EL MUNDO. DOMINGO 29 DE DICIEMBRE DE 2013

ILLES BALEARS ?

El 2013 ha sido un año de inflexión para la Fundación Barceló. Tras más de dos décadas centrando su trabajo en los países más necesitados de África y América Latina, a principios de año la institución decidió poner en marcha en Mallorca Alisol y Agrosol, dos proyectos unidos por una misma finalidad: proporcionar ayuda alimentaria a las personas de la isla que están pasando por mo-mentos de especial dificultad.

«Aunque el objetivo prioritario de la Fundación era actuar en países si-tuados por detrás de la posición 100 en el índice de pobreza, an-te las crecientes nece-sidades sociales de-tectadas en la isla, la Fundación Barceló de-cidió actuar también en Mallorca», explica Bernat Bauzà, inge-niero agrónomo y res-ponsable agroambien-tal de la entidad.

De este modo, en febrero de 2013 na-ció Alisol –Alimentos Solidarios–, una iniciativa a través de la cual se reparten semanalmente cerca de 2.000 kilos de alimentos a entidades sociales que atienden a perso-nas necesitadas.

«Ya desde el principio obser-vamos la necesidad de aportar productos perecederos de bue-na calidad para complementar otras donaciones que reciben las asociaciones benéficas co-mo conservas o productos con muy pocos días de vida útil», explica Bauzà.

Tras firmar convenios de colabo-ración con empresas de producción agrícola como Asaja, Agroilla y Es-plet, la Fundación Barceló decidió dar un paso más y poner en marcha

Agrosol, un proyecto de agricultura solidaria sostenible con el que abas-tecer a Alisol y, a su vez, contribuir a la mejora del medio ambiente y rea-vivar la agricultura balear.

Verduras y carne Son Barceló y Formentor, dos fincas emblemáticas de la familia Barceló, son la base de Agrosol. En Son Bar-celó –terreno donado por Francisca Barceló en Felanitx– se cosechan verduras, hortalizas y tubérculos, mientras que Formentor está destinada a la producción cárni-

ca a partir de la explotación de gana-do vacuno y ovino.

«En Felanitx antes de la siembra fueron necesarias algunas inversio-nes, por lo que no empezamos a plantar hasta julio. A pesar de ha-ber perdido los meses más produc-tivos, hemos tenido 22 semanas de recolección y hemos producido un total de 23.000 kilos de alimentos», explica Bernat Bauzà.

Además de generar productos pa-ra Alisol valorados en más de 15.000 euros, la finca Son Barceló ha per-mitido crear un puesto de trabajo fi-jo y otros dos temporales, durante las épocas de mayor producción.

Por su parte, Formentor cuenta con 240 ovejas, 10 vacas y un se-mental de raza mallorquina que no sólo proporcionan carne al proyecto Alisol, sino que también contribuyen

al control de los incendios en una zona tan preciada como la penínsu-la de Formentor.

«Decidimos apostar por la conser-vación de las razas autóctonas. En febrero nos cedieron 10 vacas y un semental y el rebaño ovino llegó en junio, así que este año hemos podi-do donar tan sólo 300 kilos de car-ne», apunta Bauzá, quien precisa que a partir de 2014 está previsto que la donación anual de carne se sitúe entre los 1.500 y los 2.000 kilos.

Agrosol –a través de las fincas Son Barceló y Formentor–, junto con las adquisiciones y donaciones que recibe la Fundación Barceló, nutre al proyecto Alisol, que en es-te primer año de actividad ha dis-tribuido más de 90.000 kilos de fru-ta, verdura, tubérculos y hortalizas de temporada.

El reparto de estos 90.000 kilos de alimentos a las 16 entidades que co-laboran con la institución –12 en Pal-ma y cuatro en la Part Forana– ha permitido ayudar semanalmente a más de 2.300 personas, una cifra que asciende a las 5.100 mensuales, puesto que algunos repartos se ha-cen de manera quincenal.

«Con estos dos proyectos preten-demos generar producciones esta-bles de productos de calidad y re-partirlos entre las personas que verdaderamente lo necesitan. Cre-emos que es importante que todo el mundo tenga acceso a una ali-mentación sana y equilibrada, ide-pendientemente de su situación económica. Nuestro objetivo es ir creciendo y año tras año llegar a un mayor número de beneficia-rios», concluye Bauzà.

Aunque en estos momentos los proyectos Alisol y Agrosol se cen-tran sólo en ayuda alimentaria, en un futuro la Fundación Barceló pre-tende que la finca de Son Barceló acoja también otras actividades de carácter solidario.

De la tierra a la mesa de los que más lo necesitanLa Fundación Barceló, siguiendo con su compromiso con la solidaridad, lleva un año trabajando en Mallorca para proporcionar alimentos de calidad a familias en situación de vulnerabilidad

M. ANTONIA CANTALLOPS / Palma

PROYECTOS AGROSOL Y ALISOL

«Que una persona no disponga de recursos, no debe significar que no pueda acceder a productos de buena calidad». Partiendo de esta premisa, la Fundación Barceló ha creado una cadena de solidaridad que parte de las fincas Son Barceló y Formentor hasta llegar a la mesa de familias con pocos recursos. Así, cada semana reparte alimentos a más de 2.300 personas, con la ayuda de dos voluntarios. «Para nosotros ha sido muy importante. Hasta el momento sólo contábamos con productos no perecederos que se alejaban mucho de la dieta mediterránea. Alisol nos ha dado vida, ya que ahora disponemos de alimentos de temporada y de gran calidad, a los que de otra forma no podrían acceder nuestros beneficiarios», aseguran desde Patronato Obrero, entidad que colabora con la Fundación Barceló.

Cadena de solidaridad

En la finca Son Barceló se cultivan verduras, hortalizas y tubérculos de temporada, que posteriormente son distribuidos a través del proyecto Alisol. /

REPORTAJE GRÁFICO: C. FORTEZA

Entrada de la finca Son Barceló de Felanitx. / FUNDACIÓN BARCELÓ Rebaño de ovejas de la finca de Formentor. / FUNDACIÓN BARCELÓ