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DOBLES HUELLAS
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Una noche tuve un sueño.
Soñé que caminaba con el Señor sobre la
playa.
Soñé que caminaba con el Señor sobre la
playa.
A través del firmamento se dibujaban escenas de mi
vida.
En cada escena, noté que habían dos pares de pisadas en la arena, un par pertenecía a mi y otro al
Señor.
En cada escena, noté que habían dos pares de pisadas en la arena, un par pertenecía a mi y otro al
Señor.
Cuando la última escena de mi vida relució ante mis ojos miré
hacia atrás para ver las pisadas en la arena. Había solamente un
juego de pisadas.
Cuando la última escena de mi vida relució ante mis ojos miré
hacia atrás para ver las pisadas en la arena. Había solamente un
juego de pisadas.
Noté que esto había sucedido en la época más honda y triste de mi
vida. Esto me molestó y pregunté al Señor acerca de mi dilema.
Noté que esto había sucedido en la época más honda y triste de mi
vida. Esto me molestó y pregunté al Señor acerca de mi dilema.
- Señor, tú me dijiste que una vez que hubiera yo decidido
seguirte, caminarías y hablarías conmigo todo el
camino.
- Señor, tú me dijiste que una vez que hubiera yo decidido
seguirte, caminarías y hablarías conmigo todo el
camino.
Pero he notado que durante las épocas más difíciles de mi vida hay solamente un juego de pisadas. No comprendo
por qué, precisamente cuando más te necesitaba, me has
abandonado.
Pero he notado que durante las épocas más difíciles de mi vida hay solamente un juego de pisadas. No comprendo
por qué, precisamente cuando más te necesitaba, me has
abandonado.
El Señor me dijo al oído:
-Mi hijo amado, yo te quiero mucho y nunca, nunca te
abandonaría en los tiempos de prueba y de dolor.
El Señor me dijo al oído:
-Mi hijo amado, yo te quiero mucho y nunca, nunca te
abandonaría en los tiempos de prueba y de dolor.
Cuando tú viste solamenteun par de pisadas era porque¡yo te llevaba en mis brazos!
Cuando tú viste solamenteun par de pisadas era porque¡yo te llevaba en mis brazos!
