Georg Trakl 187

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    1/26

    GEORG TRAKL

    Seleccin y traduccin dePURA LPEZ COLOM

    Nota introductoria deFRANCISCO HERNNDEZ

    UNIVERSIDADNACIONAL AUTNOMA DE MXICO

    COORDINACIN DE DIFUSIN CULTURAL

    DIRECCIN DE LITERATURA

    MXICO,2013

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    2/26

    2

    NDICE

    NOTA INTRODUCTORIA,FRANCISCOHERNNDEZ 3HUMANIDAD 6

    DE PROFUNDIS 6SALMO 7KARL KRAUS 8NIEZ 9ROMANCE A LA NOCHE 9HORROR 10LA BENDICIN DE LAS MUJERES 11MI CORAZN AL ATARDECER 11DA DE MUERTOS 12TROMPETAS 12LAS RATAS 13

    CANTOS PARA UN ROSARIO1.A MI HERMANA 132.CERCANA DE LA MUERTE 143.AMN 14

    UNA TARDE OTOAL 14CANCIN VESPERTINA 15NOCTURNO 16DE CAMINO 16EL NIO ELIS 17CANCIN DE KASPARHAUSER 18NOCHE 19

    SONIA 19NOCHE DE INVIERNO 20EN VENECIA 20EL SUEO 21RENDICIN NOCTURNA 21GRODEK 22EN UN VIEJO LBUM 23LAMENTO 23TRANSFIGURACIN 24AFORISMOS

    I 25

    II 25

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    3/26

    3

    NOTA INTRODUCTORIAGeorg Trakl: partes de un espejo

    El padre de Georg Trakl lo saba muy bien: un hijo

    poeta puede hacerte renegar de la vida. Por eso,cuando el 3 de febrero de 1887 su esposa Mara Halikdio a luz un nio de poco peso, muy inquieto y casitransparente, levant los ojos al cielo y rog porqueel recin nacido permaneciese a prudente distancia delos espejos y la literatura. Sin embargo, espejos yletras lo persiguieron siempre. Nunca estuvo a salvode su imagen insignificante y de la superioridad de supoesa.

    La dicha de una infancia triste lo rode con su luz.El padre, en su distancia, suea con vender materiales

    para construccin. El inters de su madre se centra encoleccionar antigedades. Georg y su hermana Mar-garita, la amada Grete, disfrutan los escondrijos de lacasa, el contacto furtivo de los labios y las leccionesde piano. Ms tarde compartirn tambin los efectosdel opio y la cocana.

    Trat de ahogarse en un estanque. Lo juzgaron unacada y nadie le dio importancia a su intento fallido.Las vas del tren lo atraan como imanes, pero lascomposiciones de Schubert, Chopin y Liszt, aunadasa las lecturas de Ibsen y Maeterlinck, le permitenencontrar asideros. Escribe teatro y versos donde pu-lulan araas, murcilagos, epidemias, lluvias constan-tes y la nostalgia por ese paraso que slo gozan losnonatos.

    Fue un mal estudiante. Alguien que conoce el ful-gor de las pupilas de Dios y sabe de los agusanadosprpados anglicos, no puede tener buenas califica-ciones en matemticas o latn. Detesta lo rojo deldinero, no le simpatizan los austracos y pide la cabe-za de aquellos alemanes seducidos por la moderni-dad. Rimbaud, Hlderlin, Baudelaire, Nietzsche yDostoievski nutren sus horas de luntico.

    Espejos de la verdad lo acercan a estudios de farma-cia. Dos aos despus consigue trabajo en El ngel

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    4/26

    4

    Blanco, una botica que todava existe en Salzburgo.El amor por Grete se ahonda y la culpa crece. La de-presin lo hace pensar en la mejora del suicidio.

    No est solo. Con amigos afines funda crculos li-terarios con nombres de dioses griegos. Publica, se

    sumerge en el alcohol y el veronal, lo envuelve elcloroformo, frecuenta prostitutas de la Judengasse.Tres o cuatro colores llegan a obsesionarle. Intenta

    pintar un depsito de cadveres repleto de girasoles yaparece su retrato. Hurao, polmico, ajeno a los te-rritorios de la vida real, la soporta porque piensa con-tinuamente en quitrsela. Se protege con msica,poesa y los azules vapores del incesto. Borneo, enese tiempo colonia holandesa, surge en su delirio co-mo una posibilidad de escape.

    Le horroriza la violencia. Odia especialmente la

    cacera. Ve a su hermana como una cierva azul quecruza bosques, amenazada por el celo de los cazado-res. La luna incrementa el prpura de su locura. Lle-nas de caricias prohibidas, desea meter sus manosdentro de las letrinas. En los espejos crecen jacintos yamapolas. Ve publicado su libro Poemas pero de Se-bastin en el sueo slo alcanza a corregir galeras.

    La guerra del 14 completa sus terrores y al ser en-viado al frente, lo rebasa la realidad con mltiplesespejos estrellados. Se incorpora a las tropas austro-hngaras, sabe lo que es el verdadero espanto des-pus de la batalla de Grodek, en la Galitzia de enton-ces, actual territorio ucraniano. Debe atender heridosgraves en un granero. Algunos le piden que los mate,otros se suicidan. Lo paraliza la desesperanza. Piensa enla hermana y avanza su furgn de culpas. Intenta quitar-se la vida con un revlver, lo detienen sus compaeros.

    Camino al hospital militar, ve rboles con ahorcadosmovidos ligeramente por el viento. Sabe que la hu-manidad no tiene escapatoria. Ya en el hospital, temeque lo fusilen por cobarde. Comparte la habitacincon un soldado y su delirium tremens. Se le presentaun ngel blanco y con dulces palabras lo consuela.

    Consignan los libros que Georg Trakl muri poruna sobredosis de cocana, a los 27 aos. Tambin

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    5/26

    5

    sealan que en Berln, tres aos ms tarde, Grete sedio un tiro en el corazn.

    FRANCISCO HERNNDEZ

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    6/26

    6

    HUMANIDAD

    Humanidad dispuesta ante bocas de fuego,Torbellino de tambores, sombras frentes de guerreros.

    Pasos en la niebla de sangre; toque del acero negro,Desesperacin, noche en los dolientes cerebros:La sombra de Eva, la cacera, el rojo dinero.La luz se abre paso entre las nubes, la Cena.El pan y el vino guardan un gentil silencio,Y ah los doce, una cifra, reunidos quedan.De noche, bajo los olivos, gritan entre sueos.Hasta la herida, Santo Toms la mano lleva.

    DE PROFUNDIS

    Una mies ya segada bajo una lluvia negra.Un rbol color caf que se yergue solo.Un viento susurrante que rodea chozas vacas.Cuan triste es esta tarde.

    Cerca de la aldeaUna tierna hurfana junta restos de espigas.Sus ojos se agrandan, redondos, dorados al anochecer,Y su regazo aguarda al novio celestial.

    Camino a casaLos pastores hallaron su dulce cuerpoPudrindose entre los matorrales.

    Soy una sombra lejos de oscuras aldeas.He bebido el silencio de DiosEn un manantial de bosque.Un fro metal huella mi frente.Las araas van tras mi corazn.Una luz se apaga en mi boca.

    De noche me hallaba en un brezal,

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    7/26

    7

    Tieso de mugre y polvo de estrellas.Entre las hojas de avellanaLos ngeles de cristal seguan sonando.

    SALMO

    para Karl Kraus

    Hay una luz que el viento ha extinguido.Hay una taberna que el borracho abandona al medioda.Hay un viedo, quemado y negro, con hoyos llenos

    de araas.Hay una habitacin cuyas paredes con leche se han

    blanqueado.El loco ha muerto. Hay una isla en los Mares del SurDispuesta para el Dios Sol. Siguen tocando los tambores.Los hombres ejecutan danzas de guerra.Las mujeres mecern sus caderas en lianas y flores de

    fuegoMientras cante el mar. Oh, nuestro paraso perdido.

    Las ninfas han abandonado los bosques de oro.Han enterrado al desconocido. Una lluvia delgada

    comienza a caer.El hijo de Pan surge bajo la forma de un campesinoQue duerme al medioda sobre el asfalto incandescente.Los vestiditos de las pequeas de aquella granja son de una

    pobreza desgarradora.Hay habitaciones llenas de cuerdas y sonatas.Hay sombras que se abrazan ante un espejo enceguecido.En las ventanas del hospital se calientan los convalecientes.Un barco de vapor lleva epidemias sangrientas por el

    canal.Una extraa hermana vuelve a aparecer en algn sueo

    maligno.Descansando en el follaje de avellana, ella juega con su

    destino.

    El estudiante, o tal vez un doble, la sigue, espiando desdela ventana.

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    8/26

    8

    Tras l se yergue su hermano muerto, o bien l desciendepor la vieja y tortuosa escalera.

    La figura de una joven novicia palidece en la oscuridadde los castaos.

    Cae la tarde en el jardn. Los murcilagos revolotean en

    torno al claustro.Los hijos del portero dejan de jugar y van en pos del orodel cielo.

    Los acordes finales de un cuarteto. Una pequea ciegacorre temblando por el boulevard.

    Y ms tarde, su sombra trepa por los muros fros, ocultaentre cuentos y santas leyendas.

    Hay una barca vaca, abrindose paso por la tarde en eloscuro canal.

    En la lobreguez del viejo asilo se desmoronan ruinas

    humanas.Unos hurfanos muertos yacen junto al muro del jardn.ngeles con las alas manchadas de fango salen de grises

    habitaciones.Caen gusanos desde sus prpados amarillentos.El atrio de la iglesia, oscuro y en silencio, como en los

    das de la infancia.Vidas anteriores se deslizan por ah con pies de plata,Y las sombras de los malditos descienden a las aguas

    quejumbrosas.Dentro de su tumba, el mago blanco juega con unas

    serpientes.

    En silencio, se abren los dorados ojos de Dios sobre lamorada de las calaveras.

    KARL KRAUS

    Blanco, supremo sacerdote de la verdad,Voz cristalina, morada del glido aliento de Dios.Mago iracundo, bajo tu capa en llamasResuena la azul armadura del guerrero.

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    9/26

    9

    NIEZ

    El saco lleno de bayas; la niez vivida en la calmaDe una gruta azul. Las ramas tranquilas meditanSobre el sendero ido donde, parduscos, los pastos silvestresAhora silban; el susurro de las hojas

    Como agua azul cayendo desde las rocas.El suave lamento del mirlo. Un pastorSigue en silencio al sol que rueda desde la colina otoal.

    Un instante azul es ms alma aun.

    Un venado tmido emerge desde las lindes del bosque,mientras las viejas campanasY oscuras aldeas descansan en paz sobre la tierra.

    Ms piadoso ahora, t conoces el significado de los aosnegros,

    El fro y el otoo en habitaciones solas;El timbre de pasos brillantes en el sagrado azul.

    El suave tintineo de una ventana abierta; verUn cementerio abandonado en la colina llena los ojos

    de lgrimas,

    Recuerdos de leyendas; y sin embargo a veces el almaresplandece

    Cuando trae a la memoria gente feliz, los oscuros dasdorados de la primavera.

    ROMANCE A LA NOCHE

    Bajo una tienda de estrellas, un solitarioAtraviesa el silencio de la medianoche.

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    10/26

    10

    Un nio despierta, trastornado por sus sueos,Su rostro gris se desmorona ante la luna.

    Con el cabello suelto, la desquiciadaLlora ante las rejas de la ventana.

    En la laguna van flotandoLos amantes en dulce paseo.

    El asesino re plido por el vino,El honor a la muerte consume a los afligidos.Desnuda y herida, una monja rezaAnte la agona del Salvador en la cruz.

    Una madre canta entre sueos suavemente.Satisfecho, el nio contempla la nocheCon sinceridad en los ojos.

    Las risas tintinean en el prostbulo.A la luz de una vela, abajo, en el respiradero,El muerto pinta con blanca manoUn silencio malicioso en la pared.El durmiente sigue murmurando.

    HORROR

    Me vi andando por habitaciones desiertas.Las estrellas bailaban, locas, sobre el fondo azul,Los perros ladraban fuertemente por los campos,Y un viento salvaje gritaba entre los rboles.

    Y de pronto: silencio. La tenue llama de la fiebreHace surgir flores venenosas de mi boca,Y cae el roco, plido y chispeante, desde las ramasComo desde una llaga, gotea y gotea cual sangre.

    Por el engaoso vaco de un espejoSurge desde el horror y la oscuridadUn rostro, lenta e indistintamente: Can!

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    11/26

    11

    La cortina de terciopelo roza apaciblemente.La luna brilla sobre el vaco a travs de la ventana.Heme aqu, a solas con mi asesino.

    LA BENDICIN DE LAS MUJERES

    Caminas bajo tus mujeresY con frecuencia sonres nerviosamente:Aterradores son los das por venir.La amapola se marchita, plida, en el seto.

    Tan hermoso como tu vientre hinchado,

    El vino madura, se dora, en la colina.El espejo de un estanque brilla a la distancia.Y la guadaa tintinea sobre los campos.

    El roco entre los arbustos.Siguen cayendo las hojas escarlata.Para recibir a su amada esposa,A ti se aproxima un moro, moreno y rudo.

    MI CORAZN AL ATARDECER

    Por la tarde se escucha el grito del murcilago.Dos caballos negros saltan por la pradera.El rumor del arce rojo.En el camino, aparece una taberna ante el viajero.Delicioso es el sabor del vino joven y las nueces.Delicioso es tambalearse, ebrio, por el bosque que

    oscurece.Por entre las negras ramas resuenan campanas dolorosas;Gotas de roco caen sobre el rostro.

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    12/26

    12

    DA DE MUERTOS

    a Karl Hauer

    Hombres y mujeres, tristes compaeros,Esparcen hoy flores rojas y azulesSobre tumbas tenuemente iluminadas.Van como pobres marionetas antes de morir.

    Y cmo se ven llenos de miedo y humildad,Cual sombras, de pie tras negros arbustos.Los lamentos del nonato penan en el viento otoal,Y las luces van a la deriva, confundidas.

    Las quejas de los amantes respiran entre las ramasDonde los cuerpos de una madre y su hijo se descomponen.La danza de los vivos parece irrealY extraamente dispersa en el viento vespertino.

    Su vida es tan atribulada, llena de plagas desoladoras.Dios tenga piedad del infierno femenino y su tormentoY esos lamentos de muerte sin esperanza alguna.Los solitarios vagan en silencio en el gran saln de las

    estrellas.

    TROMPETAS

    Bajo los sauces talados, donde juegan nios morenosY caen las hojas, resuenan las trompetas. Escalofro de

    cementerio.Banderas escarlata caen en la pena de los arces.Jinetes en los campos de cebada y molinos vacos.

    O los pastores cantan por la noche, y los venadosEntran al crculo de fuego, la antigua tristeza de los

    bosques.Los danzantes emergen de un muro negro;

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    13/26

    13

    Banderas escarlata, risas, desvaro, trompetas.

    LAS RATAS

    La blanca luna otoal brilla en el patio.Fantsticas sombras caen de la orilla del techo.El silencio habita en las ventanas vacas;De pronto, las ratas emergen suavemente

    Y pasan chillando por aqu y por allY un vaho grisceo husmea tras ellasDesde la letrina. Ah,Fantasmagrica, chispea la luz de luna.

    Y ellas, como locas, chillan de avidezY cubren la casa y el granero,Pleno de frutas y semillas.En la oscuridad, vientos helados lloriquean.

    CANTOS PARA UN ROSARIO

    1.A mi hermana

    Por donde pasas, dejas la tarde y el otoo.Un venado azul se escucha bajo los rboles,Un estanque solitario por la tarde.

    Se escucha suave el vuelo de las aves,La tristeza cubre tus ojos.Se escucha tu breve sonrisa.

    Dios ha ocultado tus prpados.Por las noches las estrellas buscan,Nia de Viernes Santo, tu frente.

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    14/26

    14

    2. Cercana de la muerte

    Oh, va la tarde por las oscuras aldeas de la infancia.El estanque bajo los saucesSe llena de suspiros envenenados por la pena.

    Oh, el bosque baja suavemente sus ojos cafs.Desde las manos huesudas de los abandonadosCae el prpura de sus das extasiados.

    Oh, la cercana de la muerte. Oremos.Esta noche se disuelven entre almohadones suaves,Color incienso, los delicados muslos de los amantes.

    3.Amn

    La putrefaccin se desliza por la estancia;Sombras sobre el tapiz amarillo; en los oscuros espejosSe arquea la tristeza de marfil de nuestras manos.

    Perlas cafs se cuelan entre dedos extintos.En el silencioSe abren los amapolinos ojos de un ngel.

    Tambin la tarde es azul;La hora de nuestra muerte, la sombra de Azrael,Que oscurece un ocre jardincillo.

    UNA TARDE OTOAL

    a Karl Rock

    La aldea color castao. Algo oscuro se muestraPaso a paso en los muros que se alzan en otoo,Figuras: lo mismo el hombre que la mujer, muertos vanPor habitaciones frescas a preparar su lecho.

    Aqu juegan los nios. Sombras pesadas se ensanchan

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    15/26

    15

    Encima del estircol. Las nias vanPor un hmedo azul y a veces los miranCon ojos llenos del repiqueteo de la noche.

    Hay una taberna para los solitarios

    Y un demorarse con paciencia bajo oscuros arcos,Bajo nubes doradas de tabaco.

    Y sin embargo, he aqu al ser negro y cercano.Bajo las sombras de viejos arcos,El ebrio medita sobre las aves salvajes a lo lejos.

    CANCIN VESPERTINA

    Por la tarde, cuando caminamos por sendas oscuras,Aparecen ante nosotros nuestras plidas formas.

    Cuando tenemos sed,Bebemos las blancas aguas del estanque,La dulzura de nuestra triste infancia.

    Extintos, descansamos bajo la espesura del saco,Observando el color gris de las gaviotas.

    Nubes primaverales se alzan sobre la oscura ciudadQue silencia un monje de viejos tiempos.

    Cuando tom tus delgadas manos,Abriste ligeramente los ojos redondos.Cunto ha de todo esto.

    Y sin embargo, cuando una oscura armona aflige al alma,Apareces t, blanca, en el paisaje otoal del amigo.

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    16/26

    16

    NOCTURNO

    El hlito del inmvil. Un rostro animalEntumecido de azul, su santidad.

    Poderoso es el silencio de la piedra;La mscara de un pjaro nocturno. Tres suavesCampanas se desvanecen en una. Elai! Tu rostroSe reclina callado sobre el azul de las aguas.

    Oh, quietos espejos de la verdad.En los sueos marfilinos del solitarioAparece el reflejo de ngeles cados.

    DE CAMINO

    Por la tarde, trajeron al extrao hasta la morgue;Olor a alquitrn; el quieto rumor de rojos sicomoros;El vuelo oscuro de los grajillos; en la plaza, un relevo de

    guardia.El sol se ha puesto bajo negros lienzos; siempre regresa

    esta vieja tarde.En el cuarto de al lado, mi hermana toca una sonata

    de Schubert.Muy quieta, su sonrisa se hunde en las ruinas de la

    fuente,Rumorosa, azul, en el crepsculo. Oh, qu vieja es

    nuestra raza.Alguien susurra abajo en el jardn; alguien abandona

    este cielo negro.Un olor a manzanas desde la cmoda. La abuela enciende

    las velas doradas.Oh, qu benigno es el otoo. Quietos, suenan nuestros

    pasos en el viejo parqueBajo los altos rboles. Oh, qu serio es el rostro de

    jacinto del crepsculo.El manantial azul a tus pies; pleno de secretos, el rojo

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    17/26

    17

    silencio de tu boca,Oscurecido por el reposo del follaje, el oro oscuro de

    girasoles desfallecidos.Tus prpados llevan el peso de la amapola y suean,

    quietos, sobre mi frente.

    Suaves campanas hacen temblar el pecho. En el crepsculo,Una nube azul es tu rostro hundido en m.

    Se escucha una cancin a la guitarra en una extraataberna,

    Las silvestres enramadas del saco ah, un da denoviembre hace ya tanto,

    Pasos conocidos en la lbrega escalera, la imagenocre de las vigas,

    Una ventana abierta, vieja habitacin de dulcesesperanzas.

    Tan indecible es todo esto, oh Dios, que conmovidocae uno de rodillas.

    Oh, qu oscura es esta noche. Una flama prpuraSe extingue en mi boca. En el silencio,Muere el alma temerosa de una solitaria msica de

    cuerdas.Basta. Ebria de vino, se sumerge la cabeza en la

    alcantarilla.

    EL NIO ELIS

    Elis, cuando el mirlo llama en el oscuro bosque,He aqu tu decadencia.Tus labios beben en la frescura del rocoso manantial azul.

    Cuando tu frente a sangrar comience,Deja las antiguas leyendasY las oscuras interpretaciones del vuelo del ave.

    Te diriges con blancos pasos rumbo a la noche,Que cuelga llena de prpuras racimos,

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    18/26

    18

    Y mueves los brazos ms bellamente en el azul.

    Un zarzal suenaEn tus ojos de luna.Oh, hace cunto moriste, Elis.

    Tu cuerpo es un jacintoDonde un monje posa sus dedos de cera.Una negra cueva es nuestro silencio

    De donde surge, a veces, un tierno animalY deja caer lentamente sus pesados prpados.De tus sienes cae un roco oscuro,

    El ltimo oro de estrellas en ruinas.

    CANCIN DE KASPARHAUSER

    para Bessie Loos

    En verdad amaba al sol que se pona, prpura, tras lacolina,

    Los senderos del bosque, el mirlo cantorY la felicidad de lo verde.

    En serio se hallaba su casa a la sombra del rbolY puro era su rostro.Dios pronunci una suave llama sobre su corazn:Oh, hombre!

    En silencio, se dirigi a la ciudad por la tarde;La oscura queja de su boca:Quiero ser jinete.

    Mas lo siguieron arbustos y animales,Casa y jardn crepuscular de hombres blancos,Y su asesino lo buscaba.

    La primavera y el verano y bello el otoo

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    19/26

    19

    De los justos, su apacible pasoPor los oscuros cuartos de los soadores.

    Por las noches permaneca a solas con su estrella;Vio que la nieve caa sobre las ramas desnudas

    Y en el pasillo crepuscular, la sombra del asesino.Plateada, se desplomaba la cabeza del nonato.

    NOCHE

    El azul de mis ojos se ha extinguido esta noche,El oro de mi corazn. Oh!, cun quieta arda la luz.

    Tu abrigo azul abraz al que caa;Tu boca roja sellaba la demencia del amigo.

    SONIA

    La tarde vuelve al viejo jardn;La vida de Sonia, azul sosiego.Migraciones de aves salvajes;rbol desnudo en otoo, y sosiego.

    Girasol, suavemente inclinadoSobre la blanca vida de Sonia.Roja herida, nunca expuesta,Deja vivir en cmaras oscuras,

    Donde suenan las azules campanas;El paso de Sonia y el suave sosiego.Un animal agonizante saluda al deslizarse,rbol desnudo en otoo, y sosiego.

    El sol de otros das brillaSobre las blancas cejas de Sonia,

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    20/26

    20

    Nieve que humedece sus mejillas,Y la selva de sus cejas.

    NOCHE DE INVIERNO

    Ha cado la nieve. Despus de medianoche, ebriode vino prpura, abandonas el oscuro recinto de loshombres, la roja llama de su hogar. Oh, la oscuridad!

    Hielo negro. Duro el suelo, amargo el sabor del ai-re. Tus estrellas se cierran a las malas seales.

    Con pasos de piedra caminas por los rieles, con losojos saltones, como un soldado que toma por asaltouna trinchera. Avanti!

    Nieve ms amarga y luna!Un lobo rojo, al que estrangula un ngel. Te casca-belean las piernas como hielo azul y una sonrisa llenade tristeza y pena te ha endurecido el rostro y hapalidecido tu frente ante la voluptuosidad del hielo;

    o se inclina callando sobre el sueo de un velador,que se desploma en su cabaa de madera.

    Hielo y humo. Una blanca camisa de estrellasquema los hombros cansados y los buitres de Diosdesgarran tu corazn de metal.

    Oh, la colina de piedra. La quietud se derrite y, olvida-do, el cuerpo fro se sume en la nieve de plata.

    Negro es el sueo. El odo sigue largamente loscaminos de las estrellas en el hielo.

    Al despertar, suenan las campanas en la aldea.Desde el portal del este.

    Entra, plateado, el rosceo da.

    EN VENECIA

    Quietud en la habitacin nocturna.La linterna plateada chisporrotea

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    21/26

    21

    Ante el aliento cantanteDel solitario;Hechizadas nubes de rosas.

    Una negrusca nube de moscas

    Oscurece el cuarto de piedraY se eriza por el tormentoDel da dorado la cabezaDel aptrida.

    El mar inmvil pernocta.Estrella y negra jornadaDesaparecieron en el canal.Nia, tu enfermizo sonrerMe sigui, suave, durante el sueo.

    EL SUEO

    Malditos sean, oscuros venenos,Sueo blanco!Este jardn, tan especial,De rboles crepusculares,Lleno de serpientes, insectos,Araas, murcilagos.Extrao! Tu sombra olvidadaEn la puesta del sol,Un corsario oscuroEn el mar salado de la pena.Revoloteantes aves blancas, al bordeDe la noche, sobre ciudades en ruinasDe acero.

    RENDICIN NOCTURNA

    Monja! Encirrame en tu oscuridad,

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    22/26

    22

    Tus montes frescos y azules!Un oscuro roco sangra all;La cruz se alza contra el brillo estelar.

    Purpreas, irrumpen boca y mentiras

    Frescas en una habitacin ruinosa;La risa an resplandece, juego de oro,ltimos trenes de una campana.

    Nubes de luna! Negruzcos caenFrutos silvestres del rbol por la nocheY el espacio se vuelve tumbaY sueo, esta terrena travesa.

    GRODEK

    Por la tarde resuenan los bosques otoalesSus armas de muerte, las llanuras doradasY lagos azules, arriba el solSombramente rueda; la noche abrazaA los guerreros agonizantes, el lamento salvajeDe sus bocas destrozadas.Y nubes rojas quietas se renenEn la pradera donde habita un iracundo Dios,La sangre derramada, frescura de luna;Todas las calles van a dar a la negra putrefaccin.Bajo la enramada de oro de noche y estrellas, vagaLa sombra de mi hermana por la apacible florestaPara saludar a los espritus heroicos, las cabezas

    sangrantes;Y suaves suenan entre los juncos las flautas oscuras

    del otoo.Oh pena, la ms orgullosa! Oigan ustedes, altares de

    bronce,La ardiente llama del espritu nutre un dolor ms

    violento,Los nietos nonatos.

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    23/26

    23

    EN UN VIEJO LBUM

    Insistes en volver, melancola,Mansedumbre del alma solitaria.Un da dorado arde hacia su fin.

    Humilde, un hombre paciente cede ante el dolor,Recitando armonas, gentiles locuras.Mira, est oscureciendo.

    De nuevo viene la noche y un agonizante se lamenta,Y otro sufre junto a l.Estremecida bajo las estrellas de otoo,

    La cabeza, cada ao, se va inclinando ms y ms.

    LAMENTO

    Sueo y muerte, las guilas oscurasZumbaban toda la noche en torno a esta cabeza;La helada ola de la eternidadPodra abarcar la dorada imagen del hombre.Su cuerpo prpuraYace hecho aicos entre espantosos arrecifes,Y una oscura voz se lamenta, se lamentaSobre el mar.Hermana de penas tormentosas,Mira ese temible barco que se hundeBajo las estrellas,El rostro silencioso de la noche.

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    24/26

    24

    TRANSFIGURACIN

    Cuando llega la tarde,Un rostro azul, apacible, te abandona.

    Un pajarillo canta en el tamarindo.Un gentil monjeJunta unas manos muertas.Un ngel blanco busca el hogar de Mara.

    Una guirnalda nocturnaDe violetas, trigo y uvas moradasEs el tiempo de lo iluminado.

    Junto a tus pies

    Las tumbas de los muertos se abrenCuando pones la frente entre tus manos de plata.

    La luna de otooVive silenciosa en tu boca,Ebria de jugo de amapola, oscuros cantos;

    Flor azul,Que resuenas, apacible, entre el ocre de las piedras.

    AFORISMOS

    I

    Slo a aquel que desprecie la fortuna se le concederel conocimiento.

    II

    Sentimiento en los instantes del ser semejante a lamuerte: todos los hombres son dignos de amor. Sien-tes que despierta la amargura del mundo; en ello ra-

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    25/26

    25

    dica tu culpa irresuelta. Tu poema ser una expiacinimperfecta.

  • 7/30/2019 Georg Trakl 187

    26/26

    Georg Trakl, Material de Lectura,Serie Poesa Moderna, nm. 187, de la

    Coordinacin de Difusin Cultural de la UNAM.Cuidado de la edicin: Claudia Pacheco y Lilia Prez Parra.