Isaac Deutscher.doc4

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    1/23

    Isaac Deutscher

    Rplica a unascrticas

    Escrito: Original para la revista mensualfrancesaEsprit, marzo de 1954.Traduccin (del ingls): Juan Carlos GarcaBorrn (1970)Esta edicin: Marxists Internet Archive, abril de

    2013.Digitalizacin: Martin Fahlgren, 2013.

    Mi libro Rusia despus de Stalin, que escrib y conclupocas semanas despus de la muerte de Stalin, aparece entraduccin francesa poco antes de que se cumpla el primer

    aniversario de aquel acontecimiento. Es un breve intervalo,que, sin embargo, ha estado lleno de acontecimientossorprendentes, y durante el cual Rusia ha hecho un largorecorrido desde donde se encontraba el 6 de marzo de1953. Basta recordar lo que algunos de los ms conocidoscomentaristas y expertos predijeron en aquel momento

    para reconocer hasta qu punto se ha alejado Rusia de supunto de partida de entonces. Algunos de los expertosdijeron, por ejemplo, no sin una lgica superficial, que enun estado-polica la polica era el factor decisivo del poder,y que, en consecuencia, Beria, su cabeza, era pordefinicin el verdadero sucesor de Stalin, y desahuciaracon seguridad a Malenkov y Molotov. Otros reputadosanalistas nos aseguraron estlidamente que no haba ni

    poda haber nada nuevo en el Este, porque Stalin haba

    http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htmhttp://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htm
  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    2/23

    dejado bien atada y bien asegurada la cuestin de lasucesin, y porque sus herederos, ligados por los msfirmes lazos de solidaridad, estaban completamente deacuerdo en todos los temas polticos de importancia.

    Los ms obtusos de los stalinistas y los msencarnizados anticomunistas expresaron dicha opinin conla misma confianza en s mismos. De modo bastantecurioso, sa fue tambin la opinin sostenida, incluso mstarde, por un escritor tan inteligente como George Kennan,que la ha expresado en su crtica a mi libro. S tambin deotro hombre muy inteligente y despierto, el embajador enMosc de una gran potencia occidental, que pas toda la

    velada del 9 de julio de 1953 argumentando que mi anlisisde la situacin rusa, en Rusia despus de Stalin, eracompletamente equivocado, porque presupona unadivisin en el seno del grupo dominante ruso. l, elembajador, saba, por observacin atenta y largo estudio,que no exista tal divisin: que Malenkov, Beria, Molotovy Jruschov pensaban y actuaban al unsono, al saber comosaban que sus posibilidades de supervivencia dependan

    de su absoluta unida. Habiendo as destruido, de una vezpor todas, mis anlisis e hiptesis, su excelencia se fue a lacama para despertar a la maana siguiente con lasdramticas noticias de la cada de Beria...

    S bien en qu puntos podra ganar mi obra con algunacorreccin, y qu revisiones seran aconsejables a la luz delos ltimos acontecimientos. Pero tales correcciones yrevisiones no tendran que ir ms all de retocar un prrafo

    en tal punto y cambiar ligeramente el nfasis de miargumentacin en tal otro. Lejos de refutar mi pronstico,los acontecimientos lo han confirmado; y lo han hecho delnico modo en que pueden confirmar una frmulateortica, a saber, presentando un esquema de hechos que,aunque en bsica armona con la prediccin, es

    http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htmhttp://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htmhttp://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htm
  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    3/23

    naturalmente ms complicado y dinmico que cualquierfrmula teortica.

    Mi pronstico no ha sido bsicamente refutado por los

    acontecimientos, quiz porque desde el principio abord mitarea algo ms modestamente que otros muchos escritoressobre el tema. No pretend saber cul sera el destino de talo cual personalidad del grupo gobernante sovitico. Noesboc un horscopo personal para Malenkov, o Beria, oJruschov. Lo que hice fue concentrar mi atencin enabocetar, resumir y proyectar hacia el futuro las grandestendencias sociales operantes en la Rusia contempornea.Eso me llev a la conclusin de que la Unin Sovitica

    estaba acercndose a un punto crucial de su historia, en elque se vera obligada a empezar a moverse en una nuevadireccin, y que la muerte de Stalin, lejos de ser la causa

    principal del cambio, no hara ms que acelerarlo ysubrayar su inevitabilidad.

    Mi anlisis y mis conclusiones han pasado a ser tema deuna animada controversia a ambos lados del Atlntico.

    Apenas me sorprende que algunos de mis ms furibundoscrticos sean precisamente aquellos desafortunadosadivinos que ya haban visto a Beria ocupando el lugar deStalin, o haban asegurado sin vacilacin la absolutasolidaridad ideolgica de los herederos de Stalin.Tambin he atrado la ira de los propagandistas

    profesionales de la guerra fra, y muy especialmente de loscruzados anticomunistas que combaten bajo las altivas

    banderas del Congreso por la libertad de la cultura. Por

    el contrario, muchos escritores serios y capaces handefendido mi modo de ver, con gran conviccin. Esacontroversia ya ha encontrado tambin sus ecos, amistososy hostiles, en la prensa francesa; y mi propsito esocuparme aqu especialmente de la extensa crtica que de

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    4/23

    mis opiniones ha hecho M. Raymond Aron, y que haaparecido en el nmero de octubre dePreuves...

    Todo anlisis realista de la era de Stalin y de su

    conclusin tiene que hacer un balance de la revolucinindustrial sovitica de los ltimos veinticinco aos; esarevolucin por obra de la cual ha pasado de ser una de lasnaciones industrialmente ms atrasadas a ocupar elsegundo lugar como potencia industrial en el mundo. Ese

    proceso ha sido acompaado por un vasto progresoeducativo del grueso de la sociedad sovitica. El terrorismoy despotismo stalinistas empujaron al pueblo sovitico allevar adelante su revolucin industrial, en parte a

    contrapelo, a una velocidad sin precedentes, y entredificultades tambin sin precedentes. La magia primitivadel stalinismo fue un reflejo del atraso cultural de lasociedad sovitica en los aos de formacin y a mitad decarrera del stalinismo. De ah conclu que, con el progresoalcanzado en la dcada de 1950, el terrorismo y la magia

    primitiva del stalinismo se haban convertido enanacrnicos y estaban entrando en conflicto con las nuevas

    necesidades de la sociedad sovitica. El ms alto nivel decivilizacin, industrial y general, favoreca unademocratizacin gradual de la vida poltica sovitica,aunque tambin era posible que se produjese una dictaduramilitar, de tipo bonapartista, entre crecientes tensionesinternacionales. Una y otra perspectiva significaban el finaldel stalinismo. Un intento de galvanizar la ortodoxia y elrgimen stalinista era todava posible, e incluso probable;

    pero difcilmente podra lograr ms que un xito episdico.

    El propagandista de la guerra fra basa todos susargumentos y eslganes en el supuesto de un malinmutable e irredimible en el stalinismo, o en elcomunismo en general. Si se excluye ese mal, todas susestocadas ideolgicas se clavan en el vaco. En

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    5/23

    consecuencia, el propagandista de la guerra fra se niegaobstinadamente a ver que ese mal ha estadohistricamente determinado, y que la profundatransformacin de la estructura y del concepto de la vida de

    la sociedad sovitica no puede por menos de tenerconsecuencias polticas de largo alcance.

    En ese punto, mis crticos, y especialmente RaymondAron, me acusan de todos los pecados mortales deldeterminismo marxista. Se dice que yo niego laimportancia de la voluntad humana en la historia; queelimino el papel del individuo, especialmente el del grandhomme y jefe; y que atribuyo unilateralmente a la

    estructura econmica de la sociedad esa influenciadeterminante en los asuntos humanos que no posee ni

    puede poseer.

    Nunca he negado, desde luego, mis conviccionesmarxistas, pero trato de apoyarme sobre mis propios pies,sin apoyarme en la autoridad de Marx, de la que tanto se haabusado. Como una cuestin de principio, me he esforzado

    siempre en desarrollar mi argumentacin de tal modo quela validez de sta no dependiera de supuestosespecficamente marxistas. No es necesario ser marxista

    para convenir conmigo en el impacto de la revolucinindustrial sovitica en la poltica sovitica. A ningnhistoriador del siglo XIX, fuese conservador o liberal, se leocurri ignorar el impacto de la revolucin industrialinglesa en la poltica de la Inglaterra victoriana. Ningnhistoriador puede ignorar la conexin entre aquella

    revolucin y la gradual extensin del sufragio, es decir, lagradual democratizacin de Inglaterra. Es una verdadtrillada que las formas modernas de vida democrtica sehan desarrollado principalmente en nacionesindustrializadas, y, por regla general, no han logradodesarrollarse en naciones que se han mantenido a un nivel

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    6/23

    de civilizacin semifeudal o pre-industrial. Pero lo que seacepta como una verdad trillada en la historia moderna ycontempornea del mundo no-comunista es, a ojos denuestros crticos, totalmente inaplicable a la Unin

    Sovitica; en sta, es sencillamente ridculo esperar que lams amplia y masiva industrializacin, urbanizacin ymejora educativa puedan fomentar clase alguna detendencias democrticas.

    Algunos de los crticos han propuesto un argumento queno me siento inclinado a pasar por alto. Qu hay deAlemania?, preguntan. Es que un alto nivel deindustrializacin y de educacin popular ha impedido que

    Alemania produjera el peor autoritarismo y totalitarismo?No tena el nazismo su magia primitiva? Cmo se

    puede hablar de que Rusia deje atrs el stalinismo,cuando Alemania nunca ha dejado atrs realmente elnazismo, que slo pudo ser destruido desde fuera, por laguerra?

    Quiz debo observar que nunca y en ninguna parte he

    dicho ni sugerido que la industrializacin y el progresoeducativo garanticen automticamente una evolucindemocrtica. Todo lo que he dicho es que laindustrializacin tiende a despertar aspiracionesdemocrticas en las masas. Esas aspiraciones pueden, sinduda, ser frustradas o derrotadas por otros factores. Pero nien el caso de la industrializacin alemana puede decirseque sta no fomentase la tendencia democrtica. Las cuatrodcadas que separan laAusnahmegesetzde Bismarck y la

    ascensin de Hitler contemplaron una muy considerableexpansin de las formas de vida poltica democrtica,

    primero en el imperio de los Hohenzollern y luego en larepblica de Weimar. La clase obrera alemana fue el

    principal factor de esa democratizacin, arrancando de laclase gobernante una concesin democrtica tras otra. El

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    7/23

    hecho de que no fuese persistente, y abdicase en elmomento decisivo, en 1933, no invalida la conexinhistrica, evidente tambin en Alemania, entreindustrializacin y poltica democrtica.

    Lo que prueba la historia de Alemania es esto: latendencia democrtica fue fuerte mientras la sociedadalemana estuvo en crecimiento y expansin sobre una basecapitalista. Se redujo, y dio paso a la tendencia totalitaria,en una sociedad en decadencia, basada en una economacapitalista en contraccin, como era la economa alemanaen los aos de la aparicin de Hitler. Millones detrabajadores en paro, un sentimiento general de

    inestabilidad social, miedo e histeria de masas, fueron loselementos bsicos que entraron en la gnesis del nazismo.Estaba adems la envidia, el odio y el desprecio delaKleinbrgertum por el movimiento obrero; la ilusin deesa pequea burguesa de que podra hacerse fuerte a la vezfrente a la Grossbrgertum y frente al proletariado; ladeterminacin de los barones de la industria y lasfinanzas alemanas de utilizar contra el proletariado el

    miedo y el odio de la clase media ms baja; la divisininterna y la impotencia de los trabajadores alemanes; y,finalmente, aun cuando en modo alguno fuese lo menosimportante, el orgullo nacional alemn, herido desde laderrota de 1918, y el agudo deseo de venganza. Esa fue laespecfica y muy compleja combinacin de factores que

    produjo la particular variedad alemana de rgimentotalitario, sobre la base de una economa capitalista.

    Aunque sea una verdad evidente que una civilizacinmuy industrial no imposibilita el desarrollo deltotalitarismo, debera ser an ms evidente que no es esacivilizacin,per se, la responsable de ese desarrollo. Lascausas especficas del totalitarismo tienen que serexaminadas en cada caso. Yo he tratado de exponer las

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    8/23

    fuentes especficas del stalinismo en el estado de lasociedad sovitica de 1920, y tambin de mostrar queaquellas fuentes han ido secndose en la dcada de 1950.

    No viene a cuento, pues, el decir que de otras fuentes muy

    distintas, a saber, los fermentos de la sociedad alemana delas dcadas de 1920 y 1930, brot algo que exteriormente,y slo exteriormente, era muy similar al stalinismo. Insistoen el anlisis de las causas y consecuencias especficas,mientras que mis crticos razonan al modo de aquel viejocampesino polaco que deca a su hijo que era intil curar latuberculosis en la familia, porque, una vez curada, moriranms pronto o ms tarde de alguna otra epidemia. Mantengoque la urbanizacin y la modernizacin estn curando ala Unin Sovitica del stalinismo. Pero pensemos en laepidemia del nazismo replican algunos profundos

    pensadores a la que sucumbi Alemania, y, en vista desta, cmo podemos hablar de que Rusia se cure delstalinismo?

    Ciertamente, si en la Unin Sovitica aparecierancondiciones semejantes a las que dieron origen al nazismo

    paro generalizado, una economa en contraccin,sentimiento de inseguridad social, humillacin nacional,miedo e histeria de masas el resultado sera

    probablemente similar. Pero ni siquiera mis crticosesperan que tales condiciones se produzcan en la UninSovitica en un futuro previsible. (Podran aparecer aconsecuencia de la derrota de Rusia en una tercera guerramundial, y su resultado sera ciertamente no unademocracia, sino alguna forma de totalitarismo fascista, si

    es que esos trminos polticos pudieran conservar algnsignificado despus de una guerra atmica.)

    Nunca puede llegar a ser subrayado con fuerza suficienteque la sociedad sovitica, tanto si se la mira con ojosamistosos como hostiles, no puede ser entendida en

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    9/23

    absoluto si se ignora una de sus caractersticas bsicas, asaber, el hecho de que es una sociedad en expansin, y quese expansiona sobre la base de una economa dirigida quela hace inmune a esa extrema inestabilidad econmica y

    moral que en la sociedad burguesa tiende a producirneurosis de masa fascistas. La Unin Sovitica estsaliendo del stalinismo con todas las condicionesnecesarias para que contine su expansin, y nomeramente durante ciertas fases del ciclo industrial odurante la carrera de armamentos. La expansin continuaes en efecto inherente a la economa dirigida de tiposocialista, o incluso del actual tipo sovitico, como laforma bsica de su movimiento, del mismo modo que losaltibajos del ciclo comercial representan la forma demovimiento peculiar al capitalismo normal. (Este es elslido ncleo de verdad en toda propaganda comunista; yes fcil pasarlo por alto o rechazarlo temerariamente

    porque muchas veces se presenta arropado en espesascapas de tosca ficcin.) El totalitarismo stalinista y lamagia primitiva, que pertenecen esencialmente a un

    perodo transicional anterior, se hacen improcedentes,

    anacrnicos e insostenibles, en esta sociedad en expansinen su actual nivel de fuerzas productivas. Tanto msimprocedente es referir a los problemas de esta sociedadlos fenmenos del nazismo o del fascismo, nacidos de ladecadencia y de la desintegracin social.

    Uno de mis crticos franceses pretende que al exponerese modo de ver determinista reduzco le rle de lavolont humaine y el papel des grands hommes en la

    historia. Quiz me sea permitido preguntar: reducir, enrelacin a qu? A su papel real en el proceso histrico?,o a la idea groseramente exagerada que el crtico tiene deese papel? Yo tengo ciertamente la opinin de que lavoluntad humana es libre slo en la medida en que actacomo promotora de necesidad, es decir, dentro de los

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    10/23

    lmites que circunscriben las condiciones externas. Lavoluntad de losgrands hommes representa solamente uncaso particular del problema general de la voluntadhumana: le grand homme hace historia dentro de los

    lmites en que le permiten hacerla su medio y el equilibrioexistente de fuerzas sociales, nacionales e internacionales.Mi crtico francs parece pasmado ante mi sugerencia deque la revolucin bolchevique de 1917 podra quizs habertenido lugar incluso sin Lenin. El, por el contrario, ve aLenin como el soberano hacedor de la revolucin, yconsidera que el papel personal de Lenin es msimportante que todas las tendencias objetivas, que elespritu del tiempo y las leyes de objetivas, historia yabstracciones similares (el empleo de alguna de las cualesme atribuye de un modo completamente fortuito). Micrtico francs Raymond Aran es, pues, enteramenteconsecuente consigo mismo cuando escribe: Peut-treaurait-il suffi que le train plomb qui transportait Lnine a

    travers l'Allemagne[en 1917] sautt ou que Trotsky ftretenu aux Etats-Uns ou en Angleterre, pour que l'Esprit

    du temps s'exprimt autrement.[1] De ese modo mi

    crtico regresa a la tosca creencia en el decisivo papel delaccidente en la historia, a la vieja ocurrencia de que lahistoria del Imperio romano habra sido enteramentediferente si la forma de la nariz de Cleopatra no hubierasido la que fue; a la idea de Carlyle del hroe en lahistoria, una idea quizs indispensable al fascismo, alstalinismo... y al gaullismo. Al llegar a ese punto, mereconozco culpable: en relacin con ese modo de entenderla historia, yo s reduzco el papel de la volont humaine yde le grand homme: yo no rindo culto en sus templos.[2]

    La perspectiva extremadamente subjetivista yvoluntarista de la mayora de mis crticos les permite,desde luego, reducir el papel de todas las circunstanciasobjetivas, y, ms especficamente, ignorar el impacto de

    http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftn1http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftn2http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftn1http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftn2
  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    11/23

    los procesos econmicos, sin precedentes en alcance y envigor, sobre el futuro poltico, cultural y moral de la UninSovitica. Esos crticos ven toda la revolucin rusa comoen trminos de la mala fe o mala ambicin, o la

    conformacin more manicheo de unos cuantos lderesbolcheviques. Esas malas intenciones o ambicionesexistan, desde luego, con anterioridad a los cinco planesquinquenales, y continan operando hacia un futuroindefinido. Le permiten a uno explicar todo el desarrollode la Unin Sovitica y del comunismo mundial como unasimple secuencia de complots y conspiraciones. Cmo fueque Stalin impuso primeramente al partido, a hierro yfuego, la doctrina del socialismo en un solo pas, queoblig a todo el comunismo internacional a aceptar esadoctrina, y que entonces hizo ms que otro hombre alguno

    por contribuir a la expansin del comunismo a una docenade pases? Fue eso tal vez una contradiccin profunda, yen cierto sentido trgica, del stalinismo, como yo hetratado de probar?

    Nada de eso, contestan mis crticos. La fantica

    predicacin staliniana del socialismo en un solo pas erao una impertinencia o un fraude destinado a desorientar almundo, ms probablemente un fraude y una conspiracin.Como un cierto tipo de antisemitas, que se inspiran en losprotocolos de los sabios de Sin, el propagandista de laguerra fra cree de corazn en la existencia de unosprotocolos de los sabios del comunismo que,indudablemente, algn da sern desenterrados y reveladosal mundo. Y entonces quedar probado que todas las

    doctrinas del stalinismo y las luchas sangrientascorrespondientes fueron solamente otros tantos artificiosideados para encubrir la conspiracin comunista contra elmundo.

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    12/23

    Algunos crticos, especialmente veteranos mencheviquesrusos, y sus discpulos norteamericanos, descartan la ideade una evolucin democrtica en la Unin Sovitica o en el

    partido comunista, porque toda idea de esa naturaleza deja

    de tener en cuenta lo inseparable que la perspectivatotalitaria ha sido del partido bolchevique: se supone que eltotalitarismo bolchevique se remonta a la lucha de Lenin a

    propsito de los estatutos del partido en 1903, el ao enque los socialistas rusos se escindieron en bolcheviques ymencheviques. Lenin pidi entonces que solamente los

    participantes activos en la labor clandestina del partidofueran reconocidos como miembros del mismo, mientrasque los mencheviques deseaban que se concediese tambinla calidad de miembros a los simpatizantes. Entoncesfue, se nos dice, cuando qued decidido de antemano eltema que resuena por detrs de todas las grandescatstrofes de este siglo, por detrs de la secuencia derevolucin y contrarrevolucin, por detrs de la masivarealidad del totalitarismo stalinista, por detrs de la guerrafra y de todos los peligros que ahora amenazan al mundo.El origen de todo eso es la idea sobre la organizacin del

    partido que Lenin incorpor al ltimo prrafo de losestatutos del partido hace unos cincuenta aos. As, mediosiglo de historia de Rusia, incluso del mundo, se ve comosaliendo de la cabeza de Lenin, de una sola idea de sucerebro. Podra llevarse ms lejos el desprecio por eldeterminismo materialista?

    El propagandista de la guerra fra oculta, con ms omenos inteligencia, su embarazo o su situacin de

    impotencia intelectual con los trminos totalitarismo ytotalitario. Siempre que es incapaz, o demasiado

    perezoso mentalmente para explicar un fenmeno, recurrea esta etiqueta:

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    13/23

    Denn eben wo Begriffe fehlen

    Da stellt zur rechten Zeit ein Wort sich ein.

    Mit Worten lsst sich trefflich streiten,

    Mit Worten ein System bereiten.

    Quiz debo explicar el que yo mismo haya empleadoocasionalmente dicho trmino para describir ciertosaspectos del stalinismo; al menos, lo he hecho as a partirde 1932. Pero es un trmino que conviene usar con

    parquedad y precaucin. Nada hay ms confusionista ydaino que el hbito de apelotonar regmenes y fenmenossociales diversos bajo una misma etiqueta. Los stalinistashan agrupado muchas veces a sus oponentes bajo el rtulo

    indistinto de fascistas. Los antistalinistas agrupan anazis, fascistas, stalinistas, leninistas, y simplementemarxistas, como totalitarios, y luego nos aseguran que eltotalitarismo, que es un fenmeno completamente nuevo,excluye hasta la posibilidad de cualquier cambio oevolucin, para no hablar ya de una reforma cuasi-liberal.Un rgimen totalitario, proclaman los antistalinistas, nunca

    puede ser reformado ni derrocado desde dentro; solamente

    puede ser destruido desde el exterior, por la fuerza de lasarmas, como lo fue el rgimen de Hitler.

    El hecho es que casi todas las revoluciones modernas (laComuna de Pars, las revoluciones rusas en 1905 y 1917,las revoluciones de 1918 en la Europa central, larevolucin china de 1948-49) e incluso las reformas msdemocrticas, han aparecido en la estela de una derrotamilitar en la guerra, no como resultado de desarrollos

    puramente internos; y as ha sido tambin en los regmenesno totalitarios. No obstante, sera un error impresionantetratar metafsicamente el totalitarismo como un estado decompleta inmovilidad de la sociedad o de absolutacongelacin de la historia, que excluye todo movimiento

    poltico en la forma de la accin desde abajo o de la

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    14/23

    reforma desde arriba. Es, sin duda, verdad que, bajo Stalin,las posibilidades de tales acciones o reformas eraninsignificantes. Pero han crecido enormemente desde elmomento crtico, al final de la era de Stalin, en que la crisis

    en la direccin personal coincidi con una acumulacin decambios en el seno de la sociedad. Al negar esto, miscrticos abandonan inadvertidamente su extrema oposicinal determinismo, y adoptan a su vez una especie dedeterminismo completamente irrealista. Tambin ellosdicen ahora que el futuro poltico de Rusia est

    predeterminado, slo que, en su propia opinin, no son losdatos econmicos y culturales el hecho de que lasestepas rusas y los yermos de Siberia se hayan cubierto demillares de nuevas fbricas, que la poblacin urbana rusahaya crecido en unos cuarenta millones de almas en pocoms de veinte aos, o que en Rusia asistan a la escuela

    proporcionalmente mayor nmero de jvenes que encualquier otra parte del mundo , no son esos hechos losque pueden predeterminar el futuro poltico de Rusia. Es la

    poltica de la era de Stalin, y slo ella el sistema departido nico, la ausencia de discusin libre, el culto a la

    personalidad, el terror de la polica poltica, etc. , lo queva a decidir la forma de las cosas por venir. Sudeterminismo se resume as: la poltica est determinada

    por la poltica sola, es autosuficiente e independiente deotros campos de la vida social. En mi opinin, los procesoseconmicos son de importancia primordial, pero estnntimamente conexionados con los desarrollos culturales ycon el clima moral; dependen de las circunstancias

    polticas, y causan a su vez un poderoso impacto en esascircunstancias. El pseudodeterminismo de mis crticos esunidimensional, mientras que el anticuado determinismomarxista tiene al menos la ventaja de que trata de captar larealidad como es: multidimensional en todos sus aspectos,y dinmica.

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    15/23

    Un cierto tipo de propagandista de la guerra fra deizquierdas, que no ha tenido todava tiempo dedesprenderse de la enfermedad infantil del ex-comunismo,aborda el tema desde un punto de vista marxista, y dirige

    contra mi anlisis el arma del determinismo econmico.Una ruptura con la era de Stalin y una evolucindemocrtica, argumenta ese crtico, estn excluidas, porqueiran contra el inters de clase o grupo de la minoragobernante y privilegiada de la sociedad sovitica. Talargumento, debe recordarse, fue propuesto primeramentede un modo parcial por Trotski, aunque no podemos hacera ste responsable de las excesivas simplificaciones de lostrotskistas.

    La clase de los directores y los burcratas, se dice, tieneintereses creados que la llevan a mantener la desigualdadeconmica y social de la era de Stalin. Tiene, pues, queconservar a salvo todo el aparato de coaccin y terror queimpone a la fuerza esa desigualdad.

    Esa argumentacin supone:

    a) que existe un alto grado de algo as como solidaridadde clase en los grupos de directores y burcratassoviticos; y

    b) que el grupo gobernante est guiado en su poltica poruna clara consciencia del inters de clase privilegiada, y

    por una fuerte preocupacin por el mismo.

    Esos presupuestos pueden ser o no ser correctos; en miopinin, las pruebas son hasta ahora poco concluyentes. Un

    poderoso argumento en contra es que repetidamente hemosvisto a la minora privilegiada y dirigente de la sociedadsovitica profundamente dividida y envuelta en una luchaferoz hasta la exterminacin de amplios sectores de la

    burocracia. Las vctimas de las grandes purgas de 1936-38

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    16/23

    procedan principalmente de los cuadros del partido, de losgrupos directoriales y de los cuerpos de oficiales militares,y, slo en ltimo lugar, de las masas no privilegiadas.Admito, no obstante, que para m es una cuestin an no

    resuelta la de si aquellas purgas aceleraron la integracinsocial de la nueva minora privilegiada o, al contrario,impidieron que dicha minora se constituyese como unslido estrato social.

    En cualquier caso, no podemos decir de antemano hastaqu punto los grupos privilegiados pueden resistir unatendencia democrtica e igualitaria surgida en la sociedadsovitica. Puede ser que defiendan sus privilegios con uas

    y dientes, y que combatan toda tendencia de esa naturalezacon obstinada crueldad. Pero es, al menos, perfectamente

    posible que la solidaridad de clase de la minoraprivilegiada resulte dbil, que su resistencia a la tendenciasocialista-democrtica resulte falta de nimo e ineficaz yque el primer impulso en favor de reformas cuasi-liberales

    provenga, como ya ha provenido, de las filas de la mismaburocracia. Eso no quiere decir que haya que esperar que la

    democratizacin tenga efecto exclusivamente por medio deuna reforma desde arriba: puede ser necesaria unacombinacin de presin desde abajo y reforma desdearriba. Pero, en una cierta etapa del desarrollo, es lareforma cuasi-liberal desde arriba lo que puede espoleardel modo ms efectivo una reanimacin de la accin

    poltica espontnea de abajo, o crear las condiciones en lascuales tal accin puede hacerse posible despus de todauna poca de sopor totalitario.

    Pero aunque supongamos, en favor de la argumentacin,que la burocracia sovitica representa un inters social y

    poltico particular, no se seguira sin ms que ese interstuviera que ponerse en la perpetuacin de la extremadesigualdad y opresin de la era de Stalin. Esa desigualdad

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    17/23

    fue el resultado directo de una pobreza de recursosdisponibles, que no permita no ya una distribucinigualitaria, sino ni siquiera una remota aproximacin aligualitarismo. Como ya he indicado, con mayor extensin,

    en Rusia despus de Stalin, una fuerte diferenciacin en losingresos era el nico medio para que Rusia pudiesedesarrollar sus recursos de un modo suficiente para superaraquella pobreza inicial. En otras palabras, los privilegios delos grupos de directores y burcratas coincidan con unms amplio inters nacional. Pero, con los progresos de lasfuerzas productivas, que hacen posible el alivio de la

    pobreza an existente en materia de bienes de consumo,una reduccin de la desigualdad se hace posible, deseable eincluso necesaria para el ulterior desarrollo de la riqueza ycivilizacin de la nacin. No es necesario que tal reduccintenga lugar primordial o principalmente por medio de una

    baja en el nivel de vida de la minora privilegiada; puedelograrse por medio de la elevacin del nivel de la mayora.En una sociedad estancada, que vive con una rentanacional cuyo volumen permanece estacionario duranteaos, el nivel de vida de las masas no puede ser mejorado

    como no sea a expensas de los grupos privilegiados, que,en consecuencia, se resisten a todo intento de se- mejantemejora. Pero en una sociedad que vive con una rentanacional rpidamente creciente, los grupos privilegiados nonecesitan pagar, o no necesitan pagar a alto precio, lamejora en el bienestar de las masas trabajadoras; y, enconsecuencia, no estn necesariamente forzados a oponersea dicha mejora.

    La minora privilegiada de la URSS no tiene uninters absoluto, aunque pueda tener un inters relativo ytemporal, en perpetuar las discrepancias econmicas y losantagonismos sociales que fueron inevitables a un nivelms bajo del desarrollo econmico. Ni necesita adherirse aun rgimen poltico ideado para suprimir y ocultar aquellos

    http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htmhttp://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htm
  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    18/23

    antagonismos tras una fachada monoltica. El stalinismo,no su ortodoxia, su teln de acero y su elaborada mitologa

    poltica, mantuvo al pueblo sovitico ms o menos aoscuras en cuanto al alcance y profundidad de sus propias

    divisiones sociales. Pero con el fenomenal crecimiento dela riqueza sovitica esas divisiones tienden a suavizarse; yla ortodoxia, el teln de acero y la elaborada mitologa delstalinismo tienden a convertirse en socialmente intiles.Solamente la inercia puede mantenerlos en su ser todavadurante algn tiempo, pero la inercia se desgasta a smisma; y es difcil que quien observa con los ojos abiertosla escena sovitica no vea que ya est empezando adesgastarse.

    Ms que en cualquier otro tiempo histrico anterior, laevolucin poltica de las naciones depende ahora tanto defactores internacionales como de factores internos. El

    peligro de guerra y el miedo a la misma no fortalecen lasinstituciones democrticas en ninguna parte del mundo.Sera necio esperar que una tendencia democrtica en laURSS, que, en todo caso, tendra que luchar con tanta

    resistencia, pudiera fortalecerse mientras prevalezca untalante guerrero dentro y fuera de la Unin Sovitica. Todonuevo aumento de tensin internacional refrenar, con lamayor probabilidad, la tendencia democrtica y estimularuna nueva forma de autoritarismo o totalitarismo. Dadoque la forma stalinista ha perdido su relativa justificacinhistrica, y dado que el peligro de guerra realza la ya fuerte

    posicin de las fuerzas armadas, es probable que ese nuevoautoritarismo o totalitarismo asumiera una forma

    bonapartista. Una versin sovitica del bonapartismoincrementara a su vez el peligro de guerra, o quizshiciese la guerra inevitable.

    Esa tendencia de pensamiento parece haber chocado a micrtico. Raymond Aron, al que ya he citado anteriormente,

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    19/23

    hace esta pregunta: Pourquoi un rgime bonapartistesignifierait-il la guerre? Un gnral, qui s'efforcerait de

    liquider le terrorisme du parti, serait normalement enclin

    a un accord avec l'Occident.[3]Releo esas frases y me

    froto los ojos: es posible que hayan sido escritas por unfrancs, y por un francs que es filsofo

    poltico?Pourquoi un rgime bonapartiste signifierait-illa guerre? Por qu la signific en realidad? Y por qu lasuposicin de que un rgimen similar en Rusia significaratambin la guerra parece tan violenta? Porque un generalque se esforzase en liquidar el terrorismo del partidodebera tener una mentalidad pacfica. Pero, podemos

    preguntar, no fue el terrorismo interno del partidojacobino liquidado bajo Napolen? Y no proyectNapolen, en cierto sentido, ese terrorismo al campointernacional?

    Independientemente de la escuela histrica a quepodamos pertenecer, bonapartista o antibonapartista,jacobina o antijacobina, no podemos negar la aparenteparadoja de que, con todo su terrorismo interno, los

    jacobinos condujeron su poltica internacional de un modomucho ms pacfico que Napolen, el cual, en los asuntosinteriores, impuso el orden y el derecho. No procedi deDanton y Robespierre, los terroristas revolucionarios, laadvertencia contra la idea de llevar la revolucin fuera del

    pas, a punta de bayoneta? Los jacobinos suprimieron pormedio de la guillotina las tensiones internas que larevolucin haba puesto al descubierto o haba producido,mientras que Napolen solamente poda hacer frente a

    aquellas tensiones buscndoles salida hacia el exterior de lanacin. Desde luego que se no fue sino un aspecto del

    problema el otro fue la actitud de Inglaterra y de laEuropa contrarrevolucionaria , pero fue un aspecto muyesencial.

    http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftn3http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftn3http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftn3
  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    20/23

    Quizs ahora se pueda ver por qu no es del todo irrealuna analoga en el caso de Rusia. Un mariscal o general

    puede instalarse en el Kremlin, liquidar el terrorismo delpartido y tener las ms pacficas intenciones hacia el

    mundo exterior. Pero sus intenciones pueden pesar poco encomparacin con las circunstancias de su acceso al poder.Tendra que heredar las ms graves tensiones del rgimenstalinista o post-stalinista. Las tensiones entre la ciudad yel campo, entre el colectivismo y el individualismocampesino y entre la Rusia propiamente dicha, por un lado,y Ucrania, Georgia y las restantes repblicas perifricas,

    por el otro. El stalinismo ha suprimido casi continuamenteesas tensiones mediante mtodos terroristas. Por eso

    precisamente es por lo que fue, en general, pacfico en susrelaciones exteriores; Stalin estaba preocupado por sus

    problemas domsticos, y su manera de tratarlos era tal que,sin verse nunca libre de tales preocupaciones, tena quemantener una actitud esencialmente defensiva hacia elmundo exterior. En 1948-52, cuando Rusia tena en Europaun predominio militar inmediato innegable, un Bonaparteruso podra haber cursado rdenes de avance al ejrcito

    rojo; Stalin, a pesar de su actitud maniquea y su fervormesinico, no lo hizo. Cualesquiera que sean los clichsde las historias y la propaganda al uso, el terrorismointerno y la poltica exterior prudente yamante de la pazde Stalin no fueron sino las dos caras de una mismamedalla.

    Si un mariscal sovitico tomase el poder, lo hara encondiciones de desorden interno y aguda tensin

    internacional; en una situacin ms normal, difcilmenteencontrara facilidades para su ascenso al poder. Oencontrara destruido el aparato de terrorismo staliniano, otendra que destruirlo l mismo para justificarse. De esemodo, se vera privado de los viejos medios para controlary suprimir las tensiones domsticas. La peligrosa situacin

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    21/23

    internacional apenas le permitira enfrentarse con esastensiones de una manera paciente, lenta, reformista. Lainestabilidad e inseguridad internas comunicaran uncarcter explosivo a su poltica extranjera: se vera

    obligado a buscar a las tensiones domsticas un salida alexterior de la nacin. Luego de comenzar por elestablecimiento de la ley y el orden en casa, y por las ms

    pacficas intenciones en relacin con el mundo exterior, elBonaparte ruso, como su prototipo francs, se veraempujado a una aventura militar impredecible, en parte acausa de que no podra ejercer un buen control internomediante un terrorismo intenso. Probablemente resultaramucho ms belicoso que Stalin y Molotov y Malenkov, enla misma medida en que Napolen result ser ms belicosoque Robespierre y Danton.

    Admito que sigo siendo determinista en este punto: laltima singladura en que se embarcara un Bonapartesovitico no dependera gran cosa de su presuntainclinacin personal a llegar a un acuerdo con elOccidente. Podra estar inspirado por la ms pacfica de las

    intenciones; podra incluso llegar a su paz de Amiens(acerca de cuyo significado discutiran ms tardegeneraciones de historiadores); y aun as, con toda

    probabilidad se vera impulsado a la guerra, incluso a unaguerra agresiva, por una combinacin de factoresinternacionales e internos.

    La mayora de las veces la perspectiva de mis crticosest condicionada por su prejuicio contra el bolchevismo

    en todas sus fases, pre-stalinista, stalinista y post-stalinista.Ese prejuicio les lleva a la ms ridcula e intempestivaapologa del zarismo, y a hablar extensamente de losrasgos progresivos del rgimen zarista, que, si hubiesedurado hasta nuestros das, habra llevado a Rusia muchoms adelante, por el camino del progreso industrial y

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    22/23

    cultural, de lo que lo ha hecho el rgimen bolchevique. Esemismo prejuicio es el que les predispone a saludar conalegra el advenimiento de un Bonaparte sovitico. iCualquiera, cualquiera es preferible a los bolcheviques!,

    parece ser la mxima. Todo cuanto se diga sobre elelemento democrtico proletario del bolchevismo unelemento muy soterrado, pero genuino les parece irreal.Y no obstante, la visin del ngel de la paz vestido con eluniforme de Bonaparte ruso no les parece extraa.

    La alternativa sigue siendo entre una revolucindemocrtica del comunismo y algn tipo de dictaduramilitar. Esa es, a mi parecer, la alternativa bsica, la

    alternativa a largo plazo. Nunca se me ha ocurrido que ladecisin histrica tuviese lugar a poco de la muerte deStalin. En cualquier caso, la plena liberalizacin delrgimen, o el pleno resurgir de la tradicin democrtica

    proletaria del comunismo, no podran ser cuestin de unospocos meses, ni siquiera de unos pocos aos. Lo quepodan poner, y han puesto, de manifiesto losacontecimientos que siguieron inmediatamente a la muerte

    de Stalin, es que la alternativa anteriormente esbozada esreal, y que los impulsos que pueden llevar a la UninSovitica en una direccin u otra estn ya operando, y enconflicto mutuo. El carcter de largo plazo que doy al

    pronstico me exime de la necesidad de llevar msadelante la rplica a mis crticos que apuntan a losacontecimientos de unos pocos meses para concluir que mi

    prediccin ha sido refutada. Solamente puedo expresar unacierta sorpresa ante esa ingenua falta de consideracin del

    factor tiempo.

    Eso no quiere decir que podamos ignorar la conexinentre la evolucin a corto plazo o a largo plazo, ni quehayamos fijado nuestra mirada en esta ltima de un modotan exclusivista que no hayamos sabido apreciar la

  • 7/27/2019 Isaac Deutscher.doc4

    23/23

    primera. Mi pronstico tena tambin en cuenta lasperspectivas a corto plazo. En Rusia despus deStalin escrib que, aparte de la alternativa bsica dictadura militar o democracia socialista , haba tambin

    la posibilidad de una recada en la forma stalinista dedictadura. Y aada: Una recadaprolongada en elstalinismo es muy improbable (p. 159 de la edicininglesa,Russia After Stalin). El adjetivo prolongada,subrayado en el original, apuntaba directamente, aunquequiz demasiado lacnicamente, a la probabilidad de unarecada breve. Algo parecido a eso ha ocurrido mientrastanto y se encuentra todava en progreso; pero esa recadaha sido slo parcial, vaga y dbil, y est siendocuidadosamente disimulada.

    La historia de Rusia no ha hecho ms que abrir un nuevocaptulo; observemos pacientemente cmo se van llenandosus pginas.

    Notas:

    [1] Quizs habra sido suficiente que el vagn sellado quellevaba a Lenin a travs de Alemania hubiese saltado, oque Trotski hubiese sido retenido en los Estados Unidos oInglaterra, para que el espritu del tiempo se hubieseexpresado de otra manera.

    [2] Es bastante curioso que un crtico de The TimesLiterary Supplement(28 de agosto de 1953) piense que yotiendo a exagerar los elementos personales inherentes alstalinismo.

    [3] Por qu un rgimen bonapartista significara laguerra? Un general que se esforzase en liquidar elterrorismo del partido tendera normalmente a un acuerdocon Occidente.

    http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htmhttp://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htmhttp://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftnref1http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftnref2http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftnref3http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htmhttp://www.marxists.org/espanol/deutscher/1953/rusia_despues_de_stalin.htmhttp://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftnref1http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftnref2http://www.marxists.org/espanol/deutscher/1954/replica_critica.htm#ftnref3