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Gramsci, Antonio. Escritos políticos (1917 – 1933), México, Siglo XXI, 1977

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    "

    I

    antonio gramsciescritQs polticos

    (1917-1933)

  • traduccin deral crisafiorevisin demaria caldelari

    escritos polticos(1917-1933)

    antonio gramsci

    la teoa general delmarxismo en gramsci

    leonardo paggi

    54CUADERNOSDEPASADO yPRESENTE

  • NDICE

    ADVERTENCIA A LA SEGUNDA EDICIN 9

    l.A TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSc1, por LEONARDOPAGGI 13

    1. El humanismo)' el historicismo absolutos, 17; 2. La cicncia de lahistoria y de la pOltica, 30; 3. La dialctica, 39; 4. La inU;oduccindd elemento ticapoltico, 49; 5. La historicidad del marxismO

  • 8Al CE del PC!Contra el pesimismoEl programa de L'Ordine NuovoLa conquista fascista del estadoIntervencin en la comisin poltica preparatoria delIII Congreso deL Partido Comunista de ItaliaLa situacin italiana y las tareas del pel (tesis de Lyon)Informe de Gramsci sobre el III Congreso del PartidoComunista de Italia (celebrado en Lyon)Un examen de la 'situacin italianaCorrespondencia entre Gramsci y Togliatti

    "r Algunos temas sobre la cuestin meridional

    111. [DE "CUADERNOS DE LA CRCEL"]

    Espontaneidad y direccin conscientePaso de la guerra de movimiento (y del alaque frontal)a la guerra de posicin tambin en el campo poHticoEstructura y superestructuraLucha poltica y guerra militarGuerra de posicin y guerra de maniobra o frontalInternacionalismo y poltica nacionalAnlisis de las situaciones. Relaciones de fuerzasAlgunos aspectos rericos y prcticos del "economismo"Apuntes sobre la historia de las clases subalternas. Criteros metdicosObservaciones sobre algunos aspectos de la estructurade los p'artidos polticos en los periodos de crisis orgnicaEl cesarismoCuestin de "hombre colectivo" ocle! "conformismo

    social"Maquiavelo, sociologa y ciencia poltica

    IV. APNDICE

    Discusin politica con Gramsci, en la crcel,por Athos Lisa

    NDICE

    205206210215

    218224

    259278288

    (3041'-2j327

    327

    330331333339340342351

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    361369

    373374

    378

    378

    -1

    ADVERTENCIA A LA SEGUNDA EDICIN

    A diferencia de la primera, esta segunda edicin d'e los escritospolticos de Antonio Gramsci no incluye la extensa introduccinque Juan Carlos Portan tiero redact especialmente para nuestroCuaderno. Dicha exclusin tiene como nico motivo el deseode nuestro amigo y compaero de trabajo en Pasado y Presente dereunir y publicar en volumen aparte algunos de sus trabajos sobreGramsci y la teora poltica elaborados en los ltimos aos. Creyque representaba una innecesaria duplicacin de esfuerzos publi-car nuevamente en los Cuadernos su introduccin cuando 'el lectorpodra disponer en adelante de un nuevo volumen en el que elconjunto de sus reflexiones sobre 'el tema encontraran un marcoms extenso, autnomo y adecuado de explieitacin. Compartimossu criterio y otorgamos la autorizacin respectiva para que lanueva editorial Folios, con la que sostenemos lazos estrechos y d'eafinidad de propsitos y a la que auguramos el mayor de los xi-tos, iniciara su coleccin "El tiempo de la poltica" con la recopi.lacin de los ensayos "gramscianos" de Portan tiero. Casi en formasimultnea con la- nuestra, Folios anuncia a su vez la publicacin deLos usos de Gmmsci, ttulo bajo el cual aparece el nuevo volumen.

    En sustitucin del trabajo de Portantiero, incorporamos a estasegunda edicin el ensayo _de Leonardo Paggi, La teora generaldel marxismo en Gramsci, que ofrece un anlisis extremadamentesugerente y novedoso de la relacin entre el proyecto terico deGramsci con las hiptesis fundamentales de :Marx.

    Se han corregido tambin las diversas erratas tipogrficas ob-servadas. - ,

    PASADO y PRESENTE

    [9J

  • El xito de la sociologa guarda relacin con -la clecaclenciadelconcepto de ciencia poltica y de arte poltico que se produce enel siglo XIX, con ms exactitud, en su segunda mitad, con el xitode las doctrinas positivistas y evolucionistas. Lo que hay de real~mente importanre en la sociologa no es otra cosa que cienciapoltica. "Poltica" se convirti en sinnimo de poltica parlamen- 'taria o de camarillas personales. Exista la conviccin de que conlas constituciones y los parlamentos se haba iniciaclo una pocade "Evol.ucin natura!" y que la sociedad haba encontrado susfundamentos definitivos porque 'eran racionales. La sociedad podaestudiarse, al fin, con el mtodo de las ciencias naturales. Estemodo de ver provoc el empobrecimiento del concepto de estado.Si la ciencia poltica significa dencia del estado y el estado estodo el complejo de actividades pncticas y tericas con que laclase dirigente no slo justifica y mantiene su dominio sino queconsigue obtener el consenso activo -de los gobernados. es evidenteque todas las cuestiones esenciales de la sociologa no SOn nadams que las cuestiones de la ciencia poltica.

    ANTONIO GRAMSCI, Quadcrni del caTcere, nI, p. 1765.

  • LEONARDO PAGGl

    LA TEORA GENERAL DEL MARXISMOEN GRAMSCI

  • Segn una cierta apreciacin de la carga innovadora y antidogm-tica de la obra de Gramsci, hablar de una "teora general" delmarxismo qlre le pertenezca puede parecer inconveniente, e inclu-so equivocado. Acaso loda la reflexin gram-sciana no se ha des-arrollado en una polmica constante contra toda tentacin siste-mtica, siempre recurrente en la historia del marxismo y delmovimiento obrero? Y las razones ele su peculiaridad no debenbuscarse sobre todo en la intolerancia, y frecuentemente en elrechazo, de cualquier esquema interpretativo tendient~ a conver-tir al marxismo en una doctrina autosuficiente y ene,errada en smisma, carente de lIna comunicacin real con los desarrollos y lasmodificaciones de la cultura europea?

    Sobre estas justas consideraciones, que han determinado noto-riamente la atmsfera de lectura de la obra de Gramsci, ha gravi-tado siempre un gran peligro: el de ver en los elementos de innovacn conceptual (y lingstica) la autorizacin ms o menosexplcita a subestimar el papel esencial que cumple en la comoprensin del bosquejo interpretativo del marxismo formulado porGramsci la confrontacin y la discusin con los pasajes ms importantes de la precedente organi'zaein ele la doctrina. El hechode que toda su formacin juvenil se haya cumplido en UIhamhiente sustancialmente extrao a la "vulgata" de la JI Internadon al, no significa que Gramsci no haya desarrollado ms tardeuna precisa confrontacin a partir de 1924-1925, en el clima dela "boTclleviiaCo~n'i-'(le"Tos~partidos comunistas promovida por laComintern. Por ciertos aspectos, de una "teora general" del marxismo en Gramsci _se puede y, ms aun, se debe hablar en lamedida en la que se individualiza en sus escritos claramente elesfuerzo por delinear una precisa alternativa terica.

    En ]958 Togliatti habl del pensamiento de Gramsci como de"un nuevo captulo del leninismo") Se trataba de una definicinmuy fuerte, an hoy significativa,_ siempre que no se la interpretecomo la indicacin de un desarrollo lineal -que tenga en Lenin jsu nico punto de partida-, sino que se comprenda cmo -el ele~ \'mento de "novedad" nace de la bsqueda de un4 confrontacin Icon todQ el campo de la precedente interpretacin del marxismo, _que utiliza los elementos principales de la ruptura poltica leni-niana pero al mismo tiempo va mucho ms all de los mismos.

    1 Palmiro Togliatti. Il leninismo 7W! pensiero e nell'azione di Gramsci, enStlldi gramJciani, Roma, 1958, p. 35.

    [I5J

  • 16 LEONARDO PACGr 17El Manual de Btljarin ofreci a Gramsci, como a otros pensa-dores comunistas europeos, el material pa-:a la dete~~inacin deuna serie de divergencias respecto a una lllterpreta~lOn del ma:~xismo terico muy difundida en el grupo bolchevIque, y desu-nada a asumir ms tarde rasgos cada vez ms notorios- con elperfilamiento del "marxismo-Ieninism~". ~ero sera ~n error no

    _1advertir cmo detrs de Bujarin se perfda sIempre la fIgura. ,de PIe-~ jnov, que con sus Problemas fundamentales del marxlsr:t0 .~er 1908 haba dado la tentativa ms completa de manuahzaclOll(filosfica del marxismo, despus del Anti-Dhring, y al mi~mot tiempo la prueba ms significativa de "la pedanter.a seud~Clen

    -1 lfica del grupo intelectual alemn que tuvo tanta mfluenCIa enRusia".2

    La individualizacin de las partes constitutivas de la doc~rinay de su nexo recproco que este "cl~sico" .de la Il InternaclOualcontena le deba ofrecer a GramsCl el hIlo conductor del tras-trocamiento terico perseguido en .105 e.scritos de la crcel. I?esdeaqu es necesario partir si se qUIere Int~n.t~r un ordenaml~ntoplausible en la multiplicidad de. las de1mclOnes del marXIsmocontenidas en la obra de GramsCl.

    En las primeras pgit:~~,,~~~L,.~~,~.\l_~,i,9,,~~~~,~1~1~~,9y3estn las pro-posiciones princpales" a cuyo .desarroll~ se de(hc~ el tratad~ suce-sivo en las cuales esta contenIda, podnamos deCIr al negatnJO. la

    problem~ica en la qu~ se ejerce. t~~~_J~."X~U;~~i?l},.~g~._,~~sci.Esquematizando es posIble resumIrla.;l1 los SIguIentes tres ,pun-tos: 1] el marxismo es ul1}1>c"conceP9gg,~I~,l..:.-gHndo. es d~Clr elmaterialismo moderno tal como llega a Feuerbach, cuya fIlosofano puede consider-dxse un humanismo, como par~ce pensar La,:geen su Historia del materialismo. Pero, ms precIsamente, la fIlo-sofa de lVfarx y de Engels es el materialismo dialctico! :~ledecir elIJlateri,a~i,sn~.(),igt.~gr.a,opor la lgica de la contradlCClon,en cuanto"'}o~gia d"el movimiento; ~1 ~lay qu~ ~~r netam,e~t.ela tendencia a convertir el materIalIsmo 11lstonco y el anahSISeconmico enalgs!)n(~~pel1di.eI1t.e,.~..aut?nOI~'?0>~:_e~p_~ct~ 5:!~":".~at7~rialismg fil()sJi,co. Matiilismo dlalctlco"'y materIalIsmo lllSto-

    ri~C;';~nT~-'~fi~iSibles entre s. No se puede comprender justamenteal segundo sin hacer siempre referencia .al ~rimero; 31 s?lo ~:uan~ose ve el nexo J,,?di~o.l,llbleque une la CleI1Cla. a.~.~~,~PE?P!~~.,X~I~~o~lap,uede accea'~ise

  • 18 LEONARDO PAGGl LA TEORA GEN.ERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCI 19ciones sobre el leninismo dadas por Gramsci en una escuela departido, que se 'abran con una d~fi.~licin gener~l q~le res~l}tatil para nuestro discurso: "El lenllllsmo es la ,':.l~I:,~~~.J?~L:tl~_~~del proletariad.o que ensea cmo.se pueden n~ovlllzar touas lasfuerzas necesanas para el derrocamlenJo de la dictadura burguesay la instauracin de la dictadura del proletariado. Para algunosno existe el leninismo como algo distinto del marxismo. Esto noes cierto. En el leninismo hay una cOO;~~p~H)~_Px()pia5:l,~J ... !llllJ.:l
  • 20 LEONARDO PAGGI LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCI 21en la que se la ha dejado caer. Su caracterstica 'est individua-lizada en la afirmacin de que "la filosofa de la p:axis es una

    ..... filosofa (),riginaI e indcecn?ientte que tiene en s IDlsm3; los ele-me'ni-s-de -"uri-illteriordesa'l:rollo para convertirse desde interpre-tacin de la historia en filosofa general".8 La falta de cualquierestructuracin clara de la relacin GramsciLabriola se debe engran parte a la ausencia ele un an!isis sufisicntcmente orgnicodel pensamiento ele Labriola, estudIado ms desde el punto devista de "la llegada" al marxismo, que clesde la valoracn in-trnseca de la consistencia de su contribucin terica. Con todaslas dificultades que el caso presenta, es indispensable trata~'. ~leindividualizar. aun sumariamente. cules elementos de la poslclOnde Labriola autorizaban la afirmacin ya sealada de Gramsci.

    Antes que nada es necesario observar que el acercamiento deLabriola al problema de la filosofa del. marxi~mo .est .?tima-mente impulsado por una tcita pero profunda. msatlSfacclOn porla tesis engelsiana acerca de la muerte de .la ~dosof~ .Y .sU c.om~pleta resolucin .en el desarro~lo d~ la~ CIen.CIas l?osItl;as.. 51 esverdad que tambIn para Labnola CIenCla y hlosoI~, estan mmer-sas en un proceso de desarrollo y de transformaClon que l1evainevitablemente a su reciproca recomposicin, sta no puede cier-tamente considerarse como ya cumplida por dos rdenes de razo-nes. En primer lugar porque -cn una perspectiva de juicio muycercana a la de las tencIencias neocrticas europeas- incluso paraLabriola el desarrollo y. la proliferacin de las ciencias particu-

    llares impone un plano de reflexin epistemolgica que fundamen-i te y enlace lgicamente las. metodologas respectivas. En segundolugar porque las mismas l~evoluciones que se cumplen en el terrenode la investigacin cientfica pueden enredars~, si no ~stn. adecuadamente pensadas y fundadas, en una sene de resIstenCias yno liberar toda su carga renovadora en el terreno ms generalde la cultura y de la concepcin del mundo. Por otra parte, ~undar la autonoma filosfica de una ciencia significa para Labnolao-arantizar su correcto funcionamiento en cuanto ciencia.D Vale la pena recordar una de las ejemplificac.i0nes ms impOl~tantes a la que frecuentemente recurra Lal?flola, .el descubn-miento cientfico de Danvin, que aun contcl1lendo m nitre unarevolucin de todas kts precedentes concepciones ele la natura-leza, corre el riesgo de unirse con ideologas filosficas retrasadasde tipo groseramente positivista y evolucionista. "Ero el mismoDarwin -dice Labriola- po existi la conciencia completa del

    ',>: alcance de sus clescubrimientos: ~L!.1.Q"Jl1.e. (:1 filsQf?,. d~ s.u,s.~~n,~ia.El darwinismo como nueva visin de la vida, y por lo t;tnto deJanaturaleza, est ms ac de la persona y de las tentativas del mis-

    8 MS, p, 82,

    mo Darwin."D La analoga con el marxismo, es decir con undescubrimiento cientifico igualmente significativo en el terrenode la historia, Labriola la ,expone explcitamente.

    Las p:iginas iniciales del Discurriendo presentan con muchaclaridad el enlace existente entre la focalizacin de sus trminosesenciales y el desarrollo ele la filosofa del marxismo y su capa-cidad y posibilidad de difundirse y desarrollarse en contextosculturales diferentes, a veces hostiles. La conquista de una yi~~n cientfica de la historia no puede manifestar toda su carg-a "de innovacin de la estructura del saber que le es implcita, sin__ .Cl'::l-e Is.~ p~,~~~i,st:"Ja. fiIosqf~ de esta. ciencia. El terreno filosfit;:o "s"c' con'-vierte de ese mocIo no en aqul donde se retorna a construir siem-pre nuevos sistemas, sino en el campo de batalla de opuestastendencias culturales y en ltima instancia polticas. La preocu-pacin de la que parte explcitamente Labriola es la de que "elhlaterialismo histrico pueda parecer carente de fundamento s-lido mientras ne>, .. sG.. consiga .. desa~l?llar la. filo.sofa. que ,le espr()pia,~El,

  • 22 LFONARDO l'AGGl LA TEORA GENERAl. DEL MARXISMO EN GRAMSCI 23t Es notorio cmo Labriola identifica el n~.!s:!.~q.JH9?9J:O presente\ en el materialismo histrico con el trmino filosfico clc__praxis.

    Recientemente se ha llamado la atencin sobre singulares asonan-ciasentre algunos pasajes de la exposicin labriolana del materia-lismo histrico y la discusin que el jovcl1: L'cnin hace del conceptode formacin econmica social;12 pero si se quiere omprender elorigen de ciertas analogas y al mismo tiempo ir ms all de la sim-ple aproximacin de textos. creo que es importante remitirse jus~

    "ttamente a est~ concepto de !.!~~~J.?,.o.. ~?,~ __J?~~.::is,->.a.l que Labriola~-sobre l-_~JJ.la de una l~s:tura p~:,~,~lsCi ~le~ las 'TesIs ~?~re _F:.~!ler-Inx~~h- par'cce confiar la f~a-~-in, de~-lisocialiCJ:~,f;--:,~~'fae,-u~a~-acte~~-{~ii

  • 24 LEONARDO PAGGr , LA TEORA GENERAL DEL MARXlSMO EN GRAMSCI 25Dejando de lado las muchas preCIsiOnes que exigira un argu-

    mento de 'esta naturaleza, de este breve excursus sobre Labriolahemos recavado sin embargo alguna indicacin til acerca de laposicin gramsciana sobre el problema de la filosofa del marxis-mo. Al' menos en la primera instancia es 'justamente en la direc-cin indicada por Labriola que es necesario dirigirse para pensaradecuadamente la ruptura en la historia de la filosofa que elmarxismo representa, sobre la que Gramsci retorna e insiste tanfrecuentemente. Pero a estas alturas estamos ya delante del pri.mer gran problema: el de dar una precisa connotacin semnticaa la definicin del marxismo como "humanismo absoluto" e"histori-cismo absoluto".

    Es a traves de estas dos definiciones que ha pas

  • 26 LEONARDO PAGel LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCI 27'\ del concepto de "historia" con el de r~laciones sociales de produc*\ cin y del "devenir" con el desarrollo antagnico de 'esas mismas

    relaciones. Habiendo llegado a este punto, podemos precisar me-. jor tambin el significado de ]a otra definicin gramsciana del

    marxismo, la de historicismo absoluto. En efecto, con mayor raznen este segundo caso se hace decisivo para la lectura de los escritosfilosficos de Gramsci salir de la incleterminacin de un conceptode historia no precisado. "~rat.arcmos de indicar, paso a ,~aso, cmotodos los momentos constitutIVOS de la estructura anahuca grams-ciana convergen en la dcsmistificacin de la conquista del mundohistrico proclamada por las filosofas idealistas italianas; pero esposible fijar l~na 'primera y es.encial determinacin: partiendo ju~tamente del termlDO que ha s1do en mayor grado fuente de eqlll-vocos. Puede afirmarse en una primera aproximacin que el tr-mino historicismo se ha usado siempre para indicar el modo el~ ~lque el marxismo determina ur~a ren.ovacin r~dical, en ~las POSI.~Ilidades y en las formas de eXIstenCIa de la hlosoha. Es tambIenposible decir que se trata de una refor~ulaci~:m y de una r~presentacin elel tema de la muerte de la fllosoha, en conformIdad,al menos en una primera instancia, con la i:rdicacin de Labriola,segn la cual el ncleo filosfico del marXIsmo debe buscarse enel interior del materialismo histrico y que, ms aun, ste seidentifica, en definitiva, con el concepto de historia ..que est

  • 28 LEONARDO PAGGI LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCl 29dao disminuyendo sus propias fuerzas combativas, recortndolas,concluyendo un tratado de paz con las necesidades reales, mientras que Tcmstoc1cs, cuando Atenas fue amenazada con la des-truccin, persuadi a los atenienses a abandonarla completamente,fundando en el mar, en otro elemento, una nueva Atenas."21

    En la medida en la cual es lcito servirse de esta imagen ~queparece incluso prefigurar casi plsticamente el significado de lasucesiva "rupt~lra" de l\'Iarx con la filosofa- puede afirmars~q.u~la definicin del marxismo comO historicisnio, en vez de sIgmfi-cal' la voluntad de Gramsci de proceder hacia una nuev~ y diversaidentificacin positiva del contenido filosfico clel marXIsmo, ~onstituye, por el contrario, la indicacin perentoria de la necesIdadde proceder a la fundacin de una nueva Atenas, en un nuevoelemento. El concepto de historicismo absoluto indica, entonces,contra todas las tentaciones provenientes de distintas partes, delexterior y del interior del mismo marxismo, de hacer un co~npromiso con el pasado, e~ nuevo elemento en el cuales n~cesar~o ex~perimentar una prct~ca completamente ~ueva de la hlosoha, Su

    'funcin no es, ni qmere ser, la de prefIgurar la nueva Aten~s,sino la de indicar la direccin de avance en la que es necesarIOencaminarse.

    Con la nocin de historicismo Gramsci persigue dos objetiv?s,En primer lugar d~~broz.ar ~l. camino en ~elacin ,con cualqUIerpeligro de reabSOrClOl1 fllosoflca del. :na~~lsmo, a~l. como s.~ ~~revelado concretamel~~e..c?n 1~ _r~I~,~bIlltaclo.I~_ el:1 vleJ? _J1'l.~.tellahs~mo. En este caso, la~ reIl'ti::in ele proceder' burocicam'ente -anaelaboracin positiva elel marxismo ha llevado .a. ,una in~erpretacin de la crtica burguesa como una contraposlClon de slstema asistema, en la ilusin de poder lograr una victoria jus~an:e.ntesobre el terrreno que se trataba ele abandonar. Esto ha. sIgmfIca-do sustraerse a la tarea especfica de una filosofa marXIsta: ~a deindicar los modos y las formas en que el . Desde 1920wG'ta')'$c--'sostiene --quetbdo' elemento -que intereseal desarrollo de las fuerzas productivas debe desnudarse de toda (_apariencia tcnica y .(l.~l)~_valorarse en su significado. poltico. jus~

    tam~~1t~,~n. cuanto. form." 'parte 'cle una-.':'mS"'~l:nplia.-uni:da' ?rg:i~ .{~x.~a ._d}l.g~l,.p()r '.. eLc()\ljuntp... (l~..~.las".re~~cine~ .. s?ciales,2:) y6 -diraque--el procedriniento. cilcef;tual"--a travs (lel cu'al se llega a a1irmar la ~.'J~()li~.i~i(ta(~".. (L~_ Ia.JiIQ?9fa, y n1

  • 30 LEONARDO PAGGl LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCI 31

    activa de modificacindcl ambiente cultural",26 As, una vez con-finadas en el mundo de las siI11ples m~tf()r,,:ls las dos expresionesa travs de las cuales se ha-fraSilddo---l "gran descubrimientocientfico del marxismo -aquella por la cual hay que buscar laanatoma de la socieclad en la "economa" y la otra segn la cuallas superestructuras son "apariencias"- Gramsci repropone un

    ;coneepto de iplmanGl}.:;i~a que designa "el conjunto de_!~s ~~laciopnes ~(},c:ia}_~~ en las que los hombres reales se mueven'-y-:-afan'~,~I como

  • 32 U:ONARDO PAGGl l.A TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCl 33

    aparece en los Cuadernos a propsito de la identificacin del ncleo filosfico de la doctrina, est aqu allticipada por aquella .delIna "doble deformacin" sufrida por el materialismo histriCOpor obra de los revisionistas, qu.e confundieron una c.oyunturade desarrollo pacfico del capitalIsmo con una tendenCia estruc-tural, y de los ortodoxos, que aqu son definidos como "los telo-gos de una teora cristalizad,~ en dogmas":

    "stos .simplemente se olVIdaban de que el marxismo ~s u~adoctrina -de accin y presupone la .accin, Y accin revoluciOnanade -masas. As, mientras el pensam!ento. d~ Jvfarx pene.tr:-\ba yencaminaba la direccin de los estuchas Illstoncos y eConOmlCOS, aunen el campo ortodoxo, en las ltim~s dcadas del siglo; se converta en un instrumento de estudiO, un recatado l1~etoc1o deindagacin, una doctrina de escritorio, Se le eliminaba slluplemen-te el alma [... ].""1 .

    La revisin del marxismo contra la que- lucha esenCIalmenteGramsci es aquella realizada por los "~rtodoxos". Si ~r: el campofilosfico sta ha identificado al marXIsmo con el Viejo mat~na.lismo, en el terreno ele la comprensin ele los fenmenos ~oC1ale.sha convel'tido al materialismo histrico en un canon de lnvestlg~cin, en la medida en la que se l~a. ~lemostrado incapaz ele, ~1tilizarlo co1110 un instrumento de anahsls de los procesos pOlItICOSen aCto. . .

    Gramsci baba llegado a esta conclusin en los escritos jUvenI-les Puede ser til r~mitirse a su posicin de entonces porque coI.:'

    tie~e el planteo analtico del problem,l al que :e aplicar tola sureflexin sucesiva, El aspecto central lo constituye en 191 -1918la valoracin del significado de la revol.l~cin ru~a, .la cual, con eldesequilibrio en.tre el nivel de ma~luraclOn economIca y el de ma-duracin poltica que la caractenza, I~ue,cle ser rechaz~da, comode hecho SllcecIe en una parte del mo~rImIer:to ohrero" ,Justamenterecurriendo a los principios de ~Illa. CIerta Jll~e!'I)fetaclOn elel rr~ateriaiismo histrico. "Las constJtucJones poJtlcas son necesanamente dependientes de la estructura ec

  • 35 CPC, p. 432.36 CPC, p. 439.,1, MS, p. 191.38 1\18, p. 191.

    siones de una objetividad de la contradiccin indagable cientficamente.

    Estos conceptos se encuentran expresados muy claramente en elneto techazo de la tesis engelsiana de que la contribucin cien tfiea de Marx pueda individualizarseen el materialismo histricoy en la teora del plusvalor. ~l punto fundamental, -:cbate en1926 Gramsci a Arturo Labriola, que se ha vuelto el mtrpretede este lugar comn ele toda la preexistente tradicin marxista,es la "demostracin de la necesidad histrica de la dictaduta delproletariado". No debe engaar la utilizacin de la frmula pol~tica que significa justamente la voluntad de romper con la conSI-deracin del marxismo como teora abstractamente objetva, "Ya

    5en las glosas sobre Feuerbach elel 18'15 l\Iarx afirma que la tarea~actual no es la ele explicar el mundo, sino la ele transformarlo.~Mostrar del marxismo slo la parte que explica el mundo yescol1- clel' las partes n:ucho ms i111porta?tes. segn c.l mis.mo T\[arx, que

    intentan orgal11zar las fuerzas sOCla1es revoluClonanas. el 1?ro~e.tariado, que necesariamente deben transformar el mundo sIgnIficareducir el marxismo al papel de cualquier teologa,":t:)

    Si no se logra ver en el marxismo "una direccin poltica dela clase obrera tendiente a la instauracin de la dctadllr~ prole-taria", sta se reduce -replica Gramsci a Arturo Lahnola- a"un hecho puramente espeCl}ativo".:; Debe no(arse que estos t!""minos de teologa y de 'especulacin con los qtie se caracteriza enestos textos polticos una i~terpretacin ~el marxismo que l? sel?~rade su propio efecto poltlco. son los mIsmos que GramsCl utIlIzaasiduamente en la crcel para caracterizar aquellas concepcionesde la historia que no quieren arreglar las cuentas con la revolu,cin cientfica actuada por el marxismo, "La filosofa de la praxises la concepcin historicista de la realidad que se ha liberado detodo residuo de trascendencia y de teologa incluso en su ltimaencarnacin especulativa; el historicismo idealista crociano per~manece todava en la fase teolgico-especulativa,"117 El marxismo

    f ha demostrado c6m la !~.?~1?E~.~51t:;.. ~vbje.ti.yj.cJ-~1 que es propia de~ toda la tradicin idealista debe entenderse como la "forma ele un! contenido concreto social y el modo de conducir el conjunto

    de la sociedad a forjarse una unidad moral",38 Si elel marxismo sed~sagreg~. ~s~a,.su.IJjetiyidad,s.QciaLcy.Ja. Cop~!qer~c,in del resul tad"Q'-;rqne-"sra>~i1aturalmente tiende, entonces es inevitable recaer en elmbito tradicional de la teora,variadamente manipulable conoperaciones puramente conceptuales.

    El materialismo histrico puede convertirse entonces en una

    cien~i,a de l,a poltica en la medida que se libera de aquella Con.cepclO,n can;aturezca de la historia, que del mismo se ha queridodedUCIr, .:egun l~ cual, "sta era una especie de libro maestro, conuna partIda de haber a la que le corresponda matemticamenteuna part!d~ de 'debe'. Cin~o centavos ele capitalismo o de intere-s~s economICOS en la partIda 'haber', determinaban exactamenteClnco centavos ~le poltica y el~ ~~cialismo en la partida 'dehe' n.

    C~n estas prem.Isas r:o h~y postl?lltdad ele plantear un anlisis dell~l oceso revolt~clOnano. SI se qmere llegar a ste, es necesario par-tIr ele la prellllsa de que el marxismo "estudiando la relacin de lascosas materiales, quiere expl}car las relaciones entre los hombresy. no quiere para nacIa subordinar los hombres a las cosas mate.nales", Y aun ll1c:is: "nosotros nos referim'os a las relaciones socialesentre lo~ hombres; si bien existen sobre la base y dependencia delas relaCIones entre las cosas, no estn ligadas a stas cOn la frmulacont~ble elel 'debe' y del 'haber' n,m) El problema de Gramsci seconv1erte entonces en el de elaborar una "concepcin del mtodopoltico marxista".4 El mtodo empleado por Lenin, "que consisteJustamente en saber hacer la 'historia natural' es decir el nlisis

    minucios~ de los fact,ores de tina situacin para poder determinarcon relaCIn a la mlsma nuestra tctica" es el nuevo punto de

    llegad~, cO,I~trapuesto por Gramsci a la repeticin de un esquemade denvaclOn de la superestructu-a que lIeva a dispersar puntual-mente "la concrecin de los contrastes polticos v sociales",41

    Por otra parte, lo metodolgicamente inadec{ado de la ineer.pretacin tradicional del materialismo histrico es igualmente evi.dente en un campo ms estrictamente historiogrfico, donde in~c1uso sus efectos han siclo ms difusos y considerables. Vale lapena recordar por extenso como Gramsci caracterizaba la distin.cin entre "filosofa de la praxis" y "economicismo histrico"; "Sinem!)argo debe pla~l~earse el problema: qu importancia elebe atri~bl..urse al 'economlclsmo' en el desarrollo ele los mtodos de inves-tigacin hist?riogrfica, admitiendo que el economicismo no puedes~r co?-fumltdo c~n ]a fposofa de la praxis? Que Un grupo defm.anoeros q~le tienen ll1ters en un determinado pais puedanglll~lr la poltIca de este pas, atraer la guerra o alejarla del mismo,es lIldudable: pero la verificacin de este hecho no es 'filosofade la praxis'. es 'economicismo histrico', es decir la afirmacin deque 'inmediatament.e', como 'ocasin', los hechos han sido influi-dos por determinados intereses de grupo, etc. Que el 'olor del pe-

    t~-leo' pueda atraer serios problemas sobre un pas es tambinCIerto, etc., etc. Pero 'estas afirmaciones, controladas, demostra,das etc., tampoco son todava filosofa de la praxis, m

  • 42 Antonio Gramsei, Passato e Presente, Turn, 1954, pp. 183-18'1. ;'4:1 Fnfter Kongress del" K01rlmul/istischen llllcnl(lonalc, Protoholl, Ham.'

    burgo, 1924, p. 513.

    37l.A TEOR(A GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCl

    la traduccin yublicada en el fascculo can el texto o i' 1lh na 1 .' . . r glna~ 1 . a atenoon una mtcrpolacin en la parte. concIusiva,c queno"parece absoluta:nente casual, o tericamente neutra..' A:gu~os .~~~paner?s 'p.iensan -afirmClba. Bujarin- que la teo~l!a del m.atellahslTI?-lustonco no pl.. ede de mnguna manera ser con-s:dera(~a. como SOCIologa marxista y que no puede ser expuestaSlS. tematlcamente, Estos -compaeros ')iensan -que la misma es '1 d .. 1 SO oun 111 lo ,0 vlvlent~ de conocimiento hstrico y que sus verdadess~n. del;~ostrables SO]~ hablando de acontecimientos concretos e his~

    t~n~o~. 44 Este pasaje y la sucesiva definicin del waterialismohlstOrICO como "doet~-ina general de la sociedad y de las leves desu ~esarrollo, es. deor sociologa", en la que se resuma tdo elsentIdo de ~sta lIltrocI:lCcin, se cancelaba en la traduccin hech~por Gramsc~ y se sustltua por otro que, si Se observa- detenida~ment~, contlene en forma sinttica aquella que ser la respuestapo~ el (~ada en la cr.cel a la interpretacin del marxismo comosoclOlogla.. "La doct;ina y la tc~ica del comunismo serian incomprensibles

    S111 la teana del matenalismo histrico. Existen varias corrientesburg~;sas, algunas de las cuales han conseguido tener resonancia~~mblen en el ~an?po pr?]e~aTio,que aunque afirman algunos mHll~os. de: m~ten~l,ls~~O hlstonco .tratan d~ li.n~itar su alcan~e y deeIt~nlnalle. su sIgmhcado eseuelal, su SIgnIfIcado revolUCIonario.i~SI,. por eJ.e~P!o, el filsofo I?enedetto Croceescribe que el mate~r~ahsmo lustonco debe redUCIrse a puro canon de ciencia hist~nca, cuyas verdades no pueden ser desarrolladas sitemticamentee?-una concepcin general de la vida, sino que son demostrabless?lo c~n~retalpente en cuanto se escriben libros de historia [.,.].Es sUlc,lente observar que el materialismo histrico adems dehaber SIdo un canon para la investigacin histrica y haberserevelado concretamente en una serie de obras maestras literarias,se ha revelado concretamente tambin en la revolucin rusa enun fenmeno vi.vi~o y viviente no slo en los libros; se re'velaen todo el ID?VIIDlento ??ren) mundial que se desarrolla conti.nua,mente ~e9un las preVISIOnes de los marxistas no obstante que,segun los hlosof?s .hurgue.ses, ~sas previsiones no son sino fbulas,

    p~}fqu.e el matenahs!li0 hIstnco sirve slo para escribir libros dehIstona y Ill? para VIvir y actuar activamente en la historia."45

    . Graf?s.ci ha ef~c_tuado una cloble operacin. En primer lugar se~~e~l~hfca la cntIca de Buj~ri.n ~on la posicin de Croce; 10 queslgmf.Ica hacer una neta dlstlllcIn entre la interpretacin delmarXIsmo como metodologa histrica y su reduccin a canon. Ensegundo .lug-ar la respuesta a eroce se busca no en el terreno de la

    44. ?\ikoli Bujarin, Teoria del materialismo histn'ca Cuadernos de Pasa~do y Presente, nm. 31, Mxico, 1979, p. 36. '.

    45 El lexto del apunte se encuentra en el archivo del pel.

    LEONARDO PAGG36

    pueden ser aceptadas y hechas por quien rechaza in toto la filo-sofa de la praxis. Puede decirse que el factor econmico (enten-dido en el sentido inmediato y judaico del economicismo histrico)no es ms que uno de los ta::ltos modos con que se presenta el

    m~s profundo proceso que la filosofa de la praxis quiere explicary Justamente por esto es una filosofa, una 'antropologa', y noun simple canon de investigacin histrica."42

    La dignidad filosfica del marxismo, su naturaleza ele concep-cin plenamente autnoma y concluida en s misma, es paraGramsci susceptible de verificlclp_ slo en la medida en queconsigue dar razn de la totalidad del proceso histrico; por estola filosofa marxista puede tambin definirse como una "metodo-loga de la historia",

    Esta misma relacin entre filosofa y ciencia de la historia conla cual se caracterizan los lmites del economicismo constituyetambin la base de la crtica de la sociologa de Bujarin. Tambinen este caso nos encontramos frente a la tentativa de fijar loscriterios del anlisis social marxista olvidando que la innovacin

    f' fundamental introducida por el marxismo --el concepto de rela~. ciones sociales de produccin-- lleva a la concepcin de la filosofa1 como teora de la historia. Una bsqueda de la cientificidad delmarxismo que utiliza un concepto de ley propio de las cienciasde la naturaleza slo puede nacer en el interior de aquella esci-sin entre materialismo dialctico y materialismo histrico, queha llevado a la doctrina a la subordinacin a formascIe pensa-miento que le son extraas.

    Gramsci haba comenzado la discusin con Bujarin antes dela crcel. De la misma existen algunas huellas muy parciales, perono por esto menos significativas, que anticipan toda la posicindesplegada sucesivamente en los Cadernos, En el V Congreso dela Internacional comunista Bujarin, en una intervencin sobre losproblemas de la unificacin ideolgica del movimiento, habadenunciado la existencia en el partido italiano de formas de "id'ea-lismo voluntarista", como aspectbpeculiar de un tendencial rena-cimiento del "viejo hegelismo",43 La acusacin de Bujarin se sol-daba con aquella tradicional ele la izquierda bordiguiana y plan-teaba de todas formas problemas de orden poltico en el climams rgido de la bolchevizacin ele los partidos comunista~ quecomienza en 1925. Es seguramente en este mbito doncle debeubicarse la clecisin de Gramsci de publicar en dos fascculos parauna escuela ele partido la introduccin y el primer capitulo delEnsayo de Bujarin, como exposicin didasclica de algunos as-pectos principales de la doctrina marxista. Pero si comparamos

    :>1

    l

  • 38 LEONARDO PAGel LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCI 39exposicin sistemtica de la doctrina (y ste es el camino elegidopor Bujarin), sino sostenienclo en un lenguaje que es directamentepoltico, la valIdez del marxismo C01110 filosofa, subrayando sucapacidad concretamente demostrada de funcionar como cienciapoltica del proletariado.

    Volviendo sobre este punto en los Cuadernus! Gramsci afirma:"En el prrafo fjnal de la introduccin el autor no sabe respon-cler a la objecin ele algunos crticos que sostienen que la filosofade la praxis puede vivir slo en concretas obras de historia. l no

    l consigue elaborar el concepto ele filwfa ele la praxis corno 'J11eto~t dologa histrica' y sta como 'filosofa', como la nica filosofal.'. concreta, es decir no consigue plantearse y resolver, desde el punto~ de vista de la dialctica real, el problema que Croce se plante y

    trat de resolver desde el punto de vista especulativo.":lGUna vez ms el problema es el de identificar filosofa e histo-

    ria, para despus, sobre la gua del concepto de relaciones socialesde produccin, alcanzar la identificacin de historia y poltica.Por otra parte, precisa an Gramsci, aceptar la tesis de que elmarxismo "se realiza en el estudio concreto de la historia' pasaday en la actividad actual de creacin de nueva historia" no signi-fica pulverizar el ncleo terico del marxismo en una casusticapuramente emprica "porque si los datos son siempre singularesy mutables en el flujo del movimiento histrico, los conceptospueden ser teorizados".4T A una- generalizacin de una casusticapuramente emprica se llega inevitablemente cuando se quieresustituir la exposicin del mtodo con la descripcin de algunasposibles uniformidades, en las que ubicar preventivamente la va-riedad material del proceso histrico concreto. La crtica del con-cepto de ley de Bujarin no significa de ninguna manera unavanificacin de la objetividad del proceso histrico sino que insistesobre la imposibilidad de confundir la teora con el mtodo elelas generalizaciones sucesivas.

    El problema en este punto deviene el de la lgica que presideel conocimiento histrico:

    "La l~y de causalidad, la bsqueda de la regularidad, normali-dad, uniformidad se sustituyen a la dialctica histrica. Pero cmode este modo de concebir puede deducirse la superacin, la 'inver~sin' de la praxis? El efecto mecnicamente no puede jams supe-rar la causa o el sistema de causa, en consecuenCia no puedehaber otro desarrollo ms que aquel plano y vulgar del evolu-cionismo. "48

    En efecto, si queremos profundizar ulteriormente el modo enel qU'e concretamente se realiza la hiptesis de una ciencia pol-

    4G MS, p. 184.'17 l\'IS, p. 126.48 MS, p. 134.

    tica marxista es indispensable ver desde ms cerca qu entien~de Gramsci con, el. trmino dialctica. Respecto a esto es tilreexaminar, por ultlma vez, la cuestin de sus relaciones con La-briola.

    3. LA DlAL:f:CTICA

    El! 19 t15 Togliatti d

  • 50 MS, p. 152.

    en la cual la victoria de una parte no signi~ica jams la super~~cin definitiva elel antagonismo social preexIstente: st~.continuaoperando, ms all de su detennin.ada y siempre prov~sl~~al for-ma de composicin poltica, constItuyendo. su contradlCClon per-manente. La dialctica no es, entonces, el mstrumento que debeintroducir un debilitamiento de la determinacin en ltima ins-tancia, o dar una representacin ms complicada. No obsta.nt~ lasfrecuentes remisiones a las cartas ele Engels sobre el matenalIsmohistrico (que sin embargo, si .se obser;a "?ien,. ejerce un papelpolmico contra las representaClOl1.es ma.s slmI?hstas~" en las quese trata de ofrecer un mayor espaCIo a la conslderaclOIl del papeldesempeado por l.a multip1ici~lad de los. factores, la 'pe~sp.ectlvaterica de GramsCl es sustanCIalmente dIversa. La cIIalectlca esel instrumento a travs del cual la consideracin de la multiplici-dad de los factores se remite nuevamente y se subordina al modode ser especfico de las fuerzas hmdamental~5 en lucha e ~r;dica,primordialmente, el modo en el que,. a traves ele la excluslOn deotras alternativas objetivamente posIbles, se logra un resultadodeterminado. Desde esta perspectiva -cs j.ust? sealarlo ?-esde aho-ra- el anlisis histrico no es algo cualItatIvamente dIferente alanlisis poltico (cuya especificida.d. c~:msiste en tocl? caso en lanecesiclad de mantener abIerto elJUlClO sobre un numero muchomayor de variables) con mayor razn si ste se ~iri&e al examende un proceso histrico cuyos elementos constrtutIvOS no hancesado de actuar' todava, comO cuando de la forma ~n la que seha realizado la revolucin burguesa se tntta de deduCIr las for~,asele la revolucin proletaria. Pero, es I?or, ~sto que ha~ una relao.o?muy estrecha entre la metodolog1a hlstonca de ,l:abnola y su dIfI-cultad en dar indicaciones, concretamente polIt1cas al desarrollodel movimiento socialista. Su, interpretacin del marxismo est des-tinada a permanecer comO un dato cultural que no llega nuncaa interferir directamente con los temas planteados por la batallapoltica del movimiento. y por esta va la interpretacin Y el.u~olabriolano del materialismo histr.ico corre el riesgo de SUill1l11S-trar una convalidacin indirecta a la tesis crociana acerca de laimposibilidad de deducir programas p~lticos de pr~posiciones deciencia. Tambin desde este nuevo perfIl de la causalIdad se repr~pone la identidad .sl;l;tancial .de la crtica gramsciana del ec~:m?mlcisma con la reVISlQn crocwna (y ortodoxa) del matenahsmohistrico.

    Pero veamos cules son los momentos ele reflexin especficosque Gramsci dedica a e:te pr~blema en ~,u. o~ra: En prin::er. luBarhay un rechazo de la mlsr:na formula:te dlalectlc~ ~:l1.~tenahst~ yla evidenciac,in del signifIcado especfIco de la defullclOn marXlanade dialctica "racional" ."() El contexto es idntico al del rechazo del 51' MS, p. 15l.;;2 MS, p. 132.:J:l Marx, Miseria de la filosof/a, Mxico, Siglo XXI, 19i3, pp. 95, 101.

    materialismo como contenido de la filosofa marxista y de la ~icotoma implcita en el mismo entre filosofa y ciencia de la his-toria. Dadas estas premisas, en efecto, la dialctica no puedeconcebirse "como un captulo de la lgica formal sino como unalgica ella misma, es decir como una teora del conocimiento",:'lRechazando la presentacin ele la dialctica contenida en los Pro~blemas fundarnentale,'j) del marxismo, como "lgica del movimientoen confrontacin a la lgica del estancamiento", Gramsci proponeuna definicin de la dialctica como "sustancia medular de la his-toriografa y de la ciencia politica"52 en la que se destaca su doblenaturaleza ele elemento constitutivo de la "teora fTeneral" o dela "filosofa" -su irreductibilidad a un formulario b de casos pre-constituidos--- y al mismo tiempo de instrumento constitutivo dela posibilidad misma de un conocimiento cientfico concreto, apli-cado, de los procesos histricos.

    En esta concepcin de la dialctica como forma expresiva de laespecfica causalidad histrica marxista, Gramsci individualiza dospuntos ele referencia que constituyen al mismo tiempo dos mo-mentos de un mismo planteo lgico al que se asigna, en el planodel mtodo, toda la riqueza ele sus an;lisis concretos. En primerlugar una visin ele la dialctica como concepto fundante de lavisin marxista del desarrollo social que tiene como referenciacontextual la polmica antiutopista que l\Jarx realiz en la Aliseriade la filosofla. En_e~ta~cep~i_I1el_t~minodiaI~cticaes_intercam-~~~~~T,~:,~~~?,,!:_~~:!,~~

  • LEONARDO PAGGr42

    LA TEORA GENERAL lWL MARXISMO EN GRAMSCI 43

    posicin que es de naturaleza directamente ideolgico~poltica.y en este caso el problema es esencialmente el de restablecer: enla crtica de posiciones apologticas, los c;lementos el.e la rea}ldadsuprimidos. Pero con el trmino dialctIca Gr~mscl, ,.ad:m~s dela forma objetivamente dada del desarro.llo. SOCIal, desl?"na SI1uul-tneamente tambin el mtodo de conOCllTICnto a trave.s del cualse puede alcanzar L1na representacin. (C~nc.reta Y, re~l1sta de launidad antagnica El dnna, des-tinado a acentuarse siempre ms en los afios sucesivos,.

  • LA TEOR(A GENERAL DEL MARXISMO EN CRAMSCI 45

    5(1 ef. Lcnin, Uno ~ez mas acerca de los sindicatos, en Obras com!Jletas,L 36, pp. 373375. , ,., d

    57 Lcnin, "Il materialismo militante", en L'Ordine 1111OVO, III serte, 1::1 emarzo de 1924, ao 1, nm. 2.

    r.8 Es sta la opinin expresada por Lucio Collctti en la introduccin a laedicin de los Quaderni filosofici, cit.

    ste permanece inmutable, y esto es especialmente cierto en loque se refiere a su utili~ad,.. ~S?, Y, conexin con el m~ndo qU,elo circunda. Tercero, la detInIClOll completa de un objeto debeincluir toda 1~t}~,.>::Pg,9!?:~.~a.~lu_ln~_p~c~~o criterio de la. verdad ycomo indicaclor prc~ic? de .~SU, C?neXlOl~ con la~.~ecesldad~s. delhombre. Cuarto, la IOglGl cIIalectlca sostIene que l~ -verdad Slem-pre es concreta, nunca abstracta', como gustaba deCIr el desapare-cido Plejnov siguiendo a Hegel."5C . .. .

    La eleccin ele este pasaje es extremadamente s~gn~f~atl,:a. Detodas las ilustraciones diferentes del concepto ele chalec~lca que ~eencuentran diseminadas en los escritos polticos de Lemn a partIrde 1915 y ms precisamente a partir d~ l~s anlisis ele la guerr~imperialista-, sta es cierlll11cnte la mas nnportan.te,. ~ant? . pOIla calidad intrnseca de la exposicin como por la .Slg~lhc~~IV1daddel contexto del cual es parte integ:ante: la ~l,l1uClclaclOn delmodo en el que se elebe tomar y estuchar la relaclOn entre ~a. e.co-noma y la poltica en el momento en ~l que el estado dIngld~por la clase obrera abandona el comu!1lsmo d~ guer:a por ur;xanueva. poltica. econmica. En estas rpIdas c?~slcleraclOn~s Lenll1resuma y ejemplificaha en ur~ anlIsIs polItIco. d~ter~.mado loque a su parecer constitua el aporte para nada lnslgmf1cant'e dela lgica hegeliana. ., .

    En abril de 192tl Gramsci haba ya publIcado en L Ordme nuovosu escrito sobre el "materialismo militante'\[}7 en el cual se repro-

    . pona como instrlll11e~toi.nsust~t,:iblede la ?at,all~ cultural de,~movimiento el "estudiO sIstematlco de la cIIalectlCa de Hegeldescle un punto ele vista materialista, ya realizada por l entre1914 y 1915. Se deban publicar extractos d~ l~lS obras de Hegel y"comentar-los con los moclelos de esta chalectIca en el campo delas relaciones econmicas y polticas, modelos que. la historiaofrece abundantemente, en especial despus de la reCIente guerraimperi:tlista y la revolucin". Aqu no es posible abrir el discursosobre lo que representa, en el cuadro d.el. desarrollo del pe~samiento poltico de Lenin, este redesc~l~r,Imlento de .Hegel. DIre-mos solamente que, segn nuestra opm~on, no con~tltuye abs~lutamente una regresin terica con relaCl~n ~ los pnmero.s :~cn.tossobre El capital y el desarrollo del capltahsmo en RUSIa:: s~~oque ms bie~ constituye un. ?esarrrollo, .Y. una pr?fundIZaclOIlvuelta necesarIa por la extenslOll del anahsIs al conjunto de lasrelaciones internacionales,. a Jos distintos componentes de ,la es-

    44 U:ONARDO PAGGl truc~ura .capitalista mundial", y a la complicacin vertlgmosa ensu lntenor de las formas de la contradiccin fundamental,ya no ms c?mpren.sibles con l~ gua del modelo del capitalismoque con vanos matIces ha dOillwado la cultura de la Il Interna-cionaL La guerra im perialist.a no ha determinado slo la crisispoltica de la organizacin, tambin ha demostrado la insuficienciade un tipo de anlisis que por ms de una dcada se plante elproblema de la comprensin del imperialismo y ele sus efectossobre la iniciativa del movimiento ob-rero. "No existen y no pue~den existir fenmenos 'puros' ni en ,la naturaleza ni en la sociedad.Es esto precisamente lo que ensea la dialctica de lvIarx mostrn-donos que el mismo concepto de la pureza es una cierta limitaciny unilateralidacl del intelecto humano, incapaz de abrazar completamente un objeto en toda su complejidad."!.! Con estas pala-bras Lenin resuma en 1915 ]a sustancia de su crtica terica dela metodologa poltica de Kautsky. y un ao ms tarde, dirigidoa Rosa Luxemburg: "La dialctica marxista exige el anlisis con-creto de toda situacin histri~a particular."6 En 1921, dirigidoa Bujarin: "La dialctica incluye la historiciclac1."61

    Pero en qu consista precisamente para Len.in esta historicidad, como esencia del conocimiento dialctico? Y cul era elmtodo que poda garantizar la posesin? Un rpido excursussobre los apuntes extrados de la lectura ele la Lgica de Hegelpuede suministrar alguna aclaracin a propsito. Aqu Lenin destaca fuertemente el significado de la crtica hegeliana al conceptode causa, afirmando que su insuficiencia cognoscitiva se encuentraen su intrnseca imposibilidad de abrazar toda la complejidad delos elementos que caracterizan la fisonoma, la verdad, de undeterminado fenmeno social. "La universalidad y el carcter omni~comprensivo de la intercone>iin del mundo, que la causalidad sloexpresa en forma unilateral, fragmentaria e incompleta."(l2 Perosta es slo la conciencia crtica a travs de la cual es necesariopasar para comprender el rol y la importancia del conocimientogarantizado por la lgica dialctica. la nica capaz de garanti-zar la comprensin de la objetividad de los procesos sociales.Para Lenin, en efecto, la objetividad del conoimiento es posibleslo reconstituyendo la totalidad de los momentos constitutivosdel fenmeno social. Y, a su vez, slo la totalidad garantiza elconocimiento ele la especificidad del objeto del anlisis po.litico.Rcconfirmando explcitamente su rechazo de los esquemas tridi-

    ;W Lenin, La gucn'a imperialista, Roma, 1950, p. 87.(;1) bid., p. IS8.GI Cf. V. 1. Lenin, AnotaeiOIlC:; al libro de Buj(rrin "Teora econmica del

    periodo de iransif:in". en Cuadernos de Pasado y Presente, nm. 29, Mxico.1979, p. 178.

    6~ Lcnill, Cuadernos fi{(m)/icus, cit., p. ]54,

  • 46 U:ON.-\l:1 tendientes a cOJ1ycrtir el marxismo en l~na geJ1ri~a. ~ilosofade la historia, Lenin encuentr
  • 48 LEONARDO PAGGr LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCI 49eficacia en los lmites de la historia narrada. Su objetivo es misbien depurar el materialismo histrico de algunos esquemas repe-titivos y abstractos, de igual manera que ele -la precipitacin his-toriogrfica en la que haba sido confinado con relacin a otrastracliciones culturales.

    Es un hecho extremadamente significativocle toda la sucesivaelaboracin gramsciana que ya en 1925 el concepto de dialcticamarxista se emplee en la polmica con Borcliga para defender unaconcepcin del. partido poltico de la clase obrera que sepa reco-ger la doble y simult;,nea naturaleza de asociacin voluntaria yde elemento objetivo de sociedad civil. Algunas intervenciones deljoven Togliatti, que por el nuevo grupo dirigente gramsciano con-duce en particular esta polmica, ofrecen la documentacin mssignificativa. Criticando el doble error de separar el partido dela clase obrera y la accin del partido de la situacin objetivaen la que se constituye y acta (y ste es el te~11a alrededor d~lcual se ha centrado toda la hatalla de GramsCl por un cambIOen las direcciones tericas y tcticas elel partido) escriba: "Unade las caractersticas de la concepcin dialctica de la realidad ~s enefecto la ele no aislar jams ninguno ele los elementos de una sItua-cin de los Otros elementos de la misma v de la situacin consi-derada en su conjunto y en su desarrollo: y retener que slo enesta mutua, completa y continua correlacin e interdependenciade elementos en desarrollo, se puede aferrar el sentido de la rea"lidad".!l. Y poco ms tarde: "la dialctica marxista hace de lasdiferentes partes constitutivas del mundo real un todo coherente,slido e indisoluble".70 El mismo Gramsci, adems, comentandolos resultados del congreso de Lyon, defina as la posicin deBordiga con relacin a las cuestiones tcticas surgiclas en el veranode 1924 con el delito lVIatteotti:

    "Ha sido caracterstico de la falsa posicin de la extrema jz~quierda el hecho de elue nunca sus observaci:m~s y. sus crtica.s .sehayan basado en un examen profundo y ru slepucra superf1Cl,de las relaciones de fuerza y ele las condiciones generales existen,tes en la sociedad italiana. De esa forma result claro que elmtodo de la extrema izquierda, elel que la extrema izquierdadice que es dialctico, no es el mtodo de la dialctica materia-lista propio de l\Jarx sino el viejo mtodo. de la dialctica ~onceptual propia el'e la filosofa premarxista o incluso prehegehana."71

    Se trata, como se ve, de verdaderas parfrasis de expresiones re-currentes en los escritos polticos de tenin. El hecho de que stasretornen con particular frecuencia justamente con relacin a la

    6\) Pahniro Togliatti, OjJere, al cuidado de Ernesto Ragionif'ri: voL 1, 19171926, Roma, 19'67, p. 652.

    70 P. Togliati, Opere, cit., vol. H, 1926-1929, Roma, 1972, p. 21.71 CI'C, p. J02.

    cuestin del partido, no deriva slo de' determinadas urgenciaspolticas sino de la .individualizacin ele un filn de anlisis quellev~ a la elabo.racln del concepto de "bloque histrico": "elconjunto compleJO, contradictorio y discorde de las superestructu-r~~ ~;

  • 50 LEONARDO PAGGr LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCI 51tradicional. La elaboracin del elemento tico~politico es justamente el modo en el que las fuerzas histricas cesan de aparecercomo fantasmas, sombras de un "dios escondido", para convertirseen partes integrantes no separables de un nico proceso social. La"fijacin del momento catrtico",75 es decir la individualizacindel modo en el que se realiza, en situaciones y formas diversas, elmismo problema del pasaje de la economa a la poltica, devieneas para Gramsci "el punto de partida de toda la filosofa de lapraxis",76 o "el punto crucial de todas las cuestiones que hannacido alrededor de la filosofa de la praxis".77 Por esto la construccin de una teora de la hegemona es el camino obligado atravs del cual es necesario pasar para mantener y actuar las pro-mesas que estn implcitas en la concepcin marxista de la his-toria. Pero por esta misma razn el comienzo ele una concretaexperiencia estatal, encaminada por la revolucin ele octubre, tieneella misma un gran significado terico, un alcance "gnoseolgico".

    A la solucin de este problema responde esencialmente la teorade los intelectuales y del partido poltico. "Cada grupo social na-ciendo sohre el terreno originario de una funcin esencial en elmundo de la produccin econmica se crea al mismo tiempo,orgnicamente, una o ms clases qe intelectuales que le dan homo-geneidad y conciencia de la propia funcin no slo en el campoeconmico, sino en el social y poltico." El partido poltico moderno, forma de organizacin de clase especfica de una fase avanzadadel desarrollo del modo de produccin capitalista, cumple unafuncin sin la cual no es ms posible el desarrollo social. En estesentido su funcin es absolutamente anloga a la que cumple elestado para la totalidad de la sociedad civil. No es un objetivode estas observaciones entrar en el mrito del anlisis histrico-poltico gramseiano. Un ltimo elemento Jebe sin embargo' des-tacarse para completar el cuadro del planteo terico que lo sostiene.

    Nos referimos al criterio de lectura adoptado por Gramsci enla valoracin de la clsica exposicin del materialismo histricocontenida en el Prefado de 1859. Sobre la misma ha girado todala exposicin tradicional del materialismo histrico y la reduc-cin 'en "apariencias" de las formas polticas del desarrollo. Esindispensable, entonces, dar de sta una interpretacin diversa.En el interior de este texto Gramsci acta una neta divisinentre la primera y la segunda, parte, atribuyendo a cada una fun-ciones netamente distintas en la construccin terica del marxis-mo. Al conjunto de afirmaciones que versan sobre el co~cepto deque los hombres toman conciencia de las contradicciones de laestructura en el terreno de las ideologas, Gramsci sustrae toda

    751'15, p. 40.7G MS, p. 40.77 M5, p. 129.

    posibilidad cognoscitiva de las formas concretas del desarrollopara ~tr~buir1es un significado meramente filosfico, de teora delconOCimIento. Con estas afirmaciones !vlarx quiere sobrentenclerno slo el, si9'nificado "psicolgico y moral" de las ideologas, encuant.~ tramIte del proceso de organizacin de las masas, sino

    tambI~~ ~n.~.uevo camino para plantear y resolver el problemade la objetIVIdad del conocimiento".78

    Por lo contrari?,. ~e asun:e onstantement~ como proposicinql~,funda la. posibIlIdad ~Isma de un anlIsis histrico~polticola parte suceSIva del PrefaclO, centrada sobre la dohle y concomi~tante afirmacin de que una formacin social no caduca antes dehaber, desar~'~llado todas las fuerzas productivas para las cuales estodavla sufICiente, y qlle la hUrrianidadl1ega a darse aquellastareas p.ara. l.as cuales existen las condiciones objetivas. Comentan-do el sIgnlflcado de este pasaje Gramsci afirma: "Slo en esteterreno puede eliminarse todo mecanicismo y toda huella de 'mi~lagro' supersticioso,. debe plantearse el problema de la formacinde los grupos poltIcos activos y, en ltima instancia, tambin elproblema de la funcin de las grandes personalidades en la his-toria."70

    En efecto, asumir esta base de partida significa realizar unaverda~era ruptura conceptual Con el tradicional esquema inter~pretauvo que ha colocado una sustancial relacin de identidadentre desarro!lo capitalista de las fuerzas productivas y crecin1i'en~to no slo numrICO .sino tambin organizativo y poltico de laclase obrera. La experIencia italiana, antes que cualquier otra, hademo~tr.ado cmo SOn posibles no slo "retiradas" de posicionesestrateg.lcas precedentemente conquistadas (y sta es la enseanz~lde LenIn) SIno verdaderas regresiones que pueden hacer necesariauna reconstitucin ah imis del movimiento. Se abandona entonces1,:, problemtica de la ley no ya en el sentido de una subvalora-ClO~ de una atenuacin del papel de la objetividad econmico~socIal del p~oceso en acto (y respecto a esto Gramsci vuelve siem.pre a repet~r. que esta objetividad puede ser siempre estudiadacon la preCISIn de las ciencias naturales), sino como un instru-mento vlido para dar razn del "momento catrtico", del procesoe organizacin poltica ele las fuerzas econmicas, el nico datosobre el que puede medirse la existencia y la consistencia ele unatransicin y de una ruptura no slo potencial, sino en acto. "Lapolitica e~ accin p:rmanente y produce organizaciones perma~nentes -c1Jce GramsCl contra la teora crociana de la poltica comopasin- en cuanto se identifica con la economa."80 Pero el cono-

    78 1\IS, p. 44.70 MS, p. 47.80 Antonio Grmsci, Note sul .Machiavelli, .mlla jJolitica esullo stato mo-

    den/o, Turill. Hr:i:;' p. 13 (el! adelante ~t

  • enc;l~ntra su ,momento culmina,:ue .en la teora del partidop.?hnc,. no solo coJ?o forma hIstncamente determinada quee~e:nplIf~,ca ~,na.~~~l.ac~?~_no_.dic~~?~i~~ .. ~I1tre estr_~_~~_~~~Y~!1r:er~,~:Jl_\l(tPl
  • 54 LEONARDO PAGel LA TEORA GENERAL DEL MARXSMO EN GRAMSCl 555. LA HISTORICIDAD DEL IvIARXISMO COMO CONCEPc.N DEL MUNDO

    En el escrito publicado en la Unin Sovitica en 1923, y que tuvosobre Gramsci una notable influencia, Trotski haba afirmado:"El proletariado ha encontrado en el marxismo su propio mtodo,pero no inmediatamente y hasta hoy en un modo incompleto.Este mtodo sirve ahora sobre todo, ms aun casi exclusivamente,para fines polticos. La amplia aplicacin cognoscitiva y el des-arrollo metodolgico del materialismo dialctico pertenecen toda-va al futuro. Solamente en la sociedad soalista el marxismo setransformar de instrumento unilateral de la lucha poltica en unmtodo de creacin cientfica, en elemento fundamental de la cul-tura espiritua1. "86

    La afirmacin se enlazaba a toda su polmica contra la culturay el arte "proletaria", en el curso de la cual l afirmaba todava:"La nocin de cultura no puede ser cambiaQa en moneda pe-quefa de uso individual, ni los resultados d la cultura de laclase pueden cleterminarse en base -al pasaporte proletario de cadauno de los inventores o poetas. La cultura es el conjunto orgnicodel saber terico y prctico que caracteriza a la entera sociedado, por lo menos, a su clase diyigente. sta abraza y penetra todoslos campos de la creacin humana, llevando a los mismos unaunidad sis-temtica."87

    Es til remitirse a estos textos porque, mejor que cualquier otraconsideracin, introducen, desde el ngulo visual de la "polticacultural", aquella problemtica del periodo de transicin, pres-cindiendo de la cual es absolutamente imposible valorar unaparte consistente ~le la reflexin gramsciana sobre el marxismo.Cuando en la crcel afirmaba que: "en la fase de la lucha porla hegemona se desarrolla la ciencia poltica; en la fase es-tatal todas las superestructuras deben desarrollarse, so pena dela disolucin del estada",88 Gramsci repropona una visin deldesarrollo del marxismo en primer lugar fuertemente ancladaen un conjunto de hiptesis sobre el funcionamiento y el creci-miento del estado obrero, que se haban ido paso a paso extin~guiendo. La misma afirmacin de la "historicidad" del marxismoest estrechamente ligada a la distincin entre el periodo que pre-cede y el que sigue a la conquista del poder y a la conviccin deque la experiencia de la direccin poltica debe significar no yauna modificacin o una a~teracin cualquiera del ncleo tericode la doctrina (segn una ptica que identifica el concepto dehistoricidad con el de 'revisin del marxismo), sino ms bien lapremisa de su ms amplio desplegamiento material.

    8G Lev Trockij, Lett.eratuTa e rivoluziorlc, TUrn, 1973, p, 176,87 [bid., p. 178.88 MS, p. 93. \

    ':.~~.9~,~,~E~~-,~~",_ de la creacin del estado, el problema cultural 'i} ~se lmpone en toela su complejidad y tiende a una solucin cohe-rente. En todo caso la actitud precedente a la formacin estatalno, puede s~r m11s q~e ~rtica-polmica, y jams dogmtica; debesel u~la actItud romantlca, pero de un romaticismo que aspiracon~Clentem~nte a ,S~l ordenada c1asidclad:"89 La contraposicinenye la act.Itu~ cnuca y aquella dogmtIca se alimenta de lasn~~~as . mOtl:'~clOnes que impulsaron a Gramsci a rechazar unaVSlOn sIstem.atlca ,del marxismo, como filosofa que se contrapone,en cuaI?to fIlosofIa, a las otras que surgieron en la historia delpensamIento. La necesidad de no perder el terreno de la crticaes el m~do en el. que se expresa .la conciencia de que el conceptode relaCIOnes sOClal:s de prodUCCIn coloca un lmite objetivo, nosuperable especulativamente, al mismo marxismo. Tambin el fil.sofo matxista, dice explcitamente Gramsci, "no puede evadir del

    aet~a~ terreno de las contradicciones, no puede afirmar, ms quegenencamente, un mundo sin contradicciones, sin crear inmedia-tamente una utopa".flO La precedencia que asume en toda. una

    ~ase d.e .l~cha la elaboracin de la ciencia poltica deriva de laImposIbI1Id~d ele r.asar a una fase positiva nueva hasta quee.l ordenamIento. ~oClal existente nQ haya sido prcticamente, elec~uva.mente, modIfIcado. Pero esto significa para Gramsci que elc

  • 56 LEONARDO PAGGI LA TEORL'\ GENERAL DEL MARXIS:'I-l EN GRA'MSC 57

    social y poltico que har de sost~n, y al ~ismo tiempo de fon~

  • 58LEONARDO PAC,. LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCt 59

    con la cual se repropone el rol del concepto de relaciones socialesele produccin, en el interno del an~isis"ti~o-poltico, el n:o~?en el que se puede alcanzar una supenor ul11dad cultural-soCIal .

    6. CONCLUSIN

    Hemos hecho una exposlcIOn muy sumaria de aquellos ,que nospaIec~n los ~r~ncipales p.asajes de interpreta.;in gramSCla?~ delmarXIsmo teonco. Exammemos una vez mas las observacIOnesque hemos desarrollado sobre cada uno de los puntos tratandode evidenciar mejor las conexiones recprocas.

    Con la nocin de historicismo absoluto, Gramsci intenta unaoperacin que podra incluso definirse de t~P? "kantia~o"..Suobjetivo es: 1] explorar nuevamente y redefInIr, en el .Intenordel mismo marxismo, los fines de la filosofa y los lmites queson intrns'ecos a estos objetivos; 2] destacar las consec,?enciasde aqu'el1a tendenci.a siempre re~urren~e a superar .esto~ lmItes, d~10 que la misma fIlosofa marxIsta, hIZO la exper~enCla" cada vezque no supo tener en cuenta el vInculo q~,e le ,Impo~Ia. el concepto ~le re!aciones sociales de., pI~?duc~lOn." El obJetivo. queGramsCl perSIgue con esta operaCIOn .kan~Iana es e! de ?aI nue-vamen te al marxismo la plena conCIenCIa de su Ident~dad, derestablecer su "espritu de escisin", de expulsar las qUintas. ~olumnas que anidaron en su interior, de depurarlo de .los VIeJOSmodos de pensar que, si bien ya superados, han termmado porreproducirse sobre su mismo cuerpo. .' .

    A esta nueva forma de plantear el problema de la ongmalldady de la integridad de la teora genera~ .se ~lebe vlI:cular la Sll1gt~1

  • transvasarse en la construccin elel primer estado diri~ido por. laclase obrera, le permitir a Gramsci profundizar y delInear mejorsu posicin. . ..'

    Aun en esta confrontacin es necesarIO ver el ongen ele esa Slll-guIar extensin del concepto de "crti;:a" 9u.c se ~ncuentra en elsubttulo de El capital: "La economla c1aslCa dIO lugar a una'crtica de la economa poltica', pero no parece que hasta ahorasea posible una nueva ciencia o un nuevo plan~~o de~_ proble~acientfico".101 El marxismo puede. en cuanto enoca: lJar la 11lS~toricidad del modo ele produccin (o, como GramsCl dIce en estecontexto, del "mercado determinado"), no puede dar l~g~r ~ unanueva ciencia de los hechos econmicos para la cual sena mdlspen~sabl'e la existencia efectiva de un conjunto de hecho.s nuevos. Pero ~aextensin de este concepto de crtica al comportamIento ,d.el mar~ls1110 frente a toda manifeStacin ideal, cultural )' POI.l~Ica d~nv.adel hecho de que restablecer los lmites de la pensabdldad. slgm-rica, para Gramsci, confirmar la carga de Tuptura propIa delmarxismo respecto de la tradicin cult:lr~ll c.~lstente y preserva,l:l~de la amenaza de una nueva especulattvIlaClOn suya (10 que s:g-nifica atenuacin de la conciencia de la entielad de las contraclI~ciones). La forma en que el. adversario de clase. restablece S~l dom~nio y su hegemona es delll1eada por

  • 103 E. C. Longobanli, Marxismo, lobourislIlo e lJOlcel'isIIIO, cie

    temente avanzado para hacer posible la expropia~ix: de lo~ mo-nopolizadores. y cuando escribe que el orden capItalIsta se~a des-truido solamente despus de haber desarroll~do to(~as .las fuerzasde produccin a las que es capaz de dar vIda, de.J:1 19u~lmenteindeterminado el punto en el que ese proceso clebera ~onslderarseconcluido. El carcter distintivo del capItal, anota el mIsmo l\Irarx,es el de desarrollarse indefinidamente. La hora de la. muertedel capitalismo como de las sociedades 9ue lo prece.dIeron, ycon mayor razn, no puede en consccuenCl.~ ser detcrm.lnada poruna suspensin absoluta en la a~umulaclOn de la nquez~ so-cial, sino por las di~iculta(~es crcnct;tes, con qu~ ese proceso secumple, por las reaCCIones SIempre mas fuertes. a las que da lugar,por la presin cada vez mayor del proletanad?; La :er.dad esque las posibilidades de xito de una revoluclOn SOCIalIsta no

    . . " "103tienen otra medIda que el propIO. exlto. .La socialdemocracia europea atnbuye. .al bol~h~vIsmo la nI1p,a

    de haber querido cumplir una revoluclO11 sOClahsta en un .paIsinmaduro para esa transforma~in. ~a respl~es~a. de GramsCl ~ose limita a evidenciar las partIcularIdades 111stonca~,de la SOCIe-dad rusa que han podido dar lugar a una revoluclOn que es, ,almismo tiempo "un Ochentaynueve en retar~o. y una reV01UClOl1de vanguardia". El problema es de orden teon~o y afecta la n~tllraleza de las "previsiones" de fi1arx. GramsCl e.x:.luye, en pu-mer lugar, toda interpretacin catastrfica de'la cnSlS, excluyendola hiptesis de una suspensin,. ~n cuanto ~~l, del proceso .de ac~mulacin capitalista. Nos rennLIllOS tamblen .aquI a la, segundaparte del Prefacio de 1859 que. ~~mos ya VIsto c~l1:nphr e~ .1'01de fundacin terica de la posll)Ihdad de un anahs.ls, poht1co.Niega, en segundo lugar, que pueda .l;ablarse de la ::nsIs de. lasuspensin del proceso de reproducclOn de :lI:a SOCIedad capIta-lista, limitndose a las dificultades que se mamhestan. en el terreno1 la raduccin material. Sobre la base del PretaclO de 1859 es,e p .. , Id

    entonces posible: 1] sustitu.ir. ~l conceptc:> de prevlslOn con e ela constitucin de una posIblhdad obJetiva, la c?al 2] para con-vertirse en realidad debe manifestarse y ser fl::cogIda en el terrenode la poltica. Las contradicciones .de una sOCI.edad, por profundasque sean, no pueel.en jams garantizar .el pasaje.a l~n nl:evo or;;ensi no estn orgamzadas. En este sen~I~lo el. cr!teno de. que lasposibilidades. de xito de una revol~lClOn SOCIalIsta no ~Ienen ,otramedida que el xito mismo" ~s. ~lIllversal; v.ale ~I: Or:e~te .comoen Occidente, no hace del anahsIs de una SItuac~on ~eterml11ada,sino de una reinterpretacin del pa~;l de, .l~ ,1,1lst~r~a. ~est??le.cer la naturaleza y los lmites de la prevIslOn. teonca slgmf1ca,lo hemos repetido muchas veces, no sl? descubrIr nuevam.ente. elpapel decisivo de la voluntad (es deCIr del ser en la hlstona),

    sino ez:, el plano d~l. anlisis, colmar ese vaco dejado por una interpreta~lOn econ~~l1Cls.ta ~e.1.materialismo histrico,. que parta deuna I~terpretac~on ClentIf1CIsta de la previsin de Marx. Estamosen la IntrodUcCIn de lo t~co.poltico que, no casualmente, tienecomo su, J:l~nto de referenCl:'i .e~ mismo Prefado de ]859 que ex-cluye t~

  • LEONARDO PAGGI LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN CRAMSCl 65Con la reelaboradn del matenalismo hlstri~o en denda p?-

    ltica Gramsci soblepasaba los trminos de la disputa que habladivIdido a los revIsionistas y a los ortodoxos, en el ~lsmo mo"mento en el que trataba de dar, sin embar~~, L:na dIversa sol~lcin a las instancias planteadas por los revlsIOnls,t~~S. Se ~~ afu-mado justamente que en la polmica :ont~a lo euco-polluco eCroce tiene siempre presente a Bernstcm;IO.o y .c,n efe,c~o la p~l tem

  • 66 LEONARDO PAGGl .LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN GRAMSCI 67serie de cuestiones que se -acumulaban molecularmente antes de19'14 han formado precisamente un 'montn', modificando la es-tructura general del proceso preceden.te [, .. ]."108

    Hemos remitido a esta -ejemplificacin histrica para explicarmejor cmo con el concepto de revolucin pasiva se intente esta-blecer el nexo que existe "entre el d'esarrolIo orgnico del movi-miento y aqul del movimiento de coyuntura de la estructura". Elconcepto de revolucin pasiva, fundado sobre los dos principiosmetodolgicos contenidos en el Prefacio de 1859, garantiza el domi-nio terico sobre un proceso histrico multiforme, que puedehacer perder la distincin, esencial para la comprensin de susentido, entre lo que es orgnico y lo que es coyuntural. Perdiendode vista esta distincin "se consigue exponer como inmediata-mente actuantes causas que en realidad actan mediatamenteo a afirmar que las causas inmediat~s son las nicas causas efi-cientes; en un caso hay un exceso de 'economicismo' o de doc-trinarismo pedantesco, en otro, el exceso de 'ideologismo'; en 'l.!-IlcasO se sobrevaloran las causas mecnicas, en el otro se exaltael elemento voluntarista e individual" .10\)

    El reconocimiento de la variedad histrica es por lo tanto imposible para Gramsci en el caso que no se posea el instrumentoterico adecuado. Por esta razn resulta reductiva '(aunque nocarente, en los aos pasados, de un positivo rol cultural) aquelladefinicin de Gramsci como terico de la revolucin en occiden-te, postulada en base al redescubrimiento de la importancia delos escritos politicos.

    En efecto, si bien es cierto que en el terreno inmediatamentepoltico la posicin de Gramsci se caracteriza a partir de 1924por la fuerte 'nsisteneia sobre la especificidad de la 'situacin deEuropa occidental respecto de la Rusia zarista, es tambin ciertoque no es posible reducir su contribucin al reconocimiento delos elementos que constituyen, en el plano histrico, esta especi-ficidad. lVIs aun, cuanto ms se profundiza la conciencia de loselementos de irrepetibilidad contenidos en la revolucin de octu-bre, tanto ms se hace necesario -si se quiere rechazar la posicinsocialdemcrata- encontrar a nivel terico un elemento de uni-ficacin entre Oriente y Occidente, demostrar cmo esta irrepe-tibilidad no invalida la perspectiva que con el octubre ruso seha abierto para todo el mundo.

    "Las condiciones ms favorables para la revolucin proletariano se dan siempre necesariamente en los pases donde el capita~lismo y el ,industrialismo han alcanzado el ms alto grado de sudesarrollo, sino que se pueden dar, al contrario, all donde el te-jido del sistem,a capitalista ofrece menos resistencia, por sus debi-

    108 Antonio Gramsci, Jl Risorgimento, Turin, 1955, p. 107.109 M, pp. 4243, I

    lidades de estructura, a un ataque de la clase obrera y de susaliad~s.":~~ Afirmar, y de alguna manera teorizar, esta/ posibili.dad slgmhcaba no tanto afirmar la existencia de condiciones favo-rables ~ un desarrollo revolucionario tan1bin en pase"s que anno ~ablan llegado a la madurez capitalista, sino ms bien haberrealIzado una completa mutacin interna en los instrumentos delanlisis, Significaba en primer lugar haberse. liberado definitiva.mente del esquema "cinco centavos de capitalismo = cinco ceno

    ta"~os de socialismo" (es decir de la interpretacin tradicional delmaterialismo histrico), que se haba demostrado inadecuado einepto ~o slo en Oriente sino tambin en Occidente, que no slono .~abla logrado e~presar una forma de comprensin de la revo-luCl?!! de octubre, s.Ino que no haba logrado 'plantear una accinpohtICa ade~uada .In.cl~lsoen aquella. parte del ;:irea capitalistadonde pareClan eXIstIr todas las condICIOnes de su realizabilidad..fustamente en Occidente no se haba logrado explicar el hechoele gue. el desarrollo de las fuerzas productivas, que una sociedadcapItalIsta puede garantizar incluso despus del comienzo de sucrisis histrica, no slo constitua un incentivo suplementariopara el. desarr?llo de la revolucin social,ista, sino que, por elcontrano, podla resultar un arma potente para diferir el suceso,~anto en Oriente coT?o en Oc~idellte el anlisis poltico debalIberarse del esquema InterpretatIvo fundado sobre la relacin decaUSa y efecto entre estructura y 'superestructura, ,deba recon-quistar ef concepto de relaciones sociales de produccin parahacer del mismo un uso de ciencia poltica, a travs del caminoque Gramsci haba indicado con ,el anlisis de las relacionesde fuerza.

    Por otra parte, justamente la existencia de una multiplicidadde situaciones histricas es sentida como el estmulo principalpara encontrar en el plano de la teora la unicidad de los m-todos de anlisis. Es la cuestin de la universalidad del leninismo10 que constituye la forma principal en la que Gramsci, a partiretel terreno de la direccin poltica, se plantea el problema de Jarelacin entre teora e historia. Desde este ngulo especfico; con-viene agregar alguna observacin a aquella definicin de la dia-lctica como "metodologa' general de la historia" sobre la queya nos habamos detenido.

    El problema de la universalidad dd leninismo, o sea de "siuna verdad histrica descubierta en correspondencia con una de-terminada pdctica puede ser generaJizada y considerao.a universalen una poca histrica", se encuentra planteado especficamen-te en ,una nota de los Cuadernos que retoma las discusiones so-bre las tesis de Roma, el documento bordiguiano aprobado en

    110 epe, p. 492.

  • 68 \ LEONARDO P'AGGI LA TEORA GENERAL DEL ~ARXlS:\10 EN GRAMSCI 691922 por el II congreso del partido,lll Pero al lenguaje alusivo yun poco fuera de foco de los escritos de la crcel -es mejor pre~ferir, almenas en este caso, el texto en el que ms completamenteGramsci expresa su posicin en los aos de la lucha poltica, ydel cual las observaciones de la crcel son ya un eco ms lejanoY- mediato. Se trata del amplio informe presentado por la dele-gacin italiana en el V Ejecuti"\'o ampliado -y ledo por Scoccimarro-,en el curso del cual a travs de la polmica con Bordigase haca una defensa -del leninismo -que an llama-la atencin, 'si serelee el protocolo oficial de los trabajos de esa reuni6n interna-cional, por la concepcin sobre la cual se apoya. La tesis .. expuestapor Gramsci en la crcel es que la mejor prueba de la "concretauniversalidad" de una teora reside en su capacidad (~e "incorporarse"a la realidad, y "no meramente~nsucoherencialgicay formal".1l2 Toda la posicin sostenida por la delegacin italianaen el V Ejecutivo ampliado gira alrededor de la afirmacin deque "en realidad, el bolchevismo nos ha dado un mtodo tcticode ,valor universal".113 La-posiein de Bordiga respecto del bol~chevismo,se especificaba, "muestra una cierta analoga con lasposiciones sostenidas en el pasado por el compaero Trotski, cuando l contrapon'a al bolchevismo su mtodo tctico definido como'marxismo europeo' ".114 El problema es todava el de las relaciones entre Oriente y Occidente yde -la posible recomposicinde estas. diferencias en la unicidad de un mtodo de anlisis,identificado -en la concepcin leniniana de la dialctica. El problema poltico es el de individualizar cmo la innovacin y laexperimentacin tctica, necesarias por la variedad de las situaciones, pueda ser compatible con la fidelidad a los principios. Lapropuesta de Bordiga, ya contenida en la tesis de ROma, es la deestablecer preventivamente algunas normas inderogables de cmuportamiento. Se perfila diversamente el peligro del eclecticismo,ya para Bordiga actuante en la direccin poltica de la Internacional comunista. La acusacin de Bordiga es rechazada en primerlugar reproponiend9 la definicin leniniana del trmino:

    ~ "El eclecticismo consiste- en establecer la tctica nicam~nte sobre la base de una conexin casual de dos o ms factores de lasituacin objetiva, en vez de examinar esta situacin objetivasobre la base de todos sus factores, en su totalidad, y considerarlosen su constante desarrollo, por cada parte y en sus relacionesredprocas."115

    111 A. Gramsci, Passalo e presente, cit., p. 63.112 Ibid., loe. cit.113 ProtokolI der Erweiterlen Exekutive der Kommunistischen Internationale,Moskau., 21, Miin;.6, April 1925, Hamburgo.1925, p.29L114 Protokoll, cit., p. 291.115 bid., p. 103.

    I

    1

    . Un correcto plant~o tctico se asigna unlCamente a la posibili-hdad de u~ e:x-haustlvo conocimiento. de lo concreto histrico,'So-breo est~ ObjetlVO sed~b~, medir la concepcin marxista de la his,tona. En la contrapoSlClOn entre lgica formal y lgica dialcticas~ rep;resent3, ent?nces, la crtica de la visin del papel de la:11.'HOI?a que no, l!1tent?- . ~xp1icar el .mundo, sino. sobreponerse'~~ ~llsmo, ~a cntlc~ dlnglda a, ~~rdlga es, desde el punto de\/strl del meto~?, analoga. a ,la .dlTlglda a. ,la sociologa de Bujarin),3 1,3 concepclOn de la dlal~ctIca dePl~]anov. Se trata en primer

    1.:I~al de rest~~l~cer.10: .confInes respectIVOS de la indagacin tc.lIC

  • 119 Erweiterte Exekutive (AliirzcApTil 1925). Thesis 1I1ld Resolutionen, Ham-burgo, 1925, p. 18.

    teora a la historia, cuando se haya comprendido la distincinfundamental que ser,ara a ~os dos trminos. Pero una vez quese es poseedor de este instrumento de anlisis, ste puede fun-cionar y reconfirmar su validez universal cuanto ms grande esla multiplicidad de los fenmenos histricos sobre los que seejerce. _

    La afirmacin de que el lenimsmo suministra los instrumen-tos esenciales para la transformacin del marxismo en teorapoltica no agota sin embargo el juicio ele qramsci acerca de supapel y de su significado histrico; en parcular (~eja todavade lado la interpretacin de la relacin entre Lenm y l\farx.Examinar la manera en la que Gramsci plantea y rc.suelve elanlisis de esta relacin significa recapitular todo el sentIdo de suinterpretacin del marxismo. Es til, para explicar mejor el sen-tido de esta afirmacin, llamar brevemente la atencin sobre elmodo en el que, en concomitancia con la bolchevizacin de losprticlos comunistas, se afronta en la Comintern la dilucidacinelel concepto de marxismo-leninismo. Dejando de lado el eX

  • 124 1\15, p. 75.

    tico, la revolucin de: octubre" Su fidelidada lVIarx no se buscaen-la, continuidad formal ,dc'algunas proposiciones, sino que se

    prescinde-~:;casLexclusivamenteJde una: discusin de -doctrina. Ensegundo lugar la; confinuacin de la r~laci?n de contin~idad entreLenin,:y ~1arx est mediada por- una crtlca del marXIsmo de laII, Internacional que na se limita al ter:eno de sucleseml:>oca-dura poltica; ,sino:. que tienele, alco~trano,a' es solo ObjetIvamente pOSIble hasta que comIenza a rea~lIzarse. En este c

  • LEONARDO PA(;(;{ LA TEORA GENERAL DEL MARXISMO EN CRAMSCI 75ir ms all. Su afirmacin ha permanecido en el mbito de lateora, Como solamente terica, es decir crtica, ha sido su rup~tura con las relaciones sociales ele produccin existentes.

    La relacin entre Lenin v 1\1arx es, entonces, para Gramsciuna relacin objetiva que se.l instituye antes de cualquier anlisisde las formas de conciencia histricamente determinadas del in-dividuo Lenin. sta se plantea y se resuelve sobre la base d laconcepcin del marxismo como historicisrno absoluto, cuya uti-lizacin respecto de la tradicin ortodoxa fundada por Plejnovse encuentra puntualmente en accin incluso respecto del marxis-mo-leninismo. Si por otra parte examinamos el significado queGramsci atribuye a la afirmacin engelsiana acerca de la lreren-cia por parte de la clase obrera de la filosof~ clsica aleman.a(es decir de la proposicin terica de la cual, Junto .a las TeSIS

    sobre Feuerbach, la revolucin de octubre constituye una reali-zacin) encontramos reconfirmado el mismo concepto. De. estaafirmacin hay en los escritos de la crcel slo en un caso unaconsideracin terica, all donde se formula la hiptesis de que laoperacin crtica actuada por rvIarx respect~ de la filosofa cl-sica alemana no puede considerarse conchuda de una vez portoclas, sino que debe renovarse respecto de los desarrollos de lacultura burguesa. Estamos ya en un mbito interpretativo muylejano de aqul ms habitual en la historia del marxismo, quesiempre ha tendido a ver en esta afirmacin engelsiana la pro-puesta de una tradicin cultural del movimiento obrero no sepa-rable de los puntos ms altos de la produccin teri

  • 131 CL Leninismo, dt.

    afirma en su teora poltica y las pOslc~o~es que asu:ne en la ba-,talla filosfica, En efecto, para GramsCl SI hay un hIlo condu~toren eL desarrollo de la elaboracin leniniana. desde los escntosjuveniles a sus ltimas ms o menos explcit~sdiver~encas conel "trotskismo" -la ,nueva categorapolilllca forjada en .elcurso de la lucha interna del grupo dirigente del estado sovI-tico v de la Internacional comnista""'::" ste no puede individua-

    lizars~ms que en la lucha contra el economicismo; La .doctrinaclelahegemon~a: que constituye .l~ nica respuesta vhd~ a latarda reproposlCIn de la revoluclOll p~rmanent~, no es mas. queel punto de llegadad~unabata.ll~tenca~:p.re tle~; su comIenzoen la teora elel partIdo. Las chstlntas posIcIOnes contrarrevolu-

    cionarias'~ combaticlas por Lenin se renen todas en la "teoraeconomicista o sindicalista, reformista y de la espontaneidad". Lateora ele' la espontaneidad, que niega o subestima elrapel del par-tido y ele la teora,; atenindose a la hiptesis de que '.'loshom-bres se moveran espont;neamente, automticamente, baJ

  • 1ismo histrico.133 Este retorno de 1925 tiene por 10 ta?to elsabor de un verdadero redescubrimiento. q~e. se determ~na yano desde el ensayo sobre la concepcin ma.tenal.lsta de la hIstona,sino desde Discurriendo; que tiende a eVld~nclar no 'y'a los e~ementos antideterrninistas presentes en la lnterpretaClon ,labno~lana del materialismo histrico (ya desarroIl~dos y' resueltos ,pOIGramsci de manera ms refinada y comr1cja), S.lilO su act.ltudfrente al problema de la filosofa del ~arxls1JlO. SI en el penad?juvenil Gramsci trata de atraer a Labnola a la e~fer~,de su y
  • 80 LEONARDO PAGGI LA TEORlA GENERAL DEL MARXSMO EN GRAMSCI 81indispensable para recrear esa nueva sntesis ent:c materialismoe idealismo que se ha perdido en las interprc;aclO.nes c l'vfarx:sin embargo, la misma no constituye -la nueva smteslS. NI Gramscltuvo nunca la p-tetensin de darla. Una vezquc'.ha llevado atrmino la crtica del filsofo individual, en las vanas formas enlas que ha continuado a reproduc~rse dentro,Y fu~ra del marxis-mo, slo el movimiento en su conjunto padra realIzar esta ~Tuevafase de desarrrol1o de la teora: "La funcin que en los ComIenzosdel Illovimiento cumplieron intelectualesindividualc:, (COIT~O ~~rxy Engels) y tambin obrero~ que tenan una c~paCldad ocntIflca(como el oh.rero alemn Dletzgen).hoy es reahzad~ po~, ;~~'i par-udos comumstas y por la InternacIOnal en su conjunto ,

    Hoy podemos decir q~e la hiptesis el.e un: nuevo. desa!-,rollodel marxismo idneo al Intelectual colectIvo no se .ha 'realIzado,por ahora. El proyecto gramscianoha permaneci~o"como tal. Losavances prcticos de la clase obrera se han reahz,ado, como ~estacaba Togliatti, "en la ?ccin"; no, ha~ pro~~Cldopto.fundl:aciones y d'esarrollos de rehevecIe la CIenCIa pohuca,. C:0n~lderaclOnes anlogas se podran hacer respecto de la o~ra hlpotesls gra~s~ciana de un desarrollo del marxismo. como Integral concepclOlldel mundo en la construccin de una sociedad diversa. Pero -estsiempre el. hecho, como demostracin paradj,ica de la s,oli.dez d~lproyecto terico gramsciano y de SU conformIdad al Ob]etlvotco-rico por ste mismo elegido; que ning.n intelectual ha log~ado,en definitiva, dominarlo y hacerlo funCIOnar por cuenta pr,opla ensLi globalidad, Ciertamente, se ha podido h~cer del ~~rxlsrno deGramsci un "marxismo enfragrnentos" ,Su lnt~rpretaclOn del }~a.terialismo histrico como ciencia de la histona, y de- la polI.tIcaha logracIo suministrar til.es argume~tos tem~ICOs auna hI5t~~riografa que ha p~nnaneC1do sustanClalmentelmpermeable ~. laestructura de anlISIS de la cual' esos argumentos eranpartc lns~~parable..El historicismo .absol1!to se h~ conver??" en- ~una. pn-mera fase, en una no ~nuy bien - preCIsada trad~C1on 111stonCIs~adel movimiento obrero italiano, p.ero que en reahdad no era. masque la formacin cultural, eD; su mayora, d~ los intel.ectualestradicionales, que se hat; relaCIOnado con el mIsmo de diferentesmaneras. Luego ha SUSCItado, en uns.egundo momento, -:-~u.an~ose retomaban, parcialmente, l?s. est~,01OS sobre la t~~na. ~~arxIsta- desconfianza y empacho, mJustlfcado~ ~uan?o se orIgma?~nen la conviccin ele que .l~obr~ d.e G:r~mscI ImplIcaba la ,negaClondel rol de la t.eoda, qUIzas mas JustIfIcados cuando llaClan d~ lacOll!=iencia ms o menos diferenciada, de que con GramsCl _se

    cerr~ba ta;nbin en el movimiento obrero la posibilidad de unafuncin innovadora y promotora del filsofo, incFvidua~,en.cuantotal, que el historicismo absoluto y la cienCIa de la lustona y ele

    138 CPC, p. 251.

    la poltica indicaban realmente la necesidad de un diverso modode produccin de la teora.

    . Sostener por lo tanto que en la obra de Gramsci estn cante.rudos los elementos de una teora general significa no slo rechazar el "Gramsci en fr~gmentos" -es decir la operacin a travsde la cua,l !la pasado Siempre la clisminucin y la reabsorcin deun pens.amlent~ en el i~t,erior. de esos hbitos que ste ha inten~

    t~do aVIvar- SI?O tamblen aFIrmar que la interpretacin grams-c~ana del marXIsmo se construye en una confrontacin sistem-tica con todos los puntos centrales de la doctrina y que cada' unade las respuestas elaboradas mantienen entre s una relacin denecesaria implicacin recproca; es clecir que se trata de un "sis-tema o~g?i~o e indivisi.ble", del cual no pueden extraerse laspartes IndIVIduales constItutivas. El objetivo de esta teora es elele filtra:- el marxismo a travs de una crtica que lo purifique delas esconas que se han depositado sobre el mismo en una enterafase ele su lustoria, de darle una renovada conciencia de las razon~s de su identidad y de establecer los motivos que inducena VIncular nUevamente la posibilidad de un desarrollo ulteriorsuyo a la maduracin. terica y poltica de las fuerzas histricasque se han reconocido en el mismo.

    El movimiento no ha logrado por ahora funcionar a la alturade este proyecto. El proyecto terico de Gramsci ha sido, dealguna manera, tamhin vctima de las dificultades y de los tiernopos de la revolucin pasiva. Pero la revolucin pasiva est toda-va en curso, Quiz de sus desarrollos se har necesario, en definitiva, esperar la respuesta a la pregunta que mantiene todavala figura de Gramsci suspendida y oscilante entre dos hiptesisopuestas; es decir si en su obra est contenida una utopa generosacompuesta de tiles nociones culturales, osi ,inversamente la mis-ma no constituye un intento de fijar el comportamiento activoterico-poltico de la clase obrera en la fase declinante del modode produccin, cuando se hace cada vez mayor, ms an predo~minante, el peligro de que lo muerto devore 10 vivo; si su criti~cisma es una inteligente intolerancia hacia todo esquema pre~constituido, o slo tenga por lo contrario la finalidad de preservara lo vivo de los continuos y repetidos ataques de lo muerto. Ladivergencia tiene en ltima instancia un conrenido prctico,Hablando del concepto de revolucin pasiva Gramsci afirm unavez que el mismo "presupone, ms aun, postula como necesaria,una anttesis vigorosa que muestra intransigentemente en loshechos todas sus posibilidades d-e explicacin",139 y es con estaspalabras que resuma el sentido de toda la investigacin histrica.

    Hl!J A, Gramsci, Passalo e presente, cit., p.53.

  • II

    I

    II

    ANTONIO GRAMSCI

    ESCRITOS POLTICOS

  • 1. [l917-192l}

    LOS MAXIMALISTAS RUSOS

    Los maximalista-s rusos son la misma revolucin rusa.Kerenski, Tseretelli. Chernov son el estancamiento de la re-

    volucin, son los realizadores de un primer equilibrio social, laresultante de fuerzas en las que los moderados tienen mucha im~partancia todava. Los maximalistas SO~ la continuidad de larevolucin, son el ritmo de la revolucin: por ~so son la revolu-cin misma.

    Ellos encarnan la idea lmite del socialistno: quieren todo elsocialismo. Y tienen esta tarea: impedir que' se llegue a un com-promiso definitivo entre el pasado milenariq y la idea, es decirseguir siendo el smbolo viviente de la meta ltima a la que sedebe tender; impedir que el problema inmediato del qu hacerhoy se dilate hasta ocupar toda la conciencia y. se convierta en lanica preocupacin. en frenes espasmdico que levanta rejas in~superables para ulteriores posibilidades de realizacin.

    Este es el mayor peligro de todas las revoluciones: el formarseuna conviccin de que un momento determinado de la vida nue-va sea definitivo y que hay que detenerse para mirar haciaatrs, para consolidar lo hecho, para gozar finalmente del xitopropio. Para descansar. U na crisis revolucionaria agota rpida-mente a los hombres. Cansa rpidamente. Y se comprende unestado de nimo semejante. Rusia sin embargo. tuvO esta suerte:ha ignorado el jacobinismo. Por tanto, fue posible la propagandafulminante de todas las ideas. y. a travs de esta propa