El Apagón - Connie Willis

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  • Connie Willis El apagn

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    CCOONNNNIIEE WWIILLLLIISS

    EELL AAPPAAGGNN

  • Connie Willis El apagn

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    AARRGGUUMMEENNTTOO

    Universidad de Oxford, 2060. Los viajes en el tiempo son

    habituales entre los historiadores para investigar el pasado.

    Tres jvenes historiadores son enviados a la Inglaterra de la

    dcada de 1940 para conocer la poca de primera mano. Polly

    Churchill se desplaza hasta Londres en pleno bombardeo nazi

    para observar las vidas de las empleadas de unos grandes

    almacenes. Mike Davies se har pasar por periodista

    norteamericano para cubrir la evacuacin de Dunquerque. Y

    Eileen OReilly entrar a formar parte del servicio de una finca

    de Warwickshire a fin de observar los numerosos grupos de

    nios que llegan evacuados de Londres.

    En principio, nada se sale de lo meramente rutinario. Pero al

    llegar a sus destinos, los historiadores advierten que han errado

    el momento de arribo no por unas pocas horas (como es

    habitual), sino por varios das.

    Pronto resulta evidente que est a punto de suceder un

    tremendo desastre que podra perturbar tanto el pasado como

    el futuro.

  • Connie Willis El apagn

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    Para Courtney y Cordelia,

    que siempre hacen

    mucho ms que dar consejos

  • Connie Willis El apagn

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    La historia es ahora e Inglaterra.

    T. S. ELIOT, Cuatro cuartetos

  • Connie Willis El apagn

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    AAGGRRAADDEECCIIMMIIEENNTTOOSS

    Quiero dar las gracias a todas las personas que me han ayudado y han

    permanecido a mi lado mientras El apagn pasaba de ser un libro a ser dos y, debido

    a la tensin, yo me volva loca poco a poco: a mi increblemente paciente editora,

    Anne Groell, y a mi sufridor agente, Ralph Vicinanza; a mi incluso ms sufridora

    secretaria, Laura Lewis; a mi hija y principal confidente, Cordelia; a mi familia y mis

    amigos; a todos los libreros en un radio de ms de ciento cincuenta kilmetros, y a

    los camareros de Margie's, Starbucks y de la unin estudiantil del UNC, que me

    servan t (bueno, chai) y simpata a diario. Gracias a todos por soportarme,

    apoyarme y no pasar de m ni de mi libro. Sin embargo, gracias sobre todo al

    maravilloso grupo de seoras del Imperial War Museum por el da que pas all

    documentndome: todas ellas, como me enter luego, haban formado parte de los

    equipos de rescate, haban conducido ambulancias y haban sido vigilantes de

    bombardeo durante el Blitz; me contaron ancdota tras ancdota, todas las cuales han

    sido de inestimable valor para el libro y para que yo llegara a comprender la valenta,

    la determinacin y el humor del pueblo britnico al plantarle cara a Hitler. Tambin

    quiero dar las gracias a mi maravilloso esposo, que las encontr, las acomod, les

    compr t y pasteles y luego fue a buscarme para que pudiera entrevistarlas.

    Siempre sers el mejor marido!

  • Connie Willis El apagn

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    Vamos pues: a la tarea, a la batalla, a trabajar duro. Cada cual a lo suyo, cada cual a su puesto; no hay

    una semana, un da, una hora que perder.

    WINSTON CHURCHILL, 1940

    Oxford, abril de 2060

    Colin trat de abrir la puerta, pero estaba cerrada. El portero, el seor Purdy,

    evidentemente no saba de qu hablaba cuando le haba dicho que el seor

    Dunworthy se haba ido a Investigacin.

    Maldita sea pens. Tendra que haber supuesto que no estara aqu. A

    Investigacin slo iban los historiadores que se preparaban para una misin. Tal vez

    el seor Dunworthy le haba dicho al seor Purdy que iba a investigar, en cuyo

    caso se encontrara en la biblioteca Bodleian.

    Colin fue a la biblioteca Bodleian, pero el seor Dunworthy tampoco estaba all.

    Tendr que ir a preguntrselo a su secretario, pens, y se apresur camino del

    Balliol. Le habra gustado que el secretario del seor Dunworthy siguiera siendo

    Finch, en lugar del nuevo, Eddritch, que seguramente le hara un montn de

    preguntas. Finch no le habra preguntado nada y no slo habra sabido decirle dnde

    se encontraba el seor Dunworthy, sino tambin de qu humor estaba.

    Colin fue corriendo en primer lugar a las habitaciones del seor Dunworthy, por si

    el seor Purdy no lo haba visto regresar, pero no estaba. Luego corri hacia Beard,

    subi al primer piso y entr en la antesala de la oficina.

    Tengo que ver al seor Dunworthy dijo. Es importante. Puede decirme

    dnde...?

    Eddritch lo mir con frialdad.

    Tiene usted una cita, seor...?

  • Connie Willis El apagn

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    Templer dijo Colin. No, yo...

    Es usted licenciado por Balliol?

    Colin dud si responder que s, pero Eddritch era de los que lo comprobaban todo.

    No. Lo ser el curso prximo.

    Si quiere presentar una solicitud para ser profesor en Oxford tiene que ir a la

    oficina del rector, situada en la calle Longwall.

    Yo no quiero ser profesor. Soy amigo del seor Dunworthy.

    Oh! El seor Dunworthy me ha hablado de usted. Eddritch frunci el ceo.

    Le haca en Eton.

    Hoy tenemos fiesta minti Colin. Es vital que vea al seor Dunworthy. Si

    me dice dnde est...

    Por qu motivo desea verlo?

    Por mi futuro pens Colin. Pero no es asunto tuyo. Aunque, naturalmente,

    si segua por aquel camino no ira a ninguna parte.

    Tiene que ver con una misin histrica. Es urgente. Slo dgame dnde est y

    yo... empez. Pero Eddritch ya haba abierto el libro de citas.

    El seor Dunworthy no podr recibirlo hasta finales de la semana que viene.

    Ser demasiado tarde. Maldita sea, tengo que verlo ahora mismo, antes de que

    vuelva Polly.

    Puedo darle cita para el da diecinueve a la una le estaba diciendo Eddritch.

    O para el veintiocho a las nueve y media.

    Es que la palabra "urgente" no entra en tu vocabulario?, pens Colin.

    Da igual dijo, y volvi a bajar las escaleras hasta la entrada para ver si poda

    sacarle alguna informacin al seor Purdy.

    Est seguro de que le ha dicho que iba a Investigacin? le pregunt al

    portero, que asinti. Le ha dicho adonde ira despus?

    No. Pruebe a ver en el laboratorio. Lleva unos cuantos das pasando mucho

    tiempo all. Y, en caso de que no lo encuentre, tal vez el seor Chaudhuri sepa por

    dnde anda.

    Si no lo encuentro, puedo pedir a Badri cundo tiene previsto volver Polly.

    Probar en el laboratorio dijo Colin, dudando si pedirle que, si regresaba

    Dunworthy, le dijera que le estaba buscando. No, mejor no. Si saba que lo buscaba

    estara sobre aviso. Tendra ms posibilidades si lo pillaba desprevenido. Gracias.

    Se march corriendo a High y al laboratorio.

  • Connie Willis El apagn

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    El seor Dunworthy no estaba. Las nicas dos personas que haba all eran Badri y

    una tcnica con aspecto de nia de primaria. Ambos estaban inclinados sobre la

    consola.

    Necesito las coordenadas del cuatro de octubre de 1950 dijo Badri. Y... qu

    ests haciendo aqu, Colin? No estabas en Eton?

    Por qu motivo todo el mundo se comportaba como conserjes al acecho de los

    alumnos que hacen novillos?

    No te habrn expulsado, verdad?

    No. No lo harn si no me pillan, pens. Hoy tenemos fiesta.

    Si ests aqu para pedirme que te deje ir a las Cruzadas, la respuesta es no.

    A las Cruzadas? pregunt Colin. Eso fue hace aos...

    Sabe el seor Dunworthy que ests aqu? dijo Badri.

    De hecho, lo estoy buscando. El portero del Balliol me ha dicho que

    posiblemente estuviera aqu.

    Estaba lo corrigi ella, pero acaba de irse.

    Sabes adnde iba?

    No... Mira en Vestuario.

    En Vestuario? Primero Investigacin y luego Vestuario. Era evidente que el

    seor Dunworthy estaba a punto de irse a alguna parte.

    Adnde va? pregunt. A San Pablo?

    S. Investiga...

    Linna, necesito esas coordenadas. Badri la fulmin con la mirada. La chica

    asinti y se fue al extremo opuesto del laboratorio.

    Va a rescatar los objetos de valor de San Pablo, verdad? le pregunt Colin a

    Badri.

    El secretario del seor Dunworthy sabr dnde est respondi ste, y volvi a

    centrarse en la consola. Por qu no vas al Balliol y se lo preguntas?

    Ya lo he hecho. No me ha dicho nada. Era evidente que Badri tampoco lo

    hara.

    Colin dijo. Aqu estamos muy ocupados.

    La tcnica, Linna, que haba vuelto con las coordenadas, asinti.

    Esta tarde tenemos tres recuperaciones y dos lanzamientos.

  • Connie Willis El apagn

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    Eso estis haciendo ahora? pregunt Colin, adelantndose para ver la red.

    Un lanzamiento?

    Badri le cerr el paso de inmediato.

    Colin, si ests aqu para intentar...

    Intentar el qu? Te comportas como si intentara colarme en la red o algo

    parecido.

    No sera la primera vez.

    Y de no haberlo hecho el seor Dunworthy habra muerto y Kivrin Engle

    tambin.

    Es posible, pero eso no significa que puedas tomarlo por costumbre.

    No lo hago. Lo nico que quiero...

    Es saber si el seor Dunworthy est aqu lo interrumpi Badri. Y no est. Y

    Linna y yo estamos ocupadsimos. As que si no hay nada ms...

    Lo hay. Necesito saber cundo est previsto el regreso de Polly Churchill.

    Polly Churchill? Badri se mostr repentinamente suspicaz. Por qu te

    interesa Polly Churchill?

    La ayud en su investigacin preliminar para el Blitz. Tengo que estar aqu

    cuando vuelva para... Iba a aadir para darle esto, pero Badri quiz le indicara

    que se lo dejara y que ellos ya se lo daran. Para decirle lo que he encontrado se

    corrigi.

    Todava no hemos programado su recuperacin seal Badri.

    Oh! Cuando vuelva se ir directo a su misin del Blitz?

    Linna neg con la cabeza.

    Todava no le hemos encontrado un portal...

    Badri le dirigi otra de sus miradas asesinas.

    No va a ser otra rfaga temporal, verdad?

    No, en tiempo real contest Badri. Colin, tenemos mucho trabajo.

    Lo s, lo s. Me voy. Si ves al seor Dunworthy dile que lo busco.

    Linna, acompaa a Colin a la salida dijo Badri. Y luego treme las

    coordenadas espacio-temporales de Pearl Harbor el seis de diciembre de 1941.

    Linna asinti y acompa a Colin hasta la puerta.

    Perdn. Badri lleva quince das de un humor psimo le susurr. La

    recuperacin de Polly Churchill est prevista para las dos del prximo mircoles.

  • Connie Willis El apagn

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    Gracias le susurr a su vez Colin, con una sonrisa torcida, y se escabull hacia

    la puerta.

    El mircoles. Haba esperado que fuera el fin de semana para no tener que salir a

    hurtadillas del colegio otra vez, pero al menos no sera ese mismo mircoles. Tena

    casi una semana para hablar con el seor Dunworthy y que le dejara ir a alguna

    parte. Si el seor Dunworthy iba a rescatar los objetos de valor, Colin podra

    sugerirle investigar en el pasado para l. Eso si todava segua en Vestuario. Ataj

    por Broad, bajando hasta Holywell por la estrecha calle hasta Vestuario, y subi las

    escaleras con la esperanza de que no se le hubiera escapado de nuevo.

    No se le haba escapado. El seor Dunworthy estaba de pie frente al espejo.

    Llevaba una americana de mezclilla que le vena al menos cuatro tallas grande y

    miraba con odio a la amedrentada tcnica.

    Es que la nica chaqueta de mezclilla de su talla que tenemos se la ha quedado

    Gerald Phipps deca la mujer. Le haca falta una chaqueta de mezclilla porque va

    a...

    Ya s a qu va bram el seor Dunworthy, que de repente repar en Colin.

    Qu haces aqu?

    Llevar una ropa que me queda mejor que a usted la suya dijo Colin,

    sonriendo. Es as como planea sacar a escondidas los objetos de valor de San

    Pablo? Metidos debajo de la chaqueta?

    El seor Dunworthy se quit la prenda y dijo:

    Encuntreme algo de mi talla. Prcticamente le tir la chaqueta a la cara a la

    tcnica, que sali disparada con ella.

    Creo que debera habrsela quedado dijo Colin. Podra haber escondido La

    luz del mundo y la tumba de Newton debajo de esa chaqueta.

    La tumba de sir Isaac Newton est en la abada de Westminster. Es la de lord

    Nelson la que est en San Pablo puntualiz el seor Dunworthy. Algo que

    sabras si pasaras ms tiempo en clase, donde supuestamente deberas estar en este

    preciso instante. Por qu no ests?

    No iba a tragarse lo de que tenan fiesta.

    Se ha roto una tubera dijo, y han suspendido las clases durante el resto del

    da. As que he aprovechado para venir a ver en qu andan por aqu. Un acierto, sin

    duda, puesto que resulta evidente que est a punto de irse corriendo a San Pablo.

    Una tubera... dijo el seor Dunworthy, suspicaz.

    S. Mi casa se ha inundado, y tambin medio barrio. Poco ha faltado para que

    tuviramos que salir nadando.

  • Connie Willis El apagn

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    Qu raro. Tu casero no se lo ha mencionado a Eddritch cuando ste le ha

    llamado por telfono.

    Si no me gustaba Eddritch, por algo era, pens Colin.

    Sin embargo, s que le ha mencionado tus frecuentes ausencias. Y el suspenso

    que has sacado en tu ltimo trabajo.

    Eso fue porque Beeson me hizo escribir sobre ese libro, La inminente amenaza de

    viajar en el tiempo, que es un completo asco. Afirma que la teora de los viajes en el

    tiempo es una tontera y que los historiadores influyen en los sucesos, que siempre

    han influido en ellos, pero que no hemos sido capaces de notarlo porque el continuo

    espacio-tiempo tiene la capacidad de anular los cambios. Algo que no ser capaz de

    hacer eternamente, sin embargo, de modo que debemos dejar de mandar

    historiadores al pasado de inmediato y...

    Estoy perfectamente al corriente de la teora del doctor Ishiwaka.

    Entonces sabe que es una estupidez. Todo lo que hice fue decirlo en mi trabajo,

    y Beeson me suspendi! Es una verdadera injusticia. Ishiwaka dice ridiculeces como

    que el desfase no va a impedir que los historiadores vayan a pocas y lugares donde

    influirn en los sucesos. Dice que eso es un sntoma de que algo no va bien, como la

    fiebre de un paciente que sufre una infeccin, y que la cantidad de desfase aumentar

    al igual que empeora la infeccin, pero que no lo detectaremos porque es exponencial

    o algo as, as que no hay ninguna prueba de ello, pero que tendramos que dejar de

    mandar historiadores porque cuando por fin tengamos pruebas ser demasiado tarde

    y no podr realizarse viaje en el tiempo alguno. Es una estupidez!

    El seor Dunworthy tena el ceo fruncido.

    Bueno dijo Colin, no le parece que lo es?

    Dunworthy no respondi.

    Venga, no se lo parece? insisti Colin. Y como el otro segua sin responder,

    aadi: No ir a decirme que esta teora le convence, verdad, seor Dunworthy?

    Qu? No. Como dices, el doctor Ishiwaka no ha podido aportar ninguna

    prueba convincente que corrobore sus ideas. Por otra parte, plantea algunas

    preguntas inquietantes que debemos comprobar antes de descartarlas como una

    completa estupidez. Aunque resulta evidente que no has venido aqu a discutir

    conmigo acerca de las teoras sobre los viajes en el tiempo. Ni tampoco, como

    sugieres, para ver a qu me dedico. Mir sagazmente a Colin. Por qu has

    venido?

    Aquello era lo peliagudo.

    Porque estoy perdiendo el tiempo estudiando matemticas y latn. Quiero

    estudiar historia, y no en libros polvorientos... sino in situ. Quiero una misin. Y no

  • Connie Willis El apagn

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    me diga que soy demasiado joven. Tena doce aos cuando fui a la Muerte Negra. Y

    Jack Cargreaves tena diecisiete cuando fue a Marte.

    Y lady Jane Grey tena diecisiete cuando la decapitaron dijo el seor

    Dunworthy. Ser historiador es incluso ms peligroso que ser aspirante al trono.

    Lleva implcitos infinidad de riesgos, motivo por el cual los historiadores...

    ... Tienen que ser estudiantes de tercero y tener como mnimo veinte aos antes

    de que se les permita ir al pasado recit Colin. Todo eso lo s. Pero yo ya he

    estado en el pasado. Qu puede haber ms peligroso? Y hay toda clase de misiones

    que alguien de mi edad...

    El seor Dunworthy no lo escuchaba. Miraba furioso a la tcnica, que se acercaba

    con una chaqueta de cuero negro cubierta de herrajes metlicos.

    Qu demonios es esto? le pregunt.

    Una chupa de motero. Me ha pedido algo de su talla aadi a la defensiva.

    Es de la poca que corresponde.

    Seorita Moss dijo el seor Dunworthy, en aquel tono que siempre me daba

    escalofros, la vestimenta de un historiador es de camuflaje. De eso se trata. De

    pasar inadvertidos. Cmo espera que pase inadvertido... gesticul, indicando la

    chupa de cuero, con esto?

    Pero si tenemos fotografas de una chupa como sa de 1950... dijo la tcnica,

    pero se lo pens mejor. Ver si tenemos alguna otra cosa. Se march, temblando,

    al almacn.

    De mezclilla! le grit el seor Dunworthy.

    A pasar inadvertido es precisamente a lo que me refiero dijo Colin. Hay

    toda clase de episodios histricos en los que un chico de diecisiete aos pasa por

    completo inadvertido.

    Como en el gueto de Varsovia? le espet el seor Dunworthy con acritud.

    En las Cruzadas tal vez?

    No quiero ir a las Cruzadas desde que tena doce aos. Pero usted y... Se

    mordi la lengua. Usted y todos en la escuela siguen considerndome un cro

    dijo en cambio. Y ya no lo soy. Tengo casi dieciocho aos. Y hay toda clase de

    misiones que podra realizar. Como el segundo ataque de Al Qaeda contra Nueva

    York.

    Contra Nueva...?

    S. Hay un instituto cerca del World Trade Center. Podra pasar por un alumno

    y presenciarlo todo.

    No voy a mandarte al World Trade Center.

  • Connie Willis El apagn

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    No all. El instituto est a cuatro manzanas y ninguno de sus alumnos muri. Ni

    siquiera result nadie herido, aparte de las toxinas y el amianto que respiraron, y

    puedo...

    No voy a mandarte a ningn lugar prximo al World Trade Center. Es

    demasiado peligroso. Podran matarte...

    Bueno, entonces mndeme a algn sitio que no sea peligroso. Mndeme a 1939,

    a la Drle de guerre, o al norte de Inglaterra, a observar la evacuacin de los nios.

    No voy a mandarte a la Segunda Guerra Mundial.

    Usted fue al Blitz, y dej que Polly...

    Polly? dijo el seor Dunworthy, alarmado. Polly Churchill? Qu tiene

    ella que ver con todo esto?

    Uy, madre ma.

    Nada. Es slo que usted deja que sus historiadores vayan a montones de sitios

    peligrosos, y que usted mismo va a montones de sitios peligrosos, y a m ni siquiera

    quiere dejarme ir al norte de Inglaterra, algo que no supone ningn riesgo. El

    Gobierno evacu a los nios all para que estuvieran a salvo. Puedo fingir que busco

    a mis hermanos y hermanas pequeos...

    Ya tengo un historiador en 1940 observando la evacuacin de los nios.

    Pero no en la etapa comprendida entre 1942 y 1945. Lo he consultado, y algunos

    nios se quedaron en el campo toda la guerra. Podra observar los efectos que sobre

    ellos tuvo el hecho de estar separados de sus padres por un perodo tan largo. Y lo

    que me pierda de clases no tiene por qu ser un inconveniente. Con una rfaga

    temporal...

    Por qu te empeas tanto en ir a la Segunda Guerra Mundial? Es porque Polly

    Churchill est all?

    No me empeo en ir a la Segunda Guerra Mundial. Slo lo sugiero porque usted

    no quiere dejarme ir a ningn lugar peligroso. Y no es usted el ms apropiado para

    hablar de peligro, puesto que va a ir a San Pablo la noche previa al bombardeo...

    El seor Dunworthy lo mir, atnito.

    La noche previa al bombardeo? A qu te refieres?

    A su recuperacin de los objetos de valor.

    Quin te ha dicho que voy a recuperar los objetos de valor de San Pablo?

    Nadie, pero es evidente que es por eso por lo que va a San Pablo.

    Yo no...

  • Connie Willis El apagn

    - 15 -

    Bueno, pues entonces va a ver qu hay para despus poder recuperarlo. Podra

    llevarme con usted. Me necesita. Estara muerto si no le hubiera acompaado a 1349.

    Puedo hacerme pasar por un estudiante universitario que estudia la tumba de

    Nelson o algo parecido, y hacer un inventario de los objetos de valor para usted.

    No s de dnde has sacado esa idea tan absurda, Colin. Nadie va a ir a San

    Pablo a recuperar nada.

    Entonces, para qu va usted all?

    Eso no es asunto tuyo. Qu demonios es esto? le pregunt a la tcnica, que se

    acercaba con un abrigo de satn amarillo hasta las rodillas bordado con flores rosa.

    Esto? dijo ella. Oh, no es para usted! Es para Kevin Boyle. Est en la corte

    del rey Carlos II. Hay una llamada telefnica de Investigacin para usted. Les digo

    que est ocupado?

    No, me pongo. Fue tras ella hacia el almacn.

    Nada en Paternster Row? Qu hay de Ave Mara Lane? Y de Amen Corner?

    Colin lo oy decir aquello y, tras una larga pausa:

    Y las listas de bajas? Sers capaz de encontrar una de las diecisiete? No, eso es

    lo que temo. S, bien, hzmelo saber en cuanto puedas.

    El seor Dunworthy regres.

    Esa llamada era acerca del asunto por el que va a ir a San Pablo? pregunt

    Colin. Porque si le hace falta localizar a alguien puedo volver a San Pablo y...

    No vas a ir a San Pablo, ni a la Segunda Guerra Mundial, ni al World Trade

    Center. Vas a volver al instituto. Cuando termines los estudios y te admitan en el

    programa de historia de Oxford, entonces ya hablaremos de adnde vas a ir...

    Ser demasiado tarde murmur Colin.

    Demasiado tarde? dijo el seor Dunworthy, inquisitivo. A qu te refieres?

    A que tres aos son una eternidad, y que cuando me asigne una misin ya

    estarn cogidos los mejores episodios y no quedar nada emocionante.

    Como la evacuacin de los nios dijo el seor Dunworthy. O la Drle de

    guerre. Y por eso haces novillos y vienes a intentar convencerme de que te asigne

    ahora mismo una misin, porque temes que algn otro se quede con la Drle...

    Qu tal esto? pregunt la tcnica, acercndose con una chaqueta de cazador

    de mezclilla con cinturn y unos pantalones bombachos hasta la rodilla.

    Qu diablos se supone que es esto? rugi el seor Dunworthy.

    Pues una americana de mezclilla dijo cndidamente la mujer. Ha dicho

    usted...

  • Connie Willis El apagn

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    He dicho que quera pasar inadvertido...

    Debo volver al instituto dijo Colin, y puso pies en polvorosa.

    No tendra que haber dicho aquello de que sera demasiado tarde. Cuando el

    seor Dunworthv le hincaba el diente a algo era como un perro con un hueso.

    Tampoco tendra que haber mencionado a Polly. Si se entera de por qu quiero esa

    misin, no me har el menor caso, pens Colin mientras iba hacia Broad.

    No era que se lo estuviera haciendo. Tendra que ocurrrsele algn otro argumento

    para convencerlo. O, si eso fallaba, buscar algn otro modo de ir al pasado. A lo

    mejor si consegua enterarse de por qu iba el seor Dunworthy a San Pablo lograra

    convencerlo de que necesitaba que le acompaara. La tcnica haba dicho algo acerca

    de que la americana era de 1950. Para qu querra ir el seor Dunworthy a San Pablo

    en 1950?

    Linna lo sabra. Regres por la calle Catte corriendo al laboratorio, pero estaba

    cerrado.

    No pueden haber cerrado pens. Han dicho que tenan dos lanzamientos y

    tres recuperaciones pendientes. Llam a la puerta. Linna la abri apenas una

    rendija. Pareca trastornada.

    Lo siento. No puedes entrar le dijo.

    Por qu? Algo ha ido mal? No le habr pasado nada a Polly, verdad?

    No... Colin, no tendra que estar hablando contigo.

    S que estis ocupados, pero slo necesito haceros unas cuantas preguntas.

    Djame entrar y...

    No puedo dijo ella, todava ms apabullada. No ests autorizado a entrar

    en el laboratorio.

    No puedo entrar? Badri ha...?

    No. Nos ha llamado el seor Dunworthy. Ha dicho que no te dejramos

    acercarte a la red.

  • Connie Willis El apagn

    - 17 -

    22

    Le dije al hombre que estaba en la Puerta del Ao: Dame una lmpara para que pueda adentrarme con seguridad en lo desconocido. Y l respondi: Sal a la oscuridad y pon tu mano en la Mano de Dios. Eso ser mejor para ti que una lmpara y ms seguro que

    un camino conocido.

    JORGE VI, discurso de Navidad de 1939

    Warwichshire, diciembre de 1939

    Cuando Eileen lleg a la estacin de Backbury, el tren no estaba.

    Oh, por favor, que no haya salido ya!, pens, asomndose al borde del andn

    para mirar las vas; sin embargo, no haba seal del tren por ninguna parte.

    Dnde est? pregunt Theodore. Quiero irme a casa.

    Ya s que quieres irte pens Eileen, volvindose para mirar al pequeo. Me

    lo has estado diciendo cada quince segundos desde que llegu a la mansin.

    El tren an no ha llegado.

    Cundo vendr?

    No lo s. Vamos a preguntrselo al jefe de estacin. Ello sabr. Cogi la

    maletita de cartn y la caja de la mscara de gas de Theodore y lo llev de la mano

    por el andn hasta el pequeo despacho donde almacenaban las mercancas y el

    equipaje.

    Seor Tooley! grit Eileen, y llam a la puerta. No hubo respuesta. Volvi a

    llamar. Seor Tooley!

    Oy un gruido y un resoplido, y el seor Tooley abri la puerta, parpadeando

    como si hubiese estado durmiendo, como probablemente era el caso.

  • Connie Willis El apagn

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    Qu pasa? bram el viejo.

    Quiero irme a casa dijo Theodore.

    El tren de la tarde a Londres todava no ha salido, verdad? pregunt Eileen.

    El seor Tooley la mir entornando los ojos.

    Eres una de las criadas de la mansin, no? Desvi la mirada hacia

    Theodore. Y ste es uno de los evacuados de la seora, supongo.

    S, su madre quiere que vuelva. Tiene que tomar el tren de hoy para Londres.

    No lo habremos perdido, verdad?

    Quiere que vuelva? Seguro que ha dicho que echaba de menos a su precioso

    niito. Lo que quiere es su cartilla de racionamiento, ms bien. Ni siquiera ha venido

    ella a buscarlo.

    Trabaja en una fbrica de aviones dijo Eileen a la defensiva. No puede

    escatimar tiempo al trabajo.

    Oh! Bien que se las arreglan cuando quieren! El mircoles pasaron por aqu

    dos, de camino a Fitcham. A llevarnos a nuestros nios a casa para pasar juntos las

    Navidades, dijeron. Ms bien para probar la bebida del pub de Fitcham. Y tomar un

    trago por el camino...

    Menudo eres t para hablar, pens Eileen. Desde donde estaba ola el alcohol en

    su aliento.

    Seor Tooley dijo, intentando reconducir la conversacin al asunto que le

    interesaba, cundo llega el tren de la tarde para Londres?

    Slo ha pasado el de las once y diecinueve. Suprimieron el otro la semana

    pasada. Por la guerra, ya sabe.

    Oh, no. Eso significaba que lo haban perdido y que tendra que llevar de vuelta a

    la mansin a Theodore.

    Pero todava pasa, y no han dicho cundo dejar de hacerlo. Es por todos esos

    trenes militares. Los de pasajeros tienen que esperar turno hasta que han pasado.

    Quiero... murmur Theodore.

    Son malos como sus madres dijo el seor Tooley, lanzndole una mirada

    asesina. No tienen modales. Y tu seora desvivindose por cuidar de estos

    ingratos.

    Querrs decir obligando a sus criados a desvivirse por ellos. Eileen slo tena

    constancia de que lady Caroline hubiera tenido algo que ver con los veintids nios

    de la mansin dos veces: una el da de su llegada (segn la seora Bascombe, haba

    querido asegurarse de tener slo cros buenos y haba ido personalmente a la

  • Connie Willis El apagn

    - 19 -

    vicara a escogerlos como si fueran melones), y otra cuando un reportero del Daily

    Herald fue a escribir un artculo sobre los sacrificios de la nobleza en tiempos de

    guerra. Por lo dems sus atenciones se haban limitado a dar rdenes a los criados y

    a quejarse de que los pequeos armaban mucho ruido, gastaban demasiada agua y le

    estropeaban sus suelos pulidos.

    Es una maravilla el modo en que tu seora arrima el hombro y aporta su granito

    de arena al esfuerzo de guerra dijo el seor Tooley. S de algunos que en su

    lugar no habran acogido ni un gatito abandonado y menos an dado un hogar a un

    montn de sinvergenzas barriobajeros.

    No tendra que haber pronunciado la palabra hogar. De inmediato, Theodore

    tir del abrigo de Eileen.

    Qu retraso cree usted que llevar el tren hoy, seor Tooley? le pregunt.

    No sabra decrtelo. Tal vez se retrase horas.

    Horas, y ya anocheca. En aquella poca del ao empezaba a oscurecer a las tres, y

    a las cinco era noche cerrada. Con el apagn...

    No quiero esperar horas dijo Theodore. Quiero irme a casa ahora mismo.

    El seor Tooley resopl.

    No aprecian lo bien que estn. Ahora que llega Navidad, todos quieren irse a

    casa.

    Eileen esperaba que no. Los evacuados haban empezado a regresar a Londres una

    vez pasados los meses de la Drle de guerre y, para cuando empez el Blitz, el setenta

    y cinco por ciento volva a estar en Londres. Ella, sin embargo, no haba credo que

    fuera a ser tan pronto.

    Quieres irte a casa ahora, pero cuando empiecen los bombardeos, querrs estar

    de vuelta aqu. El seor Tooley amonest con el ndice a Theodore. Entonces ya

    ser demasiado tarde. Se meti en su oficina y cerr de un portazo, aunque aquello

    no le caus al nio el menor efecto.

    Quiero irme a casa repiti, estlido.

    El tren llegar enseguida le asegur Eileen.

    Seguro que no dijo una voz infantil. Est... Un furioso chsss la

    interrumpi.

    Eileen se volvi, pero no haba nadie en el andn. Se acerc rpidamente al borde

    y mir las vas. Tampoco haba nadie.

    Binnie! Alf! llam. Salid de ah debajo inmediatamente.

  • Connie Willis El apagn

    - 20 -

    Binnie se arrastr por debajo del andn para salir, seguida de su hermano

    pequeo, Alf.

    Apartaos de las vas. Es peligroso les orden Eileen. Podra venir el tren.

    No, no va a venir dijo Alf, haciendo equilibrios sobre un ral.

    Eso no lo sabes. Sube aqu inmediatamente.

    Los dos hermanos se encaramaron al andn. Ambos iban sucios. Alf llevaba como

    siempre la nariz llena de mocos y un faldn de la camisa por fuera de los pantalones.

    Binnie, de 11 aos, tena un aspecto igualmente desastrado, con las medias cadas y el

    lazo del pelo deshecho con los extremos de la cinta colgando.

    Lmpiate la nariz, Alf le dijo Eileen al chico. Qu hacis vosotros aqu?

    Por qu no estis en la escuela?

    Alf se limpi la nariz con la manga y seal a Theodore.

    El no est en la escuela dijo.

    Esa no es la cuestin. Qu hacis aqu?

    Te hemos visto marcharte dijo Binnie.

    Alf asinti con la cabeza.

    Hemos credo que te ibas.

    Yo no puntualiz Binnie. Yo crea que ibas a encontrarte con alguien... como

    Una. Le dedic a Eileen una sonrisa cmplice.

    No te vas, verdad? le pregunt Alf, mirando la maleta de Theodore. No

    queremos que lo hagas. T eres la nica que nos trata con amabilidad. La seora

    Bascombe y Una no son amables.

    Una se escabulle para verse con un soldado dijo Binnie. En el bosque. Alf

    asinti.

    La seguimos en su tarde libre.

    Binnie le lanz una mirada tan asesina que Eileen se pregunt si no la habran

    seguido tambin a ella en su tarde libre. Tendra que asegurarse de que estuvieran en

    la escuela la semana siguiente. Si eso era posible. El pastor, el seor Goode, un joven

    serio, ya haba estado en la mansin en dos ocasiones para hablar de lo mucho que

    faltaban a clase. Parece que les cuesta adaptarse a vivir aqu, deca.

    Eileen opinaba que se haban adaptado demasiado bien. A los dos das de que

    lady Caroline los hubiera escogido (evidentemente en el caso de aquellos dos no

    haba sabido reconocer a los buenos), dominaban el robo de manzanas,

    provocaban a los toros, hurtaban en los huertos y dejaban abiertas todas las puertas

    en un radio de quince kilmetros. Es una pena que el sistema de evacuacin no

  • Connie Willis El apagn

    - 21 -

    funcione en ambas direcciones haba dicho la seora Bascombe. Los evacuara a

    ellos a Londres con una etiqueta de equipaje al cuello en menos que canta un gallo.

    Pequeos gamberros.

    La seora Bascombe dice que las buenas chicas no se citan con hombres en el

    bosque estaba comentando Binnie.

    S, bueno, las buenas chicas no espan a los dems dijo Eileen. Y no se saltan

    las clases.

    La maestra nos ha enviado a casa dijo Binnie. Alf est enfermo. Le arde la

    frente.

    Alf intent parecer enfermo.

    No te vas, verdad, Eileen? le pregunt suplicante.

    No dijo ella. Por desgracia. El que se va es Theodore.

    Craso error.

    Quiero... salt inmediatamente Theodore.

    Y lo hars le dijo Eileen, en cuanto llegue el tren.

    No vendr dijo Alf. Ayer no vino, por lo menos.

    Cmo lo sabes? le pregunt Eileen, aunque ya saba la respuesta: tambin el

    da anterior haban hecho novillos.

    Volvi a la oficina y golpe con fuerza la puerta.

    Es cierto que el tren de pasajeros a veces no pasa ni tarde ni pronto? le dijo al

    seor Tooley en cuanto ste abri la puerta.

    El... qu hacis aqu vosotros dos? Si os vuelvo a pillar, Hodbin... levant el

    ndice, amenazador, pero Binnie y Alf ya se haban alejado por el andn, saltado a las

    vas y desaparecido. Diles que dejen de tirar piedras al tren o tendr que

    denunciarlos grit, con la cara colorada. Criminales! Acabarn en Wandsworth.

    Eileen le daba la razn, pero no poda dejar que la obligara a desviarse del asunto

    que le interesaba.

    Es verdad que ayer el tren no pas?

    El hombre asinti, reacio.

    Hubo problemas en la lnea, pero seguramente a estas alturas ya los han

    solucionado.

    Pero no lo sabe con certeza.

    No. Diles a esos dos que les echar al alguacil encima si vuelven a rondar por

    aqu y se meti en la oficina.

  • Connie Willis El apagn

    - 22 -

    Madre ma. No podan quedarse all toda la noche sin saber si el tren pasara o

    no. Theodore ya tena la cara entumecida de fro y, con el apagn, no estaba

    permitido que hubiera luz en la estacin. Si el tren llegaba despus de anochecer ni

    siquiera los vera esperando en el andn y no se detendra. Tendra que llevar al nio

    de vuelta a la mansin e intentarlo de nuevo al da siguiente. Sin embargo, el billete

    era para esa misma tarde y no tena modo alguno de ponerse en contacto con la

    madre para decirle que Theodore no llegara. Escrut ansiosa la va, intentando ver

    un poco de humo por encima de los rboles desnudos.

    Seguro que la lnea no funciona porque ha habido un accidente de tren dijo

    Binnie, saliendo de detrs de un montn de literas de coche-cama.

    Seguro que un avin alemn lo ha sobrevolado y le ha lanzado una bomba y el

    tren entero ha volado dijo Alf. Los dos se encaramaron al andn. Bum! Brazos y

    piernas por todas partes! Y cabezas!

    Eileen puso la palma de la mano en la frente completamente fra de Alf.

    No tienes fiebre. Andando.

    No podemos dijo Alf. En la escuela nos han mandado a casa.

    Pues a casa.

    Or aquella palabra y hacer pucheros Theodore fue todo uno.

    Venga, vamos a ponerte los mitones le dijo Eileen, arrodillndose delante del

    cro. Viniste en tren a Backbury, Theodore? le pregunt para distraerlo.

    Nosotros vinimos en bus dijo Binnie. Alf le vomit en los zapatos al

    conductor.

    Si sacas la cabeza por la ventanilla de un tren te quedas sin cabeza dijo Alf.

    Vamos, Theodore dijo Eileen. Vamos a ponernos al borde del andn para

    ver llegar el tren.

    Una nia que conoca se acerc demasiado al borde del andn y se cay a las

    vas dijo Binnie, y la atropello un tren. La parti en dos.

    Alf, Binnie, no quiero or ni una palabra ms sobre trenes dijo Eileen.

    Ni siquiera que ya llega? dijo Binnie, sealando hacia las vas. El tren, con su

    enorme locomotora envuelta en una nube de vapor, se aproximaba.

    Gracias a Dios.

    Aqu est tu tren, Theodore. Eileen se arrodill para abrocharle el abrigo al

    nio. Le colg al cuello la caja con la mscara de gas. Llevas el nombre y la

    direccin escritos en este papel. Se lo meti en el bolsillo. Cuando llegues a

    Euston, qudate en el andn. Tu madre ir a recogerte.

  • Connie Willis El apagn

    - 23 -

    Y si no est all? pregunt Binnie.

    Y si la matan por el camino? sugiri Alf.

    Binnie asinti.

    Es verdad dijo. Y si una bomba la destroza?

    No los escuches dijo Eileen, pensando: Por qu no ser a los Hodbin a

    quienes tengo que mandar a casa?. Se burlan de ti, Theodore. No hay ninguna

    bomba en Londres. Todava.

    Por qu nos han mandado aqu entonces, si no es para mantenernos alejados de

    las bombas? pregunt Alf. Mir fijamente a Theodore. Si te vas a casa,

    probablemente te pille una bomba.

    O el gas mostaza dijo Binnie, agarrndose el cuello y fingiendo asfixiarse.

    Theodore mir a Eileen.

    Quiero ir a casa.

    No te lo reprocho le asegur Eileen. Recogi la maleta y lo llev por el andn

    hasta el tren que se detena. Estaba abarrotado de soldados. Escrutaban entre las

    cortinas que impedan salir la luz de los compartimentos, saludando y sonriendo, y

    bajaban al andn por ambos extremos de los coches, bloquendolo, algunos colgados

    a medias de los escalones.

    Has venido a ver cmo nos vamos a la guerra, querida? le grit uno a Eileen

    mientras el tren se detena con un chirrido frente a ella. Vienes a darnos un beso

    de despedida?

    Madre santa, espero que este tren no sea militar.

    Es el tren de pasajeros a Londres? pregunt, esperanzada.

    Lo es dijo el soldado. Sube a bordo, cario. Se inclin tendindole una

    mano y agarrndose con la otra a la barra lateral.

    Cuidaremos bien de ti. Dijo el soldado mofletudo y rubicundo que estaba a su

    lado. Verdad, chicos? Le respondi un coro de silbidos y gritos.

    Yo no tengo que tomar el tren. Lo va a tomar este nio le dijo al primer

    soldado. Necesito hablar con el revisor. Puede ir a buscarlo por m?

    Con esta aglomeracin? dijo el chico, mirando hacia el interior del vagn.

    No hay quien pase.

    Dios mo.

    Este pequeo tiene que ir a Londres dijo. Puede asegurarse de que llegue

    bien? Su madre ir a recogerlo a la estacin. El joven asinti.

  • Connie Willis El apagn

    - 24 -

    Ests segura de que no quieres venir t tambin, cario?

    Aqu tiene su billete le dijo ella, entregndoselo. Lleva la direccin en el

    bolsillo. Se llama Theodore Willett. Le tendi la maleta. Muy bien, Theodore,

    arriba. Este soldado tan bueno se ocupar de ti.

    No! grit Theodore, que se volvi y se ech en sus brazos. No quiero ir a

    casa!

    Eileen se tambale bajo su peso.

    Claro que quieres, Theodore. No les hagas caso a Binnie y a Alf, slo quieren

    asustarte. Vamos, subir contigo los escalones le dijo, intentando ponerlo en la

    plataforma, pero l la tena agarrada del cuello.

    No! Te echar de menos.

    Yo tambin te echar de menos intent desasirse de su abrazo. Pero piensa

    que tu mam estar all, y te esperan tu propia cama y tus juguetes. Recuerdas lo

    mucho que deseabas irte a casa?

    No. Enterr la cabeza en su hombro.

    Por qu no lo metes en el tren y ya est? sugiri Alf.

    No! solloz Theodore.

    Alf... dijo Eileen. Te gustara que te metieran entre un montn de gente

    desconocida para que te las apaaras solo?

    Me encantara. Conseguira que me compraran golosinas.

    No me cabe duda pens Eileen. Pero Theodore no es tan duro como t. Y,

    de todos modos, no poda meterlo en el vagn. Segua con los brazos alrededor de su

    cuello y no se soltaba.

    No! chillaba mientras ella intentaba aflojarle los dedos. Quiero que vengas

    conmigo!

    No puedo, Theodore, no tengo billete. Y el soldado que haba recogido la

    maleta de Theodore haba desaparecido dentro del vagn para guardarla y no haba

    modo de recuperarla ni de recuperar el billete. Theodore, me temo que no tienes

    ms remedio que subir al tren.

    No! le grit en la oreja, y se agarr ms fuerte a su cuello, tanto que casi no

    poda respirar.

    Theodore...

    Vale, ste no es modo de comportarse, Theodore dijo una voz masculina cerca

    de su oreja, y de golpe Theodore afloj su presa. Era el pastor, el seor Goode.

  • Connie Willis El apagn

    - 25 -

    Claro que no quieres irte, Theodore le dijo. Pero en una guerra todos debemos

    hacer cosas que no queremos hacer. Tienes que ser un soldado valiente y...

    No soy un soldado dijo Theodore, intentando dar una patada en la ingle del

    pastor, que ste evit limpiamente agarrando el pie del nio.

    S que lo eres. Cuando hay guerra, todos somos soldados.

    Usted no lo es le dijo Theodore con brusquedad.

    S que lo soy. Soy capitn de la Defensa Local.

    Bueno, pues ella no lo es dijo entonces Theodore, sealando a Eileen.

    Pues claro que s. Es la capitana general que se ocupa de los evacuados la

    salud con un gui cmplice.

    No se lo va a tragar pens Eileen. Buen intento, pastor. Pero Theodore ya

    estaba preguntando:

    Qu clase de soldado soy?

    Eres sargento dijo el pastor. Tienes la misin de ir en tren. Escap un

    chorro de vapor y el tren dio una sacudida. Ha llegado la hora de irse, sargento.

    Le puso en brazos del soldado rubicundo. Cuento con que usted se asegurar de

    que se rene con su madre, soldado le dijo el pastor al joven.

    Lo har, pastor le prometi el soldado.

    Yo tambin soy soldado le comunic Theodore. Soy sargento, as que tienes

    que saludarme.

    Ah, s? dijo el joven, sonriendo.

    El tren empez a moverse.

    Gracias! grit Eileen por encima del sonido metlico de las ruedas. Adis,

    Theodore! Le hizo un gesto de despedida con la mano, pero el nio estaba

    hablando animadamente con el soldado. Entonces se volvi hacia el pastor. Hace

    usted milagros. No podra habrmelo sacado de encima yo sola. Gracias a Dios que

    pasaba usted.

    De hecho buscaba a los Hodbin. No los habr visto, supongo.

    Aquello explicaba por qu se haban esfumado Alf y Binnie.

    Qu han hecho esta vez?

    Han metido una serpiente dentro de la mscara de gas de la maestra dijo,

    yendo hacia el borde del andn y asomndose. Si los ve...

    Me ocupar de que se disculpen levant la voz, por si estaban debajo del

    andn. Y de que los castiguen.

  • Connie Willis El apagn

    - 26 -

    Oh! No quisiera ser demasiado duro con los pequeos dijo el pastor. No

    me cabe duda de que es difcil para ellos que los hayan mandado a un lugar

    desconocido, tan lejos de casa. Bueno, ser mejor que los encuentre antes de que

    quemen todo Backbury. Volvi a asomarse al borde del andn, buscando con los

    ojos, y luego se march.

    Eileen tema que Alf y Binnie reaparecieran en cuanto se hubiera perdido de vista,

    pero no lo hicieron. Esperaba que Theodore estuviera bien. Qu pasara si su madre

    no iba a recogerlo y los soldados lo dejaban solo en la estacin?

    Tendra que haber ido con l murmur.

    Y entonces quin se ocupara de nosotros? dijo Alf, como salido de la nada.

    El pastor dice que habis metido una serpiente en la mscara de gas de la

    maestra.

    Yo no he sido.

    Seguro que se arrastr hasta all por su cuenta salt Binnie. A lo mejor le ha

    parecido que ola a gas venenoso.

    No se lo dirs a la seora Bascombe, verdad? pregunt Alf. Nos mandar a

    la cama sin cenar y estoy muerto de hambre.

    S, bueno, eso tendrais que haberlo pensado antes dijo Eileen. Ahora,

    vmonos.

    Los dos se quedaron tozudamente inmviles.

    Te hemos odo hablar con los soldados dijo Alf.

    La seora Bascombe dice que las buenas chicas no hablan con los soldados

    dijo Binnie. No se lo diremos si t no le dices lo que nosotros hemos hecho.

    Falta todava mucho para que sean lo bastante mayores como para mandarlos a

    prisin se dijo Eileen. O a las galeras. Mir a su alrededor, con la vana

    esperanza de que el pastor reapareciera para rescatarla, y luego dijo:

    En marcha. Ahora mismo. Pronto ser de noche.

    Ya lo es dijo Alf.

    Lo era. Mientras instalaba a Theodore en el tren y hablaba con el pastor, la ltima

    luz del atardecer se haba desvanecido, y tenan por delante casi una hora de camino

    hasta la mansin, principalmente por el bosque.

    Cmo encontraremos el camino a casa en la oscuridad? pregunt Binnie.

    Tienes una linterna?

    No est permitido llevarlas, cabeza de chorlito dijo Alf. Los boches podran

    ver la luz y lanzarte una bomba. Bum!

  • Connie Willis El apagn

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    S dnde guarda la suya el pastor dijo Binnie.

    No aadiremos el hurto a vuestra lista de delitos dijo Eileen. No nos har

    falta ninguna linterna si nos apresuramos. Agarr a Alf por la manga y a Binnie

    por el abrigo y tir de ellos pasando por delante de la vicara y cruzando el pueblo.

    El seor Rudman dice que los boches se esconden en el bosque por las noches

    dijo Alf. Dice que encontr un paracadas en su prado. Dice que los boches

    asesinan a los nios.

    Llegaron a las afueras del pueblo. La carretera a la mansin se extenda frente a

    ellos, ya a oscuras.

    Lo hacen? pregunt Binnie. Asesinan a nios?

    S, se dijo Eileen, pensando en los de Varsovia, en los de Auschwitz.

    No hay ningn alemn en el bosque.

    Que s dijo Alf. No los ves porque estn escondidos, esperando el momento

    de la invasin. El seor Rudman dice que Hitler va a invadir el da de Navidad.

    Binnie asinti con la cabeza.

    Durante el discurso del rey, cuando nadie se lo espere, porque todos estn

    demasiado ocupados rindose de sus tartamudeos.

    Y antes de que Eileen pudiera reprenderla por irrespetuosa, Alf dijo:

    No. Nos invadir esta noche seal hacia los rboles. Los boches saldrn

    del bosque dijo, abalanzndose sobre Binnie, y nos atravesarn con sus

    bayonetas! Le hizo una demostracin a su hermana, que se puso a darle patadas.

    Cuatro meses pensaba Eileen mientras los separaba. Slo tengo que

    soportarlos cuatro meses ms.

    Nadie nos invadir dijo, categrica, ni esta noche ni ninguna otra.

    Cmo lo sabes? le espet Alf.

    No puedes saber algo que todava no ha sucedido apostill Binnie.

    Por qu no lo harn? insisti Alf.

    Porque el Ejrcito ingls escapar en Dunkerque pens Eileen, y Hitler

    perder la batalla de Inglaterra y empezar a bombardear Londres con la intencin

    de obligar a los ingleses a hincarse de rodillas. Pero eso no le funcionar. Los ingleses

    seguirn hacindole frente. Ser su mejor momento. Y le harn perder la guerra.

    Porque tengo fe en el futuro dijo y, agarrando firmemente a Alf y a Binnie, se

    adentr con ellos en la oscuridad.

  • Connie Willis El apagn

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    Los mejores planes...

    ROBERT BURNS, To use

    Balliol, Oxford, abril de 2060

    Cuando Michael regres de Vestuario a sus habitaciones se encontr con Charles.

    Qu haces aqu, Davies? le pregunt ste, detenindose a mitad de lo que

    pareca un movimiento de defensa personal, con el brazo izquierdo estirado frente a

    s y protegindose el vientre con el derecho. Crea que te ibas esta tarde.

    No respondi Michael disgustado. Dej el uniforme blanco en una silla. Mi

    lanzamiento ha sido pospuesto hasta el viernes. Podran habrmelo dicho antes de

    que adquiriera este acento americano, as me hubiera evitado pasar cuatro das en

    Oxford pareciendo un maldito idiota.

    T siempre pareces idiota, Michael dijo Charles, sonriendo. O debo

    llamarte por tu nombre falso para que te vayas acostumbrando? Cul es, por cierto?

    Chuck? Bob?

    Michael le tendi sus placas de identificacin.

    Teniente Mike Davis ley Charles.

    S, dado que las etapas de esta misin son tan cortas, me quedo con nombres tan

    parecidos al mo como sea posible. Cmo te llamars en Singapur?

    Oswald Beddington-Hythe.

    No me extraa que practique defensa personal, pens Michael, dejando en la

    cama los zapatos que le haban entregado en Vestuario.

    Cundo te vas, Oswald?

    El lunes. Por qu han pospuesto tu lanzamiento?

  • Connie Willis El apagn

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    No lo s. Cosas del laboratorio.

    Charles asinti.

    Linna dice que estn agobiados de trabajo. Diez lanzamientos y recuperaciones

    diarios. Por si te interesa, hay demasiados historiadores yendo al pasado. Pronto nos

    toparemos entre nosotros. Espero que pospongan mi lanzamiento. Me quedan

    montones de cosas que aprender. No sabrs nada de la caza del zorro, verdad?

    De la caza del zorro? Crea que te ibas a Singapur.

    Y voy, pero muchos de los oficiales britnicos de all por lo visto se pasan las

    horas hablando de sus hazaas cazando zorros. Recogi el uniforme blanco que

    Michael haba dejado tirado en la silla. Esto es un uniforme naval. Qu haca la

    Armada estadounidense en la batalla de las Ardenas?

    No voy slo a la batalla de las Ardenas, voy a Pearl Harbor, luego al segundo

    atentado del World Trade Center y, por ltimo, a la batalla de las Ardenas.

    Charles pareca desconcertado.

    Crea que te ibas a la evacuacin de Dunkerque.

    Y voy. Es el cuarto destino de la lista, y despus me quedarn Salisbury y El

    Alamein.

    Dime otra vez por qu vas a esos sitios tan tremendamente peligrosos, Davies.

    Porque es all donde estn los hroes, y es a ellos a quienes observo.

    Pero no son todos esos acontecimientos de grado diez? Adems, me parece que

    Dunkerque era un punto de divergencia. Cmo puedes ir...?

    No puedo. Voy a Dover. Adems, slo algunas zonas de Pearl Harbor son de

    grado diez: el Atizona, el West Virginia, Wheeler Air Field y el Oklahoma. Yo estar en

    el New Orleans.

    Realmente tienes que estar en el barco con lord Nelson o quienquiera que sea?

    No puedes observarlo desde una distancia prudencial?

    No repuso Michael. En primer lugar, el New Orleans es un buque de guerra,

    no un simple barco. Las embarcaciones que rescataron a los soldados de Dunkerque

    eran barcos. En segundo lugar, observar desde una distancia prudencial es lo que los

    historiadores estaban obligados a hacer antes de que Ira Feldman inventara el viaje

    en el tiempo. En tercer lugar, lord Nelson estuvo en Trafalgar, no en Pearl Harbor, y,

    en cuarto lugar, no estudio a los hroes que capitanean flotas, ni ejrcitos, ni ganan

    guerras. Estudio a la gente comn de la que no esperaras heroicidades pero que, en

    momentos crticos, demuestra una extraordinaria valenta y una gran capacidad de

    autosacrificio. Como Jenna Geidel, por ejemplo, que dio su vida vacunando a la gente

    durante la Pandemia. Como los pescadores y los jubilados propietarios de barcos y

  • Connie Willis El apagn

    - 30 -

    los marineros de fin de semana que rescataron el Ejrcito britnico de Dunkerque.

    Como Welles Crowther, el agente de valores de renta variable de veinticuatro aos

    que trabajaba en el World Trade Center. Durante el ataque terrorista podra haberse

    marchado, pero regres y salv a diez personas, y perdi la vida en ello. Voy a

    observar seis clases distintas de hroes en seis situaciones diferentes para intentar

    determinar qu cualidades tienen en comn.

    El don de estar en el lugar equivocado en el momento inoportuno? El de

    poseer un barco?

    Las circunstancias son un factor dijo Michael, negndose a morder el

    anzuelo. Tambin lo son el sentido del deber o de la responsabilidad, as como la

    indiferencia por la propia integridad, la capacidad de adaptacin...

    La capacidad de adaptacin?

    S. Ests dando el sermn dominical y, al instante siguiente, ayudando a subir

    obuses de quince centmetros para las bateras antiareas que disparan a los aviones

    japoneses.

    Quin hizo eso?

    El reverendo Howell Forgy. Celebraba la misa dominical a bordo del New

    Orleans cuando atacaron los japoneses. Les devolvieron el fuego, pero los silos se

    haban quedado sin electricidad y fue l quien organiz los equipos de artilleros, en

    la oscuridad, formando una cadena humana para subir los obuses a cubierta. Y,

    cuando uno de los marineros le dijo: No ha terminado su sermn, reverendo. Por

    qu no lo termina ahora?, qu le respondi? A Dios rogando y con el mazo

    dando.

    Ests seguro de que un ataque de los aviones japoneses no es de grado diez?

    Todava no entiendo cmo persuadiste a Dunworthy de que aprobara un proyecto

    como se.

    T te marchas a Singapur.

    S, pero volver antes de que lleguen los japoneses. Oh, eso me recuerda que

    hace un rato te ha llamado alguien por telfono.

    Quin?

    No s. Shakira ha cogido el recado. Estaba aqu ensendome a bailar el fox-trot.

    El fox-trot? exclam Michael. No tenas que familiarizarte con la caza del

    zorro?

    Tengo que aprender ambas cosas. As podr asistir a los bailes del club. La

    colonia britnica en Singapur celebra un baile semanal. Puso los brazos en la

    misma postura de defensa personal que cuando haba llegado Michael y empez a

  • Connie Willis El apagn

    - 31 -

    desplazarse rgidamente por la habitacin, contando: A la izquierda, y dos y tres y

    cuatro y...

    La colonia britnica en Singapur tendra que haber prestado ms atencin a lo

    que se traan entre manos los japoneses dijo Michael. As no los habran pillado

    tan completamente desprevenidos.

    Como a vuestros americanos de Pearl Harbor, teniente Davis? dijo Charles,

    sonriendo.

    Has dicho que Shakira ha cogido el recado. Lo ha anotado?

    S, est al lado del telfono.

    Michael cogi el trozo de papel e intent leer el texto, pero las nicas palabras que

    logr descifrar fueron Michael y, mucho ms abajo, a. El resto tena que

    deducirlo el lector. Haba una palabra que poda ser laberinto o lobulado o

    labrado y, en la siguiente lnea, un nmero de naturaleza indefinida.

    Soy incapaz de descifrar esto le dijo a Charles, tendindole la nota. Ha

    dicho de qu se trataba?

    Yo no estaba aqu. He ido corriendo a Vestuario a que me tomaran las medidas

    para mi chaqu, y cuando he vuelto me ha dicho que habas recibido una llamada y

    que haba tomado nota del recado.

    Ahora dnde est? Ha vuelto a sus habitaciones?

    No, se ha marchado a Utilera a ver si tenan una grabacin de Moonlight

    Serenade para practicar el fox. Cogi el trozo de papel que le tenda Michael.

    Vale, djame ver. Dios mo, s que tiene una letra espantosa! Creo que aqu pone

    cal. Indic lo que l haba credo un nmero. Y lo siguiente puede que sea

    cambio. Cambio de calendario?

    Cambio de calendario. En cuyo caso lo otro no era laberinto sino laboratorio.

    Ser mejor que no lo hayan pospuesto otra vez dijo Michael, marcando el

    nmero del laboratorio. Hola, Linna. Ponme con Badri.

    Puedo preguntarle quin es usted?

    Soy Michael Davies le respondi impaciente.

    Oh, Michael! Lo siento terriblemente. No te he reconocido con ese acento

    americano. Qu quieres?

    Alguien me ha llamado hace un rato y me ha dejado un mensaje. Has sido t?

    No, pero acabo de llegar al trabajo. Puede que haya sido Badri. Est ocupado

    con una recuperacin. Le dir que te llame en cuanto termine.

  • Connie Willis El apagn

    - 32 -

    Oye, puedes comprobar si han cambiado la hora de mi lanzamiento? Estaba

    programado para el viernes a las ocho en punto de la maana.

    Voy a verlo. No cuelgues dijo, a lo que sigui un breve silencio. No, la hora

    sigue siendo la misma. Michael Davies, viernes a las ocho en punto de la maana.

    Bien. Gracias, Linna. Colg, aliviado. Quien sea que me ha llamado, no era

    del laboratorio.

    Charles continuaba mirando fijamente el mensaje.

    Podra haber sido Dunworthy? Creo que esto podra ser una D.

    Dunworthy slo habra llamado para una cosa: para decirle que haba decidido

    que Pearl Harbor era demasiado peligroso y que haba cambiado de opinin acerca

    de dejarle ir... en cuyo caso Michael no quera hablar con l.

    No es una D dijo. Es una Q. Ha dicho Shakira cundo volver?

    Charles sacudi la cabeza.

    La estoy esperando.

    Y dices que ha ido a Utilera?

    O a la biblioteca Bodleian. Ha dicho que lo intentara all o en Investigacin si no

    estaba en los archivos de msica.

    Lo que significaba que poda estar en cualquier parte, y que si se pona a buscarla

    era muy posible que se le escapara. Era mejor que se quedara all. Tena que

    comprobar unas cuantas cosas, de todos modos. Ya haba terminado el grueso de la

    investigacin sobre Pearl Harbor: conoca la distribucin de las cubiertas del New

    Orleans, los nombres y rangos de los miembros de la tripulacin y el aspecto de

    Chaplain Forgy. Haba memorizado las normas de protocolo de la Marina

    estadounidense, la situacin de cada buque y una detallada cronologa de los eventos

    del 7 de diciembre. Lo nico que le preocupaba era el modo de subir a bordo del New

    Orleans. Tena planeado llegar a Waikiki a las diez de la noche del 6 de diciembre y

    tomar una de las lanchas motoras que funcionaban hasta medianoche, pero, segn su

    investigacin, los sbados por la noche Waikiki estaba lleno de soldados

    estadounidenses borrachos buscando pelea y la patrulla de la polica militar era

    excesivamente entusiasta. No poda permitirse estar en el calabozo del New Orleans

    cuando los japoneses atacaran la maana del domingo. Tal vez pudiera enterarse de

    lo lejos de su portal que estaba el club de oficiales, y de si las lanchas haban ido

    desde y hacia all esa noche. Era probable. Se haba celebrado un baile en el club.

    Poda...

    Son el telfono. Michael salt a responder.

    Hola, Charles dijo Shakira. Perdona que haya tardado tanto. No he

    encontrado nada de Glenn Miller, pero he localizado un tema de Benny Goodman...

  • Connie Willis El apagn

    - 33 -

    No soy Charles, soy Michael. Dnde ests?

    No pareces Michael.

    Acabo de ponerme un implante L-y-A americano le explic. Escucha,

    cuando estabas aqu alguien me ha llamado...

    He tomado el recado dijo ella, y pareca molesta. El mensaje tiene que estar

    junto al telfono.

    Pero qu te han dicho?

    Te lo he dejado escrito. Estaba enfadada. Han cambiado el orden de tus

    lanzamientos. Vas a Dunkerque en primer lugar: el viernes, a las ocho en punto de la

    maana.

  • Connie Willis El apagn

    - 34 -

    44

    Con su disposicin a servir han ayudado al Estado realizando un trabajo muy valioso.

    ISABEL II, en agradecimiento a quienes acogieron a los evacuados, 1940

    Warwickshire, febrero de 1940

    Se puso a llover cuando Eileen estaba a punto de tender la colada, as que tuvo

    que instalar el tendedero en el saln de baile, entre los retratos de los antepasados

    con gorguera y miriaque de lord Edward y lady Caroline, y colgar all las sbanas

    mojadas, por lo que tard el doble. Cuando termin, los nios ya haban vuelto de la

    escuela. Su intencin haba sido marcharse antes de que llegaran. La ltima vez, los

    Hodbin la haban seguido hasta el bosque y haba tenido que posponer el

    lanzamiento una semana... de nuevo. Porque el lunes anterior se haba visto obligada

    a pasar su medio da de asueto fumigando los catres de los nios para matar

    chinches, y el previo a se tuvo que llevar a Alf y Binnie a la granja del seor

    Rudman para que se disculparan por prender fuego a su alminar. Aseguraban que

    practicaban para sealizar con hogueras en caso de invasin.

    El prroco dice que, a menos que todo el mundo ponga su granito de arena, no

    ganaremos esta guerra dijo Binnie.

    Me parece que el prroco hara una excepcin en vuestro caso, pens Eileen.

    Pero los Hodbin no eran lo nico que le impeda marcharse. Desde Navidad haba

    pasado lo que se supona que era su media jornada libre preguntando por la

    campaa de los saving-stamps o trabajando en algn otro proyecto que lady Caroline

    haba ideado para contribuir al esfuerzo de guerra (lo que nunca implicaba que ella

    hiciera nada, sino slo sus criados).

    Si no voy pronto a Oxford creern que me ha ocurrido algo y mandarn un

    equipo de recuperacin a buscarme, pens Eileen. Por lo menos tena que decirles a

  • Connie Willis El apagn

    - 35 -

    los del laboratorio por qu no haba confirmado su vuelta, y tal vez lograra

    persuadirlos de que abrieran el portal ms de una vez a la semana.

    As que tengo que terminar de tender estas malditas sbanas antes de que los

    Hodbin vuelvan del colegio le dijo en voz alta al retrato de una lady Caroline ms

    joven con sus Spaniel, y se agach a recoger otra sbana de la cesta.

    La ayudante de cocina, Una, estaba en el umbral.

    Con quin hablas? le pregunt, intentando ver a alguien entre las sbanas.

    Hablo sola dijo Eileen. Es el primer sntoma de locura.

    Ah! dijo Una. La seora Bascombe quiere que vayas.

    Y ahora qu demonios pasa? Nunca conseguir irme. Colg apresuradamente

    la ltima sbana y baj corriendo las escaleras de la cocina.

    La seora Bascombe estaba cascando huevos en un cuenco.

    Pngase un delantal limpio le orden. La seora la llama.

    Pero si hoy es mi medio da libre! protest Eileen.

    S, bueno, puede marcharse despus. La seora est en la sala de estar.

    En la sala de estar del primer piso? Eso significaba que alguien haba ido a

    recoger a sus hijos para llevrselos a casa. Haba habido un goteo de evacuados

    desde Navidad. Si se marchaban muchos ms, no le quedara nadie a quien observar.

    Otra razn por la que necesitaba ir a Oxford ese mismo da: para ver si lograba

    convencer al seor Dunworthy de que la mandara a otra parte, o de que cancelara

    definitivamente aquella misin y le permitiera ir a la que realmente quera: el Da de

    la Victoria aliada.

    Espere dijo la seora Bascombe. Llvele las pastillas para los nervios a la

    seora. El doctor Stuart la ha convencido.

    Eran aspirinas, as que Eileen dudaba de que sirvieran de algo para los nervios

    de lady Caroline, que en todo caso no eran ms que una excusa para insistir en que

    los evacuados estuvieran callados. Eileen acept la caja que le tenda la seora

    Bascombe y se march a toda prisa a la salita, preguntndose con qu padres se

    encontrara. Esperaba que no fueran los de los Magruder: Barbara, Peggy y Ewan

    eran los tres nicos pequeos que se portaban bien que quedaban. Todos los dems

    se haban dejado corromper por Alf y Binnie.

    A lo mejor es su madre, se dijo, animndose. Pero no lo era, ni tampoco eran los

    padres de los Magruder. Era el pastor, y se hubiera alegrado de verlo de no ser

    porque seguramente estaba all porque los Hodbin haban cometido alguna otra

    fechora.

    Quera verme, seora?

  • Connie Willis El apagn

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    S, Ellen dijo lady Caroline. Alguna vez ha conducido un automvil?

    Oh, no! Le han robado el coche al pastor y lo han estrellado..., pens Ellen.

    Conducido, seora? pregunt con cautela.

    S. El seor Goode y yo hemos estado hablando acerca de los preparativos para

    la Defensa Civil, en particular sobre la necesidad de disponer de conductores de

    ambulancias.

    El pastor asinti.

    En caso de bombardeo o invasin...

    Nos harn falta conductores expertos termin la frase por l lady Caroline.

    Sabe conducir, Ellen?

    Aparte de los chferes, los criados de 1940 no tenan ocasin de conducir, as que

    aquello no haba formado parte de su propio adiestramiento.

    No, seora, lamento no haber aprendido a hacerlo.

    En tal caso, aprender ahora. Le he ofrecido al pastor Goode mi Bentley para

    contribuir al esfuerzo de guerra. Seor Goode, tiene que darle la primera clase a Ellen

    esta tarde.

    Esta tarde? solt Eileen, incapaz de disimular su consternacin, y luego se

    mordi el labio. En los aos cuarenta del siglo XX, las criadas no respondan.

    Le supone algn inconveniente? le pregunt el pastor. A m me da igual

    que empecemos las clases maana, lady Caroline.

    De ningn modo, seor Goode. Backbury puede ser atacado en cualquier

    momento. Se volvi hacia Eileen. Cuando se trata de la guerra, todos debemos

    estar dispuestos a hacer sacrificios. El pastor te dar la primera clase en cuanto

    terminemos. Se quedar a tomar el t, verdad, pastor? Ellen, dgale a la seora

    Bascombe que el seor Goode se queda para el t. Y dgales a ella y al seor Samuels

    que ellos tendrn clase despus del t. Puedes retirarte.

    S, seora. Eileen hizo una reverencia y volvi apresuradamente a la cocina.

    Ahora s que necesitaba de verdad ir al punto de recogida. Una cosa era no saber

    conducir y otra muy distinta no estar en absoluto familiarizada con los automviles

    de 1940. Le haca falta prepararse por adelantado. Se pregunt si podra ir al portal y

    volver antes de que empezara la clase. Si conoca a lady Caroline, le quedaba al

    menos una hora. Pero si no estaban... A lo mejor convenzo a la seora Bascombe

    para que vayan ellos a clase primero, pens.

    La encontr metiendo pasteles en el horno.

    Los nios acaban de llegar le dijo a Eileen. Los he mandado al cuarto a

    quitarse los abrigos. Qu quera la seora?

  • Connie Willis El apagn

    - 37 -

    El pastor va a ensearnos a conducir. Y lady Caroline me ha mandado que le

    diga que se quedar a tomar el t.

    A conducir? pregunt extraada la seora Bascombe.

    S. Para que sepamos conducir una ambulancia en caso de bombardeo.

    O en caso de que llamen a filas a James y no tenga a nadie que la lleve a todas

    sus citas.

    A Eileen no se le haba ocurrido aquello. Era muy posible que le preocupara que

    llamaran a filas a su chofer. Al mayordomo y los dos lacayos los haban llamado el

    mes anterior, y Samuels, el jardinero, ms viejo, era quien abra la puerta.

    Bueno, no va a conseguir que yo conduzca un automvil, haya o no bombardeo

    dijo la seora Bascombe.

    Lo que significaba que Eileen no iba a poder cambiar la hora de clase con ella.

    Tendra que ser con Samuels.

    De dnde sacaremos tiempo para esas clases? Ya tenemos demasiado trabajo.

    Adnde va? le pregunt la mujer.

    A ver al seor Samuels. El pastor va a darme la primera clase esta tarde, pero

    como es mi media jornada libre, he pensado que a lo mejor puedo cambiar el turno

    con l.

    No, hay reunin de la Defensa Local esta tarde.

    Pero es importante dijo Eileen. No podra per...?

    La seora Bascombe le lanz una mirada taimada.

    Por qu tiene tantas ganas de disfrutar hoy de su tarde libre? No estar

    vindose con un soldado, verdad? Binnie me dijo que la vio flirteando con un

    soldado en la estacin.

    Binnie, pequea traidora. Despus de haber cumplido yo el trato de no contarle a

    la seora Bascombe lo de la serpiente.

    No flirteaba. Le daba instrucciones para que entregara a Theodore a su madre.

    La seora Bascombe no pareca demasiado convencida.

    Las chicas jvenes deben tener cuidado, especialmente en los tiempos que

    corren. Los soldados les hacen perder la cabeza, les hablan de verse en el bosque con

    la promesa de casarse... Se oy un estruendo en el piso de arriba, seguido de un

    chillido y un ruido parecido al bramido de un rinoceronte. Qu demonios estn

    haciendo ahora esos chiquillos? Ser mejor que vaya a verlo. Me parece que estn en

    el saln de baile.

  • Connie Willis El apagn

    - 38 -

    All estaban. Y el estruendo por lo visto lo haba producido el tendedero lleno al

    caerse. Haba un puado de nios encogidos en un rincn, amenazados por dos

    fantasmas con sbana y los brazos estirados por delante.

    Alf, Binnie, sacaos eso inmediatamente les orden Eileen.

    Nos han dicho que son nazis dijo Jimmy, a la defensiva, lo que no explicaba lo

    de las sbanas.

    Nos han dicho que los alemanes matan a los nios dijo Barbara, de cinco

    aos. Nos cazan.

    El estropicio se limitaba a las sbanas, gracias a Dios, aunque el retrato de la

    antepasada con miriaque de lady Caroline estaba torcido.

    Les hemos dicho que no podan jugar aqu dijo Peggy, de ocho aos,

    virtuosamente. Pero no nos han hecho caso.

    Alf y Binnie an se estaban librando de las sbanas, aferrados a los pliegues de

    tela.

    Hacen eso los alemanes? pregunt Barbara, pegndose a la falda de Eileen.

    Matan a los nios pequeos?

    No.

    La cabeza de Alf asom de la sbana.

    Lo hacen. Cuando nos invadan, van a matar a las princesas Isabel y Margaret

    Rose. Les van a cortar la cabeza.

    Lo harn? pregunt asustada Barbara.

    No dijo Eileen. Fuera de aqu.

    Pero est lloviendo adujo Alf.

    Tendras que haberlo pensado antes. Puedes jugar en los establos.

    Se los llev a todos fuera y volvi al saln de baile. Enderez el retrato de la

    antepasada de lady Caroline, levant el tendedero y se puso a recoger sbanas del

    suelo. Habra que lavarlas otra vez todas, tambin las polvorientas que cubran los

    muebles.

    Me pregunto hasta qu punto tendra un efecto negativo sobre la historia si

    estrangulara a los Hodbin, pens. En teora, los historiadores no podan hacer nada

    que alterara los acontecimientos. El desfase impeda que tal cosa sucediera. Pero

    seguramente en aquel caso se hara una excepcin. La historia iba a ser mejor sin

    ellos, indudablemente. Se par a recoger del suelo otra sbana pisoteada.

    Perdn, seorita le dijo Una desde la puerta, pero la seora quiere verla en

    la salita.

  • Connie Willis El apagn

    - 39 -

    Eileen descarg las sbanas hmedas en los brazos de Una y se march corriendo

    abajo a cambiarse otra vez el delantal antes de subir a la salita. All estaban el seor y

    la seora Magruder.

    Han venido a buscar a sus... a sus hijos dijo lady Caroline, que evidentemente

    no tena ni la ms remota idea de cmo se llamaban los nios.

    A Barbara, Peggy y Ewan, seora? le pregunt Eileen.

    S.

    Los echamos mucho de menos le dijo la seora Magruder a Eileen. Sin ellos

    nuestra casa est silenciosa como una tumba.

    Cuando oy aquella expresin, silenciosa como una tumba, lady Caroline

    pareci deprimida: sin duda haba odo el alboroto de los nios.

    Y ahora que ese Hitler est entrando en razn y dndose cuenta de que Europa

    no va a tolerarle sus disparates, no hay razn para que no estn con nosotros dijo el

    seor Magruder. No es que no apreciemos todo lo que ha hecho por ellos, seora,

    acogindolos y querindolos como si fueran suyos.

    He estado encantada de hacerlo dijo lady Caroline. Ellen, ve a hacer el

    equipaje de Peggy y de... de los dems chicos y trelos aqu, a la salita.

    S, seora dijo Eileen, haciendo una reverencia, y corri por el pasillo hasta el

    saln de baile.

    Si encontraba all a Una, le dira que preparara las cosas de los nios Magruder

    mientras ella iba al portal. Por favor, que siga en el saln de baile, pensaba.

    All segua, todava con el montn de sbanas hmedas en los brazos.

    Una, prepara el equipaje de los Magruder le dijo. Voy a buscar a los nios

    y se march pitando. Pero cuando lleg fuera, el prroco estaba all, junto al

    Bentley de lady Caroline.

    Lo siento, pastor, pero no puedo tomar clase ahora se disculp. Los

    Magruder han venido a recoger a Peggy y a Ewan y...

    Lo s la interrumpi l. Ya he hablado con la seora Bascombe y lo he

    arreglado para que tome usted su clase maana.

    Le quiero, pens Eileen.

    Hoy se la dar a Una.

    Uf, pobre hombre!, pens, pero al menos era libre para marcharse.

    Gracias, pastor le agradeci efusivamente, y se march sin perder un instante

    por el csped bajo la neblinosa llovizna, hacia los establos, luego se escabull detrs

  • Connie Willis El apagn

    - 40 -

    del invernadero, corri hacia la carretera y tom por ella, apresurndose para que no

    la pillaran Una y el prroco en el Bentley.

    Antes de que hubiera recorrido cuatrocientos metros se puso a llover

    intensamente, aunque aquello era buena cosa, de hecho.

    Ni siquiera los inquisitivos Hodbin intentaran seguirla bajo aquel aguacero. Se

    meti en el bosque y corri por el camino enfangado hasta el fresno.

    Por favor que no me haya perdido esta apertura!, pensaba. El portal se abra

    slo una vez a la hora, y solamente faltaba una para que fuera de noche. El lugar

    estaba lo suficientemente metido en el bosque para que su resplandor no se viera

    desde la carretera, pero con el apagn cualquier luz era sospechosa y la Defensa

    Local, que no tena nada mejor que hacer, patrullaba a veces por all buscando

    paracaidistas alemanes. Si ellos o los Hodbin...

    Capt un leve movimiento con el rabillo del ojo. Se volvi veloz, esforzndose por

    vislumbrar la gorra de Alf o la cinta del pelo de Binnie.

    Qu hace aqu? dijo una voz masculina a su espalda.

    A punto estuvo de darle un patats. Dio vueltas, mirando a su alrededor. Haba

    un leve resplandor junto al fresno, a travs del cual distingua la red y a Badri en la

    consola.

    Se supona que no tenas que cruzar hasta el diez deca. No te han

    notificado que tu lanzamiento ha sido reprogramado?

    Por eso precisamente estoy aqu dijo otra voz masculina con enfado mientras

    el resplandor aumentaba. Exijo saber por qu se ha pospuesto. Y...

    Eso tendr que esperar dijo Badri. Estoy en plena recuperacin...

    Eileen entr en el resplandor, y en el laboratorio.

  • Connie Willis El apagn

    - 41 -

    55

    Entonces no sabamos que era una batalla vital. No sabamos tampoco que estbamos tan cerca de la

    derrota.

    JAMES H. GINGER LACEY, jefe de escuadrn en la batalla de Inglaterra

    Oxford, abril de 2060

    No te mandaban a Dunkerque? le pregunt Charles a Michael cuando ste

    colg el telfono. Qu ha pasado con Pearl Harbor?

    Eso me gustara a m saber le respondi Michael, que sali en tromba hacia el

    laboratorio para enfrentarse cara a cara con Badri.

    Linna le recibi en la puerta.

    Se est preparando para mandar a alguien fuera. Puedo ayudarte?

    S. Puedes decirme por qu demonios habis cambiado el orden de mis

    lanzamientos! No puedo ir a la evacuacin de Dunkerque con acento americano. Se

    supone que soy un reportero del London Daily Herald. Tenis que...

    Creo que ser mejor que hables con Badri dijo Linna. Si quieres esperar

    aqu... y se acerc corriendo a Badri y la consola en la que el hombre tecleaba

    nmeros, echaba vistazos a las pantallas y volva a teclear. Un joven a quien Michael

    no conoca estaba detrs de l, observando: evidentemente era el historiador al que

    iban a lanzar. Llevaba pantalones desgastados de franela y anteojos de montura

    metlica. Un profesor de Cambridge de los aos treinta, se dijo Michael.

    Linna se inclin hacia Badri brevemente y luego regres.

    Dice que tardar por lo menos otra media hora le comunic. Si no quieres

    esperar, puedes llamarle a...

    Esperar.

  • Connie Willis El apagn

    - 42 -

    Quieres sentarte? le pregunt y, antes de que pudiera rechazar su oferta, el

    telfono son y la chica fue a responder.

    No, seor, est mandando a alguien en este preciso instante la oy decir a la

    persona que estaba al otro extremo de la lnea. No, seor, no todava. Se va a

    Oxford.

    Bueno, no haba acertado por poco. Se pregunt qu estara investigando en el

    Oxford de los aos treinta. A los Inklings? La admisin de mujeres en la

    universidad?

    No, seor, se trata slo de una incursin de reconocimiento y preparacin dijo

    Linna. Phipps no sale para su misin hasta finales de la semana que viene.

    Reconocimiento y preparacin? Eso slo se haca en las misiones particularmente

    complicadas o peligrosas. Mir con curiosidad a Phipps, que se acercaba a la red.

    Qu estara observando en los aos treinta, en Oxford, que pudiera ser muy

    complicado? No poda tratarse de algo peligroso: era demasiado flacucho y plido.

    No, seor, slo va a una localizacin temporal dijo Linna por telfono. Una

    pausa mientras consultaba su consola. No, seor. nicamente ha realizado otra

    misin, a 1666.

    Qudate en el centro le dijo Badri a Phipps, que pas por debajo de los

    pliegues y se situ en las marcas de posicionamiento, colocndose las gafas en el

    caballete de la nariz.

    Quiere una lista de todos los historiadores que en la actualidad estn en una

    misin y los que est previsto que salgan esta semana y la prxima? le pregunt

    Linna a la persona que estaba al telfono. La localizacin espacial o slo la

    temporal? Una pausa. Historiador, misin, fechas. Tom nota, de un modo

    ms inteligible que Shakira, esperaba. S, seor, se lo conseguir enseguida.

    Quiere permanecer a la espera? pregunt, y seguramente le respondieron que s

    porque dej el auricular y se acerc apresuradamente a Badri, que segua colocando a

    Phipps en posicin, y luego a un terminal auxiliar.

    Todo listo? le pregunt Badri a Phipps, que busc en su americana de

    mezclilla, comprob que llevaba algo en el bolsillo interior y asinti con la cabeza.

    No ests mandndome a un sbado, verdad? pregunt. Si hay desfase, ir

    a parar all un domingo y...

    No, a un viernes dijo Badri. Al siete de agosto.

    El siete de agosto? pregunt Phipps.

    Eso es, 1536 dijo Linna.

    Michael la mir, desconcertado, pero volva a estar al aparato, leyendo un

    documento.

  • Connie Willis El apagn

    - 43 -

    Londres, el juicio de Ana Bolena.

    S, el siete le dijo Badri a Phipps. El portal se abrir cada media hora.

    Muvete un poco hacia la derecha. Le hizo una sea con la mano. Un poco ms.

    Phipps se desplaz obedientemente hacia la derecha.

    Un poco a la izquierda. Bien. Ahora no, quieto. Volvi a la consola y puls

    unas cuantas teclas. Los pliegues de la red empezaron a bajar alrededor de Phipps.

    Necesito que anotes la cantidad de desfase temporal del salto.

    Del diez de octubre de 1940 al dieciocho de diciembre dijo Linna por telfono.

    Por qu? pregunt Phipps. No esperas un desfase mayor de lo habitual,

    verdad?

    No te muevas le orden Badri.

    No habr desfase. No voy a ningn lugar cercano...

    El Cairo, Egipto dijo Linna por telfono.

    Listo? le pregunt Badri a Phipps.

    No. Quiero saber... dijo ste, y desapareci en un destello de luz.

    Badri se aproxim a Michael.

    Supongo que has recibido mi mensaje.

    S dijo Michael. Qu diablos est pasando?

    No hace falta usar ese lenguaje dijo Badri con calma.

    Eso es lo que t crees! No puedes cambiar mi programa en el ltimo minuto de

    esta manera. Ya he llevado a cabo la investigacin para Pearl Harbor. Tengo la ropa y

    los documentos y el dinero, y me he puesto un implante para parecer americano.

    No hay nada que yo pueda hacer. Aqu est el nuevo orden de tus lanzamientos.

    Badri le tendi un papel. La evacuacin de Dunkerque, Pearl Harbor, El Alamein,

    batalla de las Ardenas, segundo ataque al World Trade Center, inicio de la Pandemia

    en Salisbury, deca la lista.

    Me habis cambiado el orden de todos? grit Michael. No podis

    cambiarlo todo as! Seguan el orden que os di por una razn. Mira le dijo,

    agitando la lista en las narices de Badri. Pearl Harbor y el World Trade Centre y la

    batalla de las Ardenas son acontecimientos americanos todos ellos. Los program

    juntos para hacerme un implante L-y-A. Implante que ya llevo! Cmo voy a ser un

    corresponsal de guerra del London Daily Herald e informar acerca de la evacuacin de

    Dunkerque con este acento?

    Lo lamento dijo Badri. Intentamos ponernos en contacto contigo antes de

    que te pusieran el implante. Es una pena que tengas que quitrtelo.

  • Connie Willis El apagn

    - 44 -

    Quitrmelo? Y luego qu hago en Pearl Harbor, maldita sea? Supuestamente

    soy un teniente de la Armada estadounidense. Me habis mezclado los destinos, por

    Dios bendito... ingls, americano, ingls! Esta no es una misin ordinaria, no voy a

    pasarme all un ao. Pasar en cada sitio apenas unos das. No puedo permitirme

    pasrmelos disimulando el acento y con dudas acerca de cmo decir las cosas.

    Lo comprendo dijo Badri conciliador, pero...

    Se abri la puerta y un joven robusto entr sin miramientos.

    Quiero hablar contigo le dijo a Badri, y se lo llev hacia el rincn opuesto del

    laboratorio. Maldita sea! Por qu demonios has cambiado mi lanzamiento? Qu

    demonios crees que ests haciendo? le oy protestar Michael. Por lo visto no era l

    el nico con cuya misin haban estado trasteando.

    Mir a Linna. Segua al telfono.

    ... al seis de febrero de 1942 ley ella en el papel.

    Cmo demonios esperas que est listo para el lunes por la maana? grit el

    joven fornido.

    Denys Atherton recit Linna. Uno de marzo de 1944...

    Comprendo tu irritacin dijo Badri.

    Mi irritacin! estall el joven.

    Adelante pens Michael. Dale un puetazo. Hazlo por ambos. Pero no lo

    hizo. Sali en tromba y cerr de un portazo tan violento que Linna dio un respingo.

    ... al cinco de junio de 1944 dijo por telfono.

    Jess, cuntos historiadores haban ido a la Segunda Guerra Mundial? Charles

    tena razn. Empezaran a toparse entre s. Se pregunt si era por eso que haban

    cambiado el orden de sus lanzamientos. Pero, si se era el caso, podran haberlo

    mandado a Salisbury o al World Trade Center.

    Badri volvi con Michael.

    No puedes hacerte pasar por reportero estadounidense?

    No es slo por lo del acento. Se trata de la preparacin. No estar listo apenas

    tres das. No tengo ropa, ni documentos y slo he terminado el grueso de la

    investigacin general, no los...

    Somos conscientes de que necesitars tiempo para la preparacin adicional

    dijo Badri conciliador, as que hemos pospuesto el lanzamiento hasta el sbado...

    Me dais un da ms? Me hacen falta por lo menos dos semanas. Supongo que

    eso tampoco puede ser.

  • Connie Willis El apagn

    - 45 -

    No, no. Por supuesto que podemos reprogramarlo dijo Badri, volvindose

    hacia la consola, pero tendrs que adaptarte a la disponibilidad del laboratorio, y

    estamos tremendamente ocupados. Djame ver... Escrut la pantalla. El catorce

    ira bien... no... sern como mnimo tres semanas. Creo que haras mejor en acortar el

    tiempo de preparacin con implantes. El laboratorio puede conseguirte...

    Ya he llegado al tope. Slo se me permite llevar tres, y un L-y-A vale por dos.

    Adems llevo el de sucesos histricos... de 1941, que me vendr de perlas en

    Dunkerque.

    No hace falta que seas sarcstico dijo Badri. El laboratorio te conseguir una

    dispensa para que puedas llevar uno adicional...

    No quiero ninguna dispensa. Quiero que vuelvas a programar mis lanzamientos

    tal como estaban.

    Lo lamento, pero eso es imposible. La prxima fecha libre que tenemos es el

    veintitrs de mayo. Eso retrasar tus otros lanzamientos. Cabe la posibilidad de que

    podamos intercalar antes tu salida si hay alguna cancelacin, pero... La pantalla se

    puso a parpadear. Perdona. Tendrs que esperar.