El Corporativismo Neoliberalismo Meyer

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  • El corporativismo mexicano en lostiempos del neoliberalismo

    Lorenzo Meyer

    LAS DEFINICIONESEl origen del corporativismo contemporneo se encuentra en laexperiencia italiana entre la dos guerras mundiales, y al concepto se ledefine como una teora y una prctica "que propugna la organizacinde la colectividad sobre la base de asociaciones de los intereses (queparticipan en el proceso productivo) y las actividades profesionales"1.Esta organizacin de la sociedad en gremios tiene un doble objetivo.Por una parte busca : 1) la creacin de un mecanismo derepresentacin poltica y de ajuste de intereses entre los grandesactores econmico-sociales con el fin de neutralizar los elementosconflictivos entre las clases y grupos, entre stos y el gobierno . Por otrolado, 2) las corporaciones de trabajadores y empresarios actan comomecanismos de control sobre sus miembros individuales pero, a su vez,esas corporaciones quedan subordinadas , en mayor o menor grado alEstado . De esta manera, el corporativismo resulta en la prctica, unarreglo poltico ideal para la creacin y sostenimiento de un sistemaautoritario, como ha sido precisamente el caso mexicano.

    En el Mxico que surgi tras la institucionalizacin cardenista delsistema poltico posrevolucionario, el eje de todo el complejocorporativo de sindicatos, organizaciones patronales y campesinas, fue-y sigue siendo- la institucin presidencial . En efecto , la presidencia esla fuente principal de las iniciativas macro -polticas que afectan elcorazn de los intereses de las organizaciones corporativas . Y a su vez,la poltica hacia las corporaciones determina el pulso de la polticanacional , pese al hecho de que el grueso de los mexicanos no seencuentran encuadrados en ningn tipo de organizacin , corporativa opartidista.

    Frente a las decisiones presidenciales, las corporaciones puedenreaccionar aceptndolas o tratando de negociar la modificacin de lainiciativa o su ejecucin . Slo de tarde en tarde las organizacionespatronales, y en menor medida los sindicatos y en mucho menor lasagrupaciones agrarias , intentan ejercer un cierto derecho de veto. Enla prctica son pocos los xitos y ms los fracasos de los empeos

    1 Bobbio, Norberto y Nicola Matteucci , Diccionario de poltica , (Mxico:Siglo XXI. Editores, 1984), p. 431.

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    corporativos por oponerse de frente a una iniciativa presidencial. Encualquier caso y en trminos generales, es claro que a partir de lainstitucionalizacin de la revolucin la accin de las corporaciones seha desarrollado en un marco de clara subordinacin a un intersnacional personificado y definido por el presidente en particular y elgobierno federal en su conjunto?.EL PROBLEMAEs claro que los tiempos que corren no son, ni mucho menos, losmejores que ha visto la vieja alianza entre el Estado mexicano y lascorporaciones, en particular las que representan a los trabajadores. Yes en torno a este sector corporativo en particular que se va adesarrollar esta ponencia, aunque algunas de sus consideraciionespuedan ser igualmente vlidas para las agrupaciones patronales,profesionales o campesinas.

    En la lgica de las difciles circunstancias por las que atraviesa elproceso poltico mexicano actual -las propias de una depresineconmica profunda y prolongada-, hay elementos para decir que, estefin de siglo mexicano es tambin, el fin del corporativismo como eje dela poltica social del Estado mexicano. La relacin que han mantenidoen Mxico el Estado que surgi del triunfo de la revolucin mexicana ylas organizaciones de trabajadores est atravesando por un proceso decambio de tal magnitud que es posible que en el largo o medianoplazo, el carcter semicorporativo del rgimen mexicano se pierda o almenos se desvanezca y deje de tener la importancia que ha tenidodesde hace setenta aos, cuando se dio la alianza de la CROM con elgeneral Obregn. Y esto se debe a que es en la relacinEstado-sindicatos -gran base social del rgimen actual- donde hoy esms clara la contradiccin entre las formas polticas tradicionales y lasexigencias del nuevo modelo de sociedad y economa que estnaciendo.

    Ahora bien, el proponer que el futuro ya no pertenece alcorporativismo, no quiere decir que las organizaciones sindicales vayana desaparecer (como es la tendencia en los Estados Unidos, porejemplo) o que el Estado vaya a renunciar a la relacin de alianza ysubordinacin que ahora tiene con el llamado "movimiento obrerooficial". No, lo que quiere decir la afirmacin anterior, es simplementeque esa relacin gobierno -sindicatos ser cada vez menos relevante enla formulacin de la poltica gubernamental hacia la clase obrera y en

    2 Un anlisis de la forma como las grandes iniciativas polticas surgen oson adoptadas por la presidencia y negociadas con los grandes actorescorporativos, se encuentra en Purcell , John F .H. y Susan KauifmanPurcell, "Mexican Businness and Public Policy", en Malloy, James M.(ed), Autohoritarianis (Pittsburgh : University of Pittsburgh Press ,1971).

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    las respuestas de sta a dichas polticas . De lo que si se puede estarseguro es que el actual grupo dirigente va a intentar prolongar larelacin de alianza y subordinacin con el mayor nmero posible desindicatos por el mayor tiempo posible . En tanto al sindicalismo oficialle quede alguna utilidad como instrumento de control sobre lasdemandas y aciones de los sectores subordinados , el gobierno tratarde prolongarle la vida . Otra manera de decir lo mismo, es sta: pese aque la vitalidad del arreglo corporativo se est acabando , sus inerciasan son muchas y el gobierno va a tratar de mantenerlas en tanto elbeneficio poltico, por poco que sea, le resulte mayor que el precio.

    Para quienes han ejercido el poder poltico a sus niveles ms altos,el arreglo corporativo que hoy se encuentra en crisis signific casisiempre ms ventajas que costos , aunque quiz no se pueda decir lomismo si se considera el precio que la sociedad en su conjunto,especialmente las masas no corporativizadas , han pagado por losprivilegios de que han disfrutado los grupos organizados , siempre unaminora de la sociedad.

    Entre otras cosas la relacin corporativa Estado-sociedad sirvipor varios decenios como un sustituto funcional a la democraciapoltica, fuente esencial de la legitimidad . En vez de democraciapoltica el rgimen ofreci lo que dio en llamar "democracia social", esdecir, receptividad a las demandas de las organizaciones de las clases.Desde esta perspectiva el desmantelamiento actual o simple atrofia dela red corporativa como sistema de representacin social, le presentaun desafo enorme al gobierno . Le significa ni ms ni menos, lanecesidad de buscar una legitimidad alternativa , de preferencia una noautoritaria , lo que equivale a casi una revolucin del status quo. Sinembargo , la transformacin de las bases materiales del rgimen comoproducto del fracaso catastrfico del modelo econmico implantadodesde la Segunda Guerra Mundial, no deja otra salida: se introduceMxico a la legitimidad democrtica o a un autoritarismo sin elsustento de un corporativismo fuerte que desembocara en larepresin.

    UNA RAIZ PROFUNDA

    Desde que se fueron incorporando a la estructura colonial diseadapor la corona espaola las mltiples sociedades nativas que ocupabanel territorio de lo que llegara a ser el reino de la Nueva Espaa, lascorporaciones ocuparon el centro del escenario poltico . Fueron esasagrupaciones el trasplante a Mxico de una estructura feudal basadaen la artesana corporativa y los monopolios comerciales . Gremios,cofradas, pueblos de indios , consulados de minera o de comercio,universidades e iglesia y ms tarde ejrcito, constituyeron a partir delsiglo XVI una compleja red de organizaciones que mediaban entre el

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    individuo y el poder del monarca espaol . Por si mismo, el individuono era nada en la sociedad colonial, su papel social y poltico lodeterminaba basicamente su corporacin3. Por tres siglos los sbditosde su Catlica Majestad slo tenan personalidad social y poltica en lamedida en que pertenecan a una corporacin. Y toda corporacinexista slo en la medida en que haba obtenido el reconocimiento delsoberano. La relacin entre ambos haba quedado bajo las reglas deuna archicompleja legislacin particular ,que era administrada por unaburocracia real.

    Al llegar repentinamente las fuerzas de la modernidad a Mxicocon el triunfo de la independencia y sobre todo de los liberales y tras laaprobacin de la Constitucin de 1857, las reglas fundamentales deljuego poltico y social cambiaron radicalmente. Con la democraciasurgida de la Revolucin Francesa y trasplantada a la antigua Amricaespaola, el individuo y no la corporacin surgi como la unidad bsicadel pensamiento y accin polticas dentro de un sistema econmicodominado por la lgica del capitalismo.

    La Constitucin de 1857, donde la soberana del pueblo se combincon un olvido o franca prohibicin del pasado corporativo, introdujotericamente a Mxico a una etapa histrica pos-corporativista ydonde el dogma era el individualismo democrtico. Con la nuevaconstitucin se acab definitivamente con los fueros de la iglesia y elejrcito y se acab con los derechos y obligaciones econmicas de lasviejas corporaciones, lo que signific el ataque frontal a la posicineconmica de la iglesia, de las comunidades indgenas y las cofradas, yen cierta medida de los gremios de artesanos. Como bien sealaFrangois-Xavier Guerra, esa constitucin modific radicalmente laaeja realidad corporativa pero slo en teora; la realidad se mostrmuy rebelde frente a los sueos liberales y termin por derrotar a losnuevos dogmas constitucionales, al menos en parte, pero se trat deuna parte muy importante4. As por ejemplo, pese al empeo feroz delos liberales por acabar con las tierras comunales de los antiguospueblos de indios, al final del rgimen porfirista un buen nmero deesos pueblos seguan aferrados a sus propiedades comunales --unarealidad corporativa- y defendindolas por todos los medios, de lasfuerzas del mercado y de los ataques del gobierno. Poco a poco lostrabajadores iran organizndose en gremios de artesanos y sindicatos.

    Tras el triunfo de las fuerzas antiporfiristas y revolucionarias laConstitucin de 1917 volvi a consagrar una realidad individualista y

    Weckmann, Luis, La herencia medieval de Mxico, Vol. II, (Mxico: ElColegio de Mxico, 1984), pp.475-487.

    4 Guerra , Francois-Xavier, Mxico: del antiguo rgimen a la revolucin, T.1. (Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1985), pp.29-58.

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    democrtica como lo requera la modernidad , pero ya no de maneratan contundente como en el pasado. Hizo una serie de concesiones a latradicin corporativa en nombre de la justicia social . En efecto, elArtculo 27 rescat a la comunidad agraria y sus derechos colectivos.El Artculo 123 reconoci la realidad y derechos de los sindicatos deobreros y asalariados en general. No tardaran en surgir las cmarasnacionales de industrias y de comercio. Desde la creacin de laCROM bajo la presidencia de Carranza, el sindicalismo fue la promesade una base masiva del nuevo rgimen . Esta promesa se hizo unacontundente realidad bajo el gobierno del general Lzaro Crdenas.Ah el gobierno -concretamente la presidencia- se convirti en lajefatura de un partido de Estado basado en una organizacincorporativa : el sector militar , el popular, el obrero y el campesino. LaCTM y la CNC fueron los apoyos obrero y campesino del nuevorgimen -apoyo pagado con la reforma agraria y la tolerancia y alientode una actitud militante de los obreros frente al capital, en particular elextranjero-, y la CONCAMIN, CONCANACO y COPARMEXfueron las zonas de organizacin del capital industrial y comercial parainstitucionalizar sus relaciones con el poder pblico. Cuando lleg elmomento en que Crdenas debi entregar el poder al general ManuelAvila Camacho -diciembre de 1940-, el corporativismo mexicanohaba resurgido , aunque modernizado , del letargo que le habaimpuesto el periodo liberal5 . El nuevo corporativismo -elcorporativismo revolucionario- era una compleja combinacin deelementos modernos con fuertes races en el pasado y que dio porresultado un sistema autoritario pero con vocacin incluyente, queresult ser de una extraordinaria ductilidad y por tanto , base de laexcepcional estabilidad mexicana : una isla de paz en el catico mundopoltico latinoamericano.

    En este nuevo rgimen, la legitimidad del gobierno y del Estado nose consigui por la va que supona una constitucin de cortedemocrtico representativo como era la de 1917, es decir, la vaelectoral a la que diera vitalidad un verdadero sistema de partidos. Enrealidad ocurri lo contrario; a partir de 1929, el partido del Estadoimpidi el desarrollo de un verdadero sistema de partidos ycompetencia electoral . La legitimidad no se logr por la va de lasurnas -va que existi slo en teora y nunca en la realidad-, sino por lade la eficiencia gubernamental en el manejo de las relaciones ycontradicciones corporativas . La existencia de una economa basadaen la industrializacin mediante la sustitucin de importaciones para elmercado interno, y que creci entre 1940 y 1982 a un ritmo promedio

    5 Crdoba , Arnaldo , La poltica de masas del cardenismo , (Mxico: Era,1974).

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    anual del 6 por ciento -un ritmo superior al del crecimiientodemogrfico- permiti la existencia de recursos, que pese a su muydesigual distribucin, signific un aumento neto de los niveles de vidade los grupos corporativos eincluso de otros que estaban al margen deesa estructura de privilegios 6.

    EL PRINCIPIO DEL FIN

    La estabilidad y legitimidad del autoritarismo corporativo mexicano nose gan de una vez por todas. De tiempo en tiempo se vio sometida adesafos, principalmente en 1958 (conflicto ferrocarrilero) y 1968(conflicto estudiantil), pero mientras el modelo econmico fue viable,esos desafos fueron superados mediante una compleja mezcla derepresin y cooptacin. Sin embargo, el reto que se le present algobierno y al rgimen a mediados de los aos setenta, y que se hareafirmado y agravado dramticamente a partir de 1982, escompletamente diferente de los anteriores.

    En 1982 tras el colapso de los precios internacionales del petrleono fue posible encontrar paliativos a un problema estructural de laeconoma que ya haba empezado a hacer crisis en 1976: el dficitcrnico en la balanza comercial de Mxico con el exterior. Elineficiente aparato industrial mexicano montado a lo largo de casicuatro decenios requera, para mantenerse y crecer, de un monto dedivisas superior al que poda obtener por la va de las exportaciones,de ah una deuda externa pblica y privada que de ser un montoinsignificante al fin de los aos sesenta -alrededor de siete mil millonesde dlares-, pas a los ciento cinco mil millones de dlares en 1938: lasegunda en importancia en el mundo subdesarrollado. De esta manera,en los aos ochenta, el pago de los intereses y el principal de esa deudaequivali en promedio al seis por ciento del Producto Interno Bruto, ysignific una sangra que en algunos aos ha llegado a ser superior alos trece mil millones de dlares. Esta exportacin neta de capital. hizoque a partir de 1982 la economa mexicana no creciera y que el nivelpromedio de vida se deteriorara de manera visible por la va de unainflacin combinada con un control de salarios que llevsistemticamente a que las alzas de la remuneracin al trabajo,quedara siempre atrs del aumento en los precios. Y esta represin delos salarios fue posible gracias al arreglo corporativo: al control de lossindicatos por el rgimen. En cualquier caso, los recursos econmicos

    6 Un anlisis de la dinmica de la economa mexicana bajo el modelo desustitucin de iniportaciones se encuentra , entre otros, en: Sols,Leopoldo, La realidad econmica mexicana . Retrovisin y perspectiva dela economa mexicana , (Mxico; SIGLO XXI, Editores, 1970); Reynols,Clark, La economa mexicana . Su estructura y crecimiento en e:l sigloXXX (Mxico: Fondo de Cultura Econmica , 1973).

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    a disposicin directa e indirecta del gobierno para mantener viable laestructura corporativa del pasado , disminuyeron hasta niveles en queresultaron francamente insuficientes . De esta manera la depresineconmica iniciada en 1982 , al prolongarse fue dando paso, poco apoco, a una crisis poltica, o ms bien, a la crisis de un tipo de poltica:la corporativa.

    EL GRAN CAMBIO

    A partir de fines de 1981 el gobierno y el rgimen sometidos apresiones sin precedente en cuarenta aos y bajo la conduccin de lospresidentes Miguel de la Madrid primero y Carlos Salinas de Gortaridespus, se encamin a buscar la solucin de fondo del problemaeconmico mediante el desmantelamiento del antiguo modelo decrecimiento basado en la proteccin del productor y el trabajoorganizado, para dar paso a otro , cuya dinmica principal deber venirde la capacidad exportadora de la economa mexicana: exportacinque se supone tendr que ser no unicamente de materias primas comoen el pasado (minerales, productos agrcolas o petrleo), sinoprincipalmente de manufacturas para los mercados de las economascentrales , en particular del norteamricano.

    El nuevo modelo es todava ms un proyecto que una realidad,pero un proyecto que ya ha tenido enormes costos sociales . Sin negarel golpe que la apertura internacional de la economa mexicana hasignificado para muchos empresarios nacionales no acostumbrados a lacompetencia externa , es obvio que el grueso del sacrificio que hasignificado para la sociedad la depresin y la liberalizacin de laeconoma lo ha soportado menos el capital y ms el trabajo. Claro queel costo ha sido significativamente mayor para la masa trabajadora queest fuera de los sindicatos, pero tambin los trabajadoressindicalizados lo han tenido que pagar ; por tanto, el beneficio delcorporativismo para sus miembros ha sido cada vez menor y el preciocada vez mayor. Los clculos varan , pero ningn experto pone enmenos del 40 por ciento la prdida del poder adquisitivo del salario de1982 a la fecha . Es claro que este costo ha sido mayor para elasalariado que est fuera de la red protectora corporativa, pero ningnsindicato se ha salvado de ver disminuido el nivel de vida de sus bases.

    Por otra parte , el lado positivo del nuevo modelo econmico no sepodr ver, si es que se ve, hasta dentro de varios aos . Se supone quetras algn arreglo con los acreedores externos de Mxico la economadel pas empezar a crecer en 1990 si no es que despus. En cualquiercaso, el crecimiento inicial ser a tasas muy modestas. En el mejor delos casos se requerir de todo el ltimo decenio del siglo XX pararecuperar el terreno perdido en los niveles de vida de las clasespopulares y en las expectativas del grueso de la sociedad . En estas

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    condiciones es muy difcil, por no decir que imposible , mantener envigor el sistema corporativo actual.

    Otro punto decisivo en el desgaste del modelo gremial es que elproyecto de abrir una economa que por alrededor de cuarenta aoshaba permanecido cerrada, es incompatible con una estructuracorporativa de la mano de obra. En efecto, el corporativismo es unsistema de proteccin para un factor de la produccin equivalente alde las tarifas y los permisos para el capital. Si en Mxico el gobierno hadestruido las barreras arancelarias que protegan a sus empresariosineficientes, tambin es lgico suponer que deber destruir lasprotecciones corporativas que defienden a obreros y empleados quereciben salarios y prestaciones no justificadas estrictamente por lalgica de la competitividad y la eficiencia. En el Mxico que sevislumbra para fines de este siglo el proyecto oficial modernizador einternacionalizador de la economa de De la Madrid-Salinas, es unodonde la mano de obra est encuadrada en un marco institucionalflexible y cuya contratacin, nivel de sueldos, prestaciones y seguridaden el trabajo, depender no tanto de su contribucin al mantenimientodel monopolio poltico del Partido Revolucionario Institucional, sinoprincipalmente -en teora, exclusivamente-, de su funcionalidaddentro de una estructura de produccin internacionalizada, donde ladisponibilidad de mano de obra abundante y barata ser por un tiempouna de las ventajas comparativas de la industria mexicana,. Unsindicato como el petrolero que impone costos de produccin a laenerga y a la principal exportacin mexicana muy superiores a los quese justifican por razones econmicas y contables, resulta ser unobstculo serio a la modernizacin y competividad del aparatoproductivo mexicano. Por ello el peso especfico del costo de la manode obra en esa industria estratgica debe de ser reducido a suverdadera dimensin econmica. Un sindicato petrolero que ne, sloimpona -o impone an- a la industria un costo de extraccin delcombustible superior al de otras empresas petroleras en el mundo esuna contradiccin cotidiana con el propsito de cambiar la lgica de laestructura productiva del pas. Por ello lo verdaderamente sorpresivo,no es que el 10 de enero de 1989 el presidente Carlos Salinas hayadecidido usar el ejrcito para poner tras las rejas a la plana mayor delsindicato petrolero acusndola de corrupcin masiva y cortar asalgunos de los beneficios injustificados por la lgica productiva actualque PEMEX se haba visto obligado a dar a los obreros y sobre todo alos lderes de stos, sino que tal medida no hubiera sido adoptadaantes.

    LA GRAN CONTRADICCINEn resumen, ante el colapso del modelo econmico mexicanosemiautrquico del pasado, los nichos protectores de empresarios

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    ineficientes y de sindicatos privilegiados son ahora un peso que, deacuerdo a la lgica de los impulsores de la nueva estrategia econmica,no se puede seguir sobrellevando . El corporativismo es ahora ms unlastre que una ayuda en el difcil trnsito de la economa cerrada a laeconoma abierta . Desde esta perspectiva no es posible competiradecuadamente con Taiwn , Corea o Hong Kong , con una estructuraproductiva que en su interior mantiene islas de una lgica poltica queest en contradiccin con la econmica . As pues de mantenerseinalterable el nuevo proyecto econmico neoliberal , el sistema polticomexicano posrevolucionario ya no tiene futuro, no al menos en su partecorporativa . Sin embargo y pese a lo anterior , la lite poltica actual vaa procurar retardar lo ms posible la desaparicin del corporativismo,pues an no encuentra con qu reemplazar esa pieza central delsistema de dominacin autoritaria.

    Idealmente quienes encabezan el esfuerzo por cambiar el modelode desarrollo econmico mediante el uso de la va neoliberal, deberande ser tambin capaces de sustentar su legitimidad como gobernantes yconstructores del Mxico futuro en las nicas bases de legitimidadreconocidas por la modernidad : las elecciones libres , competitivas ytransparentes . Sin embargo el 6 de julio de 1988 el esfuerzo del partidodel Estado , el PRI, por intentar legitimar el mantenimiento de sumonopolio del poder por la va estrictamente electoral sufri unterrible descalabro . No es ste el lugar para elaborar sobre la falta decredibilidad de los resultados oficiales de la ltima eleccinpresidencial ; ste es un hecho ampliamente documentado por laprensa nicional e internacional y aqu simplemente se apunta como undato ms .

    Es justamente el fracaso de este esfuerzo del grupo en el poder portransitar de una legitimidad corporativa que ya est fallando por nodar los beneficios tradicionales a sus miembros -recurdese el hechode que varios lderes obreros prominentes fueron derrotados por laoposicin en zonas urbanas de clase trabajadora , donde las eleccionesfueron realmente vigiladas y competidas- a otra basada en losprincipios de la democracia poltica de corte liberal, lo que hoy haceque el grupo modernizador est buscando prolongarle la vida, en lamedida de lo posible, al viejo aparato corporativo . Por ahora estearreglo premodcrno es su nico apoyo para controlar a los sectoressociales subordinados en un periodo de vacas flacas . Ahora bien, el

    7 Para quien se interese en constatar la falta de credibilidad del procesoelectoral del 6 de julio, no tiene mas que recurrir a los reportajes yartculos de opinin aparecidos en ese mes en la la Jornada,o los queentonces se publicaron en peridicos formadores de opinin en elextranjero como The New York Times, The Wall Strect Journal,Christian Science Monitor , o las revistas semanales Newsweck o Time.

  • problema inmediato es que la capacidad de los sindicatos paracontrolar a sus bases se est deteriorando en la misma medida en queel nuevo modelo econmico se impone a base del sacrificio die losingresos de la mayora.

    De seguir el proceso econmico por el mismo camino que va ahora,llegar el momento en que el corporativismo mexicano , por lo que tocaal trabajo, sea un simple cascarn vacio de contenido, incapaz derecibir y dar legitimidad . Se habr cerrado entonces un ciclo . Ojal suclausura ocurra sin violencia mediante una asociacin de la sociiedadmexicana y una etapa superior de su desarrollo poltico e histrico.