Nuevas tendencias de organización criminal. El acceso a los sistemas criminales como reto emergente de la inteligencia criminal

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El fenómeno delictivo, lo mismo que cualquier otro hecho social, está estrechamente relacionado con las realidades que lo circundan. La delincuencia no se genera en “abstracto”, sino que se materializa en un contexto espacio-temporal concreto. Tiene lugar en unas determinadas condiciones sociales, de desarrollo tecnológico, político y humano, que influyen decisivamente en la forma en cómo esa delincuencia se produce, en sus modos y maneras de manifestarse, en su cantidad, intensidad y en todas sus connotaciones y peculiaridades

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    Nuevas tendencias de organizacin criminal. El acceso a los sistemas criminales

    como reto emergente de la inteligencia criminal1

    Daniel Sans-Rubert Pascual

    Centro de Estudios de Seguridad (CESEG)

    Universidad de Santiago de Compostela (Espaa)

    [email protected]

    Investigador asociado FLACSO

    (Sede Ecuador) y Relasedor http://www.relasedor.org

    1. Aproximacin criminolgica a la delincuencia organizada y su

    identificacin como amenaza estratgica

    El fenmeno delictivo, lo mismo que cualquier otro hecho social, est estrechamente

    relacionado con las realidades que lo circundan. La delincuencia no se genera en

    abstracto, sino que se materializa en un contexto espacio-temporal concreto. Tiene

    lugar en unas determinadas condiciones sociales, de desarrollo tecnolgico, poltico y

    humano, que influyen decisivamente en la forma en cmo esa delincuencia se produce,

    en sus modos y maneras de manifestarse, en su cantidad, intensidad y en todas sus

    connotaciones y peculiaridades (Sans-Rubert, 2005).

    La idea motriz que sustancia la peligrosidad intrnseca de la asociacin criminal reside

    en la construccin de estructuras racionalmente orientadas a la planificacin y comisin

    exitosa del delito, y al encubrimiento de sus miembros para evitar la persecucin

    institucional. La organizacin criminal adquiere por tanto, cierta autonoma en relacin

    a las personas individuales que contribuyen, mediante su aportacin, a la consecucin

    1 Trabajo enmarcado en el Proyecto de Investigacin DER2013-44228-R, financiado por el Ministerio de

    Economa y Hacienda de Espaa, bajo el rubro "Delincuencia Organizada Transnacional: una amenaza

    para la seguridad de los Estados democrticos".

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    del objeto de esa estructura asociativa delictiva. En consecuencia, organizacin

    equivale a estructura organizativa, que es denominador comn de toda actividad

    desarrollada en el contexto de un ente colectivo.

    Todo grupo u organizacin humana depende, entre otros elementos, de la creacin,

    consolidacin, ampliacin, renovacin y reconfiguracin de un conjunto de vnculos

    sociales. Vnculos, que por una parte contactan entre s a los individuos que forman

    parte del mismo. Pero que tambin implica, por otro lado, a personas que, a pesar de no

    estar formal o explcitamente afiliadas, mantienen relaciones frecuentes o significativas

    con la organizacin, bien con alguno de sus integrantes en concreto, bien con la

    totalidad del conjunto.

    Desde este prisma, los grupos criminales son concebidos como redes sociales o

    entramados de relaciones interpersonales (familiares, de amistad, profesionales).

    Visin, que resulta de gran ayuda para lograr comprender el funcionamiento real de la

    delincuencia organizada. No en vano, los contactos que mantienen y promueven los

    delincuentes organizados con otros individuos y colectivos son el medio a travs del

    cual las organizaciones criminales afrontan toda oportunidad de negocio, a la par que

    amplan el nmero de colaboradores, afiliados y clientes (Kleemans y Poot, 2008).

    Destacar que sus capacidades de resistencia y resilencia, se amplifican con el acceso al

    poder (econmico, poltico o social). A su vez, la diversificacin del portafolio de las

    actividades lcitas e ilcitas desarrolladas por las organizaciones criminales es tan

    variada como fructfera. Cualquier actividad imaginable que resulte lucrativa ser objeto

    de prctica, generando nuevos escenarios delictivos.

    Resumiendo, sus actividades principales son aquellas que generan la provisin de

    bienes y servicios ilegales, ya sea la produccin y trfico de drogas, armas, menores,

    rganos, inmigrantes ilegales, materiales nucleares, el juego, la usura, la falsificacin, la

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    prostitucin, la comercializacin de bienes lcitos obtenidos subrepticiamente,

    especialmente los vehculos de lujo, animales y obras de arte, y la utilizacin de redes

    legales para actividades ilcitas como el lavado de capitales.

    Resulta necesario clarificar que, con carcter general, no toda delincuencia organizada

    es internacional, ni que toda la internacional es organizada, puesto que mltiples grupos

    de delincuentes manifiestan notas caractersticas de organizacin pero, a pesar de ello,

    no tienen cabida bajo el ttulo de delincuencia organizada, como la mera asociacin

    temporal con fines delictivos (coautora); y otros que s estn categorizados como tal, no

    operan en la esfera internacional.

    El que la delincuencia organizada haya alcanzado el estatus internacional no es un

    fenmeno nuevo. Supone la adaptacin de figuras delictivas antiguas a las condiciones

    cientficas, tcnicas y sociales contemporneas. Esta evolucin se observa en cualquier

    poca, pero parece que ha cobrado renovado bro particularmente en un siglo en el que

    el progreso tcnico, de forma sobresaliente, se ha convertido en uno de los principales

    pilares de la civilizacin. La adaptacin de la criminalidad a las nuevas condiciones de

    la vida moderna, ha propiciado de forma natural el salto a la internacionalizacin

    (Sans-Rubert, 2008).

    Estratgicamente, el principal elemento de preocupacin radica en la determinacin de

    las organizaciones criminales a lograr su arraigo a niveles estructurales, principalmente

    polticos y econmicos, aspirando a prevalecer como males sociales crnicos (Sans-

    Rubert, 2011; Sans-Rubert y Gimnez-Salinas, 2014).

    2. Nuevas tendencias de organizacin: surgimiento e implantacin de las redes

    criminales

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    La delincuencia organizada crece, muta y es fruto de la transformacin continua, se

    perfecciona, consolidando estructuras organizativas cada vez ms complejas.

    Estructuras, que posibilitan el que el fenmeno criminal organizado haya logrado un

    alcance integral: ha adquirido dimensiones globales (en lo geogrfico), transnacionales

    (en lo tnico y cultural), multiformes (en su estructura y en los acuerdos que forja con

    sectores polticos y sociales) y pluriproductivas (en cuanto a la abundancia de bienes y

    servicios lcitos e ilcitos que transacciona) (Tokatlian, 2010).

    En el campo de la delincuencia organizada, no cabe hablar de organizaciones tipo, sino

    de tendencias tipolgicas, habida cuenta de la gran diversidad de tipologas

    organizacionales que se pueden identificar bajo el rubro criminalidad organizada. No

    en vano, al tratar de analizar las organizaciones criminales en su conjunto, aparece una

    amplsima variedad de tipos y formas que podran configurarse como un continuo. En

    los extremos de ste se encuentran desde pequeas asociaciones ligeramente

    organizadas a travs de vnculos dbiles e inestables, hasta estructuras consolidadas y de

    notoria tradicin crimingena. La escena conforma un variopinto conjunto de

    organizaciones cuya estructura, disciplina, normas internas, divisin de roles,

    actividades ilegales desarrolladas y, por ende, su peligrosidad, representan una

    pluralidad de combinaciones (de La Corte y Gimnez-Salinas, 2010). Esta diversidad

    constituye el principal impedimento para perfilar una definicin universal, que consiga

    captar la esencia y las variables comunes de la totalidad de estas manifestaciones

    criminales (Sans-Rubert y Gimnez-Salinas, 2014). De hecho, en funcin del grupo

    analizado, aspectos como la jerarqua, el nmero medio de integrantes, el papel de la

    mujer, la especializacin de sus miembros o las relaciones intragrupales, por citar

    algunos elementos definitorios, son radicalmente opuestos (Sans-Rubert, 2005). Por lo

    que, para hacer un examen exhaustivo, habra que acudir al caso concreto.

    Las estructuras que sirven de raigambre para organizar las actividades ilcitas

    manifiestan una alta plasticidad morfolgica. Los esquemas piramidales de organizacin

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    tradicionalmente asociados a la delincuencia organizada, aunque vigentes, tienden

    progresivamente a su transformacin en tipologas ms dinmicas (jerarqua regional,

    agrupacin jerrquica, grupo central), ptimas para desenvolverse en un escenario

    transnacional. De entre todas ellas, la organizacin en red ha ido ganando predicamento,

    habida cuenta de las ventajas que confiere.

    El mnimo comn denominador de una organizacin en red comprende un ncleo y una

    periferia, separadas por nodos intermedios que desempean la funcin de

    interruptores, para salvaguardar el acceso a la cpula (ncleo). Esta distribucin

    refleja las asimetras de poder, la influencia y el estado dentro de la red. En muchos

    casos, es habitual que las relaciones estn cimentadas a travs de vnculos familiares o

    de parentesco (etnia, nacionalidad, familia, clan, identidad colectiva fraguada en el

    mbito penitenciario), pero no exclusivamente. Cada vez hay ms organizaciones

    trasnacionales donde lo que prima es el prestigio y el reconocimiento profesional dentro

    del sector criminal (carreras criminales exitosas), como vehculo de adscripcin.

    A su vez, las organizaciones pueden estar compuestas por una variedad de clulas,

    entendidas como grupos de individuos que realizan tareas bien definidas dentro de la

    estructura, al objeto de desarrollar con xito las actividades criminales. De entre todas,

    destacan por su grado de especializacin de acuerdo a las funciones que desempean,

    las clulas ejecutoras (encargadas del control interno y la proteccin de la organizacin,

    de sus miembros y de sus intereses); clulas financieras (responsables del entramado

    econmico-financiero); clulas logsticas (asumen la adquisicin de medios y

    capacidades, as como su mantenimiento, para el soporte de la actividad criminal);

    clulas de infiltracin (su objetivo prioritario es introducirse en los estamentos

    encargados de enfrentar la delincuencia o en las reas sensibles de los rganos centrales

    del Estado, descentralizados o en empresas privadas, con el propsito de conseguir

    informacin protegida o de otra ndole, atraer adeptos mediante diversos medios lcitos

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    e ilcitos, y daar, en la medida de lo posible, las capacidades del eEstado de prevencin

    y represin); clulas negociadoras (buscan acuerdos entre las diversas organizaciones

    criminales con la finalidad de solucionar disputas o ampliar y fortalecer alianzas); y,

    finalmente, la clulas operativas, que materializan las actividades delictivas (UNODC,

    2012)

    A su vez, existe la posibilidad, cada vez ms extendida, del recurso a la

    externalizacin de determinados cometidos. Acudir a individuos (facilitadores) o

    estructuras ajenas a la organizacin (redes al servicio de redes) en determinadas fases

    del ciclo criminal, obedece a la especializacin de la prestacin ofrecida. Proveen de

    servicios financieros, econmicos, tcnicos, logsticos, contables, mercantiles y

    jurdicos, as como de una dilatada experiencia en el control del riesgo, permitiendo

    aumentar tanto la seguridad de las operaciones, como los beneficios. Existen incluso,

    organizaciones especializadas precisamente en la provisin de cobertura a la actividad

    ilcita: seguridad de las operaciones (Gambetta, 2007), apoyo y soporte logstico

    (ocultacin, transporte, almacenamiento), operando como un eslabn ms de la

    cadena delictiva organizada. Su relevancia, ha captado la atencin institucional para su

    inclusin como objetivo prioritario a neutralizar, a los efectos de lograr atajar las

    manifestaciones de actividad criminal.

    A pesar de las ventajas que ofrece la organizacin en red, no es bice para olvidar que

    no son impermeables. La cuestin radica en identificar adecuadamente sus

    vulnerabilidades para su conveniente explotacin.

    La naturaleza de la estructura en red exige, que cualquier accin disruptiva, debe ser

    cuidadosamente planificada y ejecutada, si se pretende alcanzar xito. Especialmente, la

    delimitacin clara de los objetivos, cuestin que requiere de la herramienta inteligencia

    criminal. Resulta indispensable desarrollar una estrategia previa que determine si se

    pretende destruir la red, simplemente degradar su capacidad (logstica, seguridad,

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    transporte), o neutralizar sus vnculos con la esfera de los negocios lcitos, la poltica

    o el apoyo social. Por ello, el estudio de las relacionales interpersonales, favorece la

    identificacin, no slo de quin es quin dentro de una organizacin, sino qu funcin

    desempea, facilitando la seleccin de los objetivos ms vulnerables o de inters, a la

    hora de planificar su desarticulacin o infiltracin. Frente a esta opcin, los vnculos de

    confianza, ms all que los lazos tnicos, familiares o de cualquier otra naturaleza,

    dotan de una mayor resistencia a la organizacin, generando sinergias corporativas de

    seguridad.

    De hecho, las organizaciones criminales invierten cada vez ms en capacidades de

    seguridad y contrainteligencia (con sus respectivas vertientes ofensiva y defensiva). A

    efectos prcticos, interesa sobremanera identificar las iniciativas adoptadas por las

    organizaciones criminales para resguardar sus estructuras en aras de evitar la intrusin

    de elementos externos (fuerzas y cuerpos de seguridad u otras organizaciones

    competidoras), proteger a sus integrantes contra la accin de posibles amenazas o

    represalias, defender el desarrollo de sus actividades y preservar la informacin

    corporativa sensible.

    La articulacin de la seguridad corporativa implica:

    El chequeo y la acreditacin de personas que tengan acceso a informacin

    sensible (catalogada formal o informalmente como clasificada).

    La creacin y fomento de una cultura de seguridad corporativa entre quienes

    manejan este tipo de informacin, as como la sujecin a cumplir determinadas

    normas e instrucciones.

    La vigilancia de conductas anmalas de algn miembro.

    La identificacin y vigilancia de organizaciones de inters, sean servicios de

    inteligencia u organizaciones criminales, procurando obtener conocimientos de

    cmo operan, la evaluacin de los informadores y colaboradores, as como del

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    producto (informaciones) por ellos suministrado y la realizacin de actividades

    de contrainformacin e intoxicacin informativa.

    En suma, proteger las organizaciones de la infiltracin hostil y la represin es un juego

    de suma cero, en el que el fracaso de la seguridad y la contrainteligencia, compromete

    gravemente las actividades y la estructura de la organizacin.

    3. La difusin transnacional de la criminalidad organizada Por qu migran

    las organizaciones delictivas?

    A priori, la hiptesis ms extendida se inclina a favor del reconocimiento del

    delincuente profesional, integrado en una organizacin delictiva, como un homo

    economicus (Teora criminolgica de la eleccin racional). Un perfil profesionalizado,

    que ha escogido racionalmente el ejercicio de la delincuencia como modo de vida

    (livestyle) y asume su condicin de experto y profesional de sus actividades.

    Este planteamiento se inclina a favor de reconocer el fenmeno delictivo organizado

    como un comportamiento racional, pragmtico y utilitarista, lo cual, en puridad, no sera

    del todo cierto. A pesar de ello, cabe presumir, a tenor de la informacin disponible

    contrastada que, de ordinario, los lderes de las organizaciones de delincuencia

    organizada son actores racionales auto-interesados (Shelley, Picarelli et. Al., 2005). Las

    organizaciones pueden ser consideradas como actores racionales, centrndose para este

    anlisis exclusivamente en los grupos en su conjunto y en las decisiones tomadas

    exclusivamente por la direccin de las mismas. En este contexto analtico de partida, la

    racionalidad de los restantes miembros queda excluida, en tanto no son los que toman

    las decisiones dentro de la organizacin. Se supone que las decisiones que se adopten

    para interactuar con otros grupos, participar en ciertas actividades, o en trminos

    generales, las decisiones que afectan a la organizacin en su conjunto, se tomarn al

    ms alto nivel de liderazgo.

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    Desde esta perspectiva, la movilizacin de las organizaciones criminales obedecera a

    una estrategia de mercado y de accin expansionista, previamente planificada y

    diseada, apoyada en el correspondiente anlisis de riesgos (Morselli, 2005). Objetivo:

    el aprovechamiento de una serie de circunstancias identificadas como oportunidades

    para el lucro, ubicadas en diversos lugares por todo el mundo.

    Por otro lado, resulta igualmente factible identificar contextos emergentes, que originan

    el desplazamiento no intencional de las organizaciones criminales, motivado por

    factores de empuje (pull factors), sobrevenidos. Se trata en este supuesto, de una

    adaptacin forzada a las circunstancias ambientales.

    Lo cierto es que an disponemos de un conocimiento limitado sobre cmo se articulan

    los procesos de difusin. Desde la ptica criminolgica, una primera aproximacin,

    atendiendo a la casustica comparada, trasluce que la movilizacin de la delincuencia

    organizada no obedece a ninguna lgica, ni sigue patrones identificables. Profundizar en

    el estudio para la comprensin de la movilidad criminal representa un reto para los

    investigadores. Por el momento, son varios los factores coadyuvantes identificados

    (anlisis plurifactorial), as como las posibles modalidades de desplazamiento

    (Forgione, 2010, Varese, 2011). Factores, en gran medida coincidentes con las variables

    explicativas tradicionalmente identificadas con el surgimiento de la delincuencia

    organizada (Varese, 2010).

    Los factores ms destacados aceptados por el conjunto de la doctrina especializada

    (Williams, 2001; Gayraud, 2007; Sans-Rubert, 2008; Garzn, 2012; Garzn, Olinger,

    Rico y Santamara, 2013; Varese, 2013; Morselli, 2009), inciden en la difusin del

    crimen organizado tanto, cuando ste se produce dentro del territorio nacional de un

    mismo pas (desplazamientos internos o nacionales), como cuando ste opera

    internacionalmente (desplazamiento externo o transnacional):

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    a) Bsqueda de recursos o de oportunidades de inversin (nuevos mercados)

    Dentro de las motivaciones para desplazarse al extranjero, aquella por antonomasia es la

    identificacin de oportunidades de lucro (nichos de negocio fundados en base al clculo

    de costos, riesgos y beneficios), estar dispuesto a su explotacin y contar con la

    infraestructura, las capacidades y la logstica para ello.

    Las organizaciones criminales constantemente llevan a cabo tareas de recopilacin de

    todo tipo de informacin, que les permita maximizar el xito en las actividades que

    desenvuelven (lcitas e ilcitas), a los efectos de alcanzar la mayor competitividad

    posible que, a su vez, les procure mayores niveles de xito y proteccin posibles.

    Otra motivacin puede ser el acceso a nuevos mercados (en cooperacin con otras

    organizaciones locales o en competencia), o la reorganizacin de las rutas de trnsito de

    los trficos ilcitos, requiriendo presencia de la organizacin en determinadas reas

    geogrficas para su aseguramiento y apoyo logstico.

    b) Reinversin del producto obtenido ilcitamente en otros negocios

    Decisin motivada por la existencia de sistemas impositivos ms favorables, el acceso a

    incentivos de desempeo proporcionados por los gobiernos, o por el deseo de operar en

    sistemas financieros ms eficientes. Tambin, como mecanismo de blanqueo de

    capitales para salvaguardar el patrimonio adquirido ilegalmente, lejos del alcance de

    cualquier jurisdiccin que pudiera ponerlo en peligro (decomiso).

    c) Aprovechamiento de los flujos migratorios y de las polticas de deportacin

    masiva

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    La expansin criminal est estrechamente ligada a la historia y geografa de las oleadas

    migratorias. El desplazamiento de una comunidad y su asentamiento en otro lugar

    conforma el sustrato mnimo indispensable para el desarrollo de la actividad criminal

    como producto de importacin (Sans-Rubert, 2008). Ciertamente, el mero traslado de

    elementos del crimen organizado a un nuevo territorio no es motivo suficiente para que

    emerjan estructuras de delincuencia organizada. Sin embargo, existe constancia de que

    las organizaciones criminales se benefician proactivamente de diversas maneras de los

    movimientos migratorios. Principalmente para la obtencin de beneficios econmicos

    mediante la panoplia delictiva que comprende la inmigracin ilegal. Adems, a travs

    de su instrumentalizacin, logran solaparse en las comunidades asentadas en los pases

    de acogida en busca de proteccin y zonas de influencia, explotando relaciones tnicas,

    familiares y clientelares (Savona; Di Nicola y Da Col, 1997). De este modo, el mapa

    histrico de las migraciones mundiales y las disporas encubre, en mayor o menor

    medida, el de la difusin de la criminalidad organizada.

    En relacin con las deportaciones masivas, el caso ms paradigmtico y ejemplarizante

    ha sido protagonizado por Estados Unidos en relacin a la extradicin masiva de

    miembros de pandillas originarias de Los ngeles, a sus pases originarios del

    Tringulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador). Fruto de la cual, estos pases

    recibieron directamente el influjo de la subcultura delictiva de bandas, sin contar con los

    medios institucionales adecuados para su gestin y control (Garzn, 2012). Resultado,

    la eclosin descontrolada y fortalecimiento del fenmeno de las maras, que representa a

    da de hoy uno de los principales problemas de seguridad en la regin Centroamericana,

    con tasas de homicidios desorbitadas en comparacin con reas de conflicto armado

    como Afganistn, Somalia o Lbano y que refleja un perfil de compleja resolucin.

    d) Vaco represivo

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    Obedece a diferentes causas. A una voluntad poltica corrupta en connivencia con la

    criminalidad (nexo poltico criminal) (Godson, 2004), a una situacin de impotencia

    generada por la debilidad institucional o simplemente, por distraccin ante otros

    desafos de seguridad como el terrorismo, que desplace al resto de fenmenos

    monopolizando todo el esfuerzo y los recursos, siempre limitados, de los organismos y

    agencias de seguridad.

    Un contexto nefasto lo conforman las alianzas entre polticos, organizaciones delictivas

    y el aparato de seguridad estatal. Dicha connivencia (acuerdo o complicidad) genera en

    la prctica, bien respuestas tibias de los gobiernos, bien directamente la omisin de

    respuesta pblica (catarsis institucional). Su manifestacin ms daina se plasma

    cuando el Estado se transforma en refugio criminal, imperando el fomento de obstculos

    para la cooperacin internacional destinada a su erradicacin (Berdal y Serrano, 2002).

    En la prctica, los grupos que controlan estos espacios ingobernados (santuarios

    criminales), se convierten en socios estratgicos para las organizaciones de

    delincuencia organizada transnacional (Nam, 2006).

    e) Exilio fruto de la presin poltica y policial o por la confrontacin entre

    organizaciones por reas de influencia (geogrficas y mercados)

    El exilio puede deberse primordialmente a dos causas determinantes. Por una parte, la

    puesta en prctica de polticas gubernamentales de represin. De otra, la propia

    competencia criminal, que puede degenerar en enfrentamientos violentos con facciones

    u organizaciones vencedoras y vencidas (disputas por el control de reas

    geoestratgicas, mercados, como por los corredores y rutas para trficos ilcitos, pasos

    fronterizos, nudos de comunicaciones, puertos). La reubicacin en otros pases

    obedece a una necesidad de supervivencia. En definitiva, el exilio como escapatoria de

    la prisin o de la muerte.

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    En cuanto a la repercusin de la presin poltica y policial que adoptan los gobiernos

    dentro de sus fronteras, la delincuencia, en aras de una mayor y ms eficiente

    autoproteccin, ha optado por asentarse en aquellos pases que presentan caractersticas

    ms favorables, en contraposicin con sus naciones de origen. Son candidatos

    predilectos los Estados dotados de ordenamientos jurdicos laxos, excesivamente

    garantistas si se prefiere, con leyes de extranjera permeables y polticas criminales

    infradesarrolladas o desfasadas, que les permiten operar al amparo de los beneficios

    reportados por el marco de legalidad descrito (Sans-Rubert, 2008).

    Los efectos de la dispersin forzada son de naturaleza traslativa; una propagacin

    involuntaria debido a que la problemtica no se resuelve, sino se desplaza hacia otra

    ubicacin geogrfica (efecto globo). Las organizaciones desplazadas, lejos de

    abandonar sus prcticas criminales, las exportan. Igualmente, fruto de esta presin

    institucional, se ha producido la fragmentacin de las organizaciones criminales,

    favoreciendo la emergencia de una nueva generacin de organizaciones ms reducidas y

    dinmicas, que compiten ferozmente por el dominio del territorio que, con anterioridad,

    dominaba una nica estructura criminal, disparando los ndices de violencia (Mxico

    representa el ejemplo por antonomasia).

    f) Existencia de una cultura materialista y consumista

    La delincuencia organizada es una modalidad de crimen, que se inserta en una matriz en

    la que la sociedad es al mismo tiempo vctima y beneficiaria de los bienes y servicios de

    los que la provee (Taylor, 2000; Rotman, 2000). En consecuencia, el escenario en el que

    se desarrolla el crimen organizado hoy es el de una cultura funcional a su expansin.

    Esta realidad despierta encendidos debates sociales y de poltica criminal, en relacin a

    la despenalizacin del consumo de determinadas sustancias catalogadas actualmente

    como drogas en multitud de legislaciones (hachs y cannabis, principalmente, adems de

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    otras tradicionales de consumo ms residual, como el peyote o la hoja de coca,

    vinculadas a ritos animistas ancestrales o con una fuerte carga cultural). Una

    reproduccin actualizada del debate acerca de las polticas prohibicionistas del alcohol

    de principios del siglo XX, que se dirimi con la despenalizacin de su consumo.

    Con independencia de los argumentos a favor y en contra, que trascienden el objeto de

    este anlisis, ciertamente el afn consumista al que la sociedad contribuye, en mayor o

    menor medida, alimenta la fenomenologa criminal organizada. Siempre que exista una

    demanda rentable (artculos falsificados, drogas, sexo, vehculos de lujo, autopartes,

    piratera informtica o audiovisual), habr alguien dispuesto a satisfacerla, con

    independencia de que los medios sean lcitos o no.

    g) Impacto del crimen organizado sobre la autoridad estatal: Estados dbiles y

    criminalmente cautivos (efecto corrupcin)

    Obviamente todos los Estados son vulnerables a la infiltracin criminal, pero existe una

    diferencia cualitativa entre Estados autnomos (relativamente efectivos) y Estados

    dbiles o impotentes (Casanovas, 2008). Los Estados con una falta de consolidacin del

    sistema democrtico y un deficiente desarrollo de sus instituciones pblicas configuran

    un terreno propicio para la actividad de los grupos criminales (Sans-Rubert, 2013).

    La ausencia de monopolio estatal sobre los recursos coercitivos y polticos, abona la

    semilla para el surgimiento y expansin de la criminalidad organizada. La abdicacin

    del poder estatal total o parcialmente es condicin sine qua non de la exitosa empresa

    criminal. Cuando los Estados se descomponen (vaco de poder), la delincuencia

    organizada toma la iniciativa.

    Otro mbito sobre el cual incide perniciosamente el crimen organizado corresponde a la

    cultura poltica de un determinado pas. Es decir, el conjunto de valores y actitudes que

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    informan la accin poltica de los ciudadanos. Afecta sensiblemente al entorno social de

    las democracias, distorsionando las lneas que separan lo legal de lo ilegal, generando

    lealtades alternativas al Estado y provocando cambios en la opinin pblica, que afectan

    negativamente al funcionamiento del sistema (Sans-Rubert, 2014a).

    La tendencia apunta a que los dirigentes de estas organizaciones criminales traducen la

    riqueza acumulada en demandas polticas, sociales y econmicas. Aspiran a convertirse

    en miembros de la lite social y poltica, destinando parte de su poder econmico a la

    obtencin de legitimidad social. As, se termina produciendo una asimilacin social de

    los dirigentes criminales, entremezclndose con las esferas de poder. Valindose de

    ardides populistas, pueden igualmente manipular los afectos de poblaciones enteras,

    generalmente caracterizadas por el retraso econmico y las desigualdades sociales,

    posicionndolas frente al Gobierno central o frente a las instituciones supranacionales.

    El acceso al poder en definitiva es una salvaguarda de su estatus. ste se cristaliza en el

    carcter polticamente pragmtico de la criminalidad organizada. Instrumentalizar

    convenientemente su apoyo a favor de aquellas iniciativas polticas que beneficien sus

    propios intereses.

    El sistema electoral tampoco escapa a su esfera de influencia. De facto, en no pocas

    ocasiones recurren a la manipulacin del proceso electivo mediante la postulacin de

    candidatos propios, hacia los que canalizan ingentes recursos econmicos e

    informativos procedentes de sus negocios ilcitos o, en regiones donde el clientelismo es

    una caracterstica endmica, pueden poner al servicio del candidato predilecto el

    electorado indispensable para la victoria. Su poder econmico les permite, llegado el

    caso, subordinar a partidos polticos preexistentes o crear los suyos propios, para as

    tener un mejor control sobre toda la estructura de decisiones en las instituciones de

    representacin poltica. Con ello, contribuyen a la deformacin y el descrdito de la

  • 16

    democracia, reemplazando la autntica representatividad electa por la mercantilizacin

    instrumental de candidatos y electores (Sans-Rubert, 2014a).

    h) Delincuencia organizada, economa y globalizacin

    La delincuencia organizada no es una rareza original surgida al hilo de la globalizacin.

    No ha irrumpido repentinamente en la historia de la criminalidad (nihil nove sub sole),

    sino que, por el contrario, ha evolucionado de forma paralela a la sociedad, hasta

    presentarse en los tiempos actuales con una faz innovada respecto de las formas

    tradicionales.

    En lo que respecta a la conjuncin criminalidad organizada, economa y globalizacin,

    la actividad delictiva genera inestabilidad financiera, a la par que distorsiones e

    ineficacias en los mercados. Provoca disfunciones estructurales en la economa, que

    afectan negativamente a los ciudadanos y a la estabilidad del sistema democrtico.

    La liberalizacin econmica ha procurado novedosas expectativas para los que estn

    involucrados en mercados penalizados. Algunas de las mismas iniciativas diseadas

    para estimular y facilitar el intercambio econmico legal (liberalizacin comercial y

    financiera, privatizacin, desregularizacin del transporte), benefician el intercambio

    econmico ilegal y que en muchas regiones del mundo, la economa criminalizada

    constituya una fuente decisiva, tanto de ingresos como de empleo (economas

    criminales altamente competitivas como acontece en China respecto de la falsificacin

    de marcas). Con esto no se est sugiriendo que la globalizacin, en su vertiente

    econmica, sea la causa fundamental de la delincuencia organizada transnacional, pero

    s representa una variable trascendental para explicar su proliferacin.

    En conjunto, las repercusiones de la inmersin del crimen organizado en el mbito de la

    economa son inflacin, una distribucin ineficiente de rentas, la disolucin del libre

  • 17

    mercado y la regulacin econmica estatal, prdidas substanciales de productividad, una

    visin utilitarista de la inversin contraproducente con el crecimiento econmico

    prolongado y, en ocasiones, sobrevaluacin monetaria. En lo que se refiere al sistema

    financiero en particular, la volatilidad de los capitales en manos de los grupos

    criminales dificulta las acciones correctas en materia de poltica econmica y provoca

    inestabilidad en las instituciones bancarias y en el mercado del dinero en general, lo

    cual puede desembocar en una crisis econmica profunda.

    En cuanto a los desplazamientos de las organizaciones criminales se refiere, algunos

    autores establecen diferentes categoras en funcin del modo en que stos se producen

    (Varese, 2011 y 2013; Garzn, 2012). Concretamente, identifican como expansin, el

    desplazamiento caracterizado por la presencia en nuevos territorios pero adoptando un

    perfil bajo. Autolimitando las capacidades de actuacin, con la finalidad de permanecer

    desapercibidos. La trasplantacin, por el contrario, se corresponde con un

    desplazamiento parcial. Las organizaciones slo reproducen parcialmente su estructura

    enfocndose generalmente en tres lneas operativas: trficos ilcitos y alianzas para la

    distribucin local al por menor, lavado de activos y bsqueda de refugio para los

    integrantes de las cpulas. Esta opcin se reproduce habitualmente en los principales

    centros urbanos de aquellos pases que representan un inters estratgico para la

    criminalidad organizada (Madrid, ejemplifica esta modalidad en relacin al trfico de

    cocana). Finalmente, una tercera categora sera la representacin criminal, que

    consiste en el desplazamiento temporal de miembros de la organizacin al territorio de

    otra con la que se mantiene algn tipo de relacin comercial. Mecanismo, que opera

    como garanta de cumplimiento y de no confrontacin, en las transacciones ilegales en

    las que predomina la desconfianza. A su vez, los miembros desplazados, actuaran como

    supervisores de los desempeos de la contraparte para la que sirven de garanta,

    asegurndose del correcto desempeo de los parmetros acordados.

  • 18

    Cabra, a mi juicio, incorporar una cuarta categora para recoger aquellas situaciones de

    conquista territorial. Cuando la expansin es definitiva y el establecimiento en el

    territorio pleno. Se produce con la intencin de su incorporacin al espacio bajo el

    control de la organizacin criminal: el asentamiento.

    Categoras explicativas tiles para la comprensin de la movilizacin del crimen

    organizado, que no son nicas, ni excluyentes. La criminalidad organizada adaptar

    diversas formas de propagacin acorde con sus objetivos, la capacidad de respuesta

    institucional en los territorios o ciudades en donde incursiona (condiciones locales), y

    en funcin de las relaciones que establezca con las organizaciones delictivas locales

    (Varese, 2013).

    Como acontece en cualquier otro sector de negocios, el acceso al capital relacional,

    sumado a la confianza, resultan de vital importancia para el desarrollo de las actividades

    delictivas. Mxime, en un entorno donde cualquier alteracin, diferencia de trminos en

    la prestacin del servicio o abastecimiento del producto o incumplimiento respecto de lo

    pactado, no se dirime precisamente en los juzgados. La clave terica del xito estriba en

    generar relaciones interpersonales fiables, slidas y estables: alianzas estratgicas.

    4. Radiografa del entramado relacional de las organizaciones criminales

    A pesar del conocimiento adquirido (Edwards y Gill, 2002; Ruggiero, 2000; Sheptycki,

    2003; Woodiwiss, 2003; Williams, 2002), an son muchos los vacos de informacin

    que deben ser subsanados. Las conexiones que diariamente se entablan entre

    organizaciones criminales, permanecen opacas. A pesar de ello, conocedores del

    pragmatismo adaptativo de las organizaciones delictivas, tendentes a incorporar a su

    acervo particular todo aquello que funcionalmente haya demostrado ser exitoso en su

    aplicacin, cabe plantearse que se haya producido la extrapolacin de los sistemas de

    interrelacin del sector empresarial al criminal, con los correspondientes matices.

  • 19

    Dinmica evolutiva, actualmente marcada por una etapa de transformaciones

    importantes, que definirn el tipo de criminalidad organizada que deberemos enfrentar

    en aos venideros. A grandes rasgos, una breve radiografa de la escena criminal

    internacional trasluce una riqueza tipolgica multinacional, pluritnica,

    multiorganizacional y multiactividad. La delincuencia organizada no conforma un grupo

    monoltico sino que, ms bien, presenta un panorama polidrico, complejo y

    multidimensional.

    Para mejorar nuestra comprensin de la naturaleza de los vnculos de cooperacin entre

    las organizaciones criminales, es recomendable recurrir a la literatura de administracin

    y direccin empresarial. Analizar las formas en que las empresas cooperan y compiten

    y, en particular, la manera en que se articulan y consolidan las alianzas estratgicas.

    Tipologa de relaciones cooperativas de la delincuencia organizada

    Tipo de relacin

    Forma de cooperacin

    Caractersticas de la cooperacin

    Beneficios de la cooperacin

    Alianza estratgica

    Nexos operativos Franquicia

    A Largo plazo Alto nivel de confianza

    Cooptar al adversario potencial Sinergias que facilitan la entrada al mercado

    Alianza tctica Licencia Conexiones operativas

    Pericia Complementaria Corto plazo Desarrollo de un nivel moderado de confianza

    Explotar nexos locales-globales Sinergias que facilitan la entrada al mercado

    Contrato y servicio Intercambio

    Relacionadas con tareas especializadas Acuerdos de trueque

    Relacin de tipo empleador A corto o a largo plazo Limitada al intercambio de productos

    Uso de habilidades especializadas Extender gama de productos y desarrollar nuevos mercados

    Proveedor regular Proveedor a corto plazo

    Proveedor-cliente Al por mayor y al menudeo

    Grado de confianza y pronstico Expeditiva e instrumental

    Altamente eficiente y adaptable Proporciona soluciones interinas para satisfacer demandas del mercado

  • 20

    *Informacin extrada de WILLIAMS, P., 2002, Cooperacin entre las organizaciones criminales, en M. Berdal y M. Serrano (Comp.), Crimen transnacional organizado y seguridad internacional. Cambio y

    continuidad, Mxico D.F.: Fondo de Cultura Econmica.

    La gama de tipologas de cooperacin es muy variada. Pueden adoptar multiplicidad de

    formas a lo largo de un espectro que abarca desde alianzas estratgicas en un extremo, hasta

    relaciones de proveedor a corto plazo. Los vnculos de negocio giran en torno a la cadena

    mundial de productos (lcitos e ilcitos). Cadena que comprende desde la materia prima hasta

    el producto final (ciclo criminal). Tales enlaces forman parte integral de la operativa cotidiana

    de las actividades criminales.

    Consecuentemente, las ventajas de la cooperacin entre organizaciones criminales reside en:

    Permite superar las limitaciones organizacionales propias (logsticas,

    proteccin,)

    Mejora la posicin competitiva en el mercado y facilita la neutralizacin de los

    principales competidores.

    Maximizacin del lucro obtenible (aumento de cuotas de mercado).

    Acceso a nuevos mercados (alianza vs. competencia).

    Reduccin de riesgos y minimizacin de inversiones frente a la imprevisibilidad

    del mercado (riesgo de incautacin, prdida de mercanca, desarticulacin

    policial de clulas de las organizaciones).

    Aumento de la base de los recursos disponibles, ya sea en trminos de capital,

    tecnologa, capital relacional, acceso a nuevos mercados ..

    Incremento de las oportunidades para el aprendizaje organizacional a travs del

    intercambio de informacin y conocimientos entre los socios (desarrollo de

    confianza mutua).

    Favorece la especializacin y la divisin del trabajo en relacin con los

    proveedores.

    Compartir entre los socios los riesgos y los costes financieros y de operacin.

  • 21

    Fragmentacin del ciclo criminal en funcin de las capacidades y la

    especializacin de las organizaciones (proteccin, transporte, almacenamiento,

    distribucin).

    Los incentivos para la cooperacin entre organizaciones criminales estn al alza, dando

    como resultado una cadena global de redes criminales, que sern tan difciles de

    combatir como lo son de rastrear (Williams, 2002). La violencia, desde una

    perspectiva racional economicista, perjudica los negocios. No slo desgasta a las

    organizaciones criminales (prdidas fruto del enfrentamiento), sino que las distrae de la

    actividad principal: obtener beneficios (lucro cesante). A ello hay que sumar, que

    incrementa su visibilidad al captar la atencin de los medios de comunicacin y por

    ende, su exposicin a la actuacin de la seguridad estatal. No obstante, a pesar de la

    suma de inconvenientes, llegado el caso, el recurso a la violencia representa uno de los

    principales instrumentos de accin de la delincuencia organizada.

    Explicar por qu unas alianzas alcanzan xito y otras fracasan resulta harto complejo,

    habida cuenta de la multitud de factores y variables intervinientes. El punto de partida

    para considerar esta cuestin radica en asimilar que la piedra angular para cualquier

    relacin en el mbito de la delincuencia organizada es la necesidad mutua y la bsqueda

    de beneficio. Necesidad, en tanto la organizacin no dispone de los medios pertinentes

    para asumir esa fraccin del ciclo criminal. Cada organizacin aporta algo que la otra

    necesita y no dispone. Y, la obtencin de lucro, que impulsa a la asuncin de riesgos

    (sin riesgo, no hay ganancia). Lgicamente, si adems del mutuo reconocimiento existe

    una relacin de respeto-confianza, las probabilidades de xito presentes y futuras

    incrementan. Sin embargo, incluso cuando la seleccin del aliado es adecuada, esto no

    es garanta alguna de alcanzar el xito.

    Establecer relaciones fructferas duraderas en la esfera criminal encierra una pluralidad

    de dificultades. Principalmente, no existen mecanismos formales para exigir el

  • 22

    cumplimiento del acuerdo alcanzado. No hay estancias de reclamacin formal. No se

    dispone de una regulacin expresa que determine qu sucede cuando acontecen

    incumplimientos imprevistos por causas sobrevenidas o intencionadamente. De hecho,

    subyace el sustrato base para que puedan surgir desavenencias con demasiada facilidad.

    Los actores implicados transitan de ordinario por el mundo de la ilegalidad, por lo que

    se caracterizan por el desapego al respeto a las normas y a los derechos del prjimo,

    caractersticas de las subculturas delictivas. Idiosincrasia, adems, donde la violencia

    intragrupal y extragrupal, es un recurso habitual para mantener la cohesin de las

    organizaciones y como frmula para dirimir controversias.

    A lo expuesto hay que sumar, el que puedan darse desiguales ganancias resultantes,

    ganancias que no cubren las expectativas previstas o pactadas (desproporcionales), que

    se desvirten equilibrios de influencia pactados en determinados espacios geogrficos o

    institucionales, hacerse con la cartera de clientes de la contraparte y prescindir de su

    implicacin en el negocio toda una amplia gama de posibles escenarios generadores

    de disconformidad. En definitiva, los vnculos entre organizaciones criminales estn

    continuamente sujetos a escrutinio en virtud de su inestabilidad.

    El anlisis esbozado, no pretende ofrecer una explicacin omnicomprensiva acerca de la

    tipologa de relaciones posibles en el mbito criminal organizado. La intencin

    persigue, simplemente, aportar una reflexin que, sumadas a otros trabajos acadmicos,

    favorezca la apertura de lneas de investigacin sobre la naturaleza de las alianzas entre

    las organizaciones criminales. Resulta crucial ahondar ms all de las generalizaciones

    acerca de una pretendida Pax Mafiosa (el reparto del mundo en feudos criminales)

    (Sterling, 1994), y proporcionar un marco conceptual de anlisis para su estudio y

    comprensin.

    Es necesario tener igualmente en consideracin, el hecho de que las organizaciones

    criminales establezcan vnculos de diversa naturaleza con gobiernos y con

  • 23

    organizaciones terroristas para la satisfaccin de intereses mutuos (Pulido y Sans-

    Rubert, 2014). Circunstancia, que dificulta an ms, el anlisis relacional desplegado

    por la criminalidad organizada.

    El resultado, networks criminales compuestas por sujetos y entidades pertenecientes a

    mbitos diversos la poltica, el mundo empresarial, el sistema financiero, el mbito de

    la delincuencia organizada- cuyas sinergias e intereses compartidos, dan vida a potentes

    conglomerados organizados capaces de condicionar reas enteras de la vida pblica y de

    controlar espacios geogrficos y vastos sectores de determinados mercados legales e

    ilegales.

    5. xito o fracaso futuro en la lucha contra el fenmeno criminal organizado:

    eEl acceso a los sistemas criminales como reto emergente de la inteligencia

    criminal

    Uno de los principales retos presentes y futuros de la inteligencia criminal obedece a su

    empleo, no slo como fundamento para la adopcin de decisiones, sino tambin, para el

    soporte de la accin. Actualmente, las estrategias de disuasin focalizada y de accin

    selectiva (Felbab-Brown, 2013), no slo contra las organizaciones en su conjunto o sus

    actividades y mercados, sino sobre sus dirigentes, buscando con ello la inocuidad

    definitiva del fenmeno, ganan paulatinamente reconocimiento como alternativas

    prometedoras.

    En este sentido, un asunto central es entender que el crimen organizado no se define

    como la existencia de una estructura especfica, sino como un sistema de relaciones. La

    faccin criminal - llmese cartel, banda, comando o mara - es la parte ms visible del

    sistema; pero en modo alguno constituye su totalidad. Encierra, un conjunto de

    conexiones opacas entre el mundo legal e ilegal, con tendencia a enraizar en la esfera

    poltica e institucional.

  • 24

    Hipotticamente, en circunstancias ideales, el aparato de seguridad responsable de

    enfrentar la delincuencia organizada, debera responder de forma uniforme y

    estandarizada a todas las organizaciones delictivas. Bsicamente, el objeto de esta

    respuesta estandarizada sera garantizar la intervencin equitativa del Estado frente al

    conjunto de la criminalidad organizada, evitando, al intervenir en todos los frentes

    detectados simultneamente, favorecer a una determinada organizacin en detrimento

    de otras (Felbab-Brown, 2013).

    Este postulado terico quiebra en la prctica, cuando debemos asumir la limitacin de

    medios y recursos disponibles para atajar las manifestaciones de delincuencia

    organizada. Precisamente, en este aspecto, para superar los problemas de limitacin y

    dispersin de recursos, las estrategias de disuasin focalizada y accin selectiva cobran

    relevancia. Permiten centrarse selectivamente en un objetivo (neutralizar a un grupo

    delictivo o delincuente crnico), en un espacio geogrfico acotado (Hot Spots) de

    dimensin variable (un barrio, una ciudad, una provincia, en todo el territorio nacional),

    (Braga, 2001) con un doble objetivo: el primario, la desarticulacin de la organizacin o

    neutralizacin del sujeto delincuente y otro secundario, que consiste en enviar un

    mensaje disuasorio para el resto de organizaciones e integrantes del crimen organizado

    para que desistan de sus actividades delictivas, ya que paulatinamente irn ocupando el

    rol de objetivo (Kennedy, Tompkins y Garmise, 1998; Kennedy, 2011; Braga, 2012;

    Braga y Weisburd, 2012).

    En lo que a las redes delictivas respecta, el quid de la cuestin radica en identificar en

    qu punto de la estructura de la organizacin o en qu momento del transcurso del ciclo

    criminal y de las relaciones entre grupos criminales, resultar ms ptimo actuar y en

    qu sentido (represin, intoxicacin informativa, infiltracin). Incidir, en el hecho de

    que, la captura de los lderes de las facciones criminales e incluso, la aprehensin de

    una porcin importante de los integrantes de una red criminal, podr tener un impacto

    temporal en las conexiones, sin que esto implique la desarticulacin definitiva. Por ello,

  • 25

    el recurso a la inteligencia criminal como apoyo a la adopcin de decisiones estratgicas

    de interdiccin selectiva y accin focalizada, constituye una necesidad a efectos de

    lograr intervenciones exitosas, que alcancen el mximo grado de neutralizacin de los

    objetivos.

    Lgicamente, el criterio a elegir para fundamentar las estrategias de disuasin

    focalizada y accin selectiva (peligrosidad, dao, capacidad de infiltracin institucional,

    capacidad de desestabilizacin estatal, empleo abusivo de la violencia, vnculos con

    organizaciones terroristas), deber ser objeto de evaluacin en funcin de las

    circunstancias locales de cada pas sobre la base de un anlisis comparativo de costos,

    beneficios y compensaciones.

    Llegados a este punto, conviene recalcar que la inteligencia criminal aporta

    conocimiento informado que permite a las autoridades anticiparse y neutralizar o

    disuadir las amenazas, riesgos y conflictos vinculados con la delincuencia organizada.

    Proteger y promover los intereses nacionales de cualquier naturaleza (polticos, sociales,

    econmicos, mercantiles, culturales, comerciales, empresariales), frente a la

    criminalidad organizada.

    Un buen producto de inteligencia criminal no slo describe cul es la situacin actual

    relativa al fenmeno, sino que aporta explicaciones sobre la

    existencia de dicho fenmeno y establece posibles evoluciones o tendencias, definiendo

    escenarios posibles y probables. Adems, define las alternativas viables para reorientar

    la situacin en el sentido ms favorable para su erradicacin y control, y establece los

    eventuales costes econmicos y sociales resultantes de la aplicacin de dichas medidas.

    De la misma forma, posibilita conocer y analizar la distribucin geogrfica de la

    actividad delictiva, la concentracin territorial de las organizaciones criminales

    (densidad criminal), el surgimiento de nuevos nichos de mercado ilcitos, la

    introduccin de novedosas metodologas y modus operandi, nuevos productos y

    servicios, la identificacin de las estrategias puestas en prctica por las estructuras

  • 26

    delictivas, la familiarizacin con la subcultura delictiva, las caractersticas

    sociodemogrficas relevantes de los miembros de las organizaciones criminales para su

    conveniente explotacin (nacionalidad, regin de procedencia, etnia, familia, profesin,

    condicin de ex policas o ex combatientes, tipologa de actividad ilcita en la que est

    especializado), as como la deteccin del ascenso y cada de las organizaciones

    criminales, en virtud de sus fortalezas y debilidades.

    De igual forma, su utilidad redunda en su empleo como un instrumento de anlisis del

    xito de las polticas pblicas y decisiones adoptadas en la confrontacin con la

    criminalidad organizada. Destinar capacidades de inteligencia para la realizacin de

    anlisis sobre la gestin pblica del Estado y el fortalecimiento institucional, con el fin

    de vislumbrar con la debida anterioridad, cmo determinadas decisiones sobre el

    manejo de lo pblico (recursos, bienes, y servicios), permiten o facilitan las operaciones

    y funcionamiento de organizaciones al margen de la ley; de tal forma, que se puedan

    identificar las implicaciones de las decisiones y esquemas preventivos adoptados, para

    evitar el fortalecimiento involuntario del crimen organizado.

    Ante la magnitud de la amenaza representada por la criminalidad organizada, el

    desarrollo de estrategias e instrumentos ms efectivos para su desarticulacin,

    especialmente en su vertiente transnacional, as como favorecer la cooperacin y la

    coordinacin a niveles nacional e internacional, deben constituir prioridades

    gubernamentales para este siglo XXI. La adaptabilidad criminal demanda, al menos, la

    misma capacidad de adaptacin de los instrumentos disponibles para garantizar la

    seguridad, con el fin de proveer a los organismos de seguridad de respuestas

    inteligentes, preventivas y proactivas, al objeto de atajar la movilizacin de la

    delincuencia organizada (Sans-Rubert, 2011a).

    Esto requiere de cambios en las actitudes y formas de pensar la seguridad (cambio de

    paradigma a favor de la seguridad proactiva), y de explotacin de las capacidades de

  • 27

    inteligencia criminal. Sin estos cambios, las redes criminales seguirn capitalizando la

    iniciativa.

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