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rofesor emérito de física teórica en la Universidad de Oregón, el doctor Amit Gos- wani lleva enseñando física cuántica desde hace más de treinta años. Actualmente en el Instituto de Ciencias Noéticas, Goswani es autor de numerosos ensayos. En Dios no ha muerto (Obelisco, 2010), libro del que les ofrecemos el siguiente extracto, aboga por un «activismo cuántico» que nos proporcio- ne una vida equilibrada y una visión integral del mundo. El concepto de un poder superior, lo que popular- mente se llama Dios, tiene milenios de antigüedad. La idea es que experimentamos fenómenos que no pueden explicarse únicamente de acuerdo con cau- sas materiales y terrenales; la única explicación po- sible es que dichos fenómenos están causados por la intervención de Dios. Esta intervención divina es lo que se llama «causalidad descendente». Los científicos se aprovechan de la ingenuidad de los seguidores del Dios populista para despreciar es- ta descripción como un dualismo que es filosófica- mente insostenible. ¿Está Dios repartiendo la causa- lidad descendente, interviniendo en nuestro mundo de vez en cuando, aquí y allá? ¡Ja! Eso es imposible, afirman. ¿Cómo va un Dios inmaterial a interactuar con cosas materiales en un mundo material? Jesús lamentaba que el reino de Dios está en to- das partes, pero que la gente no lo veía. En fin, las pruebas son sutiles; es fácil que la gente de la ca- lle las pase por alto. Pero los científicos son perso- nas especiales; son expertos en descifrar porme- nores infinitesimales. ¿Por qué no han advertido las signaturas de lo divino? El físico Richard Feynman, Premio Nobel en la es- pecialidad, expresó esta miopía de los científicos de los últimos tiempos cuando nos brindó esta adverten- cia contra la imaginación desbocada. Dijo: «La ima- ginación científica es imaginación dentro de una ca- misa de fuerza». La camisa de fuerza que Feynman y otros materialistas llevaban es el sistema de creen- cias denominado materialismo científico. Y la doctri- na que más ata es la doctrina reduccionista y exclu- sivista de la causación ascendente. La física cuántica nos está mostrando el camino al devolvernos la causalidad descendente y a su agen- te: Dios, que actúa por medio del observador. En la física newtoniana, los objetos son cosas determina- das. Pero, en la física cuántica, los objetos son po- sibilidades entre las que escoge la consciencia. Cuando una persona mira, su consciencia escoge una de las distintas posibilidades cuánticas, que se colapsa en la realidad de la experiencia. Pero esto, ¿cómo prueba la existencia de Dios? Suena como el chiste: hemos buscado a Dios y lo he- mos encontrado; ¡y resulta que somos nosotros! Pue- de que los antiguos hindúes tuvieran razón cuando afirmaban que hay trescientos treinta millones de dio- ses. Bueno, ahora serían seis mil millones debido a la inflación.Pero, si somos Dios, ¿por qué vivimos de este modo? ¿Por qué nos cuesta tanto manifestar cualidades piadosas como la no violencia y el amor? Las pruebas de Dios están dentro de nosotros, pero para verlas hemos de ser sutiles, hemos de creer…. AMIT GOSWANI LA ÚLTIMA PALABRA LA ÚLTIMA PALABRA P 98 La última palabra Señales sutiles Si somos Dios, ¿por qué nos cuesta manifestar cualidades piadosas? ‘‘ ‘‘ COORDINADA POR: PACO GONZÁLEZ

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rofesor emérito de física teórica en laUniversidad de Oregón, el doctor Amit Gos-wani lleva enseñando física cuántica desdehace más de treinta años.Actualmente en elInstituto de Ciencias Noéticas, Goswani esautor de numerosos ensayos.En Dios no hamuerto (Obelisco, 2010), libro del que lesofrecemos el siguiente extracto, aboga porun «activismo cuántico» que nos proporcio-ne una vida equilibrada y una visión integraldel mundo.

• El concepto de un poder superior, lo que popular-mente se llama Dios, tiene milenios de antigüedad.La idea es que experimentamos fenómenos que nopueden explicarse únicamente de acuerdo con cau-sas materiales y terrenales; la única explicación po-sible es que dichos fenómenos están causados porla intervención de Dios. Esta intervención divina eslo que se llama «causalidad descendente».• Los científicos se aprovechan de la ingenuidad delos seguidores del Dios populista para despreciar es-ta descripción como un dualismo que es filosófica-mente insostenible.¿Está Dios repartiendo la causa-lidad descendente, interviniendo en nuestro mundode vez en cuando, aquí y allá? ¡Ja! Eso es imposible,afirman. ¿Cómo va un Dios inmaterial a interactuarcon cosas materiales en un mundo material?• Jesús lamentaba que el reino de Dios está en to-das partes, pero que la gente no lo veía. En fin, laspruebas son sutiles; es fácil que la gente de la ca-lle las pase por alto. Pero los científicos son perso-nas especiales; son expertos en descifrar porme-nores infinitesimales. ¿Por qué no han advertidolas signaturas de lo divino?• El físico Richard Feynman, Premio Nobel en la es-pecialidad, expresó esta miopía de los científicos de

los últimos tiempos cuando nos brindó esta adverten-cia contra la imaginación desbocada. Dijo: «La ima-ginación científica es imaginación dentro de una ca-misa de fuerza». La camisa de fuerza que Feynmany otros materialistas llevaban es el sistema de creen-cias denominado materialismo científico.Y la doctri-na que más ata es la doctrina reduccionista y exclu-sivista de la causación ascendente.• La física cuántica nos está mostrando el camino aldevolvernos la causalidad descendente y a su agen-te: Dios, que actúa por medio del observador. En la

física newtoniana, los objetos son cosas determina-das. Pero, en la física cuántica, los objetos son po-sibilidades entre las que escoge la consciencia.Cuando una persona mira, su consciencia escogeuna de las distintas posibilidades cuánticas, que secolapsa en la realidad de la experiencia.• Pero esto, ¿cómo prueba la existencia de Dios?Suena como el chiste:hemos buscado a Dios y lo he-mos encontrado;¡y resulta que somos nosotros! Pue-de que los antiguos hindúes tuvieran razón cuandoafirmaban que hay trescientos treinta millones de dio-ses. Bueno, ahora serían seis mil millones debido ala inflación.Pero, si somos Dios, ¿por qué vivimos deeste modo? ¿Por qué nos cuesta tanto manifestarcualidades piadosas como la no violencia y el amor?• Las pruebas de Dios están dentro de nosotros,pero para verlas hemos de ser sutiles, hemos decreer…. n n

AMIT GOSWANI

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98 La última palabra

Señales sutiles

Si somos Dios, ¿por quénos cuesta manifestarcualidades piadosas?‘‘ ‘‘

COORDINADA POR: PACO GONZÁLEZ