50

No Me Lo Digas (Libro)

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: No Me Lo Digas (Libro)
Page 2: No Me Lo Digas (Libro)
Page 3: No Me Lo Digas (Libro)

Emelin Cruz Heyer

No me lo digas

Page 4: No Me Lo Digas (Libro)

Editora PolicreaProlongación 27 de Febrero #796, Las caobas, Santo Domingo Oeste, República DominicanaTel. (809) 560-0495Nomelodigas@[email protected]

© Emelin Cruz Heyer, Marzo, 2014Todos los derechos reservados para esta edición

Impreso y hecho en Las caobas, Santo Domingo, Oeste, República Dominicana

Page 5: No Me Lo Digas (Libro)

Índice

Mi salida sola al cine…………………………………….9Una odisea en la madrugada………………………….. ...10¿Y cuál es la sal?...............................................................14Falsa alarma……………………………………………..18No quiero esa realidad………………………………….20La salida ya no va……………………………………….22Una bienvenida de nunca olvidar………………………24¿Por qué a mí? ................................................................26Tarde con mi primito…………………………………..27La de la mala suerte…………………………………....29

Page 6: No Me Lo Digas (Libro)
Page 7: No Me Lo Digas (Libro)

Pero siempre llega el momento de entrar en escena y ver el mundo desde dentro.

Las ventajas de ser invisible.

Page 8: No Me Lo Digas (Libro)
Page 9: No Me Lo Digas (Libro)

Mi salida sola al cine

Salí de mi casa tan rápido como pude, me acaba de bañar y de nuevo comenzaba a sudar. Me monte en un carro público para poder llegar, el chofer como que andaba de paseo pues más lento de ahí no podía manejar, yo miraba el reloj del carro cada segundo al pasar, para mi sorpresa y mí desdicha la hora de ahí estaba atrasada. Estoy a una esquina del lugar, pero antes me quiero bajar, pues si en un carro público me ven llegar, rápido empiezan a cuchichear. Subo las escaleras pensando que voy retrasada, al llegar no encuentro a nadie en el lugar, me siento paciente sin desesperar hasta que dan las 8:00 pm y me empiezo a enojar, llamo que llamo y nada de contestar, compro las boletas para el tiempo ahorrar. Abro y cierro la puerta del lugar con esperanza de ver alguna cara familiar, me quedo sin ganas de esperar más y decido entrar a la sala sin mirar más atrás. Cuando me decido a entrar el de la puerta me viene a parar, me dice que a las boletas la factura les ha de faltar, que tengo que ir a la caja a reclamar a ver si el problema se puede arreglar. La mujer de la caja acaba de cerrar y yo sin mis boletas me voy a quedar. Llamo y llamo a mis amigos a ver si ganas de contestar les da, pero que no se preocupen, que cuando los agarre los voy a matar.

9

Page 10: No Me Lo Digas (Libro)
Page 11: No Me Lo Digas (Libro)

Una odisea en la madrugada

Era un viernes a las dos de la madrugada, era mi fin de semana largo, mis amigas dormirían en mi casa para ver películas y chismear un rato. Christian, mi amigo especial que conocí por internet me envió un mensaje, Candy como siempre tiro un grito que no sé cómo mi mama siguió durmiendo y no se espanto. Rápidamente le respondí a mi romeo, aunque ni lo conocía en persona, el me pidió que nos viéramos y yo acepte de una vez, lo que yo no sabía era que él quería que nos viéramos en ese mismo instante y que me esperaba afuera de mi casa a esa hora tan tarde. Yo estoy impactada, Marie, mi otra amiga que a diferencia de Candy es un poco más madura me dice:

-¿Qué es lo que vas a hacer? Piensa bien que tú ni conoces a ese tipo.

Ella tenía razón, yo no conocía a Christian, pero la verdad es que tenía tanta curiosidad porque él me gustaba mucho y como dice Candy ‘Es mejor arrepentirse por lo que se hizo que por no haberlo hecho’, así que me decidí en responderle que saldría en un rato afuera para conocerlo. Dando brincos corrí para la ventana y vi a un tipo ahí parado, deduje que era él, aunque tenía un poco de miedo de salir a las dos de la madrugada con un muchacho que no conozco, me arriesgue y fui corriendo al closet a quitarme la ropa de dormir para ponerme unos jeans y una blusa de tiritos; Candy me miraba expectante a diferencia de Marie

10

Page 12: No Me Lo Digas (Libro)

que me lanzaba su mirada reprobatoria. Abrí la puerta más lento que nunca, con cuidado para que mi mamá no se despertara, porque ahí si me lleva quien me trajo. Salí a la acera y estaba desierta, solamente estaba el muchacho en la esquina que a mi cierta sospecha era él, Christian. Me acerque y nos saludamos, y él me dijo que iríamos a dar una vuelta por ahí.

Caminamos hasta llegar a la Iglesia de los Mormones que esta a varias esquinas de mi casa, hablábamos de todo un poco, del colegio, de la familia, de los amigos, etc. Sin darme cuenta me dieron las 4 de la madrugada, me percate de esto cuando suena mi teléfono y Marie en la línea me grita:

-¡LOCAAA! Ven ya, tu mamá se está por despertar y no quiero meterme en líos por tu culpa.

-Ya yo voy, cierra la puerta con seguro para que mi mamá no se dé cuenta de nada.

Christian y yo habíamos caminado un poco más lejos de mi casa, y para la sorpresa nos encontramos con un puesto de empanadas abierto a estas horas, el me convenció para que comiéramos algo. Después de dos empanadas de queso y un refresco, mejor conocido como destructor de riñones, decidimos correr para mi casa porque lo que me esperaba ahí no era chiquito. A dos esquinas de mi casa nos encontramos con un perro suelto que nos dio una carrera

11

Page 13: No Me Lo Digas (Libro)

hasta el colmado, la doña que se levanta temprano a caminar nos vio corriendo y me grito: -Mira muchachita, voy a hablar con tu mama, ¿Qué tú haces tan temprano afuera de tu casa? ¿Eh?

Con el susto que yo tenía ni le hice caso a la doña, llegamos a mi casa corriendo y sofocados, cuando noto que Christian tiene la intención de darme un beso me echo a un lado, aunque yo quería eso tenía que hacerme la difícil, entre forcejeo y forcejeo se abre la puerta de mi casa; a mí se me paralizo el corazón, hasta que para mi suerte vi a Marie y Candy que me abrían la puerta para que entrara rápido porque al parecer mi mamá ya se había despertado y estaba preguntando por mí, rápidamente entre y cuando cerré la puerta me encuentro con mi mamá en la cocina que no se percato de mi escapada y me ofrecía unas recién hechas empanadas a las 7 de la mañana para desayunar.

12

Page 14: No Me Lo Digas (Libro)
Page 15: No Me Lo Digas (Libro)

¿Y cuál es la sal?

Voy por la avenida principal pensando en lo que hare al llegar a casa pero alguien se atraviesa y me daña el fin de semana. Es un viejo amigo que visita una iglesia adventista, ya yo sabía cómo terminaría este encuentro. Efectivamente, Joel me invito al culto del sábado temprano en la iglesia, yo no sabía cómo decirle que no porque las veces anteriores ya había faltada también, así que con el pesar de mi alma acepte, Joel casi dando brincos me dice que me esperara con ansias.

Con la cara como quien no ha comido en dos días sigo mi trayecto, cuando de pronto un motorista se me atraviesa en el camino y casi me choca, le dije:

-¡Animal! Ten cuidado, bestia salvaje.

-Quítate del medio flaca, no te llenes de odio.

No hay cosa que me quille mas que eso, que me digan flaca. Sigo mi trayecto, salgo a la avenida a coger el carro que me deja en la entrada de mi casa, me toco atrás donde me acompañaban una señora con su hijo de cinco años, un haitiano y una gorda que debería pagar dos pasajes. Loca por llegar a mi casa me olvido de la incomodidad en el carro, abro mi cartera y busco el monedero, saque hasta la funda de la galletica que me comí esta mañana buscando

14

Page 16: No Me Lo Digas (Libro)

mi monedero y nada, no aparece el monedero. Nerviosa y quillada porque ya estoy llegando y no tengo con que pagarle al chofer me decido por pedir a alguien los veinticincos pesos; la doña que esta con el niño tiene una cara de espanta pájaros, y el haitiano no habla español para completar, así que tengo que pedirle a la gorda el otro pasaje que debió pagar y no pago, le dije:

-Disculpe, ¿Usted me puede prestar el pasaje que al parecer se me perdió el monedero?

-¿Prestar? Será dártelo porque tú nunca me lo vas a devolver, y yo espero que sea verdad eso de que se te perdió el dinero, que no soy relajo.

La desagradable mujer después de todo me dio el pasaje, me baje del carro una esquina antes frente a un repuesto por el enojo que tenia, cerré la puerta tan duro como pude, a lo que el chofer respondió:

-Dale ma’ duro que es tuya!

Iba a cruzar a la acera cuando de repente siento algo en mis pies, se me rompieron las zapatillas y todavía me faltaba caminar una esquina hasta mi casa. Por el frente mío pasa Joel en el carro de su papa y me dice:

-¿Quieres que te de una bola?

15

Page 17: No Me Lo Digas (Libro)

Con el pique que yo tenía ignore su propuesta y me concentre en llegar a mi casa, mi destino inicial y que al parecer se me hacía cada vez una odisea mayor.

16

Page 18: No Me Lo Digas (Libro)
Page 19: No Me Lo Digas (Libro)

Falsa alarma

6:30 de la mañana, subo la cremallera de mi yompa para comprobar que algo camina en mi pelo… efectivamente, es una asquerosa cucaracha, me quito el bicho raro de mi pelo y me pongo histérica, corro por el pasillo y tumbo el jarrón de la mesita que tiene las flores de mi mamá, me enredo el pie con el cable del teléfono y caigo al piso mojando mi yompa con el agua del florero; que bueno comienzo del día. Me siento extrañada de que mi madre no haya salido en mi auxilio o en mi condena, digo por lo del florero, llamo varias veces cuando logro pararme del suelo y nadie contesta. A fuera aún está oscuro cuando logro ver un carro que a toda velocidad sale del condominio, entro en pánico sin saber exactamente por qué, me da la impresión de que a mi madre la llevan ahí, se robaron a mi mamá.

Bajo las escaleras y le hago una seña a los guardias de seguridad para que paren el carro. Al llegar allá le digo al guardia:

-Revise el carro que mi mamá no aparece y ese carro acelero en el mismo momento frente a mi casa.

Las personas del carro se desmontan un poco extrañadas ante mi suposición, los guardias revisan el carro y no hay nadie, están solo la pareja de esposos que se desmonto. ¿Y DONDE ESTA MI MADRE?

18

Page 20: No Me Lo Digas (Libro)

Logro ver una sombra de reojo que viene corriendo rápido al lugar, es mi mamá; llega alarmada y con un cambumbo de ropa en la mano. Abrazo a mi madre y le expreso mi alegría de que este bien, las personas del carro murmuran enojados sobre cómo les hice perder el tiempo de llegar a su trabajo, los guardias hacen lo mismo en un tono más bajo y mi mamá me mira con cara de ‘Muchachita de la porra, tú veras lo que te va a pasar’.

19

Page 21: No Me Lo Digas (Libro)

No quiero esa realidad

Era un jueves común y corriente en el Politécnico Madre Rafaela Ybarra, tenía cuatro horas de ingles de las cuales dos se usarían para festejar un cumpleaños de una compañera. Muy quitada de bulla me siento en mi silla a leer Antes de partir de Jessica Warman, cuando de repente viene Cristal y me saca de mi mundo:

-Loca, sacaste un 100 en el examen de Héctor, tú y otra tipa del B.

Yo tire el libro por ahí y me pare corriendo de esa silla a ver si era verdad, corrí a donde el profesor y le pregunte eso, a lo que él respondió:

-Mierda loca, ya no eres una bajo a miao, sacaste un 100, ¡Tenía que ser una holandesa!

Yo tenía la cara como una idiota, no podía creer lo que me estaba pasando, me sentía superada como estudiante del poli, le había pasado un examen a Héctor Santana con un 100. Me fui corriendo a mí curso y en el pasillo todo el mundo me felicitaba, incluso los demás profesores:

-Número seis, felicidades- Enrique.-Emelinda, usted es un animal, paso ese examen- Camilo.-Emelin, mi amada, me alegro por ti, de Dios sea la gloria, ¡Felicidades!- Josefina.

20

Page 22: No Me Lo Digas (Libro)

De pronto me siento mareada y veo borroso, me siento en un abismo sin fin, solo logro escuchar voces fuertes que perturban mi oído:

<<Muchacha, te va a coger la hora y ya el transporte viene por ahí>>

Al abrir los ojos veo la cara enojada de mi mamá porque ya son las 6:20 y el transporte llega en diez minutos para llevarme a mi querido Politécnico, donde tendré que enfrentarme otra vez con mis tormentosas tareas y con mis exámenes quemados del profesor Héctor, cuanto quisiera quedarme a vivir en ese sueño.

21

Page 23: No Me Lo Digas (Libro)

La salida ya no va

Era un sábado soleado de noviembre, la brisa se escuchaba fresca batiendo los arboles y el canto de los pájaros resonaba en el atardecer. Para interrumpir mi ambiente suena el teléfono, es verdad que la tecnología ha venido a destruir lo natural, ese ruido tan infernal que solo suena para molestar. Como de costumbre la llamada es para mí, es de mi amigo Marcos que al cine quiere ir, yo le digo que sí pues no tengo nada más interesante que hacer. Tengo dos horas para estar lista y decido a mi abuela visitar, pues no por ver como esta, sino porque me interesa algo que buscar. Con unos pantalones cortos, las cejas sin sacar, salgo to decricaja, corro por la acera a ver si me da el tiempo de llegar, en el camino me encuentro a mi prima que dice que conmigo quiere hablar. Sigo caminando pues más tiempo no quiero perder, al llegar a la casa me encuentro con que esta cerrada, voy donde mi tía a ver ella que me dirá, esta no me dice nada pues su casa también cerrada esta. Voy a la casa de mi madrina a ver si me puede ayudar, sucede que lo que busco en su casa al parecer no está, decepcionada y cansada me voy a mi casa a alistarme para al fin disfrutar; llego rápido para entrarme a bañar, cuando encuentro a mi hermano que no quiere salir rápido del baño. Decido ir donde mi prima que vive al lado de mi casa para avanzar y así bañarme antes de hacerme esperar, me baño y me cambia más rápido que flash, para recibir la sorpresa de que la salida ya no va.

Page 24: No Me Lo Digas (Libro)

22

Page 25: No Me Lo Digas (Libro)

Una bienvenida de nunca olvidar

Lista para salir, decido antes llamar, coordinamos todo bien y quedamos que en el Hotel Embajador nos vamos a juntar. Llega el taxi y me apresuro en bajar antes que a mi mamá le dé por arrepentirse. La charla está muy entretenida hasta que llegamos al lugar donde por lógica del taxi nos tenemos que bajar, no sabemos exactamente por donde entrar, pero al Restaurante del hotel tenemos que llegar. Llamamos al primo de Cristal porque él es quien trabaja en el local, nos da la instrucciones mal porque andamos y andamos al parecer por donde no debemos andar. Llegamos a una puerta donde el portero nos deja entrar sin más ni menos, al entrar no lo podemos asimilar, como llegamos aquí y donde está el Restaurante, estamos en Dominicana Moda 13, pero no tenemos boletas y ni pensábamos entrar, simplemente fue el portero quien amablemente nos dejo pasar. Luego de varias pasarelas con el Poeta Callejero nos llegamos a encontrar y sin más su manager unas fotos nos piensa tirar, comimos, bailamos, gozamos y el Restaurante aun debíamos buscar. Al fin llegamos, el restaurante esta frente de nosotras y decidimos entrar, allí está el simpático primo de Cristal que nos pregunta:

Page 26: No Me Lo Digas (Libro)

<< ¿Y ustedes donde andaban?>>

Ay Primo si tú supieras, fue que nos perdimos y el portero nos dio una bienvenida de nunca olvidar, casi fuimos al mundo de nunca jamás; pensamos cuando al Restaurante decidimos entrar.

24

Page 27: No Me Lo Digas (Libro)

¿Por qué a mí?

Hace varios años atrás, en el 2005 para ser exactos, recibí uno de los peores golpes de mi vida, no emocional, sino físico. Estábamos mis primas y yo limpiando una habitación donde se guardaban todos los regueros de la casa y la cual usábamos para jugar, a mi me toco barrer y a las demás recoger el desorden. Barro y barro y el sucio nada de acabar, entro a un pequeño cuarto dentro de esa habitación donde mi primo guarda sus utensilios para hacer gimnasia, es decir, las pesas, etc. Con mucho cuidado, o eso intente, barrí por los alrededores y cuando me disponía a salir del lugar sin querer el palo de mi escoba topo una de las pesas más grandes que estaba en la pared frontal, la pesa no cayó al suelo, sino que remato contra mi cabeza y luego cayó en mi pie derecho. Fueron muchos segundos donde yo no podía emitir ningún sonido o movimiento, mis primas rápidamente intentaron hacerme reaccionar, no tanto para que despertara del shock, sino para que ninguno de los adultos se dieran cuenta y ellas pagaran las consecuencias. Horas, días y semanas, y yo aun lloraba por mi pie irreconocible y mi cabeza hinchada y dolorida, aun ahora sufro de ese mal, ese golpe sí que me llego a afectar.

25

Page 28: No Me Lo Digas (Libro)

26

Page 29: No Me Lo Digas (Libro)

Tarde con mi primito

Llego cansada del Poli, solo puedo pensar en dormir y descansar; para mi sorpresa mi habitación está invadida por mi sobrinito quien no tiene ningún sentido de pulcritud a sus 8 años. Un poco enojada decido bañarme y ni eso puedo hacer en paz, mi tía me dice a la puerta:

-Te toca quedarte con Arturo, voy pa la iglesia, ¿oite?

-Pero yo tengo que hacer tareas y estoy cansada, ese muchacho embroma mucho.

-Ya te hable, me fui.

Salí del baño echando humo de las orejas del pique, agarre al chamaquito ese y lo intente tranquilizar para no darle unas cuantas nalgadas. Después de un rato es hora de bañar a Arturo y como parte de su rutina se esconde, esta vez llego al límite, salió corriendo por la calle y yo como una loca detrás del muchachito ese, le dimos la vuelta a la manzana y casi me caigo, vuelve a la casa y se mete donde el vecino. Dure unos 30 minutos esperando a que saliera de ahí, la última alternativa fue esconderme detrás de la puerta y chantajearlo con ‘El tío de New York que vino y trajo una bicicleta’, el ingenuo demonio por fin cedió y lo

Page 30: No Me Lo Digas (Libro)

agarre, lo metí al baño y créanme, verlo llorar fue mi placer en ese momento, cuidar niños no es precisamente mi tarea preferida.

Page 31: No Me Lo Digas (Libro)

La de la mala suerte

Estábamos en una excursión escolar, en la guagua todo fue muy entretenido, cada quien sentado en su lugar, esperando la hora de llegar. Escuchamos a Angrys cantar, para ver si nos puede animar. Al parecer ya llegamos al lugar, créanme, no era lo que esperaba encontrar, pero como algo es mejor que nada, con esto me tendré que conformar. Visitamos todo lo que se tenía pautado, llego la hora del receso, no me había percatado que en ese lugar se encontraban mas colegios, por lo que se veía una persona diferente a cada momento. No, no y no, lo último que esperaba que pasara, la última persona en el mundo a la que quiero ver esta aquí, el chico que me gusta, disimuladamente trata de ocultarme para no llamar la atención de él ni de nadie, mientras nadie se de cuenta que está aquí mucho mejor será. En menos de dos minutos ya más de 5 compañeros se habían dado cuenta de lo que pasaba y sin más ni menos me encontré con la mirada de aquel chico, nerviosa y llena de pánico corrí y corrí por el parque de aquel lugar, me escondí detrás de un tarima al lado de un largo telón, pero no me percate de andar con cuidado y en cuestión de segundos ya estaba en el suelo con el telón arriba y todo el mundo mirándome, eso sí que es saber llamar la atención. Al fin y al cabo, yo misma provoque mi suerte.

28

29

Page 32: No Me Lo Digas (Libro)
Page 33: No Me Lo Digas (Libro)

Biografía de la autora

Emelin R. Cruz Heyer, nació el 10 de junio de 1997 en Santo Domingo, Oeste, Republica Dominicana. Estudia en el Politécnico Madre Rafaela Ybarra en la técnica de Hoteleria y Turismo, es multiplicadora en Atención sexual y reproductiva en jóvenes de ASOCLUBNUAM. Su inclinación a escribir este libro fueron los ejercicios de escritura súbita realizados en el ya mencionado centro de estudio, los cuales dan rienda suelta a la imaginación de los jóvenes y nos impulsan a escribir cosas que sean de agrado para el lector.

Page 34: No Me Lo Digas (Libro)
Page 35: No Me Lo Digas (Libro)

Este libro No me lo digas Termino de imprimirse en marzo de 2014 en la editora Policrea en Santo Domingo, República Dominicana.

Page 36: No Me Lo Digas (Libro)