Grover Furr

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Grover Furr: Una evidencia ms de la culpabilidad de Bujarin

Parte introductoria del ensayoLa biografa de Bujarin de Stephen Cohen: Un estudio de la falsedad de las revelaciones de la era de Jruschov [1]Grover Furr y Vladimir L. Bobrov

En 1929, Jules Humbert-Droz era miembro del partido comunista de Suiza y representante de la Internacional Comunista. Era tambin un amigo cercano y aliado poltico de Nikolai Bujarin, uno de los dirigentes bolcheviques ms destacados. Para entonces, Bujarin se haba convertido en un opositor poltico de Jos Stalin, de quien haba sido aliado, recientemente.Humbert-Droz se reuni y habl con Bujarin por ltima vez a principios de 1929. El comunista suizo estaba a punto de partir hacia una conferencia de partidos comunistas latinoamericanos. En sus memorias, publicadas en Suiza en 1971, Humbert-Droz record el incidente de la siguiente manera:Antes de partir fui a ver a Bujarin por ltima vez, sin saber si volvera a verlo a mi regreso. Tuvimos una conversacin larga y franca. l me puso al da sobre los contactos realizados por su grupo con la fraccin de Zinoviev-Kmenev a fin de coordinar la lucha contra el poder de Stalin. No le ocult que yo no estaba de acuerdo con este vnculo entre las oposiciones. La lucha contra Stalin no es un programa poltico. Combatimos con razn el programa de los trotskistas sobre las cuestiones esenciales, el peligro de los kulaks en Rusia, la lucha contra el frente nico con los socialdemcratas, los problemas chinos, la miope perspectiva revolucionaria, etc. Al da siguiente de la victoria comn contra Stalin, los problemas polticos nos dividirn. Este bloque es un bloque sin principios que se derrumbar antes de lograr ningn resultado.

Bujarin tambin me dijo que haban decidido utilizar el terror individual con el fin de librarse de Stalin. Sobre este punto, tambin le expres mis reservas: la insercin del terror individual en las luchas polticas nacidas de la Revolucin Rusa corren fuertemente el riesgo de volverse contra quienes lo emplean. Nunca ha sido un arma revolucionaria. Mi opinin es que debemos continuar la lucha ideolgica y poltica contra Stalin. Su lnea llevar en un futuro prximo a una catstrofe que abrir los ojos de los comunistas y dar lugar a un cambio de orientacin. El fascismo amenaza a Alemania y nuestro grupo de charlatanes ser incapaz de resistirle. Ante la debacle del Partido Comunista de Alemania y la expansin del fascismo a Polonia y Francia, la Internacional debe cambiar de poltica. Ese momento ser entonces nuestra hora. Es necesario, pues, seguir siendo disciplinados, aplicar las decisiones sectarias despus de haber luchado y habernos opuesto a los errores y medidas de izquierda, pero seguir luchando en el terreno estrictamente poltico.

Bujarin, sin duda, haba comprendido que yo no me unira ciegamente a su fraccin cuyo nico programa era hacer desaparecer a Stalin. / 380 / Esta fue nuestra ltima reunin. Era evidente que l no tena confianza en la tctica que le propuse. Tambin sin duda saba mejor que yo los crmenes de los que era capaz Stalin. En pocas palabras, aquellos que, tras la muerte de Lenin y sobre la base de su testamento podan destruir polticamente a Stalin, buscaban en cambio eliminarlo fsicamente, cuando ste tena firmemente en sus manos el Partido y el aparato policial del Estado. (El subrayado es nuestro). [2]

Humbert-Droz public esta relato en 1971, escrito sin ninguna presin de la NKVD. l escribi y vivi la mayor parte de su vida en su Suiza natal. Adems, era amigo de Bujarin y su aliado poltico. En el momento de escribirlo odiaba a Stalin, como se desprende de su comentario sobre los crmenes de los que era capaz Stalin.As que no tena motivo que sepamos para mentir o exagerar lo que saba. Adems, Humbert-Droz afirma que escuch de los planes para asesinar a Stalin de los propios labios de Bujarin.Muchos considerarn esta declaracin la evidencia ms fuerte disponible para corroborar que Bujarin era culpable de lo que se le acus en el tercero de los juicios de Mosc, en 1938. Es la confirmacin de que Bujarin no slo no puso ninguna objecin a la formacin de un bloque con los que utilizaban el asesinato (la mejor traduccin del trmino ruso terror individual), sino que l mismo era partidario de su uso. Si fue capaz de conspirar para asesinar a Stalin ya en 1929, era claramente capaz de actos de esa naturaleza en los aos posteriores.En corroboracin de esta declaracin, ahora contamos con la confesin de Valentn Astrov, uno de los estudiantes y seguidores de Bujarin, de enero de 1937, en la que Astrov acusa especficamente a Bujarin de planear el asesinato de Stalin en 1932. Cuando fue confrontado con la acusacin de Astrov, Bujarin la neg reiteradamente. En su primera confesin, que nosotros hemos descubierto y publicado en esta revista [Cultural Logic] hace unos aos, Bujarin admiti ser parte de un bloque con los trotskistas y otros que abogaban por el terror y tambin admiti que en su propia fraccin, los derechistas, surgieron grupos terroristas. Pero incluso entonces Bujarin no admiti abogar por el asesinato de Stalin [3]. Sin embargo, Humbert-Droz afirma que lo hizo.Mientras estuvo en prisin, Bujarin escribi una carta a Stalin el 10 de diciembre de 1937 en la que se retract de todas las confesiones que haba hecho anteriormente. En la pgina siete de su sentida misiva, Bujarin escribi:S que N[atasha] S[ergeevna Allilyeva] jams creera que yo he planeado nada malo contra ti

Ledo literalmente, esto tiene que ser considerado como la verdad, porque Bujarin no dice que l no particip en los preparativos para matar a Stalin. l slo dice que la esposa de Stalin (muerta para entonces) no hubiera credo que l era parte de un complot semejante! La diferencia de significado entre estas dos afirmaciones es evidente. Bujarin estaba usando palabras equvocas diciendo una cosa (tu esposa jams creera que yo he planeado nada malo contra ti), mientras que buscaba que Stalin entendiera otra cosa (nunca he planeado nada malo contra ti). Una vez ms, gracias a las memorias de Humbert-Droz ahora tenemos sustancial evidencia de que Bujarin estaba mintiendo.El testimonio de Humbert-Droz ha estado disponible desde 1971. Cualquier estudioso con un inters en la verdad histrica reconocera inmediatamente la importancia de este pasaje como una prueba muy fuerte, no sovitica, no estalinista, de que uno de los acusados principales en los procesos de Mosc era en realidad culpable. El annimo crtico del libro de Humbert-Droz en el suplemento literario del Times llam la atencin de los lectores a este pasaje especfico en una revisin relativamente breve (TLS, 25 de junio 1971, p. 733).Robert Conquest no cita esta declaracin de Humbert-Droz en El Gran Terror: Una reevaluacin (1990; muchas reimpresiones), aunque en una edicin anterior escribi:

En materia poltica, bsicamente, la mejor fuente, aunque no infalible, es el rumor a un alto nivel poltico o policial. (El Gran Terror, 1968, p. 569).El testimonio Humbert-Droz tiende a refutar la tesis de Conquest de que Stalin arm un tinglado para incriminar a Bujarin y a todos los acusados en los juicios de Mosc. Tal vez esta es la razn por la que Conquest no lo cita, no lo hace incluso en su edicin del cuadragsimo aniversario de 2008, 37 aos despus de que las memorias de Humbert-Droz aparecieron.

El tema del presente estudio, sin embargo, es la biografa de Bujarin de Stephen F. Cohen, con mucho, la obra ms influyente y ms conocida sobre Bujarin en cualquier idioma. Cohen menciona a Humbert-Droz en doce pginas de su libro. Ms an, Cohen cita este libro especfico, De Lnine a Stalin, cinco veces: nota 16, p. 391; nota 19, p. 431; nota 109, pgina 450; nota 137, p. 451; y nota 170, p. 453. [4]Sin embargo, en ninguna parte Cohen menciona la revelacin ms sorprendente del libro: La afirmacin de Humbert-Droz de que Bujarin haba admitido en 1929 que l y su fraccin, o un grupo secreto dentro del Partido, ya estaba conspirando para asesinar a Stalin. El notable silencio de Cohen puede servir de prlogo al estudio que sigue.En este ensayo, sostenemos que el paradigma dominante de la historia poltica de la Unin Sovitica en la dcada de 1930, es falso. Los documentos de los archivos soviticos, antes secretos, que se han hecho pblicos desde el fin de la URSS, proporcionan pruebas ms que suficientes para refutar la opinin que sobre este periodo ha logrado una aceptacin casi universal desde los tiempos de Jruschov. En el presente trabajo ponemos a prueba esta hiptesis a travs de un examen minucioso de un texto representativo: el dcimo captulo del libro de Stephen F. Cohen, Bujarin y la revolucin bolchevique. Una biografa poltica 1888-1938, de 1973.

Por razones de brevedad, a este paradigma histrico o relato maestro lo llamamos el paradigma anti-Stalin. Un trmino ms torpe pero ms preciso sera el paradigma Trotsky-Jruschov-GuerraFra-Gorbachov-postsovitico. Desde la poca de su exilio en enero de 1929 hasta su asesinato en agosto de 1940, Len Trotsky culp a Jos Stalin de lo que l consideraba los defectos y crmenes del socialismo sovitico. Nikita Jruschov tom este mismo tema en 1956 y, durante el perodo de su liderazgo en la URSS, los ataques a Stalin se amplificaron enormemente hasta la retirada de Jruschov de su cargo en octubre de 1964.A partir de 1987, Mijail Gorbachev auspici un asalto contra Stalin y los relacionados con l, que incluso super el perodo de Jruschov. La figura de Stalin sufri una virtual demonizacin, a la vez que se daba un tratamiento similar a otros bolcheviques de la era de Stalin, y al propio Jruschov.En Occidente, este paradigma est quiz ms asociado con el libro de Robert Conquest, El Gran Terror. Las purgas de Stalin en los aos treinta de 1968, y con el de Roy Medvedev, Que la historia juzgue: Los orgenes y las consecuencias del stalinismo (1971). Las revelaciones de la era de Jruschov forman el ncleo de lo que se toma por evidencia en las obras de ambos autores. Hemos utilizado el trmino revelaciones entre comillas para sealar al lector que estas supuestas revelaciones son prcticamente todas falsas.Desde el fin de la URSS en 1991, se ha publicado un gran nmero de fuentes primarias que se encontraban en los antiguos archivos soviticos. Se ha escrito una gran cantidad de libros, en un esfuerzo por elaborar y ajustar el paradigma anti-Stalin, dando cabida a algunas evidencias de estos archivos. En las cuatro ltimas dcadas, no se ha escrito ningn trabajo para rivalizar con la posicin casi cannica de las obras de Conquest y Medvedev.

Ambos libros son demasiado largos el de Conquest tiene casi 700 pginas, el de Medvedev un poco menos de 900 para el tratamiento detallado en un solo ensayo. En su lugar, utilizaremos el dcimo captulo del libro de Cohen como representativo de la interpretacin cannica de la poltica de la lite sovitica en la dcada de 1930. Escribiendo unos aos despus que Conquest y Medvedev, Cohen tuvo muy en cuenta a los dos y se bas tambin en otras obras que utiliz Conquest de escritores como Boris Nikolaevsky y Alexander Orlov.Debido a su enfoque mucho ms limitado, solo en Bujarin y no en toda la historia poltica de la URSS, Cohen fue capaz de presentar un relato erudito y documentado del perodo 1930-1938 en 45 pginas. Ese captulo es bastante corto como para permitir un examen detallado de su evidencia, sin embargo, est bien documentado 207 notas para representar el paradigma anti-Stalin en su integridad.La brevedad no es la nica, o incluso la principal, ventaja que el captulo dcimo de Cohen presenta a la crtica. El libro de Cohen fue un clsico desde el momento de su publicacin y lo sigue siendo hoy. Publicado originalmente en 1973 por Alfred A. Knopf, fue reeditado en 1980 por la prestigiosa Oxford University Press y se ha mantenido en forma impresa desde entonces.El libro de Cohen es importante en otro sentido. Mijal Gorbachov lo eligi como el primer trabajo de la sovietologa de Occidente a ser publicado por una editorial sovitica [5]. Gorbachov habra dicho a Cohen que l mismo haba sido fuertemente influenciado por el libro en la dcada de 1980, cuando l la ley en la traduccin rusa.A finales de 1987, inspirada en parte por el libro de Cohen, se llev a cabo en Mosc una conferencia sobre Bujarin. No slo se invit a Cohen a hablar, tambin el propio Gorbachov celebr una conferencia de prensa con Cohen (Junge 159-60). Este evento y la publicacin de la traduccin al ruso por editorial Progreso, la editorial del gobierno, a finales de 1988 (Junge 193 n.77), inauguraron el boom de Bujarin, durante el cual el rgimen de Gorbachov promovi el entusiasmo por Bujarin como el verdadero heredero del manto de Lenin. [6]Gorbachov y sus colaboradores en la direccin sovitica estaban principalmente interesados en utilizar el apoyo de Bujarin a mecanismos de mercado en la dcada de 1920, para justificar -en nombre del leninismo el aumento masivo de la dependencia de los mercados a finales de 1980 [7]. Ese no es nuestro inters aqu. El dcimo captulo del libro de Cohen no tiene que ver con las ideas econmicas de Bujarin, sino ms bien con la vida de Bujarin desde 1930 hasta su juicio y ejecucin en marzo de 1938.

Sin embargo, estos ltimos ocho aos de la carrera de Bujarin eran centrales para el propsito de Gorbachov de rehabilitar las ideas econmicas de Bujarin para la perestroika de Gorbachov. Encontrar a Bujarin inocente de los cargos por los que fue condenado en su juicio de 1938, era fundamental para establecer la supuesta legitimidad leninista de las ideas econmicas de Bujarin.Si se reconociera que Bujarin haba sido realmente culpable de uno solo de los cargos principales de los que haba confesado su culpabilidad: conspirar para derrocar al gobierno sovitico y conspirar con el Estado Mayor alemn para abrir el frente para el ejrcito alemn en caso de la guerra sin hablar de ser parte de un plan para asesinar a Lenin en 1918, una acusacin que l neg, pero por el que fue condenado [8], no podra haber sido til a Gorbachov. Adems, Bujarin haba admitido en el juicio que las polticas que l representaba en la dcada de 1930 equivalan a la restauracin del capitalismo; esto Gorbachov no poda admitirlo de ninguna manera al menos no en 1988.Si se reconoca la culpa de Bujarin, entonces se seguira que el gobierno sovitico Stalin, en la sincdoque reductora del lenguaje anticomunista haba estado justificado en su ejecucin. Lo que es ms, ya que Bujarin implic prcticamente a todos los otros acusados en los tres procesos de Mosc y a los acusados en el juicio militar secreto del mariscal Tujachevski y otros, admitir la culpa de Bujarin tambin llevara a justificar la represin del gobierno sovitico contra estas figuras. Presentar las polticas de Stalin como incorrectas, inmorales y no-leninista era esencial para la aceptacin de la poltica econmica de Gorbachov. As la inocencia de Bujarin era una piedra angular de la rehabilitacin tanto de su nombre como de las polticas econmicas asociadas con l.Se ha asumido y afirmado, desde el boom de Bujarin a finales de la dcada de 1980, que Bujarin se vio obligado a confesar crmenes que no cometi. ste es el supuesto fundamental de toda discusin convencional sobre la carrera de Bujarin, sobre los procesos de Mosc y, en general, sobre los Soviets en la dcada de 1930, supuesto que se ha repetido una y otra vez hasta que se ha dado por sentado. Pocas voces ninguna en absoluto en la esfera pblica y entre los investigadores convencionales han sometido este supuesto a algn cuestionamiento serio.Como lo demuestran nuestra investigacin anterior [9] y el presente ensayo, no hay pruebas positivas de que Bujarin era inocente. Por el contrario, toda la evidencia que tenemos es consistente con que Bujarin era culpable de los crmenes que l mismo confes.Un problema para el boom de Bujarin patrocinado por Gorbachov surgi temprano, aunque slo pudimos saber de l en 2004. La comisin del Comit Central encargada de estudiar y, en esencia, de encontrar pruebas de que Bujarin haba sido injustamente condenado en el juicio en 1938, fue incapaz de encontrar tal evidencia en absoluto. Las actas de esta comisin, publicadas en 2004, muestran consternacin de los miembros de la comisin ante este fracaso.

El resultado fue que el decreto (Postanovlenie) del Pleno de la Corte Suprema sovitica que fue publicado el 4 de febrero de 1988 y que declar que Bujarin haba sido obligado a hacer una confesin falsa, nunca se public y se mantiene en secreto hasta hoy. Su texto, solo descubierto recientemente, muestra que la pieza central de evidencia de la inocencia de Bujarin citado en l, en realidad una falsificacin deliberada [10]. En ese decreto, la declaracin-confesin de Mijal Frinovsky, un documento que proporciona una fuerte evidencia de la culpabilidad de Bujarin, fue deliberadamente mal citado para que pudiera ser utilizada como prueba de que l era inocente [11]. De hecho, los expertos de Gorbachov no pudieron encontrar ninguna evidencia para apoyar su teora de que Bujarin era inocente.Notas

[1] Hace poco una versin en lengua rusa de este ensayo fue publicada en Grover Furr y Bobrov Vladimir, 1937. Pravosudie Stalina. Obzhalovaniiu ne podlezhit! Mosc: Iauza-Eksmo, 2010 pp. 195-333. El presente ensayo ha sido revisado para su publicacin en Cultural Logic.[2] Memorias de Jules Humbert-Droz. De Lnine a Staline. Dix ans au service de l'internationale communiste 1921-1931. Neufchtel: A la Baconnire, 1971, pp. 379-80. El texto francs original es el siguiente:Avant de partir, jallai voir une dernire fois Boukharine, ne sachant si je le reverrais mon retour. Nous emes une longue et franche conversation. Il me mit au courant des contacts pris par son groupe avec la fraction Zinoviev-Kamenev pour coordonner la lute contre le pouvoir de Staline. Je ne lui cachai pas que je napprouvrais pas cette liaison des oppositions: La lute contre Staline nest pas un programme politique. Nous avons combattu avec raison le programme des troskystes sur des problems essentiels, le danger des koulaks en Russie, la lute contre le front unique avec les social-dmocrates, les problems chinois, la perspective rvolutionnaire trs courte, etc. Au lendemain dune victoire commune contre Staline, ces problems politiques nous diviseront. Ce bloc est un bloc sans principles, qui seffritera meme avant daboutir.Boukharine me dit aussi quils avaient decide dutiliser la terreur individuelle pour se dbarrasser de Staline. Sur ce point aussi je fis dexpresses reserves: lintroduction de la terreur individuelle dans les lutes politiques nes de la Rvolution russe risquait fort de se tourner contre ceux qui lemploieraient. Elle na jamais t une arme rvolutionnaire. Mon opinion est que nous devons continuer la lute idologique et politique contre Staline. Sa ligne conduira, dans un avenir proche, une catastrophe qui ouvrira les yeux des communists et aboutira un changement dorientation. Le fascism menace lAllemagne et notre parti de phraseurs sera incapable de lui resister. Devant la debacle du Parti communiste allemande et lextension du fascism la Pologne, la France, lInternationale devra change de politque. Ce moment-l sera notre heure. Il faut donc rester disciplines, appliquer les decisions sectaires aprs les avoir combtatues et sopposer aux fautes et aux measures gauchistes, mais continue la lute sur le terrain strictement politique.Boukharine a sans doute compris que jue ne me liais pas aveglment sa fraction, dont le seul programme tait de fair disparatre Staline. / 380 / Ce fut notre dernire entrevue. Manifestement il nvait pas confiance dans la tactique que je proposais. Il savait aussi bien sr, mieux que moi, de quells crimes Staline tait capable. Bref, ceux qui, aprs la mort de Lnine, sur la base de son testament, auraient pu liquider politiquement Staline, cherchaient llimier physiquement, alors quil tenait fermement en main le parti et lappareil policier de lEtat.[3] Grover Furr y Vladimir Bobrov. Nikolai Bukharins First Statement of Confession in the Lubianka. Cultural Logic 2007. En http://clogic.eserver.org/2007/Furr_Bobrov.pdf>.

[4] Humbert-Droz tambin est citado en la Bibliografa seleccionada en la p. 491.[5] Die Bedeutung, die dieser Arbeig zugemessen wurde, lt sich daran ablesen, das es das erst Werk eines westlichen Sowjetologen war, das in der UdSSR erscheinen konnte. Mark Junge. Bucharins Rehabiliterung. Historisches Gedchtnis in der Sowjetunion 1953-1991 (Berlin: BasisDruck, 1999), pp. 195-96.[6] In den Jahren 1988/89 kam es zu einem regelrechten Bucharin-Boom. Junge, p. 192.[7] Schlielich bezeichnen die entsprechenden Autoren Bucharins Ideen bereinstimmend als hochaktuell fr die Perestrojka. Todos los autores mencionados ah eranpartidarios de la perestroika. Junge, 206. Vase una observacin similar en la p. 196.[8] Bujarin admiti en varias ocasiones que l haba conspirado con los social-revolucionarios para arrestar a Lenin, Stalin y Ykov Sverdlov, pero neg cualquier plan para matarlos. Este tema se discute ms adelante en el presente ensayo.[9] Furr y Bobrov, Nikolai Bukharin's First Statement of Confession in the Lubianka. Cultural Logic 2007. At . Este artculo fue publicado por primera vez en ruso en la histrica revista Klio (San Petersburgo) No. 1 (36), 2007, pp. 38-54. En furr/research/furrnbobrov_klio0107.pdf>