Obras San Cipriano

  • Upload
    olga

  • View
    286

  • Download
    2

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    1/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    SAN CIPRIANO

    A principios del siglo III, Cartago, en el norte de frica, era una de lasgrandes ciudades del Imperio Romano. All naci San Cipriano, hacia elao 205, en el seno de una familia pagana, rica y culta. Comocorresponda a su categora social recibi una esmerada formacin enFilosofa y Retrica. Tambin particip de las ventajas de su fortuna, dellujo, placeres y honores propios de las costumbres de la poca. Pero en laedad madura, siendo muy conocido en su ciudad como maestro deRetrica, se convirti al Cristianismo. A los pocos aos, en el 248, fuenombrado Obispo de Cartago.

    Su episcopado, de diez aos, se desarroll en circunstancias difciles parala Iglesia. Los cristianos sufrieron las violentas persecuciones de losemperadores Decio y Valeriano. San Cipriano se dedic a fortalecer a sushermanos en la fe, mientras sala al paso de los errores que sepropagaban en tal situacin, llegando a comprometer gravemente launidad de la Iglesia, como los cismas de Novaciano y Felicsimo, que se

    mostraban excesivamente rigoristas a la hora de volver a admitir a lacomunin eclesial a los lapsi, a los que haban apostatado durante lapersecucin. El mismo Cipriano muri mrtir el 14 de septiembre del ao258.

    Sus obrastratados y cartasse pueden agrupar en dos tipos: las decarcter apologtico, donde utiliza toda su rica formacin filosfica endefender la fe de Cristo contra los paganos; y las pastorales, en las quehabla como obispo, con una clara concepcin sobre la Iglesia catlica y elepiscopado.

    LOARTE

    La readmisin de los apstatas

    NOVACIANO y SAN CIPRIANO se encuentran estrechamente relacionadosentre s, y vamos a presentarlos juntos, aunque luego tratemos

    separadamente de ellos y de sus obras.

    A mediados del siglo III hubo una controversia en Occidente sobre elperdn del pecado de apostasa. Hasta entonces, ese pecado estabaexcluido de la penitencia eclesistica, y el apstata, separado dlacomunidad de los fieles hasta el final de su vida, tena que confiar en queDios oira sus splicas privadas. Sin embargo, haba la costumbre de queel obispo readmitiera a aquellos apstatas por los que intercedan los queestaban o haban estado presos esperando el martirio, los llamadosconfesores porque haban confesado la fe.

    Pero la persecucin general de Decio, de la que ya hemos hablado,acababa de producir un nmero excepcional de apstatas, de diversosgrados. Ante la obligacin de sacrificar a los dioses, algunos lo haban

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    2/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    hecho, otros lo haban simulado a travs de una tercera persona o bien sehaban conseguido por algn medio un certificado de haber sacrificado sinhaberlo hecho realmente; en algunos lugares eran ms que los que habanpermanecido fieles. Y haba largas colas ante los confesores, queintercedan incluso por personas que no conocan, y hasta haba uno que lohaca en general, por todos los apstatas dondequiera que se encontrasen;

    adems, esas intercesiones se estaban haciendo a veces con una ciertaarrogancia, como si sus splicas al obispo fueran rdenes.

    Cipriano, obispo de Cartago desde 248 hasta 258, modific esta prctica.En adelante, estas splicas se examinaran con cuidado, cuando cesara lapersecucin, y los interesados seran admitidos a la penitencia pblica perono reconciliados sin ms. Ante la oposicin de muchos pero con el apoyode los obispos de frica reunidos en snodo, Cipriano escribi a Romaexplicando el asunto. En Roma, el papa San Fabin acababa de morirmrtir, y en la sede vacante gobernaba la Iglesia romana el presbteroNovaciano, a quien le pareci bien la decisin de Cipriano, aunque erainnovadora.

    Poco despus fue elegido un nuevo papa, San Cornelio, que aprobtambin la prctica de San Cipriano. Pero Novaciano, al parecer herido porno haber sido elegido l, y movido por su tendencia rigorista, rompi conCornelio, comenzando a sostener que no se deba admitir a la penitencia alos apstatas. Aunque Cornelio conden esta doctrina y excomulg aNovaciano y a sus seguidores en un snodo romano, a ste le apoyabanalgunos presbteros y confesores y fund una secta, la de los novacianos,con su jerarqua y sus iglesias. Esa secta, al encontrar eco en la tendenciarigorista que tambin exista en otras partes, se extendi bastante; msadelante, en el ao 326, sera hasta legalmente reconocida porConstantino. Un siglo despus tena an una iglesia en Roma, y en frica y

    en Oriente perdur todava ms tiempo; an a comienzos del siglo VII seescribira en Alejandra un tratado contra los novacianos.

    Otra controversia tuvo lugar, esta vez entre Cipriano y el sucesor del papaCornelio, Esteban; Cipriano negaba el valor del bautismo conferido por losherejes, en contra de lo que era prctica comn en Alejandra y en Roma,como tambin lo haba sido en frica hasta unos 30 aos antes;controversia a la que puso fin la muerte de San Cipriano en el martirio.

    SAN CIPRIANO naci en frica, probablemente en Cartago, en la primeradcada del siglo. Su familia era pagana, acomodada y culta. Fue maestro

    de elocuencia en Cartago, donde consigui fama, hasta que se convirti,dio sus riquezas a los pobres y poco despus fue ordenado sacerdote. Alao de su eleccin en el 248 como obispo de Cartago, comenz lapersecucin general de Decio del 250 y, pensando en el bien de lacomunidad, Cipriano se escondi y procur, desde su escondite, ayudar ydirigir a sus fieles. En cambio, unos aos despus, en la persecucin deValeriano, Cipriano no huy, fue primero desterrado y luego, llamado deldestierro, vuelto a juzgar y decapitado en el ao 258.

    Hombre culto y equilibrado, aunque admiraba mucho a Tertuliano supoevitar sus extremismos; no tiene sin embargo la penetracin de ste. Susescritos son de carcter prctico; le interesan ms las almas que las ideas,

    y a menudo trata de justificar sus acertadas actuaciones con teoras que loson menos, o que resultan contradictorias con las establecidas por l

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    3/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    mismo en otra ocasin. Fue muy ledo en el medievo, como lo atestigua elgran nmero de manuscritos de sus obras que nos han llegado.

    Su primera obra, A Donato, es una explicacin de los motivos de suconversin, y una invitacin a que muchos le sigan. Sobre el vestido de lasvrgenes trata de las costumbres que stas deben observar, y depende dela obra de Tertuliano sobre el vestido de las mujeres, pero evitandoestridencias en el fondo y en la forma. Sobre los apstatas, escrito a suregreso despus de la persecucin de Decio, establece las normas que seseguirn para la readmisin de aqullos. Sobre la unidad de la Iglesia, unode sus tratados ms influyentes a lo largo de los tiempos, est escritosobre el trasfondo del cisma de Novaciano: hay una sola Iglesia, edificadasobre Pedro, y fuera de ella no hay salvacin, no puede tener a Dios porPadre el que no tiene a la Iglesia por Madre. La autenticidad de unosprrafos sobre el primado de Pedro ha sido objeto de una largacontroversia que dista de estar cerrada.

    La oracin del Seorest basada en el tratado de Tertuliano sobre la

    oracin, pero es ms completo y profundo, y est ms centrado en laexposicin del padrenuestro. A Demetriano, un escrito original y lleno defuerza, recuerda la literatura apologtica, y responde a las acusaciones deque los cristianos son responsables de los males que azotan a lahumanidad, con la idea de reforzar al mismo tiempo la fe de los cristianos.Sobre la mortalidad, escrito bajo el recuerdo de la persecucin de Decio yde una peste que le sucedi poco despus, da una interpretacinprofundamente humana y cristiana sobre el hecho inevitable de la muerte.

    Sobre las buenas obras y las limosnas es una invitacin a la limosna,especialmente necesaria en las circunstancias de miseria acabadas dealudir, y muy leda en la antigedad. Las ventajas de la paciencia depende

    muy de cerca del tratado sobre la paciencia de Tertuliano, y parecetratarse de un sermn. Sobre los celos y la envidia explica cmo stos sonlos mayores enemigos de la unidad de la Iglesia y cmo son vencidosnicamente por el amor al prjimo. A Fortunato, exhortacin al martirio,escrito a peticin de ste, recoge pasajes y sentencias bblicas sobre eltema. A Quirino, tres libros de testimonios es una apologa contra los

    judos, una explicacin de cmo Cristo era el Mesas que ellos esperaban yde cmo hizo cuanto de l haba sido escrito, y un resumen de los deberescristianos,tratados cada uno de estos tres temas en uno de los libros.Finalmente, Que los dolos no son dioses es una obra de carcterapologtico que responde a su ttulo; su autenticidad es discutida, ymuchas de sus ideas estn tomadas de apologas latinas anteriores.

    Por ltimo, hay que mencionar las Cartas de San Cipriano, una coleccinde sesenta y cinco escritas por l a la que acompaan diecisis querecibi, de Novaciano y del papa Cornelio entre otros, y que son unafuente extraordinariamente valiosa para la historia, especialmenteeclesistica, del perodo. Tambin tienen inters para el fillogo, puesreproducen muy de cerca el lenguaje hablado del momento.

    * * * * *

    TEXTOS

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    4/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    La obra de San Cipriano est publicada con su versin castellana, por J.CAMPOS, Obras de San Cipriano BAC n. 241. Madrid 1964, de dondetomamos los fragmentos que siguen.

    Tratado sobre el Padrenuestro

    Los cristianos son hijos de Dios, y se juntan para rezar:

    Ante todo no quiso el Doctor de la paz y Maestro de la unidad que oraracada uno por s y privadamente, de modo que cada uno, cuando ora,ruegue slo por s. No decimos Padre mo, que ests en los cielos, ni elpan mo dame hoy, ni pide cada uno que se le perdone a l solo su deudao que no sea dejado en la tentacin y librado de mal. Es pblica y comnnuestra oracin, y, cuando oramos, no oramos por uno solo, sino por todoel pueblo, porque todo el pueblo forma una sola cosa. El Dios de la paz,que nos ensea la concordia y la unidad, quiso que uno solo orase portodos, como l llev a todos en s solo. Esta ley de la oracin observaronlos tres jvenes encerrados en el horno, puesto que oraron a una yunnimes y concordes en el espritu. Nos lo atestigua la palabra de laSagrada Escritura, y, cuando refiere cmo oraron stos, nos propone unejemplo a la vez para imitarlo en nuestras oraciones, de modo que seamossemejantes a ellos: Entonces, dice, los tres como con una sola bocacantaban un himno y bendecan al Seor. Hablaban como por una solaboca, y eso que todava no haba enseado Cristo a orar. Y por lo mismofue su oracin tan poderosa y eficaz, pues no poda menos de merecer delSeor aquella splica tan unida y espiritual. As tambin vemos que oraronlos apstoles junto con los discipulos a raz de la ascensin del Seor:Perseveraban, dice, todos unnimes en la oracin junto con las mujeres ycon Mara, que era la madre de Jess, y sus hermanos. Esta perseveranciaen unanimidad de oracin daba a entender el fervor, a la vez que la

    concordia de su oracin, porque Dios, que hace que habiten unidos en lacasa, no admite en su morada eterna del cielo ms que a los que se unenen la oracin.

    Pero qu misterios, hermanos amadsimos, se encierran en la oracin delPadre nuestro! Cuntos y cun grandes, recogidos en resumen, peroespecialmente fecundos por su eficacia, de tal manera que no ha dejadonada que no est comprendido en esta breve frmula llena de doctrinacelestial! As, dice, debis orar: Padre nuestro, que ests en los cielos:Padre, dice en primer lugar el hombre nuevo, regenerado y restituido asu Dios por la gracia, porque ya ha empezado a ser hijo. Vino a los suyosdice, y los suyos no lo recibieron. A cuantos lo recibieron, les dio poder de

    hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre. El que, por tanto, hacredo en su nombre y se ha hecho hijo de Dios, debe empezar por eso adar gracias y hacer profesin de hijo de Dios, puesto que llama Padre aDios, que est en los cielos (...)

    Cun grande es la clemencia del Seor, cun grande la difusin de sugracia y bondad, pues que quiso que orsemos frecuentemente enpresencia de Dios y le llamemos Padre; y as como Cristo es Hijo de Dios,as nos llamemos nosotros hijos de Dios! Ninguno de nosotros osarapronunciar tal nombre en la oracin si no nos lo hubiese permitido lmismo. Hemos de acordarnos, por tanto, hermanos amadsimos, y saberque, cuando llamamos Padre a Dios, es consecuencia que obremos como

    hijos de Dios, con el fin de que, as como nosotros nos honramos contenerle por Padre, l pueda honrarse de nosotros. Hemos de portarnos

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    5/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    como templos de Dios, para que sea una prueba de que habita en nosotrosel Seor y no desdigan nuestros actos del espritu recibido, de modo quelos que hemos empezado a ser celestiales y espirituales no pensemos yobremos ms que cosas espirituales y celestiales, porque el mismo Seory Dios ha dicho: Glorificar a los que me glorifican, y ser despreciado elque me desprecia. Tambin el santo Apstol consign en una de sus

    cartas: No sois dueos de vosotros, pues habis ciclo comprados a granprecio. Glorificad y llevad a Dios en vuestro cuerpo.

    (8; 9a; 11; BAC 241, 204-209)

    Hgase tu voluntad, as en la tierra como en el cielo:

    Aadimos despus esto: Cmplase tu voluntad en la tierra como en elcielo. No en el sentido de que Dios haga lo que quiere, sino en cuantonosotros podamos hacer lo que Dios quiere. Pues quin puede estorbar aDios de que haga lo que quiera? Pero porque a nosotros se nos opone eldiablo para que no est totalmente sumisa a Dios nuestra mente y vida,pedimos y rogamos que se cumpla en nosotros la voluntad de Dios; y paraque se cumpla en nosotros, necesitamos de esa misma voluntad, es decir,de su ayuda y proteccin, porque nadie es fuerte por sus propias fuerzas,sino por la bondad y misericordia de Dios. En fin, tambin el Seor, paramostrar la debilidad del hombre, cuya naturaleza llevaba, dice: Padre, si

    puede ser, que pase de m este cliz, ypara dar ejemplo a sus discpulosde que no hicieran su propia voluntad, sino la de Dios, aadi lo siguiente:Con todo, no se haga lo que yo quiero, sino lo que T quieres. Yen otropasaje dice: No baj del cielo para hacer mi voluntad, sino la voluntad delque me envi. Por lo cual, si el Hijo obedeci hasta hacer la voluntad delPadre, cunto ms debe obedecer el servidor para cumplir la voluntad desu seor, como exhorta y ensea en una de sus epstolas Juan a cumplir la

    voluntad de Dios, diciendo: No amis al mundo ni lo que hay en el mundo.Si alguno amare al mundo, no hay en l amor del Padre, porque todo loque hay en ste es concupiscencia de la carne y concupiscencia de losojos, y ambicin de la vida, que no viene del Padre, sino de laconcupiscencia del mundo; y el mundo pasar y su concupiscencia, mas elque cumpliere la voluntad de Dios permanecer para siempre, como Dios

    permanece eternamente. Los que queremos permanecer siempre,debemos hacer la voluntad de Dios, que es eterno.

    La voluntad de Dios es la que Cristo ense y cumpli: humildad en laconducta, firmeza en la fe, reserva en las palabras, rectitud en los hechos,misericordia en las obras, orden en las costumbres, no hacer ofensa a

    nadie y saber tolerar las que se hacen, guardar paz con los hermanos,amar a Dios de todo corazn, amarle porque es Padre, temerle porque esDios; no anteponer nada a Cristo, porque tampoco l antepuso nada anosotros; unirse inseparablemente a su amor, abrazarse a su cruz confortaleza y confianza; si se ventila su nombre y honor, mostrar en laspalabras la firmeza con la que le confesamos; en los tormentos, laconfianza con que luchamos; en la muerte, la paciencia por la que somoscoronados. Esto es querer ser coherederos de Cristo, esto es cumplir elprecepto de Dios, esto es cumplir la voluntad del Padre.

    Pedimos que se cumpla la voluntad de Dios en el cielo y en la tierra; enambos consiste el acabamiento de nuestra felicidad y salvacin. En efecto,

    teniendo un cuerpo terreno y un espritu que viene del cielo, somos a lavez tierra y cielo, y oramos para que en ambos, es decir, en el cuerpo y en

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    6/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    el espritu, se cumpla su voluntad. Pues hay lucha entre la carne y elespritu y cotidiana guerra, de modo que no hacemos lo que queremos, yaque el espritu va tras lo celestial y divino, mas la carne se sientearrastrada a lo terreno y temporal. Y por eso pedimos que haya paz entreestos dos adversarios con la ayuda y auxilio de Dios, a fin de que, si secumple la voluntad de Dios en el espritu y en la carne, el alma, que ha

    renacido por l, se salve. Es lo que pone de manifiesto y declaraabiertamente el apstol Pablo: La carne, dice, apetece contra el espritu, yel espritu contra la carne; estos dos son adversarios el uno contra el otro,

    por manera que no hacis lo que queris. Bien conocidas son las obras dela carne, cuales son los adulterios, fornicaciones, impurezas, torpezas,idolatras, envenenamientos, homicidios, enemistades, altercados,rivalidades, animosidades, provocaciones, rias, desavenencias, herejas,envidias, embriagueces, comilonas y otros vicios semejantes; los que talescosas cometen no poseern el reino de Dios. Al contrario, los frutos delEspritu son caridad, gozo, paz, magnanimidad, bondad, lealtad,mansedumbre, continencia, castidad. Por eso debemos pedir concotidianas y aun continuas oraciones que se cumpla sobre nosotros la

    voluntad de Dios tanto en el cielo como en la tierra: porque sta es lavoluntad de Dios, que lo terreno se posponga a lo celestial, que prevalezcalo espiritual y divino.

    Tambin puede darse otro sentido, hermanos amadsimos, que, puestoque manda y amonesta el Seor que amemos hasta a los enemigos yoremos tambin por los que nos persiguen, pidamos igualmente por losque an son terrenos y no han empezado todava a ser celestes, para queasimismo se cumpla sobre ellos la voluntad de Dios, que Cristo cumpliconservando y reparando al hombre. Porque si ya no llama l a losdiscpulos tierra, sino sal de la tierra, y el Apstol dice que el primerhombre sali del barro de la tierra y el segundo del cielo, nosotros, que

    debemos ser semejantes a Dios, que hace salir el sol sobre buenos ymalos y llueve sobre justos e injustos, con razn pedimos y rogamos, anteel aviso de Cristo, por la salud de todos, que como en el cielo, esto es, ennosotros, se cumpli la voluntad de Dios por nuestra fe para ser del cielo,as tambin se cumpla su voluntad en la tierra, esto es, en los que nocreen, a fin de que los que todava son terrenos por su primer nacimientoempiecen a ser celestiales por su nacimiento segundo del agua y delEspritu.

    (14-17; BAC 241, 210-213)

    Carta de Cipriano, desde el lugar donde se escondi al comenzar la

    persecucin de Decio, a los presbteros y a los diconos de Cartago; deprincipios del ao 250.

    Cipriano a los presbteros y diconos, sus hermanos carsimos, salud.

    Os saludo, encontrndome bien por la gracia de Dios, hermanos carsimos,y me alegro de saber no hay novedad en lo que se refiere asimismo avuestra salud. Y ya que las circunstancias no permiten estar ahora convosotros, os ruego en razn de vuestra fe y religin, que desempeisvuestras funciones y las nuestras, de modo que nada haya que desear encuanto a la disciplina y el celo. Respecto al suministro de recursos, osruego que nada falte, tanto a los que por confesar gloriosamente al Seor

    estn en la crcel, como a los que vindose en pobreza y necesidad,permanecen, no obstante, fieles al Seor; pues todo el dinero recogido

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    7/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    ah, est distribuido entre los miembros del clero para casos de estegnero, de manera que haya muchos que puedan subvenir a lasnecesidades y apuros particulares.

    Tambin os ruego que no decaiga vuestro celo e inters por que no seperturbe la tranquilidad. Claro que los hermanos estn deseando, por elgran cario que les tienen, ir a visitar a los buenos confesores, que lagracia divina ha hecho ya ilustres con un glorioso principio; no obstante,creo que esto debe practicarse con discrecin, no en grupos y en grannmero de una vez, para no excitar con ello la hostilidad y que sedeniegue la facultad de entrar; y en tanto que por exceso queramosdemasiado, lo perdamos todo. As que proveed con prudencia para que selleve esto a cabo con la mayor seguridad, de modo que hasta lospresbteros, que en la crcel ofrecen el sacrificio ante los confesores,alternen por turnos, cada uno con un dicono distinto, porque el cambio depersonas y la variedad de los visitantes disminuye la animosidad. En todo,pues, debemos acomodarnos a las circunstancias con mansedumbre yhumildad, como conviene a los siervos de Dios, y mirar por la tranquilidad,

    y atender al pueblo. Os deseo, hermanos carsimos y amadsimos, quegocis siempre de completa salud, y os acordis de nosotros. Saludad atoda la comunidad de hermanos. Os saluda el dicono y los que estnconmigo. Adis.

    (Carta 5: Migne 4; BAC 241. 377-378)

    Carta de Cipriano, desde su escondite, a los presbteros y diconos deCartago, sobre el cuidado de la comunidad. Principios del 250.

    Cipriano a los presbteros y diconos, sus hermanos carsimos, salud.

    Os saludo, carsimos hermanos, encontrndome bien por la bondad deDios y deseando llegarme enseguida a veros, para dar satisfaccin a mideseo, que es el vuestro y el de todos los hermanos. No hay ms remedio,sin embargo, que velar por la paz comn y, aunque con pesar mo, estarausente provisionalmente de vosotros, para no provocar con nuestrapresencia la animosidad y violencias de los gentiles y no ser responsablede la prdida de la paz, ya que ms bien debemos mirar por la tranquilidadde todos. As que, cuando me escribis que todo est en paz y que yapuedo volver, o si Dios se dignare mostrarlo antes, entonces me juntar avosotros. Pues dnde voy a estar mejor o ms satisfecho que all dondeDios quiso concederme la fe y el crecimiento? Os ruego tengis extremasolicitud de las viudas, de los enfermos y de todos los necesitados. Pero

    aun para los forasteros, si fueren necesitados, tomad socorros de mipeculio que dej en poder de Rogaciano, nuestro copresbtero. Y por sieste fondo se hubiere ya distribuido, he remitido al mismo Rogaciano otrasuma por el aclito Narico, con el fin de que con toda largueza y prontitudpueda hacerse la distribucin. Os deseo, hermanos carsimos, constante ycumplida salud.

    (Carta 7: Migne 36; BAC 241, 383-384)

    Carta de Cipriano a los presbteros y diconos de Cartago, sobre elproblema de los lapsi; verano del 250.

    Cipriano a los presbteros y diconos, sus hermanos, salud. Estoyextraado de que vosotros, hermanos carsimos, no hayis respondido

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    8/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    nada a las muchas cartas que con frecuencia os remito, dado que lautilidad y necesidad de la comunidad de nuestros hermanos exigeindudablemente que yo sea informado por vosotros de los negocios aresolver, y as pueda precisar las determinaciones. Pero como veo que nohay ocasin de reunirme con vosotros, y ya ha empezado el verano, en elque suelen atacar las enfermedades graves y frecuentes, considero que se

    ha de ayudar a los hermanos. As que los que recibieron billetes derecomendacin de los mrtires y pueden ser ayudados por su intercesinante Dios, si se vieren en trance de peligro o de enfermedad, sin esperarmi presencia, pueden cumplir la exomolgesis de su delito ante cualquierpresbtero presente, o, si no se encontrare un presbtero y urgiera elpeligro de muerte, ante un dicono tambin, a fin de que, impuesta lamano como signo de reconciliacion, vayan al Seor con la paz que nossolicitaron los mrtires se les concediera en sus cartas.

    En cuanto a la otra parte del pueblo que cay, asistidles con vuestraspersonas y reconfortadles con vuestros auxilios, para que no se aparten dela fe y misericordia del Seor. No deben, pues, ser privados de la ayuda y

    socorro del Seor los que con mansedumbre y humildad, yverdaderamente arrepentidos, perseveraren en sus buenas intenciones,puesto que a ellos tambin ha de atendrseles con el remedio divino. Nodebe tampoco faltar vuestra solicitud a los catecmenos, si lessobreviniere peligro y ltimo extremo de muerte, y, si imploraren elperdn de Dios, no se les niegue la misericordia del Seor.

    Os deseo, hermanos carsimos, que siempre disfrutis de buena salud, yos acordis de m. Un saludo de mi parte a toda la comunidad dehermanos, y recomendadles un recuerdo para m. Adis.

    (Carta 18: Migne 12; BAC 241, 422-423)

    Carta de Cipriano a los presbteros, a los diconos y a todo el pueblo deCartago, sobre los mritos de un confesor; otoo del 250.

    Cipriano a sus hermanos amadsimos y deseadsimos los presbteros,diconos y a todo el pueblo, salud. Es deber mo anunciaros, carsimoshermanos, las noticias que os pueden dar contento a todos y afectan almayor honor de nuestra Iglesia. Y, en efecto, debis saber que nos haadvertido e intimado la bondad divina inscribir en el nmero de lospresbteros de Cartago al presbtero Numdico y admitirlo a sentarse entrenuestro clero, siendo tan ilustre por la brillante conducta de su confesin ytan eminente por el prestigio que le han dado su valor y su fe. Adems,

    ste ha enviado por delante de s, merced a sus arengas, a una falange degloriosos mrtires que murieron lapidados y quemados, y hasta mir congozo a su esposa, fiel a su lado, cuando se consuma en medio de lasllamas con los dems, y ms bien dira yo se conservaba. l mismo, medioquemado y medio enterrado por las piedras, fue dado ya por muerto;despus, cuando su hija, con sentimientos de piedad filial, buscaba elcadver de su padre, es cuando se lo encontr respirando an, y retirado yconfortado, qued contra su gusto separado de sus compaeros, a quienesl mismo haba enviado por delante. Pero el motivo de quedarse fue, comovemos, para que el Seor lo agregara a nuestro clero y para dotar deprestigiosos sacerdotes nuestro grupo, desolado por la cada de algunospresbteros.

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    9/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    Ciertamente se le promover, con la permisin de Dios, a un puesto mselevado de la Iglesia cuando con la gracia de Dios estemos ah presentes.Entre tanto, cmplase lo que se indica: recibamos con accin de graciaseste don de Dios, esperando de la misericordia del Seor muchosbeneficios de esta clase, a fin de que vuelva el vigor a su Iglesia yconceda, para honor nuestro, que se sienten con nosotros en las

    asambleas presbteros tan mansos y humildes.

    Os deseo, hermanos carsimos y deseadsimos, que conservis sininterrupcin entera salud.

    (Carta 40: Migne 35; BAC 241, 484-485)

    Carta de Cipriano a Suceso; ha comenzado la persecucin de Valeriano;agosto del 258.

    Cipriano a Suceso, su hermano, salud.

    La causa de que no os escribiera, hermano carsimo, enseguida, fue quetodos los clrigos, sometidos al golpe del combate, no podan salir de aquen absoluto, dispuestos todos conforme al favor de su alma para la coronade Dios y del cielo. Debis saber que han llegado los que haba enviado aRoma con el fin de que nos trajesen la verdad de lo decretado sobrenosotros, cualquiera cosa que fuese. Pues se corren y airean diversos einciertos rumores. Lo verdadero es lo siguiente: Que Valeriano dio unrescripto al Senado, ordenando que los obispos y presbteros y diconosfueran ejecutados al instante, que los senadores y hombres de altasfunciones y los caballeros romanos deben ser despojados de sus bienes,adems de la dignidad, y, si perseveraren en su cristianismo, despus dedespojados de todo, sean decapitados; las matronas, por su parte,perdern sus bienes y sern relegadas al destierro; a los cesarianos,cualesquiera que hubieren confesado antes o confesaren al presente, lessern confiscados los bienes y sern encarcelados y enviados a lasposesiones del emperador, levantando acta de ello. El emperadorValeriano ha aadido a su rescripto una copia a la carta dirigida a losgobernadores de provincias sobre nosotros. Estamos esperando cada daque llegue esta carta, mantenindonos en pie con la firmeza de la fedispuestos al martirio, y esperando de la ayuda y misericordia del Senor lacorona de la vida eterna. Sabed que Sixto fue degollado en el cementerioel seis de agosto, y con l cuatro diconos. Y los prefectos de Romaactivan cada da esta persecucin, ejecutando a los que les sonpresentados, y destinando al fisco sus bienes.

    Os ruego que deis a conocer estos sucesos a nuestros dems colegas, conel fin de que ellos exhorten en todas partes a las comunidades de fieles ylas fortalezcan y preparen para el agn espiritual, y todos y cada uno delos nuestros no piensen tanto en la muerte como en la inmortalidad, yentregados con plena confianza y total decisin al Seor, se gocen de estaocasin de confesarle ms que la teman, porque saben que los soldadosde Dios y Cristo no son exterminados, sino coronados.

    Os deseo, hermano carsimo, siempre perfecta salud.

    (Carta 80: Migne 82; BAC 241, 737-738)

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    10/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    Carta de Cipriano a los presbteros, a los diconos y a todo el pueblo deCartago. sobre su actitud y la de los dems ante la nueve persecucin;agosto del 258.

    Cipriano a los presbteros, diconos y a todo el pueblo, salud.

    Habiendo llegado a mi conocimiento, hermanos carsimos, que haban sidoenviados frumentarios, para conducirme a Utica, y habindome aconsejadolos amigos ms queridos alejarme de momento de mis jardines, heconsentido en ello por justo motivo, porque conviene que el obispo dtestimonio del Seor en la ciudad en que preside a la Iglesia del Seor yglorifique con la confesin del jefe en persona a todo el pueblo.

    Lo que un obispo confesor dice en el mismo momento de la confesin bajola inspiracin de Dios, lo dice en nombre de todos. Al contrario, semutilara el honor de nuestra Iglesia tan gloriosa si yo, que soy obispo deotra Iglesia, dictada la sentencia en Utica por la confesin de Cristo, aconsecuencia de ella, sufriera el martirio, puesto que yo ruego concontinuas oraciones y deseo de todas veras y es mi deber hacer laconfesin en medio de vosotros y padecer all, y desde ah partir para elSeor. Por tanto, esperamos aqu en este retiro secreto la vuelta delprocnsul de Cartago, para saber de l lo que han dispuesto losemperadores sobre los cristianos legos y los obispos, y dirn lo que elSeor dispusiere se diga en este momento. Vosotros, hermanos carsimos,conforme a la doctrina que siempre recibisteis de m sobre los mandatosdel Seor, y conforme a lo que aprendisteis de mi enseanza tantas veces,manteneos en paz y tranquilidad, y ninguno de vosotros promuevaninguna alteracin entre los hermanos, ni se presente espontneamente alos gentiles. Si es aprehendido y entregado a los magistrados, debehablar, puesto que hablar por nosotros en aquel momento Dios, que

    prefiri una confesin a una profesin. Sobre lo que conviene hacer por lodems, lo dispondremos sobre el terreno, con la inspiracin del Seor,antes de que el procnsul dicte sentencia respecto a mi confesin delnombre de Dios.

    Que el Seor Jess, hermanos carsimos, os mantenga salvos en su Iglesiay se digne conservaros.

    (Carta 81: Migne 83; BAC 241, 739-740)

    **********

    I. El hombre nuevo.

    De Dios viene la fuerza para vivir santamente. CV/FUERZA-DE-D

    Cuando yo me encontraba sumido en las tinieblas y en la noche cerradabambolendome y fluctuando en el mar agitado del mundo, lleno de dudasen pos de seales perdedoras, ignorante de mi propia vida, extrao a laverdad y a la luz, me pareca que segn era en aquel momento mi modode vida haba de serme sumamente difcil y duro lo que la misericordia

    divina me prometa para mi salvacin, a saber, poder renacer de nuevo ycon el lavatorio del agua salvadora comenzar una nueva vida,deshacindome de todo lo de antes y cambiar el modo de sentir y de

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    11/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    entender del hombre, aunque el cuerpo permaneciera el mismo. Cmopuede ser posible, me decia, una conversin tan grande, por la que derepente y en un momento se despoje uno de aquellas cosas congnitasque han adquirido la solidez de la misma naturaleza, o de aquellas cosasadquiridas desde largo tiempo y que han arraigado y envejecido con losaos? Estas cosas estn slidamente arraigadas, con races slidas y

    profundas. Cundo aprender la templanza el que ya est acostumbradoa las buenas cenas y a los grandes banquetes? El que sola brillar por suelegancia, vestido ricamente de oro y prpura, cundo podr ponerse elvestido sencillo del pueblo? El que tena sus delicias en los honores ydignidades, no puede permanecer como simple privado y sin gloria. El queiba siempre rodeado de una pia de clientes y se senta honrado con sunumeroso squito y su escuadrn de servidores, piensa ser un castigo eltener que andar solo. Se han hecho imprescindibles los tenaces estmulosa que uno se haba acostumbrado: el animarse con el vino, hincharse conla soberbia, inflamarse de ira, preocuparse por la rapacidad, excitarse conla crueldad, deleitarse en la ambicin, entregarse al placer.

    Esto pensaba yo muchas veces dentro de mi, pues yo mismo meencontraba enredado en los muchos errores de mi vida anterior, y nopensaba que pudiera llegar a despojarme de ellos... Pero cuando lasuciedad de mi vida anterior fue lavada por medio del agua regeneradora,una luz de arriba se derram en mi pecho ya limpio y puro. Despus quehube bebido del Espritu celeste, me encontr rejuvenecido con unsegundo nacimiento y hecho un hombre nuevo: de manera milagrosadesaparecieron de repente las dudas, se abri la cerrazn, se iluminaronlas tinieblas, se hizo posible lo que antes pareca imposible... Reconoc quemi anterior vida carnal y entregada al pecado era cosa de la tierra,mientras que la que ya haba empezado a vivir del Espiritu Santo era cosade Dios... El alabarse a si mismo es odiosa soberbia, pero no es soberbia,

    sino agradecimiento, el proclamar lo que se atribuye, no al esfuerzo delhombre, sino al don de Dios. El dejar de pecar es cosa de Dios, mientrasque el anterior pecado era cosa del error humano. Nuestro poder, repito,todo nuestro poder, es cosa de Dios. De l es nuestra vida, de l nuestrafuerza, de I tomamos y asimilamos nuestra vitalidad por la que, estandotodava en este mundo, reconocemos los signos de las cosas futuras 1.

    La persecucin es una purificacin de la vida cristiana.

    El Seor ha querido poner a prueba a sus hijos. Una larga paz habacorrompido en nosotros las enseanzas que el mismo Dios nos haba dado,y tuvo que venir la reprensin del cielo para levantar la fe que se

    encontraba decada y casi dira aletargada; y aunque nuestros pecadosmerecan mayor severidad, el Dios piadosisimo ha ordenado de tal maneratodas las cosas, que todo lo que ha acontecido parece ser ms una pruebaque una persecucin. Cada uno se preocupaba de aumentar su hacienda, yolvidndose de su fe y de lo que antes se sola practicar en tiempo de losapstoles y que siempre deberan seguir practicando, se entregaban concodicia insaciable y abrasadora a aumentar sus posesiones. En lossacerdotes ya no haba religiosa piedad, no haba aquella fe ntegra en eldesempeo de su ministerio, aquellas obras de misecordia, aquelladisciplina en las costumbres. Los hombres se corrompan cuidando de subarba, las mujeres preocupadas por su belleza y sus maquillajes: seadulteraba la forma de los ojos, obra de las manos de Dios; los cabellos se

    tean con colores falsos. Con astutos fraudes se engaaba a los sencillos,y con intenciones torcidas se abusaba de los hermanos. Se concertabanmatrimonios con los infieles, y se prostituan a los gentiles los miembros

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    12/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    de Cristo. No slo se juraba temerariamente, sino que se perjuraba; sedespreciaba a los superiores con hinchada soberbia, se blasfemaba conlengua venenosa, se desgarraban unos a otros con odios pertinaces.Muchos obispos, que deban ser ejemplo y exhortacin para los dems, seolvidaban de su divino ministerio, y se hacan ministros de los poderososdel siglo: abandonaban su sede. dejaban destituido a su pueblo,

    recorriendo las provincias extranjeras siguiendo los mercados en busca denegocios lucrativos, con ansia de poseer abundancia de dinero mientraslos hermanos de sus iglesias padecan hambre; se apoderaban dehaciendas con fraudes y ardides, y aumentaban sus intereses con crecidausura... Nosotros, al olvidarnos de la ley que se nos haba dado, hemosdado con nuestros pecados motivo para lo que ocurre: ya que hemosdespreciado los mandamientos de Dios, somos llamados con remediosseveros a que nos enmendemos de nuestros delitos y demos muestra denuestra fe. Por lo menos, aunque sea tarde, nos hemos convertido altemor de Dios, dispuestos a sufrir con paciencia y fortaleza estaamonestacin y prueba que de Dios nos viene... 2

    Slo con una verdadera penitencia se alcanza el perdn del Seor.

    Ha brotado, hermanos amadsimos, un nuevo gnero de estrago. Como sihubiera sido poco cruel la tormenta de la persecucin, se ha aadido comocolmo de males una blandura engaosa y destructora que se presenta bajoel titulo de misericordia. Contra el vigor del evangelio, contra la ley deDios y del Seor, la audacia de algunos concede laxamente la comunin alos incautos, como una paz nula y falsa, llena de peligros para los que laotorgan, y de ningn provecho para los que la reciben. No buscan lapenitencia que restablece la salud, ni la verdadera medicina que est en lasatisfaccin. La penitencia queda excluida de los corazones, borrndose lamemoria de un delito gravsimo y supremo. Se encubren las heridas de los

    moribundos y la llaga mortal latente en lo ms profuso de las entraas setapa con un falso dolor. Los que vuelven de los altares del diablo, seacercan al santuario del Seor con sus manos sucias e infectas de losolores, casi eructando todavia los manjares mortferos de los dolos: susfauces despiden todava ahora el aliento de un crimen, precipitndosesobre el cuerpo del Seor cuando su respiracin huele todava a aquelloscontagios funestos... Antes de que hayan expiado sus delitos, antes de quehayan hecho confesin de su pecado, antes de que su conciencia haya sidopurificada con el sacrificio y con la mano del sacerdote, antes de aplacar laofensa del Dios indignado y amenazante, se hace violencia a su cuerpo y asu sangre, cometiendo entonces con sus manos y con su boca un crimencontra el Seor, mayor que el que cometieron cuando le negaron. No es

    aquello paz, sino guerra: no se adhiere al evangelio el que se separa de laIglesia... Nadie se engae, nadie se deje sorprender. Slo el Seor puedeperdonar. Slo l puede dar el perdn de los pecados que se han cometidocontra l: l, que carg con nuestros pecados, que padeci por nosotros,que fue entregado por Dios para nuestros pecados. No puede estar elhombre por encima de Dios, ni puede el esclavo perdonar o concederindulgencia de los delitos graves cometidos contra su Seor, no sea que alque ha cado se le aada el pecado de no entender lo que est predicho:Maldito el hombre que pone su esperanza en otro hombre (Jer 17, 5). AlSeor se ha de rogar, el Seor ha de ser aplacado con nuestrasatisfaccin, pues l dijo que negara al que le negase, y que slo l recibidel Padre el poder de juzgar a todos. Ciertamente creemos que los mritos

    de los mrtires y las obras de los justos tienen mucho poder ante estejuez: pero esto ser cuando venga el da del juicio, cuando despus delocaso de este mundo su pueblo se presente ante su tribunal 3.

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    13/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    II. La Iglesia.

    La unidad de la Iglesia. I/CIPRIANO I/PERTENENCIA

    Los manuscritos ofrecen dos versiones del pasaje siguiente: una de ellasinsiste ms directamente sobre la unin con el primado de Pedro comoprincipio de unidad de la Iglesia, mientras que la otra parece recomendarla unidad en s misma sin tan directa relacin con el primado. Por muchotiempo existi la sospecha de que el texto que favoreca ms al primadode Pedro era un texto manipulado por alguien interesado en la exaltacindel primado romano. Sin embargo, la crtica ms reciente parece concluirque probablemente ambas versiones pertenecen al mismo san Cipriano: laprimera sera la versin original de Cipriano tal como escribi su tratadoenvindolo a Roma para ayudar a combatir el cisma por el que Novacianointentaba oponerse al legitimo obispo de Roma: de ah la insistencia en launin con la sede de Pedro. La otra versin sera la que el mismo Ciprianopuso en circulacin por Africa despus de sus disensiones con el papaEsteban acerca del rebautismo de los herejes. Con todo, ni una ni otra

    parecen apoyar la preeminencia del obispo de Roma sobre los dems, sinoms bien la autoridad apostlica de cada uno de los obispos en susIglesias en cuanto que son participantes de la nica autoridad que el Seorconfiri a Pedro sobre la nica Iglesia.

    Dice el Seor a Pedro: T eres Pedro, y sobre esta piedra edificar miIglesia... (/Mt/16/18). Sobre uno solo edifica el Seor su Iglesia, yaunque a todos los apstoles les atribuye una potestad igual, con todoestablece una nica ctedra y un solo principio de unidad con la autoridadde su palabra. Ciertamente los dems apstoles eran lo que era Pedro,pero el primado es dado a Pedro a fin de que quedase patente que hayuna sola Iglesia y una sola ctedra. Todos son pastores, pero queda

    patente que uno solo es el rebao, que es apacentado por todos losapstoles con unanimidad de sentimientos... El que abandona esta ctedrade Pedro, sobre la cual est fundada la Iglesia, puede creer que esttodava en la Iglesia? El que se rebela contra la Iglesia y se opone a ella,puede pensar que est en ella? El mismo apstol Pablo ensea idnticadoctrina declarando el misterio de la unidad con estas palabras: Un solocuerpo y un solo espritu, una sola esperanza en vuestra vocacin, un soloSeor, una fe, un bautismo, un solo Dios (ce Ef 4, 4). Esta unidad hemosde mantener y vindicar particularmente aquellos que estamos al frente dela Iglesia como obispos, mostrando con ello que el mismo episcopado esuno e indiviso.

    Nadie engae a los hermanos con falsedades; nadie corrompa la verdad denuestra fe con desleal prevaricacin: el episcopado es uno, y cada uno delos que lo ostentan tiene una parte de un todo slido; la Iglesia es una,aunque al crecer por su fecundidad se extienda hasta formar unapluralidad. El sol tiene muchos rayos, pero su luz es una; muchas son lasramas de un rbol, pero uno es el tronco, bien fundado sobre slidasraces; muchos son los arroyos que fluyen de la fuente, pero aunque laabundancia del caudal parezca difundirse en pluralidad, se mantiene launidad en el origen. Si separas un rayo del cuerpo del sol, la unidad nopermitir que se divida la luz; si rompes una rama del rbol, ya no podrbrotar una vez rota; si cortas el arroyo de la fuente, se seca al punto. Dela misma manera la Iglesia, compenetrada de la luz del Seor, lanza sus

    rayos por todo el mundo: pero una misma es la luz que se esparce portodas partes, ni sufre divisin la unidad del cuerpo total. Ella, con su frtilabundancia, extiende sus ramas sobre toda la tierra, y generosamente

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    14/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    derrama a lo lejos los arroyos que de ella fluyen: sin embargo, una es sucabeza, uno es su origen, una es la madre abundante en frutos defertilidad: de su vientre nacemos, de su leche nos alimentamos, su alientoes el que nos da la vida.

    I/MADRE/CIPRIANO-SAN I/SV: La que es esposa de Cristo, no puedecometer adulterio, sino que permanece ntegra y casta. No conoce msque una casa, y guarda con casto pudor la santidad de un solo tlamo. Ellanos guarda para Dios, ella nos inscribe en el reino de los hijos que ella haengendrado. Todo el que se separa de la Iglesia, se une a una adltera, sesepara de las promesas de la Iglesia, es un extrao, un excomulgado, unenemigo. No llegar a los premios de Cristo el que abandona la Iglesia deCristo. No puede tener a Dios por padre el que no tiene a la Iglesia pormadre. Tanto puede uno pretender salir a salvo fuera de la Iglesia, cuantopoda uno salvarse fuera del arca de No. As nos lo avisa el Seordiciendo: El que no est conmigo est contra mi, y el que no recogeconmigo, desparrama (Mt 12, 30). El que rompe la paz y la concordia deCristo, lucha contra Cristo... El que no guarda aquella unidad, no guarda la

    ley de Dios, no guarda la fe del Padre y del Hijo, no conserva la vida y lasalvacin 4.

    En cuanto a la persona de Novaciano, sobre el que me pediste que teescriba cul es la hereja que ha introducido, has de saber en primer lugarque nosotros ni debemos tener curiosidad de saber qu es lo que lensea, toda vez que ensea fuera de la Iglesia. Quienquiera ycomoquiera que sea, no es cristiano el que no est en la Iglesia de Cristo.Aunque ande orgulloso y predique con voces altaneras su filosofa o suretrica, el que no guarda la caridad fraterna y la unidad eclesistica haperdido incluso lo que antes era. A no ser que tengas por obispo al que pormaquinacin se esfuerza en que los desertor'es le hagan obispo, habiendo

    en la Iglesia otro obispo consagrado por diecisis de sus colegas. Habiendosido establecida por Cristo una sola Iglesia por todo el mundo, dividida enmuchos miembros, tambin el episcopado es uno, extendido sobre muchosobispos en concorde pluralidad (episcoporum multorum concordinumerositate diffusus). Pero l, una vez que ya existe la tradicin divina,una vez que se da la unidad de la Iglesia catlica bien trabada y aunada,que se esfuerce por hacer una iglesia humana y por enviar a numerosasciudades esos nuevos apstoles suyos, colocando as esta especie defundamentos recientes de su institucin. Estando ya previamenteconsagrados obispos en todas las provincias y ciudades, hombres de edadprovecta, ntegros en la fe, probados en la adversidad, perseguidos en lapersecucin, que tenga l la audacia de crear por encima de ellos otros

    pseudo-obispos... 5.

    La Iglesia, constituida sobre los obispos.

    El Seor nuestro, cuyos mandatos debemos reverenciar y guardar, alregular la posicin del obispo y la estructura de la Iglesia habla en elEvangelio y dice a Pedro:

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    15/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    (quando ecclesia in episcopo et clero et in omnibus stantibus sitconstituta). Lejos de nosotros, y no lo permita la misericordia y el poderinvencible de Dios, que la Iglesia se diga ser el conjunto de los herejes, yaque est escrito: No es Dios de muertos, sino de vivos (Lc 17, 10).Ciertamente queremos que todos vuelvan a la vida, y con nuestrasoraciones y gemidos rogamos que vuelvan a su primer estado. Pero si

    algunos quieren ser la Iglesia, y si la Iglesia est entre ellos y la formanellos, qu remedio nos queda sino que nosotros les roguemos a ellos quese dignen admitirnos en la Iglesia? Conviene pues que sean sumisos,pacficos y modestos aquellos que, conscientes de su pecado, han de hacerpenitencia ante Dios. Y no han de escribir cartas en nombre de la Iglesia,constndoles que son ellos ms bien los que escriben a la Iglesia 6.

    El Espritu Santo en la Iglesia. I/MIEMBROS/UNIDAD I/UNANIMIDADI/HEREJIAS

    En la casa de Dios, en la Iglesia de Cristo, se habita por la unanimidad, sepersevera por la concordia y la simplicidad. Y por esta razn vino el

    Espiritu Santo en forma de paloma: sta es un animal sencillo y alegre, sinamargor de hiel, que no muerde con malicia, ni araa violentamente conlas uas, sino que ama la hospitalidad que le dan los hombres y se sientevinculado a una sola morada; cuando engendra hijos, todos ven la luz a lavez; cuando vuelan, lo hacen todas juntas; hacen su vida en convivenciacomn y tienen el beso de la boca como seal de la concordia y la paz, desuerte que en todos los detalles cumplen la ley de la unanimidad. Tal es lasimplicidad que hay que procurar sea patente en la Iglesia; tal es lacaridad que hay que conseguir: el amor fraterno ha de imitar al de laspalomas, y la mansedumbre y la suavidad han de ser semejantes a las delos corderos y ovejas. Qu sentido tiene en un pecho cristiano laferocidad del len, o la rabia del perro, o el veneno mortfero de la

    serpiente, o la sangrienta crueldad de las fieras? Nos hemos de alegrarcuando los tales se separan de la Iglesia, ya que as las ovejas de Cristono recibirn el contagio de su maligno veneno. Es imposible que coexistany se confundan la amargura y la dulzura, la tiniebla y la luz, la tormenta yel tiempo sereno, la guerra y la paz, la fecundidad y la esterilidad, losmanantiales y las sequas, la tempestad y la calma. No piense nadie quelos buenos puedan salirse de la Iglesia: al trigo no se lo lleva el viento, y latempestad no arranca al rbol arraigado con slida raz. A stos incriminay ataca el apstol Juan cuando dice: Se marcharon de nosotros, pero esque no eran de los nuestros: porque si hubiesen sido de los nuestros, sehabran quedado con nosotros (/1Jn/02/19). De ah nacieron y nacen amenudo las herejas: de una mente retorcida, que no tiene paz; de una

    perfidiosa discordia que no guarda la unidad... 7

    Hay que guardar las tradiciones apostlicas.

    Con toda diligencia hay que guardar la tradicin divina y las prcticasapostlicas, y hay que atenerse a lo que se hace entre nosotros que es loque se hace casi en todas las provincias del mundo, a saber, que parahacer una ordenacin bien hecha, los obispos ms prximos de la mismaprovincia se renan con el pueblo al frente del cual ha de estar el obispoordenando, y ste se elija en presencia del pueblo, ya que ste conocemuy bien la vida de cada uno y ha podido observar por la convivencia elproceder de sus actos. As vemos que se hizo tambin entre vosotros en la

    ordenacin de nuestro colega Sabino: se le confiri el episcopado y se leimpusieron las manos para que sustituyera a Basilides por el sufragio detoda la comunidad de hermanos y el de los obispos que estuvieron

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    16/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    presentes y el de los que os enviaron su voto por carta. No puede invalidaresta ordenacin jurdicamente bien hecha el que Basilides, despus quesus crmenes quedaron patentes y que l mismo confes su culpa, fuera aRoma y engaase a nuestro colega Esteban que reside lejos y no tenaconocimiento de los hechos ni de la verdad, a fin de conseguir que fuerainjustamente repuesto en el episcopado del que con justicia haba sido

    desposedo. Esto slo significa que los crmenes de Basilides no slo nohan sido borrados, sino que se han aumentado, puesto que a sus faltasanteriores se ha aadido el crimen de engao e impostura. No hay queculpar tanto a aquel que por descuido se dej sorprender cuanto hay queanatematizar a ste que lo sorprendi con sus fraudes. Pero si Basilidespudo sorprender a los hombres, no puede sorprender a Dios, pues estescrito que de Dios nadie se burla (Gl 6, 7) 8.

    Sobre la legitimidad de la apelacin a Roma.

    Ellos no tuvieron bastante con apartarse del Evangelio, con arrancar a losherejes la esperanza del perdn y la penitencia, con apartar de todo

    sentimiento y fruto de penitencia a los enredados en robos, o manchadoscon adulterios, o contaminados con el funesto contagio de los sacrificios,de suerte que stos ya no ruegan a Dios ni confiesan sus pecados en laIglesia; no se contentaron con constituir fuera de la Iglesia y contra laIglesia un conventculo de faccin corrompida, al que pudieran acogerse lacaterva de los que tienen mala conciencia y no quieren ni rogar a Dios nihacer penitencia. Despus de todo esto, todava, habindose dado un falsoobispo, creacin de los herejes, han tenido la audacia de hacerse a la velay de llevar cartas de parte de los cismticos y profanos a la ctedra dePedro, a la Iglesia principal de la que brot la unidad del sacerdocio (adecclesiam principalem unde unitas sacerdotalis exorta est); y nisiquierapensaron que aquellos son los mismos romanos cuya fe alab el Apstol

    cuando les predic, a los que no debera tener acceso la perfidia. Por qufueron all a anunciar que haba sido creado un pseudo-obispo contra losobispos?

    Porque, o se sienten satisfechos de lo que hicieron y con ello perseveranen su crimen, o se arrepienten y se retractan y ya saben adnde han devolver. Porque fue establecido por todos nosotros que es cosa a la vezrazonable y justa que la causa de cada uno se trate all donde se cometiel crimen y que cada uno de los pastores tenga adscrita una porcin de lagrey, que cada uno ha de regir y gobernar dando cuenta de sus actos alSeor.

    Por tanto, los que son nuestros sbditos, no han de andar de ac para all,ni han de lacerar la coherente concordia de los obispos con su audaciaastuta y engaosa, sino que han de defender su causa all donde puedahaber acusadores y testigos de su crimen. A no ser que se crea que laautoridad de los obispos establecidos en Africa es demasiado pequeapara esos pocos desesperados y pervertidos.

    Aquellos ya los juzgaron, y ya condenaron poco ha su conciencia,enredada en muchos criminales enredos 9.

    Cipriano y el papa Esteban.

    ...Te envo una copia de la respuesta de Esteban, nuestro hermano. Consu lectura te persuadirs cada vez ms del error de aquel que se esfuerza

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    17/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    por defender la causa de los herejes contra los cristianos y contra laIglesia de Dios. Porque, entre otras expresiones soberbias, o que no tienenque ver con la cuestin, o que son contradictorias entre si, que l escribicon ignorancia e imprudencia, aade todava lo siguiente: En el caso decualesquiera que de cualquier herejia vengan a vosotros, no se introduzcainnovacin, sino seguid la tradicin. Imponedles las manos para recibir la

    penitencia, ya que los mismos herejes, cuando se pasan de unos a otrosentre si, no se bautizan propiamente, sino que slo se conceden lacomunin.

    Prohibe que se bauticen de cualquier hereja que vengan: esto es, juzgaque los bautismos de todos los herejes son justos y legitimos.

    Y puesto que cada hereja tiene su bautismo peculiar y sus pecadospropios, ste, al entrar en comunin con el bautismo de todos carga enbloque sobre su espalda los pecados de todos. Manda adems que no seintroduzca innovacin alguna, sino se siga la tradicin: como siintrodujera innovacin el que, defendiendo la unidad, defiende el nico

    bautismo en la nica Iglesia, y no ms bien el que olvidando la unidadhace uso de la mentira y la peste de la inmersin profana. No seintroduzca innovacin alguna dice sino se siga la tradicin. De dndeviene tal tradicin? Acaso de la autoridad del Seor y del Evangelio, o delas ordenaciones y cartas de los apstoles? Dios declara y advierte a Jessde Nav que lo que hay que hacer es lo que est escrito, cuando dice (Jos1, 8): Que este libro de la ley no se aparte de tu boca: meditars sobre lde da y de noche, para que tengas el cuidado de hacer todo lo que en lest escrito. Asimismo, el Seor, al enviar a sus apstoles les encargabautizar a las gentes y ensearles a observar todo lo que l ha mandado(cf. Mt 28, 20). Asi pues, si se manda en el Evangelio, o se contiene en lascartas o Hechos de los apstoles que los que vengan de cualquier hereja

    no sean bautizados, sino que se les impongan slo las manos para recibirla penitencia, que se observe esta tradicin santa y divina. Pero si entodas partes los herejes no se nombran sino como enemigos y anticristos,si son declarados vitandos perversos y condenados por boca propia (Tit3, 11), por qu creen algunos que nosotros no los hemos de condenar,teniendo claro testimonio apostlico de que ellos mismos ya se hancondenado? Nadie ha de infamar a los apstoles, como si ellos hubiesenaprobado el bautismo de los herejes, o hubiesen entrado en comunin conellos sin el bautismo de la Iglesia; porque tales cosas escribieron losapstoles acerca de los herejes, y esto cuando todava no haban surgidolas pestes herticas ms agudas, ni el pntico Marcin haba surgido de lasaguas del Ponto...

    ...Magnifica realmente y legtima es la tradicin que nos propone comomaestro nuestro hermano Esteban, avalada por una autoridad suficiente!Porque en el mismo pasaje de su carta aade como complemento: Yaque los mismos herejes, cuando se pasan de unos a otros entre si, no sebautizan propiamente, sino que slo se conceden la comunin. Tal es elcolmo de males en que ha cado la Iglesia de Dios y la Esposa de Cristo:ella se acomoda a los ejemplos de los herejes; en la celebracin de lossacramentos celestes, la luz va a aprender de las tinieblas, y los cristianoshacen lo que los anticristos. Qu ceguera mental, qu perversin suponeno querer reconocer la unidad de la fe que viene de Dios Padre, y denuestro Seor Jesucristo, y de la tradicin de nuestro Dios! Porque si

    precisamente no est la Iglesia en los herejes por el hecho de que ella esuna y no puede dividirse, y si precisamente no est el Espiritu Santo conellos, porque es uno y no puede estar entre los profanos y extraos,

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    18/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    tampoco el bautismo, que tiene esencialmente la misma unidad, no puedeestar entre los herejes, ya que no puede separarse ni de la Iglesia ni delEspritu Santo... 10

    III. La eucarista 10a.

    Algunos, por ignorancia o por inadvertencia, al consagrar el cliz del Seory al administrarlo al pueblo no hacen lo que hizo y ense a hacerJesucristo Seor y Dios nuestro, autor y maestro de este sacrificio... Ahorabien, cuando Dios inspira y manda alguna cosa, es necesario que el siervofiel obedezca al Seor, mantenindose libre de culpa delante de todos enno arrogarse nada por su cuenta, pues ha de temer no sea que ofenda alSeor si no hace lo que est mandado... Al ofrecer el cliz ha de guardarsela tradicin del Seor, ni hemos de hacer nosotros otra cosa ms que laque el Seor hizo primeramente por nosotros, a saber, que en el cliz quese ofrece en su conmemoracin se ofrezca una mezcla de agua y vino...No puede creerse que est en el cliz la sangre de Cristo, con la cualhemos sido redimidos y vivificados, si no hay en el cliz el vino por el que

    se manifiesta la sangre de Cristo...

    Vemos el misterio (sacramenrum) del sacrificio del Seor prefigurado en elsacerdote Melquisedec, segn el testimonio de la Escritura cuando dice:

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    19/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    del Seor y de nuestra redencin no podrn quebrantar ni cambiar lo queen ellos hay de institucin divina por institucin humana alguna. Si CristoJess, Dios y Seor nuestro es l mismo el sumo sacerdote de Dios Padre,y se ofreci el primero a s mismo en sacrificio al Padre, y mand que estose hiciera en memoria de l, tendr realmente las veces de Cristo aquelsacerdote que imita lo que Cristo hizo, y ofrecer un sacrificio verdadero y

    pleno en la Iglesia a Dios Padre cuando se ponga a hacer la oblacin talcomo vea que la hizo Cristo... 11

    IV. El sentido de nuestra oracin.

    Decimos hgase tu voluntad as en la tierra como en el cielo, no paraque Dios haga lo que l quiere, sino para que nosotros podamos hacer loque l quiere. Porque, quin puede oponerse a que Dios haga lo quequiere? En cambio el diablo se opone en nosotros a que nuestros deseos ynuestros actos obedezcan en todo a Dios, y por esto rogamos y pedimosque se haga en nosotros la voluntad de Dios. El que esta voluntad se hagaen nosotros, es obra de la misma voluntad de Dios, es decir, de su ayuda

    y proteccin, ya que nadie es fuerte por sus propias fuerzas, sino quenuestra seguridad nos viene de la benevolencia y misericordia de Dios...Los que queremos perdurar para siempre debemos hacer la voluntad deDios, que es eterno 12.........................1. CIPRIANO, Ad. Donatum, 3.2. CIPRIANO, De Lapsis, 5-7.3. Ibid. 15-17.4. CIPRIANO, De catholicae ecclesiae unitate, 4-7.5. CIPRIANO, Epistulae, 55, 24.6. Epist, 33, 1.7. De cath. eccl. unitate, 9.

    8. Epist. 67, 5.9. Epist 59, 14.10. Epist. 74, 1ss.10a. Los fragmentos que siguen proceden de la carta 63, escritacontra algunos que llevaban hasta talpunto su abstinencia de vino que pretendan celebrar la eucaristacon agua sola.11. Epist. 63.12. CIPRIANO, De dominica oratione, 14.

    * * * * *

    Las maravillas del Bautismo (A Donato, 3-5)

    BAU/CIPRIANO: Cuando yaca postrado en las tinieblas de la noche,cuando zozobraba en medio del mar borrascoso de este mundo y andabavacilante en el camino del error sin saber qu sera de mi vida, desviadode la luz de la verdad, imaginaba que sera difcil y duro, en mi situacin,lo que me prometia la divina misericordia: que uno pudiera renacer yqueanimado de una nueva vida por el bao del agua de salvacindejara lo que haba sido y cambiara el hombre viejo de espritu y mente,aunque permaneciera en el mismo cuerpo humano. Cmo es posible, medeca, tal transformacin? Cmo es posible que de la noche a la maana,tan de repente, se despoje uno de lo que es congnito a la misma

    naturaleza, o se ha endurecido por hbitos inveterados? Estasdisposiciones son inquebrantables, estan arraigadas con races muy

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    20/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    hondas. Cundo aprender a ser sobrio quien se ha acostumbrado aesplndidas cenas y ricos banquetes? Cundo se va a contentar concorriente y sencillo atuendo quien siempre destac por el oro y la prpurade sus preciosos vestidos? Quien goza de dignidades y cargos no soportaverse privado de ellos y vivir en la oscuridad. Aquel que suele ir rodeadode una escolta de clientes, cortejado por una numerosa comitiva de

    aduladores, considera como un tormento el verse solo. Quienes se hanapegado a los halagos de las pasiones es necesario que, como decostumbre, los arrastre la embriaguez, los hinche la soberbia, los exalte laira, los despedace la codicia, los provoque la crueldad, los alucine laambicin, los precipite la lujuria.

    Esto me deca una y mil veces a m mismo. Pues, como me hallabaretenido y enredado en tantos errores de mi vida anterior, de los que nocrea poder desprenderme, yo mismo condescenda con mis viciosinveterados y, desesperando de enmendarme, fomentaba mis males comohechos naturales en m. Pero despus que quedaron borradas con el aguade regeneracin las manchas de la vida pasada y se infundi la luz en mi

    espritu transformado y purificado, despus que me cambi en un hombrenuevo por un segundo nacimiento la infusin del Espritu celestial, alinstante se aclararon las dudas de modo maravilloso, se abri lo queestaba cerrado, se disiparon las tinieblas, se volvi fcil lo que antes mepareca difcil, se hizo posible lo que crea imposible. De modo que pudereconocer que provena de la tierra mi anterior vida carnal sujeta a lospecados, y que era cosa de Dios lo que ahora estaba animado por elEspritu Santo.

    T mismo puedes comprender y reconocer conmigo qu nos ha quitado yqu nos ha trado esta muerte de los vicios y esta vida de las virtudes. Tbien lo sabes, sin que yo lo pregone. Siempre es odiosa la propia

    alabanza; si bien no puede decirse en este caso que sea propia alabanza,sino gratitud, porque se atribuye a don de Dios y no a las fuerzas delhombre, de manera que el no pecar ahora es favor de la gracia, y el haberpecado antes fue efecto de la miseria humana. Don de Dios es todo lo queahora podemos. De l vivimos, por El tenemos fuerzas, de l recibimos ysentimos aquel vigor por el cual, aun en esta vida, gustamos los preludiosde la futura. Solamente debemos tener el temor de perder la inocencia,para que el Seor, que por su misericordia infundi la gracia en nuestrasalmas, permanezca complacido por nuestras buenas obras en nuestroespritu, como en su morada, no sea que la seguridad concedida nos hagadescuidados y se introduzca de nuevo el antiguo enemigo.

    Por lo dems, si t te asientas con pie firme en el camino de la inocencia,de la justicia, si unido tan slo a Dios con todas tus fuerzas y con toda tualma, no eres ms que lo que has empezado a ser, cuanto mayor sea en tiel aumento de gracia, mayores fuerzas tendrs. No hay medida alguna enlas mercedes que recibimos de Dios, como suele haberla en los beneficioshumanos. El Espritu, que se derrama con abundancia, no se ve oprimidopor lmites, ni encerrado en espacio estrecho que lo frene. Fluye sin cesar,rebosa su abundancia, solamente tiene que abrirse nuestro corazn y estarsediento. Cuanta fe seamos capaces de presentar, tanta abundancia degracia recogeremos.

    Entonces ya podemos, mediante una castidad austera, un alma pura, unas

    palabras limpias, remediar a los dolientes, destruir la ponzoa, purificar lasalmas de los enfermos devolvindoles la salud, imponer la paz a losenemigos, la calma a los violentos, la mansedumbre a los iracundos. Ya

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    21/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    podemos obligar a los espritus inmundos y vagabundosque seintrodujeron en los hombres para atormentarlosa que confiesenincrepndolos con amenazas, forzarlos con duros azotes a que salgan,aumentarles el castigo si se resisten; si allan, si gimen, sacudirles conltigos, abrasarlos con el fuego. Este combate se produce all, pero no seve. El mal est oculto, aunque el castigo es manifiesto. Por eso, desde que

    empezamos a ser suyos, el Espritu que hemos recibido obra con todalibertad. Pero, como no hemos cambiado de cuerpo ni de miembros,nuestros ojos carnales estn todava oscurecidos con las nubes del siglo.Qu gran dignidad tiene el alma! Qu grande su poder! No slo haquedado desprendida del pernicioso apego del mundo, hasta estar librepor su expiacin y pureza de la peste esparcida por el enemigo, sino queha adquirido mayor y ms poderosa pujanza de fuerzas, que se imponecon imperio a todas las legiones del enemigo atacante.

    * * * * *

    Una sola Iglesia

    (Sobre la unidad de la Iglesia Catlica, 4-6)

    I/UNA: Habl el Seor a Pedro de esta manera: Yo te digo que t eresPedro, y sobre esta piedra edificar mi Iglesia, y las puertas del infiernonada podrn contra Ella. Y te dar a ti las llaves del reino de los cielos, y loque atares sobre la tierra ser atado en el cielo, y lo que desatares sobrela tierra ser tambin desatado en el cielo (Mt 16, 18-19). Otra vez,despus de resucitado, le dijo: apacienta mis ovejas (Jn 21, 47). Edifica suIglesia sobre uno solo y le ordena apacentar a sus ovejas. Y aunquedespus de resucitar otorga el mismo poder a todos los Apstoles, cuandoles dice: como el Padre me envi, as os envo Yo a vosotros; recibid elEspritu Santo, y a quien perdonareis los pecados, le sern perdonados;

    mas a quienes se los retuviereis, les sern retenidos (Jn 20, 21-23); sinembargo, para manifestar la unidad estableci una sola ctedra, y con suautoridad decidi que el origen de la unidad estuviese en uno solo.

    Cierto que los dems Apstoles eran lo mismo que Pedro, y estabandotadoscomo lde la misma dignidad y poder; pero el principio nace dela unidad, y se le otorga el primado a Pedro para manifestar que es una laIglesia y una la ctedra de Jesucristo. Tambin son todos pastores y, a lavez, uno solo es el rebao, que debe ser apacentado por todos losApstoles de comn acuerdo, para mostrar que es nica la Iglesia deCristo.

    Esta unidad de la Iglesia est prefigurada por la persona de Cristo en elCantar de los Cantares, cuando el Espritu Santo dice: una sola es mipaloma, mi hermosa, nica es para su madre, la elegida de ella (Cant 6,8). Quien no guarda esta unidad de la Iglesia, piensa acaso que conservala fe? Quien resiste obstinadamente a la Iglesia, quien abandona la ctedrade Pedro, sobre la que est cimentada la Iglesia, puede confiar que sehalla en la Iglesia? El santo Apstol Pablo ensea esto mismo y declara elmisterio de la unidad con estas palabras: un solo cuerpo y un solo espritu,una sola esperanza de vuestra vocacin, un solo Seor, una sola fe, unsolo bautismo, un solo Dios (Ef 4, 4-6).

    Debemos mantener y defender con toda energa esta unidad,

    especialmente los obispos, que hemos sido puestos al frente de la Iglesia,para probar que el mismo episcopado es uno e indivisible. Nadie engae

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    22/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    con mentiras a los hermanos, nadie corrompa la pureza de la fe con unaprfida prevaricacin. Como el episcopado es nico, y cada uno participade l por entero, as es nica la Iglesia, que se extiende sobre muchos porel crecimiento de su fecundidad. Muchos son los rayos del sol, pero unasola es la luz; muchas son las ramas del rbol, pero uno solo es el troncoclavado en la tierra con fuerte raz; y cuando de un solo manantial fluyen

    muchos arroyos, aunque aparezcan muchas corrientes desparramadas porla abundancia de las aguas, con todo una sola es la fuente en su origen. Siseparas un rayo de la masa del sol, no subsiste la luz a causa de laseparacin; si cortas la rama del rbol, no podr germinar la ramacortada; si atajas el arroyo aislndolo de la fuente, se secar. Del mismomodo la Iglesia del Seor esparce sus rayos, difundiendo la luz por todo elmundo; y esa luz que se esparce por todas partes es, sin embargo, una, yno se divide la unidad de su masa. Extiende sus ramos frondosamente portoda la tierra, y sus arroyos fluyen con abundancia en todas direcciones.Con todo, uno solo es el principio y la fuente, y una sola la madreexuberante de fecundidad. De su seno nacemos, con su leche nosalimentamos, de su espritu vivimos.

    La Esposa de Cristo no puede ser adltera, pues es incorruptible y pura.Slo una casa conoce, guarda la inviolabilidad de un solo tlamo con pudorcasto. Ella nos conserva para Dios y destina para el reino a los hijos queha engendrado. Todo el que se separa de la Iglesia se une a una adltera,se aleja de sus promesas y no conseguir las recompensas de Cristo. Elque abandona la Iglesia de Cristo es un extrao, un profano, un enemigo.No puede tener a Dios por Padre quien no tiene a la Iglesia como Madre.

    Si alguien pudo salvarse fuera del arca de No, entonces lo podr tambinquien estuviere fuera de la Iglesia. Nos lo advierte el Seor cuando dice: elque no est conmigo, est contra mi; y el que no recoge conmigo,

    desparrama (Jn 10, 30). Quien rompe la paz y la concordia de Cristo estcontra Cristo. Quien recoge en otra parte, fuera de la Iglesia, disipa laIglesia de Cristo. Dice el Seor: Yo y el Padre somos una sola cosa (Jn 10,30); y tambin est escrito del Padre y del Hijo y del Espritu Santo: estostres son una sola cosa (I Jn 5, 8). Y piensa alguno que esta unidad queprocede del poder de Dios, que se halla firmemente asegurada por losmisterios celestiales, puede romperse en la Iglesia y escindirse por ladiscusin y el choque de voluntades? Quien no mantiene esta unidad, nocumple la ley de Dios, no guarda la fe en el Padre y en el Hijo, no obtienela vida y la salvacin.

    * * * * *

    Frutos de la paciencia(El bien de la paciencia, 13-16, 19-20)

    PACIENCIA/CIPRIANO: Se es cristiano por la fe y la esperanza; mas paralograr el fruto de ellas, se necesita la paciencia. En efecto, no vamos trasla gloria de ac, sino tras la futura, conforme a lo que nos avisa el ApstolPablo cuando dice: hemos sido salvados por la esperanza. La esperanzaque se ve, ya no es esperanza; si uno ya lo ve, cmo va a esperar lo queest viendo ? Mas, si esperamos lo que no vemos, nos sostenemos por laespera de ello (Rm 8, 24-25)

    La espera y la paciencia nos son necesarias para completar lo que hemosempezado a ser y para conseguir, por la bondad de Dios, lo que creemos y

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    23/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    esperamos. En otro lugar, el mismo Apstol recomienda y ensea a losvarones justos y limosneros, y que guardan sus tesoros en el cielo con elciento por uno, que tengan paciencia, diciendo: no dejemos de hacer elbien, pues a su tiempo recogeremos la cosecha. As que, mientrastenemos tiempo, obremos el bien a todos, principalmente a los de nuestrafe (Gal 6 9-10). Avisa que nadie, por impaciencia, decaiga en el obrar

    bien; que nadie, solicitado o vencido por la tentacin, renuncie en mediode su gloriosa carrera y eche a perder el fruto de lo ganado, por dejarincompleto lo comenzado, como est escrito: la justicia del justo no lelibrar en cualquier da que se desviare (Ez 33, 12); y en otro lugar:guarda lo que tienes, no vaya otro a recibir tu corona (Ap 3, 11). Estaspalabras exhortan a continuar con paciencia y tenacidad, para que el quese encuentra prximo a alcanzar la corona, la logre mediante laperseverancia.

    As que la paciencia, hermanos amadsimos, no slo conserva el bien sinoque repele el mal. Quien sigue el impulso del Espritu Santo y se adhiere alo divino y celestial, lucha ardorosamente embrazando el escudo de sus

    virtudes contra las fuerzas de la carne, que asaltan y rinden al alma.Echemos una mirada a algunos de los muchos vicios, para que lo dicho depocos se entienda de los dems. El adulterio, el fraude, el homicidio sondelitos mortales. Tenga la paciencia robustas y hondas races en elcorazn, y nunca se manchar con el adulterio el cuerpo consagrado comotemplo de Dios, ni un alma dedicada a la justicia se corromper con elespritu de fraude, ni jams se teirn de sangre las manos que hanllevado la Eucarista.

    La caridad es el lazo que une a los hermanos, el cimiento de la paz, latrabazn que da firmeza a la unidad; la que es superior a la esperanza y ala fe, la que sobrepuja a la limosna y al martirio; la que quedar con

    nosotros para siempre en el Cielo. Qutale, sin embargo, la paciencia, yquedar devastada; qutale el jugo del sufrimiento y resignacin, y perderlas races y el vigor. Cuando el Apstol habla de la caridad, le junta elsufrimiento y la paciencia: la caridad, dice, es magnnima, es benigna, noes envidiosa, no se hincha, no se encoleriza, no piensa el mal; todo loama, todo lo cree, todo lo, espera, lo soporta todo (1 Cor 13, 4-7). Conesto nos indica que la caridad puede permanecer, porque es capaz desufrir todo. Y en otro pasaje exclama: sobrellevndonos con caridad,poniendo inters en conservar la unin del espritu con el vnculo de la paz(Ef 4, 2). Ensea que no puede conservarse ni la unidad ni la paz, si no seayudan mutuamente los hermanos y mantienen el vnculo de la unidad conel auxilio de la paciencia.

    Y qu decir de que no debes jurar, ni hablar mal, ni exigir lo que te hanquitado; lo de ofrecer la otra mejilla despus de recibir la bofetada; quedebes perdonar a tu hermano que te ha ofendido no slo setenta vecessiete, sino todas las ofensas; que debes amar a tus enemigos, que debesrogar por los adversarios y perseguidores? Podras acaso sobrellevartodos estos preceptos si no fuera por la fortaleza de la paciencia? Esto locumpli, segn sabemos, Esteban: siendo asesinado a pedradas por los

    judos, no peda venganza para sus asesinos, sino perdn con estaspalabras: Seor, no les imputes esto como pecado (Hech 7, 60). Talconvena que fuese el primer mrtir de Cristo, para quepor ser el modelode los mrtires venideros con su gloriosa muerteno slo se hiciese el

    pregonero de la pasin del Seor, sino su imitador en la inmensamansedumbre y paciencia.

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    24/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    Qu dir de la ira, de la discordia, de las enemistades, que no debentener cabida en el cristiano? Haya paciencia en el corazn y estas pasionesno entrarn en l, o, si intentaren forzar la entrada, enseguida sernrechazadas y se retirarn, de modo que contine el asiento de la paz en elcorazn, donde tiene Dios sus delicias en habitar (...).

    Y para que resplandezcan mejor, hermanos amadsimos, los beneficios dela paciencia, consideremos por contraposicin los males que acarrea laimpaciencia.

    As como la paciencia es un don de Cristo, as la impaciencia, por elcontrario, es un don del diablo; y al modo como aqul en quien habitaCristo es paciente, lo mismo siempre es impaciente aqul cuya mente estposeda por la maldad del demonio.

    En resumen, tomemos las cosas por sus principios. El diablo no pudo sufrircon paciencia que el hombre fuese creado a imagen de Dios; por eso seperdi a s mismo primero, y luego perdi a los dems. Adn, impacientepor gustar el mortal bocado, contra la prohibicin de Dios, se precipit enla muerte y no guard la gracia recibida del Cielo con la ayuda de lapaciencia. Can, por no poder soportar la aceptacin de los sacrificios yofrendas, mat a su hermano. Esa baj de su mayorazgo a segundn yperdi su primaca por su impaciencia en comer un plato de lentejas.

    Por qu el pueblo judo, infiel e ingrato con los favores de Dios, se apartdel Seor, sino por la impaciencia? No pudiendo llevar con paciencia latardanza de Moiss, que estaba hablando con Dios, os pedir diosessacrlegos, llamando guas de su peregrinacin a una cabeza de toro y a unsimulacro de arcilla, y nunca desisti de mostrar su impaciencia, puestoque no aguantaba nunca las amonestaciones y gobierno de Dios, llegandoa matar a sus profetas y justos y hasta llevar a la cruz y al martirio alSeor.

    La impaciencia tambin es la madre de los herejes; ella, a semejanza delos judos, los hace rebelarse contra la paz y caridad de Cristo y los lanza afunestos y rabiosos odios. Y para no ser prolijo: todo lo que la pacienciaedifica con su conformidad en orden a la gloria, lo destruye la impacienciapor la ruina.

    Por tanto, hermanos amadsimos, una vez vistas con atencin las ventajasde la paciencia y las consecuencias de la impaciencia, debemos manteneren todo su vigor la paciencia, por la que estamos en Cristo y podemosllegar con Cristo a Dios.

    Por ser tan rica y variada, la paciencia no se cie a estrechos lmites ni seencierra en breves trminos. Esta virtud se difunde por todas partes, y suexuberancia y profusin nacen de un solo manantial; pero al rebosar lasvenas del agua se difunde por multitud de canales de mritos y ninguna denuestras acciones puede ser meritoria si no recibe de ella su estabilidad yperfeccin. La paciencia es la que nos recomienda y guarda para Dios;modera nuestra ira, frena la lengua, dirige nuestro pensar, conserva lapaz, endereza la conducta, doblega la rebelda de las pasiones, reprime eltono del orgullo, apaga el fuego de los enconos, contiene la prepotencia delos ricos, alivia la necesidad de los pobres, protege la santa virginidad delas doncellas, la trabajosa castidad de las viudas, la indivisible unin de loscasados.

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    25/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    La paciencia mantiene en la humildad a los que prosperan, hace fuertes enla adversidad y mansos frente a las injusticias y afrentas. Ensea aperdonar enseguida a quienes nos ofenden, y a rogar con ahinco einsistencia cuando hemos ofendido. Nos hace vencer las tentaciones,tolerar las persecuciones, consumar el martirio. Es la que fortificaslidamente los cimientos de nuestra fe, la que levanta en alto nuestra

    esperanza, la que encamina nuestras acciones por la senda de Cristo, paraseguir los pasos de sus sufrimientos. La paciencia nos lleva a perseverarcomo hijos de Dios imitando la paciencia del Padre.

    * * * * *

    Sin miedo a la muerte(Tratado sobre la peste, 15-26)

    Es verdad que perecen en esta [epidemia de] peste muchos de losnuestros; esto quiere decir que muchos de los cristianos se libran de estemundo. Esta mortandad es una pestilencia para los judos, gentiles yenemigos de Cristo; mas para los servidores de Dios es salvadora partidapara la eternidad. Por el hecho de que sin discriminacin alguna dehombres mueran buenos y malos, no hay que creer que es igual la muertede unos y de otros. Los justos son llevados al lugar del descanso, losmalos son arrastrados al suplicio; a los fieles se les otorga en seguida laseguridad; a los infieles, sin tardar el castigo (...).

    MU/LUTOS/CIPRIANO: Cuntas veces me fue revelado, cuntas y msclaras veces se me orden por la bondad de Dios que clamase sin cesar,que predicara en pblico que no deba llorarse por nuestras hermanosllamados por el Seor y libres de este mundo, sabiendo que no se pierden,sino que nos preceden; que, como viajeros, como navegantes, van delantede los que quedamos atrs; que se puede echarlos de menos, pero nollorarlos y cubrirnos de luto, puesto que ellos ya se han vestido vestidosblancos; que no debe darse a los gentiles ocasin de que nos censuren contoda razn, de que viven con Dios y los lloremos como perdidos yaniquilados, y no demos pruebas con verdaderos sentimientos de lo quepredicamos con las palabras. Somos prevaricadores de nuestra esperanzay fe si aparece como fingido y simulado lo que estamos afirmando. Denada sirve mostrar en la boca la virtud y desacreditar su verdad con laprctica.

    Por ltimo el Apstol Pablo reprueba y recrimina, reprende a los que secontristan desmesuradamente por la prdida de los suyos. No queremos,

    dice, que os olvidis, hermanos, a propsito de los que fallecen, que nodebis lamentaros como los dems que no tienen esperanza. Pues sicreemos que Jess muri y resucit, tambin Dios llevar con l a los quehan muerto con Jess (/1Ts/04/13-14). Dice que se entristecen endemasa de los suyos los que no tienen esperanza. Pero los que vivimoscon esperanza y creemos en Dios y que Cristo padeci por nosotros yresucit, y confiamos en permanecer con Cristo y resucitar en l y por l,por qu rehusamos salir de este mundo o lloramos y nos dolemos de losnuestros que parten, como ya perdidos, cuando el mismo Cristo y Seor yDios nuestro nos avisa y dice: Yo soy la resurreccin; el que cree en m,aunque muera, vivir; y todo el que vive y cree en mi no morir nunca?(/Jn/11/25-26). Si creemos en Cristo, tengamos fe en sus palabras y

    promesas de modo que, no habiendo de morir nunca, vayamos alegres ytranquilos a Cristo, con el cual hemos de triunfar y reinar siempre

  • 8/1/2019 Obras San Cipriano

    26/26

    www.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscriwww.primeroscrisssstianos.comtianos.comtianos.comtianos.com

    Si morimos, cuando nos toque, entonces pasamos por la muerte a lainmortalidad, y no puede empezar la vida eterna hasta que no salgamosde sta. No es ciertamente una salida, sino un paso y traslado a laeternidad, despus de correr esta carrera temporal. Quin hay que novaya a lo mejor? Quin no desear transformarse y mudarse cuantoantes en la forma de Cristo y merecer el don del cielo, predicando el

    Apstol Pablo: nuestra vida, dice, est en el cielo, de donde esperamos alSeor Jesucristo, que transformar nuestro vil cuerpo en un cuerporesplandeciente como el suyo? (Fil 3, 20-21). Para que estemos con l ycon l nos gocemos en las moradas eternas y en el reino del cielo, CristoSeor promete que seremos tales cuando ruega al Padre por nosotros,diciendo: Padre, quiero que los que me entregaste estn conmigo dondeestoy Yo y vean la gloria que me diste antes de crear al mundo (Jn 17,24). El que ha de llegar a la morada de Cristo, a la gloria del reinocelestial, no debe derramar llanto y plair, sino ms bien regocijarse enesta partida y traslado, conforme a la promesa del Seor y a la fe en sucumplimiento (...).

    Hemos de pensar, hermanos amadsimos, y reflexionar sobre lo mismo:que hemos renunciado al mundo y que vivimos aqu durante la vida comohuspedes y viajeros. Abracemos el da que a cada uno seala sudomicilio, que nos restituye a nuestro reino y paraso, una vez escapadosde este mundo y libres de sus lazos. Quin, estando lejos, no se apresuraa volver a su patria? Quin, a punto de embarcarse para ir a los suyos,no desea vientos favorables para poder abrazarlos cuanto antes? Nosotrostenemos por patria el paraso, por padres a los patriarcas; por qu, pues,no nos apresuramos y volvemos para ver a nuestra patria para podersaludar a nuestros padres? Nos esperan all muchas de nuestras personasqueridas, nos echa de menos la numerosa turba de padres, hermanos,hijos, seguros de su salvacin, pero preocupados todava por la nuestra.

    Qu alegra tan grande para ellos y nosotros llegar a su presencia yabrazarlos, qu placer disfrutar all del reino del cielo sin temor de morir yqu dicha tan soberana y perpetua con una vida sin fin! All el corogiorioso de los apstoles, all el grupo de los profetas gozosos, all lamultitud de innumerables mrtires que estn coronados por los mritos desu lucha y sufrimientos, all las vrgenes que triunfaron de laconcupiscencia de la carne con el vigor de la castidad, all los galardonadospor su misericordia, que hicieron obras buenas, socorriendo a los pobrescon limosnas, que, por cumplir los preceptos del Seor, transfirieron supatrimonio terreno a los tesoros del cielo. Corramos, hermanosamadsimos, con insaciable anhelo tras stos, para estar enseguida conellos; deseemos llegar pronto a Cristo. Vea Dios estos pensamientos, y

    que Cristo contemple estos ardientes deseos de nuestro espritu y fe; lotorgar mayores mercedes de su amor a los que tuvieren mayoresdeseos de l.