Hagamos Lo Imposible - en los espacios de estudio

*FRENTE JUVENIL HAGAMOS LO IMPOSIBLE

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Desde donde partimos

Como Frente Juvenil Hagamos Lo Imposible consideramos que los es-tudiantes ocupan un rol protagóni-co en luchas históricas. Un ejemplo de ello fue el la Reforma Universi-taria de 1918 que fue un proyecto a tomar en varios países de Lati-noamérica, la lucha por el boleto gratuito, la defensa de la educación pública contra el neoliberalismo en Argentina, entre otros. Sin embar-go, con estos ejemplos nos queda-mos cortos, ya que los estudiantes no solo formaron parte de luchas meramente reivindicativas, sino que muchas veces fue más allá de eso. Muchas veces el movimiento estudiantil ocupo un rol protagóni-co como sector que lucha por una sociedad radicalmente distinta. Como ejemplo de esto tenemos el Cordobazo o como lo indican las cifras del total de los desapareci-dos en la última dictadura militar donde un 20% fueron estudiantes.

Es así que como Frente Juvenil en-tendemos nuestra intervención en los espacios de estudio atravesada por dos ejes generales: Por lo un lado, reconstruir ese movimiento estudiantil con una perspectiva cla-

ra de lucha y organización de base. Sin embargo, esto no es una tarea que se da de un día para el otro, sino es algo que debemos ir gene-rando. Debemos ir reconstruyendo ese hilo rojo que fue aniquilado. Esto se refleja en espacios don-de no tienen organización, donde la tradición de lucha y la partici-pación es escasa. Es por eso, que nuestra principal tarea en función a nuestro objetivo más general es generar organización donde no la hay. Generar movimiento, darle vida a los Centros de Estudiantes o espacios de organización de los mismos. Encender esa llama, que sabemos que no se apago y sigue encendida. Sin embargo, enten-demos que solamente con esto nos quedamos cortos en nuestra inter-vención, ya que los espacios de estudio son también anudamientos de jóvenes; y desde ahí es también desde donde nos damos la tarea de tener iniciativas donde lo que pri-me sea organizar.

Desde aquí es desde donde parti-mos, con la voluntad de poner de pie a un movimiento estudiantil que forme parte activa de los pro-cesos de trasformación de nuestro pueblo. Más allá que actualmente

¿Por qué estamos en los espacios de estudio?


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esto parezca lejano, desde las pe-queñas victorias, las asambleas, los Centros de Estudiantes intentamos empezar a generar movimiento donde no lo hay.

Toma la vos, dámela a mi.

Desde nuestra intervención pro-piamente estudiantil entendemos necesaria la intervención en el sec-

tor entendiendo la educación como un eje clave en nuestra sociedad. Esto se encuentra atravesado por el rol que cumple la educación en la actualidad y la educación que queremos desde nuestra óptica del cambio social. Sin embargo, ac-tualmente no podemos pensar la educación aislada del sistema en el que vivimos. Este sistema capita-lista que tiene como base central la explotación del hombre por el hombre.

La lógica mercantil afecta en todos los planos de nuestra vida. Desde lo más concreto como en el traba-jo donde el hombre es considera-do una mercancía, el cual vende su fuerza de trabajo para que el capi-talista obtenga su ganancia, hasta en la educación. ¿Pero porque se da esto?. El capitalismo para poder manejar el control de esta socie-

dad necesita de distintos elemen-tos para ejercer la dominación. Es así como utiliza dos variables muy comues: El consenso y la coer-ción. Cuando no se puede por “las buenas” viene el palo. Es así como vemos que a lo largo de la histo-ria hubo momentos de dominación parlamentaria y momentos donde se utilizó la coerción. Es así como Argentina es un claro ejemplo de esto, en momentos de avances en organización de nuestro pueblo vino una dictadura para aniquilar


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todo germen revolucionario.1

Como mencionábamos el capitalis-mo tiene dos métodos de domina-ción2, y es así como la educación es una de las esferas donde el ca-pitalismo interviene. De esta for-ma es como la educación cumple actualmente una doble función: la función reproductora3 y la forma-ción de cuadros técnicos o mano de obra funcionales al mercado. Como ejemplo de lo primero tene-mos los contenidos que se dictan en nuestras aulas, la metodología (Docente ilumina al estudiante), etc. Al respecto de lo segundo en la Argentina tenemos como cla-ro ejemplo la Ley de Educación Superior (LES) impulsada por el Banco Mundial donde se estable-ció un sistema de aprobación de las carreras (CONEAU)4 en función a las necesidades del mercado, es así como se modifican los planes de 1 Poder Burgues, Poder revolucionario de Mario Roberto Santucho desarrolla bien este concepto en la historia Argentina.2 No es que son dicotómicos, sino hay que pensarlos conbinados, pero que siempre uno prima por sobre otro. No podemos comparar una dictadura militar a la democracia burgue-sa. Sin embargo, vemos como en momentos democráticos se utiliza la represión como aleccionador para ciertos conflictos.3 Reproducir o transformar- Mamushka4 Para profundizar sobre esto es interesante ver la composición de estos espacios don-de participan directamente sectores de la burguesía.

estudio, se abren o cierran carreras.

Entonces ¿No podemos cambiar nada? No, esa no es nuestra posi-ción. Si partimos de caracterizar en donde estamos parados para saber qué camino trazarnos para llegar a nuestro horizonte. Sin embargo, podemos concluir que únicamente interviniendo desde la educa-ción no vamos a poder construir el cambio que queremos. Es así como las tareas que nos damos están enmarcadas en un proyecto más general. Un proyecto de cam-bio social.

Desde acá es que nos trazamos nuestros ejes de intervención desde lo estudiantil con una perspectiva revolucionaria. Nuestra perspec-tiva a largo plazo es construir una educación al servicio del pueblo. Una educación transformadora. Una educación que este pensada en sintonía con una planificación in-tegral de las necesidades de nues-tro pueblo, que ayude al hombre a transformarse y transformar. Una educación integralmente humana y de acceso irrestricto.

Sin embargo, esto como dijimos es una orientación a largo plazo, aho-ra, no se construye de un día para el otro es por eso que nos estable-cemos ejes que tengan una relación directa con lo que nosotros quere-

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mos lograr, pero que nos sirvan para intervenir ahora.

¿Por qué luchamos?

Nuestro eje central en la actuali-dad es la defensa de la educación pública, gratuita, científica y de calidad. Entre esto el principal eje que tenemos es garantizar el ac-ceso y la permanencia de todos

los estudiantes. Que no haya limi-taciones para acceder a la educa-ción y que los estudios se puedan sostener en el tiempo. Es así que luchamos por más becas, comedo-res y copiados subsidiados por el estado, boleto educativo, jardines materno-paternales, etc.

Además, garantizar la autono-mía universitaria, es decir, que

no haya injerencia de entes exter-nos a los espacios de estudio que decidan sobre el rumbo de nuestra educación. Esto en relación a que sea menor la injerencia del merca-do en nuestros estudios. Para esto, es fundamental el empoderamien-to de nosotros como estudiantes en la toma de decisiones sobre el rumbo de nuestra educación.

Por otro lado, también luchamos por la creación de un conocimien-to crítico, un conocimiento que sea transformador, y generar espacios que sirvan para la construcción de herramientas que estén al servicio de nuestro pueblo. En la actualidad esto significa la creación de espa-cios alternativos a la educación ac-tual desde cátedras abiertas, char-


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las, e iniciativas dentro del espacio de estudio. A la vez que disputa-mos la orientación de la formación de nuestro conocimiento, en las discusión de nuestros planes de es-tudios, o espacios institucionales donde podamos darle otra perspec-tiva a nuestra formación.

Por último y como eje transversal tenemos el eje democratización5 tanto en los espacios de cogobier-no, donde los estudiantes deben poder decidir sobre el rumbo de su educación, como espacios de democracia directa independien-tes, que sean de los estudiantes, que empoderen su voz. Es por esto que la democratización no solo se da en los espacios de cogobierno, sino que también generar espacios independientes donde lo que prime sea la organización de nosotros como estudiantes.

Ante el grado de desmovilización, de derrota ideológica y dispersión que sufrimos en nuestro país post dictadura militar nos encontramos en la tarea de generar organiza-ción donde no la hay. De generar organización donde prima la des-politización, donde no hay tradi-ción de lucha o donde aquella tra-dición fue devastada. Es por eso, que lo que nosotros nos trazamos son ejes generales, sin embargo, 5 Elaboración del EPE aborda esto.

lo que prima a la hora de pensar nuestra intervención en los espa-cios de estudio es aquello que or-ganice y movilice.

Los centros estudiantes

En consecuencia, nosotros consi-deramos que los Centros de Estu-diantes son esos espacios centrales de organización sin los cuales nada de esto podría ser motorizado. Los Centros de Estudiantes (CE) son la herramienta de lucha y organi-zación de todos.

Creemos que necesariamente los CE deben tener un perfil claro de construcción que retome el rol histórico que tenemos como mo-vimiento estudiantil. En relación a esto es necesario, remarcar y de-jar en claro ciertas cuestiones que consideramos que actualmente no es retomado, o hasta ignorado por otras organizaciones del campo po-pular. Una de ellas es la necesidad de generar organización más allá de la acumulación propia como orga-nización. Muchas organizaciones consideran los CE como vidriera partidaria, vaciándolo de iniciati-vas y así de estudiantes. Nosotros no. Nosotros queremos hacer un aporte en organización a nuestra clase y en eso, no podemos pen-sar nuestra intervención desde una óptica mezquina y de autocons-


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trucción, sino todo lo contrario. Haciendo nuestro aporte para re-construir el movimiento estudian-til. En relación a esto no debemos confundir el CE con la conducción del mismo. Si bien esta es la res-ponsable de orientar un perfil.

En consecuencia, no podemos dar-nos esta tarea sin imprimirle a los CE un claro perfil de independen-cia de clase y combatividad. De-bemos fomentar CE que empode-ren a los estudiantes y que generen consciencia de que nada se consi-gue sin la lucha.

Ante un panorama donde vemos que muchas veces las prácticas mezquinas o el predominio de or-ganizaciones que no retoman la independencia de clase, vemos necesario hacer nuestro aporte desde acá y dar la disputa sobre la orientación de ese movimiento es-tudiantil.

Dentro de esto nosotros conside-ramos un CE con las siguientes ca-racterísticas:

1- Un CE de TODOS: un espacio inclusivo de todos los estudiantes.

2- De lucha: en defensa de nues-tros derechos y la educación pú-blica

3- Democrático: Generando espa-cios de democracia directa.

4- Independiente: Que las decisio-nes las tomemos los estudiantes sin condicionantes externos

5-Solidario: Que se solidarice con todos los conflictos que exceden al espacio de estudio.

6- Activo: Un espacio que genere actividades culturales, deportivas, de reflexión, etc.

7- Con perspectiva de género.

8- Donde los haya: Espacios de servicio transparentes y autogesti-vos

Algo importante a tener en cuenta es que los centros de estudiantes no están en una burbuja del resto de la estructura del espacio, es por eso la necesidad de la articulación por dentro y por fuera con otros sec-tores. Por dentro con docentes, no docentes y graduados, generando un sector de lucha que pueda aunar fuerzas. Por fuera solidarizándonos y siendo parte de los conflictos que exceden los espacios de estudio.

¿Paredes adentro?

Como mencionamos al comienzo, entendemos que en los espacios de estudio no solamente tenemos la tarea de organización encerrada en la educación y las paredes del es-pacio. Es necesario generar organi-zación más allá de eso, entendien-do que los espacios de estudio son también anudamientos de jóvenes.


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Es por esto mismo que como agrupaciones estudiantiles nos encontra-mos conformando un Frente Juvenil que nos permita hacer transcender nuestra intervención especifica. Porque como decíamos antes, nuestra perspectiva es de cambio social, no solamente educativa. En consecuen-cia, lo que prima es la organización. Conformamos un espacio que no solamente interpela como “estudiante”, sino también talleristas, artistas, comunicador, enfermero, etc, como joven que quiere cambiar esta so-ciedad. Que no se queda conforme con el mal menor. Que no se queda conforme con esta injusta realidad, sino que apuesta a transformarla. A la par, que nos damos la ardua tarea de reconstrucción del movimiento estudiantil, con audacia, creatividad y vocación de trascender.

Quedan muchos debates por dar y profundizar sobre nuestra inter-vención en lo estudiantil. Esto es un pantallazo general sobre nuestra intervención especifica. Sin embargo, son orientaciones generales que guían nuestro accionar, con el cambio social como horizontes y una realidad en la cual queremos intervenir para transformarla. Es desde acá que hacemos este pequeño, introductorio y humilde aporte desde nuestro espacio.

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