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Extra Nº 2º Curran II

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segunda entrega de Curran

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  • Padres e Hijos

    Curran POV 2, Vol II

    por

    Gordon e Ilona Andrews

    Flot en un mar de agona por una eternidad. A veces si me concentraba

    y bloqueaba el dolor poda escuchar su voz, desde muy lejos. Me enfoqu en el

    sonido, dirigindome lentamente hacia el. Finalmente, despus de no se cuanto,

    regres e incluso pude figurarme que era lo que ella estaba diciendo.

    parece un tipo decente. Ahora ellos estn atrapados.. l tena a alguien, ella tena a alguien, nadie estaba hablando, y Kate no

    saba que hacer.

    Abr mis ojos. Se vea cansada y agotada. An as, nunca en mi vida haba visto

    a alguien tan hermosa. Tampoco haba estado tan contento de estar cerca de

    ella. Por alguna razn la respuesta de su dilema vino a mi ms fcil que

    cualquiera de las otras cosas que realmente quera decir.

    Haz tratado con la Ley de la Segunda Oportunidad? le pregunt suavemente. Sus ojos no se abrieron. Tal vez ambos estbamos compartiendo

    un sueo. Se lo expliqu lo mejor que pude y la abrac lo ms duro que fui

    capaz.

    Finalmente ella me mir.

    Te quedaste conmigo, susurr. Ella dijo algo que no pude escuchar, pero no importaba tanto como el que ella estuviera ah para decirlo. Le sonre y

    me volv a dormir. Sueo real esta vez, no la neblina roja, solo oscuridad. Saba

    que ella estara ah cuando volviera al mundo. Sin importaba que.

    Eventualmente despert otra vez. Algo estaba en mi brazo y lo quera

    fuera. En cuanto localic la fuente de mi irritacin, Kate entr en la habitacin

    cargando algo que ola como sopa.

    Qu es sta mierda? Pregunt mientras tiraba de la aguja de la intravenosa de mi brazo.

    Te mantuvo vivo por once das, me inform. Casi dos semanas! He estado inconciente por casi dos malditas semanas,

    y ella se haba quedado conmigo. No fue la IV la que me mantuvo vivo. La

    verdad de ello me dej de piedra.

    Ella me pas la sopa. La puse a un lado y tir de ella ms cerca. Nos

    sostuvimos el uno al otro por un momento. Pronto, sin embargo, el familiar

    golpeteo de Derek rompi nuestra ensoacin y efmera reunin.

    Kate, pregunt suavemente, claramente pidiendo permiso para entrar.

  • Con una autoridad en su voz que nunca haba escuchado, ella le dijo que

    entrara.

    El chico lo hizo. Tengo a un lobo ah afuera que quiere verte. El dice que es una emergencia. Probablemente otro reto.. Reto? Para m? Cada msculo en mi cuerpo se tens. Realmente, Acaso estn locos? Casi muero y ellos estaban haciendo fila para tener un

    pedazo de lo que quedaba de mi. Mir a Kate y su cara lo deca todo. Tena una

    mirada de resignacin y las rotas piezas cayeron en su lugar.

    No a m. Ellos la estaban retando a ella.

    Infiernos no. Esta mierda iba a parar ahora mismo.

    Derek me vi y repentinamente se qued en silencio.

    Trelo. No le digas que estoy despierto. El joven lobo cerr su boca, gir y parti rpidamente a cumplir mi

    orden. El siempre haba sido un chico listo.

    Aydame a levantarme? Kate agarr mi mano y tir de mi. Estara maldito si me vean acostado

    en la cama como un debilucho. Mi cuerpo gritaba por comida. Tom el plato

    que trajo antes. Mientras antes absorbiera nutrientes, mas rpido me

    recuperara.

    Mientras tragaba la sopa, Jaime Alicia entr en el cuarto como si le

    perteneciera. Tan dispuesto a lastimar a mi pareja y tomar lo que es mo. Uno

    de los mejores peleadores del Clan de los Lobos y un boxeador en su juventud,

    era alto y bien construido. Lo haba visto pelear; era fuerte y rpido. Tambin

    estaba seguro que Kate poda cortarlo en pequeos pedacitos antes de que la

    sopa se enfriara. Nunca lo admitira, pero ella era malditamente buena con esa

    espada suya. No es que tuviera que hacerlo--- l estara muerto antes de tocarla.

    Ninguno de ellos la lastimara nunca ms. Los matara a todos antes.

    Jaime me mir, su mandbula cay.

    Termin mi sopa y habl. Si? El lobo se tiro de rodillas y miro hacia el suelo. Si lo hubiera dudado

    siquiera un segundo habra arrancado sus pulmones a travs de su pecho.

    Garras, estiro el brazo, y arranco. Sera fcil y lo disfrutara inmensamente.

    Poda oler su miedo. Quera rugirle.

    Tienes algo que decir? Con su mirada aun fija en el suelo, sacudi su cabeza negativamente.

    Ahora sabamos quien era quien y que era que. El orden necesitaba ser

    restablecido y el resto de ellos necesitaban ser recordados porque era el Seor

    de las Bestias.

    El consejo tendr una reunin en tres minutos. Ve all y diles que me esperen, y podra olvidar que estuviste aqu. Por su bien esperaba que nunca olvidara cuan cerca estuvo de una salvaje y dolorosa muerte, porque no le dara

  • una segunda oportunidad.

    El sali. El piso fue en un sentido, y yo en el otro. Kate agarr mi brazo

    para estabilizarme, pero su pierna cedi y ambos camos en el sof. Estbamos

    muy lejos de estar en muestra mejor forma, pero tendra que servir. Juntos,

    incluso en nuestro estado, ramos mas que rivales para cualquiera de mis

    sbditos. Bueno, por lo que ellos saban.

    Casi como si ella supiera lo que estaba pensando, Kate pregunt, Ests seguro que ests listo para una reunin del Consejo? Me gire hacia ella, poniendo en mi cara una mscara de determinacin y

    amenaza. Mas les vale estar listos para m. Tenamos que dar un show de fuerza. No podamos continuar siendo

    vistos como nada mas que El Seor de las Bestia y su Compaera, indiscutibles

    maestros de La Manada.

    Est en la naturaleza de nuestra especie el que valoremos el poder y la

    violencia sobre todo lo dems, despiadadamente explotando cualquier

    debilidad. La autoridad deba ser ejercida en todo momento o se perda. Mi

    gente no tena que amarme ni siquiera tenia que gustarles, pero por Dios que

    me obedeceran. Si haban olvidado porque era temido, se los recordara. Si

    tena que matar a algunos como un ejemplo, que as fuera.

    Me dirig al bao. Me ca dos veces, pero mi fuerza estaba regresando.

    La sopa estaba haciendo efecto. Un par de minutos despus estaba listo para ir

    al cuarto del consejo por mi mismo. En nuestro camino, Barrabs, uno de la

    manada de hienas y uno de los favoritos busca pleitos de B, nos sigui y

    mantuvo el paso.

    Me detuve, Barrabs, Haz venido a retarme tambin? Saba incluso mientras lo deca que un reto por parte de l era improbable. Barrabs estaba

    ligeramente loco y poda desobedecer a veces, pero no era estpido.

    Su usual mirada de diversin se evapor remplazada por una de

    conmocin e incredulidad. No mi Seor, estoy ligado a la Consorte. Aparentemente todo el lugar se haba ido al infierno mientras estaba

    dormido. Me volv hacia Kate y esper por algn tipo de explicacin.

    Ella se encogi de hombros. Hice un trato con B, y ella me lo dio como una especie de consejero. Te dir acerca de ello despus. No estaba seguro si quera saberlo; B nunca hacia algo por altruismo. Ella

    quera algo. Ligeramente recordaba a Kate contndome acerca de ello, pero los

    detalles se me escapaban. Haba asistido a Kate de alguna forma? Un

    pensamiento me golpe. Barrabs, cuntos miembros de la Manada han retado a mi compaera mientras dorma? l paus, claramente tratando de recordar, finalmente se volte hacia Kate

    y pregunt, veintids? Ella asinti silenciosamente.

  • Cuntos alfas? Solo los Chacales, mi Seor. Los otros eran de la tropa, ni siquiera betas. Mataste a los Chacales? Ella asinti.

    Ambos? Asinti.

    Barrabs limpi su garganta. Y reto al resto de ellos a pelear contra ella. El reto no fue aceptado. Por supuesto. No te convertas en alfa por ser tonto. Despus que los

    chacales fueron asesinados, los otros se conformaron con dejar a sus

    subordinados cansarla. Mahon podra haberlo detenido, pero no lo hizo. Nunca

    a hecho secreta su desaprobacin de Kate, pero quedarse a un lado permitir que

    la lastimen en mi ausencia l y yo hablaramos de esto despus. Talvez era tiempo de que mi padre adoptivo se retirara.

    Lidiara con el resto del consejo pronto. A medida que nos acercbamos a

    la puerta los poda or murmurando y susurrando dentro. Estaban aburridos?

    Irritados? Poda arreglar todo eso. Tom una profunda respiracin, abr la

    puerta y rug a mis sbditos como si tuviera toda la intencin de acabar con sus

    vidas en los siguientes segundos.

    El repentino silencio era ensordecedor. Oh si, Papi estaba en casa y l no

    estaba feliz. El recreo se haba acabado.

    ***

    Mientras mis alfas se sentaban en silencio, tir una silla para mi

    compaera y luego me sent a la cabeza de la mesa. Nadie habl. Recorr los

    rostros buscando un reto. Ninguno de ellos tena el coraje de encontrarse con mi

    mirada. Todos saban que tenia que dar una ejemplo y ninguno de ellos estaba

    ansioso de ser el primero.

    Me inclin hacia delante y en el tono ms calmado que pude manejar,

    exig. Explquense. Silencio.

    Estoy esperando que uno de ustedes me diga por que no hicieron nada mientras mi compaera era asaltada diariamente. Finalmente Jim habl. Saba que ella estara bien. Curran, ella tena que probar que perteneca. Si, Mahon gruo. Nadie esperaba que a ella se le permitiera sentarse a tu lado sin derramar algo de sangre, mi Seor. Si, la verdad, lo esperaba. La ltima vez que revis yo era el que

  • estaba a cargo por aqu. Era tiempo de recordarles gentilmente eso. Mis ojos

    estaban en llamas y cada uno de ellos saba lo que eso significaba.

    Me inclin hacia delante y repet, Permitir? Los deje absorberlo.

    Se dieron cuenta de golpe. Acababan de decirme que tena permitido

    hacer. Escuche al nuevo alfa de los chacales tomar una profunda respiracin y

    retenerla.

    Los mir. Voy a decir esto solo una vez. Yo soy el que permite. Yo les permito a todos ustedes vivir y les permito reinar sus propios clanes como crean

    conveniente. Si sigue as o no depende nicamente de lo que digan y hagan en

    los siguientes segundos. Sean muy cuidadosos. Fue la Ta B quien habl despus El Clan Bouda le dio consejo y proteccin para los retos injustos a la Consorte. Mir hacia Daniel y su compaera. Sin embargo, No se puede decir lo mismo de los perros. Por supuesto, ella no hubiera levantado ni un dedo para parar a los lobos

    de cavar su propia tumba. El odio entre los boudas y los lobos era viejo. Los

    Lobos tenan grandes nmeros, pero los Boudas jugaban mejor el juego.

    No rompimos ninguna ley. Daniel reclam. Todos saben que la alfa del Clan Bouda tiene un trato con la Compaera del Seor de las Bestias. Jennifer, su compaera, asinti. Si, porque quera un estatus especial para sus degenerados. Una lenta sonrisa apareci en los labios de B. Todos sabemos cuanto el alfa del Clan de Los Lobos ama a su compaera y se remite a ella. Solo por

    curiosidad, cuntos de sus lobos estaba dispuesto a sacrificar para consentirla? La humana tena que probarse as misma como todos nosotros lo hicimos, dijo Daniel. Es la ley. Es justo. Ellos hablaban como si ni siquiera estuviera ah, sentada a mi lado.

    Justo, en serio? Pregunt. Quin de ustedes a enfrentado veintids retos en dos semanas? Ninguno. Ni siquiera Mahon, nuestro ejecutor, ha matado tantos tan

    rpido.

    Hablando de la ley. Me dirig a Jennifer directamente. Si recuerdo correctamente, Daniel, a pesar de haber sido elegido por el retiro de sus

    predecesores, ha enfrentado exitosamente un nmero de retos antes de elegirte a

    ti como su compaera. Sin embargo, tu nunca haz sido desafiada. Sabes

    porqu? Porque de acuerdo a ley que tan afanosamente citan, cualquiera que te

    rete tambin tiene que pelear con Daniel. Los alfas pelean como uno. Si uno de

    los alfas est herido, es una cortesa entre los miembros de la Manada esperar

    que ambos estn sobre sus pies antes de que el reto sea llevado a cabo. Es una

    cuestin de honor. Si tomas el lugar de otro, debes ganar justamente. Ustedes no

    le ofrecieron la misma cortesa a mi compaera.

  • Ella mat a mi hermana. Jennifer grit. Bien, dejemos salir todo. Para arreglar las cosas de una vez por todas.

    Verdad, tu hermana se volvi lupo y la atac. Kate no lo provoc y mat al que lo hizo. Tu enojo esta mal dirigido. Es ms, ella te hizo un favor. Si fueras

    cualquier clase de alfa, sabras que detener a tu hermana era tu responsabilidad.

    Era tu carga, tu eres su pariente ms cercano. Jennifer apret sus dientes. Med mis palabras cuidadosamente. No la

    poda retar, porque el reto deba venir de su parte. Pero si deca lo suficiente, ella

    lo hara.

    Mi compaera asumi tu carga y en vez de gratitud, la odias por ello. Ella es el constante recuerdo de tu debilidad. Quieres pelear contra ella, pero no

    puedes. En cambio mandas a otros a hacer algo que no puedes permitirte hacer.

    Es tu ms grande falta. Sin embargo, porque soy piadoso y justo, te ofrecer una

    oportunidad para reivindicarte. No me disculpar ni inclinar ante ella. Prefiero morir. Jennifer morda el aire como un perro loco.

    Ya veremos acerca de eso. Otra vez te haz confundido. Lo que ofrezco es una oportunidad para la venganza que buscas, pero apropiadamente esta vez.

    Rtanos. Pareja contra pareja, como se supone que sea. Le di al resto una mirada de advertencia. Nadie interferir. Slo ustedes dos contra nosotros dos. Es la Ley. Kate se tens a mi lado. Encontr su mano bajo la mesa y le di un

    delicado apretn para asegurarle que solo estaba simulando y que todo estara

    bien. Bueno, no realmente, pero estaba seguro que incluso como estbamos,

    podamos derrotarlos, y a todos los dems si fuera necesario. Mientras ellos

    creyeran que podamos hacerlo, no tendramos que hacerlo.

    Jennifer empez a levantarse --ella era realmente estpida o loca-- y

    Daniel agarr su brazo muy rpido para ver , y la forz de vuelta. Ella cay en la

    silla, con fuerza.

    Ella abri la boca. El le dio una mirada plana. Ella la cerr y bajo la

    mirada. Su cara se puso roja. As que l no estaba dispuesto a dejar que botara su

    vida y la de l. Era lo que esperaba.

    Daniel agacho su cabeza en un pequeo asentimiento. El Clan Lobo ruega por el perdn de la Consorte. Estamos sinceramente arrepentidos por

    cualquier ofensa que pudimos haber hecho. Deseamos expresar nuestra continua

    lealtad y obediencia al Seor de Las Bestias y su Compaera. Bien dicho. Talvez an haba esperaza para l despus de todo.

    Qu hay acerca del resto de ustedes? mi mirada se qued por un momento en los alfas del clan de La Ratas. Thomas y Robert Lonesco

    sacudieron sus cabezas al unsono.

    Thomas, el mayor y ms alto del par, habl. no tenemos ningn perro en

  • esta pelea. El sonri un poco, mostrando unos muy blancos y parejos dientes. No votamos por ella por que no sabamos lo suficiente de ella. La compensamos. Kate se inclin hacia a mi y dijo suavemente, Despus que mat a los chacales, me mandaron chocolate. Bien, realmente me gustaban ambos me habra arrepentido de matarlos.

    Mire a los reemplazos de los chacales anteriormente mencionados.

    La hembra, Tracy, habl. No tenemos ningn problema con la Consorte. Estamos en deuda con ella por nuestra actual posicin. Era lo menos que esperaba. Todo lo que quedaba era el Clan Nimble

    (Ligero) y Los Pesados de Mahon. Con el viejo oso lidiara de forma privada.

    El Clan Nimble era un tipo de anormalidad dentro de la sociedad shapeshifter.

    Sus alfas, una vieja pareja asitica, reinaba no porque eran los ms fuertes, si no

    por su edad y sabidura la cual era altamente respetada por sus miembros. No los

    lastimaba tampoco que sus leales betas fueran un vicioso par que era temido por

    el resto del clan y muchos de la Manada. Cuidaban a sus ancianos de cualquier

    dao y estaba claro que ellos tomaran el lugar como alfas cuando el tiempo

    llegara.

    El Alfa del Clan Nimble se levant, en toda su altura e hizo una profunda

    inclinacin sin que su mirada dejara la ma. Se sostuvo por un momento y luego

    se enderez y proclam en un tono muy formal, El Clan Nimble recuerda el entendimiento que su majestad nos ha mostrado, y nunca nos deshonraremos

    pagando esa amabilidad con traicin o abuso de confianza. La Consorte ha

    peleado admirablemente y ganado un lugar de respeto al lado de nuestro Seor. Okay, un simple te respaldamos hubiera sido suficiente pero si el se senta mas cmodo con la formalidad, que as sea.

    Nosotros respetamos al Clan Nimble y tenemos su amistad en alta estima. Ahh, eso le lleg, casi sonre, se inclin una vez ms y se sent. Casi listo.

    Buen, entonces todo est arreglado. Si no hay nada ms, pueden partir en paz. Mahon tu qudate. El resto se fue tan rpido como pudo manteniendo un semblante de

    dignidad.

    Kate se volte hacia mi. Sus ojos preguntndome, Quieres que me quede? Silenciosamente sacud mi cabeza. No, no quieres estar aqu para la siguiente parte.

    ***

    Observ al Consejo de la Manada salir del cuarto con sus colas entre las patas.

  • Uno por uno, huyeron, cuidadosos de no mirarme a mi o al Oso. Finalmente el

    ltimo de los cambia formas atraves las puertas. Solo estbamos los dos.

    Mire a Mahon de la forma en que un alfa mira a sus sbditos. Mahon

    cruz sus masivos brazos.

    Hemos llegado a esto entonces. No respond.

    Ya era tiempo. He estado esperando por esto. Necesitamos resolverlo. Bien, nos entendamos. Quieres resolverlo aqu, viejo, o tienes otro lugar en mente? Mahon lo pens durante un largo momento. Vamos a necesitar espacio. Este lugar es muy pequeo. A la terraza del cuarto piso entonces. La terraza, una superficie plana de una de las torres mas pequeas, era un

    cuadrado de piedra, con cerca de veinte por cincuenta yardas (18.2 X 45.7

    metros). En la primavera y en el verano la usbamos para cenas y reuniones al

    aire libre, pero en invierno estaba desierta. Nos dara suficiente espacio y

    privacidad tambin.

    Esto entre Mahon y yo no iba a ser una exhibicin. No era una pelea a

    muerte tampoco, pero si alguien de la Manada llegaba a ser testigo de sta,

    podra convertirse en una. Tendra que matar a Mahon, y no quera hacerlo.

    Mahon no era mi padre, pero yo era su hijo.

    Esto era entre los dos y cuando terminara sabramos de una vez por todas

    cual de los dos era el mas fuerte.

    Camin a travs de las puertas. El me sigui. Afuera del cuarto Derek me

    vio y se alej de la pared. Lo observe y le dije, Sgueme, y segu caminado. El chico se quedo un paso detrs de nosotros. Necesitaramos un guardia para evitar

    que el resto de la Manada metiera sus narices donde no deban y no poda ser

    Jim o Kate. Jim era mi mejor amigo. El interferira. Kate Esto era algo que no quera que ella viera. Derek hara lo que le dijera y mantendra al resto afuera.

    Los tres recorrimos el camino hacia el cuarto piso. Una slida puerta de

    madera cerraba la entrada a la terraza.

    Mir a Derek. Te paras aqu. Nadie pasa al otro lado de esta puerta. sostuve su mirada durante un momento ms para asegurarme de que tenia su

    atencin. Nadie. Si, Mi Seor. Abr la puerta y Mahon y yo salimos. El fro aire golpe mis pulmones.

    La puerta se cerr detrs de nosotros.

    Haba oscurecido. El cielo estaba oscuro e inmenso, y las pequeas luces

    de las estrella lo perforaban con su fra luz. Detrs de nosotros las grises torres

    de la Guarida bloqueaban la luna, pero estaba ah, salpicando su luz en la nieve

    esparcida en el claro que rodeaba a la Guarida. Ms all, se alzaba el oscuro

  • bosque.

    La terraza se extenda ante nosotros, cubierta con blanca nieve sin tocar.

    Antes que esto terminara, la pintaramos de rojo.

    Cmo te place hacerlo? Pregunt Mahon. No as y tu media forma apesta, Le dije. Te quiero en tu mejor momento. As que ser mejor que saques al oso. En ese caso, ser mejor que me ataques en tu forma de guerrero. Te dar una mejor oportunidad. No es necesario. Le respond. Apoy su mano sobre mi hombro y dijo suavemente, Mi hijo, si dudas o te contienes, te voy a romper. Lo intentars. No mas charlas. Lo deje ir. El calor me llen. Haba una tremenda calidez. Era como ser

    estirado en un potro mientras eras quemado. Y todo te tiraba: huesos, tendones,

    msculos, la piel quedaba tirante. El nebuloso velo que no notaba cay y

    repentinamente el mundo era dolorosamente claro. Lo ola todo, el viento del

    fro cielo, una pizca de humo de la cocina de la Guarida, la piedra seca, la limpia

    nieve, y el pelaje de un enorme oso esperando para romper mi espalda.

    Oso. Un olor familiar. Seguro. El mismo olor que sent hace aos, cuando

    no tena un lugar a donde ir y Mahon me dijo que tena un hogar. Era enorme

    entonces, grande y rudo, mas alto que yo por casi un pie (30 cms). Puedes quedarte aqu muchacho. Te trataremos como uno de los nuestros. No tienes que

    llamarme pap, con Mahon ser suficiente. Al otro lado de la terraza, el Kodiak sacudi su cabeza. Era enorme, casi doce pies de alto, y pesaba casi una

    tonelada.

    Ir cara a cara con el estaba fuera de la cuestin. Me sacud, probando el

    cambio. Todo haba cado en su lugar. No estaba en mi mejor momento, pero

    eso estaba bien. Estaba demasiado enojado para que omportara en esta lucha.

    La gigante y lanuda bestia se alz sobre sus patas y me rugi. As es,

    mustrame ese vientre grande y suave. Abr mi boca y le rug de vuelta,

    opacando el suyo. Adelante, chico gordo.

    Mi mejor apuesta era desangrarlo. Lanzarme, morder o desgarrar, y

    alejarme antes de que esas grandes patas pudieran conectar. No dejarlo

    agarrarme o sostenerme. Si lo hacia, Mahon poda tirarme a un abrazo y aplastar

    mi cabeza con sus mandbulas. Y si era suertudo, vendra a mi justo as, parado

    en dos patas con su vientre expuesto.

    Me enterr en la nieve, probando el terreno. Mi garra encontr hielo

    revistiendo a las piedras. Una capa.

    Vamos Oso, Ven a mi.

    Cayo en cuatro patas y salt hacia a mi con su cabeza bajada. Maldicin.

    Si lo dejaba, el tratara de forzarme al suelo. Haba matado a un oso antes, y fue

  • la pelea mas difcil de mi vida.

    Mahon segua movindose, cambiando a un balanceo de lado a lado. El

    oso se arrastraba. Se vea torpe, pero lo dejaba usar la parte mas gruesa de su

    pelaje y grasa que envolva sus cuartos delanteros como un escudo. Y un ataque

    por el flanco tampoco servira sin consecuencias. Arrastrndose o no, el era

    rpido.

    Nunca peleamos, no as, pero lo haba visto matar durante los ltimos

    quince aos, y saba que el usara esa grande cabeza como un combo. Ser

    golpeado de cabeza por un oso era como ser pateado por un caballo. Me

    noqueara y luego pondra todo ese peso sobre mi.

    Era tiempo de bailar. Lo deje acercarse a cinco pies de mi. Mahon se

    lanz. Lo esquive hacia un lado y enterr mis garras en su cabeza y cuello. La

    mayora de lo que alcanc fue pelaje y grasa, pero lo haba herido. El oso se

    sacudi, tratando de que lo soltara. Me agarr y di una gran mordida a su oreja.

    El familiar sabor de la sangre inund mi boca.

    Mahon bram de dolor.

    Si, eso iba a dejar una marca.

    De repente mis patas dejaron el suelo, y empezamos a movernos. Me

    empujo hacia atrs, como un martillo a un clavo. Dios, el era jodidamente fuerte.

    No haba nada que pudiera hacer acerca de eso, excepto soltarlo. Solt mi

    agarre. Muy tarde. La pared golpe en mi espalda y todo el grueso del oso choc

    contra mi.

    Ouch.

    Lado de Kate.

    El muro se sacudi. Del otro lado de la pared Curran estaba recibiendo

    una paliza y el me haba dejado afuera y al chico maravilla en posicin junto a la

    puerta para asegurarse de que se quedara cerrada.

    El cuarto estaba lleno de cambiaformas. Los Alfas, los Betas, cualquiera con

    cualquier tipo de rango se haba abierto camino a la habitacin.

    Jim estaba sobre Derek. El chico maravilla haba crecido, pero Jim aun era cerca

    de tres pulgadas mas alto y el aprovechaba cada centmetro. Muvete. Derek no respondi.

    Es una Orden. Derek miro directamente hacia el frente. El mensaje estaba claro. Jim

  • tendra que matarlo antes de que abriera la puerta.

    Esto era intil. Me abr camino fuera de la habitacin hacia el pasillo.

    Barabs sali detrs de mi. Me arrastre por el pasillo hacia abajo, lejos de la

    multitud. Mi pierna estaba en fuego. Por una vez desee haber trado ese estpido

    bastn, as podra moverme mas rpido. Doblamos la esquina.

    Hay algn otro lugar desde el cual pueda llegar a la terraza? Le susurr.

    Llegar, no. Ver, si. Llvame ah. Hay escaleras. Barrabs me advirti. Llvame ah o te tirar por la ventana. Por este camino Alfa.

    Curran

    Mord el puente de la nariz de Mahon, Bienvenido a alas mandbulas del

    len.

    El gruo de dolor y cay.

    Ca en la nieve, rod de pie, y corr, poniendo algo de distancia entre

    nosotros. Mis costillas dolan. El calor flua, uniendo los hueso fracturados.

    Ningn dao mayor, pero uno mas as y estara acabado.

    Tena que desangrarlo. Adentro y afuera. Si cortaba lo suficiente su

    crneo, el Lyc-V reparara el dao, pero no antes de que Mahon sangrara.

    Suficiente sangre en sus ojos, y sera mucho ms fcil de manejar.

    El oso se arrastr hacia delante. Corr hacia el, con las garras listas.

    Lado de Kate

    Cincuenta millones de jodidos escalones, cada paso disparando una rfaga

    de dolor a mi cadera, al punto de que quera desgarrarme la pierna para encontrar

    la fuente de este.

    Vamos Kate, empuja. Empuja.

    Lamento esto, Barrabs dijo. Lamentas qu? Me tom en brazos y corri por las escaleras. Dos segundos y salimos por una

    puerta de fierro hacia una pequea terraza de piedra. Estbamos en una de las

    torres de al lado, en un ngulo de noventa grados de la Guarida principal. Dos

    pisos bajo nosotros, un enorme oso y mi len ajustaban cuentas en la sangrienta

    nieve.

  • Oh Curran. Estpido, estpido hombre.

    Barrabs me bajo al suelo.

    Mahon estaba respirando duro. Sus peludos flancos se levantaban y bajaban

    soltando nubes de vapor a travs de su nariz. Sangre empapaba sus lados. Curran

    cojeaba ligeramente, favoreciendo su pierna izquierda.

    Curran se lanzo, un borrn. Sostuve mi respiracin. Se acercaba a Mahon,

    cortaba su cara y se retiraba, evitando un barrido de la colosal garra del oso por

    un pelo.

    Curran estaba tratando de desangrar a Mahon, pero el Lyc-V lo estaba

    curando ms rpido de lo que l poda herirlo. Tarde o temprano Mahon lo

    atrapara. Y hace una hora Curran haba estado inconciente en su cama.

    Llvame a esa terraza, Dije entre dientes. No puedo, dijo Barrabs. Es muy lejos. Yo no poda saltar la distancia, no con mi pierna. Lnzame. Hay cincuenta yardas entre nosotros y ellos, sin mencionar la cada de treinta pies. Barrabs dijo. Tu cuerpo aterrizara entre un enojado oso y un len loco de sangre. Es mi deber asistirte en cualquier forma que pueda, pero el suicidio no est en el

    men. Mi rodilla cedi. Me apoy en la barandilla de piedra y observ a Curran

    pelear. Era todo lo que poda hacer.

    El iba a atraparme. Mi costado dola como el infierno y mi visin estaba un poco

    borrosa. Mahon haba golpeado mi cabeza dos veces con sus patas. Se sinti

    como ser golpeado por un auto. No poda tomar mas golpes fuertes a la cabeza.

    Tenia que derrotarlo y acabar con esto.

    Mahon me golpe. Se lo devolv y retroced.

    Tena que incitarlo a que entrara en clera. Si se paraba en sus patas

    traseras, tendra una oportunidad.

    Ol a Kate. Ella estaba aqu. De alguna forma ella estaba aqu. Si sacaba

    mis ojos de Mahon, el me dra una paliza. Porqu ella no poda hacer lo que le

    dicen por una maldita vez, solo una maldita vez?

    Mahon atac.

    Esquiv hacia la izquierda, directo a la pared. El pens que me tena y se

    acerco: enorme, rpido, imparable. Salt sobre la pared, di la vuelta en el aire, y

    aterric sobre l. Hola viejo. Mis garras perforaron su piel y cort su pelaje con

    mi juego de cuatro garras, rasgando desde su cabeza hasta su peludo trasero.

  • Mahon bram de dolor.

    Salt libre y mord su nariz. La pata del oso atrap mi costado. Tom el

    golpe---doli como el infierno--- y golpee su nariz, cortndola. Uno, dos, tres.

    Otra vez. Otra vez.

    El carg contra mi otra vez. Su cabeza hacia abajo. Vir a la derecha, cerr mis

    mandbulas en su oreja lastimada y mord el resto de ella. El oso gruo, en dolor

    y furia.

    Escup la oreja y la patee hacia el con mi garra. No, no puedes mantenerla.

    No sabe tan bien.

    El enorme Kodiak bram como una sirena y se par.

    Sip, eso lo hizo, ahora el estaba lindo y enojado.

    Con un gruido que sacudi la tierra se lanzo hacia mi, todo oso, sin

    pensamiento humano o estrategia, motivado por pura ira y dolor. Sera su

    perdicin o la ma.

    Lado Kate

    Mahon se levant en sus patas traseras. Curran coje alejndose. Su lado estaba

    sangrando---una mala seal. El Lyc-V no estaba mantenindose a la par con la

    sanacin.

    Mahon continu movindose. Curran retrocedi hacia el borde de la

    terraza. Sin lugar a donde ir.

    Si lo perda aqu, en esta idiota pelea, despus de que luch y lo cuid por

    dos semanas, despus de que llor y pens que el estaba muriendo. Lo

    encontrara en la siguiente vida y lo matara otra vez.

    Mahon lanzo un amplio golpe. Curran se agacho bajo las enormes garras,

    sorprendentemente rpido, y enterr sus propias garras en la pata trasera

    izquierda del oso y mordi duramente.

    Saba muy bien cuanta presin esas mandbulas podan ejercer. El mordi

    atravesando el pelaje y el msculo, y la pierna de Mahon se dobl como un

    mondadientes roto, mientras los enormes colmillos del felino destrozaban sus

    huesos.

    Curran gir y pate con sus piernas traseras, un movimiento que ningn len

    podra pensar sin un cerebro humano manejndolo. Su golpeado cuerpo oscil y

    su espalda choc contra la pierna herida de Mahon. Por medio segundo el oso se

    mantuvo de pie por pura fuerza de voluntad, y luego cay, de espaldas, como un

    gigante con las piernas cortadas.

    Oh mi Dios.

    Curran rod fuera del camino antes de que el enorme cuerpo lo aplastara.

    Mientras el estaba de espaldas, Curran puso sus patas delanteras y peso en su

  • pecho. La enorme cabeza del len inclinndose hacia abajo. Curran abri su

    boca. Su mandbula se cerr en el cuello de Mahon y lo sostuvo, fcilmente, casi

    gentilmente.

    Una enorme pata marrn se elev y cay.

    Haba terminado. Curran gan.

    "

    Me acost en la nieve, exhausto. Mi cuerpo volvi a su familiar forma

    humana. Todo me dola. Mi cuerpo se senta caliente, como si me estuviera

    quemando desde adentro.

    Buena pelea muchacho, dijo Mahon desde algn lugar a la derecha. Estoy orgulloso de ti. Cllate. La nieve se estaba derritiendo a mi alrededor. El lquido fro se senta bien

    en mi piel. Bueno, eso era muy agradable. Poda quedarme ah por un momento,

    mientras no tuviera que moverme.

    An crees que ella vale la pena? Mahon pregunt tranquilamente. Por supuesto. Ella es mi Compaera. Mahon suspir. As que ests decidido. Crees que estaramos sangrando aqu en la nieve si no estuviera seguro? Buen punto. Tom un puado de nieve y lo puse en mi cara. Mmm eso se senta bien.

    Esperaba que ella fuera uno de nosotros, Mahon dijo. Bueno, no siempre puedes tener lo que quieres. Yo esperaba que mi pueblo no tratara de matar a mi Compaera mientras yo estaba acostado

    muriendo. No lleg a eso, Mahon dijo. Ella es ms fuerte de lo que cualquiera de nosotros pens. Yo lo saba. Me lo imaginaba. Mahon suspir. Ella nunca nos entender completamente. No es siempre acerca de ustedes. Esta vez es acerca de mi. Ella me entiende y eso es suficiente. Haba algn tipo de conmocin tomando lugar detrs de la puerta.

    Nunca haremos esto otra vez, Mahon dijo. Eso depende de ti. Cada vez que necesites que te lo recuerde Mahon se ri. Te cri muy bien. La puerta vol de sus bisagras y se desliz por la nieve, con Derek en ella.

  • Bueno, no poda decir que el chico no lo intent.

    Martha apareci en la terraza.

    Oh-oh, Mahon murmur. La esposa de Mahon mir hacia abajo a nosotros. Sus manos fueron a

    sus caderas. cul de ustedes idiotas quiere explicarme que diablos est pasando? Con gran esfuerzo levant mi brazo y apunte en la direccin de Mahon.

    l. Kate apareci en la puerta.

    Qu le hiciste al muchacho? Martha exigi. Qu le hice al muchacho?qu me hizo a mi?! Kate te arrodill a mi lado. Levant mi mano y acarici su mejilla.

    Eres un idiota. Me dijo. Lo s. Martha ya nos lo dijo. Est arreglado? Martha exigi. No pareca estar dirigido a mi, as que no respond.

    Si. Mahon respondi. Bien. Arriba. Hubo un poco de movimiento y luego ambos fueron camino a la puerta

    hacia la luz de la Guarida. Cuando pasaron por nuestro lado, Mahon inclin su

    cabeza. Mi Seor. Mi Seora. Entonces se fueron. Con Derek siguindolos cargando la puerta.

    Quieres irte? Kate me pregunt. No an. Se sent en la nieve a mi lado. Puse mi brazo alrededor de ella, jalndola

    mas cerca. Derek puso la puerta en su lugar. Estbamos solos. Solo nosotros, la

    nieve y las estrellas.

    Ese fue un buen movimiento con el salto, ella dijo. Lo viste? Lo vi. Le sonre. Patee su trasero. Si, lo hiciste. Esa nieve debe de estar congelndote. Necesitas que te ayude a pararte, patea traseros? Esa es mi lnea. Se ri suavemente. No te puedo cargar, sabes. Dame otros cinco minutos. Y ser capaz de caminar. Nos sentamos en la nieve y miramos las estrellas. Maana tendra que

    lidiar con todas sus mierdas de nuevo. Pero sta noche era nuestra. Nos la

    ganamos.

  • EL FIN.