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Del 10 al 31 de enero
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EL ARTE COMO ARGUMENTO PARA PRESERVAR NUESTRO ENTORNO
En la difusión de cada manifestación artística, el ser humano ha pretendido mediante su
planteamiento estético, conservar de algún modo los ecosistemas prioritarios para su desarrollo. A lo
largo de la Historia, el hombre se nutre de los elementos que la naturaleza le ofrece y los fusiona con
su interiorismo emocional para crear su obra.
La preocupación del hombre por mantener su hábitat como fuente de vida y protectora de la
comunidad, es una constante a través de la historia de la humanidad. En el Paleolítico Superior, se
desarrolla el “arte” rupestre con un marcado sentido espiritual a través de la representación de la
fauna aprovechando incluso los resaltes de la roca para realzar su realismo o la representación de
formas simbólicas como las vulvas vinculado a la fertilidad. Evocar la fuente de alimentos y de
proliferación de la manada, de la tribu se manifiesta por la necesidad de subsistencia vital a través
de la percepción colectiva del grupo.
Varias culturas han desarrollado un arte vinculado a ritos y religiones a través de la representación de
la naturaleza. Mesopotamia, Asiria, Egipto, Grecia, Roma, China, Japón o las Culturas Precolombinas,
son claro ejemplo de cómo el hombre ha promovido un desarrollo social en armonía con la naturaleza,
y el arte es testigo y parte íntegra de dicha labor.
A través de los diferentes conceptos socioculturales, de movimientos artísticos y corrientes de
pensamiento, observamos que el arte, siempre subjetivo, penetra en nosotros desde diferentes
espacios, siendo un argumento para la reflexión y cuyo objetivo final ha de asumirse desde el
compromiso por preservar los valores del hombre y la conservación del medio donde se desarrolla su
crecimiento colectivo.
No es casualidad que en estos momentos en el que el hombre desde el individualismo y la ambición
como ser aislado, promueve acciones que dañan quizás de manera irreversible, surja como
contrapunto, un movimiento colectivo que desde diferentes opciones y plataformas denuncian y
defienden la sostenibilidad del “lugar común”, de la “placenta universal” que es nuestro hábitat.
Los artistas no somos ajenos a la sensibilidad colectiva para proteger el medio natural heredado, y
conscientes de la importancia que tiene preservar nuestro entorno manifestamos a través del lenguaje
cromático y sensorial el amor a la naturaleza y criticamos abiertamente la depredación salvaje y
antinatural que desarrollan los países mas desarrollados mediante la explotación y la destrucción de
los recursos naturales, fuentes de vida, subsistencia y fertilidad.
ZATEHUÉ es una asociación de artistas asentada en Aragón (ZA-ragoza, HU-esca y TE-ruel), abierta a
la pluralidad y comprometida con el desarrollo social y cultural de la sociedad. Desde esta óptica
entendemos que todo individuo ha de ser respetado y valorado como individuo y como parte
integradora de una sociedad mas justa, solidaria y libre. Solo desde el respeto al medio ambiente y la
protección de los recursos naturales podemos garantizar la subsistencia y la salud física y emocional
tanto a nivel individual como colectiva del hombre.
Poder exponer en un espacio que se preste a nuestros intereses sociales es mas complicado que a los
estéticos y es lo que apreciamos sinceramente que se nos de esta oportunidad. Desde ZATEHUÉ
agradecemos a las personas que nos brindan la oportunidad de usar nuestro lenguaje para una causa
colectiva, ofreciéndonos paredes, suelos, y especialmente el prestigio de CIEM.
Este proyecto se puede desarrollar gracias a vosotros, que no dais la oportunidad de mostrar nuestra
obra, la cuál, os presentamos orgullosamente. Desde diferentes técnicas y conceptos plurales pero
con una sola finalidad. Ante vosotros y ante los ciudadanos nos presentamos, pintores y obras:
Íñigo Alzugaray Saez. “Iceberg”
Técnica mixta sobre lienzo, 92 x 109 cm
La naturaleza sublime, inmensa. Despensa y garantía. Agonía y llanto. Lágrima que reclama un compromiso colectivo, generoso, esperanzador.
Josep Delgado Martínez. “Otoño en el bosque”
Óleo sobre tela, 92 x 72,5 cm
Una maravillosa sinfonía cromática, un paseo sensorial desde la meditación sosegada.
Eugenio Fuentes Álvarez. “Ecodrama”
Técnica mixta con acrílico sobre tela, 81 x 100 cm.
Visión desoladora de un espacio cada vez más familiar. El hombre enloquecido por la ambición destruye el vientre materno.
Marisa Garrido Gallardo. “Paseo de Leyre”
Óleo sobre lienzo, 46 x 54 cm
Relajada la mente, se deslizan las sensaciones, los argumentos básicos que se impregnan de los rincones de cada pueblecito, testigos de un calendario sin fechas.
Verónica González Sánchez. “La mujer tumbada” (Paisaje segoviano)
Óleo sobre lienzo, 60 x 73 cm
Un paisaje abrupto que comparte desde la suavidad de los azules, un bello lenguaje poético. Tierras segovianas entre los riscos y la meseta. Contraste de paisaje, de color, de pensamientos.
María Jesús Jorge Aparicio. “Fósil de lavanda”
Técnica mixta sobre lienzo, 80 x 40 cm
La piedra que es la página de la evolución relata que somos efímeros y eternos, planta y roca, aroma y color. La roca-libro es la huella de la naturaleza viva en cada ser.
Basi Mateo. “Invierno azul”.
Óleo sobre lienzo, 80 x 80 cm
Viveza cromática y equilibrada composición para ensalzar la frescura y la viveza de un bello paisaje de montaña. Luz y color para reforzar la belleza de la naturaleza.
Ana Mateos- Aparicio Herrero. “Horizonte”
Acrílico con arenas sobre lienzo, 90 x 70 cm
Azul, esa es la meta, la línea circunstancial que nos motiva para esparcir los colores de la vida, de los sueños, del dolor y de la esperanza…..rojos, amarillos, ocres y azules que fluyen orgullosos de ser vereda.
Luisa Paz Montenegro. “Hojas caídas”
Técnica mixta sobre lienzo, 30 x 30 cm
Los ciclos son el brote continuado de la vida, del color de la fermentación orgánica. La fuerza del color es la fuerza de la explosión de la naturaleza.
Nuria Rodríguez Cano. “Acqua-aire”
Técnica mixta sobre lienzo, 92 x 73 cm
Es el símbolo de la fluidez de las formas, de las emociones. Agua, aire (que es brisa) envuelven sutilmente, con suavidad un emblemático edificio, como un acto que lleva a la meditación y a la reflexión. Un canto a la armonía.
Miguel Vázquez Pinar. “Invierno”
Óleo sobre lienzo, 73 x 60 cm
La escarcha protectora envuelve y conserva las semillas que dan vida y acoge a la primavera efervescente, limpia generosa que vestirá de color espacios y sensaciones en el amanecer de los bosques.
Olga Villar Gutiérrez. “Entre luces y sombras “
Papel y acrílicos sobre lienzo, 36 x 54 cm
Contrastes formales y materias encontradas. Opacidad y trasparencia. Los hielos del invierno acogen como ciclo natural los destellos cálidos de un amanecer primaveral.
