El Viejo Vasa

7/23/2019 El Viejo Vasa

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El viejo V


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El viejoVasa

Ilustraciones del autor

Ignacio Martnez


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2008, Ignacio Martnez

Ediciones del Viejo Vasa

Isla de Gorriti 1934 C.P. 11800 - Montevideo/Uruguay

TelFax: (598-2) 204 0895 [email protected]

www.ignacio-martinez.com

Impreso en Uruguay

ISBN: 9974-7596-3-3

Todos los derechos reservadosCualquier reproduccin total o parcial de este libro

deber contar con la previa autorizacin del autor.

Queda hecho el depsito que marca la Ley.

Primera edicin: 1983ltima edicin:2008


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A partir de un hecho real, la construccin de un gibarco por mandato del rey Gustavo II Vasa, que lo ba

su nombre y asiste con angustia a su hundimiento en da de la inauguracin, Ignacio Martnez compone undonde lo maravilloso cobra vigencia en la palabra po

Un clima de suave ensoacin sirve de marco al ruye serenamente de los labios de un personaje ctiIsmael, anciano en torno a quien se renen los nios

fuego una noche de nevado invierno nrdico para or ldel viejo Vasa, el barco que desaparece del mundosupercie marina en este caso bajo una gran burbuy blanca y, cado ya en el fondo arenoso, inclinndoscostado para iniciar un largo sueo, cobra vida en el mla fantasa donde cumple una extraordinaria aventura:

zarse en medio de un clima potico. Porque toda la trque realiza el barco a travs de los distintos mares ssobre una trama delicada sustentada en la poesa: elencuentra de pronto transportado a una realidad diferede la magia adquiere voz y color en esas simpticas, screaturas que pueblan el fondo del mar y que vienena Vasa y conversan con palabras que son burbujas de canguila, los peces, la tortuga, el caballito marino. Juntorn la aventura que llevarn a cabo para alegra del bpor n navegar es decir, cumplir su destino y co

Prlogo


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rinas, tambin animadas en la narracin, contrial deslizamiento del barco y sus amigos. HablanCaribe y conocen la historia de ese mar cuna dcomo la selva, salpicado de islas y habitado pocolores. Y al singular cromatismo que va cobr

nuestros ojos se une, para nuestro deslumbramiede relieves seguros y el contenido expresivo de lser msica: cada frase era una sinfona de burbujde una belleza pocas veces vista.

La historia es, asimismo, muy rica en el nuna expresin sin rebuscamientos, una metfla comprensin del lector infantil, una enseanvalida las pericias del viejo Vasa.

Su sortilegio gana realmente todos los audiincautatorio, ya al nal, nos propone un menvisin de Vasa, ya reotado, esplende ante los o

nia de largas trenzas amarillas que, curiosameconocedora de un secreto al que los otros no pcuando, al enterarse del nombre de la nia, Va

Qu bello nombre, pero cmo sabes el mresponde, con la mayor naturalidad:

Todos lo sabemos. Lo que yo sola s es q

puedes hablar.En ese secreto radica tal vez una de las mpropuestas del relato: existe un entendimientosiguen los seres bondadosos y solidarios.

El l ng aj q m ni a r tam nt al t

OCHO


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A mi hij


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n una cabaa demadera junto alhogar encendido

don Ismael, sentaen un viejo sillnrespaldo alto, mirE

el fuego. Afuera todo erablanco. Sobre los techoslas casas vecinas, sobre l


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DOCE

Nevaba. Los copos de nieve caan sdeslizndose por el aire hasta depositechos, en las ramas desnudas, en blanco

Junto al anciano, un grupo de nillos amarillos y ojos de cielo, tambifuego, deleitndose con su calor aqufro. La quietud de la nevada invadi

toda la cabaa de madera, lugar indcontar una historia de aquel pas.Hace ms de cien aos y menos

tos tuvo lugar esta historia de un brey y del mar dijo don Ismael hacie

nios se juntaran a su alrededor parEl rey de toda esta blancura era un

barba clara que amaba el mar y los vtavo II Vasa as se llamaba aquel r

construir un barco gigantesco, de vpara navegar ms all del mar, dondellega, donde el sol alumbra otros co

Al nal del invierno, cuando el hi


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Maestro de obra, cundo crees qur pronto? dijo el rey al viejo artesancorte.

Majestad, al entrar el invierno ser

el trabajo. Tal vez al nal de la primavpodamos terminar.

Otro invierno cubri el pas de las nlargas. Como los das invernales son muy

ya a las dos de la tarde la noche detenabajo. Los meses transcurrieron despacioque al n la primavera naci como un de color. La nieve se derriti rpidamenhielos se deshicieron dejando ver el agua

los lagos y el mar. Las ores nacieron cony volvieron los pjaros emigrantes. Los artregresaron a las obras. El barco, ya con tesplendor, dejaba que los trabajadores le

los toques nales.


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n da temprano

hasta el castillo rey un joven arty anunci que e

barco estaba listpara hacerse a laU

Poco despus del medioda

hombres y mujeres de lavecindad, con sus trajes deesta y su entusiasmo, llega orillas del lago Mlaren pcontemplar el amante ba


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DIECISIS

Majestuoso, pintado y cubierto de pareca un joven preparado para casaguas y la brisa. El rey habl.

Yo, soberano de la nieve, hi

descendiente de los marineros quesecretos de las aguas, te llamo con mbarco Vasa.

Al concluir su breve discurso, h

mn que puso a empujar a muchodeslizando la fortaleza hacia el agua El pesado barco se intern lentamendo a su alrededor una corona de espuLa lnea de otacin, esa frontera

hasta dnde debe llegar el agua sobrde los barcos, estaba justamente enPequeas olas lo acariciaban bajo sucuerpo de madera. El rey se embarc

y complacido. El personal del barcomarcha, despleg las velas y orientVasa se separ del muelle lentamen

Las exclamaciones de sorpresa sal


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Varios marinos corrieron de un lugar El bote de auxilio fue descendido. Los preen la orilla, vieron al mismo rey asomala baranda dando rdenes apresuradas y e

cas. El agua suba lentamente por el barcesperar consejos, algunos marineros se laal agua. El rey baj al bote de emergencltimos marineros saltaron al agua cua


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DIECIOCHO


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barco dejaba ver su ltimo piso. El viejsano los acompa dejando ver en sus dolor de la obra perdida, de su barco ahdose. El mstil ms alto desapareci ba

gran burbuja celeste y blanca, en cuyo irreparable Vasa se perda para siempre.


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l joven barco cay

lentamente y se deten el fondo arenosoinclinndose sobre

costado, para un larsueo marino.E

La claridad de la supercieapenas lo alumbraba, dndotonos brillantes a sus adornmetlicos.El mar tena un nuevo visit


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Pas la primavera y el corto verangui rpidamente. Con el inviernohielo fue hacindose ms gruesa, osel fondo del mar donde Vasa descan

tecido.Una tarde, dos piedrecitas brillanteron desconadas al barco. Se movan como danzando alrededor de Vasa, qu

asombrado. Para su sorpresa las dos plos ojos de una anguila gigante de coEl pez haba visto muchos barcos hvida y sin color, pero aquel enorme y le era completamente extrao.

Cmo te llamas? pregunt la Vasa respondi temeroso. La ansaber lo ocurrido y el barco le contcon voz grave y pausada.

Ya no podr viajar concluy VLa anguila lo examin detenidame

barco nuevo, sin lugar a dudas. Buenvivir, pens, ahora que el invierno

VEINTIDS


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aguas lejanas, ocup el cuarto del reyperdi su tristeza y se le vea animado y ser la casa de todos los peces.

Una tarde, cuando todos volvan a c

barco los reuni y les cont lo ocurridohaban odo de boca de la anguila, pero ede Vasa, su tono y convencimiento, lotristes y pensativos. Al da siguiente

habitantes del mar se fueron aguas adenbusca de la solucin para el amigo Vaquera navegar.


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asaron muchosinviernos. Mucho

techos de hielo viVasa sobre su msmayor.

Una maana aparP

ante sus grandes ojos uncaballito de mar, agitado ynervioso, que haba cabalgmucho para dar la noticiabarco hundido.


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VEINTISIS

Instantes despus una mancha, mslas tinieblas del mar, se agrandaba ea Vasa. Sin dudas era una ballena El tiburn, con un rpido movimien

Vasa con una cuerda gruesa rescatadde los ocanos. Con el otro extremballena por debajo de las aletas. Todse dispusieron a empujar. La balle

lentamente hasta que la cuerda quedtiburn diriga la operacin.Ahora! grit, dejando escapa

buja verde esmeralda de su boca abiempujaron al mismo tiempo. Vas

haca fuerza. Un empujn ms. Y que Vasa qued otando. La ballesfuerzo digno de gigantes, empezLuego de unos instantes de descamlugar de transpirar los peces sueltacuando hacen ejercicios fsicos Vpor el mar, remolcado por la ballenapor las corrientes marinas.


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unos quilmetros de viaje, el mar se aclacompleto. El hielo haba desaparecido.

En pleno Ocano Atlntico una coclida les dio un impulso increble. Vi

a toda velocidad. Los peces se subieron para no quedarse atrs. Despus de varide viaje llegaron a aguas clidas. La baldetuvo bruscamente y Vasa, con sus paschoc contra la cola de la gran amiga.


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nte ellos apaun espectcuincreble y en

el medio de epaisaje un pesingular.A

Bien recibidos sean, amal Mar de las Antillas dDe las Antillas? pregusorprendido el tiburn.


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S, que tambin Caribe llaman.Dos nombres tiene tu mar? q

mar Vasa.S volvi a repetir el pez. Las A

las islas que salpican este mar, por eas. Y Caribe agreg porque yo mNosotros somos los peces Caribe, qunombre al mar y tambin a unos homvieron por estas aguas hace ya much

Ah! exclamaron todos.Un mar que llevara el nombre

era realmente un honor incompams sorprendente resultaba que lo

acostumbrados a ponerle nombre cosas, hubieran tomado el nombrepara llamarse a s mismos como ladmiracin hacia aquel pez audaz ete, los viajeros contaron la historiael gran viaje que haban emprendipor su parte, cont la historia del mperlas, verde como la selva, salpicad

TREINTA


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esperanza. Bajo el agua bordearon el continente. Saban que encontraran utrada, muy al sur, para pasar al Ocano Pael ms grande del planeta. Muchos das

viaje. Las aguas se fueron tornando msmedida que avanzaban hacia el sur. Ese dato inequvoco de que iban por buen r


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na maana azul,despejada y fresc

la enorme ballense detuvo e indiun desvo que poser la entrada quU

buscaban.Tal vez sea por aqu.Aunque no estamos segu

bien vale la pena intentaren esta entrada aconsej

j j


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Cuando los vieron pasar por esas alos peces del lugar no se animaron a A mitad del camino un pez de trajedetuvo.

Para dnde van? quiso saber.Al Ocano Pacco contest Vmente.

El pez lanz una risotada de burbllas y dijo:

No amigos, por aqu no. Estn ePero el pez Caribe nos dijo que p

entrada, por un gran pasillo de agua, al Pacco.

Y tuvo razn dijo el pez Dorades esta la entrada. Este es el Ro de lancho como un mar.

De la Plata? preguntaron todotiempo.

El Dorado comprendi que los pey Vasa nada saban de este ro grandey les cont la historia.

A l ll i j h

TREINTAY CUATRO


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A la selva, en el corazn de la tierramuy lejos, all donde nacen los ros.

Dnde? insisti el tiburn.Pues en la lluvia de la montaa, do

cielo llora para darnos la vida de los rosAh! exclamaron todos.El Dorado seguramente conoca hi

maravillosas, pero la caravana no poda eSe despidieron con burbujas rosadas regrpor el camino, hasta salir al ocano aEmprendieron viaje ms all, al sur, al exsur, donde las aguas son tan fras comoEscandinavia, la tierra de Vasa.


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uego de varias semallegaron a un lugarmuy fro y por n e

pasillo de agua!, quconducira al PacUn extrao pez, o pL

o persona, o ninguna de las cosas, se acerc impulsndocon las patas y moviendo su


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Van a cruzar al Pacco, amigos?S respondi Vasa.Este es el lugar indicado. Por aq

los pinginos, habitantes de las agu

Pinginos yo he odo hablarrecord la anguila que cuando joviajado por muchas aguas.

El pingino, con su traje negro yblanca, los gui por el canal. Al lleextremo, el fro era muy intenso.

Han cruzado, amigos, por la TierrDel fuego con el fro que hac

cangrejo.

As le llamaban los indgenas qugrandes fogatas en las noches largas mar.

Vasa record el invierno de su tierredondos, ventanas de camarote, smelanclicos.

El Ocano Pacco, azul e inmensante ellos como un cielo innito, l

TREINTAY OCHO


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El agua se fue volviendo ms clida. Dde varios millares de corrientes marinmedan las distancias en el mar unas solargas y delgadas pintaron el agua en la s

cie. Pequeas embarcaciones navegabanlado a otro ignorando la caravana que por debajo. Eran barcos pescadores. Al traron en el Mar de Arabia y por l llegaMar Rojo. Un pez los encontr en la en


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ienvenidos al Mar donde en otros tiemel sol se hunda en

aguas tindolas dcolor de la tarde.T pareces poetaB

observ Vasa.Y lo soy, mi buen amigo.Aqu los antiguos poetas


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Y ahora? pregunt el cangretimn.

Ahora la poesa se ha extendidomundo y otros mares sirven para la p

grandes pescadores. El Mar Rojo, sisigue siendo la cuna del sol y de la tSe despidieron con burbujas roj

nuaron hacia el norte. En el otro mar se volvi muy angosto y un canapareci ante ellos.

El Canal de Suez! grit la anguburbujas blancas.

Esto fue hecho por los hombre

los peces y los barcos pudieran pasara otro. Cunto tiempo ha pasadosalimos de tus tierras, Vasa!

Adelante! grit el tiburn.Cuando terminaron de pasar po

un mar profundamente azul los reciblado. El agua pareca sabia, comoaprendido la sabidura de todos los q

CUARENTAY DOS


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con sus ecos el viaje marino que estn realVenid! orden suavemente, os guiar

La forma de hablar del pez sealaba sgedad. Hablaba con burbujas transpare

una pureza increble. No caba duda que mar la sabidura se haba quedado atraplas aguas. El viaje fue corto. El pez se decon una burbuja multicolor. Ante los vapareci una puerta de agua entre dos pcontinentales, que los condujo a un marcido.


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stamos otra vez enel Atlntico dijoalborozada la ballen

Todos los peces seagitaron. Muchosamigos salieron alE

encuentro de la caravana ylos recibi con sus ojos en sde saludo. El agua no estab


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En esas mismas aguas haban iniciapor los mares del mundo. Llegarodonde Vasa se hundiera, desatarony el barco, con la ayuda de todos,

apoyar sobre el fondo del lago, incomo para dormir.Los peces viajeros se despidieron d

burbujas rosadas y celestes. Vasa abvarias veces sus dos ventanas circulabin dej salir dos burbujas de mucen seal de gratitud por todo lo que ael viaje. La ballena blanca y los peceslentamente, voltendose a veces p

una vez ms con burbujas de amistaVasa inici un largo sueo. Undespert sbitamente. Se encontrcuerdas y ganchos metlicos que le hcado unos hombres vestidos con traje

nadando debajo del agua. Todo lo suavidad, pero qu queran de l? mento un ruido infernal vino desde l

CUARENTAY OCHO


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taforma de piedra especialmente diseadl.

Vasa no comprendi nada. Todo a sdedor era distinto. La blancura que con

cuando naci de las manos de aquellos artera ahora un paisaje multicolor de casapuentes y luces.


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l nal de la jornlos hombres semarcharon. La

luna lo iluminatodo. La ciudadse fue apagandoA

lentamente. Vasa y el lagtenan un color plateado brillante. Volvi su cara h


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Por todos los mares del mundoLa imagen que el agua le devolva eviejo plateado por la luna y el tiemp

Cuntos aos han pasado! dijo

Crey que nadie lo oa, pero seUna nia, con los ojos muy grandesdesde el muelle.

Vasa? pregunt ella.Eh?, quin eres? dijo l un po

dido.Me llamo Anna contest la ni

jugaba nerviosa con sus largas trenzaQu bello nombre, pero cmo sa

Todos lo sabemos. Lo que yo solt tambin puedes hablar.S contest Vasa pensativo e

contar una historia que slo t sabrAnna.

Ella se sent a su lado con la caarriba para poder ver los ojos de Vasde su piso superior. Vasa empez a c

CINCUENTAY DOS


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hasta perderse a lo lejos, donde el lago tey comienza el mar azul. Nunca se supo si dos lgrimas de alegra o dos burbujas sabel mar le dejara.

Y esta fue la historia, mis amigos tediciendo don Ismael.All en el lago se encuentra Vasa pa

todos lo puedan visitar.Los nios se agruparon frente a la venta

mirar la nieve y el lago congelado. Afucopos caan suavemente pintando de blapaisaje invernal. Adentro el calor los abr


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