10
Decisio ENERO-ABRIL 2005 15 Introducción Para estudiar la educación y la ética es importante tener en cuenta cuál es el concepto de educación que estamos manejando. Ahora todos hablan de educación; los presidentes centroamericanos se re- fieren a ella en todas las reuniones y firman com- promisos para apoyarla en sus respectivos países, pero en Nicaragua cada año se invierte menos en ese rubro. Todos afirman que la educación es in- dispensable para el despegue económico de los países. Todos los políticos en sus campañas pro- meten priorizar la inversión en el capital humano Educación popular y ética Fernando Cardenal S.J. FE Y ALEGRÍA / MANAGUA, NICARAGUA [email protected] a través de la educación. Hasta el Banco Mundial, desde la reunión de Tailandia en el año 1990, se ha metido de lleno en el campo de la educación. Pero ¿de qué educación estamos hablando? Quiero mencionar un estudio que mandó hacer la UNESCO por medio de la Comisión Internacional sobre Educación para el siglo XXI presidida por Jacques Delors. En ese estudio se nos presenta la educación con estos componentes: Información, cuyo objetivo es el dar conocimiento y su resulta- do, el saber; Capacitación, para desarrollar aptitu-

Educacion y etica.pdf

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Educacion y etica.pdf

Decisio ENERO-ABRIL 2005

15

Introducción

Para estudiar la educación y la ética es importantetener en cuenta cuál es el concepto de educaciónque estamos manejando. Ahora todos hablan deeducación; los presidentes centroamericanos se re-fieren a ella en todas las reuniones y firman com-promisos para apoyarla en sus respectivos países,pero en Nicaragua cada año se invierte menos enese rubro. Todos afirman que la educación es in-dispensable para el despegue económico de lospaíses. Todos los políticos en sus campañas pro-meten priorizar la inversión en el capital humano

Educación popular y ética

Fernando Cardenal S.J.FE Y ALEGRÍA / MANAGUA, NICARAGUA

[email protected]

a través de la educación. Hasta el Banco Mundial,desde la reunión de Tailandia en el año 1990, seha metido de lleno en el campo de la educación.

Pero ¿de qué educación estamos hablando?Quiero mencionar un estudio que mandó hacer laUNESCO por medio de la Comisión Internacionalsobre Educación para el siglo XXI presidida porJacques Delors. En ese estudio se nos presenta laeducación con estos componentes: Información,cuyo objetivo es el dar conocimiento y su resulta-do, el saber; Capacitación, para desarrollar aptitu-

Page 2: Educacion y etica.pdf

16

Decisio ENERO-ABRIL 2005

des, habilidades y destrezas y así, saber hacer; For-mación, para desarrollar actitudes, personalidad yvalores. Su resultado: Ser, ser más, ser más huma-no, etc.

Este documento de la Comisión Internacionalafirma:

Una nueva concepción más amplia de la educacióndebería llevar a cada persona a descubrir, despertare incrementar sus posibilidades creativas, actuali-zando así el tesoro escondido en cada uno denosotros, lo cual supone trascender una visión pu-ramente instrumental de la educación percibidacomo la vía obligada para obtener determinadosresultados (experiencia práctica, adquisición de ca-pacidades diversas, fines de carácter económico)para considerar su función en toda su plenitud. Asaber, la realización de la persona que, toda ella,aprende a ser.

Esta concepción contrasta completamente conla educación propugnada por el Banco Mundialque en 1995 publicó el estudio Prioridades y estrate-gias para la educación. Examen del Banco Mundial.

El Banco parte de la concepción de que la edu-cación es una inversión en capital humano y claroestá, toda inversión debe ser rentable.

La tasa de rentabilidad en educación se expresacomo rendimiento anual (porcentaje) similar al co-tizado para cuentas bancarias de ahorro o bonosdel Estado. La contribución de la educación se pue-de calcular por su efecto en la productividad, quese mide comparando la diferencia de ingresos a tra-vés del tiempo de las personas con y sin un tipodeterminado de educación con el costo para la eco-nomía de producir esa educación. Esta medida seconoce como la tasa de rentabilidad social de la in-versión en educación.

Don Miguel Soler Roca, funcionario por lar-gos años de la UNESCO, escribe en su estudio ElBanco Mundial metido a educador: “tal vez la páginamás reveladora —para mí hasta la repulsión— seala página 34 en que incluye un cuadro en que secalculan las ‘externalidades de la inversión en edu-cación de las niñas en Pakistán’. Según dicho cua-dro, educar a mil mujeres durante un año cuesta30 mil dólares y como contrapartida aporta lossiguientes beneficios: evita 60 muertes de niñosque a un costo de 800 dólares cada uno significa

un ahorro de 48 mil dólares; evita 500 nacimien-tos, que a 65 dólares cada uno ahorran 32,500dólares; evita también tres muertes de madres, quea un costo de 2,500 dólares supone un ahorro de7,500 dólares. En total se ha producido un ahorrode 88 mil dólares, muy superior a la inversión al-ternativa de 30 mil dólares, lo que lleva al Banco adecir que ‘el costo beneficio de esas externalida-des se ha calculado en 3:1’”.

Por encima de la rentabilidad economicista estála educación integral, la educación en valores au-ténticamente humanos.

Educación y ética

Ni hoy ni nunca ha habido una educación neutra,desprovista de valores y contenido ético de cual-quier tipo. Los que propugnan por una educaciónneutra, sin ninguna ideología, están expresandopalpablemente en ese mismo acto una ideologíaconcreta. En el centro mismo de la educación en-contramos el elemento ético.

Decía Paulo Freire que “formar es mucho másque simplemente adiestrar al educando en el de-sempeño de destrezas”. Formar nos refiere nece-sariamente al tema de los valores, es decir, de laética. Por eso estoy completamente convencidode la naturaleza ética de la práctica educativa encuanto práctica específicamente humana.

En la educación completamos el trabajo de laciencia y la tecnología. Ellos hacen la casa, nosotrostenemos que formar el hogar. No puede haber unaeducación que no lleve un contenido cultural, ideo-lógico, de concepción de vida, del hombre, de lamujer, de la sexualidad, del trabajo. Siempre habráalguna jerarquía de valores en cualquier acto edu-cativo profundo; siempre habrá una persona hu-mana que está transmitiendo valores. Esto se daen la educación formal y en la no formal, en todoacto educativo.

La educación en valores

La sociedad actual se está edificando de espaldasa los auténticos valores humanos. No es necesariobuscar muchos documentos para tener un juicio

Page 3: Educacion y etica.pdf

Decisio ENERO-ABRIL 2005

17

claro de que lo que domina actualmente son losanti-valores. La reflexión natural, campo de la éti-ca, valora en mucho la justicia, el amor, la paz, laverdad y la vida. Pero están ausentes de nuestrasociedad. Lo que encontramos por todos lados esmuerte y mentira.

Una visión de la realidad, aunque no sea muyprofunda, nos lleva a comprender que esta socie-dad está realmente mal. Tenemos que producir unhombre y una mujer nuevos para una nueva so-ciedad, sin los crímenes del siglo XX.

Es importante recuperar valores actualmenteperdidos, de validez permanente, que ya son unaespecie de patrimonio de nuestra civilización, ypoder así enfrentar los retos de una nueva socie-dad que apenas está naciendo en los comienzosdel nuevo milenio. Se trata de ponernos de acuer-do sobre aquellas cosas sin las cuales no somosviables como sociedad. Sin un consenso básicosobre normas de conducta, pautas de comporta-miento y valores éticos resulta amenazada nuestrasupervivencia como seres civilizados.

Para trasmitir los valores no hay recetas, sóloexiste “el norte”. Demos prioridad a la formación

de valores y allí encontraremos el cómo. Primerotengamos una profunda conversión hacia los va-lores éticos; esto es absolutamente fundamental.

Para mí es claro que la educación popular im-plica la transmisión del entusiasmo de un valor;no se trata de transmitir el conocimiento de unvalor, sino de transmitir el amor a un valor, conta-giar aquello que en mi interior está vivo; que yologre que ese alumno o alumna, que esa personacon la que estoy en un grupo, o ese niño o niña enel hogar, se contagien de mi amor a un valor.

Los seres humanos son capaces de moverse porvalores, por objetivos nobles, importantes, bue-nos, santos; tienen una gran capacidad para todolo grande. Lo que tenemos que hacer nosotros enla educación es desarrollar esa capacidad. Noecharle la culpa al joven, sino contagiarlo. Así pro-ceden espontáneamente las personas con una pe-lícula que les gustó mucho; se encuentran con unamigo y le dicen: “vieras qué linda que está, no tela pierdas, ve a verla, porque es preciosa”.

La UNESCO ha declarado por todo el mundo ciu-dades y lugares y monumentos como patrimoniode la humanidad, pero yo creo que hay valores

Page 4: Educacion y etica.pdf

18

Decisio ENERO-ABRIL 2005

que existen entre nosotros y que son más patri-monio de la humanidad que todo lo anterior. Sonconquistas de la civilización que enriquecen el ca-pital humano y nos hacen mejorar la calidad denuestras vidas.

Para educar en valores es importante que el cen-tro educativo sea la matriz de donde surja la nue-va sociedad; lugar de búsqueda, de ensayo y dediscusión de los nuevos valores. Hay que crear, entodos los niveles, formas nuevas de relaciones so-ciales. Debemos ser conscientes de que aun sinpretenderlo, legitimamos valores que se viven fueradel centro educativo y tal vez nuestro papel pro-pio sería más bien denunciarlos. Debe intervenirtoda la institución, desde todo el currículo, contodos los profesores, pues todos transmitenconsciente o inconscientemente valores o anti-valores. Es importante involucrar al mayor núme-ro de profesores.

También es importante ser conscientes de latrascendencia de nuestra misión para la vida y elfuturo de nuestra nación. Nunca sentirse menosque cualquier profesor por muy sofisticada quesea la ciencia que enseñe.

Características de la educaciónen valores

Vamos a pasar ahora a la parte más importante:descubrir cuáles serían las características de losvalores éticos en la educación popular, indispen-sables para transformar esta basura de sociedadque tenemos.

RealismoEn educación popular el realismo es un principioepistemológico, no una mera concreción geográ-fica. La realidad afecta mi acto de pensar. El pen-samiento surge de la misma realidad y por eso escapaz de transformarla. No es lo mismo reflexio-nar sobre la justicia sentado en una banca del Cen-tral Park de Nueva York o en la Chureca de Ma-nagua. Las reflexiones siempre van muy marcadaspor el entorno y la realidad concreta.

No se puede hablar a ciegas, sin conocer elmundo en que se mueven los alumnos, utilizandoun mismo discurso en Londres o en Bombay, perotambién es necesario conocer el mundo interior yno sólo el contexto.

Page 5: Educacion y etica.pdf

Decisio ENERO-ABRIL 2005

19

Otro aspecto importante es partir del caudalde conocimientos que ya tienen los alumnos: aúnel más analfabeta tiene una maestría en los cono-cimientos sobre la vida. No tiene sentido comen-zar de cero, como si nuestros alumnos fueran ni-ños recién nacidos.

Partir de la realidad debe ser una actitud vital,un hábito que me haga actuar de esa forma siem-pre y en todas partes. Para el P. David Fernández,rector de la universidad de los jesuitas en Guada-lajara, la realidad es el punto de partida para lainvestigación y la docencia, y como se manifiestacon mayor transparencia es desde el punto de vis-ta de los excluidos.

Compromiso con el cambioEl contexto social, económico y sobre todo polí-tico ha cambiado totalmente en América Latinadesde las décadas de los setenta y ochenta. El pa-pel de la educación popular no es tan claro ahoracomo en las décadas pasadas de tan extendido fer-vor revolucionario. En esa etapa de dictaduras yde golpes de Estado la toma del poder era el obje-tivo obvio para lograr construir una nueva socie-dad a favor de los más pobres y excluidos. En elmomento actual la toma del poder no es el objeti-vo de la acción social, sino tal vez influir en elpoder, transformar el poder; pasando a veces, se-gún las circunstancias, hasta por hacer alianzas conel poder.

Pero debemos tener claro que hay elementosde la realidad que no han cambiado. Muchos valoresy actitudes en la educación popular nose asumieron por moda, sino que partie-ron de una visión científica de aquellarealidad y ahora son parte de la heren-cia humana; son patrimonio de la hu-manidad, con mayor propiedad, creo yo,que los monumentos y edificios así de-clarados por la UNESCO.

Hoy deben cambiar nuestras tácti-cas y estrategias respecto a las luchasde la educación popular de las décadas de los se-tenta y ochenta, pero no cambiar el intento detransformación de la sociedad en otra más justa ymás humana.

Los educadores populares nos comprometimosen décadas pasadas con proyectos políticos y re-

volucionarios concretos. Por eso fácilmente seidentifica todavía hoy a la educación popular conel socialismo o con movimientos revolucionariosde aquellas épocas. Y algunos ya no quieren ni oírhablar de cambio ni de compromiso. Les pareceque ese lenguaje ya es obsoleto. Yo creo que sepueden cambiar términos concretos del lenguajede antes, imágenes que reflejan símbolos del pa-sado o que traigan recuerdos de las luchas revolu-cionarias; nada de eso es esencial. Pero lo que espermanente es la actitud de querer en cada épocaque la sociedad sea más justa.

La posición de los educadores populares de en-tonces surgía de un análisis concreto de la reali-dad política, social y económica en que vivíamos.El desafío actual es seguir con la firmeza de antesen el compromiso por la transformación de la so-ciedad pero concretando hoy ese compromiso deacuerdo a las realidades de nuestro tiempo.

El educador y político colombiano OrlandoFals Borda, presidente honorario del CEAAL, afir-maba en noviembre de 1992 en la Feria del Libroen Guadalajara:

Las contradicciones, abusos y conflictos del capi-talismo rampante y de su sistema social son hoymás evidentes y cada vez más inadmisibles. Las re-formas siguen siendo necesarias y urgentes, por-que el triunfo del capitalismo a escala mundial noha resuelto los problemas de las guerras, la igno-rancia y la pobreza ni la explotación de las mayo-rías. Mucho menos los abusos contra el medioambiente.

El contexto latinoamericano ha cam-biado mucho. También el nicaragüense,pero ha cambiado para atrás. La socie-dad hoy es más injusta, hay más pobre-za y más extrema pobreza. Según datosde Juan de Dios Parra, presidente de laAsociación Latinoamericana de Dere-chos Humanos, en los últimos 20 añosviven en América Latina 70 millones de

seres humanos hambrientos, 40 millones más dedesempleados, 30 millones más de analfabetas, cienmillones más de familias sin techo. Gente sin fu-turo, sin estudios, sin oficio. Cada día es más am-plia la brecha entre los ricos cada vez más ricos ylos pobres cada vez más pobres.

Page 6: Educacion y etica.pdf

20

Decisio ENERO-ABRIL 2005

Algunos se sienten desanimados ante el avan-ce de la desocupación, la miseria y todas sus se-cuelas en Nicaragua, pero la conclusión lógica anteestos hechos no es aflojar nuestro compromiso,sino todo lo contrario, comprometernos más. Por-que las causas que nos llevaron a comprometernosen la lucha por la justicia siguen vigentes. Debe-mos estar siempre inconformes, siempre en mo-vimiento, siempre rebeldes mientras siga existien-do en Nicaragua la explotación y la miseria.

Decía el filósofo Nietzsche: “Sólo podrán dor-mir tranquilos los poderosos cuando el pueblo yano espere nada, cuando esté sin esperanza”. De-bemos despertar a nuestro pueblo con un trabajode educación popular que llegue a lo profundo dela conciencia y de ahí a la organización y acciónsocial. Entonces los explotadores ya no podrándormir tranquilos.

Coherencia personalEn otras profesiones se pueden permitir más liber-tades en la vida personal, no así en el trabajo de uneducador popular. A un profesor de matemáticas ode química se le pide, sobre todo, que sepa enseñarbien, y que sus alumnos aprendan estas materias;no nos preocupamos tanto del tipo de valores quevive en su vida privada. Pero con el educador po-pular es fundamental tener en cuenta esa vida pri-vada. En la Pedagogía de la autonomía Freire escribía:

La enseñanza de los contenidos implica el testimo-nio ético del profesor. No se puede dar clase delibertad, de fraternidad, y hacer un examen pregun-tando ¿qué entiendes por ello?; sino que tambiénimplica un compromiso de vivir en el propio pro-ceso educativo, en el aula o donde estemos, la co-herencia ética del posicionamiento del profesor.Éste no puede pretender cambiar la conciencia delas personas y la misma realidad social sin anteshaber tenido en su propia vida una transformación.

El poeta persa Omar Khayyam escribió:

Lancé mi alma a través del infinito,en pos del misterio del eterno;y a poco regresó diciendo:el cielo eres tú, y también el infierno.

Los seres humanos somos capaces de todo lobueno y todo lo malo que se pueda concebir.

Paulo Freire insistía mucho en que los educa-dores somos procesos inacabados, necesitamosconversión permanentemente. El educador po-pular debe saber enfrentarse y vencer a todas lastentaciones y enemigos de su propio desarrollopersonal, humano y ético, pero debe sobre todovencer a un enemigo solapado pero muy peligro-so: la ambición de poder.

Es interesante constatar que aun entre los doceapóstoles de Jesús se daba la tentación del poder;no es de extrañar que aun en instituciones altruis-tas dedicadas al servicio de los desposeídos se denluchas intestinas para controlar el poder. A veceséste se convierte en un fin, aunque no se reconoz-ca o no sea del todo consciente, y se llega a aceptarel principio de Maquiavelo de que el fin justificalos medios. Esta lucha destroza cualquier amistady todos los objetivos soñados en común.

Mientras nos vamos construyendo interiormen-te debemos cuidar mucho que no haya en nues-tras vidas brechas entre lo que decimos y lo quehacemos.

ParticipaciónÉste es también un principio epistemológico, por-que no sólo es conveniente para que en un grupohaya un ambiente democrático, sino que tambiénel mero hecho de ponerse a dialogar en comúnproduce conocimientos. Por eso la participaciónes sustancial al proceso de aprendizaje en la edu-cación popular. Según Freire, el conocimiento secrea colectivamente. Se borra el límite entre pro-fesores y alumnos, pues en el grupo todos soneducadores y todos son alumnos. El agua es másque el hidrógeno y el oxígeno separados.

Sólo con una participación profunda y ampliase puede llegar a la transformación de la concien-cia, y ésta es una labor absolutamente necesariasiempre, pero más aún ahora en Nicaragua. Estoes importante porque estamos en una época deapatía y alejamiento de las luchas sociales. El pue-blo está ausente de los lugares donde se decide sufuturo. Cuando en febrero del 2003 se manifesta-ron en el mundo entero 36 millones de personascontra la guerra de Irak, en Nicaragua hubo unamanifestación con apenas alrededor de 400 ó 500personas en Managua. Nada en el resto del país.Este año hemos comenzado con un aumento de

Page 7: Educacion y etica.pdf

Decisio ENERO-ABRIL 2005

21

los precios de todos los productos de la canastabásica, mientras los salarios siguen congelados,pero nuestro pueblo sigue sin protestar ni defendersus derechos a una vida digna y a un salario justo.

La participación debe ser institucionalizada entodo organismo educativo; desde la planificaciónestratégica, el diseño de los programas, y por su-puesto, en la evaluación final. A los alumnos se lesprepara desde las aulas para participar en las acti-vidades sociales. Sin ella lo que se da más o menosdisfrazado es un verticalismo antidemocrático. Laparticipación es un elemento esencial de la demo-cracia. Las elecciones honestas son la puerta, perono todo el edificio.

La participación en las actividades sociales deun país lleva a una mayor realización de las perso-nas que participan porque se sienten correspon-sables de los destinos de este país. A propósito deesto recuerdo una anécdota. En la década de losochenta en Berlín vi a un grupo de jóvenes bienvestidos con varios vehículos Mercedes Benz a sulado que escribían en las paredes la frase “no hayfuturo”. Aunque sus padres habían conseguido elgigantesco desarrollo económico de su país, ellosse encontraban sin sentido en la vida porque sen-tían que ya todo estaba hecho en la nación, queno eran necesarios para su patria. Muy pocos días

después regresé a Nicaragua donde se estaban efec-tuando las elecciones para la presidencia de laFederación Estudiantil de Secundaria (FES); habíaganado las elecciones la joven Alma Nubia Balto-dano, quien perdió sus dos manos cuando era ado-lescente porque le estalló una bomba de contactoque ella estaba fabricando. Estaba también heridaen su corazón, porque su novio había muerto encombate y una hermana había sido asesinada porla Guardia Nacional en Batahola. Todo esto en elcontexto de una Nicaragua empobrecida y asola-da por la guerra. Nunca olvidaré las dos últimasfrases de su exposición: “¡Viva la FES! ¡Viva el fu-turo!” recordé inmediatamente el “No hay futu-ro” de los jóvenes alemanes y sentí que me em-bargaba una inmensa emoción.

Cuando uno puede participar en la vida de lanación se siente parte de esa nación y se sienteresponsable por su destino.

SolidaridadLa solidaridad es una aplicación del amor a losdemás. Es la caridad de siempre, pero con un com-promiso social.

No podemos menos que recordar la vida de lahermana Juanita Petrick como un modelo de soli-daridad. Dejó su patria, los Estados Unidos, y en

Page 8: Educacion y etica.pdf

22

Decisio ENERO-ABRIL 2005

la empobrecida Nicaragua se entregó a trabajar sincondiciones en una de las partes más empobreci-das de nuestro país: Somotillo. A los 75 años to-davía se iba sola manejando su camioneta para ir avisitar el Instituto Básico Rural Agropecuario (IBRA)de Fe y Alegría en la comunidad de las Mariítas,teniendo que atravesar en invierno los ríos Negroy Gallo cuyas aguas le llegaban hasta las puertasde su vehículo. No sólo conseguía dinero paraapoyar el funcionamiento de los colegios San Ig-

nacio de Loyola y el IBRA, sino que su corazón so-lidario la hizo identificarse con esa gente y asumiósus tristezas, sus sufrimientos y sus problemas. Ellafue un ejemplo de solidaridad en todas las comar-cas de Somotillo.

El obispo Pedro Casaldáliga en su libro Espiri-tualidad de la liberación afirma que el origen de estaespiritualidad está en lo que él llama “indignaciónética”. Es no poder aceptar como ser humano lasituación del mundo actual, es sentir un rechazovisceral, una gran indignación ante tanta injusticia.

Muy oportuno es recordar en este momento labella canción de León Gieco:

Sólo le pido a Dios,que el dolor no me sea indiferente;que la reseca muerte no me encuentre,vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.

Sólo le pido a Dios,que lo injusto no me sea indiferente.

Sólo le pido a Dios,que la guerra no me sea indiferente.

El Che Guevara expresó bellamente estos va-lores en la carta de despedida a sus hijos antes deirse a combatir a Bolivia. “Sobre todo, sean siem-pre capaces de sentir en lo más hondo cualquierinjusticia cometida contra cualquiera, en cualquierparte del mundo”.

Yo sé por experiencia lo que es la solidaridadinternacional, pues la vi llegar a Nicaragua en la

lucha contra Somoza y más palpable aún fue des-pués del triunfo de la revolución sandinista. Enesos años yo estuve en 80 ciudades de Europahablando con los comités de solidaridad que esta-ban sembrados a todo lo largo y ancho de ese con-tinente. Luego de las conferencias informandosobre la situación en Nicaragua, en España nosreuníamos a comer con grandes grupos de jóve-nes obreros que me contaban que estaban aho-rrando todo lo que podían para pagarse el boleto

en verano y poder así venir a cortar café a Nicara-gua para proporcionarle divisas al gobierno sandi-nista. En París me encontré con una anciana queya había estado cortando café en otra ocasión yme dijo que regresaría seguro el siguiente verano.

Me decía Paulo Freire aquí en Managua que laeducación popular es un gran acto de amor. Y poreso la solidaridad es sustancial a ella.

AusteridadLa austeridad es una aplicación de la solidaridad. Sila solidaridad es sincera, nos lleva a no estar com-pletamente satisfechos mientras la mayoría de nues-tro pueblo esté sumergida en el sufrimiento de lamiseria, y esto nos lleva a rechazar todo gasto su-perfluo, a rechazar la ostentación y el consumismo.El amor me hace tener siempre presentes a aquellosque sufren la pobreza y ese recuerdo me impidecaer en gastos que son ofensivos para los pobres.

La educación popular es tan integral que debeincluir hasta el estilo de vida del educador. Si quie-ro transformar debo mostrar que yo también es-toy en un proceso de transformación personal. Esun código no escrito pero muy vigente y actual, yen ese código no tiene lugar ni el consumismo nila ostentación.

La esperanzaEn su libro El final de la historia Francis Fukuyamaafirma que ya pasó la etapa de las utopías, que sellegó al final de la historia y que ya sólo habrá pe-queñas variantes de un mismo sistema capitalista

“Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondocualquier injusticia cometida contra cualquiera,

en cualquier parte del mundo”

Page 9: Educacion y etica.pdf

Decisio ENERO-ABRIL 2005

23

hasta el final. El filósofo italiano Giulio Girardicomenta la obra de Fukuyama diciendo que sien-do ésta una tesis histórica no se puede probar apriori, sino que hay que esperar que pase la historiapara ver si se confirma o no. Creer que la sociedadpuede cambiar hacia un sistema más justo y máshumano, dice Giulio Girardi, es también una hi-

pótesis histórica; pero seguir la hipótesis de Fuku-yama da oportunidad para que salgan de nuestrointerior las actitudes más egoístas y menos noblesde nuestra naturaleza, y por el contrario, si yo sigola segunda hipótesis, brota de mi naturaleza el es-píritu de servicio, de solidaridad, de fraternidad, ytoda una serie de valores éticos de los más noblesy bellos.

Vale apuntarse a la posibilidad del cambio, alos sueños, a la utopía. La esperanza es absoluta-mente necesaria en nuestras vidas. Sin ella no haycompromiso porque sería estúpido entregarme atrabajar por un cambio de la sociedad si yo creye-ra que ésta no puede cambiar.

Yo me veo muy reflejado en una frase del obis-po Pedro Casaldáliga, quien desde la selva del ríoAraguaia, junto a los indios brasileños, afirmabaque “somos soldados derrotados de una causa in-vencible”. ¿Quién más que yo puedo sentirmederrotado, totalmente derrotado, porque despuésde 22 años de militancia en la revolución sandinis-ta fue hecha fracasar por la corrupción de una partede sus altos dirigentes? Pero estamos inscritos enuna causa invencible: es la causa del amor, es lacausa de la justicia y es la causa de Jesús, su proyec-to. Es el sueño de Dios cuando creó este mundo ya nosotros en él. Por eso me identifico tambiéncon Paulo Freire cuando dice que la verdadera es-peranza a veces se cansa, pero jamás fenece.

Actualmente nos encontramos en AméricaLatina en un ambiente de apatía y de falta de es-peranza. La causa más común de muchas deses-peranzas fue la caída de los regímenes socialistasde Europa del este. Pero es importante compren-

der que fracasó no la nueva sociedad, sino un pro-yecto concreto de sociedad con muchos elemen-tos positivos, pero también con muchos defectosy errores. El tipo de sociedad de Europa del estetenía muchos errores, aunque quedará para siempreen la historia el ejemplo de la maravillosa solidari-dad que desarrollaron con los pueblos más pobres.

Decía mi hermano Ernesto en una conferen-cia en España: “El socialismo fracasó porque nose realizó; el capitalismo ha fracasado porque seha realizado”. Y yo añado esta reflexión: cuandocayó el muro de Berlín el presidente George Bush,padre de George W. Bush, afirmó: “Sólo nosotroshemos quedado”. Fue una gran verdad. Se habíadestruido la Unión Soviética. Sólo quedaba Esta-dos Unidos y el capitalismo. Catorce años despuéslo que reina en el planeta es la guerra, el hambre,la desnutrición y la miseria. Tres mil millones depersonas en el planeta viven (o mueren) con me-nos de un dólar diario. Eso no es culpa de los so-viéticos. Sólo ellos quedaron, los capitalistas.

Precisamente por eso, a pesar de la confusióny el desaliento reinantes, afirmamos: es la hora dela utopía, es la hora de los sueños.

A finales de mayo de 1992 nos reunimos conPaulo Freire quienes formábamos el Comité Eje-cutivo del CEEAL en Sao Paulo. Lo encontramoslleno de vitalidad, escribiendo un nuevo libro so-bre la esperanza, y nos decía que en América Lati-na estábamos en la hora de la utopía, la hora de laesperanza, porque los latinoamericanos tenemosahora la ventaja de poder crear el sistema econó-mico y político que queramos, el que sea necesa-rio para nosotros.

Pero además yo tengo otras muchas razonespara seguir lleno de sueños, esperanzas y utopías.Mi esperanza se funda en haber visto a miles ymiles de jóvenes en la Nicaragua de las décadas60, 70 y 80 entregados a transformar la sociedaden la que estábamos viviendo, llenos de solidari-dad, de heroísmo y de amor hasta exponerse y

Estoy absolutamente convencido de la inmensa fuerzainterior que tiene el ser humano para entregarse al amor

y a la solidaridad, para construir una nueva sociedad

Page 10: Educacion y etica.pdf

24

Decisio ENERO-ABRIL 2005

entregar sus vidas en la lucha contra la dictadura,en la Cruzada Nacional de Alfabetización, en lascosechas de café y algodón; en todo evento queen el país exigiera la participación de los jóvenesahí estaban ellos. Y no sólo los jóvenes, sino tam-bién a los no tan jóvenes los vi entregarse conheroísmo cuando trabajaba en el Ministerio deEducación. Por esa experiencia personal es queestoy absolutamente convencido de la inmensafuerza interior que tiene el ser humano para en-tregarse al amor y a la solidaridad, para construiruna nueva sociedad. Esa es mi experiencia, de allísurge fuerte mi esperanza.

El mundo sigue cambiando. Después de la des-esperanza que comenzó a reinar cuando cayó elmuro de Berlín y los socialismos europeos surgióel Foro Social Mundial que se ha venido celebran-do en Porto Alegre con más de 100 mil partici-pantes. En Bombay se reunieron 125 mil perso-nas de todo el mundo afirmando todos ellos confuerza que otro mundo mejor es posible.

Hay que aprender a tener esperanza de los hu-mildes y sencillos, del movimiento negro e indíge-na de América Latina. Decía un dirigente quéchuaen el encuentro de Pastoral Aborigen en PalmarSur, Costa Rica, en diciembre de 1989: “Nuestrosancianos nos dicen que aún no nos han vencido,que estamos en plena guerra, resistiendo, avanzan-do”. Después de quinientos años de dominaciónno han perdido su esperanza y siguen luchando,siguen avanzando.

Quiero terminar citando el último párrafo dellibro de Carlos Núñez La revolución ética, donde ha-bla de la

inquebrantable voluntad de recuperar el derecho asoñar y a construir lo soñado, elementos sustanti-vos en la impostergable Revolución Ética que elmundo requiere para poder afirmar, una vez más,que ¡a nosotros no se nos ha muerto la Esperanza!

Lecturas sugeridas

Delors, Jacques, et al., 1996. La educación encierraun tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión Interna-cional sobre la Educación para el Siglo XXI, UNESCO, París.http://unesdoc.unesco.org/images/0010/001095/109590so.pdf

Banco Mundial, 1996. Prioridades y estrategias parala educación: examen del Banco Mundial, serie El De-sarrollo en la Práctica, Banco Mundial.www.bancomundial.mx

Casaldáliga, Pedro y José Ma. Vigil, 1992. Es-piritualidad de la liberación, Centro Bíblico VerboDivino, Quito.www.verbodivino-ecu.orge-mail: librerí[email protected]

Cortina, Adela, 1994. Ética civil y ética religiosa,en XIII Congreso de Teología “Ética universal ycristianismo”, Centro Evangelio y Liberación,Madrid.www.exodo.org/

Freire, Paulo, 2000. Pedagogía de la autonomía. Sabe-res necesarios para la práctica educativa, Siglo XXI edi-tores, México.www.sigloxxieditores.com.mx

Fukuyama, Francis, 1990. “¿El fin de la histo-ria?”, en Estudios Públicos No. 37, Centro de Estu-dios Públicos, Chile.www.cepchile.cl

Núñez Hurtado, Carlos, 2001. La revolución éti-ca, Lumen-Humanitas, Buenos Aires.www.lumen.com.ar/e-mail: [email protected]

Todos los sitios web fueron consultados el 12 deenero de 2005.

Fernando CardenalSacerdote jesuita, actor de primera línea de la revolución queconmovió América Latina, la revolución sandinista en Nicaragua.Fue coordinador de la Cruzada Nacional de Alfabetización ymás tarde Ministro de Educación durante el gobierno sandinista,lo que le motivó una fuerte sanción por parte de las autorida-des vaticanas. Hoy, a sus 70 años, reincorporado a la Compañíade Jesús, se desempeña como director de Fe y Alegría, movimien-to de educación popular con presencia en barrios marginales.

Nuestro tiempo en la tierra es pasajero.La ronda prevista es restrictiva.Pero el lector, amigo constante del poeta,Es devoto y duradero.

Anna Ajmátova, poeta soviética, 1889-1966.