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Instituto Internacional de Investigación Y Educación

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1) La transformación de la filosofía clásica alemana

2) La transformación de la historiografía sociológica francesa

3) La transformación de la economía política inglesa

IV LA SUPERACION DEL SOCIALISMO UTOPICO

V. LA TRANSFORMACION PROLETARIA DE LA ACCIONY LA ORGANIZACION REVOLUCIONARIAS

VII. EL ITINERARIO PERSONAL DE MARX Y DE ENGELS

VIII. RECEPCION Y DIFUSION DEL MARXISMO EN EL MUNDO

LAS OCHO GRANDES ETAPAS DE LA ‘HISTORIA’ DE MARX

ALGUNAS OBRAS A SER CONSULTADAS

ALGUNAS FECHAS DE LA EPOCA DE MARX

GLOSARIO DE PERSONAS Y TERMINOS CITADOS

rl. .— ( —

El rnatxismo es, en última jnstancia, el producto de laaparicion del,modo de producción capitalistaa partirdelos siglos XV y XVI en algunas regiones de EuropaOccidentai,(ltaia Septentriona -y Central, los Pa sesBajos, Inglaterra, partes de Francia-Alemania, Bohemiay Catalunya), sobre lahase delcual surge una sociedadburguesa que dominaprogresivamente la yida’ social-entodas -las esferas~de a actividad humana. El modo deproducción. capital sta se funda en la apropiación privada dé los grandes med os de produccion y subsistencia(instrumentos de trabajo tierra, viveres por los capitalistas~ es - deci4 propietarios, de importantes:s,umas dedineró) Estos utilizan una parte- de ‘su -capital paracomprar la fuerza de .trabajo de una, clase-social, elproletariado obligado -a vender est& fuerza ‘de trabajopuesto que yano tiene acceso abs medios de producción para generas su. manutención. En esta relaciónañtagónica~entre -el Capital y-el -Trabajo. asalariado; posibilitada por-lá géneralización de la producción mercan,til (la:frar’islorrfiación de-los medios de producción y dela fuerza de trábajo en mercancías) se funda.el nuevomodo,deprodücc on, ,,,: - . - -

Este surge en medio.,de, una sociedad ~ia sociedadfeuda , cuya lenta.descomposicion abre una: fase detransición- larga y contrad ctor a que, se extiende enalgunas de las regiones-de Europa occidental arriba,citadas entre los siglos XIII al XVI, inc!usn hasta•el,XVlll,pero cuyos aspectos cont nuarj en act vidad mucho más

A menudo se designa-esta fastcon el términode sóciedad semifeudal. Se tunda~en a pequena producdón mercantil~en la1que los principales productores-los campesinos -y los ártesanos- son produ’ctoreslibresy-no siervos, que disponen,de sus.propios medios de‘producción. El modo de producción capitalista no aparece sino,cuando estos productores libres son despojadosprogresivamente:.de sus medios de producción -y,deb libre-acceso a, la tierra. , , - - ‘ , -

- El modo de producción capitalista surge, inicialmentebajó la forma de,empresa agrícola comercial, industria:adomicilio y~manufactura. En la primera,,-~el productor(campesino),es despojado de sus .h’erramientas~ de-tra,baja (la.iierra, sus animales, sus instrumentos), y,engan1chado corbó óbrero agricolao doméstico de haciendapor un,..hácendado~empresario ‘que produce para, elmercado. En.1a segunda, el-productor igualmente despojado; produce para un cornandatario capita~stá. En la

tercera, los, productores-desposeídos-son concentradosya en,gran numero bajo ún-mismo techo.,Hacendados,comerciañtes y empresarios, así como sus asalariados,comienzan~a constituir un mercado -interno para lasme(cancias (amento, textiles, herramientas, bienes deconsumo).

Hay que subrayar, s n embargo, que-esta forma inicialdel modo de produccion capitalista,- del siglo XIII a principios-del XVIII, no es hegemónica ni se encuentra con-sol dada En esta etapa del desarrollo histórico, la burguesiano conqu sto en ninguna parte el poder politico,salvoen los Países Bajos del Norte y en,algunas ciudades como’Ginebra, y aún allícon su fracción,más aristocrática; la-burguesía de los banqueros y de los-grandescomerciantes. - , . - -

El estado sigue siendo un estado semifeudal (a ‘menudo una monarquía absoluta), La mayoría de,los~privilegios,de la nobleza.y del clero se conservaron, aunqueestas clases dominantes de la sociedad feudal serempobrecieron progresivamente en relación con la burguesía y se descompusieron lentamente. En, particular, losasalariados propiamente, dichos, no constituyen sinouna pequeña minoria entre los-productores,, que son, ensu gran mayor a’ campesinos ibres,.(pequeños produc~tores,comerc antes o parcialmente sujetos a los restosde la servidumbre --

Es a-partir de ,a revolucion industrial, que se produceenlasegunda mitad de siglo XVIII, cuando se-consoli,dará e impondra definitvarnente,eI.-nuevo modo deproduccion capitahsta. Con el sistema de lafábrica basadoen el maquinismo se extendra a través.det mundo ypondrá de reIieve-pIenarnente~todas sus característicasfundamentales. Es solamente a partir de este momentocuando podrá-ser plenamente comprendido;, y-sus leyesde desarrollo (su lógica y su dialéctica internas) podránser aprendidas - ‘r - - . .‘ . -. -

El maquinisrño, que,es la basede 1a’fábrica capitalis~tá moderna,es eIresultado de una,lenta’transformacióndeJas herramientas de trabajo artesanales/industrialesa partir del siglo XIII .(molinos,de;agua,técnicas-de cultivo y de ganadería, técnicas mineras,~etc.)3que desembocajinalmente, en el empleo de una nueva fuente deenérgia en la producción: la fuerza del vapor. Estatransformación es éstimulada a partir del si~Io XVI p.un ace erado progréso de las ciencias naturales ~ su

E/lugar del marxismo en la historia __ ~st Mande!

N91

Ernest Mandel El lugar del marxismo en la historia

EL LUGAR DEL MARXISMO’ -

ENLAHISTORIA -,

En momentos en que numerosos ‘ah’epentidos” proclaman que el marxismo es incapaz de explicar los~ -

fenómenos de este último cuarto del siglo XX; Ernest Mandel recuerdá en “El-lugar del marxismo en la hiñtoria~que el marxismo se nutre, desde’sus origene~,~de los avances de las ciencias sociales y deJos movimientos deemancipación de su época. Haciendo una demostración de las múltiples fuentes de la teoría elaborada por Marx

y Engels, él identifica la colaboración específica de los dos amigos en ‘las diversas áreas a ‘las cuales sededicaron: filosofía, economía política historia social, organización revolucionaria:iauto organización de la clase

obrera, movimientos’de emancipación nacional e internacionalismo. Reafirmando ‘que el marxismo “apréndecontinuamente con lo’real” y que es la áxpresión consciente dél movimiento réal de auto-&mancipación de los

trabajadores, Mándetdesarrollá una fórmula quápermilewn equilibrio dialectico entie la innovación y la -

verificación del saber adquirido: Para ello. parte-de’ una idea fundamental: pura comprender el mafrxismo espreciso ante todo situarlo en su cóntexto histórico, Es-menester comprender cuando y cómo stirgió. Es

imprescindible explicar%u- apancioh y ‘desarrollo por el juego de fuerzas sociales: su naturaleza” económica, susintereses, su ideología, laspersonalidades que han articulado sus aspiracioñes. En otras palabras, hay que

aplicar-la interpretación -matenalista ‘de la ‘historia al propio marxismo;no considerar que su aparición no requierede’áxplicacióñ. coniprenderqué la reclarha, e intentar proporcionarl& Aldeterminar;deesta manera el lugar del

marxisrño~en la’ historia, podremós delimitar mejor.sutconténido y alcance históricos.r’1 - . -

-I;EL~CbNTEXtÓ-HISTORÍCÓ GEÑERALEL LUGAR DEL MARXISMO EN LA HISTORIA

1. EL CONTEXTO HISTORICO GENERAL

II. LAS CARACTERISTICAS FUNDAMENTALES DEL MARXISMO

III LA TRANSFORMACION DE LAS CIENCIAS SOCIALES POR EL MARXISMO

N91

VI. LA FUSION DEL MOVIMIENTO OBRERO REAL Y DEL SOCIALISMO CIENTIFICO

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Cuadernos de estudio e inves igacion es la edicion en caste ano de la coleccion del mismo nombre publicada por el lnstitut International de Rechercheet de Formation bajo la dirección de Pierre Rousset.

Para cualquier información sobre ella diriguirse a: IIRF. Postbus 53290.1007RG Amsterdam. Holanda. En el Estado español- Editorial Leviatán.C Fuencarral 23, 32 Izda. Madrid 28004

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utilización creciente en la técnica de producción y circu• - lación de mercancías. -

Unó de los resultados más espectaculares de estosprogresos de las ciencias aplicadas es la difusion de la

• ciencia de la navegación y de la construccion naval.Esta difusión hace posible las grandes expediciones dedescubrimiento y pillaje desde Europa hacia Africa delSur y del Este, Asia y las Américas del siglo XVI (1492:“descubrimiento” de América por Cristobal Colón), quepone en funcionamiento una enorme expansión delcomercio internacional. De esta manera, nace un verdadero mercado mundial para productos llamadoscoloniales, mientras que el mercado de alimentos se extiendea toda Europa, seguido más tarde por el de los productos manufacturados. Este mercado mundial estimulará,a su vez, la expansión del modo de producción capitalista. Pero el progreso acelerado de las ciencias naturales, en correlación con la expansión del modo de producción capitalista, transforma progresivamente también los modos de vida, de actividad y pensamiento delas masas urbanas, tanto los de la nueva burguesíacomo los de la pequeña burguesía y los primeros precursores del proletariado moderno. Por lo demás, nodeja de influir también a sectores de las masas rurales,por lo menos en algunos países.

La sociedad feudal se caracterizaba esencialmentepor una gran estabilidad de la existencia humana. Cadaquien “tenía su lugar” y “permanecía en su lugar”. Loshijos de los siervos eran siervos. Los de la nobleza erannobles o pertenecían al clero. Los hijos de artesanosllegaban a ser artesanos. Había una ideología religiosano menos inalterable, la religión católica consolidadapor la escolástica, encubría, racionalizaba y justificabaesta sociedad fuertemente jerarquizada.

Por cierto, estas rigideces no eran absolutas. Al igualque la técnica, el pensamiento y el cuestionamientosocial experimentaron progresos significativos en lasociedad feudal en Europa (sobre todo en el siglo XIII).Hubo avances en el campo filosófico; la “izquierda aviceniana”, de origen islámico, por ejemplo, se acercó almaterialismo. La extensión del comercio internacionalestimuló prácticas intelectuales (ila contabilidad!) generadoras del pensamiento racionalista. Sin embargo, todos estos progresos fueron lentos, contradictorios, sujetos a marcadas recaidas hacia el control religioso (elsurgimiento de la Inquisición) y el oscurantismo, sobretodo en el siglo XV, ligadas a una crisis generalizada dela sociedad feudal.

A partir del siglo XVI y de la aparición del modo deproducción capitalista, el clima ideológico y cultural semodifica, en conexión íntima con la modificación radicalde la vida cotidiana y de las mentalidades de las poblaciones urbanas. El sentimiento de que todo cambia rápidamente sustituye al sentimiento de que hay un ordenfijo eterno. La duda, el cuestionamiento de los “valoresestablecidos”, el exámen critico de las pretendidas “leyes divinas”, así como de las instituciones humanas, segeneraliza progresivamente. Los dogmas religiosos sonlos primeros sometidos a una revisión, bajo el efectocombinado de las conquistas de las ciencias naturales,de la propagación del espíritu critico y de las rebelionescontra los abusos, los privilegios y la corrupción del clero. Así, se desarrollan paralelamente el humanismo casiateo, la Reforma (luteranismo, anglicanismo, calvinismo, puritanismo) y la filosofía racionalista-naturalista(Galileo, Descartes, Spinoza).

En última instancia, estos movimientos ideológicosexpresan las aspiraciones de las nuevas clases urbanas y rurales que se desarrollan con el modo de producción capitalista: la burguesía, la pequeña burguesíade funcionarios e ideólogos (maestros, sabios, artistas),el artesanado independiente, el pre-proletariado (asalariado una parte del año solamente), los hacendados-empresarios. Cada una se reconocerá total o- parcial-

mente en una de las variantes de la nueva religión y enlas nuevas corrientes filosóficas:

Esta lucha ideológica adquirió esencialmente una forma religiosa, lo que se explica por el papel de la religióncomo ideología hegemónica en la sociedad feudal, ideología de la que todas las clases están profundamenteimpregnadas por la educación y en la vida cotidiana, Noobstante, de lo que se trata es en realidad de una verdadera lucha de clases, como lo demuestran los grandes combates sociales y políticos en los que desembocaron estos conflictos religiosos, combates que lleganhasta guerras civiles y verdaderas revoluciones: la rebelión de los husitas en Bohemia en el siglo XV; laguerra de los campesinos en Alemania, la revolución delos Paises Bajos, las insurrecciones de la Comuna deGand y la de Munster (movimiento de los anabaptistas)en el siglo XVI; las guerras de religión en Francia durante los siglos XVI y XVII; todo lo cual desemboca en larevolución inglesa de 1640-1 688.

Dada la debilidad relativa de la burguesía en los siglos XVI y XVII, estos movimientos resultan sólo parcialmente victoriosos. A menudo, desembojan en derrotas, La contrarreforma, triunfante con los jesuitas enItalia, España, los Paises Bajos del Sur, Austria y unaparte de Alemania sucede a la Reforma. En el terrenopolítico, es la monarquía absoluta la que se extiende yno la república burguesa. Muchas secuelas de la EdadMedia -la servidumbre, la arbitrariedad judicial, incluidala lnquisición y la tortura, la censura y la colocación enel index de libros “sediciosos”- subsisten. Galileo se veobligado a confesar públicamente que se equivocócuando demostró, contrariamente a la opinión de laBiblia, que es la tierra la que gira alrededor del sol y noa la inversa.

Avances y retrocesos se combinan en todas partesdel mundo. La colonización europea desemboca en laexterminación de los indios de América. El capitalismocomercial organiza la trata de negros,devasta Africa yextiende plantaciones y manufacturas en América conayuda de millones de esclavos y no de proletarios libres.

No es sino con el advenimiento del capitalismo industrial en la segunda mitad del siglo XVIII que el progresoy el optimismo social se generalizan rápidamente. Bajola dirección de la burguesía y de sus ideólogos revolucionarios, todo lo que subsiste del orden feudal es fácilmente impugnado, atacado y ridiculizado. El asalto contra la monarquía absoluta se transforma en un asaltogeneral contra el orden social que ella sstenta, en untriunfo cada vez más amplio de la nueva sociedad burguesa en todos los terrenos de la vida social. Estostriunfos en la transformación de las costumbres, lasideas y los “valores” reconocidos, desembocarán en lasgrandes revoluciones burguesas del siglo XVIII: la revolución norteamericana de 1776 y la revolución burguesade 1789. Este movimiento proseguirá en Europa y enAmérica Latina a principios del siglo XIX, con desigualéxito según los países.

Estas revoluciones son también el desembocaderode una vasta toma de conciencia de capas burguesas,pequeñoburguesas y prepoletarias: a saber, que lahumanidad puede decidir su propio destino, que éste noestá predeterminado por la Providencia divina o poralguna fatalidad. Fe en la razón humana como motor desu emancipación, he aquí como podemos resumir el“espíritu de la época” del Siglo de las Luces. Despuésde haber penetrado en las ciencias naturales y la técnica, este “espíritu de la época” penetra en la crítica delas instituciones estatales, la actividad filosófica y literaria, en la lucha política. Llevada por un cambio radicalde las relaciones de fuerza entre la burguesía por unaparte, y la monarquía, la nobleza y el clero por otra,esta ola emancipadora encontrará su expresión suprema en las dos grandes revoluciones del siglo XVIII.

Sin embargo, a medida que se expande el modo deproducción capitalista, el aspecto contradictorio de lasociedad burguesa, el carácter ambiguo no menos con-

tradictorio del progreso económico y político que encarna la expansión de la sociedad burguesa y las revoluciones burguesas, comienza a manifestarse a la luz deldía. El capitalismo no es sólo una expansión colosal deconocimientos, riquezas y derechos humanos. Es también una acumulación de miserias, injusticias, opresiones y negación de derechos humanos elementales. Lapolarización de la sociedad entre ricos y pobres estallaa los ojos de todos los observadores, incluso a los deescritores con opiniones reaccionarias, como Balzac, eideólogos conservadores. Esta toma de conciencia vaacompañada de una nueva práctica social: la lucha declases de los obreros-artesanos, los preproletarios y losproletarios contra los capitalistas. Así va a surgir el“cuarto Estado” que se enf renta progresivamente contrael “Tercer Estado”, contra la burguesía; esto supone uncambio fundamental de la escena política y social, quehabía estado dominada hasta ese momento por la luchade esta última contra la momarquía, la nobleza y el altoclero. . -

El debilitamiento de las monarquías absolutas y laaparición de movimientos revolucionarios de masaspermiten a diversas capas sociales oprimidas expresarsus reivindicaciones, apoyándose a menudo en la intrepretación más radical de los principios de la democracia. La igualdad entre los individuos debe aplicarse alos sexos. Así, apareció la “Declaración de los derechosde la Mujer y de la Ciudadana” en plena revolución francesa. Ella no debe permitir discriminación de casta oraza: también se inician la emancipación de los judíos,el movimiento por la abolición dela esclavitud, la extensión del sufragio universal. Finalmente, implica la igualdad entre las naciones y su derecho a la autodeterminación, de allí el surgimiento de movimientos democrátircos nacionales, particularmente en Irlanda, Italia. y Alemania.

Una realidad económica y una práctica socio-políticanuevas engendran así una interrogante científica nueva,acompañada de ideologías nuevas. ¿Debe limitarse laemancipación al “ciudadano”, a los derechos jurídicos ypolíticos del hombre? ¿No debiera extenderse al productor, al explotado, al “hombre (y la mujer) económicos”?. Así al final del Siglo de las Luces surge la cuestión social, el problema de la emancipación económica,y con ella, el socialismo como corriente de ideas ymovimiento real que actúa por esta emancipación.

El marxismo apa~ece a la vez como una transformaciónrevolucionaria y una unificación progresiva:

-de las ciencias humanas, más exactamente de lasciencias sociales;

-del movimiento político de emancipación, principalmente de las organizaciones revolucionarias, .surgidasde la extrema izquierda de la revolución francesa;

-del movimiento obrero elemental y espontáneo, creado por los propios trabajadores al margen de cualquierteoría filosófica o sociológica;

-del socialismo premarxista, es decir, de la elaboración de proyectos de una sociedad mejor, de “soluciones de la cuestión social” esencialmente en el planoteórico e ideológico: teorías filosóficas, sociológicas,económicas, combinadas con actividades educativas yfilantrópicas (fundación de las primeras colonias “comunistas”).

En cada uno de estos terrenos, Marx y Engels partende lo que ya existe, asimilan plenamente los logrosacumulados y los someten a un exámen crítico. De estamanera, los transforman radicalmente, pero conservando todo lo que contienen, a juicio suyo, de fundamentalmente válido.

Del surgimiento del modo de producción capitalista almaquinismo y la fábrica moderna; del surgimiento delproletariado concentrado en las fábricas a la lucha declases parlamentaria elemental; de las resistencias depueblos colonizados contra las nuevas formas de explotación capitalistas a los, movimientos de independenciaradicales (América Latina, Irlanda, etc.); de la aparición,en el punto culminante de las grandes revolucionesburguesas, de revolucionarios que ya no se sitúan exclusivamente en relación a los objetivos de la burguesíarevolucionaria, a un principio de articulación de objetivos socialistas en favor del joven proletariado; del racionalismo burgués radical a su “superación” por las ciencias sociales criticas y lúcidas que comienzan a descubrir todos los resortes secretos de la historia y del “orden social” en general (es decir la sociedad dividida enclases antagónicas, de la propiedad privada) sin limitar-se a la crítica del orden semifeudal: he ahí la evolucióny el contexto histórico que hacen posible el nacimientodel marxismo.

El socialismo, la idea de un “regreso a la edad deoro”, es decir una sociedad sin clases, es mucho másviejo que el capitalismo industrial. Son prácticamentetan viejos como la propia división de la sociedad enclases. Encontramos ecos de ella en la antigua poesíagriega, en los profetas hebreos, en los primeros padresde la Iglesia católica, en numerosos pensadores de laChina clásica y del islam.. Durante la Edad Media y enlos grandes movimientos ideológicos a partir del sigloXV, esta tradición se extiende cada vez más. Tambiénes reforzada por la existencia de sociedades relativamente igualitarias encontradas por los europeos durante viajes de descubrimientos o campañas de conquista.

El marxismo se sitúa sin ninguna duda en la huella deesa vieja y venerable tradición de sueño y combatesdeemancipación de los pobres, explotados y oprimidos.Comparte con ellos interrogantes, protestas, preocupaciones, rebeliones. Pero todo lo .que es especifico delmarxismo no se explica, en última instancia, sino por loque es nuevo a partir del siglo XVIII, y que está íntimamente ligado a la consolidación del modo de produccióncapitalista por la revolución industrial: la aparición def initiva del proletariado como clase social fundada en eltrabajo asalariado; la torna de conciencia radical de la“cuestión social” naçida del nuevo antagonismo social:el del Capital y el Trabajo asalariado.

En el terreno de las ciencias sociales, la apropiacióncrítica concierne sobre todo a la filosofía clásica alemana, la economía política inglesa y la historiografía sociológica francesa, que había descubierto y aplicado losconceptos de clases sociales y lucha de clases.

En el campo del movimiento de emancipación social,Marx y Engels prosiguieron la continuidad de la acciónrevolpcionaria y de la organización revolucionaria tal ycomo surgen del babeuvismo y del blanquismo, combinándolas con las lecciones que se extraen de las primeras organizaciones revolucionarias alemanas, cuya experiencia viven, que desembocarán en la creación de laLiga Comunista, a la que se adhirieron. Hacen suyaslas reivindicaciones democráticas radicales de las organizaciones que, contra el absolutismo, quieren instaurarla república democrática en Italia, Irlanda y España.Abolir la esclavitud en Estados Unidos, Brasil y en lascolonias europeas. Se.esforzaron por integrar tambiénlas lecciones que se pueden extraer de la primera experiencia de un partido de masas olzrero, el partido cartista de Gran Bretaña.

En el terreno del pensamiento- y de la organizaciónsocialistas. (en general no revolucionarios y ni siquierapolíticos), se esfuerzan .por introducir el análisis cientif i

L ~.

El lugar del marxismo en la historia

1.

ji-

Ernest Mande! Ernest Mande! El lugar del marxismo en la historia

4

II. LAS CARACTERISTICAS FUNDAMENTALES DEL MARXISMO

* Glosario a! final del cuaderno

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El aporte principal de la filosofía alemana al marxismoes la dialéctica de Hegel que Marx y Engels recuperaron ampliamente, transformándola y reconstruyéndoladesde ≤u base.

La dialéctica tiene un origen muy antiguo. Se le encuentra desde el alba del pensamiento filosófico, particularmente en el filósofo griego Heráclito (‘todo cambia”, ‘todo se mueve”, “todo se transforma”; en griego:‘panta rei”) y varios pensadores chinos como Kungsung Lung y TaT-chen. Posteriormente fue desarrolladapor el filósofo judeo-holandés Spinoza (siglo XVII). Yfue elevada a sus más altos niveles por la filosofía clásica alemana encarnada por Hegel, uno de los más grandes pensadores de todos los tiempos,

Los logros del pensamiento dialéctico son ante todo:-La concepción de toda realidad como sometida a un

cambio continuo, es decir, no como una suma de hechos sino como una combinación de procesos.

-La concepción de toda realidad como una totalidaden movimiento, de la que ninguna parte puede ser comprendida aisladamente, al margen de sus interconexiones, de sus relaciones con las otras partes.

-La doncepción del movimiento como resultado de lascontradicciones internas de esta totalidad.

miento intuitivo. Tampoco se comporta como un “educador unilateral ni en relación con el proletariado, ni enrelación con el movimiento histórico (en las peripeciasde la lucha de clases). Aprende constantemente de larealidad, que está en transformación continua. Comprende que los educadores necesitan también ser educados, que sólo la praxis revolucionaria colectiva, enraizada en la praxis científica por una parte, y en la praxisreal del proletariado por otra, permite esta autoeducación de los revolucionarios y de la humanidad trabajadora.

-La concepción del conocimiento como una aprehensión de lo real por el pensamientó (por medio de la actividad humana), es decir como una interacción entre elsujeto y el objete. El sujetotiende a transformar lo realaprehendiéndolo, pero el mismo se transforma mediante la actividad investigadora, de aprehensión y de transformación de lo real.

-La concepción del conocimiento como la extracción,mediante el análisis y la acción, de leyes de desarrolloinherentes a los procesos aprehendidos. La dialécticadel pensamiento debe ajustarse a la dialéctica de lo real(al movimiento real) para poder comprender a este último.

Esta metodologia general del pensamiento eficaz,científico, del pensamiento, que permite acercarse através de aproximaciones sucesivas a una comprensiónde la realidad en su totalidad, constituye un enormepasoj adelante en relación con el método puramenteanalítico del saber fragmentado, excesivamente especializado, basado esencialmente en la experimentaciónparcial y la lógica formal.

La dialéctica no rechaza la experimentación parcial yla lógica formal, las incorpora. Pero al mismo tiempocapta sus límites. Permite asi un progreso pluridisciplinario del conocimiento, que el marxismo cristaliza particularmente en el terreno de las ciencias que tienen

como objeto a toda la sociedad, y que alcanzará tarde otemprano al conjunto de las ciencias humanas,

El pensamiento de Hegel, estimulado por la experiencia que el gran filósofo alemán había adquirido de la revolución francesa (en su juventud, Hegel había formado parte incluso de un grupo revolucionario prejacobino)llega al borde de un “salto cualitativo” en varios terrenosclave: particularmente en el del papel motor que el trabajo social juega en la historia humana. Pero la victoriade la contrarrevolución politica en Francia y en Europa,y el carácter todavia insuficientemente maduro de lasociedad burguesa y la lucha de clases proletaria durante las dos primeras décadas del siglo XIX, no le permitieron a este gran genio franquear ciertos límites desu pensamiento. Este sigue caracterizándose por lasdebilidades siguientes:

a) Concibe la dialéctica como esencialmente idealista. Considera el movimiento de las ideas como fundamental en relación con el movimiento de la realidadmaterial. De hecho, lo real es a menudo identificado conlo ideal. La dialéctica de la historia es reducida, en última instancia, a la dialéctica de la “idea absoluta”. Larealización de la libertad se concibe como finalidad de lahistoria -Hegel comparte esta concepción con el Siglode las Luces- es decir, con el proyecto de emancipaciónhumana que sustentaba todo el combate de la burguesía revolucionaria, la realización de la libertad espiritual:“El esclavo espiritualmente libre puede ser más libreque el amo”.

b)La filosofía de la historia que se desprende de estaconcepción idealista de la dialéctica adquiere, debido aesto, una dimensión demasiado abstracta, casi metafísica. Los protagonistas de la historia, los objetos de estudio y los sujetos del movimiento de emancipación noson ya el hombre y la mujer concretos, tal como viven,trabajan, son explotados y sufren al mismo tiempo quepiensan, tienen su “vida interior” y sus estados de ánimo. Sino que demasiado a menudo este lugar lo ocupan los “seres espirituales”, es decir las ideas y lasideologías, incluyendo las religiones.

Es cierto que esta debilidad metafísica de la filosofíade la historia de Hegel está atemperada por intuicionesgeniales sobre las relaciones entre el trabajo (la producción), la organización de la vida material y el Estado (laestructura social), intuiciones que llevan al filósofo alemán al borde casi de un análisis de numerosos fenómenos históricos, que hablando con propiedad podríamoscalificar de materialista.

c) Una filosofía de la historia idealista, fundada sobrela concepción idealista de la dialéctica, puede degenerar fácilmente en visión apologética de la realidad social, y particularmente del estado (el Estado prusiano)en el cual está inserto el filósofo.

La famosa fórmula de Hegel “todo lo’ que es real esracional; todo lo que es racional es real”, no es automáticamente apologética si se considera el verbo “ser” ensu acepción dialéctica, comoel equivalente de “devenir,transformarse, crecer, para después declinar y desaparecer”. En este sentido la fórmula puede significar:“Todo lo que es real sobrevive sólo en la medida en queesta realidad corresponde a una necesidad y, en estamedida, a su propia racionalidad. En la medida en queesta racionalidad declina y se descompone, en la medida en que sus contradicciones se manifiestan cada vezmás y se vuelven cada vez más explosivas, esta realidad se vuelve cada vez más “irreal”, es decir, comienzaa descomponerse. y por lo tanto a desaparecer, a darlugar a una realidad nueva, más racional”. Y paralelamente: ‘Todo lo que es racional, aunque todavía noesté realizado plenamente, aunque todavía no sea masque potencial, embrionario, llegará a ser cada vez másreal, se realizará progresivamente en los hechos”.

Pero esta misma fórmula, potencialmente revolucionaria, puedeser interpretada también de manera profundamente conservadora: Expresaría entonces lo siguiente: ‘Toda realidad es racional (de otra manera no

existiría), es decir necesaria (el resultadó inevitable deuna combinación de procesos que la han producido).No se debe, por lo tanto, ponerla en tela de juicio. Todolo que es racional y necesario ya se ha realizado. Loque no se ha realizado no es (o no es todavía) ni racional, ni necesario; si no ya se hubiera realizado”.

De hecho, las dos interpretaciones paralelas se encuentran en el pensamiento del propio Hegel. La primera predomina en sus obras juveniles. La segunda ensus obras crepusculares. Ambas dieron nacimiento ados escuelas, a dos líneas de discípulos. La segundamarca la escuela de los “viejos hegelianos”, soportes dela monarquía prusiana, de a religión y del Estado quese supone encarna “la virtud” (como en Platón y Aristóteles) y “el bien común”, opuesto al egoismo económicoy social que domina “la sociedad civil”. La primera davida a la escuela de los “jovenes hegelianos”, filósofosradicales, contra el sistema, contestararios, ateos (sobre todo Feuerbach), entre los cuales Marx se enrola ensu juventud y cuya obra despiadada de crítica filosófica,histórica, social, económica y política continuará,

En una de sus obras juveniles menos conocidas, DerGeist des Christentums (El Espíritu del Cristianismo),Hegel llega a escribir: “Sólo lo que es objeto de libertades la Idea. Hay que superar por lo tanto el Estadol. Yaque todo Estado está destinado a tratar a los sereshumanos libres como si se tratara de piezas de unmecanismo (Raiderwerk). Eso no debe ser así. El (Estado) debe por consiguiente terminar... Al mismo tiempo,quiero establecer aquí los principios de una nueva historia de la humanidad, es decir, de toda la miserableobra humana del Estado, la constitución, el gobierno yla legislación iy quitarle hasta la piel! (G.W.F.Hegel, DerGeist Christentums, Ullstein, 1978, p.341 traducción deE.M.).

d) Una dialéctica idealista desligada de la realidadmaterial puede carecer de todo criterio epistemológico,de todo criterio de verificación en última instancia. Almismo tiempo, corre el riesgo de encerrarse en un razonamiento circular, léase en el solipsismo. Puede tomarun carácter dogmático, al servirse únicamente de la coherencia interna del razonamiento como justificación última del sistema de pensamiento, como prueba final desu grado de verdad, de su veracidad

Marx y Engels trataron de córregir estas debilidadesde la dialéctica idealista “volviéndola a poner sobre suspies” (en el sobreentendido de que Hegel la había puesto de cabeza, es decir, cabeza abajo). Tuvieron asimismo que transformar la dialéctica idealista en dialécticamaterialista. Esta última se funda en las observacionessiguientes:

a) La realidad material (la naturaleza y la sociedad)existe independientemente de los deseos, pasiones, intenciones e ideas de los que buscan interp?etarla. Esuna realidad objetiva que el pensamiento trata de explicar. Ni que decir tiene que los procesos de conquista deconocimientos (y por lo tanto las ciencias, incluida laciencia socialista) son también procesos objetivos, objetos potenciales de un exámen científico crítico.

b) El pensamiento jamás puede identificarse totalmente con la realidad objetiva, aunque sólo sea porqueesta última está en permanente transformación, y latransformación de lo real forzosamente precede siempre en el tiempo al progreso del pensamiento. Sin embargo puede acercarse a ella cada vez más. Lo real espues comprensible, Los avances del pensamiento, de laciencia (no necesariamente un avance lineal y permanente) son posibles y se verifican concreta y prácticamente en la historia humana por sus consecuencias(previsiones verificadas, aplicaciones realizadas, etc.),es decir, por sus resultados prácticos. Por lo tanto elcriterio último del grado de veracidad del pensamiento,de la ciencia, es práctico. El pensamiento es eficaz(científico) en la medida que la explicación de los procesos reales no es solamente coherente para explicar loque ya existe, sino que sirve también para prever lo que

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El lugar del marxismo en la historia Ernest Mande! Ernest Mande! E! lugar de! marxismo en la historia

tco de la sociedad burguesa, de sus tendencias de des- experiencias y de datos empíricos, no puede ser puestoarrollo, de su futuro, de las contradicciones que determi- en tela de juicio a la ligera, a la luz de datos parciales,narán su decadencia y caída. Aplican este método par- coyunturales, es decir, de manera esencialmente impreticularmente para el análisis de la opresión de la mujer, sionista. Ese cuestionamiento deberá a su vez ser critiemprendido por los socialistas feministas utópicos. Es cado y sujeto a revisión, a la luz de hechos ulteriores, siel esfuerzo por transformar el socialismo esencialmente estos confirman la síntesis inicial.t’~o en socialismo científico. Simultáneamente, Marx De una manera más general, estas síntesis se apo

‘~iI~uscan asentar el pensamiento y la organiza- yan sobre una visión global de la sociedad burguesa y~sysobre la necesidad de la acción política, de la historia humana en sus modos de producción su-

—--—-laçcon la organización y la acción cesivos, es decir, sobre la capacidad de extraer leyesde desarrollo de una sociedad particular considerada en

Ie~oental de autoorga- su totalidad. Cualquier enfoque fragmentario que intente3eesfuerzan “soslayar” esa visión global debe ser más que puesto

- pjos)~del en duda. Casi siempre desemboca fatalmente en análi‘j~ip sis falsos y previsiones no confirmadas por los hechos.

-‘~-~ n~Además, estas sintesis implican siempre una apropia~trL..a.s.:ca de: los elementos de las ciencias universita

~zadas, así como un análisis critico del‘p4ncipación tanto a nivel de las organi

- iijas, como al de los intentos porØ~aFy a los esfuerzos elementa

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~marxismo, dado el método de apro-. ‘4 realidad (al devenir social) adoptado por

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III. LA TRANSFORMACION DE LAS CIENCIAS SOCIALESPOR EL MARXISMO

1. La transformación de la filosofíaclásica alemana

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El lugar del marxismo en la historia Ernest Mande! Ernest Mande! E! lugar de! marxismo en la historia

todavía no existe, para integrar esta previsión en la interpretación del proceso real considerado en su totalidad, y para modificar y transformar la realidad en función de un objetivo preestablecido. En última instancia,el conocimiento es un instrumento de supervivencia delgénero humano, un medio para modificar el lugar deesta especie en la naturaleza, con el fin de aumentar suviabilidad.

c) La dialéctica de la historia es una dialéctica deseres humanos reales y concretos, y no una dialécticadel “hombre en general”, o “del hombre y de la mujercomo seres esencialmente espirituales”. Los sereshumanos reales y concretos son seres humanos sociale históricamente específicos, es decir determinados porlas condiciones sociales específicas en las que viven,condiciones que cambian según la época histórica,

d) El movimiento de emancipación real que se realizaprogresivamente a través de la historia, con grandesavances a los que suceden graves recaídas, no es niexclusiva, ni esencialmente, ni en primer lugar, el movimiento de emancipación espiritual. No es sobre todouna conquista progresiva de la libertad del espíritu, sinouna conquista progresiva del espacio material de vida yde libertad, de posibilidades de gozo. Entre ellos losgozos espirituales, estéticos, etc., ocupan sin duda unlugar importante. Pero su satisfacción está condicionada por la satisfacción previa de las necesidades elementales de alimentación, protección, salud, necesidades sexuales, de educación, de acceso a la cultura, etc.Se trata de liberar a los individuos de las limitacionesque les impone una estrecha dependencia de las fuer-

- zas de la naturaleza, así como aquellas que imponeuna dependencia estrecha de otros individuos.

La libertad espiritual del esclavo es sin duda vital parasu supervivencia. Pero el combate por su liberaciónmaterial, es decir por la abolición de la esclavitud comoinstitución social, de toda la realidad social que la sustenta, es de más largo aliento. De todas maneras, existe en la historia un movimiento real de emancipaciónmaterial por parte de los propios esclavos. El programaque Marx y Engels se fijaron en sus obras juveniles, y alcual permanecieron fieles toda su vida, es el de combatir todas las instituciones y todas condiciones en las queel hombre es un ser humano miserable, explotado, oprimido, alienado, y debido a esto, mutilado, incapaz derealizar todas sus posibilidades humanas. Es por lotanto una ruptura radical con todo uso apologético de ladialéctica.

La fusión de la dialéctica materialista con los principales descubrimientos de la historiografía sociológica francesa, alimentada a su vez por el principal logro de laeconomía política inglesa -el papel central del trabajosocial en la existencia humana- permitió a Marx y Engels elaborar de manera coherente su teoría del desarrollo social de la humanidad: la teoría del materialismohistórico, llamado también “interpretación materialistade la historia”,

2. La transformación de la historiografíasociológica francesa

La comprobación de que no “son los grandes hombreslos que hacen la historia”, sino que ésta resulta fundamentalmente de conflictos que oponen a un gran número de individuos, es decir conflictos de fuerzas sociales,se impuso rápidamente en la historiografía desde susorigenes. En historiadores griegos como Tucídides encontramos ya una fórmula como, ésta: “toda ciudad seencuentra dividida en una ciudad de-ricos y una depobres, entre los cuales se produce una guerrape~rpanente”. Autores clásicos chinos llegaron rápidamente ala misma conclusión. La encontramos también en losmás grandes pensadores del mundo islámico, sobretodo en los grandes historiadores/sociólogos Al Biruni eIbn-Khaldun, que llegan hasta el umbral del materialismo histórico.

Es la experiencia de las grandes revoluciones burguesas, del siglo XVI al XVIII, las lecciones que de ellasse extraen y que alimentan preocupaciones políticas actuales, la que lleva a la historiografía francesa de principios del siglo XIX a crear antes que nada los conceptosde clases sociales y de conflictos entre clases sociales,es decir de lucha de clases, como instrumentos paracomprender la marcha de la historia. Así, uno trasotro,Francois Quesnay, Augustin Thierry, Mignet, Guizoty Thiers, en sus estudios sobre la revolución inglesa, laconquista de inglaterra por los normandos, sobre larevolución francesa y el restablecimiento de los Sorbones en 1815, manejan estos conceptos.

Por lo demás, habían sido precedidos en esta vía poralgunos autores ingleses y alemanes, particularmenteSchiller en su estudio de la revolución de los PaísesBajos en el siglo XVI. Algunos grandes pensadores delSiglo de las Luces, particularmente Voltaire y Montesquieu, habían ya establecido que la historia está determinada en última instancia por las condiciones materiales en las cuales se desarrolla. Sin embargo, tendían aprivilegiar las condiciones naturales (clima, situacióngeográfica, razas, etc.) y políticas (constitucionales)sobre las condiciones sociales y económicas. Jean Jacques Rousseau y Condorcet se adelantaron en esta vía.

El mérito de la historiografía sociológica reside enuna aplicación sistemática de los nuevos conceptos declase, si no a toda la historia humana por lo menos agrandes partes de ella abarcando uno o varios siglos.En este sentido, se trata de una verdadera revoluciónen las ciencias sociales, que combina avances en lahistoriografía con una mejor comprensión de la estructura y la dinámica de las sociedades. Marx y Engelsson, por lo tanto, los herederos de la historiografía sociológica francesa, así como de la filosofía clásica alemana.

No obstante, si bien el progreso de la ciencia históricay de la ciencia de la sociedad significan indudablementeun gran progreso, la obra de los historiadores francesesde principios del siglo XIX tiene grandes lagunas en relación con una interpretación científica de la historia, asícomo contradicciones flagrantes en la comprensión dela realidad socio-política -y por lo tanto histórica- de suépoca, la del capitalismo triunfante:

a) Los conceptos de “clases sociales” y de “conflictosentre clases sociales” son manejados de una maneraesencialmente descriptiva. Si bien no se niega la basematerial de estos conflictos, e incluso es puesta demanifiesto correctamente sobre todo en lo que concierne a ciertas oposiciones de clases en la sociedad feudalflno en todas!), no se llega a establecer claramente elvinculo estructural, orgánico, entre el lugar de las clasessociales en la sociedad, principalmente en la producción, y sus intereses materiales, su papel social y lasluchas políticas -

b) Las luchas ideológicas, los conflictos entre sistemas de ideas, los “valores espirituales” (Dios, la Religión, la Libertad con L mayúscula, el Bien Común, laBelleza, incluso la Nación) son consideradas generalmente como superpuestas a los conflictos de interesesmateriales, como desligadas de estos y poseedoras deun sentido que les seria intrínseco, cuando no otorgándoles un valor eterno.

c) En general no se abordan, o se tratan de formamarginal, los intereses y los combates de las capas(clases) más pobres de la sociedad, las que en el pasado np supieron imponerse duraderamente, los eternosvencidos de-las revoluciones y de las luchas sociales ypolíticas. Cuando se les describe se hace a menudo sincomprenderles, a la luz de prejuicios y hasta de odiosde ,plase manifiestos.

A pesar de sus aspectos a veces grotescos, cada generación de cronistas e historiadores transmite así innumerables calumnias a la generación siguiente. Citemosen desorden y al azar: la leyenda que.cuenta de losCátaros, a la vez, que rechazaban tener relaciones

sexuales y que practicaban el infanticidio a gran escala;la que dice de los pueblos eslavos de la Alta EdadMedia, que habían sido incapaces de constituir estados,“cualidad” según ella reservada a los pueblos germánicos; aquella que cuenta que los judios estarían desprovistos de “cualidades marciales”; la leyenda de que losanabaptistas “socializaron a las mujeres” en Munster; laque cuenta que los indios de México practicaban elsacrificio humano a muy vasta escala; la de la crueldadde los pieles rojas de América del Norte, y la de la“pereza congénita” de los negros, que según esto habrían rechazado trabajar de no haber sido sometidos ala esclavitud.

Decididamente, la historiografía -con excepción de laque está influida por el marxismo- ha producido unahistoria reescrita por los vencedores, a despecho tantode la verdad histórica como del honor de los vencidos.

d) Más particularmente, la aplicación de los mismosconceptos de clases y de lucha de clases se hace demanera cada vez más reticente, a medida que se tratade plantear los antagonismos entre el Capital y el Trabajo asalariado, a medida que el siglo XIX se acerca yque se trata de analizar las luchas sociales contemporáneas, la historiografía y la sociología desembocan inevitablemente en la política. A partir de este momento, ybajo la presión evidente de sus propios intereses declase, los grandes historiadores sociólogos burguesesniegan que, actuando en política como lo hacen, defiendan intereses matériales específicos diferentes de losde otras clases sociales. Se transforman bruscamenteen defeiísores de un “Orden Social” eterno, del “BienComún”, del “Interés General de la Nación”, de los “valores espirituales supremos”.

Sus adversarios de clase ya no son presentádoscomo tales, sino como “sembradores del desorden”,como “anarquistas sangrientos” (más tarde se hablaráde bolcheviques que llevan un cuchillo entre los dientesy echan los dedos de los niños en la sopa, e incluso delos que encarnan el Imperio del Mal”), “promotores de laviolencia”, en resumen, como “bárbaros” que se oponena la “civilización”. Los ideólogos politiqueros racistas yfascistas Ib diran más claramente todavía: “sub-hombres”, seres desposeídos de la cualidad humana, lo quepermite justificar la inhumana manera en que son tratados estos adversarios.

e) No se revelan los origenes de las clases sociales yel Estado. Al mismo tiempo, ambos son presentadoscomo fenómenos casi eternos, salvo quizás en los estadios más primitivos de la existencia humana. Su desaparición se considera imposible, es decir, “contraria a lanaturaleza humana”.

Al desarrollar la teoría del materialismo histórico,Marx y Engels rebasaron estas lagunas y estas contradicciones de la historiografía sociológica francesa, yenriquecieron y precisaron los conceptos de- clasessociales y lucha de clases..

a) Las clases sociales no son instituciones socialeseternas y permanentes de la sociedad (de la existencia)humana. Surgen en una etapa determinada del desarrollo de la sociedad. Se desarrollan y se transforman deformación social-a formación social y están destinadasa desaparecer. La organización social pasa y pasarápor los estadios sucesivos de la sociedad primitiva sinclases, a las diferentes formas de la sociedad de clases, hasta la sociedad futura (comunista) sin clases.

b) Para comprender esta marcha general de la historia, es decir, el origen, desarrollo, exacerbación y deéaparición de la división de la sociedad en clases, hay quepartir de la primacía para el género humano, como paratoda especie viviente, de la supervivencia material.embargo, la especie humana se~otras especies porque ella mismaynwieproducción deviencia (su subsistencia cpj~’ón colectiva deliberada: ella especie) medme’trabajo social crea un producto sotrabaio’-°’-

cial que se divide esencialmente en producto necesarioy excedente social.

El producto necesario permite mantener (y por lo tanto reproducir) la fuerza de trabajo y los instrumentos detrabajo existentes. El excedente social es el conjunto delos bienes habitualmente producidos no indispensablespara esta manutención. Mientras el excedente socialsea insignifcante la división de la sociedad en clases esimposible, en el sentido de que una fracción de la sociedad se libere de la necesidad de producir su propiasubsistencia (y sea mantenida gracias al excedentesocial). Mientras el excedente social sea real, inclusocreciente, pero insuficiente para liberar a la gran mayoría de la sociedad de la obligación de consagrar loesencial de sus esfuerzos para la producción/reproducción de su existencia material (de la existencia materialde toda la sociedad), la división de la sociedad en clases es inevitable. A partir del momento en que el excedente social se vuelve tan grande e importante que elproducto necesario es ya sólo el resultado de un esfuerzo reducidisimo (algunas horas de trabajo por día), surge la base material para el advenimiento de la sociedadsin clases.

c) La magnitud del producto social, y por lo tanto también del excedente social, es en última instancia funciónde la productividad social del trabajo. El progreso económico es medible por esta productividad del trabajo,así como por la esperanza de vida media (la longevidadrelativa) de los seres humanos. El nivel de la productividad media del trabajo depende esencialmente del nivelde desarrollo de las fuerzas productivas, a saber, fuerzas productivas objetivas (herramientas, - instrumentosde trabajo, etc.) y fuerzas productivas humanas (número y cualificación de los productores/as)- La técnica dela producción (tecnología) está en función por lo tantode una combinación entre estos dos elementos, y co-determinada por el nivel de conocimientos técnicos(más o menos científicos) y culturales acumulados.

Igualmente, la liberación de una parte de la sociedadde la necesidad de consagrar la mayor parte de sutiempo a la producción de subsistencias en el sentidoamplio del término -y por lo tanto la existencia de clasesdominantes, poseedoras- no supone solamente una situación explotadora y expoliadora, aunque efectivamente este sea su sentido fundamental. Corresponde también a la necesidad objetiva para la sociedad de asegurar la acumulación, la trasmisión, el acceso a los conocimientos y la posibilidad de su ampliación. A esta función social puede Ilamarsela de acumulación.

A partir de un cierto punto de desarrollo social (dedesarrollo de las fuerzas productivas), la función deacumulación, anteriormente ejercida en las pequeñascolectividades de manera comunitaria y benévola, fueacaparada por una fracción de la sociedad que se apropia, simultáneamente, de los medios de producción y deuna parte del excedente social, con fines de consumoimproductivo (muy a menudo derrochador). Esta es labase y la función social de las clases dominantes. Vivendel trabajo ajeno y monopolizan las funciones de gestión y acumulación.

d) En la producción de su vida material, en la organización social del trabajo, los seres humanos, y a partirde un cierto estadio de evolución las clases sociales,entablan entre ellos unas determinads relaciones, queMárx y Engels llaman relaciones de producción. Todaforma de sociedad, toda formación social concret2, ~ecaracteriza por esas relaciones de prodi~oi~.)n especificas. Estas relaciones de producr~ ueterminan el conjunto de las reIacioneso~~ub0mI s”, es decir, no solamente la prod”~’~’ inmediata sino también la circulación.r1~s~1M~es~ la manera de tener acceso a ellos, y

orma de apropiación de los instrumentos de trabajo~q parte de los productores (las unidades de produccion). El conjunto de las relaciónes de producción determina en ultima instancia el conjunto de las relacionessociales -en la sociedad de clases: el conjunto de lasrelaciones entre las clases- y por ello mismo la propia

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El lugar del marxismo en la historia Ernest Mande,’ Ernest Mandel El lugar del marxismo en la historia

es una de las principales contribuciones del marxismo alas ciencias de la sociedad. -

Las instituciones estatales son un componente esencial de la superestructura social, que incluyen tanto elementos de coerción (ejército, cuerpos represivos, justicia) como elementos necesarios para hacer aceptablepor parte de las clases productivas la explotación y laopresión de clase que sufren, para ocultar y “legitimar”el carácter explotador y opresor de estas instituciones.Esta es, en lineas generales, la función de las ideologías dominantes anteriormente mencionada, y de sutransmisión por medio de instituciones como la familia,la enseñanza, las iglesias, los medios de comunicaciónde masas, la publicidad en la sociedad burguesa, etc.Asimismo toda lucha de clases desde que se inicia, ymas aún cuando se generaliza, es forzosamente unalucha política -independientemente de la conscienciaque de ello tengan los combatientes-, una lucha por elmantenimiento, el debilitamiento, o el derrocamiento deun poder de Estado determinado, del poder político deuna clase determinada.

j) Entre el derrocamiento del poder de Estado y de ladominación económica de la burguesía, y el acceso auna sociedad sin clases y sin Estado, se intercala unperiodo histórico de transición caracterizado por la dictadura del proletariado, es decir, el ejercicio del poderde Estado por la clase de los trabajadores asalariados.Cuya función es impedir que los antiguos explotadoresreconquisten el poder, así como organizar la economíay la sociedad con miras a la emancipación de la humanidad mediante una reorganización progresiva y consciente de todas las esferas de actividad social, comenzando por la producción material, la distribución de losbienes y servicios, la gestión de la economía y del estado por los propios productores, la difusión de la cultura(el acceso universal a los conocimientos y a las informaciones), etc...

- 3. La transformación de la economíapolítica inglesa

La apropiación crítica de la historiografía sociológicafrancesa había conducido a Marx y Engels a enlazar losconceptos de clases sociales y lucha de clases con losconceptos de trabajo social y producto social. De estamanera llegaron a examinar los problemas de la cienciaeconómica y del análisis económico, entre los cuales eldel intercambio y su explicación ocuparon un lugar central. DesØués de cierta vacilación por parte de Marx, sesuscribieron a la tesis fundamental de la escuela clásicade la economía política inglesa: el intercambio se fundaen una equivalencia (una comparación) de las cantidades de trabajo contenidas en las mercancías.

Esta teoría llamada del valor-trabajo tiene viejas raíces. Había sido toscamente enunciada por los teóricosescolásticos (Thomas de Aquino, Alberto el Grande) eislámicos (lbn Khaldun) durante la Edad Media. Fue afinada en el siglo XVII por William Petty, tomando formadefinitiva en el siglo XVIII en la obra de Adam Smith, y aprincipios del siglo XIX en la de David Ricardo.

Teoría de la burguesía en ascenso y revolucionaria,la economía política clásica se distinguió por una actitudabierta 5’ franca respecto a los problemas por resolver.Abordó rápidamente la vida económica bajo el capitalismo como un fenómeno objetivo que había que explicar,y no como un conjunto de principios o de valores “morales” que había que aprobar o condenar. Reconoció que,como toda ciencia, la ciencia económica debía partir delos datos empíricos inmediatos (particularmente los precios) para descubrir las leyes que explican los movimientos de la economía. Fue así como situó con mucharazón el valor de las mercancias en el centro de la explicación. Por lo demás, en Adam Smith, los orígeneshistóricos de la economía de mercado constituyen, almenos, uno de los fundamentos de la validez de la teoría del valor-trabajo.

La idea de que sólo el trabajo es productor de valorhabía sido sesgada por los fisiócratas franceses delsiglo XVIII (Quesnay, Turgot) hacia un sentido específico: sólo el trabajo agrícola podia ser productivo. Estarestricción del concepto reflejaba claramente el predominio de la agricultura en relación con la industria en laFrancia pre-revolucionaria. Sin embargo, provocó dosavances importantes de la ciencia económica en relación con los logros de la economía política inglesa: losingresos de las clases dominantes (propietarios terratenientes y comerciantes/industriales) fueron concebidoscomo deducciones del producto del trabajo de la únicaclase productiva (para los fisiócratas: la clase campesina); la vida económica fue representada en su conjuntocomo un flujo y reflujo de productos e ingresos quegobernaban, al mismo tiempo, la producción del momento y la futura, es decir la reproducción. Marx se inspirará en estos avances para perfeccionar su propiateoría económica.

Efectivamente, tenía que resolver varias contradicciones y debilidades fundamentales a las cuales ni AdamSmith ni Ricardo habían encontrado solución:

a) Su definición misma del valor era incompleta, msatisfactoria y caduca. Para la economía política inglesaclásica, el valor era, en el fondo, simplemente un instrumento de medición, un numerario que permitía reducir aun solo “factor” los diferentes elementos de costo de lasmercancías o los ingresos de diferentes clases sociales.Smith y Ricarlo no respondieron a la interrogante: ¿cuáles pues la esencia, la naturaleza de este misteriosovalor?.

b) La imprecisión de la naturaleza del valor condujo,en Adam Smith, a una contradicción inextricable -unverdadero razonamiento circular- en el intento de medircuantitativamente este valor. Ricardo, superó parcialmente esta contradicción. En efecto, para Adam Smith,el trabajo determina el valor de las mercancias. Pero,“el valor del trabajo” está a su vez determinado por elsalario. El impasse es evidente cuando se plantea lapregunta: ¿qué determina el valor del salario, es decir elde los víveres (mercancías de subsistencia) que elobrero compra con su salario?.

c) La economía capitalista es considerada comoesencialmente estática. La explicación clásica apuntaantes que todo a la del “estado de equilibrio”. Las únicas perturbaciones del equilibrio que se contemplan sonlas que provienen de una imperfección de la competencia, es decir de la supervivencia de monopolios de todotipo, o las que provienen de los fenómenos monetarios.Ni siquiera se percibe, y por lo tanto no puede ser explicada, la dinámica fundamental de la competencia; eldesequilibrio casi permanente que crea entre oferta ydemanda, en que la primera rebasa casi siempre a lasegunda y desemboca en crisis periódicas de sobreproducción. Esto refleja no solamente el hecho de que tanto Adam Smith como Ricardo vivieron antes de que estefenómeno de crisis periódicas se manifestara en todasu magnitud. Sino que se debe principalmente a unaincomprensión fundamental de la manera en que lacompetencia capitalista se funda en el proceso de producción, en una transformación constante de la técnicay por lo tanto de los costos de producción, es decir enmodificaciones rápidas del valor de las mercancías.

d) La teoría del salario propia de la economía políticaclásica -teoría de Malthus y Ricardo- es también esencialmente estática. El salario oscila alrededor del mínimo vital fisiológico. Es una teoría por lo demás másdemográfica que económica del salario. Suponen queson las fluctuaciones de la natalidad y de la mortalidadinfantil las que regulan la oferta de la mano de obra enel “mercado de trabajo”. Cualquier aumento de los salarios por encima del mínimo vital fisiológico provocaríaun crecimiento de esta oferta suficiente pára inducir auna baja de los salarios, que volverían así a caer, máso menos automáticamente, al mínimo fisiológico. Elsocialista alemán Ferdinand Lasalle retomará esta teo

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estructura de la sociedad. Esta es la primera tesis cen- No lo hacen libres de presiones materiales ni con untral del materialismo histórico, conjunto ilimitado de posibilidades. Pero lo hacen, y el

e) Las relaciones de producción estables, que se re- proceso histórico concreto depende en primer lugar deproducen más o menos automáticamente, son el ele- los resultados de sus luchas (“factor subjetivo de la hismento esencial de los distintos modos de producción. toria”), aunque estas estén “sobredeterminadas” porMarx y Engels reconocen una serie de modos de pro- una serie de factores históricos y sociales sobre losducción: el comunismo primitivo de la horda, el clan y la cuales no tienen un control directo (“los factores objetitribu; el modo de producción esclavista; el modo de vos de la historia”). Sin embargo, esta “sobredeterminaproducción asiático (actualmente los marxistas prefieren ción” no es nunca de tal índole que abra la vía a unael término: modo de producción tributario); el modo de sola posibilidad histórica. Marx y Engels han destacadoproducción feudal; el modo de producción capitalista; el que en períodos de revolución social aguda -en la épomodo de producción comunista (del que el socialismo ca de decadencia de un modo de producción- puedeconsumado constituirá la primera fase). surgir una organización social superior desde el punto

Entre estos modos de producción históricamente dis- de vista de la vida y de la supervivencia del génerotintos, que sin embargo no se suceden de forma lineal humano, gracias a la victoria de la clase revolucionaria,ni siguen necesariamente el orden enumerado, se inter- o bien una descomposición conjunta de las clases so-calan generalemente periodos de transición caracteriza- ciales en lucha y la decadencia general de la sociedad.dos por relaciones de producción menos estables, por Es lo que sucedió particularmente con la decadenciauna posibilidad de evolución más amplia. Marx y Engels del modo de producción esclavista en la antigüedad. Espor ejemplo llamaron “pequeña producción de mercan- el fundamento histórico de la alternativa “socialismo ocias” a la fase de transición entre el feudalismo y el barbarie”, a la cual estamos enfrentados hoy en día.capitalismo, que tuvo por lo demás un primer ascenso h) La lucha de clases es siempre una lucha de clasesdurante el apogeo del modo de producción esclavista, generalizada en la mayoría de las esferas, si no es en

Sin embargo, un modo de producción es una estruc- todas, de la actividad social, independientemente de latura, no puede ser modificado fundamentalmente de consciencia que de ello tengan (o no) los y las que par-manera gradual. Sólo puede ser derribado por una revo- ticipan en ella. En efecto, el genero humano no puedelución. Hay que señalar además que cuando se estabili- trabar relaciones de producción sin establecer al mismoza un nuevo modo de producción, pueden cohabitar, no tiempo relaciones de comunicación. Todo lo que hacenobstante, relaciones de producción que representan su- y producen los seres humanos “pasa por su cabeza” ypervivencias del pasado con las relaciones característi- va acompañado de representaciones “ideológicas” (encas del nuevo modo de producción. Pero la afirmación forma de ideas, sistemas de ideas, esperanzas, temo-del nuevo modo de producción implica justamente que res y otros movimientos afectivos) que influyen a su vezlas relaciones de producción que le son características sobre sus acciones materiales. Estos “sistemas de re-sean hegemónicas, incorporando así estas supervivien- presentación del mundo material en la cabeza de loscias que terminan por ser asimilarlas (ley del desarrollo seres humanos” constituye una parte de la superestrucdesigual y combinado). tura ideológica de cualquier sociedad. La base social (la

f) Un modo de producción “progresista”, es decir su- infraestructura), las relaciones sociales de producción,perior al que reemplaza desde el punto de vista de la ci- determinan en última instancia esta superestructuravJlización material y de la cultura, debe terminar por dar social, es decir, determinan la evolución y las formasun mayor impulso al desarrollo de las fuerzas producti- predominantes del derecho, las costumbres, la religión,vas, es decir, debe permitir a la sociedad economizar la filosofía, las ciencias, el arte y la literatura de cadatrabajo, reducir esfuerzo físico. (En la sociedad dividida época. La existencia social condiciona la conscienciaen clases, son sobre todo las clases dominantes las social. He aquí la segunda tesis central del materialismoque aprovechan para aumentar su tiempo libre, su con- histórico. Puesto que la clase dominante controla elsumo y su cultura. Sin embargo, las clases productivas excedente social y por consiguiente toda la sociedad, lapueden luchar con cierto éxito para participar de una ideología de la clase dominante es generalmente lamanera modesta en este progreso). Es lo que sucede ideología dominante de cada época.en general durante las fases de consolidación y de Ello no significa sin embargo, que sea la única ideoloauge de un modo de producción determinado. Pero, gía existente en esa época. Subsisten a su lado restosdebido a sus propias características, a las leyes de de ideologías de las antiguas clases dominantes quedesarrollo interno y a las contradicciones intrínsecas de pueden sobrevivir largo tiempo después del fin de sucada modo de producción, a estas fases de consolida- dominio. Pueden también coexistir ideologías de clasesción y auge les sucede siempre una de decadencia. En intermedias (por ejemplo, de la pequeñaburguesía en laésta, las relaciones de producción existentes se con- sociedad capitalista), e ideologías de nuevas clases envierten en trabas para cualquier salto adelante de las ascenso, revolucionarias en relación con las clasesfuerzas productivas, o bien estas dejan de crecer, o dominantes existentes. En general, una lucha de clasesbien su crecimiento se produce “minando”, desestabili- ideológica intensa precede y abre una época históricazando de manera creciente y explosiva, las relaciones de revolución social. Pero antes de la fase de la revolude producción, la estructura social y “el orden social” ción misma es imposible para ninguna clase social con-existentes. Entonces se abre un período de crisis social quistar la hegemonía ideológica sin controlar el exceaguda cada vez más generalizada, de revoluciones y dente social, es decir sin la hegemonía económica. Porcontrarrevoluciones sociales. esta razón, la burguesía, que había prosperado amplia

g) No hay ningún vínculo automático entre el nivel de mente bajo la monarquía absoluta, pudo llegar a serdesarrollo alcanzado por las fuerzas productivas por hegemónica ideológicamente antes de la victoria de launa parte, y el mantenimiento o la sustitución de las revolución burguesa, mientras que el proletariado no

-rolaciones de producción y el modo de producción exis- puede conquistar una hegemonía comparable antes detentes POrotra,~alvo en el sentido más general, a sa- la revolución que derroque el Estado burgués y exprober, que este nive~-~ita el abanico de formas sociales pie el Capital.de organizacion posibles ~c~$~hrica moderna y el mer- i) El Estado es un producto de la división de la sociecado mundial no eran posibles con~~_~tØçnica del año dad en clases, un instrumento de consolidación, delOO A.C., la esclavitud no puede genera’iea- -“~1~e la mantenimiento y reproducción de la dominación de unabase de la técnica industrial actual, el comur?ismu t~~_~~7{ji1e determinada. Esta es la tercera tesis central delimposible con la tecnica de los siglos XV y XVI, etc.). La L.:,~9 histórico. El estado no es consubstancial amediación entre ambos es la lucha de clases real y los a socie ~‘ç~» o a la “civilización” en el sentiresultados ~g1o~a1es en los que desemboca en momen- ~is~ siempre. El anáT~Ma~Ii&~esde siempre. No

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Ernest Mande!

ría falsa de los salarios bajo la fórmula “ley de broncede los salarios” (“Eisernes Lohngesetz”). Podríamosresaltar que esta teoría de los salarios, que se funda enlo que sucede en una sociedad capitalista todavía esencialmente preindustrial o subindustrializada (enormesubempleo permanente y estructural), racionaliza el interés de la joven burguesía y sus esfuerzos con miras ahacer descender los salarios a un nivel bajísimo (pauperización absoluta del proletariado).

e) El principal representante de la economía políticaclásica, David Ricardo, defiende una teoría falsa de lamoneda: la llamada teoría cuantitativa de la moneda,que introduce una contradicción fundamental en todo suanálisis económico (en todo su sistema de pensamiento). Por una parte, Ricardo es un defensor sistemático ycoherente de la teoría del valor-trabajo. Para él, el valorde todas las mercancías está determinado por la cantidad de trabajo que ellas representan. Pero, ppr otraparte, el valor de la moneda-oro está determinado por lacantidad de oro en circulación. Sin embargo es incuestionable que el oro es a su vez una mercancía productodel trabajo humano. ¿Por qué entonces su valor no estádeterminado por la cantidad de trabajo que contiene,sino más bien por la magnitud de su circulación?.

f) La economía política clásica se pretende esencialmente objetiva. Da cuentas de la realidad, algunas veces de manera tan brutal que casi frisa con el cinismo,particularmente en la identificación del trabajo productivo con el “trabajo” productor de ganancia. Pero cuandose enfrenta con la realidad de la lucha obrera y de suorganización, sobre todo por el aumento de salarios y lareducción de la jornada de trabajo, deja bruscamente decontentarse con dar cuenta de una realidad innegable yse vuelve normativa, subjetiva y moralizadora. Tiende acondenar las organizaciones y las luchas obreras como“trabas a la libertad”, obstáculos “para la competencia”,“conspiraciones”, “utopías contrarias a las leyes económicas (leyes del mercado) inexorables”, “atentados contra el orden público”, etc. Para ello debe negar un aspecto fundamental de la realidad económica y socialque sus representantes más lúcidos, la “izquierda ricardiana” (los discípulos más radicales de David Ricardo)tienden no obstante a descubrir: a saber, el carácterexplotador del modo de producción capitalista, que agudiza inevitablemente la lucha de las clases entre patrones y asalariados/as, y conduce de manera no menosinevitable a estos últimos a agruparse, a coaligarsepara defender sus intereses. Si la libertad (burguesa)implica el derecho de todos y de todas a defender suspropios intereses económicos “egoistas”, ¿por qué losasalariados/as no gozarían del mismo derecho? ¿porqué seria legitimo que los patrones busquen aumentarsus ganancias y no lo sería que los asalariados intentenaumentar sus salarios?.

Marx y Engels lograron superar todas estas contradicciones inherentes a la economía política clásica, gracias a dos descubrimientos científicos fundamentalesde Marx, y a las consecuencias que de ellos se desprenden: la elaboración de un sistema coherente deanálisis económico, que implica una explicación y unacrítica coherentes, sin fallas, del modo de produccióncapitalista y de sus tendencias de desarrollo.

Marx estableció que el trabajo no es sobre todo unaunidad para la medida común de los diferentes elementos de los costos de producción de las mercancías, Sinoque es la esencia misma del valor. El valor es trabajo,más exactamente una fracción del potencial de trabajo(de la masa de jornadas de trabajo/horas de trabajo)disponible en una sociedad determinada durante unperíodo determinado.

Toda sociedad humana vive y sobrevive gracias aeste trabajo social abstracto (haciendo abstracción de laprofesión particular de cada trabajador en particular).En una sociedad basada en la propiedad privada, elpotencial de trabajo social global está fragmentado entrabajos privados, efectuados por individuos o unidadesde producción independientes unas de otras. La distri

bución de estas tareas (fragmentos del trabajo socialglobal) no se efectúa de manera consciente, sino espontánea. El mercado se encargará de corregirla luego.Los individuos deben hacer que se reconozca comotrabajo social el trabajo que efectivamente han ejecutado. El trabajo privado es siempre una parcela de trabajosocial, pero toda cantidad de trabajo privado no es automáticamente reconocida como tal. Es precisamente elvalor de las mercancías el que gobierna este reconocimiento. El valor de las mercancías es la cantidad detrabajo socialmente necesario para producirlas (la fórmula “socialmente necesaria” se funda en la productividad media de trabajo en cada rama particular de laproducción).

De este primer gran descubrimiento de Marx se desprende otro. El asalariado y la asalariada, el proletario yla proletaria no venden “trabajo”, sino su fuerza de trabajo, su capacidad de producción. Es esta fuerza detrabajo la que la sociedad burguesa transforma en mercancía. Tiene por consiguiente su propio valor, elemento objetivo como el valor de cualquier otra mercancía:sus propios costos de producción, sus propios gastosde reproducción. Como toda mercancía, tiene una utilidad (valor de uso) para su comprador, utilidad que es lacondición previa para su venta, pero que no determinaen absoluto el precio (el valor) de la mercancía vendida.

Ahora bien, la utilidad, el valor de uso de la fuerza detrabajo para su comprador, el capitalista, es justamentela de producir valor, puesto que por definición todo trabajo en una sociedad mercantil agrega valor al valor delas máquinas y las materias primas a las cuales se aplica. Todo asalariado produce por lo tanto “valor añadido”. Pero, como el capitalista paga un salario al obreroy la obrera -salario que representa el costo de reproducción de la fuerza de trabajo-, comprará esta fuerza detrabajo sólo si “el valor añadido” por el obrero o la obrera rebasa el valor de la propia fuerza de trabajo. A estafracción del valor producida de mas por el asalariado,Marx la llama plusvalía. La plusvalía es la diferenciaentre el nuevo valor producido por la fuerza de trabajo yel valor propio a esta fuerza de trabajo, es decir, la diferencia entre el nuevo valor producido por el trabajador ola trabajadora y los costos de reproducción de la fuerzade trabajo.

La plusvalía, es decir la suma total de los ingresos dela clase poseedora (ganancia + intereses + renta de latierra) es pues una deducción (un residuo) del productosocial, una vez asegurada la reproducción de la fuerzade trabajo y cubiertos sus gastos de matenimiento. Noes por lo tanto otra cosa que la forma monetaria delexcedente social, que constituye la parte de las clasesposeedoras en la repartición del producto social de todasociedad de clases: los ingresos de los dueños de esclavos en una sociedad esclavista; la renta de la tierrafeudal en una sociedad feudal; el tributo en el modo deproducción tributario, etc.

El descubrimiento de la plusvalía como categoría fundamental de la sociedad burguesa y de su modo deproducción, así como la explicación de su naturaleza(resultado del trabajo excedente, del trabajo no compensado, no remunerado, proporcionado por el asalariado) y de sus orígenes (obligación económica para el ola proletaria de vender su fuerza de trabajo como unamercancía al capitalista) representa el aporte principalde Marx a la ciencia económica y a las ciencias socialesen general. Pero constituye ella misma la aplicación dela teoría perfeccionada del valor-trabajo en el caso especifico de una mercancia particular, la fuerza de trabajo. -

La aplicación rigurosa de la teoría del valor-trabajo alcaso de la mercancía “fuerza de trabajo” exige sinembargo un análisis más profundo de las particularidades de esta mercancía. La “fuerza de trabajo”, la capacidad de trabajo no es una capacidad puramente físicaque se pueda medir totalmente en términos energéticos(consumo de calorías y producción de energía que estas calorías permiten). El obrero y la obrera no están

solamente dotados de músculos sino también de nervios y de un cerebro. Si bien la reproducción de sucapacidad de trabajo puramente física es indispensablepara que lleven a cabo el trabajo que espera de ellos supatrón, esto es en la mayoría de las veces insuficientepara asegurar, por sí mismo, la cantidad de trabajo queel patrón desea obtener.

El trabajo doméstico de las mujeres en la familia contribuye a la reproducción de la fuerza de trabajo, de generación en generación, de alimento en alimento, de enfermedad en enfermedad, etc., pero como no producemercancías, no entra en la contabilización de las cantidades de trabajo que se gastan para la producciónmercantil dentro de una economía de mercado, contabilización que Marx estudia y explica, evidentemente sinaprobarla o identificarse con ella.

La plena utilización de la fuerza de trabajo dependeademás de un esfuerzo y una atención que no son elementos puramente fisiológicos. El obrero y la obreradeben estar dispuestos a trabajar a un cierto ritmo, conuna cierta aplicación y atención, con un mínimo de calificación (salvo para la mano de obra menos remunerada, y no del todo). Todas estas condiciones significan asu vez “gastos de reproducción” que entran en la determinación del salario, Esto es evidente en los casos delos costos de cualificación (aprendizaje, etc,), pero esigualmente cierto en cuanto al mínimo de esfuerzo, deatención, de cuidado otorgado a la herramienta, etc.

Por cierto, los capitalistas se esfuerzan por obtenerestas cualidades al menor costo posible, gracias almiedo de los obreros a perder su empleo, la disciplinaimpuesta por el personal de control (capataces, encargados, cronometradores, etc.). No obstante, la experiencia confirma que estas cualidades suplementariasde la fuerza de trabajo, más allá de la simple capacidadfisiológica productiva de la energía, necesitan a su vezun cierto número de bienes y servicios de consumopara ser normalmente producidas yreproducidas.

Por lo tanto el valor de la fuerza de trabajo implicados elementos, el valor de dos categorías de mercancías: las que permiten satisfacer las necesidades físicasmás elementales del obrero, es decir, las que aseguranel mínimo vital en el sentido más estricto del término; ylas que permiten satisfacer las necesidades que Marxllama “morales-históricas”, que han sido incorporadas alsalario medio a través de la evolución histórica, graciasa las luchas obreras, y que difieren de país a país y deépoca a época.

Lejos de caer automáticamente y de manera permanente hacia el mínimo fisiológico, según Marx, los salarios fluctúan en función de la coyuntura económica y dela tendencia a largo 5lazo de este elemento “moral-histórico”, ambos lo mantienen entre el crecimiento y lacontracción. Estas fluctuaciones tienen como limites;por abajo, el mínimo fisiológico absoluto por debajo delcual se degrada la capacidad física de trabajo del obrero (pierde peso; se desmaya en el trabajo; cae enfermo), y como techo el nivel a partir del cual desaparecería laganancia. -

La teoría de los salarios deMarx determina que lossalarios fluctúan, por una parte, de acuerdo a la importancia del ejército industrial de reserva (la magnitud deldesempleo y la masa de los asalariados y asalariadaspotenciales pero no virtuales, como por ejemplo -lasamas de casa dispuestas a vender su fuerza de trabajo,la sobrepoblación rural, etc) y por otra, en función de losresultados periódicos de las luchas entre el Capital y elTrabajo asalariado, según las relaciones de fuerza entrelas clases. Las fluctuaciones del ejército industrial dereserva están determinadas en última instancia por losaltibajos de la acumulación del capital. Esto significa unenorme progreso en relación con la teoría de los salarios de Malthus-Ricardo, puesto que ya no es por sísólo el movimiento demográfico, sino el conjunto de ladinámica económica del capitalismo la que determinaahora el movimiento de los salarios (no solamente la

dinámica de la oferta de mano de obra, sino también lade la demanda de mano de obra).

- Al integrar, además, las modificaciones periódicas delas relaciones de fuerza entre el Capital y el Trabajo enla determinación de los salarios, Marx y Engels superanel determinismo económico mecanicista y estrecho dela economía política clásica. La lucha de clases se convierte en una determinante (variable) parcialmente autónoma del devinir del modo de producción capitalista. Seestablece una verdadera dialéctica entre las fuerzasmotrices económicas de este modo de producción y lalucha de clases. El análisis económico permite explicara la vez que justificar la lucha obrera desde un punto devista objetivo, científico. La ciencia se convierte en armade combate del proletariado.

La manera en la que Marx resuelve las contradicciones de la teoría ricardiana de la moneda constituyetambién un notable progreso de la ciencia económica.Para Marx, sólo una mercancía que tenga valor propio(su valor intrínseco) puede ser el “pivote” del sistemamonetario. Esta mercancía es el oro. Al tener el oro supropio valor (el número de horas de trabajo socialmentenecesarias para producir una onza de oro), los preciosevolucionan a largo plazo en función de la relación entrela evolución de la productividad del trabajo en la industria y la agricultura por una parte, y la de la productividad del trabajo en las minas auríferas por otra. La teoríacuantitativa de la moneda no tiene ninguna validez parala moneda metálica.

Si hay ‘excedente” de oro en un país, en relación conlas necesidades de la circulación y de los pagos, el oro“no pierde su valor”. Es retirado parcialmente de la circulación, atesorado. En la teoría marxista del dinero, lasfluctuaciones de los stocks de oro (cantidades de dineroatesoradas) desempeña el papel de regulador que (re)establece el equilibrio entre la masa monetaria en circulación y el valor de la mercancía contra la cual debeintercambiarse, teniendo en cuenta los pagos a realizary la rapidez de la circulación de esta moneda. Sin embargo, en una aplicación estricta de la teoría del valor-trabajo, la moneda de papel pierde efectivamente “valor” -es decir que una unidad de papel-moneda representa una cantidad más pequeña de oro- si se emite enexceso (inflación de papel-moneda).

Partiendo de estos dos descubrimientos científicos enel campo de la economía, Marx pudo desarrollar lasprincipales tendencias de desarrollo del modo de producción capitalista, cuya validez han confirmado brillantemente 125 años de historia económica y social desdela redacción del tomo 1 del Capita!:

(a) La tendencia a revolucionar constantemente latécnica de producción y organización, a través de unprogreso técnico que apunta fundamentalmente a economizar el trabajo, es decir, que fundamentalmentesustituye el trabajo vivo por máquinas.

b) La tendencia a someter todas las decisiones de inversión de las empresas a la búsqueda de incrementarsus ganancias. El capital está sediénto de plusvalíaporque sólo ella es la fuente última de las ganancias, yel empuje hacia la maximización de ganancias es elresultado inevitable de la competencia y la propiedadprivada.

c) La - acumulación de capital (el crecimiento de lamasa de capitales) es el objetivo y el resultado - nomenos inevitable de todos los mecanismos económicoscapitalistas.

d) La acumulación del capital toma la forma de unaconcentración y centralización progresivas de los capitales. Los capitales crecen en magnitud. Pero al mismotiempo, un número creciente de capitalistas pequeños ymedianos- son absorbidos por un número cada vezmenor de firmas gigantescas. -

e) En el crecimiento de los capitales, la parte de estosconsagrada a la compra de la fuerza de trabajo (capitalvariable) crece menos rápidamente que la parte consagrada a la compra de máquinas, de materias primas

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El lugar del marxismo en la historia Ernest Mandel Ernest Mande! El lugar del marxismo en la historia

auxiliares, de energía, etc. (capital constante). La composición orgánica del capital (relación entre capitalconstante y capital variable) tiende a aumentar a largoplazo.

f) La relación entre la fracción de la plusvalía totalatribuída a cada rama de actividad capitalista y los capitales que en ella se invierten tiende a igualarse: es latendencia a la perecuación de la tasa de ganancia, a laformación de una tasa media de ganancia, por lo menosen cada país y por un período determinado.

g) Esta tasa media de ganancia tiende a disminuircon el aumento de la composición orgánica del capital.La tendencia a la baja es compensada por varias fuerzas que actúan en sentido inverso, en primer lugar el incremento de la tasa de explotación de la fuerza de trabajo, el aumento de la tasa de plusvalía (relación entreel trabajo excedente y el trabajo necesario en el proceso de producción existente); pero a la larga se imponela tendencia a la baja de la tasa media de ganancia.

h) De esta disminución de la tasa media de gananciaresultan inevitablemente crisis periódicas de sobreproducción de mercancías y sobreacumulación de capitales, de las cuales se han producido 21 desde 1825, esdecir, desde la primera crisis -del mercado mundial de

Uno de los lugares comunes más notorios utilizadoscontra el socialismo, es el que plantea que éste sería‘contrario a la naturaleza humana”. La propiedad privada sería “innata’ a la especie humana. Según ella siempre habría habido ricos y pobres y siempre los habrá.

La antropología, la arqueología, la prehistoria, la etnología, nos enseñan sin embargo que no es así en absoluto. Los seres humanos han vivido varios millones deaños sin propiedad privada de los medios de producción, sin economía de mercado, ni sociedad dividida enclases. El homo sapiens, su tipo físicamente más evolucionado, ha vivido así durante decenas de miles deaños. La propiedad privada y la división de la sociedaden clases abarcan probablemente menos de 10.000años, y solamente para una fracción muy reducida de laespecie humana, es decir una proporción ínfima deltiempo de vida humana sobre la tierra.

La tésis apologética de la inevitabilidad de la desigualdad social es refutada, también, por un fenómenoposterior al surgimiento de la división de la sociedad enclases. La desigualdad social ha sido constantementecuestionada dentro de la propia sociedad de clases.

Se puede interpretar este cuestionamiento de la manera más diversa. Puede verse en él la expresión de losintereses objetivos de los explotados, aún cuando estos-y sus portavoces- no hayan dado siempre este sentidoa sus rebeliones. Puede verse en él la expresión de losfundamentos de nuestra naturaleza antropológica, latendencia instintiva a la cooperación entre los hombres,sin la cual el trabajo social y la supervivencia de nuestraespecie serían imposibles. Se puede afirmar que eldeseo de justicia -y por lo tanto de rebelión contra lainjusticia social- corresponde, en el nivel de la psicología individual a esta necesidad social, y se abren uncamino hacia la consciencia por lo menos de ciertosindividuos, según las vicisitudes de su historia individual(y particularmente lo que sucede durante su infancia).Puede explicarse por una combinación ponderada detodos estos factores.

Como quiera que sea, está demostrado que desdehace por lo menos 5.000 años la sociedad dividida enclases ha sido impugnada, no solamente por la críticaideológica, la literatura, la visión y la proyección de unasociedad socialista sin clases; sino también y sobretodo en la práctica, por rebeliones periódicas de los

productos industriales. La duración del “ciclo industrial’(sucesión de fases de crisis, de estancamiento, de reactivación económica, prosperidad, de recalentamiento yde crisis) ha oscilado hasta hoy entre 6 y 9 años, o seauna cada 7 años y medio, como promedio.

i) Al igual que la crisis económica, las crisis sociales,es decir las luchas periódicas de gran envergadura entre el Capital y el Trabajo, son inevitables en un régimencapitalista; dada la tendencia del capital a aumentar lasganancias a expensas de los salarios y a provocar crisisy desempleo, y la réplica no menos inevitable de lostrabajadores y trabajadoras asalariados, que tratan dedefender y aumentar sus salarios, y reducir la duraciónmedia del trabajo.

j) Periódicamente estallan crisis políticas después defases de relativa estabilidad política del capitalismo, esdecir movilizaciones objetivamente revolucionarias delproletariado y ensayos contrarrevolucionarios de la burguesía. Con el proletariado el capitalismo crea a supropio enterrador. No puede crecer significativa y duraderamente sin que crezca de la misma manera el proletariado, sin que se desarrolle la lucha de clases proletaria. El proletariado tiende por lo demás a constituir unafracción mayoritaria de la población activa, al menos enlos paises industrializados y semiindustrializados.

explotados y oprimidos. Estas van desde las primerashuelgas y sublevaciones de campesinos en el Egipto delos faraones, a las rebeliones de esclavos en la Greciay Roma antiguas, de las cuales la más célebre es laque dirigió Espartaco durante el siglo l~ de nuestra Era.Están también los poderosos movimientos de esclavosque contribuyeron a la caída del Imperio Romano, losde los bagaudas en Europa occidental y los donatianosen Africa del Norte.

India y sobre todo la China clásica fueron marcadaspor innumerables sublevaciones campesinas, algunasde ellas victoriosas, que dieron nacimiento a nuevas dinastías imperiales. En Japón, eh la época de los Tokugawa, hubo entre 1603 y 1863, más de 1.100 rebelionescampesinas. También en la Rusia zarista se dieronnumerosos levantamientos campesinos, el más célebrede ellos fue el de Pugachev en Ucrania en el siglo XVII.

En la América colonizada por los españoles y los portugueses, los indios sometidos a la servidumbre y losesclavos se insurreccionaron a menudo. La más conocida de estas rebeliones fue la de los indios de Perú, dirigida por Tupac Amaru a mediados del siglo XVIII. Hubotambién la rebelión victoriosa de los esclavos negros deHaiti, los jacobinos negros, a finales del siglo XVIII.Existieron numerosas sublevaciones de esclavos negros en el siglo XIX en América del Norte, particularmente la que dirigió Nat Turner en 1831.

En Europa Occidental y Central se extiende del sigloXIII al XVI una cadena casi ininterrumpida de jacqueries(sublevaciones campesinas como la que dirigió JhonBalI en Inglaterra en 1381), y levantamientos de artesanos y oficiales contra el reino de la nobleza y los ricoscomerciantes. Estos movimientos desembocaron en lasgrandes revoluciones burguesas, las de los Países Bajos, de Inglaterra, de Estados Unidos y Francia, con lasque~se entrecruzan; introduciendo en ellas por lo demásprofundas c5ontradicciones, con una dinámica embrionaria de revolución permanente.

Toda constestación religiosa e ideológica, incluyendoel socialismo utópico, se corresponde en última instancia a estos movimientos reales de rebelión; de campesinos libres sometidos a tributos y a la obligación de trabajo gratuito para el Estado, de esclavos, de siervos, deartesanos y oficiales de artesanos, y de los primeros

antepasados asalariados y semiasalariados del proletariado moderno.

Encontramos en esta larga historia de rebeliones,voces que se levantaron contra la desigualdad socialcon mayor o menor vehemencia, apoyándose en la memoria de una sociedad más igualitaria. El mito o la leyenda de la “edad de oro’, de una sociedad fraternalmente unida que habría precedido a la sociedad dividida en grupos combatiéndose unos a otros, inspiró alviejo poeta griego Hesíodo (siglo VII A.E.). Este tema seencuentra en la mitología de muchos pueblos.

La impugnación se ha expresado a menudo en unaforma religiosa. Los primeros Padres de la Iglesia cristiana eran fervientes “partidarios del reparto y la comunidad de bienes”, adversarios de la propiedad privada.La famosa fórmula “la propiedad, es el robo”, generalmente atribuida a Proudhon, quien la tomó del convencionista Brissot, proviene en realidad del obispo de Bizancio, Juan Crysostomo (“Juan, la boca de oro”) quevivió en el siglo III D.E: Estos padres de la Iglesia eranlos herederos directos de sectas radicales judías, comola de los Eseos, que pululaban en Palestina después dela conquista romana, que eran los continuadores de losprofetas hebreos más radicales.

Más tarde encontraremos imprecaciones violentascontra la desigualdad social en las sectas disidentes detodas las grandes religiones. Citemos en especial a losdonatianos en Africa del Norte y los masdeistas en Irán.

Durante las guerras religiosas de los siglos XV y XVI,la denuncia de la desigualdad social era particularmentevirulenta en los husitas de Bohemia y los anabaptistasde Alemania. Durante la revolución inglesa de 1640-1688 se elevaron numerosas voces, particularmente lasde los liberadores, para denunciar que persistía la explotación de los pobres a pesar de la extensión de losderechos políticos.

Seria falso presentar esta tradición socialista, en elsentido más general del término, como resultado de una“sub-cultura de los pobres” que acompañaría en cadasociedad de clases a la cultura de los ricos. En primerlugar, porque la mayoría de los autores citados no sonpobres -generalmente analfabetos en esas sociedades-

sino que proceden más bien de fracciones de las propias clases poseedoras, o de grupos intermedios deintelectuales (escribas, sacerdotes, íilósofos, sabios).Sería más correcto hablar de una ideología de las sucesivas clases explotadas, que se desarrolla a través dela historia paralelamente a la ideología de las clasesposeedoras, en oposición a ésta y limitada a una reducida minoría de la sociedad.

Sin embargo, de estos gritos de protesta y de rebelión se desprenden poco a poco modelos sistemáticosde reorganización de la sociedad fundada en la propiedad colectiva. Puede considerarse La República del filósofo griego Platón como el antepasado de esos modelos. El prototipo de estas “utopias” es, sin embargo, laobra del canciller de Inglaterra Tomas Moro, ejecutadopor el rey Enrique VIII en 1535 y santificado más tardepor la iglesia católica; obra llamada precisamente Utopia (descripción de un país llamado así, en donde seestablece una sociedad comunitaria).

Variantes de esta primera utopia, más o menos inspiradas en ella, íueron redactadas más tarde por el italiano Campanella (1568-1 639): Civitas Soli (La Ciudad delSol); por el inglés James Harrington (1 611-1 677): TheCommonweath oí Oceana (La Comunidad de Oceanía)y por los franceses Fenelón (1651-1715): La Télémachie (Las aventuras de Telémaco), Jean Meslier (1664-1729): Le Testament (El Testamento), Morelly: La Basihade (1753) y Le Code de la Nature (1754), (La Basiliada), (El Código de la Naturaleza). Estas últimas sonindudablemente las dos utopías socialistas más significativas, particularmente porque en El Código de la Naturaleza, Morelly describe una sociedad sin Estado endonde se conciben las condiciones económicas comodeterminantes de las condiciones políticas. El francés

Mably (1709-1785) será un inspirador directo de Charles Fourier.

Todos estos autores tienen en común el hecho deque se limitan a describir en un plano puramente literario una sociedad mejor. No obstante, después de Morelly y Mably, surgen los socialistas utópicos propiamente dichos, que no conformes con esas descripciones lascombinan con un combate práctico por su realización.Los más importantes de entre ellos son:

* El conde francés de San Simón (1760-1825), ideólogo más bien de la joven burguesía in&strial que de laclase obrera naciente. Denuncia sobre todo las fechorías de la monarquía, de la nobleza, del clero, de losbanqueros, y de los empresarios ricos. Se hace el cantor de los “obreros”, pero esta categoría reune en éltanto a los obreros propiamente dichos, como a losempresarios industriales directamente comprometidosen el desarrollo de sus fábricas. Alaba igualmente elcrédito barato y la toma del poder por todos los obreros.La industria, el trabajo, son para San Simón la base detodo progreso. Sus discípulos jugarán un papel importante entre los políticos burgueses liberales de los años1830-1860 de varios paises.

* El industrial inglés Robert Owen (1771 -1 858) estabaanimado por un sentimiento profundo de rebeldía contrala miseria obrera en Gran Bretaña. Para encontrar remedio a ella preconizó sucesivamente la legislaciónsocial, la fundación de colonias comunistas en América,la centralización de los sindicatos ingleses en una solaconfederación nacional (Gran National Union, 1834) yfinalmente la creación de cooperativas obreras de producción; la primera fue fundada en Rochester en 1839.Robert Owen entró a la historia como padre del movimiento cooperativo.

* El pequeño comerciante francés Charles Fourier(1772-1837) y su discípulo Víctor Considerant, son loscríticos más radicales de la sociedad burguesa y de susfundamentos últimos: la propiedad privada; la divisiónsocial del trabajo entre agricultura e industria (entrecampo y ciudad); la producción mercantil; la economíamonetaria, fuente de venalidad y corrupción universales; la opresión de las mujeres en la familia patriarcal.Para él, la solución de la cuestión social reside en lacreación de falansterios, colectividades de productores-consumidores de 1.000 a 2.000 personas, administradas por sí mismas y que trabajarían a la vez como agricultores, artesanos y artistas. Mientras que el resto delos primeros socialistas fundaron sus sistemas exclusivamente en la razón, Fourier, anticipándose a Freud, ala psicología del inconsciente y al feminismo radicalmodernos, concede una gran importancia en la consolidación de la sociedad socialista a la satisfacción humanista y a la sublimación de los instintos y las pasiones.

* El abogado francés Etienne Cabet (1788-1856), aquien corresponde el mérito de haber sido el primero enutilizar el término comunista para describir su doctrina yla sociedad futura. De todos los autores enumerados,Cabet ejercerá la influencia más importante en el medioobrero durante su vida. Su Voyage en Icarie (Viaje aIcaria) fue leído por miles de trabajadores (él mismoestimaba haber conseguido 200.000 adeptos, cifra forzosamente exagerada). Marcó profundamente la conciencia obrera en Francia en vísperas de la revoluciónde 1848. Su descripción de una economía planificadapor el Estado -opuesta a la economía de mercado- ejercerá una influencia directa sobre los socialdemócratasfranceses como Luis Blanc y alemanes como FerdinandLasalle. Algunos ven en ella incluso el modelo de laplanificación burocrática estalinista, tal como funcionaaún en la URSS y en otras sociedades modeladas sobre su ejemplo.

* Finalmente, la obrera francesa Flora Tristán (1803-1844) preconiza en L’Union Ouvriere la creación de“palacios obreros” en todas las ciudades, donde sepracticaría la igualdad más absoluta y los dos sexosrecibirían una educación común. Tristán fue una críticaradical de la condición de las mujeres de su época, a

IV. LA SIJPERACION DEL SOCIALISMO UTOPICO

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las que describía como “proletarias de los propios proletarios”. Sus ideas inspiraron las tentativas de “orgáfliza~ción del trabajo” hechas durantela revolución de 1848 yMarx asumió la defensa de su feminismo frente a suscríticos.

Mirando estos autores de una manera general, el “socialismo utópico” en su conjunto, no merecen el reproche de haber tenido la cabeza en las nubes, de haberestado desligados de la realidad social y económica desu época, o de no haber tenido preocupaciones prácticas, Muy por el contrario se revelaron como críticoslúcidos de la sociedad burguesa, de la que captaron losrasgos esenciales de su evolución a largo plazo y suscontradicciones; y anticipadores todavía más clarividentes de las transformaciones necesarias para el advenimiento de una sociedad sin clases. Marx y Engels lesdeben mucho. Aprendieron mucho de ellos. Recuperaron muchas de sus ideas y las desarrollaron. No obstante, el socialismo utópico está marcado por profundascontradicciones. Las principales debilidades del socialismo utópico que los fundadores del socialismo científ ico tuvieron que superar son las siguientes:

a) Oponen el proyecto de la sociedad socialista a lasociedad burguesa existente, -sin relacionarlo con loslogros y las contradicciones de ésta. Para Marx y Engels, por el contrario, la sociedad sin clases resultará(podrá resultar) de fuentes económicas (desarrollo delas fuerzas productivas, socialización del trabajo) y socio-políticas (maduración y organización del proletariado, culminación de la lucha entre el Capital y el Trabajo)que emanan precisamente de estos logros y estas contradicciones.

b) Para los socialistas utópicos, el motor esencial dela llegada de la nueva sociedad es la educación y lapropaganda, fenómenos ante todo individuales y superestructurales. En la medida que el compromiso individual se supone que apunta a resultados numéricos másamplios, es visto como un fenómeno de “propagandapor la acción”, idea recuperada más tarde por los grupos revolucionarios anarquistas y terroristas. De aquí laimportancia que los socialistas utópicos conceden a larealización inmediata de “células de la sociedad futura”,cooperativas y colonias comunistas, etc.

Para Marx y Engels por el contrario, la sociedad burguesa sólo puede ser abolida en su totalidad, y no fábrica por fábrica, ciudad por ciudad, hacienda por hacienda. Lo que exige por tanto el compromiso activo de lamayoría de la población. Si bien Marx y Engels no cuestionaron en absoluto el valor demostrativo de esas experiencias comunistas -que confirman que una sociedad, sin patrones, sin producción mercantil 9 sin dineroes posible-, afirmaron que estaban condenadas al fracaso (a ser reabsorbidas por la sociedad burguesa)mientras permanecieran aisladas.

c) Los socialistas utópicos exageran el peso de larazón (para Fourier: de la razón y de las pasiones) en ladeterminación de las acciones de las grandes masas.No comprenden suficientemente que lo que puede serdeterminante en los individuos tomados aisladamente,puede ser en gran medida neutralizado cuando un grannúmero de individuos actúan conjuntamente, aunquesolo fuera por el juego de las leyes de la probabilidad(del gran número). Pasiones y razonamientos diversosse eliminan entre si como factores determinantes detales acciones. Marx y Engels se fundan en los intereses comunes de individuos pertenecientes a una clasesocial, destinada a ser mayoritaria en la sociedad burguesa, para abrir el camino a la llegada de la sociedadsocialista: el proletariado. Esta visión, sin embargo, nomargina en la lucha por el socialismo ni la importanciade la propaganda y la educación, ni la de la razón y unaserie de movimientos afectivos; en la medida en quetodas estas fuerzas deben facilitar gradualmente, y engrados diversos, la toma de conciencia de sus interesesde clas& por el proletariado: la conquista de la conciencia de clase.

d) La principal debilidad de los socialistas utópicos,que se desprende de todas las debilidades precedentesy que. explica en última instancia porque estaban condenados al fracaso, es que la.sociedad sin clases apareceen ellos como otorgada a masas que la aprueban, o queincluso son reacias, por regímenes esencialmente autoritarios, léase tiránicos y despóticos. De la República dePlatón y la Utopía de Moro, hasta la Icaria de Cabet, losfilósofos, los sabios, los eruditos, los educadores, reinan como dueños y algunas veçes explícitamente comodictadores. Subsisten en estas utopías la represión, elcastigo, incluso las prisiones, el ejército y la guerra.Sólo los falansterios de Fourier, las cooperativas deOwen y la visión de Tristán constituyen una.honrosaexcepción -por lo menos parcialmente- a esta regla.

Marx y Engels por el contrario, conciben la llegada dela sociedad sin clases como resultante del movimientoreal de autoorganización y autoemancipación de lasgrandes masas. “La emancipación de los trabajadoresserá obra de los trabajadores mismos; proletarios detodos los países uníos!” He aquí lo que resume el aporte más revolucionario y novedoso del marxismo al pensamiento y a la historia humanas, el que representa laruptura más radical con todas las otras doctrinas.

Para comprender el socialismo utópico, sus raíces,sus logros y sus insuficiencias, hay que explicitar su naturaleza social. Esencialmente representa la expresiónideológica de una rebelión contra la sociedad de clases,contra la desigualdad social inspiradas por clases sociales preproletarias, que no disponen aún de la fuerzaeconómica material, o de la cohesión social necesariapara asegurar la permanencia de la victoria de un régimen sin propiedad privada.

En realidad, la sociedad dividida en clases no ha sidoimpugnada solamente a nivel de la crítica ideológica.Como ya lo hemos visto, lo ha sido sobre todo en lapráctica, por sublevaciones periódicas de los explotados y oprimidos. No se trataba en absoluto de movimientos dispersos de pequeños grupos desesperados.Se trataba de poderosos movimientos de masas, queaglutinaban miles y a veces millones de personas, yque consiguieron en varias ocasiones la victoria. A pesar de la valentía, la devoción, el idealismo y la extraordinaria audacia de la visión social, que caracterizaron amuchos de estos movimientos, todos fracasaron en elsentido de que no lograron establecer duraderamenteuna sociedad sin clases. O bien perdieron el poder enbeneficio de sus enemigos, después de haberlo conservado durante años (los husitas en Tabor, los anabaptistas en Münster, etc.). O bien permaneciendo en el poder terminaron por restablecer un régimen de clases,fundamentalmente análogo al que habían tratado dederrocar (dinastías Han y Tan en China).

Un caso particularmente demostrativo es el de los cosacos del Don y de Crimea. Al principio eran siervosevadidos que reconquistaron su libertad y reconstituyeron una sociedad tribal independiente e igualitaria, queresistía fieramente cualquier intento de los zares porsometerlos. Sin embargo terminaron por convenirse,finalmente, en el principal instrumento del zarismo parasometer y oprimir a las sociedades tribales del Cáucasoy Siberia.

El fracaso histórico de todas estas rebeliones contrala desigualdad social fue explicado por ,Marx y Engelssobre la base de la interpretación materialista dela historia. En las condiciones concretas en las que se desarrollaron estas rebeliones, el insuficiente desarrollo delas fuerzas productivas sólo hizo posible la siguientealternativa: o-el comunismo de la miseria” en el cual nohabrá progresos; o el reemplazo de una clase poseedora de privilegios por otra. Sólo con el auge de las fuerzas productivas realizado por el capitalismo surge, porprimera vez en la historia, la posibilidad material delrestablecimiento duradero de una sociedad sin clases,no a un nivel de miseria sino de abundancia (de saturación de las necesidades fundamentales).

Por lo tanto las insuficiencias y contradicciones del

socialismo utópico reflejan, en última instancia, la inmadurez de las condiciones materiales (económicas ysociales) en las cuales las clases oprimidas prepoletarias combatieron por una sociedad sin clases.. En definitiva su “utopismo” no tiene relación con el objetivo arealizar, sino con las condiciones necesarias para surealización.

¿Quiere decir esto que en la óptica del materialismohistórico las rebeliones de los explotados, de las clasespopulares más pobres del pasado, eran condenables opor lo menos inútiles puesto que eran utópicas, es decir, porque no podían desembocar Sn el establecimientoduradero de una sociedad sin clases?.

Semejante visión mecanicista de un “marxismo” vulgar no corresponde de ninguna manera a la opinión deMarx y Engels; como reconocen por lo demás muchoscríticos del marxismo, que ven en este hecho una contradicción entre Marx y Engels “hombres de ciencia”, yMarx y Engels “moralistas apasionados por la revolución”. En realidad no hay ninguna contradicción entre latoma de posición incondicional e indiscutible de Marx yEngels en favor de Espartaco,. de las jacqueries, deThomas Münzer, de Babeuf, de Tai Pings y los Cipayos;y el reconocimiento de la imposibilidad de un triunfoduradero de estos movimientos revolucionarios.

En primer lugar, creer que sólo la conquista del poderpuede influir perdurablemente en la historia es dar prueba de una visión miope. Incluso revoluciones derrotadashan podido cambiar el curso de la historia, acelerar lamarcha de los acontecimientos, imponer a sus vencedores la realización de una parte de sus objetivos,cuando estos respondían a necesidades históricas particularmente económicas, al interés de una mayoría dela sociedad, y si los vencidos luchaban con energía yobstinación por estos objetivos. La abolipión de la esclavitud a pesar de la derrota de las rebeliones de los esclavos; la realización de la unidad alemana a pesar dela derrota de la revolución de 1848, suponen dos ejemplos contundentes de ello.

Además, las rebeliones masivas y las revolucionespopulares dan a las ideas -y por lo tanto también al

La evolución del socialismo utópico había producidotres figuras de peso, que marcan la transición de la f ilantropia y el propagandismo preproletario a la acciónproletaria propiamente dicha: el alemán Weitling y losfranceses Pierre-Joseph Proudhon y Auguste Blanqui.Sin embargo dos de estos socialistas, Blanqui y WeitIing, se inscriben no tanto en la continuidad del socialismo utópico (Weitling se reclama aún parcialmente deella), como en la tradición revolucionaria que surge delas revoluciones norteamericana y francesa.

Durante estas revoluciones la extrema izquierda pequeñoburguesa Gacobina) y prepoletaria, representadasobre todo por San Adams y Thomas Paine en Norteamérica e Inglaterra, y por Gracchus Babeuf en Francia,había planeado un tipo de organización revolucionariaencaminada a prolongar la acción política más allá de laconsolidación de las principales conquistas revolucionarias.

La agitación de Tom Paine y sus camaradas desembocó, más tarde, en la constitución de la London Corresponding Society, dirigida por Thomas Hardy, yennumerosas asociaciones similares en Gran Bretaña,entre las cuales la más importante fue la United lrishmen en Irlanda, dirigida por Wolfe Tone. Mientras que laLCS era estrictamente legal, los United lrishmen y otrosagrupamientos de provincia se constituyeron como ligasecreta. Pero todas tenían en común el hecho de que

proyecto de sociedad igualitaria sin clases- una resonancia y una fuerza de choque que no tienen parangóncon las que resultan de la propaganda oral y literarÍa.Las rebeliones populares del pasado, a pesar de susfracasos, contribuyeron en tal medida a enriquecer elpatrimonio socialista de la humanidad como no hubieraconseguido sólo la obra de los filósofos y filántropos.Sin estas rebeliones y revoluciones se habrían retardado considerablemente el desarrollo del socialismo utópico, el del socialismo científico y la formación de la conciencia de clase proletaria.

Finalmente, la tarea a la cual el proletariado modernoestá confrontado es la más difícil que haya tenido querealizar clase alguna en la historia: construir una sociedad nueva sin haber ejercido anteriormente ni el podereconómico, ni el político, ni el cultural-ideológico. Larealización de esta difícil tarea seria más difícil aún si lalucha de emancipación del proletariado no pudieracomprenderse como la heredera legítima, la ejecutoratestamentaria, de miles de años de esfuerzos de emancipación de la humanidad laboriosa, esfuerzos no solamente derrotados sino que produjeron también numerosos progresos sociales reales.

En definitiva, la base de esta visión sobre las revoluciones del pasado y el socialismo utópico de Marx y Engels es, en primer lugar, una compleja concepción dialéctica y no lineal ni puramente economicista y mecánica del progreso histórico. Es también una constataciónque implica un compromiso moral.

Los explotados y los oprimidos se rebelaron, se rebelan y se rebelarán de todas las formas posibles contrasus insoportables condiciones, piensen lo que piensenlos ideólogos, y predigan Ib que predigan los “educadores” sobre sus posibilidades de éxito. El deber de todosocialista, de todo hombre y mujer que ame la humanidad, es combatir a su lado e intentar aumentar al máximo la lucidez y las posibilidades de éxito de los combatientes. No hay nada de romántico en este compromiso.El otro término de la alternativa es tolerar la explotacióny la opresión existentes, como un mal menor en relación con el esfuerzo de emancipación de sus victimas.

sus principales reivindicaciones fueron políticas-democráticas (la conquista del sufragio universal para la LCS;el sufragio universal y la emancipación nacional para laUnited Irishmen) Sus reivindicaciones económicas, favorables a las clases trabajadoras, no fueron más alláde una reforma de la sociedad burguesa.

En cambio, para el jefe de la Conspiración de losIguales, Babeuf, y para sus camaradas, se trataba yaclaramente de la conquista revolucionaria del poder, yno sólo de la conquista de libertades democráticas.Además, apuntaban a objetiVos colectivistas, que tendían a satisfacer las reivindicaciones económicas ysociales de las capas más pobres y más explotadas dela población, en primer lugar el prepoletariado (semiproletariado) y el proletariado naciente. Sin embargo estasorganizaciones revolucionarias surgieron de manera independiente de la autoorganización de los asalariadosen el sentido propio del término.

Los seguidores de Babeuf intentaron apoderarse delpoder mediante un golpe de estado en plena contrarrevolución thermidoriana, en 1797. Fueron aplastados porla represión. El propio Babeuf fue ejecutado. Uno de lossupervivientes de la Conspiración de los Iguales, Buonarotti, se esforzó por salvar la continuidad de los principios y proyectos revolucionarios de Babeuf en la Sociedad de las Estaciones, que surgió en París a la caídade los borbones a principios de los años 1830, y cuyo

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V. LA TRANSFORMACION PROLETARIA DE LA ACCION YLA ORGANIZACION REVOLUCIONARIAS

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líder indiscutible fue Augusto Blanqui. Blanquí fue elrevolucionario francés de mayor relevancia en el sigloXIX. Militante de convicción, firmeza, valor y honestidadinquebrantables, fue la encarnación de las aspiracionesy de la acción revolucionarias del proletariado francés ysobre todo del parisiense. Intentó conquistar el poderpor medio de una serie de golpes de estado, fue detenido en numerosas ocasiones -finalmente pasó más deveinte años de su vida en la cárcel-, pero logró mantener la continuidad de su organización clandestina.Cuando estalló la Comuna de París, en marzo de 1871,se encontraba aún en la cárcel en territorio controladopor el gobierno contrarrevolucionario de Thiers. Considerado por todos -incluído Marx- como el dirigente natural de la Comuna, en la cual sus partidarios constituyeron una minoría agrupada en torno a Vaillant, su liberación fue exigida por la Comuna a Thiers a cambio de losrehenes tomados, entre los que estaba el arzobispo deParis. Thiers rechazó la propuesta, demostrando hastaqué punto la burguesía temía la capacidad de organización y estimulo del gran revolucionario, y los efectos desus dotes de dirigente sobre el desenlace de la guerracivil. Durante los años 1880-1 890 la corriente blanquistaterminó por fusionarse con la corriente marxista en elproceso de creación del partido obrero socialista demasas en Francia.

El alemán Wilhelm Weitling, al contrario de Blanqui,era un obrero autodidacta, que llegó a sus conclusionescomunistas y revolucionarias no solamente sobre labase del estudio, sino partiendo también de la experiencia vívida de la condición proletaria. Oficiales y artesanos alemanes que recorrían toda Europa -y que graciasa este modo de vida pudieron ser los primeros en superar el estrecho horizonte localista y corporativista de lasprimeras capas proletarias de su país-, crearon en 1834en París (bajo la influencia de la Sociedad de las Estaciones blanquista) la Liga de los Réprobos (Bund derGeáchteten), sociedad secreta de la cual surgió en1838 la Liga de los Justos (Sund der Gerechten), dirigida por Weitling. La cual se dió un programa comunistautópico titulado “la Humanidad tal cual es y tal comodebería ser”.

Esta sociedad secreta abandonó sus proyectos vagosde lucha por el poder después de la conspiración blanquista de 1839, y se orientó mas bien hacia objetivos deimplantación de cooperativas y de colonias comunistas,bajo la influencia de Owen y Cabet. Sin embargo, latradición de la organización revolucionaria clandestinafue mantenida. La Liga de los Justos fue rebautizadaLiga Comunista (Sund der Komunisten) cuando Marx yEngels se adhirieron formalmente en 1847. (El Comitéde Correspondencia Comunista, que habían constituidoal inicio de 1846, estableció desde un principio contactocon la Liga de los Justos).

Las organizaciones revolucionarias bebovistas, blanquistas y alemanas representan un eslabón indispensable que lleva de las revoluciones burguesas de los siglos XVI, XVII y XVIII, a la acción revolucionaria proletaria de los siglos XIX y XX. Sus principales logros fueron:

1) La toma de conciencia de la necesidad de la acción política para la conquista del poder, toma de conciencia que surge de la comprensión de las principaleslecciones que se extraen precisamente de las revoluciones burguesas, si no de todas las revoluciones de lahistoria. Esta lección no fue compartida por todos y todas. Ni siquiera fue ampliamente difundida entre losadeptos al socialismo, ni ampliamente aceptada en elseno de la joven clase obrera asalariada. Muy por elcontrario, en estos dos medios prevalece el apoliticismo, ya por escepticismo y desagrado en relación a laacción política tradicional burguesa y pequeñoburguesa(“los obreros son engañados siempre por los politiqueros y la política), ya como resultado deun balance lúcido pero incompleto éxtraido de las propias revoluciónescontemporáneas. Efectivamente, para la clase obrera,estas habían desembocado en la sustitución de un gru

po de explotadores por otro, y para nada en una verdadera emancipación. Socialistas utópicos y obreros envías de autoorganización extrajeron de ello la conclusión de que la acción política era decepcionante e inútil:había que concentrar el esfuerzo en la emancipacióneconómica. El tipo de organización debía ser adaptadoa este objetivo.

Babeuf, Blanqui, Weitling por el contrario, comprendieron, en diversos grados, el papel clave que el poderpolítico desempeña en la consolidación de la explotación que sufren los proletarios y preproletarios. Por estarazón, proclamaron una acción política de nuevo tipo,revolucionaria proletaria, con miras a derrocar el Estadoburgués. La forma de organización debía adaptarse aese objetivo.

2) La defensa de la organización revolucionaria devanguardia. Partiendo de una aguda sensibilidad sobrela fuerza y eficacia del aparato de represión burgués yde las capacidades contrarrevolucionarias de la burguesía. Babeuf, Blanqui y Weitling estaban convencidos deque sólo un núcleo de revolucionarios profundamentemotivados, endurecidos y disciplinados podía acabarcon ese poderoso enemigo. Para ellos, la principal lección extraída de la derrota política del “Cuarto Estado”durante la revolución francesa y con posterioridad a1830 no era la inutilidad de las revoluciones populares,pretendidamente condenadas al fracaso, sino la inevitabilidad de la derrota de las clases populares si se enfrentaban a los ricos sin una dirección y una organización de hierro. Estaban convencidos de que, dirigidospor esa minoría bien preparada en su tarea histórica,las clases populares podían triunfar en las explosionesdel futuro. En este sentido, Babeuf y sobre todo Slanquison los precursores manifiestos del concepto leninistade “revolucionarios profesionales”.

3) La defensa de la tradición y la continuidad revolucionarias.

Thermidor, El Consulado y el Imperio que sucedierona los avances de la gran revolución francesa de 1789 y1793, habían provocado una inmensa decepción en lasmasas populares y la intelligentsia progresista en Francia y Europa, comparable en algunos puntos a las olasde desilusión, de escepticismo, cinismo y de “reprivatización” que se observaron después de la derrota de lasrevoluciones de 1848-1850, o después de la toma deconciencia de la realidad del Thermidor en URSS entre1930 y 1940, o finalmente, después del reflujo de laesperanza de revolución en Europa a partir de 1975-1976. Intelectuales de los más representativos de suépoca, como el filósofo alemán Kant y el poeta inglésWordsworth, que habían sido partidarios entusiastas dela revolución, se transformaron en adversarios reaccionarios de ésta. Hubo sin embargo excepciones como ladel poeta inglés Shelley que siguió siendo un revolucionario convencido.

Entre los demócratas radicales comprometidos en laacción política y entre los asalariados comprometidoscon la acción sindical, esta ola de reacción ideológicaprovocó generalmente un reflujo hacia concepcionespuramente legalistas y reformistas (gradualistas) de laacción y de la organización.

Frente a esta ola de adaptación capituladora ante laideología de la clase dominante, los primeros núcleosrevolucionarios preproletarios y proletarios mantuvieronla.tradición revolucionaria del siglo XVIII, incorporando aella ql máximo de autocrítica que estaba al alcance delos revolucionarios de esta época. Esta continuidad facilitó enormemente el surgimiento de una nueva concepción y tradición revolucionaria, puramente proletaria, apartir de la revolución de 1848.

Pero, simultáneamente con sus méritos, debemossubrayar las lagunas de los proyectos revolucionariosde Babeuf, Blanqúi y Weitling:

a)La lucha por el poder político se concibe comoemanación de una minoría, e incluso de una minoría re-

ducidísima de la sociedad y de las propias clases populares. De aquí el carácter forzosamente conspirativo yviolento de esa acción revolucionaria, la “técnica delgolpe de estado” adquiere preeminencia sobre la acciónpolítica de masas propiamente dicha. La lucha adquiere, debido a esto, un carácter golpista y utópico, sinembargo la capacidad de un pequeño grupo de conspiradores para eliminar de un sólo golpe al poderosoaparato represivo de estados como el francés o el prusiano era sumamente limitada.

b)La organización revolucionaria que se pronunciapor este tipo de actividad política es forzosamente clandestina y elitista, resultado de una severa selección quea la larga pocos individuos resisten. La naturaleza reducida y secreta de la organización refuerza a su vez lanaturaleza golpista de la acción, y la tendencia a desdeñar su conexión con amplios movimientos espontáneosde masas, con las luchas de clase económicas, etc.

c)La organización esencialmente clandestina y laacción revolucionaria esencialmente insurreccional,desembocan en una visión a todas luces elitista y autoritaria del Estado que surge de la victoria revolucionaria.Se trata de un poder al servicio del pueblo, para elpueblo, pero no ejercido directamente por el pueblo(Weitling, más directamente proletario que Blanqui, eramás prudente en la materia). Nuevamente, el vínculocon el movimiento de emancipación real de los asalariados no se establece, o se hace de manera insuficiente.

d)La ausencia de conocimientos económicos suficientes hace que los objetivos económicos y sociales a alcanzar por la revolución sigan siendo imprecisos (sobretodo en Slanqui) o utópicos (en Weitling); sobre todo,debido a un análisis insuficiente de la naturaleza delcapitalismo y sus contradicciones. Desde este punto devista, Babeuf, Blanqui y Weitling quedan a la zaga delos socialistas utópicos o los economistas postricardianos más audaces.

Estas debilidades y lagunas de los primeros núcleosrevolucionarios preproletarios y proletarios se explican,en última instancia, por su naturaleza social y el contexto en el que se desarrollaron. Se trata de organizaciones que proceden del proletariado preindustrial, artesanal y manufacturero; que no han podido aún generalizar, léase aprehender, las primeras experiencias delucha y organización de masas del proletariado industrial propiamente dicho. En realidad, se esfuerzan porcombinar la tradición jacobina pequeñoburguesa de lasgrandes revoluciones del siglo XVIII con la experienciaorganizativa del proletariado preindustrial, y no llegan aextraer conclusiones de las primeras experiencias revolucionarias del proletariado industrial propiamente dicho.Marx y Engels tuvieron que superar estas lagunas demanera sistemática, elaborando sus propias concepciones de la organización y la acción revolucionarias delproletariado, que desembocaron después de la revolución de 1848-1850 en una concepción propia de la revolución proletaria:

La organización de masas de los trabajadores construida por los trabajadores mismos surge en Gran Bretaña,cuna de la revolución industrial y de la gran industria.En realidad es anterior a la expansión de las grandesfábricas. Data de la segunda mitad del siglo XVIII, periodo durante el cual el proletariado británico es todavía,ante todo, artesanal, manufacturero y agrícola.

Su principal forma de organización son las asociaciones de oficiales de artesanos (compañeros), quienesconstituyen verdaderamente un puente entre las corporaciones semifeudales y el sindicalismo moderno. Ref lejan el pasado en su estrechez de espíritu e intereses,

a)La acción política revolucionaria -la lucha por laconquista del poder- debe resultar, en lo esencial, de laacción de las amplias masas de los asalariados y susaliados directos, pero sobre todo de los propios proletarios. El potencial económico de los asalariados es determinante (“Alle Ráder stehen still, wenn Dein StarkerArm es will”: Todas las ruedas se paran cuando así lodecide el brazo fuerte); su fortalecimiento numérico,hasta convertirse en la mayoría de la nación, se considera como una de las condiciones previas esencialesde la victoria duradera de la revolución.

b)Debido a esto, la organización político legal -laconstitución del proletariado como partido político independiente de la burguesía y de la democracia pequeño-burguesa- se considera un elemento esencial en la victoria revolucionaria. La organización de sociedadessecretas no se contempla, salvo en condiciones de extrema represión y aún en este caso solamente con el finde mantener la continuidad, no como instrumento parala toma del poder. En definitiva se condena resueltamente el putchismo.

c)A partir de esto se considerará prioritario el proyecto de autoorganización del proletariado, tanto para pre-.pararse en el ejercicio del poder como para conquistarloy ejercerlo. Se desechan el autoritarismo y el elitismo, aligual que una visión demasiado “instrumentalista” delEstado. Mientras Babeuf y Blanqui eran partidarios másbien de un Estado fuerte en la tradición jacoobina. Marxy Engels, bajo la influencia de la revolución de 1848-1850 y sobre todo la de la Comuna de Paris, propugnarán el concepto de la destrucción de la maquinaria estatal y la dictadura del proletariado -este último conceptoproviene de Blanqui- como un Estado que comienza aextinguirse desde su nacimiento.

d)La emancipación política (revolución política) y laemancipación económica y social están estrechamentecombinadas en Marx y Engels. El programa de la tomarevolucionaria del poder está ligado, desde el ManifiestoComunista, a una serie de transformaciones económicas y sociales que deben permitir abs productores liberarse de las cadenas de la condición proletaria, y gozarde las condiciones materiales indispensables para elejercicio del poder y el desarrollo de todas sus capacidades individuales. Sin la realización de estas condiciones socioeconómicas, el advenimiento de una verdadera sociedad sin clases sigue siendo utópico.

Esta superación por Marx y Engels de las concepciones revolucionarias de los primeros núcleos proletariospreindustriales no es solamente el producto de una experiencia revolucionaria más amplia, de una comprensión más profunda de la dinámica de la sociedad burguesa y de las condiciones de victoria del socialismo,es decir, de todas las conquistas del materialismo histórico. Corresponde también manifiestamente al interésde clase del proletariado, de cuya mentalidad es expresión.

su localismo y su corporativismo. Anuncian el futuro ensus principales formas de lucha, que incluyen la huelgay las acciones contra los esquiroles, su solidaridad tenaz, su esfuerzo por conquistar un mínimo de capacidad financiera de autodefensa, y sus estatutos y espíritu cada vez más democrático: asambleas generales,elección de los dirigentes, constitución de comités, control de la tesorería, etc.

La patronal británica cogió miedo a estas asociaciones y huelgas; en ellas vió, sobre todo, el turbulento carácter político de la época, la impopularidad de las guerras contra la revolución francesa, la influencia de las

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VI. LA FUSION DEL MOVIMIENTO OBRERO REAL YDEL SOCIALISMO CIENTIFICO

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El lugar del marxismo en la historia

asociaciones projacobinas como la London Corresponding Society. Mediante una ley promulgada en 1799fueron prohibidas las coaliciones obreras. En Francia,en plena revolución, se estableció una prohibición similar con el voto de la Ley Le Chapelier en 1791 lo queconfirmaba muy bien el carácter burgués de lá granrevolución francesa.

El voto de esta ley obstaculizó la organización deljoven proletariado inglés pero no la impidió en absoluto.La obligó a pasara la clandestinidad, y sus luchas endefensa de los intereses materiales de los trabajadoresadquirieron un carácter más violento. Esto se manifestórápidamente con el movimiento de los Ludistas (1812-1813) centrado sobre todo en la región de Nottingham,notablemente organizado y casi impenetrable a la policía, los soplones y los rompehuelgas. Contrariamente auna leyenda difundida por sus enemigos de clase, losLudistas no eran de ninguna manera adversarios, porprincipio, de las máquinas.

El objetivo de sus acciones no era tanto la eliminación de las máquinas de la industria textil sino más bienel aumento de os salarios, la lucha contra la carestía dela vida y el desempleo, además de otros objetivos clásicos de los primeros sindicatos. La táctica de inutilizarlas máquinas se impuso porque los trabajadores arrendaban aún, en su mayoría, las máquinas a los patronespara utilizarlas en sus casas. En estas condiciones, elhecho de inutilizar las máquinas fue consideradocomoun medio eficaz para combatir a los esquiroles; el únicorecurso para conseguir realmente una huelga general.La burguesía inglesa se espantó tanto con los “rompemáquinas” que hizo que se votara una ley para castigarese crimen” con la pena de muerte.

Después de la caída de Napoleón y el restablecimiento de la paz, hubo una larga depresión económica enGran bretaña que condenó a cientos de miles de obreros al desempleo, hizo descender fuertemente los salarios y provocó violentos motines de hambre. Como estos motines se combinaron con una reactivación de laagitación por el sufragio universal, la burguesía redoblóla represión. En 1819 tuvo lugar una gran manifestaciónen St. Peter’s Fleld, cerca de Manchester, que fue reprimida a sangre y fuego por el duque de Wellington, vencedor de la batalla de Waterloo, lo que llevó a que losescritores radicales la bautizaran con el nombre de la‘matanza de Peterloo”. Muchos historiadores consideran esta masacre como la chispa que hizo nacer elmovimiento obrero moderno en Gran Bretaña.

A partir de ese momento el movimiento siguió undoble derrotero. Por una parte, se multiplicaron los sindicatos clandestinos y semilegales, así como las huelgas por reivindicaciones económicas. La presión encontra de la Ley sobre las Coaliciones creció cada vezmás; a ella se sumaron los patrones más inteligentes,que comprendieron que ~n caso de huelga era preferible tener frente.a ellos interlocutores representativos ylegales, con los cuales se pudiera negociar un r~pido finde ésta, que apostar a su prolongación indeterminada.Finalmente, la ley fue derogada en 1825. Las asociaciones profesionales de obreros tomaron sistemáticamenteel nombre de trade unions (unión de los oficios) a partirde los años 1824-1825, y superaron rápidamente suestrecho carácter localista y corporativista.

Por otra parte, la agitación de William Cobbeff en elperíodo 181 5-1 819, que había desembocado en la concentración de Peterloo, fue sustituida en 1830-1 832 poruna nueva campaña en favor del sufragio universal, quederivó esta vez en el Reform BilI de 1832, ley redactadapor los Liberales y que aumentaba la representación delas ciudades. Después del fracaso de los Liberales en elparlamento, la agitación conduciría a la creación del primer partido obrero de masas, el Partido Cartista. Partiendo de la experiencia de la agitación de los años1815-1 819, éste tomó la petición de masas como principal medip de combate. Se trataba de reunir firmas enfavor de una Carta que exigía el sufragio universal. Laagitación, comenzada en 1837-1938, culminó en una

impresionante manifestación en GlasgoW, Escocia, queconcentró a 150.000 personas. Por lo demás, en estaciudad, la fusión de las luchas económicas con la luchapolítica de la clase obrera había conocido un primeréxito en 1819-1820, con una huelga de 60.000 obreros,mineros sobre todo, en favor del sufragio universal.

Simultáneamente se produjeron también en el continente europeo y Estados Unidos las primeras tentativasde organización y de acción autónomas de la claseobrera. Artesanos de Filadelfia, en Estados Unidos,constituyeron en 1828 el pequeño primer partido obrerode la historia. En 1831 se produjo en los suburbiosobreros de Lyon, capital de la sedería francesa, la primera insurrección netamente obrera; la de los “canut”,los tejedóres de Croix-Rousse, quienes se apoderaronde la ciudad durante varios días. En 1844 se produjouna rebelión de los tejedores de Silesia, en Alemania,inmortalizada por el gran poeta Heinrich Heme.

En Bélgica, el país más industrializado del continente,los obreros de las fábricas de hilados textiles de Ganteintentaron constituir sindicatos desde 181 0-181 5. Con eltriunfo de la revolución de 1830, los obreros gantesesenviaron peticiones a la Cámara en exigencia del sufragio universal, la libertad de asociación, la plena libertadde prensa y un impuesto sobre la herencia. Estas fueron apoyadas por los obrerosde Bruselas y Lieja. En1836 tuvo lugar el primer mitin político obrero en Bruselas, impulsado por Jacobo Kats, autor del primer catécismo obrero que ~‘influyó indiscutiblemente en los jóvenes autores del Manifiesto Comunista, redactado enBruselas.

Finalmente, es menester señalar la aparición, entrelas sectas socialistas utópicas, de la corriente de Proudhon en Francia la cual, a diferencia de las corrientessaint-simonianas, fourieristas y owenistas, tuvo un origen estrictamente obrero. Proudhon, como Weitling, eraun obrero autodidacta, aún cuando se tratara de unobrero artesanal. Llegó con retraso a la escena históricay se esforzó, como Marx y Engels, por incorporar lasconclusiones extraídas de la filosofía clásica alemana yde la economía política inglesa a la doctrina socialista.Pero lo hizo sobre la base de conocimientos insuficientes y mal asimilados, con una falta de madurez cientifica evidente, que en última instancia reflejaba la situa.ción social particular del artesanado y del proletariadofrancés.

Para él, se trataba de emancipar al obreró/artesanode la dominación del dinero (del capital), sin abolir laproducción mercantil y la competencia: ilusión típicamente artesanal/pequeñoburguesa. Algunas veces seha presentado a Proudhon, no sin razón, como el padrede la idea de la autogestión obrera, en sus ideas se encuentra esbozado el callejón sin salida del “socialismode mercado”; evidente en Yugoslavia desde la décadadel setenta. Lo mismo ocurre con el riesgo político ysocial que acompaña a este impasse económico: elriesgo de fraccionar a la clase obrera en grupos que seoponen entre sí por obra de la competencia, pues susingresos dependen de los éxitos del mercado.

A pesar de su gran diversidad, todos estos intentosiniciales de acción y de organización autónomos de lostrabajadores/productores directos presentan una seriede rasgos comunes, que hacen de ellos los verdaderosiniciadores del movimiento obrero moderno. Este nacióantes de Marx y Engels e independientemente de ellos,como nació independientemente de la acción de cualquier agitador o ‘~eórico” (utópico) intelectual. Es el pro~ducto~directo de la explotación y de la miseria que sufren los obreros con el régimen capitalista, el productoinmediato de la sociedad burguesa.

Si hay que buscar un ‘responsable” de la lucha obrera, ése responsable es la patronal, es decir la lucha declase cotidiana, permanente, despiadada que el capitaly su Estado practican contra el trabajo asalariado.

El gran mérito de estas primeras acciones y organizaciones de los trabajadores asalariados mencionados esla conquista de la independencia de clase, la toma de

conciencia por parte de los obreros de la necesidad deorganizarse al margen de los patrones, grandes o pequeños, con el objetivo ~e defender süs propios intereses, que son diferentes a los de la pequeña burguesía,incluso de su ala más radical. De esta manera, miles deobreros alcanzaron un primer nivel de conciencia declase: la conciencia de clase económica; sindicalista,que es necesario considerar como un enorme pasoadelante, puesto que adquiere un carácter masivo ypermanente, en relación con la situación atomizada ydesorganizada de la existencia y de las primeras resistencias obreras.

Por tanto, de estos primeros intentos de acción colectiva y de organización p~rmanente de la clase obrera,se desprenden las formas esenciales de lucha del proletariado, que marcan hasta hoy en el mundo entero sulucha como clase: huelgas y formas de organizaciónadecuádas al éxito de las huelgas (constitución de fondos de ayuda mutua y de resistencia, piquetes de huelga; propaganda y acción contra los esquiroles; educación en la solidaridad colectiva, etc.); manifestaciones ymarchas masivas; prensa de masas (en Inglaterra, unosde los primeros propagandistas políticos de la claseobrera y precursor del cartismo, William Cobbett, publicó en 1816 un número especial en su periódico PoliticalRegister, con un tiraje de 200.000 ejemplares, que contenía su Carta de los Trabajadores Manuales y Obrerosasalariados); peticiones y agitaciones del tipo más diverso en favor del sufragio universal y de la generalización de las libertades democráticas, etc.

Sin embargo, estas primeras manifestaciones de acción y organización de clase independientes, revelanuna serie de debilidades, comunes a casi todas ellas:

a)La acción y la organización son discontinuas. Incluso los primeros sindicatos no duraron mucho tiempo,con excepción de algunos sindicatos de oficios muycualificados, que disponían de un monopolio de hechoen el restringidísimo mercado de trabajo, y que lo defendían a menudo con métodos corporativistas que prohibían el acceso de otros obreros y obreras, buscandoexcluir en particular a las mujeres de los empleos cualificados permanentes. Aquellos sindicatos ten~ían a fortalecerse en períodos de auge y a desaparecer en losperíodos de crisis y desempleo. Sabido es que las luchas amplias y violentas coinciden más bien con losperíodos de crisis, atenuándose en los períodos deauge. Al carácter discontinuo de la organización le corresponde por lo general un carácter geográficamenteframentario, sobre todo local o regional. Sólo los cartistas aparecen como un movimiento de clase verdaderamente nacional.

b)La acción y la organización son muy minoritarias.No engloban todavía sino a una ínfima fracción del pro:letariado. Por lo mismo, tienden más bien a reflejar lasparticularidades de grupos distintos, tanto en sus reivindicaciones como en sus medios de acción, que a ser suexpresión común de toda la clase.

c)Si bien sús reivindicaciones en general expresan intereses reales de los trabajadores, la mayoría de las veces se trata de intereses inmediatos o a medio plazo.Cuando se bosquejó un intento de “programa máximo”,que proyectara la imagen de una sociedad en la que laexplotación del hombre por el hombre fuese suprimida,se hizo por lo general en términos vagos e insuficientes,tomando ideas de los socialistas utópicos, o bien de loseconomistas post-ricardianos más críticos, incluso algunas veces de simples charlatanes. -

d)Si bien en los primeros sindicatos auténticos la conquista de la independencia de clase es casi total en elplano de la lucha y la organización económicas (en elcaso de las primeras cooperativas es más complejo), nosucede lo mismo en el terreno de la lucha y la organización políticas. La separación de la democracia proletariade la democracia pequeñoburguesa es un proceso extremadamente complicado, discontínuo, e irregular, quepasa por altibajos sucesivos, avatares múltiples y recaídas hacia organizaciones multiclasistas.

El caso más típico es elde Inglaterra, donde losobreros más activos políticamente, apoyaron primero la agitación pequeñoburguesa en favor del sufragio universal,y luego. la lucha del partido liberal Whig en favor de laReform BilI, constituyendo posteriormente su partidopolítico independiente con el cartismo, para recaer enlos años 1850, .por un largo período, en la dependenciadel partido liberal,

Lo. mismo sucedió durante cerca de dos décadas enAlemania, donde el primer partido obrero independientepermariante sólo fue constituido en 1863 por FerdinandLassalle. Este partido se fusionó con el llamado partidomarxista de Liebknecht y Bebel, en 1875.

En Francia y en Bélgica, hubo que esperar aún mástiempo antes de que se constituyeran partidos obrerosde masas independientes y duraderos. En Estados Unidos y otros países donde el movimiento sindical espoderoso, como el caso de Argentina, este segundoestadjo de la conciencia de clase del proletariado no hasido conquistado aún en nuestros días. -

Marx y Engels emprendieron, durante medio siglo, unesfuerzo gigantesco y constante para acabar con estasdebilidades. Finalmente lo lograron en un número importante de paises (todos los países industrializados enel siglo XIX, excepto Estados Unidos). Podemos caracterizar este esfuerzo como una fusión gradual y progresiva del movimiento de organización y de acción realdel proletariado con las principales conquistas del socialismo científico, en su forma más accesible a lasgrandes masas (no con todos los eleméntos de la doc:trina marxista).

a)Marx y Engels participaron en la lucha para que seaceptara a la organización sindical permanante comoforma de organización elemental indispensable para lalucha de emancipación de la clase obrera. Tuvieron queoponerse, en este punto, a la influencia sectaria denumerosas tendencias: prudonianas, post-ricardianas,ciertas tendencias cooperativas y comunistas dogmáticas y más tarde, a algunas tendencias anarquistas libertarias.

b)Marx y Engels consiguieron que se aceptara el principio de la organización política independiente (del partido político independiente) de la clase obrera, y su participación, en todas aquellas partes donde fuera posible,en las luchas legales normales, incluso (pero no solamente) en las elecciones. Si en lo que concierne a lageneralización de la organización sindical, su papel fueel de un estimulador, en lo que respecta a la organización política independiente desempañaron el papel demotor esencial, aún cuando en Alemania la primera ini-dativa consumada haya venido de Lasalle.

c)Se esforzaron por unificar el movimiento obrero porencima de las barreras sindicales/políticas, nacionales/étnicas, raciales/continentales y entre obreros y obreras. La fundaación de la Asociación Internacional de losTrabajadores (Primera Internacional), en 1863, fue elprimer resultado de estos esfuerzos. Ella reunió, además de los sindicatos británicos de la época, a los primeros partidos y núcleos obreros alemanes, suizos,belgas, italianos, españoles, franceses, etc., así como agrupos o corresponsales socialistas en Estados Unidos(principalmente compuestos por inmigrados alemanes),Polonia, Rusia, Uruguay, Argentina, Cuba, México, etc.Este esfuerzo de unificación se fundó en conceptos deorganización democrático-pluralistas, sin los cualeshabría sido irrealizable.

d)Le asignaron objetivos a largo plazo claros y precisos, comunes a la gran mayoría de las organizacionesobreras de fines del siglo XIX: la apropiación colectivade los grandes medios de producción y de cambio; lacreación de una sociedad sin clases, la democraciaobrera fundada en la autoorganización del proletariado(1’la emancipación de los trabajadores será obra de lostrabajadores mismo”).

e)Establecieron una perspectiva clara y simple paraalcanzar este objetivo, aceptada por millones de trabajadores del mundo a principios del siglo XX: organiza-

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El lugar del marxismo en la historia Ernest Mande! Ernest Mandel El lugar del marxismo en la historia

ción cada vez mayor de ras grandes masas obreras ensindicatos y partidos (accesoriamente también en cooperativas y fondos asistenciales); educaçión cada vezmás eficaz de estas masas gracias a la propaganda, laagitación y la acción de masas; desencadenamiento deluchas masivas y progresivamente generalizadas, iniciadas desde los puntos de partida más diversos (reivindicaciones democráticas, nacionales, económicas, antibélicas, etc.), y articulación de estas luchas con lascontradicciones y crisis internas, del modo de producción capitalista, hasta que toda esta avalancha desatarauna lucha por la conquista del poder que se identificacon la revolución social (una transformación profufldadel régimen de propiedad y de las relaciones de producción).

f)Proporcionaron un análisis teórico científico de lasleyes de desarrollo y de las contradicciones internas delmodo de producción capitalista, que sustenta esta perspectiva y explica por qué las crisis prerrevolucionarias yrevolucionarias son a la larga inevitables bajo este régimen.

El marxismo es un producto de su época. Pero no es unproducto espontáneo ni automático. Para que la transformación de las ciencias sociales, la evolución del so-

- cialismo utópico hacia el socialismo científico, y la progresión desde la práctica y la organización revolucionarias pequeñoburguesas y preproletarias hasta la práctica y la organización revolucionarias proletarias se produjeran en los hechos, en el momento en que se efectuaron, el papel de los individuos, Karl Marx y FriederichEngels fueron determinantes.

Por cierto, pudieron desempeñar este papel porque“la historia necesitaba de ellos”, es decir, porque su actividad correspondía a una necesidad que muchas personas experimentaban (principalmente proletarios, perotambién otros socialistas/comunistas de la época); elhecho de que otras personas hayan intentado avanzaren el mismo sentido confirma esta afirmación, porquetales esfuerzos de síntesis estaban en el ambiente (dela época). Sin embargo, la manera precisa en que estassíQtesis y progresión fuerbn realizados, su contenido ysu dinámica exacta, dependió en gran medida de lapersonalidad de los fundadores del marxismo. Comosucede en la mayoría de los casos, la “necesidad histórica” está filtrada por personalidades determinadas, queno pueden desviarla de su curso fundamental, pero quepueden hasta cierto punto imprimirle la huella de suscaracterísticas individuales.

Ni Marx ni Engels fueron proletarios. El primero fuehijo de una familia de la pequeña burguesía acaudalada. Nacido en 1811, su padre era un abogado liberal influyente en la ciudad renana de Tréveris (Trier), descendiente de una vieja familia de rabinos, pero convertido alcristianismo por razones de interés personal y no porconvicción. Por el lado de su madre y de su mujer,Jeannie von Wesffalen, Marx estaba ligado más bien ala alta burguesía que a las clases trabajadoras. Su evolución hacia el comunismo no estuvo determinada,pues, por la vivencia inmediata, o por sus propias condiciones miserables de existencia (posteriores a estaadhesión, y que se sitúan principalmente durante susegundo exilio en Londres, durante los años 1850-1860;en la década del setenta su situación material mejoró).Su evolución está determinada esencialmente por elresultado de un trabajo intelectual y por motivacionesmorales.

Esto es todavía más cierto en lo que concierne a Friedrich Engels. Nacido en 1820, proviene de una familiaburguesa de industriales textiles de Barmen, en el Ruhr.Vivió la mayor parte de su vida como gerente de una

g)Permitieron, asímismo, una integración entre la lucha de los trabajadores por la mejora de sus condiciones de vida inmediatas y su avance hacia una transformación radical de la sociedad. Debido a esto, la unificación entre el movimiento y la organización reales de laclase (que apunta siempre a objetivos inmediatos) y elobjetivo socialista/comunista fue haciéndose creciente-mente una realidad. Esto le proporcionaba a la claseobrera una extraordinaria confianza en sí misma; teníala sensación de caminar de éxito en éxito, de maneracasi irresistible. El formidable auge del movimientoobrero en el período 1890-1920 (en España, Francia,Estados Unidos, el punto culminante será alcanzadodurante la década de 1930) es el reflejo de esta conf ianza.

Retrospectivamente, podemos comprobar que aunque esta unificación aseguró un primer auge impresionante del movimiento obrero organizado, fue insuficiente para asegurar la victoria de las revoluciones proletarias. Sin embargo, aquello era indispensable para crearlas condiciones necesarias para la victoria.

fábrica textil que su familia poseía en Inglaterra. Tuvouna vida confortable y dejó una cuantiosa fortuna a sumuerte en 1895. En él también, el itinerario hacia elcomunismo fue en primer lugar intelectual y moral.

Pero en los pensadores, la evolución, la toma de conciencia progresiva, no es resultado de un esfuerzo intelectual desligado de la conflictiva realidad cotidiana. Sumotivación, no solamente científica sino también moral,proviene justamente de una confrontación con situaciones sociales -miseria y rebeliones obreras, luchas sociales- que se desarrollan ante sus ojos e influyen enellos profundamente. Por esto, también es resultado deun compromiso, el de np comportarse de manera puramente interpretativa, y por lo tanto atentista y pasiva,ante la miseria humana en general y la “cuestión social”en particular. Marx y Engels se decidieron rápidamentepor la acción, porque concordasen su actividad y susconvicciones; tendieron así hacia la unidad de la teoríay la práctica que se convierte, a la vez, en criterio epistemológico (sólo la práctica puede en última instanciaconfirmar el contenido de verdad de una teoría) y enobligación moral.

Su compromiso con y en el movimiento obrero seconvirtió, por lo demás, en la condición previa para quepudieran realizar la más importante de sus contribuciones a la historia: la fusión progresiva del movimientoreal de emancipación de los trabajadores con los principales logros del socialismo científico.

Debido a esto, el itinerario individual de Marx y Engels se entrecruza con una serie de encuentros, aprehensiones de situaciones y conflictos, que sucesivamente les orientan y reorientan. Unidos a los resultadosde sus análisis científicos críticos -es decir, a un exámen crítico de los principales elementos de las cienciassociales de su época- dichos encuentros determinaronsus tomas de posición teórico-políticas y la evolución deéstas, desde el neohegelianismo al radicalismo políticopequeñoburgués, desde la democracia pequeñoburguesa al socialismo/comunismo, y desde el comunismo rudimentario al socialismo/comunismo científico y revolucionario de su madurez.

a)El encuentro con la condición proletaria, con la miseria obrera, aparece desde el inicio de la actividad periodística de Marx como redactor (posteriormente jefede redacción) de la Gazeta renana (Rheinische Zeitung)cuando acababa de terminar sus estudios universitarios, en 1842. En Engels es todavía más claro: frente ala condición obrera en Inglaterra, desde su llegada aaquel país. De ello resultará la primera gran obra de los

dos jóvenes pensadores. La Situación de la clase obrera en Inglaterra (1845) (Die Lage der Arbeitenden Klasse in England).

b)El encuentro con la resistencia y la organizaciónproletaria se produce, esencialmente, durante el primerexilio de Marx en París, y luego en Bruselas, allí tomacontacto con asociaciones obreras en París y Gante,pero sobre todo con los obreros de la Liga de los Justosen París, Londres y Bruselas, en los años 1846-1847.En Engels será determinante el contacto con los gruposcartistas y de obreros sindicalistas en la región de Manchester, así como sus contactos, más aislados, con losobreros de la Liga de los Justos en el Ruhr, todo estoen el período 1844-1847. Los dos fundadores del marxismo quedarán marcados por las explosiones obrerascontemporáneas, sobre todo la rebelión de los tejedoresde Silesia, en 1844.

c)La experiencia directa de la revolución de 1848-1850, adquirida a través de la participación personal yactiva de Marx y Engels en el desarrollo de la revolución en Alemania, y la manera directa y rápida en queambos siguieron los avances de la revolución en Francia, Austria, Hungría, Italia, etc. Sólo después de la insurrección proletaria de junio de 1848 y el balance queextrajeron del papel contrarrevolucionario de la burguesía alemana, es cuando llegaron a afinar en 1850 unaestrategia de toma del poder fundada en una lógica derevolución permanente.

d)La experiencia de una organización revolucionariaproletaria viva -la Liga de los Comunistas- entre 1847 ylos primeros años del segundo exilio de Marx en Londres. Esta experiencia hizo mucho más concreta la visión de los dos amigos sobre la organización proletaria,y los preparó y armó para comprender los problemaspolitico-organizativos a los que se enfrentarían durantelos años 1860-1 870, y posteriormente.

e)La experiencia de la Asociación Internacional de losTrabajadores entre 1863 y 1873, y sobre todo el esfuerzo por involucrar a los sindicatos ingleses en ella. Estefue el primer encuentro real de Marx y Engels con lasorganizaciones de masas de la clase obrera y con unmedio obrero ideológica y políticamente muy diversificado, es decir, con los problemas del pluralismo y de lademocracia obreras.

f)El encuentro, a partir de los años sesenta, perosobre todo durante el decenio siguiente, con un nuevoprogreso de las ciencias etnológicas y naturales -fundamentalmente, Darwin y Morgan-, que permitieron aMarx y Engels precisar su concepción del materialismohistórico.

g)La experiencia de la Comuna de París, sin lugar adudas la más importante politicamente durante sus vidas, que contribuyó a clarificar su visión tanto del problema teórico-político del Estado, como el de la cuestión capital de los objetivos políticos de la revoluciónproletaria: el establecimiento y la forma de la dictaduradel proletariado.

h)La experiencia -más exclusivamente referida a Engels- del auge de la diversidad, y del potencial de unificación de los partidos obreros de masas en muchospaíses durante los años 1875-1895, y los múltiples problemas estratégicos y tácticos que ello planteó.

Si bien la mayoría de estos encuentros fueron fecundos e incluso exaltantes para los fundadores del marxismo, permitiéndoles poner a prueba y pulir muchas desus concepciones políticas y de sus hipótesis teóricas,no por ello es menos cierto que en múltiples ocasioneseste progreso se llevó a cabo a través de conflictos deideas y de personas, en los que se vieron implicados nopocas veces a disgusto. Este aspecto “fraccional” de laactividad de Marx y Engels ha sido denunciado a menudo como una consecuencia de sus defectos personales,léase de su “autoritarismo” o incluso de un “terrorismointelectual”.

En realidad, toda la historia confirma que las ideas ylas organizaciones no pueden progresar sino mediantela confrontación de ideas y agrupamientos, que discre

pan entre sí ante acontecimientos o problemas nuevos.Pensar que pueda ser de otra manera sería creer, obien en la ausencia de diversidad en los individuos y losintereses sociales, o bien en la infalibidad de unos y enla evidencia de esto a la vista de los demás. Descartadas estas dos hipótesis absurdas, las luchas de gruposy tendencias son en general inevitables en la política, yen política obrera en particular.

Los conflictos y las rupturas sucesivas que más influyeron en la evolución intelectual de Marx y Engels fueron, en orden cronológico:

a)Su conflicto con los “jovenes hegelianos” contemplativos y fundamentalmente liberales, así como conMoses Hess, con quienes Marx y Engels rompieron enlos años 1844-1845. Esta ruptura se expresó teóricamente en “La ideología alemana” y las ‘Tesis sobreFeuerbach” (1845), verdadera acta de nacimiento delmarxismo. Apoyada en una apropiación crítica y extensa de los logros de la filosofía alemana y de la historiografía sociológica francesa, pero en una apropiación solamente parcial de los logros de la economía inglesa.

b)El conflicto con el socialismo utópico de Proudhon yel comunismo insuficientemente maduro de Weitling,que se extiende durante el período 1846-1848. Desembocó en la redacción de la “Miseria de la filosofía”(1846) y del “Manifiesto Comunista” (1848). Está entrelazado con dos conflictos de clarificación -menos violentos- dentro de la Liga de los Comunistas, que se extiende desde la revolución de 1848 hasta principios de losaños cincuenta.

c)El conflicto -en ocasiones bajo la forma de apropiación intelectual crítica, y en otras de un “diálogo interior”- con los principales representantes de la economía,política post-ricardiana inglesa, Hodgkin, Ravestone yGray, que desembocará en la redacción de las principales obras económicas de, Marx: Los “Grundisse”, “ElCapital”, y las ‘Teorías de la Plusvalía”, durante los dosdecenios que van desde 1857 hasta la muerte de Marx.

d)El conflicto con Bakunin y sus partidarios en la P Internacional (1865-1873), que se prolonga hasta pocodespués de la derrota de la Comuna de París.

e)El conflicto con las tendencias de derecha en la socialdemocracia alemana, primero con los lasallianos yposteriormente con los primeros representantes del gradualismo reformista, que se prolonga desde el congresode unificación de Gotha, en 1875, hasta la muerte deMarx, y que el propio Engels prolongará a lo largo de ladécada de 1880, hasta su propia muerte en 1895. Losprincipales productos de estos conflictos son la “Críticadel Programa de Gotha” (1875), de Marx, y el “AntiDübring” (1879), de Engels.

La cronología de estos conflictos aparece como un itinerario de las principales obras de Marx y Engels. Sólofaltan en esta lista los escritos políticos como “El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte”, “La lucha de clasesen Francia”, “Revolución y contrarrevolución en Alemania”, sus escritos periodísticos, y “El origen de la familia,la propiedad privada y el Estado”, además de “La dialéctica de la naturaleza” de Engels.

Salvo un viaje realizado por Engels a Estados Unidos, hacia el final de su vida, la experiencia vivida porlos dos fundadores del marxismo fue exclusivamenteeuropea. Su pensamiento está profundamente marcadopor la historia social e intelectual de Europa. Debido aesto, se les ha reprochado a menudo su “euro-centrismo”, incluso hasta su particularismo alemán. Estos reproches no son fundados.

Ciertamente, el marxismo es un producto de las contradicciones maduras de la sociedad burguesa, que indudablemente se expresaron primero en Europa. Eneste sentido, no podía surgir en Asia, América o Africa,que conocieron a lo largo del siglo XIX sólo un desarrollo capitalista rudimentario.

Pero si bien el capitalismo nació en Europa, desde suinicio tuvo una dimensión internacional, léase mundial,que lo hizo dependiente de todo aquello que sucedía enlos otros continentes. El impacto violento, disgregador,

VII. EL ITINERARIO PERSONAL DE MARX Y DE ENGELS

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destructor, inhumano que este capitalismo ejerció sobrelas sociedades precapitalistas de América, Asia y Africarebasa con mucho el impacto que éste produjo en lassociedades precapitalistas de Europa Occidental, Meridional, Central y Oriental. Marx y Engels eran sabiosdemasiado rigurosos y humanistas, demasiado apasionados como para no percibirlo, indignarse por ello, yrebelarse contra estos crímenes abominables.

La percepción del Tercer Mundo, de su degradación ysu inevitable rebelión fue introducida rápidamente ensus escritos, aún cuando ésta ocupára poco lugar ensus escritos de juventud. Basta recordar sus tomas deposición resueltas en favor de los cipayos indios, losTa’í-ping chinos y en favor de la emancipación generalde los esclavos, para descartar la acusación de eurocentrismo. Asímismo, calificaron la expedición franco-hispano-británica en México como “~jna empresa entrelas más monstruosas en los anales de la historia internacional” (artículo del 23/11/1 861, MEN, vol.15, p366).El estudio cada vez más avanzado de la historia del“modo de producción asiático”, de la etnología, de lasparticularidades de las civilizaciones y sociedades noeuropeas, de la comunidad aldeana rusa (mir), ocupaun lugar creciente en el trabajo intelectual de Marx yEngels durante las dos últimas-décadas de sus vidas, ymarca su obra -incluso ‘El Capital”- de una manera cIarísima.

Simultáneamente, las fuentes internacionales, la actividad decididamente internacionalista de los dos amigos, permite rechazar como francamente calumniosa laacusación de nacionalismo alemán que se les hizo. Lasfuentes del marxismo provienen -en el plano de lasideas- tanto de Inglaterra y Francia como de Alemania.La experiencia y la actividad que los sitúa en la vidapolítica de su tiempo se desarrolló tanto en Alemaniacomo en Francia, Bélgica, Inglaterra, y en los paises delimperio Austro-Húngaro. Concierne por igual a Polonia,Irlanda, Hungría, España, Suiza e incluso a EstadosUnidos y Rusia. Su organización fue desde el principiointernacional y no puramente alemana. Esto es ciertotanto para la Liga de los Comunistas como para la Asociación Internacional de los Trabajadores, y lo será aúnmás para la socialdemocracia internacional después de1885, que desembocó en la II Internacional. En los paises donde sus partidarios comenzaban a organizarse,Marx y Engels les exhortaron para que estudiasen laformación social concreta del país, para que se apropiasen de las tradiciones de lucha locales, y para que tradujeran su programa en la lengua de las organizacionesobreras y opositoras existentes; ese es el sentido general de sus “Cartas a los norteamericanos”, de 1848 a1885.- Uno de los grandes logros de su vida política, fuentede auténtico y legítimo orgullo, fue la toma de posiciónde sus camaradas alemanes, Bebel y Liebknecht, contra la anexión de Alsacia-Lorena por Alemania, en 1871,impugnando la primera paz de Versalles. Había sucedido lo mismo, anteriormente, con la toma de posición porparte de la AlT, encabezada por sindicatos británicos,

La explicación de los orígenes, el contenido y el desarrollo del marxismo desemboca necesariamente en elanálisis de su difusión y de su influencia real en elmundo. A la larga, las ideas y e~ cuerpo global de ideas,es decir, las doctrinas, valen lo que vale su impactosobre la historia real. Las ideas que no influyen jamásen nada ni en nadie son forzosamente marginales, incluso en la historia espiritual de la humanidad, sin hablar de su historia material. “La teoría se convierte enuna fuerza material solo cuando la hacen suya lasmasas”, había dicho ya el joven Marx.

contra la actitud pro-sudista del gobierno británico durante la Guerra de Secesión en Estados Unidos. Llevara que la clase obrera de cada país desarrolle su propiapolítica exterior, fundada en sus intereses de clase y enalgunos principios que de ella se desprenden (ningúnpueblo puede ser libre mientras oprime a otro), he ahíuna ambición constante en su vida política. Ambiciónque se sitúa en las antípodas de cualquier nacionalismo, comenzando por el alemán.

Marx y Engels eran, sin duda, producto de su época.No podían superar completamente los límites subjetivosde ésta, y se hallaban determinados por experienciastodavía demasiado fragmentarias de la emancipaciónproletaria y humana. No eran infalibles. No podían comprender, explicar y preverlo todo, no obstante comprendieron, explicaron y previeron lo esencial. Obviamentetuvieron fallas.

Engels se equivocó al tratar a las pequeñas nacionalidades eslavas, en 1848-1 849, como “pueblos sin historia”, incapaces de constituir estados o naciones realmente independientes. La historia le demostró su erroral respecto. Marx se equivocó al aplaudir la anexión deCalifornia y otros territorios mexicanos por Estados Unidos, en 1845, caracterizando a los mexicanos comoperezosos incapaces de explotar las riquezas naturalesde estos territorios. En este caso actuó con un prejuicioracista.

En ambos casos, una aplicación juiciosa del materialismo histórico habría permitido explicar el comportamiento de unos y otros durante los años 1845-1855, deuna manera muy diferente a la utilizada por Marx yEngels. Habría permitido explicar la segunda revoluciónmexicana (la Reforma), dirigida principalmente por Beni~to Juárez, que sucedió a la guerra entre Estados Unidosy México juzgada por Marx. Habría permitido explicar elnacimiento de una izquierda checa y servio-croata, antizarista, democrática, ferozmente nacional y socialista ala vez, cuya posibilidad negaba Engels. En ambos casos, Marx y Engels fueron insuficientemente marxistas.Había qué interpretar con criterios de clase fenómenospolíticos aparentemente desconcertantes, como el viraje de los campesinos y de la “inteligentsia” checa ycroata durante la revolución de 1848, o como la aparente pasividad del campesinado mexicano ante la conquista yanqui.

Asimismo, aunque con una percepción aguda de ladoble opresión que sufren las mujeres en toda sociedadde clases, y remontando el análisis de los orígenes deesta opresión hasta el surgimiento de esta sociedad;Marx y Engels no pudieron abarcar todos los aspectosde la emancipación femenina, los cuales sólo surgiránprogresivamente en el siglo XX.

Dicho esto, el balance global de la actividad tanto teórica como práctica de los dos amigos es más que impresionante. Su contribución personal al progreso delas ciencias sociales, a la emancipación proletaria y humana se sitúa en la cima de lo alcanzado por el génerohumano. Sin ellos, la historia de los siglos XIX y XX nohubiera sido la misma.

Evidentemente debemos eliminar de este razonamientp el problema del cuando. Las ideas que influyenen el mundor cada vez en mayor medida cincuenta ocien años después de haber sido formuladas, son másimportantes que las ideas con un impacto inmediato,pero que comienzan a decaer enseguida hasta borrarseprogresivamente de la escena política.

Lo que importa es que su impacto social se materialice tarde o temprano de manera amplia, creciente y -enlo que concierne a las ideas que refuerzan el movimiento obrero, al socialismo, la causa universal de la eman

cipación humana- a escala mundial. Y esto por la naturaleza mundial de la “Cuestión social”, de la explotaciónde los asalariados, de la opresión del proletariado y detodos los otros grupos humanos oprimidos: mujeres,nacionalidades y razas oprimidas, etc.

Finalmente, las características particulares del proletariado, su posición de subordinación económica e ideológica en la sociedad burguesa, subordinación que nosuperaran su organización combatividad y su peso social creciente, hacen que la versión específica (y a veces deformada) en la que se transmite el marxismo alas grandes organizaciones obreras y a las masas populares en una etapa histórica determinada, influye irrefutablemente en la conciencia de la clase. Esta se a~ticula de alguna manera con aquélla, positiva o negativamente, según las circunstancias. Pero esta articulaciónno puede estar desligada a su vez del desarrollo real dea organización y de la lucha del proletariado, es decir,del curso real de la historia.

La recepción y la difusión del marxismo en el mundodeben, por lo tanto, ser examinadas sucesivamente:

a)En el estricto plano de la difusión de los escritos deMarx y Engels;

b)En el plano de la influencia de estas ideas fuera delmovimiento obrero propiamente dicho, es decir, en losmedios intelectuales, universitarios y, en general, en “elespíritu de su tiempo” (las ideologías dominantes en lassucesivas fases por las cuales ha pasado la sociedadburguesa);

c)En el movimiento obrero organizado;d)En la clase obrera en sentido amplio;e)A nivel internacional.Las obras de Marx y Engels tuvieron una difusión de

masiado desigual y muy desincronizada. Algunos escritos tuvieron un impacto relativamente rápido y amplio.En primer lugar “El Manifiesto comunista”, traducido amuchas lenguas, y difundido por decenas y luego centenas de miles de ejemplares (no obstante habrá queesperar los años 1920 y 1930 para que esta difusión seuniversalice y pueda hablarse de millones), El Tomo 1de “El capital” tuvo también una difusión relativamenterápida en muchas lenguas, aunque a una escala másrestringida que “El Manifiesto Comunista”, pudiendohablarse generalmente de miles y no decenas de milesde ejemplares por idioma. La difusión de prácticamentetodas las otras obras, con excepción probablemente de“El Anti-Dugring”, de Engels, fue más desigual y restringida.

Es necesario señalar a este respecto, que algunas delas grandes obras de Marx y Engels fueron publicadascon un gran retraso, incluso la primera edición en sulengua original -el alemán-. La “Crítica del Programa deGotha”, o los tomos II y III de “El Capital” aparecieronsólo veinte años después de su redacción. “La ideologíaalemana” y los “Grundisse” más de 80 años después dehaber sido escritos. Debido a esto, aunque sólo fuerapor falta de información, tres generaciones sucesivasde marxistas no pudieron tener una adecuada visión deconjunto de la doctrina de Marx y Engels.

Señalemos que incluso en nuestros días quedan aúnmanuscritos inéditos de Marx. El último de sus grandestextos económicos fue publicado apenas en 1983.

Por lo mismo, las obras de divulgación del marxismotuvieron un impacto de masas generalmente muchomás amplio que las de los propios maestros. Hay queconceder aquí un lugar privilegiado a los folletos de KarlKautsky, en primer lugar- a “La doctrina económica deCarlos Marx”, y al “Programa de Erfurt” (del PSD), difundidos por centenas de miles de ejemplares en muchaslenguas. Otros autores de popularización tuvieron unimpacto similar, aunque en un plano más restringido, esdecir, en una o varias lenguas. Esto es aplicable a losescritos de Bebel en alemán, de Jules Guesde y Lafargue en francés, de Labriola en italiano, de Iglesias encastellano, Hernán Gorter en holandés, Plejanov enruso, De León y Debs en Estados Unidos, que fueronleídos por las primeras generaciones de socialistas en

una escala mucho más amplia que los propios Marx yEngels.

La recepción del marxismo en los medios intelectuales y universitarios fue todavía más lenta y desincronizada. Esto no debe asombrarnos. La resistencia de laburguesía y de las capas superiores de la pequeñaburguesía a tomar intelectualmente en serio al marxismo se correspondía con la oposición intransigente deMarx y de los.marxistas, no solamente a los interesesmateriales de la sociedad burguesa, sino también a susgrandes “valores’. El hecho mismo de la influencia creciente de las ideas marxistas en las masas era unarazón de sobra para mantenerlas al margen de la enseñanza, de las universidades y de los manuales “oficiales”. Con escasas excepciones -como la del economistaaustriaco Bbhm-Bawerk, el filósofo italiano BenedettoCroce y el dirigente de la burguesía checa ThomasMasaryk-, los representantes prestigiosos de la ideología burguesa no se dignaban a polemizar contra elmarxismo en un plano mínimamente serio, Habrá queesperar a las postrimerías de la primera guerra mundial,a la victoria de la revolución rusa y el auge del movimiento obrero europeo en los años 1918-1923 y delcomunismo en China, así como a la crisis de los añostreinta, para que la situación cambie. En Europa Central, China, India y Japón primero, y en los paises anglosajones, posteriormente, el marxismo penetra progresivamente en la universidad, En Francia y AméricaLatina, esta penetración ineludible en el mundo intelectual se producirá sólo después de la segunda guerramundial.

Durante el periodo 1875-1900, la polémica en tornodel marxismo será, en lo esencial, una polémica dentrodel movimiento socialista, impulsada por los debates,los intentos de revisión y los sucesivos cismas. Uno delos más importantes en este orden es el que desencadenó Eduard Bernstein, uno de los principales ejecutores testamentarios y colaborador intelectual de Engels.No obstante, el marxismo influirá de manera creciente,aún cuando sea de forma indirecta, en las ciencias sociales académicas, sobre todo en la historiografía y lasociología, imponiendo una toma de conciencia de laimportancia en la historia del “factor económico” y delos grupos sociales (en oposición a los “grandeshombres”).Remodela así la concepción misma de lahistoria, de una historia de estados y acontecimientospolíticos esencialmente político-militares, en una historia de las sociedades.

El impacto del marxismo sobre la ciencia económica“oficial” fue más tardío. Se manifestó, primeramente, enel terreno de la teoría de las fluctuaciones económicas(bussiness cycles), y luego en el de las grandes magnitudes (teorías macro-económicas), sobre todo a partirde los años treinta; más tarde se situó en el terreno dela planificación, el análisis del imperialismo y del subdesarrollo y el de las sociedades post-capitalistas.

La influencia del marxismo en el movimiento obreroorganizado se desarrolla de manera decisiva solamentea partir del nacimiento de los grandes partidos socialdemócratas de masas, durante los años 1885-1900 (enAlemania: 1875-1900). Su influencia en los sindicatosde masas de los países anglosajones no pasó de sermarginal. La misma observación puede aplicarse, entérminos generales, a los partidos laboristas que sucesivamente surgieron de los sindicatos en Australia, GranBretaña, Nueva Zelanda, y más tarde en Canadá.

En general, los partidos socialdemócratas que terminaron por constituir la ll~ Internacional (dos congresosopositores en París, en 1889; un segundo unificado enBruselas en 1891; un tercer congreso igualmente unitario en Zurich en 1893) adoptaron las tesis fundamentales del marxismo en sus programas o declaraciones deprincipios, generalmente moldeados sobre la base delPrograma de Erfurt, redactado por Kautsky, con la cercana colaboración del propio Engels.

Se trataba, sin duda alguna, de un marxismo bastante sumario, reducido a algunas ideas centrales (lucha

N2.1

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VIII. RECEPCION Y DIFUSION DEL MARXISMO EN EL MUNDO

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de clases; objetivo socialista de ésta mediante la apropiación colectiva de los grandes medios de produccióne intercambio; conquista del poder político para alcanzar este objetivo; solidaridad internacional de los trabajadores). Pero, en relación con las primeras organizaciones de la clase obrera, tanto sindicales como cooperativas y políticas, el conjunto de esta doctrina popularizada era se mire como se quiera sumamente coherentey constituía un enorme progreso, sobre todo en la medida que, a diferencia de las primeras sectas y ligascomunistas, influyó ampliamente en las masas.

Su debilidad esencial residía en su estrecho carácterdeterminista, tendente al fatalismo, que veía el tránsitodel capitalismo hacia el socialismo de manera más omenos inevitable, bajo el efecto combinado de la evolución económica y la organización socialista (obrera), sinconceder importancia primordial a la iniciativa política ya la acción consciente del partido. Ello implicaba amenudo un retroceso, incluso una desviación de la acción directa de las masas (“Generalstreik ist Generalunsinn”: “la huelga general es el absurdo general”, decíanlos dirigentes de los sindicatos alemanes), para no hablar de la acción revolucionaria o de la destrucción delEstado burgués.

Habrá que esperar la revolubión rusa de 1905 paraque una amplia corriente internacional, representada enlo esencial por Rosa Luxemburgo y por los socialistasrusos Lenin y Trotsky, se reapropie de la tradición marxista de acción directa de las masas y de iniciativa revolucionaria de los partidos. Durante los treinta años pre

- cedentes, esta tradición había sido marginal en la socialdemocracia -salvo parcialmente en Bélgica- y quedólimitada a los medios anarcosindicalistas y sindicalistasrevolucionarios (España, Gran Bretaña, Argentina, parcialmente Estados Unidos, Italia y Francia),

Entre el auge organizativo, electoral y sindical de lasocialdemocracia internacional en el cuarto de siglo1875-1900, y la difusión de las ideas y las obras deMarx, hubo algunas veces una interacción directa. Uncaso especial merece señalarse: el de Finlandia. Estepequeño país, bajo la bota del zarismo, logró en el lapso de una década, entre 1899 y 1911, crear uno de losmovimientos obreros más poderosos y combativos delmundo entero. El auge de este partido desembocaría,por lo demás, en 1917-1918 en la más profunda y tenaz(así como la más reprimida), revolución proletaria, aparte de la de Rusia. En las elecciones parlamentarias de1913, los socialistas finlandeses obtuvieron el 43% delos votos, la cifra más elevada en toda Europa, superiora la socialdemocracia alemana. iArrancaron a la Dietala decisión de hacer publicar el tomo 1 de “El Capital” deMarx a expensas del parlamentol.

La penetración de las ideas y de la doctrina marxistasen las amplias masas obreras de la época de la ll~ Internacional ha sido generalmente exagerada por los historiadores, incluso por los del movimiento obrero. Estasmasas formaron sus convicciones político-sindicalesmediante dos tamices: sus luchas normales por reivindicaciones inmediatas (objetivos económicos y sufragiouniversal; en algunos países se añaden a éstas reivindicaciones nacional-democráticas) y la formación cotidiana proporcionada por la prensa y las reuniones socialistas. Del marxismo como doctrina coherente al marxismosumario de los programas socialdemócratas, había unamplio trecho. De estos programas a la práctica, laexperiencia y la educación cotidiana de los trabajadores, la distancia era todavía mucho más considerable.

La formación teórica sistemática de los trabajadoresfue reducidísima. Las revistas teóricas marxistas, incluyendo a la más prestigiosa de ellas, la “Neu Zeit”, apenas tuvieron unos miles de suscriptores (10-000 para laNeue Zeit). Las escuelas centrales de los partidos, incluyendo a la del SDP que contaba con un millón demiembros, no reunían más alumnos que la actual escuela de la IV Internacional.

Un ejemplo ilustra lo débil de esta penetración delmarxismo en las masas. En Milán, fortaleza del socialis

mo italiano, las bibliotecas públicas prestaron 264.000libros durante 1910. Estos préstamos se efectuaron enun 44% a obreros y en un 32% a estudiantes. Entre losautores de las obras prestadas, los nombres de Marx yEngels no aparecenl.

Lo que el marxismo aportó a las grandes masas, fuera de organizaciones políticas fuertes y de la comprensión general de la necesidad de unir la independenciade clase y la acción políticas -incluyendo la acción internacionalista- con la actividad sindical, fue un sentimiento general de estar “en el sentido de la-historia”: el sentimiento de que el capitalismo estaba condenado a desaparecer y de que el socialismo le sucedería.

Acerca de la manera en que debería efectuarse estetránsito, no había ideas precisas ni siquiera un debateprofundo. En lo esencial estaba limitado a las esferasde los militantes políticos más activos, entiéndase poresto a las esferas superiores del partido. Concernía amiles de individuos cuando el movimiento socialista eraya de millones. Penetraría profundamente en las masassólo a finales de la guerra mundial de 1914-1918, esdecir, cuando se planteó en la práctica, bajo el impactocombinado de esta guerra y las grandes revolucionesproletarias que de ella derivaron: las revoluciones rusa,finlandesa, alemana, austriaca, húngara, así como lacrisis revolucionaria en Italia.

Sin embargo, la doctrina marxista tuvo un profundoefecto sobre las masas, que operaba a veces con mediaciones indirectas e imprevistas y que no cabe subestimar. Un ejemplo de ello lo brinda la lucha por la reducción a ocho horas de la jornada de trabajo.

Marx fue el gran propagandista y el gran educadordel movimiento obrero internacional en cuanto a la importancia emancipadora de la reducción de la jornadade trabajo. La idea de una acción internacional de lostrabajadores y de las trabajadoras por un objetivo declase común a los proletarios de todos los paises, estambién una idea de origen claramente marxista. Pero,en la práctica, la decisión de hacer del Primero de Mayoen todos los paises una jornada de huelga internacionalpor la jornada de ocho horas se expandió solamentedespués de la condena a muerte y la ejecución de cincolíderes anarquistas en Chicago, los mártires de Haymarket, acusados en 1886 de haber lanzado una bomba contra la policía. Fue necesaria esta tragedia parainflamar la imaginación y la sensibilidad obrera en granescala. Ella fue la que desencadenó un poderoso y a lalarga irresistible movimiento (la jornada de ocho horasfue finalmente arrancada en casi todos los países industrializados); por sí sola, la chispa del pensamiento yla propaganda marxistas se revelaron insuficientes paraello,

El hecho de que el contenido revolucionario de ladoctrina de Marx y Engels comemzara a ser cuestionado severamente por la socialdemocracia, desde finalesdel siglo pasado, con el revisionismo de Bernstein y lacolaboración ministerial, proclamada y luego practicadapor Millerand en Francia y Bissolati en Italia, provocócierta confusión en las masas. Esto se acentuó aúnmás debido a que este revisionismo, combatido en elplano de las ideas por la mayoría de los dirigentes socialdemócratas conocidos, que se llamaban marxistas,correspondía en medida creciente a su práctica cotidiana. Esto es aplicable sobre todo a Anseele y Vandervelde en Bélgica, a Troelstra en los Países Bajos, Brantingen Suecia, Stauning en Dinamarca, Greulich en Suiza,Palacios y Justo en Argentina, y en buena medida aVictor~ Adler en Austria. Sólo Bebel en Alemania, Guesde en Franc[a y Sen Katayama en Japón mantuvierondurante este periodo una coherencia intransigente frente a la teoría y la práctica revisionistas. Pero esta intransigencia se desmoronó en Bebel y Guesde luego de larevolución rusa de 1905, hacia 1910 (Guesde fue ministro en un gobierno de coalición burguesa llamado de“unión sagrada” en 1914). Katayama siguió siendo unmarxista intransigente.

Sin embargo, si bien es cierto que la teoría marxista

no se difundió ampliamente entre las masas en su versión original e integral, es preciso rechazar, igualmente,otra leyenda, según la cual las pocas ideas clave delmarxismo que fueron extensamente retomadas por losprimeros partidos socialdemócratas de masas no influyeron realmente en la conciencia de las masas. Esto esparticularmente falso en lo que concierne al internacionalismo. Hubo durante el apogeo de la ll~ Internacionalimpresionantes manifestaciones de internacionalismoproletario. Es justamente debido a esta práctica por loque la traición de agosto de 1914 fue tan desorientadora para las grandes masas, y monstruosa para la izquierda socialista.

Poco después del incio de la guerra entre Rusia y Japón, los dirigentes socialistas de estos dos países, Piejanov y Sen Katayana, se abrazaron en el Congreso dela Internacional en Amsterdam, y proclamaron su oposición a la guerra y a las clases poseedoras de sus respectivos países que la habían desencadenado. Cuandoestalló la revolución rusa de 1905, se suscitó un poderoso movimiento de solidaridad internacional. Fue, porlo demás, el detonante de una radicalización de las luchas obreras en varios países, particularmente de unahuelga general en Austria por el sufragio universal.Cuando la burguesía sueca quiso impedir por medio dela intervención militar el movimiento por la independencia de Noruega en 1906, el congreso del partido socialdemócrata sueco decidió oponerse a la guerra por todos los medios, incluso la huelga general, y organizó enEstocolmo una grandiosa manifestación de masas.

En 1913, el Partido Socialista Italiano, oponiéndose auna poderosa ola chovinista, apoyada por una terceraparte de su grupo parlamentario, organizó una huelgageneral contra la expedición colonialista a Trípoli (Libia).La educación marxista, la profundización del marxismoy su aplicación a los nuevos problemas analíticos y estratégicos planteados por el inicio de la era imperialista,se siguió desarrollando en lo esencial dentro de la izquierda socialista. Esta última cobró importancia sobretodo en los partidos socialdemócratas hasta 1914(1917, e incluso 1920), pero desembocó ya en escisiones en varios paises antes de la Primera Guerra Mundial: Rusia, Polonia, los Países Bajos y Bulgaria. Enotras partes, corrientes sindicalistas revolucionarias

desarrollaban algunos aspectos del marxismo al margen de los partidos socialistas. Esta izquierda marxistadesembocó en la constitución de la 111e Internacional,inmediatamente después de las grandes revolucionesde 1917-191 9.

El fenómeno más relevante de todo este período deauge de los partidos políticos de masas influidos por elmarxismo es la extensión mundial de la influencia deéste, que pasó sucesivamente de Europa Occidental yCentral a Estados Unidos, Europa Meridional y Oriental(Rusia, los Balcanes), Asia (Armenia, Georgia, Irán,Japón, China, India e Indonesia), América Latina (Argentina, Uruguay, Brasil, México, Cuba y Chile), Oceania (Australia, Nueva Zelanda) y Africa (Egipto, Túnez,Sudáfrica). -

Finalmente, y a pesar del retraso, los problemas específicos de los países coloniales y semicoloniales fueron integrados progresivamente tanto en el análisiscomo en la práctica marxistas, sobre todo a partir de lasrevoluciones rusa, iraní y china de 1905-1 912, Hay queseñalar que esto no sucedió, en términos generales,durante la revolución mexicana 191 0-1 917, que fue laúltima gran revolución contemporánea en la que no surgió ninguna corriente marxista destacada.

Al finalizar el tercer Congreso de la Internacional socialista, en Zurich, el 12 de agosto de 1893, FriedrichEngels, sentado en la sala como simple delegado, llegóhasta la tribuna en medio de una gran ovación. El viejomilitante, conmovido, después de haber lamentado quesu compañero de lucha Karl Marx no hubiera podidovivir este auge del movimiento obrero organizado mundialmente, expresó su confianza inquebrantable en “lanueva, más fuerte, e invencible Internacional”. Al mirarhacia atrás, los ciencuenta y dos años de su vida política, y evocar las ciudades de Viena, Berlín, Paris y Londres, pudo proclamar “que Marx y él no habían luchadoen vano, que podían ver su obra con orgullo y satisfacción”. Terminó diciendo “No hay un sólo país, ni un soloEstado donde la socialdemocracia no tenga actualmente un poder al que todos tienen que tomar en cuenta.También somos “una gran potencia” que inspira temor.El futuro depende mucho más de ella y de nosotros quede cualquiera de las “grandes potencias burguesas”.

capitalismo industrial(Revolución Industrial)

Socialislas utópicos (Saint Simon,Fourier Owon, Weitling)

Nacimiento del movimiento obreromoderno (sindicatos, partido carlista,Liga do los comunistas)

Primeras organizaciones prolelariasrevolucionarias (Babeuf, Blanqui)

N91

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Filosofia clásica alemana (Hegel,Fe u erbach)

ESQUEMA DEL DESARROLLO DEL MARXISMO

N91

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Economía política clásica inglesa(Adam Smilh, Ricardo)

Sociología francesa clásica(descubrimienlo de las clases y de lalucha de clases: Montesquieu,Rousseau, Diderot, A. Thierry, Guizot)

Revolución Francesa

tLucha de clases proletaria real

(primeras huelgas einsurrecciones obreras)

Tensión revolucionaria anles de1848

~-~------

~ MARXISMO

6 Materialismo dialéctico

/‘Malerialismo histórico (clases, Esta1 do, Modos de producción pre-capila

lista, Superestructuras sociales)

~Teoría del sobreproduclo y de aL~ivisión social del trabajo

rEstudio/explicación del “capitar y de la sociedad burguesa

Teoría de la plusvalía

fi~istoria y teoría de la lucha de clases

1 proletaria y del movimiento obrero(Teorla de la revolución proletaria.

\J de la dictadura del proletariado del1 comunismo y del debilitamiento del\~lado

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El lugar del marxismo en la historia Ernest Mandel Ernest Mandel El lugar del marxismo en la historia

LAS OCHO GRANDES ETAPAS DELA “HISTORIA” DE MARX

1. 1837-1843: el democratismo radical

U Tesis doctoral “Las diferencias entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y Epicuro’~ 1838-1841.U Colaboración en el periódico “La Gazeta Renana” (Rheinische Zeitung) 1842-1843.U Crítica de la filoso fía del derecho de Hegel, 1843.

II. 1843-1844: de la emancipación política a la emancipación social.

U Sobre el problema judío, 1843-1 844 (Anales franco-alemanes).U Introducción a la crítica de la filosofía del Derecho de Hegel, 1844.U Manuscritos económicos y filosóficos (Manuscritos del 44), 1844.

III. 1845-1847: fundamentos del materialismo histórico

U La, Sagrada Familia, 1844-1845.U Tesis sobre Feuerbach, 1845.U La ideología alemana, 1846.U Carta a Annenkov, 1846.U La miseria de la filosofía, 1847.

IV. 1848-1850: de la revolución burguesa a la revolución proletaria(la “revolución permanante”) -

U El manifiesto comunista, 1848.U Trabajo asalariado y capital, 1849.U Informe al comité central de la Liga de los Comunistas, 1850.

V. 1850-1852: balance de la ola revolucionaria, luchas de clasesy luchas políticas

U Las luchas de clases en Francia (tres ensayos publicados en la Neue Rheinische Zeitung-revue), 1850.U El 18 brumario de Luis Bonaparte, 1852.

VI. 1853-1859: preparación del Capital...

U Colaboración (comentarios políticos) con el New York Daily Tribune, 1852-1862.U Grundrisse (elementos fundamentales para una crítica de la economía política), 1857-1858.U Crítica de la Economía Política, 1859.

VII. 1860-1867: realización de la obra económica y de la 1 Internacional

U Herr Vogt, 1860.U Teorías sobre la plusvalía, 1862-1863.U El Capital (manuscrito Volúrnen III), 1865.U Informe inaugural de la Asociación de Trabajadores, 1864.U El Capital (Volúmen 1, publicado) 1867.U El Capital (Volúmen II, manuscrito), 1869-1879.

VIII. 1867-1883: la revolución proletaria en m&rcha;.. y los partidos obrerosU Dos discursos sobre la guerra franco-prusiana, 1870.U La Guerra civil en Francia, 1871.U El Anti-Dühring (Engels), 1878.U Carta a los dirigentes de la socialdemocracia alemana, 1879.U Carta a Vera Zassulich, 1881.U Prefacio a la segunda edición rusa del manifiesto comunista, 1882.

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ALGUNAS OBRAS A SER CONSULTADAS

U ENGELS, Friedrich. Del socialismo utópico al socialismo científico; Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofíaclásica.

U LENIN, V.l. Las tres fuentes y las tres partes integrantes del marxismo.

U PLEJANOV, George. Las cuestiones fundamentales del marxismo.

U MEHRING, Franz. Karl Marx: Historia de su vida.

Asuntos parciales tratados en esta obra fueron examinados con más detalle en innumerables obras,que no podríamos enumerar aquí. Citaremos:

U ALTHUSSER, Louis. A favor de Marx.

U AVENAS, Denise. Economía y política en el pensamiento de Trotsky

U BEER, Max. Historia general del socialismo y de las luchas sociales.

U BOTFIGELLI, Emile. La génesis del socialismo científico.

U BRAVO, Gian Maria. Les socialistes avant Marx.

U BROSSAT, Alain. El pensamiento político del joven Trotsky

U CLAUDIN, Fernando. Marx, Engels y la revolución de 1848. Madrid, Siglo XXI, 1975.

U COLE, G.D.K. Historia del pensamiento socialista.

U COLLETTI, Lucio. Le marxisme et Hegel.

U DOMMANGET, Maurice. Blanqui.

U DROZ, Jacques. Historia general del socialismo.

U ENGELS, Friedrich. Contribución a la historia de la Liga de los Cómunistas. Obras Escogidas.

U HOBSBAWN, Eric. La.era de las revoluciones (1789-1848); La éra del capital (1848-1875).

U .JAKUBOWSKI, Franz. Les superestructures ideologiques dans la conception máterialiste de l’historie.

U LEFEVRE, Henri. El marxismo.

U LOWI, Michael. La teoría de la revolución en el joven Marx.

U LUKACS, Georges. Historia y conciencia de clase.

U MANDEL, Ernest. La formación del pensamiento económico de Karl Marx.

U MARCIJSE, Hebert. Razón y revolución. Hegel y el nacimiento de la teoría social. Paz y tierra.

U MARX, Karl. Miseria de la filoso fía; La ideología alemana.

U MORTON, A.L. y TATE, George. Historia del movimiento obrero inglés.

U Primera Internacional. Colección de textos presentado por Christian Labranche.

U RUBEL, Maximilien. Bibliographie des oeuvres de Marx.

U THOMPSON, Edward P. La formación de la clase trabajadora inglesa. Paz y tierra.

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ALGUNAS FECHAS DE LA EPOCA DE MARX

Desarrollos económicos, Lucha de clases Movimiento obreroAcontecimientos y revolucionespolítico militares

1757: Establecimiento del imperioinglés en la India después de la batalla de Plessey.

1770-1830: Revolución industrial;nacimiento de las fábricas modernas, primero en Inglaterra, luego enBélgica, en Francia, Suiza, EstadosUnidos, Alemania, etc.

1791-1815: Guerras de la Revolución francesa y de Napoleón enEuropa, en Santo Domingo, enEgipto. Consolidación del Imperiobritánico. -

1815: Derrota de Napoleón y reinado de la Santa Alianza.

1846: Hambre en Irlanda.

1846-1848: Guerra EEUU/Méxi

1848-1 873: Auge del capitalismoindustrial de la libre competencia enInglaterra, Francia, Alemania y Bél

1854-1856: Guerra de Crimea(rusia zarista contra el resto de Euror5a), seguida de la emancipaciónde los siervos en Rusia en 1861.

1830: Revoluciones en Francia yen Bélgica; insurrección nacional dePolonia; nacimiento de la “Monarquía de Julio” de Luis Felipe enFrancia.

Alemania, Austria, Hungría, Poloniae Italia.

1864-1 865: Guerra civil (segundarevolución) en Estados Unidos.Abolición de la esclavitud.

1886: Inicio de la lucha por la jornada de ocho horas en EstadosUnidos; l~ de mayo, jornada inter

Junio 1848: Insurrección obreraen París.

1863: Fundación de la AsociaciónGeneral de los Trabajadores Alema-

1867: Publicación del tomo Ide ElCapital de Marx.Bebel y Liebknecht elegidos en elparlamento (Reichstag) alemán.

1874: Disolución de la lo Internacional.

1875: Unificación de la socialdemocracia alemana.

1883: Muerte de Marx.

• Glosariode personas y términos usados

Adams, Samuel (1 772-1803): dirigente radical de los partidarios de la ruptura con la corona de Inglaterra durante el periódo queprecedió a la revolución norteamericana, organizador de un comité de correspondencia que sirvió como núcleo revolucionario enla región de Boston.

AdIar, Víctor (1852-1918): fundador y dirigente del partido socialdemócrata del Imperio Austro-húngaro. Se sitúa en una posiciónde centro-izquierda en la 11° Internacional.

Alberto Magno (1200.1280): teólogo y filósofo alemán de la escuela llamada escolástica, que buscaba legitimar talé cristiana conargumentos racionales. Partidario de una teoría rudimentaria del valor-trabajo.

Anabaptistas: secta radical protestante del siglo XVI que proclamaba el retorno a las ideas de los primeros cristianos y a lacomunidad de bienes.

Anseele, Edourd (1856-1938): dirigente del Partido Obrero Belga (socialdemócrata), que se sitúa en la derecha de la II Internacional.

Aquino Tomás(de) (1225-1274): teólogo italiano, principal filósofo escolástico del siglo XIII (consúltese Alberto Magno). Su escuela es llamada tomista y recupera mucho de Aristóteles y Avicena.

Aristóteles (384-322 A.C): principal filósofo de la Grecia antigua, uno de los autores más enciclopédicos de todos los tiempos.Preceptor de Alejandro Magno.

Avicena (980-1037): filósofo y sabio (médico) árabe de origen iraní. Reintrodujo el racionalismo de Aristóteles en la filosofíamedieval. La escolástica (véase Alberto Magno) y el tomismo le deben mucho.

Babeuf, Francois-Noel llamado Graco (1760-1797): revolucionario francés de orientación netamente colectivista y comunista.Su “Conspiración de los Iguales” fue aplastada en 1797 y él ejecutado. Sus partidarios son llamados babubistas.

Bagaude: literalmente ‘mendigos”, “vagabundos”. Bandas de esclavos evadidos de los dominios de sus dueños y de las ciudadesdurante el “bajo Imperio’ romano (llI-V siglo de N.E). Contribuyeron en gtan medida a la caída del Imperio y del modo de producción esclavista.

Bakunin, Mijail (1814-1876): revolucionario ruso, uno de los protagonistas del anarquismo, adversario de Marx en la lO Internacional.

Bali, John (muerto en 1381): uno de los dirigentes de la rebelión de los campesinos ingleses en 1381 (consúltese artículo sobrela jacquerie). El cronista Froissard le atribuye ideas revolucionarias en favor de la comunidad de bienes.

Balzac, Honorato de (1799-1850): autor francés de una serie de novelas bajo el nombre de “La Comedia Humana’~ que hacen unanálisis agudo de la sociedad francesa en la Restauración (1815-1830) y a principios de la Monarquía de Julio (1830-1 848).

Bebel, Augusto (1840-1913): fundador del partido socialdemócrata alemán marxista, conocido por “Eisenach’, posteriormentedirigente del partido socialdemócrata unificado, en el Congreso de Gotha, con el partido socialdemócrata de Lassalle. Principaldirigente de la 110 Internacional en una posición de centro-izquierda.

Bernstein, Eduardo (1850-1932): dirigente de la socialdemocracia alemana, lanza la controversia teórica sobre el revisionismocon su libro “Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia” (1899).

Biruni, Abur ar Al- (973-1050): astrónomo e histooriador rano-árabe que actúa en el marco de principios de la conquista de laIndia por los soberanos islámicos, lo que le introduce en un interesante estudio histórico comparativo de la civilización de la India,el Islam y la Grecia Antigua. Este estudio lo conduce al borde del materialismo histórico.

Bissolati, Leonida (1857-1920): dirigente del ala derecha de la socialdemocracia italiana, proclamaba la participación gubernamental desde 1902, fue excluido del PS en 1912 debido a su apoyo a la expedición italiana a Tripolitania (Libia).

Blanc, Louis (1811-1882): socialista utópico francés y hombre político. Ministro durante la revolución de 1848. Quiso emplear adesempleados de Paris en los ‘Talleres nacionales” cuyo cierre provocó la insurrección obrera de junio de 1848.

Blanqui, Augusto (1805-1 881): comunista revolucionario francés. Su doctrina es denominada blanquismo (véase capitulo y).

Bochm-Bawerk, Eugene von (1851-1914): economista austríaco, fundador de la teoría marginalista del valor. Escribió en 1887 laobra “Karl Marx el la fin de son systeme’~ (carlos Marx y el fin de su sistema).

Bolívar, Simón (1783-1830): nacido en Caracas, fue el principal dirigente burgués de la guerra de liberación en América Latina(1810-1 824). Vencedor de la batalla de Ayacucho que (en 1824) puso fin a la dominación española en América Latina.

Branting, Karl Hjalmar (1 860-1925): fundador y dirigente del partido socialdemócrata sueco. Se sitúa en el ala derecha de la 110Internacional. En varias ocasiones fue primer ministro.

“Bras nus”: nombre dado a los obreros, proletarios y semiproletarios en Paris, durante la revolución francesa de 1879-1794;fueron parte de los “sans-culottes’ (consúltese este término).

Bray, John Francis (1809-1 895): economista y socialista utópico inglés. Crítico radical de la sociedad fundado en las concepciones ricardianas; autor de la teoría de una moneda cuyo fundamento fuese el trabajo, que seria retomada particularmente porProudhon.

Brissot, Jacques-Pierre (1754-1793): revolucionario, diputado en la convención, y uno de los dirigentes del partido más netamente burgués, el de los girondinos.

1776: Revolución norteamericana.

1789: Gran revolución francesa;toma de la Bastilla, el 14 de julio.

1794: (27 de julio): Termidor, victoria de la contrarrevolución política.

1795-1 805: Revolución de los esclavos en Santo Domingo.

181 0-1 824: Guerras de liberación(la era de la revolución) en AméricaLatina contra el Imperio Español.

N91

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co.1848: Revoluciones en Francia,

gica.

1796: Babeuf y la conspiración delos Iguales.

1819: Masacre de Peterloo, cercade Manchester.

1828: Creación de los partidosobreros en Filadelfia y Nueva York.

1831: Primera insurrección obreraen Lyon.

1830-1848: Blanqui y el blanquismo.

1843: Insurrección de los tejedores de Silesia (Alemania).

1847: Marx y Engels se adhierena la Liga de los Comunistas.

1848: Ascenso de los cartistas enInglaterra.

1848: Redacción del ManifiestoComunista.

1849: Derrota de estas revoluciones.

1851: Contrarrevolución definitivamente victoriosa en Francia.

1853: Revolución Taipings enChina.

1857: Insurrección de los cipayosen India.

1857-1867: Segunda revoluciónmexicana (Reforma).

1861-1867: Intervención francesaen México.

1859-1866-1870: Unificación deItalia.

1870-1871: Guerra franco-alemana; unificación de Alemania.

1873-1893: Generalización delcolonialismo; desarrollo rápido de laindustrialización en USA, Japón,Rusia, Italia, Austria y Hungría.

1871: Comuna de París.

nes.

1864: Fundación de la lo Internacional.

3

nacional de lucha.

1889-1891: Fundación de la II Internacional.

1895: Muerte deEngels.

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E/lugar del marxismo en la historia Ernest Mande! Ernest Mande! El lugar del marxismo en la historia

Buonarotti, Philippe (1761-1837): revolucionario francés de origen italiano, partidario de Babeuf, fue el vínculo entre el babuvismoy el blanquismo.

Cabet, Etienne (1788-1 856): socialista utópico francés, cuyo libro, “Viaje a icaria’ tuvo mucha influencia sobre la clase obrerafrancesa.

Calvino, Juan (1509-1564): teólogo protestante de origen francés, tomó el poder en Ginebra y fundó una especie de repúblicateocrática. Su doctrina ha sido llamada calvinismo. Tuvo mucha influencia en los Paises Bajos, Francia y Escocia. Es la variantemás burguesa del protestantismo (véase Lutero).

Campanella, Tomás (1568-1639): pensador utópico italiano, autor de “la Ciudad del Sol’ Pasó 27 años en prisión.

Cátaros: movimiento religioso muy influyente en el sur de Francia durante el siglo XIII. El Papa y la nobleza feudal del norte deFrancia organizaron la sangrienta ‘Cruzada de los Albigenses” contra él.

Cats, Jacob (1804-1885): uno de los primeros socialistas belgas, obrero tejedor, autor de un “Catechisme du Peupte” (1839)(Catecismo del Pueblo), que inspiró a Engels para la redacción del primer proyecto del “Manifiesto Comunista”.

Crisóstomo1 Juan (aprox. 347-407): obispo de Constantinopla, autor de la fórmula “La propiedad, es el robo”.

Cipayo: soldados del ejército de la India que se rebelaron contra el régimen colonial inglés en 1857-1858.

Cobbett, William (1763-1835): escritor y socialista inglés, fue uno de los iniciadores del partido cartista (consúltese capitulo VI).

Considérant, Víctor-Prosper (1808-1893): socialista utópico francés, discípulo de Charles Fourier.

Condorcet, Marie Jean-Antoine (1743-1794): filósofo, economista y político francés que se acercó al materialismo histórico en sumanera de tratar la prehistoria humána; proclamó la igualdad de derechos entre los sexos.

Cosacos del Don: del turco Kan? “hombre libre”, comunidades de campesinos refugiados en las estepas de Ucrania en la EdadMedia para escapar a la servidumbre y utilizados luego por el zar, a partir del siglo XVII, como destacamentos armados.

Croco, Benedetto (1866-1 952): filósofo italiano, autor de una tentativa de refutación del materialismo histórico.

-Darwin, Charles (1809-1 882): naturalista y biólogo inglés, autor de “El origen de las especies mediante la selectión natural”(1859).

Hardy, Thomas (1 752.1832): dirigente obrero de la London Corresponding Society durante la revolución francesa (véase capitulo

Harrington, James (1611-1677): ideólogo inglés de la burguesía durante la revolución inglesa de 1640-1660 p8rtidario de larepública, de la constitución escrita, del sistema bicameral, etc., influyó en los autores de la Constitución de Estddos Unidos en elsiglo XVIII. Autor de una utopía, “Oceania’

Haymarket, mártires de: Parsons, Spies, Engel, Fischer y Lingg, dirigentes anarquistas de Chicago, animadores del movimientopor la jornada de ocho horas; fueron acusados de lanzar una bomba y causar la muerte de siete policías en la plaza del Haymarket, e14 de mayo de 1886, durante un mitin después de una huelga de 400.000 obreros. Los cuatro primeros fueron colgadosLingg se suicidó antes de la ejecución.

Hegel, Georg FriedrichWilhelm (1770-1831): filósofo alemán, pensador enciclopédico como Aristóteles, Avicena y Al-Biruni,ejerció una influencia determinante sobre Marx y Engels.

Heme, Henri (1797.1856): poeta radical alemán, exiliado eh París donde Marx se hizo su amigo.

Heráclito (540-480 A.Cj: filósofo griego, originario de Asia menor, fundador del pensamiento dialéctico.

Hesiodo (mediados del siglo VIII A.Cj: poeta griego antiguo, autor de “Las Obras y los días’

Hess, Moses (1812.1875): ideólogo socialista utópico alemán que influyó en Karl Marx y posteriormente se volvió partidario deLassalle; uno de los precursores del sionismo.

Hodgskin, Thomas (1787-1869): economista inglés que se esforzó por defender un punto de vista proletario partiendo de lasteorías económicas de Ricardo.

Husitas: movimiento religioso cristiano declarado herético, fundado por Jan Hus (1369.1415); se extendió en Bohemia durante elsiglo XV. Una de sus ramas, los laboristas, estableció una comuna fundada en la propiedad colectiva en la ciudad de Tabor.

Ibn-Khaldun (1332-1406): historiador y filósofo árabe, precursor del materialismo histórico.

Iglesias, Pablo (1850-1925): obrero tipógrafo, fundador y principal dirigente de la socialdemocracia española antes de la PrimeraGuerra Mundial.

Jacqueries: rebeliones campesinas en el siglo XIV, sobre todo en Francia (1358), Inglaterra (1381) y Flandes. La rebelión de loshusitas (véase este término) y la Guerra de los Campesinos en Alemania (1524-1 525), dirigida por Thomas Münzer, fueron continuación de aquéllas.

Jacobinos: partido político de la pequeñaburguesía radical durante la revolución francesa que dirigieron Danton, Robespierre ySaint-Just hasta el 9 Thermidor (27 de julio de 1794), fecha de la victoria de la contrarrevolución politica.

Juárez, Benito (1906-1872): principal dirigente de la segunda revolución mexicana (la Reforma).

Justo, Juan (1865-1 928): dirigente del partido socialista argentino antes de la Primera Guerra Mundial.

Katayama, Sen (1859-1933): fundador del sindicato de los obreros metalúrgidos (1898) del Partido Socialista Marxista (1901), yposteriormente, después de la Primera Guerra Mundial, del Partido Comunista Japonés.

Kautsky, Karl (1854-1 938): albacea de Engels, con Eduard Bernstein, principal teórico de la socialdemocracia alemana y de la 110Internacional antes de la Primera Guerra Mundial. Se sitúa en la posición de centro izquierda de la Internacional y fue el principaldivulgador de la teoría marxista dentro de ella.

Kung-Sun Lung (320-250 A.Cj: filósofo chino que fundó el pensamiento dialéctico en este país.

Labniola, Antonio (1843-1 904): principal teórico y divulgador del marxismo en Italia, antes de la Primera guerra Mundial.

Lafargue, Paul (1842-1911): teórico marxista francés de origen antillano. Marido de Laura, la hija de Marx.

Lasalle, Ferdinand (1825.1864): fundador del prhner partido obrero alemán en 1863. Agitador genial pero débil teóricamente. Supartido se fusionó con el partido obrero marxista en el Congreso de Gotha (1875).

Lenmn, V.l. (1870-1922): revolucionario ruso, impulsor de la izquierda en la 110 Internacional.

Liebknecht, Wilhelm (1826-1900): fundador junto con Bebel del Partido Socialdemócrata Alemán marxista en 1869.

Louverture, Toussaint (1743-1803): dirigente de la rebelión de los esclavos de Santo Domingo. cabecilla de los “jacobinos negros”.

Luthero, Martin (1843-1546): teólogo alemán que desencadenó en 1517 la Reforma de la cual surgió el protestantismo. Sus principales subramas son el luteranismo, que predominó sobre todo en Alemania y Suecia, el calvinismo y el puritanismo.

Luxemburgo, Rosa (1870-1919): revolucionaria polaca; impulsora de la izquierda en la ll~ Internacional.

Mably, Gabriel (1709-1 785): filósofo e historiador francés del siglo XVIII, precursor de los socialistas utópicos.

Marx, Eleanor (1955-1898): revolucionaria inglesa. contribuyó a la organización de los congresos socialistas internacionales; unade las fundadoras de la Socialist League (1885), y del sindicato de los obreros del gas con una fuerte vocación de lucha de masas(1889).

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Debs, Eugene V. (1855-1926): principal dirigente del partido socialdemócrata de Estados Unidos antes y durante la PrimeraGuerra Mundial. Se ubica en la izquierda de la 110 Internacional.

De Leon, Daniel (1852-1914): socialista de izquierda en Estados Unidos, propagó la idea de los “sindicatos de industria’, quesuponen una intuición de algunas formas de organización soviéticas.

Descartes, René (1596-1650): filósofo y sabiofrancés, adversario de la escolástica y uno de los fundadores de la filosofía naturalista y del método científico moderno. -

Donatianos: secta cristiana en Africa del Norte que existió del siglo IV al VI de nuestra era. Espresaba los intereses de los esclavos y de los desamparados y tendía hacia la comunidad de bienes.

Eseos: secta judía (del siglo II A.C. hasta finales del siglo 1 de nuestra era). que vivía en pequeñas comunidades basadas en lapropiedad colectiva. Muy hostil a la propiedad privada y a la desigualdad social.

Fenelón, Francisco (1651-1715): escritor francés, autor de una utopía “Las aventuras de Te?émaco’~ precursor del Siglo de lasLuces. -

Feurerbach, Ludwig (1804-1872): principal representante de la izquierda hegeliana, hizo un viraje hacia el materialismo con sucrítica de la religión.

Fourier, Charles (1 772-1 837): principal socialista utopista francés.

Galilei, Galileo (1564-1642): sabio italiano, uno de los fundadores del método experimental en las ciencias naturales y de la filosofía naturalista, precursor del materialismo.

Garibaldi, Giusseppe (1807-1882): dirigente revolucionario italiano, asumió la dirección de la Expedición de los Mil que, en 1860,abatió el poder semifeudal en Sicilia y Nápoles, y contribuyó de manera decisiva a la unificación italiana.

Izquierda avicenlana :(véase Avicena).

Izquierda hegeliana: (véase capítulo III).

Gorter, Herman (1864-1927): poeta holandés principal representante de la izquierda socialista (más tarde comunista), en losPaises Bajos, antes y después de la primera guerra mundial.

Gray, John (1798-1850): discípulo de Robert Owen, partidario de una moneda cuyo patrón fuera la plata.

Greulich, Herman (1842-1925): fundador y principal dirigente de la socialdemocracia suiza antes de la Primera Guerra Mundial.

Guesde, Jules (1845-1922): dirigente del ala marxista del partido socialista francés, estaba en el centro-izquierda de la 110 Internacional, hasta su capitulación ante el socialpatriotismo en 1914.

Guizot, François (1787-1874): político francés, primer ministro conservador en vispe?as de la revolución de 1848. Historiador quemanejaba los conceptos de “clase” y “luche de clases” en su “Historia de la revolución de lng?aterra’

Han dinastía: dinastía de emperadores chinos que reinaron del año 202 A.C. al año 221 D.C. 33

Masaryk, Thomas (1850-1 937): dirigente político de la burguesía checa en el Imperio Austro-húngaro. y después de 1918 presidente de la República checoslovaca. Autor de una tentativa de refutación del marxismo aparecida en 1908.

Mazdeístas: influyente movimiento religioso maniqueo (que concibe al mundo dominado por la lucha entre el bien y el mal) en Irándurante el siglo V y VI de nuestra era. Tendía hacia la comunidad de bienes.

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El lugar del marxismo en la historia Ernest Mandel El lugar del marxismo en la historia

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Meslier Jean (1664-1733): sacerdote y utopista francés, defensor del principio de la comunidad de bienes en su “Testamento deJean Meslier”.

Michel, Louise (1830-1905): miembro de la’ Internacional en Francia, participé en la Comuna de París y se convirtió en una delas propagandistas más conocidas del movimiento obrero, de tendencia anarquista.

Mignet, François Auguste (1796-1884): historiador de la revolución francesa.

Millerand, Alexandre (1859-1943): dirigente de la derecha socialdemócrata en Francia, fue ministro en un gobierno de coalicióncon la burguesía (ministerio Waldeck 1899), lo que desencadené el debate sobre el “millerandismo” en la 110 Internacional. Dió unviraje hacia la derecha y llegó a ser un ultraconservador presidente de la república, después de la primera guerra mundial.

Montesquieu, Charles de (1689-1755): uno de los fundadores de la historiografía moderna y de la teoría política liberal burguesa.

Moro, Tomás (1477-1535): ideólogo y político inglés, canciller del rey Enrique VIII2, fue decapitado por éste debido a su oposiciónal absolutismo. Autor de la primera gran utopía moderna.

Morgan, Lewis (1818-1881): antropólogo norteamericano cuya obra materialista, particularmente la Sociedad Antigua, influyóprofundamente a Marx y Engels e inspiró a Engels para “El origen de la familia, la propiedad privada ye? Estado’:

Münzer, Thomas (aprox. 1489-1 525): principal dirigente de la guerra de los campesinos alemanes en 1525.

O’Connors, Feargus (1796-1855): dirigente del partido carlista (veáse capitulo y), hijo de un célebre dirigente nacionalista irlandés..

Owen, Robert (1771-1858): uno de los grandes socialistas utópicos ingleses, fundador del movimiento cooperador (consúltesecapitulo V).

Paine, Thomas (1 737-1809): ideólogo y político anglo-americano, y uno de los principales teóricos del radicalismo pequeñoburgués a fines del siglo XVIII. Su principal obra se titula “Rights of Man” (Los Derechos del Hombre).

Palacios, Alfredo (1880): uno de los principales dirigentes de la socialdemocracia argentina antes de la Primera Guerra Mundial.

Petty, William (1623-1687): fundador de la economia política moderna y de la teoría del valor-trabajo.

Platón (428-348 A.Cj: uno de los grandes filósofos griegos de la antigüedad, maestro de Aristóteles. Autor del primer bosquejode un Estado utópico ideal en su libro “La República’:

Plejanov, Georges (1856-1918): fundador del movimiento marxista en Rusia y principal divulgador del marxismo en ese pais durante un cuarto de siglo. Autor con Lenin del programa del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. Da un viraje hacia la derecha después de la revolución rusa de 1905, y sobre todo después del estallido de la Primera Guerra Mundial.

Pugachev, Yemelyan lvanovitch (1726-1775): dirigente cosaco de una gran rebelión campesina en Rusia en el siglo XVIII.

Proüdhon, Pierre Joseph (1809-1865): socialista utópico.francés, uno de los precursores del anarquismo. Su corriente fue influyente en Francia entre 1848 y 1871 incluso dentro de la Comuna de Paris.

Puritanismo: corriente antijerárquica de la Reformaprotestánte (consúltese Lutero), predominante en Inglaterra en el siglo XVII.Influyó profundamente en la revolución inglesa de 1640-1688, así como en la evolución de las ideas religiosas de todos los paisesanglosajones. ‘-:‘‘- “1 ‘ub

.4 1Quesnay François (1694 1774): medico y economista francés, fündador de la escuela de los Fisiócratas en economía política(véase capítulo III), creador del concepto de “clase social”.

ODILRavestorie, Piercy (aprox. 1780 1830): economista inglés que se esforzó por criticar a la sociedad burguesa partiendo de losprincipios económicos de Ricardo. -

Ricardo, David (1772-1823): el economista clásico inglés más importante, defensor de la teoría del valor-trabajo. Influyó profundamente en Karl Marx.

Reforma: nombre dado a la segunda revolución mexicana de 1857 a 1867, dirigida por Benito Juárez y que atacó particularmentea la oligarquia y a los bienes de la Iglesia.

Rousseau, Jean Jacques (171 2-1778): gran ideólogo radical pequeñoburgués del Siglo de las Luces (véase este término) y unode los precursores de la historiografia y la sociología modernas.

Saint-Simón, Claude de (1760-1 825): filósofo y escritor francés, uno de los socialistas utópicos más importantes.

“Sans-culottes”: nombre dado al pueblo llano; artesanos, aprendices, lavanderas, etc., que constituyeron la base de la corrienteradical-democrática durante la revolución francesa de 1789.

Schaper, Karl (1812-1870): dirigente de la Liga de los Justos, y posteriormente de la Liga Comunista, junto con los obreros Joseph MoIl y Henrich Bauer (véase capítulo V).

Schiller, Federico (1759-1805): junto con Goethe, el principal escritor clásico alemán, pero más radical que éste en materia dehistoria política.

Shelley, Percy (1792 1822): poeta inglés, uno de los grandes poetas revolucionarios de todos los tiempos.

Siglo de las Luces: nombre con que se designa a la época de la lucha revolucionaria de la burguesía en ascenso contra el absolutismo y los prejuicios religiosos, va aproximadamente de 1750 a la gran revolución francesa de 1789.

Smith, Adam (1723-1790): economista escocés, uno de los fundadores de la escuela clásica de economía política.

Ernest Mandel

N21 N21

materia ismo Asimismo, uno de los fundadores de la cie ‘ -.

tiempos de una envergadura igual a la de Arisloteles, Avicena, Al-Birun y Hegel

Stauning, Thorvald (1873-1942) fundador y pr ncipal d rigente deGuerra Mundial. Se sitúa en el ala der ha de a 0 Internacional Fue varias veces primer m nistro en ~

Tai-Chen (Tai Tung-Yüan) (1724-1777): gran flos o chino dialectico cercano al materialismo

Taj Ping: movimiento revolucionario chino nspirado podesarrolló en 1851 a 1864 Marx a considera como el emb

Tang, dinastia: emperadores chino que einar n deI 618 al 907 D.C

Thermidor (véase ac binos

Thierry, Augustin (1795-1856): historiador francés, autor de una ‘Historia de la Conquista de Inglaterra por los Normandos”

Thiers, (Louis) Adolphe (1797 1877) historiador y pol’tico burgués frances, autor duna ‘Historia del Consulado y del Imperio Dirigente de la contrarrevo ucion y p sterio . -

la Comuna de Paris.

Tucídides (465-388 A.C.): nacido en Atenas, fue el h storiador mas mportante de a antigüedad.

Tokugawa: familia de la nobeza feudal laponesa que se apoderó n 1603 de “shogunat(gobierno comun bajo la autoridad puramente nominal del emperador) y que reinó hasta 1867 es decir hasta la evolución del Meiji

Tone, Theobald Wolfe (1763-1 798): dirigente revoluci nario rlandés jefe de los Free Irishmen influido por los jacobinos franceses.

Tristán, Flora (1803-1844): feminista radical y socialista utópica peruano-france a infuyo n Marx y Engels con s

Troelstra, Pleter-Jelles (1860-1930): fundador y dirigente del Partdo 5pués de la Primera Guerra Mundial. Se sitúa en una posicón de centro y después de 1919 en la derecha de la II Internacona

Trotsky, León (1879-1940)’ revouconario ruso, se stua en e ala izquie da de la 110 Internacional

Tupac Amaru: dirigente de una rebelión de los Indios del Perú (1780-1783) contra la explotación feuda y el colonialismo espano.

Turner, Nat (1800-1831): dirigente de la rebelión de los esclavos negrodos Unidos durante el siglo XIX.

Vandervelde, Emile (1866-1938) fundador y principal dirigente del Partido Obrero Belga (s ialdemócrata pre ide te de a 110Internacional. Se sitúa allí en una posición de centro izquierza antes de la Primeante el social-patriotismo en 1914, en su centro-derecha,

Voltaire, Françols Arouet de (1694 1778) escritor, filósofo, historiador francés d Sigo de las Luces (véa e te termi ) pricipal ideólogo revolucionario de la burguesía, menos radical que Jean-Jacques R usseau

Weitling, Wilhelm (1808 1871)’ uno de los primeros comuniVII)

Wordsworth, William (1770 1850) poeta romántico inglés.

Spinoza, Baruch (1632 1677): filósofo judeo-holandés, fundador con Descartes de la filosofía naturalista moderna, precursor del