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MIGUEL CASTILLO DIDIER - Estudios Griegosestudiosgriegos.cl/data/1508933986.pdf · M.: La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de KazantzakisCentro . de Estudios

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Page 1: MIGUEL CASTILLO DIDIER - Estudios Griegosestudiosgriegos.cl/data/1508933986.pdf · M.: La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de KazantzakisCentro . de Estudios

MIGUEL CASTILLO DIDIER

EL TIEMPO LA MUERTE Y LA PALABRAEN LA ODISEA DE KAZANTZAKIS

CENTRO DE ESTUDIOS GRIEGOSBIZANTINOS Y NEOHELEacuteNICOS

FACULTAD DE FILOSOFIacuteA Y HUMANIDADESUNIVERSIDAD DE CHILE

2017

Expresamos nuestros especiales agradecimientos al profesorCristoacutebal Fuentes por haber insistido para que retomaacuteramos

este viejo tema y por su muy generosa ayuda en la correccioacuten

ISBN 978-956-19-1018-8

UNIVERSIDAD DE CHILE

RectorEnnio Vivaldi Veacutejar

Facultad de Filosofiacutea y HumanidadesDecana

Mariacutea Eugenia Goacutengora DiacuteazVicedecano

Alejandro Ramiacuterez Figueroa

Centro de Estudios Griegos Bizantinosy Neoheleacutenicos ldquoFotios Mallerosrdquo

Casilla 73 - Sucursal Grecia NtildeuntildeoaSantiago - Chile

wwwestudiosgriegoscl

Miguel Castillo DidierEl tiempo La muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakis

Miguel Castillo DidierRegistro de Propiedad Intelectual 280897

Impreso en LOM - 2017

Imagen de portada y portadilla Arte Ciclaacutedico El ArpistaCantando las alegriacuteas y penurias de los hombres

Presentacioacuten

El Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos ldquoFotios Mallerosrdquo de la Universidad de Chile tiene el agrado de presentar el libro El tiempo la muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakis En la extensa bibliografiacutea sobre el poema del escritor cretense hay muy pocos tiacutetulos que estudien aspectos de su extraordinaria riqueza poeacutetica Por ejemplo las imaacutegenes y las comparaciones de la Odisea son realmente inagotables y belliacutesimas y no han sido estudiadas El presente trabajo no pretende examinar los medios expresivos que utiliza el poeta en esta obra gigantesca Soacutelo intenta mostrar algunos aspectos de la presencia de la muerte y del tiempo en la Odisea del escritor griego y la riqueza de su lenguaje

Παρουσίαση

Το Κέντρο Αρχαίων Βυζαντινών και Νεοελληνικών Σπουδών του Πανεπιστρημίου Χιλής έχει την ευχαρίστηση να παρουσιάσει το βιβλίο Ο χρόνος ο θάνατος και ο λόγος στην Οδύσσεια του Καζαντζάκη Στην εκτενή βιβλιογραφία για το ποίημα του Κρητικού συγγραφέα υπάρχουν πολύ λίγοι τίτλοι που να πραγματεύονται πλευρές του εξαιρετικού ποιητικού πλούτου του Παραδείγματος χάριν οι εικόνες και οι παρομοιώσεις της Οδύσσειας είναι πραγματικά ανεξάντλητες και ωραιότατες και δεν έχουν μελετηθεί Το παρόν πόνημα δεν προσπαθεί να μελετήσει τα εκφραστικά μεσα που χρησιμοποιεί ο ποιητής σ` αυτό το γιγάντιο έργο Μόνο θέλει να δείξει μερικές πλευρές της παρουσίας του θανάτου και του χρόνου στην Οδύσσεια του Έλληνα συγγραφέα και πλευρές του πλούτου της γλώσσας της

Odiseo proacuteximo a su fin y Caronte se contemplan el uno al otroDibujo de Nicholas Hadji-Kyriakos Ghika (1958)

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IacuteNDICE

NOTAS INTRODUCTORIAS 9Grandeza y desmesura 15La Odisea y la Asceacutetica 19Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo 22Itaca Odiseo siacutembolos vivos 29El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis 40Los presentes ensayos 45

I EL TIEMPO 47El transcurrir del tiempo 48Las epifaniacuteas del tiempo 62La noche 62La luna 70El atardecer 75Las estrellas 82El sol 88El alba 94 II LA MUERTE 97Caronte personaje 98Vida y muerte 109La nostalgia de los muertos 117La muerte destructora 123

III LA PALABRA 132El problema linguumliacutestico de Grecia 135Kazantzakis y la lengua griega 135La riqueza linguumliacutestica de la Odisea 143

Bibliografiacutea 149

Iacutendice onomaacutestico 156

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El tiempo la muerte y la palabra enla Odisea de Kazantzakis

In memoriam PoetaeΣτη μνήμη του Ποιητή

NOTAS INTRODUCTORIAS

Hace mucho tiempo en uno de los primeros nuacutemeros del anuario Byzantion Nea Hellaacutes1 publicamos un artiacuteculo con el tiacutetulo de ldquoEl tiempo la muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakisrdquo Se tocaba en eacutel una materia no estudiada hasta entonces la poesiacutea misma de la obra o maacutes exactamente expresado algunos de los recursos poeacuteticos utilizados por el autor Han pasado los antildeos y no ha sido posible realizar la tarea pendiente de estudiar en detalle tales recursos Dada la vastedad del poema 33333 versos de diecisiete siacutelabas parece desproporcionado que una persona emprenda este intento a menos que disponga de siquiera un ldquoantildeo sabaacuteticordquo o siquiera de un semestre Por eso en este libro no hemos ido maacutes allaacute de las tres temaacuteticas de aquel trabajo Imposible por ejemplo trabajar sobre la realidad de las comparaciones en el poema que son verdaderamente innumerables Cada una de las tres secciones ha sido bastante ampliada han variado no pocos enfoques Naturalmente la bibliografiacutea ha sido puesta al diacutea

Sin duda siempre escribir sobre la Odisea constituye una responsabilidad nada pequentildea Porque se trata de la obra cumbre de un escritor que es a su vez una de las figuras maacuteximas de las letras neogriegas Para el poeta este poema era la obra de su vida ldquoCreo que toda mi alma toda la llama y la luz que he podido hacer brotar de la materia de la que estoy moldeado se expresan en la Odiseardquo2 Esta opinioacuten expresada en una carta de Boumlrje Knoumls habiacutea sido ya expuesta al mismo neohelenista ldquoMe siento feliz de que usted se haya sumergido valerosamente en ese mar azul la Odisea Desde el punto de vista de la forma poeacutetica y del contenido filosoacutefico la Odisea representa la cima

1 Byzantion Nea Hellaacutes Ndeg 3-4 19752 Carta a Boumlrje Knoumls 21-VI-1954 cit por Kazantzaki Heleni Le dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses carnets ses textes ineacutedits paacuteg 538

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maacutes elevada que he podido alcanzar despueacutes de los esfuerzos de toda una vidahelliprdquo3

La idea que teniacutea Kazantzakis acerca de la labor de traduccioacuten del poema aparece asimismo en una carta del helenista sueco ldquoTrabajo gigantesco muy difiacutecil que requiere de un amor y de una paciencia sobrehumanosrdquo4 La verdad de tal afirmacioacuten hubo de experimentarla quien escribe estas paacuteginas durante los seis antildeos dedicados a la versioacuten castellana de la Odisea que aparecioacute en Espantildea en la serie Obras selectas publicadas por Editorial Planeta en 19755 El esfuerzo que requirioacute tal trabajo da la razoacuten al juicio de Joseacute Lasso de la Vega ldquoDesde el punto de vista de la lengua esta Odisea es la obra maacutes endemoniadamente difiacutecil de la literatura griegardquo6 El material poeacutetico verdaderamente oceaacutenico de la Odisea estaacute por estudiarse como veremos maacutes adelante y en especial en nuestra lengua La circulacioacuten del texto en espantildeol suscita sin duda el intereacutes de quienes han seguido las traducciones de obras tan apasionantes como Cristo de nuevo crucificado Libertad o muerte Zorba el Griego en el plano de la novela de Cristoacutebal Coloacuten Constantino Paleoacutelogo Melisa Sodoma y Gomorra en el campo del teatro o de aquella maravillosa ldquoy sangrante confesioacuten autobiograacuteficardquo editada en castellano con el

3 Ibiacuted paacuteg 477 Carta de 14-VI-19474 Ibiacuted paacuteg 5355 Recientemente el antildeo 2013 Tajamar Editores publicoacute una segunda edicioacuten revisada del poema6 Lasso de la Vega Joseacute ldquoEn torno a Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht paacuteg 248-309 En carta al traductor ingleacutes Kimon Friar fotografiacutea de cuyo autoacutegrafo poseemos gracias a la gentileza de Heleni Kazantzaki el escritor coincide con el juicio de aqueacutel sobre el poema y afirma ldquoTambieacuten yo creo que la Odisea es la cumbre de mi obrardquo Conocemos asimismo por Pandelis Prevelakis destacado escritor cretense y acaso el mayor estudioso en Grecia de la Odisea la opinioacuten expresada por su autor a su antigua amiga Rahel Lipstein ldquoNikos mrsquoavait dit un jour agrave Paris en me montrant plutocirct en soulevant tregraves haut ndashet en riant en mecircme tempsndash son Odyseacutee Crsquoest mon cercueil Rahel et mon flambeaurdquo en Prevelakis P El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo paacuteg 191 Collin Wilson en su ensayo sobre ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo afirma al respecto ldquoNo es extrantildeo que considerara la Odisea como su mejor obra y todos sus otros voluacutemenes como trabajos secundarios Sus mismos libros contienen una especie de Odisea de modo que bien podriacutean leerse como una gran novela independiente que traza la peregrinacioacuten espiritual y psiacutequica de una vidardquo En revista Nea Hestia XI-1971

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tiacutetulo de Carta al Greco El estudio introductorio que acompantildea nuestra versioacuten de la Odisea y el presente ensayo no aspiran sino a plantear algunos aspectos a esbozar ciertas sugerencias a anotar una que otra senda que permita al amante de la poesiacutea kazantzakiana adentrarse en las vetas de la belleza de esta epopeya7

7 La bibliografiacutea en castellano en torno a la Odisea no parece muy extensa En el Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 46 1964 publicamos el tercero de tres artiacuteculos dedicados a Kazantzakis con el tiacutetulo de Caracterizacioacuten de la ldquoOdiseardquo en la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971 aparecioacute un breve trabajo nuestro que circuloacute tambieacuten como apartado Algunas notas sobre la ldquoOdiseardquo de N Kazantzakis por uacuteltimo existe el estudio introductorio a nuestra versioacuten castellana del poema Ed Planeta Barcelona 1975 al que hemos hecho alusioacuten Otros tiacutetulos Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo en Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea de Kazantzakis y exloran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios griegos Santiago 2000 Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad Y semejanza entre Laertes y Teleacutemacordquo en el mismo volumen Guerrero C ldquoCaronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo en el mismo volumen Centeno Rogers M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(2003) Quiroz Pizarro R ldquoLa Odisea transposicioacuten poeacutetica de la Asceacuteticardquo en R Quiroz Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador 2004 Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013 Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Ineacutedito 2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Ineacutedito 2003)Aedo R ldquoLa lucha del Capitaacuten Uno Apuntes para el Don Quijote de la Odisea kazantzakianardquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Castillo Didier M ldquoNausiacutecaa y Calipso (La Odisea en la Odisea)rdquo Byzantion Nea Hellaacutes 24-2005 Castillo Didier M ldquoLa Odisea en la Odisea iquestcoacutemo murioacute Laertesrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 Castillo Didier M ldquoCreta como visioacuten poeacutetica y como escenario en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 26-2007 Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007 Kazanzakis N ldquoUn pequentildeo comentario a la Odiseardquo Traduccioacuten R Quiroz Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 ldquoEl laberinto de Creta en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Amaltea Revista de mitocriacutetica 2009 vol 1 Castillo Didier M ldquoOdisea de Kazantzakis Itaca punto de llegada y de partidardquo Byzantion Nea Hellaacutes 29-2010 Castillo Didier M ldquoLa muerte de Helenardquo Byzantion Nea Hellaacutes 30-2011 Gonzaacutelez Vaquerizo H La odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis Tesis Doctoral Universidad Autoacutenoma de Madrid 2013 Castillo Didier M ldquoLas laacutegrimas de Odiseordquo Byzantion Nea Hellaacutes 33-2014 Castillo Didier M ldquoAnticlea la madre lejanardquo Byzantion Nea Hellaacutes 36-2017 La bibliografiacutea en castellano

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Como se ha afirmado un resumen no puede hacer justicia al poema8 Tampoco las notas introductorias que preceden en este trabajo a nuestras tres materias Ni aun el estudio de estas mismas ndashel tiempo la muerte y la palabra en la Odiseandash porque constituyen aspectos de una vasta totalidad de muacuteltiples y variadas facetas Y pretender sentildealar a traveacutes del comentario los dones de la fantasiacutea visionaria del creador de la Odisea ldquoseriacutea irrisorio con seguridad pues esta obra representa en siacute una summa en cierta manera de las visiones que la imaginacioacuten humana puede engendrar Ellas se situacutean fuera del tiempo y del espacio pero estaacuten animadas de una realidad y una dimensioacuten tales que se imponen para siempre al espiacuteritu Masacres orgiacuteas incendios revueltas populares ciudades ideales desiertos del Aacutefrica hielos del

se ha incrementado recientemente con la traduccioacuten del libro de W B Stanford valiosa obra de la cual se con contaba con solo el texto original en ingleacutes El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvaacuten traduccioacuten de B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Editorial DYKINSON Madrid 2015 La bibliografiacutea en otros idiomas es muy vasta y se acrecienta raacutepidamente En Estados Unidos e Inglaterra el estudio de la Odisea en seminarios y caacutetedras universitarias ha producido no pocas tesis especializadas de las que da noticia Kimon Friar en su obra Nikos Kazantzakis en Ameacuterica En la Universidad de Indiana se han presentado memorias sobre La imagineriacutea de la luz en la Odisea Odiseo como anarquista Las mujeres en la Odisea de Kazantzakis Las diversas personificaciones de Dios en la Odisea La psicologiacutea y la filosofiacutea del autoconocimiento en la Odisea y en la Asceacutetica Odiseo el hombre muacuteltiple Entre los temas del Curso de Literatura Comparada de la Universidad de Illinois se han desarrollado El uso del sentimentalismo odiseano en Kazantzakis y en Seferis y Estudio comparativo entre la Odisea de Kazantzakis y el Ulises de Joyce El mito moderno y la Odisea es el tiacutetulo de una tesis presentada al Pomona College de California Nietzsche y Kazantzakis la voluntad de poder y la lucha por la libertad en la Odisea memoria presentada al Rint College de Portland Oregoacuten En revistas o como voluacutemenes independientes han sido publicados diversos estudios sobre Kazantzakis varios de los cuales se refieren especiacuteficamente a la Odisea Skuffas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969 Doulis T Kazantzakis and the meaning of suffering Northwest Review VI 1963 Will F Kazantzakis Odyssey University of Texas Press Austin 1964 Raizis B ldquoPro-Ulises de Kazantzakis Homero y Gerard Hauptmannrdquo Modern Literature Review vol II Philadelphia University Press 19728 Prevelakis P op cit paacuteg 243 ldquoUn resumen no hace justicia al poema pero puede dar cierta idea de la profunda atraccioacuten que produce su inmensidad La obra produce el ldquoefecto de muacutesicardquo que una vez alguien describioacute como aqueacutel que brota de La guerra y la pazrdquo

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Polo fantasmas de aquellos que amoacute o admiroacute Cristo Buda Don Quijote Homero gente del pueblo campesinos pescadores pastores artesanos y cazadores compantildeeros fieles y mujeres presencia obsesiva de la muerte alliacute estaacute el mundo vivo en colores violento desmesurado centelleando en cada verso a traveacutes de imaacutegenes fulgurantes que creoacute el poeta visionario [hellip] Sus visiones que son a menudo las de un vidente poseen un color un relieve una realidad asombrosa Toman a veces la amplitud de visiones coacutesmicas y profeacuteticasrdquo9 El simple esquema del nuevo viaje de Ulises aunque necesario en el caso de este ensayo y posiblemente uacutetil para la lectura misma del poema10 no puede dar una idea de la complejidad impresionante de la obra Emergiendo de la vieja epopeya en el momento en que de regreso a la patria ha dado muerte a los pretendientes de su mujer Odiseo tras vivir en su isla natal algunas emociones y experiencias y sentirse ahogado en la pequentildeez de su diaria existencia parte para siempre con algunos compantildeeros sin rumbo fijo El viaje se enfila hacia Esparta donde despueacutes de ayudar a su decadente monarca a contener una sublevacioacuten Ulises se marcha con Helena Navega una vez maacutes sin senda determinada para decidir finalmente desembarcar en Creta Alliacute conoce nuevos personajes y participa activamente en una revolucioacuten popular que destruye el reacutegimen imperante odiado por su crueldad abusos y corrupcioacuten Cumplida esa tarea se da al mar nuevamente para llegar a Egipto al que arriva en momentos de grandes conmociones sociales Toma parte tambieacuten en ese paiacutes en una sublevacioacuten en cuyos jefes se ha querido ver un paralelo de Lenin Trotski y Stalin Luego del fracaso Ulises encabeza el eacutexodo de una multitud hambrienta que vaga largamente por el desierto en direccioacuten al sur En la soledad de la montantildea frente a las fuentes del Nilo el peregrino vive todas las etapas de la Asceacutetica despueacutes de lo cual vuelve a la accioacuten para fundar una ciudad ideal en las orillas del gran lago madre del Nilo Pero la obra es destruida por un devastador cataclismo en el cual perecen los uacuteltimos compantildeeros que le restaban y Ulises ahora asceta solitario retoma

9 Baudier M L Nikos Kazantzakis Comment lacutehomme devient immortel (Plon 1973) pp 11 y 12 del original gentilmente facilitado por la autora10 La versioacuten castellana lleva como apeacutendice un resumen en prosa relativamente extenso

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la senda del sur y se adentra en selvas enmarantildeadas Su mente cada vez maacutes libre de ilusiones y anhelos crea seres imaginarios que son actores de un largo y sangriento drama en la rapsodia XVII A traveacutes de su peregrinar conoce variados personajes que representan diversas concepciones de la vida la prostituta Margaroacute (Perla) que ha elegido el camino del amor el priacutencipe Madretierra especie de fantasma de Hamlet surgido de las honduras africanas el Eremita que se desligoacute de todos los bienes terrenales en vida y cuya mano una vez muerto permanece erguida y abierta aacutevida de un puntildeado de tierra que Odiseo deposita en ella para que se cierre el Capitaacuten Uno sombra de Don Quijote que cabalgando un deacutebil camello y portando viejas e inuacutetiles armas sale a luchar por la libertad y es salvado por Ulises de morir a manos de unos caniacutebales el Hedonista sentildeor de una torre edificada en medio de pantanos cuyo uacutenico valor es el placer el Hombre Primitivo representado en una visioacuten sangrienta por un jefe negro que ha asesinado a uno de sus doce hijos y que es muerto y comido por los once restantes Ya en las costas del sur de Aacutefrica y cuando construye la barca que lo llevaraacute a los mares del polo Odiseo se encuentra con un joven pescador negro que predica una religioacuten del todo nueva y habla sobre un Padre celestial Sus palabras lo emocionan pero no lo convencen Luego el peregrino se embarca hacia el extremo septentrional del oceacuteano En unas tierras heladas por las que pasa asiste a los uacuteltimos diacuteas de una raza de hombres de las nieves dominados por el miedo y que se hunden entre los teacutempanos al adelantarse la primavera y no alcanzar ellos a emigrar a lugares soacutelidos En la embarcacioacuten de cuero ensebado que esos hombres le obsequiaron Ulises prosigue la travesiacutea Destruido su naviacuteo al chocar con un teacutempano el asceta reducido ya casi a huesos y piel sube a uno de esos fantasmas de hielo Alliacute llegaraacuten las sombras de todos aquellos a los que amoacute en vida surgiendo de las tumbas y los siglos Alliacute tambieacuten despueacutes de haberlo visitado muchas veces durante su peregrinacioacuten bajo las maacutes diversas formas Caronte la muerte asimilado ahora al asceta en las apariencias lo acompantildea hasta su uacuteltimo sonreiacuter y su disolucioacuten en la nada11

11 Imposible que una siacutentesis en extremo apretada como eacutesta refleje la variedad de climas histoacutericos y humanos a traveacutes de los cuales se desarrolla el peregrinar de Odiseo desde el ambiente cosmogoacutenico de las primeras rapsodias hasta las fases

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Grandeza y desmesura

Obra extraordinariamente compleja y sin embargo llana a veces como un sencillo romance o canto popular recorrida por el epicismo singular de la angustia del hombre contemporaacuteneo que busca un camino y bantildeada en ocasiones por manantiales de lirismo puro en que se reflejan alegriacuteas y tristezas elementales de gente de pueblo barroca en sus dimensiones desproporcionadas y la enorme acumulacioacuten de elementos de distinta procedencia su arquitectura y su fuego interior recuerdan la Divina Comedia y la serenidad de ciertos momentos de contemplacioacuten del drama humano traen a la mente a Homero Es la obra maacutes discutida de toda la literatura neogriega y a la vez maacutes allaacute de opiniones constituye un monumento titaacutenico que recoge el tesoro de la lengua neoheleacutenica sus dialectos sus compuestos belliacutesimos expresiones motivos versos fragmentos y hasta canciones completas de la rica poesiacutea demoacutetica griega elementos de la mitologiacutea y la cultura populares neogriegas Tal es la Odisea Su aparicioacuten ndashdice Friarndash ldquocausoacute en los ciacuterculos griegos discusiones tan vivas como las que produjo en los ciacuterculos ingleses la publicacioacuten de otra epopeya de parecidas dimensiones y de disposicioacuten semejante el Ulises de Joyce Las dos obras se refieren al hombre contemporaacuteneo que busca su ser Y en las dos los autores utilizan el esqueleto de la Odisea homeacuterica aunque de un modo sorprendentemente distintordquo Durante muchos antildeos en la patria del escritor se la ha mirado ldquorodeada de una suerte de oscura grandezardquo Se la contempla desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido o inexplorado La exploracioacuten y valoracioacuten ha venido desde Occidente W B Stanford

finales de la transfiguracioacuten del personaje en un hombre solitario y actual que medita sobre la existencia a miles de antildeos de los acontecimientos de Troya Respecto de los comienzos de la ldquoepopeyardquo Kerenyi destaca por ejemplo que las cuatro primeras rapsodias que estaacuten dedicadas a los acontecimientos de Itaca y de Esparta no soacutelo toman el lugar de las correspondientes de la Odisea homeacuterica sino el lugar que posee el episodio de Helena en el poema de Goethe Como en eacuteste es la eacutepoca de emigraciones de pueblos No aparece claro estaacute en Esparta Fausto con sus caballeros sino baacuterbaros rubios con armas de hierrordquo que bajan desde el norte Kerenyi Karl ldquoKazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 56

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T S Eliot Arthur Miller W H Auden Collin Wilson Kimon Friar Karl Kerenyi Helmut von den Steinen W B Stanford son algunos de los escritores que han destacado el valor del poema esbozando ciertas liacuteneas de su extraordinaria riqueza temaacutetica y estiliacutestica ldquotratando de ir maacutes allaacute de la mera percepcioacuten del eco general que brota de ese mundo de astrosrdquo La grandiosidad de la Odisea que no pocos han tratado de definir con calificativos astrales posee relacioacuten importante con el haacutelito de destruccioacuten que sopla impetuosamente en esta obra concebida en los primeros antildeos de la deacutecada del veinte Esta caracteriacutestica ha hecho pensar en la fuerza destructiva que antildeos despueacutes habraacute de ensentildeorearse en las creaciones de los grandes existencialistas12 ldquoUlises atraviesa en la Odisea las fases de las angustias y las esperanzas contemporaacuteneas Un vendaval de rebeldiacutea y de destruccioacuten sopla sobre esta magna obra eacutepica se derrumban las ciudades los reinos las falsas creencias los

12 La relacioacuten de la Odisea con la literatura existencialista que apunta M L Baudier ha sido anotada tambieacuten por otros autores entre ellos Richard M Kain en el artiacuteculo ldquoAn existentialist Ulyssesrdquo a que se hace referencia en la bibliografiacutea Jacques Lacarriegravere escribe al respecto ldquoVeinte antildeos antes que los filoacutesofos y escritores de Occidente Ulises descubre en lo alto de su montantildea lo absurdo de la vida En tal sentido esta obra nos revela que ni Camus ni Sartre fueron ndashen el plano literariondash los primeros en experimentar y expresar el absurdo de toda existencia sino Ulises el conquistador el amante el constructor el sin-esperanzardquo ldquoN K Sur les traces drsquoUlysse Chant planeacutetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre tempsraquo En Chile podemos mencionar el trabajo de M Centeno Rogers ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 De paso digamos que tambieacuten en el teatro de Kazantzakis pueden anotarse rasgos que anuncian caracteriacutesticas del existencialismo Asiacute Comedia ndash tragedia en un acto obra teatral de 1909 Respecto de esta pieza se ha dicho ldquoque podriacutea titularse El silencio de Dios para medir todo su horrorrdquo En una pieza cerrada que simboliza la prisioacuten de la muerte un grupo de personajes de edad y medios diversos esperan a Dios que vendraacute a abrirles la puerta del reino de la luz Pero a medida que las bujiacuteas se extinguen que las horas transcurren que el gran reloj da las doce campanadas la esperanza va desapareciendo y la angustia aumentando La puerta no se abre Una angustia que llega a ser asfixiante y el friacuteo de la muerte que aplasta el pecho como el peso de una laacutepida quiebran los corazones con la nostalgia de la tierra y la dulzura de la vida La espera de lo que debiacutea venir se transforma en la espera de lo que no vendraacute jamaacutes Imposible no dejar de pensar en Godot ni dejar de recordar Huit Clos de Sartre al repasar las paacuteginas de esta obra juvenil pero plena de anticipaciones

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antiguos dioses son derribados ldquoTodos los valores aportados por el helenismo y a los cuales el cristianismo habiacutea agregado su mensaje de amor y su promesa de vida eterna son echados por tierra en la nueva Odisea [hellip] El lector es conducido de destruccioacuten en destruccioacuten hasta que se enfrenta con la cabeza de Medusa El ciacuterculo se cierra Los dioses han muertohellip La vida humana queda sin justificacioacuten no hay espera ni juicio ni recompensa La muerte es la uacuteltima realidadrdquo escribe Pandeliacutes Prevelakis El poeta contempla pues con Ulises la lenta y completa destruccioacuten de los valores sobre los cuales se habiacutea apoyado la sociedadrdquo13 No es de extrantildear entonces que maacutes que ninguna de sus obras la Odisea haya provocado las angustias y la incertidumbre de la creacioacuten en Kazantzakis ldquoLa forma escogida ndashla epopeyandash implicaba ya en siacute misma dificultades casi insuperables Se trataba de una empresa sobrehumana de hallar un cuadro para hacer entrar en eacutel todos sus conocimientos alimentados por sus innumerables viajes sus lecturas sus contactos con los paiacuteses maacutes diversos desde Creta a las vastedades polares desde los esfuerzos de Rusia Sovieacutetica a las concepciones del Extremo Oriente desde sensaciones vividas personalmente a las de un heacuteroe imaginario Habiacutea que disciplinar esas experiencias superar el mundo desencadenado que habiacutea creado dominar esa superabundancia que le haciacutea correr el riesgo de perder pierdquo14

Lacarriegravere en el estudio recieacuten citado destaca este aspecto ldquoDesde que se aborda los primeros compases de esta rapsodia gigantesca obra de una vida entera el tiempo se borra los diacuteas no cuentan Este poema es un veacutertigo continuo una desmesura un desafiacuteo al lector mismo que para afrontarlo debe asirse soacutelidamente al libro como para un largo periplo por el paiacutes de los ciclones Pues este oceacuteano poeacutetico no se atraviesa impunemente Tal como Ulises se sale agotado pero como renovado al teacutermino de una constante y prodigiosa iniciacioacutenrdquo Esta caracteriacutestica del poema recuerda el gran eacutextasis de la Asceacutetica ldquoDe igual modo actuacutea tambieacuten Dios el Gran Extaacutetico Habla lucha por hablar con mares y con fuegos con alas con colores con cuernos con garras con constelaciones y mariposas con hombres

13 Baudier M L op cit paacuteg 9614 Ibiacuted paacuteg 17

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como puede para dar forma asible a su eacutextasisrdquo Como anota Michel Monory ldquola obra de Kazantzakis se adapta a esta arte poeacutetica desde el aforismo hasta el mito desde la tragedia hasta el relato de viajes busca la palabra que estaacute maacutes cerca del grito y deja hablar a su imaginacioacuten Este constante fluir de algunas grandes imaacutegenes simples puede parecer cansador Creo que maacutes bien esto precisamente constituye la originalidad y la grandeza de la obrardquo15 Grandeza primitiva tensioacuten extaacutetica fuerza destructiva desequilibrio son notas que alejan de Homero esta ldquocontinuacioacuten de la Odiseardquo Como dice Lasso de la Vega ldquodesde el cielo homeacuterico hasta el que nos preocupa existe un abismo Kazantzakis no soacutelo es un nuevo Homero Es tambieacuten un anti-Homero y un hiper-Homero Descubrioacute un modo de existencia de Ulises maacutes integral maacutes secreto maacutes verosiacutemil que aquel que nosotros ya conociacuteamos encontroacute vetas maacutes profundas alliacute donde no habiacutea llegado nuestra miradardquo16 Y Wilson que compara el final de la Odisea con la uacuteltima escena del Crepuacutesculo de los dioses de Wagner habla del mundo salvaje que parecioacute querer crear el poeta con su obra ldquoque tiene maacutes notas comunes con el Chicago de la ley seca que con la Odisea de Homerordquo17 Se ha hablado tambieacuten del poema kazantzakiano como de ldquouna epopeya que nos llena de temorrdquo en muchas ocasiones ponieacutendose asiacute de manifiesto su lejaniacutea de su ancestro homeacuterico

15 Monory M ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo en revista Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 17916 Lasso de la Vega J op cit paacuteg 5117 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo paacuteg 18

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La Odisea y la asceacutetica

iquestExaminar la Asceacutetica equivale a estudiar el ldquopensamientordquo del escritor No es muy simple dar una respuesta afirmativa Heleni Kazantzakis se refiere al opuacutesculo escrito en Alemania en 1923 con estas palabras ldquoUn libro pequentildeo que maacutes tarde serviraacute de llave para comprender bien su obra Ni novela ni poema ni ensayo filosoacutefico ndashprecisaraacute eacutel mismo Ochenta paacuteginas breves versiacuteculos biacuteblicos de gran belleza Los altos mandamientos de Nietzsche a quien Kazantzakis venera sobre todo por su estilo encendido y sus padecimientos innumerables los de Bergson que le ayudaron a liberarse de ideas filosoacuteficas que lo tiranizaban la quinta esencia de sus experiencias personales Todo esto sistematizado por un cerebro exigente y ordenadorrdquo Y Karl Kerenyi resume en tres liacuteneas la significacioacuten que atribuye a la Asceacutetica ldquoNi obra de arte ni de filosofiacuteahellip En realidad era una obra sobre una nueva religioacuten un llamado a la realizacioacuten de un mito como lo demuestra el subtiacutetulo Salvatores Dei que se tradujo al alemaacuten como iexclRettet Gott iexclSalvad a Diosrdquo18

En realidad no puede sostenerse que la Asceacutetica exponga una nueva religioacuten como tampoco la Odisea que desarrolla toda aquella obra en una de las etapas de la peregrinacioacuten de Ulises Expresa maacutes que un pensamiento una manera de enfrentar la vida pero sin llegar a configurar una religioacuten a menos que eacutesta pudiera concebirse sin un Dios

Digamos nosotros que pese a la complejidad de esta pequentildea obra puede desentrantildearse cuaacutel es el modo ldquopraacutecticordquo de enfrentar el mundo que ella postula Kazantzakis admira personajes y heacuteroes de distintas eacutepocas y lugares en cuyas actuaciones creiacutea ver el cumplimiento de la norma esencial de la ascesis Ulises Buda Cristo Juliaacuten el Apoacutestata Dante Cristoacutebal Coloacuten Don Quijote luchan combaten consumen sus vidas en una batalla ardiente El mandato de Zaratustra mueve la vida del escritor cretense y ndashen su conceptondash la de sus figuras veneradas ldquoiexclEdificad vuestras ciudades junto al Vesubio Enviad vuestros naviacuteos a mares inexplorados Vivid luchandordquo Y Kazantzakis nos ensentildea

18 Kerenyi K op cit paacuteg 43 y sig

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ldquoAma el peligro iquestQueacute hay maacutes difiacutecil Es esto lo que yo quiero iquestCuaacutel es el camino a seguir El que asciende el maacutes escarpado Este es el que yo tomo iexclsiacuteguemerdquo Peligro y combate batalla sin recompensa sin paga iquestAdoacutende vamos iquestVenceremos alguna vez iquestQueacute sentido tiene el combate ndashCalla Nunca preguntan los combatientesrdquo Luchar sin recompensa y sin esperanza es el mandato supremo de la Asceacutetica Es el que sigue Dante el desterrado que sabe renovar a cada instante su odio a la injusticia Cristo que muere por redimir una humanidad que no quiere redimirse Juliaacuten que pretende resucitar una filosofiacutea y una eacutetica condenadas ya por la historia Constantino Paleoacutelogo que combate hasta la muerte en los muros de una Constantinopla ya vencida Ulises hombre antiguo-medieval-contemporaacuteneo que peregrina en la vastedad de los oceacuteanos de los continentes iacutegneos y de los hielos eternos buscando con la lucha un dios que sabe no existe

Las preguntas y los mandatos de la Asceacutetica se repiten en la Odisea que es una vasta ampliacioacuten poeacutetica de aquel opuacutesculo y que en la Rapsodia XV reedita la peregrinacioacuten asceacutetica Alliacute vuelve a resonar la interrogacioacuten que impregna toda la obra kazantzakiana

iquestCuaacutel es mi camino La subida maacutes ardua e interminableY di yo solo he de salvar la tierra enteraiquestDoacutende vamos iquestAlguna vez venceremos No preguntes iexclcombateDe tal modo hablaba Dios ordenaba el pecho del varoacutenhellip (XV 821-4)

La Asceacutetica y la Odisea constituyen el nuacutecleo de una obra vasta que es en esencia una unidad Asiacute lo destaca Aziz Izzet en su estudio sobre el poema Sus obras ndashdicendash ldquoson todas facetas de una sola y uacutenica preocupacioacuten En este sentido la vida y la obra de Kazantzakis forman un todo indisoluble una suerte de piraacutemide de gradas cuyas cuatro caras poseen la misma importancia Cristo Buda Lenin Ulises En la base Nietzsche ndasho mejor auacuten ese territorio medio oriental abierto a todas las culturas a todas las profeciacuteas Lo podremos ver de manera fulgurante

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en la Odiseardquo19 La relacioacuten entre el poema oceaacutenico y el opuacutesculo miacutenimo la sintetiza Izzet maacutes adelante ldquoKazantzakis se esforzoacute en la Asceacutetica por revivir en siacute mismo profundamente todos los ciclos de la marcha de los hombres sobre la tierra Aquiacute lo hace abstractamente por asiacute decirlo Maacutes tarde en la ldquoOdiseardquo lo haraacute creando una obra de arte Es la auteacutentica funcioacuten del artista y eacutel la cumplioacute de una manera grandiosardquo ldquoLa Odisea es la transposicioacuten artiacutestica de la Asceacutetica Ulises cruza todos los mundos todas las acciones todos los suentildeos maacutes extravagantes del hombre todas las esperanzas y todas las desesperaciones todos los eacutexitos y todos los fracasos El poema va desde lo coacutemico maacutes rabelesiano a lo traacutegico concentrado de Shakespeare No es un poema social no es un poema religioso no es un poema clasificable Se trata de retrasar todaviacutea una vez maacutes las etapas del pensamiento y del devenir del hombre Ulises funda ciudades ideales que se hunden el diacutea de su inauguracioacuten Hace retiros cruelmente austeros y se entrega a actos de pirateriacutea y de injusticia sangrientos Poco a poco aprende a emprender sin esperanza de recompensa ni de eacutexito Asiacute se elimina la desesperacioacuten asiacute se crea la verdadera creacioacutenrdquo En cierto grado dice Collin Wilson ldquoel espiacuteritu del poema aflora en los dos uacuteltimos versos del proacutelogo que es una invocacioacuten al solrdquo

iexclVamos fuera del alma las pobres amarguras aguzad vuestros oiacutedos iexcllas penas y tormentos cantareacute del renombrado Ulises

ldquoExiste algo nietzscheano en este grito Levantaos sobre vuestra pequentildea e insignificante vida y pensad en algo maacutes grande Promete lo heroico acciones en una escala mayor que la humana Pero no promete nada No promete alguna gran visioacuten daacutentica del universo alguna magna siacutentesis hegeliana en la cual todas las contradicciones visibles del mundo se concilienrdquo20

19 Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 347 y sig20 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo en Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 18

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La Odisea Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo

La aparicioacuten de la Odisea en 1938 aunque era esperada ndashse conociacutean algunos fragmentos desde 1924 y se teniacutea cierta idea de su desarrollo narrativondash provocoacute en Grecia encendidas controversias Uno de los estudiosos griegos del poema D Nikolareizis alude asiacute al acontecimiento ldquoUn aerolito cayoacute en 1938 en el lago de las letras heleacutenicas y removioacute sus aguas Desde entonces permanece alliacute inaccesible a muchos como una isla de piedra a cuyo alrededor se navega para admirarla desde la distancia Era la Odisea de Nikos Kazantzakis poema de 33333 versos decaheptasiacutelabos sin rima impreso sin folio en ochocientas y tantas paacuteginas un volumen bastante difiacutecil de levantarrdquo21 Y Karandonis uno de los criacuteticos severos de la obra en su ensayo ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo utiliza tambieacuten teacuterminos relacionados con la astronomiacutea para referirse a la impresioacuten que produce el poema ldquoCreemos que existen muchos en Grecia ndashy entre ellos tambieacuten nosotrosndash que siguen viendo la obra de Kazantzakis rodeada de una suerte de oscura grandeza Se contempla este poema desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido e inexplorado La estudiamos sin buscar el detalle es decir no con el microscopio sino con el telescopio que muestra en cierto modo maacutes en relieve las magnitudes y nos acerca maacutes los voluacutemenes principales las liacuteneas generales y los grandes conjuntos que de ella se separan Tratamos asiacute de percibir el eco general que brota de ese mundo de astroshelliprdquo22 Varios factores formales contribuyeron al hecho de que el poema despertara extrantildeeza su extensioacuten la utilizacioacuten del verso de 17 siacutelabas el uso de un lenguaje popular lleno de las maacutes atrevidas innovaciones y libertades entre otras la creacioacuten de muchos teacuterminos compuestos incluso su sistema graacutefico simplificado que apareciacutea como una herejiacutea audaz frente a la anacroacutenica ldquoortografiacuteardquo imperante

21 Nikolareizis D ldquoLa Odiseardquo de Nikos Kazantzakis revista Kenuria Epoji primavera 195822 Karandonis A ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 156 y sig

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La primera observacioacuten que se planteoacute se referiacutea a la validez de un geacutenero casi unaacutenimemente estimado como pasado de eacutepoca ldquoNada maacutes vano e inuacutetil ndashresponde el propio escritorndash que plantear la cuestioacuten de si la Odisea es una epopeya y si la epopeya es un geacutenero anacroacutenicohellip Para miacute tiempo maacutes eacutepico que eacuteste no ha existido En estas eacutepocas en que un mito decae mientras otro pugna por dominar nacen las epopeyas Para miacute la Odisea es el esfuerzo eacutepico dramaacutetico del hombre contemporaacuteneo que vive cada momento de la lucha diaria persiguiendo las maacutes atrevidas esperanzas para buscar la salvacioacuten la liberacioacuten iquestCuaacutel liberacioacuten No lo sabe Al actuar la va creando de continuo con sus alegriacuteas y sus amarguras con sus fracasos y con desencantos luchando El hombre contemporaacuteneo que vive profundamente su tiempo en forma consciente o inconsciente libra este combatehelliprdquo23 Como podemos observar la calidad eacutepica deriva para Kazantzakis de la esencia epopeacuteyica de la lucha del hombre actual en medio del caos en el que se ve inmerso al tomar conciencia plena de su ser Stanford se refiere a este punto escribiendo ldquoEl criacutetico de mediados del siglo XX puede consignar con certeza que las figuras de Ulises de Joyce y Kazantzakis siacute presentan siacutembolos excepcionalmente comprensivos de las aspiraciones y perplejidades contemporaacuteneasrdquo24 La Odisea trata de contener todos los caminos todas las posibilidades todos los resquicios a los que un hombre puede dirigir la mirada de su espiacuteritu para tratar de captar y asignar un sentido a la existencia Lo anterior explica la desmesurada extensioacuten del poema la acumulacioacuten de suentildeos mitos leyendas costumbres creencias y ritos de diversos pueblos y eacutepocas el torrente de vivencias y experiencias que se despentildea a lo largo de las rapsodias el fluir interminable de motivos e imaacutegenes de variados oriacutegenes la fuerza eacutepica que lo recorre de un extremo a otro

23 Kazantzakis cit por K Friar en la ldquoIntroduccioacutenrdquo a su versioacuten inglesa del poema paacuteg XII24 W B Stanford El tema de Ulises p 271

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ldquoCon la epopeya el lector arrancado en cierta forma de su vida de sus haacutebitos de pensamientos de la duracioacuten descubre un mundo fabuloso en que se desarrollan dentro de una iluminacioacuten constante dentro del fulgurar insostenible de las imaacutegenes dramas en que cada personaje estaacute implicado a fondo con los resortes del espiacuteritu tensos al extremohellip Entrar en el universo de la Odisea es cambiar de gravitacioacuten es elevarse a una visioacuten totalizante e impersonal es seguir engrandecidas por el genio poeacutetico las innumerables aventuras del espiacuteritu humanordquo25 La presencia de la muerte constituye uno de los ingredientes de la realidad eacutepica de la vida humana Al adquirir conciencia el hombre se ve de pronto en un mundo que ndashpor maacutes que se lo investigue conozca y dominendash aparece para eacutel limitado por un hecho inexorable la muerte la desaparicioacuten definitiva El instinto vital la tendencia a la accioacuten y su necesidad la aspiracioacuten a la inmortalidad no modifican esa realidad fatal que interrumpe toda obra humana Y el angustioso esfuerzo del hombre sobre la tierra posee de este modo de por siacute un caraacutecter eacutepico y traacutegico Participa de una lucha que en uacuteltimo teacutermino le es impuesta Los personajes maacutes admirados de Kazantzakis aceptan tal combate y siguen tal camino hasta el final La capacidad del hombre para luchar es admirable En su espiacuteritu pese a la nada de su destino brilla una llama casi inverosiacutemil y es eacutesta maacutes que al hombre mismo lo que venera el artista griego Asiacute lo expresoacute en diversas ocasiones variando el verso de la Odisea

No amo al hombre amo la llama que lo devora Δεν αγαπώ τον άνθρωπο αγαπώ τη φλόγα που τον τρώει

En Toda Raba hallamos el mismo pensamiento ldquoLo que me interesa no es el hombre ni la tierra ni el cielo sino la llama que devora al hombre a la tierra y al cielordquo Es la llama que lo maravilla en los monjes que mantienen el convento griego del Sinaiacute ldquoEste Monasterio de Sinaiacute es un milagro del espiacuteritu En medio de un hoacuterrido desierto en medio de razas aacutevidas de rapintildea de otras religiones de otras lenguas alrededor de una fuentecilla de agua desde hace catorce siglos se levanta como fortaleza este Monasterio y se revela contra las fuerzas naturales

25 Baudier M L op cit paacuteg 19

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y humanas que lo asedian Despueacutes de una travesiacutea de tres diacuteas por un desierto hosco al enfrentar los floridos almendros del convento mi corazoacuten saltoacute aquiacute ndashlo sentiacutendash existe una conciencia humana superior aquiacute la llama del hombre vence al desiertordquo26 La entrega apasionada a una causa sin esperanza caracteriza a los mejores personajes de Kazantzakis Pocos son sus personajes no atormentados por un anhelo angustioso pocos aquellos equilibrados por una fe clara en Dios Para el escritor el mito de Dios constituye sin duda un factor de paz una garantiacutea de tranquilidad De ahiacute que al irse desmoronando el mito al liberarse la conciencia humana de explicaciones extranaturales el hombre ha ido acercaacutendose a un estado de pureza de autenticidad al estado a que llega Ulises al teacutermino de su larga odisea No ha llegado a eacutel pero se acerca a ese silencio helado y sereno en que Kazantzakis hace morir a su heacuteroe ldquotras haberlo conducido a traveacutes de todas las etapas conocidas o adivinadas de la evolucioacuten histoacuterica filosoacutefica espiritual y humanardquo seguacuten la expresioacuten de Izzet En el poema Dios toma diversas formas al igual que la muerte Se va transformando hasta desaparecer del todo Ello parece querer corresponder a un proceso histoacuterico la liberacioacuten de la humanidad de los mitos religiosos Es el hombre actual y en especial el hombre ateo contemporaacuteneo quien vive con maacutes intensidad el drama eacutepico de la vida Y en esta etapa de la conciencia es cuando el espiacuteritu humano puede alcanzar su vuelo maacutes elevado y su dimensioacuten maacutes noble y excelsa Es entonces cuando la lucha sin esperanzas se da en toda su grandeza Y la capta Kazantzakis no soacutelo en la Odisea sino incluso tambieacuten en otras de sus obras Al respecto dice certeramente Panayotoacutepulos ldquoQuisiera destacar que Kazantzakis maacutes que ninguacuten otro escritor trajo a nuestras letras la conciencia de la grandeza Pertenece a la raza de los hombres que hacen sentirse a cada uno en su maacutes elevada estatura Eacuteste es el elemento eacutepico de su creacioacutenhellip Sus libros semejan inmensos bosques donde ruge libremente el vendaval se parecen a aquellas praderas en

26 N Kazantzakis Libro de Viajes Italia-Egipto-Sinaiacute-Jerusaleacuten-Chipre-Morea paacuteg 103 Con el tiacutetulo Del Sinaiacute a la Isla del Amor una versioacuten de la obra escrita directamente en franceacutes por Kazantzakis aparece incluida en castellano en el vol II de Obras Selectas publicadas por Edit Planeta

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las que corren impetuosos potros indoacutemitos Apenas se abren desde la primera frase desde el primer paacuterrafo uno se sobrecogerdquo Y Andreacute Laude expresa ldquoKazantzakis pertenece a esa raza de gigantes que hacen desgarrarse el tejido de la dimensioacuten terrestrerdquo El epicismo de la Odisea resulta indudable para Stanford Es maacutes despueacutes de estudiar en un trabajo muy completo el tema de Odiseo en poemas obras de teatro discursos morales novelas etc a traveacutes de veinticinco o maacutes siglos concluye en El tema de Ulises que ldquola prosa narrativa de Joyce y el poema de Kazantzakis estaacuten maacutes proacuteximos a la eacutepica heroica que cualquiera de estos geacuteneros Esta cualidad eacutepica facilita el hecho de que ambos autores tratan a Ulises con una mayor objetividad que en la liacuterica Con una mayor libertad narrativa que en el drama y con un mayor peso del simbolismo heroico que en una novela Despueacutes de un largo intervalo regresamos al ambiente heroico-romaacutentico de la Odisea Un ambiente menos estrictamente eacutepico que el de la Iliacuteada pero maacutes proacuteximo a eacutel que cualquier otro geacutenero de literatura claacutesica y un ambiente especialmente acorde con el heroiacutesmo versaacutetil y a menudo poco ortodoxo de Ulisesrdquo27 Y califica la imagen de Ulises recreada por el escritor griego como un siacutembolo en que se funde ldquola suma de los anhelos y de las angustiosas dudas del hombre contemporaacuteneordquo Prevelakis por su parte en el magno estudio El poeta y el poema de la Odisea desarrolla el tema de lo traacutegico en la obra maacutexima de Kazantzakis Centra todas las notas que caracterizan a Ulises en el poema ndashy que van apareciendo a medida que el peregrino intenta nuevos caminos vitalesndash en la del hombre sin-esperanza El desesperado cuya figura erra con distintas facetas en los grandes escritores del siglo (pieacutensese entre otros en Sartre Hesse Juumlnger T S Eliot Camus y principalmente Kafka) es un hombre de nuestro tiempo Y Ulises en el poema de Kazantzakis pese a sus caracteriacutesticas muchas veces primitivas es un hombre contemporaacuteneo Llega a serlo a traveacutes de la vastedad de la obra a traveacutes de la transformacioacuten del mito antiguo ldquoKazantzakis ndashdice Prevelakisndash sirve abundantemente y sin esfuerzo al geacutenero eacutepico con el proacutedigo tesoro de su experienciahellip Mas las caracteriacutesticas de la tragedia se presentan tambieacuten a veces en

27 W B Stanford op cit p 258

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la Odisea una vez como puro diaacutelogo dramaacutetico (la rapsodia XVI) Pero el alma traacutegica recorre todos los tejidos del poema de un extremo a otro Yace en la misma disposicioacuten del poeta que adora la vida y sin embargo la tiene por inmaterial fantasmagoriacutea y en el caraacutecter dilemaacutetico del heacuteroe

Palpitan en sus entrantildeas los anheloscon-caminos-opuestos y sin loacutegicahellip

Yace en el esfuerzo del heacuteroe ndashdel hombrendash por vencer la ldquoinmensa noche eternardquo28 ldquoTreinta siglos despueacutes de Homero dice Alain Decaux en el proacutelogo a la monumental edicioacuten francesa del poema Kazantzakis un griego contemporaacuteneo nuestro retoma el tema antiguo de Ulises y nos da una de las obras claves de la literatura de nuestro siglo Fiel al gran aliento original eacutel explica en una carta a un amigo ldquoEl asunto principal casi uacutenico de toda mi obra es el combate del hombre con ldquoDiosrdquo la lucha implacable indestructible del gusano que se llama hombre contra las terribles fuerzas todopoderosas y tenebrosas que se encuentran en eacutel y alrededor de eacutel la obstinacioacuten la lucha la tenacidad de la minuacutescula chispa que trata de horadar y vencer la inmensa noche eterna El combate y la angustia por transubstanciar las tinieblas en luz la esclavitud en libertadrdquo Y maacutes adelante Decaux expresa ldquoLa Odisea de Kazantzakis es un himno a la grandeza del hombre A la fraacutegil grandeza del hombrehellip El Ulises de Kazantzakis se mueve (al comienzo al menos) en los tiempos de Homero pero siente soporta y actuacutea en el tiempo de Kazantzakisrdquo29 Las alusiones al paso del tiempo las horas los diacuteas y noches las estaciones los antildeos seraacuten uno de los capiacutetulos de este ensayo Recordemos ahora que el curso cronoloacutegico del peregrinar de Ulises se expresa hacia el fin del poema en miles de antildeos como en el pasaje siguiente cuando Odiseo ha llegado a las costas del Aacutefrica despueacutes de haber atravesado el continente y saluda al mar

28 P Prevelakis El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo Atenas 1958 Existe la versioacuten inglesa de Philip Sherrard editada en Nueva York por Simon and Schuster en 196129 A Decaux laquo Preface agrave lrsquoOdysseacutee raquo traduccioacuten al franceacutes de Jacqueline Moatti paacuteg 10

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y al comparar a su gran compantildeero el pieacutelago con un perro recuerda a Argos

Ahora se oyoacute rugir la ola restallar y jugarcomo el perro amarrado que al amo reconocioacute y que gruntildeey el opulento noble de la mar lo saluda con afectolaquoEnbuenhora ante mi casa te encuentro mi perro viejo y fieliexclola miacutea no me has olvidado todaviacutea y con ternura me ladrasraquoSalta y agachado lo acaricia toca la blanca motase acordoacute de otro fiel animal hace ya miles de antildeoscuando agitaba el rabillo en su patio mancilladoy se lanzoacute a darle bienvenida despreciando a los pretendientes enemigoslaquoiexclArgosraquo llamoacute ahora en su pensamiento y el perro brotoacutelleno de lodo desde la tumba moviendo su lomo

(XXI 179-189)

Tambieacuten en la rapsodia XXIII los hechos de Troya se han alejado milenios

Ya al mediodiacutea derrumbaacuteronse las puertas del palacio hace ya miles de antildeos en las playas sangrientas de Troya

(XXIII 334-5)

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Siacutembolos vivos Itaca y Ulises

Como Joyce Kazantzakis desde muy temprano distinguioacute a Ulises como un personaje favorito30 y como aqueacutel en la edad madura ldquoredescubrioacute en el mito antiguo el arquetipo del hombre modernordquo Tanto para el griego como para el escritor irlandeacutes ldquoel hombre de numerosos artificios que ha conocido tantos hombres y tantas ciudades es una figura integral y comprensiva una mezcla de las maacutes vulgares estratagemas y de las simpatiacuteas maacutes amplias de la naturaleza humanardquo31 El alma inquieta de Kazantzakis tendiacutea a identificarse con la figura de aquel aventurero polifaceacutetico ldquoNo es casual ndashdice el profesor Alsinandash que la figura que maacutes le haya preocupado haya sido Ulises el siacutembolo de la inquietud humana y en gran parte una especie de perfil del propio Kazantzakisrdquo32 Parece ser el mismo cretense quien habla en el hermoso verso con que Odiseo saluda a su propio espiacuteritu peregrino en la rapsodia XVI

Salve alma miacutea que el errar siempre por patria poseiacuteste

La concepcioacuten central de Ulises como suma y encarnacioacuten de todas las inquietudes del poeta griego se expone en Toda Raba ldquoBien sabes Pandeliacutes que mi jefe no es ninguno de los tres jefes de las almas humanas ni Fausto ni Hamlet ni Don Quijote sino Ulises En su velero vine a la URSS No poseo la sed insaciable de la inteligencia occidental ni oscilo entre el siacute y el no para llegar a la inmovilidad ni me domina el ridiacuteculo y sublime impulso del noble luchador de los molinos de viento Soy un marinero de Odiseo un corazoacuten ardoroso un espiacuteritu despiadado y luacutecido Pero no soy un marino del Ulises que regresaba a Itaca sino del otro del que ya ha regresado ha muerto a sus enemigos y sintieacutendose ahogado en su patria un buen diacutea se ha vuelto a marchar Ha escuchado en el norte en la niebla hiperboacuterea una nueva

30 ldquoTeniacutea doce antildeos cuando estudiaba la guerra de Troya [hellip] ero la historia de Uises sola se quedoacute grabada en mi memoriardquo escribe Joyce Cit por W B Stanford op cit p 23131 Levin H James Joyce paacuteg 6832 Alsina y Miralles La literatura griega medieval y moderna paacuteg 175

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sirena la sirena eslava Henos aquiacute ante ella sin taparnos las orejas sin amarrarnos a los maacutestiles yendo y viniendo por nuestro barco enteramente libres Escuchamos el canto maravilloso y conservamos intacta nuestra alma El capitaacuten Ulises inmoacutevil en la proa grita Eh compantildeeros abrid los ojos las narices la boca las manos abrid el espiacuteritu colmad vuestras entrantildeasrdquo33 La idea de la segunda partida de Ulises desde Itaca idea que existioacute ya en la Antiguumledad movido por el afaacuten de nuevos conocimientos la habiacutea recogido Dante en el Canto XXVI del Infierno dando a la fisonomiacutea del heacuteroe un cariz para nosotros especial aunque deberiacutea existir en los conceptos de la eacutepoca34 ldquoNi las dulzuras de mi hijo ni la piedad debida a un padre anciano ni el mutuo amor que debiacutea hacer dichosa a Peneacutelope pudieron vencer el ardiente deseo que yo teniacutea de conocer el mundo los vicios y las virtudes de los humanos sino que me lanceacute por el abierto mar soacutelo con un naviacuteo con los pocos compantildeeros que nunca me abandonaronrdquo Asiacute habla desde la llama biacutefida el espiacuteritu de Odiseo condenado por su afaacuten soberbio de conocimientos El afaacuten de nuevas experiencias constituye en la obra de Kazantzakis uno de los motivos para el nuevo abandono de la patria Se suma al hastiacuteo y desencanto que produce en el heacuteroe el estrecho y mezquino ambiente familiar y el ritmo rutinario de la vida corriente en la isla Este elemento acerca el personaje al Ulises de Tennyson que aunque expresa como mayor deseo perseguir el conocimiento maacutes allaacute del liacutemite del pensamiento humano como a un astro que se pone en el oriente desea en el fondo liberarse del aplastante y fastidioso ambiente familiar Se ahoga en la isla y desprecia a su pueblo

que atesora y duerme y se alimenta y no lo reconocehellip

33 N Kazantzakis Toda Raba p 10934 La idea del nuevo viaje y su motivacioacuten aparece en algunos antiguos como Plinio pero la utilizacioacuten posterior del personaje se ligoacute generalmente al motivo del retorno al hogar y a la patria

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El Ulises de Tennyson persigue siempre maacutes conocimientos y lleva en siacute la impronta de la experiencia gozada

Una parte soy de todo lo que he halladohellip35

El exhaustivo examen que hace el profesor Stanford del tema de Odiseo a traveacutes de la literatura antigua medieval y moderna y que culmina con el estudio detallado del Ulises de Joyce y de la Odisea de Kazantzakis no nos proporciona con todo algunos elementos de la moderna liacuterica griega que se entremezclan en la compleja concepcioacuten de los motivos de Itaca y de Odiseo en el escritor cretense Este aspecto se toca en la introduccioacuten a nuestra versioacuten del poema y en el estudio ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo apartado de la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado36 trabajos a los cuales remitimos al lector El personaje se transforma a traveacutes del poema desde el comienzo asiacute como tambieacuten va cambiando el sentido de su viajar Ayudaraacute en Esparta a la conservacioacuten de un estado decadente en Creta organizaraacute la destruccioacuten de un reino decreacutepito en Egipto tomaraacute parte en una revolucioacuten con claro sentido social peregrinaraacute hacia las fuentes del Nilo donde fundaraacute una ciudad ideal y arrasada eacutesta por un cataclismo seguiraacute solitario por la jungla volvieacutendose asceta A estas alturas su viajar que continuaraacute todaviacutea con diversos episodios hasta llegar al mar construir su uacuteltima embarcacioacuten en forma de atauacuted y partir a los hielos y las soledades polares se ha transformado en una buacutesqueda de sentido de la existencia en un buscar a Dios en una marcha a la liberacioacuten a la plena libertad y soledad No tocaremos aquiacute el tema de la estructura del poema pero recordaremos que desde el punto de vista de la composicioacuten la obra a la que acaso mejor pudiera compararse la Odisea seriacutea la Divina Comedia37 En ambas hay un peregrinar un caminar a traveacutes de muchos

35 La traduccioacuten del poema de Tennyson en Oscar G Ramos La Odisea un itinerario humano pp 169-17136 M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Kazantzakisrdquo Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado 5-197137 En otro trabajo ldquoNikos Kazantzakis Poema al Danterdquo Boletiacuten de la U

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lugares un conocer muchas situaciones y muchos espiacuteritus Hay una direccioacuten cierta meta que guiacutea al romero ndashmaacutes cierta y clara sin duda en la obra de Dante Este va en busca de Dios y es conducido por el Poeta hasta llegar a enfrentar ldquola luz que mueve el sol y las demaacutes estrellasrdquo Ulises sale de su isla y navega buscando en el fondo tambieacuten a Dios sin hallarlo porque no existe porque es un mito Mientras Dante se va aproximando a la divinidad Odiseo en su errar se va acercando a la realidad final la nada que a todos aguarda La ruta lo que en ella van encontrando permite a ambos peregrinos esbozar una ldquosummardquo de las orientaciones del espiacuteritu humano episodios y personajes surgen unos tras otros ante los ojos insaciables de ambos caminantes En Dante a las figuras histoacutericas y mitoloacutegicas de la antiguumledad se agregan hombres de su tiempo En Kazantzakis se mezclan los hombres de eacutepocas y lugares que atraviesa con personajes tipos que surgen con cierto velo de disfraz de las espesas y fantasmagoacutericas selvas africanas Hamlet Don Quijote el Asceta el Hedonista el Hombre Primitivo Cristo38 La metamorfosis del personaje principal y de los elementos del mito antiguo se inicia como deciacuteamos desde el principio de la Odisea Debemos tener presente que la narracioacuten se inserta en la rapsodia XXII del poema homeacuterico inmediatamente despueacutes de terminada la matanza de los pretendientes El ldquoCuandohelliprdquo con que se inicia la nueva epopeya muestra la continuidad temporal Desde el primer momento comienza en el heacuteroe surgido para nosotros desde los versos de Homero una

de Chile Nos 78-79 1968 recordaacutebamos que ldquoHomero y Dante fueron acaso los espiacuteritus maacutes venerados por Kazantzakis Quizaacutes sin pretender compararse a ellos ndashaunque objetivamente pueden establecerse semejanzas en algunos aspectosndash el autor de Cristo de Nuevo Crucificado tendiacutea a mirar las obras de aquellos poetas como grandes caminos a los que eacutel tambieacuten antildeadiacutea una senda La Odisea de Homero era el sendero hacia el hogar hacia el hombre hacia la paz despueacutes de la tormenta y la realidad serena despueacutes de los encantamientos y maleficios La Comedia de Dante era la odisea hacia el cielo y la visioacuten divina camino pleno de siacutembolos alegoriacuteas premoniciones y esperanzas De esas odiseas no poco tomoacute Kazantzakis para la suya propia la obra de su vida un camino tambieacuten con encantamientos y maravillas pero senda a traveacutes de la desesperanza hacia la nada eternardquo Remitimos en esta materia al lector a la ldquoIntroduccioacutenrdquo de nuestra versioacuten castellana de la Odisea38 Aun se podriacutea sugerir asimismo cierto paralelismo aunque inverso de los tres mundos posterrenales del espiacuteritu medieval que atraviesa el Poeta desterrado y las tres eacutepocas y tres continentes todos terrenos que recorre Odiseo en su senda

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metamorfosis paralela a la que experimentan su isla su mujer y todo aquello que lo esperaba por antildeos A traveacutes de toda la primera rapsodia el desencanto de Odiseo va en aumento Veinte antildeos enfrentoacute peligros innumerables animado por el ansia de volver a ver a su mujer y cuando llega por fin ante ella la desilusioacuten lo embarga Peneacutelope por su parte siente miedo ante su feroz marido

Peneacutelope que silenciosa y paacutelida en el trono esperabase vuelve a ver y tiemblan sus rodillas de pavorlaquoNo es eacuteste el que aguardeacute antildeo tras antildeo oh Dios con grande anheloveo un dragoacuten gigantesco que semejante a un hombre nuestra casa pisaraquoPresintioacute el arquero-del-espiacuteritu el oscuro pavorde la pobre mujer y suave dice a su irritada entrantildealaquoAlma miacutea eacutesta que inclinada tanto tiempo te esperapara que abras sus selladas rodillas y con ella te fundas en quejido gozosoes la mujer que anhelaste mientras luchabas en el pieacutelagoy con los dioses y con la honda voz de tu inmortal espiacuterituraquoDijo Mas no se estremecioacute su corazoacuten en su impetuoso pecho (I 24-34)

Cuando agradecido de un anciano que sin conocerlo le ofrece agua y pan Ulises le anuncia la llegada del rey de Itaca aqueacutel manifiesta su maacutes absoluto desintereacutes Y el pueblo recibe a su sentildeor ni siquiera con indiferencia sino con abierta hostilidad A poco de su vuelta se prepara un complot para asesinarlo despueacutes que el errabundo habiacutea logrado dominar una revuelta popular encabezada por las viudas de los caiacutedos en Troya y los invaacutelidos de aquella guerra Soacutelo por unos instantes ha podido el viajero desde una colina contemplar en paz a su isla

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Ascendiacutea el varoacuten siempre errante y alas infinitasy perfume de yerbas y traviesos pensamientos su corazoacuten embargabansubiacutea y cada vez mayor la blanca era de su patria se extendiacuteay al fin cuando pisoacute su pie la cumbre del desnudo monteel cuerpo paacutelido y esbelto aparecioacute de su isla humildeSus pupilas movieacuteronse tratando de esconder en vano el llanto laquoEacutesta es la roca el aacuterido pentildeasco que anhelabame gustaraquo murmuroacute y en sus grandes paacuterpados las laacutegrimas brillaronComo un atleta en el mar se asoleaban las playas negruzcasse sumiacutean las chozas en la luz y en el valle se moviacuteanmorosamente los bueyes marcando el pecho fructuoso de la tierray el pensamiento avizoraba ndashaacuteguila inmoacutevilndash todo el mundo a sus piesMas de improviso tierra y costa se mecieron y vacilaron poblados y aacuterbolesy toda la isla ascendioacute treacutemula como una nieblay se desvanecioacute como se pierde la nube cuando la toca el solRefrescaacuteronse las entrantildeas de Odiseo y se llenaron de marMudo por horas libaba la dulzura de la patria (I 724-740)

Verdad es que la narracioacuten que de sus peripecias hace Ulises recuerda en cierta medida el clima de la Odisea homeacuterica Sin embargo en la liberacioacuten de las grandes tentaciones que soportoacute el heacuteroe en su travesiacutea maacutes que el elemento del retorno al hogar y a la patria se impone la nostalgia de la especie humana del ser hombre y no inmortal en el caso de Calipso y de no rebajarse desde la calidad de tal a la inconciencia animal en el caso de Circe Cuando deja el mundo sin muerte ni dolor de Calipso deja tambieacuten el mundo miacutetico en el que el humano podiacutea sontildear con dioses y aun aspirar a llegar a ser inmortal

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Y cuando avanzaba ya lejos como saeta en la ola de espumoso seno y el dolorido canto se perdioacute en la bruma del crepuacutesculo poco a poco la balsa se puso maacutes pesada y se ladea las sombras la aplastaban de mujer de hijo de patria se cargoacute y libre dejeacute a mi corazoacuten conducirse a su agrado iexcly eacuteste estalloacute en sollozo amargo y otra vez se volvioacute humano (II 183-189)

Parecido es el sentido de su despertar desde la inconsciencia animal en que lo sumioacute Circe motivado por la visioacuten de un grupo de humanos que come en la playa y de una mujer que acuna a su hijo pequentildeo

iexclPobre alegriacutea miacutea inmortal pan comida vino y ante ti que esteacute la mar azul y masticar lentamente y sentir maacutes fuerte el alma y la carne renovarse ndash y yo creo Dios miacuteo que he probado esa dicha tan honda Cuando han comido se tienden los brazos abiertos al iacutegneo cielo y mueve la mujer su cuerpo suavemente de un lado a otro y un canto de cuna lento arrastrado dulce se difundioacute en el aire Vaciacuteas caiacutean las palabras se hundiacutean en el limo de mi espiacuteritu mas recibiacutea en mi entrantildea el dulciacutesimo son y temblaban jadeantes de ansiedad las hojas pesadas y de-envoltura-gruesa de mi corazoacuten Sentiacutea dolor trataba de recordar abriacutease-y-cerraacutebase mi pecho ndashvasto patio mar azulado higueras olivos vintildeasndash y una mujer de-marmoacutereo-cuello que amamantaba a un infante iexclay de miacute si pudiera subir a una alta cumbre y una aguda voz sacar Y repentinamente mi garganta se hinchoacute y mis sienes estallaron iexcly otra vez me trajo hasta ti el llanto estirpe humana (II 351-366)

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La muerte como hombre pleno que tomoacute la forma de tentacioacuten de inmortalidad (Calipso) de inconsciencia animal (Circe) y de vida muelle y feliz (Nausiacutecaa) parece tambieacuten adoptar el rostro de la patria tan anhelada pero que comienza a ser estrecha

Sella sus labios amargos y no pronuncia ya palabra Contemplaba el fuego que se sumiacutea la llama que se marchitoacute coacutemo se espolvoreaba y se extendiacutea en el rescoldo la ceniza Vueacutelvese y mira a su mujer divisa al hijo y al padre y estremecioacutese de suacutebito suspiroacute y tocoacute sus labios con la mano ahora comprendiacutea tambieacuten era la patria rostro dulce de muerte Como de fiera que se cogioacute en la trampa sus ojos giran y se mueven llameantes amarillos en sus profundas cuencas Estrecho como aprisco de pastor pobre parecioacutele el palacio paterno una duentildea de casa ya marchita tambieacuten esa mujercilla y el hijo como anciano octogenario todo lo pesa con cuidado (II 429-440)

Lentamente la patria se va transformando en una nueva prisioacuten Cuando en el festiacuten popular un viejo cantador recuerda los elevados presagios que presidieron el nacimiento de Odiseo eacuteste estalla en coacutelera contra siacute mismo

Mudo e inclinado escuchaba el arquero mordieacutendose los labiosy lejos su espiacuteritu se hallaba en cavernas y mares desoladasY en cuanto el bardo cerroacute sus grandes y haacutebiles labiosse estremecioacute respirando con fuerza y sus untildeas se clavaron en el tronoy en las mesas cayeron las copas de oro y derramaacuteronseY llena de acre burla y enojo su voz atruenalaquoiexclVerguumlenza miacutea ya mis dientes se aflojaron encanecieron mis cabellosy auacuten en obras nimias estoy gastando mi almaiexclToda la tierra he saqueado y mis manos ya se hartaronno hay maacutes mares para que yo atraviese ni otros hombres que

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encontrary entonces lleno de ufaniacutea vine a anclar aquiacute para podrirme en la patriaraquoDijo y se sentoacute girando por todo alrededor los ojoscual si fuese un mal suentildeo y pesadilla esta junta de genteTembloacute el pueblo y sus copas se quedaron en el aire (I 1212-1224)

Lentamente la anhelada patria se va transformando en una nueva prisioacuten y la idea de partir se va afirmando en el alma de Ulises En Carta al Greco en el capiacutetulo titulado ldquoCuando la semilla de la Odisea maduraba en miacuterdquo hace Kazantzakis una emocionante evocacioacuten de Ulises en la que se da un traer el personaje remoto hasta nosotros mismos39 El artista cretense recuerda en esas paacuteginas la eacutepoca angustiada en que dio por pasadas las ldquotres estaciones de su peregrinacioacutenrdquo que habiacutean sido Cristo Buda y Lenin La inquietud que lo atormentaba en su retiro de Creta fue disipaacutendose a medida que iba hacieacutendose maacutes niacutetido el nuevo camino de su vida y de su obra mayor la Odisea Sus dudas vinieron a desaparecer cuando reconocioacute a su verdadero y uacuteltimo guiacutea ldquoEras tuacute ndash iquestcoacutemo podriacutea dejar de reconocerte enseguidandash eras tuacute capitaacuten del barco de Grecia mi antepasado mi amado tatarabuelo Con tu gorro puntiagudo tu espiacuteritu insaciable y taimado que forja faacutebulas y se regocija de su mentira como de una obra de arte aacutevido y tozudo uniendo con soberana habilidad la prudencia del hombre al delirio divino de pie sobre el barco de Grecia sostienes el timoacuten sin soltarlo desde hace millares de antildeos y por millares de antildeos ldquoTe miro por todas partes y mi mente siente veacutertigo Ya te me apareces como un viejo centenario ya como un hombre maduro de cabellos azules y rizados salpicado de rociacuteo del mar ya como un nintildeo pequentildeo que se ha prendido a la tierra y al mar como a pechos maternos

39 Constantino Kavafis (1863-1933) desde la deacutecada del 90 del siglo XIX utilizoacute con extraordinaria originalidad el paralelismo de lo antiguo y lo actual para expresar la angustia e inquietud del hombre contemporaacuteneo e intentar asir el tiempo en la poesiacutea anticipando asiacute procedimientos que luego se daraacuten en poetas como Eliot Pound y en Grecia en Seferis

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y se amamanta Te miro por todas partes y me esfuerzo por aprisionarte en el lenguaje por inmovilizar tu rostro y poder decirte iexclYa te tengo iexclYa no te me escaparaacutes Pero tuacute haces estallar la palabra ndash iquestcoacutemo podriacutea contenertendash Te deslizas y escapas y oigo tu risa en el aire por encima de mi cabezardquo Y alliacute se dibuja tambieacuten el sentido de la auteacutentica Itaca ldquoY muy al principio cuando auacuten no te conociacutea coloqueacute en tu camino para impedir tu partida lo que yo creiacutea la trampa maacutes haacutebil Pero tuacute habiacuteas reiacutedo a carcajadas respirando profundamente e Itaca habiacutea sido pulverizada Fue entonces cuando comprendiacute alabado seas tuacute destructor-de-patrias que Itaca no existe no hay maacutes que el mar y una barca minuacutescula como el cuerpo del hombre y en ella el Espiacuteritu por capitaacutenrdquo Varios rasgos del hombre de-muacuteltiples-aspectos se esbozan en este capiacutetulo de Carta al Greco Su examen detallado no podriacutea faltar en un estudio de la Odisea Aquiacute en estas paacuteginas introductorias nos limitamos a ciertas facetas que denotan la profunda humanidad del personaje insaciable resumidas acaso en las liacuteneas siguientes ldquoDe pie sobre sus cuadernas de hueso hombre-y-mujer-a-la-vez siembra y pare pare las alegriacuteas y las tristezas las bellezas las virtudes y las aventuras toda la fantasmagoriacutea del mundo sangrante y amado Estaacute de pie inmoacutevil los ojos fijos en la catarata de la muerte que atrae a su naviacuteo y arroja incansablemente como un pulpo sus cinco dedos hambrientos sobre la tierra y sobre el marrdquo40 ldquoPor sobre mi cuerpo se erguiacutea otro cuerpo visiblehellip y era eacutel el que ordenabahellip yo no era sino la sombra fiel que lo seguiacuteahellip Con los ojos plenos de su presenciahellip me inclineacute sobre el papel Pero la hoja virgen ya no era como lo habiacutea sido hasta entonces un espejo que reflejaba mi rostro Vi por primera vez el semblante de mi gran Compantildeero de Rutardquo41 ldquoPotente e inolvidable visioacuten que no lo abandonaraacute ya maacutes con Ulises y sus compantildeeros de aventura va a vivir durante doce antildeos escribiendo las versiones sucesivas de la grande epopeya y su sombra gigantesca se extenderaacute sobre eacutel hasta el fin de su vidardquo42

40 Kazantzakis N Carta al Greco paacuteg 58141 Ibiacutedem paacuteg 57942 Baudier M L op cit paacuteg 11

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El tema del viaje reviene como una obsesioacuten en su vida y en su obra pero el gran viaje que hizo y que duroacute la parte maacutes fecunda y maacutes apasionada de su existencia fue con Ulises ese hermano ese compantildeero bienamado creado de la substancia misma de sus deseos de su fe de sus ambiciones y que los arrastroacute a los mares y las tierras desconocidas y a las aventuras espirituales maacutes temerarias Ulises-Kazantzakis se ahogaba en los marcos demasiado estrechos ldquoYo sentiacutea ndashdice eacutelndash que mientras maacutes avanzaba Odiseo maacutes se ampliaba su ego haciendo estallar cada mundo nuevo ndashego familia patria razandash y lo sentiacutea identificarse maacutes y maacutes con el iacutempetu misterioso e indestructible que se manifiesta sobre nuestro planeta bajo la forma de la vidardquo Al crear a su heacuteroe se creoacute a siacute mismo ndashnos dicendash pero hay que dar a su afirmacioacuten su auteacutentico significado Ulises representa para eacutel una experimentacioacuten voluntaria No se contenta con recorrer la tierra y los mares bajo los cielos estrellados para gozar de la belleza del mundo y enriquecer su vida con imaacutegenes y sensaciones nuevas sino que ensaya conscientemente ldquotodas las formas de vida libremente maacutes allaacute de programas y de sistemas y da a su Odisea las dimensiones de una epopeya del hombre modernordquo43 Cada ser acaso sea una siacutelaba de un magno canto de una inmensa Odisea ignota cuyo sentido no ha sido desentrantildeado La idea anotada en El jardiacuten de rocas reaparece en el poema Cada alma es un signo velado bordoneante una siacutelaba en la magna y ahogada cancioacuten marina errabunda

iexclAy si levantaacuteramos desde las ondas nuestra pobre cabezacuanto pueden nuestros seres a la luz y al aire suavepara ver y navegarlo al sagrado canto enteroMezclarnos todos siacutelaba con siacutelaba pegada para hallarel sentido oculto del viaje y el brillante puertoiexclLevaacutentate arquero trepa sobre tu cabeza y yeacuterguete alliacutepara que contemples y para que goces las albas brumosas de la humanidad (XIV 622-628)

43 Baudier M L op cit paacuteg 20

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El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis

Puesto que el poema del escritor griego y la novela del irlandeacutes parten de la utilizacioacuten de elementos de la Odisea homeacuterica para expresar el alma del hombre actual es interesante tratar de bosquejar algunas liacuteneas comparativas Kimon Friar en su estudio La Odisea de Nikos Kazantzakis y en el proacutelogo a su traduccioacuten inglesa del poema y Stanford en el capiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo del ya citado libro The Ulysses Theme El tema de Ulises esbozan algunos aspectos del tema Para Stanford la mejor prueba de la vitalidad extraordinaria del mito odiseano la constituyen las dos magnas obras contemporaacuteneas que lo utilizaron para tratar de expresar el mundo del siglo XX a tres milenios de distancia de su punto de partida Grandes en extensioacuten y densidad las dos han merecido calificativos ldquoastralesrdquo Inmenso aerolito caiacutedo que permanece como una isla de piedra en el lago de las letras griegas cordillera majestuosa de alguacuten paiacutes desconocido e inexplorado se ha llamado a la Odisea Un nuevo planeta se ha dicho de Ulises planeta apenas conocido ldquoy los que lo exploran no piensan dar en mucho tiempo una descripcioacuten de eacutel que agote siquiera sus bellezas maacutes aparentes y sus tesoros menos ocultosrdquo44 iquestQueacute hay de comuacuten entre estas dos obras cumbres de dos escritores de tan diversos mundos y raigambres espirituales A esta pregunta que se formularon muchos cuando aparecioacute la Odisea se agrega naturalmente otra iquestqueacute relacioacuten hubo entre los designios de los escritores al proyectar esas obras Sabemos que Joyce ya de estudiante manifestoacute su preferencia y atencioacuten por el personaje Ulises Estudioacute a Homero con asiduidad y siguioacute al heacuteroe a traveacutes de diversas obras modernas Esta etapa se cumplioacute tambieacuten en Kazantzakis admiracioacuten por la figura de Odiseo estudio intenso de Homero y de muchos recreadores del mito odiseano Stanford ha destacado la actitud ldquoafectivardquo hacia Ulises de ambos escritores sentildealando que ldquotanto a Joyce como a Kazantzakis les gusta Ulises y lo admiran y de alguna manera se sienten espiacuteritus hermanados con eacutel Para ellos no es sencillamente un peoacuten maleable en alguna campantildea propagandiacutestica o una ejemplificacioacuten uacutetil de cualidades

44 Mercanton J ldquoJames Joycerdquo proacutelogo al Ulises de Joyce paacuteg 7

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morales (o inmorales) o una figura-tipo conveniente para un argumento convencional sino un medio de explorar una situacioacuten tanto del hombre moderno como de los autores mismos Otros autores naturalmente ya habiacutean utilizado tambieacuten el personaje-imagen de Ulises de esta manera pero no tan comprehensivamente Dante Euriacutepides Soacutefocles y los otros contribuidores a la tradicioacuten con actitud social habiacutean mostrado la inteligencia decidida de Ulises en su trabajo en las varias esferas limitadas de la vida humana Joyce y Kazantzakis intentan mostrarle en casi cada actividad tiacutepica de vidardquo45 Anota Stanford otra similitud entre los dos autores ldquoTanto Joyce como Kazantzakis son rebeldes o quizaacutes exiliados seriacutea mejor el teacutermino de las creencias tradicionales de sus antepasados Joyce de aquellos de la Europa occidental latina y Kazantzakis de aquellos del oriente griego y eslavo En la poliacutetica han repudiado el nacionalismo estrecho y en la religioacuten la ortodoxia coactiva Este exilio personal se refleja en sus retratos de Ulises Pero han empleado su exilio no en antildeoranzas llorosas como aquellas de Ulises en la isla de Calipso sino medio de ver los problemas de la vida contemporaacutenea desde una perspectiva maacutes clarardquo46- La primera constancia del proyecto de Kazantzakis la encontramos en una anotacioacuten de agenda fechada el 18 de diciembre de 1914 antildeo en que Joyce comenzaba a escribir Ulises En esa nota el autor griego se refiere con emocioacuten al pasaje de Dante sobre Ulises en el Canto XXVI del Infierno La idea seguramente ya se habiacutea dibujado antes en su espiacuteritu pero no cobraba forma definitiva Por esos mismos antildeos escribe su tragedia Ulises que parece mostrar alguna influencia de El arco de Ulises de Gerhart Hauptmann (1914) Aquella obra dramaacutetica de Kazantzakis posee cierto estilo claacutesico y no se advierte en ella una renovacioacuten del tema de Itaca47

45 W B Stanford op cit pp 270-271 Jacqueline de Romilly anota que de Platoacuten procede la liacutenea que lleva al moderno Ulises irlandeacutes un hombre comuacuten y corriente Ver a este respecto La Repuacuteblica IX 620 cuando Odiseo puesto a elegir su condicioacuten en una nueva vida escoge la βίον ανδρός απράγμονος vida de un paciacutefico hombre particular46 Ibiacutedem pp 271-27247 Nuestra versioacuten de esta obra aparecioacute en el volumen N Kazantzakis Teatro Centro de Estudios Griegos Santiago 1978

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Mientras el Ulises de Joyce aparecioacute en 1922 el proyecto de Kazantzakis continuaba soacutelo como plan En 1924 se publicaron en Atenas fragmentos de algunas rapsodias al parecer concluidas La primera redaccioacuten completa fue terminada en 1927 y soacutelo diez antildeos despueacutes poniacutea el escritor punto final a la seacuteptima y uacuteltima versioacuten completa Las obras del griego y del irlandeacutes constituyen una recreacioacuten de un mito antiguo y ambas poseen cierto caraacutecter de ldquosummardquo de su tiempo aunque sus perspectivas son bastante diversas En ambas se da un innegable simbolismo eacutepico aun cuando en la Odisea falte el elemento de la atmoacutesfera marcadamente naturalista del Ulises De las dos obras podriacutea decirse con palabras de Edmond Jaloux (estudioso de Joyce y tambieacuten admirador de la poesiacutea neogriega) ldquoAl mismo tiempo realista y simbolista este monumento ndashenigma y laberintondash mira hacia el pasado y hacia el porvenirrdquo Como se ha hecho notar en repetidas ocasiones el epicismo del Ulises es una especie de antiepicismo Bloom-Ulises es ldquola apoteosis del fracasordquo y su odisea es ldquola epopeya de las frustraciones psicoloacutegicas y los desajustes socialesrdquo ldquoHenos aquiacute ahora ndashdice Mercantonndash ante el Ulises de hoy errante en su ciudad rodeado de todos y siempre solo haciendo escala en todas partes y prolongando su carrera casi hasta el final de la noche No es otra cosa que un hombre errante en una ciudad conocida en donde todo le es familiar siempre al encuentro de un vecino de un compantildeero de un rival o de un amigo tan amenazado como el primer hombre en la naturaleza perdido como eacutel en el mar donde las rutas mejor trazadas se borran tan desnudo como eacutel desde el nacimiento ante el sufrimiento y la muerte y siempre solordquo48 Este Ulises-Bloom este hombre de hoy reproduce en su viaje de un diacutea desde el desayuno hasta la medianoche la larga travesiacutea de diez antildeos de su remoto antecesor pero dentro del espacio reducido de determinadas manzanas de la ciudad de Dubliacuten un 16 de junio de 1904 El Ulises-Ulises de Kazantzakis es tambieacuten un hombre errante un hombre de hoy aunque pueda parecer primitivo muchas veces y un hombre siempre solo Solitario μονιάς moniaacutes es justamente uno de sus epiacutetetos maacutes repetidos Su nueva travesiacutea parte desde un verso

48 Mercanton J op cit paacuteg 15

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determinado de Homero el 477 de la rapsodia XXII Volvioacute de Troya y quiso hacerse a la mar nuevamente Su peregrinar no tendraacute retorno mientras que siacute lo tiene el vagar de Ulises-Bloom Y no va errante por una ciudad y en un diacutea sino por las eacutepocas los mares y los continentes hasta llegar a la nada en los hielos antaacuterticos El poema homeacuterico se prolonga indefinidamente a traveacutes del kazantzakiano Pero el heacuteroe va cambiando a medida que avanza en el espacio y en el tiempo Ya no es heacuteroe es un hombre Ya no es un vencedor es un asceta Ya no es un luchador es un pensador Solo en el fondo va avanzando hacia la soledad total Camina piensa medita busca Se ha dicho que el Ulises y la Odisea homeacuterica son como dos liacuteneas paralelas que jamaacutes se encuentran Bien podriacutea decirse que la epopeya homeacuterica y el poema kazantzakiano son como dos liacuteneas divergentes que nunca podriacutean encontrarse En la obra de Joyce el mito odiseano se ha sobrepuesto sobre el mapa de Dubliacuten y el paralelismo del caminar de Bloom con la ruta del heacuteroe homeacuterico es de una exactitud y detallismo sorprendentes aunque la ordenacioacuten del relato tenga variantes significativas En el poema de Kazantzakis se aprovecha soacutelo algunos elementos esenciales del mito El desarrollo de la obra viene a ser la inversioacuten misma de la leyenda de la vuelta a la patria y al hogar La obra de Kazantzakis cambia radicalmente el sentido de las tres uacuteltimas rapsodias de Homero El encuentro con Peneacutelope y el reconocimiento en la rapsodia XXII pasan a ser episodios distintos lo mismo sucede con el encuentro y reconocimiento por parte de Laertes en la rapsodia XXIV Cambian los rostros del hijo de la esposa y del pueblo Empiezan a desaparecer la antigua Itaca y los dioses que guiaban seguros a los hombres preferidos Ulises siente renacer el fuego de su espiacuteritu Y sale otra vez a navegar Pero su peregrinaje cambia tambieacuten de sentido La buacutesqueda de conocimientos y experiencias que atribuyoacute Plinio al segundo viaje y que destacoacute Dante deviene la buacutesqueda de explicacioacuten vital la ldquopersecucioacuten de un diosrdquo El Ulises de Kazantzakis va errante en buacutesqueda de Dios como el Ulises de Homero va en buacutesqueda de la patria A ambos los hace arder la nostalgia La diferencia es que uno encuentra a Itaca (como Bloom encuentra su hogar) mientras el otro buscando el verdadero Dios llega a ser asesino-de-los-diosesrdquo49

49 Prevelakis op cit paacuteg 108

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Stanford al explicar el porqueacute del tiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo anota precisamente uno de los aspectos que relaciona las obras de Joyce y la de Kazantzakis en un paacuterrafo que vale la pena reproducir por entero ldquoCon una sola excepcioacuten todos los retratos de Ulises descritos en los capiacutetulos precedentes han sido incompletos Soacutelo Homero presentoacute al hombre en su integridad el rey sabio el esposo y padre carintildeoso el guerrero bizarro el politique elocuente y habilidoso el viajero intreacutepido el heacuteroe amado de la diosa el exiliado anhelante el inventor de muchas argucias y disfraces el vengador triunfante el nieto de Autoacutelico y el favorito de Atenea Los sucesivos escritores a lo largo de la tradicioacuten seleccionaron por lo general uno de estos papeles o varios interrrelacionados a conveniencia de sus inclinaciones personales o de sus propoacutesitos artiacutesticos Algunos de ellos aunque cintildeeacutendose a un aspecto uacutenico del caraacutecter y de la trayectoria de Ulises efectivamente sugieren tambieacuten algunas de las perspectivas maacutes profundas de su personalidad Dante a pesar de que su preocupacioacuten principal es la de demostrar lo pecaminoso de Ulises no ignora del todo su amor hacia el hogar y su nobleza heroica El Ulises de Shakespeare es sobre todo el hombre de las artes poliacuteticas pero su amabilidad hacia Troilo contribuye a revelar un aspecto maacutes tierno de su naturaleza reminiscencia de su sentimiento hacia Teleacutemaco en la Odisea A traveacutes de simbolismos y alusiones Giradoux insinuacutea mucho maacutes en su retrato de Ulises como embajador de lo que hacen Racine y Seacuteneca en los suyos Sin embargo no hay autor ni reciente ni antiguo que haya intentado rivalizar con la amplitud del relato de Homero hasta el siglo XX Cuando un novelista irlandeacutes y un poeta griego produjeron dos interpretaciones contemporaacuteneas del heacuteroe tan perseverante James Joyce en su Ulises (1922) y Nikos Kazantzakis en su Odisea (1938)rdquo50

50 W B Stanford op cit- p 257

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LOS PRESENTES ENSAYOS

No son pocos los aspectos de la Odisea que estaacuten por estudiarse Acaso el maacutes olvidado es el de la riqueza de la expresioacuten poeacutetica Si bien como hemos anotado anteriormente la bibliografiacutea en torno al poema se ha incrementado bastante en las uacuteltimas deacutecadas Los ensayos y estudios publicados se centran en otras de las muacuteltiples aristas de la Odisea Creemos que con razoacuten ha podido decirse que el poema es un ldquooceacuteano de poesiacuteardquo Son verdaderamente innumerables las hermosas imaacutegenes y comparaciones que se suceden mostrando una fantasiacutea poeacutetica inagotable Soacutelo estas uacuteltimas requeririacutean un muy extenso estudio Son como lo hemos anotado antes ya verdaderamente innumerables y muy bellas Las expresiones referentes al paso del tiempo son tantas y de tal variedad que mereceriacutean un estudio detallado La presencia del tiempo en la Odisea nos trae a la memoria las palabras de Jaeger sobre el tiempo en los poemas homeacutericos ldquoNinguacuten diacutea se halla tan henchido de confusioacuten humana que el poeta olvide observar coacutemo se levanta y se hunde el sol sobre los esfuerzos cotidianos coacutemo sigue el reposo al trabajo y la lucha del diacutea y coacutemo el suentildeo que afloja los miembros abraza a los mortalesrdquo51 Soacutelo que de acuerdo a los especialistas la accioacuten en la Iliacuteada transcurre en 51 diacuteas y en la Odisea 41 Verdad es que a traveacutes de los relatos internos ese tiempo se dilata en el poema del regreso de Ulises En la obra de Kazantzakis por el contrario son realmente incontables los antildeos y los diacuteas que transcurren Y asiacute las ocasiones en que el alba - ldquola aurora de rosaacuteceos dedosrdquo ldquoaurora de azafranado velordquo ldquola hija de la mantildeanardquo ndash viene a reemplazar la oscuridad de la noche son innumerables Y en cada una hallamos una o varias imaacutegenes distintas Y lo mismo sucede con las otras manifestaciones del paso del tiempo a traveacutes de cada diacutea Y asiacute tambieacuten con la sucesioacuten de los meses de las estaciones de los antildeos

51 Jaeger W ldquoHomero el educadorrdquo En Paideia p 61

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I El tiempo

ldquoLa Odisea ndashdice Robert Leacutevesquendash no es maacutes que una serie de deslumbrantes variaciones sobre el tema de la no esperanzardquo52 La certidumbre de la nada final planea sobre las rapsodias del poema como los motivos de la buacutesqueda de Dios del tiempo y de la muerte elemento que domina casi obsesivamente la obra A la muerte dedicamos otro capiacutetulo de este ensayo pero no podriacuteamos dejar de recordar uno de esos versos lapidarios del poema que muestran la unidad inexorable de ambas realidades el tiempo y la cesacioacuten de la existencia humana

Soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

El tiempo y su paso inexorable constituye uno de los motivos dominantes del poema ligado como dijimos al de la muerte Pese a que el desarrollo de la accioacuten parte desde Homero el lector pronto tiene la impresioacuten de que se estaacute avanzando vertiginosamente en el tiempo Verdad es que en Creta todaviacutea se alude a algunos personajes y elementos homeacutericos pero eacutestos ya se encuentran desfigurados y desleiacutedos El tiempo avanza y signo de ello sean acaso el envejecimiento de dos personajes que siempre fueron presentados en edades inmutables y hasta indeterminadas por poetas y narradores Ulises y Helena Ambos envejecen a traveacutes del poema ambos llegan a ser ancianos de cabello albo Helena en la isla de Creta donde ancloacute definitivamente Odiseo en las selvas y montantildeas del Aacutefrica53

52 Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 35653 El motivo de Helena envejecida preocupoacute a Kazantzakis antes y despueacutes de escribir la Odisea En Los hermanos enemigos encontramos este pasaje en las paacuteginas finales del diario de Leonidas joven combatiente muerto durante la Guerra Civil (1947-49) ldquoDe nuevo siento en mis entrantildeas despertarse al gran patriarca de nuestra raza Homero Como una semilla en el fondo de miacute mismo me estremece el deseo de que a menudo te he hablado amor miacuteo el de que Dios me conceda un diacutea el poder cantar el encuentro de Homero con Helena La hija del cisne es vieja ahora su garganta estaacute ajada los dientes y el cabello se le han caiacutedo Menelao ha muerto y de todos los heacuteroes que antantildeo combatieron por ella unos han muerto tambieacuten y los otros han retornado a la infancia Nadie se acuerda de Helena Sentada inconsolable entre las adelfas y a la orilla del Eurotas piensa en su vida iquestPor queacute nacioacute iquestPor quieacuten Su vida ha huido sin provecho para nadie Brilloacute el tiempo lo que dura un relaacutempago y

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El transcurrir del tiempo Las alusiones al paso del tiempo son innumerables en la Odisea Kazantzakis posee una especial maestriacutea para trazar en pocas liacuteneas el avance continuo y fatal del tiempo El transcurrir del tiempo se expresa de las maneras maacutes diversas Se manifiesta en los elementos maacutes variados desde los astros hasta los objetos maacutes pequentildeos e insignificantes de la tierra y todos ellos ademaacutes se presentan con matices muacuteltiples Grandeza e infinitud sideral el paso de las estaciones y su cortejo de cambios en la vida del hombre sencillo el transcurrir del diacutea y la noche plaacutecidos feroces ardientes misteriosos fantasmales el curso de las horas y los instantes con caracteriacutesticas muchas veces coincidentes con el desarrollo acelerado alegre cansado aplastante o agobiador de los acontecimientos Examinar exhaustivamente el tiempo dentro del oceaacutenico poema seriacutea un trabajo que excederiacutea muy ampliamente la extensioacuten de este ensayo De alliacute que debamos limitarnos a algunos aspectos y que no podamos pretender agotar la ejemplificacioacuten posible respecto de ellos El girar de nuestro planeta o del cielo y sus astros constituye un motivo de la sensacioacuten temporal en la Odisea

Gira la tierra lentamente transcurre el tiempo entiacutebianse los diacuteas cruciformes saetas velociacutesimas pasan las golondrinas hilos finos de mil especies llevan van tejiendo la trama de sol agua y brisa tibia y en la robusta urdimbre de la tierra bordan la primavera con sus flores y sus huevos caacutelidos Se llenoacute el carpe de retontildeos y dio sombra el fresno a los apriscos (VII 874-879))

En la segunda rapsodia durante el relato de la permanencia de Ulises junto a Calipso en la inconsciencia en la que lo sumioacute el amor de la ninfa el tiempo pasa y su signo son los astros-dioses que se apagan y encienden

luego se extinguioacute El olvido la acechahellip Helena suspira bajo las adelfas iexclHuir partir de nuevo irse lejos Pareciacutea como si un amante divino la atrajera cantando hacia una lejana orilla ldquoiexclAh iexclPartir de nuevo para escapar a la muerterdquo- N Kazantzakis Los hermanos enemigos paacuteg 777-8

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Giraba el cielo desde los cimientos junto a nuestra labor y se apagaban los astros en el pieacutelago y otros riendo se encendiacutean y nosotros igual que dos lucieacuternagas brillaacutebamos unidos en la arena Pendiacutea primero Zeus risuentildeo y titilaba cual sol nocturno y gozaba admirando allaacute abajo en una ribera solitaria a una diosa de rubia cabellera que temblaba y engendraba fruto al abrazo terroso de un mortal Detraacutes un hombronazo armado caminaba de prisa rodando por los valles restallando en las rocas girando cual cangrejo de fuego era Ares sanguinario y mientras reiacuteamos nosotros sobre los guijarros resbalosos Y postrera hacia la aurora pasaba con sus blancos albatros danzando risuentildea entre bruma rosada la graciosa Afrodita y suavemente en la tierra acariciaba a los dos cuerpos que alliacute en la playa unidos descansaban como el raudo aletear del aacuteguila atravesaban sobre nosotros y en el cielo vaciacuteo se perdiacutean nuestros diacuteas y noches (II 90-106)

El ropaje alegoacuterico que como podremos apreciar maacutes adelante se muestra con riqueza extraordinaria en las alusiones al sol suele participar en descripciones del avance temporal

El Ayer y el Hoy se yerguen cual dos leones de abundante melena lomo con lomo apegados con el disco de-llameante-ojo del sol y lo hacen rodar suavemente por el suelo y juguetean Se desliza el astro y en la tierra cambian de vestido los espiacuteritus Sus verdes camisolas se descoloraron y se deslieron deshojaacuteronse los aacuterboles y se abatieron las lluvias cogen las grullas sus polluelos y del tiempo de-pies-raudos brotan zarcillos y avanzan y avanzan hacia el sol (VII 735-42)

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La rueda del tiempo gira incesante independientemente del aspecto que tomen sus manifestaciones como la noche que en el pasaje siguiente cae ldquode improviso como espada dividiendo al mundordquo

El tiempo va pasando y girando la rueda la luna se enciende y se apaga como una corza tieacutendese la tierra a los pies del arquero y eacuteste la acaricia sin hablar con su mano derecha Ora se arrastran afluentes de riacuteos ora pasan valles florecidos ora ondula-como-tigre un arenal oro-amarillo se truecan los aromas y los paacutejaros y las lenguas de los hombres cambian los instrumentos y los bailes y nuevas maacutescaras cubren a las viejas deidades y traen los temores seculares Queacutemase el diacutea chichirran las piedras igual que las cigarras y cae la noche de improviso como espada dividiendo al mundo se alivian los seres vivientes del yugo del sol-de-arco-de-fuego y lentamente merodean hambrientos por sus ocultos cubiles y enciende sus cirios el cielo el vasto candelabro (XXI 1-13)

La alternancia de las estaciones y su paso son una de las formas en que el curso inexorable del tiempo se manifiesta a los hombres

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes-ancianas pasan los diacuteas alineados (XXII 216-219)

Llegoacute el invierno las cumbres se llenan de nievese vistieron los chacales con pelo largo las zorras y las garduntildeasse ponen en las montantildeas sus pieles maacutes espesastiembla tambieacuten Dios lleno de cuitas en el gusano desnudoTiempo hay en que la tierra florece tiempo en que da frutostiempo en que sopla el invierno-de-la-muerte y dioses plantas

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y hombresse acumulan de nuevo en el suelo y recomienza la rueda (XV 1042-1048)

Muchas de las descripciones del transcurrir de las estaciones adoptan un tono de objetividad que recuerda el clima de la poesiacutea popular como el pasaje siguiente en el que la actividad de las aves y su emigrar constituyen el elemento maacutes desarrollado

Ya ha pasado el ardoroso estiacuteo quemaron los rastrojos se balancean colgantes en las vides los paacutempanos que dejara la vendimia Clama el cuclillo dulcemente por lluvia por sequedad el ave de la noche baten las grullas las alas entre los ceacutefiros danzan y las aves que quieren emigrar se agrupan en los aacuterboles despliegan las alas y las mecen hinchan sus pechugas tibias y todas sienten el cielo como senda interminable y se estremecen (II 927-933)

La misma llegada del invierno se dibuja ahora en un solo verso si bien la complementamos con la mencioacuten astral que sigue en la cual a la idea de la caiacuteda de la constelacioacuten se antildeade un elemento inusitado en el chirrear de las aguas

Poco a poco decantaacuteronse los vinos y cayoacute ya el invierno Se desplomoacute a lo lejos la Pleacuteyade en la costa y las aguas chirriaron como si carbones encendidos se apagaran en la ola espumosa (VII 743-745)

Las menciones astrales ligadas al paso de las estaciones constituyen tambieacuten formas de descripciones temporales

Y transcurren las lunas y se desliza y pasa la rueda de la tierra y pasaron las lluvias y pasoacute el tibio y moderado invierno y en la pequentildea simiente tiembla la espiga auacuten no nacida

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Se puebla la tierra de cabello echan aroma los cerros y los suelos despiertan y se posoacute en la rama el cuclillo y se embelesa en pensamientos (XV 674-8)

Y a veces en la concisioacuten de un solo verso Kazantzakis hace pasar ante nuestra mente dilatado espacio de tiempo

Las lunas florecen y marchiacutetanse y giran en ciacuterculo los soles (XVII 902)

Otras veces estaacute presente la apreciacioacuten subjetiva de la presunta mayor o menor rapidez de esa carrera indetenible como en esta reflexioacuten que surge cuando Ulises y sus nuevos compantildeeros construyen la embarcacioacuten que los alejaraacute para siempre de Itaca

iexclAy coacutemo transcurre el tiempo y coacutemo gira veloz la rueda de la tierra cuando pensamiento y manos emprenden una obra grande Sumioacutese el antildeo y cantoacute por vez primera entre las oliveras54 el cuclillo reverdecioacute la negra tierra y tomaron tono rosa los acebos y las golondrinas arribaron en las manos tibias del huacutemedo Noto55 (II 1038-42)

En cambio despueacutes de la inmensa travesiacutea al corazoacuten del Aacutefrica y antes de la destruccioacuten total de la ciudad ideal cuando en la plena soledad Ulises cumple en el monte rocoso y desnudo todas las etapas de la Ascesis el ritmo temporal se muestra muy diverso

Y la noche lenta pasa interminablemente con todos sus milagros perfuma la tierra refrescose gotas de lluvias gruesas y serenas rociaron su rostro ardiente las piedras exhalaron risas y azulados relaacutempagos lamieron las cimas oscuras

54 Olivos55 Noto Viento del sur

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Allaacute en los campos extendioacute el labrador su mano y se regocijoacute cual raiacuteces brillaron en los cimientos del mundo los difuntos (XIV 915-20)

En la bella historia que Odiseo narra a sus compantildeeros cuando enfrentan el imponente Nilo sobre los tres hombres que juraron remontar su curso en busca del agua inmortal ndashabuelo padre e hijondash el tiempo en forma de antildeos toma un caraacutecter activo y brutal Desaparecidos ya los dos primeros tras cinco deacutecadas de bogar incesante prosigue el nieto la terrible travesiacutea sin fin

Antildeos y antildeos pasan en hilera por la orilla igual que caravanas cayeron sobre el joven blanquearon sus cabellos le comieron sus dientes lo llagaron le quebraron los dedos quebrantaron sus piernas (VIII 1278-80)

La apreciacioacuten del tiempo como alternancia de diacuteas y noches reviste en la Odisea variaciones y figuras muchas veces impresionantes desde aquel tipo de verso-siacutentesis como el que sigue en el cual no puede sino perderse en la traduccioacuten el encanto del vocablo compuesto en que se concentra justamente la alusioacuten temporal

Como una margarita iba deshojaacutendose la sucesioacuten-de-los-diacuteas- -y-las-noches (XVI 479)

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes ancianas pasan los diacuteas alineados Se desvanecieron as fragancias y las aguas se enturbiaron y en medio de gran brumazoacuten triste estaacute colgando el sol resbalan las nubes en el cielo con remos veloces y con brisa y atraviesa el cielo-mar entero secreto estremecimiento (XXII 216-219)

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Cual paacuterpados pesados se cierran y abren los diacuteas y las noches durante el remontar del magno riacuteo junto al desierto africano y adquieren aspecto inquietante y hasta feroz

Y arriba daba el sol vuelta al molino y moliacutea su fruto El viejo riacuteo se deslizaba mudo y los acompantildeaba agitaban las manos las palmeras daacutendoles bienvenida iexcly a lo lejos los zopilotes se abandaban56 y los seguiacutean mirando hasta cuaacutendo podraacuten tenerse en pie y agitar los brazos iexclCoacutemo se abriacutean y cerraban los diacuteas y las noches cual paacuterpados pesados y entraba el diacutea ardiente y saliacutea y golpeaba sus botines en los guijarros del riacuteo y en la arena granulosa Y las noches se poniacutean las estrellas en sus cuellos negros y cual viudas feroces viudas moras a la ribera descendiacutean y haciacutean tintinear los brazaletes ataviados-de-astros (XII 163-73)

En otras ocasiones seguacuten el cariz que la accioacuten toma durante esa larga travesiacutea es benigno y hasta plaacutecido el aspecto del transcurrir de los diacuteas y las noches aunque el desierto mantenga su matiz siniestro

Los diacuteas se moviacutean cual las amplias hojas del plaacutetano y las noches junto a ellas dulces lozanas cual mulatas De vientre el desierto cual tigresa se arrastraba hambriento (IX 1014-1016)

En otro de los muchos pasajes de la rapsodia IX alusivos al tiempo eacuteste aparece unido a la imagen del fluir eterno del riacuteo y los diacuteas en figura de aves parecen preceder a los viajeros de la barca de Ulises

Cual jaspeadas perdices-de-praderas atravesaban los diacuteas la ribera con pies encarnados y los seguiacutean los amigos igual que cazadores y transcurriacutea el tiempo y el riacuteo juntamente (IX 341-3)

56 Volaban en bandadas

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La venida de la noche su paso y la llegada de la aurora que la disuelve es otra forma de expresioacuten del transcurrir cronoloacutegico que presenta variadiacutesimos matices en la Odisea como en estos ejemplos

La noche se abatioacute y en el cielo aparecieron las estrellas Suspiran en celo los paacutejaros nocturnos rugen los leones en los antros Ya es medianoche van de regreso los astros viene el alba rosaacutecea (XII 566-568)

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentaday aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisay dan fronda y viene la luz de la alborada y las siega veloz

(XXI 1242-5)

En las soledades antaacuterticas cuando Odiseo se aproxima ya a la muerte los hielos tienen un uacuteltimo brillo al venir la oscuridad nocturna

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente la noche se difundioacute muy suave azul-verdosa en el universo desolado (XXII 666-668)

Las horas otra medida humana del tiempo indetenible adquieren muacuteltiples aspectos en el poema En medio de la navegacioacuten suelen llevar el epiacuteteto de mariacutetimas y ser comparadas con elementos relacionados con el mar

Cruje el velamen colmado y las mariacutetimas horas con alas raudas pasaban igual que blancas gaviotas y se vino el ocaso y sirvieron la merienda en la cubierta danzante (VIII 977-79)

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Caraacutecter bien distinto adquieren las horas en los rocosos montes donde Ulises cumple su ascesis cuando promedia la travesiacutea del Aacutefrica como en este pasaje en que tambieacuten se describe un atardecer plaacutecido

Ligeras pasan las horas de senos frescos entre los cerrose igual que cabras brincan en los riscos con sus sonajas de cobreya se ha detenido el sol allaacute en la cumbre se enyuga el diacutea suavementey lenta la luz se apoya en la bruma fresca y azulada del atardecer (XIV 39-42)

En el fluir fatal del tiempo el instante el segundo puede tener la equivalencia de la maacutexima duracioacuten de cada hombre que es su vida o la de eacutepocas antildeos diacuteas o la del momento detenido eternizado subjetivamente pese a su objetivo e inexorable pasar En el recuerdo remoto de su antigua vida ya hacia el final de su viajar por Aacutefrica siente Odiseo los segundos resonar como yelmos derrumbarse cual castillos o posarse en su espiacuteritu como aves

Calla el arquero se acordoacute de la encina de su padre iexclah coacutemo bailaba alguna vez en los sepulcros sagrados y llevaba aacutenforas de bronce con la sangre y regaba a las sombras En la lejaniacutea en una orilla remota cruzaba el antiguo Odiseo cual sombra de un buacutefalo muerto cual pensamiento del aire y poco a poco se aquietaba el pensamiento y siente la serenidad descender sobre los cantos de su cerebro-de-granito No era muda su serenidad no era un silencio profundo sino una tintineante caravana en los solares de su espiacuteritu las cosas viejas con las futuras se mezclaban en cada latido del corazoacuten como yelmos resonaban los segundos se derrumban cual castillos o como mirlos negros se posaban en su espiacuteritu y trinaban (XIX 384-95)

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ldquoComo antildeos ahiacutetosrdquo pasan los segundos en algunas ocasiones (XVIII 1361) O se desploman lentos envolviendo el pasado y el presente en la rapsodia XVII cuando Ulises sumido en una extaacutetica contemplacioacuten crea toda clase de seres que luego desaparecen para soacutelo dejar a cinco de ellos que representan el drama de la vida animados por el sonido de una flauta de hueso humano tantildeida por el asceta solitario

Aacutebrese el alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea y medita el gran asceta bajo el destello difuso de la luna sus ojos se extendieron y han cubierto hasta su craacuteneo sus pies-y-manos se multiplicaron se enroscaban en la Luz diriacutease una rueda misteriosa que ha partido y no tiene detencioacuten Cual dos cuchillos de doble filo la vida y la muerte fulguraban en sus negros puntildeos jugueteaban subiacutean a lo alto y del aire caiacutean cruzaacutendose y cambiantes-como-los-relaacutempagos (XVII 1-8)

Suavemente en el anochecer va cayendo la luna y exhala la tierra un perfume acre y picante como de caqui florecido se mecen leves los follajes en la brisa se estremece la yerba y cual destellos de astros los ojos de los paacutejaros se abren en las hojas Hombres y espiacuteritus ya han desaparecido y dejaron tantas huellas cuantas dejan las aves en el aire o los barcos en el mar y escuchabas desplomarse cada instante en la oscuridad como miel de colmena invisible y hechizada en las entrantildeas Dulzura intensa y gozaba el gran atleta cada gota densa y perfumada que suaviza los dolores extracto de flores venenosas de toda especie y pensamientos y temores y cada gota era inmortal sin principio ni fin lo pasado lo presente las alas del tiempo salvaje dentro de ella se doblaban inmoacuteviles sumidas en la miel Fue vencido el tiempo y amigoacutese dentro de mi caacutelido corazoacuten como en el florecido terebinto se coge la alondra enamorada (XVII 20-35)

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierra como un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campo deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo (VI 609-611)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamente la noche descendioacute la perdiz-de-las-piedras de-patitas-coloradas Inefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierra (V 65-67)

El aspecto del tiempo va cambiando a medida que Odiseo se aproxima a la nada final

Ya no mediacutea el Solitario los diacuteas-y-las-noches cada instante era una fontana del agua inmortal (XIX 1088-1089)

Y los segundos cada vez con maacutes frecuencia se pueblan con contenido de pasado de presente y aun de futuro Una especie de fantasmagoacuterica voraacutegine de sensaciones temporales acompantildea las jornadas postreras del asceta de cabello albiacutesimo que hace milenios partioacute un amanecer de la isla natal Alliacute mientras se construiacutea la barca

Como rosa en capullo yeacuterguese cerrada la hora futura

Ahora a miles de antildeos y kiloacutemetros otro es el aspecto del paso cronoloacutegico Se enrolla el tiempo en cada instante y salta como un tigre un segundo es en su mente lo pasado y lo de hoy y lo futuro el comienzo y el fin han cerrado el ciacuterculo hilado-por-la fatalidad (XIX 107-109)

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El suentildeo y el recuerdo intenso transforman las proporciones temporales La nintildea ansiosa de hallar al dios masculino en Aacutefrica que figura dentro de un canto de la princesa cretense Dijtena cuando la nave de Ulises se aproxima al continente negro puede decir

Por un instante me debioacute coger el suentildeo pero antildeos mi mente atravesoacute (VIII 1066)

Tambieacuten los antildeos se vuelven segundos ndashidos inexorablementendash cuando el decadente Menelao rememora el fin de la guerra de Troya y la recuperacioacuten de Helena

Y el agotado soberano estremecioacutese como si su vida se vaciara pero pronto se reanimoacute se encendioacute en su interior la memoria laquoAunque mi vida toda haya sido un suentildeo y sombra vana quieras que no hermano la sagrada verdad abraceacute un diacutea cuando la ciudadela se quemaba y yo entre las llamas salvajes plena de perfumes pura lozaniacutea iexclcogiacute en mis brazos a Helenardquo Sonriacutee el guerrero con tristeza inclinado se recuerda coacutemo con sus manos levantoacute a la cervatilla desmayada y se hundioacute en las aguas hasta la cintura y erguido atravesoacute las olas en torno suyo deslumbraacuteronse los pueblos y al punto azules los diez antildeos se encendieron y apagaron como centellas en su espiacuteritu (IV 1075-85)

En ese encuentro con el pasado en Esparta tambieacuten para Odiseo antildeos y segundos se confunden

laquoTodo se borroacute se hundioacute en la tierra lo pasado pasoacute y simple y puramente gozo este momento santo en que estoy aquiacute erguido en este atrio famoso con mis cabellos grises

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y sostengo en mis manos mortales a la luna inmortal iexclprimera vez lo juro que contemplo y toco a Helenaraquo Callaron y el tiempo se detuvo sobre las dos cabezas como el aacuteguila que se mece en las alas sobre la cima del aire Acaso pasoacute un instante acaso tambieacuten diez antildeos los diez antildeos que se borraron cual un relaacutempago para que fuera tomada la ciudad todo se trocoacute en maacutermol en la sala todo en el pecho se detuvo y la vida brumosa se aclaroacute y un cuento se volvioacute No ha habido matanza e incendio no hubo una soberbia ciudadela ni un buen mozo lascivo raptoacute a la hija-del-cisne un hondo llano con azucenas rojas un caramillo de enamorado zagalejo cogioacute dulcemente poco a poco sus espiacuteritus como nimbos y los depositoacute con levedad sobre lejanas cumbres

Se desvanecieron de improviso los encantamientos y volvioacute el tiempo a sus ruedas (III 1066-1082)

A medida que Ulises avanza en su liberacioacuten asceacutetica entre los muchos aspectos que adopta la sensacioacuten del tiempo hay momentos de exaltacioacuten extaacutetica o de intensidad contemplativa en que aqueacutel destila gota a gota dulce o imponente Asiacute por ejemplo cuando el peregrino escucha en la rapsodia XV el misterioso torrente subterraacuteneo

Debajo de la tierra un gran riacuteo fluiacutea veloz ocultamente y soacutelo se escuchaba el estruendo del agua invisible haciacutean nido las golondrinas-de-las-piedras en las sonoras oquedades y cual racimos de uva los murcieacutelagos colgaban en la boacuteveda Se resecoacute la garganta del arquero pone la cara en la roca abajo hasta el taloacuten gozoacute del santo frescor de Dios y cual rama de jazmiacuten florecieron al punto los huesos y crujieron y con morosidad acomodaacutendose en un pentildeasco saliente escuchaba inclinado el bufaacutelico mugido del sagrado torrente

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Y mientras oiacutea el tiempo pasaba gota a gota petrificando su espiacuteritu y suavemente percibioacutese la voz de Dios en el pecho del hombre (XV 347-57)

O cuando terminada ya la travesiacutea del continente de nuevo estaacute Odiseo ante la vista del mar y duerme junto a las olas

Ascendioacute el sol cae y riacutee sobre su cuerpo moreno y como miel destilaba dulce el tiempo por encima de su testa (XXI 551-552) La exaltacioacuten freneacutetica de la danza que se da en varios de los puntos culminantes de la accioacuten y de la ascesis en el poema conduce hasta a desbordar los liacutemites del tiempo a Ulises cuando al final de la rapsodia XXI llega a percibir la luz cegadora de la plena libertad

Saltaba el arquero y gritaba y la tierra en la vertiginosidad de la danza inalcanzable coacutemo se empequentildeecioacute y coacutemo echaba chispas iexcldiz cual novia que se entrega al rudo abrazo de un varoacuten Una iacutegnea lengua brincaba y lamiacutea con ansia el pequentildeo cuerpo oscuro de la tierra y eacuteste en la caricia cada vez maacutes se adelgazaba y se disminuiacutea como nintildea que es besada La tierra entera fue cogida y la plantoacute como semilla en su cerebro y todo aquello que habiacutea luchado por antildeos incontables por volverse en la matriz de la vieja noche raiacuteces hoja flor ahora en su craacuteneo rudo daba hojas floreciacutea daba frutos y luego se apagaba cual relaacutempago menor Ojuacute muy pequentildeo es el tiempo muy reducido el espacio y el baile del solitario se desborda y se va a caer del tiempo y cual estrella caudata va a fundirse en la noche del cosmos (XVI 1337-1349)

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Las epifaniacuteas del tiempo

La noche

La inexorable tiniebla perioacutedica que cae sobre la tierra es una de las manifestaciones del paso del tiempo Y como otras el atardecer el alba el curso de las estrellas y el del sol durante el diacutea aparece en la Odisea con los maacutes variados aspectos Como un almendro nuevo florecido perfuma en la Grecia y en Creta esparce sus fragancias como una noble sentildeora recargada de perlas mientras en el interminable peregrinar por Aacutefrica suele gemir gritar aullar vestirse con ataviacuteos fantasmales y hasta bestiales En un pasaje de la rapsodia XVIII se sintetizan en cierto modo durante la contemplacioacuten y el recuerdo de Odiseo ya asceta algunos de los rostros nocturnos

Y esta noche a la escasa luz-de-las-estrellas y el refrescante mistralsiente el sabor sagrado que dejaron en su entendimiento las noches infinitasque gozoacute de espaldas en la tierra contemplando los astrosy cada uno su dulzura poseiacutea y su amarga fragancia Allaacute en su isla patria lejos en el extremo del mundocomo un almendro nuevo florecido la noche perfumaba y por Creta como una sentildeora noble recargada de perlaspasaba exhalando fragancia con la luna como talismaacuteny un negrito desnudo llevaba su cola llameanterecamada-de-oro y con lentejuelas de lucieacuternagasEn Aacutefrica la noche gemiacutea como un bosque impenetradolas estrellas mudas como ojos terribles brillaban en la oscuridadtigres y leones y leopardos diriacutease que acechaban por doquiery se enroscaba el Escorpioacuten goteando al mundo su venenoY ya era la noche una rosa negriacutesima y te cogiacutea el juicioy pareciacuteate la muerte miel destilada en sus entrantildeasy ya era una madre de-pechos-pesados que su leche excesivaora en el cielo gota a gota y ora como un riacuteooprimida en silencio para aliviarse derramaba

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Llenos de recuerdo agridulce los labios de Odiseoasiacute gustaba esta noche aquellas noches y se llenaba su corazoacutende miel veneno y perfumes densos y todas las cosas metal preciosotantildeiacutean en su entendimiento como un eco lejano y melodioso

Y por la mucha contemplacioacuten astral su gran frente resplandececomo una fogata sin humo llena de luz y dulzuradiz que era una luna que ya de las pasiones de la vida pesada liberoacutesey que soacutelo conserva la luz como uacuteltima ensentildea y medita

(XVIII 372-398)

La memoria la imaginacioacuten el recuerdo son excitados por la llegada de la noche arribar eacuteste que variacutea tambieacuten increiacuteblemente en el poema

La noche se abatioacute con sus estrellas y sus hechizamientos Como el mar gris y espumoso sordamente su espiacuteritu ruge alciones vuelan hondamente en el recuerdo huele a salmuera la memoria y cuando sus ojos abrioacute creyoacutese tendido bajo un plaacutetano y las bellotas brillaban como astros al resplandor de la noche (XVIII 241-5)

La contemplacioacuten suele hallar para el peregrino su mejor posibilidad en la quietud nocturna

Se alargaron las sombras y llenaron los paacutejaros sus nidosse encendieron en filas las candelas celestialesy el viajero en un tronco seco se dobloacute para pasar la nocheComo la larga cola del pavorreal lleno de ojos su espiacuterituse tendioacute y goza de todo lo dispuesto por la creacioacuten iexclescucha paacutejaros que charlan y aacuterboles que suspiranoye gusanos que en la tierra tratan de florecerde criar muchos ojos y alas y ascender hacia el sollaquoiexclOh Madre-tierra de-innumerables-hijos espeso bosquecillo

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milagro y milagro te atraviesan y entrantildea y entrantildea se abrennidal colmado de huevos infinitos que al sol empollasraquoDeciacutea y el suelo acariciaba con la amplia palma de su mano

(XVIII 341-352)

La noche lo transforma todo y parece conmover las cosas que se suponen maacutes firmemente arraigadas

Negra y tersa caleacutendula la noche gotas de rociacuteo las estrellasen los ojos vacilantes por el vino la tierra y el cielo se movierony todo el juego del mundo la oscilacioacuten arruinoacutecasas talleres torres trepidaron y se doblaron los muros

(VII 689-692)

Las horas nocturnas son aquellas maacutes propicias en la Odisea para unir las diversas acciones que se desarrollan en torno al actuar central de Ulises como sucede en este pasaje de la rapsodia VI en que se mezclan los motivos de las viudas que llaman a sus muertos en la noche el suentildeo de un pobre labriego cuya sufrida vida bajo la explotacioacuten del sentildeor de la tierra se ha estado relatando y la tragedia de una madre cuyo hijo murioacute de hambre mientras ella era obligada a trabajar para el monarca cretense

Las almas de los muertos vuelan ndashpetreles errantesndashy las viudas se sientan en la playa se descubren el seno y llaman a gritosa sus pobres maridos que bajen un instante siquiera hasta la arena

Y en el seco camastro el segador y su mujercon las manos cruzadas se durmieron y sus labios sonriacuteensontildeaban que fue buena la cosecha creciacutean las pilas en las erasy ellos se hundiacutean hasta los mismos muslos en el trigo copiosoY aquella pobre madre ya sepultoacute a su pequentildeo en la tierraata sus cabellos con un velo negro y a su recuerdo viene ahoraque habiacutea una vez y existiacutea en un tiempo la sonrisa de su nintildeo

(VI 963-972)

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La noche da un aspecto fantasmal a todas las cosas y muchos seriacutean los pasajes del poema que podriacutean ilustrarlo bellamente Recordemos la caravana del priacutencipe Madretierra (Hamlet) cuyo espectro emerge de las profundidades del Aacutefrica a proponer al asceta su obsesivo y angustiado interrogar

Todo el pecho de la noche se abrioacute terso como una rosa negray en su interior ndashuna oruga delgadandash se arrastroacute la vasta caravanaal tintineo incierto de las campanillas al veacutertigo de la lunadulcemente cerraron sus ojos a lo largo de la ruta animales y hombressi alguacuten paacutelido viandante los hubiera divisado se habriacutea cogido de un aacuterbolcomo un suentildeo el cortejo le habriacutea parecido al destello lunary habriacutea lanzado un grito de terror a fin de ahuyentar el sortilegioY si hubiera acertado Caronte a divisarlos en sus nocturnas correriacuteascontento su mano habriacutea levantado para darles bienvenidamas no pasoacute caminante ninguno ni tampoco se cruzaron con Caronte

(XVIII 973-982)

Las horas nocturnas transforman la dura realidad del diacutea otorgando aunque efiacutemeramente en el suentildeo lo que aquella niega a los hombres

De este modo sobre el mundo terreno pasaba la noche con sus redesy cebaba dulcemente las cabezas nutriacutea las esperanzasy lo que el diacutea mezquino negaba ella nos lo traiacuteapresente envuelto en las hojas afelpadas del ensuentildeopero he aquiacute que se irguioacute el ave y cantoacute y la sentildeora-noche se desvanecioacute (VII 357-361)

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Imaacutegenes muy variadas de desolacioacuten quietud suavidad nos muestra la noche con matices diversos seguacuten la aparicioacuten de elementos estelares de figuras de flores alusiones a la luz y su forma de apagarse a las distintas fragancias etc He aquiacute por ejemplo la hora de la mitad del paso nocturno

Medianoche Honda era la desolacioacuten y de cuando en cuando una hojase desprendiacutea en el silencio y caiacutea a la tierra lentamente -diz que era una estrella muerta y se deshaciacutea un corazoacuten y dejaba el cuerpo

(XVII 114-116)

Recordemos entre muchas algunas maneras de llegar de la noche de matices distintos

Los jazmines el fresco embalsamaban se descubrieron las estrellasla noche descendioacute y lentamente desveloacute su pecho y aparecioacute la luna

(XX 588-589)

Oscureciacutea se apagoacute en el mar como una chispa el Luceroen la cabellera de la noche la madreselva trenzada se abrioacutey se perfumaron en el patio todos los bucles ensortijados

(V 844-846)

Mientras tanto subiacutea la noche poco a poco como una grande y oscura fortaleza (XVIII 185)

Anocheciacutea ya y volviacutean los esclavos de sus pesadas faenas tenue azulada descendiacutea la noche sobre las cabezas (VIII 18)

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La medianoche mientras Odiseo recuerda su viejo su hogar su hijo y los amigos que fieles lo esperaron durante tantos antildeos en la lejana Itaca todo duerme

Medianoche Y el arrogante pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y abren poacuterticos fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y una lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1439)

Trataremos de echar maacutes adelante una breve mirada a las estrellas como elementos de manifestacioacuten del paso cronoloacutegico Ellas estaacuten estrechamente ligadas ndashes naturalndash a las imaacutegenes de la noche como en esta presentacioacuten iluminada

Resplandece y brilla con todas sus estrellas la noche-de-ojos- negrosriacuteen y lloran las perlas del rociacuteo en las huacutemedas hojas

(XVIII 967-968)

La forma de abrirse la noche muchas veces estaacute en relacioacuten con el contenido del pasaje que encabeza esa descripcioacuten como la que sigue con su haacutelito de humedad

Cual una rosa negra se abrioacute la noche en el suelo humedecidouna llovizna leve destilaban las estrellas sobre la oscuridad brumosay una brisa liviana llegaba a remover las telas del corazoacuten

(XII 966-968)

O como el primer verso de la rapsodia XVII que constituye como una premonicioacuten del drama fantasmal oniacuterico y sangriento que desarrollaraacuten cinco personajes creados por Odiseo

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Aacutebrese la alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea (XVII 1)

Distinto y apacible es el aspecto de la oscuridad nocturna ndashconvertida en luminosidadndash en el episodio del priacutencipe Madretierra

Cuando ya salioacute-bien-la-luna y se volvioacute miel la noche se levantoacute la caravana rodeada de luz por doquier (XVIII 929-30)

Diferente es tambieacuten en el pieacutelago donde navega cual naviacuteo de velas oscuras

Navega la noche con sus negras velas en el mar tremolan pequentildeos fanales en la playa duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remo (VI 912-4)

En el clima loacutebrego y siniestro del reino africano descrito en la rapsodia XIII donde el monarca envejecido e impotente debe ser muerto friacuteamente la noche ldquola-de-ojos-amarillosrdquo toma el aspecto de ululante lechuza o de paacutejaro nocturno de mal aguumlero

Gritaba la noche en las casas como un oscuro buacuteho (XIII 225)

Puede revestirse de los ropajes de las maacutes diversas fieras como lo ejemplifican estos breves pasajes y su epiacuteteto llega a ser ldquola-de-ojos-de-fierardquo

Y entroacute la noche mientras merendaban hiena que-pisa-en- puntillas y se arrastroacute por los patios y arrojoacute su sombra por los suelos (XII 910-11)

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[hellip] Y por la ventanilla contemplaba a la noche por los jardines cual negro leopardo difundirse (IV 918-919)

No faltan comparaciones con aves de fulgurante plumaje y asiacute en la rapsodia XXI puede aparecer ldquola noche en su larga cola larga y resplandeciente cual la del faisaacuten realrdquo Tampoco estaacuten ausentes las imaacutegenes del licor en la apariencia nocturna y sus efectos sobre los humanos

Sombras como manchones de violetas se extendieron y la noche como vino picante derramoacutese y todos los cerebros se embriagaron se mezclaron vida y muerte muertos y viudas se unieron (XVIII 124-6)

La connotacioacuten de erotismo aparece en muchas ocasiones en el poema y en aspectos variados como en los pasajes siguientes Y como cuello seductor de una paloma resplandeciacutea la noche (XVII 40)

Fragante era la noche y se tendiacutea desnuda en la ribera (VIII 1060)

Ya llegoacute la oscuridad y los huertos se sofocan y se colgaron danzando innumerables soles-machos de las caderas de la noche (XVIII 1420-1)

Iba ya tropezando por la tierra ndashlas piernas abiertas y sin cintondash la impuacutedica noche iexclcuaacutenta dicha entregaacuteis a los machos senos nocturnos entreabiertos blancos muslos fuertes pezones trenzas perfumadas (VI 816-818)

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La imagen de la noche como inmenso y misterioso aacuterbol aparece en maacutes de una ocasioacuten

Tras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutes de la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negras (XXIII 1203-4)

La luna

Contra lo que pudiera pensarse la luna como indicio del paso del tiempo adquiere en la Odisea connotaciones muy distintas de aquellas a que nos ha acostumbrado la poesiacutea liacuterica occidental al menos en forma tradicional Las imaacutegenes y comparaciones ligadas a ideas de paz y serenidad son escasas y siacute abundantes aquellas relacionadas con sensaciones terroriacuteficas fantasmagoacutericas y macabras Presentaciones serenas como las que reproducimos a continuacioacuten son maacutes bien excepcionales

Navegaba espleacutendida en lo alto la luna de cuerpo enteroya se acercaba la medianoche las sombras espesas cabellerasse deslizaban en silencio en la playa pulida por la luz

(XV 245-247)

Cae el sol desaparece y la luna redondael pecho de la noche desborda de leche y la derrama

(XIII 307-308)

Y mientras asperjaban se levantoacute la luna toda aacuteurea goteaba a la tierra vasto panal de miel (VI 692-693)

Con leve pisar la luna llena apareciacuteamientras el sol caiacutea silencioso a las aguas para refrescarse

(XVI 1375-6)

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Con proa-erguida aparecioacute la luna nueva delgada en el eacuteter azuly cargaba su cuerpo sin sol muy redondo lentamenteen el cielo llameante-de-astros hacia el negro occidente

(XIX 175-178)

Comparaciones como las siguientes no son tampoco muy abundantes

Desmadeja la noche su glauca cabellera y desclava dulcemente cual peineta de marfil su medialunaAlbiacutesimos corderos las estrellas descienden a las olas para tomar sal de la brisa

(IV 1-3)

[hellip] Y a lo lejos sobre una era radiante la luna levantoacutesegruesa perla cuneiforme adentro de su ostray lentamente el atleta desposado se desliza hacia la bruma57

(XXII 212-214)

La imagen del talismaacuten que en algunas ocasiones se asocia a la luna contiene ya cierta connotacioacuten relacionada con aspectos maleacuteficos o de temor atribuidos a la noche

La noche de-leve-caricia se difundioacute y las aguas se sombrearonlas primeras estrellas fulguraron y la luna delgadacual santo talismaacuten en el cuello de la noche se colgoacute

(IV 844-6)

Caacutelida la noche los ruisentildeores cantan y se levantoacute la lunaa exorcizar la noche como un santo talismaacuten redondo

(XV 176-7)

57 Ulises en los uacuteltimos pasos hacia la muerte Kazantzakis ha utilizado poco antes de este pasaje un canto popular en que un joven parte a desposarse sin armas ni ataviacuteos y al ser interrogado dice que va a bodas donde nada de aquello se usa marcha al Hades a desposar a la muerte

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A los colores asociados a ella incluso a los normales como el azul se ligan los aspectos inquietantes y fuacutenebres que despierta el orto y la travesiacutea de nuestro sateacutelite

[hellip] Se movieron los montesse levantoacute en el cielo plena de ecos la luna rojadiriacutease un gran tambor que tocan en las bodas los del cortejo

(IV 719-721)

Flamiacutegera en el cielo aparecioacute pintada con sangrecual cabeza de combatiente degollada la luna silenciosay derramoacute reflejos de matanza en los semblantes cerosos

(XV 88-90)

Y mientras merendaban en las ruinas levantaron las cabezasel mundo de pronto destelloacute y se efundioacute en las piedrasel sudario de la luna con bastillas azuladas

(IX 765-7)

El verde es el color que con maacutes frecuencia da una apariencia cadaveacuterica a la luna o a la tierra por ella iluminada como en el pasaje siguiente de la rapsodia de la destruccioacuten del reino cretense en que aparece la princesa Fida hija del monarca insana a ratos

Un alarido estridente rasga los tules de la luna llenay al verdoso destello cadaveacuterico aparecioacute tormentosoel rudo cuerpo de Fida que se precipitaba desde el camino del palacioHablaba agudamente diriacutease que un aacuteguila se habiacutea posado en su cabezay con sus garras horadaba y sorbiacutea su cerebro

(VI 869-73)

El mismo color se asocia al veneno que gotea en su lento peregrinaje celestial y a su apariencia desfalleciente a la llegada del alba

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Todaviacutea arrastraacutebase el sol paacutelido por la blancura sonrosada y veneno azul-verdoso destilaba la luna (XXII 518-519)

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de plata- las lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno (VII 1064-1065) Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda celestial y la luna plateada ascendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-33)

Los fanales bermellones se apagaron y al destello del alba la verde luna desfallece y sobre el desierto se abate (IX 1136-1137)

La ligazoacuten de la luna y su paso con la muerte o con imaacutegenes fuacutenebres adquiere muy variados matices que naturalmente no podemos agotar Ya es su figura ndashguadantildeandash ya su apariencia cadaveacuterica ya la comparacioacuten con un infante muerto

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de platandashlas lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno

(VII 1063-1064)

Plegaacutebase ya el diacutea sobre la superficie de la tierra el suelo se refrescabay desde la arena surgioacute muda cual un fantasma y detuacutevosela luna cadaveacuterica antes de avanzar hacia los techos

(XI 893-895)

Dulce momento Embalsama la tierra abre sus flores nocturnastiembla el agua en las narices sedientas de las fierasy como un nintildeo muerto caiacutea en el valle la luna

(XX 1074-1076)

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Contrariamente a lo que sucede con el sol que tan a menudo es invocado por Odiseo o por el poeta el peregrino no suele dirigirse a la luna que cadaveacuterica enfermiza doliente paacutelida muda verdosa y goteando veneno rara vez se presenta envuelta en su clara ldquofunda-de-platardquo Sin embargo hay alguna invocacioacuten excepcional como sucede en la rapsodia XXII cuando el asceta ndashrota ya su uacuteltima embarcacioacutenndash vaga por los territorios helados a que arriba en su viajar hacia los mares polares Cuatro epiacutetetos aplica el solitario navegante a la luna entre ellos el de ldquosol cristal-heladordquo y el de ldquoselenotropo paacutelido en los jardines de Caronterdquo Curiosos ambos en especial el uacuteltimo ya que el compuesto construido a semejanza de ldquoheliotropordquo sentildealariacutea a la luna como una flor que gira y se inclina siguiendo precisamente la luz lunar que auxilia al acabado asceta en las tinieblas del septentrioacuten extremo

laquoiexclLuna miacutea albiacutesimo pavo real mi sol cristal-helado selenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronte espejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblanteraquo (XXII 682-4)

El rico idioma neogriego permite sentildealar con un vocablo el momento en que el sol alcanza a alumbrar con sus uacuteltimos reflejos a la luna saliente De alliacute que en el pasaje siguiente donde tambieacuten hay una asociacioacuten de la luz lunar con la memoria puede gotear densa ldquola luna cargada-de-solrdquo en un hermoso y sugestivo panorama nocturno

Detraacutes el sol ya se poniacutea y ascendiacutea enfrente suyoplateada en-el-reflejo-del-sol la luna llenalos dos astros sonrieron suavemente hacieacutendose sentildeas como varoacuten y mujer y se separaron el sol se deslizoacute por entre las montantildeas y desaparecioacutey palidecioacute la luna y quedamente se colgoacute en el crepuacutesculoRieron las cumbres y se serenaron flotan los picachosen la luz azulada sobrenatural y se mecen como nubesse saciaron de plata las velas en los mares lejanose iacutentegras se sumieron las aldeas en la dulce inundacioacuten

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Y los cerebros se movieron en secreto salieron a la luna a paseary viejos recuerdos en el pleno silencio se despiertanvoces que desaparecieron almas que pasaron amores que llegaron a ser sombrasy se arrastran ingraacutevidos sobre las sendas blancas Tocada-por-la-luna la memoria se despierta madre enlutadaen sus labios de-saliva-amarga las palabras se estremecenpero soacutelo escuchamos un triste son arrastrado cual un miroloi58 Densa gotea en los villorrios negros la luna cargada-de-solse perfilan los pagos lejanos se desbordan las artesas y cual riacuteos de leche se deslizan espesas las callejuelas

(XIV 1203-1222)

El atardecer

La hora en que se encuentran la luz y las sombras como todas las manifestaciones del paso del tiempo presenta en la Odisea connotaciones variadas Sin embargo la paz la serenidad el recogimiento que invita a la meditacioacuten la contemplacioacuten de la vida y del tiempo suelen reiterarse maacutes respecto al traacutensito del diacutea a la noche que a otras epifaniacuteas temporales Asiacute en Creta antes que Odiseo y sus compantildeeros puedan ingresar al palacio de Idomeneo deben pasar la noche afuera y contemplan como la luz parece huir

Una suave brisa vespertina comenzaba a refrescar la tierra los olivos esplendiacutean y se meciacutean frondosos y la luz ufana piedra por piedra escalaba las laderas para huir (V 707-709) Helena y cada uno de los compantildeeros sienrte a su manera al crespuacutesculo Para Odiseo amargura y melancoliacutea se unen al sabor del atardecer Y el ritmo cronoloacutegico parece esta vez retardarse Del mismo

58 Miroloi canto funerario salmodiado por las mujeres canto de lamento en la desgracia y la tristeza En la seccioacuten dedicada a la Muerte se hallaraacute referencia a esta clase de poema popular

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modo sucede en las descripciones del anochecer que siguen a eacutesta

En silencio gustaba el conductor la amargura del crepuacutesculoy la ternura melancoacutelica y serena de toda la madre tierracolinas alrededor aacuterboles y vintildeedos se iban ahogando en una luz espesacomo si Ulises estuviera contemplando unas ruinas en aguas profundasy eacutel tiburoacuten en las honduras navegaba del mar geranio

(V 722-726)

Cayoacute el sol y se oscurecioacute el semblante de su viuda la tierradiz que sus ojos se nublaron porque su amado ya partese apaga el mar la luz ha sido herida y se golpeacontra la cumbrera de los montes y la noche la ahoga y le da muerteErguido contemplaba el arquero-luminoso apagarse poco a poco el mundo

(XXI 1423-7)

Como un adioacutes se difundioacute sin-esperanzas el crepuacutesculocon su halo de oro y plata recubriendo al mundoHora de dulzura la tierra se alivioacute de la aacuteurea carga-del-soly todaviacutea no aparecieron las estrellas y en una bruma violaacuteceacual velo suavemente-tembloroso cielo y tierra pendiacutean

(XXIV 869-873)

La extincioacuten de la luz se asocia generalmente a la puesta del sol que toma diversos matices en las variadas latitudes que atraviesa Ulises hasta llegar a las vastas soledades polares En eacutestas la relacioacuten del sol y las demaacutes estrellas que destellan veladas ldquocomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipresesrdquo variacutea del todo como se puede apreciar en el uacuteltimo de los pasajes que recordamos a continuacioacuten

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Derrumboacutese el sol ardiente en las montantildeas se refrescaron las piedrascual cervatillo herido se recostoacute el crepuacutesculocon sus grandes ojos negros velados ya por la nocheEnmudecieron las aves cual ala negra descendioacute la noche

(XIV 642-645)

El sol cual cabeza quemada rodoacute quedamente por la arenadensos halos azules ascienden al riacuteo-cielo y doloridase extinguioacute la luz arrastraacutendose en los montiacuteculos amarillos de la arenaEl astro-trigo ya desborda por las laderas negras y comienzas iexcloh cieloa moler en las tinieblas cual molino-de-viento con aspas

(X 1375-1379)

En el mundo griego la comparacioacuten con ldquoun monasterio borrososumergido entre cipresesrdquo sin bien sin duda es muy original no tiene la connotacioacuten de causarnos extrantildeeza En Grecia la cantidad de monasterios ubicados en colinas en bosques en campos aislados es muy grande

Cuando vibroacute el terrible grito en la montantildea-de-nievey se agitoacute como llama la memoria tembloacute del de-veloz-espiacuteritue igual que un arco iris al sol se colgoacute antes de apagarselos uacuteltimos astros verde-azules destellaron veladoscomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipreses

(XXIV 772-776)

A la sensacioacuten de paz y tranquilidad que trae el crepuacutesculo se liga no pocas veces en el poema cierta sensacioacuten de alivio terrestre despueacutes del azote diario del sol que parece compartirse por los seres vivientes como en estos pasajes

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierracomo un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campoy deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo

(VI 609-611)

Cual chivato-que-va-a-ser-sacrificado con cuernos bantildeados- -en-oropesado macho cabriacuteo bajoacute el sol a las arenasy los dragones de maacutermol rieron se enrojecieron sus labiosy sus puntildeos vaciacuteos se llenaron de cuentas doradasLas tierras ardientes refrescaacuteronse y el diacutea de-rojizo-cabelloguarda en su regazo al laacutenguido crepuacutesculo y se marcha

(X 1-6)

El iacutendigo atardecer ha descendido los suelos respiraronlos velludos insectos acoplados bajaron a los nardosse levantoacute el joven zagal y apoyoacute su cuerpo en la fustay todas las laderas se movieron y tintinearon argentinas

(V 753-756)

Ya se escondioacute el sol riacutee detraacutes de eacutel y guintildea el ojo a la tierrael astro de la insensata diosa puacuteblicaHalloacute alivioacute el corazoacuten abrumado respiroacute el diacutea y caen sobre el planeta las sombras compasivas y lo refrescanMuda la piel la tierra-sierpe se forra con estrellas

(VI 648-52)

En un instante el proceso del atardecer se confunde con el lento finalizar de la vida de Odiseo entre los hielos antaacuterticos

Alas fuego gotas de agua combatientes de talla preciosa candela funeral para el cerebro que se va a poner tibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza ndash cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocaso Ya se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astros

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y toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienes (XXIII 561-566)

La impresioacuten dominante de quietud se refleja en panoramas crepusculares esbozados de un solo trazo en un verso por Kazantzakis asiacute como en las imaacutegenes mismas del anochecer en las que raramente hallamos connotaciones fuacutenebres o terroriacuteficas Muchas y belliacutesimas descripciones del atardecer salpican con pinceladas poeacuteticas la inmensa y complicada trama de la Odisea Aquiacute naturalmente soacutelo podemos espigar unos cuantos ejemplos de entre un material muy abundante

Paacutelido anochecer se van borrando las cumbres se sume en azul el bosque (XIII 29)

Dulce el anochecer la brisa entretejida de plata perfumaba (XVII 254)

Se apagoacute el sol ardiente retirose y desde el suelo comenzarona subir lentamente las dulces voces primeras de la noche

(IV 806-7)

Dulce anochecer de primavera se suspendieron los primeros astrosvelados suaves en el cielo negro-azul y temblaban cual las floresdel almendro tempranero con la brisa del crepuacutesculo

(I 228-230)

Los candelabros ndashestrellasndash alumbran los torreones las murallasy como constelacioacuten profunda y caacutelida en el perfumado atardecerflota la ciudadela quedamente entre las serraniacuteas primaverales

(VII 1260-1262)

Sonriacutee tambieacuten con la luna nueva la tarde de cejas-de-espada (IV 907)

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Y a la paacutelida rosa deshojada del crepuacutesculodivisa muy bien esculpidos altos aacuterboles a izquierda y a derecha

(XIX 314-5)

Las sombras elemento inseparable del crepuacutesculo caracterizan su paso o su llegada en algunas de las breves pinturas de un verso

Ya se ha ocultado el sol y se abatioacute sobre la tierra la sombra primera (XVI 1003)

Pasa el crepuacutesculo y las montantildeas se retiran a la oscuridad (XVII 1058)

Y en tanto se abatioacute el negro crepuacutesculo y las sombras se unieron (VII 507)

El transcurso de una faz a otra del tiempo de la luz a la sombra cuando ldquola noche no es negra todaviacutea sino que vibra azuladardquo es propicio tambieacuten para la exaltacioacuten de los anhelos del corazoacuten humano Es la hora en que ldquotiembla el cielo cual misterioso huertordquo y se borran lentamente las figuras

Y cuando las aguas se velen al anochecer y aparezcan las estrellasy vuelvan las doncellas de la fuente y se levante la oropeacutendolay la noche no es negra todaviacutea sino que vibra azulada

(XXIV 339-41)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamentela noche descendioacute la perdiz-de-las piedras de-patitas-coloradasInefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierracomo paacutejaros nocturnos se alzan los corazones desde nuestras ramas interioresy lo que de diacutea se averguumlenzan de decir toda la noche lo cantanSuspira la doncella en la soledad y todas las hojas se estremecen

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y la viuda saca sus anhelos para apacentarlos en la oscuridad (V 65-71)

Navega la noche con sus negras velas en la mar en la playa tremolan pequentildeos fanales duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remohellip (VI 912-914)

Lo aciago de un diacutea puede representarse en la intensificacioacuten del crepuacutesculo en su multiplicacioacuten que puede concebirse en la lengua neogriega a semejanza de los superlativos que se forman con numerales59

Se alzoacute el diacutea de-cinco-atardeceres vuelve a caer la noche vuelve la aplastante medianoche un nuevo diacutea brota (X 294-5)

La paz que trae el atardecer es destacada a veces con la mencioacuten de los quehaceres del diacutea que poco a poco cesan

Atardecer Ya se recogen al hato los corderos ya retornan las vacas vuelven las bestias sudorosas y relinchan en las cuadras y los astros-espadas colgaacuteronse sobre las cabezas de los hombres (VII 958-950)

En la paz del anochecer en Creta Helena recuerda sus diacuteas de Troya y las sangrientas batallas que le tocoacute presenciar Dulce anochecer y tenue la luna sopla fresco el sereno y comienza de nuevo la lucha feroz en las riberas de Troya (VII 311-312)

59 Veacutease al respecto la seccioacuten ldquoLa palabrardquo de este ensayo

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Mientras la medianoche trae la paz y la quietud el arrogante-pensamiento de Odiseo sigue en vigilia

Medianoche Y el arrogante-pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y los suentildeos abren poacuterticos fantaacutesticos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y la lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1438)

Las estrellas

Los astros de la noche y su girar sobre el pequentildeo y oscuro mundo de los humanos constituyen una de las epifaniacuteas del tiempo que da lugar a las maacutes bellas descripciones en la Odisea Un examen exhaustivo exigiriacutea vasto espacio Digamos al menos que las estrellas suelen ser elemento central de muchiacutesimas descripciones sinteacuteticas de un verso elemento asociado por lo general ndashaunque de maneras diversasndash al fuego y a la luz pero que presenta asimismo connotaciones ligadas a otro orden de realidades como los sonidos las formas o el perfume de las flores Veamos algunos de estos vastos panoramas de la boacuteveda celeste enhebrados en torno a los astros nocturnos

Ya se azulaba el cielo negro temblaban veladas las estrellas (XII 1103)

Densas e infinitas resplandeciacutean en el cielo las estrellas (XII 1312)

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo (VI 773)

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Alumbraba la noche mojada puntildeado de fogatas pendiacutean las estrellas (VII 229)

Dispersas todaviacutea se quemaban en lo alto las maacutes grandes estrellas (V 1118)

Se inflamaban las estrellas en el cielo cual fogatas-de-pastores (X 817) Y el insomne Odiseo tenido en las mantas en el pino admiraba las estrellas a traveacutes de las agujas del follaje mecerse leves y deshojarse entre los ramos de la noche No se saciaban sus ojos de esa campintildea de innuacutemera belleza cual aldeas los astros forman brumosa estela como nidos blanquean (IV 418-422) El paso de la oscuridad estaacute marcado por lo general por la aparicioacuten de las estrellas que ya saltan en las alturas ya se prenden en los cabellos de la noche ya se cuelgan entre los aacuterboles ya se mecen como lirios ya se arrebantildean como ramos de jazmiacuten ya germinan como semillas por breve espacio

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentada y aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisa y dan fronda y viene la luz dela alborada y las siega veloz (XXI 1242-1245)

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente se difundioacute la noche muy suave azul-verdosa en el universo desolado60 (XXII 666-668)

60 Odiseo va caminando en los hielos antaacuterticos

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Descendioacute la noche y se encendioacute el vientre verde de la lucieacuternagasaltan las estrellas en lo alto se queman y tiemblan en la noche

(V 380-1)

La tierra se alivioacute y refrescoacutese cuando el sol la dejoacutelas turbulentas cabezas hundieron las aves en sus alasuna hoja se pegoacute a otra hoja un aacuterbol con otro se juntoacutey prendidas en los cabellos en la noche se colgaron las estrellas

(X 597-600)

Y atardecioacute Oliacutean a algas salobres los cabellos de la nochese encendieron las estrellas crepitaron en lo alto ndashbrasas candentesndashy arrojaron sus destellos vagos a las olas perfumadas

(VIII 984-986)

iexclCoacutemo los astros se colgaron en los aacuterboles desnudos y coacutemo arrullaban los paacutejaros nocturnos dulcemente en los montes y las fieras en la selva (XVII 710)

A los pies de la fiera se tendioacute y contemplaba excitado las estrellassaltar bullentes y golpear su cabezaPero ya se refrescoacute el arisco espiacuteritu dulce mistral el suentildeocomo los lirios mecieacuteronse los astros y entre ellos su alma ardienteya serena como una leona se extendioacute despreocupada

(VII 282-6)

Tambieacuten las estrellas tan lejanas y ajenas a las pequentildeas cuitas de los hombres a veces parecen participar de los acontecimientos que se desarrollan en el poema sobre la tierra Asiacute en las inclementes soledades heladas cercanas al polo se muestran implacables cual agujas de hielo mientras en Creta en momentos de festejos de los nobles que no

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presienten la cataacutestrofe que sobre su reacutegimen se avecina travesean en el cielo y se asoman a mirar a los alegres celebrantes Otras veces es el espiacuteritu del peregrino Odiseo el que se iguala a la constelacioacuten del Escorpioacuten que se retuerce en lo alto con sus ojos sanguinolentos

Las estrellas cuelgan implacables como agujas de hielo (XXII 964)

Hora dulce y calma Las flores-nocturnas abrieron en los jardinestravesearon en el cielo las estrellas y se inclinaron furtivaspara ver en la tierra a los nobles cenar y reiacuter a las sentildeoras

(VIII 214-216)

En silencio estaba sentado el solitario envuelto por la nocheLos astros de puntas maacutes grandes pendiacutean auacuten sobre eacutelse retorciacutea en el cielo el Escorpioacuten y encorvaba su colay sus sanguinolentos ojos sin temblar seducen a la nocheE igual que eacutel se gozaba la mente y levanta su cauday la apoya en la tierra midiendo el veneno gota a gota

(VI 973-8)

Las imaacutegenes y comparaciones dedicadas a los astros de la noche en el poema son muy numerosas y variadas Mosca dorada que primero fue cogida en la tela nocturna puede ser la estrella maacutes temprana mientras las demaacutes llegan a ser perlas de lluvia Sobre el manto de la noche adornado de oro y plata los astros pueden moverse como letras y tomar las maacutes distintas figuras ojos espadas naviacuteos aacutespides o cascadas de llamas

Ya la estrella primera temblaba en el aire humedecido mosca dorada que primero fue cogida en la tela de la noche y poco a poco otras se cogieron y toda la boacuteveda negra bordada de maacutermol se extendioacute cual tela perlada por la lluvia laquoiexclNoche me gusta tu oscuridad pues estaacute llena de estrellasraquo murmuroacute el solitario y saluda a su rebantildeo-de-astros (XIV 47-52)

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Entretanto al arquero tendido de espaldas en la barca admiraba el cielo recamado el manto sagrado de la noche con sus pendientes de plata y sus prendedores de oro Sobre eacutel como letras se moviacutean las estrellas unas se retorciacutean como escorpioacuten en los biseles del cielo y otras ascendiacutean ndashojos espadas naviacuteos cascadas de llamas y aacutespidesndash (X 1251-6)

La imagen de plenitud luminosa que a veces se asocia a la visioacuten de la inmensa boacuteveda celeste sembrada de estrellas aparece en ocasiones ligada claramente al flujo temporal como el pasar de un riacuteo no de agua en la tierra sino de fuego y en el cielo Asiacute en el pasaje que citamos a continuacioacuten En el que lo sigue en cambio esa imagen de multitud de astros se traduce en la comparacioacuten de la noche con un eroacutetico diacutea festivo

Se cansoacute el sol y se inclina y ya se va a ponerse suavizaron los ojos del-de-siete-espiacuteritus y por el hambre excesivacomo racimos sin granos colgaban sus entrantildeasUna chispa aparecioacute enfrente de la caverna y avanzoacute sonriendola saluda la reconoce el solitario es la sentildeora-Afroditaantigua amante seductora iexclmil veces bienvenidaY asiacute con el astro sagrado de-ojos-vivaces entre sus trenzasla noche aparecioacute y se detuvo a la puerta del arqueromudo levanta los paacuterpados hacia el cielo riacuteo-de-fuegosiente el diluvio de estrellas inundarlo por enteroy era su corazoacuten una gota de luz que combatiacutea en el torrentey subiacutea obstinada contra la corriente en el flujo errabundo de la noche (XIV 272-283)

Y cuando se arrebantildeaban en la altura ndashramos de jazmiacutenndash los astrosse apaciguoacute el espiacuteritu de la compantildeiacuteay cual eroacutetico diacutea festivo se extendioacute la noche sobre el mar

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y los amigos penetraron en los hondos jardines floridos del suentildeo y en el regazocual una mujer virgen y blanda al Aacutefrica llevaban

(VIII 1121-5)

Muacuteltiples son los aspectos de las estrellas pero sus apariencias variadas no alteran su lejaniacutea infinita y su absoluta indiferencia hacia el mundo de los hombres

Dijo y al cielo levantoacute su rostro resplandecientedesde la honda oscuridad se arman los astros y desciendenunos llamean diz que se hubieran embriagado y otros como que gotean sangreu ojos amarillos como de leopardo arrastran en las tinieblaso cual eroacuteticos ojos jubilosos riacuteen y titilanAlas fuego gotas de agua combatientes de tallapreciosa candela funeral para el cerebro que se va a ponertibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza -cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocasoYa se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astrosy toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienesEacutesta es la hora tercera de-ojos-astrales de la santa noche

(XXIII 556-67)

Se abatieron las sombras y boca arriba se tendioacute en la raiacutezde una palmera que se mece turbulenta el guerrero luminosoy entre las hojas flexibles como espadas contempla las estrellas despreocupadascontempla al cielo como a la rueda que gira lentamentey atado sobre eacutel tambieacuten da vueltas el pobre entendimiento del humanoCuaacuten mudas las estrellas cuaacuten sin piedad navegan en el cieloy nosotros en el fondo de una negra poza naacuteufragos de un bajeluna voz terrible lanzamos en vano y gritamos laquoiexclAuxilioraquonunca se desvioacute un astro hacia la tierra a fin de salvar un alma

(XIX 182-90)

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El sol

Un estudio monograacutefico sobre el sol en la Odisea requeririacutea maacutes espacio que el de este ensayo en su conjunto Siacutembolo de la luz del espiacuteritu del perpetuo errar y epifaniacutea del tiempo por excelencia que a los ojos humanos determina todas las otras manifestaciones temporales el astro cambia sus formas desde los cielos siempre claros de la Heacutelade hasta los sombriacuteos mares antaacuterticos Abre y cierra el poema Es un gran sentildeor oriental que pasa apuesto y orgulloso Es un dios que asoma sus cuernos sobre el horizonte y apartando las nubes deja ver poco a poco su frente sus ojos su boca Es un inmortal cuyos rayos ndashmanos de cinco alargados dedosndash acarician el mundo y reviven a los muertos Es un arquero belicoso Es un nintildeo de boina de oro y malla de bruma celeste que juega entre las manos de la Madre Noche Es un disco de iacutegneos ojos que hacen correr por el cielo el ayer y el mantildeana Es un palacio dorado cuyas dos puertas abren al occidente y al oriente En sus formas maacutes severas es una cabeza cortada que rueda sobre la arena ardiente Es cada una de las aves desde las maacutes tiernas hasta las maacutes feroces Es un doacutecil halcoacuten sujeto con cordones aacuteureos que suelta al cielo un halconero misterioso Tambieacuten toma las figuras de diversos animales un lebrel rojo un aacutegil leopardo que cae sobre los bosques y praderas un toro nuevo que resopla furioso cuando lo arrastran al poniente al sacrificio En la penuacuteltima rapsodia es una trinidad el padre fecundo la feacutertil madre que alimenta al mundo con sus pechos y el hijo que danza y retoza sobre las hierbas y las aguas de la tierra Imposible consignar todas las imaacutegenes y aspectos del sol de su llegada su paso y su retiro Anotemos con todo algunas ideas asociadas a las diversas fases de su traacutensito Su salida posee algo de nacimiento los cerebros y los pensamientos reviven los hombres los animales los vegetales y los minuacutesculos insectos retoman su actividad

Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda-celestial y la luna plateada descendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-32)

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iexclQueacute alegriacutea siente oh dios el iacutegneo ojo del sol al miraral mundo como un huevo que saca-el-polluelo-a-la-luzLos portones bronciacuteneos del diacutea rechinando se abrense abren los cerebros y los pensamientos cual alondras temblorosasse despiertan tambieacuten y ascienden a la luz todos ala y trino

(VI 40-4)

Y el sol el gran tejedor las lanzaderas arrojabay tejiacutea y tejiacutea en el telar del aire a los humanosy ahora ya colocaba al final de la tela la franja puacuterpura

(X 1056-8)

El diacutea-abeja ascendiacutea zumbaba la llanuragolpeoacute el sol las baldosas enarenadas del puertoy varones bajeles y animales se movieron y empezaron a dar vocesdiz que la luz de repente hubiera desenrollado los laberintos de sus mentes Oro derretido se abalanzaba el astro a las aguas espesasbulliacutea el mar con los pescados brincaban los caiacuteques61el tiempo borrascoso y los magos estaban sentados en el muelley vendiacutean brisa a los navegantes por monedas

(IX 143-150)

Ya subioacute el sol en el cielo el largo de una picanay en los viejos olivos las cigarras reemprendieron su quehacerTerrible ardor [hellip]

(VI 237-9)

Se despiertan y separan suavemente los aacuterboles se despegan las murallasse levantoacute el sol soberbio y cantoacute cual gallo en los tejados

(XIII 1006-7)

61 Caiacuteque embarcacioacuten pequentildea

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Auacuten dentro de un suentildeo de Ulises en las orillas del Nilo pobladas de antiquiacutesimos sepulcros cuando el sol surca el cielo con aspecto mortecino como ldquoluna en el Hadesrdquo sobre una ciudad espectral habitada por muertos los rayos del astro parecen despertar ese mundo dormido para siempre y cobran actividad geacutermenes larvas aguas y difuntos

Y sentiacutea el arquero que el espiacuteritu quedamente se apaga se separa del cuerpoY al apagarse penetraba peregrino en una ciudad de maacutermollas casas los mausoleos los torreones ndashperlas deslumbrantesndash fulgurabanagazapados se aletargaban los reptiles y los gusanos ahiacutetoscolgaban en sartas en los vanos de las puertas y adornaban los patiosBenigno todo compasioacuten con llama mustia como luna en el Hadesel sol surcaba el cielo y pendiacuteaSe esparciacutean sus rayos y buscaban y cada uno de elloscomo una mano de hombre de cinco dedos acariciaba al mundoSe estremeciacutean de gozo geacutermenes aguas y larvas y saliacutean a los umbrales los hombres levantaban las manosy el destello atravesaba los pechos vaciacuteos igual que a cristalesY mientras se regocijaba el errabundo-en-suentildeos con los difusos de la nochedivisa coacutemo se abre ante eacutel una tumba magniacutefica una alba rosay al sol aparecieron abrazados y se sentaron en la laacutepidandashinsectos sin alas verdes-oro desnudosndash dos monarcas

(IX 792-807)

Risuentildea y acariciante suele ser la actitud del sol al orto respecto de la tierra ya caiga sobre la Creta tranquila y sensual que duerme en el mar como su amante ya sobre los restos y cenizas de su palacio real destruido y saqueado ya sobre la ciudad ideal de las fuentes del Nilo

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demolida y calcinada por el cataclismo volcaacutenico

Hete aquiacute que ya temblaron los primeros rayos y se tintildeeron de rosalos pezones turgentes de la Creta y poco a poco delicadamenteel sol su opulento y afamado amante con su aacuteurea manole acariciaba el seno altivo y se deslizaba hacia su vientre

(VI 106-9)

Rosado rollizo como un infante brincoacute enhiesto el solCoge la albiacutesima cima y eacutesta se tintildee de rosay extiende hacia abajo sus manitas hasta el llano verdehalla olivos pequentildeos y los acaricia y espinas y las florecey encuentra tambieacuten de a poco tropezando al palacio saqueadoy como nintildeo succiona la ubre del incendio

(VIII 452-7)

Despueacutes del cataclismo que destruye por completo la recieacuten levantada Ciudad Ideal surge el diacutea siguiente

Amanecer Se ha hundido la ciudadela y la boca del monteya se ha cerrado y su lengua la llama se ha detenido saciaday risuentildeo el sol aparecioacute sobre unos nimbos flamiacutegerosy se esparcioacute la luz como una rosa por la tierra devastada

(XVI 270-3)

Amanecioacute y florecieacuteronse de luz en las quebradas los cardosse despierta la tierra y se estira sus senos se agitanvuelven las liebres a sus camas los ciervos a sus escondrijosse lamen ahiacutetos los leones y se acuerdan del aguay a lo lejos un paacutejaro en la punta maacutes alta de un pino o en la cima del espiacuteritu quieacuten puede distinguirlo claramentecon la cabeza erguida toda luz comienza un canto temerarioy el sol brilla cual plumoacuten de oro en la tibia pechuga matinal

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Callaba el solitario y se vertiacutea denso como miel el solen su vasto torso desnudo y en sus gruesas caderas

(XIV 178-187)

Ya goza el sol al mundo como un vaacutestago suyo al aparecer ndashmagno dios de cuernos de orondash sobre el horizonte donde se juntan cielo y mar62 ya asoma riendo en su cuna como infante y se levanta a la cima del eacuteter para luego rodar donde su madre la noche la de negra mantilla

Aclaroacute ya Desvanecioacutese en la dulzura azul el lucero matutinodespierta el magno dios ascienden sus cuernos de oroen las raiacuteces del cielo-mar apuntan y levantan los nimbos y lentamente su frente los ojos y los labiosse liberan de la noche sobre el ponto serenamente meacutecesey en silencio goza alegre al mundo como a un vaacutestago suyo

(IX 27-32)

Ha pasado la noche vuelve el sol a reiacuter en su cunay poco a poco se anima y se levanta y quema en la cima del cielolos amigos reman y hablan y eacutel rueda incandescenteal poniente sombriacuteo alliacute donde su madre la-de-negra-mantilla

(VIII 987-90)

Sin embargo no soacutelo las ideas de renacimiento o despertar de los seres y las cosas se asocian a la salida o paso del sol Tambieacuten aparece el astro como azote de la tierra tonante despiadado o con caracteriacutesticas inquietantes ligadas a imaacutegenes funerarias o a presagios funestos como en la rapsodia XVI cuando su aspecto forma parte de los indicios del cataclismo que destruiraacute la ciudad fundada por Ulises

62 El vocablo popular uranothaacutelaso alude exactamente al conjunto que cielo y mar presentan a la vista del navegante Ver seccioacuten La palabra

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Amanecioacute Cual esfera detonante tronoacute el sol en el cieloy golpeoacute rebotando en la piel de tambor de la tierra

(XII 1141-2)

El sol nublado-de-laacutegrimas se ahogaba en confusa agitacioacutenlos perros aullaban en los patios y maacutes allaacute a lo lejos se sentiacuteasin viento alguno hervir las olas en el lago

(XVI 48-50)

Denso bullicioso se erguiacutea el iacutegneo meridianolas sombras negras se amontonaban como brea en el patio embaldosadose asoleaban los toros bronciacuteneos humeaban las piedrasunos buitres cruzaban el cielo y oliscan-hambrientosa la tierra que yace de espaldas como una carrontildea agusanaacutendose

(VI 409-413)

El sol ya denso se poniacutea y en el polvo del llanolos redondos bohiacuteos de la aldea con sus abiertas puertas-y ventanasbrillaban igual que montones de cabezas muertas

(XIX 564-6)

Las imaacutegenes feroces llameantes y sangrientas del sol son muchas y de matices muy variados y el espacio no nos permite entrar a examinarlas Se asocian por lo general al elemento iacutegneo estudiado en particular por Michel Monory en el ensayo ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo63 Fiera amenazante cabeza degollada fruto envenenado langosta de garfas rojas que hierve de coacutelera arco de fuego barrica de cobre que vaciacutea cataratas de llamas y brasas

63 Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 Tambieacuten en traduccioacuten al griego por Ana Kaacutesdagli en revista Nea Hestiacutea Homenaje 1971

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Y el sol se acrecentaba fruto envenenado allaacute en el cielovaho exhalaban las ubres del arenal hormigueaban las rocas

(XII 451-2)

Como langosta de garfas rojas que hierve de coacuteleraserpenteaba al otro diacutea el sol sobre la arenay las palmeras se agitaban a la luz cual surtidores de llamas

(IX 1021hellip)

El alba

Acaso sea la aurora la manifestacioacuten del transcurrir temporal que se asocia en el poema casi solamente a imaacutegenes de serenidad La llegada de la luz antes de que salga el sol suele ser suave como el disiparse de la oscuridad fresca y azul de las uacuteltimas horas de la noche Antes que apunte el alba ya la tierra suentildea con el diacutea

Auacuten no cantaba el gallo todaviacutea brillaban las estrellas Plena de paacuterpados cerrados y de manos cruzadas la tierra en la oscuridad fresca y azul inundada de bruma dormiacutea y sontildeaba dulcemente que ya el sol ha salido (VI 1-4)

Junto con el fresco del sereno del amanecer el lucero matutino juega con su luz en los olivos

Descendiacutea de la sierra el sereno leve fresco y alado y se deslizaba y jugaba todo luz el Astro-de-la-Alborada blanco palomo en los plateados aacuterboles-del-sol (VI 23-25)

El aclarar da tambieacuten lugar al poeta para trazar en una imagen y en un verso o algo maacutes todo un panorama matinal como en este pasaje de la rapsodia VII que contrasta con el espectaacuteculo de la ciudadela de

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Knosos convertida en una hoguera rugiente que crepita y se derrumba

Amaneciacutea En el cielo con humo sonreiacutea ya el lucero Puso sus albos pies el diacutea treacutemulo sobre la cima del monte (VIII 442-443)

Tenue velada brumosa con matices rosaacuteceos la luz al amanecer se difunde o desliza murmurando hermanada con el rociacuteo y el perfume de la tierra

Velada lechosa lamioacute la luz el canto de los montescoge piedra por piedra por las laderas se difunde murmurandola enfrentoacute un cipreacutes negro y su copa sonriacuteecreeriacuteas que de improviso subieron rosas y la florecieron

(VI 30-33)

Pende el tiempo nuboso en el alba-llorosaperfuma la tierra y las hojas del olivo destilaban rociacuteoy el brumoso amanecer como infante en la cuna solloza

(II 488-490)

Todaviacutea las estrellas formaban un tenue collar una rama de perlasy en el confiacuten del cielo paacutelido sonreiacutea el diacuteay de las brumosas montantildeas una helada brisa descendiacuteaNuestro ladroacuten-de-carros empuntildea su fusta triplelo hace restallar y agitaron los caballos sus soberbias cabezasy parten siguiendo el agua que jugaba entre los mirtosy el alba aacuteureo-rosa se deslizaba hacia el mar

(III 1340-1346)

Imaacutegenes pastoriles y jubilosas se asocian a la llegada y paso de la aurora La luz puede ser una cabrita que brinca o un gallo-faisaacuten que sube y canta en los techos y la mantildeana un cordero que camina por el riacuteo y el lucero matutino un albo palomo entre los olivos

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Cristal puro inmaculado atraviesa su espiacuteritu la nochey vino muy de mantildeana bailando cual una cabrita la luzy brincoacute en sus hombros ardientes y se instaloacute en su mandil

(XIX 237-239)

En la arena en rincoacuten abrigado el nardo halloacute resguardobrillan las hojas en el olivo cayoacute la lluvia-nocturna y tiemblangotas gozosas las laacutegrimas en los paacuterpados del aireHuacutemedo y doblado se posa entre los ramos el espiacuteritu de la vieja lluviay se apintildean las nubes blancas en el cielo como vellones de ovejas

La tierra se lavoacute y en la honda alborada antes que la toque el solcomo el empapado aguzanieves se sacude en la riberaSe apagaron las estrellas se deslizoacute la transluacutecida lunay como el gallo-faisaacuten subioacute la luz y en los techos cantoacute

(VII 1-9)

Pasoacute la noche con sus axilas huacutemedas fragantespura y delicada aparecioacute la luz entre los vallesy cual cordero camina la mantildeana por el riacuteoY siguen los compantildeeros la corriente cubierta de rosasaves blancas derramando luz atraviesan por sobre ellos

(X 1387-91)

Estaba amaneciendo Un flamiacutegero cielo ensangrentaba las piedras (IX 893)

Y el licor de la aurora difundioacutese en el perlado mar (XXIII 997)

Y mirad en el confiacuten del cielo paacutelida vibra la alboraday todos los ojos brillan y riacuteen y miran hacia el orientee infante en su cuna por el cielo se desliza el solVapores azulados sus mantillas y de argento es su toca

(XXII 1245-8)

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III La muerte

La mayoriacutea de los estudiosos de la Odisea ha sentildealado la presencia continua y obsesiva en el poema de la idea y la imagen de la muerte como una de sus notas caracteriacutesticas Se ha hablado asiacute de que la obra constituye una interminable alegoriacutea sobre el tema de la muerte y que la vida que bulle en ella es soacutelo un elemento subordinado a aqueacutel el supuesto para poder reiterar con variados procedimientos la uacutenica realidad cierta la nada final que espera a todos los hombres Es el asunto de meditacioacuten y de plaacutetica de muchos de los personajes de la epopeya Es el fin ldquorealrdquo dentro de la obra de todos ellos Es tambieacuten un personaje especie de compantildeero invisible del peregrino que en diversas oportunidades toma formas tangibles hasta igualarse del todo con el anciano asceta de albos cabellos en las soledades heladas del polo sur Los dos primeros aspectos del tema de la muerte son sin duda comunes a las otras obras de Kazantzakis hasta podriacuteamos decir a todas El tercero nos lleva a un terreno poco conocido y cuyo desarrollo seriacutea muy extenso la acogida que en la Odisea hace el escritor cretense de los mejores elementos de la poesiacutea popular neoheleacutenica riquiacutesima creacioacuten anoacutenima del pueblo griego que lo ha acompantildeado a lo menos un milenio y que ha constituido durante siglos la historia y la croacutenica la cultura y la filosofiacutea de la poblacioacuten sometida al doble yugo de dominaciones extranjeras y del analfabetismo consecuencia del nefasto problema linguumliacutestico64

64 En la seccioacuten ldquoLa palabrardquo nos referimos brevemente a este problema y a las funestas consecuencias que la mantencioacuten de una ldquolenguardquo artificial arcaizante la kathareacutevusa ha ejercido en todas las esferas de la vida del pueblo griego En la Revista de Educacioacuten Ndeg 30 de 1970 publicamos una exposicioacuten sobre el problema linguumliacutestico con el tiacutetulo de ldquoLa obra de Psijaris y Triandafilidis en el neohelenismordquo Sobre poesiacutea popular en nuestro paiacutes puede consultarse en castellano nuestros trabajos ldquoPoesiacutea popular neoheleacutenicardquo Anales de la Universidad de Chile Ndeg de 1966 la seccioacuten ldquoPoesiacutea popularrdquo de la Antologiacutea de la literatura noheleacutenica Ediciones de la Embajada de Grecia Caracas 1986 y la coleccioacuten con textos musicales de Danai Stratigopulu publicada por el Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos con el tiacutetulo de Cantos de los griegos 2ordf edicioacuten Centro de Estudios Griegos Santiago 2002 En franceacutes pueden verse las excelentes exposiciones de siacutentesis contenidas en el volumen I de LrsquoHistoire de la Litteacuterature Neacuteogrecque de Boumlrje Knoumls que se encuentra

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La Odisea posee el acento el ritmo y la serena capacidad narrativa del canto popular y a la vez su aliento liacuterico dice Emilio Jurmuzios65 Y en verdad uno de sus atractivos es el aprovechamiento sistemaacutetico que en ella hizo Kazantzakis de la poesiacutea demoacutetica griega La espontaacutenea gracia narrativa del canto popular estaacute siempre presente en el poema La narracioacuten tiene muchas veces el eco claro del rapsoda popular del τραγουδιστής tragudistiacutes que durante siglos ha cantado las penurias y alegriacuteas del pueblo griego Pero la Odisea no soacutelo asimila el estilo narrativo del cantor demoacutetico En realidad el poema mismo es una especie de gigantesco mosaico una larga tela bordada con expresiones versos pensamientos fragmentos y hasta canciones populares casi iacutentegras Estos elementos que salpican el texto a cada paso se funden en el desarrollo del relato y en la exposicioacuten de las ideas

Caronte personaje

Nuestro tema posee especial relacioacuten con uno de los campos maacutes interesantes del canto popular de tipo liacuterico la poesiacutea mortuoria La presencia de la muerte toma generalmente en la Odisea la forma que ha moldeado la moderna mitologiacutea popular griega la figura de Caronte que no es el antiguo barquero transportador de almas sino un negro caballero sentildeor del ldquomundo de abajordquo el κάτω κόσμος kato kosmos del loacutebrego y subterraacuteneo Hades lugar del exilio sin retorno Alliacute los hombres estaacuten sometidos a un solo dolor interminable y desgarrador la nostalgia infinita por la vida perdida por el mundo de los vivientes por el mundo terreno por el mundo de arriba el απάνω κόσμος apano kosmos En este exilio sin retorno no hay castigo ni recompensa por hechos pasados El Hades no se relaciona ni con el cielo ni con el infierno teacuterminos no usuales en esta poesiacutea Es el recinto oscuro del que jamaacutes se sale y donde de continuo se recuerda y se llora el mundo terreno perdido la vida con sus dolores y alegriacuteas Esta concepcioacuten extraordinariamente arraigada en un pueblo cristiano ha sido sentildealada como un fenoacutemeno curioso de supervivencia de creencias paganas

en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca del Pabelloacuten Heleacutenico de la Universidad de Chile65 Jurmuzios E ldquoLa Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Revista Kenuria Epojiacute

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Domina en toda la mitologiacutea popular griega y en los cantos populares llamados miroloiumls (μοιρολoacuteι gt μοιρολoacuteγιον) ldquocantos de la Moirardquo o poemas de la fatalidad con los cuales se llora a los muertos y se narran las correriacuteas del negro sentildeor del Hades a la caza de los humanos con los cuales lucha fiacutesicamente cuando eacutestos se resisten a dejarse arrastrar al Hades66 Asiacute pintan al personaje unos versos demoacuteticos

Helo alliacute por donde cruza por los valles cabalgandonegro es de negro viste negra es su cabalgaduralleva puntildeal de dos filos y espada desenfundadapara la cabeza espada puntildeal para el corazoacuten

Bajo la forma de Caronte la muerte es uno de los personajes maacutes importantes de la Odisea Es el compantildeero maacutes constante de Ulises Ante eacutel se presenta a traveacutes de todo su dilatado peregrinar con diversos aspectos como un anciano caminante lo espera una tarde bajo un aacuterbol como un gran mosco de mar se deja ver en medio de Aacutefrica en Creta en las viacutesperas del desastre de la ciudadela de Knosos deja su apariencia humana normal para convertirse en un sonriente y ceremonioso esqueleto Al final de la travesiacutea en los hielos polares ha llegado a igualarse en todo a Odiseo y su rostro viene a ser una copia con la huella de los antildeos y las penurias La enumeracioacuten de todas las formas que toma Caronte en el poema seriacutea muy extensa asiacute como el recuento de sus epiacutetetos pastor-de-grandes-rebantildeos caballero con-labios-de-hierro una gran langosta verde una mosca-de-mar un saltamonte verdoso una cigarra de inquietante chirrido una hormiga gigantesca un sol negro un gallo oscuro que canta y hace desvanecerse la vida un elefante albiacutesimo que seduce al humano con sus tristes ojuelos un gran cisne con suaves ojos de rubiacute un monstruoso octoacutepodo que trata de arrastrar desde el lecho al moribundo un escorpioacuten que salpica veneno con su cauda una negra

66 Sobre Caronte puede verse en castellano Olga Omatos ldquoDel Caronte barquero al Jaros neoheleacutenicordquo Veleia Ndeg 7-1990 F Diacuteez de Velasco ldquoCaronte-Jaros (Kharos) ensayo de anaacutelisis iconograacuteficordquo Erytheia Ndeg 10-1 1989 M Castillo Didier ldquoCaronte supervivencia y metamorfosisrdquo en M Castillo Didier La Odisea en la Odisea

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serpiente un dragoacuten de larga cola etc Lo general es que la personificacioacuten de la muerte presente los matices esenciales del canto popular del jinete que arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados coge a los mozos del cinto y a las nintildeas del cabello y pasa en su negro corcel llevando su rebantildeo de difuntos

Asiacute regresa Caronte cabalgando a sus solares encarnados lleva a los mozos del cinto y del cabello a las joacutevenes y a los nintildeos pequentildeos atados a la cabecilla de su enjalma (XI 645-647)

La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la nochehombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manosy soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores (X 73-275) Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindariose aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondasharrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

(X 263-265)

Cuando Caronte pretende llevar a Ulises antes de tiempo eacuteste apostrofa al negro caballero con la foacutermula del miroloiuml popular en que la viacutectima ruega no lo coja del cabello y luche con ella en buena lid sin arteriacuteas

laquoEh Caronte no me cojas del cabello el alma no he de entregarantes de ver que toman los amigos el barco-de-nieve

(XXIV 55-56)

En la uacuteltima rapsodia una madre responde al llamado de Centauro uno de los compantildeeros de Odiseo que ha salido de la tumba para acudir a la agoniacutea de aqueacutel y pide piedad repitiendo variado el motivo del hijo uacutenico al que no puede dejar pues Caronte pretende arrebataacuterselo motivo propio de la poesiacutea popular

101

laquoiexclApiaacutedate de miacute que estaacute enfermo mi hijo y los perros auacutellanronda Caronte por las vecindades y otro hijo no tengoraquo

(XXIV 97-98)

En la rapsodia XIX se anuncia desde los primeros versos la presencia de la muerte mediante procedimientos caracteriacutesticos del canto popular como es el diaacutelogo de las aves y las ldquopreguntas sin objetordquo άσκοπα ερωτήματα aacuteskopa erotiacutemata cuya respuesta negativa sirve para dar eacutenfasis a lo que realmente el poeta pretende decir En este caso presentar al oscuro caballero del Hades que ha aparecido con su cabalgadura

Una negra bruma aplasta las montantildeas y la neblina el llanolas liebrecillas se asustaron unas aacuteguilas se reuacutenen en la alturaequilibran las alas de-largas-travesiacuteas y charlan con voz roncalaquoiexclAy mucha nube negra se ha abatido y nadaraacute en barro la tierraraquolaquoNo es este hermanos un diluvio no es negro nubarroacutenun dragoacuten en el cielo diviso con cola azul enroscada y lleva adelante su boca abierta para devorarse al solraquolaquoNo es este amigos el diluvio no es una tempestadiexcla Caronte yo diviso que por los campos cabalgando aparecioacuteraquo

(XIX 1-9)

Igualmente recoge motivos de la poesiacutea demoacutetica el pasaje siguiente que muestra a Caronte siempre cabalgando manchado con los macabros restos de su tarea asesina

iexclNegros mensajes Estalla la guerra se golpean las puertas estrechamente se abrazan los esposos y ya no se separan brillan las armas sobre los montes enrojecieron los valles y Caronte va en su overo y sus caballos gotean sangre espesa pelos que se marchitaron y ojos que se fundieron (XVI 718-722)

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La reflexioacuten de Helena o del poeta sobre lo efiacutemero de la vida cuando la embarcacioacuten de Ulises descubre la vista de Creta alude tambieacuten al motivo demoacutetico sobre el modo de arrastrar a las mujeres que generalmente utiliza el sentildeor del Hades

Helena sin hablar los cuatro vendavales percibiacutea que navegan eroacuteticamente y silban en la hendidura de sus senos Ah si ella estuviera como la isla sentildeorial en el medio del pieacutelago y la azotaran tambieacuten con fuerza los cuatro vientos capitanes Pero es efiacutemero e impotente el cuerpo de la mujer y antes que logre gozar una pizca antes que mueva los brazos de las dos trenzas la coge Caronte el-de-los-labios-cerrados (V 534-540))

Incluso la explicacioacuten de formas para nosotros extrantildeas de presentar a Caronte y a objetos relacionados con la muerte puede encontrarse en la poesiacutea popular Asiacute por ejemplo la curiosa metamorfosis del negro caballero en un gran mosco-de-mar en la rapsodia XXIII tiene precedentes en un canto demoacutetico cretense que alude a los diversos ardides con que los humanos tratan de esquivar la visita fatal de la muerte He aquiacute algunos versos de una versioacuten de dicho canto

Bajo la orilla del cielo en los confines del mundouna torre de hierro levantan para esconderse de CarontePero Caronte se vuelve una mosca y se entra por la ventana[hellip] Entra Caronte y alancea a todos los valienteshellip

El aspecto humano del caballero del Hades propio de la mitologiacutea popular neogriega aparece en toda su curiosa amplitud a traveacutes de la Odisea Como en aqueacutella se le atribuyen todas las virtudes y debilidades humanas sus costumbres sus maneras de vivir acompantildeado de su esposa ndashCarontisandash y de su madre personajes eacutestas siempre compasivas para las futuras viacutectimas de su feroz pariente En circunstancias y en tonos muy variados se producen en el poema conversaciones entre Ulises y Caronte cuando eacuteste aparece de tanto en tanto a traveacutes de su peregrinar En la rapsodia XVIII hablando con la

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famosa prostituta Perla y el priacutencipe Madretierra que vive obsesionado por el pensamiento de la muerte Odiseo expone toda una actitud ante esta uacuteltima y ante los bienes y males de la vida a traveacutes del relato de una plaacutetica con Caronte

Conozco yo en el mundo un cuerpo con dos alargadas manossi tiene hambre de pan come la tierra la vuelve a comersi tiene sed de agua fresca se bebe la agraz salmueray si desea platicar quedamente hacia el atardecercomo buenos vecinos eacutel y Caronte departen entre risasldquoBienvenido el vecino Caronte nuestro apacentadordeja a tus manadas-de-hombres de-cabezas-enlodadasven a sentarte conmigo y como lobos maestros platiquemos la amistadrdquoRiacuteen hablan sobre vintildeas y sembrados como dos duentildeos de casahablan de guerras y matanzas y de viajes remotosy conversan tambieacuten como muchachos en celo acerca de las doncellasldquoiexclBuenos los pechos de Lenioacute buenas las piernas de Ralabueno es Caronte tambieacuten el corazoacuten del macho ese loco estandarterdquoEn las tapias se sientan de la alegriacutea y comen los dos y bebeny chocan sus copas hasta el amanecer como si fueran broqueleserguido y siempre claro el espiacuteritu del hombre a la muerte respiracual una rosa abierta albiacutesima a la que entibia el soly tartamudea Caronte y ya no aguanta maacutes muy pesado le resultael platicar de ese libre corazoacuten y la risa de aquel entendimientoldquoiexclAmigo demasiado fuerte el vino me voy a levantar para marcharmerdquoVacilando atraviesa el solar y tropieza en el umbral

(XVIII 1270-1290)

En una de sus visitas bajo forma visible el normalmente invisible compantildeero de Odiseo lo espera siempre caballero en su negra cabalgadura a la sombra de una higuera Ya ha envejecido como aqueacutel

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y comienza a asemejaacutersele Pero no es tiempo todaviacutea y el arquero lo rechaza y lo hace huir con toda su compantildeiacutea (Por excepcioacuten se trata aquiacute a Caronte como ldquoThaacutenatosrdquo Muerte palabra que es de geacutenero masculino en griego)

Se vuelve y contempla al viejo-muerte a su amigo cordialque estaacute sentado a la sombra de una higuera con su espadiacuten delgadoy ladraban siete canes rojos con sus pupilas verdesEl arquero-de la-mente lo miroacute y le dice sonriendolaquoOh viejo-Thaacutenatos me acechas en la sombra caballerocon una de tus manos sujetas las riendas de tu negro67

y la otra la pones contra el sol y el camino avizorasiexclArriba matador hacia la mar azul que alliacute te he de hacer sentildeasraquoSe levantoacute el mar en sus rintildeones e inundoacute su espiacuterituy precipitoacutese la salmuera y salpicoacute sus narices sulfurosasLevantoacute su blanca cabeza y husmeoacute la brisaigual que el elefante que sintioacute el olor de muertey sereno inclina al suelo su vieja cabezay trae a la memoria voladamente los lejanos escondrijos de su estirpela selva oscura en que crecioacute el torrente en que se bantildeabay la floresta extrantildea ya no lo tolera y se abalanza derechopara expirar en la cuna que lo vio nacerdel mismo modo parte Odiseo hacia la mar su madreSe volvioacute hacia el sur y olioacute en los confines del mundola salmuera fresca y se abrioacute como una vela su almagiroacute Caronte entonces y silboacute crujieron las ramas-del-sueloy perros caballo y cazador se esfumaron en el aire

(XIX 112-133)

La muerte concebida como el desposarse de Caronte con un alma constituye un motivo que posee raiacuteces en la poesiacutea popular Son los miroloiumls en que el hijo parte a casarse sin vestidos especiales ni sus

67 Mavros μαύρος negro es tambieacuten uso de la poesiacutea popular el sustantivar el adjetivo y nombrar al caballo negro como ldquoel negrordquo

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armas ni compantildeiacutea alguna y es interrogado por su madre Y eacutel contesta con palabras amargas que muestran sin que se la nombre expliacutecitamente que es a la muerte a la que se dirige a encontrar puesto que en las bodas donde va no se utilizan vestimentas ni armas ni compantildeiacutea ni muacutesicos Este motivo ampliado con otros y detallado aparece hacia el final de la Odisea

Como oscuriacutesimo heliotropo vibra la vida por la plena luzel semblante volviendo hacia el sol negro la muerteTras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutesde la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negrasrecordaacuteronse68 las aves y vacilan con sus alas rescaldadas se reuacutenen los gusanos del cortejo y los suegros-orugaslevanta el topo el estandarte y se precipita como anunciadory detraacutes sigue Caronte como esposo con un aacutespid de anilloa fin de desposar del arquero el alma noble y sentildeorialA cien molinos exige una gran dote trigo formado de almasla mitad de ellos moleraacuten con laacutegrimas los otros moleraacuten con sangre y a un molino-de-viento habraacuten de moverlo los suspiros del humano El redimido barquero en su bajel-de-cristales con sus blancos cabellos ensangrentados con las untildeas partidasmanteniacutea los ojos bien abiertos y observaba al esposo

(XXIII 1201-1215)

En el uacuteltimo encuentro con Caronte en la embarcacioacuten de los hombres de las nieves ndashpostreros seres humanos que conoce Ulises en las cercaniacuteas del polo surndash la identificacioacuten de aqueacutel con eacuteste es completa Su apariencia igual a la del acabado canoso y cadaveacuterico peregrino mueve a compasioacuten La hora del fin se acerca y ya no es rechazada su compantildeiacutea sino que recibe una conmovedora bienvenida

68 Recordaacuteronse despertaacuteronse

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Cual saeta la embarcacioacuten de piel de foca se deslizaba por las aguasy ahora un cisne negro refulgioacute sobre la proa enamoradoy ardiacutean sus ojos suavemente a la luz como rubiacuteesMas a poco la sombra decantoacutese y se dibujoacute un ancianode albos cabellos enmarantildeados con un riacuteo de barbas y en su santa cabeza un gorro de zorro azulChispeaban unos pequentildeos ojos negros en unas hondas oacuterbitasy suavemente sus brazos gruesos y sus manos alargadascomo remando agitaba y meciacutea quedamente escaacutelamos-de-sombraEl-de-espiacuteritu-veloz se sonrioacute y percibioacute enseguidaquieacuten era aquel que se sentoacute en la proa y que cogioacute sus remosviejas trampas se moviacutean y los huesos rechinabana fin de dar lugar a ese grande visitante el-tres-veces-nobleNo respira observando largo rato sin moverse al viejo-camaraday una dulce compasioacuten conmovioacute hondamente sus entrantildeasabre con lentitud sus labios azulados y le da la bienvenidalaquoiexclCaronte coacutemo me has envejecido coacutemo blanqueoacute tu cabelloy las negras amarguras y tormentos de queacute modo te han lisiadoDonde tu rostro cruzaron con espada alliacute golpearon el miacuteodonde se hirieron tus carnes alliacute se hundieron las miacuteasy entre tus cejas diviso una oruga pequentildeitami semblante inclino al agua y alliacute diviso el tuyoiexclCaronte mi gran asistente y perro de mi barcomi camarada que merodeabas cual sombra en torno a mi sombra la vida enteray a veces te lanzabas adelante como un rey y a veces atraacutes cual esclavocoacutemo fuiste atormentado y coacutemo envejeciste en la tierra tambieacuten tuacute junto conmigoQue seas bienvenido tieacutendete ya y reposemos uno al lado del otroraquo

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Sonriacutee Caronte con dulzura y clava su miradaen los ojos azules oscuriacutesimos del-de-mente-de-zorro

(XXIII 149-177)

No es usual en la Odisea como no lo es tampoco en la poesiacutea popular griega que Caronte sea presentado sin sus caracteriacutesticas de figura humana viviente Pero hay episodios en que el negro caballero toma apariencias distintas fantaacutesticas o macabras como en aquella visioacuten impresionante del futuro que tiene Odiseo en el palacio de Knosos cuando ve surgir en la noche en fantasmagoacuterico cortejo al rey sus cortesanos y Helena todos cadaacuteveres en descomposicioacuten precedidos de Caronte Eacuteste es aquiacute un esqueleto con sus huesos tentildeidos de rojo las cuencas de los ojos llenas de tierra y que lleva un cuervo en el puntildeo

Salioacute primero el gran Caronte pastor-de-grandes-rebantildeospintados de rojo los huesos y con tierra en los ojosy llevaba un ave pequentildea ndashera un cuervondash en su puntildeo abierto entroacute saludoacute a derecha-izquierda pero nadie lo vioDetraacutes aparecieron los capitanes del mar y erguidasen sus cabezas ondeaban al viento unas alas azulesllenas estaban sus narices y axilas con unas perlas tenueslos huevos-de-los-gusanos-de-la-muerte que todaviacutea no se abriacuteanCon alas encarnadas aparecieron tambieacuten los capitanes de tierray sus viejas llagas recieacuten pintadas riacuteen como labios de heteraGentilmente se vuelven y saludan pero ndashtamboresndash sus vientres verdeciacuteany el musgo primaveral ya los cubriacutea Derechos sus ojos pintados miran hacia el poacuterticoy lentamente aparece el soberano ndashun piacutecaro mono doradondashy cuatro muchachos llevan su cola de pavo realy movioacute Caronte sus manos daacutendole la bienvenidaDetraacutes de eacutel eunucos perfumistas adivinos y bantildeerosy joacutevenes rollizos lo siguen e impuacutedicos bufonesy al final del cortejo brillaban los ojillos de nuestro OrfoacutesSe movioacute el leoacuten y gruntildeoacute y las gamuzas corrieron

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y sus pupilas todas agua fresca y sus espiacuteritus hierbasoacutelo nuestro Suralis husmeoacute el olor del leoacutenen medio de la oscuridad y por doquier como liebre correteapero no localizoacute la feroz huella y vuelve a seguir su caminoSe sentoacute el rey en el trono sonriacutee a los ricos noblesy hace sentildeas para que quiten las llaves a las puertas del gineceoComo altivas galeras que parten con oacuteptima brisaufanas con sus descotes pasan las sentildeoras recieacuten acicaladasrechinan los aparejos golpean su velamen se despliegacaen destellos desde las teas y los senos refulgenaltos pezones diriacuteanse golpeados por el mar en el rosado amanecerCimbreantes navegan con ademanes en el aire mariacutetimoy todas las mercanciacuteas y perfumes desbordan de sus bodegaspaacutejaros y risas frescas besos y noches de grandes ojosy Caronte abrioacute con compasioacuten como un puerto sus brazosEl arquero ve todo saluda y su alma se regalabrinca su corazoacuten como-lengua-de-leoacuten y lame toda la tierralaquoiexclAdioacutes racimos de-gruesos-granos azules cabellos perfumadosadioacutes mis crespas vides aparecioacute el vendimiadorraquoY de repente se abrazoacute con fuerza a la negra columna para no caerdivisa al final a la de cejas-de-luna mecerse-lentamente-como- cisney las nodrizas con suavidad ayudaban a avanzar su cuerpo ligeroSu vientre sagrado habiacutease abultado pareciacutea un hormigueroque en enorme multitud se sostiene sobre sus muslos llenos de ovossus mejillas rosadas se hundieron se agrandaron sus ojospaacutelidas sus manos descansaban sobre su seno fecundoY dulcemente sumida en un suentildeo mostraba una sonrisa lejana

(VIII 153-198)

En el desierto candente e inmisericorde con los humanos Caronte toma las formas inusitadas de serpiente y de dragoacuten de larga cauda sin perder sus atributos de gran sentildeor y opulento pastor de los difuntos

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Avizoran en torno y en el desierto llameante se estremecen los espiacuteritus El negro ofidio Caronte se escondiacutea tendido en la arena viejo arconte69 y primer-pastor y dragoacuten de-larga-cauda y guardaba montones de oro de anillos de compromiso en el vientre (IX 354-357)

Vida y muerte La contraparte de la muerte inexorablemente eterna sin fin es la vida fulgurar efiacutemero de una conciencia destinada a apagarse La fugacidad objetiva del vivir motivo siempre presente en la poesiacutea de todos los tiempos es una idea reiterada una y otra vez en la Odisea En ocasiones bajo la forma de breve reflexioacuten contenida en el ritmo lapidario de un verso

iexclSoacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

La vida es aire bruma suentildeo rociacuteo sobre el polvo (X 1369) A Menelao inquieto y lleno de presentimientos le parece un suentildeo y la muerte le parece como una sombra

Cual suentildeo la vida parecioacutele cual un jazmiacuten fragante y mientras lo sosteniacutea y aspiraba temblaba su corazoacuten y al inclinarse al torrente contemplaba construirse ramificarse y deshacerse con agua y luz el mundo Y leve tambieacuten le parecioacute la muerte como la sombra de una gran flor que al crespuacutesculo cae en la cabeza del hombre (VII 123-127)

69 Gran sentildeor noble

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Suentildeo leve murmullo tenue de agua dulce zumbido de abejas que se apaga y se pierde veacutertigo suave que desaparece semeja la vida cuando ha transcurrido y llega el momento de la muerte o una gran emocioacuten permite contemplarla en una mirada Asiacute la ve el anciano Laertes en sus uacuteltimas horas Helena cuando va a ser lanzada al agua para calmar la tempestad en la travesiacutea hacia Creta el propio Ulises cuando va a abandonar para siempre a la princesa Dijtena que subioacute a su naviacuteo despueacutes de la destruccioacuten del reino de Knosos

Se sumieron las sienes del anciano sus paacuterpados se cierran cual dulce zumbido de abejas lejano en el campo florecido que se aleja maacutes y maacutes y se apaga y se pierde le parecioacute su vida y eacutel de espaldas cual un abejorro sin aguijoacuten estaacute muriendo (I 889-892)

Y la hermosa mujer escondioacute el semblante entre las manos y toda su vida atravesoacute como un suentildeo de-remo-alado por su mente era un paacutejaro de oro y revoloteoacute un suave veacutertigo y leve se ha desvanecido (V 253-255)

Con el cuerpo lozano de la mujer entre sus brazosse sentiacutea navegar en los secretos veneros de Carontepara encontrar el agua inmortal y beber y que se esfume su almaY la vida toda parecioacutele como un murmullo tenue de aguaque entre suentildeos clara borborita70 dentro del espiacuteritu del hombre

(VIII 1333-1337)

Cuando Ulises ha hecho vivir actuar en un drama sangriento y morir a cinco creaturas de su entendimiento en la rapsodia XVII las reflexiones que el impresionante final de todos los personajes sugiere son semejantes a las que pueden hacerse en torno a los hombres reales y sus creaciones condenadas todas a una postrimeriacutea inevitable la nada

70 Borbotea borbollea

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Como pestantildeeadas de astros al sol se-encienden-y-se-apagan las generaciones dan-flor-y-frutos los aacuterboles y se pudren en un instante en el suelo se alzan reinos con la aurora de-un-solo-diacutea iexcly marchan veloces al meridiano y al crepuacutesculo se apagan71

(XVII 921-924)

El canto popular provee tambieacuten al poeta de algunos motivos sobre la fugacidad de la existencia humana como el pensamiento que sigue a la desaparicioacuten del pueblo de los hielos que Odiseo encuentra en las proximidades del polo y que pese a sus obsesivos ruegos a la divinidad y sus esperanzas de llegar a terrenos firmes es devorado implacablemente por las aguas heladas a la vista del peregrino que ha partido ya en su uacuteltimo naviacuteo

El nombre del hombre malhadado sobre la nieve estaba escrito lo cogioacute el sol y derritioacutese se volvioacute agua y desaparecioacute72 (XXII 1450-1451)

Es claro aquiacute el eco de los miroloiumls que lamentan la muerte de un ser en plena juventud

71 La comparacioacuten del paso de las generaciones con el cumplimiento de los ciclos vegetalesndashpresente aquiacute de manera indirectandash la hallamos en Homero en aquel bello pasaje de la Iliacuteada

Como la generacioacuten de las hojas asiacute es la de los hombresMientras el viento hace caer unas hojas sobre la tierraotras la selva al florecer engendra al tiempo de venir la primaverade tal modo una generacioacuten de hombres nace y otra se acaba

(Homero Iliacuteada VI 145-149 Figura tambieacuten en la poesiacutea popular como en el canto de la madre que pierde a todos sus hijos y es consolada por la voz de uno de ellos

Imagina madre miacutea que eras una matita de manzanode pequentildea floreciste y de grande diste frutosy soploacute la brisa norte e hizo caer las manzanas

72 Recueacuterdese el miroloi que entona una anciana cuando el pueblo errante del pope Fotis antes de volver a partir en eacutexodo entierra el cadaacutever de Manolios en Cristo de nuevo crucificado de Kazantzakis El nombre de este joven sobre la nieve fue escrito vino el sol lo derritioacute vino el agua y lo borroacute (paacuteg 409)

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El nombre de este joven ndash escrito estaba en la nieve el sol lo ha derretido ndash y el agua se lo ha llevado

Un bordado poliacutecromo en la tela de la noche que va de abismo en abismo que manos misteriosas urden en las tinieblas breviacutesimo relaacutempago que se desvanece con la llegada del sol negro y el canto del gallo negro Caronte tal es la vida Un vano juego le parece el mundo a la desdichada princesa Krinoacute cuando debe marchar al redondel de las ceremonias taacuteuricas a sabiendas de que no podraacute sobrevivir al asalto de la fiera

Un bordado carmesiacute hermanos es la vida en la tela brumosa de la noche Quieacuten Dios miacuteo estaacute en la oscuridad con unas manos haacutebiles y aparecen las grecas realzadas los floreros los cipreses y perdices silvestres con-garras-de-fuego y hombrecillos negros Y se deshacen y se desvanecen y vuelven a surgir y se abren nuevas sendas recodadas con cipreses y de zanja en abismo van los brocados poliacutecromos (VII 1247-1253)

Un vano y friacutevolo juego de libertad le parecioacute en su seno el mundoy la vida entera breviacutesimo relaacutempago pestantildeeoacute en su pensamientoiexclmuy pequentildea y muy dulce y se levantoacute temiendo que se esfumeHebilloacute con firmeza el centildeidor precipitadamente abre los brazosdelgados y enjutos y las piernas fuertesUna roja corona de cuerda de crin de tres vueltas coloca en sus cabellosy ya sin esperanza se encamina veloz sin miedo a la era de Caronte73 (VI 538-544)

73 La era ndash la era despejada la marmoacuterea era - aparece siempre en la poesiacutea popular como el lugar donde luchan Caronte y el joven a quien viene a llevar

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Y yo soy aire y bruma y suentildeo y vendraacute el sol negro el cuervo negro Caronte iexcla cantar para que yo me desvanezcaraquo (X 1373-1374) Parecida reflexioacuten sobre la fatal fugacidad de la vida hacen los muertos que salen de los sepulcros y acuden en tropel al llamado del asceta agonizante Perla la famosa prostituta recuerda como un suentildeo ligero el veacutertigo del mundo que tan intensamente gozoacute

Y Perla se cubrioacute el pecho y de nuevo envuelve lentamenteen el terroso pantildeuelo funerario su cabellera telarantildeosacomo un suentildeo ligero pareciοle el veacutertigo de este mundocomo sombras vergonzosas e impuacutedicas alegres y tristeslos joacutevenes y viejos que pasaron por el cielo de su lechoy toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejana

(XXIV 365-370)

El anciano de la tragedia incluida en la rapsodia XVII se expresa asiacute al meditar sobre su existencia

Un relaacutempago rojo es la vida y yo camino a su destello vi y me libereacute y ya no poseo esperanza ni temor es la muerte una pluma larguiacutesima y en la mano la sostengo (XVII 995-997)

Y Ulises al emprender la aventura del rapto de Helena recuerda lo efiacutemero de la vida

Ayer tarde naciacute y esta noche he de morir tiene tiempo la tierra de detenerse a rumiar lentamente iquestqueacute le preocupa Los antildeos iexclmiles detraacutes de ella y miles adelante Mas nosotros iexclbienvenidos y adioacutes iexclLo que dura un relaacutempago y nos vamos (IV 227-230)

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La contrapartida de la nada final es la realidad presente la vida y su haacutelito y fuerza se imponen maacutes allaacute de las continuas reflexiones sobre la muerte Sombra es la tierra pero se alegra el corazoacuten cuando la abraza dice Ulises a aquel pueblo agonizante de mujeres cuya uacutenica esperanza de sobrevivir como raza es un nintildeo cuyo sexo auacuten no tiene vello y al que cuidan con solicitud obsesiva (XIX 1087) En la rapsodia siguiente hallamos otra expresioacuten de la idea reiterada en diversos pasajes acerca de gozar el mundo ldquolibrarlordquo con la maacutexima intensidad aun cuando la vida sea tan efiacutemera ldquocomo el destello del relaacutempagordquo

iquestPor queacute llorar y clamar y perder el sentidoDichoso aquel que puede librar el mundo enterode flor en flor saltando presuroso y asiacute pasar al polvoiexclmaravilla es la vida que un instante aflora en el cerebro y luego se desvanece

(XX 552-555)

Frente al incesante proceso de destruccioacuten simbolizado en las andanzas ininterrumpidas de Caronte la vida sigue brotando El amor de los seres destinados a ser polvo engendra nuevas creaturas y asiacute la misteriosa trama de la vida sigue tejieacutendose con mil bordados El peregrinar nocturno de Caronte y el Amor entregado cada uno a sus contradictorias tareas es la imagen de esta continua conjuncioacuten de vida y muerte

Y entretanto sobre el rostro de la tierra la miacutestica trama de la vida continuaba tejieacutendose mil bordados maestros con albos hilos como olas-de-lunas sobre una tela de arena La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la noche hombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manos y soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindario se aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondash arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

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Y el Amor ese nintildeo pequentildeo de plantas delicadas lleva la maacutegica hierba-de-hierro que abre todas las puertas senos semidesnudos brillan manos pintadas hacen sentildeas furtivamente se deslizan los amantes a los patios los lechos cantan iexcly hete aquiacute que de nuevo se llenan de infantes los umbrales terrosos (X 260-273)

Antiacutedoto de la muerte es el amor no soacutelo en cuanto crea nuevas vidas sino tambieacuten en el sentido de que la exaltacioacuten eroacutetica genera una sensacioacuten de permanencia de eternidad De alliacute que pueda decirse que si bien Caronte guarda las llaves de la existencia humana la mujer es la depositaria de las contrallaves La prostituta Perla (Margaroacute) cuando surge de la tumba para acudir al llamado del agonizante Odiseo a la vez que reflexiona sobre lo efiacutemero de la vida se jacta de coacutemo gozoacute el amor en su existencia

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo riacutee la mar bulliciosa de espaldas a las proas y en nuestro suentildeo el inasible espiacuteritu el cazador-de-ensuentildeos viaja ndashmercaderndash por distantes lejaniacuteas y se marcha En toda la corteza multicolor llena-de-barro de la tierra guarda las llaves el patroacuten-Caronte y la mujer las contrallaves y tomamos todos las senda del amor subimos a los pechos y que se encumbre inmortal el alma y en el polvo no desaparezca (VI 773-780)

Y toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejanatambieacuten la muerte agua profunda por nuestra mente suavemente se desliza

y la joven riacutee pues bien guarda el secreto en el pecho Ay cuaacutendo caeraacute a los pies del asceta para exclamar laquoTu palabra grande me ha fecundado mi vida ha echado fronda como el buen manzano y se dobloacute recargada de fruto y ahora soploacute el viento sentildeor cayeron las manzanas

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rodaron por la tierra se pudrieron pero a miacute no me importa un relaacutempago es la vida lo sabiacutea y bien la cosecheacuterdquo (XXIV 371-379)

Abajo en los cascos negros en las entrantildeas de la piedramiles de capas de cuerpos se deshacen y solamente restaalbiacutesima inmortal abierta la risa de-cabeza-cadaveacutericaPero arriba negligentes viven los vivientes y golpean los pies74golpean sus manos miacuteseras en las tabernas bulliciosasiexclsalud y la muerte es un cuento hermanos y es el vinoagua inmortal y bebemos y florecen nuestros huesosY otros aprietan en su pecho a una jovencita y en la dulzura del beso se olvidan y se burlan de Caronte -iquestNo va con su guadantildea esa hoja melladapara aterrar a medianoche a los ancianos a los viejos simplesiexclPero yo con el amor lo combato y lo derribo

(VII 1328-1329)

La accioacuten constituye asimismo una contrapartida de la destruccioacuten ininterrumpida que trae la muerte Asiacute lo siente Odiseo durante su ascesis en las soledades rocosas en la rapsodia XIV Una de las etapas de la Asceacutetica es la accioacuten y en ella el peregrino cree convencerse de que el mundo y la vida no es el mero tabique multicolor que nos oculta la Muerte

Y contempla el arquero con profundidad al mundo alrededor y percibeque no es un dulce espejismo de la vista ni es un ajuar de bodasaquello de que Dios se ha revestido para acoplarse con el alma-la-hembrani tampoco el tabique multicolor que nos oculta a la Muertey que manos piadosas lo bordaron con adornos heliocroacutemicos

74 Alusioacuten a un canto popular ldquognoacutemicordquo en el que el estribillo es ldquoA esta negra tierra que nos comeraacute vamos vamos dale dale con el pierdquo Al cantar el estribillo se golpea el suelo con los pies Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 166

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con mucha dulzura y encanto para que olvidemos el sepulcro Es la vida una excursioacuten guerrera y las fuerzas luminosas ascendiendo con esfuerzo luchan por rasgar la oscuridad buscando en la tierra a porfiacutea inmortalidad y libertad (XIV 1331-1339)

La nostalgia de los muertos

La nostalgia inconsolable por la vida terrena que los muertos sienten en el Hades todas las veces que pueden hacer oiacuter sus voces en la Odisea recuerda el tono desgarrado que el cantor popular griego pone en boca de los difuntos cuando eacutestos ansiacutean el mundo de la luz tono muy semejante a aqueacutel con que hablan a Ulises en la Odisea homeacuterica Lo veremos no soacutelo en los dos pasajes que repiten en cierta manera aquel episodio de la epopeya antigua en su ldquocontinuacioacutenrdquo contemporaacutenea en las rapsodias I y XIV en Itaca y en el centro del Aacutefrica respectivamente Pero antes examinemos algunas otras manifestaciones de esa nostalgia sedienta y angustiosa por la vida En las orillas del Nilo el rumor que proviene de las tumbas innumerables no expresa otro sentimiento

Hablaba asiacute el anciano husmeaba las tumbas cual chacaly explicaba las voces de los muertos laquoiexclViajeros miacuteos si tuvieraagua corriente para beber y una manzana roja para olerraquoY a su lado otro solloza laquoiexclAy hermanos girad mi rostro hacia el nortepara que una gota al menos me sople de aire frescoraquoY gime otro con signos retorcidos y densos en su laacutepidalaquoNo lloro porque mi bella esposa tomaraacute nuevo maridoni lloro por mis hijos nintildeos son todo lo olvidaniexclsoacutelo lloro por el pan y por la luz y por la dulce plaacuteticaraquo

(IX 501-509)

El pesar por no haber aprovechado y gozado los bienes del mundo engantildeados por la promesa de una recompensa en una vida posterior a la muerte es una queja siempre repetida por los difuntos En el pasaje siguiente Suralis el muacutesico uno de los compantildeeros de Odiseo es el

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que reconoce las voces de ultratumba

Y Suralis pega el oiacutedo a la tierra y logra espaciadas distinguir en medio del denso y zumbante gusaneriacuteo las vocecillas del hombre laquoiexclMaldito aquel que cree en la virtud en el mundo esa anciana banquera que nos arrebata el oro puro de nuestro vivir y entrega un recibo que se anula allaacute en el mundo subterraacuteneo iexclOjuacute viajeros que pasaacuteis y viandantes que cruzaacuteis a la virtud lo aposteacute todo y el juego lo he perdidoraquo Se estremecioacute la arena y se quedoacute muda y el flautista distingue una voz fina de nintildea quejarse veladamente laquoiexclViacutergenes que pisaacuteis sobre miacute muchachas que me escuchaacuteis os dejo mi maldicioacuten por bendicioacuten gozad queridas de vuestra juventud Santa me proclamaban y peregrinos de los confines del mundo acudiacutean descalzos a verme y a ofrecerme azucenas sin ser besada ni tocada por varoacuten mi vida la perdiacute iexclAy iexclsi pudiera Dios miacuteo salir de nuevo una hora siquiera al mundo terrenal75raquo (IX 400-414)

La nostalgia por las maravillas de la vida alcanza al propio Caronte quien pese a vanagloriarse muchas veces de su tarea destructora se deja seducir tambieacuten intensamente por la magia del mundo terrestre El encanto del trino de una avecilla lo hace emocionarse hasta las laacutegrimas y maldecir su suerte y su negro oficio en este bello pasaje que pese a su exaltado haacutelito de vida termina tambieacuten con la muerte del minuacutesculo cantor

75 La nostalgia por ldquoel mundo terrenordquo ldquoel mundo de arribardquo el pano kosmos πάνω κόσμος es un motivo reiterado en la poesiacutea popular griega Cuando en un canto Caronte le pregunta a una nintildea que por queacute estaacute llorando y le dice que puede enviar a buscar a su madre o a sus hermanos ella la responde ldquoSoacutelo por mi casa lloro y por el mundo terrenordquo Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 170

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Suavemente amanecen en torno las montantildeas y de rosa se tintildeen las piedras oscuras y la alondra embriagada-de-sol con su borlado entendimiento bebioacute demasiada luz y confundioacutese y da comienzo al trino iexclcorazoacuten ave volante insensata y herida-por-la-luz Y mientras trinaba se iba sobrecogiendo y el sol se lo imaginoacute un manzano frondoso en su fruto un granado en su flor y subioacute a posarse entre sus ramas y a picotear dulcemente La madeja de canto y de alas se desmenuzoacute a la luz y desaparecioacute mas su trino ndashfiniacutesima lluviandash lentamente auacuten descendiacutea y todo el cuello candente refrescaacutebase de la brisa encendida Dios miacuteo con el canto del ave hasta la tierra se olvida de la Muerte hasta Caronte olvida su guadantildea y se sienta en una roca a escuchar embelesado el dolor de la alondra Enjugando sus ojos llameantes y sin paacuterpados suspira laquoiexclMaldita mi negra suerte si yo tambieacuten pudiera un diacutea despreocupado tenderme por la yerba a escuchar a los paacutejarosraquo No terminaba auacuten de hablar Caronte cuando ante sus rudos pies se derrumboacute el cantor extravagante como un pequentildeo terroacuten y en el extremo del pico teniacutea una gota de sangre negra (XX 315-333)

Este sentimiento del oscuro sentildeor de la muerte se expresa acaso con maacutes viva intensidad en uno de los episodios en que Caronte visita a Odiseo en la rapsodia VI Alliacute aqueacutel se duerme junto a su antiguo camarada y se pone a sontildear justamente con la vida La exaltacioacuten del vivir en esta llamada ldquoepopeya de la muerterdquo encuentra en este pasaje una expresioacuten notable

Se agitaron las cantildeas como un pueblo y las aguas crecieron y envolvieron su mente como un aacuterbol regaacutendola hasta lo hondo Y con suavidad de los laureles-rosas y de los cantildeales se difundioacute una brisa dulce y cogioacute sus paacuterpados el suentildeo Y vino Caronte y se tendioacute cuan largo es a su costado se cansoacute de merodear toda la noche los ojos le pesaban

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y deseoacute tambieacuten eacutel en el arroyo con su viejo camarada tenderse a la sombra de un algarrobo a dormir una gota Lanza ligeras sus manos de huesos al pecho del arquero y asiacute abrazados bajaron los amigos hasta el suentildeo Duerme Caronte y suentildea que todaviacutea viven hombres que auacuten se alzaron en la tierra casas palacios reyes y lograron crecer huertos y debajo de su sombra auacuten pasean sentildeoras nobles y esclavas entonan cantos Suentildea que un sol aparecioacute que alumbra una luna y acaso que gira la rueda de la tierra y lleva cada antildeo yerbas y flores frutos variadiacutesimos dulces lluvias y nieves y acaso de nuevo retorne todo ello y la tierra se renueve Riacutee Caronte secretamente en su suentildeo lo sabe es suentildeo aire multicolor una fantasiacutea de su mente cansada y deja despreocupado que lo aguijonee Y poco a poco perdioacute la vida el pudor y tomoacute vuelo la rueda abre sus viacutesceras la tierra hambrienta penetra el sol y la lluvia e innuacutemeros huevos germinaron se llenoacute el mundo de larvas y parten densas bandadas de aves de fieras y de humanos y de pensamientos y se precipitan a devorar a Caronte dormido Y una pareja de hombres se instaloacute en sus narices-cavernas encienden lumbre y la alimentan y preparan su merienda y colgaron la cuna del hijo de su tosco labio superior Siente cosquillear los labios las narices le hormiguean Y de pronto Caronte estremecioacutese y se esfumoacute su suentildeo soacutelo un instante se durmioacute la Muerte y sontildeoacute con la Vida (VI 1261-1292)

Maacutes que en la rapsodia I - y la visita saludo a los difuntos y danza en su recuerdo - es en la Rapsodia de la Ascesis la decimocuarta donde encontramos una escena hasta cierta medida semejante a la del canto XI de la Odisea homeacuterica En la vieja epopeya la bajada de Ulises al Hades para consultar al adivino Tiresias pone de relieve el sentimiento infinito de nostalgia por la vida terrena que experimentan los difuntos en el mundo oscuro de la muerte concepcioacuten que en lo esencial supervive firmemente arraigada en las creencias populares neogriegas

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La sangre hace revivir a los muertos por algunos instantes y pugnan con desesperacioacuten por esos momentos de luz Hasta su viejo padre que dejoacute la vida despueacutes de cumplir iacutentegramente su ciclo aparece ante Odiseo y le tiende sus treacutemulos labios suplicantes Es tambieacuten en ese encuentro con los muertos cuando Odiseo conoce el fin de dos de sus maacutes queridos compantildeeros Ostreros (Stridaacutes) y Karteroacutes El primero le sonriacutee amargamente paacutelido y se esfuerza por articular unas palabras mas no puede pues su garganta estaacute carbonizada Quiere volver un momento a la vida pero su propio amigo le niega la sangre y eacutel maacutes paacutelido auacuten ndashhumo tembloroso como Anticlea la madre de Ulises en los versos de Homerondash desaparece Lo que los muertos expresan con pateacutetica insistencia al igual que en la poesiacutea popular es la nostalgia desgarradora e incurable por la vida terrena ldquovolver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerrdquo

Las entrantildeas comenzaron a temblar y las tumbas se abrieron iexclah coacutemo se arrojan los muertos a beber la tibieza del hombre Agachado el matador se estremece viendo a los antepasados a los viejos amigos que desaparecieron a las sombras que amaba abalanzarse apintildeados para beber sus venas y poder revivir Se precipitan en oleadas a su entrantildea y gimen los difuntos abrazan sus pies y los besan se cuelgan de sus costados y los maacutes temerarios chillan sobre sus craacuteneo igual como halcones laquoQuiero tomar tu sangre ndashgimenndash para poder erguirme sobre el suelo iexclpara volver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua para rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerraquo Mas eacutel implacablemente escoge en el sumidero de su corazoacuten teniacutea en la mano un palo largo y rechaza a aquellas sombras laquoAtraacutes derrumbaos en el Taacutertaro no vuelvas nunca maacutes cosa difiacutecil te has elegido agua pan mujerraquo Su padre aparecioacute y tendioacutele sus treacutemulos labios

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pero con el taloacuten aparta el hijo de siacute a su progenitor laquoPadre tu vintildea en la tierra bien la cultivaste iexclcomiste y bebiste y engendraste un hijo mejor que tuacute y bastaraquo Se precipitan los antepasados abuelos bisabuelos como animales jadeantes pero alza su aguijada el-de-doble-origen y los derrumba al Hades laquoYa no tiene la tierra necesidad de vosotros no puede volver atraacutes al oscuro abuelo ha superado con sus gruesas quijadas iexcly es una verguumlenza que se desperdicie la sangre del vaacutestago para hacer revivir sobre la tierra a su ancestro-simioraquo Mas de improviso palpita el corazoacuten palidece el-de-mente- de-leoacuten allaacute en un extremo divisa a Ostrero que abre-y-cierra los labios y se arrastra hacia la cavidad del corazoacuten a beber una gota de sangre laquoiexclMi Stridaacutesraquo grita y abre con iacutempetu los brazos anhelantes Y eacutel alzoacute la mirada paacutelido y le sonriacutee amargamente trata de sacar una palabra mas no puede su garganta estaacute carbonizada y se arrastra hasta al corazoacuten del compantildeero para poder revivir Se llenaron de laacutegrimas los ojos del arquero pero levanta el cayado laquoiexclMi Ostrero estoy en gran necesidad y la sangre es muy poca Bien sabes coacutemo te quiero pero no se debe con amor gobernar esta tierra de mala cabeza te ruego Stridaacutes que no bebas sangre de mi corazoacuten tambieacuten tuacute cumpliste bien tu deber en la tierra y otro bien importante no tienes ya que ofrecer en este mundo iexclretorna al polvo y deacutejame dar de beber a otros mejoresraquo Dijo y Stridaacutes palidecioacute ndashhumo temblorosondash y desaparecioacute Suspiroacute el-de-muchos-tormentos y enjugoacute sus ojos hondo es su dolor pero es menester que las laacutegrimas no nublen sus ojos inclementes para que puedan ver y escoger entre las sombras Mudos los muertos hasta sus sienes descendiacutean

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como negros corderos y su espiacuteritu embargaacutebase de dulces anhelos en su memoria desencadenada fulguraban viejos soles y lunas frutos envenenados y corceles fortalezas muchachas y mujeres fantaacutesticos festines y lejanas travesiacuteas Y cuando sumergioacute Odiseo su mirada en lo hondo de la memoria divisa en el borde de la fosa de improviso una sombra pesada que se erguiacutea en silencio con una espada clavada en el craacuteneo laquoiexclHerrero miacuteo ndashexclama dolorido el solitariondash amigo sin sonrisa ya te quitaron la corona ya no estaacutes bajo el solraquo Mas Karteroacutes cual un rinoceronte mudo hozaba en el suelo y camina para llegar al corazoacuten y sorber tambieacuten eacutel sangre diriacutease que lo han asesinado y conserva su energiacutea toda (XIV 321-377)

La muerte destructora

La presencia de la muerte en la Odisea asume tambieacuten la forma de aceptacioacuten objetiva de ella como realidad inseparable de la vida revistiendo muchas veces el matiz de objetividad y serenidad con que la enfrenta el hombre ruacutestico sencillo y en especial el anciano En no pocas ocasiones ante el lamento o la expresioacuten de miedo frente a la muerte se da la reflexioacuten en contrario de otro personaje Esta posicioacuten suele asociarse a menciones del proceso material de desaparicioacuten del cuerpo que si bien pueden parecer de un caraacutecter macabro a veces hasta morboso no pasa de ser tambieacuten realidad Y acaso no constituyan en alguna medida sino ampliaciones y variaciones enriquecidas con nuevos motivos de elementos de la poesiacutea popular en la cual esa fatal etapa de reduccioacuten a polvo y nada del ser humano se muestra con impresionante realismo La presencia de la descomposicioacuten y los gusanos se da en no pocos miroloiumls como eacuteste dedicado a la muerte de una joven novia que citamos en fragmento

Y de nuevo respondioacute y a su madre le habloacute asiacutendashMadre si tuacute eres mi madre y si yo soy hija tuya

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saacutecalo y dalo a cualquiera mi anillo de compromisoMadre miacutea que me entierren en un vallecito verdedejad al lado derecho una pequentildea ventanaque entre el sol en la mantildeana y que entre al mediodiacuteay cuando se pone el sol que entre mi pajarilloque entre y salga a conversar que entre y salga a preguntarndashNintildea miacutea tu hermosura tu belleza iquestdoacutende estaacutenndashCome el Hades mi hermosura y la tierra mi bellezamis cejas y mis pestantildeas un gusano las devora76

El proceso de destruccioacuten orgaacutenica se menciona a veces en los miroloiumls con figuras acerca de las ropas y los alimentos que los muertos poseen en contraposicioacuten a los que los vivientes les ofrecen al rogarles en sus lamentos que retornen a la vida

ndashAleacutegrate con las flores guarda para ti las rosassi tienes almuerzo toacutemalo y si cena tienes coacutemelay si tienes agua tibia laacutevate con ella tuacutesi tienes vestidos viacutestelos si tienes lecho en eacutel duermeYo el camino que he pasado no lo vuelvo ya a pasarvoy a los montes del Hades voy a la fuente del Hadesel suelo tengo por lecho la tierra tengo por saacutebanapara cena tengo polvo para almuerzo tengo tierray bebo el negro veneno que gotea de la laacutepidahellip 77

En otras ocasiones la impresionante figura del difunto en putrefaccioacuten se ofrece al deudo que quebrantando una tradicioacuten llora a los muertos al crepuacutesculo enturbiando con sus laacutegrimas el agua de la Fuente del Olvido A tal hora los difuntos acuden a beber esas aguas para renovar la peacuterdida de memoria de la vida terrena Eso les permite ldquovivirrdquo sin mayor amargura en el oscuro Hades Mas si el agua se enturbia revive en ellos el recuerdo de la existencia y en su desesperacioacuten por volver al mundo terreno suelen cometer torpezas que Caronte castiga con el enviacuteo del muerto en descomposicioacuten para ahuyentar al deudo

76 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica p 13677 Ibiacutedem p 139

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irreverente Castigo doble por cuanto el difunto anhela volver a la vida vivo de nuevo y no en la forma de espantable espectro y porque el deudo al evocarlo ansiacutea hacerlo retornar a la existencia en la forma que tuvo en la tierra y no convertido en una visioacuten macabra Una hija ruega a su madre en un miroloiuml de motivo semejante al resentildeado que no la llore a la hora del anochecer porque perturba su trabajo de servicio de Caronte y provoca el terrible castigo

Quisiera yo madrecita pedirte una gran mercedque nunca al ponerse el sol un miroloiuml me cantes estaacute cenando Caronte con su mujer Carontisayo les escancio la copa con un cirio los alumbroY al oiacuter tu vocecilla mi pecho se estremecioacutey se me quebroacute la copa se apagoacute la luz del cirioy el vino se ha derramado en medio de los difuntosquemoacute vestidos y adornos de novia y palikaris78Se enoja entonces Caronte me enviacutea a la negra tierrami boca llena de sangre y mis labios de veneno79

En el pasaje siguiente de la Odisea se alegoriza el camino de los muertos en boca de un viejo hombre de pueblo y se alude al lento devorar de la tierra y al motivo de las ldquosiete especies de gusanosrdquo que en la rapsodia del Priacutencipe Madretierra se desarrolla ampliamente Salvo ese inevitable deshacerse nada hay maacutes allaacute de la tumba

laquoUn brioso labrador eacuterase mi bisabuelo y me tomaba en sus rodillasy no queriacutea contar cuentos a su nietosiempre en su mente Caronte estaba y se reiacutea de continuo hablando de eacutelldquoNo quiero comidas nintildeo miacuteo ni exorcismos en mi tumbano quiero que sacrifiquen por mi alma a los pobres bueyesiexclpues bien conozco el futuro y no poseo esperanzas

78 Palikari παλικάρι muchacho mozo hombre joven apuesto varonil valiente79 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica pp135-136

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Y oye aprende ya el secreto cuando bajes al sepulcroal entrar a la tierra primera al primer poacutertico del Hadescae sobre el alma un negro y le quita sus adornosy la pobre sentildeora se resiste y lanza grandes alaridoslsquoiexclSocorredme hermanos primos miacuteos me arrebatan la coronarsquoPero iexclay primos y hermanos se han marchado gime si puedesEn el segundo peldantildeo herrumbroso la abraza el portero guardiaacutenle roba los talismanes y los vanos amuletosy le arrebata iexclay de miacute hasta las cosas buenas que cumplioacute en la viday el alma desdichada se lamenta tiembla su vocecillalsquoiquestPor queacute me quitas las armas asesino por queacute asiacute me desarmasrsquoEn la puerta tercera la infeliz ya enmudece y la tierra poco a pocole va mascando los ojos y los dientes las untildeas y las orejasiexcly entonces ndashdicenndash aparecen siete especies de gusanos y la devoranrdquoraquoRecuerda el solitario las palabras del antildeoso labrador mas se las guarda (IX 518-538)

Una forma de ilusioacuten desviacutea al hombre del pensamiento de lo que ha sido su presencia en la tierra un surgir brevemente de la nada y un continuo caer al polvo para convertirse en tal para deshacerse a pesar de todo el pateacutetico empentildeo con que se haya luchado contra la muerte ldquoComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producenrdquo80 reflexiona Odiseo en la desolada necroacutepolis egipcia Los devora implacablemente el combatiente invencible y mudo el gusano

Calma vagamente como en suentildeo al sol silbabay erecta letaniacutea saciada su lengua biacutefiday debajo boca arriba los difuntos con las manos en cruzcon sus pechos llenos de aromas y de palabras encantadascon una llave en los dientes esperan que sus almas vuelvan a venir

80 No producen = no brotan

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Merodea por las tumbas la tripulacioacuten pisa a los muertosgraves espectros guarda el suelo gotea el sol gruesamentey la necroacutepolis plena de un halo vahoso brilla bruntildeida al sollaquoiexclComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producen raquodeciacutea el arquero admirando la paciencia de los hombrespara combatir la insensatez y la bravura de CaronteEmpuntildean los amuletos como espadines aprietan los exorcismos en sus pechosy se lanzan armados a la tierra a luchar con la lanzapero lentamente surge desde el suelo en la fresca oscuridadel invencible y mudo combatiente el gusano y los devora

(IX 358-372)

Pretender sublevarse contra tal realidad es falta grave a maacutes de inuacutetil le plantea el servidor hombre sencillo de pueblo que tiene por sabiduriacutea a la experiencia al angustiado priacutencipe Madretierra que vive obsesionado con el pensamiento de la muerte y peregrina en busca de un famoso asceta ndashOdiseondash para pedirle una explicacioacuten que pueda infundirle serenidad

Mi rey ndashque-vivas-muchos-antildeosndash iexclgrave falta es que levantesel haacutebito sagrado de nuestra madre tierra para ver sus verguumlenzasJusto es que sin blasfemias ni voces en la tierra como espigasnos plantemos de mantildeana y ya hacia el mediodiacutease abra ya dorada la cabeza y se llene de trigoy al anochecer caigamos suavemente a la era de polvoDe la fraacutegil boca de un gusano nadie se ha de salvar

(XVIIII 659-665)

El ciclo de la vida y la muerte es tan natural como inexplicable e injustificable para el hombre que no se ha liberado de anhelos y esperanzas falsas Cuando Ulises ha vivido las etapas de la Ascesis y su espiacuteritu puede contemplar el mundo tal cual es maacutes allaacute de deseo o esperanza alguna el panorama de la humanidad toma el aspecto del

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ciclo de la vida vegetal que se cumple silencioso y sin sufrimiento ni rebeldiacutea

Se ensancha y se extiende la era luminosa en su cabeza se ampliacutea el pensamiento se esparce e inunda la llanura ciudades se siembran y crecen en las amelgas del cerebro y todas se dan como mujeres con llanto con temor a la ruda caricia del hombre desnudas besando y mordiendo Los hombres filas de hormigas suben con prisa desde el suelo trabajan lloran riacuteen y se besan y caen de nuevo tambieacuten con prisa a la tierra y quedan sembradas sus cabezas en los surcos Coacutemo corremos todos al relaacutempago verde de la tierra a la tumba Pasan nuestros semblantes como alas y brillan en el sol mira lentamente la madre a la hija y la hija vuelve la cabeza tras los hombros fuertes del marido para distinguir a su hijo Todos sin piedad clavamos nuestros ojos muy derechos y corremos a coger la dulce manzana del mundo y de pronto se abre nuestra fosa y la santa fruta cae Como yerbas desde la tierra suben los pueblos de-cabello-espeso y de nuevo como yerbas vuelven al suelo y la tierra engorda masticando golosa los cadaacuteveres robustos de sus hijos (XVI 660-677)

La certeza del fin que aguarda a sus propias creaciones hace dudar a Odiseo en su actividad de dar vida a sus pensamientos y convertirlos en hombres y mujeres Sin embargo pese a lo efiacutemero de esa vida que eacutel daraacute anaacuteloga a la que a eacutel y a los hombres les es dada triunfa la voluntad de hacerlos vivir aunque sea por un instante contrapuesto a la infinitud de la muerte

laquoMe levanto a la ribera del tiempo y creo y descreo con arena y con agua y con sangre la historia del hombre saltan de las sienes los pensamientos y al caer a la tierra se convierten al punto en hombres y mujeres y veloces se acoplan Como el marfil pulido se refleja el rostro de la tierra

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entre los soles y las lluvias y lo acaricio quedamente agachado con ternura indecible y medito en secreto iquestPara queacute cincelar este marfil amado iquestUn puntildeal de matanza o una vasija profunda o una peineta para que brille en el abismo de los cabellos oscuros de la mujer Como una carne suave se levanta la fuerza en las diez yemas-de-los-dedos y asiacute como elige el soberano quedamente en sus vastos jardines a cuaacutel mujer de sus harenes le va a arrojar el pantildeuelo observo los deseos y contengo con suavidad mi energiacutea Muy pesada la soledad es esta noche muy caliente estaacute el aire no soporto quedar solo me viene un desfallecer y este terrible y veloz baile desata mi cerebro Anheleacute ver y que me vieran tocar y me tocaran palpitan mis entrantildeas como de nuevo dios y compadezco a los hombres Les tengo compasioacuten y en las mentes sin alas alas he de clavar botareacute ya las fronteras insensatas que al alma cercan iexclaacuterboles embriagaos y echad flores henchid el pecho muchachas y grandes cuitas mozos incubad en vuestro espiacuteritu soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinitardquo (XVI 1289-1312)

La certeza objetiva de la muerte la aceptacioacuten de su realidad no puede borrar con todo la tristeza del no ser del cumplimiento del ciclo efiacutemero La melancoliacutea embarga a veces pasajes como el siguiente que en una imagen repiten el hecho siempre conocido

Y todas las almas en el mundo tambieacuten ellas cual flores amarillasse doblan hacia el sol y van siguiendo la luz y de repente la tristezacae sobre ellas como la oscuridad se marchitan y tiemblanrecordando a la negra muerte y al polvo desoladoflores las almas tambieacuten se abren y cierran con el sol

(XIX 549-453)

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La lluvia que acentuacutea el proceso de destruccioacuten de los muertos es tambieacuten portadora de sus fantasmas ya en la vigilia ya en el suentildeo ldquoCuando llueve salen los muertos de la tierrardquo y por eso mientras Odiseo planea la construccioacuten de la ciudad ideal que habraacute de destruir al cataclismo la imagen de Rala la ardiente revolucionaria egipcia destrozada en la lucha viene a eacutel Tambieacuten bajo la lluvia desde su patria lejaniacutesima llega al peregrino ya en las cercaniacuteas de la nada final en el polo helado el recuerdo de su viejo padre

laquoCuando llueve salen los muertos de la tierra igual que caracolessus ojos llenos de cieno lloran y crujen sus huesosy vuelven a caer al lodo lentamente y los sorbe la tierracreo que les corresponde tambieacuten a medio invierno una fiesta funerariaiexclay cuando ya se levante la ciudad pondreacute orden en todoraquoEacutel buscaba coacutemo dar al nacimiento las bodas y la muerteun fin maacutes alto dar maacutes allaacute de lo humanoCaiacutea la lluvia lentamente y el arquero inclinadorespiraba el olor salvaje de la tierra y desbordaba su espiacuterituuna borrasca espesa envenenada llena de ecos y fantasmasy Rala se levantoacute en la bruma del ocaso despueacutes del aguaceroy el bronce con sus talones fulguroacute y sus anchos labioscomo una llaga en la niebla temblaron y se volvieron a cerrarlaquoiexclRalaraquo grita Odiseo y abrioacute ansioso los brazosmas de nuevo empezoacute una lluvia torrencial y la tierra se embrumoacutey poco a poco como una burbuja vaciacutea de agua desaparecioacute Rala en el suelolaquoiexclAy cuaacutento peso de muertos recibioacute este pecho altivoraquomurmuroacute el solitario y se hundioacute las untildeas en el corazoacutenLa tierra muele quedamente en el huacutemedo Taacutertaro a los muertosse puso el sol y se hundioacute en las nieblas de la llanuray con pena en silencio se despega de los difuntos el arquero

(XV 1074-1094)

Allaacute lejos comienza una lluvia torrencial y coge en sus redes

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la planicie los granos sembrados se dilatan y se llenan de una leche gruesa y los muertos que yacen desnudos en el suelo comienzan a hincharse En el suentildeo son las piedras cristalinas y la tierra es transparente y mucho se inclina y dobla el-de-los-mil-sufrimientos y contempla a los difuntos mira a su padre que yace tendido y su corazoacuten se triza nunca en vida de su viejo le dijo una palabra dulce y ahora en los confines de este mundo en su dormir lo recuerda y llora Poco a poco se calmoacute la lluvia y el arquero agachado aspiraba el fuerte olor a tierra y se llenaba su espiacuteritu de densa agitacioacuten envenenada llena de ruidos y visiones Brincan en las entrantildeas los espiacuteritus despiertan los difuntos dilata su fronda murmurando el aacuterbol sagrado de la hipnosis con sus ensontildeaciones espesamente-florecidas en sus ramas felpudas (XXIII 504-517)

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IV La palabra

El problema linguumliacutestico de Grecia81

Para poder apreciar la grande y profunda significacioacuten de la obra kazantzakiana en el terreno de la reivindicacioacuten y aprovechamiento de la riqueza del neogriego es indispensable conocer siquiera en siacutentesis el problema linguumliacutestico de la Grecia Moderna Desde los uacuteltimos siglos de la Antiguumledad se da la tendencia a imitar el lenguaje aacutetico de la eacutepoca del apogeo cultural y poliacutetico de Atenas y a despreciar el idioma hablado que ya en los siglos heleniacutesticos ha evolucionado substancialmente tanto en su sistema foneacutetico como en el morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico Se origina asiacute un ldquofalso bilinguumlismordquo la llamada ldquodiglosiacuteardquo (διγλωσσiacuteα) el uso al escribir de una lengua no vigente ya en la vida El divorcio entre el idioma escrito y el hablado se hace mayor a medida que transcurren los siglos y se institucionaliza cuando el Imperio y la Iglesia adoptan la lengua arcaizante82 Esta ldquodiglosiardquo es heredada por el pueblo griego moderno como carga funesta que tiende a detener todo progreso cultural a mantener a la masa popular en el analfabetismo o semianalfabetismo y a generar una actitud de repulsa a todo lo escrito a la cultura En efecto despueacutes de la Revolucioacuten de la Independencia (1821-1830) triunfan los arcaiacutestas y se impone como lengua oficial del estado una creacioacuten artificial llamada ldquokathareacutevusardquo (καθαρεύουσα) mezcla de elementos gramaticales del antiguo aacutetico con ciertas concesiones a

81 Una exposicioacuten acerca del problema linguumliacutestico griego en castellano puede verse en nuestro estudio ldquoLa diglosiacutea en la historia de la lengua griegardquo Boletiacuten de Filologiacutea Homenaje a Ambrosio Rabanales tomo XXXVII 1998-1999 (Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad de Chile)82 Es de hacer notar que los Evangelios en la forma en que los conocemos son el maacutes bello monumento de la koineacute popular de la eacutepoca En ellos se muestran en germen los caracteres de lo que seraacute el neogriego Los primeros cristianos en su deseo de extender al maacuteximo el mensaje evangeacutelico utilizaron el idioma popular e ignoraron el aticismo Sin embargo pocos siglos maacutes tarde cuando la Iglesia pasa a ser religioacuten oficial del Imperio adopta la lengua arcaiacutesta que la masa popular no entiende casi en absoluto En el s V el obispo Nonos Panopolitis traduce el Evangelio de San Juan al griegohellip iexclhomeacutericohellip en hexaacutemetroshellip

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formas medievales y a alguna cantidad de vocabulario moderno aunque arcaizado en su morfologiacutea La diferencia entre la kathareacutevusa y la lengua neogriega llamada ldquodimotikiacuterdquo hablada por el pueblo y producto de una continuidad ininterrumpida desde los tiempos homeacutericos es inmensa Los sistemas morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico estaacuten separados en muchos de sus elementos por una distancia de dos mil quinientos antildeos de evolucioacuten linguumliacutestica De este modo el nintildeo debiacutea reemplazar las palabras y formas que habiacutea aprendido de su madre por otras y aprender a asignarle a cada objeto otro nombre con declinacioacuten y muchas veces geacutenero distintos a utilizar otros verbos de conjugacioacuten antes desconocida a intentar una sintaxis artificial en una palabra debiacutea superponer a su sistema linguumliacutestico natural otro artificial y arbitrario Cuando el escolar procediacutea de un lugar de dialecto arraigado en sus estudios completos debiacutea agregar a su idioma natural tres sistemas gramaticales distintos la lengua hablada comuacuten la kathareacutevusa y por uacuteltimo el griego claacutesico Si a ello se agrega la mantencioacuten de una ldquoortografiacuteardquo absolutamente anacroacutenica y arbitraria de dificultad casi inimaginables puede tenerse una idea del efecto que semejante caos linguumliacutestico produciacutea en la actitud del nintildeo del joven y del hombre de pueblo en general hacia la educacioacuten y la cultura El peso de prejuicios seculares de una tradicioacuten arcaiacutestica milenaria la falta de concepciones cientiacuteficas sobre la lengua neogriega el desconocimiento de su inmensa riqueza y una posicioacuten poliacutetica conservadora triunfaron sobre el esfuerzo de los demoticistas partidarios de poner teacutermino a la diglosiacutea y reconocer el derecho del pueblo a escribir el idioma que habla como habiacutea sucedido siglos antes en todos los paiacuteses europeos La larga y difiacutecil batalla por el uso y el cultivo de la lengua hablada la daraacuten primero los poetas Solomoacutes el cantor de la Independencia y sus seguidores de la Escuela Joacutenica durante medio siglo Maacutes tarde seraacute el gran linguumlista y escritor Jean Psichari quien lanzaraacute la ldquoproclamardquo en favor del idioma popular en su libro Mi viaje (1888) Largos combates han de sucederse todaviacutea para que la lengua griega moderna se imponga en todos los dominios de la literatura Soacutelo en 1917 se conseguiraacute la implantacioacuten del estudio de la lengua viva en las escuelas en una reforma impulsada entre otros por el extraordinario

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linguumlista y maestro Manolis Triandafilidis Pero la reaccioacuten se impone casi enseguida y se reimplanta el uso obligatorio de la kathareacutevusa en la escuela limitaacutendose el estudio del idioma hablado soacutelo a los tres primeros cursos de la primaria Esta situacioacuten vino a terminar soacutelo en 1976 cuando se ldquolegalizoacuterdquo la lengua neogriega la dimotikiacute y se puso fin al dominio de la kathareacutevusa En 1982 se simplificoacute un tanto la ortografiacutea suprimiendo los ldquoespiacuteritusrdquo la ldquoiota suscritardquo y dejando soacutelo un acento el agudo Una de las consecuencias de la diglosiacutea ha sido el conocimiento y estudio tardiacuteo en Grecia de la lengua griega y su extraordinaria riqueza pese a que a fines del siglo antepasado y primera mitad del siglo XX se realizaron hermosas traducciones de obras antiguas que mostraban su plena capacidad expresiva negada por los arcaiacutestas83 De ahiacute que sea en tal marco en el que debemos ubicar la vasta obra de Kazantzakis

83 J Polylaacutes tradujo la Odisea homeacuterica y tragedias de Shakespeare A Heftaliotis introductor de la dimotikiacute en el geacutenero histoacuterico en su Historia del neohelenismo vertioacute tambieacuten aquella epopeya a la lengua popular A Palis realizoacute una bella versioacuten de la Iliacuteada y tradujo el Evangelio cuya publicacioacuten parcial provocoacute en Atenas en 1901 una reaccioacuten violenta de los arcaiacutestas con un saldo de muertos y heridos y la excomunioacuten del Patriarca de Constantinopla para el traductor Los nombres del gran liacuterico Palamaacutes del novelista Xenoacutepulos ndashintroductor de la dimotikiacute en el teatrondash y del filoacutelogo Sotiriadis ndashtraductor de Esquilondash estaacuten ligados tambieacuten a la batalla linguumliacutestica de fines del siglo XIX y comienzos del XX fundamentada cientiacuteficamente en la vasta obra filoloacutegica de Psichari Imposible no citar la opinioacuten del ilustre helenista Karl Krumbacher sobre los funestos efectos del ldquobilinguumlismordquo ldquoUna ruina aparecioacute en la vida espiritual de los griegoshellip maacutes profunda y manifiesta que en cualquier otra nacioacuten La desgracia de la diglosia El sello de lo diceacutefalo En toda su cultura nacional entroacute asiacute un elemento peligroso la falsedadrdquo (Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 564) He aquiacute el juicio de un preclaro sabio griego Fotiadis ldquoLa flor de la lengua florece en los pequentildeos labios de los nintildeos como una rosa de abril plena de rociacuteo iquestLo enviacuteas a la escuela Poco a poco la flor amarillea deja caer sus peacutetalos se marchita Maestros y maestras (no es culpa de los hombres lo dije es culpa del sistema) trabajan empentildeosa e incansablemente en pro de tal destruccioacuten Porque luchan todos ellos no para cultivar o enriquecer su verdadera lengua para luego con ella abrirle tambieacuten los tesoros de la antigua Hacen algo antinatural y antipedagoacutegico Le matan su propia lengua y no le dejan ninguna en su alma Ni la demoacutetica ni la antigua Le hunden en el cerebro la kathareacutevusa como clava uno con indiferencia un clavo en el tronco de un aacuterbol Pero con tales procedimientos se asesina el espiacuteritu es decir al hombrehelliprdquo Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 265

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Kazantzakis y la lengua griega

La Odisea y las versiones meacutetricas de los poemas homeacutericos y de la Divina Comedia realizadas por Kazantzakis84 constituyen para nosotros como conjunto una de las tentativas de mayores perspectivas que se hayan emprendido para aprovechar en forma consciente la riqueza potencial del neogriego La lengua popular fue objeto de admiracioacuten y de cultivo especial por Kazantzakis desde sus antildeos juveniles Colabora con la revista Numaacutes oacutergano de los demoticistas militantes y participa en el Ciacuterculo de Instruccioacuten de Atenas en la batalla dura y prolongada por vencer prejuicios linguumliacutesticos seculares y obtener el reconocimiento del idioma hablado por el pueblo El verdadero griego moderno la llamada dimotikiacute glosa fue una de las realidades a que se aferroacute el escritor con maacutes pasioacuten Su amor por ella y su decisioacuten de combatir por dignificarla por vencer las barreras del arcaiacutesmo que pretendiacutean detener su desarrollo literario no lo abandonan ni aun en los momentos de crisis cuando ldquosu nihilismordquo lo lleva a dejar en forma inesperada actividades iniciadas con entusiasmo ldquoUna tarde de primavera en los faldeos de la Acroacutepolis en Atenas me encontreacute con una yerbaterahellip Me acerqueacute y trateacute de entablar conversacioacuten con ella como lo habiacutea visto hacer a Kazantzakis tantas veces Y ella sin moverse maacutes allaacute de unos pocos pasos del lugar donde se hallaba se inclinoacute y sacoacute de la tierra junto con las yerbas iexclno menos de cuarenta nombresrdquo iexclEste es el oceacuteano de vino en que se embriagoacute Kazantzakisrdquo85 Las palabras de Prevelakis no constituyen una exageracioacuten La riqueza del neogriego es en realidad notable En especial en lo que se refiere al leacutexico a los compuestos y derivados y a la complejidad del sistema verbal con su diferenciacioacuten de acciones prolongadas e instantaacuteneas Una cantidad de dialectos y hablas regionales bastante variadas proporcionan elementos de enriquecimiento a la lengua comuacuten Pero paradojalmente como deciacuteamos este idioma no se terminaba de conocerse bien en su potencialidad en la propia Heacutelade

84 En la traduccioacuten de los poemas homeacutericos Kazantzakis trabajoacute maacutes de 12 antildeos en colaboracioacuten con el filoacutelogo I Kakridiacutes85 Prevelakis El poeta y el poema de la Odisea paacuteg 73

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Kazantzakis se propuso emprender una obra de envergadura respecto de la lengua neoheleacutenica Y la realizoacute a traveacutes de maacutes de cincuenta antildeos de trabajo intenso Siguioacute el consejo del poeta nacional Solomoacutes ldquoSirve primero a la lengua del pueblo y despueacutes si eres capaz domiacutenalardquo Jurmuzios al comentar el valor de la Odisea en el aspecto del lenguaje se refiere a aquella labor ldquoEs [el poema] un extraordinario monumento linguumliacutestico que muestra la riqueza de nuestra lengua demoacutetica su exactitud expresiva su capacidad para denotar los maacutes sutiles matices del pensamiento poeacutetico y su potencialidad para llegar a ser con el tiempo fuente inagotable para la prosa comuacuten que a menudo utiliza periacutefrasis alliacute donde deseariacutea expresar una significacioacuten con soacutelo un teacutermino Kazantzakis ha relatado coacutemo logroacute acumular este enorme tesoro leacutexico [hellip] Viajoacute por toda Grecia y estudioacute todos los dialectos investigoacute las significaciones y los matices de significados de las palabras coleccionoacute pacientemente cuantos teacuterminos no le ofreciacutea la dimotikiacute corriente [hellip] Es menester sentir grande y verdadero amor por el idioma para realizar tal labor Kazantzakis nos mostroacute con la Odisea la pobreza de nuestra lengua cotidiana entregoacute a su generacioacuten y a la venidera un tesoro inapreciable y demostroacute a la vez que el lenguaje popular puede responder a nuestras necesidades expresivas basta conocerlo y amarlordquo86 A propoacutesito de la riqueza del neogriego en el Libro de viajes por Inglaterra Kazantzakis recuerda una conversacioacuten con Petros Vlastoacutes escritor y estudioso de la lengua ldquoMuchas horas permanecimos hablando sobre el gran amor de nuestra vida la lengua popular Eacutel tambieacuten ama con pasioacuten obstinada lo mejor y maacutes profundo que tiene nuestra raza [hellip] La lengua demoacutetica es nuestra patria ndashdeciacuteamos y con dificultad conteniacuteamos la emocioacutenrdquo87 En otro lugar hallamos expresiones entusiastas sobre las posibilidades literarias del neogriego ldquoAdmiro nuestra lengua popular Coacutemo se puede traducir palabra por palabra el endecasiacutelabo [de la Divina Comediahellip] ahora traduzco la Odisea de Homero con Kakridiacutes con quien tradujimos la Iliacuteada [hellip] No hay una palabra homeacuterica ni un epiacuteteto compuesto para el cual no hayamos encontrado el teacutermino

86 Jurmuzios E La ldquoOdiseardquo de Kazantzakis Rev Kenuria Epojiacute 195887 Libro de Viajes por Inglaterra 5ordf ed griega paacuteg 105

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correspondiente en el neogriego Venero esta lengua la trabajo como esclavo y amante Cuarenta antildeos he andado por campos y aldeas recogiendo palabras88rdquo El estudio de Jurmuzios que hemos citado maacutes arriba se publicoacute en su forma original en 1939 en Atenas Desde Londres Kazantzakis escribioacute a su autor una carta en algunos de cuyos paacuterrafos explica la perspectiva de su labor ldquoEn una eacutepoca muelle en la que faltan luchadores de primera fila no estando auacuten del todo vertebrada nuestra excelente lengua he intentado como he podido con amor con esfuerzo con cuidadosa atencioacuten reunir sus dispersos miembros y darles un aliento de vida en lo que me ha sido posiblerdquo Estas palabras enfocan con exactitud el significado del esfuerzo linguumliacutestico del escritor la creacioacuten de una auteacutentica y rica ldquolengua poeacutetica panheleacutenicardquo la elevacioacuten del neogriego a tal categoriacutea por medio del aprovechamiento de todas las potencialidades de los dialectos y de las fuerzas creadoras no utilizadas de la lengua comuacuten Jacques Lacarriegravere destaca el caraacutecter de este esfuerzo ldquoLa lengua utilizada por Kazantzakis ndasha la que tantos griegos han caiacutedo en el absurdo de reprocharndash no es como se ha dicho una lengua artificial abstrusa fabricada Es la misma lengua que el poeta ha investigado y empleado toda su vida esa que no existe en ninguacuten diccionario ldquooficialrdquo Kazantzakis va a buscar las palabras alliacute donde se encuentran [hellip] en los labios de los campesinos de los pescadores de los pastores y de los artesanos [hellip] La Odisea es el maacutes grande y maacutes maravilloso diccionario con que se pueda sontildear es una antologiacutea del logos griegordquo89 El profesor Peter Bien resumiendo la trayectoria de Kazantzakis frente a la cuestioacuten linguumliacutestica tambieacuten habla de la Odisea como de un diccionario de la lengua popular ldquoKazantzakis entroacute al movimiento en pro de la lengua del pueblo poco despueacutes del comienzo de su carrera y fue hasta su muerte un demoticista ardiente Al principio su demoticismo estaba relacionado con el nacionalismo En aquel periacuteodo (entre 1907-1920) su preocupacioacuten se centraba en el plano de las ideas pero su

88 Yalurakis M ldquoKazantzakis me dijordquo revista Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 16189 Lacarriegravere J laquo N Kazantzakis Sur les trace drsquoUlysse raquo Chant Planetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre temps

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accioacuten poseiacutea maacutes caraacutecter poliacutetico y pedagoacutegico que literario Este periacuteodo terminoacute entre 1920 y 1922 cuando Kazantzakis desencantado del nacionalismo griego comenzoacute a verse a siacute mismo como un escritor europeo cosmopolita En los antildeos 1920-1940 Kazantzakis continuoacute siendo demoticista pero sus esfuerzos por encontrar una salida para el demoticismo se frustraron Y de este modo puso todo su celo linguumliacutestico en la Odisea que llegoacute a ser un diccionario de la lengua popular a la vez que una obra de arterdquo90 Lasso de la Vega destaca como otros estudiosos extranjeros el papel del escritor cretense en el plano linguumliacutestico ldquoKazantzakis es un excelente renovador y un gran maestro de su lengua Eacutel es quien descubrioacute los ocultos tesoros del habla de su paiacutesrdquo Y Gustav Conradi se refiere con emocioacuten al lenguaje de la Odisea ldquoSu instrumento bienamado la lengua popular viva de su tiempo La busca en todos los rincones de su patria multitentacular la enriquece y la adorna sin cesar y forja su lenguaje visible y tangible tan centelleante tan lleno de realidad cuyo ritmo es como el profundo e infatigable rumor del mar de la por doquier presente sentildeora de la tierra heleacutenicardquo91 La empresa linguumliacutestica de Kazantzakis no puede pues estrictamente hablando ser comparada con la de Joyce aunque no han faltado quienes tambieacuten en este aspecto han establecido un paralelo entre ambos escritores El virtuosismo linguumliacutestico del autor de Ulises responde maacutes bien a un impulso sutil refinado El ingleacutes de la eacutepoca de Joyce vive una etapa distinta de la que vive el griego cuando aparece la Odisea Ademaacutes la labor de Kazantzakis se centra maacutes en la utilizacioacuten de recursos ignorados o poco aprovechados del idioma que

90 Bien P ldquoEl demoticismo de Kazantzakisrdquo en Sociedad de Estudios Heleacutenicos de la Universidad de Princeton volumen dedicado al Simposio sobre la obra de Kazantzakis (X-1969) cit por Friar K ldquoKazantzakis en Ameacutericardquo Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 145 Un libro sobre este tema del profesor Bien fue editado por la U de Princeton en 1972 Kazantzakis y la cuestioacuten linguumliacutestica91 Conradi G ldquoiexclOdissia Odissiardquo en Nea Hestiacutea nov 1969 paacuteg 26 El mismo autor comentando una frase de Kazantzakis en una carta fechada en Gotescamp el 17-6-1929 expresa ldquoEl verso perfecto es la uacutenica salvacioacuten del almardquo iexclKazantzakis el Cretense el adorador de El Greco el hombre lleno de fuego caos fuerzas cosmogoacutenicas contradictorias lucha por el verso perfecto

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en la creacioacuten maacutes o menos arbitraria de neologismos que no afincaraacuten en definitiva en la lengua El glosario de dos mil palabras que traiacutea la primera edicioacuten de la Odisea conteniacutea neologismos pero no tantos como se pensoacute en el primer momento Habiacutea siacute en eacutel muchas palabras desconocidas para la gente de los grandes centros urbanos Claro estaacute que se dan tambieacuten en Kazantzakis en forma limitada procesos de descomposicioacuten derivacioacuten y siacutentesis que salen del marco de utilizacioacuten de potencialidades desconocidas de la lengua para entrar en el plano de lo que llamariacuteamos creacioacuten linguumliacutestica libre Amor placer esfuerzo dolor se entremezclan en la relacioacuten de Kazantzakis con la palabra con la lengua ldquoEstaba auacuten peleando y luchando por domar a estos potros salvajes que son las palabras cuando llegoacute el veranordquo dice en Carta al Greco92 a propoacutesito de los meses en que la semilla de la Odisea maduraba en su interior Y antildeade ldquoMiles millones de antildeos han pasado desde la primera mantildeana del hombre y sin embargo el arte de seducir lo invisible es siempre el mismo Utilizamos siempre los mismos artificios los mismos ruegos interesados [hellip] Asiacute yo tambieacuten tendiacuteahellip las palabras a modo de trampas a fin de atrapar el Grito inasible que caminaba delante de miacuterdquo Y en otro lugar alude al sentido liberador del encuentro de la expresioacuten ldquoYo sabiacutea que no habiacutea para miacute maacutes que un medio de librarme de un gran sufrimiento o una gran alegriacutea y de reencontrar mi libertad hechizar ese sufrimiento o esa alegriacutea por el sortilegio del verbo93rdquo Pero no se trataba de algo faacutecil sino de una dura batalla que desde la idea inicial hasta su completa realizacioacuten requirioacute maacutes de quince antildeos de los cuales doce fueron de elaboracioacuten y correccioacuten ldquoEscribiacutea tachaba no encontraba las palabras adecuadas A veces eran opacas sin alma a veces abstractas sin cuerpo sin calor llenas de aire Me proponiacutea decir una cosa y las palabras ariscas desenfrenadas me arrastraban a otra Mi idea inicial habiacutea crecido desmedidamente habiacutea desbordado el molde en que la habiacutea colocado cubriacutea audazmente maacutes especio y tiempo cambiaba se transformaba no alcanzaba yo a precisar su rostrordquo94

92 Carta al Greco paacuteg 58393 Ibiacutedem pp 568-56994 Ibiacutedem p 569

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Al explicar a Kimon Friar el sentido de la adjetivacioacuten y del epiacuteteto en el poema Kazantzakis hace tambieacuten referencia al proceso doloroso que significa el esfuerzo por asir el pensamiento el sentido complejo a traveacutes de la palabra ldquoMe gustan los adjetivos no como simples adornos [hellip] Siento la necesidad de expresar mi emocioacuten en todos sus aspectos [hellip] Y esta emocioacuten no es simple [hellip] Por eso me es imposible limitarme a un solo adjetivo Tal epiacuteteto uacutenico mutilariacutea mi emocioacuten Me siento obligado para permanecer fiel a ella para no traicionarla a antildeadir otro adjetivo a veces opuesto al anterior Nada maacutes substantivo que el adjetivo El esfuerzo para encontrar un epiacuteteto exacto para encerrar con eacutel la significacioacuten a fin de que no se desvanezca es casi siempre doloroso Y tiene algo de verdaderamente traacutegico el deseo vehemente de expresar todas las propiedades contradictorias que existen en un substantivo para no condenar a muerte nada substancialrdquo95 I M Panayotoacutepulos se refiere a la riqueza linguumliacutestica del poema mirada desde el punto de vista de un griego ldquoRecuerdo cuando me presentoacute recieacuten impreso este libro queacute expresioacuten teniacutea su rostro como si ya no se preocupase por nada [hellip] Era su gran mensaje Habiacutea emprendido lo imposible quebrar el dique de la epopeya dar expresioacuten a nuestro tiempo Recuerdo que la riqueza linguumliacutestica me sorprendioacute Comprendiacute el derecho de Kazantzakis a ordentildear la palabra de mil zumos de las entrantildeas virginales de la lengua natural y del astro de su fuerza glosoplaacutestica Pero al mismo tiempo tambieacuten teniacutea dificultades para viajar a traveacutes de aquella selva linguumliacutestica de aquella profunda hondonada por esa tierra inhoacutespita en la que eacutel pareciacutea un diestro guiacuteardquo96 La nueva Odisea trae a la memoria la Odisea homeacuterica Y en verdad no soacutelo el aprovechamiento del personaje liga a la magna obra neogriega con los antiguos poemas homeacutericos Pues se encuentra tambieacuten en el poema moderno una serie de procedimientos expresivos ndasha veces lejanos pero paralelosndash de aquella eacutepica singular de los antiguos griegos Dice Marasso que la ldquoconfrontacioacuten de la palabra con quien la

95 Cit por Friar K en ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten inglesa de la Odisea96 Panayotoacutepulos I M ldquoKazantzakis un viajerordquo rev Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 145

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escucha y se deja seducir cuando la voz se calla como si viniera de lejos la aprendioacute Homero y la llevoacute a su fascinacioacuten imperecedera de la tradicioacuten eacutepicardquo97 Y la actitud de narrador de Kazantzakis es la del bardo que desenvuelve diacutea a diacutea la tragedia eacutepica de la existencia humana extrayendo su material de su vasta memoria bifaceacutetica de hombre compenetrado como poquiacutesimos con el alma la poesiacutea la mitologiacutea popular actual y de culto estudioso de inagotables lecturas Y asiacute es como hallamos en la Odisea elementos tiacutepicos de la narracioacuten popular repeticiones foacutermulas epiacutetetos ldquopreguntas sin objetordquo aacuteskopa erotiacutemata y otros que se han sentildealado tambieacuten en Homero y que el eminente homerista Kakridiacutes sentildeala eran asimismo en los tiempos en que plasmaron las dos epopeyas antiguas procedimientos del narrar popular98 y fueron recogidos y elevados al rango de aquella maravillosa poesiacutea eacutepica Como sentildealamos anteriormente en este trabajo el clima antiguo va desapareciendo raacutepidamente si bien se alcanza a aludir a varios episodios del retorno de Ulises como los de Calipso Circe y Nausiacutecaa narrados brevemente en la rapsodia II La presentacioacuten del relato podriacutea recordar el ambiente homeacuterico si no tuviera ya alliacute un lugar importante la hostilidad de Teleacutemaco hacia el padre recieacuten llegado que se une a otros factores para revivir en Odiseo el afaacuten de volver al mar

A la noche siguiente junto al fuego asiacute que se cerraronlas grandes puertas de bronce y animales y siervos en el palacio se durmieroncon voz suave comenzoacute Odiseo a relatar sus sufrimientosEstaba sentado en el gran trono en-forma-de-leoacuteny en mullidos cojines reposaba su cuerpo azotado-por-los-mares En un trono maacutes bajo la reina con los ojos llorososse dobla como el lino fino como la espiga tiemblaya llegaron las olas y golpean su pecho oprimidoInclinada con sus haacutebiles dedos lino azulado hila en el husoy lana suave para tejer a Atenea hermoso peplo

97 Marasso A ldquoProacutelogordquo a Obras Completas de Homero traduccioacuten de Segalaacute y Estalella paacuteg 998 Kakridiacutes I Th Homeric Researches paacuteg 108

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y pensaba bordar sobre la mar un barco negro y en tornouno tras otro los padecimientos y penas de su esposoSobre una piel encogido se arrastraba en un rincoacuten el padreel mentoacuten hundido en las rodillas los paacutelidos brazos cruzadoscomo el infante que espera se abra el vientre de la madrecomo el cadaacutever que retorna a la tierra esa matriz inmensaAl frente se yergue tenso el hijo altivo junto al fuego al destello de las llamascontempla con mirada hostil los labios de su progenitorque vibran ya y se preparan para comenzar a hablar con artebulliciosas abejas sus palabras llenas de aguijoacuten y mielrivalizan cuaacutel vuela primero a la colmenay el hijo con coacutelera observaba esa boca y su espeso enjambreVino tambieacuten por cierto el lar el astuto y serpentino dios de la familiasu lengua biacutefida lamiendo a instalarse en un rincoacuten del hogar para escuchar las aventuras del sentildeor

(II 1-25)

La acumulacioacuten de elementos linguumliacutesticos conecta tambieacuten en cierta medida el Ulises y la Odisea Mientras la Odisea homeacuterica con poco maacutes de 12000 versos alcanza unas 195000 palabras la obra de Joyce tiene 260430 teacuterminos seguacuten iacutendice de Hanley citado por Levin El poema de Kazantzakis con un promedio de 85 palabras por verso alcanzariacutea una cantidad aproximada de 280000 Este verdadero torrente de material linguumliacutestico no es producto arbitrario de una voluntad caprichosa o extravagante Kazantzakis sentiacutea la necesidad de expresar un mundo interior turbulento y para ello buscoacute obstinadamente medios glosoloacutegicos adecuados de maacutes eacutenfasis de maacutes fuerza de sugerencia de mayor vida para traducir un sentido de mayor luminosidad para mostrar un contenido Extrajo elementos de los dialectos y en especial del cretense incomparable por su riqueza y maduro por una tradicioacuten de cultivo literario que se remonta a los siglos XVI y XVII

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La riqueza linguumliacutestica de la Odisea

En Carta al Greco hay un pasaje que habla del esfuerzo del artista por encontrar el lenguaje que pudiera realmente ldquoaprisionarrdquo el mundo espiritual del hombre atormentado que simboliza Ulises Cuando al fin aparece ante eacutel el rostro de Odiseo le habla asiacute el escritor

ldquoiexclQueacute palabras no te he tendido como trampa para atraparte Te he llamado sacriacutelego y adversario-de-los-dioses y hombre-de-siete-vidas y hombre-de-espiacuteritu-muacuteltiple de-espiacuteritu-que-urde-intrigas de-espiacuteritu-de-zorro de-espiacuteritu-ambiguo-como-una-encrucijada como-una-montantildea-de-muchas-cimas de-espiacuteritu-que-no-va-a-la-derecha-ni-a-la-izquierda y engantildeador-de-corazones y conocedor-de-los-corazones y enemigo-de-los-corazones casa-cerrada y arrebatador-de-almas y primer boyero-del-alma y espiacutea-en-las-fronteras y corredor-de-gente y vendimiador-de-gente y arco-del-espiacuteritu y constructor-de-fortalezas y destructor-de-fortalezas y pirata y hombre-de-corazoacuten-vasto-como-el-mar y delfiacuten y casuista y hombre-de-la-voluntad-doble-o-triple y hombre-de-las-cumbres y solitario y eterno-extraviado y gran-navegante y buque-de-tres-palos-de-la-esperanzahelliprdquo99

Los epiacutetetos aplicados a Odiseo recogen un ansia vehemente de asir el alma en las palabras Los epiacutetetos claacutesicos griegos y latinos del heacuteroe quedan disminuidos frente a la catarata linguumliacutestica de la Odisea de Kazantzakis Pasan de 200 en el poema (y en toda la literatura latina Carter contoacute 61) Algunos tratan de reflejar especialmente la multiplicidad de espiacuteritu las facetas diversas del hombre angustiado por explicarse el mundo por aprehenderlo en su infinitud heftaacutepsijos (εφτἁψυχος) el-de-siete-almas heftaacutegnomos (εφτἁγνωμος) el-de-siete-opiniones diplotripplovulis (διπλοτριπλοβούλης) el-de-doble-y-triple-voluntad stavrodromonusis (σταβροδρομονοὑσης) el-de-mente-cual-cruce-de-caminos poliproacutessopos (πολυπρoacuteσωπος) el-de-muacuteltiples-rostros diyeniacutes (διγενής) el-de-doble-origen miriovulis (μυριοβούλης) el-de-innumerables-intenciones pendaacutegnomos (πεντάγνωμος) el-de-cinco-pareceres pendagnoacutestikos (πενταγνώστικος) el-que-conoce-cinco-

99 Carta al Greco paacuteg 581

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veces No es posible evidentemente examinar exhaustivamente estos epiacutetetos en un trabajo como eacuteste La enumeracioacuten podriacutea prolongarse el-de-los-malos-pies el-sembrador-de-llamas el-de-filoso-pensamiento el-que-persigue-suentildeos el-varoacuten-de-las-mil-travesiacuteas el-de-alma-de-dos-filos el-destructor-de-corazones (kardiokatalitis compuesto creado sobre el teacutermino popular propio de la vieja poesiacutea popular heroica de los primeros siglos del milenio kastrokatalitis destructor-de-fortalezas) Por lo general eacutestos y otros epiacutetetos aplicados a los diversos personajes funcionan como substantivos en ocasiones y como adjetivos en otras y pueden ponerse en parangoacuten con los bellos teacuterminos sinteacuteticos de la lengua griega popular100 Eacutestos suelen aludir a realidades muy proacuteximas psiacutequica o fiacutesicamente y que para el hablante aparecen como una unidad He aquiacute algunos ejemplos ta anthropomuacutelara (τά ὰνθρωπομοuacuteλαρα) el conjunto del hombre con sus mulas ta ghinekoacutepeda (τά γυναικoacuteπαιδα) el conjunto de las mujeres y los nintildeos por contraposicioacuten a los varones to uranothaacutelaso (το ουρανοθάλασσο) conjunto de cielo y mar a la vista del navegante su horizonte taacute yenomuacutestaka (τα γενομοuacuteστακα) conjunto de la barba y los bigotes del varoacuten to saacutevatokiacuteriako (το σάβατοκύριακο) unidad del saacutebado y el domingo (fin de semana diriacuteamos en el lenguaje urbano de nuestro siglo) to savatoacutevradi (το σαβατoacuteβραδυ) la tarde del saacutebado sin duda bien distinta en las aldeas que las otras tardes de la semana taacute astrapoacutevronda (τα αστραπoacuteβρονδα) unidad del relaacutempago y del trueno como es sentida por el campesino ta galazovrojia (τα γαλαζοβρόχια) unidad de lluvia y granizo ta jeropoacutedara (τά χεροπoacuteδαρα) conjunto de pies y manos de un hombre o de un animal ta nijopoacutedara (τα νυχοπoacuteδαρα) conjunto de patas y garras o de pies y untildeas androghinekomani (αντρογυναικομάνι) conjunto de parejas de hombres y mujeres Naturalmente todos los teacuterminos simples incluidos en estas siacutentesis del habla popular existen y tienen pleno funcionamiento autoacutenomo aunque es frecuente que su geacutenero sea distinto como por ejemplo uranothaacutelaso que es un

100 En los maacutes breves poemas populares hallamos a cada paso bellos compuestos En un simple diacutestico de amor se elogia al amado en un verso Basilisco de-anchas-hojas de-cuarenta-ramas Dos versos de un canto de bodas de encomio al novio que comienza a cernir la harina para la ceremonia son dos compuestos ldquoY el joven que cierne de-brazos-de-cristal y de-dedos-de-platardquo

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neutro compuesto de o uranoacutes (ο ουρανός) el cielo masculino e i thaacutelasa (η θάλασσα) el mar femenino o astrapoacutevronda neutro plural compuesto de i astrapiacute (η αστραπή) el relaacutempago femenino e i vrondiacute (η βροντή) el trueno femenino o portoparaacutethira (πορτοπαράθυρα) el conjunto de las puertas y ventanas de una casa compuesto de i porta (η πόρτα) la puerta femenino y to paraacutethiro (το παράθυρο) la ventana que es neutro to dekadaacutejtilo (το δεκαδάχτυλο) compuesto singular que designa como una unidad al conjunto de los diez dedos de las manos de deka (δέκα) y to daacutejtilo (το δάχτυλο) el dedo jionoacutevroja (χιονoacuteβροχα) neutro plural conjunto de la nieve y de la lluvia de to jioni (το χιόνι) neutro la nieve e i vrojiacute (η βροχή) femenino la lluvia Entre los epiacutetetos dedicados a Helena y a algunas otras mujeres que intervienen en las muacuteltiples historias entrelazadas en el poema encontramos expresiones muy bellas provenientes de la creacioacuten linguumliacutestica del escritor y a veces del simple lenguaje popular o aldeano no conocido en ocasiones por gente letrada de las grandes urbes Estos vocablos plantean tambieacuten problemas de traduccioacuten Veamos algunos de ellos mighdalogelastra (μυγδαλογελάστρα) aquella-cuya-sonrisa-se-asemeja-a-un-almendro pothoglistri-plati (ποθογλίστρη πλάτη) aquella-en-cuya-espalda-se-desliza-el-deseo rodostalajti (ροδοστάλαχτη) aquella-sobre-la-cual-caen-rosas astromata (ἀστρομάτα) la-de-ojos-de-estrellas marmaroacutelemi (μαρμαρoacuteλεμη) la-de-cuello-marmoacutereo krinomaacuteguli (κρινομάγουλη) la-de-mejillas-de-nardo pothokimistra (ποθοκοιμίστρα) la-que-adormece-la-pasioacuten moskokanelokoacutekali (μοσκοκανελοκoacuteκαλη) aquella-cuyos-huesos-perfuman-a-almizcle-y-canela anthodrosomilusa (ανθοδροσομιλούσα) la-que-habla-como-el-rociacuteo-de-las-flores En sus constantes investigaciones sobre la lengua popular Kazantzakis recogioacute una cantidad de compuestos de notable intereacutes que no poseen equivalentes en otros idiomas y provocan en el traductor admiracioacuten y a la vez dificultades Coacutemo podriacuteamos expresar el contenido de los teacuterminos yiortoacutepiasma y yerontoacutepiasma que designa al hijo engendrado furtivamente en una fiesta y al hijo de un anciano daacutendose en ambos casos un matiz despectivo En uno es la creatura sin padre cuya existencia se inicia por casualidad en el ardor y desorden de alguna celebracioacuten En el segundo caso es la creatura que se supone

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deacutebil y de futuro precario hijo de una semilla agotada en el concepto popular Otro ejemplo el vocablo lioacutekrusi compuesto de venerables palabras antiguas (κρούω krouo y ήλιος helios el sol) que alude al momento preciso en que en diacuteas determinados el sol poniente alcanza a iluminar con sus rayos a la luna que se levanta en el oriente momento que soacutelo puede ver un campesino y nunca un hombre de ciudad El uso de sufijos numerales para expresar un acrecentamiento de la calidad denotada por el adjetivo o una relacioacuten afectiva intensa con el objeto al que alude el substantivo constituye un procedimiento de la lengua neogriega que Kazantzakis aprovechoacute en siacute mismo y ademaacutes como base de creacioacuten linguumliacutestica Asiacute en el lenguaje popular tenemos junto a hilios el sol trishilios (tres-veces-sol literalmente) con el sentido de sol-muy-amado-para-miacute tres veces sol para miacute Junto a kaloriacutezikos de-buen-destino afortunado tenemos triskaloriacutezikos tres veces afortunado Junto a los superlativos de oacutemorfi hermosa ndash omorfoacuteteri la maacutes hermosa omorfoacutetati hermosiacutesim ndash hallamos otros como panoacutemorfi toda-hermosa y pendamorfi cinco-veces-hermosa De alliacute a formular heftaacutemorfi siete-veces-hermosa hay poca distancia Este uacuteltimo numeral es utilizado por Kazantzakis a propoacutesito de la desdichada princesa Krinoacute (Lirio) despedazada por un toro braviacuteo excitado por orden de su propio padre y ante los ojos de eacuteste ella es Krinoacute i heftapaacutertheno Lirio la-siete-veces-virgen Helena ldquola forma ideal puriacutesima de la belleza eternardquo puede ser la heftayiacuteneko la-siete-veces-mujer El abuelo viejiacutesimo y remoto cuyos huesos acogioacute la entrantildea de la tierra en tiempo inmemorial es el xiliopapuacutes mil-veces-abuelo y no propiamente abuelo milenario El estudio de los compuestos en la Odisea podriacutea ser vastiacutesimo y tendriacutea que orientarse en la doble vertiente de la riqueza inmensa de la lengua neogriega y sus dialectos y de la labor creadora que sobre la base de aqueacutella realizoacute Kazantzakis iexclCuaacutentos matices se pierden en la traduccioacuten Ello constituye la contrapartida penosa de una tarea que maravilla a cada paso el descubrimiento de la lengua de la Odisea Verdad es que tenemos en castellano las expresiones tengo hambre y tengo sed y no verbos de un solo vocablo En griego podemos construir ambas expresiones pero tenemos los verbos pinoacute (pinao) y dipsoacute (dipsao) para sentildealar esas significaciones y ademaacutes el verbo compuesto (entre

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numerosiacutesimos anaacutelogos) dipsopinoacute tengo-sed-y-hambre El teacutermino yerontokori traducido a veces por solterona no alude soacutelo a la mujer de cierta edad que no se casoacute sino a la que permanece virgen entrada ya en edad Adjetivos populares como apovrojaris no poseen un equivalente como mojado empapado por la lluvia expresiones que tambieacuten existen en griego Una petra apovrojari es una roca-despueacutes-de-la-lluvia como queda como se ve como es despueacutes de la lluvia La yi apovrojari es la tierra-despueacutes-de-la-lluvia En muchas ocasiones la belleza sugerente de los compuestos se pierde en parte en la traduccioacuten i monajokimuses aquellas-que-duermen-solas to astrapogaacutegloto taxidi la travesiacutea zigzagueante-como-relaacutempago to fterotaacutexido krasiacute el vino de-alas-y-de-viajes el vino que hace brotar en la mente la alada travesiacutea ta fila drosokrustaliasmena las hojas-plenas-de-cristales-de-rociacuteo ta pneacutemata nijtodrosolusmena los espiacuteritus-bantildeados-por-el-rociacuteo-de-la-noche i plotes yiliofengarates los bajeles que-llevan-el-sol-y-la-luna (solados-y-lunados si pudiera calcarse la expresioacuten que denota la terminacioacuten atos en griego) El estudio del geacutenero seriacutea asimismo extenso e interesante aunque por la estructura de nuestro idioma no nos es faacutecil formarnos una idea de la riqueza de matices que la variacioacuten geneacutetica produce Junto al vocablo de la lengua comuacuten to kefali (neutro) la cabeza Kazantzakis no vacila en utilizar cuando le es conveniente las formas femeninas regionales o dialectales i kefala e i kefaliacute (anaacuteloga esta uacuteltima en su acentuacioacuten y declinacioacuten al vocablo antiguo hē kephalē) El mar i thaacutelasa es femenino normalmente pero en formas dialectales acogidas incluso en cantos populares panheleacutenicos se da en geacutenero masculino (o thaacutelasos) e incluso neutro (to thalasi) aparte de que en el compuesto popular de la lengua comuacuten uranothaacutelaso (conjunto de cielo y mar) adopta la forma de neutro terminado en o La mano es en la lengua comuacuten to jeri neutro pero tambieacuten existe la forma femenina i jera (maacutes proacutexima al vocablo antiguo de donde provienen ambas hē cheir cheiroacutes femenina) La luna que con matices tan distintos vimos en la seccioacuten El tiempo es normalmente el neutro to fengari Sin embargo en alguna ocasioacuten es el masculino o feacutengaros y en otras toma la terminacioacuten femenina y puede ser i fengaro o i kira-fengaro la luna o la sentildeora-luna La palabra antigua preservada por la tradicioacuten culta i seleni

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tambieacuten aparece con su matiz arcaiacutesta Con ella forma Kazantzakis la flor imaginaria selenotropo a semejanza de heliotropo que gira en la direccioacuten de la incierta luz lunar ya en los jardines mismos de la muerte en los hielos polares Alliacute la propia luna es para el asceta moribundo

hellipmi sol-cristal-heladoselenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronteespejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblante

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Bibliografiacutea

Kazantzakis N lsquoΟδύσσεια Odisea 3ordf edicioacuten Ediciones Dorikos Atenas 1960 Οδύσεια [sic con una σ] Edicioacuten facsimilar de la primera edicioacuten de la obra Ediciones Kazantzakis (Paacutetroklos Stavrou) Atenas 2005 lsquoΑσκτική Salvatores Dei Asceacutetica Salvatores Dei 3ordf edicioacuten Ediciones H Kazantzaki Atenas 1945 Ταξιδεύοντας lsquoΑγγλία Libro de Viajes Inglaterra 5ordf ed Atenas 1958 Ταξιδεύοντας lsquoΙσπανία Libro de Viajes Espantildea 2ordf ed Atenas 1958 Ascese Salvatores Dei Texte eacutetabli par Azis Izzet (Introduction de A I) Plon Paris 1959 Ascese Salvatore Dei Traduit du grec et presenteacute par Octave Merlier Atenas 1951 Del Sinaiacute a la Isla del Amor trad de A Lupo Canaleta Obras Selectas vol II Planeta Barcelona 1968 Cristoacutebal Coloacuten trad de Miguel Castillo Didier Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 Constantino Paleoacutelogo trad de Miguel Castillo Didier Editorial Santiago Santiago 1969 Carta al Greco trad de D L Garasa Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 Kazantzaki H Le Dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses textes ineacutedites Plon Paris 1968 ldquoCoacutemo vi escribir Carta al Grecordquo en N Kazantzakis Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 (sin mencioacuten del traductor) La verdadera tragedia de Panait Istrati trad de Hernaacuten del Solar Ercilla Santiago 1937 lsquoΕπίλογος Ταξιδεύοντας Κίνα Epiacutelogo a Libro de Viajes China Atenas 1958

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Estudios

Alsina J y Miralles C La literatura griega medieval y moderna Credsa Ed Barcelona 1966Bidal Baudier M L N Kazantzakis Comment lacutehomme devient inmortelhellip Plon Paris 1973Bidal Baudier M L Nikos Kazantzakis Coacutemo el hombre se hace inmortal Ediciones Carlos Lohleacute Buenos Aires 1987Bien P laquo Introduccioacuten raquo a N Kazantzakis Buda Traduccioacuten M Castillo Didier Ediciones Carlos Lohleacute Buenos Aires 1983 Bien P Kazantzakis Politics of the Spirit Princeton Princeton University Press 1989Bingen J La litteacuterature neacuteogrecque en La Civilization Grecque de lrsquoAntiquiteacute agrave nos jours La Renaissance du Livre Bruselas 1967Carnegie S C ldquoKazantzakis el profeta de la desesperanzardquo trad De Mar Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Castillo Didier M ldquoLa Odiseardquo Boletiacuten de la Universidad de Chile No 46 1964Castillo Didier M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos KazantzakisrdquoRevista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971Castillo Didier M ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten castellana de la Odisea Obras Selectas vol IV Planeta Barcelona 1975Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007Castillo Didier M ldquoDos Odiseasrdquo Introduccioacuten de N-Kazantzakis Odisea Tajamar Editores Santiago 2013Centeno M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003Choza J y P Ulises un arquetipo de la existencia humana Editorial Ariel Barcelona 1996

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Conradi G A ldquoiexclOdyssia iexclOdyssiardquo Frankfurter Allgemeine Zeitung 17-XII-1966 en Nea Hestiacutea nov 1971 trad al griego de D IkanomidisDalon R ldquoUna llave para el mundo de Kazantzakisrdquo trad al griego de K Angelaki Ruck NeaHestiacutea nov 1971Daniil G ldquoOdiseo y muerterdquo Revista Nea Hestiacutea Homenaje Navidad 1977Decaux A Preacuteface agrave lrsquoOdysseacutee (a la versioacuten francesa de J Moatti) Ed Richelieu-Plon Paris 1969Dimaraacutes K Th Ίστορία τῆς Νεοελληικῆς Λογοτεχνίας Historia de la literatura neoheleacutenica 4ordf ed Atenas 1968Edwards M W ldquoN Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Brown University Daily Herald 2-V-1961Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Trabajo ineacutedito2003) Finsler G La poesiacutea homeacuterica trad de Carles Riba 3ordf edicioacuten Labor Madrid 1947Friar K The Odyssey A Modern Sequel by N K Translation into English Verse Introduction Synopsis and Notes Simon and Schuster Nueva York 1958 Friar K ldquoN Kazantzakis en Ameacutericardquo trad al griego de Dimitris Ikonomidis Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 135-145Friar K ldquoLa ascesis espiritual de N Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Garciacutea Gual C ldquoIntroduccioacutenrdquo a Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013Guerrero C ldquoLa figura de Caronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Heiseig J ldquoEncarnacioacuten de libertad la visioacuten de Nikos Kazantzakisrdquo trad al griego de L Kaacutesdagli Nea Hestiacutea nov 1971Homero rsquoΙλιάδα Iliacuteada trad al neogriego de N Kazantzakis y I Kakridiacutes Atenas 1955

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Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000 Obras Completas Proacutelogo A Marasso traduccioacuten L Segalaacute y Estalella Ed El Ateneo Buenos Aires 1954Izzet A Nikos Kazantzakis (Cuadro cronoloacutegico de P Prevelakis) Plon Paris 1965Izzet A ldquoKazantzakis en pleine lumiegravere raquo rev Les Nouvelles Litteacuteraires Paris I-1965Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers de Sud Ndeg 377Jaris P laquo Ν Καζαντάκης ὁ ταξιδευτής καί ὁ ἀφηγητήςrdquo Kazantzakis el viajero y el narrador Nea Hestiacutea Navidad 1959Jurmuzios E rdquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute otontildeo 1958Jouvenel R de En souvenir de Kazantzakis revista Europe junio 1958 PariacutesKain M R ldquoAn existentialist Ulysses N Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Times Louisville 20-III-1961Kakridiacutes J Th ldquoΧρονική μιᾶς ουνεργασίαςrdquo Croacutenica de una Colaboracioacuten (con N K en lα traduccioacuten de la Iliacuteada y la Odisea homeacutericas Nea Hestiacutea Navidad 1959Karandonis A ldquoΣτοχασμοί γιά τήν rsquoΟδύσσειαςrdquo Pensamientos sobre la poesiacutea de la Odisea Nea Hestiacutea Navidad 1959Kerenyi K ldquoN Kazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Kerenyi K laquo N Kazantzakis ou le geacutenie grec au carrefour de lrsquoOrient et de lrsquoOccident raquo La Table Ronde Nos 151-2 VII-VIII- 1960 ParisLacarriegravere J ldquoN Kazantzakis Sur les traces drsquoUlysse Chant Planeacutetaire Oceacutean poeacutetique Une Odysseacutee de notre temps raquo Le Monde 28-I-1972 ParisLasso de la Vega J ldquoEn torno a Nikos Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht Planeta Barcelona 1971Laude A laquo Eacutetude (sur N Kazantzakis) raquo Le Monde 28I1972 PariacutesLavagnini B Storia della leteratura neoelenica 3ordf ed Sansoni Florencia 1969

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Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo Cahiers du Sud Ndeg 377Levin H James Joyce Traduccioacuten A Castro Leal F de C E Meacutexico 1959Malleros F ldquoSobre la obra de N Kazantzakisrdquo Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 5 1959Marasso A ldquoHomerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad de Odiseo y sus amigosrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Martiacutenez Arancoacuten A ldquoSobre la Ασκητική de Kazantzakisrdquo En el Volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997Mercanton J James Joyce ldquoProacutelogordquo a Ulises de Joyce trad de J Salas Subirat S Rueda Editores Buenos Aires 1959Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo rev Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 En Nea Hestiacutea noviembre 1971 traduccioacuten al griego de Ana KaacutesdagliMonory M ldquoLa llama y el ciacuterculo La aventura de Cristoacutebal Coloacuten en el teatroDe Kazantzakis y de Claudelrdquo traduccioacuten al griego de Lina Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Moreleoacuten N ldquoLa idea de la muerte en la obra de N Kazantzakisrdquo En el volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Trabajo ineacutedito 2003)-Nikolareizis D lsquordquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute primavera 1958Nuacutentildeez G Kazantzakis 1883-1957 Ediciones del Orto Madrid 1997Paboacuten J M Homero Editorial Labor Madrid 1947

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Panayotoacutepulos I M ldquolsquoΟ Καζαντάκης ὀ ἔνας ταξιδευτήςrdquo Kazantzakis un viajero Nea Hestiacutea Navidad 1959Papathanasoacutepulos Th ldquoEstudio sobre la nueva Odiseardquo En PapathanasoacutepulosTh Γύρω στον Καζαντζάκη En torno a Kazantzakis Ed Kastaniotis Atenas 2000Politis L Historia de la literatura griega moderna Proacutelogo traduccioacuten directa y suplemento Goyita Nuacutentildeez Ediciones Caacutetedra Madrid 1994Prevelakis P Ο Ποιητής καί τό Ποίημα τῆς lsquoΟδύσσειας El Poeta y el Poema de la Odisea Atenas 1958Prevelakis P Ν Καζαντζάκης Συμβουλή στή χρονογραφία τοῦ βίου του N Kazantzakis Contribucioacuten a la cronologiacutea de su vidardquo Separata de Nea Hestiacutea Navidad 1959Prevelakis P ldquoΝίκος Καζαντζάκηςrdquo Nikos Kazantzakis Nea Hestiacutea 1-VIII-1953Quiroz R Abismo y fe Aproximacioacuten a la Comedia de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos- Instituto Chileno- Heleacutenico- Sociedad Amigos de Kazantzakis Santiago 1998Quiroz R Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador Centro de Estudios Griegos Santiago 2004Quiroz R Cronologiacutea y bibliografiacutea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 1997Quiroz R y Castillo Didier M Destino y fatalidad en dos dramas juveniles de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos Santiago 2012 Reboreda S ldquoOdiseo el heacuteroe peculiarrdquo En JC Bermejo y S Reboreda Los oriacutegenes de la mitologiacutea griega Editorial AKAL Madrid 1996Romilly J de ldquoYiatiacute Odiseasrdquo iquestPor queacute Ulises En J de Romilly Sinandiseis me tin arjea Helada Encuentros con la Grecia Antigua Traduccioacuten al griego K Miliaresi y B Athanasiacuteu Atenas 1997 Skufas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969

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Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Spandonidis P lsquoΟ Καζαντάκης παιδί της ανησυχίας Kazantzakis hijo de la inquietud Kenuria Epojiacute otontildeo 1960Stanford W B El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvan Traduccioacuten B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Claacutesicos Dykinson Madrid 2013Triacuteas M B ldquoLa esteacutetica de Homerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Vretakos N Ν Καζαντζάκης η αγωνία και το έργο του Kazantzakis su agoniacutea y su obrardquo Atenas 1960Vitti M Historiacutea tis helinikiacutes logotejniacuteas Historia de la literatura NeoheleacutenicaEdiciones Odiseas Atenas 2003Vitti M Introduzione alla poesia greca del Novecento Naacutepoles 1957Wilson C ldquoNikos Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea 1-XI-1962 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo Traduccioacuten M Ikonomu Nea Hestiacutea nov 1971Yalurakis M Ο Καζαντζάκης μου είπε Kazantzakis me dijo Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958

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Iacutendice onomaacutestico

Aedo R 11Athanasiacuteu B 154Afrodita 49 86Alsina J 29 150Angelaki Ruck A 151Anticlea 11 121Ares 49Argos 28Atenea 44 141Auden W H 14Autoacutelico 44Baudier M L 13 16 17 24 38 39 150Beattie A 12 155Bergson 19Bermejo J C 154Bien P 137 138 150 Bingen J 150Bloom 42 43Brecht 10 152Buda 13 19 20 37 150Calipso 11 34 36 41 48 141Camus 16 26Capitaacuten Uno 11 14Carnegie S C 150Caronte 6 11 14 65 74 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 112 114 115 116 118 119 120 124 125 127 148 151Carontisa 102 125Carter 143Castillo Didier M 11 31 99 124 125 149 150 154Castro A 153Centauro 100Centeno M 11 16 150Circe 34 35 36 141Choza J y P 150Claudel 153Coloacuten C 10 19 149 153Conradi G 138 151Constantino Paleoacutelogo 10 20 149

Cristo 10 13 19 20 32 37Dalon R 151Danai (Stratigopulu) 97Daniil G 151Dante 19 20 26 30 31 32 41 43 44Decaux A 27 151Diacuteez de Velasco F 99Dijtena 59 110Dimaraacutes K Th 151Dios 12 16 17 19 20 25 27 31 32 33 35 43 47 50 61 61 112 116 118 119Don Quijote 11 13 14 19 29 32Doulis T 12Edwards M W 151Eliot T S 16 26 37Eremita 14Esquilo 134Euriacutepides 41Fausto 15 29Fernaacutendez D 11 151Fida 72Finsler G 151Fotiadis 134Fotis pope 111Friar K 10 12 15 16 23 40 138 140 151Fuentes Cristoacutebal 4Garasa D 149Garciacutea Gual C 151Giradoux 44Godot 16Goethe 15Gonzaacutelez V H 11 151Greco El 11 37 38 138 139 143 149Guerrero C 11 151Hades 71 90 98 99 101 102 117 120 122 124 126Hadji-Kyriakos N 6Hamlet 14 29 32 65Hanley 142Hauptmann G 12 41Heftaliotis A 134Heiseig J 151

157

Helena 11 13 15 47 48 59 60 75 81 102 107 110 113 145 146Hesse 26Homero 12 13 15 18 27 32 40 43 44 45 47 111 121 136 141 151 152 153 155Ikonomidis O 151Ikonomu M 155Izzet A 20 21 25 149 152Jaeger W 45Jaloux E 42Jaris P 152Jaros Ver Caronte 99Jouvenel R 152Joyce J 12 15 23 26 29 31 40 41 42 43 44 138 142 153Juliaacuten el Apoacutestata 19 20Juumlnger 26Jurmuzios E 98 136 137 152Kafka 26Kain R M 16 152Kakridiacutes I 135 136 141 151 152Karandonis A 22 152Karteroacutes 121 123Kaacutesdagli A 93 153Kaacutesdagli L 151 153Kaacutesdagli Mar 150Kavafis C 11 37 151 153 155Kazantzaki H 9 10 19 149Kazantzakis N 9 10 11 12 13 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 29 30 31 32 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 71 79 93 97 98 111 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155Kerenyi K 15 16 19 152Knoumls B 9 97 Krino 112 146Krumbacher 134Lacarriegravere J 16 17 137 152Laertes 11 43 110

Laude A 26 152Lasso de la Vega J 10 18 138 152Lavagnini B 152Lenin 13 20 37Lenioacute 103Leonidas 47Levin 29 142 153Leacutevesque R 47 153Lipstein R 10Lohleacute C 150Lupo A 149Madretierra 14 65 68 103 125 127Manolios 111Malleros F 153Marasso A 140 141 152 153Margaroacute 14 115Maacuterquez J 11 153Martiacutenez Arancoacuten A 153 Mayorga C 11 153Medusa 17Melisa 10Menelao 47 59 109Mercanton J 40 42 153Merlier O 149Miliaresi K 154Miller A 16Miralles C 29 150Moatti J 27 151Moira 99Monory M 18 93 153Moreleoacuten N 153Naranjo M 11 153Nausiacutecaa 11 36 141Nietzsche 12 15 19 20 152Nikolareizis D 22 153Nuacutentildeez G 153 154Odiseo 6 11 12 13 14 26 27 29 30 31 32 33 34 36 39 40 41 47 53 55 56 58 59 61 62 63 67 74 75 78 82 83 85 99 100 103 104 107 111 115 116 117 119 121 123 126 127 128 130 141 143 151 153 154Omatos O 99 153

158

Orfoacutes 107Ostrero 121 122Paboacuten J M 151 152 153Palamaacutes K 134Palis A 134Panayotoacutepulos I M 25 140 154Panopolitis N 132Papathanasoacutepulos I M 154Peneacutelope 30 33 43Perla 14 103 113 115Platoacuten 41Plinio 30 43Politis L 154Polylaacutes J 134Pound E 37Prevelakis P 10 12 17 26 27 43 135 151 152 154Psichari J Ver PsijarisPsijaris Y 97 133 134Quiroz R 11 154Rabanales A 132Racine 44Raizis B 12Rala 103 130Ramos O G 31Reboreda S 154Riba C 151Romilly J de 41 154Salas J 153Sartre 16 26Seferis Y 12 37 Segalaacute y Estalella L 141 152Seacuteneca 44Shakespeare 21 44 134Sherrard Ph 27Silvaacuten A 12 155Skufas G 12 154Soacutefocles 10 41 152Solar H del 149Soliacutes D 11 155Solomoacutes D 133 136Sotiriadis 134Spandonidis P 155Stalin 13

Stanford W B 12 15 16 23 26 29 31 40 41 44 155Steinen H von den 16Stratigopulu D 97Stridaacutes 121 122Suralis 108 117 118Teleacutemaco 11 44 141Tennyson 30 31Thaacutenatos 104Tiresias 120Toda Raba 24 29 30Triandafilidis M 97 134Triacuteas M B 157Trotski 13Ulises Ver Odiseo 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 23 25 26 27 29 30 31 32 33 34 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 54 56 57 59 60 61 64 71 76 90 92 99 100 102 105 110 113 114 117 120 121 127 138 141 142 143 150 153 154 155Vitti M 155Vlastoacutes P 136Vretakos N 155Wagner 18Will F 12Wilson C 10 16 18 21 155Xenoacutepulos G 134Yalurakis M 137 155Zaratustra 19Zeus 49Zorba 10

Page 2: MIGUEL CASTILLO DIDIER - Estudios Griegosestudiosgriegos.cl/data/1508933986.pdf · M.: La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de KazantzakisCentro . de Estudios

Expresamos nuestros especiales agradecimientos al profesorCristoacutebal Fuentes por haber insistido para que retomaacuteramos

este viejo tema y por su muy generosa ayuda en la correccioacuten

ISBN 978-956-19-1018-8

UNIVERSIDAD DE CHILE

RectorEnnio Vivaldi Veacutejar

Facultad de Filosofiacutea y HumanidadesDecana

Mariacutea Eugenia Goacutengora DiacuteazVicedecano

Alejandro Ramiacuterez Figueroa

Centro de Estudios Griegos Bizantinosy Neoheleacutenicos ldquoFotios Mallerosrdquo

Casilla 73 - Sucursal Grecia NtildeuntildeoaSantiago - Chile

wwwestudiosgriegoscl

Miguel Castillo DidierEl tiempo La muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakis

Miguel Castillo DidierRegistro de Propiedad Intelectual 280897

Impreso en LOM - 2017

Imagen de portada y portadilla Arte Ciclaacutedico El ArpistaCantando las alegriacuteas y penurias de los hombres

Presentacioacuten

El Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos ldquoFotios Mallerosrdquo de la Universidad de Chile tiene el agrado de presentar el libro El tiempo la muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakis En la extensa bibliografiacutea sobre el poema del escritor cretense hay muy pocos tiacutetulos que estudien aspectos de su extraordinaria riqueza poeacutetica Por ejemplo las imaacutegenes y las comparaciones de la Odisea son realmente inagotables y belliacutesimas y no han sido estudiadas El presente trabajo no pretende examinar los medios expresivos que utiliza el poeta en esta obra gigantesca Soacutelo intenta mostrar algunos aspectos de la presencia de la muerte y del tiempo en la Odisea del escritor griego y la riqueza de su lenguaje

Παρουσίαση

Το Κέντρο Αρχαίων Βυζαντινών και Νεοελληνικών Σπουδών του Πανεπιστρημίου Χιλής έχει την ευχαρίστηση να παρουσιάσει το βιβλίο Ο χρόνος ο θάνατος και ο λόγος στην Οδύσσεια του Καζαντζάκη Στην εκτενή βιβλιογραφία για το ποίημα του Κρητικού συγγραφέα υπάρχουν πολύ λίγοι τίτλοι που να πραγματεύονται πλευρές του εξαιρετικού ποιητικού πλούτου του Παραδείγματος χάριν οι εικόνες και οι παρομοιώσεις της Οδύσσειας είναι πραγματικά ανεξάντλητες και ωραιότατες και δεν έχουν μελετηθεί Το παρόν πόνημα δεν προσπαθεί να μελετήσει τα εκφραστικά μεσα που χρησιμοποιεί ο ποιητής σ` αυτό το γιγάντιο έργο Μόνο θέλει να δείξει μερικές πλευρές της παρουσίας του θανάτου και του χρόνου στην Οδύσσεια του Έλληνα συγγραφέα και πλευρές του πλούτου της γλώσσας της

Odiseo proacuteximo a su fin y Caronte se contemplan el uno al otroDibujo de Nicholas Hadji-Kyriakos Ghika (1958)

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IacuteNDICE

NOTAS INTRODUCTORIAS 9Grandeza y desmesura 15La Odisea y la Asceacutetica 19Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo 22Itaca Odiseo siacutembolos vivos 29El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis 40Los presentes ensayos 45

I EL TIEMPO 47El transcurrir del tiempo 48Las epifaniacuteas del tiempo 62La noche 62La luna 70El atardecer 75Las estrellas 82El sol 88El alba 94 II LA MUERTE 97Caronte personaje 98Vida y muerte 109La nostalgia de los muertos 117La muerte destructora 123

III LA PALABRA 132El problema linguumliacutestico de Grecia 135Kazantzakis y la lengua griega 135La riqueza linguumliacutestica de la Odisea 143

Bibliografiacutea 149

Iacutendice onomaacutestico 156

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El tiempo la muerte y la palabra enla Odisea de Kazantzakis

In memoriam PoetaeΣτη μνήμη του Ποιητή

NOTAS INTRODUCTORIAS

Hace mucho tiempo en uno de los primeros nuacutemeros del anuario Byzantion Nea Hellaacutes1 publicamos un artiacuteculo con el tiacutetulo de ldquoEl tiempo la muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakisrdquo Se tocaba en eacutel una materia no estudiada hasta entonces la poesiacutea misma de la obra o maacutes exactamente expresado algunos de los recursos poeacuteticos utilizados por el autor Han pasado los antildeos y no ha sido posible realizar la tarea pendiente de estudiar en detalle tales recursos Dada la vastedad del poema 33333 versos de diecisiete siacutelabas parece desproporcionado que una persona emprenda este intento a menos que disponga de siquiera un ldquoantildeo sabaacuteticordquo o siquiera de un semestre Por eso en este libro no hemos ido maacutes allaacute de las tres temaacuteticas de aquel trabajo Imposible por ejemplo trabajar sobre la realidad de las comparaciones en el poema que son verdaderamente innumerables Cada una de las tres secciones ha sido bastante ampliada han variado no pocos enfoques Naturalmente la bibliografiacutea ha sido puesta al diacutea

Sin duda siempre escribir sobre la Odisea constituye una responsabilidad nada pequentildea Porque se trata de la obra cumbre de un escritor que es a su vez una de las figuras maacuteximas de las letras neogriegas Para el poeta este poema era la obra de su vida ldquoCreo que toda mi alma toda la llama y la luz que he podido hacer brotar de la materia de la que estoy moldeado se expresan en la Odiseardquo2 Esta opinioacuten expresada en una carta de Boumlrje Knoumls habiacutea sido ya expuesta al mismo neohelenista ldquoMe siento feliz de que usted se haya sumergido valerosamente en ese mar azul la Odisea Desde el punto de vista de la forma poeacutetica y del contenido filosoacutefico la Odisea representa la cima

1 Byzantion Nea Hellaacutes Ndeg 3-4 19752 Carta a Boumlrje Knoumls 21-VI-1954 cit por Kazantzaki Heleni Le dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses carnets ses textes ineacutedits paacuteg 538

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maacutes elevada que he podido alcanzar despueacutes de los esfuerzos de toda una vidahelliprdquo3

La idea que teniacutea Kazantzakis acerca de la labor de traduccioacuten del poema aparece asimismo en una carta del helenista sueco ldquoTrabajo gigantesco muy difiacutecil que requiere de un amor y de una paciencia sobrehumanosrdquo4 La verdad de tal afirmacioacuten hubo de experimentarla quien escribe estas paacuteginas durante los seis antildeos dedicados a la versioacuten castellana de la Odisea que aparecioacute en Espantildea en la serie Obras selectas publicadas por Editorial Planeta en 19755 El esfuerzo que requirioacute tal trabajo da la razoacuten al juicio de Joseacute Lasso de la Vega ldquoDesde el punto de vista de la lengua esta Odisea es la obra maacutes endemoniadamente difiacutecil de la literatura griegardquo6 El material poeacutetico verdaderamente oceaacutenico de la Odisea estaacute por estudiarse como veremos maacutes adelante y en especial en nuestra lengua La circulacioacuten del texto en espantildeol suscita sin duda el intereacutes de quienes han seguido las traducciones de obras tan apasionantes como Cristo de nuevo crucificado Libertad o muerte Zorba el Griego en el plano de la novela de Cristoacutebal Coloacuten Constantino Paleoacutelogo Melisa Sodoma y Gomorra en el campo del teatro o de aquella maravillosa ldquoy sangrante confesioacuten autobiograacuteficardquo editada en castellano con el

3 Ibiacuted paacuteg 477 Carta de 14-VI-19474 Ibiacuted paacuteg 5355 Recientemente el antildeo 2013 Tajamar Editores publicoacute una segunda edicioacuten revisada del poema6 Lasso de la Vega Joseacute ldquoEn torno a Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht paacuteg 248-309 En carta al traductor ingleacutes Kimon Friar fotografiacutea de cuyo autoacutegrafo poseemos gracias a la gentileza de Heleni Kazantzaki el escritor coincide con el juicio de aqueacutel sobre el poema y afirma ldquoTambieacuten yo creo que la Odisea es la cumbre de mi obrardquo Conocemos asimismo por Pandelis Prevelakis destacado escritor cretense y acaso el mayor estudioso en Grecia de la Odisea la opinioacuten expresada por su autor a su antigua amiga Rahel Lipstein ldquoNikos mrsquoavait dit un jour agrave Paris en me montrant plutocirct en soulevant tregraves haut ndashet en riant en mecircme tempsndash son Odyseacutee Crsquoest mon cercueil Rahel et mon flambeaurdquo en Prevelakis P El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo paacuteg 191 Collin Wilson en su ensayo sobre ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo afirma al respecto ldquoNo es extrantildeo que considerara la Odisea como su mejor obra y todos sus otros voluacutemenes como trabajos secundarios Sus mismos libros contienen una especie de Odisea de modo que bien podriacutean leerse como una gran novela independiente que traza la peregrinacioacuten espiritual y psiacutequica de una vidardquo En revista Nea Hestia XI-1971

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tiacutetulo de Carta al Greco El estudio introductorio que acompantildea nuestra versioacuten de la Odisea y el presente ensayo no aspiran sino a plantear algunos aspectos a esbozar ciertas sugerencias a anotar una que otra senda que permita al amante de la poesiacutea kazantzakiana adentrarse en las vetas de la belleza de esta epopeya7

7 La bibliografiacutea en castellano en torno a la Odisea no parece muy extensa En el Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 46 1964 publicamos el tercero de tres artiacuteculos dedicados a Kazantzakis con el tiacutetulo de Caracterizacioacuten de la ldquoOdiseardquo en la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971 aparecioacute un breve trabajo nuestro que circuloacute tambieacuten como apartado Algunas notas sobre la ldquoOdiseardquo de N Kazantzakis por uacuteltimo existe el estudio introductorio a nuestra versioacuten castellana del poema Ed Planeta Barcelona 1975 al que hemos hecho alusioacuten Otros tiacutetulos Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo en Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea de Kazantzakis y exloran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios griegos Santiago 2000 Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad Y semejanza entre Laertes y Teleacutemacordquo en el mismo volumen Guerrero C ldquoCaronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo en el mismo volumen Centeno Rogers M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(2003) Quiroz Pizarro R ldquoLa Odisea transposicioacuten poeacutetica de la Asceacuteticardquo en R Quiroz Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador 2004 Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013 Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Ineacutedito 2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Ineacutedito 2003)Aedo R ldquoLa lucha del Capitaacuten Uno Apuntes para el Don Quijote de la Odisea kazantzakianardquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Castillo Didier M ldquoNausiacutecaa y Calipso (La Odisea en la Odisea)rdquo Byzantion Nea Hellaacutes 24-2005 Castillo Didier M ldquoLa Odisea en la Odisea iquestcoacutemo murioacute Laertesrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 Castillo Didier M ldquoCreta como visioacuten poeacutetica y como escenario en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 26-2007 Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007 Kazanzakis N ldquoUn pequentildeo comentario a la Odiseardquo Traduccioacuten R Quiroz Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 ldquoEl laberinto de Creta en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Amaltea Revista de mitocriacutetica 2009 vol 1 Castillo Didier M ldquoOdisea de Kazantzakis Itaca punto de llegada y de partidardquo Byzantion Nea Hellaacutes 29-2010 Castillo Didier M ldquoLa muerte de Helenardquo Byzantion Nea Hellaacutes 30-2011 Gonzaacutelez Vaquerizo H La odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis Tesis Doctoral Universidad Autoacutenoma de Madrid 2013 Castillo Didier M ldquoLas laacutegrimas de Odiseordquo Byzantion Nea Hellaacutes 33-2014 Castillo Didier M ldquoAnticlea la madre lejanardquo Byzantion Nea Hellaacutes 36-2017 La bibliografiacutea en castellano

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Como se ha afirmado un resumen no puede hacer justicia al poema8 Tampoco las notas introductorias que preceden en este trabajo a nuestras tres materias Ni aun el estudio de estas mismas ndashel tiempo la muerte y la palabra en la Odiseandash porque constituyen aspectos de una vasta totalidad de muacuteltiples y variadas facetas Y pretender sentildealar a traveacutes del comentario los dones de la fantasiacutea visionaria del creador de la Odisea ldquoseriacutea irrisorio con seguridad pues esta obra representa en siacute una summa en cierta manera de las visiones que la imaginacioacuten humana puede engendrar Ellas se situacutean fuera del tiempo y del espacio pero estaacuten animadas de una realidad y una dimensioacuten tales que se imponen para siempre al espiacuteritu Masacres orgiacuteas incendios revueltas populares ciudades ideales desiertos del Aacutefrica hielos del

se ha incrementado recientemente con la traduccioacuten del libro de W B Stanford valiosa obra de la cual se con contaba con solo el texto original en ingleacutes El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvaacuten traduccioacuten de B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Editorial DYKINSON Madrid 2015 La bibliografiacutea en otros idiomas es muy vasta y se acrecienta raacutepidamente En Estados Unidos e Inglaterra el estudio de la Odisea en seminarios y caacutetedras universitarias ha producido no pocas tesis especializadas de las que da noticia Kimon Friar en su obra Nikos Kazantzakis en Ameacuterica En la Universidad de Indiana se han presentado memorias sobre La imagineriacutea de la luz en la Odisea Odiseo como anarquista Las mujeres en la Odisea de Kazantzakis Las diversas personificaciones de Dios en la Odisea La psicologiacutea y la filosofiacutea del autoconocimiento en la Odisea y en la Asceacutetica Odiseo el hombre muacuteltiple Entre los temas del Curso de Literatura Comparada de la Universidad de Illinois se han desarrollado El uso del sentimentalismo odiseano en Kazantzakis y en Seferis y Estudio comparativo entre la Odisea de Kazantzakis y el Ulises de Joyce El mito moderno y la Odisea es el tiacutetulo de una tesis presentada al Pomona College de California Nietzsche y Kazantzakis la voluntad de poder y la lucha por la libertad en la Odisea memoria presentada al Rint College de Portland Oregoacuten En revistas o como voluacutemenes independientes han sido publicados diversos estudios sobre Kazantzakis varios de los cuales se refieren especiacuteficamente a la Odisea Skuffas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969 Doulis T Kazantzakis and the meaning of suffering Northwest Review VI 1963 Will F Kazantzakis Odyssey University of Texas Press Austin 1964 Raizis B ldquoPro-Ulises de Kazantzakis Homero y Gerard Hauptmannrdquo Modern Literature Review vol II Philadelphia University Press 19728 Prevelakis P op cit paacuteg 243 ldquoUn resumen no hace justicia al poema pero puede dar cierta idea de la profunda atraccioacuten que produce su inmensidad La obra produce el ldquoefecto de muacutesicardquo que una vez alguien describioacute como aqueacutel que brota de La guerra y la pazrdquo

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Polo fantasmas de aquellos que amoacute o admiroacute Cristo Buda Don Quijote Homero gente del pueblo campesinos pescadores pastores artesanos y cazadores compantildeeros fieles y mujeres presencia obsesiva de la muerte alliacute estaacute el mundo vivo en colores violento desmesurado centelleando en cada verso a traveacutes de imaacutegenes fulgurantes que creoacute el poeta visionario [hellip] Sus visiones que son a menudo las de un vidente poseen un color un relieve una realidad asombrosa Toman a veces la amplitud de visiones coacutesmicas y profeacuteticasrdquo9 El simple esquema del nuevo viaje de Ulises aunque necesario en el caso de este ensayo y posiblemente uacutetil para la lectura misma del poema10 no puede dar una idea de la complejidad impresionante de la obra Emergiendo de la vieja epopeya en el momento en que de regreso a la patria ha dado muerte a los pretendientes de su mujer Odiseo tras vivir en su isla natal algunas emociones y experiencias y sentirse ahogado en la pequentildeez de su diaria existencia parte para siempre con algunos compantildeeros sin rumbo fijo El viaje se enfila hacia Esparta donde despueacutes de ayudar a su decadente monarca a contener una sublevacioacuten Ulises se marcha con Helena Navega una vez maacutes sin senda determinada para decidir finalmente desembarcar en Creta Alliacute conoce nuevos personajes y participa activamente en una revolucioacuten popular que destruye el reacutegimen imperante odiado por su crueldad abusos y corrupcioacuten Cumplida esa tarea se da al mar nuevamente para llegar a Egipto al que arriva en momentos de grandes conmociones sociales Toma parte tambieacuten en ese paiacutes en una sublevacioacuten en cuyos jefes se ha querido ver un paralelo de Lenin Trotski y Stalin Luego del fracaso Ulises encabeza el eacutexodo de una multitud hambrienta que vaga largamente por el desierto en direccioacuten al sur En la soledad de la montantildea frente a las fuentes del Nilo el peregrino vive todas las etapas de la Asceacutetica despueacutes de lo cual vuelve a la accioacuten para fundar una ciudad ideal en las orillas del gran lago madre del Nilo Pero la obra es destruida por un devastador cataclismo en el cual perecen los uacuteltimos compantildeeros que le restaban y Ulises ahora asceta solitario retoma

9 Baudier M L Nikos Kazantzakis Comment lacutehomme devient immortel (Plon 1973) pp 11 y 12 del original gentilmente facilitado por la autora10 La versioacuten castellana lleva como apeacutendice un resumen en prosa relativamente extenso

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la senda del sur y se adentra en selvas enmarantildeadas Su mente cada vez maacutes libre de ilusiones y anhelos crea seres imaginarios que son actores de un largo y sangriento drama en la rapsodia XVII A traveacutes de su peregrinar conoce variados personajes que representan diversas concepciones de la vida la prostituta Margaroacute (Perla) que ha elegido el camino del amor el priacutencipe Madretierra especie de fantasma de Hamlet surgido de las honduras africanas el Eremita que se desligoacute de todos los bienes terrenales en vida y cuya mano una vez muerto permanece erguida y abierta aacutevida de un puntildeado de tierra que Odiseo deposita en ella para que se cierre el Capitaacuten Uno sombra de Don Quijote que cabalgando un deacutebil camello y portando viejas e inuacutetiles armas sale a luchar por la libertad y es salvado por Ulises de morir a manos de unos caniacutebales el Hedonista sentildeor de una torre edificada en medio de pantanos cuyo uacutenico valor es el placer el Hombre Primitivo representado en una visioacuten sangrienta por un jefe negro que ha asesinado a uno de sus doce hijos y que es muerto y comido por los once restantes Ya en las costas del sur de Aacutefrica y cuando construye la barca que lo llevaraacute a los mares del polo Odiseo se encuentra con un joven pescador negro que predica una religioacuten del todo nueva y habla sobre un Padre celestial Sus palabras lo emocionan pero no lo convencen Luego el peregrino se embarca hacia el extremo septentrional del oceacuteano En unas tierras heladas por las que pasa asiste a los uacuteltimos diacuteas de una raza de hombres de las nieves dominados por el miedo y que se hunden entre los teacutempanos al adelantarse la primavera y no alcanzar ellos a emigrar a lugares soacutelidos En la embarcacioacuten de cuero ensebado que esos hombres le obsequiaron Ulises prosigue la travesiacutea Destruido su naviacuteo al chocar con un teacutempano el asceta reducido ya casi a huesos y piel sube a uno de esos fantasmas de hielo Alliacute llegaraacuten las sombras de todos aquellos a los que amoacute en vida surgiendo de las tumbas y los siglos Alliacute tambieacuten despueacutes de haberlo visitado muchas veces durante su peregrinacioacuten bajo las maacutes diversas formas Caronte la muerte asimilado ahora al asceta en las apariencias lo acompantildea hasta su uacuteltimo sonreiacuter y su disolucioacuten en la nada11

11 Imposible que una siacutentesis en extremo apretada como eacutesta refleje la variedad de climas histoacutericos y humanos a traveacutes de los cuales se desarrolla el peregrinar de Odiseo desde el ambiente cosmogoacutenico de las primeras rapsodias hasta las fases

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Grandeza y desmesura

Obra extraordinariamente compleja y sin embargo llana a veces como un sencillo romance o canto popular recorrida por el epicismo singular de la angustia del hombre contemporaacuteneo que busca un camino y bantildeada en ocasiones por manantiales de lirismo puro en que se reflejan alegriacuteas y tristezas elementales de gente de pueblo barroca en sus dimensiones desproporcionadas y la enorme acumulacioacuten de elementos de distinta procedencia su arquitectura y su fuego interior recuerdan la Divina Comedia y la serenidad de ciertos momentos de contemplacioacuten del drama humano traen a la mente a Homero Es la obra maacutes discutida de toda la literatura neogriega y a la vez maacutes allaacute de opiniones constituye un monumento titaacutenico que recoge el tesoro de la lengua neoheleacutenica sus dialectos sus compuestos belliacutesimos expresiones motivos versos fragmentos y hasta canciones completas de la rica poesiacutea demoacutetica griega elementos de la mitologiacutea y la cultura populares neogriegas Tal es la Odisea Su aparicioacuten ndashdice Friarndash ldquocausoacute en los ciacuterculos griegos discusiones tan vivas como las que produjo en los ciacuterculos ingleses la publicacioacuten de otra epopeya de parecidas dimensiones y de disposicioacuten semejante el Ulises de Joyce Las dos obras se refieren al hombre contemporaacuteneo que busca su ser Y en las dos los autores utilizan el esqueleto de la Odisea homeacuterica aunque de un modo sorprendentemente distintordquo Durante muchos antildeos en la patria del escritor se la ha mirado ldquorodeada de una suerte de oscura grandezardquo Se la contempla desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido o inexplorado La exploracioacuten y valoracioacuten ha venido desde Occidente W B Stanford

finales de la transfiguracioacuten del personaje en un hombre solitario y actual que medita sobre la existencia a miles de antildeos de los acontecimientos de Troya Respecto de los comienzos de la ldquoepopeyardquo Kerenyi destaca por ejemplo que las cuatro primeras rapsodias que estaacuten dedicadas a los acontecimientos de Itaca y de Esparta no soacutelo toman el lugar de las correspondientes de la Odisea homeacuterica sino el lugar que posee el episodio de Helena en el poema de Goethe Como en eacuteste es la eacutepoca de emigraciones de pueblos No aparece claro estaacute en Esparta Fausto con sus caballeros sino baacuterbaros rubios con armas de hierrordquo que bajan desde el norte Kerenyi Karl ldquoKazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 56

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T S Eliot Arthur Miller W H Auden Collin Wilson Kimon Friar Karl Kerenyi Helmut von den Steinen W B Stanford son algunos de los escritores que han destacado el valor del poema esbozando ciertas liacuteneas de su extraordinaria riqueza temaacutetica y estiliacutestica ldquotratando de ir maacutes allaacute de la mera percepcioacuten del eco general que brota de ese mundo de astrosrdquo La grandiosidad de la Odisea que no pocos han tratado de definir con calificativos astrales posee relacioacuten importante con el haacutelito de destruccioacuten que sopla impetuosamente en esta obra concebida en los primeros antildeos de la deacutecada del veinte Esta caracteriacutestica ha hecho pensar en la fuerza destructiva que antildeos despueacutes habraacute de ensentildeorearse en las creaciones de los grandes existencialistas12 ldquoUlises atraviesa en la Odisea las fases de las angustias y las esperanzas contemporaacuteneas Un vendaval de rebeldiacutea y de destruccioacuten sopla sobre esta magna obra eacutepica se derrumban las ciudades los reinos las falsas creencias los

12 La relacioacuten de la Odisea con la literatura existencialista que apunta M L Baudier ha sido anotada tambieacuten por otros autores entre ellos Richard M Kain en el artiacuteculo ldquoAn existentialist Ulyssesrdquo a que se hace referencia en la bibliografiacutea Jacques Lacarriegravere escribe al respecto ldquoVeinte antildeos antes que los filoacutesofos y escritores de Occidente Ulises descubre en lo alto de su montantildea lo absurdo de la vida En tal sentido esta obra nos revela que ni Camus ni Sartre fueron ndashen el plano literariondash los primeros en experimentar y expresar el absurdo de toda existencia sino Ulises el conquistador el amante el constructor el sin-esperanzardquo ldquoN K Sur les traces drsquoUlysse Chant planeacutetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre tempsraquo En Chile podemos mencionar el trabajo de M Centeno Rogers ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 De paso digamos que tambieacuten en el teatro de Kazantzakis pueden anotarse rasgos que anuncian caracteriacutesticas del existencialismo Asiacute Comedia ndash tragedia en un acto obra teatral de 1909 Respecto de esta pieza se ha dicho ldquoque podriacutea titularse El silencio de Dios para medir todo su horrorrdquo En una pieza cerrada que simboliza la prisioacuten de la muerte un grupo de personajes de edad y medios diversos esperan a Dios que vendraacute a abrirles la puerta del reino de la luz Pero a medida que las bujiacuteas se extinguen que las horas transcurren que el gran reloj da las doce campanadas la esperanza va desapareciendo y la angustia aumentando La puerta no se abre Una angustia que llega a ser asfixiante y el friacuteo de la muerte que aplasta el pecho como el peso de una laacutepida quiebran los corazones con la nostalgia de la tierra y la dulzura de la vida La espera de lo que debiacutea venir se transforma en la espera de lo que no vendraacute jamaacutes Imposible no dejar de pensar en Godot ni dejar de recordar Huit Clos de Sartre al repasar las paacuteginas de esta obra juvenil pero plena de anticipaciones

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antiguos dioses son derribados ldquoTodos los valores aportados por el helenismo y a los cuales el cristianismo habiacutea agregado su mensaje de amor y su promesa de vida eterna son echados por tierra en la nueva Odisea [hellip] El lector es conducido de destruccioacuten en destruccioacuten hasta que se enfrenta con la cabeza de Medusa El ciacuterculo se cierra Los dioses han muertohellip La vida humana queda sin justificacioacuten no hay espera ni juicio ni recompensa La muerte es la uacuteltima realidadrdquo escribe Pandeliacutes Prevelakis El poeta contempla pues con Ulises la lenta y completa destruccioacuten de los valores sobre los cuales se habiacutea apoyado la sociedadrdquo13 No es de extrantildear entonces que maacutes que ninguna de sus obras la Odisea haya provocado las angustias y la incertidumbre de la creacioacuten en Kazantzakis ldquoLa forma escogida ndashla epopeyandash implicaba ya en siacute misma dificultades casi insuperables Se trataba de una empresa sobrehumana de hallar un cuadro para hacer entrar en eacutel todos sus conocimientos alimentados por sus innumerables viajes sus lecturas sus contactos con los paiacuteses maacutes diversos desde Creta a las vastedades polares desde los esfuerzos de Rusia Sovieacutetica a las concepciones del Extremo Oriente desde sensaciones vividas personalmente a las de un heacuteroe imaginario Habiacutea que disciplinar esas experiencias superar el mundo desencadenado que habiacutea creado dominar esa superabundancia que le haciacutea correr el riesgo de perder pierdquo14

Lacarriegravere en el estudio recieacuten citado destaca este aspecto ldquoDesde que se aborda los primeros compases de esta rapsodia gigantesca obra de una vida entera el tiempo se borra los diacuteas no cuentan Este poema es un veacutertigo continuo una desmesura un desafiacuteo al lector mismo que para afrontarlo debe asirse soacutelidamente al libro como para un largo periplo por el paiacutes de los ciclones Pues este oceacuteano poeacutetico no se atraviesa impunemente Tal como Ulises se sale agotado pero como renovado al teacutermino de una constante y prodigiosa iniciacioacutenrdquo Esta caracteriacutestica del poema recuerda el gran eacutextasis de la Asceacutetica ldquoDe igual modo actuacutea tambieacuten Dios el Gran Extaacutetico Habla lucha por hablar con mares y con fuegos con alas con colores con cuernos con garras con constelaciones y mariposas con hombres

13 Baudier M L op cit paacuteg 9614 Ibiacuted paacuteg 17

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como puede para dar forma asible a su eacutextasisrdquo Como anota Michel Monory ldquola obra de Kazantzakis se adapta a esta arte poeacutetica desde el aforismo hasta el mito desde la tragedia hasta el relato de viajes busca la palabra que estaacute maacutes cerca del grito y deja hablar a su imaginacioacuten Este constante fluir de algunas grandes imaacutegenes simples puede parecer cansador Creo que maacutes bien esto precisamente constituye la originalidad y la grandeza de la obrardquo15 Grandeza primitiva tensioacuten extaacutetica fuerza destructiva desequilibrio son notas que alejan de Homero esta ldquocontinuacioacuten de la Odiseardquo Como dice Lasso de la Vega ldquodesde el cielo homeacuterico hasta el que nos preocupa existe un abismo Kazantzakis no soacutelo es un nuevo Homero Es tambieacuten un anti-Homero y un hiper-Homero Descubrioacute un modo de existencia de Ulises maacutes integral maacutes secreto maacutes verosiacutemil que aquel que nosotros ya conociacuteamos encontroacute vetas maacutes profundas alliacute donde no habiacutea llegado nuestra miradardquo16 Y Wilson que compara el final de la Odisea con la uacuteltima escena del Crepuacutesculo de los dioses de Wagner habla del mundo salvaje que parecioacute querer crear el poeta con su obra ldquoque tiene maacutes notas comunes con el Chicago de la ley seca que con la Odisea de Homerordquo17 Se ha hablado tambieacuten del poema kazantzakiano como de ldquouna epopeya que nos llena de temorrdquo en muchas ocasiones ponieacutendose asiacute de manifiesto su lejaniacutea de su ancestro homeacuterico

15 Monory M ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo en revista Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 17916 Lasso de la Vega J op cit paacuteg 5117 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo paacuteg 18

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La Odisea y la asceacutetica

iquestExaminar la Asceacutetica equivale a estudiar el ldquopensamientordquo del escritor No es muy simple dar una respuesta afirmativa Heleni Kazantzakis se refiere al opuacutesculo escrito en Alemania en 1923 con estas palabras ldquoUn libro pequentildeo que maacutes tarde serviraacute de llave para comprender bien su obra Ni novela ni poema ni ensayo filosoacutefico ndashprecisaraacute eacutel mismo Ochenta paacuteginas breves versiacuteculos biacuteblicos de gran belleza Los altos mandamientos de Nietzsche a quien Kazantzakis venera sobre todo por su estilo encendido y sus padecimientos innumerables los de Bergson que le ayudaron a liberarse de ideas filosoacuteficas que lo tiranizaban la quinta esencia de sus experiencias personales Todo esto sistematizado por un cerebro exigente y ordenadorrdquo Y Karl Kerenyi resume en tres liacuteneas la significacioacuten que atribuye a la Asceacutetica ldquoNi obra de arte ni de filosofiacuteahellip En realidad era una obra sobre una nueva religioacuten un llamado a la realizacioacuten de un mito como lo demuestra el subtiacutetulo Salvatores Dei que se tradujo al alemaacuten como iexclRettet Gott iexclSalvad a Diosrdquo18

En realidad no puede sostenerse que la Asceacutetica exponga una nueva religioacuten como tampoco la Odisea que desarrolla toda aquella obra en una de las etapas de la peregrinacioacuten de Ulises Expresa maacutes que un pensamiento una manera de enfrentar la vida pero sin llegar a configurar una religioacuten a menos que eacutesta pudiera concebirse sin un Dios

Digamos nosotros que pese a la complejidad de esta pequentildea obra puede desentrantildearse cuaacutel es el modo ldquopraacutecticordquo de enfrentar el mundo que ella postula Kazantzakis admira personajes y heacuteroes de distintas eacutepocas y lugares en cuyas actuaciones creiacutea ver el cumplimiento de la norma esencial de la ascesis Ulises Buda Cristo Juliaacuten el Apoacutestata Dante Cristoacutebal Coloacuten Don Quijote luchan combaten consumen sus vidas en una batalla ardiente El mandato de Zaratustra mueve la vida del escritor cretense y ndashen su conceptondash la de sus figuras veneradas ldquoiexclEdificad vuestras ciudades junto al Vesubio Enviad vuestros naviacuteos a mares inexplorados Vivid luchandordquo Y Kazantzakis nos ensentildea

18 Kerenyi K op cit paacuteg 43 y sig

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ldquoAma el peligro iquestQueacute hay maacutes difiacutecil Es esto lo que yo quiero iquestCuaacutel es el camino a seguir El que asciende el maacutes escarpado Este es el que yo tomo iexclsiacuteguemerdquo Peligro y combate batalla sin recompensa sin paga iquestAdoacutende vamos iquestVenceremos alguna vez iquestQueacute sentido tiene el combate ndashCalla Nunca preguntan los combatientesrdquo Luchar sin recompensa y sin esperanza es el mandato supremo de la Asceacutetica Es el que sigue Dante el desterrado que sabe renovar a cada instante su odio a la injusticia Cristo que muere por redimir una humanidad que no quiere redimirse Juliaacuten que pretende resucitar una filosofiacutea y una eacutetica condenadas ya por la historia Constantino Paleoacutelogo que combate hasta la muerte en los muros de una Constantinopla ya vencida Ulises hombre antiguo-medieval-contemporaacuteneo que peregrina en la vastedad de los oceacuteanos de los continentes iacutegneos y de los hielos eternos buscando con la lucha un dios que sabe no existe

Las preguntas y los mandatos de la Asceacutetica se repiten en la Odisea que es una vasta ampliacioacuten poeacutetica de aquel opuacutesculo y que en la Rapsodia XV reedita la peregrinacioacuten asceacutetica Alliacute vuelve a resonar la interrogacioacuten que impregna toda la obra kazantzakiana

iquestCuaacutel es mi camino La subida maacutes ardua e interminableY di yo solo he de salvar la tierra enteraiquestDoacutende vamos iquestAlguna vez venceremos No preguntes iexclcombateDe tal modo hablaba Dios ordenaba el pecho del varoacutenhellip (XV 821-4)

La Asceacutetica y la Odisea constituyen el nuacutecleo de una obra vasta que es en esencia una unidad Asiacute lo destaca Aziz Izzet en su estudio sobre el poema Sus obras ndashdicendash ldquoson todas facetas de una sola y uacutenica preocupacioacuten En este sentido la vida y la obra de Kazantzakis forman un todo indisoluble una suerte de piraacutemide de gradas cuyas cuatro caras poseen la misma importancia Cristo Buda Lenin Ulises En la base Nietzsche ndasho mejor auacuten ese territorio medio oriental abierto a todas las culturas a todas las profeciacuteas Lo podremos ver de manera fulgurante

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en la Odiseardquo19 La relacioacuten entre el poema oceaacutenico y el opuacutesculo miacutenimo la sintetiza Izzet maacutes adelante ldquoKazantzakis se esforzoacute en la Asceacutetica por revivir en siacute mismo profundamente todos los ciclos de la marcha de los hombres sobre la tierra Aquiacute lo hace abstractamente por asiacute decirlo Maacutes tarde en la ldquoOdiseardquo lo haraacute creando una obra de arte Es la auteacutentica funcioacuten del artista y eacutel la cumplioacute de una manera grandiosardquo ldquoLa Odisea es la transposicioacuten artiacutestica de la Asceacutetica Ulises cruza todos los mundos todas las acciones todos los suentildeos maacutes extravagantes del hombre todas las esperanzas y todas las desesperaciones todos los eacutexitos y todos los fracasos El poema va desde lo coacutemico maacutes rabelesiano a lo traacutegico concentrado de Shakespeare No es un poema social no es un poema religioso no es un poema clasificable Se trata de retrasar todaviacutea una vez maacutes las etapas del pensamiento y del devenir del hombre Ulises funda ciudades ideales que se hunden el diacutea de su inauguracioacuten Hace retiros cruelmente austeros y se entrega a actos de pirateriacutea y de injusticia sangrientos Poco a poco aprende a emprender sin esperanza de recompensa ni de eacutexito Asiacute se elimina la desesperacioacuten asiacute se crea la verdadera creacioacutenrdquo En cierto grado dice Collin Wilson ldquoel espiacuteritu del poema aflora en los dos uacuteltimos versos del proacutelogo que es una invocacioacuten al solrdquo

iexclVamos fuera del alma las pobres amarguras aguzad vuestros oiacutedos iexcllas penas y tormentos cantareacute del renombrado Ulises

ldquoExiste algo nietzscheano en este grito Levantaos sobre vuestra pequentildea e insignificante vida y pensad en algo maacutes grande Promete lo heroico acciones en una escala mayor que la humana Pero no promete nada No promete alguna gran visioacuten daacutentica del universo alguna magna siacutentesis hegeliana en la cual todas las contradicciones visibles del mundo se concilienrdquo20

19 Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 347 y sig20 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo en Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 18

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La Odisea Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo

La aparicioacuten de la Odisea en 1938 aunque era esperada ndashse conociacutean algunos fragmentos desde 1924 y se teniacutea cierta idea de su desarrollo narrativondash provocoacute en Grecia encendidas controversias Uno de los estudiosos griegos del poema D Nikolareizis alude asiacute al acontecimiento ldquoUn aerolito cayoacute en 1938 en el lago de las letras heleacutenicas y removioacute sus aguas Desde entonces permanece alliacute inaccesible a muchos como una isla de piedra a cuyo alrededor se navega para admirarla desde la distancia Era la Odisea de Nikos Kazantzakis poema de 33333 versos decaheptasiacutelabos sin rima impreso sin folio en ochocientas y tantas paacuteginas un volumen bastante difiacutecil de levantarrdquo21 Y Karandonis uno de los criacuteticos severos de la obra en su ensayo ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo utiliza tambieacuten teacuterminos relacionados con la astronomiacutea para referirse a la impresioacuten que produce el poema ldquoCreemos que existen muchos en Grecia ndashy entre ellos tambieacuten nosotrosndash que siguen viendo la obra de Kazantzakis rodeada de una suerte de oscura grandeza Se contempla este poema desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido e inexplorado La estudiamos sin buscar el detalle es decir no con el microscopio sino con el telescopio que muestra en cierto modo maacutes en relieve las magnitudes y nos acerca maacutes los voluacutemenes principales las liacuteneas generales y los grandes conjuntos que de ella se separan Tratamos asiacute de percibir el eco general que brota de ese mundo de astroshelliprdquo22 Varios factores formales contribuyeron al hecho de que el poema despertara extrantildeeza su extensioacuten la utilizacioacuten del verso de 17 siacutelabas el uso de un lenguaje popular lleno de las maacutes atrevidas innovaciones y libertades entre otras la creacioacuten de muchos teacuterminos compuestos incluso su sistema graacutefico simplificado que apareciacutea como una herejiacutea audaz frente a la anacroacutenica ldquoortografiacuteardquo imperante

21 Nikolareizis D ldquoLa Odiseardquo de Nikos Kazantzakis revista Kenuria Epoji primavera 195822 Karandonis A ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 156 y sig

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La primera observacioacuten que se planteoacute se referiacutea a la validez de un geacutenero casi unaacutenimemente estimado como pasado de eacutepoca ldquoNada maacutes vano e inuacutetil ndashresponde el propio escritorndash que plantear la cuestioacuten de si la Odisea es una epopeya y si la epopeya es un geacutenero anacroacutenicohellip Para miacute tiempo maacutes eacutepico que eacuteste no ha existido En estas eacutepocas en que un mito decae mientras otro pugna por dominar nacen las epopeyas Para miacute la Odisea es el esfuerzo eacutepico dramaacutetico del hombre contemporaacuteneo que vive cada momento de la lucha diaria persiguiendo las maacutes atrevidas esperanzas para buscar la salvacioacuten la liberacioacuten iquestCuaacutel liberacioacuten No lo sabe Al actuar la va creando de continuo con sus alegriacuteas y sus amarguras con sus fracasos y con desencantos luchando El hombre contemporaacuteneo que vive profundamente su tiempo en forma consciente o inconsciente libra este combatehelliprdquo23 Como podemos observar la calidad eacutepica deriva para Kazantzakis de la esencia epopeacuteyica de la lucha del hombre actual en medio del caos en el que se ve inmerso al tomar conciencia plena de su ser Stanford se refiere a este punto escribiendo ldquoEl criacutetico de mediados del siglo XX puede consignar con certeza que las figuras de Ulises de Joyce y Kazantzakis siacute presentan siacutembolos excepcionalmente comprensivos de las aspiraciones y perplejidades contemporaacuteneasrdquo24 La Odisea trata de contener todos los caminos todas las posibilidades todos los resquicios a los que un hombre puede dirigir la mirada de su espiacuteritu para tratar de captar y asignar un sentido a la existencia Lo anterior explica la desmesurada extensioacuten del poema la acumulacioacuten de suentildeos mitos leyendas costumbres creencias y ritos de diversos pueblos y eacutepocas el torrente de vivencias y experiencias que se despentildea a lo largo de las rapsodias el fluir interminable de motivos e imaacutegenes de variados oriacutegenes la fuerza eacutepica que lo recorre de un extremo a otro

23 Kazantzakis cit por K Friar en la ldquoIntroduccioacutenrdquo a su versioacuten inglesa del poema paacuteg XII24 W B Stanford El tema de Ulises p 271

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ldquoCon la epopeya el lector arrancado en cierta forma de su vida de sus haacutebitos de pensamientos de la duracioacuten descubre un mundo fabuloso en que se desarrollan dentro de una iluminacioacuten constante dentro del fulgurar insostenible de las imaacutegenes dramas en que cada personaje estaacute implicado a fondo con los resortes del espiacuteritu tensos al extremohellip Entrar en el universo de la Odisea es cambiar de gravitacioacuten es elevarse a una visioacuten totalizante e impersonal es seguir engrandecidas por el genio poeacutetico las innumerables aventuras del espiacuteritu humanordquo25 La presencia de la muerte constituye uno de los ingredientes de la realidad eacutepica de la vida humana Al adquirir conciencia el hombre se ve de pronto en un mundo que ndashpor maacutes que se lo investigue conozca y dominendash aparece para eacutel limitado por un hecho inexorable la muerte la desaparicioacuten definitiva El instinto vital la tendencia a la accioacuten y su necesidad la aspiracioacuten a la inmortalidad no modifican esa realidad fatal que interrumpe toda obra humana Y el angustioso esfuerzo del hombre sobre la tierra posee de este modo de por siacute un caraacutecter eacutepico y traacutegico Participa de una lucha que en uacuteltimo teacutermino le es impuesta Los personajes maacutes admirados de Kazantzakis aceptan tal combate y siguen tal camino hasta el final La capacidad del hombre para luchar es admirable En su espiacuteritu pese a la nada de su destino brilla una llama casi inverosiacutemil y es eacutesta maacutes que al hombre mismo lo que venera el artista griego Asiacute lo expresoacute en diversas ocasiones variando el verso de la Odisea

No amo al hombre amo la llama que lo devora Δεν αγαπώ τον άνθρωπο αγαπώ τη φλόγα που τον τρώει

En Toda Raba hallamos el mismo pensamiento ldquoLo que me interesa no es el hombre ni la tierra ni el cielo sino la llama que devora al hombre a la tierra y al cielordquo Es la llama que lo maravilla en los monjes que mantienen el convento griego del Sinaiacute ldquoEste Monasterio de Sinaiacute es un milagro del espiacuteritu En medio de un hoacuterrido desierto en medio de razas aacutevidas de rapintildea de otras religiones de otras lenguas alrededor de una fuentecilla de agua desde hace catorce siglos se levanta como fortaleza este Monasterio y se revela contra las fuerzas naturales

25 Baudier M L op cit paacuteg 19

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y humanas que lo asedian Despueacutes de una travesiacutea de tres diacuteas por un desierto hosco al enfrentar los floridos almendros del convento mi corazoacuten saltoacute aquiacute ndashlo sentiacutendash existe una conciencia humana superior aquiacute la llama del hombre vence al desiertordquo26 La entrega apasionada a una causa sin esperanza caracteriza a los mejores personajes de Kazantzakis Pocos son sus personajes no atormentados por un anhelo angustioso pocos aquellos equilibrados por una fe clara en Dios Para el escritor el mito de Dios constituye sin duda un factor de paz una garantiacutea de tranquilidad De ahiacute que al irse desmoronando el mito al liberarse la conciencia humana de explicaciones extranaturales el hombre ha ido acercaacutendose a un estado de pureza de autenticidad al estado a que llega Ulises al teacutermino de su larga odisea No ha llegado a eacutel pero se acerca a ese silencio helado y sereno en que Kazantzakis hace morir a su heacuteroe ldquotras haberlo conducido a traveacutes de todas las etapas conocidas o adivinadas de la evolucioacuten histoacuterica filosoacutefica espiritual y humanardquo seguacuten la expresioacuten de Izzet En el poema Dios toma diversas formas al igual que la muerte Se va transformando hasta desaparecer del todo Ello parece querer corresponder a un proceso histoacuterico la liberacioacuten de la humanidad de los mitos religiosos Es el hombre actual y en especial el hombre ateo contemporaacuteneo quien vive con maacutes intensidad el drama eacutepico de la vida Y en esta etapa de la conciencia es cuando el espiacuteritu humano puede alcanzar su vuelo maacutes elevado y su dimensioacuten maacutes noble y excelsa Es entonces cuando la lucha sin esperanzas se da en toda su grandeza Y la capta Kazantzakis no soacutelo en la Odisea sino incluso tambieacuten en otras de sus obras Al respecto dice certeramente Panayotoacutepulos ldquoQuisiera destacar que Kazantzakis maacutes que ninguacuten otro escritor trajo a nuestras letras la conciencia de la grandeza Pertenece a la raza de los hombres que hacen sentirse a cada uno en su maacutes elevada estatura Eacuteste es el elemento eacutepico de su creacioacutenhellip Sus libros semejan inmensos bosques donde ruge libremente el vendaval se parecen a aquellas praderas en

26 N Kazantzakis Libro de Viajes Italia-Egipto-Sinaiacute-Jerusaleacuten-Chipre-Morea paacuteg 103 Con el tiacutetulo Del Sinaiacute a la Isla del Amor una versioacuten de la obra escrita directamente en franceacutes por Kazantzakis aparece incluida en castellano en el vol II de Obras Selectas publicadas por Edit Planeta

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las que corren impetuosos potros indoacutemitos Apenas se abren desde la primera frase desde el primer paacuterrafo uno se sobrecogerdquo Y Andreacute Laude expresa ldquoKazantzakis pertenece a esa raza de gigantes que hacen desgarrarse el tejido de la dimensioacuten terrestrerdquo El epicismo de la Odisea resulta indudable para Stanford Es maacutes despueacutes de estudiar en un trabajo muy completo el tema de Odiseo en poemas obras de teatro discursos morales novelas etc a traveacutes de veinticinco o maacutes siglos concluye en El tema de Ulises que ldquola prosa narrativa de Joyce y el poema de Kazantzakis estaacuten maacutes proacuteximos a la eacutepica heroica que cualquiera de estos geacuteneros Esta cualidad eacutepica facilita el hecho de que ambos autores tratan a Ulises con una mayor objetividad que en la liacuterica Con una mayor libertad narrativa que en el drama y con un mayor peso del simbolismo heroico que en una novela Despueacutes de un largo intervalo regresamos al ambiente heroico-romaacutentico de la Odisea Un ambiente menos estrictamente eacutepico que el de la Iliacuteada pero maacutes proacuteximo a eacutel que cualquier otro geacutenero de literatura claacutesica y un ambiente especialmente acorde con el heroiacutesmo versaacutetil y a menudo poco ortodoxo de Ulisesrdquo27 Y califica la imagen de Ulises recreada por el escritor griego como un siacutembolo en que se funde ldquola suma de los anhelos y de las angustiosas dudas del hombre contemporaacuteneordquo Prevelakis por su parte en el magno estudio El poeta y el poema de la Odisea desarrolla el tema de lo traacutegico en la obra maacutexima de Kazantzakis Centra todas las notas que caracterizan a Ulises en el poema ndashy que van apareciendo a medida que el peregrino intenta nuevos caminos vitalesndash en la del hombre sin-esperanza El desesperado cuya figura erra con distintas facetas en los grandes escritores del siglo (pieacutensese entre otros en Sartre Hesse Juumlnger T S Eliot Camus y principalmente Kafka) es un hombre de nuestro tiempo Y Ulises en el poema de Kazantzakis pese a sus caracteriacutesticas muchas veces primitivas es un hombre contemporaacuteneo Llega a serlo a traveacutes de la vastedad de la obra a traveacutes de la transformacioacuten del mito antiguo ldquoKazantzakis ndashdice Prevelakisndash sirve abundantemente y sin esfuerzo al geacutenero eacutepico con el proacutedigo tesoro de su experienciahellip Mas las caracteriacutesticas de la tragedia se presentan tambieacuten a veces en

27 W B Stanford op cit p 258

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la Odisea una vez como puro diaacutelogo dramaacutetico (la rapsodia XVI) Pero el alma traacutegica recorre todos los tejidos del poema de un extremo a otro Yace en la misma disposicioacuten del poeta que adora la vida y sin embargo la tiene por inmaterial fantasmagoriacutea y en el caraacutecter dilemaacutetico del heacuteroe

Palpitan en sus entrantildeas los anheloscon-caminos-opuestos y sin loacutegicahellip

Yace en el esfuerzo del heacuteroe ndashdel hombrendash por vencer la ldquoinmensa noche eternardquo28 ldquoTreinta siglos despueacutes de Homero dice Alain Decaux en el proacutelogo a la monumental edicioacuten francesa del poema Kazantzakis un griego contemporaacuteneo nuestro retoma el tema antiguo de Ulises y nos da una de las obras claves de la literatura de nuestro siglo Fiel al gran aliento original eacutel explica en una carta a un amigo ldquoEl asunto principal casi uacutenico de toda mi obra es el combate del hombre con ldquoDiosrdquo la lucha implacable indestructible del gusano que se llama hombre contra las terribles fuerzas todopoderosas y tenebrosas que se encuentran en eacutel y alrededor de eacutel la obstinacioacuten la lucha la tenacidad de la minuacutescula chispa que trata de horadar y vencer la inmensa noche eterna El combate y la angustia por transubstanciar las tinieblas en luz la esclavitud en libertadrdquo Y maacutes adelante Decaux expresa ldquoLa Odisea de Kazantzakis es un himno a la grandeza del hombre A la fraacutegil grandeza del hombrehellip El Ulises de Kazantzakis se mueve (al comienzo al menos) en los tiempos de Homero pero siente soporta y actuacutea en el tiempo de Kazantzakisrdquo29 Las alusiones al paso del tiempo las horas los diacuteas y noches las estaciones los antildeos seraacuten uno de los capiacutetulos de este ensayo Recordemos ahora que el curso cronoloacutegico del peregrinar de Ulises se expresa hacia el fin del poema en miles de antildeos como en el pasaje siguiente cuando Odiseo ha llegado a las costas del Aacutefrica despueacutes de haber atravesado el continente y saluda al mar

28 P Prevelakis El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo Atenas 1958 Existe la versioacuten inglesa de Philip Sherrard editada en Nueva York por Simon and Schuster en 196129 A Decaux laquo Preface agrave lrsquoOdysseacutee raquo traduccioacuten al franceacutes de Jacqueline Moatti paacuteg 10

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y al comparar a su gran compantildeero el pieacutelago con un perro recuerda a Argos

Ahora se oyoacute rugir la ola restallar y jugarcomo el perro amarrado que al amo reconocioacute y que gruntildeey el opulento noble de la mar lo saluda con afectolaquoEnbuenhora ante mi casa te encuentro mi perro viejo y fieliexclola miacutea no me has olvidado todaviacutea y con ternura me ladrasraquoSalta y agachado lo acaricia toca la blanca motase acordoacute de otro fiel animal hace ya miles de antildeoscuando agitaba el rabillo en su patio mancilladoy se lanzoacute a darle bienvenida despreciando a los pretendientes enemigoslaquoiexclArgosraquo llamoacute ahora en su pensamiento y el perro brotoacutelleno de lodo desde la tumba moviendo su lomo

(XXI 179-189)

Tambieacuten en la rapsodia XXIII los hechos de Troya se han alejado milenios

Ya al mediodiacutea derrumbaacuteronse las puertas del palacio hace ya miles de antildeos en las playas sangrientas de Troya

(XXIII 334-5)

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Siacutembolos vivos Itaca y Ulises

Como Joyce Kazantzakis desde muy temprano distinguioacute a Ulises como un personaje favorito30 y como aqueacutel en la edad madura ldquoredescubrioacute en el mito antiguo el arquetipo del hombre modernordquo Tanto para el griego como para el escritor irlandeacutes ldquoel hombre de numerosos artificios que ha conocido tantos hombres y tantas ciudades es una figura integral y comprensiva una mezcla de las maacutes vulgares estratagemas y de las simpatiacuteas maacutes amplias de la naturaleza humanardquo31 El alma inquieta de Kazantzakis tendiacutea a identificarse con la figura de aquel aventurero polifaceacutetico ldquoNo es casual ndashdice el profesor Alsinandash que la figura que maacutes le haya preocupado haya sido Ulises el siacutembolo de la inquietud humana y en gran parte una especie de perfil del propio Kazantzakisrdquo32 Parece ser el mismo cretense quien habla en el hermoso verso con que Odiseo saluda a su propio espiacuteritu peregrino en la rapsodia XVI

Salve alma miacutea que el errar siempre por patria poseiacuteste

La concepcioacuten central de Ulises como suma y encarnacioacuten de todas las inquietudes del poeta griego se expone en Toda Raba ldquoBien sabes Pandeliacutes que mi jefe no es ninguno de los tres jefes de las almas humanas ni Fausto ni Hamlet ni Don Quijote sino Ulises En su velero vine a la URSS No poseo la sed insaciable de la inteligencia occidental ni oscilo entre el siacute y el no para llegar a la inmovilidad ni me domina el ridiacuteculo y sublime impulso del noble luchador de los molinos de viento Soy un marinero de Odiseo un corazoacuten ardoroso un espiacuteritu despiadado y luacutecido Pero no soy un marino del Ulises que regresaba a Itaca sino del otro del que ya ha regresado ha muerto a sus enemigos y sintieacutendose ahogado en su patria un buen diacutea se ha vuelto a marchar Ha escuchado en el norte en la niebla hiperboacuterea una nueva

30 ldquoTeniacutea doce antildeos cuando estudiaba la guerra de Troya [hellip] ero la historia de Uises sola se quedoacute grabada en mi memoriardquo escribe Joyce Cit por W B Stanford op cit p 23131 Levin H James Joyce paacuteg 6832 Alsina y Miralles La literatura griega medieval y moderna paacuteg 175

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sirena la sirena eslava Henos aquiacute ante ella sin taparnos las orejas sin amarrarnos a los maacutestiles yendo y viniendo por nuestro barco enteramente libres Escuchamos el canto maravilloso y conservamos intacta nuestra alma El capitaacuten Ulises inmoacutevil en la proa grita Eh compantildeeros abrid los ojos las narices la boca las manos abrid el espiacuteritu colmad vuestras entrantildeasrdquo33 La idea de la segunda partida de Ulises desde Itaca idea que existioacute ya en la Antiguumledad movido por el afaacuten de nuevos conocimientos la habiacutea recogido Dante en el Canto XXVI del Infierno dando a la fisonomiacutea del heacuteroe un cariz para nosotros especial aunque deberiacutea existir en los conceptos de la eacutepoca34 ldquoNi las dulzuras de mi hijo ni la piedad debida a un padre anciano ni el mutuo amor que debiacutea hacer dichosa a Peneacutelope pudieron vencer el ardiente deseo que yo teniacutea de conocer el mundo los vicios y las virtudes de los humanos sino que me lanceacute por el abierto mar soacutelo con un naviacuteo con los pocos compantildeeros que nunca me abandonaronrdquo Asiacute habla desde la llama biacutefida el espiacuteritu de Odiseo condenado por su afaacuten soberbio de conocimientos El afaacuten de nuevas experiencias constituye en la obra de Kazantzakis uno de los motivos para el nuevo abandono de la patria Se suma al hastiacuteo y desencanto que produce en el heacuteroe el estrecho y mezquino ambiente familiar y el ritmo rutinario de la vida corriente en la isla Este elemento acerca el personaje al Ulises de Tennyson que aunque expresa como mayor deseo perseguir el conocimiento maacutes allaacute del liacutemite del pensamiento humano como a un astro que se pone en el oriente desea en el fondo liberarse del aplastante y fastidioso ambiente familiar Se ahoga en la isla y desprecia a su pueblo

que atesora y duerme y se alimenta y no lo reconocehellip

33 N Kazantzakis Toda Raba p 10934 La idea del nuevo viaje y su motivacioacuten aparece en algunos antiguos como Plinio pero la utilizacioacuten posterior del personaje se ligoacute generalmente al motivo del retorno al hogar y a la patria

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El Ulises de Tennyson persigue siempre maacutes conocimientos y lleva en siacute la impronta de la experiencia gozada

Una parte soy de todo lo que he halladohellip35

El exhaustivo examen que hace el profesor Stanford del tema de Odiseo a traveacutes de la literatura antigua medieval y moderna y que culmina con el estudio detallado del Ulises de Joyce y de la Odisea de Kazantzakis no nos proporciona con todo algunos elementos de la moderna liacuterica griega que se entremezclan en la compleja concepcioacuten de los motivos de Itaca y de Odiseo en el escritor cretense Este aspecto se toca en la introduccioacuten a nuestra versioacuten del poema y en el estudio ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo apartado de la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado36 trabajos a los cuales remitimos al lector El personaje se transforma a traveacutes del poema desde el comienzo asiacute como tambieacuten va cambiando el sentido de su viajar Ayudaraacute en Esparta a la conservacioacuten de un estado decadente en Creta organizaraacute la destruccioacuten de un reino decreacutepito en Egipto tomaraacute parte en una revolucioacuten con claro sentido social peregrinaraacute hacia las fuentes del Nilo donde fundaraacute una ciudad ideal y arrasada eacutesta por un cataclismo seguiraacute solitario por la jungla volvieacutendose asceta A estas alturas su viajar que continuaraacute todaviacutea con diversos episodios hasta llegar al mar construir su uacuteltima embarcacioacuten en forma de atauacuted y partir a los hielos y las soledades polares se ha transformado en una buacutesqueda de sentido de la existencia en un buscar a Dios en una marcha a la liberacioacuten a la plena libertad y soledad No tocaremos aquiacute el tema de la estructura del poema pero recordaremos que desde el punto de vista de la composicioacuten la obra a la que acaso mejor pudiera compararse la Odisea seriacutea la Divina Comedia37 En ambas hay un peregrinar un caminar a traveacutes de muchos

35 La traduccioacuten del poema de Tennyson en Oscar G Ramos La Odisea un itinerario humano pp 169-17136 M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Kazantzakisrdquo Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado 5-197137 En otro trabajo ldquoNikos Kazantzakis Poema al Danterdquo Boletiacuten de la U

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lugares un conocer muchas situaciones y muchos espiacuteritus Hay una direccioacuten cierta meta que guiacutea al romero ndashmaacutes cierta y clara sin duda en la obra de Dante Este va en busca de Dios y es conducido por el Poeta hasta llegar a enfrentar ldquola luz que mueve el sol y las demaacutes estrellasrdquo Ulises sale de su isla y navega buscando en el fondo tambieacuten a Dios sin hallarlo porque no existe porque es un mito Mientras Dante se va aproximando a la divinidad Odiseo en su errar se va acercando a la realidad final la nada que a todos aguarda La ruta lo que en ella van encontrando permite a ambos peregrinos esbozar una ldquosummardquo de las orientaciones del espiacuteritu humano episodios y personajes surgen unos tras otros ante los ojos insaciables de ambos caminantes En Dante a las figuras histoacutericas y mitoloacutegicas de la antiguumledad se agregan hombres de su tiempo En Kazantzakis se mezclan los hombres de eacutepocas y lugares que atraviesa con personajes tipos que surgen con cierto velo de disfraz de las espesas y fantasmagoacutericas selvas africanas Hamlet Don Quijote el Asceta el Hedonista el Hombre Primitivo Cristo38 La metamorfosis del personaje principal y de los elementos del mito antiguo se inicia como deciacuteamos desde el principio de la Odisea Debemos tener presente que la narracioacuten se inserta en la rapsodia XXII del poema homeacuterico inmediatamente despueacutes de terminada la matanza de los pretendientes El ldquoCuandohelliprdquo con que se inicia la nueva epopeya muestra la continuidad temporal Desde el primer momento comienza en el heacuteroe surgido para nosotros desde los versos de Homero una

de Chile Nos 78-79 1968 recordaacutebamos que ldquoHomero y Dante fueron acaso los espiacuteritus maacutes venerados por Kazantzakis Quizaacutes sin pretender compararse a ellos ndashaunque objetivamente pueden establecerse semejanzas en algunos aspectosndash el autor de Cristo de Nuevo Crucificado tendiacutea a mirar las obras de aquellos poetas como grandes caminos a los que eacutel tambieacuten antildeadiacutea una senda La Odisea de Homero era el sendero hacia el hogar hacia el hombre hacia la paz despueacutes de la tormenta y la realidad serena despueacutes de los encantamientos y maleficios La Comedia de Dante era la odisea hacia el cielo y la visioacuten divina camino pleno de siacutembolos alegoriacuteas premoniciones y esperanzas De esas odiseas no poco tomoacute Kazantzakis para la suya propia la obra de su vida un camino tambieacuten con encantamientos y maravillas pero senda a traveacutes de la desesperanza hacia la nada eternardquo Remitimos en esta materia al lector a la ldquoIntroduccioacutenrdquo de nuestra versioacuten castellana de la Odisea38 Aun se podriacutea sugerir asimismo cierto paralelismo aunque inverso de los tres mundos posterrenales del espiacuteritu medieval que atraviesa el Poeta desterrado y las tres eacutepocas y tres continentes todos terrenos que recorre Odiseo en su senda

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metamorfosis paralela a la que experimentan su isla su mujer y todo aquello que lo esperaba por antildeos A traveacutes de toda la primera rapsodia el desencanto de Odiseo va en aumento Veinte antildeos enfrentoacute peligros innumerables animado por el ansia de volver a ver a su mujer y cuando llega por fin ante ella la desilusioacuten lo embarga Peneacutelope por su parte siente miedo ante su feroz marido

Peneacutelope que silenciosa y paacutelida en el trono esperabase vuelve a ver y tiemblan sus rodillas de pavorlaquoNo es eacuteste el que aguardeacute antildeo tras antildeo oh Dios con grande anheloveo un dragoacuten gigantesco que semejante a un hombre nuestra casa pisaraquoPresintioacute el arquero-del-espiacuteritu el oscuro pavorde la pobre mujer y suave dice a su irritada entrantildealaquoAlma miacutea eacutesta que inclinada tanto tiempo te esperapara que abras sus selladas rodillas y con ella te fundas en quejido gozosoes la mujer que anhelaste mientras luchabas en el pieacutelagoy con los dioses y con la honda voz de tu inmortal espiacuterituraquoDijo Mas no se estremecioacute su corazoacuten en su impetuoso pecho (I 24-34)

Cuando agradecido de un anciano que sin conocerlo le ofrece agua y pan Ulises le anuncia la llegada del rey de Itaca aqueacutel manifiesta su maacutes absoluto desintereacutes Y el pueblo recibe a su sentildeor ni siquiera con indiferencia sino con abierta hostilidad A poco de su vuelta se prepara un complot para asesinarlo despueacutes que el errabundo habiacutea logrado dominar una revuelta popular encabezada por las viudas de los caiacutedos en Troya y los invaacutelidos de aquella guerra Soacutelo por unos instantes ha podido el viajero desde una colina contemplar en paz a su isla

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Ascendiacutea el varoacuten siempre errante y alas infinitasy perfume de yerbas y traviesos pensamientos su corazoacuten embargabansubiacutea y cada vez mayor la blanca era de su patria se extendiacuteay al fin cuando pisoacute su pie la cumbre del desnudo monteel cuerpo paacutelido y esbelto aparecioacute de su isla humildeSus pupilas movieacuteronse tratando de esconder en vano el llanto laquoEacutesta es la roca el aacuterido pentildeasco que anhelabame gustaraquo murmuroacute y en sus grandes paacuterpados las laacutegrimas brillaronComo un atleta en el mar se asoleaban las playas negruzcasse sumiacutean las chozas en la luz y en el valle se moviacuteanmorosamente los bueyes marcando el pecho fructuoso de la tierray el pensamiento avizoraba ndashaacuteguila inmoacutevilndash todo el mundo a sus piesMas de improviso tierra y costa se mecieron y vacilaron poblados y aacuterbolesy toda la isla ascendioacute treacutemula como una nieblay se desvanecioacute como se pierde la nube cuando la toca el solRefrescaacuteronse las entrantildeas de Odiseo y se llenaron de marMudo por horas libaba la dulzura de la patria (I 724-740)

Verdad es que la narracioacuten que de sus peripecias hace Ulises recuerda en cierta medida el clima de la Odisea homeacuterica Sin embargo en la liberacioacuten de las grandes tentaciones que soportoacute el heacuteroe en su travesiacutea maacutes que el elemento del retorno al hogar y a la patria se impone la nostalgia de la especie humana del ser hombre y no inmortal en el caso de Calipso y de no rebajarse desde la calidad de tal a la inconciencia animal en el caso de Circe Cuando deja el mundo sin muerte ni dolor de Calipso deja tambieacuten el mundo miacutetico en el que el humano podiacutea sontildear con dioses y aun aspirar a llegar a ser inmortal

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Y cuando avanzaba ya lejos como saeta en la ola de espumoso seno y el dolorido canto se perdioacute en la bruma del crepuacutesculo poco a poco la balsa se puso maacutes pesada y se ladea las sombras la aplastaban de mujer de hijo de patria se cargoacute y libre dejeacute a mi corazoacuten conducirse a su agrado iexcly eacuteste estalloacute en sollozo amargo y otra vez se volvioacute humano (II 183-189)

Parecido es el sentido de su despertar desde la inconsciencia animal en que lo sumioacute Circe motivado por la visioacuten de un grupo de humanos que come en la playa y de una mujer que acuna a su hijo pequentildeo

iexclPobre alegriacutea miacutea inmortal pan comida vino y ante ti que esteacute la mar azul y masticar lentamente y sentir maacutes fuerte el alma y la carne renovarse ndash y yo creo Dios miacuteo que he probado esa dicha tan honda Cuando han comido se tienden los brazos abiertos al iacutegneo cielo y mueve la mujer su cuerpo suavemente de un lado a otro y un canto de cuna lento arrastrado dulce se difundioacute en el aire Vaciacuteas caiacutean las palabras se hundiacutean en el limo de mi espiacuteritu mas recibiacutea en mi entrantildea el dulciacutesimo son y temblaban jadeantes de ansiedad las hojas pesadas y de-envoltura-gruesa de mi corazoacuten Sentiacutea dolor trataba de recordar abriacutease-y-cerraacutebase mi pecho ndashvasto patio mar azulado higueras olivos vintildeasndash y una mujer de-marmoacutereo-cuello que amamantaba a un infante iexclay de miacute si pudiera subir a una alta cumbre y una aguda voz sacar Y repentinamente mi garganta se hinchoacute y mis sienes estallaron iexcly otra vez me trajo hasta ti el llanto estirpe humana (II 351-366)

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La muerte como hombre pleno que tomoacute la forma de tentacioacuten de inmortalidad (Calipso) de inconsciencia animal (Circe) y de vida muelle y feliz (Nausiacutecaa) parece tambieacuten adoptar el rostro de la patria tan anhelada pero que comienza a ser estrecha

Sella sus labios amargos y no pronuncia ya palabra Contemplaba el fuego que se sumiacutea la llama que se marchitoacute coacutemo se espolvoreaba y se extendiacutea en el rescoldo la ceniza Vueacutelvese y mira a su mujer divisa al hijo y al padre y estremecioacutese de suacutebito suspiroacute y tocoacute sus labios con la mano ahora comprendiacutea tambieacuten era la patria rostro dulce de muerte Como de fiera que se cogioacute en la trampa sus ojos giran y se mueven llameantes amarillos en sus profundas cuencas Estrecho como aprisco de pastor pobre parecioacutele el palacio paterno una duentildea de casa ya marchita tambieacuten esa mujercilla y el hijo como anciano octogenario todo lo pesa con cuidado (II 429-440)

Lentamente la patria se va transformando en una nueva prisioacuten Cuando en el festiacuten popular un viejo cantador recuerda los elevados presagios que presidieron el nacimiento de Odiseo eacuteste estalla en coacutelera contra siacute mismo

Mudo e inclinado escuchaba el arquero mordieacutendose los labiosy lejos su espiacuteritu se hallaba en cavernas y mares desoladasY en cuanto el bardo cerroacute sus grandes y haacutebiles labiosse estremecioacute respirando con fuerza y sus untildeas se clavaron en el tronoy en las mesas cayeron las copas de oro y derramaacuteronseY llena de acre burla y enojo su voz atruenalaquoiexclVerguumlenza miacutea ya mis dientes se aflojaron encanecieron mis cabellosy auacuten en obras nimias estoy gastando mi almaiexclToda la tierra he saqueado y mis manos ya se hartaronno hay maacutes mares para que yo atraviese ni otros hombres que

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encontrary entonces lleno de ufaniacutea vine a anclar aquiacute para podrirme en la patriaraquoDijo y se sentoacute girando por todo alrededor los ojoscual si fuese un mal suentildeo y pesadilla esta junta de genteTembloacute el pueblo y sus copas se quedaron en el aire (I 1212-1224)

Lentamente la anhelada patria se va transformando en una nueva prisioacuten y la idea de partir se va afirmando en el alma de Ulises En Carta al Greco en el capiacutetulo titulado ldquoCuando la semilla de la Odisea maduraba en miacuterdquo hace Kazantzakis una emocionante evocacioacuten de Ulises en la que se da un traer el personaje remoto hasta nosotros mismos39 El artista cretense recuerda en esas paacuteginas la eacutepoca angustiada en que dio por pasadas las ldquotres estaciones de su peregrinacioacutenrdquo que habiacutean sido Cristo Buda y Lenin La inquietud que lo atormentaba en su retiro de Creta fue disipaacutendose a medida que iba hacieacutendose maacutes niacutetido el nuevo camino de su vida y de su obra mayor la Odisea Sus dudas vinieron a desaparecer cuando reconocioacute a su verdadero y uacuteltimo guiacutea ldquoEras tuacute ndash iquestcoacutemo podriacutea dejar de reconocerte enseguidandash eras tuacute capitaacuten del barco de Grecia mi antepasado mi amado tatarabuelo Con tu gorro puntiagudo tu espiacuteritu insaciable y taimado que forja faacutebulas y se regocija de su mentira como de una obra de arte aacutevido y tozudo uniendo con soberana habilidad la prudencia del hombre al delirio divino de pie sobre el barco de Grecia sostienes el timoacuten sin soltarlo desde hace millares de antildeos y por millares de antildeos ldquoTe miro por todas partes y mi mente siente veacutertigo Ya te me apareces como un viejo centenario ya como un hombre maduro de cabellos azules y rizados salpicado de rociacuteo del mar ya como un nintildeo pequentildeo que se ha prendido a la tierra y al mar como a pechos maternos

39 Constantino Kavafis (1863-1933) desde la deacutecada del 90 del siglo XIX utilizoacute con extraordinaria originalidad el paralelismo de lo antiguo y lo actual para expresar la angustia e inquietud del hombre contemporaacuteneo e intentar asir el tiempo en la poesiacutea anticipando asiacute procedimientos que luego se daraacuten en poetas como Eliot Pound y en Grecia en Seferis

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y se amamanta Te miro por todas partes y me esfuerzo por aprisionarte en el lenguaje por inmovilizar tu rostro y poder decirte iexclYa te tengo iexclYa no te me escaparaacutes Pero tuacute haces estallar la palabra ndash iquestcoacutemo podriacutea contenertendash Te deslizas y escapas y oigo tu risa en el aire por encima de mi cabezardquo Y alliacute se dibuja tambieacuten el sentido de la auteacutentica Itaca ldquoY muy al principio cuando auacuten no te conociacutea coloqueacute en tu camino para impedir tu partida lo que yo creiacutea la trampa maacutes haacutebil Pero tuacute habiacuteas reiacutedo a carcajadas respirando profundamente e Itaca habiacutea sido pulverizada Fue entonces cuando comprendiacute alabado seas tuacute destructor-de-patrias que Itaca no existe no hay maacutes que el mar y una barca minuacutescula como el cuerpo del hombre y en ella el Espiacuteritu por capitaacutenrdquo Varios rasgos del hombre de-muacuteltiples-aspectos se esbozan en este capiacutetulo de Carta al Greco Su examen detallado no podriacutea faltar en un estudio de la Odisea Aquiacute en estas paacuteginas introductorias nos limitamos a ciertas facetas que denotan la profunda humanidad del personaje insaciable resumidas acaso en las liacuteneas siguientes ldquoDe pie sobre sus cuadernas de hueso hombre-y-mujer-a-la-vez siembra y pare pare las alegriacuteas y las tristezas las bellezas las virtudes y las aventuras toda la fantasmagoriacutea del mundo sangrante y amado Estaacute de pie inmoacutevil los ojos fijos en la catarata de la muerte que atrae a su naviacuteo y arroja incansablemente como un pulpo sus cinco dedos hambrientos sobre la tierra y sobre el marrdquo40 ldquoPor sobre mi cuerpo se erguiacutea otro cuerpo visiblehellip y era eacutel el que ordenabahellip yo no era sino la sombra fiel que lo seguiacuteahellip Con los ojos plenos de su presenciahellip me inclineacute sobre el papel Pero la hoja virgen ya no era como lo habiacutea sido hasta entonces un espejo que reflejaba mi rostro Vi por primera vez el semblante de mi gran Compantildeero de Rutardquo41 ldquoPotente e inolvidable visioacuten que no lo abandonaraacute ya maacutes con Ulises y sus compantildeeros de aventura va a vivir durante doce antildeos escribiendo las versiones sucesivas de la grande epopeya y su sombra gigantesca se extenderaacute sobre eacutel hasta el fin de su vidardquo42

40 Kazantzakis N Carta al Greco paacuteg 58141 Ibiacutedem paacuteg 57942 Baudier M L op cit paacuteg 11

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El tema del viaje reviene como una obsesioacuten en su vida y en su obra pero el gran viaje que hizo y que duroacute la parte maacutes fecunda y maacutes apasionada de su existencia fue con Ulises ese hermano ese compantildeero bienamado creado de la substancia misma de sus deseos de su fe de sus ambiciones y que los arrastroacute a los mares y las tierras desconocidas y a las aventuras espirituales maacutes temerarias Ulises-Kazantzakis se ahogaba en los marcos demasiado estrechos ldquoYo sentiacutea ndashdice eacutelndash que mientras maacutes avanzaba Odiseo maacutes se ampliaba su ego haciendo estallar cada mundo nuevo ndashego familia patria razandash y lo sentiacutea identificarse maacutes y maacutes con el iacutempetu misterioso e indestructible que se manifiesta sobre nuestro planeta bajo la forma de la vidardquo Al crear a su heacuteroe se creoacute a siacute mismo ndashnos dicendash pero hay que dar a su afirmacioacuten su auteacutentico significado Ulises representa para eacutel una experimentacioacuten voluntaria No se contenta con recorrer la tierra y los mares bajo los cielos estrellados para gozar de la belleza del mundo y enriquecer su vida con imaacutegenes y sensaciones nuevas sino que ensaya conscientemente ldquotodas las formas de vida libremente maacutes allaacute de programas y de sistemas y da a su Odisea las dimensiones de una epopeya del hombre modernordquo43 Cada ser acaso sea una siacutelaba de un magno canto de una inmensa Odisea ignota cuyo sentido no ha sido desentrantildeado La idea anotada en El jardiacuten de rocas reaparece en el poema Cada alma es un signo velado bordoneante una siacutelaba en la magna y ahogada cancioacuten marina errabunda

iexclAy si levantaacuteramos desde las ondas nuestra pobre cabezacuanto pueden nuestros seres a la luz y al aire suavepara ver y navegarlo al sagrado canto enteroMezclarnos todos siacutelaba con siacutelaba pegada para hallarel sentido oculto del viaje y el brillante puertoiexclLevaacutentate arquero trepa sobre tu cabeza y yeacuterguete alliacutepara que contemples y para que goces las albas brumosas de la humanidad (XIV 622-628)

43 Baudier M L op cit paacuteg 20

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El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis

Puesto que el poema del escritor griego y la novela del irlandeacutes parten de la utilizacioacuten de elementos de la Odisea homeacuterica para expresar el alma del hombre actual es interesante tratar de bosquejar algunas liacuteneas comparativas Kimon Friar en su estudio La Odisea de Nikos Kazantzakis y en el proacutelogo a su traduccioacuten inglesa del poema y Stanford en el capiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo del ya citado libro The Ulysses Theme El tema de Ulises esbozan algunos aspectos del tema Para Stanford la mejor prueba de la vitalidad extraordinaria del mito odiseano la constituyen las dos magnas obras contemporaacuteneas que lo utilizaron para tratar de expresar el mundo del siglo XX a tres milenios de distancia de su punto de partida Grandes en extensioacuten y densidad las dos han merecido calificativos ldquoastralesrdquo Inmenso aerolito caiacutedo que permanece como una isla de piedra en el lago de las letras griegas cordillera majestuosa de alguacuten paiacutes desconocido e inexplorado se ha llamado a la Odisea Un nuevo planeta se ha dicho de Ulises planeta apenas conocido ldquoy los que lo exploran no piensan dar en mucho tiempo una descripcioacuten de eacutel que agote siquiera sus bellezas maacutes aparentes y sus tesoros menos ocultosrdquo44 iquestQueacute hay de comuacuten entre estas dos obras cumbres de dos escritores de tan diversos mundos y raigambres espirituales A esta pregunta que se formularon muchos cuando aparecioacute la Odisea se agrega naturalmente otra iquestqueacute relacioacuten hubo entre los designios de los escritores al proyectar esas obras Sabemos que Joyce ya de estudiante manifestoacute su preferencia y atencioacuten por el personaje Ulises Estudioacute a Homero con asiduidad y siguioacute al heacuteroe a traveacutes de diversas obras modernas Esta etapa se cumplioacute tambieacuten en Kazantzakis admiracioacuten por la figura de Odiseo estudio intenso de Homero y de muchos recreadores del mito odiseano Stanford ha destacado la actitud ldquoafectivardquo hacia Ulises de ambos escritores sentildealando que ldquotanto a Joyce como a Kazantzakis les gusta Ulises y lo admiran y de alguna manera se sienten espiacuteritus hermanados con eacutel Para ellos no es sencillamente un peoacuten maleable en alguna campantildea propagandiacutestica o una ejemplificacioacuten uacutetil de cualidades

44 Mercanton J ldquoJames Joycerdquo proacutelogo al Ulises de Joyce paacuteg 7

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morales (o inmorales) o una figura-tipo conveniente para un argumento convencional sino un medio de explorar una situacioacuten tanto del hombre moderno como de los autores mismos Otros autores naturalmente ya habiacutean utilizado tambieacuten el personaje-imagen de Ulises de esta manera pero no tan comprehensivamente Dante Euriacutepides Soacutefocles y los otros contribuidores a la tradicioacuten con actitud social habiacutean mostrado la inteligencia decidida de Ulises en su trabajo en las varias esferas limitadas de la vida humana Joyce y Kazantzakis intentan mostrarle en casi cada actividad tiacutepica de vidardquo45 Anota Stanford otra similitud entre los dos autores ldquoTanto Joyce como Kazantzakis son rebeldes o quizaacutes exiliados seriacutea mejor el teacutermino de las creencias tradicionales de sus antepasados Joyce de aquellos de la Europa occidental latina y Kazantzakis de aquellos del oriente griego y eslavo En la poliacutetica han repudiado el nacionalismo estrecho y en la religioacuten la ortodoxia coactiva Este exilio personal se refleja en sus retratos de Ulises Pero han empleado su exilio no en antildeoranzas llorosas como aquellas de Ulises en la isla de Calipso sino medio de ver los problemas de la vida contemporaacutenea desde una perspectiva maacutes clarardquo46- La primera constancia del proyecto de Kazantzakis la encontramos en una anotacioacuten de agenda fechada el 18 de diciembre de 1914 antildeo en que Joyce comenzaba a escribir Ulises En esa nota el autor griego se refiere con emocioacuten al pasaje de Dante sobre Ulises en el Canto XXVI del Infierno La idea seguramente ya se habiacutea dibujado antes en su espiacuteritu pero no cobraba forma definitiva Por esos mismos antildeos escribe su tragedia Ulises que parece mostrar alguna influencia de El arco de Ulises de Gerhart Hauptmann (1914) Aquella obra dramaacutetica de Kazantzakis posee cierto estilo claacutesico y no se advierte en ella una renovacioacuten del tema de Itaca47

45 W B Stanford op cit pp 270-271 Jacqueline de Romilly anota que de Platoacuten procede la liacutenea que lleva al moderno Ulises irlandeacutes un hombre comuacuten y corriente Ver a este respecto La Repuacuteblica IX 620 cuando Odiseo puesto a elegir su condicioacuten en una nueva vida escoge la βίον ανδρός απράγμονος vida de un paciacutefico hombre particular46 Ibiacutedem pp 271-27247 Nuestra versioacuten de esta obra aparecioacute en el volumen N Kazantzakis Teatro Centro de Estudios Griegos Santiago 1978

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Mientras el Ulises de Joyce aparecioacute en 1922 el proyecto de Kazantzakis continuaba soacutelo como plan En 1924 se publicaron en Atenas fragmentos de algunas rapsodias al parecer concluidas La primera redaccioacuten completa fue terminada en 1927 y soacutelo diez antildeos despueacutes poniacutea el escritor punto final a la seacuteptima y uacuteltima versioacuten completa Las obras del griego y del irlandeacutes constituyen una recreacioacuten de un mito antiguo y ambas poseen cierto caraacutecter de ldquosummardquo de su tiempo aunque sus perspectivas son bastante diversas En ambas se da un innegable simbolismo eacutepico aun cuando en la Odisea falte el elemento de la atmoacutesfera marcadamente naturalista del Ulises De las dos obras podriacutea decirse con palabras de Edmond Jaloux (estudioso de Joyce y tambieacuten admirador de la poesiacutea neogriega) ldquoAl mismo tiempo realista y simbolista este monumento ndashenigma y laberintondash mira hacia el pasado y hacia el porvenirrdquo Como se ha hecho notar en repetidas ocasiones el epicismo del Ulises es una especie de antiepicismo Bloom-Ulises es ldquola apoteosis del fracasordquo y su odisea es ldquola epopeya de las frustraciones psicoloacutegicas y los desajustes socialesrdquo ldquoHenos aquiacute ahora ndashdice Mercantonndash ante el Ulises de hoy errante en su ciudad rodeado de todos y siempre solo haciendo escala en todas partes y prolongando su carrera casi hasta el final de la noche No es otra cosa que un hombre errante en una ciudad conocida en donde todo le es familiar siempre al encuentro de un vecino de un compantildeero de un rival o de un amigo tan amenazado como el primer hombre en la naturaleza perdido como eacutel en el mar donde las rutas mejor trazadas se borran tan desnudo como eacutel desde el nacimiento ante el sufrimiento y la muerte y siempre solordquo48 Este Ulises-Bloom este hombre de hoy reproduce en su viaje de un diacutea desde el desayuno hasta la medianoche la larga travesiacutea de diez antildeos de su remoto antecesor pero dentro del espacio reducido de determinadas manzanas de la ciudad de Dubliacuten un 16 de junio de 1904 El Ulises-Ulises de Kazantzakis es tambieacuten un hombre errante un hombre de hoy aunque pueda parecer primitivo muchas veces y un hombre siempre solo Solitario μονιάς moniaacutes es justamente uno de sus epiacutetetos maacutes repetidos Su nueva travesiacutea parte desde un verso

48 Mercanton J op cit paacuteg 15

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determinado de Homero el 477 de la rapsodia XXII Volvioacute de Troya y quiso hacerse a la mar nuevamente Su peregrinar no tendraacute retorno mientras que siacute lo tiene el vagar de Ulises-Bloom Y no va errante por una ciudad y en un diacutea sino por las eacutepocas los mares y los continentes hasta llegar a la nada en los hielos antaacuterticos El poema homeacuterico se prolonga indefinidamente a traveacutes del kazantzakiano Pero el heacuteroe va cambiando a medida que avanza en el espacio y en el tiempo Ya no es heacuteroe es un hombre Ya no es un vencedor es un asceta Ya no es un luchador es un pensador Solo en el fondo va avanzando hacia la soledad total Camina piensa medita busca Se ha dicho que el Ulises y la Odisea homeacuterica son como dos liacuteneas paralelas que jamaacutes se encuentran Bien podriacutea decirse que la epopeya homeacuterica y el poema kazantzakiano son como dos liacuteneas divergentes que nunca podriacutean encontrarse En la obra de Joyce el mito odiseano se ha sobrepuesto sobre el mapa de Dubliacuten y el paralelismo del caminar de Bloom con la ruta del heacuteroe homeacuterico es de una exactitud y detallismo sorprendentes aunque la ordenacioacuten del relato tenga variantes significativas En el poema de Kazantzakis se aprovecha soacutelo algunos elementos esenciales del mito El desarrollo de la obra viene a ser la inversioacuten misma de la leyenda de la vuelta a la patria y al hogar La obra de Kazantzakis cambia radicalmente el sentido de las tres uacuteltimas rapsodias de Homero El encuentro con Peneacutelope y el reconocimiento en la rapsodia XXII pasan a ser episodios distintos lo mismo sucede con el encuentro y reconocimiento por parte de Laertes en la rapsodia XXIV Cambian los rostros del hijo de la esposa y del pueblo Empiezan a desaparecer la antigua Itaca y los dioses que guiaban seguros a los hombres preferidos Ulises siente renacer el fuego de su espiacuteritu Y sale otra vez a navegar Pero su peregrinaje cambia tambieacuten de sentido La buacutesqueda de conocimientos y experiencias que atribuyoacute Plinio al segundo viaje y que destacoacute Dante deviene la buacutesqueda de explicacioacuten vital la ldquopersecucioacuten de un diosrdquo El Ulises de Kazantzakis va errante en buacutesqueda de Dios como el Ulises de Homero va en buacutesqueda de la patria A ambos los hace arder la nostalgia La diferencia es que uno encuentra a Itaca (como Bloom encuentra su hogar) mientras el otro buscando el verdadero Dios llega a ser asesino-de-los-diosesrdquo49

49 Prevelakis op cit paacuteg 108

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Stanford al explicar el porqueacute del tiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo anota precisamente uno de los aspectos que relaciona las obras de Joyce y la de Kazantzakis en un paacuterrafo que vale la pena reproducir por entero ldquoCon una sola excepcioacuten todos los retratos de Ulises descritos en los capiacutetulos precedentes han sido incompletos Soacutelo Homero presentoacute al hombre en su integridad el rey sabio el esposo y padre carintildeoso el guerrero bizarro el politique elocuente y habilidoso el viajero intreacutepido el heacuteroe amado de la diosa el exiliado anhelante el inventor de muchas argucias y disfraces el vengador triunfante el nieto de Autoacutelico y el favorito de Atenea Los sucesivos escritores a lo largo de la tradicioacuten seleccionaron por lo general uno de estos papeles o varios interrrelacionados a conveniencia de sus inclinaciones personales o de sus propoacutesitos artiacutesticos Algunos de ellos aunque cintildeeacutendose a un aspecto uacutenico del caraacutecter y de la trayectoria de Ulises efectivamente sugieren tambieacuten algunas de las perspectivas maacutes profundas de su personalidad Dante a pesar de que su preocupacioacuten principal es la de demostrar lo pecaminoso de Ulises no ignora del todo su amor hacia el hogar y su nobleza heroica El Ulises de Shakespeare es sobre todo el hombre de las artes poliacuteticas pero su amabilidad hacia Troilo contribuye a revelar un aspecto maacutes tierno de su naturaleza reminiscencia de su sentimiento hacia Teleacutemaco en la Odisea A traveacutes de simbolismos y alusiones Giradoux insinuacutea mucho maacutes en su retrato de Ulises como embajador de lo que hacen Racine y Seacuteneca en los suyos Sin embargo no hay autor ni reciente ni antiguo que haya intentado rivalizar con la amplitud del relato de Homero hasta el siglo XX Cuando un novelista irlandeacutes y un poeta griego produjeron dos interpretaciones contemporaacuteneas del heacuteroe tan perseverante James Joyce en su Ulises (1922) y Nikos Kazantzakis en su Odisea (1938)rdquo50

50 W B Stanford op cit- p 257

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LOS PRESENTES ENSAYOS

No son pocos los aspectos de la Odisea que estaacuten por estudiarse Acaso el maacutes olvidado es el de la riqueza de la expresioacuten poeacutetica Si bien como hemos anotado anteriormente la bibliografiacutea en torno al poema se ha incrementado bastante en las uacuteltimas deacutecadas Los ensayos y estudios publicados se centran en otras de las muacuteltiples aristas de la Odisea Creemos que con razoacuten ha podido decirse que el poema es un ldquooceacuteano de poesiacuteardquo Son verdaderamente innumerables las hermosas imaacutegenes y comparaciones que se suceden mostrando una fantasiacutea poeacutetica inagotable Soacutelo estas uacuteltimas requeririacutean un muy extenso estudio Son como lo hemos anotado antes ya verdaderamente innumerables y muy bellas Las expresiones referentes al paso del tiempo son tantas y de tal variedad que mereceriacutean un estudio detallado La presencia del tiempo en la Odisea nos trae a la memoria las palabras de Jaeger sobre el tiempo en los poemas homeacutericos ldquoNinguacuten diacutea se halla tan henchido de confusioacuten humana que el poeta olvide observar coacutemo se levanta y se hunde el sol sobre los esfuerzos cotidianos coacutemo sigue el reposo al trabajo y la lucha del diacutea y coacutemo el suentildeo que afloja los miembros abraza a los mortalesrdquo51 Soacutelo que de acuerdo a los especialistas la accioacuten en la Iliacuteada transcurre en 51 diacuteas y en la Odisea 41 Verdad es que a traveacutes de los relatos internos ese tiempo se dilata en el poema del regreso de Ulises En la obra de Kazantzakis por el contrario son realmente incontables los antildeos y los diacuteas que transcurren Y asiacute las ocasiones en que el alba - ldquola aurora de rosaacuteceos dedosrdquo ldquoaurora de azafranado velordquo ldquola hija de la mantildeanardquo ndash viene a reemplazar la oscuridad de la noche son innumerables Y en cada una hallamos una o varias imaacutegenes distintas Y lo mismo sucede con las otras manifestaciones del paso del tiempo a traveacutes de cada diacutea Y asiacute tambieacuten con la sucesioacuten de los meses de las estaciones de los antildeos

51 Jaeger W ldquoHomero el educadorrdquo En Paideia p 61

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I El tiempo

ldquoLa Odisea ndashdice Robert Leacutevesquendash no es maacutes que una serie de deslumbrantes variaciones sobre el tema de la no esperanzardquo52 La certidumbre de la nada final planea sobre las rapsodias del poema como los motivos de la buacutesqueda de Dios del tiempo y de la muerte elemento que domina casi obsesivamente la obra A la muerte dedicamos otro capiacutetulo de este ensayo pero no podriacuteamos dejar de recordar uno de esos versos lapidarios del poema que muestran la unidad inexorable de ambas realidades el tiempo y la cesacioacuten de la existencia humana

Soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

El tiempo y su paso inexorable constituye uno de los motivos dominantes del poema ligado como dijimos al de la muerte Pese a que el desarrollo de la accioacuten parte desde Homero el lector pronto tiene la impresioacuten de que se estaacute avanzando vertiginosamente en el tiempo Verdad es que en Creta todaviacutea se alude a algunos personajes y elementos homeacutericos pero eacutestos ya se encuentran desfigurados y desleiacutedos El tiempo avanza y signo de ello sean acaso el envejecimiento de dos personajes que siempre fueron presentados en edades inmutables y hasta indeterminadas por poetas y narradores Ulises y Helena Ambos envejecen a traveacutes del poema ambos llegan a ser ancianos de cabello albo Helena en la isla de Creta donde ancloacute definitivamente Odiseo en las selvas y montantildeas del Aacutefrica53

52 Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 35653 El motivo de Helena envejecida preocupoacute a Kazantzakis antes y despueacutes de escribir la Odisea En Los hermanos enemigos encontramos este pasaje en las paacuteginas finales del diario de Leonidas joven combatiente muerto durante la Guerra Civil (1947-49) ldquoDe nuevo siento en mis entrantildeas despertarse al gran patriarca de nuestra raza Homero Como una semilla en el fondo de miacute mismo me estremece el deseo de que a menudo te he hablado amor miacuteo el de que Dios me conceda un diacutea el poder cantar el encuentro de Homero con Helena La hija del cisne es vieja ahora su garganta estaacute ajada los dientes y el cabello se le han caiacutedo Menelao ha muerto y de todos los heacuteroes que antantildeo combatieron por ella unos han muerto tambieacuten y los otros han retornado a la infancia Nadie se acuerda de Helena Sentada inconsolable entre las adelfas y a la orilla del Eurotas piensa en su vida iquestPor queacute nacioacute iquestPor quieacuten Su vida ha huido sin provecho para nadie Brilloacute el tiempo lo que dura un relaacutempago y

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El transcurrir del tiempo Las alusiones al paso del tiempo son innumerables en la Odisea Kazantzakis posee una especial maestriacutea para trazar en pocas liacuteneas el avance continuo y fatal del tiempo El transcurrir del tiempo se expresa de las maneras maacutes diversas Se manifiesta en los elementos maacutes variados desde los astros hasta los objetos maacutes pequentildeos e insignificantes de la tierra y todos ellos ademaacutes se presentan con matices muacuteltiples Grandeza e infinitud sideral el paso de las estaciones y su cortejo de cambios en la vida del hombre sencillo el transcurrir del diacutea y la noche plaacutecidos feroces ardientes misteriosos fantasmales el curso de las horas y los instantes con caracteriacutesticas muchas veces coincidentes con el desarrollo acelerado alegre cansado aplastante o agobiador de los acontecimientos Examinar exhaustivamente el tiempo dentro del oceaacutenico poema seriacutea un trabajo que excederiacutea muy ampliamente la extensioacuten de este ensayo De alliacute que debamos limitarnos a algunos aspectos y que no podamos pretender agotar la ejemplificacioacuten posible respecto de ellos El girar de nuestro planeta o del cielo y sus astros constituye un motivo de la sensacioacuten temporal en la Odisea

Gira la tierra lentamente transcurre el tiempo entiacutebianse los diacuteas cruciformes saetas velociacutesimas pasan las golondrinas hilos finos de mil especies llevan van tejiendo la trama de sol agua y brisa tibia y en la robusta urdimbre de la tierra bordan la primavera con sus flores y sus huevos caacutelidos Se llenoacute el carpe de retontildeos y dio sombra el fresno a los apriscos (VII 874-879))

En la segunda rapsodia durante el relato de la permanencia de Ulises junto a Calipso en la inconsciencia en la que lo sumioacute el amor de la ninfa el tiempo pasa y su signo son los astros-dioses que se apagan y encienden

luego se extinguioacute El olvido la acechahellip Helena suspira bajo las adelfas iexclHuir partir de nuevo irse lejos Pareciacutea como si un amante divino la atrajera cantando hacia una lejana orilla ldquoiexclAh iexclPartir de nuevo para escapar a la muerterdquo- N Kazantzakis Los hermanos enemigos paacuteg 777-8

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Giraba el cielo desde los cimientos junto a nuestra labor y se apagaban los astros en el pieacutelago y otros riendo se encendiacutean y nosotros igual que dos lucieacuternagas brillaacutebamos unidos en la arena Pendiacutea primero Zeus risuentildeo y titilaba cual sol nocturno y gozaba admirando allaacute abajo en una ribera solitaria a una diosa de rubia cabellera que temblaba y engendraba fruto al abrazo terroso de un mortal Detraacutes un hombronazo armado caminaba de prisa rodando por los valles restallando en las rocas girando cual cangrejo de fuego era Ares sanguinario y mientras reiacuteamos nosotros sobre los guijarros resbalosos Y postrera hacia la aurora pasaba con sus blancos albatros danzando risuentildea entre bruma rosada la graciosa Afrodita y suavemente en la tierra acariciaba a los dos cuerpos que alliacute en la playa unidos descansaban como el raudo aletear del aacuteguila atravesaban sobre nosotros y en el cielo vaciacuteo se perdiacutean nuestros diacuteas y noches (II 90-106)

El ropaje alegoacuterico que como podremos apreciar maacutes adelante se muestra con riqueza extraordinaria en las alusiones al sol suele participar en descripciones del avance temporal

El Ayer y el Hoy se yerguen cual dos leones de abundante melena lomo con lomo apegados con el disco de-llameante-ojo del sol y lo hacen rodar suavemente por el suelo y juguetean Se desliza el astro y en la tierra cambian de vestido los espiacuteritus Sus verdes camisolas se descoloraron y se deslieron deshojaacuteronse los aacuterboles y se abatieron las lluvias cogen las grullas sus polluelos y del tiempo de-pies-raudos brotan zarcillos y avanzan y avanzan hacia el sol (VII 735-42)

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La rueda del tiempo gira incesante independientemente del aspecto que tomen sus manifestaciones como la noche que en el pasaje siguiente cae ldquode improviso como espada dividiendo al mundordquo

El tiempo va pasando y girando la rueda la luna se enciende y se apaga como una corza tieacutendese la tierra a los pies del arquero y eacuteste la acaricia sin hablar con su mano derecha Ora se arrastran afluentes de riacuteos ora pasan valles florecidos ora ondula-como-tigre un arenal oro-amarillo se truecan los aromas y los paacutejaros y las lenguas de los hombres cambian los instrumentos y los bailes y nuevas maacutescaras cubren a las viejas deidades y traen los temores seculares Queacutemase el diacutea chichirran las piedras igual que las cigarras y cae la noche de improviso como espada dividiendo al mundo se alivian los seres vivientes del yugo del sol-de-arco-de-fuego y lentamente merodean hambrientos por sus ocultos cubiles y enciende sus cirios el cielo el vasto candelabro (XXI 1-13)

La alternancia de las estaciones y su paso son una de las formas en que el curso inexorable del tiempo se manifiesta a los hombres

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes-ancianas pasan los diacuteas alineados (XXII 216-219)

Llegoacute el invierno las cumbres se llenan de nievese vistieron los chacales con pelo largo las zorras y las garduntildeasse ponen en las montantildeas sus pieles maacutes espesastiembla tambieacuten Dios lleno de cuitas en el gusano desnudoTiempo hay en que la tierra florece tiempo en que da frutostiempo en que sopla el invierno-de-la-muerte y dioses plantas

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y hombresse acumulan de nuevo en el suelo y recomienza la rueda (XV 1042-1048)

Muchas de las descripciones del transcurrir de las estaciones adoptan un tono de objetividad que recuerda el clima de la poesiacutea popular como el pasaje siguiente en el que la actividad de las aves y su emigrar constituyen el elemento maacutes desarrollado

Ya ha pasado el ardoroso estiacuteo quemaron los rastrojos se balancean colgantes en las vides los paacutempanos que dejara la vendimia Clama el cuclillo dulcemente por lluvia por sequedad el ave de la noche baten las grullas las alas entre los ceacutefiros danzan y las aves que quieren emigrar se agrupan en los aacuterboles despliegan las alas y las mecen hinchan sus pechugas tibias y todas sienten el cielo como senda interminable y se estremecen (II 927-933)

La misma llegada del invierno se dibuja ahora en un solo verso si bien la complementamos con la mencioacuten astral que sigue en la cual a la idea de la caiacuteda de la constelacioacuten se antildeade un elemento inusitado en el chirrear de las aguas

Poco a poco decantaacuteronse los vinos y cayoacute ya el invierno Se desplomoacute a lo lejos la Pleacuteyade en la costa y las aguas chirriaron como si carbones encendidos se apagaran en la ola espumosa (VII 743-745)

Las menciones astrales ligadas al paso de las estaciones constituyen tambieacuten formas de descripciones temporales

Y transcurren las lunas y se desliza y pasa la rueda de la tierra y pasaron las lluvias y pasoacute el tibio y moderado invierno y en la pequentildea simiente tiembla la espiga auacuten no nacida

52

Se puebla la tierra de cabello echan aroma los cerros y los suelos despiertan y se posoacute en la rama el cuclillo y se embelesa en pensamientos (XV 674-8)

Y a veces en la concisioacuten de un solo verso Kazantzakis hace pasar ante nuestra mente dilatado espacio de tiempo

Las lunas florecen y marchiacutetanse y giran en ciacuterculo los soles (XVII 902)

Otras veces estaacute presente la apreciacioacuten subjetiva de la presunta mayor o menor rapidez de esa carrera indetenible como en esta reflexioacuten que surge cuando Ulises y sus nuevos compantildeeros construyen la embarcacioacuten que los alejaraacute para siempre de Itaca

iexclAy coacutemo transcurre el tiempo y coacutemo gira veloz la rueda de la tierra cuando pensamiento y manos emprenden una obra grande Sumioacutese el antildeo y cantoacute por vez primera entre las oliveras54 el cuclillo reverdecioacute la negra tierra y tomaron tono rosa los acebos y las golondrinas arribaron en las manos tibias del huacutemedo Noto55 (II 1038-42)

En cambio despueacutes de la inmensa travesiacutea al corazoacuten del Aacutefrica y antes de la destruccioacuten total de la ciudad ideal cuando en la plena soledad Ulises cumple en el monte rocoso y desnudo todas las etapas de la Ascesis el ritmo temporal se muestra muy diverso

Y la noche lenta pasa interminablemente con todos sus milagros perfuma la tierra refrescose gotas de lluvias gruesas y serenas rociaron su rostro ardiente las piedras exhalaron risas y azulados relaacutempagos lamieron las cimas oscuras

54 Olivos55 Noto Viento del sur

53

Allaacute en los campos extendioacute el labrador su mano y se regocijoacute cual raiacuteces brillaron en los cimientos del mundo los difuntos (XIV 915-20)

En la bella historia que Odiseo narra a sus compantildeeros cuando enfrentan el imponente Nilo sobre los tres hombres que juraron remontar su curso en busca del agua inmortal ndashabuelo padre e hijondash el tiempo en forma de antildeos toma un caraacutecter activo y brutal Desaparecidos ya los dos primeros tras cinco deacutecadas de bogar incesante prosigue el nieto la terrible travesiacutea sin fin

Antildeos y antildeos pasan en hilera por la orilla igual que caravanas cayeron sobre el joven blanquearon sus cabellos le comieron sus dientes lo llagaron le quebraron los dedos quebrantaron sus piernas (VIII 1278-80)

La apreciacioacuten del tiempo como alternancia de diacuteas y noches reviste en la Odisea variaciones y figuras muchas veces impresionantes desde aquel tipo de verso-siacutentesis como el que sigue en el cual no puede sino perderse en la traduccioacuten el encanto del vocablo compuesto en que se concentra justamente la alusioacuten temporal

Como una margarita iba deshojaacutendose la sucesioacuten-de-los-diacuteas- -y-las-noches (XVI 479)

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes ancianas pasan los diacuteas alineados Se desvanecieron as fragancias y las aguas se enturbiaron y en medio de gran brumazoacuten triste estaacute colgando el sol resbalan las nubes en el cielo con remos veloces y con brisa y atraviesa el cielo-mar entero secreto estremecimiento (XXII 216-219)

54

Cual paacuterpados pesados se cierran y abren los diacuteas y las noches durante el remontar del magno riacuteo junto al desierto africano y adquieren aspecto inquietante y hasta feroz

Y arriba daba el sol vuelta al molino y moliacutea su fruto El viejo riacuteo se deslizaba mudo y los acompantildeaba agitaban las manos las palmeras daacutendoles bienvenida iexcly a lo lejos los zopilotes se abandaban56 y los seguiacutean mirando hasta cuaacutendo podraacuten tenerse en pie y agitar los brazos iexclCoacutemo se abriacutean y cerraban los diacuteas y las noches cual paacuterpados pesados y entraba el diacutea ardiente y saliacutea y golpeaba sus botines en los guijarros del riacuteo y en la arena granulosa Y las noches se poniacutean las estrellas en sus cuellos negros y cual viudas feroces viudas moras a la ribera descendiacutean y haciacutean tintinear los brazaletes ataviados-de-astros (XII 163-73)

En otras ocasiones seguacuten el cariz que la accioacuten toma durante esa larga travesiacutea es benigno y hasta plaacutecido el aspecto del transcurrir de los diacuteas y las noches aunque el desierto mantenga su matiz siniestro

Los diacuteas se moviacutean cual las amplias hojas del plaacutetano y las noches junto a ellas dulces lozanas cual mulatas De vientre el desierto cual tigresa se arrastraba hambriento (IX 1014-1016)

En otro de los muchos pasajes de la rapsodia IX alusivos al tiempo eacuteste aparece unido a la imagen del fluir eterno del riacuteo y los diacuteas en figura de aves parecen preceder a los viajeros de la barca de Ulises

Cual jaspeadas perdices-de-praderas atravesaban los diacuteas la ribera con pies encarnados y los seguiacutean los amigos igual que cazadores y transcurriacutea el tiempo y el riacuteo juntamente (IX 341-3)

56 Volaban en bandadas

55

La venida de la noche su paso y la llegada de la aurora que la disuelve es otra forma de expresioacuten del transcurrir cronoloacutegico que presenta variadiacutesimos matices en la Odisea como en estos ejemplos

La noche se abatioacute y en el cielo aparecieron las estrellas Suspiran en celo los paacutejaros nocturnos rugen los leones en los antros Ya es medianoche van de regreso los astros viene el alba rosaacutecea (XII 566-568)

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentaday aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisay dan fronda y viene la luz de la alborada y las siega veloz

(XXI 1242-5)

En las soledades antaacuterticas cuando Odiseo se aproxima ya a la muerte los hielos tienen un uacuteltimo brillo al venir la oscuridad nocturna

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente la noche se difundioacute muy suave azul-verdosa en el universo desolado (XXII 666-668)

Las horas otra medida humana del tiempo indetenible adquieren muacuteltiples aspectos en el poema En medio de la navegacioacuten suelen llevar el epiacuteteto de mariacutetimas y ser comparadas con elementos relacionados con el mar

Cruje el velamen colmado y las mariacutetimas horas con alas raudas pasaban igual que blancas gaviotas y se vino el ocaso y sirvieron la merienda en la cubierta danzante (VIII 977-79)

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Caraacutecter bien distinto adquieren las horas en los rocosos montes donde Ulises cumple su ascesis cuando promedia la travesiacutea del Aacutefrica como en este pasaje en que tambieacuten se describe un atardecer plaacutecido

Ligeras pasan las horas de senos frescos entre los cerrose igual que cabras brincan en los riscos con sus sonajas de cobreya se ha detenido el sol allaacute en la cumbre se enyuga el diacutea suavementey lenta la luz se apoya en la bruma fresca y azulada del atardecer (XIV 39-42)

En el fluir fatal del tiempo el instante el segundo puede tener la equivalencia de la maacutexima duracioacuten de cada hombre que es su vida o la de eacutepocas antildeos diacuteas o la del momento detenido eternizado subjetivamente pese a su objetivo e inexorable pasar En el recuerdo remoto de su antigua vida ya hacia el final de su viajar por Aacutefrica siente Odiseo los segundos resonar como yelmos derrumbarse cual castillos o posarse en su espiacuteritu como aves

Calla el arquero se acordoacute de la encina de su padre iexclah coacutemo bailaba alguna vez en los sepulcros sagrados y llevaba aacutenforas de bronce con la sangre y regaba a las sombras En la lejaniacutea en una orilla remota cruzaba el antiguo Odiseo cual sombra de un buacutefalo muerto cual pensamiento del aire y poco a poco se aquietaba el pensamiento y siente la serenidad descender sobre los cantos de su cerebro-de-granito No era muda su serenidad no era un silencio profundo sino una tintineante caravana en los solares de su espiacuteritu las cosas viejas con las futuras se mezclaban en cada latido del corazoacuten como yelmos resonaban los segundos se derrumban cual castillos o como mirlos negros se posaban en su espiacuteritu y trinaban (XIX 384-95)

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ldquoComo antildeos ahiacutetosrdquo pasan los segundos en algunas ocasiones (XVIII 1361) O se desploman lentos envolviendo el pasado y el presente en la rapsodia XVII cuando Ulises sumido en una extaacutetica contemplacioacuten crea toda clase de seres que luego desaparecen para soacutelo dejar a cinco de ellos que representan el drama de la vida animados por el sonido de una flauta de hueso humano tantildeida por el asceta solitario

Aacutebrese el alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea y medita el gran asceta bajo el destello difuso de la luna sus ojos se extendieron y han cubierto hasta su craacuteneo sus pies-y-manos se multiplicaron se enroscaban en la Luz diriacutease una rueda misteriosa que ha partido y no tiene detencioacuten Cual dos cuchillos de doble filo la vida y la muerte fulguraban en sus negros puntildeos jugueteaban subiacutean a lo alto y del aire caiacutean cruzaacutendose y cambiantes-como-los-relaacutempagos (XVII 1-8)

Suavemente en el anochecer va cayendo la luna y exhala la tierra un perfume acre y picante como de caqui florecido se mecen leves los follajes en la brisa se estremece la yerba y cual destellos de astros los ojos de los paacutejaros se abren en las hojas Hombres y espiacuteritus ya han desaparecido y dejaron tantas huellas cuantas dejan las aves en el aire o los barcos en el mar y escuchabas desplomarse cada instante en la oscuridad como miel de colmena invisible y hechizada en las entrantildeas Dulzura intensa y gozaba el gran atleta cada gota densa y perfumada que suaviza los dolores extracto de flores venenosas de toda especie y pensamientos y temores y cada gota era inmortal sin principio ni fin lo pasado lo presente las alas del tiempo salvaje dentro de ella se doblaban inmoacuteviles sumidas en la miel Fue vencido el tiempo y amigoacutese dentro de mi caacutelido corazoacuten como en el florecido terebinto se coge la alondra enamorada (XVII 20-35)

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierra como un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campo deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo (VI 609-611)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamente la noche descendioacute la perdiz-de-las-piedras de-patitas-coloradas Inefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierra (V 65-67)

El aspecto del tiempo va cambiando a medida que Odiseo se aproxima a la nada final

Ya no mediacutea el Solitario los diacuteas-y-las-noches cada instante era una fontana del agua inmortal (XIX 1088-1089)

Y los segundos cada vez con maacutes frecuencia se pueblan con contenido de pasado de presente y aun de futuro Una especie de fantasmagoacuterica voraacutegine de sensaciones temporales acompantildea las jornadas postreras del asceta de cabello albiacutesimo que hace milenios partioacute un amanecer de la isla natal Alliacute mientras se construiacutea la barca

Como rosa en capullo yeacuterguese cerrada la hora futura

Ahora a miles de antildeos y kiloacutemetros otro es el aspecto del paso cronoloacutegico Se enrolla el tiempo en cada instante y salta como un tigre un segundo es en su mente lo pasado y lo de hoy y lo futuro el comienzo y el fin han cerrado el ciacuterculo hilado-por-la fatalidad (XIX 107-109)

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El suentildeo y el recuerdo intenso transforman las proporciones temporales La nintildea ansiosa de hallar al dios masculino en Aacutefrica que figura dentro de un canto de la princesa cretense Dijtena cuando la nave de Ulises se aproxima al continente negro puede decir

Por un instante me debioacute coger el suentildeo pero antildeos mi mente atravesoacute (VIII 1066)

Tambieacuten los antildeos se vuelven segundos ndashidos inexorablementendash cuando el decadente Menelao rememora el fin de la guerra de Troya y la recuperacioacuten de Helena

Y el agotado soberano estremecioacutese como si su vida se vaciara pero pronto se reanimoacute se encendioacute en su interior la memoria laquoAunque mi vida toda haya sido un suentildeo y sombra vana quieras que no hermano la sagrada verdad abraceacute un diacutea cuando la ciudadela se quemaba y yo entre las llamas salvajes plena de perfumes pura lozaniacutea iexclcogiacute en mis brazos a Helenardquo Sonriacutee el guerrero con tristeza inclinado se recuerda coacutemo con sus manos levantoacute a la cervatilla desmayada y se hundioacute en las aguas hasta la cintura y erguido atravesoacute las olas en torno suyo deslumbraacuteronse los pueblos y al punto azules los diez antildeos se encendieron y apagaron como centellas en su espiacuteritu (IV 1075-85)

En ese encuentro con el pasado en Esparta tambieacuten para Odiseo antildeos y segundos se confunden

laquoTodo se borroacute se hundioacute en la tierra lo pasado pasoacute y simple y puramente gozo este momento santo en que estoy aquiacute erguido en este atrio famoso con mis cabellos grises

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y sostengo en mis manos mortales a la luna inmortal iexclprimera vez lo juro que contemplo y toco a Helenaraquo Callaron y el tiempo se detuvo sobre las dos cabezas como el aacuteguila que se mece en las alas sobre la cima del aire Acaso pasoacute un instante acaso tambieacuten diez antildeos los diez antildeos que se borraron cual un relaacutempago para que fuera tomada la ciudad todo se trocoacute en maacutermol en la sala todo en el pecho se detuvo y la vida brumosa se aclaroacute y un cuento se volvioacute No ha habido matanza e incendio no hubo una soberbia ciudadela ni un buen mozo lascivo raptoacute a la hija-del-cisne un hondo llano con azucenas rojas un caramillo de enamorado zagalejo cogioacute dulcemente poco a poco sus espiacuteritus como nimbos y los depositoacute con levedad sobre lejanas cumbres

Se desvanecieron de improviso los encantamientos y volvioacute el tiempo a sus ruedas (III 1066-1082)

A medida que Ulises avanza en su liberacioacuten asceacutetica entre los muchos aspectos que adopta la sensacioacuten del tiempo hay momentos de exaltacioacuten extaacutetica o de intensidad contemplativa en que aqueacutel destila gota a gota dulce o imponente Asiacute por ejemplo cuando el peregrino escucha en la rapsodia XV el misterioso torrente subterraacuteneo

Debajo de la tierra un gran riacuteo fluiacutea veloz ocultamente y soacutelo se escuchaba el estruendo del agua invisible haciacutean nido las golondrinas-de-las-piedras en las sonoras oquedades y cual racimos de uva los murcieacutelagos colgaban en la boacuteveda Se resecoacute la garganta del arquero pone la cara en la roca abajo hasta el taloacuten gozoacute del santo frescor de Dios y cual rama de jazmiacuten florecieron al punto los huesos y crujieron y con morosidad acomodaacutendose en un pentildeasco saliente escuchaba inclinado el bufaacutelico mugido del sagrado torrente

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Y mientras oiacutea el tiempo pasaba gota a gota petrificando su espiacuteritu y suavemente percibioacutese la voz de Dios en el pecho del hombre (XV 347-57)

O cuando terminada ya la travesiacutea del continente de nuevo estaacute Odiseo ante la vista del mar y duerme junto a las olas

Ascendioacute el sol cae y riacutee sobre su cuerpo moreno y como miel destilaba dulce el tiempo por encima de su testa (XXI 551-552) La exaltacioacuten freneacutetica de la danza que se da en varios de los puntos culminantes de la accioacuten y de la ascesis en el poema conduce hasta a desbordar los liacutemites del tiempo a Ulises cuando al final de la rapsodia XXI llega a percibir la luz cegadora de la plena libertad

Saltaba el arquero y gritaba y la tierra en la vertiginosidad de la danza inalcanzable coacutemo se empequentildeecioacute y coacutemo echaba chispas iexcldiz cual novia que se entrega al rudo abrazo de un varoacuten Una iacutegnea lengua brincaba y lamiacutea con ansia el pequentildeo cuerpo oscuro de la tierra y eacuteste en la caricia cada vez maacutes se adelgazaba y se disminuiacutea como nintildea que es besada La tierra entera fue cogida y la plantoacute como semilla en su cerebro y todo aquello que habiacutea luchado por antildeos incontables por volverse en la matriz de la vieja noche raiacuteces hoja flor ahora en su craacuteneo rudo daba hojas floreciacutea daba frutos y luego se apagaba cual relaacutempago menor Ojuacute muy pequentildeo es el tiempo muy reducido el espacio y el baile del solitario se desborda y se va a caer del tiempo y cual estrella caudata va a fundirse en la noche del cosmos (XVI 1337-1349)

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Las epifaniacuteas del tiempo

La noche

La inexorable tiniebla perioacutedica que cae sobre la tierra es una de las manifestaciones del paso del tiempo Y como otras el atardecer el alba el curso de las estrellas y el del sol durante el diacutea aparece en la Odisea con los maacutes variados aspectos Como un almendro nuevo florecido perfuma en la Grecia y en Creta esparce sus fragancias como una noble sentildeora recargada de perlas mientras en el interminable peregrinar por Aacutefrica suele gemir gritar aullar vestirse con ataviacuteos fantasmales y hasta bestiales En un pasaje de la rapsodia XVIII se sintetizan en cierto modo durante la contemplacioacuten y el recuerdo de Odiseo ya asceta algunos de los rostros nocturnos

Y esta noche a la escasa luz-de-las-estrellas y el refrescante mistralsiente el sabor sagrado que dejaron en su entendimiento las noches infinitasque gozoacute de espaldas en la tierra contemplando los astrosy cada uno su dulzura poseiacutea y su amarga fragancia Allaacute en su isla patria lejos en el extremo del mundocomo un almendro nuevo florecido la noche perfumaba y por Creta como una sentildeora noble recargada de perlaspasaba exhalando fragancia con la luna como talismaacuteny un negrito desnudo llevaba su cola llameanterecamada-de-oro y con lentejuelas de lucieacuternagasEn Aacutefrica la noche gemiacutea como un bosque impenetradolas estrellas mudas como ojos terribles brillaban en la oscuridadtigres y leones y leopardos diriacutease que acechaban por doquiery se enroscaba el Escorpioacuten goteando al mundo su venenoY ya era la noche una rosa negriacutesima y te cogiacutea el juicioy pareciacuteate la muerte miel destilada en sus entrantildeasy ya era una madre de-pechos-pesados que su leche excesivaora en el cielo gota a gota y ora como un riacuteooprimida en silencio para aliviarse derramaba

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Llenos de recuerdo agridulce los labios de Odiseoasiacute gustaba esta noche aquellas noches y se llenaba su corazoacutende miel veneno y perfumes densos y todas las cosas metal preciosotantildeiacutean en su entendimiento como un eco lejano y melodioso

Y por la mucha contemplacioacuten astral su gran frente resplandececomo una fogata sin humo llena de luz y dulzuradiz que era una luna que ya de las pasiones de la vida pesada liberoacutesey que soacutelo conserva la luz como uacuteltima ensentildea y medita

(XVIII 372-398)

La memoria la imaginacioacuten el recuerdo son excitados por la llegada de la noche arribar eacuteste que variacutea tambieacuten increiacuteblemente en el poema

La noche se abatioacute con sus estrellas y sus hechizamientos Como el mar gris y espumoso sordamente su espiacuteritu ruge alciones vuelan hondamente en el recuerdo huele a salmuera la memoria y cuando sus ojos abrioacute creyoacutese tendido bajo un plaacutetano y las bellotas brillaban como astros al resplandor de la noche (XVIII 241-5)

La contemplacioacuten suele hallar para el peregrino su mejor posibilidad en la quietud nocturna

Se alargaron las sombras y llenaron los paacutejaros sus nidosse encendieron en filas las candelas celestialesy el viajero en un tronco seco se dobloacute para pasar la nocheComo la larga cola del pavorreal lleno de ojos su espiacuterituse tendioacute y goza de todo lo dispuesto por la creacioacuten iexclescucha paacutejaros que charlan y aacuterboles que suspiranoye gusanos que en la tierra tratan de florecerde criar muchos ojos y alas y ascender hacia el sollaquoiexclOh Madre-tierra de-innumerables-hijos espeso bosquecillo

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milagro y milagro te atraviesan y entrantildea y entrantildea se abrennidal colmado de huevos infinitos que al sol empollasraquoDeciacutea y el suelo acariciaba con la amplia palma de su mano

(XVIII 341-352)

La noche lo transforma todo y parece conmover las cosas que se suponen maacutes firmemente arraigadas

Negra y tersa caleacutendula la noche gotas de rociacuteo las estrellasen los ojos vacilantes por el vino la tierra y el cielo se movierony todo el juego del mundo la oscilacioacuten arruinoacutecasas talleres torres trepidaron y se doblaron los muros

(VII 689-692)

Las horas nocturnas son aquellas maacutes propicias en la Odisea para unir las diversas acciones que se desarrollan en torno al actuar central de Ulises como sucede en este pasaje de la rapsodia VI en que se mezclan los motivos de las viudas que llaman a sus muertos en la noche el suentildeo de un pobre labriego cuya sufrida vida bajo la explotacioacuten del sentildeor de la tierra se ha estado relatando y la tragedia de una madre cuyo hijo murioacute de hambre mientras ella era obligada a trabajar para el monarca cretense

Las almas de los muertos vuelan ndashpetreles errantesndashy las viudas se sientan en la playa se descubren el seno y llaman a gritosa sus pobres maridos que bajen un instante siquiera hasta la arena

Y en el seco camastro el segador y su mujercon las manos cruzadas se durmieron y sus labios sonriacuteensontildeaban que fue buena la cosecha creciacutean las pilas en las erasy ellos se hundiacutean hasta los mismos muslos en el trigo copiosoY aquella pobre madre ya sepultoacute a su pequentildeo en la tierraata sus cabellos con un velo negro y a su recuerdo viene ahoraque habiacutea una vez y existiacutea en un tiempo la sonrisa de su nintildeo

(VI 963-972)

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La noche da un aspecto fantasmal a todas las cosas y muchos seriacutean los pasajes del poema que podriacutean ilustrarlo bellamente Recordemos la caravana del priacutencipe Madretierra (Hamlet) cuyo espectro emerge de las profundidades del Aacutefrica a proponer al asceta su obsesivo y angustiado interrogar

Todo el pecho de la noche se abrioacute terso como una rosa negray en su interior ndashuna oruga delgadandash se arrastroacute la vasta caravanaal tintineo incierto de las campanillas al veacutertigo de la lunadulcemente cerraron sus ojos a lo largo de la ruta animales y hombressi alguacuten paacutelido viandante los hubiera divisado se habriacutea cogido de un aacuterbolcomo un suentildeo el cortejo le habriacutea parecido al destello lunary habriacutea lanzado un grito de terror a fin de ahuyentar el sortilegioY si hubiera acertado Caronte a divisarlos en sus nocturnas correriacuteascontento su mano habriacutea levantado para darles bienvenidamas no pasoacute caminante ninguno ni tampoco se cruzaron con Caronte

(XVIII 973-982)

Las horas nocturnas transforman la dura realidad del diacutea otorgando aunque efiacutemeramente en el suentildeo lo que aquella niega a los hombres

De este modo sobre el mundo terreno pasaba la noche con sus redesy cebaba dulcemente las cabezas nutriacutea las esperanzasy lo que el diacutea mezquino negaba ella nos lo traiacuteapresente envuelto en las hojas afelpadas del ensuentildeopero he aquiacute que se irguioacute el ave y cantoacute y la sentildeora-noche se desvanecioacute (VII 357-361)

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Imaacutegenes muy variadas de desolacioacuten quietud suavidad nos muestra la noche con matices diversos seguacuten la aparicioacuten de elementos estelares de figuras de flores alusiones a la luz y su forma de apagarse a las distintas fragancias etc He aquiacute por ejemplo la hora de la mitad del paso nocturno

Medianoche Honda era la desolacioacuten y de cuando en cuando una hojase desprendiacutea en el silencio y caiacutea a la tierra lentamente -diz que era una estrella muerta y se deshaciacutea un corazoacuten y dejaba el cuerpo

(XVII 114-116)

Recordemos entre muchas algunas maneras de llegar de la noche de matices distintos

Los jazmines el fresco embalsamaban se descubrieron las estrellasla noche descendioacute y lentamente desveloacute su pecho y aparecioacute la luna

(XX 588-589)

Oscureciacutea se apagoacute en el mar como una chispa el Luceroen la cabellera de la noche la madreselva trenzada se abrioacutey se perfumaron en el patio todos los bucles ensortijados

(V 844-846)

Mientras tanto subiacutea la noche poco a poco como una grande y oscura fortaleza (XVIII 185)

Anocheciacutea ya y volviacutean los esclavos de sus pesadas faenas tenue azulada descendiacutea la noche sobre las cabezas (VIII 18)

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La medianoche mientras Odiseo recuerda su viejo su hogar su hijo y los amigos que fieles lo esperaron durante tantos antildeos en la lejana Itaca todo duerme

Medianoche Y el arrogante pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y abren poacuterticos fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y una lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1439)

Trataremos de echar maacutes adelante una breve mirada a las estrellas como elementos de manifestacioacuten del paso cronoloacutegico Ellas estaacuten estrechamente ligadas ndashes naturalndash a las imaacutegenes de la noche como en esta presentacioacuten iluminada

Resplandece y brilla con todas sus estrellas la noche-de-ojos- negrosriacuteen y lloran las perlas del rociacuteo en las huacutemedas hojas

(XVIII 967-968)

La forma de abrirse la noche muchas veces estaacute en relacioacuten con el contenido del pasaje que encabeza esa descripcioacuten como la que sigue con su haacutelito de humedad

Cual una rosa negra se abrioacute la noche en el suelo humedecidouna llovizna leve destilaban las estrellas sobre la oscuridad brumosay una brisa liviana llegaba a remover las telas del corazoacuten

(XII 966-968)

O como el primer verso de la rapsodia XVII que constituye como una premonicioacuten del drama fantasmal oniacuterico y sangriento que desarrollaraacuten cinco personajes creados por Odiseo

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Aacutebrese la alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea (XVII 1)

Distinto y apacible es el aspecto de la oscuridad nocturna ndashconvertida en luminosidadndash en el episodio del priacutencipe Madretierra

Cuando ya salioacute-bien-la-luna y se volvioacute miel la noche se levantoacute la caravana rodeada de luz por doquier (XVIII 929-30)

Diferente es tambieacuten en el pieacutelago donde navega cual naviacuteo de velas oscuras

Navega la noche con sus negras velas en el mar tremolan pequentildeos fanales en la playa duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remo (VI 912-4)

En el clima loacutebrego y siniestro del reino africano descrito en la rapsodia XIII donde el monarca envejecido e impotente debe ser muerto friacuteamente la noche ldquola-de-ojos-amarillosrdquo toma el aspecto de ululante lechuza o de paacutejaro nocturno de mal aguumlero

Gritaba la noche en las casas como un oscuro buacuteho (XIII 225)

Puede revestirse de los ropajes de las maacutes diversas fieras como lo ejemplifican estos breves pasajes y su epiacuteteto llega a ser ldquola-de-ojos-de-fierardquo

Y entroacute la noche mientras merendaban hiena que-pisa-en- puntillas y se arrastroacute por los patios y arrojoacute su sombra por los suelos (XII 910-11)

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[hellip] Y por la ventanilla contemplaba a la noche por los jardines cual negro leopardo difundirse (IV 918-919)

No faltan comparaciones con aves de fulgurante plumaje y asiacute en la rapsodia XXI puede aparecer ldquola noche en su larga cola larga y resplandeciente cual la del faisaacuten realrdquo Tampoco estaacuten ausentes las imaacutegenes del licor en la apariencia nocturna y sus efectos sobre los humanos

Sombras como manchones de violetas se extendieron y la noche como vino picante derramoacutese y todos los cerebros se embriagaron se mezclaron vida y muerte muertos y viudas se unieron (XVIII 124-6)

La connotacioacuten de erotismo aparece en muchas ocasiones en el poema y en aspectos variados como en los pasajes siguientes Y como cuello seductor de una paloma resplandeciacutea la noche (XVII 40)

Fragante era la noche y se tendiacutea desnuda en la ribera (VIII 1060)

Ya llegoacute la oscuridad y los huertos se sofocan y se colgaron danzando innumerables soles-machos de las caderas de la noche (XVIII 1420-1)

Iba ya tropezando por la tierra ndashlas piernas abiertas y sin cintondash la impuacutedica noche iexclcuaacutenta dicha entregaacuteis a los machos senos nocturnos entreabiertos blancos muslos fuertes pezones trenzas perfumadas (VI 816-818)

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La imagen de la noche como inmenso y misterioso aacuterbol aparece en maacutes de una ocasioacuten

Tras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutes de la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negras (XXIII 1203-4)

La luna

Contra lo que pudiera pensarse la luna como indicio del paso del tiempo adquiere en la Odisea connotaciones muy distintas de aquellas a que nos ha acostumbrado la poesiacutea liacuterica occidental al menos en forma tradicional Las imaacutegenes y comparaciones ligadas a ideas de paz y serenidad son escasas y siacute abundantes aquellas relacionadas con sensaciones terroriacuteficas fantasmagoacutericas y macabras Presentaciones serenas como las que reproducimos a continuacioacuten son maacutes bien excepcionales

Navegaba espleacutendida en lo alto la luna de cuerpo enteroya se acercaba la medianoche las sombras espesas cabellerasse deslizaban en silencio en la playa pulida por la luz

(XV 245-247)

Cae el sol desaparece y la luna redondael pecho de la noche desborda de leche y la derrama

(XIII 307-308)

Y mientras asperjaban se levantoacute la luna toda aacuteurea goteaba a la tierra vasto panal de miel (VI 692-693)

Con leve pisar la luna llena apareciacuteamientras el sol caiacutea silencioso a las aguas para refrescarse

(XVI 1375-6)

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Con proa-erguida aparecioacute la luna nueva delgada en el eacuteter azuly cargaba su cuerpo sin sol muy redondo lentamenteen el cielo llameante-de-astros hacia el negro occidente

(XIX 175-178)

Comparaciones como las siguientes no son tampoco muy abundantes

Desmadeja la noche su glauca cabellera y desclava dulcemente cual peineta de marfil su medialunaAlbiacutesimos corderos las estrellas descienden a las olas para tomar sal de la brisa

(IV 1-3)

[hellip] Y a lo lejos sobre una era radiante la luna levantoacutesegruesa perla cuneiforme adentro de su ostray lentamente el atleta desposado se desliza hacia la bruma57

(XXII 212-214)

La imagen del talismaacuten que en algunas ocasiones se asocia a la luna contiene ya cierta connotacioacuten relacionada con aspectos maleacuteficos o de temor atribuidos a la noche

La noche de-leve-caricia se difundioacute y las aguas se sombrearonlas primeras estrellas fulguraron y la luna delgadacual santo talismaacuten en el cuello de la noche se colgoacute

(IV 844-6)

Caacutelida la noche los ruisentildeores cantan y se levantoacute la lunaa exorcizar la noche como un santo talismaacuten redondo

(XV 176-7)

57 Ulises en los uacuteltimos pasos hacia la muerte Kazantzakis ha utilizado poco antes de este pasaje un canto popular en que un joven parte a desposarse sin armas ni ataviacuteos y al ser interrogado dice que va a bodas donde nada de aquello se usa marcha al Hades a desposar a la muerte

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A los colores asociados a ella incluso a los normales como el azul se ligan los aspectos inquietantes y fuacutenebres que despierta el orto y la travesiacutea de nuestro sateacutelite

[hellip] Se movieron los montesse levantoacute en el cielo plena de ecos la luna rojadiriacutease un gran tambor que tocan en las bodas los del cortejo

(IV 719-721)

Flamiacutegera en el cielo aparecioacute pintada con sangrecual cabeza de combatiente degollada la luna silenciosay derramoacute reflejos de matanza en los semblantes cerosos

(XV 88-90)

Y mientras merendaban en las ruinas levantaron las cabezasel mundo de pronto destelloacute y se efundioacute en las piedrasel sudario de la luna con bastillas azuladas

(IX 765-7)

El verde es el color que con maacutes frecuencia da una apariencia cadaveacuterica a la luna o a la tierra por ella iluminada como en el pasaje siguiente de la rapsodia de la destruccioacuten del reino cretense en que aparece la princesa Fida hija del monarca insana a ratos

Un alarido estridente rasga los tules de la luna llenay al verdoso destello cadaveacuterico aparecioacute tormentosoel rudo cuerpo de Fida que se precipitaba desde el camino del palacioHablaba agudamente diriacutease que un aacuteguila se habiacutea posado en su cabezay con sus garras horadaba y sorbiacutea su cerebro

(VI 869-73)

El mismo color se asocia al veneno que gotea en su lento peregrinaje celestial y a su apariencia desfalleciente a la llegada del alba

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Todaviacutea arrastraacutebase el sol paacutelido por la blancura sonrosada y veneno azul-verdoso destilaba la luna (XXII 518-519)

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de plata- las lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno (VII 1064-1065) Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda celestial y la luna plateada ascendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-33)

Los fanales bermellones se apagaron y al destello del alba la verde luna desfallece y sobre el desierto se abate (IX 1136-1137)

La ligazoacuten de la luna y su paso con la muerte o con imaacutegenes fuacutenebres adquiere muy variados matices que naturalmente no podemos agotar Ya es su figura ndashguadantildeandash ya su apariencia cadaveacuterica ya la comparacioacuten con un infante muerto

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de platandashlas lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno

(VII 1063-1064)

Plegaacutebase ya el diacutea sobre la superficie de la tierra el suelo se refrescabay desde la arena surgioacute muda cual un fantasma y detuacutevosela luna cadaveacuterica antes de avanzar hacia los techos

(XI 893-895)

Dulce momento Embalsama la tierra abre sus flores nocturnastiembla el agua en las narices sedientas de las fierasy como un nintildeo muerto caiacutea en el valle la luna

(XX 1074-1076)

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Contrariamente a lo que sucede con el sol que tan a menudo es invocado por Odiseo o por el poeta el peregrino no suele dirigirse a la luna que cadaveacuterica enfermiza doliente paacutelida muda verdosa y goteando veneno rara vez se presenta envuelta en su clara ldquofunda-de-platardquo Sin embargo hay alguna invocacioacuten excepcional como sucede en la rapsodia XXII cuando el asceta ndashrota ya su uacuteltima embarcacioacutenndash vaga por los territorios helados a que arriba en su viajar hacia los mares polares Cuatro epiacutetetos aplica el solitario navegante a la luna entre ellos el de ldquosol cristal-heladordquo y el de ldquoselenotropo paacutelido en los jardines de Caronterdquo Curiosos ambos en especial el uacuteltimo ya que el compuesto construido a semejanza de ldquoheliotropordquo sentildealariacutea a la luna como una flor que gira y se inclina siguiendo precisamente la luz lunar que auxilia al acabado asceta en las tinieblas del septentrioacuten extremo

laquoiexclLuna miacutea albiacutesimo pavo real mi sol cristal-helado selenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronte espejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblanteraquo (XXII 682-4)

El rico idioma neogriego permite sentildealar con un vocablo el momento en que el sol alcanza a alumbrar con sus uacuteltimos reflejos a la luna saliente De alliacute que en el pasaje siguiente donde tambieacuten hay una asociacioacuten de la luz lunar con la memoria puede gotear densa ldquola luna cargada-de-solrdquo en un hermoso y sugestivo panorama nocturno

Detraacutes el sol ya se poniacutea y ascendiacutea enfrente suyoplateada en-el-reflejo-del-sol la luna llenalos dos astros sonrieron suavemente hacieacutendose sentildeas como varoacuten y mujer y se separaron el sol se deslizoacute por entre las montantildeas y desaparecioacutey palidecioacute la luna y quedamente se colgoacute en el crepuacutesculoRieron las cumbres y se serenaron flotan los picachosen la luz azulada sobrenatural y se mecen como nubesse saciaron de plata las velas en los mares lejanose iacutentegras se sumieron las aldeas en la dulce inundacioacuten

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Y los cerebros se movieron en secreto salieron a la luna a paseary viejos recuerdos en el pleno silencio se despiertanvoces que desaparecieron almas que pasaron amores que llegaron a ser sombrasy se arrastran ingraacutevidos sobre las sendas blancas Tocada-por-la-luna la memoria se despierta madre enlutadaen sus labios de-saliva-amarga las palabras se estremecenpero soacutelo escuchamos un triste son arrastrado cual un miroloi58 Densa gotea en los villorrios negros la luna cargada-de-solse perfilan los pagos lejanos se desbordan las artesas y cual riacuteos de leche se deslizan espesas las callejuelas

(XIV 1203-1222)

El atardecer

La hora en que se encuentran la luz y las sombras como todas las manifestaciones del paso del tiempo presenta en la Odisea connotaciones variadas Sin embargo la paz la serenidad el recogimiento que invita a la meditacioacuten la contemplacioacuten de la vida y del tiempo suelen reiterarse maacutes respecto al traacutensito del diacutea a la noche que a otras epifaniacuteas temporales Asiacute en Creta antes que Odiseo y sus compantildeeros puedan ingresar al palacio de Idomeneo deben pasar la noche afuera y contemplan como la luz parece huir

Una suave brisa vespertina comenzaba a refrescar la tierra los olivos esplendiacutean y se meciacutean frondosos y la luz ufana piedra por piedra escalaba las laderas para huir (V 707-709) Helena y cada uno de los compantildeeros sienrte a su manera al crespuacutesculo Para Odiseo amargura y melancoliacutea se unen al sabor del atardecer Y el ritmo cronoloacutegico parece esta vez retardarse Del mismo

58 Miroloi canto funerario salmodiado por las mujeres canto de lamento en la desgracia y la tristeza En la seccioacuten dedicada a la Muerte se hallaraacute referencia a esta clase de poema popular

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modo sucede en las descripciones del anochecer que siguen a eacutesta

En silencio gustaba el conductor la amargura del crepuacutesculoy la ternura melancoacutelica y serena de toda la madre tierracolinas alrededor aacuterboles y vintildeedos se iban ahogando en una luz espesacomo si Ulises estuviera contemplando unas ruinas en aguas profundasy eacutel tiburoacuten en las honduras navegaba del mar geranio

(V 722-726)

Cayoacute el sol y se oscurecioacute el semblante de su viuda la tierradiz que sus ojos se nublaron porque su amado ya partese apaga el mar la luz ha sido herida y se golpeacontra la cumbrera de los montes y la noche la ahoga y le da muerteErguido contemplaba el arquero-luminoso apagarse poco a poco el mundo

(XXI 1423-7)

Como un adioacutes se difundioacute sin-esperanzas el crepuacutesculocon su halo de oro y plata recubriendo al mundoHora de dulzura la tierra se alivioacute de la aacuteurea carga-del-soly todaviacutea no aparecieron las estrellas y en una bruma violaacuteceacual velo suavemente-tembloroso cielo y tierra pendiacutean

(XXIV 869-873)

La extincioacuten de la luz se asocia generalmente a la puesta del sol que toma diversos matices en las variadas latitudes que atraviesa Ulises hasta llegar a las vastas soledades polares En eacutestas la relacioacuten del sol y las demaacutes estrellas que destellan veladas ldquocomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipresesrdquo variacutea del todo como se puede apreciar en el uacuteltimo de los pasajes que recordamos a continuacioacuten

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Derrumboacutese el sol ardiente en las montantildeas se refrescaron las piedrascual cervatillo herido se recostoacute el crepuacutesculocon sus grandes ojos negros velados ya por la nocheEnmudecieron las aves cual ala negra descendioacute la noche

(XIV 642-645)

El sol cual cabeza quemada rodoacute quedamente por la arenadensos halos azules ascienden al riacuteo-cielo y doloridase extinguioacute la luz arrastraacutendose en los montiacuteculos amarillos de la arenaEl astro-trigo ya desborda por las laderas negras y comienzas iexcloh cieloa moler en las tinieblas cual molino-de-viento con aspas

(X 1375-1379)

En el mundo griego la comparacioacuten con ldquoun monasterio borrososumergido entre cipresesrdquo sin bien sin duda es muy original no tiene la connotacioacuten de causarnos extrantildeeza En Grecia la cantidad de monasterios ubicados en colinas en bosques en campos aislados es muy grande

Cuando vibroacute el terrible grito en la montantildea-de-nievey se agitoacute como llama la memoria tembloacute del de-veloz-espiacuteritue igual que un arco iris al sol se colgoacute antes de apagarselos uacuteltimos astros verde-azules destellaron veladoscomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipreses

(XXIV 772-776)

A la sensacioacuten de paz y tranquilidad que trae el crepuacutesculo se liga no pocas veces en el poema cierta sensacioacuten de alivio terrestre despueacutes del azote diario del sol que parece compartirse por los seres vivientes como en estos pasajes

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierracomo un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campoy deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo

(VI 609-611)

Cual chivato-que-va-a-ser-sacrificado con cuernos bantildeados- -en-oropesado macho cabriacuteo bajoacute el sol a las arenasy los dragones de maacutermol rieron se enrojecieron sus labiosy sus puntildeos vaciacuteos se llenaron de cuentas doradasLas tierras ardientes refrescaacuteronse y el diacutea de-rojizo-cabelloguarda en su regazo al laacutenguido crepuacutesculo y se marcha

(X 1-6)

El iacutendigo atardecer ha descendido los suelos respiraronlos velludos insectos acoplados bajaron a los nardosse levantoacute el joven zagal y apoyoacute su cuerpo en la fustay todas las laderas se movieron y tintinearon argentinas

(V 753-756)

Ya se escondioacute el sol riacutee detraacutes de eacutel y guintildea el ojo a la tierrael astro de la insensata diosa puacuteblicaHalloacute alivioacute el corazoacuten abrumado respiroacute el diacutea y caen sobre el planeta las sombras compasivas y lo refrescanMuda la piel la tierra-sierpe se forra con estrellas

(VI 648-52)

En un instante el proceso del atardecer se confunde con el lento finalizar de la vida de Odiseo entre los hielos antaacuterticos

Alas fuego gotas de agua combatientes de talla preciosa candela funeral para el cerebro que se va a poner tibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza ndash cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocaso Ya se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astros

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y toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienes (XXIII 561-566)

La impresioacuten dominante de quietud se refleja en panoramas crepusculares esbozados de un solo trazo en un verso por Kazantzakis asiacute como en las imaacutegenes mismas del anochecer en las que raramente hallamos connotaciones fuacutenebres o terroriacuteficas Muchas y belliacutesimas descripciones del atardecer salpican con pinceladas poeacuteticas la inmensa y complicada trama de la Odisea Aquiacute naturalmente soacutelo podemos espigar unos cuantos ejemplos de entre un material muy abundante

Paacutelido anochecer se van borrando las cumbres se sume en azul el bosque (XIII 29)

Dulce el anochecer la brisa entretejida de plata perfumaba (XVII 254)

Se apagoacute el sol ardiente retirose y desde el suelo comenzarona subir lentamente las dulces voces primeras de la noche

(IV 806-7)

Dulce anochecer de primavera se suspendieron los primeros astrosvelados suaves en el cielo negro-azul y temblaban cual las floresdel almendro tempranero con la brisa del crepuacutesculo

(I 228-230)

Los candelabros ndashestrellasndash alumbran los torreones las murallasy como constelacioacuten profunda y caacutelida en el perfumado atardecerflota la ciudadela quedamente entre las serraniacuteas primaverales

(VII 1260-1262)

Sonriacutee tambieacuten con la luna nueva la tarde de cejas-de-espada (IV 907)

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Y a la paacutelida rosa deshojada del crepuacutesculodivisa muy bien esculpidos altos aacuterboles a izquierda y a derecha

(XIX 314-5)

Las sombras elemento inseparable del crepuacutesculo caracterizan su paso o su llegada en algunas de las breves pinturas de un verso

Ya se ha ocultado el sol y se abatioacute sobre la tierra la sombra primera (XVI 1003)

Pasa el crepuacutesculo y las montantildeas se retiran a la oscuridad (XVII 1058)

Y en tanto se abatioacute el negro crepuacutesculo y las sombras se unieron (VII 507)

El transcurso de una faz a otra del tiempo de la luz a la sombra cuando ldquola noche no es negra todaviacutea sino que vibra azuladardquo es propicio tambieacuten para la exaltacioacuten de los anhelos del corazoacuten humano Es la hora en que ldquotiembla el cielo cual misterioso huertordquo y se borran lentamente las figuras

Y cuando las aguas se velen al anochecer y aparezcan las estrellasy vuelvan las doncellas de la fuente y se levante la oropeacutendolay la noche no es negra todaviacutea sino que vibra azulada

(XXIV 339-41)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamentela noche descendioacute la perdiz-de-las piedras de-patitas-coloradasInefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierracomo paacutejaros nocturnos se alzan los corazones desde nuestras ramas interioresy lo que de diacutea se averguumlenzan de decir toda la noche lo cantanSuspira la doncella en la soledad y todas las hojas se estremecen

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y la viuda saca sus anhelos para apacentarlos en la oscuridad (V 65-71)

Navega la noche con sus negras velas en la mar en la playa tremolan pequentildeos fanales duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remohellip (VI 912-914)

Lo aciago de un diacutea puede representarse en la intensificacioacuten del crepuacutesculo en su multiplicacioacuten que puede concebirse en la lengua neogriega a semejanza de los superlativos que se forman con numerales59

Se alzoacute el diacutea de-cinco-atardeceres vuelve a caer la noche vuelve la aplastante medianoche un nuevo diacutea brota (X 294-5)

La paz que trae el atardecer es destacada a veces con la mencioacuten de los quehaceres del diacutea que poco a poco cesan

Atardecer Ya se recogen al hato los corderos ya retornan las vacas vuelven las bestias sudorosas y relinchan en las cuadras y los astros-espadas colgaacuteronse sobre las cabezas de los hombres (VII 958-950)

En la paz del anochecer en Creta Helena recuerda sus diacuteas de Troya y las sangrientas batallas que le tocoacute presenciar Dulce anochecer y tenue la luna sopla fresco el sereno y comienza de nuevo la lucha feroz en las riberas de Troya (VII 311-312)

59 Veacutease al respecto la seccioacuten ldquoLa palabrardquo de este ensayo

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Mientras la medianoche trae la paz y la quietud el arrogante-pensamiento de Odiseo sigue en vigilia

Medianoche Y el arrogante-pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y los suentildeos abren poacuterticos fantaacutesticos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y la lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1438)

Las estrellas

Los astros de la noche y su girar sobre el pequentildeo y oscuro mundo de los humanos constituyen una de las epifaniacuteas del tiempo que da lugar a las maacutes bellas descripciones en la Odisea Un examen exhaustivo exigiriacutea vasto espacio Digamos al menos que las estrellas suelen ser elemento central de muchiacutesimas descripciones sinteacuteticas de un verso elemento asociado por lo general ndashaunque de maneras diversasndash al fuego y a la luz pero que presenta asimismo connotaciones ligadas a otro orden de realidades como los sonidos las formas o el perfume de las flores Veamos algunos de estos vastos panoramas de la boacuteveda celeste enhebrados en torno a los astros nocturnos

Ya se azulaba el cielo negro temblaban veladas las estrellas (XII 1103)

Densas e infinitas resplandeciacutean en el cielo las estrellas (XII 1312)

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo (VI 773)

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Alumbraba la noche mojada puntildeado de fogatas pendiacutean las estrellas (VII 229)

Dispersas todaviacutea se quemaban en lo alto las maacutes grandes estrellas (V 1118)

Se inflamaban las estrellas en el cielo cual fogatas-de-pastores (X 817) Y el insomne Odiseo tenido en las mantas en el pino admiraba las estrellas a traveacutes de las agujas del follaje mecerse leves y deshojarse entre los ramos de la noche No se saciaban sus ojos de esa campintildea de innuacutemera belleza cual aldeas los astros forman brumosa estela como nidos blanquean (IV 418-422) El paso de la oscuridad estaacute marcado por lo general por la aparicioacuten de las estrellas que ya saltan en las alturas ya se prenden en los cabellos de la noche ya se cuelgan entre los aacuterboles ya se mecen como lirios ya se arrebantildean como ramos de jazmiacuten ya germinan como semillas por breve espacio

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentada y aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisa y dan fronda y viene la luz dela alborada y las siega veloz (XXI 1242-1245)

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente se difundioacute la noche muy suave azul-verdosa en el universo desolado60 (XXII 666-668)

60 Odiseo va caminando en los hielos antaacuterticos

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Descendioacute la noche y se encendioacute el vientre verde de la lucieacuternagasaltan las estrellas en lo alto se queman y tiemblan en la noche

(V 380-1)

La tierra se alivioacute y refrescoacutese cuando el sol la dejoacutelas turbulentas cabezas hundieron las aves en sus alasuna hoja se pegoacute a otra hoja un aacuterbol con otro se juntoacutey prendidas en los cabellos en la noche se colgaron las estrellas

(X 597-600)

Y atardecioacute Oliacutean a algas salobres los cabellos de la nochese encendieron las estrellas crepitaron en lo alto ndashbrasas candentesndashy arrojaron sus destellos vagos a las olas perfumadas

(VIII 984-986)

iexclCoacutemo los astros se colgaron en los aacuterboles desnudos y coacutemo arrullaban los paacutejaros nocturnos dulcemente en los montes y las fieras en la selva (XVII 710)

A los pies de la fiera se tendioacute y contemplaba excitado las estrellassaltar bullentes y golpear su cabezaPero ya se refrescoacute el arisco espiacuteritu dulce mistral el suentildeocomo los lirios mecieacuteronse los astros y entre ellos su alma ardienteya serena como una leona se extendioacute despreocupada

(VII 282-6)

Tambieacuten las estrellas tan lejanas y ajenas a las pequentildeas cuitas de los hombres a veces parecen participar de los acontecimientos que se desarrollan en el poema sobre la tierra Asiacute en las inclementes soledades heladas cercanas al polo se muestran implacables cual agujas de hielo mientras en Creta en momentos de festejos de los nobles que no

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presienten la cataacutestrofe que sobre su reacutegimen se avecina travesean en el cielo y se asoman a mirar a los alegres celebrantes Otras veces es el espiacuteritu del peregrino Odiseo el que se iguala a la constelacioacuten del Escorpioacuten que se retuerce en lo alto con sus ojos sanguinolentos

Las estrellas cuelgan implacables como agujas de hielo (XXII 964)

Hora dulce y calma Las flores-nocturnas abrieron en los jardinestravesearon en el cielo las estrellas y se inclinaron furtivaspara ver en la tierra a los nobles cenar y reiacuter a las sentildeoras

(VIII 214-216)

En silencio estaba sentado el solitario envuelto por la nocheLos astros de puntas maacutes grandes pendiacutean auacuten sobre eacutelse retorciacutea en el cielo el Escorpioacuten y encorvaba su colay sus sanguinolentos ojos sin temblar seducen a la nocheE igual que eacutel se gozaba la mente y levanta su cauday la apoya en la tierra midiendo el veneno gota a gota

(VI 973-8)

Las imaacutegenes y comparaciones dedicadas a los astros de la noche en el poema son muy numerosas y variadas Mosca dorada que primero fue cogida en la tela nocturna puede ser la estrella maacutes temprana mientras las demaacutes llegan a ser perlas de lluvia Sobre el manto de la noche adornado de oro y plata los astros pueden moverse como letras y tomar las maacutes distintas figuras ojos espadas naviacuteos aacutespides o cascadas de llamas

Ya la estrella primera temblaba en el aire humedecido mosca dorada que primero fue cogida en la tela de la noche y poco a poco otras se cogieron y toda la boacuteveda negra bordada de maacutermol se extendioacute cual tela perlada por la lluvia laquoiexclNoche me gusta tu oscuridad pues estaacute llena de estrellasraquo murmuroacute el solitario y saluda a su rebantildeo-de-astros (XIV 47-52)

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Entretanto al arquero tendido de espaldas en la barca admiraba el cielo recamado el manto sagrado de la noche con sus pendientes de plata y sus prendedores de oro Sobre eacutel como letras se moviacutean las estrellas unas se retorciacutean como escorpioacuten en los biseles del cielo y otras ascendiacutean ndashojos espadas naviacuteos cascadas de llamas y aacutespidesndash (X 1251-6)

La imagen de plenitud luminosa que a veces se asocia a la visioacuten de la inmensa boacuteveda celeste sembrada de estrellas aparece en ocasiones ligada claramente al flujo temporal como el pasar de un riacuteo no de agua en la tierra sino de fuego y en el cielo Asiacute en el pasaje que citamos a continuacioacuten En el que lo sigue en cambio esa imagen de multitud de astros se traduce en la comparacioacuten de la noche con un eroacutetico diacutea festivo

Se cansoacute el sol y se inclina y ya se va a ponerse suavizaron los ojos del-de-siete-espiacuteritus y por el hambre excesivacomo racimos sin granos colgaban sus entrantildeasUna chispa aparecioacute enfrente de la caverna y avanzoacute sonriendola saluda la reconoce el solitario es la sentildeora-Afroditaantigua amante seductora iexclmil veces bienvenidaY asiacute con el astro sagrado de-ojos-vivaces entre sus trenzasla noche aparecioacute y se detuvo a la puerta del arqueromudo levanta los paacuterpados hacia el cielo riacuteo-de-fuegosiente el diluvio de estrellas inundarlo por enteroy era su corazoacuten una gota de luz que combatiacutea en el torrentey subiacutea obstinada contra la corriente en el flujo errabundo de la noche (XIV 272-283)

Y cuando se arrebantildeaban en la altura ndashramos de jazmiacutenndash los astrosse apaciguoacute el espiacuteritu de la compantildeiacuteay cual eroacutetico diacutea festivo se extendioacute la noche sobre el mar

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y los amigos penetraron en los hondos jardines floridos del suentildeo y en el regazocual una mujer virgen y blanda al Aacutefrica llevaban

(VIII 1121-5)

Muacuteltiples son los aspectos de las estrellas pero sus apariencias variadas no alteran su lejaniacutea infinita y su absoluta indiferencia hacia el mundo de los hombres

Dijo y al cielo levantoacute su rostro resplandecientedesde la honda oscuridad se arman los astros y desciendenunos llamean diz que se hubieran embriagado y otros como que gotean sangreu ojos amarillos como de leopardo arrastran en las tinieblaso cual eroacuteticos ojos jubilosos riacuteen y titilanAlas fuego gotas de agua combatientes de tallapreciosa candela funeral para el cerebro que se va a ponertibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza -cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocasoYa se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astrosy toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienesEacutesta es la hora tercera de-ojos-astrales de la santa noche

(XXIII 556-67)

Se abatieron las sombras y boca arriba se tendioacute en la raiacutezde una palmera que se mece turbulenta el guerrero luminosoy entre las hojas flexibles como espadas contempla las estrellas despreocupadascontempla al cielo como a la rueda que gira lentamentey atado sobre eacutel tambieacuten da vueltas el pobre entendimiento del humanoCuaacuten mudas las estrellas cuaacuten sin piedad navegan en el cieloy nosotros en el fondo de una negra poza naacuteufragos de un bajeluna voz terrible lanzamos en vano y gritamos laquoiexclAuxilioraquonunca se desvioacute un astro hacia la tierra a fin de salvar un alma

(XIX 182-90)

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El sol

Un estudio monograacutefico sobre el sol en la Odisea requeririacutea maacutes espacio que el de este ensayo en su conjunto Siacutembolo de la luz del espiacuteritu del perpetuo errar y epifaniacutea del tiempo por excelencia que a los ojos humanos determina todas las otras manifestaciones temporales el astro cambia sus formas desde los cielos siempre claros de la Heacutelade hasta los sombriacuteos mares antaacuterticos Abre y cierra el poema Es un gran sentildeor oriental que pasa apuesto y orgulloso Es un dios que asoma sus cuernos sobre el horizonte y apartando las nubes deja ver poco a poco su frente sus ojos su boca Es un inmortal cuyos rayos ndashmanos de cinco alargados dedosndash acarician el mundo y reviven a los muertos Es un arquero belicoso Es un nintildeo de boina de oro y malla de bruma celeste que juega entre las manos de la Madre Noche Es un disco de iacutegneos ojos que hacen correr por el cielo el ayer y el mantildeana Es un palacio dorado cuyas dos puertas abren al occidente y al oriente En sus formas maacutes severas es una cabeza cortada que rueda sobre la arena ardiente Es cada una de las aves desde las maacutes tiernas hasta las maacutes feroces Es un doacutecil halcoacuten sujeto con cordones aacuteureos que suelta al cielo un halconero misterioso Tambieacuten toma las figuras de diversos animales un lebrel rojo un aacutegil leopardo que cae sobre los bosques y praderas un toro nuevo que resopla furioso cuando lo arrastran al poniente al sacrificio En la penuacuteltima rapsodia es una trinidad el padre fecundo la feacutertil madre que alimenta al mundo con sus pechos y el hijo que danza y retoza sobre las hierbas y las aguas de la tierra Imposible consignar todas las imaacutegenes y aspectos del sol de su llegada su paso y su retiro Anotemos con todo algunas ideas asociadas a las diversas fases de su traacutensito Su salida posee algo de nacimiento los cerebros y los pensamientos reviven los hombres los animales los vegetales y los minuacutesculos insectos retoman su actividad

Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda-celestial y la luna plateada descendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-32)

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iexclQueacute alegriacutea siente oh dios el iacutegneo ojo del sol al miraral mundo como un huevo que saca-el-polluelo-a-la-luzLos portones bronciacuteneos del diacutea rechinando se abrense abren los cerebros y los pensamientos cual alondras temblorosasse despiertan tambieacuten y ascienden a la luz todos ala y trino

(VI 40-4)

Y el sol el gran tejedor las lanzaderas arrojabay tejiacutea y tejiacutea en el telar del aire a los humanosy ahora ya colocaba al final de la tela la franja puacuterpura

(X 1056-8)

El diacutea-abeja ascendiacutea zumbaba la llanuragolpeoacute el sol las baldosas enarenadas del puertoy varones bajeles y animales se movieron y empezaron a dar vocesdiz que la luz de repente hubiera desenrollado los laberintos de sus mentes Oro derretido se abalanzaba el astro a las aguas espesasbulliacutea el mar con los pescados brincaban los caiacuteques61el tiempo borrascoso y los magos estaban sentados en el muelley vendiacutean brisa a los navegantes por monedas

(IX 143-150)

Ya subioacute el sol en el cielo el largo de una picanay en los viejos olivos las cigarras reemprendieron su quehacerTerrible ardor [hellip]

(VI 237-9)

Se despiertan y separan suavemente los aacuterboles se despegan las murallasse levantoacute el sol soberbio y cantoacute cual gallo en los tejados

(XIII 1006-7)

61 Caiacuteque embarcacioacuten pequentildea

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Auacuten dentro de un suentildeo de Ulises en las orillas del Nilo pobladas de antiquiacutesimos sepulcros cuando el sol surca el cielo con aspecto mortecino como ldquoluna en el Hadesrdquo sobre una ciudad espectral habitada por muertos los rayos del astro parecen despertar ese mundo dormido para siempre y cobran actividad geacutermenes larvas aguas y difuntos

Y sentiacutea el arquero que el espiacuteritu quedamente se apaga se separa del cuerpoY al apagarse penetraba peregrino en una ciudad de maacutermollas casas los mausoleos los torreones ndashperlas deslumbrantesndash fulgurabanagazapados se aletargaban los reptiles y los gusanos ahiacutetoscolgaban en sartas en los vanos de las puertas y adornaban los patiosBenigno todo compasioacuten con llama mustia como luna en el Hadesel sol surcaba el cielo y pendiacuteaSe esparciacutean sus rayos y buscaban y cada uno de elloscomo una mano de hombre de cinco dedos acariciaba al mundoSe estremeciacutean de gozo geacutermenes aguas y larvas y saliacutean a los umbrales los hombres levantaban las manosy el destello atravesaba los pechos vaciacuteos igual que a cristalesY mientras se regocijaba el errabundo-en-suentildeos con los difusos de la nochedivisa coacutemo se abre ante eacutel una tumba magniacutefica una alba rosay al sol aparecieron abrazados y se sentaron en la laacutepidandashinsectos sin alas verdes-oro desnudosndash dos monarcas

(IX 792-807)

Risuentildea y acariciante suele ser la actitud del sol al orto respecto de la tierra ya caiga sobre la Creta tranquila y sensual que duerme en el mar como su amante ya sobre los restos y cenizas de su palacio real destruido y saqueado ya sobre la ciudad ideal de las fuentes del Nilo

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demolida y calcinada por el cataclismo volcaacutenico

Hete aquiacute que ya temblaron los primeros rayos y se tintildeeron de rosalos pezones turgentes de la Creta y poco a poco delicadamenteel sol su opulento y afamado amante con su aacuteurea manole acariciaba el seno altivo y se deslizaba hacia su vientre

(VI 106-9)

Rosado rollizo como un infante brincoacute enhiesto el solCoge la albiacutesima cima y eacutesta se tintildee de rosay extiende hacia abajo sus manitas hasta el llano verdehalla olivos pequentildeos y los acaricia y espinas y las florecey encuentra tambieacuten de a poco tropezando al palacio saqueadoy como nintildeo succiona la ubre del incendio

(VIII 452-7)

Despueacutes del cataclismo que destruye por completo la recieacuten levantada Ciudad Ideal surge el diacutea siguiente

Amanecer Se ha hundido la ciudadela y la boca del monteya se ha cerrado y su lengua la llama se ha detenido saciaday risuentildeo el sol aparecioacute sobre unos nimbos flamiacutegerosy se esparcioacute la luz como una rosa por la tierra devastada

(XVI 270-3)

Amanecioacute y florecieacuteronse de luz en las quebradas los cardosse despierta la tierra y se estira sus senos se agitanvuelven las liebres a sus camas los ciervos a sus escondrijosse lamen ahiacutetos los leones y se acuerdan del aguay a lo lejos un paacutejaro en la punta maacutes alta de un pino o en la cima del espiacuteritu quieacuten puede distinguirlo claramentecon la cabeza erguida toda luz comienza un canto temerarioy el sol brilla cual plumoacuten de oro en la tibia pechuga matinal

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Callaba el solitario y se vertiacutea denso como miel el solen su vasto torso desnudo y en sus gruesas caderas

(XIV 178-187)

Ya goza el sol al mundo como un vaacutestago suyo al aparecer ndashmagno dios de cuernos de orondash sobre el horizonte donde se juntan cielo y mar62 ya asoma riendo en su cuna como infante y se levanta a la cima del eacuteter para luego rodar donde su madre la noche la de negra mantilla

Aclaroacute ya Desvanecioacutese en la dulzura azul el lucero matutinodespierta el magno dios ascienden sus cuernos de oroen las raiacuteces del cielo-mar apuntan y levantan los nimbos y lentamente su frente los ojos y los labiosse liberan de la noche sobre el ponto serenamente meacutecesey en silencio goza alegre al mundo como a un vaacutestago suyo

(IX 27-32)

Ha pasado la noche vuelve el sol a reiacuter en su cunay poco a poco se anima y se levanta y quema en la cima del cielolos amigos reman y hablan y eacutel rueda incandescenteal poniente sombriacuteo alliacute donde su madre la-de-negra-mantilla

(VIII 987-90)

Sin embargo no soacutelo las ideas de renacimiento o despertar de los seres y las cosas se asocian a la salida o paso del sol Tambieacuten aparece el astro como azote de la tierra tonante despiadado o con caracteriacutesticas inquietantes ligadas a imaacutegenes funerarias o a presagios funestos como en la rapsodia XVI cuando su aspecto forma parte de los indicios del cataclismo que destruiraacute la ciudad fundada por Ulises

62 El vocablo popular uranothaacutelaso alude exactamente al conjunto que cielo y mar presentan a la vista del navegante Ver seccioacuten La palabra

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Amanecioacute Cual esfera detonante tronoacute el sol en el cieloy golpeoacute rebotando en la piel de tambor de la tierra

(XII 1141-2)

El sol nublado-de-laacutegrimas se ahogaba en confusa agitacioacutenlos perros aullaban en los patios y maacutes allaacute a lo lejos se sentiacuteasin viento alguno hervir las olas en el lago

(XVI 48-50)

Denso bullicioso se erguiacutea el iacutegneo meridianolas sombras negras se amontonaban como brea en el patio embaldosadose asoleaban los toros bronciacuteneos humeaban las piedrasunos buitres cruzaban el cielo y oliscan-hambrientosa la tierra que yace de espaldas como una carrontildea agusanaacutendose

(VI 409-413)

El sol ya denso se poniacutea y en el polvo del llanolos redondos bohiacuteos de la aldea con sus abiertas puertas-y ventanasbrillaban igual que montones de cabezas muertas

(XIX 564-6)

Las imaacutegenes feroces llameantes y sangrientas del sol son muchas y de matices muy variados y el espacio no nos permite entrar a examinarlas Se asocian por lo general al elemento iacutegneo estudiado en particular por Michel Monory en el ensayo ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo63 Fiera amenazante cabeza degollada fruto envenenado langosta de garfas rojas que hierve de coacutelera arco de fuego barrica de cobre que vaciacutea cataratas de llamas y brasas

63 Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 Tambieacuten en traduccioacuten al griego por Ana Kaacutesdagli en revista Nea Hestiacutea Homenaje 1971

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Y el sol se acrecentaba fruto envenenado allaacute en el cielovaho exhalaban las ubres del arenal hormigueaban las rocas

(XII 451-2)

Como langosta de garfas rojas que hierve de coacuteleraserpenteaba al otro diacutea el sol sobre la arenay las palmeras se agitaban a la luz cual surtidores de llamas

(IX 1021hellip)

El alba

Acaso sea la aurora la manifestacioacuten del transcurrir temporal que se asocia en el poema casi solamente a imaacutegenes de serenidad La llegada de la luz antes de que salga el sol suele ser suave como el disiparse de la oscuridad fresca y azul de las uacuteltimas horas de la noche Antes que apunte el alba ya la tierra suentildea con el diacutea

Auacuten no cantaba el gallo todaviacutea brillaban las estrellas Plena de paacuterpados cerrados y de manos cruzadas la tierra en la oscuridad fresca y azul inundada de bruma dormiacutea y sontildeaba dulcemente que ya el sol ha salido (VI 1-4)

Junto con el fresco del sereno del amanecer el lucero matutino juega con su luz en los olivos

Descendiacutea de la sierra el sereno leve fresco y alado y se deslizaba y jugaba todo luz el Astro-de-la-Alborada blanco palomo en los plateados aacuterboles-del-sol (VI 23-25)

El aclarar da tambieacuten lugar al poeta para trazar en una imagen y en un verso o algo maacutes todo un panorama matinal como en este pasaje de la rapsodia VII que contrasta con el espectaacuteculo de la ciudadela de

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Knosos convertida en una hoguera rugiente que crepita y se derrumba

Amaneciacutea En el cielo con humo sonreiacutea ya el lucero Puso sus albos pies el diacutea treacutemulo sobre la cima del monte (VIII 442-443)

Tenue velada brumosa con matices rosaacuteceos la luz al amanecer se difunde o desliza murmurando hermanada con el rociacuteo y el perfume de la tierra

Velada lechosa lamioacute la luz el canto de los montescoge piedra por piedra por las laderas se difunde murmurandola enfrentoacute un cipreacutes negro y su copa sonriacuteecreeriacuteas que de improviso subieron rosas y la florecieron

(VI 30-33)

Pende el tiempo nuboso en el alba-llorosaperfuma la tierra y las hojas del olivo destilaban rociacuteoy el brumoso amanecer como infante en la cuna solloza

(II 488-490)

Todaviacutea las estrellas formaban un tenue collar una rama de perlasy en el confiacuten del cielo paacutelido sonreiacutea el diacuteay de las brumosas montantildeas una helada brisa descendiacuteaNuestro ladroacuten-de-carros empuntildea su fusta triplelo hace restallar y agitaron los caballos sus soberbias cabezasy parten siguiendo el agua que jugaba entre los mirtosy el alba aacuteureo-rosa se deslizaba hacia el mar

(III 1340-1346)

Imaacutegenes pastoriles y jubilosas se asocian a la llegada y paso de la aurora La luz puede ser una cabrita que brinca o un gallo-faisaacuten que sube y canta en los techos y la mantildeana un cordero que camina por el riacuteo y el lucero matutino un albo palomo entre los olivos

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Cristal puro inmaculado atraviesa su espiacuteritu la nochey vino muy de mantildeana bailando cual una cabrita la luzy brincoacute en sus hombros ardientes y se instaloacute en su mandil

(XIX 237-239)

En la arena en rincoacuten abrigado el nardo halloacute resguardobrillan las hojas en el olivo cayoacute la lluvia-nocturna y tiemblangotas gozosas las laacutegrimas en los paacuterpados del aireHuacutemedo y doblado se posa entre los ramos el espiacuteritu de la vieja lluviay se apintildean las nubes blancas en el cielo como vellones de ovejas

La tierra se lavoacute y en la honda alborada antes que la toque el solcomo el empapado aguzanieves se sacude en la riberaSe apagaron las estrellas se deslizoacute la transluacutecida lunay como el gallo-faisaacuten subioacute la luz y en los techos cantoacute

(VII 1-9)

Pasoacute la noche con sus axilas huacutemedas fragantespura y delicada aparecioacute la luz entre los vallesy cual cordero camina la mantildeana por el riacuteoY siguen los compantildeeros la corriente cubierta de rosasaves blancas derramando luz atraviesan por sobre ellos

(X 1387-91)

Estaba amaneciendo Un flamiacutegero cielo ensangrentaba las piedras (IX 893)

Y el licor de la aurora difundioacutese en el perlado mar (XXIII 997)

Y mirad en el confiacuten del cielo paacutelida vibra la alboraday todos los ojos brillan y riacuteen y miran hacia el orientee infante en su cuna por el cielo se desliza el solVapores azulados sus mantillas y de argento es su toca

(XXII 1245-8)

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III La muerte

La mayoriacutea de los estudiosos de la Odisea ha sentildealado la presencia continua y obsesiva en el poema de la idea y la imagen de la muerte como una de sus notas caracteriacutesticas Se ha hablado asiacute de que la obra constituye una interminable alegoriacutea sobre el tema de la muerte y que la vida que bulle en ella es soacutelo un elemento subordinado a aqueacutel el supuesto para poder reiterar con variados procedimientos la uacutenica realidad cierta la nada final que espera a todos los hombres Es el asunto de meditacioacuten y de plaacutetica de muchos de los personajes de la epopeya Es el fin ldquorealrdquo dentro de la obra de todos ellos Es tambieacuten un personaje especie de compantildeero invisible del peregrino que en diversas oportunidades toma formas tangibles hasta igualarse del todo con el anciano asceta de albos cabellos en las soledades heladas del polo sur Los dos primeros aspectos del tema de la muerte son sin duda comunes a las otras obras de Kazantzakis hasta podriacuteamos decir a todas El tercero nos lleva a un terreno poco conocido y cuyo desarrollo seriacutea muy extenso la acogida que en la Odisea hace el escritor cretense de los mejores elementos de la poesiacutea popular neoheleacutenica riquiacutesima creacioacuten anoacutenima del pueblo griego que lo ha acompantildeado a lo menos un milenio y que ha constituido durante siglos la historia y la croacutenica la cultura y la filosofiacutea de la poblacioacuten sometida al doble yugo de dominaciones extranjeras y del analfabetismo consecuencia del nefasto problema linguumliacutestico64

64 En la seccioacuten ldquoLa palabrardquo nos referimos brevemente a este problema y a las funestas consecuencias que la mantencioacuten de una ldquolenguardquo artificial arcaizante la kathareacutevusa ha ejercido en todas las esferas de la vida del pueblo griego En la Revista de Educacioacuten Ndeg 30 de 1970 publicamos una exposicioacuten sobre el problema linguumliacutestico con el tiacutetulo de ldquoLa obra de Psijaris y Triandafilidis en el neohelenismordquo Sobre poesiacutea popular en nuestro paiacutes puede consultarse en castellano nuestros trabajos ldquoPoesiacutea popular neoheleacutenicardquo Anales de la Universidad de Chile Ndeg de 1966 la seccioacuten ldquoPoesiacutea popularrdquo de la Antologiacutea de la literatura noheleacutenica Ediciones de la Embajada de Grecia Caracas 1986 y la coleccioacuten con textos musicales de Danai Stratigopulu publicada por el Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos con el tiacutetulo de Cantos de los griegos 2ordf edicioacuten Centro de Estudios Griegos Santiago 2002 En franceacutes pueden verse las excelentes exposiciones de siacutentesis contenidas en el volumen I de LrsquoHistoire de la Litteacuterature Neacuteogrecque de Boumlrje Knoumls que se encuentra

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La Odisea posee el acento el ritmo y la serena capacidad narrativa del canto popular y a la vez su aliento liacuterico dice Emilio Jurmuzios65 Y en verdad uno de sus atractivos es el aprovechamiento sistemaacutetico que en ella hizo Kazantzakis de la poesiacutea demoacutetica griega La espontaacutenea gracia narrativa del canto popular estaacute siempre presente en el poema La narracioacuten tiene muchas veces el eco claro del rapsoda popular del τραγουδιστής tragudistiacutes que durante siglos ha cantado las penurias y alegriacuteas del pueblo griego Pero la Odisea no soacutelo asimila el estilo narrativo del cantor demoacutetico En realidad el poema mismo es una especie de gigantesco mosaico una larga tela bordada con expresiones versos pensamientos fragmentos y hasta canciones populares casi iacutentegras Estos elementos que salpican el texto a cada paso se funden en el desarrollo del relato y en la exposicioacuten de las ideas

Caronte personaje

Nuestro tema posee especial relacioacuten con uno de los campos maacutes interesantes del canto popular de tipo liacuterico la poesiacutea mortuoria La presencia de la muerte toma generalmente en la Odisea la forma que ha moldeado la moderna mitologiacutea popular griega la figura de Caronte que no es el antiguo barquero transportador de almas sino un negro caballero sentildeor del ldquomundo de abajordquo el κάτω κόσμος kato kosmos del loacutebrego y subterraacuteneo Hades lugar del exilio sin retorno Alliacute los hombres estaacuten sometidos a un solo dolor interminable y desgarrador la nostalgia infinita por la vida perdida por el mundo de los vivientes por el mundo terreno por el mundo de arriba el απάνω κόσμος apano kosmos En este exilio sin retorno no hay castigo ni recompensa por hechos pasados El Hades no se relaciona ni con el cielo ni con el infierno teacuterminos no usuales en esta poesiacutea Es el recinto oscuro del que jamaacutes se sale y donde de continuo se recuerda y se llora el mundo terreno perdido la vida con sus dolores y alegriacuteas Esta concepcioacuten extraordinariamente arraigada en un pueblo cristiano ha sido sentildealada como un fenoacutemeno curioso de supervivencia de creencias paganas

en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca del Pabelloacuten Heleacutenico de la Universidad de Chile65 Jurmuzios E ldquoLa Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Revista Kenuria Epojiacute

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Domina en toda la mitologiacutea popular griega y en los cantos populares llamados miroloiumls (μοιρολoacuteι gt μοιρολoacuteγιον) ldquocantos de la Moirardquo o poemas de la fatalidad con los cuales se llora a los muertos y se narran las correriacuteas del negro sentildeor del Hades a la caza de los humanos con los cuales lucha fiacutesicamente cuando eacutestos se resisten a dejarse arrastrar al Hades66 Asiacute pintan al personaje unos versos demoacuteticos

Helo alliacute por donde cruza por los valles cabalgandonegro es de negro viste negra es su cabalgaduralleva puntildeal de dos filos y espada desenfundadapara la cabeza espada puntildeal para el corazoacuten

Bajo la forma de Caronte la muerte es uno de los personajes maacutes importantes de la Odisea Es el compantildeero maacutes constante de Ulises Ante eacutel se presenta a traveacutes de todo su dilatado peregrinar con diversos aspectos como un anciano caminante lo espera una tarde bajo un aacuterbol como un gran mosco de mar se deja ver en medio de Aacutefrica en Creta en las viacutesperas del desastre de la ciudadela de Knosos deja su apariencia humana normal para convertirse en un sonriente y ceremonioso esqueleto Al final de la travesiacutea en los hielos polares ha llegado a igualarse en todo a Odiseo y su rostro viene a ser una copia con la huella de los antildeos y las penurias La enumeracioacuten de todas las formas que toma Caronte en el poema seriacutea muy extensa asiacute como el recuento de sus epiacutetetos pastor-de-grandes-rebantildeos caballero con-labios-de-hierro una gran langosta verde una mosca-de-mar un saltamonte verdoso una cigarra de inquietante chirrido una hormiga gigantesca un sol negro un gallo oscuro que canta y hace desvanecerse la vida un elefante albiacutesimo que seduce al humano con sus tristes ojuelos un gran cisne con suaves ojos de rubiacute un monstruoso octoacutepodo que trata de arrastrar desde el lecho al moribundo un escorpioacuten que salpica veneno con su cauda una negra

66 Sobre Caronte puede verse en castellano Olga Omatos ldquoDel Caronte barquero al Jaros neoheleacutenicordquo Veleia Ndeg 7-1990 F Diacuteez de Velasco ldquoCaronte-Jaros (Kharos) ensayo de anaacutelisis iconograacuteficordquo Erytheia Ndeg 10-1 1989 M Castillo Didier ldquoCaronte supervivencia y metamorfosisrdquo en M Castillo Didier La Odisea en la Odisea

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serpiente un dragoacuten de larga cola etc Lo general es que la personificacioacuten de la muerte presente los matices esenciales del canto popular del jinete que arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados coge a los mozos del cinto y a las nintildeas del cabello y pasa en su negro corcel llevando su rebantildeo de difuntos

Asiacute regresa Caronte cabalgando a sus solares encarnados lleva a los mozos del cinto y del cabello a las joacutevenes y a los nintildeos pequentildeos atados a la cabecilla de su enjalma (XI 645-647)

La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la nochehombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manosy soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores (X 73-275) Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindariose aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondasharrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

(X 263-265)

Cuando Caronte pretende llevar a Ulises antes de tiempo eacuteste apostrofa al negro caballero con la foacutermula del miroloiuml popular en que la viacutectima ruega no lo coja del cabello y luche con ella en buena lid sin arteriacuteas

laquoEh Caronte no me cojas del cabello el alma no he de entregarantes de ver que toman los amigos el barco-de-nieve

(XXIV 55-56)

En la uacuteltima rapsodia una madre responde al llamado de Centauro uno de los compantildeeros de Odiseo que ha salido de la tumba para acudir a la agoniacutea de aqueacutel y pide piedad repitiendo variado el motivo del hijo uacutenico al que no puede dejar pues Caronte pretende arrebataacuterselo motivo propio de la poesiacutea popular

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laquoiexclApiaacutedate de miacute que estaacute enfermo mi hijo y los perros auacutellanronda Caronte por las vecindades y otro hijo no tengoraquo

(XXIV 97-98)

En la rapsodia XIX se anuncia desde los primeros versos la presencia de la muerte mediante procedimientos caracteriacutesticos del canto popular como es el diaacutelogo de las aves y las ldquopreguntas sin objetordquo άσκοπα ερωτήματα aacuteskopa erotiacutemata cuya respuesta negativa sirve para dar eacutenfasis a lo que realmente el poeta pretende decir En este caso presentar al oscuro caballero del Hades que ha aparecido con su cabalgadura

Una negra bruma aplasta las montantildeas y la neblina el llanolas liebrecillas se asustaron unas aacuteguilas se reuacutenen en la alturaequilibran las alas de-largas-travesiacuteas y charlan con voz roncalaquoiexclAy mucha nube negra se ha abatido y nadaraacute en barro la tierraraquolaquoNo es este hermanos un diluvio no es negro nubarroacutenun dragoacuten en el cielo diviso con cola azul enroscada y lleva adelante su boca abierta para devorarse al solraquolaquoNo es este amigos el diluvio no es una tempestadiexcla Caronte yo diviso que por los campos cabalgando aparecioacuteraquo

(XIX 1-9)

Igualmente recoge motivos de la poesiacutea demoacutetica el pasaje siguiente que muestra a Caronte siempre cabalgando manchado con los macabros restos de su tarea asesina

iexclNegros mensajes Estalla la guerra se golpean las puertas estrechamente se abrazan los esposos y ya no se separan brillan las armas sobre los montes enrojecieron los valles y Caronte va en su overo y sus caballos gotean sangre espesa pelos que se marchitaron y ojos que se fundieron (XVI 718-722)

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La reflexioacuten de Helena o del poeta sobre lo efiacutemero de la vida cuando la embarcacioacuten de Ulises descubre la vista de Creta alude tambieacuten al motivo demoacutetico sobre el modo de arrastrar a las mujeres que generalmente utiliza el sentildeor del Hades

Helena sin hablar los cuatro vendavales percibiacutea que navegan eroacuteticamente y silban en la hendidura de sus senos Ah si ella estuviera como la isla sentildeorial en el medio del pieacutelago y la azotaran tambieacuten con fuerza los cuatro vientos capitanes Pero es efiacutemero e impotente el cuerpo de la mujer y antes que logre gozar una pizca antes que mueva los brazos de las dos trenzas la coge Caronte el-de-los-labios-cerrados (V 534-540))

Incluso la explicacioacuten de formas para nosotros extrantildeas de presentar a Caronte y a objetos relacionados con la muerte puede encontrarse en la poesiacutea popular Asiacute por ejemplo la curiosa metamorfosis del negro caballero en un gran mosco-de-mar en la rapsodia XXIII tiene precedentes en un canto demoacutetico cretense que alude a los diversos ardides con que los humanos tratan de esquivar la visita fatal de la muerte He aquiacute algunos versos de una versioacuten de dicho canto

Bajo la orilla del cielo en los confines del mundouna torre de hierro levantan para esconderse de CarontePero Caronte se vuelve una mosca y se entra por la ventana[hellip] Entra Caronte y alancea a todos los valienteshellip

El aspecto humano del caballero del Hades propio de la mitologiacutea popular neogriega aparece en toda su curiosa amplitud a traveacutes de la Odisea Como en aqueacutella se le atribuyen todas las virtudes y debilidades humanas sus costumbres sus maneras de vivir acompantildeado de su esposa ndashCarontisandash y de su madre personajes eacutestas siempre compasivas para las futuras viacutectimas de su feroz pariente En circunstancias y en tonos muy variados se producen en el poema conversaciones entre Ulises y Caronte cuando eacuteste aparece de tanto en tanto a traveacutes de su peregrinar En la rapsodia XVIII hablando con la

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famosa prostituta Perla y el priacutencipe Madretierra que vive obsesionado por el pensamiento de la muerte Odiseo expone toda una actitud ante esta uacuteltima y ante los bienes y males de la vida a traveacutes del relato de una plaacutetica con Caronte

Conozco yo en el mundo un cuerpo con dos alargadas manossi tiene hambre de pan come la tierra la vuelve a comersi tiene sed de agua fresca se bebe la agraz salmueray si desea platicar quedamente hacia el atardecercomo buenos vecinos eacutel y Caronte departen entre risasldquoBienvenido el vecino Caronte nuestro apacentadordeja a tus manadas-de-hombres de-cabezas-enlodadasven a sentarte conmigo y como lobos maestros platiquemos la amistadrdquoRiacuteen hablan sobre vintildeas y sembrados como dos duentildeos de casahablan de guerras y matanzas y de viajes remotosy conversan tambieacuten como muchachos en celo acerca de las doncellasldquoiexclBuenos los pechos de Lenioacute buenas las piernas de Ralabueno es Caronte tambieacuten el corazoacuten del macho ese loco estandarterdquoEn las tapias se sientan de la alegriacutea y comen los dos y bebeny chocan sus copas hasta el amanecer como si fueran broqueleserguido y siempre claro el espiacuteritu del hombre a la muerte respiracual una rosa abierta albiacutesima a la que entibia el soly tartamudea Caronte y ya no aguanta maacutes muy pesado le resultael platicar de ese libre corazoacuten y la risa de aquel entendimientoldquoiexclAmigo demasiado fuerte el vino me voy a levantar para marcharmerdquoVacilando atraviesa el solar y tropieza en el umbral

(XVIII 1270-1290)

En una de sus visitas bajo forma visible el normalmente invisible compantildeero de Odiseo lo espera siempre caballero en su negra cabalgadura a la sombra de una higuera Ya ha envejecido como aqueacutel

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y comienza a asemejaacutersele Pero no es tiempo todaviacutea y el arquero lo rechaza y lo hace huir con toda su compantildeiacutea (Por excepcioacuten se trata aquiacute a Caronte como ldquoThaacutenatosrdquo Muerte palabra que es de geacutenero masculino en griego)

Se vuelve y contempla al viejo-muerte a su amigo cordialque estaacute sentado a la sombra de una higuera con su espadiacuten delgadoy ladraban siete canes rojos con sus pupilas verdesEl arquero-de la-mente lo miroacute y le dice sonriendolaquoOh viejo-Thaacutenatos me acechas en la sombra caballerocon una de tus manos sujetas las riendas de tu negro67

y la otra la pones contra el sol y el camino avizorasiexclArriba matador hacia la mar azul que alliacute te he de hacer sentildeasraquoSe levantoacute el mar en sus rintildeones e inundoacute su espiacuterituy precipitoacutese la salmuera y salpicoacute sus narices sulfurosasLevantoacute su blanca cabeza y husmeoacute la brisaigual que el elefante que sintioacute el olor de muertey sereno inclina al suelo su vieja cabezay trae a la memoria voladamente los lejanos escondrijos de su estirpela selva oscura en que crecioacute el torrente en que se bantildeabay la floresta extrantildea ya no lo tolera y se abalanza derechopara expirar en la cuna que lo vio nacerdel mismo modo parte Odiseo hacia la mar su madreSe volvioacute hacia el sur y olioacute en los confines del mundola salmuera fresca y se abrioacute como una vela su almagiroacute Caronte entonces y silboacute crujieron las ramas-del-sueloy perros caballo y cazador se esfumaron en el aire

(XIX 112-133)

La muerte concebida como el desposarse de Caronte con un alma constituye un motivo que posee raiacuteces en la poesiacutea popular Son los miroloiumls en que el hijo parte a casarse sin vestidos especiales ni sus

67 Mavros μαύρος negro es tambieacuten uso de la poesiacutea popular el sustantivar el adjetivo y nombrar al caballo negro como ldquoel negrordquo

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armas ni compantildeiacutea alguna y es interrogado por su madre Y eacutel contesta con palabras amargas que muestran sin que se la nombre expliacutecitamente que es a la muerte a la que se dirige a encontrar puesto que en las bodas donde va no se utilizan vestimentas ni armas ni compantildeiacutea ni muacutesicos Este motivo ampliado con otros y detallado aparece hacia el final de la Odisea

Como oscuriacutesimo heliotropo vibra la vida por la plena luzel semblante volviendo hacia el sol negro la muerteTras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutesde la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negrasrecordaacuteronse68 las aves y vacilan con sus alas rescaldadas se reuacutenen los gusanos del cortejo y los suegros-orugaslevanta el topo el estandarte y se precipita como anunciadory detraacutes sigue Caronte como esposo con un aacutespid de anilloa fin de desposar del arquero el alma noble y sentildeorialA cien molinos exige una gran dote trigo formado de almasla mitad de ellos moleraacuten con laacutegrimas los otros moleraacuten con sangre y a un molino-de-viento habraacuten de moverlo los suspiros del humano El redimido barquero en su bajel-de-cristales con sus blancos cabellos ensangrentados con las untildeas partidasmanteniacutea los ojos bien abiertos y observaba al esposo

(XXIII 1201-1215)

En el uacuteltimo encuentro con Caronte en la embarcacioacuten de los hombres de las nieves ndashpostreros seres humanos que conoce Ulises en las cercaniacuteas del polo surndash la identificacioacuten de aqueacutel con eacuteste es completa Su apariencia igual a la del acabado canoso y cadaveacuterico peregrino mueve a compasioacuten La hora del fin se acerca y ya no es rechazada su compantildeiacutea sino que recibe una conmovedora bienvenida

68 Recordaacuteronse despertaacuteronse

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Cual saeta la embarcacioacuten de piel de foca se deslizaba por las aguasy ahora un cisne negro refulgioacute sobre la proa enamoradoy ardiacutean sus ojos suavemente a la luz como rubiacuteesMas a poco la sombra decantoacutese y se dibujoacute un ancianode albos cabellos enmarantildeados con un riacuteo de barbas y en su santa cabeza un gorro de zorro azulChispeaban unos pequentildeos ojos negros en unas hondas oacuterbitasy suavemente sus brazos gruesos y sus manos alargadascomo remando agitaba y meciacutea quedamente escaacutelamos-de-sombraEl-de-espiacuteritu-veloz se sonrioacute y percibioacute enseguidaquieacuten era aquel que se sentoacute en la proa y que cogioacute sus remosviejas trampas se moviacutean y los huesos rechinabana fin de dar lugar a ese grande visitante el-tres-veces-nobleNo respira observando largo rato sin moverse al viejo-camaraday una dulce compasioacuten conmovioacute hondamente sus entrantildeasabre con lentitud sus labios azulados y le da la bienvenidalaquoiexclCaronte coacutemo me has envejecido coacutemo blanqueoacute tu cabelloy las negras amarguras y tormentos de queacute modo te han lisiadoDonde tu rostro cruzaron con espada alliacute golpearon el miacuteodonde se hirieron tus carnes alliacute se hundieron las miacuteasy entre tus cejas diviso una oruga pequentildeitami semblante inclino al agua y alliacute diviso el tuyoiexclCaronte mi gran asistente y perro de mi barcomi camarada que merodeabas cual sombra en torno a mi sombra la vida enteray a veces te lanzabas adelante como un rey y a veces atraacutes cual esclavocoacutemo fuiste atormentado y coacutemo envejeciste en la tierra tambieacuten tuacute junto conmigoQue seas bienvenido tieacutendete ya y reposemos uno al lado del otroraquo

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Sonriacutee Caronte con dulzura y clava su miradaen los ojos azules oscuriacutesimos del-de-mente-de-zorro

(XXIII 149-177)

No es usual en la Odisea como no lo es tampoco en la poesiacutea popular griega que Caronte sea presentado sin sus caracteriacutesticas de figura humana viviente Pero hay episodios en que el negro caballero toma apariencias distintas fantaacutesticas o macabras como en aquella visioacuten impresionante del futuro que tiene Odiseo en el palacio de Knosos cuando ve surgir en la noche en fantasmagoacuterico cortejo al rey sus cortesanos y Helena todos cadaacuteveres en descomposicioacuten precedidos de Caronte Eacuteste es aquiacute un esqueleto con sus huesos tentildeidos de rojo las cuencas de los ojos llenas de tierra y que lleva un cuervo en el puntildeo

Salioacute primero el gran Caronte pastor-de-grandes-rebantildeospintados de rojo los huesos y con tierra en los ojosy llevaba un ave pequentildea ndashera un cuervondash en su puntildeo abierto entroacute saludoacute a derecha-izquierda pero nadie lo vioDetraacutes aparecieron los capitanes del mar y erguidasen sus cabezas ondeaban al viento unas alas azulesllenas estaban sus narices y axilas con unas perlas tenueslos huevos-de-los-gusanos-de-la-muerte que todaviacutea no se abriacuteanCon alas encarnadas aparecieron tambieacuten los capitanes de tierray sus viejas llagas recieacuten pintadas riacuteen como labios de heteraGentilmente se vuelven y saludan pero ndashtamboresndash sus vientres verdeciacuteany el musgo primaveral ya los cubriacutea Derechos sus ojos pintados miran hacia el poacuterticoy lentamente aparece el soberano ndashun piacutecaro mono doradondashy cuatro muchachos llevan su cola de pavo realy movioacute Caronte sus manos daacutendole la bienvenidaDetraacutes de eacutel eunucos perfumistas adivinos y bantildeerosy joacutevenes rollizos lo siguen e impuacutedicos bufonesy al final del cortejo brillaban los ojillos de nuestro OrfoacutesSe movioacute el leoacuten y gruntildeoacute y las gamuzas corrieron

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y sus pupilas todas agua fresca y sus espiacuteritus hierbasoacutelo nuestro Suralis husmeoacute el olor del leoacutenen medio de la oscuridad y por doquier como liebre correteapero no localizoacute la feroz huella y vuelve a seguir su caminoSe sentoacute el rey en el trono sonriacutee a los ricos noblesy hace sentildeas para que quiten las llaves a las puertas del gineceoComo altivas galeras que parten con oacuteptima brisaufanas con sus descotes pasan las sentildeoras recieacuten acicaladasrechinan los aparejos golpean su velamen se despliegacaen destellos desde las teas y los senos refulgenaltos pezones diriacuteanse golpeados por el mar en el rosado amanecerCimbreantes navegan con ademanes en el aire mariacutetimoy todas las mercanciacuteas y perfumes desbordan de sus bodegaspaacutejaros y risas frescas besos y noches de grandes ojosy Caronte abrioacute con compasioacuten como un puerto sus brazosEl arquero ve todo saluda y su alma se regalabrinca su corazoacuten como-lengua-de-leoacuten y lame toda la tierralaquoiexclAdioacutes racimos de-gruesos-granos azules cabellos perfumadosadioacutes mis crespas vides aparecioacute el vendimiadorraquoY de repente se abrazoacute con fuerza a la negra columna para no caerdivisa al final a la de cejas-de-luna mecerse-lentamente-como- cisney las nodrizas con suavidad ayudaban a avanzar su cuerpo ligeroSu vientre sagrado habiacutease abultado pareciacutea un hormigueroque en enorme multitud se sostiene sobre sus muslos llenos de ovossus mejillas rosadas se hundieron se agrandaron sus ojospaacutelidas sus manos descansaban sobre su seno fecundoY dulcemente sumida en un suentildeo mostraba una sonrisa lejana

(VIII 153-198)

En el desierto candente e inmisericorde con los humanos Caronte toma las formas inusitadas de serpiente y de dragoacuten de larga cauda sin perder sus atributos de gran sentildeor y opulento pastor de los difuntos

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Avizoran en torno y en el desierto llameante se estremecen los espiacuteritus El negro ofidio Caronte se escondiacutea tendido en la arena viejo arconte69 y primer-pastor y dragoacuten de-larga-cauda y guardaba montones de oro de anillos de compromiso en el vientre (IX 354-357)

Vida y muerte La contraparte de la muerte inexorablemente eterna sin fin es la vida fulgurar efiacutemero de una conciencia destinada a apagarse La fugacidad objetiva del vivir motivo siempre presente en la poesiacutea de todos los tiempos es una idea reiterada una y otra vez en la Odisea En ocasiones bajo la forma de breve reflexioacuten contenida en el ritmo lapidario de un verso

iexclSoacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

La vida es aire bruma suentildeo rociacuteo sobre el polvo (X 1369) A Menelao inquieto y lleno de presentimientos le parece un suentildeo y la muerte le parece como una sombra

Cual suentildeo la vida parecioacutele cual un jazmiacuten fragante y mientras lo sosteniacutea y aspiraba temblaba su corazoacuten y al inclinarse al torrente contemplaba construirse ramificarse y deshacerse con agua y luz el mundo Y leve tambieacuten le parecioacute la muerte como la sombra de una gran flor que al crespuacutesculo cae en la cabeza del hombre (VII 123-127)

69 Gran sentildeor noble

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Suentildeo leve murmullo tenue de agua dulce zumbido de abejas que se apaga y se pierde veacutertigo suave que desaparece semeja la vida cuando ha transcurrido y llega el momento de la muerte o una gran emocioacuten permite contemplarla en una mirada Asiacute la ve el anciano Laertes en sus uacuteltimas horas Helena cuando va a ser lanzada al agua para calmar la tempestad en la travesiacutea hacia Creta el propio Ulises cuando va a abandonar para siempre a la princesa Dijtena que subioacute a su naviacuteo despueacutes de la destruccioacuten del reino de Knosos

Se sumieron las sienes del anciano sus paacuterpados se cierran cual dulce zumbido de abejas lejano en el campo florecido que se aleja maacutes y maacutes y se apaga y se pierde le parecioacute su vida y eacutel de espaldas cual un abejorro sin aguijoacuten estaacute muriendo (I 889-892)

Y la hermosa mujer escondioacute el semblante entre las manos y toda su vida atravesoacute como un suentildeo de-remo-alado por su mente era un paacutejaro de oro y revoloteoacute un suave veacutertigo y leve se ha desvanecido (V 253-255)

Con el cuerpo lozano de la mujer entre sus brazosse sentiacutea navegar en los secretos veneros de Carontepara encontrar el agua inmortal y beber y que se esfume su almaY la vida toda parecioacutele como un murmullo tenue de aguaque entre suentildeos clara borborita70 dentro del espiacuteritu del hombre

(VIII 1333-1337)

Cuando Ulises ha hecho vivir actuar en un drama sangriento y morir a cinco creaturas de su entendimiento en la rapsodia XVII las reflexiones que el impresionante final de todos los personajes sugiere son semejantes a las que pueden hacerse en torno a los hombres reales y sus creaciones condenadas todas a una postrimeriacutea inevitable la nada

70 Borbotea borbollea

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Como pestantildeeadas de astros al sol se-encienden-y-se-apagan las generaciones dan-flor-y-frutos los aacuterboles y se pudren en un instante en el suelo se alzan reinos con la aurora de-un-solo-diacutea iexcly marchan veloces al meridiano y al crepuacutesculo se apagan71

(XVII 921-924)

El canto popular provee tambieacuten al poeta de algunos motivos sobre la fugacidad de la existencia humana como el pensamiento que sigue a la desaparicioacuten del pueblo de los hielos que Odiseo encuentra en las proximidades del polo y que pese a sus obsesivos ruegos a la divinidad y sus esperanzas de llegar a terrenos firmes es devorado implacablemente por las aguas heladas a la vista del peregrino que ha partido ya en su uacuteltimo naviacuteo

El nombre del hombre malhadado sobre la nieve estaba escrito lo cogioacute el sol y derritioacutese se volvioacute agua y desaparecioacute72 (XXII 1450-1451)

Es claro aquiacute el eco de los miroloiumls que lamentan la muerte de un ser en plena juventud

71 La comparacioacuten del paso de las generaciones con el cumplimiento de los ciclos vegetalesndashpresente aquiacute de manera indirectandash la hallamos en Homero en aquel bello pasaje de la Iliacuteada

Como la generacioacuten de las hojas asiacute es la de los hombresMientras el viento hace caer unas hojas sobre la tierraotras la selva al florecer engendra al tiempo de venir la primaverade tal modo una generacioacuten de hombres nace y otra se acaba

(Homero Iliacuteada VI 145-149 Figura tambieacuten en la poesiacutea popular como en el canto de la madre que pierde a todos sus hijos y es consolada por la voz de uno de ellos

Imagina madre miacutea que eras una matita de manzanode pequentildea floreciste y de grande diste frutosy soploacute la brisa norte e hizo caer las manzanas

72 Recueacuterdese el miroloi que entona una anciana cuando el pueblo errante del pope Fotis antes de volver a partir en eacutexodo entierra el cadaacutever de Manolios en Cristo de nuevo crucificado de Kazantzakis El nombre de este joven sobre la nieve fue escrito vino el sol lo derritioacute vino el agua y lo borroacute (paacuteg 409)

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El nombre de este joven ndash escrito estaba en la nieve el sol lo ha derretido ndash y el agua se lo ha llevado

Un bordado poliacutecromo en la tela de la noche que va de abismo en abismo que manos misteriosas urden en las tinieblas breviacutesimo relaacutempago que se desvanece con la llegada del sol negro y el canto del gallo negro Caronte tal es la vida Un vano juego le parece el mundo a la desdichada princesa Krinoacute cuando debe marchar al redondel de las ceremonias taacuteuricas a sabiendas de que no podraacute sobrevivir al asalto de la fiera

Un bordado carmesiacute hermanos es la vida en la tela brumosa de la noche Quieacuten Dios miacuteo estaacute en la oscuridad con unas manos haacutebiles y aparecen las grecas realzadas los floreros los cipreses y perdices silvestres con-garras-de-fuego y hombrecillos negros Y se deshacen y se desvanecen y vuelven a surgir y se abren nuevas sendas recodadas con cipreses y de zanja en abismo van los brocados poliacutecromos (VII 1247-1253)

Un vano y friacutevolo juego de libertad le parecioacute en su seno el mundoy la vida entera breviacutesimo relaacutempago pestantildeeoacute en su pensamientoiexclmuy pequentildea y muy dulce y se levantoacute temiendo que se esfumeHebilloacute con firmeza el centildeidor precipitadamente abre los brazosdelgados y enjutos y las piernas fuertesUna roja corona de cuerda de crin de tres vueltas coloca en sus cabellosy ya sin esperanza se encamina veloz sin miedo a la era de Caronte73 (VI 538-544)

73 La era ndash la era despejada la marmoacuterea era - aparece siempre en la poesiacutea popular como el lugar donde luchan Caronte y el joven a quien viene a llevar

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Y yo soy aire y bruma y suentildeo y vendraacute el sol negro el cuervo negro Caronte iexcla cantar para que yo me desvanezcaraquo (X 1373-1374) Parecida reflexioacuten sobre la fatal fugacidad de la vida hacen los muertos que salen de los sepulcros y acuden en tropel al llamado del asceta agonizante Perla la famosa prostituta recuerda como un suentildeo ligero el veacutertigo del mundo que tan intensamente gozoacute

Y Perla se cubrioacute el pecho y de nuevo envuelve lentamenteen el terroso pantildeuelo funerario su cabellera telarantildeosacomo un suentildeo ligero pareciοle el veacutertigo de este mundocomo sombras vergonzosas e impuacutedicas alegres y tristeslos joacutevenes y viejos que pasaron por el cielo de su lechoy toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejana

(XXIV 365-370)

El anciano de la tragedia incluida en la rapsodia XVII se expresa asiacute al meditar sobre su existencia

Un relaacutempago rojo es la vida y yo camino a su destello vi y me libereacute y ya no poseo esperanza ni temor es la muerte una pluma larguiacutesima y en la mano la sostengo (XVII 995-997)

Y Ulises al emprender la aventura del rapto de Helena recuerda lo efiacutemero de la vida

Ayer tarde naciacute y esta noche he de morir tiene tiempo la tierra de detenerse a rumiar lentamente iquestqueacute le preocupa Los antildeos iexclmiles detraacutes de ella y miles adelante Mas nosotros iexclbienvenidos y adioacutes iexclLo que dura un relaacutempago y nos vamos (IV 227-230)

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La contrapartida de la nada final es la realidad presente la vida y su haacutelito y fuerza se imponen maacutes allaacute de las continuas reflexiones sobre la muerte Sombra es la tierra pero se alegra el corazoacuten cuando la abraza dice Ulises a aquel pueblo agonizante de mujeres cuya uacutenica esperanza de sobrevivir como raza es un nintildeo cuyo sexo auacuten no tiene vello y al que cuidan con solicitud obsesiva (XIX 1087) En la rapsodia siguiente hallamos otra expresioacuten de la idea reiterada en diversos pasajes acerca de gozar el mundo ldquolibrarlordquo con la maacutexima intensidad aun cuando la vida sea tan efiacutemera ldquocomo el destello del relaacutempagordquo

iquestPor queacute llorar y clamar y perder el sentidoDichoso aquel que puede librar el mundo enterode flor en flor saltando presuroso y asiacute pasar al polvoiexclmaravilla es la vida que un instante aflora en el cerebro y luego se desvanece

(XX 552-555)

Frente al incesante proceso de destruccioacuten simbolizado en las andanzas ininterrumpidas de Caronte la vida sigue brotando El amor de los seres destinados a ser polvo engendra nuevas creaturas y asiacute la misteriosa trama de la vida sigue tejieacutendose con mil bordados El peregrinar nocturno de Caronte y el Amor entregado cada uno a sus contradictorias tareas es la imagen de esta continua conjuncioacuten de vida y muerte

Y entretanto sobre el rostro de la tierra la miacutestica trama de la vida continuaba tejieacutendose mil bordados maestros con albos hilos como olas-de-lunas sobre una tela de arena La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la noche hombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manos y soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindario se aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondash arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

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Y el Amor ese nintildeo pequentildeo de plantas delicadas lleva la maacutegica hierba-de-hierro que abre todas las puertas senos semidesnudos brillan manos pintadas hacen sentildeas furtivamente se deslizan los amantes a los patios los lechos cantan iexcly hete aquiacute que de nuevo se llenan de infantes los umbrales terrosos (X 260-273)

Antiacutedoto de la muerte es el amor no soacutelo en cuanto crea nuevas vidas sino tambieacuten en el sentido de que la exaltacioacuten eroacutetica genera una sensacioacuten de permanencia de eternidad De alliacute que pueda decirse que si bien Caronte guarda las llaves de la existencia humana la mujer es la depositaria de las contrallaves La prostituta Perla (Margaroacute) cuando surge de la tumba para acudir al llamado del agonizante Odiseo a la vez que reflexiona sobre lo efiacutemero de la vida se jacta de coacutemo gozoacute el amor en su existencia

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo riacutee la mar bulliciosa de espaldas a las proas y en nuestro suentildeo el inasible espiacuteritu el cazador-de-ensuentildeos viaja ndashmercaderndash por distantes lejaniacuteas y se marcha En toda la corteza multicolor llena-de-barro de la tierra guarda las llaves el patroacuten-Caronte y la mujer las contrallaves y tomamos todos las senda del amor subimos a los pechos y que se encumbre inmortal el alma y en el polvo no desaparezca (VI 773-780)

Y toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejanatambieacuten la muerte agua profunda por nuestra mente suavemente se desliza

y la joven riacutee pues bien guarda el secreto en el pecho Ay cuaacutendo caeraacute a los pies del asceta para exclamar laquoTu palabra grande me ha fecundado mi vida ha echado fronda como el buen manzano y se dobloacute recargada de fruto y ahora soploacute el viento sentildeor cayeron las manzanas

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rodaron por la tierra se pudrieron pero a miacute no me importa un relaacutempago es la vida lo sabiacutea y bien la cosecheacuterdquo (XXIV 371-379)

Abajo en los cascos negros en las entrantildeas de la piedramiles de capas de cuerpos se deshacen y solamente restaalbiacutesima inmortal abierta la risa de-cabeza-cadaveacutericaPero arriba negligentes viven los vivientes y golpean los pies74golpean sus manos miacuteseras en las tabernas bulliciosasiexclsalud y la muerte es un cuento hermanos y es el vinoagua inmortal y bebemos y florecen nuestros huesosY otros aprietan en su pecho a una jovencita y en la dulzura del beso se olvidan y se burlan de Caronte -iquestNo va con su guadantildea esa hoja melladapara aterrar a medianoche a los ancianos a los viejos simplesiexclPero yo con el amor lo combato y lo derribo

(VII 1328-1329)

La accioacuten constituye asimismo una contrapartida de la destruccioacuten ininterrumpida que trae la muerte Asiacute lo siente Odiseo durante su ascesis en las soledades rocosas en la rapsodia XIV Una de las etapas de la Asceacutetica es la accioacuten y en ella el peregrino cree convencerse de que el mundo y la vida no es el mero tabique multicolor que nos oculta la Muerte

Y contempla el arquero con profundidad al mundo alrededor y percibeque no es un dulce espejismo de la vista ni es un ajuar de bodasaquello de que Dios se ha revestido para acoplarse con el alma-la-hembrani tampoco el tabique multicolor que nos oculta a la Muertey que manos piadosas lo bordaron con adornos heliocroacutemicos

74 Alusioacuten a un canto popular ldquognoacutemicordquo en el que el estribillo es ldquoA esta negra tierra que nos comeraacute vamos vamos dale dale con el pierdquo Al cantar el estribillo se golpea el suelo con los pies Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 166

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con mucha dulzura y encanto para que olvidemos el sepulcro Es la vida una excursioacuten guerrera y las fuerzas luminosas ascendiendo con esfuerzo luchan por rasgar la oscuridad buscando en la tierra a porfiacutea inmortalidad y libertad (XIV 1331-1339)

La nostalgia de los muertos

La nostalgia inconsolable por la vida terrena que los muertos sienten en el Hades todas las veces que pueden hacer oiacuter sus voces en la Odisea recuerda el tono desgarrado que el cantor popular griego pone en boca de los difuntos cuando eacutestos ansiacutean el mundo de la luz tono muy semejante a aqueacutel con que hablan a Ulises en la Odisea homeacuterica Lo veremos no soacutelo en los dos pasajes que repiten en cierta manera aquel episodio de la epopeya antigua en su ldquocontinuacioacutenrdquo contemporaacutenea en las rapsodias I y XIV en Itaca y en el centro del Aacutefrica respectivamente Pero antes examinemos algunas otras manifestaciones de esa nostalgia sedienta y angustiosa por la vida En las orillas del Nilo el rumor que proviene de las tumbas innumerables no expresa otro sentimiento

Hablaba asiacute el anciano husmeaba las tumbas cual chacaly explicaba las voces de los muertos laquoiexclViajeros miacuteos si tuvieraagua corriente para beber y una manzana roja para olerraquoY a su lado otro solloza laquoiexclAy hermanos girad mi rostro hacia el nortepara que una gota al menos me sople de aire frescoraquoY gime otro con signos retorcidos y densos en su laacutepidalaquoNo lloro porque mi bella esposa tomaraacute nuevo maridoni lloro por mis hijos nintildeos son todo lo olvidaniexclsoacutelo lloro por el pan y por la luz y por la dulce plaacuteticaraquo

(IX 501-509)

El pesar por no haber aprovechado y gozado los bienes del mundo engantildeados por la promesa de una recompensa en una vida posterior a la muerte es una queja siempre repetida por los difuntos En el pasaje siguiente Suralis el muacutesico uno de los compantildeeros de Odiseo es el

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que reconoce las voces de ultratumba

Y Suralis pega el oiacutedo a la tierra y logra espaciadas distinguir en medio del denso y zumbante gusaneriacuteo las vocecillas del hombre laquoiexclMaldito aquel que cree en la virtud en el mundo esa anciana banquera que nos arrebata el oro puro de nuestro vivir y entrega un recibo que se anula allaacute en el mundo subterraacuteneo iexclOjuacute viajeros que pasaacuteis y viandantes que cruzaacuteis a la virtud lo aposteacute todo y el juego lo he perdidoraquo Se estremecioacute la arena y se quedoacute muda y el flautista distingue una voz fina de nintildea quejarse veladamente laquoiexclViacutergenes que pisaacuteis sobre miacute muchachas que me escuchaacuteis os dejo mi maldicioacuten por bendicioacuten gozad queridas de vuestra juventud Santa me proclamaban y peregrinos de los confines del mundo acudiacutean descalzos a verme y a ofrecerme azucenas sin ser besada ni tocada por varoacuten mi vida la perdiacute iexclAy iexclsi pudiera Dios miacuteo salir de nuevo una hora siquiera al mundo terrenal75raquo (IX 400-414)

La nostalgia por las maravillas de la vida alcanza al propio Caronte quien pese a vanagloriarse muchas veces de su tarea destructora se deja seducir tambieacuten intensamente por la magia del mundo terrestre El encanto del trino de una avecilla lo hace emocionarse hasta las laacutegrimas y maldecir su suerte y su negro oficio en este bello pasaje que pese a su exaltado haacutelito de vida termina tambieacuten con la muerte del minuacutesculo cantor

75 La nostalgia por ldquoel mundo terrenordquo ldquoel mundo de arribardquo el pano kosmos πάνω κόσμος es un motivo reiterado en la poesiacutea popular griega Cuando en un canto Caronte le pregunta a una nintildea que por queacute estaacute llorando y le dice que puede enviar a buscar a su madre o a sus hermanos ella la responde ldquoSoacutelo por mi casa lloro y por el mundo terrenordquo Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 170

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Suavemente amanecen en torno las montantildeas y de rosa se tintildeen las piedras oscuras y la alondra embriagada-de-sol con su borlado entendimiento bebioacute demasiada luz y confundioacutese y da comienzo al trino iexclcorazoacuten ave volante insensata y herida-por-la-luz Y mientras trinaba se iba sobrecogiendo y el sol se lo imaginoacute un manzano frondoso en su fruto un granado en su flor y subioacute a posarse entre sus ramas y a picotear dulcemente La madeja de canto y de alas se desmenuzoacute a la luz y desaparecioacute mas su trino ndashfiniacutesima lluviandash lentamente auacuten descendiacutea y todo el cuello candente refrescaacutebase de la brisa encendida Dios miacuteo con el canto del ave hasta la tierra se olvida de la Muerte hasta Caronte olvida su guadantildea y se sienta en una roca a escuchar embelesado el dolor de la alondra Enjugando sus ojos llameantes y sin paacuterpados suspira laquoiexclMaldita mi negra suerte si yo tambieacuten pudiera un diacutea despreocupado tenderme por la yerba a escuchar a los paacutejarosraquo No terminaba auacuten de hablar Caronte cuando ante sus rudos pies se derrumboacute el cantor extravagante como un pequentildeo terroacuten y en el extremo del pico teniacutea una gota de sangre negra (XX 315-333)

Este sentimiento del oscuro sentildeor de la muerte se expresa acaso con maacutes viva intensidad en uno de los episodios en que Caronte visita a Odiseo en la rapsodia VI Alliacute aqueacutel se duerme junto a su antiguo camarada y se pone a sontildear justamente con la vida La exaltacioacuten del vivir en esta llamada ldquoepopeya de la muerterdquo encuentra en este pasaje una expresioacuten notable

Se agitaron las cantildeas como un pueblo y las aguas crecieron y envolvieron su mente como un aacuterbol regaacutendola hasta lo hondo Y con suavidad de los laureles-rosas y de los cantildeales se difundioacute una brisa dulce y cogioacute sus paacuterpados el suentildeo Y vino Caronte y se tendioacute cuan largo es a su costado se cansoacute de merodear toda la noche los ojos le pesaban

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y deseoacute tambieacuten eacutel en el arroyo con su viejo camarada tenderse a la sombra de un algarrobo a dormir una gota Lanza ligeras sus manos de huesos al pecho del arquero y asiacute abrazados bajaron los amigos hasta el suentildeo Duerme Caronte y suentildea que todaviacutea viven hombres que auacuten se alzaron en la tierra casas palacios reyes y lograron crecer huertos y debajo de su sombra auacuten pasean sentildeoras nobles y esclavas entonan cantos Suentildea que un sol aparecioacute que alumbra una luna y acaso que gira la rueda de la tierra y lleva cada antildeo yerbas y flores frutos variadiacutesimos dulces lluvias y nieves y acaso de nuevo retorne todo ello y la tierra se renueve Riacutee Caronte secretamente en su suentildeo lo sabe es suentildeo aire multicolor una fantasiacutea de su mente cansada y deja despreocupado que lo aguijonee Y poco a poco perdioacute la vida el pudor y tomoacute vuelo la rueda abre sus viacutesceras la tierra hambrienta penetra el sol y la lluvia e innuacutemeros huevos germinaron se llenoacute el mundo de larvas y parten densas bandadas de aves de fieras y de humanos y de pensamientos y se precipitan a devorar a Caronte dormido Y una pareja de hombres se instaloacute en sus narices-cavernas encienden lumbre y la alimentan y preparan su merienda y colgaron la cuna del hijo de su tosco labio superior Siente cosquillear los labios las narices le hormiguean Y de pronto Caronte estremecioacutese y se esfumoacute su suentildeo soacutelo un instante se durmioacute la Muerte y sontildeoacute con la Vida (VI 1261-1292)

Maacutes que en la rapsodia I - y la visita saludo a los difuntos y danza en su recuerdo - es en la Rapsodia de la Ascesis la decimocuarta donde encontramos una escena hasta cierta medida semejante a la del canto XI de la Odisea homeacuterica En la vieja epopeya la bajada de Ulises al Hades para consultar al adivino Tiresias pone de relieve el sentimiento infinito de nostalgia por la vida terrena que experimentan los difuntos en el mundo oscuro de la muerte concepcioacuten que en lo esencial supervive firmemente arraigada en las creencias populares neogriegas

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La sangre hace revivir a los muertos por algunos instantes y pugnan con desesperacioacuten por esos momentos de luz Hasta su viejo padre que dejoacute la vida despueacutes de cumplir iacutentegramente su ciclo aparece ante Odiseo y le tiende sus treacutemulos labios suplicantes Es tambieacuten en ese encuentro con los muertos cuando Odiseo conoce el fin de dos de sus maacutes queridos compantildeeros Ostreros (Stridaacutes) y Karteroacutes El primero le sonriacutee amargamente paacutelido y se esfuerza por articular unas palabras mas no puede pues su garganta estaacute carbonizada Quiere volver un momento a la vida pero su propio amigo le niega la sangre y eacutel maacutes paacutelido auacuten ndashhumo tembloroso como Anticlea la madre de Ulises en los versos de Homerondash desaparece Lo que los muertos expresan con pateacutetica insistencia al igual que en la poesiacutea popular es la nostalgia desgarradora e incurable por la vida terrena ldquovolver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerrdquo

Las entrantildeas comenzaron a temblar y las tumbas se abrieron iexclah coacutemo se arrojan los muertos a beber la tibieza del hombre Agachado el matador se estremece viendo a los antepasados a los viejos amigos que desaparecieron a las sombras que amaba abalanzarse apintildeados para beber sus venas y poder revivir Se precipitan en oleadas a su entrantildea y gimen los difuntos abrazan sus pies y los besan se cuelgan de sus costados y los maacutes temerarios chillan sobre sus craacuteneo igual como halcones laquoQuiero tomar tu sangre ndashgimenndash para poder erguirme sobre el suelo iexclpara volver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua para rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerraquo Mas eacutel implacablemente escoge en el sumidero de su corazoacuten teniacutea en la mano un palo largo y rechaza a aquellas sombras laquoAtraacutes derrumbaos en el Taacutertaro no vuelvas nunca maacutes cosa difiacutecil te has elegido agua pan mujerraquo Su padre aparecioacute y tendioacutele sus treacutemulos labios

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pero con el taloacuten aparta el hijo de siacute a su progenitor laquoPadre tu vintildea en la tierra bien la cultivaste iexclcomiste y bebiste y engendraste un hijo mejor que tuacute y bastaraquo Se precipitan los antepasados abuelos bisabuelos como animales jadeantes pero alza su aguijada el-de-doble-origen y los derrumba al Hades laquoYa no tiene la tierra necesidad de vosotros no puede volver atraacutes al oscuro abuelo ha superado con sus gruesas quijadas iexcly es una verguumlenza que se desperdicie la sangre del vaacutestago para hacer revivir sobre la tierra a su ancestro-simioraquo Mas de improviso palpita el corazoacuten palidece el-de-mente- de-leoacuten allaacute en un extremo divisa a Ostrero que abre-y-cierra los labios y se arrastra hacia la cavidad del corazoacuten a beber una gota de sangre laquoiexclMi Stridaacutesraquo grita y abre con iacutempetu los brazos anhelantes Y eacutel alzoacute la mirada paacutelido y le sonriacutee amargamente trata de sacar una palabra mas no puede su garganta estaacute carbonizada y se arrastra hasta al corazoacuten del compantildeero para poder revivir Se llenaron de laacutegrimas los ojos del arquero pero levanta el cayado laquoiexclMi Ostrero estoy en gran necesidad y la sangre es muy poca Bien sabes coacutemo te quiero pero no se debe con amor gobernar esta tierra de mala cabeza te ruego Stridaacutes que no bebas sangre de mi corazoacuten tambieacuten tuacute cumpliste bien tu deber en la tierra y otro bien importante no tienes ya que ofrecer en este mundo iexclretorna al polvo y deacutejame dar de beber a otros mejoresraquo Dijo y Stridaacutes palidecioacute ndashhumo temblorosondash y desaparecioacute Suspiroacute el-de-muchos-tormentos y enjugoacute sus ojos hondo es su dolor pero es menester que las laacutegrimas no nublen sus ojos inclementes para que puedan ver y escoger entre las sombras Mudos los muertos hasta sus sienes descendiacutean

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como negros corderos y su espiacuteritu embargaacutebase de dulces anhelos en su memoria desencadenada fulguraban viejos soles y lunas frutos envenenados y corceles fortalezas muchachas y mujeres fantaacutesticos festines y lejanas travesiacuteas Y cuando sumergioacute Odiseo su mirada en lo hondo de la memoria divisa en el borde de la fosa de improviso una sombra pesada que se erguiacutea en silencio con una espada clavada en el craacuteneo laquoiexclHerrero miacuteo ndashexclama dolorido el solitariondash amigo sin sonrisa ya te quitaron la corona ya no estaacutes bajo el solraquo Mas Karteroacutes cual un rinoceronte mudo hozaba en el suelo y camina para llegar al corazoacuten y sorber tambieacuten eacutel sangre diriacutease que lo han asesinado y conserva su energiacutea toda (XIV 321-377)

La muerte destructora

La presencia de la muerte en la Odisea asume tambieacuten la forma de aceptacioacuten objetiva de ella como realidad inseparable de la vida revistiendo muchas veces el matiz de objetividad y serenidad con que la enfrenta el hombre ruacutestico sencillo y en especial el anciano En no pocas ocasiones ante el lamento o la expresioacuten de miedo frente a la muerte se da la reflexioacuten en contrario de otro personaje Esta posicioacuten suele asociarse a menciones del proceso material de desaparicioacuten del cuerpo que si bien pueden parecer de un caraacutecter macabro a veces hasta morboso no pasa de ser tambieacuten realidad Y acaso no constituyan en alguna medida sino ampliaciones y variaciones enriquecidas con nuevos motivos de elementos de la poesiacutea popular en la cual esa fatal etapa de reduccioacuten a polvo y nada del ser humano se muestra con impresionante realismo La presencia de la descomposicioacuten y los gusanos se da en no pocos miroloiumls como eacuteste dedicado a la muerte de una joven novia que citamos en fragmento

Y de nuevo respondioacute y a su madre le habloacute asiacutendashMadre si tuacute eres mi madre y si yo soy hija tuya

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saacutecalo y dalo a cualquiera mi anillo de compromisoMadre miacutea que me entierren en un vallecito verdedejad al lado derecho una pequentildea ventanaque entre el sol en la mantildeana y que entre al mediodiacuteay cuando se pone el sol que entre mi pajarilloque entre y salga a conversar que entre y salga a preguntarndashNintildea miacutea tu hermosura tu belleza iquestdoacutende estaacutenndashCome el Hades mi hermosura y la tierra mi bellezamis cejas y mis pestantildeas un gusano las devora76

El proceso de destruccioacuten orgaacutenica se menciona a veces en los miroloiumls con figuras acerca de las ropas y los alimentos que los muertos poseen en contraposicioacuten a los que los vivientes les ofrecen al rogarles en sus lamentos que retornen a la vida

ndashAleacutegrate con las flores guarda para ti las rosassi tienes almuerzo toacutemalo y si cena tienes coacutemelay si tienes agua tibia laacutevate con ella tuacutesi tienes vestidos viacutestelos si tienes lecho en eacutel duermeYo el camino que he pasado no lo vuelvo ya a pasarvoy a los montes del Hades voy a la fuente del Hadesel suelo tengo por lecho la tierra tengo por saacutebanapara cena tengo polvo para almuerzo tengo tierray bebo el negro veneno que gotea de la laacutepidahellip 77

En otras ocasiones la impresionante figura del difunto en putrefaccioacuten se ofrece al deudo que quebrantando una tradicioacuten llora a los muertos al crepuacutesculo enturbiando con sus laacutegrimas el agua de la Fuente del Olvido A tal hora los difuntos acuden a beber esas aguas para renovar la peacuterdida de memoria de la vida terrena Eso les permite ldquovivirrdquo sin mayor amargura en el oscuro Hades Mas si el agua se enturbia revive en ellos el recuerdo de la existencia y en su desesperacioacuten por volver al mundo terreno suelen cometer torpezas que Caronte castiga con el enviacuteo del muerto en descomposicioacuten para ahuyentar al deudo

76 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica p 13677 Ibiacutedem p 139

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irreverente Castigo doble por cuanto el difunto anhela volver a la vida vivo de nuevo y no en la forma de espantable espectro y porque el deudo al evocarlo ansiacutea hacerlo retornar a la existencia en la forma que tuvo en la tierra y no convertido en una visioacuten macabra Una hija ruega a su madre en un miroloiuml de motivo semejante al resentildeado que no la llore a la hora del anochecer porque perturba su trabajo de servicio de Caronte y provoca el terrible castigo

Quisiera yo madrecita pedirte una gran mercedque nunca al ponerse el sol un miroloiuml me cantes estaacute cenando Caronte con su mujer Carontisayo les escancio la copa con un cirio los alumbroY al oiacuter tu vocecilla mi pecho se estremecioacutey se me quebroacute la copa se apagoacute la luz del cirioy el vino se ha derramado en medio de los difuntosquemoacute vestidos y adornos de novia y palikaris78Se enoja entonces Caronte me enviacutea a la negra tierrami boca llena de sangre y mis labios de veneno79

En el pasaje siguiente de la Odisea se alegoriza el camino de los muertos en boca de un viejo hombre de pueblo y se alude al lento devorar de la tierra y al motivo de las ldquosiete especies de gusanosrdquo que en la rapsodia del Priacutencipe Madretierra se desarrolla ampliamente Salvo ese inevitable deshacerse nada hay maacutes allaacute de la tumba

laquoUn brioso labrador eacuterase mi bisabuelo y me tomaba en sus rodillasy no queriacutea contar cuentos a su nietosiempre en su mente Caronte estaba y se reiacutea de continuo hablando de eacutelldquoNo quiero comidas nintildeo miacuteo ni exorcismos en mi tumbano quiero que sacrifiquen por mi alma a los pobres bueyesiexclpues bien conozco el futuro y no poseo esperanzas

78 Palikari παλικάρι muchacho mozo hombre joven apuesto varonil valiente79 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica pp135-136

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Y oye aprende ya el secreto cuando bajes al sepulcroal entrar a la tierra primera al primer poacutertico del Hadescae sobre el alma un negro y le quita sus adornosy la pobre sentildeora se resiste y lanza grandes alaridoslsquoiexclSocorredme hermanos primos miacuteos me arrebatan la coronarsquoPero iexclay primos y hermanos se han marchado gime si puedesEn el segundo peldantildeo herrumbroso la abraza el portero guardiaacutenle roba los talismanes y los vanos amuletosy le arrebata iexclay de miacute hasta las cosas buenas que cumplioacute en la viday el alma desdichada se lamenta tiembla su vocecillalsquoiquestPor queacute me quitas las armas asesino por queacute asiacute me desarmasrsquoEn la puerta tercera la infeliz ya enmudece y la tierra poco a pocole va mascando los ojos y los dientes las untildeas y las orejasiexcly entonces ndashdicenndash aparecen siete especies de gusanos y la devoranrdquoraquoRecuerda el solitario las palabras del antildeoso labrador mas se las guarda (IX 518-538)

Una forma de ilusioacuten desviacutea al hombre del pensamiento de lo que ha sido su presencia en la tierra un surgir brevemente de la nada y un continuo caer al polvo para convertirse en tal para deshacerse a pesar de todo el pateacutetico empentildeo con que se haya luchado contra la muerte ldquoComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producenrdquo80 reflexiona Odiseo en la desolada necroacutepolis egipcia Los devora implacablemente el combatiente invencible y mudo el gusano

Calma vagamente como en suentildeo al sol silbabay erecta letaniacutea saciada su lengua biacutefiday debajo boca arriba los difuntos con las manos en cruzcon sus pechos llenos de aromas y de palabras encantadascon una llave en los dientes esperan que sus almas vuelvan a venir

80 No producen = no brotan

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Merodea por las tumbas la tripulacioacuten pisa a los muertosgraves espectros guarda el suelo gotea el sol gruesamentey la necroacutepolis plena de un halo vahoso brilla bruntildeida al sollaquoiexclComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producen raquodeciacutea el arquero admirando la paciencia de los hombrespara combatir la insensatez y la bravura de CaronteEmpuntildean los amuletos como espadines aprietan los exorcismos en sus pechosy se lanzan armados a la tierra a luchar con la lanzapero lentamente surge desde el suelo en la fresca oscuridadel invencible y mudo combatiente el gusano y los devora

(IX 358-372)

Pretender sublevarse contra tal realidad es falta grave a maacutes de inuacutetil le plantea el servidor hombre sencillo de pueblo que tiene por sabiduriacutea a la experiencia al angustiado priacutencipe Madretierra que vive obsesionado con el pensamiento de la muerte y peregrina en busca de un famoso asceta ndashOdiseondash para pedirle una explicacioacuten que pueda infundirle serenidad

Mi rey ndashque-vivas-muchos-antildeosndash iexclgrave falta es que levantesel haacutebito sagrado de nuestra madre tierra para ver sus verguumlenzasJusto es que sin blasfemias ni voces en la tierra como espigasnos plantemos de mantildeana y ya hacia el mediodiacutease abra ya dorada la cabeza y se llene de trigoy al anochecer caigamos suavemente a la era de polvoDe la fraacutegil boca de un gusano nadie se ha de salvar

(XVIIII 659-665)

El ciclo de la vida y la muerte es tan natural como inexplicable e injustificable para el hombre que no se ha liberado de anhelos y esperanzas falsas Cuando Ulises ha vivido las etapas de la Ascesis y su espiacuteritu puede contemplar el mundo tal cual es maacutes allaacute de deseo o esperanza alguna el panorama de la humanidad toma el aspecto del

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ciclo de la vida vegetal que se cumple silencioso y sin sufrimiento ni rebeldiacutea

Se ensancha y se extiende la era luminosa en su cabeza se ampliacutea el pensamiento se esparce e inunda la llanura ciudades se siembran y crecen en las amelgas del cerebro y todas se dan como mujeres con llanto con temor a la ruda caricia del hombre desnudas besando y mordiendo Los hombres filas de hormigas suben con prisa desde el suelo trabajan lloran riacuteen y se besan y caen de nuevo tambieacuten con prisa a la tierra y quedan sembradas sus cabezas en los surcos Coacutemo corremos todos al relaacutempago verde de la tierra a la tumba Pasan nuestros semblantes como alas y brillan en el sol mira lentamente la madre a la hija y la hija vuelve la cabeza tras los hombros fuertes del marido para distinguir a su hijo Todos sin piedad clavamos nuestros ojos muy derechos y corremos a coger la dulce manzana del mundo y de pronto se abre nuestra fosa y la santa fruta cae Como yerbas desde la tierra suben los pueblos de-cabello-espeso y de nuevo como yerbas vuelven al suelo y la tierra engorda masticando golosa los cadaacuteveres robustos de sus hijos (XVI 660-677)

La certeza del fin que aguarda a sus propias creaciones hace dudar a Odiseo en su actividad de dar vida a sus pensamientos y convertirlos en hombres y mujeres Sin embargo pese a lo efiacutemero de esa vida que eacutel daraacute anaacuteloga a la que a eacutel y a los hombres les es dada triunfa la voluntad de hacerlos vivir aunque sea por un instante contrapuesto a la infinitud de la muerte

laquoMe levanto a la ribera del tiempo y creo y descreo con arena y con agua y con sangre la historia del hombre saltan de las sienes los pensamientos y al caer a la tierra se convierten al punto en hombres y mujeres y veloces se acoplan Como el marfil pulido se refleja el rostro de la tierra

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entre los soles y las lluvias y lo acaricio quedamente agachado con ternura indecible y medito en secreto iquestPara queacute cincelar este marfil amado iquestUn puntildeal de matanza o una vasija profunda o una peineta para que brille en el abismo de los cabellos oscuros de la mujer Como una carne suave se levanta la fuerza en las diez yemas-de-los-dedos y asiacute como elige el soberano quedamente en sus vastos jardines a cuaacutel mujer de sus harenes le va a arrojar el pantildeuelo observo los deseos y contengo con suavidad mi energiacutea Muy pesada la soledad es esta noche muy caliente estaacute el aire no soporto quedar solo me viene un desfallecer y este terrible y veloz baile desata mi cerebro Anheleacute ver y que me vieran tocar y me tocaran palpitan mis entrantildeas como de nuevo dios y compadezco a los hombres Les tengo compasioacuten y en las mentes sin alas alas he de clavar botareacute ya las fronteras insensatas que al alma cercan iexclaacuterboles embriagaos y echad flores henchid el pecho muchachas y grandes cuitas mozos incubad en vuestro espiacuteritu soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinitardquo (XVI 1289-1312)

La certeza objetiva de la muerte la aceptacioacuten de su realidad no puede borrar con todo la tristeza del no ser del cumplimiento del ciclo efiacutemero La melancoliacutea embarga a veces pasajes como el siguiente que en una imagen repiten el hecho siempre conocido

Y todas las almas en el mundo tambieacuten ellas cual flores amarillasse doblan hacia el sol y van siguiendo la luz y de repente la tristezacae sobre ellas como la oscuridad se marchitan y tiemblanrecordando a la negra muerte y al polvo desoladoflores las almas tambieacuten se abren y cierran con el sol

(XIX 549-453)

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La lluvia que acentuacutea el proceso de destruccioacuten de los muertos es tambieacuten portadora de sus fantasmas ya en la vigilia ya en el suentildeo ldquoCuando llueve salen los muertos de la tierrardquo y por eso mientras Odiseo planea la construccioacuten de la ciudad ideal que habraacute de destruir al cataclismo la imagen de Rala la ardiente revolucionaria egipcia destrozada en la lucha viene a eacutel Tambieacuten bajo la lluvia desde su patria lejaniacutesima llega al peregrino ya en las cercaniacuteas de la nada final en el polo helado el recuerdo de su viejo padre

laquoCuando llueve salen los muertos de la tierra igual que caracolessus ojos llenos de cieno lloran y crujen sus huesosy vuelven a caer al lodo lentamente y los sorbe la tierracreo que les corresponde tambieacuten a medio invierno una fiesta funerariaiexclay cuando ya se levante la ciudad pondreacute orden en todoraquoEacutel buscaba coacutemo dar al nacimiento las bodas y la muerteun fin maacutes alto dar maacutes allaacute de lo humanoCaiacutea la lluvia lentamente y el arquero inclinadorespiraba el olor salvaje de la tierra y desbordaba su espiacuterituuna borrasca espesa envenenada llena de ecos y fantasmasy Rala se levantoacute en la bruma del ocaso despueacutes del aguaceroy el bronce con sus talones fulguroacute y sus anchos labioscomo una llaga en la niebla temblaron y se volvieron a cerrarlaquoiexclRalaraquo grita Odiseo y abrioacute ansioso los brazosmas de nuevo empezoacute una lluvia torrencial y la tierra se embrumoacutey poco a poco como una burbuja vaciacutea de agua desaparecioacute Rala en el suelolaquoiexclAy cuaacutento peso de muertos recibioacute este pecho altivoraquomurmuroacute el solitario y se hundioacute las untildeas en el corazoacutenLa tierra muele quedamente en el huacutemedo Taacutertaro a los muertosse puso el sol y se hundioacute en las nieblas de la llanuray con pena en silencio se despega de los difuntos el arquero

(XV 1074-1094)

Allaacute lejos comienza una lluvia torrencial y coge en sus redes

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la planicie los granos sembrados se dilatan y se llenan de una leche gruesa y los muertos que yacen desnudos en el suelo comienzan a hincharse En el suentildeo son las piedras cristalinas y la tierra es transparente y mucho se inclina y dobla el-de-los-mil-sufrimientos y contempla a los difuntos mira a su padre que yace tendido y su corazoacuten se triza nunca en vida de su viejo le dijo una palabra dulce y ahora en los confines de este mundo en su dormir lo recuerda y llora Poco a poco se calmoacute la lluvia y el arquero agachado aspiraba el fuerte olor a tierra y se llenaba su espiacuteritu de densa agitacioacuten envenenada llena de ruidos y visiones Brincan en las entrantildeas los espiacuteritus despiertan los difuntos dilata su fronda murmurando el aacuterbol sagrado de la hipnosis con sus ensontildeaciones espesamente-florecidas en sus ramas felpudas (XXIII 504-517)

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IV La palabra

El problema linguumliacutestico de Grecia81

Para poder apreciar la grande y profunda significacioacuten de la obra kazantzakiana en el terreno de la reivindicacioacuten y aprovechamiento de la riqueza del neogriego es indispensable conocer siquiera en siacutentesis el problema linguumliacutestico de la Grecia Moderna Desde los uacuteltimos siglos de la Antiguumledad se da la tendencia a imitar el lenguaje aacutetico de la eacutepoca del apogeo cultural y poliacutetico de Atenas y a despreciar el idioma hablado que ya en los siglos heleniacutesticos ha evolucionado substancialmente tanto en su sistema foneacutetico como en el morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico Se origina asiacute un ldquofalso bilinguumlismordquo la llamada ldquodiglosiacuteardquo (διγλωσσiacuteα) el uso al escribir de una lengua no vigente ya en la vida El divorcio entre el idioma escrito y el hablado se hace mayor a medida que transcurren los siglos y se institucionaliza cuando el Imperio y la Iglesia adoptan la lengua arcaizante82 Esta ldquodiglosiardquo es heredada por el pueblo griego moderno como carga funesta que tiende a detener todo progreso cultural a mantener a la masa popular en el analfabetismo o semianalfabetismo y a generar una actitud de repulsa a todo lo escrito a la cultura En efecto despueacutes de la Revolucioacuten de la Independencia (1821-1830) triunfan los arcaiacutestas y se impone como lengua oficial del estado una creacioacuten artificial llamada ldquokathareacutevusardquo (καθαρεύουσα) mezcla de elementos gramaticales del antiguo aacutetico con ciertas concesiones a

81 Una exposicioacuten acerca del problema linguumliacutestico griego en castellano puede verse en nuestro estudio ldquoLa diglosiacutea en la historia de la lengua griegardquo Boletiacuten de Filologiacutea Homenaje a Ambrosio Rabanales tomo XXXVII 1998-1999 (Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad de Chile)82 Es de hacer notar que los Evangelios en la forma en que los conocemos son el maacutes bello monumento de la koineacute popular de la eacutepoca En ellos se muestran en germen los caracteres de lo que seraacute el neogriego Los primeros cristianos en su deseo de extender al maacuteximo el mensaje evangeacutelico utilizaron el idioma popular e ignoraron el aticismo Sin embargo pocos siglos maacutes tarde cuando la Iglesia pasa a ser religioacuten oficial del Imperio adopta la lengua arcaiacutesta que la masa popular no entiende casi en absoluto En el s V el obispo Nonos Panopolitis traduce el Evangelio de San Juan al griegohellip iexclhomeacutericohellip en hexaacutemetroshellip

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formas medievales y a alguna cantidad de vocabulario moderno aunque arcaizado en su morfologiacutea La diferencia entre la kathareacutevusa y la lengua neogriega llamada ldquodimotikiacuterdquo hablada por el pueblo y producto de una continuidad ininterrumpida desde los tiempos homeacutericos es inmensa Los sistemas morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico estaacuten separados en muchos de sus elementos por una distancia de dos mil quinientos antildeos de evolucioacuten linguumliacutestica De este modo el nintildeo debiacutea reemplazar las palabras y formas que habiacutea aprendido de su madre por otras y aprender a asignarle a cada objeto otro nombre con declinacioacuten y muchas veces geacutenero distintos a utilizar otros verbos de conjugacioacuten antes desconocida a intentar una sintaxis artificial en una palabra debiacutea superponer a su sistema linguumliacutestico natural otro artificial y arbitrario Cuando el escolar procediacutea de un lugar de dialecto arraigado en sus estudios completos debiacutea agregar a su idioma natural tres sistemas gramaticales distintos la lengua hablada comuacuten la kathareacutevusa y por uacuteltimo el griego claacutesico Si a ello se agrega la mantencioacuten de una ldquoortografiacuteardquo absolutamente anacroacutenica y arbitraria de dificultad casi inimaginables puede tenerse una idea del efecto que semejante caos linguumliacutestico produciacutea en la actitud del nintildeo del joven y del hombre de pueblo en general hacia la educacioacuten y la cultura El peso de prejuicios seculares de una tradicioacuten arcaiacutestica milenaria la falta de concepciones cientiacuteficas sobre la lengua neogriega el desconocimiento de su inmensa riqueza y una posicioacuten poliacutetica conservadora triunfaron sobre el esfuerzo de los demoticistas partidarios de poner teacutermino a la diglosiacutea y reconocer el derecho del pueblo a escribir el idioma que habla como habiacutea sucedido siglos antes en todos los paiacuteses europeos La larga y difiacutecil batalla por el uso y el cultivo de la lengua hablada la daraacuten primero los poetas Solomoacutes el cantor de la Independencia y sus seguidores de la Escuela Joacutenica durante medio siglo Maacutes tarde seraacute el gran linguumlista y escritor Jean Psichari quien lanzaraacute la ldquoproclamardquo en favor del idioma popular en su libro Mi viaje (1888) Largos combates han de sucederse todaviacutea para que la lengua griega moderna se imponga en todos los dominios de la literatura Soacutelo en 1917 se conseguiraacute la implantacioacuten del estudio de la lengua viva en las escuelas en una reforma impulsada entre otros por el extraordinario

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linguumlista y maestro Manolis Triandafilidis Pero la reaccioacuten se impone casi enseguida y se reimplanta el uso obligatorio de la kathareacutevusa en la escuela limitaacutendose el estudio del idioma hablado soacutelo a los tres primeros cursos de la primaria Esta situacioacuten vino a terminar soacutelo en 1976 cuando se ldquolegalizoacuterdquo la lengua neogriega la dimotikiacute y se puso fin al dominio de la kathareacutevusa En 1982 se simplificoacute un tanto la ortografiacutea suprimiendo los ldquoespiacuteritusrdquo la ldquoiota suscritardquo y dejando soacutelo un acento el agudo Una de las consecuencias de la diglosiacutea ha sido el conocimiento y estudio tardiacuteo en Grecia de la lengua griega y su extraordinaria riqueza pese a que a fines del siglo antepasado y primera mitad del siglo XX se realizaron hermosas traducciones de obras antiguas que mostraban su plena capacidad expresiva negada por los arcaiacutestas83 De ahiacute que sea en tal marco en el que debemos ubicar la vasta obra de Kazantzakis

83 J Polylaacutes tradujo la Odisea homeacuterica y tragedias de Shakespeare A Heftaliotis introductor de la dimotikiacute en el geacutenero histoacuterico en su Historia del neohelenismo vertioacute tambieacuten aquella epopeya a la lengua popular A Palis realizoacute una bella versioacuten de la Iliacuteada y tradujo el Evangelio cuya publicacioacuten parcial provocoacute en Atenas en 1901 una reaccioacuten violenta de los arcaiacutestas con un saldo de muertos y heridos y la excomunioacuten del Patriarca de Constantinopla para el traductor Los nombres del gran liacuterico Palamaacutes del novelista Xenoacutepulos ndashintroductor de la dimotikiacute en el teatrondash y del filoacutelogo Sotiriadis ndashtraductor de Esquilondash estaacuten ligados tambieacuten a la batalla linguumliacutestica de fines del siglo XIX y comienzos del XX fundamentada cientiacuteficamente en la vasta obra filoloacutegica de Psichari Imposible no citar la opinioacuten del ilustre helenista Karl Krumbacher sobre los funestos efectos del ldquobilinguumlismordquo ldquoUna ruina aparecioacute en la vida espiritual de los griegoshellip maacutes profunda y manifiesta que en cualquier otra nacioacuten La desgracia de la diglosia El sello de lo diceacutefalo En toda su cultura nacional entroacute asiacute un elemento peligroso la falsedadrdquo (Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 564) He aquiacute el juicio de un preclaro sabio griego Fotiadis ldquoLa flor de la lengua florece en los pequentildeos labios de los nintildeos como una rosa de abril plena de rociacuteo iquestLo enviacuteas a la escuela Poco a poco la flor amarillea deja caer sus peacutetalos se marchita Maestros y maestras (no es culpa de los hombres lo dije es culpa del sistema) trabajan empentildeosa e incansablemente en pro de tal destruccioacuten Porque luchan todos ellos no para cultivar o enriquecer su verdadera lengua para luego con ella abrirle tambieacuten los tesoros de la antigua Hacen algo antinatural y antipedagoacutegico Le matan su propia lengua y no le dejan ninguna en su alma Ni la demoacutetica ni la antigua Le hunden en el cerebro la kathareacutevusa como clava uno con indiferencia un clavo en el tronco de un aacuterbol Pero con tales procedimientos se asesina el espiacuteritu es decir al hombrehelliprdquo Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 265

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Kazantzakis y la lengua griega

La Odisea y las versiones meacutetricas de los poemas homeacutericos y de la Divina Comedia realizadas por Kazantzakis84 constituyen para nosotros como conjunto una de las tentativas de mayores perspectivas que se hayan emprendido para aprovechar en forma consciente la riqueza potencial del neogriego La lengua popular fue objeto de admiracioacuten y de cultivo especial por Kazantzakis desde sus antildeos juveniles Colabora con la revista Numaacutes oacutergano de los demoticistas militantes y participa en el Ciacuterculo de Instruccioacuten de Atenas en la batalla dura y prolongada por vencer prejuicios linguumliacutesticos seculares y obtener el reconocimiento del idioma hablado por el pueblo El verdadero griego moderno la llamada dimotikiacute glosa fue una de las realidades a que se aferroacute el escritor con maacutes pasioacuten Su amor por ella y su decisioacuten de combatir por dignificarla por vencer las barreras del arcaiacutesmo que pretendiacutean detener su desarrollo literario no lo abandonan ni aun en los momentos de crisis cuando ldquosu nihilismordquo lo lleva a dejar en forma inesperada actividades iniciadas con entusiasmo ldquoUna tarde de primavera en los faldeos de la Acroacutepolis en Atenas me encontreacute con una yerbaterahellip Me acerqueacute y trateacute de entablar conversacioacuten con ella como lo habiacutea visto hacer a Kazantzakis tantas veces Y ella sin moverse maacutes allaacute de unos pocos pasos del lugar donde se hallaba se inclinoacute y sacoacute de la tierra junto con las yerbas iexclno menos de cuarenta nombresrdquo iexclEste es el oceacuteano de vino en que se embriagoacute Kazantzakisrdquo85 Las palabras de Prevelakis no constituyen una exageracioacuten La riqueza del neogriego es en realidad notable En especial en lo que se refiere al leacutexico a los compuestos y derivados y a la complejidad del sistema verbal con su diferenciacioacuten de acciones prolongadas e instantaacuteneas Una cantidad de dialectos y hablas regionales bastante variadas proporcionan elementos de enriquecimiento a la lengua comuacuten Pero paradojalmente como deciacuteamos este idioma no se terminaba de conocerse bien en su potencialidad en la propia Heacutelade

84 En la traduccioacuten de los poemas homeacutericos Kazantzakis trabajoacute maacutes de 12 antildeos en colaboracioacuten con el filoacutelogo I Kakridiacutes85 Prevelakis El poeta y el poema de la Odisea paacuteg 73

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Kazantzakis se propuso emprender una obra de envergadura respecto de la lengua neoheleacutenica Y la realizoacute a traveacutes de maacutes de cincuenta antildeos de trabajo intenso Siguioacute el consejo del poeta nacional Solomoacutes ldquoSirve primero a la lengua del pueblo y despueacutes si eres capaz domiacutenalardquo Jurmuzios al comentar el valor de la Odisea en el aspecto del lenguaje se refiere a aquella labor ldquoEs [el poema] un extraordinario monumento linguumliacutestico que muestra la riqueza de nuestra lengua demoacutetica su exactitud expresiva su capacidad para denotar los maacutes sutiles matices del pensamiento poeacutetico y su potencialidad para llegar a ser con el tiempo fuente inagotable para la prosa comuacuten que a menudo utiliza periacutefrasis alliacute donde deseariacutea expresar una significacioacuten con soacutelo un teacutermino Kazantzakis ha relatado coacutemo logroacute acumular este enorme tesoro leacutexico [hellip] Viajoacute por toda Grecia y estudioacute todos los dialectos investigoacute las significaciones y los matices de significados de las palabras coleccionoacute pacientemente cuantos teacuterminos no le ofreciacutea la dimotikiacute corriente [hellip] Es menester sentir grande y verdadero amor por el idioma para realizar tal labor Kazantzakis nos mostroacute con la Odisea la pobreza de nuestra lengua cotidiana entregoacute a su generacioacuten y a la venidera un tesoro inapreciable y demostroacute a la vez que el lenguaje popular puede responder a nuestras necesidades expresivas basta conocerlo y amarlordquo86 A propoacutesito de la riqueza del neogriego en el Libro de viajes por Inglaterra Kazantzakis recuerda una conversacioacuten con Petros Vlastoacutes escritor y estudioso de la lengua ldquoMuchas horas permanecimos hablando sobre el gran amor de nuestra vida la lengua popular Eacutel tambieacuten ama con pasioacuten obstinada lo mejor y maacutes profundo que tiene nuestra raza [hellip] La lengua demoacutetica es nuestra patria ndashdeciacuteamos y con dificultad conteniacuteamos la emocioacutenrdquo87 En otro lugar hallamos expresiones entusiastas sobre las posibilidades literarias del neogriego ldquoAdmiro nuestra lengua popular Coacutemo se puede traducir palabra por palabra el endecasiacutelabo [de la Divina Comediahellip] ahora traduzco la Odisea de Homero con Kakridiacutes con quien tradujimos la Iliacuteada [hellip] No hay una palabra homeacuterica ni un epiacuteteto compuesto para el cual no hayamos encontrado el teacutermino

86 Jurmuzios E La ldquoOdiseardquo de Kazantzakis Rev Kenuria Epojiacute 195887 Libro de Viajes por Inglaterra 5ordf ed griega paacuteg 105

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correspondiente en el neogriego Venero esta lengua la trabajo como esclavo y amante Cuarenta antildeos he andado por campos y aldeas recogiendo palabras88rdquo El estudio de Jurmuzios que hemos citado maacutes arriba se publicoacute en su forma original en 1939 en Atenas Desde Londres Kazantzakis escribioacute a su autor una carta en algunos de cuyos paacuterrafos explica la perspectiva de su labor ldquoEn una eacutepoca muelle en la que faltan luchadores de primera fila no estando auacuten del todo vertebrada nuestra excelente lengua he intentado como he podido con amor con esfuerzo con cuidadosa atencioacuten reunir sus dispersos miembros y darles un aliento de vida en lo que me ha sido posiblerdquo Estas palabras enfocan con exactitud el significado del esfuerzo linguumliacutestico del escritor la creacioacuten de una auteacutentica y rica ldquolengua poeacutetica panheleacutenicardquo la elevacioacuten del neogriego a tal categoriacutea por medio del aprovechamiento de todas las potencialidades de los dialectos y de las fuerzas creadoras no utilizadas de la lengua comuacuten Jacques Lacarriegravere destaca el caraacutecter de este esfuerzo ldquoLa lengua utilizada por Kazantzakis ndasha la que tantos griegos han caiacutedo en el absurdo de reprocharndash no es como se ha dicho una lengua artificial abstrusa fabricada Es la misma lengua que el poeta ha investigado y empleado toda su vida esa que no existe en ninguacuten diccionario ldquooficialrdquo Kazantzakis va a buscar las palabras alliacute donde se encuentran [hellip] en los labios de los campesinos de los pescadores de los pastores y de los artesanos [hellip] La Odisea es el maacutes grande y maacutes maravilloso diccionario con que se pueda sontildear es una antologiacutea del logos griegordquo89 El profesor Peter Bien resumiendo la trayectoria de Kazantzakis frente a la cuestioacuten linguumliacutestica tambieacuten habla de la Odisea como de un diccionario de la lengua popular ldquoKazantzakis entroacute al movimiento en pro de la lengua del pueblo poco despueacutes del comienzo de su carrera y fue hasta su muerte un demoticista ardiente Al principio su demoticismo estaba relacionado con el nacionalismo En aquel periacuteodo (entre 1907-1920) su preocupacioacuten se centraba en el plano de las ideas pero su

88 Yalurakis M ldquoKazantzakis me dijordquo revista Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 16189 Lacarriegravere J laquo N Kazantzakis Sur les trace drsquoUlysse raquo Chant Planetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre temps

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accioacuten poseiacutea maacutes caraacutecter poliacutetico y pedagoacutegico que literario Este periacuteodo terminoacute entre 1920 y 1922 cuando Kazantzakis desencantado del nacionalismo griego comenzoacute a verse a siacute mismo como un escritor europeo cosmopolita En los antildeos 1920-1940 Kazantzakis continuoacute siendo demoticista pero sus esfuerzos por encontrar una salida para el demoticismo se frustraron Y de este modo puso todo su celo linguumliacutestico en la Odisea que llegoacute a ser un diccionario de la lengua popular a la vez que una obra de arterdquo90 Lasso de la Vega destaca como otros estudiosos extranjeros el papel del escritor cretense en el plano linguumliacutestico ldquoKazantzakis es un excelente renovador y un gran maestro de su lengua Eacutel es quien descubrioacute los ocultos tesoros del habla de su paiacutesrdquo Y Gustav Conradi se refiere con emocioacuten al lenguaje de la Odisea ldquoSu instrumento bienamado la lengua popular viva de su tiempo La busca en todos los rincones de su patria multitentacular la enriquece y la adorna sin cesar y forja su lenguaje visible y tangible tan centelleante tan lleno de realidad cuyo ritmo es como el profundo e infatigable rumor del mar de la por doquier presente sentildeora de la tierra heleacutenicardquo91 La empresa linguumliacutestica de Kazantzakis no puede pues estrictamente hablando ser comparada con la de Joyce aunque no han faltado quienes tambieacuten en este aspecto han establecido un paralelo entre ambos escritores El virtuosismo linguumliacutestico del autor de Ulises responde maacutes bien a un impulso sutil refinado El ingleacutes de la eacutepoca de Joyce vive una etapa distinta de la que vive el griego cuando aparece la Odisea Ademaacutes la labor de Kazantzakis se centra maacutes en la utilizacioacuten de recursos ignorados o poco aprovechados del idioma que

90 Bien P ldquoEl demoticismo de Kazantzakisrdquo en Sociedad de Estudios Heleacutenicos de la Universidad de Princeton volumen dedicado al Simposio sobre la obra de Kazantzakis (X-1969) cit por Friar K ldquoKazantzakis en Ameacutericardquo Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 145 Un libro sobre este tema del profesor Bien fue editado por la U de Princeton en 1972 Kazantzakis y la cuestioacuten linguumliacutestica91 Conradi G ldquoiexclOdissia Odissiardquo en Nea Hestiacutea nov 1969 paacuteg 26 El mismo autor comentando una frase de Kazantzakis en una carta fechada en Gotescamp el 17-6-1929 expresa ldquoEl verso perfecto es la uacutenica salvacioacuten del almardquo iexclKazantzakis el Cretense el adorador de El Greco el hombre lleno de fuego caos fuerzas cosmogoacutenicas contradictorias lucha por el verso perfecto

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en la creacioacuten maacutes o menos arbitraria de neologismos que no afincaraacuten en definitiva en la lengua El glosario de dos mil palabras que traiacutea la primera edicioacuten de la Odisea conteniacutea neologismos pero no tantos como se pensoacute en el primer momento Habiacutea siacute en eacutel muchas palabras desconocidas para la gente de los grandes centros urbanos Claro estaacute que se dan tambieacuten en Kazantzakis en forma limitada procesos de descomposicioacuten derivacioacuten y siacutentesis que salen del marco de utilizacioacuten de potencialidades desconocidas de la lengua para entrar en el plano de lo que llamariacuteamos creacioacuten linguumliacutestica libre Amor placer esfuerzo dolor se entremezclan en la relacioacuten de Kazantzakis con la palabra con la lengua ldquoEstaba auacuten peleando y luchando por domar a estos potros salvajes que son las palabras cuando llegoacute el veranordquo dice en Carta al Greco92 a propoacutesito de los meses en que la semilla de la Odisea maduraba en su interior Y antildeade ldquoMiles millones de antildeos han pasado desde la primera mantildeana del hombre y sin embargo el arte de seducir lo invisible es siempre el mismo Utilizamos siempre los mismos artificios los mismos ruegos interesados [hellip] Asiacute yo tambieacuten tendiacuteahellip las palabras a modo de trampas a fin de atrapar el Grito inasible que caminaba delante de miacuterdquo Y en otro lugar alude al sentido liberador del encuentro de la expresioacuten ldquoYo sabiacutea que no habiacutea para miacute maacutes que un medio de librarme de un gran sufrimiento o una gran alegriacutea y de reencontrar mi libertad hechizar ese sufrimiento o esa alegriacutea por el sortilegio del verbo93rdquo Pero no se trataba de algo faacutecil sino de una dura batalla que desde la idea inicial hasta su completa realizacioacuten requirioacute maacutes de quince antildeos de los cuales doce fueron de elaboracioacuten y correccioacuten ldquoEscribiacutea tachaba no encontraba las palabras adecuadas A veces eran opacas sin alma a veces abstractas sin cuerpo sin calor llenas de aire Me proponiacutea decir una cosa y las palabras ariscas desenfrenadas me arrastraban a otra Mi idea inicial habiacutea crecido desmedidamente habiacutea desbordado el molde en que la habiacutea colocado cubriacutea audazmente maacutes especio y tiempo cambiaba se transformaba no alcanzaba yo a precisar su rostrordquo94

92 Carta al Greco paacuteg 58393 Ibiacutedem pp 568-56994 Ibiacutedem p 569

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Al explicar a Kimon Friar el sentido de la adjetivacioacuten y del epiacuteteto en el poema Kazantzakis hace tambieacuten referencia al proceso doloroso que significa el esfuerzo por asir el pensamiento el sentido complejo a traveacutes de la palabra ldquoMe gustan los adjetivos no como simples adornos [hellip] Siento la necesidad de expresar mi emocioacuten en todos sus aspectos [hellip] Y esta emocioacuten no es simple [hellip] Por eso me es imposible limitarme a un solo adjetivo Tal epiacuteteto uacutenico mutilariacutea mi emocioacuten Me siento obligado para permanecer fiel a ella para no traicionarla a antildeadir otro adjetivo a veces opuesto al anterior Nada maacutes substantivo que el adjetivo El esfuerzo para encontrar un epiacuteteto exacto para encerrar con eacutel la significacioacuten a fin de que no se desvanezca es casi siempre doloroso Y tiene algo de verdaderamente traacutegico el deseo vehemente de expresar todas las propiedades contradictorias que existen en un substantivo para no condenar a muerte nada substancialrdquo95 I M Panayotoacutepulos se refiere a la riqueza linguumliacutestica del poema mirada desde el punto de vista de un griego ldquoRecuerdo cuando me presentoacute recieacuten impreso este libro queacute expresioacuten teniacutea su rostro como si ya no se preocupase por nada [hellip] Era su gran mensaje Habiacutea emprendido lo imposible quebrar el dique de la epopeya dar expresioacuten a nuestro tiempo Recuerdo que la riqueza linguumliacutestica me sorprendioacute Comprendiacute el derecho de Kazantzakis a ordentildear la palabra de mil zumos de las entrantildeas virginales de la lengua natural y del astro de su fuerza glosoplaacutestica Pero al mismo tiempo tambieacuten teniacutea dificultades para viajar a traveacutes de aquella selva linguumliacutestica de aquella profunda hondonada por esa tierra inhoacutespita en la que eacutel pareciacutea un diestro guiacuteardquo96 La nueva Odisea trae a la memoria la Odisea homeacuterica Y en verdad no soacutelo el aprovechamiento del personaje liga a la magna obra neogriega con los antiguos poemas homeacutericos Pues se encuentra tambieacuten en el poema moderno una serie de procedimientos expresivos ndasha veces lejanos pero paralelosndash de aquella eacutepica singular de los antiguos griegos Dice Marasso que la ldquoconfrontacioacuten de la palabra con quien la

95 Cit por Friar K en ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten inglesa de la Odisea96 Panayotoacutepulos I M ldquoKazantzakis un viajerordquo rev Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 145

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escucha y se deja seducir cuando la voz se calla como si viniera de lejos la aprendioacute Homero y la llevoacute a su fascinacioacuten imperecedera de la tradicioacuten eacutepicardquo97 Y la actitud de narrador de Kazantzakis es la del bardo que desenvuelve diacutea a diacutea la tragedia eacutepica de la existencia humana extrayendo su material de su vasta memoria bifaceacutetica de hombre compenetrado como poquiacutesimos con el alma la poesiacutea la mitologiacutea popular actual y de culto estudioso de inagotables lecturas Y asiacute es como hallamos en la Odisea elementos tiacutepicos de la narracioacuten popular repeticiones foacutermulas epiacutetetos ldquopreguntas sin objetordquo aacuteskopa erotiacutemata y otros que se han sentildealado tambieacuten en Homero y que el eminente homerista Kakridiacutes sentildeala eran asimismo en los tiempos en que plasmaron las dos epopeyas antiguas procedimientos del narrar popular98 y fueron recogidos y elevados al rango de aquella maravillosa poesiacutea eacutepica Como sentildealamos anteriormente en este trabajo el clima antiguo va desapareciendo raacutepidamente si bien se alcanza a aludir a varios episodios del retorno de Ulises como los de Calipso Circe y Nausiacutecaa narrados brevemente en la rapsodia II La presentacioacuten del relato podriacutea recordar el ambiente homeacuterico si no tuviera ya alliacute un lugar importante la hostilidad de Teleacutemaco hacia el padre recieacuten llegado que se une a otros factores para revivir en Odiseo el afaacuten de volver al mar

A la noche siguiente junto al fuego asiacute que se cerraronlas grandes puertas de bronce y animales y siervos en el palacio se durmieroncon voz suave comenzoacute Odiseo a relatar sus sufrimientosEstaba sentado en el gran trono en-forma-de-leoacuteny en mullidos cojines reposaba su cuerpo azotado-por-los-mares En un trono maacutes bajo la reina con los ojos llorososse dobla como el lino fino como la espiga tiemblaya llegaron las olas y golpean su pecho oprimidoInclinada con sus haacutebiles dedos lino azulado hila en el husoy lana suave para tejer a Atenea hermoso peplo

97 Marasso A ldquoProacutelogordquo a Obras Completas de Homero traduccioacuten de Segalaacute y Estalella paacuteg 998 Kakridiacutes I Th Homeric Researches paacuteg 108

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y pensaba bordar sobre la mar un barco negro y en tornouno tras otro los padecimientos y penas de su esposoSobre una piel encogido se arrastraba en un rincoacuten el padreel mentoacuten hundido en las rodillas los paacutelidos brazos cruzadoscomo el infante que espera se abra el vientre de la madrecomo el cadaacutever que retorna a la tierra esa matriz inmensaAl frente se yergue tenso el hijo altivo junto al fuego al destello de las llamascontempla con mirada hostil los labios de su progenitorque vibran ya y se preparan para comenzar a hablar con artebulliciosas abejas sus palabras llenas de aguijoacuten y mielrivalizan cuaacutel vuela primero a la colmenay el hijo con coacutelera observaba esa boca y su espeso enjambreVino tambieacuten por cierto el lar el astuto y serpentino dios de la familiasu lengua biacutefida lamiendo a instalarse en un rincoacuten del hogar para escuchar las aventuras del sentildeor

(II 1-25)

La acumulacioacuten de elementos linguumliacutesticos conecta tambieacuten en cierta medida el Ulises y la Odisea Mientras la Odisea homeacuterica con poco maacutes de 12000 versos alcanza unas 195000 palabras la obra de Joyce tiene 260430 teacuterminos seguacuten iacutendice de Hanley citado por Levin El poema de Kazantzakis con un promedio de 85 palabras por verso alcanzariacutea una cantidad aproximada de 280000 Este verdadero torrente de material linguumliacutestico no es producto arbitrario de una voluntad caprichosa o extravagante Kazantzakis sentiacutea la necesidad de expresar un mundo interior turbulento y para ello buscoacute obstinadamente medios glosoloacutegicos adecuados de maacutes eacutenfasis de maacutes fuerza de sugerencia de mayor vida para traducir un sentido de mayor luminosidad para mostrar un contenido Extrajo elementos de los dialectos y en especial del cretense incomparable por su riqueza y maduro por una tradicioacuten de cultivo literario que se remonta a los siglos XVI y XVII

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La riqueza linguumliacutestica de la Odisea

En Carta al Greco hay un pasaje que habla del esfuerzo del artista por encontrar el lenguaje que pudiera realmente ldquoaprisionarrdquo el mundo espiritual del hombre atormentado que simboliza Ulises Cuando al fin aparece ante eacutel el rostro de Odiseo le habla asiacute el escritor

ldquoiexclQueacute palabras no te he tendido como trampa para atraparte Te he llamado sacriacutelego y adversario-de-los-dioses y hombre-de-siete-vidas y hombre-de-espiacuteritu-muacuteltiple de-espiacuteritu-que-urde-intrigas de-espiacuteritu-de-zorro de-espiacuteritu-ambiguo-como-una-encrucijada como-una-montantildea-de-muchas-cimas de-espiacuteritu-que-no-va-a-la-derecha-ni-a-la-izquierda y engantildeador-de-corazones y conocedor-de-los-corazones y enemigo-de-los-corazones casa-cerrada y arrebatador-de-almas y primer boyero-del-alma y espiacutea-en-las-fronteras y corredor-de-gente y vendimiador-de-gente y arco-del-espiacuteritu y constructor-de-fortalezas y destructor-de-fortalezas y pirata y hombre-de-corazoacuten-vasto-como-el-mar y delfiacuten y casuista y hombre-de-la-voluntad-doble-o-triple y hombre-de-las-cumbres y solitario y eterno-extraviado y gran-navegante y buque-de-tres-palos-de-la-esperanzahelliprdquo99

Los epiacutetetos aplicados a Odiseo recogen un ansia vehemente de asir el alma en las palabras Los epiacutetetos claacutesicos griegos y latinos del heacuteroe quedan disminuidos frente a la catarata linguumliacutestica de la Odisea de Kazantzakis Pasan de 200 en el poema (y en toda la literatura latina Carter contoacute 61) Algunos tratan de reflejar especialmente la multiplicidad de espiacuteritu las facetas diversas del hombre angustiado por explicarse el mundo por aprehenderlo en su infinitud heftaacutepsijos (εφτἁψυχος) el-de-siete-almas heftaacutegnomos (εφτἁγνωμος) el-de-siete-opiniones diplotripplovulis (διπλοτριπλοβούλης) el-de-doble-y-triple-voluntad stavrodromonusis (σταβροδρομονοὑσης) el-de-mente-cual-cruce-de-caminos poliproacutessopos (πολυπρoacuteσωπος) el-de-muacuteltiples-rostros diyeniacutes (διγενής) el-de-doble-origen miriovulis (μυριοβούλης) el-de-innumerables-intenciones pendaacutegnomos (πεντάγνωμος) el-de-cinco-pareceres pendagnoacutestikos (πενταγνώστικος) el-que-conoce-cinco-

99 Carta al Greco paacuteg 581

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veces No es posible evidentemente examinar exhaustivamente estos epiacutetetos en un trabajo como eacuteste La enumeracioacuten podriacutea prolongarse el-de-los-malos-pies el-sembrador-de-llamas el-de-filoso-pensamiento el-que-persigue-suentildeos el-varoacuten-de-las-mil-travesiacuteas el-de-alma-de-dos-filos el-destructor-de-corazones (kardiokatalitis compuesto creado sobre el teacutermino popular propio de la vieja poesiacutea popular heroica de los primeros siglos del milenio kastrokatalitis destructor-de-fortalezas) Por lo general eacutestos y otros epiacutetetos aplicados a los diversos personajes funcionan como substantivos en ocasiones y como adjetivos en otras y pueden ponerse en parangoacuten con los bellos teacuterminos sinteacuteticos de la lengua griega popular100 Eacutestos suelen aludir a realidades muy proacuteximas psiacutequica o fiacutesicamente y que para el hablante aparecen como una unidad He aquiacute algunos ejemplos ta anthropomuacutelara (τά ὰνθρωπομοuacuteλαρα) el conjunto del hombre con sus mulas ta ghinekoacutepeda (τά γυναικoacuteπαιδα) el conjunto de las mujeres y los nintildeos por contraposicioacuten a los varones to uranothaacutelaso (το ουρανοθάλασσο) conjunto de cielo y mar a la vista del navegante su horizonte taacute yenomuacutestaka (τα γενομοuacuteστακα) conjunto de la barba y los bigotes del varoacuten to saacutevatokiacuteriako (το σάβατοκύριακο) unidad del saacutebado y el domingo (fin de semana diriacuteamos en el lenguaje urbano de nuestro siglo) to savatoacutevradi (το σαβατoacuteβραδυ) la tarde del saacutebado sin duda bien distinta en las aldeas que las otras tardes de la semana taacute astrapoacutevronda (τα αστραπoacuteβρονδα) unidad del relaacutempago y del trueno como es sentida por el campesino ta galazovrojia (τα γαλαζοβρόχια) unidad de lluvia y granizo ta jeropoacutedara (τά χεροπoacuteδαρα) conjunto de pies y manos de un hombre o de un animal ta nijopoacutedara (τα νυχοπoacuteδαρα) conjunto de patas y garras o de pies y untildeas androghinekomani (αντρογυναικομάνι) conjunto de parejas de hombres y mujeres Naturalmente todos los teacuterminos simples incluidos en estas siacutentesis del habla popular existen y tienen pleno funcionamiento autoacutenomo aunque es frecuente que su geacutenero sea distinto como por ejemplo uranothaacutelaso que es un

100 En los maacutes breves poemas populares hallamos a cada paso bellos compuestos En un simple diacutestico de amor se elogia al amado en un verso Basilisco de-anchas-hojas de-cuarenta-ramas Dos versos de un canto de bodas de encomio al novio que comienza a cernir la harina para la ceremonia son dos compuestos ldquoY el joven que cierne de-brazos-de-cristal y de-dedos-de-platardquo

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neutro compuesto de o uranoacutes (ο ουρανός) el cielo masculino e i thaacutelasa (η θάλασσα) el mar femenino o astrapoacutevronda neutro plural compuesto de i astrapiacute (η αστραπή) el relaacutempago femenino e i vrondiacute (η βροντή) el trueno femenino o portoparaacutethira (πορτοπαράθυρα) el conjunto de las puertas y ventanas de una casa compuesto de i porta (η πόρτα) la puerta femenino y to paraacutethiro (το παράθυρο) la ventana que es neutro to dekadaacutejtilo (το δεκαδάχτυλο) compuesto singular que designa como una unidad al conjunto de los diez dedos de las manos de deka (δέκα) y to daacutejtilo (το δάχτυλο) el dedo jionoacutevroja (χιονoacuteβροχα) neutro plural conjunto de la nieve y de la lluvia de to jioni (το χιόνι) neutro la nieve e i vrojiacute (η βροχή) femenino la lluvia Entre los epiacutetetos dedicados a Helena y a algunas otras mujeres que intervienen en las muacuteltiples historias entrelazadas en el poema encontramos expresiones muy bellas provenientes de la creacioacuten linguumliacutestica del escritor y a veces del simple lenguaje popular o aldeano no conocido en ocasiones por gente letrada de las grandes urbes Estos vocablos plantean tambieacuten problemas de traduccioacuten Veamos algunos de ellos mighdalogelastra (μυγδαλογελάστρα) aquella-cuya-sonrisa-se-asemeja-a-un-almendro pothoglistri-plati (ποθογλίστρη πλάτη) aquella-en-cuya-espalda-se-desliza-el-deseo rodostalajti (ροδοστάλαχτη) aquella-sobre-la-cual-caen-rosas astromata (ἀστρομάτα) la-de-ojos-de-estrellas marmaroacutelemi (μαρμαρoacuteλεμη) la-de-cuello-marmoacutereo krinomaacuteguli (κρινομάγουλη) la-de-mejillas-de-nardo pothokimistra (ποθοκοιμίστρα) la-que-adormece-la-pasioacuten moskokanelokoacutekali (μοσκοκανελοκoacuteκαλη) aquella-cuyos-huesos-perfuman-a-almizcle-y-canela anthodrosomilusa (ανθοδροσομιλούσα) la-que-habla-como-el-rociacuteo-de-las-flores En sus constantes investigaciones sobre la lengua popular Kazantzakis recogioacute una cantidad de compuestos de notable intereacutes que no poseen equivalentes en otros idiomas y provocan en el traductor admiracioacuten y a la vez dificultades Coacutemo podriacuteamos expresar el contenido de los teacuterminos yiortoacutepiasma y yerontoacutepiasma que designa al hijo engendrado furtivamente en una fiesta y al hijo de un anciano daacutendose en ambos casos un matiz despectivo En uno es la creatura sin padre cuya existencia se inicia por casualidad en el ardor y desorden de alguna celebracioacuten En el segundo caso es la creatura que se supone

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deacutebil y de futuro precario hijo de una semilla agotada en el concepto popular Otro ejemplo el vocablo lioacutekrusi compuesto de venerables palabras antiguas (κρούω krouo y ήλιος helios el sol) que alude al momento preciso en que en diacuteas determinados el sol poniente alcanza a iluminar con sus rayos a la luna que se levanta en el oriente momento que soacutelo puede ver un campesino y nunca un hombre de ciudad El uso de sufijos numerales para expresar un acrecentamiento de la calidad denotada por el adjetivo o una relacioacuten afectiva intensa con el objeto al que alude el substantivo constituye un procedimiento de la lengua neogriega que Kazantzakis aprovechoacute en siacute mismo y ademaacutes como base de creacioacuten linguumliacutestica Asiacute en el lenguaje popular tenemos junto a hilios el sol trishilios (tres-veces-sol literalmente) con el sentido de sol-muy-amado-para-miacute tres veces sol para miacute Junto a kaloriacutezikos de-buen-destino afortunado tenemos triskaloriacutezikos tres veces afortunado Junto a los superlativos de oacutemorfi hermosa ndash omorfoacuteteri la maacutes hermosa omorfoacutetati hermosiacutesim ndash hallamos otros como panoacutemorfi toda-hermosa y pendamorfi cinco-veces-hermosa De alliacute a formular heftaacutemorfi siete-veces-hermosa hay poca distancia Este uacuteltimo numeral es utilizado por Kazantzakis a propoacutesito de la desdichada princesa Krinoacute (Lirio) despedazada por un toro braviacuteo excitado por orden de su propio padre y ante los ojos de eacuteste ella es Krinoacute i heftapaacutertheno Lirio la-siete-veces-virgen Helena ldquola forma ideal puriacutesima de la belleza eternardquo puede ser la heftayiacuteneko la-siete-veces-mujer El abuelo viejiacutesimo y remoto cuyos huesos acogioacute la entrantildea de la tierra en tiempo inmemorial es el xiliopapuacutes mil-veces-abuelo y no propiamente abuelo milenario El estudio de los compuestos en la Odisea podriacutea ser vastiacutesimo y tendriacutea que orientarse en la doble vertiente de la riqueza inmensa de la lengua neogriega y sus dialectos y de la labor creadora que sobre la base de aqueacutella realizoacute Kazantzakis iexclCuaacutentos matices se pierden en la traduccioacuten Ello constituye la contrapartida penosa de una tarea que maravilla a cada paso el descubrimiento de la lengua de la Odisea Verdad es que tenemos en castellano las expresiones tengo hambre y tengo sed y no verbos de un solo vocablo En griego podemos construir ambas expresiones pero tenemos los verbos pinoacute (pinao) y dipsoacute (dipsao) para sentildealar esas significaciones y ademaacutes el verbo compuesto (entre

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numerosiacutesimos anaacutelogos) dipsopinoacute tengo-sed-y-hambre El teacutermino yerontokori traducido a veces por solterona no alude soacutelo a la mujer de cierta edad que no se casoacute sino a la que permanece virgen entrada ya en edad Adjetivos populares como apovrojaris no poseen un equivalente como mojado empapado por la lluvia expresiones que tambieacuten existen en griego Una petra apovrojari es una roca-despueacutes-de-la-lluvia como queda como se ve como es despueacutes de la lluvia La yi apovrojari es la tierra-despueacutes-de-la-lluvia En muchas ocasiones la belleza sugerente de los compuestos se pierde en parte en la traduccioacuten i monajokimuses aquellas-que-duermen-solas to astrapogaacutegloto taxidi la travesiacutea zigzagueante-como-relaacutempago to fterotaacutexido krasiacute el vino de-alas-y-de-viajes el vino que hace brotar en la mente la alada travesiacutea ta fila drosokrustaliasmena las hojas-plenas-de-cristales-de-rociacuteo ta pneacutemata nijtodrosolusmena los espiacuteritus-bantildeados-por-el-rociacuteo-de-la-noche i plotes yiliofengarates los bajeles que-llevan-el-sol-y-la-luna (solados-y-lunados si pudiera calcarse la expresioacuten que denota la terminacioacuten atos en griego) El estudio del geacutenero seriacutea asimismo extenso e interesante aunque por la estructura de nuestro idioma no nos es faacutecil formarnos una idea de la riqueza de matices que la variacioacuten geneacutetica produce Junto al vocablo de la lengua comuacuten to kefali (neutro) la cabeza Kazantzakis no vacila en utilizar cuando le es conveniente las formas femeninas regionales o dialectales i kefala e i kefaliacute (anaacuteloga esta uacuteltima en su acentuacioacuten y declinacioacuten al vocablo antiguo hē kephalē) El mar i thaacutelasa es femenino normalmente pero en formas dialectales acogidas incluso en cantos populares panheleacutenicos se da en geacutenero masculino (o thaacutelasos) e incluso neutro (to thalasi) aparte de que en el compuesto popular de la lengua comuacuten uranothaacutelaso (conjunto de cielo y mar) adopta la forma de neutro terminado en o La mano es en la lengua comuacuten to jeri neutro pero tambieacuten existe la forma femenina i jera (maacutes proacutexima al vocablo antiguo de donde provienen ambas hē cheir cheiroacutes femenina) La luna que con matices tan distintos vimos en la seccioacuten El tiempo es normalmente el neutro to fengari Sin embargo en alguna ocasioacuten es el masculino o feacutengaros y en otras toma la terminacioacuten femenina y puede ser i fengaro o i kira-fengaro la luna o la sentildeora-luna La palabra antigua preservada por la tradicioacuten culta i seleni

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tambieacuten aparece con su matiz arcaiacutesta Con ella forma Kazantzakis la flor imaginaria selenotropo a semejanza de heliotropo que gira en la direccioacuten de la incierta luz lunar ya en los jardines mismos de la muerte en los hielos polares Alliacute la propia luna es para el asceta moribundo

hellipmi sol-cristal-heladoselenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronteespejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblante

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Bibliografiacutea

Kazantzakis N lsquoΟδύσσεια Odisea 3ordf edicioacuten Ediciones Dorikos Atenas 1960 Οδύσεια [sic con una σ] Edicioacuten facsimilar de la primera edicioacuten de la obra Ediciones Kazantzakis (Paacutetroklos Stavrou) Atenas 2005 lsquoΑσκτική Salvatores Dei Asceacutetica Salvatores Dei 3ordf edicioacuten Ediciones H Kazantzaki Atenas 1945 Ταξιδεύοντας lsquoΑγγλία Libro de Viajes Inglaterra 5ordf ed Atenas 1958 Ταξιδεύοντας lsquoΙσπανία Libro de Viajes Espantildea 2ordf ed Atenas 1958 Ascese Salvatores Dei Texte eacutetabli par Azis Izzet (Introduction de A I) Plon Paris 1959 Ascese Salvatore Dei Traduit du grec et presenteacute par Octave Merlier Atenas 1951 Del Sinaiacute a la Isla del Amor trad de A Lupo Canaleta Obras Selectas vol II Planeta Barcelona 1968 Cristoacutebal Coloacuten trad de Miguel Castillo Didier Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 Constantino Paleoacutelogo trad de Miguel Castillo Didier Editorial Santiago Santiago 1969 Carta al Greco trad de D L Garasa Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 Kazantzaki H Le Dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses textes ineacutedites Plon Paris 1968 ldquoCoacutemo vi escribir Carta al Grecordquo en N Kazantzakis Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 (sin mencioacuten del traductor) La verdadera tragedia de Panait Istrati trad de Hernaacuten del Solar Ercilla Santiago 1937 lsquoΕπίλογος Ταξιδεύοντας Κίνα Epiacutelogo a Libro de Viajes China Atenas 1958

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Estudios

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Conradi G A ldquoiexclOdyssia iexclOdyssiardquo Frankfurter Allgemeine Zeitung 17-XII-1966 en Nea Hestiacutea nov 1971 trad al griego de D IkanomidisDalon R ldquoUna llave para el mundo de Kazantzakisrdquo trad al griego de K Angelaki Ruck NeaHestiacutea nov 1971Daniil G ldquoOdiseo y muerterdquo Revista Nea Hestiacutea Homenaje Navidad 1977Decaux A Preacuteface agrave lrsquoOdysseacutee (a la versioacuten francesa de J Moatti) Ed Richelieu-Plon Paris 1969Dimaraacutes K Th Ίστορία τῆς Νεοελληικῆς Λογοτεχνίας Historia de la literatura neoheleacutenica 4ordf ed Atenas 1968Edwards M W ldquoN Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Brown University Daily Herald 2-V-1961Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Trabajo ineacutedito2003) Finsler G La poesiacutea homeacuterica trad de Carles Riba 3ordf edicioacuten Labor Madrid 1947Friar K The Odyssey A Modern Sequel by N K Translation into English Verse Introduction Synopsis and Notes Simon and Schuster Nueva York 1958 Friar K ldquoN Kazantzakis en Ameacutericardquo trad al griego de Dimitris Ikonomidis Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 135-145Friar K ldquoLa ascesis espiritual de N Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Garciacutea Gual C ldquoIntroduccioacutenrdquo a Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013Guerrero C ldquoLa figura de Caronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Heiseig J ldquoEncarnacioacuten de libertad la visioacuten de Nikos Kazantzakisrdquo trad al griego de L Kaacutesdagli Nea Hestiacutea nov 1971Homero rsquoΙλιάδα Iliacuteada trad al neogriego de N Kazantzakis y I Kakridiacutes Atenas 1955

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Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo Cahiers du Sud Ndeg 377Levin H James Joyce Traduccioacuten A Castro Leal F de C E Meacutexico 1959Malleros F ldquoSobre la obra de N Kazantzakisrdquo Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 5 1959Marasso A ldquoHomerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad de Odiseo y sus amigosrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Martiacutenez Arancoacuten A ldquoSobre la Ασκητική de Kazantzakisrdquo En el Volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997Mercanton J James Joyce ldquoProacutelogordquo a Ulises de Joyce trad de J Salas Subirat S Rueda Editores Buenos Aires 1959Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo rev Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 En Nea Hestiacutea noviembre 1971 traduccioacuten al griego de Ana KaacutesdagliMonory M ldquoLa llama y el ciacuterculo La aventura de Cristoacutebal Coloacuten en el teatroDe Kazantzakis y de Claudelrdquo traduccioacuten al griego de Lina Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Moreleoacuten N ldquoLa idea de la muerte en la obra de N Kazantzakisrdquo En el volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Trabajo ineacutedito 2003)-Nikolareizis D lsquordquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute primavera 1958Nuacutentildeez G Kazantzakis 1883-1957 Ediciones del Orto Madrid 1997Paboacuten J M Homero Editorial Labor Madrid 1947

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Panayotoacutepulos I M ldquolsquoΟ Καζαντάκης ὀ ἔνας ταξιδευτήςrdquo Kazantzakis un viajero Nea Hestiacutea Navidad 1959Papathanasoacutepulos Th ldquoEstudio sobre la nueva Odiseardquo En PapathanasoacutepulosTh Γύρω στον Καζαντζάκη En torno a Kazantzakis Ed Kastaniotis Atenas 2000Politis L Historia de la literatura griega moderna Proacutelogo traduccioacuten directa y suplemento Goyita Nuacutentildeez Ediciones Caacutetedra Madrid 1994Prevelakis P Ο Ποιητής καί τό Ποίημα τῆς lsquoΟδύσσειας El Poeta y el Poema de la Odisea Atenas 1958Prevelakis P Ν Καζαντζάκης Συμβουλή στή χρονογραφία τοῦ βίου του N Kazantzakis Contribucioacuten a la cronologiacutea de su vidardquo Separata de Nea Hestiacutea Navidad 1959Prevelakis P ldquoΝίκος Καζαντζάκηςrdquo Nikos Kazantzakis Nea Hestiacutea 1-VIII-1953Quiroz R Abismo y fe Aproximacioacuten a la Comedia de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos- Instituto Chileno- Heleacutenico- Sociedad Amigos de Kazantzakis Santiago 1998Quiroz R Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador Centro de Estudios Griegos Santiago 2004Quiroz R Cronologiacutea y bibliografiacutea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 1997Quiroz R y Castillo Didier M Destino y fatalidad en dos dramas juveniles de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos Santiago 2012 Reboreda S ldquoOdiseo el heacuteroe peculiarrdquo En JC Bermejo y S Reboreda Los oriacutegenes de la mitologiacutea griega Editorial AKAL Madrid 1996Romilly J de ldquoYiatiacute Odiseasrdquo iquestPor queacute Ulises En J de Romilly Sinandiseis me tin arjea Helada Encuentros con la Grecia Antigua Traduccioacuten al griego K Miliaresi y B Athanasiacuteu Atenas 1997 Skufas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969

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Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Spandonidis P lsquoΟ Καζαντάκης παιδί της ανησυχίας Kazantzakis hijo de la inquietud Kenuria Epojiacute otontildeo 1960Stanford W B El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvan Traduccioacuten B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Claacutesicos Dykinson Madrid 2013Triacuteas M B ldquoLa esteacutetica de Homerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Vretakos N Ν Καζαντζάκης η αγωνία και το έργο του Kazantzakis su agoniacutea y su obrardquo Atenas 1960Vitti M Historiacutea tis helinikiacutes logotejniacuteas Historia de la literatura NeoheleacutenicaEdiciones Odiseas Atenas 2003Vitti M Introduzione alla poesia greca del Novecento Naacutepoles 1957Wilson C ldquoNikos Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea 1-XI-1962 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo Traduccioacuten M Ikonomu Nea Hestiacutea nov 1971Yalurakis M Ο Καζαντζάκης μου είπε Kazantzakis me dijo Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958

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Iacutendice onomaacutestico

Aedo R 11Athanasiacuteu B 154Afrodita 49 86Alsina J 29 150Angelaki Ruck A 151Anticlea 11 121Ares 49Argos 28Atenea 44 141Auden W H 14Autoacutelico 44Baudier M L 13 16 17 24 38 39 150Beattie A 12 155Bergson 19Bermejo J C 154Bien P 137 138 150 Bingen J 150Bloom 42 43Brecht 10 152Buda 13 19 20 37 150Calipso 11 34 36 41 48 141Camus 16 26Capitaacuten Uno 11 14Carnegie S C 150Caronte 6 11 14 65 74 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 112 114 115 116 118 119 120 124 125 127 148 151Carontisa 102 125Carter 143Castillo Didier M 11 31 99 124 125 149 150 154Castro A 153Centauro 100Centeno M 11 16 150Circe 34 35 36 141Choza J y P 150Claudel 153Coloacuten C 10 19 149 153Conradi G 138 151Constantino Paleoacutelogo 10 20 149

Cristo 10 13 19 20 32 37Dalon R 151Danai (Stratigopulu) 97Daniil G 151Dante 19 20 26 30 31 32 41 43 44Decaux A 27 151Diacuteez de Velasco F 99Dijtena 59 110Dimaraacutes K Th 151Dios 12 16 17 19 20 25 27 31 32 33 35 43 47 50 61 61 112 116 118 119Don Quijote 11 13 14 19 29 32Doulis T 12Edwards M W 151Eliot T S 16 26 37Eremita 14Esquilo 134Euriacutepides 41Fausto 15 29Fernaacutendez D 11 151Fida 72Finsler G 151Fotiadis 134Fotis pope 111Friar K 10 12 15 16 23 40 138 140 151Fuentes Cristoacutebal 4Garasa D 149Garciacutea Gual C 151Giradoux 44Godot 16Goethe 15Gonzaacutelez V H 11 151Greco El 11 37 38 138 139 143 149Guerrero C 11 151Hades 71 90 98 99 101 102 117 120 122 124 126Hadji-Kyriakos N 6Hamlet 14 29 32 65Hanley 142Hauptmann G 12 41Heftaliotis A 134Heiseig J 151

157

Helena 11 13 15 47 48 59 60 75 81 102 107 110 113 145 146Hesse 26Homero 12 13 15 18 27 32 40 43 44 45 47 111 121 136 141 151 152 153 155Ikonomidis O 151Ikonomu M 155Izzet A 20 21 25 149 152Jaeger W 45Jaloux E 42Jaris P 152Jaros Ver Caronte 99Jouvenel R 152Joyce J 12 15 23 26 29 31 40 41 42 43 44 138 142 153Juliaacuten el Apoacutestata 19 20Juumlnger 26Jurmuzios E 98 136 137 152Kafka 26Kain R M 16 152Kakridiacutes I 135 136 141 151 152Karandonis A 22 152Karteroacutes 121 123Kaacutesdagli A 93 153Kaacutesdagli L 151 153Kaacutesdagli Mar 150Kavafis C 11 37 151 153 155Kazantzaki H 9 10 19 149Kazantzakis N 9 10 11 12 13 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 29 30 31 32 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 71 79 93 97 98 111 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155Kerenyi K 15 16 19 152Knoumls B 9 97 Krino 112 146Krumbacher 134Lacarriegravere J 16 17 137 152Laertes 11 43 110

Laude A 26 152Lasso de la Vega J 10 18 138 152Lavagnini B 152Lenin 13 20 37Lenioacute 103Leonidas 47Levin 29 142 153Leacutevesque R 47 153Lipstein R 10Lohleacute C 150Lupo A 149Madretierra 14 65 68 103 125 127Manolios 111Malleros F 153Marasso A 140 141 152 153Margaroacute 14 115Maacuterquez J 11 153Martiacutenez Arancoacuten A 153 Mayorga C 11 153Medusa 17Melisa 10Menelao 47 59 109Mercanton J 40 42 153Merlier O 149Miliaresi K 154Miller A 16Miralles C 29 150Moatti J 27 151Moira 99Monory M 18 93 153Moreleoacuten N 153Naranjo M 11 153Nausiacutecaa 11 36 141Nietzsche 12 15 19 20 152Nikolareizis D 22 153Nuacutentildeez G 153 154Odiseo 6 11 12 13 14 26 27 29 30 31 32 33 34 36 39 40 41 47 53 55 56 58 59 61 62 63 67 74 75 78 82 83 85 99 100 103 104 107 111 115 116 117 119 121 123 126 127 128 130 141 143 151 153 154Omatos O 99 153

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Orfoacutes 107Ostrero 121 122Paboacuten J M 151 152 153Palamaacutes K 134Palis A 134Panayotoacutepulos I M 25 140 154Panopolitis N 132Papathanasoacutepulos I M 154Peneacutelope 30 33 43Perla 14 103 113 115Platoacuten 41Plinio 30 43Politis L 154Polylaacutes J 134Pound E 37Prevelakis P 10 12 17 26 27 43 135 151 152 154Psichari J Ver PsijarisPsijaris Y 97 133 134Quiroz R 11 154Rabanales A 132Racine 44Raizis B 12Rala 103 130Ramos O G 31Reboreda S 154Riba C 151Romilly J de 41 154Salas J 153Sartre 16 26Seferis Y 12 37 Segalaacute y Estalella L 141 152Seacuteneca 44Shakespeare 21 44 134Sherrard Ph 27Silvaacuten A 12 155Skufas G 12 154Soacutefocles 10 41 152Solar H del 149Soliacutes D 11 155Solomoacutes D 133 136Sotiriadis 134Spandonidis P 155Stalin 13

Stanford W B 12 15 16 23 26 29 31 40 41 44 155Steinen H von den 16Stratigopulu D 97Stridaacutes 121 122Suralis 108 117 118Teleacutemaco 11 44 141Tennyson 30 31Thaacutenatos 104Tiresias 120Toda Raba 24 29 30Triandafilidis M 97 134Triacuteas M B 157Trotski 13Ulises Ver Odiseo 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 23 25 26 27 29 30 31 32 33 34 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 54 56 57 59 60 61 64 71 76 90 92 99 100 102 105 110 113 114 117 120 121 127 138 141 142 143 150 153 154 155Vitti M 155Vlastoacutes P 136Vretakos N 155Wagner 18Will F 12Wilson C 10 16 18 21 155Xenoacutepulos G 134Yalurakis M 137 155Zaratustra 19Zeus 49Zorba 10

Page 3: MIGUEL CASTILLO DIDIER - Estudios Griegosestudiosgriegos.cl/data/1508933986.pdf · M.: La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de KazantzakisCentro . de Estudios

Presentacioacuten

El Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos ldquoFotios Mallerosrdquo de la Universidad de Chile tiene el agrado de presentar el libro El tiempo la muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakis En la extensa bibliografiacutea sobre el poema del escritor cretense hay muy pocos tiacutetulos que estudien aspectos de su extraordinaria riqueza poeacutetica Por ejemplo las imaacutegenes y las comparaciones de la Odisea son realmente inagotables y belliacutesimas y no han sido estudiadas El presente trabajo no pretende examinar los medios expresivos que utiliza el poeta en esta obra gigantesca Soacutelo intenta mostrar algunos aspectos de la presencia de la muerte y del tiempo en la Odisea del escritor griego y la riqueza de su lenguaje

Παρουσίαση

Το Κέντρο Αρχαίων Βυζαντινών και Νεοελληνικών Σπουδών του Πανεπιστρημίου Χιλής έχει την ευχαρίστηση να παρουσιάσει το βιβλίο Ο χρόνος ο θάνατος και ο λόγος στην Οδύσσεια του Καζαντζάκη Στην εκτενή βιβλιογραφία για το ποίημα του Κρητικού συγγραφέα υπάρχουν πολύ λίγοι τίτλοι που να πραγματεύονται πλευρές του εξαιρετικού ποιητικού πλούτου του Παραδείγματος χάριν οι εικόνες και οι παρομοιώσεις της Οδύσσειας είναι πραγματικά ανεξάντλητες και ωραιότατες και δεν έχουν μελετηθεί Το παρόν πόνημα δεν προσπαθεί να μελετήσει τα εκφραστικά μεσα που χρησιμοποιεί ο ποιητής σ` αυτό το γιγάντιο έργο Μόνο θέλει να δείξει μερικές πλευρές της παρουσίας του θανάτου και του χρόνου στην Οδύσσεια του Έλληνα συγγραφέα και πλευρές του πλούτου της γλώσσας της

Odiseo proacuteximo a su fin y Caronte se contemplan el uno al otroDibujo de Nicholas Hadji-Kyriakos Ghika (1958)

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IacuteNDICE

NOTAS INTRODUCTORIAS 9Grandeza y desmesura 15La Odisea y la Asceacutetica 19Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo 22Itaca Odiseo siacutembolos vivos 29El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis 40Los presentes ensayos 45

I EL TIEMPO 47El transcurrir del tiempo 48Las epifaniacuteas del tiempo 62La noche 62La luna 70El atardecer 75Las estrellas 82El sol 88El alba 94 II LA MUERTE 97Caronte personaje 98Vida y muerte 109La nostalgia de los muertos 117La muerte destructora 123

III LA PALABRA 132El problema linguumliacutestico de Grecia 135Kazantzakis y la lengua griega 135La riqueza linguumliacutestica de la Odisea 143

Bibliografiacutea 149

Iacutendice onomaacutestico 156

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El tiempo la muerte y la palabra enla Odisea de Kazantzakis

In memoriam PoetaeΣτη μνήμη του Ποιητή

NOTAS INTRODUCTORIAS

Hace mucho tiempo en uno de los primeros nuacutemeros del anuario Byzantion Nea Hellaacutes1 publicamos un artiacuteculo con el tiacutetulo de ldquoEl tiempo la muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakisrdquo Se tocaba en eacutel una materia no estudiada hasta entonces la poesiacutea misma de la obra o maacutes exactamente expresado algunos de los recursos poeacuteticos utilizados por el autor Han pasado los antildeos y no ha sido posible realizar la tarea pendiente de estudiar en detalle tales recursos Dada la vastedad del poema 33333 versos de diecisiete siacutelabas parece desproporcionado que una persona emprenda este intento a menos que disponga de siquiera un ldquoantildeo sabaacuteticordquo o siquiera de un semestre Por eso en este libro no hemos ido maacutes allaacute de las tres temaacuteticas de aquel trabajo Imposible por ejemplo trabajar sobre la realidad de las comparaciones en el poema que son verdaderamente innumerables Cada una de las tres secciones ha sido bastante ampliada han variado no pocos enfoques Naturalmente la bibliografiacutea ha sido puesta al diacutea

Sin duda siempre escribir sobre la Odisea constituye una responsabilidad nada pequentildea Porque se trata de la obra cumbre de un escritor que es a su vez una de las figuras maacuteximas de las letras neogriegas Para el poeta este poema era la obra de su vida ldquoCreo que toda mi alma toda la llama y la luz que he podido hacer brotar de la materia de la que estoy moldeado se expresan en la Odiseardquo2 Esta opinioacuten expresada en una carta de Boumlrje Knoumls habiacutea sido ya expuesta al mismo neohelenista ldquoMe siento feliz de que usted se haya sumergido valerosamente en ese mar azul la Odisea Desde el punto de vista de la forma poeacutetica y del contenido filosoacutefico la Odisea representa la cima

1 Byzantion Nea Hellaacutes Ndeg 3-4 19752 Carta a Boumlrje Knoumls 21-VI-1954 cit por Kazantzaki Heleni Le dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses carnets ses textes ineacutedits paacuteg 538

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maacutes elevada que he podido alcanzar despueacutes de los esfuerzos de toda una vidahelliprdquo3

La idea que teniacutea Kazantzakis acerca de la labor de traduccioacuten del poema aparece asimismo en una carta del helenista sueco ldquoTrabajo gigantesco muy difiacutecil que requiere de un amor y de una paciencia sobrehumanosrdquo4 La verdad de tal afirmacioacuten hubo de experimentarla quien escribe estas paacuteginas durante los seis antildeos dedicados a la versioacuten castellana de la Odisea que aparecioacute en Espantildea en la serie Obras selectas publicadas por Editorial Planeta en 19755 El esfuerzo que requirioacute tal trabajo da la razoacuten al juicio de Joseacute Lasso de la Vega ldquoDesde el punto de vista de la lengua esta Odisea es la obra maacutes endemoniadamente difiacutecil de la literatura griegardquo6 El material poeacutetico verdaderamente oceaacutenico de la Odisea estaacute por estudiarse como veremos maacutes adelante y en especial en nuestra lengua La circulacioacuten del texto en espantildeol suscita sin duda el intereacutes de quienes han seguido las traducciones de obras tan apasionantes como Cristo de nuevo crucificado Libertad o muerte Zorba el Griego en el plano de la novela de Cristoacutebal Coloacuten Constantino Paleoacutelogo Melisa Sodoma y Gomorra en el campo del teatro o de aquella maravillosa ldquoy sangrante confesioacuten autobiograacuteficardquo editada en castellano con el

3 Ibiacuted paacuteg 477 Carta de 14-VI-19474 Ibiacuted paacuteg 5355 Recientemente el antildeo 2013 Tajamar Editores publicoacute una segunda edicioacuten revisada del poema6 Lasso de la Vega Joseacute ldquoEn torno a Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht paacuteg 248-309 En carta al traductor ingleacutes Kimon Friar fotografiacutea de cuyo autoacutegrafo poseemos gracias a la gentileza de Heleni Kazantzaki el escritor coincide con el juicio de aqueacutel sobre el poema y afirma ldquoTambieacuten yo creo que la Odisea es la cumbre de mi obrardquo Conocemos asimismo por Pandelis Prevelakis destacado escritor cretense y acaso el mayor estudioso en Grecia de la Odisea la opinioacuten expresada por su autor a su antigua amiga Rahel Lipstein ldquoNikos mrsquoavait dit un jour agrave Paris en me montrant plutocirct en soulevant tregraves haut ndashet en riant en mecircme tempsndash son Odyseacutee Crsquoest mon cercueil Rahel et mon flambeaurdquo en Prevelakis P El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo paacuteg 191 Collin Wilson en su ensayo sobre ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo afirma al respecto ldquoNo es extrantildeo que considerara la Odisea como su mejor obra y todos sus otros voluacutemenes como trabajos secundarios Sus mismos libros contienen una especie de Odisea de modo que bien podriacutean leerse como una gran novela independiente que traza la peregrinacioacuten espiritual y psiacutequica de una vidardquo En revista Nea Hestia XI-1971

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tiacutetulo de Carta al Greco El estudio introductorio que acompantildea nuestra versioacuten de la Odisea y el presente ensayo no aspiran sino a plantear algunos aspectos a esbozar ciertas sugerencias a anotar una que otra senda que permita al amante de la poesiacutea kazantzakiana adentrarse en las vetas de la belleza de esta epopeya7

7 La bibliografiacutea en castellano en torno a la Odisea no parece muy extensa En el Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 46 1964 publicamos el tercero de tres artiacuteculos dedicados a Kazantzakis con el tiacutetulo de Caracterizacioacuten de la ldquoOdiseardquo en la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971 aparecioacute un breve trabajo nuestro que circuloacute tambieacuten como apartado Algunas notas sobre la ldquoOdiseardquo de N Kazantzakis por uacuteltimo existe el estudio introductorio a nuestra versioacuten castellana del poema Ed Planeta Barcelona 1975 al que hemos hecho alusioacuten Otros tiacutetulos Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo en Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea de Kazantzakis y exloran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios griegos Santiago 2000 Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad Y semejanza entre Laertes y Teleacutemacordquo en el mismo volumen Guerrero C ldquoCaronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo en el mismo volumen Centeno Rogers M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(2003) Quiroz Pizarro R ldquoLa Odisea transposicioacuten poeacutetica de la Asceacuteticardquo en R Quiroz Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador 2004 Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013 Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Ineacutedito 2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Ineacutedito 2003)Aedo R ldquoLa lucha del Capitaacuten Uno Apuntes para el Don Quijote de la Odisea kazantzakianardquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Castillo Didier M ldquoNausiacutecaa y Calipso (La Odisea en la Odisea)rdquo Byzantion Nea Hellaacutes 24-2005 Castillo Didier M ldquoLa Odisea en la Odisea iquestcoacutemo murioacute Laertesrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 Castillo Didier M ldquoCreta como visioacuten poeacutetica y como escenario en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 26-2007 Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007 Kazanzakis N ldquoUn pequentildeo comentario a la Odiseardquo Traduccioacuten R Quiroz Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 ldquoEl laberinto de Creta en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Amaltea Revista de mitocriacutetica 2009 vol 1 Castillo Didier M ldquoOdisea de Kazantzakis Itaca punto de llegada y de partidardquo Byzantion Nea Hellaacutes 29-2010 Castillo Didier M ldquoLa muerte de Helenardquo Byzantion Nea Hellaacutes 30-2011 Gonzaacutelez Vaquerizo H La odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis Tesis Doctoral Universidad Autoacutenoma de Madrid 2013 Castillo Didier M ldquoLas laacutegrimas de Odiseordquo Byzantion Nea Hellaacutes 33-2014 Castillo Didier M ldquoAnticlea la madre lejanardquo Byzantion Nea Hellaacutes 36-2017 La bibliografiacutea en castellano

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Como se ha afirmado un resumen no puede hacer justicia al poema8 Tampoco las notas introductorias que preceden en este trabajo a nuestras tres materias Ni aun el estudio de estas mismas ndashel tiempo la muerte y la palabra en la Odiseandash porque constituyen aspectos de una vasta totalidad de muacuteltiples y variadas facetas Y pretender sentildealar a traveacutes del comentario los dones de la fantasiacutea visionaria del creador de la Odisea ldquoseriacutea irrisorio con seguridad pues esta obra representa en siacute una summa en cierta manera de las visiones que la imaginacioacuten humana puede engendrar Ellas se situacutean fuera del tiempo y del espacio pero estaacuten animadas de una realidad y una dimensioacuten tales que se imponen para siempre al espiacuteritu Masacres orgiacuteas incendios revueltas populares ciudades ideales desiertos del Aacutefrica hielos del

se ha incrementado recientemente con la traduccioacuten del libro de W B Stanford valiosa obra de la cual se con contaba con solo el texto original en ingleacutes El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvaacuten traduccioacuten de B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Editorial DYKINSON Madrid 2015 La bibliografiacutea en otros idiomas es muy vasta y se acrecienta raacutepidamente En Estados Unidos e Inglaterra el estudio de la Odisea en seminarios y caacutetedras universitarias ha producido no pocas tesis especializadas de las que da noticia Kimon Friar en su obra Nikos Kazantzakis en Ameacuterica En la Universidad de Indiana se han presentado memorias sobre La imagineriacutea de la luz en la Odisea Odiseo como anarquista Las mujeres en la Odisea de Kazantzakis Las diversas personificaciones de Dios en la Odisea La psicologiacutea y la filosofiacutea del autoconocimiento en la Odisea y en la Asceacutetica Odiseo el hombre muacuteltiple Entre los temas del Curso de Literatura Comparada de la Universidad de Illinois se han desarrollado El uso del sentimentalismo odiseano en Kazantzakis y en Seferis y Estudio comparativo entre la Odisea de Kazantzakis y el Ulises de Joyce El mito moderno y la Odisea es el tiacutetulo de una tesis presentada al Pomona College de California Nietzsche y Kazantzakis la voluntad de poder y la lucha por la libertad en la Odisea memoria presentada al Rint College de Portland Oregoacuten En revistas o como voluacutemenes independientes han sido publicados diversos estudios sobre Kazantzakis varios de los cuales se refieren especiacuteficamente a la Odisea Skuffas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969 Doulis T Kazantzakis and the meaning of suffering Northwest Review VI 1963 Will F Kazantzakis Odyssey University of Texas Press Austin 1964 Raizis B ldquoPro-Ulises de Kazantzakis Homero y Gerard Hauptmannrdquo Modern Literature Review vol II Philadelphia University Press 19728 Prevelakis P op cit paacuteg 243 ldquoUn resumen no hace justicia al poema pero puede dar cierta idea de la profunda atraccioacuten que produce su inmensidad La obra produce el ldquoefecto de muacutesicardquo que una vez alguien describioacute como aqueacutel que brota de La guerra y la pazrdquo

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Polo fantasmas de aquellos que amoacute o admiroacute Cristo Buda Don Quijote Homero gente del pueblo campesinos pescadores pastores artesanos y cazadores compantildeeros fieles y mujeres presencia obsesiva de la muerte alliacute estaacute el mundo vivo en colores violento desmesurado centelleando en cada verso a traveacutes de imaacutegenes fulgurantes que creoacute el poeta visionario [hellip] Sus visiones que son a menudo las de un vidente poseen un color un relieve una realidad asombrosa Toman a veces la amplitud de visiones coacutesmicas y profeacuteticasrdquo9 El simple esquema del nuevo viaje de Ulises aunque necesario en el caso de este ensayo y posiblemente uacutetil para la lectura misma del poema10 no puede dar una idea de la complejidad impresionante de la obra Emergiendo de la vieja epopeya en el momento en que de regreso a la patria ha dado muerte a los pretendientes de su mujer Odiseo tras vivir en su isla natal algunas emociones y experiencias y sentirse ahogado en la pequentildeez de su diaria existencia parte para siempre con algunos compantildeeros sin rumbo fijo El viaje se enfila hacia Esparta donde despueacutes de ayudar a su decadente monarca a contener una sublevacioacuten Ulises se marcha con Helena Navega una vez maacutes sin senda determinada para decidir finalmente desembarcar en Creta Alliacute conoce nuevos personajes y participa activamente en una revolucioacuten popular que destruye el reacutegimen imperante odiado por su crueldad abusos y corrupcioacuten Cumplida esa tarea se da al mar nuevamente para llegar a Egipto al que arriva en momentos de grandes conmociones sociales Toma parte tambieacuten en ese paiacutes en una sublevacioacuten en cuyos jefes se ha querido ver un paralelo de Lenin Trotski y Stalin Luego del fracaso Ulises encabeza el eacutexodo de una multitud hambrienta que vaga largamente por el desierto en direccioacuten al sur En la soledad de la montantildea frente a las fuentes del Nilo el peregrino vive todas las etapas de la Asceacutetica despueacutes de lo cual vuelve a la accioacuten para fundar una ciudad ideal en las orillas del gran lago madre del Nilo Pero la obra es destruida por un devastador cataclismo en el cual perecen los uacuteltimos compantildeeros que le restaban y Ulises ahora asceta solitario retoma

9 Baudier M L Nikos Kazantzakis Comment lacutehomme devient immortel (Plon 1973) pp 11 y 12 del original gentilmente facilitado por la autora10 La versioacuten castellana lleva como apeacutendice un resumen en prosa relativamente extenso

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la senda del sur y se adentra en selvas enmarantildeadas Su mente cada vez maacutes libre de ilusiones y anhelos crea seres imaginarios que son actores de un largo y sangriento drama en la rapsodia XVII A traveacutes de su peregrinar conoce variados personajes que representan diversas concepciones de la vida la prostituta Margaroacute (Perla) que ha elegido el camino del amor el priacutencipe Madretierra especie de fantasma de Hamlet surgido de las honduras africanas el Eremita que se desligoacute de todos los bienes terrenales en vida y cuya mano una vez muerto permanece erguida y abierta aacutevida de un puntildeado de tierra que Odiseo deposita en ella para que se cierre el Capitaacuten Uno sombra de Don Quijote que cabalgando un deacutebil camello y portando viejas e inuacutetiles armas sale a luchar por la libertad y es salvado por Ulises de morir a manos de unos caniacutebales el Hedonista sentildeor de una torre edificada en medio de pantanos cuyo uacutenico valor es el placer el Hombre Primitivo representado en una visioacuten sangrienta por un jefe negro que ha asesinado a uno de sus doce hijos y que es muerto y comido por los once restantes Ya en las costas del sur de Aacutefrica y cuando construye la barca que lo llevaraacute a los mares del polo Odiseo se encuentra con un joven pescador negro que predica una religioacuten del todo nueva y habla sobre un Padre celestial Sus palabras lo emocionan pero no lo convencen Luego el peregrino se embarca hacia el extremo septentrional del oceacuteano En unas tierras heladas por las que pasa asiste a los uacuteltimos diacuteas de una raza de hombres de las nieves dominados por el miedo y que se hunden entre los teacutempanos al adelantarse la primavera y no alcanzar ellos a emigrar a lugares soacutelidos En la embarcacioacuten de cuero ensebado que esos hombres le obsequiaron Ulises prosigue la travesiacutea Destruido su naviacuteo al chocar con un teacutempano el asceta reducido ya casi a huesos y piel sube a uno de esos fantasmas de hielo Alliacute llegaraacuten las sombras de todos aquellos a los que amoacute en vida surgiendo de las tumbas y los siglos Alliacute tambieacuten despueacutes de haberlo visitado muchas veces durante su peregrinacioacuten bajo las maacutes diversas formas Caronte la muerte asimilado ahora al asceta en las apariencias lo acompantildea hasta su uacuteltimo sonreiacuter y su disolucioacuten en la nada11

11 Imposible que una siacutentesis en extremo apretada como eacutesta refleje la variedad de climas histoacutericos y humanos a traveacutes de los cuales se desarrolla el peregrinar de Odiseo desde el ambiente cosmogoacutenico de las primeras rapsodias hasta las fases

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Grandeza y desmesura

Obra extraordinariamente compleja y sin embargo llana a veces como un sencillo romance o canto popular recorrida por el epicismo singular de la angustia del hombre contemporaacuteneo que busca un camino y bantildeada en ocasiones por manantiales de lirismo puro en que se reflejan alegriacuteas y tristezas elementales de gente de pueblo barroca en sus dimensiones desproporcionadas y la enorme acumulacioacuten de elementos de distinta procedencia su arquitectura y su fuego interior recuerdan la Divina Comedia y la serenidad de ciertos momentos de contemplacioacuten del drama humano traen a la mente a Homero Es la obra maacutes discutida de toda la literatura neogriega y a la vez maacutes allaacute de opiniones constituye un monumento titaacutenico que recoge el tesoro de la lengua neoheleacutenica sus dialectos sus compuestos belliacutesimos expresiones motivos versos fragmentos y hasta canciones completas de la rica poesiacutea demoacutetica griega elementos de la mitologiacutea y la cultura populares neogriegas Tal es la Odisea Su aparicioacuten ndashdice Friarndash ldquocausoacute en los ciacuterculos griegos discusiones tan vivas como las que produjo en los ciacuterculos ingleses la publicacioacuten de otra epopeya de parecidas dimensiones y de disposicioacuten semejante el Ulises de Joyce Las dos obras se refieren al hombre contemporaacuteneo que busca su ser Y en las dos los autores utilizan el esqueleto de la Odisea homeacuterica aunque de un modo sorprendentemente distintordquo Durante muchos antildeos en la patria del escritor se la ha mirado ldquorodeada de una suerte de oscura grandezardquo Se la contempla desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido o inexplorado La exploracioacuten y valoracioacuten ha venido desde Occidente W B Stanford

finales de la transfiguracioacuten del personaje en un hombre solitario y actual que medita sobre la existencia a miles de antildeos de los acontecimientos de Troya Respecto de los comienzos de la ldquoepopeyardquo Kerenyi destaca por ejemplo que las cuatro primeras rapsodias que estaacuten dedicadas a los acontecimientos de Itaca y de Esparta no soacutelo toman el lugar de las correspondientes de la Odisea homeacuterica sino el lugar que posee el episodio de Helena en el poema de Goethe Como en eacuteste es la eacutepoca de emigraciones de pueblos No aparece claro estaacute en Esparta Fausto con sus caballeros sino baacuterbaros rubios con armas de hierrordquo que bajan desde el norte Kerenyi Karl ldquoKazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 56

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T S Eliot Arthur Miller W H Auden Collin Wilson Kimon Friar Karl Kerenyi Helmut von den Steinen W B Stanford son algunos de los escritores que han destacado el valor del poema esbozando ciertas liacuteneas de su extraordinaria riqueza temaacutetica y estiliacutestica ldquotratando de ir maacutes allaacute de la mera percepcioacuten del eco general que brota de ese mundo de astrosrdquo La grandiosidad de la Odisea que no pocos han tratado de definir con calificativos astrales posee relacioacuten importante con el haacutelito de destruccioacuten que sopla impetuosamente en esta obra concebida en los primeros antildeos de la deacutecada del veinte Esta caracteriacutestica ha hecho pensar en la fuerza destructiva que antildeos despueacutes habraacute de ensentildeorearse en las creaciones de los grandes existencialistas12 ldquoUlises atraviesa en la Odisea las fases de las angustias y las esperanzas contemporaacuteneas Un vendaval de rebeldiacutea y de destruccioacuten sopla sobre esta magna obra eacutepica se derrumban las ciudades los reinos las falsas creencias los

12 La relacioacuten de la Odisea con la literatura existencialista que apunta M L Baudier ha sido anotada tambieacuten por otros autores entre ellos Richard M Kain en el artiacuteculo ldquoAn existentialist Ulyssesrdquo a que se hace referencia en la bibliografiacutea Jacques Lacarriegravere escribe al respecto ldquoVeinte antildeos antes que los filoacutesofos y escritores de Occidente Ulises descubre en lo alto de su montantildea lo absurdo de la vida En tal sentido esta obra nos revela que ni Camus ni Sartre fueron ndashen el plano literariondash los primeros en experimentar y expresar el absurdo de toda existencia sino Ulises el conquistador el amante el constructor el sin-esperanzardquo ldquoN K Sur les traces drsquoUlysse Chant planeacutetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre tempsraquo En Chile podemos mencionar el trabajo de M Centeno Rogers ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 De paso digamos que tambieacuten en el teatro de Kazantzakis pueden anotarse rasgos que anuncian caracteriacutesticas del existencialismo Asiacute Comedia ndash tragedia en un acto obra teatral de 1909 Respecto de esta pieza se ha dicho ldquoque podriacutea titularse El silencio de Dios para medir todo su horrorrdquo En una pieza cerrada que simboliza la prisioacuten de la muerte un grupo de personajes de edad y medios diversos esperan a Dios que vendraacute a abrirles la puerta del reino de la luz Pero a medida que las bujiacuteas se extinguen que las horas transcurren que el gran reloj da las doce campanadas la esperanza va desapareciendo y la angustia aumentando La puerta no se abre Una angustia que llega a ser asfixiante y el friacuteo de la muerte que aplasta el pecho como el peso de una laacutepida quiebran los corazones con la nostalgia de la tierra y la dulzura de la vida La espera de lo que debiacutea venir se transforma en la espera de lo que no vendraacute jamaacutes Imposible no dejar de pensar en Godot ni dejar de recordar Huit Clos de Sartre al repasar las paacuteginas de esta obra juvenil pero plena de anticipaciones

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antiguos dioses son derribados ldquoTodos los valores aportados por el helenismo y a los cuales el cristianismo habiacutea agregado su mensaje de amor y su promesa de vida eterna son echados por tierra en la nueva Odisea [hellip] El lector es conducido de destruccioacuten en destruccioacuten hasta que se enfrenta con la cabeza de Medusa El ciacuterculo se cierra Los dioses han muertohellip La vida humana queda sin justificacioacuten no hay espera ni juicio ni recompensa La muerte es la uacuteltima realidadrdquo escribe Pandeliacutes Prevelakis El poeta contempla pues con Ulises la lenta y completa destruccioacuten de los valores sobre los cuales se habiacutea apoyado la sociedadrdquo13 No es de extrantildear entonces que maacutes que ninguna de sus obras la Odisea haya provocado las angustias y la incertidumbre de la creacioacuten en Kazantzakis ldquoLa forma escogida ndashla epopeyandash implicaba ya en siacute misma dificultades casi insuperables Se trataba de una empresa sobrehumana de hallar un cuadro para hacer entrar en eacutel todos sus conocimientos alimentados por sus innumerables viajes sus lecturas sus contactos con los paiacuteses maacutes diversos desde Creta a las vastedades polares desde los esfuerzos de Rusia Sovieacutetica a las concepciones del Extremo Oriente desde sensaciones vividas personalmente a las de un heacuteroe imaginario Habiacutea que disciplinar esas experiencias superar el mundo desencadenado que habiacutea creado dominar esa superabundancia que le haciacutea correr el riesgo de perder pierdquo14

Lacarriegravere en el estudio recieacuten citado destaca este aspecto ldquoDesde que se aborda los primeros compases de esta rapsodia gigantesca obra de una vida entera el tiempo se borra los diacuteas no cuentan Este poema es un veacutertigo continuo una desmesura un desafiacuteo al lector mismo que para afrontarlo debe asirse soacutelidamente al libro como para un largo periplo por el paiacutes de los ciclones Pues este oceacuteano poeacutetico no se atraviesa impunemente Tal como Ulises se sale agotado pero como renovado al teacutermino de una constante y prodigiosa iniciacioacutenrdquo Esta caracteriacutestica del poema recuerda el gran eacutextasis de la Asceacutetica ldquoDe igual modo actuacutea tambieacuten Dios el Gran Extaacutetico Habla lucha por hablar con mares y con fuegos con alas con colores con cuernos con garras con constelaciones y mariposas con hombres

13 Baudier M L op cit paacuteg 9614 Ibiacuted paacuteg 17

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como puede para dar forma asible a su eacutextasisrdquo Como anota Michel Monory ldquola obra de Kazantzakis se adapta a esta arte poeacutetica desde el aforismo hasta el mito desde la tragedia hasta el relato de viajes busca la palabra que estaacute maacutes cerca del grito y deja hablar a su imaginacioacuten Este constante fluir de algunas grandes imaacutegenes simples puede parecer cansador Creo que maacutes bien esto precisamente constituye la originalidad y la grandeza de la obrardquo15 Grandeza primitiva tensioacuten extaacutetica fuerza destructiva desequilibrio son notas que alejan de Homero esta ldquocontinuacioacuten de la Odiseardquo Como dice Lasso de la Vega ldquodesde el cielo homeacuterico hasta el que nos preocupa existe un abismo Kazantzakis no soacutelo es un nuevo Homero Es tambieacuten un anti-Homero y un hiper-Homero Descubrioacute un modo de existencia de Ulises maacutes integral maacutes secreto maacutes verosiacutemil que aquel que nosotros ya conociacuteamos encontroacute vetas maacutes profundas alliacute donde no habiacutea llegado nuestra miradardquo16 Y Wilson que compara el final de la Odisea con la uacuteltima escena del Crepuacutesculo de los dioses de Wagner habla del mundo salvaje que parecioacute querer crear el poeta con su obra ldquoque tiene maacutes notas comunes con el Chicago de la ley seca que con la Odisea de Homerordquo17 Se ha hablado tambieacuten del poema kazantzakiano como de ldquouna epopeya que nos llena de temorrdquo en muchas ocasiones ponieacutendose asiacute de manifiesto su lejaniacutea de su ancestro homeacuterico

15 Monory M ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo en revista Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 17916 Lasso de la Vega J op cit paacuteg 5117 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo paacuteg 18

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La Odisea y la asceacutetica

iquestExaminar la Asceacutetica equivale a estudiar el ldquopensamientordquo del escritor No es muy simple dar una respuesta afirmativa Heleni Kazantzakis se refiere al opuacutesculo escrito en Alemania en 1923 con estas palabras ldquoUn libro pequentildeo que maacutes tarde serviraacute de llave para comprender bien su obra Ni novela ni poema ni ensayo filosoacutefico ndashprecisaraacute eacutel mismo Ochenta paacuteginas breves versiacuteculos biacuteblicos de gran belleza Los altos mandamientos de Nietzsche a quien Kazantzakis venera sobre todo por su estilo encendido y sus padecimientos innumerables los de Bergson que le ayudaron a liberarse de ideas filosoacuteficas que lo tiranizaban la quinta esencia de sus experiencias personales Todo esto sistematizado por un cerebro exigente y ordenadorrdquo Y Karl Kerenyi resume en tres liacuteneas la significacioacuten que atribuye a la Asceacutetica ldquoNi obra de arte ni de filosofiacuteahellip En realidad era una obra sobre una nueva religioacuten un llamado a la realizacioacuten de un mito como lo demuestra el subtiacutetulo Salvatores Dei que se tradujo al alemaacuten como iexclRettet Gott iexclSalvad a Diosrdquo18

En realidad no puede sostenerse que la Asceacutetica exponga una nueva religioacuten como tampoco la Odisea que desarrolla toda aquella obra en una de las etapas de la peregrinacioacuten de Ulises Expresa maacutes que un pensamiento una manera de enfrentar la vida pero sin llegar a configurar una religioacuten a menos que eacutesta pudiera concebirse sin un Dios

Digamos nosotros que pese a la complejidad de esta pequentildea obra puede desentrantildearse cuaacutel es el modo ldquopraacutecticordquo de enfrentar el mundo que ella postula Kazantzakis admira personajes y heacuteroes de distintas eacutepocas y lugares en cuyas actuaciones creiacutea ver el cumplimiento de la norma esencial de la ascesis Ulises Buda Cristo Juliaacuten el Apoacutestata Dante Cristoacutebal Coloacuten Don Quijote luchan combaten consumen sus vidas en una batalla ardiente El mandato de Zaratustra mueve la vida del escritor cretense y ndashen su conceptondash la de sus figuras veneradas ldquoiexclEdificad vuestras ciudades junto al Vesubio Enviad vuestros naviacuteos a mares inexplorados Vivid luchandordquo Y Kazantzakis nos ensentildea

18 Kerenyi K op cit paacuteg 43 y sig

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ldquoAma el peligro iquestQueacute hay maacutes difiacutecil Es esto lo que yo quiero iquestCuaacutel es el camino a seguir El que asciende el maacutes escarpado Este es el que yo tomo iexclsiacuteguemerdquo Peligro y combate batalla sin recompensa sin paga iquestAdoacutende vamos iquestVenceremos alguna vez iquestQueacute sentido tiene el combate ndashCalla Nunca preguntan los combatientesrdquo Luchar sin recompensa y sin esperanza es el mandato supremo de la Asceacutetica Es el que sigue Dante el desterrado que sabe renovar a cada instante su odio a la injusticia Cristo que muere por redimir una humanidad que no quiere redimirse Juliaacuten que pretende resucitar una filosofiacutea y una eacutetica condenadas ya por la historia Constantino Paleoacutelogo que combate hasta la muerte en los muros de una Constantinopla ya vencida Ulises hombre antiguo-medieval-contemporaacuteneo que peregrina en la vastedad de los oceacuteanos de los continentes iacutegneos y de los hielos eternos buscando con la lucha un dios que sabe no existe

Las preguntas y los mandatos de la Asceacutetica se repiten en la Odisea que es una vasta ampliacioacuten poeacutetica de aquel opuacutesculo y que en la Rapsodia XV reedita la peregrinacioacuten asceacutetica Alliacute vuelve a resonar la interrogacioacuten que impregna toda la obra kazantzakiana

iquestCuaacutel es mi camino La subida maacutes ardua e interminableY di yo solo he de salvar la tierra enteraiquestDoacutende vamos iquestAlguna vez venceremos No preguntes iexclcombateDe tal modo hablaba Dios ordenaba el pecho del varoacutenhellip (XV 821-4)

La Asceacutetica y la Odisea constituyen el nuacutecleo de una obra vasta que es en esencia una unidad Asiacute lo destaca Aziz Izzet en su estudio sobre el poema Sus obras ndashdicendash ldquoson todas facetas de una sola y uacutenica preocupacioacuten En este sentido la vida y la obra de Kazantzakis forman un todo indisoluble una suerte de piraacutemide de gradas cuyas cuatro caras poseen la misma importancia Cristo Buda Lenin Ulises En la base Nietzsche ndasho mejor auacuten ese territorio medio oriental abierto a todas las culturas a todas las profeciacuteas Lo podremos ver de manera fulgurante

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en la Odiseardquo19 La relacioacuten entre el poema oceaacutenico y el opuacutesculo miacutenimo la sintetiza Izzet maacutes adelante ldquoKazantzakis se esforzoacute en la Asceacutetica por revivir en siacute mismo profundamente todos los ciclos de la marcha de los hombres sobre la tierra Aquiacute lo hace abstractamente por asiacute decirlo Maacutes tarde en la ldquoOdiseardquo lo haraacute creando una obra de arte Es la auteacutentica funcioacuten del artista y eacutel la cumplioacute de una manera grandiosardquo ldquoLa Odisea es la transposicioacuten artiacutestica de la Asceacutetica Ulises cruza todos los mundos todas las acciones todos los suentildeos maacutes extravagantes del hombre todas las esperanzas y todas las desesperaciones todos los eacutexitos y todos los fracasos El poema va desde lo coacutemico maacutes rabelesiano a lo traacutegico concentrado de Shakespeare No es un poema social no es un poema religioso no es un poema clasificable Se trata de retrasar todaviacutea una vez maacutes las etapas del pensamiento y del devenir del hombre Ulises funda ciudades ideales que se hunden el diacutea de su inauguracioacuten Hace retiros cruelmente austeros y se entrega a actos de pirateriacutea y de injusticia sangrientos Poco a poco aprende a emprender sin esperanza de recompensa ni de eacutexito Asiacute se elimina la desesperacioacuten asiacute se crea la verdadera creacioacutenrdquo En cierto grado dice Collin Wilson ldquoel espiacuteritu del poema aflora en los dos uacuteltimos versos del proacutelogo que es una invocacioacuten al solrdquo

iexclVamos fuera del alma las pobres amarguras aguzad vuestros oiacutedos iexcllas penas y tormentos cantareacute del renombrado Ulises

ldquoExiste algo nietzscheano en este grito Levantaos sobre vuestra pequentildea e insignificante vida y pensad en algo maacutes grande Promete lo heroico acciones en una escala mayor que la humana Pero no promete nada No promete alguna gran visioacuten daacutentica del universo alguna magna siacutentesis hegeliana en la cual todas las contradicciones visibles del mundo se concilienrdquo20

19 Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 347 y sig20 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo en Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 18

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La Odisea Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo

La aparicioacuten de la Odisea en 1938 aunque era esperada ndashse conociacutean algunos fragmentos desde 1924 y se teniacutea cierta idea de su desarrollo narrativondash provocoacute en Grecia encendidas controversias Uno de los estudiosos griegos del poema D Nikolareizis alude asiacute al acontecimiento ldquoUn aerolito cayoacute en 1938 en el lago de las letras heleacutenicas y removioacute sus aguas Desde entonces permanece alliacute inaccesible a muchos como una isla de piedra a cuyo alrededor se navega para admirarla desde la distancia Era la Odisea de Nikos Kazantzakis poema de 33333 versos decaheptasiacutelabos sin rima impreso sin folio en ochocientas y tantas paacuteginas un volumen bastante difiacutecil de levantarrdquo21 Y Karandonis uno de los criacuteticos severos de la obra en su ensayo ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo utiliza tambieacuten teacuterminos relacionados con la astronomiacutea para referirse a la impresioacuten que produce el poema ldquoCreemos que existen muchos en Grecia ndashy entre ellos tambieacuten nosotrosndash que siguen viendo la obra de Kazantzakis rodeada de una suerte de oscura grandeza Se contempla este poema desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido e inexplorado La estudiamos sin buscar el detalle es decir no con el microscopio sino con el telescopio que muestra en cierto modo maacutes en relieve las magnitudes y nos acerca maacutes los voluacutemenes principales las liacuteneas generales y los grandes conjuntos que de ella se separan Tratamos asiacute de percibir el eco general que brota de ese mundo de astroshelliprdquo22 Varios factores formales contribuyeron al hecho de que el poema despertara extrantildeeza su extensioacuten la utilizacioacuten del verso de 17 siacutelabas el uso de un lenguaje popular lleno de las maacutes atrevidas innovaciones y libertades entre otras la creacioacuten de muchos teacuterminos compuestos incluso su sistema graacutefico simplificado que apareciacutea como una herejiacutea audaz frente a la anacroacutenica ldquoortografiacuteardquo imperante

21 Nikolareizis D ldquoLa Odiseardquo de Nikos Kazantzakis revista Kenuria Epoji primavera 195822 Karandonis A ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 156 y sig

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La primera observacioacuten que se planteoacute se referiacutea a la validez de un geacutenero casi unaacutenimemente estimado como pasado de eacutepoca ldquoNada maacutes vano e inuacutetil ndashresponde el propio escritorndash que plantear la cuestioacuten de si la Odisea es una epopeya y si la epopeya es un geacutenero anacroacutenicohellip Para miacute tiempo maacutes eacutepico que eacuteste no ha existido En estas eacutepocas en que un mito decae mientras otro pugna por dominar nacen las epopeyas Para miacute la Odisea es el esfuerzo eacutepico dramaacutetico del hombre contemporaacuteneo que vive cada momento de la lucha diaria persiguiendo las maacutes atrevidas esperanzas para buscar la salvacioacuten la liberacioacuten iquestCuaacutel liberacioacuten No lo sabe Al actuar la va creando de continuo con sus alegriacuteas y sus amarguras con sus fracasos y con desencantos luchando El hombre contemporaacuteneo que vive profundamente su tiempo en forma consciente o inconsciente libra este combatehelliprdquo23 Como podemos observar la calidad eacutepica deriva para Kazantzakis de la esencia epopeacuteyica de la lucha del hombre actual en medio del caos en el que se ve inmerso al tomar conciencia plena de su ser Stanford se refiere a este punto escribiendo ldquoEl criacutetico de mediados del siglo XX puede consignar con certeza que las figuras de Ulises de Joyce y Kazantzakis siacute presentan siacutembolos excepcionalmente comprensivos de las aspiraciones y perplejidades contemporaacuteneasrdquo24 La Odisea trata de contener todos los caminos todas las posibilidades todos los resquicios a los que un hombre puede dirigir la mirada de su espiacuteritu para tratar de captar y asignar un sentido a la existencia Lo anterior explica la desmesurada extensioacuten del poema la acumulacioacuten de suentildeos mitos leyendas costumbres creencias y ritos de diversos pueblos y eacutepocas el torrente de vivencias y experiencias que se despentildea a lo largo de las rapsodias el fluir interminable de motivos e imaacutegenes de variados oriacutegenes la fuerza eacutepica que lo recorre de un extremo a otro

23 Kazantzakis cit por K Friar en la ldquoIntroduccioacutenrdquo a su versioacuten inglesa del poema paacuteg XII24 W B Stanford El tema de Ulises p 271

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ldquoCon la epopeya el lector arrancado en cierta forma de su vida de sus haacutebitos de pensamientos de la duracioacuten descubre un mundo fabuloso en que se desarrollan dentro de una iluminacioacuten constante dentro del fulgurar insostenible de las imaacutegenes dramas en que cada personaje estaacute implicado a fondo con los resortes del espiacuteritu tensos al extremohellip Entrar en el universo de la Odisea es cambiar de gravitacioacuten es elevarse a una visioacuten totalizante e impersonal es seguir engrandecidas por el genio poeacutetico las innumerables aventuras del espiacuteritu humanordquo25 La presencia de la muerte constituye uno de los ingredientes de la realidad eacutepica de la vida humana Al adquirir conciencia el hombre se ve de pronto en un mundo que ndashpor maacutes que se lo investigue conozca y dominendash aparece para eacutel limitado por un hecho inexorable la muerte la desaparicioacuten definitiva El instinto vital la tendencia a la accioacuten y su necesidad la aspiracioacuten a la inmortalidad no modifican esa realidad fatal que interrumpe toda obra humana Y el angustioso esfuerzo del hombre sobre la tierra posee de este modo de por siacute un caraacutecter eacutepico y traacutegico Participa de una lucha que en uacuteltimo teacutermino le es impuesta Los personajes maacutes admirados de Kazantzakis aceptan tal combate y siguen tal camino hasta el final La capacidad del hombre para luchar es admirable En su espiacuteritu pese a la nada de su destino brilla una llama casi inverosiacutemil y es eacutesta maacutes que al hombre mismo lo que venera el artista griego Asiacute lo expresoacute en diversas ocasiones variando el verso de la Odisea

No amo al hombre amo la llama que lo devora Δεν αγαπώ τον άνθρωπο αγαπώ τη φλόγα που τον τρώει

En Toda Raba hallamos el mismo pensamiento ldquoLo que me interesa no es el hombre ni la tierra ni el cielo sino la llama que devora al hombre a la tierra y al cielordquo Es la llama que lo maravilla en los monjes que mantienen el convento griego del Sinaiacute ldquoEste Monasterio de Sinaiacute es un milagro del espiacuteritu En medio de un hoacuterrido desierto en medio de razas aacutevidas de rapintildea de otras religiones de otras lenguas alrededor de una fuentecilla de agua desde hace catorce siglos se levanta como fortaleza este Monasterio y se revela contra las fuerzas naturales

25 Baudier M L op cit paacuteg 19

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y humanas que lo asedian Despueacutes de una travesiacutea de tres diacuteas por un desierto hosco al enfrentar los floridos almendros del convento mi corazoacuten saltoacute aquiacute ndashlo sentiacutendash existe una conciencia humana superior aquiacute la llama del hombre vence al desiertordquo26 La entrega apasionada a una causa sin esperanza caracteriza a los mejores personajes de Kazantzakis Pocos son sus personajes no atormentados por un anhelo angustioso pocos aquellos equilibrados por una fe clara en Dios Para el escritor el mito de Dios constituye sin duda un factor de paz una garantiacutea de tranquilidad De ahiacute que al irse desmoronando el mito al liberarse la conciencia humana de explicaciones extranaturales el hombre ha ido acercaacutendose a un estado de pureza de autenticidad al estado a que llega Ulises al teacutermino de su larga odisea No ha llegado a eacutel pero se acerca a ese silencio helado y sereno en que Kazantzakis hace morir a su heacuteroe ldquotras haberlo conducido a traveacutes de todas las etapas conocidas o adivinadas de la evolucioacuten histoacuterica filosoacutefica espiritual y humanardquo seguacuten la expresioacuten de Izzet En el poema Dios toma diversas formas al igual que la muerte Se va transformando hasta desaparecer del todo Ello parece querer corresponder a un proceso histoacuterico la liberacioacuten de la humanidad de los mitos religiosos Es el hombre actual y en especial el hombre ateo contemporaacuteneo quien vive con maacutes intensidad el drama eacutepico de la vida Y en esta etapa de la conciencia es cuando el espiacuteritu humano puede alcanzar su vuelo maacutes elevado y su dimensioacuten maacutes noble y excelsa Es entonces cuando la lucha sin esperanzas se da en toda su grandeza Y la capta Kazantzakis no soacutelo en la Odisea sino incluso tambieacuten en otras de sus obras Al respecto dice certeramente Panayotoacutepulos ldquoQuisiera destacar que Kazantzakis maacutes que ninguacuten otro escritor trajo a nuestras letras la conciencia de la grandeza Pertenece a la raza de los hombres que hacen sentirse a cada uno en su maacutes elevada estatura Eacuteste es el elemento eacutepico de su creacioacutenhellip Sus libros semejan inmensos bosques donde ruge libremente el vendaval se parecen a aquellas praderas en

26 N Kazantzakis Libro de Viajes Italia-Egipto-Sinaiacute-Jerusaleacuten-Chipre-Morea paacuteg 103 Con el tiacutetulo Del Sinaiacute a la Isla del Amor una versioacuten de la obra escrita directamente en franceacutes por Kazantzakis aparece incluida en castellano en el vol II de Obras Selectas publicadas por Edit Planeta

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las que corren impetuosos potros indoacutemitos Apenas se abren desde la primera frase desde el primer paacuterrafo uno se sobrecogerdquo Y Andreacute Laude expresa ldquoKazantzakis pertenece a esa raza de gigantes que hacen desgarrarse el tejido de la dimensioacuten terrestrerdquo El epicismo de la Odisea resulta indudable para Stanford Es maacutes despueacutes de estudiar en un trabajo muy completo el tema de Odiseo en poemas obras de teatro discursos morales novelas etc a traveacutes de veinticinco o maacutes siglos concluye en El tema de Ulises que ldquola prosa narrativa de Joyce y el poema de Kazantzakis estaacuten maacutes proacuteximos a la eacutepica heroica que cualquiera de estos geacuteneros Esta cualidad eacutepica facilita el hecho de que ambos autores tratan a Ulises con una mayor objetividad que en la liacuterica Con una mayor libertad narrativa que en el drama y con un mayor peso del simbolismo heroico que en una novela Despueacutes de un largo intervalo regresamos al ambiente heroico-romaacutentico de la Odisea Un ambiente menos estrictamente eacutepico que el de la Iliacuteada pero maacutes proacuteximo a eacutel que cualquier otro geacutenero de literatura claacutesica y un ambiente especialmente acorde con el heroiacutesmo versaacutetil y a menudo poco ortodoxo de Ulisesrdquo27 Y califica la imagen de Ulises recreada por el escritor griego como un siacutembolo en que se funde ldquola suma de los anhelos y de las angustiosas dudas del hombre contemporaacuteneordquo Prevelakis por su parte en el magno estudio El poeta y el poema de la Odisea desarrolla el tema de lo traacutegico en la obra maacutexima de Kazantzakis Centra todas las notas que caracterizan a Ulises en el poema ndashy que van apareciendo a medida que el peregrino intenta nuevos caminos vitalesndash en la del hombre sin-esperanza El desesperado cuya figura erra con distintas facetas en los grandes escritores del siglo (pieacutensese entre otros en Sartre Hesse Juumlnger T S Eliot Camus y principalmente Kafka) es un hombre de nuestro tiempo Y Ulises en el poema de Kazantzakis pese a sus caracteriacutesticas muchas veces primitivas es un hombre contemporaacuteneo Llega a serlo a traveacutes de la vastedad de la obra a traveacutes de la transformacioacuten del mito antiguo ldquoKazantzakis ndashdice Prevelakisndash sirve abundantemente y sin esfuerzo al geacutenero eacutepico con el proacutedigo tesoro de su experienciahellip Mas las caracteriacutesticas de la tragedia se presentan tambieacuten a veces en

27 W B Stanford op cit p 258

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la Odisea una vez como puro diaacutelogo dramaacutetico (la rapsodia XVI) Pero el alma traacutegica recorre todos los tejidos del poema de un extremo a otro Yace en la misma disposicioacuten del poeta que adora la vida y sin embargo la tiene por inmaterial fantasmagoriacutea y en el caraacutecter dilemaacutetico del heacuteroe

Palpitan en sus entrantildeas los anheloscon-caminos-opuestos y sin loacutegicahellip

Yace en el esfuerzo del heacuteroe ndashdel hombrendash por vencer la ldquoinmensa noche eternardquo28 ldquoTreinta siglos despueacutes de Homero dice Alain Decaux en el proacutelogo a la monumental edicioacuten francesa del poema Kazantzakis un griego contemporaacuteneo nuestro retoma el tema antiguo de Ulises y nos da una de las obras claves de la literatura de nuestro siglo Fiel al gran aliento original eacutel explica en una carta a un amigo ldquoEl asunto principal casi uacutenico de toda mi obra es el combate del hombre con ldquoDiosrdquo la lucha implacable indestructible del gusano que se llama hombre contra las terribles fuerzas todopoderosas y tenebrosas que se encuentran en eacutel y alrededor de eacutel la obstinacioacuten la lucha la tenacidad de la minuacutescula chispa que trata de horadar y vencer la inmensa noche eterna El combate y la angustia por transubstanciar las tinieblas en luz la esclavitud en libertadrdquo Y maacutes adelante Decaux expresa ldquoLa Odisea de Kazantzakis es un himno a la grandeza del hombre A la fraacutegil grandeza del hombrehellip El Ulises de Kazantzakis se mueve (al comienzo al menos) en los tiempos de Homero pero siente soporta y actuacutea en el tiempo de Kazantzakisrdquo29 Las alusiones al paso del tiempo las horas los diacuteas y noches las estaciones los antildeos seraacuten uno de los capiacutetulos de este ensayo Recordemos ahora que el curso cronoloacutegico del peregrinar de Ulises se expresa hacia el fin del poema en miles de antildeos como en el pasaje siguiente cuando Odiseo ha llegado a las costas del Aacutefrica despueacutes de haber atravesado el continente y saluda al mar

28 P Prevelakis El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo Atenas 1958 Existe la versioacuten inglesa de Philip Sherrard editada en Nueva York por Simon and Schuster en 196129 A Decaux laquo Preface agrave lrsquoOdysseacutee raquo traduccioacuten al franceacutes de Jacqueline Moatti paacuteg 10

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y al comparar a su gran compantildeero el pieacutelago con un perro recuerda a Argos

Ahora se oyoacute rugir la ola restallar y jugarcomo el perro amarrado que al amo reconocioacute y que gruntildeey el opulento noble de la mar lo saluda con afectolaquoEnbuenhora ante mi casa te encuentro mi perro viejo y fieliexclola miacutea no me has olvidado todaviacutea y con ternura me ladrasraquoSalta y agachado lo acaricia toca la blanca motase acordoacute de otro fiel animal hace ya miles de antildeoscuando agitaba el rabillo en su patio mancilladoy se lanzoacute a darle bienvenida despreciando a los pretendientes enemigoslaquoiexclArgosraquo llamoacute ahora en su pensamiento y el perro brotoacutelleno de lodo desde la tumba moviendo su lomo

(XXI 179-189)

Tambieacuten en la rapsodia XXIII los hechos de Troya se han alejado milenios

Ya al mediodiacutea derrumbaacuteronse las puertas del palacio hace ya miles de antildeos en las playas sangrientas de Troya

(XXIII 334-5)

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Siacutembolos vivos Itaca y Ulises

Como Joyce Kazantzakis desde muy temprano distinguioacute a Ulises como un personaje favorito30 y como aqueacutel en la edad madura ldquoredescubrioacute en el mito antiguo el arquetipo del hombre modernordquo Tanto para el griego como para el escritor irlandeacutes ldquoel hombre de numerosos artificios que ha conocido tantos hombres y tantas ciudades es una figura integral y comprensiva una mezcla de las maacutes vulgares estratagemas y de las simpatiacuteas maacutes amplias de la naturaleza humanardquo31 El alma inquieta de Kazantzakis tendiacutea a identificarse con la figura de aquel aventurero polifaceacutetico ldquoNo es casual ndashdice el profesor Alsinandash que la figura que maacutes le haya preocupado haya sido Ulises el siacutembolo de la inquietud humana y en gran parte una especie de perfil del propio Kazantzakisrdquo32 Parece ser el mismo cretense quien habla en el hermoso verso con que Odiseo saluda a su propio espiacuteritu peregrino en la rapsodia XVI

Salve alma miacutea que el errar siempre por patria poseiacuteste

La concepcioacuten central de Ulises como suma y encarnacioacuten de todas las inquietudes del poeta griego se expone en Toda Raba ldquoBien sabes Pandeliacutes que mi jefe no es ninguno de los tres jefes de las almas humanas ni Fausto ni Hamlet ni Don Quijote sino Ulises En su velero vine a la URSS No poseo la sed insaciable de la inteligencia occidental ni oscilo entre el siacute y el no para llegar a la inmovilidad ni me domina el ridiacuteculo y sublime impulso del noble luchador de los molinos de viento Soy un marinero de Odiseo un corazoacuten ardoroso un espiacuteritu despiadado y luacutecido Pero no soy un marino del Ulises que regresaba a Itaca sino del otro del que ya ha regresado ha muerto a sus enemigos y sintieacutendose ahogado en su patria un buen diacutea se ha vuelto a marchar Ha escuchado en el norte en la niebla hiperboacuterea una nueva

30 ldquoTeniacutea doce antildeos cuando estudiaba la guerra de Troya [hellip] ero la historia de Uises sola se quedoacute grabada en mi memoriardquo escribe Joyce Cit por W B Stanford op cit p 23131 Levin H James Joyce paacuteg 6832 Alsina y Miralles La literatura griega medieval y moderna paacuteg 175

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sirena la sirena eslava Henos aquiacute ante ella sin taparnos las orejas sin amarrarnos a los maacutestiles yendo y viniendo por nuestro barco enteramente libres Escuchamos el canto maravilloso y conservamos intacta nuestra alma El capitaacuten Ulises inmoacutevil en la proa grita Eh compantildeeros abrid los ojos las narices la boca las manos abrid el espiacuteritu colmad vuestras entrantildeasrdquo33 La idea de la segunda partida de Ulises desde Itaca idea que existioacute ya en la Antiguumledad movido por el afaacuten de nuevos conocimientos la habiacutea recogido Dante en el Canto XXVI del Infierno dando a la fisonomiacutea del heacuteroe un cariz para nosotros especial aunque deberiacutea existir en los conceptos de la eacutepoca34 ldquoNi las dulzuras de mi hijo ni la piedad debida a un padre anciano ni el mutuo amor que debiacutea hacer dichosa a Peneacutelope pudieron vencer el ardiente deseo que yo teniacutea de conocer el mundo los vicios y las virtudes de los humanos sino que me lanceacute por el abierto mar soacutelo con un naviacuteo con los pocos compantildeeros que nunca me abandonaronrdquo Asiacute habla desde la llama biacutefida el espiacuteritu de Odiseo condenado por su afaacuten soberbio de conocimientos El afaacuten de nuevas experiencias constituye en la obra de Kazantzakis uno de los motivos para el nuevo abandono de la patria Se suma al hastiacuteo y desencanto que produce en el heacuteroe el estrecho y mezquino ambiente familiar y el ritmo rutinario de la vida corriente en la isla Este elemento acerca el personaje al Ulises de Tennyson que aunque expresa como mayor deseo perseguir el conocimiento maacutes allaacute del liacutemite del pensamiento humano como a un astro que se pone en el oriente desea en el fondo liberarse del aplastante y fastidioso ambiente familiar Se ahoga en la isla y desprecia a su pueblo

que atesora y duerme y se alimenta y no lo reconocehellip

33 N Kazantzakis Toda Raba p 10934 La idea del nuevo viaje y su motivacioacuten aparece en algunos antiguos como Plinio pero la utilizacioacuten posterior del personaje se ligoacute generalmente al motivo del retorno al hogar y a la patria

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El Ulises de Tennyson persigue siempre maacutes conocimientos y lleva en siacute la impronta de la experiencia gozada

Una parte soy de todo lo que he halladohellip35

El exhaustivo examen que hace el profesor Stanford del tema de Odiseo a traveacutes de la literatura antigua medieval y moderna y que culmina con el estudio detallado del Ulises de Joyce y de la Odisea de Kazantzakis no nos proporciona con todo algunos elementos de la moderna liacuterica griega que se entremezclan en la compleja concepcioacuten de los motivos de Itaca y de Odiseo en el escritor cretense Este aspecto se toca en la introduccioacuten a nuestra versioacuten del poema y en el estudio ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo apartado de la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado36 trabajos a los cuales remitimos al lector El personaje se transforma a traveacutes del poema desde el comienzo asiacute como tambieacuten va cambiando el sentido de su viajar Ayudaraacute en Esparta a la conservacioacuten de un estado decadente en Creta organizaraacute la destruccioacuten de un reino decreacutepito en Egipto tomaraacute parte en una revolucioacuten con claro sentido social peregrinaraacute hacia las fuentes del Nilo donde fundaraacute una ciudad ideal y arrasada eacutesta por un cataclismo seguiraacute solitario por la jungla volvieacutendose asceta A estas alturas su viajar que continuaraacute todaviacutea con diversos episodios hasta llegar al mar construir su uacuteltima embarcacioacuten en forma de atauacuted y partir a los hielos y las soledades polares se ha transformado en una buacutesqueda de sentido de la existencia en un buscar a Dios en una marcha a la liberacioacuten a la plena libertad y soledad No tocaremos aquiacute el tema de la estructura del poema pero recordaremos que desde el punto de vista de la composicioacuten la obra a la que acaso mejor pudiera compararse la Odisea seriacutea la Divina Comedia37 En ambas hay un peregrinar un caminar a traveacutes de muchos

35 La traduccioacuten del poema de Tennyson en Oscar G Ramos La Odisea un itinerario humano pp 169-17136 M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Kazantzakisrdquo Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado 5-197137 En otro trabajo ldquoNikos Kazantzakis Poema al Danterdquo Boletiacuten de la U

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lugares un conocer muchas situaciones y muchos espiacuteritus Hay una direccioacuten cierta meta que guiacutea al romero ndashmaacutes cierta y clara sin duda en la obra de Dante Este va en busca de Dios y es conducido por el Poeta hasta llegar a enfrentar ldquola luz que mueve el sol y las demaacutes estrellasrdquo Ulises sale de su isla y navega buscando en el fondo tambieacuten a Dios sin hallarlo porque no existe porque es un mito Mientras Dante se va aproximando a la divinidad Odiseo en su errar se va acercando a la realidad final la nada que a todos aguarda La ruta lo que en ella van encontrando permite a ambos peregrinos esbozar una ldquosummardquo de las orientaciones del espiacuteritu humano episodios y personajes surgen unos tras otros ante los ojos insaciables de ambos caminantes En Dante a las figuras histoacutericas y mitoloacutegicas de la antiguumledad se agregan hombres de su tiempo En Kazantzakis se mezclan los hombres de eacutepocas y lugares que atraviesa con personajes tipos que surgen con cierto velo de disfraz de las espesas y fantasmagoacutericas selvas africanas Hamlet Don Quijote el Asceta el Hedonista el Hombre Primitivo Cristo38 La metamorfosis del personaje principal y de los elementos del mito antiguo se inicia como deciacuteamos desde el principio de la Odisea Debemos tener presente que la narracioacuten se inserta en la rapsodia XXII del poema homeacuterico inmediatamente despueacutes de terminada la matanza de los pretendientes El ldquoCuandohelliprdquo con que se inicia la nueva epopeya muestra la continuidad temporal Desde el primer momento comienza en el heacuteroe surgido para nosotros desde los versos de Homero una

de Chile Nos 78-79 1968 recordaacutebamos que ldquoHomero y Dante fueron acaso los espiacuteritus maacutes venerados por Kazantzakis Quizaacutes sin pretender compararse a ellos ndashaunque objetivamente pueden establecerse semejanzas en algunos aspectosndash el autor de Cristo de Nuevo Crucificado tendiacutea a mirar las obras de aquellos poetas como grandes caminos a los que eacutel tambieacuten antildeadiacutea una senda La Odisea de Homero era el sendero hacia el hogar hacia el hombre hacia la paz despueacutes de la tormenta y la realidad serena despueacutes de los encantamientos y maleficios La Comedia de Dante era la odisea hacia el cielo y la visioacuten divina camino pleno de siacutembolos alegoriacuteas premoniciones y esperanzas De esas odiseas no poco tomoacute Kazantzakis para la suya propia la obra de su vida un camino tambieacuten con encantamientos y maravillas pero senda a traveacutes de la desesperanza hacia la nada eternardquo Remitimos en esta materia al lector a la ldquoIntroduccioacutenrdquo de nuestra versioacuten castellana de la Odisea38 Aun se podriacutea sugerir asimismo cierto paralelismo aunque inverso de los tres mundos posterrenales del espiacuteritu medieval que atraviesa el Poeta desterrado y las tres eacutepocas y tres continentes todos terrenos que recorre Odiseo en su senda

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metamorfosis paralela a la que experimentan su isla su mujer y todo aquello que lo esperaba por antildeos A traveacutes de toda la primera rapsodia el desencanto de Odiseo va en aumento Veinte antildeos enfrentoacute peligros innumerables animado por el ansia de volver a ver a su mujer y cuando llega por fin ante ella la desilusioacuten lo embarga Peneacutelope por su parte siente miedo ante su feroz marido

Peneacutelope que silenciosa y paacutelida en el trono esperabase vuelve a ver y tiemblan sus rodillas de pavorlaquoNo es eacuteste el que aguardeacute antildeo tras antildeo oh Dios con grande anheloveo un dragoacuten gigantesco que semejante a un hombre nuestra casa pisaraquoPresintioacute el arquero-del-espiacuteritu el oscuro pavorde la pobre mujer y suave dice a su irritada entrantildealaquoAlma miacutea eacutesta que inclinada tanto tiempo te esperapara que abras sus selladas rodillas y con ella te fundas en quejido gozosoes la mujer que anhelaste mientras luchabas en el pieacutelagoy con los dioses y con la honda voz de tu inmortal espiacuterituraquoDijo Mas no se estremecioacute su corazoacuten en su impetuoso pecho (I 24-34)

Cuando agradecido de un anciano que sin conocerlo le ofrece agua y pan Ulises le anuncia la llegada del rey de Itaca aqueacutel manifiesta su maacutes absoluto desintereacutes Y el pueblo recibe a su sentildeor ni siquiera con indiferencia sino con abierta hostilidad A poco de su vuelta se prepara un complot para asesinarlo despueacutes que el errabundo habiacutea logrado dominar una revuelta popular encabezada por las viudas de los caiacutedos en Troya y los invaacutelidos de aquella guerra Soacutelo por unos instantes ha podido el viajero desde una colina contemplar en paz a su isla

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Ascendiacutea el varoacuten siempre errante y alas infinitasy perfume de yerbas y traviesos pensamientos su corazoacuten embargabansubiacutea y cada vez mayor la blanca era de su patria se extendiacuteay al fin cuando pisoacute su pie la cumbre del desnudo monteel cuerpo paacutelido y esbelto aparecioacute de su isla humildeSus pupilas movieacuteronse tratando de esconder en vano el llanto laquoEacutesta es la roca el aacuterido pentildeasco que anhelabame gustaraquo murmuroacute y en sus grandes paacuterpados las laacutegrimas brillaronComo un atleta en el mar se asoleaban las playas negruzcasse sumiacutean las chozas en la luz y en el valle se moviacuteanmorosamente los bueyes marcando el pecho fructuoso de la tierray el pensamiento avizoraba ndashaacuteguila inmoacutevilndash todo el mundo a sus piesMas de improviso tierra y costa se mecieron y vacilaron poblados y aacuterbolesy toda la isla ascendioacute treacutemula como una nieblay se desvanecioacute como se pierde la nube cuando la toca el solRefrescaacuteronse las entrantildeas de Odiseo y se llenaron de marMudo por horas libaba la dulzura de la patria (I 724-740)

Verdad es que la narracioacuten que de sus peripecias hace Ulises recuerda en cierta medida el clima de la Odisea homeacuterica Sin embargo en la liberacioacuten de las grandes tentaciones que soportoacute el heacuteroe en su travesiacutea maacutes que el elemento del retorno al hogar y a la patria se impone la nostalgia de la especie humana del ser hombre y no inmortal en el caso de Calipso y de no rebajarse desde la calidad de tal a la inconciencia animal en el caso de Circe Cuando deja el mundo sin muerte ni dolor de Calipso deja tambieacuten el mundo miacutetico en el que el humano podiacutea sontildear con dioses y aun aspirar a llegar a ser inmortal

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Y cuando avanzaba ya lejos como saeta en la ola de espumoso seno y el dolorido canto se perdioacute en la bruma del crepuacutesculo poco a poco la balsa se puso maacutes pesada y se ladea las sombras la aplastaban de mujer de hijo de patria se cargoacute y libre dejeacute a mi corazoacuten conducirse a su agrado iexcly eacuteste estalloacute en sollozo amargo y otra vez se volvioacute humano (II 183-189)

Parecido es el sentido de su despertar desde la inconsciencia animal en que lo sumioacute Circe motivado por la visioacuten de un grupo de humanos que come en la playa y de una mujer que acuna a su hijo pequentildeo

iexclPobre alegriacutea miacutea inmortal pan comida vino y ante ti que esteacute la mar azul y masticar lentamente y sentir maacutes fuerte el alma y la carne renovarse ndash y yo creo Dios miacuteo que he probado esa dicha tan honda Cuando han comido se tienden los brazos abiertos al iacutegneo cielo y mueve la mujer su cuerpo suavemente de un lado a otro y un canto de cuna lento arrastrado dulce se difundioacute en el aire Vaciacuteas caiacutean las palabras se hundiacutean en el limo de mi espiacuteritu mas recibiacutea en mi entrantildea el dulciacutesimo son y temblaban jadeantes de ansiedad las hojas pesadas y de-envoltura-gruesa de mi corazoacuten Sentiacutea dolor trataba de recordar abriacutease-y-cerraacutebase mi pecho ndashvasto patio mar azulado higueras olivos vintildeasndash y una mujer de-marmoacutereo-cuello que amamantaba a un infante iexclay de miacute si pudiera subir a una alta cumbre y una aguda voz sacar Y repentinamente mi garganta se hinchoacute y mis sienes estallaron iexcly otra vez me trajo hasta ti el llanto estirpe humana (II 351-366)

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La muerte como hombre pleno que tomoacute la forma de tentacioacuten de inmortalidad (Calipso) de inconsciencia animal (Circe) y de vida muelle y feliz (Nausiacutecaa) parece tambieacuten adoptar el rostro de la patria tan anhelada pero que comienza a ser estrecha

Sella sus labios amargos y no pronuncia ya palabra Contemplaba el fuego que se sumiacutea la llama que se marchitoacute coacutemo se espolvoreaba y se extendiacutea en el rescoldo la ceniza Vueacutelvese y mira a su mujer divisa al hijo y al padre y estremecioacutese de suacutebito suspiroacute y tocoacute sus labios con la mano ahora comprendiacutea tambieacuten era la patria rostro dulce de muerte Como de fiera que se cogioacute en la trampa sus ojos giran y se mueven llameantes amarillos en sus profundas cuencas Estrecho como aprisco de pastor pobre parecioacutele el palacio paterno una duentildea de casa ya marchita tambieacuten esa mujercilla y el hijo como anciano octogenario todo lo pesa con cuidado (II 429-440)

Lentamente la patria se va transformando en una nueva prisioacuten Cuando en el festiacuten popular un viejo cantador recuerda los elevados presagios que presidieron el nacimiento de Odiseo eacuteste estalla en coacutelera contra siacute mismo

Mudo e inclinado escuchaba el arquero mordieacutendose los labiosy lejos su espiacuteritu se hallaba en cavernas y mares desoladasY en cuanto el bardo cerroacute sus grandes y haacutebiles labiosse estremecioacute respirando con fuerza y sus untildeas se clavaron en el tronoy en las mesas cayeron las copas de oro y derramaacuteronseY llena de acre burla y enojo su voz atruenalaquoiexclVerguumlenza miacutea ya mis dientes se aflojaron encanecieron mis cabellosy auacuten en obras nimias estoy gastando mi almaiexclToda la tierra he saqueado y mis manos ya se hartaronno hay maacutes mares para que yo atraviese ni otros hombres que

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encontrary entonces lleno de ufaniacutea vine a anclar aquiacute para podrirme en la patriaraquoDijo y se sentoacute girando por todo alrededor los ojoscual si fuese un mal suentildeo y pesadilla esta junta de genteTembloacute el pueblo y sus copas se quedaron en el aire (I 1212-1224)

Lentamente la anhelada patria se va transformando en una nueva prisioacuten y la idea de partir se va afirmando en el alma de Ulises En Carta al Greco en el capiacutetulo titulado ldquoCuando la semilla de la Odisea maduraba en miacuterdquo hace Kazantzakis una emocionante evocacioacuten de Ulises en la que se da un traer el personaje remoto hasta nosotros mismos39 El artista cretense recuerda en esas paacuteginas la eacutepoca angustiada en que dio por pasadas las ldquotres estaciones de su peregrinacioacutenrdquo que habiacutean sido Cristo Buda y Lenin La inquietud que lo atormentaba en su retiro de Creta fue disipaacutendose a medida que iba hacieacutendose maacutes niacutetido el nuevo camino de su vida y de su obra mayor la Odisea Sus dudas vinieron a desaparecer cuando reconocioacute a su verdadero y uacuteltimo guiacutea ldquoEras tuacute ndash iquestcoacutemo podriacutea dejar de reconocerte enseguidandash eras tuacute capitaacuten del barco de Grecia mi antepasado mi amado tatarabuelo Con tu gorro puntiagudo tu espiacuteritu insaciable y taimado que forja faacutebulas y se regocija de su mentira como de una obra de arte aacutevido y tozudo uniendo con soberana habilidad la prudencia del hombre al delirio divino de pie sobre el barco de Grecia sostienes el timoacuten sin soltarlo desde hace millares de antildeos y por millares de antildeos ldquoTe miro por todas partes y mi mente siente veacutertigo Ya te me apareces como un viejo centenario ya como un hombre maduro de cabellos azules y rizados salpicado de rociacuteo del mar ya como un nintildeo pequentildeo que se ha prendido a la tierra y al mar como a pechos maternos

39 Constantino Kavafis (1863-1933) desde la deacutecada del 90 del siglo XIX utilizoacute con extraordinaria originalidad el paralelismo de lo antiguo y lo actual para expresar la angustia e inquietud del hombre contemporaacuteneo e intentar asir el tiempo en la poesiacutea anticipando asiacute procedimientos que luego se daraacuten en poetas como Eliot Pound y en Grecia en Seferis

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y se amamanta Te miro por todas partes y me esfuerzo por aprisionarte en el lenguaje por inmovilizar tu rostro y poder decirte iexclYa te tengo iexclYa no te me escaparaacutes Pero tuacute haces estallar la palabra ndash iquestcoacutemo podriacutea contenertendash Te deslizas y escapas y oigo tu risa en el aire por encima de mi cabezardquo Y alliacute se dibuja tambieacuten el sentido de la auteacutentica Itaca ldquoY muy al principio cuando auacuten no te conociacutea coloqueacute en tu camino para impedir tu partida lo que yo creiacutea la trampa maacutes haacutebil Pero tuacute habiacuteas reiacutedo a carcajadas respirando profundamente e Itaca habiacutea sido pulverizada Fue entonces cuando comprendiacute alabado seas tuacute destructor-de-patrias que Itaca no existe no hay maacutes que el mar y una barca minuacutescula como el cuerpo del hombre y en ella el Espiacuteritu por capitaacutenrdquo Varios rasgos del hombre de-muacuteltiples-aspectos se esbozan en este capiacutetulo de Carta al Greco Su examen detallado no podriacutea faltar en un estudio de la Odisea Aquiacute en estas paacuteginas introductorias nos limitamos a ciertas facetas que denotan la profunda humanidad del personaje insaciable resumidas acaso en las liacuteneas siguientes ldquoDe pie sobre sus cuadernas de hueso hombre-y-mujer-a-la-vez siembra y pare pare las alegriacuteas y las tristezas las bellezas las virtudes y las aventuras toda la fantasmagoriacutea del mundo sangrante y amado Estaacute de pie inmoacutevil los ojos fijos en la catarata de la muerte que atrae a su naviacuteo y arroja incansablemente como un pulpo sus cinco dedos hambrientos sobre la tierra y sobre el marrdquo40 ldquoPor sobre mi cuerpo se erguiacutea otro cuerpo visiblehellip y era eacutel el que ordenabahellip yo no era sino la sombra fiel que lo seguiacuteahellip Con los ojos plenos de su presenciahellip me inclineacute sobre el papel Pero la hoja virgen ya no era como lo habiacutea sido hasta entonces un espejo que reflejaba mi rostro Vi por primera vez el semblante de mi gran Compantildeero de Rutardquo41 ldquoPotente e inolvidable visioacuten que no lo abandonaraacute ya maacutes con Ulises y sus compantildeeros de aventura va a vivir durante doce antildeos escribiendo las versiones sucesivas de la grande epopeya y su sombra gigantesca se extenderaacute sobre eacutel hasta el fin de su vidardquo42

40 Kazantzakis N Carta al Greco paacuteg 58141 Ibiacutedem paacuteg 57942 Baudier M L op cit paacuteg 11

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El tema del viaje reviene como una obsesioacuten en su vida y en su obra pero el gran viaje que hizo y que duroacute la parte maacutes fecunda y maacutes apasionada de su existencia fue con Ulises ese hermano ese compantildeero bienamado creado de la substancia misma de sus deseos de su fe de sus ambiciones y que los arrastroacute a los mares y las tierras desconocidas y a las aventuras espirituales maacutes temerarias Ulises-Kazantzakis se ahogaba en los marcos demasiado estrechos ldquoYo sentiacutea ndashdice eacutelndash que mientras maacutes avanzaba Odiseo maacutes se ampliaba su ego haciendo estallar cada mundo nuevo ndashego familia patria razandash y lo sentiacutea identificarse maacutes y maacutes con el iacutempetu misterioso e indestructible que se manifiesta sobre nuestro planeta bajo la forma de la vidardquo Al crear a su heacuteroe se creoacute a siacute mismo ndashnos dicendash pero hay que dar a su afirmacioacuten su auteacutentico significado Ulises representa para eacutel una experimentacioacuten voluntaria No se contenta con recorrer la tierra y los mares bajo los cielos estrellados para gozar de la belleza del mundo y enriquecer su vida con imaacutegenes y sensaciones nuevas sino que ensaya conscientemente ldquotodas las formas de vida libremente maacutes allaacute de programas y de sistemas y da a su Odisea las dimensiones de una epopeya del hombre modernordquo43 Cada ser acaso sea una siacutelaba de un magno canto de una inmensa Odisea ignota cuyo sentido no ha sido desentrantildeado La idea anotada en El jardiacuten de rocas reaparece en el poema Cada alma es un signo velado bordoneante una siacutelaba en la magna y ahogada cancioacuten marina errabunda

iexclAy si levantaacuteramos desde las ondas nuestra pobre cabezacuanto pueden nuestros seres a la luz y al aire suavepara ver y navegarlo al sagrado canto enteroMezclarnos todos siacutelaba con siacutelaba pegada para hallarel sentido oculto del viaje y el brillante puertoiexclLevaacutentate arquero trepa sobre tu cabeza y yeacuterguete alliacutepara que contemples y para que goces las albas brumosas de la humanidad (XIV 622-628)

43 Baudier M L op cit paacuteg 20

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El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis

Puesto que el poema del escritor griego y la novela del irlandeacutes parten de la utilizacioacuten de elementos de la Odisea homeacuterica para expresar el alma del hombre actual es interesante tratar de bosquejar algunas liacuteneas comparativas Kimon Friar en su estudio La Odisea de Nikos Kazantzakis y en el proacutelogo a su traduccioacuten inglesa del poema y Stanford en el capiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo del ya citado libro The Ulysses Theme El tema de Ulises esbozan algunos aspectos del tema Para Stanford la mejor prueba de la vitalidad extraordinaria del mito odiseano la constituyen las dos magnas obras contemporaacuteneas que lo utilizaron para tratar de expresar el mundo del siglo XX a tres milenios de distancia de su punto de partida Grandes en extensioacuten y densidad las dos han merecido calificativos ldquoastralesrdquo Inmenso aerolito caiacutedo que permanece como una isla de piedra en el lago de las letras griegas cordillera majestuosa de alguacuten paiacutes desconocido e inexplorado se ha llamado a la Odisea Un nuevo planeta se ha dicho de Ulises planeta apenas conocido ldquoy los que lo exploran no piensan dar en mucho tiempo una descripcioacuten de eacutel que agote siquiera sus bellezas maacutes aparentes y sus tesoros menos ocultosrdquo44 iquestQueacute hay de comuacuten entre estas dos obras cumbres de dos escritores de tan diversos mundos y raigambres espirituales A esta pregunta que se formularon muchos cuando aparecioacute la Odisea se agrega naturalmente otra iquestqueacute relacioacuten hubo entre los designios de los escritores al proyectar esas obras Sabemos que Joyce ya de estudiante manifestoacute su preferencia y atencioacuten por el personaje Ulises Estudioacute a Homero con asiduidad y siguioacute al heacuteroe a traveacutes de diversas obras modernas Esta etapa se cumplioacute tambieacuten en Kazantzakis admiracioacuten por la figura de Odiseo estudio intenso de Homero y de muchos recreadores del mito odiseano Stanford ha destacado la actitud ldquoafectivardquo hacia Ulises de ambos escritores sentildealando que ldquotanto a Joyce como a Kazantzakis les gusta Ulises y lo admiran y de alguna manera se sienten espiacuteritus hermanados con eacutel Para ellos no es sencillamente un peoacuten maleable en alguna campantildea propagandiacutestica o una ejemplificacioacuten uacutetil de cualidades

44 Mercanton J ldquoJames Joycerdquo proacutelogo al Ulises de Joyce paacuteg 7

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morales (o inmorales) o una figura-tipo conveniente para un argumento convencional sino un medio de explorar una situacioacuten tanto del hombre moderno como de los autores mismos Otros autores naturalmente ya habiacutean utilizado tambieacuten el personaje-imagen de Ulises de esta manera pero no tan comprehensivamente Dante Euriacutepides Soacutefocles y los otros contribuidores a la tradicioacuten con actitud social habiacutean mostrado la inteligencia decidida de Ulises en su trabajo en las varias esferas limitadas de la vida humana Joyce y Kazantzakis intentan mostrarle en casi cada actividad tiacutepica de vidardquo45 Anota Stanford otra similitud entre los dos autores ldquoTanto Joyce como Kazantzakis son rebeldes o quizaacutes exiliados seriacutea mejor el teacutermino de las creencias tradicionales de sus antepasados Joyce de aquellos de la Europa occidental latina y Kazantzakis de aquellos del oriente griego y eslavo En la poliacutetica han repudiado el nacionalismo estrecho y en la religioacuten la ortodoxia coactiva Este exilio personal se refleja en sus retratos de Ulises Pero han empleado su exilio no en antildeoranzas llorosas como aquellas de Ulises en la isla de Calipso sino medio de ver los problemas de la vida contemporaacutenea desde una perspectiva maacutes clarardquo46- La primera constancia del proyecto de Kazantzakis la encontramos en una anotacioacuten de agenda fechada el 18 de diciembre de 1914 antildeo en que Joyce comenzaba a escribir Ulises En esa nota el autor griego se refiere con emocioacuten al pasaje de Dante sobre Ulises en el Canto XXVI del Infierno La idea seguramente ya se habiacutea dibujado antes en su espiacuteritu pero no cobraba forma definitiva Por esos mismos antildeos escribe su tragedia Ulises que parece mostrar alguna influencia de El arco de Ulises de Gerhart Hauptmann (1914) Aquella obra dramaacutetica de Kazantzakis posee cierto estilo claacutesico y no se advierte en ella una renovacioacuten del tema de Itaca47

45 W B Stanford op cit pp 270-271 Jacqueline de Romilly anota que de Platoacuten procede la liacutenea que lleva al moderno Ulises irlandeacutes un hombre comuacuten y corriente Ver a este respecto La Repuacuteblica IX 620 cuando Odiseo puesto a elegir su condicioacuten en una nueva vida escoge la βίον ανδρός απράγμονος vida de un paciacutefico hombre particular46 Ibiacutedem pp 271-27247 Nuestra versioacuten de esta obra aparecioacute en el volumen N Kazantzakis Teatro Centro de Estudios Griegos Santiago 1978

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Mientras el Ulises de Joyce aparecioacute en 1922 el proyecto de Kazantzakis continuaba soacutelo como plan En 1924 se publicaron en Atenas fragmentos de algunas rapsodias al parecer concluidas La primera redaccioacuten completa fue terminada en 1927 y soacutelo diez antildeos despueacutes poniacutea el escritor punto final a la seacuteptima y uacuteltima versioacuten completa Las obras del griego y del irlandeacutes constituyen una recreacioacuten de un mito antiguo y ambas poseen cierto caraacutecter de ldquosummardquo de su tiempo aunque sus perspectivas son bastante diversas En ambas se da un innegable simbolismo eacutepico aun cuando en la Odisea falte el elemento de la atmoacutesfera marcadamente naturalista del Ulises De las dos obras podriacutea decirse con palabras de Edmond Jaloux (estudioso de Joyce y tambieacuten admirador de la poesiacutea neogriega) ldquoAl mismo tiempo realista y simbolista este monumento ndashenigma y laberintondash mira hacia el pasado y hacia el porvenirrdquo Como se ha hecho notar en repetidas ocasiones el epicismo del Ulises es una especie de antiepicismo Bloom-Ulises es ldquola apoteosis del fracasordquo y su odisea es ldquola epopeya de las frustraciones psicoloacutegicas y los desajustes socialesrdquo ldquoHenos aquiacute ahora ndashdice Mercantonndash ante el Ulises de hoy errante en su ciudad rodeado de todos y siempre solo haciendo escala en todas partes y prolongando su carrera casi hasta el final de la noche No es otra cosa que un hombre errante en una ciudad conocida en donde todo le es familiar siempre al encuentro de un vecino de un compantildeero de un rival o de un amigo tan amenazado como el primer hombre en la naturaleza perdido como eacutel en el mar donde las rutas mejor trazadas se borran tan desnudo como eacutel desde el nacimiento ante el sufrimiento y la muerte y siempre solordquo48 Este Ulises-Bloom este hombre de hoy reproduce en su viaje de un diacutea desde el desayuno hasta la medianoche la larga travesiacutea de diez antildeos de su remoto antecesor pero dentro del espacio reducido de determinadas manzanas de la ciudad de Dubliacuten un 16 de junio de 1904 El Ulises-Ulises de Kazantzakis es tambieacuten un hombre errante un hombre de hoy aunque pueda parecer primitivo muchas veces y un hombre siempre solo Solitario μονιάς moniaacutes es justamente uno de sus epiacutetetos maacutes repetidos Su nueva travesiacutea parte desde un verso

48 Mercanton J op cit paacuteg 15

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determinado de Homero el 477 de la rapsodia XXII Volvioacute de Troya y quiso hacerse a la mar nuevamente Su peregrinar no tendraacute retorno mientras que siacute lo tiene el vagar de Ulises-Bloom Y no va errante por una ciudad y en un diacutea sino por las eacutepocas los mares y los continentes hasta llegar a la nada en los hielos antaacuterticos El poema homeacuterico se prolonga indefinidamente a traveacutes del kazantzakiano Pero el heacuteroe va cambiando a medida que avanza en el espacio y en el tiempo Ya no es heacuteroe es un hombre Ya no es un vencedor es un asceta Ya no es un luchador es un pensador Solo en el fondo va avanzando hacia la soledad total Camina piensa medita busca Se ha dicho que el Ulises y la Odisea homeacuterica son como dos liacuteneas paralelas que jamaacutes se encuentran Bien podriacutea decirse que la epopeya homeacuterica y el poema kazantzakiano son como dos liacuteneas divergentes que nunca podriacutean encontrarse En la obra de Joyce el mito odiseano se ha sobrepuesto sobre el mapa de Dubliacuten y el paralelismo del caminar de Bloom con la ruta del heacuteroe homeacuterico es de una exactitud y detallismo sorprendentes aunque la ordenacioacuten del relato tenga variantes significativas En el poema de Kazantzakis se aprovecha soacutelo algunos elementos esenciales del mito El desarrollo de la obra viene a ser la inversioacuten misma de la leyenda de la vuelta a la patria y al hogar La obra de Kazantzakis cambia radicalmente el sentido de las tres uacuteltimas rapsodias de Homero El encuentro con Peneacutelope y el reconocimiento en la rapsodia XXII pasan a ser episodios distintos lo mismo sucede con el encuentro y reconocimiento por parte de Laertes en la rapsodia XXIV Cambian los rostros del hijo de la esposa y del pueblo Empiezan a desaparecer la antigua Itaca y los dioses que guiaban seguros a los hombres preferidos Ulises siente renacer el fuego de su espiacuteritu Y sale otra vez a navegar Pero su peregrinaje cambia tambieacuten de sentido La buacutesqueda de conocimientos y experiencias que atribuyoacute Plinio al segundo viaje y que destacoacute Dante deviene la buacutesqueda de explicacioacuten vital la ldquopersecucioacuten de un diosrdquo El Ulises de Kazantzakis va errante en buacutesqueda de Dios como el Ulises de Homero va en buacutesqueda de la patria A ambos los hace arder la nostalgia La diferencia es que uno encuentra a Itaca (como Bloom encuentra su hogar) mientras el otro buscando el verdadero Dios llega a ser asesino-de-los-diosesrdquo49

49 Prevelakis op cit paacuteg 108

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Stanford al explicar el porqueacute del tiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo anota precisamente uno de los aspectos que relaciona las obras de Joyce y la de Kazantzakis en un paacuterrafo que vale la pena reproducir por entero ldquoCon una sola excepcioacuten todos los retratos de Ulises descritos en los capiacutetulos precedentes han sido incompletos Soacutelo Homero presentoacute al hombre en su integridad el rey sabio el esposo y padre carintildeoso el guerrero bizarro el politique elocuente y habilidoso el viajero intreacutepido el heacuteroe amado de la diosa el exiliado anhelante el inventor de muchas argucias y disfraces el vengador triunfante el nieto de Autoacutelico y el favorito de Atenea Los sucesivos escritores a lo largo de la tradicioacuten seleccionaron por lo general uno de estos papeles o varios interrrelacionados a conveniencia de sus inclinaciones personales o de sus propoacutesitos artiacutesticos Algunos de ellos aunque cintildeeacutendose a un aspecto uacutenico del caraacutecter y de la trayectoria de Ulises efectivamente sugieren tambieacuten algunas de las perspectivas maacutes profundas de su personalidad Dante a pesar de que su preocupacioacuten principal es la de demostrar lo pecaminoso de Ulises no ignora del todo su amor hacia el hogar y su nobleza heroica El Ulises de Shakespeare es sobre todo el hombre de las artes poliacuteticas pero su amabilidad hacia Troilo contribuye a revelar un aspecto maacutes tierno de su naturaleza reminiscencia de su sentimiento hacia Teleacutemaco en la Odisea A traveacutes de simbolismos y alusiones Giradoux insinuacutea mucho maacutes en su retrato de Ulises como embajador de lo que hacen Racine y Seacuteneca en los suyos Sin embargo no hay autor ni reciente ni antiguo que haya intentado rivalizar con la amplitud del relato de Homero hasta el siglo XX Cuando un novelista irlandeacutes y un poeta griego produjeron dos interpretaciones contemporaacuteneas del heacuteroe tan perseverante James Joyce en su Ulises (1922) y Nikos Kazantzakis en su Odisea (1938)rdquo50

50 W B Stanford op cit- p 257

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LOS PRESENTES ENSAYOS

No son pocos los aspectos de la Odisea que estaacuten por estudiarse Acaso el maacutes olvidado es el de la riqueza de la expresioacuten poeacutetica Si bien como hemos anotado anteriormente la bibliografiacutea en torno al poema se ha incrementado bastante en las uacuteltimas deacutecadas Los ensayos y estudios publicados se centran en otras de las muacuteltiples aristas de la Odisea Creemos que con razoacuten ha podido decirse que el poema es un ldquooceacuteano de poesiacuteardquo Son verdaderamente innumerables las hermosas imaacutegenes y comparaciones que se suceden mostrando una fantasiacutea poeacutetica inagotable Soacutelo estas uacuteltimas requeririacutean un muy extenso estudio Son como lo hemos anotado antes ya verdaderamente innumerables y muy bellas Las expresiones referentes al paso del tiempo son tantas y de tal variedad que mereceriacutean un estudio detallado La presencia del tiempo en la Odisea nos trae a la memoria las palabras de Jaeger sobre el tiempo en los poemas homeacutericos ldquoNinguacuten diacutea se halla tan henchido de confusioacuten humana que el poeta olvide observar coacutemo se levanta y se hunde el sol sobre los esfuerzos cotidianos coacutemo sigue el reposo al trabajo y la lucha del diacutea y coacutemo el suentildeo que afloja los miembros abraza a los mortalesrdquo51 Soacutelo que de acuerdo a los especialistas la accioacuten en la Iliacuteada transcurre en 51 diacuteas y en la Odisea 41 Verdad es que a traveacutes de los relatos internos ese tiempo se dilata en el poema del regreso de Ulises En la obra de Kazantzakis por el contrario son realmente incontables los antildeos y los diacuteas que transcurren Y asiacute las ocasiones en que el alba - ldquola aurora de rosaacuteceos dedosrdquo ldquoaurora de azafranado velordquo ldquola hija de la mantildeanardquo ndash viene a reemplazar la oscuridad de la noche son innumerables Y en cada una hallamos una o varias imaacutegenes distintas Y lo mismo sucede con las otras manifestaciones del paso del tiempo a traveacutes de cada diacutea Y asiacute tambieacuten con la sucesioacuten de los meses de las estaciones de los antildeos

51 Jaeger W ldquoHomero el educadorrdquo En Paideia p 61

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I El tiempo

ldquoLa Odisea ndashdice Robert Leacutevesquendash no es maacutes que una serie de deslumbrantes variaciones sobre el tema de la no esperanzardquo52 La certidumbre de la nada final planea sobre las rapsodias del poema como los motivos de la buacutesqueda de Dios del tiempo y de la muerte elemento que domina casi obsesivamente la obra A la muerte dedicamos otro capiacutetulo de este ensayo pero no podriacuteamos dejar de recordar uno de esos versos lapidarios del poema que muestran la unidad inexorable de ambas realidades el tiempo y la cesacioacuten de la existencia humana

Soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

El tiempo y su paso inexorable constituye uno de los motivos dominantes del poema ligado como dijimos al de la muerte Pese a que el desarrollo de la accioacuten parte desde Homero el lector pronto tiene la impresioacuten de que se estaacute avanzando vertiginosamente en el tiempo Verdad es que en Creta todaviacutea se alude a algunos personajes y elementos homeacutericos pero eacutestos ya se encuentran desfigurados y desleiacutedos El tiempo avanza y signo de ello sean acaso el envejecimiento de dos personajes que siempre fueron presentados en edades inmutables y hasta indeterminadas por poetas y narradores Ulises y Helena Ambos envejecen a traveacutes del poema ambos llegan a ser ancianos de cabello albo Helena en la isla de Creta donde ancloacute definitivamente Odiseo en las selvas y montantildeas del Aacutefrica53

52 Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 35653 El motivo de Helena envejecida preocupoacute a Kazantzakis antes y despueacutes de escribir la Odisea En Los hermanos enemigos encontramos este pasaje en las paacuteginas finales del diario de Leonidas joven combatiente muerto durante la Guerra Civil (1947-49) ldquoDe nuevo siento en mis entrantildeas despertarse al gran patriarca de nuestra raza Homero Como una semilla en el fondo de miacute mismo me estremece el deseo de que a menudo te he hablado amor miacuteo el de que Dios me conceda un diacutea el poder cantar el encuentro de Homero con Helena La hija del cisne es vieja ahora su garganta estaacute ajada los dientes y el cabello se le han caiacutedo Menelao ha muerto y de todos los heacuteroes que antantildeo combatieron por ella unos han muerto tambieacuten y los otros han retornado a la infancia Nadie se acuerda de Helena Sentada inconsolable entre las adelfas y a la orilla del Eurotas piensa en su vida iquestPor queacute nacioacute iquestPor quieacuten Su vida ha huido sin provecho para nadie Brilloacute el tiempo lo que dura un relaacutempago y

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El transcurrir del tiempo Las alusiones al paso del tiempo son innumerables en la Odisea Kazantzakis posee una especial maestriacutea para trazar en pocas liacuteneas el avance continuo y fatal del tiempo El transcurrir del tiempo se expresa de las maneras maacutes diversas Se manifiesta en los elementos maacutes variados desde los astros hasta los objetos maacutes pequentildeos e insignificantes de la tierra y todos ellos ademaacutes se presentan con matices muacuteltiples Grandeza e infinitud sideral el paso de las estaciones y su cortejo de cambios en la vida del hombre sencillo el transcurrir del diacutea y la noche plaacutecidos feroces ardientes misteriosos fantasmales el curso de las horas y los instantes con caracteriacutesticas muchas veces coincidentes con el desarrollo acelerado alegre cansado aplastante o agobiador de los acontecimientos Examinar exhaustivamente el tiempo dentro del oceaacutenico poema seriacutea un trabajo que excederiacutea muy ampliamente la extensioacuten de este ensayo De alliacute que debamos limitarnos a algunos aspectos y que no podamos pretender agotar la ejemplificacioacuten posible respecto de ellos El girar de nuestro planeta o del cielo y sus astros constituye un motivo de la sensacioacuten temporal en la Odisea

Gira la tierra lentamente transcurre el tiempo entiacutebianse los diacuteas cruciformes saetas velociacutesimas pasan las golondrinas hilos finos de mil especies llevan van tejiendo la trama de sol agua y brisa tibia y en la robusta urdimbre de la tierra bordan la primavera con sus flores y sus huevos caacutelidos Se llenoacute el carpe de retontildeos y dio sombra el fresno a los apriscos (VII 874-879))

En la segunda rapsodia durante el relato de la permanencia de Ulises junto a Calipso en la inconsciencia en la que lo sumioacute el amor de la ninfa el tiempo pasa y su signo son los astros-dioses que se apagan y encienden

luego se extinguioacute El olvido la acechahellip Helena suspira bajo las adelfas iexclHuir partir de nuevo irse lejos Pareciacutea como si un amante divino la atrajera cantando hacia una lejana orilla ldquoiexclAh iexclPartir de nuevo para escapar a la muerterdquo- N Kazantzakis Los hermanos enemigos paacuteg 777-8

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Giraba el cielo desde los cimientos junto a nuestra labor y se apagaban los astros en el pieacutelago y otros riendo se encendiacutean y nosotros igual que dos lucieacuternagas brillaacutebamos unidos en la arena Pendiacutea primero Zeus risuentildeo y titilaba cual sol nocturno y gozaba admirando allaacute abajo en una ribera solitaria a una diosa de rubia cabellera que temblaba y engendraba fruto al abrazo terroso de un mortal Detraacutes un hombronazo armado caminaba de prisa rodando por los valles restallando en las rocas girando cual cangrejo de fuego era Ares sanguinario y mientras reiacuteamos nosotros sobre los guijarros resbalosos Y postrera hacia la aurora pasaba con sus blancos albatros danzando risuentildea entre bruma rosada la graciosa Afrodita y suavemente en la tierra acariciaba a los dos cuerpos que alliacute en la playa unidos descansaban como el raudo aletear del aacuteguila atravesaban sobre nosotros y en el cielo vaciacuteo se perdiacutean nuestros diacuteas y noches (II 90-106)

El ropaje alegoacuterico que como podremos apreciar maacutes adelante se muestra con riqueza extraordinaria en las alusiones al sol suele participar en descripciones del avance temporal

El Ayer y el Hoy se yerguen cual dos leones de abundante melena lomo con lomo apegados con el disco de-llameante-ojo del sol y lo hacen rodar suavemente por el suelo y juguetean Se desliza el astro y en la tierra cambian de vestido los espiacuteritus Sus verdes camisolas se descoloraron y se deslieron deshojaacuteronse los aacuterboles y se abatieron las lluvias cogen las grullas sus polluelos y del tiempo de-pies-raudos brotan zarcillos y avanzan y avanzan hacia el sol (VII 735-42)

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La rueda del tiempo gira incesante independientemente del aspecto que tomen sus manifestaciones como la noche que en el pasaje siguiente cae ldquode improviso como espada dividiendo al mundordquo

El tiempo va pasando y girando la rueda la luna se enciende y se apaga como una corza tieacutendese la tierra a los pies del arquero y eacuteste la acaricia sin hablar con su mano derecha Ora se arrastran afluentes de riacuteos ora pasan valles florecidos ora ondula-como-tigre un arenal oro-amarillo se truecan los aromas y los paacutejaros y las lenguas de los hombres cambian los instrumentos y los bailes y nuevas maacutescaras cubren a las viejas deidades y traen los temores seculares Queacutemase el diacutea chichirran las piedras igual que las cigarras y cae la noche de improviso como espada dividiendo al mundo se alivian los seres vivientes del yugo del sol-de-arco-de-fuego y lentamente merodean hambrientos por sus ocultos cubiles y enciende sus cirios el cielo el vasto candelabro (XXI 1-13)

La alternancia de las estaciones y su paso son una de las formas en que el curso inexorable del tiempo se manifiesta a los hombres

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes-ancianas pasan los diacuteas alineados (XXII 216-219)

Llegoacute el invierno las cumbres se llenan de nievese vistieron los chacales con pelo largo las zorras y las garduntildeasse ponen en las montantildeas sus pieles maacutes espesastiembla tambieacuten Dios lleno de cuitas en el gusano desnudoTiempo hay en que la tierra florece tiempo en que da frutostiempo en que sopla el invierno-de-la-muerte y dioses plantas

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y hombresse acumulan de nuevo en el suelo y recomienza la rueda (XV 1042-1048)

Muchas de las descripciones del transcurrir de las estaciones adoptan un tono de objetividad que recuerda el clima de la poesiacutea popular como el pasaje siguiente en el que la actividad de las aves y su emigrar constituyen el elemento maacutes desarrollado

Ya ha pasado el ardoroso estiacuteo quemaron los rastrojos se balancean colgantes en las vides los paacutempanos que dejara la vendimia Clama el cuclillo dulcemente por lluvia por sequedad el ave de la noche baten las grullas las alas entre los ceacutefiros danzan y las aves que quieren emigrar se agrupan en los aacuterboles despliegan las alas y las mecen hinchan sus pechugas tibias y todas sienten el cielo como senda interminable y se estremecen (II 927-933)

La misma llegada del invierno se dibuja ahora en un solo verso si bien la complementamos con la mencioacuten astral que sigue en la cual a la idea de la caiacuteda de la constelacioacuten se antildeade un elemento inusitado en el chirrear de las aguas

Poco a poco decantaacuteronse los vinos y cayoacute ya el invierno Se desplomoacute a lo lejos la Pleacuteyade en la costa y las aguas chirriaron como si carbones encendidos se apagaran en la ola espumosa (VII 743-745)

Las menciones astrales ligadas al paso de las estaciones constituyen tambieacuten formas de descripciones temporales

Y transcurren las lunas y se desliza y pasa la rueda de la tierra y pasaron las lluvias y pasoacute el tibio y moderado invierno y en la pequentildea simiente tiembla la espiga auacuten no nacida

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Se puebla la tierra de cabello echan aroma los cerros y los suelos despiertan y se posoacute en la rama el cuclillo y se embelesa en pensamientos (XV 674-8)

Y a veces en la concisioacuten de un solo verso Kazantzakis hace pasar ante nuestra mente dilatado espacio de tiempo

Las lunas florecen y marchiacutetanse y giran en ciacuterculo los soles (XVII 902)

Otras veces estaacute presente la apreciacioacuten subjetiva de la presunta mayor o menor rapidez de esa carrera indetenible como en esta reflexioacuten que surge cuando Ulises y sus nuevos compantildeeros construyen la embarcacioacuten que los alejaraacute para siempre de Itaca

iexclAy coacutemo transcurre el tiempo y coacutemo gira veloz la rueda de la tierra cuando pensamiento y manos emprenden una obra grande Sumioacutese el antildeo y cantoacute por vez primera entre las oliveras54 el cuclillo reverdecioacute la negra tierra y tomaron tono rosa los acebos y las golondrinas arribaron en las manos tibias del huacutemedo Noto55 (II 1038-42)

En cambio despueacutes de la inmensa travesiacutea al corazoacuten del Aacutefrica y antes de la destruccioacuten total de la ciudad ideal cuando en la plena soledad Ulises cumple en el monte rocoso y desnudo todas las etapas de la Ascesis el ritmo temporal se muestra muy diverso

Y la noche lenta pasa interminablemente con todos sus milagros perfuma la tierra refrescose gotas de lluvias gruesas y serenas rociaron su rostro ardiente las piedras exhalaron risas y azulados relaacutempagos lamieron las cimas oscuras

54 Olivos55 Noto Viento del sur

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Allaacute en los campos extendioacute el labrador su mano y se regocijoacute cual raiacuteces brillaron en los cimientos del mundo los difuntos (XIV 915-20)

En la bella historia que Odiseo narra a sus compantildeeros cuando enfrentan el imponente Nilo sobre los tres hombres que juraron remontar su curso en busca del agua inmortal ndashabuelo padre e hijondash el tiempo en forma de antildeos toma un caraacutecter activo y brutal Desaparecidos ya los dos primeros tras cinco deacutecadas de bogar incesante prosigue el nieto la terrible travesiacutea sin fin

Antildeos y antildeos pasan en hilera por la orilla igual que caravanas cayeron sobre el joven blanquearon sus cabellos le comieron sus dientes lo llagaron le quebraron los dedos quebrantaron sus piernas (VIII 1278-80)

La apreciacioacuten del tiempo como alternancia de diacuteas y noches reviste en la Odisea variaciones y figuras muchas veces impresionantes desde aquel tipo de verso-siacutentesis como el que sigue en el cual no puede sino perderse en la traduccioacuten el encanto del vocablo compuesto en que se concentra justamente la alusioacuten temporal

Como una margarita iba deshojaacutendose la sucesioacuten-de-los-diacuteas- -y-las-noches (XVI 479)

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes ancianas pasan los diacuteas alineados Se desvanecieron as fragancias y las aguas se enturbiaron y en medio de gran brumazoacuten triste estaacute colgando el sol resbalan las nubes en el cielo con remos veloces y con brisa y atraviesa el cielo-mar entero secreto estremecimiento (XXII 216-219)

54

Cual paacuterpados pesados se cierran y abren los diacuteas y las noches durante el remontar del magno riacuteo junto al desierto africano y adquieren aspecto inquietante y hasta feroz

Y arriba daba el sol vuelta al molino y moliacutea su fruto El viejo riacuteo se deslizaba mudo y los acompantildeaba agitaban las manos las palmeras daacutendoles bienvenida iexcly a lo lejos los zopilotes se abandaban56 y los seguiacutean mirando hasta cuaacutendo podraacuten tenerse en pie y agitar los brazos iexclCoacutemo se abriacutean y cerraban los diacuteas y las noches cual paacuterpados pesados y entraba el diacutea ardiente y saliacutea y golpeaba sus botines en los guijarros del riacuteo y en la arena granulosa Y las noches se poniacutean las estrellas en sus cuellos negros y cual viudas feroces viudas moras a la ribera descendiacutean y haciacutean tintinear los brazaletes ataviados-de-astros (XII 163-73)

En otras ocasiones seguacuten el cariz que la accioacuten toma durante esa larga travesiacutea es benigno y hasta plaacutecido el aspecto del transcurrir de los diacuteas y las noches aunque el desierto mantenga su matiz siniestro

Los diacuteas se moviacutean cual las amplias hojas del plaacutetano y las noches junto a ellas dulces lozanas cual mulatas De vientre el desierto cual tigresa se arrastraba hambriento (IX 1014-1016)

En otro de los muchos pasajes de la rapsodia IX alusivos al tiempo eacuteste aparece unido a la imagen del fluir eterno del riacuteo y los diacuteas en figura de aves parecen preceder a los viajeros de la barca de Ulises

Cual jaspeadas perdices-de-praderas atravesaban los diacuteas la ribera con pies encarnados y los seguiacutean los amigos igual que cazadores y transcurriacutea el tiempo y el riacuteo juntamente (IX 341-3)

56 Volaban en bandadas

55

La venida de la noche su paso y la llegada de la aurora que la disuelve es otra forma de expresioacuten del transcurrir cronoloacutegico que presenta variadiacutesimos matices en la Odisea como en estos ejemplos

La noche se abatioacute y en el cielo aparecieron las estrellas Suspiran en celo los paacutejaros nocturnos rugen los leones en los antros Ya es medianoche van de regreso los astros viene el alba rosaacutecea (XII 566-568)

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentaday aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisay dan fronda y viene la luz de la alborada y las siega veloz

(XXI 1242-5)

En las soledades antaacuterticas cuando Odiseo se aproxima ya a la muerte los hielos tienen un uacuteltimo brillo al venir la oscuridad nocturna

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente la noche se difundioacute muy suave azul-verdosa en el universo desolado (XXII 666-668)

Las horas otra medida humana del tiempo indetenible adquieren muacuteltiples aspectos en el poema En medio de la navegacioacuten suelen llevar el epiacuteteto de mariacutetimas y ser comparadas con elementos relacionados con el mar

Cruje el velamen colmado y las mariacutetimas horas con alas raudas pasaban igual que blancas gaviotas y se vino el ocaso y sirvieron la merienda en la cubierta danzante (VIII 977-79)

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Caraacutecter bien distinto adquieren las horas en los rocosos montes donde Ulises cumple su ascesis cuando promedia la travesiacutea del Aacutefrica como en este pasaje en que tambieacuten se describe un atardecer plaacutecido

Ligeras pasan las horas de senos frescos entre los cerrose igual que cabras brincan en los riscos con sus sonajas de cobreya se ha detenido el sol allaacute en la cumbre se enyuga el diacutea suavementey lenta la luz se apoya en la bruma fresca y azulada del atardecer (XIV 39-42)

En el fluir fatal del tiempo el instante el segundo puede tener la equivalencia de la maacutexima duracioacuten de cada hombre que es su vida o la de eacutepocas antildeos diacuteas o la del momento detenido eternizado subjetivamente pese a su objetivo e inexorable pasar En el recuerdo remoto de su antigua vida ya hacia el final de su viajar por Aacutefrica siente Odiseo los segundos resonar como yelmos derrumbarse cual castillos o posarse en su espiacuteritu como aves

Calla el arquero se acordoacute de la encina de su padre iexclah coacutemo bailaba alguna vez en los sepulcros sagrados y llevaba aacutenforas de bronce con la sangre y regaba a las sombras En la lejaniacutea en una orilla remota cruzaba el antiguo Odiseo cual sombra de un buacutefalo muerto cual pensamiento del aire y poco a poco se aquietaba el pensamiento y siente la serenidad descender sobre los cantos de su cerebro-de-granito No era muda su serenidad no era un silencio profundo sino una tintineante caravana en los solares de su espiacuteritu las cosas viejas con las futuras se mezclaban en cada latido del corazoacuten como yelmos resonaban los segundos se derrumban cual castillos o como mirlos negros se posaban en su espiacuteritu y trinaban (XIX 384-95)

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ldquoComo antildeos ahiacutetosrdquo pasan los segundos en algunas ocasiones (XVIII 1361) O se desploman lentos envolviendo el pasado y el presente en la rapsodia XVII cuando Ulises sumido en una extaacutetica contemplacioacuten crea toda clase de seres que luego desaparecen para soacutelo dejar a cinco de ellos que representan el drama de la vida animados por el sonido de una flauta de hueso humano tantildeida por el asceta solitario

Aacutebrese el alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea y medita el gran asceta bajo el destello difuso de la luna sus ojos se extendieron y han cubierto hasta su craacuteneo sus pies-y-manos se multiplicaron se enroscaban en la Luz diriacutease una rueda misteriosa que ha partido y no tiene detencioacuten Cual dos cuchillos de doble filo la vida y la muerte fulguraban en sus negros puntildeos jugueteaban subiacutean a lo alto y del aire caiacutean cruzaacutendose y cambiantes-como-los-relaacutempagos (XVII 1-8)

Suavemente en el anochecer va cayendo la luna y exhala la tierra un perfume acre y picante como de caqui florecido se mecen leves los follajes en la brisa se estremece la yerba y cual destellos de astros los ojos de los paacutejaros se abren en las hojas Hombres y espiacuteritus ya han desaparecido y dejaron tantas huellas cuantas dejan las aves en el aire o los barcos en el mar y escuchabas desplomarse cada instante en la oscuridad como miel de colmena invisible y hechizada en las entrantildeas Dulzura intensa y gozaba el gran atleta cada gota densa y perfumada que suaviza los dolores extracto de flores venenosas de toda especie y pensamientos y temores y cada gota era inmortal sin principio ni fin lo pasado lo presente las alas del tiempo salvaje dentro de ella se doblaban inmoacuteviles sumidas en la miel Fue vencido el tiempo y amigoacutese dentro de mi caacutelido corazoacuten como en el florecido terebinto se coge la alondra enamorada (XVII 20-35)

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierra como un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campo deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo (VI 609-611)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamente la noche descendioacute la perdiz-de-las-piedras de-patitas-coloradas Inefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierra (V 65-67)

El aspecto del tiempo va cambiando a medida que Odiseo se aproxima a la nada final

Ya no mediacutea el Solitario los diacuteas-y-las-noches cada instante era una fontana del agua inmortal (XIX 1088-1089)

Y los segundos cada vez con maacutes frecuencia se pueblan con contenido de pasado de presente y aun de futuro Una especie de fantasmagoacuterica voraacutegine de sensaciones temporales acompantildea las jornadas postreras del asceta de cabello albiacutesimo que hace milenios partioacute un amanecer de la isla natal Alliacute mientras se construiacutea la barca

Como rosa en capullo yeacuterguese cerrada la hora futura

Ahora a miles de antildeos y kiloacutemetros otro es el aspecto del paso cronoloacutegico Se enrolla el tiempo en cada instante y salta como un tigre un segundo es en su mente lo pasado y lo de hoy y lo futuro el comienzo y el fin han cerrado el ciacuterculo hilado-por-la fatalidad (XIX 107-109)

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El suentildeo y el recuerdo intenso transforman las proporciones temporales La nintildea ansiosa de hallar al dios masculino en Aacutefrica que figura dentro de un canto de la princesa cretense Dijtena cuando la nave de Ulises se aproxima al continente negro puede decir

Por un instante me debioacute coger el suentildeo pero antildeos mi mente atravesoacute (VIII 1066)

Tambieacuten los antildeos se vuelven segundos ndashidos inexorablementendash cuando el decadente Menelao rememora el fin de la guerra de Troya y la recuperacioacuten de Helena

Y el agotado soberano estremecioacutese como si su vida se vaciara pero pronto se reanimoacute se encendioacute en su interior la memoria laquoAunque mi vida toda haya sido un suentildeo y sombra vana quieras que no hermano la sagrada verdad abraceacute un diacutea cuando la ciudadela se quemaba y yo entre las llamas salvajes plena de perfumes pura lozaniacutea iexclcogiacute en mis brazos a Helenardquo Sonriacutee el guerrero con tristeza inclinado se recuerda coacutemo con sus manos levantoacute a la cervatilla desmayada y se hundioacute en las aguas hasta la cintura y erguido atravesoacute las olas en torno suyo deslumbraacuteronse los pueblos y al punto azules los diez antildeos se encendieron y apagaron como centellas en su espiacuteritu (IV 1075-85)

En ese encuentro con el pasado en Esparta tambieacuten para Odiseo antildeos y segundos se confunden

laquoTodo se borroacute se hundioacute en la tierra lo pasado pasoacute y simple y puramente gozo este momento santo en que estoy aquiacute erguido en este atrio famoso con mis cabellos grises

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y sostengo en mis manos mortales a la luna inmortal iexclprimera vez lo juro que contemplo y toco a Helenaraquo Callaron y el tiempo se detuvo sobre las dos cabezas como el aacuteguila que se mece en las alas sobre la cima del aire Acaso pasoacute un instante acaso tambieacuten diez antildeos los diez antildeos que se borraron cual un relaacutempago para que fuera tomada la ciudad todo se trocoacute en maacutermol en la sala todo en el pecho se detuvo y la vida brumosa se aclaroacute y un cuento se volvioacute No ha habido matanza e incendio no hubo una soberbia ciudadela ni un buen mozo lascivo raptoacute a la hija-del-cisne un hondo llano con azucenas rojas un caramillo de enamorado zagalejo cogioacute dulcemente poco a poco sus espiacuteritus como nimbos y los depositoacute con levedad sobre lejanas cumbres

Se desvanecieron de improviso los encantamientos y volvioacute el tiempo a sus ruedas (III 1066-1082)

A medida que Ulises avanza en su liberacioacuten asceacutetica entre los muchos aspectos que adopta la sensacioacuten del tiempo hay momentos de exaltacioacuten extaacutetica o de intensidad contemplativa en que aqueacutel destila gota a gota dulce o imponente Asiacute por ejemplo cuando el peregrino escucha en la rapsodia XV el misterioso torrente subterraacuteneo

Debajo de la tierra un gran riacuteo fluiacutea veloz ocultamente y soacutelo se escuchaba el estruendo del agua invisible haciacutean nido las golondrinas-de-las-piedras en las sonoras oquedades y cual racimos de uva los murcieacutelagos colgaban en la boacuteveda Se resecoacute la garganta del arquero pone la cara en la roca abajo hasta el taloacuten gozoacute del santo frescor de Dios y cual rama de jazmiacuten florecieron al punto los huesos y crujieron y con morosidad acomodaacutendose en un pentildeasco saliente escuchaba inclinado el bufaacutelico mugido del sagrado torrente

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Y mientras oiacutea el tiempo pasaba gota a gota petrificando su espiacuteritu y suavemente percibioacutese la voz de Dios en el pecho del hombre (XV 347-57)

O cuando terminada ya la travesiacutea del continente de nuevo estaacute Odiseo ante la vista del mar y duerme junto a las olas

Ascendioacute el sol cae y riacutee sobre su cuerpo moreno y como miel destilaba dulce el tiempo por encima de su testa (XXI 551-552) La exaltacioacuten freneacutetica de la danza que se da en varios de los puntos culminantes de la accioacuten y de la ascesis en el poema conduce hasta a desbordar los liacutemites del tiempo a Ulises cuando al final de la rapsodia XXI llega a percibir la luz cegadora de la plena libertad

Saltaba el arquero y gritaba y la tierra en la vertiginosidad de la danza inalcanzable coacutemo se empequentildeecioacute y coacutemo echaba chispas iexcldiz cual novia que se entrega al rudo abrazo de un varoacuten Una iacutegnea lengua brincaba y lamiacutea con ansia el pequentildeo cuerpo oscuro de la tierra y eacuteste en la caricia cada vez maacutes se adelgazaba y se disminuiacutea como nintildea que es besada La tierra entera fue cogida y la plantoacute como semilla en su cerebro y todo aquello que habiacutea luchado por antildeos incontables por volverse en la matriz de la vieja noche raiacuteces hoja flor ahora en su craacuteneo rudo daba hojas floreciacutea daba frutos y luego se apagaba cual relaacutempago menor Ojuacute muy pequentildeo es el tiempo muy reducido el espacio y el baile del solitario se desborda y se va a caer del tiempo y cual estrella caudata va a fundirse en la noche del cosmos (XVI 1337-1349)

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Las epifaniacuteas del tiempo

La noche

La inexorable tiniebla perioacutedica que cae sobre la tierra es una de las manifestaciones del paso del tiempo Y como otras el atardecer el alba el curso de las estrellas y el del sol durante el diacutea aparece en la Odisea con los maacutes variados aspectos Como un almendro nuevo florecido perfuma en la Grecia y en Creta esparce sus fragancias como una noble sentildeora recargada de perlas mientras en el interminable peregrinar por Aacutefrica suele gemir gritar aullar vestirse con ataviacuteos fantasmales y hasta bestiales En un pasaje de la rapsodia XVIII se sintetizan en cierto modo durante la contemplacioacuten y el recuerdo de Odiseo ya asceta algunos de los rostros nocturnos

Y esta noche a la escasa luz-de-las-estrellas y el refrescante mistralsiente el sabor sagrado que dejaron en su entendimiento las noches infinitasque gozoacute de espaldas en la tierra contemplando los astrosy cada uno su dulzura poseiacutea y su amarga fragancia Allaacute en su isla patria lejos en el extremo del mundocomo un almendro nuevo florecido la noche perfumaba y por Creta como una sentildeora noble recargada de perlaspasaba exhalando fragancia con la luna como talismaacuteny un negrito desnudo llevaba su cola llameanterecamada-de-oro y con lentejuelas de lucieacuternagasEn Aacutefrica la noche gemiacutea como un bosque impenetradolas estrellas mudas como ojos terribles brillaban en la oscuridadtigres y leones y leopardos diriacutease que acechaban por doquiery se enroscaba el Escorpioacuten goteando al mundo su venenoY ya era la noche una rosa negriacutesima y te cogiacutea el juicioy pareciacuteate la muerte miel destilada en sus entrantildeasy ya era una madre de-pechos-pesados que su leche excesivaora en el cielo gota a gota y ora como un riacuteooprimida en silencio para aliviarse derramaba

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Llenos de recuerdo agridulce los labios de Odiseoasiacute gustaba esta noche aquellas noches y se llenaba su corazoacutende miel veneno y perfumes densos y todas las cosas metal preciosotantildeiacutean en su entendimiento como un eco lejano y melodioso

Y por la mucha contemplacioacuten astral su gran frente resplandececomo una fogata sin humo llena de luz y dulzuradiz que era una luna que ya de las pasiones de la vida pesada liberoacutesey que soacutelo conserva la luz como uacuteltima ensentildea y medita

(XVIII 372-398)

La memoria la imaginacioacuten el recuerdo son excitados por la llegada de la noche arribar eacuteste que variacutea tambieacuten increiacuteblemente en el poema

La noche se abatioacute con sus estrellas y sus hechizamientos Como el mar gris y espumoso sordamente su espiacuteritu ruge alciones vuelan hondamente en el recuerdo huele a salmuera la memoria y cuando sus ojos abrioacute creyoacutese tendido bajo un plaacutetano y las bellotas brillaban como astros al resplandor de la noche (XVIII 241-5)

La contemplacioacuten suele hallar para el peregrino su mejor posibilidad en la quietud nocturna

Se alargaron las sombras y llenaron los paacutejaros sus nidosse encendieron en filas las candelas celestialesy el viajero en un tronco seco se dobloacute para pasar la nocheComo la larga cola del pavorreal lleno de ojos su espiacuterituse tendioacute y goza de todo lo dispuesto por la creacioacuten iexclescucha paacutejaros que charlan y aacuterboles que suspiranoye gusanos que en la tierra tratan de florecerde criar muchos ojos y alas y ascender hacia el sollaquoiexclOh Madre-tierra de-innumerables-hijos espeso bosquecillo

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milagro y milagro te atraviesan y entrantildea y entrantildea se abrennidal colmado de huevos infinitos que al sol empollasraquoDeciacutea y el suelo acariciaba con la amplia palma de su mano

(XVIII 341-352)

La noche lo transforma todo y parece conmover las cosas que se suponen maacutes firmemente arraigadas

Negra y tersa caleacutendula la noche gotas de rociacuteo las estrellasen los ojos vacilantes por el vino la tierra y el cielo se movierony todo el juego del mundo la oscilacioacuten arruinoacutecasas talleres torres trepidaron y se doblaron los muros

(VII 689-692)

Las horas nocturnas son aquellas maacutes propicias en la Odisea para unir las diversas acciones que se desarrollan en torno al actuar central de Ulises como sucede en este pasaje de la rapsodia VI en que se mezclan los motivos de las viudas que llaman a sus muertos en la noche el suentildeo de un pobre labriego cuya sufrida vida bajo la explotacioacuten del sentildeor de la tierra se ha estado relatando y la tragedia de una madre cuyo hijo murioacute de hambre mientras ella era obligada a trabajar para el monarca cretense

Las almas de los muertos vuelan ndashpetreles errantesndashy las viudas se sientan en la playa se descubren el seno y llaman a gritosa sus pobres maridos que bajen un instante siquiera hasta la arena

Y en el seco camastro el segador y su mujercon las manos cruzadas se durmieron y sus labios sonriacuteensontildeaban que fue buena la cosecha creciacutean las pilas en las erasy ellos se hundiacutean hasta los mismos muslos en el trigo copiosoY aquella pobre madre ya sepultoacute a su pequentildeo en la tierraata sus cabellos con un velo negro y a su recuerdo viene ahoraque habiacutea una vez y existiacutea en un tiempo la sonrisa de su nintildeo

(VI 963-972)

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La noche da un aspecto fantasmal a todas las cosas y muchos seriacutean los pasajes del poema que podriacutean ilustrarlo bellamente Recordemos la caravana del priacutencipe Madretierra (Hamlet) cuyo espectro emerge de las profundidades del Aacutefrica a proponer al asceta su obsesivo y angustiado interrogar

Todo el pecho de la noche se abrioacute terso como una rosa negray en su interior ndashuna oruga delgadandash se arrastroacute la vasta caravanaal tintineo incierto de las campanillas al veacutertigo de la lunadulcemente cerraron sus ojos a lo largo de la ruta animales y hombressi alguacuten paacutelido viandante los hubiera divisado se habriacutea cogido de un aacuterbolcomo un suentildeo el cortejo le habriacutea parecido al destello lunary habriacutea lanzado un grito de terror a fin de ahuyentar el sortilegioY si hubiera acertado Caronte a divisarlos en sus nocturnas correriacuteascontento su mano habriacutea levantado para darles bienvenidamas no pasoacute caminante ninguno ni tampoco se cruzaron con Caronte

(XVIII 973-982)

Las horas nocturnas transforman la dura realidad del diacutea otorgando aunque efiacutemeramente en el suentildeo lo que aquella niega a los hombres

De este modo sobre el mundo terreno pasaba la noche con sus redesy cebaba dulcemente las cabezas nutriacutea las esperanzasy lo que el diacutea mezquino negaba ella nos lo traiacuteapresente envuelto en las hojas afelpadas del ensuentildeopero he aquiacute que se irguioacute el ave y cantoacute y la sentildeora-noche se desvanecioacute (VII 357-361)

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Imaacutegenes muy variadas de desolacioacuten quietud suavidad nos muestra la noche con matices diversos seguacuten la aparicioacuten de elementos estelares de figuras de flores alusiones a la luz y su forma de apagarse a las distintas fragancias etc He aquiacute por ejemplo la hora de la mitad del paso nocturno

Medianoche Honda era la desolacioacuten y de cuando en cuando una hojase desprendiacutea en el silencio y caiacutea a la tierra lentamente -diz que era una estrella muerta y se deshaciacutea un corazoacuten y dejaba el cuerpo

(XVII 114-116)

Recordemos entre muchas algunas maneras de llegar de la noche de matices distintos

Los jazmines el fresco embalsamaban se descubrieron las estrellasla noche descendioacute y lentamente desveloacute su pecho y aparecioacute la luna

(XX 588-589)

Oscureciacutea se apagoacute en el mar como una chispa el Luceroen la cabellera de la noche la madreselva trenzada se abrioacutey se perfumaron en el patio todos los bucles ensortijados

(V 844-846)

Mientras tanto subiacutea la noche poco a poco como una grande y oscura fortaleza (XVIII 185)

Anocheciacutea ya y volviacutean los esclavos de sus pesadas faenas tenue azulada descendiacutea la noche sobre las cabezas (VIII 18)

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La medianoche mientras Odiseo recuerda su viejo su hogar su hijo y los amigos que fieles lo esperaron durante tantos antildeos en la lejana Itaca todo duerme

Medianoche Y el arrogante pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y abren poacuterticos fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y una lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1439)

Trataremos de echar maacutes adelante una breve mirada a las estrellas como elementos de manifestacioacuten del paso cronoloacutegico Ellas estaacuten estrechamente ligadas ndashes naturalndash a las imaacutegenes de la noche como en esta presentacioacuten iluminada

Resplandece y brilla con todas sus estrellas la noche-de-ojos- negrosriacuteen y lloran las perlas del rociacuteo en las huacutemedas hojas

(XVIII 967-968)

La forma de abrirse la noche muchas veces estaacute en relacioacuten con el contenido del pasaje que encabeza esa descripcioacuten como la que sigue con su haacutelito de humedad

Cual una rosa negra se abrioacute la noche en el suelo humedecidouna llovizna leve destilaban las estrellas sobre la oscuridad brumosay una brisa liviana llegaba a remover las telas del corazoacuten

(XII 966-968)

O como el primer verso de la rapsodia XVII que constituye como una premonicioacuten del drama fantasmal oniacuterico y sangriento que desarrollaraacuten cinco personajes creados por Odiseo

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Aacutebrese la alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea (XVII 1)

Distinto y apacible es el aspecto de la oscuridad nocturna ndashconvertida en luminosidadndash en el episodio del priacutencipe Madretierra

Cuando ya salioacute-bien-la-luna y se volvioacute miel la noche se levantoacute la caravana rodeada de luz por doquier (XVIII 929-30)

Diferente es tambieacuten en el pieacutelago donde navega cual naviacuteo de velas oscuras

Navega la noche con sus negras velas en el mar tremolan pequentildeos fanales en la playa duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remo (VI 912-4)

En el clima loacutebrego y siniestro del reino africano descrito en la rapsodia XIII donde el monarca envejecido e impotente debe ser muerto friacuteamente la noche ldquola-de-ojos-amarillosrdquo toma el aspecto de ululante lechuza o de paacutejaro nocturno de mal aguumlero

Gritaba la noche en las casas como un oscuro buacuteho (XIII 225)

Puede revestirse de los ropajes de las maacutes diversas fieras como lo ejemplifican estos breves pasajes y su epiacuteteto llega a ser ldquola-de-ojos-de-fierardquo

Y entroacute la noche mientras merendaban hiena que-pisa-en- puntillas y se arrastroacute por los patios y arrojoacute su sombra por los suelos (XII 910-11)

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[hellip] Y por la ventanilla contemplaba a la noche por los jardines cual negro leopardo difundirse (IV 918-919)

No faltan comparaciones con aves de fulgurante plumaje y asiacute en la rapsodia XXI puede aparecer ldquola noche en su larga cola larga y resplandeciente cual la del faisaacuten realrdquo Tampoco estaacuten ausentes las imaacutegenes del licor en la apariencia nocturna y sus efectos sobre los humanos

Sombras como manchones de violetas se extendieron y la noche como vino picante derramoacutese y todos los cerebros se embriagaron se mezclaron vida y muerte muertos y viudas se unieron (XVIII 124-6)

La connotacioacuten de erotismo aparece en muchas ocasiones en el poema y en aspectos variados como en los pasajes siguientes Y como cuello seductor de una paloma resplandeciacutea la noche (XVII 40)

Fragante era la noche y se tendiacutea desnuda en la ribera (VIII 1060)

Ya llegoacute la oscuridad y los huertos se sofocan y se colgaron danzando innumerables soles-machos de las caderas de la noche (XVIII 1420-1)

Iba ya tropezando por la tierra ndashlas piernas abiertas y sin cintondash la impuacutedica noche iexclcuaacutenta dicha entregaacuteis a los machos senos nocturnos entreabiertos blancos muslos fuertes pezones trenzas perfumadas (VI 816-818)

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La imagen de la noche como inmenso y misterioso aacuterbol aparece en maacutes de una ocasioacuten

Tras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutes de la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negras (XXIII 1203-4)

La luna

Contra lo que pudiera pensarse la luna como indicio del paso del tiempo adquiere en la Odisea connotaciones muy distintas de aquellas a que nos ha acostumbrado la poesiacutea liacuterica occidental al menos en forma tradicional Las imaacutegenes y comparaciones ligadas a ideas de paz y serenidad son escasas y siacute abundantes aquellas relacionadas con sensaciones terroriacuteficas fantasmagoacutericas y macabras Presentaciones serenas como las que reproducimos a continuacioacuten son maacutes bien excepcionales

Navegaba espleacutendida en lo alto la luna de cuerpo enteroya se acercaba la medianoche las sombras espesas cabellerasse deslizaban en silencio en la playa pulida por la luz

(XV 245-247)

Cae el sol desaparece y la luna redondael pecho de la noche desborda de leche y la derrama

(XIII 307-308)

Y mientras asperjaban se levantoacute la luna toda aacuteurea goteaba a la tierra vasto panal de miel (VI 692-693)

Con leve pisar la luna llena apareciacuteamientras el sol caiacutea silencioso a las aguas para refrescarse

(XVI 1375-6)

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Con proa-erguida aparecioacute la luna nueva delgada en el eacuteter azuly cargaba su cuerpo sin sol muy redondo lentamenteen el cielo llameante-de-astros hacia el negro occidente

(XIX 175-178)

Comparaciones como las siguientes no son tampoco muy abundantes

Desmadeja la noche su glauca cabellera y desclava dulcemente cual peineta de marfil su medialunaAlbiacutesimos corderos las estrellas descienden a las olas para tomar sal de la brisa

(IV 1-3)

[hellip] Y a lo lejos sobre una era radiante la luna levantoacutesegruesa perla cuneiforme adentro de su ostray lentamente el atleta desposado se desliza hacia la bruma57

(XXII 212-214)

La imagen del talismaacuten que en algunas ocasiones se asocia a la luna contiene ya cierta connotacioacuten relacionada con aspectos maleacuteficos o de temor atribuidos a la noche

La noche de-leve-caricia se difundioacute y las aguas se sombrearonlas primeras estrellas fulguraron y la luna delgadacual santo talismaacuten en el cuello de la noche se colgoacute

(IV 844-6)

Caacutelida la noche los ruisentildeores cantan y se levantoacute la lunaa exorcizar la noche como un santo talismaacuten redondo

(XV 176-7)

57 Ulises en los uacuteltimos pasos hacia la muerte Kazantzakis ha utilizado poco antes de este pasaje un canto popular en que un joven parte a desposarse sin armas ni ataviacuteos y al ser interrogado dice que va a bodas donde nada de aquello se usa marcha al Hades a desposar a la muerte

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A los colores asociados a ella incluso a los normales como el azul se ligan los aspectos inquietantes y fuacutenebres que despierta el orto y la travesiacutea de nuestro sateacutelite

[hellip] Se movieron los montesse levantoacute en el cielo plena de ecos la luna rojadiriacutease un gran tambor que tocan en las bodas los del cortejo

(IV 719-721)

Flamiacutegera en el cielo aparecioacute pintada con sangrecual cabeza de combatiente degollada la luna silenciosay derramoacute reflejos de matanza en los semblantes cerosos

(XV 88-90)

Y mientras merendaban en las ruinas levantaron las cabezasel mundo de pronto destelloacute y se efundioacute en las piedrasel sudario de la luna con bastillas azuladas

(IX 765-7)

El verde es el color que con maacutes frecuencia da una apariencia cadaveacuterica a la luna o a la tierra por ella iluminada como en el pasaje siguiente de la rapsodia de la destruccioacuten del reino cretense en que aparece la princesa Fida hija del monarca insana a ratos

Un alarido estridente rasga los tules de la luna llenay al verdoso destello cadaveacuterico aparecioacute tormentosoel rudo cuerpo de Fida que se precipitaba desde el camino del palacioHablaba agudamente diriacutease que un aacuteguila se habiacutea posado en su cabezay con sus garras horadaba y sorbiacutea su cerebro

(VI 869-73)

El mismo color se asocia al veneno que gotea en su lento peregrinaje celestial y a su apariencia desfalleciente a la llegada del alba

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Todaviacutea arrastraacutebase el sol paacutelido por la blancura sonrosada y veneno azul-verdoso destilaba la luna (XXII 518-519)

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de plata- las lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno (VII 1064-1065) Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda celestial y la luna plateada ascendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-33)

Los fanales bermellones se apagaron y al destello del alba la verde luna desfallece y sobre el desierto se abate (IX 1136-1137)

La ligazoacuten de la luna y su paso con la muerte o con imaacutegenes fuacutenebres adquiere muy variados matices que naturalmente no podemos agotar Ya es su figura ndashguadantildeandash ya su apariencia cadaveacuterica ya la comparacioacuten con un infante muerto

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de platandashlas lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno

(VII 1063-1064)

Plegaacutebase ya el diacutea sobre la superficie de la tierra el suelo se refrescabay desde la arena surgioacute muda cual un fantasma y detuacutevosela luna cadaveacuterica antes de avanzar hacia los techos

(XI 893-895)

Dulce momento Embalsama la tierra abre sus flores nocturnastiembla el agua en las narices sedientas de las fierasy como un nintildeo muerto caiacutea en el valle la luna

(XX 1074-1076)

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Contrariamente a lo que sucede con el sol que tan a menudo es invocado por Odiseo o por el poeta el peregrino no suele dirigirse a la luna que cadaveacuterica enfermiza doliente paacutelida muda verdosa y goteando veneno rara vez se presenta envuelta en su clara ldquofunda-de-platardquo Sin embargo hay alguna invocacioacuten excepcional como sucede en la rapsodia XXII cuando el asceta ndashrota ya su uacuteltima embarcacioacutenndash vaga por los territorios helados a que arriba en su viajar hacia los mares polares Cuatro epiacutetetos aplica el solitario navegante a la luna entre ellos el de ldquosol cristal-heladordquo y el de ldquoselenotropo paacutelido en los jardines de Caronterdquo Curiosos ambos en especial el uacuteltimo ya que el compuesto construido a semejanza de ldquoheliotropordquo sentildealariacutea a la luna como una flor que gira y se inclina siguiendo precisamente la luz lunar que auxilia al acabado asceta en las tinieblas del septentrioacuten extremo

laquoiexclLuna miacutea albiacutesimo pavo real mi sol cristal-helado selenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronte espejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblanteraquo (XXII 682-4)

El rico idioma neogriego permite sentildealar con un vocablo el momento en que el sol alcanza a alumbrar con sus uacuteltimos reflejos a la luna saliente De alliacute que en el pasaje siguiente donde tambieacuten hay una asociacioacuten de la luz lunar con la memoria puede gotear densa ldquola luna cargada-de-solrdquo en un hermoso y sugestivo panorama nocturno

Detraacutes el sol ya se poniacutea y ascendiacutea enfrente suyoplateada en-el-reflejo-del-sol la luna llenalos dos astros sonrieron suavemente hacieacutendose sentildeas como varoacuten y mujer y se separaron el sol se deslizoacute por entre las montantildeas y desaparecioacutey palidecioacute la luna y quedamente se colgoacute en el crepuacutesculoRieron las cumbres y se serenaron flotan los picachosen la luz azulada sobrenatural y se mecen como nubesse saciaron de plata las velas en los mares lejanose iacutentegras se sumieron las aldeas en la dulce inundacioacuten

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Y los cerebros se movieron en secreto salieron a la luna a paseary viejos recuerdos en el pleno silencio se despiertanvoces que desaparecieron almas que pasaron amores que llegaron a ser sombrasy se arrastran ingraacutevidos sobre las sendas blancas Tocada-por-la-luna la memoria se despierta madre enlutadaen sus labios de-saliva-amarga las palabras se estremecenpero soacutelo escuchamos un triste son arrastrado cual un miroloi58 Densa gotea en los villorrios negros la luna cargada-de-solse perfilan los pagos lejanos se desbordan las artesas y cual riacuteos de leche se deslizan espesas las callejuelas

(XIV 1203-1222)

El atardecer

La hora en que se encuentran la luz y las sombras como todas las manifestaciones del paso del tiempo presenta en la Odisea connotaciones variadas Sin embargo la paz la serenidad el recogimiento que invita a la meditacioacuten la contemplacioacuten de la vida y del tiempo suelen reiterarse maacutes respecto al traacutensito del diacutea a la noche que a otras epifaniacuteas temporales Asiacute en Creta antes que Odiseo y sus compantildeeros puedan ingresar al palacio de Idomeneo deben pasar la noche afuera y contemplan como la luz parece huir

Una suave brisa vespertina comenzaba a refrescar la tierra los olivos esplendiacutean y se meciacutean frondosos y la luz ufana piedra por piedra escalaba las laderas para huir (V 707-709) Helena y cada uno de los compantildeeros sienrte a su manera al crespuacutesculo Para Odiseo amargura y melancoliacutea se unen al sabor del atardecer Y el ritmo cronoloacutegico parece esta vez retardarse Del mismo

58 Miroloi canto funerario salmodiado por las mujeres canto de lamento en la desgracia y la tristeza En la seccioacuten dedicada a la Muerte se hallaraacute referencia a esta clase de poema popular

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modo sucede en las descripciones del anochecer que siguen a eacutesta

En silencio gustaba el conductor la amargura del crepuacutesculoy la ternura melancoacutelica y serena de toda la madre tierracolinas alrededor aacuterboles y vintildeedos se iban ahogando en una luz espesacomo si Ulises estuviera contemplando unas ruinas en aguas profundasy eacutel tiburoacuten en las honduras navegaba del mar geranio

(V 722-726)

Cayoacute el sol y se oscurecioacute el semblante de su viuda la tierradiz que sus ojos se nublaron porque su amado ya partese apaga el mar la luz ha sido herida y se golpeacontra la cumbrera de los montes y la noche la ahoga y le da muerteErguido contemplaba el arquero-luminoso apagarse poco a poco el mundo

(XXI 1423-7)

Como un adioacutes se difundioacute sin-esperanzas el crepuacutesculocon su halo de oro y plata recubriendo al mundoHora de dulzura la tierra se alivioacute de la aacuteurea carga-del-soly todaviacutea no aparecieron las estrellas y en una bruma violaacuteceacual velo suavemente-tembloroso cielo y tierra pendiacutean

(XXIV 869-873)

La extincioacuten de la luz se asocia generalmente a la puesta del sol que toma diversos matices en las variadas latitudes que atraviesa Ulises hasta llegar a las vastas soledades polares En eacutestas la relacioacuten del sol y las demaacutes estrellas que destellan veladas ldquocomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipresesrdquo variacutea del todo como se puede apreciar en el uacuteltimo de los pasajes que recordamos a continuacioacuten

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Derrumboacutese el sol ardiente en las montantildeas se refrescaron las piedrascual cervatillo herido se recostoacute el crepuacutesculocon sus grandes ojos negros velados ya por la nocheEnmudecieron las aves cual ala negra descendioacute la noche

(XIV 642-645)

El sol cual cabeza quemada rodoacute quedamente por la arenadensos halos azules ascienden al riacuteo-cielo y doloridase extinguioacute la luz arrastraacutendose en los montiacuteculos amarillos de la arenaEl astro-trigo ya desborda por las laderas negras y comienzas iexcloh cieloa moler en las tinieblas cual molino-de-viento con aspas

(X 1375-1379)

En el mundo griego la comparacioacuten con ldquoun monasterio borrososumergido entre cipresesrdquo sin bien sin duda es muy original no tiene la connotacioacuten de causarnos extrantildeeza En Grecia la cantidad de monasterios ubicados en colinas en bosques en campos aislados es muy grande

Cuando vibroacute el terrible grito en la montantildea-de-nievey se agitoacute como llama la memoria tembloacute del de-veloz-espiacuteritue igual que un arco iris al sol se colgoacute antes de apagarselos uacuteltimos astros verde-azules destellaron veladoscomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipreses

(XXIV 772-776)

A la sensacioacuten de paz y tranquilidad que trae el crepuacutesculo se liga no pocas veces en el poema cierta sensacioacuten de alivio terrestre despueacutes del azote diario del sol que parece compartirse por los seres vivientes como en estos pasajes

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierracomo un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campoy deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo

(VI 609-611)

Cual chivato-que-va-a-ser-sacrificado con cuernos bantildeados- -en-oropesado macho cabriacuteo bajoacute el sol a las arenasy los dragones de maacutermol rieron se enrojecieron sus labiosy sus puntildeos vaciacuteos se llenaron de cuentas doradasLas tierras ardientes refrescaacuteronse y el diacutea de-rojizo-cabelloguarda en su regazo al laacutenguido crepuacutesculo y se marcha

(X 1-6)

El iacutendigo atardecer ha descendido los suelos respiraronlos velludos insectos acoplados bajaron a los nardosse levantoacute el joven zagal y apoyoacute su cuerpo en la fustay todas las laderas se movieron y tintinearon argentinas

(V 753-756)

Ya se escondioacute el sol riacutee detraacutes de eacutel y guintildea el ojo a la tierrael astro de la insensata diosa puacuteblicaHalloacute alivioacute el corazoacuten abrumado respiroacute el diacutea y caen sobre el planeta las sombras compasivas y lo refrescanMuda la piel la tierra-sierpe se forra con estrellas

(VI 648-52)

En un instante el proceso del atardecer se confunde con el lento finalizar de la vida de Odiseo entre los hielos antaacuterticos

Alas fuego gotas de agua combatientes de talla preciosa candela funeral para el cerebro que se va a poner tibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza ndash cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocaso Ya se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astros

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y toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienes (XXIII 561-566)

La impresioacuten dominante de quietud se refleja en panoramas crepusculares esbozados de un solo trazo en un verso por Kazantzakis asiacute como en las imaacutegenes mismas del anochecer en las que raramente hallamos connotaciones fuacutenebres o terroriacuteficas Muchas y belliacutesimas descripciones del atardecer salpican con pinceladas poeacuteticas la inmensa y complicada trama de la Odisea Aquiacute naturalmente soacutelo podemos espigar unos cuantos ejemplos de entre un material muy abundante

Paacutelido anochecer se van borrando las cumbres se sume en azul el bosque (XIII 29)

Dulce el anochecer la brisa entretejida de plata perfumaba (XVII 254)

Se apagoacute el sol ardiente retirose y desde el suelo comenzarona subir lentamente las dulces voces primeras de la noche

(IV 806-7)

Dulce anochecer de primavera se suspendieron los primeros astrosvelados suaves en el cielo negro-azul y temblaban cual las floresdel almendro tempranero con la brisa del crepuacutesculo

(I 228-230)

Los candelabros ndashestrellasndash alumbran los torreones las murallasy como constelacioacuten profunda y caacutelida en el perfumado atardecerflota la ciudadela quedamente entre las serraniacuteas primaverales

(VII 1260-1262)

Sonriacutee tambieacuten con la luna nueva la tarde de cejas-de-espada (IV 907)

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Y a la paacutelida rosa deshojada del crepuacutesculodivisa muy bien esculpidos altos aacuterboles a izquierda y a derecha

(XIX 314-5)

Las sombras elemento inseparable del crepuacutesculo caracterizan su paso o su llegada en algunas de las breves pinturas de un verso

Ya se ha ocultado el sol y se abatioacute sobre la tierra la sombra primera (XVI 1003)

Pasa el crepuacutesculo y las montantildeas se retiran a la oscuridad (XVII 1058)

Y en tanto se abatioacute el negro crepuacutesculo y las sombras se unieron (VII 507)

El transcurso de una faz a otra del tiempo de la luz a la sombra cuando ldquola noche no es negra todaviacutea sino que vibra azuladardquo es propicio tambieacuten para la exaltacioacuten de los anhelos del corazoacuten humano Es la hora en que ldquotiembla el cielo cual misterioso huertordquo y se borran lentamente las figuras

Y cuando las aguas se velen al anochecer y aparezcan las estrellasy vuelvan las doncellas de la fuente y se levante la oropeacutendolay la noche no es negra todaviacutea sino que vibra azulada

(XXIV 339-41)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamentela noche descendioacute la perdiz-de-las piedras de-patitas-coloradasInefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierracomo paacutejaros nocturnos se alzan los corazones desde nuestras ramas interioresy lo que de diacutea se averguumlenzan de decir toda la noche lo cantanSuspira la doncella en la soledad y todas las hojas se estremecen

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y la viuda saca sus anhelos para apacentarlos en la oscuridad (V 65-71)

Navega la noche con sus negras velas en la mar en la playa tremolan pequentildeos fanales duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remohellip (VI 912-914)

Lo aciago de un diacutea puede representarse en la intensificacioacuten del crepuacutesculo en su multiplicacioacuten que puede concebirse en la lengua neogriega a semejanza de los superlativos que se forman con numerales59

Se alzoacute el diacutea de-cinco-atardeceres vuelve a caer la noche vuelve la aplastante medianoche un nuevo diacutea brota (X 294-5)

La paz que trae el atardecer es destacada a veces con la mencioacuten de los quehaceres del diacutea que poco a poco cesan

Atardecer Ya se recogen al hato los corderos ya retornan las vacas vuelven las bestias sudorosas y relinchan en las cuadras y los astros-espadas colgaacuteronse sobre las cabezas de los hombres (VII 958-950)

En la paz del anochecer en Creta Helena recuerda sus diacuteas de Troya y las sangrientas batallas que le tocoacute presenciar Dulce anochecer y tenue la luna sopla fresco el sereno y comienza de nuevo la lucha feroz en las riberas de Troya (VII 311-312)

59 Veacutease al respecto la seccioacuten ldquoLa palabrardquo de este ensayo

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Mientras la medianoche trae la paz y la quietud el arrogante-pensamiento de Odiseo sigue en vigilia

Medianoche Y el arrogante-pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y los suentildeos abren poacuterticos fantaacutesticos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y la lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1438)

Las estrellas

Los astros de la noche y su girar sobre el pequentildeo y oscuro mundo de los humanos constituyen una de las epifaniacuteas del tiempo que da lugar a las maacutes bellas descripciones en la Odisea Un examen exhaustivo exigiriacutea vasto espacio Digamos al menos que las estrellas suelen ser elemento central de muchiacutesimas descripciones sinteacuteticas de un verso elemento asociado por lo general ndashaunque de maneras diversasndash al fuego y a la luz pero que presenta asimismo connotaciones ligadas a otro orden de realidades como los sonidos las formas o el perfume de las flores Veamos algunos de estos vastos panoramas de la boacuteveda celeste enhebrados en torno a los astros nocturnos

Ya se azulaba el cielo negro temblaban veladas las estrellas (XII 1103)

Densas e infinitas resplandeciacutean en el cielo las estrellas (XII 1312)

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo (VI 773)

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Alumbraba la noche mojada puntildeado de fogatas pendiacutean las estrellas (VII 229)

Dispersas todaviacutea se quemaban en lo alto las maacutes grandes estrellas (V 1118)

Se inflamaban las estrellas en el cielo cual fogatas-de-pastores (X 817) Y el insomne Odiseo tenido en las mantas en el pino admiraba las estrellas a traveacutes de las agujas del follaje mecerse leves y deshojarse entre los ramos de la noche No se saciaban sus ojos de esa campintildea de innuacutemera belleza cual aldeas los astros forman brumosa estela como nidos blanquean (IV 418-422) El paso de la oscuridad estaacute marcado por lo general por la aparicioacuten de las estrellas que ya saltan en las alturas ya se prenden en los cabellos de la noche ya se cuelgan entre los aacuterboles ya se mecen como lirios ya se arrebantildean como ramos de jazmiacuten ya germinan como semillas por breve espacio

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentada y aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisa y dan fronda y viene la luz dela alborada y las siega veloz (XXI 1242-1245)

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente se difundioacute la noche muy suave azul-verdosa en el universo desolado60 (XXII 666-668)

60 Odiseo va caminando en los hielos antaacuterticos

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Descendioacute la noche y se encendioacute el vientre verde de la lucieacuternagasaltan las estrellas en lo alto se queman y tiemblan en la noche

(V 380-1)

La tierra se alivioacute y refrescoacutese cuando el sol la dejoacutelas turbulentas cabezas hundieron las aves en sus alasuna hoja se pegoacute a otra hoja un aacuterbol con otro se juntoacutey prendidas en los cabellos en la noche se colgaron las estrellas

(X 597-600)

Y atardecioacute Oliacutean a algas salobres los cabellos de la nochese encendieron las estrellas crepitaron en lo alto ndashbrasas candentesndashy arrojaron sus destellos vagos a las olas perfumadas

(VIII 984-986)

iexclCoacutemo los astros se colgaron en los aacuterboles desnudos y coacutemo arrullaban los paacutejaros nocturnos dulcemente en los montes y las fieras en la selva (XVII 710)

A los pies de la fiera se tendioacute y contemplaba excitado las estrellassaltar bullentes y golpear su cabezaPero ya se refrescoacute el arisco espiacuteritu dulce mistral el suentildeocomo los lirios mecieacuteronse los astros y entre ellos su alma ardienteya serena como una leona se extendioacute despreocupada

(VII 282-6)

Tambieacuten las estrellas tan lejanas y ajenas a las pequentildeas cuitas de los hombres a veces parecen participar de los acontecimientos que se desarrollan en el poema sobre la tierra Asiacute en las inclementes soledades heladas cercanas al polo se muestran implacables cual agujas de hielo mientras en Creta en momentos de festejos de los nobles que no

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presienten la cataacutestrofe que sobre su reacutegimen se avecina travesean en el cielo y se asoman a mirar a los alegres celebrantes Otras veces es el espiacuteritu del peregrino Odiseo el que se iguala a la constelacioacuten del Escorpioacuten que se retuerce en lo alto con sus ojos sanguinolentos

Las estrellas cuelgan implacables como agujas de hielo (XXII 964)

Hora dulce y calma Las flores-nocturnas abrieron en los jardinestravesearon en el cielo las estrellas y se inclinaron furtivaspara ver en la tierra a los nobles cenar y reiacuter a las sentildeoras

(VIII 214-216)

En silencio estaba sentado el solitario envuelto por la nocheLos astros de puntas maacutes grandes pendiacutean auacuten sobre eacutelse retorciacutea en el cielo el Escorpioacuten y encorvaba su colay sus sanguinolentos ojos sin temblar seducen a la nocheE igual que eacutel se gozaba la mente y levanta su cauday la apoya en la tierra midiendo el veneno gota a gota

(VI 973-8)

Las imaacutegenes y comparaciones dedicadas a los astros de la noche en el poema son muy numerosas y variadas Mosca dorada que primero fue cogida en la tela nocturna puede ser la estrella maacutes temprana mientras las demaacutes llegan a ser perlas de lluvia Sobre el manto de la noche adornado de oro y plata los astros pueden moverse como letras y tomar las maacutes distintas figuras ojos espadas naviacuteos aacutespides o cascadas de llamas

Ya la estrella primera temblaba en el aire humedecido mosca dorada que primero fue cogida en la tela de la noche y poco a poco otras se cogieron y toda la boacuteveda negra bordada de maacutermol se extendioacute cual tela perlada por la lluvia laquoiexclNoche me gusta tu oscuridad pues estaacute llena de estrellasraquo murmuroacute el solitario y saluda a su rebantildeo-de-astros (XIV 47-52)

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Entretanto al arquero tendido de espaldas en la barca admiraba el cielo recamado el manto sagrado de la noche con sus pendientes de plata y sus prendedores de oro Sobre eacutel como letras se moviacutean las estrellas unas se retorciacutean como escorpioacuten en los biseles del cielo y otras ascendiacutean ndashojos espadas naviacuteos cascadas de llamas y aacutespidesndash (X 1251-6)

La imagen de plenitud luminosa que a veces se asocia a la visioacuten de la inmensa boacuteveda celeste sembrada de estrellas aparece en ocasiones ligada claramente al flujo temporal como el pasar de un riacuteo no de agua en la tierra sino de fuego y en el cielo Asiacute en el pasaje que citamos a continuacioacuten En el que lo sigue en cambio esa imagen de multitud de astros se traduce en la comparacioacuten de la noche con un eroacutetico diacutea festivo

Se cansoacute el sol y se inclina y ya se va a ponerse suavizaron los ojos del-de-siete-espiacuteritus y por el hambre excesivacomo racimos sin granos colgaban sus entrantildeasUna chispa aparecioacute enfrente de la caverna y avanzoacute sonriendola saluda la reconoce el solitario es la sentildeora-Afroditaantigua amante seductora iexclmil veces bienvenidaY asiacute con el astro sagrado de-ojos-vivaces entre sus trenzasla noche aparecioacute y se detuvo a la puerta del arqueromudo levanta los paacuterpados hacia el cielo riacuteo-de-fuegosiente el diluvio de estrellas inundarlo por enteroy era su corazoacuten una gota de luz que combatiacutea en el torrentey subiacutea obstinada contra la corriente en el flujo errabundo de la noche (XIV 272-283)

Y cuando se arrebantildeaban en la altura ndashramos de jazmiacutenndash los astrosse apaciguoacute el espiacuteritu de la compantildeiacuteay cual eroacutetico diacutea festivo se extendioacute la noche sobre el mar

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y los amigos penetraron en los hondos jardines floridos del suentildeo y en el regazocual una mujer virgen y blanda al Aacutefrica llevaban

(VIII 1121-5)

Muacuteltiples son los aspectos de las estrellas pero sus apariencias variadas no alteran su lejaniacutea infinita y su absoluta indiferencia hacia el mundo de los hombres

Dijo y al cielo levantoacute su rostro resplandecientedesde la honda oscuridad se arman los astros y desciendenunos llamean diz que se hubieran embriagado y otros como que gotean sangreu ojos amarillos como de leopardo arrastran en las tinieblaso cual eroacuteticos ojos jubilosos riacuteen y titilanAlas fuego gotas de agua combatientes de tallapreciosa candela funeral para el cerebro que se va a ponertibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza -cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocasoYa se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astrosy toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienesEacutesta es la hora tercera de-ojos-astrales de la santa noche

(XXIII 556-67)

Se abatieron las sombras y boca arriba se tendioacute en la raiacutezde una palmera que se mece turbulenta el guerrero luminosoy entre las hojas flexibles como espadas contempla las estrellas despreocupadascontempla al cielo como a la rueda que gira lentamentey atado sobre eacutel tambieacuten da vueltas el pobre entendimiento del humanoCuaacuten mudas las estrellas cuaacuten sin piedad navegan en el cieloy nosotros en el fondo de una negra poza naacuteufragos de un bajeluna voz terrible lanzamos en vano y gritamos laquoiexclAuxilioraquonunca se desvioacute un astro hacia la tierra a fin de salvar un alma

(XIX 182-90)

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El sol

Un estudio monograacutefico sobre el sol en la Odisea requeririacutea maacutes espacio que el de este ensayo en su conjunto Siacutembolo de la luz del espiacuteritu del perpetuo errar y epifaniacutea del tiempo por excelencia que a los ojos humanos determina todas las otras manifestaciones temporales el astro cambia sus formas desde los cielos siempre claros de la Heacutelade hasta los sombriacuteos mares antaacuterticos Abre y cierra el poema Es un gran sentildeor oriental que pasa apuesto y orgulloso Es un dios que asoma sus cuernos sobre el horizonte y apartando las nubes deja ver poco a poco su frente sus ojos su boca Es un inmortal cuyos rayos ndashmanos de cinco alargados dedosndash acarician el mundo y reviven a los muertos Es un arquero belicoso Es un nintildeo de boina de oro y malla de bruma celeste que juega entre las manos de la Madre Noche Es un disco de iacutegneos ojos que hacen correr por el cielo el ayer y el mantildeana Es un palacio dorado cuyas dos puertas abren al occidente y al oriente En sus formas maacutes severas es una cabeza cortada que rueda sobre la arena ardiente Es cada una de las aves desde las maacutes tiernas hasta las maacutes feroces Es un doacutecil halcoacuten sujeto con cordones aacuteureos que suelta al cielo un halconero misterioso Tambieacuten toma las figuras de diversos animales un lebrel rojo un aacutegil leopardo que cae sobre los bosques y praderas un toro nuevo que resopla furioso cuando lo arrastran al poniente al sacrificio En la penuacuteltima rapsodia es una trinidad el padre fecundo la feacutertil madre que alimenta al mundo con sus pechos y el hijo que danza y retoza sobre las hierbas y las aguas de la tierra Imposible consignar todas las imaacutegenes y aspectos del sol de su llegada su paso y su retiro Anotemos con todo algunas ideas asociadas a las diversas fases de su traacutensito Su salida posee algo de nacimiento los cerebros y los pensamientos reviven los hombres los animales los vegetales y los minuacutesculos insectos retoman su actividad

Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda-celestial y la luna plateada descendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-32)

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iexclQueacute alegriacutea siente oh dios el iacutegneo ojo del sol al miraral mundo como un huevo que saca-el-polluelo-a-la-luzLos portones bronciacuteneos del diacutea rechinando se abrense abren los cerebros y los pensamientos cual alondras temblorosasse despiertan tambieacuten y ascienden a la luz todos ala y trino

(VI 40-4)

Y el sol el gran tejedor las lanzaderas arrojabay tejiacutea y tejiacutea en el telar del aire a los humanosy ahora ya colocaba al final de la tela la franja puacuterpura

(X 1056-8)

El diacutea-abeja ascendiacutea zumbaba la llanuragolpeoacute el sol las baldosas enarenadas del puertoy varones bajeles y animales se movieron y empezaron a dar vocesdiz que la luz de repente hubiera desenrollado los laberintos de sus mentes Oro derretido se abalanzaba el astro a las aguas espesasbulliacutea el mar con los pescados brincaban los caiacuteques61el tiempo borrascoso y los magos estaban sentados en el muelley vendiacutean brisa a los navegantes por monedas

(IX 143-150)

Ya subioacute el sol en el cielo el largo de una picanay en los viejos olivos las cigarras reemprendieron su quehacerTerrible ardor [hellip]

(VI 237-9)

Se despiertan y separan suavemente los aacuterboles se despegan las murallasse levantoacute el sol soberbio y cantoacute cual gallo en los tejados

(XIII 1006-7)

61 Caiacuteque embarcacioacuten pequentildea

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Auacuten dentro de un suentildeo de Ulises en las orillas del Nilo pobladas de antiquiacutesimos sepulcros cuando el sol surca el cielo con aspecto mortecino como ldquoluna en el Hadesrdquo sobre una ciudad espectral habitada por muertos los rayos del astro parecen despertar ese mundo dormido para siempre y cobran actividad geacutermenes larvas aguas y difuntos

Y sentiacutea el arquero que el espiacuteritu quedamente se apaga se separa del cuerpoY al apagarse penetraba peregrino en una ciudad de maacutermollas casas los mausoleos los torreones ndashperlas deslumbrantesndash fulgurabanagazapados se aletargaban los reptiles y los gusanos ahiacutetoscolgaban en sartas en los vanos de las puertas y adornaban los patiosBenigno todo compasioacuten con llama mustia como luna en el Hadesel sol surcaba el cielo y pendiacuteaSe esparciacutean sus rayos y buscaban y cada uno de elloscomo una mano de hombre de cinco dedos acariciaba al mundoSe estremeciacutean de gozo geacutermenes aguas y larvas y saliacutean a los umbrales los hombres levantaban las manosy el destello atravesaba los pechos vaciacuteos igual que a cristalesY mientras se regocijaba el errabundo-en-suentildeos con los difusos de la nochedivisa coacutemo se abre ante eacutel una tumba magniacutefica una alba rosay al sol aparecieron abrazados y se sentaron en la laacutepidandashinsectos sin alas verdes-oro desnudosndash dos monarcas

(IX 792-807)

Risuentildea y acariciante suele ser la actitud del sol al orto respecto de la tierra ya caiga sobre la Creta tranquila y sensual que duerme en el mar como su amante ya sobre los restos y cenizas de su palacio real destruido y saqueado ya sobre la ciudad ideal de las fuentes del Nilo

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demolida y calcinada por el cataclismo volcaacutenico

Hete aquiacute que ya temblaron los primeros rayos y se tintildeeron de rosalos pezones turgentes de la Creta y poco a poco delicadamenteel sol su opulento y afamado amante con su aacuteurea manole acariciaba el seno altivo y se deslizaba hacia su vientre

(VI 106-9)

Rosado rollizo como un infante brincoacute enhiesto el solCoge la albiacutesima cima y eacutesta se tintildee de rosay extiende hacia abajo sus manitas hasta el llano verdehalla olivos pequentildeos y los acaricia y espinas y las florecey encuentra tambieacuten de a poco tropezando al palacio saqueadoy como nintildeo succiona la ubre del incendio

(VIII 452-7)

Despueacutes del cataclismo que destruye por completo la recieacuten levantada Ciudad Ideal surge el diacutea siguiente

Amanecer Se ha hundido la ciudadela y la boca del monteya se ha cerrado y su lengua la llama se ha detenido saciaday risuentildeo el sol aparecioacute sobre unos nimbos flamiacutegerosy se esparcioacute la luz como una rosa por la tierra devastada

(XVI 270-3)

Amanecioacute y florecieacuteronse de luz en las quebradas los cardosse despierta la tierra y se estira sus senos se agitanvuelven las liebres a sus camas los ciervos a sus escondrijosse lamen ahiacutetos los leones y se acuerdan del aguay a lo lejos un paacutejaro en la punta maacutes alta de un pino o en la cima del espiacuteritu quieacuten puede distinguirlo claramentecon la cabeza erguida toda luz comienza un canto temerarioy el sol brilla cual plumoacuten de oro en la tibia pechuga matinal

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Callaba el solitario y se vertiacutea denso como miel el solen su vasto torso desnudo y en sus gruesas caderas

(XIV 178-187)

Ya goza el sol al mundo como un vaacutestago suyo al aparecer ndashmagno dios de cuernos de orondash sobre el horizonte donde se juntan cielo y mar62 ya asoma riendo en su cuna como infante y se levanta a la cima del eacuteter para luego rodar donde su madre la noche la de negra mantilla

Aclaroacute ya Desvanecioacutese en la dulzura azul el lucero matutinodespierta el magno dios ascienden sus cuernos de oroen las raiacuteces del cielo-mar apuntan y levantan los nimbos y lentamente su frente los ojos y los labiosse liberan de la noche sobre el ponto serenamente meacutecesey en silencio goza alegre al mundo como a un vaacutestago suyo

(IX 27-32)

Ha pasado la noche vuelve el sol a reiacuter en su cunay poco a poco se anima y se levanta y quema en la cima del cielolos amigos reman y hablan y eacutel rueda incandescenteal poniente sombriacuteo alliacute donde su madre la-de-negra-mantilla

(VIII 987-90)

Sin embargo no soacutelo las ideas de renacimiento o despertar de los seres y las cosas se asocian a la salida o paso del sol Tambieacuten aparece el astro como azote de la tierra tonante despiadado o con caracteriacutesticas inquietantes ligadas a imaacutegenes funerarias o a presagios funestos como en la rapsodia XVI cuando su aspecto forma parte de los indicios del cataclismo que destruiraacute la ciudad fundada por Ulises

62 El vocablo popular uranothaacutelaso alude exactamente al conjunto que cielo y mar presentan a la vista del navegante Ver seccioacuten La palabra

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Amanecioacute Cual esfera detonante tronoacute el sol en el cieloy golpeoacute rebotando en la piel de tambor de la tierra

(XII 1141-2)

El sol nublado-de-laacutegrimas se ahogaba en confusa agitacioacutenlos perros aullaban en los patios y maacutes allaacute a lo lejos se sentiacuteasin viento alguno hervir las olas en el lago

(XVI 48-50)

Denso bullicioso se erguiacutea el iacutegneo meridianolas sombras negras se amontonaban como brea en el patio embaldosadose asoleaban los toros bronciacuteneos humeaban las piedrasunos buitres cruzaban el cielo y oliscan-hambrientosa la tierra que yace de espaldas como una carrontildea agusanaacutendose

(VI 409-413)

El sol ya denso se poniacutea y en el polvo del llanolos redondos bohiacuteos de la aldea con sus abiertas puertas-y ventanasbrillaban igual que montones de cabezas muertas

(XIX 564-6)

Las imaacutegenes feroces llameantes y sangrientas del sol son muchas y de matices muy variados y el espacio no nos permite entrar a examinarlas Se asocian por lo general al elemento iacutegneo estudiado en particular por Michel Monory en el ensayo ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo63 Fiera amenazante cabeza degollada fruto envenenado langosta de garfas rojas que hierve de coacutelera arco de fuego barrica de cobre que vaciacutea cataratas de llamas y brasas

63 Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 Tambieacuten en traduccioacuten al griego por Ana Kaacutesdagli en revista Nea Hestiacutea Homenaje 1971

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Y el sol se acrecentaba fruto envenenado allaacute en el cielovaho exhalaban las ubres del arenal hormigueaban las rocas

(XII 451-2)

Como langosta de garfas rojas que hierve de coacuteleraserpenteaba al otro diacutea el sol sobre la arenay las palmeras se agitaban a la luz cual surtidores de llamas

(IX 1021hellip)

El alba

Acaso sea la aurora la manifestacioacuten del transcurrir temporal que se asocia en el poema casi solamente a imaacutegenes de serenidad La llegada de la luz antes de que salga el sol suele ser suave como el disiparse de la oscuridad fresca y azul de las uacuteltimas horas de la noche Antes que apunte el alba ya la tierra suentildea con el diacutea

Auacuten no cantaba el gallo todaviacutea brillaban las estrellas Plena de paacuterpados cerrados y de manos cruzadas la tierra en la oscuridad fresca y azul inundada de bruma dormiacutea y sontildeaba dulcemente que ya el sol ha salido (VI 1-4)

Junto con el fresco del sereno del amanecer el lucero matutino juega con su luz en los olivos

Descendiacutea de la sierra el sereno leve fresco y alado y se deslizaba y jugaba todo luz el Astro-de-la-Alborada blanco palomo en los plateados aacuterboles-del-sol (VI 23-25)

El aclarar da tambieacuten lugar al poeta para trazar en una imagen y en un verso o algo maacutes todo un panorama matinal como en este pasaje de la rapsodia VII que contrasta con el espectaacuteculo de la ciudadela de

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Knosos convertida en una hoguera rugiente que crepita y se derrumba

Amaneciacutea En el cielo con humo sonreiacutea ya el lucero Puso sus albos pies el diacutea treacutemulo sobre la cima del monte (VIII 442-443)

Tenue velada brumosa con matices rosaacuteceos la luz al amanecer se difunde o desliza murmurando hermanada con el rociacuteo y el perfume de la tierra

Velada lechosa lamioacute la luz el canto de los montescoge piedra por piedra por las laderas se difunde murmurandola enfrentoacute un cipreacutes negro y su copa sonriacuteecreeriacuteas que de improviso subieron rosas y la florecieron

(VI 30-33)

Pende el tiempo nuboso en el alba-llorosaperfuma la tierra y las hojas del olivo destilaban rociacuteoy el brumoso amanecer como infante en la cuna solloza

(II 488-490)

Todaviacutea las estrellas formaban un tenue collar una rama de perlasy en el confiacuten del cielo paacutelido sonreiacutea el diacuteay de las brumosas montantildeas una helada brisa descendiacuteaNuestro ladroacuten-de-carros empuntildea su fusta triplelo hace restallar y agitaron los caballos sus soberbias cabezasy parten siguiendo el agua que jugaba entre los mirtosy el alba aacuteureo-rosa se deslizaba hacia el mar

(III 1340-1346)

Imaacutegenes pastoriles y jubilosas se asocian a la llegada y paso de la aurora La luz puede ser una cabrita que brinca o un gallo-faisaacuten que sube y canta en los techos y la mantildeana un cordero que camina por el riacuteo y el lucero matutino un albo palomo entre los olivos

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Cristal puro inmaculado atraviesa su espiacuteritu la nochey vino muy de mantildeana bailando cual una cabrita la luzy brincoacute en sus hombros ardientes y se instaloacute en su mandil

(XIX 237-239)

En la arena en rincoacuten abrigado el nardo halloacute resguardobrillan las hojas en el olivo cayoacute la lluvia-nocturna y tiemblangotas gozosas las laacutegrimas en los paacuterpados del aireHuacutemedo y doblado se posa entre los ramos el espiacuteritu de la vieja lluviay se apintildean las nubes blancas en el cielo como vellones de ovejas

La tierra se lavoacute y en la honda alborada antes que la toque el solcomo el empapado aguzanieves se sacude en la riberaSe apagaron las estrellas se deslizoacute la transluacutecida lunay como el gallo-faisaacuten subioacute la luz y en los techos cantoacute

(VII 1-9)

Pasoacute la noche con sus axilas huacutemedas fragantespura y delicada aparecioacute la luz entre los vallesy cual cordero camina la mantildeana por el riacuteoY siguen los compantildeeros la corriente cubierta de rosasaves blancas derramando luz atraviesan por sobre ellos

(X 1387-91)

Estaba amaneciendo Un flamiacutegero cielo ensangrentaba las piedras (IX 893)

Y el licor de la aurora difundioacutese en el perlado mar (XXIII 997)

Y mirad en el confiacuten del cielo paacutelida vibra la alboraday todos los ojos brillan y riacuteen y miran hacia el orientee infante en su cuna por el cielo se desliza el solVapores azulados sus mantillas y de argento es su toca

(XXII 1245-8)

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III La muerte

La mayoriacutea de los estudiosos de la Odisea ha sentildealado la presencia continua y obsesiva en el poema de la idea y la imagen de la muerte como una de sus notas caracteriacutesticas Se ha hablado asiacute de que la obra constituye una interminable alegoriacutea sobre el tema de la muerte y que la vida que bulle en ella es soacutelo un elemento subordinado a aqueacutel el supuesto para poder reiterar con variados procedimientos la uacutenica realidad cierta la nada final que espera a todos los hombres Es el asunto de meditacioacuten y de plaacutetica de muchos de los personajes de la epopeya Es el fin ldquorealrdquo dentro de la obra de todos ellos Es tambieacuten un personaje especie de compantildeero invisible del peregrino que en diversas oportunidades toma formas tangibles hasta igualarse del todo con el anciano asceta de albos cabellos en las soledades heladas del polo sur Los dos primeros aspectos del tema de la muerte son sin duda comunes a las otras obras de Kazantzakis hasta podriacuteamos decir a todas El tercero nos lleva a un terreno poco conocido y cuyo desarrollo seriacutea muy extenso la acogida que en la Odisea hace el escritor cretense de los mejores elementos de la poesiacutea popular neoheleacutenica riquiacutesima creacioacuten anoacutenima del pueblo griego que lo ha acompantildeado a lo menos un milenio y que ha constituido durante siglos la historia y la croacutenica la cultura y la filosofiacutea de la poblacioacuten sometida al doble yugo de dominaciones extranjeras y del analfabetismo consecuencia del nefasto problema linguumliacutestico64

64 En la seccioacuten ldquoLa palabrardquo nos referimos brevemente a este problema y a las funestas consecuencias que la mantencioacuten de una ldquolenguardquo artificial arcaizante la kathareacutevusa ha ejercido en todas las esferas de la vida del pueblo griego En la Revista de Educacioacuten Ndeg 30 de 1970 publicamos una exposicioacuten sobre el problema linguumliacutestico con el tiacutetulo de ldquoLa obra de Psijaris y Triandafilidis en el neohelenismordquo Sobre poesiacutea popular en nuestro paiacutes puede consultarse en castellano nuestros trabajos ldquoPoesiacutea popular neoheleacutenicardquo Anales de la Universidad de Chile Ndeg de 1966 la seccioacuten ldquoPoesiacutea popularrdquo de la Antologiacutea de la literatura noheleacutenica Ediciones de la Embajada de Grecia Caracas 1986 y la coleccioacuten con textos musicales de Danai Stratigopulu publicada por el Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos con el tiacutetulo de Cantos de los griegos 2ordf edicioacuten Centro de Estudios Griegos Santiago 2002 En franceacutes pueden verse las excelentes exposiciones de siacutentesis contenidas en el volumen I de LrsquoHistoire de la Litteacuterature Neacuteogrecque de Boumlrje Knoumls que se encuentra

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La Odisea posee el acento el ritmo y la serena capacidad narrativa del canto popular y a la vez su aliento liacuterico dice Emilio Jurmuzios65 Y en verdad uno de sus atractivos es el aprovechamiento sistemaacutetico que en ella hizo Kazantzakis de la poesiacutea demoacutetica griega La espontaacutenea gracia narrativa del canto popular estaacute siempre presente en el poema La narracioacuten tiene muchas veces el eco claro del rapsoda popular del τραγουδιστής tragudistiacutes que durante siglos ha cantado las penurias y alegriacuteas del pueblo griego Pero la Odisea no soacutelo asimila el estilo narrativo del cantor demoacutetico En realidad el poema mismo es una especie de gigantesco mosaico una larga tela bordada con expresiones versos pensamientos fragmentos y hasta canciones populares casi iacutentegras Estos elementos que salpican el texto a cada paso se funden en el desarrollo del relato y en la exposicioacuten de las ideas

Caronte personaje

Nuestro tema posee especial relacioacuten con uno de los campos maacutes interesantes del canto popular de tipo liacuterico la poesiacutea mortuoria La presencia de la muerte toma generalmente en la Odisea la forma que ha moldeado la moderna mitologiacutea popular griega la figura de Caronte que no es el antiguo barquero transportador de almas sino un negro caballero sentildeor del ldquomundo de abajordquo el κάτω κόσμος kato kosmos del loacutebrego y subterraacuteneo Hades lugar del exilio sin retorno Alliacute los hombres estaacuten sometidos a un solo dolor interminable y desgarrador la nostalgia infinita por la vida perdida por el mundo de los vivientes por el mundo terreno por el mundo de arriba el απάνω κόσμος apano kosmos En este exilio sin retorno no hay castigo ni recompensa por hechos pasados El Hades no se relaciona ni con el cielo ni con el infierno teacuterminos no usuales en esta poesiacutea Es el recinto oscuro del que jamaacutes se sale y donde de continuo se recuerda y se llora el mundo terreno perdido la vida con sus dolores y alegriacuteas Esta concepcioacuten extraordinariamente arraigada en un pueblo cristiano ha sido sentildealada como un fenoacutemeno curioso de supervivencia de creencias paganas

en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca del Pabelloacuten Heleacutenico de la Universidad de Chile65 Jurmuzios E ldquoLa Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Revista Kenuria Epojiacute

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Domina en toda la mitologiacutea popular griega y en los cantos populares llamados miroloiumls (μοιρολoacuteι gt μοιρολoacuteγιον) ldquocantos de la Moirardquo o poemas de la fatalidad con los cuales se llora a los muertos y se narran las correriacuteas del negro sentildeor del Hades a la caza de los humanos con los cuales lucha fiacutesicamente cuando eacutestos se resisten a dejarse arrastrar al Hades66 Asiacute pintan al personaje unos versos demoacuteticos

Helo alliacute por donde cruza por los valles cabalgandonegro es de negro viste negra es su cabalgaduralleva puntildeal de dos filos y espada desenfundadapara la cabeza espada puntildeal para el corazoacuten

Bajo la forma de Caronte la muerte es uno de los personajes maacutes importantes de la Odisea Es el compantildeero maacutes constante de Ulises Ante eacutel se presenta a traveacutes de todo su dilatado peregrinar con diversos aspectos como un anciano caminante lo espera una tarde bajo un aacuterbol como un gran mosco de mar se deja ver en medio de Aacutefrica en Creta en las viacutesperas del desastre de la ciudadela de Knosos deja su apariencia humana normal para convertirse en un sonriente y ceremonioso esqueleto Al final de la travesiacutea en los hielos polares ha llegado a igualarse en todo a Odiseo y su rostro viene a ser una copia con la huella de los antildeos y las penurias La enumeracioacuten de todas las formas que toma Caronte en el poema seriacutea muy extensa asiacute como el recuento de sus epiacutetetos pastor-de-grandes-rebantildeos caballero con-labios-de-hierro una gran langosta verde una mosca-de-mar un saltamonte verdoso una cigarra de inquietante chirrido una hormiga gigantesca un sol negro un gallo oscuro que canta y hace desvanecerse la vida un elefante albiacutesimo que seduce al humano con sus tristes ojuelos un gran cisne con suaves ojos de rubiacute un monstruoso octoacutepodo que trata de arrastrar desde el lecho al moribundo un escorpioacuten que salpica veneno con su cauda una negra

66 Sobre Caronte puede verse en castellano Olga Omatos ldquoDel Caronte barquero al Jaros neoheleacutenicordquo Veleia Ndeg 7-1990 F Diacuteez de Velasco ldquoCaronte-Jaros (Kharos) ensayo de anaacutelisis iconograacuteficordquo Erytheia Ndeg 10-1 1989 M Castillo Didier ldquoCaronte supervivencia y metamorfosisrdquo en M Castillo Didier La Odisea en la Odisea

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serpiente un dragoacuten de larga cola etc Lo general es que la personificacioacuten de la muerte presente los matices esenciales del canto popular del jinete que arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados coge a los mozos del cinto y a las nintildeas del cabello y pasa en su negro corcel llevando su rebantildeo de difuntos

Asiacute regresa Caronte cabalgando a sus solares encarnados lleva a los mozos del cinto y del cabello a las joacutevenes y a los nintildeos pequentildeos atados a la cabecilla de su enjalma (XI 645-647)

La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la nochehombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manosy soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores (X 73-275) Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindariose aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondasharrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

(X 263-265)

Cuando Caronte pretende llevar a Ulises antes de tiempo eacuteste apostrofa al negro caballero con la foacutermula del miroloiuml popular en que la viacutectima ruega no lo coja del cabello y luche con ella en buena lid sin arteriacuteas

laquoEh Caronte no me cojas del cabello el alma no he de entregarantes de ver que toman los amigos el barco-de-nieve

(XXIV 55-56)

En la uacuteltima rapsodia una madre responde al llamado de Centauro uno de los compantildeeros de Odiseo que ha salido de la tumba para acudir a la agoniacutea de aqueacutel y pide piedad repitiendo variado el motivo del hijo uacutenico al que no puede dejar pues Caronte pretende arrebataacuterselo motivo propio de la poesiacutea popular

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laquoiexclApiaacutedate de miacute que estaacute enfermo mi hijo y los perros auacutellanronda Caronte por las vecindades y otro hijo no tengoraquo

(XXIV 97-98)

En la rapsodia XIX se anuncia desde los primeros versos la presencia de la muerte mediante procedimientos caracteriacutesticos del canto popular como es el diaacutelogo de las aves y las ldquopreguntas sin objetordquo άσκοπα ερωτήματα aacuteskopa erotiacutemata cuya respuesta negativa sirve para dar eacutenfasis a lo que realmente el poeta pretende decir En este caso presentar al oscuro caballero del Hades que ha aparecido con su cabalgadura

Una negra bruma aplasta las montantildeas y la neblina el llanolas liebrecillas se asustaron unas aacuteguilas se reuacutenen en la alturaequilibran las alas de-largas-travesiacuteas y charlan con voz roncalaquoiexclAy mucha nube negra se ha abatido y nadaraacute en barro la tierraraquolaquoNo es este hermanos un diluvio no es negro nubarroacutenun dragoacuten en el cielo diviso con cola azul enroscada y lleva adelante su boca abierta para devorarse al solraquolaquoNo es este amigos el diluvio no es una tempestadiexcla Caronte yo diviso que por los campos cabalgando aparecioacuteraquo

(XIX 1-9)

Igualmente recoge motivos de la poesiacutea demoacutetica el pasaje siguiente que muestra a Caronte siempre cabalgando manchado con los macabros restos de su tarea asesina

iexclNegros mensajes Estalla la guerra se golpean las puertas estrechamente se abrazan los esposos y ya no se separan brillan las armas sobre los montes enrojecieron los valles y Caronte va en su overo y sus caballos gotean sangre espesa pelos que se marchitaron y ojos que se fundieron (XVI 718-722)

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La reflexioacuten de Helena o del poeta sobre lo efiacutemero de la vida cuando la embarcacioacuten de Ulises descubre la vista de Creta alude tambieacuten al motivo demoacutetico sobre el modo de arrastrar a las mujeres que generalmente utiliza el sentildeor del Hades

Helena sin hablar los cuatro vendavales percibiacutea que navegan eroacuteticamente y silban en la hendidura de sus senos Ah si ella estuviera como la isla sentildeorial en el medio del pieacutelago y la azotaran tambieacuten con fuerza los cuatro vientos capitanes Pero es efiacutemero e impotente el cuerpo de la mujer y antes que logre gozar una pizca antes que mueva los brazos de las dos trenzas la coge Caronte el-de-los-labios-cerrados (V 534-540))

Incluso la explicacioacuten de formas para nosotros extrantildeas de presentar a Caronte y a objetos relacionados con la muerte puede encontrarse en la poesiacutea popular Asiacute por ejemplo la curiosa metamorfosis del negro caballero en un gran mosco-de-mar en la rapsodia XXIII tiene precedentes en un canto demoacutetico cretense que alude a los diversos ardides con que los humanos tratan de esquivar la visita fatal de la muerte He aquiacute algunos versos de una versioacuten de dicho canto

Bajo la orilla del cielo en los confines del mundouna torre de hierro levantan para esconderse de CarontePero Caronte se vuelve una mosca y se entra por la ventana[hellip] Entra Caronte y alancea a todos los valienteshellip

El aspecto humano del caballero del Hades propio de la mitologiacutea popular neogriega aparece en toda su curiosa amplitud a traveacutes de la Odisea Como en aqueacutella se le atribuyen todas las virtudes y debilidades humanas sus costumbres sus maneras de vivir acompantildeado de su esposa ndashCarontisandash y de su madre personajes eacutestas siempre compasivas para las futuras viacutectimas de su feroz pariente En circunstancias y en tonos muy variados se producen en el poema conversaciones entre Ulises y Caronte cuando eacuteste aparece de tanto en tanto a traveacutes de su peregrinar En la rapsodia XVIII hablando con la

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famosa prostituta Perla y el priacutencipe Madretierra que vive obsesionado por el pensamiento de la muerte Odiseo expone toda una actitud ante esta uacuteltima y ante los bienes y males de la vida a traveacutes del relato de una plaacutetica con Caronte

Conozco yo en el mundo un cuerpo con dos alargadas manossi tiene hambre de pan come la tierra la vuelve a comersi tiene sed de agua fresca se bebe la agraz salmueray si desea platicar quedamente hacia el atardecercomo buenos vecinos eacutel y Caronte departen entre risasldquoBienvenido el vecino Caronte nuestro apacentadordeja a tus manadas-de-hombres de-cabezas-enlodadasven a sentarte conmigo y como lobos maestros platiquemos la amistadrdquoRiacuteen hablan sobre vintildeas y sembrados como dos duentildeos de casahablan de guerras y matanzas y de viajes remotosy conversan tambieacuten como muchachos en celo acerca de las doncellasldquoiexclBuenos los pechos de Lenioacute buenas las piernas de Ralabueno es Caronte tambieacuten el corazoacuten del macho ese loco estandarterdquoEn las tapias se sientan de la alegriacutea y comen los dos y bebeny chocan sus copas hasta el amanecer como si fueran broqueleserguido y siempre claro el espiacuteritu del hombre a la muerte respiracual una rosa abierta albiacutesima a la que entibia el soly tartamudea Caronte y ya no aguanta maacutes muy pesado le resultael platicar de ese libre corazoacuten y la risa de aquel entendimientoldquoiexclAmigo demasiado fuerte el vino me voy a levantar para marcharmerdquoVacilando atraviesa el solar y tropieza en el umbral

(XVIII 1270-1290)

En una de sus visitas bajo forma visible el normalmente invisible compantildeero de Odiseo lo espera siempre caballero en su negra cabalgadura a la sombra de una higuera Ya ha envejecido como aqueacutel

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y comienza a asemejaacutersele Pero no es tiempo todaviacutea y el arquero lo rechaza y lo hace huir con toda su compantildeiacutea (Por excepcioacuten se trata aquiacute a Caronte como ldquoThaacutenatosrdquo Muerte palabra que es de geacutenero masculino en griego)

Se vuelve y contempla al viejo-muerte a su amigo cordialque estaacute sentado a la sombra de una higuera con su espadiacuten delgadoy ladraban siete canes rojos con sus pupilas verdesEl arquero-de la-mente lo miroacute y le dice sonriendolaquoOh viejo-Thaacutenatos me acechas en la sombra caballerocon una de tus manos sujetas las riendas de tu negro67

y la otra la pones contra el sol y el camino avizorasiexclArriba matador hacia la mar azul que alliacute te he de hacer sentildeasraquoSe levantoacute el mar en sus rintildeones e inundoacute su espiacuterituy precipitoacutese la salmuera y salpicoacute sus narices sulfurosasLevantoacute su blanca cabeza y husmeoacute la brisaigual que el elefante que sintioacute el olor de muertey sereno inclina al suelo su vieja cabezay trae a la memoria voladamente los lejanos escondrijos de su estirpela selva oscura en que crecioacute el torrente en que se bantildeabay la floresta extrantildea ya no lo tolera y se abalanza derechopara expirar en la cuna que lo vio nacerdel mismo modo parte Odiseo hacia la mar su madreSe volvioacute hacia el sur y olioacute en los confines del mundola salmuera fresca y se abrioacute como una vela su almagiroacute Caronte entonces y silboacute crujieron las ramas-del-sueloy perros caballo y cazador se esfumaron en el aire

(XIX 112-133)

La muerte concebida como el desposarse de Caronte con un alma constituye un motivo que posee raiacuteces en la poesiacutea popular Son los miroloiumls en que el hijo parte a casarse sin vestidos especiales ni sus

67 Mavros μαύρος negro es tambieacuten uso de la poesiacutea popular el sustantivar el adjetivo y nombrar al caballo negro como ldquoel negrordquo

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armas ni compantildeiacutea alguna y es interrogado por su madre Y eacutel contesta con palabras amargas que muestran sin que se la nombre expliacutecitamente que es a la muerte a la que se dirige a encontrar puesto que en las bodas donde va no se utilizan vestimentas ni armas ni compantildeiacutea ni muacutesicos Este motivo ampliado con otros y detallado aparece hacia el final de la Odisea

Como oscuriacutesimo heliotropo vibra la vida por la plena luzel semblante volviendo hacia el sol negro la muerteTras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutesde la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negrasrecordaacuteronse68 las aves y vacilan con sus alas rescaldadas se reuacutenen los gusanos del cortejo y los suegros-orugaslevanta el topo el estandarte y se precipita como anunciadory detraacutes sigue Caronte como esposo con un aacutespid de anilloa fin de desposar del arquero el alma noble y sentildeorialA cien molinos exige una gran dote trigo formado de almasla mitad de ellos moleraacuten con laacutegrimas los otros moleraacuten con sangre y a un molino-de-viento habraacuten de moverlo los suspiros del humano El redimido barquero en su bajel-de-cristales con sus blancos cabellos ensangrentados con las untildeas partidasmanteniacutea los ojos bien abiertos y observaba al esposo

(XXIII 1201-1215)

En el uacuteltimo encuentro con Caronte en la embarcacioacuten de los hombres de las nieves ndashpostreros seres humanos que conoce Ulises en las cercaniacuteas del polo surndash la identificacioacuten de aqueacutel con eacuteste es completa Su apariencia igual a la del acabado canoso y cadaveacuterico peregrino mueve a compasioacuten La hora del fin se acerca y ya no es rechazada su compantildeiacutea sino que recibe una conmovedora bienvenida

68 Recordaacuteronse despertaacuteronse

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Cual saeta la embarcacioacuten de piel de foca se deslizaba por las aguasy ahora un cisne negro refulgioacute sobre la proa enamoradoy ardiacutean sus ojos suavemente a la luz como rubiacuteesMas a poco la sombra decantoacutese y se dibujoacute un ancianode albos cabellos enmarantildeados con un riacuteo de barbas y en su santa cabeza un gorro de zorro azulChispeaban unos pequentildeos ojos negros en unas hondas oacuterbitasy suavemente sus brazos gruesos y sus manos alargadascomo remando agitaba y meciacutea quedamente escaacutelamos-de-sombraEl-de-espiacuteritu-veloz se sonrioacute y percibioacute enseguidaquieacuten era aquel que se sentoacute en la proa y que cogioacute sus remosviejas trampas se moviacutean y los huesos rechinabana fin de dar lugar a ese grande visitante el-tres-veces-nobleNo respira observando largo rato sin moverse al viejo-camaraday una dulce compasioacuten conmovioacute hondamente sus entrantildeasabre con lentitud sus labios azulados y le da la bienvenidalaquoiexclCaronte coacutemo me has envejecido coacutemo blanqueoacute tu cabelloy las negras amarguras y tormentos de queacute modo te han lisiadoDonde tu rostro cruzaron con espada alliacute golpearon el miacuteodonde se hirieron tus carnes alliacute se hundieron las miacuteasy entre tus cejas diviso una oruga pequentildeitami semblante inclino al agua y alliacute diviso el tuyoiexclCaronte mi gran asistente y perro de mi barcomi camarada que merodeabas cual sombra en torno a mi sombra la vida enteray a veces te lanzabas adelante como un rey y a veces atraacutes cual esclavocoacutemo fuiste atormentado y coacutemo envejeciste en la tierra tambieacuten tuacute junto conmigoQue seas bienvenido tieacutendete ya y reposemos uno al lado del otroraquo

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Sonriacutee Caronte con dulzura y clava su miradaen los ojos azules oscuriacutesimos del-de-mente-de-zorro

(XXIII 149-177)

No es usual en la Odisea como no lo es tampoco en la poesiacutea popular griega que Caronte sea presentado sin sus caracteriacutesticas de figura humana viviente Pero hay episodios en que el negro caballero toma apariencias distintas fantaacutesticas o macabras como en aquella visioacuten impresionante del futuro que tiene Odiseo en el palacio de Knosos cuando ve surgir en la noche en fantasmagoacuterico cortejo al rey sus cortesanos y Helena todos cadaacuteveres en descomposicioacuten precedidos de Caronte Eacuteste es aquiacute un esqueleto con sus huesos tentildeidos de rojo las cuencas de los ojos llenas de tierra y que lleva un cuervo en el puntildeo

Salioacute primero el gran Caronte pastor-de-grandes-rebantildeospintados de rojo los huesos y con tierra en los ojosy llevaba un ave pequentildea ndashera un cuervondash en su puntildeo abierto entroacute saludoacute a derecha-izquierda pero nadie lo vioDetraacutes aparecieron los capitanes del mar y erguidasen sus cabezas ondeaban al viento unas alas azulesllenas estaban sus narices y axilas con unas perlas tenueslos huevos-de-los-gusanos-de-la-muerte que todaviacutea no se abriacuteanCon alas encarnadas aparecieron tambieacuten los capitanes de tierray sus viejas llagas recieacuten pintadas riacuteen como labios de heteraGentilmente se vuelven y saludan pero ndashtamboresndash sus vientres verdeciacuteany el musgo primaveral ya los cubriacutea Derechos sus ojos pintados miran hacia el poacuterticoy lentamente aparece el soberano ndashun piacutecaro mono doradondashy cuatro muchachos llevan su cola de pavo realy movioacute Caronte sus manos daacutendole la bienvenidaDetraacutes de eacutel eunucos perfumistas adivinos y bantildeerosy joacutevenes rollizos lo siguen e impuacutedicos bufonesy al final del cortejo brillaban los ojillos de nuestro OrfoacutesSe movioacute el leoacuten y gruntildeoacute y las gamuzas corrieron

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y sus pupilas todas agua fresca y sus espiacuteritus hierbasoacutelo nuestro Suralis husmeoacute el olor del leoacutenen medio de la oscuridad y por doquier como liebre correteapero no localizoacute la feroz huella y vuelve a seguir su caminoSe sentoacute el rey en el trono sonriacutee a los ricos noblesy hace sentildeas para que quiten las llaves a las puertas del gineceoComo altivas galeras que parten con oacuteptima brisaufanas con sus descotes pasan las sentildeoras recieacuten acicaladasrechinan los aparejos golpean su velamen se despliegacaen destellos desde las teas y los senos refulgenaltos pezones diriacuteanse golpeados por el mar en el rosado amanecerCimbreantes navegan con ademanes en el aire mariacutetimoy todas las mercanciacuteas y perfumes desbordan de sus bodegaspaacutejaros y risas frescas besos y noches de grandes ojosy Caronte abrioacute con compasioacuten como un puerto sus brazosEl arquero ve todo saluda y su alma se regalabrinca su corazoacuten como-lengua-de-leoacuten y lame toda la tierralaquoiexclAdioacutes racimos de-gruesos-granos azules cabellos perfumadosadioacutes mis crespas vides aparecioacute el vendimiadorraquoY de repente se abrazoacute con fuerza a la negra columna para no caerdivisa al final a la de cejas-de-luna mecerse-lentamente-como- cisney las nodrizas con suavidad ayudaban a avanzar su cuerpo ligeroSu vientre sagrado habiacutease abultado pareciacutea un hormigueroque en enorme multitud se sostiene sobre sus muslos llenos de ovossus mejillas rosadas se hundieron se agrandaron sus ojospaacutelidas sus manos descansaban sobre su seno fecundoY dulcemente sumida en un suentildeo mostraba una sonrisa lejana

(VIII 153-198)

En el desierto candente e inmisericorde con los humanos Caronte toma las formas inusitadas de serpiente y de dragoacuten de larga cauda sin perder sus atributos de gran sentildeor y opulento pastor de los difuntos

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Avizoran en torno y en el desierto llameante se estremecen los espiacuteritus El negro ofidio Caronte se escondiacutea tendido en la arena viejo arconte69 y primer-pastor y dragoacuten de-larga-cauda y guardaba montones de oro de anillos de compromiso en el vientre (IX 354-357)

Vida y muerte La contraparte de la muerte inexorablemente eterna sin fin es la vida fulgurar efiacutemero de una conciencia destinada a apagarse La fugacidad objetiva del vivir motivo siempre presente en la poesiacutea de todos los tiempos es una idea reiterada una y otra vez en la Odisea En ocasiones bajo la forma de breve reflexioacuten contenida en el ritmo lapidario de un verso

iexclSoacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

La vida es aire bruma suentildeo rociacuteo sobre el polvo (X 1369) A Menelao inquieto y lleno de presentimientos le parece un suentildeo y la muerte le parece como una sombra

Cual suentildeo la vida parecioacutele cual un jazmiacuten fragante y mientras lo sosteniacutea y aspiraba temblaba su corazoacuten y al inclinarse al torrente contemplaba construirse ramificarse y deshacerse con agua y luz el mundo Y leve tambieacuten le parecioacute la muerte como la sombra de una gran flor que al crespuacutesculo cae en la cabeza del hombre (VII 123-127)

69 Gran sentildeor noble

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Suentildeo leve murmullo tenue de agua dulce zumbido de abejas que se apaga y se pierde veacutertigo suave que desaparece semeja la vida cuando ha transcurrido y llega el momento de la muerte o una gran emocioacuten permite contemplarla en una mirada Asiacute la ve el anciano Laertes en sus uacuteltimas horas Helena cuando va a ser lanzada al agua para calmar la tempestad en la travesiacutea hacia Creta el propio Ulises cuando va a abandonar para siempre a la princesa Dijtena que subioacute a su naviacuteo despueacutes de la destruccioacuten del reino de Knosos

Se sumieron las sienes del anciano sus paacuterpados se cierran cual dulce zumbido de abejas lejano en el campo florecido que se aleja maacutes y maacutes y se apaga y se pierde le parecioacute su vida y eacutel de espaldas cual un abejorro sin aguijoacuten estaacute muriendo (I 889-892)

Y la hermosa mujer escondioacute el semblante entre las manos y toda su vida atravesoacute como un suentildeo de-remo-alado por su mente era un paacutejaro de oro y revoloteoacute un suave veacutertigo y leve se ha desvanecido (V 253-255)

Con el cuerpo lozano de la mujer entre sus brazosse sentiacutea navegar en los secretos veneros de Carontepara encontrar el agua inmortal y beber y que se esfume su almaY la vida toda parecioacutele como un murmullo tenue de aguaque entre suentildeos clara borborita70 dentro del espiacuteritu del hombre

(VIII 1333-1337)

Cuando Ulises ha hecho vivir actuar en un drama sangriento y morir a cinco creaturas de su entendimiento en la rapsodia XVII las reflexiones que el impresionante final de todos los personajes sugiere son semejantes a las que pueden hacerse en torno a los hombres reales y sus creaciones condenadas todas a una postrimeriacutea inevitable la nada

70 Borbotea borbollea

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Como pestantildeeadas de astros al sol se-encienden-y-se-apagan las generaciones dan-flor-y-frutos los aacuterboles y se pudren en un instante en el suelo se alzan reinos con la aurora de-un-solo-diacutea iexcly marchan veloces al meridiano y al crepuacutesculo se apagan71

(XVII 921-924)

El canto popular provee tambieacuten al poeta de algunos motivos sobre la fugacidad de la existencia humana como el pensamiento que sigue a la desaparicioacuten del pueblo de los hielos que Odiseo encuentra en las proximidades del polo y que pese a sus obsesivos ruegos a la divinidad y sus esperanzas de llegar a terrenos firmes es devorado implacablemente por las aguas heladas a la vista del peregrino que ha partido ya en su uacuteltimo naviacuteo

El nombre del hombre malhadado sobre la nieve estaba escrito lo cogioacute el sol y derritioacutese se volvioacute agua y desaparecioacute72 (XXII 1450-1451)

Es claro aquiacute el eco de los miroloiumls que lamentan la muerte de un ser en plena juventud

71 La comparacioacuten del paso de las generaciones con el cumplimiento de los ciclos vegetalesndashpresente aquiacute de manera indirectandash la hallamos en Homero en aquel bello pasaje de la Iliacuteada

Como la generacioacuten de las hojas asiacute es la de los hombresMientras el viento hace caer unas hojas sobre la tierraotras la selva al florecer engendra al tiempo de venir la primaverade tal modo una generacioacuten de hombres nace y otra se acaba

(Homero Iliacuteada VI 145-149 Figura tambieacuten en la poesiacutea popular como en el canto de la madre que pierde a todos sus hijos y es consolada por la voz de uno de ellos

Imagina madre miacutea que eras una matita de manzanode pequentildea floreciste y de grande diste frutosy soploacute la brisa norte e hizo caer las manzanas

72 Recueacuterdese el miroloi que entona una anciana cuando el pueblo errante del pope Fotis antes de volver a partir en eacutexodo entierra el cadaacutever de Manolios en Cristo de nuevo crucificado de Kazantzakis El nombre de este joven sobre la nieve fue escrito vino el sol lo derritioacute vino el agua y lo borroacute (paacuteg 409)

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El nombre de este joven ndash escrito estaba en la nieve el sol lo ha derretido ndash y el agua se lo ha llevado

Un bordado poliacutecromo en la tela de la noche que va de abismo en abismo que manos misteriosas urden en las tinieblas breviacutesimo relaacutempago que se desvanece con la llegada del sol negro y el canto del gallo negro Caronte tal es la vida Un vano juego le parece el mundo a la desdichada princesa Krinoacute cuando debe marchar al redondel de las ceremonias taacuteuricas a sabiendas de que no podraacute sobrevivir al asalto de la fiera

Un bordado carmesiacute hermanos es la vida en la tela brumosa de la noche Quieacuten Dios miacuteo estaacute en la oscuridad con unas manos haacutebiles y aparecen las grecas realzadas los floreros los cipreses y perdices silvestres con-garras-de-fuego y hombrecillos negros Y se deshacen y se desvanecen y vuelven a surgir y se abren nuevas sendas recodadas con cipreses y de zanja en abismo van los brocados poliacutecromos (VII 1247-1253)

Un vano y friacutevolo juego de libertad le parecioacute en su seno el mundoy la vida entera breviacutesimo relaacutempago pestantildeeoacute en su pensamientoiexclmuy pequentildea y muy dulce y se levantoacute temiendo que se esfumeHebilloacute con firmeza el centildeidor precipitadamente abre los brazosdelgados y enjutos y las piernas fuertesUna roja corona de cuerda de crin de tres vueltas coloca en sus cabellosy ya sin esperanza se encamina veloz sin miedo a la era de Caronte73 (VI 538-544)

73 La era ndash la era despejada la marmoacuterea era - aparece siempre en la poesiacutea popular como el lugar donde luchan Caronte y el joven a quien viene a llevar

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Y yo soy aire y bruma y suentildeo y vendraacute el sol negro el cuervo negro Caronte iexcla cantar para que yo me desvanezcaraquo (X 1373-1374) Parecida reflexioacuten sobre la fatal fugacidad de la vida hacen los muertos que salen de los sepulcros y acuden en tropel al llamado del asceta agonizante Perla la famosa prostituta recuerda como un suentildeo ligero el veacutertigo del mundo que tan intensamente gozoacute

Y Perla se cubrioacute el pecho y de nuevo envuelve lentamenteen el terroso pantildeuelo funerario su cabellera telarantildeosacomo un suentildeo ligero pareciοle el veacutertigo de este mundocomo sombras vergonzosas e impuacutedicas alegres y tristeslos joacutevenes y viejos que pasaron por el cielo de su lechoy toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejana

(XXIV 365-370)

El anciano de la tragedia incluida en la rapsodia XVII se expresa asiacute al meditar sobre su existencia

Un relaacutempago rojo es la vida y yo camino a su destello vi y me libereacute y ya no poseo esperanza ni temor es la muerte una pluma larguiacutesima y en la mano la sostengo (XVII 995-997)

Y Ulises al emprender la aventura del rapto de Helena recuerda lo efiacutemero de la vida

Ayer tarde naciacute y esta noche he de morir tiene tiempo la tierra de detenerse a rumiar lentamente iquestqueacute le preocupa Los antildeos iexclmiles detraacutes de ella y miles adelante Mas nosotros iexclbienvenidos y adioacutes iexclLo que dura un relaacutempago y nos vamos (IV 227-230)

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La contrapartida de la nada final es la realidad presente la vida y su haacutelito y fuerza se imponen maacutes allaacute de las continuas reflexiones sobre la muerte Sombra es la tierra pero se alegra el corazoacuten cuando la abraza dice Ulises a aquel pueblo agonizante de mujeres cuya uacutenica esperanza de sobrevivir como raza es un nintildeo cuyo sexo auacuten no tiene vello y al que cuidan con solicitud obsesiva (XIX 1087) En la rapsodia siguiente hallamos otra expresioacuten de la idea reiterada en diversos pasajes acerca de gozar el mundo ldquolibrarlordquo con la maacutexima intensidad aun cuando la vida sea tan efiacutemera ldquocomo el destello del relaacutempagordquo

iquestPor queacute llorar y clamar y perder el sentidoDichoso aquel que puede librar el mundo enterode flor en flor saltando presuroso y asiacute pasar al polvoiexclmaravilla es la vida que un instante aflora en el cerebro y luego se desvanece

(XX 552-555)

Frente al incesante proceso de destruccioacuten simbolizado en las andanzas ininterrumpidas de Caronte la vida sigue brotando El amor de los seres destinados a ser polvo engendra nuevas creaturas y asiacute la misteriosa trama de la vida sigue tejieacutendose con mil bordados El peregrinar nocturno de Caronte y el Amor entregado cada uno a sus contradictorias tareas es la imagen de esta continua conjuncioacuten de vida y muerte

Y entretanto sobre el rostro de la tierra la miacutestica trama de la vida continuaba tejieacutendose mil bordados maestros con albos hilos como olas-de-lunas sobre una tela de arena La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la noche hombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manos y soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindario se aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondash arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

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Y el Amor ese nintildeo pequentildeo de plantas delicadas lleva la maacutegica hierba-de-hierro que abre todas las puertas senos semidesnudos brillan manos pintadas hacen sentildeas furtivamente se deslizan los amantes a los patios los lechos cantan iexcly hete aquiacute que de nuevo se llenan de infantes los umbrales terrosos (X 260-273)

Antiacutedoto de la muerte es el amor no soacutelo en cuanto crea nuevas vidas sino tambieacuten en el sentido de que la exaltacioacuten eroacutetica genera una sensacioacuten de permanencia de eternidad De alliacute que pueda decirse que si bien Caronte guarda las llaves de la existencia humana la mujer es la depositaria de las contrallaves La prostituta Perla (Margaroacute) cuando surge de la tumba para acudir al llamado del agonizante Odiseo a la vez que reflexiona sobre lo efiacutemero de la vida se jacta de coacutemo gozoacute el amor en su existencia

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo riacutee la mar bulliciosa de espaldas a las proas y en nuestro suentildeo el inasible espiacuteritu el cazador-de-ensuentildeos viaja ndashmercaderndash por distantes lejaniacuteas y se marcha En toda la corteza multicolor llena-de-barro de la tierra guarda las llaves el patroacuten-Caronte y la mujer las contrallaves y tomamos todos las senda del amor subimos a los pechos y que se encumbre inmortal el alma y en el polvo no desaparezca (VI 773-780)

Y toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejanatambieacuten la muerte agua profunda por nuestra mente suavemente se desliza

y la joven riacutee pues bien guarda el secreto en el pecho Ay cuaacutendo caeraacute a los pies del asceta para exclamar laquoTu palabra grande me ha fecundado mi vida ha echado fronda como el buen manzano y se dobloacute recargada de fruto y ahora soploacute el viento sentildeor cayeron las manzanas

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rodaron por la tierra se pudrieron pero a miacute no me importa un relaacutempago es la vida lo sabiacutea y bien la cosecheacuterdquo (XXIV 371-379)

Abajo en los cascos negros en las entrantildeas de la piedramiles de capas de cuerpos se deshacen y solamente restaalbiacutesima inmortal abierta la risa de-cabeza-cadaveacutericaPero arriba negligentes viven los vivientes y golpean los pies74golpean sus manos miacuteseras en las tabernas bulliciosasiexclsalud y la muerte es un cuento hermanos y es el vinoagua inmortal y bebemos y florecen nuestros huesosY otros aprietan en su pecho a una jovencita y en la dulzura del beso se olvidan y se burlan de Caronte -iquestNo va con su guadantildea esa hoja melladapara aterrar a medianoche a los ancianos a los viejos simplesiexclPero yo con el amor lo combato y lo derribo

(VII 1328-1329)

La accioacuten constituye asimismo una contrapartida de la destruccioacuten ininterrumpida que trae la muerte Asiacute lo siente Odiseo durante su ascesis en las soledades rocosas en la rapsodia XIV Una de las etapas de la Asceacutetica es la accioacuten y en ella el peregrino cree convencerse de que el mundo y la vida no es el mero tabique multicolor que nos oculta la Muerte

Y contempla el arquero con profundidad al mundo alrededor y percibeque no es un dulce espejismo de la vista ni es un ajuar de bodasaquello de que Dios se ha revestido para acoplarse con el alma-la-hembrani tampoco el tabique multicolor que nos oculta a la Muertey que manos piadosas lo bordaron con adornos heliocroacutemicos

74 Alusioacuten a un canto popular ldquognoacutemicordquo en el que el estribillo es ldquoA esta negra tierra que nos comeraacute vamos vamos dale dale con el pierdquo Al cantar el estribillo se golpea el suelo con los pies Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 166

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con mucha dulzura y encanto para que olvidemos el sepulcro Es la vida una excursioacuten guerrera y las fuerzas luminosas ascendiendo con esfuerzo luchan por rasgar la oscuridad buscando en la tierra a porfiacutea inmortalidad y libertad (XIV 1331-1339)

La nostalgia de los muertos

La nostalgia inconsolable por la vida terrena que los muertos sienten en el Hades todas las veces que pueden hacer oiacuter sus voces en la Odisea recuerda el tono desgarrado que el cantor popular griego pone en boca de los difuntos cuando eacutestos ansiacutean el mundo de la luz tono muy semejante a aqueacutel con que hablan a Ulises en la Odisea homeacuterica Lo veremos no soacutelo en los dos pasajes que repiten en cierta manera aquel episodio de la epopeya antigua en su ldquocontinuacioacutenrdquo contemporaacutenea en las rapsodias I y XIV en Itaca y en el centro del Aacutefrica respectivamente Pero antes examinemos algunas otras manifestaciones de esa nostalgia sedienta y angustiosa por la vida En las orillas del Nilo el rumor que proviene de las tumbas innumerables no expresa otro sentimiento

Hablaba asiacute el anciano husmeaba las tumbas cual chacaly explicaba las voces de los muertos laquoiexclViajeros miacuteos si tuvieraagua corriente para beber y una manzana roja para olerraquoY a su lado otro solloza laquoiexclAy hermanos girad mi rostro hacia el nortepara que una gota al menos me sople de aire frescoraquoY gime otro con signos retorcidos y densos en su laacutepidalaquoNo lloro porque mi bella esposa tomaraacute nuevo maridoni lloro por mis hijos nintildeos son todo lo olvidaniexclsoacutelo lloro por el pan y por la luz y por la dulce plaacuteticaraquo

(IX 501-509)

El pesar por no haber aprovechado y gozado los bienes del mundo engantildeados por la promesa de una recompensa en una vida posterior a la muerte es una queja siempre repetida por los difuntos En el pasaje siguiente Suralis el muacutesico uno de los compantildeeros de Odiseo es el

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que reconoce las voces de ultratumba

Y Suralis pega el oiacutedo a la tierra y logra espaciadas distinguir en medio del denso y zumbante gusaneriacuteo las vocecillas del hombre laquoiexclMaldito aquel que cree en la virtud en el mundo esa anciana banquera que nos arrebata el oro puro de nuestro vivir y entrega un recibo que se anula allaacute en el mundo subterraacuteneo iexclOjuacute viajeros que pasaacuteis y viandantes que cruzaacuteis a la virtud lo aposteacute todo y el juego lo he perdidoraquo Se estremecioacute la arena y se quedoacute muda y el flautista distingue una voz fina de nintildea quejarse veladamente laquoiexclViacutergenes que pisaacuteis sobre miacute muchachas que me escuchaacuteis os dejo mi maldicioacuten por bendicioacuten gozad queridas de vuestra juventud Santa me proclamaban y peregrinos de los confines del mundo acudiacutean descalzos a verme y a ofrecerme azucenas sin ser besada ni tocada por varoacuten mi vida la perdiacute iexclAy iexclsi pudiera Dios miacuteo salir de nuevo una hora siquiera al mundo terrenal75raquo (IX 400-414)

La nostalgia por las maravillas de la vida alcanza al propio Caronte quien pese a vanagloriarse muchas veces de su tarea destructora se deja seducir tambieacuten intensamente por la magia del mundo terrestre El encanto del trino de una avecilla lo hace emocionarse hasta las laacutegrimas y maldecir su suerte y su negro oficio en este bello pasaje que pese a su exaltado haacutelito de vida termina tambieacuten con la muerte del minuacutesculo cantor

75 La nostalgia por ldquoel mundo terrenordquo ldquoel mundo de arribardquo el pano kosmos πάνω κόσμος es un motivo reiterado en la poesiacutea popular griega Cuando en un canto Caronte le pregunta a una nintildea que por queacute estaacute llorando y le dice que puede enviar a buscar a su madre o a sus hermanos ella la responde ldquoSoacutelo por mi casa lloro y por el mundo terrenordquo Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 170

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Suavemente amanecen en torno las montantildeas y de rosa se tintildeen las piedras oscuras y la alondra embriagada-de-sol con su borlado entendimiento bebioacute demasiada luz y confundioacutese y da comienzo al trino iexclcorazoacuten ave volante insensata y herida-por-la-luz Y mientras trinaba se iba sobrecogiendo y el sol se lo imaginoacute un manzano frondoso en su fruto un granado en su flor y subioacute a posarse entre sus ramas y a picotear dulcemente La madeja de canto y de alas se desmenuzoacute a la luz y desaparecioacute mas su trino ndashfiniacutesima lluviandash lentamente auacuten descendiacutea y todo el cuello candente refrescaacutebase de la brisa encendida Dios miacuteo con el canto del ave hasta la tierra se olvida de la Muerte hasta Caronte olvida su guadantildea y se sienta en una roca a escuchar embelesado el dolor de la alondra Enjugando sus ojos llameantes y sin paacuterpados suspira laquoiexclMaldita mi negra suerte si yo tambieacuten pudiera un diacutea despreocupado tenderme por la yerba a escuchar a los paacutejarosraquo No terminaba auacuten de hablar Caronte cuando ante sus rudos pies se derrumboacute el cantor extravagante como un pequentildeo terroacuten y en el extremo del pico teniacutea una gota de sangre negra (XX 315-333)

Este sentimiento del oscuro sentildeor de la muerte se expresa acaso con maacutes viva intensidad en uno de los episodios en que Caronte visita a Odiseo en la rapsodia VI Alliacute aqueacutel se duerme junto a su antiguo camarada y se pone a sontildear justamente con la vida La exaltacioacuten del vivir en esta llamada ldquoepopeya de la muerterdquo encuentra en este pasaje una expresioacuten notable

Se agitaron las cantildeas como un pueblo y las aguas crecieron y envolvieron su mente como un aacuterbol regaacutendola hasta lo hondo Y con suavidad de los laureles-rosas y de los cantildeales se difundioacute una brisa dulce y cogioacute sus paacuterpados el suentildeo Y vino Caronte y se tendioacute cuan largo es a su costado se cansoacute de merodear toda la noche los ojos le pesaban

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y deseoacute tambieacuten eacutel en el arroyo con su viejo camarada tenderse a la sombra de un algarrobo a dormir una gota Lanza ligeras sus manos de huesos al pecho del arquero y asiacute abrazados bajaron los amigos hasta el suentildeo Duerme Caronte y suentildea que todaviacutea viven hombres que auacuten se alzaron en la tierra casas palacios reyes y lograron crecer huertos y debajo de su sombra auacuten pasean sentildeoras nobles y esclavas entonan cantos Suentildea que un sol aparecioacute que alumbra una luna y acaso que gira la rueda de la tierra y lleva cada antildeo yerbas y flores frutos variadiacutesimos dulces lluvias y nieves y acaso de nuevo retorne todo ello y la tierra se renueve Riacutee Caronte secretamente en su suentildeo lo sabe es suentildeo aire multicolor una fantasiacutea de su mente cansada y deja despreocupado que lo aguijonee Y poco a poco perdioacute la vida el pudor y tomoacute vuelo la rueda abre sus viacutesceras la tierra hambrienta penetra el sol y la lluvia e innuacutemeros huevos germinaron se llenoacute el mundo de larvas y parten densas bandadas de aves de fieras y de humanos y de pensamientos y se precipitan a devorar a Caronte dormido Y una pareja de hombres se instaloacute en sus narices-cavernas encienden lumbre y la alimentan y preparan su merienda y colgaron la cuna del hijo de su tosco labio superior Siente cosquillear los labios las narices le hormiguean Y de pronto Caronte estremecioacutese y se esfumoacute su suentildeo soacutelo un instante se durmioacute la Muerte y sontildeoacute con la Vida (VI 1261-1292)

Maacutes que en la rapsodia I - y la visita saludo a los difuntos y danza en su recuerdo - es en la Rapsodia de la Ascesis la decimocuarta donde encontramos una escena hasta cierta medida semejante a la del canto XI de la Odisea homeacuterica En la vieja epopeya la bajada de Ulises al Hades para consultar al adivino Tiresias pone de relieve el sentimiento infinito de nostalgia por la vida terrena que experimentan los difuntos en el mundo oscuro de la muerte concepcioacuten que en lo esencial supervive firmemente arraigada en las creencias populares neogriegas

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La sangre hace revivir a los muertos por algunos instantes y pugnan con desesperacioacuten por esos momentos de luz Hasta su viejo padre que dejoacute la vida despueacutes de cumplir iacutentegramente su ciclo aparece ante Odiseo y le tiende sus treacutemulos labios suplicantes Es tambieacuten en ese encuentro con los muertos cuando Odiseo conoce el fin de dos de sus maacutes queridos compantildeeros Ostreros (Stridaacutes) y Karteroacutes El primero le sonriacutee amargamente paacutelido y se esfuerza por articular unas palabras mas no puede pues su garganta estaacute carbonizada Quiere volver un momento a la vida pero su propio amigo le niega la sangre y eacutel maacutes paacutelido auacuten ndashhumo tembloroso como Anticlea la madre de Ulises en los versos de Homerondash desaparece Lo que los muertos expresan con pateacutetica insistencia al igual que en la poesiacutea popular es la nostalgia desgarradora e incurable por la vida terrena ldquovolver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerrdquo

Las entrantildeas comenzaron a temblar y las tumbas se abrieron iexclah coacutemo se arrojan los muertos a beber la tibieza del hombre Agachado el matador se estremece viendo a los antepasados a los viejos amigos que desaparecieron a las sombras que amaba abalanzarse apintildeados para beber sus venas y poder revivir Se precipitan en oleadas a su entrantildea y gimen los difuntos abrazan sus pies y los besan se cuelgan de sus costados y los maacutes temerarios chillan sobre sus craacuteneo igual como halcones laquoQuiero tomar tu sangre ndashgimenndash para poder erguirme sobre el suelo iexclpara volver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua para rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerraquo Mas eacutel implacablemente escoge en el sumidero de su corazoacuten teniacutea en la mano un palo largo y rechaza a aquellas sombras laquoAtraacutes derrumbaos en el Taacutertaro no vuelvas nunca maacutes cosa difiacutecil te has elegido agua pan mujerraquo Su padre aparecioacute y tendioacutele sus treacutemulos labios

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pero con el taloacuten aparta el hijo de siacute a su progenitor laquoPadre tu vintildea en la tierra bien la cultivaste iexclcomiste y bebiste y engendraste un hijo mejor que tuacute y bastaraquo Se precipitan los antepasados abuelos bisabuelos como animales jadeantes pero alza su aguijada el-de-doble-origen y los derrumba al Hades laquoYa no tiene la tierra necesidad de vosotros no puede volver atraacutes al oscuro abuelo ha superado con sus gruesas quijadas iexcly es una verguumlenza que se desperdicie la sangre del vaacutestago para hacer revivir sobre la tierra a su ancestro-simioraquo Mas de improviso palpita el corazoacuten palidece el-de-mente- de-leoacuten allaacute en un extremo divisa a Ostrero que abre-y-cierra los labios y se arrastra hacia la cavidad del corazoacuten a beber una gota de sangre laquoiexclMi Stridaacutesraquo grita y abre con iacutempetu los brazos anhelantes Y eacutel alzoacute la mirada paacutelido y le sonriacutee amargamente trata de sacar una palabra mas no puede su garganta estaacute carbonizada y se arrastra hasta al corazoacuten del compantildeero para poder revivir Se llenaron de laacutegrimas los ojos del arquero pero levanta el cayado laquoiexclMi Ostrero estoy en gran necesidad y la sangre es muy poca Bien sabes coacutemo te quiero pero no se debe con amor gobernar esta tierra de mala cabeza te ruego Stridaacutes que no bebas sangre de mi corazoacuten tambieacuten tuacute cumpliste bien tu deber en la tierra y otro bien importante no tienes ya que ofrecer en este mundo iexclretorna al polvo y deacutejame dar de beber a otros mejoresraquo Dijo y Stridaacutes palidecioacute ndashhumo temblorosondash y desaparecioacute Suspiroacute el-de-muchos-tormentos y enjugoacute sus ojos hondo es su dolor pero es menester que las laacutegrimas no nublen sus ojos inclementes para que puedan ver y escoger entre las sombras Mudos los muertos hasta sus sienes descendiacutean

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como negros corderos y su espiacuteritu embargaacutebase de dulces anhelos en su memoria desencadenada fulguraban viejos soles y lunas frutos envenenados y corceles fortalezas muchachas y mujeres fantaacutesticos festines y lejanas travesiacuteas Y cuando sumergioacute Odiseo su mirada en lo hondo de la memoria divisa en el borde de la fosa de improviso una sombra pesada que se erguiacutea en silencio con una espada clavada en el craacuteneo laquoiexclHerrero miacuteo ndashexclama dolorido el solitariondash amigo sin sonrisa ya te quitaron la corona ya no estaacutes bajo el solraquo Mas Karteroacutes cual un rinoceronte mudo hozaba en el suelo y camina para llegar al corazoacuten y sorber tambieacuten eacutel sangre diriacutease que lo han asesinado y conserva su energiacutea toda (XIV 321-377)

La muerte destructora

La presencia de la muerte en la Odisea asume tambieacuten la forma de aceptacioacuten objetiva de ella como realidad inseparable de la vida revistiendo muchas veces el matiz de objetividad y serenidad con que la enfrenta el hombre ruacutestico sencillo y en especial el anciano En no pocas ocasiones ante el lamento o la expresioacuten de miedo frente a la muerte se da la reflexioacuten en contrario de otro personaje Esta posicioacuten suele asociarse a menciones del proceso material de desaparicioacuten del cuerpo que si bien pueden parecer de un caraacutecter macabro a veces hasta morboso no pasa de ser tambieacuten realidad Y acaso no constituyan en alguna medida sino ampliaciones y variaciones enriquecidas con nuevos motivos de elementos de la poesiacutea popular en la cual esa fatal etapa de reduccioacuten a polvo y nada del ser humano se muestra con impresionante realismo La presencia de la descomposicioacuten y los gusanos se da en no pocos miroloiumls como eacuteste dedicado a la muerte de una joven novia que citamos en fragmento

Y de nuevo respondioacute y a su madre le habloacute asiacutendashMadre si tuacute eres mi madre y si yo soy hija tuya

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saacutecalo y dalo a cualquiera mi anillo de compromisoMadre miacutea que me entierren en un vallecito verdedejad al lado derecho una pequentildea ventanaque entre el sol en la mantildeana y que entre al mediodiacuteay cuando se pone el sol que entre mi pajarilloque entre y salga a conversar que entre y salga a preguntarndashNintildea miacutea tu hermosura tu belleza iquestdoacutende estaacutenndashCome el Hades mi hermosura y la tierra mi bellezamis cejas y mis pestantildeas un gusano las devora76

El proceso de destruccioacuten orgaacutenica se menciona a veces en los miroloiumls con figuras acerca de las ropas y los alimentos que los muertos poseen en contraposicioacuten a los que los vivientes les ofrecen al rogarles en sus lamentos que retornen a la vida

ndashAleacutegrate con las flores guarda para ti las rosassi tienes almuerzo toacutemalo y si cena tienes coacutemelay si tienes agua tibia laacutevate con ella tuacutesi tienes vestidos viacutestelos si tienes lecho en eacutel duermeYo el camino que he pasado no lo vuelvo ya a pasarvoy a los montes del Hades voy a la fuente del Hadesel suelo tengo por lecho la tierra tengo por saacutebanapara cena tengo polvo para almuerzo tengo tierray bebo el negro veneno que gotea de la laacutepidahellip 77

En otras ocasiones la impresionante figura del difunto en putrefaccioacuten se ofrece al deudo que quebrantando una tradicioacuten llora a los muertos al crepuacutesculo enturbiando con sus laacutegrimas el agua de la Fuente del Olvido A tal hora los difuntos acuden a beber esas aguas para renovar la peacuterdida de memoria de la vida terrena Eso les permite ldquovivirrdquo sin mayor amargura en el oscuro Hades Mas si el agua se enturbia revive en ellos el recuerdo de la existencia y en su desesperacioacuten por volver al mundo terreno suelen cometer torpezas que Caronte castiga con el enviacuteo del muerto en descomposicioacuten para ahuyentar al deudo

76 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica p 13677 Ibiacutedem p 139

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irreverente Castigo doble por cuanto el difunto anhela volver a la vida vivo de nuevo y no en la forma de espantable espectro y porque el deudo al evocarlo ansiacutea hacerlo retornar a la existencia en la forma que tuvo en la tierra y no convertido en una visioacuten macabra Una hija ruega a su madre en un miroloiuml de motivo semejante al resentildeado que no la llore a la hora del anochecer porque perturba su trabajo de servicio de Caronte y provoca el terrible castigo

Quisiera yo madrecita pedirte una gran mercedque nunca al ponerse el sol un miroloiuml me cantes estaacute cenando Caronte con su mujer Carontisayo les escancio la copa con un cirio los alumbroY al oiacuter tu vocecilla mi pecho se estremecioacutey se me quebroacute la copa se apagoacute la luz del cirioy el vino se ha derramado en medio de los difuntosquemoacute vestidos y adornos de novia y palikaris78Se enoja entonces Caronte me enviacutea a la negra tierrami boca llena de sangre y mis labios de veneno79

En el pasaje siguiente de la Odisea se alegoriza el camino de los muertos en boca de un viejo hombre de pueblo y se alude al lento devorar de la tierra y al motivo de las ldquosiete especies de gusanosrdquo que en la rapsodia del Priacutencipe Madretierra se desarrolla ampliamente Salvo ese inevitable deshacerse nada hay maacutes allaacute de la tumba

laquoUn brioso labrador eacuterase mi bisabuelo y me tomaba en sus rodillasy no queriacutea contar cuentos a su nietosiempre en su mente Caronte estaba y se reiacutea de continuo hablando de eacutelldquoNo quiero comidas nintildeo miacuteo ni exorcismos en mi tumbano quiero que sacrifiquen por mi alma a los pobres bueyesiexclpues bien conozco el futuro y no poseo esperanzas

78 Palikari παλικάρι muchacho mozo hombre joven apuesto varonil valiente79 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica pp135-136

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Y oye aprende ya el secreto cuando bajes al sepulcroal entrar a la tierra primera al primer poacutertico del Hadescae sobre el alma un negro y le quita sus adornosy la pobre sentildeora se resiste y lanza grandes alaridoslsquoiexclSocorredme hermanos primos miacuteos me arrebatan la coronarsquoPero iexclay primos y hermanos se han marchado gime si puedesEn el segundo peldantildeo herrumbroso la abraza el portero guardiaacutenle roba los talismanes y los vanos amuletosy le arrebata iexclay de miacute hasta las cosas buenas que cumplioacute en la viday el alma desdichada se lamenta tiembla su vocecillalsquoiquestPor queacute me quitas las armas asesino por queacute asiacute me desarmasrsquoEn la puerta tercera la infeliz ya enmudece y la tierra poco a pocole va mascando los ojos y los dientes las untildeas y las orejasiexcly entonces ndashdicenndash aparecen siete especies de gusanos y la devoranrdquoraquoRecuerda el solitario las palabras del antildeoso labrador mas se las guarda (IX 518-538)

Una forma de ilusioacuten desviacutea al hombre del pensamiento de lo que ha sido su presencia en la tierra un surgir brevemente de la nada y un continuo caer al polvo para convertirse en tal para deshacerse a pesar de todo el pateacutetico empentildeo con que se haya luchado contra la muerte ldquoComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producenrdquo80 reflexiona Odiseo en la desolada necroacutepolis egipcia Los devora implacablemente el combatiente invencible y mudo el gusano

Calma vagamente como en suentildeo al sol silbabay erecta letaniacutea saciada su lengua biacutefiday debajo boca arriba los difuntos con las manos en cruzcon sus pechos llenos de aromas y de palabras encantadascon una llave en los dientes esperan que sus almas vuelvan a venir

80 No producen = no brotan

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Merodea por las tumbas la tripulacioacuten pisa a los muertosgraves espectros guarda el suelo gotea el sol gruesamentey la necroacutepolis plena de un halo vahoso brilla bruntildeida al sollaquoiexclComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producen raquodeciacutea el arquero admirando la paciencia de los hombrespara combatir la insensatez y la bravura de CaronteEmpuntildean los amuletos como espadines aprietan los exorcismos en sus pechosy se lanzan armados a la tierra a luchar con la lanzapero lentamente surge desde el suelo en la fresca oscuridadel invencible y mudo combatiente el gusano y los devora

(IX 358-372)

Pretender sublevarse contra tal realidad es falta grave a maacutes de inuacutetil le plantea el servidor hombre sencillo de pueblo que tiene por sabiduriacutea a la experiencia al angustiado priacutencipe Madretierra que vive obsesionado con el pensamiento de la muerte y peregrina en busca de un famoso asceta ndashOdiseondash para pedirle una explicacioacuten que pueda infundirle serenidad

Mi rey ndashque-vivas-muchos-antildeosndash iexclgrave falta es que levantesel haacutebito sagrado de nuestra madre tierra para ver sus verguumlenzasJusto es que sin blasfemias ni voces en la tierra como espigasnos plantemos de mantildeana y ya hacia el mediodiacutease abra ya dorada la cabeza y se llene de trigoy al anochecer caigamos suavemente a la era de polvoDe la fraacutegil boca de un gusano nadie se ha de salvar

(XVIIII 659-665)

El ciclo de la vida y la muerte es tan natural como inexplicable e injustificable para el hombre que no se ha liberado de anhelos y esperanzas falsas Cuando Ulises ha vivido las etapas de la Ascesis y su espiacuteritu puede contemplar el mundo tal cual es maacutes allaacute de deseo o esperanza alguna el panorama de la humanidad toma el aspecto del

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ciclo de la vida vegetal que se cumple silencioso y sin sufrimiento ni rebeldiacutea

Se ensancha y se extiende la era luminosa en su cabeza se ampliacutea el pensamiento se esparce e inunda la llanura ciudades se siembran y crecen en las amelgas del cerebro y todas se dan como mujeres con llanto con temor a la ruda caricia del hombre desnudas besando y mordiendo Los hombres filas de hormigas suben con prisa desde el suelo trabajan lloran riacuteen y se besan y caen de nuevo tambieacuten con prisa a la tierra y quedan sembradas sus cabezas en los surcos Coacutemo corremos todos al relaacutempago verde de la tierra a la tumba Pasan nuestros semblantes como alas y brillan en el sol mira lentamente la madre a la hija y la hija vuelve la cabeza tras los hombros fuertes del marido para distinguir a su hijo Todos sin piedad clavamos nuestros ojos muy derechos y corremos a coger la dulce manzana del mundo y de pronto se abre nuestra fosa y la santa fruta cae Como yerbas desde la tierra suben los pueblos de-cabello-espeso y de nuevo como yerbas vuelven al suelo y la tierra engorda masticando golosa los cadaacuteveres robustos de sus hijos (XVI 660-677)

La certeza del fin que aguarda a sus propias creaciones hace dudar a Odiseo en su actividad de dar vida a sus pensamientos y convertirlos en hombres y mujeres Sin embargo pese a lo efiacutemero de esa vida que eacutel daraacute anaacuteloga a la que a eacutel y a los hombres les es dada triunfa la voluntad de hacerlos vivir aunque sea por un instante contrapuesto a la infinitud de la muerte

laquoMe levanto a la ribera del tiempo y creo y descreo con arena y con agua y con sangre la historia del hombre saltan de las sienes los pensamientos y al caer a la tierra se convierten al punto en hombres y mujeres y veloces se acoplan Como el marfil pulido se refleja el rostro de la tierra

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entre los soles y las lluvias y lo acaricio quedamente agachado con ternura indecible y medito en secreto iquestPara queacute cincelar este marfil amado iquestUn puntildeal de matanza o una vasija profunda o una peineta para que brille en el abismo de los cabellos oscuros de la mujer Como una carne suave se levanta la fuerza en las diez yemas-de-los-dedos y asiacute como elige el soberano quedamente en sus vastos jardines a cuaacutel mujer de sus harenes le va a arrojar el pantildeuelo observo los deseos y contengo con suavidad mi energiacutea Muy pesada la soledad es esta noche muy caliente estaacute el aire no soporto quedar solo me viene un desfallecer y este terrible y veloz baile desata mi cerebro Anheleacute ver y que me vieran tocar y me tocaran palpitan mis entrantildeas como de nuevo dios y compadezco a los hombres Les tengo compasioacuten y en las mentes sin alas alas he de clavar botareacute ya las fronteras insensatas que al alma cercan iexclaacuterboles embriagaos y echad flores henchid el pecho muchachas y grandes cuitas mozos incubad en vuestro espiacuteritu soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinitardquo (XVI 1289-1312)

La certeza objetiva de la muerte la aceptacioacuten de su realidad no puede borrar con todo la tristeza del no ser del cumplimiento del ciclo efiacutemero La melancoliacutea embarga a veces pasajes como el siguiente que en una imagen repiten el hecho siempre conocido

Y todas las almas en el mundo tambieacuten ellas cual flores amarillasse doblan hacia el sol y van siguiendo la luz y de repente la tristezacae sobre ellas como la oscuridad se marchitan y tiemblanrecordando a la negra muerte y al polvo desoladoflores las almas tambieacuten se abren y cierran con el sol

(XIX 549-453)

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La lluvia que acentuacutea el proceso de destruccioacuten de los muertos es tambieacuten portadora de sus fantasmas ya en la vigilia ya en el suentildeo ldquoCuando llueve salen los muertos de la tierrardquo y por eso mientras Odiseo planea la construccioacuten de la ciudad ideal que habraacute de destruir al cataclismo la imagen de Rala la ardiente revolucionaria egipcia destrozada en la lucha viene a eacutel Tambieacuten bajo la lluvia desde su patria lejaniacutesima llega al peregrino ya en las cercaniacuteas de la nada final en el polo helado el recuerdo de su viejo padre

laquoCuando llueve salen los muertos de la tierra igual que caracolessus ojos llenos de cieno lloran y crujen sus huesosy vuelven a caer al lodo lentamente y los sorbe la tierracreo que les corresponde tambieacuten a medio invierno una fiesta funerariaiexclay cuando ya se levante la ciudad pondreacute orden en todoraquoEacutel buscaba coacutemo dar al nacimiento las bodas y la muerteun fin maacutes alto dar maacutes allaacute de lo humanoCaiacutea la lluvia lentamente y el arquero inclinadorespiraba el olor salvaje de la tierra y desbordaba su espiacuterituuna borrasca espesa envenenada llena de ecos y fantasmasy Rala se levantoacute en la bruma del ocaso despueacutes del aguaceroy el bronce con sus talones fulguroacute y sus anchos labioscomo una llaga en la niebla temblaron y se volvieron a cerrarlaquoiexclRalaraquo grita Odiseo y abrioacute ansioso los brazosmas de nuevo empezoacute una lluvia torrencial y la tierra se embrumoacutey poco a poco como una burbuja vaciacutea de agua desaparecioacute Rala en el suelolaquoiexclAy cuaacutento peso de muertos recibioacute este pecho altivoraquomurmuroacute el solitario y se hundioacute las untildeas en el corazoacutenLa tierra muele quedamente en el huacutemedo Taacutertaro a los muertosse puso el sol y se hundioacute en las nieblas de la llanuray con pena en silencio se despega de los difuntos el arquero

(XV 1074-1094)

Allaacute lejos comienza una lluvia torrencial y coge en sus redes

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la planicie los granos sembrados se dilatan y se llenan de una leche gruesa y los muertos que yacen desnudos en el suelo comienzan a hincharse En el suentildeo son las piedras cristalinas y la tierra es transparente y mucho se inclina y dobla el-de-los-mil-sufrimientos y contempla a los difuntos mira a su padre que yace tendido y su corazoacuten se triza nunca en vida de su viejo le dijo una palabra dulce y ahora en los confines de este mundo en su dormir lo recuerda y llora Poco a poco se calmoacute la lluvia y el arquero agachado aspiraba el fuerte olor a tierra y se llenaba su espiacuteritu de densa agitacioacuten envenenada llena de ruidos y visiones Brincan en las entrantildeas los espiacuteritus despiertan los difuntos dilata su fronda murmurando el aacuterbol sagrado de la hipnosis con sus ensontildeaciones espesamente-florecidas en sus ramas felpudas (XXIII 504-517)

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IV La palabra

El problema linguumliacutestico de Grecia81

Para poder apreciar la grande y profunda significacioacuten de la obra kazantzakiana en el terreno de la reivindicacioacuten y aprovechamiento de la riqueza del neogriego es indispensable conocer siquiera en siacutentesis el problema linguumliacutestico de la Grecia Moderna Desde los uacuteltimos siglos de la Antiguumledad se da la tendencia a imitar el lenguaje aacutetico de la eacutepoca del apogeo cultural y poliacutetico de Atenas y a despreciar el idioma hablado que ya en los siglos heleniacutesticos ha evolucionado substancialmente tanto en su sistema foneacutetico como en el morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico Se origina asiacute un ldquofalso bilinguumlismordquo la llamada ldquodiglosiacuteardquo (διγλωσσiacuteα) el uso al escribir de una lengua no vigente ya en la vida El divorcio entre el idioma escrito y el hablado se hace mayor a medida que transcurren los siglos y se institucionaliza cuando el Imperio y la Iglesia adoptan la lengua arcaizante82 Esta ldquodiglosiardquo es heredada por el pueblo griego moderno como carga funesta que tiende a detener todo progreso cultural a mantener a la masa popular en el analfabetismo o semianalfabetismo y a generar una actitud de repulsa a todo lo escrito a la cultura En efecto despueacutes de la Revolucioacuten de la Independencia (1821-1830) triunfan los arcaiacutestas y se impone como lengua oficial del estado una creacioacuten artificial llamada ldquokathareacutevusardquo (καθαρεύουσα) mezcla de elementos gramaticales del antiguo aacutetico con ciertas concesiones a

81 Una exposicioacuten acerca del problema linguumliacutestico griego en castellano puede verse en nuestro estudio ldquoLa diglosiacutea en la historia de la lengua griegardquo Boletiacuten de Filologiacutea Homenaje a Ambrosio Rabanales tomo XXXVII 1998-1999 (Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad de Chile)82 Es de hacer notar que los Evangelios en la forma en que los conocemos son el maacutes bello monumento de la koineacute popular de la eacutepoca En ellos se muestran en germen los caracteres de lo que seraacute el neogriego Los primeros cristianos en su deseo de extender al maacuteximo el mensaje evangeacutelico utilizaron el idioma popular e ignoraron el aticismo Sin embargo pocos siglos maacutes tarde cuando la Iglesia pasa a ser religioacuten oficial del Imperio adopta la lengua arcaiacutesta que la masa popular no entiende casi en absoluto En el s V el obispo Nonos Panopolitis traduce el Evangelio de San Juan al griegohellip iexclhomeacutericohellip en hexaacutemetroshellip

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formas medievales y a alguna cantidad de vocabulario moderno aunque arcaizado en su morfologiacutea La diferencia entre la kathareacutevusa y la lengua neogriega llamada ldquodimotikiacuterdquo hablada por el pueblo y producto de una continuidad ininterrumpida desde los tiempos homeacutericos es inmensa Los sistemas morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico estaacuten separados en muchos de sus elementos por una distancia de dos mil quinientos antildeos de evolucioacuten linguumliacutestica De este modo el nintildeo debiacutea reemplazar las palabras y formas que habiacutea aprendido de su madre por otras y aprender a asignarle a cada objeto otro nombre con declinacioacuten y muchas veces geacutenero distintos a utilizar otros verbos de conjugacioacuten antes desconocida a intentar una sintaxis artificial en una palabra debiacutea superponer a su sistema linguumliacutestico natural otro artificial y arbitrario Cuando el escolar procediacutea de un lugar de dialecto arraigado en sus estudios completos debiacutea agregar a su idioma natural tres sistemas gramaticales distintos la lengua hablada comuacuten la kathareacutevusa y por uacuteltimo el griego claacutesico Si a ello se agrega la mantencioacuten de una ldquoortografiacuteardquo absolutamente anacroacutenica y arbitraria de dificultad casi inimaginables puede tenerse una idea del efecto que semejante caos linguumliacutestico produciacutea en la actitud del nintildeo del joven y del hombre de pueblo en general hacia la educacioacuten y la cultura El peso de prejuicios seculares de una tradicioacuten arcaiacutestica milenaria la falta de concepciones cientiacuteficas sobre la lengua neogriega el desconocimiento de su inmensa riqueza y una posicioacuten poliacutetica conservadora triunfaron sobre el esfuerzo de los demoticistas partidarios de poner teacutermino a la diglosiacutea y reconocer el derecho del pueblo a escribir el idioma que habla como habiacutea sucedido siglos antes en todos los paiacuteses europeos La larga y difiacutecil batalla por el uso y el cultivo de la lengua hablada la daraacuten primero los poetas Solomoacutes el cantor de la Independencia y sus seguidores de la Escuela Joacutenica durante medio siglo Maacutes tarde seraacute el gran linguumlista y escritor Jean Psichari quien lanzaraacute la ldquoproclamardquo en favor del idioma popular en su libro Mi viaje (1888) Largos combates han de sucederse todaviacutea para que la lengua griega moderna se imponga en todos los dominios de la literatura Soacutelo en 1917 se conseguiraacute la implantacioacuten del estudio de la lengua viva en las escuelas en una reforma impulsada entre otros por el extraordinario

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linguumlista y maestro Manolis Triandafilidis Pero la reaccioacuten se impone casi enseguida y se reimplanta el uso obligatorio de la kathareacutevusa en la escuela limitaacutendose el estudio del idioma hablado soacutelo a los tres primeros cursos de la primaria Esta situacioacuten vino a terminar soacutelo en 1976 cuando se ldquolegalizoacuterdquo la lengua neogriega la dimotikiacute y se puso fin al dominio de la kathareacutevusa En 1982 se simplificoacute un tanto la ortografiacutea suprimiendo los ldquoespiacuteritusrdquo la ldquoiota suscritardquo y dejando soacutelo un acento el agudo Una de las consecuencias de la diglosiacutea ha sido el conocimiento y estudio tardiacuteo en Grecia de la lengua griega y su extraordinaria riqueza pese a que a fines del siglo antepasado y primera mitad del siglo XX se realizaron hermosas traducciones de obras antiguas que mostraban su plena capacidad expresiva negada por los arcaiacutestas83 De ahiacute que sea en tal marco en el que debemos ubicar la vasta obra de Kazantzakis

83 J Polylaacutes tradujo la Odisea homeacuterica y tragedias de Shakespeare A Heftaliotis introductor de la dimotikiacute en el geacutenero histoacuterico en su Historia del neohelenismo vertioacute tambieacuten aquella epopeya a la lengua popular A Palis realizoacute una bella versioacuten de la Iliacuteada y tradujo el Evangelio cuya publicacioacuten parcial provocoacute en Atenas en 1901 una reaccioacuten violenta de los arcaiacutestas con un saldo de muertos y heridos y la excomunioacuten del Patriarca de Constantinopla para el traductor Los nombres del gran liacuterico Palamaacutes del novelista Xenoacutepulos ndashintroductor de la dimotikiacute en el teatrondash y del filoacutelogo Sotiriadis ndashtraductor de Esquilondash estaacuten ligados tambieacuten a la batalla linguumliacutestica de fines del siglo XIX y comienzos del XX fundamentada cientiacuteficamente en la vasta obra filoloacutegica de Psichari Imposible no citar la opinioacuten del ilustre helenista Karl Krumbacher sobre los funestos efectos del ldquobilinguumlismordquo ldquoUna ruina aparecioacute en la vida espiritual de los griegoshellip maacutes profunda y manifiesta que en cualquier otra nacioacuten La desgracia de la diglosia El sello de lo diceacutefalo En toda su cultura nacional entroacute asiacute un elemento peligroso la falsedadrdquo (Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 564) He aquiacute el juicio de un preclaro sabio griego Fotiadis ldquoLa flor de la lengua florece en los pequentildeos labios de los nintildeos como una rosa de abril plena de rociacuteo iquestLo enviacuteas a la escuela Poco a poco la flor amarillea deja caer sus peacutetalos se marchita Maestros y maestras (no es culpa de los hombres lo dije es culpa del sistema) trabajan empentildeosa e incansablemente en pro de tal destruccioacuten Porque luchan todos ellos no para cultivar o enriquecer su verdadera lengua para luego con ella abrirle tambieacuten los tesoros de la antigua Hacen algo antinatural y antipedagoacutegico Le matan su propia lengua y no le dejan ninguna en su alma Ni la demoacutetica ni la antigua Le hunden en el cerebro la kathareacutevusa como clava uno con indiferencia un clavo en el tronco de un aacuterbol Pero con tales procedimientos se asesina el espiacuteritu es decir al hombrehelliprdquo Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 265

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Kazantzakis y la lengua griega

La Odisea y las versiones meacutetricas de los poemas homeacutericos y de la Divina Comedia realizadas por Kazantzakis84 constituyen para nosotros como conjunto una de las tentativas de mayores perspectivas que se hayan emprendido para aprovechar en forma consciente la riqueza potencial del neogriego La lengua popular fue objeto de admiracioacuten y de cultivo especial por Kazantzakis desde sus antildeos juveniles Colabora con la revista Numaacutes oacutergano de los demoticistas militantes y participa en el Ciacuterculo de Instruccioacuten de Atenas en la batalla dura y prolongada por vencer prejuicios linguumliacutesticos seculares y obtener el reconocimiento del idioma hablado por el pueblo El verdadero griego moderno la llamada dimotikiacute glosa fue una de las realidades a que se aferroacute el escritor con maacutes pasioacuten Su amor por ella y su decisioacuten de combatir por dignificarla por vencer las barreras del arcaiacutesmo que pretendiacutean detener su desarrollo literario no lo abandonan ni aun en los momentos de crisis cuando ldquosu nihilismordquo lo lleva a dejar en forma inesperada actividades iniciadas con entusiasmo ldquoUna tarde de primavera en los faldeos de la Acroacutepolis en Atenas me encontreacute con una yerbaterahellip Me acerqueacute y trateacute de entablar conversacioacuten con ella como lo habiacutea visto hacer a Kazantzakis tantas veces Y ella sin moverse maacutes allaacute de unos pocos pasos del lugar donde se hallaba se inclinoacute y sacoacute de la tierra junto con las yerbas iexclno menos de cuarenta nombresrdquo iexclEste es el oceacuteano de vino en que se embriagoacute Kazantzakisrdquo85 Las palabras de Prevelakis no constituyen una exageracioacuten La riqueza del neogriego es en realidad notable En especial en lo que se refiere al leacutexico a los compuestos y derivados y a la complejidad del sistema verbal con su diferenciacioacuten de acciones prolongadas e instantaacuteneas Una cantidad de dialectos y hablas regionales bastante variadas proporcionan elementos de enriquecimiento a la lengua comuacuten Pero paradojalmente como deciacuteamos este idioma no se terminaba de conocerse bien en su potencialidad en la propia Heacutelade

84 En la traduccioacuten de los poemas homeacutericos Kazantzakis trabajoacute maacutes de 12 antildeos en colaboracioacuten con el filoacutelogo I Kakridiacutes85 Prevelakis El poeta y el poema de la Odisea paacuteg 73

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Kazantzakis se propuso emprender una obra de envergadura respecto de la lengua neoheleacutenica Y la realizoacute a traveacutes de maacutes de cincuenta antildeos de trabajo intenso Siguioacute el consejo del poeta nacional Solomoacutes ldquoSirve primero a la lengua del pueblo y despueacutes si eres capaz domiacutenalardquo Jurmuzios al comentar el valor de la Odisea en el aspecto del lenguaje se refiere a aquella labor ldquoEs [el poema] un extraordinario monumento linguumliacutestico que muestra la riqueza de nuestra lengua demoacutetica su exactitud expresiva su capacidad para denotar los maacutes sutiles matices del pensamiento poeacutetico y su potencialidad para llegar a ser con el tiempo fuente inagotable para la prosa comuacuten que a menudo utiliza periacutefrasis alliacute donde deseariacutea expresar una significacioacuten con soacutelo un teacutermino Kazantzakis ha relatado coacutemo logroacute acumular este enorme tesoro leacutexico [hellip] Viajoacute por toda Grecia y estudioacute todos los dialectos investigoacute las significaciones y los matices de significados de las palabras coleccionoacute pacientemente cuantos teacuterminos no le ofreciacutea la dimotikiacute corriente [hellip] Es menester sentir grande y verdadero amor por el idioma para realizar tal labor Kazantzakis nos mostroacute con la Odisea la pobreza de nuestra lengua cotidiana entregoacute a su generacioacuten y a la venidera un tesoro inapreciable y demostroacute a la vez que el lenguaje popular puede responder a nuestras necesidades expresivas basta conocerlo y amarlordquo86 A propoacutesito de la riqueza del neogriego en el Libro de viajes por Inglaterra Kazantzakis recuerda una conversacioacuten con Petros Vlastoacutes escritor y estudioso de la lengua ldquoMuchas horas permanecimos hablando sobre el gran amor de nuestra vida la lengua popular Eacutel tambieacuten ama con pasioacuten obstinada lo mejor y maacutes profundo que tiene nuestra raza [hellip] La lengua demoacutetica es nuestra patria ndashdeciacuteamos y con dificultad conteniacuteamos la emocioacutenrdquo87 En otro lugar hallamos expresiones entusiastas sobre las posibilidades literarias del neogriego ldquoAdmiro nuestra lengua popular Coacutemo se puede traducir palabra por palabra el endecasiacutelabo [de la Divina Comediahellip] ahora traduzco la Odisea de Homero con Kakridiacutes con quien tradujimos la Iliacuteada [hellip] No hay una palabra homeacuterica ni un epiacuteteto compuesto para el cual no hayamos encontrado el teacutermino

86 Jurmuzios E La ldquoOdiseardquo de Kazantzakis Rev Kenuria Epojiacute 195887 Libro de Viajes por Inglaterra 5ordf ed griega paacuteg 105

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correspondiente en el neogriego Venero esta lengua la trabajo como esclavo y amante Cuarenta antildeos he andado por campos y aldeas recogiendo palabras88rdquo El estudio de Jurmuzios que hemos citado maacutes arriba se publicoacute en su forma original en 1939 en Atenas Desde Londres Kazantzakis escribioacute a su autor una carta en algunos de cuyos paacuterrafos explica la perspectiva de su labor ldquoEn una eacutepoca muelle en la que faltan luchadores de primera fila no estando auacuten del todo vertebrada nuestra excelente lengua he intentado como he podido con amor con esfuerzo con cuidadosa atencioacuten reunir sus dispersos miembros y darles un aliento de vida en lo que me ha sido posiblerdquo Estas palabras enfocan con exactitud el significado del esfuerzo linguumliacutestico del escritor la creacioacuten de una auteacutentica y rica ldquolengua poeacutetica panheleacutenicardquo la elevacioacuten del neogriego a tal categoriacutea por medio del aprovechamiento de todas las potencialidades de los dialectos y de las fuerzas creadoras no utilizadas de la lengua comuacuten Jacques Lacarriegravere destaca el caraacutecter de este esfuerzo ldquoLa lengua utilizada por Kazantzakis ndasha la que tantos griegos han caiacutedo en el absurdo de reprocharndash no es como se ha dicho una lengua artificial abstrusa fabricada Es la misma lengua que el poeta ha investigado y empleado toda su vida esa que no existe en ninguacuten diccionario ldquooficialrdquo Kazantzakis va a buscar las palabras alliacute donde se encuentran [hellip] en los labios de los campesinos de los pescadores de los pastores y de los artesanos [hellip] La Odisea es el maacutes grande y maacutes maravilloso diccionario con que se pueda sontildear es una antologiacutea del logos griegordquo89 El profesor Peter Bien resumiendo la trayectoria de Kazantzakis frente a la cuestioacuten linguumliacutestica tambieacuten habla de la Odisea como de un diccionario de la lengua popular ldquoKazantzakis entroacute al movimiento en pro de la lengua del pueblo poco despueacutes del comienzo de su carrera y fue hasta su muerte un demoticista ardiente Al principio su demoticismo estaba relacionado con el nacionalismo En aquel periacuteodo (entre 1907-1920) su preocupacioacuten se centraba en el plano de las ideas pero su

88 Yalurakis M ldquoKazantzakis me dijordquo revista Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 16189 Lacarriegravere J laquo N Kazantzakis Sur les trace drsquoUlysse raquo Chant Planetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre temps

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accioacuten poseiacutea maacutes caraacutecter poliacutetico y pedagoacutegico que literario Este periacuteodo terminoacute entre 1920 y 1922 cuando Kazantzakis desencantado del nacionalismo griego comenzoacute a verse a siacute mismo como un escritor europeo cosmopolita En los antildeos 1920-1940 Kazantzakis continuoacute siendo demoticista pero sus esfuerzos por encontrar una salida para el demoticismo se frustraron Y de este modo puso todo su celo linguumliacutestico en la Odisea que llegoacute a ser un diccionario de la lengua popular a la vez que una obra de arterdquo90 Lasso de la Vega destaca como otros estudiosos extranjeros el papel del escritor cretense en el plano linguumliacutestico ldquoKazantzakis es un excelente renovador y un gran maestro de su lengua Eacutel es quien descubrioacute los ocultos tesoros del habla de su paiacutesrdquo Y Gustav Conradi se refiere con emocioacuten al lenguaje de la Odisea ldquoSu instrumento bienamado la lengua popular viva de su tiempo La busca en todos los rincones de su patria multitentacular la enriquece y la adorna sin cesar y forja su lenguaje visible y tangible tan centelleante tan lleno de realidad cuyo ritmo es como el profundo e infatigable rumor del mar de la por doquier presente sentildeora de la tierra heleacutenicardquo91 La empresa linguumliacutestica de Kazantzakis no puede pues estrictamente hablando ser comparada con la de Joyce aunque no han faltado quienes tambieacuten en este aspecto han establecido un paralelo entre ambos escritores El virtuosismo linguumliacutestico del autor de Ulises responde maacutes bien a un impulso sutil refinado El ingleacutes de la eacutepoca de Joyce vive una etapa distinta de la que vive el griego cuando aparece la Odisea Ademaacutes la labor de Kazantzakis se centra maacutes en la utilizacioacuten de recursos ignorados o poco aprovechados del idioma que

90 Bien P ldquoEl demoticismo de Kazantzakisrdquo en Sociedad de Estudios Heleacutenicos de la Universidad de Princeton volumen dedicado al Simposio sobre la obra de Kazantzakis (X-1969) cit por Friar K ldquoKazantzakis en Ameacutericardquo Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 145 Un libro sobre este tema del profesor Bien fue editado por la U de Princeton en 1972 Kazantzakis y la cuestioacuten linguumliacutestica91 Conradi G ldquoiexclOdissia Odissiardquo en Nea Hestiacutea nov 1969 paacuteg 26 El mismo autor comentando una frase de Kazantzakis en una carta fechada en Gotescamp el 17-6-1929 expresa ldquoEl verso perfecto es la uacutenica salvacioacuten del almardquo iexclKazantzakis el Cretense el adorador de El Greco el hombre lleno de fuego caos fuerzas cosmogoacutenicas contradictorias lucha por el verso perfecto

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en la creacioacuten maacutes o menos arbitraria de neologismos que no afincaraacuten en definitiva en la lengua El glosario de dos mil palabras que traiacutea la primera edicioacuten de la Odisea conteniacutea neologismos pero no tantos como se pensoacute en el primer momento Habiacutea siacute en eacutel muchas palabras desconocidas para la gente de los grandes centros urbanos Claro estaacute que se dan tambieacuten en Kazantzakis en forma limitada procesos de descomposicioacuten derivacioacuten y siacutentesis que salen del marco de utilizacioacuten de potencialidades desconocidas de la lengua para entrar en el plano de lo que llamariacuteamos creacioacuten linguumliacutestica libre Amor placer esfuerzo dolor se entremezclan en la relacioacuten de Kazantzakis con la palabra con la lengua ldquoEstaba auacuten peleando y luchando por domar a estos potros salvajes que son las palabras cuando llegoacute el veranordquo dice en Carta al Greco92 a propoacutesito de los meses en que la semilla de la Odisea maduraba en su interior Y antildeade ldquoMiles millones de antildeos han pasado desde la primera mantildeana del hombre y sin embargo el arte de seducir lo invisible es siempre el mismo Utilizamos siempre los mismos artificios los mismos ruegos interesados [hellip] Asiacute yo tambieacuten tendiacuteahellip las palabras a modo de trampas a fin de atrapar el Grito inasible que caminaba delante de miacuterdquo Y en otro lugar alude al sentido liberador del encuentro de la expresioacuten ldquoYo sabiacutea que no habiacutea para miacute maacutes que un medio de librarme de un gran sufrimiento o una gran alegriacutea y de reencontrar mi libertad hechizar ese sufrimiento o esa alegriacutea por el sortilegio del verbo93rdquo Pero no se trataba de algo faacutecil sino de una dura batalla que desde la idea inicial hasta su completa realizacioacuten requirioacute maacutes de quince antildeos de los cuales doce fueron de elaboracioacuten y correccioacuten ldquoEscribiacutea tachaba no encontraba las palabras adecuadas A veces eran opacas sin alma a veces abstractas sin cuerpo sin calor llenas de aire Me proponiacutea decir una cosa y las palabras ariscas desenfrenadas me arrastraban a otra Mi idea inicial habiacutea crecido desmedidamente habiacutea desbordado el molde en que la habiacutea colocado cubriacutea audazmente maacutes especio y tiempo cambiaba se transformaba no alcanzaba yo a precisar su rostrordquo94

92 Carta al Greco paacuteg 58393 Ibiacutedem pp 568-56994 Ibiacutedem p 569

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Al explicar a Kimon Friar el sentido de la adjetivacioacuten y del epiacuteteto en el poema Kazantzakis hace tambieacuten referencia al proceso doloroso que significa el esfuerzo por asir el pensamiento el sentido complejo a traveacutes de la palabra ldquoMe gustan los adjetivos no como simples adornos [hellip] Siento la necesidad de expresar mi emocioacuten en todos sus aspectos [hellip] Y esta emocioacuten no es simple [hellip] Por eso me es imposible limitarme a un solo adjetivo Tal epiacuteteto uacutenico mutilariacutea mi emocioacuten Me siento obligado para permanecer fiel a ella para no traicionarla a antildeadir otro adjetivo a veces opuesto al anterior Nada maacutes substantivo que el adjetivo El esfuerzo para encontrar un epiacuteteto exacto para encerrar con eacutel la significacioacuten a fin de que no se desvanezca es casi siempre doloroso Y tiene algo de verdaderamente traacutegico el deseo vehemente de expresar todas las propiedades contradictorias que existen en un substantivo para no condenar a muerte nada substancialrdquo95 I M Panayotoacutepulos se refiere a la riqueza linguumliacutestica del poema mirada desde el punto de vista de un griego ldquoRecuerdo cuando me presentoacute recieacuten impreso este libro queacute expresioacuten teniacutea su rostro como si ya no se preocupase por nada [hellip] Era su gran mensaje Habiacutea emprendido lo imposible quebrar el dique de la epopeya dar expresioacuten a nuestro tiempo Recuerdo que la riqueza linguumliacutestica me sorprendioacute Comprendiacute el derecho de Kazantzakis a ordentildear la palabra de mil zumos de las entrantildeas virginales de la lengua natural y del astro de su fuerza glosoplaacutestica Pero al mismo tiempo tambieacuten teniacutea dificultades para viajar a traveacutes de aquella selva linguumliacutestica de aquella profunda hondonada por esa tierra inhoacutespita en la que eacutel pareciacutea un diestro guiacuteardquo96 La nueva Odisea trae a la memoria la Odisea homeacuterica Y en verdad no soacutelo el aprovechamiento del personaje liga a la magna obra neogriega con los antiguos poemas homeacutericos Pues se encuentra tambieacuten en el poema moderno una serie de procedimientos expresivos ndasha veces lejanos pero paralelosndash de aquella eacutepica singular de los antiguos griegos Dice Marasso que la ldquoconfrontacioacuten de la palabra con quien la

95 Cit por Friar K en ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten inglesa de la Odisea96 Panayotoacutepulos I M ldquoKazantzakis un viajerordquo rev Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 145

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escucha y se deja seducir cuando la voz se calla como si viniera de lejos la aprendioacute Homero y la llevoacute a su fascinacioacuten imperecedera de la tradicioacuten eacutepicardquo97 Y la actitud de narrador de Kazantzakis es la del bardo que desenvuelve diacutea a diacutea la tragedia eacutepica de la existencia humana extrayendo su material de su vasta memoria bifaceacutetica de hombre compenetrado como poquiacutesimos con el alma la poesiacutea la mitologiacutea popular actual y de culto estudioso de inagotables lecturas Y asiacute es como hallamos en la Odisea elementos tiacutepicos de la narracioacuten popular repeticiones foacutermulas epiacutetetos ldquopreguntas sin objetordquo aacuteskopa erotiacutemata y otros que se han sentildealado tambieacuten en Homero y que el eminente homerista Kakridiacutes sentildeala eran asimismo en los tiempos en que plasmaron las dos epopeyas antiguas procedimientos del narrar popular98 y fueron recogidos y elevados al rango de aquella maravillosa poesiacutea eacutepica Como sentildealamos anteriormente en este trabajo el clima antiguo va desapareciendo raacutepidamente si bien se alcanza a aludir a varios episodios del retorno de Ulises como los de Calipso Circe y Nausiacutecaa narrados brevemente en la rapsodia II La presentacioacuten del relato podriacutea recordar el ambiente homeacuterico si no tuviera ya alliacute un lugar importante la hostilidad de Teleacutemaco hacia el padre recieacuten llegado que se une a otros factores para revivir en Odiseo el afaacuten de volver al mar

A la noche siguiente junto al fuego asiacute que se cerraronlas grandes puertas de bronce y animales y siervos en el palacio se durmieroncon voz suave comenzoacute Odiseo a relatar sus sufrimientosEstaba sentado en el gran trono en-forma-de-leoacuteny en mullidos cojines reposaba su cuerpo azotado-por-los-mares En un trono maacutes bajo la reina con los ojos llorososse dobla como el lino fino como la espiga tiemblaya llegaron las olas y golpean su pecho oprimidoInclinada con sus haacutebiles dedos lino azulado hila en el husoy lana suave para tejer a Atenea hermoso peplo

97 Marasso A ldquoProacutelogordquo a Obras Completas de Homero traduccioacuten de Segalaacute y Estalella paacuteg 998 Kakridiacutes I Th Homeric Researches paacuteg 108

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y pensaba bordar sobre la mar un barco negro y en tornouno tras otro los padecimientos y penas de su esposoSobre una piel encogido se arrastraba en un rincoacuten el padreel mentoacuten hundido en las rodillas los paacutelidos brazos cruzadoscomo el infante que espera se abra el vientre de la madrecomo el cadaacutever que retorna a la tierra esa matriz inmensaAl frente se yergue tenso el hijo altivo junto al fuego al destello de las llamascontempla con mirada hostil los labios de su progenitorque vibran ya y se preparan para comenzar a hablar con artebulliciosas abejas sus palabras llenas de aguijoacuten y mielrivalizan cuaacutel vuela primero a la colmenay el hijo con coacutelera observaba esa boca y su espeso enjambreVino tambieacuten por cierto el lar el astuto y serpentino dios de la familiasu lengua biacutefida lamiendo a instalarse en un rincoacuten del hogar para escuchar las aventuras del sentildeor

(II 1-25)

La acumulacioacuten de elementos linguumliacutesticos conecta tambieacuten en cierta medida el Ulises y la Odisea Mientras la Odisea homeacuterica con poco maacutes de 12000 versos alcanza unas 195000 palabras la obra de Joyce tiene 260430 teacuterminos seguacuten iacutendice de Hanley citado por Levin El poema de Kazantzakis con un promedio de 85 palabras por verso alcanzariacutea una cantidad aproximada de 280000 Este verdadero torrente de material linguumliacutestico no es producto arbitrario de una voluntad caprichosa o extravagante Kazantzakis sentiacutea la necesidad de expresar un mundo interior turbulento y para ello buscoacute obstinadamente medios glosoloacutegicos adecuados de maacutes eacutenfasis de maacutes fuerza de sugerencia de mayor vida para traducir un sentido de mayor luminosidad para mostrar un contenido Extrajo elementos de los dialectos y en especial del cretense incomparable por su riqueza y maduro por una tradicioacuten de cultivo literario que se remonta a los siglos XVI y XVII

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La riqueza linguumliacutestica de la Odisea

En Carta al Greco hay un pasaje que habla del esfuerzo del artista por encontrar el lenguaje que pudiera realmente ldquoaprisionarrdquo el mundo espiritual del hombre atormentado que simboliza Ulises Cuando al fin aparece ante eacutel el rostro de Odiseo le habla asiacute el escritor

ldquoiexclQueacute palabras no te he tendido como trampa para atraparte Te he llamado sacriacutelego y adversario-de-los-dioses y hombre-de-siete-vidas y hombre-de-espiacuteritu-muacuteltiple de-espiacuteritu-que-urde-intrigas de-espiacuteritu-de-zorro de-espiacuteritu-ambiguo-como-una-encrucijada como-una-montantildea-de-muchas-cimas de-espiacuteritu-que-no-va-a-la-derecha-ni-a-la-izquierda y engantildeador-de-corazones y conocedor-de-los-corazones y enemigo-de-los-corazones casa-cerrada y arrebatador-de-almas y primer boyero-del-alma y espiacutea-en-las-fronteras y corredor-de-gente y vendimiador-de-gente y arco-del-espiacuteritu y constructor-de-fortalezas y destructor-de-fortalezas y pirata y hombre-de-corazoacuten-vasto-como-el-mar y delfiacuten y casuista y hombre-de-la-voluntad-doble-o-triple y hombre-de-las-cumbres y solitario y eterno-extraviado y gran-navegante y buque-de-tres-palos-de-la-esperanzahelliprdquo99

Los epiacutetetos aplicados a Odiseo recogen un ansia vehemente de asir el alma en las palabras Los epiacutetetos claacutesicos griegos y latinos del heacuteroe quedan disminuidos frente a la catarata linguumliacutestica de la Odisea de Kazantzakis Pasan de 200 en el poema (y en toda la literatura latina Carter contoacute 61) Algunos tratan de reflejar especialmente la multiplicidad de espiacuteritu las facetas diversas del hombre angustiado por explicarse el mundo por aprehenderlo en su infinitud heftaacutepsijos (εφτἁψυχος) el-de-siete-almas heftaacutegnomos (εφτἁγνωμος) el-de-siete-opiniones diplotripplovulis (διπλοτριπλοβούλης) el-de-doble-y-triple-voluntad stavrodromonusis (σταβροδρομονοὑσης) el-de-mente-cual-cruce-de-caminos poliproacutessopos (πολυπρoacuteσωπος) el-de-muacuteltiples-rostros diyeniacutes (διγενής) el-de-doble-origen miriovulis (μυριοβούλης) el-de-innumerables-intenciones pendaacutegnomos (πεντάγνωμος) el-de-cinco-pareceres pendagnoacutestikos (πενταγνώστικος) el-que-conoce-cinco-

99 Carta al Greco paacuteg 581

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veces No es posible evidentemente examinar exhaustivamente estos epiacutetetos en un trabajo como eacuteste La enumeracioacuten podriacutea prolongarse el-de-los-malos-pies el-sembrador-de-llamas el-de-filoso-pensamiento el-que-persigue-suentildeos el-varoacuten-de-las-mil-travesiacuteas el-de-alma-de-dos-filos el-destructor-de-corazones (kardiokatalitis compuesto creado sobre el teacutermino popular propio de la vieja poesiacutea popular heroica de los primeros siglos del milenio kastrokatalitis destructor-de-fortalezas) Por lo general eacutestos y otros epiacutetetos aplicados a los diversos personajes funcionan como substantivos en ocasiones y como adjetivos en otras y pueden ponerse en parangoacuten con los bellos teacuterminos sinteacuteticos de la lengua griega popular100 Eacutestos suelen aludir a realidades muy proacuteximas psiacutequica o fiacutesicamente y que para el hablante aparecen como una unidad He aquiacute algunos ejemplos ta anthropomuacutelara (τά ὰνθρωπομοuacuteλαρα) el conjunto del hombre con sus mulas ta ghinekoacutepeda (τά γυναικoacuteπαιδα) el conjunto de las mujeres y los nintildeos por contraposicioacuten a los varones to uranothaacutelaso (το ουρανοθάλασσο) conjunto de cielo y mar a la vista del navegante su horizonte taacute yenomuacutestaka (τα γενομοuacuteστακα) conjunto de la barba y los bigotes del varoacuten to saacutevatokiacuteriako (το σάβατοκύριακο) unidad del saacutebado y el domingo (fin de semana diriacuteamos en el lenguaje urbano de nuestro siglo) to savatoacutevradi (το σαβατoacuteβραδυ) la tarde del saacutebado sin duda bien distinta en las aldeas que las otras tardes de la semana taacute astrapoacutevronda (τα αστραπoacuteβρονδα) unidad del relaacutempago y del trueno como es sentida por el campesino ta galazovrojia (τα γαλαζοβρόχια) unidad de lluvia y granizo ta jeropoacutedara (τά χεροπoacuteδαρα) conjunto de pies y manos de un hombre o de un animal ta nijopoacutedara (τα νυχοπoacuteδαρα) conjunto de patas y garras o de pies y untildeas androghinekomani (αντρογυναικομάνι) conjunto de parejas de hombres y mujeres Naturalmente todos los teacuterminos simples incluidos en estas siacutentesis del habla popular existen y tienen pleno funcionamiento autoacutenomo aunque es frecuente que su geacutenero sea distinto como por ejemplo uranothaacutelaso que es un

100 En los maacutes breves poemas populares hallamos a cada paso bellos compuestos En un simple diacutestico de amor se elogia al amado en un verso Basilisco de-anchas-hojas de-cuarenta-ramas Dos versos de un canto de bodas de encomio al novio que comienza a cernir la harina para la ceremonia son dos compuestos ldquoY el joven que cierne de-brazos-de-cristal y de-dedos-de-platardquo

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neutro compuesto de o uranoacutes (ο ουρανός) el cielo masculino e i thaacutelasa (η θάλασσα) el mar femenino o astrapoacutevronda neutro plural compuesto de i astrapiacute (η αστραπή) el relaacutempago femenino e i vrondiacute (η βροντή) el trueno femenino o portoparaacutethira (πορτοπαράθυρα) el conjunto de las puertas y ventanas de una casa compuesto de i porta (η πόρτα) la puerta femenino y to paraacutethiro (το παράθυρο) la ventana que es neutro to dekadaacutejtilo (το δεκαδάχτυλο) compuesto singular que designa como una unidad al conjunto de los diez dedos de las manos de deka (δέκα) y to daacutejtilo (το δάχτυλο) el dedo jionoacutevroja (χιονoacuteβροχα) neutro plural conjunto de la nieve y de la lluvia de to jioni (το χιόνι) neutro la nieve e i vrojiacute (η βροχή) femenino la lluvia Entre los epiacutetetos dedicados a Helena y a algunas otras mujeres que intervienen en las muacuteltiples historias entrelazadas en el poema encontramos expresiones muy bellas provenientes de la creacioacuten linguumliacutestica del escritor y a veces del simple lenguaje popular o aldeano no conocido en ocasiones por gente letrada de las grandes urbes Estos vocablos plantean tambieacuten problemas de traduccioacuten Veamos algunos de ellos mighdalogelastra (μυγδαλογελάστρα) aquella-cuya-sonrisa-se-asemeja-a-un-almendro pothoglistri-plati (ποθογλίστρη πλάτη) aquella-en-cuya-espalda-se-desliza-el-deseo rodostalajti (ροδοστάλαχτη) aquella-sobre-la-cual-caen-rosas astromata (ἀστρομάτα) la-de-ojos-de-estrellas marmaroacutelemi (μαρμαρoacuteλεμη) la-de-cuello-marmoacutereo krinomaacuteguli (κρινομάγουλη) la-de-mejillas-de-nardo pothokimistra (ποθοκοιμίστρα) la-que-adormece-la-pasioacuten moskokanelokoacutekali (μοσκοκανελοκoacuteκαλη) aquella-cuyos-huesos-perfuman-a-almizcle-y-canela anthodrosomilusa (ανθοδροσομιλούσα) la-que-habla-como-el-rociacuteo-de-las-flores En sus constantes investigaciones sobre la lengua popular Kazantzakis recogioacute una cantidad de compuestos de notable intereacutes que no poseen equivalentes en otros idiomas y provocan en el traductor admiracioacuten y a la vez dificultades Coacutemo podriacuteamos expresar el contenido de los teacuterminos yiortoacutepiasma y yerontoacutepiasma que designa al hijo engendrado furtivamente en una fiesta y al hijo de un anciano daacutendose en ambos casos un matiz despectivo En uno es la creatura sin padre cuya existencia se inicia por casualidad en el ardor y desorden de alguna celebracioacuten En el segundo caso es la creatura que se supone

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deacutebil y de futuro precario hijo de una semilla agotada en el concepto popular Otro ejemplo el vocablo lioacutekrusi compuesto de venerables palabras antiguas (κρούω krouo y ήλιος helios el sol) que alude al momento preciso en que en diacuteas determinados el sol poniente alcanza a iluminar con sus rayos a la luna que se levanta en el oriente momento que soacutelo puede ver un campesino y nunca un hombre de ciudad El uso de sufijos numerales para expresar un acrecentamiento de la calidad denotada por el adjetivo o una relacioacuten afectiva intensa con el objeto al que alude el substantivo constituye un procedimiento de la lengua neogriega que Kazantzakis aprovechoacute en siacute mismo y ademaacutes como base de creacioacuten linguumliacutestica Asiacute en el lenguaje popular tenemos junto a hilios el sol trishilios (tres-veces-sol literalmente) con el sentido de sol-muy-amado-para-miacute tres veces sol para miacute Junto a kaloriacutezikos de-buen-destino afortunado tenemos triskaloriacutezikos tres veces afortunado Junto a los superlativos de oacutemorfi hermosa ndash omorfoacuteteri la maacutes hermosa omorfoacutetati hermosiacutesim ndash hallamos otros como panoacutemorfi toda-hermosa y pendamorfi cinco-veces-hermosa De alliacute a formular heftaacutemorfi siete-veces-hermosa hay poca distancia Este uacuteltimo numeral es utilizado por Kazantzakis a propoacutesito de la desdichada princesa Krinoacute (Lirio) despedazada por un toro braviacuteo excitado por orden de su propio padre y ante los ojos de eacuteste ella es Krinoacute i heftapaacutertheno Lirio la-siete-veces-virgen Helena ldquola forma ideal puriacutesima de la belleza eternardquo puede ser la heftayiacuteneko la-siete-veces-mujer El abuelo viejiacutesimo y remoto cuyos huesos acogioacute la entrantildea de la tierra en tiempo inmemorial es el xiliopapuacutes mil-veces-abuelo y no propiamente abuelo milenario El estudio de los compuestos en la Odisea podriacutea ser vastiacutesimo y tendriacutea que orientarse en la doble vertiente de la riqueza inmensa de la lengua neogriega y sus dialectos y de la labor creadora que sobre la base de aqueacutella realizoacute Kazantzakis iexclCuaacutentos matices se pierden en la traduccioacuten Ello constituye la contrapartida penosa de una tarea que maravilla a cada paso el descubrimiento de la lengua de la Odisea Verdad es que tenemos en castellano las expresiones tengo hambre y tengo sed y no verbos de un solo vocablo En griego podemos construir ambas expresiones pero tenemos los verbos pinoacute (pinao) y dipsoacute (dipsao) para sentildealar esas significaciones y ademaacutes el verbo compuesto (entre

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numerosiacutesimos anaacutelogos) dipsopinoacute tengo-sed-y-hambre El teacutermino yerontokori traducido a veces por solterona no alude soacutelo a la mujer de cierta edad que no se casoacute sino a la que permanece virgen entrada ya en edad Adjetivos populares como apovrojaris no poseen un equivalente como mojado empapado por la lluvia expresiones que tambieacuten existen en griego Una petra apovrojari es una roca-despueacutes-de-la-lluvia como queda como se ve como es despueacutes de la lluvia La yi apovrojari es la tierra-despueacutes-de-la-lluvia En muchas ocasiones la belleza sugerente de los compuestos se pierde en parte en la traduccioacuten i monajokimuses aquellas-que-duermen-solas to astrapogaacutegloto taxidi la travesiacutea zigzagueante-como-relaacutempago to fterotaacutexido krasiacute el vino de-alas-y-de-viajes el vino que hace brotar en la mente la alada travesiacutea ta fila drosokrustaliasmena las hojas-plenas-de-cristales-de-rociacuteo ta pneacutemata nijtodrosolusmena los espiacuteritus-bantildeados-por-el-rociacuteo-de-la-noche i plotes yiliofengarates los bajeles que-llevan-el-sol-y-la-luna (solados-y-lunados si pudiera calcarse la expresioacuten que denota la terminacioacuten atos en griego) El estudio del geacutenero seriacutea asimismo extenso e interesante aunque por la estructura de nuestro idioma no nos es faacutecil formarnos una idea de la riqueza de matices que la variacioacuten geneacutetica produce Junto al vocablo de la lengua comuacuten to kefali (neutro) la cabeza Kazantzakis no vacila en utilizar cuando le es conveniente las formas femeninas regionales o dialectales i kefala e i kefaliacute (anaacuteloga esta uacuteltima en su acentuacioacuten y declinacioacuten al vocablo antiguo hē kephalē) El mar i thaacutelasa es femenino normalmente pero en formas dialectales acogidas incluso en cantos populares panheleacutenicos se da en geacutenero masculino (o thaacutelasos) e incluso neutro (to thalasi) aparte de que en el compuesto popular de la lengua comuacuten uranothaacutelaso (conjunto de cielo y mar) adopta la forma de neutro terminado en o La mano es en la lengua comuacuten to jeri neutro pero tambieacuten existe la forma femenina i jera (maacutes proacutexima al vocablo antiguo de donde provienen ambas hē cheir cheiroacutes femenina) La luna que con matices tan distintos vimos en la seccioacuten El tiempo es normalmente el neutro to fengari Sin embargo en alguna ocasioacuten es el masculino o feacutengaros y en otras toma la terminacioacuten femenina y puede ser i fengaro o i kira-fengaro la luna o la sentildeora-luna La palabra antigua preservada por la tradicioacuten culta i seleni

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tambieacuten aparece con su matiz arcaiacutesta Con ella forma Kazantzakis la flor imaginaria selenotropo a semejanza de heliotropo que gira en la direccioacuten de la incierta luz lunar ya en los jardines mismos de la muerte en los hielos polares Alliacute la propia luna es para el asceta moribundo

hellipmi sol-cristal-heladoselenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronteespejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblante

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Bibliografiacutea

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Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo Cahiers du Sud Ndeg 377Levin H James Joyce Traduccioacuten A Castro Leal F de C E Meacutexico 1959Malleros F ldquoSobre la obra de N Kazantzakisrdquo Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 5 1959Marasso A ldquoHomerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad de Odiseo y sus amigosrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Martiacutenez Arancoacuten A ldquoSobre la Ασκητική de Kazantzakisrdquo En el Volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997Mercanton J James Joyce ldquoProacutelogordquo a Ulises de Joyce trad de J Salas Subirat S Rueda Editores Buenos Aires 1959Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo rev Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 En Nea Hestiacutea noviembre 1971 traduccioacuten al griego de Ana KaacutesdagliMonory M ldquoLa llama y el ciacuterculo La aventura de Cristoacutebal Coloacuten en el teatroDe Kazantzakis y de Claudelrdquo traduccioacuten al griego de Lina Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Moreleoacuten N ldquoLa idea de la muerte en la obra de N Kazantzakisrdquo En el volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Trabajo ineacutedito 2003)-Nikolareizis D lsquordquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute primavera 1958Nuacutentildeez G Kazantzakis 1883-1957 Ediciones del Orto Madrid 1997Paboacuten J M Homero Editorial Labor Madrid 1947

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Panayotoacutepulos I M ldquolsquoΟ Καζαντάκης ὀ ἔνας ταξιδευτήςrdquo Kazantzakis un viajero Nea Hestiacutea Navidad 1959Papathanasoacutepulos Th ldquoEstudio sobre la nueva Odiseardquo En PapathanasoacutepulosTh Γύρω στον Καζαντζάκη En torno a Kazantzakis Ed Kastaniotis Atenas 2000Politis L Historia de la literatura griega moderna Proacutelogo traduccioacuten directa y suplemento Goyita Nuacutentildeez Ediciones Caacutetedra Madrid 1994Prevelakis P Ο Ποιητής καί τό Ποίημα τῆς lsquoΟδύσσειας El Poeta y el Poema de la Odisea Atenas 1958Prevelakis P Ν Καζαντζάκης Συμβουλή στή χρονογραφία τοῦ βίου του N Kazantzakis Contribucioacuten a la cronologiacutea de su vidardquo Separata de Nea Hestiacutea Navidad 1959Prevelakis P ldquoΝίκος Καζαντζάκηςrdquo Nikos Kazantzakis Nea Hestiacutea 1-VIII-1953Quiroz R Abismo y fe Aproximacioacuten a la Comedia de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos- Instituto Chileno- Heleacutenico- Sociedad Amigos de Kazantzakis Santiago 1998Quiroz R Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador Centro de Estudios Griegos Santiago 2004Quiroz R Cronologiacutea y bibliografiacutea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 1997Quiroz R y Castillo Didier M Destino y fatalidad en dos dramas juveniles de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos Santiago 2012 Reboreda S ldquoOdiseo el heacuteroe peculiarrdquo En JC Bermejo y S Reboreda Los oriacutegenes de la mitologiacutea griega Editorial AKAL Madrid 1996Romilly J de ldquoYiatiacute Odiseasrdquo iquestPor queacute Ulises En J de Romilly Sinandiseis me tin arjea Helada Encuentros con la Grecia Antigua Traduccioacuten al griego K Miliaresi y B Athanasiacuteu Atenas 1997 Skufas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969

155

Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Spandonidis P lsquoΟ Καζαντάκης παιδί της ανησυχίας Kazantzakis hijo de la inquietud Kenuria Epojiacute otontildeo 1960Stanford W B El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvan Traduccioacuten B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Claacutesicos Dykinson Madrid 2013Triacuteas M B ldquoLa esteacutetica de Homerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Vretakos N Ν Καζαντζάκης η αγωνία και το έργο του Kazantzakis su agoniacutea y su obrardquo Atenas 1960Vitti M Historiacutea tis helinikiacutes logotejniacuteas Historia de la literatura NeoheleacutenicaEdiciones Odiseas Atenas 2003Vitti M Introduzione alla poesia greca del Novecento Naacutepoles 1957Wilson C ldquoNikos Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea 1-XI-1962 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo Traduccioacuten M Ikonomu Nea Hestiacutea nov 1971Yalurakis M Ο Καζαντζάκης μου είπε Kazantzakis me dijo Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958

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Iacutendice onomaacutestico

Aedo R 11Athanasiacuteu B 154Afrodita 49 86Alsina J 29 150Angelaki Ruck A 151Anticlea 11 121Ares 49Argos 28Atenea 44 141Auden W H 14Autoacutelico 44Baudier M L 13 16 17 24 38 39 150Beattie A 12 155Bergson 19Bermejo J C 154Bien P 137 138 150 Bingen J 150Bloom 42 43Brecht 10 152Buda 13 19 20 37 150Calipso 11 34 36 41 48 141Camus 16 26Capitaacuten Uno 11 14Carnegie S C 150Caronte 6 11 14 65 74 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 112 114 115 116 118 119 120 124 125 127 148 151Carontisa 102 125Carter 143Castillo Didier M 11 31 99 124 125 149 150 154Castro A 153Centauro 100Centeno M 11 16 150Circe 34 35 36 141Choza J y P 150Claudel 153Coloacuten C 10 19 149 153Conradi G 138 151Constantino Paleoacutelogo 10 20 149

Cristo 10 13 19 20 32 37Dalon R 151Danai (Stratigopulu) 97Daniil G 151Dante 19 20 26 30 31 32 41 43 44Decaux A 27 151Diacuteez de Velasco F 99Dijtena 59 110Dimaraacutes K Th 151Dios 12 16 17 19 20 25 27 31 32 33 35 43 47 50 61 61 112 116 118 119Don Quijote 11 13 14 19 29 32Doulis T 12Edwards M W 151Eliot T S 16 26 37Eremita 14Esquilo 134Euriacutepides 41Fausto 15 29Fernaacutendez D 11 151Fida 72Finsler G 151Fotiadis 134Fotis pope 111Friar K 10 12 15 16 23 40 138 140 151Fuentes Cristoacutebal 4Garasa D 149Garciacutea Gual C 151Giradoux 44Godot 16Goethe 15Gonzaacutelez V H 11 151Greco El 11 37 38 138 139 143 149Guerrero C 11 151Hades 71 90 98 99 101 102 117 120 122 124 126Hadji-Kyriakos N 6Hamlet 14 29 32 65Hanley 142Hauptmann G 12 41Heftaliotis A 134Heiseig J 151

157

Helena 11 13 15 47 48 59 60 75 81 102 107 110 113 145 146Hesse 26Homero 12 13 15 18 27 32 40 43 44 45 47 111 121 136 141 151 152 153 155Ikonomidis O 151Ikonomu M 155Izzet A 20 21 25 149 152Jaeger W 45Jaloux E 42Jaris P 152Jaros Ver Caronte 99Jouvenel R 152Joyce J 12 15 23 26 29 31 40 41 42 43 44 138 142 153Juliaacuten el Apoacutestata 19 20Juumlnger 26Jurmuzios E 98 136 137 152Kafka 26Kain R M 16 152Kakridiacutes I 135 136 141 151 152Karandonis A 22 152Karteroacutes 121 123Kaacutesdagli A 93 153Kaacutesdagli L 151 153Kaacutesdagli Mar 150Kavafis C 11 37 151 153 155Kazantzaki H 9 10 19 149Kazantzakis N 9 10 11 12 13 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 29 30 31 32 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 71 79 93 97 98 111 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155Kerenyi K 15 16 19 152Knoumls B 9 97 Krino 112 146Krumbacher 134Lacarriegravere J 16 17 137 152Laertes 11 43 110

Laude A 26 152Lasso de la Vega J 10 18 138 152Lavagnini B 152Lenin 13 20 37Lenioacute 103Leonidas 47Levin 29 142 153Leacutevesque R 47 153Lipstein R 10Lohleacute C 150Lupo A 149Madretierra 14 65 68 103 125 127Manolios 111Malleros F 153Marasso A 140 141 152 153Margaroacute 14 115Maacuterquez J 11 153Martiacutenez Arancoacuten A 153 Mayorga C 11 153Medusa 17Melisa 10Menelao 47 59 109Mercanton J 40 42 153Merlier O 149Miliaresi K 154Miller A 16Miralles C 29 150Moatti J 27 151Moira 99Monory M 18 93 153Moreleoacuten N 153Naranjo M 11 153Nausiacutecaa 11 36 141Nietzsche 12 15 19 20 152Nikolareizis D 22 153Nuacutentildeez G 153 154Odiseo 6 11 12 13 14 26 27 29 30 31 32 33 34 36 39 40 41 47 53 55 56 58 59 61 62 63 67 74 75 78 82 83 85 99 100 103 104 107 111 115 116 117 119 121 123 126 127 128 130 141 143 151 153 154Omatos O 99 153

158

Orfoacutes 107Ostrero 121 122Paboacuten J M 151 152 153Palamaacutes K 134Palis A 134Panayotoacutepulos I M 25 140 154Panopolitis N 132Papathanasoacutepulos I M 154Peneacutelope 30 33 43Perla 14 103 113 115Platoacuten 41Plinio 30 43Politis L 154Polylaacutes J 134Pound E 37Prevelakis P 10 12 17 26 27 43 135 151 152 154Psichari J Ver PsijarisPsijaris Y 97 133 134Quiroz R 11 154Rabanales A 132Racine 44Raizis B 12Rala 103 130Ramos O G 31Reboreda S 154Riba C 151Romilly J de 41 154Salas J 153Sartre 16 26Seferis Y 12 37 Segalaacute y Estalella L 141 152Seacuteneca 44Shakespeare 21 44 134Sherrard Ph 27Silvaacuten A 12 155Skufas G 12 154Soacutefocles 10 41 152Solar H del 149Soliacutes D 11 155Solomoacutes D 133 136Sotiriadis 134Spandonidis P 155Stalin 13

Stanford W B 12 15 16 23 26 29 31 40 41 44 155Steinen H von den 16Stratigopulu D 97Stridaacutes 121 122Suralis 108 117 118Teleacutemaco 11 44 141Tennyson 30 31Thaacutenatos 104Tiresias 120Toda Raba 24 29 30Triandafilidis M 97 134Triacuteas M B 157Trotski 13Ulises Ver Odiseo 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 23 25 26 27 29 30 31 32 33 34 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 54 56 57 59 60 61 64 71 76 90 92 99 100 102 105 110 113 114 117 120 121 127 138 141 142 143 150 153 154 155Vitti M 155Vlastoacutes P 136Vretakos N 155Wagner 18Will F 12Wilson C 10 16 18 21 155Xenoacutepulos G 134Yalurakis M 137 155Zaratustra 19Zeus 49Zorba 10

Page 4: MIGUEL CASTILLO DIDIER - Estudios Griegosestudiosgriegos.cl/data/1508933986.pdf · M.: La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de KazantzakisCentro . de Estudios

Odiseo proacuteximo a su fin y Caronte se contemplan el uno al otroDibujo de Nicholas Hadji-Kyriakos Ghika (1958)

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IacuteNDICE

NOTAS INTRODUCTORIAS 9Grandeza y desmesura 15La Odisea y la Asceacutetica 19Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo 22Itaca Odiseo siacutembolos vivos 29El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis 40Los presentes ensayos 45

I EL TIEMPO 47El transcurrir del tiempo 48Las epifaniacuteas del tiempo 62La noche 62La luna 70El atardecer 75Las estrellas 82El sol 88El alba 94 II LA MUERTE 97Caronte personaje 98Vida y muerte 109La nostalgia de los muertos 117La muerte destructora 123

III LA PALABRA 132El problema linguumliacutestico de Grecia 135Kazantzakis y la lengua griega 135La riqueza linguumliacutestica de la Odisea 143

Bibliografiacutea 149

Iacutendice onomaacutestico 156

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El tiempo la muerte y la palabra enla Odisea de Kazantzakis

In memoriam PoetaeΣτη μνήμη του Ποιητή

NOTAS INTRODUCTORIAS

Hace mucho tiempo en uno de los primeros nuacutemeros del anuario Byzantion Nea Hellaacutes1 publicamos un artiacuteculo con el tiacutetulo de ldquoEl tiempo la muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakisrdquo Se tocaba en eacutel una materia no estudiada hasta entonces la poesiacutea misma de la obra o maacutes exactamente expresado algunos de los recursos poeacuteticos utilizados por el autor Han pasado los antildeos y no ha sido posible realizar la tarea pendiente de estudiar en detalle tales recursos Dada la vastedad del poema 33333 versos de diecisiete siacutelabas parece desproporcionado que una persona emprenda este intento a menos que disponga de siquiera un ldquoantildeo sabaacuteticordquo o siquiera de un semestre Por eso en este libro no hemos ido maacutes allaacute de las tres temaacuteticas de aquel trabajo Imposible por ejemplo trabajar sobre la realidad de las comparaciones en el poema que son verdaderamente innumerables Cada una de las tres secciones ha sido bastante ampliada han variado no pocos enfoques Naturalmente la bibliografiacutea ha sido puesta al diacutea

Sin duda siempre escribir sobre la Odisea constituye una responsabilidad nada pequentildea Porque se trata de la obra cumbre de un escritor que es a su vez una de las figuras maacuteximas de las letras neogriegas Para el poeta este poema era la obra de su vida ldquoCreo que toda mi alma toda la llama y la luz que he podido hacer brotar de la materia de la que estoy moldeado se expresan en la Odiseardquo2 Esta opinioacuten expresada en una carta de Boumlrje Knoumls habiacutea sido ya expuesta al mismo neohelenista ldquoMe siento feliz de que usted se haya sumergido valerosamente en ese mar azul la Odisea Desde el punto de vista de la forma poeacutetica y del contenido filosoacutefico la Odisea representa la cima

1 Byzantion Nea Hellaacutes Ndeg 3-4 19752 Carta a Boumlrje Knoumls 21-VI-1954 cit por Kazantzaki Heleni Le dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses carnets ses textes ineacutedits paacuteg 538

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maacutes elevada que he podido alcanzar despueacutes de los esfuerzos de toda una vidahelliprdquo3

La idea que teniacutea Kazantzakis acerca de la labor de traduccioacuten del poema aparece asimismo en una carta del helenista sueco ldquoTrabajo gigantesco muy difiacutecil que requiere de un amor y de una paciencia sobrehumanosrdquo4 La verdad de tal afirmacioacuten hubo de experimentarla quien escribe estas paacuteginas durante los seis antildeos dedicados a la versioacuten castellana de la Odisea que aparecioacute en Espantildea en la serie Obras selectas publicadas por Editorial Planeta en 19755 El esfuerzo que requirioacute tal trabajo da la razoacuten al juicio de Joseacute Lasso de la Vega ldquoDesde el punto de vista de la lengua esta Odisea es la obra maacutes endemoniadamente difiacutecil de la literatura griegardquo6 El material poeacutetico verdaderamente oceaacutenico de la Odisea estaacute por estudiarse como veremos maacutes adelante y en especial en nuestra lengua La circulacioacuten del texto en espantildeol suscita sin duda el intereacutes de quienes han seguido las traducciones de obras tan apasionantes como Cristo de nuevo crucificado Libertad o muerte Zorba el Griego en el plano de la novela de Cristoacutebal Coloacuten Constantino Paleoacutelogo Melisa Sodoma y Gomorra en el campo del teatro o de aquella maravillosa ldquoy sangrante confesioacuten autobiograacuteficardquo editada en castellano con el

3 Ibiacuted paacuteg 477 Carta de 14-VI-19474 Ibiacuted paacuteg 5355 Recientemente el antildeo 2013 Tajamar Editores publicoacute una segunda edicioacuten revisada del poema6 Lasso de la Vega Joseacute ldquoEn torno a Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht paacuteg 248-309 En carta al traductor ingleacutes Kimon Friar fotografiacutea de cuyo autoacutegrafo poseemos gracias a la gentileza de Heleni Kazantzaki el escritor coincide con el juicio de aqueacutel sobre el poema y afirma ldquoTambieacuten yo creo que la Odisea es la cumbre de mi obrardquo Conocemos asimismo por Pandelis Prevelakis destacado escritor cretense y acaso el mayor estudioso en Grecia de la Odisea la opinioacuten expresada por su autor a su antigua amiga Rahel Lipstein ldquoNikos mrsquoavait dit un jour agrave Paris en me montrant plutocirct en soulevant tregraves haut ndashet en riant en mecircme tempsndash son Odyseacutee Crsquoest mon cercueil Rahel et mon flambeaurdquo en Prevelakis P El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo paacuteg 191 Collin Wilson en su ensayo sobre ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo afirma al respecto ldquoNo es extrantildeo que considerara la Odisea como su mejor obra y todos sus otros voluacutemenes como trabajos secundarios Sus mismos libros contienen una especie de Odisea de modo que bien podriacutean leerse como una gran novela independiente que traza la peregrinacioacuten espiritual y psiacutequica de una vidardquo En revista Nea Hestia XI-1971

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tiacutetulo de Carta al Greco El estudio introductorio que acompantildea nuestra versioacuten de la Odisea y el presente ensayo no aspiran sino a plantear algunos aspectos a esbozar ciertas sugerencias a anotar una que otra senda que permita al amante de la poesiacutea kazantzakiana adentrarse en las vetas de la belleza de esta epopeya7

7 La bibliografiacutea en castellano en torno a la Odisea no parece muy extensa En el Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 46 1964 publicamos el tercero de tres artiacuteculos dedicados a Kazantzakis con el tiacutetulo de Caracterizacioacuten de la ldquoOdiseardquo en la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971 aparecioacute un breve trabajo nuestro que circuloacute tambieacuten como apartado Algunas notas sobre la ldquoOdiseardquo de N Kazantzakis por uacuteltimo existe el estudio introductorio a nuestra versioacuten castellana del poema Ed Planeta Barcelona 1975 al que hemos hecho alusioacuten Otros tiacutetulos Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo en Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea de Kazantzakis y exloran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios griegos Santiago 2000 Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad Y semejanza entre Laertes y Teleacutemacordquo en el mismo volumen Guerrero C ldquoCaronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo en el mismo volumen Centeno Rogers M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(2003) Quiroz Pizarro R ldquoLa Odisea transposicioacuten poeacutetica de la Asceacuteticardquo en R Quiroz Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador 2004 Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013 Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Ineacutedito 2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Ineacutedito 2003)Aedo R ldquoLa lucha del Capitaacuten Uno Apuntes para el Don Quijote de la Odisea kazantzakianardquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Castillo Didier M ldquoNausiacutecaa y Calipso (La Odisea en la Odisea)rdquo Byzantion Nea Hellaacutes 24-2005 Castillo Didier M ldquoLa Odisea en la Odisea iquestcoacutemo murioacute Laertesrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 Castillo Didier M ldquoCreta como visioacuten poeacutetica y como escenario en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 26-2007 Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007 Kazanzakis N ldquoUn pequentildeo comentario a la Odiseardquo Traduccioacuten R Quiroz Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 ldquoEl laberinto de Creta en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Amaltea Revista de mitocriacutetica 2009 vol 1 Castillo Didier M ldquoOdisea de Kazantzakis Itaca punto de llegada y de partidardquo Byzantion Nea Hellaacutes 29-2010 Castillo Didier M ldquoLa muerte de Helenardquo Byzantion Nea Hellaacutes 30-2011 Gonzaacutelez Vaquerizo H La odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis Tesis Doctoral Universidad Autoacutenoma de Madrid 2013 Castillo Didier M ldquoLas laacutegrimas de Odiseordquo Byzantion Nea Hellaacutes 33-2014 Castillo Didier M ldquoAnticlea la madre lejanardquo Byzantion Nea Hellaacutes 36-2017 La bibliografiacutea en castellano

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Como se ha afirmado un resumen no puede hacer justicia al poema8 Tampoco las notas introductorias que preceden en este trabajo a nuestras tres materias Ni aun el estudio de estas mismas ndashel tiempo la muerte y la palabra en la Odiseandash porque constituyen aspectos de una vasta totalidad de muacuteltiples y variadas facetas Y pretender sentildealar a traveacutes del comentario los dones de la fantasiacutea visionaria del creador de la Odisea ldquoseriacutea irrisorio con seguridad pues esta obra representa en siacute una summa en cierta manera de las visiones que la imaginacioacuten humana puede engendrar Ellas se situacutean fuera del tiempo y del espacio pero estaacuten animadas de una realidad y una dimensioacuten tales que se imponen para siempre al espiacuteritu Masacres orgiacuteas incendios revueltas populares ciudades ideales desiertos del Aacutefrica hielos del

se ha incrementado recientemente con la traduccioacuten del libro de W B Stanford valiosa obra de la cual se con contaba con solo el texto original en ingleacutes El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvaacuten traduccioacuten de B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Editorial DYKINSON Madrid 2015 La bibliografiacutea en otros idiomas es muy vasta y se acrecienta raacutepidamente En Estados Unidos e Inglaterra el estudio de la Odisea en seminarios y caacutetedras universitarias ha producido no pocas tesis especializadas de las que da noticia Kimon Friar en su obra Nikos Kazantzakis en Ameacuterica En la Universidad de Indiana se han presentado memorias sobre La imagineriacutea de la luz en la Odisea Odiseo como anarquista Las mujeres en la Odisea de Kazantzakis Las diversas personificaciones de Dios en la Odisea La psicologiacutea y la filosofiacutea del autoconocimiento en la Odisea y en la Asceacutetica Odiseo el hombre muacuteltiple Entre los temas del Curso de Literatura Comparada de la Universidad de Illinois se han desarrollado El uso del sentimentalismo odiseano en Kazantzakis y en Seferis y Estudio comparativo entre la Odisea de Kazantzakis y el Ulises de Joyce El mito moderno y la Odisea es el tiacutetulo de una tesis presentada al Pomona College de California Nietzsche y Kazantzakis la voluntad de poder y la lucha por la libertad en la Odisea memoria presentada al Rint College de Portland Oregoacuten En revistas o como voluacutemenes independientes han sido publicados diversos estudios sobre Kazantzakis varios de los cuales se refieren especiacuteficamente a la Odisea Skuffas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969 Doulis T Kazantzakis and the meaning of suffering Northwest Review VI 1963 Will F Kazantzakis Odyssey University of Texas Press Austin 1964 Raizis B ldquoPro-Ulises de Kazantzakis Homero y Gerard Hauptmannrdquo Modern Literature Review vol II Philadelphia University Press 19728 Prevelakis P op cit paacuteg 243 ldquoUn resumen no hace justicia al poema pero puede dar cierta idea de la profunda atraccioacuten que produce su inmensidad La obra produce el ldquoefecto de muacutesicardquo que una vez alguien describioacute como aqueacutel que brota de La guerra y la pazrdquo

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Polo fantasmas de aquellos que amoacute o admiroacute Cristo Buda Don Quijote Homero gente del pueblo campesinos pescadores pastores artesanos y cazadores compantildeeros fieles y mujeres presencia obsesiva de la muerte alliacute estaacute el mundo vivo en colores violento desmesurado centelleando en cada verso a traveacutes de imaacutegenes fulgurantes que creoacute el poeta visionario [hellip] Sus visiones que son a menudo las de un vidente poseen un color un relieve una realidad asombrosa Toman a veces la amplitud de visiones coacutesmicas y profeacuteticasrdquo9 El simple esquema del nuevo viaje de Ulises aunque necesario en el caso de este ensayo y posiblemente uacutetil para la lectura misma del poema10 no puede dar una idea de la complejidad impresionante de la obra Emergiendo de la vieja epopeya en el momento en que de regreso a la patria ha dado muerte a los pretendientes de su mujer Odiseo tras vivir en su isla natal algunas emociones y experiencias y sentirse ahogado en la pequentildeez de su diaria existencia parte para siempre con algunos compantildeeros sin rumbo fijo El viaje se enfila hacia Esparta donde despueacutes de ayudar a su decadente monarca a contener una sublevacioacuten Ulises se marcha con Helena Navega una vez maacutes sin senda determinada para decidir finalmente desembarcar en Creta Alliacute conoce nuevos personajes y participa activamente en una revolucioacuten popular que destruye el reacutegimen imperante odiado por su crueldad abusos y corrupcioacuten Cumplida esa tarea se da al mar nuevamente para llegar a Egipto al que arriva en momentos de grandes conmociones sociales Toma parte tambieacuten en ese paiacutes en una sublevacioacuten en cuyos jefes se ha querido ver un paralelo de Lenin Trotski y Stalin Luego del fracaso Ulises encabeza el eacutexodo de una multitud hambrienta que vaga largamente por el desierto en direccioacuten al sur En la soledad de la montantildea frente a las fuentes del Nilo el peregrino vive todas las etapas de la Asceacutetica despueacutes de lo cual vuelve a la accioacuten para fundar una ciudad ideal en las orillas del gran lago madre del Nilo Pero la obra es destruida por un devastador cataclismo en el cual perecen los uacuteltimos compantildeeros que le restaban y Ulises ahora asceta solitario retoma

9 Baudier M L Nikos Kazantzakis Comment lacutehomme devient immortel (Plon 1973) pp 11 y 12 del original gentilmente facilitado por la autora10 La versioacuten castellana lleva como apeacutendice un resumen en prosa relativamente extenso

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la senda del sur y se adentra en selvas enmarantildeadas Su mente cada vez maacutes libre de ilusiones y anhelos crea seres imaginarios que son actores de un largo y sangriento drama en la rapsodia XVII A traveacutes de su peregrinar conoce variados personajes que representan diversas concepciones de la vida la prostituta Margaroacute (Perla) que ha elegido el camino del amor el priacutencipe Madretierra especie de fantasma de Hamlet surgido de las honduras africanas el Eremita que se desligoacute de todos los bienes terrenales en vida y cuya mano una vez muerto permanece erguida y abierta aacutevida de un puntildeado de tierra que Odiseo deposita en ella para que se cierre el Capitaacuten Uno sombra de Don Quijote que cabalgando un deacutebil camello y portando viejas e inuacutetiles armas sale a luchar por la libertad y es salvado por Ulises de morir a manos de unos caniacutebales el Hedonista sentildeor de una torre edificada en medio de pantanos cuyo uacutenico valor es el placer el Hombre Primitivo representado en una visioacuten sangrienta por un jefe negro que ha asesinado a uno de sus doce hijos y que es muerto y comido por los once restantes Ya en las costas del sur de Aacutefrica y cuando construye la barca que lo llevaraacute a los mares del polo Odiseo se encuentra con un joven pescador negro que predica una religioacuten del todo nueva y habla sobre un Padre celestial Sus palabras lo emocionan pero no lo convencen Luego el peregrino se embarca hacia el extremo septentrional del oceacuteano En unas tierras heladas por las que pasa asiste a los uacuteltimos diacuteas de una raza de hombres de las nieves dominados por el miedo y que se hunden entre los teacutempanos al adelantarse la primavera y no alcanzar ellos a emigrar a lugares soacutelidos En la embarcacioacuten de cuero ensebado que esos hombres le obsequiaron Ulises prosigue la travesiacutea Destruido su naviacuteo al chocar con un teacutempano el asceta reducido ya casi a huesos y piel sube a uno de esos fantasmas de hielo Alliacute llegaraacuten las sombras de todos aquellos a los que amoacute en vida surgiendo de las tumbas y los siglos Alliacute tambieacuten despueacutes de haberlo visitado muchas veces durante su peregrinacioacuten bajo las maacutes diversas formas Caronte la muerte asimilado ahora al asceta en las apariencias lo acompantildea hasta su uacuteltimo sonreiacuter y su disolucioacuten en la nada11

11 Imposible que una siacutentesis en extremo apretada como eacutesta refleje la variedad de climas histoacutericos y humanos a traveacutes de los cuales se desarrolla el peregrinar de Odiseo desde el ambiente cosmogoacutenico de las primeras rapsodias hasta las fases

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Grandeza y desmesura

Obra extraordinariamente compleja y sin embargo llana a veces como un sencillo romance o canto popular recorrida por el epicismo singular de la angustia del hombre contemporaacuteneo que busca un camino y bantildeada en ocasiones por manantiales de lirismo puro en que se reflejan alegriacuteas y tristezas elementales de gente de pueblo barroca en sus dimensiones desproporcionadas y la enorme acumulacioacuten de elementos de distinta procedencia su arquitectura y su fuego interior recuerdan la Divina Comedia y la serenidad de ciertos momentos de contemplacioacuten del drama humano traen a la mente a Homero Es la obra maacutes discutida de toda la literatura neogriega y a la vez maacutes allaacute de opiniones constituye un monumento titaacutenico que recoge el tesoro de la lengua neoheleacutenica sus dialectos sus compuestos belliacutesimos expresiones motivos versos fragmentos y hasta canciones completas de la rica poesiacutea demoacutetica griega elementos de la mitologiacutea y la cultura populares neogriegas Tal es la Odisea Su aparicioacuten ndashdice Friarndash ldquocausoacute en los ciacuterculos griegos discusiones tan vivas como las que produjo en los ciacuterculos ingleses la publicacioacuten de otra epopeya de parecidas dimensiones y de disposicioacuten semejante el Ulises de Joyce Las dos obras se refieren al hombre contemporaacuteneo que busca su ser Y en las dos los autores utilizan el esqueleto de la Odisea homeacuterica aunque de un modo sorprendentemente distintordquo Durante muchos antildeos en la patria del escritor se la ha mirado ldquorodeada de una suerte de oscura grandezardquo Se la contempla desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido o inexplorado La exploracioacuten y valoracioacuten ha venido desde Occidente W B Stanford

finales de la transfiguracioacuten del personaje en un hombre solitario y actual que medita sobre la existencia a miles de antildeos de los acontecimientos de Troya Respecto de los comienzos de la ldquoepopeyardquo Kerenyi destaca por ejemplo que las cuatro primeras rapsodias que estaacuten dedicadas a los acontecimientos de Itaca y de Esparta no soacutelo toman el lugar de las correspondientes de la Odisea homeacuterica sino el lugar que posee el episodio de Helena en el poema de Goethe Como en eacuteste es la eacutepoca de emigraciones de pueblos No aparece claro estaacute en Esparta Fausto con sus caballeros sino baacuterbaros rubios con armas de hierrordquo que bajan desde el norte Kerenyi Karl ldquoKazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 56

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T S Eliot Arthur Miller W H Auden Collin Wilson Kimon Friar Karl Kerenyi Helmut von den Steinen W B Stanford son algunos de los escritores que han destacado el valor del poema esbozando ciertas liacuteneas de su extraordinaria riqueza temaacutetica y estiliacutestica ldquotratando de ir maacutes allaacute de la mera percepcioacuten del eco general que brota de ese mundo de astrosrdquo La grandiosidad de la Odisea que no pocos han tratado de definir con calificativos astrales posee relacioacuten importante con el haacutelito de destruccioacuten que sopla impetuosamente en esta obra concebida en los primeros antildeos de la deacutecada del veinte Esta caracteriacutestica ha hecho pensar en la fuerza destructiva que antildeos despueacutes habraacute de ensentildeorearse en las creaciones de los grandes existencialistas12 ldquoUlises atraviesa en la Odisea las fases de las angustias y las esperanzas contemporaacuteneas Un vendaval de rebeldiacutea y de destruccioacuten sopla sobre esta magna obra eacutepica se derrumban las ciudades los reinos las falsas creencias los

12 La relacioacuten de la Odisea con la literatura existencialista que apunta M L Baudier ha sido anotada tambieacuten por otros autores entre ellos Richard M Kain en el artiacuteculo ldquoAn existentialist Ulyssesrdquo a que se hace referencia en la bibliografiacutea Jacques Lacarriegravere escribe al respecto ldquoVeinte antildeos antes que los filoacutesofos y escritores de Occidente Ulises descubre en lo alto de su montantildea lo absurdo de la vida En tal sentido esta obra nos revela que ni Camus ni Sartre fueron ndashen el plano literariondash los primeros en experimentar y expresar el absurdo de toda existencia sino Ulises el conquistador el amante el constructor el sin-esperanzardquo ldquoN K Sur les traces drsquoUlysse Chant planeacutetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre tempsraquo En Chile podemos mencionar el trabajo de M Centeno Rogers ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 De paso digamos que tambieacuten en el teatro de Kazantzakis pueden anotarse rasgos que anuncian caracteriacutesticas del existencialismo Asiacute Comedia ndash tragedia en un acto obra teatral de 1909 Respecto de esta pieza se ha dicho ldquoque podriacutea titularse El silencio de Dios para medir todo su horrorrdquo En una pieza cerrada que simboliza la prisioacuten de la muerte un grupo de personajes de edad y medios diversos esperan a Dios que vendraacute a abrirles la puerta del reino de la luz Pero a medida que las bujiacuteas se extinguen que las horas transcurren que el gran reloj da las doce campanadas la esperanza va desapareciendo y la angustia aumentando La puerta no se abre Una angustia que llega a ser asfixiante y el friacuteo de la muerte que aplasta el pecho como el peso de una laacutepida quiebran los corazones con la nostalgia de la tierra y la dulzura de la vida La espera de lo que debiacutea venir se transforma en la espera de lo que no vendraacute jamaacutes Imposible no dejar de pensar en Godot ni dejar de recordar Huit Clos de Sartre al repasar las paacuteginas de esta obra juvenil pero plena de anticipaciones

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antiguos dioses son derribados ldquoTodos los valores aportados por el helenismo y a los cuales el cristianismo habiacutea agregado su mensaje de amor y su promesa de vida eterna son echados por tierra en la nueva Odisea [hellip] El lector es conducido de destruccioacuten en destruccioacuten hasta que se enfrenta con la cabeza de Medusa El ciacuterculo se cierra Los dioses han muertohellip La vida humana queda sin justificacioacuten no hay espera ni juicio ni recompensa La muerte es la uacuteltima realidadrdquo escribe Pandeliacutes Prevelakis El poeta contempla pues con Ulises la lenta y completa destruccioacuten de los valores sobre los cuales se habiacutea apoyado la sociedadrdquo13 No es de extrantildear entonces que maacutes que ninguna de sus obras la Odisea haya provocado las angustias y la incertidumbre de la creacioacuten en Kazantzakis ldquoLa forma escogida ndashla epopeyandash implicaba ya en siacute misma dificultades casi insuperables Se trataba de una empresa sobrehumana de hallar un cuadro para hacer entrar en eacutel todos sus conocimientos alimentados por sus innumerables viajes sus lecturas sus contactos con los paiacuteses maacutes diversos desde Creta a las vastedades polares desde los esfuerzos de Rusia Sovieacutetica a las concepciones del Extremo Oriente desde sensaciones vividas personalmente a las de un heacuteroe imaginario Habiacutea que disciplinar esas experiencias superar el mundo desencadenado que habiacutea creado dominar esa superabundancia que le haciacutea correr el riesgo de perder pierdquo14

Lacarriegravere en el estudio recieacuten citado destaca este aspecto ldquoDesde que se aborda los primeros compases de esta rapsodia gigantesca obra de una vida entera el tiempo se borra los diacuteas no cuentan Este poema es un veacutertigo continuo una desmesura un desafiacuteo al lector mismo que para afrontarlo debe asirse soacutelidamente al libro como para un largo periplo por el paiacutes de los ciclones Pues este oceacuteano poeacutetico no se atraviesa impunemente Tal como Ulises se sale agotado pero como renovado al teacutermino de una constante y prodigiosa iniciacioacutenrdquo Esta caracteriacutestica del poema recuerda el gran eacutextasis de la Asceacutetica ldquoDe igual modo actuacutea tambieacuten Dios el Gran Extaacutetico Habla lucha por hablar con mares y con fuegos con alas con colores con cuernos con garras con constelaciones y mariposas con hombres

13 Baudier M L op cit paacuteg 9614 Ibiacuted paacuteg 17

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como puede para dar forma asible a su eacutextasisrdquo Como anota Michel Monory ldquola obra de Kazantzakis se adapta a esta arte poeacutetica desde el aforismo hasta el mito desde la tragedia hasta el relato de viajes busca la palabra que estaacute maacutes cerca del grito y deja hablar a su imaginacioacuten Este constante fluir de algunas grandes imaacutegenes simples puede parecer cansador Creo que maacutes bien esto precisamente constituye la originalidad y la grandeza de la obrardquo15 Grandeza primitiva tensioacuten extaacutetica fuerza destructiva desequilibrio son notas que alejan de Homero esta ldquocontinuacioacuten de la Odiseardquo Como dice Lasso de la Vega ldquodesde el cielo homeacuterico hasta el que nos preocupa existe un abismo Kazantzakis no soacutelo es un nuevo Homero Es tambieacuten un anti-Homero y un hiper-Homero Descubrioacute un modo de existencia de Ulises maacutes integral maacutes secreto maacutes verosiacutemil que aquel que nosotros ya conociacuteamos encontroacute vetas maacutes profundas alliacute donde no habiacutea llegado nuestra miradardquo16 Y Wilson que compara el final de la Odisea con la uacuteltima escena del Crepuacutesculo de los dioses de Wagner habla del mundo salvaje que parecioacute querer crear el poeta con su obra ldquoque tiene maacutes notas comunes con el Chicago de la ley seca que con la Odisea de Homerordquo17 Se ha hablado tambieacuten del poema kazantzakiano como de ldquouna epopeya que nos llena de temorrdquo en muchas ocasiones ponieacutendose asiacute de manifiesto su lejaniacutea de su ancestro homeacuterico

15 Monory M ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo en revista Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 17916 Lasso de la Vega J op cit paacuteg 5117 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo paacuteg 18

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La Odisea y la asceacutetica

iquestExaminar la Asceacutetica equivale a estudiar el ldquopensamientordquo del escritor No es muy simple dar una respuesta afirmativa Heleni Kazantzakis se refiere al opuacutesculo escrito en Alemania en 1923 con estas palabras ldquoUn libro pequentildeo que maacutes tarde serviraacute de llave para comprender bien su obra Ni novela ni poema ni ensayo filosoacutefico ndashprecisaraacute eacutel mismo Ochenta paacuteginas breves versiacuteculos biacuteblicos de gran belleza Los altos mandamientos de Nietzsche a quien Kazantzakis venera sobre todo por su estilo encendido y sus padecimientos innumerables los de Bergson que le ayudaron a liberarse de ideas filosoacuteficas que lo tiranizaban la quinta esencia de sus experiencias personales Todo esto sistematizado por un cerebro exigente y ordenadorrdquo Y Karl Kerenyi resume en tres liacuteneas la significacioacuten que atribuye a la Asceacutetica ldquoNi obra de arte ni de filosofiacuteahellip En realidad era una obra sobre una nueva religioacuten un llamado a la realizacioacuten de un mito como lo demuestra el subtiacutetulo Salvatores Dei que se tradujo al alemaacuten como iexclRettet Gott iexclSalvad a Diosrdquo18

En realidad no puede sostenerse que la Asceacutetica exponga una nueva religioacuten como tampoco la Odisea que desarrolla toda aquella obra en una de las etapas de la peregrinacioacuten de Ulises Expresa maacutes que un pensamiento una manera de enfrentar la vida pero sin llegar a configurar una religioacuten a menos que eacutesta pudiera concebirse sin un Dios

Digamos nosotros que pese a la complejidad de esta pequentildea obra puede desentrantildearse cuaacutel es el modo ldquopraacutecticordquo de enfrentar el mundo que ella postula Kazantzakis admira personajes y heacuteroes de distintas eacutepocas y lugares en cuyas actuaciones creiacutea ver el cumplimiento de la norma esencial de la ascesis Ulises Buda Cristo Juliaacuten el Apoacutestata Dante Cristoacutebal Coloacuten Don Quijote luchan combaten consumen sus vidas en una batalla ardiente El mandato de Zaratustra mueve la vida del escritor cretense y ndashen su conceptondash la de sus figuras veneradas ldquoiexclEdificad vuestras ciudades junto al Vesubio Enviad vuestros naviacuteos a mares inexplorados Vivid luchandordquo Y Kazantzakis nos ensentildea

18 Kerenyi K op cit paacuteg 43 y sig

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ldquoAma el peligro iquestQueacute hay maacutes difiacutecil Es esto lo que yo quiero iquestCuaacutel es el camino a seguir El que asciende el maacutes escarpado Este es el que yo tomo iexclsiacuteguemerdquo Peligro y combate batalla sin recompensa sin paga iquestAdoacutende vamos iquestVenceremos alguna vez iquestQueacute sentido tiene el combate ndashCalla Nunca preguntan los combatientesrdquo Luchar sin recompensa y sin esperanza es el mandato supremo de la Asceacutetica Es el que sigue Dante el desterrado que sabe renovar a cada instante su odio a la injusticia Cristo que muere por redimir una humanidad que no quiere redimirse Juliaacuten que pretende resucitar una filosofiacutea y una eacutetica condenadas ya por la historia Constantino Paleoacutelogo que combate hasta la muerte en los muros de una Constantinopla ya vencida Ulises hombre antiguo-medieval-contemporaacuteneo que peregrina en la vastedad de los oceacuteanos de los continentes iacutegneos y de los hielos eternos buscando con la lucha un dios que sabe no existe

Las preguntas y los mandatos de la Asceacutetica se repiten en la Odisea que es una vasta ampliacioacuten poeacutetica de aquel opuacutesculo y que en la Rapsodia XV reedita la peregrinacioacuten asceacutetica Alliacute vuelve a resonar la interrogacioacuten que impregna toda la obra kazantzakiana

iquestCuaacutel es mi camino La subida maacutes ardua e interminableY di yo solo he de salvar la tierra enteraiquestDoacutende vamos iquestAlguna vez venceremos No preguntes iexclcombateDe tal modo hablaba Dios ordenaba el pecho del varoacutenhellip (XV 821-4)

La Asceacutetica y la Odisea constituyen el nuacutecleo de una obra vasta que es en esencia una unidad Asiacute lo destaca Aziz Izzet en su estudio sobre el poema Sus obras ndashdicendash ldquoson todas facetas de una sola y uacutenica preocupacioacuten En este sentido la vida y la obra de Kazantzakis forman un todo indisoluble una suerte de piraacutemide de gradas cuyas cuatro caras poseen la misma importancia Cristo Buda Lenin Ulises En la base Nietzsche ndasho mejor auacuten ese territorio medio oriental abierto a todas las culturas a todas las profeciacuteas Lo podremos ver de manera fulgurante

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en la Odiseardquo19 La relacioacuten entre el poema oceaacutenico y el opuacutesculo miacutenimo la sintetiza Izzet maacutes adelante ldquoKazantzakis se esforzoacute en la Asceacutetica por revivir en siacute mismo profundamente todos los ciclos de la marcha de los hombres sobre la tierra Aquiacute lo hace abstractamente por asiacute decirlo Maacutes tarde en la ldquoOdiseardquo lo haraacute creando una obra de arte Es la auteacutentica funcioacuten del artista y eacutel la cumplioacute de una manera grandiosardquo ldquoLa Odisea es la transposicioacuten artiacutestica de la Asceacutetica Ulises cruza todos los mundos todas las acciones todos los suentildeos maacutes extravagantes del hombre todas las esperanzas y todas las desesperaciones todos los eacutexitos y todos los fracasos El poema va desde lo coacutemico maacutes rabelesiano a lo traacutegico concentrado de Shakespeare No es un poema social no es un poema religioso no es un poema clasificable Se trata de retrasar todaviacutea una vez maacutes las etapas del pensamiento y del devenir del hombre Ulises funda ciudades ideales que se hunden el diacutea de su inauguracioacuten Hace retiros cruelmente austeros y se entrega a actos de pirateriacutea y de injusticia sangrientos Poco a poco aprende a emprender sin esperanza de recompensa ni de eacutexito Asiacute se elimina la desesperacioacuten asiacute se crea la verdadera creacioacutenrdquo En cierto grado dice Collin Wilson ldquoel espiacuteritu del poema aflora en los dos uacuteltimos versos del proacutelogo que es una invocacioacuten al solrdquo

iexclVamos fuera del alma las pobres amarguras aguzad vuestros oiacutedos iexcllas penas y tormentos cantareacute del renombrado Ulises

ldquoExiste algo nietzscheano en este grito Levantaos sobre vuestra pequentildea e insignificante vida y pensad en algo maacutes grande Promete lo heroico acciones en una escala mayor que la humana Pero no promete nada No promete alguna gran visioacuten daacutentica del universo alguna magna siacutentesis hegeliana en la cual todas las contradicciones visibles del mundo se concilienrdquo20

19 Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 347 y sig20 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo en Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 18

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La Odisea Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo

La aparicioacuten de la Odisea en 1938 aunque era esperada ndashse conociacutean algunos fragmentos desde 1924 y se teniacutea cierta idea de su desarrollo narrativondash provocoacute en Grecia encendidas controversias Uno de los estudiosos griegos del poema D Nikolareizis alude asiacute al acontecimiento ldquoUn aerolito cayoacute en 1938 en el lago de las letras heleacutenicas y removioacute sus aguas Desde entonces permanece alliacute inaccesible a muchos como una isla de piedra a cuyo alrededor se navega para admirarla desde la distancia Era la Odisea de Nikos Kazantzakis poema de 33333 versos decaheptasiacutelabos sin rima impreso sin folio en ochocientas y tantas paacuteginas un volumen bastante difiacutecil de levantarrdquo21 Y Karandonis uno de los criacuteticos severos de la obra en su ensayo ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo utiliza tambieacuten teacuterminos relacionados con la astronomiacutea para referirse a la impresioacuten que produce el poema ldquoCreemos que existen muchos en Grecia ndashy entre ellos tambieacuten nosotrosndash que siguen viendo la obra de Kazantzakis rodeada de una suerte de oscura grandeza Se contempla este poema desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido e inexplorado La estudiamos sin buscar el detalle es decir no con el microscopio sino con el telescopio que muestra en cierto modo maacutes en relieve las magnitudes y nos acerca maacutes los voluacutemenes principales las liacuteneas generales y los grandes conjuntos que de ella se separan Tratamos asiacute de percibir el eco general que brota de ese mundo de astroshelliprdquo22 Varios factores formales contribuyeron al hecho de que el poema despertara extrantildeeza su extensioacuten la utilizacioacuten del verso de 17 siacutelabas el uso de un lenguaje popular lleno de las maacutes atrevidas innovaciones y libertades entre otras la creacioacuten de muchos teacuterminos compuestos incluso su sistema graacutefico simplificado que apareciacutea como una herejiacutea audaz frente a la anacroacutenica ldquoortografiacuteardquo imperante

21 Nikolareizis D ldquoLa Odiseardquo de Nikos Kazantzakis revista Kenuria Epoji primavera 195822 Karandonis A ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 156 y sig

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La primera observacioacuten que se planteoacute se referiacutea a la validez de un geacutenero casi unaacutenimemente estimado como pasado de eacutepoca ldquoNada maacutes vano e inuacutetil ndashresponde el propio escritorndash que plantear la cuestioacuten de si la Odisea es una epopeya y si la epopeya es un geacutenero anacroacutenicohellip Para miacute tiempo maacutes eacutepico que eacuteste no ha existido En estas eacutepocas en que un mito decae mientras otro pugna por dominar nacen las epopeyas Para miacute la Odisea es el esfuerzo eacutepico dramaacutetico del hombre contemporaacuteneo que vive cada momento de la lucha diaria persiguiendo las maacutes atrevidas esperanzas para buscar la salvacioacuten la liberacioacuten iquestCuaacutel liberacioacuten No lo sabe Al actuar la va creando de continuo con sus alegriacuteas y sus amarguras con sus fracasos y con desencantos luchando El hombre contemporaacuteneo que vive profundamente su tiempo en forma consciente o inconsciente libra este combatehelliprdquo23 Como podemos observar la calidad eacutepica deriva para Kazantzakis de la esencia epopeacuteyica de la lucha del hombre actual en medio del caos en el que se ve inmerso al tomar conciencia plena de su ser Stanford se refiere a este punto escribiendo ldquoEl criacutetico de mediados del siglo XX puede consignar con certeza que las figuras de Ulises de Joyce y Kazantzakis siacute presentan siacutembolos excepcionalmente comprensivos de las aspiraciones y perplejidades contemporaacuteneasrdquo24 La Odisea trata de contener todos los caminos todas las posibilidades todos los resquicios a los que un hombre puede dirigir la mirada de su espiacuteritu para tratar de captar y asignar un sentido a la existencia Lo anterior explica la desmesurada extensioacuten del poema la acumulacioacuten de suentildeos mitos leyendas costumbres creencias y ritos de diversos pueblos y eacutepocas el torrente de vivencias y experiencias que se despentildea a lo largo de las rapsodias el fluir interminable de motivos e imaacutegenes de variados oriacutegenes la fuerza eacutepica que lo recorre de un extremo a otro

23 Kazantzakis cit por K Friar en la ldquoIntroduccioacutenrdquo a su versioacuten inglesa del poema paacuteg XII24 W B Stanford El tema de Ulises p 271

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ldquoCon la epopeya el lector arrancado en cierta forma de su vida de sus haacutebitos de pensamientos de la duracioacuten descubre un mundo fabuloso en que se desarrollan dentro de una iluminacioacuten constante dentro del fulgurar insostenible de las imaacutegenes dramas en que cada personaje estaacute implicado a fondo con los resortes del espiacuteritu tensos al extremohellip Entrar en el universo de la Odisea es cambiar de gravitacioacuten es elevarse a una visioacuten totalizante e impersonal es seguir engrandecidas por el genio poeacutetico las innumerables aventuras del espiacuteritu humanordquo25 La presencia de la muerte constituye uno de los ingredientes de la realidad eacutepica de la vida humana Al adquirir conciencia el hombre se ve de pronto en un mundo que ndashpor maacutes que se lo investigue conozca y dominendash aparece para eacutel limitado por un hecho inexorable la muerte la desaparicioacuten definitiva El instinto vital la tendencia a la accioacuten y su necesidad la aspiracioacuten a la inmortalidad no modifican esa realidad fatal que interrumpe toda obra humana Y el angustioso esfuerzo del hombre sobre la tierra posee de este modo de por siacute un caraacutecter eacutepico y traacutegico Participa de una lucha que en uacuteltimo teacutermino le es impuesta Los personajes maacutes admirados de Kazantzakis aceptan tal combate y siguen tal camino hasta el final La capacidad del hombre para luchar es admirable En su espiacuteritu pese a la nada de su destino brilla una llama casi inverosiacutemil y es eacutesta maacutes que al hombre mismo lo que venera el artista griego Asiacute lo expresoacute en diversas ocasiones variando el verso de la Odisea

No amo al hombre amo la llama que lo devora Δεν αγαπώ τον άνθρωπο αγαπώ τη φλόγα που τον τρώει

En Toda Raba hallamos el mismo pensamiento ldquoLo que me interesa no es el hombre ni la tierra ni el cielo sino la llama que devora al hombre a la tierra y al cielordquo Es la llama que lo maravilla en los monjes que mantienen el convento griego del Sinaiacute ldquoEste Monasterio de Sinaiacute es un milagro del espiacuteritu En medio de un hoacuterrido desierto en medio de razas aacutevidas de rapintildea de otras religiones de otras lenguas alrededor de una fuentecilla de agua desde hace catorce siglos se levanta como fortaleza este Monasterio y se revela contra las fuerzas naturales

25 Baudier M L op cit paacuteg 19

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y humanas que lo asedian Despueacutes de una travesiacutea de tres diacuteas por un desierto hosco al enfrentar los floridos almendros del convento mi corazoacuten saltoacute aquiacute ndashlo sentiacutendash existe una conciencia humana superior aquiacute la llama del hombre vence al desiertordquo26 La entrega apasionada a una causa sin esperanza caracteriza a los mejores personajes de Kazantzakis Pocos son sus personajes no atormentados por un anhelo angustioso pocos aquellos equilibrados por una fe clara en Dios Para el escritor el mito de Dios constituye sin duda un factor de paz una garantiacutea de tranquilidad De ahiacute que al irse desmoronando el mito al liberarse la conciencia humana de explicaciones extranaturales el hombre ha ido acercaacutendose a un estado de pureza de autenticidad al estado a que llega Ulises al teacutermino de su larga odisea No ha llegado a eacutel pero se acerca a ese silencio helado y sereno en que Kazantzakis hace morir a su heacuteroe ldquotras haberlo conducido a traveacutes de todas las etapas conocidas o adivinadas de la evolucioacuten histoacuterica filosoacutefica espiritual y humanardquo seguacuten la expresioacuten de Izzet En el poema Dios toma diversas formas al igual que la muerte Se va transformando hasta desaparecer del todo Ello parece querer corresponder a un proceso histoacuterico la liberacioacuten de la humanidad de los mitos religiosos Es el hombre actual y en especial el hombre ateo contemporaacuteneo quien vive con maacutes intensidad el drama eacutepico de la vida Y en esta etapa de la conciencia es cuando el espiacuteritu humano puede alcanzar su vuelo maacutes elevado y su dimensioacuten maacutes noble y excelsa Es entonces cuando la lucha sin esperanzas se da en toda su grandeza Y la capta Kazantzakis no soacutelo en la Odisea sino incluso tambieacuten en otras de sus obras Al respecto dice certeramente Panayotoacutepulos ldquoQuisiera destacar que Kazantzakis maacutes que ninguacuten otro escritor trajo a nuestras letras la conciencia de la grandeza Pertenece a la raza de los hombres que hacen sentirse a cada uno en su maacutes elevada estatura Eacuteste es el elemento eacutepico de su creacioacutenhellip Sus libros semejan inmensos bosques donde ruge libremente el vendaval se parecen a aquellas praderas en

26 N Kazantzakis Libro de Viajes Italia-Egipto-Sinaiacute-Jerusaleacuten-Chipre-Morea paacuteg 103 Con el tiacutetulo Del Sinaiacute a la Isla del Amor una versioacuten de la obra escrita directamente en franceacutes por Kazantzakis aparece incluida en castellano en el vol II de Obras Selectas publicadas por Edit Planeta

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las que corren impetuosos potros indoacutemitos Apenas se abren desde la primera frase desde el primer paacuterrafo uno se sobrecogerdquo Y Andreacute Laude expresa ldquoKazantzakis pertenece a esa raza de gigantes que hacen desgarrarse el tejido de la dimensioacuten terrestrerdquo El epicismo de la Odisea resulta indudable para Stanford Es maacutes despueacutes de estudiar en un trabajo muy completo el tema de Odiseo en poemas obras de teatro discursos morales novelas etc a traveacutes de veinticinco o maacutes siglos concluye en El tema de Ulises que ldquola prosa narrativa de Joyce y el poema de Kazantzakis estaacuten maacutes proacuteximos a la eacutepica heroica que cualquiera de estos geacuteneros Esta cualidad eacutepica facilita el hecho de que ambos autores tratan a Ulises con una mayor objetividad que en la liacuterica Con una mayor libertad narrativa que en el drama y con un mayor peso del simbolismo heroico que en una novela Despueacutes de un largo intervalo regresamos al ambiente heroico-romaacutentico de la Odisea Un ambiente menos estrictamente eacutepico que el de la Iliacuteada pero maacutes proacuteximo a eacutel que cualquier otro geacutenero de literatura claacutesica y un ambiente especialmente acorde con el heroiacutesmo versaacutetil y a menudo poco ortodoxo de Ulisesrdquo27 Y califica la imagen de Ulises recreada por el escritor griego como un siacutembolo en que se funde ldquola suma de los anhelos y de las angustiosas dudas del hombre contemporaacuteneordquo Prevelakis por su parte en el magno estudio El poeta y el poema de la Odisea desarrolla el tema de lo traacutegico en la obra maacutexima de Kazantzakis Centra todas las notas que caracterizan a Ulises en el poema ndashy que van apareciendo a medida que el peregrino intenta nuevos caminos vitalesndash en la del hombre sin-esperanza El desesperado cuya figura erra con distintas facetas en los grandes escritores del siglo (pieacutensese entre otros en Sartre Hesse Juumlnger T S Eliot Camus y principalmente Kafka) es un hombre de nuestro tiempo Y Ulises en el poema de Kazantzakis pese a sus caracteriacutesticas muchas veces primitivas es un hombre contemporaacuteneo Llega a serlo a traveacutes de la vastedad de la obra a traveacutes de la transformacioacuten del mito antiguo ldquoKazantzakis ndashdice Prevelakisndash sirve abundantemente y sin esfuerzo al geacutenero eacutepico con el proacutedigo tesoro de su experienciahellip Mas las caracteriacutesticas de la tragedia se presentan tambieacuten a veces en

27 W B Stanford op cit p 258

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la Odisea una vez como puro diaacutelogo dramaacutetico (la rapsodia XVI) Pero el alma traacutegica recorre todos los tejidos del poema de un extremo a otro Yace en la misma disposicioacuten del poeta que adora la vida y sin embargo la tiene por inmaterial fantasmagoriacutea y en el caraacutecter dilemaacutetico del heacuteroe

Palpitan en sus entrantildeas los anheloscon-caminos-opuestos y sin loacutegicahellip

Yace en el esfuerzo del heacuteroe ndashdel hombrendash por vencer la ldquoinmensa noche eternardquo28 ldquoTreinta siglos despueacutes de Homero dice Alain Decaux en el proacutelogo a la monumental edicioacuten francesa del poema Kazantzakis un griego contemporaacuteneo nuestro retoma el tema antiguo de Ulises y nos da una de las obras claves de la literatura de nuestro siglo Fiel al gran aliento original eacutel explica en una carta a un amigo ldquoEl asunto principal casi uacutenico de toda mi obra es el combate del hombre con ldquoDiosrdquo la lucha implacable indestructible del gusano que se llama hombre contra las terribles fuerzas todopoderosas y tenebrosas que se encuentran en eacutel y alrededor de eacutel la obstinacioacuten la lucha la tenacidad de la minuacutescula chispa que trata de horadar y vencer la inmensa noche eterna El combate y la angustia por transubstanciar las tinieblas en luz la esclavitud en libertadrdquo Y maacutes adelante Decaux expresa ldquoLa Odisea de Kazantzakis es un himno a la grandeza del hombre A la fraacutegil grandeza del hombrehellip El Ulises de Kazantzakis se mueve (al comienzo al menos) en los tiempos de Homero pero siente soporta y actuacutea en el tiempo de Kazantzakisrdquo29 Las alusiones al paso del tiempo las horas los diacuteas y noches las estaciones los antildeos seraacuten uno de los capiacutetulos de este ensayo Recordemos ahora que el curso cronoloacutegico del peregrinar de Ulises se expresa hacia el fin del poema en miles de antildeos como en el pasaje siguiente cuando Odiseo ha llegado a las costas del Aacutefrica despueacutes de haber atravesado el continente y saluda al mar

28 P Prevelakis El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo Atenas 1958 Existe la versioacuten inglesa de Philip Sherrard editada en Nueva York por Simon and Schuster en 196129 A Decaux laquo Preface agrave lrsquoOdysseacutee raquo traduccioacuten al franceacutes de Jacqueline Moatti paacuteg 10

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y al comparar a su gran compantildeero el pieacutelago con un perro recuerda a Argos

Ahora se oyoacute rugir la ola restallar y jugarcomo el perro amarrado que al amo reconocioacute y que gruntildeey el opulento noble de la mar lo saluda con afectolaquoEnbuenhora ante mi casa te encuentro mi perro viejo y fieliexclola miacutea no me has olvidado todaviacutea y con ternura me ladrasraquoSalta y agachado lo acaricia toca la blanca motase acordoacute de otro fiel animal hace ya miles de antildeoscuando agitaba el rabillo en su patio mancilladoy se lanzoacute a darle bienvenida despreciando a los pretendientes enemigoslaquoiexclArgosraquo llamoacute ahora en su pensamiento y el perro brotoacutelleno de lodo desde la tumba moviendo su lomo

(XXI 179-189)

Tambieacuten en la rapsodia XXIII los hechos de Troya se han alejado milenios

Ya al mediodiacutea derrumbaacuteronse las puertas del palacio hace ya miles de antildeos en las playas sangrientas de Troya

(XXIII 334-5)

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Siacutembolos vivos Itaca y Ulises

Como Joyce Kazantzakis desde muy temprano distinguioacute a Ulises como un personaje favorito30 y como aqueacutel en la edad madura ldquoredescubrioacute en el mito antiguo el arquetipo del hombre modernordquo Tanto para el griego como para el escritor irlandeacutes ldquoel hombre de numerosos artificios que ha conocido tantos hombres y tantas ciudades es una figura integral y comprensiva una mezcla de las maacutes vulgares estratagemas y de las simpatiacuteas maacutes amplias de la naturaleza humanardquo31 El alma inquieta de Kazantzakis tendiacutea a identificarse con la figura de aquel aventurero polifaceacutetico ldquoNo es casual ndashdice el profesor Alsinandash que la figura que maacutes le haya preocupado haya sido Ulises el siacutembolo de la inquietud humana y en gran parte una especie de perfil del propio Kazantzakisrdquo32 Parece ser el mismo cretense quien habla en el hermoso verso con que Odiseo saluda a su propio espiacuteritu peregrino en la rapsodia XVI

Salve alma miacutea que el errar siempre por patria poseiacuteste

La concepcioacuten central de Ulises como suma y encarnacioacuten de todas las inquietudes del poeta griego se expone en Toda Raba ldquoBien sabes Pandeliacutes que mi jefe no es ninguno de los tres jefes de las almas humanas ni Fausto ni Hamlet ni Don Quijote sino Ulises En su velero vine a la URSS No poseo la sed insaciable de la inteligencia occidental ni oscilo entre el siacute y el no para llegar a la inmovilidad ni me domina el ridiacuteculo y sublime impulso del noble luchador de los molinos de viento Soy un marinero de Odiseo un corazoacuten ardoroso un espiacuteritu despiadado y luacutecido Pero no soy un marino del Ulises que regresaba a Itaca sino del otro del que ya ha regresado ha muerto a sus enemigos y sintieacutendose ahogado en su patria un buen diacutea se ha vuelto a marchar Ha escuchado en el norte en la niebla hiperboacuterea una nueva

30 ldquoTeniacutea doce antildeos cuando estudiaba la guerra de Troya [hellip] ero la historia de Uises sola se quedoacute grabada en mi memoriardquo escribe Joyce Cit por W B Stanford op cit p 23131 Levin H James Joyce paacuteg 6832 Alsina y Miralles La literatura griega medieval y moderna paacuteg 175

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sirena la sirena eslava Henos aquiacute ante ella sin taparnos las orejas sin amarrarnos a los maacutestiles yendo y viniendo por nuestro barco enteramente libres Escuchamos el canto maravilloso y conservamos intacta nuestra alma El capitaacuten Ulises inmoacutevil en la proa grita Eh compantildeeros abrid los ojos las narices la boca las manos abrid el espiacuteritu colmad vuestras entrantildeasrdquo33 La idea de la segunda partida de Ulises desde Itaca idea que existioacute ya en la Antiguumledad movido por el afaacuten de nuevos conocimientos la habiacutea recogido Dante en el Canto XXVI del Infierno dando a la fisonomiacutea del heacuteroe un cariz para nosotros especial aunque deberiacutea existir en los conceptos de la eacutepoca34 ldquoNi las dulzuras de mi hijo ni la piedad debida a un padre anciano ni el mutuo amor que debiacutea hacer dichosa a Peneacutelope pudieron vencer el ardiente deseo que yo teniacutea de conocer el mundo los vicios y las virtudes de los humanos sino que me lanceacute por el abierto mar soacutelo con un naviacuteo con los pocos compantildeeros que nunca me abandonaronrdquo Asiacute habla desde la llama biacutefida el espiacuteritu de Odiseo condenado por su afaacuten soberbio de conocimientos El afaacuten de nuevas experiencias constituye en la obra de Kazantzakis uno de los motivos para el nuevo abandono de la patria Se suma al hastiacuteo y desencanto que produce en el heacuteroe el estrecho y mezquino ambiente familiar y el ritmo rutinario de la vida corriente en la isla Este elemento acerca el personaje al Ulises de Tennyson que aunque expresa como mayor deseo perseguir el conocimiento maacutes allaacute del liacutemite del pensamiento humano como a un astro que se pone en el oriente desea en el fondo liberarse del aplastante y fastidioso ambiente familiar Se ahoga en la isla y desprecia a su pueblo

que atesora y duerme y se alimenta y no lo reconocehellip

33 N Kazantzakis Toda Raba p 10934 La idea del nuevo viaje y su motivacioacuten aparece en algunos antiguos como Plinio pero la utilizacioacuten posterior del personaje se ligoacute generalmente al motivo del retorno al hogar y a la patria

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El Ulises de Tennyson persigue siempre maacutes conocimientos y lleva en siacute la impronta de la experiencia gozada

Una parte soy de todo lo que he halladohellip35

El exhaustivo examen que hace el profesor Stanford del tema de Odiseo a traveacutes de la literatura antigua medieval y moderna y que culmina con el estudio detallado del Ulises de Joyce y de la Odisea de Kazantzakis no nos proporciona con todo algunos elementos de la moderna liacuterica griega que se entremezclan en la compleja concepcioacuten de los motivos de Itaca y de Odiseo en el escritor cretense Este aspecto se toca en la introduccioacuten a nuestra versioacuten del poema y en el estudio ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo apartado de la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado36 trabajos a los cuales remitimos al lector El personaje se transforma a traveacutes del poema desde el comienzo asiacute como tambieacuten va cambiando el sentido de su viajar Ayudaraacute en Esparta a la conservacioacuten de un estado decadente en Creta organizaraacute la destruccioacuten de un reino decreacutepito en Egipto tomaraacute parte en una revolucioacuten con claro sentido social peregrinaraacute hacia las fuentes del Nilo donde fundaraacute una ciudad ideal y arrasada eacutesta por un cataclismo seguiraacute solitario por la jungla volvieacutendose asceta A estas alturas su viajar que continuaraacute todaviacutea con diversos episodios hasta llegar al mar construir su uacuteltima embarcacioacuten en forma de atauacuted y partir a los hielos y las soledades polares se ha transformado en una buacutesqueda de sentido de la existencia en un buscar a Dios en una marcha a la liberacioacuten a la plena libertad y soledad No tocaremos aquiacute el tema de la estructura del poema pero recordaremos que desde el punto de vista de la composicioacuten la obra a la que acaso mejor pudiera compararse la Odisea seriacutea la Divina Comedia37 En ambas hay un peregrinar un caminar a traveacutes de muchos

35 La traduccioacuten del poema de Tennyson en Oscar G Ramos La Odisea un itinerario humano pp 169-17136 M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Kazantzakisrdquo Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado 5-197137 En otro trabajo ldquoNikos Kazantzakis Poema al Danterdquo Boletiacuten de la U

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lugares un conocer muchas situaciones y muchos espiacuteritus Hay una direccioacuten cierta meta que guiacutea al romero ndashmaacutes cierta y clara sin duda en la obra de Dante Este va en busca de Dios y es conducido por el Poeta hasta llegar a enfrentar ldquola luz que mueve el sol y las demaacutes estrellasrdquo Ulises sale de su isla y navega buscando en el fondo tambieacuten a Dios sin hallarlo porque no existe porque es un mito Mientras Dante se va aproximando a la divinidad Odiseo en su errar se va acercando a la realidad final la nada que a todos aguarda La ruta lo que en ella van encontrando permite a ambos peregrinos esbozar una ldquosummardquo de las orientaciones del espiacuteritu humano episodios y personajes surgen unos tras otros ante los ojos insaciables de ambos caminantes En Dante a las figuras histoacutericas y mitoloacutegicas de la antiguumledad se agregan hombres de su tiempo En Kazantzakis se mezclan los hombres de eacutepocas y lugares que atraviesa con personajes tipos que surgen con cierto velo de disfraz de las espesas y fantasmagoacutericas selvas africanas Hamlet Don Quijote el Asceta el Hedonista el Hombre Primitivo Cristo38 La metamorfosis del personaje principal y de los elementos del mito antiguo se inicia como deciacuteamos desde el principio de la Odisea Debemos tener presente que la narracioacuten se inserta en la rapsodia XXII del poema homeacuterico inmediatamente despueacutes de terminada la matanza de los pretendientes El ldquoCuandohelliprdquo con que se inicia la nueva epopeya muestra la continuidad temporal Desde el primer momento comienza en el heacuteroe surgido para nosotros desde los versos de Homero una

de Chile Nos 78-79 1968 recordaacutebamos que ldquoHomero y Dante fueron acaso los espiacuteritus maacutes venerados por Kazantzakis Quizaacutes sin pretender compararse a ellos ndashaunque objetivamente pueden establecerse semejanzas en algunos aspectosndash el autor de Cristo de Nuevo Crucificado tendiacutea a mirar las obras de aquellos poetas como grandes caminos a los que eacutel tambieacuten antildeadiacutea una senda La Odisea de Homero era el sendero hacia el hogar hacia el hombre hacia la paz despueacutes de la tormenta y la realidad serena despueacutes de los encantamientos y maleficios La Comedia de Dante era la odisea hacia el cielo y la visioacuten divina camino pleno de siacutembolos alegoriacuteas premoniciones y esperanzas De esas odiseas no poco tomoacute Kazantzakis para la suya propia la obra de su vida un camino tambieacuten con encantamientos y maravillas pero senda a traveacutes de la desesperanza hacia la nada eternardquo Remitimos en esta materia al lector a la ldquoIntroduccioacutenrdquo de nuestra versioacuten castellana de la Odisea38 Aun se podriacutea sugerir asimismo cierto paralelismo aunque inverso de los tres mundos posterrenales del espiacuteritu medieval que atraviesa el Poeta desterrado y las tres eacutepocas y tres continentes todos terrenos que recorre Odiseo en su senda

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metamorfosis paralela a la que experimentan su isla su mujer y todo aquello que lo esperaba por antildeos A traveacutes de toda la primera rapsodia el desencanto de Odiseo va en aumento Veinte antildeos enfrentoacute peligros innumerables animado por el ansia de volver a ver a su mujer y cuando llega por fin ante ella la desilusioacuten lo embarga Peneacutelope por su parte siente miedo ante su feroz marido

Peneacutelope que silenciosa y paacutelida en el trono esperabase vuelve a ver y tiemblan sus rodillas de pavorlaquoNo es eacuteste el que aguardeacute antildeo tras antildeo oh Dios con grande anheloveo un dragoacuten gigantesco que semejante a un hombre nuestra casa pisaraquoPresintioacute el arquero-del-espiacuteritu el oscuro pavorde la pobre mujer y suave dice a su irritada entrantildealaquoAlma miacutea eacutesta que inclinada tanto tiempo te esperapara que abras sus selladas rodillas y con ella te fundas en quejido gozosoes la mujer que anhelaste mientras luchabas en el pieacutelagoy con los dioses y con la honda voz de tu inmortal espiacuterituraquoDijo Mas no se estremecioacute su corazoacuten en su impetuoso pecho (I 24-34)

Cuando agradecido de un anciano que sin conocerlo le ofrece agua y pan Ulises le anuncia la llegada del rey de Itaca aqueacutel manifiesta su maacutes absoluto desintereacutes Y el pueblo recibe a su sentildeor ni siquiera con indiferencia sino con abierta hostilidad A poco de su vuelta se prepara un complot para asesinarlo despueacutes que el errabundo habiacutea logrado dominar una revuelta popular encabezada por las viudas de los caiacutedos en Troya y los invaacutelidos de aquella guerra Soacutelo por unos instantes ha podido el viajero desde una colina contemplar en paz a su isla

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Ascendiacutea el varoacuten siempre errante y alas infinitasy perfume de yerbas y traviesos pensamientos su corazoacuten embargabansubiacutea y cada vez mayor la blanca era de su patria se extendiacuteay al fin cuando pisoacute su pie la cumbre del desnudo monteel cuerpo paacutelido y esbelto aparecioacute de su isla humildeSus pupilas movieacuteronse tratando de esconder en vano el llanto laquoEacutesta es la roca el aacuterido pentildeasco que anhelabame gustaraquo murmuroacute y en sus grandes paacuterpados las laacutegrimas brillaronComo un atleta en el mar se asoleaban las playas negruzcasse sumiacutean las chozas en la luz y en el valle se moviacuteanmorosamente los bueyes marcando el pecho fructuoso de la tierray el pensamiento avizoraba ndashaacuteguila inmoacutevilndash todo el mundo a sus piesMas de improviso tierra y costa se mecieron y vacilaron poblados y aacuterbolesy toda la isla ascendioacute treacutemula como una nieblay se desvanecioacute como se pierde la nube cuando la toca el solRefrescaacuteronse las entrantildeas de Odiseo y se llenaron de marMudo por horas libaba la dulzura de la patria (I 724-740)

Verdad es que la narracioacuten que de sus peripecias hace Ulises recuerda en cierta medida el clima de la Odisea homeacuterica Sin embargo en la liberacioacuten de las grandes tentaciones que soportoacute el heacuteroe en su travesiacutea maacutes que el elemento del retorno al hogar y a la patria se impone la nostalgia de la especie humana del ser hombre y no inmortal en el caso de Calipso y de no rebajarse desde la calidad de tal a la inconciencia animal en el caso de Circe Cuando deja el mundo sin muerte ni dolor de Calipso deja tambieacuten el mundo miacutetico en el que el humano podiacutea sontildear con dioses y aun aspirar a llegar a ser inmortal

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Y cuando avanzaba ya lejos como saeta en la ola de espumoso seno y el dolorido canto se perdioacute en la bruma del crepuacutesculo poco a poco la balsa se puso maacutes pesada y se ladea las sombras la aplastaban de mujer de hijo de patria se cargoacute y libre dejeacute a mi corazoacuten conducirse a su agrado iexcly eacuteste estalloacute en sollozo amargo y otra vez se volvioacute humano (II 183-189)

Parecido es el sentido de su despertar desde la inconsciencia animal en que lo sumioacute Circe motivado por la visioacuten de un grupo de humanos que come en la playa y de una mujer que acuna a su hijo pequentildeo

iexclPobre alegriacutea miacutea inmortal pan comida vino y ante ti que esteacute la mar azul y masticar lentamente y sentir maacutes fuerte el alma y la carne renovarse ndash y yo creo Dios miacuteo que he probado esa dicha tan honda Cuando han comido se tienden los brazos abiertos al iacutegneo cielo y mueve la mujer su cuerpo suavemente de un lado a otro y un canto de cuna lento arrastrado dulce se difundioacute en el aire Vaciacuteas caiacutean las palabras se hundiacutean en el limo de mi espiacuteritu mas recibiacutea en mi entrantildea el dulciacutesimo son y temblaban jadeantes de ansiedad las hojas pesadas y de-envoltura-gruesa de mi corazoacuten Sentiacutea dolor trataba de recordar abriacutease-y-cerraacutebase mi pecho ndashvasto patio mar azulado higueras olivos vintildeasndash y una mujer de-marmoacutereo-cuello que amamantaba a un infante iexclay de miacute si pudiera subir a una alta cumbre y una aguda voz sacar Y repentinamente mi garganta se hinchoacute y mis sienes estallaron iexcly otra vez me trajo hasta ti el llanto estirpe humana (II 351-366)

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La muerte como hombre pleno que tomoacute la forma de tentacioacuten de inmortalidad (Calipso) de inconsciencia animal (Circe) y de vida muelle y feliz (Nausiacutecaa) parece tambieacuten adoptar el rostro de la patria tan anhelada pero que comienza a ser estrecha

Sella sus labios amargos y no pronuncia ya palabra Contemplaba el fuego que se sumiacutea la llama que se marchitoacute coacutemo se espolvoreaba y se extendiacutea en el rescoldo la ceniza Vueacutelvese y mira a su mujer divisa al hijo y al padre y estremecioacutese de suacutebito suspiroacute y tocoacute sus labios con la mano ahora comprendiacutea tambieacuten era la patria rostro dulce de muerte Como de fiera que se cogioacute en la trampa sus ojos giran y se mueven llameantes amarillos en sus profundas cuencas Estrecho como aprisco de pastor pobre parecioacutele el palacio paterno una duentildea de casa ya marchita tambieacuten esa mujercilla y el hijo como anciano octogenario todo lo pesa con cuidado (II 429-440)

Lentamente la patria se va transformando en una nueva prisioacuten Cuando en el festiacuten popular un viejo cantador recuerda los elevados presagios que presidieron el nacimiento de Odiseo eacuteste estalla en coacutelera contra siacute mismo

Mudo e inclinado escuchaba el arquero mordieacutendose los labiosy lejos su espiacuteritu se hallaba en cavernas y mares desoladasY en cuanto el bardo cerroacute sus grandes y haacutebiles labiosse estremecioacute respirando con fuerza y sus untildeas se clavaron en el tronoy en las mesas cayeron las copas de oro y derramaacuteronseY llena de acre burla y enojo su voz atruenalaquoiexclVerguumlenza miacutea ya mis dientes se aflojaron encanecieron mis cabellosy auacuten en obras nimias estoy gastando mi almaiexclToda la tierra he saqueado y mis manos ya se hartaronno hay maacutes mares para que yo atraviese ni otros hombres que

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encontrary entonces lleno de ufaniacutea vine a anclar aquiacute para podrirme en la patriaraquoDijo y se sentoacute girando por todo alrededor los ojoscual si fuese un mal suentildeo y pesadilla esta junta de genteTembloacute el pueblo y sus copas se quedaron en el aire (I 1212-1224)

Lentamente la anhelada patria se va transformando en una nueva prisioacuten y la idea de partir se va afirmando en el alma de Ulises En Carta al Greco en el capiacutetulo titulado ldquoCuando la semilla de la Odisea maduraba en miacuterdquo hace Kazantzakis una emocionante evocacioacuten de Ulises en la que se da un traer el personaje remoto hasta nosotros mismos39 El artista cretense recuerda en esas paacuteginas la eacutepoca angustiada en que dio por pasadas las ldquotres estaciones de su peregrinacioacutenrdquo que habiacutean sido Cristo Buda y Lenin La inquietud que lo atormentaba en su retiro de Creta fue disipaacutendose a medida que iba hacieacutendose maacutes niacutetido el nuevo camino de su vida y de su obra mayor la Odisea Sus dudas vinieron a desaparecer cuando reconocioacute a su verdadero y uacuteltimo guiacutea ldquoEras tuacute ndash iquestcoacutemo podriacutea dejar de reconocerte enseguidandash eras tuacute capitaacuten del barco de Grecia mi antepasado mi amado tatarabuelo Con tu gorro puntiagudo tu espiacuteritu insaciable y taimado que forja faacutebulas y se regocija de su mentira como de una obra de arte aacutevido y tozudo uniendo con soberana habilidad la prudencia del hombre al delirio divino de pie sobre el barco de Grecia sostienes el timoacuten sin soltarlo desde hace millares de antildeos y por millares de antildeos ldquoTe miro por todas partes y mi mente siente veacutertigo Ya te me apareces como un viejo centenario ya como un hombre maduro de cabellos azules y rizados salpicado de rociacuteo del mar ya como un nintildeo pequentildeo que se ha prendido a la tierra y al mar como a pechos maternos

39 Constantino Kavafis (1863-1933) desde la deacutecada del 90 del siglo XIX utilizoacute con extraordinaria originalidad el paralelismo de lo antiguo y lo actual para expresar la angustia e inquietud del hombre contemporaacuteneo e intentar asir el tiempo en la poesiacutea anticipando asiacute procedimientos que luego se daraacuten en poetas como Eliot Pound y en Grecia en Seferis

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y se amamanta Te miro por todas partes y me esfuerzo por aprisionarte en el lenguaje por inmovilizar tu rostro y poder decirte iexclYa te tengo iexclYa no te me escaparaacutes Pero tuacute haces estallar la palabra ndash iquestcoacutemo podriacutea contenertendash Te deslizas y escapas y oigo tu risa en el aire por encima de mi cabezardquo Y alliacute se dibuja tambieacuten el sentido de la auteacutentica Itaca ldquoY muy al principio cuando auacuten no te conociacutea coloqueacute en tu camino para impedir tu partida lo que yo creiacutea la trampa maacutes haacutebil Pero tuacute habiacuteas reiacutedo a carcajadas respirando profundamente e Itaca habiacutea sido pulverizada Fue entonces cuando comprendiacute alabado seas tuacute destructor-de-patrias que Itaca no existe no hay maacutes que el mar y una barca minuacutescula como el cuerpo del hombre y en ella el Espiacuteritu por capitaacutenrdquo Varios rasgos del hombre de-muacuteltiples-aspectos se esbozan en este capiacutetulo de Carta al Greco Su examen detallado no podriacutea faltar en un estudio de la Odisea Aquiacute en estas paacuteginas introductorias nos limitamos a ciertas facetas que denotan la profunda humanidad del personaje insaciable resumidas acaso en las liacuteneas siguientes ldquoDe pie sobre sus cuadernas de hueso hombre-y-mujer-a-la-vez siembra y pare pare las alegriacuteas y las tristezas las bellezas las virtudes y las aventuras toda la fantasmagoriacutea del mundo sangrante y amado Estaacute de pie inmoacutevil los ojos fijos en la catarata de la muerte que atrae a su naviacuteo y arroja incansablemente como un pulpo sus cinco dedos hambrientos sobre la tierra y sobre el marrdquo40 ldquoPor sobre mi cuerpo se erguiacutea otro cuerpo visiblehellip y era eacutel el que ordenabahellip yo no era sino la sombra fiel que lo seguiacuteahellip Con los ojos plenos de su presenciahellip me inclineacute sobre el papel Pero la hoja virgen ya no era como lo habiacutea sido hasta entonces un espejo que reflejaba mi rostro Vi por primera vez el semblante de mi gran Compantildeero de Rutardquo41 ldquoPotente e inolvidable visioacuten que no lo abandonaraacute ya maacutes con Ulises y sus compantildeeros de aventura va a vivir durante doce antildeos escribiendo las versiones sucesivas de la grande epopeya y su sombra gigantesca se extenderaacute sobre eacutel hasta el fin de su vidardquo42

40 Kazantzakis N Carta al Greco paacuteg 58141 Ibiacutedem paacuteg 57942 Baudier M L op cit paacuteg 11

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El tema del viaje reviene como una obsesioacuten en su vida y en su obra pero el gran viaje que hizo y que duroacute la parte maacutes fecunda y maacutes apasionada de su existencia fue con Ulises ese hermano ese compantildeero bienamado creado de la substancia misma de sus deseos de su fe de sus ambiciones y que los arrastroacute a los mares y las tierras desconocidas y a las aventuras espirituales maacutes temerarias Ulises-Kazantzakis se ahogaba en los marcos demasiado estrechos ldquoYo sentiacutea ndashdice eacutelndash que mientras maacutes avanzaba Odiseo maacutes se ampliaba su ego haciendo estallar cada mundo nuevo ndashego familia patria razandash y lo sentiacutea identificarse maacutes y maacutes con el iacutempetu misterioso e indestructible que se manifiesta sobre nuestro planeta bajo la forma de la vidardquo Al crear a su heacuteroe se creoacute a siacute mismo ndashnos dicendash pero hay que dar a su afirmacioacuten su auteacutentico significado Ulises representa para eacutel una experimentacioacuten voluntaria No se contenta con recorrer la tierra y los mares bajo los cielos estrellados para gozar de la belleza del mundo y enriquecer su vida con imaacutegenes y sensaciones nuevas sino que ensaya conscientemente ldquotodas las formas de vida libremente maacutes allaacute de programas y de sistemas y da a su Odisea las dimensiones de una epopeya del hombre modernordquo43 Cada ser acaso sea una siacutelaba de un magno canto de una inmensa Odisea ignota cuyo sentido no ha sido desentrantildeado La idea anotada en El jardiacuten de rocas reaparece en el poema Cada alma es un signo velado bordoneante una siacutelaba en la magna y ahogada cancioacuten marina errabunda

iexclAy si levantaacuteramos desde las ondas nuestra pobre cabezacuanto pueden nuestros seres a la luz y al aire suavepara ver y navegarlo al sagrado canto enteroMezclarnos todos siacutelaba con siacutelaba pegada para hallarel sentido oculto del viaje y el brillante puertoiexclLevaacutentate arquero trepa sobre tu cabeza y yeacuterguete alliacutepara que contemples y para que goces las albas brumosas de la humanidad (XIV 622-628)

43 Baudier M L op cit paacuteg 20

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El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis

Puesto que el poema del escritor griego y la novela del irlandeacutes parten de la utilizacioacuten de elementos de la Odisea homeacuterica para expresar el alma del hombre actual es interesante tratar de bosquejar algunas liacuteneas comparativas Kimon Friar en su estudio La Odisea de Nikos Kazantzakis y en el proacutelogo a su traduccioacuten inglesa del poema y Stanford en el capiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo del ya citado libro The Ulysses Theme El tema de Ulises esbozan algunos aspectos del tema Para Stanford la mejor prueba de la vitalidad extraordinaria del mito odiseano la constituyen las dos magnas obras contemporaacuteneas que lo utilizaron para tratar de expresar el mundo del siglo XX a tres milenios de distancia de su punto de partida Grandes en extensioacuten y densidad las dos han merecido calificativos ldquoastralesrdquo Inmenso aerolito caiacutedo que permanece como una isla de piedra en el lago de las letras griegas cordillera majestuosa de alguacuten paiacutes desconocido e inexplorado se ha llamado a la Odisea Un nuevo planeta se ha dicho de Ulises planeta apenas conocido ldquoy los que lo exploran no piensan dar en mucho tiempo una descripcioacuten de eacutel que agote siquiera sus bellezas maacutes aparentes y sus tesoros menos ocultosrdquo44 iquestQueacute hay de comuacuten entre estas dos obras cumbres de dos escritores de tan diversos mundos y raigambres espirituales A esta pregunta que se formularon muchos cuando aparecioacute la Odisea se agrega naturalmente otra iquestqueacute relacioacuten hubo entre los designios de los escritores al proyectar esas obras Sabemos que Joyce ya de estudiante manifestoacute su preferencia y atencioacuten por el personaje Ulises Estudioacute a Homero con asiduidad y siguioacute al heacuteroe a traveacutes de diversas obras modernas Esta etapa se cumplioacute tambieacuten en Kazantzakis admiracioacuten por la figura de Odiseo estudio intenso de Homero y de muchos recreadores del mito odiseano Stanford ha destacado la actitud ldquoafectivardquo hacia Ulises de ambos escritores sentildealando que ldquotanto a Joyce como a Kazantzakis les gusta Ulises y lo admiran y de alguna manera se sienten espiacuteritus hermanados con eacutel Para ellos no es sencillamente un peoacuten maleable en alguna campantildea propagandiacutestica o una ejemplificacioacuten uacutetil de cualidades

44 Mercanton J ldquoJames Joycerdquo proacutelogo al Ulises de Joyce paacuteg 7

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morales (o inmorales) o una figura-tipo conveniente para un argumento convencional sino un medio de explorar una situacioacuten tanto del hombre moderno como de los autores mismos Otros autores naturalmente ya habiacutean utilizado tambieacuten el personaje-imagen de Ulises de esta manera pero no tan comprehensivamente Dante Euriacutepides Soacutefocles y los otros contribuidores a la tradicioacuten con actitud social habiacutean mostrado la inteligencia decidida de Ulises en su trabajo en las varias esferas limitadas de la vida humana Joyce y Kazantzakis intentan mostrarle en casi cada actividad tiacutepica de vidardquo45 Anota Stanford otra similitud entre los dos autores ldquoTanto Joyce como Kazantzakis son rebeldes o quizaacutes exiliados seriacutea mejor el teacutermino de las creencias tradicionales de sus antepasados Joyce de aquellos de la Europa occidental latina y Kazantzakis de aquellos del oriente griego y eslavo En la poliacutetica han repudiado el nacionalismo estrecho y en la religioacuten la ortodoxia coactiva Este exilio personal se refleja en sus retratos de Ulises Pero han empleado su exilio no en antildeoranzas llorosas como aquellas de Ulises en la isla de Calipso sino medio de ver los problemas de la vida contemporaacutenea desde una perspectiva maacutes clarardquo46- La primera constancia del proyecto de Kazantzakis la encontramos en una anotacioacuten de agenda fechada el 18 de diciembre de 1914 antildeo en que Joyce comenzaba a escribir Ulises En esa nota el autor griego se refiere con emocioacuten al pasaje de Dante sobre Ulises en el Canto XXVI del Infierno La idea seguramente ya se habiacutea dibujado antes en su espiacuteritu pero no cobraba forma definitiva Por esos mismos antildeos escribe su tragedia Ulises que parece mostrar alguna influencia de El arco de Ulises de Gerhart Hauptmann (1914) Aquella obra dramaacutetica de Kazantzakis posee cierto estilo claacutesico y no se advierte en ella una renovacioacuten del tema de Itaca47

45 W B Stanford op cit pp 270-271 Jacqueline de Romilly anota que de Platoacuten procede la liacutenea que lleva al moderno Ulises irlandeacutes un hombre comuacuten y corriente Ver a este respecto La Repuacuteblica IX 620 cuando Odiseo puesto a elegir su condicioacuten en una nueva vida escoge la βίον ανδρός απράγμονος vida de un paciacutefico hombre particular46 Ibiacutedem pp 271-27247 Nuestra versioacuten de esta obra aparecioacute en el volumen N Kazantzakis Teatro Centro de Estudios Griegos Santiago 1978

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Mientras el Ulises de Joyce aparecioacute en 1922 el proyecto de Kazantzakis continuaba soacutelo como plan En 1924 se publicaron en Atenas fragmentos de algunas rapsodias al parecer concluidas La primera redaccioacuten completa fue terminada en 1927 y soacutelo diez antildeos despueacutes poniacutea el escritor punto final a la seacuteptima y uacuteltima versioacuten completa Las obras del griego y del irlandeacutes constituyen una recreacioacuten de un mito antiguo y ambas poseen cierto caraacutecter de ldquosummardquo de su tiempo aunque sus perspectivas son bastante diversas En ambas se da un innegable simbolismo eacutepico aun cuando en la Odisea falte el elemento de la atmoacutesfera marcadamente naturalista del Ulises De las dos obras podriacutea decirse con palabras de Edmond Jaloux (estudioso de Joyce y tambieacuten admirador de la poesiacutea neogriega) ldquoAl mismo tiempo realista y simbolista este monumento ndashenigma y laberintondash mira hacia el pasado y hacia el porvenirrdquo Como se ha hecho notar en repetidas ocasiones el epicismo del Ulises es una especie de antiepicismo Bloom-Ulises es ldquola apoteosis del fracasordquo y su odisea es ldquola epopeya de las frustraciones psicoloacutegicas y los desajustes socialesrdquo ldquoHenos aquiacute ahora ndashdice Mercantonndash ante el Ulises de hoy errante en su ciudad rodeado de todos y siempre solo haciendo escala en todas partes y prolongando su carrera casi hasta el final de la noche No es otra cosa que un hombre errante en una ciudad conocida en donde todo le es familiar siempre al encuentro de un vecino de un compantildeero de un rival o de un amigo tan amenazado como el primer hombre en la naturaleza perdido como eacutel en el mar donde las rutas mejor trazadas se borran tan desnudo como eacutel desde el nacimiento ante el sufrimiento y la muerte y siempre solordquo48 Este Ulises-Bloom este hombre de hoy reproduce en su viaje de un diacutea desde el desayuno hasta la medianoche la larga travesiacutea de diez antildeos de su remoto antecesor pero dentro del espacio reducido de determinadas manzanas de la ciudad de Dubliacuten un 16 de junio de 1904 El Ulises-Ulises de Kazantzakis es tambieacuten un hombre errante un hombre de hoy aunque pueda parecer primitivo muchas veces y un hombre siempre solo Solitario μονιάς moniaacutes es justamente uno de sus epiacutetetos maacutes repetidos Su nueva travesiacutea parte desde un verso

48 Mercanton J op cit paacuteg 15

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determinado de Homero el 477 de la rapsodia XXII Volvioacute de Troya y quiso hacerse a la mar nuevamente Su peregrinar no tendraacute retorno mientras que siacute lo tiene el vagar de Ulises-Bloom Y no va errante por una ciudad y en un diacutea sino por las eacutepocas los mares y los continentes hasta llegar a la nada en los hielos antaacuterticos El poema homeacuterico se prolonga indefinidamente a traveacutes del kazantzakiano Pero el heacuteroe va cambiando a medida que avanza en el espacio y en el tiempo Ya no es heacuteroe es un hombre Ya no es un vencedor es un asceta Ya no es un luchador es un pensador Solo en el fondo va avanzando hacia la soledad total Camina piensa medita busca Se ha dicho que el Ulises y la Odisea homeacuterica son como dos liacuteneas paralelas que jamaacutes se encuentran Bien podriacutea decirse que la epopeya homeacuterica y el poema kazantzakiano son como dos liacuteneas divergentes que nunca podriacutean encontrarse En la obra de Joyce el mito odiseano se ha sobrepuesto sobre el mapa de Dubliacuten y el paralelismo del caminar de Bloom con la ruta del heacuteroe homeacuterico es de una exactitud y detallismo sorprendentes aunque la ordenacioacuten del relato tenga variantes significativas En el poema de Kazantzakis se aprovecha soacutelo algunos elementos esenciales del mito El desarrollo de la obra viene a ser la inversioacuten misma de la leyenda de la vuelta a la patria y al hogar La obra de Kazantzakis cambia radicalmente el sentido de las tres uacuteltimas rapsodias de Homero El encuentro con Peneacutelope y el reconocimiento en la rapsodia XXII pasan a ser episodios distintos lo mismo sucede con el encuentro y reconocimiento por parte de Laertes en la rapsodia XXIV Cambian los rostros del hijo de la esposa y del pueblo Empiezan a desaparecer la antigua Itaca y los dioses que guiaban seguros a los hombres preferidos Ulises siente renacer el fuego de su espiacuteritu Y sale otra vez a navegar Pero su peregrinaje cambia tambieacuten de sentido La buacutesqueda de conocimientos y experiencias que atribuyoacute Plinio al segundo viaje y que destacoacute Dante deviene la buacutesqueda de explicacioacuten vital la ldquopersecucioacuten de un diosrdquo El Ulises de Kazantzakis va errante en buacutesqueda de Dios como el Ulises de Homero va en buacutesqueda de la patria A ambos los hace arder la nostalgia La diferencia es que uno encuentra a Itaca (como Bloom encuentra su hogar) mientras el otro buscando el verdadero Dios llega a ser asesino-de-los-diosesrdquo49

49 Prevelakis op cit paacuteg 108

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Stanford al explicar el porqueacute del tiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo anota precisamente uno de los aspectos que relaciona las obras de Joyce y la de Kazantzakis en un paacuterrafo que vale la pena reproducir por entero ldquoCon una sola excepcioacuten todos los retratos de Ulises descritos en los capiacutetulos precedentes han sido incompletos Soacutelo Homero presentoacute al hombre en su integridad el rey sabio el esposo y padre carintildeoso el guerrero bizarro el politique elocuente y habilidoso el viajero intreacutepido el heacuteroe amado de la diosa el exiliado anhelante el inventor de muchas argucias y disfraces el vengador triunfante el nieto de Autoacutelico y el favorito de Atenea Los sucesivos escritores a lo largo de la tradicioacuten seleccionaron por lo general uno de estos papeles o varios interrrelacionados a conveniencia de sus inclinaciones personales o de sus propoacutesitos artiacutesticos Algunos de ellos aunque cintildeeacutendose a un aspecto uacutenico del caraacutecter y de la trayectoria de Ulises efectivamente sugieren tambieacuten algunas de las perspectivas maacutes profundas de su personalidad Dante a pesar de que su preocupacioacuten principal es la de demostrar lo pecaminoso de Ulises no ignora del todo su amor hacia el hogar y su nobleza heroica El Ulises de Shakespeare es sobre todo el hombre de las artes poliacuteticas pero su amabilidad hacia Troilo contribuye a revelar un aspecto maacutes tierno de su naturaleza reminiscencia de su sentimiento hacia Teleacutemaco en la Odisea A traveacutes de simbolismos y alusiones Giradoux insinuacutea mucho maacutes en su retrato de Ulises como embajador de lo que hacen Racine y Seacuteneca en los suyos Sin embargo no hay autor ni reciente ni antiguo que haya intentado rivalizar con la amplitud del relato de Homero hasta el siglo XX Cuando un novelista irlandeacutes y un poeta griego produjeron dos interpretaciones contemporaacuteneas del heacuteroe tan perseverante James Joyce en su Ulises (1922) y Nikos Kazantzakis en su Odisea (1938)rdquo50

50 W B Stanford op cit- p 257

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LOS PRESENTES ENSAYOS

No son pocos los aspectos de la Odisea que estaacuten por estudiarse Acaso el maacutes olvidado es el de la riqueza de la expresioacuten poeacutetica Si bien como hemos anotado anteriormente la bibliografiacutea en torno al poema se ha incrementado bastante en las uacuteltimas deacutecadas Los ensayos y estudios publicados se centran en otras de las muacuteltiples aristas de la Odisea Creemos que con razoacuten ha podido decirse que el poema es un ldquooceacuteano de poesiacuteardquo Son verdaderamente innumerables las hermosas imaacutegenes y comparaciones que se suceden mostrando una fantasiacutea poeacutetica inagotable Soacutelo estas uacuteltimas requeririacutean un muy extenso estudio Son como lo hemos anotado antes ya verdaderamente innumerables y muy bellas Las expresiones referentes al paso del tiempo son tantas y de tal variedad que mereceriacutean un estudio detallado La presencia del tiempo en la Odisea nos trae a la memoria las palabras de Jaeger sobre el tiempo en los poemas homeacutericos ldquoNinguacuten diacutea se halla tan henchido de confusioacuten humana que el poeta olvide observar coacutemo se levanta y se hunde el sol sobre los esfuerzos cotidianos coacutemo sigue el reposo al trabajo y la lucha del diacutea y coacutemo el suentildeo que afloja los miembros abraza a los mortalesrdquo51 Soacutelo que de acuerdo a los especialistas la accioacuten en la Iliacuteada transcurre en 51 diacuteas y en la Odisea 41 Verdad es que a traveacutes de los relatos internos ese tiempo se dilata en el poema del regreso de Ulises En la obra de Kazantzakis por el contrario son realmente incontables los antildeos y los diacuteas que transcurren Y asiacute las ocasiones en que el alba - ldquola aurora de rosaacuteceos dedosrdquo ldquoaurora de azafranado velordquo ldquola hija de la mantildeanardquo ndash viene a reemplazar la oscuridad de la noche son innumerables Y en cada una hallamos una o varias imaacutegenes distintas Y lo mismo sucede con las otras manifestaciones del paso del tiempo a traveacutes de cada diacutea Y asiacute tambieacuten con la sucesioacuten de los meses de las estaciones de los antildeos

51 Jaeger W ldquoHomero el educadorrdquo En Paideia p 61

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I El tiempo

ldquoLa Odisea ndashdice Robert Leacutevesquendash no es maacutes que una serie de deslumbrantes variaciones sobre el tema de la no esperanzardquo52 La certidumbre de la nada final planea sobre las rapsodias del poema como los motivos de la buacutesqueda de Dios del tiempo y de la muerte elemento que domina casi obsesivamente la obra A la muerte dedicamos otro capiacutetulo de este ensayo pero no podriacuteamos dejar de recordar uno de esos versos lapidarios del poema que muestran la unidad inexorable de ambas realidades el tiempo y la cesacioacuten de la existencia humana

Soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

El tiempo y su paso inexorable constituye uno de los motivos dominantes del poema ligado como dijimos al de la muerte Pese a que el desarrollo de la accioacuten parte desde Homero el lector pronto tiene la impresioacuten de que se estaacute avanzando vertiginosamente en el tiempo Verdad es que en Creta todaviacutea se alude a algunos personajes y elementos homeacutericos pero eacutestos ya se encuentran desfigurados y desleiacutedos El tiempo avanza y signo de ello sean acaso el envejecimiento de dos personajes que siempre fueron presentados en edades inmutables y hasta indeterminadas por poetas y narradores Ulises y Helena Ambos envejecen a traveacutes del poema ambos llegan a ser ancianos de cabello albo Helena en la isla de Creta donde ancloacute definitivamente Odiseo en las selvas y montantildeas del Aacutefrica53

52 Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 35653 El motivo de Helena envejecida preocupoacute a Kazantzakis antes y despueacutes de escribir la Odisea En Los hermanos enemigos encontramos este pasaje en las paacuteginas finales del diario de Leonidas joven combatiente muerto durante la Guerra Civil (1947-49) ldquoDe nuevo siento en mis entrantildeas despertarse al gran patriarca de nuestra raza Homero Como una semilla en el fondo de miacute mismo me estremece el deseo de que a menudo te he hablado amor miacuteo el de que Dios me conceda un diacutea el poder cantar el encuentro de Homero con Helena La hija del cisne es vieja ahora su garganta estaacute ajada los dientes y el cabello se le han caiacutedo Menelao ha muerto y de todos los heacuteroes que antantildeo combatieron por ella unos han muerto tambieacuten y los otros han retornado a la infancia Nadie se acuerda de Helena Sentada inconsolable entre las adelfas y a la orilla del Eurotas piensa en su vida iquestPor queacute nacioacute iquestPor quieacuten Su vida ha huido sin provecho para nadie Brilloacute el tiempo lo que dura un relaacutempago y

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El transcurrir del tiempo Las alusiones al paso del tiempo son innumerables en la Odisea Kazantzakis posee una especial maestriacutea para trazar en pocas liacuteneas el avance continuo y fatal del tiempo El transcurrir del tiempo se expresa de las maneras maacutes diversas Se manifiesta en los elementos maacutes variados desde los astros hasta los objetos maacutes pequentildeos e insignificantes de la tierra y todos ellos ademaacutes se presentan con matices muacuteltiples Grandeza e infinitud sideral el paso de las estaciones y su cortejo de cambios en la vida del hombre sencillo el transcurrir del diacutea y la noche plaacutecidos feroces ardientes misteriosos fantasmales el curso de las horas y los instantes con caracteriacutesticas muchas veces coincidentes con el desarrollo acelerado alegre cansado aplastante o agobiador de los acontecimientos Examinar exhaustivamente el tiempo dentro del oceaacutenico poema seriacutea un trabajo que excederiacutea muy ampliamente la extensioacuten de este ensayo De alliacute que debamos limitarnos a algunos aspectos y que no podamos pretender agotar la ejemplificacioacuten posible respecto de ellos El girar de nuestro planeta o del cielo y sus astros constituye un motivo de la sensacioacuten temporal en la Odisea

Gira la tierra lentamente transcurre el tiempo entiacutebianse los diacuteas cruciformes saetas velociacutesimas pasan las golondrinas hilos finos de mil especies llevan van tejiendo la trama de sol agua y brisa tibia y en la robusta urdimbre de la tierra bordan la primavera con sus flores y sus huevos caacutelidos Se llenoacute el carpe de retontildeos y dio sombra el fresno a los apriscos (VII 874-879))

En la segunda rapsodia durante el relato de la permanencia de Ulises junto a Calipso en la inconsciencia en la que lo sumioacute el amor de la ninfa el tiempo pasa y su signo son los astros-dioses que se apagan y encienden

luego se extinguioacute El olvido la acechahellip Helena suspira bajo las adelfas iexclHuir partir de nuevo irse lejos Pareciacutea como si un amante divino la atrajera cantando hacia una lejana orilla ldquoiexclAh iexclPartir de nuevo para escapar a la muerterdquo- N Kazantzakis Los hermanos enemigos paacuteg 777-8

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Giraba el cielo desde los cimientos junto a nuestra labor y se apagaban los astros en el pieacutelago y otros riendo se encendiacutean y nosotros igual que dos lucieacuternagas brillaacutebamos unidos en la arena Pendiacutea primero Zeus risuentildeo y titilaba cual sol nocturno y gozaba admirando allaacute abajo en una ribera solitaria a una diosa de rubia cabellera que temblaba y engendraba fruto al abrazo terroso de un mortal Detraacutes un hombronazo armado caminaba de prisa rodando por los valles restallando en las rocas girando cual cangrejo de fuego era Ares sanguinario y mientras reiacuteamos nosotros sobre los guijarros resbalosos Y postrera hacia la aurora pasaba con sus blancos albatros danzando risuentildea entre bruma rosada la graciosa Afrodita y suavemente en la tierra acariciaba a los dos cuerpos que alliacute en la playa unidos descansaban como el raudo aletear del aacuteguila atravesaban sobre nosotros y en el cielo vaciacuteo se perdiacutean nuestros diacuteas y noches (II 90-106)

El ropaje alegoacuterico que como podremos apreciar maacutes adelante se muestra con riqueza extraordinaria en las alusiones al sol suele participar en descripciones del avance temporal

El Ayer y el Hoy se yerguen cual dos leones de abundante melena lomo con lomo apegados con el disco de-llameante-ojo del sol y lo hacen rodar suavemente por el suelo y juguetean Se desliza el astro y en la tierra cambian de vestido los espiacuteritus Sus verdes camisolas se descoloraron y se deslieron deshojaacuteronse los aacuterboles y se abatieron las lluvias cogen las grullas sus polluelos y del tiempo de-pies-raudos brotan zarcillos y avanzan y avanzan hacia el sol (VII 735-42)

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La rueda del tiempo gira incesante independientemente del aspecto que tomen sus manifestaciones como la noche que en el pasaje siguiente cae ldquode improviso como espada dividiendo al mundordquo

El tiempo va pasando y girando la rueda la luna se enciende y se apaga como una corza tieacutendese la tierra a los pies del arquero y eacuteste la acaricia sin hablar con su mano derecha Ora se arrastran afluentes de riacuteos ora pasan valles florecidos ora ondula-como-tigre un arenal oro-amarillo se truecan los aromas y los paacutejaros y las lenguas de los hombres cambian los instrumentos y los bailes y nuevas maacutescaras cubren a las viejas deidades y traen los temores seculares Queacutemase el diacutea chichirran las piedras igual que las cigarras y cae la noche de improviso como espada dividiendo al mundo se alivian los seres vivientes del yugo del sol-de-arco-de-fuego y lentamente merodean hambrientos por sus ocultos cubiles y enciende sus cirios el cielo el vasto candelabro (XXI 1-13)

La alternancia de las estaciones y su paso son una de las formas en que el curso inexorable del tiempo se manifiesta a los hombres

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes-ancianas pasan los diacuteas alineados (XXII 216-219)

Llegoacute el invierno las cumbres se llenan de nievese vistieron los chacales con pelo largo las zorras y las garduntildeasse ponen en las montantildeas sus pieles maacutes espesastiembla tambieacuten Dios lleno de cuitas en el gusano desnudoTiempo hay en que la tierra florece tiempo en que da frutostiempo en que sopla el invierno-de-la-muerte y dioses plantas

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y hombresse acumulan de nuevo en el suelo y recomienza la rueda (XV 1042-1048)

Muchas de las descripciones del transcurrir de las estaciones adoptan un tono de objetividad que recuerda el clima de la poesiacutea popular como el pasaje siguiente en el que la actividad de las aves y su emigrar constituyen el elemento maacutes desarrollado

Ya ha pasado el ardoroso estiacuteo quemaron los rastrojos se balancean colgantes en las vides los paacutempanos que dejara la vendimia Clama el cuclillo dulcemente por lluvia por sequedad el ave de la noche baten las grullas las alas entre los ceacutefiros danzan y las aves que quieren emigrar se agrupan en los aacuterboles despliegan las alas y las mecen hinchan sus pechugas tibias y todas sienten el cielo como senda interminable y se estremecen (II 927-933)

La misma llegada del invierno se dibuja ahora en un solo verso si bien la complementamos con la mencioacuten astral que sigue en la cual a la idea de la caiacuteda de la constelacioacuten se antildeade un elemento inusitado en el chirrear de las aguas

Poco a poco decantaacuteronse los vinos y cayoacute ya el invierno Se desplomoacute a lo lejos la Pleacuteyade en la costa y las aguas chirriaron como si carbones encendidos se apagaran en la ola espumosa (VII 743-745)

Las menciones astrales ligadas al paso de las estaciones constituyen tambieacuten formas de descripciones temporales

Y transcurren las lunas y se desliza y pasa la rueda de la tierra y pasaron las lluvias y pasoacute el tibio y moderado invierno y en la pequentildea simiente tiembla la espiga auacuten no nacida

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Se puebla la tierra de cabello echan aroma los cerros y los suelos despiertan y se posoacute en la rama el cuclillo y se embelesa en pensamientos (XV 674-8)

Y a veces en la concisioacuten de un solo verso Kazantzakis hace pasar ante nuestra mente dilatado espacio de tiempo

Las lunas florecen y marchiacutetanse y giran en ciacuterculo los soles (XVII 902)

Otras veces estaacute presente la apreciacioacuten subjetiva de la presunta mayor o menor rapidez de esa carrera indetenible como en esta reflexioacuten que surge cuando Ulises y sus nuevos compantildeeros construyen la embarcacioacuten que los alejaraacute para siempre de Itaca

iexclAy coacutemo transcurre el tiempo y coacutemo gira veloz la rueda de la tierra cuando pensamiento y manos emprenden una obra grande Sumioacutese el antildeo y cantoacute por vez primera entre las oliveras54 el cuclillo reverdecioacute la negra tierra y tomaron tono rosa los acebos y las golondrinas arribaron en las manos tibias del huacutemedo Noto55 (II 1038-42)

En cambio despueacutes de la inmensa travesiacutea al corazoacuten del Aacutefrica y antes de la destruccioacuten total de la ciudad ideal cuando en la plena soledad Ulises cumple en el monte rocoso y desnudo todas las etapas de la Ascesis el ritmo temporal se muestra muy diverso

Y la noche lenta pasa interminablemente con todos sus milagros perfuma la tierra refrescose gotas de lluvias gruesas y serenas rociaron su rostro ardiente las piedras exhalaron risas y azulados relaacutempagos lamieron las cimas oscuras

54 Olivos55 Noto Viento del sur

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Allaacute en los campos extendioacute el labrador su mano y se regocijoacute cual raiacuteces brillaron en los cimientos del mundo los difuntos (XIV 915-20)

En la bella historia que Odiseo narra a sus compantildeeros cuando enfrentan el imponente Nilo sobre los tres hombres que juraron remontar su curso en busca del agua inmortal ndashabuelo padre e hijondash el tiempo en forma de antildeos toma un caraacutecter activo y brutal Desaparecidos ya los dos primeros tras cinco deacutecadas de bogar incesante prosigue el nieto la terrible travesiacutea sin fin

Antildeos y antildeos pasan en hilera por la orilla igual que caravanas cayeron sobre el joven blanquearon sus cabellos le comieron sus dientes lo llagaron le quebraron los dedos quebrantaron sus piernas (VIII 1278-80)

La apreciacioacuten del tiempo como alternancia de diacuteas y noches reviste en la Odisea variaciones y figuras muchas veces impresionantes desde aquel tipo de verso-siacutentesis como el que sigue en el cual no puede sino perderse en la traduccioacuten el encanto del vocablo compuesto en que se concentra justamente la alusioacuten temporal

Como una margarita iba deshojaacutendose la sucesioacuten-de-los-diacuteas- -y-las-noches (XVI 479)

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes ancianas pasan los diacuteas alineados Se desvanecieron as fragancias y las aguas se enturbiaron y en medio de gran brumazoacuten triste estaacute colgando el sol resbalan las nubes en el cielo con remos veloces y con brisa y atraviesa el cielo-mar entero secreto estremecimiento (XXII 216-219)

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Cual paacuterpados pesados se cierran y abren los diacuteas y las noches durante el remontar del magno riacuteo junto al desierto africano y adquieren aspecto inquietante y hasta feroz

Y arriba daba el sol vuelta al molino y moliacutea su fruto El viejo riacuteo se deslizaba mudo y los acompantildeaba agitaban las manos las palmeras daacutendoles bienvenida iexcly a lo lejos los zopilotes se abandaban56 y los seguiacutean mirando hasta cuaacutendo podraacuten tenerse en pie y agitar los brazos iexclCoacutemo se abriacutean y cerraban los diacuteas y las noches cual paacuterpados pesados y entraba el diacutea ardiente y saliacutea y golpeaba sus botines en los guijarros del riacuteo y en la arena granulosa Y las noches se poniacutean las estrellas en sus cuellos negros y cual viudas feroces viudas moras a la ribera descendiacutean y haciacutean tintinear los brazaletes ataviados-de-astros (XII 163-73)

En otras ocasiones seguacuten el cariz que la accioacuten toma durante esa larga travesiacutea es benigno y hasta plaacutecido el aspecto del transcurrir de los diacuteas y las noches aunque el desierto mantenga su matiz siniestro

Los diacuteas se moviacutean cual las amplias hojas del plaacutetano y las noches junto a ellas dulces lozanas cual mulatas De vientre el desierto cual tigresa se arrastraba hambriento (IX 1014-1016)

En otro de los muchos pasajes de la rapsodia IX alusivos al tiempo eacuteste aparece unido a la imagen del fluir eterno del riacuteo y los diacuteas en figura de aves parecen preceder a los viajeros de la barca de Ulises

Cual jaspeadas perdices-de-praderas atravesaban los diacuteas la ribera con pies encarnados y los seguiacutean los amigos igual que cazadores y transcurriacutea el tiempo y el riacuteo juntamente (IX 341-3)

56 Volaban en bandadas

55

La venida de la noche su paso y la llegada de la aurora que la disuelve es otra forma de expresioacuten del transcurrir cronoloacutegico que presenta variadiacutesimos matices en la Odisea como en estos ejemplos

La noche se abatioacute y en el cielo aparecieron las estrellas Suspiran en celo los paacutejaros nocturnos rugen los leones en los antros Ya es medianoche van de regreso los astros viene el alba rosaacutecea (XII 566-568)

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentaday aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisay dan fronda y viene la luz de la alborada y las siega veloz

(XXI 1242-5)

En las soledades antaacuterticas cuando Odiseo se aproxima ya a la muerte los hielos tienen un uacuteltimo brillo al venir la oscuridad nocturna

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente la noche se difundioacute muy suave azul-verdosa en el universo desolado (XXII 666-668)

Las horas otra medida humana del tiempo indetenible adquieren muacuteltiples aspectos en el poema En medio de la navegacioacuten suelen llevar el epiacuteteto de mariacutetimas y ser comparadas con elementos relacionados con el mar

Cruje el velamen colmado y las mariacutetimas horas con alas raudas pasaban igual que blancas gaviotas y se vino el ocaso y sirvieron la merienda en la cubierta danzante (VIII 977-79)

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Caraacutecter bien distinto adquieren las horas en los rocosos montes donde Ulises cumple su ascesis cuando promedia la travesiacutea del Aacutefrica como en este pasaje en que tambieacuten se describe un atardecer plaacutecido

Ligeras pasan las horas de senos frescos entre los cerrose igual que cabras brincan en los riscos con sus sonajas de cobreya se ha detenido el sol allaacute en la cumbre se enyuga el diacutea suavementey lenta la luz se apoya en la bruma fresca y azulada del atardecer (XIV 39-42)

En el fluir fatal del tiempo el instante el segundo puede tener la equivalencia de la maacutexima duracioacuten de cada hombre que es su vida o la de eacutepocas antildeos diacuteas o la del momento detenido eternizado subjetivamente pese a su objetivo e inexorable pasar En el recuerdo remoto de su antigua vida ya hacia el final de su viajar por Aacutefrica siente Odiseo los segundos resonar como yelmos derrumbarse cual castillos o posarse en su espiacuteritu como aves

Calla el arquero se acordoacute de la encina de su padre iexclah coacutemo bailaba alguna vez en los sepulcros sagrados y llevaba aacutenforas de bronce con la sangre y regaba a las sombras En la lejaniacutea en una orilla remota cruzaba el antiguo Odiseo cual sombra de un buacutefalo muerto cual pensamiento del aire y poco a poco se aquietaba el pensamiento y siente la serenidad descender sobre los cantos de su cerebro-de-granito No era muda su serenidad no era un silencio profundo sino una tintineante caravana en los solares de su espiacuteritu las cosas viejas con las futuras se mezclaban en cada latido del corazoacuten como yelmos resonaban los segundos se derrumban cual castillos o como mirlos negros se posaban en su espiacuteritu y trinaban (XIX 384-95)

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ldquoComo antildeos ahiacutetosrdquo pasan los segundos en algunas ocasiones (XVIII 1361) O se desploman lentos envolviendo el pasado y el presente en la rapsodia XVII cuando Ulises sumido en una extaacutetica contemplacioacuten crea toda clase de seres que luego desaparecen para soacutelo dejar a cinco de ellos que representan el drama de la vida animados por el sonido de una flauta de hueso humano tantildeida por el asceta solitario

Aacutebrese el alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea y medita el gran asceta bajo el destello difuso de la luna sus ojos se extendieron y han cubierto hasta su craacuteneo sus pies-y-manos se multiplicaron se enroscaban en la Luz diriacutease una rueda misteriosa que ha partido y no tiene detencioacuten Cual dos cuchillos de doble filo la vida y la muerte fulguraban en sus negros puntildeos jugueteaban subiacutean a lo alto y del aire caiacutean cruzaacutendose y cambiantes-como-los-relaacutempagos (XVII 1-8)

Suavemente en el anochecer va cayendo la luna y exhala la tierra un perfume acre y picante como de caqui florecido se mecen leves los follajes en la brisa se estremece la yerba y cual destellos de astros los ojos de los paacutejaros se abren en las hojas Hombres y espiacuteritus ya han desaparecido y dejaron tantas huellas cuantas dejan las aves en el aire o los barcos en el mar y escuchabas desplomarse cada instante en la oscuridad como miel de colmena invisible y hechizada en las entrantildeas Dulzura intensa y gozaba el gran atleta cada gota densa y perfumada que suaviza los dolores extracto de flores venenosas de toda especie y pensamientos y temores y cada gota era inmortal sin principio ni fin lo pasado lo presente las alas del tiempo salvaje dentro de ella se doblaban inmoacuteviles sumidas en la miel Fue vencido el tiempo y amigoacutese dentro de mi caacutelido corazoacuten como en el florecido terebinto se coge la alondra enamorada (XVII 20-35)

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierra como un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campo deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo (VI 609-611)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamente la noche descendioacute la perdiz-de-las-piedras de-patitas-coloradas Inefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierra (V 65-67)

El aspecto del tiempo va cambiando a medida que Odiseo se aproxima a la nada final

Ya no mediacutea el Solitario los diacuteas-y-las-noches cada instante era una fontana del agua inmortal (XIX 1088-1089)

Y los segundos cada vez con maacutes frecuencia se pueblan con contenido de pasado de presente y aun de futuro Una especie de fantasmagoacuterica voraacutegine de sensaciones temporales acompantildea las jornadas postreras del asceta de cabello albiacutesimo que hace milenios partioacute un amanecer de la isla natal Alliacute mientras se construiacutea la barca

Como rosa en capullo yeacuterguese cerrada la hora futura

Ahora a miles de antildeos y kiloacutemetros otro es el aspecto del paso cronoloacutegico Se enrolla el tiempo en cada instante y salta como un tigre un segundo es en su mente lo pasado y lo de hoy y lo futuro el comienzo y el fin han cerrado el ciacuterculo hilado-por-la fatalidad (XIX 107-109)

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El suentildeo y el recuerdo intenso transforman las proporciones temporales La nintildea ansiosa de hallar al dios masculino en Aacutefrica que figura dentro de un canto de la princesa cretense Dijtena cuando la nave de Ulises se aproxima al continente negro puede decir

Por un instante me debioacute coger el suentildeo pero antildeos mi mente atravesoacute (VIII 1066)

Tambieacuten los antildeos se vuelven segundos ndashidos inexorablementendash cuando el decadente Menelao rememora el fin de la guerra de Troya y la recuperacioacuten de Helena

Y el agotado soberano estremecioacutese como si su vida se vaciara pero pronto se reanimoacute se encendioacute en su interior la memoria laquoAunque mi vida toda haya sido un suentildeo y sombra vana quieras que no hermano la sagrada verdad abraceacute un diacutea cuando la ciudadela se quemaba y yo entre las llamas salvajes plena de perfumes pura lozaniacutea iexclcogiacute en mis brazos a Helenardquo Sonriacutee el guerrero con tristeza inclinado se recuerda coacutemo con sus manos levantoacute a la cervatilla desmayada y se hundioacute en las aguas hasta la cintura y erguido atravesoacute las olas en torno suyo deslumbraacuteronse los pueblos y al punto azules los diez antildeos se encendieron y apagaron como centellas en su espiacuteritu (IV 1075-85)

En ese encuentro con el pasado en Esparta tambieacuten para Odiseo antildeos y segundos se confunden

laquoTodo se borroacute se hundioacute en la tierra lo pasado pasoacute y simple y puramente gozo este momento santo en que estoy aquiacute erguido en este atrio famoso con mis cabellos grises

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y sostengo en mis manos mortales a la luna inmortal iexclprimera vez lo juro que contemplo y toco a Helenaraquo Callaron y el tiempo se detuvo sobre las dos cabezas como el aacuteguila que se mece en las alas sobre la cima del aire Acaso pasoacute un instante acaso tambieacuten diez antildeos los diez antildeos que se borraron cual un relaacutempago para que fuera tomada la ciudad todo se trocoacute en maacutermol en la sala todo en el pecho se detuvo y la vida brumosa se aclaroacute y un cuento se volvioacute No ha habido matanza e incendio no hubo una soberbia ciudadela ni un buen mozo lascivo raptoacute a la hija-del-cisne un hondo llano con azucenas rojas un caramillo de enamorado zagalejo cogioacute dulcemente poco a poco sus espiacuteritus como nimbos y los depositoacute con levedad sobre lejanas cumbres

Se desvanecieron de improviso los encantamientos y volvioacute el tiempo a sus ruedas (III 1066-1082)

A medida que Ulises avanza en su liberacioacuten asceacutetica entre los muchos aspectos que adopta la sensacioacuten del tiempo hay momentos de exaltacioacuten extaacutetica o de intensidad contemplativa en que aqueacutel destila gota a gota dulce o imponente Asiacute por ejemplo cuando el peregrino escucha en la rapsodia XV el misterioso torrente subterraacuteneo

Debajo de la tierra un gran riacuteo fluiacutea veloz ocultamente y soacutelo se escuchaba el estruendo del agua invisible haciacutean nido las golondrinas-de-las-piedras en las sonoras oquedades y cual racimos de uva los murcieacutelagos colgaban en la boacuteveda Se resecoacute la garganta del arquero pone la cara en la roca abajo hasta el taloacuten gozoacute del santo frescor de Dios y cual rama de jazmiacuten florecieron al punto los huesos y crujieron y con morosidad acomodaacutendose en un pentildeasco saliente escuchaba inclinado el bufaacutelico mugido del sagrado torrente

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Y mientras oiacutea el tiempo pasaba gota a gota petrificando su espiacuteritu y suavemente percibioacutese la voz de Dios en el pecho del hombre (XV 347-57)

O cuando terminada ya la travesiacutea del continente de nuevo estaacute Odiseo ante la vista del mar y duerme junto a las olas

Ascendioacute el sol cae y riacutee sobre su cuerpo moreno y como miel destilaba dulce el tiempo por encima de su testa (XXI 551-552) La exaltacioacuten freneacutetica de la danza que se da en varios de los puntos culminantes de la accioacuten y de la ascesis en el poema conduce hasta a desbordar los liacutemites del tiempo a Ulises cuando al final de la rapsodia XXI llega a percibir la luz cegadora de la plena libertad

Saltaba el arquero y gritaba y la tierra en la vertiginosidad de la danza inalcanzable coacutemo se empequentildeecioacute y coacutemo echaba chispas iexcldiz cual novia que se entrega al rudo abrazo de un varoacuten Una iacutegnea lengua brincaba y lamiacutea con ansia el pequentildeo cuerpo oscuro de la tierra y eacuteste en la caricia cada vez maacutes se adelgazaba y se disminuiacutea como nintildea que es besada La tierra entera fue cogida y la plantoacute como semilla en su cerebro y todo aquello que habiacutea luchado por antildeos incontables por volverse en la matriz de la vieja noche raiacuteces hoja flor ahora en su craacuteneo rudo daba hojas floreciacutea daba frutos y luego se apagaba cual relaacutempago menor Ojuacute muy pequentildeo es el tiempo muy reducido el espacio y el baile del solitario se desborda y se va a caer del tiempo y cual estrella caudata va a fundirse en la noche del cosmos (XVI 1337-1349)

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Las epifaniacuteas del tiempo

La noche

La inexorable tiniebla perioacutedica que cae sobre la tierra es una de las manifestaciones del paso del tiempo Y como otras el atardecer el alba el curso de las estrellas y el del sol durante el diacutea aparece en la Odisea con los maacutes variados aspectos Como un almendro nuevo florecido perfuma en la Grecia y en Creta esparce sus fragancias como una noble sentildeora recargada de perlas mientras en el interminable peregrinar por Aacutefrica suele gemir gritar aullar vestirse con ataviacuteos fantasmales y hasta bestiales En un pasaje de la rapsodia XVIII se sintetizan en cierto modo durante la contemplacioacuten y el recuerdo de Odiseo ya asceta algunos de los rostros nocturnos

Y esta noche a la escasa luz-de-las-estrellas y el refrescante mistralsiente el sabor sagrado que dejaron en su entendimiento las noches infinitasque gozoacute de espaldas en la tierra contemplando los astrosy cada uno su dulzura poseiacutea y su amarga fragancia Allaacute en su isla patria lejos en el extremo del mundocomo un almendro nuevo florecido la noche perfumaba y por Creta como una sentildeora noble recargada de perlaspasaba exhalando fragancia con la luna como talismaacuteny un negrito desnudo llevaba su cola llameanterecamada-de-oro y con lentejuelas de lucieacuternagasEn Aacutefrica la noche gemiacutea como un bosque impenetradolas estrellas mudas como ojos terribles brillaban en la oscuridadtigres y leones y leopardos diriacutease que acechaban por doquiery se enroscaba el Escorpioacuten goteando al mundo su venenoY ya era la noche una rosa negriacutesima y te cogiacutea el juicioy pareciacuteate la muerte miel destilada en sus entrantildeasy ya era una madre de-pechos-pesados que su leche excesivaora en el cielo gota a gota y ora como un riacuteooprimida en silencio para aliviarse derramaba

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Llenos de recuerdo agridulce los labios de Odiseoasiacute gustaba esta noche aquellas noches y se llenaba su corazoacutende miel veneno y perfumes densos y todas las cosas metal preciosotantildeiacutean en su entendimiento como un eco lejano y melodioso

Y por la mucha contemplacioacuten astral su gran frente resplandececomo una fogata sin humo llena de luz y dulzuradiz que era una luna que ya de las pasiones de la vida pesada liberoacutesey que soacutelo conserva la luz como uacuteltima ensentildea y medita

(XVIII 372-398)

La memoria la imaginacioacuten el recuerdo son excitados por la llegada de la noche arribar eacuteste que variacutea tambieacuten increiacuteblemente en el poema

La noche se abatioacute con sus estrellas y sus hechizamientos Como el mar gris y espumoso sordamente su espiacuteritu ruge alciones vuelan hondamente en el recuerdo huele a salmuera la memoria y cuando sus ojos abrioacute creyoacutese tendido bajo un plaacutetano y las bellotas brillaban como astros al resplandor de la noche (XVIII 241-5)

La contemplacioacuten suele hallar para el peregrino su mejor posibilidad en la quietud nocturna

Se alargaron las sombras y llenaron los paacutejaros sus nidosse encendieron en filas las candelas celestialesy el viajero en un tronco seco se dobloacute para pasar la nocheComo la larga cola del pavorreal lleno de ojos su espiacuterituse tendioacute y goza de todo lo dispuesto por la creacioacuten iexclescucha paacutejaros que charlan y aacuterboles que suspiranoye gusanos que en la tierra tratan de florecerde criar muchos ojos y alas y ascender hacia el sollaquoiexclOh Madre-tierra de-innumerables-hijos espeso bosquecillo

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milagro y milagro te atraviesan y entrantildea y entrantildea se abrennidal colmado de huevos infinitos que al sol empollasraquoDeciacutea y el suelo acariciaba con la amplia palma de su mano

(XVIII 341-352)

La noche lo transforma todo y parece conmover las cosas que se suponen maacutes firmemente arraigadas

Negra y tersa caleacutendula la noche gotas de rociacuteo las estrellasen los ojos vacilantes por el vino la tierra y el cielo se movierony todo el juego del mundo la oscilacioacuten arruinoacutecasas talleres torres trepidaron y se doblaron los muros

(VII 689-692)

Las horas nocturnas son aquellas maacutes propicias en la Odisea para unir las diversas acciones que se desarrollan en torno al actuar central de Ulises como sucede en este pasaje de la rapsodia VI en que se mezclan los motivos de las viudas que llaman a sus muertos en la noche el suentildeo de un pobre labriego cuya sufrida vida bajo la explotacioacuten del sentildeor de la tierra se ha estado relatando y la tragedia de una madre cuyo hijo murioacute de hambre mientras ella era obligada a trabajar para el monarca cretense

Las almas de los muertos vuelan ndashpetreles errantesndashy las viudas se sientan en la playa se descubren el seno y llaman a gritosa sus pobres maridos que bajen un instante siquiera hasta la arena

Y en el seco camastro el segador y su mujercon las manos cruzadas se durmieron y sus labios sonriacuteensontildeaban que fue buena la cosecha creciacutean las pilas en las erasy ellos se hundiacutean hasta los mismos muslos en el trigo copiosoY aquella pobre madre ya sepultoacute a su pequentildeo en la tierraata sus cabellos con un velo negro y a su recuerdo viene ahoraque habiacutea una vez y existiacutea en un tiempo la sonrisa de su nintildeo

(VI 963-972)

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La noche da un aspecto fantasmal a todas las cosas y muchos seriacutean los pasajes del poema que podriacutean ilustrarlo bellamente Recordemos la caravana del priacutencipe Madretierra (Hamlet) cuyo espectro emerge de las profundidades del Aacutefrica a proponer al asceta su obsesivo y angustiado interrogar

Todo el pecho de la noche se abrioacute terso como una rosa negray en su interior ndashuna oruga delgadandash se arrastroacute la vasta caravanaal tintineo incierto de las campanillas al veacutertigo de la lunadulcemente cerraron sus ojos a lo largo de la ruta animales y hombressi alguacuten paacutelido viandante los hubiera divisado se habriacutea cogido de un aacuterbolcomo un suentildeo el cortejo le habriacutea parecido al destello lunary habriacutea lanzado un grito de terror a fin de ahuyentar el sortilegioY si hubiera acertado Caronte a divisarlos en sus nocturnas correriacuteascontento su mano habriacutea levantado para darles bienvenidamas no pasoacute caminante ninguno ni tampoco se cruzaron con Caronte

(XVIII 973-982)

Las horas nocturnas transforman la dura realidad del diacutea otorgando aunque efiacutemeramente en el suentildeo lo que aquella niega a los hombres

De este modo sobre el mundo terreno pasaba la noche con sus redesy cebaba dulcemente las cabezas nutriacutea las esperanzasy lo que el diacutea mezquino negaba ella nos lo traiacuteapresente envuelto en las hojas afelpadas del ensuentildeopero he aquiacute que se irguioacute el ave y cantoacute y la sentildeora-noche se desvanecioacute (VII 357-361)

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Imaacutegenes muy variadas de desolacioacuten quietud suavidad nos muestra la noche con matices diversos seguacuten la aparicioacuten de elementos estelares de figuras de flores alusiones a la luz y su forma de apagarse a las distintas fragancias etc He aquiacute por ejemplo la hora de la mitad del paso nocturno

Medianoche Honda era la desolacioacuten y de cuando en cuando una hojase desprendiacutea en el silencio y caiacutea a la tierra lentamente -diz que era una estrella muerta y se deshaciacutea un corazoacuten y dejaba el cuerpo

(XVII 114-116)

Recordemos entre muchas algunas maneras de llegar de la noche de matices distintos

Los jazmines el fresco embalsamaban se descubrieron las estrellasla noche descendioacute y lentamente desveloacute su pecho y aparecioacute la luna

(XX 588-589)

Oscureciacutea se apagoacute en el mar como una chispa el Luceroen la cabellera de la noche la madreselva trenzada se abrioacutey se perfumaron en el patio todos los bucles ensortijados

(V 844-846)

Mientras tanto subiacutea la noche poco a poco como una grande y oscura fortaleza (XVIII 185)

Anocheciacutea ya y volviacutean los esclavos de sus pesadas faenas tenue azulada descendiacutea la noche sobre las cabezas (VIII 18)

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La medianoche mientras Odiseo recuerda su viejo su hogar su hijo y los amigos que fieles lo esperaron durante tantos antildeos en la lejana Itaca todo duerme

Medianoche Y el arrogante pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y abren poacuterticos fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y una lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1439)

Trataremos de echar maacutes adelante una breve mirada a las estrellas como elementos de manifestacioacuten del paso cronoloacutegico Ellas estaacuten estrechamente ligadas ndashes naturalndash a las imaacutegenes de la noche como en esta presentacioacuten iluminada

Resplandece y brilla con todas sus estrellas la noche-de-ojos- negrosriacuteen y lloran las perlas del rociacuteo en las huacutemedas hojas

(XVIII 967-968)

La forma de abrirse la noche muchas veces estaacute en relacioacuten con el contenido del pasaje que encabeza esa descripcioacuten como la que sigue con su haacutelito de humedad

Cual una rosa negra se abrioacute la noche en el suelo humedecidouna llovizna leve destilaban las estrellas sobre la oscuridad brumosay una brisa liviana llegaba a remover las telas del corazoacuten

(XII 966-968)

O como el primer verso de la rapsodia XVII que constituye como una premonicioacuten del drama fantasmal oniacuterico y sangriento que desarrollaraacuten cinco personajes creados por Odiseo

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Aacutebrese la alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea (XVII 1)

Distinto y apacible es el aspecto de la oscuridad nocturna ndashconvertida en luminosidadndash en el episodio del priacutencipe Madretierra

Cuando ya salioacute-bien-la-luna y se volvioacute miel la noche se levantoacute la caravana rodeada de luz por doquier (XVIII 929-30)

Diferente es tambieacuten en el pieacutelago donde navega cual naviacuteo de velas oscuras

Navega la noche con sus negras velas en el mar tremolan pequentildeos fanales en la playa duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remo (VI 912-4)

En el clima loacutebrego y siniestro del reino africano descrito en la rapsodia XIII donde el monarca envejecido e impotente debe ser muerto friacuteamente la noche ldquola-de-ojos-amarillosrdquo toma el aspecto de ululante lechuza o de paacutejaro nocturno de mal aguumlero

Gritaba la noche en las casas como un oscuro buacuteho (XIII 225)

Puede revestirse de los ropajes de las maacutes diversas fieras como lo ejemplifican estos breves pasajes y su epiacuteteto llega a ser ldquola-de-ojos-de-fierardquo

Y entroacute la noche mientras merendaban hiena que-pisa-en- puntillas y se arrastroacute por los patios y arrojoacute su sombra por los suelos (XII 910-11)

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[hellip] Y por la ventanilla contemplaba a la noche por los jardines cual negro leopardo difundirse (IV 918-919)

No faltan comparaciones con aves de fulgurante plumaje y asiacute en la rapsodia XXI puede aparecer ldquola noche en su larga cola larga y resplandeciente cual la del faisaacuten realrdquo Tampoco estaacuten ausentes las imaacutegenes del licor en la apariencia nocturna y sus efectos sobre los humanos

Sombras como manchones de violetas se extendieron y la noche como vino picante derramoacutese y todos los cerebros se embriagaron se mezclaron vida y muerte muertos y viudas se unieron (XVIII 124-6)

La connotacioacuten de erotismo aparece en muchas ocasiones en el poema y en aspectos variados como en los pasajes siguientes Y como cuello seductor de una paloma resplandeciacutea la noche (XVII 40)

Fragante era la noche y se tendiacutea desnuda en la ribera (VIII 1060)

Ya llegoacute la oscuridad y los huertos se sofocan y se colgaron danzando innumerables soles-machos de las caderas de la noche (XVIII 1420-1)

Iba ya tropezando por la tierra ndashlas piernas abiertas y sin cintondash la impuacutedica noche iexclcuaacutenta dicha entregaacuteis a los machos senos nocturnos entreabiertos blancos muslos fuertes pezones trenzas perfumadas (VI 816-818)

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La imagen de la noche como inmenso y misterioso aacuterbol aparece en maacutes de una ocasioacuten

Tras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutes de la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negras (XXIII 1203-4)

La luna

Contra lo que pudiera pensarse la luna como indicio del paso del tiempo adquiere en la Odisea connotaciones muy distintas de aquellas a que nos ha acostumbrado la poesiacutea liacuterica occidental al menos en forma tradicional Las imaacutegenes y comparaciones ligadas a ideas de paz y serenidad son escasas y siacute abundantes aquellas relacionadas con sensaciones terroriacuteficas fantasmagoacutericas y macabras Presentaciones serenas como las que reproducimos a continuacioacuten son maacutes bien excepcionales

Navegaba espleacutendida en lo alto la luna de cuerpo enteroya se acercaba la medianoche las sombras espesas cabellerasse deslizaban en silencio en la playa pulida por la luz

(XV 245-247)

Cae el sol desaparece y la luna redondael pecho de la noche desborda de leche y la derrama

(XIII 307-308)

Y mientras asperjaban se levantoacute la luna toda aacuteurea goteaba a la tierra vasto panal de miel (VI 692-693)

Con leve pisar la luna llena apareciacuteamientras el sol caiacutea silencioso a las aguas para refrescarse

(XVI 1375-6)

71

Con proa-erguida aparecioacute la luna nueva delgada en el eacuteter azuly cargaba su cuerpo sin sol muy redondo lentamenteen el cielo llameante-de-astros hacia el negro occidente

(XIX 175-178)

Comparaciones como las siguientes no son tampoco muy abundantes

Desmadeja la noche su glauca cabellera y desclava dulcemente cual peineta de marfil su medialunaAlbiacutesimos corderos las estrellas descienden a las olas para tomar sal de la brisa

(IV 1-3)

[hellip] Y a lo lejos sobre una era radiante la luna levantoacutesegruesa perla cuneiforme adentro de su ostray lentamente el atleta desposado se desliza hacia la bruma57

(XXII 212-214)

La imagen del talismaacuten que en algunas ocasiones se asocia a la luna contiene ya cierta connotacioacuten relacionada con aspectos maleacuteficos o de temor atribuidos a la noche

La noche de-leve-caricia se difundioacute y las aguas se sombrearonlas primeras estrellas fulguraron y la luna delgadacual santo talismaacuten en el cuello de la noche se colgoacute

(IV 844-6)

Caacutelida la noche los ruisentildeores cantan y se levantoacute la lunaa exorcizar la noche como un santo talismaacuten redondo

(XV 176-7)

57 Ulises en los uacuteltimos pasos hacia la muerte Kazantzakis ha utilizado poco antes de este pasaje un canto popular en que un joven parte a desposarse sin armas ni ataviacuteos y al ser interrogado dice que va a bodas donde nada de aquello se usa marcha al Hades a desposar a la muerte

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A los colores asociados a ella incluso a los normales como el azul se ligan los aspectos inquietantes y fuacutenebres que despierta el orto y la travesiacutea de nuestro sateacutelite

[hellip] Se movieron los montesse levantoacute en el cielo plena de ecos la luna rojadiriacutease un gran tambor que tocan en las bodas los del cortejo

(IV 719-721)

Flamiacutegera en el cielo aparecioacute pintada con sangrecual cabeza de combatiente degollada la luna silenciosay derramoacute reflejos de matanza en los semblantes cerosos

(XV 88-90)

Y mientras merendaban en las ruinas levantaron las cabezasel mundo de pronto destelloacute y se efundioacute en las piedrasel sudario de la luna con bastillas azuladas

(IX 765-7)

El verde es el color que con maacutes frecuencia da una apariencia cadaveacuterica a la luna o a la tierra por ella iluminada como en el pasaje siguiente de la rapsodia de la destruccioacuten del reino cretense en que aparece la princesa Fida hija del monarca insana a ratos

Un alarido estridente rasga los tules de la luna llenay al verdoso destello cadaveacuterico aparecioacute tormentosoel rudo cuerpo de Fida que se precipitaba desde el camino del palacioHablaba agudamente diriacutease que un aacuteguila se habiacutea posado en su cabezay con sus garras horadaba y sorbiacutea su cerebro

(VI 869-73)

El mismo color se asocia al veneno que gotea en su lento peregrinaje celestial y a su apariencia desfalleciente a la llegada del alba

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Todaviacutea arrastraacutebase el sol paacutelido por la blancura sonrosada y veneno azul-verdoso destilaba la luna (XXII 518-519)

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de plata- las lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno (VII 1064-1065) Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda celestial y la luna plateada ascendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-33)

Los fanales bermellones se apagaron y al destello del alba la verde luna desfallece y sobre el desierto se abate (IX 1136-1137)

La ligazoacuten de la luna y su paso con la muerte o con imaacutegenes fuacutenebres adquiere muy variados matices que naturalmente no podemos agotar Ya es su figura ndashguadantildeandash ya su apariencia cadaveacuterica ya la comparacioacuten con un infante muerto

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de platandashlas lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno

(VII 1063-1064)

Plegaacutebase ya el diacutea sobre la superficie de la tierra el suelo se refrescabay desde la arena surgioacute muda cual un fantasma y detuacutevosela luna cadaveacuterica antes de avanzar hacia los techos

(XI 893-895)

Dulce momento Embalsama la tierra abre sus flores nocturnastiembla el agua en las narices sedientas de las fierasy como un nintildeo muerto caiacutea en el valle la luna

(XX 1074-1076)

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Contrariamente a lo que sucede con el sol que tan a menudo es invocado por Odiseo o por el poeta el peregrino no suele dirigirse a la luna que cadaveacuterica enfermiza doliente paacutelida muda verdosa y goteando veneno rara vez se presenta envuelta en su clara ldquofunda-de-platardquo Sin embargo hay alguna invocacioacuten excepcional como sucede en la rapsodia XXII cuando el asceta ndashrota ya su uacuteltima embarcacioacutenndash vaga por los territorios helados a que arriba en su viajar hacia los mares polares Cuatro epiacutetetos aplica el solitario navegante a la luna entre ellos el de ldquosol cristal-heladordquo y el de ldquoselenotropo paacutelido en los jardines de Caronterdquo Curiosos ambos en especial el uacuteltimo ya que el compuesto construido a semejanza de ldquoheliotropordquo sentildealariacutea a la luna como una flor que gira y se inclina siguiendo precisamente la luz lunar que auxilia al acabado asceta en las tinieblas del septentrioacuten extremo

laquoiexclLuna miacutea albiacutesimo pavo real mi sol cristal-helado selenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronte espejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblanteraquo (XXII 682-4)

El rico idioma neogriego permite sentildealar con un vocablo el momento en que el sol alcanza a alumbrar con sus uacuteltimos reflejos a la luna saliente De alliacute que en el pasaje siguiente donde tambieacuten hay una asociacioacuten de la luz lunar con la memoria puede gotear densa ldquola luna cargada-de-solrdquo en un hermoso y sugestivo panorama nocturno

Detraacutes el sol ya se poniacutea y ascendiacutea enfrente suyoplateada en-el-reflejo-del-sol la luna llenalos dos astros sonrieron suavemente hacieacutendose sentildeas como varoacuten y mujer y se separaron el sol se deslizoacute por entre las montantildeas y desaparecioacutey palidecioacute la luna y quedamente se colgoacute en el crepuacutesculoRieron las cumbres y se serenaron flotan los picachosen la luz azulada sobrenatural y se mecen como nubesse saciaron de plata las velas en los mares lejanose iacutentegras se sumieron las aldeas en la dulce inundacioacuten

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Y los cerebros se movieron en secreto salieron a la luna a paseary viejos recuerdos en el pleno silencio se despiertanvoces que desaparecieron almas que pasaron amores que llegaron a ser sombrasy se arrastran ingraacutevidos sobre las sendas blancas Tocada-por-la-luna la memoria se despierta madre enlutadaen sus labios de-saliva-amarga las palabras se estremecenpero soacutelo escuchamos un triste son arrastrado cual un miroloi58 Densa gotea en los villorrios negros la luna cargada-de-solse perfilan los pagos lejanos se desbordan las artesas y cual riacuteos de leche se deslizan espesas las callejuelas

(XIV 1203-1222)

El atardecer

La hora en que se encuentran la luz y las sombras como todas las manifestaciones del paso del tiempo presenta en la Odisea connotaciones variadas Sin embargo la paz la serenidad el recogimiento que invita a la meditacioacuten la contemplacioacuten de la vida y del tiempo suelen reiterarse maacutes respecto al traacutensito del diacutea a la noche que a otras epifaniacuteas temporales Asiacute en Creta antes que Odiseo y sus compantildeeros puedan ingresar al palacio de Idomeneo deben pasar la noche afuera y contemplan como la luz parece huir

Una suave brisa vespertina comenzaba a refrescar la tierra los olivos esplendiacutean y se meciacutean frondosos y la luz ufana piedra por piedra escalaba las laderas para huir (V 707-709) Helena y cada uno de los compantildeeros sienrte a su manera al crespuacutesculo Para Odiseo amargura y melancoliacutea se unen al sabor del atardecer Y el ritmo cronoloacutegico parece esta vez retardarse Del mismo

58 Miroloi canto funerario salmodiado por las mujeres canto de lamento en la desgracia y la tristeza En la seccioacuten dedicada a la Muerte se hallaraacute referencia a esta clase de poema popular

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modo sucede en las descripciones del anochecer que siguen a eacutesta

En silencio gustaba el conductor la amargura del crepuacutesculoy la ternura melancoacutelica y serena de toda la madre tierracolinas alrededor aacuterboles y vintildeedos se iban ahogando en una luz espesacomo si Ulises estuviera contemplando unas ruinas en aguas profundasy eacutel tiburoacuten en las honduras navegaba del mar geranio

(V 722-726)

Cayoacute el sol y se oscurecioacute el semblante de su viuda la tierradiz que sus ojos se nublaron porque su amado ya partese apaga el mar la luz ha sido herida y se golpeacontra la cumbrera de los montes y la noche la ahoga y le da muerteErguido contemplaba el arquero-luminoso apagarse poco a poco el mundo

(XXI 1423-7)

Como un adioacutes se difundioacute sin-esperanzas el crepuacutesculocon su halo de oro y plata recubriendo al mundoHora de dulzura la tierra se alivioacute de la aacuteurea carga-del-soly todaviacutea no aparecieron las estrellas y en una bruma violaacuteceacual velo suavemente-tembloroso cielo y tierra pendiacutean

(XXIV 869-873)

La extincioacuten de la luz se asocia generalmente a la puesta del sol que toma diversos matices en las variadas latitudes que atraviesa Ulises hasta llegar a las vastas soledades polares En eacutestas la relacioacuten del sol y las demaacutes estrellas que destellan veladas ldquocomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipresesrdquo variacutea del todo como se puede apreciar en el uacuteltimo de los pasajes que recordamos a continuacioacuten

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Derrumboacutese el sol ardiente en las montantildeas se refrescaron las piedrascual cervatillo herido se recostoacute el crepuacutesculocon sus grandes ojos negros velados ya por la nocheEnmudecieron las aves cual ala negra descendioacute la noche

(XIV 642-645)

El sol cual cabeza quemada rodoacute quedamente por la arenadensos halos azules ascienden al riacuteo-cielo y doloridase extinguioacute la luz arrastraacutendose en los montiacuteculos amarillos de la arenaEl astro-trigo ya desborda por las laderas negras y comienzas iexcloh cieloa moler en las tinieblas cual molino-de-viento con aspas

(X 1375-1379)

En el mundo griego la comparacioacuten con ldquoun monasterio borrososumergido entre cipresesrdquo sin bien sin duda es muy original no tiene la connotacioacuten de causarnos extrantildeeza En Grecia la cantidad de monasterios ubicados en colinas en bosques en campos aislados es muy grande

Cuando vibroacute el terrible grito en la montantildea-de-nievey se agitoacute como llama la memoria tembloacute del de-veloz-espiacuteritue igual que un arco iris al sol se colgoacute antes de apagarselos uacuteltimos astros verde-azules destellaron veladoscomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipreses

(XXIV 772-776)

A la sensacioacuten de paz y tranquilidad que trae el crepuacutesculo se liga no pocas veces en el poema cierta sensacioacuten de alivio terrestre despueacutes del azote diario del sol que parece compartirse por los seres vivientes como en estos pasajes

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierracomo un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campoy deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo

(VI 609-611)

Cual chivato-que-va-a-ser-sacrificado con cuernos bantildeados- -en-oropesado macho cabriacuteo bajoacute el sol a las arenasy los dragones de maacutermol rieron se enrojecieron sus labiosy sus puntildeos vaciacuteos se llenaron de cuentas doradasLas tierras ardientes refrescaacuteronse y el diacutea de-rojizo-cabelloguarda en su regazo al laacutenguido crepuacutesculo y se marcha

(X 1-6)

El iacutendigo atardecer ha descendido los suelos respiraronlos velludos insectos acoplados bajaron a los nardosse levantoacute el joven zagal y apoyoacute su cuerpo en la fustay todas las laderas se movieron y tintinearon argentinas

(V 753-756)

Ya se escondioacute el sol riacutee detraacutes de eacutel y guintildea el ojo a la tierrael astro de la insensata diosa puacuteblicaHalloacute alivioacute el corazoacuten abrumado respiroacute el diacutea y caen sobre el planeta las sombras compasivas y lo refrescanMuda la piel la tierra-sierpe se forra con estrellas

(VI 648-52)

En un instante el proceso del atardecer se confunde con el lento finalizar de la vida de Odiseo entre los hielos antaacuterticos

Alas fuego gotas de agua combatientes de talla preciosa candela funeral para el cerebro que se va a poner tibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza ndash cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocaso Ya se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astros

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y toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienes (XXIII 561-566)

La impresioacuten dominante de quietud se refleja en panoramas crepusculares esbozados de un solo trazo en un verso por Kazantzakis asiacute como en las imaacutegenes mismas del anochecer en las que raramente hallamos connotaciones fuacutenebres o terroriacuteficas Muchas y belliacutesimas descripciones del atardecer salpican con pinceladas poeacuteticas la inmensa y complicada trama de la Odisea Aquiacute naturalmente soacutelo podemos espigar unos cuantos ejemplos de entre un material muy abundante

Paacutelido anochecer se van borrando las cumbres se sume en azul el bosque (XIII 29)

Dulce el anochecer la brisa entretejida de plata perfumaba (XVII 254)

Se apagoacute el sol ardiente retirose y desde el suelo comenzarona subir lentamente las dulces voces primeras de la noche

(IV 806-7)

Dulce anochecer de primavera se suspendieron los primeros astrosvelados suaves en el cielo negro-azul y temblaban cual las floresdel almendro tempranero con la brisa del crepuacutesculo

(I 228-230)

Los candelabros ndashestrellasndash alumbran los torreones las murallasy como constelacioacuten profunda y caacutelida en el perfumado atardecerflota la ciudadela quedamente entre las serraniacuteas primaverales

(VII 1260-1262)

Sonriacutee tambieacuten con la luna nueva la tarde de cejas-de-espada (IV 907)

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Y a la paacutelida rosa deshojada del crepuacutesculodivisa muy bien esculpidos altos aacuterboles a izquierda y a derecha

(XIX 314-5)

Las sombras elemento inseparable del crepuacutesculo caracterizan su paso o su llegada en algunas de las breves pinturas de un verso

Ya se ha ocultado el sol y se abatioacute sobre la tierra la sombra primera (XVI 1003)

Pasa el crepuacutesculo y las montantildeas se retiran a la oscuridad (XVII 1058)

Y en tanto se abatioacute el negro crepuacutesculo y las sombras se unieron (VII 507)

El transcurso de una faz a otra del tiempo de la luz a la sombra cuando ldquola noche no es negra todaviacutea sino que vibra azuladardquo es propicio tambieacuten para la exaltacioacuten de los anhelos del corazoacuten humano Es la hora en que ldquotiembla el cielo cual misterioso huertordquo y se borran lentamente las figuras

Y cuando las aguas se velen al anochecer y aparezcan las estrellasy vuelvan las doncellas de la fuente y se levante la oropeacutendolay la noche no es negra todaviacutea sino que vibra azulada

(XXIV 339-41)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamentela noche descendioacute la perdiz-de-las piedras de-patitas-coloradasInefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierracomo paacutejaros nocturnos se alzan los corazones desde nuestras ramas interioresy lo que de diacutea se averguumlenzan de decir toda la noche lo cantanSuspira la doncella en la soledad y todas las hojas se estremecen

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y la viuda saca sus anhelos para apacentarlos en la oscuridad (V 65-71)

Navega la noche con sus negras velas en la mar en la playa tremolan pequentildeos fanales duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remohellip (VI 912-914)

Lo aciago de un diacutea puede representarse en la intensificacioacuten del crepuacutesculo en su multiplicacioacuten que puede concebirse en la lengua neogriega a semejanza de los superlativos que se forman con numerales59

Se alzoacute el diacutea de-cinco-atardeceres vuelve a caer la noche vuelve la aplastante medianoche un nuevo diacutea brota (X 294-5)

La paz que trae el atardecer es destacada a veces con la mencioacuten de los quehaceres del diacutea que poco a poco cesan

Atardecer Ya se recogen al hato los corderos ya retornan las vacas vuelven las bestias sudorosas y relinchan en las cuadras y los astros-espadas colgaacuteronse sobre las cabezas de los hombres (VII 958-950)

En la paz del anochecer en Creta Helena recuerda sus diacuteas de Troya y las sangrientas batallas que le tocoacute presenciar Dulce anochecer y tenue la luna sopla fresco el sereno y comienza de nuevo la lucha feroz en las riberas de Troya (VII 311-312)

59 Veacutease al respecto la seccioacuten ldquoLa palabrardquo de este ensayo

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Mientras la medianoche trae la paz y la quietud el arrogante-pensamiento de Odiseo sigue en vigilia

Medianoche Y el arrogante-pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y los suentildeos abren poacuterticos fantaacutesticos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y la lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1438)

Las estrellas

Los astros de la noche y su girar sobre el pequentildeo y oscuro mundo de los humanos constituyen una de las epifaniacuteas del tiempo que da lugar a las maacutes bellas descripciones en la Odisea Un examen exhaustivo exigiriacutea vasto espacio Digamos al menos que las estrellas suelen ser elemento central de muchiacutesimas descripciones sinteacuteticas de un verso elemento asociado por lo general ndashaunque de maneras diversasndash al fuego y a la luz pero que presenta asimismo connotaciones ligadas a otro orden de realidades como los sonidos las formas o el perfume de las flores Veamos algunos de estos vastos panoramas de la boacuteveda celeste enhebrados en torno a los astros nocturnos

Ya se azulaba el cielo negro temblaban veladas las estrellas (XII 1103)

Densas e infinitas resplandeciacutean en el cielo las estrellas (XII 1312)

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo (VI 773)

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Alumbraba la noche mojada puntildeado de fogatas pendiacutean las estrellas (VII 229)

Dispersas todaviacutea se quemaban en lo alto las maacutes grandes estrellas (V 1118)

Se inflamaban las estrellas en el cielo cual fogatas-de-pastores (X 817) Y el insomne Odiseo tenido en las mantas en el pino admiraba las estrellas a traveacutes de las agujas del follaje mecerse leves y deshojarse entre los ramos de la noche No se saciaban sus ojos de esa campintildea de innuacutemera belleza cual aldeas los astros forman brumosa estela como nidos blanquean (IV 418-422) El paso de la oscuridad estaacute marcado por lo general por la aparicioacuten de las estrellas que ya saltan en las alturas ya se prenden en los cabellos de la noche ya se cuelgan entre los aacuterboles ya se mecen como lirios ya se arrebantildean como ramos de jazmiacuten ya germinan como semillas por breve espacio

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentada y aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisa y dan fronda y viene la luz dela alborada y las siega veloz (XXI 1242-1245)

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente se difundioacute la noche muy suave azul-verdosa en el universo desolado60 (XXII 666-668)

60 Odiseo va caminando en los hielos antaacuterticos

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Descendioacute la noche y se encendioacute el vientre verde de la lucieacuternagasaltan las estrellas en lo alto se queman y tiemblan en la noche

(V 380-1)

La tierra se alivioacute y refrescoacutese cuando el sol la dejoacutelas turbulentas cabezas hundieron las aves en sus alasuna hoja se pegoacute a otra hoja un aacuterbol con otro se juntoacutey prendidas en los cabellos en la noche se colgaron las estrellas

(X 597-600)

Y atardecioacute Oliacutean a algas salobres los cabellos de la nochese encendieron las estrellas crepitaron en lo alto ndashbrasas candentesndashy arrojaron sus destellos vagos a las olas perfumadas

(VIII 984-986)

iexclCoacutemo los astros se colgaron en los aacuterboles desnudos y coacutemo arrullaban los paacutejaros nocturnos dulcemente en los montes y las fieras en la selva (XVII 710)

A los pies de la fiera se tendioacute y contemplaba excitado las estrellassaltar bullentes y golpear su cabezaPero ya se refrescoacute el arisco espiacuteritu dulce mistral el suentildeocomo los lirios mecieacuteronse los astros y entre ellos su alma ardienteya serena como una leona se extendioacute despreocupada

(VII 282-6)

Tambieacuten las estrellas tan lejanas y ajenas a las pequentildeas cuitas de los hombres a veces parecen participar de los acontecimientos que se desarrollan en el poema sobre la tierra Asiacute en las inclementes soledades heladas cercanas al polo se muestran implacables cual agujas de hielo mientras en Creta en momentos de festejos de los nobles que no

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presienten la cataacutestrofe que sobre su reacutegimen se avecina travesean en el cielo y se asoman a mirar a los alegres celebrantes Otras veces es el espiacuteritu del peregrino Odiseo el que se iguala a la constelacioacuten del Escorpioacuten que se retuerce en lo alto con sus ojos sanguinolentos

Las estrellas cuelgan implacables como agujas de hielo (XXII 964)

Hora dulce y calma Las flores-nocturnas abrieron en los jardinestravesearon en el cielo las estrellas y se inclinaron furtivaspara ver en la tierra a los nobles cenar y reiacuter a las sentildeoras

(VIII 214-216)

En silencio estaba sentado el solitario envuelto por la nocheLos astros de puntas maacutes grandes pendiacutean auacuten sobre eacutelse retorciacutea en el cielo el Escorpioacuten y encorvaba su colay sus sanguinolentos ojos sin temblar seducen a la nocheE igual que eacutel se gozaba la mente y levanta su cauday la apoya en la tierra midiendo el veneno gota a gota

(VI 973-8)

Las imaacutegenes y comparaciones dedicadas a los astros de la noche en el poema son muy numerosas y variadas Mosca dorada que primero fue cogida en la tela nocturna puede ser la estrella maacutes temprana mientras las demaacutes llegan a ser perlas de lluvia Sobre el manto de la noche adornado de oro y plata los astros pueden moverse como letras y tomar las maacutes distintas figuras ojos espadas naviacuteos aacutespides o cascadas de llamas

Ya la estrella primera temblaba en el aire humedecido mosca dorada que primero fue cogida en la tela de la noche y poco a poco otras se cogieron y toda la boacuteveda negra bordada de maacutermol se extendioacute cual tela perlada por la lluvia laquoiexclNoche me gusta tu oscuridad pues estaacute llena de estrellasraquo murmuroacute el solitario y saluda a su rebantildeo-de-astros (XIV 47-52)

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Entretanto al arquero tendido de espaldas en la barca admiraba el cielo recamado el manto sagrado de la noche con sus pendientes de plata y sus prendedores de oro Sobre eacutel como letras se moviacutean las estrellas unas se retorciacutean como escorpioacuten en los biseles del cielo y otras ascendiacutean ndashojos espadas naviacuteos cascadas de llamas y aacutespidesndash (X 1251-6)

La imagen de plenitud luminosa que a veces se asocia a la visioacuten de la inmensa boacuteveda celeste sembrada de estrellas aparece en ocasiones ligada claramente al flujo temporal como el pasar de un riacuteo no de agua en la tierra sino de fuego y en el cielo Asiacute en el pasaje que citamos a continuacioacuten En el que lo sigue en cambio esa imagen de multitud de astros se traduce en la comparacioacuten de la noche con un eroacutetico diacutea festivo

Se cansoacute el sol y se inclina y ya se va a ponerse suavizaron los ojos del-de-siete-espiacuteritus y por el hambre excesivacomo racimos sin granos colgaban sus entrantildeasUna chispa aparecioacute enfrente de la caverna y avanzoacute sonriendola saluda la reconoce el solitario es la sentildeora-Afroditaantigua amante seductora iexclmil veces bienvenidaY asiacute con el astro sagrado de-ojos-vivaces entre sus trenzasla noche aparecioacute y se detuvo a la puerta del arqueromudo levanta los paacuterpados hacia el cielo riacuteo-de-fuegosiente el diluvio de estrellas inundarlo por enteroy era su corazoacuten una gota de luz que combatiacutea en el torrentey subiacutea obstinada contra la corriente en el flujo errabundo de la noche (XIV 272-283)

Y cuando se arrebantildeaban en la altura ndashramos de jazmiacutenndash los astrosse apaciguoacute el espiacuteritu de la compantildeiacuteay cual eroacutetico diacutea festivo se extendioacute la noche sobre el mar

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y los amigos penetraron en los hondos jardines floridos del suentildeo y en el regazocual una mujer virgen y blanda al Aacutefrica llevaban

(VIII 1121-5)

Muacuteltiples son los aspectos de las estrellas pero sus apariencias variadas no alteran su lejaniacutea infinita y su absoluta indiferencia hacia el mundo de los hombres

Dijo y al cielo levantoacute su rostro resplandecientedesde la honda oscuridad se arman los astros y desciendenunos llamean diz que se hubieran embriagado y otros como que gotean sangreu ojos amarillos como de leopardo arrastran en las tinieblaso cual eroacuteticos ojos jubilosos riacuteen y titilanAlas fuego gotas de agua combatientes de tallapreciosa candela funeral para el cerebro que se va a ponertibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza -cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocasoYa se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astrosy toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienesEacutesta es la hora tercera de-ojos-astrales de la santa noche

(XXIII 556-67)

Se abatieron las sombras y boca arriba se tendioacute en la raiacutezde una palmera que se mece turbulenta el guerrero luminosoy entre las hojas flexibles como espadas contempla las estrellas despreocupadascontempla al cielo como a la rueda que gira lentamentey atado sobre eacutel tambieacuten da vueltas el pobre entendimiento del humanoCuaacuten mudas las estrellas cuaacuten sin piedad navegan en el cieloy nosotros en el fondo de una negra poza naacuteufragos de un bajeluna voz terrible lanzamos en vano y gritamos laquoiexclAuxilioraquonunca se desvioacute un astro hacia la tierra a fin de salvar un alma

(XIX 182-90)

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El sol

Un estudio monograacutefico sobre el sol en la Odisea requeririacutea maacutes espacio que el de este ensayo en su conjunto Siacutembolo de la luz del espiacuteritu del perpetuo errar y epifaniacutea del tiempo por excelencia que a los ojos humanos determina todas las otras manifestaciones temporales el astro cambia sus formas desde los cielos siempre claros de la Heacutelade hasta los sombriacuteos mares antaacuterticos Abre y cierra el poema Es un gran sentildeor oriental que pasa apuesto y orgulloso Es un dios que asoma sus cuernos sobre el horizonte y apartando las nubes deja ver poco a poco su frente sus ojos su boca Es un inmortal cuyos rayos ndashmanos de cinco alargados dedosndash acarician el mundo y reviven a los muertos Es un arquero belicoso Es un nintildeo de boina de oro y malla de bruma celeste que juega entre las manos de la Madre Noche Es un disco de iacutegneos ojos que hacen correr por el cielo el ayer y el mantildeana Es un palacio dorado cuyas dos puertas abren al occidente y al oriente En sus formas maacutes severas es una cabeza cortada que rueda sobre la arena ardiente Es cada una de las aves desde las maacutes tiernas hasta las maacutes feroces Es un doacutecil halcoacuten sujeto con cordones aacuteureos que suelta al cielo un halconero misterioso Tambieacuten toma las figuras de diversos animales un lebrel rojo un aacutegil leopardo que cae sobre los bosques y praderas un toro nuevo que resopla furioso cuando lo arrastran al poniente al sacrificio En la penuacuteltima rapsodia es una trinidad el padre fecundo la feacutertil madre que alimenta al mundo con sus pechos y el hijo que danza y retoza sobre las hierbas y las aguas de la tierra Imposible consignar todas las imaacutegenes y aspectos del sol de su llegada su paso y su retiro Anotemos con todo algunas ideas asociadas a las diversas fases de su traacutensito Su salida posee algo de nacimiento los cerebros y los pensamientos reviven los hombres los animales los vegetales y los minuacutesculos insectos retoman su actividad

Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda-celestial y la luna plateada descendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-32)

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iexclQueacute alegriacutea siente oh dios el iacutegneo ojo del sol al miraral mundo como un huevo que saca-el-polluelo-a-la-luzLos portones bronciacuteneos del diacutea rechinando se abrense abren los cerebros y los pensamientos cual alondras temblorosasse despiertan tambieacuten y ascienden a la luz todos ala y trino

(VI 40-4)

Y el sol el gran tejedor las lanzaderas arrojabay tejiacutea y tejiacutea en el telar del aire a los humanosy ahora ya colocaba al final de la tela la franja puacuterpura

(X 1056-8)

El diacutea-abeja ascendiacutea zumbaba la llanuragolpeoacute el sol las baldosas enarenadas del puertoy varones bajeles y animales se movieron y empezaron a dar vocesdiz que la luz de repente hubiera desenrollado los laberintos de sus mentes Oro derretido se abalanzaba el astro a las aguas espesasbulliacutea el mar con los pescados brincaban los caiacuteques61el tiempo borrascoso y los magos estaban sentados en el muelley vendiacutean brisa a los navegantes por monedas

(IX 143-150)

Ya subioacute el sol en el cielo el largo de una picanay en los viejos olivos las cigarras reemprendieron su quehacerTerrible ardor [hellip]

(VI 237-9)

Se despiertan y separan suavemente los aacuterboles se despegan las murallasse levantoacute el sol soberbio y cantoacute cual gallo en los tejados

(XIII 1006-7)

61 Caiacuteque embarcacioacuten pequentildea

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Auacuten dentro de un suentildeo de Ulises en las orillas del Nilo pobladas de antiquiacutesimos sepulcros cuando el sol surca el cielo con aspecto mortecino como ldquoluna en el Hadesrdquo sobre una ciudad espectral habitada por muertos los rayos del astro parecen despertar ese mundo dormido para siempre y cobran actividad geacutermenes larvas aguas y difuntos

Y sentiacutea el arquero que el espiacuteritu quedamente se apaga se separa del cuerpoY al apagarse penetraba peregrino en una ciudad de maacutermollas casas los mausoleos los torreones ndashperlas deslumbrantesndash fulgurabanagazapados se aletargaban los reptiles y los gusanos ahiacutetoscolgaban en sartas en los vanos de las puertas y adornaban los patiosBenigno todo compasioacuten con llama mustia como luna en el Hadesel sol surcaba el cielo y pendiacuteaSe esparciacutean sus rayos y buscaban y cada uno de elloscomo una mano de hombre de cinco dedos acariciaba al mundoSe estremeciacutean de gozo geacutermenes aguas y larvas y saliacutean a los umbrales los hombres levantaban las manosy el destello atravesaba los pechos vaciacuteos igual que a cristalesY mientras se regocijaba el errabundo-en-suentildeos con los difusos de la nochedivisa coacutemo se abre ante eacutel una tumba magniacutefica una alba rosay al sol aparecieron abrazados y se sentaron en la laacutepidandashinsectos sin alas verdes-oro desnudosndash dos monarcas

(IX 792-807)

Risuentildea y acariciante suele ser la actitud del sol al orto respecto de la tierra ya caiga sobre la Creta tranquila y sensual que duerme en el mar como su amante ya sobre los restos y cenizas de su palacio real destruido y saqueado ya sobre la ciudad ideal de las fuentes del Nilo

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demolida y calcinada por el cataclismo volcaacutenico

Hete aquiacute que ya temblaron los primeros rayos y se tintildeeron de rosalos pezones turgentes de la Creta y poco a poco delicadamenteel sol su opulento y afamado amante con su aacuteurea manole acariciaba el seno altivo y se deslizaba hacia su vientre

(VI 106-9)

Rosado rollizo como un infante brincoacute enhiesto el solCoge la albiacutesima cima y eacutesta se tintildee de rosay extiende hacia abajo sus manitas hasta el llano verdehalla olivos pequentildeos y los acaricia y espinas y las florecey encuentra tambieacuten de a poco tropezando al palacio saqueadoy como nintildeo succiona la ubre del incendio

(VIII 452-7)

Despueacutes del cataclismo que destruye por completo la recieacuten levantada Ciudad Ideal surge el diacutea siguiente

Amanecer Se ha hundido la ciudadela y la boca del monteya se ha cerrado y su lengua la llama se ha detenido saciaday risuentildeo el sol aparecioacute sobre unos nimbos flamiacutegerosy se esparcioacute la luz como una rosa por la tierra devastada

(XVI 270-3)

Amanecioacute y florecieacuteronse de luz en las quebradas los cardosse despierta la tierra y se estira sus senos se agitanvuelven las liebres a sus camas los ciervos a sus escondrijosse lamen ahiacutetos los leones y se acuerdan del aguay a lo lejos un paacutejaro en la punta maacutes alta de un pino o en la cima del espiacuteritu quieacuten puede distinguirlo claramentecon la cabeza erguida toda luz comienza un canto temerarioy el sol brilla cual plumoacuten de oro en la tibia pechuga matinal

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Callaba el solitario y se vertiacutea denso como miel el solen su vasto torso desnudo y en sus gruesas caderas

(XIV 178-187)

Ya goza el sol al mundo como un vaacutestago suyo al aparecer ndashmagno dios de cuernos de orondash sobre el horizonte donde se juntan cielo y mar62 ya asoma riendo en su cuna como infante y se levanta a la cima del eacuteter para luego rodar donde su madre la noche la de negra mantilla

Aclaroacute ya Desvanecioacutese en la dulzura azul el lucero matutinodespierta el magno dios ascienden sus cuernos de oroen las raiacuteces del cielo-mar apuntan y levantan los nimbos y lentamente su frente los ojos y los labiosse liberan de la noche sobre el ponto serenamente meacutecesey en silencio goza alegre al mundo como a un vaacutestago suyo

(IX 27-32)

Ha pasado la noche vuelve el sol a reiacuter en su cunay poco a poco se anima y se levanta y quema en la cima del cielolos amigos reman y hablan y eacutel rueda incandescenteal poniente sombriacuteo alliacute donde su madre la-de-negra-mantilla

(VIII 987-90)

Sin embargo no soacutelo las ideas de renacimiento o despertar de los seres y las cosas se asocian a la salida o paso del sol Tambieacuten aparece el astro como azote de la tierra tonante despiadado o con caracteriacutesticas inquietantes ligadas a imaacutegenes funerarias o a presagios funestos como en la rapsodia XVI cuando su aspecto forma parte de los indicios del cataclismo que destruiraacute la ciudad fundada por Ulises

62 El vocablo popular uranothaacutelaso alude exactamente al conjunto que cielo y mar presentan a la vista del navegante Ver seccioacuten La palabra

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Amanecioacute Cual esfera detonante tronoacute el sol en el cieloy golpeoacute rebotando en la piel de tambor de la tierra

(XII 1141-2)

El sol nublado-de-laacutegrimas se ahogaba en confusa agitacioacutenlos perros aullaban en los patios y maacutes allaacute a lo lejos se sentiacuteasin viento alguno hervir las olas en el lago

(XVI 48-50)

Denso bullicioso se erguiacutea el iacutegneo meridianolas sombras negras se amontonaban como brea en el patio embaldosadose asoleaban los toros bronciacuteneos humeaban las piedrasunos buitres cruzaban el cielo y oliscan-hambrientosa la tierra que yace de espaldas como una carrontildea agusanaacutendose

(VI 409-413)

El sol ya denso se poniacutea y en el polvo del llanolos redondos bohiacuteos de la aldea con sus abiertas puertas-y ventanasbrillaban igual que montones de cabezas muertas

(XIX 564-6)

Las imaacutegenes feroces llameantes y sangrientas del sol son muchas y de matices muy variados y el espacio no nos permite entrar a examinarlas Se asocian por lo general al elemento iacutegneo estudiado en particular por Michel Monory en el ensayo ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo63 Fiera amenazante cabeza degollada fruto envenenado langosta de garfas rojas que hierve de coacutelera arco de fuego barrica de cobre que vaciacutea cataratas de llamas y brasas

63 Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 Tambieacuten en traduccioacuten al griego por Ana Kaacutesdagli en revista Nea Hestiacutea Homenaje 1971

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Y el sol se acrecentaba fruto envenenado allaacute en el cielovaho exhalaban las ubres del arenal hormigueaban las rocas

(XII 451-2)

Como langosta de garfas rojas que hierve de coacuteleraserpenteaba al otro diacutea el sol sobre la arenay las palmeras se agitaban a la luz cual surtidores de llamas

(IX 1021hellip)

El alba

Acaso sea la aurora la manifestacioacuten del transcurrir temporal que se asocia en el poema casi solamente a imaacutegenes de serenidad La llegada de la luz antes de que salga el sol suele ser suave como el disiparse de la oscuridad fresca y azul de las uacuteltimas horas de la noche Antes que apunte el alba ya la tierra suentildea con el diacutea

Auacuten no cantaba el gallo todaviacutea brillaban las estrellas Plena de paacuterpados cerrados y de manos cruzadas la tierra en la oscuridad fresca y azul inundada de bruma dormiacutea y sontildeaba dulcemente que ya el sol ha salido (VI 1-4)

Junto con el fresco del sereno del amanecer el lucero matutino juega con su luz en los olivos

Descendiacutea de la sierra el sereno leve fresco y alado y se deslizaba y jugaba todo luz el Astro-de-la-Alborada blanco palomo en los plateados aacuterboles-del-sol (VI 23-25)

El aclarar da tambieacuten lugar al poeta para trazar en una imagen y en un verso o algo maacutes todo un panorama matinal como en este pasaje de la rapsodia VII que contrasta con el espectaacuteculo de la ciudadela de

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Knosos convertida en una hoguera rugiente que crepita y se derrumba

Amaneciacutea En el cielo con humo sonreiacutea ya el lucero Puso sus albos pies el diacutea treacutemulo sobre la cima del monte (VIII 442-443)

Tenue velada brumosa con matices rosaacuteceos la luz al amanecer se difunde o desliza murmurando hermanada con el rociacuteo y el perfume de la tierra

Velada lechosa lamioacute la luz el canto de los montescoge piedra por piedra por las laderas se difunde murmurandola enfrentoacute un cipreacutes negro y su copa sonriacuteecreeriacuteas que de improviso subieron rosas y la florecieron

(VI 30-33)

Pende el tiempo nuboso en el alba-llorosaperfuma la tierra y las hojas del olivo destilaban rociacuteoy el brumoso amanecer como infante en la cuna solloza

(II 488-490)

Todaviacutea las estrellas formaban un tenue collar una rama de perlasy en el confiacuten del cielo paacutelido sonreiacutea el diacuteay de las brumosas montantildeas una helada brisa descendiacuteaNuestro ladroacuten-de-carros empuntildea su fusta triplelo hace restallar y agitaron los caballos sus soberbias cabezasy parten siguiendo el agua que jugaba entre los mirtosy el alba aacuteureo-rosa se deslizaba hacia el mar

(III 1340-1346)

Imaacutegenes pastoriles y jubilosas se asocian a la llegada y paso de la aurora La luz puede ser una cabrita que brinca o un gallo-faisaacuten que sube y canta en los techos y la mantildeana un cordero que camina por el riacuteo y el lucero matutino un albo palomo entre los olivos

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Cristal puro inmaculado atraviesa su espiacuteritu la nochey vino muy de mantildeana bailando cual una cabrita la luzy brincoacute en sus hombros ardientes y se instaloacute en su mandil

(XIX 237-239)

En la arena en rincoacuten abrigado el nardo halloacute resguardobrillan las hojas en el olivo cayoacute la lluvia-nocturna y tiemblangotas gozosas las laacutegrimas en los paacuterpados del aireHuacutemedo y doblado se posa entre los ramos el espiacuteritu de la vieja lluviay se apintildean las nubes blancas en el cielo como vellones de ovejas

La tierra se lavoacute y en la honda alborada antes que la toque el solcomo el empapado aguzanieves se sacude en la riberaSe apagaron las estrellas se deslizoacute la transluacutecida lunay como el gallo-faisaacuten subioacute la luz y en los techos cantoacute

(VII 1-9)

Pasoacute la noche con sus axilas huacutemedas fragantespura y delicada aparecioacute la luz entre los vallesy cual cordero camina la mantildeana por el riacuteoY siguen los compantildeeros la corriente cubierta de rosasaves blancas derramando luz atraviesan por sobre ellos

(X 1387-91)

Estaba amaneciendo Un flamiacutegero cielo ensangrentaba las piedras (IX 893)

Y el licor de la aurora difundioacutese en el perlado mar (XXIII 997)

Y mirad en el confiacuten del cielo paacutelida vibra la alboraday todos los ojos brillan y riacuteen y miran hacia el orientee infante en su cuna por el cielo se desliza el solVapores azulados sus mantillas y de argento es su toca

(XXII 1245-8)

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III La muerte

La mayoriacutea de los estudiosos de la Odisea ha sentildealado la presencia continua y obsesiva en el poema de la idea y la imagen de la muerte como una de sus notas caracteriacutesticas Se ha hablado asiacute de que la obra constituye una interminable alegoriacutea sobre el tema de la muerte y que la vida que bulle en ella es soacutelo un elemento subordinado a aqueacutel el supuesto para poder reiterar con variados procedimientos la uacutenica realidad cierta la nada final que espera a todos los hombres Es el asunto de meditacioacuten y de plaacutetica de muchos de los personajes de la epopeya Es el fin ldquorealrdquo dentro de la obra de todos ellos Es tambieacuten un personaje especie de compantildeero invisible del peregrino que en diversas oportunidades toma formas tangibles hasta igualarse del todo con el anciano asceta de albos cabellos en las soledades heladas del polo sur Los dos primeros aspectos del tema de la muerte son sin duda comunes a las otras obras de Kazantzakis hasta podriacuteamos decir a todas El tercero nos lleva a un terreno poco conocido y cuyo desarrollo seriacutea muy extenso la acogida que en la Odisea hace el escritor cretense de los mejores elementos de la poesiacutea popular neoheleacutenica riquiacutesima creacioacuten anoacutenima del pueblo griego que lo ha acompantildeado a lo menos un milenio y que ha constituido durante siglos la historia y la croacutenica la cultura y la filosofiacutea de la poblacioacuten sometida al doble yugo de dominaciones extranjeras y del analfabetismo consecuencia del nefasto problema linguumliacutestico64

64 En la seccioacuten ldquoLa palabrardquo nos referimos brevemente a este problema y a las funestas consecuencias que la mantencioacuten de una ldquolenguardquo artificial arcaizante la kathareacutevusa ha ejercido en todas las esferas de la vida del pueblo griego En la Revista de Educacioacuten Ndeg 30 de 1970 publicamos una exposicioacuten sobre el problema linguumliacutestico con el tiacutetulo de ldquoLa obra de Psijaris y Triandafilidis en el neohelenismordquo Sobre poesiacutea popular en nuestro paiacutes puede consultarse en castellano nuestros trabajos ldquoPoesiacutea popular neoheleacutenicardquo Anales de la Universidad de Chile Ndeg de 1966 la seccioacuten ldquoPoesiacutea popularrdquo de la Antologiacutea de la literatura noheleacutenica Ediciones de la Embajada de Grecia Caracas 1986 y la coleccioacuten con textos musicales de Danai Stratigopulu publicada por el Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos con el tiacutetulo de Cantos de los griegos 2ordf edicioacuten Centro de Estudios Griegos Santiago 2002 En franceacutes pueden verse las excelentes exposiciones de siacutentesis contenidas en el volumen I de LrsquoHistoire de la Litteacuterature Neacuteogrecque de Boumlrje Knoumls que se encuentra

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La Odisea posee el acento el ritmo y la serena capacidad narrativa del canto popular y a la vez su aliento liacuterico dice Emilio Jurmuzios65 Y en verdad uno de sus atractivos es el aprovechamiento sistemaacutetico que en ella hizo Kazantzakis de la poesiacutea demoacutetica griega La espontaacutenea gracia narrativa del canto popular estaacute siempre presente en el poema La narracioacuten tiene muchas veces el eco claro del rapsoda popular del τραγουδιστής tragudistiacutes que durante siglos ha cantado las penurias y alegriacuteas del pueblo griego Pero la Odisea no soacutelo asimila el estilo narrativo del cantor demoacutetico En realidad el poema mismo es una especie de gigantesco mosaico una larga tela bordada con expresiones versos pensamientos fragmentos y hasta canciones populares casi iacutentegras Estos elementos que salpican el texto a cada paso se funden en el desarrollo del relato y en la exposicioacuten de las ideas

Caronte personaje

Nuestro tema posee especial relacioacuten con uno de los campos maacutes interesantes del canto popular de tipo liacuterico la poesiacutea mortuoria La presencia de la muerte toma generalmente en la Odisea la forma que ha moldeado la moderna mitologiacutea popular griega la figura de Caronte que no es el antiguo barquero transportador de almas sino un negro caballero sentildeor del ldquomundo de abajordquo el κάτω κόσμος kato kosmos del loacutebrego y subterraacuteneo Hades lugar del exilio sin retorno Alliacute los hombres estaacuten sometidos a un solo dolor interminable y desgarrador la nostalgia infinita por la vida perdida por el mundo de los vivientes por el mundo terreno por el mundo de arriba el απάνω κόσμος apano kosmos En este exilio sin retorno no hay castigo ni recompensa por hechos pasados El Hades no se relaciona ni con el cielo ni con el infierno teacuterminos no usuales en esta poesiacutea Es el recinto oscuro del que jamaacutes se sale y donde de continuo se recuerda y se llora el mundo terreno perdido la vida con sus dolores y alegriacuteas Esta concepcioacuten extraordinariamente arraigada en un pueblo cristiano ha sido sentildealada como un fenoacutemeno curioso de supervivencia de creencias paganas

en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca del Pabelloacuten Heleacutenico de la Universidad de Chile65 Jurmuzios E ldquoLa Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Revista Kenuria Epojiacute

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Domina en toda la mitologiacutea popular griega y en los cantos populares llamados miroloiumls (μοιρολoacuteι gt μοιρολoacuteγιον) ldquocantos de la Moirardquo o poemas de la fatalidad con los cuales se llora a los muertos y se narran las correriacuteas del negro sentildeor del Hades a la caza de los humanos con los cuales lucha fiacutesicamente cuando eacutestos se resisten a dejarse arrastrar al Hades66 Asiacute pintan al personaje unos versos demoacuteticos

Helo alliacute por donde cruza por los valles cabalgandonegro es de negro viste negra es su cabalgaduralleva puntildeal de dos filos y espada desenfundadapara la cabeza espada puntildeal para el corazoacuten

Bajo la forma de Caronte la muerte es uno de los personajes maacutes importantes de la Odisea Es el compantildeero maacutes constante de Ulises Ante eacutel se presenta a traveacutes de todo su dilatado peregrinar con diversos aspectos como un anciano caminante lo espera una tarde bajo un aacuterbol como un gran mosco de mar se deja ver en medio de Aacutefrica en Creta en las viacutesperas del desastre de la ciudadela de Knosos deja su apariencia humana normal para convertirse en un sonriente y ceremonioso esqueleto Al final de la travesiacutea en los hielos polares ha llegado a igualarse en todo a Odiseo y su rostro viene a ser una copia con la huella de los antildeos y las penurias La enumeracioacuten de todas las formas que toma Caronte en el poema seriacutea muy extensa asiacute como el recuento de sus epiacutetetos pastor-de-grandes-rebantildeos caballero con-labios-de-hierro una gran langosta verde una mosca-de-mar un saltamonte verdoso una cigarra de inquietante chirrido una hormiga gigantesca un sol negro un gallo oscuro que canta y hace desvanecerse la vida un elefante albiacutesimo que seduce al humano con sus tristes ojuelos un gran cisne con suaves ojos de rubiacute un monstruoso octoacutepodo que trata de arrastrar desde el lecho al moribundo un escorpioacuten que salpica veneno con su cauda una negra

66 Sobre Caronte puede verse en castellano Olga Omatos ldquoDel Caronte barquero al Jaros neoheleacutenicordquo Veleia Ndeg 7-1990 F Diacuteez de Velasco ldquoCaronte-Jaros (Kharos) ensayo de anaacutelisis iconograacuteficordquo Erytheia Ndeg 10-1 1989 M Castillo Didier ldquoCaronte supervivencia y metamorfosisrdquo en M Castillo Didier La Odisea en la Odisea

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serpiente un dragoacuten de larga cola etc Lo general es que la personificacioacuten de la muerte presente los matices esenciales del canto popular del jinete que arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados coge a los mozos del cinto y a las nintildeas del cabello y pasa en su negro corcel llevando su rebantildeo de difuntos

Asiacute regresa Caronte cabalgando a sus solares encarnados lleva a los mozos del cinto y del cabello a las joacutevenes y a los nintildeos pequentildeos atados a la cabecilla de su enjalma (XI 645-647)

La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la nochehombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manosy soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores (X 73-275) Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindariose aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondasharrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

(X 263-265)

Cuando Caronte pretende llevar a Ulises antes de tiempo eacuteste apostrofa al negro caballero con la foacutermula del miroloiuml popular en que la viacutectima ruega no lo coja del cabello y luche con ella en buena lid sin arteriacuteas

laquoEh Caronte no me cojas del cabello el alma no he de entregarantes de ver que toman los amigos el barco-de-nieve

(XXIV 55-56)

En la uacuteltima rapsodia una madre responde al llamado de Centauro uno de los compantildeeros de Odiseo que ha salido de la tumba para acudir a la agoniacutea de aqueacutel y pide piedad repitiendo variado el motivo del hijo uacutenico al que no puede dejar pues Caronte pretende arrebataacuterselo motivo propio de la poesiacutea popular

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laquoiexclApiaacutedate de miacute que estaacute enfermo mi hijo y los perros auacutellanronda Caronte por las vecindades y otro hijo no tengoraquo

(XXIV 97-98)

En la rapsodia XIX se anuncia desde los primeros versos la presencia de la muerte mediante procedimientos caracteriacutesticos del canto popular como es el diaacutelogo de las aves y las ldquopreguntas sin objetordquo άσκοπα ερωτήματα aacuteskopa erotiacutemata cuya respuesta negativa sirve para dar eacutenfasis a lo que realmente el poeta pretende decir En este caso presentar al oscuro caballero del Hades que ha aparecido con su cabalgadura

Una negra bruma aplasta las montantildeas y la neblina el llanolas liebrecillas se asustaron unas aacuteguilas se reuacutenen en la alturaequilibran las alas de-largas-travesiacuteas y charlan con voz roncalaquoiexclAy mucha nube negra se ha abatido y nadaraacute en barro la tierraraquolaquoNo es este hermanos un diluvio no es negro nubarroacutenun dragoacuten en el cielo diviso con cola azul enroscada y lleva adelante su boca abierta para devorarse al solraquolaquoNo es este amigos el diluvio no es una tempestadiexcla Caronte yo diviso que por los campos cabalgando aparecioacuteraquo

(XIX 1-9)

Igualmente recoge motivos de la poesiacutea demoacutetica el pasaje siguiente que muestra a Caronte siempre cabalgando manchado con los macabros restos de su tarea asesina

iexclNegros mensajes Estalla la guerra se golpean las puertas estrechamente se abrazan los esposos y ya no se separan brillan las armas sobre los montes enrojecieron los valles y Caronte va en su overo y sus caballos gotean sangre espesa pelos que se marchitaron y ojos que se fundieron (XVI 718-722)

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La reflexioacuten de Helena o del poeta sobre lo efiacutemero de la vida cuando la embarcacioacuten de Ulises descubre la vista de Creta alude tambieacuten al motivo demoacutetico sobre el modo de arrastrar a las mujeres que generalmente utiliza el sentildeor del Hades

Helena sin hablar los cuatro vendavales percibiacutea que navegan eroacuteticamente y silban en la hendidura de sus senos Ah si ella estuviera como la isla sentildeorial en el medio del pieacutelago y la azotaran tambieacuten con fuerza los cuatro vientos capitanes Pero es efiacutemero e impotente el cuerpo de la mujer y antes que logre gozar una pizca antes que mueva los brazos de las dos trenzas la coge Caronte el-de-los-labios-cerrados (V 534-540))

Incluso la explicacioacuten de formas para nosotros extrantildeas de presentar a Caronte y a objetos relacionados con la muerte puede encontrarse en la poesiacutea popular Asiacute por ejemplo la curiosa metamorfosis del negro caballero en un gran mosco-de-mar en la rapsodia XXIII tiene precedentes en un canto demoacutetico cretense que alude a los diversos ardides con que los humanos tratan de esquivar la visita fatal de la muerte He aquiacute algunos versos de una versioacuten de dicho canto

Bajo la orilla del cielo en los confines del mundouna torre de hierro levantan para esconderse de CarontePero Caronte se vuelve una mosca y se entra por la ventana[hellip] Entra Caronte y alancea a todos los valienteshellip

El aspecto humano del caballero del Hades propio de la mitologiacutea popular neogriega aparece en toda su curiosa amplitud a traveacutes de la Odisea Como en aqueacutella se le atribuyen todas las virtudes y debilidades humanas sus costumbres sus maneras de vivir acompantildeado de su esposa ndashCarontisandash y de su madre personajes eacutestas siempre compasivas para las futuras viacutectimas de su feroz pariente En circunstancias y en tonos muy variados se producen en el poema conversaciones entre Ulises y Caronte cuando eacuteste aparece de tanto en tanto a traveacutes de su peregrinar En la rapsodia XVIII hablando con la

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famosa prostituta Perla y el priacutencipe Madretierra que vive obsesionado por el pensamiento de la muerte Odiseo expone toda una actitud ante esta uacuteltima y ante los bienes y males de la vida a traveacutes del relato de una plaacutetica con Caronte

Conozco yo en el mundo un cuerpo con dos alargadas manossi tiene hambre de pan come la tierra la vuelve a comersi tiene sed de agua fresca se bebe la agraz salmueray si desea platicar quedamente hacia el atardecercomo buenos vecinos eacutel y Caronte departen entre risasldquoBienvenido el vecino Caronte nuestro apacentadordeja a tus manadas-de-hombres de-cabezas-enlodadasven a sentarte conmigo y como lobos maestros platiquemos la amistadrdquoRiacuteen hablan sobre vintildeas y sembrados como dos duentildeos de casahablan de guerras y matanzas y de viajes remotosy conversan tambieacuten como muchachos en celo acerca de las doncellasldquoiexclBuenos los pechos de Lenioacute buenas las piernas de Ralabueno es Caronte tambieacuten el corazoacuten del macho ese loco estandarterdquoEn las tapias se sientan de la alegriacutea y comen los dos y bebeny chocan sus copas hasta el amanecer como si fueran broqueleserguido y siempre claro el espiacuteritu del hombre a la muerte respiracual una rosa abierta albiacutesima a la que entibia el soly tartamudea Caronte y ya no aguanta maacutes muy pesado le resultael platicar de ese libre corazoacuten y la risa de aquel entendimientoldquoiexclAmigo demasiado fuerte el vino me voy a levantar para marcharmerdquoVacilando atraviesa el solar y tropieza en el umbral

(XVIII 1270-1290)

En una de sus visitas bajo forma visible el normalmente invisible compantildeero de Odiseo lo espera siempre caballero en su negra cabalgadura a la sombra de una higuera Ya ha envejecido como aqueacutel

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y comienza a asemejaacutersele Pero no es tiempo todaviacutea y el arquero lo rechaza y lo hace huir con toda su compantildeiacutea (Por excepcioacuten se trata aquiacute a Caronte como ldquoThaacutenatosrdquo Muerte palabra que es de geacutenero masculino en griego)

Se vuelve y contempla al viejo-muerte a su amigo cordialque estaacute sentado a la sombra de una higuera con su espadiacuten delgadoy ladraban siete canes rojos con sus pupilas verdesEl arquero-de la-mente lo miroacute y le dice sonriendolaquoOh viejo-Thaacutenatos me acechas en la sombra caballerocon una de tus manos sujetas las riendas de tu negro67

y la otra la pones contra el sol y el camino avizorasiexclArriba matador hacia la mar azul que alliacute te he de hacer sentildeasraquoSe levantoacute el mar en sus rintildeones e inundoacute su espiacuterituy precipitoacutese la salmuera y salpicoacute sus narices sulfurosasLevantoacute su blanca cabeza y husmeoacute la brisaigual que el elefante que sintioacute el olor de muertey sereno inclina al suelo su vieja cabezay trae a la memoria voladamente los lejanos escondrijos de su estirpela selva oscura en que crecioacute el torrente en que se bantildeabay la floresta extrantildea ya no lo tolera y se abalanza derechopara expirar en la cuna que lo vio nacerdel mismo modo parte Odiseo hacia la mar su madreSe volvioacute hacia el sur y olioacute en los confines del mundola salmuera fresca y se abrioacute como una vela su almagiroacute Caronte entonces y silboacute crujieron las ramas-del-sueloy perros caballo y cazador se esfumaron en el aire

(XIX 112-133)

La muerte concebida como el desposarse de Caronte con un alma constituye un motivo que posee raiacuteces en la poesiacutea popular Son los miroloiumls en que el hijo parte a casarse sin vestidos especiales ni sus

67 Mavros μαύρος negro es tambieacuten uso de la poesiacutea popular el sustantivar el adjetivo y nombrar al caballo negro como ldquoel negrordquo

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armas ni compantildeiacutea alguna y es interrogado por su madre Y eacutel contesta con palabras amargas que muestran sin que se la nombre expliacutecitamente que es a la muerte a la que se dirige a encontrar puesto que en las bodas donde va no se utilizan vestimentas ni armas ni compantildeiacutea ni muacutesicos Este motivo ampliado con otros y detallado aparece hacia el final de la Odisea

Como oscuriacutesimo heliotropo vibra la vida por la plena luzel semblante volviendo hacia el sol negro la muerteTras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutesde la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negrasrecordaacuteronse68 las aves y vacilan con sus alas rescaldadas se reuacutenen los gusanos del cortejo y los suegros-orugaslevanta el topo el estandarte y se precipita como anunciadory detraacutes sigue Caronte como esposo con un aacutespid de anilloa fin de desposar del arquero el alma noble y sentildeorialA cien molinos exige una gran dote trigo formado de almasla mitad de ellos moleraacuten con laacutegrimas los otros moleraacuten con sangre y a un molino-de-viento habraacuten de moverlo los suspiros del humano El redimido barquero en su bajel-de-cristales con sus blancos cabellos ensangrentados con las untildeas partidasmanteniacutea los ojos bien abiertos y observaba al esposo

(XXIII 1201-1215)

En el uacuteltimo encuentro con Caronte en la embarcacioacuten de los hombres de las nieves ndashpostreros seres humanos que conoce Ulises en las cercaniacuteas del polo surndash la identificacioacuten de aqueacutel con eacuteste es completa Su apariencia igual a la del acabado canoso y cadaveacuterico peregrino mueve a compasioacuten La hora del fin se acerca y ya no es rechazada su compantildeiacutea sino que recibe una conmovedora bienvenida

68 Recordaacuteronse despertaacuteronse

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Cual saeta la embarcacioacuten de piel de foca se deslizaba por las aguasy ahora un cisne negro refulgioacute sobre la proa enamoradoy ardiacutean sus ojos suavemente a la luz como rubiacuteesMas a poco la sombra decantoacutese y se dibujoacute un ancianode albos cabellos enmarantildeados con un riacuteo de barbas y en su santa cabeza un gorro de zorro azulChispeaban unos pequentildeos ojos negros en unas hondas oacuterbitasy suavemente sus brazos gruesos y sus manos alargadascomo remando agitaba y meciacutea quedamente escaacutelamos-de-sombraEl-de-espiacuteritu-veloz se sonrioacute y percibioacute enseguidaquieacuten era aquel que se sentoacute en la proa y que cogioacute sus remosviejas trampas se moviacutean y los huesos rechinabana fin de dar lugar a ese grande visitante el-tres-veces-nobleNo respira observando largo rato sin moverse al viejo-camaraday una dulce compasioacuten conmovioacute hondamente sus entrantildeasabre con lentitud sus labios azulados y le da la bienvenidalaquoiexclCaronte coacutemo me has envejecido coacutemo blanqueoacute tu cabelloy las negras amarguras y tormentos de queacute modo te han lisiadoDonde tu rostro cruzaron con espada alliacute golpearon el miacuteodonde se hirieron tus carnes alliacute se hundieron las miacuteasy entre tus cejas diviso una oruga pequentildeitami semblante inclino al agua y alliacute diviso el tuyoiexclCaronte mi gran asistente y perro de mi barcomi camarada que merodeabas cual sombra en torno a mi sombra la vida enteray a veces te lanzabas adelante como un rey y a veces atraacutes cual esclavocoacutemo fuiste atormentado y coacutemo envejeciste en la tierra tambieacuten tuacute junto conmigoQue seas bienvenido tieacutendete ya y reposemos uno al lado del otroraquo

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Sonriacutee Caronte con dulzura y clava su miradaen los ojos azules oscuriacutesimos del-de-mente-de-zorro

(XXIII 149-177)

No es usual en la Odisea como no lo es tampoco en la poesiacutea popular griega que Caronte sea presentado sin sus caracteriacutesticas de figura humana viviente Pero hay episodios en que el negro caballero toma apariencias distintas fantaacutesticas o macabras como en aquella visioacuten impresionante del futuro que tiene Odiseo en el palacio de Knosos cuando ve surgir en la noche en fantasmagoacuterico cortejo al rey sus cortesanos y Helena todos cadaacuteveres en descomposicioacuten precedidos de Caronte Eacuteste es aquiacute un esqueleto con sus huesos tentildeidos de rojo las cuencas de los ojos llenas de tierra y que lleva un cuervo en el puntildeo

Salioacute primero el gran Caronte pastor-de-grandes-rebantildeospintados de rojo los huesos y con tierra en los ojosy llevaba un ave pequentildea ndashera un cuervondash en su puntildeo abierto entroacute saludoacute a derecha-izquierda pero nadie lo vioDetraacutes aparecieron los capitanes del mar y erguidasen sus cabezas ondeaban al viento unas alas azulesllenas estaban sus narices y axilas con unas perlas tenueslos huevos-de-los-gusanos-de-la-muerte que todaviacutea no se abriacuteanCon alas encarnadas aparecieron tambieacuten los capitanes de tierray sus viejas llagas recieacuten pintadas riacuteen como labios de heteraGentilmente se vuelven y saludan pero ndashtamboresndash sus vientres verdeciacuteany el musgo primaveral ya los cubriacutea Derechos sus ojos pintados miran hacia el poacuterticoy lentamente aparece el soberano ndashun piacutecaro mono doradondashy cuatro muchachos llevan su cola de pavo realy movioacute Caronte sus manos daacutendole la bienvenidaDetraacutes de eacutel eunucos perfumistas adivinos y bantildeerosy joacutevenes rollizos lo siguen e impuacutedicos bufonesy al final del cortejo brillaban los ojillos de nuestro OrfoacutesSe movioacute el leoacuten y gruntildeoacute y las gamuzas corrieron

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y sus pupilas todas agua fresca y sus espiacuteritus hierbasoacutelo nuestro Suralis husmeoacute el olor del leoacutenen medio de la oscuridad y por doquier como liebre correteapero no localizoacute la feroz huella y vuelve a seguir su caminoSe sentoacute el rey en el trono sonriacutee a los ricos noblesy hace sentildeas para que quiten las llaves a las puertas del gineceoComo altivas galeras que parten con oacuteptima brisaufanas con sus descotes pasan las sentildeoras recieacuten acicaladasrechinan los aparejos golpean su velamen se despliegacaen destellos desde las teas y los senos refulgenaltos pezones diriacuteanse golpeados por el mar en el rosado amanecerCimbreantes navegan con ademanes en el aire mariacutetimoy todas las mercanciacuteas y perfumes desbordan de sus bodegaspaacutejaros y risas frescas besos y noches de grandes ojosy Caronte abrioacute con compasioacuten como un puerto sus brazosEl arquero ve todo saluda y su alma se regalabrinca su corazoacuten como-lengua-de-leoacuten y lame toda la tierralaquoiexclAdioacutes racimos de-gruesos-granos azules cabellos perfumadosadioacutes mis crespas vides aparecioacute el vendimiadorraquoY de repente se abrazoacute con fuerza a la negra columna para no caerdivisa al final a la de cejas-de-luna mecerse-lentamente-como- cisney las nodrizas con suavidad ayudaban a avanzar su cuerpo ligeroSu vientre sagrado habiacutease abultado pareciacutea un hormigueroque en enorme multitud se sostiene sobre sus muslos llenos de ovossus mejillas rosadas se hundieron se agrandaron sus ojospaacutelidas sus manos descansaban sobre su seno fecundoY dulcemente sumida en un suentildeo mostraba una sonrisa lejana

(VIII 153-198)

En el desierto candente e inmisericorde con los humanos Caronte toma las formas inusitadas de serpiente y de dragoacuten de larga cauda sin perder sus atributos de gran sentildeor y opulento pastor de los difuntos

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Avizoran en torno y en el desierto llameante se estremecen los espiacuteritus El negro ofidio Caronte se escondiacutea tendido en la arena viejo arconte69 y primer-pastor y dragoacuten de-larga-cauda y guardaba montones de oro de anillos de compromiso en el vientre (IX 354-357)

Vida y muerte La contraparte de la muerte inexorablemente eterna sin fin es la vida fulgurar efiacutemero de una conciencia destinada a apagarse La fugacidad objetiva del vivir motivo siempre presente en la poesiacutea de todos los tiempos es una idea reiterada una y otra vez en la Odisea En ocasiones bajo la forma de breve reflexioacuten contenida en el ritmo lapidario de un verso

iexclSoacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

La vida es aire bruma suentildeo rociacuteo sobre el polvo (X 1369) A Menelao inquieto y lleno de presentimientos le parece un suentildeo y la muerte le parece como una sombra

Cual suentildeo la vida parecioacutele cual un jazmiacuten fragante y mientras lo sosteniacutea y aspiraba temblaba su corazoacuten y al inclinarse al torrente contemplaba construirse ramificarse y deshacerse con agua y luz el mundo Y leve tambieacuten le parecioacute la muerte como la sombra de una gran flor que al crespuacutesculo cae en la cabeza del hombre (VII 123-127)

69 Gran sentildeor noble

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Suentildeo leve murmullo tenue de agua dulce zumbido de abejas que se apaga y se pierde veacutertigo suave que desaparece semeja la vida cuando ha transcurrido y llega el momento de la muerte o una gran emocioacuten permite contemplarla en una mirada Asiacute la ve el anciano Laertes en sus uacuteltimas horas Helena cuando va a ser lanzada al agua para calmar la tempestad en la travesiacutea hacia Creta el propio Ulises cuando va a abandonar para siempre a la princesa Dijtena que subioacute a su naviacuteo despueacutes de la destruccioacuten del reino de Knosos

Se sumieron las sienes del anciano sus paacuterpados se cierran cual dulce zumbido de abejas lejano en el campo florecido que se aleja maacutes y maacutes y se apaga y se pierde le parecioacute su vida y eacutel de espaldas cual un abejorro sin aguijoacuten estaacute muriendo (I 889-892)

Y la hermosa mujer escondioacute el semblante entre las manos y toda su vida atravesoacute como un suentildeo de-remo-alado por su mente era un paacutejaro de oro y revoloteoacute un suave veacutertigo y leve se ha desvanecido (V 253-255)

Con el cuerpo lozano de la mujer entre sus brazosse sentiacutea navegar en los secretos veneros de Carontepara encontrar el agua inmortal y beber y que se esfume su almaY la vida toda parecioacutele como un murmullo tenue de aguaque entre suentildeos clara borborita70 dentro del espiacuteritu del hombre

(VIII 1333-1337)

Cuando Ulises ha hecho vivir actuar en un drama sangriento y morir a cinco creaturas de su entendimiento en la rapsodia XVII las reflexiones que el impresionante final de todos los personajes sugiere son semejantes a las que pueden hacerse en torno a los hombres reales y sus creaciones condenadas todas a una postrimeriacutea inevitable la nada

70 Borbotea borbollea

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Como pestantildeeadas de astros al sol se-encienden-y-se-apagan las generaciones dan-flor-y-frutos los aacuterboles y se pudren en un instante en el suelo se alzan reinos con la aurora de-un-solo-diacutea iexcly marchan veloces al meridiano y al crepuacutesculo se apagan71

(XVII 921-924)

El canto popular provee tambieacuten al poeta de algunos motivos sobre la fugacidad de la existencia humana como el pensamiento que sigue a la desaparicioacuten del pueblo de los hielos que Odiseo encuentra en las proximidades del polo y que pese a sus obsesivos ruegos a la divinidad y sus esperanzas de llegar a terrenos firmes es devorado implacablemente por las aguas heladas a la vista del peregrino que ha partido ya en su uacuteltimo naviacuteo

El nombre del hombre malhadado sobre la nieve estaba escrito lo cogioacute el sol y derritioacutese se volvioacute agua y desaparecioacute72 (XXII 1450-1451)

Es claro aquiacute el eco de los miroloiumls que lamentan la muerte de un ser en plena juventud

71 La comparacioacuten del paso de las generaciones con el cumplimiento de los ciclos vegetalesndashpresente aquiacute de manera indirectandash la hallamos en Homero en aquel bello pasaje de la Iliacuteada

Como la generacioacuten de las hojas asiacute es la de los hombresMientras el viento hace caer unas hojas sobre la tierraotras la selva al florecer engendra al tiempo de venir la primaverade tal modo una generacioacuten de hombres nace y otra se acaba

(Homero Iliacuteada VI 145-149 Figura tambieacuten en la poesiacutea popular como en el canto de la madre que pierde a todos sus hijos y es consolada por la voz de uno de ellos

Imagina madre miacutea que eras una matita de manzanode pequentildea floreciste y de grande diste frutosy soploacute la brisa norte e hizo caer las manzanas

72 Recueacuterdese el miroloi que entona una anciana cuando el pueblo errante del pope Fotis antes de volver a partir en eacutexodo entierra el cadaacutever de Manolios en Cristo de nuevo crucificado de Kazantzakis El nombre de este joven sobre la nieve fue escrito vino el sol lo derritioacute vino el agua y lo borroacute (paacuteg 409)

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El nombre de este joven ndash escrito estaba en la nieve el sol lo ha derretido ndash y el agua se lo ha llevado

Un bordado poliacutecromo en la tela de la noche que va de abismo en abismo que manos misteriosas urden en las tinieblas breviacutesimo relaacutempago que se desvanece con la llegada del sol negro y el canto del gallo negro Caronte tal es la vida Un vano juego le parece el mundo a la desdichada princesa Krinoacute cuando debe marchar al redondel de las ceremonias taacuteuricas a sabiendas de que no podraacute sobrevivir al asalto de la fiera

Un bordado carmesiacute hermanos es la vida en la tela brumosa de la noche Quieacuten Dios miacuteo estaacute en la oscuridad con unas manos haacutebiles y aparecen las grecas realzadas los floreros los cipreses y perdices silvestres con-garras-de-fuego y hombrecillos negros Y se deshacen y se desvanecen y vuelven a surgir y se abren nuevas sendas recodadas con cipreses y de zanja en abismo van los brocados poliacutecromos (VII 1247-1253)

Un vano y friacutevolo juego de libertad le parecioacute en su seno el mundoy la vida entera breviacutesimo relaacutempago pestantildeeoacute en su pensamientoiexclmuy pequentildea y muy dulce y se levantoacute temiendo que se esfumeHebilloacute con firmeza el centildeidor precipitadamente abre los brazosdelgados y enjutos y las piernas fuertesUna roja corona de cuerda de crin de tres vueltas coloca en sus cabellosy ya sin esperanza se encamina veloz sin miedo a la era de Caronte73 (VI 538-544)

73 La era ndash la era despejada la marmoacuterea era - aparece siempre en la poesiacutea popular como el lugar donde luchan Caronte y el joven a quien viene a llevar

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Y yo soy aire y bruma y suentildeo y vendraacute el sol negro el cuervo negro Caronte iexcla cantar para que yo me desvanezcaraquo (X 1373-1374) Parecida reflexioacuten sobre la fatal fugacidad de la vida hacen los muertos que salen de los sepulcros y acuden en tropel al llamado del asceta agonizante Perla la famosa prostituta recuerda como un suentildeo ligero el veacutertigo del mundo que tan intensamente gozoacute

Y Perla se cubrioacute el pecho y de nuevo envuelve lentamenteen el terroso pantildeuelo funerario su cabellera telarantildeosacomo un suentildeo ligero pareciοle el veacutertigo de este mundocomo sombras vergonzosas e impuacutedicas alegres y tristeslos joacutevenes y viejos que pasaron por el cielo de su lechoy toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejana

(XXIV 365-370)

El anciano de la tragedia incluida en la rapsodia XVII se expresa asiacute al meditar sobre su existencia

Un relaacutempago rojo es la vida y yo camino a su destello vi y me libereacute y ya no poseo esperanza ni temor es la muerte una pluma larguiacutesima y en la mano la sostengo (XVII 995-997)

Y Ulises al emprender la aventura del rapto de Helena recuerda lo efiacutemero de la vida

Ayer tarde naciacute y esta noche he de morir tiene tiempo la tierra de detenerse a rumiar lentamente iquestqueacute le preocupa Los antildeos iexclmiles detraacutes de ella y miles adelante Mas nosotros iexclbienvenidos y adioacutes iexclLo que dura un relaacutempago y nos vamos (IV 227-230)

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La contrapartida de la nada final es la realidad presente la vida y su haacutelito y fuerza se imponen maacutes allaacute de las continuas reflexiones sobre la muerte Sombra es la tierra pero se alegra el corazoacuten cuando la abraza dice Ulises a aquel pueblo agonizante de mujeres cuya uacutenica esperanza de sobrevivir como raza es un nintildeo cuyo sexo auacuten no tiene vello y al que cuidan con solicitud obsesiva (XIX 1087) En la rapsodia siguiente hallamos otra expresioacuten de la idea reiterada en diversos pasajes acerca de gozar el mundo ldquolibrarlordquo con la maacutexima intensidad aun cuando la vida sea tan efiacutemera ldquocomo el destello del relaacutempagordquo

iquestPor queacute llorar y clamar y perder el sentidoDichoso aquel que puede librar el mundo enterode flor en flor saltando presuroso y asiacute pasar al polvoiexclmaravilla es la vida que un instante aflora en el cerebro y luego se desvanece

(XX 552-555)

Frente al incesante proceso de destruccioacuten simbolizado en las andanzas ininterrumpidas de Caronte la vida sigue brotando El amor de los seres destinados a ser polvo engendra nuevas creaturas y asiacute la misteriosa trama de la vida sigue tejieacutendose con mil bordados El peregrinar nocturno de Caronte y el Amor entregado cada uno a sus contradictorias tareas es la imagen de esta continua conjuncioacuten de vida y muerte

Y entretanto sobre el rostro de la tierra la miacutestica trama de la vida continuaba tejieacutendose mil bordados maestros con albos hilos como olas-de-lunas sobre una tela de arena La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la noche hombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manos y soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindario se aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondash arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

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Y el Amor ese nintildeo pequentildeo de plantas delicadas lleva la maacutegica hierba-de-hierro que abre todas las puertas senos semidesnudos brillan manos pintadas hacen sentildeas furtivamente se deslizan los amantes a los patios los lechos cantan iexcly hete aquiacute que de nuevo se llenan de infantes los umbrales terrosos (X 260-273)

Antiacutedoto de la muerte es el amor no soacutelo en cuanto crea nuevas vidas sino tambieacuten en el sentido de que la exaltacioacuten eroacutetica genera una sensacioacuten de permanencia de eternidad De alliacute que pueda decirse que si bien Caronte guarda las llaves de la existencia humana la mujer es la depositaria de las contrallaves La prostituta Perla (Margaroacute) cuando surge de la tumba para acudir al llamado del agonizante Odiseo a la vez que reflexiona sobre lo efiacutemero de la vida se jacta de coacutemo gozoacute el amor en su existencia

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo riacutee la mar bulliciosa de espaldas a las proas y en nuestro suentildeo el inasible espiacuteritu el cazador-de-ensuentildeos viaja ndashmercaderndash por distantes lejaniacuteas y se marcha En toda la corteza multicolor llena-de-barro de la tierra guarda las llaves el patroacuten-Caronte y la mujer las contrallaves y tomamos todos las senda del amor subimos a los pechos y que se encumbre inmortal el alma y en el polvo no desaparezca (VI 773-780)

Y toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejanatambieacuten la muerte agua profunda por nuestra mente suavemente se desliza

y la joven riacutee pues bien guarda el secreto en el pecho Ay cuaacutendo caeraacute a los pies del asceta para exclamar laquoTu palabra grande me ha fecundado mi vida ha echado fronda como el buen manzano y se dobloacute recargada de fruto y ahora soploacute el viento sentildeor cayeron las manzanas

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rodaron por la tierra se pudrieron pero a miacute no me importa un relaacutempago es la vida lo sabiacutea y bien la cosecheacuterdquo (XXIV 371-379)

Abajo en los cascos negros en las entrantildeas de la piedramiles de capas de cuerpos se deshacen y solamente restaalbiacutesima inmortal abierta la risa de-cabeza-cadaveacutericaPero arriba negligentes viven los vivientes y golpean los pies74golpean sus manos miacuteseras en las tabernas bulliciosasiexclsalud y la muerte es un cuento hermanos y es el vinoagua inmortal y bebemos y florecen nuestros huesosY otros aprietan en su pecho a una jovencita y en la dulzura del beso se olvidan y se burlan de Caronte -iquestNo va con su guadantildea esa hoja melladapara aterrar a medianoche a los ancianos a los viejos simplesiexclPero yo con el amor lo combato y lo derribo

(VII 1328-1329)

La accioacuten constituye asimismo una contrapartida de la destruccioacuten ininterrumpida que trae la muerte Asiacute lo siente Odiseo durante su ascesis en las soledades rocosas en la rapsodia XIV Una de las etapas de la Asceacutetica es la accioacuten y en ella el peregrino cree convencerse de que el mundo y la vida no es el mero tabique multicolor que nos oculta la Muerte

Y contempla el arquero con profundidad al mundo alrededor y percibeque no es un dulce espejismo de la vista ni es un ajuar de bodasaquello de que Dios se ha revestido para acoplarse con el alma-la-hembrani tampoco el tabique multicolor que nos oculta a la Muertey que manos piadosas lo bordaron con adornos heliocroacutemicos

74 Alusioacuten a un canto popular ldquognoacutemicordquo en el que el estribillo es ldquoA esta negra tierra que nos comeraacute vamos vamos dale dale con el pierdquo Al cantar el estribillo se golpea el suelo con los pies Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 166

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con mucha dulzura y encanto para que olvidemos el sepulcro Es la vida una excursioacuten guerrera y las fuerzas luminosas ascendiendo con esfuerzo luchan por rasgar la oscuridad buscando en la tierra a porfiacutea inmortalidad y libertad (XIV 1331-1339)

La nostalgia de los muertos

La nostalgia inconsolable por la vida terrena que los muertos sienten en el Hades todas las veces que pueden hacer oiacuter sus voces en la Odisea recuerda el tono desgarrado que el cantor popular griego pone en boca de los difuntos cuando eacutestos ansiacutean el mundo de la luz tono muy semejante a aqueacutel con que hablan a Ulises en la Odisea homeacuterica Lo veremos no soacutelo en los dos pasajes que repiten en cierta manera aquel episodio de la epopeya antigua en su ldquocontinuacioacutenrdquo contemporaacutenea en las rapsodias I y XIV en Itaca y en el centro del Aacutefrica respectivamente Pero antes examinemos algunas otras manifestaciones de esa nostalgia sedienta y angustiosa por la vida En las orillas del Nilo el rumor que proviene de las tumbas innumerables no expresa otro sentimiento

Hablaba asiacute el anciano husmeaba las tumbas cual chacaly explicaba las voces de los muertos laquoiexclViajeros miacuteos si tuvieraagua corriente para beber y una manzana roja para olerraquoY a su lado otro solloza laquoiexclAy hermanos girad mi rostro hacia el nortepara que una gota al menos me sople de aire frescoraquoY gime otro con signos retorcidos y densos en su laacutepidalaquoNo lloro porque mi bella esposa tomaraacute nuevo maridoni lloro por mis hijos nintildeos son todo lo olvidaniexclsoacutelo lloro por el pan y por la luz y por la dulce plaacuteticaraquo

(IX 501-509)

El pesar por no haber aprovechado y gozado los bienes del mundo engantildeados por la promesa de una recompensa en una vida posterior a la muerte es una queja siempre repetida por los difuntos En el pasaje siguiente Suralis el muacutesico uno de los compantildeeros de Odiseo es el

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que reconoce las voces de ultratumba

Y Suralis pega el oiacutedo a la tierra y logra espaciadas distinguir en medio del denso y zumbante gusaneriacuteo las vocecillas del hombre laquoiexclMaldito aquel que cree en la virtud en el mundo esa anciana banquera que nos arrebata el oro puro de nuestro vivir y entrega un recibo que se anula allaacute en el mundo subterraacuteneo iexclOjuacute viajeros que pasaacuteis y viandantes que cruzaacuteis a la virtud lo aposteacute todo y el juego lo he perdidoraquo Se estremecioacute la arena y se quedoacute muda y el flautista distingue una voz fina de nintildea quejarse veladamente laquoiexclViacutergenes que pisaacuteis sobre miacute muchachas que me escuchaacuteis os dejo mi maldicioacuten por bendicioacuten gozad queridas de vuestra juventud Santa me proclamaban y peregrinos de los confines del mundo acudiacutean descalzos a verme y a ofrecerme azucenas sin ser besada ni tocada por varoacuten mi vida la perdiacute iexclAy iexclsi pudiera Dios miacuteo salir de nuevo una hora siquiera al mundo terrenal75raquo (IX 400-414)

La nostalgia por las maravillas de la vida alcanza al propio Caronte quien pese a vanagloriarse muchas veces de su tarea destructora se deja seducir tambieacuten intensamente por la magia del mundo terrestre El encanto del trino de una avecilla lo hace emocionarse hasta las laacutegrimas y maldecir su suerte y su negro oficio en este bello pasaje que pese a su exaltado haacutelito de vida termina tambieacuten con la muerte del minuacutesculo cantor

75 La nostalgia por ldquoel mundo terrenordquo ldquoel mundo de arribardquo el pano kosmos πάνω κόσμος es un motivo reiterado en la poesiacutea popular griega Cuando en un canto Caronte le pregunta a una nintildea que por queacute estaacute llorando y le dice que puede enviar a buscar a su madre o a sus hermanos ella la responde ldquoSoacutelo por mi casa lloro y por el mundo terrenordquo Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 170

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Suavemente amanecen en torno las montantildeas y de rosa se tintildeen las piedras oscuras y la alondra embriagada-de-sol con su borlado entendimiento bebioacute demasiada luz y confundioacutese y da comienzo al trino iexclcorazoacuten ave volante insensata y herida-por-la-luz Y mientras trinaba se iba sobrecogiendo y el sol se lo imaginoacute un manzano frondoso en su fruto un granado en su flor y subioacute a posarse entre sus ramas y a picotear dulcemente La madeja de canto y de alas se desmenuzoacute a la luz y desaparecioacute mas su trino ndashfiniacutesima lluviandash lentamente auacuten descendiacutea y todo el cuello candente refrescaacutebase de la brisa encendida Dios miacuteo con el canto del ave hasta la tierra se olvida de la Muerte hasta Caronte olvida su guadantildea y se sienta en una roca a escuchar embelesado el dolor de la alondra Enjugando sus ojos llameantes y sin paacuterpados suspira laquoiexclMaldita mi negra suerte si yo tambieacuten pudiera un diacutea despreocupado tenderme por la yerba a escuchar a los paacutejarosraquo No terminaba auacuten de hablar Caronte cuando ante sus rudos pies se derrumboacute el cantor extravagante como un pequentildeo terroacuten y en el extremo del pico teniacutea una gota de sangre negra (XX 315-333)

Este sentimiento del oscuro sentildeor de la muerte se expresa acaso con maacutes viva intensidad en uno de los episodios en que Caronte visita a Odiseo en la rapsodia VI Alliacute aqueacutel se duerme junto a su antiguo camarada y se pone a sontildear justamente con la vida La exaltacioacuten del vivir en esta llamada ldquoepopeya de la muerterdquo encuentra en este pasaje una expresioacuten notable

Se agitaron las cantildeas como un pueblo y las aguas crecieron y envolvieron su mente como un aacuterbol regaacutendola hasta lo hondo Y con suavidad de los laureles-rosas y de los cantildeales se difundioacute una brisa dulce y cogioacute sus paacuterpados el suentildeo Y vino Caronte y se tendioacute cuan largo es a su costado se cansoacute de merodear toda la noche los ojos le pesaban

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y deseoacute tambieacuten eacutel en el arroyo con su viejo camarada tenderse a la sombra de un algarrobo a dormir una gota Lanza ligeras sus manos de huesos al pecho del arquero y asiacute abrazados bajaron los amigos hasta el suentildeo Duerme Caronte y suentildea que todaviacutea viven hombres que auacuten se alzaron en la tierra casas palacios reyes y lograron crecer huertos y debajo de su sombra auacuten pasean sentildeoras nobles y esclavas entonan cantos Suentildea que un sol aparecioacute que alumbra una luna y acaso que gira la rueda de la tierra y lleva cada antildeo yerbas y flores frutos variadiacutesimos dulces lluvias y nieves y acaso de nuevo retorne todo ello y la tierra se renueve Riacutee Caronte secretamente en su suentildeo lo sabe es suentildeo aire multicolor una fantasiacutea de su mente cansada y deja despreocupado que lo aguijonee Y poco a poco perdioacute la vida el pudor y tomoacute vuelo la rueda abre sus viacutesceras la tierra hambrienta penetra el sol y la lluvia e innuacutemeros huevos germinaron se llenoacute el mundo de larvas y parten densas bandadas de aves de fieras y de humanos y de pensamientos y se precipitan a devorar a Caronte dormido Y una pareja de hombres se instaloacute en sus narices-cavernas encienden lumbre y la alimentan y preparan su merienda y colgaron la cuna del hijo de su tosco labio superior Siente cosquillear los labios las narices le hormiguean Y de pronto Caronte estremecioacutese y se esfumoacute su suentildeo soacutelo un instante se durmioacute la Muerte y sontildeoacute con la Vida (VI 1261-1292)

Maacutes que en la rapsodia I - y la visita saludo a los difuntos y danza en su recuerdo - es en la Rapsodia de la Ascesis la decimocuarta donde encontramos una escena hasta cierta medida semejante a la del canto XI de la Odisea homeacuterica En la vieja epopeya la bajada de Ulises al Hades para consultar al adivino Tiresias pone de relieve el sentimiento infinito de nostalgia por la vida terrena que experimentan los difuntos en el mundo oscuro de la muerte concepcioacuten que en lo esencial supervive firmemente arraigada en las creencias populares neogriegas

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La sangre hace revivir a los muertos por algunos instantes y pugnan con desesperacioacuten por esos momentos de luz Hasta su viejo padre que dejoacute la vida despueacutes de cumplir iacutentegramente su ciclo aparece ante Odiseo y le tiende sus treacutemulos labios suplicantes Es tambieacuten en ese encuentro con los muertos cuando Odiseo conoce el fin de dos de sus maacutes queridos compantildeeros Ostreros (Stridaacutes) y Karteroacutes El primero le sonriacutee amargamente paacutelido y se esfuerza por articular unas palabras mas no puede pues su garganta estaacute carbonizada Quiere volver un momento a la vida pero su propio amigo le niega la sangre y eacutel maacutes paacutelido auacuten ndashhumo tembloroso como Anticlea la madre de Ulises en los versos de Homerondash desaparece Lo que los muertos expresan con pateacutetica insistencia al igual que en la poesiacutea popular es la nostalgia desgarradora e incurable por la vida terrena ldquovolver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerrdquo

Las entrantildeas comenzaron a temblar y las tumbas se abrieron iexclah coacutemo se arrojan los muertos a beber la tibieza del hombre Agachado el matador se estremece viendo a los antepasados a los viejos amigos que desaparecieron a las sombras que amaba abalanzarse apintildeados para beber sus venas y poder revivir Se precipitan en oleadas a su entrantildea y gimen los difuntos abrazan sus pies y los besan se cuelgan de sus costados y los maacutes temerarios chillan sobre sus craacuteneo igual como halcones laquoQuiero tomar tu sangre ndashgimenndash para poder erguirme sobre el suelo iexclpara volver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua para rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerraquo Mas eacutel implacablemente escoge en el sumidero de su corazoacuten teniacutea en la mano un palo largo y rechaza a aquellas sombras laquoAtraacutes derrumbaos en el Taacutertaro no vuelvas nunca maacutes cosa difiacutecil te has elegido agua pan mujerraquo Su padre aparecioacute y tendioacutele sus treacutemulos labios

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pero con el taloacuten aparta el hijo de siacute a su progenitor laquoPadre tu vintildea en la tierra bien la cultivaste iexclcomiste y bebiste y engendraste un hijo mejor que tuacute y bastaraquo Se precipitan los antepasados abuelos bisabuelos como animales jadeantes pero alza su aguijada el-de-doble-origen y los derrumba al Hades laquoYa no tiene la tierra necesidad de vosotros no puede volver atraacutes al oscuro abuelo ha superado con sus gruesas quijadas iexcly es una verguumlenza que se desperdicie la sangre del vaacutestago para hacer revivir sobre la tierra a su ancestro-simioraquo Mas de improviso palpita el corazoacuten palidece el-de-mente- de-leoacuten allaacute en un extremo divisa a Ostrero que abre-y-cierra los labios y se arrastra hacia la cavidad del corazoacuten a beber una gota de sangre laquoiexclMi Stridaacutesraquo grita y abre con iacutempetu los brazos anhelantes Y eacutel alzoacute la mirada paacutelido y le sonriacutee amargamente trata de sacar una palabra mas no puede su garganta estaacute carbonizada y se arrastra hasta al corazoacuten del compantildeero para poder revivir Se llenaron de laacutegrimas los ojos del arquero pero levanta el cayado laquoiexclMi Ostrero estoy en gran necesidad y la sangre es muy poca Bien sabes coacutemo te quiero pero no se debe con amor gobernar esta tierra de mala cabeza te ruego Stridaacutes que no bebas sangre de mi corazoacuten tambieacuten tuacute cumpliste bien tu deber en la tierra y otro bien importante no tienes ya que ofrecer en este mundo iexclretorna al polvo y deacutejame dar de beber a otros mejoresraquo Dijo y Stridaacutes palidecioacute ndashhumo temblorosondash y desaparecioacute Suspiroacute el-de-muchos-tormentos y enjugoacute sus ojos hondo es su dolor pero es menester que las laacutegrimas no nublen sus ojos inclementes para que puedan ver y escoger entre las sombras Mudos los muertos hasta sus sienes descendiacutean

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como negros corderos y su espiacuteritu embargaacutebase de dulces anhelos en su memoria desencadenada fulguraban viejos soles y lunas frutos envenenados y corceles fortalezas muchachas y mujeres fantaacutesticos festines y lejanas travesiacuteas Y cuando sumergioacute Odiseo su mirada en lo hondo de la memoria divisa en el borde de la fosa de improviso una sombra pesada que se erguiacutea en silencio con una espada clavada en el craacuteneo laquoiexclHerrero miacuteo ndashexclama dolorido el solitariondash amigo sin sonrisa ya te quitaron la corona ya no estaacutes bajo el solraquo Mas Karteroacutes cual un rinoceronte mudo hozaba en el suelo y camina para llegar al corazoacuten y sorber tambieacuten eacutel sangre diriacutease que lo han asesinado y conserva su energiacutea toda (XIV 321-377)

La muerte destructora

La presencia de la muerte en la Odisea asume tambieacuten la forma de aceptacioacuten objetiva de ella como realidad inseparable de la vida revistiendo muchas veces el matiz de objetividad y serenidad con que la enfrenta el hombre ruacutestico sencillo y en especial el anciano En no pocas ocasiones ante el lamento o la expresioacuten de miedo frente a la muerte se da la reflexioacuten en contrario de otro personaje Esta posicioacuten suele asociarse a menciones del proceso material de desaparicioacuten del cuerpo que si bien pueden parecer de un caraacutecter macabro a veces hasta morboso no pasa de ser tambieacuten realidad Y acaso no constituyan en alguna medida sino ampliaciones y variaciones enriquecidas con nuevos motivos de elementos de la poesiacutea popular en la cual esa fatal etapa de reduccioacuten a polvo y nada del ser humano se muestra con impresionante realismo La presencia de la descomposicioacuten y los gusanos se da en no pocos miroloiumls como eacuteste dedicado a la muerte de una joven novia que citamos en fragmento

Y de nuevo respondioacute y a su madre le habloacute asiacutendashMadre si tuacute eres mi madre y si yo soy hija tuya

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saacutecalo y dalo a cualquiera mi anillo de compromisoMadre miacutea que me entierren en un vallecito verdedejad al lado derecho una pequentildea ventanaque entre el sol en la mantildeana y que entre al mediodiacuteay cuando se pone el sol que entre mi pajarilloque entre y salga a conversar que entre y salga a preguntarndashNintildea miacutea tu hermosura tu belleza iquestdoacutende estaacutenndashCome el Hades mi hermosura y la tierra mi bellezamis cejas y mis pestantildeas un gusano las devora76

El proceso de destruccioacuten orgaacutenica se menciona a veces en los miroloiumls con figuras acerca de las ropas y los alimentos que los muertos poseen en contraposicioacuten a los que los vivientes les ofrecen al rogarles en sus lamentos que retornen a la vida

ndashAleacutegrate con las flores guarda para ti las rosassi tienes almuerzo toacutemalo y si cena tienes coacutemelay si tienes agua tibia laacutevate con ella tuacutesi tienes vestidos viacutestelos si tienes lecho en eacutel duermeYo el camino que he pasado no lo vuelvo ya a pasarvoy a los montes del Hades voy a la fuente del Hadesel suelo tengo por lecho la tierra tengo por saacutebanapara cena tengo polvo para almuerzo tengo tierray bebo el negro veneno que gotea de la laacutepidahellip 77

En otras ocasiones la impresionante figura del difunto en putrefaccioacuten se ofrece al deudo que quebrantando una tradicioacuten llora a los muertos al crepuacutesculo enturbiando con sus laacutegrimas el agua de la Fuente del Olvido A tal hora los difuntos acuden a beber esas aguas para renovar la peacuterdida de memoria de la vida terrena Eso les permite ldquovivirrdquo sin mayor amargura en el oscuro Hades Mas si el agua se enturbia revive en ellos el recuerdo de la existencia y en su desesperacioacuten por volver al mundo terreno suelen cometer torpezas que Caronte castiga con el enviacuteo del muerto en descomposicioacuten para ahuyentar al deudo

76 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica p 13677 Ibiacutedem p 139

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irreverente Castigo doble por cuanto el difunto anhela volver a la vida vivo de nuevo y no en la forma de espantable espectro y porque el deudo al evocarlo ansiacutea hacerlo retornar a la existencia en la forma que tuvo en la tierra y no convertido en una visioacuten macabra Una hija ruega a su madre en un miroloiuml de motivo semejante al resentildeado que no la llore a la hora del anochecer porque perturba su trabajo de servicio de Caronte y provoca el terrible castigo

Quisiera yo madrecita pedirte una gran mercedque nunca al ponerse el sol un miroloiuml me cantes estaacute cenando Caronte con su mujer Carontisayo les escancio la copa con un cirio los alumbroY al oiacuter tu vocecilla mi pecho se estremecioacutey se me quebroacute la copa se apagoacute la luz del cirioy el vino se ha derramado en medio de los difuntosquemoacute vestidos y adornos de novia y palikaris78Se enoja entonces Caronte me enviacutea a la negra tierrami boca llena de sangre y mis labios de veneno79

En el pasaje siguiente de la Odisea se alegoriza el camino de los muertos en boca de un viejo hombre de pueblo y se alude al lento devorar de la tierra y al motivo de las ldquosiete especies de gusanosrdquo que en la rapsodia del Priacutencipe Madretierra se desarrolla ampliamente Salvo ese inevitable deshacerse nada hay maacutes allaacute de la tumba

laquoUn brioso labrador eacuterase mi bisabuelo y me tomaba en sus rodillasy no queriacutea contar cuentos a su nietosiempre en su mente Caronte estaba y se reiacutea de continuo hablando de eacutelldquoNo quiero comidas nintildeo miacuteo ni exorcismos en mi tumbano quiero que sacrifiquen por mi alma a los pobres bueyesiexclpues bien conozco el futuro y no poseo esperanzas

78 Palikari παλικάρι muchacho mozo hombre joven apuesto varonil valiente79 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica pp135-136

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Y oye aprende ya el secreto cuando bajes al sepulcroal entrar a la tierra primera al primer poacutertico del Hadescae sobre el alma un negro y le quita sus adornosy la pobre sentildeora se resiste y lanza grandes alaridoslsquoiexclSocorredme hermanos primos miacuteos me arrebatan la coronarsquoPero iexclay primos y hermanos se han marchado gime si puedesEn el segundo peldantildeo herrumbroso la abraza el portero guardiaacutenle roba los talismanes y los vanos amuletosy le arrebata iexclay de miacute hasta las cosas buenas que cumplioacute en la viday el alma desdichada se lamenta tiembla su vocecillalsquoiquestPor queacute me quitas las armas asesino por queacute asiacute me desarmasrsquoEn la puerta tercera la infeliz ya enmudece y la tierra poco a pocole va mascando los ojos y los dientes las untildeas y las orejasiexcly entonces ndashdicenndash aparecen siete especies de gusanos y la devoranrdquoraquoRecuerda el solitario las palabras del antildeoso labrador mas se las guarda (IX 518-538)

Una forma de ilusioacuten desviacutea al hombre del pensamiento de lo que ha sido su presencia en la tierra un surgir brevemente de la nada y un continuo caer al polvo para convertirse en tal para deshacerse a pesar de todo el pateacutetico empentildeo con que se haya luchado contra la muerte ldquoComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producenrdquo80 reflexiona Odiseo en la desolada necroacutepolis egipcia Los devora implacablemente el combatiente invencible y mudo el gusano

Calma vagamente como en suentildeo al sol silbabay erecta letaniacutea saciada su lengua biacutefiday debajo boca arriba los difuntos con las manos en cruzcon sus pechos llenos de aromas y de palabras encantadascon una llave en los dientes esperan que sus almas vuelvan a venir

80 No producen = no brotan

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Merodea por las tumbas la tripulacioacuten pisa a los muertosgraves espectros guarda el suelo gotea el sol gruesamentey la necroacutepolis plena de un halo vahoso brilla bruntildeida al sollaquoiexclComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producen raquodeciacutea el arquero admirando la paciencia de los hombrespara combatir la insensatez y la bravura de CaronteEmpuntildean los amuletos como espadines aprietan los exorcismos en sus pechosy se lanzan armados a la tierra a luchar con la lanzapero lentamente surge desde el suelo en la fresca oscuridadel invencible y mudo combatiente el gusano y los devora

(IX 358-372)

Pretender sublevarse contra tal realidad es falta grave a maacutes de inuacutetil le plantea el servidor hombre sencillo de pueblo que tiene por sabiduriacutea a la experiencia al angustiado priacutencipe Madretierra que vive obsesionado con el pensamiento de la muerte y peregrina en busca de un famoso asceta ndashOdiseondash para pedirle una explicacioacuten que pueda infundirle serenidad

Mi rey ndashque-vivas-muchos-antildeosndash iexclgrave falta es que levantesel haacutebito sagrado de nuestra madre tierra para ver sus verguumlenzasJusto es que sin blasfemias ni voces en la tierra como espigasnos plantemos de mantildeana y ya hacia el mediodiacutease abra ya dorada la cabeza y se llene de trigoy al anochecer caigamos suavemente a la era de polvoDe la fraacutegil boca de un gusano nadie se ha de salvar

(XVIIII 659-665)

El ciclo de la vida y la muerte es tan natural como inexplicable e injustificable para el hombre que no se ha liberado de anhelos y esperanzas falsas Cuando Ulises ha vivido las etapas de la Ascesis y su espiacuteritu puede contemplar el mundo tal cual es maacutes allaacute de deseo o esperanza alguna el panorama de la humanidad toma el aspecto del

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ciclo de la vida vegetal que se cumple silencioso y sin sufrimiento ni rebeldiacutea

Se ensancha y se extiende la era luminosa en su cabeza se ampliacutea el pensamiento se esparce e inunda la llanura ciudades se siembran y crecen en las amelgas del cerebro y todas se dan como mujeres con llanto con temor a la ruda caricia del hombre desnudas besando y mordiendo Los hombres filas de hormigas suben con prisa desde el suelo trabajan lloran riacuteen y se besan y caen de nuevo tambieacuten con prisa a la tierra y quedan sembradas sus cabezas en los surcos Coacutemo corremos todos al relaacutempago verde de la tierra a la tumba Pasan nuestros semblantes como alas y brillan en el sol mira lentamente la madre a la hija y la hija vuelve la cabeza tras los hombros fuertes del marido para distinguir a su hijo Todos sin piedad clavamos nuestros ojos muy derechos y corremos a coger la dulce manzana del mundo y de pronto se abre nuestra fosa y la santa fruta cae Como yerbas desde la tierra suben los pueblos de-cabello-espeso y de nuevo como yerbas vuelven al suelo y la tierra engorda masticando golosa los cadaacuteveres robustos de sus hijos (XVI 660-677)

La certeza del fin que aguarda a sus propias creaciones hace dudar a Odiseo en su actividad de dar vida a sus pensamientos y convertirlos en hombres y mujeres Sin embargo pese a lo efiacutemero de esa vida que eacutel daraacute anaacuteloga a la que a eacutel y a los hombres les es dada triunfa la voluntad de hacerlos vivir aunque sea por un instante contrapuesto a la infinitud de la muerte

laquoMe levanto a la ribera del tiempo y creo y descreo con arena y con agua y con sangre la historia del hombre saltan de las sienes los pensamientos y al caer a la tierra se convierten al punto en hombres y mujeres y veloces se acoplan Como el marfil pulido se refleja el rostro de la tierra

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entre los soles y las lluvias y lo acaricio quedamente agachado con ternura indecible y medito en secreto iquestPara queacute cincelar este marfil amado iquestUn puntildeal de matanza o una vasija profunda o una peineta para que brille en el abismo de los cabellos oscuros de la mujer Como una carne suave se levanta la fuerza en las diez yemas-de-los-dedos y asiacute como elige el soberano quedamente en sus vastos jardines a cuaacutel mujer de sus harenes le va a arrojar el pantildeuelo observo los deseos y contengo con suavidad mi energiacutea Muy pesada la soledad es esta noche muy caliente estaacute el aire no soporto quedar solo me viene un desfallecer y este terrible y veloz baile desata mi cerebro Anheleacute ver y que me vieran tocar y me tocaran palpitan mis entrantildeas como de nuevo dios y compadezco a los hombres Les tengo compasioacuten y en las mentes sin alas alas he de clavar botareacute ya las fronteras insensatas que al alma cercan iexclaacuterboles embriagaos y echad flores henchid el pecho muchachas y grandes cuitas mozos incubad en vuestro espiacuteritu soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinitardquo (XVI 1289-1312)

La certeza objetiva de la muerte la aceptacioacuten de su realidad no puede borrar con todo la tristeza del no ser del cumplimiento del ciclo efiacutemero La melancoliacutea embarga a veces pasajes como el siguiente que en una imagen repiten el hecho siempre conocido

Y todas las almas en el mundo tambieacuten ellas cual flores amarillasse doblan hacia el sol y van siguiendo la luz y de repente la tristezacae sobre ellas como la oscuridad se marchitan y tiemblanrecordando a la negra muerte y al polvo desoladoflores las almas tambieacuten se abren y cierran con el sol

(XIX 549-453)

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La lluvia que acentuacutea el proceso de destruccioacuten de los muertos es tambieacuten portadora de sus fantasmas ya en la vigilia ya en el suentildeo ldquoCuando llueve salen los muertos de la tierrardquo y por eso mientras Odiseo planea la construccioacuten de la ciudad ideal que habraacute de destruir al cataclismo la imagen de Rala la ardiente revolucionaria egipcia destrozada en la lucha viene a eacutel Tambieacuten bajo la lluvia desde su patria lejaniacutesima llega al peregrino ya en las cercaniacuteas de la nada final en el polo helado el recuerdo de su viejo padre

laquoCuando llueve salen los muertos de la tierra igual que caracolessus ojos llenos de cieno lloran y crujen sus huesosy vuelven a caer al lodo lentamente y los sorbe la tierracreo que les corresponde tambieacuten a medio invierno una fiesta funerariaiexclay cuando ya se levante la ciudad pondreacute orden en todoraquoEacutel buscaba coacutemo dar al nacimiento las bodas y la muerteun fin maacutes alto dar maacutes allaacute de lo humanoCaiacutea la lluvia lentamente y el arquero inclinadorespiraba el olor salvaje de la tierra y desbordaba su espiacuterituuna borrasca espesa envenenada llena de ecos y fantasmasy Rala se levantoacute en la bruma del ocaso despueacutes del aguaceroy el bronce con sus talones fulguroacute y sus anchos labioscomo una llaga en la niebla temblaron y se volvieron a cerrarlaquoiexclRalaraquo grita Odiseo y abrioacute ansioso los brazosmas de nuevo empezoacute una lluvia torrencial y la tierra se embrumoacutey poco a poco como una burbuja vaciacutea de agua desaparecioacute Rala en el suelolaquoiexclAy cuaacutento peso de muertos recibioacute este pecho altivoraquomurmuroacute el solitario y se hundioacute las untildeas en el corazoacutenLa tierra muele quedamente en el huacutemedo Taacutertaro a los muertosse puso el sol y se hundioacute en las nieblas de la llanuray con pena en silencio se despega de los difuntos el arquero

(XV 1074-1094)

Allaacute lejos comienza una lluvia torrencial y coge en sus redes

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la planicie los granos sembrados se dilatan y se llenan de una leche gruesa y los muertos que yacen desnudos en el suelo comienzan a hincharse En el suentildeo son las piedras cristalinas y la tierra es transparente y mucho se inclina y dobla el-de-los-mil-sufrimientos y contempla a los difuntos mira a su padre que yace tendido y su corazoacuten se triza nunca en vida de su viejo le dijo una palabra dulce y ahora en los confines de este mundo en su dormir lo recuerda y llora Poco a poco se calmoacute la lluvia y el arquero agachado aspiraba el fuerte olor a tierra y se llenaba su espiacuteritu de densa agitacioacuten envenenada llena de ruidos y visiones Brincan en las entrantildeas los espiacuteritus despiertan los difuntos dilata su fronda murmurando el aacuterbol sagrado de la hipnosis con sus ensontildeaciones espesamente-florecidas en sus ramas felpudas (XXIII 504-517)

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IV La palabra

El problema linguumliacutestico de Grecia81

Para poder apreciar la grande y profunda significacioacuten de la obra kazantzakiana en el terreno de la reivindicacioacuten y aprovechamiento de la riqueza del neogriego es indispensable conocer siquiera en siacutentesis el problema linguumliacutestico de la Grecia Moderna Desde los uacuteltimos siglos de la Antiguumledad se da la tendencia a imitar el lenguaje aacutetico de la eacutepoca del apogeo cultural y poliacutetico de Atenas y a despreciar el idioma hablado que ya en los siglos heleniacutesticos ha evolucionado substancialmente tanto en su sistema foneacutetico como en el morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico Se origina asiacute un ldquofalso bilinguumlismordquo la llamada ldquodiglosiacuteardquo (διγλωσσiacuteα) el uso al escribir de una lengua no vigente ya en la vida El divorcio entre el idioma escrito y el hablado se hace mayor a medida que transcurren los siglos y se institucionaliza cuando el Imperio y la Iglesia adoptan la lengua arcaizante82 Esta ldquodiglosiardquo es heredada por el pueblo griego moderno como carga funesta que tiende a detener todo progreso cultural a mantener a la masa popular en el analfabetismo o semianalfabetismo y a generar una actitud de repulsa a todo lo escrito a la cultura En efecto despueacutes de la Revolucioacuten de la Independencia (1821-1830) triunfan los arcaiacutestas y se impone como lengua oficial del estado una creacioacuten artificial llamada ldquokathareacutevusardquo (καθαρεύουσα) mezcla de elementos gramaticales del antiguo aacutetico con ciertas concesiones a

81 Una exposicioacuten acerca del problema linguumliacutestico griego en castellano puede verse en nuestro estudio ldquoLa diglosiacutea en la historia de la lengua griegardquo Boletiacuten de Filologiacutea Homenaje a Ambrosio Rabanales tomo XXXVII 1998-1999 (Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad de Chile)82 Es de hacer notar que los Evangelios en la forma en que los conocemos son el maacutes bello monumento de la koineacute popular de la eacutepoca En ellos se muestran en germen los caracteres de lo que seraacute el neogriego Los primeros cristianos en su deseo de extender al maacuteximo el mensaje evangeacutelico utilizaron el idioma popular e ignoraron el aticismo Sin embargo pocos siglos maacutes tarde cuando la Iglesia pasa a ser religioacuten oficial del Imperio adopta la lengua arcaiacutesta que la masa popular no entiende casi en absoluto En el s V el obispo Nonos Panopolitis traduce el Evangelio de San Juan al griegohellip iexclhomeacutericohellip en hexaacutemetroshellip

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formas medievales y a alguna cantidad de vocabulario moderno aunque arcaizado en su morfologiacutea La diferencia entre la kathareacutevusa y la lengua neogriega llamada ldquodimotikiacuterdquo hablada por el pueblo y producto de una continuidad ininterrumpida desde los tiempos homeacutericos es inmensa Los sistemas morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico estaacuten separados en muchos de sus elementos por una distancia de dos mil quinientos antildeos de evolucioacuten linguumliacutestica De este modo el nintildeo debiacutea reemplazar las palabras y formas que habiacutea aprendido de su madre por otras y aprender a asignarle a cada objeto otro nombre con declinacioacuten y muchas veces geacutenero distintos a utilizar otros verbos de conjugacioacuten antes desconocida a intentar una sintaxis artificial en una palabra debiacutea superponer a su sistema linguumliacutestico natural otro artificial y arbitrario Cuando el escolar procediacutea de un lugar de dialecto arraigado en sus estudios completos debiacutea agregar a su idioma natural tres sistemas gramaticales distintos la lengua hablada comuacuten la kathareacutevusa y por uacuteltimo el griego claacutesico Si a ello se agrega la mantencioacuten de una ldquoortografiacuteardquo absolutamente anacroacutenica y arbitraria de dificultad casi inimaginables puede tenerse una idea del efecto que semejante caos linguumliacutestico produciacutea en la actitud del nintildeo del joven y del hombre de pueblo en general hacia la educacioacuten y la cultura El peso de prejuicios seculares de una tradicioacuten arcaiacutestica milenaria la falta de concepciones cientiacuteficas sobre la lengua neogriega el desconocimiento de su inmensa riqueza y una posicioacuten poliacutetica conservadora triunfaron sobre el esfuerzo de los demoticistas partidarios de poner teacutermino a la diglosiacutea y reconocer el derecho del pueblo a escribir el idioma que habla como habiacutea sucedido siglos antes en todos los paiacuteses europeos La larga y difiacutecil batalla por el uso y el cultivo de la lengua hablada la daraacuten primero los poetas Solomoacutes el cantor de la Independencia y sus seguidores de la Escuela Joacutenica durante medio siglo Maacutes tarde seraacute el gran linguumlista y escritor Jean Psichari quien lanzaraacute la ldquoproclamardquo en favor del idioma popular en su libro Mi viaje (1888) Largos combates han de sucederse todaviacutea para que la lengua griega moderna se imponga en todos los dominios de la literatura Soacutelo en 1917 se conseguiraacute la implantacioacuten del estudio de la lengua viva en las escuelas en una reforma impulsada entre otros por el extraordinario

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linguumlista y maestro Manolis Triandafilidis Pero la reaccioacuten se impone casi enseguida y se reimplanta el uso obligatorio de la kathareacutevusa en la escuela limitaacutendose el estudio del idioma hablado soacutelo a los tres primeros cursos de la primaria Esta situacioacuten vino a terminar soacutelo en 1976 cuando se ldquolegalizoacuterdquo la lengua neogriega la dimotikiacute y se puso fin al dominio de la kathareacutevusa En 1982 se simplificoacute un tanto la ortografiacutea suprimiendo los ldquoespiacuteritusrdquo la ldquoiota suscritardquo y dejando soacutelo un acento el agudo Una de las consecuencias de la diglosiacutea ha sido el conocimiento y estudio tardiacuteo en Grecia de la lengua griega y su extraordinaria riqueza pese a que a fines del siglo antepasado y primera mitad del siglo XX se realizaron hermosas traducciones de obras antiguas que mostraban su plena capacidad expresiva negada por los arcaiacutestas83 De ahiacute que sea en tal marco en el que debemos ubicar la vasta obra de Kazantzakis

83 J Polylaacutes tradujo la Odisea homeacuterica y tragedias de Shakespeare A Heftaliotis introductor de la dimotikiacute en el geacutenero histoacuterico en su Historia del neohelenismo vertioacute tambieacuten aquella epopeya a la lengua popular A Palis realizoacute una bella versioacuten de la Iliacuteada y tradujo el Evangelio cuya publicacioacuten parcial provocoacute en Atenas en 1901 una reaccioacuten violenta de los arcaiacutestas con un saldo de muertos y heridos y la excomunioacuten del Patriarca de Constantinopla para el traductor Los nombres del gran liacuterico Palamaacutes del novelista Xenoacutepulos ndashintroductor de la dimotikiacute en el teatrondash y del filoacutelogo Sotiriadis ndashtraductor de Esquilondash estaacuten ligados tambieacuten a la batalla linguumliacutestica de fines del siglo XIX y comienzos del XX fundamentada cientiacuteficamente en la vasta obra filoloacutegica de Psichari Imposible no citar la opinioacuten del ilustre helenista Karl Krumbacher sobre los funestos efectos del ldquobilinguumlismordquo ldquoUna ruina aparecioacute en la vida espiritual de los griegoshellip maacutes profunda y manifiesta que en cualquier otra nacioacuten La desgracia de la diglosia El sello de lo diceacutefalo En toda su cultura nacional entroacute asiacute un elemento peligroso la falsedadrdquo (Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 564) He aquiacute el juicio de un preclaro sabio griego Fotiadis ldquoLa flor de la lengua florece en los pequentildeos labios de los nintildeos como una rosa de abril plena de rociacuteo iquestLo enviacuteas a la escuela Poco a poco la flor amarillea deja caer sus peacutetalos se marchita Maestros y maestras (no es culpa de los hombres lo dije es culpa del sistema) trabajan empentildeosa e incansablemente en pro de tal destruccioacuten Porque luchan todos ellos no para cultivar o enriquecer su verdadera lengua para luego con ella abrirle tambieacuten los tesoros de la antigua Hacen algo antinatural y antipedagoacutegico Le matan su propia lengua y no le dejan ninguna en su alma Ni la demoacutetica ni la antigua Le hunden en el cerebro la kathareacutevusa como clava uno con indiferencia un clavo en el tronco de un aacuterbol Pero con tales procedimientos se asesina el espiacuteritu es decir al hombrehelliprdquo Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 265

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Kazantzakis y la lengua griega

La Odisea y las versiones meacutetricas de los poemas homeacutericos y de la Divina Comedia realizadas por Kazantzakis84 constituyen para nosotros como conjunto una de las tentativas de mayores perspectivas que se hayan emprendido para aprovechar en forma consciente la riqueza potencial del neogriego La lengua popular fue objeto de admiracioacuten y de cultivo especial por Kazantzakis desde sus antildeos juveniles Colabora con la revista Numaacutes oacutergano de los demoticistas militantes y participa en el Ciacuterculo de Instruccioacuten de Atenas en la batalla dura y prolongada por vencer prejuicios linguumliacutesticos seculares y obtener el reconocimiento del idioma hablado por el pueblo El verdadero griego moderno la llamada dimotikiacute glosa fue una de las realidades a que se aferroacute el escritor con maacutes pasioacuten Su amor por ella y su decisioacuten de combatir por dignificarla por vencer las barreras del arcaiacutesmo que pretendiacutean detener su desarrollo literario no lo abandonan ni aun en los momentos de crisis cuando ldquosu nihilismordquo lo lleva a dejar en forma inesperada actividades iniciadas con entusiasmo ldquoUna tarde de primavera en los faldeos de la Acroacutepolis en Atenas me encontreacute con una yerbaterahellip Me acerqueacute y trateacute de entablar conversacioacuten con ella como lo habiacutea visto hacer a Kazantzakis tantas veces Y ella sin moverse maacutes allaacute de unos pocos pasos del lugar donde se hallaba se inclinoacute y sacoacute de la tierra junto con las yerbas iexclno menos de cuarenta nombresrdquo iexclEste es el oceacuteano de vino en que se embriagoacute Kazantzakisrdquo85 Las palabras de Prevelakis no constituyen una exageracioacuten La riqueza del neogriego es en realidad notable En especial en lo que se refiere al leacutexico a los compuestos y derivados y a la complejidad del sistema verbal con su diferenciacioacuten de acciones prolongadas e instantaacuteneas Una cantidad de dialectos y hablas regionales bastante variadas proporcionan elementos de enriquecimiento a la lengua comuacuten Pero paradojalmente como deciacuteamos este idioma no se terminaba de conocerse bien en su potencialidad en la propia Heacutelade

84 En la traduccioacuten de los poemas homeacutericos Kazantzakis trabajoacute maacutes de 12 antildeos en colaboracioacuten con el filoacutelogo I Kakridiacutes85 Prevelakis El poeta y el poema de la Odisea paacuteg 73

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Kazantzakis se propuso emprender una obra de envergadura respecto de la lengua neoheleacutenica Y la realizoacute a traveacutes de maacutes de cincuenta antildeos de trabajo intenso Siguioacute el consejo del poeta nacional Solomoacutes ldquoSirve primero a la lengua del pueblo y despueacutes si eres capaz domiacutenalardquo Jurmuzios al comentar el valor de la Odisea en el aspecto del lenguaje se refiere a aquella labor ldquoEs [el poema] un extraordinario monumento linguumliacutestico que muestra la riqueza de nuestra lengua demoacutetica su exactitud expresiva su capacidad para denotar los maacutes sutiles matices del pensamiento poeacutetico y su potencialidad para llegar a ser con el tiempo fuente inagotable para la prosa comuacuten que a menudo utiliza periacutefrasis alliacute donde deseariacutea expresar una significacioacuten con soacutelo un teacutermino Kazantzakis ha relatado coacutemo logroacute acumular este enorme tesoro leacutexico [hellip] Viajoacute por toda Grecia y estudioacute todos los dialectos investigoacute las significaciones y los matices de significados de las palabras coleccionoacute pacientemente cuantos teacuterminos no le ofreciacutea la dimotikiacute corriente [hellip] Es menester sentir grande y verdadero amor por el idioma para realizar tal labor Kazantzakis nos mostroacute con la Odisea la pobreza de nuestra lengua cotidiana entregoacute a su generacioacuten y a la venidera un tesoro inapreciable y demostroacute a la vez que el lenguaje popular puede responder a nuestras necesidades expresivas basta conocerlo y amarlordquo86 A propoacutesito de la riqueza del neogriego en el Libro de viajes por Inglaterra Kazantzakis recuerda una conversacioacuten con Petros Vlastoacutes escritor y estudioso de la lengua ldquoMuchas horas permanecimos hablando sobre el gran amor de nuestra vida la lengua popular Eacutel tambieacuten ama con pasioacuten obstinada lo mejor y maacutes profundo que tiene nuestra raza [hellip] La lengua demoacutetica es nuestra patria ndashdeciacuteamos y con dificultad conteniacuteamos la emocioacutenrdquo87 En otro lugar hallamos expresiones entusiastas sobre las posibilidades literarias del neogriego ldquoAdmiro nuestra lengua popular Coacutemo se puede traducir palabra por palabra el endecasiacutelabo [de la Divina Comediahellip] ahora traduzco la Odisea de Homero con Kakridiacutes con quien tradujimos la Iliacuteada [hellip] No hay una palabra homeacuterica ni un epiacuteteto compuesto para el cual no hayamos encontrado el teacutermino

86 Jurmuzios E La ldquoOdiseardquo de Kazantzakis Rev Kenuria Epojiacute 195887 Libro de Viajes por Inglaterra 5ordf ed griega paacuteg 105

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correspondiente en el neogriego Venero esta lengua la trabajo como esclavo y amante Cuarenta antildeos he andado por campos y aldeas recogiendo palabras88rdquo El estudio de Jurmuzios que hemos citado maacutes arriba se publicoacute en su forma original en 1939 en Atenas Desde Londres Kazantzakis escribioacute a su autor una carta en algunos de cuyos paacuterrafos explica la perspectiva de su labor ldquoEn una eacutepoca muelle en la que faltan luchadores de primera fila no estando auacuten del todo vertebrada nuestra excelente lengua he intentado como he podido con amor con esfuerzo con cuidadosa atencioacuten reunir sus dispersos miembros y darles un aliento de vida en lo que me ha sido posiblerdquo Estas palabras enfocan con exactitud el significado del esfuerzo linguumliacutestico del escritor la creacioacuten de una auteacutentica y rica ldquolengua poeacutetica panheleacutenicardquo la elevacioacuten del neogriego a tal categoriacutea por medio del aprovechamiento de todas las potencialidades de los dialectos y de las fuerzas creadoras no utilizadas de la lengua comuacuten Jacques Lacarriegravere destaca el caraacutecter de este esfuerzo ldquoLa lengua utilizada por Kazantzakis ndasha la que tantos griegos han caiacutedo en el absurdo de reprocharndash no es como se ha dicho una lengua artificial abstrusa fabricada Es la misma lengua que el poeta ha investigado y empleado toda su vida esa que no existe en ninguacuten diccionario ldquooficialrdquo Kazantzakis va a buscar las palabras alliacute donde se encuentran [hellip] en los labios de los campesinos de los pescadores de los pastores y de los artesanos [hellip] La Odisea es el maacutes grande y maacutes maravilloso diccionario con que se pueda sontildear es una antologiacutea del logos griegordquo89 El profesor Peter Bien resumiendo la trayectoria de Kazantzakis frente a la cuestioacuten linguumliacutestica tambieacuten habla de la Odisea como de un diccionario de la lengua popular ldquoKazantzakis entroacute al movimiento en pro de la lengua del pueblo poco despueacutes del comienzo de su carrera y fue hasta su muerte un demoticista ardiente Al principio su demoticismo estaba relacionado con el nacionalismo En aquel periacuteodo (entre 1907-1920) su preocupacioacuten se centraba en el plano de las ideas pero su

88 Yalurakis M ldquoKazantzakis me dijordquo revista Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 16189 Lacarriegravere J laquo N Kazantzakis Sur les trace drsquoUlysse raquo Chant Planetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre temps

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accioacuten poseiacutea maacutes caraacutecter poliacutetico y pedagoacutegico que literario Este periacuteodo terminoacute entre 1920 y 1922 cuando Kazantzakis desencantado del nacionalismo griego comenzoacute a verse a siacute mismo como un escritor europeo cosmopolita En los antildeos 1920-1940 Kazantzakis continuoacute siendo demoticista pero sus esfuerzos por encontrar una salida para el demoticismo se frustraron Y de este modo puso todo su celo linguumliacutestico en la Odisea que llegoacute a ser un diccionario de la lengua popular a la vez que una obra de arterdquo90 Lasso de la Vega destaca como otros estudiosos extranjeros el papel del escritor cretense en el plano linguumliacutestico ldquoKazantzakis es un excelente renovador y un gran maestro de su lengua Eacutel es quien descubrioacute los ocultos tesoros del habla de su paiacutesrdquo Y Gustav Conradi se refiere con emocioacuten al lenguaje de la Odisea ldquoSu instrumento bienamado la lengua popular viva de su tiempo La busca en todos los rincones de su patria multitentacular la enriquece y la adorna sin cesar y forja su lenguaje visible y tangible tan centelleante tan lleno de realidad cuyo ritmo es como el profundo e infatigable rumor del mar de la por doquier presente sentildeora de la tierra heleacutenicardquo91 La empresa linguumliacutestica de Kazantzakis no puede pues estrictamente hablando ser comparada con la de Joyce aunque no han faltado quienes tambieacuten en este aspecto han establecido un paralelo entre ambos escritores El virtuosismo linguumliacutestico del autor de Ulises responde maacutes bien a un impulso sutil refinado El ingleacutes de la eacutepoca de Joyce vive una etapa distinta de la que vive el griego cuando aparece la Odisea Ademaacutes la labor de Kazantzakis se centra maacutes en la utilizacioacuten de recursos ignorados o poco aprovechados del idioma que

90 Bien P ldquoEl demoticismo de Kazantzakisrdquo en Sociedad de Estudios Heleacutenicos de la Universidad de Princeton volumen dedicado al Simposio sobre la obra de Kazantzakis (X-1969) cit por Friar K ldquoKazantzakis en Ameacutericardquo Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 145 Un libro sobre este tema del profesor Bien fue editado por la U de Princeton en 1972 Kazantzakis y la cuestioacuten linguumliacutestica91 Conradi G ldquoiexclOdissia Odissiardquo en Nea Hestiacutea nov 1969 paacuteg 26 El mismo autor comentando una frase de Kazantzakis en una carta fechada en Gotescamp el 17-6-1929 expresa ldquoEl verso perfecto es la uacutenica salvacioacuten del almardquo iexclKazantzakis el Cretense el adorador de El Greco el hombre lleno de fuego caos fuerzas cosmogoacutenicas contradictorias lucha por el verso perfecto

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en la creacioacuten maacutes o menos arbitraria de neologismos que no afincaraacuten en definitiva en la lengua El glosario de dos mil palabras que traiacutea la primera edicioacuten de la Odisea conteniacutea neologismos pero no tantos como se pensoacute en el primer momento Habiacutea siacute en eacutel muchas palabras desconocidas para la gente de los grandes centros urbanos Claro estaacute que se dan tambieacuten en Kazantzakis en forma limitada procesos de descomposicioacuten derivacioacuten y siacutentesis que salen del marco de utilizacioacuten de potencialidades desconocidas de la lengua para entrar en el plano de lo que llamariacuteamos creacioacuten linguumliacutestica libre Amor placer esfuerzo dolor se entremezclan en la relacioacuten de Kazantzakis con la palabra con la lengua ldquoEstaba auacuten peleando y luchando por domar a estos potros salvajes que son las palabras cuando llegoacute el veranordquo dice en Carta al Greco92 a propoacutesito de los meses en que la semilla de la Odisea maduraba en su interior Y antildeade ldquoMiles millones de antildeos han pasado desde la primera mantildeana del hombre y sin embargo el arte de seducir lo invisible es siempre el mismo Utilizamos siempre los mismos artificios los mismos ruegos interesados [hellip] Asiacute yo tambieacuten tendiacuteahellip las palabras a modo de trampas a fin de atrapar el Grito inasible que caminaba delante de miacuterdquo Y en otro lugar alude al sentido liberador del encuentro de la expresioacuten ldquoYo sabiacutea que no habiacutea para miacute maacutes que un medio de librarme de un gran sufrimiento o una gran alegriacutea y de reencontrar mi libertad hechizar ese sufrimiento o esa alegriacutea por el sortilegio del verbo93rdquo Pero no se trataba de algo faacutecil sino de una dura batalla que desde la idea inicial hasta su completa realizacioacuten requirioacute maacutes de quince antildeos de los cuales doce fueron de elaboracioacuten y correccioacuten ldquoEscribiacutea tachaba no encontraba las palabras adecuadas A veces eran opacas sin alma a veces abstractas sin cuerpo sin calor llenas de aire Me proponiacutea decir una cosa y las palabras ariscas desenfrenadas me arrastraban a otra Mi idea inicial habiacutea crecido desmedidamente habiacutea desbordado el molde en que la habiacutea colocado cubriacutea audazmente maacutes especio y tiempo cambiaba se transformaba no alcanzaba yo a precisar su rostrordquo94

92 Carta al Greco paacuteg 58393 Ibiacutedem pp 568-56994 Ibiacutedem p 569

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Al explicar a Kimon Friar el sentido de la adjetivacioacuten y del epiacuteteto en el poema Kazantzakis hace tambieacuten referencia al proceso doloroso que significa el esfuerzo por asir el pensamiento el sentido complejo a traveacutes de la palabra ldquoMe gustan los adjetivos no como simples adornos [hellip] Siento la necesidad de expresar mi emocioacuten en todos sus aspectos [hellip] Y esta emocioacuten no es simple [hellip] Por eso me es imposible limitarme a un solo adjetivo Tal epiacuteteto uacutenico mutilariacutea mi emocioacuten Me siento obligado para permanecer fiel a ella para no traicionarla a antildeadir otro adjetivo a veces opuesto al anterior Nada maacutes substantivo que el adjetivo El esfuerzo para encontrar un epiacuteteto exacto para encerrar con eacutel la significacioacuten a fin de que no se desvanezca es casi siempre doloroso Y tiene algo de verdaderamente traacutegico el deseo vehemente de expresar todas las propiedades contradictorias que existen en un substantivo para no condenar a muerte nada substancialrdquo95 I M Panayotoacutepulos se refiere a la riqueza linguumliacutestica del poema mirada desde el punto de vista de un griego ldquoRecuerdo cuando me presentoacute recieacuten impreso este libro queacute expresioacuten teniacutea su rostro como si ya no se preocupase por nada [hellip] Era su gran mensaje Habiacutea emprendido lo imposible quebrar el dique de la epopeya dar expresioacuten a nuestro tiempo Recuerdo que la riqueza linguumliacutestica me sorprendioacute Comprendiacute el derecho de Kazantzakis a ordentildear la palabra de mil zumos de las entrantildeas virginales de la lengua natural y del astro de su fuerza glosoplaacutestica Pero al mismo tiempo tambieacuten teniacutea dificultades para viajar a traveacutes de aquella selva linguumliacutestica de aquella profunda hondonada por esa tierra inhoacutespita en la que eacutel pareciacutea un diestro guiacuteardquo96 La nueva Odisea trae a la memoria la Odisea homeacuterica Y en verdad no soacutelo el aprovechamiento del personaje liga a la magna obra neogriega con los antiguos poemas homeacutericos Pues se encuentra tambieacuten en el poema moderno una serie de procedimientos expresivos ndasha veces lejanos pero paralelosndash de aquella eacutepica singular de los antiguos griegos Dice Marasso que la ldquoconfrontacioacuten de la palabra con quien la

95 Cit por Friar K en ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten inglesa de la Odisea96 Panayotoacutepulos I M ldquoKazantzakis un viajerordquo rev Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 145

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escucha y se deja seducir cuando la voz se calla como si viniera de lejos la aprendioacute Homero y la llevoacute a su fascinacioacuten imperecedera de la tradicioacuten eacutepicardquo97 Y la actitud de narrador de Kazantzakis es la del bardo que desenvuelve diacutea a diacutea la tragedia eacutepica de la existencia humana extrayendo su material de su vasta memoria bifaceacutetica de hombre compenetrado como poquiacutesimos con el alma la poesiacutea la mitologiacutea popular actual y de culto estudioso de inagotables lecturas Y asiacute es como hallamos en la Odisea elementos tiacutepicos de la narracioacuten popular repeticiones foacutermulas epiacutetetos ldquopreguntas sin objetordquo aacuteskopa erotiacutemata y otros que se han sentildealado tambieacuten en Homero y que el eminente homerista Kakridiacutes sentildeala eran asimismo en los tiempos en que plasmaron las dos epopeyas antiguas procedimientos del narrar popular98 y fueron recogidos y elevados al rango de aquella maravillosa poesiacutea eacutepica Como sentildealamos anteriormente en este trabajo el clima antiguo va desapareciendo raacutepidamente si bien se alcanza a aludir a varios episodios del retorno de Ulises como los de Calipso Circe y Nausiacutecaa narrados brevemente en la rapsodia II La presentacioacuten del relato podriacutea recordar el ambiente homeacuterico si no tuviera ya alliacute un lugar importante la hostilidad de Teleacutemaco hacia el padre recieacuten llegado que se une a otros factores para revivir en Odiseo el afaacuten de volver al mar

A la noche siguiente junto al fuego asiacute que se cerraronlas grandes puertas de bronce y animales y siervos en el palacio se durmieroncon voz suave comenzoacute Odiseo a relatar sus sufrimientosEstaba sentado en el gran trono en-forma-de-leoacuteny en mullidos cojines reposaba su cuerpo azotado-por-los-mares En un trono maacutes bajo la reina con los ojos llorososse dobla como el lino fino como la espiga tiemblaya llegaron las olas y golpean su pecho oprimidoInclinada con sus haacutebiles dedos lino azulado hila en el husoy lana suave para tejer a Atenea hermoso peplo

97 Marasso A ldquoProacutelogordquo a Obras Completas de Homero traduccioacuten de Segalaacute y Estalella paacuteg 998 Kakridiacutes I Th Homeric Researches paacuteg 108

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y pensaba bordar sobre la mar un barco negro y en tornouno tras otro los padecimientos y penas de su esposoSobre una piel encogido se arrastraba en un rincoacuten el padreel mentoacuten hundido en las rodillas los paacutelidos brazos cruzadoscomo el infante que espera se abra el vientre de la madrecomo el cadaacutever que retorna a la tierra esa matriz inmensaAl frente se yergue tenso el hijo altivo junto al fuego al destello de las llamascontempla con mirada hostil los labios de su progenitorque vibran ya y se preparan para comenzar a hablar con artebulliciosas abejas sus palabras llenas de aguijoacuten y mielrivalizan cuaacutel vuela primero a la colmenay el hijo con coacutelera observaba esa boca y su espeso enjambreVino tambieacuten por cierto el lar el astuto y serpentino dios de la familiasu lengua biacutefida lamiendo a instalarse en un rincoacuten del hogar para escuchar las aventuras del sentildeor

(II 1-25)

La acumulacioacuten de elementos linguumliacutesticos conecta tambieacuten en cierta medida el Ulises y la Odisea Mientras la Odisea homeacuterica con poco maacutes de 12000 versos alcanza unas 195000 palabras la obra de Joyce tiene 260430 teacuterminos seguacuten iacutendice de Hanley citado por Levin El poema de Kazantzakis con un promedio de 85 palabras por verso alcanzariacutea una cantidad aproximada de 280000 Este verdadero torrente de material linguumliacutestico no es producto arbitrario de una voluntad caprichosa o extravagante Kazantzakis sentiacutea la necesidad de expresar un mundo interior turbulento y para ello buscoacute obstinadamente medios glosoloacutegicos adecuados de maacutes eacutenfasis de maacutes fuerza de sugerencia de mayor vida para traducir un sentido de mayor luminosidad para mostrar un contenido Extrajo elementos de los dialectos y en especial del cretense incomparable por su riqueza y maduro por una tradicioacuten de cultivo literario que se remonta a los siglos XVI y XVII

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La riqueza linguumliacutestica de la Odisea

En Carta al Greco hay un pasaje que habla del esfuerzo del artista por encontrar el lenguaje que pudiera realmente ldquoaprisionarrdquo el mundo espiritual del hombre atormentado que simboliza Ulises Cuando al fin aparece ante eacutel el rostro de Odiseo le habla asiacute el escritor

ldquoiexclQueacute palabras no te he tendido como trampa para atraparte Te he llamado sacriacutelego y adversario-de-los-dioses y hombre-de-siete-vidas y hombre-de-espiacuteritu-muacuteltiple de-espiacuteritu-que-urde-intrigas de-espiacuteritu-de-zorro de-espiacuteritu-ambiguo-como-una-encrucijada como-una-montantildea-de-muchas-cimas de-espiacuteritu-que-no-va-a-la-derecha-ni-a-la-izquierda y engantildeador-de-corazones y conocedor-de-los-corazones y enemigo-de-los-corazones casa-cerrada y arrebatador-de-almas y primer boyero-del-alma y espiacutea-en-las-fronteras y corredor-de-gente y vendimiador-de-gente y arco-del-espiacuteritu y constructor-de-fortalezas y destructor-de-fortalezas y pirata y hombre-de-corazoacuten-vasto-como-el-mar y delfiacuten y casuista y hombre-de-la-voluntad-doble-o-triple y hombre-de-las-cumbres y solitario y eterno-extraviado y gran-navegante y buque-de-tres-palos-de-la-esperanzahelliprdquo99

Los epiacutetetos aplicados a Odiseo recogen un ansia vehemente de asir el alma en las palabras Los epiacutetetos claacutesicos griegos y latinos del heacuteroe quedan disminuidos frente a la catarata linguumliacutestica de la Odisea de Kazantzakis Pasan de 200 en el poema (y en toda la literatura latina Carter contoacute 61) Algunos tratan de reflejar especialmente la multiplicidad de espiacuteritu las facetas diversas del hombre angustiado por explicarse el mundo por aprehenderlo en su infinitud heftaacutepsijos (εφτἁψυχος) el-de-siete-almas heftaacutegnomos (εφτἁγνωμος) el-de-siete-opiniones diplotripplovulis (διπλοτριπλοβούλης) el-de-doble-y-triple-voluntad stavrodromonusis (σταβροδρομονοὑσης) el-de-mente-cual-cruce-de-caminos poliproacutessopos (πολυπρoacuteσωπος) el-de-muacuteltiples-rostros diyeniacutes (διγενής) el-de-doble-origen miriovulis (μυριοβούλης) el-de-innumerables-intenciones pendaacutegnomos (πεντάγνωμος) el-de-cinco-pareceres pendagnoacutestikos (πενταγνώστικος) el-que-conoce-cinco-

99 Carta al Greco paacuteg 581

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veces No es posible evidentemente examinar exhaustivamente estos epiacutetetos en un trabajo como eacuteste La enumeracioacuten podriacutea prolongarse el-de-los-malos-pies el-sembrador-de-llamas el-de-filoso-pensamiento el-que-persigue-suentildeos el-varoacuten-de-las-mil-travesiacuteas el-de-alma-de-dos-filos el-destructor-de-corazones (kardiokatalitis compuesto creado sobre el teacutermino popular propio de la vieja poesiacutea popular heroica de los primeros siglos del milenio kastrokatalitis destructor-de-fortalezas) Por lo general eacutestos y otros epiacutetetos aplicados a los diversos personajes funcionan como substantivos en ocasiones y como adjetivos en otras y pueden ponerse en parangoacuten con los bellos teacuterminos sinteacuteticos de la lengua griega popular100 Eacutestos suelen aludir a realidades muy proacuteximas psiacutequica o fiacutesicamente y que para el hablante aparecen como una unidad He aquiacute algunos ejemplos ta anthropomuacutelara (τά ὰνθρωπομοuacuteλαρα) el conjunto del hombre con sus mulas ta ghinekoacutepeda (τά γυναικoacuteπαιδα) el conjunto de las mujeres y los nintildeos por contraposicioacuten a los varones to uranothaacutelaso (το ουρανοθάλασσο) conjunto de cielo y mar a la vista del navegante su horizonte taacute yenomuacutestaka (τα γενομοuacuteστακα) conjunto de la barba y los bigotes del varoacuten to saacutevatokiacuteriako (το σάβατοκύριακο) unidad del saacutebado y el domingo (fin de semana diriacuteamos en el lenguaje urbano de nuestro siglo) to savatoacutevradi (το σαβατoacuteβραδυ) la tarde del saacutebado sin duda bien distinta en las aldeas que las otras tardes de la semana taacute astrapoacutevronda (τα αστραπoacuteβρονδα) unidad del relaacutempago y del trueno como es sentida por el campesino ta galazovrojia (τα γαλαζοβρόχια) unidad de lluvia y granizo ta jeropoacutedara (τά χεροπoacuteδαρα) conjunto de pies y manos de un hombre o de un animal ta nijopoacutedara (τα νυχοπoacuteδαρα) conjunto de patas y garras o de pies y untildeas androghinekomani (αντρογυναικομάνι) conjunto de parejas de hombres y mujeres Naturalmente todos los teacuterminos simples incluidos en estas siacutentesis del habla popular existen y tienen pleno funcionamiento autoacutenomo aunque es frecuente que su geacutenero sea distinto como por ejemplo uranothaacutelaso que es un

100 En los maacutes breves poemas populares hallamos a cada paso bellos compuestos En un simple diacutestico de amor se elogia al amado en un verso Basilisco de-anchas-hojas de-cuarenta-ramas Dos versos de un canto de bodas de encomio al novio que comienza a cernir la harina para la ceremonia son dos compuestos ldquoY el joven que cierne de-brazos-de-cristal y de-dedos-de-platardquo

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neutro compuesto de o uranoacutes (ο ουρανός) el cielo masculino e i thaacutelasa (η θάλασσα) el mar femenino o astrapoacutevronda neutro plural compuesto de i astrapiacute (η αστραπή) el relaacutempago femenino e i vrondiacute (η βροντή) el trueno femenino o portoparaacutethira (πορτοπαράθυρα) el conjunto de las puertas y ventanas de una casa compuesto de i porta (η πόρτα) la puerta femenino y to paraacutethiro (το παράθυρο) la ventana que es neutro to dekadaacutejtilo (το δεκαδάχτυλο) compuesto singular que designa como una unidad al conjunto de los diez dedos de las manos de deka (δέκα) y to daacutejtilo (το δάχτυλο) el dedo jionoacutevroja (χιονoacuteβροχα) neutro plural conjunto de la nieve y de la lluvia de to jioni (το χιόνι) neutro la nieve e i vrojiacute (η βροχή) femenino la lluvia Entre los epiacutetetos dedicados a Helena y a algunas otras mujeres que intervienen en las muacuteltiples historias entrelazadas en el poema encontramos expresiones muy bellas provenientes de la creacioacuten linguumliacutestica del escritor y a veces del simple lenguaje popular o aldeano no conocido en ocasiones por gente letrada de las grandes urbes Estos vocablos plantean tambieacuten problemas de traduccioacuten Veamos algunos de ellos mighdalogelastra (μυγδαλογελάστρα) aquella-cuya-sonrisa-se-asemeja-a-un-almendro pothoglistri-plati (ποθογλίστρη πλάτη) aquella-en-cuya-espalda-se-desliza-el-deseo rodostalajti (ροδοστάλαχτη) aquella-sobre-la-cual-caen-rosas astromata (ἀστρομάτα) la-de-ojos-de-estrellas marmaroacutelemi (μαρμαρoacuteλεμη) la-de-cuello-marmoacutereo krinomaacuteguli (κρινομάγουλη) la-de-mejillas-de-nardo pothokimistra (ποθοκοιμίστρα) la-que-adormece-la-pasioacuten moskokanelokoacutekali (μοσκοκανελοκoacuteκαλη) aquella-cuyos-huesos-perfuman-a-almizcle-y-canela anthodrosomilusa (ανθοδροσομιλούσα) la-que-habla-como-el-rociacuteo-de-las-flores En sus constantes investigaciones sobre la lengua popular Kazantzakis recogioacute una cantidad de compuestos de notable intereacutes que no poseen equivalentes en otros idiomas y provocan en el traductor admiracioacuten y a la vez dificultades Coacutemo podriacuteamos expresar el contenido de los teacuterminos yiortoacutepiasma y yerontoacutepiasma que designa al hijo engendrado furtivamente en una fiesta y al hijo de un anciano daacutendose en ambos casos un matiz despectivo En uno es la creatura sin padre cuya existencia se inicia por casualidad en el ardor y desorden de alguna celebracioacuten En el segundo caso es la creatura que se supone

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deacutebil y de futuro precario hijo de una semilla agotada en el concepto popular Otro ejemplo el vocablo lioacutekrusi compuesto de venerables palabras antiguas (κρούω krouo y ήλιος helios el sol) que alude al momento preciso en que en diacuteas determinados el sol poniente alcanza a iluminar con sus rayos a la luna que se levanta en el oriente momento que soacutelo puede ver un campesino y nunca un hombre de ciudad El uso de sufijos numerales para expresar un acrecentamiento de la calidad denotada por el adjetivo o una relacioacuten afectiva intensa con el objeto al que alude el substantivo constituye un procedimiento de la lengua neogriega que Kazantzakis aprovechoacute en siacute mismo y ademaacutes como base de creacioacuten linguumliacutestica Asiacute en el lenguaje popular tenemos junto a hilios el sol trishilios (tres-veces-sol literalmente) con el sentido de sol-muy-amado-para-miacute tres veces sol para miacute Junto a kaloriacutezikos de-buen-destino afortunado tenemos triskaloriacutezikos tres veces afortunado Junto a los superlativos de oacutemorfi hermosa ndash omorfoacuteteri la maacutes hermosa omorfoacutetati hermosiacutesim ndash hallamos otros como panoacutemorfi toda-hermosa y pendamorfi cinco-veces-hermosa De alliacute a formular heftaacutemorfi siete-veces-hermosa hay poca distancia Este uacuteltimo numeral es utilizado por Kazantzakis a propoacutesito de la desdichada princesa Krinoacute (Lirio) despedazada por un toro braviacuteo excitado por orden de su propio padre y ante los ojos de eacuteste ella es Krinoacute i heftapaacutertheno Lirio la-siete-veces-virgen Helena ldquola forma ideal puriacutesima de la belleza eternardquo puede ser la heftayiacuteneko la-siete-veces-mujer El abuelo viejiacutesimo y remoto cuyos huesos acogioacute la entrantildea de la tierra en tiempo inmemorial es el xiliopapuacutes mil-veces-abuelo y no propiamente abuelo milenario El estudio de los compuestos en la Odisea podriacutea ser vastiacutesimo y tendriacutea que orientarse en la doble vertiente de la riqueza inmensa de la lengua neogriega y sus dialectos y de la labor creadora que sobre la base de aqueacutella realizoacute Kazantzakis iexclCuaacutentos matices se pierden en la traduccioacuten Ello constituye la contrapartida penosa de una tarea que maravilla a cada paso el descubrimiento de la lengua de la Odisea Verdad es que tenemos en castellano las expresiones tengo hambre y tengo sed y no verbos de un solo vocablo En griego podemos construir ambas expresiones pero tenemos los verbos pinoacute (pinao) y dipsoacute (dipsao) para sentildealar esas significaciones y ademaacutes el verbo compuesto (entre

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numerosiacutesimos anaacutelogos) dipsopinoacute tengo-sed-y-hambre El teacutermino yerontokori traducido a veces por solterona no alude soacutelo a la mujer de cierta edad que no se casoacute sino a la que permanece virgen entrada ya en edad Adjetivos populares como apovrojaris no poseen un equivalente como mojado empapado por la lluvia expresiones que tambieacuten existen en griego Una petra apovrojari es una roca-despueacutes-de-la-lluvia como queda como se ve como es despueacutes de la lluvia La yi apovrojari es la tierra-despueacutes-de-la-lluvia En muchas ocasiones la belleza sugerente de los compuestos se pierde en parte en la traduccioacuten i monajokimuses aquellas-que-duermen-solas to astrapogaacutegloto taxidi la travesiacutea zigzagueante-como-relaacutempago to fterotaacutexido krasiacute el vino de-alas-y-de-viajes el vino que hace brotar en la mente la alada travesiacutea ta fila drosokrustaliasmena las hojas-plenas-de-cristales-de-rociacuteo ta pneacutemata nijtodrosolusmena los espiacuteritus-bantildeados-por-el-rociacuteo-de-la-noche i plotes yiliofengarates los bajeles que-llevan-el-sol-y-la-luna (solados-y-lunados si pudiera calcarse la expresioacuten que denota la terminacioacuten atos en griego) El estudio del geacutenero seriacutea asimismo extenso e interesante aunque por la estructura de nuestro idioma no nos es faacutecil formarnos una idea de la riqueza de matices que la variacioacuten geneacutetica produce Junto al vocablo de la lengua comuacuten to kefali (neutro) la cabeza Kazantzakis no vacila en utilizar cuando le es conveniente las formas femeninas regionales o dialectales i kefala e i kefaliacute (anaacuteloga esta uacuteltima en su acentuacioacuten y declinacioacuten al vocablo antiguo hē kephalē) El mar i thaacutelasa es femenino normalmente pero en formas dialectales acogidas incluso en cantos populares panheleacutenicos se da en geacutenero masculino (o thaacutelasos) e incluso neutro (to thalasi) aparte de que en el compuesto popular de la lengua comuacuten uranothaacutelaso (conjunto de cielo y mar) adopta la forma de neutro terminado en o La mano es en la lengua comuacuten to jeri neutro pero tambieacuten existe la forma femenina i jera (maacutes proacutexima al vocablo antiguo de donde provienen ambas hē cheir cheiroacutes femenina) La luna que con matices tan distintos vimos en la seccioacuten El tiempo es normalmente el neutro to fengari Sin embargo en alguna ocasioacuten es el masculino o feacutengaros y en otras toma la terminacioacuten femenina y puede ser i fengaro o i kira-fengaro la luna o la sentildeora-luna La palabra antigua preservada por la tradicioacuten culta i seleni

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tambieacuten aparece con su matiz arcaiacutesta Con ella forma Kazantzakis la flor imaginaria selenotropo a semejanza de heliotropo que gira en la direccioacuten de la incierta luz lunar ya en los jardines mismos de la muerte en los hielos polares Alliacute la propia luna es para el asceta moribundo

hellipmi sol-cristal-heladoselenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronteespejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblante

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Bibliografiacutea

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Estudios

Alsina J y Miralles C La literatura griega medieval y moderna Credsa Ed Barcelona 1966Bidal Baudier M L N Kazantzakis Comment lacutehomme devient inmortelhellip Plon Paris 1973Bidal Baudier M L Nikos Kazantzakis Coacutemo el hombre se hace inmortal Ediciones Carlos Lohleacute Buenos Aires 1987Bien P laquo Introduccioacuten raquo a N Kazantzakis Buda Traduccioacuten M Castillo Didier Ediciones Carlos Lohleacute Buenos Aires 1983 Bien P Kazantzakis Politics of the Spirit Princeton Princeton University Press 1989Bingen J La litteacuterature neacuteogrecque en La Civilization Grecque de lrsquoAntiquiteacute agrave nos jours La Renaissance du Livre Bruselas 1967Carnegie S C ldquoKazantzakis el profeta de la desesperanzardquo trad De Mar Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Castillo Didier M ldquoLa Odiseardquo Boletiacuten de la Universidad de Chile No 46 1964Castillo Didier M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos KazantzakisrdquoRevista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971Castillo Didier M ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten castellana de la Odisea Obras Selectas vol IV Planeta Barcelona 1975Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007Castillo Didier M ldquoDos Odiseasrdquo Introduccioacuten de N-Kazantzakis Odisea Tajamar Editores Santiago 2013Centeno M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003Choza J y P Ulises un arquetipo de la existencia humana Editorial Ariel Barcelona 1996

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Conradi G A ldquoiexclOdyssia iexclOdyssiardquo Frankfurter Allgemeine Zeitung 17-XII-1966 en Nea Hestiacutea nov 1971 trad al griego de D IkanomidisDalon R ldquoUna llave para el mundo de Kazantzakisrdquo trad al griego de K Angelaki Ruck NeaHestiacutea nov 1971Daniil G ldquoOdiseo y muerterdquo Revista Nea Hestiacutea Homenaje Navidad 1977Decaux A Preacuteface agrave lrsquoOdysseacutee (a la versioacuten francesa de J Moatti) Ed Richelieu-Plon Paris 1969Dimaraacutes K Th Ίστορία τῆς Νεοελληικῆς Λογοτεχνίας Historia de la literatura neoheleacutenica 4ordf ed Atenas 1968Edwards M W ldquoN Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Brown University Daily Herald 2-V-1961Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Trabajo ineacutedito2003) Finsler G La poesiacutea homeacuterica trad de Carles Riba 3ordf edicioacuten Labor Madrid 1947Friar K The Odyssey A Modern Sequel by N K Translation into English Verse Introduction Synopsis and Notes Simon and Schuster Nueva York 1958 Friar K ldquoN Kazantzakis en Ameacutericardquo trad al griego de Dimitris Ikonomidis Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 135-145Friar K ldquoLa ascesis espiritual de N Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Garciacutea Gual C ldquoIntroduccioacutenrdquo a Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013Guerrero C ldquoLa figura de Caronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Heiseig J ldquoEncarnacioacuten de libertad la visioacuten de Nikos Kazantzakisrdquo trad al griego de L Kaacutesdagli Nea Hestiacutea nov 1971Homero rsquoΙλιάδα Iliacuteada trad al neogriego de N Kazantzakis y I Kakridiacutes Atenas 1955

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Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000 Obras Completas Proacutelogo A Marasso traduccioacuten L Segalaacute y Estalella Ed El Ateneo Buenos Aires 1954Izzet A Nikos Kazantzakis (Cuadro cronoloacutegico de P Prevelakis) Plon Paris 1965Izzet A ldquoKazantzakis en pleine lumiegravere raquo rev Les Nouvelles Litteacuteraires Paris I-1965Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers de Sud Ndeg 377Jaris P laquo Ν Καζαντάκης ὁ ταξιδευτής καί ὁ ἀφηγητήςrdquo Kazantzakis el viajero y el narrador Nea Hestiacutea Navidad 1959Jurmuzios E rdquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute otontildeo 1958Jouvenel R de En souvenir de Kazantzakis revista Europe junio 1958 PariacutesKain M R ldquoAn existentialist Ulysses N Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Times Louisville 20-III-1961Kakridiacutes J Th ldquoΧρονική μιᾶς ουνεργασίαςrdquo Croacutenica de una Colaboracioacuten (con N K en lα traduccioacuten de la Iliacuteada y la Odisea homeacutericas Nea Hestiacutea Navidad 1959Karandonis A ldquoΣτοχασμοί γιά τήν rsquoΟδύσσειαςrdquo Pensamientos sobre la poesiacutea de la Odisea Nea Hestiacutea Navidad 1959Kerenyi K ldquoN Kazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Kerenyi K laquo N Kazantzakis ou le geacutenie grec au carrefour de lrsquoOrient et de lrsquoOccident raquo La Table Ronde Nos 151-2 VII-VIII- 1960 ParisLacarriegravere J ldquoN Kazantzakis Sur les traces drsquoUlysse Chant Planeacutetaire Oceacutean poeacutetique Une Odysseacutee de notre temps raquo Le Monde 28-I-1972 ParisLasso de la Vega J ldquoEn torno a Nikos Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht Planeta Barcelona 1971Laude A laquo Eacutetude (sur N Kazantzakis) raquo Le Monde 28I1972 PariacutesLavagnini B Storia della leteratura neoelenica 3ordf ed Sansoni Florencia 1969

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Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo Cahiers du Sud Ndeg 377Levin H James Joyce Traduccioacuten A Castro Leal F de C E Meacutexico 1959Malleros F ldquoSobre la obra de N Kazantzakisrdquo Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 5 1959Marasso A ldquoHomerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad de Odiseo y sus amigosrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Martiacutenez Arancoacuten A ldquoSobre la Ασκητική de Kazantzakisrdquo En el Volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997Mercanton J James Joyce ldquoProacutelogordquo a Ulises de Joyce trad de J Salas Subirat S Rueda Editores Buenos Aires 1959Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo rev Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 En Nea Hestiacutea noviembre 1971 traduccioacuten al griego de Ana KaacutesdagliMonory M ldquoLa llama y el ciacuterculo La aventura de Cristoacutebal Coloacuten en el teatroDe Kazantzakis y de Claudelrdquo traduccioacuten al griego de Lina Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Moreleoacuten N ldquoLa idea de la muerte en la obra de N Kazantzakisrdquo En el volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Trabajo ineacutedito 2003)-Nikolareizis D lsquordquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute primavera 1958Nuacutentildeez G Kazantzakis 1883-1957 Ediciones del Orto Madrid 1997Paboacuten J M Homero Editorial Labor Madrid 1947

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Panayotoacutepulos I M ldquolsquoΟ Καζαντάκης ὀ ἔνας ταξιδευτήςrdquo Kazantzakis un viajero Nea Hestiacutea Navidad 1959Papathanasoacutepulos Th ldquoEstudio sobre la nueva Odiseardquo En PapathanasoacutepulosTh Γύρω στον Καζαντζάκη En torno a Kazantzakis Ed Kastaniotis Atenas 2000Politis L Historia de la literatura griega moderna Proacutelogo traduccioacuten directa y suplemento Goyita Nuacutentildeez Ediciones Caacutetedra Madrid 1994Prevelakis P Ο Ποιητής καί τό Ποίημα τῆς lsquoΟδύσσειας El Poeta y el Poema de la Odisea Atenas 1958Prevelakis P Ν Καζαντζάκης Συμβουλή στή χρονογραφία τοῦ βίου του N Kazantzakis Contribucioacuten a la cronologiacutea de su vidardquo Separata de Nea Hestiacutea Navidad 1959Prevelakis P ldquoΝίκος Καζαντζάκηςrdquo Nikos Kazantzakis Nea Hestiacutea 1-VIII-1953Quiroz R Abismo y fe Aproximacioacuten a la Comedia de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos- Instituto Chileno- Heleacutenico- Sociedad Amigos de Kazantzakis Santiago 1998Quiroz R Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador Centro de Estudios Griegos Santiago 2004Quiroz R Cronologiacutea y bibliografiacutea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 1997Quiroz R y Castillo Didier M Destino y fatalidad en dos dramas juveniles de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos Santiago 2012 Reboreda S ldquoOdiseo el heacuteroe peculiarrdquo En JC Bermejo y S Reboreda Los oriacutegenes de la mitologiacutea griega Editorial AKAL Madrid 1996Romilly J de ldquoYiatiacute Odiseasrdquo iquestPor queacute Ulises En J de Romilly Sinandiseis me tin arjea Helada Encuentros con la Grecia Antigua Traduccioacuten al griego K Miliaresi y B Athanasiacuteu Atenas 1997 Skufas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969

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Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Spandonidis P lsquoΟ Καζαντάκης παιδί της ανησυχίας Kazantzakis hijo de la inquietud Kenuria Epojiacute otontildeo 1960Stanford W B El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvan Traduccioacuten B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Claacutesicos Dykinson Madrid 2013Triacuteas M B ldquoLa esteacutetica de Homerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Vretakos N Ν Καζαντζάκης η αγωνία και το έργο του Kazantzakis su agoniacutea y su obrardquo Atenas 1960Vitti M Historiacutea tis helinikiacutes logotejniacuteas Historia de la literatura NeoheleacutenicaEdiciones Odiseas Atenas 2003Vitti M Introduzione alla poesia greca del Novecento Naacutepoles 1957Wilson C ldquoNikos Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea 1-XI-1962 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo Traduccioacuten M Ikonomu Nea Hestiacutea nov 1971Yalurakis M Ο Καζαντζάκης μου είπε Kazantzakis me dijo Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958

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Iacutendice onomaacutestico

Aedo R 11Athanasiacuteu B 154Afrodita 49 86Alsina J 29 150Angelaki Ruck A 151Anticlea 11 121Ares 49Argos 28Atenea 44 141Auden W H 14Autoacutelico 44Baudier M L 13 16 17 24 38 39 150Beattie A 12 155Bergson 19Bermejo J C 154Bien P 137 138 150 Bingen J 150Bloom 42 43Brecht 10 152Buda 13 19 20 37 150Calipso 11 34 36 41 48 141Camus 16 26Capitaacuten Uno 11 14Carnegie S C 150Caronte 6 11 14 65 74 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 112 114 115 116 118 119 120 124 125 127 148 151Carontisa 102 125Carter 143Castillo Didier M 11 31 99 124 125 149 150 154Castro A 153Centauro 100Centeno M 11 16 150Circe 34 35 36 141Choza J y P 150Claudel 153Coloacuten C 10 19 149 153Conradi G 138 151Constantino Paleoacutelogo 10 20 149

Cristo 10 13 19 20 32 37Dalon R 151Danai (Stratigopulu) 97Daniil G 151Dante 19 20 26 30 31 32 41 43 44Decaux A 27 151Diacuteez de Velasco F 99Dijtena 59 110Dimaraacutes K Th 151Dios 12 16 17 19 20 25 27 31 32 33 35 43 47 50 61 61 112 116 118 119Don Quijote 11 13 14 19 29 32Doulis T 12Edwards M W 151Eliot T S 16 26 37Eremita 14Esquilo 134Euriacutepides 41Fausto 15 29Fernaacutendez D 11 151Fida 72Finsler G 151Fotiadis 134Fotis pope 111Friar K 10 12 15 16 23 40 138 140 151Fuentes Cristoacutebal 4Garasa D 149Garciacutea Gual C 151Giradoux 44Godot 16Goethe 15Gonzaacutelez V H 11 151Greco El 11 37 38 138 139 143 149Guerrero C 11 151Hades 71 90 98 99 101 102 117 120 122 124 126Hadji-Kyriakos N 6Hamlet 14 29 32 65Hanley 142Hauptmann G 12 41Heftaliotis A 134Heiseig J 151

157

Helena 11 13 15 47 48 59 60 75 81 102 107 110 113 145 146Hesse 26Homero 12 13 15 18 27 32 40 43 44 45 47 111 121 136 141 151 152 153 155Ikonomidis O 151Ikonomu M 155Izzet A 20 21 25 149 152Jaeger W 45Jaloux E 42Jaris P 152Jaros Ver Caronte 99Jouvenel R 152Joyce J 12 15 23 26 29 31 40 41 42 43 44 138 142 153Juliaacuten el Apoacutestata 19 20Juumlnger 26Jurmuzios E 98 136 137 152Kafka 26Kain R M 16 152Kakridiacutes I 135 136 141 151 152Karandonis A 22 152Karteroacutes 121 123Kaacutesdagli A 93 153Kaacutesdagli L 151 153Kaacutesdagli Mar 150Kavafis C 11 37 151 153 155Kazantzaki H 9 10 19 149Kazantzakis N 9 10 11 12 13 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 29 30 31 32 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 71 79 93 97 98 111 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155Kerenyi K 15 16 19 152Knoumls B 9 97 Krino 112 146Krumbacher 134Lacarriegravere J 16 17 137 152Laertes 11 43 110

Laude A 26 152Lasso de la Vega J 10 18 138 152Lavagnini B 152Lenin 13 20 37Lenioacute 103Leonidas 47Levin 29 142 153Leacutevesque R 47 153Lipstein R 10Lohleacute C 150Lupo A 149Madretierra 14 65 68 103 125 127Manolios 111Malleros F 153Marasso A 140 141 152 153Margaroacute 14 115Maacuterquez J 11 153Martiacutenez Arancoacuten A 153 Mayorga C 11 153Medusa 17Melisa 10Menelao 47 59 109Mercanton J 40 42 153Merlier O 149Miliaresi K 154Miller A 16Miralles C 29 150Moatti J 27 151Moira 99Monory M 18 93 153Moreleoacuten N 153Naranjo M 11 153Nausiacutecaa 11 36 141Nietzsche 12 15 19 20 152Nikolareizis D 22 153Nuacutentildeez G 153 154Odiseo 6 11 12 13 14 26 27 29 30 31 32 33 34 36 39 40 41 47 53 55 56 58 59 61 62 63 67 74 75 78 82 83 85 99 100 103 104 107 111 115 116 117 119 121 123 126 127 128 130 141 143 151 153 154Omatos O 99 153

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Orfoacutes 107Ostrero 121 122Paboacuten J M 151 152 153Palamaacutes K 134Palis A 134Panayotoacutepulos I M 25 140 154Panopolitis N 132Papathanasoacutepulos I M 154Peneacutelope 30 33 43Perla 14 103 113 115Platoacuten 41Plinio 30 43Politis L 154Polylaacutes J 134Pound E 37Prevelakis P 10 12 17 26 27 43 135 151 152 154Psichari J Ver PsijarisPsijaris Y 97 133 134Quiroz R 11 154Rabanales A 132Racine 44Raizis B 12Rala 103 130Ramos O G 31Reboreda S 154Riba C 151Romilly J de 41 154Salas J 153Sartre 16 26Seferis Y 12 37 Segalaacute y Estalella L 141 152Seacuteneca 44Shakespeare 21 44 134Sherrard Ph 27Silvaacuten A 12 155Skufas G 12 154Soacutefocles 10 41 152Solar H del 149Soliacutes D 11 155Solomoacutes D 133 136Sotiriadis 134Spandonidis P 155Stalin 13

Stanford W B 12 15 16 23 26 29 31 40 41 44 155Steinen H von den 16Stratigopulu D 97Stridaacutes 121 122Suralis 108 117 118Teleacutemaco 11 44 141Tennyson 30 31Thaacutenatos 104Tiresias 120Toda Raba 24 29 30Triandafilidis M 97 134Triacuteas M B 157Trotski 13Ulises Ver Odiseo 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 23 25 26 27 29 30 31 32 33 34 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 54 56 57 59 60 61 64 71 76 90 92 99 100 102 105 110 113 114 117 120 121 127 138 141 142 143 150 153 154 155Vitti M 155Vlastoacutes P 136Vretakos N 155Wagner 18Will F 12Wilson C 10 16 18 21 155Xenoacutepulos G 134Yalurakis M 137 155Zaratustra 19Zeus 49Zorba 10

Page 5: MIGUEL CASTILLO DIDIER - Estudios Griegosestudiosgriegos.cl/data/1508933986.pdf · M.: La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de KazantzakisCentro . de Estudios

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IacuteNDICE

NOTAS INTRODUCTORIAS 9Grandeza y desmesura 15La Odisea y la Asceacutetica 19Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo 22Itaca Odiseo siacutembolos vivos 29El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis 40Los presentes ensayos 45

I EL TIEMPO 47El transcurrir del tiempo 48Las epifaniacuteas del tiempo 62La noche 62La luna 70El atardecer 75Las estrellas 82El sol 88El alba 94 II LA MUERTE 97Caronte personaje 98Vida y muerte 109La nostalgia de los muertos 117La muerte destructora 123

III LA PALABRA 132El problema linguumliacutestico de Grecia 135Kazantzakis y la lengua griega 135La riqueza linguumliacutestica de la Odisea 143

Bibliografiacutea 149

Iacutendice onomaacutestico 156

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El tiempo la muerte y la palabra enla Odisea de Kazantzakis

In memoriam PoetaeΣτη μνήμη του Ποιητή

NOTAS INTRODUCTORIAS

Hace mucho tiempo en uno de los primeros nuacutemeros del anuario Byzantion Nea Hellaacutes1 publicamos un artiacuteculo con el tiacutetulo de ldquoEl tiempo la muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakisrdquo Se tocaba en eacutel una materia no estudiada hasta entonces la poesiacutea misma de la obra o maacutes exactamente expresado algunos de los recursos poeacuteticos utilizados por el autor Han pasado los antildeos y no ha sido posible realizar la tarea pendiente de estudiar en detalle tales recursos Dada la vastedad del poema 33333 versos de diecisiete siacutelabas parece desproporcionado que una persona emprenda este intento a menos que disponga de siquiera un ldquoantildeo sabaacuteticordquo o siquiera de un semestre Por eso en este libro no hemos ido maacutes allaacute de las tres temaacuteticas de aquel trabajo Imposible por ejemplo trabajar sobre la realidad de las comparaciones en el poema que son verdaderamente innumerables Cada una de las tres secciones ha sido bastante ampliada han variado no pocos enfoques Naturalmente la bibliografiacutea ha sido puesta al diacutea

Sin duda siempre escribir sobre la Odisea constituye una responsabilidad nada pequentildea Porque se trata de la obra cumbre de un escritor que es a su vez una de las figuras maacuteximas de las letras neogriegas Para el poeta este poema era la obra de su vida ldquoCreo que toda mi alma toda la llama y la luz que he podido hacer brotar de la materia de la que estoy moldeado se expresan en la Odiseardquo2 Esta opinioacuten expresada en una carta de Boumlrje Knoumls habiacutea sido ya expuesta al mismo neohelenista ldquoMe siento feliz de que usted se haya sumergido valerosamente en ese mar azul la Odisea Desde el punto de vista de la forma poeacutetica y del contenido filosoacutefico la Odisea representa la cima

1 Byzantion Nea Hellaacutes Ndeg 3-4 19752 Carta a Boumlrje Knoumls 21-VI-1954 cit por Kazantzaki Heleni Le dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses carnets ses textes ineacutedits paacuteg 538

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maacutes elevada que he podido alcanzar despueacutes de los esfuerzos de toda una vidahelliprdquo3

La idea que teniacutea Kazantzakis acerca de la labor de traduccioacuten del poema aparece asimismo en una carta del helenista sueco ldquoTrabajo gigantesco muy difiacutecil que requiere de un amor y de una paciencia sobrehumanosrdquo4 La verdad de tal afirmacioacuten hubo de experimentarla quien escribe estas paacuteginas durante los seis antildeos dedicados a la versioacuten castellana de la Odisea que aparecioacute en Espantildea en la serie Obras selectas publicadas por Editorial Planeta en 19755 El esfuerzo que requirioacute tal trabajo da la razoacuten al juicio de Joseacute Lasso de la Vega ldquoDesde el punto de vista de la lengua esta Odisea es la obra maacutes endemoniadamente difiacutecil de la literatura griegardquo6 El material poeacutetico verdaderamente oceaacutenico de la Odisea estaacute por estudiarse como veremos maacutes adelante y en especial en nuestra lengua La circulacioacuten del texto en espantildeol suscita sin duda el intereacutes de quienes han seguido las traducciones de obras tan apasionantes como Cristo de nuevo crucificado Libertad o muerte Zorba el Griego en el plano de la novela de Cristoacutebal Coloacuten Constantino Paleoacutelogo Melisa Sodoma y Gomorra en el campo del teatro o de aquella maravillosa ldquoy sangrante confesioacuten autobiograacuteficardquo editada en castellano con el

3 Ibiacuted paacuteg 477 Carta de 14-VI-19474 Ibiacuted paacuteg 5355 Recientemente el antildeo 2013 Tajamar Editores publicoacute una segunda edicioacuten revisada del poema6 Lasso de la Vega Joseacute ldquoEn torno a Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht paacuteg 248-309 En carta al traductor ingleacutes Kimon Friar fotografiacutea de cuyo autoacutegrafo poseemos gracias a la gentileza de Heleni Kazantzaki el escritor coincide con el juicio de aqueacutel sobre el poema y afirma ldquoTambieacuten yo creo que la Odisea es la cumbre de mi obrardquo Conocemos asimismo por Pandelis Prevelakis destacado escritor cretense y acaso el mayor estudioso en Grecia de la Odisea la opinioacuten expresada por su autor a su antigua amiga Rahel Lipstein ldquoNikos mrsquoavait dit un jour agrave Paris en me montrant plutocirct en soulevant tregraves haut ndashet en riant en mecircme tempsndash son Odyseacutee Crsquoest mon cercueil Rahel et mon flambeaurdquo en Prevelakis P El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo paacuteg 191 Collin Wilson en su ensayo sobre ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo afirma al respecto ldquoNo es extrantildeo que considerara la Odisea como su mejor obra y todos sus otros voluacutemenes como trabajos secundarios Sus mismos libros contienen una especie de Odisea de modo que bien podriacutean leerse como una gran novela independiente que traza la peregrinacioacuten espiritual y psiacutequica de una vidardquo En revista Nea Hestia XI-1971

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tiacutetulo de Carta al Greco El estudio introductorio que acompantildea nuestra versioacuten de la Odisea y el presente ensayo no aspiran sino a plantear algunos aspectos a esbozar ciertas sugerencias a anotar una que otra senda que permita al amante de la poesiacutea kazantzakiana adentrarse en las vetas de la belleza de esta epopeya7

7 La bibliografiacutea en castellano en torno a la Odisea no parece muy extensa En el Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 46 1964 publicamos el tercero de tres artiacuteculos dedicados a Kazantzakis con el tiacutetulo de Caracterizacioacuten de la ldquoOdiseardquo en la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971 aparecioacute un breve trabajo nuestro que circuloacute tambieacuten como apartado Algunas notas sobre la ldquoOdiseardquo de N Kazantzakis por uacuteltimo existe el estudio introductorio a nuestra versioacuten castellana del poema Ed Planeta Barcelona 1975 al que hemos hecho alusioacuten Otros tiacutetulos Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo en Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea de Kazantzakis y exloran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios griegos Santiago 2000 Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad Y semejanza entre Laertes y Teleacutemacordquo en el mismo volumen Guerrero C ldquoCaronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo en el mismo volumen Centeno Rogers M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(2003) Quiroz Pizarro R ldquoLa Odisea transposicioacuten poeacutetica de la Asceacuteticardquo en R Quiroz Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador 2004 Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013 Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Ineacutedito 2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Ineacutedito 2003)Aedo R ldquoLa lucha del Capitaacuten Uno Apuntes para el Don Quijote de la Odisea kazantzakianardquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Castillo Didier M ldquoNausiacutecaa y Calipso (La Odisea en la Odisea)rdquo Byzantion Nea Hellaacutes 24-2005 Castillo Didier M ldquoLa Odisea en la Odisea iquestcoacutemo murioacute Laertesrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 Castillo Didier M ldquoCreta como visioacuten poeacutetica y como escenario en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 26-2007 Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007 Kazanzakis N ldquoUn pequentildeo comentario a la Odiseardquo Traduccioacuten R Quiroz Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 ldquoEl laberinto de Creta en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Amaltea Revista de mitocriacutetica 2009 vol 1 Castillo Didier M ldquoOdisea de Kazantzakis Itaca punto de llegada y de partidardquo Byzantion Nea Hellaacutes 29-2010 Castillo Didier M ldquoLa muerte de Helenardquo Byzantion Nea Hellaacutes 30-2011 Gonzaacutelez Vaquerizo H La odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis Tesis Doctoral Universidad Autoacutenoma de Madrid 2013 Castillo Didier M ldquoLas laacutegrimas de Odiseordquo Byzantion Nea Hellaacutes 33-2014 Castillo Didier M ldquoAnticlea la madre lejanardquo Byzantion Nea Hellaacutes 36-2017 La bibliografiacutea en castellano

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Como se ha afirmado un resumen no puede hacer justicia al poema8 Tampoco las notas introductorias que preceden en este trabajo a nuestras tres materias Ni aun el estudio de estas mismas ndashel tiempo la muerte y la palabra en la Odiseandash porque constituyen aspectos de una vasta totalidad de muacuteltiples y variadas facetas Y pretender sentildealar a traveacutes del comentario los dones de la fantasiacutea visionaria del creador de la Odisea ldquoseriacutea irrisorio con seguridad pues esta obra representa en siacute una summa en cierta manera de las visiones que la imaginacioacuten humana puede engendrar Ellas se situacutean fuera del tiempo y del espacio pero estaacuten animadas de una realidad y una dimensioacuten tales que se imponen para siempre al espiacuteritu Masacres orgiacuteas incendios revueltas populares ciudades ideales desiertos del Aacutefrica hielos del

se ha incrementado recientemente con la traduccioacuten del libro de W B Stanford valiosa obra de la cual se con contaba con solo el texto original en ingleacutes El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvaacuten traduccioacuten de B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Editorial DYKINSON Madrid 2015 La bibliografiacutea en otros idiomas es muy vasta y se acrecienta raacutepidamente En Estados Unidos e Inglaterra el estudio de la Odisea en seminarios y caacutetedras universitarias ha producido no pocas tesis especializadas de las que da noticia Kimon Friar en su obra Nikos Kazantzakis en Ameacuterica En la Universidad de Indiana se han presentado memorias sobre La imagineriacutea de la luz en la Odisea Odiseo como anarquista Las mujeres en la Odisea de Kazantzakis Las diversas personificaciones de Dios en la Odisea La psicologiacutea y la filosofiacutea del autoconocimiento en la Odisea y en la Asceacutetica Odiseo el hombre muacuteltiple Entre los temas del Curso de Literatura Comparada de la Universidad de Illinois se han desarrollado El uso del sentimentalismo odiseano en Kazantzakis y en Seferis y Estudio comparativo entre la Odisea de Kazantzakis y el Ulises de Joyce El mito moderno y la Odisea es el tiacutetulo de una tesis presentada al Pomona College de California Nietzsche y Kazantzakis la voluntad de poder y la lucha por la libertad en la Odisea memoria presentada al Rint College de Portland Oregoacuten En revistas o como voluacutemenes independientes han sido publicados diversos estudios sobre Kazantzakis varios de los cuales se refieren especiacuteficamente a la Odisea Skuffas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969 Doulis T Kazantzakis and the meaning of suffering Northwest Review VI 1963 Will F Kazantzakis Odyssey University of Texas Press Austin 1964 Raizis B ldquoPro-Ulises de Kazantzakis Homero y Gerard Hauptmannrdquo Modern Literature Review vol II Philadelphia University Press 19728 Prevelakis P op cit paacuteg 243 ldquoUn resumen no hace justicia al poema pero puede dar cierta idea de la profunda atraccioacuten que produce su inmensidad La obra produce el ldquoefecto de muacutesicardquo que una vez alguien describioacute como aqueacutel que brota de La guerra y la pazrdquo

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Polo fantasmas de aquellos que amoacute o admiroacute Cristo Buda Don Quijote Homero gente del pueblo campesinos pescadores pastores artesanos y cazadores compantildeeros fieles y mujeres presencia obsesiva de la muerte alliacute estaacute el mundo vivo en colores violento desmesurado centelleando en cada verso a traveacutes de imaacutegenes fulgurantes que creoacute el poeta visionario [hellip] Sus visiones que son a menudo las de un vidente poseen un color un relieve una realidad asombrosa Toman a veces la amplitud de visiones coacutesmicas y profeacuteticasrdquo9 El simple esquema del nuevo viaje de Ulises aunque necesario en el caso de este ensayo y posiblemente uacutetil para la lectura misma del poema10 no puede dar una idea de la complejidad impresionante de la obra Emergiendo de la vieja epopeya en el momento en que de regreso a la patria ha dado muerte a los pretendientes de su mujer Odiseo tras vivir en su isla natal algunas emociones y experiencias y sentirse ahogado en la pequentildeez de su diaria existencia parte para siempre con algunos compantildeeros sin rumbo fijo El viaje se enfila hacia Esparta donde despueacutes de ayudar a su decadente monarca a contener una sublevacioacuten Ulises se marcha con Helena Navega una vez maacutes sin senda determinada para decidir finalmente desembarcar en Creta Alliacute conoce nuevos personajes y participa activamente en una revolucioacuten popular que destruye el reacutegimen imperante odiado por su crueldad abusos y corrupcioacuten Cumplida esa tarea se da al mar nuevamente para llegar a Egipto al que arriva en momentos de grandes conmociones sociales Toma parte tambieacuten en ese paiacutes en una sublevacioacuten en cuyos jefes se ha querido ver un paralelo de Lenin Trotski y Stalin Luego del fracaso Ulises encabeza el eacutexodo de una multitud hambrienta que vaga largamente por el desierto en direccioacuten al sur En la soledad de la montantildea frente a las fuentes del Nilo el peregrino vive todas las etapas de la Asceacutetica despueacutes de lo cual vuelve a la accioacuten para fundar una ciudad ideal en las orillas del gran lago madre del Nilo Pero la obra es destruida por un devastador cataclismo en el cual perecen los uacuteltimos compantildeeros que le restaban y Ulises ahora asceta solitario retoma

9 Baudier M L Nikos Kazantzakis Comment lacutehomme devient immortel (Plon 1973) pp 11 y 12 del original gentilmente facilitado por la autora10 La versioacuten castellana lleva como apeacutendice un resumen en prosa relativamente extenso

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la senda del sur y se adentra en selvas enmarantildeadas Su mente cada vez maacutes libre de ilusiones y anhelos crea seres imaginarios que son actores de un largo y sangriento drama en la rapsodia XVII A traveacutes de su peregrinar conoce variados personajes que representan diversas concepciones de la vida la prostituta Margaroacute (Perla) que ha elegido el camino del amor el priacutencipe Madretierra especie de fantasma de Hamlet surgido de las honduras africanas el Eremita que se desligoacute de todos los bienes terrenales en vida y cuya mano una vez muerto permanece erguida y abierta aacutevida de un puntildeado de tierra que Odiseo deposita en ella para que se cierre el Capitaacuten Uno sombra de Don Quijote que cabalgando un deacutebil camello y portando viejas e inuacutetiles armas sale a luchar por la libertad y es salvado por Ulises de morir a manos de unos caniacutebales el Hedonista sentildeor de una torre edificada en medio de pantanos cuyo uacutenico valor es el placer el Hombre Primitivo representado en una visioacuten sangrienta por un jefe negro que ha asesinado a uno de sus doce hijos y que es muerto y comido por los once restantes Ya en las costas del sur de Aacutefrica y cuando construye la barca que lo llevaraacute a los mares del polo Odiseo se encuentra con un joven pescador negro que predica una religioacuten del todo nueva y habla sobre un Padre celestial Sus palabras lo emocionan pero no lo convencen Luego el peregrino se embarca hacia el extremo septentrional del oceacuteano En unas tierras heladas por las que pasa asiste a los uacuteltimos diacuteas de una raza de hombres de las nieves dominados por el miedo y que se hunden entre los teacutempanos al adelantarse la primavera y no alcanzar ellos a emigrar a lugares soacutelidos En la embarcacioacuten de cuero ensebado que esos hombres le obsequiaron Ulises prosigue la travesiacutea Destruido su naviacuteo al chocar con un teacutempano el asceta reducido ya casi a huesos y piel sube a uno de esos fantasmas de hielo Alliacute llegaraacuten las sombras de todos aquellos a los que amoacute en vida surgiendo de las tumbas y los siglos Alliacute tambieacuten despueacutes de haberlo visitado muchas veces durante su peregrinacioacuten bajo las maacutes diversas formas Caronte la muerte asimilado ahora al asceta en las apariencias lo acompantildea hasta su uacuteltimo sonreiacuter y su disolucioacuten en la nada11

11 Imposible que una siacutentesis en extremo apretada como eacutesta refleje la variedad de climas histoacutericos y humanos a traveacutes de los cuales se desarrolla el peregrinar de Odiseo desde el ambiente cosmogoacutenico de las primeras rapsodias hasta las fases

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Grandeza y desmesura

Obra extraordinariamente compleja y sin embargo llana a veces como un sencillo romance o canto popular recorrida por el epicismo singular de la angustia del hombre contemporaacuteneo que busca un camino y bantildeada en ocasiones por manantiales de lirismo puro en que se reflejan alegriacuteas y tristezas elementales de gente de pueblo barroca en sus dimensiones desproporcionadas y la enorme acumulacioacuten de elementos de distinta procedencia su arquitectura y su fuego interior recuerdan la Divina Comedia y la serenidad de ciertos momentos de contemplacioacuten del drama humano traen a la mente a Homero Es la obra maacutes discutida de toda la literatura neogriega y a la vez maacutes allaacute de opiniones constituye un monumento titaacutenico que recoge el tesoro de la lengua neoheleacutenica sus dialectos sus compuestos belliacutesimos expresiones motivos versos fragmentos y hasta canciones completas de la rica poesiacutea demoacutetica griega elementos de la mitologiacutea y la cultura populares neogriegas Tal es la Odisea Su aparicioacuten ndashdice Friarndash ldquocausoacute en los ciacuterculos griegos discusiones tan vivas como las que produjo en los ciacuterculos ingleses la publicacioacuten de otra epopeya de parecidas dimensiones y de disposicioacuten semejante el Ulises de Joyce Las dos obras se refieren al hombre contemporaacuteneo que busca su ser Y en las dos los autores utilizan el esqueleto de la Odisea homeacuterica aunque de un modo sorprendentemente distintordquo Durante muchos antildeos en la patria del escritor se la ha mirado ldquorodeada de una suerte de oscura grandezardquo Se la contempla desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido o inexplorado La exploracioacuten y valoracioacuten ha venido desde Occidente W B Stanford

finales de la transfiguracioacuten del personaje en un hombre solitario y actual que medita sobre la existencia a miles de antildeos de los acontecimientos de Troya Respecto de los comienzos de la ldquoepopeyardquo Kerenyi destaca por ejemplo que las cuatro primeras rapsodias que estaacuten dedicadas a los acontecimientos de Itaca y de Esparta no soacutelo toman el lugar de las correspondientes de la Odisea homeacuterica sino el lugar que posee el episodio de Helena en el poema de Goethe Como en eacuteste es la eacutepoca de emigraciones de pueblos No aparece claro estaacute en Esparta Fausto con sus caballeros sino baacuterbaros rubios con armas de hierrordquo que bajan desde el norte Kerenyi Karl ldquoKazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 56

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T S Eliot Arthur Miller W H Auden Collin Wilson Kimon Friar Karl Kerenyi Helmut von den Steinen W B Stanford son algunos de los escritores que han destacado el valor del poema esbozando ciertas liacuteneas de su extraordinaria riqueza temaacutetica y estiliacutestica ldquotratando de ir maacutes allaacute de la mera percepcioacuten del eco general que brota de ese mundo de astrosrdquo La grandiosidad de la Odisea que no pocos han tratado de definir con calificativos astrales posee relacioacuten importante con el haacutelito de destruccioacuten que sopla impetuosamente en esta obra concebida en los primeros antildeos de la deacutecada del veinte Esta caracteriacutestica ha hecho pensar en la fuerza destructiva que antildeos despueacutes habraacute de ensentildeorearse en las creaciones de los grandes existencialistas12 ldquoUlises atraviesa en la Odisea las fases de las angustias y las esperanzas contemporaacuteneas Un vendaval de rebeldiacutea y de destruccioacuten sopla sobre esta magna obra eacutepica se derrumban las ciudades los reinos las falsas creencias los

12 La relacioacuten de la Odisea con la literatura existencialista que apunta M L Baudier ha sido anotada tambieacuten por otros autores entre ellos Richard M Kain en el artiacuteculo ldquoAn existentialist Ulyssesrdquo a que se hace referencia en la bibliografiacutea Jacques Lacarriegravere escribe al respecto ldquoVeinte antildeos antes que los filoacutesofos y escritores de Occidente Ulises descubre en lo alto de su montantildea lo absurdo de la vida En tal sentido esta obra nos revela que ni Camus ni Sartre fueron ndashen el plano literariondash los primeros en experimentar y expresar el absurdo de toda existencia sino Ulises el conquistador el amante el constructor el sin-esperanzardquo ldquoN K Sur les traces drsquoUlysse Chant planeacutetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre tempsraquo En Chile podemos mencionar el trabajo de M Centeno Rogers ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 De paso digamos que tambieacuten en el teatro de Kazantzakis pueden anotarse rasgos que anuncian caracteriacutesticas del existencialismo Asiacute Comedia ndash tragedia en un acto obra teatral de 1909 Respecto de esta pieza se ha dicho ldquoque podriacutea titularse El silencio de Dios para medir todo su horrorrdquo En una pieza cerrada que simboliza la prisioacuten de la muerte un grupo de personajes de edad y medios diversos esperan a Dios que vendraacute a abrirles la puerta del reino de la luz Pero a medida que las bujiacuteas se extinguen que las horas transcurren que el gran reloj da las doce campanadas la esperanza va desapareciendo y la angustia aumentando La puerta no se abre Una angustia que llega a ser asfixiante y el friacuteo de la muerte que aplasta el pecho como el peso de una laacutepida quiebran los corazones con la nostalgia de la tierra y la dulzura de la vida La espera de lo que debiacutea venir se transforma en la espera de lo que no vendraacute jamaacutes Imposible no dejar de pensar en Godot ni dejar de recordar Huit Clos de Sartre al repasar las paacuteginas de esta obra juvenil pero plena de anticipaciones

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antiguos dioses son derribados ldquoTodos los valores aportados por el helenismo y a los cuales el cristianismo habiacutea agregado su mensaje de amor y su promesa de vida eterna son echados por tierra en la nueva Odisea [hellip] El lector es conducido de destruccioacuten en destruccioacuten hasta que se enfrenta con la cabeza de Medusa El ciacuterculo se cierra Los dioses han muertohellip La vida humana queda sin justificacioacuten no hay espera ni juicio ni recompensa La muerte es la uacuteltima realidadrdquo escribe Pandeliacutes Prevelakis El poeta contempla pues con Ulises la lenta y completa destruccioacuten de los valores sobre los cuales se habiacutea apoyado la sociedadrdquo13 No es de extrantildear entonces que maacutes que ninguna de sus obras la Odisea haya provocado las angustias y la incertidumbre de la creacioacuten en Kazantzakis ldquoLa forma escogida ndashla epopeyandash implicaba ya en siacute misma dificultades casi insuperables Se trataba de una empresa sobrehumana de hallar un cuadro para hacer entrar en eacutel todos sus conocimientos alimentados por sus innumerables viajes sus lecturas sus contactos con los paiacuteses maacutes diversos desde Creta a las vastedades polares desde los esfuerzos de Rusia Sovieacutetica a las concepciones del Extremo Oriente desde sensaciones vividas personalmente a las de un heacuteroe imaginario Habiacutea que disciplinar esas experiencias superar el mundo desencadenado que habiacutea creado dominar esa superabundancia que le haciacutea correr el riesgo de perder pierdquo14

Lacarriegravere en el estudio recieacuten citado destaca este aspecto ldquoDesde que se aborda los primeros compases de esta rapsodia gigantesca obra de una vida entera el tiempo se borra los diacuteas no cuentan Este poema es un veacutertigo continuo una desmesura un desafiacuteo al lector mismo que para afrontarlo debe asirse soacutelidamente al libro como para un largo periplo por el paiacutes de los ciclones Pues este oceacuteano poeacutetico no se atraviesa impunemente Tal como Ulises se sale agotado pero como renovado al teacutermino de una constante y prodigiosa iniciacioacutenrdquo Esta caracteriacutestica del poema recuerda el gran eacutextasis de la Asceacutetica ldquoDe igual modo actuacutea tambieacuten Dios el Gran Extaacutetico Habla lucha por hablar con mares y con fuegos con alas con colores con cuernos con garras con constelaciones y mariposas con hombres

13 Baudier M L op cit paacuteg 9614 Ibiacuted paacuteg 17

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como puede para dar forma asible a su eacutextasisrdquo Como anota Michel Monory ldquola obra de Kazantzakis se adapta a esta arte poeacutetica desde el aforismo hasta el mito desde la tragedia hasta el relato de viajes busca la palabra que estaacute maacutes cerca del grito y deja hablar a su imaginacioacuten Este constante fluir de algunas grandes imaacutegenes simples puede parecer cansador Creo que maacutes bien esto precisamente constituye la originalidad y la grandeza de la obrardquo15 Grandeza primitiva tensioacuten extaacutetica fuerza destructiva desequilibrio son notas que alejan de Homero esta ldquocontinuacioacuten de la Odiseardquo Como dice Lasso de la Vega ldquodesde el cielo homeacuterico hasta el que nos preocupa existe un abismo Kazantzakis no soacutelo es un nuevo Homero Es tambieacuten un anti-Homero y un hiper-Homero Descubrioacute un modo de existencia de Ulises maacutes integral maacutes secreto maacutes verosiacutemil que aquel que nosotros ya conociacuteamos encontroacute vetas maacutes profundas alliacute donde no habiacutea llegado nuestra miradardquo16 Y Wilson que compara el final de la Odisea con la uacuteltima escena del Crepuacutesculo de los dioses de Wagner habla del mundo salvaje que parecioacute querer crear el poeta con su obra ldquoque tiene maacutes notas comunes con el Chicago de la ley seca que con la Odisea de Homerordquo17 Se ha hablado tambieacuten del poema kazantzakiano como de ldquouna epopeya que nos llena de temorrdquo en muchas ocasiones ponieacutendose asiacute de manifiesto su lejaniacutea de su ancestro homeacuterico

15 Monory M ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo en revista Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 17916 Lasso de la Vega J op cit paacuteg 5117 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo paacuteg 18

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La Odisea y la asceacutetica

iquestExaminar la Asceacutetica equivale a estudiar el ldquopensamientordquo del escritor No es muy simple dar una respuesta afirmativa Heleni Kazantzakis se refiere al opuacutesculo escrito en Alemania en 1923 con estas palabras ldquoUn libro pequentildeo que maacutes tarde serviraacute de llave para comprender bien su obra Ni novela ni poema ni ensayo filosoacutefico ndashprecisaraacute eacutel mismo Ochenta paacuteginas breves versiacuteculos biacuteblicos de gran belleza Los altos mandamientos de Nietzsche a quien Kazantzakis venera sobre todo por su estilo encendido y sus padecimientos innumerables los de Bergson que le ayudaron a liberarse de ideas filosoacuteficas que lo tiranizaban la quinta esencia de sus experiencias personales Todo esto sistematizado por un cerebro exigente y ordenadorrdquo Y Karl Kerenyi resume en tres liacuteneas la significacioacuten que atribuye a la Asceacutetica ldquoNi obra de arte ni de filosofiacuteahellip En realidad era una obra sobre una nueva religioacuten un llamado a la realizacioacuten de un mito como lo demuestra el subtiacutetulo Salvatores Dei que se tradujo al alemaacuten como iexclRettet Gott iexclSalvad a Diosrdquo18

En realidad no puede sostenerse que la Asceacutetica exponga una nueva religioacuten como tampoco la Odisea que desarrolla toda aquella obra en una de las etapas de la peregrinacioacuten de Ulises Expresa maacutes que un pensamiento una manera de enfrentar la vida pero sin llegar a configurar una religioacuten a menos que eacutesta pudiera concebirse sin un Dios

Digamos nosotros que pese a la complejidad de esta pequentildea obra puede desentrantildearse cuaacutel es el modo ldquopraacutecticordquo de enfrentar el mundo que ella postula Kazantzakis admira personajes y heacuteroes de distintas eacutepocas y lugares en cuyas actuaciones creiacutea ver el cumplimiento de la norma esencial de la ascesis Ulises Buda Cristo Juliaacuten el Apoacutestata Dante Cristoacutebal Coloacuten Don Quijote luchan combaten consumen sus vidas en una batalla ardiente El mandato de Zaratustra mueve la vida del escritor cretense y ndashen su conceptondash la de sus figuras veneradas ldquoiexclEdificad vuestras ciudades junto al Vesubio Enviad vuestros naviacuteos a mares inexplorados Vivid luchandordquo Y Kazantzakis nos ensentildea

18 Kerenyi K op cit paacuteg 43 y sig

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ldquoAma el peligro iquestQueacute hay maacutes difiacutecil Es esto lo que yo quiero iquestCuaacutel es el camino a seguir El que asciende el maacutes escarpado Este es el que yo tomo iexclsiacuteguemerdquo Peligro y combate batalla sin recompensa sin paga iquestAdoacutende vamos iquestVenceremos alguna vez iquestQueacute sentido tiene el combate ndashCalla Nunca preguntan los combatientesrdquo Luchar sin recompensa y sin esperanza es el mandato supremo de la Asceacutetica Es el que sigue Dante el desterrado que sabe renovar a cada instante su odio a la injusticia Cristo que muere por redimir una humanidad que no quiere redimirse Juliaacuten que pretende resucitar una filosofiacutea y una eacutetica condenadas ya por la historia Constantino Paleoacutelogo que combate hasta la muerte en los muros de una Constantinopla ya vencida Ulises hombre antiguo-medieval-contemporaacuteneo que peregrina en la vastedad de los oceacuteanos de los continentes iacutegneos y de los hielos eternos buscando con la lucha un dios que sabe no existe

Las preguntas y los mandatos de la Asceacutetica se repiten en la Odisea que es una vasta ampliacioacuten poeacutetica de aquel opuacutesculo y que en la Rapsodia XV reedita la peregrinacioacuten asceacutetica Alliacute vuelve a resonar la interrogacioacuten que impregna toda la obra kazantzakiana

iquestCuaacutel es mi camino La subida maacutes ardua e interminableY di yo solo he de salvar la tierra enteraiquestDoacutende vamos iquestAlguna vez venceremos No preguntes iexclcombateDe tal modo hablaba Dios ordenaba el pecho del varoacutenhellip (XV 821-4)

La Asceacutetica y la Odisea constituyen el nuacutecleo de una obra vasta que es en esencia una unidad Asiacute lo destaca Aziz Izzet en su estudio sobre el poema Sus obras ndashdicendash ldquoson todas facetas de una sola y uacutenica preocupacioacuten En este sentido la vida y la obra de Kazantzakis forman un todo indisoluble una suerte de piraacutemide de gradas cuyas cuatro caras poseen la misma importancia Cristo Buda Lenin Ulises En la base Nietzsche ndasho mejor auacuten ese territorio medio oriental abierto a todas las culturas a todas las profeciacuteas Lo podremos ver de manera fulgurante

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en la Odiseardquo19 La relacioacuten entre el poema oceaacutenico y el opuacutesculo miacutenimo la sintetiza Izzet maacutes adelante ldquoKazantzakis se esforzoacute en la Asceacutetica por revivir en siacute mismo profundamente todos los ciclos de la marcha de los hombres sobre la tierra Aquiacute lo hace abstractamente por asiacute decirlo Maacutes tarde en la ldquoOdiseardquo lo haraacute creando una obra de arte Es la auteacutentica funcioacuten del artista y eacutel la cumplioacute de una manera grandiosardquo ldquoLa Odisea es la transposicioacuten artiacutestica de la Asceacutetica Ulises cruza todos los mundos todas las acciones todos los suentildeos maacutes extravagantes del hombre todas las esperanzas y todas las desesperaciones todos los eacutexitos y todos los fracasos El poema va desde lo coacutemico maacutes rabelesiano a lo traacutegico concentrado de Shakespeare No es un poema social no es un poema religioso no es un poema clasificable Se trata de retrasar todaviacutea una vez maacutes las etapas del pensamiento y del devenir del hombre Ulises funda ciudades ideales que se hunden el diacutea de su inauguracioacuten Hace retiros cruelmente austeros y se entrega a actos de pirateriacutea y de injusticia sangrientos Poco a poco aprende a emprender sin esperanza de recompensa ni de eacutexito Asiacute se elimina la desesperacioacuten asiacute se crea la verdadera creacioacutenrdquo En cierto grado dice Collin Wilson ldquoel espiacuteritu del poema aflora en los dos uacuteltimos versos del proacutelogo que es una invocacioacuten al solrdquo

iexclVamos fuera del alma las pobres amarguras aguzad vuestros oiacutedos iexcllas penas y tormentos cantareacute del renombrado Ulises

ldquoExiste algo nietzscheano en este grito Levantaos sobre vuestra pequentildea e insignificante vida y pensad en algo maacutes grande Promete lo heroico acciones en una escala mayor que la humana Pero no promete nada No promete alguna gran visioacuten daacutentica del universo alguna magna siacutentesis hegeliana en la cual todas las contradicciones visibles del mundo se concilienrdquo20

19 Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 347 y sig20 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo en Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 18

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La Odisea Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo

La aparicioacuten de la Odisea en 1938 aunque era esperada ndashse conociacutean algunos fragmentos desde 1924 y se teniacutea cierta idea de su desarrollo narrativondash provocoacute en Grecia encendidas controversias Uno de los estudiosos griegos del poema D Nikolareizis alude asiacute al acontecimiento ldquoUn aerolito cayoacute en 1938 en el lago de las letras heleacutenicas y removioacute sus aguas Desde entonces permanece alliacute inaccesible a muchos como una isla de piedra a cuyo alrededor se navega para admirarla desde la distancia Era la Odisea de Nikos Kazantzakis poema de 33333 versos decaheptasiacutelabos sin rima impreso sin folio en ochocientas y tantas paacuteginas un volumen bastante difiacutecil de levantarrdquo21 Y Karandonis uno de los criacuteticos severos de la obra en su ensayo ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo utiliza tambieacuten teacuterminos relacionados con la astronomiacutea para referirse a la impresioacuten que produce el poema ldquoCreemos que existen muchos en Grecia ndashy entre ellos tambieacuten nosotrosndash que siguen viendo la obra de Kazantzakis rodeada de una suerte de oscura grandeza Se contempla este poema desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido e inexplorado La estudiamos sin buscar el detalle es decir no con el microscopio sino con el telescopio que muestra en cierto modo maacutes en relieve las magnitudes y nos acerca maacutes los voluacutemenes principales las liacuteneas generales y los grandes conjuntos que de ella se separan Tratamos asiacute de percibir el eco general que brota de ese mundo de astroshelliprdquo22 Varios factores formales contribuyeron al hecho de que el poema despertara extrantildeeza su extensioacuten la utilizacioacuten del verso de 17 siacutelabas el uso de un lenguaje popular lleno de las maacutes atrevidas innovaciones y libertades entre otras la creacioacuten de muchos teacuterminos compuestos incluso su sistema graacutefico simplificado que apareciacutea como una herejiacutea audaz frente a la anacroacutenica ldquoortografiacuteardquo imperante

21 Nikolareizis D ldquoLa Odiseardquo de Nikos Kazantzakis revista Kenuria Epoji primavera 195822 Karandonis A ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 156 y sig

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La primera observacioacuten que se planteoacute se referiacutea a la validez de un geacutenero casi unaacutenimemente estimado como pasado de eacutepoca ldquoNada maacutes vano e inuacutetil ndashresponde el propio escritorndash que plantear la cuestioacuten de si la Odisea es una epopeya y si la epopeya es un geacutenero anacroacutenicohellip Para miacute tiempo maacutes eacutepico que eacuteste no ha existido En estas eacutepocas en que un mito decae mientras otro pugna por dominar nacen las epopeyas Para miacute la Odisea es el esfuerzo eacutepico dramaacutetico del hombre contemporaacuteneo que vive cada momento de la lucha diaria persiguiendo las maacutes atrevidas esperanzas para buscar la salvacioacuten la liberacioacuten iquestCuaacutel liberacioacuten No lo sabe Al actuar la va creando de continuo con sus alegriacuteas y sus amarguras con sus fracasos y con desencantos luchando El hombre contemporaacuteneo que vive profundamente su tiempo en forma consciente o inconsciente libra este combatehelliprdquo23 Como podemos observar la calidad eacutepica deriva para Kazantzakis de la esencia epopeacuteyica de la lucha del hombre actual en medio del caos en el que se ve inmerso al tomar conciencia plena de su ser Stanford se refiere a este punto escribiendo ldquoEl criacutetico de mediados del siglo XX puede consignar con certeza que las figuras de Ulises de Joyce y Kazantzakis siacute presentan siacutembolos excepcionalmente comprensivos de las aspiraciones y perplejidades contemporaacuteneasrdquo24 La Odisea trata de contener todos los caminos todas las posibilidades todos los resquicios a los que un hombre puede dirigir la mirada de su espiacuteritu para tratar de captar y asignar un sentido a la existencia Lo anterior explica la desmesurada extensioacuten del poema la acumulacioacuten de suentildeos mitos leyendas costumbres creencias y ritos de diversos pueblos y eacutepocas el torrente de vivencias y experiencias que se despentildea a lo largo de las rapsodias el fluir interminable de motivos e imaacutegenes de variados oriacutegenes la fuerza eacutepica que lo recorre de un extremo a otro

23 Kazantzakis cit por K Friar en la ldquoIntroduccioacutenrdquo a su versioacuten inglesa del poema paacuteg XII24 W B Stanford El tema de Ulises p 271

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ldquoCon la epopeya el lector arrancado en cierta forma de su vida de sus haacutebitos de pensamientos de la duracioacuten descubre un mundo fabuloso en que se desarrollan dentro de una iluminacioacuten constante dentro del fulgurar insostenible de las imaacutegenes dramas en que cada personaje estaacute implicado a fondo con los resortes del espiacuteritu tensos al extremohellip Entrar en el universo de la Odisea es cambiar de gravitacioacuten es elevarse a una visioacuten totalizante e impersonal es seguir engrandecidas por el genio poeacutetico las innumerables aventuras del espiacuteritu humanordquo25 La presencia de la muerte constituye uno de los ingredientes de la realidad eacutepica de la vida humana Al adquirir conciencia el hombre se ve de pronto en un mundo que ndashpor maacutes que se lo investigue conozca y dominendash aparece para eacutel limitado por un hecho inexorable la muerte la desaparicioacuten definitiva El instinto vital la tendencia a la accioacuten y su necesidad la aspiracioacuten a la inmortalidad no modifican esa realidad fatal que interrumpe toda obra humana Y el angustioso esfuerzo del hombre sobre la tierra posee de este modo de por siacute un caraacutecter eacutepico y traacutegico Participa de una lucha que en uacuteltimo teacutermino le es impuesta Los personajes maacutes admirados de Kazantzakis aceptan tal combate y siguen tal camino hasta el final La capacidad del hombre para luchar es admirable En su espiacuteritu pese a la nada de su destino brilla una llama casi inverosiacutemil y es eacutesta maacutes que al hombre mismo lo que venera el artista griego Asiacute lo expresoacute en diversas ocasiones variando el verso de la Odisea

No amo al hombre amo la llama que lo devora Δεν αγαπώ τον άνθρωπο αγαπώ τη φλόγα που τον τρώει

En Toda Raba hallamos el mismo pensamiento ldquoLo que me interesa no es el hombre ni la tierra ni el cielo sino la llama que devora al hombre a la tierra y al cielordquo Es la llama que lo maravilla en los monjes que mantienen el convento griego del Sinaiacute ldquoEste Monasterio de Sinaiacute es un milagro del espiacuteritu En medio de un hoacuterrido desierto en medio de razas aacutevidas de rapintildea de otras religiones de otras lenguas alrededor de una fuentecilla de agua desde hace catorce siglos se levanta como fortaleza este Monasterio y se revela contra las fuerzas naturales

25 Baudier M L op cit paacuteg 19

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y humanas que lo asedian Despueacutes de una travesiacutea de tres diacuteas por un desierto hosco al enfrentar los floridos almendros del convento mi corazoacuten saltoacute aquiacute ndashlo sentiacutendash existe una conciencia humana superior aquiacute la llama del hombre vence al desiertordquo26 La entrega apasionada a una causa sin esperanza caracteriza a los mejores personajes de Kazantzakis Pocos son sus personajes no atormentados por un anhelo angustioso pocos aquellos equilibrados por una fe clara en Dios Para el escritor el mito de Dios constituye sin duda un factor de paz una garantiacutea de tranquilidad De ahiacute que al irse desmoronando el mito al liberarse la conciencia humana de explicaciones extranaturales el hombre ha ido acercaacutendose a un estado de pureza de autenticidad al estado a que llega Ulises al teacutermino de su larga odisea No ha llegado a eacutel pero se acerca a ese silencio helado y sereno en que Kazantzakis hace morir a su heacuteroe ldquotras haberlo conducido a traveacutes de todas las etapas conocidas o adivinadas de la evolucioacuten histoacuterica filosoacutefica espiritual y humanardquo seguacuten la expresioacuten de Izzet En el poema Dios toma diversas formas al igual que la muerte Se va transformando hasta desaparecer del todo Ello parece querer corresponder a un proceso histoacuterico la liberacioacuten de la humanidad de los mitos religiosos Es el hombre actual y en especial el hombre ateo contemporaacuteneo quien vive con maacutes intensidad el drama eacutepico de la vida Y en esta etapa de la conciencia es cuando el espiacuteritu humano puede alcanzar su vuelo maacutes elevado y su dimensioacuten maacutes noble y excelsa Es entonces cuando la lucha sin esperanzas se da en toda su grandeza Y la capta Kazantzakis no soacutelo en la Odisea sino incluso tambieacuten en otras de sus obras Al respecto dice certeramente Panayotoacutepulos ldquoQuisiera destacar que Kazantzakis maacutes que ninguacuten otro escritor trajo a nuestras letras la conciencia de la grandeza Pertenece a la raza de los hombres que hacen sentirse a cada uno en su maacutes elevada estatura Eacuteste es el elemento eacutepico de su creacioacutenhellip Sus libros semejan inmensos bosques donde ruge libremente el vendaval se parecen a aquellas praderas en

26 N Kazantzakis Libro de Viajes Italia-Egipto-Sinaiacute-Jerusaleacuten-Chipre-Morea paacuteg 103 Con el tiacutetulo Del Sinaiacute a la Isla del Amor una versioacuten de la obra escrita directamente en franceacutes por Kazantzakis aparece incluida en castellano en el vol II de Obras Selectas publicadas por Edit Planeta

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las que corren impetuosos potros indoacutemitos Apenas se abren desde la primera frase desde el primer paacuterrafo uno se sobrecogerdquo Y Andreacute Laude expresa ldquoKazantzakis pertenece a esa raza de gigantes que hacen desgarrarse el tejido de la dimensioacuten terrestrerdquo El epicismo de la Odisea resulta indudable para Stanford Es maacutes despueacutes de estudiar en un trabajo muy completo el tema de Odiseo en poemas obras de teatro discursos morales novelas etc a traveacutes de veinticinco o maacutes siglos concluye en El tema de Ulises que ldquola prosa narrativa de Joyce y el poema de Kazantzakis estaacuten maacutes proacuteximos a la eacutepica heroica que cualquiera de estos geacuteneros Esta cualidad eacutepica facilita el hecho de que ambos autores tratan a Ulises con una mayor objetividad que en la liacuterica Con una mayor libertad narrativa que en el drama y con un mayor peso del simbolismo heroico que en una novela Despueacutes de un largo intervalo regresamos al ambiente heroico-romaacutentico de la Odisea Un ambiente menos estrictamente eacutepico que el de la Iliacuteada pero maacutes proacuteximo a eacutel que cualquier otro geacutenero de literatura claacutesica y un ambiente especialmente acorde con el heroiacutesmo versaacutetil y a menudo poco ortodoxo de Ulisesrdquo27 Y califica la imagen de Ulises recreada por el escritor griego como un siacutembolo en que se funde ldquola suma de los anhelos y de las angustiosas dudas del hombre contemporaacuteneordquo Prevelakis por su parte en el magno estudio El poeta y el poema de la Odisea desarrolla el tema de lo traacutegico en la obra maacutexima de Kazantzakis Centra todas las notas que caracterizan a Ulises en el poema ndashy que van apareciendo a medida que el peregrino intenta nuevos caminos vitalesndash en la del hombre sin-esperanza El desesperado cuya figura erra con distintas facetas en los grandes escritores del siglo (pieacutensese entre otros en Sartre Hesse Juumlnger T S Eliot Camus y principalmente Kafka) es un hombre de nuestro tiempo Y Ulises en el poema de Kazantzakis pese a sus caracteriacutesticas muchas veces primitivas es un hombre contemporaacuteneo Llega a serlo a traveacutes de la vastedad de la obra a traveacutes de la transformacioacuten del mito antiguo ldquoKazantzakis ndashdice Prevelakisndash sirve abundantemente y sin esfuerzo al geacutenero eacutepico con el proacutedigo tesoro de su experienciahellip Mas las caracteriacutesticas de la tragedia se presentan tambieacuten a veces en

27 W B Stanford op cit p 258

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la Odisea una vez como puro diaacutelogo dramaacutetico (la rapsodia XVI) Pero el alma traacutegica recorre todos los tejidos del poema de un extremo a otro Yace en la misma disposicioacuten del poeta que adora la vida y sin embargo la tiene por inmaterial fantasmagoriacutea y en el caraacutecter dilemaacutetico del heacuteroe

Palpitan en sus entrantildeas los anheloscon-caminos-opuestos y sin loacutegicahellip

Yace en el esfuerzo del heacuteroe ndashdel hombrendash por vencer la ldquoinmensa noche eternardquo28 ldquoTreinta siglos despueacutes de Homero dice Alain Decaux en el proacutelogo a la monumental edicioacuten francesa del poema Kazantzakis un griego contemporaacuteneo nuestro retoma el tema antiguo de Ulises y nos da una de las obras claves de la literatura de nuestro siglo Fiel al gran aliento original eacutel explica en una carta a un amigo ldquoEl asunto principal casi uacutenico de toda mi obra es el combate del hombre con ldquoDiosrdquo la lucha implacable indestructible del gusano que se llama hombre contra las terribles fuerzas todopoderosas y tenebrosas que se encuentran en eacutel y alrededor de eacutel la obstinacioacuten la lucha la tenacidad de la minuacutescula chispa que trata de horadar y vencer la inmensa noche eterna El combate y la angustia por transubstanciar las tinieblas en luz la esclavitud en libertadrdquo Y maacutes adelante Decaux expresa ldquoLa Odisea de Kazantzakis es un himno a la grandeza del hombre A la fraacutegil grandeza del hombrehellip El Ulises de Kazantzakis se mueve (al comienzo al menos) en los tiempos de Homero pero siente soporta y actuacutea en el tiempo de Kazantzakisrdquo29 Las alusiones al paso del tiempo las horas los diacuteas y noches las estaciones los antildeos seraacuten uno de los capiacutetulos de este ensayo Recordemos ahora que el curso cronoloacutegico del peregrinar de Ulises se expresa hacia el fin del poema en miles de antildeos como en el pasaje siguiente cuando Odiseo ha llegado a las costas del Aacutefrica despueacutes de haber atravesado el continente y saluda al mar

28 P Prevelakis El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo Atenas 1958 Existe la versioacuten inglesa de Philip Sherrard editada en Nueva York por Simon and Schuster en 196129 A Decaux laquo Preface agrave lrsquoOdysseacutee raquo traduccioacuten al franceacutes de Jacqueline Moatti paacuteg 10

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y al comparar a su gran compantildeero el pieacutelago con un perro recuerda a Argos

Ahora se oyoacute rugir la ola restallar y jugarcomo el perro amarrado que al amo reconocioacute y que gruntildeey el opulento noble de la mar lo saluda con afectolaquoEnbuenhora ante mi casa te encuentro mi perro viejo y fieliexclola miacutea no me has olvidado todaviacutea y con ternura me ladrasraquoSalta y agachado lo acaricia toca la blanca motase acordoacute de otro fiel animal hace ya miles de antildeoscuando agitaba el rabillo en su patio mancilladoy se lanzoacute a darle bienvenida despreciando a los pretendientes enemigoslaquoiexclArgosraquo llamoacute ahora en su pensamiento y el perro brotoacutelleno de lodo desde la tumba moviendo su lomo

(XXI 179-189)

Tambieacuten en la rapsodia XXIII los hechos de Troya se han alejado milenios

Ya al mediodiacutea derrumbaacuteronse las puertas del palacio hace ya miles de antildeos en las playas sangrientas de Troya

(XXIII 334-5)

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Siacutembolos vivos Itaca y Ulises

Como Joyce Kazantzakis desde muy temprano distinguioacute a Ulises como un personaje favorito30 y como aqueacutel en la edad madura ldquoredescubrioacute en el mito antiguo el arquetipo del hombre modernordquo Tanto para el griego como para el escritor irlandeacutes ldquoel hombre de numerosos artificios que ha conocido tantos hombres y tantas ciudades es una figura integral y comprensiva una mezcla de las maacutes vulgares estratagemas y de las simpatiacuteas maacutes amplias de la naturaleza humanardquo31 El alma inquieta de Kazantzakis tendiacutea a identificarse con la figura de aquel aventurero polifaceacutetico ldquoNo es casual ndashdice el profesor Alsinandash que la figura que maacutes le haya preocupado haya sido Ulises el siacutembolo de la inquietud humana y en gran parte una especie de perfil del propio Kazantzakisrdquo32 Parece ser el mismo cretense quien habla en el hermoso verso con que Odiseo saluda a su propio espiacuteritu peregrino en la rapsodia XVI

Salve alma miacutea que el errar siempre por patria poseiacuteste

La concepcioacuten central de Ulises como suma y encarnacioacuten de todas las inquietudes del poeta griego se expone en Toda Raba ldquoBien sabes Pandeliacutes que mi jefe no es ninguno de los tres jefes de las almas humanas ni Fausto ni Hamlet ni Don Quijote sino Ulises En su velero vine a la URSS No poseo la sed insaciable de la inteligencia occidental ni oscilo entre el siacute y el no para llegar a la inmovilidad ni me domina el ridiacuteculo y sublime impulso del noble luchador de los molinos de viento Soy un marinero de Odiseo un corazoacuten ardoroso un espiacuteritu despiadado y luacutecido Pero no soy un marino del Ulises que regresaba a Itaca sino del otro del que ya ha regresado ha muerto a sus enemigos y sintieacutendose ahogado en su patria un buen diacutea se ha vuelto a marchar Ha escuchado en el norte en la niebla hiperboacuterea una nueva

30 ldquoTeniacutea doce antildeos cuando estudiaba la guerra de Troya [hellip] ero la historia de Uises sola se quedoacute grabada en mi memoriardquo escribe Joyce Cit por W B Stanford op cit p 23131 Levin H James Joyce paacuteg 6832 Alsina y Miralles La literatura griega medieval y moderna paacuteg 175

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sirena la sirena eslava Henos aquiacute ante ella sin taparnos las orejas sin amarrarnos a los maacutestiles yendo y viniendo por nuestro barco enteramente libres Escuchamos el canto maravilloso y conservamos intacta nuestra alma El capitaacuten Ulises inmoacutevil en la proa grita Eh compantildeeros abrid los ojos las narices la boca las manos abrid el espiacuteritu colmad vuestras entrantildeasrdquo33 La idea de la segunda partida de Ulises desde Itaca idea que existioacute ya en la Antiguumledad movido por el afaacuten de nuevos conocimientos la habiacutea recogido Dante en el Canto XXVI del Infierno dando a la fisonomiacutea del heacuteroe un cariz para nosotros especial aunque deberiacutea existir en los conceptos de la eacutepoca34 ldquoNi las dulzuras de mi hijo ni la piedad debida a un padre anciano ni el mutuo amor que debiacutea hacer dichosa a Peneacutelope pudieron vencer el ardiente deseo que yo teniacutea de conocer el mundo los vicios y las virtudes de los humanos sino que me lanceacute por el abierto mar soacutelo con un naviacuteo con los pocos compantildeeros que nunca me abandonaronrdquo Asiacute habla desde la llama biacutefida el espiacuteritu de Odiseo condenado por su afaacuten soberbio de conocimientos El afaacuten de nuevas experiencias constituye en la obra de Kazantzakis uno de los motivos para el nuevo abandono de la patria Se suma al hastiacuteo y desencanto que produce en el heacuteroe el estrecho y mezquino ambiente familiar y el ritmo rutinario de la vida corriente en la isla Este elemento acerca el personaje al Ulises de Tennyson que aunque expresa como mayor deseo perseguir el conocimiento maacutes allaacute del liacutemite del pensamiento humano como a un astro que se pone en el oriente desea en el fondo liberarse del aplastante y fastidioso ambiente familiar Se ahoga en la isla y desprecia a su pueblo

que atesora y duerme y se alimenta y no lo reconocehellip

33 N Kazantzakis Toda Raba p 10934 La idea del nuevo viaje y su motivacioacuten aparece en algunos antiguos como Plinio pero la utilizacioacuten posterior del personaje se ligoacute generalmente al motivo del retorno al hogar y a la patria

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El Ulises de Tennyson persigue siempre maacutes conocimientos y lleva en siacute la impronta de la experiencia gozada

Una parte soy de todo lo que he halladohellip35

El exhaustivo examen que hace el profesor Stanford del tema de Odiseo a traveacutes de la literatura antigua medieval y moderna y que culmina con el estudio detallado del Ulises de Joyce y de la Odisea de Kazantzakis no nos proporciona con todo algunos elementos de la moderna liacuterica griega que se entremezclan en la compleja concepcioacuten de los motivos de Itaca y de Odiseo en el escritor cretense Este aspecto se toca en la introduccioacuten a nuestra versioacuten del poema y en el estudio ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo apartado de la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado36 trabajos a los cuales remitimos al lector El personaje se transforma a traveacutes del poema desde el comienzo asiacute como tambieacuten va cambiando el sentido de su viajar Ayudaraacute en Esparta a la conservacioacuten de un estado decadente en Creta organizaraacute la destruccioacuten de un reino decreacutepito en Egipto tomaraacute parte en una revolucioacuten con claro sentido social peregrinaraacute hacia las fuentes del Nilo donde fundaraacute una ciudad ideal y arrasada eacutesta por un cataclismo seguiraacute solitario por la jungla volvieacutendose asceta A estas alturas su viajar que continuaraacute todaviacutea con diversos episodios hasta llegar al mar construir su uacuteltima embarcacioacuten en forma de atauacuted y partir a los hielos y las soledades polares se ha transformado en una buacutesqueda de sentido de la existencia en un buscar a Dios en una marcha a la liberacioacuten a la plena libertad y soledad No tocaremos aquiacute el tema de la estructura del poema pero recordaremos que desde el punto de vista de la composicioacuten la obra a la que acaso mejor pudiera compararse la Odisea seriacutea la Divina Comedia37 En ambas hay un peregrinar un caminar a traveacutes de muchos

35 La traduccioacuten del poema de Tennyson en Oscar G Ramos La Odisea un itinerario humano pp 169-17136 M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Kazantzakisrdquo Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado 5-197137 En otro trabajo ldquoNikos Kazantzakis Poema al Danterdquo Boletiacuten de la U

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lugares un conocer muchas situaciones y muchos espiacuteritus Hay una direccioacuten cierta meta que guiacutea al romero ndashmaacutes cierta y clara sin duda en la obra de Dante Este va en busca de Dios y es conducido por el Poeta hasta llegar a enfrentar ldquola luz que mueve el sol y las demaacutes estrellasrdquo Ulises sale de su isla y navega buscando en el fondo tambieacuten a Dios sin hallarlo porque no existe porque es un mito Mientras Dante se va aproximando a la divinidad Odiseo en su errar se va acercando a la realidad final la nada que a todos aguarda La ruta lo que en ella van encontrando permite a ambos peregrinos esbozar una ldquosummardquo de las orientaciones del espiacuteritu humano episodios y personajes surgen unos tras otros ante los ojos insaciables de ambos caminantes En Dante a las figuras histoacutericas y mitoloacutegicas de la antiguumledad se agregan hombres de su tiempo En Kazantzakis se mezclan los hombres de eacutepocas y lugares que atraviesa con personajes tipos que surgen con cierto velo de disfraz de las espesas y fantasmagoacutericas selvas africanas Hamlet Don Quijote el Asceta el Hedonista el Hombre Primitivo Cristo38 La metamorfosis del personaje principal y de los elementos del mito antiguo se inicia como deciacuteamos desde el principio de la Odisea Debemos tener presente que la narracioacuten se inserta en la rapsodia XXII del poema homeacuterico inmediatamente despueacutes de terminada la matanza de los pretendientes El ldquoCuandohelliprdquo con que se inicia la nueva epopeya muestra la continuidad temporal Desde el primer momento comienza en el heacuteroe surgido para nosotros desde los versos de Homero una

de Chile Nos 78-79 1968 recordaacutebamos que ldquoHomero y Dante fueron acaso los espiacuteritus maacutes venerados por Kazantzakis Quizaacutes sin pretender compararse a ellos ndashaunque objetivamente pueden establecerse semejanzas en algunos aspectosndash el autor de Cristo de Nuevo Crucificado tendiacutea a mirar las obras de aquellos poetas como grandes caminos a los que eacutel tambieacuten antildeadiacutea una senda La Odisea de Homero era el sendero hacia el hogar hacia el hombre hacia la paz despueacutes de la tormenta y la realidad serena despueacutes de los encantamientos y maleficios La Comedia de Dante era la odisea hacia el cielo y la visioacuten divina camino pleno de siacutembolos alegoriacuteas premoniciones y esperanzas De esas odiseas no poco tomoacute Kazantzakis para la suya propia la obra de su vida un camino tambieacuten con encantamientos y maravillas pero senda a traveacutes de la desesperanza hacia la nada eternardquo Remitimos en esta materia al lector a la ldquoIntroduccioacutenrdquo de nuestra versioacuten castellana de la Odisea38 Aun se podriacutea sugerir asimismo cierto paralelismo aunque inverso de los tres mundos posterrenales del espiacuteritu medieval que atraviesa el Poeta desterrado y las tres eacutepocas y tres continentes todos terrenos que recorre Odiseo en su senda

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metamorfosis paralela a la que experimentan su isla su mujer y todo aquello que lo esperaba por antildeos A traveacutes de toda la primera rapsodia el desencanto de Odiseo va en aumento Veinte antildeos enfrentoacute peligros innumerables animado por el ansia de volver a ver a su mujer y cuando llega por fin ante ella la desilusioacuten lo embarga Peneacutelope por su parte siente miedo ante su feroz marido

Peneacutelope que silenciosa y paacutelida en el trono esperabase vuelve a ver y tiemblan sus rodillas de pavorlaquoNo es eacuteste el que aguardeacute antildeo tras antildeo oh Dios con grande anheloveo un dragoacuten gigantesco que semejante a un hombre nuestra casa pisaraquoPresintioacute el arquero-del-espiacuteritu el oscuro pavorde la pobre mujer y suave dice a su irritada entrantildealaquoAlma miacutea eacutesta que inclinada tanto tiempo te esperapara que abras sus selladas rodillas y con ella te fundas en quejido gozosoes la mujer que anhelaste mientras luchabas en el pieacutelagoy con los dioses y con la honda voz de tu inmortal espiacuterituraquoDijo Mas no se estremecioacute su corazoacuten en su impetuoso pecho (I 24-34)

Cuando agradecido de un anciano que sin conocerlo le ofrece agua y pan Ulises le anuncia la llegada del rey de Itaca aqueacutel manifiesta su maacutes absoluto desintereacutes Y el pueblo recibe a su sentildeor ni siquiera con indiferencia sino con abierta hostilidad A poco de su vuelta se prepara un complot para asesinarlo despueacutes que el errabundo habiacutea logrado dominar una revuelta popular encabezada por las viudas de los caiacutedos en Troya y los invaacutelidos de aquella guerra Soacutelo por unos instantes ha podido el viajero desde una colina contemplar en paz a su isla

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Ascendiacutea el varoacuten siempre errante y alas infinitasy perfume de yerbas y traviesos pensamientos su corazoacuten embargabansubiacutea y cada vez mayor la blanca era de su patria se extendiacuteay al fin cuando pisoacute su pie la cumbre del desnudo monteel cuerpo paacutelido y esbelto aparecioacute de su isla humildeSus pupilas movieacuteronse tratando de esconder en vano el llanto laquoEacutesta es la roca el aacuterido pentildeasco que anhelabame gustaraquo murmuroacute y en sus grandes paacuterpados las laacutegrimas brillaronComo un atleta en el mar se asoleaban las playas negruzcasse sumiacutean las chozas en la luz y en el valle se moviacuteanmorosamente los bueyes marcando el pecho fructuoso de la tierray el pensamiento avizoraba ndashaacuteguila inmoacutevilndash todo el mundo a sus piesMas de improviso tierra y costa se mecieron y vacilaron poblados y aacuterbolesy toda la isla ascendioacute treacutemula como una nieblay se desvanecioacute como se pierde la nube cuando la toca el solRefrescaacuteronse las entrantildeas de Odiseo y se llenaron de marMudo por horas libaba la dulzura de la patria (I 724-740)

Verdad es que la narracioacuten que de sus peripecias hace Ulises recuerda en cierta medida el clima de la Odisea homeacuterica Sin embargo en la liberacioacuten de las grandes tentaciones que soportoacute el heacuteroe en su travesiacutea maacutes que el elemento del retorno al hogar y a la patria se impone la nostalgia de la especie humana del ser hombre y no inmortal en el caso de Calipso y de no rebajarse desde la calidad de tal a la inconciencia animal en el caso de Circe Cuando deja el mundo sin muerte ni dolor de Calipso deja tambieacuten el mundo miacutetico en el que el humano podiacutea sontildear con dioses y aun aspirar a llegar a ser inmortal

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Y cuando avanzaba ya lejos como saeta en la ola de espumoso seno y el dolorido canto se perdioacute en la bruma del crepuacutesculo poco a poco la balsa se puso maacutes pesada y se ladea las sombras la aplastaban de mujer de hijo de patria se cargoacute y libre dejeacute a mi corazoacuten conducirse a su agrado iexcly eacuteste estalloacute en sollozo amargo y otra vez se volvioacute humano (II 183-189)

Parecido es el sentido de su despertar desde la inconsciencia animal en que lo sumioacute Circe motivado por la visioacuten de un grupo de humanos que come en la playa y de una mujer que acuna a su hijo pequentildeo

iexclPobre alegriacutea miacutea inmortal pan comida vino y ante ti que esteacute la mar azul y masticar lentamente y sentir maacutes fuerte el alma y la carne renovarse ndash y yo creo Dios miacuteo que he probado esa dicha tan honda Cuando han comido se tienden los brazos abiertos al iacutegneo cielo y mueve la mujer su cuerpo suavemente de un lado a otro y un canto de cuna lento arrastrado dulce se difundioacute en el aire Vaciacuteas caiacutean las palabras se hundiacutean en el limo de mi espiacuteritu mas recibiacutea en mi entrantildea el dulciacutesimo son y temblaban jadeantes de ansiedad las hojas pesadas y de-envoltura-gruesa de mi corazoacuten Sentiacutea dolor trataba de recordar abriacutease-y-cerraacutebase mi pecho ndashvasto patio mar azulado higueras olivos vintildeasndash y una mujer de-marmoacutereo-cuello que amamantaba a un infante iexclay de miacute si pudiera subir a una alta cumbre y una aguda voz sacar Y repentinamente mi garganta se hinchoacute y mis sienes estallaron iexcly otra vez me trajo hasta ti el llanto estirpe humana (II 351-366)

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La muerte como hombre pleno que tomoacute la forma de tentacioacuten de inmortalidad (Calipso) de inconsciencia animal (Circe) y de vida muelle y feliz (Nausiacutecaa) parece tambieacuten adoptar el rostro de la patria tan anhelada pero que comienza a ser estrecha

Sella sus labios amargos y no pronuncia ya palabra Contemplaba el fuego que se sumiacutea la llama que se marchitoacute coacutemo se espolvoreaba y se extendiacutea en el rescoldo la ceniza Vueacutelvese y mira a su mujer divisa al hijo y al padre y estremecioacutese de suacutebito suspiroacute y tocoacute sus labios con la mano ahora comprendiacutea tambieacuten era la patria rostro dulce de muerte Como de fiera que se cogioacute en la trampa sus ojos giran y se mueven llameantes amarillos en sus profundas cuencas Estrecho como aprisco de pastor pobre parecioacutele el palacio paterno una duentildea de casa ya marchita tambieacuten esa mujercilla y el hijo como anciano octogenario todo lo pesa con cuidado (II 429-440)

Lentamente la patria se va transformando en una nueva prisioacuten Cuando en el festiacuten popular un viejo cantador recuerda los elevados presagios que presidieron el nacimiento de Odiseo eacuteste estalla en coacutelera contra siacute mismo

Mudo e inclinado escuchaba el arquero mordieacutendose los labiosy lejos su espiacuteritu se hallaba en cavernas y mares desoladasY en cuanto el bardo cerroacute sus grandes y haacutebiles labiosse estremecioacute respirando con fuerza y sus untildeas se clavaron en el tronoy en las mesas cayeron las copas de oro y derramaacuteronseY llena de acre burla y enojo su voz atruenalaquoiexclVerguumlenza miacutea ya mis dientes se aflojaron encanecieron mis cabellosy auacuten en obras nimias estoy gastando mi almaiexclToda la tierra he saqueado y mis manos ya se hartaronno hay maacutes mares para que yo atraviese ni otros hombres que

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encontrary entonces lleno de ufaniacutea vine a anclar aquiacute para podrirme en la patriaraquoDijo y se sentoacute girando por todo alrededor los ojoscual si fuese un mal suentildeo y pesadilla esta junta de genteTembloacute el pueblo y sus copas se quedaron en el aire (I 1212-1224)

Lentamente la anhelada patria se va transformando en una nueva prisioacuten y la idea de partir se va afirmando en el alma de Ulises En Carta al Greco en el capiacutetulo titulado ldquoCuando la semilla de la Odisea maduraba en miacuterdquo hace Kazantzakis una emocionante evocacioacuten de Ulises en la que se da un traer el personaje remoto hasta nosotros mismos39 El artista cretense recuerda en esas paacuteginas la eacutepoca angustiada en que dio por pasadas las ldquotres estaciones de su peregrinacioacutenrdquo que habiacutean sido Cristo Buda y Lenin La inquietud que lo atormentaba en su retiro de Creta fue disipaacutendose a medida que iba hacieacutendose maacutes niacutetido el nuevo camino de su vida y de su obra mayor la Odisea Sus dudas vinieron a desaparecer cuando reconocioacute a su verdadero y uacuteltimo guiacutea ldquoEras tuacute ndash iquestcoacutemo podriacutea dejar de reconocerte enseguidandash eras tuacute capitaacuten del barco de Grecia mi antepasado mi amado tatarabuelo Con tu gorro puntiagudo tu espiacuteritu insaciable y taimado que forja faacutebulas y se regocija de su mentira como de una obra de arte aacutevido y tozudo uniendo con soberana habilidad la prudencia del hombre al delirio divino de pie sobre el barco de Grecia sostienes el timoacuten sin soltarlo desde hace millares de antildeos y por millares de antildeos ldquoTe miro por todas partes y mi mente siente veacutertigo Ya te me apareces como un viejo centenario ya como un hombre maduro de cabellos azules y rizados salpicado de rociacuteo del mar ya como un nintildeo pequentildeo que se ha prendido a la tierra y al mar como a pechos maternos

39 Constantino Kavafis (1863-1933) desde la deacutecada del 90 del siglo XIX utilizoacute con extraordinaria originalidad el paralelismo de lo antiguo y lo actual para expresar la angustia e inquietud del hombre contemporaacuteneo e intentar asir el tiempo en la poesiacutea anticipando asiacute procedimientos que luego se daraacuten en poetas como Eliot Pound y en Grecia en Seferis

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y se amamanta Te miro por todas partes y me esfuerzo por aprisionarte en el lenguaje por inmovilizar tu rostro y poder decirte iexclYa te tengo iexclYa no te me escaparaacutes Pero tuacute haces estallar la palabra ndash iquestcoacutemo podriacutea contenertendash Te deslizas y escapas y oigo tu risa en el aire por encima de mi cabezardquo Y alliacute se dibuja tambieacuten el sentido de la auteacutentica Itaca ldquoY muy al principio cuando auacuten no te conociacutea coloqueacute en tu camino para impedir tu partida lo que yo creiacutea la trampa maacutes haacutebil Pero tuacute habiacuteas reiacutedo a carcajadas respirando profundamente e Itaca habiacutea sido pulverizada Fue entonces cuando comprendiacute alabado seas tuacute destructor-de-patrias que Itaca no existe no hay maacutes que el mar y una barca minuacutescula como el cuerpo del hombre y en ella el Espiacuteritu por capitaacutenrdquo Varios rasgos del hombre de-muacuteltiples-aspectos se esbozan en este capiacutetulo de Carta al Greco Su examen detallado no podriacutea faltar en un estudio de la Odisea Aquiacute en estas paacuteginas introductorias nos limitamos a ciertas facetas que denotan la profunda humanidad del personaje insaciable resumidas acaso en las liacuteneas siguientes ldquoDe pie sobre sus cuadernas de hueso hombre-y-mujer-a-la-vez siembra y pare pare las alegriacuteas y las tristezas las bellezas las virtudes y las aventuras toda la fantasmagoriacutea del mundo sangrante y amado Estaacute de pie inmoacutevil los ojos fijos en la catarata de la muerte que atrae a su naviacuteo y arroja incansablemente como un pulpo sus cinco dedos hambrientos sobre la tierra y sobre el marrdquo40 ldquoPor sobre mi cuerpo se erguiacutea otro cuerpo visiblehellip y era eacutel el que ordenabahellip yo no era sino la sombra fiel que lo seguiacuteahellip Con los ojos plenos de su presenciahellip me inclineacute sobre el papel Pero la hoja virgen ya no era como lo habiacutea sido hasta entonces un espejo que reflejaba mi rostro Vi por primera vez el semblante de mi gran Compantildeero de Rutardquo41 ldquoPotente e inolvidable visioacuten que no lo abandonaraacute ya maacutes con Ulises y sus compantildeeros de aventura va a vivir durante doce antildeos escribiendo las versiones sucesivas de la grande epopeya y su sombra gigantesca se extenderaacute sobre eacutel hasta el fin de su vidardquo42

40 Kazantzakis N Carta al Greco paacuteg 58141 Ibiacutedem paacuteg 57942 Baudier M L op cit paacuteg 11

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El tema del viaje reviene como una obsesioacuten en su vida y en su obra pero el gran viaje que hizo y que duroacute la parte maacutes fecunda y maacutes apasionada de su existencia fue con Ulises ese hermano ese compantildeero bienamado creado de la substancia misma de sus deseos de su fe de sus ambiciones y que los arrastroacute a los mares y las tierras desconocidas y a las aventuras espirituales maacutes temerarias Ulises-Kazantzakis se ahogaba en los marcos demasiado estrechos ldquoYo sentiacutea ndashdice eacutelndash que mientras maacutes avanzaba Odiseo maacutes se ampliaba su ego haciendo estallar cada mundo nuevo ndashego familia patria razandash y lo sentiacutea identificarse maacutes y maacutes con el iacutempetu misterioso e indestructible que se manifiesta sobre nuestro planeta bajo la forma de la vidardquo Al crear a su heacuteroe se creoacute a siacute mismo ndashnos dicendash pero hay que dar a su afirmacioacuten su auteacutentico significado Ulises representa para eacutel una experimentacioacuten voluntaria No se contenta con recorrer la tierra y los mares bajo los cielos estrellados para gozar de la belleza del mundo y enriquecer su vida con imaacutegenes y sensaciones nuevas sino que ensaya conscientemente ldquotodas las formas de vida libremente maacutes allaacute de programas y de sistemas y da a su Odisea las dimensiones de una epopeya del hombre modernordquo43 Cada ser acaso sea una siacutelaba de un magno canto de una inmensa Odisea ignota cuyo sentido no ha sido desentrantildeado La idea anotada en El jardiacuten de rocas reaparece en el poema Cada alma es un signo velado bordoneante una siacutelaba en la magna y ahogada cancioacuten marina errabunda

iexclAy si levantaacuteramos desde las ondas nuestra pobre cabezacuanto pueden nuestros seres a la luz y al aire suavepara ver y navegarlo al sagrado canto enteroMezclarnos todos siacutelaba con siacutelaba pegada para hallarel sentido oculto del viaje y el brillante puertoiexclLevaacutentate arquero trepa sobre tu cabeza y yeacuterguete alliacutepara que contemples y para que goces las albas brumosas de la humanidad (XIV 622-628)

43 Baudier M L op cit paacuteg 20

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El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis

Puesto que el poema del escritor griego y la novela del irlandeacutes parten de la utilizacioacuten de elementos de la Odisea homeacuterica para expresar el alma del hombre actual es interesante tratar de bosquejar algunas liacuteneas comparativas Kimon Friar en su estudio La Odisea de Nikos Kazantzakis y en el proacutelogo a su traduccioacuten inglesa del poema y Stanford en el capiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo del ya citado libro The Ulysses Theme El tema de Ulises esbozan algunos aspectos del tema Para Stanford la mejor prueba de la vitalidad extraordinaria del mito odiseano la constituyen las dos magnas obras contemporaacuteneas que lo utilizaron para tratar de expresar el mundo del siglo XX a tres milenios de distancia de su punto de partida Grandes en extensioacuten y densidad las dos han merecido calificativos ldquoastralesrdquo Inmenso aerolito caiacutedo que permanece como una isla de piedra en el lago de las letras griegas cordillera majestuosa de alguacuten paiacutes desconocido e inexplorado se ha llamado a la Odisea Un nuevo planeta se ha dicho de Ulises planeta apenas conocido ldquoy los que lo exploran no piensan dar en mucho tiempo una descripcioacuten de eacutel que agote siquiera sus bellezas maacutes aparentes y sus tesoros menos ocultosrdquo44 iquestQueacute hay de comuacuten entre estas dos obras cumbres de dos escritores de tan diversos mundos y raigambres espirituales A esta pregunta que se formularon muchos cuando aparecioacute la Odisea se agrega naturalmente otra iquestqueacute relacioacuten hubo entre los designios de los escritores al proyectar esas obras Sabemos que Joyce ya de estudiante manifestoacute su preferencia y atencioacuten por el personaje Ulises Estudioacute a Homero con asiduidad y siguioacute al heacuteroe a traveacutes de diversas obras modernas Esta etapa se cumplioacute tambieacuten en Kazantzakis admiracioacuten por la figura de Odiseo estudio intenso de Homero y de muchos recreadores del mito odiseano Stanford ha destacado la actitud ldquoafectivardquo hacia Ulises de ambos escritores sentildealando que ldquotanto a Joyce como a Kazantzakis les gusta Ulises y lo admiran y de alguna manera se sienten espiacuteritus hermanados con eacutel Para ellos no es sencillamente un peoacuten maleable en alguna campantildea propagandiacutestica o una ejemplificacioacuten uacutetil de cualidades

44 Mercanton J ldquoJames Joycerdquo proacutelogo al Ulises de Joyce paacuteg 7

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morales (o inmorales) o una figura-tipo conveniente para un argumento convencional sino un medio de explorar una situacioacuten tanto del hombre moderno como de los autores mismos Otros autores naturalmente ya habiacutean utilizado tambieacuten el personaje-imagen de Ulises de esta manera pero no tan comprehensivamente Dante Euriacutepides Soacutefocles y los otros contribuidores a la tradicioacuten con actitud social habiacutean mostrado la inteligencia decidida de Ulises en su trabajo en las varias esferas limitadas de la vida humana Joyce y Kazantzakis intentan mostrarle en casi cada actividad tiacutepica de vidardquo45 Anota Stanford otra similitud entre los dos autores ldquoTanto Joyce como Kazantzakis son rebeldes o quizaacutes exiliados seriacutea mejor el teacutermino de las creencias tradicionales de sus antepasados Joyce de aquellos de la Europa occidental latina y Kazantzakis de aquellos del oriente griego y eslavo En la poliacutetica han repudiado el nacionalismo estrecho y en la religioacuten la ortodoxia coactiva Este exilio personal se refleja en sus retratos de Ulises Pero han empleado su exilio no en antildeoranzas llorosas como aquellas de Ulises en la isla de Calipso sino medio de ver los problemas de la vida contemporaacutenea desde una perspectiva maacutes clarardquo46- La primera constancia del proyecto de Kazantzakis la encontramos en una anotacioacuten de agenda fechada el 18 de diciembre de 1914 antildeo en que Joyce comenzaba a escribir Ulises En esa nota el autor griego se refiere con emocioacuten al pasaje de Dante sobre Ulises en el Canto XXVI del Infierno La idea seguramente ya se habiacutea dibujado antes en su espiacuteritu pero no cobraba forma definitiva Por esos mismos antildeos escribe su tragedia Ulises que parece mostrar alguna influencia de El arco de Ulises de Gerhart Hauptmann (1914) Aquella obra dramaacutetica de Kazantzakis posee cierto estilo claacutesico y no se advierte en ella una renovacioacuten del tema de Itaca47

45 W B Stanford op cit pp 270-271 Jacqueline de Romilly anota que de Platoacuten procede la liacutenea que lleva al moderno Ulises irlandeacutes un hombre comuacuten y corriente Ver a este respecto La Repuacuteblica IX 620 cuando Odiseo puesto a elegir su condicioacuten en una nueva vida escoge la βίον ανδρός απράγμονος vida de un paciacutefico hombre particular46 Ibiacutedem pp 271-27247 Nuestra versioacuten de esta obra aparecioacute en el volumen N Kazantzakis Teatro Centro de Estudios Griegos Santiago 1978

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Mientras el Ulises de Joyce aparecioacute en 1922 el proyecto de Kazantzakis continuaba soacutelo como plan En 1924 se publicaron en Atenas fragmentos de algunas rapsodias al parecer concluidas La primera redaccioacuten completa fue terminada en 1927 y soacutelo diez antildeos despueacutes poniacutea el escritor punto final a la seacuteptima y uacuteltima versioacuten completa Las obras del griego y del irlandeacutes constituyen una recreacioacuten de un mito antiguo y ambas poseen cierto caraacutecter de ldquosummardquo de su tiempo aunque sus perspectivas son bastante diversas En ambas se da un innegable simbolismo eacutepico aun cuando en la Odisea falte el elemento de la atmoacutesfera marcadamente naturalista del Ulises De las dos obras podriacutea decirse con palabras de Edmond Jaloux (estudioso de Joyce y tambieacuten admirador de la poesiacutea neogriega) ldquoAl mismo tiempo realista y simbolista este monumento ndashenigma y laberintondash mira hacia el pasado y hacia el porvenirrdquo Como se ha hecho notar en repetidas ocasiones el epicismo del Ulises es una especie de antiepicismo Bloom-Ulises es ldquola apoteosis del fracasordquo y su odisea es ldquola epopeya de las frustraciones psicoloacutegicas y los desajustes socialesrdquo ldquoHenos aquiacute ahora ndashdice Mercantonndash ante el Ulises de hoy errante en su ciudad rodeado de todos y siempre solo haciendo escala en todas partes y prolongando su carrera casi hasta el final de la noche No es otra cosa que un hombre errante en una ciudad conocida en donde todo le es familiar siempre al encuentro de un vecino de un compantildeero de un rival o de un amigo tan amenazado como el primer hombre en la naturaleza perdido como eacutel en el mar donde las rutas mejor trazadas se borran tan desnudo como eacutel desde el nacimiento ante el sufrimiento y la muerte y siempre solordquo48 Este Ulises-Bloom este hombre de hoy reproduce en su viaje de un diacutea desde el desayuno hasta la medianoche la larga travesiacutea de diez antildeos de su remoto antecesor pero dentro del espacio reducido de determinadas manzanas de la ciudad de Dubliacuten un 16 de junio de 1904 El Ulises-Ulises de Kazantzakis es tambieacuten un hombre errante un hombre de hoy aunque pueda parecer primitivo muchas veces y un hombre siempre solo Solitario μονιάς moniaacutes es justamente uno de sus epiacutetetos maacutes repetidos Su nueva travesiacutea parte desde un verso

48 Mercanton J op cit paacuteg 15

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determinado de Homero el 477 de la rapsodia XXII Volvioacute de Troya y quiso hacerse a la mar nuevamente Su peregrinar no tendraacute retorno mientras que siacute lo tiene el vagar de Ulises-Bloom Y no va errante por una ciudad y en un diacutea sino por las eacutepocas los mares y los continentes hasta llegar a la nada en los hielos antaacuterticos El poema homeacuterico se prolonga indefinidamente a traveacutes del kazantzakiano Pero el heacuteroe va cambiando a medida que avanza en el espacio y en el tiempo Ya no es heacuteroe es un hombre Ya no es un vencedor es un asceta Ya no es un luchador es un pensador Solo en el fondo va avanzando hacia la soledad total Camina piensa medita busca Se ha dicho que el Ulises y la Odisea homeacuterica son como dos liacuteneas paralelas que jamaacutes se encuentran Bien podriacutea decirse que la epopeya homeacuterica y el poema kazantzakiano son como dos liacuteneas divergentes que nunca podriacutean encontrarse En la obra de Joyce el mito odiseano se ha sobrepuesto sobre el mapa de Dubliacuten y el paralelismo del caminar de Bloom con la ruta del heacuteroe homeacuterico es de una exactitud y detallismo sorprendentes aunque la ordenacioacuten del relato tenga variantes significativas En el poema de Kazantzakis se aprovecha soacutelo algunos elementos esenciales del mito El desarrollo de la obra viene a ser la inversioacuten misma de la leyenda de la vuelta a la patria y al hogar La obra de Kazantzakis cambia radicalmente el sentido de las tres uacuteltimas rapsodias de Homero El encuentro con Peneacutelope y el reconocimiento en la rapsodia XXII pasan a ser episodios distintos lo mismo sucede con el encuentro y reconocimiento por parte de Laertes en la rapsodia XXIV Cambian los rostros del hijo de la esposa y del pueblo Empiezan a desaparecer la antigua Itaca y los dioses que guiaban seguros a los hombres preferidos Ulises siente renacer el fuego de su espiacuteritu Y sale otra vez a navegar Pero su peregrinaje cambia tambieacuten de sentido La buacutesqueda de conocimientos y experiencias que atribuyoacute Plinio al segundo viaje y que destacoacute Dante deviene la buacutesqueda de explicacioacuten vital la ldquopersecucioacuten de un diosrdquo El Ulises de Kazantzakis va errante en buacutesqueda de Dios como el Ulises de Homero va en buacutesqueda de la patria A ambos los hace arder la nostalgia La diferencia es que uno encuentra a Itaca (como Bloom encuentra su hogar) mientras el otro buscando el verdadero Dios llega a ser asesino-de-los-diosesrdquo49

49 Prevelakis op cit paacuteg 108

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Stanford al explicar el porqueacute del tiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo anota precisamente uno de los aspectos que relaciona las obras de Joyce y la de Kazantzakis en un paacuterrafo que vale la pena reproducir por entero ldquoCon una sola excepcioacuten todos los retratos de Ulises descritos en los capiacutetulos precedentes han sido incompletos Soacutelo Homero presentoacute al hombre en su integridad el rey sabio el esposo y padre carintildeoso el guerrero bizarro el politique elocuente y habilidoso el viajero intreacutepido el heacuteroe amado de la diosa el exiliado anhelante el inventor de muchas argucias y disfraces el vengador triunfante el nieto de Autoacutelico y el favorito de Atenea Los sucesivos escritores a lo largo de la tradicioacuten seleccionaron por lo general uno de estos papeles o varios interrrelacionados a conveniencia de sus inclinaciones personales o de sus propoacutesitos artiacutesticos Algunos de ellos aunque cintildeeacutendose a un aspecto uacutenico del caraacutecter y de la trayectoria de Ulises efectivamente sugieren tambieacuten algunas de las perspectivas maacutes profundas de su personalidad Dante a pesar de que su preocupacioacuten principal es la de demostrar lo pecaminoso de Ulises no ignora del todo su amor hacia el hogar y su nobleza heroica El Ulises de Shakespeare es sobre todo el hombre de las artes poliacuteticas pero su amabilidad hacia Troilo contribuye a revelar un aspecto maacutes tierno de su naturaleza reminiscencia de su sentimiento hacia Teleacutemaco en la Odisea A traveacutes de simbolismos y alusiones Giradoux insinuacutea mucho maacutes en su retrato de Ulises como embajador de lo que hacen Racine y Seacuteneca en los suyos Sin embargo no hay autor ni reciente ni antiguo que haya intentado rivalizar con la amplitud del relato de Homero hasta el siglo XX Cuando un novelista irlandeacutes y un poeta griego produjeron dos interpretaciones contemporaacuteneas del heacuteroe tan perseverante James Joyce en su Ulises (1922) y Nikos Kazantzakis en su Odisea (1938)rdquo50

50 W B Stanford op cit- p 257

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LOS PRESENTES ENSAYOS

No son pocos los aspectos de la Odisea que estaacuten por estudiarse Acaso el maacutes olvidado es el de la riqueza de la expresioacuten poeacutetica Si bien como hemos anotado anteriormente la bibliografiacutea en torno al poema se ha incrementado bastante en las uacuteltimas deacutecadas Los ensayos y estudios publicados se centran en otras de las muacuteltiples aristas de la Odisea Creemos que con razoacuten ha podido decirse que el poema es un ldquooceacuteano de poesiacuteardquo Son verdaderamente innumerables las hermosas imaacutegenes y comparaciones que se suceden mostrando una fantasiacutea poeacutetica inagotable Soacutelo estas uacuteltimas requeririacutean un muy extenso estudio Son como lo hemos anotado antes ya verdaderamente innumerables y muy bellas Las expresiones referentes al paso del tiempo son tantas y de tal variedad que mereceriacutean un estudio detallado La presencia del tiempo en la Odisea nos trae a la memoria las palabras de Jaeger sobre el tiempo en los poemas homeacutericos ldquoNinguacuten diacutea se halla tan henchido de confusioacuten humana que el poeta olvide observar coacutemo se levanta y se hunde el sol sobre los esfuerzos cotidianos coacutemo sigue el reposo al trabajo y la lucha del diacutea y coacutemo el suentildeo que afloja los miembros abraza a los mortalesrdquo51 Soacutelo que de acuerdo a los especialistas la accioacuten en la Iliacuteada transcurre en 51 diacuteas y en la Odisea 41 Verdad es que a traveacutes de los relatos internos ese tiempo se dilata en el poema del regreso de Ulises En la obra de Kazantzakis por el contrario son realmente incontables los antildeos y los diacuteas que transcurren Y asiacute las ocasiones en que el alba - ldquola aurora de rosaacuteceos dedosrdquo ldquoaurora de azafranado velordquo ldquola hija de la mantildeanardquo ndash viene a reemplazar la oscuridad de la noche son innumerables Y en cada una hallamos una o varias imaacutegenes distintas Y lo mismo sucede con las otras manifestaciones del paso del tiempo a traveacutes de cada diacutea Y asiacute tambieacuten con la sucesioacuten de los meses de las estaciones de los antildeos

51 Jaeger W ldquoHomero el educadorrdquo En Paideia p 61

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I El tiempo

ldquoLa Odisea ndashdice Robert Leacutevesquendash no es maacutes que una serie de deslumbrantes variaciones sobre el tema de la no esperanzardquo52 La certidumbre de la nada final planea sobre las rapsodias del poema como los motivos de la buacutesqueda de Dios del tiempo y de la muerte elemento que domina casi obsesivamente la obra A la muerte dedicamos otro capiacutetulo de este ensayo pero no podriacuteamos dejar de recordar uno de esos versos lapidarios del poema que muestran la unidad inexorable de ambas realidades el tiempo y la cesacioacuten de la existencia humana

Soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

El tiempo y su paso inexorable constituye uno de los motivos dominantes del poema ligado como dijimos al de la muerte Pese a que el desarrollo de la accioacuten parte desde Homero el lector pronto tiene la impresioacuten de que se estaacute avanzando vertiginosamente en el tiempo Verdad es que en Creta todaviacutea se alude a algunos personajes y elementos homeacutericos pero eacutestos ya se encuentran desfigurados y desleiacutedos El tiempo avanza y signo de ello sean acaso el envejecimiento de dos personajes que siempre fueron presentados en edades inmutables y hasta indeterminadas por poetas y narradores Ulises y Helena Ambos envejecen a traveacutes del poema ambos llegan a ser ancianos de cabello albo Helena en la isla de Creta donde ancloacute definitivamente Odiseo en las selvas y montantildeas del Aacutefrica53

52 Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 35653 El motivo de Helena envejecida preocupoacute a Kazantzakis antes y despueacutes de escribir la Odisea En Los hermanos enemigos encontramos este pasaje en las paacuteginas finales del diario de Leonidas joven combatiente muerto durante la Guerra Civil (1947-49) ldquoDe nuevo siento en mis entrantildeas despertarse al gran patriarca de nuestra raza Homero Como una semilla en el fondo de miacute mismo me estremece el deseo de que a menudo te he hablado amor miacuteo el de que Dios me conceda un diacutea el poder cantar el encuentro de Homero con Helena La hija del cisne es vieja ahora su garganta estaacute ajada los dientes y el cabello se le han caiacutedo Menelao ha muerto y de todos los heacuteroes que antantildeo combatieron por ella unos han muerto tambieacuten y los otros han retornado a la infancia Nadie se acuerda de Helena Sentada inconsolable entre las adelfas y a la orilla del Eurotas piensa en su vida iquestPor queacute nacioacute iquestPor quieacuten Su vida ha huido sin provecho para nadie Brilloacute el tiempo lo que dura un relaacutempago y

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El transcurrir del tiempo Las alusiones al paso del tiempo son innumerables en la Odisea Kazantzakis posee una especial maestriacutea para trazar en pocas liacuteneas el avance continuo y fatal del tiempo El transcurrir del tiempo se expresa de las maneras maacutes diversas Se manifiesta en los elementos maacutes variados desde los astros hasta los objetos maacutes pequentildeos e insignificantes de la tierra y todos ellos ademaacutes se presentan con matices muacuteltiples Grandeza e infinitud sideral el paso de las estaciones y su cortejo de cambios en la vida del hombre sencillo el transcurrir del diacutea y la noche plaacutecidos feroces ardientes misteriosos fantasmales el curso de las horas y los instantes con caracteriacutesticas muchas veces coincidentes con el desarrollo acelerado alegre cansado aplastante o agobiador de los acontecimientos Examinar exhaustivamente el tiempo dentro del oceaacutenico poema seriacutea un trabajo que excederiacutea muy ampliamente la extensioacuten de este ensayo De alliacute que debamos limitarnos a algunos aspectos y que no podamos pretender agotar la ejemplificacioacuten posible respecto de ellos El girar de nuestro planeta o del cielo y sus astros constituye un motivo de la sensacioacuten temporal en la Odisea

Gira la tierra lentamente transcurre el tiempo entiacutebianse los diacuteas cruciformes saetas velociacutesimas pasan las golondrinas hilos finos de mil especies llevan van tejiendo la trama de sol agua y brisa tibia y en la robusta urdimbre de la tierra bordan la primavera con sus flores y sus huevos caacutelidos Se llenoacute el carpe de retontildeos y dio sombra el fresno a los apriscos (VII 874-879))

En la segunda rapsodia durante el relato de la permanencia de Ulises junto a Calipso en la inconsciencia en la que lo sumioacute el amor de la ninfa el tiempo pasa y su signo son los astros-dioses que se apagan y encienden

luego se extinguioacute El olvido la acechahellip Helena suspira bajo las adelfas iexclHuir partir de nuevo irse lejos Pareciacutea como si un amante divino la atrajera cantando hacia una lejana orilla ldquoiexclAh iexclPartir de nuevo para escapar a la muerterdquo- N Kazantzakis Los hermanos enemigos paacuteg 777-8

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Giraba el cielo desde los cimientos junto a nuestra labor y se apagaban los astros en el pieacutelago y otros riendo se encendiacutean y nosotros igual que dos lucieacuternagas brillaacutebamos unidos en la arena Pendiacutea primero Zeus risuentildeo y titilaba cual sol nocturno y gozaba admirando allaacute abajo en una ribera solitaria a una diosa de rubia cabellera que temblaba y engendraba fruto al abrazo terroso de un mortal Detraacutes un hombronazo armado caminaba de prisa rodando por los valles restallando en las rocas girando cual cangrejo de fuego era Ares sanguinario y mientras reiacuteamos nosotros sobre los guijarros resbalosos Y postrera hacia la aurora pasaba con sus blancos albatros danzando risuentildea entre bruma rosada la graciosa Afrodita y suavemente en la tierra acariciaba a los dos cuerpos que alliacute en la playa unidos descansaban como el raudo aletear del aacuteguila atravesaban sobre nosotros y en el cielo vaciacuteo se perdiacutean nuestros diacuteas y noches (II 90-106)

El ropaje alegoacuterico que como podremos apreciar maacutes adelante se muestra con riqueza extraordinaria en las alusiones al sol suele participar en descripciones del avance temporal

El Ayer y el Hoy se yerguen cual dos leones de abundante melena lomo con lomo apegados con el disco de-llameante-ojo del sol y lo hacen rodar suavemente por el suelo y juguetean Se desliza el astro y en la tierra cambian de vestido los espiacuteritus Sus verdes camisolas se descoloraron y se deslieron deshojaacuteronse los aacuterboles y se abatieron las lluvias cogen las grullas sus polluelos y del tiempo de-pies-raudos brotan zarcillos y avanzan y avanzan hacia el sol (VII 735-42)

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La rueda del tiempo gira incesante independientemente del aspecto que tomen sus manifestaciones como la noche que en el pasaje siguiente cae ldquode improviso como espada dividiendo al mundordquo

El tiempo va pasando y girando la rueda la luna se enciende y se apaga como una corza tieacutendese la tierra a los pies del arquero y eacuteste la acaricia sin hablar con su mano derecha Ora se arrastran afluentes de riacuteos ora pasan valles florecidos ora ondula-como-tigre un arenal oro-amarillo se truecan los aromas y los paacutejaros y las lenguas de los hombres cambian los instrumentos y los bailes y nuevas maacutescaras cubren a las viejas deidades y traen los temores seculares Queacutemase el diacutea chichirran las piedras igual que las cigarras y cae la noche de improviso como espada dividiendo al mundo se alivian los seres vivientes del yugo del sol-de-arco-de-fuego y lentamente merodean hambrientos por sus ocultos cubiles y enciende sus cirios el cielo el vasto candelabro (XXI 1-13)

La alternancia de las estaciones y su paso son una de las formas en que el curso inexorable del tiempo se manifiesta a los hombres

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes-ancianas pasan los diacuteas alineados (XXII 216-219)

Llegoacute el invierno las cumbres se llenan de nievese vistieron los chacales con pelo largo las zorras y las garduntildeasse ponen en las montantildeas sus pieles maacutes espesastiembla tambieacuten Dios lleno de cuitas en el gusano desnudoTiempo hay en que la tierra florece tiempo en que da frutostiempo en que sopla el invierno-de-la-muerte y dioses plantas

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y hombresse acumulan de nuevo en el suelo y recomienza la rueda (XV 1042-1048)

Muchas de las descripciones del transcurrir de las estaciones adoptan un tono de objetividad que recuerda el clima de la poesiacutea popular como el pasaje siguiente en el que la actividad de las aves y su emigrar constituyen el elemento maacutes desarrollado

Ya ha pasado el ardoroso estiacuteo quemaron los rastrojos se balancean colgantes en las vides los paacutempanos que dejara la vendimia Clama el cuclillo dulcemente por lluvia por sequedad el ave de la noche baten las grullas las alas entre los ceacutefiros danzan y las aves que quieren emigrar se agrupan en los aacuterboles despliegan las alas y las mecen hinchan sus pechugas tibias y todas sienten el cielo como senda interminable y se estremecen (II 927-933)

La misma llegada del invierno se dibuja ahora en un solo verso si bien la complementamos con la mencioacuten astral que sigue en la cual a la idea de la caiacuteda de la constelacioacuten se antildeade un elemento inusitado en el chirrear de las aguas

Poco a poco decantaacuteronse los vinos y cayoacute ya el invierno Se desplomoacute a lo lejos la Pleacuteyade en la costa y las aguas chirriaron como si carbones encendidos se apagaran en la ola espumosa (VII 743-745)

Las menciones astrales ligadas al paso de las estaciones constituyen tambieacuten formas de descripciones temporales

Y transcurren las lunas y se desliza y pasa la rueda de la tierra y pasaron las lluvias y pasoacute el tibio y moderado invierno y en la pequentildea simiente tiembla la espiga auacuten no nacida

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Se puebla la tierra de cabello echan aroma los cerros y los suelos despiertan y se posoacute en la rama el cuclillo y se embelesa en pensamientos (XV 674-8)

Y a veces en la concisioacuten de un solo verso Kazantzakis hace pasar ante nuestra mente dilatado espacio de tiempo

Las lunas florecen y marchiacutetanse y giran en ciacuterculo los soles (XVII 902)

Otras veces estaacute presente la apreciacioacuten subjetiva de la presunta mayor o menor rapidez de esa carrera indetenible como en esta reflexioacuten que surge cuando Ulises y sus nuevos compantildeeros construyen la embarcacioacuten que los alejaraacute para siempre de Itaca

iexclAy coacutemo transcurre el tiempo y coacutemo gira veloz la rueda de la tierra cuando pensamiento y manos emprenden una obra grande Sumioacutese el antildeo y cantoacute por vez primera entre las oliveras54 el cuclillo reverdecioacute la negra tierra y tomaron tono rosa los acebos y las golondrinas arribaron en las manos tibias del huacutemedo Noto55 (II 1038-42)

En cambio despueacutes de la inmensa travesiacutea al corazoacuten del Aacutefrica y antes de la destruccioacuten total de la ciudad ideal cuando en la plena soledad Ulises cumple en el monte rocoso y desnudo todas las etapas de la Ascesis el ritmo temporal se muestra muy diverso

Y la noche lenta pasa interminablemente con todos sus milagros perfuma la tierra refrescose gotas de lluvias gruesas y serenas rociaron su rostro ardiente las piedras exhalaron risas y azulados relaacutempagos lamieron las cimas oscuras

54 Olivos55 Noto Viento del sur

53

Allaacute en los campos extendioacute el labrador su mano y se regocijoacute cual raiacuteces brillaron en los cimientos del mundo los difuntos (XIV 915-20)

En la bella historia que Odiseo narra a sus compantildeeros cuando enfrentan el imponente Nilo sobre los tres hombres que juraron remontar su curso en busca del agua inmortal ndashabuelo padre e hijondash el tiempo en forma de antildeos toma un caraacutecter activo y brutal Desaparecidos ya los dos primeros tras cinco deacutecadas de bogar incesante prosigue el nieto la terrible travesiacutea sin fin

Antildeos y antildeos pasan en hilera por la orilla igual que caravanas cayeron sobre el joven blanquearon sus cabellos le comieron sus dientes lo llagaron le quebraron los dedos quebrantaron sus piernas (VIII 1278-80)

La apreciacioacuten del tiempo como alternancia de diacuteas y noches reviste en la Odisea variaciones y figuras muchas veces impresionantes desde aquel tipo de verso-siacutentesis como el que sigue en el cual no puede sino perderse en la traduccioacuten el encanto del vocablo compuesto en que se concentra justamente la alusioacuten temporal

Como una margarita iba deshojaacutendose la sucesioacuten-de-los-diacuteas- -y-las-noches (XVI 479)

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes ancianas pasan los diacuteas alineados Se desvanecieron as fragancias y las aguas se enturbiaron y en medio de gran brumazoacuten triste estaacute colgando el sol resbalan las nubes en el cielo con remos veloces y con brisa y atraviesa el cielo-mar entero secreto estremecimiento (XXII 216-219)

54

Cual paacuterpados pesados se cierran y abren los diacuteas y las noches durante el remontar del magno riacuteo junto al desierto africano y adquieren aspecto inquietante y hasta feroz

Y arriba daba el sol vuelta al molino y moliacutea su fruto El viejo riacuteo se deslizaba mudo y los acompantildeaba agitaban las manos las palmeras daacutendoles bienvenida iexcly a lo lejos los zopilotes se abandaban56 y los seguiacutean mirando hasta cuaacutendo podraacuten tenerse en pie y agitar los brazos iexclCoacutemo se abriacutean y cerraban los diacuteas y las noches cual paacuterpados pesados y entraba el diacutea ardiente y saliacutea y golpeaba sus botines en los guijarros del riacuteo y en la arena granulosa Y las noches se poniacutean las estrellas en sus cuellos negros y cual viudas feroces viudas moras a la ribera descendiacutean y haciacutean tintinear los brazaletes ataviados-de-astros (XII 163-73)

En otras ocasiones seguacuten el cariz que la accioacuten toma durante esa larga travesiacutea es benigno y hasta plaacutecido el aspecto del transcurrir de los diacuteas y las noches aunque el desierto mantenga su matiz siniestro

Los diacuteas se moviacutean cual las amplias hojas del plaacutetano y las noches junto a ellas dulces lozanas cual mulatas De vientre el desierto cual tigresa se arrastraba hambriento (IX 1014-1016)

En otro de los muchos pasajes de la rapsodia IX alusivos al tiempo eacuteste aparece unido a la imagen del fluir eterno del riacuteo y los diacuteas en figura de aves parecen preceder a los viajeros de la barca de Ulises

Cual jaspeadas perdices-de-praderas atravesaban los diacuteas la ribera con pies encarnados y los seguiacutean los amigos igual que cazadores y transcurriacutea el tiempo y el riacuteo juntamente (IX 341-3)

56 Volaban en bandadas

55

La venida de la noche su paso y la llegada de la aurora que la disuelve es otra forma de expresioacuten del transcurrir cronoloacutegico que presenta variadiacutesimos matices en la Odisea como en estos ejemplos

La noche se abatioacute y en el cielo aparecieron las estrellas Suspiran en celo los paacutejaros nocturnos rugen los leones en los antros Ya es medianoche van de regreso los astros viene el alba rosaacutecea (XII 566-568)

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentaday aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisay dan fronda y viene la luz de la alborada y las siega veloz

(XXI 1242-5)

En las soledades antaacuterticas cuando Odiseo se aproxima ya a la muerte los hielos tienen un uacuteltimo brillo al venir la oscuridad nocturna

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente la noche se difundioacute muy suave azul-verdosa en el universo desolado (XXII 666-668)

Las horas otra medida humana del tiempo indetenible adquieren muacuteltiples aspectos en el poema En medio de la navegacioacuten suelen llevar el epiacuteteto de mariacutetimas y ser comparadas con elementos relacionados con el mar

Cruje el velamen colmado y las mariacutetimas horas con alas raudas pasaban igual que blancas gaviotas y se vino el ocaso y sirvieron la merienda en la cubierta danzante (VIII 977-79)

56

Caraacutecter bien distinto adquieren las horas en los rocosos montes donde Ulises cumple su ascesis cuando promedia la travesiacutea del Aacutefrica como en este pasaje en que tambieacuten se describe un atardecer plaacutecido

Ligeras pasan las horas de senos frescos entre los cerrose igual que cabras brincan en los riscos con sus sonajas de cobreya se ha detenido el sol allaacute en la cumbre se enyuga el diacutea suavementey lenta la luz se apoya en la bruma fresca y azulada del atardecer (XIV 39-42)

En el fluir fatal del tiempo el instante el segundo puede tener la equivalencia de la maacutexima duracioacuten de cada hombre que es su vida o la de eacutepocas antildeos diacuteas o la del momento detenido eternizado subjetivamente pese a su objetivo e inexorable pasar En el recuerdo remoto de su antigua vida ya hacia el final de su viajar por Aacutefrica siente Odiseo los segundos resonar como yelmos derrumbarse cual castillos o posarse en su espiacuteritu como aves

Calla el arquero se acordoacute de la encina de su padre iexclah coacutemo bailaba alguna vez en los sepulcros sagrados y llevaba aacutenforas de bronce con la sangre y regaba a las sombras En la lejaniacutea en una orilla remota cruzaba el antiguo Odiseo cual sombra de un buacutefalo muerto cual pensamiento del aire y poco a poco se aquietaba el pensamiento y siente la serenidad descender sobre los cantos de su cerebro-de-granito No era muda su serenidad no era un silencio profundo sino una tintineante caravana en los solares de su espiacuteritu las cosas viejas con las futuras se mezclaban en cada latido del corazoacuten como yelmos resonaban los segundos se derrumban cual castillos o como mirlos negros se posaban en su espiacuteritu y trinaban (XIX 384-95)

57

ldquoComo antildeos ahiacutetosrdquo pasan los segundos en algunas ocasiones (XVIII 1361) O se desploman lentos envolviendo el pasado y el presente en la rapsodia XVII cuando Ulises sumido en una extaacutetica contemplacioacuten crea toda clase de seres que luego desaparecen para soacutelo dejar a cinco de ellos que representan el drama de la vida animados por el sonido de una flauta de hueso humano tantildeida por el asceta solitario

Aacutebrese el alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea y medita el gran asceta bajo el destello difuso de la luna sus ojos se extendieron y han cubierto hasta su craacuteneo sus pies-y-manos se multiplicaron se enroscaban en la Luz diriacutease una rueda misteriosa que ha partido y no tiene detencioacuten Cual dos cuchillos de doble filo la vida y la muerte fulguraban en sus negros puntildeos jugueteaban subiacutean a lo alto y del aire caiacutean cruzaacutendose y cambiantes-como-los-relaacutempagos (XVII 1-8)

Suavemente en el anochecer va cayendo la luna y exhala la tierra un perfume acre y picante como de caqui florecido se mecen leves los follajes en la brisa se estremece la yerba y cual destellos de astros los ojos de los paacutejaros se abren en las hojas Hombres y espiacuteritus ya han desaparecido y dejaron tantas huellas cuantas dejan las aves en el aire o los barcos en el mar y escuchabas desplomarse cada instante en la oscuridad como miel de colmena invisible y hechizada en las entrantildeas Dulzura intensa y gozaba el gran atleta cada gota densa y perfumada que suaviza los dolores extracto de flores venenosas de toda especie y pensamientos y temores y cada gota era inmortal sin principio ni fin lo pasado lo presente las alas del tiempo salvaje dentro de ella se doblaban inmoacuteviles sumidas en la miel Fue vencido el tiempo y amigoacutese dentro de mi caacutelido corazoacuten como en el florecido terebinto se coge la alondra enamorada (XVII 20-35)

58

Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierra como un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campo deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo (VI 609-611)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamente la noche descendioacute la perdiz-de-las-piedras de-patitas-coloradas Inefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierra (V 65-67)

El aspecto del tiempo va cambiando a medida que Odiseo se aproxima a la nada final

Ya no mediacutea el Solitario los diacuteas-y-las-noches cada instante era una fontana del agua inmortal (XIX 1088-1089)

Y los segundos cada vez con maacutes frecuencia se pueblan con contenido de pasado de presente y aun de futuro Una especie de fantasmagoacuterica voraacutegine de sensaciones temporales acompantildea las jornadas postreras del asceta de cabello albiacutesimo que hace milenios partioacute un amanecer de la isla natal Alliacute mientras se construiacutea la barca

Como rosa en capullo yeacuterguese cerrada la hora futura

Ahora a miles de antildeos y kiloacutemetros otro es el aspecto del paso cronoloacutegico Se enrolla el tiempo en cada instante y salta como un tigre un segundo es en su mente lo pasado y lo de hoy y lo futuro el comienzo y el fin han cerrado el ciacuterculo hilado-por-la fatalidad (XIX 107-109)

59

El suentildeo y el recuerdo intenso transforman las proporciones temporales La nintildea ansiosa de hallar al dios masculino en Aacutefrica que figura dentro de un canto de la princesa cretense Dijtena cuando la nave de Ulises se aproxima al continente negro puede decir

Por un instante me debioacute coger el suentildeo pero antildeos mi mente atravesoacute (VIII 1066)

Tambieacuten los antildeos se vuelven segundos ndashidos inexorablementendash cuando el decadente Menelao rememora el fin de la guerra de Troya y la recuperacioacuten de Helena

Y el agotado soberano estremecioacutese como si su vida se vaciara pero pronto se reanimoacute se encendioacute en su interior la memoria laquoAunque mi vida toda haya sido un suentildeo y sombra vana quieras que no hermano la sagrada verdad abraceacute un diacutea cuando la ciudadela se quemaba y yo entre las llamas salvajes plena de perfumes pura lozaniacutea iexclcogiacute en mis brazos a Helenardquo Sonriacutee el guerrero con tristeza inclinado se recuerda coacutemo con sus manos levantoacute a la cervatilla desmayada y se hundioacute en las aguas hasta la cintura y erguido atravesoacute las olas en torno suyo deslumbraacuteronse los pueblos y al punto azules los diez antildeos se encendieron y apagaron como centellas en su espiacuteritu (IV 1075-85)

En ese encuentro con el pasado en Esparta tambieacuten para Odiseo antildeos y segundos se confunden

laquoTodo se borroacute se hundioacute en la tierra lo pasado pasoacute y simple y puramente gozo este momento santo en que estoy aquiacute erguido en este atrio famoso con mis cabellos grises

60

y sostengo en mis manos mortales a la luna inmortal iexclprimera vez lo juro que contemplo y toco a Helenaraquo Callaron y el tiempo se detuvo sobre las dos cabezas como el aacuteguila que se mece en las alas sobre la cima del aire Acaso pasoacute un instante acaso tambieacuten diez antildeos los diez antildeos que se borraron cual un relaacutempago para que fuera tomada la ciudad todo se trocoacute en maacutermol en la sala todo en el pecho se detuvo y la vida brumosa se aclaroacute y un cuento se volvioacute No ha habido matanza e incendio no hubo una soberbia ciudadela ni un buen mozo lascivo raptoacute a la hija-del-cisne un hondo llano con azucenas rojas un caramillo de enamorado zagalejo cogioacute dulcemente poco a poco sus espiacuteritus como nimbos y los depositoacute con levedad sobre lejanas cumbres

Se desvanecieron de improviso los encantamientos y volvioacute el tiempo a sus ruedas (III 1066-1082)

A medida que Ulises avanza en su liberacioacuten asceacutetica entre los muchos aspectos que adopta la sensacioacuten del tiempo hay momentos de exaltacioacuten extaacutetica o de intensidad contemplativa en que aqueacutel destila gota a gota dulce o imponente Asiacute por ejemplo cuando el peregrino escucha en la rapsodia XV el misterioso torrente subterraacuteneo

Debajo de la tierra un gran riacuteo fluiacutea veloz ocultamente y soacutelo se escuchaba el estruendo del agua invisible haciacutean nido las golondrinas-de-las-piedras en las sonoras oquedades y cual racimos de uva los murcieacutelagos colgaban en la boacuteveda Se resecoacute la garganta del arquero pone la cara en la roca abajo hasta el taloacuten gozoacute del santo frescor de Dios y cual rama de jazmiacuten florecieron al punto los huesos y crujieron y con morosidad acomodaacutendose en un pentildeasco saliente escuchaba inclinado el bufaacutelico mugido del sagrado torrente

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Y mientras oiacutea el tiempo pasaba gota a gota petrificando su espiacuteritu y suavemente percibioacutese la voz de Dios en el pecho del hombre (XV 347-57)

O cuando terminada ya la travesiacutea del continente de nuevo estaacute Odiseo ante la vista del mar y duerme junto a las olas

Ascendioacute el sol cae y riacutee sobre su cuerpo moreno y como miel destilaba dulce el tiempo por encima de su testa (XXI 551-552) La exaltacioacuten freneacutetica de la danza que se da en varios de los puntos culminantes de la accioacuten y de la ascesis en el poema conduce hasta a desbordar los liacutemites del tiempo a Ulises cuando al final de la rapsodia XXI llega a percibir la luz cegadora de la plena libertad

Saltaba el arquero y gritaba y la tierra en la vertiginosidad de la danza inalcanzable coacutemo se empequentildeecioacute y coacutemo echaba chispas iexcldiz cual novia que se entrega al rudo abrazo de un varoacuten Una iacutegnea lengua brincaba y lamiacutea con ansia el pequentildeo cuerpo oscuro de la tierra y eacuteste en la caricia cada vez maacutes se adelgazaba y se disminuiacutea como nintildea que es besada La tierra entera fue cogida y la plantoacute como semilla en su cerebro y todo aquello que habiacutea luchado por antildeos incontables por volverse en la matriz de la vieja noche raiacuteces hoja flor ahora en su craacuteneo rudo daba hojas floreciacutea daba frutos y luego se apagaba cual relaacutempago menor Ojuacute muy pequentildeo es el tiempo muy reducido el espacio y el baile del solitario se desborda y se va a caer del tiempo y cual estrella caudata va a fundirse en la noche del cosmos (XVI 1337-1349)

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Las epifaniacuteas del tiempo

La noche

La inexorable tiniebla perioacutedica que cae sobre la tierra es una de las manifestaciones del paso del tiempo Y como otras el atardecer el alba el curso de las estrellas y el del sol durante el diacutea aparece en la Odisea con los maacutes variados aspectos Como un almendro nuevo florecido perfuma en la Grecia y en Creta esparce sus fragancias como una noble sentildeora recargada de perlas mientras en el interminable peregrinar por Aacutefrica suele gemir gritar aullar vestirse con ataviacuteos fantasmales y hasta bestiales En un pasaje de la rapsodia XVIII se sintetizan en cierto modo durante la contemplacioacuten y el recuerdo de Odiseo ya asceta algunos de los rostros nocturnos

Y esta noche a la escasa luz-de-las-estrellas y el refrescante mistralsiente el sabor sagrado que dejaron en su entendimiento las noches infinitasque gozoacute de espaldas en la tierra contemplando los astrosy cada uno su dulzura poseiacutea y su amarga fragancia Allaacute en su isla patria lejos en el extremo del mundocomo un almendro nuevo florecido la noche perfumaba y por Creta como una sentildeora noble recargada de perlaspasaba exhalando fragancia con la luna como talismaacuteny un negrito desnudo llevaba su cola llameanterecamada-de-oro y con lentejuelas de lucieacuternagasEn Aacutefrica la noche gemiacutea como un bosque impenetradolas estrellas mudas como ojos terribles brillaban en la oscuridadtigres y leones y leopardos diriacutease que acechaban por doquiery se enroscaba el Escorpioacuten goteando al mundo su venenoY ya era la noche una rosa negriacutesima y te cogiacutea el juicioy pareciacuteate la muerte miel destilada en sus entrantildeasy ya era una madre de-pechos-pesados que su leche excesivaora en el cielo gota a gota y ora como un riacuteooprimida en silencio para aliviarse derramaba

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Llenos de recuerdo agridulce los labios de Odiseoasiacute gustaba esta noche aquellas noches y se llenaba su corazoacutende miel veneno y perfumes densos y todas las cosas metal preciosotantildeiacutean en su entendimiento como un eco lejano y melodioso

Y por la mucha contemplacioacuten astral su gran frente resplandececomo una fogata sin humo llena de luz y dulzuradiz que era una luna que ya de las pasiones de la vida pesada liberoacutesey que soacutelo conserva la luz como uacuteltima ensentildea y medita

(XVIII 372-398)

La memoria la imaginacioacuten el recuerdo son excitados por la llegada de la noche arribar eacuteste que variacutea tambieacuten increiacuteblemente en el poema

La noche se abatioacute con sus estrellas y sus hechizamientos Como el mar gris y espumoso sordamente su espiacuteritu ruge alciones vuelan hondamente en el recuerdo huele a salmuera la memoria y cuando sus ojos abrioacute creyoacutese tendido bajo un plaacutetano y las bellotas brillaban como astros al resplandor de la noche (XVIII 241-5)

La contemplacioacuten suele hallar para el peregrino su mejor posibilidad en la quietud nocturna

Se alargaron las sombras y llenaron los paacutejaros sus nidosse encendieron en filas las candelas celestialesy el viajero en un tronco seco se dobloacute para pasar la nocheComo la larga cola del pavorreal lleno de ojos su espiacuterituse tendioacute y goza de todo lo dispuesto por la creacioacuten iexclescucha paacutejaros que charlan y aacuterboles que suspiranoye gusanos que en la tierra tratan de florecerde criar muchos ojos y alas y ascender hacia el sollaquoiexclOh Madre-tierra de-innumerables-hijos espeso bosquecillo

64

milagro y milagro te atraviesan y entrantildea y entrantildea se abrennidal colmado de huevos infinitos que al sol empollasraquoDeciacutea y el suelo acariciaba con la amplia palma de su mano

(XVIII 341-352)

La noche lo transforma todo y parece conmover las cosas que se suponen maacutes firmemente arraigadas

Negra y tersa caleacutendula la noche gotas de rociacuteo las estrellasen los ojos vacilantes por el vino la tierra y el cielo se movierony todo el juego del mundo la oscilacioacuten arruinoacutecasas talleres torres trepidaron y se doblaron los muros

(VII 689-692)

Las horas nocturnas son aquellas maacutes propicias en la Odisea para unir las diversas acciones que se desarrollan en torno al actuar central de Ulises como sucede en este pasaje de la rapsodia VI en que se mezclan los motivos de las viudas que llaman a sus muertos en la noche el suentildeo de un pobre labriego cuya sufrida vida bajo la explotacioacuten del sentildeor de la tierra se ha estado relatando y la tragedia de una madre cuyo hijo murioacute de hambre mientras ella era obligada a trabajar para el monarca cretense

Las almas de los muertos vuelan ndashpetreles errantesndashy las viudas se sientan en la playa se descubren el seno y llaman a gritosa sus pobres maridos que bajen un instante siquiera hasta la arena

Y en el seco camastro el segador y su mujercon las manos cruzadas se durmieron y sus labios sonriacuteensontildeaban que fue buena la cosecha creciacutean las pilas en las erasy ellos se hundiacutean hasta los mismos muslos en el trigo copiosoY aquella pobre madre ya sepultoacute a su pequentildeo en la tierraata sus cabellos con un velo negro y a su recuerdo viene ahoraque habiacutea una vez y existiacutea en un tiempo la sonrisa de su nintildeo

(VI 963-972)

65

La noche da un aspecto fantasmal a todas las cosas y muchos seriacutean los pasajes del poema que podriacutean ilustrarlo bellamente Recordemos la caravana del priacutencipe Madretierra (Hamlet) cuyo espectro emerge de las profundidades del Aacutefrica a proponer al asceta su obsesivo y angustiado interrogar

Todo el pecho de la noche se abrioacute terso como una rosa negray en su interior ndashuna oruga delgadandash se arrastroacute la vasta caravanaal tintineo incierto de las campanillas al veacutertigo de la lunadulcemente cerraron sus ojos a lo largo de la ruta animales y hombressi alguacuten paacutelido viandante los hubiera divisado se habriacutea cogido de un aacuterbolcomo un suentildeo el cortejo le habriacutea parecido al destello lunary habriacutea lanzado un grito de terror a fin de ahuyentar el sortilegioY si hubiera acertado Caronte a divisarlos en sus nocturnas correriacuteascontento su mano habriacutea levantado para darles bienvenidamas no pasoacute caminante ninguno ni tampoco se cruzaron con Caronte

(XVIII 973-982)

Las horas nocturnas transforman la dura realidad del diacutea otorgando aunque efiacutemeramente en el suentildeo lo que aquella niega a los hombres

De este modo sobre el mundo terreno pasaba la noche con sus redesy cebaba dulcemente las cabezas nutriacutea las esperanzasy lo que el diacutea mezquino negaba ella nos lo traiacuteapresente envuelto en las hojas afelpadas del ensuentildeopero he aquiacute que se irguioacute el ave y cantoacute y la sentildeora-noche se desvanecioacute (VII 357-361)

66

Imaacutegenes muy variadas de desolacioacuten quietud suavidad nos muestra la noche con matices diversos seguacuten la aparicioacuten de elementos estelares de figuras de flores alusiones a la luz y su forma de apagarse a las distintas fragancias etc He aquiacute por ejemplo la hora de la mitad del paso nocturno

Medianoche Honda era la desolacioacuten y de cuando en cuando una hojase desprendiacutea en el silencio y caiacutea a la tierra lentamente -diz que era una estrella muerta y se deshaciacutea un corazoacuten y dejaba el cuerpo

(XVII 114-116)

Recordemos entre muchas algunas maneras de llegar de la noche de matices distintos

Los jazmines el fresco embalsamaban se descubrieron las estrellasla noche descendioacute y lentamente desveloacute su pecho y aparecioacute la luna

(XX 588-589)

Oscureciacutea se apagoacute en el mar como una chispa el Luceroen la cabellera de la noche la madreselva trenzada se abrioacutey se perfumaron en el patio todos los bucles ensortijados

(V 844-846)

Mientras tanto subiacutea la noche poco a poco como una grande y oscura fortaleza (XVIII 185)

Anocheciacutea ya y volviacutean los esclavos de sus pesadas faenas tenue azulada descendiacutea la noche sobre las cabezas (VIII 18)

67

La medianoche mientras Odiseo recuerda su viejo su hogar su hijo y los amigos que fieles lo esperaron durante tantos antildeos en la lejana Itaca todo duerme

Medianoche Y el arrogante pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y abren poacuterticos fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y una lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1439)

Trataremos de echar maacutes adelante una breve mirada a las estrellas como elementos de manifestacioacuten del paso cronoloacutegico Ellas estaacuten estrechamente ligadas ndashes naturalndash a las imaacutegenes de la noche como en esta presentacioacuten iluminada

Resplandece y brilla con todas sus estrellas la noche-de-ojos- negrosriacuteen y lloran las perlas del rociacuteo en las huacutemedas hojas

(XVIII 967-968)

La forma de abrirse la noche muchas veces estaacute en relacioacuten con el contenido del pasaje que encabeza esa descripcioacuten como la que sigue con su haacutelito de humedad

Cual una rosa negra se abrioacute la noche en el suelo humedecidouna llovizna leve destilaban las estrellas sobre la oscuridad brumosay una brisa liviana llegaba a remover las telas del corazoacuten

(XII 966-968)

O como el primer verso de la rapsodia XVII que constituye como una premonicioacuten del drama fantasmal oniacuterico y sangriento que desarrollaraacuten cinco personajes creados por Odiseo

68

Aacutebrese la alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea (XVII 1)

Distinto y apacible es el aspecto de la oscuridad nocturna ndashconvertida en luminosidadndash en el episodio del priacutencipe Madretierra

Cuando ya salioacute-bien-la-luna y se volvioacute miel la noche se levantoacute la caravana rodeada de luz por doquier (XVIII 929-30)

Diferente es tambieacuten en el pieacutelago donde navega cual naviacuteo de velas oscuras

Navega la noche con sus negras velas en el mar tremolan pequentildeos fanales en la playa duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remo (VI 912-4)

En el clima loacutebrego y siniestro del reino africano descrito en la rapsodia XIII donde el monarca envejecido e impotente debe ser muerto friacuteamente la noche ldquola-de-ojos-amarillosrdquo toma el aspecto de ululante lechuza o de paacutejaro nocturno de mal aguumlero

Gritaba la noche en las casas como un oscuro buacuteho (XIII 225)

Puede revestirse de los ropajes de las maacutes diversas fieras como lo ejemplifican estos breves pasajes y su epiacuteteto llega a ser ldquola-de-ojos-de-fierardquo

Y entroacute la noche mientras merendaban hiena que-pisa-en- puntillas y se arrastroacute por los patios y arrojoacute su sombra por los suelos (XII 910-11)

69

[hellip] Y por la ventanilla contemplaba a la noche por los jardines cual negro leopardo difundirse (IV 918-919)

No faltan comparaciones con aves de fulgurante plumaje y asiacute en la rapsodia XXI puede aparecer ldquola noche en su larga cola larga y resplandeciente cual la del faisaacuten realrdquo Tampoco estaacuten ausentes las imaacutegenes del licor en la apariencia nocturna y sus efectos sobre los humanos

Sombras como manchones de violetas se extendieron y la noche como vino picante derramoacutese y todos los cerebros se embriagaron se mezclaron vida y muerte muertos y viudas se unieron (XVIII 124-6)

La connotacioacuten de erotismo aparece en muchas ocasiones en el poema y en aspectos variados como en los pasajes siguientes Y como cuello seductor de una paloma resplandeciacutea la noche (XVII 40)

Fragante era la noche y se tendiacutea desnuda en la ribera (VIII 1060)

Ya llegoacute la oscuridad y los huertos se sofocan y se colgaron danzando innumerables soles-machos de las caderas de la noche (XVIII 1420-1)

Iba ya tropezando por la tierra ndashlas piernas abiertas y sin cintondash la impuacutedica noche iexclcuaacutenta dicha entregaacuteis a los machos senos nocturnos entreabiertos blancos muslos fuertes pezones trenzas perfumadas (VI 816-818)

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La imagen de la noche como inmenso y misterioso aacuterbol aparece en maacutes de una ocasioacuten

Tras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutes de la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negras (XXIII 1203-4)

La luna

Contra lo que pudiera pensarse la luna como indicio del paso del tiempo adquiere en la Odisea connotaciones muy distintas de aquellas a que nos ha acostumbrado la poesiacutea liacuterica occidental al menos en forma tradicional Las imaacutegenes y comparaciones ligadas a ideas de paz y serenidad son escasas y siacute abundantes aquellas relacionadas con sensaciones terroriacuteficas fantasmagoacutericas y macabras Presentaciones serenas como las que reproducimos a continuacioacuten son maacutes bien excepcionales

Navegaba espleacutendida en lo alto la luna de cuerpo enteroya se acercaba la medianoche las sombras espesas cabellerasse deslizaban en silencio en la playa pulida por la luz

(XV 245-247)

Cae el sol desaparece y la luna redondael pecho de la noche desborda de leche y la derrama

(XIII 307-308)

Y mientras asperjaban se levantoacute la luna toda aacuteurea goteaba a la tierra vasto panal de miel (VI 692-693)

Con leve pisar la luna llena apareciacuteamientras el sol caiacutea silencioso a las aguas para refrescarse

(XVI 1375-6)

71

Con proa-erguida aparecioacute la luna nueva delgada en el eacuteter azuly cargaba su cuerpo sin sol muy redondo lentamenteen el cielo llameante-de-astros hacia el negro occidente

(XIX 175-178)

Comparaciones como las siguientes no son tampoco muy abundantes

Desmadeja la noche su glauca cabellera y desclava dulcemente cual peineta de marfil su medialunaAlbiacutesimos corderos las estrellas descienden a las olas para tomar sal de la brisa

(IV 1-3)

[hellip] Y a lo lejos sobre una era radiante la luna levantoacutesegruesa perla cuneiforme adentro de su ostray lentamente el atleta desposado se desliza hacia la bruma57

(XXII 212-214)

La imagen del talismaacuten que en algunas ocasiones se asocia a la luna contiene ya cierta connotacioacuten relacionada con aspectos maleacuteficos o de temor atribuidos a la noche

La noche de-leve-caricia se difundioacute y las aguas se sombrearonlas primeras estrellas fulguraron y la luna delgadacual santo talismaacuten en el cuello de la noche se colgoacute

(IV 844-6)

Caacutelida la noche los ruisentildeores cantan y se levantoacute la lunaa exorcizar la noche como un santo talismaacuten redondo

(XV 176-7)

57 Ulises en los uacuteltimos pasos hacia la muerte Kazantzakis ha utilizado poco antes de este pasaje un canto popular en que un joven parte a desposarse sin armas ni ataviacuteos y al ser interrogado dice que va a bodas donde nada de aquello se usa marcha al Hades a desposar a la muerte

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A los colores asociados a ella incluso a los normales como el azul se ligan los aspectos inquietantes y fuacutenebres que despierta el orto y la travesiacutea de nuestro sateacutelite

[hellip] Se movieron los montesse levantoacute en el cielo plena de ecos la luna rojadiriacutease un gran tambor que tocan en las bodas los del cortejo

(IV 719-721)

Flamiacutegera en el cielo aparecioacute pintada con sangrecual cabeza de combatiente degollada la luna silenciosay derramoacute reflejos de matanza en los semblantes cerosos

(XV 88-90)

Y mientras merendaban en las ruinas levantaron las cabezasel mundo de pronto destelloacute y se efundioacute en las piedrasel sudario de la luna con bastillas azuladas

(IX 765-7)

El verde es el color que con maacutes frecuencia da una apariencia cadaveacuterica a la luna o a la tierra por ella iluminada como en el pasaje siguiente de la rapsodia de la destruccioacuten del reino cretense en que aparece la princesa Fida hija del monarca insana a ratos

Un alarido estridente rasga los tules de la luna llenay al verdoso destello cadaveacuterico aparecioacute tormentosoel rudo cuerpo de Fida que se precipitaba desde el camino del palacioHablaba agudamente diriacutease que un aacuteguila se habiacutea posado en su cabezay con sus garras horadaba y sorbiacutea su cerebro

(VI 869-73)

El mismo color se asocia al veneno que gotea en su lento peregrinaje celestial y a su apariencia desfalleciente a la llegada del alba

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Todaviacutea arrastraacutebase el sol paacutelido por la blancura sonrosada y veneno azul-verdoso destilaba la luna (XXII 518-519)

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de plata- las lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno (VII 1064-1065) Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda celestial y la luna plateada ascendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-33)

Los fanales bermellones se apagaron y al destello del alba la verde luna desfallece y sobre el desierto se abate (IX 1136-1137)

La ligazoacuten de la luna y su paso con la muerte o con imaacutegenes fuacutenebres adquiere muy variados matices que naturalmente no podemos agotar Ya es su figura ndashguadantildeandash ya su apariencia cadaveacuterica ya la comparacioacuten con un infante muerto

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de platandashlas lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno

(VII 1063-1064)

Plegaacutebase ya el diacutea sobre la superficie de la tierra el suelo se refrescabay desde la arena surgioacute muda cual un fantasma y detuacutevosela luna cadaveacuterica antes de avanzar hacia los techos

(XI 893-895)

Dulce momento Embalsama la tierra abre sus flores nocturnastiembla el agua en las narices sedientas de las fierasy como un nintildeo muerto caiacutea en el valle la luna

(XX 1074-1076)

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Contrariamente a lo que sucede con el sol que tan a menudo es invocado por Odiseo o por el poeta el peregrino no suele dirigirse a la luna que cadaveacuterica enfermiza doliente paacutelida muda verdosa y goteando veneno rara vez se presenta envuelta en su clara ldquofunda-de-platardquo Sin embargo hay alguna invocacioacuten excepcional como sucede en la rapsodia XXII cuando el asceta ndashrota ya su uacuteltima embarcacioacutenndash vaga por los territorios helados a que arriba en su viajar hacia los mares polares Cuatro epiacutetetos aplica el solitario navegante a la luna entre ellos el de ldquosol cristal-heladordquo y el de ldquoselenotropo paacutelido en los jardines de Caronterdquo Curiosos ambos en especial el uacuteltimo ya que el compuesto construido a semejanza de ldquoheliotropordquo sentildealariacutea a la luna como una flor que gira y se inclina siguiendo precisamente la luz lunar que auxilia al acabado asceta en las tinieblas del septentrioacuten extremo

laquoiexclLuna miacutea albiacutesimo pavo real mi sol cristal-helado selenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronte espejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblanteraquo (XXII 682-4)

El rico idioma neogriego permite sentildealar con un vocablo el momento en que el sol alcanza a alumbrar con sus uacuteltimos reflejos a la luna saliente De alliacute que en el pasaje siguiente donde tambieacuten hay una asociacioacuten de la luz lunar con la memoria puede gotear densa ldquola luna cargada-de-solrdquo en un hermoso y sugestivo panorama nocturno

Detraacutes el sol ya se poniacutea y ascendiacutea enfrente suyoplateada en-el-reflejo-del-sol la luna llenalos dos astros sonrieron suavemente hacieacutendose sentildeas como varoacuten y mujer y se separaron el sol se deslizoacute por entre las montantildeas y desaparecioacutey palidecioacute la luna y quedamente se colgoacute en el crepuacutesculoRieron las cumbres y se serenaron flotan los picachosen la luz azulada sobrenatural y se mecen como nubesse saciaron de plata las velas en los mares lejanose iacutentegras se sumieron las aldeas en la dulce inundacioacuten

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Y los cerebros se movieron en secreto salieron a la luna a paseary viejos recuerdos en el pleno silencio se despiertanvoces que desaparecieron almas que pasaron amores que llegaron a ser sombrasy se arrastran ingraacutevidos sobre las sendas blancas Tocada-por-la-luna la memoria se despierta madre enlutadaen sus labios de-saliva-amarga las palabras se estremecenpero soacutelo escuchamos un triste son arrastrado cual un miroloi58 Densa gotea en los villorrios negros la luna cargada-de-solse perfilan los pagos lejanos se desbordan las artesas y cual riacuteos de leche se deslizan espesas las callejuelas

(XIV 1203-1222)

El atardecer

La hora en que se encuentran la luz y las sombras como todas las manifestaciones del paso del tiempo presenta en la Odisea connotaciones variadas Sin embargo la paz la serenidad el recogimiento que invita a la meditacioacuten la contemplacioacuten de la vida y del tiempo suelen reiterarse maacutes respecto al traacutensito del diacutea a la noche que a otras epifaniacuteas temporales Asiacute en Creta antes que Odiseo y sus compantildeeros puedan ingresar al palacio de Idomeneo deben pasar la noche afuera y contemplan como la luz parece huir

Una suave brisa vespertina comenzaba a refrescar la tierra los olivos esplendiacutean y se meciacutean frondosos y la luz ufana piedra por piedra escalaba las laderas para huir (V 707-709) Helena y cada uno de los compantildeeros sienrte a su manera al crespuacutesculo Para Odiseo amargura y melancoliacutea se unen al sabor del atardecer Y el ritmo cronoloacutegico parece esta vez retardarse Del mismo

58 Miroloi canto funerario salmodiado por las mujeres canto de lamento en la desgracia y la tristeza En la seccioacuten dedicada a la Muerte se hallaraacute referencia a esta clase de poema popular

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modo sucede en las descripciones del anochecer que siguen a eacutesta

En silencio gustaba el conductor la amargura del crepuacutesculoy la ternura melancoacutelica y serena de toda la madre tierracolinas alrededor aacuterboles y vintildeedos se iban ahogando en una luz espesacomo si Ulises estuviera contemplando unas ruinas en aguas profundasy eacutel tiburoacuten en las honduras navegaba del mar geranio

(V 722-726)

Cayoacute el sol y se oscurecioacute el semblante de su viuda la tierradiz que sus ojos se nublaron porque su amado ya partese apaga el mar la luz ha sido herida y se golpeacontra la cumbrera de los montes y la noche la ahoga y le da muerteErguido contemplaba el arquero-luminoso apagarse poco a poco el mundo

(XXI 1423-7)

Como un adioacutes se difundioacute sin-esperanzas el crepuacutesculocon su halo de oro y plata recubriendo al mundoHora de dulzura la tierra se alivioacute de la aacuteurea carga-del-soly todaviacutea no aparecieron las estrellas y en una bruma violaacuteceacual velo suavemente-tembloroso cielo y tierra pendiacutean

(XXIV 869-873)

La extincioacuten de la luz se asocia generalmente a la puesta del sol que toma diversos matices en las variadas latitudes que atraviesa Ulises hasta llegar a las vastas soledades polares En eacutestas la relacioacuten del sol y las demaacutes estrellas que destellan veladas ldquocomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipresesrdquo variacutea del todo como se puede apreciar en el uacuteltimo de los pasajes que recordamos a continuacioacuten

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Derrumboacutese el sol ardiente en las montantildeas se refrescaron las piedrascual cervatillo herido se recostoacute el crepuacutesculocon sus grandes ojos negros velados ya por la nocheEnmudecieron las aves cual ala negra descendioacute la noche

(XIV 642-645)

El sol cual cabeza quemada rodoacute quedamente por la arenadensos halos azules ascienden al riacuteo-cielo y doloridase extinguioacute la luz arrastraacutendose en los montiacuteculos amarillos de la arenaEl astro-trigo ya desborda por las laderas negras y comienzas iexcloh cieloa moler en las tinieblas cual molino-de-viento con aspas

(X 1375-1379)

En el mundo griego la comparacioacuten con ldquoun monasterio borrososumergido entre cipresesrdquo sin bien sin duda es muy original no tiene la connotacioacuten de causarnos extrantildeeza En Grecia la cantidad de monasterios ubicados en colinas en bosques en campos aislados es muy grande

Cuando vibroacute el terrible grito en la montantildea-de-nievey se agitoacute como llama la memoria tembloacute del de-veloz-espiacuteritue igual que un arco iris al sol se colgoacute antes de apagarselos uacuteltimos astros verde-azules destellaron veladoscomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipreses

(XXIV 772-776)

A la sensacioacuten de paz y tranquilidad que trae el crepuacutesculo se liga no pocas veces en el poema cierta sensacioacuten de alivio terrestre despueacutes del azote diario del sol que parece compartirse por los seres vivientes como en estos pasajes

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierracomo un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campoy deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo

(VI 609-611)

Cual chivato-que-va-a-ser-sacrificado con cuernos bantildeados- -en-oropesado macho cabriacuteo bajoacute el sol a las arenasy los dragones de maacutermol rieron se enrojecieron sus labiosy sus puntildeos vaciacuteos se llenaron de cuentas doradasLas tierras ardientes refrescaacuteronse y el diacutea de-rojizo-cabelloguarda en su regazo al laacutenguido crepuacutesculo y se marcha

(X 1-6)

El iacutendigo atardecer ha descendido los suelos respiraronlos velludos insectos acoplados bajaron a los nardosse levantoacute el joven zagal y apoyoacute su cuerpo en la fustay todas las laderas se movieron y tintinearon argentinas

(V 753-756)

Ya se escondioacute el sol riacutee detraacutes de eacutel y guintildea el ojo a la tierrael astro de la insensata diosa puacuteblicaHalloacute alivioacute el corazoacuten abrumado respiroacute el diacutea y caen sobre el planeta las sombras compasivas y lo refrescanMuda la piel la tierra-sierpe se forra con estrellas

(VI 648-52)

En un instante el proceso del atardecer se confunde con el lento finalizar de la vida de Odiseo entre los hielos antaacuterticos

Alas fuego gotas de agua combatientes de talla preciosa candela funeral para el cerebro que se va a poner tibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza ndash cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocaso Ya se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astros

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y toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienes (XXIII 561-566)

La impresioacuten dominante de quietud se refleja en panoramas crepusculares esbozados de un solo trazo en un verso por Kazantzakis asiacute como en las imaacutegenes mismas del anochecer en las que raramente hallamos connotaciones fuacutenebres o terroriacuteficas Muchas y belliacutesimas descripciones del atardecer salpican con pinceladas poeacuteticas la inmensa y complicada trama de la Odisea Aquiacute naturalmente soacutelo podemos espigar unos cuantos ejemplos de entre un material muy abundante

Paacutelido anochecer se van borrando las cumbres se sume en azul el bosque (XIII 29)

Dulce el anochecer la brisa entretejida de plata perfumaba (XVII 254)

Se apagoacute el sol ardiente retirose y desde el suelo comenzarona subir lentamente las dulces voces primeras de la noche

(IV 806-7)

Dulce anochecer de primavera se suspendieron los primeros astrosvelados suaves en el cielo negro-azul y temblaban cual las floresdel almendro tempranero con la brisa del crepuacutesculo

(I 228-230)

Los candelabros ndashestrellasndash alumbran los torreones las murallasy como constelacioacuten profunda y caacutelida en el perfumado atardecerflota la ciudadela quedamente entre las serraniacuteas primaverales

(VII 1260-1262)

Sonriacutee tambieacuten con la luna nueva la tarde de cejas-de-espada (IV 907)

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Y a la paacutelida rosa deshojada del crepuacutesculodivisa muy bien esculpidos altos aacuterboles a izquierda y a derecha

(XIX 314-5)

Las sombras elemento inseparable del crepuacutesculo caracterizan su paso o su llegada en algunas de las breves pinturas de un verso

Ya se ha ocultado el sol y se abatioacute sobre la tierra la sombra primera (XVI 1003)

Pasa el crepuacutesculo y las montantildeas se retiran a la oscuridad (XVII 1058)

Y en tanto se abatioacute el negro crepuacutesculo y las sombras se unieron (VII 507)

El transcurso de una faz a otra del tiempo de la luz a la sombra cuando ldquola noche no es negra todaviacutea sino que vibra azuladardquo es propicio tambieacuten para la exaltacioacuten de los anhelos del corazoacuten humano Es la hora en que ldquotiembla el cielo cual misterioso huertordquo y se borran lentamente las figuras

Y cuando las aguas se velen al anochecer y aparezcan las estrellasy vuelvan las doncellas de la fuente y se levante la oropeacutendolay la noche no es negra todaviacutea sino que vibra azulada

(XXIV 339-41)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamentela noche descendioacute la perdiz-de-las piedras de-patitas-coloradasInefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierracomo paacutejaros nocturnos se alzan los corazones desde nuestras ramas interioresy lo que de diacutea se averguumlenzan de decir toda la noche lo cantanSuspira la doncella en la soledad y todas las hojas se estremecen

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y la viuda saca sus anhelos para apacentarlos en la oscuridad (V 65-71)

Navega la noche con sus negras velas en la mar en la playa tremolan pequentildeos fanales duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remohellip (VI 912-914)

Lo aciago de un diacutea puede representarse en la intensificacioacuten del crepuacutesculo en su multiplicacioacuten que puede concebirse en la lengua neogriega a semejanza de los superlativos que se forman con numerales59

Se alzoacute el diacutea de-cinco-atardeceres vuelve a caer la noche vuelve la aplastante medianoche un nuevo diacutea brota (X 294-5)

La paz que trae el atardecer es destacada a veces con la mencioacuten de los quehaceres del diacutea que poco a poco cesan

Atardecer Ya se recogen al hato los corderos ya retornan las vacas vuelven las bestias sudorosas y relinchan en las cuadras y los astros-espadas colgaacuteronse sobre las cabezas de los hombres (VII 958-950)

En la paz del anochecer en Creta Helena recuerda sus diacuteas de Troya y las sangrientas batallas que le tocoacute presenciar Dulce anochecer y tenue la luna sopla fresco el sereno y comienza de nuevo la lucha feroz en las riberas de Troya (VII 311-312)

59 Veacutease al respecto la seccioacuten ldquoLa palabrardquo de este ensayo

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Mientras la medianoche trae la paz y la quietud el arrogante-pensamiento de Odiseo sigue en vigilia

Medianoche Y el arrogante-pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y los suentildeos abren poacuterticos fantaacutesticos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y la lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1438)

Las estrellas

Los astros de la noche y su girar sobre el pequentildeo y oscuro mundo de los humanos constituyen una de las epifaniacuteas del tiempo que da lugar a las maacutes bellas descripciones en la Odisea Un examen exhaustivo exigiriacutea vasto espacio Digamos al menos que las estrellas suelen ser elemento central de muchiacutesimas descripciones sinteacuteticas de un verso elemento asociado por lo general ndashaunque de maneras diversasndash al fuego y a la luz pero que presenta asimismo connotaciones ligadas a otro orden de realidades como los sonidos las formas o el perfume de las flores Veamos algunos de estos vastos panoramas de la boacuteveda celeste enhebrados en torno a los astros nocturnos

Ya se azulaba el cielo negro temblaban veladas las estrellas (XII 1103)

Densas e infinitas resplandeciacutean en el cielo las estrellas (XII 1312)

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo (VI 773)

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Alumbraba la noche mojada puntildeado de fogatas pendiacutean las estrellas (VII 229)

Dispersas todaviacutea se quemaban en lo alto las maacutes grandes estrellas (V 1118)

Se inflamaban las estrellas en el cielo cual fogatas-de-pastores (X 817) Y el insomne Odiseo tenido en las mantas en el pino admiraba las estrellas a traveacutes de las agujas del follaje mecerse leves y deshojarse entre los ramos de la noche No se saciaban sus ojos de esa campintildea de innuacutemera belleza cual aldeas los astros forman brumosa estela como nidos blanquean (IV 418-422) El paso de la oscuridad estaacute marcado por lo general por la aparicioacuten de las estrellas que ya saltan en las alturas ya se prenden en los cabellos de la noche ya se cuelgan entre los aacuterboles ya se mecen como lirios ya se arrebantildean como ramos de jazmiacuten ya germinan como semillas por breve espacio

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentada y aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisa y dan fronda y viene la luz dela alborada y las siega veloz (XXI 1242-1245)

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente se difundioacute la noche muy suave azul-verdosa en el universo desolado60 (XXII 666-668)

60 Odiseo va caminando en los hielos antaacuterticos

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Descendioacute la noche y se encendioacute el vientre verde de la lucieacuternagasaltan las estrellas en lo alto se queman y tiemblan en la noche

(V 380-1)

La tierra se alivioacute y refrescoacutese cuando el sol la dejoacutelas turbulentas cabezas hundieron las aves en sus alasuna hoja se pegoacute a otra hoja un aacuterbol con otro se juntoacutey prendidas en los cabellos en la noche se colgaron las estrellas

(X 597-600)

Y atardecioacute Oliacutean a algas salobres los cabellos de la nochese encendieron las estrellas crepitaron en lo alto ndashbrasas candentesndashy arrojaron sus destellos vagos a las olas perfumadas

(VIII 984-986)

iexclCoacutemo los astros se colgaron en los aacuterboles desnudos y coacutemo arrullaban los paacutejaros nocturnos dulcemente en los montes y las fieras en la selva (XVII 710)

A los pies de la fiera se tendioacute y contemplaba excitado las estrellassaltar bullentes y golpear su cabezaPero ya se refrescoacute el arisco espiacuteritu dulce mistral el suentildeocomo los lirios mecieacuteronse los astros y entre ellos su alma ardienteya serena como una leona se extendioacute despreocupada

(VII 282-6)

Tambieacuten las estrellas tan lejanas y ajenas a las pequentildeas cuitas de los hombres a veces parecen participar de los acontecimientos que se desarrollan en el poema sobre la tierra Asiacute en las inclementes soledades heladas cercanas al polo se muestran implacables cual agujas de hielo mientras en Creta en momentos de festejos de los nobles que no

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presienten la cataacutestrofe que sobre su reacutegimen se avecina travesean en el cielo y se asoman a mirar a los alegres celebrantes Otras veces es el espiacuteritu del peregrino Odiseo el que se iguala a la constelacioacuten del Escorpioacuten que se retuerce en lo alto con sus ojos sanguinolentos

Las estrellas cuelgan implacables como agujas de hielo (XXII 964)

Hora dulce y calma Las flores-nocturnas abrieron en los jardinestravesearon en el cielo las estrellas y se inclinaron furtivaspara ver en la tierra a los nobles cenar y reiacuter a las sentildeoras

(VIII 214-216)

En silencio estaba sentado el solitario envuelto por la nocheLos astros de puntas maacutes grandes pendiacutean auacuten sobre eacutelse retorciacutea en el cielo el Escorpioacuten y encorvaba su colay sus sanguinolentos ojos sin temblar seducen a la nocheE igual que eacutel se gozaba la mente y levanta su cauday la apoya en la tierra midiendo el veneno gota a gota

(VI 973-8)

Las imaacutegenes y comparaciones dedicadas a los astros de la noche en el poema son muy numerosas y variadas Mosca dorada que primero fue cogida en la tela nocturna puede ser la estrella maacutes temprana mientras las demaacutes llegan a ser perlas de lluvia Sobre el manto de la noche adornado de oro y plata los astros pueden moverse como letras y tomar las maacutes distintas figuras ojos espadas naviacuteos aacutespides o cascadas de llamas

Ya la estrella primera temblaba en el aire humedecido mosca dorada que primero fue cogida en la tela de la noche y poco a poco otras se cogieron y toda la boacuteveda negra bordada de maacutermol se extendioacute cual tela perlada por la lluvia laquoiexclNoche me gusta tu oscuridad pues estaacute llena de estrellasraquo murmuroacute el solitario y saluda a su rebantildeo-de-astros (XIV 47-52)

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Entretanto al arquero tendido de espaldas en la barca admiraba el cielo recamado el manto sagrado de la noche con sus pendientes de plata y sus prendedores de oro Sobre eacutel como letras se moviacutean las estrellas unas se retorciacutean como escorpioacuten en los biseles del cielo y otras ascendiacutean ndashojos espadas naviacuteos cascadas de llamas y aacutespidesndash (X 1251-6)

La imagen de plenitud luminosa que a veces se asocia a la visioacuten de la inmensa boacuteveda celeste sembrada de estrellas aparece en ocasiones ligada claramente al flujo temporal como el pasar de un riacuteo no de agua en la tierra sino de fuego y en el cielo Asiacute en el pasaje que citamos a continuacioacuten En el que lo sigue en cambio esa imagen de multitud de astros se traduce en la comparacioacuten de la noche con un eroacutetico diacutea festivo

Se cansoacute el sol y se inclina y ya se va a ponerse suavizaron los ojos del-de-siete-espiacuteritus y por el hambre excesivacomo racimos sin granos colgaban sus entrantildeasUna chispa aparecioacute enfrente de la caverna y avanzoacute sonriendola saluda la reconoce el solitario es la sentildeora-Afroditaantigua amante seductora iexclmil veces bienvenidaY asiacute con el astro sagrado de-ojos-vivaces entre sus trenzasla noche aparecioacute y se detuvo a la puerta del arqueromudo levanta los paacuterpados hacia el cielo riacuteo-de-fuegosiente el diluvio de estrellas inundarlo por enteroy era su corazoacuten una gota de luz que combatiacutea en el torrentey subiacutea obstinada contra la corriente en el flujo errabundo de la noche (XIV 272-283)

Y cuando se arrebantildeaban en la altura ndashramos de jazmiacutenndash los astrosse apaciguoacute el espiacuteritu de la compantildeiacuteay cual eroacutetico diacutea festivo se extendioacute la noche sobre el mar

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y los amigos penetraron en los hondos jardines floridos del suentildeo y en el regazocual una mujer virgen y blanda al Aacutefrica llevaban

(VIII 1121-5)

Muacuteltiples son los aspectos de las estrellas pero sus apariencias variadas no alteran su lejaniacutea infinita y su absoluta indiferencia hacia el mundo de los hombres

Dijo y al cielo levantoacute su rostro resplandecientedesde la honda oscuridad se arman los astros y desciendenunos llamean diz que se hubieran embriagado y otros como que gotean sangreu ojos amarillos como de leopardo arrastran en las tinieblaso cual eroacuteticos ojos jubilosos riacuteen y titilanAlas fuego gotas de agua combatientes de tallapreciosa candela funeral para el cerebro que se va a ponertibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza -cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocasoYa se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astrosy toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienesEacutesta es la hora tercera de-ojos-astrales de la santa noche

(XXIII 556-67)

Se abatieron las sombras y boca arriba se tendioacute en la raiacutezde una palmera que se mece turbulenta el guerrero luminosoy entre las hojas flexibles como espadas contempla las estrellas despreocupadascontempla al cielo como a la rueda que gira lentamentey atado sobre eacutel tambieacuten da vueltas el pobre entendimiento del humanoCuaacuten mudas las estrellas cuaacuten sin piedad navegan en el cieloy nosotros en el fondo de una negra poza naacuteufragos de un bajeluna voz terrible lanzamos en vano y gritamos laquoiexclAuxilioraquonunca se desvioacute un astro hacia la tierra a fin de salvar un alma

(XIX 182-90)

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El sol

Un estudio monograacutefico sobre el sol en la Odisea requeririacutea maacutes espacio que el de este ensayo en su conjunto Siacutembolo de la luz del espiacuteritu del perpetuo errar y epifaniacutea del tiempo por excelencia que a los ojos humanos determina todas las otras manifestaciones temporales el astro cambia sus formas desde los cielos siempre claros de la Heacutelade hasta los sombriacuteos mares antaacuterticos Abre y cierra el poema Es un gran sentildeor oriental que pasa apuesto y orgulloso Es un dios que asoma sus cuernos sobre el horizonte y apartando las nubes deja ver poco a poco su frente sus ojos su boca Es un inmortal cuyos rayos ndashmanos de cinco alargados dedosndash acarician el mundo y reviven a los muertos Es un arquero belicoso Es un nintildeo de boina de oro y malla de bruma celeste que juega entre las manos de la Madre Noche Es un disco de iacutegneos ojos que hacen correr por el cielo el ayer y el mantildeana Es un palacio dorado cuyas dos puertas abren al occidente y al oriente En sus formas maacutes severas es una cabeza cortada que rueda sobre la arena ardiente Es cada una de las aves desde las maacutes tiernas hasta las maacutes feroces Es un doacutecil halcoacuten sujeto con cordones aacuteureos que suelta al cielo un halconero misterioso Tambieacuten toma las figuras de diversos animales un lebrel rojo un aacutegil leopardo que cae sobre los bosques y praderas un toro nuevo que resopla furioso cuando lo arrastran al poniente al sacrificio En la penuacuteltima rapsodia es una trinidad el padre fecundo la feacutertil madre que alimenta al mundo con sus pechos y el hijo que danza y retoza sobre las hierbas y las aguas de la tierra Imposible consignar todas las imaacutegenes y aspectos del sol de su llegada su paso y su retiro Anotemos con todo algunas ideas asociadas a las diversas fases de su traacutensito Su salida posee algo de nacimiento los cerebros y los pensamientos reviven los hombres los animales los vegetales y los minuacutesculos insectos retoman su actividad

Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda-celestial y la luna plateada descendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-32)

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iexclQueacute alegriacutea siente oh dios el iacutegneo ojo del sol al miraral mundo como un huevo que saca-el-polluelo-a-la-luzLos portones bronciacuteneos del diacutea rechinando se abrense abren los cerebros y los pensamientos cual alondras temblorosasse despiertan tambieacuten y ascienden a la luz todos ala y trino

(VI 40-4)

Y el sol el gran tejedor las lanzaderas arrojabay tejiacutea y tejiacutea en el telar del aire a los humanosy ahora ya colocaba al final de la tela la franja puacuterpura

(X 1056-8)

El diacutea-abeja ascendiacutea zumbaba la llanuragolpeoacute el sol las baldosas enarenadas del puertoy varones bajeles y animales se movieron y empezaron a dar vocesdiz que la luz de repente hubiera desenrollado los laberintos de sus mentes Oro derretido se abalanzaba el astro a las aguas espesasbulliacutea el mar con los pescados brincaban los caiacuteques61el tiempo borrascoso y los magos estaban sentados en el muelley vendiacutean brisa a los navegantes por monedas

(IX 143-150)

Ya subioacute el sol en el cielo el largo de una picanay en los viejos olivos las cigarras reemprendieron su quehacerTerrible ardor [hellip]

(VI 237-9)

Se despiertan y separan suavemente los aacuterboles se despegan las murallasse levantoacute el sol soberbio y cantoacute cual gallo en los tejados

(XIII 1006-7)

61 Caiacuteque embarcacioacuten pequentildea

90

Auacuten dentro de un suentildeo de Ulises en las orillas del Nilo pobladas de antiquiacutesimos sepulcros cuando el sol surca el cielo con aspecto mortecino como ldquoluna en el Hadesrdquo sobre una ciudad espectral habitada por muertos los rayos del astro parecen despertar ese mundo dormido para siempre y cobran actividad geacutermenes larvas aguas y difuntos

Y sentiacutea el arquero que el espiacuteritu quedamente se apaga se separa del cuerpoY al apagarse penetraba peregrino en una ciudad de maacutermollas casas los mausoleos los torreones ndashperlas deslumbrantesndash fulgurabanagazapados se aletargaban los reptiles y los gusanos ahiacutetoscolgaban en sartas en los vanos de las puertas y adornaban los patiosBenigno todo compasioacuten con llama mustia como luna en el Hadesel sol surcaba el cielo y pendiacuteaSe esparciacutean sus rayos y buscaban y cada uno de elloscomo una mano de hombre de cinco dedos acariciaba al mundoSe estremeciacutean de gozo geacutermenes aguas y larvas y saliacutean a los umbrales los hombres levantaban las manosy el destello atravesaba los pechos vaciacuteos igual que a cristalesY mientras se regocijaba el errabundo-en-suentildeos con los difusos de la nochedivisa coacutemo se abre ante eacutel una tumba magniacutefica una alba rosay al sol aparecieron abrazados y se sentaron en la laacutepidandashinsectos sin alas verdes-oro desnudosndash dos monarcas

(IX 792-807)

Risuentildea y acariciante suele ser la actitud del sol al orto respecto de la tierra ya caiga sobre la Creta tranquila y sensual que duerme en el mar como su amante ya sobre los restos y cenizas de su palacio real destruido y saqueado ya sobre la ciudad ideal de las fuentes del Nilo

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demolida y calcinada por el cataclismo volcaacutenico

Hete aquiacute que ya temblaron los primeros rayos y se tintildeeron de rosalos pezones turgentes de la Creta y poco a poco delicadamenteel sol su opulento y afamado amante con su aacuteurea manole acariciaba el seno altivo y se deslizaba hacia su vientre

(VI 106-9)

Rosado rollizo como un infante brincoacute enhiesto el solCoge la albiacutesima cima y eacutesta se tintildee de rosay extiende hacia abajo sus manitas hasta el llano verdehalla olivos pequentildeos y los acaricia y espinas y las florecey encuentra tambieacuten de a poco tropezando al palacio saqueadoy como nintildeo succiona la ubre del incendio

(VIII 452-7)

Despueacutes del cataclismo que destruye por completo la recieacuten levantada Ciudad Ideal surge el diacutea siguiente

Amanecer Se ha hundido la ciudadela y la boca del monteya se ha cerrado y su lengua la llama se ha detenido saciaday risuentildeo el sol aparecioacute sobre unos nimbos flamiacutegerosy se esparcioacute la luz como una rosa por la tierra devastada

(XVI 270-3)

Amanecioacute y florecieacuteronse de luz en las quebradas los cardosse despierta la tierra y se estira sus senos se agitanvuelven las liebres a sus camas los ciervos a sus escondrijosse lamen ahiacutetos los leones y se acuerdan del aguay a lo lejos un paacutejaro en la punta maacutes alta de un pino o en la cima del espiacuteritu quieacuten puede distinguirlo claramentecon la cabeza erguida toda luz comienza un canto temerarioy el sol brilla cual plumoacuten de oro en la tibia pechuga matinal

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Callaba el solitario y se vertiacutea denso como miel el solen su vasto torso desnudo y en sus gruesas caderas

(XIV 178-187)

Ya goza el sol al mundo como un vaacutestago suyo al aparecer ndashmagno dios de cuernos de orondash sobre el horizonte donde se juntan cielo y mar62 ya asoma riendo en su cuna como infante y se levanta a la cima del eacuteter para luego rodar donde su madre la noche la de negra mantilla

Aclaroacute ya Desvanecioacutese en la dulzura azul el lucero matutinodespierta el magno dios ascienden sus cuernos de oroen las raiacuteces del cielo-mar apuntan y levantan los nimbos y lentamente su frente los ojos y los labiosse liberan de la noche sobre el ponto serenamente meacutecesey en silencio goza alegre al mundo como a un vaacutestago suyo

(IX 27-32)

Ha pasado la noche vuelve el sol a reiacuter en su cunay poco a poco se anima y se levanta y quema en la cima del cielolos amigos reman y hablan y eacutel rueda incandescenteal poniente sombriacuteo alliacute donde su madre la-de-negra-mantilla

(VIII 987-90)

Sin embargo no soacutelo las ideas de renacimiento o despertar de los seres y las cosas se asocian a la salida o paso del sol Tambieacuten aparece el astro como azote de la tierra tonante despiadado o con caracteriacutesticas inquietantes ligadas a imaacutegenes funerarias o a presagios funestos como en la rapsodia XVI cuando su aspecto forma parte de los indicios del cataclismo que destruiraacute la ciudad fundada por Ulises

62 El vocablo popular uranothaacutelaso alude exactamente al conjunto que cielo y mar presentan a la vista del navegante Ver seccioacuten La palabra

93

Amanecioacute Cual esfera detonante tronoacute el sol en el cieloy golpeoacute rebotando en la piel de tambor de la tierra

(XII 1141-2)

El sol nublado-de-laacutegrimas se ahogaba en confusa agitacioacutenlos perros aullaban en los patios y maacutes allaacute a lo lejos se sentiacuteasin viento alguno hervir las olas en el lago

(XVI 48-50)

Denso bullicioso se erguiacutea el iacutegneo meridianolas sombras negras se amontonaban como brea en el patio embaldosadose asoleaban los toros bronciacuteneos humeaban las piedrasunos buitres cruzaban el cielo y oliscan-hambrientosa la tierra que yace de espaldas como una carrontildea agusanaacutendose

(VI 409-413)

El sol ya denso se poniacutea y en el polvo del llanolos redondos bohiacuteos de la aldea con sus abiertas puertas-y ventanasbrillaban igual que montones de cabezas muertas

(XIX 564-6)

Las imaacutegenes feroces llameantes y sangrientas del sol son muchas y de matices muy variados y el espacio no nos permite entrar a examinarlas Se asocian por lo general al elemento iacutegneo estudiado en particular por Michel Monory en el ensayo ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo63 Fiera amenazante cabeza degollada fruto envenenado langosta de garfas rojas que hierve de coacutelera arco de fuego barrica de cobre que vaciacutea cataratas de llamas y brasas

63 Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 Tambieacuten en traduccioacuten al griego por Ana Kaacutesdagli en revista Nea Hestiacutea Homenaje 1971

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Y el sol se acrecentaba fruto envenenado allaacute en el cielovaho exhalaban las ubres del arenal hormigueaban las rocas

(XII 451-2)

Como langosta de garfas rojas que hierve de coacuteleraserpenteaba al otro diacutea el sol sobre la arenay las palmeras se agitaban a la luz cual surtidores de llamas

(IX 1021hellip)

El alba

Acaso sea la aurora la manifestacioacuten del transcurrir temporal que se asocia en el poema casi solamente a imaacutegenes de serenidad La llegada de la luz antes de que salga el sol suele ser suave como el disiparse de la oscuridad fresca y azul de las uacuteltimas horas de la noche Antes que apunte el alba ya la tierra suentildea con el diacutea

Auacuten no cantaba el gallo todaviacutea brillaban las estrellas Plena de paacuterpados cerrados y de manos cruzadas la tierra en la oscuridad fresca y azul inundada de bruma dormiacutea y sontildeaba dulcemente que ya el sol ha salido (VI 1-4)

Junto con el fresco del sereno del amanecer el lucero matutino juega con su luz en los olivos

Descendiacutea de la sierra el sereno leve fresco y alado y se deslizaba y jugaba todo luz el Astro-de-la-Alborada blanco palomo en los plateados aacuterboles-del-sol (VI 23-25)

El aclarar da tambieacuten lugar al poeta para trazar en una imagen y en un verso o algo maacutes todo un panorama matinal como en este pasaje de la rapsodia VII que contrasta con el espectaacuteculo de la ciudadela de

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Knosos convertida en una hoguera rugiente que crepita y se derrumba

Amaneciacutea En el cielo con humo sonreiacutea ya el lucero Puso sus albos pies el diacutea treacutemulo sobre la cima del monte (VIII 442-443)

Tenue velada brumosa con matices rosaacuteceos la luz al amanecer se difunde o desliza murmurando hermanada con el rociacuteo y el perfume de la tierra

Velada lechosa lamioacute la luz el canto de los montescoge piedra por piedra por las laderas se difunde murmurandola enfrentoacute un cipreacutes negro y su copa sonriacuteecreeriacuteas que de improviso subieron rosas y la florecieron

(VI 30-33)

Pende el tiempo nuboso en el alba-llorosaperfuma la tierra y las hojas del olivo destilaban rociacuteoy el brumoso amanecer como infante en la cuna solloza

(II 488-490)

Todaviacutea las estrellas formaban un tenue collar una rama de perlasy en el confiacuten del cielo paacutelido sonreiacutea el diacuteay de las brumosas montantildeas una helada brisa descendiacuteaNuestro ladroacuten-de-carros empuntildea su fusta triplelo hace restallar y agitaron los caballos sus soberbias cabezasy parten siguiendo el agua que jugaba entre los mirtosy el alba aacuteureo-rosa se deslizaba hacia el mar

(III 1340-1346)

Imaacutegenes pastoriles y jubilosas se asocian a la llegada y paso de la aurora La luz puede ser una cabrita que brinca o un gallo-faisaacuten que sube y canta en los techos y la mantildeana un cordero que camina por el riacuteo y el lucero matutino un albo palomo entre los olivos

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Cristal puro inmaculado atraviesa su espiacuteritu la nochey vino muy de mantildeana bailando cual una cabrita la luzy brincoacute en sus hombros ardientes y se instaloacute en su mandil

(XIX 237-239)

En la arena en rincoacuten abrigado el nardo halloacute resguardobrillan las hojas en el olivo cayoacute la lluvia-nocturna y tiemblangotas gozosas las laacutegrimas en los paacuterpados del aireHuacutemedo y doblado se posa entre los ramos el espiacuteritu de la vieja lluviay se apintildean las nubes blancas en el cielo como vellones de ovejas

La tierra se lavoacute y en la honda alborada antes que la toque el solcomo el empapado aguzanieves se sacude en la riberaSe apagaron las estrellas se deslizoacute la transluacutecida lunay como el gallo-faisaacuten subioacute la luz y en los techos cantoacute

(VII 1-9)

Pasoacute la noche con sus axilas huacutemedas fragantespura y delicada aparecioacute la luz entre los vallesy cual cordero camina la mantildeana por el riacuteoY siguen los compantildeeros la corriente cubierta de rosasaves blancas derramando luz atraviesan por sobre ellos

(X 1387-91)

Estaba amaneciendo Un flamiacutegero cielo ensangrentaba las piedras (IX 893)

Y el licor de la aurora difundioacutese en el perlado mar (XXIII 997)

Y mirad en el confiacuten del cielo paacutelida vibra la alboraday todos los ojos brillan y riacuteen y miran hacia el orientee infante en su cuna por el cielo se desliza el solVapores azulados sus mantillas y de argento es su toca

(XXII 1245-8)

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III La muerte

La mayoriacutea de los estudiosos de la Odisea ha sentildealado la presencia continua y obsesiva en el poema de la idea y la imagen de la muerte como una de sus notas caracteriacutesticas Se ha hablado asiacute de que la obra constituye una interminable alegoriacutea sobre el tema de la muerte y que la vida que bulle en ella es soacutelo un elemento subordinado a aqueacutel el supuesto para poder reiterar con variados procedimientos la uacutenica realidad cierta la nada final que espera a todos los hombres Es el asunto de meditacioacuten y de plaacutetica de muchos de los personajes de la epopeya Es el fin ldquorealrdquo dentro de la obra de todos ellos Es tambieacuten un personaje especie de compantildeero invisible del peregrino que en diversas oportunidades toma formas tangibles hasta igualarse del todo con el anciano asceta de albos cabellos en las soledades heladas del polo sur Los dos primeros aspectos del tema de la muerte son sin duda comunes a las otras obras de Kazantzakis hasta podriacuteamos decir a todas El tercero nos lleva a un terreno poco conocido y cuyo desarrollo seriacutea muy extenso la acogida que en la Odisea hace el escritor cretense de los mejores elementos de la poesiacutea popular neoheleacutenica riquiacutesima creacioacuten anoacutenima del pueblo griego que lo ha acompantildeado a lo menos un milenio y que ha constituido durante siglos la historia y la croacutenica la cultura y la filosofiacutea de la poblacioacuten sometida al doble yugo de dominaciones extranjeras y del analfabetismo consecuencia del nefasto problema linguumliacutestico64

64 En la seccioacuten ldquoLa palabrardquo nos referimos brevemente a este problema y a las funestas consecuencias que la mantencioacuten de una ldquolenguardquo artificial arcaizante la kathareacutevusa ha ejercido en todas las esferas de la vida del pueblo griego En la Revista de Educacioacuten Ndeg 30 de 1970 publicamos una exposicioacuten sobre el problema linguumliacutestico con el tiacutetulo de ldquoLa obra de Psijaris y Triandafilidis en el neohelenismordquo Sobre poesiacutea popular en nuestro paiacutes puede consultarse en castellano nuestros trabajos ldquoPoesiacutea popular neoheleacutenicardquo Anales de la Universidad de Chile Ndeg de 1966 la seccioacuten ldquoPoesiacutea popularrdquo de la Antologiacutea de la literatura noheleacutenica Ediciones de la Embajada de Grecia Caracas 1986 y la coleccioacuten con textos musicales de Danai Stratigopulu publicada por el Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos con el tiacutetulo de Cantos de los griegos 2ordf edicioacuten Centro de Estudios Griegos Santiago 2002 En franceacutes pueden verse las excelentes exposiciones de siacutentesis contenidas en el volumen I de LrsquoHistoire de la Litteacuterature Neacuteogrecque de Boumlrje Knoumls que se encuentra

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La Odisea posee el acento el ritmo y la serena capacidad narrativa del canto popular y a la vez su aliento liacuterico dice Emilio Jurmuzios65 Y en verdad uno de sus atractivos es el aprovechamiento sistemaacutetico que en ella hizo Kazantzakis de la poesiacutea demoacutetica griega La espontaacutenea gracia narrativa del canto popular estaacute siempre presente en el poema La narracioacuten tiene muchas veces el eco claro del rapsoda popular del τραγουδιστής tragudistiacutes que durante siglos ha cantado las penurias y alegriacuteas del pueblo griego Pero la Odisea no soacutelo asimila el estilo narrativo del cantor demoacutetico En realidad el poema mismo es una especie de gigantesco mosaico una larga tela bordada con expresiones versos pensamientos fragmentos y hasta canciones populares casi iacutentegras Estos elementos que salpican el texto a cada paso se funden en el desarrollo del relato y en la exposicioacuten de las ideas

Caronte personaje

Nuestro tema posee especial relacioacuten con uno de los campos maacutes interesantes del canto popular de tipo liacuterico la poesiacutea mortuoria La presencia de la muerte toma generalmente en la Odisea la forma que ha moldeado la moderna mitologiacutea popular griega la figura de Caronte que no es el antiguo barquero transportador de almas sino un negro caballero sentildeor del ldquomundo de abajordquo el κάτω κόσμος kato kosmos del loacutebrego y subterraacuteneo Hades lugar del exilio sin retorno Alliacute los hombres estaacuten sometidos a un solo dolor interminable y desgarrador la nostalgia infinita por la vida perdida por el mundo de los vivientes por el mundo terreno por el mundo de arriba el απάνω κόσμος apano kosmos En este exilio sin retorno no hay castigo ni recompensa por hechos pasados El Hades no se relaciona ni con el cielo ni con el infierno teacuterminos no usuales en esta poesiacutea Es el recinto oscuro del que jamaacutes se sale y donde de continuo se recuerda y se llora el mundo terreno perdido la vida con sus dolores y alegriacuteas Esta concepcioacuten extraordinariamente arraigada en un pueblo cristiano ha sido sentildealada como un fenoacutemeno curioso de supervivencia de creencias paganas

en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca del Pabelloacuten Heleacutenico de la Universidad de Chile65 Jurmuzios E ldquoLa Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Revista Kenuria Epojiacute

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Domina en toda la mitologiacutea popular griega y en los cantos populares llamados miroloiumls (μοιρολoacuteι gt μοιρολoacuteγιον) ldquocantos de la Moirardquo o poemas de la fatalidad con los cuales se llora a los muertos y se narran las correriacuteas del negro sentildeor del Hades a la caza de los humanos con los cuales lucha fiacutesicamente cuando eacutestos se resisten a dejarse arrastrar al Hades66 Asiacute pintan al personaje unos versos demoacuteticos

Helo alliacute por donde cruza por los valles cabalgandonegro es de negro viste negra es su cabalgaduralleva puntildeal de dos filos y espada desenfundadapara la cabeza espada puntildeal para el corazoacuten

Bajo la forma de Caronte la muerte es uno de los personajes maacutes importantes de la Odisea Es el compantildeero maacutes constante de Ulises Ante eacutel se presenta a traveacutes de todo su dilatado peregrinar con diversos aspectos como un anciano caminante lo espera una tarde bajo un aacuterbol como un gran mosco de mar se deja ver en medio de Aacutefrica en Creta en las viacutesperas del desastre de la ciudadela de Knosos deja su apariencia humana normal para convertirse en un sonriente y ceremonioso esqueleto Al final de la travesiacutea en los hielos polares ha llegado a igualarse en todo a Odiseo y su rostro viene a ser una copia con la huella de los antildeos y las penurias La enumeracioacuten de todas las formas que toma Caronte en el poema seriacutea muy extensa asiacute como el recuento de sus epiacutetetos pastor-de-grandes-rebantildeos caballero con-labios-de-hierro una gran langosta verde una mosca-de-mar un saltamonte verdoso una cigarra de inquietante chirrido una hormiga gigantesca un sol negro un gallo oscuro que canta y hace desvanecerse la vida un elefante albiacutesimo que seduce al humano con sus tristes ojuelos un gran cisne con suaves ojos de rubiacute un monstruoso octoacutepodo que trata de arrastrar desde el lecho al moribundo un escorpioacuten que salpica veneno con su cauda una negra

66 Sobre Caronte puede verse en castellano Olga Omatos ldquoDel Caronte barquero al Jaros neoheleacutenicordquo Veleia Ndeg 7-1990 F Diacuteez de Velasco ldquoCaronte-Jaros (Kharos) ensayo de anaacutelisis iconograacuteficordquo Erytheia Ndeg 10-1 1989 M Castillo Didier ldquoCaronte supervivencia y metamorfosisrdquo en M Castillo Didier La Odisea en la Odisea

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serpiente un dragoacuten de larga cola etc Lo general es que la personificacioacuten de la muerte presente los matices esenciales del canto popular del jinete que arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados coge a los mozos del cinto y a las nintildeas del cabello y pasa en su negro corcel llevando su rebantildeo de difuntos

Asiacute regresa Caronte cabalgando a sus solares encarnados lleva a los mozos del cinto y del cabello a las joacutevenes y a los nintildeos pequentildeos atados a la cabecilla de su enjalma (XI 645-647)

La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la nochehombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manosy soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores (X 73-275) Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindariose aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondasharrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

(X 263-265)

Cuando Caronte pretende llevar a Ulises antes de tiempo eacuteste apostrofa al negro caballero con la foacutermula del miroloiuml popular en que la viacutectima ruega no lo coja del cabello y luche con ella en buena lid sin arteriacuteas

laquoEh Caronte no me cojas del cabello el alma no he de entregarantes de ver que toman los amigos el barco-de-nieve

(XXIV 55-56)

En la uacuteltima rapsodia una madre responde al llamado de Centauro uno de los compantildeeros de Odiseo que ha salido de la tumba para acudir a la agoniacutea de aqueacutel y pide piedad repitiendo variado el motivo del hijo uacutenico al que no puede dejar pues Caronte pretende arrebataacuterselo motivo propio de la poesiacutea popular

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laquoiexclApiaacutedate de miacute que estaacute enfermo mi hijo y los perros auacutellanronda Caronte por las vecindades y otro hijo no tengoraquo

(XXIV 97-98)

En la rapsodia XIX se anuncia desde los primeros versos la presencia de la muerte mediante procedimientos caracteriacutesticos del canto popular como es el diaacutelogo de las aves y las ldquopreguntas sin objetordquo άσκοπα ερωτήματα aacuteskopa erotiacutemata cuya respuesta negativa sirve para dar eacutenfasis a lo que realmente el poeta pretende decir En este caso presentar al oscuro caballero del Hades que ha aparecido con su cabalgadura

Una negra bruma aplasta las montantildeas y la neblina el llanolas liebrecillas se asustaron unas aacuteguilas se reuacutenen en la alturaequilibran las alas de-largas-travesiacuteas y charlan con voz roncalaquoiexclAy mucha nube negra se ha abatido y nadaraacute en barro la tierraraquolaquoNo es este hermanos un diluvio no es negro nubarroacutenun dragoacuten en el cielo diviso con cola azul enroscada y lleva adelante su boca abierta para devorarse al solraquolaquoNo es este amigos el diluvio no es una tempestadiexcla Caronte yo diviso que por los campos cabalgando aparecioacuteraquo

(XIX 1-9)

Igualmente recoge motivos de la poesiacutea demoacutetica el pasaje siguiente que muestra a Caronte siempre cabalgando manchado con los macabros restos de su tarea asesina

iexclNegros mensajes Estalla la guerra se golpean las puertas estrechamente se abrazan los esposos y ya no se separan brillan las armas sobre los montes enrojecieron los valles y Caronte va en su overo y sus caballos gotean sangre espesa pelos que se marchitaron y ojos que se fundieron (XVI 718-722)

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La reflexioacuten de Helena o del poeta sobre lo efiacutemero de la vida cuando la embarcacioacuten de Ulises descubre la vista de Creta alude tambieacuten al motivo demoacutetico sobre el modo de arrastrar a las mujeres que generalmente utiliza el sentildeor del Hades

Helena sin hablar los cuatro vendavales percibiacutea que navegan eroacuteticamente y silban en la hendidura de sus senos Ah si ella estuviera como la isla sentildeorial en el medio del pieacutelago y la azotaran tambieacuten con fuerza los cuatro vientos capitanes Pero es efiacutemero e impotente el cuerpo de la mujer y antes que logre gozar una pizca antes que mueva los brazos de las dos trenzas la coge Caronte el-de-los-labios-cerrados (V 534-540))

Incluso la explicacioacuten de formas para nosotros extrantildeas de presentar a Caronte y a objetos relacionados con la muerte puede encontrarse en la poesiacutea popular Asiacute por ejemplo la curiosa metamorfosis del negro caballero en un gran mosco-de-mar en la rapsodia XXIII tiene precedentes en un canto demoacutetico cretense que alude a los diversos ardides con que los humanos tratan de esquivar la visita fatal de la muerte He aquiacute algunos versos de una versioacuten de dicho canto

Bajo la orilla del cielo en los confines del mundouna torre de hierro levantan para esconderse de CarontePero Caronte se vuelve una mosca y se entra por la ventana[hellip] Entra Caronte y alancea a todos los valienteshellip

El aspecto humano del caballero del Hades propio de la mitologiacutea popular neogriega aparece en toda su curiosa amplitud a traveacutes de la Odisea Como en aqueacutella se le atribuyen todas las virtudes y debilidades humanas sus costumbres sus maneras de vivir acompantildeado de su esposa ndashCarontisandash y de su madre personajes eacutestas siempre compasivas para las futuras viacutectimas de su feroz pariente En circunstancias y en tonos muy variados se producen en el poema conversaciones entre Ulises y Caronte cuando eacuteste aparece de tanto en tanto a traveacutes de su peregrinar En la rapsodia XVIII hablando con la

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famosa prostituta Perla y el priacutencipe Madretierra que vive obsesionado por el pensamiento de la muerte Odiseo expone toda una actitud ante esta uacuteltima y ante los bienes y males de la vida a traveacutes del relato de una plaacutetica con Caronte

Conozco yo en el mundo un cuerpo con dos alargadas manossi tiene hambre de pan come la tierra la vuelve a comersi tiene sed de agua fresca se bebe la agraz salmueray si desea platicar quedamente hacia el atardecercomo buenos vecinos eacutel y Caronte departen entre risasldquoBienvenido el vecino Caronte nuestro apacentadordeja a tus manadas-de-hombres de-cabezas-enlodadasven a sentarte conmigo y como lobos maestros platiquemos la amistadrdquoRiacuteen hablan sobre vintildeas y sembrados como dos duentildeos de casahablan de guerras y matanzas y de viajes remotosy conversan tambieacuten como muchachos en celo acerca de las doncellasldquoiexclBuenos los pechos de Lenioacute buenas las piernas de Ralabueno es Caronte tambieacuten el corazoacuten del macho ese loco estandarterdquoEn las tapias se sientan de la alegriacutea y comen los dos y bebeny chocan sus copas hasta el amanecer como si fueran broqueleserguido y siempre claro el espiacuteritu del hombre a la muerte respiracual una rosa abierta albiacutesima a la que entibia el soly tartamudea Caronte y ya no aguanta maacutes muy pesado le resultael platicar de ese libre corazoacuten y la risa de aquel entendimientoldquoiexclAmigo demasiado fuerte el vino me voy a levantar para marcharmerdquoVacilando atraviesa el solar y tropieza en el umbral

(XVIII 1270-1290)

En una de sus visitas bajo forma visible el normalmente invisible compantildeero de Odiseo lo espera siempre caballero en su negra cabalgadura a la sombra de una higuera Ya ha envejecido como aqueacutel

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y comienza a asemejaacutersele Pero no es tiempo todaviacutea y el arquero lo rechaza y lo hace huir con toda su compantildeiacutea (Por excepcioacuten se trata aquiacute a Caronte como ldquoThaacutenatosrdquo Muerte palabra que es de geacutenero masculino en griego)

Se vuelve y contempla al viejo-muerte a su amigo cordialque estaacute sentado a la sombra de una higuera con su espadiacuten delgadoy ladraban siete canes rojos con sus pupilas verdesEl arquero-de la-mente lo miroacute y le dice sonriendolaquoOh viejo-Thaacutenatos me acechas en la sombra caballerocon una de tus manos sujetas las riendas de tu negro67

y la otra la pones contra el sol y el camino avizorasiexclArriba matador hacia la mar azul que alliacute te he de hacer sentildeasraquoSe levantoacute el mar en sus rintildeones e inundoacute su espiacuterituy precipitoacutese la salmuera y salpicoacute sus narices sulfurosasLevantoacute su blanca cabeza y husmeoacute la brisaigual que el elefante que sintioacute el olor de muertey sereno inclina al suelo su vieja cabezay trae a la memoria voladamente los lejanos escondrijos de su estirpela selva oscura en que crecioacute el torrente en que se bantildeabay la floresta extrantildea ya no lo tolera y se abalanza derechopara expirar en la cuna que lo vio nacerdel mismo modo parte Odiseo hacia la mar su madreSe volvioacute hacia el sur y olioacute en los confines del mundola salmuera fresca y se abrioacute como una vela su almagiroacute Caronte entonces y silboacute crujieron las ramas-del-sueloy perros caballo y cazador se esfumaron en el aire

(XIX 112-133)

La muerte concebida como el desposarse de Caronte con un alma constituye un motivo que posee raiacuteces en la poesiacutea popular Son los miroloiumls en que el hijo parte a casarse sin vestidos especiales ni sus

67 Mavros μαύρος negro es tambieacuten uso de la poesiacutea popular el sustantivar el adjetivo y nombrar al caballo negro como ldquoel negrordquo

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armas ni compantildeiacutea alguna y es interrogado por su madre Y eacutel contesta con palabras amargas que muestran sin que se la nombre expliacutecitamente que es a la muerte a la que se dirige a encontrar puesto que en las bodas donde va no se utilizan vestimentas ni armas ni compantildeiacutea ni muacutesicos Este motivo ampliado con otros y detallado aparece hacia el final de la Odisea

Como oscuriacutesimo heliotropo vibra la vida por la plena luzel semblante volviendo hacia el sol negro la muerteTras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutesde la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negrasrecordaacuteronse68 las aves y vacilan con sus alas rescaldadas se reuacutenen los gusanos del cortejo y los suegros-orugaslevanta el topo el estandarte y se precipita como anunciadory detraacutes sigue Caronte como esposo con un aacutespid de anilloa fin de desposar del arquero el alma noble y sentildeorialA cien molinos exige una gran dote trigo formado de almasla mitad de ellos moleraacuten con laacutegrimas los otros moleraacuten con sangre y a un molino-de-viento habraacuten de moverlo los suspiros del humano El redimido barquero en su bajel-de-cristales con sus blancos cabellos ensangrentados con las untildeas partidasmanteniacutea los ojos bien abiertos y observaba al esposo

(XXIII 1201-1215)

En el uacuteltimo encuentro con Caronte en la embarcacioacuten de los hombres de las nieves ndashpostreros seres humanos que conoce Ulises en las cercaniacuteas del polo surndash la identificacioacuten de aqueacutel con eacuteste es completa Su apariencia igual a la del acabado canoso y cadaveacuterico peregrino mueve a compasioacuten La hora del fin se acerca y ya no es rechazada su compantildeiacutea sino que recibe una conmovedora bienvenida

68 Recordaacuteronse despertaacuteronse

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Cual saeta la embarcacioacuten de piel de foca se deslizaba por las aguasy ahora un cisne negro refulgioacute sobre la proa enamoradoy ardiacutean sus ojos suavemente a la luz como rubiacuteesMas a poco la sombra decantoacutese y se dibujoacute un ancianode albos cabellos enmarantildeados con un riacuteo de barbas y en su santa cabeza un gorro de zorro azulChispeaban unos pequentildeos ojos negros en unas hondas oacuterbitasy suavemente sus brazos gruesos y sus manos alargadascomo remando agitaba y meciacutea quedamente escaacutelamos-de-sombraEl-de-espiacuteritu-veloz se sonrioacute y percibioacute enseguidaquieacuten era aquel que se sentoacute en la proa y que cogioacute sus remosviejas trampas se moviacutean y los huesos rechinabana fin de dar lugar a ese grande visitante el-tres-veces-nobleNo respira observando largo rato sin moverse al viejo-camaraday una dulce compasioacuten conmovioacute hondamente sus entrantildeasabre con lentitud sus labios azulados y le da la bienvenidalaquoiexclCaronte coacutemo me has envejecido coacutemo blanqueoacute tu cabelloy las negras amarguras y tormentos de queacute modo te han lisiadoDonde tu rostro cruzaron con espada alliacute golpearon el miacuteodonde se hirieron tus carnes alliacute se hundieron las miacuteasy entre tus cejas diviso una oruga pequentildeitami semblante inclino al agua y alliacute diviso el tuyoiexclCaronte mi gran asistente y perro de mi barcomi camarada que merodeabas cual sombra en torno a mi sombra la vida enteray a veces te lanzabas adelante como un rey y a veces atraacutes cual esclavocoacutemo fuiste atormentado y coacutemo envejeciste en la tierra tambieacuten tuacute junto conmigoQue seas bienvenido tieacutendete ya y reposemos uno al lado del otroraquo

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Sonriacutee Caronte con dulzura y clava su miradaen los ojos azules oscuriacutesimos del-de-mente-de-zorro

(XXIII 149-177)

No es usual en la Odisea como no lo es tampoco en la poesiacutea popular griega que Caronte sea presentado sin sus caracteriacutesticas de figura humana viviente Pero hay episodios en que el negro caballero toma apariencias distintas fantaacutesticas o macabras como en aquella visioacuten impresionante del futuro que tiene Odiseo en el palacio de Knosos cuando ve surgir en la noche en fantasmagoacuterico cortejo al rey sus cortesanos y Helena todos cadaacuteveres en descomposicioacuten precedidos de Caronte Eacuteste es aquiacute un esqueleto con sus huesos tentildeidos de rojo las cuencas de los ojos llenas de tierra y que lleva un cuervo en el puntildeo

Salioacute primero el gran Caronte pastor-de-grandes-rebantildeospintados de rojo los huesos y con tierra en los ojosy llevaba un ave pequentildea ndashera un cuervondash en su puntildeo abierto entroacute saludoacute a derecha-izquierda pero nadie lo vioDetraacutes aparecieron los capitanes del mar y erguidasen sus cabezas ondeaban al viento unas alas azulesllenas estaban sus narices y axilas con unas perlas tenueslos huevos-de-los-gusanos-de-la-muerte que todaviacutea no se abriacuteanCon alas encarnadas aparecieron tambieacuten los capitanes de tierray sus viejas llagas recieacuten pintadas riacuteen como labios de heteraGentilmente se vuelven y saludan pero ndashtamboresndash sus vientres verdeciacuteany el musgo primaveral ya los cubriacutea Derechos sus ojos pintados miran hacia el poacuterticoy lentamente aparece el soberano ndashun piacutecaro mono doradondashy cuatro muchachos llevan su cola de pavo realy movioacute Caronte sus manos daacutendole la bienvenidaDetraacutes de eacutel eunucos perfumistas adivinos y bantildeerosy joacutevenes rollizos lo siguen e impuacutedicos bufonesy al final del cortejo brillaban los ojillos de nuestro OrfoacutesSe movioacute el leoacuten y gruntildeoacute y las gamuzas corrieron

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y sus pupilas todas agua fresca y sus espiacuteritus hierbasoacutelo nuestro Suralis husmeoacute el olor del leoacutenen medio de la oscuridad y por doquier como liebre correteapero no localizoacute la feroz huella y vuelve a seguir su caminoSe sentoacute el rey en el trono sonriacutee a los ricos noblesy hace sentildeas para que quiten las llaves a las puertas del gineceoComo altivas galeras que parten con oacuteptima brisaufanas con sus descotes pasan las sentildeoras recieacuten acicaladasrechinan los aparejos golpean su velamen se despliegacaen destellos desde las teas y los senos refulgenaltos pezones diriacuteanse golpeados por el mar en el rosado amanecerCimbreantes navegan con ademanes en el aire mariacutetimoy todas las mercanciacuteas y perfumes desbordan de sus bodegaspaacutejaros y risas frescas besos y noches de grandes ojosy Caronte abrioacute con compasioacuten como un puerto sus brazosEl arquero ve todo saluda y su alma se regalabrinca su corazoacuten como-lengua-de-leoacuten y lame toda la tierralaquoiexclAdioacutes racimos de-gruesos-granos azules cabellos perfumadosadioacutes mis crespas vides aparecioacute el vendimiadorraquoY de repente se abrazoacute con fuerza a la negra columna para no caerdivisa al final a la de cejas-de-luna mecerse-lentamente-como- cisney las nodrizas con suavidad ayudaban a avanzar su cuerpo ligeroSu vientre sagrado habiacutease abultado pareciacutea un hormigueroque en enorme multitud se sostiene sobre sus muslos llenos de ovossus mejillas rosadas se hundieron se agrandaron sus ojospaacutelidas sus manos descansaban sobre su seno fecundoY dulcemente sumida en un suentildeo mostraba una sonrisa lejana

(VIII 153-198)

En el desierto candente e inmisericorde con los humanos Caronte toma las formas inusitadas de serpiente y de dragoacuten de larga cauda sin perder sus atributos de gran sentildeor y opulento pastor de los difuntos

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Avizoran en torno y en el desierto llameante se estremecen los espiacuteritus El negro ofidio Caronte se escondiacutea tendido en la arena viejo arconte69 y primer-pastor y dragoacuten de-larga-cauda y guardaba montones de oro de anillos de compromiso en el vientre (IX 354-357)

Vida y muerte La contraparte de la muerte inexorablemente eterna sin fin es la vida fulgurar efiacutemero de una conciencia destinada a apagarse La fugacidad objetiva del vivir motivo siempre presente en la poesiacutea de todos los tiempos es una idea reiterada una y otra vez en la Odisea En ocasiones bajo la forma de breve reflexioacuten contenida en el ritmo lapidario de un verso

iexclSoacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

La vida es aire bruma suentildeo rociacuteo sobre el polvo (X 1369) A Menelao inquieto y lleno de presentimientos le parece un suentildeo y la muerte le parece como una sombra

Cual suentildeo la vida parecioacutele cual un jazmiacuten fragante y mientras lo sosteniacutea y aspiraba temblaba su corazoacuten y al inclinarse al torrente contemplaba construirse ramificarse y deshacerse con agua y luz el mundo Y leve tambieacuten le parecioacute la muerte como la sombra de una gran flor que al crespuacutesculo cae en la cabeza del hombre (VII 123-127)

69 Gran sentildeor noble

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Suentildeo leve murmullo tenue de agua dulce zumbido de abejas que se apaga y se pierde veacutertigo suave que desaparece semeja la vida cuando ha transcurrido y llega el momento de la muerte o una gran emocioacuten permite contemplarla en una mirada Asiacute la ve el anciano Laertes en sus uacuteltimas horas Helena cuando va a ser lanzada al agua para calmar la tempestad en la travesiacutea hacia Creta el propio Ulises cuando va a abandonar para siempre a la princesa Dijtena que subioacute a su naviacuteo despueacutes de la destruccioacuten del reino de Knosos

Se sumieron las sienes del anciano sus paacuterpados se cierran cual dulce zumbido de abejas lejano en el campo florecido que se aleja maacutes y maacutes y se apaga y se pierde le parecioacute su vida y eacutel de espaldas cual un abejorro sin aguijoacuten estaacute muriendo (I 889-892)

Y la hermosa mujer escondioacute el semblante entre las manos y toda su vida atravesoacute como un suentildeo de-remo-alado por su mente era un paacutejaro de oro y revoloteoacute un suave veacutertigo y leve se ha desvanecido (V 253-255)

Con el cuerpo lozano de la mujer entre sus brazosse sentiacutea navegar en los secretos veneros de Carontepara encontrar el agua inmortal y beber y que se esfume su almaY la vida toda parecioacutele como un murmullo tenue de aguaque entre suentildeos clara borborita70 dentro del espiacuteritu del hombre

(VIII 1333-1337)

Cuando Ulises ha hecho vivir actuar en un drama sangriento y morir a cinco creaturas de su entendimiento en la rapsodia XVII las reflexiones que el impresionante final de todos los personajes sugiere son semejantes a las que pueden hacerse en torno a los hombres reales y sus creaciones condenadas todas a una postrimeriacutea inevitable la nada

70 Borbotea borbollea

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Como pestantildeeadas de astros al sol se-encienden-y-se-apagan las generaciones dan-flor-y-frutos los aacuterboles y se pudren en un instante en el suelo se alzan reinos con la aurora de-un-solo-diacutea iexcly marchan veloces al meridiano y al crepuacutesculo se apagan71

(XVII 921-924)

El canto popular provee tambieacuten al poeta de algunos motivos sobre la fugacidad de la existencia humana como el pensamiento que sigue a la desaparicioacuten del pueblo de los hielos que Odiseo encuentra en las proximidades del polo y que pese a sus obsesivos ruegos a la divinidad y sus esperanzas de llegar a terrenos firmes es devorado implacablemente por las aguas heladas a la vista del peregrino que ha partido ya en su uacuteltimo naviacuteo

El nombre del hombre malhadado sobre la nieve estaba escrito lo cogioacute el sol y derritioacutese se volvioacute agua y desaparecioacute72 (XXII 1450-1451)

Es claro aquiacute el eco de los miroloiumls que lamentan la muerte de un ser en plena juventud

71 La comparacioacuten del paso de las generaciones con el cumplimiento de los ciclos vegetalesndashpresente aquiacute de manera indirectandash la hallamos en Homero en aquel bello pasaje de la Iliacuteada

Como la generacioacuten de las hojas asiacute es la de los hombresMientras el viento hace caer unas hojas sobre la tierraotras la selva al florecer engendra al tiempo de venir la primaverade tal modo una generacioacuten de hombres nace y otra se acaba

(Homero Iliacuteada VI 145-149 Figura tambieacuten en la poesiacutea popular como en el canto de la madre que pierde a todos sus hijos y es consolada por la voz de uno de ellos

Imagina madre miacutea que eras una matita de manzanode pequentildea floreciste y de grande diste frutosy soploacute la brisa norte e hizo caer las manzanas

72 Recueacuterdese el miroloi que entona una anciana cuando el pueblo errante del pope Fotis antes de volver a partir en eacutexodo entierra el cadaacutever de Manolios en Cristo de nuevo crucificado de Kazantzakis El nombre de este joven sobre la nieve fue escrito vino el sol lo derritioacute vino el agua y lo borroacute (paacuteg 409)

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El nombre de este joven ndash escrito estaba en la nieve el sol lo ha derretido ndash y el agua se lo ha llevado

Un bordado poliacutecromo en la tela de la noche que va de abismo en abismo que manos misteriosas urden en las tinieblas breviacutesimo relaacutempago que se desvanece con la llegada del sol negro y el canto del gallo negro Caronte tal es la vida Un vano juego le parece el mundo a la desdichada princesa Krinoacute cuando debe marchar al redondel de las ceremonias taacuteuricas a sabiendas de que no podraacute sobrevivir al asalto de la fiera

Un bordado carmesiacute hermanos es la vida en la tela brumosa de la noche Quieacuten Dios miacuteo estaacute en la oscuridad con unas manos haacutebiles y aparecen las grecas realzadas los floreros los cipreses y perdices silvestres con-garras-de-fuego y hombrecillos negros Y se deshacen y se desvanecen y vuelven a surgir y se abren nuevas sendas recodadas con cipreses y de zanja en abismo van los brocados poliacutecromos (VII 1247-1253)

Un vano y friacutevolo juego de libertad le parecioacute en su seno el mundoy la vida entera breviacutesimo relaacutempago pestantildeeoacute en su pensamientoiexclmuy pequentildea y muy dulce y se levantoacute temiendo que se esfumeHebilloacute con firmeza el centildeidor precipitadamente abre los brazosdelgados y enjutos y las piernas fuertesUna roja corona de cuerda de crin de tres vueltas coloca en sus cabellosy ya sin esperanza se encamina veloz sin miedo a la era de Caronte73 (VI 538-544)

73 La era ndash la era despejada la marmoacuterea era - aparece siempre en la poesiacutea popular como el lugar donde luchan Caronte y el joven a quien viene a llevar

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Y yo soy aire y bruma y suentildeo y vendraacute el sol negro el cuervo negro Caronte iexcla cantar para que yo me desvanezcaraquo (X 1373-1374) Parecida reflexioacuten sobre la fatal fugacidad de la vida hacen los muertos que salen de los sepulcros y acuden en tropel al llamado del asceta agonizante Perla la famosa prostituta recuerda como un suentildeo ligero el veacutertigo del mundo que tan intensamente gozoacute

Y Perla se cubrioacute el pecho y de nuevo envuelve lentamenteen el terroso pantildeuelo funerario su cabellera telarantildeosacomo un suentildeo ligero pareciοle el veacutertigo de este mundocomo sombras vergonzosas e impuacutedicas alegres y tristeslos joacutevenes y viejos que pasaron por el cielo de su lechoy toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejana

(XXIV 365-370)

El anciano de la tragedia incluida en la rapsodia XVII se expresa asiacute al meditar sobre su existencia

Un relaacutempago rojo es la vida y yo camino a su destello vi y me libereacute y ya no poseo esperanza ni temor es la muerte una pluma larguiacutesima y en la mano la sostengo (XVII 995-997)

Y Ulises al emprender la aventura del rapto de Helena recuerda lo efiacutemero de la vida

Ayer tarde naciacute y esta noche he de morir tiene tiempo la tierra de detenerse a rumiar lentamente iquestqueacute le preocupa Los antildeos iexclmiles detraacutes de ella y miles adelante Mas nosotros iexclbienvenidos y adioacutes iexclLo que dura un relaacutempago y nos vamos (IV 227-230)

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La contrapartida de la nada final es la realidad presente la vida y su haacutelito y fuerza se imponen maacutes allaacute de las continuas reflexiones sobre la muerte Sombra es la tierra pero se alegra el corazoacuten cuando la abraza dice Ulises a aquel pueblo agonizante de mujeres cuya uacutenica esperanza de sobrevivir como raza es un nintildeo cuyo sexo auacuten no tiene vello y al que cuidan con solicitud obsesiva (XIX 1087) En la rapsodia siguiente hallamos otra expresioacuten de la idea reiterada en diversos pasajes acerca de gozar el mundo ldquolibrarlordquo con la maacutexima intensidad aun cuando la vida sea tan efiacutemera ldquocomo el destello del relaacutempagordquo

iquestPor queacute llorar y clamar y perder el sentidoDichoso aquel que puede librar el mundo enterode flor en flor saltando presuroso y asiacute pasar al polvoiexclmaravilla es la vida que un instante aflora en el cerebro y luego se desvanece

(XX 552-555)

Frente al incesante proceso de destruccioacuten simbolizado en las andanzas ininterrumpidas de Caronte la vida sigue brotando El amor de los seres destinados a ser polvo engendra nuevas creaturas y asiacute la misteriosa trama de la vida sigue tejieacutendose con mil bordados El peregrinar nocturno de Caronte y el Amor entregado cada uno a sus contradictorias tareas es la imagen de esta continua conjuncioacuten de vida y muerte

Y entretanto sobre el rostro de la tierra la miacutestica trama de la vida continuaba tejieacutendose mil bordados maestros con albos hilos como olas-de-lunas sobre una tela de arena La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la noche hombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manos y soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindario se aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondash arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

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Y el Amor ese nintildeo pequentildeo de plantas delicadas lleva la maacutegica hierba-de-hierro que abre todas las puertas senos semidesnudos brillan manos pintadas hacen sentildeas furtivamente se deslizan los amantes a los patios los lechos cantan iexcly hete aquiacute que de nuevo se llenan de infantes los umbrales terrosos (X 260-273)

Antiacutedoto de la muerte es el amor no soacutelo en cuanto crea nuevas vidas sino tambieacuten en el sentido de que la exaltacioacuten eroacutetica genera una sensacioacuten de permanencia de eternidad De alliacute que pueda decirse que si bien Caronte guarda las llaves de la existencia humana la mujer es la depositaria de las contrallaves La prostituta Perla (Margaroacute) cuando surge de la tumba para acudir al llamado del agonizante Odiseo a la vez que reflexiona sobre lo efiacutemero de la vida se jacta de coacutemo gozoacute el amor en su existencia

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo riacutee la mar bulliciosa de espaldas a las proas y en nuestro suentildeo el inasible espiacuteritu el cazador-de-ensuentildeos viaja ndashmercaderndash por distantes lejaniacuteas y se marcha En toda la corteza multicolor llena-de-barro de la tierra guarda las llaves el patroacuten-Caronte y la mujer las contrallaves y tomamos todos las senda del amor subimos a los pechos y que se encumbre inmortal el alma y en el polvo no desaparezca (VI 773-780)

Y toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejanatambieacuten la muerte agua profunda por nuestra mente suavemente se desliza

y la joven riacutee pues bien guarda el secreto en el pecho Ay cuaacutendo caeraacute a los pies del asceta para exclamar laquoTu palabra grande me ha fecundado mi vida ha echado fronda como el buen manzano y se dobloacute recargada de fruto y ahora soploacute el viento sentildeor cayeron las manzanas

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rodaron por la tierra se pudrieron pero a miacute no me importa un relaacutempago es la vida lo sabiacutea y bien la cosecheacuterdquo (XXIV 371-379)

Abajo en los cascos negros en las entrantildeas de la piedramiles de capas de cuerpos se deshacen y solamente restaalbiacutesima inmortal abierta la risa de-cabeza-cadaveacutericaPero arriba negligentes viven los vivientes y golpean los pies74golpean sus manos miacuteseras en las tabernas bulliciosasiexclsalud y la muerte es un cuento hermanos y es el vinoagua inmortal y bebemos y florecen nuestros huesosY otros aprietan en su pecho a una jovencita y en la dulzura del beso se olvidan y se burlan de Caronte -iquestNo va con su guadantildea esa hoja melladapara aterrar a medianoche a los ancianos a los viejos simplesiexclPero yo con el amor lo combato y lo derribo

(VII 1328-1329)

La accioacuten constituye asimismo una contrapartida de la destruccioacuten ininterrumpida que trae la muerte Asiacute lo siente Odiseo durante su ascesis en las soledades rocosas en la rapsodia XIV Una de las etapas de la Asceacutetica es la accioacuten y en ella el peregrino cree convencerse de que el mundo y la vida no es el mero tabique multicolor que nos oculta la Muerte

Y contempla el arquero con profundidad al mundo alrededor y percibeque no es un dulce espejismo de la vista ni es un ajuar de bodasaquello de que Dios se ha revestido para acoplarse con el alma-la-hembrani tampoco el tabique multicolor que nos oculta a la Muertey que manos piadosas lo bordaron con adornos heliocroacutemicos

74 Alusioacuten a un canto popular ldquognoacutemicordquo en el que el estribillo es ldquoA esta negra tierra que nos comeraacute vamos vamos dale dale con el pierdquo Al cantar el estribillo se golpea el suelo con los pies Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 166

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con mucha dulzura y encanto para que olvidemos el sepulcro Es la vida una excursioacuten guerrera y las fuerzas luminosas ascendiendo con esfuerzo luchan por rasgar la oscuridad buscando en la tierra a porfiacutea inmortalidad y libertad (XIV 1331-1339)

La nostalgia de los muertos

La nostalgia inconsolable por la vida terrena que los muertos sienten en el Hades todas las veces que pueden hacer oiacuter sus voces en la Odisea recuerda el tono desgarrado que el cantor popular griego pone en boca de los difuntos cuando eacutestos ansiacutean el mundo de la luz tono muy semejante a aqueacutel con que hablan a Ulises en la Odisea homeacuterica Lo veremos no soacutelo en los dos pasajes que repiten en cierta manera aquel episodio de la epopeya antigua en su ldquocontinuacioacutenrdquo contemporaacutenea en las rapsodias I y XIV en Itaca y en el centro del Aacutefrica respectivamente Pero antes examinemos algunas otras manifestaciones de esa nostalgia sedienta y angustiosa por la vida En las orillas del Nilo el rumor que proviene de las tumbas innumerables no expresa otro sentimiento

Hablaba asiacute el anciano husmeaba las tumbas cual chacaly explicaba las voces de los muertos laquoiexclViajeros miacuteos si tuvieraagua corriente para beber y una manzana roja para olerraquoY a su lado otro solloza laquoiexclAy hermanos girad mi rostro hacia el nortepara que una gota al menos me sople de aire frescoraquoY gime otro con signos retorcidos y densos en su laacutepidalaquoNo lloro porque mi bella esposa tomaraacute nuevo maridoni lloro por mis hijos nintildeos son todo lo olvidaniexclsoacutelo lloro por el pan y por la luz y por la dulce plaacuteticaraquo

(IX 501-509)

El pesar por no haber aprovechado y gozado los bienes del mundo engantildeados por la promesa de una recompensa en una vida posterior a la muerte es una queja siempre repetida por los difuntos En el pasaje siguiente Suralis el muacutesico uno de los compantildeeros de Odiseo es el

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que reconoce las voces de ultratumba

Y Suralis pega el oiacutedo a la tierra y logra espaciadas distinguir en medio del denso y zumbante gusaneriacuteo las vocecillas del hombre laquoiexclMaldito aquel que cree en la virtud en el mundo esa anciana banquera que nos arrebata el oro puro de nuestro vivir y entrega un recibo que se anula allaacute en el mundo subterraacuteneo iexclOjuacute viajeros que pasaacuteis y viandantes que cruzaacuteis a la virtud lo aposteacute todo y el juego lo he perdidoraquo Se estremecioacute la arena y se quedoacute muda y el flautista distingue una voz fina de nintildea quejarse veladamente laquoiexclViacutergenes que pisaacuteis sobre miacute muchachas que me escuchaacuteis os dejo mi maldicioacuten por bendicioacuten gozad queridas de vuestra juventud Santa me proclamaban y peregrinos de los confines del mundo acudiacutean descalzos a verme y a ofrecerme azucenas sin ser besada ni tocada por varoacuten mi vida la perdiacute iexclAy iexclsi pudiera Dios miacuteo salir de nuevo una hora siquiera al mundo terrenal75raquo (IX 400-414)

La nostalgia por las maravillas de la vida alcanza al propio Caronte quien pese a vanagloriarse muchas veces de su tarea destructora se deja seducir tambieacuten intensamente por la magia del mundo terrestre El encanto del trino de una avecilla lo hace emocionarse hasta las laacutegrimas y maldecir su suerte y su negro oficio en este bello pasaje que pese a su exaltado haacutelito de vida termina tambieacuten con la muerte del minuacutesculo cantor

75 La nostalgia por ldquoel mundo terrenordquo ldquoel mundo de arribardquo el pano kosmos πάνω κόσμος es un motivo reiterado en la poesiacutea popular griega Cuando en un canto Caronte le pregunta a una nintildea que por queacute estaacute llorando y le dice que puede enviar a buscar a su madre o a sus hermanos ella la responde ldquoSoacutelo por mi casa lloro y por el mundo terrenordquo Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 170

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Suavemente amanecen en torno las montantildeas y de rosa se tintildeen las piedras oscuras y la alondra embriagada-de-sol con su borlado entendimiento bebioacute demasiada luz y confundioacutese y da comienzo al trino iexclcorazoacuten ave volante insensata y herida-por-la-luz Y mientras trinaba se iba sobrecogiendo y el sol se lo imaginoacute un manzano frondoso en su fruto un granado en su flor y subioacute a posarse entre sus ramas y a picotear dulcemente La madeja de canto y de alas se desmenuzoacute a la luz y desaparecioacute mas su trino ndashfiniacutesima lluviandash lentamente auacuten descendiacutea y todo el cuello candente refrescaacutebase de la brisa encendida Dios miacuteo con el canto del ave hasta la tierra se olvida de la Muerte hasta Caronte olvida su guadantildea y se sienta en una roca a escuchar embelesado el dolor de la alondra Enjugando sus ojos llameantes y sin paacuterpados suspira laquoiexclMaldita mi negra suerte si yo tambieacuten pudiera un diacutea despreocupado tenderme por la yerba a escuchar a los paacutejarosraquo No terminaba auacuten de hablar Caronte cuando ante sus rudos pies se derrumboacute el cantor extravagante como un pequentildeo terroacuten y en el extremo del pico teniacutea una gota de sangre negra (XX 315-333)

Este sentimiento del oscuro sentildeor de la muerte se expresa acaso con maacutes viva intensidad en uno de los episodios en que Caronte visita a Odiseo en la rapsodia VI Alliacute aqueacutel se duerme junto a su antiguo camarada y se pone a sontildear justamente con la vida La exaltacioacuten del vivir en esta llamada ldquoepopeya de la muerterdquo encuentra en este pasaje una expresioacuten notable

Se agitaron las cantildeas como un pueblo y las aguas crecieron y envolvieron su mente como un aacuterbol regaacutendola hasta lo hondo Y con suavidad de los laureles-rosas y de los cantildeales se difundioacute una brisa dulce y cogioacute sus paacuterpados el suentildeo Y vino Caronte y se tendioacute cuan largo es a su costado se cansoacute de merodear toda la noche los ojos le pesaban

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y deseoacute tambieacuten eacutel en el arroyo con su viejo camarada tenderse a la sombra de un algarrobo a dormir una gota Lanza ligeras sus manos de huesos al pecho del arquero y asiacute abrazados bajaron los amigos hasta el suentildeo Duerme Caronte y suentildea que todaviacutea viven hombres que auacuten se alzaron en la tierra casas palacios reyes y lograron crecer huertos y debajo de su sombra auacuten pasean sentildeoras nobles y esclavas entonan cantos Suentildea que un sol aparecioacute que alumbra una luna y acaso que gira la rueda de la tierra y lleva cada antildeo yerbas y flores frutos variadiacutesimos dulces lluvias y nieves y acaso de nuevo retorne todo ello y la tierra se renueve Riacutee Caronte secretamente en su suentildeo lo sabe es suentildeo aire multicolor una fantasiacutea de su mente cansada y deja despreocupado que lo aguijonee Y poco a poco perdioacute la vida el pudor y tomoacute vuelo la rueda abre sus viacutesceras la tierra hambrienta penetra el sol y la lluvia e innuacutemeros huevos germinaron se llenoacute el mundo de larvas y parten densas bandadas de aves de fieras y de humanos y de pensamientos y se precipitan a devorar a Caronte dormido Y una pareja de hombres se instaloacute en sus narices-cavernas encienden lumbre y la alimentan y preparan su merienda y colgaron la cuna del hijo de su tosco labio superior Siente cosquillear los labios las narices le hormiguean Y de pronto Caronte estremecioacutese y se esfumoacute su suentildeo soacutelo un instante se durmioacute la Muerte y sontildeoacute con la Vida (VI 1261-1292)

Maacutes que en la rapsodia I - y la visita saludo a los difuntos y danza en su recuerdo - es en la Rapsodia de la Ascesis la decimocuarta donde encontramos una escena hasta cierta medida semejante a la del canto XI de la Odisea homeacuterica En la vieja epopeya la bajada de Ulises al Hades para consultar al adivino Tiresias pone de relieve el sentimiento infinito de nostalgia por la vida terrena que experimentan los difuntos en el mundo oscuro de la muerte concepcioacuten que en lo esencial supervive firmemente arraigada en las creencias populares neogriegas

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La sangre hace revivir a los muertos por algunos instantes y pugnan con desesperacioacuten por esos momentos de luz Hasta su viejo padre que dejoacute la vida despueacutes de cumplir iacutentegramente su ciclo aparece ante Odiseo y le tiende sus treacutemulos labios suplicantes Es tambieacuten en ese encuentro con los muertos cuando Odiseo conoce el fin de dos de sus maacutes queridos compantildeeros Ostreros (Stridaacutes) y Karteroacutes El primero le sonriacutee amargamente paacutelido y se esfuerza por articular unas palabras mas no puede pues su garganta estaacute carbonizada Quiere volver un momento a la vida pero su propio amigo le niega la sangre y eacutel maacutes paacutelido auacuten ndashhumo tembloroso como Anticlea la madre de Ulises en los versos de Homerondash desaparece Lo que los muertos expresan con pateacutetica insistencia al igual que en la poesiacutea popular es la nostalgia desgarradora e incurable por la vida terrena ldquovolver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerrdquo

Las entrantildeas comenzaron a temblar y las tumbas se abrieron iexclah coacutemo se arrojan los muertos a beber la tibieza del hombre Agachado el matador se estremece viendo a los antepasados a los viejos amigos que desaparecieron a las sombras que amaba abalanzarse apintildeados para beber sus venas y poder revivir Se precipitan en oleadas a su entrantildea y gimen los difuntos abrazan sus pies y los besan se cuelgan de sus costados y los maacutes temerarios chillan sobre sus craacuteneo igual como halcones laquoQuiero tomar tu sangre ndashgimenndash para poder erguirme sobre el suelo iexclpara volver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua para rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerraquo Mas eacutel implacablemente escoge en el sumidero de su corazoacuten teniacutea en la mano un palo largo y rechaza a aquellas sombras laquoAtraacutes derrumbaos en el Taacutertaro no vuelvas nunca maacutes cosa difiacutecil te has elegido agua pan mujerraquo Su padre aparecioacute y tendioacutele sus treacutemulos labios

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pero con el taloacuten aparta el hijo de siacute a su progenitor laquoPadre tu vintildea en la tierra bien la cultivaste iexclcomiste y bebiste y engendraste un hijo mejor que tuacute y bastaraquo Se precipitan los antepasados abuelos bisabuelos como animales jadeantes pero alza su aguijada el-de-doble-origen y los derrumba al Hades laquoYa no tiene la tierra necesidad de vosotros no puede volver atraacutes al oscuro abuelo ha superado con sus gruesas quijadas iexcly es una verguumlenza que se desperdicie la sangre del vaacutestago para hacer revivir sobre la tierra a su ancestro-simioraquo Mas de improviso palpita el corazoacuten palidece el-de-mente- de-leoacuten allaacute en un extremo divisa a Ostrero que abre-y-cierra los labios y se arrastra hacia la cavidad del corazoacuten a beber una gota de sangre laquoiexclMi Stridaacutesraquo grita y abre con iacutempetu los brazos anhelantes Y eacutel alzoacute la mirada paacutelido y le sonriacutee amargamente trata de sacar una palabra mas no puede su garganta estaacute carbonizada y se arrastra hasta al corazoacuten del compantildeero para poder revivir Se llenaron de laacutegrimas los ojos del arquero pero levanta el cayado laquoiexclMi Ostrero estoy en gran necesidad y la sangre es muy poca Bien sabes coacutemo te quiero pero no se debe con amor gobernar esta tierra de mala cabeza te ruego Stridaacutes que no bebas sangre de mi corazoacuten tambieacuten tuacute cumpliste bien tu deber en la tierra y otro bien importante no tienes ya que ofrecer en este mundo iexclretorna al polvo y deacutejame dar de beber a otros mejoresraquo Dijo y Stridaacutes palidecioacute ndashhumo temblorosondash y desaparecioacute Suspiroacute el-de-muchos-tormentos y enjugoacute sus ojos hondo es su dolor pero es menester que las laacutegrimas no nublen sus ojos inclementes para que puedan ver y escoger entre las sombras Mudos los muertos hasta sus sienes descendiacutean

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como negros corderos y su espiacuteritu embargaacutebase de dulces anhelos en su memoria desencadenada fulguraban viejos soles y lunas frutos envenenados y corceles fortalezas muchachas y mujeres fantaacutesticos festines y lejanas travesiacuteas Y cuando sumergioacute Odiseo su mirada en lo hondo de la memoria divisa en el borde de la fosa de improviso una sombra pesada que se erguiacutea en silencio con una espada clavada en el craacuteneo laquoiexclHerrero miacuteo ndashexclama dolorido el solitariondash amigo sin sonrisa ya te quitaron la corona ya no estaacutes bajo el solraquo Mas Karteroacutes cual un rinoceronte mudo hozaba en el suelo y camina para llegar al corazoacuten y sorber tambieacuten eacutel sangre diriacutease que lo han asesinado y conserva su energiacutea toda (XIV 321-377)

La muerte destructora

La presencia de la muerte en la Odisea asume tambieacuten la forma de aceptacioacuten objetiva de ella como realidad inseparable de la vida revistiendo muchas veces el matiz de objetividad y serenidad con que la enfrenta el hombre ruacutestico sencillo y en especial el anciano En no pocas ocasiones ante el lamento o la expresioacuten de miedo frente a la muerte se da la reflexioacuten en contrario de otro personaje Esta posicioacuten suele asociarse a menciones del proceso material de desaparicioacuten del cuerpo que si bien pueden parecer de un caraacutecter macabro a veces hasta morboso no pasa de ser tambieacuten realidad Y acaso no constituyan en alguna medida sino ampliaciones y variaciones enriquecidas con nuevos motivos de elementos de la poesiacutea popular en la cual esa fatal etapa de reduccioacuten a polvo y nada del ser humano se muestra con impresionante realismo La presencia de la descomposicioacuten y los gusanos se da en no pocos miroloiumls como eacuteste dedicado a la muerte de una joven novia que citamos en fragmento

Y de nuevo respondioacute y a su madre le habloacute asiacutendashMadre si tuacute eres mi madre y si yo soy hija tuya

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saacutecalo y dalo a cualquiera mi anillo de compromisoMadre miacutea que me entierren en un vallecito verdedejad al lado derecho una pequentildea ventanaque entre el sol en la mantildeana y que entre al mediodiacuteay cuando se pone el sol que entre mi pajarilloque entre y salga a conversar que entre y salga a preguntarndashNintildea miacutea tu hermosura tu belleza iquestdoacutende estaacutenndashCome el Hades mi hermosura y la tierra mi bellezamis cejas y mis pestantildeas un gusano las devora76

El proceso de destruccioacuten orgaacutenica se menciona a veces en los miroloiumls con figuras acerca de las ropas y los alimentos que los muertos poseen en contraposicioacuten a los que los vivientes les ofrecen al rogarles en sus lamentos que retornen a la vida

ndashAleacutegrate con las flores guarda para ti las rosassi tienes almuerzo toacutemalo y si cena tienes coacutemelay si tienes agua tibia laacutevate con ella tuacutesi tienes vestidos viacutestelos si tienes lecho en eacutel duermeYo el camino que he pasado no lo vuelvo ya a pasarvoy a los montes del Hades voy a la fuente del Hadesel suelo tengo por lecho la tierra tengo por saacutebanapara cena tengo polvo para almuerzo tengo tierray bebo el negro veneno que gotea de la laacutepidahellip 77

En otras ocasiones la impresionante figura del difunto en putrefaccioacuten se ofrece al deudo que quebrantando una tradicioacuten llora a los muertos al crepuacutesculo enturbiando con sus laacutegrimas el agua de la Fuente del Olvido A tal hora los difuntos acuden a beber esas aguas para renovar la peacuterdida de memoria de la vida terrena Eso les permite ldquovivirrdquo sin mayor amargura en el oscuro Hades Mas si el agua se enturbia revive en ellos el recuerdo de la existencia y en su desesperacioacuten por volver al mundo terreno suelen cometer torpezas que Caronte castiga con el enviacuteo del muerto en descomposicioacuten para ahuyentar al deudo

76 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica p 13677 Ibiacutedem p 139

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irreverente Castigo doble por cuanto el difunto anhela volver a la vida vivo de nuevo y no en la forma de espantable espectro y porque el deudo al evocarlo ansiacutea hacerlo retornar a la existencia en la forma que tuvo en la tierra y no convertido en una visioacuten macabra Una hija ruega a su madre en un miroloiuml de motivo semejante al resentildeado que no la llore a la hora del anochecer porque perturba su trabajo de servicio de Caronte y provoca el terrible castigo

Quisiera yo madrecita pedirte una gran mercedque nunca al ponerse el sol un miroloiuml me cantes estaacute cenando Caronte con su mujer Carontisayo les escancio la copa con un cirio los alumbroY al oiacuter tu vocecilla mi pecho se estremecioacutey se me quebroacute la copa se apagoacute la luz del cirioy el vino se ha derramado en medio de los difuntosquemoacute vestidos y adornos de novia y palikaris78Se enoja entonces Caronte me enviacutea a la negra tierrami boca llena de sangre y mis labios de veneno79

En el pasaje siguiente de la Odisea se alegoriza el camino de los muertos en boca de un viejo hombre de pueblo y se alude al lento devorar de la tierra y al motivo de las ldquosiete especies de gusanosrdquo que en la rapsodia del Priacutencipe Madretierra se desarrolla ampliamente Salvo ese inevitable deshacerse nada hay maacutes allaacute de la tumba

laquoUn brioso labrador eacuterase mi bisabuelo y me tomaba en sus rodillasy no queriacutea contar cuentos a su nietosiempre en su mente Caronte estaba y se reiacutea de continuo hablando de eacutelldquoNo quiero comidas nintildeo miacuteo ni exorcismos en mi tumbano quiero que sacrifiquen por mi alma a los pobres bueyesiexclpues bien conozco el futuro y no poseo esperanzas

78 Palikari παλικάρι muchacho mozo hombre joven apuesto varonil valiente79 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica pp135-136

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Y oye aprende ya el secreto cuando bajes al sepulcroal entrar a la tierra primera al primer poacutertico del Hadescae sobre el alma un negro y le quita sus adornosy la pobre sentildeora se resiste y lanza grandes alaridoslsquoiexclSocorredme hermanos primos miacuteos me arrebatan la coronarsquoPero iexclay primos y hermanos se han marchado gime si puedesEn el segundo peldantildeo herrumbroso la abraza el portero guardiaacutenle roba los talismanes y los vanos amuletosy le arrebata iexclay de miacute hasta las cosas buenas que cumplioacute en la viday el alma desdichada se lamenta tiembla su vocecillalsquoiquestPor queacute me quitas las armas asesino por queacute asiacute me desarmasrsquoEn la puerta tercera la infeliz ya enmudece y la tierra poco a pocole va mascando los ojos y los dientes las untildeas y las orejasiexcly entonces ndashdicenndash aparecen siete especies de gusanos y la devoranrdquoraquoRecuerda el solitario las palabras del antildeoso labrador mas se las guarda (IX 518-538)

Una forma de ilusioacuten desviacutea al hombre del pensamiento de lo que ha sido su presencia en la tierra un surgir brevemente de la nada y un continuo caer al polvo para convertirse en tal para deshacerse a pesar de todo el pateacutetico empentildeo con que se haya luchado contra la muerte ldquoComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producenrdquo80 reflexiona Odiseo en la desolada necroacutepolis egipcia Los devora implacablemente el combatiente invencible y mudo el gusano

Calma vagamente como en suentildeo al sol silbabay erecta letaniacutea saciada su lengua biacutefiday debajo boca arriba los difuntos con las manos en cruzcon sus pechos llenos de aromas y de palabras encantadascon una llave en los dientes esperan que sus almas vuelvan a venir

80 No producen = no brotan

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Merodea por las tumbas la tripulacioacuten pisa a los muertosgraves espectros guarda el suelo gotea el sol gruesamentey la necroacutepolis plena de un halo vahoso brilla bruntildeida al sollaquoiexclComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producen raquodeciacutea el arquero admirando la paciencia de los hombrespara combatir la insensatez y la bravura de CaronteEmpuntildean los amuletos como espadines aprietan los exorcismos en sus pechosy se lanzan armados a la tierra a luchar con la lanzapero lentamente surge desde el suelo en la fresca oscuridadel invencible y mudo combatiente el gusano y los devora

(IX 358-372)

Pretender sublevarse contra tal realidad es falta grave a maacutes de inuacutetil le plantea el servidor hombre sencillo de pueblo que tiene por sabiduriacutea a la experiencia al angustiado priacutencipe Madretierra que vive obsesionado con el pensamiento de la muerte y peregrina en busca de un famoso asceta ndashOdiseondash para pedirle una explicacioacuten que pueda infundirle serenidad

Mi rey ndashque-vivas-muchos-antildeosndash iexclgrave falta es que levantesel haacutebito sagrado de nuestra madre tierra para ver sus verguumlenzasJusto es que sin blasfemias ni voces en la tierra como espigasnos plantemos de mantildeana y ya hacia el mediodiacutease abra ya dorada la cabeza y se llene de trigoy al anochecer caigamos suavemente a la era de polvoDe la fraacutegil boca de un gusano nadie se ha de salvar

(XVIIII 659-665)

El ciclo de la vida y la muerte es tan natural como inexplicable e injustificable para el hombre que no se ha liberado de anhelos y esperanzas falsas Cuando Ulises ha vivido las etapas de la Ascesis y su espiacuteritu puede contemplar el mundo tal cual es maacutes allaacute de deseo o esperanza alguna el panorama de la humanidad toma el aspecto del

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ciclo de la vida vegetal que se cumple silencioso y sin sufrimiento ni rebeldiacutea

Se ensancha y se extiende la era luminosa en su cabeza se ampliacutea el pensamiento se esparce e inunda la llanura ciudades se siembran y crecen en las amelgas del cerebro y todas se dan como mujeres con llanto con temor a la ruda caricia del hombre desnudas besando y mordiendo Los hombres filas de hormigas suben con prisa desde el suelo trabajan lloran riacuteen y se besan y caen de nuevo tambieacuten con prisa a la tierra y quedan sembradas sus cabezas en los surcos Coacutemo corremos todos al relaacutempago verde de la tierra a la tumba Pasan nuestros semblantes como alas y brillan en el sol mira lentamente la madre a la hija y la hija vuelve la cabeza tras los hombros fuertes del marido para distinguir a su hijo Todos sin piedad clavamos nuestros ojos muy derechos y corremos a coger la dulce manzana del mundo y de pronto se abre nuestra fosa y la santa fruta cae Como yerbas desde la tierra suben los pueblos de-cabello-espeso y de nuevo como yerbas vuelven al suelo y la tierra engorda masticando golosa los cadaacuteveres robustos de sus hijos (XVI 660-677)

La certeza del fin que aguarda a sus propias creaciones hace dudar a Odiseo en su actividad de dar vida a sus pensamientos y convertirlos en hombres y mujeres Sin embargo pese a lo efiacutemero de esa vida que eacutel daraacute anaacuteloga a la que a eacutel y a los hombres les es dada triunfa la voluntad de hacerlos vivir aunque sea por un instante contrapuesto a la infinitud de la muerte

laquoMe levanto a la ribera del tiempo y creo y descreo con arena y con agua y con sangre la historia del hombre saltan de las sienes los pensamientos y al caer a la tierra se convierten al punto en hombres y mujeres y veloces se acoplan Como el marfil pulido se refleja el rostro de la tierra

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entre los soles y las lluvias y lo acaricio quedamente agachado con ternura indecible y medito en secreto iquestPara queacute cincelar este marfil amado iquestUn puntildeal de matanza o una vasija profunda o una peineta para que brille en el abismo de los cabellos oscuros de la mujer Como una carne suave se levanta la fuerza en las diez yemas-de-los-dedos y asiacute como elige el soberano quedamente en sus vastos jardines a cuaacutel mujer de sus harenes le va a arrojar el pantildeuelo observo los deseos y contengo con suavidad mi energiacutea Muy pesada la soledad es esta noche muy caliente estaacute el aire no soporto quedar solo me viene un desfallecer y este terrible y veloz baile desata mi cerebro Anheleacute ver y que me vieran tocar y me tocaran palpitan mis entrantildeas como de nuevo dios y compadezco a los hombres Les tengo compasioacuten y en las mentes sin alas alas he de clavar botareacute ya las fronteras insensatas que al alma cercan iexclaacuterboles embriagaos y echad flores henchid el pecho muchachas y grandes cuitas mozos incubad en vuestro espiacuteritu soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinitardquo (XVI 1289-1312)

La certeza objetiva de la muerte la aceptacioacuten de su realidad no puede borrar con todo la tristeza del no ser del cumplimiento del ciclo efiacutemero La melancoliacutea embarga a veces pasajes como el siguiente que en una imagen repiten el hecho siempre conocido

Y todas las almas en el mundo tambieacuten ellas cual flores amarillasse doblan hacia el sol y van siguiendo la luz y de repente la tristezacae sobre ellas como la oscuridad se marchitan y tiemblanrecordando a la negra muerte y al polvo desoladoflores las almas tambieacuten se abren y cierran con el sol

(XIX 549-453)

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La lluvia que acentuacutea el proceso de destruccioacuten de los muertos es tambieacuten portadora de sus fantasmas ya en la vigilia ya en el suentildeo ldquoCuando llueve salen los muertos de la tierrardquo y por eso mientras Odiseo planea la construccioacuten de la ciudad ideal que habraacute de destruir al cataclismo la imagen de Rala la ardiente revolucionaria egipcia destrozada en la lucha viene a eacutel Tambieacuten bajo la lluvia desde su patria lejaniacutesima llega al peregrino ya en las cercaniacuteas de la nada final en el polo helado el recuerdo de su viejo padre

laquoCuando llueve salen los muertos de la tierra igual que caracolessus ojos llenos de cieno lloran y crujen sus huesosy vuelven a caer al lodo lentamente y los sorbe la tierracreo que les corresponde tambieacuten a medio invierno una fiesta funerariaiexclay cuando ya se levante la ciudad pondreacute orden en todoraquoEacutel buscaba coacutemo dar al nacimiento las bodas y la muerteun fin maacutes alto dar maacutes allaacute de lo humanoCaiacutea la lluvia lentamente y el arquero inclinadorespiraba el olor salvaje de la tierra y desbordaba su espiacuterituuna borrasca espesa envenenada llena de ecos y fantasmasy Rala se levantoacute en la bruma del ocaso despueacutes del aguaceroy el bronce con sus talones fulguroacute y sus anchos labioscomo una llaga en la niebla temblaron y se volvieron a cerrarlaquoiexclRalaraquo grita Odiseo y abrioacute ansioso los brazosmas de nuevo empezoacute una lluvia torrencial y la tierra se embrumoacutey poco a poco como una burbuja vaciacutea de agua desaparecioacute Rala en el suelolaquoiexclAy cuaacutento peso de muertos recibioacute este pecho altivoraquomurmuroacute el solitario y se hundioacute las untildeas en el corazoacutenLa tierra muele quedamente en el huacutemedo Taacutertaro a los muertosse puso el sol y se hundioacute en las nieblas de la llanuray con pena en silencio se despega de los difuntos el arquero

(XV 1074-1094)

Allaacute lejos comienza una lluvia torrencial y coge en sus redes

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la planicie los granos sembrados se dilatan y se llenan de una leche gruesa y los muertos que yacen desnudos en el suelo comienzan a hincharse En el suentildeo son las piedras cristalinas y la tierra es transparente y mucho se inclina y dobla el-de-los-mil-sufrimientos y contempla a los difuntos mira a su padre que yace tendido y su corazoacuten se triza nunca en vida de su viejo le dijo una palabra dulce y ahora en los confines de este mundo en su dormir lo recuerda y llora Poco a poco se calmoacute la lluvia y el arquero agachado aspiraba el fuerte olor a tierra y se llenaba su espiacuteritu de densa agitacioacuten envenenada llena de ruidos y visiones Brincan en las entrantildeas los espiacuteritus despiertan los difuntos dilata su fronda murmurando el aacuterbol sagrado de la hipnosis con sus ensontildeaciones espesamente-florecidas en sus ramas felpudas (XXIII 504-517)

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IV La palabra

El problema linguumliacutestico de Grecia81

Para poder apreciar la grande y profunda significacioacuten de la obra kazantzakiana en el terreno de la reivindicacioacuten y aprovechamiento de la riqueza del neogriego es indispensable conocer siquiera en siacutentesis el problema linguumliacutestico de la Grecia Moderna Desde los uacuteltimos siglos de la Antiguumledad se da la tendencia a imitar el lenguaje aacutetico de la eacutepoca del apogeo cultural y poliacutetico de Atenas y a despreciar el idioma hablado que ya en los siglos heleniacutesticos ha evolucionado substancialmente tanto en su sistema foneacutetico como en el morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico Se origina asiacute un ldquofalso bilinguumlismordquo la llamada ldquodiglosiacuteardquo (διγλωσσiacuteα) el uso al escribir de una lengua no vigente ya en la vida El divorcio entre el idioma escrito y el hablado se hace mayor a medida que transcurren los siglos y se institucionaliza cuando el Imperio y la Iglesia adoptan la lengua arcaizante82 Esta ldquodiglosiardquo es heredada por el pueblo griego moderno como carga funesta que tiende a detener todo progreso cultural a mantener a la masa popular en el analfabetismo o semianalfabetismo y a generar una actitud de repulsa a todo lo escrito a la cultura En efecto despueacutes de la Revolucioacuten de la Independencia (1821-1830) triunfan los arcaiacutestas y se impone como lengua oficial del estado una creacioacuten artificial llamada ldquokathareacutevusardquo (καθαρεύουσα) mezcla de elementos gramaticales del antiguo aacutetico con ciertas concesiones a

81 Una exposicioacuten acerca del problema linguumliacutestico griego en castellano puede verse en nuestro estudio ldquoLa diglosiacutea en la historia de la lengua griegardquo Boletiacuten de Filologiacutea Homenaje a Ambrosio Rabanales tomo XXXVII 1998-1999 (Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad de Chile)82 Es de hacer notar que los Evangelios en la forma en que los conocemos son el maacutes bello monumento de la koineacute popular de la eacutepoca En ellos se muestran en germen los caracteres de lo que seraacute el neogriego Los primeros cristianos en su deseo de extender al maacuteximo el mensaje evangeacutelico utilizaron el idioma popular e ignoraron el aticismo Sin embargo pocos siglos maacutes tarde cuando la Iglesia pasa a ser religioacuten oficial del Imperio adopta la lengua arcaiacutesta que la masa popular no entiende casi en absoluto En el s V el obispo Nonos Panopolitis traduce el Evangelio de San Juan al griegohellip iexclhomeacutericohellip en hexaacutemetroshellip

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formas medievales y a alguna cantidad de vocabulario moderno aunque arcaizado en su morfologiacutea La diferencia entre la kathareacutevusa y la lengua neogriega llamada ldquodimotikiacuterdquo hablada por el pueblo y producto de una continuidad ininterrumpida desde los tiempos homeacutericos es inmensa Los sistemas morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico estaacuten separados en muchos de sus elementos por una distancia de dos mil quinientos antildeos de evolucioacuten linguumliacutestica De este modo el nintildeo debiacutea reemplazar las palabras y formas que habiacutea aprendido de su madre por otras y aprender a asignarle a cada objeto otro nombre con declinacioacuten y muchas veces geacutenero distintos a utilizar otros verbos de conjugacioacuten antes desconocida a intentar una sintaxis artificial en una palabra debiacutea superponer a su sistema linguumliacutestico natural otro artificial y arbitrario Cuando el escolar procediacutea de un lugar de dialecto arraigado en sus estudios completos debiacutea agregar a su idioma natural tres sistemas gramaticales distintos la lengua hablada comuacuten la kathareacutevusa y por uacuteltimo el griego claacutesico Si a ello se agrega la mantencioacuten de una ldquoortografiacuteardquo absolutamente anacroacutenica y arbitraria de dificultad casi inimaginables puede tenerse una idea del efecto que semejante caos linguumliacutestico produciacutea en la actitud del nintildeo del joven y del hombre de pueblo en general hacia la educacioacuten y la cultura El peso de prejuicios seculares de una tradicioacuten arcaiacutestica milenaria la falta de concepciones cientiacuteficas sobre la lengua neogriega el desconocimiento de su inmensa riqueza y una posicioacuten poliacutetica conservadora triunfaron sobre el esfuerzo de los demoticistas partidarios de poner teacutermino a la diglosiacutea y reconocer el derecho del pueblo a escribir el idioma que habla como habiacutea sucedido siglos antes en todos los paiacuteses europeos La larga y difiacutecil batalla por el uso y el cultivo de la lengua hablada la daraacuten primero los poetas Solomoacutes el cantor de la Independencia y sus seguidores de la Escuela Joacutenica durante medio siglo Maacutes tarde seraacute el gran linguumlista y escritor Jean Psichari quien lanzaraacute la ldquoproclamardquo en favor del idioma popular en su libro Mi viaje (1888) Largos combates han de sucederse todaviacutea para que la lengua griega moderna se imponga en todos los dominios de la literatura Soacutelo en 1917 se conseguiraacute la implantacioacuten del estudio de la lengua viva en las escuelas en una reforma impulsada entre otros por el extraordinario

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linguumlista y maestro Manolis Triandafilidis Pero la reaccioacuten se impone casi enseguida y se reimplanta el uso obligatorio de la kathareacutevusa en la escuela limitaacutendose el estudio del idioma hablado soacutelo a los tres primeros cursos de la primaria Esta situacioacuten vino a terminar soacutelo en 1976 cuando se ldquolegalizoacuterdquo la lengua neogriega la dimotikiacute y se puso fin al dominio de la kathareacutevusa En 1982 se simplificoacute un tanto la ortografiacutea suprimiendo los ldquoespiacuteritusrdquo la ldquoiota suscritardquo y dejando soacutelo un acento el agudo Una de las consecuencias de la diglosiacutea ha sido el conocimiento y estudio tardiacuteo en Grecia de la lengua griega y su extraordinaria riqueza pese a que a fines del siglo antepasado y primera mitad del siglo XX se realizaron hermosas traducciones de obras antiguas que mostraban su plena capacidad expresiva negada por los arcaiacutestas83 De ahiacute que sea en tal marco en el que debemos ubicar la vasta obra de Kazantzakis

83 J Polylaacutes tradujo la Odisea homeacuterica y tragedias de Shakespeare A Heftaliotis introductor de la dimotikiacute en el geacutenero histoacuterico en su Historia del neohelenismo vertioacute tambieacuten aquella epopeya a la lengua popular A Palis realizoacute una bella versioacuten de la Iliacuteada y tradujo el Evangelio cuya publicacioacuten parcial provocoacute en Atenas en 1901 una reaccioacuten violenta de los arcaiacutestas con un saldo de muertos y heridos y la excomunioacuten del Patriarca de Constantinopla para el traductor Los nombres del gran liacuterico Palamaacutes del novelista Xenoacutepulos ndashintroductor de la dimotikiacute en el teatrondash y del filoacutelogo Sotiriadis ndashtraductor de Esquilondash estaacuten ligados tambieacuten a la batalla linguumliacutestica de fines del siglo XIX y comienzos del XX fundamentada cientiacuteficamente en la vasta obra filoloacutegica de Psichari Imposible no citar la opinioacuten del ilustre helenista Karl Krumbacher sobre los funestos efectos del ldquobilinguumlismordquo ldquoUna ruina aparecioacute en la vida espiritual de los griegoshellip maacutes profunda y manifiesta que en cualquier otra nacioacuten La desgracia de la diglosia El sello de lo diceacutefalo En toda su cultura nacional entroacute asiacute un elemento peligroso la falsedadrdquo (Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 564) He aquiacute el juicio de un preclaro sabio griego Fotiadis ldquoLa flor de la lengua florece en los pequentildeos labios de los nintildeos como una rosa de abril plena de rociacuteo iquestLo enviacuteas a la escuela Poco a poco la flor amarillea deja caer sus peacutetalos se marchita Maestros y maestras (no es culpa de los hombres lo dije es culpa del sistema) trabajan empentildeosa e incansablemente en pro de tal destruccioacuten Porque luchan todos ellos no para cultivar o enriquecer su verdadera lengua para luego con ella abrirle tambieacuten los tesoros de la antigua Hacen algo antinatural y antipedagoacutegico Le matan su propia lengua y no le dejan ninguna en su alma Ni la demoacutetica ni la antigua Le hunden en el cerebro la kathareacutevusa como clava uno con indiferencia un clavo en el tronco de un aacuterbol Pero con tales procedimientos se asesina el espiacuteritu es decir al hombrehelliprdquo Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 265

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Kazantzakis y la lengua griega

La Odisea y las versiones meacutetricas de los poemas homeacutericos y de la Divina Comedia realizadas por Kazantzakis84 constituyen para nosotros como conjunto una de las tentativas de mayores perspectivas que se hayan emprendido para aprovechar en forma consciente la riqueza potencial del neogriego La lengua popular fue objeto de admiracioacuten y de cultivo especial por Kazantzakis desde sus antildeos juveniles Colabora con la revista Numaacutes oacutergano de los demoticistas militantes y participa en el Ciacuterculo de Instruccioacuten de Atenas en la batalla dura y prolongada por vencer prejuicios linguumliacutesticos seculares y obtener el reconocimiento del idioma hablado por el pueblo El verdadero griego moderno la llamada dimotikiacute glosa fue una de las realidades a que se aferroacute el escritor con maacutes pasioacuten Su amor por ella y su decisioacuten de combatir por dignificarla por vencer las barreras del arcaiacutesmo que pretendiacutean detener su desarrollo literario no lo abandonan ni aun en los momentos de crisis cuando ldquosu nihilismordquo lo lleva a dejar en forma inesperada actividades iniciadas con entusiasmo ldquoUna tarde de primavera en los faldeos de la Acroacutepolis en Atenas me encontreacute con una yerbaterahellip Me acerqueacute y trateacute de entablar conversacioacuten con ella como lo habiacutea visto hacer a Kazantzakis tantas veces Y ella sin moverse maacutes allaacute de unos pocos pasos del lugar donde se hallaba se inclinoacute y sacoacute de la tierra junto con las yerbas iexclno menos de cuarenta nombresrdquo iexclEste es el oceacuteano de vino en que se embriagoacute Kazantzakisrdquo85 Las palabras de Prevelakis no constituyen una exageracioacuten La riqueza del neogriego es en realidad notable En especial en lo que se refiere al leacutexico a los compuestos y derivados y a la complejidad del sistema verbal con su diferenciacioacuten de acciones prolongadas e instantaacuteneas Una cantidad de dialectos y hablas regionales bastante variadas proporcionan elementos de enriquecimiento a la lengua comuacuten Pero paradojalmente como deciacuteamos este idioma no se terminaba de conocerse bien en su potencialidad en la propia Heacutelade

84 En la traduccioacuten de los poemas homeacutericos Kazantzakis trabajoacute maacutes de 12 antildeos en colaboracioacuten con el filoacutelogo I Kakridiacutes85 Prevelakis El poeta y el poema de la Odisea paacuteg 73

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Kazantzakis se propuso emprender una obra de envergadura respecto de la lengua neoheleacutenica Y la realizoacute a traveacutes de maacutes de cincuenta antildeos de trabajo intenso Siguioacute el consejo del poeta nacional Solomoacutes ldquoSirve primero a la lengua del pueblo y despueacutes si eres capaz domiacutenalardquo Jurmuzios al comentar el valor de la Odisea en el aspecto del lenguaje se refiere a aquella labor ldquoEs [el poema] un extraordinario monumento linguumliacutestico que muestra la riqueza de nuestra lengua demoacutetica su exactitud expresiva su capacidad para denotar los maacutes sutiles matices del pensamiento poeacutetico y su potencialidad para llegar a ser con el tiempo fuente inagotable para la prosa comuacuten que a menudo utiliza periacutefrasis alliacute donde deseariacutea expresar una significacioacuten con soacutelo un teacutermino Kazantzakis ha relatado coacutemo logroacute acumular este enorme tesoro leacutexico [hellip] Viajoacute por toda Grecia y estudioacute todos los dialectos investigoacute las significaciones y los matices de significados de las palabras coleccionoacute pacientemente cuantos teacuterminos no le ofreciacutea la dimotikiacute corriente [hellip] Es menester sentir grande y verdadero amor por el idioma para realizar tal labor Kazantzakis nos mostroacute con la Odisea la pobreza de nuestra lengua cotidiana entregoacute a su generacioacuten y a la venidera un tesoro inapreciable y demostroacute a la vez que el lenguaje popular puede responder a nuestras necesidades expresivas basta conocerlo y amarlordquo86 A propoacutesito de la riqueza del neogriego en el Libro de viajes por Inglaterra Kazantzakis recuerda una conversacioacuten con Petros Vlastoacutes escritor y estudioso de la lengua ldquoMuchas horas permanecimos hablando sobre el gran amor de nuestra vida la lengua popular Eacutel tambieacuten ama con pasioacuten obstinada lo mejor y maacutes profundo que tiene nuestra raza [hellip] La lengua demoacutetica es nuestra patria ndashdeciacuteamos y con dificultad conteniacuteamos la emocioacutenrdquo87 En otro lugar hallamos expresiones entusiastas sobre las posibilidades literarias del neogriego ldquoAdmiro nuestra lengua popular Coacutemo se puede traducir palabra por palabra el endecasiacutelabo [de la Divina Comediahellip] ahora traduzco la Odisea de Homero con Kakridiacutes con quien tradujimos la Iliacuteada [hellip] No hay una palabra homeacuterica ni un epiacuteteto compuesto para el cual no hayamos encontrado el teacutermino

86 Jurmuzios E La ldquoOdiseardquo de Kazantzakis Rev Kenuria Epojiacute 195887 Libro de Viajes por Inglaterra 5ordf ed griega paacuteg 105

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correspondiente en el neogriego Venero esta lengua la trabajo como esclavo y amante Cuarenta antildeos he andado por campos y aldeas recogiendo palabras88rdquo El estudio de Jurmuzios que hemos citado maacutes arriba se publicoacute en su forma original en 1939 en Atenas Desde Londres Kazantzakis escribioacute a su autor una carta en algunos de cuyos paacuterrafos explica la perspectiva de su labor ldquoEn una eacutepoca muelle en la que faltan luchadores de primera fila no estando auacuten del todo vertebrada nuestra excelente lengua he intentado como he podido con amor con esfuerzo con cuidadosa atencioacuten reunir sus dispersos miembros y darles un aliento de vida en lo que me ha sido posiblerdquo Estas palabras enfocan con exactitud el significado del esfuerzo linguumliacutestico del escritor la creacioacuten de una auteacutentica y rica ldquolengua poeacutetica panheleacutenicardquo la elevacioacuten del neogriego a tal categoriacutea por medio del aprovechamiento de todas las potencialidades de los dialectos y de las fuerzas creadoras no utilizadas de la lengua comuacuten Jacques Lacarriegravere destaca el caraacutecter de este esfuerzo ldquoLa lengua utilizada por Kazantzakis ndasha la que tantos griegos han caiacutedo en el absurdo de reprocharndash no es como se ha dicho una lengua artificial abstrusa fabricada Es la misma lengua que el poeta ha investigado y empleado toda su vida esa que no existe en ninguacuten diccionario ldquooficialrdquo Kazantzakis va a buscar las palabras alliacute donde se encuentran [hellip] en los labios de los campesinos de los pescadores de los pastores y de los artesanos [hellip] La Odisea es el maacutes grande y maacutes maravilloso diccionario con que se pueda sontildear es una antologiacutea del logos griegordquo89 El profesor Peter Bien resumiendo la trayectoria de Kazantzakis frente a la cuestioacuten linguumliacutestica tambieacuten habla de la Odisea como de un diccionario de la lengua popular ldquoKazantzakis entroacute al movimiento en pro de la lengua del pueblo poco despueacutes del comienzo de su carrera y fue hasta su muerte un demoticista ardiente Al principio su demoticismo estaba relacionado con el nacionalismo En aquel periacuteodo (entre 1907-1920) su preocupacioacuten se centraba en el plano de las ideas pero su

88 Yalurakis M ldquoKazantzakis me dijordquo revista Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 16189 Lacarriegravere J laquo N Kazantzakis Sur les trace drsquoUlysse raquo Chant Planetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre temps

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accioacuten poseiacutea maacutes caraacutecter poliacutetico y pedagoacutegico que literario Este periacuteodo terminoacute entre 1920 y 1922 cuando Kazantzakis desencantado del nacionalismo griego comenzoacute a verse a siacute mismo como un escritor europeo cosmopolita En los antildeos 1920-1940 Kazantzakis continuoacute siendo demoticista pero sus esfuerzos por encontrar una salida para el demoticismo se frustraron Y de este modo puso todo su celo linguumliacutestico en la Odisea que llegoacute a ser un diccionario de la lengua popular a la vez que una obra de arterdquo90 Lasso de la Vega destaca como otros estudiosos extranjeros el papel del escritor cretense en el plano linguumliacutestico ldquoKazantzakis es un excelente renovador y un gran maestro de su lengua Eacutel es quien descubrioacute los ocultos tesoros del habla de su paiacutesrdquo Y Gustav Conradi se refiere con emocioacuten al lenguaje de la Odisea ldquoSu instrumento bienamado la lengua popular viva de su tiempo La busca en todos los rincones de su patria multitentacular la enriquece y la adorna sin cesar y forja su lenguaje visible y tangible tan centelleante tan lleno de realidad cuyo ritmo es como el profundo e infatigable rumor del mar de la por doquier presente sentildeora de la tierra heleacutenicardquo91 La empresa linguumliacutestica de Kazantzakis no puede pues estrictamente hablando ser comparada con la de Joyce aunque no han faltado quienes tambieacuten en este aspecto han establecido un paralelo entre ambos escritores El virtuosismo linguumliacutestico del autor de Ulises responde maacutes bien a un impulso sutil refinado El ingleacutes de la eacutepoca de Joyce vive una etapa distinta de la que vive el griego cuando aparece la Odisea Ademaacutes la labor de Kazantzakis se centra maacutes en la utilizacioacuten de recursos ignorados o poco aprovechados del idioma que

90 Bien P ldquoEl demoticismo de Kazantzakisrdquo en Sociedad de Estudios Heleacutenicos de la Universidad de Princeton volumen dedicado al Simposio sobre la obra de Kazantzakis (X-1969) cit por Friar K ldquoKazantzakis en Ameacutericardquo Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 145 Un libro sobre este tema del profesor Bien fue editado por la U de Princeton en 1972 Kazantzakis y la cuestioacuten linguumliacutestica91 Conradi G ldquoiexclOdissia Odissiardquo en Nea Hestiacutea nov 1969 paacuteg 26 El mismo autor comentando una frase de Kazantzakis en una carta fechada en Gotescamp el 17-6-1929 expresa ldquoEl verso perfecto es la uacutenica salvacioacuten del almardquo iexclKazantzakis el Cretense el adorador de El Greco el hombre lleno de fuego caos fuerzas cosmogoacutenicas contradictorias lucha por el verso perfecto

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en la creacioacuten maacutes o menos arbitraria de neologismos que no afincaraacuten en definitiva en la lengua El glosario de dos mil palabras que traiacutea la primera edicioacuten de la Odisea conteniacutea neologismos pero no tantos como se pensoacute en el primer momento Habiacutea siacute en eacutel muchas palabras desconocidas para la gente de los grandes centros urbanos Claro estaacute que se dan tambieacuten en Kazantzakis en forma limitada procesos de descomposicioacuten derivacioacuten y siacutentesis que salen del marco de utilizacioacuten de potencialidades desconocidas de la lengua para entrar en el plano de lo que llamariacuteamos creacioacuten linguumliacutestica libre Amor placer esfuerzo dolor se entremezclan en la relacioacuten de Kazantzakis con la palabra con la lengua ldquoEstaba auacuten peleando y luchando por domar a estos potros salvajes que son las palabras cuando llegoacute el veranordquo dice en Carta al Greco92 a propoacutesito de los meses en que la semilla de la Odisea maduraba en su interior Y antildeade ldquoMiles millones de antildeos han pasado desde la primera mantildeana del hombre y sin embargo el arte de seducir lo invisible es siempre el mismo Utilizamos siempre los mismos artificios los mismos ruegos interesados [hellip] Asiacute yo tambieacuten tendiacuteahellip las palabras a modo de trampas a fin de atrapar el Grito inasible que caminaba delante de miacuterdquo Y en otro lugar alude al sentido liberador del encuentro de la expresioacuten ldquoYo sabiacutea que no habiacutea para miacute maacutes que un medio de librarme de un gran sufrimiento o una gran alegriacutea y de reencontrar mi libertad hechizar ese sufrimiento o esa alegriacutea por el sortilegio del verbo93rdquo Pero no se trataba de algo faacutecil sino de una dura batalla que desde la idea inicial hasta su completa realizacioacuten requirioacute maacutes de quince antildeos de los cuales doce fueron de elaboracioacuten y correccioacuten ldquoEscribiacutea tachaba no encontraba las palabras adecuadas A veces eran opacas sin alma a veces abstractas sin cuerpo sin calor llenas de aire Me proponiacutea decir una cosa y las palabras ariscas desenfrenadas me arrastraban a otra Mi idea inicial habiacutea crecido desmedidamente habiacutea desbordado el molde en que la habiacutea colocado cubriacutea audazmente maacutes especio y tiempo cambiaba se transformaba no alcanzaba yo a precisar su rostrordquo94

92 Carta al Greco paacuteg 58393 Ibiacutedem pp 568-56994 Ibiacutedem p 569

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Al explicar a Kimon Friar el sentido de la adjetivacioacuten y del epiacuteteto en el poema Kazantzakis hace tambieacuten referencia al proceso doloroso que significa el esfuerzo por asir el pensamiento el sentido complejo a traveacutes de la palabra ldquoMe gustan los adjetivos no como simples adornos [hellip] Siento la necesidad de expresar mi emocioacuten en todos sus aspectos [hellip] Y esta emocioacuten no es simple [hellip] Por eso me es imposible limitarme a un solo adjetivo Tal epiacuteteto uacutenico mutilariacutea mi emocioacuten Me siento obligado para permanecer fiel a ella para no traicionarla a antildeadir otro adjetivo a veces opuesto al anterior Nada maacutes substantivo que el adjetivo El esfuerzo para encontrar un epiacuteteto exacto para encerrar con eacutel la significacioacuten a fin de que no se desvanezca es casi siempre doloroso Y tiene algo de verdaderamente traacutegico el deseo vehemente de expresar todas las propiedades contradictorias que existen en un substantivo para no condenar a muerte nada substancialrdquo95 I M Panayotoacutepulos se refiere a la riqueza linguumliacutestica del poema mirada desde el punto de vista de un griego ldquoRecuerdo cuando me presentoacute recieacuten impreso este libro queacute expresioacuten teniacutea su rostro como si ya no se preocupase por nada [hellip] Era su gran mensaje Habiacutea emprendido lo imposible quebrar el dique de la epopeya dar expresioacuten a nuestro tiempo Recuerdo que la riqueza linguumliacutestica me sorprendioacute Comprendiacute el derecho de Kazantzakis a ordentildear la palabra de mil zumos de las entrantildeas virginales de la lengua natural y del astro de su fuerza glosoplaacutestica Pero al mismo tiempo tambieacuten teniacutea dificultades para viajar a traveacutes de aquella selva linguumliacutestica de aquella profunda hondonada por esa tierra inhoacutespita en la que eacutel pareciacutea un diestro guiacuteardquo96 La nueva Odisea trae a la memoria la Odisea homeacuterica Y en verdad no soacutelo el aprovechamiento del personaje liga a la magna obra neogriega con los antiguos poemas homeacutericos Pues se encuentra tambieacuten en el poema moderno una serie de procedimientos expresivos ndasha veces lejanos pero paralelosndash de aquella eacutepica singular de los antiguos griegos Dice Marasso que la ldquoconfrontacioacuten de la palabra con quien la

95 Cit por Friar K en ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten inglesa de la Odisea96 Panayotoacutepulos I M ldquoKazantzakis un viajerordquo rev Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 145

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escucha y se deja seducir cuando la voz se calla como si viniera de lejos la aprendioacute Homero y la llevoacute a su fascinacioacuten imperecedera de la tradicioacuten eacutepicardquo97 Y la actitud de narrador de Kazantzakis es la del bardo que desenvuelve diacutea a diacutea la tragedia eacutepica de la existencia humana extrayendo su material de su vasta memoria bifaceacutetica de hombre compenetrado como poquiacutesimos con el alma la poesiacutea la mitologiacutea popular actual y de culto estudioso de inagotables lecturas Y asiacute es como hallamos en la Odisea elementos tiacutepicos de la narracioacuten popular repeticiones foacutermulas epiacutetetos ldquopreguntas sin objetordquo aacuteskopa erotiacutemata y otros que se han sentildealado tambieacuten en Homero y que el eminente homerista Kakridiacutes sentildeala eran asimismo en los tiempos en que plasmaron las dos epopeyas antiguas procedimientos del narrar popular98 y fueron recogidos y elevados al rango de aquella maravillosa poesiacutea eacutepica Como sentildealamos anteriormente en este trabajo el clima antiguo va desapareciendo raacutepidamente si bien se alcanza a aludir a varios episodios del retorno de Ulises como los de Calipso Circe y Nausiacutecaa narrados brevemente en la rapsodia II La presentacioacuten del relato podriacutea recordar el ambiente homeacuterico si no tuviera ya alliacute un lugar importante la hostilidad de Teleacutemaco hacia el padre recieacuten llegado que se une a otros factores para revivir en Odiseo el afaacuten de volver al mar

A la noche siguiente junto al fuego asiacute que se cerraronlas grandes puertas de bronce y animales y siervos en el palacio se durmieroncon voz suave comenzoacute Odiseo a relatar sus sufrimientosEstaba sentado en el gran trono en-forma-de-leoacuteny en mullidos cojines reposaba su cuerpo azotado-por-los-mares En un trono maacutes bajo la reina con los ojos llorososse dobla como el lino fino como la espiga tiemblaya llegaron las olas y golpean su pecho oprimidoInclinada con sus haacutebiles dedos lino azulado hila en el husoy lana suave para tejer a Atenea hermoso peplo

97 Marasso A ldquoProacutelogordquo a Obras Completas de Homero traduccioacuten de Segalaacute y Estalella paacuteg 998 Kakridiacutes I Th Homeric Researches paacuteg 108

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y pensaba bordar sobre la mar un barco negro y en tornouno tras otro los padecimientos y penas de su esposoSobre una piel encogido se arrastraba en un rincoacuten el padreel mentoacuten hundido en las rodillas los paacutelidos brazos cruzadoscomo el infante que espera se abra el vientre de la madrecomo el cadaacutever que retorna a la tierra esa matriz inmensaAl frente se yergue tenso el hijo altivo junto al fuego al destello de las llamascontempla con mirada hostil los labios de su progenitorque vibran ya y se preparan para comenzar a hablar con artebulliciosas abejas sus palabras llenas de aguijoacuten y mielrivalizan cuaacutel vuela primero a la colmenay el hijo con coacutelera observaba esa boca y su espeso enjambreVino tambieacuten por cierto el lar el astuto y serpentino dios de la familiasu lengua biacutefida lamiendo a instalarse en un rincoacuten del hogar para escuchar las aventuras del sentildeor

(II 1-25)

La acumulacioacuten de elementos linguumliacutesticos conecta tambieacuten en cierta medida el Ulises y la Odisea Mientras la Odisea homeacuterica con poco maacutes de 12000 versos alcanza unas 195000 palabras la obra de Joyce tiene 260430 teacuterminos seguacuten iacutendice de Hanley citado por Levin El poema de Kazantzakis con un promedio de 85 palabras por verso alcanzariacutea una cantidad aproximada de 280000 Este verdadero torrente de material linguumliacutestico no es producto arbitrario de una voluntad caprichosa o extravagante Kazantzakis sentiacutea la necesidad de expresar un mundo interior turbulento y para ello buscoacute obstinadamente medios glosoloacutegicos adecuados de maacutes eacutenfasis de maacutes fuerza de sugerencia de mayor vida para traducir un sentido de mayor luminosidad para mostrar un contenido Extrajo elementos de los dialectos y en especial del cretense incomparable por su riqueza y maduro por una tradicioacuten de cultivo literario que se remonta a los siglos XVI y XVII

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La riqueza linguumliacutestica de la Odisea

En Carta al Greco hay un pasaje que habla del esfuerzo del artista por encontrar el lenguaje que pudiera realmente ldquoaprisionarrdquo el mundo espiritual del hombre atormentado que simboliza Ulises Cuando al fin aparece ante eacutel el rostro de Odiseo le habla asiacute el escritor

ldquoiexclQueacute palabras no te he tendido como trampa para atraparte Te he llamado sacriacutelego y adversario-de-los-dioses y hombre-de-siete-vidas y hombre-de-espiacuteritu-muacuteltiple de-espiacuteritu-que-urde-intrigas de-espiacuteritu-de-zorro de-espiacuteritu-ambiguo-como-una-encrucijada como-una-montantildea-de-muchas-cimas de-espiacuteritu-que-no-va-a-la-derecha-ni-a-la-izquierda y engantildeador-de-corazones y conocedor-de-los-corazones y enemigo-de-los-corazones casa-cerrada y arrebatador-de-almas y primer boyero-del-alma y espiacutea-en-las-fronteras y corredor-de-gente y vendimiador-de-gente y arco-del-espiacuteritu y constructor-de-fortalezas y destructor-de-fortalezas y pirata y hombre-de-corazoacuten-vasto-como-el-mar y delfiacuten y casuista y hombre-de-la-voluntad-doble-o-triple y hombre-de-las-cumbres y solitario y eterno-extraviado y gran-navegante y buque-de-tres-palos-de-la-esperanzahelliprdquo99

Los epiacutetetos aplicados a Odiseo recogen un ansia vehemente de asir el alma en las palabras Los epiacutetetos claacutesicos griegos y latinos del heacuteroe quedan disminuidos frente a la catarata linguumliacutestica de la Odisea de Kazantzakis Pasan de 200 en el poema (y en toda la literatura latina Carter contoacute 61) Algunos tratan de reflejar especialmente la multiplicidad de espiacuteritu las facetas diversas del hombre angustiado por explicarse el mundo por aprehenderlo en su infinitud heftaacutepsijos (εφτἁψυχος) el-de-siete-almas heftaacutegnomos (εφτἁγνωμος) el-de-siete-opiniones diplotripplovulis (διπλοτριπλοβούλης) el-de-doble-y-triple-voluntad stavrodromonusis (σταβροδρομονοὑσης) el-de-mente-cual-cruce-de-caminos poliproacutessopos (πολυπρoacuteσωπος) el-de-muacuteltiples-rostros diyeniacutes (διγενής) el-de-doble-origen miriovulis (μυριοβούλης) el-de-innumerables-intenciones pendaacutegnomos (πεντάγνωμος) el-de-cinco-pareceres pendagnoacutestikos (πενταγνώστικος) el-que-conoce-cinco-

99 Carta al Greco paacuteg 581

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veces No es posible evidentemente examinar exhaustivamente estos epiacutetetos en un trabajo como eacuteste La enumeracioacuten podriacutea prolongarse el-de-los-malos-pies el-sembrador-de-llamas el-de-filoso-pensamiento el-que-persigue-suentildeos el-varoacuten-de-las-mil-travesiacuteas el-de-alma-de-dos-filos el-destructor-de-corazones (kardiokatalitis compuesto creado sobre el teacutermino popular propio de la vieja poesiacutea popular heroica de los primeros siglos del milenio kastrokatalitis destructor-de-fortalezas) Por lo general eacutestos y otros epiacutetetos aplicados a los diversos personajes funcionan como substantivos en ocasiones y como adjetivos en otras y pueden ponerse en parangoacuten con los bellos teacuterminos sinteacuteticos de la lengua griega popular100 Eacutestos suelen aludir a realidades muy proacuteximas psiacutequica o fiacutesicamente y que para el hablante aparecen como una unidad He aquiacute algunos ejemplos ta anthropomuacutelara (τά ὰνθρωπομοuacuteλαρα) el conjunto del hombre con sus mulas ta ghinekoacutepeda (τά γυναικoacuteπαιδα) el conjunto de las mujeres y los nintildeos por contraposicioacuten a los varones to uranothaacutelaso (το ουρανοθάλασσο) conjunto de cielo y mar a la vista del navegante su horizonte taacute yenomuacutestaka (τα γενομοuacuteστακα) conjunto de la barba y los bigotes del varoacuten to saacutevatokiacuteriako (το σάβατοκύριακο) unidad del saacutebado y el domingo (fin de semana diriacuteamos en el lenguaje urbano de nuestro siglo) to savatoacutevradi (το σαβατoacuteβραδυ) la tarde del saacutebado sin duda bien distinta en las aldeas que las otras tardes de la semana taacute astrapoacutevronda (τα αστραπoacuteβρονδα) unidad del relaacutempago y del trueno como es sentida por el campesino ta galazovrojia (τα γαλαζοβρόχια) unidad de lluvia y granizo ta jeropoacutedara (τά χεροπoacuteδαρα) conjunto de pies y manos de un hombre o de un animal ta nijopoacutedara (τα νυχοπoacuteδαρα) conjunto de patas y garras o de pies y untildeas androghinekomani (αντρογυναικομάνι) conjunto de parejas de hombres y mujeres Naturalmente todos los teacuterminos simples incluidos en estas siacutentesis del habla popular existen y tienen pleno funcionamiento autoacutenomo aunque es frecuente que su geacutenero sea distinto como por ejemplo uranothaacutelaso que es un

100 En los maacutes breves poemas populares hallamos a cada paso bellos compuestos En un simple diacutestico de amor se elogia al amado en un verso Basilisco de-anchas-hojas de-cuarenta-ramas Dos versos de un canto de bodas de encomio al novio que comienza a cernir la harina para la ceremonia son dos compuestos ldquoY el joven que cierne de-brazos-de-cristal y de-dedos-de-platardquo

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neutro compuesto de o uranoacutes (ο ουρανός) el cielo masculino e i thaacutelasa (η θάλασσα) el mar femenino o astrapoacutevronda neutro plural compuesto de i astrapiacute (η αστραπή) el relaacutempago femenino e i vrondiacute (η βροντή) el trueno femenino o portoparaacutethira (πορτοπαράθυρα) el conjunto de las puertas y ventanas de una casa compuesto de i porta (η πόρτα) la puerta femenino y to paraacutethiro (το παράθυρο) la ventana que es neutro to dekadaacutejtilo (το δεκαδάχτυλο) compuesto singular que designa como una unidad al conjunto de los diez dedos de las manos de deka (δέκα) y to daacutejtilo (το δάχτυλο) el dedo jionoacutevroja (χιονoacuteβροχα) neutro plural conjunto de la nieve y de la lluvia de to jioni (το χιόνι) neutro la nieve e i vrojiacute (η βροχή) femenino la lluvia Entre los epiacutetetos dedicados a Helena y a algunas otras mujeres que intervienen en las muacuteltiples historias entrelazadas en el poema encontramos expresiones muy bellas provenientes de la creacioacuten linguumliacutestica del escritor y a veces del simple lenguaje popular o aldeano no conocido en ocasiones por gente letrada de las grandes urbes Estos vocablos plantean tambieacuten problemas de traduccioacuten Veamos algunos de ellos mighdalogelastra (μυγδαλογελάστρα) aquella-cuya-sonrisa-se-asemeja-a-un-almendro pothoglistri-plati (ποθογλίστρη πλάτη) aquella-en-cuya-espalda-se-desliza-el-deseo rodostalajti (ροδοστάλαχτη) aquella-sobre-la-cual-caen-rosas astromata (ἀστρομάτα) la-de-ojos-de-estrellas marmaroacutelemi (μαρμαρoacuteλεμη) la-de-cuello-marmoacutereo krinomaacuteguli (κρινομάγουλη) la-de-mejillas-de-nardo pothokimistra (ποθοκοιμίστρα) la-que-adormece-la-pasioacuten moskokanelokoacutekali (μοσκοκανελοκoacuteκαλη) aquella-cuyos-huesos-perfuman-a-almizcle-y-canela anthodrosomilusa (ανθοδροσομιλούσα) la-que-habla-como-el-rociacuteo-de-las-flores En sus constantes investigaciones sobre la lengua popular Kazantzakis recogioacute una cantidad de compuestos de notable intereacutes que no poseen equivalentes en otros idiomas y provocan en el traductor admiracioacuten y a la vez dificultades Coacutemo podriacuteamos expresar el contenido de los teacuterminos yiortoacutepiasma y yerontoacutepiasma que designa al hijo engendrado furtivamente en una fiesta y al hijo de un anciano daacutendose en ambos casos un matiz despectivo En uno es la creatura sin padre cuya existencia se inicia por casualidad en el ardor y desorden de alguna celebracioacuten En el segundo caso es la creatura que se supone

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deacutebil y de futuro precario hijo de una semilla agotada en el concepto popular Otro ejemplo el vocablo lioacutekrusi compuesto de venerables palabras antiguas (κρούω krouo y ήλιος helios el sol) que alude al momento preciso en que en diacuteas determinados el sol poniente alcanza a iluminar con sus rayos a la luna que se levanta en el oriente momento que soacutelo puede ver un campesino y nunca un hombre de ciudad El uso de sufijos numerales para expresar un acrecentamiento de la calidad denotada por el adjetivo o una relacioacuten afectiva intensa con el objeto al que alude el substantivo constituye un procedimiento de la lengua neogriega que Kazantzakis aprovechoacute en siacute mismo y ademaacutes como base de creacioacuten linguumliacutestica Asiacute en el lenguaje popular tenemos junto a hilios el sol trishilios (tres-veces-sol literalmente) con el sentido de sol-muy-amado-para-miacute tres veces sol para miacute Junto a kaloriacutezikos de-buen-destino afortunado tenemos triskaloriacutezikos tres veces afortunado Junto a los superlativos de oacutemorfi hermosa ndash omorfoacuteteri la maacutes hermosa omorfoacutetati hermosiacutesim ndash hallamos otros como panoacutemorfi toda-hermosa y pendamorfi cinco-veces-hermosa De alliacute a formular heftaacutemorfi siete-veces-hermosa hay poca distancia Este uacuteltimo numeral es utilizado por Kazantzakis a propoacutesito de la desdichada princesa Krinoacute (Lirio) despedazada por un toro braviacuteo excitado por orden de su propio padre y ante los ojos de eacuteste ella es Krinoacute i heftapaacutertheno Lirio la-siete-veces-virgen Helena ldquola forma ideal puriacutesima de la belleza eternardquo puede ser la heftayiacuteneko la-siete-veces-mujer El abuelo viejiacutesimo y remoto cuyos huesos acogioacute la entrantildea de la tierra en tiempo inmemorial es el xiliopapuacutes mil-veces-abuelo y no propiamente abuelo milenario El estudio de los compuestos en la Odisea podriacutea ser vastiacutesimo y tendriacutea que orientarse en la doble vertiente de la riqueza inmensa de la lengua neogriega y sus dialectos y de la labor creadora que sobre la base de aqueacutella realizoacute Kazantzakis iexclCuaacutentos matices se pierden en la traduccioacuten Ello constituye la contrapartida penosa de una tarea que maravilla a cada paso el descubrimiento de la lengua de la Odisea Verdad es que tenemos en castellano las expresiones tengo hambre y tengo sed y no verbos de un solo vocablo En griego podemos construir ambas expresiones pero tenemos los verbos pinoacute (pinao) y dipsoacute (dipsao) para sentildealar esas significaciones y ademaacutes el verbo compuesto (entre

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numerosiacutesimos anaacutelogos) dipsopinoacute tengo-sed-y-hambre El teacutermino yerontokori traducido a veces por solterona no alude soacutelo a la mujer de cierta edad que no se casoacute sino a la que permanece virgen entrada ya en edad Adjetivos populares como apovrojaris no poseen un equivalente como mojado empapado por la lluvia expresiones que tambieacuten existen en griego Una petra apovrojari es una roca-despueacutes-de-la-lluvia como queda como se ve como es despueacutes de la lluvia La yi apovrojari es la tierra-despueacutes-de-la-lluvia En muchas ocasiones la belleza sugerente de los compuestos se pierde en parte en la traduccioacuten i monajokimuses aquellas-que-duermen-solas to astrapogaacutegloto taxidi la travesiacutea zigzagueante-como-relaacutempago to fterotaacutexido krasiacute el vino de-alas-y-de-viajes el vino que hace brotar en la mente la alada travesiacutea ta fila drosokrustaliasmena las hojas-plenas-de-cristales-de-rociacuteo ta pneacutemata nijtodrosolusmena los espiacuteritus-bantildeados-por-el-rociacuteo-de-la-noche i plotes yiliofengarates los bajeles que-llevan-el-sol-y-la-luna (solados-y-lunados si pudiera calcarse la expresioacuten que denota la terminacioacuten atos en griego) El estudio del geacutenero seriacutea asimismo extenso e interesante aunque por la estructura de nuestro idioma no nos es faacutecil formarnos una idea de la riqueza de matices que la variacioacuten geneacutetica produce Junto al vocablo de la lengua comuacuten to kefali (neutro) la cabeza Kazantzakis no vacila en utilizar cuando le es conveniente las formas femeninas regionales o dialectales i kefala e i kefaliacute (anaacuteloga esta uacuteltima en su acentuacioacuten y declinacioacuten al vocablo antiguo hē kephalē) El mar i thaacutelasa es femenino normalmente pero en formas dialectales acogidas incluso en cantos populares panheleacutenicos se da en geacutenero masculino (o thaacutelasos) e incluso neutro (to thalasi) aparte de que en el compuesto popular de la lengua comuacuten uranothaacutelaso (conjunto de cielo y mar) adopta la forma de neutro terminado en o La mano es en la lengua comuacuten to jeri neutro pero tambieacuten existe la forma femenina i jera (maacutes proacutexima al vocablo antiguo de donde provienen ambas hē cheir cheiroacutes femenina) La luna que con matices tan distintos vimos en la seccioacuten El tiempo es normalmente el neutro to fengari Sin embargo en alguna ocasioacuten es el masculino o feacutengaros y en otras toma la terminacioacuten femenina y puede ser i fengaro o i kira-fengaro la luna o la sentildeora-luna La palabra antigua preservada por la tradicioacuten culta i seleni

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tambieacuten aparece con su matiz arcaiacutesta Con ella forma Kazantzakis la flor imaginaria selenotropo a semejanza de heliotropo que gira en la direccioacuten de la incierta luz lunar ya en los jardines mismos de la muerte en los hielos polares Alliacute la propia luna es para el asceta moribundo

hellipmi sol-cristal-heladoselenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronteespejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblante

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Bibliografiacutea

Kazantzakis N lsquoΟδύσσεια Odisea 3ordf edicioacuten Ediciones Dorikos Atenas 1960 Οδύσεια [sic con una σ] Edicioacuten facsimilar de la primera edicioacuten de la obra Ediciones Kazantzakis (Paacutetroklos Stavrou) Atenas 2005 lsquoΑσκτική Salvatores Dei Asceacutetica Salvatores Dei 3ordf edicioacuten Ediciones H Kazantzaki Atenas 1945 Ταξιδεύοντας lsquoΑγγλία Libro de Viajes Inglaterra 5ordf ed Atenas 1958 Ταξιδεύοντας lsquoΙσπανία Libro de Viajes Espantildea 2ordf ed Atenas 1958 Ascese Salvatores Dei Texte eacutetabli par Azis Izzet (Introduction de A I) Plon Paris 1959 Ascese Salvatore Dei Traduit du grec et presenteacute par Octave Merlier Atenas 1951 Del Sinaiacute a la Isla del Amor trad de A Lupo Canaleta Obras Selectas vol II Planeta Barcelona 1968 Cristoacutebal Coloacuten trad de Miguel Castillo Didier Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 Constantino Paleoacutelogo trad de Miguel Castillo Didier Editorial Santiago Santiago 1969 Carta al Greco trad de D L Garasa Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 Kazantzaki H Le Dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses textes ineacutedites Plon Paris 1968 ldquoCoacutemo vi escribir Carta al Grecordquo en N Kazantzakis Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 (sin mencioacuten del traductor) La verdadera tragedia de Panait Istrati trad de Hernaacuten del Solar Ercilla Santiago 1937 lsquoΕπίλογος Ταξιδεύοντας Κίνα Epiacutelogo a Libro de Viajes China Atenas 1958

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Estudios

Alsina J y Miralles C La literatura griega medieval y moderna Credsa Ed Barcelona 1966Bidal Baudier M L N Kazantzakis Comment lacutehomme devient inmortelhellip Plon Paris 1973Bidal Baudier M L Nikos Kazantzakis Coacutemo el hombre se hace inmortal Ediciones Carlos Lohleacute Buenos Aires 1987Bien P laquo Introduccioacuten raquo a N Kazantzakis Buda Traduccioacuten M Castillo Didier Ediciones Carlos Lohleacute Buenos Aires 1983 Bien P Kazantzakis Politics of the Spirit Princeton Princeton University Press 1989Bingen J La litteacuterature neacuteogrecque en La Civilization Grecque de lrsquoAntiquiteacute agrave nos jours La Renaissance du Livre Bruselas 1967Carnegie S C ldquoKazantzakis el profeta de la desesperanzardquo trad De Mar Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Castillo Didier M ldquoLa Odiseardquo Boletiacuten de la Universidad de Chile No 46 1964Castillo Didier M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos KazantzakisrdquoRevista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971Castillo Didier M ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten castellana de la Odisea Obras Selectas vol IV Planeta Barcelona 1975Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007Castillo Didier M ldquoDos Odiseasrdquo Introduccioacuten de N-Kazantzakis Odisea Tajamar Editores Santiago 2013Centeno M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003Choza J y P Ulises un arquetipo de la existencia humana Editorial Ariel Barcelona 1996

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Conradi G A ldquoiexclOdyssia iexclOdyssiardquo Frankfurter Allgemeine Zeitung 17-XII-1966 en Nea Hestiacutea nov 1971 trad al griego de D IkanomidisDalon R ldquoUna llave para el mundo de Kazantzakisrdquo trad al griego de K Angelaki Ruck NeaHestiacutea nov 1971Daniil G ldquoOdiseo y muerterdquo Revista Nea Hestiacutea Homenaje Navidad 1977Decaux A Preacuteface agrave lrsquoOdysseacutee (a la versioacuten francesa de J Moatti) Ed Richelieu-Plon Paris 1969Dimaraacutes K Th Ίστορία τῆς Νεοελληικῆς Λογοτεχνίας Historia de la literatura neoheleacutenica 4ordf ed Atenas 1968Edwards M W ldquoN Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Brown University Daily Herald 2-V-1961Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Trabajo ineacutedito2003) Finsler G La poesiacutea homeacuterica trad de Carles Riba 3ordf edicioacuten Labor Madrid 1947Friar K The Odyssey A Modern Sequel by N K Translation into English Verse Introduction Synopsis and Notes Simon and Schuster Nueva York 1958 Friar K ldquoN Kazantzakis en Ameacutericardquo trad al griego de Dimitris Ikonomidis Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 135-145Friar K ldquoLa ascesis espiritual de N Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Garciacutea Gual C ldquoIntroduccioacutenrdquo a Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013Guerrero C ldquoLa figura de Caronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Heiseig J ldquoEncarnacioacuten de libertad la visioacuten de Nikos Kazantzakisrdquo trad al griego de L Kaacutesdagli Nea Hestiacutea nov 1971Homero rsquoΙλιάδα Iliacuteada trad al neogriego de N Kazantzakis y I Kakridiacutes Atenas 1955

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Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000 Obras Completas Proacutelogo A Marasso traduccioacuten L Segalaacute y Estalella Ed El Ateneo Buenos Aires 1954Izzet A Nikos Kazantzakis (Cuadro cronoloacutegico de P Prevelakis) Plon Paris 1965Izzet A ldquoKazantzakis en pleine lumiegravere raquo rev Les Nouvelles Litteacuteraires Paris I-1965Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers de Sud Ndeg 377Jaris P laquo Ν Καζαντάκης ὁ ταξιδευτής καί ὁ ἀφηγητήςrdquo Kazantzakis el viajero y el narrador Nea Hestiacutea Navidad 1959Jurmuzios E rdquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute otontildeo 1958Jouvenel R de En souvenir de Kazantzakis revista Europe junio 1958 PariacutesKain M R ldquoAn existentialist Ulysses N Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Times Louisville 20-III-1961Kakridiacutes J Th ldquoΧρονική μιᾶς ουνεργασίαςrdquo Croacutenica de una Colaboracioacuten (con N K en lα traduccioacuten de la Iliacuteada y la Odisea homeacutericas Nea Hestiacutea Navidad 1959Karandonis A ldquoΣτοχασμοί γιά τήν rsquoΟδύσσειαςrdquo Pensamientos sobre la poesiacutea de la Odisea Nea Hestiacutea Navidad 1959Kerenyi K ldquoN Kazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Kerenyi K laquo N Kazantzakis ou le geacutenie grec au carrefour de lrsquoOrient et de lrsquoOccident raquo La Table Ronde Nos 151-2 VII-VIII- 1960 ParisLacarriegravere J ldquoN Kazantzakis Sur les traces drsquoUlysse Chant Planeacutetaire Oceacutean poeacutetique Une Odysseacutee de notre temps raquo Le Monde 28-I-1972 ParisLasso de la Vega J ldquoEn torno a Nikos Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht Planeta Barcelona 1971Laude A laquo Eacutetude (sur N Kazantzakis) raquo Le Monde 28I1972 PariacutesLavagnini B Storia della leteratura neoelenica 3ordf ed Sansoni Florencia 1969

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Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo Cahiers du Sud Ndeg 377Levin H James Joyce Traduccioacuten A Castro Leal F de C E Meacutexico 1959Malleros F ldquoSobre la obra de N Kazantzakisrdquo Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 5 1959Marasso A ldquoHomerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad de Odiseo y sus amigosrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Martiacutenez Arancoacuten A ldquoSobre la Ασκητική de Kazantzakisrdquo En el Volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997Mercanton J James Joyce ldquoProacutelogordquo a Ulises de Joyce trad de J Salas Subirat S Rueda Editores Buenos Aires 1959Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo rev Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 En Nea Hestiacutea noviembre 1971 traduccioacuten al griego de Ana KaacutesdagliMonory M ldquoLa llama y el ciacuterculo La aventura de Cristoacutebal Coloacuten en el teatroDe Kazantzakis y de Claudelrdquo traduccioacuten al griego de Lina Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Moreleoacuten N ldquoLa idea de la muerte en la obra de N Kazantzakisrdquo En el volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Trabajo ineacutedito 2003)-Nikolareizis D lsquordquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute primavera 1958Nuacutentildeez G Kazantzakis 1883-1957 Ediciones del Orto Madrid 1997Paboacuten J M Homero Editorial Labor Madrid 1947

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Panayotoacutepulos I M ldquolsquoΟ Καζαντάκης ὀ ἔνας ταξιδευτήςrdquo Kazantzakis un viajero Nea Hestiacutea Navidad 1959Papathanasoacutepulos Th ldquoEstudio sobre la nueva Odiseardquo En PapathanasoacutepulosTh Γύρω στον Καζαντζάκη En torno a Kazantzakis Ed Kastaniotis Atenas 2000Politis L Historia de la literatura griega moderna Proacutelogo traduccioacuten directa y suplemento Goyita Nuacutentildeez Ediciones Caacutetedra Madrid 1994Prevelakis P Ο Ποιητής καί τό Ποίημα τῆς lsquoΟδύσσειας El Poeta y el Poema de la Odisea Atenas 1958Prevelakis P Ν Καζαντζάκης Συμβουλή στή χρονογραφία τοῦ βίου του N Kazantzakis Contribucioacuten a la cronologiacutea de su vidardquo Separata de Nea Hestiacutea Navidad 1959Prevelakis P ldquoΝίκος Καζαντζάκηςrdquo Nikos Kazantzakis Nea Hestiacutea 1-VIII-1953Quiroz R Abismo y fe Aproximacioacuten a la Comedia de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos- Instituto Chileno- Heleacutenico- Sociedad Amigos de Kazantzakis Santiago 1998Quiroz R Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador Centro de Estudios Griegos Santiago 2004Quiroz R Cronologiacutea y bibliografiacutea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 1997Quiroz R y Castillo Didier M Destino y fatalidad en dos dramas juveniles de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos Santiago 2012 Reboreda S ldquoOdiseo el heacuteroe peculiarrdquo En JC Bermejo y S Reboreda Los oriacutegenes de la mitologiacutea griega Editorial AKAL Madrid 1996Romilly J de ldquoYiatiacute Odiseasrdquo iquestPor queacute Ulises En J de Romilly Sinandiseis me tin arjea Helada Encuentros con la Grecia Antigua Traduccioacuten al griego K Miliaresi y B Athanasiacuteu Atenas 1997 Skufas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969

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Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Spandonidis P lsquoΟ Καζαντάκης παιδί της ανησυχίας Kazantzakis hijo de la inquietud Kenuria Epojiacute otontildeo 1960Stanford W B El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvan Traduccioacuten B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Claacutesicos Dykinson Madrid 2013Triacuteas M B ldquoLa esteacutetica de Homerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Vretakos N Ν Καζαντζάκης η αγωνία και το έργο του Kazantzakis su agoniacutea y su obrardquo Atenas 1960Vitti M Historiacutea tis helinikiacutes logotejniacuteas Historia de la literatura NeoheleacutenicaEdiciones Odiseas Atenas 2003Vitti M Introduzione alla poesia greca del Novecento Naacutepoles 1957Wilson C ldquoNikos Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea 1-XI-1962 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo Traduccioacuten M Ikonomu Nea Hestiacutea nov 1971Yalurakis M Ο Καζαντζάκης μου είπε Kazantzakis me dijo Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958

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Iacutendice onomaacutestico

Aedo R 11Athanasiacuteu B 154Afrodita 49 86Alsina J 29 150Angelaki Ruck A 151Anticlea 11 121Ares 49Argos 28Atenea 44 141Auden W H 14Autoacutelico 44Baudier M L 13 16 17 24 38 39 150Beattie A 12 155Bergson 19Bermejo J C 154Bien P 137 138 150 Bingen J 150Bloom 42 43Brecht 10 152Buda 13 19 20 37 150Calipso 11 34 36 41 48 141Camus 16 26Capitaacuten Uno 11 14Carnegie S C 150Caronte 6 11 14 65 74 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 112 114 115 116 118 119 120 124 125 127 148 151Carontisa 102 125Carter 143Castillo Didier M 11 31 99 124 125 149 150 154Castro A 153Centauro 100Centeno M 11 16 150Circe 34 35 36 141Choza J y P 150Claudel 153Coloacuten C 10 19 149 153Conradi G 138 151Constantino Paleoacutelogo 10 20 149

Cristo 10 13 19 20 32 37Dalon R 151Danai (Stratigopulu) 97Daniil G 151Dante 19 20 26 30 31 32 41 43 44Decaux A 27 151Diacuteez de Velasco F 99Dijtena 59 110Dimaraacutes K Th 151Dios 12 16 17 19 20 25 27 31 32 33 35 43 47 50 61 61 112 116 118 119Don Quijote 11 13 14 19 29 32Doulis T 12Edwards M W 151Eliot T S 16 26 37Eremita 14Esquilo 134Euriacutepides 41Fausto 15 29Fernaacutendez D 11 151Fida 72Finsler G 151Fotiadis 134Fotis pope 111Friar K 10 12 15 16 23 40 138 140 151Fuentes Cristoacutebal 4Garasa D 149Garciacutea Gual C 151Giradoux 44Godot 16Goethe 15Gonzaacutelez V H 11 151Greco El 11 37 38 138 139 143 149Guerrero C 11 151Hades 71 90 98 99 101 102 117 120 122 124 126Hadji-Kyriakos N 6Hamlet 14 29 32 65Hanley 142Hauptmann G 12 41Heftaliotis A 134Heiseig J 151

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Helena 11 13 15 47 48 59 60 75 81 102 107 110 113 145 146Hesse 26Homero 12 13 15 18 27 32 40 43 44 45 47 111 121 136 141 151 152 153 155Ikonomidis O 151Ikonomu M 155Izzet A 20 21 25 149 152Jaeger W 45Jaloux E 42Jaris P 152Jaros Ver Caronte 99Jouvenel R 152Joyce J 12 15 23 26 29 31 40 41 42 43 44 138 142 153Juliaacuten el Apoacutestata 19 20Juumlnger 26Jurmuzios E 98 136 137 152Kafka 26Kain R M 16 152Kakridiacutes I 135 136 141 151 152Karandonis A 22 152Karteroacutes 121 123Kaacutesdagli A 93 153Kaacutesdagli L 151 153Kaacutesdagli Mar 150Kavafis C 11 37 151 153 155Kazantzaki H 9 10 19 149Kazantzakis N 9 10 11 12 13 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 29 30 31 32 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 71 79 93 97 98 111 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155Kerenyi K 15 16 19 152Knoumls B 9 97 Krino 112 146Krumbacher 134Lacarriegravere J 16 17 137 152Laertes 11 43 110

Laude A 26 152Lasso de la Vega J 10 18 138 152Lavagnini B 152Lenin 13 20 37Lenioacute 103Leonidas 47Levin 29 142 153Leacutevesque R 47 153Lipstein R 10Lohleacute C 150Lupo A 149Madretierra 14 65 68 103 125 127Manolios 111Malleros F 153Marasso A 140 141 152 153Margaroacute 14 115Maacuterquez J 11 153Martiacutenez Arancoacuten A 153 Mayorga C 11 153Medusa 17Melisa 10Menelao 47 59 109Mercanton J 40 42 153Merlier O 149Miliaresi K 154Miller A 16Miralles C 29 150Moatti J 27 151Moira 99Monory M 18 93 153Moreleoacuten N 153Naranjo M 11 153Nausiacutecaa 11 36 141Nietzsche 12 15 19 20 152Nikolareizis D 22 153Nuacutentildeez G 153 154Odiseo 6 11 12 13 14 26 27 29 30 31 32 33 34 36 39 40 41 47 53 55 56 58 59 61 62 63 67 74 75 78 82 83 85 99 100 103 104 107 111 115 116 117 119 121 123 126 127 128 130 141 143 151 153 154Omatos O 99 153

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Orfoacutes 107Ostrero 121 122Paboacuten J M 151 152 153Palamaacutes K 134Palis A 134Panayotoacutepulos I M 25 140 154Panopolitis N 132Papathanasoacutepulos I M 154Peneacutelope 30 33 43Perla 14 103 113 115Platoacuten 41Plinio 30 43Politis L 154Polylaacutes J 134Pound E 37Prevelakis P 10 12 17 26 27 43 135 151 152 154Psichari J Ver PsijarisPsijaris Y 97 133 134Quiroz R 11 154Rabanales A 132Racine 44Raizis B 12Rala 103 130Ramos O G 31Reboreda S 154Riba C 151Romilly J de 41 154Salas J 153Sartre 16 26Seferis Y 12 37 Segalaacute y Estalella L 141 152Seacuteneca 44Shakespeare 21 44 134Sherrard Ph 27Silvaacuten A 12 155Skufas G 12 154Soacutefocles 10 41 152Solar H del 149Soliacutes D 11 155Solomoacutes D 133 136Sotiriadis 134Spandonidis P 155Stalin 13

Stanford W B 12 15 16 23 26 29 31 40 41 44 155Steinen H von den 16Stratigopulu D 97Stridaacutes 121 122Suralis 108 117 118Teleacutemaco 11 44 141Tennyson 30 31Thaacutenatos 104Tiresias 120Toda Raba 24 29 30Triandafilidis M 97 134Triacuteas M B 157Trotski 13Ulises Ver Odiseo 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 23 25 26 27 29 30 31 32 33 34 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 54 56 57 59 60 61 64 71 76 90 92 99 100 102 105 110 113 114 117 120 121 127 138 141 142 143 150 153 154 155Vitti M 155Vlastoacutes P 136Vretakos N 155Wagner 18Will F 12Wilson C 10 16 18 21 155Xenoacutepulos G 134Yalurakis M 137 155Zaratustra 19Zeus 49Zorba 10

Page 6: MIGUEL CASTILLO DIDIER - Estudios Griegosestudiosgriegos.cl/data/1508933986.pdf · M.: La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de KazantzakisCentro . de Estudios

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El tiempo la muerte y la palabra enla Odisea de Kazantzakis

In memoriam PoetaeΣτη μνήμη του Ποιητή

NOTAS INTRODUCTORIAS

Hace mucho tiempo en uno de los primeros nuacutemeros del anuario Byzantion Nea Hellaacutes1 publicamos un artiacuteculo con el tiacutetulo de ldquoEl tiempo la muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakisrdquo Se tocaba en eacutel una materia no estudiada hasta entonces la poesiacutea misma de la obra o maacutes exactamente expresado algunos de los recursos poeacuteticos utilizados por el autor Han pasado los antildeos y no ha sido posible realizar la tarea pendiente de estudiar en detalle tales recursos Dada la vastedad del poema 33333 versos de diecisiete siacutelabas parece desproporcionado que una persona emprenda este intento a menos que disponga de siquiera un ldquoantildeo sabaacuteticordquo o siquiera de un semestre Por eso en este libro no hemos ido maacutes allaacute de las tres temaacuteticas de aquel trabajo Imposible por ejemplo trabajar sobre la realidad de las comparaciones en el poema que son verdaderamente innumerables Cada una de las tres secciones ha sido bastante ampliada han variado no pocos enfoques Naturalmente la bibliografiacutea ha sido puesta al diacutea

Sin duda siempre escribir sobre la Odisea constituye una responsabilidad nada pequentildea Porque se trata de la obra cumbre de un escritor que es a su vez una de las figuras maacuteximas de las letras neogriegas Para el poeta este poema era la obra de su vida ldquoCreo que toda mi alma toda la llama y la luz que he podido hacer brotar de la materia de la que estoy moldeado se expresan en la Odiseardquo2 Esta opinioacuten expresada en una carta de Boumlrje Knoumls habiacutea sido ya expuesta al mismo neohelenista ldquoMe siento feliz de que usted se haya sumergido valerosamente en ese mar azul la Odisea Desde el punto de vista de la forma poeacutetica y del contenido filosoacutefico la Odisea representa la cima

1 Byzantion Nea Hellaacutes Ndeg 3-4 19752 Carta a Boumlrje Knoumls 21-VI-1954 cit por Kazantzaki Heleni Le dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses carnets ses textes ineacutedits paacuteg 538

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maacutes elevada que he podido alcanzar despueacutes de los esfuerzos de toda una vidahelliprdquo3

La idea que teniacutea Kazantzakis acerca de la labor de traduccioacuten del poema aparece asimismo en una carta del helenista sueco ldquoTrabajo gigantesco muy difiacutecil que requiere de un amor y de una paciencia sobrehumanosrdquo4 La verdad de tal afirmacioacuten hubo de experimentarla quien escribe estas paacuteginas durante los seis antildeos dedicados a la versioacuten castellana de la Odisea que aparecioacute en Espantildea en la serie Obras selectas publicadas por Editorial Planeta en 19755 El esfuerzo que requirioacute tal trabajo da la razoacuten al juicio de Joseacute Lasso de la Vega ldquoDesde el punto de vista de la lengua esta Odisea es la obra maacutes endemoniadamente difiacutecil de la literatura griegardquo6 El material poeacutetico verdaderamente oceaacutenico de la Odisea estaacute por estudiarse como veremos maacutes adelante y en especial en nuestra lengua La circulacioacuten del texto en espantildeol suscita sin duda el intereacutes de quienes han seguido las traducciones de obras tan apasionantes como Cristo de nuevo crucificado Libertad o muerte Zorba el Griego en el plano de la novela de Cristoacutebal Coloacuten Constantino Paleoacutelogo Melisa Sodoma y Gomorra en el campo del teatro o de aquella maravillosa ldquoy sangrante confesioacuten autobiograacuteficardquo editada en castellano con el

3 Ibiacuted paacuteg 477 Carta de 14-VI-19474 Ibiacuted paacuteg 5355 Recientemente el antildeo 2013 Tajamar Editores publicoacute una segunda edicioacuten revisada del poema6 Lasso de la Vega Joseacute ldquoEn torno a Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht paacuteg 248-309 En carta al traductor ingleacutes Kimon Friar fotografiacutea de cuyo autoacutegrafo poseemos gracias a la gentileza de Heleni Kazantzaki el escritor coincide con el juicio de aqueacutel sobre el poema y afirma ldquoTambieacuten yo creo que la Odisea es la cumbre de mi obrardquo Conocemos asimismo por Pandelis Prevelakis destacado escritor cretense y acaso el mayor estudioso en Grecia de la Odisea la opinioacuten expresada por su autor a su antigua amiga Rahel Lipstein ldquoNikos mrsquoavait dit un jour agrave Paris en me montrant plutocirct en soulevant tregraves haut ndashet en riant en mecircme tempsndash son Odyseacutee Crsquoest mon cercueil Rahel et mon flambeaurdquo en Prevelakis P El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo paacuteg 191 Collin Wilson en su ensayo sobre ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo afirma al respecto ldquoNo es extrantildeo que considerara la Odisea como su mejor obra y todos sus otros voluacutemenes como trabajos secundarios Sus mismos libros contienen una especie de Odisea de modo que bien podriacutean leerse como una gran novela independiente que traza la peregrinacioacuten espiritual y psiacutequica de una vidardquo En revista Nea Hestia XI-1971

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tiacutetulo de Carta al Greco El estudio introductorio que acompantildea nuestra versioacuten de la Odisea y el presente ensayo no aspiran sino a plantear algunos aspectos a esbozar ciertas sugerencias a anotar una que otra senda que permita al amante de la poesiacutea kazantzakiana adentrarse en las vetas de la belleza de esta epopeya7

7 La bibliografiacutea en castellano en torno a la Odisea no parece muy extensa En el Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 46 1964 publicamos el tercero de tres artiacuteculos dedicados a Kazantzakis con el tiacutetulo de Caracterizacioacuten de la ldquoOdiseardquo en la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971 aparecioacute un breve trabajo nuestro que circuloacute tambieacuten como apartado Algunas notas sobre la ldquoOdiseardquo de N Kazantzakis por uacuteltimo existe el estudio introductorio a nuestra versioacuten castellana del poema Ed Planeta Barcelona 1975 al que hemos hecho alusioacuten Otros tiacutetulos Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo en Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea de Kazantzakis y exloran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios griegos Santiago 2000 Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad Y semejanza entre Laertes y Teleacutemacordquo en el mismo volumen Guerrero C ldquoCaronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo en el mismo volumen Centeno Rogers M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(2003) Quiroz Pizarro R ldquoLa Odisea transposicioacuten poeacutetica de la Asceacuteticardquo en R Quiroz Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador 2004 Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013 Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Ineacutedito 2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Ineacutedito 2003)Aedo R ldquoLa lucha del Capitaacuten Uno Apuntes para el Don Quijote de la Odisea kazantzakianardquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Castillo Didier M ldquoNausiacutecaa y Calipso (La Odisea en la Odisea)rdquo Byzantion Nea Hellaacutes 24-2005 Castillo Didier M ldquoLa Odisea en la Odisea iquestcoacutemo murioacute Laertesrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 Castillo Didier M ldquoCreta como visioacuten poeacutetica y como escenario en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 26-2007 Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007 Kazanzakis N ldquoUn pequentildeo comentario a la Odiseardquo Traduccioacuten R Quiroz Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 ldquoEl laberinto de Creta en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Amaltea Revista de mitocriacutetica 2009 vol 1 Castillo Didier M ldquoOdisea de Kazantzakis Itaca punto de llegada y de partidardquo Byzantion Nea Hellaacutes 29-2010 Castillo Didier M ldquoLa muerte de Helenardquo Byzantion Nea Hellaacutes 30-2011 Gonzaacutelez Vaquerizo H La odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis Tesis Doctoral Universidad Autoacutenoma de Madrid 2013 Castillo Didier M ldquoLas laacutegrimas de Odiseordquo Byzantion Nea Hellaacutes 33-2014 Castillo Didier M ldquoAnticlea la madre lejanardquo Byzantion Nea Hellaacutes 36-2017 La bibliografiacutea en castellano

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Como se ha afirmado un resumen no puede hacer justicia al poema8 Tampoco las notas introductorias que preceden en este trabajo a nuestras tres materias Ni aun el estudio de estas mismas ndashel tiempo la muerte y la palabra en la Odiseandash porque constituyen aspectos de una vasta totalidad de muacuteltiples y variadas facetas Y pretender sentildealar a traveacutes del comentario los dones de la fantasiacutea visionaria del creador de la Odisea ldquoseriacutea irrisorio con seguridad pues esta obra representa en siacute una summa en cierta manera de las visiones que la imaginacioacuten humana puede engendrar Ellas se situacutean fuera del tiempo y del espacio pero estaacuten animadas de una realidad y una dimensioacuten tales que se imponen para siempre al espiacuteritu Masacres orgiacuteas incendios revueltas populares ciudades ideales desiertos del Aacutefrica hielos del

se ha incrementado recientemente con la traduccioacuten del libro de W B Stanford valiosa obra de la cual se con contaba con solo el texto original en ingleacutes El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvaacuten traduccioacuten de B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Editorial DYKINSON Madrid 2015 La bibliografiacutea en otros idiomas es muy vasta y se acrecienta raacutepidamente En Estados Unidos e Inglaterra el estudio de la Odisea en seminarios y caacutetedras universitarias ha producido no pocas tesis especializadas de las que da noticia Kimon Friar en su obra Nikos Kazantzakis en Ameacuterica En la Universidad de Indiana se han presentado memorias sobre La imagineriacutea de la luz en la Odisea Odiseo como anarquista Las mujeres en la Odisea de Kazantzakis Las diversas personificaciones de Dios en la Odisea La psicologiacutea y la filosofiacutea del autoconocimiento en la Odisea y en la Asceacutetica Odiseo el hombre muacuteltiple Entre los temas del Curso de Literatura Comparada de la Universidad de Illinois se han desarrollado El uso del sentimentalismo odiseano en Kazantzakis y en Seferis y Estudio comparativo entre la Odisea de Kazantzakis y el Ulises de Joyce El mito moderno y la Odisea es el tiacutetulo de una tesis presentada al Pomona College de California Nietzsche y Kazantzakis la voluntad de poder y la lucha por la libertad en la Odisea memoria presentada al Rint College de Portland Oregoacuten En revistas o como voluacutemenes independientes han sido publicados diversos estudios sobre Kazantzakis varios de los cuales se refieren especiacuteficamente a la Odisea Skuffas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969 Doulis T Kazantzakis and the meaning of suffering Northwest Review VI 1963 Will F Kazantzakis Odyssey University of Texas Press Austin 1964 Raizis B ldquoPro-Ulises de Kazantzakis Homero y Gerard Hauptmannrdquo Modern Literature Review vol II Philadelphia University Press 19728 Prevelakis P op cit paacuteg 243 ldquoUn resumen no hace justicia al poema pero puede dar cierta idea de la profunda atraccioacuten que produce su inmensidad La obra produce el ldquoefecto de muacutesicardquo que una vez alguien describioacute como aqueacutel que brota de La guerra y la pazrdquo

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Polo fantasmas de aquellos que amoacute o admiroacute Cristo Buda Don Quijote Homero gente del pueblo campesinos pescadores pastores artesanos y cazadores compantildeeros fieles y mujeres presencia obsesiva de la muerte alliacute estaacute el mundo vivo en colores violento desmesurado centelleando en cada verso a traveacutes de imaacutegenes fulgurantes que creoacute el poeta visionario [hellip] Sus visiones que son a menudo las de un vidente poseen un color un relieve una realidad asombrosa Toman a veces la amplitud de visiones coacutesmicas y profeacuteticasrdquo9 El simple esquema del nuevo viaje de Ulises aunque necesario en el caso de este ensayo y posiblemente uacutetil para la lectura misma del poema10 no puede dar una idea de la complejidad impresionante de la obra Emergiendo de la vieja epopeya en el momento en que de regreso a la patria ha dado muerte a los pretendientes de su mujer Odiseo tras vivir en su isla natal algunas emociones y experiencias y sentirse ahogado en la pequentildeez de su diaria existencia parte para siempre con algunos compantildeeros sin rumbo fijo El viaje se enfila hacia Esparta donde despueacutes de ayudar a su decadente monarca a contener una sublevacioacuten Ulises se marcha con Helena Navega una vez maacutes sin senda determinada para decidir finalmente desembarcar en Creta Alliacute conoce nuevos personajes y participa activamente en una revolucioacuten popular que destruye el reacutegimen imperante odiado por su crueldad abusos y corrupcioacuten Cumplida esa tarea se da al mar nuevamente para llegar a Egipto al que arriva en momentos de grandes conmociones sociales Toma parte tambieacuten en ese paiacutes en una sublevacioacuten en cuyos jefes se ha querido ver un paralelo de Lenin Trotski y Stalin Luego del fracaso Ulises encabeza el eacutexodo de una multitud hambrienta que vaga largamente por el desierto en direccioacuten al sur En la soledad de la montantildea frente a las fuentes del Nilo el peregrino vive todas las etapas de la Asceacutetica despueacutes de lo cual vuelve a la accioacuten para fundar una ciudad ideal en las orillas del gran lago madre del Nilo Pero la obra es destruida por un devastador cataclismo en el cual perecen los uacuteltimos compantildeeros que le restaban y Ulises ahora asceta solitario retoma

9 Baudier M L Nikos Kazantzakis Comment lacutehomme devient immortel (Plon 1973) pp 11 y 12 del original gentilmente facilitado por la autora10 La versioacuten castellana lleva como apeacutendice un resumen en prosa relativamente extenso

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la senda del sur y se adentra en selvas enmarantildeadas Su mente cada vez maacutes libre de ilusiones y anhelos crea seres imaginarios que son actores de un largo y sangriento drama en la rapsodia XVII A traveacutes de su peregrinar conoce variados personajes que representan diversas concepciones de la vida la prostituta Margaroacute (Perla) que ha elegido el camino del amor el priacutencipe Madretierra especie de fantasma de Hamlet surgido de las honduras africanas el Eremita que se desligoacute de todos los bienes terrenales en vida y cuya mano una vez muerto permanece erguida y abierta aacutevida de un puntildeado de tierra que Odiseo deposita en ella para que se cierre el Capitaacuten Uno sombra de Don Quijote que cabalgando un deacutebil camello y portando viejas e inuacutetiles armas sale a luchar por la libertad y es salvado por Ulises de morir a manos de unos caniacutebales el Hedonista sentildeor de una torre edificada en medio de pantanos cuyo uacutenico valor es el placer el Hombre Primitivo representado en una visioacuten sangrienta por un jefe negro que ha asesinado a uno de sus doce hijos y que es muerto y comido por los once restantes Ya en las costas del sur de Aacutefrica y cuando construye la barca que lo llevaraacute a los mares del polo Odiseo se encuentra con un joven pescador negro que predica una religioacuten del todo nueva y habla sobre un Padre celestial Sus palabras lo emocionan pero no lo convencen Luego el peregrino se embarca hacia el extremo septentrional del oceacuteano En unas tierras heladas por las que pasa asiste a los uacuteltimos diacuteas de una raza de hombres de las nieves dominados por el miedo y que se hunden entre los teacutempanos al adelantarse la primavera y no alcanzar ellos a emigrar a lugares soacutelidos En la embarcacioacuten de cuero ensebado que esos hombres le obsequiaron Ulises prosigue la travesiacutea Destruido su naviacuteo al chocar con un teacutempano el asceta reducido ya casi a huesos y piel sube a uno de esos fantasmas de hielo Alliacute llegaraacuten las sombras de todos aquellos a los que amoacute en vida surgiendo de las tumbas y los siglos Alliacute tambieacuten despueacutes de haberlo visitado muchas veces durante su peregrinacioacuten bajo las maacutes diversas formas Caronte la muerte asimilado ahora al asceta en las apariencias lo acompantildea hasta su uacuteltimo sonreiacuter y su disolucioacuten en la nada11

11 Imposible que una siacutentesis en extremo apretada como eacutesta refleje la variedad de climas histoacutericos y humanos a traveacutes de los cuales se desarrolla el peregrinar de Odiseo desde el ambiente cosmogoacutenico de las primeras rapsodias hasta las fases

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Grandeza y desmesura

Obra extraordinariamente compleja y sin embargo llana a veces como un sencillo romance o canto popular recorrida por el epicismo singular de la angustia del hombre contemporaacuteneo que busca un camino y bantildeada en ocasiones por manantiales de lirismo puro en que se reflejan alegriacuteas y tristezas elementales de gente de pueblo barroca en sus dimensiones desproporcionadas y la enorme acumulacioacuten de elementos de distinta procedencia su arquitectura y su fuego interior recuerdan la Divina Comedia y la serenidad de ciertos momentos de contemplacioacuten del drama humano traen a la mente a Homero Es la obra maacutes discutida de toda la literatura neogriega y a la vez maacutes allaacute de opiniones constituye un monumento titaacutenico que recoge el tesoro de la lengua neoheleacutenica sus dialectos sus compuestos belliacutesimos expresiones motivos versos fragmentos y hasta canciones completas de la rica poesiacutea demoacutetica griega elementos de la mitologiacutea y la cultura populares neogriegas Tal es la Odisea Su aparicioacuten ndashdice Friarndash ldquocausoacute en los ciacuterculos griegos discusiones tan vivas como las que produjo en los ciacuterculos ingleses la publicacioacuten de otra epopeya de parecidas dimensiones y de disposicioacuten semejante el Ulises de Joyce Las dos obras se refieren al hombre contemporaacuteneo que busca su ser Y en las dos los autores utilizan el esqueleto de la Odisea homeacuterica aunque de un modo sorprendentemente distintordquo Durante muchos antildeos en la patria del escritor se la ha mirado ldquorodeada de una suerte de oscura grandezardquo Se la contempla desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido o inexplorado La exploracioacuten y valoracioacuten ha venido desde Occidente W B Stanford

finales de la transfiguracioacuten del personaje en un hombre solitario y actual que medita sobre la existencia a miles de antildeos de los acontecimientos de Troya Respecto de los comienzos de la ldquoepopeyardquo Kerenyi destaca por ejemplo que las cuatro primeras rapsodias que estaacuten dedicadas a los acontecimientos de Itaca y de Esparta no soacutelo toman el lugar de las correspondientes de la Odisea homeacuterica sino el lugar que posee el episodio de Helena en el poema de Goethe Como en eacuteste es la eacutepoca de emigraciones de pueblos No aparece claro estaacute en Esparta Fausto con sus caballeros sino baacuterbaros rubios con armas de hierrordquo que bajan desde el norte Kerenyi Karl ldquoKazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 56

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T S Eliot Arthur Miller W H Auden Collin Wilson Kimon Friar Karl Kerenyi Helmut von den Steinen W B Stanford son algunos de los escritores que han destacado el valor del poema esbozando ciertas liacuteneas de su extraordinaria riqueza temaacutetica y estiliacutestica ldquotratando de ir maacutes allaacute de la mera percepcioacuten del eco general que brota de ese mundo de astrosrdquo La grandiosidad de la Odisea que no pocos han tratado de definir con calificativos astrales posee relacioacuten importante con el haacutelito de destruccioacuten que sopla impetuosamente en esta obra concebida en los primeros antildeos de la deacutecada del veinte Esta caracteriacutestica ha hecho pensar en la fuerza destructiva que antildeos despueacutes habraacute de ensentildeorearse en las creaciones de los grandes existencialistas12 ldquoUlises atraviesa en la Odisea las fases de las angustias y las esperanzas contemporaacuteneas Un vendaval de rebeldiacutea y de destruccioacuten sopla sobre esta magna obra eacutepica se derrumban las ciudades los reinos las falsas creencias los

12 La relacioacuten de la Odisea con la literatura existencialista que apunta M L Baudier ha sido anotada tambieacuten por otros autores entre ellos Richard M Kain en el artiacuteculo ldquoAn existentialist Ulyssesrdquo a que se hace referencia en la bibliografiacutea Jacques Lacarriegravere escribe al respecto ldquoVeinte antildeos antes que los filoacutesofos y escritores de Occidente Ulises descubre en lo alto de su montantildea lo absurdo de la vida En tal sentido esta obra nos revela que ni Camus ni Sartre fueron ndashen el plano literariondash los primeros en experimentar y expresar el absurdo de toda existencia sino Ulises el conquistador el amante el constructor el sin-esperanzardquo ldquoN K Sur les traces drsquoUlysse Chant planeacutetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre tempsraquo En Chile podemos mencionar el trabajo de M Centeno Rogers ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 De paso digamos que tambieacuten en el teatro de Kazantzakis pueden anotarse rasgos que anuncian caracteriacutesticas del existencialismo Asiacute Comedia ndash tragedia en un acto obra teatral de 1909 Respecto de esta pieza se ha dicho ldquoque podriacutea titularse El silencio de Dios para medir todo su horrorrdquo En una pieza cerrada que simboliza la prisioacuten de la muerte un grupo de personajes de edad y medios diversos esperan a Dios que vendraacute a abrirles la puerta del reino de la luz Pero a medida que las bujiacuteas se extinguen que las horas transcurren que el gran reloj da las doce campanadas la esperanza va desapareciendo y la angustia aumentando La puerta no se abre Una angustia que llega a ser asfixiante y el friacuteo de la muerte que aplasta el pecho como el peso de una laacutepida quiebran los corazones con la nostalgia de la tierra y la dulzura de la vida La espera de lo que debiacutea venir se transforma en la espera de lo que no vendraacute jamaacutes Imposible no dejar de pensar en Godot ni dejar de recordar Huit Clos de Sartre al repasar las paacuteginas de esta obra juvenil pero plena de anticipaciones

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antiguos dioses son derribados ldquoTodos los valores aportados por el helenismo y a los cuales el cristianismo habiacutea agregado su mensaje de amor y su promesa de vida eterna son echados por tierra en la nueva Odisea [hellip] El lector es conducido de destruccioacuten en destruccioacuten hasta que se enfrenta con la cabeza de Medusa El ciacuterculo se cierra Los dioses han muertohellip La vida humana queda sin justificacioacuten no hay espera ni juicio ni recompensa La muerte es la uacuteltima realidadrdquo escribe Pandeliacutes Prevelakis El poeta contempla pues con Ulises la lenta y completa destruccioacuten de los valores sobre los cuales se habiacutea apoyado la sociedadrdquo13 No es de extrantildear entonces que maacutes que ninguna de sus obras la Odisea haya provocado las angustias y la incertidumbre de la creacioacuten en Kazantzakis ldquoLa forma escogida ndashla epopeyandash implicaba ya en siacute misma dificultades casi insuperables Se trataba de una empresa sobrehumana de hallar un cuadro para hacer entrar en eacutel todos sus conocimientos alimentados por sus innumerables viajes sus lecturas sus contactos con los paiacuteses maacutes diversos desde Creta a las vastedades polares desde los esfuerzos de Rusia Sovieacutetica a las concepciones del Extremo Oriente desde sensaciones vividas personalmente a las de un heacuteroe imaginario Habiacutea que disciplinar esas experiencias superar el mundo desencadenado que habiacutea creado dominar esa superabundancia que le haciacutea correr el riesgo de perder pierdquo14

Lacarriegravere en el estudio recieacuten citado destaca este aspecto ldquoDesde que se aborda los primeros compases de esta rapsodia gigantesca obra de una vida entera el tiempo se borra los diacuteas no cuentan Este poema es un veacutertigo continuo una desmesura un desafiacuteo al lector mismo que para afrontarlo debe asirse soacutelidamente al libro como para un largo periplo por el paiacutes de los ciclones Pues este oceacuteano poeacutetico no se atraviesa impunemente Tal como Ulises se sale agotado pero como renovado al teacutermino de una constante y prodigiosa iniciacioacutenrdquo Esta caracteriacutestica del poema recuerda el gran eacutextasis de la Asceacutetica ldquoDe igual modo actuacutea tambieacuten Dios el Gran Extaacutetico Habla lucha por hablar con mares y con fuegos con alas con colores con cuernos con garras con constelaciones y mariposas con hombres

13 Baudier M L op cit paacuteg 9614 Ibiacuted paacuteg 17

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como puede para dar forma asible a su eacutextasisrdquo Como anota Michel Monory ldquola obra de Kazantzakis se adapta a esta arte poeacutetica desde el aforismo hasta el mito desde la tragedia hasta el relato de viajes busca la palabra que estaacute maacutes cerca del grito y deja hablar a su imaginacioacuten Este constante fluir de algunas grandes imaacutegenes simples puede parecer cansador Creo que maacutes bien esto precisamente constituye la originalidad y la grandeza de la obrardquo15 Grandeza primitiva tensioacuten extaacutetica fuerza destructiva desequilibrio son notas que alejan de Homero esta ldquocontinuacioacuten de la Odiseardquo Como dice Lasso de la Vega ldquodesde el cielo homeacuterico hasta el que nos preocupa existe un abismo Kazantzakis no soacutelo es un nuevo Homero Es tambieacuten un anti-Homero y un hiper-Homero Descubrioacute un modo de existencia de Ulises maacutes integral maacutes secreto maacutes verosiacutemil que aquel que nosotros ya conociacuteamos encontroacute vetas maacutes profundas alliacute donde no habiacutea llegado nuestra miradardquo16 Y Wilson que compara el final de la Odisea con la uacuteltima escena del Crepuacutesculo de los dioses de Wagner habla del mundo salvaje que parecioacute querer crear el poeta con su obra ldquoque tiene maacutes notas comunes con el Chicago de la ley seca que con la Odisea de Homerordquo17 Se ha hablado tambieacuten del poema kazantzakiano como de ldquouna epopeya que nos llena de temorrdquo en muchas ocasiones ponieacutendose asiacute de manifiesto su lejaniacutea de su ancestro homeacuterico

15 Monory M ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo en revista Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 17916 Lasso de la Vega J op cit paacuteg 5117 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo paacuteg 18

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La Odisea y la asceacutetica

iquestExaminar la Asceacutetica equivale a estudiar el ldquopensamientordquo del escritor No es muy simple dar una respuesta afirmativa Heleni Kazantzakis se refiere al opuacutesculo escrito en Alemania en 1923 con estas palabras ldquoUn libro pequentildeo que maacutes tarde serviraacute de llave para comprender bien su obra Ni novela ni poema ni ensayo filosoacutefico ndashprecisaraacute eacutel mismo Ochenta paacuteginas breves versiacuteculos biacuteblicos de gran belleza Los altos mandamientos de Nietzsche a quien Kazantzakis venera sobre todo por su estilo encendido y sus padecimientos innumerables los de Bergson que le ayudaron a liberarse de ideas filosoacuteficas que lo tiranizaban la quinta esencia de sus experiencias personales Todo esto sistematizado por un cerebro exigente y ordenadorrdquo Y Karl Kerenyi resume en tres liacuteneas la significacioacuten que atribuye a la Asceacutetica ldquoNi obra de arte ni de filosofiacuteahellip En realidad era una obra sobre una nueva religioacuten un llamado a la realizacioacuten de un mito como lo demuestra el subtiacutetulo Salvatores Dei que se tradujo al alemaacuten como iexclRettet Gott iexclSalvad a Diosrdquo18

En realidad no puede sostenerse que la Asceacutetica exponga una nueva religioacuten como tampoco la Odisea que desarrolla toda aquella obra en una de las etapas de la peregrinacioacuten de Ulises Expresa maacutes que un pensamiento una manera de enfrentar la vida pero sin llegar a configurar una religioacuten a menos que eacutesta pudiera concebirse sin un Dios

Digamos nosotros que pese a la complejidad de esta pequentildea obra puede desentrantildearse cuaacutel es el modo ldquopraacutecticordquo de enfrentar el mundo que ella postula Kazantzakis admira personajes y heacuteroes de distintas eacutepocas y lugares en cuyas actuaciones creiacutea ver el cumplimiento de la norma esencial de la ascesis Ulises Buda Cristo Juliaacuten el Apoacutestata Dante Cristoacutebal Coloacuten Don Quijote luchan combaten consumen sus vidas en una batalla ardiente El mandato de Zaratustra mueve la vida del escritor cretense y ndashen su conceptondash la de sus figuras veneradas ldquoiexclEdificad vuestras ciudades junto al Vesubio Enviad vuestros naviacuteos a mares inexplorados Vivid luchandordquo Y Kazantzakis nos ensentildea

18 Kerenyi K op cit paacuteg 43 y sig

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ldquoAma el peligro iquestQueacute hay maacutes difiacutecil Es esto lo que yo quiero iquestCuaacutel es el camino a seguir El que asciende el maacutes escarpado Este es el que yo tomo iexclsiacuteguemerdquo Peligro y combate batalla sin recompensa sin paga iquestAdoacutende vamos iquestVenceremos alguna vez iquestQueacute sentido tiene el combate ndashCalla Nunca preguntan los combatientesrdquo Luchar sin recompensa y sin esperanza es el mandato supremo de la Asceacutetica Es el que sigue Dante el desterrado que sabe renovar a cada instante su odio a la injusticia Cristo que muere por redimir una humanidad que no quiere redimirse Juliaacuten que pretende resucitar una filosofiacutea y una eacutetica condenadas ya por la historia Constantino Paleoacutelogo que combate hasta la muerte en los muros de una Constantinopla ya vencida Ulises hombre antiguo-medieval-contemporaacuteneo que peregrina en la vastedad de los oceacuteanos de los continentes iacutegneos y de los hielos eternos buscando con la lucha un dios que sabe no existe

Las preguntas y los mandatos de la Asceacutetica se repiten en la Odisea que es una vasta ampliacioacuten poeacutetica de aquel opuacutesculo y que en la Rapsodia XV reedita la peregrinacioacuten asceacutetica Alliacute vuelve a resonar la interrogacioacuten que impregna toda la obra kazantzakiana

iquestCuaacutel es mi camino La subida maacutes ardua e interminableY di yo solo he de salvar la tierra enteraiquestDoacutende vamos iquestAlguna vez venceremos No preguntes iexclcombateDe tal modo hablaba Dios ordenaba el pecho del varoacutenhellip (XV 821-4)

La Asceacutetica y la Odisea constituyen el nuacutecleo de una obra vasta que es en esencia una unidad Asiacute lo destaca Aziz Izzet en su estudio sobre el poema Sus obras ndashdicendash ldquoson todas facetas de una sola y uacutenica preocupacioacuten En este sentido la vida y la obra de Kazantzakis forman un todo indisoluble una suerte de piraacutemide de gradas cuyas cuatro caras poseen la misma importancia Cristo Buda Lenin Ulises En la base Nietzsche ndasho mejor auacuten ese territorio medio oriental abierto a todas las culturas a todas las profeciacuteas Lo podremos ver de manera fulgurante

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en la Odiseardquo19 La relacioacuten entre el poema oceaacutenico y el opuacutesculo miacutenimo la sintetiza Izzet maacutes adelante ldquoKazantzakis se esforzoacute en la Asceacutetica por revivir en siacute mismo profundamente todos los ciclos de la marcha de los hombres sobre la tierra Aquiacute lo hace abstractamente por asiacute decirlo Maacutes tarde en la ldquoOdiseardquo lo haraacute creando una obra de arte Es la auteacutentica funcioacuten del artista y eacutel la cumplioacute de una manera grandiosardquo ldquoLa Odisea es la transposicioacuten artiacutestica de la Asceacutetica Ulises cruza todos los mundos todas las acciones todos los suentildeos maacutes extravagantes del hombre todas las esperanzas y todas las desesperaciones todos los eacutexitos y todos los fracasos El poema va desde lo coacutemico maacutes rabelesiano a lo traacutegico concentrado de Shakespeare No es un poema social no es un poema religioso no es un poema clasificable Se trata de retrasar todaviacutea una vez maacutes las etapas del pensamiento y del devenir del hombre Ulises funda ciudades ideales que se hunden el diacutea de su inauguracioacuten Hace retiros cruelmente austeros y se entrega a actos de pirateriacutea y de injusticia sangrientos Poco a poco aprende a emprender sin esperanza de recompensa ni de eacutexito Asiacute se elimina la desesperacioacuten asiacute se crea la verdadera creacioacutenrdquo En cierto grado dice Collin Wilson ldquoel espiacuteritu del poema aflora en los dos uacuteltimos versos del proacutelogo que es una invocacioacuten al solrdquo

iexclVamos fuera del alma las pobres amarguras aguzad vuestros oiacutedos iexcllas penas y tormentos cantareacute del renombrado Ulises

ldquoExiste algo nietzscheano en este grito Levantaos sobre vuestra pequentildea e insignificante vida y pensad en algo maacutes grande Promete lo heroico acciones en una escala mayor que la humana Pero no promete nada No promete alguna gran visioacuten daacutentica del universo alguna magna siacutentesis hegeliana en la cual todas las contradicciones visibles del mundo se concilienrdquo20

19 Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 347 y sig20 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo en Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 18

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La Odisea Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo

La aparicioacuten de la Odisea en 1938 aunque era esperada ndashse conociacutean algunos fragmentos desde 1924 y se teniacutea cierta idea de su desarrollo narrativondash provocoacute en Grecia encendidas controversias Uno de los estudiosos griegos del poema D Nikolareizis alude asiacute al acontecimiento ldquoUn aerolito cayoacute en 1938 en el lago de las letras heleacutenicas y removioacute sus aguas Desde entonces permanece alliacute inaccesible a muchos como una isla de piedra a cuyo alrededor se navega para admirarla desde la distancia Era la Odisea de Nikos Kazantzakis poema de 33333 versos decaheptasiacutelabos sin rima impreso sin folio en ochocientas y tantas paacuteginas un volumen bastante difiacutecil de levantarrdquo21 Y Karandonis uno de los criacuteticos severos de la obra en su ensayo ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo utiliza tambieacuten teacuterminos relacionados con la astronomiacutea para referirse a la impresioacuten que produce el poema ldquoCreemos que existen muchos en Grecia ndashy entre ellos tambieacuten nosotrosndash que siguen viendo la obra de Kazantzakis rodeada de una suerte de oscura grandeza Se contempla este poema desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido e inexplorado La estudiamos sin buscar el detalle es decir no con el microscopio sino con el telescopio que muestra en cierto modo maacutes en relieve las magnitudes y nos acerca maacutes los voluacutemenes principales las liacuteneas generales y los grandes conjuntos que de ella se separan Tratamos asiacute de percibir el eco general que brota de ese mundo de astroshelliprdquo22 Varios factores formales contribuyeron al hecho de que el poema despertara extrantildeeza su extensioacuten la utilizacioacuten del verso de 17 siacutelabas el uso de un lenguaje popular lleno de las maacutes atrevidas innovaciones y libertades entre otras la creacioacuten de muchos teacuterminos compuestos incluso su sistema graacutefico simplificado que apareciacutea como una herejiacutea audaz frente a la anacroacutenica ldquoortografiacuteardquo imperante

21 Nikolareizis D ldquoLa Odiseardquo de Nikos Kazantzakis revista Kenuria Epoji primavera 195822 Karandonis A ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 156 y sig

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La primera observacioacuten que se planteoacute se referiacutea a la validez de un geacutenero casi unaacutenimemente estimado como pasado de eacutepoca ldquoNada maacutes vano e inuacutetil ndashresponde el propio escritorndash que plantear la cuestioacuten de si la Odisea es una epopeya y si la epopeya es un geacutenero anacroacutenicohellip Para miacute tiempo maacutes eacutepico que eacuteste no ha existido En estas eacutepocas en que un mito decae mientras otro pugna por dominar nacen las epopeyas Para miacute la Odisea es el esfuerzo eacutepico dramaacutetico del hombre contemporaacuteneo que vive cada momento de la lucha diaria persiguiendo las maacutes atrevidas esperanzas para buscar la salvacioacuten la liberacioacuten iquestCuaacutel liberacioacuten No lo sabe Al actuar la va creando de continuo con sus alegriacuteas y sus amarguras con sus fracasos y con desencantos luchando El hombre contemporaacuteneo que vive profundamente su tiempo en forma consciente o inconsciente libra este combatehelliprdquo23 Como podemos observar la calidad eacutepica deriva para Kazantzakis de la esencia epopeacuteyica de la lucha del hombre actual en medio del caos en el que se ve inmerso al tomar conciencia plena de su ser Stanford se refiere a este punto escribiendo ldquoEl criacutetico de mediados del siglo XX puede consignar con certeza que las figuras de Ulises de Joyce y Kazantzakis siacute presentan siacutembolos excepcionalmente comprensivos de las aspiraciones y perplejidades contemporaacuteneasrdquo24 La Odisea trata de contener todos los caminos todas las posibilidades todos los resquicios a los que un hombre puede dirigir la mirada de su espiacuteritu para tratar de captar y asignar un sentido a la existencia Lo anterior explica la desmesurada extensioacuten del poema la acumulacioacuten de suentildeos mitos leyendas costumbres creencias y ritos de diversos pueblos y eacutepocas el torrente de vivencias y experiencias que se despentildea a lo largo de las rapsodias el fluir interminable de motivos e imaacutegenes de variados oriacutegenes la fuerza eacutepica que lo recorre de un extremo a otro

23 Kazantzakis cit por K Friar en la ldquoIntroduccioacutenrdquo a su versioacuten inglesa del poema paacuteg XII24 W B Stanford El tema de Ulises p 271

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ldquoCon la epopeya el lector arrancado en cierta forma de su vida de sus haacutebitos de pensamientos de la duracioacuten descubre un mundo fabuloso en que se desarrollan dentro de una iluminacioacuten constante dentro del fulgurar insostenible de las imaacutegenes dramas en que cada personaje estaacute implicado a fondo con los resortes del espiacuteritu tensos al extremohellip Entrar en el universo de la Odisea es cambiar de gravitacioacuten es elevarse a una visioacuten totalizante e impersonal es seguir engrandecidas por el genio poeacutetico las innumerables aventuras del espiacuteritu humanordquo25 La presencia de la muerte constituye uno de los ingredientes de la realidad eacutepica de la vida humana Al adquirir conciencia el hombre se ve de pronto en un mundo que ndashpor maacutes que se lo investigue conozca y dominendash aparece para eacutel limitado por un hecho inexorable la muerte la desaparicioacuten definitiva El instinto vital la tendencia a la accioacuten y su necesidad la aspiracioacuten a la inmortalidad no modifican esa realidad fatal que interrumpe toda obra humana Y el angustioso esfuerzo del hombre sobre la tierra posee de este modo de por siacute un caraacutecter eacutepico y traacutegico Participa de una lucha que en uacuteltimo teacutermino le es impuesta Los personajes maacutes admirados de Kazantzakis aceptan tal combate y siguen tal camino hasta el final La capacidad del hombre para luchar es admirable En su espiacuteritu pese a la nada de su destino brilla una llama casi inverosiacutemil y es eacutesta maacutes que al hombre mismo lo que venera el artista griego Asiacute lo expresoacute en diversas ocasiones variando el verso de la Odisea

No amo al hombre amo la llama que lo devora Δεν αγαπώ τον άνθρωπο αγαπώ τη φλόγα που τον τρώει

En Toda Raba hallamos el mismo pensamiento ldquoLo que me interesa no es el hombre ni la tierra ni el cielo sino la llama que devora al hombre a la tierra y al cielordquo Es la llama que lo maravilla en los monjes que mantienen el convento griego del Sinaiacute ldquoEste Monasterio de Sinaiacute es un milagro del espiacuteritu En medio de un hoacuterrido desierto en medio de razas aacutevidas de rapintildea de otras religiones de otras lenguas alrededor de una fuentecilla de agua desde hace catorce siglos se levanta como fortaleza este Monasterio y se revela contra las fuerzas naturales

25 Baudier M L op cit paacuteg 19

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y humanas que lo asedian Despueacutes de una travesiacutea de tres diacuteas por un desierto hosco al enfrentar los floridos almendros del convento mi corazoacuten saltoacute aquiacute ndashlo sentiacutendash existe una conciencia humana superior aquiacute la llama del hombre vence al desiertordquo26 La entrega apasionada a una causa sin esperanza caracteriza a los mejores personajes de Kazantzakis Pocos son sus personajes no atormentados por un anhelo angustioso pocos aquellos equilibrados por una fe clara en Dios Para el escritor el mito de Dios constituye sin duda un factor de paz una garantiacutea de tranquilidad De ahiacute que al irse desmoronando el mito al liberarse la conciencia humana de explicaciones extranaturales el hombre ha ido acercaacutendose a un estado de pureza de autenticidad al estado a que llega Ulises al teacutermino de su larga odisea No ha llegado a eacutel pero se acerca a ese silencio helado y sereno en que Kazantzakis hace morir a su heacuteroe ldquotras haberlo conducido a traveacutes de todas las etapas conocidas o adivinadas de la evolucioacuten histoacuterica filosoacutefica espiritual y humanardquo seguacuten la expresioacuten de Izzet En el poema Dios toma diversas formas al igual que la muerte Se va transformando hasta desaparecer del todo Ello parece querer corresponder a un proceso histoacuterico la liberacioacuten de la humanidad de los mitos religiosos Es el hombre actual y en especial el hombre ateo contemporaacuteneo quien vive con maacutes intensidad el drama eacutepico de la vida Y en esta etapa de la conciencia es cuando el espiacuteritu humano puede alcanzar su vuelo maacutes elevado y su dimensioacuten maacutes noble y excelsa Es entonces cuando la lucha sin esperanzas se da en toda su grandeza Y la capta Kazantzakis no soacutelo en la Odisea sino incluso tambieacuten en otras de sus obras Al respecto dice certeramente Panayotoacutepulos ldquoQuisiera destacar que Kazantzakis maacutes que ninguacuten otro escritor trajo a nuestras letras la conciencia de la grandeza Pertenece a la raza de los hombres que hacen sentirse a cada uno en su maacutes elevada estatura Eacuteste es el elemento eacutepico de su creacioacutenhellip Sus libros semejan inmensos bosques donde ruge libremente el vendaval se parecen a aquellas praderas en

26 N Kazantzakis Libro de Viajes Italia-Egipto-Sinaiacute-Jerusaleacuten-Chipre-Morea paacuteg 103 Con el tiacutetulo Del Sinaiacute a la Isla del Amor una versioacuten de la obra escrita directamente en franceacutes por Kazantzakis aparece incluida en castellano en el vol II de Obras Selectas publicadas por Edit Planeta

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las que corren impetuosos potros indoacutemitos Apenas se abren desde la primera frase desde el primer paacuterrafo uno se sobrecogerdquo Y Andreacute Laude expresa ldquoKazantzakis pertenece a esa raza de gigantes que hacen desgarrarse el tejido de la dimensioacuten terrestrerdquo El epicismo de la Odisea resulta indudable para Stanford Es maacutes despueacutes de estudiar en un trabajo muy completo el tema de Odiseo en poemas obras de teatro discursos morales novelas etc a traveacutes de veinticinco o maacutes siglos concluye en El tema de Ulises que ldquola prosa narrativa de Joyce y el poema de Kazantzakis estaacuten maacutes proacuteximos a la eacutepica heroica que cualquiera de estos geacuteneros Esta cualidad eacutepica facilita el hecho de que ambos autores tratan a Ulises con una mayor objetividad que en la liacuterica Con una mayor libertad narrativa que en el drama y con un mayor peso del simbolismo heroico que en una novela Despueacutes de un largo intervalo regresamos al ambiente heroico-romaacutentico de la Odisea Un ambiente menos estrictamente eacutepico que el de la Iliacuteada pero maacutes proacuteximo a eacutel que cualquier otro geacutenero de literatura claacutesica y un ambiente especialmente acorde con el heroiacutesmo versaacutetil y a menudo poco ortodoxo de Ulisesrdquo27 Y califica la imagen de Ulises recreada por el escritor griego como un siacutembolo en que se funde ldquola suma de los anhelos y de las angustiosas dudas del hombre contemporaacuteneordquo Prevelakis por su parte en el magno estudio El poeta y el poema de la Odisea desarrolla el tema de lo traacutegico en la obra maacutexima de Kazantzakis Centra todas las notas que caracterizan a Ulises en el poema ndashy que van apareciendo a medida que el peregrino intenta nuevos caminos vitalesndash en la del hombre sin-esperanza El desesperado cuya figura erra con distintas facetas en los grandes escritores del siglo (pieacutensese entre otros en Sartre Hesse Juumlnger T S Eliot Camus y principalmente Kafka) es un hombre de nuestro tiempo Y Ulises en el poema de Kazantzakis pese a sus caracteriacutesticas muchas veces primitivas es un hombre contemporaacuteneo Llega a serlo a traveacutes de la vastedad de la obra a traveacutes de la transformacioacuten del mito antiguo ldquoKazantzakis ndashdice Prevelakisndash sirve abundantemente y sin esfuerzo al geacutenero eacutepico con el proacutedigo tesoro de su experienciahellip Mas las caracteriacutesticas de la tragedia se presentan tambieacuten a veces en

27 W B Stanford op cit p 258

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la Odisea una vez como puro diaacutelogo dramaacutetico (la rapsodia XVI) Pero el alma traacutegica recorre todos los tejidos del poema de un extremo a otro Yace en la misma disposicioacuten del poeta que adora la vida y sin embargo la tiene por inmaterial fantasmagoriacutea y en el caraacutecter dilemaacutetico del heacuteroe

Palpitan en sus entrantildeas los anheloscon-caminos-opuestos y sin loacutegicahellip

Yace en el esfuerzo del heacuteroe ndashdel hombrendash por vencer la ldquoinmensa noche eternardquo28 ldquoTreinta siglos despueacutes de Homero dice Alain Decaux en el proacutelogo a la monumental edicioacuten francesa del poema Kazantzakis un griego contemporaacuteneo nuestro retoma el tema antiguo de Ulises y nos da una de las obras claves de la literatura de nuestro siglo Fiel al gran aliento original eacutel explica en una carta a un amigo ldquoEl asunto principal casi uacutenico de toda mi obra es el combate del hombre con ldquoDiosrdquo la lucha implacable indestructible del gusano que se llama hombre contra las terribles fuerzas todopoderosas y tenebrosas que se encuentran en eacutel y alrededor de eacutel la obstinacioacuten la lucha la tenacidad de la minuacutescula chispa que trata de horadar y vencer la inmensa noche eterna El combate y la angustia por transubstanciar las tinieblas en luz la esclavitud en libertadrdquo Y maacutes adelante Decaux expresa ldquoLa Odisea de Kazantzakis es un himno a la grandeza del hombre A la fraacutegil grandeza del hombrehellip El Ulises de Kazantzakis se mueve (al comienzo al menos) en los tiempos de Homero pero siente soporta y actuacutea en el tiempo de Kazantzakisrdquo29 Las alusiones al paso del tiempo las horas los diacuteas y noches las estaciones los antildeos seraacuten uno de los capiacutetulos de este ensayo Recordemos ahora que el curso cronoloacutegico del peregrinar de Ulises se expresa hacia el fin del poema en miles de antildeos como en el pasaje siguiente cuando Odiseo ha llegado a las costas del Aacutefrica despueacutes de haber atravesado el continente y saluda al mar

28 P Prevelakis El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo Atenas 1958 Existe la versioacuten inglesa de Philip Sherrard editada en Nueva York por Simon and Schuster en 196129 A Decaux laquo Preface agrave lrsquoOdysseacutee raquo traduccioacuten al franceacutes de Jacqueline Moatti paacuteg 10

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y al comparar a su gran compantildeero el pieacutelago con un perro recuerda a Argos

Ahora se oyoacute rugir la ola restallar y jugarcomo el perro amarrado que al amo reconocioacute y que gruntildeey el opulento noble de la mar lo saluda con afectolaquoEnbuenhora ante mi casa te encuentro mi perro viejo y fieliexclola miacutea no me has olvidado todaviacutea y con ternura me ladrasraquoSalta y agachado lo acaricia toca la blanca motase acordoacute de otro fiel animal hace ya miles de antildeoscuando agitaba el rabillo en su patio mancilladoy se lanzoacute a darle bienvenida despreciando a los pretendientes enemigoslaquoiexclArgosraquo llamoacute ahora en su pensamiento y el perro brotoacutelleno de lodo desde la tumba moviendo su lomo

(XXI 179-189)

Tambieacuten en la rapsodia XXIII los hechos de Troya se han alejado milenios

Ya al mediodiacutea derrumbaacuteronse las puertas del palacio hace ya miles de antildeos en las playas sangrientas de Troya

(XXIII 334-5)

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Siacutembolos vivos Itaca y Ulises

Como Joyce Kazantzakis desde muy temprano distinguioacute a Ulises como un personaje favorito30 y como aqueacutel en la edad madura ldquoredescubrioacute en el mito antiguo el arquetipo del hombre modernordquo Tanto para el griego como para el escritor irlandeacutes ldquoel hombre de numerosos artificios que ha conocido tantos hombres y tantas ciudades es una figura integral y comprensiva una mezcla de las maacutes vulgares estratagemas y de las simpatiacuteas maacutes amplias de la naturaleza humanardquo31 El alma inquieta de Kazantzakis tendiacutea a identificarse con la figura de aquel aventurero polifaceacutetico ldquoNo es casual ndashdice el profesor Alsinandash que la figura que maacutes le haya preocupado haya sido Ulises el siacutembolo de la inquietud humana y en gran parte una especie de perfil del propio Kazantzakisrdquo32 Parece ser el mismo cretense quien habla en el hermoso verso con que Odiseo saluda a su propio espiacuteritu peregrino en la rapsodia XVI

Salve alma miacutea que el errar siempre por patria poseiacuteste

La concepcioacuten central de Ulises como suma y encarnacioacuten de todas las inquietudes del poeta griego se expone en Toda Raba ldquoBien sabes Pandeliacutes que mi jefe no es ninguno de los tres jefes de las almas humanas ni Fausto ni Hamlet ni Don Quijote sino Ulises En su velero vine a la URSS No poseo la sed insaciable de la inteligencia occidental ni oscilo entre el siacute y el no para llegar a la inmovilidad ni me domina el ridiacuteculo y sublime impulso del noble luchador de los molinos de viento Soy un marinero de Odiseo un corazoacuten ardoroso un espiacuteritu despiadado y luacutecido Pero no soy un marino del Ulises que regresaba a Itaca sino del otro del que ya ha regresado ha muerto a sus enemigos y sintieacutendose ahogado en su patria un buen diacutea se ha vuelto a marchar Ha escuchado en el norte en la niebla hiperboacuterea una nueva

30 ldquoTeniacutea doce antildeos cuando estudiaba la guerra de Troya [hellip] ero la historia de Uises sola se quedoacute grabada en mi memoriardquo escribe Joyce Cit por W B Stanford op cit p 23131 Levin H James Joyce paacuteg 6832 Alsina y Miralles La literatura griega medieval y moderna paacuteg 175

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sirena la sirena eslava Henos aquiacute ante ella sin taparnos las orejas sin amarrarnos a los maacutestiles yendo y viniendo por nuestro barco enteramente libres Escuchamos el canto maravilloso y conservamos intacta nuestra alma El capitaacuten Ulises inmoacutevil en la proa grita Eh compantildeeros abrid los ojos las narices la boca las manos abrid el espiacuteritu colmad vuestras entrantildeasrdquo33 La idea de la segunda partida de Ulises desde Itaca idea que existioacute ya en la Antiguumledad movido por el afaacuten de nuevos conocimientos la habiacutea recogido Dante en el Canto XXVI del Infierno dando a la fisonomiacutea del heacuteroe un cariz para nosotros especial aunque deberiacutea existir en los conceptos de la eacutepoca34 ldquoNi las dulzuras de mi hijo ni la piedad debida a un padre anciano ni el mutuo amor que debiacutea hacer dichosa a Peneacutelope pudieron vencer el ardiente deseo que yo teniacutea de conocer el mundo los vicios y las virtudes de los humanos sino que me lanceacute por el abierto mar soacutelo con un naviacuteo con los pocos compantildeeros que nunca me abandonaronrdquo Asiacute habla desde la llama biacutefida el espiacuteritu de Odiseo condenado por su afaacuten soberbio de conocimientos El afaacuten de nuevas experiencias constituye en la obra de Kazantzakis uno de los motivos para el nuevo abandono de la patria Se suma al hastiacuteo y desencanto que produce en el heacuteroe el estrecho y mezquino ambiente familiar y el ritmo rutinario de la vida corriente en la isla Este elemento acerca el personaje al Ulises de Tennyson que aunque expresa como mayor deseo perseguir el conocimiento maacutes allaacute del liacutemite del pensamiento humano como a un astro que se pone en el oriente desea en el fondo liberarse del aplastante y fastidioso ambiente familiar Se ahoga en la isla y desprecia a su pueblo

que atesora y duerme y se alimenta y no lo reconocehellip

33 N Kazantzakis Toda Raba p 10934 La idea del nuevo viaje y su motivacioacuten aparece en algunos antiguos como Plinio pero la utilizacioacuten posterior del personaje se ligoacute generalmente al motivo del retorno al hogar y a la patria

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El Ulises de Tennyson persigue siempre maacutes conocimientos y lleva en siacute la impronta de la experiencia gozada

Una parte soy de todo lo que he halladohellip35

El exhaustivo examen que hace el profesor Stanford del tema de Odiseo a traveacutes de la literatura antigua medieval y moderna y que culmina con el estudio detallado del Ulises de Joyce y de la Odisea de Kazantzakis no nos proporciona con todo algunos elementos de la moderna liacuterica griega que se entremezclan en la compleja concepcioacuten de los motivos de Itaca y de Odiseo en el escritor cretense Este aspecto se toca en la introduccioacuten a nuestra versioacuten del poema y en el estudio ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo apartado de la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado36 trabajos a los cuales remitimos al lector El personaje se transforma a traveacutes del poema desde el comienzo asiacute como tambieacuten va cambiando el sentido de su viajar Ayudaraacute en Esparta a la conservacioacuten de un estado decadente en Creta organizaraacute la destruccioacuten de un reino decreacutepito en Egipto tomaraacute parte en una revolucioacuten con claro sentido social peregrinaraacute hacia las fuentes del Nilo donde fundaraacute una ciudad ideal y arrasada eacutesta por un cataclismo seguiraacute solitario por la jungla volvieacutendose asceta A estas alturas su viajar que continuaraacute todaviacutea con diversos episodios hasta llegar al mar construir su uacuteltima embarcacioacuten en forma de atauacuted y partir a los hielos y las soledades polares se ha transformado en una buacutesqueda de sentido de la existencia en un buscar a Dios en una marcha a la liberacioacuten a la plena libertad y soledad No tocaremos aquiacute el tema de la estructura del poema pero recordaremos que desde el punto de vista de la composicioacuten la obra a la que acaso mejor pudiera compararse la Odisea seriacutea la Divina Comedia37 En ambas hay un peregrinar un caminar a traveacutes de muchos

35 La traduccioacuten del poema de Tennyson en Oscar G Ramos La Odisea un itinerario humano pp 169-17136 M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Kazantzakisrdquo Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado 5-197137 En otro trabajo ldquoNikos Kazantzakis Poema al Danterdquo Boletiacuten de la U

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lugares un conocer muchas situaciones y muchos espiacuteritus Hay una direccioacuten cierta meta que guiacutea al romero ndashmaacutes cierta y clara sin duda en la obra de Dante Este va en busca de Dios y es conducido por el Poeta hasta llegar a enfrentar ldquola luz que mueve el sol y las demaacutes estrellasrdquo Ulises sale de su isla y navega buscando en el fondo tambieacuten a Dios sin hallarlo porque no existe porque es un mito Mientras Dante se va aproximando a la divinidad Odiseo en su errar se va acercando a la realidad final la nada que a todos aguarda La ruta lo que en ella van encontrando permite a ambos peregrinos esbozar una ldquosummardquo de las orientaciones del espiacuteritu humano episodios y personajes surgen unos tras otros ante los ojos insaciables de ambos caminantes En Dante a las figuras histoacutericas y mitoloacutegicas de la antiguumledad se agregan hombres de su tiempo En Kazantzakis se mezclan los hombres de eacutepocas y lugares que atraviesa con personajes tipos que surgen con cierto velo de disfraz de las espesas y fantasmagoacutericas selvas africanas Hamlet Don Quijote el Asceta el Hedonista el Hombre Primitivo Cristo38 La metamorfosis del personaje principal y de los elementos del mito antiguo se inicia como deciacuteamos desde el principio de la Odisea Debemos tener presente que la narracioacuten se inserta en la rapsodia XXII del poema homeacuterico inmediatamente despueacutes de terminada la matanza de los pretendientes El ldquoCuandohelliprdquo con que se inicia la nueva epopeya muestra la continuidad temporal Desde el primer momento comienza en el heacuteroe surgido para nosotros desde los versos de Homero una

de Chile Nos 78-79 1968 recordaacutebamos que ldquoHomero y Dante fueron acaso los espiacuteritus maacutes venerados por Kazantzakis Quizaacutes sin pretender compararse a ellos ndashaunque objetivamente pueden establecerse semejanzas en algunos aspectosndash el autor de Cristo de Nuevo Crucificado tendiacutea a mirar las obras de aquellos poetas como grandes caminos a los que eacutel tambieacuten antildeadiacutea una senda La Odisea de Homero era el sendero hacia el hogar hacia el hombre hacia la paz despueacutes de la tormenta y la realidad serena despueacutes de los encantamientos y maleficios La Comedia de Dante era la odisea hacia el cielo y la visioacuten divina camino pleno de siacutembolos alegoriacuteas premoniciones y esperanzas De esas odiseas no poco tomoacute Kazantzakis para la suya propia la obra de su vida un camino tambieacuten con encantamientos y maravillas pero senda a traveacutes de la desesperanza hacia la nada eternardquo Remitimos en esta materia al lector a la ldquoIntroduccioacutenrdquo de nuestra versioacuten castellana de la Odisea38 Aun se podriacutea sugerir asimismo cierto paralelismo aunque inverso de los tres mundos posterrenales del espiacuteritu medieval que atraviesa el Poeta desterrado y las tres eacutepocas y tres continentes todos terrenos que recorre Odiseo en su senda

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metamorfosis paralela a la que experimentan su isla su mujer y todo aquello que lo esperaba por antildeos A traveacutes de toda la primera rapsodia el desencanto de Odiseo va en aumento Veinte antildeos enfrentoacute peligros innumerables animado por el ansia de volver a ver a su mujer y cuando llega por fin ante ella la desilusioacuten lo embarga Peneacutelope por su parte siente miedo ante su feroz marido

Peneacutelope que silenciosa y paacutelida en el trono esperabase vuelve a ver y tiemblan sus rodillas de pavorlaquoNo es eacuteste el que aguardeacute antildeo tras antildeo oh Dios con grande anheloveo un dragoacuten gigantesco que semejante a un hombre nuestra casa pisaraquoPresintioacute el arquero-del-espiacuteritu el oscuro pavorde la pobre mujer y suave dice a su irritada entrantildealaquoAlma miacutea eacutesta que inclinada tanto tiempo te esperapara que abras sus selladas rodillas y con ella te fundas en quejido gozosoes la mujer que anhelaste mientras luchabas en el pieacutelagoy con los dioses y con la honda voz de tu inmortal espiacuterituraquoDijo Mas no se estremecioacute su corazoacuten en su impetuoso pecho (I 24-34)

Cuando agradecido de un anciano que sin conocerlo le ofrece agua y pan Ulises le anuncia la llegada del rey de Itaca aqueacutel manifiesta su maacutes absoluto desintereacutes Y el pueblo recibe a su sentildeor ni siquiera con indiferencia sino con abierta hostilidad A poco de su vuelta se prepara un complot para asesinarlo despueacutes que el errabundo habiacutea logrado dominar una revuelta popular encabezada por las viudas de los caiacutedos en Troya y los invaacutelidos de aquella guerra Soacutelo por unos instantes ha podido el viajero desde una colina contemplar en paz a su isla

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Ascendiacutea el varoacuten siempre errante y alas infinitasy perfume de yerbas y traviesos pensamientos su corazoacuten embargabansubiacutea y cada vez mayor la blanca era de su patria se extendiacuteay al fin cuando pisoacute su pie la cumbre del desnudo monteel cuerpo paacutelido y esbelto aparecioacute de su isla humildeSus pupilas movieacuteronse tratando de esconder en vano el llanto laquoEacutesta es la roca el aacuterido pentildeasco que anhelabame gustaraquo murmuroacute y en sus grandes paacuterpados las laacutegrimas brillaronComo un atleta en el mar se asoleaban las playas negruzcasse sumiacutean las chozas en la luz y en el valle se moviacuteanmorosamente los bueyes marcando el pecho fructuoso de la tierray el pensamiento avizoraba ndashaacuteguila inmoacutevilndash todo el mundo a sus piesMas de improviso tierra y costa se mecieron y vacilaron poblados y aacuterbolesy toda la isla ascendioacute treacutemula como una nieblay se desvanecioacute como se pierde la nube cuando la toca el solRefrescaacuteronse las entrantildeas de Odiseo y se llenaron de marMudo por horas libaba la dulzura de la patria (I 724-740)

Verdad es que la narracioacuten que de sus peripecias hace Ulises recuerda en cierta medida el clima de la Odisea homeacuterica Sin embargo en la liberacioacuten de las grandes tentaciones que soportoacute el heacuteroe en su travesiacutea maacutes que el elemento del retorno al hogar y a la patria se impone la nostalgia de la especie humana del ser hombre y no inmortal en el caso de Calipso y de no rebajarse desde la calidad de tal a la inconciencia animal en el caso de Circe Cuando deja el mundo sin muerte ni dolor de Calipso deja tambieacuten el mundo miacutetico en el que el humano podiacutea sontildear con dioses y aun aspirar a llegar a ser inmortal

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Y cuando avanzaba ya lejos como saeta en la ola de espumoso seno y el dolorido canto se perdioacute en la bruma del crepuacutesculo poco a poco la balsa se puso maacutes pesada y se ladea las sombras la aplastaban de mujer de hijo de patria se cargoacute y libre dejeacute a mi corazoacuten conducirse a su agrado iexcly eacuteste estalloacute en sollozo amargo y otra vez se volvioacute humano (II 183-189)

Parecido es el sentido de su despertar desde la inconsciencia animal en que lo sumioacute Circe motivado por la visioacuten de un grupo de humanos que come en la playa y de una mujer que acuna a su hijo pequentildeo

iexclPobre alegriacutea miacutea inmortal pan comida vino y ante ti que esteacute la mar azul y masticar lentamente y sentir maacutes fuerte el alma y la carne renovarse ndash y yo creo Dios miacuteo que he probado esa dicha tan honda Cuando han comido se tienden los brazos abiertos al iacutegneo cielo y mueve la mujer su cuerpo suavemente de un lado a otro y un canto de cuna lento arrastrado dulce se difundioacute en el aire Vaciacuteas caiacutean las palabras se hundiacutean en el limo de mi espiacuteritu mas recibiacutea en mi entrantildea el dulciacutesimo son y temblaban jadeantes de ansiedad las hojas pesadas y de-envoltura-gruesa de mi corazoacuten Sentiacutea dolor trataba de recordar abriacutease-y-cerraacutebase mi pecho ndashvasto patio mar azulado higueras olivos vintildeasndash y una mujer de-marmoacutereo-cuello que amamantaba a un infante iexclay de miacute si pudiera subir a una alta cumbre y una aguda voz sacar Y repentinamente mi garganta se hinchoacute y mis sienes estallaron iexcly otra vez me trajo hasta ti el llanto estirpe humana (II 351-366)

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La muerte como hombre pleno que tomoacute la forma de tentacioacuten de inmortalidad (Calipso) de inconsciencia animal (Circe) y de vida muelle y feliz (Nausiacutecaa) parece tambieacuten adoptar el rostro de la patria tan anhelada pero que comienza a ser estrecha

Sella sus labios amargos y no pronuncia ya palabra Contemplaba el fuego que se sumiacutea la llama que se marchitoacute coacutemo se espolvoreaba y se extendiacutea en el rescoldo la ceniza Vueacutelvese y mira a su mujer divisa al hijo y al padre y estremecioacutese de suacutebito suspiroacute y tocoacute sus labios con la mano ahora comprendiacutea tambieacuten era la patria rostro dulce de muerte Como de fiera que se cogioacute en la trampa sus ojos giran y se mueven llameantes amarillos en sus profundas cuencas Estrecho como aprisco de pastor pobre parecioacutele el palacio paterno una duentildea de casa ya marchita tambieacuten esa mujercilla y el hijo como anciano octogenario todo lo pesa con cuidado (II 429-440)

Lentamente la patria se va transformando en una nueva prisioacuten Cuando en el festiacuten popular un viejo cantador recuerda los elevados presagios que presidieron el nacimiento de Odiseo eacuteste estalla en coacutelera contra siacute mismo

Mudo e inclinado escuchaba el arquero mordieacutendose los labiosy lejos su espiacuteritu se hallaba en cavernas y mares desoladasY en cuanto el bardo cerroacute sus grandes y haacutebiles labiosse estremecioacute respirando con fuerza y sus untildeas se clavaron en el tronoy en las mesas cayeron las copas de oro y derramaacuteronseY llena de acre burla y enojo su voz atruenalaquoiexclVerguumlenza miacutea ya mis dientes se aflojaron encanecieron mis cabellosy auacuten en obras nimias estoy gastando mi almaiexclToda la tierra he saqueado y mis manos ya se hartaronno hay maacutes mares para que yo atraviese ni otros hombres que

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encontrary entonces lleno de ufaniacutea vine a anclar aquiacute para podrirme en la patriaraquoDijo y se sentoacute girando por todo alrededor los ojoscual si fuese un mal suentildeo y pesadilla esta junta de genteTembloacute el pueblo y sus copas se quedaron en el aire (I 1212-1224)

Lentamente la anhelada patria se va transformando en una nueva prisioacuten y la idea de partir se va afirmando en el alma de Ulises En Carta al Greco en el capiacutetulo titulado ldquoCuando la semilla de la Odisea maduraba en miacuterdquo hace Kazantzakis una emocionante evocacioacuten de Ulises en la que se da un traer el personaje remoto hasta nosotros mismos39 El artista cretense recuerda en esas paacuteginas la eacutepoca angustiada en que dio por pasadas las ldquotres estaciones de su peregrinacioacutenrdquo que habiacutean sido Cristo Buda y Lenin La inquietud que lo atormentaba en su retiro de Creta fue disipaacutendose a medida que iba hacieacutendose maacutes niacutetido el nuevo camino de su vida y de su obra mayor la Odisea Sus dudas vinieron a desaparecer cuando reconocioacute a su verdadero y uacuteltimo guiacutea ldquoEras tuacute ndash iquestcoacutemo podriacutea dejar de reconocerte enseguidandash eras tuacute capitaacuten del barco de Grecia mi antepasado mi amado tatarabuelo Con tu gorro puntiagudo tu espiacuteritu insaciable y taimado que forja faacutebulas y se regocija de su mentira como de una obra de arte aacutevido y tozudo uniendo con soberana habilidad la prudencia del hombre al delirio divino de pie sobre el barco de Grecia sostienes el timoacuten sin soltarlo desde hace millares de antildeos y por millares de antildeos ldquoTe miro por todas partes y mi mente siente veacutertigo Ya te me apareces como un viejo centenario ya como un hombre maduro de cabellos azules y rizados salpicado de rociacuteo del mar ya como un nintildeo pequentildeo que se ha prendido a la tierra y al mar como a pechos maternos

39 Constantino Kavafis (1863-1933) desde la deacutecada del 90 del siglo XIX utilizoacute con extraordinaria originalidad el paralelismo de lo antiguo y lo actual para expresar la angustia e inquietud del hombre contemporaacuteneo e intentar asir el tiempo en la poesiacutea anticipando asiacute procedimientos que luego se daraacuten en poetas como Eliot Pound y en Grecia en Seferis

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y se amamanta Te miro por todas partes y me esfuerzo por aprisionarte en el lenguaje por inmovilizar tu rostro y poder decirte iexclYa te tengo iexclYa no te me escaparaacutes Pero tuacute haces estallar la palabra ndash iquestcoacutemo podriacutea contenertendash Te deslizas y escapas y oigo tu risa en el aire por encima de mi cabezardquo Y alliacute se dibuja tambieacuten el sentido de la auteacutentica Itaca ldquoY muy al principio cuando auacuten no te conociacutea coloqueacute en tu camino para impedir tu partida lo que yo creiacutea la trampa maacutes haacutebil Pero tuacute habiacuteas reiacutedo a carcajadas respirando profundamente e Itaca habiacutea sido pulverizada Fue entonces cuando comprendiacute alabado seas tuacute destructor-de-patrias que Itaca no existe no hay maacutes que el mar y una barca minuacutescula como el cuerpo del hombre y en ella el Espiacuteritu por capitaacutenrdquo Varios rasgos del hombre de-muacuteltiples-aspectos se esbozan en este capiacutetulo de Carta al Greco Su examen detallado no podriacutea faltar en un estudio de la Odisea Aquiacute en estas paacuteginas introductorias nos limitamos a ciertas facetas que denotan la profunda humanidad del personaje insaciable resumidas acaso en las liacuteneas siguientes ldquoDe pie sobre sus cuadernas de hueso hombre-y-mujer-a-la-vez siembra y pare pare las alegriacuteas y las tristezas las bellezas las virtudes y las aventuras toda la fantasmagoriacutea del mundo sangrante y amado Estaacute de pie inmoacutevil los ojos fijos en la catarata de la muerte que atrae a su naviacuteo y arroja incansablemente como un pulpo sus cinco dedos hambrientos sobre la tierra y sobre el marrdquo40 ldquoPor sobre mi cuerpo se erguiacutea otro cuerpo visiblehellip y era eacutel el que ordenabahellip yo no era sino la sombra fiel que lo seguiacuteahellip Con los ojos plenos de su presenciahellip me inclineacute sobre el papel Pero la hoja virgen ya no era como lo habiacutea sido hasta entonces un espejo que reflejaba mi rostro Vi por primera vez el semblante de mi gran Compantildeero de Rutardquo41 ldquoPotente e inolvidable visioacuten que no lo abandonaraacute ya maacutes con Ulises y sus compantildeeros de aventura va a vivir durante doce antildeos escribiendo las versiones sucesivas de la grande epopeya y su sombra gigantesca se extenderaacute sobre eacutel hasta el fin de su vidardquo42

40 Kazantzakis N Carta al Greco paacuteg 58141 Ibiacutedem paacuteg 57942 Baudier M L op cit paacuteg 11

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El tema del viaje reviene como una obsesioacuten en su vida y en su obra pero el gran viaje que hizo y que duroacute la parte maacutes fecunda y maacutes apasionada de su existencia fue con Ulises ese hermano ese compantildeero bienamado creado de la substancia misma de sus deseos de su fe de sus ambiciones y que los arrastroacute a los mares y las tierras desconocidas y a las aventuras espirituales maacutes temerarias Ulises-Kazantzakis se ahogaba en los marcos demasiado estrechos ldquoYo sentiacutea ndashdice eacutelndash que mientras maacutes avanzaba Odiseo maacutes se ampliaba su ego haciendo estallar cada mundo nuevo ndashego familia patria razandash y lo sentiacutea identificarse maacutes y maacutes con el iacutempetu misterioso e indestructible que se manifiesta sobre nuestro planeta bajo la forma de la vidardquo Al crear a su heacuteroe se creoacute a siacute mismo ndashnos dicendash pero hay que dar a su afirmacioacuten su auteacutentico significado Ulises representa para eacutel una experimentacioacuten voluntaria No se contenta con recorrer la tierra y los mares bajo los cielos estrellados para gozar de la belleza del mundo y enriquecer su vida con imaacutegenes y sensaciones nuevas sino que ensaya conscientemente ldquotodas las formas de vida libremente maacutes allaacute de programas y de sistemas y da a su Odisea las dimensiones de una epopeya del hombre modernordquo43 Cada ser acaso sea una siacutelaba de un magno canto de una inmensa Odisea ignota cuyo sentido no ha sido desentrantildeado La idea anotada en El jardiacuten de rocas reaparece en el poema Cada alma es un signo velado bordoneante una siacutelaba en la magna y ahogada cancioacuten marina errabunda

iexclAy si levantaacuteramos desde las ondas nuestra pobre cabezacuanto pueden nuestros seres a la luz y al aire suavepara ver y navegarlo al sagrado canto enteroMezclarnos todos siacutelaba con siacutelaba pegada para hallarel sentido oculto del viaje y el brillante puertoiexclLevaacutentate arquero trepa sobre tu cabeza y yeacuterguete alliacutepara que contemples y para que goces las albas brumosas de la humanidad (XIV 622-628)

43 Baudier M L op cit paacuteg 20

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El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis

Puesto que el poema del escritor griego y la novela del irlandeacutes parten de la utilizacioacuten de elementos de la Odisea homeacuterica para expresar el alma del hombre actual es interesante tratar de bosquejar algunas liacuteneas comparativas Kimon Friar en su estudio La Odisea de Nikos Kazantzakis y en el proacutelogo a su traduccioacuten inglesa del poema y Stanford en el capiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo del ya citado libro The Ulysses Theme El tema de Ulises esbozan algunos aspectos del tema Para Stanford la mejor prueba de la vitalidad extraordinaria del mito odiseano la constituyen las dos magnas obras contemporaacuteneas que lo utilizaron para tratar de expresar el mundo del siglo XX a tres milenios de distancia de su punto de partida Grandes en extensioacuten y densidad las dos han merecido calificativos ldquoastralesrdquo Inmenso aerolito caiacutedo que permanece como una isla de piedra en el lago de las letras griegas cordillera majestuosa de alguacuten paiacutes desconocido e inexplorado se ha llamado a la Odisea Un nuevo planeta se ha dicho de Ulises planeta apenas conocido ldquoy los que lo exploran no piensan dar en mucho tiempo una descripcioacuten de eacutel que agote siquiera sus bellezas maacutes aparentes y sus tesoros menos ocultosrdquo44 iquestQueacute hay de comuacuten entre estas dos obras cumbres de dos escritores de tan diversos mundos y raigambres espirituales A esta pregunta que se formularon muchos cuando aparecioacute la Odisea se agrega naturalmente otra iquestqueacute relacioacuten hubo entre los designios de los escritores al proyectar esas obras Sabemos que Joyce ya de estudiante manifestoacute su preferencia y atencioacuten por el personaje Ulises Estudioacute a Homero con asiduidad y siguioacute al heacuteroe a traveacutes de diversas obras modernas Esta etapa se cumplioacute tambieacuten en Kazantzakis admiracioacuten por la figura de Odiseo estudio intenso de Homero y de muchos recreadores del mito odiseano Stanford ha destacado la actitud ldquoafectivardquo hacia Ulises de ambos escritores sentildealando que ldquotanto a Joyce como a Kazantzakis les gusta Ulises y lo admiran y de alguna manera se sienten espiacuteritus hermanados con eacutel Para ellos no es sencillamente un peoacuten maleable en alguna campantildea propagandiacutestica o una ejemplificacioacuten uacutetil de cualidades

44 Mercanton J ldquoJames Joycerdquo proacutelogo al Ulises de Joyce paacuteg 7

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morales (o inmorales) o una figura-tipo conveniente para un argumento convencional sino un medio de explorar una situacioacuten tanto del hombre moderno como de los autores mismos Otros autores naturalmente ya habiacutean utilizado tambieacuten el personaje-imagen de Ulises de esta manera pero no tan comprehensivamente Dante Euriacutepides Soacutefocles y los otros contribuidores a la tradicioacuten con actitud social habiacutean mostrado la inteligencia decidida de Ulises en su trabajo en las varias esferas limitadas de la vida humana Joyce y Kazantzakis intentan mostrarle en casi cada actividad tiacutepica de vidardquo45 Anota Stanford otra similitud entre los dos autores ldquoTanto Joyce como Kazantzakis son rebeldes o quizaacutes exiliados seriacutea mejor el teacutermino de las creencias tradicionales de sus antepasados Joyce de aquellos de la Europa occidental latina y Kazantzakis de aquellos del oriente griego y eslavo En la poliacutetica han repudiado el nacionalismo estrecho y en la religioacuten la ortodoxia coactiva Este exilio personal se refleja en sus retratos de Ulises Pero han empleado su exilio no en antildeoranzas llorosas como aquellas de Ulises en la isla de Calipso sino medio de ver los problemas de la vida contemporaacutenea desde una perspectiva maacutes clarardquo46- La primera constancia del proyecto de Kazantzakis la encontramos en una anotacioacuten de agenda fechada el 18 de diciembre de 1914 antildeo en que Joyce comenzaba a escribir Ulises En esa nota el autor griego se refiere con emocioacuten al pasaje de Dante sobre Ulises en el Canto XXVI del Infierno La idea seguramente ya se habiacutea dibujado antes en su espiacuteritu pero no cobraba forma definitiva Por esos mismos antildeos escribe su tragedia Ulises que parece mostrar alguna influencia de El arco de Ulises de Gerhart Hauptmann (1914) Aquella obra dramaacutetica de Kazantzakis posee cierto estilo claacutesico y no se advierte en ella una renovacioacuten del tema de Itaca47

45 W B Stanford op cit pp 270-271 Jacqueline de Romilly anota que de Platoacuten procede la liacutenea que lleva al moderno Ulises irlandeacutes un hombre comuacuten y corriente Ver a este respecto La Repuacuteblica IX 620 cuando Odiseo puesto a elegir su condicioacuten en una nueva vida escoge la βίον ανδρός απράγμονος vida de un paciacutefico hombre particular46 Ibiacutedem pp 271-27247 Nuestra versioacuten de esta obra aparecioacute en el volumen N Kazantzakis Teatro Centro de Estudios Griegos Santiago 1978

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Mientras el Ulises de Joyce aparecioacute en 1922 el proyecto de Kazantzakis continuaba soacutelo como plan En 1924 se publicaron en Atenas fragmentos de algunas rapsodias al parecer concluidas La primera redaccioacuten completa fue terminada en 1927 y soacutelo diez antildeos despueacutes poniacutea el escritor punto final a la seacuteptima y uacuteltima versioacuten completa Las obras del griego y del irlandeacutes constituyen una recreacioacuten de un mito antiguo y ambas poseen cierto caraacutecter de ldquosummardquo de su tiempo aunque sus perspectivas son bastante diversas En ambas se da un innegable simbolismo eacutepico aun cuando en la Odisea falte el elemento de la atmoacutesfera marcadamente naturalista del Ulises De las dos obras podriacutea decirse con palabras de Edmond Jaloux (estudioso de Joyce y tambieacuten admirador de la poesiacutea neogriega) ldquoAl mismo tiempo realista y simbolista este monumento ndashenigma y laberintondash mira hacia el pasado y hacia el porvenirrdquo Como se ha hecho notar en repetidas ocasiones el epicismo del Ulises es una especie de antiepicismo Bloom-Ulises es ldquola apoteosis del fracasordquo y su odisea es ldquola epopeya de las frustraciones psicoloacutegicas y los desajustes socialesrdquo ldquoHenos aquiacute ahora ndashdice Mercantonndash ante el Ulises de hoy errante en su ciudad rodeado de todos y siempre solo haciendo escala en todas partes y prolongando su carrera casi hasta el final de la noche No es otra cosa que un hombre errante en una ciudad conocida en donde todo le es familiar siempre al encuentro de un vecino de un compantildeero de un rival o de un amigo tan amenazado como el primer hombre en la naturaleza perdido como eacutel en el mar donde las rutas mejor trazadas se borran tan desnudo como eacutel desde el nacimiento ante el sufrimiento y la muerte y siempre solordquo48 Este Ulises-Bloom este hombre de hoy reproduce en su viaje de un diacutea desde el desayuno hasta la medianoche la larga travesiacutea de diez antildeos de su remoto antecesor pero dentro del espacio reducido de determinadas manzanas de la ciudad de Dubliacuten un 16 de junio de 1904 El Ulises-Ulises de Kazantzakis es tambieacuten un hombre errante un hombre de hoy aunque pueda parecer primitivo muchas veces y un hombre siempre solo Solitario μονιάς moniaacutes es justamente uno de sus epiacutetetos maacutes repetidos Su nueva travesiacutea parte desde un verso

48 Mercanton J op cit paacuteg 15

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determinado de Homero el 477 de la rapsodia XXII Volvioacute de Troya y quiso hacerse a la mar nuevamente Su peregrinar no tendraacute retorno mientras que siacute lo tiene el vagar de Ulises-Bloom Y no va errante por una ciudad y en un diacutea sino por las eacutepocas los mares y los continentes hasta llegar a la nada en los hielos antaacuterticos El poema homeacuterico se prolonga indefinidamente a traveacutes del kazantzakiano Pero el heacuteroe va cambiando a medida que avanza en el espacio y en el tiempo Ya no es heacuteroe es un hombre Ya no es un vencedor es un asceta Ya no es un luchador es un pensador Solo en el fondo va avanzando hacia la soledad total Camina piensa medita busca Se ha dicho que el Ulises y la Odisea homeacuterica son como dos liacuteneas paralelas que jamaacutes se encuentran Bien podriacutea decirse que la epopeya homeacuterica y el poema kazantzakiano son como dos liacuteneas divergentes que nunca podriacutean encontrarse En la obra de Joyce el mito odiseano se ha sobrepuesto sobre el mapa de Dubliacuten y el paralelismo del caminar de Bloom con la ruta del heacuteroe homeacuterico es de una exactitud y detallismo sorprendentes aunque la ordenacioacuten del relato tenga variantes significativas En el poema de Kazantzakis se aprovecha soacutelo algunos elementos esenciales del mito El desarrollo de la obra viene a ser la inversioacuten misma de la leyenda de la vuelta a la patria y al hogar La obra de Kazantzakis cambia radicalmente el sentido de las tres uacuteltimas rapsodias de Homero El encuentro con Peneacutelope y el reconocimiento en la rapsodia XXII pasan a ser episodios distintos lo mismo sucede con el encuentro y reconocimiento por parte de Laertes en la rapsodia XXIV Cambian los rostros del hijo de la esposa y del pueblo Empiezan a desaparecer la antigua Itaca y los dioses que guiaban seguros a los hombres preferidos Ulises siente renacer el fuego de su espiacuteritu Y sale otra vez a navegar Pero su peregrinaje cambia tambieacuten de sentido La buacutesqueda de conocimientos y experiencias que atribuyoacute Plinio al segundo viaje y que destacoacute Dante deviene la buacutesqueda de explicacioacuten vital la ldquopersecucioacuten de un diosrdquo El Ulises de Kazantzakis va errante en buacutesqueda de Dios como el Ulises de Homero va en buacutesqueda de la patria A ambos los hace arder la nostalgia La diferencia es que uno encuentra a Itaca (como Bloom encuentra su hogar) mientras el otro buscando el verdadero Dios llega a ser asesino-de-los-diosesrdquo49

49 Prevelakis op cit paacuteg 108

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Stanford al explicar el porqueacute del tiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo anota precisamente uno de los aspectos que relaciona las obras de Joyce y la de Kazantzakis en un paacuterrafo que vale la pena reproducir por entero ldquoCon una sola excepcioacuten todos los retratos de Ulises descritos en los capiacutetulos precedentes han sido incompletos Soacutelo Homero presentoacute al hombre en su integridad el rey sabio el esposo y padre carintildeoso el guerrero bizarro el politique elocuente y habilidoso el viajero intreacutepido el heacuteroe amado de la diosa el exiliado anhelante el inventor de muchas argucias y disfraces el vengador triunfante el nieto de Autoacutelico y el favorito de Atenea Los sucesivos escritores a lo largo de la tradicioacuten seleccionaron por lo general uno de estos papeles o varios interrrelacionados a conveniencia de sus inclinaciones personales o de sus propoacutesitos artiacutesticos Algunos de ellos aunque cintildeeacutendose a un aspecto uacutenico del caraacutecter y de la trayectoria de Ulises efectivamente sugieren tambieacuten algunas de las perspectivas maacutes profundas de su personalidad Dante a pesar de que su preocupacioacuten principal es la de demostrar lo pecaminoso de Ulises no ignora del todo su amor hacia el hogar y su nobleza heroica El Ulises de Shakespeare es sobre todo el hombre de las artes poliacuteticas pero su amabilidad hacia Troilo contribuye a revelar un aspecto maacutes tierno de su naturaleza reminiscencia de su sentimiento hacia Teleacutemaco en la Odisea A traveacutes de simbolismos y alusiones Giradoux insinuacutea mucho maacutes en su retrato de Ulises como embajador de lo que hacen Racine y Seacuteneca en los suyos Sin embargo no hay autor ni reciente ni antiguo que haya intentado rivalizar con la amplitud del relato de Homero hasta el siglo XX Cuando un novelista irlandeacutes y un poeta griego produjeron dos interpretaciones contemporaacuteneas del heacuteroe tan perseverante James Joyce en su Ulises (1922) y Nikos Kazantzakis en su Odisea (1938)rdquo50

50 W B Stanford op cit- p 257

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LOS PRESENTES ENSAYOS

No son pocos los aspectos de la Odisea que estaacuten por estudiarse Acaso el maacutes olvidado es el de la riqueza de la expresioacuten poeacutetica Si bien como hemos anotado anteriormente la bibliografiacutea en torno al poema se ha incrementado bastante en las uacuteltimas deacutecadas Los ensayos y estudios publicados se centran en otras de las muacuteltiples aristas de la Odisea Creemos que con razoacuten ha podido decirse que el poema es un ldquooceacuteano de poesiacuteardquo Son verdaderamente innumerables las hermosas imaacutegenes y comparaciones que se suceden mostrando una fantasiacutea poeacutetica inagotable Soacutelo estas uacuteltimas requeririacutean un muy extenso estudio Son como lo hemos anotado antes ya verdaderamente innumerables y muy bellas Las expresiones referentes al paso del tiempo son tantas y de tal variedad que mereceriacutean un estudio detallado La presencia del tiempo en la Odisea nos trae a la memoria las palabras de Jaeger sobre el tiempo en los poemas homeacutericos ldquoNinguacuten diacutea se halla tan henchido de confusioacuten humana que el poeta olvide observar coacutemo se levanta y se hunde el sol sobre los esfuerzos cotidianos coacutemo sigue el reposo al trabajo y la lucha del diacutea y coacutemo el suentildeo que afloja los miembros abraza a los mortalesrdquo51 Soacutelo que de acuerdo a los especialistas la accioacuten en la Iliacuteada transcurre en 51 diacuteas y en la Odisea 41 Verdad es que a traveacutes de los relatos internos ese tiempo se dilata en el poema del regreso de Ulises En la obra de Kazantzakis por el contrario son realmente incontables los antildeos y los diacuteas que transcurren Y asiacute las ocasiones en que el alba - ldquola aurora de rosaacuteceos dedosrdquo ldquoaurora de azafranado velordquo ldquola hija de la mantildeanardquo ndash viene a reemplazar la oscuridad de la noche son innumerables Y en cada una hallamos una o varias imaacutegenes distintas Y lo mismo sucede con las otras manifestaciones del paso del tiempo a traveacutes de cada diacutea Y asiacute tambieacuten con la sucesioacuten de los meses de las estaciones de los antildeos

51 Jaeger W ldquoHomero el educadorrdquo En Paideia p 61

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I El tiempo

ldquoLa Odisea ndashdice Robert Leacutevesquendash no es maacutes que una serie de deslumbrantes variaciones sobre el tema de la no esperanzardquo52 La certidumbre de la nada final planea sobre las rapsodias del poema como los motivos de la buacutesqueda de Dios del tiempo y de la muerte elemento que domina casi obsesivamente la obra A la muerte dedicamos otro capiacutetulo de este ensayo pero no podriacuteamos dejar de recordar uno de esos versos lapidarios del poema que muestran la unidad inexorable de ambas realidades el tiempo y la cesacioacuten de la existencia humana

Soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

El tiempo y su paso inexorable constituye uno de los motivos dominantes del poema ligado como dijimos al de la muerte Pese a que el desarrollo de la accioacuten parte desde Homero el lector pronto tiene la impresioacuten de que se estaacute avanzando vertiginosamente en el tiempo Verdad es que en Creta todaviacutea se alude a algunos personajes y elementos homeacutericos pero eacutestos ya se encuentran desfigurados y desleiacutedos El tiempo avanza y signo de ello sean acaso el envejecimiento de dos personajes que siempre fueron presentados en edades inmutables y hasta indeterminadas por poetas y narradores Ulises y Helena Ambos envejecen a traveacutes del poema ambos llegan a ser ancianos de cabello albo Helena en la isla de Creta donde ancloacute definitivamente Odiseo en las selvas y montantildeas del Aacutefrica53

52 Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 35653 El motivo de Helena envejecida preocupoacute a Kazantzakis antes y despueacutes de escribir la Odisea En Los hermanos enemigos encontramos este pasaje en las paacuteginas finales del diario de Leonidas joven combatiente muerto durante la Guerra Civil (1947-49) ldquoDe nuevo siento en mis entrantildeas despertarse al gran patriarca de nuestra raza Homero Como una semilla en el fondo de miacute mismo me estremece el deseo de que a menudo te he hablado amor miacuteo el de que Dios me conceda un diacutea el poder cantar el encuentro de Homero con Helena La hija del cisne es vieja ahora su garganta estaacute ajada los dientes y el cabello se le han caiacutedo Menelao ha muerto y de todos los heacuteroes que antantildeo combatieron por ella unos han muerto tambieacuten y los otros han retornado a la infancia Nadie se acuerda de Helena Sentada inconsolable entre las adelfas y a la orilla del Eurotas piensa en su vida iquestPor queacute nacioacute iquestPor quieacuten Su vida ha huido sin provecho para nadie Brilloacute el tiempo lo que dura un relaacutempago y

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El transcurrir del tiempo Las alusiones al paso del tiempo son innumerables en la Odisea Kazantzakis posee una especial maestriacutea para trazar en pocas liacuteneas el avance continuo y fatal del tiempo El transcurrir del tiempo se expresa de las maneras maacutes diversas Se manifiesta en los elementos maacutes variados desde los astros hasta los objetos maacutes pequentildeos e insignificantes de la tierra y todos ellos ademaacutes se presentan con matices muacuteltiples Grandeza e infinitud sideral el paso de las estaciones y su cortejo de cambios en la vida del hombre sencillo el transcurrir del diacutea y la noche plaacutecidos feroces ardientes misteriosos fantasmales el curso de las horas y los instantes con caracteriacutesticas muchas veces coincidentes con el desarrollo acelerado alegre cansado aplastante o agobiador de los acontecimientos Examinar exhaustivamente el tiempo dentro del oceaacutenico poema seriacutea un trabajo que excederiacutea muy ampliamente la extensioacuten de este ensayo De alliacute que debamos limitarnos a algunos aspectos y que no podamos pretender agotar la ejemplificacioacuten posible respecto de ellos El girar de nuestro planeta o del cielo y sus astros constituye un motivo de la sensacioacuten temporal en la Odisea

Gira la tierra lentamente transcurre el tiempo entiacutebianse los diacuteas cruciformes saetas velociacutesimas pasan las golondrinas hilos finos de mil especies llevan van tejiendo la trama de sol agua y brisa tibia y en la robusta urdimbre de la tierra bordan la primavera con sus flores y sus huevos caacutelidos Se llenoacute el carpe de retontildeos y dio sombra el fresno a los apriscos (VII 874-879))

En la segunda rapsodia durante el relato de la permanencia de Ulises junto a Calipso en la inconsciencia en la que lo sumioacute el amor de la ninfa el tiempo pasa y su signo son los astros-dioses que se apagan y encienden

luego se extinguioacute El olvido la acechahellip Helena suspira bajo las adelfas iexclHuir partir de nuevo irse lejos Pareciacutea como si un amante divino la atrajera cantando hacia una lejana orilla ldquoiexclAh iexclPartir de nuevo para escapar a la muerterdquo- N Kazantzakis Los hermanos enemigos paacuteg 777-8

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Giraba el cielo desde los cimientos junto a nuestra labor y se apagaban los astros en el pieacutelago y otros riendo se encendiacutean y nosotros igual que dos lucieacuternagas brillaacutebamos unidos en la arena Pendiacutea primero Zeus risuentildeo y titilaba cual sol nocturno y gozaba admirando allaacute abajo en una ribera solitaria a una diosa de rubia cabellera que temblaba y engendraba fruto al abrazo terroso de un mortal Detraacutes un hombronazo armado caminaba de prisa rodando por los valles restallando en las rocas girando cual cangrejo de fuego era Ares sanguinario y mientras reiacuteamos nosotros sobre los guijarros resbalosos Y postrera hacia la aurora pasaba con sus blancos albatros danzando risuentildea entre bruma rosada la graciosa Afrodita y suavemente en la tierra acariciaba a los dos cuerpos que alliacute en la playa unidos descansaban como el raudo aletear del aacuteguila atravesaban sobre nosotros y en el cielo vaciacuteo se perdiacutean nuestros diacuteas y noches (II 90-106)

El ropaje alegoacuterico que como podremos apreciar maacutes adelante se muestra con riqueza extraordinaria en las alusiones al sol suele participar en descripciones del avance temporal

El Ayer y el Hoy se yerguen cual dos leones de abundante melena lomo con lomo apegados con el disco de-llameante-ojo del sol y lo hacen rodar suavemente por el suelo y juguetean Se desliza el astro y en la tierra cambian de vestido los espiacuteritus Sus verdes camisolas se descoloraron y se deslieron deshojaacuteronse los aacuterboles y se abatieron las lluvias cogen las grullas sus polluelos y del tiempo de-pies-raudos brotan zarcillos y avanzan y avanzan hacia el sol (VII 735-42)

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La rueda del tiempo gira incesante independientemente del aspecto que tomen sus manifestaciones como la noche que en el pasaje siguiente cae ldquode improviso como espada dividiendo al mundordquo

El tiempo va pasando y girando la rueda la luna se enciende y se apaga como una corza tieacutendese la tierra a los pies del arquero y eacuteste la acaricia sin hablar con su mano derecha Ora se arrastran afluentes de riacuteos ora pasan valles florecidos ora ondula-como-tigre un arenal oro-amarillo se truecan los aromas y los paacutejaros y las lenguas de los hombres cambian los instrumentos y los bailes y nuevas maacutescaras cubren a las viejas deidades y traen los temores seculares Queacutemase el diacutea chichirran las piedras igual que las cigarras y cae la noche de improviso como espada dividiendo al mundo se alivian los seres vivientes del yugo del sol-de-arco-de-fuego y lentamente merodean hambrientos por sus ocultos cubiles y enciende sus cirios el cielo el vasto candelabro (XXI 1-13)

La alternancia de las estaciones y su paso son una de las formas en que el curso inexorable del tiempo se manifiesta a los hombres

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes-ancianas pasan los diacuteas alineados (XXII 216-219)

Llegoacute el invierno las cumbres se llenan de nievese vistieron los chacales con pelo largo las zorras y las garduntildeasse ponen en las montantildeas sus pieles maacutes espesastiembla tambieacuten Dios lleno de cuitas en el gusano desnudoTiempo hay en que la tierra florece tiempo en que da frutostiempo en que sopla el invierno-de-la-muerte y dioses plantas

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y hombresse acumulan de nuevo en el suelo y recomienza la rueda (XV 1042-1048)

Muchas de las descripciones del transcurrir de las estaciones adoptan un tono de objetividad que recuerda el clima de la poesiacutea popular como el pasaje siguiente en el que la actividad de las aves y su emigrar constituyen el elemento maacutes desarrollado

Ya ha pasado el ardoroso estiacuteo quemaron los rastrojos se balancean colgantes en las vides los paacutempanos que dejara la vendimia Clama el cuclillo dulcemente por lluvia por sequedad el ave de la noche baten las grullas las alas entre los ceacutefiros danzan y las aves que quieren emigrar se agrupan en los aacuterboles despliegan las alas y las mecen hinchan sus pechugas tibias y todas sienten el cielo como senda interminable y se estremecen (II 927-933)

La misma llegada del invierno se dibuja ahora en un solo verso si bien la complementamos con la mencioacuten astral que sigue en la cual a la idea de la caiacuteda de la constelacioacuten se antildeade un elemento inusitado en el chirrear de las aguas

Poco a poco decantaacuteronse los vinos y cayoacute ya el invierno Se desplomoacute a lo lejos la Pleacuteyade en la costa y las aguas chirriaron como si carbones encendidos se apagaran en la ola espumosa (VII 743-745)

Las menciones astrales ligadas al paso de las estaciones constituyen tambieacuten formas de descripciones temporales

Y transcurren las lunas y se desliza y pasa la rueda de la tierra y pasaron las lluvias y pasoacute el tibio y moderado invierno y en la pequentildea simiente tiembla la espiga auacuten no nacida

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Se puebla la tierra de cabello echan aroma los cerros y los suelos despiertan y se posoacute en la rama el cuclillo y se embelesa en pensamientos (XV 674-8)

Y a veces en la concisioacuten de un solo verso Kazantzakis hace pasar ante nuestra mente dilatado espacio de tiempo

Las lunas florecen y marchiacutetanse y giran en ciacuterculo los soles (XVII 902)

Otras veces estaacute presente la apreciacioacuten subjetiva de la presunta mayor o menor rapidez de esa carrera indetenible como en esta reflexioacuten que surge cuando Ulises y sus nuevos compantildeeros construyen la embarcacioacuten que los alejaraacute para siempre de Itaca

iexclAy coacutemo transcurre el tiempo y coacutemo gira veloz la rueda de la tierra cuando pensamiento y manos emprenden una obra grande Sumioacutese el antildeo y cantoacute por vez primera entre las oliveras54 el cuclillo reverdecioacute la negra tierra y tomaron tono rosa los acebos y las golondrinas arribaron en las manos tibias del huacutemedo Noto55 (II 1038-42)

En cambio despueacutes de la inmensa travesiacutea al corazoacuten del Aacutefrica y antes de la destruccioacuten total de la ciudad ideal cuando en la plena soledad Ulises cumple en el monte rocoso y desnudo todas las etapas de la Ascesis el ritmo temporal se muestra muy diverso

Y la noche lenta pasa interminablemente con todos sus milagros perfuma la tierra refrescose gotas de lluvias gruesas y serenas rociaron su rostro ardiente las piedras exhalaron risas y azulados relaacutempagos lamieron las cimas oscuras

54 Olivos55 Noto Viento del sur

53

Allaacute en los campos extendioacute el labrador su mano y se regocijoacute cual raiacuteces brillaron en los cimientos del mundo los difuntos (XIV 915-20)

En la bella historia que Odiseo narra a sus compantildeeros cuando enfrentan el imponente Nilo sobre los tres hombres que juraron remontar su curso en busca del agua inmortal ndashabuelo padre e hijondash el tiempo en forma de antildeos toma un caraacutecter activo y brutal Desaparecidos ya los dos primeros tras cinco deacutecadas de bogar incesante prosigue el nieto la terrible travesiacutea sin fin

Antildeos y antildeos pasan en hilera por la orilla igual que caravanas cayeron sobre el joven blanquearon sus cabellos le comieron sus dientes lo llagaron le quebraron los dedos quebrantaron sus piernas (VIII 1278-80)

La apreciacioacuten del tiempo como alternancia de diacuteas y noches reviste en la Odisea variaciones y figuras muchas veces impresionantes desde aquel tipo de verso-siacutentesis como el que sigue en el cual no puede sino perderse en la traduccioacuten el encanto del vocablo compuesto en que se concentra justamente la alusioacuten temporal

Como una margarita iba deshojaacutendose la sucesioacuten-de-los-diacuteas- -y-las-noches (XVI 479)

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes ancianas pasan los diacuteas alineados Se desvanecieron as fragancias y las aguas se enturbiaron y en medio de gran brumazoacuten triste estaacute colgando el sol resbalan las nubes en el cielo con remos veloces y con brisa y atraviesa el cielo-mar entero secreto estremecimiento (XXII 216-219)

54

Cual paacuterpados pesados se cierran y abren los diacuteas y las noches durante el remontar del magno riacuteo junto al desierto africano y adquieren aspecto inquietante y hasta feroz

Y arriba daba el sol vuelta al molino y moliacutea su fruto El viejo riacuteo se deslizaba mudo y los acompantildeaba agitaban las manos las palmeras daacutendoles bienvenida iexcly a lo lejos los zopilotes se abandaban56 y los seguiacutean mirando hasta cuaacutendo podraacuten tenerse en pie y agitar los brazos iexclCoacutemo se abriacutean y cerraban los diacuteas y las noches cual paacuterpados pesados y entraba el diacutea ardiente y saliacutea y golpeaba sus botines en los guijarros del riacuteo y en la arena granulosa Y las noches se poniacutean las estrellas en sus cuellos negros y cual viudas feroces viudas moras a la ribera descendiacutean y haciacutean tintinear los brazaletes ataviados-de-astros (XII 163-73)

En otras ocasiones seguacuten el cariz que la accioacuten toma durante esa larga travesiacutea es benigno y hasta plaacutecido el aspecto del transcurrir de los diacuteas y las noches aunque el desierto mantenga su matiz siniestro

Los diacuteas se moviacutean cual las amplias hojas del plaacutetano y las noches junto a ellas dulces lozanas cual mulatas De vientre el desierto cual tigresa se arrastraba hambriento (IX 1014-1016)

En otro de los muchos pasajes de la rapsodia IX alusivos al tiempo eacuteste aparece unido a la imagen del fluir eterno del riacuteo y los diacuteas en figura de aves parecen preceder a los viajeros de la barca de Ulises

Cual jaspeadas perdices-de-praderas atravesaban los diacuteas la ribera con pies encarnados y los seguiacutean los amigos igual que cazadores y transcurriacutea el tiempo y el riacuteo juntamente (IX 341-3)

56 Volaban en bandadas

55

La venida de la noche su paso y la llegada de la aurora que la disuelve es otra forma de expresioacuten del transcurrir cronoloacutegico que presenta variadiacutesimos matices en la Odisea como en estos ejemplos

La noche se abatioacute y en el cielo aparecieron las estrellas Suspiran en celo los paacutejaros nocturnos rugen los leones en los antros Ya es medianoche van de regreso los astros viene el alba rosaacutecea (XII 566-568)

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentaday aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisay dan fronda y viene la luz de la alborada y las siega veloz

(XXI 1242-5)

En las soledades antaacuterticas cuando Odiseo se aproxima ya a la muerte los hielos tienen un uacuteltimo brillo al venir la oscuridad nocturna

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente la noche se difundioacute muy suave azul-verdosa en el universo desolado (XXII 666-668)

Las horas otra medida humana del tiempo indetenible adquieren muacuteltiples aspectos en el poema En medio de la navegacioacuten suelen llevar el epiacuteteto de mariacutetimas y ser comparadas con elementos relacionados con el mar

Cruje el velamen colmado y las mariacutetimas horas con alas raudas pasaban igual que blancas gaviotas y se vino el ocaso y sirvieron la merienda en la cubierta danzante (VIII 977-79)

56

Caraacutecter bien distinto adquieren las horas en los rocosos montes donde Ulises cumple su ascesis cuando promedia la travesiacutea del Aacutefrica como en este pasaje en que tambieacuten se describe un atardecer plaacutecido

Ligeras pasan las horas de senos frescos entre los cerrose igual que cabras brincan en los riscos con sus sonajas de cobreya se ha detenido el sol allaacute en la cumbre se enyuga el diacutea suavementey lenta la luz se apoya en la bruma fresca y azulada del atardecer (XIV 39-42)

En el fluir fatal del tiempo el instante el segundo puede tener la equivalencia de la maacutexima duracioacuten de cada hombre que es su vida o la de eacutepocas antildeos diacuteas o la del momento detenido eternizado subjetivamente pese a su objetivo e inexorable pasar En el recuerdo remoto de su antigua vida ya hacia el final de su viajar por Aacutefrica siente Odiseo los segundos resonar como yelmos derrumbarse cual castillos o posarse en su espiacuteritu como aves

Calla el arquero se acordoacute de la encina de su padre iexclah coacutemo bailaba alguna vez en los sepulcros sagrados y llevaba aacutenforas de bronce con la sangre y regaba a las sombras En la lejaniacutea en una orilla remota cruzaba el antiguo Odiseo cual sombra de un buacutefalo muerto cual pensamiento del aire y poco a poco se aquietaba el pensamiento y siente la serenidad descender sobre los cantos de su cerebro-de-granito No era muda su serenidad no era un silencio profundo sino una tintineante caravana en los solares de su espiacuteritu las cosas viejas con las futuras se mezclaban en cada latido del corazoacuten como yelmos resonaban los segundos se derrumban cual castillos o como mirlos negros se posaban en su espiacuteritu y trinaban (XIX 384-95)

57

ldquoComo antildeos ahiacutetosrdquo pasan los segundos en algunas ocasiones (XVIII 1361) O se desploman lentos envolviendo el pasado y el presente en la rapsodia XVII cuando Ulises sumido en una extaacutetica contemplacioacuten crea toda clase de seres que luego desaparecen para soacutelo dejar a cinco de ellos que representan el drama de la vida animados por el sonido de una flauta de hueso humano tantildeida por el asceta solitario

Aacutebrese el alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea y medita el gran asceta bajo el destello difuso de la luna sus ojos se extendieron y han cubierto hasta su craacuteneo sus pies-y-manos se multiplicaron se enroscaban en la Luz diriacutease una rueda misteriosa que ha partido y no tiene detencioacuten Cual dos cuchillos de doble filo la vida y la muerte fulguraban en sus negros puntildeos jugueteaban subiacutean a lo alto y del aire caiacutean cruzaacutendose y cambiantes-como-los-relaacutempagos (XVII 1-8)

Suavemente en el anochecer va cayendo la luna y exhala la tierra un perfume acre y picante como de caqui florecido se mecen leves los follajes en la brisa se estremece la yerba y cual destellos de astros los ojos de los paacutejaros se abren en las hojas Hombres y espiacuteritus ya han desaparecido y dejaron tantas huellas cuantas dejan las aves en el aire o los barcos en el mar y escuchabas desplomarse cada instante en la oscuridad como miel de colmena invisible y hechizada en las entrantildeas Dulzura intensa y gozaba el gran atleta cada gota densa y perfumada que suaviza los dolores extracto de flores venenosas de toda especie y pensamientos y temores y cada gota era inmortal sin principio ni fin lo pasado lo presente las alas del tiempo salvaje dentro de ella se doblaban inmoacuteviles sumidas en la miel Fue vencido el tiempo y amigoacutese dentro de mi caacutelido corazoacuten como en el florecido terebinto se coge la alondra enamorada (XVII 20-35)

58

Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierra como un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campo deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo (VI 609-611)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamente la noche descendioacute la perdiz-de-las-piedras de-patitas-coloradas Inefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierra (V 65-67)

El aspecto del tiempo va cambiando a medida que Odiseo se aproxima a la nada final

Ya no mediacutea el Solitario los diacuteas-y-las-noches cada instante era una fontana del agua inmortal (XIX 1088-1089)

Y los segundos cada vez con maacutes frecuencia se pueblan con contenido de pasado de presente y aun de futuro Una especie de fantasmagoacuterica voraacutegine de sensaciones temporales acompantildea las jornadas postreras del asceta de cabello albiacutesimo que hace milenios partioacute un amanecer de la isla natal Alliacute mientras se construiacutea la barca

Como rosa en capullo yeacuterguese cerrada la hora futura

Ahora a miles de antildeos y kiloacutemetros otro es el aspecto del paso cronoloacutegico Se enrolla el tiempo en cada instante y salta como un tigre un segundo es en su mente lo pasado y lo de hoy y lo futuro el comienzo y el fin han cerrado el ciacuterculo hilado-por-la fatalidad (XIX 107-109)

59

El suentildeo y el recuerdo intenso transforman las proporciones temporales La nintildea ansiosa de hallar al dios masculino en Aacutefrica que figura dentro de un canto de la princesa cretense Dijtena cuando la nave de Ulises se aproxima al continente negro puede decir

Por un instante me debioacute coger el suentildeo pero antildeos mi mente atravesoacute (VIII 1066)

Tambieacuten los antildeos se vuelven segundos ndashidos inexorablementendash cuando el decadente Menelao rememora el fin de la guerra de Troya y la recuperacioacuten de Helena

Y el agotado soberano estremecioacutese como si su vida se vaciara pero pronto se reanimoacute se encendioacute en su interior la memoria laquoAunque mi vida toda haya sido un suentildeo y sombra vana quieras que no hermano la sagrada verdad abraceacute un diacutea cuando la ciudadela se quemaba y yo entre las llamas salvajes plena de perfumes pura lozaniacutea iexclcogiacute en mis brazos a Helenardquo Sonriacutee el guerrero con tristeza inclinado se recuerda coacutemo con sus manos levantoacute a la cervatilla desmayada y se hundioacute en las aguas hasta la cintura y erguido atravesoacute las olas en torno suyo deslumbraacuteronse los pueblos y al punto azules los diez antildeos se encendieron y apagaron como centellas en su espiacuteritu (IV 1075-85)

En ese encuentro con el pasado en Esparta tambieacuten para Odiseo antildeos y segundos se confunden

laquoTodo se borroacute se hundioacute en la tierra lo pasado pasoacute y simple y puramente gozo este momento santo en que estoy aquiacute erguido en este atrio famoso con mis cabellos grises

60

y sostengo en mis manos mortales a la luna inmortal iexclprimera vez lo juro que contemplo y toco a Helenaraquo Callaron y el tiempo se detuvo sobre las dos cabezas como el aacuteguila que se mece en las alas sobre la cima del aire Acaso pasoacute un instante acaso tambieacuten diez antildeos los diez antildeos que se borraron cual un relaacutempago para que fuera tomada la ciudad todo se trocoacute en maacutermol en la sala todo en el pecho se detuvo y la vida brumosa se aclaroacute y un cuento se volvioacute No ha habido matanza e incendio no hubo una soberbia ciudadela ni un buen mozo lascivo raptoacute a la hija-del-cisne un hondo llano con azucenas rojas un caramillo de enamorado zagalejo cogioacute dulcemente poco a poco sus espiacuteritus como nimbos y los depositoacute con levedad sobre lejanas cumbres

Se desvanecieron de improviso los encantamientos y volvioacute el tiempo a sus ruedas (III 1066-1082)

A medida que Ulises avanza en su liberacioacuten asceacutetica entre los muchos aspectos que adopta la sensacioacuten del tiempo hay momentos de exaltacioacuten extaacutetica o de intensidad contemplativa en que aqueacutel destila gota a gota dulce o imponente Asiacute por ejemplo cuando el peregrino escucha en la rapsodia XV el misterioso torrente subterraacuteneo

Debajo de la tierra un gran riacuteo fluiacutea veloz ocultamente y soacutelo se escuchaba el estruendo del agua invisible haciacutean nido las golondrinas-de-las-piedras en las sonoras oquedades y cual racimos de uva los murcieacutelagos colgaban en la boacuteveda Se resecoacute la garganta del arquero pone la cara en la roca abajo hasta el taloacuten gozoacute del santo frescor de Dios y cual rama de jazmiacuten florecieron al punto los huesos y crujieron y con morosidad acomodaacutendose en un pentildeasco saliente escuchaba inclinado el bufaacutelico mugido del sagrado torrente

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Y mientras oiacutea el tiempo pasaba gota a gota petrificando su espiacuteritu y suavemente percibioacutese la voz de Dios en el pecho del hombre (XV 347-57)

O cuando terminada ya la travesiacutea del continente de nuevo estaacute Odiseo ante la vista del mar y duerme junto a las olas

Ascendioacute el sol cae y riacutee sobre su cuerpo moreno y como miel destilaba dulce el tiempo por encima de su testa (XXI 551-552) La exaltacioacuten freneacutetica de la danza que se da en varios de los puntos culminantes de la accioacuten y de la ascesis en el poema conduce hasta a desbordar los liacutemites del tiempo a Ulises cuando al final de la rapsodia XXI llega a percibir la luz cegadora de la plena libertad

Saltaba el arquero y gritaba y la tierra en la vertiginosidad de la danza inalcanzable coacutemo se empequentildeecioacute y coacutemo echaba chispas iexcldiz cual novia que se entrega al rudo abrazo de un varoacuten Una iacutegnea lengua brincaba y lamiacutea con ansia el pequentildeo cuerpo oscuro de la tierra y eacuteste en la caricia cada vez maacutes se adelgazaba y se disminuiacutea como nintildea que es besada La tierra entera fue cogida y la plantoacute como semilla en su cerebro y todo aquello que habiacutea luchado por antildeos incontables por volverse en la matriz de la vieja noche raiacuteces hoja flor ahora en su craacuteneo rudo daba hojas floreciacutea daba frutos y luego se apagaba cual relaacutempago menor Ojuacute muy pequentildeo es el tiempo muy reducido el espacio y el baile del solitario se desborda y se va a caer del tiempo y cual estrella caudata va a fundirse en la noche del cosmos (XVI 1337-1349)

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Las epifaniacuteas del tiempo

La noche

La inexorable tiniebla perioacutedica que cae sobre la tierra es una de las manifestaciones del paso del tiempo Y como otras el atardecer el alba el curso de las estrellas y el del sol durante el diacutea aparece en la Odisea con los maacutes variados aspectos Como un almendro nuevo florecido perfuma en la Grecia y en Creta esparce sus fragancias como una noble sentildeora recargada de perlas mientras en el interminable peregrinar por Aacutefrica suele gemir gritar aullar vestirse con ataviacuteos fantasmales y hasta bestiales En un pasaje de la rapsodia XVIII se sintetizan en cierto modo durante la contemplacioacuten y el recuerdo de Odiseo ya asceta algunos de los rostros nocturnos

Y esta noche a la escasa luz-de-las-estrellas y el refrescante mistralsiente el sabor sagrado que dejaron en su entendimiento las noches infinitasque gozoacute de espaldas en la tierra contemplando los astrosy cada uno su dulzura poseiacutea y su amarga fragancia Allaacute en su isla patria lejos en el extremo del mundocomo un almendro nuevo florecido la noche perfumaba y por Creta como una sentildeora noble recargada de perlaspasaba exhalando fragancia con la luna como talismaacuteny un negrito desnudo llevaba su cola llameanterecamada-de-oro y con lentejuelas de lucieacuternagasEn Aacutefrica la noche gemiacutea como un bosque impenetradolas estrellas mudas como ojos terribles brillaban en la oscuridadtigres y leones y leopardos diriacutease que acechaban por doquiery se enroscaba el Escorpioacuten goteando al mundo su venenoY ya era la noche una rosa negriacutesima y te cogiacutea el juicioy pareciacuteate la muerte miel destilada en sus entrantildeasy ya era una madre de-pechos-pesados que su leche excesivaora en el cielo gota a gota y ora como un riacuteooprimida en silencio para aliviarse derramaba

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Llenos de recuerdo agridulce los labios de Odiseoasiacute gustaba esta noche aquellas noches y se llenaba su corazoacutende miel veneno y perfumes densos y todas las cosas metal preciosotantildeiacutean en su entendimiento como un eco lejano y melodioso

Y por la mucha contemplacioacuten astral su gran frente resplandececomo una fogata sin humo llena de luz y dulzuradiz que era una luna que ya de las pasiones de la vida pesada liberoacutesey que soacutelo conserva la luz como uacuteltima ensentildea y medita

(XVIII 372-398)

La memoria la imaginacioacuten el recuerdo son excitados por la llegada de la noche arribar eacuteste que variacutea tambieacuten increiacuteblemente en el poema

La noche se abatioacute con sus estrellas y sus hechizamientos Como el mar gris y espumoso sordamente su espiacuteritu ruge alciones vuelan hondamente en el recuerdo huele a salmuera la memoria y cuando sus ojos abrioacute creyoacutese tendido bajo un plaacutetano y las bellotas brillaban como astros al resplandor de la noche (XVIII 241-5)

La contemplacioacuten suele hallar para el peregrino su mejor posibilidad en la quietud nocturna

Se alargaron las sombras y llenaron los paacutejaros sus nidosse encendieron en filas las candelas celestialesy el viajero en un tronco seco se dobloacute para pasar la nocheComo la larga cola del pavorreal lleno de ojos su espiacuterituse tendioacute y goza de todo lo dispuesto por la creacioacuten iexclescucha paacutejaros que charlan y aacuterboles que suspiranoye gusanos que en la tierra tratan de florecerde criar muchos ojos y alas y ascender hacia el sollaquoiexclOh Madre-tierra de-innumerables-hijos espeso bosquecillo

64

milagro y milagro te atraviesan y entrantildea y entrantildea se abrennidal colmado de huevos infinitos que al sol empollasraquoDeciacutea y el suelo acariciaba con la amplia palma de su mano

(XVIII 341-352)

La noche lo transforma todo y parece conmover las cosas que se suponen maacutes firmemente arraigadas

Negra y tersa caleacutendula la noche gotas de rociacuteo las estrellasen los ojos vacilantes por el vino la tierra y el cielo se movierony todo el juego del mundo la oscilacioacuten arruinoacutecasas talleres torres trepidaron y se doblaron los muros

(VII 689-692)

Las horas nocturnas son aquellas maacutes propicias en la Odisea para unir las diversas acciones que se desarrollan en torno al actuar central de Ulises como sucede en este pasaje de la rapsodia VI en que se mezclan los motivos de las viudas que llaman a sus muertos en la noche el suentildeo de un pobre labriego cuya sufrida vida bajo la explotacioacuten del sentildeor de la tierra se ha estado relatando y la tragedia de una madre cuyo hijo murioacute de hambre mientras ella era obligada a trabajar para el monarca cretense

Las almas de los muertos vuelan ndashpetreles errantesndashy las viudas se sientan en la playa se descubren el seno y llaman a gritosa sus pobres maridos que bajen un instante siquiera hasta la arena

Y en el seco camastro el segador y su mujercon las manos cruzadas se durmieron y sus labios sonriacuteensontildeaban que fue buena la cosecha creciacutean las pilas en las erasy ellos se hundiacutean hasta los mismos muslos en el trigo copiosoY aquella pobre madre ya sepultoacute a su pequentildeo en la tierraata sus cabellos con un velo negro y a su recuerdo viene ahoraque habiacutea una vez y existiacutea en un tiempo la sonrisa de su nintildeo

(VI 963-972)

65

La noche da un aspecto fantasmal a todas las cosas y muchos seriacutean los pasajes del poema que podriacutean ilustrarlo bellamente Recordemos la caravana del priacutencipe Madretierra (Hamlet) cuyo espectro emerge de las profundidades del Aacutefrica a proponer al asceta su obsesivo y angustiado interrogar

Todo el pecho de la noche se abrioacute terso como una rosa negray en su interior ndashuna oruga delgadandash se arrastroacute la vasta caravanaal tintineo incierto de las campanillas al veacutertigo de la lunadulcemente cerraron sus ojos a lo largo de la ruta animales y hombressi alguacuten paacutelido viandante los hubiera divisado se habriacutea cogido de un aacuterbolcomo un suentildeo el cortejo le habriacutea parecido al destello lunary habriacutea lanzado un grito de terror a fin de ahuyentar el sortilegioY si hubiera acertado Caronte a divisarlos en sus nocturnas correriacuteascontento su mano habriacutea levantado para darles bienvenidamas no pasoacute caminante ninguno ni tampoco se cruzaron con Caronte

(XVIII 973-982)

Las horas nocturnas transforman la dura realidad del diacutea otorgando aunque efiacutemeramente en el suentildeo lo que aquella niega a los hombres

De este modo sobre el mundo terreno pasaba la noche con sus redesy cebaba dulcemente las cabezas nutriacutea las esperanzasy lo que el diacutea mezquino negaba ella nos lo traiacuteapresente envuelto en las hojas afelpadas del ensuentildeopero he aquiacute que se irguioacute el ave y cantoacute y la sentildeora-noche se desvanecioacute (VII 357-361)

66

Imaacutegenes muy variadas de desolacioacuten quietud suavidad nos muestra la noche con matices diversos seguacuten la aparicioacuten de elementos estelares de figuras de flores alusiones a la luz y su forma de apagarse a las distintas fragancias etc He aquiacute por ejemplo la hora de la mitad del paso nocturno

Medianoche Honda era la desolacioacuten y de cuando en cuando una hojase desprendiacutea en el silencio y caiacutea a la tierra lentamente -diz que era una estrella muerta y se deshaciacutea un corazoacuten y dejaba el cuerpo

(XVII 114-116)

Recordemos entre muchas algunas maneras de llegar de la noche de matices distintos

Los jazmines el fresco embalsamaban se descubrieron las estrellasla noche descendioacute y lentamente desveloacute su pecho y aparecioacute la luna

(XX 588-589)

Oscureciacutea se apagoacute en el mar como una chispa el Luceroen la cabellera de la noche la madreselva trenzada se abrioacutey se perfumaron en el patio todos los bucles ensortijados

(V 844-846)

Mientras tanto subiacutea la noche poco a poco como una grande y oscura fortaleza (XVIII 185)

Anocheciacutea ya y volviacutean los esclavos de sus pesadas faenas tenue azulada descendiacutea la noche sobre las cabezas (VIII 18)

67

La medianoche mientras Odiseo recuerda su viejo su hogar su hijo y los amigos que fieles lo esperaron durante tantos antildeos en la lejana Itaca todo duerme

Medianoche Y el arrogante pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y abren poacuterticos fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y una lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1439)

Trataremos de echar maacutes adelante una breve mirada a las estrellas como elementos de manifestacioacuten del paso cronoloacutegico Ellas estaacuten estrechamente ligadas ndashes naturalndash a las imaacutegenes de la noche como en esta presentacioacuten iluminada

Resplandece y brilla con todas sus estrellas la noche-de-ojos- negrosriacuteen y lloran las perlas del rociacuteo en las huacutemedas hojas

(XVIII 967-968)

La forma de abrirse la noche muchas veces estaacute en relacioacuten con el contenido del pasaje que encabeza esa descripcioacuten como la que sigue con su haacutelito de humedad

Cual una rosa negra se abrioacute la noche en el suelo humedecidouna llovizna leve destilaban las estrellas sobre la oscuridad brumosay una brisa liviana llegaba a remover las telas del corazoacuten

(XII 966-968)

O como el primer verso de la rapsodia XVII que constituye como una premonicioacuten del drama fantasmal oniacuterico y sangriento que desarrollaraacuten cinco personajes creados por Odiseo

68

Aacutebrese la alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea (XVII 1)

Distinto y apacible es el aspecto de la oscuridad nocturna ndashconvertida en luminosidadndash en el episodio del priacutencipe Madretierra

Cuando ya salioacute-bien-la-luna y se volvioacute miel la noche se levantoacute la caravana rodeada de luz por doquier (XVIII 929-30)

Diferente es tambieacuten en el pieacutelago donde navega cual naviacuteo de velas oscuras

Navega la noche con sus negras velas en el mar tremolan pequentildeos fanales en la playa duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remo (VI 912-4)

En el clima loacutebrego y siniestro del reino africano descrito en la rapsodia XIII donde el monarca envejecido e impotente debe ser muerto friacuteamente la noche ldquola-de-ojos-amarillosrdquo toma el aspecto de ululante lechuza o de paacutejaro nocturno de mal aguumlero

Gritaba la noche en las casas como un oscuro buacuteho (XIII 225)

Puede revestirse de los ropajes de las maacutes diversas fieras como lo ejemplifican estos breves pasajes y su epiacuteteto llega a ser ldquola-de-ojos-de-fierardquo

Y entroacute la noche mientras merendaban hiena que-pisa-en- puntillas y se arrastroacute por los patios y arrojoacute su sombra por los suelos (XII 910-11)

69

[hellip] Y por la ventanilla contemplaba a la noche por los jardines cual negro leopardo difundirse (IV 918-919)

No faltan comparaciones con aves de fulgurante plumaje y asiacute en la rapsodia XXI puede aparecer ldquola noche en su larga cola larga y resplandeciente cual la del faisaacuten realrdquo Tampoco estaacuten ausentes las imaacutegenes del licor en la apariencia nocturna y sus efectos sobre los humanos

Sombras como manchones de violetas se extendieron y la noche como vino picante derramoacutese y todos los cerebros se embriagaron se mezclaron vida y muerte muertos y viudas se unieron (XVIII 124-6)

La connotacioacuten de erotismo aparece en muchas ocasiones en el poema y en aspectos variados como en los pasajes siguientes Y como cuello seductor de una paloma resplandeciacutea la noche (XVII 40)

Fragante era la noche y se tendiacutea desnuda en la ribera (VIII 1060)

Ya llegoacute la oscuridad y los huertos se sofocan y se colgaron danzando innumerables soles-machos de las caderas de la noche (XVIII 1420-1)

Iba ya tropezando por la tierra ndashlas piernas abiertas y sin cintondash la impuacutedica noche iexclcuaacutenta dicha entregaacuteis a los machos senos nocturnos entreabiertos blancos muslos fuertes pezones trenzas perfumadas (VI 816-818)

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La imagen de la noche como inmenso y misterioso aacuterbol aparece en maacutes de una ocasioacuten

Tras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutes de la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negras (XXIII 1203-4)

La luna

Contra lo que pudiera pensarse la luna como indicio del paso del tiempo adquiere en la Odisea connotaciones muy distintas de aquellas a que nos ha acostumbrado la poesiacutea liacuterica occidental al menos en forma tradicional Las imaacutegenes y comparaciones ligadas a ideas de paz y serenidad son escasas y siacute abundantes aquellas relacionadas con sensaciones terroriacuteficas fantasmagoacutericas y macabras Presentaciones serenas como las que reproducimos a continuacioacuten son maacutes bien excepcionales

Navegaba espleacutendida en lo alto la luna de cuerpo enteroya se acercaba la medianoche las sombras espesas cabellerasse deslizaban en silencio en la playa pulida por la luz

(XV 245-247)

Cae el sol desaparece y la luna redondael pecho de la noche desborda de leche y la derrama

(XIII 307-308)

Y mientras asperjaban se levantoacute la luna toda aacuteurea goteaba a la tierra vasto panal de miel (VI 692-693)

Con leve pisar la luna llena apareciacuteamientras el sol caiacutea silencioso a las aguas para refrescarse

(XVI 1375-6)

71

Con proa-erguida aparecioacute la luna nueva delgada en el eacuteter azuly cargaba su cuerpo sin sol muy redondo lentamenteen el cielo llameante-de-astros hacia el negro occidente

(XIX 175-178)

Comparaciones como las siguientes no son tampoco muy abundantes

Desmadeja la noche su glauca cabellera y desclava dulcemente cual peineta de marfil su medialunaAlbiacutesimos corderos las estrellas descienden a las olas para tomar sal de la brisa

(IV 1-3)

[hellip] Y a lo lejos sobre una era radiante la luna levantoacutesegruesa perla cuneiforme adentro de su ostray lentamente el atleta desposado se desliza hacia la bruma57

(XXII 212-214)

La imagen del talismaacuten que en algunas ocasiones se asocia a la luna contiene ya cierta connotacioacuten relacionada con aspectos maleacuteficos o de temor atribuidos a la noche

La noche de-leve-caricia se difundioacute y las aguas se sombrearonlas primeras estrellas fulguraron y la luna delgadacual santo talismaacuten en el cuello de la noche se colgoacute

(IV 844-6)

Caacutelida la noche los ruisentildeores cantan y se levantoacute la lunaa exorcizar la noche como un santo talismaacuten redondo

(XV 176-7)

57 Ulises en los uacuteltimos pasos hacia la muerte Kazantzakis ha utilizado poco antes de este pasaje un canto popular en que un joven parte a desposarse sin armas ni ataviacuteos y al ser interrogado dice que va a bodas donde nada de aquello se usa marcha al Hades a desposar a la muerte

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A los colores asociados a ella incluso a los normales como el azul se ligan los aspectos inquietantes y fuacutenebres que despierta el orto y la travesiacutea de nuestro sateacutelite

[hellip] Se movieron los montesse levantoacute en el cielo plena de ecos la luna rojadiriacutease un gran tambor que tocan en las bodas los del cortejo

(IV 719-721)

Flamiacutegera en el cielo aparecioacute pintada con sangrecual cabeza de combatiente degollada la luna silenciosay derramoacute reflejos de matanza en los semblantes cerosos

(XV 88-90)

Y mientras merendaban en las ruinas levantaron las cabezasel mundo de pronto destelloacute y se efundioacute en las piedrasel sudario de la luna con bastillas azuladas

(IX 765-7)

El verde es el color que con maacutes frecuencia da una apariencia cadaveacuterica a la luna o a la tierra por ella iluminada como en el pasaje siguiente de la rapsodia de la destruccioacuten del reino cretense en que aparece la princesa Fida hija del monarca insana a ratos

Un alarido estridente rasga los tules de la luna llenay al verdoso destello cadaveacuterico aparecioacute tormentosoel rudo cuerpo de Fida que se precipitaba desde el camino del palacioHablaba agudamente diriacutease que un aacuteguila se habiacutea posado en su cabezay con sus garras horadaba y sorbiacutea su cerebro

(VI 869-73)

El mismo color se asocia al veneno que gotea en su lento peregrinaje celestial y a su apariencia desfalleciente a la llegada del alba

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Todaviacutea arrastraacutebase el sol paacutelido por la blancura sonrosada y veneno azul-verdoso destilaba la luna (XXII 518-519)

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de plata- las lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno (VII 1064-1065) Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda celestial y la luna plateada ascendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-33)

Los fanales bermellones se apagaron y al destello del alba la verde luna desfallece y sobre el desierto se abate (IX 1136-1137)

La ligazoacuten de la luna y su paso con la muerte o con imaacutegenes fuacutenebres adquiere muy variados matices que naturalmente no podemos agotar Ya es su figura ndashguadantildeandash ya su apariencia cadaveacuterica ya la comparacioacuten con un infante muerto

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de platandashlas lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno

(VII 1063-1064)

Plegaacutebase ya el diacutea sobre la superficie de la tierra el suelo se refrescabay desde la arena surgioacute muda cual un fantasma y detuacutevosela luna cadaveacuterica antes de avanzar hacia los techos

(XI 893-895)

Dulce momento Embalsama la tierra abre sus flores nocturnastiembla el agua en las narices sedientas de las fierasy como un nintildeo muerto caiacutea en el valle la luna

(XX 1074-1076)

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Contrariamente a lo que sucede con el sol que tan a menudo es invocado por Odiseo o por el poeta el peregrino no suele dirigirse a la luna que cadaveacuterica enfermiza doliente paacutelida muda verdosa y goteando veneno rara vez se presenta envuelta en su clara ldquofunda-de-platardquo Sin embargo hay alguna invocacioacuten excepcional como sucede en la rapsodia XXII cuando el asceta ndashrota ya su uacuteltima embarcacioacutenndash vaga por los territorios helados a que arriba en su viajar hacia los mares polares Cuatro epiacutetetos aplica el solitario navegante a la luna entre ellos el de ldquosol cristal-heladordquo y el de ldquoselenotropo paacutelido en los jardines de Caronterdquo Curiosos ambos en especial el uacuteltimo ya que el compuesto construido a semejanza de ldquoheliotropordquo sentildealariacutea a la luna como una flor que gira y se inclina siguiendo precisamente la luz lunar que auxilia al acabado asceta en las tinieblas del septentrioacuten extremo

laquoiexclLuna miacutea albiacutesimo pavo real mi sol cristal-helado selenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronte espejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblanteraquo (XXII 682-4)

El rico idioma neogriego permite sentildealar con un vocablo el momento en que el sol alcanza a alumbrar con sus uacuteltimos reflejos a la luna saliente De alliacute que en el pasaje siguiente donde tambieacuten hay una asociacioacuten de la luz lunar con la memoria puede gotear densa ldquola luna cargada-de-solrdquo en un hermoso y sugestivo panorama nocturno

Detraacutes el sol ya se poniacutea y ascendiacutea enfrente suyoplateada en-el-reflejo-del-sol la luna llenalos dos astros sonrieron suavemente hacieacutendose sentildeas como varoacuten y mujer y se separaron el sol se deslizoacute por entre las montantildeas y desaparecioacutey palidecioacute la luna y quedamente se colgoacute en el crepuacutesculoRieron las cumbres y se serenaron flotan los picachosen la luz azulada sobrenatural y se mecen como nubesse saciaron de plata las velas en los mares lejanose iacutentegras se sumieron las aldeas en la dulce inundacioacuten

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Y los cerebros se movieron en secreto salieron a la luna a paseary viejos recuerdos en el pleno silencio se despiertanvoces que desaparecieron almas que pasaron amores que llegaron a ser sombrasy se arrastran ingraacutevidos sobre las sendas blancas Tocada-por-la-luna la memoria se despierta madre enlutadaen sus labios de-saliva-amarga las palabras se estremecenpero soacutelo escuchamos un triste son arrastrado cual un miroloi58 Densa gotea en los villorrios negros la luna cargada-de-solse perfilan los pagos lejanos se desbordan las artesas y cual riacuteos de leche se deslizan espesas las callejuelas

(XIV 1203-1222)

El atardecer

La hora en que se encuentran la luz y las sombras como todas las manifestaciones del paso del tiempo presenta en la Odisea connotaciones variadas Sin embargo la paz la serenidad el recogimiento que invita a la meditacioacuten la contemplacioacuten de la vida y del tiempo suelen reiterarse maacutes respecto al traacutensito del diacutea a la noche que a otras epifaniacuteas temporales Asiacute en Creta antes que Odiseo y sus compantildeeros puedan ingresar al palacio de Idomeneo deben pasar la noche afuera y contemplan como la luz parece huir

Una suave brisa vespertina comenzaba a refrescar la tierra los olivos esplendiacutean y se meciacutean frondosos y la luz ufana piedra por piedra escalaba las laderas para huir (V 707-709) Helena y cada uno de los compantildeeros sienrte a su manera al crespuacutesculo Para Odiseo amargura y melancoliacutea se unen al sabor del atardecer Y el ritmo cronoloacutegico parece esta vez retardarse Del mismo

58 Miroloi canto funerario salmodiado por las mujeres canto de lamento en la desgracia y la tristeza En la seccioacuten dedicada a la Muerte se hallaraacute referencia a esta clase de poema popular

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modo sucede en las descripciones del anochecer que siguen a eacutesta

En silencio gustaba el conductor la amargura del crepuacutesculoy la ternura melancoacutelica y serena de toda la madre tierracolinas alrededor aacuterboles y vintildeedos se iban ahogando en una luz espesacomo si Ulises estuviera contemplando unas ruinas en aguas profundasy eacutel tiburoacuten en las honduras navegaba del mar geranio

(V 722-726)

Cayoacute el sol y se oscurecioacute el semblante de su viuda la tierradiz que sus ojos se nublaron porque su amado ya partese apaga el mar la luz ha sido herida y se golpeacontra la cumbrera de los montes y la noche la ahoga y le da muerteErguido contemplaba el arquero-luminoso apagarse poco a poco el mundo

(XXI 1423-7)

Como un adioacutes se difundioacute sin-esperanzas el crepuacutesculocon su halo de oro y plata recubriendo al mundoHora de dulzura la tierra se alivioacute de la aacuteurea carga-del-soly todaviacutea no aparecieron las estrellas y en una bruma violaacuteceacual velo suavemente-tembloroso cielo y tierra pendiacutean

(XXIV 869-873)

La extincioacuten de la luz se asocia generalmente a la puesta del sol que toma diversos matices en las variadas latitudes que atraviesa Ulises hasta llegar a las vastas soledades polares En eacutestas la relacioacuten del sol y las demaacutes estrellas que destellan veladas ldquocomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipresesrdquo variacutea del todo como se puede apreciar en el uacuteltimo de los pasajes que recordamos a continuacioacuten

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Derrumboacutese el sol ardiente en las montantildeas se refrescaron las piedrascual cervatillo herido se recostoacute el crepuacutesculocon sus grandes ojos negros velados ya por la nocheEnmudecieron las aves cual ala negra descendioacute la noche

(XIV 642-645)

El sol cual cabeza quemada rodoacute quedamente por la arenadensos halos azules ascienden al riacuteo-cielo y doloridase extinguioacute la luz arrastraacutendose en los montiacuteculos amarillos de la arenaEl astro-trigo ya desborda por las laderas negras y comienzas iexcloh cieloa moler en las tinieblas cual molino-de-viento con aspas

(X 1375-1379)

En el mundo griego la comparacioacuten con ldquoun monasterio borrososumergido entre cipresesrdquo sin bien sin duda es muy original no tiene la connotacioacuten de causarnos extrantildeeza En Grecia la cantidad de monasterios ubicados en colinas en bosques en campos aislados es muy grande

Cuando vibroacute el terrible grito en la montantildea-de-nievey se agitoacute como llama la memoria tembloacute del de-veloz-espiacuteritue igual que un arco iris al sol se colgoacute antes de apagarselos uacuteltimos astros verde-azules destellaron veladoscomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipreses

(XXIV 772-776)

A la sensacioacuten de paz y tranquilidad que trae el crepuacutesculo se liga no pocas veces en el poema cierta sensacioacuten de alivio terrestre despueacutes del azote diario del sol que parece compartirse por los seres vivientes como en estos pasajes

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierracomo un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campoy deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo

(VI 609-611)

Cual chivato-que-va-a-ser-sacrificado con cuernos bantildeados- -en-oropesado macho cabriacuteo bajoacute el sol a las arenasy los dragones de maacutermol rieron se enrojecieron sus labiosy sus puntildeos vaciacuteos se llenaron de cuentas doradasLas tierras ardientes refrescaacuteronse y el diacutea de-rojizo-cabelloguarda en su regazo al laacutenguido crepuacutesculo y se marcha

(X 1-6)

El iacutendigo atardecer ha descendido los suelos respiraronlos velludos insectos acoplados bajaron a los nardosse levantoacute el joven zagal y apoyoacute su cuerpo en la fustay todas las laderas se movieron y tintinearon argentinas

(V 753-756)

Ya se escondioacute el sol riacutee detraacutes de eacutel y guintildea el ojo a la tierrael astro de la insensata diosa puacuteblicaHalloacute alivioacute el corazoacuten abrumado respiroacute el diacutea y caen sobre el planeta las sombras compasivas y lo refrescanMuda la piel la tierra-sierpe se forra con estrellas

(VI 648-52)

En un instante el proceso del atardecer se confunde con el lento finalizar de la vida de Odiseo entre los hielos antaacuterticos

Alas fuego gotas de agua combatientes de talla preciosa candela funeral para el cerebro que se va a poner tibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza ndash cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocaso Ya se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astros

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y toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienes (XXIII 561-566)

La impresioacuten dominante de quietud se refleja en panoramas crepusculares esbozados de un solo trazo en un verso por Kazantzakis asiacute como en las imaacutegenes mismas del anochecer en las que raramente hallamos connotaciones fuacutenebres o terroriacuteficas Muchas y belliacutesimas descripciones del atardecer salpican con pinceladas poeacuteticas la inmensa y complicada trama de la Odisea Aquiacute naturalmente soacutelo podemos espigar unos cuantos ejemplos de entre un material muy abundante

Paacutelido anochecer se van borrando las cumbres se sume en azul el bosque (XIII 29)

Dulce el anochecer la brisa entretejida de plata perfumaba (XVII 254)

Se apagoacute el sol ardiente retirose y desde el suelo comenzarona subir lentamente las dulces voces primeras de la noche

(IV 806-7)

Dulce anochecer de primavera se suspendieron los primeros astrosvelados suaves en el cielo negro-azul y temblaban cual las floresdel almendro tempranero con la brisa del crepuacutesculo

(I 228-230)

Los candelabros ndashestrellasndash alumbran los torreones las murallasy como constelacioacuten profunda y caacutelida en el perfumado atardecerflota la ciudadela quedamente entre las serraniacuteas primaverales

(VII 1260-1262)

Sonriacutee tambieacuten con la luna nueva la tarde de cejas-de-espada (IV 907)

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Y a la paacutelida rosa deshojada del crepuacutesculodivisa muy bien esculpidos altos aacuterboles a izquierda y a derecha

(XIX 314-5)

Las sombras elemento inseparable del crepuacutesculo caracterizan su paso o su llegada en algunas de las breves pinturas de un verso

Ya se ha ocultado el sol y se abatioacute sobre la tierra la sombra primera (XVI 1003)

Pasa el crepuacutesculo y las montantildeas se retiran a la oscuridad (XVII 1058)

Y en tanto se abatioacute el negro crepuacutesculo y las sombras se unieron (VII 507)

El transcurso de una faz a otra del tiempo de la luz a la sombra cuando ldquola noche no es negra todaviacutea sino que vibra azuladardquo es propicio tambieacuten para la exaltacioacuten de los anhelos del corazoacuten humano Es la hora en que ldquotiembla el cielo cual misterioso huertordquo y se borran lentamente las figuras

Y cuando las aguas se velen al anochecer y aparezcan las estrellasy vuelvan las doncellas de la fuente y se levante la oropeacutendolay la noche no es negra todaviacutea sino que vibra azulada

(XXIV 339-41)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamentela noche descendioacute la perdiz-de-las piedras de-patitas-coloradasInefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierracomo paacutejaros nocturnos se alzan los corazones desde nuestras ramas interioresy lo que de diacutea se averguumlenzan de decir toda la noche lo cantanSuspira la doncella en la soledad y todas las hojas se estremecen

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y la viuda saca sus anhelos para apacentarlos en la oscuridad (V 65-71)

Navega la noche con sus negras velas en la mar en la playa tremolan pequentildeos fanales duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remohellip (VI 912-914)

Lo aciago de un diacutea puede representarse en la intensificacioacuten del crepuacutesculo en su multiplicacioacuten que puede concebirse en la lengua neogriega a semejanza de los superlativos que se forman con numerales59

Se alzoacute el diacutea de-cinco-atardeceres vuelve a caer la noche vuelve la aplastante medianoche un nuevo diacutea brota (X 294-5)

La paz que trae el atardecer es destacada a veces con la mencioacuten de los quehaceres del diacutea que poco a poco cesan

Atardecer Ya se recogen al hato los corderos ya retornan las vacas vuelven las bestias sudorosas y relinchan en las cuadras y los astros-espadas colgaacuteronse sobre las cabezas de los hombres (VII 958-950)

En la paz del anochecer en Creta Helena recuerda sus diacuteas de Troya y las sangrientas batallas que le tocoacute presenciar Dulce anochecer y tenue la luna sopla fresco el sereno y comienza de nuevo la lucha feroz en las riberas de Troya (VII 311-312)

59 Veacutease al respecto la seccioacuten ldquoLa palabrardquo de este ensayo

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Mientras la medianoche trae la paz y la quietud el arrogante-pensamiento de Odiseo sigue en vigilia

Medianoche Y el arrogante-pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y los suentildeos abren poacuterticos fantaacutesticos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y la lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1438)

Las estrellas

Los astros de la noche y su girar sobre el pequentildeo y oscuro mundo de los humanos constituyen una de las epifaniacuteas del tiempo que da lugar a las maacutes bellas descripciones en la Odisea Un examen exhaustivo exigiriacutea vasto espacio Digamos al menos que las estrellas suelen ser elemento central de muchiacutesimas descripciones sinteacuteticas de un verso elemento asociado por lo general ndashaunque de maneras diversasndash al fuego y a la luz pero que presenta asimismo connotaciones ligadas a otro orden de realidades como los sonidos las formas o el perfume de las flores Veamos algunos de estos vastos panoramas de la boacuteveda celeste enhebrados en torno a los astros nocturnos

Ya se azulaba el cielo negro temblaban veladas las estrellas (XII 1103)

Densas e infinitas resplandeciacutean en el cielo las estrellas (XII 1312)

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo (VI 773)

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Alumbraba la noche mojada puntildeado de fogatas pendiacutean las estrellas (VII 229)

Dispersas todaviacutea se quemaban en lo alto las maacutes grandes estrellas (V 1118)

Se inflamaban las estrellas en el cielo cual fogatas-de-pastores (X 817) Y el insomne Odiseo tenido en las mantas en el pino admiraba las estrellas a traveacutes de las agujas del follaje mecerse leves y deshojarse entre los ramos de la noche No se saciaban sus ojos de esa campintildea de innuacutemera belleza cual aldeas los astros forman brumosa estela como nidos blanquean (IV 418-422) El paso de la oscuridad estaacute marcado por lo general por la aparicioacuten de las estrellas que ya saltan en las alturas ya se prenden en los cabellos de la noche ya se cuelgan entre los aacuterboles ya se mecen como lirios ya se arrebantildean como ramos de jazmiacuten ya germinan como semillas por breve espacio

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentada y aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisa y dan fronda y viene la luz dela alborada y las siega veloz (XXI 1242-1245)

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente se difundioacute la noche muy suave azul-verdosa en el universo desolado60 (XXII 666-668)

60 Odiseo va caminando en los hielos antaacuterticos

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Descendioacute la noche y se encendioacute el vientre verde de la lucieacuternagasaltan las estrellas en lo alto se queman y tiemblan en la noche

(V 380-1)

La tierra se alivioacute y refrescoacutese cuando el sol la dejoacutelas turbulentas cabezas hundieron las aves en sus alasuna hoja se pegoacute a otra hoja un aacuterbol con otro se juntoacutey prendidas en los cabellos en la noche se colgaron las estrellas

(X 597-600)

Y atardecioacute Oliacutean a algas salobres los cabellos de la nochese encendieron las estrellas crepitaron en lo alto ndashbrasas candentesndashy arrojaron sus destellos vagos a las olas perfumadas

(VIII 984-986)

iexclCoacutemo los astros se colgaron en los aacuterboles desnudos y coacutemo arrullaban los paacutejaros nocturnos dulcemente en los montes y las fieras en la selva (XVII 710)

A los pies de la fiera se tendioacute y contemplaba excitado las estrellassaltar bullentes y golpear su cabezaPero ya se refrescoacute el arisco espiacuteritu dulce mistral el suentildeocomo los lirios mecieacuteronse los astros y entre ellos su alma ardienteya serena como una leona se extendioacute despreocupada

(VII 282-6)

Tambieacuten las estrellas tan lejanas y ajenas a las pequentildeas cuitas de los hombres a veces parecen participar de los acontecimientos que se desarrollan en el poema sobre la tierra Asiacute en las inclementes soledades heladas cercanas al polo se muestran implacables cual agujas de hielo mientras en Creta en momentos de festejos de los nobles que no

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presienten la cataacutestrofe que sobre su reacutegimen se avecina travesean en el cielo y se asoman a mirar a los alegres celebrantes Otras veces es el espiacuteritu del peregrino Odiseo el que se iguala a la constelacioacuten del Escorpioacuten que se retuerce en lo alto con sus ojos sanguinolentos

Las estrellas cuelgan implacables como agujas de hielo (XXII 964)

Hora dulce y calma Las flores-nocturnas abrieron en los jardinestravesearon en el cielo las estrellas y se inclinaron furtivaspara ver en la tierra a los nobles cenar y reiacuter a las sentildeoras

(VIII 214-216)

En silencio estaba sentado el solitario envuelto por la nocheLos astros de puntas maacutes grandes pendiacutean auacuten sobre eacutelse retorciacutea en el cielo el Escorpioacuten y encorvaba su colay sus sanguinolentos ojos sin temblar seducen a la nocheE igual que eacutel se gozaba la mente y levanta su cauday la apoya en la tierra midiendo el veneno gota a gota

(VI 973-8)

Las imaacutegenes y comparaciones dedicadas a los astros de la noche en el poema son muy numerosas y variadas Mosca dorada que primero fue cogida en la tela nocturna puede ser la estrella maacutes temprana mientras las demaacutes llegan a ser perlas de lluvia Sobre el manto de la noche adornado de oro y plata los astros pueden moverse como letras y tomar las maacutes distintas figuras ojos espadas naviacuteos aacutespides o cascadas de llamas

Ya la estrella primera temblaba en el aire humedecido mosca dorada que primero fue cogida en la tela de la noche y poco a poco otras se cogieron y toda la boacuteveda negra bordada de maacutermol se extendioacute cual tela perlada por la lluvia laquoiexclNoche me gusta tu oscuridad pues estaacute llena de estrellasraquo murmuroacute el solitario y saluda a su rebantildeo-de-astros (XIV 47-52)

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Entretanto al arquero tendido de espaldas en la barca admiraba el cielo recamado el manto sagrado de la noche con sus pendientes de plata y sus prendedores de oro Sobre eacutel como letras se moviacutean las estrellas unas se retorciacutean como escorpioacuten en los biseles del cielo y otras ascendiacutean ndashojos espadas naviacuteos cascadas de llamas y aacutespidesndash (X 1251-6)

La imagen de plenitud luminosa que a veces se asocia a la visioacuten de la inmensa boacuteveda celeste sembrada de estrellas aparece en ocasiones ligada claramente al flujo temporal como el pasar de un riacuteo no de agua en la tierra sino de fuego y en el cielo Asiacute en el pasaje que citamos a continuacioacuten En el que lo sigue en cambio esa imagen de multitud de astros se traduce en la comparacioacuten de la noche con un eroacutetico diacutea festivo

Se cansoacute el sol y se inclina y ya se va a ponerse suavizaron los ojos del-de-siete-espiacuteritus y por el hambre excesivacomo racimos sin granos colgaban sus entrantildeasUna chispa aparecioacute enfrente de la caverna y avanzoacute sonriendola saluda la reconoce el solitario es la sentildeora-Afroditaantigua amante seductora iexclmil veces bienvenidaY asiacute con el astro sagrado de-ojos-vivaces entre sus trenzasla noche aparecioacute y se detuvo a la puerta del arqueromudo levanta los paacuterpados hacia el cielo riacuteo-de-fuegosiente el diluvio de estrellas inundarlo por enteroy era su corazoacuten una gota de luz que combatiacutea en el torrentey subiacutea obstinada contra la corriente en el flujo errabundo de la noche (XIV 272-283)

Y cuando se arrebantildeaban en la altura ndashramos de jazmiacutenndash los astrosse apaciguoacute el espiacuteritu de la compantildeiacuteay cual eroacutetico diacutea festivo se extendioacute la noche sobre el mar

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y los amigos penetraron en los hondos jardines floridos del suentildeo y en el regazocual una mujer virgen y blanda al Aacutefrica llevaban

(VIII 1121-5)

Muacuteltiples son los aspectos de las estrellas pero sus apariencias variadas no alteran su lejaniacutea infinita y su absoluta indiferencia hacia el mundo de los hombres

Dijo y al cielo levantoacute su rostro resplandecientedesde la honda oscuridad se arman los astros y desciendenunos llamean diz que se hubieran embriagado y otros como que gotean sangreu ojos amarillos como de leopardo arrastran en las tinieblaso cual eroacuteticos ojos jubilosos riacuteen y titilanAlas fuego gotas de agua combatientes de tallapreciosa candela funeral para el cerebro que se va a ponertibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza -cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocasoYa se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astrosy toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienesEacutesta es la hora tercera de-ojos-astrales de la santa noche

(XXIII 556-67)

Se abatieron las sombras y boca arriba se tendioacute en la raiacutezde una palmera que se mece turbulenta el guerrero luminosoy entre las hojas flexibles como espadas contempla las estrellas despreocupadascontempla al cielo como a la rueda que gira lentamentey atado sobre eacutel tambieacuten da vueltas el pobre entendimiento del humanoCuaacuten mudas las estrellas cuaacuten sin piedad navegan en el cieloy nosotros en el fondo de una negra poza naacuteufragos de un bajeluna voz terrible lanzamos en vano y gritamos laquoiexclAuxilioraquonunca se desvioacute un astro hacia la tierra a fin de salvar un alma

(XIX 182-90)

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El sol

Un estudio monograacutefico sobre el sol en la Odisea requeririacutea maacutes espacio que el de este ensayo en su conjunto Siacutembolo de la luz del espiacuteritu del perpetuo errar y epifaniacutea del tiempo por excelencia que a los ojos humanos determina todas las otras manifestaciones temporales el astro cambia sus formas desde los cielos siempre claros de la Heacutelade hasta los sombriacuteos mares antaacuterticos Abre y cierra el poema Es un gran sentildeor oriental que pasa apuesto y orgulloso Es un dios que asoma sus cuernos sobre el horizonte y apartando las nubes deja ver poco a poco su frente sus ojos su boca Es un inmortal cuyos rayos ndashmanos de cinco alargados dedosndash acarician el mundo y reviven a los muertos Es un arquero belicoso Es un nintildeo de boina de oro y malla de bruma celeste que juega entre las manos de la Madre Noche Es un disco de iacutegneos ojos que hacen correr por el cielo el ayer y el mantildeana Es un palacio dorado cuyas dos puertas abren al occidente y al oriente En sus formas maacutes severas es una cabeza cortada que rueda sobre la arena ardiente Es cada una de las aves desde las maacutes tiernas hasta las maacutes feroces Es un doacutecil halcoacuten sujeto con cordones aacuteureos que suelta al cielo un halconero misterioso Tambieacuten toma las figuras de diversos animales un lebrel rojo un aacutegil leopardo que cae sobre los bosques y praderas un toro nuevo que resopla furioso cuando lo arrastran al poniente al sacrificio En la penuacuteltima rapsodia es una trinidad el padre fecundo la feacutertil madre que alimenta al mundo con sus pechos y el hijo que danza y retoza sobre las hierbas y las aguas de la tierra Imposible consignar todas las imaacutegenes y aspectos del sol de su llegada su paso y su retiro Anotemos con todo algunas ideas asociadas a las diversas fases de su traacutensito Su salida posee algo de nacimiento los cerebros y los pensamientos reviven los hombres los animales los vegetales y los minuacutesculos insectos retoman su actividad

Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda-celestial y la luna plateada descendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-32)

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iexclQueacute alegriacutea siente oh dios el iacutegneo ojo del sol al miraral mundo como un huevo que saca-el-polluelo-a-la-luzLos portones bronciacuteneos del diacutea rechinando se abrense abren los cerebros y los pensamientos cual alondras temblorosasse despiertan tambieacuten y ascienden a la luz todos ala y trino

(VI 40-4)

Y el sol el gran tejedor las lanzaderas arrojabay tejiacutea y tejiacutea en el telar del aire a los humanosy ahora ya colocaba al final de la tela la franja puacuterpura

(X 1056-8)

El diacutea-abeja ascendiacutea zumbaba la llanuragolpeoacute el sol las baldosas enarenadas del puertoy varones bajeles y animales se movieron y empezaron a dar vocesdiz que la luz de repente hubiera desenrollado los laberintos de sus mentes Oro derretido se abalanzaba el astro a las aguas espesasbulliacutea el mar con los pescados brincaban los caiacuteques61el tiempo borrascoso y los magos estaban sentados en el muelley vendiacutean brisa a los navegantes por monedas

(IX 143-150)

Ya subioacute el sol en el cielo el largo de una picanay en los viejos olivos las cigarras reemprendieron su quehacerTerrible ardor [hellip]

(VI 237-9)

Se despiertan y separan suavemente los aacuterboles se despegan las murallasse levantoacute el sol soberbio y cantoacute cual gallo en los tejados

(XIII 1006-7)

61 Caiacuteque embarcacioacuten pequentildea

90

Auacuten dentro de un suentildeo de Ulises en las orillas del Nilo pobladas de antiquiacutesimos sepulcros cuando el sol surca el cielo con aspecto mortecino como ldquoluna en el Hadesrdquo sobre una ciudad espectral habitada por muertos los rayos del astro parecen despertar ese mundo dormido para siempre y cobran actividad geacutermenes larvas aguas y difuntos

Y sentiacutea el arquero que el espiacuteritu quedamente se apaga se separa del cuerpoY al apagarse penetraba peregrino en una ciudad de maacutermollas casas los mausoleos los torreones ndashperlas deslumbrantesndash fulgurabanagazapados se aletargaban los reptiles y los gusanos ahiacutetoscolgaban en sartas en los vanos de las puertas y adornaban los patiosBenigno todo compasioacuten con llama mustia como luna en el Hadesel sol surcaba el cielo y pendiacuteaSe esparciacutean sus rayos y buscaban y cada uno de elloscomo una mano de hombre de cinco dedos acariciaba al mundoSe estremeciacutean de gozo geacutermenes aguas y larvas y saliacutean a los umbrales los hombres levantaban las manosy el destello atravesaba los pechos vaciacuteos igual que a cristalesY mientras se regocijaba el errabundo-en-suentildeos con los difusos de la nochedivisa coacutemo se abre ante eacutel una tumba magniacutefica una alba rosay al sol aparecieron abrazados y se sentaron en la laacutepidandashinsectos sin alas verdes-oro desnudosndash dos monarcas

(IX 792-807)

Risuentildea y acariciante suele ser la actitud del sol al orto respecto de la tierra ya caiga sobre la Creta tranquila y sensual que duerme en el mar como su amante ya sobre los restos y cenizas de su palacio real destruido y saqueado ya sobre la ciudad ideal de las fuentes del Nilo

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demolida y calcinada por el cataclismo volcaacutenico

Hete aquiacute que ya temblaron los primeros rayos y se tintildeeron de rosalos pezones turgentes de la Creta y poco a poco delicadamenteel sol su opulento y afamado amante con su aacuteurea manole acariciaba el seno altivo y se deslizaba hacia su vientre

(VI 106-9)

Rosado rollizo como un infante brincoacute enhiesto el solCoge la albiacutesima cima y eacutesta se tintildee de rosay extiende hacia abajo sus manitas hasta el llano verdehalla olivos pequentildeos y los acaricia y espinas y las florecey encuentra tambieacuten de a poco tropezando al palacio saqueadoy como nintildeo succiona la ubre del incendio

(VIII 452-7)

Despueacutes del cataclismo que destruye por completo la recieacuten levantada Ciudad Ideal surge el diacutea siguiente

Amanecer Se ha hundido la ciudadela y la boca del monteya se ha cerrado y su lengua la llama se ha detenido saciaday risuentildeo el sol aparecioacute sobre unos nimbos flamiacutegerosy se esparcioacute la luz como una rosa por la tierra devastada

(XVI 270-3)

Amanecioacute y florecieacuteronse de luz en las quebradas los cardosse despierta la tierra y se estira sus senos se agitanvuelven las liebres a sus camas los ciervos a sus escondrijosse lamen ahiacutetos los leones y se acuerdan del aguay a lo lejos un paacutejaro en la punta maacutes alta de un pino o en la cima del espiacuteritu quieacuten puede distinguirlo claramentecon la cabeza erguida toda luz comienza un canto temerarioy el sol brilla cual plumoacuten de oro en la tibia pechuga matinal

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Callaba el solitario y se vertiacutea denso como miel el solen su vasto torso desnudo y en sus gruesas caderas

(XIV 178-187)

Ya goza el sol al mundo como un vaacutestago suyo al aparecer ndashmagno dios de cuernos de orondash sobre el horizonte donde se juntan cielo y mar62 ya asoma riendo en su cuna como infante y se levanta a la cima del eacuteter para luego rodar donde su madre la noche la de negra mantilla

Aclaroacute ya Desvanecioacutese en la dulzura azul el lucero matutinodespierta el magno dios ascienden sus cuernos de oroen las raiacuteces del cielo-mar apuntan y levantan los nimbos y lentamente su frente los ojos y los labiosse liberan de la noche sobre el ponto serenamente meacutecesey en silencio goza alegre al mundo como a un vaacutestago suyo

(IX 27-32)

Ha pasado la noche vuelve el sol a reiacuter en su cunay poco a poco se anima y se levanta y quema en la cima del cielolos amigos reman y hablan y eacutel rueda incandescenteal poniente sombriacuteo alliacute donde su madre la-de-negra-mantilla

(VIII 987-90)

Sin embargo no soacutelo las ideas de renacimiento o despertar de los seres y las cosas se asocian a la salida o paso del sol Tambieacuten aparece el astro como azote de la tierra tonante despiadado o con caracteriacutesticas inquietantes ligadas a imaacutegenes funerarias o a presagios funestos como en la rapsodia XVI cuando su aspecto forma parte de los indicios del cataclismo que destruiraacute la ciudad fundada por Ulises

62 El vocablo popular uranothaacutelaso alude exactamente al conjunto que cielo y mar presentan a la vista del navegante Ver seccioacuten La palabra

93

Amanecioacute Cual esfera detonante tronoacute el sol en el cieloy golpeoacute rebotando en la piel de tambor de la tierra

(XII 1141-2)

El sol nublado-de-laacutegrimas se ahogaba en confusa agitacioacutenlos perros aullaban en los patios y maacutes allaacute a lo lejos se sentiacuteasin viento alguno hervir las olas en el lago

(XVI 48-50)

Denso bullicioso se erguiacutea el iacutegneo meridianolas sombras negras se amontonaban como brea en el patio embaldosadose asoleaban los toros bronciacuteneos humeaban las piedrasunos buitres cruzaban el cielo y oliscan-hambrientosa la tierra que yace de espaldas como una carrontildea agusanaacutendose

(VI 409-413)

El sol ya denso se poniacutea y en el polvo del llanolos redondos bohiacuteos de la aldea con sus abiertas puertas-y ventanasbrillaban igual que montones de cabezas muertas

(XIX 564-6)

Las imaacutegenes feroces llameantes y sangrientas del sol son muchas y de matices muy variados y el espacio no nos permite entrar a examinarlas Se asocian por lo general al elemento iacutegneo estudiado en particular por Michel Monory en el ensayo ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo63 Fiera amenazante cabeza degollada fruto envenenado langosta de garfas rojas que hierve de coacutelera arco de fuego barrica de cobre que vaciacutea cataratas de llamas y brasas

63 Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 Tambieacuten en traduccioacuten al griego por Ana Kaacutesdagli en revista Nea Hestiacutea Homenaje 1971

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Y el sol se acrecentaba fruto envenenado allaacute en el cielovaho exhalaban las ubres del arenal hormigueaban las rocas

(XII 451-2)

Como langosta de garfas rojas que hierve de coacuteleraserpenteaba al otro diacutea el sol sobre la arenay las palmeras se agitaban a la luz cual surtidores de llamas

(IX 1021hellip)

El alba

Acaso sea la aurora la manifestacioacuten del transcurrir temporal que se asocia en el poema casi solamente a imaacutegenes de serenidad La llegada de la luz antes de que salga el sol suele ser suave como el disiparse de la oscuridad fresca y azul de las uacuteltimas horas de la noche Antes que apunte el alba ya la tierra suentildea con el diacutea

Auacuten no cantaba el gallo todaviacutea brillaban las estrellas Plena de paacuterpados cerrados y de manos cruzadas la tierra en la oscuridad fresca y azul inundada de bruma dormiacutea y sontildeaba dulcemente que ya el sol ha salido (VI 1-4)

Junto con el fresco del sereno del amanecer el lucero matutino juega con su luz en los olivos

Descendiacutea de la sierra el sereno leve fresco y alado y se deslizaba y jugaba todo luz el Astro-de-la-Alborada blanco palomo en los plateados aacuterboles-del-sol (VI 23-25)

El aclarar da tambieacuten lugar al poeta para trazar en una imagen y en un verso o algo maacutes todo un panorama matinal como en este pasaje de la rapsodia VII que contrasta con el espectaacuteculo de la ciudadela de

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Knosos convertida en una hoguera rugiente que crepita y se derrumba

Amaneciacutea En el cielo con humo sonreiacutea ya el lucero Puso sus albos pies el diacutea treacutemulo sobre la cima del monte (VIII 442-443)

Tenue velada brumosa con matices rosaacuteceos la luz al amanecer se difunde o desliza murmurando hermanada con el rociacuteo y el perfume de la tierra

Velada lechosa lamioacute la luz el canto de los montescoge piedra por piedra por las laderas se difunde murmurandola enfrentoacute un cipreacutes negro y su copa sonriacuteecreeriacuteas que de improviso subieron rosas y la florecieron

(VI 30-33)

Pende el tiempo nuboso en el alba-llorosaperfuma la tierra y las hojas del olivo destilaban rociacuteoy el brumoso amanecer como infante en la cuna solloza

(II 488-490)

Todaviacutea las estrellas formaban un tenue collar una rama de perlasy en el confiacuten del cielo paacutelido sonreiacutea el diacuteay de las brumosas montantildeas una helada brisa descendiacuteaNuestro ladroacuten-de-carros empuntildea su fusta triplelo hace restallar y agitaron los caballos sus soberbias cabezasy parten siguiendo el agua que jugaba entre los mirtosy el alba aacuteureo-rosa se deslizaba hacia el mar

(III 1340-1346)

Imaacutegenes pastoriles y jubilosas se asocian a la llegada y paso de la aurora La luz puede ser una cabrita que brinca o un gallo-faisaacuten que sube y canta en los techos y la mantildeana un cordero que camina por el riacuteo y el lucero matutino un albo palomo entre los olivos

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Cristal puro inmaculado atraviesa su espiacuteritu la nochey vino muy de mantildeana bailando cual una cabrita la luzy brincoacute en sus hombros ardientes y se instaloacute en su mandil

(XIX 237-239)

En la arena en rincoacuten abrigado el nardo halloacute resguardobrillan las hojas en el olivo cayoacute la lluvia-nocturna y tiemblangotas gozosas las laacutegrimas en los paacuterpados del aireHuacutemedo y doblado se posa entre los ramos el espiacuteritu de la vieja lluviay se apintildean las nubes blancas en el cielo como vellones de ovejas

La tierra se lavoacute y en la honda alborada antes que la toque el solcomo el empapado aguzanieves se sacude en la riberaSe apagaron las estrellas se deslizoacute la transluacutecida lunay como el gallo-faisaacuten subioacute la luz y en los techos cantoacute

(VII 1-9)

Pasoacute la noche con sus axilas huacutemedas fragantespura y delicada aparecioacute la luz entre los vallesy cual cordero camina la mantildeana por el riacuteoY siguen los compantildeeros la corriente cubierta de rosasaves blancas derramando luz atraviesan por sobre ellos

(X 1387-91)

Estaba amaneciendo Un flamiacutegero cielo ensangrentaba las piedras (IX 893)

Y el licor de la aurora difundioacutese en el perlado mar (XXIII 997)

Y mirad en el confiacuten del cielo paacutelida vibra la alboraday todos los ojos brillan y riacuteen y miran hacia el orientee infante en su cuna por el cielo se desliza el solVapores azulados sus mantillas y de argento es su toca

(XXII 1245-8)

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III La muerte

La mayoriacutea de los estudiosos de la Odisea ha sentildealado la presencia continua y obsesiva en el poema de la idea y la imagen de la muerte como una de sus notas caracteriacutesticas Se ha hablado asiacute de que la obra constituye una interminable alegoriacutea sobre el tema de la muerte y que la vida que bulle en ella es soacutelo un elemento subordinado a aqueacutel el supuesto para poder reiterar con variados procedimientos la uacutenica realidad cierta la nada final que espera a todos los hombres Es el asunto de meditacioacuten y de plaacutetica de muchos de los personajes de la epopeya Es el fin ldquorealrdquo dentro de la obra de todos ellos Es tambieacuten un personaje especie de compantildeero invisible del peregrino que en diversas oportunidades toma formas tangibles hasta igualarse del todo con el anciano asceta de albos cabellos en las soledades heladas del polo sur Los dos primeros aspectos del tema de la muerte son sin duda comunes a las otras obras de Kazantzakis hasta podriacuteamos decir a todas El tercero nos lleva a un terreno poco conocido y cuyo desarrollo seriacutea muy extenso la acogida que en la Odisea hace el escritor cretense de los mejores elementos de la poesiacutea popular neoheleacutenica riquiacutesima creacioacuten anoacutenima del pueblo griego que lo ha acompantildeado a lo menos un milenio y que ha constituido durante siglos la historia y la croacutenica la cultura y la filosofiacutea de la poblacioacuten sometida al doble yugo de dominaciones extranjeras y del analfabetismo consecuencia del nefasto problema linguumliacutestico64

64 En la seccioacuten ldquoLa palabrardquo nos referimos brevemente a este problema y a las funestas consecuencias que la mantencioacuten de una ldquolenguardquo artificial arcaizante la kathareacutevusa ha ejercido en todas las esferas de la vida del pueblo griego En la Revista de Educacioacuten Ndeg 30 de 1970 publicamos una exposicioacuten sobre el problema linguumliacutestico con el tiacutetulo de ldquoLa obra de Psijaris y Triandafilidis en el neohelenismordquo Sobre poesiacutea popular en nuestro paiacutes puede consultarse en castellano nuestros trabajos ldquoPoesiacutea popular neoheleacutenicardquo Anales de la Universidad de Chile Ndeg de 1966 la seccioacuten ldquoPoesiacutea popularrdquo de la Antologiacutea de la literatura noheleacutenica Ediciones de la Embajada de Grecia Caracas 1986 y la coleccioacuten con textos musicales de Danai Stratigopulu publicada por el Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos con el tiacutetulo de Cantos de los griegos 2ordf edicioacuten Centro de Estudios Griegos Santiago 2002 En franceacutes pueden verse las excelentes exposiciones de siacutentesis contenidas en el volumen I de LrsquoHistoire de la Litteacuterature Neacuteogrecque de Boumlrje Knoumls que se encuentra

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La Odisea posee el acento el ritmo y la serena capacidad narrativa del canto popular y a la vez su aliento liacuterico dice Emilio Jurmuzios65 Y en verdad uno de sus atractivos es el aprovechamiento sistemaacutetico que en ella hizo Kazantzakis de la poesiacutea demoacutetica griega La espontaacutenea gracia narrativa del canto popular estaacute siempre presente en el poema La narracioacuten tiene muchas veces el eco claro del rapsoda popular del τραγουδιστής tragudistiacutes que durante siglos ha cantado las penurias y alegriacuteas del pueblo griego Pero la Odisea no soacutelo asimila el estilo narrativo del cantor demoacutetico En realidad el poema mismo es una especie de gigantesco mosaico una larga tela bordada con expresiones versos pensamientos fragmentos y hasta canciones populares casi iacutentegras Estos elementos que salpican el texto a cada paso se funden en el desarrollo del relato y en la exposicioacuten de las ideas

Caronte personaje

Nuestro tema posee especial relacioacuten con uno de los campos maacutes interesantes del canto popular de tipo liacuterico la poesiacutea mortuoria La presencia de la muerte toma generalmente en la Odisea la forma que ha moldeado la moderna mitologiacutea popular griega la figura de Caronte que no es el antiguo barquero transportador de almas sino un negro caballero sentildeor del ldquomundo de abajordquo el κάτω κόσμος kato kosmos del loacutebrego y subterraacuteneo Hades lugar del exilio sin retorno Alliacute los hombres estaacuten sometidos a un solo dolor interminable y desgarrador la nostalgia infinita por la vida perdida por el mundo de los vivientes por el mundo terreno por el mundo de arriba el απάνω κόσμος apano kosmos En este exilio sin retorno no hay castigo ni recompensa por hechos pasados El Hades no se relaciona ni con el cielo ni con el infierno teacuterminos no usuales en esta poesiacutea Es el recinto oscuro del que jamaacutes se sale y donde de continuo se recuerda y se llora el mundo terreno perdido la vida con sus dolores y alegriacuteas Esta concepcioacuten extraordinariamente arraigada en un pueblo cristiano ha sido sentildealada como un fenoacutemeno curioso de supervivencia de creencias paganas

en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca del Pabelloacuten Heleacutenico de la Universidad de Chile65 Jurmuzios E ldquoLa Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Revista Kenuria Epojiacute

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Domina en toda la mitologiacutea popular griega y en los cantos populares llamados miroloiumls (μοιρολoacuteι gt μοιρολoacuteγιον) ldquocantos de la Moirardquo o poemas de la fatalidad con los cuales se llora a los muertos y se narran las correriacuteas del negro sentildeor del Hades a la caza de los humanos con los cuales lucha fiacutesicamente cuando eacutestos se resisten a dejarse arrastrar al Hades66 Asiacute pintan al personaje unos versos demoacuteticos

Helo alliacute por donde cruza por los valles cabalgandonegro es de negro viste negra es su cabalgaduralleva puntildeal de dos filos y espada desenfundadapara la cabeza espada puntildeal para el corazoacuten

Bajo la forma de Caronte la muerte es uno de los personajes maacutes importantes de la Odisea Es el compantildeero maacutes constante de Ulises Ante eacutel se presenta a traveacutes de todo su dilatado peregrinar con diversos aspectos como un anciano caminante lo espera una tarde bajo un aacuterbol como un gran mosco de mar se deja ver en medio de Aacutefrica en Creta en las viacutesperas del desastre de la ciudadela de Knosos deja su apariencia humana normal para convertirse en un sonriente y ceremonioso esqueleto Al final de la travesiacutea en los hielos polares ha llegado a igualarse en todo a Odiseo y su rostro viene a ser una copia con la huella de los antildeos y las penurias La enumeracioacuten de todas las formas que toma Caronte en el poema seriacutea muy extensa asiacute como el recuento de sus epiacutetetos pastor-de-grandes-rebantildeos caballero con-labios-de-hierro una gran langosta verde una mosca-de-mar un saltamonte verdoso una cigarra de inquietante chirrido una hormiga gigantesca un sol negro un gallo oscuro que canta y hace desvanecerse la vida un elefante albiacutesimo que seduce al humano con sus tristes ojuelos un gran cisne con suaves ojos de rubiacute un monstruoso octoacutepodo que trata de arrastrar desde el lecho al moribundo un escorpioacuten que salpica veneno con su cauda una negra

66 Sobre Caronte puede verse en castellano Olga Omatos ldquoDel Caronte barquero al Jaros neoheleacutenicordquo Veleia Ndeg 7-1990 F Diacuteez de Velasco ldquoCaronte-Jaros (Kharos) ensayo de anaacutelisis iconograacuteficordquo Erytheia Ndeg 10-1 1989 M Castillo Didier ldquoCaronte supervivencia y metamorfosisrdquo en M Castillo Didier La Odisea en la Odisea

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serpiente un dragoacuten de larga cola etc Lo general es que la personificacioacuten de la muerte presente los matices esenciales del canto popular del jinete que arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados coge a los mozos del cinto y a las nintildeas del cabello y pasa en su negro corcel llevando su rebantildeo de difuntos

Asiacute regresa Caronte cabalgando a sus solares encarnados lleva a los mozos del cinto y del cabello a las joacutevenes y a los nintildeos pequentildeos atados a la cabecilla de su enjalma (XI 645-647)

La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la nochehombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manosy soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores (X 73-275) Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindariose aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondasharrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

(X 263-265)

Cuando Caronte pretende llevar a Ulises antes de tiempo eacuteste apostrofa al negro caballero con la foacutermula del miroloiuml popular en que la viacutectima ruega no lo coja del cabello y luche con ella en buena lid sin arteriacuteas

laquoEh Caronte no me cojas del cabello el alma no he de entregarantes de ver que toman los amigos el barco-de-nieve

(XXIV 55-56)

En la uacuteltima rapsodia una madre responde al llamado de Centauro uno de los compantildeeros de Odiseo que ha salido de la tumba para acudir a la agoniacutea de aqueacutel y pide piedad repitiendo variado el motivo del hijo uacutenico al que no puede dejar pues Caronte pretende arrebataacuterselo motivo propio de la poesiacutea popular

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laquoiexclApiaacutedate de miacute que estaacute enfermo mi hijo y los perros auacutellanronda Caronte por las vecindades y otro hijo no tengoraquo

(XXIV 97-98)

En la rapsodia XIX se anuncia desde los primeros versos la presencia de la muerte mediante procedimientos caracteriacutesticos del canto popular como es el diaacutelogo de las aves y las ldquopreguntas sin objetordquo άσκοπα ερωτήματα aacuteskopa erotiacutemata cuya respuesta negativa sirve para dar eacutenfasis a lo que realmente el poeta pretende decir En este caso presentar al oscuro caballero del Hades que ha aparecido con su cabalgadura

Una negra bruma aplasta las montantildeas y la neblina el llanolas liebrecillas se asustaron unas aacuteguilas se reuacutenen en la alturaequilibran las alas de-largas-travesiacuteas y charlan con voz roncalaquoiexclAy mucha nube negra se ha abatido y nadaraacute en barro la tierraraquolaquoNo es este hermanos un diluvio no es negro nubarroacutenun dragoacuten en el cielo diviso con cola azul enroscada y lleva adelante su boca abierta para devorarse al solraquolaquoNo es este amigos el diluvio no es una tempestadiexcla Caronte yo diviso que por los campos cabalgando aparecioacuteraquo

(XIX 1-9)

Igualmente recoge motivos de la poesiacutea demoacutetica el pasaje siguiente que muestra a Caronte siempre cabalgando manchado con los macabros restos de su tarea asesina

iexclNegros mensajes Estalla la guerra se golpean las puertas estrechamente se abrazan los esposos y ya no se separan brillan las armas sobre los montes enrojecieron los valles y Caronte va en su overo y sus caballos gotean sangre espesa pelos que se marchitaron y ojos que se fundieron (XVI 718-722)

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La reflexioacuten de Helena o del poeta sobre lo efiacutemero de la vida cuando la embarcacioacuten de Ulises descubre la vista de Creta alude tambieacuten al motivo demoacutetico sobre el modo de arrastrar a las mujeres que generalmente utiliza el sentildeor del Hades

Helena sin hablar los cuatro vendavales percibiacutea que navegan eroacuteticamente y silban en la hendidura de sus senos Ah si ella estuviera como la isla sentildeorial en el medio del pieacutelago y la azotaran tambieacuten con fuerza los cuatro vientos capitanes Pero es efiacutemero e impotente el cuerpo de la mujer y antes que logre gozar una pizca antes que mueva los brazos de las dos trenzas la coge Caronte el-de-los-labios-cerrados (V 534-540))

Incluso la explicacioacuten de formas para nosotros extrantildeas de presentar a Caronte y a objetos relacionados con la muerte puede encontrarse en la poesiacutea popular Asiacute por ejemplo la curiosa metamorfosis del negro caballero en un gran mosco-de-mar en la rapsodia XXIII tiene precedentes en un canto demoacutetico cretense que alude a los diversos ardides con que los humanos tratan de esquivar la visita fatal de la muerte He aquiacute algunos versos de una versioacuten de dicho canto

Bajo la orilla del cielo en los confines del mundouna torre de hierro levantan para esconderse de CarontePero Caronte se vuelve una mosca y se entra por la ventana[hellip] Entra Caronte y alancea a todos los valienteshellip

El aspecto humano del caballero del Hades propio de la mitologiacutea popular neogriega aparece en toda su curiosa amplitud a traveacutes de la Odisea Como en aqueacutella se le atribuyen todas las virtudes y debilidades humanas sus costumbres sus maneras de vivir acompantildeado de su esposa ndashCarontisandash y de su madre personajes eacutestas siempre compasivas para las futuras viacutectimas de su feroz pariente En circunstancias y en tonos muy variados se producen en el poema conversaciones entre Ulises y Caronte cuando eacuteste aparece de tanto en tanto a traveacutes de su peregrinar En la rapsodia XVIII hablando con la

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famosa prostituta Perla y el priacutencipe Madretierra que vive obsesionado por el pensamiento de la muerte Odiseo expone toda una actitud ante esta uacuteltima y ante los bienes y males de la vida a traveacutes del relato de una plaacutetica con Caronte

Conozco yo en el mundo un cuerpo con dos alargadas manossi tiene hambre de pan come la tierra la vuelve a comersi tiene sed de agua fresca se bebe la agraz salmueray si desea platicar quedamente hacia el atardecercomo buenos vecinos eacutel y Caronte departen entre risasldquoBienvenido el vecino Caronte nuestro apacentadordeja a tus manadas-de-hombres de-cabezas-enlodadasven a sentarte conmigo y como lobos maestros platiquemos la amistadrdquoRiacuteen hablan sobre vintildeas y sembrados como dos duentildeos de casahablan de guerras y matanzas y de viajes remotosy conversan tambieacuten como muchachos en celo acerca de las doncellasldquoiexclBuenos los pechos de Lenioacute buenas las piernas de Ralabueno es Caronte tambieacuten el corazoacuten del macho ese loco estandarterdquoEn las tapias se sientan de la alegriacutea y comen los dos y bebeny chocan sus copas hasta el amanecer como si fueran broqueleserguido y siempre claro el espiacuteritu del hombre a la muerte respiracual una rosa abierta albiacutesima a la que entibia el soly tartamudea Caronte y ya no aguanta maacutes muy pesado le resultael platicar de ese libre corazoacuten y la risa de aquel entendimientoldquoiexclAmigo demasiado fuerte el vino me voy a levantar para marcharmerdquoVacilando atraviesa el solar y tropieza en el umbral

(XVIII 1270-1290)

En una de sus visitas bajo forma visible el normalmente invisible compantildeero de Odiseo lo espera siempre caballero en su negra cabalgadura a la sombra de una higuera Ya ha envejecido como aqueacutel

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y comienza a asemejaacutersele Pero no es tiempo todaviacutea y el arquero lo rechaza y lo hace huir con toda su compantildeiacutea (Por excepcioacuten se trata aquiacute a Caronte como ldquoThaacutenatosrdquo Muerte palabra que es de geacutenero masculino en griego)

Se vuelve y contempla al viejo-muerte a su amigo cordialque estaacute sentado a la sombra de una higuera con su espadiacuten delgadoy ladraban siete canes rojos con sus pupilas verdesEl arquero-de la-mente lo miroacute y le dice sonriendolaquoOh viejo-Thaacutenatos me acechas en la sombra caballerocon una de tus manos sujetas las riendas de tu negro67

y la otra la pones contra el sol y el camino avizorasiexclArriba matador hacia la mar azul que alliacute te he de hacer sentildeasraquoSe levantoacute el mar en sus rintildeones e inundoacute su espiacuterituy precipitoacutese la salmuera y salpicoacute sus narices sulfurosasLevantoacute su blanca cabeza y husmeoacute la brisaigual que el elefante que sintioacute el olor de muertey sereno inclina al suelo su vieja cabezay trae a la memoria voladamente los lejanos escondrijos de su estirpela selva oscura en que crecioacute el torrente en que se bantildeabay la floresta extrantildea ya no lo tolera y se abalanza derechopara expirar en la cuna que lo vio nacerdel mismo modo parte Odiseo hacia la mar su madreSe volvioacute hacia el sur y olioacute en los confines del mundola salmuera fresca y se abrioacute como una vela su almagiroacute Caronte entonces y silboacute crujieron las ramas-del-sueloy perros caballo y cazador se esfumaron en el aire

(XIX 112-133)

La muerte concebida como el desposarse de Caronte con un alma constituye un motivo que posee raiacuteces en la poesiacutea popular Son los miroloiumls en que el hijo parte a casarse sin vestidos especiales ni sus

67 Mavros μαύρος negro es tambieacuten uso de la poesiacutea popular el sustantivar el adjetivo y nombrar al caballo negro como ldquoel negrordquo

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armas ni compantildeiacutea alguna y es interrogado por su madre Y eacutel contesta con palabras amargas que muestran sin que se la nombre expliacutecitamente que es a la muerte a la que se dirige a encontrar puesto que en las bodas donde va no se utilizan vestimentas ni armas ni compantildeiacutea ni muacutesicos Este motivo ampliado con otros y detallado aparece hacia el final de la Odisea

Como oscuriacutesimo heliotropo vibra la vida por la plena luzel semblante volviendo hacia el sol negro la muerteTras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutesde la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negrasrecordaacuteronse68 las aves y vacilan con sus alas rescaldadas se reuacutenen los gusanos del cortejo y los suegros-orugaslevanta el topo el estandarte y se precipita como anunciadory detraacutes sigue Caronte como esposo con un aacutespid de anilloa fin de desposar del arquero el alma noble y sentildeorialA cien molinos exige una gran dote trigo formado de almasla mitad de ellos moleraacuten con laacutegrimas los otros moleraacuten con sangre y a un molino-de-viento habraacuten de moverlo los suspiros del humano El redimido barquero en su bajel-de-cristales con sus blancos cabellos ensangrentados con las untildeas partidasmanteniacutea los ojos bien abiertos y observaba al esposo

(XXIII 1201-1215)

En el uacuteltimo encuentro con Caronte en la embarcacioacuten de los hombres de las nieves ndashpostreros seres humanos que conoce Ulises en las cercaniacuteas del polo surndash la identificacioacuten de aqueacutel con eacuteste es completa Su apariencia igual a la del acabado canoso y cadaveacuterico peregrino mueve a compasioacuten La hora del fin se acerca y ya no es rechazada su compantildeiacutea sino que recibe una conmovedora bienvenida

68 Recordaacuteronse despertaacuteronse

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Cual saeta la embarcacioacuten de piel de foca se deslizaba por las aguasy ahora un cisne negro refulgioacute sobre la proa enamoradoy ardiacutean sus ojos suavemente a la luz como rubiacuteesMas a poco la sombra decantoacutese y se dibujoacute un ancianode albos cabellos enmarantildeados con un riacuteo de barbas y en su santa cabeza un gorro de zorro azulChispeaban unos pequentildeos ojos negros en unas hondas oacuterbitasy suavemente sus brazos gruesos y sus manos alargadascomo remando agitaba y meciacutea quedamente escaacutelamos-de-sombraEl-de-espiacuteritu-veloz se sonrioacute y percibioacute enseguidaquieacuten era aquel que se sentoacute en la proa y que cogioacute sus remosviejas trampas se moviacutean y los huesos rechinabana fin de dar lugar a ese grande visitante el-tres-veces-nobleNo respira observando largo rato sin moverse al viejo-camaraday una dulce compasioacuten conmovioacute hondamente sus entrantildeasabre con lentitud sus labios azulados y le da la bienvenidalaquoiexclCaronte coacutemo me has envejecido coacutemo blanqueoacute tu cabelloy las negras amarguras y tormentos de queacute modo te han lisiadoDonde tu rostro cruzaron con espada alliacute golpearon el miacuteodonde se hirieron tus carnes alliacute se hundieron las miacuteasy entre tus cejas diviso una oruga pequentildeitami semblante inclino al agua y alliacute diviso el tuyoiexclCaronte mi gran asistente y perro de mi barcomi camarada que merodeabas cual sombra en torno a mi sombra la vida enteray a veces te lanzabas adelante como un rey y a veces atraacutes cual esclavocoacutemo fuiste atormentado y coacutemo envejeciste en la tierra tambieacuten tuacute junto conmigoQue seas bienvenido tieacutendete ya y reposemos uno al lado del otroraquo

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Sonriacutee Caronte con dulzura y clava su miradaen los ojos azules oscuriacutesimos del-de-mente-de-zorro

(XXIII 149-177)

No es usual en la Odisea como no lo es tampoco en la poesiacutea popular griega que Caronte sea presentado sin sus caracteriacutesticas de figura humana viviente Pero hay episodios en que el negro caballero toma apariencias distintas fantaacutesticas o macabras como en aquella visioacuten impresionante del futuro que tiene Odiseo en el palacio de Knosos cuando ve surgir en la noche en fantasmagoacuterico cortejo al rey sus cortesanos y Helena todos cadaacuteveres en descomposicioacuten precedidos de Caronte Eacuteste es aquiacute un esqueleto con sus huesos tentildeidos de rojo las cuencas de los ojos llenas de tierra y que lleva un cuervo en el puntildeo

Salioacute primero el gran Caronte pastor-de-grandes-rebantildeospintados de rojo los huesos y con tierra en los ojosy llevaba un ave pequentildea ndashera un cuervondash en su puntildeo abierto entroacute saludoacute a derecha-izquierda pero nadie lo vioDetraacutes aparecieron los capitanes del mar y erguidasen sus cabezas ondeaban al viento unas alas azulesllenas estaban sus narices y axilas con unas perlas tenueslos huevos-de-los-gusanos-de-la-muerte que todaviacutea no se abriacuteanCon alas encarnadas aparecieron tambieacuten los capitanes de tierray sus viejas llagas recieacuten pintadas riacuteen como labios de heteraGentilmente se vuelven y saludan pero ndashtamboresndash sus vientres verdeciacuteany el musgo primaveral ya los cubriacutea Derechos sus ojos pintados miran hacia el poacuterticoy lentamente aparece el soberano ndashun piacutecaro mono doradondashy cuatro muchachos llevan su cola de pavo realy movioacute Caronte sus manos daacutendole la bienvenidaDetraacutes de eacutel eunucos perfumistas adivinos y bantildeerosy joacutevenes rollizos lo siguen e impuacutedicos bufonesy al final del cortejo brillaban los ojillos de nuestro OrfoacutesSe movioacute el leoacuten y gruntildeoacute y las gamuzas corrieron

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y sus pupilas todas agua fresca y sus espiacuteritus hierbasoacutelo nuestro Suralis husmeoacute el olor del leoacutenen medio de la oscuridad y por doquier como liebre correteapero no localizoacute la feroz huella y vuelve a seguir su caminoSe sentoacute el rey en el trono sonriacutee a los ricos noblesy hace sentildeas para que quiten las llaves a las puertas del gineceoComo altivas galeras que parten con oacuteptima brisaufanas con sus descotes pasan las sentildeoras recieacuten acicaladasrechinan los aparejos golpean su velamen se despliegacaen destellos desde las teas y los senos refulgenaltos pezones diriacuteanse golpeados por el mar en el rosado amanecerCimbreantes navegan con ademanes en el aire mariacutetimoy todas las mercanciacuteas y perfumes desbordan de sus bodegaspaacutejaros y risas frescas besos y noches de grandes ojosy Caronte abrioacute con compasioacuten como un puerto sus brazosEl arquero ve todo saluda y su alma se regalabrinca su corazoacuten como-lengua-de-leoacuten y lame toda la tierralaquoiexclAdioacutes racimos de-gruesos-granos azules cabellos perfumadosadioacutes mis crespas vides aparecioacute el vendimiadorraquoY de repente se abrazoacute con fuerza a la negra columna para no caerdivisa al final a la de cejas-de-luna mecerse-lentamente-como- cisney las nodrizas con suavidad ayudaban a avanzar su cuerpo ligeroSu vientre sagrado habiacutease abultado pareciacutea un hormigueroque en enorme multitud se sostiene sobre sus muslos llenos de ovossus mejillas rosadas se hundieron se agrandaron sus ojospaacutelidas sus manos descansaban sobre su seno fecundoY dulcemente sumida en un suentildeo mostraba una sonrisa lejana

(VIII 153-198)

En el desierto candente e inmisericorde con los humanos Caronte toma las formas inusitadas de serpiente y de dragoacuten de larga cauda sin perder sus atributos de gran sentildeor y opulento pastor de los difuntos

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Avizoran en torno y en el desierto llameante se estremecen los espiacuteritus El negro ofidio Caronte se escondiacutea tendido en la arena viejo arconte69 y primer-pastor y dragoacuten de-larga-cauda y guardaba montones de oro de anillos de compromiso en el vientre (IX 354-357)

Vida y muerte La contraparte de la muerte inexorablemente eterna sin fin es la vida fulgurar efiacutemero de una conciencia destinada a apagarse La fugacidad objetiva del vivir motivo siempre presente en la poesiacutea de todos los tiempos es una idea reiterada una y otra vez en la Odisea En ocasiones bajo la forma de breve reflexioacuten contenida en el ritmo lapidario de un verso

iexclSoacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

La vida es aire bruma suentildeo rociacuteo sobre el polvo (X 1369) A Menelao inquieto y lleno de presentimientos le parece un suentildeo y la muerte le parece como una sombra

Cual suentildeo la vida parecioacutele cual un jazmiacuten fragante y mientras lo sosteniacutea y aspiraba temblaba su corazoacuten y al inclinarse al torrente contemplaba construirse ramificarse y deshacerse con agua y luz el mundo Y leve tambieacuten le parecioacute la muerte como la sombra de una gran flor que al crespuacutesculo cae en la cabeza del hombre (VII 123-127)

69 Gran sentildeor noble

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Suentildeo leve murmullo tenue de agua dulce zumbido de abejas que se apaga y se pierde veacutertigo suave que desaparece semeja la vida cuando ha transcurrido y llega el momento de la muerte o una gran emocioacuten permite contemplarla en una mirada Asiacute la ve el anciano Laertes en sus uacuteltimas horas Helena cuando va a ser lanzada al agua para calmar la tempestad en la travesiacutea hacia Creta el propio Ulises cuando va a abandonar para siempre a la princesa Dijtena que subioacute a su naviacuteo despueacutes de la destruccioacuten del reino de Knosos

Se sumieron las sienes del anciano sus paacuterpados se cierran cual dulce zumbido de abejas lejano en el campo florecido que se aleja maacutes y maacutes y se apaga y se pierde le parecioacute su vida y eacutel de espaldas cual un abejorro sin aguijoacuten estaacute muriendo (I 889-892)

Y la hermosa mujer escondioacute el semblante entre las manos y toda su vida atravesoacute como un suentildeo de-remo-alado por su mente era un paacutejaro de oro y revoloteoacute un suave veacutertigo y leve se ha desvanecido (V 253-255)

Con el cuerpo lozano de la mujer entre sus brazosse sentiacutea navegar en los secretos veneros de Carontepara encontrar el agua inmortal y beber y que se esfume su almaY la vida toda parecioacutele como un murmullo tenue de aguaque entre suentildeos clara borborita70 dentro del espiacuteritu del hombre

(VIII 1333-1337)

Cuando Ulises ha hecho vivir actuar en un drama sangriento y morir a cinco creaturas de su entendimiento en la rapsodia XVII las reflexiones que el impresionante final de todos los personajes sugiere son semejantes a las que pueden hacerse en torno a los hombres reales y sus creaciones condenadas todas a una postrimeriacutea inevitable la nada

70 Borbotea borbollea

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Como pestantildeeadas de astros al sol se-encienden-y-se-apagan las generaciones dan-flor-y-frutos los aacuterboles y se pudren en un instante en el suelo se alzan reinos con la aurora de-un-solo-diacutea iexcly marchan veloces al meridiano y al crepuacutesculo se apagan71

(XVII 921-924)

El canto popular provee tambieacuten al poeta de algunos motivos sobre la fugacidad de la existencia humana como el pensamiento que sigue a la desaparicioacuten del pueblo de los hielos que Odiseo encuentra en las proximidades del polo y que pese a sus obsesivos ruegos a la divinidad y sus esperanzas de llegar a terrenos firmes es devorado implacablemente por las aguas heladas a la vista del peregrino que ha partido ya en su uacuteltimo naviacuteo

El nombre del hombre malhadado sobre la nieve estaba escrito lo cogioacute el sol y derritioacutese se volvioacute agua y desaparecioacute72 (XXII 1450-1451)

Es claro aquiacute el eco de los miroloiumls que lamentan la muerte de un ser en plena juventud

71 La comparacioacuten del paso de las generaciones con el cumplimiento de los ciclos vegetalesndashpresente aquiacute de manera indirectandash la hallamos en Homero en aquel bello pasaje de la Iliacuteada

Como la generacioacuten de las hojas asiacute es la de los hombresMientras el viento hace caer unas hojas sobre la tierraotras la selva al florecer engendra al tiempo de venir la primaverade tal modo una generacioacuten de hombres nace y otra se acaba

(Homero Iliacuteada VI 145-149 Figura tambieacuten en la poesiacutea popular como en el canto de la madre que pierde a todos sus hijos y es consolada por la voz de uno de ellos

Imagina madre miacutea que eras una matita de manzanode pequentildea floreciste y de grande diste frutosy soploacute la brisa norte e hizo caer las manzanas

72 Recueacuterdese el miroloi que entona una anciana cuando el pueblo errante del pope Fotis antes de volver a partir en eacutexodo entierra el cadaacutever de Manolios en Cristo de nuevo crucificado de Kazantzakis El nombre de este joven sobre la nieve fue escrito vino el sol lo derritioacute vino el agua y lo borroacute (paacuteg 409)

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El nombre de este joven ndash escrito estaba en la nieve el sol lo ha derretido ndash y el agua se lo ha llevado

Un bordado poliacutecromo en la tela de la noche que va de abismo en abismo que manos misteriosas urden en las tinieblas breviacutesimo relaacutempago que se desvanece con la llegada del sol negro y el canto del gallo negro Caronte tal es la vida Un vano juego le parece el mundo a la desdichada princesa Krinoacute cuando debe marchar al redondel de las ceremonias taacuteuricas a sabiendas de que no podraacute sobrevivir al asalto de la fiera

Un bordado carmesiacute hermanos es la vida en la tela brumosa de la noche Quieacuten Dios miacuteo estaacute en la oscuridad con unas manos haacutebiles y aparecen las grecas realzadas los floreros los cipreses y perdices silvestres con-garras-de-fuego y hombrecillos negros Y se deshacen y se desvanecen y vuelven a surgir y se abren nuevas sendas recodadas con cipreses y de zanja en abismo van los brocados poliacutecromos (VII 1247-1253)

Un vano y friacutevolo juego de libertad le parecioacute en su seno el mundoy la vida entera breviacutesimo relaacutempago pestantildeeoacute en su pensamientoiexclmuy pequentildea y muy dulce y se levantoacute temiendo que se esfumeHebilloacute con firmeza el centildeidor precipitadamente abre los brazosdelgados y enjutos y las piernas fuertesUna roja corona de cuerda de crin de tres vueltas coloca en sus cabellosy ya sin esperanza se encamina veloz sin miedo a la era de Caronte73 (VI 538-544)

73 La era ndash la era despejada la marmoacuterea era - aparece siempre en la poesiacutea popular como el lugar donde luchan Caronte y el joven a quien viene a llevar

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Y yo soy aire y bruma y suentildeo y vendraacute el sol negro el cuervo negro Caronte iexcla cantar para que yo me desvanezcaraquo (X 1373-1374) Parecida reflexioacuten sobre la fatal fugacidad de la vida hacen los muertos que salen de los sepulcros y acuden en tropel al llamado del asceta agonizante Perla la famosa prostituta recuerda como un suentildeo ligero el veacutertigo del mundo que tan intensamente gozoacute

Y Perla se cubrioacute el pecho y de nuevo envuelve lentamenteen el terroso pantildeuelo funerario su cabellera telarantildeosacomo un suentildeo ligero pareciοle el veacutertigo de este mundocomo sombras vergonzosas e impuacutedicas alegres y tristeslos joacutevenes y viejos que pasaron por el cielo de su lechoy toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejana

(XXIV 365-370)

El anciano de la tragedia incluida en la rapsodia XVII se expresa asiacute al meditar sobre su existencia

Un relaacutempago rojo es la vida y yo camino a su destello vi y me libereacute y ya no poseo esperanza ni temor es la muerte una pluma larguiacutesima y en la mano la sostengo (XVII 995-997)

Y Ulises al emprender la aventura del rapto de Helena recuerda lo efiacutemero de la vida

Ayer tarde naciacute y esta noche he de morir tiene tiempo la tierra de detenerse a rumiar lentamente iquestqueacute le preocupa Los antildeos iexclmiles detraacutes de ella y miles adelante Mas nosotros iexclbienvenidos y adioacutes iexclLo que dura un relaacutempago y nos vamos (IV 227-230)

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La contrapartida de la nada final es la realidad presente la vida y su haacutelito y fuerza se imponen maacutes allaacute de las continuas reflexiones sobre la muerte Sombra es la tierra pero se alegra el corazoacuten cuando la abraza dice Ulises a aquel pueblo agonizante de mujeres cuya uacutenica esperanza de sobrevivir como raza es un nintildeo cuyo sexo auacuten no tiene vello y al que cuidan con solicitud obsesiva (XIX 1087) En la rapsodia siguiente hallamos otra expresioacuten de la idea reiterada en diversos pasajes acerca de gozar el mundo ldquolibrarlordquo con la maacutexima intensidad aun cuando la vida sea tan efiacutemera ldquocomo el destello del relaacutempagordquo

iquestPor queacute llorar y clamar y perder el sentidoDichoso aquel que puede librar el mundo enterode flor en flor saltando presuroso y asiacute pasar al polvoiexclmaravilla es la vida que un instante aflora en el cerebro y luego se desvanece

(XX 552-555)

Frente al incesante proceso de destruccioacuten simbolizado en las andanzas ininterrumpidas de Caronte la vida sigue brotando El amor de los seres destinados a ser polvo engendra nuevas creaturas y asiacute la misteriosa trama de la vida sigue tejieacutendose con mil bordados El peregrinar nocturno de Caronte y el Amor entregado cada uno a sus contradictorias tareas es la imagen de esta continua conjuncioacuten de vida y muerte

Y entretanto sobre el rostro de la tierra la miacutestica trama de la vida continuaba tejieacutendose mil bordados maestros con albos hilos como olas-de-lunas sobre una tela de arena La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la noche hombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manos y soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindario se aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondash arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

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Y el Amor ese nintildeo pequentildeo de plantas delicadas lleva la maacutegica hierba-de-hierro que abre todas las puertas senos semidesnudos brillan manos pintadas hacen sentildeas furtivamente se deslizan los amantes a los patios los lechos cantan iexcly hete aquiacute que de nuevo se llenan de infantes los umbrales terrosos (X 260-273)

Antiacutedoto de la muerte es el amor no soacutelo en cuanto crea nuevas vidas sino tambieacuten en el sentido de que la exaltacioacuten eroacutetica genera una sensacioacuten de permanencia de eternidad De alliacute que pueda decirse que si bien Caronte guarda las llaves de la existencia humana la mujer es la depositaria de las contrallaves La prostituta Perla (Margaroacute) cuando surge de la tumba para acudir al llamado del agonizante Odiseo a la vez que reflexiona sobre lo efiacutemero de la vida se jacta de coacutemo gozoacute el amor en su existencia

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo riacutee la mar bulliciosa de espaldas a las proas y en nuestro suentildeo el inasible espiacuteritu el cazador-de-ensuentildeos viaja ndashmercaderndash por distantes lejaniacuteas y se marcha En toda la corteza multicolor llena-de-barro de la tierra guarda las llaves el patroacuten-Caronte y la mujer las contrallaves y tomamos todos las senda del amor subimos a los pechos y que se encumbre inmortal el alma y en el polvo no desaparezca (VI 773-780)

Y toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejanatambieacuten la muerte agua profunda por nuestra mente suavemente se desliza

y la joven riacutee pues bien guarda el secreto en el pecho Ay cuaacutendo caeraacute a los pies del asceta para exclamar laquoTu palabra grande me ha fecundado mi vida ha echado fronda como el buen manzano y se dobloacute recargada de fruto y ahora soploacute el viento sentildeor cayeron las manzanas

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rodaron por la tierra se pudrieron pero a miacute no me importa un relaacutempago es la vida lo sabiacutea y bien la cosecheacuterdquo (XXIV 371-379)

Abajo en los cascos negros en las entrantildeas de la piedramiles de capas de cuerpos se deshacen y solamente restaalbiacutesima inmortal abierta la risa de-cabeza-cadaveacutericaPero arriba negligentes viven los vivientes y golpean los pies74golpean sus manos miacuteseras en las tabernas bulliciosasiexclsalud y la muerte es un cuento hermanos y es el vinoagua inmortal y bebemos y florecen nuestros huesosY otros aprietan en su pecho a una jovencita y en la dulzura del beso se olvidan y se burlan de Caronte -iquestNo va con su guadantildea esa hoja melladapara aterrar a medianoche a los ancianos a los viejos simplesiexclPero yo con el amor lo combato y lo derribo

(VII 1328-1329)

La accioacuten constituye asimismo una contrapartida de la destruccioacuten ininterrumpida que trae la muerte Asiacute lo siente Odiseo durante su ascesis en las soledades rocosas en la rapsodia XIV Una de las etapas de la Asceacutetica es la accioacuten y en ella el peregrino cree convencerse de que el mundo y la vida no es el mero tabique multicolor que nos oculta la Muerte

Y contempla el arquero con profundidad al mundo alrededor y percibeque no es un dulce espejismo de la vista ni es un ajuar de bodasaquello de que Dios se ha revestido para acoplarse con el alma-la-hembrani tampoco el tabique multicolor que nos oculta a la Muertey que manos piadosas lo bordaron con adornos heliocroacutemicos

74 Alusioacuten a un canto popular ldquognoacutemicordquo en el que el estribillo es ldquoA esta negra tierra que nos comeraacute vamos vamos dale dale con el pierdquo Al cantar el estribillo se golpea el suelo con los pies Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 166

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con mucha dulzura y encanto para que olvidemos el sepulcro Es la vida una excursioacuten guerrera y las fuerzas luminosas ascendiendo con esfuerzo luchan por rasgar la oscuridad buscando en la tierra a porfiacutea inmortalidad y libertad (XIV 1331-1339)

La nostalgia de los muertos

La nostalgia inconsolable por la vida terrena que los muertos sienten en el Hades todas las veces que pueden hacer oiacuter sus voces en la Odisea recuerda el tono desgarrado que el cantor popular griego pone en boca de los difuntos cuando eacutestos ansiacutean el mundo de la luz tono muy semejante a aqueacutel con que hablan a Ulises en la Odisea homeacuterica Lo veremos no soacutelo en los dos pasajes que repiten en cierta manera aquel episodio de la epopeya antigua en su ldquocontinuacioacutenrdquo contemporaacutenea en las rapsodias I y XIV en Itaca y en el centro del Aacutefrica respectivamente Pero antes examinemos algunas otras manifestaciones de esa nostalgia sedienta y angustiosa por la vida En las orillas del Nilo el rumor que proviene de las tumbas innumerables no expresa otro sentimiento

Hablaba asiacute el anciano husmeaba las tumbas cual chacaly explicaba las voces de los muertos laquoiexclViajeros miacuteos si tuvieraagua corriente para beber y una manzana roja para olerraquoY a su lado otro solloza laquoiexclAy hermanos girad mi rostro hacia el nortepara que una gota al menos me sople de aire frescoraquoY gime otro con signos retorcidos y densos en su laacutepidalaquoNo lloro porque mi bella esposa tomaraacute nuevo maridoni lloro por mis hijos nintildeos son todo lo olvidaniexclsoacutelo lloro por el pan y por la luz y por la dulce plaacuteticaraquo

(IX 501-509)

El pesar por no haber aprovechado y gozado los bienes del mundo engantildeados por la promesa de una recompensa en una vida posterior a la muerte es una queja siempre repetida por los difuntos En el pasaje siguiente Suralis el muacutesico uno de los compantildeeros de Odiseo es el

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que reconoce las voces de ultratumba

Y Suralis pega el oiacutedo a la tierra y logra espaciadas distinguir en medio del denso y zumbante gusaneriacuteo las vocecillas del hombre laquoiexclMaldito aquel que cree en la virtud en el mundo esa anciana banquera que nos arrebata el oro puro de nuestro vivir y entrega un recibo que se anula allaacute en el mundo subterraacuteneo iexclOjuacute viajeros que pasaacuteis y viandantes que cruzaacuteis a la virtud lo aposteacute todo y el juego lo he perdidoraquo Se estremecioacute la arena y se quedoacute muda y el flautista distingue una voz fina de nintildea quejarse veladamente laquoiexclViacutergenes que pisaacuteis sobre miacute muchachas que me escuchaacuteis os dejo mi maldicioacuten por bendicioacuten gozad queridas de vuestra juventud Santa me proclamaban y peregrinos de los confines del mundo acudiacutean descalzos a verme y a ofrecerme azucenas sin ser besada ni tocada por varoacuten mi vida la perdiacute iexclAy iexclsi pudiera Dios miacuteo salir de nuevo una hora siquiera al mundo terrenal75raquo (IX 400-414)

La nostalgia por las maravillas de la vida alcanza al propio Caronte quien pese a vanagloriarse muchas veces de su tarea destructora se deja seducir tambieacuten intensamente por la magia del mundo terrestre El encanto del trino de una avecilla lo hace emocionarse hasta las laacutegrimas y maldecir su suerte y su negro oficio en este bello pasaje que pese a su exaltado haacutelito de vida termina tambieacuten con la muerte del minuacutesculo cantor

75 La nostalgia por ldquoel mundo terrenordquo ldquoel mundo de arribardquo el pano kosmos πάνω κόσμος es un motivo reiterado en la poesiacutea popular griega Cuando en un canto Caronte le pregunta a una nintildea que por queacute estaacute llorando y le dice que puede enviar a buscar a su madre o a sus hermanos ella la responde ldquoSoacutelo por mi casa lloro y por el mundo terrenordquo Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 170

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Suavemente amanecen en torno las montantildeas y de rosa se tintildeen las piedras oscuras y la alondra embriagada-de-sol con su borlado entendimiento bebioacute demasiada luz y confundioacutese y da comienzo al trino iexclcorazoacuten ave volante insensata y herida-por-la-luz Y mientras trinaba se iba sobrecogiendo y el sol se lo imaginoacute un manzano frondoso en su fruto un granado en su flor y subioacute a posarse entre sus ramas y a picotear dulcemente La madeja de canto y de alas se desmenuzoacute a la luz y desaparecioacute mas su trino ndashfiniacutesima lluviandash lentamente auacuten descendiacutea y todo el cuello candente refrescaacutebase de la brisa encendida Dios miacuteo con el canto del ave hasta la tierra se olvida de la Muerte hasta Caronte olvida su guadantildea y se sienta en una roca a escuchar embelesado el dolor de la alondra Enjugando sus ojos llameantes y sin paacuterpados suspira laquoiexclMaldita mi negra suerte si yo tambieacuten pudiera un diacutea despreocupado tenderme por la yerba a escuchar a los paacutejarosraquo No terminaba auacuten de hablar Caronte cuando ante sus rudos pies se derrumboacute el cantor extravagante como un pequentildeo terroacuten y en el extremo del pico teniacutea una gota de sangre negra (XX 315-333)

Este sentimiento del oscuro sentildeor de la muerte se expresa acaso con maacutes viva intensidad en uno de los episodios en que Caronte visita a Odiseo en la rapsodia VI Alliacute aqueacutel se duerme junto a su antiguo camarada y se pone a sontildear justamente con la vida La exaltacioacuten del vivir en esta llamada ldquoepopeya de la muerterdquo encuentra en este pasaje una expresioacuten notable

Se agitaron las cantildeas como un pueblo y las aguas crecieron y envolvieron su mente como un aacuterbol regaacutendola hasta lo hondo Y con suavidad de los laureles-rosas y de los cantildeales se difundioacute una brisa dulce y cogioacute sus paacuterpados el suentildeo Y vino Caronte y se tendioacute cuan largo es a su costado se cansoacute de merodear toda la noche los ojos le pesaban

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y deseoacute tambieacuten eacutel en el arroyo con su viejo camarada tenderse a la sombra de un algarrobo a dormir una gota Lanza ligeras sus manos de huesos al pecho del arquero y asiacute abrazados bajaron los amigos hasta el suentildeo Duerme Caronte y suentildea que todaviacutea viven hombres que auacuten se alzaron en la tierra casas palacios reyes y lograron crecer huertos y debajo de su sombra auacuten pasean sentildeoras nobles y esclavas entonan cantos Suentildea que un sol aparecioacute que alumbra una luna y acaso que gira la rueda de la tierra y lleva cada antildeo yerbas y flores frutos variadiacutesimos dulces lluvias y nieves y acaso de nuevo retorne todo ello y la tierra se renueve Riacutee Caronte secretamente en su suentildeo lo sabe es suentildeo aire multicolor una fantasiacutea de su mente cansada y deja despreocupado que lo aguijonee Y poco a poco perdioacute la vida el pudor y tomoacute vuelo la rueda abre sus viacutesceras la tierra hambrienta penetra el sol y la lluvia e innuacutemeros huevos germinaron se llenoacute el mundo de larvas y parten densas bandadas de aves de fieras y de humanos y de pensamientos y se precipitan a devorar a Caronte dormido Y una pareja de hombres se instaloacute en sus narices-cavernas encienden lumbre y la alimentan y preparan su merienda y colgaron la cuna del hijo de su tosco labio superior Siente cosquillear los labios las narices le hormiguean Y de pronto Caronte estremecioacutese y se esfumoacute su suentildeo soacutelo un instante se durmioacute la Muerte y sontildeoacute con la Vida (VI 1261-1292)

Maacutes que en la rapsodia I - y la visita saludo a los difuntos y danza en su recuerdo - es en la Rapsodia de la Ascesis la decimocuarta donde encontramos una escena hasta cierta medida semejante a la del canto XI de la Odisea homeacuterica En la vieja epopeya la bajada de Ulises al Hades para consultar al adivino Tiresias pone de relieve el sentimiento infinito de nostalgia por la vida terrena que experimentan los difuntos en el mundo oscuro de la muerte concepcioacuten que en lo esencial supervive firmemente arraigada en las creencias populares neogriegas

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La sangre hace revivir a los muertos por algunos instantes y pugnan con desesperacioacuten por esos momentos de luz Hasta su viejo padre que dejoacute la vida despueacutes de cumplir iacutentegramente su ciclo aparece ante Odiseo y le tiende sus treacutemulos labios suplicantes Es tambieacuten en ese encuentro con los muertos cuando Odiseo conoce el fin de dos de sus maacutes queridos compantildeeros Ostreros (Stridaacutes) y Karteroacutes El primero le sonriacutee amargamente paacutelido y se esfuerza por articular unas palabras mas no puede pues su garganta estaacute carbonizada Quiere volver un momento a la vida pero su propio amigo le niega la sangre y eacutel maacutes paacutelido auacuten ndashhumo tembloroso como Anticlea la madre de Ulises en los versos de Homerondash desaparece Lo que los muertos expresan con pateacutetica insistencia al igual que en la poesiacutea popular es la nostalgia desgarradora e incurable por la vida terrena ldquovolver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerrdquo

Las entrantildeas comenzaron a temblar y las tumbas se abrieron iexclah coacutemo se arrojan los muertos a beber la tibieza del hombre Agachado el matador se estremece viendo a los antepasados a los viejos amigos que desaparecieron a las sombras que amaba abalanzarse apintildeados para beber sus venas y poder revivir Se precipitan en oleadas a su entrantildea y gimen los difuntos abrazan sus pies y los besan se cuelgan de sus costados y los maacutes temerarios chillan sobre sus craacuteneo igual como halcones laquoQuiero tomar tu sangre ndashgimenndash para poder erguirme sobre el suelo iexclpara volver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua para rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerraquo Mas eacutel implacablemente escoge en el sumidero de su corazoacuten teniacutea en la mano un palo largo y rechaza a aquellas sombras laquoAtraacutes derrumbaos en el Taacutertaro no vuelvas nunca maacutes cosa difiacutecil te has elegido agua pan mujerraquo Su padre aparecioacute y tendioacutele sus treacutemulos labios

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pero con el taloacuten aparta el hijo de siacute a su progenitor laquoPadre tu vintildea en la tierra bien la cultivaste iexclcomiste y bebiste y engendraste un hijo mejor que tuacute y bastaraquo Se precipitan los antepasados abuelos bisabuelos como animales jadeantes pero alza su aguijada el-de-doble-origen y los derrumba al Hades laquoYa no tiene la tierra necesidad de vosotros no puede volver atraacutes al oscuro abuelo ha superado con sus gruesas quijadas iexcly es una verguumlenza que se desperdicie la sangre del vaacutestago para hacer revivir sobre la tierra a su ancestro-simioraquo Mas de improviso palpita el corazoacuten palidece el-de-mente- de-leoacuten allaacute en un extremo divisa a Ostrero que abre-y-cierra los labios y se arrastra hacia la cavidad del corazoacuten a beber una gota de sangre laquoiexclMi Stridaacutesraquo grita y abre con iacutempetu los brazos anhelantes Y eacutel alzoacute la mirada paacutelido y le sonriacutee amargamente trata de sacar una palabra mas no puede su garganta estaacute carbonizada y se arrastra hasta al corazoacuten del compantildeero para poder revivir Se llenaron de laacutegrimas los ojos del arquero pero levanta el cayado laquoiexclMi Ostrero estoy en gran necesidad y la sangre es muy poca Bien sabes coacutemo te quiero pero no se debe con amor gobernar esta tierra de mala cabeza te ruego Stridaacutes que no bebas sangre de mi corazoacuten tambieacuten tuacute cumpliste bien tu deber en la tierra y otro bien importante no tienes ya que ofrecer en este mundo iexclretorna al polvo y deacutejame dar de beber a otros mejoresraquo Dijo y Stridaacutes palidecioacute ndashhumo temblorosondash y desaparecioacute Suspiroacute el-de-muchos-tormentos y enjugoacute sus ojos hondo es su dolor pero es menester que las laacutegrimas no nublen sus ojos inclementes para que puedan ver y escoger entre las sombras Mudos los muertos hasta sus sienes descendiacutean

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como negros corderos y su espiacuteritu embargaacutebase de dulces anhelos en su memoria desencadenada fulguraban viejos soles y lunas frutos envenenados y corceles fortalezas muchachas y mujeres fantaacutesticos festines y lejanas travesiacuteas Y cuando sumergioacute Odiseo su mirada en lo hondo de la memoria divisa en el borde de la fosa de improviso una sombra pesada que se erguiacutea en silencio con una espada clavada en el craacuteneo laquoiexclHerrero miacuteo ndashexclama dolorido el solitariondash amigo sin sonrisa ya te quitaron la corona ya no estaacutes bajo el solraquo Mas Karteroacutes cual un rinoceronte mudo hozaba en el suelo y camina para llegar al corazoacuten y sorber tambieacuten eacutel sangre diriacutease que lo han asesinado y conserva su energiacutea toda (XIV 321-377)

La muerte destructora

La presencia de la muerte en la Odisea asume tambieacuten la forma de aceptacioacuten objetiva de ella como realidad inseparable de la vida revistiendo muchas veces el matiz de objetividad y serenidad con que la enfrenta el hombre ruacutestico sencillo y en especial el anciano En no pocas ocasiones ante el lamento o la expresioacuten de miedo frente a la muerte se da la reflexioacuten en contrario de otro personaje Esta posicioacuten suele asociarse a menciones del proceso material de desaparicioacuten del cuerpo que si bien pueden parecer de un caraacutecter macabro a veces hasta morboso no pasa de ser tambieacuten realidad Y acaso no constituyan en alguna medida sino ampliaciones y variaciones enriquecidas con nuevos motivos de elementos de la poesiacutea popular en la cual esa fatal etapa de reduccioacuten a polvo y nada del ser humano se muestra con impresionante realismo La presencia de la descomposicioacuten y los gusanos se da en no pocos miroloiumls como eacuteste dedicado a la muerte de una joven novia que citamos en fragmento

Y de nuevo respondioacute y a su madre le habloacute asiacutendashMadre si tuacute eres mi madre y si yo soy hija tuya

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saacutecalo y dalo a cualquiera mi anillo de compromisoMadre miacutea que me entierren en un vallecito verdedejad al lado derecho una pequentildea ventanaque entre el sol en la mantildeana y que entre al mediodiacuteay cuando se pone el sol que entre mi pajarilloque entre y salga a conversar que entre y salga a preguntarndashNintildea miacutea tu hermosura tu belleza iquestdoacutende estaacutenndashCome el Hades mi hermosura y la tierra mi bellezamis cejas y mis pestantildeas un gusano las devora76

El proceso de destruccioacuten orgaacutenica se menciona a veces en los miroloiumls con figuras acerca de las ropas y los alimentos que los muertos poseen en contraposicioacuten a los que los vivientes les ofrecen al rogarles en sus lamentos que retornen a la vida

ndashAleacutegrate con las flores guarda para ti las rosassi tienes almuerzo toacutemalo y si cena tienes coacutemelay si tienes agua tibia laacutevate con ella tuacutesi tienes vestidos viacutestelos si tienes lecho en eacutel duermeYo el camino que he pasado no lo vuelvo ya a pasarvoy a los montes del Hades voy a la fuente del Hadesel suelo tengo por lecho la tierra tengo por saacutebanapara cena tengo polvo para almuerzo tengo tierray bebo el negro veneno que gotea de la laacutepidahellip 77

En otras ocasiones la impresionante figura del difunto en putrefaccioacuten se ofrece al deudo que quebrantando una tradicioacuten llora a los muertos al crepuacutesculo enturbiando con sus laacutegrimas el agua de la Fuente del Olvido A tal hora los difuntos acuden a beber esas aguas para renovar la peacuterdida de memoria de la vida terrena Eso les permite ldquovivirrdquo sin mayor amargura en el oscuro Hades Mas si el agua se enturbia revive en ellos el recuerdo de la existencia y en su desesperacioacuten por volver al mundo terreno suelen cometer torpezas que Caronte castiga con el enviacuteo del muerto en descomposicioacuten para ahuyentar al deudo

76 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica p 13677 Ibiacutedem p 139

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irreverente Castigo doble por cuanto el difunto anhela volver a la vida vivo de nuevo y no en la forma de espantable espectro y porque el deudo al evocarlo ansiacutea hacerlo retornar a la existencia en la forma que tuvo en la tierra y no convertido en una visioacuten macabra Una hija ruega a su madre en un miroloiuml de motivo semejante al resentildeado que no la llore a la hora del anochecer porque perturba su trabajo de servicio de Caronte y provoca el terrible castigo

Quisiera yo madrecita pedirte una gran mercedque nunca al ponerse el sol un miroloiuml me cantes estaacute cenando Caronte con su mujer Carontisayo les escancio la copa con un cirio los alumbroY al oiacuter tu vocecilla mi pecho se estremecioacutey se me quebroacute la copa se apagoacute la luz del cirioy el vino se ha derramado en medio de los difuntosquemoacute vestidos y adornos de novia y palikaris78Se enoja entonces Caronte me enviacutea a la negra tierrami boca llena de sangre y mis labios de veneno79

En el pasaje siguiente de la Odisea se alegoriza el camino de los muertos en boca de un viejo hombre de pueblo y se alude al lento devorar de la tierra y al motivo de las ldquosiete especies de gusanosrdquo que en la rapsodia del Priacutencipe Madretierra se desarrolla ampliamente Salvo ese inevitable deshacerse nada hay maacutes allaacute de la tumba

laquoUn brioso labrador eacuterase mi bisabuelo y me tomaba en sus rodillasy no queriacutea contar cuentos a su nietosiempre en su mente Caronte estaba y se reiacutea de continuo hablando de eacutelldquoNo quiero comidas nintildeo miacuteo ni exorcismos en mi tumbano quiero que sacrifiquen por mi alma a los pobres bueyesiexclpues bien conozco el futuro y no poseo esperanzas

78 Palikari παλικάρι muchacho mozo hombre joven apuesto varonil valiente79 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica pp135-136

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Y oye aprende ya el secreto cuando bajes al sepulcroal entrar a la tierra primera al primer poacutertico del Hadescae sobre el alma un negro y le quita sus adornosy la pobre sentildeora se resiste y lanza grandes alaridoslsquoiexclSocorredme hermanos primos miacuteos me arrebatan la coronarsquoPero iexclay primos y hermanos se han marchado gime si puedesEn el segundo peldantildeo herrumbroso la abraza el portero guardiaacutenle roba los talismanes y los vanos amuletosy le arrebata iexclay de miacute hasta las cosas buenas que cumplioacute en la viday el alma desdichada se lamenta tiembla su vocecillalsquoiquestPor queacute me quitas las armas asesino por queacute asiacute me desarmasrsquoEn la puerta tercera la infeliz ya enmudece y la tierra poco a pocole va mascando los ojos y los dientes las untildeas y las orejasiexcly entonces ndashdicenndash aparecen siete especies de gusanos y la devoranrdquoraquoRecuerda el solitario las palabras del antildeoso labrador mas se las guarda (IX 518-538)

Una forma de ilusioacuten desviacutea al hombre del pensamiento de lo que ha sido su presencia en la tierra un surgir brevemente de la nada y un continuo caer al polvo para convertirse en tal para deshacerse a pesar de todo el pateacutetico empentildeo con que se haya luchado contra la muerte ldquoComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producenrdquo80 reflexiona Odiseo en la desolada necroacutepolis egipcia Los devora implacablemente el combatiente invencible y mudo el gusano

Calma vagamente como en suentildeo al sol silbabay erecta letaniacutea saciada su lengua biacutefiday debajo boca arriba los difuntos con las manos en cruzcon sus pechos llenos de aromas y de palabras encantadascon una llave en los dientes esperan que sus almas vuelvan a venir

80 No producen = no brotan

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Merodea por las tumbas la tripulacioacuten pisa a los muertosgraves espectros guarda el suelo gotea el sol gruesamentey la necroacutepolis plena de un halo vahoso brilla bruntildeida al sollaquoiexclComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producen raquodeciacutea el arquero admirando la paciencia de los hombrespara combatir la insensatez y la bravura de CaronteEmpuntildean los amuletos como espadines aprietan los exorcismos en sus pechosy se lanzan armados a la tierra a luchar con la lanzapero lentamente surge desde el suelo en la fresca oscuridadel invencible y mudo combatiente el gusano y los devora

(IX 358-372)

Pretender sublevarse contra tal realidad es falta grave a maacutes de inuacutetil le plantea el servidor hombre sencillo de pueblo que tiene por sabiduriacutea a la experiencia al angustiado priacutencipe Madretierra que vive obsesionado con el pensamiento de la muerte y peregrina en busca de un famoso asceta ndashOdiseondash para pedirle una explicacioacuten que pueda infundirle serenidad

Mi rey ndashque-vivas-muchos-antildeosndash iexclgrave falta es que levantesel haacutebito sagrado de nuestra madre tierra para ver sus verguumlenzasJusto es que sin blasfemias ni voces en la tierra como espigasnos plantemos de mantildeana y ya hacia el mediodiacutease abra ya dorada la cabeza y se llene de trigoy al anochecer caigamos suavemente a la era de polvoDe la fraacutegil boca de un gusano nadie se ha de salvar

(XVIIII 659-665)

El ciclo de la vida y la muerte es tan natural como inexplicable e injustificable para el hombre que no se ha liberado de anhelos y esperanzas falsas Cuando Ulises ha vivido las etapas de la Ascesis y su espiacuteritu puede contemplar el mundo tal cual es maacutes allaacute de deseo o esperanza alguna el panorama de la humanidad toma el aspecto del

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ciclo de la vida vegetal que se cumple silencioso y sin sufrimiento ni rebeldiacutea

Se ensancha y se extiende la era luminosa en su cabeza se ampliacutea el pensamiento se esparce e inunda la llanura ciudades se siembran y crecen en las amelgas del cerebro y todas se dan como mujeres con llanto con temor a la ruda caricia del hombre desnudas besando y mordiendo Los hombres filas de hormigas suben con prisa desde el suelo trabajan lloran riacuteen y se besan y caen de nuevo tambieacuten con prisa a la tierra y quedan sembradas sus cabezas en los surcos Coacutemo corremos todos al relaacutempago verde de la tierra a la tumba Pasan nuestros semblantes como alas y brillan en el sol mira lentamente la madre a la hija y la hija vuelve la cabeza tras los hombros fuertes del marido para distinguir a su hijo Todos sin piedad clavamos nuestros ojos muy derechos y corremos a coger la dulce manzana del mundo y de pronto se abre nuestra fosa y la santa fruta cae Como yerbas desde la tierra suben los pueblos de-cabello-espeso y de nuevo como yerbas vuelven al suelo y la tierra engorda masticando golosa los cadaacuteveres robustos de sus hijos (XVI 660-677)

La certeza del fin que aguarda a sus propias creaciones hace dudar a Odiseo en su actividad de dar vida a sus pensamientos y convertirlos en hombres y mujeres Sin embargo pese a lo efiacutemero de esa vida que eacutel daraacute anaacuteloga a la que a eacutel y a los hombres les es dada triunfa la voluntad de hacerlos vivir aunque sea por un instante contrapuesto a la infinitud de la muerte

laquoMe levanto a la ribera del tiempo y creo y descreo con arena y con agua y con sangre la historia del hombre saltan de las sienes los pensamientos y al caer a la tierra se convierten al punto en hombres y mujeres y veloces se acoplan Como el marfil pulido se refleja el rostro de la tierra

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entre los soles y las lluvias y lo acaricio quedamente agachado con ternura indecible y medito en secreto iquestPara queacute cincelar este marfil amado iquestUn puntildeal de matanza o una vasija profunda o una peineta para que brille en el abismo de los cabellos oscuros de la mujer Como una carne suave se levanta la fuerza en las diez yemas-de-los-dedos y asiacute como elige el soberano quedamente en sus vastos jardines a cuaacutel mujer de sus harenes le va a arrojar el pantildeuelo observo los deseos y contengo con suavidad mi energiacutea Muy pesada la soledad es esta noche muy caliente estaacute el aire no soporto quedar solo me viene un desfallecer y este terrible y veloz baile desata mi cerebro Anheleacute ver y que me vieran tocar y me tocaran palpitan mis entrantildeas como de nuevo dios y compadezco a los hombres Les tengo compasioacuten y en las mentes sin alas alas he de clavar botareacute ya las fronteras insensatas que al alma cercan iexclaacuterboles embriagaos y echad flores henchid el pecho muchachas y grandes cuitas mozos incubad en vuestro espiacuteritu soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinitardquo (XVI 1289-1312)

La certeza objetiva de la muerte la aceptacioacuten de su realidad no puede borrar con todo la tristeza del no ser del cumplimiento del ciclo efiacutemero La melancoliacutea embarga a veces pasajes como el siguiente que en una imagen repiten el hecho siempre conocido

Y todas las almas en el mundo tambieacuten ellas cual flores amarillasse doblan hacia el sol y van siguiendo la luz y de repente la tristezacae sobre ellas como la oscuridad se marchitan y tiemblanrecordando a la negra muerte y al polvo desoladoflores las almas tambieacuten se abren y cierran con el sol

(XIX 549-453)

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La lluvia que acentuacutea el proceso de destruccioacuten de los muertos es tambieacuten portadora de sus fantasmas ya en la vigilia ya en el suentildeo ldquoCuando llueve salen los muertos de la tierrardquo y por eso mientras Odiseo planea la construccioacuten de la ciudad ideal que habraacute de destruir al cataclismo la imagen de Rala la ardiente revolucionaria egipcia destrozada en la lucha viene a eacutel Tambieacuten bajo la lluvia desde su patria lejaniacutesima llega al peregrino ya en las cercaniacuteas de la nada final en el polo helado el recuerdo de su viejo padre

laquoCuando llueve salen los muertos de la tierra igual que caracolessus ojos llenos de cieno lloran y crujen sus huesosy vuelven a caer al lodo lentamente y los sorbe la tierracreo que les corresponde tambieacuten a medio invierno una fiesta funerariaiexclay cuando ya se levante la ciudad pondreacute orden en todoraquoEacutel buscaba coacutemo dar al nacimiento las bodas y la muerteun fin maacutes alto dar maacutes allaacute de lo humanoCaiacutea la lluvia lentamente y el arquero inclinadorespiraba el olor salvaje de la tierra y desbordaba su espiacuterituuna borrasca espesa envenenada llena de ecos y fantasmasy Rala se levantoacute en la bruma del ocaso despueacutes del aguaceroy el bronce con sus talones fulguroacute y sus anchos labioscomo una llaga en la niebla temblaron y se volvieron a cerrarlaquoiexclRalaraquo grita Odiseo y abrioacute ansioso los brazosmas de nuevo empezoacute una lluvia torrencial y la tierra se embrumoacutey poco a poco como una burbuja vaciacutea de agua desaparecioacute Rala en el suelolaquoiexclAy cuaacutento peso de muertos recibioacute este pecho altivoraquomurmuroacute el solitario y se hundioacute las untildeas en el corazoacutenLa tierra muele quedamente en el huacutemedo Taacutertaro a los muertosse puso el sol y se hundioacute en las nieblas de la llanuray con pena en silencio se despega de los difuntos el arquero

(XV 1074-1094)

Allaacute lejos comienza una lluvia torrencial y coge en sus redes

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la planicie los granos sembrados se dilatan y se llenan de una leche gruesa y los muertos que yacen desnudos en el suelo comienzan a hincharse En el suentildeo son las piedras cristalinas y la tierra es transparente y mucho se inclina y dobla el-de-los-mil-sufrimientos y contempla a los difuntos mira a su padre que yace tendido y su corazoacuten se triza nunca en vida de su viejo le dijo una palabra dulce y ahora en los confines de este mundo en su dormir lo recuerda y llora Poco a poco se calmoacute la lluvia y el arquero agachado aspiraba el fuerte olor a tierra y se llenaba su espiacuteritu de densa agitacioacuten envenenada llena de ruidos y visiones Brincan en las entrantildeas los espiacuteritus despiertan los difuntos dilata su fronda murmurando el aacuterbol sagrado de la hipnosis con sus ensontildeaciones espesamente-florecidas en sus ramas felpudas (XXIII 504-517)

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IV La palabra

El problema linguumliacutestico de Grecia81

Para poder apreciar la grande y profunda significacioacuten de la obra kazantzakiana en el terreno de la reivindicacioacuten y aprovechamiento de la riqueza del neogriego es indispensable conocer siquiera en siacutentesis el problema linguumliacutestico de la Grecia Moderna Desde los uacuteltimos siglos de la Antiguumledad se da la tendencia a imitar el lenguaje aacutetico de la eacutepoca del apogeo cultural y poliacutetico de Atenas y a despreciar el idioma hablado que ya en los siglos heleniacutesticos ha evolucionado substancialmente tanto en su sistema foneacutetico como en el morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico Se origina asiacute un ldquofalso bilinguumlismordquo la llamada ldquodiglosiacuteardquo (διγλωσσiacuteα) el uso al escribir de una lengua no vigente ya en la vida El divorcio entre el idioma escrito y el hablado se hace mayor a medida que transcurren los siglos y se institucionaliza cuando el Imperio y la Iglesia adoptan la lengua arcaizante82 Esta ldquodiglosiardquo es heredada por el pueblo griego moderno como carga funesta que tiende a detener todo progreso cultural a mantener a la masa popular en el analfabetismo o semianalfabetismo y a generar una actitud de repulsa a todo lo escrito a la cultura En efecto despueacutes de la Revolucioacuten de la Independencia (1821-1830) triunfan los arcaiacutestas y se impone como lengua oficial del estado una creacioacuten artificial llamada ldquokathareacutevusardquo (καθαρεύουσα) mezcla de elementos gramaticales del antiguo aacutetico con ciertas concesiones a

81 Una exposicioacuten acerca del problema linguumliacutestico griego en castellano puede verse en nuestro estudio ldquoLa diglosiacutea en la historia de la lengua griegardquo Boletiacuten de Filologiacutea Homenaje a Ambrosio Rabanales tomo XXXVII 1998-1999 (Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad de Chile)82 Es de hacer notar que los Evangelios en la forma en que los conocemos son el maacutes bello monumento de la koineacute popular de la eacutepoca En ellos se muestran en germen los caracteres de lo que seraacute el neogriego Los primeros cristianos en su deseo de extender al maacuteximo el mensaje evangeacutelico utilizaron el idioma popular e ignoraron el aticismo Sin embargo pocos siglos maacutes tarde cuando la Iglesia pasa a ser religioacuten oficial del Imperio adopta la lengua arcaiacutesta que la masa popular no entiende casi en absoluto En el s V el obispo Nonos Panopolitis traduce el Evangelio de San Juan al griegohellip iexclhomeacutericohellip en hexaacutemetroshellip

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formas medievales y a alguna cantidad de vocabulario moderno aunque arcaizado en su morfologiacutea La diferencia entre la kathareacutevusa y la lengua neogriega llamada ldquodimotikiacuterdquo hablada por el pueblo y producto de una continuidad ininterrumpida desde los tiempos homeacutericos es inmensa Los sistemas morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico estaacuten separados en muchos de sus elementos por una distancia de dos mil quinientos antildeos de evolucioacuten linguumliacutestica De este modo el nintildeo debiacutea reemplazar las palabras y formas que habiacutea aprendido de su madre por otras y aprender a asignarle a cada objeto otro nombre con declinacioacuten y muchas veces geacutenero distintos a utilizar otros verbos de conjugacioacuten antes desconocida a intentar una sintaxis artificial en una palabra debiacutea superponer a su sistema linguumliacutestico natural otro artificial y arbitrario Cuando el escolar procediacutea de un lugar de dialecto arraigado en sus estudios completos debiacutea agregar a su idioma natural tres sistemas gramaticales distintos la lengua hablada comuacuten la kathareacutevusa y por uacuteltimo el griego claacutesico Si a ello se agrega la mantencioacuten de una ldquoortografiacuteardquo absolutamente anacroacutenica y arbitraria de dificultad casi inimaginables puede tenerse una idea del efecto que semejante caos linguumliacutestico produciacutea en la actitud del nintildeo del joven y del hombre de pueblo en general hacia la educacioacuten y la cultura El peso de prejuicios seculares de una tradicioacuten arcaiacutestica milenaria la falta de concepciones cientiacuteficas sobre la lengua neogriega el desconocimiento de su inmensa riqueza y una posicioacuten poliacutetica conservadora triunfaron sobre el esfuerzo de los demoticistas partidarios de poner teacutermino a la diglosiacutea y reconocer el derecho del pueblo a escribir el idioma que habla como habiacutea sucedido siglos antes en todos los paiacuteses europeos La larga y difiacutecil batalla por el uso y el cultivo de la lengua hablada la daraacuten primero los poetas Solomoacutes el cantor de la Independencia y sus seguidores de la Escuela Joacutenica durante medio siglo Maacutes tarde seraacute el gran linguumlista y escritor Jean Psichari quien lanzaraacute la ldquoproclamardquo en favor del idioma popular en su libro Mi viaje (1888) Largos combates han de sucederse todaviacutea para que la lengua griega moderna se imponga en todos los dominios de la literatura Soacutelo en 1917 se conseguiraacute la implantacioacuten del estudio de la lengua viva en las escuelas en una reforma impulsada entre otros por el extraordinario

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linguumlista y maestro Manolis Triandafilidis Pero la reaccioacuten se impone casi enseguida y se reimplanta el uso obligatorio de la kathareacutevusa en la escuela limitaacutendose el estudio del idioma hablado soacutelo a los tres primeros cursos de la primaria Esta situacioacuten vino a terminar soacutelo en 1976 cuando se ldquolegalizoacuterdquo la lengua neogriega la dimotikiacute y se puso fin al dominio de la kathareacutevusa En 1982 se simplificoacute un tanto la ortografiacutea suprimiendo los ldquoespiacuteritusrdquo la ldquoiota suscritardquo y dejando soacutelo un acento el agudo Una de las consecuencias de la diglosiacutea ha sido el conocimiento y estudio tardiacuteo en Grecia de la lengua griega y su extraordinaria riqueza pese a que a fines del siglo antepasado y primera mitad del siglo XX se realizaron hermosas traducciones de obras antiguas que mostraban su plena capacidad expresiva negada por los arcaiacutestas83 De ahiacute que sea en tal marco en el que debemos ubicar la vasta obra de Kazantzakis

83 J Polylaacutes tradujo la Odisea homeacuterica y tragedias de Shakespeare A Heftaliotis introductor de la dimotikiacute en el geacutenero histoacuterico en su Historia del neohelenismo vertioacute tambieacuten aquella epopeya a la lengua popular A Palis realizoacute una bella versioacuten de la Iliacuteada y tradujo el Evangelio cuya publicacioacuten parcial provocoacute en Atenas en 1901 una reaccioacuten violenta de los arcaiacutestas con un saldo de muertos y heridos y la excomunioacuten del Patriarca de Constantinopla para el traductor Los nombres del gran liacuterico Palamaacutes del novelista Xenoacutepulos ndashintroductor de la dimotikiacute en el teatrondash y del filoacutelogo Sotiriadis ndashtraductor de Esquilondash estaacuten ligados tambieacuten a la batalla linguumliacutestica de fines del siglo XIX y comienzos del XX fundamentada cientiacuteficamente en la vasta obra filoloacutegica de Psichari Imposible no citar la opinioacuten del ilustre helenista Karl Krumbacher sobre los funestos efectos del ldquobilinguumlismordquo ldquoUna ruina aparecioacute en la vida espiritual de los griegoshellip maacutes profunda y manifiesta que en cualquier otra nacioacuten La desgracia de la diglosia El sello de lo diceacutefalo En toda su cultura nacional entroacute asiacute un elemento peligroso la falsedadrdquo (Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 564) He aquiacute el juicio de un preclaro sabio griego Fotiadis ldquoLa flor de la lengua florece en los pequentildeos labios de los nintildeos como una rosa de abril plena de rociacuteo iquestLo enviacuteas a la escuela Poco a poco la flor amarillea deja caer sus peacutetalos se marchita Maestros y maestras (no es culpa de los hombres lo dije es culpa del sistema) trabajan empentildeosa e incansablemente en pro de tal destruccioacuten Porque luchan todos ellos no para cultivar o enriquecer su verdadera lengua para luego con ella abrirle tambieacuten los tesoros de la antigua Hacen algo antinatural y antipedagoacutegico Le matan su propia lengua y no le dejan ninguna en su alma Ni la demoacutetica ni la antigua Le hunden en el cerebro la kathareacutevusa como clava uno con indiferencia un clavo en el tronco de un aacuterbol Pero con tales procedimientos se asesina el espiacuteritu es decir al hombrehelliprdquo Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 265

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Kazantzakis y la lengua griega

La Odisea y las versiones meacutetricas de los poemas homeacutericos y de la Divina Comedia realizadas por Kazantzakis84 constituyen para nosotros como conjunto una de las tentativas de mayores perspectivas que se hayan emprendido para aprovechar en forma consciente la riqueza potencial del neogriego La lengua popular fue objeto de admiracioacuten y de cultivo especial por Kazantzakis desde sus antildeos juveniles Colabora con la revista Numaacutes oacutergano de los demoticistas militantes y participa en el Ciacuterculo de Instruccioacuten de Atenas en la batalla dura y prolongada por vencer prejuicios linguumliacutesticos seculares y obtener el reconocimiento del idioma hablado por el pueblo El verdadero griego moderno la llamada dimotikiacute glosa fue una de las realidades a que se aferroacute el escritor con maacutes pasioacuten Su amor por ella y su decisioacuten de combatir por dignificarla por vencer las barreras del arcaiacutesmo que pretendiacutean detener su desarrollo literario no lo abandonan ni aun en los momentos de crisis cuando ldquosu nihilismordquo lo lleva a dejar en forma inesperada actividades iniciadas con entusiasmo ldquoUna tarde de primavera en los faldeos de la Acroacutepolis en Atenas me encontreacute con una yerbaterahellip Me acerqueacute y trateacute de entablar conversacioacuten con ella como lo habiacutea visto hacer a Kazantzakis tantas veces Y ella sin moverse maacutes allaacute de unos pocos pasos del lugar donde se hallaba se inclinoacute y sacoacute de la tierra junto con las yerbas iexclno menos de cuarenta nombresrdquo iexclEste es el oceacuteano de vino en que se embriagoacute Kazantzakisrdquo85 Las palabras de Prevelakis no constituyen una exageracioacuten La riqueza del neogriego es en realidad notable En especial en lo que se refiere al leacutexico a los compuestos y derivados y a la complejidad del sistema verbal con su diferenciacioacuten de acciones prolongadas e instantaacuteneas Una cantidad de dialectos y hablas regionales bastante variadas proporcionan elementos de enriquecimiento a la lengua comuacuten Pero paradojalmente como deciacuteamos este idioma no se terminaba de conocerse bien en su potencialidad en la propia Heacutelade

84 En la traduccioacuten de los poemas homeacutericos Kazantzakis trabajoacute maacutes de 12 antildeos en colaboracioacuten con el filoacutelogo I Kakridiacutes85 Prevelakis El poeta y el poema de la Odisea paacuteg 73

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Kazantzakis se propuso emprender una obra de envergadura respecto de la lengua neoheleacutenica Y la realizoacute a traveacutes de maacutes de cincuenta antildeos de trabajo intenso Siguioacute el consejo del poeta nacional Solomoacutes ldquoSirve primero a la lengua del pueblo y despueacutes si eres capaz domiacutenalardquo Jurmuzios al comentar el valor de la Odisea en el aspecto del lenguaje se refiere a aquella labor ldquoEs [el poema] un extraordinario monumento linguumliacutestico que muestra la riqueza de nuestra lengua demoacutetica su exactitud expresiva su capacidad para denotar los maacutes sutiles matices del pensamiento poeacutetico y su potencialidad para llegar a ser con el tiempo fuente inagotable para la prosa comuacuten que a menudo utiliza periacutefrasis alliacute donde deseariacutea expresar una significacioacuten con soacutelo un teacutermino Kazantzakis ha relatado coacutemo logroacute acumular este enorme tesoro leacutexico [hellip] Viajoacute por toda Grecia y estudioacute todos los dialectos investigoacute las significaciones y los matices de significados de las palabras coleccionoacute pacientemente cuantos teacuterminos no le ofreciacutea la dimotikiacute corriente [hellip] Es menester sentir grande y verdadero amor por el idioma para realizar tal labor Kazantzakis nos mostroacute con la Odisea la pobreza de nuestra lengua cotidiana entregoacute a su generacioacuten y a la venidera un tesoro inapreciable y demostroacute a la vez que el lenguaje popular puede responder a nuestras necesidades expresivas basta conocerlo y amarlordquo86 A propoacutesito de la riqueza del neogriego en el Libro de viajes por Inglaterra Kazantzakis recuerda una conversacioacuten con Petros Vlastoacutes escritor y estudioso de la lengua ldquoMuchas horas permanecimos hablando sobre el gran amor de nuestra vida la lengua popular Eacutel tambieacuten ama con pasioacuten obstinada lo mejor y maacutes profundo que tiene nuestra raza [hellip] La lengua demoacutetica es nuestra patria ndashdeciacuteamos y con dificultad conteniacuteamos la emocioacutenrdquo87 En otro lugar hallamos expresiones entusiastas sobre las posibilidades literarias del neogriego ldquoAdmiro nuestra lengua popular Coacutemo se puede traducir palabra por palabra el endecasiacutelabo [de la Divina Comediahellip] ahora traduzco la Odisea de Homero con Kakridiacutes con quien tradujimos la Iliacuteada [hellip] No hay una palabra homeacuterica ni un epiacuteteto compuesto para el cual no hayamos encontrado el teacutermino

86 Jurmuzios E La ldquoOdiseardquo de Kazantzakis Rev Kenuria Epojiacute 195887 Libro de Viajes por Inglaterra 5ordf ed griega paacuteg 105

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correspondiente en el neogriego Venero esta lengua la trabajo como esclavo y amante Cuarenta antildeos he andado por campos y aldeas recogiendo palabras88rdquo El estudio de Jurmuzios que hemos citado maacutes arriba se publicoacute en su forma original en 1939 en Atenas Desde Londres Kazantzakis escribioacute a su autor una carta en algunos de cuyos paacuterrafos explica la perspectiva de su labor ldquoEn una eacutepoca muelle en la que faltan luchadores de primera fila no estando auacuten del todo vertebrada nuestra excelente lengua he intentado como he podido con amor con esfuerzo con cuidadosa atencioacuten reunir sus dispersos miembros y darles un aliento de vida en lo que me ha sido posiblerdquo Estas palabras enfocan con exactitud el significado del esfuerzo linguumliacutestico del escritor la creacioacuten de una auteacutentica y rica ldquolengua poeacutetica panheleacutenicardquo la elevacioacuten del neogriego a tal categoriacutea por medio del aprovechamiento de todas las potencialidades de los dialectos y de las fuerzas creadoras no utilizadas de la lengua comuacuten Jacques Lacarriegravere destaca el caraacutecter de este esfuerzo ldquoLa lengua utilizada por Kazantzakis ndasha la que tantos griegos han caiacutedo en el absurdo de reprocharndash no es como se ha dicho una lengua artificial abstrusa fabricada Es la misma lengua que el poeta ha investigado y empleado toda su vida esa que no existe en ninguacuten diccionario ldquooficialrdquo Kazantzakis va a buscar las palabras alliacute donde se encuentran [hellip] en los labios de los campesinos de los pescadores de los pastores y de los artesanos [hellip] La Odisea es el maacutes grande y maacutes maravilloso diccionario con que se pueda sontildear es una antologiacutea del logos griegordquo89 El profesor Peter Bien resumiendo la trayectoria de Kazantzakis frente a la cuestioacuten linguumliacutestica tambieacuten habla de la Odisea como de un diccionario de la lengua popular ldquoKazantzakis entroacute al movimiento en pro de la lengua del pueblo poco despueacutes del comienzo de su carrera y fue hasta su muerte un demoticista ardiente Al principio su demoticismo estaba relacionado con el nacionalismo En aquel periacuteodo (entre 1907-1920) su preocupacioacuten se centraba en el plano de las ideas pero su

88 Yalurakis M ldquoKazantzakis me dijordquo revista Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 16189 Lacarriegravere J laquo N Kazantzakis Sur les trace drsquoUlysse raquo Chant Planetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre temps

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accioacuten poseiacutea maacutes caraacutecter poliacutetico y pedagoacutegico que literario Este periacuteodo terminoacute entre 1920 y 1922 cuando Kazantzakis desencantado del nacionalismo griego comenzoacute a verse a siacute mismo como un escritor europeo cosmopolita En los antildeos 1920-1940 Kazantzakis continuoacute siendo demoticista pero sus esfuerzos por encontrar una salida para el demoticismo se frustraron Y de este modo puso todo su celo linguumliacutestico en la Odisea que llegoacute a ser un diccionario de la lengua popular a la vez que una obra de arterdquo90 Lasso de la Vega destaca como otros estudiosos extranjeros el papel del escritor cretense en el plano linguumliacutestico ldquoKazantzakis es un excelente renovador y un gran maestro de su lengua Eacutel es quien descubrioacute los ocultos tesoros del habla de su paiacutesrdquo Y Gustav Conradi se refiere con emocioacuten al lenguaje de la Odisea ldquoSu instrumento bienamado la lengua popular viva de su tiempo La busca en todos los rincones de su patria multitentacular la enriquece y la adorna sin cesar y forja su lenguaje visible y tangible tan centelleante tan lleno de realidad cuyo ritmo es como el profundo e infatigable rumor del mar de la por doquier presente sentildeora de la tierra heleacutenicardquo91 La empresa linguumliacutestica de Kazantzakis no puede pues estrictamente hablando ser comparada con la de Joyce aunque no han faltado quienes tambieacuten en este aspecto han establecido un paralelo entre ambos escritores El virtuosismo linguumliacutestico del autor de Ulises responde maacutes bien a un impulso sutil refinado El ingleacutes de la eacutepoca de Joyce vive una etapa distinta de la que vive el griego cuando aparece la Odisea Ademaacutes la labor de Kazantzakis se centra maacutes en la utilizacioacuten de recursos ignorados o poco aprovechados del idioma que

90 Bien P ldquoEl demoticismo de Kazantzakisrdquo en Sociedad de Estudios Heleacutenicos de la Universidad de Princeton volumen dedicado al Simposio sobre la obra de Kazantzakis (X-1969) cit por Friar K ldquoKazantzakis en Ameacutericardquo Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 145 Un libro sobre este tema del profesor Bien fue editado por la U de Princeton en 1972 Kazantzakis y la cuestioacuten linguumliacutestica91 Conradi G ldquoiexclOdissia Odissiardquo en Nea Hestiacutea nov 1969 paacuteg 26 El mismo autor comentando una frase de Kazantzakis en una carta fechada en Gotescamp el 17-6-1929 expresa ldquoEl verso perfecto es la uacutenica salvacioacuten del almardquo iexclKazantzakis el Cretense el adorador de El Greco el hombre lleno de fuego caos fuerzas cosmogoacutenicas contradictorias lucha por el verso perfecto

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en la creacioacuten maacutes o menos arbitraria de neologismos que no afincaraacuten en definitiva en la lengua El glosario de dos mil palabras que traiacutea la primera edicioacuten de la Odisea conteniacutea neologismos pero no tantos como se pensoacute en el primer momento Habiacutea siacute en eacutel muchas palabras desconocidas para la gente de los grandes centros urbanos Claro estaacute que se dan tambieacuten en Kazantzakis en forma limitada procesos de descomposicioacuten derivacioacuten y siacutentesis que salen del marco de utilizacioacuten de potencialidades desconocidas de la lengua para entrar en el plano de lo que llamariacuteamos creacioacuten linguumliacutestica libre Amor placer esfuerzo dolor se entremezclan en la relacioacuten de Kazantzakis con la palabra con la lengua ldquoEstaba auacuten peleando y luchando por domar a estos potros salvajes que son las palabras cuando llegoacute el veranordquo dice en Carta al Greco92 a propoacutesito de los meses en que la semilla de la Odisea maduraba en su interior Y antildeade ldquoMiles millones de antildeos han pasado desde la primera mantildeana del hombre y sin embargo el arte de seducir lo invisible es siempre el mismo Utilizamos siempre los mismos artificios los mismos ruegos interesados [hellip] Asiacute yo tambieacuten tendiacuteahellip las palabras a modo de trampas a fin de atrapar el Grito inasible que caminaba delante de miacuterdquo Y en otro lugar alude al sentido liberador del encuentro de la expresioacuten ldquoYo sabiacutea que no habiacutea para miacute maacutes que un medio de librarme de un gran sufrimiento o una gran alegriacutea y de reencontrar mi libertad hechizar ese sufrimiento o esa alegriacutea por el sortilegio del verbo93rdquo Pero no se trataba de algo faacutecil sino de una dura batalla que desde la idea inicial hasta su completa realizacioacuten requirioacute maacutes de quince antildeos de los cuales doce fueron de elaboracioacuten y correccioacuten ldquoEscribiacutea tachaba no encontraba las palabras adecuadas A veces eran opacas sin alma a veces abstractas sin cuerpo sin calor llenas de aire Me proponiacutea decir una cosa y las palabras ariscas desenfrenadas me arrastraban a otra Mi idea inicial habiacutea crecido desmedidamente habiacutea desbordado el molde en que la habiacutea colocado cubriacutea audazmente maacutes especio y tiempo cambiaba se transformaba no alcanzaba yo a precisar su rostrordquo94

92 Carta al Greco paacuteg 58393 Ibiacutedem pp 568-56994 Ibiacutedem p 569

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Al explicar a Kimon Friar el sentido de la adjetivacioacuten y del epiacuteteto en el poema Kazantzakis hace tambieacuten referencia al proceso doloroso que significa el esfuerzo por asir el pensamiento el sentido complejo a traveacutes de la palabra ldquoMe gustan los adjetivos no como simples adornos [hellip] Siento la necesidad de expresar mi emocioacuten en todos sus aspectos [hellip] Y esta emocioacuten no es simple [hellip] Por eso me es imposible limitarme a un solo adjetivo Tal epiacuteteto uacutenico mutilariacutea mi emocioacuten Me siento obligado para permanecer fiel a ella para no traicionarla a antildeadir otro adjetivo a veces opuesto al anterior Nada maacutes substantivo que el adjetivo El esfuerzo para encontrar un epiacuteteto exacto para encerrar con eacutel la significacioacuten a fin de que no se desvanezca es casi siempre doloroso Y tiene algo de verdaderamente traacutegico el deseo vehemente de expresar todas las propiedades contradictorias que existen en un substantivo para no condenar a muerte nada substancialrdquo95 I M Panayotoacutepulos se refiere a la riqueza linguumliacutestica del poema mirada desde el punto de vista de un griego ldquoRecuerdo cuando me presentoacute recieacuten impreso este libro queacute expresioacuten teniacutea su rostro como si ya no se preocupase por nada [hellip] Era su gran mensaje Habiacutea emprendido lo imposible quebrar el dique de la epopeya dar expresioacuten a nuestro tiempo Recuerdo que la riqueza linguumliacutestica me sorprendioacute Comprendiacute el derecho de Kazantzakis a ordentildear la palabra de mil zumos de las entrantildeas virginales de la lengua natural y del astro de su fuerza glosoplaacutestica Pero al mismo tiempo tambieacuten teniacutea dificultades para viajar a traveacutes de aquella selva linguumliacutestica de aquella profunda hondonada por esa tierra inhoacutespita en la que eacutel pareciacutea un diestro guiacuteardquo96 La nueva Odisea trae a la memoria la Odisea homeacuterica Y en verdad no soacutelo el aprovechamiento del personaje liga a la magna obra neogriega con los antiguos poemas homeacutericos Pues se encuentra tambieacuten en el poema moderno una serie de procedimientos expresivos ndasha veces lejanos pero paralelosndash de aquella eacutepica singular de los antiguos griegos Dice Marasso que la ldquoconfrontacioacuten de la palabra con quien la

95 Cit por Friar K en ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten inglesa de la Odisea96 Panayotoacutepulos I M ldquoKazantzakis un viajerordquo rev Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 145

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escucha y se deja seducir cuando la voz se calla como si viniera de lejos la aprendioacute Homero y la llevoacute a su fascinacioacuten imperecedera de la tradicioacuten eacutepicardquo97 Y la actitud de narrador de Kazantzakis es la del bardo que desenvuelve diacutea a diacutea la tragedia eacutepica de la existencia humana extrayendo su material de su vasta memoria bifaceacutetica de hombre compenetrado como poquiacutesimos con el alma la poesiacutea la mitologiacutea popular actual y de culto estudioso de inagotables lecturas Y asiacute es como hallamos en la Odisea elementos tiacutepicos de la narracioacuten popular repeticiones foacutermulas epiacutetetos ldquopreguntas sin objetordquo aacuteskopa erotiacutemata y otros que se han sentildealado tambieacuten en Homero y que el eminente homerista Kakridiacutes sentildeala eran asimismo en los tiempos en que plasmaron las dos epopeyas antiguas procedimientos del narrar popular98 y fueron recogidos y elevados al rango de aquella maravillosa poesiacutea eacutepica Como sentildealamos anteriormente en este trabajo el clima antiguo va desapareciendo raacutepidamente si bien se alcanza a aludir a varios episodios del retorno de Ulises como los de Calipso Circe y Nausiacutecaa narrados brevemente en la rapsodia II La presentacioacuten del relato podriacutea recordar el ambiente homeacuterico si no tuviera ya alliacute un lugar importante la hostilidad de Teleacutemaco hacia el padre recieacuten llegado que se une a otros factores para revivir en Odiseo el afaacuten de volver al mar

A la noche siguiente junto al fuego asiacute que se cerraronlas grandes puertas de bronce y animales y siervos en el palacio se durmieroncon voz suave comenzoacute Odiseo a relatar sus sufrimientosEstaba sentado en el gran trono en-forma-de-leoacuteny en mullidos cojines reposaba su cuerpo azotado-por-los-mares En un trono maacutes bajo la reina con los ojos llorososse dobla como el lino fino como la espiga tiemblaya llegaron las olas y golpean su pecho oprimidoInclinada con sus haacutebiles dedos lino azulado hila en el husoy lana suave para tejer a Atenea hermoso peplo

97 Marasso A ldquoProacutelogordquo a Obras Completas de Homero traduccioacuten de Segalaacute y Estalella paacuteg 998 Kakridiacutes I Th Homeric Researches paacuteg 108

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y pensaba bordar sobre la mar un barco negro y en tornouno tras otro los padecimientos y penas de su esposoSobre una piel encogido se arrastraba en un rincoacuten el padreel mentoacuten hundido en las rodillas los paacutelidos brazos cruzadoscomo el infante que espera se abra el vientre de la madrecomo el cadaacutever que retorna a la tierra esa matriz inmensaAl frente se yergue tenso el hijo altivo junto al fuego al destello de las llamascontempla con mirada hostil los labios de su progenitorque vibran ya y se preparan para comenzar a hablar con artebulliciosas abejas sus palabras llenas de aguijoacuten y mielrivalizan cuaacutel vuela primero a la colmenay el hijo con coacutelera observaba esa boca y su espeso enjambreVino tambieacuten por cierto el lar el astuto y serpentino dios de la familiasu lengua biacutefida lamiendo a instalarse en un rincoacuten del hogar para escuchar las aventuras del sentildeor

(II 1-25)

La acumulacioacuten de elementos linguumliacutesticos conecta tambieacuten en cierta medida el Ulises y la Odisea Mientras la Odisea homeacuterica con poco maacutes de 12000 versos alcanza unas 195000 palabras la obra de Joyce tiene 260430 teacuterminos seguacuten iacutendice de Hanley citado por Levin El poema de Kazantzakis con un promedio de 85 palabras por verso alcanzariacutea una cantidad aproximada de 280000 Este verdadero torrente de material linguumliacutestico no es producto arbitrario de una voluntad caprichosa o extravagante Kazantzakis sentiacutea la necesidad de expresar un mundo interior turbulento y para ello buscoacute obstinadamente medios glosoloacutegicos adecuados de maacutes eacutenfasis de maacutes fuerza de sugerencia de mayor vida para traducir un sentido de mayor luminosidad para mostrar un contenido Extrajo elementos de los dialectos y en especial del cretense incomparable por su riqueza y maduro por una tradicioacuten de cultivo literario que se remonta a los siglos XVI y XVII

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La riqueza linguumliacutestica de la Odisea

En Carta al Greco hay un pasaje que habla del esfuerzo del artista por encontrar el lenguaje que pudiera realmente ldquoaprisionarrdquo el mundo espiritual del hombre atormentado que simboliza Ulises Cuando al fin aparece ante eacutel el rostro de Odiseo le habla asiacute el escritor

ldquoiexclQueacute palabras no te he tendido como trampa para atraparte Te he llamado sacriacutelego y adversario-de-los-dioses y hombre-de-siete-vidas y hombre-de-espiacuteritu-muacuteltiple de-espiacuteritu-que-urde-intrigas de-espiacuteritu-de-zorro de-espiacuteritu-ambiguo-como-una-encrucijada como-una-montantildea-de-muchas-cimas de-espiacuteritu-que-no-va-a-la-derecha-ni-a-la-izquierda y engantildeador-de-corazones y conocedor-de-los-corazones y enemigo-de-los-corazones casa-cerrada y arrebatador-de-almas y primer boyero-del-alma y espiacutea-en-las-fronteras y corredor-de-gente y vendimiador-de-gente y arco-del-espiacuteritu y constructor-de-fortalezas y destructor-de-fortalezas y pirata y hombre-de-corazoacuten-vasto-como-el-mar y delfiacuten y casuista y hombre-de-la-voluntad-doble-o-triple y hombre-de-las-cumbres y solitario y eterno-extraviado y gran-navegante y buque-de-tres-palos-de-la-esperanzahelliprdquo99

Los epiacutetetos aplicados a Odiseo recogen un ansia vehemente de asir el alma en las palabras Los epiacutetetos claacutesicos griegos y latinos del heacuteroe quedan disminuidos frente a la catarata linguumliacutestica de la Odisea de Kazantzakis Pasan de 200 en el poema (y en toda la literatura latina Carter contoacute 61) Algunos tratan de reflejar especialmente la multiplicidad de espiacuteritu las facetas diversas del hombre angustiado por explicarse el mundo por aprehenderlo en su infinitud heftaacutepsijos (εφτἁψυχος) el-de-siete-almas heftaacutegnomos (εφτἁγνωμος) el-de-siete-opiniones diplotripplovulis (διπλοτριπλοβούλης) el-de-doble-y-triple-voluntad stavrodromonusis (σταβροδρομονοὑσης) el-de-mente-cual-cruce-de-caminos poliproacutessopos (πολυπρoacuteσωπος) el-de-muacuteltiples-rostros diyeniacutes (διγενής) el-de-doble-origen miriovulis (μυριοβούλης) el-de-innumerables-intenciones pendaacutegnomos (πεντάγνωμος) el-de-cinco-pareceres pendagnoacutestikos (πενταγνώστικος) el-que-conoce-cinco-

99 Carta al Greco paacuteg 581

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veces No es posible evidentemente examinar exhaustivamente estos epiacutetetos en un trabajo como eacuteste La enumeracioacuten podriacutea prolongarse el-de-los-malos-pies el-sembrador-de-llamas el-de-filoso-pensamiento el-que-persigue-suentildeos el-varoacuten-de-las-mil-travesiacuteas el-de-alma-de-dos-filos el-destructor-de-corazones (kardiokatalitis compuesto creado sobre el teacutermino popular propio de la vieja poesiacutea popular heroica de los primeros siglos del milenio kastrokatalitis destructor-de-fortalezas) Por lo general eacutestos y otros epiacutetetos aplicados a los diversos personajes funcionan como substantivos en ocasiones y como adjetivos en otras y pueden ponerse en parangoacuten con los bellos teacuterminos sinteacuteticos de la lengua griega popular100 Eacutestos suelen aludir a realidades muy proacuteximas psiacutequica o fiacutesicamente y que para el hablante aparecen como una unidad He aquiacute algunos ejemplos ta anthropomuacutelara (τά ὰνθρωπομοuacuteλαρα) el conjunto del hombre con sus mulas ta ghinekoacutepeda (τά γυναικoacuteπαιδα) el conjunto de las mujeres y los nintildeos por contraposicioacuten a los varones to uranothaacutelaso (το ουρανοθάλασσο) conjunto de cielo y mar a la vista del navegante su horizonte taacute yenomuacutestaka (τα γενομοuacuteστακα) conjunto de la barba y los bigotes del varoacuten to saacutevatokiacuteriako (το σάβατοκύριακο) unidad del saacutebado y el domingo (fin de semana diriacuteamos en el lenguaje urbano de nuestro siglo) to savatoacutevradi (το σαβατoacuteβραδυ) la tarde del saacutebado sin duda bien distinta en las aldeas que las otras tardes de la semana taacute astrapoacutevronda (τα αστραπoacuteβρονδα) unidad del relaacutempago y del trueno como es sentida por el campesino ta galazovrojia (τα γαλαζοβρόχια) unidad de lluvia y granizo ta jeropoacutedara (τά χεροπoacuteδαρα) conjunto de pies y manos de un hombre o de un animal ta nijopoacutedara (τα νυχοπoacuteδαρα) conjunto de patas y garras o de pies y untildeas androghinekomani (αντρογυναικομάνι) conjunto de parejas de hombres y mujeres Naturalmente todos los teacuterminos simples incluidos en estas siacutentesis del habla popular existen y tienen pleno funcionamiento autoacutenomo aunque es frecuente que su geacutenero sea distinto como por ejemplo uranothaacutelaso que es un

100 En los maacutes breves poemas populares hallamos a cada paso bellos compuestos En un simple diacutestico de amor se elogia al amado en un verso Basilisco de-anchas-hojas de-cuarenta-ramas Dos versos de un canto de bodas de encomio al novio que comienza a cernir la harina para la ceremonia son dos compuestos ldquoY el joven que cierne de-brazos-de-cristal y de-dedos-de-platardquo

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neutro compuesto de o uranoacutes (ο ουρανός) el cielo masculino e i thaacutelasa (η θάλασσα) el mar femenino o astrapoacutevronda neutro plural compuesto de i astrapiacute (η αστραπή) el relaacutempago femenino e i vrondiacute (η βροντή) el trueno femenino o portoparaacutethira (πορτοπαράθυρα) el conjunto de las puertas y ventanas de una casa compuesto de i porta (η πόρτα) la puerta femenino y to paraacutethiro (το παράθυρο) la ventana que es neutro to dekadaacutejtilo (το δεκαδάχτυλο) compuesto singular que designa como una unidad al conjunto de los diez dedos de las manos de deka (δέκα) y to daacutejtilo (το δάχτυλο) el dedo jionoacutevroja (χιονoacuteβροχα) neutro plural conjunto de la nieve y de la lluvia de to jioni (το χιόνι) neutro la nieve e i vrojiacute (η βροχή) femenino la lluvia Entre los epiacutetetos dedicados a Helena y a algunas otras mujeres que intervienen en las muacuteltiples historias entrelazadas en el poema encontramos expresiones muy bellas provenientes de la creacioacuten linguumliacutestica del escritor y a veces del simple lenguaje popular o aldeano no conocido en ocasiones por gente letrada de las grandes urbes Estos vocablos plantean tambieacuten problemas de traduccioacuten Veamos algunos de ellos mighdalogelastra (μυγδαλογελάστρα) aquella-cuya-sonrisa-se-asemeja-a-un-almendro pothoglistri-plati (ποθογλίστρη πλάτη) aquella-en-cuya-espalda-se-desliza-el-deseo rodostalajti (ροδοστάλαχτη) aquella-sobre-la-cual-caen-rosas astromata (ἀστρομάτα) la-de-ojos-de-estrellas marmaroacutelemi (μαρμαρoacuteλεμη) la-de-cuello-marmoacutereo krinomaacuteguli (κρινομάγουλη) la-de-mejillas-de-nardo pothokimistra (ποθοκοιμίστρα) la-que-adormece-la-pasioacuten moskokanelokoacutekali (μοσκοκανελοκoacuteκαλη) aquella-cuyos-huesos-perfuman-a-almizcle-y-canela anthodrosomilusa (ανθοδροσομιλούσα) la-que-habla-como-el-rociacuteo-de-las-flores En sus constantes investigaciones sobre la lengua popular Kazantzakis recogioacute una cantidad de compuestos de notable intereacutes que no poseen equivalentes en otros idiomas y provocan en el traductor admiracioacuten y a la vez dificultades Coacutemo podriacuteamos expresar el contenido de los teacuterminos yiortoacutepiasma y yerontoacutepiasma que designa al hijo engendrado furtivamente en una fiesta y al hijo de un anciano daacutendose en ambos casos un matiz despectivo En uno es la creatura sin padre cuya existencia se inicia por casualidad en el ardor y desorden de alguna celebracioacuten En el segundo caso es la creatura que se supone

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deacutebil y de futuro precario hijo de una semilla agotada en el concepto popular Otro ejemplo el vocablo lioacutekrusi compuesto de venerables palabras antiguas (κρούω krouo y ήλιος helios el sol) que alude al momento preciso en que en diacuteas determinados el sol poniente alcanza a iluminar con sus rayos a la luna que se levanta en el oriente momento que soacutelo puede ver un campesino y nunca un hombre de ciudad El uso de sufijos numerales para expresar un acrecentamiento de la calidad denotada por el adjetivo o una relacioacuten afectiva intensa con el objeto al que alude el substantivo constituye un procedimiento de la lengua neogriega que Kazantzakis aprovechoacute en siacute mismo y ademaacutes como base de creacioacuten linguumliacutestica Asiacute en el lenguaje popular tenemos junto a hilios el sol trishilios (tres-veces-sol literalmente) con el sentido de sol-muy-amado-para-miacute tres veces sol para miacute Junto a kaloriacutezikos de-buen-destino afortunado tenemos triskaloriacutezikos tres veces afortunado Junto a los superlativos de oacutemorfi hermosa ndash omorfoacuteteri la maacutes hermosa omorfoacutetati hermosiacutesim ndash hallamos otros como panoacutemorfi toda-hermosa y pendamorfi cinco-veces-hermosa De alliacute a formular heftaacutemorfi siete-veces-hermosa hay poca distancia Este uacuteltimo numeral es utilizado por Kazantzakis a propoacutesito de la desdichada princesa Krinoacute (Lirio) despedazada por un toro braviacuteo excitado por orden de su propio padre y ante los ojos de eacuteste ella es Krinoacute i heftapaacutertheno Lirio la-siete-veces-virgen Helena ldquola forma ideal puriacutesima de la belleza eternardquo puede ser la heftayiacuteneko la-siete-veces-mujer El abuelo viejiacutesimo y remoto cuyos huesos acogioacute la entrantildea de la tierra en tiempo inmemorial es el xiliopapuacutes mil-veces-abuelo y no propiamente abuelo milenario El estudio de los compuestos en la Odisea podriacutea ser vastiacutesimo y tendriacutea que orientarse en la doble vertiente de la riqueza inmensa de la lengua neogriega y sus dialectos y de la labor creadora que sobre la base de aqueacutella realizoacute Kazantzakis iexclCuaacutentos matices se pierden en la traduccioacuten Ello constituye la contrapartida penosa de una tarea que maravilla a cada paso el descubrimiento de la lengua de la Odisea Verdad es que tenemos en castellano las expresiones tengo hambre y tengo sed y no verbos de un solo vocablo En griego podemos construir ambas expresiones pero tenemos los verbos pinoacute (pinao) y dipsoacute (dipsao) para sentildealar esas significaciones y ademaacutes el verbo compuesto (entre

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numerosiacutesimos anaacutelogos) dipsopinoacute tengo-sed-y-hambre El teacutermino yerontokori traducido a veces por solterona no alude soacutelo a la mujer de cierta edad que no se casoacute sino a la que permanece virgen entrada ya en edad Adjetivos populares como apovrojaris no poseen un equivalente como mojado empapado por la lluvia expresiones que tambieacuten existen en griego Una petra apovrojari es una roca-despueacutes-de-la-lluvia como queda como se ve como es despueacutes de la lluvia La yi apovrojari es la tierra-despueacutes-de-la-lluvia En muchas ocasiones la belleza sugerente de los compuestos se pierde en parte en la traduccioacuten i monajokimuses aquellas-que-duermen-solas to astrapogaacutegloto taxidi la travesiacutea zigzagueante-como-relaacutempago to fterotaacutexido krasiacute el vino de-alas-y-de-viajes el vino que hace brotar en la mente la alada travesiacutea ta fila drosokrustaliasmena las hojas-plenas-de-cristales-de-rociacuteo ta pneacutemata nijtodrosolusmena los espiacuteritus-bantildeados-por-el-rociacuteo-de-la-noche i plotes yiliofengarates los bajeles que-llevan-el-sol-y-la-luna (solados-y-lunados si pudiera calcarse la expresioacuten que denota la terminacioacuten atos en griego) El estudio del geacutenero seriacutea asimismo extenso e interesante aunque por la estructura de nuestro idioma no nos es faacutecil formarnos una idea de la riqueza de matices que la variacioacuten geneacutetica produce Junto al vocablo de la lengua comuacuten to kefali (neutro) la cabeza Kazantzakis no vacila en utilizar cuando le es conveniente las formas femeninas regionales o dialectales i kefala e i kefaliacute (anaacuteloga esta uacuteltima en su acentuacioacuten y declinacioacuten al vocablo antiguo hē kephalē) El mar i thaacutelasa es femenino normalmente pero en formas dialectales acogidas incluso en cantos populares panheleacutenicos se da en geacutenero masculino (o thaacutelasos) e incluso neutro (to thalasi) aparte de que en el compuesto popular de la lengua comuacuten uranothaacutelaso (conjunto de cielo y mar) adopta la forma de neutro terminado en o La mano es en la lengua comuacuten to jeri neutro pero tambieacuten existe la forma femenina i jera (maacutes proacutexima al vocablo antiguo de donde provienen ambas hē cheir cheiroacutes femenina) La luna que con matices tan distintos vimos en la seccioacuten El tiempo es normalmente el neutro to fengari Sin embargo en alguna ocasioacuten es el masculino o feacutengaros y en otras toma la terminacioacuten femenina y puede ser i fengaro o i kira-fengaro la luna o la sentildeora-luna La palabra antigua preservada por la tradicioacuten culta i seleni

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tambieacuten aparece con su matiz arcaiacutesta Con ella forma Kazantzakis la flor imaginaria selenotropo a semejanza de heliotropo que gira en la direccioacuten de la incierta luz lunar ya en los jardines mismos de la muerte en los hielos polares Alliacute la propia luna es para el asceta moribundo

hellipmi sol-cristal-heladoselenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronteespejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblante

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Bibliografiacutea

Kazantzakis N lsquoΟδύσσεια Odisea 3ordf edicioacuten Ediciones Dorikos Atenas 1960 Οδύσεια [sic con una σ] Edicioacuten facsimilar de la primera edicioacuten de la obra Ediciones Kazantzakis (Paacutetroklos Stavrou) Atenas 2005 lsquoΑσκτική Salvatores Dei Asceacutetica Salvatores Dei 3ordf edicioacuten Ediciones H Kazantzaki Atenas 1945 Ταξιδεύοντας lsquoΑγγλία Libro de Viajes Inglaterra 5ordf ed Atenas 1958 Ταξιδεύοντας lsquoΙσπανία Libro de Viajes Espantildea 2ordf ed Atenas 1958 Ascese Salvatores Dei Texte eacutetabli par Azis Izzet (Introduction de A I) Plon Paris 1959 Ascese Salvatore Dei Traduit du grec et presenteacute par Octave Merlier Atenas 1951 Del Sinaiacute a la Isla del Amor trad de A Lupo Canaleta Obras Selectas vol II Planeta Barcelona 1968 Cristoacutebal Coloacuten trad de Miguel Castillo Didier Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 Constantino Paleoacutelogo trad de Miguel Castillo Didier Editorial Santiago Santiago 1969 Carta al Greco trad de D L Garasa Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 Kazantzaki H Le Dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses textes ineacutedites Plon Paris 1968 ldquoCoacutemo vi escribir Carta al Grecordquo en N Kazantzakis Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 (sin mencioacuten del traductor) La verdadera tragedia de Panait Istrati trad de Hernaacuten del Solar Ercilla Santiago 1937 lsquoΕπίλογος Ταξιδεύοντας Κίνα Epiacutelogo a Libro de Viajes China Atenas 1958

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Estudios

Alsina J y Miralles C La literatura griega medieval y moderna Credsa Ed Barcelona 1966Bidal Baudier M L N Kazantzakis Comment lacutehomme devient inmortelhellip Plon Paris 1973Bidal Baudier M L Nikos Kazantzakis Coacutemo el hombre se hace inmortal Ediciones Carlos Lohleacute Buenos Aires 1987Bien P laquo Introduccioacuten raquo a N Kazantzakis Buda Traduccioacuten M Castillo Didier Ediciones Carlos Lohleacute Buenos Aires 1983 Bien P Kazantzakis Politics of the Spirit Princeton Princeton University Press 1989Bingen J La litteacuterature neacuteogrecque en La Civilization Grecque de lrsquoAntiquiteacute agrave nos jours La Renaissance du Livre Bruselas 1967Carnegie S C ldquoKazantzakis el profeta de la desesperanzardquo trad De Mar Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Castillo Didier M ldquoLa Odiseardquo Boletiacuten de la Universidad de Chile No 46 1964Castillo Didier M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos KazantzakisrdquoRevista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971Castillo Didier M ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten castellana de la Odisea Obras Selectas vol IV Planeta Barcelona 1975Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007Castillo Didier M ldquoDos Odiseasrdquo Introduccioacuten de N-Kazantzakis Odisea Tajamar Editores Santiago 2013Centeno M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003Choza J y P Ulises un arquetipo de la existencia humana Editorial Ariel Barcelona 1996

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Conradi G A ldquoiexclOdyssia iexclOdyssiardquo Frankfurter Allgemeine Zeitung 17-XII-1966 en Nea Hestiacutea nov 1971 trad al griego de D IkanomidisDalon R ldquoUna llave para el mundo de Kazantzakisrdquo trad al griego de K Angelaki Ruck NeaHestiacutea nov 1971Daniil G ldquoOdiseo y muerterdquo Revista Nea Hestiacutea Homenaje Navidad 1977Decaux A Preacuteface agrave lrsquoOdysseacutee (a la versioacuten francesa de J Moatti) Ed Richelieu-Plon Paris 1969Dimaraacutes K Th Ίστορία τῆς Νεοελληικῆς Λογοτεχνίας Historia de la literatura neoheleacutenica 4ordf ed Atenas 1968Edwards M W ldquoN Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Brown University Daily Herald 2-V-1961Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Trabajo ineacutedito2003) Finsler G La poesiacutea homeacuterica trad de Carles Riba 3ordf edicioacuten Labor Madrid 1947Friar K The Odyssey A Modern Sequel by N K Translation into English Verse Introduction Synopsis and Notes Simon and Schuster Nueva York 1958 Friar K ldquoN Kazantzakis en Ameacutericardquo trad al griego de Dimitris Ikonomidis Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 135-145Friar K ldquoLa ascesis espiritual de N Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Garciacutea Gual C ldquoIntroduccioacutenrdquo a Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013Guerrero C ldquoLa figura de Caronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Heiseig J ldquoEncarnacioacuten de libertad la visioacuten de Nikos Kazantzakisrdquo trad al griego de L Kaacutesdagli Nea Hestiacutea nov 1971Homero rsquoΙλιάδα Iliacuteada trad al neogriego de N Kazantzakis y I Kakridiacutes Atenas 1955

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Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000 Obras Completas Proacutelogo A Marasso traduccioacuten L Segalaacute y Estalella Ed El Ateneo Buenos Aires 1954Izzet A Nikos Kazantzakis (Cuadro cronoloacutegico de P Prevelakis) Plon Paris 1965Izzet A ldquoKazantzakis en pleine lumiegravere raquo rev Les Nouvelles Litteacuteraires Paris I-1965Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers de Sud Ndeg 377Jaris P laquo Ν Καζαντάκης ὁ ταξιδευτής καί ὁ ἀφηγητήςrdquo Kazantzakis el viajero y el narrador Nea Hestiacutea Navidad 1959Jurmuzios E rdquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute otontildeo 1958Jouvenel R de En souvenir de Kazantzakis revista Europe junio 1958 PariacutesKain M R ldquoAn existentialist Ulysses N Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Times Louisville 20-III-1961Kakridiacutes J Th ldquoΧρονική μιᾶς ουνεργασίαςrdquo Croacutenica de una Colaboracioacuten (con N K en lα traduccioacuten de la Iliacuteada y la Odisea homeacutericas Nea Hestiacutea Navidad 1959Karandonis A ldquoΣτοχασμοί γιά τήν rsquoΟδύσσειαςrdquo Pensamientos sobre la poesiacutea de la Odisea Nea Hestiacutea Navidad 1959Kerenyi K ldquoN Kazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Kerenyi K laquo N Kazantzakis ou le geacutenie grec au carrefour de lrsquoOrient et de lrsquoOccident raquo La Table Ronde Nos 151-2 VII-VIII- 1960 ParisLacarriegravere J ldquoN Kazantzakis Sur les traces drsquoUlysse Chant Planeacutetaire Oceacutean poeacutetique Une Odysseacutee de notre temps raquo Le Monde 28-I-1972 ParisLasso de la Vega J ldquoEn torno a Nikos Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht Planeta Barcelona 1971Laude A laquo Eacutetude (sur N Kazantzakis) raquo Le Monde 28I1972 PariacutesLavagnini B Storia della leteratura neoelenica 3ordf ed Sansoni Florencia 1969

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Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo Cahiers du Sud Ndeg 377Levin H James Joyce Traduccioacuten A Castro Leal F de C E Meacutexico 1959Malleros F ldquoSobre la obra de N Kazantzakisrdquo Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 5 1959Marasso A ldquoHomerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad de Odiseo y sus amigosrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Martiacutenez Arancoacuten A ldquoSobre la Ασκητική de Kazantzakisrdquo En el Volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997Mercanton J James Joyce ldquoProacutelogordquo a Ulises de Joyce trad de J Salas Subirat S Rueda Editores Buenos Aires 1959Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo rev Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 En Nea Hestiacutea noviembre 1971 traduccioacuten al griego de Ana KaacutesdagliMonory M ldquoLa llama y el ciacuterculo La aventura de Cristoacutebal Coloacuten en el teatroDe Kazantzakis y de Claudelrdquo traduccioacuten al griego de Lina Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Moreleoacuten N ldquoLa idea de la muerte en la obra de N Kazantzakisrdquo En el volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Trabajo ineacutedito 2003)-Nikolareizis D lsquordquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute primavera 1958Nuacutentildeez G Kazantzakis 1883-1957 Ediciones del Orto Madrid 1997Paboacuten J M Homero Editorial Labor Madrid 1947

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Panayotoacutepulos I M ldquolsquoΟ Καζαντάκης ὀ ἔνας ταξιδευτήςrdquo Kazantzakis un viajero Nea Hestiacutea Navidad 1959Papathanasoacutepulos Th ldquoEstudio sobre la nueva Odiseardquo En PapathanasoacutepulosTh Γύρω στον Καζαντζάκη En torno a Kazantzakis Ed Kastaniotis Atenas 2000Politis L Historia de la literatura griega moderna Proacutelogo traduccioacuten directa y suplemento Goyita Nuacutentildeez Ediciones Caacutetedra Madrid 1994Prevelakis P Ο Ποιητής καί τό Ποίημα τῆς lsquoΟδύσσειας El Poeta y el Poema de la Odisea Atenas 1958Prevelakis P Ν Καζαντζάκης Συμβουλή στή χρονογραφία τοῦ βίου του N Kazantzakis Contribucioacuten a la cronologiacutea de su vidardquo Separata de Nea Hestiacutea Navidad 1959Prevelakis P ldquoΝίκος Καζαντζάκηςrdquo Nikos Kazantzakis Nea Hestiacutea 1-VIII-1953Quiroz R Abismo y fe Aproximacioacuten a la Comedia de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos- Instituto Chileno- Heleacutenico- Sociedad Amigos de Kazantzakis Santiago 1998Quiroz R Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador Centro de Estudios Griegos Santiago 2004Quiroz R Cronologiacutea y bibliografiacutea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 1997Quiroz R y Castillo Didier M Destino y fatalidad en dos dramas juveniles de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos Santiago 2012 Reboreda S ldquoOdiseo el heacuteroe peculiarrdquo En JC Bermejo y S Reboreda Los oriacutegenes de la mitologiacutea griega Editorial AKAL Madrid 1996Romilly J de ldquoYiatiacute Odiseasrdquo iquestPor queacute Ulises En J de Romilly Sinandiseis me tin arjea Helada Encuentros con la Grecia Antigua Traduccioacuten al griego K Miliaresi y B Athanasiacuteu Atenas 1997 Skufas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969

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Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Spandonidis P lsquoΟ Καζαντάκης παιδί της ανησυχίας Kazantzakis hijo de la inquietud Kenuria Epojiacute otontildeo 1960Stanford W B El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvan Traduccioacuten B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Claacutesicos Dykinson Madrid 2013Triacuteas M B ldquoLa esteacutetica de Homerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Vretakos N Ν Καζαντζάκης η αγωνία και το έργο του Kazantzakis su agoniacutea y su obrardquo Atenas 1960Vitti M Historiacutea tis helinikiacutes logotejniacuteas Historia de la literatura NeoheleacutenicaEdiciones Odiseas Atenas 2003Vitti M Introduzione alla poesia greca del Novecento Naacutepoles 1957Wilson C ldquoNikos Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea 1-XI-1962 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo Traduccioacuten M Ikonomu Nea Hestiacutea nov 1971Yalurakis M Ο Καζαντζάκης μου είπε Kazantzakis me dijo Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958

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Iacutendice onomaacutestico

Aedo R 11Athanasiacuteu B 154Afrodita 49 86Alsina J 29 150Angelaki Ruck A 151Anticlea 11 121Ares 49Argos 28Atenea 44 141Auden W H 14Autoacutelico 44Baudier M L 13 16 17 24 38 39 150Beattie A 12 155Bergson 19Bermejo J C 154Bien P 137 138 150 Bingen J 150Bloom 42 43Brecht 10 152Buda 13 19 20 37 150Calipso 11 34 36 41 48 141Camus 16 26Capitaacuten Uno 11 14Carnegie S C 150Caronte 6 11 14 65 74 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 112 114 115 116 118 119 120 124 125 127 148 151Carontisa 102 125Carter 143Castillo Didier M 11 31 99 124 125 149 150 154Castro A 153Centauro 100Centeno M 11 16 150Circe 34 35 36 141Choza J y P 150Claudel 153Coloacuten C 10 19 149 153Conradi G 138 151Constantino Paleoacutelogo 10 20 149

Cristo 10 13 19 20 32 37Dalon R 151Danai (Stratigopulu) 97Daniil G 151Dante 19 20 26 30 31 32 41 43 44Decaux A 27 151Diacuteez de Velasco F 99Dijtena 59 110Dimaraacutes K Th 151Dios 12 16 17 19 20 25 27 31 32 33 35 43 47 50 61 61 112 116 118 119Don Quijote 11 13 14 19 29 32Doulis T 12Edwards M W 151Eliot T S 16 26 37Eremita 14Esquilo 134Euriacutepides 41Fausto 15 29Fernaacutendez D 11 151Fida 72Finsler G 151Fotiadis 134Fotis pope 111Friar K 10 12 15 16 23 40 138 140 151Fuentes Cristoacutebal 4Garasa D 149Garciacutea Gual C 151Giradoux 44Godot 16Goethe 15Gonzaacutelez V H 11 151Greco El 11 37 38 138 139 143 149Guerrero C 11 151Hades 71 90 98 99 101 102 117 120 122 124 126Hadji-Kyriakos N 6Hamlet 14 29 32 65Hanley 142Hauptmann G 12 41Heftaliotis A 134Heiseig J 151

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Helena 11 13 15 47 48 59 60 75 81 102 107 110 113 145 146Hesse 26Homero 12 13 15 18 27 32 40 43 44 45 47 111 121 136 141 151 152 153 155Ikonomidis O 151Ikonomu M 155Izzet A 20 21 25 149 152Jaeger W 45Jaloux E 42Jaris P 152Jaros Ver Caronte 99Jouvenel R 152Joyce J 12 15 23 26 29 31 40 41 42 43 44 138 142 153Juliaacuten el Apoacutestata 19 20Juumlnger 26Jurmuzios E 98 136 137 152Kafka 26Kain R M 16 152Kakridiacutes I 135 136 141 151 152Karandonis A 22 152Karteroacutes 121 123Kaacutesdagli A 93 153Kaacutesdagli L 151 153Kaacutesdagli Mar 150Kavafis C 11 37 151 153 155Kazantzaki H 9 10 19 149Kazantzakis N 9 10 11 12 13 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 29 30 31 32 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 71 79 93 97 98 111 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155Kerenyi K 15 16 19 152Knoumls B 9 97 Krino 112 146Krumbacher 134Lacarriegravere J 16 17 137 152Laertes 11 43 110

Laude A 26 152Lasso de la Vega J 10 18 138 152Lavagnini B 152Lenin 13 20 37Lenioacute 103Leonidas 47Levin 29 142 153Leacutevesque R 47 153Lipstein R 10Lohleacute C 150Lupo A 149Madretierra 14 65 68 103 125 127Manolios 111Malleros F 153Marasso A 140 141 152 153Margaroacute 14 115Maacuterquez J 11 153Martiacutenez Arancoacuten A 153 Mayorga C 11 153Medusa 17Melisa 10Menelao 47 59 109Mercanton J 40 42 153Merlier O 149Miliaresi K 154Miller A 16Miralles C 29 150Moatti J 27 151Moira 99Monory M 18 93 153Moreleoacuten N 153Naranjo M 11 153Nausiacutecaa 11 36 141Nietzsche 12 15 19 20 152Nikolareizis D 22 153Nuacutentildeez G 153 154Odiseo 6 11 12 13 14 26 27 29 30 31 32 33 34 36 39 40 41 47 53 55 56 58 59 61 62 63 67 74 75 78 82 83 85 99 100 103 104 107 111 115 116 117 119 121 123 126 127 128 130 141 143 151 153 154Omatos O 99 153

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Orfoacutes 107Ostrero 121 122Paboacuten J M 151 152 153Palamaacutes K 134Palis A 134Panayotoacutepulos I M 25 140 154Panopolitis N 132Papathanasoacutepulos I M 154Peneacutelope 30 33 43Perla 14 103 113 115Platoacuten 41Plinio 30 43Politis L 154Polylaacutes J 134Pound E 37Prevelakis P 10 12 17 26 27 43 135 151 152 154Psichari J Ver PsijarisPsijaris Y 97 133 134Quiroz R 11 154Rabanales A 132Racine 44Raizis B 12Rala 103 130Ramos O G 31Reboreda S 154Riba C 151Romilly J de 41 154Salas J 153Sartre 16 26Seferis Y 12 37 Segalaacute y Estalella L 141 152Seacuteneca 44Shakespeare 21 44 134Sherrard Ph 27Silvaacuten A 12 155Skufas G 12 154Soacutefocles 10 41 152Solar H del 149Soliacutes D 11 155Solomoacutes D 133 136Sotiriadis 134Spandonidis P 155Stalin 13

Stanford W B 12 15 16 23 26 29 31 40 41 44 155Steinen H von den 16Stratigopulu D 97Stridaacutes 121 122Suralis 108 117 118Teleacutemaco 11 44 141Tennyson 30 31Thaacutenatos 104Tiresias 120Toda Raba 24 29 30Triandafilidis M 97 134Triacuteas M B 157Trotski 13Ulises Ver Odiseo 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 23 25 26 27 29 30 31 32 33 34 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 54 56 57 59 60 61 64 71 76 90 92 99 100 102 105 110 113 114 117 120 121 127 138 141 142 143 150 153 154 155Vitti M 155Vlastoacutes P 136Vretakos N 155Wagner 18Will F 12Wilson C 10 16 18 21 155Xenoacutepulos G 134Yalurakis M 137 155Zaratustra 19Zeus 49Zorba 10

Page 7: MIGUEL CASTILLO DIDIER - Estudios Griegosestudiosgriegos.cl/data/1508933986.pdf · M.: La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de KazantzakisCentro . de Estudios

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maacutes elevada que he podido alcanzar despueacutes de los esfuerzos de toda una vidahelliprdquo3

La idea que teniacutea Kazantzakis acerca de la labor de traduccioacuten del poema aparece asimismo en una carta del helenista sueco ldquoTrabajo gigantesco muy difiacutecil que requiere de un amor y de una paciencia sobrehumanosrdquo4 La verdad de tal afirmacioacuten hubo de experimentarla quien escribe estas paacuteginas durante los seis antildeos dedicados a la versioacuten castellana de la Odisea que aparecioacute en Espantildea en la serie Obras selectas publicadas por Editorial Planeta en 19755 El esfuerzo que requirioacute tal trabajo da la razoacuten al juicio de Joseacute Lasso de la Vega ldquoDesde el punto de vista de la lengua esta Odisea es la obra maacutes endemoniadamente difiacutecil de la literatura griegardquo6 El material poeacutetico verdaderamente oceaacutenico de la Odisea estaacute por estudiarse como veremos maacutes adelante y en especial en nuestra lengua La circulacioacuten del texto en espantildeol suscita sin duda el intereacutes de quienes han seguido las traducciones de obras tan apasionantes como Cristo de nuevo crucificado Libertad o muerte Zorba el Griego en el plano de la novela de Cristoacutebal Coloacuten Constantino Paleoacutelogo Melisa Sodoma y Gomorra en el campo del teatro o de aquella maravillosa ldquoy sangrante confesioacuten autobiograacuteficardquo editada en castellano con el

3 Ibiacuted paacuteg 477 Carta de 14-VI-19474 Ibiacuted paacuteg 5355 Recientemente el antildeo 2013 Tajamar Editores publicoacute una segunda edicioacuten revisada del poema6 Lasso de la Vega Joseacute ldquoEn torno a Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht paacuteg 248-309 En carta al traductor ingleacutes Kimon Friar fotografiacutea de cuyo autoacutegrafo poseemos gracias a la gentileza de Heleni Kazantzaki el escritor coincide con el juicio de aqueacutel sobre el poema y afirma ldquoTambieacuten yo creo que la Odisea es la cumbre de mi obrardquo Conocemos asimismo por Pandelis Prevelakis destacado escritor cretense y acaso el mayor estudioso en Grecia de la Odisea la opinioacuten expresada por su autor a su antigua amiga Rahel Lipstein ldquoNikos mrsquoavait dit un jour agrave Paris en me montrant plutocirct en soulevant tregraves haut ndashet en riant en mecircme tempsndash son Odyseacutee Crsquoest mon cercueil Rahel et mon flambeaurdquo en Prevelakis P El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo paacuteg 191 Collin Wilson en su ensayo sobre ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo afirma al respecto ldquoNo es extrantildeo que considerara la Odisea como su mejor obra y todos sus otros voluacutemenes como trabajos secundarios Sus mismos libros contienen una especie de Odisea de modo que bien podriacutean leerse como una gran novela independiente que traza la peregrinacioacuten espiritual y psiacutequica de una vidardquo En revista Nea Hestia XI-1971

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tiacutetulo de Carta al Greco El estudio introductorio que acompantildea nuestra versioacuten de la Odisea y el presente ensayo no aspiran sino a plantear algunos aspectos a esbozar ciertas sugerencias a anotar una que otra senda que permita al amante de la poesiacutea kazantzakiana adentrarse en las vetas de la belleza de esta epopeya7

7 La bibliografiacutea en castellano en torno a la Odisea no parece muy extensa En el Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 46 1964 publicamos el tercero de tres artiacuteculos dedicados a Kazantzakis con el tiacutetulo de Caracterizacioacuten de la ldquoOdiseardquo en la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971 aparecioacute un breve trabajo nuestro que circuloacute tambieacuten como apartado Algunas notas sobre la ldquoOdiseardquo de N Kazantzakis por uacuteltimo existe el estudio introductorio a nuestra versioacuten castellana del poema Ed Planeta Barcelona 1975 al que hemos hecho alusioacuten Otros tiacutetulos Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo en Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea de Kazantzakis y exloran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios griegos Santiago 2000 Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad Y semejanza entre Laertes y Teleacutemacordquo en el mismo volumen Guerrero C ldquoCaronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo en el mismo volumen Centeno Rogers M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(2003) Quiroz Pizarro R ldquoLa Odisea transposicioacuten poeacutetica de la Asceacuteticardquo en R Quiroz Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador 2004 Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013 Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997 Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Ineacutedito 2003) Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Ineacutedito 2003)Aedo R ldquoLa lucha del Capitaacuten Uno Apuntes para el Don Quijote de la Odisea kazantzakianardquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 Castillo Didier M ldquoNausiacutecaa y Calipso (La Odisea en la Odisea)rdquo Byzantion Nea Hellaacutes 24-2005 Castillo Didier M ldquoLa Odisea en la Odisea iquestcoacutemo murioacute Laertesrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 Castillo Didier M ldquoCreta como visioacuten poeacutetica y como escenario en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 26-2007 Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007 Kazanzakis N ldquoUn pequentildeo comentario a la Odiseardquo Traduccioacuten R Quiroz Byzantion Nea Hellaacutes 25-2006 ldquoEl laberinto de Creta en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Amaltea Revista de mitocriacutetica 2009 vol 1 Castillo Didier M ldquoOdisea de Kazantzakis Itaca punto de llegada y de partidardquo Byzantion Nea Hellaacutes 29-2010 Castillo Didier M ldquoLa muerte de Helenardquo Byzantion Nea Hellaacutes 30-2011 Gonzaacutelez Vaquerizo H La odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis Tesis Doctoral Universidad Autoacutenoma de Madrid 2013 Castillo Didier M ldquoLas laacutegrimas de Odiseordquo Byzantion Nea Hellaacutes 33-2014 Castillo Didier M ldquoAnticlea la madre lejanardquo Byzantion Nea Hellaacutes 36-2017 La bibliografiacutea en castellano

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Como se ha afirmado un resumen no puede hacer justicia al poema8 Tampoco las notas introductorias que preceden en este trabajo a nuestras tres materias Ni aun el estudio de estas mismas ndashel tiempo la muerte y la palabra en la Odiseandash porque constituyen aspectos de una vasta totalidad de muacuteltiples y variadas facetas Y pretender sentildealar a traveacutes del comentario los dones de la fantasiacutea visionaria del creador de la Odisea ldquoseriacutea irrisorio con seguridad pues esta obra representa en siacute una summa en cierta manera de las visiones que la imaginacioacuten humana puede engendrar Ellas se situacutean fuera del tiempo y del espacio pero estaacuten animadas de una realidad y una dimensioacuten tales que se imponen para siempre al espiacuteritu Masacres orgiacuteas incendios revueltas populares ciudades ideales desiertos del Aacutefrica hielos del

se ha incrementado recientemente con la traduccioacuten del libro de W B Stanford valiosa obra de la cual se con contaba con solo el texto original en ingleacutes El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvaacuten traduccioacuten de B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Editorial DYKINSON Madrid 2015 La bibliografiacutea en otros idiomas es muy vasta y se acrecienta raacutepidamente En Estados Unidos e Inglaterra el estudio de la Odisea en seminarios y caacutetedras universitarias ha producido no pocas tesis especializadas de las que da noticia Kimon Friar en su obra Nikos Kazantzakis en Ameacuterica En la Universidad de Indiana se han presentado memorias sobre La imagineriacutea de la luz en la Odisea Odiseo como anarquista Las mujeres en la Odisea de Kazantzakis Las diversas personificaciones de Dios en la Odisea La psicologiacutea y la filosofiacutea del autoconocimiento en la Odisea y en la Asceacutetica Odiseo el hombre muacuteltiple Entre los temas del Curso de Literatura Comparada de la Universidad de Illinois se han desarrollado El uso del sentimentalismo odiseano en Kazantzakis y en Seferis y Estudio comparativo entre la Odisea de Kazantzakis y el Ulises de Joyce El mito moderno y la Odisea es el tiacutetulo de una tesis presentada al Pomona College de California Nietzsche y Kazantzakis la voluntad de poder y la lucha por la libertad en la Odisea memoria presentada al Rint College de Portland Oregoacuten En revistas o como voluacutemenes independientes han sido publicados diversos estudios sobre Kazantzakis varios de los cuales se refieren especiacuteficamente a la Odisea Skuffas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969 Doulis T Kazantzakis and the meaning of suffering Northwest Review VI 1963 Will F Kazantzakis Odyssey University of Texas Press Austin 1964 Raizis B ldquoPro-Ulises de Kazantzakis Homero y Gerard Hauptmannrdquo Modern Literature Review vol II Philadelphia University Press 19728 Prevelakis P op cit paacuteg 243 ldquoUn resumen no hace justicia al poema pero puede dar cierta idea de la profunda atraccioacuten que produce su inmensidad La obra produce el ldquoefecto de muacutesicardquo que una vez alguien describioacute como aqueacutel que brota de La guerra y la pazrdquo

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Polo fantasmas de aquellos que amoacute o admiroacute Cristo Buda Don Quijote Homero gente del pueblo campesinos pescadores pastores artesanos y cazadores compantildeeros fieles y mujeres presencia obsesiva de la muerte alliacute estaacute el mundo vivo en colores violento desmesurado centelleando en cada verso a traveacutes de imaacutegenes fulgurantes que creoacute el poeta visionario [hellip] Sus visiones que son a menudo las de un vidente poseen un color un relieve una realidad asombrosa Toman a veces la amplitud de visiones coacutesmicas y profeacuteticasrdquo9 El simple esquema del nuevo viaje de Ulises aunque necesario en el caso de este ensayo y posiblemente uacutetil para la lectura misma del poema10 no puede dar una idea de la complejidad impresionante de la obra Emergiendo de la vieja epopeya en el momento en que de regreso a la patria ha dado muerte a los pretendientes de su mujer Odiseo tras vivir en su isla natal algunas emociones y experiencias y sentirse ahogado en la pequentildeez de su diaria existencia parte para siempre con algunos compantildeeros sin rumbo fijo El viaje se enfila hacia Esparta donde despueacutes de ayudar a su decadente monarca a contener una sublevacioacuten Ulises se marcha con Helena Navega una vez maacutes sin senda determinada para decidir finalmente desembarcar en Creta Alliacute conoce nuevos personajes y participa activamente en una revolucioacuten popular que destruye el reacutegimen imperante odiado por su crueldad abusos y corrupcioacuten Cumplida esa tarea se da al mar nuevamente para llegar a Egipto al que arriva en momentos de grandes conmociones sociales Toma parte tambieacuten en ese paiacutes en una sublevacioacuten en cuyos jefes se ha querido ver un paralelo de Lenin Trotski y Stalin Luego del fracaso Ulises encabeza el eacutexodo de una multitud hambrienta que vaga largamente por el desierto en direccioacuten al sur En la soledad de la montantildea frente a las fuentes del Nilo el peregrino vive todas las etapas de la Asceacutetica despueacutes de lo cual vuelve a la accioacuten para fundar una ciudad ideal en las orillas del gran lago madre del Nilo Pero la obra es destruida por un devastador cataclismo en el cual perecen los uacuteltimos compantildeeros que le restaban y Ulises ahora asceta solitario retoma

9 Baudier M L Nikos Kazantzakis Comment lacutehomme devient immortel (Plon 1973) pp 11 y 12 del original gentilmente facilitado por la autora10 La versioacuten castellana lleva como apeacutendice un resumen en prosa relativamente extenso

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la senda del sur y se adentra en selvas enmarantildeadas Su mente cada vez maacutes libre de ilusiones y anhelos crea seres imaginarios que son actores de un largo y sangriento drama en la rapsodia XVII A traveacutes de su peregrinar conoce variados personajes que representan diversas concepciones de la vida la prostituta Margaroacute (Perla) que ha elegido el camino del amor el priacutencipe Madretierra especie de fantasma de Hamlet surgido de las honduras africanas el Eremita que se desligoacute de todos los bienes terrenales en vida y cuya mano una vez muerto permanece erguida y abierta aacutevida de un puntildeado de tierra que Odiseo deposita en ella para que se cierre el Capitaacuten Uno sombra de Don Quijote que cabalgando un deacutebil camello y portando viejas e inuacutetiles armas sale a luchar por la libertad y es salvado por Ulises de morir a manos de unos caniacutebales el Hedonista sentildeor de una torre edificada en medio de pantanos cuyo uacutenico valor es el placer el Hombre Primitivo representado en una visioacuten sangrienta por un jefe negro que ha asesinado a uno de sus doce hijos y que es muerto y comido por los once restantes Ya en las costas del sur de Aacutefrica y cuando construye la barca que lo llevaraacute a los mares del polo Odiseo se encuentra con un joven pescador negro que predica una religioacuten del todo nueva y habla sobre un Padre celestial Sus palabras lo emocionan pero no lo convencen Luego el peregrino se embarca hacia el extremo septentrional del oceacuteano En unas tierras heladas por las que pasa asiste a los uacuteltimos diacuteas de una raza de hombres de las nieves dominados por el miedo y que se hunden entre los teacutempanos al adelantarse la primavera y no alcanzar ellos a emigrar a lugares soacutelidos En la embarcacioacuten de cuero ensebado que esos hombres le obsequiaron Ulises prosigue la travesiacutea Destruido su naviacuteo al chocar con un teacutempano el asceta reducido ya casi a huesos y piel sube a uno de esos fantasmas de hielo Alliacute llegaraacuten las sombras de todos aquellos a los que amoacute en vida surgiendo de las tumbas y los siglos Alliacute tambieacuten despueacutes de haberlo visitado muchas veces durante su peregrinacioacuten bajo las maacutes diversas formas Caronte la muerte asimilado ahora al asceta en las apariencias lo acompantildea hasta su uacuteltimo sonreiacuter y su disolucioacuten en la nada11

11 Imposible que una siacutentesis en extremo apretada como eacutesta refleje la variedad de climas histoacutericos y humanos a traveacutes de los cuales se desarrolla el peregrinar de Odiseo desde el ambiente cosmogoacutenico de las primeras rapsodias hasta las fases

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Grandeza y desmesura

Obra extraordinariamente compleja y sin embargo llana a veces como un sencillo romance o canto popular recorrida por el epicismo singular de la angustia del hombre contemporaacuteneo que busca un camino y bantildeada en ocasiones por manantiales de lirismo puro en que se reflejan alegriacuteas y tristezas elementales de gente de pueblo barroca en sus dimensiones desproporcionadas y la enorme acumulacioacuten de elementos de distinta procedencia su arquitectura y su fuego interior recuerdan la Divina Comedia y la serenidad de ciertos momentos de contemplacioacuten del drama humano traen a la mente a Homero Es la obra maacutes discutida de toda la literatura neogriega y a la vez maacutes allaacute de opiniones constituye un monumento titaacutenico que recoge el tesoro de la lengua neoheleacutenica sus dialectos sus compuestos belliacutesimos expresiones motivos versos fragmentos y hasta canciones completas de la rica poesiacutea demoacutetica griega elementos de la mitologiacutea y la cultura populares neogriegas Tal es la Odisea Su aparicioacuten ndashdice Friarndash ldquocausoacute en los ciacuterculos griegos discusiones tan vivas como las que produjo en los ciacuterculos ingleses la publicacioacuten de otra epopeya de parecidas dimensiones y de disposicioacuten semejante el Ulises de Joyce Las dos obras se refieren al hombre contemporaacuteneo que busca su ser Y en las dos los autores utilizan el esqueleto de la Odisea homeacuterica aunque de un modo sorprendentemente distintordquo Durante muchos antildeos en la patria del escritor se la ha mirado ldquorodeada de una suerte de oscura grandezardquo Se la contempla desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido o inexplorado La exploracioacuten y valoracioacuten ha venido desde Occidente W B Stanford

finales de la transfiguracioacuten del personaje en un hombre solitario y actual que medita sobre la existencia a miles de antildeos de los acontecimientos de Troya Respecto de los comienzos de la ldquoepopeyardquo Kerenyi destaca por ejemplo que las cuatro primeras rapsodias que estaacuten dedicadas a los acontecimientos de Itaca y de Esparta no soacutelo toman el lugar de las correspondientes de la Odisea homeacuterica sino el lugar que posee el episodio de Helena en el poema de Goethe Como en eacuteste es la eacutepoca de emigraciones de pueblos No aparece claro estaacute en Esparta Fausto con sus caballeros sino baacuterbaros rubios con armas de hierrordquo que bajan desde el norte Kerenyi Karl ldquoKazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 56

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T S Eliot Arthur Miller W H Auden Collin Wilson Kimon Friar Karl Kerenyi Helmut von den Steinen W B Stanford son algunos de los escritores que han destacado el valor del poema esbozando ciertas liacuteneas de su extraordinaria riqueza temaacutetica y estiliacutestica ldquotratando de ir maacutes allaacute de la mera percepcioacuten del eco general que brota de ese mundo de astrosrdquo La grandiosidad de la Odisea que no pocos han tratado de definir con calificativos astrales posee relacioacuten importante con el haacutelito de destruccioacuten que sopla impetuosamente en esta obra concebida en los primeros antildeos de la deacutecada del veinte Esta caracteriacutestica ha hecho pensar en la fuerza destructiva que antildeos despueacutes habraacute de ensentildeorearse en las creaciones de los grandes existencialistas12 ldquoUlises atraviesa en la Odisea las fases de las angustias y las esperanzas contemporaacuteneas Un vendaval de rebeldiacutea y de destruccioacuten sopla sobre esta magna obra eacutepica se derrumban las ciudades los reinos las falsas creencias los

12 La relacioacuten de la Odisea con la literatura existencialista que apunta M L Baudier ha sido anotada tambieacuten por otros autores entre ellos Richard M Kain en el artiacuteculo ldquoAn existentialist Ulyssesrdquo a que se hace referencia en la bibliografiacutea Jacques Lacarriegravere escribe al respecto ldquoVeinte antildeos antes que los filoacutesofos y escritores de Occidente Ulises descubre en lo alto de su montantildea lo absurdo de la vida En tal sentido esta obra nos revela que ni Camus ni Sartre fueron ndashen el plano literariondash los primeros en experimentar y expresar el absurdo de toda existencia sino Ulises el conquistador el amante el constructor el sin-esperanzardquo ldquoN K Sur les traces drsquoUlysse Chant planeacutetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre tempsraquo En Chile podemos mencionar el trabajo de M Centeno Rogers ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003 De paso digamos que tambieacuten en el teatro de Kazantzakis pueden anotarse rasgos que anuncian caracteriacutesticas del existencialismo Asiacute Comedia ndash tragedia en un acto obra teatral de 1909 Respecto de esta pieza se ha dicho ldquoque podriacutea titularse El silencio de Dios para medir todo su horrorrdquo En una pieza cerrada que simboliza la prisioacuten de la muerte un grupo de personajes de edad y medios diversos esperan a Dios que vendraacute a abrirles la puerta del reino de la luz Pero a medida que las bujiacuteas se extinguen que las horas transcurren que el gran reloj da las doce campanadas la esperanza va desapareciendo y la angustia aumentando La puerta no se abre Una angustia que llega a ser asfixiante y el friacuteo de la muerte que aplasta el pecho como el peso de una laacutepida quiebran los corazones con la nostalgia de la tierra y la dulzura de la vida La espera de lo que debiacutea venir se transforma en la espera de lo que no vendraacute jamaacutes Imposible no dejar de pensar en Godot ni dejar de recordar Huit Clos de Sartre al repasar las paacuteginas de esta obra juvenil pero plena de anticipaciones

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antiguos dioses son derribados ldquoTodos los valores aportados por el helenismo y a los cuales el cristianismo habiacutea agregado su mensaje de amor y su promesa de vida eterna son echados por tierra en la nueva Odisea [hellip] El lector es conducido de destruccioacuten en destruccioacuten hasta que se enfrenta con la cabeza de Medusa El ciacuterculo se cierra Los dioses han muertohellip La vida humana queda sin justificacioacuten no hay espera ni juicio ni recompensa La muerte es la uacuteltima realidadrdquo escribe Pandeliacutes Prevelakis El poeta contempla pues con Ulises la lenta y completa destruccioacuten de los valores sobre los cuales se habiacutea apoyado la sociedadrdquo13 No es de extrantildear entonces que maacutes que ninguna de sus obras la Odisea haya provocado las angustias y la incertidumbre de la creacioacuten en Kazantzakis ldquoLa forma escogida ndashla epopeyandash implicaba ya en siacute misma dificultades casi insuperables Se trataba de una empresa sobrehumana de hallar un cuadro para hacer entrar en eacutel todos sus conocimientos alimentados por sus innumerables viajes sus lecturas sus contactos con los paiacuteses maacutes diversos desde Creta a las vastedades polares desde los esfuerzos de Rusia Sovieacutetica a las concepciones del Extremo Oriente desde sensaciones vividas personalmente a las de un heacuteroe imaginario Habiacutea que disciplinar esas experiencias superar el mundo desencadenado que habiacutea creado dominar esa superabundancia que le haciacutea correr el riesgo de perder pierdquo14

Lacarriegravere en el estudio recieacuten citado destaca este aspecto ldquoDesde que se aborda los primeros compases de esta rapsodia gigantesca obra de una vida entera el tiempo se borra los diacuteas no cuentan Este poema es un veacutertigo continuo una desmesura un desafiacuteo al lector mismo que para afrontarlo debe asirse soacutelidamente al libro como para un largo periplo por el paiacutes de los ciclones Pues este oceacuteano poeacutetico no se atraviesa impunemente Tal como Ulises se sale agotado pero como renovado al teacutermino de una constante y prodigiosa iniciacioacutenrdquo Esta caracteriacutestica del poema recuerda el gran eacutextasis de la Asceacutetica ldquoDe igual modo actuacutea tambieacuten Dios el Gran Extaacutetico Habla lucha por hablar con mares y con fuegos con alas con colores con cuernos con garras con constelaciones y mariposas con hombres

13 Baudier M L op cit paacuteg 9614 Ibiacuted paacuteg 17

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como puede para dar forma asible a su eacutextasisrdquo Como anota Michel Monory ldquola obra de Kazantzakis se adapta a esta arte poeacutetica desde el aforismo hasta el mito desde la tragedia hasta el relato de viajes busca la palabra que estaacute maacutes cerca del grito y deja hablar a su imaginacioacuten Este constante fluir de algunas grandes imaacutegenes simples puede parecer cansador Creo que maacutes bien esto precisamente constituye la originalidad y la grandeza de la obrardquo15 Grandeza primitiva tensioacuten extaacutetica fuerza destructiva desequilibrio son notas que alejan de Homero esta ldquocontinuacioacuten de la Odiseardquo Como dice Lasso de la Vega ldquodesde el cielo homeacuterico hasta el que nos preocupa existe un abismo Kazantzakis no soacutelo es un nuevo Homero Es tambieacuten un anti-Homero y un hiper-Homero Descubrioacute un modo de existencia de Ulises maacutes integral maacutes secreto maacutes verosiacutemil que aquel que nosotros ya conociacuteamos encontroacute vetas maacutes profundas alliacute donde no habiacutea llegado nuestra miradardquo16 Y Wilson que compara el final de la Odisea con la uacuteltima escena del Crepuacutesculo de los dioses de Wagner habla del mundo salvaje que parecioacute querer crear el poeta con su obra ldquoque tiene maacutes notas comunes con el Chicago de la ley seca que con la Odisea de Homerordquo17 Se ha hablado tambieacuten del poema kazantzakiano como de ldquouna epopeya que nos llena de temorrdquo en muchas ocasiones ponieacutendose asiacute de manifiesto su lejaniacutea de su ancestro homeacuterico

15 Monory M ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo en revista Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 17916 Lasso de la Vega J op cit paacuteg 5117 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo paacuteg 18

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La Odisea y la asceacutetica

iquestExaminar la Asceacutetica equivale a estudiar el ldquopensamientordquo del escritor No es muy simple dar una respuesta afirmativa Heleni Kazantzakis se refiere al opuacutesculo escrito en Alemania en 1923 con estas palabras ldquoUn libro pequentildeo que maacutes tarde serviraacute de llave para comprender bien su obra Ni novela ni poema ni ensayo filosoacutefico ndashprecisaraacute eacutel mismo Ochenta paacuteginas breves versiacuteculos biacuteblicos de gran belleza Los altos mandamientos de Nietzsche a quien Kazantzakis venera sobre todo por su estilo encendido y sus padecimientos innumerables los de Bergson que le ayudaron a liberarse de ideas filosoacuteficas que lo tiranizaban la quinta esencia de sus experiencias personales Todo esto sistematizado por un cerebro exigente y ordenadorrdquo Y Karl Kerenyi resume en tres liacuteneas la significacioacuten que atribuye a la Asceacutetica ldquoNi obra de arte ni de filosofiacuteahellip En realidad era una obra sobre una nueva religioacuten un llamado a la realizacioacuten de un mito como lo demuestra el subtiacutetulo Salvatores Dei que se tradujo al alemaacuten como iexclRettet Gott iexclSalvad a Diosrdquo18

En realidad no puede sostenerse que la Asceacutetica exponga una nueva religioacuten como tampoco la Odisea que desarrolla toda aquella obra en una de las etapas de la peregrinacioacuten de Ulises Expresa maacutes que un pensamiento una manera de enfrentar la vida pero sin llegar a configurar una religioacuten a menos que eacutesta pudiera concebirse sin un Dios

Digamos nosotros que pese a la complejidad de esta pequentildea obra puede desentrantildearse cuaacutel es el modo ldquopraacutecticordquo de enfrentar el mundo que ella postula Kazantzakis admira personajes y heacuteroes de distintas eacutepocas y lugares en cuyas actuaciones creiacutea ver el cumplimiento de la norma esencial de la ascesis Ulises Buda Cristo Juliaacuten el Apoacutestata Dante Cristoacutebal Coloacuten Don Quijote luchan combaten consumen sus vidas en una batalla ardiente El mandato de Zaratustra mueve la vida del escritor cretense y ndashen su conceptondash la de sus figuras veneradas ldquoiexclEdificad vuestras ciudades junto al Vesubio Enviad vuestros naviacuteos a mares inexplorados Vivid luchandordquo Y Kazantzakis nos ensentildea

18 Kerenyi K op cit paacuteg 43 y sig

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ldquoAma el peligro iquestQueacute hay maacutes difiacutecil Es esto lo que yo quiero iquestCuaacutel es el camino a seguir El que asciende el maacutes escarpado Este es el que yo tomo iexclsiacuteguemerdquo Peligro y combate batalla sin recompensa sin paga iquestAdoacutende vamos iquestVenceremos alguna vez iquestQueacute sentido tiene el combate ndashCalla Nunca preguntan los combatientesrdquo Luchar sin recompensa y sin esperanza es el mandato supremo de la Asceacutetica Es el que sigue Dante el desterrado que sabe renovar a cada instante su odio a la injusticia Cristo que muere por redimir una humanidad que no quiere redimirse Juliaacuten que pretende resucitar una filosofiacutea y una eacutetica condenadas ya por la historia Constantino Paleoacutelogo que combate hasta la muerte en los muros de una Constantinopla ya vencida Ulises hombre antiguo-medieval-contemporaacuteneo que peregrina en la vastedad de los oceacuteanos de los continentes iacutegneos y de los hielos eternos buscando con la lucha un dios que sabe no existe

Las preguntas y los mandatos de la Asceacutetica se repiten en la Odisea que es una vasta ampliacioacuten poeacutetica de aquel opuacutesculo y que en la Rapsodia XV reedita la peregrinacioacuten asceacutetica Alliacute vuelve a resonar la interrogacioacuten que impregna toda la obra kazantzakiana

iquestCuaacutel es mi camino La subida maacutes ardua e interminableY di yo solo he de salvar la tierra enteraiquestDoacutende vamos iquestAlguna vez venceremos No preguntes iexclcombateDe tal modo hablaba Dios ordenaba el pecho del varoacutenhellip (XV 821-4)

La Asceacutetica y la Odisea constituyen el nuacutecleo de una obra vasta que es en esencia una unidad Asiacute lo destaca Aziz Izzet en su estudio sobre el poema Sus obras ndashdicendash ldquoson todas facetas de una sola y uacutenica preocupacioacuten En este sentido la vida y la obra de Kazantzakis forman un todo indisoluble una suerte de piraacutemide de gradas cuyas cuatro caras poseen la misma importancia Cristo Buda Lenin Ulises En la base Nietzsche ndasho mejor auacuten ese territorio medio oriental abierto a todas las culturas a todas las profeciacuteas Lo podremos ver de manera fulgurante

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en la Odiseardquo19 La relacioacuten entre el poema oceaacutenico y el opuacutesculo miacutenimo la sintetiza Izzet maacutes adelante ldquoKazantzakis se esforzoacute en la Asceacutetica por revivir en siacute mismo profundamente todos los ciclos de la marcha de los hombres sobre la tierra Aquiacute lo hace abstractamente por asiacute decirlo Maacutes tarde en la ldquoOdiseardquo lo haraacute creando una obra de arte Es la auteacutentica funcioacuten del artista y eacutel la cumplioacute de una manera grandiosardquo ldquoLa Odisea es la transposicioacuten artiacutestica de la Asceacutetica Ulises cruza todos los mundos todas las acciones todos los suentildeos maacutes extravagantes del hombre todas las esperanzas y todas las desesperaciones todos los eacutexitos y todos los fracasos El poema va desde lo coacutemico maacutes rabelesiano a lo traacutegico concentrado de Shakespeare No es un poema social no es un poema religioso no es un poema clasificable Se trata de retrasar todaviacutea una vez maacutes las etapas del pensamiento y del devenir del hombre Ulises funda ciudades ideales que se hunden el diacutea de su inauguracioacuten Hace retiros cruelmente austeros y se entrega a actos de pirateriacutea y de injusticia sangrientos Poco a poco aprende a emprender sin esperanza de recompensa ni de eacutexito Asiacute se elimina la desesperacioacuten asiacute se crea la verdadera creacioacutenrdquo En cierto grado dice Collin Wilson ldquoel espiacuteritu del poema aflora en los dos uacuteltimos versos del proacutelogo que es una invocacioacuten al solrdquo

iexclVamos fuera del alma las pobres amarguras aguzad vuestros oiacutedos iexcllas penas y tormentos cantareacute del renombrado Ulises

ldquoExiste algo nietzscheano en este grito Levantaos sobre vuestra pequentildea e insignificante vida y pensad en algo maacutes grande Promete lo heroico acciones en una escala mayor que la humana Pero no promete nada No promete alguna gran visioacuten daacutentica del universo alguna magna siacutentesis hegeliana en la cual todas las contradicciones visibles del mundo se concilienrdquo20

19 Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 347 y sig20 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo en Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 18

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La Odisea Epopeya y tragedia del hombre contemporaacuteneo

La aparicioacuten de la Odisea en 1938 aunque era esperada ndashse conociacutean algunos fragmentos desde 1924 y se teniacutea cierta idea de su desarrollo narrativondash provocoacute en Grecia encendidas controversias Uno de los estudiosos griegos del poema D Nikolareizis alude asiacute al acontecimiento ldquoUn aerolito cayoacute en 1938 en el lago de las letras heleacutenicas y removioacute sus aguas Desde entonces permanece alliacute inaccesible a muchos como una isla de piedra a cuyo alrededor se navega para admirarla desde la distancia Era la Odisea de Nikos Kazantzakis poema de 33333 versos decaheptasiacutelabos sin rima impreso sin folio en ochocientas y tantas paacuteginas un volumen bastante difiacutecil de levantarrdquo21 Y Karandonis uno de los criacuteticos severos de la obra en su ensayo ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo utiliza tambieacuten teacuterminos relacionados con la astronomiacutea para referirse a la impresioacuten que produce el poema ldquoCreemos que existen muchos en Grecia ndashy entre ellos tambieacuten nosotrosndash que siguen viendo la obra de Kazantzakis rodeada de una suerte de oscura grandeza Se contempla este poema desde lejos como una majestuosa cordillera de un paiacutes desconocido e inexplorado La estudiamos sin buscar el detalle es decir no con el microscopio sino con el telescopio que muestra en cierto modo maacutes en relieve las magnitudes y nos acerca maacutes los voluacutemenes principales las liacuteneas generales y los grandes conjuntos que de ella se separan Tratamos asiacute de percibir el eco general que brota de ese mundo de astroshelliprdquo22 Varios factores formales contribuyeron al hecho de que el poema despertara extrantildeeza su extensioacuten la utilizacioacuten del verso de 17 siacutelabas el uso de un lenguaje popular lleno de las maacutes atrevidas innovaciones y libertades entre otras la creacioacuten de muchos teacuterminos compuestos incluso su sistema graacutefico simplificado que apareciacutea como una herejiacutea audaz frente a la anacroacutenica ldquoortografiacuteardquo imperante

21 Nikolareizis D ldquoLa Odiseardquo de Nikos Kazantzakis revista Kenuria Epoji primavera 195822 Karandonis A ldquoPensamientos sobre la poesiacutea de la Odiseardquo revista Nea Hestiacutea Navidad 1959 paacuteg 156 y sig

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La primera observacioacuten que se planteoacute se referiacutea a la validez de un geacutenero casi unaacutenimemente estimado como pasado de eacutepoca ldquoNada maacutes vano e inuacutetil ndashresponde el propio escritorndash que plantear la cuestioacuten de si la Odisea es una epopeya y si la epopeya es un geacutenero anacroacutenicohellip Para miacute tiempo maacutes eacutepico que eacuteste no ha existido En estas eacutepocas en que un mito decae mientras otro pugna por dominar nacen las epopeyas Para miacute la Odisea es el esfuerzo eacutepico dramaacutetico del hombre contemporaacuteneo que vive cada momento de la lucha diaria persiguiendo las maacutes atrevidas esperanzas para buscar la salvacioacuten la liberacioacuten iquestCuaacutel liberacioacuten No lo sabe Al actuar la va creando de continuo con sus alegriacuteas y sus amarguras con sus fracasos y con desencantos luchando El hombre contemporaacuteneo que vive profundamente su tiempo en forma consciente o inconsciente libra este combatehelliprdquo23 Como podemos observar la calidad eacutepica deriva para Kazantzakis de la esencia epopeacuteyica de la lucha del hombre actual en medio del caos en el que se ve inmerso al tomar conciencia plena de su ser Stanford se refiere a este punto escribiendo ldquoEl criacutetico de mediados del siglo XX puede consignar con certeza que las figuras de Ulises de Joyce y Kazantzakis siacute presentan siacutembolos excepcionalmente comprensivos de las aspiraciones y perplejidades contemporaacuteneasrdquo24 La Odisea trata de contener todos los caminos todas las posibilidades todos los resquicios a los que un hombre puede dirigir la mirada de su espiacuteritu para tratar de captar y asignar un sentido a la existencia Lo anterior explica la desmesurada extensioacuten del poema la acumulacioacuten de suentildeos mitos leyendas costumbres creencias y ritos de diversos pueblos y eacutepocas el torrente de vivencias y experiencias que se despentildea a lo largo de las rapsodias el fluir interminable de motivos e imaacutegenes de variados oriacutegenes la fuerza eacutepica que lo recorre de un extremo a otro

23 Kazantzakis cit por K Friar en la ldquoIntroduccioacutenrdquo a su versioacuten inglesa del poema paacuteg XII24 W B Stanford El tema de Ulises p 271

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ldquoCon la epopeya el lector arrancado en cierta forma de su vida de sus haacutebitos de pensamientos de la duracioacuten descubre un mundo fabuloso en que se desarrollan dentro de una iluminacioacuten constante dentro del fulgurar insostenible de las imaacutegenes dramas en que cada personaje estaacute implicado a fondo con los resortes del espiacuteritu tensos al extremohellip Entrar en el universo de la Odisea es cambiar de gravitacioacuten es elevarse a una visioacuten totalizante e impersonal es seguir engrandecidas por el genio poeacutetico las innumerables aventuras del espiacuteritu humanordquo25 La presencia de la muerte constituye uno de los ingredientes de la realidad eacutepica de la vida humana Al adquirir conciencia el hombre se ve de pronto en un mundo que ndashpor maacutes que se lo investigue conozca y dominendash aparece para eacutel limitado por un hecho inexorable la muerte la desaparicioacuten definitiva El instinto vital la tendencia a la accioacuten y su necesidad la aspiracioacuten a la inmortalidad no modifican esa realidad fatal que interrumpe toda obra humana Y el angustioso esfuerzo del hombre sobre la tierra posee de este modo de por siacute un caraacutecter eacutepico y traacutegico Participa de una lucha que en uacuteltimo teacutermino le es impuesta Los personajes maacutes admirados de Kazantzakis aceptan tal combate y siguen tal camino hasta el final La capacidad del hombre para luchar es admirable En su espiacuteritu pese a la nada de su destino brilla una llama casi inverosiacutemil y es eacutesta maacutes que al hombre mismo lo que venera el artista griego Asiacute lo expresoacute en diversas ocasiones variando el verso de la Odisea

No amo al hombre amo la llama que lo devora Δεν αγαπώ τον άνθρωπο αγαπώ τη φλόγα που τον τρώει

En Toda Raba hallamos el mismo pensamiento ldquoLo que me interesa no es el hombre ni la tierra ni el cielo sino la llama que devora al hombre a la tierra y al cielordquo Es la llama que lo maravilla en los monjes que mantienen el convento griego del Sinaiacute ldquoEste Monasterio de Sinaiacute es un milagro del espiacuteritu En medio de un hoacuterrido desierto en medio de razas aacutevidas de rapintildea de otras religiones de otras lenguas alrededor de una fuentecilla de agua desde hace catorce siglos se levanta como fortaleza este Monasterio y se revela contra las fuerzas naturales

25 Baudier M L op cit paacuteg 19

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y humanas que lo asedian Despueacutes de una travesiacutea de tres diacuteas por un desierto hosco al enfrentar los floridos almendros del convento mi corazoacuten saltoacute aquiacute ndashlo sentiacutendash existe una conciencia humana superior aquiacute la llama del hombre vence al desiertordquo26 La entrega apasionada a una causa sin esperanza caracteriza a los mejores personajes de Kazantzakis Pocos son sus personajes no atormentados por un anhelo angustioso pocos aquellos equilibrados por una fe clara en Dios Para el escritor el mito de Dios constituye sin duda un factor de paz una garantiacutea de tranquilidad De ahiacute que al irse desmoronando el mito al liberarse la conciencia humana de explicaciones extranaturales el hombre ha ido acercaacutendose a un estado de pureza de autenticidad al estado a que llega Ulises al teacutermino de su larga odisea No ha llegado a eacutel pero se acerca a ese silencio helado y sereno en que Kazantzakis hace morir a su heacuteroe ldquotras haberlo conducido a traveacutes de todas las etapas conocidas o adivinadas de la evolucioacuten histoacuterica filosoacutefica espiritual y humanardquo seguacuten la expresioacuten de Izzet En el poema Dios toma diversas formas al igual que la muerte Se va transformando hasta desaparecer del todo Ello parece querer corresponder a un proceso histoacuterico la liberacioacuten de la humanidad de los mitos religiosos Es el hombre actual y en especial el hombre ateo contemporaacuteneo quien vive con maacutes intensidad el drama eacutepico de la vida Y en esta etapa de la conciencia es cuando el espiacuteritu humano puede alcanzar su vuelo maacutes elevado y su dimensioacuten maacutes noble y excelsa Es entonces cuando la lucha sin esperanzas se da en toda su grandeza Y la capta Kazantzakis no soacutelo en la Odisea sino incluso tambieacuten en otras de sus obras Al respecto dice certeramente Panayotoacutepulos ldquoQuisiera destacar que Kazantzakis maacutes que ninguacuten otro escritor trajo a nuestras letras la conciencia de la grandeza Pertenece a la raza de los hombres que hacen sentirse a cada uno en su maacutes elevada estatura Eacuteste es el elemento eacutepico de su creacioacutenhellip Sus libros semejan inmensos bosques donde ruge libremente el vendaval se parecen a aquellas praderas en

26 N Kazantzakis Libro de Viajes Italia-Egipto-Sinaiacute-Jerusaleacuten-Chipre-Morea paacuteg 103 Con el tiacutetulo Del Sinaiacute a la Isla del Amor una versioacuten de la obra escrita directamente en franceacutes por Kazantzakis aparece incluida en castellano en el vol II de Obras Selectas publicadas por Edit Planeta

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las que corren impetuosos potros indoacutemitos Apenas se abren desde la primera frase desde el primer paacuterrafo uno se sobrecogerdquo Y Andreacute Laude expresa ldquoKazantzakis pertenece a esa raza de gigantes que hacen desgarrarse el tejido de la dimensioacuten terrestrerdquo El epicismo de la Odisea resulta indudable para Stanford Es maacutes despueacutes de estudiar en un trabajo muy completo el tema de Odiseo en poemas obras de teatro discursos morales novelas etc a traveacutes de veinticinco o maacutes siglos concluye en El tema de Ulises que ldquola prosa narrativa de Joyce y el poema de Kazantzakis estaacuten maacutes proacuteximos a la eacutepica heroica que cualquiera de estos geacuteneros Esta cualidad eacutepica facilita el hecho de que ambos autores tratan a Ulises con una mayor objetividad que en la liacuterica Con una mayor libertad narrativa que en el drama y con un mayor peso del simbolismo heroico que en una novela Despueacutes de un largo intervalo regresamos al ambiente heroico-romaacutentico de la Odisea Un ambiente menos estrictamente eacutepico que el de la Iliacuteada pero maacutes proacuteximo a eacutel que cualquier otro geacutenero de literatura claacutesica y un ambiente especialmente acorde con el heroiacutesmo versaacutetil y a menudo poco ortodoxo de Ulisesrdquo27 Y califica la imagen de Ulises recreada por el escritor griego como un siacutembolo en que se funde ldquola suma de los anhelos y de las angustiosas dudas del hombre contemporaacuteneordquo Prevelakis por su parte en el magno estudio El poeta y el poema de la Odisea desarrolla el tema de lo traacutegico en la obra maacutexima de Kazantzakis Centra todas las notas que caracterizan a Ulises en el poema ndashy que van apareciendo a medida que el peregrino intenta nuevos caminos vitalesndash en la del hombre sin-esperanza El desesperado cuya figura erra con distintas facetas en los grandes escritores del siglo (pieacutensese entre otros en Sartre Hesse Juumlnger T S Eliot Camus y principalmente Kafka) es un hombre de nuestro tiempo Y Ulises en el poema de Kazantzakis pese a sus caracteriacutesticas muchas veces primitivas es un hombre contemporaacuteneo Llega a serlo a traveacutes de la vastedad de la obra a traveacutes de la transformacioacuten del mito antiguo ldquoKazantzakis ndashdice Prevelakisndash sirve abundantemente y sin esfuerzo al geacutenero eacutepico con el proacutedigo tesoro de su experienciahellip Mas las caracteriacutesticas de la tragedia se presentan tambieacuten a veces en

27 W B Stanford op cit p 258

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la Odisea una vez como puro diaacutelogo dramaacutetico (la rapsodia XVI) Pero el alma traacutegica recorre todos los tejidos del poema de un extremo a otro Yace en la misma disposicioacuten del poeta que adora la vida y sin embargo la tiene por inmaterial fantasmagoriacutea y en el caraacutecter dilemaacutetico del heacuteroe

Palpitan en sus entrantildeas los anheloscon-caminos-opuestos y sin loacutegicahellip

Yace en el esfuerzo del heacuteroe ndashdel hombrendash por vencer la ldquoinmensa noche eternardquo28 ldquoTreinta siglos despueacutes de Homero dice Alain Decaux en el proacutelogo a la monumental edicioacuten francesa del poema Kazantzakis un griego contemporaacuteneo nuestro retoma el tema antiguo de Ulises y nos da una de las obras claves de la literatura de nuestro siglo Fiel al gran aliento original eacutel explica en una carta a un amigo ldquoEl asunto principal casi uacutenico de toda mi obra es el combate del hombre con ldquoDiosrdquo la lucha implacable indestructible del gusano que se llama hombre contra las terribles fuerzas todopoderosas y tenebrosas que se encuentran en eacutel y alrededor de eacutel la obstinacioacuten la lucha la tenacidad de la minuacutescula chispa que trata de horadar y vencer la inmensa noche eterna El combate y la angustia por transubstanciar las tinieblas en luz la esclavitud en libertadrdquo Y maacutes adelante Decaux expresa ldquoLa Odisea de Kazantzakis es un himno a la grandeza del hombre A la fraacutegil grandeza del hombrehellip El Ulises de Kazantzakis se mueve (al comienzo al menos) en los tiempos de Homero pero siente soporta y actuacutea en el tiempo de Kazantzakisrdquo29 Las alusiones al paso del tiempo las horas los diacuteas y noches las estaciones los antildeos seraacuten uno de los capiacutetulos de este ensayo Recordemos ahora que el curso cronoloacutegico del peregrinar de Ulises se expresa hacia el fin del poema en miles de antildeos como en el pasaje siguiente cuando Odiseo ha llegado a las costas del Aacutefrica despueacutes de haber atravesado el continente y saluda al mar

28 P Prevelakis El poeta y el poema de la ldquoOdiseardquo Atenas 1958 Existe la versioacuten inglesa de Philip Sherrard editada en Nueva York por Simon and Schuster en 196129 A Decaux laquo Preface agrave lrsquoOdysseacutee raquo traduccioacuten al franceacutes de Jacqueline Moatti paacuteg 10

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y al comparar a su gran compantildeero el pieacutelago con un perro recuerda a Argos

Ahora se oyoacute rugir la ola restallar y jugarcomo el perro amarrado que al amo reconocioacute y que gruntildeey el opulento noble de la mar lo saluda con afectolaquoEnbuenhora ante mi casa te encuentro mi perro viejo y fieliexclola miacutea no me has olvidado todaviacutea y con ternura me ladrasraquoSalta y agachado lo acaricia toca la blanca motase acordoacute de otro fiel animal hace ya miles de antildeoscuando agitaba el rabillo en su patio mancilladoy se lanzoacute a darle bienvenida despreciando a los pretendientes enemigoslaquoiexclArgosraquo llamoacute ahora en su pensamiento y el perro brotoacutelleno de lodo desde la tumba moviendo su lomo

(XXI 179-189)

Tambieacuten en la rapsodia XXIII los hechos de Troya se han alejado milenios

Ya al mediodiacutea derrumbaacuteronse las puertas del palacio hace ya miles de antildeos en las playas sangrientas de Troya

(XXIII 334-5)

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Siacutembolos vivos Itaca y Ulises

Como Joyce Kazantzakis desde muy temprano distinguioacute a Ulises como un personaje favorito30 y como aqueacutel en la edad madura ldquoredescubrioacute en el mito antiguo el arquetipo del hombre modernordquo Tanto para el griego como para el escritor irlandeacutes ldquoel hombre de numerosos artificios que ha conocido tantos hombres y tantas ciudades es una figura integral y comprensiva una mezcla de las maacutes vulgares estratagemas y de las simpatiacuteas maacutes amplias de la naturaleza humanardquo31 El alma inquieta de Kazantzakis tendiacutea a identificarse con la figura de aquel aventurero polifaceacutetico ldquoNo es casual ndashdice el profesor Alsinandash que la figura que maacutes le haya preocupado haya sido Ulises el siacutembolo de la inquietud humana y en gran parte una especie de perfil del propio Kazantzakisrdquo32 Parece ser el mismo cretense quien habla en el hermoso verso con que Odiseo saluda a su propio espiacuteritu peregrino en la rapsodia XVI

Salve alma miacutea que el errar siempre por patria poseiacuteste

La concepcioacuten central de Ulises como suma y encarnacioacuten de todas las inquietudes del poeta griego se expone en Toda Raba ldquoBien sabes Pandeliacutes que mi jefe no es ninguno de los tres jefes de las almas humanas ni Fausto ni Hamlet ni Don Quijote sino Ulises En su velero vine a la URSS No poseo la sed insaciable de la inteligencia occidental ni oscilo entre el siacute y el no para llegar a la inmovilidad ni me domina el ridiacuteculo y sublime impulso del noble luchador de los molinos de viento Soy un marinero de Odiseo un corazoacuten ardoroso un espiacuteritu despiadado y luacutecido Pero no soy un marino del Ulises que regresaba a Itaca sino del otro del que ya ha regresado ha muerto a sus enemigos y sintieacutendose ahogado en su patria un buen diacutea se ha vuelto a marchar Ha escuchado en el norte en la niebla hiperboacuterea una nueva

30 ldquoTeniacutea doce antildeos cuando estudiaba la guerra de Troya [hellip] ero la historia de Uises sola se quedoacute grabada en mi memoriardquo escribe Joyce Cit por W B Stanford op cit p 23131 Levin H James Joyce paacuteg 6832 Alsina y Miralles La literatura griega medieval y moderna paacuteg 175

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sirena la sirena eslava Henos aquiacute ante ella sin taparnos las orejas sin amarrarnos a los maacutestiles yendo y viniendo por nuestro barco enteramente libres Escuchamos el canto maravilloso y conservamos intacta nuestra alma El capitaacuten Ulises inmoacutevil en la proa grita Eh compantildeeros abrid los ojos las narices la boca las manos abrid el espiacuteritu colmad vuestras entrantildeasrdquo33 La idea de la segunda partida de Ulises desde Itaca idea que existioacute ya en la Antiguumledad movido por el afaacuten de nuevos conocimientos la habiacutea recogido Dante en el Canto XXVI del Infierno dando a la fisonomiacutea del heacuteroe un cariz para nosotros especial aunque deberiacutea existir en los conceptos de la eacutepoca34 ldquoNi las dulzuras de mi hijo ni la piedad debida a un padre anciano ni el mutuo amor que debiacutea hacer dichosa a Peneacutelope pudieron vencer el ardiente deseo que yo teniacutea de conocer el mundo los vicios y las virtudes de los humanos sino que me lanceacute por el abierto mar soacutelo con un naviacuteo con los pocos compantildeeros que nunca me abandonaronrdquo Asiacute habla desde la llama biacutefida el espiacuteritu de Odiseo condenado por su afaacuten soberbio de conocimientos El afaacuten de nuevas experiencias constituye en la obra de Kazantzakis uno de los motivos para el nuevo abandono de la patria Se suma al hastiacuteo y desencanto que produce en el heacuteroe el estrecho y mezquino ambiente familiar y el ritmo rutinario de la vida corriente en la isla Este elemento acerca el personaje al Ulises de Tennyson que aunque expresa como mayor deseo perseguir el conocimiento maacutes allaacute del liacutemite del pensamiento humano como a un astro que se pone en el oriente desea en el fondo liberarse del aplastante y fastidioso ambiente familiar Se ahoga en la isla y desprecia a su pueblo

que atesora y duerme y se alimenta y no lo reconocehellip

33 N Kazantzakis Toda Raba p 10934 La idea del nuevo viaje y su motivacioacuten aparece en algunos antiguos como Plinio pero la utilizacioacuten posterior del personaje se ligoacute generalmente al motivo del retorno al hogar y a la patria

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El Ulises de Tennyson persigue siempre maacutes conocimientos y lleva en siacute la impronta de la experiencia gozada

Una parte soy de todo lo que he halladohellip35

El exhaustivo examen que hace el profesor Stanford del tema de Odiseo a traveacutes de la literatura antigua medieval y moderna y que culmina con el estudio detallado del Ulises de Joyce y de la Odisea de Kazantzakis no nos proporciona con todo algunos elementos de la moderna liacuterica griega que se entremezclan en la compleja concepcioacuten de los motivos de Itaca y de Odiseo en el escritor cretense Este aspecto se toca en la introduccioacuten a nuestra versioacuten del poema y en el estudio ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo apartado de la Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado36 trabajos a los cuales remitimos al lector El personaje se transforma a traveacutes del poema desde el comienzo asiacute como tambieacuten va cambiando el sentido de su viajar Ayudaraacute en Esparta a la conservacioacuten de un estado decadente en Creta organizaraacute la destruccioacuten de un reino decreacutepito en Egipto tomaraacute parte en una revolucioacuten con claro sentido social peregrinaraacute hacia las fuentes del Nilo donde fundaraacute una ciudad ideal y arrasada eacutesta por un cataclismo seguiraacute solitario por la jungla volvieacutendose asceta A estas alturas su viajar que continuaraacute todaviacutea con diversos episodios hasta llegar al mar construir su uacuteltima embarcacioacuten en forma de atauacuted y partir a los hielos y las soledades polares se ha transformado en una buacutesqueda de sentido de la existencia en un buscar a Dios en una marcha a la liberacioacuten a la plena libertad y soledad No tocaremos aquiacute el tema de la estructura del poema pero recordaremos que desde el punto de vista de la composicioacuten la obra a la que acaso mejor pudiera compararse la Odisea seriacutea la Divina Comedia37 En ambas hay un peregrinar un caminar a traveacutes de muchos

35 La traduccioacuten del poema de Tennyson en Oscar G Ramos La Odisea un itinerario humano pp 169-17136 M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Kazantzakisrdquo Revista de la Universidad Teacutecnica del Estado 5-197137 En otro trabajo ldquoNikos Kazantzakis Poema al Danterdquo Boletiacuten de la U

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lugares un conocer muchas situaciones y muchos espiacuteritus Hay una direccioacuten cierta meta que guiacutea al romero ndashmaacutes cierta y clara sin duda en la obra de Dante Este va en busca de Dios y es conducido por el Poeta hasta llegar a enfrentar ldquola luz que mueve el sol y las demaacutes estrellasrdquo Ulises sale de su isla y navega buscando en el fondo tambieacuten a Dios sin hallarlo porque no existe porque es un mito Mientras Dante se va aproximando a la divinidad Odiseo en su errar se va acercando a la realidad final la nada que a todos aguarda La ruta lo que en ella van encontrando permite a ambos peregrinos esbozar una ldquosummardquo de las orientaciones del espiacuteritu humano episodios y personajes surgen unos tras otros ante los ojos insaciables de ambos caminantes En Dante a las figuras histoacutericas y mitoloacutegicas de la antiguumledad se agregan hombres de su tiempo En Kazantzakis se mezclan los hombres de eacutepocas y lugares que atraviesa con personajes tipos que surgen con cierto velo de disfraz de las espesas y fantasmagoacutericas selvas africanas Hamlet Don Quijote el Asceta el Hedonista el Hombre Primitivo Cristo38 La metamorfosis del personaje principal y de los elementos del mito antiguo se inicia como deciacuteamos desde el principio de la Odisea Debemos tener presente que la narracioacuten se inserta en la rapsodia XXII del poema homeacuterico inmediatamente despueacutes de terminada la matanza de los pretendientes El ldquoCuandohelliprdquo con que se inicia la nueva epopeya muestra la continuidad temporal Desde el primer momento comienza en el heacuteroe surgido para nosotros desde los versos de Homero una

de Chile Nos 78-79 1968 recordaacutebamos que ldquoHomero y Dante fueron acaso los espiacuteritus maacutes venerados por Kazantzakis Quizaacutes sin pretender compararse a ellos ndashaunque objetivamente pueden establecerse semejanzas en algunos aspectosndash el autor de Cristo de Nuevo Crucificado tendiacutea a mirar las obras de aquellos poetas como grandes caminos a los que eacutel tambieacuten antildeadiacutea una senda La Odisea de Homero era el sendero hacia el hogar hacia el hombre hacia la paz despueacutes de la tormenta y la realidad serena despueacutes de los encantamientos y maleficios La Comedia de Dante era la odisea hacia el cielo y la visioacuten divina camino pleno de siacutembolos alegoriacuteas premoniciones y esperanzas De esas odiseas no poco tomoacute Kazantzakis para la suya propia la obra de su vida un camino tambieacuten con encantamientos y maravillas pero senda a traveacutes de la desesperanza hacia la nada eternardquo Remitimos en esta materia al lector a la ldquoIntroduccioacutenrdquo de nuestra versioacuten castellana de la Odisea38 Aun se podriacutea sugerir asimismo cierto paralelismo aunque inverso de los tres mundos posterrenales del espiacuteritu medieval que atraviesa el Poeta desterrado y las tres eacutepocas y tres continentes todos terrenos que recorre Odiseo en su senda

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metamorfosis paralela a la que experimentan su isla su mujer y todo aquello que lo esperaba por antildeos A traveacutes de toda la primera rapsodia el desencanto de Odiseo va en aumento Veinte antildeos enfrentoacute peligros innumerables animado por el ansia de volver a ver a su mujer y cuando llega por fin ante ella la desilusioacuten lo embarga Peneacutelope por su parte siente miedo ante su feroz marido

Peneacutelope que silenciosa y paacutelida en el trono esperabase vuelve a ver y tiemblan sus rodillas de pavorlaquoNo es eacuteste el que aguardeacute antildeo tras antildeo oh Dios con grande anheloveo un dragoacuten gigantesco que semejante a un hombre nuestra casa pisaraquoPresintioacute el arquero-del-espiacuteritu el oscuro pavorde la pobre mujer y suave dice a su irritada entrantildealaquoAlma miacutea eacutesta que inclinada tanto tiempo te esperapara que abras sus selladas rodillas y con ella te fundas en quejido gozosoes la mujer que anhelaste mientras luchabas en el pieacutelagoy con los dioses y con la honda voz de tu inmortal espiacuterituraquoDijo Mas no se estremecioacute su corazoacuten en su impetuoso pecho (I 24-34)

Cuando agradecido de un anciano que sin conocerlo le ofrece agua y pan Ulises le anuncia la llegada del rey de Itaca aqueacutel manifiesta su maacutes absoluto desintereacutes Y el pueblo recibe a su sentildeor ni siquiera con indiferencia sino con abierta hostilidad A poco de su vuelta se prepara un complot para asesinarlo despueacutes que el errabundo habiacutea logrado dominar una revuelta popular encabezada por las viudas de los caiacutedos en Troya y los invaacutelidos de aquella guerra Soacutelo por unos instantes ha podido el viajero desde una colina contemplar en paz a su isla

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Ascendiacutea el varoacuten siempre errante y alas infinitasy perfume de yerbas y traviesos pensamientos su corazoacuten embargabansubiacutea y cada vez mayor la blanca era de su patria se extendiacuteay al fin cuando pisoacute su pie la cumbre del desnudo monteel cuerpo paacutelido y esbelto aparecioacute de su isla humildeSus pupilas movieacuteronse tratando de esconder en vano el llanto laquoEacutesta es la roca el aacuterido pentildeasco que anhelabame gustaraquo murmuroacute y en sus grandes paacuterpados las laacutegrimas brillaronComo un atleta en el mar se asoleaban las playas negruzcasse sumiacutean las chozas en la luz y en el valle se moviacuteanmorosamente los bueyes marcando el pecho fructuoso de la tierray el pensamiento avizoraba ndashaacuteguila inmoacutevilndash todo el mundo a sus piesMas de improviso tierra y costa se mecieron y vacilaron poblados y aacuterbolesy toda la isla ascendioacute treacutemula como una nieblay se desvanecioacute como se pierde la nube cuando la toca el solRefrescaacuteronse las entrantildeas de Odiseo y se llenaron de marMudo por horas libaba la dulzura de la patria (I 724-740)

Verdad es que la narracioacuten que de sus peripecias hace Ulises recuerda en cierta medida el clima de la Odisea homeacuterica Sin embargo en la liberacioacuten de las grandes tentaciones que soportoacute el heacuteroe en su travesiacutea maacutes que el elemento del retorno al hogar y a la patria se impone la nostalgia de la especie humana del ser hombre y no inmortal en el caso de Calipso y de no rebajarse desde la calidad de tal a la inconciencia animal en el caso de Circe Cuando deja el mundo sin muerte ni dolor de Calipso deja tambieacuten el mundo miacutetico en el que el humano podiacutea sontildear con dioses y aun aspirar a llegar a ser inmortal

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Y cuando avanzaba ya lejos como saeta en la ola de espumoso seno y el dolorido canto se perdioacute en la bruma del crepuacutesculo poco a poco la balsa se puso maacutes pesada y se ladea las sombras la aplastaban de mujer de hijo de patria se cargoacute y libre dejeacute a mi corazoacuten conducirse a su agrado iexcly eacuteste estalloacute en sollozo amargo y otra vez se volvioacute humano (II 183-189)

Parecido es el sentido de su despertar desde la inconsciencia animal en que lo sumioacute Circe motivado por la visioacuten de un grupo de humanos que come en la playa y de una mujer que acuna a su hijo pequentildeo

iexclPobre alegriacutea miacutea inmortal pan comida vino y ante ti que esteacute la mar azul y masticar lentamente y sentir maacutes fuerte el alma y la carne renovarse ndash y yo creo Dios miacuteo que he probado esa dicha tan honda Cuando han comido se tienden los brazos abiertos al iacutegneo cielo y mueve la mujer su cuerpo suavemente de un lado a otro y un canto de cuna lento arrastrado dulce se difundioacute en el aire Vaciacuteas caiacutean las palabras se hundiacutean en el limo de mi espiacuteritu mas recibiacutea en mi entrantildea el dulciacutesimo son y temblaban jadeantes de ansiedad las hojas pesadas y de-envoltura-gruesa de mi corazoacuten Sentiacutea dolor trataba de recordar abriacutease-y-cerraacutebase mi pecho ndashvasto patio mar azulado higueras olivos vintildeasndash y una mujer de-marmoacutereo-cuello que amamantaba a un infante iexclay de miacute si pudiera subir a una alta cumbre y una aguda voz sacar Y repentinamente mi garganta se hinchoacute y mis sienes estallaron iexcly otra vez me trajo hasta ti el llanto estirpe humana (II 351-366)

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La muerte como hombre pleno que tomoacute la forma de tentacioacuten de inmortalidad (Calipso) de inconsciencia animal (Circe) y de vida muelle y feliz (Nausiacutecaa) parece tambieacuten adoptar el rostro de la patria tan anhelada pero que comienza a ser estrecha

Sella sus labios amargos y no pronuncia ya palabra Contemplaba el fuego que se sumiacutea la llama que se marchitoacute coacutemo se espolvoreaba y se extendiacutea en el rescoldo la ceniza Vueacutelvese y mira a su mujer divisa al hijo y al padre y estremecioacutese de suacutebito suspiroacute y tocoacute sus labios con la mano ahora comprendiacutea tambieacuten era la patria rostro dulce de muerte Como de fiera que se cogioacute en la trampa sus ojos giran y se mueven llameantes amarillos en sus profundas cuencas Estrecho como aprisco de pastor pobre parecioacutele el palacio paterno una duentildea de casa ya marchita tambieacuten esa mujercilla y el hijo como anciano octogenario todo lo pesa con cuidado (II 429-440)

Lentamente la patria se va transformando en una nueva prisioacuten Cuando en el festiacuten popular un viejo cantador recuerda los elevados presagios que presidieron el nacimiento de Odiseo eacuteste estalla en coacutelera contra siacute mismo

Mudo e inclinado escuchaba el arquero mordieacutendose los labiosy lejos su espiacuteritu se hallaba en cavernas y mares desoladasY en cuanto el bardo cerroacute sus grandes y haacutebiles labiosse estremecioacute respirando con fuerza y sus untildeas se clavaron en el tronoy en las mesas cayeron las copas de oro y derramaacuteronseY llena de acre burla y enojo su voz atruenalaquoiexclVerguumlenza miacutea ya mis dientes se aflojaron encanecieron mis cabellosy auacuten en obras nimias estoy gastando mi almaiexclToda la tierra he saqueado y mis manos ya se hartaronno hay maacutes mares para que yo atraviese ni otros hombres que

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encontrary entonces lleno de ufaniacutea vine a anclar aquiacute para podrirme en la patriaraquoDijo y se sentoacute girando por todo alrededor los ojoscual si fuese un mal suentildeo y pesadilla esta junta de genteTembloacute el pueblo y sus copas se quedaron en el aire (I 1212-1224)

Lentamente la anhelada patria se va transformando en una nueva prisioacuten y la idea de partir se va afirmando en el alma de Ulises En Carta al Greco en el capiacutetulo titulado ldquoCuando la semilla de la Odisea maduraba en miacuterdquo hace Kazantzakis una emocionante evocacioacuten de Ulises en la que se da un traer el personaje remoto hasta nosotros mismos39 El artista cretense recuerda en esas paacuteginas la eacutepoca angustiada en que dio por pasadas las ldquotres estaciones de su peregrinacioacutenrdquo que habiacutean sido Cristo Buda y Lenin La inquietud que lo atormentaba en su retiro de Creta fue disipaacutendose a medida que iba hacieacutendose maacutes niacutetido el nuevo camino de su vida y de su obra mayor la Odisea Sus dudas vinieron a desaparecer cuando reconocioacute a su verdadero y uacuteltimo guiacutea ldquoEras tuacute ndash iquestcoacutemo podriacutea dejar de reconocerte enseguidandash eras tuacute capitaacuten del barco de Grecia mi antepasado mi amado tatarabuelo Con tu gorro puntiagudo tu espiacuteritu insaciable y taimado que forja faacutebulas y se regocija de su mentira como de una obra de arte aacutevido y tozudo uniendo con soberana habilidad la prudencia del hombre al delirio divino de pie sobre el barco de Grecia sostienes el timoacuten sin soltarlo desde hace millares de antildeos y por millares de antildeos ldquoTe miro por todas partes y mi mente siente veacutertigo Ya te me apareces como un viejo centenario ya como un hombre maduro de cabellos azules y rizados salpicado de rociacuteo del mar ya como un nintildeo pequentildeo que se ha prendido a la tierra y al mar como a pechos maternos

39 Constantino Kavafis (1863-1933) desde la deacutecada del 90 del siglo XIX utilizoacute con extraordinaria originalidad el paralelismo de lo antiguo y lo actual para expresar la angustia e inquietud del hombre contemporaacuteneo e intentar asir el tiempo en la poesiacutea anticipando asiacute procedimientos que luego se daraacuten en poetas como Eliot Pound y en Grecia en Seferis

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y se amamanta Te miro por todas partes y me esfuerzo por aprisionarte en el lenguaje por inmovilizar tu rostro y poder decirte iexclYa te tengo iexclYa no te me escaparaacutes Pero tuacute haces estallar la palabra ndash iquestcoacutemo podriacutea contenertendash Te deslizas y escapas y oigo tu risa en el aire por encima de mi cabezardquo Y alliacute se dibuja tambieacuten el sentido de la auteacutentica Itaca ldquoY muy al principio cuando auacuten no te conociacutea coloqueacute en tu camino para impedir tu partida lo que yo creiacutea la trampa maacutes haacutebil Pero tuacute habiacuteas reiacutedo a carcajadas respirando profundamente e Itaca habiacutea sido pulverizada Fue entonces cuando comprendiacute alabado seas tuacute destructor-de-patrias que Itaca no existe no hay maacutes que el mar y una barca minuacutescula como el cuerpo del hombre y en ella el Espiacuteritu por capitaacutenrdquo Varios rasgos del hombre de-muacuteltiples-aspectos se esbozan en este capiacutetulo de Carta al Greco Su examen detallado no podriacutea faltar en un estudio de la Odisea Aquiacute en estas paacuteginas introductorias nos limitamos a ciertas facetas que denotan la profunda humanidad del personaje insaciable resumidas acaso en las liacuteneas siguientes ldquoDe pie sobre sus cuadernas de hueso hombre-y-mujer-a-la-vez siembra y pare pare las alegriacuteas y las tristezas las bellezas las virtudes y las aventuras toda la fantasmagoriacutea del mundo sangrante y amado Estaacute de pie inmoacutevil los ojos fijos en la catarata de la muerte que atrae a su naviacuteo y arroja incansablemente como un pulpo sus cinco dedos hambrientos sobre la tierra y sobre el marrdquo40 ldquoPor sobre mi cuerpo se erguiacutea otro cuerpo visiblehellip y era eacutel el que ordenabahellip yo no era sino la sombra fiel que lo seguiacuteahellip Con los ojos plenos de su presenciahellip me inclineacute sobre el papel Pero la hoja virgen ya no era como lo habiacutea sido hasta entonces un espejo que reflejaba mi rostro Vi por primera vez el semblante de mi gran Compantildeero de Rutardquo41 ldquoPotente e inolvidable visioacuten que no lo abandonaraacute ya maacutes con Ulises y sus compantildeeros de aventura va a vivir durante doce antildeos escribiendo las versiones sucesivas de la grande epopeya y su sombra gigantesca se extenderaacute sobre eacutel hasta el fin de su vidardquo42

40 Kazantzakis N Carta al Greco paacuteg 58141 Ibiacutedem paacuteg 57942 Baudier M L op cit paacuteg 11

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El tema del viaje reviene como una obsesioacuten en su vida y en su obra pero el gran viaje que hizo y que duroacute la parte maacutes fecunda y maacutes apasionada de su existencia fue con Ulises ese hermano ese compantildeero bienamado creado de la substancia misma de sus deseos de su fe de sus ambiciones y que los arrastroacute a los mares y las tierras desconocidas y a las aventuras espirituales maacutes temerarias Ulises-Kazantzakis se ahogaba en los marcos demasiado estrechos ldquoYo sentiacutea ndashdice eacutelndash que mientras maacutes avanzaba Odiseo maacutes se ampliaba su ego haciendo estallar cada mundo nuevo ndashego familia patria razandash y lo sentiacutea identificarse maacutes y maacutes con el iacutempetu misterioso e indestructible que se manifiesta sobre nuestro planeta bajo la forma de la vidardquo Al crear a su heacuteroe se creoacute a siacute mismo ndashnos dicendash pero hay que dar a su afirmacioacuten su auteacutentico significado Ulises representa para eacutel una experimentacioacuten voluntaria No se contenta con recorrer la tierra y los mares bajo los cielos estrellados para gozar de la belleza del mundo y enriquecer su vida con imaacutegenes y sensaciones nuevas sino que ensaya conscientemente ldquotodas las formas de vida libremente maacutes allaacute de programas y de sistemas y da a su Odisea las dimensiones de una epopeya del hombre modernordquo43 Cada ser acaso sea una siacutelaba de un magno canto de una inmensa Odisea ignota cuyo sentido no ha sido desentrantildeado La idea anotada en El jardiacuten de rocas reaparece en el poema Cada alma es un signo velado bordoneante una siacutelaba en la magna y ahogada cancioacuten marina errabunda

iexclAy si levantaacuteramos desde las ondas nuestra pobre cabezacuanto pueden nuestros seres a la luz y al aire suavepara ver y navegarlo al sagrado canto enteroMezclarnos todos siacutelaba con siacutelaba pegada para hallarel sentido oculto del viaje y el brillante puertoiexclLevaacutentate arquero trepa sobre tu cabeza y yeacuterguete alliacutepara que contemples y para que goces las albas brumosas de la humanidad (XIV 622-628)

43 Baudier M L op cit paacuteg 20

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El Ulises de Joyce y la Odisea de Kazantzakis

Puesto que el poema del escritor griego y la novela del irlandeacutes parten de la utilizacioacuten de elementos de la Odisea homeacuterica para expresar el alma del hombre actual es interesante tratar de bosquejar algunas liacuteneas comparativas Kimon Friar en su estudio La Odisea de Nikos Kazantzakis y en el proacutelogo a su traduccioacuten inglesa del poema y Stanford en el capiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo del ya citado libro The Ulysses Theme El tema de Ulises esbozan algunos aspectos del tema Para Stanford la mejor prueba de la vitalidad extraordinaria del mito odiseano la constituyen las dos magnas obras contemporaacuteneas que lo utilizaron para tratar de expresar el mundo del siglo XX a tres milenios de distancia de su punto de partida Grandes en extensioacuten y densidad las dos han merecido calificativos ldquoastralesrdquo Inmenso aerolito caiacutedo que permanece como una isla de piedra en el lago de las letras griegas cordillera majestuosa de alguacuten paiacutes desconocido e inexplorado se ha llamado a la Odisea Un nuevo planeta se ha dicho de Ulises planeta apenas conocido ldquoy los que lo exploran no piensan dar en mucho tiempo una descripcioacuten de eacutel que agote siquiera sus bellezas maacutes aparentes y sus tesoros menos ocultosrdquo44 iquestQueacute hay de comuacuten entre estas dos obras cumbres de dos escritores de tan diversos mundos y raigambres espirituales A esta pregunta que se formularon muchos cuando aparecioacute la Odisea se agrega naturalmente otra iquestqueacute relacioacuten hubo entre los designios de los escritores al proyectar esas obras Sabemos que Joyce ya de estudiante manifestoacute su preferencia y atencioacuten por el personaje Ulises Estudioacute a Homero con asiduidad y siguioacute al heacuteroe a traveacutes de diversas obras modernas Esta etapa se cumplioacute tambieacuten en Kazantzakis admiracioacuten por la figura de Odiseo estudio intenso de Homero y de muchos recreadores del mito odiseano Stanford ha destacado la actitud ldquoafectivardquo hacia Ulises de ambos escritores sentildealando que ldquotanto a Joyce como a Kazantzakis les gusta Ulises y lo admiran y de alguna manera se sienten espiacuteritus hermanados con eacutel Para ellos no es sencillamente un peoacuten maleable en alguna campantildea propagandiacutestica o una ejemplificacioacuten uacutetil de cualidades

44 Mercanton J ldquoJames Joycerdquo proacutelogo al Ulises de Joyce paacuteg 7

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morales (o inmorales) o una figura-tipo conveniente para un argumento convencional sino un medio de explorar una situacioacuten tanto del hombre moderno como de los autores mismos Otros autores naturalmente ya habiacutean utilizado tambieacuten el personaje-imagen de Ulises de esta manera pero no tan comprehensivamente Dante Euriacutepides Soacutefocles y los otros contribuidores a la tradicioacuten con actitud social habiacutean mostrado la inteligencia decidida de Ulises en su trabajo en las varias esferas limitadas de la vida humana Joyce y Kazantzakis intentan mostrarle en casi cada actividad tiacutepica de vidardquo45 Anota Stanford otra similitud entre los dos autores ldquoTanto Joyce como Kazantzakis son rebeldes o quizaacutes exiliados seriacutea mejor el teacutermino de las creencias tradicionales de sus antepasados Joyce de aquellos de la Europa occidental latina y Kazantzakis de aquellos del oriente griego y eslavo En la poliacutetica han repudiado el nacionalismo estrecho y en la religioacuten la ortodoxia coactiva Este exilio personal se refleja en sus retratos de Ulises Pero han empleado su exilio no en antildeoranzas llorosas como aquellas de Ulises en la isla de Calipso sino medio de ver los problemas de la vida contemporaacutenea desde una perspectiva maacutes clarardquo46- La primera constancia del proyecto de Kazantzakis la encontramos en una anotacioacuten de agenda fechada el 18 de diciembre de 1914 antildeo en que Joyce comenzaba a escribir Ulises En esa nota el autor griego se refiere con emocioacuten al pasaje de Dante sobre Ulises en el Canto XXVI del Infierno La idea seguramente ya se habiacutea dibujado antes en su espiacuteritu pero no cobraba forma definitiva Por esos mismos antildeos escribe su tragedia Ulises que parece mostrar alguna influencia de El arco de Ulises de Gerhart Hauptmann (1914) Aquella obra dramaacutetica de Kazantzakis posee cierto estilo claacutesico y no se advierte en ella una renovacioacuten del tema de Itaca47

45 W B Stanford op cit pp 270-271 Jacqueline de Romilly anota que de Platoacuten procede la liacutenea que lleva al moderno Ulises irlandeacutes un hombre comuacuten y corriente Ver a este respecto La Repuacuteblica IX 620 cuando Odiseo puesto a elegir su condicioacuten en una nueva vida escoge la βίον ανδρός απράγμονος vida de un paciacutefico hombre particular46 Ibiacutedem pp 271-27247 Nuestra versioacuten de esta obra aparecioacute en el volumen N Kazantzakis Teatro Centro de Estudios Griegos Santiago 1978

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Mientras el Ulises de Joyce aparecioacute en 1922 el proyecto de Kazantzakis continuaba soacutelo como plan En 1924 se publicaron en Atenas fragmentos de algunas rapsodias al parecer concluidas La primera redaccioacuten completa fue terminada en 1927 y soacutelo diez antildeos despueacutes poniacutea el escritor punto final a la seacuteptima y uacuteltima versioacuten completa Las obras del griego y del irlandeacutes constituyen una recreacioacuten de un mito antiguo y ambas poseen cierto caraacutecter de ldquosummardquo de su tiempo aunque sus perspectivas son bastante diversas En ambas se da un innegable simbolismo eacutepico aun cuando en la Odisea falte el elemento de la atmoacutesfera marcadamente naturalista del Ulises De las dos obras podriacutea decirse con palabras de Edmond Jaloux (estudioso de Joyce y tambieacuten admirador de la poesiacutea neogriega) ldquoAl mismo tiempo realista y simbolista este monumento ndashenigma y laberintondash mira hacia el pasado y hacia el porvenirrdquo Como se ha hecho notar en repetidas ocasiones el epicismo del Ulises es una especie de antiepicismo Bloom-Ulises es ldquola apoteosis del fracasordquo y su odisea es ldquola epopeya de las frustraciones psicoloacutegicas y los desajustes socialesrdquo ldquoHenos aquiacute ahora ndashdice Mercantonndash ante el Ulises de hoy errante en su ciudad rodeado de todos y siempre solo haciendo escala en todas partes y prolongando su carrera casi hasta el final de la noche No es otra cosa que un hombre errante en una ciudad conocida en donde todo le es familiar siempre al encuentro de un vecino de un compantildeero de un rival o de un amigo tan amenazado como el primer hombre en la naturaleza perdido como eacutel en el mar donde las rutas mejor trazadas se borran tan desnudo como eacutel desde el nacimiento ante el sufrimiento y la muerte y siempre solordquo48 Este Ulises-Bloom este hombre de hoy reproduce en su viaje de un diacutea desde el desayuno hasta la medianoche la larga travesiacutea de diez antildeos de su remoto antecesor pero dentro del espacio reducido de determinadas manzanas de la ciudad de Dubliacuten un 16 de junio de 1904 El Ulises-Ulises de Kazantzakis es tambieacuten un hombre errante un hombre de hoy aunque pueda parecer primitivo muchas veces y un hombre siempre solo Solitario μονιάς moniaacutes es justamente uno de sus epiacutetetos maacutes repetidos Su nueva travesiacutea parte desde un verso

48 Mercanton J op cit paacuteg 15

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determinado de Homero el 477 de la rapsodia XXII Volvioacute de Troya y quiso hacerse a la mar nuevamente Su peregrinar no tendraacute retorno mientras que siacute lo tiene el vagar de Ulises-Bloom Y no va errante por una ciudad y en un diacutea sino por las eacutepocas los mares y los continentes hasta llegar a la nada en los hielos antaacuterticos El poema homeacuterico se prolonga indefinidamente a traveacutes del kazantzakiano Pero el heacuteroe va cambiando a medida que avanza en el espacio y en el tiempo Ya no es heacuteroe es un hombre Ya no es un vencedor es un asceta Ya no es un luchador es un pensador Solo en el fondo va avanzando hacia la soledad total Camina piensa medita busca Se ha dicho que el Ulises y la Odisea homeacuterica son como dos liacuteneas paralelas que jamaacutes se encuentran Bien podriacutea decirse que la epopeya homeacuterica y el poema kazantzakiano son como dos liacuteneas divergentes que nunca podriacutean encontrarse En la obra de Joyce el mito odiseano se ha sobrepuesto sobre el mapa de Dubliacuten y el paralelismo del caminar de Bloom con la ruta del heacuteroe homeacuterico es de una exactitud y detallismo sorprendentes aunque la ordenacioacuten del relato tenga variantes significativas En el poema de Kazantzakis se aprovecha soacutelo algunos elementos esenciales del mito El desarrollo de la obra viene a ser la inversioacuten misma de la leyenda de la vuelta a la patria y al hogar La obra de Kazantzakis cambia radicalmente el sentido de las tres uacuteltimas rapsodias de Homero El encuentro con Peneacutelope y el reconocimiento en la rapsodia XXII pasan a ser episodios distintos lo mismo sucede con el encuentro y reconocimiento por parte de Laertes en la rapsodia XXIV Cambian los rostros del hijo de la esposa y del pueblo Empiezan a desaparecer la antigua Itaca y los dioses que guiaban seguros a los hombres preferidos Ulises siente renacer el fuego de su espiacuteritu Y sale otra vez a navegar Pero su peregrinaje cambia tambieacuten de sentido La buacutesqueda de conocimientos y experiencias que atribuyoacute Plinio al segundo viaje y que destacoacute Dante deviene la buacutesqueda de explicacioacuten vital la ldquopersecucioacuten de un diosrdquo El Ulises de Kazantzakis va errante en buacutesqueda de Dios como el Ulises de Homero va en buacutesqueda de la patria A ambos los hace arder la nostalgia La diferencia es que uno encuentra a Itaca (como Bloom encuentra su hogar) mientras el otro buscando el verdadero Dios llega a ser asesino-de-los-diosesrdquo49

49 Prevelakis op cit paacuteg 108

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Stanford al explicar el porqueacute del tiacutetulo ldquoEl heacuteroe reintegradordquo anota precisamente uno de los aspectos que relaciona las obras de Joyce y la de Kazantzakis en un paacuterrafo que vale la pena reproducir por entero ldquoCon una sola excepcioacuten todos los retratos de Ulises descritos en los capiacutetulos precedentes han sido incompletos Soacutelo Homero presentoacute al hombre en su integridad el rey sabio el esposo y padre carintildeoso el guerrero bizarro el politique elocuente y habilidoso el viajero intreacutepido el heacuteroe amado de la diosa el exiliado anhelante el inventor de muchas argucias y disfraces el vengador triunfante el nieto de Autoacutelico y el favorito de Atenea Los sucesivos escritores a lo largo de la tradicioacuten seleccionaron por lo general uno de estos papeles o varios interrrelacionados a conveniencia de sus inclinaciones personales o de sus propoacutesitos artiacutesticos Algunos de ellos aunque cintildeeacutendose a un aspecto uacutenico del caraacutecter y de la trayectoria de Ulises efectivamente sugieren tambieacuten algunas de las perspectivas maacutes profundas de su personalidad Dante a pesar de que su preocupacioacuten principal es la de demostrar lo pecaminoso de Ulises no ignora del todo su amor hacia el hogar y su nobleza heroica El Ulises de Shakespeare es sobre todo el hombre de las artes poliacuteticas pero su amabilidad hacia Troilo contribuye a revelar un aspecto maacutes tierno de su naturaleza reminiscencia de su sentimiento hacia Teleacutemaco en la Odisea A traveacutes de simbolismos y alusiones Giradoux insinuacutea mucho maacutes en su retrato de Ulises como embajador de lo que hacen Racine y Seacuteneca en los suyos Sin embargo no hay autor ni reciente ni antiguo que haya intentado rivalizar con la amplitud del relato de Homero hasta el siglo XX Cuando un novelista irlandeacutes y un poeta griego produjeron dos interpretaciones contemporaacuteneas del heacuteroe tan perseverante James Joyce en su Ulises (1922) y Nikos Kazantzakis en su Odisea (1938)rdquo50

50 W B Stanford op cit- p 257

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LOS PRESENTES ENSAYOS

No son pocos los aspectos de la Odisea que estaacuten por estudiarse Acaso el maacutes olvidado es el de la riqueza de la expresioacuten poeacutetica Si bien como hemos anotado anteriormente la bibliografiacutea en torno al poema se ha incrementado bastante en las uacuteltimas deacutecadas Los ensayos y estudios publicados se centran en otras de las muacuteltiples aristas de la Odisea Creemos que con razoacuten ha podido decirse que el poema es un ldquooceacuteano de poesiacuteardquo Son verdaderamente innumerables las hermosas imaacutegenes y comparaciones que se suceden mostrando una fantasiacutea poeacutetica inagotable Soacutelo estas uacuteltimas requeririacutean un muy extenso estudio Son como lo hemos anotado antes ya verdaderamente innumerables y muy bellas Las expresiones referentes al paso del tiempo son tantas y de tal variedad que mereceriacutean un estudio detallado La presencia del tiempo en la Odisea nos trae a la memoria las palabras de Jaeger sobre el tiempo en los poemas homeacutericos ldquoNinguacuten diacutea se halla tan henchido de confusioacuten humana que el poeta olvide observar coacutemo se levanta y se hunde el sol sobre los esfuerzos cotidianos coacutemo sigue el reposo al trabajo y la lucha del diacutea y coacutemo el suentildeo que afloja los miembros abraza a los mortalesrdquo51 Soacutelo que de acuerdo a los especialistas la accioacuten en la Iliacuteada transcurre en 51 diacuteas y en la Odisea 41 Verdad es que a traveacutes de los relatos internos ese tiempo se dilata en el poema del regreso de Ulises En la obra de Kazantzakis por el contrario son realmente incontables los antildeos y los diacuteas que transcurren Y asiacute las ocasiones en que el alba - ldquola aurora de rosaacuteceos dedosrdquo ldquoaurora de azafranado velordquo ldquola hija de la mantildeanardquo ndash viene a reemplazar la oscuridad de la noche son innumerables Y en cada una hallamos una o varias imaacutegenes distintas Y lo mismo sucede con las otras manifestaciones del paso del tiempo a traveacutes de cada diacutea Y asiacute tambieacuten con la sucesioacuten de los meses de las estaciones de los antildeos

51 Jaeger W ldquoHomero el educadorrdquo En Paideia p 61

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I El tiempo

ldquoLa Odisea ndashdice Robert Leacutevesquendash no es maacutes que una serie de deslumbrantes variaciones sobre el tema de la no esperanzardquo52 La certidumbre de la nada final planea sobre las rapsodias del poema como los motivos de la buacutesqueda de Dios del tiempo y de la muerte elemento que domina casi obsesivamente la obra A la muerte dedicamos otro capiacutetulo de este ensayo pero no podriacuteamos dejar de recordar uno de esos versos lapidarios del poema que muestran la unidad inexorable de ambas realidades el tiempo y la cesacioacuten de la existencia humana

Soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

El tiempo y su paso inexorable constituye uno de los motivos dominantes del poema ligado como dijimos al de la muerte Pese a que el desarrollo de la accioacuten parte desde Homero el lector pronto tiene la impresioacuten de que se estaacute avanzando vertiginosamente en el tiempo Verdad es que en Creta todaviacutea se alude a algunos personajes y elementos homeacutericos pero eacutestos ya se encuentran desfigurados y desleiacutedos El tiempo avanza y signo de ello sean acaso el envejecimiento de dos personajes que siempre fueron presentados en edades inmutables y hasta indeterminadas por poetas y narradores Ulises y Helena Ambos envejecen a traveacutes del poema ambos llegan a ser ancianos de cabello albo Helena en la isla de Creta donde ancloacute definitivamente Odiseo en las selvas y montantildeas del Aacutefrica53

52 Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo en Cahiers du Sud Ndeg 377 paacuteg 35653 El motivo de Helena envejecida preocupoacute a Kazantzakis antes y despueacutes de escribir la Odisea En Los hermanos enemigos encontramos este pasaje en las paacuteginas finales del diario de Leonidas joven combatiente muerto durante la Guerra Civil (1947-49) ldquoDe nuevo siento en mis entrantildeas despertarse al gran patriarca de nuestra raza Homero Como una semilla en el fondo de miacute mismo me estremece el deseo de que a menudo te he hablado amor miacuteo el de que Dios me conceda un diacutea el poder cantar el encuentro de Homero con Helena La hija del cisne es vieja ahora su garganta estaacute ajada los dientes y el cabello se le han caiacutedo Menelao ha muerto y de todos los heacuteroes que antantildeo combatieron por ella unos han muerto tambieacuten y los otros han retornado a la infancia Nadie se acuerda de Helena Sentada inconsolable entre las adelfas y a la orilla del Eurotas piensa en su vida iquestPor queacute nacioacute iquestPor quieacuten Su vida ha huido sin provecho para nadie Brilloacute el tiempo lo que dura un relaacutempago y

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El transcurrir del tiempo Las alusiones al paso del tiempo son innumerables en la Odisea Kazantzakis posee una especial maestriacutea para trazar en pocas liacuteneas el avance continuo y fatal del tiempo El transcurrir del tiempo se expresa de las maneras maacutes diversas Se manifiesta en los elementos maacutes variados desde los astros hasta los objetos maacutes pequentildeos e insignificantes de la tierra y todos ellos ademaacutes se presentan con matices muacuteltiples Grandeza e infinitud sideral el paso de las estaciones y su cortejo de cambios en la vida del hombre sencillo el transcurrir del diacutea y la noche plaacutecidos feroces ardientes misteriosos fantasmales el curso de las horas y los instantes con caracteriacutesticas muchas veces coincidentes con el desarrollo acelerado alegre cansado aplastante o agobiador de los acontecimientos Examinar exhaustivamente el tiempo dentro del oceaacutenico poema seriacutea un trabajo que excederiacutea muy ampliamente la extensioacuten de este ensayo De alliacute que debamos limitarnos a algunos aspectos y que no podamos pretender agotar la ejemplificacioacuten posible respecto de ellos El girar de nuestro planeta o del cielo y sus astros constituye un motivo de la sensacioacuten temporal en la Odisea

Gira la tierra lentamente transcurre el tiempo entiacutebianse los diacuteas cruciformes saetas velociacutesimas pasan las golondrinas hilos finos de mil especies llevan van tejiendo la trama de sol agua y brisa tibia y en la robusta urdimbre de la tierra bordan la primavera con sus flores y sus huevos caacutelidos Se llenoacute el carpe de retontildeos y dio sombra el fresno a los apriscos (VII 874-879))

En la segunda rapsodia durante el relato de la permanencia de Ulises junto a Calipso en la inconsciencia en la que lo sumioacute el amor de la ninfa el tiempo pasa y su signo son los astros-dioses que se apagan y encienden

luego se extinguioacute El olvido la acechahellip Helena suspira bajo las adelfas iexclHuir partir de nuevo irse lejos Pareciacutea como si un amante divino la atrajera cantando hacia una lejana orilla ldquoiexclAh iexclPartir de nuevo para escapar a la muerterdquo- N Kazantzakis Los hermanos enemigos paacuteg 777-8

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Giraba el cielo desde los cimientos junto a nuestra labor y se apagaban los astros en el pieacutelago y otros riendo se encendiacutean y nosotros igual que dos lucieacuternagas brillaacutebamos unidos en la arena Pendiacutea primero Zeus risuentildeo y titilaba cual sol nocturno y gozaba admirando allaacute abajo en una ribera solitaria a una diosa de rubia cabellera que temblaba y engendraba fruto al abrazo terroso de un mortal Detraacutes un hombronazo armado caminaba de prisa rodando por los valles restallando en las rocas girando cual cangrejo de fuego era Ares sanguinario y mientras reiacuteamos nosotros sobre los guijarros resbalosos Y postrera hacia la aurora pasaba con sus blancos albatros danzando risuentildea entre bruma rosada la graciosa Afrodita y suavemente en la tierra acariciaba a los dos cuerpos que alliacute en la playa unidos descansaban como el raudo aletear del aacuteguila atravesaban sobre nosotros y en el cielo vaciacuteo se perdiacutean nuestros diacuteas y noches (II 90-106)

El ropaje alegoacuterico que como podremos apreciar maacutes adelante se muestra con riqueza extraordinaria en las alusiones al sol suele participar en descripciones del avance temporal

El Ayer y el Hoy se yerguen cual dos leones de abundante melena lomo con lomo apegados con el disco de-llameante-ojo del sol y lo hacen rodar suavemente por el suelo y juguetean Se desliza el astro y en la tierra cambian de vestido los espiacuteritus Sus verdes camisolas se descoloraron y se deslieron deshojaacuteronse los aacuterboles y se abatieron las lluvias cogen las grullas sus polluelos y del tiempo de-pies-raudos brotan zarcillos y avanzan y avanzan hacia el sol (VII 735-42)

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La rueda del tiempo gira incesante independientemente del aspecto que tomen sus manifestaciones como la noche que en el pasaje siguiente cae ldquode improviso como espada dividiendo al mundordquo

El tiempo va pasando y girando la rueda la luna se enciende y se apaga como una corza tieacutendese la tierra a los pies del arquero y eacuteste la acaricia sin hablar con su mano derecha Ora se arrastran afluentes de riacuteos ora pasan valles florecidos ora ondula-como-tigre un arenal oro-amarillo se truecan los aromas y los paacutejaros y las lenguas de los hombres cambian los instrumentos y los bailes y nuevas maacutescaras cubren a las viejas deidades y traen los temores seculares Queacutemase el diacutea chichirran las piedras igual que las cigarras y cae la noche de improviso como espada dividiendo al mundo se alivian los seres vivientes del yugo del sol-de-arco-de-fuego y lentamente merodean hambrientos por sus ocultos cubiles y enciende sus cirios el cielo el vasto candelabro (XXI 1-13)

La alternancia de las estaciones y su paso son una de las formas en que el curso inexorable del tiempo se manifiesta a los hombres

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes-ancianas pasan los diacuteas alineados (XXII 216-219)

Llegoacute el invierno las cumbres se llenan de nievese vistieron los chacales con pelo largo las zorras y las garduntildeasse ponen en las montantildeas sus pieles maacutes espesastiembla tambieacuten Dios lleno de cuitas en el gusano desnudoTiempo hay en que la tierra florece tiempo en que da frutostiempo en que sopla el invierno-de-la-muerte y dioses plantas

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y hombresse acumulan de nuevo en el suelo y recomienza la rueda (XV 1042-1048)

Muchas de las descripciones del transcurrir de las estaciones adoptan un tono de objetividad que recuerda el clima de la poesiacutea popular como el pasaje siguiente en el que la actividad de las aves y su emigrar constituyen el elemento maacutes desarrollado

Ya ha pasado el ardoroso estiacuteo quemaron los rastrojos se balancean colgantes en las vides los paacutempanos que dejara la vendimia Clama el cuclillo dulcemente por lluvia por sequedad el ave de la noche baten las grullas las alas entre los ceacutefiros danzan y las aves que quieren emigrar se agrupan en los aacuterboles despliegan las alas y las mecen hinchan sus pechugas tibias y todas sienten el cielo como senda interminable y se estremecen (II 927-933)

La misma llegada del invierno se dibuja ahora en un solo verso si bien la complementamos con la mencioacuten astral que sigue en la cual a la idea de la caiacuteda de la constelacioacuten se antildeade un elemento inusitado en el chirrear de las aguas

Poco a poco decantaacuteronse los vinos y cayoacute ya el invierno Se desplomoacute a lo lejos la Pleacuteyade en la costa y las aguas chirriaron como si carbones encendidos se apagaran en la ola espumosa (VII 743-745)

Las menciones astrales ligadas al paso de las estaciones constituyen tambieacuten formas de descripciones temporales

Y transcurren las lunas y se desliza y pasa la rueda de la tierra y pasaron las lluvias y pasoacute el tibio y moderado invierno y en la pequentildea simiente tiembla la espiga auacuten no nacida

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Se puebla la tierra de cabello echan aroma los cerros y los suelos despiertan y se posoacute en la rama el cuclillo y se embelesa en pensamientos (XV 674-8)

Y a veces en la concisioacuten de un solo verso Kazantzakis hace pasar ante nuestra mente dilatado espacio de tiempo

Las lunas florecen y marchiacutetanse y giran en ciacuterculo los soles (XVII 902)

Otras veces estaacute presente la apreciacioacuten subjetiva de la presunta mayor o menor rapidez de esa carrera indetenible como en esta reflexioacuten que surge cuando Ulises y sus nuevos compantildeeros construyen la embarcacioacuten que los alejaraacute para siempre de Itaca

iexclAy coacutemo transcurre el tiempo y coacutemo gira veloz la rueda de la tierra cuando pensamiento y manos emprenden una obra grande Sumioacutese el antildeo y cantoacute por vez primera entre las oliveras54 el cuclillo reverdecioacute la negra tierra y tomaron tono rosa los acebos y las golondrinas arribaron en las manos tibias del huacutemedo Noto55 (II 1038-42)

En cambio despueacutes de la inmensa travesiacutea al corazoacuten del Aacutefrica y antes de la destruccioacuten total de la ciudad ideal cuando en la plena soledad Ulises cumple en el monte rocoso y desnudo todas las etapas de la Ascesis el ritmo temporal se muestra muy diverso

Y la noche lenta pasa interminablemente con todos sus milagros perfuma la tierra refrescose gotas de lluvias gruesas y serenas rociaron su rostro ardiente las piedras exhalaron risas y azulados relaacutempagos lamieron las cimas oscuras

54 Olivos55 Noto Viento del sur

53

Allaacute en los campos extendioacute el labrador su mano y se regocijoacute cual raiacuteces brillaron en los cimientos del mundo los difuntos (XIV 915-20)

En la bella historia que Odiseo narra a sus compantildeeros cuando enfrentan el imponente Nilo sobre los tres hombres que juraron remontar su curso en busca del agua inmortal ndashabuelo padre e hijondash el tiempo en forma de antildeos toma un caraacutecter activo y brutal Desaparecidos ya los dos primeros tras cinco deacutecadas de bogar incesante prosigue el nieto la terrible travesiacutea sin fin

Antildeos y antildeos pasan en hilera por la orilla igual que caravanas cayeron sobre el joven blanquearon sus cabellos le comieron sus dientes lo llagaron le quebraron los dedos quebrantaron sus piernas (VIII 1278-80)

La apreciacioacuten del tiempo como alternancia de diacuteas y noches reviste en la Odisea variaciones y figuras muchas veces impresionantes desde aquel tipo de verso-siacutentesis como el que sigue en el cual no puede sino perderse en la traduccioacuten el encanto del vocablo compuesto en que se concentra justamente la alusioacuten temporal

Como una margarita iba deshojaacutendose la sucesioacuten-de-los-diacuteas- -y-las-noches (XVI 479)

Pasan los diacuteas rozando la mar blandamente cual neblina sus alas multicolores se deshojan de continuo y caen sobre las aguas y se despojan de las rojas vestimentas y de las aacuteureas pulseras como viacutergenes ancianas pasan los diacuteas alineados Se desvanecieron as fragancias y las aguas se enturbiaron y en medio de gran brumazoacuten triste estaacute colgando el sol resbalan las nubes en el cielo con remos veloces y con brisa y atraviesa el cielo-mar entero secreto estremecimiento (XXII 216-219)

54

Cual paacuterpados pesados se cierran y abren los diacuteas y las noches durante el remontar del magno riacuteo junto al desierto africano y adquieren aspecto inquietante y hasta feroz

Y arriba daba el sol vuelta al molino y moliacutea su fruto El viejo riacuteo se deslizaba mudo y los acompantildeaba agitaban las manos las palmeras daacutendoles bienvenida iexcly a lo lejos los zopilotes se abandaban56 y los seguiacutean mirando hasta cuaacutendo podraacuten tenerse en pie y agitar los brazos iexclCoacutemo se abriacutean y cerraban los diacuteas y las noches cual paacuterpados pesados y entraba el diacutea ardiente y saliacutea y golpeaba sus botines en los guijarros del riacuteo y en la arena granulosa Y las noches se poniacutean las estrellas en sus cuellos negros y cual viudas feroces viudas moras a la ribera descendiacutean y haciacutean tintinear los brazaletes ataviados-de-astros (XII 163-73)

En otras ocasiones seguacuten el cariz que la accioacuten toma durante esa larga travesiacutea es benigno y hasta plaacutecido el aspecto del transcurrir de los diacuteas y las noches aunque el desierto mantenga su matiz siniestro

Los diacuteas se moviacutean cual las amplias hojas del plaacutetano y las noches junto a ellas dulces lozanas cual mulatas De vientre el desierto cual tigresa se arrastraba hambriento (IX 1014-1016)

En otro de los muchos pasajes de la rapsodia IX alusivos al tiempo eacuteste aparece unido a la imagen del fluir eterno del riacuteo y los diacuteas en figura de aves parecen preceder a los viajeros de la barca de Ulises

Cual jaspeadas perdices-de-praderas atravesaban los diacuteas la ribera con pies encarnados y los seguiacutean los amigos igual que cazadores y transcurriacutea el tiempo y el riacuteo juntamente (IX 341-3)

56 Volaban en bandadas

55

La venida de la noche su paso y la llegada de la aurora que la disuelve es otra forma de expresioacuten del transcurrir cronoloacutegico que presenta variadiacutesimos matices en la Odisea como en estos ejemplos

La noche se abatioacute y en el cielo aparecieron las estrellas Suspiran en celo los paacutejaros nocturnos rugen los leones en los antros Ya es medianoche van de regreso los astros viene el alba rosaacutecea (XII 566-568)

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentaday aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisay dan fronda y viene la luz de la alborada y las siega veloz

(XXI 1242-5)

En las soledades antaacuterticas cuando Odiseo se aproxima ya a la muerte los hielos tienen un uacuteltimo brillo al venir la oscuridad nocturna

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente la noche se difundioacute muy suave azul-verdosa en el universo desolado (XXII 666-668)

Las horas otra medida humana del tiempo indetenible adquieren muacuteltiples aspectos en el poema En medio de la navegacioacuten suelen llevar el epiacuteteto de mariacutetimas y ser comparadas con elementos relacionados con el mar

Cruje el velamen colmado y las mariacutetimas horas con alas raudas pasaban igual que blancas gaviotas y se vino el ocaso y sirvieron la merienda en la cubierta danzante (VIII 977-79)

56

Caraacutecter bien distinto adquieren las horas en los rocosos montes donde Ulises cumple su ascesis cuando promedia la travesiacutea del Aacutefrica como en este pasaje en que tambieacuten se describe un atardecer plaacutecido

Ligeras pasan las horas de senos frescos entre los cerrose igual que cabras brincan en los riscos con sus sonajas de cobreya se ha detenido el sol allaacute en la cumbre se enyuga el diacutea suavementey lenta la luz se apoya en la bruma fresca y azulada del atardecer (XIV 39-42)

En el fluir fatal del tiempo el instante el segundo puede tener la equivalencia de la maacutexima duracioacuten de cada hombre que es su vida o la de eacutepocas antildeos diacuteas o la del momento detenido eternizado subjetivamente pese a su objetivo e inexorable pasar En el recuerdo remoto de su antigua vida ya hacia el final de su viajar por Aacutefrica siente Odiseo los segundos resonar como yelmos derrumbarse cual castillos o posarse en su espiacuteritu como aves

Calla el arquero se acordoacute de la encina de su padre iexclah coacutemo bailaba alguna vez en los sepulcros sagrados y llevaba aacutenforas de bronce con la sangre y regaba a las sombras En la lejaniacutea en una orilla remota cruzaba el antiguo Odiseo cual sombra de un buacutefalo muerto cual pensamiento del aire y poco a poco se aquietaba el pensamiento y siente la serenidad descender sobre los cantos de su cerebro-de-granito No era muda su serenidad no era un silencio profundo sino una tintineante caravana en los solares de su espiacuteritu las cosas viejas con las futuras se mezclaban en cada latido del corazoacuten como yelmos resonaban los segundos se derrumban cual castillos o como mirlos negros se posaban en su espiacuteritu y trinaban (XIX 384-95)

57

ldquoComo antildeos ahiacutetosrdquo pasan los segundos en algunas ocasiones (XVIII 1361) O se desploman lentos envolviendo el pasado y el presente en la rapsodia XVII cuando Ulises sumido en una extaacutetica contemplacioacuten crea toda clase de seres que luego desaparecen para soacutelo dejar a cinco de ellos que representan el drama de la vida animados por el sonido de una flauta de hueso humano tantildeida por el asceta solitario

Aacutebrese el alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea y medita el gran asceta bajo el destello difuso de la luna sus ojos se extendieron y han cubierto hasta su craacuteneo sus pies-y-manos se multiplicaron se enroscaban en la Luz diriacutease una rueda misteriosa que ha partido y no tiene detencioacuten Cual dos cuchillos de doble filo la vida y la muerte fulguraban en sus negros puntildeos jugueteaban subiacutean a lo alto y del aire caiacutean cruzaacutendose y cambiantes-como-los-relaacutempagos (XVII 1-8)

Suavemente en el anochecer va cayendo la luna y exhala la tierra un perfume acre y picante como de caqui florecido se mecen leves los follajes en la brisa se estremece la yerba y cual destellos de astros los ojos de los paacutejaros se abren en las hojas Hombres y espiacuteritus ya han desaparecido y dejaron tantas huellas cuantas dejan las aves en el aire o los barcos en el mar y escuchabas desplomarse cada instante en la oscuridad como miel de colmena invisible y hechizada en las entrantildeas Dulzura intensa y gozaba el gran atleta cada gota densa y perfumada que suaviza los dolores extracto de flores venenosas de toda especie y pensamientos y temores y cada gota era inmortal sin principio ni fin lo pasado lo presente las alas del tiempo salvaje dentro de ella se doblaban inmoacuteviles sumidas en la miel Fue vencido el tiempo y amigoacutese dentro de mi caacutelido corazoacuten como en el florecido terebinto se coge la alondra enamorada (XVII 20-35)

58

Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierra como un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campo deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo (VI 609-611)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamente la noche descendioacute la perdiz-de-las-piedras de-patitas-coloradas Inefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierra (V 65-67)

El aspecto del tiempo va cambiando a medida que Odiseo se aproxima a la nada final

Ya no mediacutea el Solitario los diacuteas-y-las-noches cada instante era una fontana del agua inmortal (XIX 1088-1089)

Y los segundos cada vez con maacutes frecuencia se pueblan con contenido de pasado de presente y aun de futuro Una especie de fantasmagoacuterica voraacutegine de sensaciones temporales acompantildea las jornadas postreras del asceta de cabello albiacutesimo que hace milenios partioacute un amanecer de la isla natal Alliacute mientras se construiacutea la barca

Como rosa en capullo yeacuterguese cerrada la hora futura

Ahora a miles de antildeos y kiloacutemetros otro es el aspecto del paso cronoloacutegico Se enrolla el tiempo en cada instante y salta como un tigre un segundo es en su mente lo pasado y lo de hoy y lo futuro el comienzo y el fin han cerrado el ciacuterculo hilado-por-la fatalidad (XIX 107-109)

59

El suentildeo y el recuerdo intenso transforman las proporciones temporales La nintildea ansiosa de hallar al dios masculino en Aacutefrica que figura dentro de un canto de la princesa cretense Dijtena cuando la nave de Ulises se aproxima al continente negro puede decir

Por un instante me debioacute coger el suentildeo pero antildeos mi mente atravesoacute (VIII 1066)

Tambieacuten los antildeos se vuelven segundos ndashidos inexorablementendash cuando el decadente Menelao rememora el fin de la guerra de Troya y la recuperacioacuten de Helena

Y el agotado soberano estremecioacutese como si su vida se vaciara pero pronto se reanimoacute se encendioacute en su interior la memoria laquoAunque mi vida toda haya sido un suentildeo y sombra vana quieras que no hermano la sagrada verdad abraceacute un diacutea cuando la ciudadela se quemaba y yo entre las llamas salvajes plena de perfumes pura lozaniacutea iexclcogiacute en mis brazos a Helenardquo Sonriacutee el guerrero con tristeza inclinado se recuerda coacutemo con sus manos levantoacute a la cervatilla desmayada y se hundioacute en las aguas hasta la cintura y erguido atravesoacute las olas en torno suyo deslumbraacuteronse los pueblos y al punto azules los diez antildeos se encendieron y apagaron como centellas en su espiacuteritu (IV 1075-85)

En ese encuentro con el pasado en Esparta tambieacuten para Odiseo antildeos y segundos se confunden

laquoTodo se borroacute se hundioacute en la tierra lo pasado pasoacute y simple y puramente gozo este momento santo en que estoy aquiacute erguido en este atrio famoso con mis cabellos grises

60

y sostengo en mis manos mortales a la luna inmortal iexclprimera vez lo juro que contemplo y toco a Helenaraquo Callaron y el tiempo se detuvo sobre las dos cabezas como el aacuteguila que se mece en las alas sobre la cima del aire Acaso pasoacute un instante acaso tambieacuten diez antildeos los diez antildeos que se borraron cual un relaacutempago para que fuera tomada la ciudad todo se trocoacute en maacutermol en la sala todo en el pecho se detuvo y la vida brumosa se aclaroacute y un cuento se volvioacute No ha habido matanza e incendio no hubo una soberbia ciudadela ni un buen mozo lascivo raptoacute a la hija-del-cisne un hondo llano con azucenas rojas un caramillo de enamorado zagalejo cogioacute dulcemente poco a poco sus espiacuteritus como nimbos y los depositoacute con levedad sobre lejanas cumbres

Se desvanecieron de improviso los encantamientos y volvioacute el tiempo a sus ruedas (III 1066-1082)

A medida que Ulises avanza en su liberacioacuten asceacutetica entre los muchos aspectos que adopta la sensacioacuten del tiempo hay momentos de exaltacioacuten extaacutetica o de intensidad contemplativa en que aqueacutel destila gota a gota dulce o imponente Asiacute por ejemplo cuando el peregrino escucha en la rapsodia XV el misterioso torrente subterraacuteneo

Debajo de la tierra un gran riacuteo fluiacutea veloz ocultamente y soacutelo se escuchaba el estruendo del agua invisible haciacutean nido las golondrinas-de-las-piedras en las sonoras oquedades y cual racimos de uva los murcieacutelagos colgaban en la boacuteveda Se resecoacute la garganta del arquero pone la cara en la roca abajo hasta el taloacuten gozoacute del santo frescor de Dios y cual rama de jazmiacuten florecieron al punto los huesos y crujieron y con morosidad acomodaacutendose en un pentildeasco saliente escuchaba inclinado el bufaacutelico mugido del sagrado torrente

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Y mientras oiacutea el tiempo pasaba gota a gota petrificando su espiacuteritu y suavemente percibioacutese la voz de Dios en el pecho del hombre (XV 347-57)

O cuando terminada ya la travesiacutea del continente de nuevo estaacute Odiseo ante la vista del mar y duerme junto a las olas

Ascendioacute el sol cae y riacutee sobre su cuerpo moreno y como miel destilaba dulce el tiempo por encima de su testa (XXI 551-552) La exaltacioacuten freneacutetica de la danza que se da en varios de los puntos culminantes de la accioacuten y de la ascesis en el poema conduce hasta a desbordar los liacutemites del tiempo a Ulises cuando al final de la rapsodia XXI llega a percibir la luz cegadora de la plena libertad

Saltaba el arquero y gritaba y la tierra en la vertiginosidad de la danza inalcanzable coacutemo se empequentildeecioacute y coacutemo echaba chispas iexcldiz cual novia que se entrega al rudo abrazo de un varoacuten Una iacutegnea lengua brincaba y lamiacutea con ansia el pequentildeo cuerpo oscuro de la tierra y eacuteste en la caricia cada vez maacutes se adelgazaba y se disminuiacutea como nintildea que es besada La tierra entera fue cogida y la plantoacute como semilla en su cerebro y todo aquello que habiacutea luchado por antildeos incontables por volverse en la matriz de la vieja noche raiacuteces hoja flor ahora en su craacuteneo rudo daba hojas floreciacutea daba frutos y luego se apagaba cual relaacutempago menor Ojuacute muy pequentildeo es el tiempo muy reducido el espacio y el baile del solitario se desborda y se va a caer del tiempo y cual estrella caudata va a fundirse en la noche del cosmos (XVI 1337-1349)

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Las epifaniacuteas del tiempo

La noche

La inexorable tiniebla perioacutedica que cae sobre la tierra es una de las manifestaciones del paso del tiempo Y como otras el atardecer el alba el curso de las estrellas y el del sol durante el diacutea aparece en la Odisea con los maacutes variados aspectos Como un almendro nuevo florecido perfuma en la Grecia y en Creta esparce sus fragancias como una noble sentildeora recargada de perlas mientras en el interminable peregrinar por Aacutefrica suele gemir gritar aullar vestirse con ataviacuteos fantasmales y hasta bestiales En un pasaje de la rapsodia XVIII se sintetizan en cierto modo durante la contemplacioacuten y el recuerdo de Odiseo ya asceta algunos de los rostros nocturnos

Y esta noche a la escasa luz-de-las-estrellas y el refrescante mistralsiente el sabor sagrado que dejaron en su entendimiento las noches infinitasque gozoacute de espaldas en la tierra contemplando los astrosy cada uno su dulzura poseiacutea y su amarga fragancia Allaacute en su isla patria lejos en el extremo del mundocomo un almendro nuevo florecido la noche perfumaba y por Creta como una sentildeora noble recargada de perlaspasaba exhalando fragancia con la luna como talismaacuteny un negrito desnudo llevaba su cola llameanterecamada-de-oro y con lentejuelas de lucieacuternagasEn Aacutefrica la noche gemiacutea como un bosque impenetradolas estrellas mudas como ojos terribles brillaban en la oscuridadtigres y leones y leopardos diriacutease que acechaban por doquiery se enroscaba el Escorpioacuten goteando al mundo su venenoY ya era la noche una rosa negriacutesima y te cogiacutea el juicioy pareciacuteate la muerte miel destilada en sus entrantildeasy ya era una madre de-pechos-pesados que su leche excesivaora en el cielo gota a gota y ora como un riacuteooprimida en silencio para aliviarse derramaba

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Llenos de recuerdo agridulce los labios de Odiseoasiacute gustaba esta noche aquellas noches y se llenaba su corazoacutende miel veneno y perfumes densos y todas las cosas metal preciosotantildeiacutean en su entendimiento como un eco lejano y melodioso

Y por la mucha contemplacioacuten astral su gran frente resplandececomo una fogata sin humo llena de luz y dulzuradiz que era una luna que ya de las pasiones de la vida pesada liberoacutesey que soacutelo conserva la luz como uacuteltima ensentildea y medita

(XVIII 372-398)

La memoria la imaginacioacuten el recuerdo son excitados por la llegada de la noche arribar eacuteste que variacutea tambieacuten increiacuteblemente en el poema

La noche se abatioacute con sus estrellas y sus hechizamientos Como el mar gris y espumoso sordamente su espiacuteritu ruge alciones vuelan hondamente en el recuerdo huele a salmuera la memoria y cuando sus ojos abrioacute creyoacutese tendido bajo un plaacutetano y las bellotas brillaban como astros al resplandor de la noche (XVIII 241-5)

La contemplacioacuten suele hallar para el peregrino su mejor posibilidad en la quietud nocturna

Se alargaron las sombras y llenaron los paacutejaros sus nidosse encendieron en filas las candelas celestialesy el viajero en un tronco seco se dobloacute para pasar la nocheComo la larga cola del pavorreal lleno de ojos su espiacuterituse tendioacute y goza de todo lo dispuesto por la creacioacuten iexclescucha paacutejaros que charlan y aacuterboles que suspiranoye gusanos que en la tierra tratan de florecerde criar muchos ojos y alas y ascender hacia el sollaquoiexclOh Madre-tierra de-innumerables-hijos espeso bosquecillo

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milagro y milagro te atraviesan y entrantildea y entrantildea se abrennidal colmado de huevos infinitos que al sol empollasraquoDeciacutea y el suelo acariciaba con la amplia palma de su mano

(XVIII 341-352)

La noche lo transforma todo y parece conmover las cosas que se suponen maacutes firmemente arraigadas

Negra y tersa caleacutendula la noche gotas de rociacuteo las estrellasen los ojos vacilantes por el vino la tierra y el cielo se movierony todo el juego del mundo la oscilacioacuten arruinoacutecasas talleres torres trepidaron y se doblaron los muros

(VII 689-692)

Las horas nocturnas son aquellas maacutes propicias en la Odisea para unir las diversas acciones que se desarrollan en torno al actuar central de Ulises como sucede en este pasaje de la rapsodia VI en que se mezclan los motivos de las viudas que llaman a sus muertos en la noche el suentildeo de un pobre labriego cuya sufrida vida bajo la explotacioacuten del sentildeor de la tierra se ha estado relatando y la tragedia de una madre cuyo hijo murioacute de hambre mientras ella era obligada a trabajar para el monarca cretense

Las almas de los muertos vuelan ndashpetreles errantesndashy las viudas se sientan en la playa se descubren el seno y llaman a gritosa sus pobres maridos que bajen un instante siquiera hasta la arena

Y en el seco camastro el segador y su mujercon las manos cruzadas se durmieron y sus labios sonriacuteensontildeaban que fue buena la cosecha creciacutean las pilas en las erasy ellos se hundiacutean hasta los mismos muslos en el trigo copiosoY aquella pobre madre ya sepultoacute a su pequentildeo en la tierraata sus cabellos con un velo negro y a su recuerdo viene ahoraque habiacutea una vez y existiacutea en un tiempo la sonrisa de su nintildeo

(VI 963-972)

65

La noche da un aspecto fantasmal a todas las cosas y muchos seriacutean los pasajes del poema que podriacutean ilustrarlo bellamente Recordemos la caravana del priacutencipe Madretierra (Hamlet) cuyo espectro emerge de las profundidades del Aacutefrica a proponer al asceta su obsesivo y angustiado interrogar

Todo el pecho de la noche se abrioacute terso como una rosa negray en su interior ndashuna oruga delgadandash se arrastroacute la vasta caravanaal tintineo incierto de las campanillas al veacutertigo de la lunadulcemente cerraron sus ojos a lo largo de la ruta animales y hombressi alguacuten paacutelido viandante los hubiera divisado se habriacutea cogido de un aacuterbolcomo un suentildeo el cortejo le habriacutea parecido al destello lunary habriacutea lanzado un grito de terror a fin de ahuyentar el sortilegioY si hubiera acertado Caronte a divisarlos en sus nocturnas correriacuteascontento su mano habriacutea levantado para darles bienvenidamas no pasoacute caminante ninguno ni tampoco se cruzaron con Caronte

(XVIII 973-982)

Las horas nocturnas transforman la dura realidad del diacutea otorgando aunque efiacutemeramente en el suentildeo lo que aquella niega a los hombres

De este modo sobre el mundo terreno pasaba la noche con sus redesy cebaba dulcemente las cabezas nutriacutea las esperanzasy lo que el diacutea mezquino negaba ella nos lo traiacuteapresente envuelto en las hojas afelpadas del ensuentildeopero he aquiacute que se irguioacute el ave y cantoacute y la sentildeora-noche se desvanecioacute (VII 357-361)

66

Imaacutegenes muy variadas de desolacioacuten quietud suavidad nos muestra la noche con matices diversos seguacuten la aparicioacuten de elementos estelares de figuras de flores alusiones a la luz y su forma de apagarse a las distintas fragancias etc He aquiacute por ejemplo la hora de la mitad del paso nocturno

Medianoche Honda era la desolacioacuten y de cuando en cuando una hojase desprendiacutea en el silencio y caiacutea a la tierra lentamente -diz que era una estrella muerta y se deshaciacutea un corazoacuten y dejaba el cuerpo

(XVII 114-116)

Recordemos entre muchas algunas maneras de llegar de la noche de matices distintos

Los jazmines el fresco embalsamaban se descubrieron las estrellasla noche descendioacute y lentamente desveloacute su pecho y aparecioacute la luna

(XX 588-589)

Oscureciacutea se apagoacute en el mar como una chispa el Luceroen la cabellera de la noche la madreselva trenzada se abrioacutey se perfumaron en el patio todos los bucles ensortijados

(V 844-846)

Mientras tanto subiacutea la noche poco a poco como una grande y oscura fortaleza (XVIII 185)

Anocheciacutea ya y volviacutean los esclavos de sus pesadas faenas tenue azulada descendiacutea la noche sobre las cabezas (VIII 18)

67

La medianoche mientras Odiseo recuerda su viejo su hogar su hijo y los amigos que fieles lo esperaron durante tantos antildeos en la lejana Itaca todo duerme

Medianoche Y el arrogante pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y abren poacuterticos fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras fantaacutesticos los suentildeos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y una lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1439)

Trataremos de echar maacutes adelante una breve mirada a las estrellas como elementos de manifestacioacuten del paso cronoloacutegico Ellas estaacuten estrechamente ligadas ndashes naturalndash a las imaacutegenes de la noche como en esta presentacioacuten iluminada

Resplandece y brilla con todas sus estrellas la noche-de-ojos- negrosriacuteen y lloran las perlas del rociacuteo en las huacutemedas hojas

(XVIII 967-968)

La forma de abrirse la noche muchas veces estaacute en relacioacuten con el contenido del pasaje que encabeza esa descripcioacuten como la que sigue con su haacutelito de humedad

Cual una rosa negra se abrioacute la noche en el suelo humedecidouna llovizna leve destilaban las estrellas sobre la oscuridad brumosay una brisa liviana llegaba a remover las telas del corazoacuten

(XII 966-968)

O como el primer verso de la rapsodia XVII que constituye como una premonicioacuten del drama fantasmal oniacuterico y sangriento que desarrollaraacuten cinco personajes creados por Odiseo

68

Aacutebrese la alba rosa del silencio y la noche entera desvariacutea (XVII 1)

Distinto y apacible es el aspecto de la oscuridad nocturna ndashconvertida en luminosidadndash en el episodio del priacutencipe Madretierra

Cuando ya salioacute-bien-la-luna y se volvioacute miel la noche se levantoacute la caravana rodeada de luz por doquier (XVIII 929-30)

Diferente es tambieacuten en el pieacutelago donde navega cual naviacuteo de velas oscuras

Navega la noche con sus negras velas en el mar tremolan pequentildeos fanales en la playa duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remo (VI 912-4)

En el clima loacutebrego y siniestro del reino africano descrito en la rapsodia XIII donde el monarca envejecido e impotente debe ser muerto friacuteamente la noche ldquola-de-ojos-amarillosrdquo toma el aspecto de ululante lechuza o de paacutejaro nocturno de mal aguumlero

Gritaba la noche en las casas como un oscuro buacuteho (XIII 225)

Puede revestirse de los ropajes de las maacutes diversas fieras como lo ejemplifican estos breves pasajes y su epiacuteteto llega a ser ldquola-de-ojos-de-fierardquo

Y entroacute la noche mientras merendaban hiena que-pisa-en- puntillas y se arrastroacute por los patios y arrojoacute su sombra por los suelos (XII 910-11)

69

[hellip] Y por la ventanilla contemplaba a la noche por los jardines cual negro leopardo difundirse (IV 918-919)

No faltan comparaciones con aves de fulgurante plumaje y asiacute en la rapsodia XXI puede aparecer ldquola noche en su larga cola larga y resplandeciente cual la del faisaacuten realrdquo Tampoco estaacuten ausentes las imaacutegenes del licor en la apariencia nocturna y sus efectos sobre los humanos

Sombras como manchones de violetas se extendieron y la noche como vino picante derramoacutese y todos los cerebros se embriagaron se mezclaron vida y muerte muertos y viudas se unieron (XVIII 124-6)

La connotacioacuten de erotismo aparece en muchas ocasiones en el poema y en aspectos variados como en los pasajes siguientes Y como cuello seductor de una paloma resplandeciacutea la noche (XVII 40)

Fragante era la noche y se tendiacutea desnuda en la ribera (VIII 1060)

Ya llegoacute la oscuridad y los huertos se sofocan y se colgaron danzando innumerables soles-machos de las caderas de la noche (XVIII 1420-1)

Iba ya tropezando por la tierra ndashlas piernas abiertas y sin cintondash la impuacutedica noche iexclcuaacutenta dicha entregaacuteis a los machos senos nocturnos entreabiertos blancos muslos fuertes pezones trenzas perfumadas (VI 816-818)

70

La imagen de la noche como inmenso y misterioso aacuterbol aparece en maacutes de una ocasioacuten

Tras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutes de la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negras (XXIII 1203-4)

La luna

Contra lo que pudiera pensarse la luna como indicio del paso del tiempo adquiere en la Odisea connotaciones muy distintas de aquellas a que nos ha acostumbrado la poesiacutea liacuterica occidental al menos en forma tradicional Las imaacutegenes y comparaciones ligadas a ideas de paz y serenidad son escasas y siacute abundantes aquellas relacionadas con sensaciones terroriacuteficas fantasmagoacutericas y macabras Presentaciones serenas como las que reproducimos a continuacioacuten son maacutes bien excepcionales

Navegaba espleacutendida en lo alto la luna de cuerpo enteroya se acercaba la medianoche las sombras espesas cabellerasse deslizaban en silencio en la playa pulida por la luz

(XV 245-247)

Cae el sol desaparece y la luna redondael pecho de la noche desborda de leche y la derrama

(XIII 307-308)

Y mientras asperjaban se levantoacute la luna toda aacuteurea goteaba a la tierra vasto panal de miel (VI 692-693)

Con leve pisar la luna llena apareciacuteamientras el sol caiacutea silencioso a las aguas para refrescarse

(XVI 1375-6)

71

Con proa-erguida aparecioacute la luna nueva delgada en el eacuteter azuly cargaba su cuerpo sin sol muy redondo lentamenteen el cielo llameante-de-astros hacia el negro occidente

(XIX 175-178)

Comparaciones como las siguientes no son tampoco muy abundantes

Desmadeja la noche su glauca cabellera y desclava dulcemente cual peineta de marfil su medialunaAlbiacutesimos corderos las estrellas descienden a las olas para tomar sal de la brisa

(IV 1-3)

[hellip] Y a lo lejos sobre una era radiante la luna levantoacutesegruesa perla cuneiforme adentro de su ostray lentamente el atleta desposado se desliza hacia la bruma57

(XXII 212-214)

La imagen del talismaacuten que en algunas ocasiones se asocia a la luna contiene ya cierta connotacioacuten relacionada con aspectos maleacuteficos o de temor atribuidos a la noche

La noche de-leve-caricia se difundioacute y las aguas se sombrearonlas primeras estrellas fulguraron y la luna delgadacual santo talismaacuten en el cuello de la noche se colgoacute

(IV 844-6)

Caacutelida la noche los ruisentildeores cantan y se levantoacute la lunaa exorcizar la noche como un santo talismaacuten redondo

(XV 176-7)

57 Ulises en los uacuteltimos pasos hacia la muerte Kazantzakis ha utilizado poco antes de este pasaje un canto popular en que un joven parte a desposarse sin armas ni ataviacuteos y al ser interrogado dice que va a bodas donde nada de aquello se usa marcha al Hades a desposar a la muerte

72

A los colores asociados a ella incluso a los normales como el azul se ligan los aspectos inquietantes y fuacutenebres que despierta el orto y la travesiacutea de nuestro sateacutelite

[hellip] Se movieron los montesse levantoacute en el cielo plena de ecos la luna rojadiriacutease un gran tambor que tocan en las bodas los del cortejo

(IV 719-721)

Flamiacutegera en el cielo aparecioacute pintada con sangrecual cabeza de combatiente degollada la luna silenciosay derramoacute reflejos de matanza en los semblantes cerosos

(XV 88-90)

Y mientras merendaban en las ruinas levantaron las cabezasel mundo de pronto destelloacute y se efundioacute en las piedrasel sudario de la luna con bastillas azuladas

(IX 765-7)

El verde es el color que con maacutes frecuencia da una apariencia cadaveacuterica a la luna o a la tierra por ella iluminada como en el pasaje siguiente de la rapsodia de la destruccioacuten del reino cretense en que aparece la princesa Fida hija del monarca insana a ratos

Un alarido estridente rasga los tules de la luna llenay al verdoso destello cadaveacuterico aparecioacute tormentosoel rudo cuerpo de Fida que se precipitaba desde el camino del palacioHablaba agudamente diriacutease que un aacuteguila se habiacutea posado en su cabezay con sus garras horadaba y sorbiacutea su cerebro

(VI 869-73)

El mismo color se asocia al veneno que gotea en su lento peregrinaje celestial y a su apariencia desfalleciente a la llegada del alba

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Todaviacutea arrastraacutebase el sol paacutelido por la blancura sonrosada y veneno azul-verdoso destilaba la luna (XXII 518-519)

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de plata- las lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno (VII 1064-1065) Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda celestial y la luna plateada ascendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-33)

Los fanales bermellones se apagaron y al destello del alba la verde luna desfallece y sobre el desierto se abate (IX 1136-1137)

La ligazoacuten de la luna y su paso con la muerte o con imaacutegenes fuacutenebres adquiere muy variados matices que naturalmente no podemos agotar Ya es su figura ndashguadantildeandash ya su apariencia cadaveacuterica ya la comparacioacuten con un infante muerto

Transcurriacutean asiacute ndashya guadantildeas ya rodelas de platandashlas lunas silenciosas destilando gruesas gotas de veneno

(VII 1063-1064)

Plegaacutebase ya el diacutea sobre la superficie de la tierra el suelo se refrescabay desde la arena surgioacute muda cual un fantasma y detuacutevosela luna cadaveacuterica antes de avanzar hacia los techos

(XI 893-895)

Dulce momento Embalsama la tierra abre sus flores nocturnastiembla el agua en las narices sedientas de las fierasy como un nintildeo muerto caiacutea en el valle la luna

(XX 1074-1076)

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Contrariamente a lo que sucede con el sol que tan a menudo es invocado por Odiseo o por el poeta el peregrino no suele dirigirse a la luna que cadaveacuterica enfermiza doliente paacutelida muda verdosa y goteando veneno rara vez se presenta envuelta en su clara ldquofunda-de-platardquo Sin embargo hay alguna invocacioacuten excepcional como sucede en la rapsodia XXII cuando el asceta ndashrota ya su uacuteltima embarcacioacutenndash vaga por los territorios helados a que arriba en su viajar hacia los mares polares Cuatro epiacutetetos aplica el solitario navegante a la luna entre ellos el de ldquosol cristal-heladordquo y el de ldquoselenotropo paacutelido en los jardines de Caronterdquo Curiosos ambos en especial el uacuteltimo ya que el compuesto construido a semejanza de ldquoheliotropordquo sentildealariacutea a la luna como una flor que gira y se inclina siguiendo precisamente la luz lunar que auxilia al acabado asceta en las tinieblas del septentrioacuten extremo

laquoiexclLuna miacutea albiacutesimo pavo real mi sol cristal-helado selenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronte espejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblanteraquo (XXII 682-4)

El rico idioma neogriego permite sentildealar con un vocablo el momento en que el sol alcanza a alumbrar con sus uacuteltimos reflejos a la luna saliente De alliacute que en el pasaje siguiente donde tambieacuten hay una asociacioacuten de la luz lunar con la memoria puede gotear densa ldquola luna cargada-de-solrdquo en un hermoso y sugestivo panorama nocturno

Detraacutes el sol ya se poniacutea y ascendiacutea enfrente suyoplateada en-el-reflejo-del-sol la luna llenalos dos astros sonrieron suavemente hacieacutendose sentildeas como varoacuten y mujer y se separaron el sol se deslizoacute por entre las montantildeas y desaparecioacutey palidecioacute la luna y quedamente se colgoacute en el crepuacutesculoRieron las cumbres y se serenaron flotan los picachosen la luz azulada sobrenatural y se mecen como nubesse saciaron de plata las velas en los mares lejanose iacutentegras se sumieron las aldeas en la dulce inundacioacuten

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Y los cerebros se movieron en secreto salieron a la luna a paseary viejos recuerdos en el pleno silencio se despiertanvoces que desaparecieron almas que pasaron amores que llegaron a ser sombrasy se arrastran ingraacutevidos sobre las sendas blancas Tocada-por-la-luna la memoria se despierta madre enlutadaen sus labios de-saliva-amarga las palabras se estremecenpero soacutelo escuchamos un triste son arrastrado cual un miroloi58 Densa gotea en los villorrios negros la luna cargada-de-solse perfilan los pagos lejanos se desbordan las artesas y cual riacuteos de leche se deslizan espesas las callejuelas

(XIV 1203-1222)

El atardecer

La hora en que se encuentran la luz y las sombras como todas las manifestaciones del paso del tiempo presenta en la Odisea connotaciones variadas Sin embargo la paz la serenidad el recogimiento que invita a la meditacioacuten la contemplacioacuten de la vida y del tiempo suelen reiterarse maacutes respecto al traacutensito del diacutea a la noche que a otras epifaniacuteas temporales Asiacute en Creta antes que Odiseo y sus compantildeeros puedan ingresar al palacio de Idomeneo deben pasar la noche afuera y contemplan como la luz parece huir

Una suave brisa vespertina comenzaba a refrescar la tierra los olivos esplendiacutean y se meciacutean frondosos y la luz ufana piedra por piedra escalaba las laderas para huir (V 707-709) Helena y cada uno de los compantildeeros sienrte a su manera al crespuacutesculo Para Odiseo amargura y melancoliacutea se unen al sabor del atardecer Y el ritmo cronoloacutegico parece esta vez retardarse Del mismo

58 Miroloi canto funerario salmodiado por las mujeres canto de lamento en la desgracia y la tristeza En la seccioacuten dedicada a la Muerte se hallaraacute referencia a esta clase de poema popular

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modo sucede en las descripciones del anochecer que siguen a eacutesta

En silencio gustaba el conductor la amargura del crepuacutesculoy la ternura melancoacutelica y serena de toda la madre tierracolinas alrededor aacuterboles y vintildeedos se iban ahogando en una luz espesacomo si Ulises estuviera contemplando unas ruinas en aguas profundasy eacutel tiburoacuten en las honduras navegaba del mar geranio

(V 722-726)

Cayoacute el sol y se oscurecioacute el semblante de su viuda la tierradiz que sus ojos se nublaron porque su amado ya partese apaga el mar la luz ha sido herida y se golpeacontra la cumbrera de los montes y la noche la ahoga y le da muerteErguido contemplaba el arquero-luminoso apagarse poco a poco el mundo

(XXI 1423-7)

Como un adioacutes se difundioacute sin-esperanzas el crepuacutesculocon su halo de oro y plata recubriendo al mundoHora de dulzura la tierra se alivioacute de la aacuteurea carga-del-soly todaviacutea no aparecieron las estrellas y en una bruma violaacuteceacual velo suavemente-tembloroso cielo y tierra pendiacutean

(XXIV 869-873)

La extincioacuten de la luz se asocia generalmente a la puesta del sol que toma diversos matices en las variadas latitudes que atraviesa Ulises hasta llegar a las vastas soledades polares En eacutestas la relacioacuten del sol y las demaacutes estrellas que destellan veladas ldquocomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipresesrdquo variacutea del todo como se puede apreciar en el uacuteltimo de los pasajes que recordamos a continuacioacuten

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Derrumboacutese el sol ardiente en las montantildeas se refrescaron las piedrascual cervatillo herido se recostoacute el crepuacutesculocon sus grandes ojos negros velados ya por la nocheEnmudecieron las aves cual ala negra descendioacute la noche

(XIV 642-645)

El sol cual cabeza quemada rodoacute quedamente por la arenadensos halos azules ascienden al riacuteo-cielo y doloridase extinguioacute la luz arrastraacutendose en los montiacuteculos amarillos de la arenaEl astro-trigo ya desborda por las laderas negras y comienzas iexcloh cieloa moler en las tinieblas cual molino-de-viento con aspas

(X 1375-1379)

En el mundo griego la comparacioacuten con ldquoun monasterio borrososumergido entre cipresesrdquo sin bien sin duda es muy original no tiene la connotacioacuten de causarnos extrantildeeza En Grecia la cantidad de monasterios ubicados en colinas en bosques en campos aislados es muy grande

Cuando vibroacute el terrible grito en la montantildea-de-nievey se agitoacute como llama la memoria tembloacute del de-veloz-espiacuteritue igual que un arco iris al sol se colgoacute antes de apagarselos uacuteltimos astros verde-azules destellaron veladoscomo un gran monasterio borroso sumergido entre cipreses

(XXIV 772-776)

A la sensacioacuten de paz y tranquilidad que trae el crepuacutesculo se liga no pocas veces en el poema cierta sensacioacuten de alivio terrestre despueacutes del azote diario del sol que parece compartirse por los seres vivientes como en estos pasajes

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Ya se alargaron las sombras negras se refrescoacute la tierracomo un buen animal se tendioacute el crepuacutesculo en el campoy deacutebilmente respiran las cigarras entre las hojas del olivo

(VI 609-611)

Cual chivato-que-va-a-ser-sacrificado con cuernos bantildeados- -en-oropesado macho cabriacuteo bajoacute el sol a las arenasy los dragones de maacutermol rieron se enrojecieron sus labiosy sus puntildeos vaciacuteos se llenaron de cuentas doradasLas tierras ardientes refrescaacuteronse y el diacutea de-rojizo-cabelloguarda en su regazo al laacutenguido crepuacutesculo y se marcha

(X 1-6)

El iacutendigo atardecer ha descendido los suelos respiraronlos velludos insectos acoplados bajaron a los nardosse levantoacute el joven zagal y apoyoacute su cuerpo en la fustay todas las laderas se movieron y tintinearon argentinas

(V 753-756)

Ya se escondioacute el sol riacutee detraacutes de eacutel y guintildea el ojo a la tierrael astro de la insensata diosa puacuteblicaHalloacute alivioacute el corazoacuten abrumado respiroacute el diacutea y caen sobre el planeta las sombras compasivas y lo refrescanMuda la piel la tierra-sierpe se forra con estrellas

(VI 648-52)

En un instante el proceso del atardecer se confunde con el lento finalizar de la vida de Odiseo entre los hielos antaacuterticos

Alas fuego gotas de agua combatientes de talla preciosa candela funeral para el cerebro que se va a poner tibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza ndash cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocaso Ya se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astros

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y toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienes (XXIII 561-566)

La impresioacuten dominante de quietud se refleja en panoramas crepusculares esbozados de un solo trazo en un verso por Kazantzakis asiacute como en las imaacutegenes mismas del anochecer en las que raramente hallamos connotaciones fuacutenebres o terroriacuteficas Muchas y belliacutesimas descripciones del atardecer salpican con pinceladas poeacuteticas la inmensa y complicada trama de la Odisea Aquiacute naturalmente soacutelo podemos espigar unos cuantos ejemplos de entre un material muy abundante

Paacutelido anochecer se van borrando las cumbres se sume en azul el bosque (XIII 29)

Dulce el anochecer la brisa entretejida de plata perfumaba (XVII 254)

Se apagoacute el sol ardiente retirose y desde el suelo comenzarona subir lentamente las dulces voces primeras de la noche

(IV 806-7)

Dulce anochecer de primavera se suspendieron los primeros astrosvelados suaves en el cielo negro-azul y temblaban cual las floresdel almendro tempranero con la brisa del crepuacutesculo

(I 228-230)

Los candelabros ndashestrellasndash alumbran los torreones las murallasy como constelacioacuten profunda y caacutelida en el perfumado atardecerflota la ciudadela quedamente entre las serraniacuteas primaverales

(VII 1260-1262)

Sonriacutee tambieacuten con la luna nueva la tarde de cejas-de-espada (IV 907)

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Y a la paacutelida rosa deshojada del crepuacutesculodivisa muy bien esculpidos altos aacuterboles a izquierda y a derecha

(XIX 314-5)

Las sombras elemento inseparable del crepuacutesculo caracterizan su paso o su llegada en algunas de las breves pinturas de un verso

Ya se ha ocultado el sol y se abatioacute sobre la tierra la sombra primera (XVI 1003)

Pasa el crepuacutesculo y las montantildeas se retiran a la oscuridad (XVII 1058)

Y en tanto se abatioacute el negro crepuacutesculo y las sombras se unieron (VII 507)

El transcurso de una faz a otra del tiempo de la luz a la sombra cuando ldquola noche no es negra todaviacutea sino que vibra azuladardquo es propicio tambieacuten para la exaltacioacuten de los anhelos del corazoacuten humano Es la hora en que ldquotiembla el cielo cual misterioso huertordquo y se borran lentamente las figuras

Y cuando las aguas se velen al anochecer y aparezcan las estrellasy vuelvan las doncellas de la fuente y se levante la oropeacutendolay la noche no es negra todaviacutea sino que vibra azulada

(XXIV 339-41)

El atardecer auacuten no se apagaba y por las laderas rosas lentamentela noche descendioacute la perdiz-de-las piedras de-patitas-coloradasInefable dulzura y el sereno anochecer envuelve toda la tierracomo paacutejaros nocturnos se alzan los corazones desde nuestras ramas interioresy lo que de diacutea se averguumlenzan de decir toda la noche lo cantanSuspira la doncella en la soledad y todas las hojas se estremecen

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y la viuda saca sus anhelos para apacentarlos en la oscuridad (V 65-71)

Navega la noche con sus negras velas en la mar en la playa tremolan pequentildeos fanales duermen las proas como liebres auacutella por alliacute alguacuten perro-de-aguas por allaacute rechina un remohellip (VI 912-914)

Lo aciago de un diacutea puede representarse en la intensificacioacuten del crepuacutesculo en su multiplicacioacuten que puede concebirse en la lengua neogriega a semejanza de los superlativos que se forman con numerales59

Se alzoacute el diacutea de-cinco-atardeceres vuelve a caer la noche vuelve la aplastante medianoche un nuevo diacutea brota (X 294-5)

La paz que trae el atardecer es destacada a veces con la mencioacuten de los quehaceres del diacutea que poco a poco cesan

Atardecer Ya se recogen al hato los corderos ya retornan las vacas vuelven las bestias sudorosas y relinchan en las cuadras y los astros-espadas colgaacuteronse sobre las cabezas de los hombres (VII 958-950)

En la paz del anochecer en Creta Helena recuerda sus diacuteas de Troya y las sangrientas batallas que le tocoacute presenciar Dulce anochecer y tenue la luna sopla fresco el sereno y comienza de nuevo la lucha feroz en las riberas de Troya (VII 311-312)

59 Veacutease al respecto la seccioacuten ldquoLa palabrardquo de este ensayo

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Mientras la medianoche trae la paz y la quietud el arrogante-pensamiento de Odiseo sigue en vigilia

Medianoche Y el arrogante-pensamiento en torno del mundo gira duermen las aguas profundas y duermen los espiacuteritus y los suentildeos abren poacuterticos fantaacutesticos en los ojos sellados como fieras multicolores que se hartaron duermen las ciudades y la lechuza insomne se posa en un olivo y llora (III 1434-1438)

Las estrellas

Los astros de la noche y su girar sobre el pequentildeo y oscuro mundo de los humanos constituyen una de las epifaniacuteas del tiempo que da lugar a las maacutes bellas descripciones en la Odisea Un examen exhaustivo exigiriacutea vasto espacio Digamos al menos que las estrellas suelen ser elemento central de muchiacutesimas descripciones sinteacuteticas de un verso elemento asociado por lo general ndashaunque de maneras diversasndash al fuego y a la luz pero que presenta asimismo connotaciones ligadas a otro orden de realidades como los sonidos las formas o el perfume de las flores Veamos algunos de estos vastos panoramas de la boacuteveda celeste enhebrados en torno a los astros nocturnos

Ya se azulaba el cielo negro temblaban veladas las estrellas (XII 1103)

Densas e infinitas resplandeciacutean en el cielo las estrellas (XII 1312)

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo (VI 773)

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Alumbraba la noche mojada puntildeado de fogatas pendiacutean las estrellas (VII 229)

Dispersas todaviacutea se quemaban en lo alto las maacutes grandes estrellas (V 1118)

Se inflamaban las estrellas en el cielo cual fogatas-de-pastores (X 817) Y el insomne Odiseo tenido en las mantas en el pino admiraba las estrellas a traveacutes de las agujas del follaje mecerse leves y deshojarse entre los ramos de la noche No se saciaban sus ojos de esa campintildea de innuacutemera belleza cual aldeas los astros forman brumosa estela como nidos blanquean (IV 418-422) El paso de la oscuridad estaacute marcado por lo general por la aparicioacuten de las estrellas que ya saltan en las alturas ya se prenden en los cabellos de la noche ya se cuelgan entre los aacuterboles ya se mecen como lirios ya se arrebantildean como ramos de jazmiacuten ya germinan como semillas por breve espacio

Ya el sol se ha puesto y se ahogoacute en la ola ensangrentada y aparecioacute el sembrador en el cielo a puntildeados las estrellas en los negros surcos de la noche caen y germinan de prisa y dan fronda y viene la luz dela alborada y las siega veloz (XXI 1242-1245)

Encendieron sus candelabros las estrellas en el eacuteter centelleante y los hielos refulgieron lineales y lentamente se difundioacute la noche muy suave azul-verdosa en el universo desolado60 (XXII 666-668)

60 Odiseo va caminando en los hielos antaacuterticos

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Descendioacute la noche y se encendioacute el vientre verde de la lucieacuternagasaltan las estrellas en lo alto se queman y tiemblan en la noche

(V 380-1)

La tierra se alivioacute y refrescoacutese cuando el sol la dejoacutelas turbulentas cabezas hundieron las aves en sus alasuna hoja se pegoacute a otra hoja un aacuterbol con otro se juntoacutey prendidas en los cabellos en la noche se colgaron las estrellas

(X 597-600)

Y atardecioacute Oliacutean a algas salobres los cabellos de la nochese encendieron las estrellas crepitaron en lo alto ndashbrasas candentesndashy arrojaron sus destellos vagos a las olas perfumadas

(VIII 984-986)

iexclCoacutemo los astros se colgaron en los aacuterboles desnudos y coacutemo arrullaban los paacutejaros nocturnos dulcemente en los montes y las fieras en la selva (XVII 710)

A los pies de la fiera se tendioacute y contemplaba excitado las estrellassaltar bullentes y golpear su cabezaPero ya se refrescoacute el arisco espiacuteritu dulce mistral el suentildeocomo los lirios mecieacuteronse los astros y entre ellos su alma ardienteya serena como una leona se extendioacute despreocupada

(VII 282-6)

Tambieacuten las estrellas tan lejanas y ajenas a las pequentildeas cuitas de los hombres a veces parecen participar de los acontecimientos que se desarrollan en el poema sobre la tierra Asiacute en las inclementes soledades heladas cercanas al polo se muestran implacables cual agujas de hielo mientras en Creta en momentos de festejos de los nobles que no

85

presienten la cataacutestrofe que sobre su reacutegimen se avecina travesean en el cielo y se asoman a mirar a los alegres celebrantes Otras veces es el espiacuteritu del peregrino Odiseo el que se iguala a la constelacioacuten del Escorpioacuten que se retuerce en lo alto con sus ojos sanguinolentos

Las estrellas cuelgan implacables como agujas de hielo (XXII 964)

Hora dulce y calma Las flores-nocturnas abrieron en los jardinestravesearon en el cielo las estrellas y se inclinaron furtivaspara ver en la tierra a los nobles cenar y reiacuter a las sentildeoras

(VIII 214-216)

En silencio estaba sentado el solitario envuelto por la nocheLos astros de puntas maacutes grandes pendiacutean auacuten sobre eacutelse retorciacutea en el cielo el Escorpioacuten y encorvaba su colay sus sanguinolentos ojos sin temblar seducen a la nocheE igual que eacutel se gozaba la mente y levanta su cauday la apoya en la tierra midiendo el veneno gota a gota

(VI 973-8)

Las imaacutegenes y comparaciones dedicadas a los astros de la noche en el poema son muy numerosas y variadas Mosca dorada que primero fue cogida en la tela nocturna puede ser la estrella maacutes temprana mientras las demaacutes llegan a ser perlas de lluvia Sobre el manto de la noche adornado de oro y plata los astros pueden moverse como letras y tomar las maacutes distintas figuras ojos espadas naviacuteos aacutespides o cascadas de llamas

Ya la estrella primera temblaba en el aire humedecido mosca dorada que primero fue cogida en la tela de la noche y poco a poco otras se cogieron y toda la boacuteveda negra bordada de maacutermol se extendioacute cual tela perlada por la lluvia laquoiexclNoche me gusta tu oscuridad pues estaacute llena de estrellasraquo murmuroacute el solitario y saluda a su rebantildeo-de-astros (XIV 47-52)

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Entretanto al arquero tendido de espaldas en la barca admiraba el cielo recamado el manto sagrado de la noche con sus pendientes de plata y sus prendedores de oro Sobre eacutel como letras se moviacutean las estrellas unas se retorciacutean como escorpioacuten en los biseles del cielo y otras ascendiacutean ndashojos espadas naviacuteos cascadas de llamas y aacutespidesndash (X 1251-6)

La imagen de plenitud luminosa que a veces se asocia a la visioacuten de la inmensa boacuteveda celeste sembrada de estrellas aparece en ocasiones ligada claramente al flujo temporal como el pasar de un riacuteo no de agua en la tierra sino de fuego y en el cielo Asiacute en el pasaje que citamos a continuacioacuten En el que lo sigue en cambio esa imagen de multitud de astros se traduce en la comparacioacuten de la noche con un eroacutetico diacutea festivo

Se cansoacute el sol y se inclina y ya se va a ponerse suavizaron los ojos del-de-siete-espiacuteritus y por el hambre excesivacomo racimos sin granos colgaban sus entrantildeasUna chispa aparecioacute enfrente de la caverna y avanzoacute sonriendola saluda la reconoce el solitario es la sentildeora-Afroditaantigua amante seductora iexclmil veces bienvenidaY asiacute con el astro sagrado de-ojos-vivaces entre sus trenzasla noche aparecioacute y se detuvo a la puerta del arqueromudo levanta los paacuterpados hacia el cielo riacuteo-de-fuegosiente el diluvio de estrellas inundarlo por enteroy era su corazoacuten una gota de luz que combatiacutea en el torrentey subiacutea obstinada contra la corriente en el flujo errabundo de la noche (XIV 272-283)

Y cuando se arrebantildeaban en la altura ndashramos de jazmiacutenndash los astrosse apaciguoacute el espiacuteritu de la compantildeiacuteay cual eroacutetico diacutea festivo se extendioacute la noche sobre el mar

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y los amigos penetraron en los hondos jardines floridos del suentildeo y en el regazocual una mujer virgen y blanda al Aacutefrica llevaban

(VIII 1121-5)

Muacuteltiples son los aspectos de las estrellas pero sus apariencias variadas no alteran su lejaniacutea infinita y su absoluta indiferencia hacia el mundo de los hombres

Dijo y al cielo levantoacute su rostro resplandecientedesde la honda oscuridad se arman los astros y desciendenunos llamean diz que se hubieran embriagado y otros como que gotean sangreu ojos amarillos como de leopardo arrastran en las tinieblaso cual eroacuteticos ojos jubilosos riacuteen y titilanAlas fuego gotas de agua combatientes de tallapreciosa candela funeral para el cerebro que se va a ponertibias y grandes laacutegrimas que destilan lentamente en la cabeza -cruzan silentes las estrellas mudas y se van hacia el ocasoYa se sumerge la luna nueva treacutemulos boacuterranse los astrosy toda la boacuteveda del cielo se hunde entre las sienesEacutesta es la hora tercera de-ojos-astrales de la santa noche

(XXIII 556-67)

Se abatieron las sombras y boca arriba se tendioacute en la raiacutezde una palmera que se mece turbulenta el guerrero luminosoy entre las hojas flexibles como espadas contempla las estrellas despreocupadascontempla al cielo como a la rueda que gira lentamentey atado sobre eacutel tambieacuten da vueltas el pobre entendimiento del humanoCuaacuten mudas las estrellas cuaacuten sin piedad navegan en el cieloy nosotros en el fondo de una negra poza naacuteufragos de un bajeluna voz terrible lanzamos en vano y gritamos laquoiexclAuxilioraquonunca se desvioacute un astro hacia la tierra a fin de salvar un alma

(XIX 182-90)

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El sol

Un estudio monograacutefico sobre el sol en la Odisea requeririacutea maacutes espacio que el de este ensayo en su conjunto Siacutembolo de la luz del espiacuteritu del perpetuo errar y epifaniacutea del tiempo por excelencia que a los ojos humanos determina todas las otras manifestaciones temporales el astro cambia sus formas desde los cielos siempre claros de la Heacutelade hasta los sombriacuteos mares antaacuterticos Abre y cierra el poema Es un gran sentildeor oriental que pasa apuesto y orgulloso Es un dios que asoma sus cuernos sobre el horizonte y apartando las nubes deja ver poco a poco su frente sus ojos su boca Es un inmortal cuyos rayos ndashmanos de cinco alargados dedosndash acarician el mundo y reviven a los muertos Es un arquero belicoso Es un nintildeo de boina de oro y malla de bruma celeste que juega entre las manos de la Madre Noche Es un disco de iacutegneos ojos que hacen correr por el cielo el ayer y el mantildeana Es un palacio dorado cuyas dos puertas abren al occidente y al oriente En sus formas maacutes severas es una cabeza cortada que rueda sobre la arena ardiente Es cada una de las aves desde las maacutes tiernas hasta las maacutes feroces Es un doacutecil halcoacuten sujeto con cordones aacuteureos que suelta al cielo un halconero misterioso Tambieacuten toma las figuras de diversos animales un lebrel rojo un aacutegil leopardo que cae sobre los bosques y praderas un toro nuevo que resopla furioso cuando lo arrastran al poniente al sacrificio En la penuacuteltima rapsodia es una trinidad el padre fecundo la feacutertil madre que alimenta al mundo con sus pechos y el hijo que danza y retoza sobre las hierbas y las aguas de la tierra Imposible consignar todas las imaacutegenes y aspectos del sol de su llegada su paso y su retiro Anotemos con todo algunas ideas asociadas a las diversas fases de su traacutensito Su salida posee algo de nacimiento los cerebros y los pensamientos reviven los hombres los animales los vegetales y los minuacutesculos insectos retoman su actividad

Como un aacuteureo tejo cruzaba el sol la senda-celestial y la luna plateada descendiacutea cual maacutescara funeraria y cubriacutea el semblante sereno del arquero-del-espiacuteritu (XXII 30-32)

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iexclQueacute alegriacutea siente oh dios el iacutegneo ojo del sol al miraral mundo como un huevo que saca-el-polluelo-a-la-luzLos portones bronciacuteneos del diacutea rechinando se abrense abren los cerebros y los pensamientos cual alondras temblorosasse despiertan tambieacuten y ascienden a la luz todos ala y trino

(VI 40-4)

Y el sol el gran tejedor las lanzaderas arrojabay tejiacutea y tejiacutea en el telar del aire a los humanosy ahora ya colocaba al final de la tela la franja puacuterpura

(X 1056-8)

El diacutea-abeja ascendiacutea zumbaba la llanuragolpeoacute el sol las baldosas enarenadas del puertoy varones bajeles y animales se movieron y empezaron a dar vocesdiz que la luz de repente hubiera desenrollado los laberintos de sus mentes Oro derretido se abalanzaba el astro a las aguas espesasbulliacutea el mar con los pescados brincaban los caiacuteques61el tiempo borrascoso y los magos estaban sentados en el muelley vendiacutean brisa a los navegantes por monedas

(IX 143-150)

Ya subioacute el sol en el cielo el largo de una picanay en los viejos olivos las cigarras reemprendieron su quehacerTerrible ardor [hellip]

(VI 237-9)

Se despiertan y separan suavemente los aacuterboles se despegan las murallasse levantoacute el sol soberbio y cantoacute cual gallo en los tejados

(XIII 1006-7)

61 Caiacuteque embarcacioacuten pequentildea

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Auacuten dentro de un suentildeo de Ulises en las orillas del Nilo pobladas de antiquiacutesimos sepulcros cuando el sol surca el cielo con aspecto mortecino como ldquoluna en el Hadesrdquo sobre una ciudad espectral habitada por muertos los rayos del astro parecen despertar ese mundo dormido para siempre y cobran actividad geacutermenes larvas aguas y difuntos

Y sentiacutea el arquero que el espiacuteritu quedamente se apaga se separa del cuerpoY al apagarse penetraba peregrino en una ciudad de maacutermollas casas los mausoleos los torreones ndashperlas deslumbrantesndash fulgurabanagazapados se aletargaban los reptiles y los gusanos ahiacutetoscolgaban en sartas en los vanos de las puertas y adornaban los patiosBenigno todo compasioacuten con llama mustia como luna en el Hadesel sol surcaba el cielo y pendiacuteaSe esparciacutean sus rayos y buscaban y cada uno de elloscomo una mano de hombre de cinco dedos acariciaba al mundoSe estremeciacutean de gozo geacutermenes aguas y larvas y saliacutean a los umbrales los hombres levantaban las manosy el destello atravesaba los pechos vaciacuteos igual que a cristalesY mientras se regocijaba el errabundo-en-suentildeos con los difusos de la nochedivisa coacutemo se abre ante eacutel una tumba magniacutefica una alba rosay al sol aparecieron abrazados y se sentaron en la laacutepidandashinsectos sin alas verdes-oro desnudosndash dos monarcas

(IX 792-807)

Risuentildea y acariciante suele ser la actitud del sol al orto respecto de la tierra ya caiga sobre la Creta tranquila y sensual que duerme en el mar como su amante ya sobre los restos y cenizas de su palacio real destruido y saqueado ya sobre la ciudad ideal de las fuentes del Nilo

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demolida y calcinada por el cataclismo volcaacutenico

Hete aquiacute que ya temblaron los primeros rayos y se tintildeeron de rosalos pezones turgentes de la Creta y poco a poco delicadamenteel sol su opulento y afamado amante con su aacuteurea manole acariciaba el seno altivo y se deslizaba hacia su vientre

(VI 106-9)

Rosado rollizo como un infante brincoacute enhiesto el solCoge la albiacutesima cima y eacutesta se tintildee de rosay extiende hacia abajo sus manitas hasta el llano verdehalla olivos pequentildeos y los acaricia y espinas y las florecey encuentra tambieacuten de a poco tropezando al palacio saqueadoy como nintildeo succiona la ubre del incendio

(VIII 452-7)

Despueacutes del cataclismo que destruye por completo la recieacuten levantada Ciudad Ideal surge el diacutea siguiente

Amanecer Se ha hundido la ciudadela y la boca del monteya se ha cerrado y su lengua la llama se ha detenido saciaday risuentildeo el sol aparecioacute sobre unos nimbos flamiacutegerosy se esparcioacute la luz como una rosa por la tierra devastada

(XVI 270-3)

Amanecioacute y florecieacuteronse de luz en las quebradas los cardosse despierta la tierra y se estira sus senos se agitanvuelven las liebres a sus camas los ciervos a sus escondrijosse lamen ahiacutetos los leones y se acuerdan del aguay a lo lejos un paacutejaro en la punta maacutes alta de un pino o en la cima del espiacuteritu quieacuten puede distinguirlo claramentecon la cabeza erguida toda luz comienza un canto temerarioy el sol brilla cual plumoacuten de oro en la tibia pechuga matinal

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Callaba el solitario y se vertiacutea denso como miel el solen su vasto torso desnudo y en sus gruesas caderas

(XIV 178-187)

Ya goza el sol al mundo como un vaacutestago suyo al aparecer ndashmagno dios de cuernos de orondash sobre el horizonte donde se juntan cielo y mar62 ya asoma riendo en su cuna como infante y se levanta a la cima del eacuteter para luego rodar donde su madre la noche la de negra mantilla

Aclaroacute ya Desvanecioacutese en la dulzura azul el lucero matutinodespierta el magno dios ascienden sus cuernos de oroen las raiacuteces del cielo-mar apuntan y levantan los nimbos y lentamente su frente los ojos y los labiosse liberan de la noche sobre el ponto serenamente meacutecesey en silencio goza alegre al mundo como a un vaacutestago suyo

(IX 27-32)

Ha pasado la noche vuelve el sol a reiacuter en su cunay poco a poco se anima y se levanta y quema en la cima del cielolos amigos reman y hablan y eacutel rueda incandescenteal poniente sombriacuteo alliacute donde su madre la-de-negra-mantilla

(VIII 987-90)

Sin embargo no soacutelo las ideas de renacimiento o despertar de los seres y las cosas se asocian a la salida o paso del sol Tambieacuten aparece el astro como azote de la tierra tonante despiadado o con caracteriacutesticas inquietantes ligadas a imaacutegenes funerarias o a presagios funestos como en la rapsodia XVI cuando su aspecto forma parte de los indicios del cataclismo que destruiraacute la ciudad fundada por Ulises

62 El vocablo popular uranothaacutelaso alude exactamente al conjunto que cielo y mar presentan a la vista del navegante Ver seccioacuten La palabra

93

Amanecioacute Cual esfera detonante tronoacute el sol en el cieloy golpeoacute rebotando en la piel de tambor de la tierra

(XII 1141-2)

El sol nublado-de-laacutegrimas se ahogaba en confusa agitacioacutenlos perros aullaban en los patios y maacutes allaacute a lo lejos se sentiacuteasin viento alguno hervir las olas en el lago

(XVI 48-50)

Denso bullicioso se erguiacutea el iacutegneo meridianolas sombras negras se amontonaban como brea en el patio embaldosadose asoleaban los toros bronciacuteneos humeaban las piedrasunos buitres cruzaban el cielo y oliscan-hambrientosa la tierra que yace de espaldas como una carrontildea agusanaacutendose

(VI 409-413)

El sol ya denso se poniacutea y en el polvo del llanolos redondos bohiacuteos de la aldea con sus abiertas puertas-y ventanasbrillaban igual que montones de cabezas muertas

(XIX 564-6)

Las imaacutegenes feroces llameantes y sangrientas del sol son muchas y de matices muy variados y el espacio no nos permite entrar a examinarlas Se asocian por lo general al elemento iacutegneo estudiado en particular por Michel Monory en el ensayo ldquoKazantzakis y las imaacutegenes del fuegordquo63 Fiera amenazante cabeza degollada fruto envenenado langosta de garfas rojas que hierve de coacutelera arco de fuego barrica de cobre que vaciacutea cataratas de llamas y brasas

63 Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 Tambieacuten en traduccioacuten al griego por Ana Kaacutesdagli en revista Nea Hestiacutea Homenaje 1971

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Y el sol se acrecentaba fruto envenenado allaacute en el cielovaho exhalaban las ubres del arenal hormigueaban las rocas

(XII 451-2)

Como langosta de garfas rojas que hierve de coacuteleraserpenteaba al otro diacutea el sol sobre la arenay las palmeras se agitaban a la luz cual surtidores de llamas

(IX 1021hellip)

El alba

Acaso sea la aurora la manifestacioacuten del transcurrir temporal que se asocia en el poema casi solamente a imaacutegenes de serenidad La llegada de la luz antes de que salga el sol suele ser suave como el disiparse de la oscuridad fresca y azul de las uacuteltimas horas de la noche Antes que apunte el alba ya la tierra suentildea con el diacutea

Auacuten no cantaba el gallo todaviacutea brillaban las estrellas Plena de paacuterpados cerrados y de manos cruzadas la tierra en la oscuridad fresca y azul inundada de bruma dormiacutea y sontildeaba dulcemente que ya el sol ha salido (VI 1-4)

Junto con el fresco del sereno del amanecer el lucero matutino juega con su luz en los olivos

Descendiacutea de la sierra el sereno leve fresco y alado y se deslizaba y jugaba todo luz el Astro-de-la-Alborada blanco palomo en los plateados aacuterboles-del-sol (VI 23-25)

El aclarar da tambieacuten lugar al poeta para trazar en una imagen y en un verso o algo maacutes todo un panorama matinal como en este pasaje de la rapsodia VII que contrasta con el espectaacuteculo de la ciudadela de

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Knosos convertida en una hoguera rugiente que crepita y se derrumba

Amaneciacutea En el cielo con humo sonreiacutea ya el lucero Puso sus albos pies el diacutea treacutemulo sobre la cima del monte (VIII 442-443)

Tenue velada brumosa con matices rosaacuteceos la luz al amanecer se difunde o desliza murmurando hermanada con el rociacuteo y el perfume de la tierra

Velada lechosa lamioacute la luz el canto de los montescoge piedra por piedra por las laderas se difunde murmurandola enfrentoacute un cipreacutes negro y su copa sonriacuteecreeriacuteas que de improviso subieron rosas y la florecieron

(VI 30-33)

Pende el tiempo nuboso en el alba-llorosaperfuma la tierra y las hojas del olivo destilaban rociacuteoy el brumoso amanecer como infante en la cuna solloza

(II 488-490)

Todaviacutea las estrellas formaban un tenue collar una rama de perlasy en el confiacuten del cielo paacutelido sonreiacutea el diacuteay de las brumosas montantildeas una helada brisa descendiacuteaNuestro ladroacuten-de-carros empuntildea su fusta triplelo hace restallar y agitaron los caballos sus soberbias cabezasy parten siguiendo el agua que jugaba entre los mirtosy el alba aacuteureo-rosa se deslizaba hacia el mar

(III 1340-1346)

Imaacutegenes pastoriles y jubilosas se asocian a la llegada y paso de la aurora La luz puede ser una cabrita que brinca o un gallo-faisaacuten que sube y canta en los techos y la mantildeana un cordero que camina por el riacuteo y el lucero matutino un albo palomo entre los olivos

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Cristal puro inmaculado atraviesa su espiacuteritu la nochey vino muy de mantildeana bailando cual una cabrita la luzy brincoacute en sus hombros ardientes y se instaloacute en su mandil

(XIX 237-239)

En la arena en rincoacuten abrigado el nardo halloacute resguardobrillan las hojas en el olivo cayoacute la lluvia-nocturna y tiemblangotas gozosas las laacutegrimas en los paacuterpados del aireHuacutemedo y doblado se posa entre los ramos el espiacuteritu de la vieja lluviay se apintildean las nubes blancas en el cielo como vellones de ovejas

La tierra se lavoacute y en la honda alborada antes que la toque el solcomo el empapado aguzanieves se sacude en la riberaSe apagaron las estrellas se deslizoacute la transluacutecida lunay como el gallo-faisaacuten subioacute la luz y en los techos cantoacute

(VII 1-9)

Pasoacute la noche con sus axilas huacutemedas fragantespura y delicada aparecioacute la luz entre los vallesy cual cordero camina la mantildeana por el riacuteoY siguen los compantildeeros la corriente cubierta de rosasaves blancas derramando luz atraviesan por sobre ellos

(X 1387-91)

Estaba amaneciendo Un flamiacutegero cielo ensangrentaba las piedras (IX 893)

Y el licor de la aurora difundioacutese en el perlado mar (XXIII 997)

Y mirad en el confiacuten del cielo paacutelida vibra la alboraday todos los ojos brillan y riacuteen y miran hacia el orientee infante en su cuna por el cielo se desliza el solVapores azulados sus mantillas y de argento es su toca

(XXII 1245-8)

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III La muerte

La mayoriacutea de los estudiosos de la Odisea ha sentildealado la presencia continua y obsesiva en el poema de la idea y la imagen de la muerte como una de sus notas caracteriacutesticas Se ha hablado asiacute de que la obra constituye una interminable alegoriacutea sobre el tema de la muerte y que la vida que bulle en ella es soacutelo un elemento subordinado a aqueacutel el supuesto para poder reiterar con variados procedimientos la uacutenica realidad cierta la nada final que espera a todos los hombres Es el asunto de meditacioacuten y de plaacutetica de muchos de los personajes de la epopeya Es el fin ldquorealrdquo dentro de la obra de todos ellos Es tambieacuten un personaje especie de compantildeero invisible del peregrino que en diversas oportunidades toma formas tangibles hasta igualarse del todo con el anciano asceta de albos cabellos en las soledades heladas del polo sur Los dos primeros aspectos del tema de la muerte son sin duda comunes a las otras obras de Kazantzakis hasta podriacuteamos decir a todas El tercero nos lleva a un terreno poco conocido y cuyo desarrollo seriacutea muy extenso la acogida que en la Odisea hace el escritor cretense de los mejores elementos de la poesiacutea popular neoheleacutenica riquiacutesima creacioacuten anoacutenima del pueblo griego que lo ha acompantildeado a lo menos un milenio y que ha constituido durante siglos la historia y la croacutenica la cultura y la filosofiacutea de la poblacioacuten sometida al doble yugo de dominaciones extranjeras y del analfabetismo consecuencia del nefasto problema linguumliacutestico64

64 En la seccioacuten ldquoLa palabrardquo nos referimos brevemente a este problema y a las funestas consecuencias que la mantencioacuten de una ldquolenguardquo artificial arcaizante la kathareacutevusa ha ejercido en todas las esferas de la vida del pueblo griego En la Revista de Educacioacuten Ndeg 30 de 1970 publicamos una exposicioacuten sobre el problema linguumliacutestico con el tiacutetulo de ldquoLa obra de Psijaris y Triandafilidis en el neohelenismordquo Sobre poesiacutea popular en nuestro paiacutes puede consultarse en castellano nuestros trabajos ldquoPoesiacutea popular neoheleacutenicardquo Anales de la Universidad de Chile Ndeg de 1966 la seccioacuten ldquoPoesiacutea popularrdquo de la Antologiacutea de la literatura noheleacutenica Ediciones de la Embajada de Grecia Caracas 1986 y la coleccioacuten con textos musicales de Danai Stratigopulu publicada por el Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos con el tiacutetulo de Cantos de los griegos 2ordf edicioacuten Centro de Estudios Griegos Santiago 2002 En franceacutes pueden verse las excelentes exposiciones de siacutentesis contenidas en el volumen I de LrsquoHistoire de la Litteacuterature Neacuteogrecque de Boumlrje Knoumls que se encuentra

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La Odisea posee el acento el ritmo y la serena capacidad narrativa del canto popular y a la vez su aliento liacuterico dice Emilio Jurmuzios65 Y en verdad uno de sus atractivos es el aprovechamiento sistemaacutetico que en ella hizo Kazantzakis de la poesiacutea demoacutetica griega La espontaacutenea gracia narrativa del canto popular estaacute siempre presente en el poema La narracioacuten tiene muchas veces el eco claro del rapsoda popular del τραγουδιστής tragudistiacutes que durante siglos ha cantado las penurias y alegriacuteas del pueblo griego Pero la Odisea no soacutelo asimila el estilo narrativo del cantor demoacutetico En realidad el poema mismo es una especie de gigantesco mosaico una larga tela bordada con expresiones versos pensamientos fragmentos y hasta canciones populares casi iacutentegras Estos elementos que salpican el texto a cada paso se funden en el desarrollo del relato y en la exposicioacuten de las ideas

Caronte personaje

Nuestro tema posee especial relacioacuten con uno de los campos maacutes interesantes del canto popular de tipo liacuterico la poesiacutea mortuoria La presencia de la muerte toma generalmente en la Odisea la forma que ha moldeado la moderna mitologiacutea popular griega la figura de Caronte que no es el antiguo barquero transportador de almas sino un negro caballero sentildeor del ldquomundo de abajordquo el κάτω κόσμος kato kosmos del loacutebrego y subterraacuteneo Hades lugar del exilio sin retorno Alliacute los hombres estaacuten sometidos a un solo dolor interminable y desgarrador la nostalgia infinita por la vida perdida por el mundo de los vivientes por el mundo terreno por el mundo de arriba el απάνω κόσμος apano kosmos En este exilio sin retorno no hay castigo ni recompensa por hechos pasados El Hades no se relaciona ni con el cielo ni con el infierno teacuterminos no usuales en esta poesiacutea Es el recinto oscuro del que jamaacutes se sale y donde de continuo se recuerda y se llora el mundo terreno perdido la vida con sus dolores y alegriacuteas Esta concepcioacuten extraordinariamente arraigada en un pueblo cristiano ha sido sentildealada como un fenoacutemeno curioso de supervivencia de creencias paganas

en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca del Pabelloacuten Heleacutenico de la Universidad de Chile65 Jurmuzios E ldquoLa Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Revista Kenuria Epojiacute

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Domina en toda la mitologiacutea popular griega y en los cantos populares llamados miroloiumls (μοιρολoacuteι gt μοιρολoacuteγιον) ldquocantos de la Moirardquo o poemas de la fatalidad con los cuales se llora a los muertos y se narran las correriacuteas del negro sentildeor del Hades a la caza de los humanos con los cuales lucha fiacutesicamente cuando eacutestos se resisten a dejarse arrastrar al Hades66 Asiacute pintan al personaje unos versos demoacuteticos

Helo alliacute por donde cruza por los valles cabalgandonegro es de negro viste negra es su cabalgaduralleva puntildeal de dos filos y espada desenfundadapara la cabeza espada puntildeal para el corazoacuten

Bajo la forma de Caronte la muerte es uno de los personajes maacutes importantes de la Odisea Es el compantildeero maacutes constante de Ulises Ante eacutel se presenta a traveacutes de todo su dilatado peregrinar con diversos aspectos como un anciano caminante lo espera una tarde bajo un aacuterbol como un gran mosco de mar se deja ver en medio de Aacutefrica en Creta en las viacutesperas del desastre de la ciudadela de Knosos deja su apariencia humana normal para convertirse en un sonriente y ceremonioso esqueleto Al final de la travesiacutea en los hielos polares ha llegado a igualarse en todo a Odiseo y su rostro viene a ser una copia con la huella de los antildeos y las penurias La enumeracioacuten de todas las formas que toma Caronte en el poema seriacutea muy extensa asiacute como el recuento de sus epiacutetetos pastor-de-grandes-rebantildeos caballero con-labios-de-hierro una gran langosta verde una mosca-de-mar un saltamonte verdoso una cigarra de inquietante chirrido una hormiga gigantesca un sol negro un gallo oscuro que canta y hace desvanecerse la vida un elefante albiacutesimo que seduce al humano con sus tristes ojuelos un gran cisne con suaves ojos de rubiacute un monstruoso octoacutepodo que trata de arrastrar desde el lecho al moribundo un escorpioacuten que salpica veneno con su cauda una negra

66 Sobre Caronte puede verse en castellano Olga Omatos ldquoDel Caronte barquero al Jaros neoheleacutenicordquo Veleia Ndeg 7-1990 F Diacuteez de Velasco ldquoCaronte-Jaros (Kharos) ensayo de anaacutelisis iconograacuteficordquo Erytheia Ndeg 10-1 1989 M Castillo Didier ldquoCaronte supervivencia y metamorfosisrdquo en M Castillo Didier La Odisea en la Odisea

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serpiente un dragoacuten de larga cola etc Lo general es que la personificacioacuten de la muerte presente los matices esenciales del canto popular del jinete que arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados coge a los mozos del cinto y a las nintildeas del cabello y pasa en su negro corcel llevando su rebantildeo de difuntos

Asiacute regresa Caronte cabalgando a sus solares encarnados lleva a los mozos del cinto y del cabello a las joacutevenes y a los nintildeos pequentildeos atados a la cabecilla de su enjalma (XI 645-647)

La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la nochehombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manosy soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores (X 73-275) Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindariose aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondasharrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

(X 263-265)

Cuando Caronte pretende llevar a Ulises antes de tiempo eacuteste apostrofa al negro caballero con la foacutermula del miroloiuml popular en que la viacutectima ruega no lo coja del cabello y luche con ella en buena lid sin arteriacuteas

laquoEh Caronte no me cojas del cabello el alma no he de entregarantes de ver que toman los amigos el barco-de-nieve

(XXIV 55-56)

En la uacuteltima rapsodia una madre responde al llamado de Centauro uno de los compantildeeros de Odiseo que ha salido de la tumba para acudir a la agoniacutea de aqueacutel y pide piedad repitiendo variado el motivo del hijo uacutenico al que no puede dejar pues Caronte pretende arrebataacuterselo motivo propio de la poesiacutea popular

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laquoiexclApiaacutedate de miacute que estaacute enfermo mi hijo y los perros auacutellanronda Caronte por las vecindades y otro hijo no tengoraquo

(XXIV 97-98)

En la rapsodia XIX se anuncia desde los primeros versos la presencia de la muerte mediante procedimientos caracteriacutesticos del canto popular como es el diaacutelogo de las aves y las ldquopreguntas sin objetordquo άσκοπα ερωτήματα aacuteskopa erotiacutemata cuya respuesta negativa sirve para dar eacutenfasis a lo que realmente el poeta pretende decir En este caso presentar al oscuro caballero del Hades que ha aparecido con su cabalgadura

Una negra bruma aplasta las montantildeas y la neblina el llanolas liebrecillas se asustaron unas aacuteguilas se reuacutenen en la alturaequilibran las alas de-largas-travesiacuteas y charlan con voz roncalaquoiexclAy mucha nube negra se ha abatido y nadaraacute en barro la tierraraquolaquoNo es este hermanos un diluvio no es negro nubarroacutenun dragoacuten en el cielo diviso con cola azul enroscada y lleva adelante su boca abierta para devorarse al solraquolaquoNo es este amigos el diluvio no es una tempestadiexcla Caronte yo diviso que por los campos cabalgando aparecioacuteraquo

(XIX 1-9)

Igualmente recoge motivos de la poesiacutea demoacutetica el pasaje siguiente que muestra a Caronte siempre cabalgando manchado con los macabros restos de su tarea asesina

iexclNegros mensajes Estalla la guerra se golpean las puertas estrechamente se abrazan los esposos y ya no se separan brillan las armas sobre los montes enrojecieron los valles y Caronte va en su overo y sus caballos gotean sangre espesa pelos que se marchitaron y ojos que se fundieron (XVI 718-722)

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La reflexioacuten de Helena o del poeta sobre lo efiacutemero de la vida cuando la embarcacioacuten de Ulises descubre la vista de Creta alude tambieacuten al motivo demoacutetico sobre el modo de arrastrar a las mujeres que generalmente utiliza el sentildeor del Hades

Helena sin hablar los cuatro vendavales percibiacutea que navegan eroacuteticamente y silban en la hendidura de sus senos Ah si ella estuviera como la isla sentildeorial en el medio del pieacutelago y la azotaran tambieacuten con fuerza los cuatro vientos capitanes Pero es efiacutemero e impotente el cuerpo de la mujer y antes que logre gozar una pizca antes que mueva los brazos de las dos trenzas la coge Caronte el-de-los-labios-cerrados (V 534-540))

Incluso la explicacioacuten de formas para nosotros extrantildeas de presentar a Caronte y a objetos relacionados con la muerte puede encontrarse en la poesiacutea popular Asiacute por ejemplo la curiosa metamorfosis del negro caballero en un gran mosco-de-mar en la rapsodia XXIII tiene precedentes en un canto demoacutetico cretense que alude a los diversos ardides con que los humanos tratan de esquivar la visita fatal de la muerte He aquiacute algunos versos de una versioacuten de dicho canto

Bajo la orilla del cielo en los confines del mundouna torre de hierro levantan para esconderse de CarontePero Caronte se vuelve una mosca y se entra por la ventana[hellip] Entra Caronte y alancea a todos los valienteshellip

El aspecto humano del caballero del Hades propio de la mitologiacutea popular neogriega aparece en toda su curiosa amplitud a traveacutes de la Odisea Como en aqueacutella se le atribuyen todas las virtudes y debilidades humanas sus costumbres sus maneras de vivir acompantildeado de su esposa ndashCarontisandash y de su madre personajes eacutestas siempre compasivas para las futuras viacutectimas de su feroz pariente En circunstancias y en tonos muy variados se producen en el poema conversaciones entre Ulises y Caronte cuando eacuteste aparece de tanto en tanto a traveacutes de su peregrinar En la rapsodia XVIII hablando con la

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famosa prostituta Perla y el priacutencipe Madretierra que vive obsesionado por el pensamiento de la muerte Odiseo expone toda una actitud ante esta uacuteltima y ante los bienes y males de la vida a traveacutes del relato de una plaacutetica con Caronte

Conozco yo en el mundo un cuerpo con dos alargadas manossi tiene hambre de pan come la tierra la vuelve a comersi tiene sed de agua fresca se bebe la agraz salmueray si desea platicar quedamente hacia el atardecercomo buenos vecinos eacutel y Caronte departen entre risasldquoBienvenido el vecino Caronte nuestro apacentadordeja a tus manadas-de-hombres de-cabezas-enlodadasven a sentarte conmigo y como lobos maestros platiquemos la amistadrdquoRiacuteen hablan sobre vintildeas y sembrados como dos duentildeos de casahablan de guerras y matanzas y de viajes remotosy conversan tambieacuten como muchachos en celo acerca de las doncellasldquoiexclBuenos los pechos de Lenioacute buenas las piernas de Ralabueno es Caronte tambieacuten el corazoacuten del macho ese loco estandarterdquoEn las tapias se sientan de la alegriacutea y comen los dos y bebeny chocan sus copas hasta el amanecer como si fueran broqueleserguido y siempre claro el espiacuteritu del hombre a la muerte respiracual una rosa abierta albiacutesima a la que entibia el soly tartamudea Caronte y ya no aguanta maacutes muy pesado le resultael platicar de ese libre corazoacuten y la risa de aquel entendimientoldquoiexclAmigo demasiado fuerte el vino me voy a levantar para marcharmerdquoVacilando atraviesa el solar y tropieza en el umbral

(XVIII 1270-1290)

En una de sus visitas bajo forma visible el normalmente invisible compantildeero de Odiseo lo espera siempre caballero en su negra cabalgadura a la sombra de una higuera Ya ha envejecido como aqueacutel

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y comienza a asemejaacutersele Pero no es tiempo todaviacutea y el arquero lo rechaza y lo hace huir con toda su compantildeiacutea (Por excepcioacuten se trata aquiacute a Caronte como ldquoThaacutenatosrdquo Muerte palabra que es de geacutenero masculino en griego)

Se vuelve y contempla al viejo-muerte a su amigo cordialque estaacute sentado a la sombra de una higuera con su espadiacuten delgadoy ladraban siete canes rojos con sus pupilas verdesEl arquero-de la-mente lo miroacute y le dice sonriendolaquoOh viejo-Thaacutenatos me acechas en la sombra caballerocon una de tus manos sujetas las riendas de tu negro67

y la otra la pones contra el sol y el camino avizorasiexclArriba matador hacia la mar azul que alliacute te he de hacer sentildeasraquoSe levantoacute el mar en sus rintildeones e inundoacute su espiacuterituy precipitoacutese la salmuera y salpicoacute sus narices sulfurosasLevantoacute su blanca cabeza y husmeoacute la brisaigual que el elefante que sintioacute el olor de muertey sereno inclina al suelo su vieja cabezay trae a la memoria voladamente los lejanos escondrijos de su estirpela selva oscura en que crecioacute el torrente en que se bantildeabay la floresta extrantildea ya no lo tolera y se abalanza derechopara expirar en la cuna que lo vio nacerdel mismo modo parte Odiseo hacia la mar su madreSe volvioacute hacia el sur y olioacute en los confines del mundola salmuera fresca y se abrioacute como una vela su almagiroacute Caronte entonces y silboacute crujieron las ramas-del-sueloy perros caballo y cazador se esfumaron en el aire

(XIX 112-133)

La muerte concebida como el desposarse de Caronte con un alma constituye un motivo que posee raiacuteces en la poesiacutea popular Son los miroloiumls en que el hijo parte a casarse sin vestidos especiales ni sus

67 Mavros μαύρος negro es tambieacuten uso de la poesiacutea popular el sustantivar el adjetivo y nombrar al caballo negro como ldquoel negrordquo

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armas ni compantildeiacutea alguna y es interrogado por su madre Y eacutel contesta con palabras amargas que muestran sin que se la nombre expliacutecitamente que es a la muerte a la que se dirige a encontrar puesto que en las bodas donde va no se utilizan vestimentas ni armas ni compantildeiacutea ni muacutesicos Este motivo ampliado con otros y detallado aparece hacia el final de la Odisea

Como oscuriacutesimo heliotropo vibra la vida por la plena luzel semblante volviendo hacia el sol negro la muerteTras de la luz bulliacutean las estrellas y se inflamoacute el gran cipreacutesde la noche con sus ramos sin frutos de-hojas-negrasrecordaacuteronse68 las aves y vacilan con sus alas rescaldadas se reuacutenen los gusanos del cortejo y los suegros-orugaslevanta el topo el estandarte y se precipita como anunciadory detraacutes sigue Caronte como esposo con un aacutespid de anilloa fin de desposar del arquero el alma noble y sentildeorialA cien molinos exige una gran dote trigo formado de almasla mitad de ellos moleraacuten con laacutegrimas los otros moleraacuten con sangre y a un molino-de-viento habraacuten de moverlo los suspiros del humano El redimido barquero en su bajel-de-cristales con sus blancos cabellos ensangrentados con las untildeas partidasmanteniacutea los ojos bien abiertos y observaba al esposo

(XXIII 1201-1215)

En el uacuteltimo encuentro con Caronte en la embarcacioacuten de los hombres de las nieves ndashpostreros seres humanos que conoce Ulises en las cercaniacuteas del polo surndash la identificacioacuten de aqueacutel con eacuteste es completa Su apariencia igual a la del acabado canoso y cadaveacuterico peregrino mueve a compasioacuten La hora del fin se acerca y ya no es rechazada su compantildeiacutea sino que recibe una conmovedora bienvenida

68 Recordaacuteronse despertaacuteronse

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Cual saeta la embarcacioacuten de piel de foca se deslizaba por las aguasy ahora un cisne negro refulgioacute sobre la proa enamoradoy ardiacutean sus ojos suavemente a la luz como rubiacuteesMas a poco la sombra decantoacutese y se dibujoacute un ancianode albos cabellos enmarantildeados con un riacuteo de barbas y en su santa cabeza un gorro de zorro azulChispeaban unos pequentildeos ojos negros en unas hondas oacuterbitasy suavemente sus brazos gruesos y sus manos alargadascomo remando agitaba y meciacutea quedamente escaacutelamos-de-sombraEl-de-espiacuteritu-veloz se sonrioacute y percibioacute enseguidaquieacuten era aquel que se sentoacute en la proa y que cogioacute sus remosviejas trampas se moviacutean y los huesos rechinabana fin de dar lugar a ese grande visitante el-tres-veces-nobleNo respira observando largo rato sin moverse al viejo-camaraday una dulce compasioacuten conmovioacute hondamente sus entrantildeasabre con lentitud sus labios azulados y le da la bienvenidalaquoiexclCaronte coacutemo me has envejecido coacutemo blanqueoacute tu cabelloy las negras amarguras y tormentos de queacute modo te han lisiadoDonde tu rostro cruzaron con espada alliacute golpearon el miacuteodonde se hirieron tus carnes alliacute se hundieron las miacuteasy entre tus cejas diviso una oruga pequentildeitami semblante inclino al agua y alliacute diviso el tuyoiexclCaronte mi gran asistente y perro de mi barcomi camarada que merodeabas cual sombra en torno a mi sombra la vida enteray a veces te lanzabas adelante como un rey y a veces atraacutes cual esclavocoacutemo fuiste atormentado y coacutemo envejeciste en la tierra tambieacuten tuacute junto conmigoQue seas bienvenido tieacutendete ya y reposemos uno al lado del otroraquo

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Sonriacutee Caronte con dulzura y clava su miradaen los ojos azules oscuriacutesimos del-de-mente-de-zorro

(XXIII 149-177)

No es usual en la Odisea como no lo es tampoco en la poesiacutea popular griega que Caronte sea presentado sin sus caracteriacutesticas de figura humana viviente Pero hay episodios en que el negro caballero toma apariencias distintas fantaacutesticas o macabras como en aquella visioacuten impresionante del futuro que tiene Odiseo en el palacio de Knosos cuando ve surgir en la noche en fantasmagoacuterico cortejo al rey sus cortesanos y Helena todos cadaacuteveres en descomposicioacuten precedidos de Caronte Eacuteste es aquiacute un esqueleto con sus huesos tentildeidos de rojo las cuencas de los ojos llenas de tierra y que lleva un cuervo en el puntildeo

Salioacute primero el gran Caronte pastor-de-grandes-rebantildeospintados de rojo los huesos y con tierra en los ojosy llevaba un ave pequentildea ndashera un cuervondash en su puntildeo abierto entroacute saludoacute a derecha-izquierda pero nadie lo vioDetraacutes aparecieron los capitanes del mar y erguidasen sus cabezas ondeaban al viento unas alas azulesllenas estaban sus narices y axilas con unas perlas tenueslos huevos-de-los-gusanos-de-la-muerte que todaviacutea no se abriacuteanCon alas encarnadas aparecieron tambieacuten los capitanes de tierray sus viejas llagas recieacuten pintadas riacuteen como labios de heteraGentilmente se vuelven y saludan pero ndashtamboresndash sus vientres verdeciacuteany el musgo primaveral ya los cubriacutea Derechos sus ojos pintados miran hacia el poacuterticoy lentamente aparece el soberano ndashun piacutecaro mono doradondashy cuatro muchachos llevan su cola de pavo realy movioacute Caronte sus manos daacutendole la bienvenidaDetraacutes de eacutel eunucos perfumistas adivinos y bantildeerosy joacutevenes rollizos lo siguen e impuacutedicos bufonesy al final del cortejo brillaban los ojillos de nuestro OrfoacutesSe movioacute el leoacuten y gruntildeoacute y las gamuzas corrieron

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y sus pupilas todas agua fresca y sus espiacuteritus hierbasoacutelo nuestro Suralis husmeoacute el olor del leoacutenen medio de la oscuridad y por doquier como liebre correteapero no localizoacute la feroz huella y vuelve a seguir su caminoSe sentoacute el rey en el trono sonriacutee a los ricos noblesy hace sentildeas para que quiten las llaves a las puertas del gineceoComo altivas galeras que parten con oacuteptima brisaufanas con sus descotes pasan las sentildeoras recieacuten acicaladasrechinan los aparejos golpean su velamen se despliegacaen destellos desde las teas y los senos refulgenaltos pezones diriacuteanse golpeados por el mar en el rosado amanecerCimbreantes navegan con ademanes en el aire mariacutetimoy todas las mercanciacuteas y perfumes desbordan de sus bodegaspaacutejaros y risas frescas besos y noches de grandes ojosy Caronte abrioacute con compasioacuten como un puerto sus brazosEl arquero ve todo saluda y su alma se regalabrinca su corazoacuten como-lengua-de-leoacuten y lame toda la tierralaquoiexclAdioacutes racimos de-gruesos-granos azules cabellos perfumadosadioacutes mis crespas vides aparecioacute el vendimiadorraquoY de repente se abrazoacute con fuerza a la negra columna para no caerdivisa al final a la de cejas-de-luna mecerse-lentamente-como- cisney las nodrizas con suavidad ayudaban a avanzar su cuerpo ligeroSu vientre sagrado habiacutease abultado pareciacutea un hormigueroque en enorme multitud se sostiene sobre sus muslos llenos de ovossus mejillas rosadas se hundieron se agrandaron sus ojospaacutelidas sus manos descansaban sobre su seno fecundoY dulcemente sumida en un suentildeo mostraba una sonrisa lejana

(VIII 153-198)

En el desierto candente e inmisericorde con los humanos Caronte toma las formas inusitadas de serpiente y de dragoacuten de larga cauda sin perder sus atributos de gran sentildeor y opulento pastor de los difuntos

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Avizoran en torno y en el desierto llameante se estremecen los espiacuteritus El negro ofidio Caronte se escondiacutea tendido en la arena viejo arconte69 y primer-pastor y dragoacuten de-larga-cauda y guardaba montones de oro de anillos de compromiso en el vientre (IX 354-357)

Vida y muerte La contraparte de la muerte inexorablemente eterna sin fin es la vida fulgurar efiacutemero de una conciencia destinada a apagarse La fugacidad objetiva del vivir motivo siempre presente en la poesiacutea de todos los tiempos es una idea reiterada una y otra vez en la Odisea En ocasiones bajo la forma de breve reflexioacuten contenida en el ritmo lapidario de un verso

iexclSoacutelo un instante es la vida y la muerte es infinita (XVI 1312)

La vida es aire bruma suentildeo rociacuteo sobre el polvo (X 1369) A Menelao inquieto y lleno de presentimientos le parece un suentildeo y la muerte le parece como una sombra

Cual suentildeo la vida parecioacutele cual un jazmiacuten fragante y mientras lo sosteniacutea y aspiraba temblaba su corazoacuten y al inclinarse al torrente contemplaba construirse ramificarse y deshacerse con agua y luz el mundo Y leve tambieacuten le parecioacute la muerte como la sombra de una gran flor que al crespuacutesculo cae en la cabeza del hombre (VII 123-127)

69 Gran sentildeor noble

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Suentildeo leve murmullo tenue de agua dulce zumbido de abejas que se apaga y se pierde veacutertigo suave que desaparece semeja la vida cuando ha transcurrido y llega el momento de la muerte o una gran emocioacuten permite contemplarla en una mirada Asiacute la ve el anciano Laertes en sus uacuteltimas horas Helena cuando va a ser lanzada al agua para calmar la tempestad en la travesiacutea hacia Creta el propio Ulises cuando va a abandonar para siempre a la princesa Dijtena que subioacute a su naviacuteo despueacutes de la destruccioacuten del reino de Knosos

Se sumieron las sienes del anciano sus paacuterpados se cierran cual dulce zumbido de abejas lejano en el campo florecido que se aleja maacutes y maacutes y se apaga y se pierde le parecioacute su vida y eacutel de espaldas cual un abejorro sin aguijoacuten estaacute muriendo (I 889-892)

Y la hermosa mujer escondioacute el semblante entre las manos y toda su vida atravesoacute como un suentildeo de-remo-alado por su mente era un paacutejaro de oro y revoloteoacute un suave veacutertigo y leve se ha desvanecido (V 253-255)

Con el cuerpo lozano de la mujer entre sus brazosse sentiacutea navegar en los secretos veneros de Carontepara encontrar el agua inmortal y beber y que se esfume su almaY la vida toda parecioacutele como un murmullo tenue de aguaque entre suentildeos clara borborita70 dentro del espiacuteritu del hombre

(VIII 1333-1337)

Cuando Ulises ha hecho vivir actuar en un drama sangriento y morir a cinco creaturas de su entendimiento en la rapsodia XVII las reflexiones que el impresionante final de todos los personajes sugiere son semejantes a las que pueden hacerse en torno a los hombres reales y sus creaciones condenadas todas a una postrimeriacutea inevitable la nada

70 Borbotea borbollea

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Como pestantildeeadas de astros al sol se-encienden-y-se-apagan las generaciones dan-flor-y-frutos los aacuterboles y se pudren en un instante en el suelo se alzan reinos con la aurora de-un-solo-diacutea iexcly marchan veloces al meridiano y al crepuacutesculo se apagan71

(XVII 921-924)

El canto popular provee tambieacuten al poeta de algunos motivos sobre la fugacidad de la existencia humana como el pensamiento que sigue a la desaparicioacuten del pueblo de los hielos que Odiseo encuentra en las proximidades del polo y que pese a sus obsesivos ruegos a la divinidad y sus esperanzas de llegar a terrenos firmes es devorado implacablemente por las aguas heladas a la vista del peregrino que ha partido ya en su uacuteltimo naviacuteo

El nombre del hombre malhadado sobre la nieve estaba escrito lo cogioacute el sol y derritioacutese se volvioacute agua y desaparecioacute72 (XXII 1450-1451)

Es claro aquiacute el eco de los miroloiumls que lamentan la muerte de un ser en plena juventud

71 La comparacioacuten del paso de las generaciones con el cumplimiento de los ciclos vegetalesndashpresente aquiacute de manera indirectandash la hallamos en Homero en aquel bello pasaje de la Iliacuteada

Como la generacioacuten de las hojas asiacute es la de los hombresMientras el viento hace caer unas hojas sobre la tierraotras la selva al florecer engendra al tiempo de venir la primaverade tal modo una generacioacuten de hombres nace y otra se acaba

(Homero Iliacuteada VI 145-149 Figura tambieacuten en la poesiacutea popular como en el canto de la madre que pierde a todos sus hijos y es consolada por la voz de uno de ellos

Imagina madre miacutea que eras una matita de manzanode pequentildea floreciste y de grande diste frutosy soploacute la brisa norte e hizo caer las manzanas

72 Recueacuterdese el miroloi que entona una anciana cuando el pueblo errante del pope Fotis antes de volver a partir en eacutexodo entierra el cadaacutever de Manolios en Cristo de nuevo crucificado de Kazantzakis El nombre de este joven sobre la nieve fue escrito vino el sol lo derritioacute vino el agua y lo borroacute (paacuteg 409)

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El nombre de este joven ndash escrito estaba en la nieve el sol lo ha derretido ndash y el agua se lo ha llevado

Un bordado poliacutecromo en la tela de la noche que va de abismo en abismo que manos misteriosas urden en las tinieblas breviacutesimo relaacutempago que se desvanece con la llegada del sol negro y el canto del gallo negro Caronte tal es la vida Un vano juego le parece el mundo a la desdichada princesa Krinoacute cuando debe marchar al redondel de las ceremonias taacuteuricas a sabiendas de que no podraacute sobrevivir al asalto de la fiera

Un bordado carmesiacute hermanos es la vida en la tela brumosa de la noche Quieacuten Dios miacuteo estaacute en la oscuridad con unas manos haacutebiles y aparecen las grecas realzadas los floreros los cipreses y perdices silvestres con-garras-de-fuego y hombrecillos negros Y se deshacen y se desvanecen y vuelven a surgir y se abren nuevas sendas recodadas con cipreses y de zanja en abismo van los brocados poliacutecromos (VII 1247-1253)

Un vano y friacutevolo juego de libertad le parecioacute en su seno el mundoy la vida entera breviacutesimo relaacutempago pestantildeeoacute en su pensamientoiexclmuy pequentildea y muy dulce y se levantoacute temiendo que se esfumeHebilloacute con firmeza el centildeidor precipitadamente abre los brazosdelgados y enjutos y las piernas fuertesUna roja corona de cuerda de crin de tres vueltas coloca en sus cabellosy ya sin esperanza se encamina veloz sin miedo a la era de Caronte73 (VI 538-544)

73 La era ndash la era despejada la marmoacuterea era - aparece siempre en la poesiacutea popular como el lugar donde luchan Caronte y el joven a quien viene a llevar

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Y yo soy aire y bruma y suentildeo y vendraacute el sol negro el cuervo negro Caronte iexcla cantar para que yo me desvanezcaraquo (X 1373-1374) Parecida reflexioacuten sobre la fatal fugacidad de la vida hacen los muertos que salen de los sepulcros y acuden en tropel al llamado del asceta agonizante Perla la famosa prostituta recuerda como un suentildeo ligero el veacutertigo del mundo que tan intensamente gozoacute

Y Perla se cubrioacute el pecho y de nuevo envuelve lentamenteen el terroso pantildeuelo funerario su cabellera telarantildeosacomo un suentildeo ligero pareciοle el veacutertigo de este mundocomo sombras vergonzosas e impuacutedicas alegres y tristeslos joacutevenes y viejos que pasaron por el cielo de su lechoy toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejana

(XXIV 365-370)

El anciano de la tragedia incluida en la rapsodia XVII se expresa asiacute al meditar sobre su existencia

Un relaacutempago rojo es la vida y yo camino a su destello vi y me libereacute y ya no poseo esperanza ni temor es la muerte una pluma larguiacutesima y en la mano la sostengo (XVII 995-997)

Y Ulises al emprender la aventura del rapto de Helena recuerda lo efiacutemero de la vida

Ayer tarde naciacute y esta noche he de morir tiene tiempo la tierra de detenerse a rumiar lentamente iquestqueacute le preocupa Los antildeos iexclmiles detraacutes de ella y miles adelante Mas nosotros iexclbienvenidos y adioacutes iexclLo que dura un relaacutempago y nos vamos (IV 227-230)

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La contrapartida de la nada final es la realidad presente la vida y su haacutelito y fuerza se imponen maacutes allaacute de las continuas reflexiones sobre la muerte Sombra es la tierra pero se alegra el corazoacuten cuando la abraza dice Ulises a aquel pueblo agonizante de mujeres cuya uacutenica esperanza de sobrevivir como raza es un nintildeo cuyo sexo auacuten no tiene vello y al que cuidan con solicitud obsesiva (XIX 1087) En la rapsodia siguiente hallamos otra expresioacuten de la idea reiterada en diversos pasajes acerca de gozar el mundo ldquolibrarlordquo con la maacutexima intensidad aun cuando la vida sea tan efiacutemera ldquocomo el destello del relaacutempagordquo

iquestPor queacute llorar y clamar y perder el sentidoDichoso aquel que puede librar el mundo enterode flor en flor saltando presuroso y asiacute pasar al polvoiexclmaravilla es la vida que un instante aflora en el cerebro y luego se desvanece

(XX 552-555)

Frente al incesante proceso de destruccioacuten simbolizado en las andanzas ininterrumpidas de Caronte la vida sigue brotando El amor de los seres destinados a ser polvo engendra nuevas creaturas y asiacute la misteriosa trama de la vida sigue tejieacutendose con mil bordados El peregrinar nocturno de Caronte y el Amor entregado cada uno a sus contradictorias tareas es la imagen de esta continua conjuncioacuten de vida y muerte

Y entretanto sobre el rostro de la tierra la miacutestica trama de la vida continuaba tejieacutendose mil bordados maestros con albos hilos como olas-de-lunas sobre una tela de arena La voz del cuervo-nocturno gotea en las entrantildeas de la noche hombres aguas animales se durmieron cruzoacute la tierra sus manos y soacutelo quedan en vigilia Caronte y el Amor los dos trasnochadores Cierra las puertas el sentildeor Caronte y chilla el vecindario se aprieta las llaves al cinto y ndashferoz carnicerondash arrastra a los pobres atados y a los ricos desatados

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Y el Amor ese nintildeo pequentildeo de plantas delicadas lleva la maacutegica hierba-de-hierro que abre todas las puertas senos semidesnudos brillan manos pintadas hacen sentildeas furtivamente se deslizan los amantes a los patios los lechos cantan iexcly hete aquiacute que de nuevo se llenan de infantes los umbrales terrosos (X 260-273)

Antiacutedoto de la muerte es el amor no soacutelo en cuanto crea nuevas vidas sino tambieacuten en el sentido de que la exaltacioacuten eroacutetica genera una sensacioacuten de permanencia de eternidad De alliacute que pueda decirse que si bien Caronte guarda las llaves de la existencia humana la mujer es la depositaria de las contrallaves La prostituta Perla (Margaroacute) cuando surge de la tumba para acudir al llamado del agonizante Odiseo a la vez que reflexiona sobre lo efiacutemero de la vida se jacta de coacutemo gozoacute el amor en su existencia

Como esquilas comenzaron a tintinear las estrellas en el cielo riacutee la mar bulliciosa de espaldas a las proas y en nuestro suentildeo el inasible espiacuteritu el cazador-de-ensuentildeos viaja ndashmercaderndash por distantes lejaniacuteas y se marcha En toda la corteza multicolor llena-de-barro de la tierra guarda las llaves el patroacuten-Caronte y la mujer las contrallaves y tomamos todos las senda del amor subimos a los pechos y que se encumbre inmortal el alma y en el polvo no desaparezca (VI 773-780)

Y toda la vida ha fluido como el agua profunda y lejanatambieacuten la muerte agua profunda por nuestra mente suavemente se desliza

y la joven riacutee pues bien guarda el secreto en el pecho Ay cuaacutendo caeraacute a los pies del asceta para exclamar laquoTu palabra grande me ha fecundado mi vida ha echado fronda como el buen manzano y se dobloacute recargada de fruto y ahora soploacute el viento sentildeor cayeron las manzanas

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rodaron por la tierra se pudrieron pero a miacute no me importa un relaacutempago es la vida lo sabiacutea y bien la cosecheacuterdquo (XXIV 371-379)

Abajo en los cascos negros en las entrantildeas de la piedramiles de capas de cuerpos se deshacen y solamente restaalbiacutesima inmortal abierta la risa de-cabeza-cadaveacutericaPero arriba negligentes viven los vivientes y golpean los pies74golpean sus manos miacuteseras en las tabernas bulliciosasiexclsalud y la muerte es un cuento hermanos y es el vinoagua inmortal y bebemos y florecen nuestros huesosY otros aprietan en su pecho a una jovencita y en la dulzura del beso se olvidan y se burlan de Caronte -iquestNo va con su guadantildea esa hoja melladapara aterrar a medianoche a los ancianos a los viejos simplesiexclPero yo con el amor lo combato y lo derribo

(VII 1328-1329)

La accioacuten constituye asimismo una contrapartida de la destruccioacuten ininterrumpida que trae la muerte Asiacute lo siente Odiseo durante su ascesis en las soledades rocosas en la rapsodia XIV Una de las etapas de la Asceacutetica es la accioacuten y en ella el peregrino cree convencerse de que el mundo y la vida no es el mero tabique multicolor que nos oculta la Muerte

Y contempla el arquero con profundidad al mundo alrededor y percibeque no es un dulce espejismo de la vista ni es un ajuar de bodasaquello de que Dios se ha revestido para acoplarse con el alma-la-hembrani tampoco el tabique multicolor que nos oculta a la Muertey que manos piadosas lo bordaron con adornos heliocroacutemicos

74 Alusioacuten a un canto popular ldquognoacutemicordquo en el que el estribillo es ldquoA esta negra tierra que nos comeraacute vamos vamos dale dale con el pierdquo Al cantar el estribillo se golpea el suelo con los pies Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 166

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con mucha dulzura y encanto para que olvidemos el sepulcro Es la vida una excursioacuten guerrera y las fuerzas luminosas ascendiendo con esfuerzo luchan por rasgar la oscuridad buscando en la tierra a porfiacutea inmortalidad y libertad (XIV 1331-1339)

La nostalgia de los muertos

La nostalgia inconsolable por la vida terrena que los muertos sienten en el Hades todas las veces que pueden hacer oiacuter sus voces en la Odisea recuerda el tono desgarrado que el cantor popular griego pone en boca de los difuntos cuando eacutestos ansiacutean el mundo de la luz tono muy semejante a aqueacutel con que hablan a Ulises en la Odisea homeacuterica Lo veremos no soacutelo en los dos pasajes que repiten en cierta manera aquel episodio de la epopeya antigua en su ldquocontinuacioacutenrdquo contemporaacutenea en las rapsodias I y XIV en Itaca y en el centro del Aacutefrica respectivamente Pero antes examinemos algunas otras manifestaciones de esa nostalgia sedienta y angustiosa por la vida En las orillas del Nilo el rumor que proviene de las tumbas innumerables no expresa otro sentimiento

Hablaba asiacute el anciano husmeaba las tumbas cual chacaly explicaba las voces de los muertos laquoiexclViajeros miacuteos si tuvieraagua corriente para beber y una manzana roja para olerraquoY a su lado otro solloza laquoiexclAy hermanos girad mi rostro hacia el nortepara que una gota al menos me sople de aire frescoraquoY gime otro con signos retorcidos y densos en su laacutepidalaquoNo lloro porque mi bella esposa tomaraacute nuevo maridoni lloro por mis hijos nintildeos son todo lo olvidaniexclsoacutelo lloro por el pan y por la luz y por la dulce plaacuteticaraquo

(IX 501-509)

El pesar por no haber aprovechado y gozado los bienes del mundo engantildeados por la promesa de una recompensa en una vida posterior a la muerte es una queja siempre repetida por los difuntos En el pasaje siguiente Suralis el muacutesico uno de los compantildeeros de Odiseo es el

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que reconoce las voces de ultratumba

Y Suralis pega el oiacutedo a la tierra y logra espaciadas distinguir en medio del denso y zumbante gusaneriacuteo las vocecillas del hombre laquoiexclMaldito aquel que cree en la virtud en el mundo esa anciana banquera que nos arrebata el oro puro de nuestro vivir y entrega un recibo que se anula allaacute en el mundo subterraacuteneo iexclOjuacute viajeros que pasaacuteis y viandantes que cruzaacuteis a la virtud lo aposteacute todo y el juego lo he perdidoraquo Se estremecioacute la arena y se quedoacute muda y el flautista distingue una voz fina de nintildea quejarse veladamente laquoiexclViacutergenes que pisaacuteis sobre miacute muchachas que me escuchaacuteis os dejo mi maldicioacuten por bendicioacuten gozad queridas de vuestra juventud Santa me proclamaban y peregrinos de los confines del mundo acudiacutean descalzos a verme y a ofrecerme azucenas sin ser besada ni tocada por varoacuten mi vida la perdiacute iexclAy iexclsi pudiera Dios miacuteo salir de nuevo una hora siquiera al mundo terrenal75raquo (IX 400-414)

La nostalgia por las maravillas de la vida alcanza al propio Caronte quien pese a vanagloriarse muchas veces de su tarea destructora se deja seducir tambieacuten intensamente por la magia del mundo terrestre El encanto del trino de una avecilla lo hace emocionarse hasta las laacutegrimas y maldecir su suerte y su negro oficio en este bello pasaje que pese a su exaltado haacutelito de vida termina tambieacuten con la muerte del minuacutesculo cantor

75 La nostalgia por ldquoel mundo terrenordquo ldquoel mundo de arribardquo el pano kosmos πάνω κόσμος es un motivo reiterado en la poesiacutea popular griega Cuando en un canto Caronte le pregunta a una nintildea que por queacute estaacute llorando y le dice que puede enviar a buscar a su madre o a sus hermanos ella la responde ldquoSoacutelo por mi casa lloro y por el mundo terrenordquo Ver un texto en Un milenio de poesiacutea griega paacuteg 170

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Suavemente amanecen en torno las montantildeas y de rosa se tintildeen las piedras oscuras y la alondra embriagada-de-sol con su borlado entendimiento bebioacute demasiada luz y confundioacutese y da comienzo al trino iexclcorazoacuten ave volante insensata y herida-por-la-luz Y mientras trinaba se iba sobrecogiendo y el sol se lo imaginoacute un manzano frondoso en su fruto un granado en su flor y subioacute a posarse entre sus ramas y a picotear dulcemente La madeja de canto y de alas se desmenuzoacute a la luz y desaparecioacute mas su trino ndashfiniacutesima lluviandash lentamente auacuten descendiacutea y todo el cuello candente refrescaacutebase de la brisa encendida Dios miacuteo con el canto del ave hasta la tierra se olvida de la Muerte hasta Caronte olvida su guadantildea y se sienta en una roca a escuchar embelesado el dolor de la alondra Enjugando sus ojos llameantes y sin paacuterpados suspira laquoiexclMaldita mi negra suerte si yo tambieacuten pudiera un diacutea despreocupado tenderme por la yerba a escuchar a los paacutejarosraquo No terminaba auacuten de hablar Caronte cuando ante sus rudos pies se derrumboacute el cantor extravagante como un pequentildeo terroacuten y en el extremo del pico teniacutea una gota de sangre negra (XX 315-333)

Este sentimiento del oscuro sentildeor de la muerte se expresa acaso con maacutes viva intensidad en uno de los episodios en que Caronte visita a Odiseo en la rapsodia VI Alliacute aqueacutel se duerme junto a su antiguo camarada y se pone a sontildear justamente con la vida La exaltacioacuten del vivir en esta llamada ldquoepopeya de la muerterdquo encuentra en este pasaje una expresioacuten notable

Se agitaron las cantildeas como un pueblo y las aguas crecieron y envolvieron su mente como un aacuterbol regaacutendola hasta lo hondo Y con suavidad de los laureles-rosas y de los cantildeales se difundioacute una brisa dulce y cogioacute sus paacuterpados el suentildeo Y vino Caronte y se tendioacute cuan largo es a su costado se cansoacute de merodear toda la noche los ojos le pesaban

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y deseoacute tambieacuten eacutel en el arroyo con su viejo camarada tenderse a la sombra de un algarrobo a dormir una gota Lanza ligeras sus manos de huesos al pecho del arquero y asiacute abrazados bajaron los amigos hasta el suentildeo Duerme Caronte y suentildea que todaviacutea viven hombres que auacuten se alzaron en la tierra casas palacios reyes y lograron crecer huertos y debajo de su sombra auacuten pasean sentildeoras nobles y esclavas entonan cantos Suentildea que un sol aparecioacute que alumbra una luna y acaso que gira la rueda de la tierra y lleva cada antildeo yerbas y flores frutos variadiacutesimos dulces lluvias y nieves y acaso de nuevo retorne todo ello y la tierra se renueve Riacutee Caronte secretamente en su suentildeo lo sabe es suentildeo aire multicolor una fantasiacutea de su mente cansada y deja despreocupado que lo aguijonee Y poco a poco perdioacute la vida el pudor y tomoacute vuelo la rueda abre sus viacutesceras la tierra hambrienta penetra el sol y la lluvia e innuacutemeros huevos germinaron se llenoacute el mundo de larvas y parten densas bandadas de aves de fieras y de humanos y de pensamientos y se precipitan a devorar a Caronte dormido Y una pareja de hombres se instaloacute en sus narices-cavernas encienden lumbre y la alimentan y preparan su merienda y colgaron la cuna del hijo de su tosco labio superior Siente cosquillear los labios las narices le hormiguean Y de pronto Caronte estremecioacutese y se esfumoacute su suentildeo soacutelo un instante se durmioacute la Muerte y sontildeoacute con la Vida (VI 1261-1292)

Maacutes que en la rapsodia I - y la visita saludo a los difuntos y danza en su recuerdo - es en la Rapsodia de la Ascesis la decimocuarta donde encontramos una escena hasta cierta medida semejante a la del canto XI de la Odisea homeacuterica En la vieja epopeya la bajada de Ulises al Hades para consultar al adivino Tiresias pone de relieve el sentimiento infinito de nostalgia por la vida terrena que experimentan los difuntos en el mundo oscuro de la muerte concepcioacuten que en lo esencial supervive firmemente arraigada en las creencias populares neogriegas

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La sangre hace revivir a los muertos por algunos instantes y pugnan con desesperacioacuten por esos momentos de luz Hasta su viejo padre que dejoacute la vida despueacutes de cumplir iacutentegramente su ciclo aparece ante Odiseo y le tiende sus treacutemulos labios suplicantes Es tambieacuten en ese encuentro con los muertos cuando Odiseo conoce el fin de dos de sus maacutes queridos compantildeeros Ostreros (Stridaacutes) y Karteroacutes El primero le sonriacutee amargamente paacutelido y se esfuerza por articular unas palabras mas no puede pues su garganta estaacute carbonizada Quiere volver un momento a la vida pero su propio amigo le niega la sangre y eacutel maacutes paacutelido auacuten ndashhumo tembloroso como Anticlea la madre de Ulises en los versos de Homerondash desaparece Lo que los muertos expresan con pateacutetica insistencia al igual que en la poesiacutea popular es la nostalgia desgarradora e incurable por la vida terrena ldquovolver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerrdquo

Las entrantildeas comenzaron a temblar y las tumbas se abrieron iexclah coacutemo se arrojan los muertos a beber la tibieza del hombre Agachado el matador se estremece viendo a los antepasados a los viejos amigos que desaparecieron a las sombras que amaba abalanzarse apintildeados para beber sus venas y poder revivir Se precipitan en oleadas a su entrantildea y gimen los difuntos abrazan sus pies y los besan se cuelgan de sus costados y los maacutes temerarios chillan sobre sus craacuteneo igual como halcones laquoQuiero tomar tu sangre ndashgimenndash para poder erguirme sobre el suelo iexclpara volver a comer un trozo de dulce pan beber una gota de agua para rozar otra vez en la noche un suave cuerpo de mujerraquo Mas eacutel implacablemente escoge en el sumidero de su corazoacuten teniacutea en la mano un palo largo y rechaza a aquellas sombras laquoAtraacutes derrumbaos en el Taacutertaro no vuelvas nunca maacutes cosa difiacutecil te has elegido agua pan mujerraquo Su padre aparecioacute y tendioacutele sus treacutemulos labios

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pero con el taloacuten aparta el hijo de siacute a su progenitor laquoPadre tu vintildea en la tierra bien la cultivaste iexclcomiste y bebiste y engendraste un hijo mejor que tuacute y bastaraquo Se precipitan los antepasados abuelos bisabuelos como animales jadeantes pero alza su aguijada el-de-doble-origen y los derrumba al Hades laquoYa no tiene la tierra necesidad de vosotros no puede volver atraacutes al oscuro abuelo ha superado con sus gruesas quijadas iexcly es una verguumlenza que se desperdicie la sangre del vaacutestago para hacer revivir sobre la tierra a su ancestro-simioraquo Mas de improviso palpita el corazoacuten palidece el-de-mente- de-leoacuten allaacute en un extremo divisa a Ostrero que abre-y-cierra los labios y se arrastra hacia la cavidad del corazoacuten a beber una gota de sangre laquoiexclMi Stridaacutesraquo grita y abre con iacutempetu los brazos anhelantes Y eacutel alzoacute la mirada paacutelido y le sonriacutee amargamente trata de sacar una palabra mas no puede su garganta estaacute carbonizada y se arrastra hasta al corazoacuten del compantildeero para poder revivir Se llenaron de laacutegrimas los ojos del arquero pero levanta el cayado laquoiexclMi Ostrero estoy en gran necesidad y la sangre es muy poca Bien sabes coacutemo te quiero pero no se debe con amor gobernar esta tierra de mala cabeza te ruego Stridaacutes que no bebas sangre de mi corazoacuten tambieacuten tuacute cumpliste bien tu deber en la tierra y otro bien importante no tienes ya que ofrecer en este mundo iexclretorna al polvo y deacutejame dar de beber a otros mejoresraquo Dijo y Stridaacutes palidecioacute ndashhumo temblorosondash y desaparecioacute Suspiroacute el-de-muchos-tormentos y enjugoacute sus ojos hondo es su dolor pero es menester que las laacutegrimas no nublen sus ojos inclementes para que puedan ver y escoger entre las sombras Mudos los muertos hasta sus sienes descendiacutean

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como negros corderos y su espiacuteritu embargaacutebase de dulces anhelos en su memoria desencadenada fulguraban viejos soles y lunas frutos envenenados y corceles fortalezas muchachas y mujeres fantaacutesticos festines y lejanas travesiacuteas Y cuando sumergioacute Odiseo su mirada en lo hondo de la memoria divisa en el borde de la fosa de improviso una sombra pesada que se erguiacutea en silencio con una espada clavada en el craacuteneo laquoiexclHerrero miacuteo ndashexclama dolorido el solitariondash amigo sin sonrisa ya te quitaron la corona ya no estaacutes bajo el solraquo Mas Karteroacutes cual un rinoceronte mudo hozaba en el suelo y camina para llegar al corazoacuten y sorber tambieacuten eacutel sangre diriacutease que lo han asesinado y conserva su energiacutea toda (XIV 321-377)

La muerte destructora

La presencia de la muerte en la Odisea asume tambieacuten la forma de aceptacioacuten objetiva de ella como realidad inseparable de la vida revistiendo muchas veces el matiz de objetividad y serenidad con que la enfrenta el hombre ruacutestico sencillo y en especial el anciano En no pocas ocasiones ante el lamento o la expresioacuten de miedo frente a la muerte se da la reflexioacuten en contrario de otro personaje Esta posicioacuten suele asociarse a menciones del proceso material de desaparicioacuten del cuerpo que si bien pueden parecer de un caraacutecter macabro a veces hasta morboso no pasa de ser tambieacuten realidad Y acaso no constituyan en alguna medida sino ampliaciones y variaciones enriquecidas con nuevos motivos de elementos de la poesiacutea popular en la cual esa fatal etapa de reduccioacuten a polvo y nada del ser humano se muestra con impresionante realismo La presencia de la descomposicioacuten y los gusanos se da en no pocos miroloiumls como eacuteste dedicado a la muerte de una joven novia que citamos en fragmento

Y de nuevo respondioacute y a su madre le habloacute asiacutendashMadre si tuacute eres mi madre y si yo soy hija tuya

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saacutecalo y dalo a cualquiera mi anillo de compromisoMadre miacutea que me entierren en un vallecito verdedejad al lado derecho una pequentildea ventanaque entre el sol en la mantildeana y que entre al mediodiacuteay cuando se pone el sol que entre mi pajarilloque entre y salga a conversar que entre y salga a preguntarndashNintildea miacutea tu hermosura tu belleza iquestdoacutende estaacutenndashCome el Hades mi hermosura y la tierra mi bellezamis cejas y mis pestantildeas un gusano las devora76

El proceso de destruccioacuten orgaacutenica se menciona a veces en los miroloiumls con figuras acerca de las ropas y los alimentos que los muertos poseen en contraposicioacuten a los que los vivientes les ofrecen al rogarles en sus lamentos que retornen a la vida

ndashAleacutegrate con las flores guarda para ti las rosassi tienes almuerzo toacutemalo y si cena tienes coacutemelay si tienes agua tibia laacutevate con ella tuacutesi tienes vestidos viacutestelos si tienes lecho en eacutel duermeYo el camino que he pasado no lo vuelvo ya a pasarvoy a los montes del Hades voy a la fuente del Hadesel suelo tengo por lecho la tierra tengo por saacutebanapara cena tengo polvo para almuerzo tengo tierray bebo el negro veneno que gotea de la laacutepidahellip 77

En otras ocasiones la impresionante figura del difunto en putrefaccioacuten se ofrece al deudo que quebrantando una tradicioacuten llora a los muertos al crepuacutesculo enturbiando con sus laacutegrimas el agua de la Fuente del Olvido A tal hora los difuntos acuden a beber esas aguas para renovar la peacuterdida de memoria de la vida terrena Eso les permite ldquovivirrdquo sin mayor amargura en el oscuro Hades Mas si el agua se enturbia revive en ellos el recuerdo de la existencia y en su desesperacioacuten por volver al mundo terreno suelen cometer torpezas que Caronte castiga con el enviacuteo del muerto en descomposicioacuten para ahuyentar al deudo

76 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica p 13677 Ibiacutedem p 139

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irreverente Castigo doble por cuanto el difunto anhela volver a la vida vivo de nuevo y no en la forma de espantable espectro y porque el deudo al evocarlo ansiacutea hacerlo retornar a la existencia en la forma que tuvo en la tierra y no convertido en una visioacuten macabra Una hija ruega a su madre en un miroloiuml de motivo semejante al resentildeado que no la llore a la hora del anochecer porque perturba su trabajo de servicio de Caronte y provoca el terrible castigo

Quisiera yo madrecita pedirte una gran mercedque nunca al ponerse el sol un miroloiuml me cantes estaacute cenando Caronte con su mujer Carontisayo les escancio la copa con un cirio los alumbroY al oiacuter tu vocecilla mi pecho se estremecioacutey se me quebroacute la copa se apagoacute la luz del cirioy el vino se ha derramado en medio de los difuntosquemoacute vestidos y adornos de novia y palikaris78Se enoja entonces Caronte me enviacutea a la negra tierrami boca llena de sangre y mis labios de veneno79

En el pasaje siguiente de la Odisea se alegoriza el camino de los muertos en boca de un viejo hombre de pueblo y se alude al lento devorar de la tierra y al motivo de las ldquosiete especies de gusanosrdquo que en la rapsodia del Priacutencipe Madretierra se desarrolla ampliamente Salvo ese inevitable deshacerse nada hay maacutes allaacute de la tumba

laquoUn brioso labrador eacuterase mi bisabuelo y me tomaba en sus rodillasy no queriacutea contar cuentos a su nietosiempre en su mente Caronte estaba y se reiacutea de continuo hablando de eacutelldquoNo quiero comidas nintildeo miacuteo ni exorcismos en mi tumbano quiero que sacrifiquen por mi alma a los pobres bueyesiexclpues bien conozco el futuro y no poseo esperanzas

78 Palikari παλικάρι muchacho mozo hombre joven apuesto varonil valiente79 M Castillo Didier Antologiacutea de la literatura neoheleacutenica pp135-136

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Y oye aprende ya el secreto cuando bajes al sepulcroal entrar a la tierra primera al primer poacutertico del Hadescae sobre el alma un negro y le quita sus adornosy la pobre sentildeora se resiste y lanza grandes alaridoslsquoiexclSocorredme hermanos primos miacuteos me arrebatan la coronarsquoPero iexclay primos y hermanos se han marchado gime si puedesEn el segundo peldantildeo herrumbroso la abraza el portero guardiaacutenle roba los talismanes y los vanos amuletosy le arrebata iexclay de miacute hasta las cosas buenas que cumplioacute en la viday el alma desdichada se lamenta tiembla su vocecillalsquoiquestPor queacute me quitas las armas asesino por queacute asiacute me desarmasrsquoEn la puerta tercera la infeliz ya enmudece y la tierra poco a pocole va mascando los ojos y los dientes las untildeas y las orejasiexcly entonces ndashdicenndash aparecen siete especies de gusanos y la devoranrdquoraquoRecuerda el solitario las palabras del antildeoso labrador mas se las guarda (IX 518-538)

Una forma de ilusioacuten desviacutea al hombre del pensamiento de lo que ha sido su presencia en la tierra un surgir brevemente de la nada y un continuo caer al polvo para convertirse en tal para deshacerse a pesar de todo el pateacutetico empentildeo con que se haya luchado contra la muerte ldquoComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producenrdquo80 reflexiona Odiseo en la desolada necroacutepolis egipcia Los devora implacablemente el combatiente invencible y mudo el gusano

Calma vagamente como en suentildeo al sol silbabay erecta letaniacutea saciada su lengua biacutefiday debajo boca arriba los difuntos con las manos en cruzcon sus pechos llenos de aromas y de palabras encantadascon una llave en los dientes esperan que sus almas vuelvan a venir

80 No producen = no brotan

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Merodea por las tumbas la tripulacioacuten pisa a los muertosgraves espectros guarda el suelo gotea el sol gruesamentey la necroacutepolis plena de un halo vahoso brilla bruntildeida al sollaquoiexclComo espora siembran a los muertos en la tierra pero no producen raquodeciacutea el arquero admirando la paciencia de los hombrespara combatir la insensatez y la bravura de CaronteEmpuntildean los amuletos como espadines aprietan los exorcismos en sus pechosy se lanzan armados a la tierra a luchar con la lanzapero lentamente surge desde el suelo en la fresca oscuridadel invencible y mudo combatiente el gusano y los devora

(IX 358-372)

Pretender sublevarse contra tal realidad es falta grave a maacutes de inuacutetil le plantea el servidor hombre sencillo de pueblo que tiene por sabiduriacutea a la experiencia al angustiado priacutencipe Madretierra que vive obsesionado con el pensamiento de la muerte y peregrina en busca de un famoso asceta ndashOdiseondash para pedirle una explicacioacuten que pueda infundirle serenidad

Mi rey ndashque-vivas-muchos-antildeosndash iexclgrave falta es que levantesel haacutebito sagrado de nuestra madre tierra para ver sus verguumlenzasJusto es que sin blasfemias ni voces en la tierra como espigasnos plantemos de mantildeana y ya hacia el mediodiacutease abra ya dorada la cabeza y se llene de trigoy al anochecer caigamos suavemente a la era de polvoDe la fraacutegil boca de un gusano nadie se ha de salvar

(XVIIII 659-665)

El ciclo de la vida y la muerte es tan natural como inexplicable e injustificable para el hombre que no se ha liberado de anhelos y esperanzas falsas Cuando Ulises ha vivido las etapas de la Ascesis y su espiacuteritu puede contemplar el mundo tal cual es maacutes allaacute de deseo o esperanza alguna el panorama de la humanidad toma el aspecto del

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ciclo de la vida vegetal que se cumple silencioso y sin sufrimiento ni rebeldiacutea

Se ensancha y se extiende la era luminosa en su cabeza se ampliacutea el pensamiento se esparce e inunda la llanura ciudades se siembran y crecen en las amelgas del cerebro y todas se dan como mujeres con llanto con temor a la ruda caricia del hombre desnudas besando y mordiendo Los hombres filas de hormigas suben con prisa desde el suelo trabajan lloran riacuteen y se besan y caen de nuevo tambieacuten con prisa a la tierra y quedan sembradas sus cabezas en los surcos Coacutemo corremos todos al relaacutempago verde de la tierra a la tumba Pasan nuestros semblantes como alas y brillan en el sol mira lentamente la madre a la hija y la hija vuelve la cabeza tras los hombros fuertes del marido para distinguir a su hijo Todos sin piedad clavamos nuestros ojos muy derechos y corremos a coger la dulce manzana del mundo y de pronto se abre nuestra fosa y la santa fruta cae Como yerbas desde la tierra suben los pueblos de-cabello-espeso y de nuevo como yerbas vuelven al suelo y la tierra engorda masticando golosa los cadaacuteveres robustos de sus hijos (XVI 660-677)

La certeza del fin que aguarda a sus propias creaciones hace dudar a Odiseo en su actividad de dar vida a sus pensamientos y convertirlos en hombres y mujeres Sin embargo pese a lo efiacutemero de esa vida que eacutel daraacute anaacuteloga a la que a eacutel y a los hombres les es dada triunfa la voluntad de hacerlos vivir aunque sea por un instante contrapuesto a la infinitud de la muerte

laquoMe levanto a la ribera del tiempo y creo y descreo con arena y con agua y con sangre la historia del hombre saltan de las sienes los pensamientos y al caer a la tierra se convierten al punto en hombres y mujeres y veloces se acoplan Como el marfil pulido se refleja el rostro de la tierra

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entre los soles y las lluvias y lo acaricio quedamente agachado con ternura indecible y medito en secreto iquestPara queacute cincelar este marfil amado iquestUn puntildeal de matanza o una vasija profunda o una peineta para que brille en el abismo de los cabellos oscuros de la mujer Como una carne suave se levanta la fuerza en las diez yemas-de-los-dedos y asiacute como elige el soberano quedamente en sus vastos jardines a cuaacutel mujer de sus harenes le va a arrojar el pantildeuelo observo los deseos y contengo con suavidad mi energiacutea Muy pesada la soledad es esta noche muy caliente estaacute el aire no soporto quedar solo me viene un desfallecer y este terrible y veloz baile desata mi cerebro Anheleacute ver y que me vieran tocar y me tocaran palpitan mis entrantildeas como de nuevo dios y compadezco a los hombres Les tengo compasioacuten y en las mentes sin alas alas he de clavar botareacute ya las fronteras insensatas que al alma cercan iexclaacuterboles embriagaos y echad flores henchid el pecho muchachas y grandes cuitas mozos incubad en vuestro espiacuteritu soacutelo un instante es la vida y la muerte es infinitardquo (XVI 1289-1312)

La certeza objetiva de la muerte la aceptacioacuten de su realidad no puede borrar con todo la tristeza del no ser del cumplimiento del ciclo efiacutemero La melancoliacutea embarga a veces pasajes como el siguiente que en una imagen repiten el hecho siempre conocido

Y todas las almas en el mundo tambieacuten ellas cual flores amarillasse doblan hacia el sol y van siguiendo la luz y de repente la tristezacae sobre ellas como la oscuridad se marchitan y tiemblanrecordando a la negra muerte y al polvo desoladoflores las almas tambieacuten se abren y cierran con el sol

(XIX 549-453)

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La lluvia que acentuacutea el proceso de destruccioacuten de los muertos es tambieacuten portadora de sus fantasmas ya en la vigilia ya en el suentildeo ldquoCuando llueve salen los muertos de la tierrardquo y por eso mientras Odiseo planea la construccioacuten de la ciudad ideal que habraacute de destruir al cataclismo la imagen de Rala la ardiente revolucionaria egipcia destrozada en la lucha viene a eacutel Tambieacuten bajo la lluvia desde su patria lejaniacutesima llega al peregrino ya en las cercaniacuteas de la nada final en el polo helado el recuerdo de su viejo padre

laquoCuando llueve salen los muertos de la tierra igual que caracolessus ojos llenos de cieno lloran y crujen sus huesosy vuelven a caer al lodo lentamente y los sorbe la tierracreo que les corresponde tambieacuten a medio invierno una fiesta funerariaiexclay cuando ya se levante la ciudad pondreacute orden en todoraquoEacutel buscaba coacutemo dar al nacimiento las bodas y la muerteun fin maacutes alto dar maacutes allaacute de lo humanoCaiacutea la lluvia lentamente y el arquero inclinadorespiraba el olor salvaje de la tierra y desbordaba su espiacuterituuna borrasca espesa envenenada llena de ecos y fantasmasy Rala se levantoacute en la bruma del ocaso despueacutes del aguaceroy el bronce con sus talones fulguroacute y sus anchos labioscomo una llaga en la niebla temblaron y se volvieron a cerrarlaquoiexclRalaraquo grita Odiseo y abrioacute ansioso los brazosmas de nuevo empezoacute una lluvia torrencial y la tierra se embrumoacutey poco a poco como una burbuja vaciacutea de agua desaparecioacute Rala en el suelolaquoiexclAy cuaacutento peso de muertos recibioacute este pecho altivoraquomurmuroacute el solitario y se hundioacute las untildeas en el corazoacutenLa tierra muele quedamente en el huacutemedo Taacutertaro a los muertosse puso el sol y se hundioacute en las nieblas de la llanuray con pena en silencio se despega de los difuntos el arquero

(XV 1074-1094)

Allaacute lejos comienza una lluvia torrencial y coge en sus redes

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la planicie los granos sembrados se dilatan y se llenan de una leche gruesa y los muertos que yacen desnudos en el suelo comienzan a hincharse En el suentildeo son las piedras cristalinas y la tierra es transparente y mucho se inclina y dobla el-de-los-mil-sufrimientos y contempla a los difuntos mira a su padre que yace tendido y su corazoacuten se triza nunca en vida de su viejo le dijo una palabra dulce y ahora en los confines de este mundo en su dormir lo recuerda y llora Poco a poco se calmoacute la lluvia y el arquero agachado aspiraba el fuerte olor a tierra y se llenaba su espiacuteritu de densa agitacioacuten envenenada llena de ruidos y visiones Brincan en las entrantildeas los espiacuteritus despiertan los difuntos dilata su fronda murmurando el aacuterbol sagrado de la hipnosis con sus ensontildeaciones espesamente-florecidas en sus ramas felpudas (XXIII 504-517)

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IV La palabra

El problema linguumliacutestico de Grecia81

Para poder apreciar la grande y profunda significacioacuten de la obra kazantzakiana en el terreno de la reivindicacioacuten y aprovechamiento de la riqueza del neogriego es indispensable conocer siquiera en siacutentesis el problema linguumliacutestico de la Grecia Moderna Desde los uacuteltimos siglos de la Antiguumledad se da la tendencia a imitar el lenguaje aacutetico de la eacutepoca del apogeo cultural y poliacutetico de Atenas y a despreciar el idioma hablado que ya en los siglos heleniacutesticos ha evolucionado substancialmente tanto en su sistema foneacutetico como en el morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico Se origina asiacute un ldquofalso bilinguumlismordquo la llamada ldquodiglosiacuteardquo (διγλωσσiacuteα) el uso al escribir de una lengua no vigente ya en la vida El divorcio entre el idioma escrito y el hablado se hace mayor a medida que transcurren los siglos y se institucionaliza cuando el Imperio y la Iglesia adoptan la lengua arcaizante82 Esta ldquodiglosiardquo es heredada por el pueblo griego moderno como carga funesta que tiende a detener todo progreso cultural a mantener a la masa popular en el analfabetismo o semianalfabetismo y a generar una actitud de repulsa a todo lo escrito a la cultura En efecto despueacutes de la Revolucioacuten de la Independencia (1821-1830) triunfan los arcaiacutestas y se impone como lengua oficial del estado una creacioacuten artificial llamada ldquokathareacutevusardquo (καθαρεύουσα) mezcla de elementos gramaticales del antiguo aacutetico con ciertas concesiones a

81 Una exposicioacuten acerca del problema linguumliacutestico griego en castellano puede verse en nuestro estudio ldquoLa diglosiacutea en la historia de la lengua griegardquo Boletiacuten de Filologiacutea Homenaje a Ambrosio Rabanales tomo XXXVII 1998-1999 (Facultad de Filosofiacutea y Humanidades de la Universidad de Chile)82 Es de hacer notar que los Evangelios en la forma en que los conocemos son el maacutes bello monumento de la koineacute popular de la eacutepoca En ellos se muestran en germen los caracteres de lo que seraacute el neogriego Los primeros cristianos en su deseo de extender al maacuteximo el mensaje evangeacutelico utilizaron el idioma popular e ignoraron el aticismo Sin embargo pocos siglos maacutes tarde cuando la Iglesia pasa a ser religioacuten oficial del Imperio adopta la lengua arcaiacutesta que la masa popular no entiende casi en absoluto En el s V el obispo Nonos Panopolitis traduce el Evangelio de San Juan al griegohellip iexclhomeacutericohellip en hexaacutemetroshellip

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formas medievales y a alguna cantidad de vocabulario moderno aunque arcaizado en su morfologiacutea La diferencia entre la kathareacutevusa y la lengua neogriega llamada ldquodimotikiacuterdquo hablada por el pueblo y producto de una continuidad ininterrumpida desde los tiempos homeacutericos es inmensa Los sistemas morfoloacutegico sintaacutectico y leacutexico estaacuten separados en muchos de sus elementos por una distancia de dos mil quinientos antildeos de evolucioacuten linguumliacutestica De este modo el nintildeo debiacutea reemplazar las palabras y formas que habiacutea aprendido de su madre por otras y aprender a asignarle a cada objeto otro nombre con declinacioacuten y muchas veces geacutenero distintos a utilizar otros verbos de conjugacioacuten antes desconocida a intentar una sintaxis artificial en una palabra debiacutea superponer a su sistema linguumliacutestico natural otro artificial y arbitrario Cuando el escolar procediacutea de un lugar de dialecto arraigado en sus estudios completos debiacutea agregar a su idioma natural tres sistemas gramaticales distintos la lengua hablada comuacuten la kathareacutevusa y por uacuteltimo el griego claacutesico Si a ello se agrega la mantencioacuten de una ldquoortografiacuteardquo absolutamente anacroacutenica y arbitraria de dificultad casi inimaginables puede tenerse una idea del efecto que semejante caos linguumliacutestico produciacutea en la actitud del nintildeo del joven y del hombre de pueblo en general hacia la educacioacuten y la cultura El peso de prejuicios seculares de una tradicioacuten arcaiacutestica milenaria la falta de concepciones cientiacuteficas sobre la lengua neogriega el desconocimiento de su inmensa riqueza y una posicioacuten poliacutetica conservadora triunfaron sobre el esfuerzo de los demoticistas partidarios de poner teacutermino a la diglosiacutea y reconocer el derecho del pueblo a escribir el idioma que habla como habiacutea sucedido siglos antes en todos los paiacuteses europeos La larga y difiacutecil batalla por el uso y el cultivo de la lengua hablada la daraacuten primero los poetas Solomoacutes el cantor de la Independencia y sus seguidores de la Escuela Joacutenica durante medio siglo Maacutes tarde seraacute el gran linguumlista y escritor Jean Psichari quien lanzaraacute la ldquoproclamardquo en favor del idioma popular en su libro Mi viaje (1888) Largos combates han de sucederse todaviacutea para que la lengua griega moderna se imponga en todos los dominios de la literatura Soacutelo en 1917 se conseguiraacute la implantacioacuten del estudio de la lengua viva en las escuelas en una reforma impulsada entre otros por el extraordinario

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linguumlista y maestro Manolis Triandafilidis Pero la reaccioacuten se impone casi enseguida y se reimplanta el uso obligatorio de la kathareacutevusa en la escuela limitaacutendose el estudio del idioma hablado soacutelo a los tres primeros cursos de la primaria Esta situacioacuten vino a terminar soacutelo en 1976 cuando se ldquolegalizoacuterdquo la lengua neogriega la dimotikiacute y se puso fin al dominio de la kathareacutevusa En 1982 se simplificoacute un tanto la ortografiacutea suprimiendo los ldquoespiacuteritusrdquo la ldquoiota suscritardquo y dejando soacutelo un acento el agudo Una de las consecuencias de la diglosiacutea ha sido el conocimiento y estudio tardiacuteo en Grecia de la lengua griega y su extraordinaria riqueza pese a que a fines del siglo antepasado y primera mitad del siglo XX se realizaron hermosas traducciones de obras antiguas que mostraban su plena capacidad expresiva negada por los arcaiacutestas83 De ahiacute que sea en tal marco en el que debemos ubicar la vasta obra de Kazantzakis

83 J Polylaacutes tradujo la Odisea homeacuterica y tragedias de Shakespeare A Heftaliotis introductor de la dimotikiacute en el geacutenero histoacuterico en su Historia del neohelenismo vertioacute tambieacuten aquella epopeya a la lengua popular A Palis realizoacute una bella versioacuten de la Iliacuteada y tradujo el Evangelio cuya publicacioacuten parcial provocoacute en Atenas en 1901 una reaccioacuten violenta de los arcaiacutestas con un saldo de muertos y heridos y la excomunioacuten del Patriarca de Constantinopla para el traductor Los nombres del gran liacuterico Palamaacutes del novelista Xenoacutepulos ndashintroductor de la dimotikiacute en el teatrondash y del filoacutelogo Sotiriadis ndashtraductor de Esquilondash estaacuten ligados tambieacuten a la batalla linguumliacutestica de fines del siglo XIX y comienzos del XX fundamentada cientiacuteficamente en la vasta obra filoloacutegica de Psichari Imposible no citar la opinioacuten del ilustre helenista Karl Krumbacher sobre los funestos efectos del ldquobilinguumlismordquo ldquoUna ruina aparecioacute en la vida espiritual de los griegoshellip maacutes profunda y manifiesta que en cualquier otra nacioacuten La desgracia de la diglosia El sello de lo diceacutefalo En toda su cultura nacional entroacute asiacute un elemento peligroso la falsedadrdquo (Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 564) He aquiacute el juicio de un preclaro sabio griego Fotiadis ldquoLa flor de la lengua florece en los pequentildeos labios de los nintildeos como una rosa de abril plena de rociacuteo iquestLo enviacuteas a la escuela Poco a poco la flor amarillea deja caer sus peacutetalos se marchita Maestros y maestras (no es culpa de los hombres lo dije es culpa del sistema) trabajan empentildeosa e incansablemente en pro de tal destruccioacuten Porque luchan todos ellos no para cultivar o enriquecer su verdadera lengua para luego con ella abrirle tambieacuten los tesoros de la antigua Hacen algo antinatural y antipedagoacutegico Le matan su propia lengua y no le dejan ninguna en su alma Ni la demoacutetica ni la antigua Le hunden en el cerebro la kathareacutevusa como clava uno con indiferencia un clavo en el tronco de un aacuterbol Pero con tales procedimientos se asesina el espiacuteritu es decir al hombrehelliprdquo Cit en Palamaacutes K Obras Completas vol VI paacuteg 265

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Kazantzakis y la lengua griega

La Odisea y las versiones meacutetricas de los poemas homeacutericos y de la Divina Comedia realizadas por Kazantzakis84 constituyen para nosotros como conjunto una de las tentativas de mayores perspectivas que se hayan emprendido para aprovechar en forma consciente la riqueza potencial del neogriego La lengua popular fue objeto de admiracioacuten y de cultivo especial por Kazantzakis desde sus antildeos juveniles Colabora con la revista Numaacutes oacutergano de los demoticistas militantes y participa en el Ciacuterculo de Instruccioacuten de Atenas en la batalla dura y prolongada por vencer prejuicios linguumliacutesticos seculares y obtener el reconocimiento del idioma hablado por el pueblo El verdadero griego moderno la llamada dimotikiacute glosa fue una de las realidades a que se aferroacute el escritor con maacutes pasioacuten Su amor por ella y su decisioacuten de combatir por dignificarla por vencer las barreras del arcaiacutesmo que pretendiacutean detener su desarrollo literario no lo abandonan ni aun en los momentos de crisis cuando ldquosu nihilismordquo lo lleva a dejar en forma inesperada actividades iniciadas con entusiasmo ldquoUna tarde de primavera en los faldeos de la Acroacutepolis en Atenas me encontreacute con una yerbaterahellip Me acerqueacute y trateacute de entablar conversacioacuten con ella como lo habiacutea visto hacer a Kazantzakis tantas veces Y ella sin moverse maacutes allaacute de unos pocos pasos del lugar donde se hallaba se inclinoacute y sacoacute de la tierra junto con las yerbas iexclno menos de cuarenta nombresrdquo iexclEste es el oceacuteano de vino en que se embriagoacute Kazantzakisrdquo85 Las palabras de Prevelakis no constituyen una exageracioacuten La riqueza del neogriego es en realidad notable En especial en lo que se refiere al leacutexico a los compuestos y derivados y a la complejidad del sistema verbal con su diferenciacioacuten de acciones prolongadas e instantaacuteneas Una cantidad de dialectos y hablas regionales bastante variadas proporcionan elementos de enriquecimiento a la lengua comuacuten Pero paradojalmente como deciacuteamos este idioma no se terminaba de conocerse bien en su potencialidad en la propia Heacutelade

84 En la traduccioacuten de los poemas homeacutericos Kazantzakis trabajoacute maacutes de 12 antildeos en colaboracioacuten con el filoacutelogo I Kakridiacutes85 Prevelakis El poeta y el poema de la Odisea paacuteg 73

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Kazantzakis se propuso emprender una obra de envergadura respecto de la lengua neoheleacutenica Y la realizoacute a traveacutes de maacutes de cincuenta antildeos de trabajo intenso Siguioacute el consejo del poeta nacional Solomoacutes ldquoSirve primero a la lengua del pueblo y despueacutes si eres capaz domiacutenalardquo Jurmuzios al comentar el valor de la Odisea en el aspecto del lenguaje se refiere a aquella labor ldquoEs [el poema] un extraordinario monumento linguumliacutestico que muestra la riqueza de nuestra lengua demoacutetica su exactitud expresiva su capacidad para denotar los maacutes sutiles matices del pensamiento poeacutetico y su potencialidad para llegar a ser con el tiempo fuente inagotable para la prosa comuacuten que a menudo utiliza periacutefrasis alliacute donde deseariacutea expresar una significacioacuten con soacutelo un teacutermino Kazantzakis ha relatado coacutemo logroacute acumular este enorme tesoro leacutexico [hellip] Viajoacute por toda Grecia y estudioacute todos los dialectos investigoacute las significaciones y los matices de significados de las palabras coleccionoacute pacientemente cuantos teacuterminos no le ofreciacutea la dimotikiacute corriente [hellip] Es menester sentir grande y verdadero amor por el idioma para realizar tal labor Kazantzakis nos mostroacute con la Odisea la pobreza de nuestra lengua cotidiana entregoacute a su generacioacuten y a la venidera un tesoro inapreciable y demostroacute a la vez que el lenguaje popular puede responder a nuestras necesidades expresivas basta conocerlo y amarlordquo86 A propoacutesito de la riqueza del neogriego en el Libro de viajes por Inglaterra Kazantzakis recuerda una conversacioacuten con Petros Vlastoacutes escritor y estudioso de la lengua ldquoMuchas horas permanecimos hablando sobre el gran amor de nuestra vida la lengua popular Eacutel tambieacuten ama con pasioacuten obstinada lo mejor y maacutes profundo que tiene nuestra raza [hellip] La lengua demoacutetica es nuestra patria ndashdeciacuteamos y con dificultad conteniacuteamos la emocioacutenrdquo87 En otro lugar hallamos expresiones entusiastas sobre las posibilidades literarias del neogriego ldquoAdmiro nuestra lengua popular Coacutemo se puede traducir palabra por palabra el endecasiacutelabo [de la Divina Comediahellip] ahora traduzco la Odisea de Homero con Kakridiacutes con quien tradujimos la Iliacuteada [hellip] No hay una palabra homeacuterica ni un epiacuteteto compuesto para el cual no hayamos encontrado el teacutermino

86 Jurmuzios E La ldquoOdiseardquo de Kazantzakis Rev Kenuria Epojiacute 195887 Libro de Viajes por Inglaterra 5ordf ed griega paacuteg 105

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correspondiente en el neogriego Venero esta lengua la trabajo como esclavo y amante Cuarenta antildeos he andado por campos y aldeas recogiendo palabras88rdquo El estudio de Jurmuzios que hemos citado maacutes arriba se publicoacute en su forma original en 1939 en Atenas Desde Londres Kazantzakis escribioacute a su autor una carta en algunos de cuyos paacuterrafos explica la perspectiva de su labor ldquoEn una eacutepoca muelle en la que faltan luchadores de primera fila no estando auacuten del todo vertebrada nuestra excelente lengua he intentado como he podido con amor con esfuerzo con cuidadosa atencioacuten reunir sus dispersos miembros y darles un aliento de vida en lo que me ha sido posiblerdquo Estas palabras enfocan con exactitud el significado del esfuerzo linguumliacutestico del escritor la creacioacuten de una auteacutentica y rica ldquolengua poeacutetica panheleacutenicardquo la elevacioacuten del neogriego a tal categoriacutea por medio del aprovechamiento de todas las potencialidades de los dialectos y de las fuerzas creadoras no utilizadas de la lengua comuacuten Jacques Lacarriegravere destaca el caraacutecter de este esfuerzo ldquoLa lengua utilizada por Kazantzakis ndasha la que tantos griegos han caiacutedo en el absurdo de reprocharndash no es como se ha dicho una lengua artificial abstrusa fabricada Es la misma lengua que el poeta ha investigado y empleado toda su vida esa que no existe en ninguacuten diccionario ldquooficialrdquo Kazantzakis va a buscar las palabras alliacute donde se encuentran [hellip] en los labios de los campesinos de los pescadores de los pastores y de los artesanos [hellip] La Odisea es el maacutes grande y maacutes maravilloso diccionario con que se pueda sontildear es una antologiacutea del logos griegordquo89 El profesor Peter Bien resumiendo la trayectoria de Kazantzakis frente a la cuestioacuten linguumliacutestica tambieacuten habla de la Odisea como de un diccionario de la lengua popular ldquoKazantzakis entroacute al movimiento en pro de la lengua del pueblo poco despueacutes del comienzo de su carrera y fue hasta su muerte un demoticista ardiente Al principio su demoticismo estaba relacionado con el nacionalismo En aquel periacuteodo (entre 1907-1920) su preocupacioacuten se centraba en el plano de las ideas pero su

88 Yalurakis M ldquoKazantzakis me dijordquo revista Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 16189 Lacarriegravere J laquo N Kazantzakis Sur les trace drsquoUlysse raquo Chant Planetaire oceacutean poeacutetique une ldquoOdysseacuteerdquo de notre temps

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accioacuten poseiacutea maacutes caraacutecter poliacutetico y pedagoacutegico que literario Este periacuteodo terminoacute entre 1920 y 1922 cuando Kazantzakis desencantado del nacionalismo griego comenzoacute a verse a siacute mismo como un escritor europeo cosmopolita En los antildeos 1920-1940 Kazantzakis continuoacute siendo demoticista pero sus esfuerzos por encontrar una salida para el demoticismo se frustraron Y de este modo puso todo su celo linguumliacutestico en la Odisea que llegoacute a ser un diccionario de la lengua popular a la vez que una obra de arterdquo90 Lasso de la Vega destaca como otros estudiosos extranjeros el papel del escritor cretense en el plano linguumliacutestico ldquoKazantzakis es un excelente renovador y un gran maestro de su lengua Eacutel es quien descubrioacute los ocultos tesoros del habla de su paiacutesrdquo Y Gustav Conradi se refiere con emocioacuten al lenguaje de la Odisea ldquoSu instrumento bienamado la lengua popular viva de su tiempo La busca en todos los rincones de su patria multitentacular la enriquece y la adorna sin cesar y forja su lenguaje visible y tangible tan centelleante tan lleno de realidad cuyo ritmo es como el profundo e infatigable rumor del mar de la por doquier presente sentildeora de la tierra heleacutenicardquo91 La empresa linguumliacutestica de Kazantzakis no puede pues estrictamente hablando ser comparada con la de Joyce aunque no han faltado quienes tambieacuten en este aspecto han establecido un paralelo entre ambos escritores El virtuosismo linguumliacutestico del autor de Ulises responde maacutes bien a un impulso sutil refinado El ingleacutes de la eacutepoca de Joyce vive una etapa distinta de la que vive el griego cuando aparece la Odisea Ademaacutes la labor de Kazantzakis se centra maacutes en la utilizacioacuten de recursos ignorados o poco aprovechados del idioma que

90 Bien P ldquoEl demoticismo de Kazantzakisrdquo en Sociedad de Estudios Heleacutenicos de la Universidad de Princeton volumen dedicado al Simposio sobre la obra de Kazantzakis (X-1969) cit por Friar K ldquoKazantzakis en Ameacutericardquo Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 145 Un libro sobre este tema del profesor Bien fue editado por la U de Princeton en 1972 Kazantzakis y la cuestioacuten linguumliacutestica91 Conradi G ldquoiexclOdissia Odissiardquo en Nea Hestiacutea nov 1969 paacuteg 26 El mismo autor comentando una frase de Kazantzakis en una carta fechada en Gotescamp el 17-6-1929 expresa ldquoEl verso perfecto es la uacutenica salvacioacuten del almardquo iexclKazantzakis el Cretense el adorador de El Greco el hombre lleno de fuego caos fuerzas cosmogoacutenicas contradictorias lucha por el verso perfecto

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en la creacioacuten maacutes o menos arbitraria de neologismos que no afincaraacuten en definitiva en la lengua El glosario de dos mil palabras que traiacutea la primera edicioacuten de la Odisea conteniacutea neologismos pero no tantos como se pensoacute en el primer momento Habiacutea siacute en eacutel muchas palabras desconocidas para la gente de los grandes centros urbanos Claro estaacute que se dan tambieacuten en Kazantzakis en forma limitada procesos de descomposicioacuten derivacioacuten y siacutentesis que salen del marco de utilizacioacuten de potencialidades desconocidas de la lengua para entrar en el plano de lo que llamariacuteamos creacioacuten linguumliacutestica libre Amor placer esfuerzo dolor se entremezclan en la relacioacuten de Kazantzakis con la palabra con la lengua ldquoEstaba auacuten peleando y luchando por domar a estos potros salvajes que son las palabras cuando llegoacute el veranordquo dice en Carta al Greco92 a propoacutesito de los meses en que la semilla de la Odisea maduraba en su interior Y antildeade ldquoMiles millones de antildeos han pasado desde la primera mantildeana del hombre y sin embargo el arte de seducir lo invisible es siempre el mismo Utilizamos siempre los mismos artificios los mismos ruegos interesados [hellip] Asiacute yo tambieacuten tendiacuteahellip las palabras a modo de trampas a fin de atrapar el Grito inasible que caminaba delante de miacuterdquo Y en otro lugar alude al sentido liberador del encuentro de la expresioacuten ldquoYo sabiacutea que no habiacutea para miacute maacutes que un medio de librarme de un gran sufrimiento o una gran alegriacutea y de reencontrar mi libertad hechizar ese sufrimiento o esa alegriacutea por el sortilegio del verbo93rdquo Pero no se trataba de algo faacutecil sino de una dura batalla que desde la idea inicial hasta su completa realizacioacuten requirioacute maacutes de quince antildeos de los cuales doce fueron de elaboracioacuten y correccioacuten ldquoEscribiacutea tachaba no encontraba las palabras adecuadas A veces eran opacas sin alma a veces abstractas sin cuerpo sin calor llenas de aire Me proponiacutea decir una cosa y las palabras ariscas desenfrenadas me arrastraban a otra Mi idea inicial habiacutea crecido desmedidamente habiacutea desbordado el molde en que la habiacutea colocado cubriacutea audazmente maacutes especio y tiempo cambiaba se transformaba no alcanzaba yo a precisar su rostrordquo94

92 Carta al Greco paacuteg 58393 Ibiacutedem pp 568-56994 Ibiacutedem p 569

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Al explicar a Kimon Friar el sentido de la adjetivacioacuten y del epiacuteteto en el poema Kazantzakis hace tambieacuten referencia al proceso doloroso que significa el esfuerzo por asir el pensamiento el sentido complejo a traveacutes de la palabra ldquoMe gustan los adjetivos no como simples adornos [hellip] Siento la necesidad de expresar mi emocioacuten en todos sus aspectos [hellip] Y esta emocioacuten no es simple [hellip] Por eso me es imposible limitarme a un solo adjetivo Tal epiacuteteto uacutenico mutilariacutea mi emocioacuten Me siento obligado para permanecer fiel a ella para no traicionarla a antildeadir otro adjetivo a veces opuesto al anterior Nada maacutes substantivo que el adjetivo El esfuerzo para encontrar un epiacuteteto exacto para encerrar con eacutel la significacioacuten a fin de que no se desvanezca es casi siempre doloroso Y tiene algo de verdaderamente traacutegico el deseo vehemente de expresar todas las propiedades contradictorias que existen en un substantivo para no condenar a muerte nada substancialrdquo95 I M Panayotoacutepulos se refiere a la riqueza linguumliacutestica del poema mirada desde el punto de vista de un griego ldquoRecuerdo cuando me presentoacute recieacuten impreso este libro queacute expresioacuten teniacutea su rostro como si ya no se preocupase por nada [hellip] Era su gran mensaje Habiacutea emprendido lo imposible quebrar el dique de la epopeya dar expresioacuten a nuestro tiempo Recuerdo que la riqueza linguumliacutestica me sorprendioacute Comprendiacute el derecho de Kazantzakis a ordentildear la palabra de mil zumos de las entrantildeas virginales de la lengua natural y del astro de su fuerza glosoplaacutestica Pero al mismo tiempo tambieacuten teniacutea dificultades para viajar a traveacutes de aquella selva linguumliacutestica de aquella profunda hondonada por esa tierra inhoacutespita en la que eacutel pareciacutea un diestro guiacuteardquo96 La nueva Odisea trae a la memoria la Odisea homeacuterica Y en verdad no soacutelo el aprovechamiento del personaje liga a la magna obra neogriega con los antiguos poemas homeacutericos Pues se encuentra tambieacuten en el poema moderno una serie de procedimientos expresivos ndasha veces lejanos pero paralelosndash de aquella eacutepica singular de los antiguos griegos Dice Marasso que la ldquoconfrontacioacuten de la palabra con quien la

95 Cit por Friar K en ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten inglesa de la Odisea96 Panayotoacutepulos I M ldquoKazantzakis un viajerordquo rev Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958 paacuteg 145

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escucha y se deja seducir cuando la voz se calla como si viniera de lejos la aprendioacute Homero y la llevoacute a su fascinacioacuten imperecedera de la tradicioacuten eacutepicardquo97 Y la actitud de narrador de Kazantzakis es la del bardo que desenvuelve diacutea a diacutea la tragedia eacutepica de la existencia humana extrayendo su material de su vasta memoria bifaceacutetica de hombre compenetrado como poquiacutesimos con el alma la poesiacutea la mitologiacutea popular actual y de culto estudioso de inagotables lecturas Y asiacute es como hallamos en la Odisea elementos tiacutepicos de la narracioacuten popular repeticiones foacutermulas epiacutetetos ldquopreguntas sin objetordquo aacuteskopa erotiacutemata y otros que se han sentildealado tambieacuten en Homero y que el eminente homerista Kakridiacutes sentildeala eran asimismo en los tiempos en que plasmaron las dos epopeyas antiguas procedimientos del narrar popular98 y fueron recogidos y elevados al rango de aquella maravillosa poesiacutea eacutepica Como sentildealamos anteriormente en este trabajo el clima antiguo va desapareciendo raacutepidamente si bien se alcanza a aludir a varios episodios del retorno de Ulises como los de Calipso Circe y Nausiacutecaa narrados brevemente en la rapsodia II La presentacioacuten del relato podriacutea recordar el ambiente homeacuterico si no tuviera ya alliacute un lugar importante la hostilidad de Teleacutemaco hacia el padre recieacuten llegado que se une a otros factores para revivir en Odiseo el afaacuten de volver al mar

A la noche siguiente junto al fuego asiacute que se cerraronlas grandes puertas de bronce y animales y siervos en el palacio se durmieroncon voz suave comenzoacute Odiseo a relatar sus sufrimientosEstaba sentado en el gran trono en-forma-de-leoacuteny en mullidos cojines reposaba su cuerpo azotado-por-los-mares En un trono maacutes bajo la reina con los ojos llorososse dobla como el lino fino como la espiga tiemblaya llegaron las olas y golpean su pecho oprimidoInclinada con sus haacutebiles dedos lino azulado hila en el husoy lana suave para tejer a Atenea hermoso peplo

97 Marasso A ldquoProacutelogordquo a Obras Completas de Homero traduccioacuten de Segalaacute y Estalella paacuteg 998 Kakridiacutes I Th Homeric Researches paacuteg 108

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y pensaba bordar sobre la mar un barco negro y en tornouno tras otro los padecimientos y penas de su esposoSobre una piel encogido se arrastraba en un rincoacuten el padreel mentoacuten hundido en las rodillas los paacutelidos brazos cruzadoscomo el infante que espera se abra el vientre de la madrecomo el cadaacutever que retorna a la tierra esa matriz inmensaAl frente se yergue tenso el hijo altivo junto al fuego al destello de las llamascontempla con mirada hostil los labios de su progenitorque vibran ya y se preparan para comenzar a hablar con artebulliciosas abejas sus palabras llenas de aguijoacuten y mielrivalizan cuaacutel vuela primero a la colmenay el hijo con coacutelera observaba esa boca y su espeso enjambreVino tambieacuten por cierto el lar el astuto y serpentino dios de la familiasu lengua biacutefida lamiendo a instalarse en un rincoacuten del hogar para escuchar las aventuras del sentildeor

(II 1-25)

La acumulacioacuten de elementos linguumliacutesticos conecta tambieacuten en cierta medida el Ulises y la Odisea Mientras la Odisea homeacuterica con poco maacutes de 12000 versos alcanza unas 195000 palabras la obra de Joyce tiene 260430 teacuterminos seguacuten iacutendice de Hanley citado por Levin El poema de Kazantzakis con un promedio de 85 palabras por verso alcanzariacutea una cantidad aproximada de 280000 Este verdadero torrente de material linguumliacutestico no es producto arbitrario de una voluntad caprichosa o extravagante Kazantzakis sentiacutea la necesidad de expresar un mundo interior turbulento y para ello buscoacute obstinadamente medios glosoloacutegicos adecuados de maacutes eacutenfasis de maacutes fuerza de sugerencia de mayor vida para traducir un sentido de mayor luminosidad para mostrar un contenido Extrajo elementos de los dialectos y en especial del cretense incomparable por su riqueza y maduro por una tradicioacuten de cultivo literario que se remonta a los siglos XVI y XVII

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La riqueza linguumliacutestica de la Odisea

En Carta al Greco hay un pasaje que habla del esfuerzo del artista por encontrar el lenguaje que pudiera realmente ldquoaprisionarrdquo el mundo espiritual del hombre atormentado que simboliza Ulises Cuando al fin aparece ante eacutel el rostro de Odiseo le habla asiacute el escritor

ldquoiexclQueacute palabras no te he tendido como trampa para atraparte Te he llamado sacriacutelego y adversario-de-los-dioses y hombre-de-siete-vidas y hombre-de-espiacuteritu-muacuteltiple de-espiacuteritu-que-urde-intrigas de-espiacuteritu-de-zorro de-espiacuteritu-ambiguo-como-una-encrucijada como-una-montantildea-de-muchas-cimas de-espiacuteritu-que-no-va-a-la-derecha-ni-a-la-izquierda y engantildeador-de-corazones y conocedor-de-los-corazones y enemigo-de-los-corazones casa-cerrada y arrebatador-de-almas y primer boyero-del-alma y espiacutea-en-las-fronteras y corredor-de-gente y vendimiador-de-gente y arco-del-espiacuteritu y constructor-de-fortalezas y destructor-de-fortalezas y pirata y hombre-de-corazoacuten-vasto-como-el-mar y delfiacuten y casuista y hombre-de-la-voluntad-doble-o-triple y hombre-de-las-cumbres y solitario y eterno-extraviado y gran-navegante y buque-de-tres-palos-de-la-esperanzahelliprdquo99

Los epiacutetetos aplicados a Odiseo recogen un ansia vehemente de asir el alma en las palabras Los epiacutetetos claacutesicos griegos y latinos del heacuteroe quedan disminuidos frente a la catarata linguumliacutestica de la Odisea de Kazantzakis Pasan de 200 en el poema (y en toda la literatura latina Carter contoacute 61) Algunos tratan de reflejar especialmente la multiplicidad de espiacuteritu las facetas diversas del hombre angustiado por explicarse el mundo por aprehenderlo en su infinitud heftaacutepsijos (εφτἁψυχος) el-de-siete-almas heftaacutegnomos (εφτἁγνωμος) el-de-siete-opiniones diplotripplovulis (διπλοτριπλοβούλης) el-de-doble-y-triple-voluntad stavrodromonusis (σταβροδρομονοὑσης) el-de-mente-cual-cruce-de-caminos poliproacutessopos (πολυπρoacuteσωπος) el-de-muacuteltiples-rostros diyeniacutes (διγενής) el-de-doble-origen miriovulis (μυριοβούλης) el-de-innumerables-intenciones pendaacutegnomos (πεντάγνωμος) el-de-cinco-pareceres pendagnoacutestikos (πενταγνώστικος) el-que-conoce-cinco-

99 Carta al Greco paacuteg 581

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veces No es posible evidentemente examinar exhaustivamente estos epiacutetetos en un trabajo como eacuteste La enumeracioacuten podriacutea prolongarse el-de-los-malos-pies el-sembrador-de-llamas el-de-filoso-pensamiento el-que-persigue-suentildeos el-varoacuten-de-las-mil-travesiacuteas el-de-alma-de-dos-filos el-destructor-de-corazones (kardiokatalitis compuesto creado sobre el teacutermino popular propio de la vieja poesiacutea popular heroica de los primeros siglos del milenio kastrokatalitis destructor-de-fortalezas) Por lo general eacutestos y otros epiacutetetos aplicados a los diversos personajes funcionan como substantivos en ocasiones y como adjetivos en otras y pueden ponerse en parangoacuten con los bellos teacuterminos sinteacuteticos de la lengua griega popular100 Eacutestos suelen aludir a realidades muy proacuteximas psiacutequica o fiacutesicamente y que para el hablante aparecen como una unidad He aquiacute algunos ejemplos ta anthropomuacutelara (τά ὰνθρωπομοuacuteλαρα) el conjunto del hombre con sus mulas ta ghinekoacutepeda (τά γυναικoacuteπαιδα) el conjunto de las mujeres y los nintildeos por contraposicioacuten a los varones to uranothaacutelaso (το ουρανοθάλασσο) conjunto de cielo y mar a la vista del navegante su horizonte taacute yenomuacutestaka (τα γενομοuacuteστακα) conjunto de la barba y los bigotes del varoacuten to saacutevatokiacuteriako (το σάβατοκύριακο) unidad del saacutebado y el domingo (fin de semana diriacuteamos en el lenguaje urbano de nuestro siglo) to savatoacutevradi (το σαβατoacuteβραδυ) la tarde del saacutebado sin duda bien distinta en las aldeas que las otras tardes de la semana taacute astrapoacutevronda (τα αστραπoacuteβρονδα) unidad del relaacutempago y del trueno como es sentida por el campesino ta galazovrojia (τα γαλαζοβρόχια) unidad de lluvia y granizo ta jeropoacutedara (τά χεροπoacuteδαρα) conjunto de pies y manos de un hombre o de un animal ta nijopoacutedara (τα νυχοπoacuteδαρα) conjunto de patas y garras o de pies y untildeas androghinekomani (αντρογυναικομάνι) conjunto de parejas de hombres y mujeres Naturalmente todos los teacuterminos simples incluidos en estas siacutentesis del habla popular existen y tienen pleno funcionamiento autoacutenomo aunque es frecuente que su geacutenero sea distinto como por ejemplo uranothaacutelaso que es un

100 En los maacutes breves poemas populares hallamos a cada paso bellos compuestos En un simple diacutestico de amor se elogia al amado en un verso Basilisco de-anchas-hojas de-cuarenta-ramas Dos versos de un canto de bodas de encomio al novio que comienza a cernir la harina para la ceremonia son dos compuestos ldquoY el joven que cierne de-brazos-de-cristal y de-dedos-de-platardquo

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neutro compuesto de o uranoacutes (ο ουρανός) el cielo masculino e i thaacutelasa (η θάλασσα) el mar femenino o astrapoacutevronda neutro plural compuesto de i astrapiacute (η αστραπή) el relaacutempago femenino e i vrondiacute (η βροντή) el trueno femenino o portoparaacutethira (πορτοπαράθυρα) el conjunto de las puertas y ventanas de una casa compuesto de i porta (η πόρτα) la puerta femenino y to paraacutethiro (το παράθυρο) la ventana que es neutro to dekadaacutejtilo (το δεκαδάχτυλο) compuesto singular que designa como una unidad al conjunto de los diez dedos de las manos de deka (δέκα) y to daacutejtilo (το δάχτυλο) el dedo jionoacutevroja (χιονoacuteβροχα) neutro plural conjunto de la nieve y de la lluvia de to jioni (το χιόνι) neutro la nieve e i vrojiacute (η βροχή) femenino la lluvia Entre los epiacutetetos dedicados a Helena y a algunas otras mujeres que intervienen en las muacuteltiples historias entrelazadas en el poema encontramos expresiones muy bellas provenientes de la creacioacuten linguumliacutestica del escritor y a veces del simple lenguaje popular o aldeano no conocido en ocasiones por gente letrada de las grandes urbes Estos vocablos plantean tambieacuten problemas de traduccioacuten Veamos algunos de ellos mighdalogelastra (μυγδαλογελάστρα) aquella-cuya-sonrisa-se-asemeja-a-un-almendro pothoglistri-plati (ποθογλίστρη πλάτη) aquella-en-cuya-espalda-se-desliza-el-deseo rodostalajti (ροδοστάλαχτη) aquella-sobre-la-cual-caen-rosas astromata (ἀστρομάτα) la-de-ojos-de-estrellas marmaroacutelemi (μαρμαρoacuteλεμη) la-de-cuello-marmoacutereo krinomaacuteguli (κρινομάγουλη) la-de-mejillas-de-nardo pothokimistra (ποθοκοιμίστρα) la-que-adormece-la-pasioacuten moskokanelokoacutekali (μοσκοκανελοκoacuteκαλη) aquella-cuyos-huesos-perfuman-a-almizcle-y-canela anthodrosomilusa (ανθοδροσομιλούσα) la-que-habla-como-el-rociacuteo-de-las-flores En sus constantes investigaciones sobre la lengua popular Kazantzakis recogioacute una cantidad de compuestos de notable intereacutes que no poseen equivalentes en otros idiomas y provocan en el traductor admiracioacuten y a la vez dificultades Coacutemo podriacuteamos expresar el contenido de los teacuterminos yiortoacutepiasma y yerontoacutepiasma que designa al hijo engendrado furtivamente en una fiesta y al hijo de un anciano daacutendose en ambos casos un matiz despectivo En uno es la creatura sin padre cuya existencia se inicia por casualidad en el ardor y desorden de alguna celebracioacuten En el segundo caso es la creatura que se supone

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deacutebil y de futuro precario hijo de una semilla agotada en el concepto popular Otro ejemplo el vocablo lioacutekrusi compuesto de venerables palabras antiguas (κρούω krouo y ήλιος helios el sol) que alude al momento preciso en que en diacuteas determinados el sol poniente alcanza a iluminar con sus rayos a la luna que se levanta en el oriente momento que soacutelo puede ver un campesino y nunca un hombre de ciudad El uso de sufijos numerales para expresar un acrecentamiento de la calidad denotada por el adjetivo o una relacioacuten afectiva intensa con el objeto al que alude el substantivo constituye un procedimiento de la lengua neogriega que Kazantzakis aprovechoacute en siacute mismo y ademaacutes como base de creacioacuten linguumliacutestica Asiacute en el lenguaje popular tenemos junto a hilios el sol trishilios (tres-veces-sol literalmente) con el sentido de sol-muy-amado-para-miacute tres veces sol para miacute Junto a kaloriacutezikos de-buen-destino afortunado tenemos triskaloriacutezikos tres veces afortunado Junto a los superlativos de oacutemorfi hermosa ndash omorfoacuteteri la maacutes hermosa omorfoacutetati hermosiacutesim ndash hallamos otros como panoacutemorfi toda-hermosa y pendamorfi cinco-veces-hermosa De alliacute a formular heftaacutemorfi siete-veces-hermosa hay poca distancia Este uacuteltimo numeral es utilizado por Kazantzakis a propoacutesito de la desdichada princesa Krinoacute (Lirio) despedazada por un toro braviacuteo excitado por orden de su propio padre y ante los ojos de eacuteste ella es Krinoacute i heftapaacutertheno Lirio la-siete-veces-virgen Helena ldquola forma ideal puriacutesima de la belleza eternardquo puede ser la heftayiacuteneko la-siete-veces-mujer El abuelo viejiacutesimo y remoto cuyos huesos acogioacute la entrantildea de la tierra en tiempo inmemorial es el xiliopapuacutes mil-veces-abuelo y no propiamente abuelo milenario El estudio de los compuestos en la Odisea podriacutea ser vastiacutesimo y tendriacutea que orientarse en la doble vertiente de la riqueza inmensa de la lengua neogriega y sus dialectos y de la labor creadora que sobre la base de aqueacutella realizoacute Kazantzakis iexclCuaacutentos matices se pierden en la traduccioacuten Ello constituye la contrapartida penosa de una tarea que maravilla a cada paso el descubrimiento de la lengua de la Odisea Verdad es que tenemos en castellano las expresiones tengo hambre y tengo sed y no verbos de un solo vocablo En griego podemos construir ambas expresiones pero tenemos los verbos pinoacute (pinao) y dipsoacute (dipsao) para sentildealar esas significaciones y ademaacutes el verbo compuesto (entre

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numerosiacutesimos anaacutelogos) dipsopinoacute tengo-sed-y-hambre El teacutermino yerontokori traducido a veces por solterona no alude soacutelo a la mujer de cierta edad que no se casoacute sino a la que permanece virgen entrada ya en edad Adjetivos populares como apovrojaris no poseen un equivalente como mojado empapado por la lluvia expresiones que tambieacuten existen en griego Una petra apovrojari es una roca-despueacutes-de-la-lluvia como queda como se ve como es despueacutes de la lluvia La yi apovrojari es la tierra-despueacutes-de-la-lluvia En muchas ocasiones la belleza sugerente de los compuestos se pierde en parte en la traduccioacuten i monajokimuses aquellas-que-duermen-solas to astrapogaacutegloto taxidi la travesiacutea zigzagueante-como-relaacutempago to fterotaacutexido krasiacute el vino de-alas-y-de-viajes el vino que hace brotar en la mente la alada travesiacutea ta fila drosokrustaliasmena las hojas-plenas-de-cristales-de-rociacuteo ta pneacutemata nijtodrosolusmena los espiacuteritus-bantildeados-por-el-rociacuteo-de-la-noche i plotes yiliofengarates los bajeles que-llevan-el-sol-y-la-luna (solados-y-lunados si pudiera calcarse la expresioacuten que denota la terminacioacuten atos en griego) El estudio del geacutenero seriacutea asimismo extenso e interesante aunque por la estructura de nuestro idioma no nos es faacutecil formarnos una idea de la riqueza de matices que la variacioacuten geneacutetica produce Junto al vocablo de la lengua comuacuten to kefali (neutro) la cabeza Kazantzakis no vacila en utilizar cuando le es conveniente las formas femeninas regionales o dialectales i kefala e i kefaliacute (anaacuteloga esta uacuteltima en su acentuacioacuten y declinacioacuten al vocablo antiguo hē kephalē) El mar i thaacutelasa es femenino normalmente pero en formas dialectales acogidas incluso en cantos populares panheleacutenicos se da en geacutenero masculino (o thaacutelasos) e incluso neutro (to thalasi) aparte de que en el compuesto popular de la lengua comuacuten uranothaacutelaso (conjunto de cielo y mar) adopta la forma de neutro terminado en o La mano es en la lengua comuacuten to jeri neutro pero tambieacuten existe la forma femenina i jera (maacutes proacutexima al vocablo antiguo de donde provienen ambas hē cheir cheiroacutes femenina) La luna que con matices tan distintos vimos en la seccioacuten El tiempo es normalmente el neutro to fengari Sin embargo en alguna ocasioacuten es el masculino o feacutengaros y en otras toma la terminacioacuten femenina y puede ser i fengaro o i kira-fengaro la luna o la sentildeora-luna La palabra antigua preservada por la tradicioacuten culta i seleni

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tambieacuten aparece con su matiz arcaiacutesta Con ella forma Kazantzakis la flor imaginaria selenotropo a semejanza de heliotropo que gira en la direccioacuten de la incierta luz lunar ya en los jardines mismos de la muerte en los hielos polares Alliacute la propia luna es para el asceta moribundo

hellipmi sol-cristal-heladoselenotropo paacutelido y abierto en los jardines de Caronteespejo miacuteo plateado donde mudo contemplo mi semblante

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Bibliografiacutea

Kazantzakis N lsquoΟδύσσεια Odisea 3ordf edicioacuten Ediciones Dorikos Atenas 1960 Οδύσεια [sic con una σ] Edicioacuten facsimilar de la primera edicioacuten de la obra Ediciones Kazantzakis (Paacutetroklos Stavrou) Atenas 2005 lsquoΑσκτική Salvatores Dei Asceacutetica Salvatores Dei 3ordf edicioacuten Ediciones H Kazantzaki Atenas 1945 Ταξιδεύοντας lsquoΑγγλία Libro de Viajes Inglaterra 5ordf ed Atenas 1958 Ταξιδεύοντας lsquoΙσπανία Libro de Viajes Espantildea 2ordf ed Atenas 1958 Ascese Salvatores Dei Texte eacutetabli par Azis Izzet (Introduction de A I) Plon Paris 1959 Ascese Salvatore Dei Traduit du grec et presenteacute par Octave Merlier Atenas 1951 Del Sinaiacute a la Isla del Amor trad de A Lupo Canaleta Obras Selectas vol II Planeta Barcelona 1968 Cristoacutebal Coloacuten trad de Miguel Castillo Didier Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 Constantino Paleoacutelogo trad de Miguel Castillo Didier Editorial Santiago Santiago 1969 Carta al Greco trad de D L Garasa Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 Kazantzaki H Le Dissident N Kazantzakis vu agrave travers ses lettres ses textes ineacutedites Plon Paris 1968 ldquoCoacutemo vi escribir Carta al Grecordquo en N Kazantzakis Obras Selectas vol III Planeta Barcelona 1968 (sin mencioacuten del traductor) La verdadera tragedia de Panait Istrati trad de Hernaacuten del Solar Ercilla Santiago 1937 lsquoΕπίλογος Ταξιδεύοντας Κίνα Epiacutelogo a Libro de Viajes China Atenas 1958

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Estudios

Alsina J y Miralles C La literatura griega medieval y moderna Credsa Ed Barcelona 1966Bidal Baudier M L N Kazantzakis Comment lacutehomme devient inmortelhellip Plon Paris 1973Bidal Baudier M L Nikos Kazantzakis Coacutemo el hombre se hace inmortal Ediciones Carlos Lohleacute Buenos Aires 1987Bien P laquo Introduccioacuten raquo a N Kazantzakis Buda Traduccioacuten M Castillo Didier Ediciones Carlos Lohleacute Buenos Aires 1983 Bien P Kazantzakis Politics of the Spirit Princeton Princeton University Press 1989Bingen J La litteacuterature neacuteogrecque en La Civilization Grecque de lrsquoAntiquiteacute agrave nos jours La Renaissance du Livre Bruselas 1967Carnegie S C ldquoKazantzakis el profeta de la desesperanzardquo trad De Mar Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Castillo Didier M ldquoLa Odiseardquo Boletiacuten de la Universidad de Chile No 46 1964Castillo Didier M ldquoAlgunas notas sobre la Odisea de Nikos KazantzakisrdquoRevista de la Universidad Teacutecnica del Estado Ndeg 5 1971Castillo Didier M ldquoIntroduccioacutenrdquo a la versioacuten castellana de la Odisea Obras Selectas vol IV Planeta Barcelona 1975Castillo Didier M La Odisea en la Odisea Estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 2006-2007Castillo Didier M ldquoDos Odiseasrdquo Introduccioacuten de N-Kazantzakis Odisea Tajamar Editores Santiago 2013Centeno M ldquoAspectos existencialistas en la Odisea de Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 22-2003Choza J y P Ulises un arquetipo de la existencia humana Editorial Ariel Barcelona 1996

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Conradi G A ldquoiexclOdyssia iexclOdyssiardquo Frankfurter Allgemeine Zeitung 17-XII-1966 en Nea Hestiacutea nov 1971 trad al griego de D IkanomidisDalon R ldquoUna llave para el mundo de Kazantzakisrdquo trad al griego de K Angelaki Ruck NeaHestiacutea nov 1971Daniil G ldquoOdiseo y muerterdquo Revista Nea Hestiacutea Homenaje Navidad 1977Decaux A Preacuteface agrave lrsquoOdysseacutee (a la versioacuten francesa de J Moatti) Ed Richelieu-Plon Paris 1969Dimaraacutes K Th Ίστορία τῆς Νεοελληικῆς Λογοτεχνίας Historia de la literatura neoheleacutenica 4ordf ed Atenas 1968Edwards M W ldquoN Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Brown University Daily Herald 2-V-1961Fernaacutendez D ldquoLos pasos de Moiseacutes en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo(Trabajo ineacutedito2003) Finsler G La poesiacutea homeacuterica trad de Carles Riba 3ordf edicioacuten Labor Madrid 1947Friar K The Odyssey A Modern Sequel by N K Translation into English Verse Introduction Synopsis and Notes Simon and Schuster Nueva York 1958 Friar K ldquoN Kazantzakis en Ameacutericardquo trad al griego de Dimitris Ikonomidis Nea Hestiacutea nov 1971 paacuteg 135-145Friar K ldquoLa ascesis espiritual de N Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Garciacutea Gual C ldquoIntroduccioacutenrdquo a Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000Gonzaacutelez Vaquerizo H ldquoLa ciudad ideal en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo Byzantion Nea Hellaacutes 32-2013Guerrero C ldquoLa figura de Caronte en la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Heiseig J ldquoEncarnacioacuten de libertad la visioacuten de Nikos Kazantzakisrdquo trad al griego de L Kaacutesdagli Nea Hestiacutea nov 1971Homero rsquoΙλιάδα Iliacuteada trad al neogriego de N Kazantzakis y I Kakridiacutes Atenas 1955

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Homero Odisea Traduccioacuten J M Paboacuten Editorial Gredos Madrid 2000 Obras Completas Proacutelogo A Marasso traduccioacuten L Segalaacute y Estalella Ed El Ateneo Buenos Aires 1954Izzet A Nikos Kazantzakis (Cuadro cronoloacutegico de P Prevelakis) Plon Paris 1965Izzet A ldquoKazantzakis en pleine lumiegravere raquo rev Les Nouvelles Litteacuteraires Paris I-1965Izzet A laquo Nikos Kazantzakis raquo en Cahiers de Sud Ndeg 377Jaris P laquo Ν Καζαντάκης ὁ ταξιδευτής καί ὁ ἀφηγητήςrdquo Kazantzakis el viajero y el narrador Nea Hestiacutea Navidad 1959Jurmuzios E rdquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute otontildeo 1958Jouvenel R de En souvenir de Kazantzakis revista Europe junio 1958 PariacutesKain M R ldquoAn existentialist Ulysses N Kazantzakis and his Odyssey by P Prevelakisrdquo Times Louisville 20-III-1961Kakridiacutes J Th ldquoΧρονική μιᾶς ουνεργασίαςrdquo Croacutenica de una Colaboracioacuten (con N K en lα traduccioacuten de la Iliacuteada y la Odisea homeacutericas Nea Hestiacutea Navidad 1959Karandonis A ldquoΣτοχασμοί γιά τήν rsquoΟδύσσειαςrdquo Pensamientos sobre la poesiacutea de la Odisea Nea Hestiacutea Navidad 1959Kerenyi K ldquoN Kazantzakis continuador de Nietzsche en Greciardquo Nea Hestiacutea Navidad 1959Kerenyi K laquo N Kazantzakis ou le geacutenie grec au carrefour de lrsquoOrient et de lrsquoOccident raquo La Table Ronde Nos 151-2 VII-VIII- 1960 ParisLacarriegravere J ldquoN Kazantzakis Sur les traces drsquoUlysse Chant Planeacutetaire Oceacutean poeacutetique Une Odysseacutee de notre temps raquo Le Monde 28-I-1972 ParisLasso de la Vega J ldquoEn torno a Nikos Kazantzakisrdquo en De Soacutefocles a Brecht Planeta Barcelona 1971Laude A laquo Eacutetude (sur N Kazantzakis) raquo Le Monde 28I1972 PariacutesLavagnini B Storia della leteratura neoelenica 3ordf ed Sansoni Florencia 1969

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Leacutevesque R laquo Un Ulysse Moderne raquo Cahiers du Sud Ndeg 377Levin H James Joyce Traduccioacuten A Castro Leal F de C E Meacutexico 1959Malleros F ldquoSobre la obra de N Kazantzakisrdquo Boletiacuten de la Universidad de Chile Ndeg 5 1959Marasso A ldquoHomerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Maacuterquez J ldquoLa risa el vino la fiesta y la amistad de Odiseo y sus amigosrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Martiacutenez Arancoacuten A ldquoSobre la Ασκητική de Kazantzakisrdquo En el Volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Mayorga C ldquoLa imagen del arco y la flecha en Kazantzakisrdquo Actas del I Congreso de Neohelenistas de la Peniacutensula Ibeacuterica e Iberoameacuterica Granada 1997Mercanton J James Joyce ldquoProacutelogordquo a Ulises de Joyce trad de J Salas Subirat S Rueda Editores Buenos Aires 1959Monory M laquo Kazantzakis et les images du feu raquo rev Eacutetudes Helleacuteniques vol II Aix-en-Provence 1970 En Nea Hestiacutea noviembre 1971 traduccioacuten al griego de Ana KaacutesdagliMonory M ldquoLa llama y el ciacuterculo La aventura de Cristoacutebal Coloacuten en el teatroDe Kazantzakis y de Claudelrdquo traduccioacuten al griego de Lina Kasdagli Nea Hestiacutea nov 1971Moreleoacuten N ldquoLa idea de la muerte en la obra de N Kazantzakisrdquo En el volumen Omatos O (Editora) Tras las huellas de Kazantzakis Athos Peacutergamos Granada 1999Naranjo M ldquoEtapas miacutesticas en la Odisea de Nikos Kazantzakisrdquo (Trabajo ineacutedito 2003)-Nikolareizis D lsquordquoΗ rsquoΟδύσσεια τοῦ Νίκου Καζαντζάκηςrdquo La Odisea de N Kazantzakis rev Kenuria Epojiacute primavera 1958Nuacutentildeez G Kazantzakis 1883-1957 Ediciones del Orto Madrid 1997Paboacuten J M Homero Editorial Labor Madrid 1947

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Panayotoacutepulos I M ldquolsquoΟ Καζαντάκης ὀ ἔνας ταξιδευτήςrdquo Kazantzakis un viajero Nea Hestiacutea Navidad 1959Papathanasoacutepulos Th ldquoEstudio sobre la nueva Odiseardquo En PapathanasoacutepulosTh Γύρω στον Καζαντζάκη En torno a Kazantzakis Ed Kastaniotis Atenas 2000Politis L Historia de la literatura griega moderna Proacutelogo traduccioacuten directa y suplemento Goyita Nuacutentildeez Ediciones Caacutetedra Madrid 1994Prevelakis P Ο Ποιητής καί τό Ποίημα τῆς lsquoΟδύσσειας El Poeta y el Poema de la Odisea Atenas 1958Prevelakis P Ν Καζαντζάκης Συμβουλή στή χρονογραφία τοῦ βίου του N Kazantzakis Contribucioacuten a la cronologiacutea de su vidardquo Separata de Nea Hestiacutea Navidad 1959Prevelakis P ldquoΝίκος Καζαντζάκηςrdquo Nikos Kazantzakis Nea Hestiacutea 1-VIII-1953Quiroz R Abismo y fe Aproximacioacuten a la Comedia de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos- Instituto Chileno- Heleacutenico- Sociedad Amigos de Kazantzakis Santiago 1998Quiroz R Nikos Kazantzakis Dimensiones de un poeta-pensador Centro de Estudios Griegos Santiago 2004Quiroz R Cronologiacutea y bibliografiacutea de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Santiago 1997Quiroz R y Castillo Didier M Destino y fatalidad en dos dramas juveniles de Kazantzakis Centro de Estudios Griegos Bizantinos y Neoheleacutenicos Santiago 2012 Reboreda S ldquoOdiseo el heacuteroe peculiarrdquo En JC Bermejo y S Reboreda Los oriacutegenes de la mitologiacutea griega Editorial AKAL Madrid 1996Romilly J de ldquoYiatiacute Odiseasrdquo iquestPor queacute Ulises En J de Romilly Sinandiseis me tin arjea Helada Encuentros con la Grecia Antigua Traduccioacuten al griego K Miliaresi y B Athanasiacuteu Atenas 1997 Skufas G Kazantzakis Odysseus and the Cage of Freedom Accent Fall 1969

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Soliacutes D ldquoOcho temas de la Odisea de Kazantzakisrdquo En el volumen Varios autores Tres estudiantes descubren la Odisea y exploran la poesiacutea de Kavafis Centro de Estudios Griegos Santiago 2000Spandonidis P lsquoΟ Καζαντάκης παιδί της ανησυχίας Kazantzakis hijo de la inquietud Kenuria Epojiacute otontildeo 1960Stanford W B El tema de Ulises Edicioacuten de Alfonso Silvan Traduccioacuten B Afton Beattie y Alfonso Silvaacuten Claacutesicos Dykinson Madrid 2013Triacuteas M B ldquoLa esteacutetica de Homerordquo En Homero Obras Completas Editorial El Ateneo Buenos Aires 1954Vretakos N Ν Καζαντζάκης η αγωνία και το έργο του Kazantzakis su agoniacutea y su obrardquo Atenas 1960Vitti M Historiacutea tis helinikiacutes logotejniacuteas Historia de la literatura NeoheleacutenicaEdiciones Odiseas Atenas 2003Vitti M Introduzione alla poesia greca del Novecento Naacutepoles 1957Wilson C ldquoNikos Kazantzakisrdquo Nea Hestiacutea 1-XI-1962 Wilson C ldquoLa grandeza de N Kazantzakisrdquo Traduccioacuten M Ikonomu Nea Hestiacutea nov 1971Yalurakis M Ο Καζαντζάκης μου είπε Kazantzakis me dijo Kenuria Epojiacute Otontildeo 1958

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Iacutendice onomaacutestico

Aedo R 11Athanasiacuteu B 154Afrodita 49 86Alsina J 29 150Angelaki Ruck A 151Anticlea 11 121Ares 49Argos 28Atenea 44 141Auden W H 14Autoacutelico 44Baudier M L 13 16 17 24 38 39 150Beattie A 12 155Bergson 19Bermejo J C 154Bien P 137 138 150 Bingen J 150Bloom 42 43Brecht 10 152Buda 13 19 20 37 150Calipso 11 34 36 41 48 141Camus 16 26Capitaacuten Uno 11 14Carnegie S C 150Caronte 6 11 14 65 74 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 112 114 115 116 118 119 120 124 125 127 148 151Carontisa 102 125Carter 143Castillo Didier M 11 31 99 124 125 149 150 154Castro A 153Centauro 100Centeno M 11 16 150Circe 34 35 36 141Choza J y P 150Claudel 153Coloacuten C 10 19 149 153Conradi G 138 151Constantino Paleoacutelogo 10 20 149

Cristo 10 13 19 20 32 37Dalon R 151Danai (Stratigopulu) 97Daniil G 151Dante 19 20 26 30 31 32 41 43 44Decaux A 27 151Diacuteez de Velasco F 99Dijtena 59 110Dimaraacutes K Th 151Dios 12 16 17 19 20 25 27 31 32 33 35 43 47 50 61 61 112 116 118 119Don Quijote 11 13 14 19 29 32Doulis T 12Edwards M W 151Eliot T S 16 26 37Eremita 14Esquilo 134Euriacutepides 41Fausto 15 29Fernaacutendez D 11 151Fida 72Finsler G 151Fotiadis 134Fotis pope 111Friar K 10 12 15 16 23 40 138 140 151Fuentes Cristoacutebal 4Garasa D 149Garciacutea Gual C 151Giradoux 44Godot 16Goethe 15Gonzaacutelez V H 11 151Greco El 11 37 38 138 139 143 149Guerrero C 11 151Hades 71 90 98 99 101 102 117 120 122 124 126Hadji-Kyriakos N 6Hamlet 14 29 32 65Hanley 142Hauptmann G 12 41Heftaliotis A 134Heiseig J 151

157

Helena 11 13 15 47 48 59 60 75 81 102 107 110 113 145 146Hesse 26Homero 12 13 15 18 27 32 40 43 44 45 47 111 121 136 141 151 152 153 155Ikonomidis O 151Ikonomu M 155Izzet A 20 21 25 149 152Jaeger W 45Jaloux E 42Jaris P 152Jaros Ver Caronte 99Jouvenel R 152Joyce J 12 15 23 26 29 31 40 41 42 43 44 138 142 153Juliaacuten el Apoacutestata 19 20Juumlnger 26Jurmuzios E 98 136 137 152Kafka 26Kain R M 16 152Kakridiacutes I 135 136 141 151 152Karandonis A 22 152Karteroacutes 121 123Kaacutesdagli A 93 153Kaacutesdagli L 151 153Kaacutesdagli Mar 150Kavafis C 11 37 151 153 155Kazantzaki H 9 10 19 149Kazantzakis N 9 10 11 12 13 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 29 30 31 32 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 71 79 93 97 98 111 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155Kerenyi K 15 16 19 152Knoumls B 9 97 Krino 112 146Krumbacher 134Lacarriegravere J 16 17 137 152Laertes 11 43 110

Laude A 26 152Lasso de la Vega J 10 18 138 152Lavagnini B 152Lenin 13 20 37Lenioacute 103Leonidas 47Levin 29 142 153Leacutevesque R 47 153Lipstein R 10Lohleacute C 150Lupo A 149Madretierra 14 65 68 103 125 127Manolios 111Malleros F 153Marasso A 140 141 152 153Margaroacute 14 115Maacuterquez J 11 153Martiacutenez Arancoacuten A 153 Mayorga C 11 153Medusa 17Melisa 10Menelao 47 59 109Mercanton J 40 42 153Merlier O 149Miliaresi K 154Miller A 16Miralles C 29 150Moatti J 27 151Moira 99Monory M 18 93 153Moreleoacuten N 153Naranjo M 11 153Nausiacutecaa 11 36 141Nietzsche 12 15 19 20 152Nikolareizis D 22 153Nuacutentildeez G 153 154Odiseo 6 11 12 13 14 26 27 29 30 31 32 33 34 36 39 40 41 47 53 55 56 58 59 61 62 63 67 74 75 78 82 83 85 99 100 103 104 107 111 115 116 117 119 121 123 126 127 128 130 141 143 151 153 154Omatos O 99 153

158

Orfoacutes 107Ostrero 121 122Paboacuten J M 151 152 153Palamaacutes K 134Palis A 134Panayotoacutepulos I M 25 140 154Panopolitis N 132Papathanasoacutepulos I M 154Peneacutelope 30 33 43Perla 14 103 113 115Platoacuten 41Plinio 30 43Politis L 154Polylaacutes J 134Pound E 37Prevelakis P 10 12 17 26 27 43 135 151 152 154Psichari J Ver PsijarisPsijaris Y 97 133 134Quiroz R 11 154Rabanales A 132Racine 44Raizis B 12Rala 103 130Ramos O G 31Reboreda S 154Riba C 151Romilly J de 41 154Salas J 153Sartre 16 26Seferis Y 12 37 Segalaacute y Estalella L 141 152Seacuteneca 44Shakespeare 21 44 134Sherrard Ph 27Silvaacuten A 12 155Skufas G 12 154Soacutefocles 10 41 152Solar H del 149Soliacutes D 11 155Solomoacutes D 133 136Sotiriadis 134Spandonidis P 155Stalin 13

Stanford W B 12 15 16 23 26 29 31 40 41 44 155Steinen H von den 16Stratigopulu D 97Stridaacutes 121 122Suralis 108 117 118Teleacutemaco 11 44 141Tennyson 30 31Thaacutenatos 104Tiresias 120Toda Raba 24 29 30Triandafilidis M 97 134Triacuteas M B 157Trotski 13Ulises Ver Odiseo 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 23 25 26 27 29 30 31 32 33 34 37 38 39 40 41 42 43 44 45 47 48 52 54 56 57 59 60 61 64 71 76 90 92 99 100 102 105 110 113 114 117 120 121 127 138 141 142 143 150 153 154 155Vitti M 155Vlastoacutes P 136Vretakos N 155Wagner 18Will F 12Wilson C 10 16 18 21 155Xenoacutepulos G 134Yalurakis M 137 155Zaratustra 19Zeus 49Zorba 10

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