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El UNES ^ Una ventana abierta al mundo Lo rreo Noviembre 1976 (año XXIX) Precio : 2,80 francos franceses El mundo del sonido Los sonidos del mundo t

El Mundo Del sonido los sonidos del mundo

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La exploración científica de nuestromedio o « paisaje » sonoro es empresamuy reciente, y ello a pesar de que enla vida humana los sonidos y los ruidostienen igual importancia que las formasy los colores. El proyecto mundial sobreel medio sonoro organizado por elcompositor canadiense R. Murray Schafer(véase el artículo de la página 4) abreun campo inmensurable a la investigacióncientífica en esta materia. La niña de laportada parece escuchar todo un mundosonoro a través de su caracola.

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  • ElUNES

    ^ > Una ventana abierta al mundo

    Lo rreoNoviembre 1976 (ao XXIX) Precio : 2,80 francos franceses

    El mundo

    del sonido

    Los sonidos

    del mundo

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  • TESOROS

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    1

    (1DEL ARTE

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  • El CorreoNOVIEMBRE 1976 AO XXIX

    PUBLICADO EN 15

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    Alemn Tamul

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    Ilustracin : Anne-Marie Maillard t

    Documentacin : Christiane Boucher

    Composicin grfica : Robert Jacquemin

    La correspondencia debe dirigirseal Director de la revista.

    S

    Pgina

    EL MUNDO DEL SONIDO.

    LOS SONIDOS DEL MUNDO

    por R. Murray Schafer

    9 MAQUINAS + POP = DEMASIADOS DECIBELIOS

    por Irmgard Bontinck y Desmond Mark

    15 EN BUSCA DE LOS SONIDOS PERDIDOS

    Se puede recuperar el paisaje sonorode nuestros antepasados?

    por David Lowenthal

    18 LOS PEQUEOS MAESTROS CANTORESDE LA NATURALEZA

    Fotos

    22 CUANDO EL SONIDO SE HIZO PALABRA

    por Alexel A. Leontiev

    24 LA VOZ TAMBIN SE VE

    Fotos

    28 ESCULTURAS SONORAS

    30 PSICOANLISIS DEL SONIDO

    por Peter Ostwald

    33 LATITUDES Y LONGITUDES

    34 LOS LECTORES NOS ESCRIBEN

    2 TESOROS DEL ARTE MUNDIAL

    HUNGRA : La sirena en el candelero

    Nuestra portada

    La exploracin cientfica de nuestromedio o paisaje sonoro es empresamuy reciente, y ello a pesar de que enla vida humana los sonidos y los ruidostienen igual importancia que las formasy los colores. El proyecto mundial sobreel medio sonoro organizado por elcompositor canadiense R. Murray Schafer(vase el artculo de la pgina 4) abreun campo inmensurable a la investigacincientfica en esta materia. La nia de la

    portada parece escuchar todo un mundosonoro a travs de su caracola.

    Foto O Roger Canessa. Toln

  • Foto Christian Dobbelaere, Bruselas

    El mundo

    del sonido

    Los sonidos

    del mundo

    por R. Murray Schafer

    R. MURRAY SCHAFER, compositor canadiense de renombre internacional, fundy dirige en Vancouver el proyecto sobre el paisaje sonoro mundial. Hasta 1975 fueprofesor en materia de comunicaciones de la Simon Fraser University de ColumbiaBritnica (Canad). Su libro The Tuning of the World, en el que analiza exhaustivamenteel tema del presente articulo, aparecer dentro de poco, publicado por Alfred A. Knopfen Nueva York y por McLelland andStewart en Toronto.

    LA mayora de los europeos y delos americanos del Norte siguen

    creyendo que el ojo es el receptor de informacin ms importante.Hay psiclogos que afirman que hastael 80 por ciento de nuestra informacinesencial nos llega por este conducto.Muy pocas personas se paran a pensar que quizs esto no fue cierto en elpasado ni lo ser tampoco en elfuturo, y que ni siquiera lo es en elcaso de gran parte de la poblacinactual del mundo.

    Estamos empezando a comprenderque la situacin de dependencia conrespecto al ojo, como compilador yordenador de la informacin sobre el

    mundo en torno, depende directamente de la alfabetizacin y, por consiguiente, es un hbito que los occidentales han aprendido desde elfinal de la civilizacin griega, peroque, al entrar Occidente ya hoy enuna fase de decadencia de la escri

    tura, el odo volver a ser en esaregin un sentido primordial, como losigue siendo todava en muchaspartes del mundo.

    El hecho de que el mundo occidental se enfrente hoy en da con unproblema de contaminacin sonora y

  • Con la civilizacin tcnica, el paisaje sonoro , como el fsico,se ha ido transformando

    radicalmente. Hoy hay que ir alugares muy apartados de la vidamoderna para poder escucharalgunos de los bellos acordesde la gran sinfona de lanaturaleza , como el suave

    chapoteo de los remos y elrumor del follaje en este canalde Kerala (India). Fuera de esoslugares privilegiados, el mundoempieza a verse invadido poruna ola de ruidos artificiales quea menudo es pura cacofona.La foto ilustra la grave ymltiple agresin sonora deque somos vctimas los hombresde hoy.

    de que un nmero creciente de personas se percaten de tal problema, esun claro indicio de que hemos llegadoa ese momento de cambio. El sentido

    del odo merece mayor respeto. Podemos reconocer lo que nos aporta,o bien renunciar y resignarnos anuestra sordera inevitable, incrementando de da en da la turbamulta deruidos que nos acosan.

    Paisaje^ sonoro (soundscape) esla expresin que empleamos paradescribir el entorno acstico. Sus

    propiedades nd son, evidentemente,las mismas que las del paisaje espacial o visual (landscape). Pensemos en el nmero de personas quenos han ayudado a definir el sentidodel paisaje visual : los gelogos hanestudiado su estructura, los gegrafos su formacin superficial, los pintores y los poetas lo han descrito, losingenieros y los jardineros le handado forma y los arquitectos y losurbanistas lo han embellecido. Pero,

    quin ha estudiado el paisaje sonoro? Se trata de una disciplina que itenemos que aprender ahora o, ms ibien, que debemos volver aprender.

    Con este fin organizamos haceunos aos un proyecto mundial sobre

    el paisaje 'sonoro. Voy a limitarmeaqu a describir algunos de los criterios de nuestro trabajo, con la esperanza de que incitarn a otros a realizar nuevos estudios, ms o menosanlogos, en otras partes del mundo.

    Para conocer eficazmente el paisajeo entorno sonoro, hemos de tomar en

    consideracin a la vez el pasado y elpresente, con objeto de poder formular recomendaciones inteligentesrelativas al futuro. Pero cmo proceder? Podemos hacer grabaciones yanalizar paisajes sonoros del momento, y podemos hablar con personas que en ellos habitan para descubrir lo que piensan. Pero no podemosadentrarnos en la historia con nues

    tros micrfonos y nuestro instrumental analtico. En este caso, la historiase convierte en geografa. Por ejemplo, podemos estudiar el mundo silvestre del Canad septentrional o losdesiertos de Australia. O bien podemos hacernos una idea del ambiente

    sonoro pretrito de un continente tancomplicado como Europa escogiendoy comparando aldeas remotas dediferentes pases.

    Lo primero que observamos cuandoestudiamos un paisaje sonoro sil

    vestre o incluso rural o aldeano es

    que resulta mucho ms silencioso queel de la ciudad moderna. Y, sin em

    bargo, esto no se debe a que falteen l la vida. Todo parece indicar msbien que los sonidos estn sujetos aciclos de actividad y de reposo. Losproductores de sonidos parecen sabercundo deben actuar y cundo debencallarse.

    Las diferentes especies de insectos,animales y pjaros se complementanmutuamente, en unos ritmos diarios yestacionales de sincronizada belleza.

    Por ejemplo, durante el mes dejulio en la Columbia Britnica lasranas dejan de croar precisamente enel momento en que los pjaros empiezan sus cantos matutinos y slovuelven a hacerlo cuando, al ponerseel sol, deja de orse el ltimo gorjeode un pjaro. En Ontario, a los gansosslo se les oye durante unos das alao, cuando suben hacia el norte en

    mayo y cuando vuelven en grandesbandos graznantes, camino del sur,en octubre.

    A estos ambientes, no perturbadospor una multitud de ruidos que compiten entre s, podemos llamarlos de kalta fidelidad , es decir, la relacin Y

  • Foto Kosidowski, Mosc

    LO QUE VA DE UN

    CABALLO A OTRO

    Abandonado por su dueo en una plaza de Ulan Bator, capitalde Mongolia, un caballo se encabrita y relincha. Espectculorarsimo en nuestras ciudades actuales donde relinchos y ruidode cascos han sido sustituidos por el ensordecedor estrpito delcaballo... de vapor. Ya en los inicios de la revolucin industrial,hace siglo y medio, los obreros de la metalurgia tenan que trabajaren medio de una tremenda batahola (grabado de abajo). Pese a lasdisposiciones adoptadas en los ltimos decenios, la sordera es hoyfrecuentemente una enfermedad profesional.

    Dibujo tomado de Das Buch der Erfndugen, Gewerbe und Industrie, Berln, 1874

    entre la seal y el ruido es favorable.Todos los sentidos son portadores denoticias. Cada uno de ellos tiene una

    finalidad y es complementario de losdems, como una buena conversacin o una buena orquestacin musical. Esos signos nos proporcionanuna clave decisiva sobre el medio am

    biente. Por ejemplo, en mi granja sabemos que la tierra se ha desheladoen primavera y que est lista para lalabranza cuando desde la cama, porla noche, podemos or a los animalesabrindose camino bajo la superficie.

    Lo mismo cabe decir de la vida al

    deana. Al estudiar el pueblo montas de Cembra, en el norte de Italia,pudimos observar que la vida se centraba en ciclos anuales y estacionalesde festivales y sucesos interesantes,cada uno de los cuales tena sus ras

    gos acsticos peculiares. El taido delas campanas de la iglesia era distintosegn las ocasiones y los mortarett(especie de caoncitos) slo se disparaban en das fijos. En ocasiones, elcuerno del pastor llevaba a las ovejashacia los pastos de verano; en otras,haba canciones populares y se tocaban cuernos especiales cuando loszagales cortejaban a las zagalas. Todoel pueblo viva segn ciclos sonorosperidicos, que slo empezaron adesintegrarse cuando una nuevacarretera enlaz el pueblo con las ciudades del valle.

    En general, puede caracterizarse elpaso de la vida urbana a la ruralcomo la transicin de un paisaje sonoro de alta fidelidad a otro de bajafidelidad.^ En este ltimo, una informacin acstica trivial o adversa en

    cubre los sonidos que deseamos onecesitamos or. Para que un sonidopueda realmente atraer nuestra atencin es preciso que sea monstruosamente fuerte o insistente. Las radios,que nos traen, por as decir, los trinosde la vida moderna, no emigran al suren invierno; las excavadoras no hiber

    nan; y el trfico no duerme por lanoche. Todo acta simultneamente,con un gran despilfarro de energaacstica y la consiguiente destruccin de los nervios y de los tmpanos.

    Del estudio del paisaje sonoro natural no solamente se infiere que hayque reducir el volumen total delsonido para poder volver a or claramente sonidos .ligeros o portadores de mensajes, sino que ademsnos ofrece una clave para comprendercmo podra lograrse esto mediante elrestablecimiento de una pauta rtmica ms clara. El hecho de imponera los aviones de reaccin la prohibicin de aterrizar y de despegar por lanoche es un paso en este sentido,pero habr que ampliarlo tambin enotros aspectos, por ejemplo, estableciendo restricciones al empleo de lamaquinaria de contruccin o de losaltavoces en lugares pblicos. Cuandoconstituyen una causa de perturbacin, se podra llegar incluso a pensaren la posibilidad de limitar a una odos tardes por semana el empleo de

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    p-v 0p. mLEJOS O CERCA

    DEL MUNDANAL RUIDO...

    Igual que los colores y las formas (arriba, una monumental palmeray la ciudad de Dakar, Senegal), ruidos y sonidos poseen su propiaarquitectura, tanto si se trata del paisaje sonoro natural como deloriginado por las actividades humanas. En el marco de un estudioen escala mundial que se est llevando a cabo bajo la direccinde R. Murray Schafer varios equipos de investigadores midenel volumen de los distintos ruidos que forman el paisajesonoro natural. El diagrama aqu reproducido es como una partiturade la gran sinfona de la naturaleza en la costacanadiense del Pacfico.

    DIAGRAMA DE LOS SONIDOS QUE FORMAN

    EL PAISAJE SONORO NATURAL,SEGN LAS ESTACIONES, EN LA COSTA CANADIENSE DEL PACIFICO

    ******

    EN ' FEB ' MAR ' ABR 'MAYO ' JUN ' JUL ' AG ' SEPT' OCT ' NOV ' DIC

    a? c?JV," v.:

    uiinintt*r**it>r** \ < Lluvia v nieve *& M

    -^v^-v^v-jJLaXJ. v2 ^ Agua y hielo ^^%egii%^%%ias^4H^B> Saltamontes

    J)MI OOtil '^3 Abejas

    Mosquitos + 0 + + + +0

    oseas

    Canto delas aves

    Ranas

    Lobos

    Alces

    Diagrama R. Murray Schater, Vancouver

    Fotos Hoa-Qui. Pars

    las segadoras de csped.

    Otra diferencia entre el medio am

    biente urbano y el rural es que enaqul la mayora de los sonidos soncercanos, mientras qu en ste muchos son distantes. El paisaje sonorourbano tiene una presencia; el naturaltiene a la vez presencia y horizonteacstico. Las seales de que la zonaha sido invadida son captadas por elodo. Un perro de una finca lejanaanuncia la llegada de un visitante ode un animal forastero.

    En la Amrica del Norte de los

    primeros tiempos, tal como la describen las novelas de Fenimore Cooper,la situacin de dependencia con respecto al odo era especialmente acusada. El peligro se sealaba quebrando una ramita. En un bosqueespeso la vista no sirve para nada; enel mejor de los casos, slo puedeverse a una distancia de pocos metrosen todas las direcciones. El odo

    est siempre alerta como el de unanimal. Es curioso que esta misma utilizacin del sentido del odo sea ma

    nifiesta hoy da en los desiertos sinrboles de Australia, donde los aborgenes pueden captar las pisadascomo vibraciones distantes, pegandoel odo al suelo. Puede orse, porejemplo, un coche a veinte kilmetrosde distancia, gracias a las vibracionesdel suelo.

    A veces, el hecho de or a distancia

    es vital para la supervivencia deuna colectjvidad. En el pueblo pesquero bretn de Lesconil hemos realizado un estudio que pone claramentede relieve esto. El ciclo diario de los

    vientos del mar hacia la tierra y desta hacia aqul lleva al pueblo una icircunferencia completa de sonidos I

  • , remotos, algunos de ellos hasta unadistancia de doce kilmetros. As, seoyen las campanas de pueblos lejanos, sonidos de tierra adentro o de

    boyas colocadas en distintos puntosdel mar, cada uno de ellos a su debidomomento. Todo cambio de la pautahabitual indica una modificacin del

    tiempo, que puede percibir inmediatamente con su odo bien entrenado

    el pescador o su mujer.

    El espacio acstico no es el espaciovisual o fsico. No se le puede poseer,tampoco delimitar en un mapa. Es unespacio compartido, una posesinmutua de la que todos los habitantesreciben seales vitales. Se le puededestruir fcilmente produciendoruidos invasores o irreflexivos.

    El mundo moderno nos ofrece mu

    chos ejemplos de espacio acsticomal administrado. Por ejemplo, sinampliar sus instalaciones materiales,

    un aeropuerto puede necesjtar un volumen mayor de espacio acstico parahacer frente al aumento del nmero

    de vuelos de aviones ms nuevos yruidosos. En tal caso, un habitante de

    las t cercanas puede descubrir queesti compartiendo su dormitorio o sujardn con la industria aeronuticainternacional; y contra tal invasin lalegislacin moderna le ofrecer muypocos recursos, desde el momento enque define exclusivamente la propiedad como una pertenencia visual. Amedida que entramos en la era acstica, tales actitudes tendrn que cambiar y, con el tiempo, habrn de plasmarse en nuevas concepciones jurdicas. Se comprender entonces queel imperialismo sonoro constituye unaviolacin tan grave como la de la propiedad privada.

    Otro modo de informarnos sobre la

    evolucin del paisaje sonoro consisteen recurrir a los relatos de testigos auriculares que han descrito los sonidosde la poca y el lugar en que vivieron.En tal sentidof/ estamos compilandoun amplio catlogo de descripcionesde este tipo, hechas por escritores detodas las pocas y nacionalidades,con la esperanza de que nos permitaaveriguar algo ms sobre la morfologa del paisaje sonoro y nos indiquetambin algo sobre la evolucin delas actitudes de los oyentes a lo largode los siglos. Hemos preparado diversos ndices de ese catlogo, segn el momento, el lugar y los objetossonoros descritos, y un programa decomputadora nos permite hacer comparaciones estadsticas sobre la aparicin y desaparicin de los distintossonidos que figuran en nuestros ndices.

    Habr de pasar mucho tiempoantes de que tengamos referenciassuficientes para poder hacer deducciones seguras aplicables a todas lasregiones del mundo, pero contamosya con una gran muestra de sonidosde fuentes europeas y americanas, y apartir de ellas podemos formularciertas conclusiones interesantes.

    Por ejemplo, observamos que el 43

    por ciento de todos los sonidos mencionados en la literatura europea delsiglo XIX constituyen sonidos naturales, mientras que en la del siglo XXla mencin de tales sonidos quedareducida a un 20 por ciento. Es interesante observar que esta disminucin no se da en Amrica del Norte,donde algo ms del 50 por ciento detodas las citas de ambos siglos serefieren a sonidos naturales. De ello

    cabe deducir que los americanos delNorte estn todava ms cerca del

    medio rural, o por^ lo menos quetienen un acceso ms fcil a l, quelos europeos, para los cuales pareceestar a punto de desaparecer definitivamente.

    Observamos tambin una dismi

    nucin del nmero de veces en quese menciona la calma y el silencio enlas descripciones de testigos auriculares. En nuestro archivo, el. 19 porciento de tales descripciones correspondientes a los decenios de 1810 a1830 mencionan la calma o el silen

    cio; de 1830 a 1890 esas citas quedan reducidas a un 13 por ciento, yde 1940 a 1960 a un 9 por ciento.

    Al recorrer el catlogo, me sorprende el modo negativo en que des

    criben el silencio los escritores modernos. He aqu algunos adjetivos queemplea la ultima generacin : so-leirine, opresivo, mortal, sordo, extrao, terrible, lgubre, triste, eterno,penoso, solitario, pesado, irritante,duro, intrigante, doloroso, . inquietante. El silencio o la calma que evocan estas palabras es rara vez positivo. No se trata del' silencio de un

    paseo contemplativo por el campo, nidel que se observa cuando se oyemsica; no es el silencio de la fascinacin o la meditacin, ni siquiera elsilencio del sueo.

    Quiere esto decir que tales cualidades van a desaparecer de nuestroplaneta para siempre ? o bien la conclusin que hay que sacar es quedebemos replantear nuestra actitudrespecto de ellas?

    En el mundo^ actual, los sonidosms fuertes y ms persistentes son losde la tecnologa moderna. Ellos sonlos que estn destruyendo nuestracapacidad auditiva, perturbando losritmos naturales de nuestra vida y pulverizando la tranquilidad de las palabras en todos los idiomas. Para recu

    perar la belleza y el equilibrio delpaisaje sonoro, ser preciso dominarprimero a las mquinas. No se tratade traspasar' la responsabilidad a losingenieros acsticos, cuyo modo, dev'rda depende, despus de todo, de laperpetuacin e incluso de la agravacin del problema. Se trata ms biende que un nmero cada vez mayor deciudadanos de todos los pases empiecen a estudiar todos los aspectosdel paisaje sonoro, a evaluarlo y aponerlo en tela de jmcio y, en definitiva, a pensar en cmo lograr queresulte ms bello.

    He. comparado a menudo el paisaje sonoro con una inmensa compo

    sicin musical que se desplegara entorno a nosotros incesantemente. De

    beramos, pues, preguntarnos cmomejorar su orquestacin. Es posibleque haya quienes consideren extraaesta analoga entre el medio acsticoy la msica, pero yo tengo motivosespeciales para formularla. En lamsica importa el sonido; el msicono lo maneja' ni lo emite caprichosamente. La finalidad de la msica

    consiste en alcanzar un equilibrio y unaarmona; el enemigo de la msica esla energa desperdiciada, el ruido. Ami juicio, es importante tener presente el modelo de la msica al empezar a concebir y disear el paisajesonoro mundial, ya que aqul nosrecuerda que nuestra tarea deberconsistir en combinar la ciencia y elarte al servicio de la sociedad.

    Cmo reorganizar el medioacstico mundial? Habr quienespiensen que se trata de una idea pretenciosa y absurda. Lo nico quepuedo decir a este respecto es que seest ya poniendo en prctica, si biende un modo irreflexivo o por personasa las que impulsan motivos antiestticos o antisociales. Los proveedoresde msica de fondo, por ejemplo,estn creando verdaderos muros so

    noros que nadie les haba pedido,llevados por el afn de incitar a lostrabajadores a producir ms o a losconsumidores a gastar ms.

    Actualmente se estn : instalandogeneradores de ruido blanco (*) en losmodernos edificios de oficinas de

    Amrica del Norte, con objeto deimpedir que los empleados hablen yde^ permitirles escribir a mquinams papelotes burocrticos para susburocrticos patrones. En Suecia sedisminuy fuertemente en 1975 elintervalo entre los timbrazos del

    telfono a fin de obligar a la gentea contestar ms de prisa las llamadas.Para una compaa telefnica, cuantomenos tiempo est ocupada la lneams dinero se puede ahorrar. Aspues, simplemente por economizarunas pocas coronas un pas completopuede convertirse en una nacin deagitados.

    Cabra multiplicar indefinidamentelos ejemplos de diseo acsticomalo. Esto slo podr mejorarsecuando empecemos a tomar en consideracin otros motivos que no seanel lucro y el poder al disear losartefactos sonoros, cuando aprendamos a controlar los sonidos fuertes

    o irritantes y a reclamar momentos yespacios tranquilos en nuestra vida.

    R. Murray Schafer

    * Ruido en que todas las frecuencias son deigual amplitud y cuyo espectro es continuo yuniforme.

    8

  • MAQUINAS + POP =

    DEMASIADOS DECIBELIOS

    Los amantes de antao, como los que aparecen en elgrabado medieval de abajo, podan darse cita en jardinescuyo fondo sonoro estaba formado por el canto de lasaves y el murmullo de las fuentes. Hoy da. Romeoy Julieta tienen que susurrar sus dulces naderas en laruidosa babel de la ciudad moderna.

    por Irmgard Bontinck

    y Desmond Mark

    INTENTEMOS imaginarnos en elcampo, camino de una ciudad.

    Para hacernos una idea ms clara

    de^ la evolucin de nuestro medioacstico, cerremos los ojos y agucemos el odo. Si reproducimos peridicamente en un papel nuestrasimpresiones auditivas en determinados momentos de ese paseo sonoro,habremos trazado una especie demapa acstico que, en definitiva,nos permitir identificar segn suscaractersticas ms acusadas mu

    chas partes concretas del globo.

    Como es lgico, resulta muchoms difcil elaborar un mapa de unpaisaje sonoro que uno geogrfico,sobre todo^ porque los mtodos y laterminologa estn tan slo en susprimeras fases de evolucin. Todavahay un gran abismo entre la sonografay Ja geografa. El compositor y musiclogo canadiense R. Murray Schaferha mostrado inters particular poreste problema y, en su proyecto sobreel paisaje sonoro mundial, trata deinvestigar los muy diversos vnculosque existen entre el hombre, el entorno sonoro y la propia msica.(Vase el artculo de la pg. 4)

    Qu aspecto tendra el mapa denuestro paisaje sonoro? En el mediosonoro rural y no urbanizado, los ruidos se producen en lo esencial aisladamente unos de otros y surgen deun profundo silencio ambiente. Se ^pueden captar hasta los sonidos ms f

    IRMGARD BONTINCK, austraco, es

    director adjunto de investigaciones del Mediacult de Viena, instituto interna

    cional para el estudio del desarrollo culturalen relacin con los medios de comunica

    cin audiovisuales, fundado con la ayudade la Unesco y dirigido por Kurt Blaukopf,miembro del Consejo Ejecutivo de sta.Irmgard Bontinck es autor de La critiquede la culture tablie, un estudio escrito parala Unesco, y compilador de una obra sobrelos nuevos modelos de comportamientomusical de la juventud en las sociedadesindustriales, publicada en Viena en 1974.

    DESMOND MARK, austraco, tiene a su

    cargo la investigacin en materia de sociologa acstica del Instituto de SociologaMusical de Viena. Ha publicado varios estudios sobre el medio ambiente acstico ysobre el medio sonoro moderno, y ha colaborado en la edicin de una serie de tra

    bajos sobre el comportamiento cultural dela juventud, aparecidos en Viena en 1976.

  • DEL GRAMFONO A LA ELECTROACUSTICA

    Qu contraste entre estas fotos I Abajo : all por 1880, los miembros de una familianorteamericana escuchan fascinados, a travs de sus audfonos conectados a unfongrafo, aires populares de su pas. La segunda foto de la derecha nos muestra, encambio, una inmensa multitud de jvenes en el festival de msica rock de 1969en Woodstock, cerca de Nueva York. La revolucin de la electroacstica ha hechoque hoy sea tan importante dominar la tecnologa como el instrumento musical(a la derecha). El temor de que la mecanizacin de la msica provoque entre la juventuduna actitud musical pasiva no parece confirmado por un reciente estudio sobre laurbanizacin, la modernidad y el comportamiento musical de los jvenes indiosrealizado por el Dr. Manas Raychaudhuri, de la Universidad Rabindra Bharati, deCalcuta, segn el cual el transistor ha hecho que los jvenes de las zonas rurales ysemiurbanas de la India se interesen activamente por la msica, tanto latradicional como la otra .

    k dbiles, que aportan claramente un* mensaje a los campesinos. El taidode las esquilas de las vacas les indica,por ejemplo, dnde est su ganado.El canto de los pjaros, el murmullode un arroyo, la voz humana son otrostantos fenmenos acsticos que pueden separarse unos de otros y queestn exentos de deformaciones y deruidos de fondo.

    Cuanto ms nos acercamos a la

    ciudad, tanto ms intenso resulta elruido de los coches, trenes, aviones,maquinaria de construccin, etc., quese superponen al mundo natural delsonido, hasta ahogarlo totalmentebajo el estrpito de las industrias ydel trfico rodado. En este mundosonoro industrial las seales acsticas

    aisladas quedan enterradas en unacapa profunda y espesa de ruidos defondo. Para que una seal concretapueda ser captada, hay que amplificarla enormemente; y esto vale tambin para todas las formas humanasde comunicacin, como la msica yla conversacin.

    Si examinamos la evolucin histrica de este medio acstico industrial,llegamos aproximadamente a la misma conclusin que en nuestro anterior paseo sonoro. Durante miles de

    aos, nuestros antepasados vivieroncomo cazadores y pastores en un paisaje acstico formado sobre todo porlos sonidos del mundo natural; lossonidos humanos se reducan a unaparcela muy pequea y los de losinstrumentos y las herramientas fabricados por el hombre llegaban muyrara vez al odo.

    Tan slo en la poca industrial, iniciada en Europa en la primera mitaddel siglo XIX, experiment el paisajesonoro una transformacin radical.

    Hoy da vivimos en centros industriales que producen una oleada desonidos inimaginables en pocas anteriores y cuya potencia rebasa constantemente la capacidad del organismo humano para soportarlos.

    El odo humano es un instrumento

    sumamente sensible, capaz de percibir desde la ms mnima intensidadfsica del sonido hasta una intensidad

    un milln de veces mayor. Sin embargo, la intensidad de los sonidosse calcula segn una escala logartmica de decibelios.

    Como es lgico, el ruido crecientedel medio ambiente repercute en loshombres y en su msica. El habitantedel mundo industrializado se ha acos-

    El jazz tal como lo ve el artistanorteamericano Bob Gill (1963)

    10

  • tumbrado ya a ir perdiendo gradualmente el odo a medida que envejece.Pero, por ejemplo, los estudios llevados a cabo en la zona habitada porla tribu de los Mabaan, en el Sudn,han mostrado el hecho sorprendentede que esa tribu, que vive en un ambiente sonoro apacible, no tiene lamenor idea de que el odo pueda perderse con la edad.

    Un estudio comparado realizadoentre habitantes de un pas industrialde Occidente puso de manifiesto quela capacidad auditiva de un habitantede Africa central de 80 aos de edad

    es la misma que la de un neoyorkinode 18. La conclusin evidente' es quela posible prdida natural del odo enlas personas de edad resulta radicalmente modificada por factores ambientales.

    Ms impresionantes todava sonlos efectos del nuevo mundo sonoro

    sobre los pases en desarrollo, en losque la transicin a la edad de la tecnologa, y al consiguiente infiernoacstico, no se est realizando de unmodo gradual y ascendente sino brusco y repentino.

    Los efectos de esta oleada de rui

    dos pueden verse tambin agravadospor las condiciones climticas. Por

    ejemplo, all donde el calor ambienteimpone la necesidad, que es tambinuna costumbre local, de cerrar laspuertas y de abrir las ventanas durante la mayor parte del ao comoocurre en las ciudades de la India,que han proporcionado la base paraun informe sobre este problema elnivel sonoro dentro de la casa puedeser tan alto como en la calle.

    En el mundo industrializado no slo

    es omnipresente el ruido de las mquinas sino que tambin la msicapuede difundirse en gran escala, gracias a los altavoces. Difcilmente cabe

    imaginar un lugar donde no exista ya,o pueda instalarse fcilmente, un sistema de altavoces para msica : enlos supermercados, los aviones, losrestaurantes, los cines y los bancos,en el propio hogar, podemos or msica constantemente.

    Este fenmeno lo desconocan tam

    bin las generaciones anteriores. Antesla msica y la palabra se hallaban inseparablemente unidas a la fuente fsica del sonido, ya fuera un instrumento o un orador; hoy da, cualquiersonido que se desee puede disociarsede su fuente mediante medios elec-

    troacsticos y reproducirse en cintaso discos, para su transmisin mediante

    altavoces en cualquier momento y encualquier lugar. A decir verdad, lastcnicas electroacsticas permitenmucho ms que una simple reproduccin y la posibilidad de disponer instantneamente de msica, ya quenos ofrecen tambin diversos modos

    de modificar la msica original en suintensidad, su tonalidad, sus caractersticas acsticas, etc.

    No es nada extrao que la actitudante la msica de los jvenes, especialmente abiertos a los cambios e

    innovaciones se haya visto profundamente afectada por el nuevo mundo sonoro que les rodea, o que hayanllegado a acostumbrarse a la idea dela msica como algo directamenterelacionado con la tecnologa.

    Gracias a los adelantos (altavoces,amplificadores, mezcladores, etc.) lamsica de los jvenes constituyeun mundo totalmente nuevo; el empleo de aparatos y dispositivos mecnicos Jia quedado incorporado a lacreacin musical, y el dominio de latecnologa es ya tan importante paralos intrpretes como el del instrumento musical. Nunca antes dependitanto la interpretacin musical delos mtodos tcnicos como actual- 1

    mente. f

    11

  • , La manipulacin tcnica de Ja msica que ms interesa a los jvenesradica en el campo de la dinmicamusical, a saber, la amplificacin.El nivel de amplificacin de los conciertos pop o beat, en discotecas uotras salas especiales, es uno de lossignos ms caractersticos de la.trans-formacin del medio musical acs

    tico. En diversos pases, particularmente en Suiza, se ha procedido aevaluar con gran exactitud esta relacin singular entre los jvenes y lamsica. Durante un conciertopop enLausana, un tcnico comprob la amplificacin en varios lugares de la salade conciertos, y expuso como siguelas posibles consecuencias del nivelsonoro que reciba el auditorio :

    Las medidas tomadas con un

    sonmetro durante el concierto dela Mahavishnu Orchestra indicaronun nivel sonoro de 125 dB a una dis

    tancia de tres metros de los altavoces,

    1 10 en los asientos del fondo y 1 18en los de primera fila de anfiteatro.Es muy posible que de 1 00 a 200 personas es decir, el 10 por ciento,ms o menos, del pblico totalhayan sufrido daos irreversibles enel tmpano del odo; en otras palabras, quizs hayan quedado destruidos unos terminales nerviosos que nopodrn regenerarse nunca.Por lo dems, no tiene mucho sen

    tido desaprobar la aplicacin de loseleptroacsticos aja msica

    y la experiencia de los jvenes, nitampoco como ocurre a menudonegarse a escuchar cualquier exposicin de tan deplorable fenmeno.Identificar a los jvenes con el ruidono resulta de gran utilidad para entender los muy diversos problemasque se plantean en relacin con lasituacin delhombre y la msica enel mundo acstico actual; es ste uncampo en el que parece especialmente fcil confundir la "causa yel efecto.

    Hay que examinar ms a fondoesa relacin acstica concreta en el

    contexto del medio ambiente general, para que resulte ms fcil tomarmedidas eficaces. Tanto los msicos

    como los profesores, los tcnicos ylos socilogos han formulado variasexplicaciones del nivel sonoro sorprendentemente alto de la msicaque gusta a los jvenes; y cada unade esas explicaciones se relaciona en

    MSICA CON LOS RUIDOS DE LA CIUDAD

    Fue en 1913 cuando el pintor futurista italiano Luigi Russolo (1885-1947)concibi la idea revolucionaria de utilizar los ruidos cotidianos de la era

    industrial para elaborar una forma de msica verdaderamente moderna. En lafotografa aparece Russolo con los aparatos por l inventados para reproducirlos sonidos de la industria y de la vida urbana. Con ellos compuso pbrasmusicales como El despertar de una capital o Encuentro de automvilesy aeroplanos, que se presentaron en Italia en 1914. A comienzos del deceniode 1920, se construyeron en la Unin Sovitica instrumentos que imitabanlos sonidos de las mquinas industriales y con los que se interpretaron sinfonas y peras de ruidos . Hacia la misma poca, y en parte graciasa los esfuerzos del gran poeta ruso Maiakovski, se emplearon en diversasciudades soviticas las sirenas de las fbricas para ejecutar brevessinfonas experimentales

    cierto modo con el entorno en quevive el homb.re actual.

    La primera explicacin postula queel fenmeno se deriva de una ruptura deliberada con el mundo de los

    adultos. Los jvenes desean establecer sus propias zonas de libertad,y consiguen tal cosa erigiendo unabarrera sonora. El muro acstico

    protege su zona de autonoma de lade los mayores, que se niegan a atravesar ese umbral sonoro. Dentro de

    esos lmites, los jvenes puedenactuar libremente y sin que nadie lesmoleste.

    La segunda tesis pone en relacinesta ereccin de un muro sonoro porlos jvenes con el nivel sonoro delmedio ambiente actual. Para que losmsicos puedan hacerse or y orsedebidamente a s mismos, necesitan

    elevarse a un nivel superior al de losruidos ambientes. Sobre los vnculos

    existentes entre el nivel general sonoro del entorno y los niveles sonorosde la msica, no solamente en conciertos beat y rock sino tambin enrelacin con la msica contempornea seria, se ha escrito ya msde un sugestivo ensayo. Desd un

    30.000 CANTANTES EN ESCENA

    Abajo, el gigantesco festival anualde la cancin de Tallinn (Estonia

    sovitica). En el Campo de la Cancin ,cuyo inmenso escenario en forma deconcha tiene capacidad para 30.000cantantes y 20.000 bailarines, secelebran durante dos das consecutivosconciertos al aire libre a los

    que asisten ms de 200.000 personas.

    z

    ner los sonidos en unidades pronunciables bsicas, las slabas. Esta esla razn de que en numerosas lenguaspor ejemplo, en el polinesio, el

    japons, etc. sea obligatoria unadeterminada secuencia de vocales yconsonantes. En aquellas lenguasdonde la slaba puede terminar conuna consonante, la posibilidad deelegir esa consonante es ms restringida que cuando se trata de laconsonante inicial. La combinacin

    de consonantes en una slaba sigueas siempre una concreta secuenciaarticulatoria.

    El lenguaje hablado surgi comoun medio de socializacin y de objetivacin de los conocimientos delhombre acerca de su entorno, conoci

    mientos obtenidos gracias al trabajoya la actividad. Las palabras no eranslo los vehculos abstractos paratransmitir fragmentos de conocimiento; podan tambin expresar laactitud del hombre frente al mundo.

    La actitud del individuo poda sercomunicada a otros, a la humanidad

    entera. Esta percepcin de s mismoen relacin con el mundo es una

    facultad que slo el hombre posee.

    Junto al mundo de la palabra surgi.as otro nuevo mundo, el de los sentimientos socializados expresados enimgenes especialmente creadas porel hombre con tal fin. Con ello nacan

    el arte primitivo, la escultura y lamsica.

    Las opiniones de los estudiososdivergen en cuanto a r los orgenesde la msica. La opinin ms gene;ralizada es que el hombre comenzimitando los sonidos de la naturaleza.

    Pero en sta no existen diferencias

    claramente perceptibles de tono, esdecir, normas o criterios con que

    pudiera trabajar el individuo que produjo la primera escala musical.Adems por qu necesitaba fijar,memorizar un sonido de un tono particular para compararlo con otros?

    La explicacin ms plausible esque los primeros sonidos de un tonoparticular definido fueron los sonidosdel habla, que posean ya una significacin humana. Es interesante

    observar que los musiclogos quehan estudiado la msica de pueblosactuales con formas arcaicas de cul

    tura, tales como los aborgenes dela Tierra del Fuego o los vedda deSri Lanka, han constatado que elcanto es la nica forma musical queles sea familiar y que existe unasemejanza sorprendente en la estructura musical de sus cantos, los cuales

    en su inmensa mayora consisten enuna secuencia de slo dos o tres

    notas, sin que exceda de la gamade una tercera menor. Las canciones

    de otros pueblos con una culturams desarrollada, como los hausade Africa, poseen una forma recitativa similar, una secuencia o modulacin de dos notas separadas poruna tercera menor.

    La capacidad para distinguir lossonidos musicales surgi as de la

    "* A.

    MSICA PARA VER. Luz, follaje, aves y flores llevadas por el viento...todos los elementos de esta composicin plstica parecen justificar suttulo de Sonata de verano. Fue realizada en 1907 por el pintor lituanoMijail Churlionis (1875-1911) quien trat de dar forma visible a un lenguaje especficamente musical como el de las sonatas, preludios y fugas.

    capacidad para distinguir diferenciasde timbre, y es ste otro mecanismofisiolgico peculiar del hombre. Talcapacidad se fue sistematizando ydesarrollando a medida que se desarrollaba la msica misma. Sin embar

    go, sta no se separ completamentedel habla. Existen muchas lenguasconocidas en las que las diferenciasde tono ayudan a distinguir palabrase incluso slabas distintas; tal es el

    caso del lituano y el servocroata, delsueco y el noruego, del japons y elainu, de la mayora de las lenguasafricanas, de muchas lenguas amerindias, del chino, el vietnamita, elbirmano, de las lenguas austronesiasy de muchas de las lenguas de Papua.

    El sonido se divida ahora en fone

    mas y slabas separados, pero en laforma del acento continu su existencia como elemento inarticulado de

    las palabras completas, que representaban objetos o conceptos. Elacento es un vestigio del primitivosonido hablado,^ pero ahora desempea una funcin nueva que antes

    no exista.

    No obstante, el habla es algo msque la suma de las palabras que lacomponen. Las palabras fluyen juntasen frases completas, y lo que lasvincula entre s, lo que indica susfunciones particulares (interrogacin, exhortacin, exclamacin), loque muestra qu elementos de lafrase son los ms importantes parael sujeto que habla, etc., sigue siendoel sonido, esta vez encarnado' en la

    entonacin del sujeto. La entonacines otro vestigio del sonido primitivo,probablemente incluso animal (losanimales, mudos , incapaces deimitar los sonidos del habla, puedensin embargo imitar a veces conbastante exactitud la entonacin

    humana).

    El lenguaje del hombre contienetodava otro vestigio de su ascendencia animal : las interjecciones,esas expresiones inarticuladas quefacilitan la manifestacin de lasemociones ms elementales el

    miedo, la sorpresa, la alegra, el

    26

  • dolor, la admiracin, etc. sinemplear palabras. Las interjeccionesse asemejan de una a otra lengua,aunque no sean idnticas. Paraexpresar la sorpresa un ruso dice j o Aj , un francs Oh la la ,un espaol o hispanoamericano Oh , un alemn Ho Ho y unpap de la tribu asmat Vu .

    Otro antiguo estrato de sonidosque subsiste en diversas lenguas esla onomatopeya. Para imitar el cantodel gallo un ruso dice kukareku ,un francs cocorico y un espaolquiquiriqu.

    La humanidad es una, el desarrollo

    humano sigue en todas partes caminos similares. Las mismas leyes hangobernado el desarrollo del trabajo,la conciencia, el pensamiento y lacultura de los hombres. Todos los

    que han logrado dominar el hablasaben distinguir los sonidos oralesde la misma forma que los queconocen la msica son capaces dedistinguir los sonidos musicales.

    El sonido ha sido socializado, se

    ha convertido en propiedad comn detoda la humanidad, pero al mismotiempo sigue siendo un elementoimportante de lo que confiere carcterhumano a cada individuo. El sonido

    el sonido hablado pone a nuestradisposicin toda la riqueza de losconocimientos y de la experienciasocial. El sonido el sonido musical

    enriquece el mundo de nuestrasemociones. Podemos as no slo

    pensar como Einstein sino tambinsentir como Chaikovski. Los sonidos

    del -hombre son sonidos sociales yel mundo del sonido humano es unmundo social.

    Pero las diferencias culturales ynacionales atenan la validez de

    estas leyes generales. En la base delsistema de sonidos de toda lenguahay una visin peculiar del mundoque se expresa en esa lengua, ensus sonidos, sus palabras y susformasgramaticales. Poder aprehender esavisin, siempre nueva y siempre sorprendente, ver el mismo mundocon distintos ojos, constituye ungran placer del que hoy pueden gozarun nmero cada vez mayor de personas.

    Alexei Alexeievich Leontiev

    La modulacin del viento entre los rboles, sobre las aguas, a travsde las grandes llanuras o a lo largo de las gargantas montaosas siguesiendo para nosotros una de las principales voces'de la naturaleza. Enel siglo XVII, un sabio jesuita alemn, Athanase Kircher, clebre porsus tratados de acstica y de musicologa, concibi este extraoinstrumento, el arpa elica, cuyas cuerdas haca vibrar el viento.La fuerza de ste produca sonidos tan imprevistos como misteriosos,creando un verdadero jardn sonoro al aire libre.

    Hern, matemtico e ingenierogriego de Alejandra que vivien el siglo I de nuestra era,construy magnficas fuentesque eran el asombro de suscontemporneos. Gracias a uningenioso sistema hidrulico,el agua que llenaba un depsitosuscitaba el canto de unos

    pjaros esculpidos. El canto seinterrumpa al vaciarse eldepsito, mientras el buho sevolva hacia los silenciosos

    pjaros.

    ^m m ft nA A A A

    Este grabado relata la creacin de un medio sonoro tal como loimaginaba Athanase Kircher en Phonurgia Nova (1673), obra en la quese mezclan las demostraciones cientficas serias y las fantasas quehoy llamaramos de anticipacin. Mediante un sistema de trompasacsticas , los ruidos de la calle son conducidos al interior de losedificios hasta unas estatuas parlantes .

    27

  • Esculturas sonorasPresentamos en estas pginas unos cuantas muestras de esculturasonora (sound sculpture), forma de arte nacida hace unos treinta aos.Las muestras estn tomadas del volumen Sound Sculpture, coleccinde ensayos escritos por destacados escultores sonoros que hapublicado recientemente el Aesthetic Research Centre of Canada,de Vancouver.

    Abajo, el artista argentino Luis Frangella junto a su escultura sonoraRain Music II (Msica de lluvia II), de la que piensa construir un totalde 110 ejemplares, cada uno formado por una serie de tamboresdispuestos en forma de tejado. Los elementos mviles colocadossobre los tambores golpean stos a impulsos de las gotas de lluviao del viento.

    VARILLAS SONORAS, con su creador HarryBertoia (EUA). Estas varillas de metales variadosy de distinto grosor y altura producen tonos sinrelacin alguna con la gama musical que hoyconocemos.

    EL JARDIN DE LAS LLAMAS, hilera de Mamitas moduladamediante msica electrnica que hace cambiar la forma,el color, el tamao o el movimiento de aquellas. Su autor esGiorgy Kepes, director del Centro de Estudios VisualesSuperiores del Instituto de Tecnologa de Massachussets(EUA).

    28

  • CARILLON MUSICAL de Tony Price. La obra se encuentra cerca de SantaFe, Nuevo Mxico (EUA). Para tocar este instrumento se utilizan badajosmovidos por cuerdas. Tambin el viento puede intervenir.

    I RBOL DE CALABAZAS Y

    I GONGOS CNICOS. A su autor.Harry Partch (EUA), que aqu aparece junto a su obra, se le considera como el fundador de laescultura sonora.

    ESTRUCTURAS SONORAScons-

    truidas por los hermanos Franois y Bernard Baschet, franceses.La obra aqu reproducida, de aceroy aluminio, se titula French Monument Born on 57th St.

    29

  • TODOS vivimos en un medio de

    vibraciones acsticas del quetomamos lo que puede informarnos osernos til o agradable y en el cualemitimos una variedad de sonidos

    que los dems pueden or y utilizar.Desde el punto de vista de las cienciasdel comportamiento, el fenmeno quellamamos sonido puede dividirse entres categoras principales que son elruido, la msica y el habla. Voy areferirme a ellas desde la perspectivaclnica, ms o menos especializada,de la psiquiatra.

    EL RUIDO. Todos los fenmenosacsticos tienen caractersticas fsicasque les son comunes. Los sonidosson producidos por determinadosmovimientos y transmitidos centrfugamente en forma de ondas de presin. Cuando el fenmeno vibratoriochoca con los receptores piezosen-sibles llamados odos, suscita enellos diferentes percepciones.Los seres humanos estamos dota

    dos de un sistema auditivo de extra

    ordinaria capacidad. En efecto, aunquenuestros odos no reaccionan a vibraciones . mucho mayores de 20.000ciclos por segundo, como los de losmurcilagos, algunos insectos yotras especies animales, es realmenteasombroso lo que logramos pese a lalimitada banda de frecuencias quepercibimos. -Y esas tres categoras desonidos humanos el ruido, la msica y el habla constituyen sendasesferas de diferenciacin de nuestrapercepcin. de los fenmenos acsticos. Diferentes grupos de especialistas se ocupan, en cada una de ellas,de los aspectos particulares delmundo sonoro.

    Generalmente se piensa que elruido constituye una categora desonido importuno y fastidioso, quehace que la gente se sienta molesta oque se queje. Hay quienes slo toleranuna determinada cantidad de ruido

    antes de experimentar tensin, irritabilidad, fastidio e incluso dolor.

    Esto no significa que haya que limitaro eliminar todos los ruidos. Uno de

    los aspectos ms importantes delprograma sobre el medio sonoroconcebido por el compositor canadiense Murray Schafer y sus colaboradores de Vancouver, Canad (vaseel artculo de la pg. 4), es habermostrado a qu tipo de ruidos seacostumbra la gente, hasta el puntode que nos sentimos algo incmodoscuando nos vemos privados sbita-

    PETER OSTWALD, psiquiatra y educadornorteamericano, es una autoridad en materias

    de acstica y lingstica, particularmente enrelacin con los problemas de la salud mental.Profesor de psiquiatra de la escuela de medicina de la Universidad de California (SanFrancisco), se ocupa en especial de los problemas psiquitricos de los refugiados, personas desplazadas y vctimas de las catstrofes naturales. Su prximo libro, sobre lacomunicacin y la interaccin humana,aparecer en 1977.

    PSICOANLISIS

    DEL SONIDOpor Peter Ostwald

    mente de los ruidos habituales denuestro medio.

    Los fisilogos solan creer quehaba en el odo un umbral ms omenos fijo, y que no poda percibirse un sonido antes de que alcanzara la intensidad necesaria paratraspasar ese umbral auditivo. Hoysabemos que se trata de una ideademasiado simplista, que puedeaplicarse a un grupo muy reducido desonidos relativamente puros producidos bajo control^ en un laboratorio,pero que no es vlida para la mayorade los ruidos. Es evidente que cadasonido de la naturaleza constituye unhecho fsico relativamente complejo,que debe ser analizado de acuerdocon su duracin desde que comienzan hasta que terminan las vibraciones as como la forma de las

    ondas, la frecuencia y la intensidadexactas de los elementos vibratorios.

    Adems, el umbral auditivo puedecambiar mientras se escucha un

    sonido y, aun antes de que comience,ese umbral puede ser diferente encada persona segn el grado de atencin o de expectativa.

    Una de las razones por las cualeslos sonidos difieren en sus efectos es

    que cuando nos concentramos paraescuchar se produce una tensin ennuestros tmpanos, gracias a la cualse necesita menos energa acsticapara poner en movimiento el sistemaauditivo que cuando los tmpanos sedistienden. Es entonces cuando nues-tos odos alcanzan el mximo de receptividad; advertimos entoncessonidos que habitualmente pasandesapercibidos y que consideramoscomo ruidos. Tal reaccin se observaa menudo en una sala de conciertos,cuando un ligero murmullo en elpblico puede resultar sumamenteperturbador y desagradable para un

    melmano atento.

    Los especialistas en acstica, queemplean instrumentos para medir elsonido, han descubierto que lo quellamamos ruido tiende a alcanzar una

    gran intensidad cuando llega a 120decibelios por segundo, aproximadamente, un sonido comienza a producirdolor fsico y que, en cuanto a lavibracin, el ruido tiende a recorrer de

    manera bastante densa e irregular lagama de frecuencias.

    La ciencia puede tambin hacer afirmaciones bastante acertadas sobre el

    nivel sonoro del ruido potencialmentepeligroso para el odo y para el restodel cuerpo humano. Pero el estudiofsico de las ondas sonoras no permite definir totalmente qu es elruido, puesto que hay algunos factores humanos que desempean unpapel muy importante.

    Por ejemplo, la edad parece determinar la cantidad y la calidad de sonido que puede tolerarse. Por logeneral, los jvenes soportan muchoms ruido que los mayores.'y el estrpito de los platillos o los agudoschillidos que agradan a un adolescentepueden volver frentico a un adulto.Los gustos y estilos en materia auditiva cambian de una generacin aotra. De ah que el ingeniero acstico,pese a su panoplia de aparatos demedicin capaces de darnos unadefinicin objetiva de los diversosruidos, tenga que conformarse conuna definicin subjetiva : el ruido esun sonido inoportuno, molesto.

    Basados en esta definicin podemoshacer sobre el ruido algunas observaciones de inters para la psiquiatra.Ante todo, parece existir una estrecharelacin entre el ruido y el miedo. Alo largo de la historia de la humanidadse ha considerado al ruido como una

    30

  • fuente de poder malfico. Los antiguos le atribuan propiedades mortferas, idea que encontramos en elfolklore primitivo, por ejemplo en lacreencia de que es el ruido del impactode una lanza lo que mata a la vctima.Los asirios crean en divinidades del

    mal capaces de producir ruidos queprovocaban terremotos y tempestades.

    Las criaturas temibles han sido a

    menudo representadas por ruidos, yesta caracterizacin puede advertirseno slo en un espectculo en el quelos villanos gritan y las fieras rugensino incluso en el comportamientode la gente en el momento de unataque o acometida.

    Durante siglos el ruido ha sido unarma de combate. El estrpito detrompetas y tambores incita a loshombres a la accin. Los romanos

    empleaban un destacamento especialde tropas para que hicieran ruidos queatemorizaran y confundieran al enemigo. La invencin de explosivosqumicos con fines blicos fortaleciesta relacin entre el ruido y la ofensiva, y durante las dos guerras mundiales se realizaron esfuerzos siste

    mticos para descubrir sonidos capaces de producir la muerte.

    Sin embargo, el sonido destructivoes paradjicamente silencioso. Los

    De gala para el concierto!

    haces ultrasnicos capaces de quemary destruir^ los tejidos son inaudiblespara el odo humano. Esta forma deenerga acstica, ^ empleada sobretodo en la ciruga ultrasnica, noconstituye por ahora una amenazapara la humanidad.

    Frecuentemente se ha utilizado el

    ruido con fines teraputicos. Algunos,rganos defectuosos o lesionadosemiten ruidos reveladores. El crujidode las articulaciones, los rumoresdel corazn, los ruidos broncos del

    pecho, el gorgoteo de los intestinos ymuchos otros ruidos corporales hanconstituido durante siglos sntomaspara el diagnstico, detectados primero por el simple odo del mdico y,luego por medios tcnicos tales comola percusin del pecho y la auscultacin con estetoscopio. Hoy da, losmtodos especializados de la fono-cardiografa suministran una informacin importante sobre las enfermedades cardiacas.

    Los mdicos no piensan hoy queel ruido excesivo sea particularmenterecomendable para los pacientes.Pero cabe sealar que ha habidoprofesionales que crean firmementeen las propiedades curativas de losestmulos acsticos violentos, especialmente en la poca en que sesupona que la enfermedad era cau

    sada por los espritus malignos quetomaban posesin del cuerpo.Para exorcizar a los posesos, loscuranderos gritaban y chillaban a suspacientes o se servan de instrumentos que emitan ruidos aterradores.

    La influencia de Franz Mesmer,mdico alemn del siglo XVIII quecrea ms bien en el magnetismo animal que en los espritus malficos (y,adems, practicaba la terapia musical),dio origen a una forma de psicoterapia ms silenciosa y moderada. Perotodava hoy, particularmente en ciertos crculos no mdicos, se propugnauna supuesta terapia del grito primigenio , que considera el ruido comoparte del proceso curativo.

    LA MSICA. En el mundo del

    sonido, la msica constituye un elemento nico, ms grato que el ruidopero que, a diferencia del habla, noentraa significados precisos sinoconnotaciones fuertemente emotivas

    y agradables. Estas connotaciones seoriginan probablemente en la infancia,antes de la comunicacin por mediode las palabras, cuando entre el nioy la madre se establece un sistemarecproco de ritmos y vocalizaciones ycuando la cancin y el baile son unfactor de socializacin mediante el

    juego. Cada ser humano conservarestos de sentimientos de xtasis,relacionados en su memoria con cier

    tos estados de arrobamiento, en los

    que se sume cuando su participacinen la msica ya sea cantando, ejecutando un instrumento o simplemente escuchndola le estimuladebidamente.

    Las posteriores experiencias de lavida tienden a realzar la importancia de la msica para el bienestaremocional o, por el contrario, a sofocar la atraccin que el nio sientehacia esa forma de hedonismo so

    noro. ^Algunos nios establecen unarelacin especial con la msica queofrece una oportunidad nica paradar libre curso a la imaginacin y ala expresin de s mismo.

    Al igual que en las matemticas(la otra gran forma de pensamientono verbal que atrae a muchos nios),en la msica se produce a veces elcaso del nio prodigio por ejemplo,Wolfgang Amadeus Mozart o YehudiMenuhin que puede dejar absortoal mundo con sus extraordinarias

    aptitudes incluso antes de llegar a laadolescencia.

    Otras personas con talento musicalson aclamadas por el pblico slocuando han crecido y son suficientemente independientes para seguiruna carrera. sin necesidad de guapaterna por ejemplo, los Beatles,cuyo gusto musical e incluso cuyoscomportamiento general y manerashan influido en toda una generacinen muchos pases del mundo. Desprovista de una semntica, la msica,que existe en todas las culturas, es elnico lenguaje que se aproxima real- kmente a la universalidad. r

    31

  • i La ejecucin musical constituyeuna habilidad que requiere movimientos vocales o manuales o ambos ala vez razn por la que es ms fciladquirirla en los diez primeros aosde la vida. Despus de la pubertadtiende a disminuir nuestra avidez

    mental y emocional de aprender nuevos gestos^ complejos, lo cual limita el nmero de personas quepueden destacarse en la msica. Deah que los psiquiatras adviertan dostipos de problemas relativos alcomportamiento de los msicos. Unoes el de aquellos que no puedensoportar su condicin minoritaria y,hasta sufren por el aislamientosocial que suelen provocar la especializacin y el virtuosismo. El otroproblema se refiere a aquellos que noestn dotados de sensibilidad para lamsica y que, por diversas razonesde ndole interna y externa, no puedenparticipar en esta extraordinaria experiencia emotiva y se ven excluidos deuna de las ms ricas expresiones dela cultura humana.

    Desde una perspectiva histrica esinteresante recordar que SigmundFreud, el psiquiatra cuyas deas haninfluido tan profundamente en losochenta aos ltimos, careca totalmente de sensibilidad musical. Es

    posible que este rasgo de su carcterproviniera parcialmente de su primerainfancia. En efecto, Freud se pusofurioso cuando su hermana menor

    comenz a tocar el piano y exigitirnicamente que el ofensivo instrumento fuera retirado de la casa.

    Mucho tiempo despus, cuando algunos msicos entre ellos GustavMahler y Bruno Walter consultaronal famoso psicoanalista, fue muy pocoel tiempo que ste les concedi, en .contraste con la atencin mucho

    mayor que prestaba a otros pacientes.El discpulo ms original de Freud, elpsiquiatra C. G. Jung, tampoco comprenda gran cosa de la msica, delo cual se lamenta en su correspondencia. Acaso una partedel problemase deba a la acusada importancia queambos hombres atribuan al significado de los sueos como medio de

    investigacin psicolgica.Pero aunque los sueos son bsi

    camente visuales, los efectos sonoros

    que los acompaan pueden crear dificultades para recordarlos y ms aunpara contarlos. Durante el sueo elodo tiende a orientarse hacia el

    medio exterior, mientras que los ojospermanecen cerrados y son capacesde escudriar el medio psquico.

    Hervey de Saint-Denis, cuyos estudios sobre los sueos se publicaronalgunos decenios antes que los deFreud, descubri que diferentes melodas ejecutadas mientras dorma lehacan soar en mujeres que bailaban con l al comps de aquellas. Elcompositor t Igor Stravinski pudoobservar cmo el sueo contribuaa su creacin. Cierta noche, antes deacostarse, se hallaba obsesionado

    por un. intervalo tonal que volva sincesar a su mente, y lo vio en sueoscomo una substancia elstica estirada

    entre dos notas, junto a las cualeshaba unos huevos en forma de test

    culos, protegidos por sus correspondientes nidos. Ese sueo, al parecer,tranquiliz al compositor quien sesinti entonces ms seguro de susconcepciones musicales.

    En cierta ocasin trat a un pacienteque, tras haber soado con un temade La Pasin segn San Mateo, deBach, advirti sbitamente que sesenta suficientemente celoso de su

    mejor amigo como para querer crucificarlo .

    EL HABLA. El tercer elemento principal del mundo sonoro del hombre,el habla el ms valioso para elrazonamiento y para la comunicacinde significados concretos y explcitoscomienza, como la msica, en la

    infancia. La madre o el padre sigue lamirada del nio hacia lo que le interesa y le ensea lo que debe observary lo que debe pasar por alto. Losobjetos o personas que atraen suatencin reciben nombres mam,pap, leche, cama, etc. a medidaque crece, repite los nombres o denominaciones verbales con crecienteexactitud.

    Las conjunciones, adjetivos, interjecciones y adverbios que el nioescucha en el medio sonoro del habla

    llegan a constituir tambin una partede su repertorio verbal,^ debido porun lado a la propensin innata obiolgica del cerebro humano a prestar un sentido a las cosas y, por otro,a que el nio necesita participar en elsistema de comunicacin de su fami

    lia y de su sociedad.

    La mayora de los nios adquierenantes de los diez aos de edad una

    facilidad considerable para comprender y emplear el lenguaje hablado.Adems, como ningn sonido se pronuncia dos veces exactamente de la

    misma manera, en el curso de su

    aprendizaje del lenguaje el nio llegatambin a gozar de la dinmica maravillosa y de la fluidez del habla yaprende a evaluar los matices y lasinflexiones emocionales, siempre cambiantes, de la voz.

    En la mayora de las sociedades,particularmente en las que consideranque la escueces esencial para la educacin del nio y que atribuyen unagran importancia a la lectura y laescritura, se opera un proceso secundario de literalizacin en esos diez

    primeros aos. Pero la adquisicin deesos conocimientos crea conflictos

    entre el odo y la vista.

    El habla consiste en sonidos que searticulan con gran rapidez en gruposde cinco fonemas, aproximadamente,por segundo. Para representar estainformacin de una manera no acstica sino con smbolos visuales se

    necesita un alfabeto. Pero an no se

    ha concebido alfabeto alguno quetraduzca de manera exacta y seguratodos los sonidos hablados.

    De ah que a los escolares se leshaga aprender un sistema de letras

    bastante arbitrario. Los perjuicios queocasiona esa enseanza pueden advertirse a menudo en psiquiatra. Enprimer lugar estn los nios dislxicos,cuyo cerebro se rebela simplementecontra las nociones bsicas del len

    guaje escrito y que, pese a hablar perfectamente, escriben al revs o de

    una manera tpicamente desorganizada, y tienen dificultades para leer.

    Otro grupo de nios dan muestrasde una preocupacin excesiva por ladiscontinuidad verbal (es decir, losespacios que median entre las palabras, que en el lenguaje escritodesempean un papel de importancia,y que no existen en el lenguajehablado). Algunos comienzan a balbucir o a tartamudear palabras quepor lo general no plantean problemaalguno.

    Finalmente, estn los nios querehuyen las situaciones en las quedeben hablar, debido a un sentimiento de frustacin o al miedo a serhumillados.

    Al exponer estas observacionessobre la funcin del sonido en la vidahumana, dividiendo el mundo acstico en tres elementos bsicos el

    ruido, la msica y el habla precisoes sealar que tales elementos noestn separados por fronteras biendelimitadas. As, cuando se escucha

    por primera vez algunas composiciones musicales, stas pueden parecer ruidosas. El habla, a su vez, entra

    en el dominio de la msica gracias ala cancin.

    La electrnica ha proporcionado ala ciencia los instrumentos necesarios

    estudiar directamente el comportamiento acstico humano, mediante la grabacin de sonidos, quepueden repetirse una y otra vez, y lade los movimientos del cuerpo o lasexpresiones del rostro en un mediosonoro o silencioso. Gran parte de losconocimientos adquiridos gracias alas investigaciones actuales no podrn probablemente conservarse enlibros y revistas, como en los siglospasados, sino que sern transmitidosdirectamente por la experiencia.

    En mi carrera de psicoterapeuta meha impresionado la extraordinariaflexibilidad de que dan muestras lospacientes de cualquier edad y noslo los nios y adolescentes en suuso y abuso del sonido. La comunicacin teraputica con el pacienteconsiste en analizar lo que dice lagente, a fin de tratar de aclarar, portodos los medios posibles, su significado, y en estudiar cmo se sientenen un medio social de ritmos estable

    cidos, a fin de reducir su angustia.

    Es imposible predecir por ahora siestos conocimientos repercutirn enla bsqueda de la verdad y cmoinfluirn en las creencias, pero confoen que el odo humano continuar perfeccionndose cada vez ms para percibir las seales de los ruidos, la belleza de la msica y el sentido del habla.

    Peter Ostwald

    32

  • LIBROS RECIBIDOS

    Entre Marx y una mujerdesnuda

    (Texto con personajes)por Jorge Enrique AdoumSiglo XXI de Mxico Editores,Mxico, 1976

    Yo el Supremopor Augusto Roa BastosSiglo XXI de Espaa EditoresMadrid, 1976

    La polmica feminista en laEspaa contempornea(1868-1974)por Graldine M. ScanionSiglo XXI de Espaa EditoresMadrid, 1976

    Seas de identidad

    por Juan GoytisoloSeix Barrai, Barcelona, 1976

    Roma, peligro para caminantespor Rafael AlbertiSeix Barrai, Barcelona, 1976

    El largo viajepor Jorge SemprnSeix Barrai. Barcelona, 1976

    Allende y la experienciachilena

    por Joan GarcsEditorial Ariel, Barcelona, 1976

    La generacin de 1936Antologa poticaEdicin de F. Prez Gutirrez

    Taurus Ediciones, Madrid, 1976

    As que pasen cinco aos.Amor de Don Perlimpln conBelisa en un jardnpor Federico Garca LorcaTaurus Ediciones, Madrid, 1976

    Tarjetas de felicitacindel Unicef

    Desde hace ms de 25 aos el producto de la venta de las tarjetas defelicitacin del Unicef viene contri

    buyendo a proporcionar alimentos,medicinas y material escolar a losnios necesitados de un centenar de

    pases. Pueden obtenerse ya en losdiferentes puestos de venta del Unicefen el mundo entero las tarjetas de esteao; que ofrecen una gran variedad demotivos, tanto en las minitarjetascomo en las de formato mayor destinadas a los coleccionistas. Tambin

    est en venta la Agenda trilinge(espaol, ingls y francs) del Unicefpara 1977, con ilustraciones sobre eltema Los derechos del nio . Esta

    alegre escena de invierno uno de losdibujos de las tarjetas de 1976 esobra del artista M. Beisner, de la Repblica Federal de Alemania.

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    HACIA UN NUEVO ORDEN

    ECONMICO MUNDIAL

    Un nmero especial de la revista CulturasComo sealbamos en nuestro ltimo nmero, el pasado verano se celebr

    en Pars una Mesa redonda internacional sobre el tema de la cooperacinintelectual y cultural con vistas al establecimiento de un nuevo orden econmico mundial. La revista Culturas (*) acaba de publicar un nmero especial de208 pginas enteramente dedicado a dicho evento.Reunidos en la Casa Central de la Unesco por iniciativa de varias organiza

    ciones no gubernamentales y bajo la presidencia de Jean d'Ormesson, de laAcademia Francesa, los 34 participantes en el coloquio polticos, cientficos,escritores y artistas del mundo entero expusieron las condiciones culturales,las actitudes morales y los principios polticos y econmicos en que debebasarse ese nuevo orden econmico mundial. En su discurso de bienvenida,el Director General de la Unesco, seor Amadou Mahtar M'Bow, declar : Lejos de ser expresin de reivindicaciones egostas, la bsqueda de unnuevo orden mundial aparece como una manera audaz y generosa de apostarpor el hombre, por su voluntad de sobrevivir y de mejorar la calidad de suvida... En este sentido, los esfuerzos que la Unesco realiza, como todas lasdems organizaciones que/ forman el sistema de las Naciones Unidas,convergen... en la aspiracin a un nuevo humanismo, sin exclusivismos nirestricciones, en el que el refrn dogn segn el cual 'el hombre es la semilladel universo' alcanzara toda su explosiva verdad .

    En su ltimo nmero. El Correo de la Unesco recoga fragmentos de lasintervenciones de dos participantes en el coloquio : el noruego Trygve Bratteliy el egipcio Samir Amin. El nmero de la revista Culturas publica todos lostextos presentados en la mesa redonda, agrupados en cinco secciones :El reto del siglo XX : Philip Noel-Baker (Reino Unido, Premio Nobel), AlfredKastler (Francia, Premio Nobel) y Sean MacBride (Irlanda, Premio Nobel)sealan los grandes problemas de nuestra poca : la carrera de armamentos,el crecimiento demogrfico, la contaminacin del medio.Los senderos hacia un nuevo orden econmico internacional : WillyBrandt (Rep. Fed. de Alemania. Premio Nobel), Trygve Bratteli (Noruega) ySamir Amin (Egipto) formulan los grandes principios econmicos y polticosque podran constituir los modelos adecuados para crear un orden mundialque garantice unas relaciones ms justas entre todos los pases.El nuevo orden y la identidad cultural: La toma de conciencia de suidentidad cultural por parte de los pueblos es uno de los fenmenos caractersticos del siglo XX. Oswaldo Guayasamn (Ecuador), Joseph Kotsokoane(Lesotho), Prem Kirpal (India) y Paolo Grassi (Italia) analizan las condicionesen que podran concillarse los valores tradicionales de la cultura de sus paseso regiones con la modernizacin de la sociedad.El nuevo orden en la vida cultural, social y econmica : Nueve economistas,socilogos y cientficos tratan en sendos artculos de los mltiples aspectosculturales de un nuevo orden econmico.

    Una nueva visin del hombre: Artistas, escritores, hombres de teatro yurbanistas explican en sus lneas generales la evolucin que los cambios ymutaciones sociales, econmicos y culturales van a imponer a los escritores yartistas en sus modos de expresin y en su visin del ser humano.

    (*) Publicada hasta ahora en francs e Ingls, Culturas va a aparecer tambin muy prximamenteen espaol, coeditada por la Unesco y por la editorial madrilea Santillana. El nmero que aqureseamos sera el segundo de la serie en espaol.

    El Correo

    de la Unesco

    en casetes

    Cada nmero de El Correo de la

    Unesco, edicin espaola, grabado endos casetes magnetofnicas de formatocorriente : esta es la empresa que desdejunio de 1972 viene realizando enBuenos Aires El Libro Parlante , organismo oficial dependiente del Ministeriode Bienestar Social de la RepblicaArgentina. Esta publicacin parlanteaparece puntualmente cada mes. habindose difundido hasta ahora ms de

    50 nmeros completos de la revista. Lagrabacin se envia a los usuarios ciegosde El Libro . Parlante con carcter deprstamo gratuito. El nmero de audio-lectores aumenta constantemente.

    Cuantos se interesen por. esta loable.

    iniciativa pueden escribir al mentadoorganismo : Avenida de Mayo, 869,1084 Buenos Aires, Repblica Argentina.

    Encuesta mundial

    de la Unesco sobre

    los jvenes sin trabajoLa Unesco est llevando a cabo una

    encuesta mundial sobre los diversos problemas con que se enfrentan los jvenessin trabajo, incluidos los que han recibidoescasa o nula educacin o formacin

    profesional. La encuesta, que se ocupaprimordialmente de los desocupadoscomprendidos entre los 14 y los 25 aosde edad, se realiza con la colaboracinde la Oficina Internacional del Trabajo.La Unesco publicar un resumen de losdatos obtenidos e informar sobre losproyectos y programas que actualmentetratan de resolver tan grave problema. .

    33

  • Los lectores nos escriben

    SOBRE LA IDENTIDAD

    CULTURAL

    El nmero de febrero del presenteao, titulado En busca de una identi

    dad cultural , me ha gustado muchsimo, lo mismo que a cuantos de mis 'conocidos lo han ledo. Merecen toda

    clase de elogios desde el artculo deAlbert Wendt dedicado a Oceania hasta

    el de Yuri Ritjeu sobre los hijos de laballena del rtico, pasando por los quehablan de Africa, de los seores Amadou

    Hampat Ba y Magdi Wahba. Todosme parecen francamente magnficos.

    Pero, como espaol, me ha impresionado particularmente el titulado Amrica Latina : originalidad y destino delcontinente mestizo , escrito por el venezolano Arturo Uslar Pietri, al que deseoexpresar a travs de ustedes mi mssincera admiracin y la de cuantos hemosledo su artculo por su objetividad enrelacin con cuanto han hecho en el

    continente americano espaoles y portugueses, para que Iberoamrica seaconocida sin tanta leyenda negra, esaIberoamrica en donde, como l mismo

    dice, se encuentra hoy el ms grandereservorio de geografa integrada y dehumanidad unificada que el mundoconoce.

    Jos Alfonso Garca Ochoa

    Portugalete, Espaa

    Los artculos de El Correo de la

    Unesco de febrero pasado pese a loesclarecedor del trabajo de Arturo UslarPietri, a los datos interesantes quecontiene el de Amadou Hampat Ba ya la belleza de lo que narra Yuri Ritjeuenfocan de una manera demasiado literal

    la cultura. Se olvida o se omite en ellos,con demasiada facilidad, la base econmica de sustentacin de todas las cul

    turas, la existencia de los medios y losmodos de produccin como factores delproblema cultural, en una palabra elhecho de que la cultura en general esuna superestructura.

    Por otra parte, en ellos se proponensoluciones a un problema o cuestinsin que se establezcan, de manera claray precisa, la definicin, el anlisis yla prueba de su existencia en el lugar alque se refieren, lo cual a mi entenderconstituye un error metodolgico similar

    . al que enrostraba Bronislaw Malinowskia sus colegas antroplogos cuandohablaban, por ejemplo, de animismosin definir previamente en qu consiste.

    Tales rasgos aparecen de modo particular en el trabajo de Albert Wendt, enel cual se presenta la cultura de Oceania ?resuelta en asociaciones literarias y consideraciones despectivas sobre antroplogos tan reconocidos como MargaretMead, mezclando en el mismo saco

    criterios cientficos y ficciones puramenteliterarias, amn de otras cuestiones muypoco lgicas u objetivas. Me refieroconcretamente ai ataque, r poco' afortunado en su formulacin, a las formasarquitectnicas internacionales en defensa de una supuesta arquitectura deOceania.

    Pienso, comparativamente, en laeliminacin de la vivienda rural o boho

    que era, posiblemente, una de las pocassupervivencias de las culturas amerindias en Cuba, efectuada fundamental

    mente por el Gobierno Revolucionario

    a partir de 1959. El hecho cierto' es queesa supervivencia constitua un obstculoal desarrollo sanitario, econmico, educativo, etc., de nuestros campesinos oguajiros. Y esa misma supervivencia slose explica por la falta de desarrollo de lasmasas explotadas de guajiros cubanosy no por un tradicionalismo cultural malentendido. Del mismo modo, su elimi

    nacin se debe a los profundos cambiossocioeconmicos producidos en el pascon el advenimiento de la Revolucin.

    Se dira que los autores de esos artculos defendieran la idea de sociedades

    cerradas sobre s mismas, de espaldasa toda la evolucin y revolucin humana .actual. Todo ello, desde luego, con muybuenas intenciones de defensa de la

    identidad cultural aunque, como diceel viejo refrn espaol, de ellas est'empedrado el camino del infierno .

    La excepcin a lo dicho anteriormentela constituye el trabajo tan equilibradodel Dr. Arturo Uslar Pietri, aunque sea delamentar que no se haya referido a latransculturacin trmino tan certero

    del sabio cubano Fernando Ortiz paradefinir el fenmeno cultural hispanoamericano.

    Pese a estas observaciones, el nmero

    de El Correo en su totalidad constituyeun buen esfuerzo que debemos agradecera la Redaccin, esperando que se contine estudiando el problema planteado.

    Sergio Figueiras SocarrasLa Habana

    10 NIOS DE APLES

    RESPONDEN A 50

    DE BRUSELAS

    Hemos ledo en El Correo de febrero

    de 1976 la carta entregada al DirectorGeneral de la Unesco por 50 alumnosde la escuela comunal de Etterbeeck

    (cerca de Bruselas) con ocasin de la

    visita que aqul hizo a dicho establecimiento.

    Dado que compartimos las deas ytemores de nuestros condiscpulos deEtterbeeck, quisiramos hacerles llegarel siguiente mensaje a fin de que sepanque somos sus amigos :

    Nosotros hacemos las mismas preguntas que vosotros : por qu existenlas injusticias sociales, la guerra, eldesorden econmico, la falta de libertad?

    Es acaso porque la guerra se encuentraen nosotros mismos, en esa eterna lucha

    entre el bien y el mal en la que tan amenudo sucumbimos ?

    Pero debemos reaccionar y combatira ese enemigo que se halla en nosotros,a fin de que podamos comprender mejora nuestro prjimo y ayudarle a descubrirlo mejor de s mismo, y construir todosjuntos otra sociedad en la que los idealesms nobles se transformen naturalmente

    en realidad con el advenimiento de, unnuevo orden basado en el respeto delhombre y' la exaltacin de la dignidadhumana.

    Consideradnos como vuestros amigos.Os abrazamos en nombre de todos

    nuestros compaeros.

    Un grupo de alumnosde la escuela A. Scarlatti

    Vico Equense, aples

    CONTRA LAS TENSIONES

    DE LA VIDA MODERNA

    El artculo de Ivan S. Jorol sobre elproblema del stress (El Correo de laUnesco de octubre de 1975) es de sumaactualidad y plantea cuestiones queinquietan a todo el mundo y, como es desuponer, de manera particular a losespecialistas.

    La revolucin cientfica y tecnolgica,la urbanizacin y la aceleracin del ritmode la vida causan en el ser humano una

    creciente opresin intelectual y emocional. En tales condiciones deberan

    elaborarse mtodos cientficos capacesde fortalecer el sistema nervioso.

    El problema es bastante complejo yrequiere una labor coordinada de los

    mdicos, bioqumicos, fisilogos, pato-fisilogos, farmaclogos y socilogosde todos los pases. Acaso sea necesariotambin establecer un centro nico quecoordine sus esfuerzos e investigaciones,centro que podra constituir una suertede Instituto Internacional sobre el Stress.

    A. Luk

    Mosc

    LA INVESTIGACIN

    CIENTFICA

    DIVORCIADA DE LA

    REALIDAD

    Recientemente tuve la oportunidad deleer el artculo de Dragoljub Najmansobre el conservadurismo universitario

    en el mundo (El Correo de junio de 1975).Las observaciones del autor me parecenparticularmente pertinentes en lo querespecta a los pases en desarrollo, comola India.

    Me refiero, sobre todo, a su inquietantepregunta: Cuntos profesores -deescuelas de ingenieros tienen realmente a su cargo talleres de fbrica oinspeccionan de hecho obras de construccin ?

    En la India, los puestos de profesorconstituyen cmodas sinecuras paraquienes no pueden o no quieren incorporarse activamente a la industria. En

    consecuencia, la investigacin cientfica(cuando existe) se halla completamentedivorciada de la realidad. Ms aun, losprofesores de las diversas facultades sesienten fcilmente atrados por el seuelode las publicaciones extranjeras. Lo queparecen ignorar es que los pases occidentales han alcanzado un nivel de

    desarrollo tecnolgico gracias al cualpueden dedicarse a ciertas investigacionesque para nosotros constituyen un lujofuera de nuestro alcance.

    Quiz parezcan ya gastadas por el usolas exhortaciones de los polticos y gobernantes en el sentido de que la cienciadebe adaptarse a las necesidades de lasociedad, pero este problema siguesiendo de la mayor importancia.

    Confo en que El Correo de la Unescocontinuar ocupndose de las cuestionesque revisten particular importancia paralos pases en desarrollo.

    P. R. Patnaik

    Instituto Tecnolgico de la IndiaMadras

    34

  • Acaba de aparecer

    Un estudio fundamental de la Unesco

    sobre la arquitectura latinoamericana

    America Latina

    en su ar^urtectura

    P4 |M *

    ROBERTO SEGRE

    MM HC*LATINA

    EN

    SU

    CULTURA-

    Se trata del tercer volumen de la serie que, bajo el ttulogeneral de Amrica Latina en su cultura , ha emprendido laUnesco hace unos aos. El primero tena por tema AmricaLatina en su literatura (tres ediciones, 1972, 1974 y 1975, respectivamente) y el segundo Amrica Latina en sus artes (1974).Ms adelante aparecern nuevos volmenes sobre otros aspectosde la cultura latinoamericana.

    En los catorce ensayos y estudios crticos que componen elpresente volumen, los mejores especialistas latinoamericanosen la materia se ocupan de la arquitectura y el urbanismo enel continente, en sus ms diversas facetas (histrica, sociolgica,esttica, tcnica, etc.).

    Tras una introduccin sobre el trasfondo cultural del problema,el libro trata en tres partes sucesivas de La ciudad y el territorio , La arquitectura y La arquitectura y sus relaciones .

    Completan el volumen una noticia sobre los colaboradores, unabibliografa y un ndice de nombres.

    Publican conjuntamente este volumen, como los dos anteriores,

    la Unesco y Siglo XXI, S. Ay de Mxico.La distribucin en los pases latinoamericanos corresponde enexclusiva a Siglo XXI y en Espaa a la Unesco.

    317 pginas 36 francos franceses

    Para renovar su suscripcin

    y pedir otras publicaciones de la UnescoPueden pedirse las publicaciones de la Unesco

    en las libreras o directamente al agente general

    de la Organizacin. Los nombres de los agentes

    que no figuren en esta lista se comunicarn al

    que los pida por escrito. Los pagos pueden efec

    tuarse en la moneda de cada pas.

    ANTILLAS HOLANDESAS. C.G.T. Van Dorp &C. (Ned. Ant.) N.V. Willemstad, Curaao. -ARGENTINA. EDILYR. Belgrano 2786-88,Buenos Aires. - REP. FED. DE ALEMANIA.

    Todas las publicaciones : Verlag Dokumentation,Possenbacher Strasse 2. 8000 Mnchen 71

    (Prinz Ludwigshohe). Para UNESCO KURIER(edicin alemana) nicamente : Colmanstrasse22 D-53. Bonn. - BOLIVIA. Los Amigos del'Libro, casilla postal 4415. La Paz: casilla postal'450, Cochabamba. BRASIL. Fundaao Getlio

    Vargas, Servio de Publicacoes, caixa postal21120, Praia de Botafogo 188, Rio de Janeiro,G.B. - COLOMBIA. Librera Buchholz Galera.

    avenida Jimnez de Quesada 8-40. apartado

    areo 53-750, Bogot; J. Germn Rodriguez N.,calle 17, Nos. 6-59, apartado nacional 83,Girardot, Cundinamarca; Editorial Losada, calle

    18 A Nos. 7-37, apartado areo 5829, apartadonacional 931, Bogot: y sucursales: EdificioLa Ceiba, Oficina 804, Medelln; calle 37 Nos.

    14-73. oficina 305, Bucaramanga; Edificio Zac-cour, oficina 736, Cali. - COSTA RICA. Libre

    ra Trejos S.A., apartado 1313, San Jos.CUBA. Instituto Cubano del Libro, Centro de

    Importacin, Obispo 461, La Habana. CHILE.Editorial Universitaria S.A.. casilla 10.220.

    Santiago. - REPBLICA DOMINICANA. Librera Dominicana, calle Mercedes 45-47-49,

    apartado de correos 844, Santo Domingo.ECUADOR. Casa de la Cultura Ecuatoriana,

    Ncleo del Guayas, Pedro . Moncayo y 9 deOctubre, casilla de correo 3542. Guayaquil.nicamente El Correo de la Unesco: RAID

    de Publicaciones, casilla 3853, Quito. ELSALVADOR. Librera Cultural Salvadorea, S.A.,

    Calle Delgado No. 117, San Salvador. -ESPAA. DEISA - Distribuidora de EdicionesIberoamericanas. S.A., calle de Oate 1 5

    Madrid 20; Distribucin de Publicaciones del

    Consejo Superior de Investigaciones Cientficas,Vitrubio 8, Madrid 6; Librera del ConsejoSuperior de Investigaciones Cientficas, Egipcacas 15, Barcelona: Ediciones Lber, apartado 17,Ondrroa (Vizcaya). - ESTADOS UNIDOS DE

    AMERICA. Unipub. P.O. Box 433, Murray HillStation, Nueva York N.Y. 10016. Para El

    Correo de la Unesco : Santillana PublishingCompany Inc., 575 Lexington Avenue, New York,N.Y. 10022. - FILIPINAS The Modem Book

    Co., 926 Rizal Avenue, P.O. Box 632. Manila.

    D-404. - FRANCIA. Librairie de l'Unesco. 7-9,

    place de Fontenoy, 75700 Pan's (CCP. Paris12.598-48). - GUATEMALA. Comisin Nacio

    nal de la Unesco. 6a. calle 9.27, Zona 1,

    apartado postal 244. Guatemala. JAMAICA.

    Sangster's Book Stores Ltd.. P.O. Box 366;

    101. Water Lane, Kingston. - MARRUECOS.

    Librairie Aux Belles Images, 281, avenueMohammed-V, Rabat. El Correo de la Unesco

    para del personal docente : Comisin Marroqupara la Unesco. 20, Zenkat Mourabitine, Rabat

    (C.C.P. 324-45). - MEXICO. SABSA. Servicios

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    Contumaza 1050, apartado 472. Lima. POR

    TUGAL. Dias & Andrade Ltda., Livraria Portugal,rua do Carmo 70. Lisboa. - REINO UNIDO.

    H.M. Stationery Office. P.O. Box 569, Londres

    S.E. 1. - URUGUAY, Editorial Losada UruguayaS.A. Librera Losada, Maldonado 1092, Monte

    video. - VENEZUELA. Librera del Este. Av.

    Francisco de Miranda, 52-Edificio Galipn, apartado60337, Caracas.

    35

  • ftfe,

    w

    EL OJO DE UN CICLN?NO, EL ODO

    DE UN MOSQUITOFotografa tomada al microscopio del rganosensorial, situado en la base de las antenas,

    con que el mosquito percibe las vibracionesambientes. La hembra atrae al macho

    con el sonido agudo que produce en su vuelo.(Vanse tambin las pginas 18 y 19)

    Foto (O Studio Natiris, Cbazat. Francia

    ndice