que la gente atesora el alegre sol de Andalucía en su corazón».Brotan,entonces,lastrepidantescom-posicionesdelaspandasdeverdiales,haciendoso-narsuscrótalos,panderos,violinesyguitarras.Jun-toalosmúsicos,lapandasecompletaconlafiguradelalcalde,quedirigealgrupo,yladelabandera-do,quehacecabriolasconunabandera.Noeséstaunatareafácil,ysino,queselopreguntenaJuan El veneno,quesehatiradomásdecuarentaaños

bailando el estandarte conuna destreza asombro-sa.Y«es que los habitantes de este pueblo son muy españoles»,«very spanish»,dice,paraterminar,elcortometrajenorteamericano.Y,contodarazón,apostilla:«Si vinierais a este

pueblo y conocieseis a sus habitantes creo que os gustarían».

Paravereldocumental,abrireninternetlapáginade«youtube»yescribir«Niños españoles en 1964. Álora, Málaga. V.O. subtitulada en castellano»

http://www.youtube.com/watch?v=eVla8Xg7WRU

¿QuÉ VISITaR?

D . MIGueL y Dª caRMen

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D.Miguel,El médico y D.ª Car-men, La maestra.

Eranenelpueblo,D.MiguelyDªCarmen,elmé-dicoy lamaestraporantonomasia.Por aquellosentonces, enVillanueva del Trabuco sólo habíaundoctor,D. Miguel y,aunquehabíadosmaes-tras,D.ª Carmenerala maestra,yaquesucompa-ñeradedocencia,Dª Luisa,erala maestra de pár-vulos.Desdemiperspectivadeniño,desdeesavi-sióndeeternidadquesetieneenlainfancia—nohabíavistoaotromédicohastaquemefuiaMála-ga aestudiar«loslatines»—D. Migueleraelúnicofacultativoquehabíahabidoennuestropuebloy

quehabríaper saecula saeculorumcomodecíanenlasiglesias.Paramí,ningu-naotrapersonapodríasermédico.D.ª Carmen,queeraeducadoradeniñas,comoentoncesnopodíaserdeotramanera—erantiemposdelos niños con los niños y las niñas con las niñas—teníauncompañerodeprofesiónmas-culino,D. Diego Bermúdez,que,comoeslógico,eraEl maestro.Tenía,sinem-bargo,D. Diegootroscolegas—aunquenotitulados—comoMiguel Carneros Luque,aliasEl maestro Morales, El maestro PuntillaoEl maestro Santana,quesonlosquemimemoriaevoca,aunquehabíaalgunomás.Estostransmitíanlosescasosconocimientosqueposeían,muchasvecesconbastanteeficacia.

bebieron de nuestras fuentes

Fulgencio Martos Aguilera

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D. Miguel yD.ª Carmen bebieron de nuestrasfuentesenel sentido literalde la expresión, aun-quequizánodirectamente.Erantiemposdeguar-darlasformasydeberíaestarmalvistoqueunaau-toridadsaciasesusedbebiendopúblicamenteenunafuente.Almenosyonorecuerdohabervistoa laspersonas importantesdeesaépocahidratar-seenloschorrosdela fuente del Prado,nienla fuente de Mariano,nienla fuente de la calle An-cha,queeranlostrespuntosdesuministrodeaguapotable.Desdeestosmanantialeshabíaque trans-portarlaacasa,yaque,entonces,lasviviendastra-buqueñascarecíandeaguacorriente.D.Miguel pertenecía a las autoridades locales

comomuestralafotografía,enlaqueaparececonelalcalde,Pepe Campos (a la izquierda); el juezde paz,Antonio Ropero (a la derecha); el briga-da,D. Pedro Hellín;elsargento,D. Benjamínyelmaestro,D. Diego Bermúdez (enelcentro,conga-fas).Autoridadesciviles,militares,dejusticia,do-centes y sanitarias. Extraño es que—a pesar deestar la fotografía tomadaen lapuertade la igle-sia—noaparezcalatanimportanteautoridadreli-giosadelcurapárroco.¿PorquénoestánD.ª Car-menyD.ª LuisaqueeranenseñantestituladascomoD. Diego?Porquelasmujeresnodebíanostentarre-presentacionespúblicas.

D. Miguel D. Miguel Marfil GarcíaejerciódemédicoenVi-

llanueva del Trabucodurante35años.Desde1934 hasta1969.Éstefuesuúnicodestino.Asullegadaalpueblotenía30años.Unjovenalqueleesperabaunadifíciltarea.DosañosdespuéscomienzalaGue-rra Civilespañola,queduraríamásdeuntrienio.NacióenAlbuñuelas(Granada),el12defebrerode

1904.HijodeD. Rafael MarfilyD.ª Rita García.Cur-sósusestudiosenlaFacultaddeMedicinadeGrana-da,almismotiempoqueteníaqueayudaralaecono-míafamiliarpueseraelmayordesushermanos.Lle-

gócomomédicotitularaVillanueva del Trabucoen1934,aunqueposteriormenteopositóenMa-drid comomédicodeasistenciapública.Contrajomatrimonio conD.ª Carmen Colla-

dos Pacetti enlabasílicadeNª Sª de las Angus-tiasdeGranadael16dejuliode1936.Elnue-vomatrimoniofijasuresidenciaenlacalledelaDemocracia,nº14,deVillanueva del Trabuco.AunqueD. Migueldisfrutabadealgunasasig-

naciones económicas delAyuntamiento y delEstado, los pacientes debían sufragar parte delosestipendiosdelavisita.Tampocohabíaam-bulatorioylaconsultaserealizabaensuvivien-dafamiliar,queteníahabilitadaunahabitación

parael reconocimientode losenfermos.Allí,enAutoridades de la época, con D. Miguel

Cédula a nombre de D. Miguel Marfil, acreditándole como médico rural

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dichahabitación,estabainstaladoelaparatodelosrayosXyubicabatodoelescasomaterialsanitariodelquedisponíaun facultativodemedicinagene-raldeentonces:unfonendoscopio,untensiómetro,unacamilla,pinzas,tijeras,esparadrapo,agujas,es-cayola,gasas,algodón,vendas,tinturadeyodo,al-coholypocomás.Losmédicosespecialistaseranescasos,carosy

lejanos. Losmás cercanos estaban enAntequera—lascomunicacionesnoeranbuenas—porloqueelDr. Marfilno tenía la facilidadqueposeen losgalenos actuales de, en caso de duda,mandar alenfermoauncentrohospitalarioregionaloprovin-cial.Confrecuenciateníaquetomardecisionesdeextraordinaria responsabilidad.Además, lomismoejercíadecirujano,quedeotorrino,deneumólogo,detraumatólogo,depsicólogo,tocólogo…

Poraquellasfechasnosevisitabaalmédicoconlafrecuenciadeestosdías.Noseacudíaaldoctorporunanimiedad.Hastamiscasidoceaños—edadconlaquememarchéalacapitalaestudiarelba-chiller—únicamentehabíasidoreconocidoporelmédicoentresocuatroocasiones.Enunadeellas,mimadre,quesiempremeacompañabaa lacon-sulta, ledijoaD. Miguelqueyo,desdequenací,noteníaolfato.Ysurespuesta,sinambages,fue,di-rigiéndose amí. «No te preocupes.Yo tampoco».¡Cómometranquilizócompartirdefectoconelmé-dico! Posteriormente visité a un especialista y nomedioesperanzasderecuperarmicarenciaolfati-va.D. Miguelteníarazón.Élsabíaque«Lo que Na-turaleza no da Salamanca no lo presta».Asíesqueaquitartraumas.Ycomonoexistíanlasambulanciasylosmedios

detransportenoeranlosmásadecuadosparatras-ladaralospacientes,eraelmédicoelquesedespla-zabaacasadelosenfermos.Enelcascourbano,an-dando;perocomo,enaquellos tiempos, lapobla-ciónruraleramuynumerosa,cantidaddeveceste-níaquedesplazarsea loscortijosen taxioenca-ballería.Enciertaocasiónfuerequeridoparavisitaraun

enfermodeEl CortijueloyparadesplazarsehabíacontratadolosserviciosdesuamigoeltaxistaJuan Cabrera Luque,Juanito El Mirro.Éstefuealacon-sultaparaavisarledequeeltaxiestabayadispues-to.CuandoD. MiguelyJuanitollegaronalvehículo

Fotografía e invitación de boda

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vieronquelosfamiliaresdelpaciente—habíanve-nidovarios—ocupabantodaslasplazasydejabanalmédicosinasiento.Tampocohabíamédicosquehicieranguardias

para reemplazar al titular durante su descanso.D. Miguel teníaqueatenderacualquierhoradeldíaodelanochedecualquierdíadelañoatodoslostrabuqueños.Hicierafríoocalor,llovieseone-vase.Enocasiones,aaltashorasdelanoche,contiempodesapacible,debíadesplazarseencaballooenburro—comoapareceenuna foto—porca-minostortuososysiniluminación.Apesardequehabíazonaspeligrosasentiemposdelosbandole-ros—la gente de la sierra—D. Miguel tenía per-misoexplícitodeCandiles,elcabecillade laban-da,parapodercircularporaquellosentornos.Ynosiempresetratabadeuncasograveourgente.Enunaocasión,enverano,alaintempestivahoradelasiesta,sepresentóunaseñoraenlaconsulta,enla vivienda delmédico como ya saben, toda pre-ocupadaporque,depronto,selehabíanparalizadolasmanos.D. Miguel,queeraseriocomoloeranloshombresdeentoncescuandoteníanqueactuarcomoprofesionalesysobretodoelmédico—con la salud no se juega—mandótraerunapalanganaconaguacaliente.Lavólasmanosparalizadasy,de

inmediato, volvió lamovilidadperdida.Habíaco-midoguisodepiesdecerdosinutilizarotrotenedorquesuspropiosdedos.Elgelatinosopegamentodelcuadrúpedohabíaconvertidolascincoterminacio-nesdactilaresenunaespeciedepalmípeda.Afortu-nadamente,elaguacalienteobróelmilagro.

Dª carmen D.ª Carmen Collados Pacetti nacióenGranadael

día24deabrilde1905.HijadeD. Emilio ColladosydeD.ª Carmen Pacetti.EnlaciudaddeLa Alham-brapasasu infanciayestudiaMagisterioen laEs-cuelaNormal.Terminalacarreraalaedaddedie-ciochoaños.TrabajalosprimerosañosenAlbuñolyEscorna,ambaspoblacionesgranadinas.Secasaen1936conD.MiguelMarfilGarcía,médi-

cotitulardeVillanuevadelTrabucoyobtieneplazaenestalocalidadporel derecho de consorte.Y,hastaquesejubilaejercesuprofesióndocenteenestavilla.Alprincipiodeestaépoca,enelpueblosóloha-

bíaunmaestroydosmaestras:D.ª Luisa,queesla maestra de párvulos—únicaetapaenlaqueseper-mitíalaenseñanzamixta—,D. Diego,el maestrodelosniñosyD.ª Carmen, la maestradelasniñas.

D. Miguel, en el vehículo habitual

Dª Luisa Gutiérrez, maestra de «parvulitos» en la década de los 50

140

D.ª Carmen,porlotanto,seencargadeladocen-ciadetodalacomunidadfemeninatrabuqueñaenedadescolar.Delosseisaloscatorceomásaños.Escuelaunitaria,conalumnasdeedadestandispa-resenlamismaclaseYnoeséstalaúnicadificul-tadconlaquetendráqueenfrentarse.Entiemposdetantaescasez,losniñosylasniñasdebían,enlamayoríadeloscasos,ayudarasusfamiliasendiver-sas tareasparaacrecentarel escasoniveldebien-estar.Laasistenciaaclaseeraextraordinariamenteirregular.Elabsentismoescolarseagudizaba,sobre

todo,enlostiemposderecolección.Cuandolane-cesidadaprieta,lobásicoseimpone.Sonmomen-tosdeenseñarloquefundamentalmenteunaniñadeestaépocaydeesteentornonecesita:coser,bor-dar,hacerpunto…YD.ª Carmen,sindejarlasMa-temáticas,Lengua,GeografíaoHistoria—materiasalasquededicalamañana—emplealatardeenlaenseñanzadeestaslaboresprácticas.Ycomonohabíaprofesor,oprofesoraenestecaso,

dereligiónylaescuelanoeralaica,nisiquieraacon-fesional,sinoqueestamoseneltiempodelnacional-catolicismo,D.ª Carmendedicabapartedesuhora-riolaboralaprepararasusalumnasparalaprimeracomunión,amemorizarpoesíasalaVirgenquelue-goseríandeclamadasenelmesdemayoenunaltarerigido,paralaocasión,enunaladelaescuela,olosvillancicosylaadoraciónalNiñoJesúsenNavidad.Tiemposdeposguerra,tiemposdenecesidad,tiem-

posdehambre.ElPlan Marshall,lalecheenpolvoyelquesoamericanosparalasescuelas.YenlaclasedeD.ª Carmen,todoslosdías,antesdesaliralrecreodelamañana,acadaalumnaseledaleche.Cadaniñatraeunjarro—botedelatadelechecondensa-daqueellaterohabíaconvertidoenjarro—queserállenadounaodosveces.Lasalumnasmayores,porturnos—aunquehabíaalgunasespecialistas—seen-cargabandemezclarelpolvoconelaguayremoverhastaconseguirelperfectoamasijo.Yundíaalase-mana,porlatarde,selesdabaquesodebola.Losjuevesporlatardeeradeasueto.Lossábados

habíaclaseporlamañanayporlatarde.LamañanadelsábadosededicabaacopiarelevangelioquelaliturgiadelaIglesiacatólicaseleccionabaparaeldo-mingosiguiente.EraD.ª Carmenunamaestravocacional.Amabaa

susalumnas.Unadeellasmecuentaquedespuésdevariosdíasdenoasistiraclase,lavioporlacalley,alsaludarla,su maestralediounbeso.Besoqueleim-pactó,cuandoerantanraroslosbesosylascariciasenaquellos tiemposdedureza.Principalmente losdadosporpersonasimportantes,porunaprofesora,y,además,aunaalumnadeunabajaclasesocial.MurióD.ª Carmen enMálaga el 31dediciem-

brede1970.

Dª Carmen en la fuente

Dª Carmen en la escuela(aunque la fotografía no sea de óptima calidad, da una idea de los medios con que se contaba para impartir la docencia)

141

antonia araceli Godoy núñez:SOBRE LAS TECLAS DE UN PIANO

Paco Arjonapersonajesalgunas vidas giran en torno a proCesos de desCubriMiento

y se enCauzan en funCión de alguno de ellos. la persona que presentaMos en este apartado Corresponde a una de ellas.

antonia araCeli godoy núñez naCió en VillanueVa del traBuCo el 9 de Marzo de 1986. sus priMeros estudios MusiCa-les los realizó en el Conservatorio de antequera, Con la pro-fesora lourdes arias (1995-1999).posteriorMente aCCedió al grado Medio en el ConserVatorio profesional de músiCa manuel Carra, de málaga, obteniendo el título de grado Medio Con las MáxiMas CalifiCaCiones (1999-2005). se trasla-da a badajoz, donde Cursa el grado superior en el Conservato-rio superior de MúsiCa, obteniendo el título superior de piano bajo la direCCión del profesor ángel sanzo (2005-2009). en 2110 y 2011 realizó el Máster universitario en forMaCión del profesorado de eduCaCión seCundaria, en la universidad de extreMadura. en el instituto de eduCaCión seCundaria Maes-tro doMingo CáCeres de badajoz iniCia si aCtividad doCente, que Continuará CoMo profesora de piano en la esCola d’artes do norte alentejano de portalegre, portugal.

durante su trayeCtoria forMativa y doCente ha dado nuMe-rosos ConCiertos en andaluCía, extreMadura y portugal.

ha realizado Cursos de perfeCCionaMiento pianístiCo Con profesores de Categoría internaCional CoMo peter bithell, nino kereselidze, alexander kandelaki, vladiMir krpan, Clau-dio Martínez Menhler, alMudena Cano, andrezej jasiinski, Mariana gurkova y javier herreros.

la siguiente entrevista nos ayudará a ConoCer Mejor a esta joven pianista trabuqueña, que ha deCidido haCer girar su vida al CoMpás de la MúsiCa. esta fría tarde de febrero, CharlaMos Con ella Mientras oíMos Caer las gotas de la lluvia aCoMpasada Con las notas de su piano y veMos las turbias aguas del gua-dalhorCe Cruzando bajo el puente de san antonio frente a su doMiCilio faMiliar.

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EmpEcé,comomuchaotragente,deniñaycontinuégraciasaltesóndemipadre.Élinsistióenmiformaciónyfueelquemepropusoentrarenelconservatorio.Yonosabíamuybienloqueeraunconservatorioyloprimeroquecontestéfuequenoqueríair.Finalmenteconsiguióconvencermeyalpocotiempomeentusiasmé,aúnmás,conelmun-dodelamúsicay,sobretodo,conelpiano.

Realmenteyomehecentradoenlainterpretación.Nuncamehesenti-dolosuficientementeatraídaporlacomposicióncomoparalanzarmeaescribirmispropiasobras.Mehagustadomásdescubrirlossecretosdelosgrandesmaestros.

DEniñamegustabamuchointerpretarobrasdeMozart.Supongoque,enparte,sedebíaaquetodoelmundohablabadesuhistoriacomoniñoprodigioy,porsupuesto,porqueesunodelosgrandesgeniosdelamúsicaoccidental.Perodespuésdemuchosañosdecarreraydeha-bertenidolaoportunidaddeconoceraotroscompositores,elcompo-sitorconcuyamúsicamesientomásidentificada,ycreoqueesalquemejorentiendo,esChopin.

Esmuydifícildestacarunaobraenconcreto.Porsuerteencontramosunimportantenúmerodeobrasmaestrasdentrodelamúsicaocciden-tal,quehanmarcadounantesyundespuésenlahistoriadelamúsi-ca.YodestacaríalaNovena SinfoníadeBeethovenporelúltimomo-vimiento,conesamaravillosa introduccióndelcoroysucantoa lalibertad.YunaobraquemellamamucholaatencióneselRéquiem deMozart,porsutrasfondomusicalyporlahistoriaqueleacompaña.Comotodoelmundosabeéstafuelaúltimaobraquecompusoyque,dehecho,nollegóaterminar.Seafirmaque,cuandoMozarttrabaja-baenella,sabíaqueestabaescribiendosupropiamisaparadifuntos,ycreoqueesunaafirmacióncierta.Éstaobra,además,muestralama-durezylaevolucióndeestecompositoryhacequenospreguntemos:¿quéaspectosdelamúsicaclásicahabríancambiadoalolargodesuhistoria siMozart no hubiesemuerto a tan temprana edad y hubie-rapodidoseguircomponiendoenlamismalíneaymadurezquenosmuestraenelRéquiem?

Indudablementesonnecesariasnumerosashorasdeensayoparapo-derdominaruninstrumento.Tambiénesnecesariocontrolarsutécni-ca,peroéstasiempredebeestaralserviciodelamúsica.Unadelascosasquemehanenseñado,yqueyoconsiderodelasmásvaliosas,esquelatécnicaporlatécnicanoconduceanada.Latécnicadebeirasociadaalamúsica,alascaracterísticasdeunestilomusicalyasuestética.Porlotanto,ademásdetécnicayensayohacefaltaconocer

¿Cómo empezaste en el mundo de la música?

¿Qué territorio musical te atrae más: la interpretación

o la composición?

¿Qué compositores han sido los inspiradores de tu carrera?

¿Qué obra destacarías de la música clásica y cuál te ha

llamado más la atención?

Hay gente que piensa que la técnica es lo primero y que

después llega lo demás. ¿Crees que ensayo y técnica son los senderos más eficaces para dominar un estilo musical?

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laestéticadelestilomusicalquequeremosabordarydominar.Esim-portantetambiénescucharmuchamúsica,asistiraconciertos…parapoderimpregnartedeella.

enestemomentoestoytrabajandocomoprofesorademúsicaenlaes-cuela demúsica Pablo Ruiz PicassodeVillanueva del Trabuco.

SIndudaeltenerqueponernotaysuspenderamisalumnos.Prime-ro,porqueesmuydifícilserjustaencuantoaunanotaserefiere,ysegundoporquelanotaensímisma,lamayoríadelasveces,esalgomuysubjetivo.

PIenSoquehayunasalidamásomenosseguraqueestaríaenelmun-dodelaenseñanza;aunque,conlostiemposquecorren,encuentrasdificultadesportodoslados.Porotroladosinosreferimosalmundode losescenariosexclusivamente loveomuydifícil.Evidentementesalvandoalgunasexcepciones. ReSPectoalaprimerapregunta,miopiniónesqueno.CreoqueenEspañahaypocaculturamusicalysefomentamuypocoelinterésporlamúsicayelarte,seponendemasiadastrabas.Tengolaimpresióndequelaspersonasqueestánalmandodeesasinstitucionesnoconocenmuybienelcampoqueestántratando;porlotanto,lapropuestaesevidente,lagentequepretendadirigirestecampodeberíadeserunconocedordelmismoyestarrelacionadoconesemundo.

Centrándonos un poco en tu trabajo, ¿qué haces actualmente?

¿Qué parte de esa labor es la que menos te satisface?

¿Crees que la música hoy en día puede ser un medio de vida?

¿Qué opinas de la labor de las Instituciones en este campo?

¿Favorecen, potencian, dan cobertura al mundo musical?

¿Tienes alguna propuesta?

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Otrapropuesta,queconsideroimportante,vaencaminadaalmundodelaeducacióndelosniñosylaescuela.Hayquedarimportanciaalaeducaciónmusicalyofrecerunaenseñanzamáscompletaydeca-lidad.Creoqueestepaísnoesconscientedetodaslasventajasquelamúsicaaportaalaeducacióntantoanivelcultural,decomunicacióneintegración,sinolvidarlarelacióndirectaquemantieneconotrasmaterias.Esunalástimaqueestéinfravalorada.

loprimeroquelesaconsejaríaesqueseanpacientes,yaquelamú-sicayelartedetocaruninstrumentosonunprocesoquesevaadqui-riendoymostrandopocoapoco.Hayquesermuyconstanteyden-trodeesaconstanciatambiénesimportanteaprenderadesconectarydisfrutardeotrascosasquenosofrecelavidacomolosamigos,lapareja,lafamilia...Esmuyimportantemarcarsepequeñosretosyme-tasacortoomedioplazo,sabiendodisfrutaryvaloraresospequeñoslogros.Elplanteamientodemetasinalcanzablespuedellevarnosalafrustraciónyalabandonodelatarea.Hevistoamuchoscompañerosquehancaídoenesteerror. Paraaquellosqueempiezan leaconsejaríaque,sipueden,sebus-caranunbuenprofesoryunbuencentrodeestudios.Yque,loantesposible,intentaranhacerseconunbueninstrumentoporqueserásuherramientaparaestetrabajo.Existeunafaltadeconcienciaenesteaspectoquepasafactura.

PodemoS concluIR PoR tanto que conStancIa y PacIen-

cIa Son laS doS claveS SobRe laS que Se SoStIene el aPRen-

dIzaje muSIcal. no olvIdaR y SeR conScIenteS de una RealI-

dad que gIRa en toRno al mundo de la múSIca: SacRIfIcIo

y PRIvacIón de algunaS coSaS. PoR el contRaRIo, hay que

RecalcaR y haceR conStaR que la educacIón y el aPRen-

dIzaje muSIcal aPoRtan muchoS benefIcIoS y que éStoS Se

acaban agRadecIendo a lo laRgo de la vIda.

Para cerrar esta entrevista me gustaría que nos dieras

algunos consejos para la gente que está, o empieza a trabajar,

en el campo musical.

145

LA RIADA NUNCA VISTA:

28 de septiembre de 2012

Francisco Campos Reina

Puente de hierro sobre el Guadalhorce, a su paso por Álora

Cuando nació nuestra revista, decidimos lla-marla Desde El Alto Guadalhorce. El nom-bre no era gratuito. Tomamos el río como colum-na vertebral que une a los pueblos de su cuenca sin diferenciaciones entre su curso alto, medio o bajo. Escogimos el río Guadalhorce como eje de nuestra revista. El río, imagen de la vida, nos aporta riqueza, trabajo, placer y diversión… pero, a veces, nos golpea duramente como ocu-rrió el pasado 28 de septiembre de 2012 mar-cando un antes y un después en nuestras vidas por la magnitud del desastre que sufrimos y por las secuelas que aún padecemos.

El Guadalhorce multiplicó doce veces su caudal el día de la riada. Según el profesor de Geografía de la Universidad de Málaga, José Da-mián Ruiz Sinoga, la probabilidad estadística de que ocurra una tromba como ésta, que dejó hasta 320 litrospor metro cuadrado, se produz-ca es de una vez cada 465 años.Se calcula que la capacidad de infiltración del suelo está entre unos 10 y 15 litros por día,y la precipitación media en esa fecha alcanzó y superó, en varias zonas de la cuenca, los 200 litros/m2.

En la serranía de los términos municipales de Villanueva del Trabuco y Villanueva del Ro-sario, enzonaspróximasal litoral,Álora, Piza-rra, Villafranco del Guadalhorce, con fuertes pendientes, el agua generó tal cantidad de energía por la escasez de zonas forestales que la erosión se aceleró rápidamente. El caudal de agua, mezclado con tierra y piedras, conformó una avalancha cada vez más sólida y con más carga en suspensión, o rodante. El profesor Ruiz Sinoga añade al res-pecto: «Esto se lleva por delante todo lo que pilla. No hay solución. El cóctel del desastre se comple-tó con cauces que no estaban limpios y con una ordenación del territorio caótica».

Sintetizamos a continuación los datos más sig-nificativos de los días que abrieron el telón de la tragedia:

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Desbordamiento del arroyo de El Saladillo y de El Chavo, a la entrada de Villanueva del TRabuco

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PRINCIPALES DATOS HIDROLÓGICOS

* 232 l/m2 en 2 horas y 20 minutos en Sierra Chimenea, en el entorno de El Torcal antequerano, según la Junta de Andalucía.

* 320 l/m2 en la zona de Las Lagunillas, según el Ayuntamiento de Antequera.

* 200 l/m2 en 2 horas en las sierras que rodean Villanueva del Trabuco y Villanueva del Rosario, según la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología).

* 200 l/m2 en Álora, según el GREA (Grupo de Emergencias de Andalucía).

* 1200 m3/s llegó a arrastrar el río Guadalhorce, que alcanzó cinco metros de altura en diferentes zonas, doce veces más de lo normal.

* 20 Hm3 ganó el embalse del Guadalhorce en poco tiempo.

1. GeSTIón De La cRISIS

En cuanto laAEMET informa de la alerta rojaporlluviasala07:30 horas del día 28,laJunta deAndalucíaactivaelPlandeEmergenciasenlapro-vincia deMálaga en coordinación con las demásadministracionespúblicas.SegúnLuis Planas,Con-sejerodeAgricultura, PescayMedioAmbiente ladantescasituaciónenlaquequedaronlosmunici-piosmasafectadosporeltemporalhizonecesarioeltrabajodealmenos600efectivos:Unidad Militar de Emergencias(UME)concercade350militares,18 autobombas, 6 camiones nodriza y un equipodebombeodeaguaylodos;personalymediosdeldispositivo Infoca; técnicos de Emergencias 112;técnicosdelGrupo de Emergencias de Andalucía(GREA);Consorcio Provincial de Bomberos,Cruz Roja,Guardia Civil,Policía Nacional y Municipal,Protección Civil,ServiciosOperativosmunicipales,ysobretodolasolidaridad desusconvecinos,queayudaronalosafectadosconsutrabajo,vehículos,motobombas,hospedaje,vestuarioycomida,pararestablecerunaprontanormalidad.

2. DaÑoS

a) Humanos: — Murieron 3 personas por ahogamiento: un

hombre arrastradopor el desbordamientodelarro-yo Marín(Archidona);unamujerde77añosenÁlo-ra,aconsecuenciadelariadadelGuadalhorce, yunhombreenPizarra, desaparecidoenprincipioyen-contradomástarde,ahogadoaguasabajo,enelmar.—73personasrescatadasdelatrombadeagua.—486viviendasdesalojadas.—Aestohayqueañadir,comodatogeneral,que

hahabido6municipiosanegadosconmásde8000 personas afectadas (desalojos, viviendas anegadas,cientosdeenseresinutilizables…).

b) Explotaciones agrícolas—Dañadas775Ha.—Olivar:VillanuevadelTrabucoyVillanuevadel

Rosario

—Hortícolas: Cártama yVegas deArchidona yAntequera.

—Cítricos:ComarcadelGuadalhorce.EnÁloraalgunashuertasquedaronirrecuperables.

c) Explotaciones ganaderasDañadas 3 explotaciones con una pérdida de

1690animalesmuertosodesaparecidos.Elmunici-piomásafectadofueMollina.

d) ApiculturaSegúnlaAsociación Malagueña de Apicultores,

sehaproducidolapérdidadeunas1000colmenas,entre89 y 100 millones de abejas,ymásde1500dañadas; lo que supone una importante disminu-cióndepolinizadoresenlazonaqueresultannece-sarias,nosóloparaloscultivos,sinotambiénparalaconservacióndelentornoylabiodiversidad.Paradarnosunaideadelaimportanciadelasabejas,secalculaqueun84%delasespeciesvegetalesyun76% de la producción alimentaria de Europa de-pendendelapolinizaciónporpartedelasabejas.

e) Red viariaEltemporalafectóa52 carreteras.Deltotalde

los860 kmdecarreterascomarcalesdependientesdelaDiputación Provincial,quedarondañados440 kmydelaredautonómicasedañaron78,7 km.

Carreteras Cortadas:A–384:Enelkm126.ZonadeAntequera.A–7282:Enelkm7,5.ZonadeAntequera.A–365:Enelkm9,5.ZonadeSierra Yeguas.A–343:Delkm14al18.Lamásafectada.UneÁloraconelValle de AbdalajísyaésteconAntequera.MA–8304:ZonadeGenalguacil.A–5004:ZonadePizarra.A–7202:ZonadelosMolinillos,Archidona,atrave-sadaporelarroyo Marín.Une losmunicipiosdeArchidonayVillanueva de Trabuco.

f) Red de abastecimiento de aguaLospueblosquetuvieronproblemasconelabas-

tecimiento potable debido principalmente a rotu-ras de las canalizaciones fueron:Alpandeire, Álo-

148

ra,Genalguacil,Mollina,Montejaque,Pizarra,ValledeAbdalajís,VillanuevadelRosarioyVillanuevadelTrabuco.

g) Red de caminosLoscaminosmásafectadosfueronlosdelosmu-

nicipiosdeÁlora,Pizarra,Cártama,VillanuevadelRosarioyVillanuevadelTrabuco.

SegúnlaSubdelegación de Gobiernolosdañosocasionadossuperanlos25 millonesdeeurosenvi-viendas,comerciosyencarreteras,sinincluirplan-tacionesagrícolas.

3. ayuDaS

a) Diputación Provincial de MálagaEnlasesiónde9deoctubrede2012seacordó

unaayudade3millonesdeeurosdelosFondosdeEmergenciadestinadosa:

—1.000.000€paraactuacionesencarreteras.

—2.000.000€para subsanarproblemasen lasinfraestructurasdelosmunicipiosafectados.

—Ademássecalculólacantidadde1.500.000€parainvertirenobrasnourgentes.

b) Junta de AndalucíaSegúnelDelegadoTerritorialdeFomentoyVivien-

dadela JuntadeAndalucía,éstadestinará lacanti-dadde4’19millonesdeeurosparaobrasdeemer-genciasenlascarreterasdetitularidadautonómica

c) Gobierno CentralElGobierno Español publicó el Real Decreto

1505/2012,de2denoviembre,porelqueseam-plíaelámbitodeaplicacióndelRealDecreto—ley25/2012,de7deseptiembre,porelqueseaprue-ban medidas urgentes para paliar los daños pro-ducidospor los incendios forestalesyotrascatás-trofes naturales ocurridos en varias comunidadesautónomas.

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Avalancha de piedras en el Camino de La Loma. La Fuentevieja. Villanueva del Rosario

Puente a la entrada de Villanueva del Rosario sobre el arroyo de La Canaleja

150

A partir del 27 de septiembre y hasta los primeros días del mes de octu-bre de 2012 se han producido lluvias torrenciales y otros fenómenos me-teorológicos adversos en las Comunidades Autónomas de Andalucía, Mur-cia y Valencia, con el trágico balance de trece personas fallecidas (siete en Andalucía y seis en Murcia) y cuantiosos daños materiales en viviendas, en explotaciones agrícolas y ganaderas, en instalaciones del litoral y en infra-estructuras, especialmente en carreteras, entre otros…

Artículo 1. Extensión del ámbito de aplicación del Real Decre-to–ley 25/2012, de 7 de septiembre.

En uso de la habilitación contenida en el artículo 1.3 del Real De-creto–ley 25/2012, de 7 de septiembre, por el que se aprueban medidas urgentes para paliar los daños producidos por los incendios forestales y otras catástrofes naturales ocurridos en varias Comunidades Autónomas, las medidas contenidas en éste se declaran aplicables a las personas y bienes afectados por las lluvias torrenciales y otros fenómenos naturales ocurridos durante los últimos días del mes de septiembre de 2012 en las Comunidades Autónomas de Andalucía.

Artículo 2. Plazo para la presentación de solicitudes de ayudas.Las solicitudes de ayudas por los daños causados por las lluvias to-

rrenciales y otros fenómenos naturales a los que se refiere el artículo an-terior deberán presentarse en el plazo de dos meses previsto en los artí-culos 2.4 y 3.3 del Real Decreto–ley 25/2012, de 7 de septiembre, que se computará a partir del día siguiente al de la entrada en vigor de este real decreto.

ANEXO…Málaga:Alhaurín de la Torre, Almogía, Álora, Alozaina, Antequera, Archidona,

Ardales, Arriate, Canillas de Albaida, Cártama, Casabermeja, Casarabo-nela, Coín, Comares, Faraján, Frigiliana, Guaro, Humilladero, Jimera de Líbar, Jubrique, Júzcar, Macharaviaya, Manilva, Moclinejo, Mollina, Pa-rauta, Periana, Pizarra, Riogordo, Sedella, Sierra de Yeguas, Teba, Torrox, Valle de Abadalajís, Vélez Málaga, Villanueva de la Concepción, Villanue-va de Tapia, Villanueva del Rosario, Villanueva del Trabuco y Yunquera.

Se presentaron unos 2.500 expedientes de reclamaciones.

d) Consorcio de Compensación de SegurosSe calcula quemás del50% de viviendas, co-

merciosovehículosque sufrierondañosporefec-to de la riada no tienen seguro. La consecuenciaesqueestosbienesnotienenderechoarecibirin-demnizacióndelasqueestátramitandoelCCS.Porejemplo:enVillanueva del Rosario,unodelosmu-nicipiosmásafectados,secalculaquede los200 bienesdañados,solamente17 estánasegurados.

Al20 de octubre de 2012,sehabíanpresentado1.282 expedientesde reclamacionesyelvalordelosdañosocasionadossuperaconcreceslos15 mi-llones de euros.

Segúnlosperitosqueestuvieronevaluandolosdaños,losmayoresdestrozossehanproducidoenÁlora,Villanueva del RosarioyVillanueva del Tra-bucocon410 viviendas,70 comerciosy100 vehí-culosquefueronarrastradosporlariada.

Enlacomarcade Antequerasehanpresentado275 expedientes de reclamaciones por daños, deloscuales208sondeviviendas.

EnlacomarcadelValle del Guadalhorce sehanpresentado130expedientesdereclamaciones,de

loscuales80sondeviviendas,15decomercioseindustriasy35devehículos.

Afecha20 de noviembre de 2012,sehangestio-

nadoyresueltoel45 %delosexpedientes.

Eldía4 de febrero de 2013,losalcaldes de Cár-tama, Villanueva del Rosario yVillanueva del Tra-bucodenuncian,enlaCadena Ser de Málaga,ca-nal Sur TV yaldiario Sur deMálagaqueesperandesde hace cuatromeses las ayudas por la riada.LosprimerosedilesdeElRosarioyElTrabuco,José Antonio Gonzálezy Antonio Vegas,respectivamen-te,exigenalgobiernodelaNaciónlasindemniza-cionesprometidaspara las250 familias afectadasentreambospueblos.

ContrastanestasdeclaracionesconelespíritudelanteriorReal Decretoqueentreotrascosasdice:

«La apremiante necesidad de atender con carác-ter inmediato a los damnificados por estas catás-trofes naturales, así como de favorecer el rápido restablecimiento de los servicios y la vuelta a la normalidad de las zonas siniestradas…

151

La reina Doña Sofía se reúne con los alcaldes de Villanueva del Rosario, José Antonio González (en el centro), y Villanueva del Trabuco, Antonio Vegas (a la derecha)

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Vega de Antequera

Comarca del Bajo Guadalhorce

ANUNCIO de 20 de noviembre de 2012, de la Dirección General de Planificación y Gestión del Dominio Público Hidráulico, de notifica-ción por edicto de la Resolución de esta Dirección General por la que se aprueba el deslinde del dominio público hidráulico en ambas márgenes del río Guadalhorce en el tramo desde el cortijo Molino Zamora hasta el inicio del encauzamiento en el núcleo urbano, t.m. de Villanueva del Trabuco (Málaga).

La Dirección General de Dominio Público Hidráulico, en uso de las atribuciones conferidas por el artículo 14.a) y f) de los Estatutos de la Agencia Andaluza del Agua, aprobados por el Decreto 2/2009, de 7 de enero, y en virtud del artículo 241 del Reglamento del Dominio Pú-blico Hidráulico, aprobado por Real Decreto 849/1986, de 11 de abril, en su redacción dada por Real Decreto 606/2003, de 23 de mayo, ha procedido a la incoación de oficio, mediante Acuerdo de fecha 2 de marzo de 2009, del procedimiento de apeo y deslinde del dominio público hidráulico siguiente:

Referencia expediente: MA–51327.

Río: Guadalhorce.

Tramo: Desde el cortijo Molino Zamora hasta el inicio del encauzamiento en el núcleo urbano, cuyas coordenadas UTM son:

Punto inicial: X: 385503; Y: 4099420.

Punto final: X: 381397; Y: 4099043.

Longitud: 4,9 km.

Término municipal afectado: Villanueva del Trabuco.

Provincia: Málaga.

153

EnestecontextodedañosocasionadosporlaRiada nunca vista,almenosporlosposibleslec-toresdenuestrarevista,damosaconocer,porsuinterésinformativoparalosafectados directos e indirectos,loquepudieraparecerunaseñalde

quelaAdministraciónpúblicaempiezaatomarmedidasnocortoplacistasdeprevisiónde futu-rascatástrofesmedioambientalesconelanunciodelaConsejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente:

LA RIADA

Dando cumplimiento a lo establecido en el artículo 59 de la Ley 30/92, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administracio-nes Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, modificada por la Ley 4/1999, se notifica por medio del presente edicto, a la relación de interesados que se adjunta como Anexo, al no haber sido posible su localización por ser desconocidos, ignorarse su paradero y a los que in-tentada la correspondiente notificación no se hubiera podido practicar la misma, lo que a continuación sigue:

«El Director General de Planificación y Gestión del Dominio Público Hidráulico ha dictado con fecha 3 de octubre de 2012 Resolución por la que se aprueba el Deslinde del Dominio Público Hidráulico en ambas márgenes del río Guadalhorce, en el término municipal de Vi-llanueva del Trabuco (Málaga), expediente MA–51327. Dicha Reso-lución se encuentra en la Subdirección de Gestión del Dominio Público Hidráulico y Calidad de las Aguas (Málaga: Secretaría General de Agua, Paseo de Reding, 20, teléfono 951 299 900), así como en el BOJA núm. 213, de fecha 30 de octubre de 2012, páginas 85 a 105».

Lo que se notifica comunicándole que la presente Resolución no pone fin a la vía administrativa, pudiendo interponer recurso de alzada ante el órgano superior jerárquico, la Secretaría General de Agua de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, dentro del plazo de un mes, desde su notificación (arts. 114 y 115 de la Ley 30/92, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común), pudiendo ser presentado igual-mente ante esta Dirección General de Planificación y Gestión del Domi-nio Público Hidráulico.

A N E X OAPEO Y DESLINDE DEL DOMINIO PÚBLICO HIDRÁULICO EN AMBAS

MÁRGENES DEL RÍO GUADALHORCE, T.M. DE VILLANUEVA DEL TRABUCO

(Málaga). NOTIFICACIÓN POR EDICTO DE LA RESOLUCIÓN APROBATORIA

154

LA RIADA

155

Fotos derecha: David Mancebo.tiempo.com

156

hitos y cronología Hojiblanca es la mayor coope-

rativa agroalimentaria de Anda-lucía. Se ofrece a continuación, cronológicamente ordenados, los hitos más importantes de su historia

La actual Hojiblanca Socie-dad Cooperativa Andaluza es fruto de la unión y fusión de varias cooperativas, que han de-mostrado su vocación de creci-miento y la creencia en que jun-tos se pueden conseguir más ob-jetivos. He aquí los hitos históri-cos más importantes:

El 21 de febrero de 1979 se constituye Aceitunas de Mesa de Córdoba SA, germen de la futura cooperativa Acorsa.

El 28 de marzo de 1980 se constituye Cordoliva, sociedad cooperativa que agrupa a una veintena de almazaras cordobe-sas, núcleo de una de las dos en-tidades creadoras de Hojiblanca S.Coop.And.

economía

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El 24 de noviembre de 1987, se lleva a cabo la escritura de cons-titución de la Sociedad Coo-perativa Andalaluza Oleíco-la Hojiblanca de Málaga, en-tidad de segundo grado forma-da inicialmente por 13 almaza-ras cooperativas del norte de la provincia; entre ella la SCA Olivarera Nuestra Señora de los Dolores de Villanue-va del Trabuco, y años des-pués la SCA Olivarera del Guadalhorce, fusionadas am-bas en SCA Olivarera del Tra-buco y un único trabajador, el ingeniero agrónomo Antonio Luque. Su sede inicial se situó en un local alquilado en la ca-lle Aguardenteros de Antequera, en el que hasta los lápices eran prestados. Oleícola Hojiblan-ca, que estaba presidida enton-ces por Juan Romero, no tardó en dar los primeros frutos: en su primer año de andadura, puso en circulación 15.000 tonela-das de aceite, sobre todo en Es-paña, pero también en Italia, vendidas a granel y con marcas propias de las almazaras, que su-maban 5.000 socios, lo que le hizo facturar en 1988 algo más de 6,7 millones de euros.

El3deabrilde1997,sepre-senta públicamente enMálaga lamarcadeaceitedeolivavirgenex-traHojiblanca,quehoyeslíderna-cionalenventasdeestesegmento.

El22dejuniode1998,reci-beelapoyoyrespaldodeSSMM los Reyes de España,quevisitanlanuevaplantadeenvasado«Rei-naSofía»deAntequera.

El1denoviembrede2003,seproduce la fusiónefectivaen-tre la SCA Oleícola HojiblancadeMálaga yCordoliva SCA porlaquenaceHojiblancaS.Coop.And.con42cooperativasaceite-rasdeCórdobayMálagasecon-solida comoelmayor productormundialdeaceitedeolivavirgen.

El1deoctubrede2005,selleva a cabo la fusión entre Ho-jiblanca S. Coop. And. yAceitu-nasdeMesadeCórdobaS.Coop.And. (Acorsa)por laquesecrealanuevaseccióndeaceitunademesa con6 cooperativas asocia-das deAcorsa.Hojiblanca diver-sificayunamismaestructuraco-mercializarálosproductosoleíco-lasdelosagricultores.

El 1 de enero de 2006, seproducelafusiónefectivaconlacooperativadesegundogradodeSuministrosAgromálagaS.Coop.And.(constituidael11deagostode1982comoAgrupaciónMala-gueñadeCooperativasdelCam-po SCL), que contaba cuantitati-vamenteconlascooperativasoli-varerasdelaprovinciadeMálaga,

alasqueseuníanotrasdeotrossectores y de otras provinciascomoCádizyCórdoba.

El 1 de enero de2007, con-tinúan las fusiones,enestecaso,con la cooperativa de segundodegradodeSuministrosAgrocór-doba S.Coop.And (constituida el21 de septiembre de 2000) quecontaba mayoritariamente concooperativaspertenecientesalassecciones aceitera y aceituneradeHojiblanca.

EL16deoctubrede2007,sefirmadelacuerdodejoint–ventureal50%entrelamultinacionalesta-dounidenseCargillyHojiblanca.

El1deabrilde2008,fusióncon la cooperativa de segundogrado Suministros Cooperativosdel Sur S.Coop.And. (Sumicoop)constituidael28dediciembrede1993, con sede en El Saucejo yqueafiliaacooperativasdeSevi-lla, CádizyMálaga.

El30deseptiembrede2009,seinauguralanuevaplantadeen-vasadodeMercaóleoSLparaacei-tesdeolivaparaladistribución.

El1denoviembrede2010,serealiza la fusión con la SCASie-rra Norte de Sevilladesegundogrado(constituidael2dejuliode1973),porelquesietecooperati-vasdeSevillayBadajozseincor-poranalGrupo.

El 1 de octubre de2011, sehace efectiva la fusión con SCA

Fernando Sancho Bautista

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Agropecuaria del Sur (cooperati-vadesegundogrado)por laquesecrealasecciónganaderaforma-da por tres cooperativas (Olvera,Teba–NSCabezay Almargen).

Enmarzode2012,seefectúaelacuerdocomercialconMorenoSAparalaconstitucióndeAgroa-limentariaMusaSL,porelqueseamplía el portafolio comercial asalsas,vinosy sepotenciaeldeaceitesdelafirmacordobesa.

Yenoctubre de 2012 se lle-gaaunacuerdoconDeoleo;elacuerdo está pendiente de ratifi-cacióndelaasamblea.

El Grupo Hojiblanca es unacooperativadesegundogrado,esdecir,unaunióndecooperativasquereúneamásde55.000 fami-lias de agricultores y ganaderosde Andalucía, Castilla—La Man-chayExtremadura.Adíadehoy,eselmayorpro-

ductormundialdeaceitedeolivavirgenyaceitunasdemesa,y lamarcaHojiblanca,eslídernacio-nal en ventasde aceitedeolivavirgen extra. Envasa35.000.000 de litros. Exportaamásde100países,enmuchosde loscualeses líder:China, Estados Unidos,Italia,México…Lafacturaciónanualrondalos

400millonesdeeuros,loqueleconvierte en lamayor cooperati-va agroalimentaria deAndalucía.En 2010, 451 millones; en 2011,389; previsión 2012 500 millo-nes: las fluctuaciones dependendelvolumendecosechasyelva-lordelproducto.

actividades Actualmente el Grupo Hoji-

blancacuentaconcuatroseccio-nes independientes:

Aceite. Es lamás importanteen volumen. Este año la produc-ciónhasidode246.000toneladas.Cuentacontrescentrosindustriales: Antequera (dos plantas de envasa-do: Reina Sofía yMercaóleo, éstaal 50% con Cargill), Guarromán(Jaén)yVillarrubia–Córdoba.Enlasecciónaceiteraoperanen

laactualidad96 empresas aceite-ras:veintiunaenJaén,veintisieteenCórdoba,veinticincoenMála-ga,dosenCádiz,cuatroenCiu-dad Real,unaenBadajoz,doceenSevilla ycuatroenGranada.Cuentaconlasmarcasdeacei-

tedeolivavirgenextraHojiblan-ca,Cordoliva,Acorsa,Torcaoliva,Olivabella,Dcoopyotrasconlasque opera en elmercado nacio-naleinternacional.Enoctubre de 2012hallegadoa

un acuerdo con el principal ope-rador mundial de aceites de oli-va, Deoleo (cuenta con un 20% del mercado de envasado mun-dial con enseñas comoCarbonell,BertolliyCarapelli)porelqueHo-jiblancaseconvierteenaccionistaconun10%delcapitalacambiode lamarcaHojiblanca y la plan-tadeenvasadodeAntequera;pen-diente de ratificación. HojiblancaS.Coop.And. desarrollará a travésdeDeoleo(300.000tdeenvasado)suproyectomarquista;aelloseuneMercaoleo(al50%conlamultina-cionalestadounidenseCargill)con25.000t de envasado para marca

de la distribución; y su envasadopropioparacooperativas,nacionalyexportaciónconlasenseñasDco-op,Cordoliva,Torcaoliva,Acorsa…

Aceituna.Cuentaconuncupodeproducciónde67.000tyvein-tidos cooperativas asociadas deCórdoba(9),Málaga(9)ySevilla(4). Tiene dos plantas industria-les:Monturque (Córdoba)yDos Hermanas (empresa Acyco). En-vasayexporta lamayoríade suproducción. Opera con las mar-cas Acorsa y Hojiblanca, princi-palmente.Es líderenexportacio-nesalaUnión Europeayopera-dordereferenciaen Estados Uni-dos, países árabes y antiguas re-públicassoviéticas.

Suministros y Servicios.Ope-ra conmás de ciento veinte coo-perativas y su fin es abaratar cos-tesalosagricultoresyganaderosatravés de actividades como: com-pra–ventaencomúndeabonosyfitosanitarios;DepartamentoTécni-coAgrícolade informaciónyase-soramientogratuitoalossocios;te-lefoníamóvil, seguros; tiendas enlas cooperativas; servicio de repa-racióndemaquinariaoleotécnica…

Ganadería. Formada por 3cooperativas ganaderas (una enCádizydosenMálaga),sededi-caalacompraencomúndema-terias primas para piensos, com-pra–venta en común de produc-tos zoosanitarios y comercializa-ciónde porcinoblanco, aunquevaaampliarsusactividadesparaavanzarenlacadenadevalor.

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AñOS 2007/2008 2008/09 2009/10 estimado 2013

Producción (toneladas)

97.332 126.505 183.238 300.000

Nº Cooperativas 48 59 71 150

Agricultores 24.000 30.000 50.000 100.000

Hectáreas 80.000 200.000 325.000 500.000

Funcionamiento Hojiblanca vende en común el

producto, esdecir, el aceitede to-dosesdetodosyhadecomercia-lizarseatravésdelgrupo,deahísufuerzaenelmercado,loquelecon-vierteenunoperadordereferencia.Paraelloesfundamentallapar-

ticipacióndetodaslascooperati-vas,queestánrepresentadasporlas personas designadas; en lasreuniones puedenparticipar has-tauncentenardepersonas.Actualmente,losórganos di-

rectivosestánocupadospor:

Presidente:José Moreno Moreno Vicepresidentes: Juan Ramón Bernal López(Aceite);Francisco de Mora Pérez(Aceituna);Francisco Leo López(Suministros);Manuel Luis Aragón Lozano(Ganadería) Secretario:José Andrés González Bueno Tesorero:Francisco Terán Blanco

Elrestodelconsejoestáfor-madopormásde60personasyluegohayotrosrepresentantesdecooperativas.

Futuro El objetivo de Hojiblanca es

conseguir la mayor rentabilidadparasussociosatravésdelame-jor comercialización posible desus productos y el abaratamien-todecostos.Paraellohacefaltauna empresa sólida, viable, par-ticipativa, plural, transparente ycon ideas claras, y entendemosquenuestrotrabajodefuturohadeser:

* consolidarunagrancoopera-tiva agroalimentaria que sea ca-pazdedefendermejor a sus so-ciosenunmundoglobalizado.

* seguirincorporandomáscoo-perativasparatenermejoresopor-tunidadesenelmercado,algoim-posible sicadaunohace lague-rraporsucuenta.Launiónhacela fuerza (baste señalar que haycooperativas agrarias en Europa queson20vecesmayoresquelaactualHojiblanca).

* trabajar por abaratar cos-tesalagricultoryganadero.

* lucharporobjetivoscom-partidosporelsector:promo-ción del producto, sistemasdegestióndemercado,luchacontraelfraude,etc.

Sede de Hojiblanca

Antonio Luque. Director General

José Moreno Moreno. Presidente

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poema de cierre

Amparitxu Gastón y Gabriel Celaya, «paseándose a cuerpo» en La Concha de San Sebastián

Gabriel Celaya(Hernani,Guipúzcoa,1911

–Madrid,1991)

eSpaÑa en MaRcha de Cantos Iberos, 1955

Nosotros somos quien somos. ¡Basta de Historia y de cuentos! ¡Allálosmuertos!QueentierrencomoDiosmandaasusmuertos.Novivimosdelpasado,nidamoscuerdaalrecuerdo.Somos,turbiayfresca,unaguaqueatropellasuscomienzos.Somoselserquesecrece.Somosunríoderecho.Somoselgolpetemibledeuncorazónnoresuelto.Somosbárbaros,sencillos.Somosamuerteloiberoqueaúnnuncalogrómostrarsepuro,enteroyverdadero.Decuantofuenosnutrimos,transformándonoscrecemosyasísomosquienessomosgolpeagolpeymuertoamuerto.¡A la calle!, que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo. Noreniegodemiorigen,perodigoqueseremosmuchomásquelosabido,losfactoresdeuncomienzo.Españoles con futuro y españoles que, por serlo, aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno. Recuerdonuestroserroresconmalasañaybuenviento.Irayluz,padredeEspaña,vuelvoaarrancartedelsueño.Vuelvoadecirtequiéneres.Vuelvoapensarte,suspenso.Vuelvoalucharcomoimportayaempezarporloqueempiezo.Noquierojustificartecomoharíaunleguleyo.Quisieraserunpoetayescribirtuprimerverso.España mía, combate que atormentas mis adentros, para salvarme y salvarte, con amor te deletreo.

a aMparitxu, in memoriam

Perseguido por la dictadura franquista; vi-lipendiado y humillado por el totalitarismo racista y asesino de los etarras; relegada su voz por nacionalistas excluyentes y por se-paratistas y separadores de siempre. El bue-no y gran Celaya vuelve a invitarnos a luchar y a no perder de vista un horizonte unido, solidario y esperanzador si nos concertamos para identificar y desenmascarar los nuevos peligros camuflados que, de nuevo, hoy ace-chan y devoran a los pueblos provocando crisis económicas y políticas para su insacia-ble interés e ilimitado provecho.

Gerásimo Arjona

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desde el Alto GuadalhorcePublicación anual. Año III. Nº 3

mayo de 2013