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Octavio Paz Lozano

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Prologo:

En esta antología podrás encontrar poemas, de grandes autores mexicanos como Octavio Paz Lozano, que nos presenta algunos de sus destacados poemas como; El pájaro, otoño entre otros. Recibió varios premios literarios, como el del Príncipe de Asturias, el Premio Cervantes y el de Tocqueville. Pero el mayor de todos fue el Premio Nobel, en 1990, otorgado como reconocimiento universal a su obra. Fue el primer escritor mexicano en recibirlo, y uno entre los varios concedidos a los autores de la literatura hispánica.

También hay poemas de José Emilio Pacheco, poeta y ensayista mexicano nacido en Ciudad de México en 1939.Empezó a brillar desde muy joven en el panorama cultural mexicano, gracias a su dominio de las formas clásicas y modernas y al enfoque universal de su poesía.

Esta antología tiene como finalidad que aprendas más sobre dos grandes poetas mexicanos. Consiste en la recopilación de poesías cortas de autores ya mencionados.

La poesía es una forma especial de lenguaje; su estructura y su naturaleza tratan de determinar ese algo especial que tiene la poesía y que permite a cualquier persona, sin necesidad de ser especialista en la materia, reconocerla como tal. Nuestro propósito es que se conozcan, que se lean, que se disfruten las poesías.

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Índice :Portada------------------------------------------1Prologo------------------------------------------2I Octavio paz-----------------------------------4Pájaro-------------------------------------------5otoño---------------------------------------------6Niña--------------------------------------------7Primavera A La Vista----------------------8La Rama----------------------------------------9Biografía----------------------------------------10II José Emilio Pacheco-----------------------11Los Elementos De La Noche-----------------12

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Las Flore Del Mar---------------------------13La Gota-----------------------------------------15La Flecha---------------------------------------16Lumbre En EL Aire------------------------17Biografía ---------------------------------------18Conclusión---------------------------------------19Fichas Bibliográficas--------------------------20

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IOctavio

Paz Lozano

El pájaroUn silencio de aire, luz y cielo. En el silencio transparente el día reposaba: la transparencia del espacio era la transparencia del silencio. La inmóvil luz del cielo sosegaba el crecimiento de las yerbas.

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Los bichos de la tierra, entre las piedras, bajo la luz idéntica, eran piedras. El tiempo en el minuto se saciaba. En la quietud absorta se consumaba el mediodía.

Y un pájaro cantó, delgada flecha. Pecho de plata herido vibró el cielo, se movieron las hojas, las yerbas despertaron... Y sentí que la muerte era una flecha que no se sabe quién dispara

Y en un abrir los ojos nos morimos.

OtoñoEn llamas, en otoños incendiados, arde a veces mi corazón, puro y solo. El viento lo despierta, toca su centro y lo suspende en luz que sonríe para nadie: ¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos, una presencia, un cuerpo, lo que rompe los muros y hace nacer las formas embriagadas, un roce, un son, un giro, un ala apenas; busco dentro mí, huesos, violines intocados, vértebras delicadas y sombrías, labios que sueñan labios, manos que sueñan pájaros...

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Y algo que no se sabe y dice «nunca» cae del cielo, de ti, mi Dios y mi adversario.

Niña

Nombras el árbol, niña. Y el árbol crece, lento y pleno, anegando los aires, verde deslumbramiento, hasta volvernos verde la mirada.

Nombras el cielo, niña. Y el cielo azul, la nube blanca, la luz de la mañana,

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se meten en el pecho hasta volverlo cielo y transparencia.

Nombras el agua, niña. Y el agua brota, no sé dónde, baña la tierra negra, reverdece la flor, brilla en las hojas y en húmedos vapores nos convierte.

No dices nada, niña. Y nace del silencio la vida en una ola de música amarilla; su dorada marea nos alza a plenitudes, nos vuelve a ser nosotros, extraviados.

¡Niña que me levanta y resucita! ¡Ola sin fin, sin límites, eterna!

Primavera a la VistaPulida claridad de piedra diáfana,lisa frente de estatua sin memoria:cielo de invierno, espacio reflejadoen otro más profundo y más vacío.

El mar respira apenas, brilla apenas.

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Se ha parado la luz entre los árboles,ejército dormido. Los despiertael viento con banderas de follajes.

Nace del mar, asalta la colina,oleaje sin cuerpo que revientacontra los eucaliptos amarillosy se derrama en ecos por el llano.

El día abre los ojos y penetraen una primavera anticipada.Todo lo que mis manos tocan, vuela.Está lleno de pájaros el mundo.

La Rama

Canta en la punta del pinoun pájaro detenido,trémulo, sobre su trino.

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Se yergue, flecha, en la rama,se desvanece entre alasy en música se derrama.

El pájaro es una astillaque canta y se quema vivaen una nota amarilla.

Alzo los ojos: no hay nada.Silencio sobre la rama,sobre la rama quebrada

Biografía:

Octavio Paz(Ciudad de México, 1914-id., 1998) Escritor mexicano. Nieto de escritor (Ireneo Paz), los intereses literarios de Octavio Paz se manifestaron de manera muy precoz, y publicó sus primeros trabajos en diversas revistas literarias. Estudió en las facultades de Leyes y Filosofía y Letras de la Universidad Nacional.

En 1936 Octavio Paz se trasladó a España para combatir en el bando republicano en la guerra civil, y participó en la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Al regresar a México fue uno de los fundadores de Taller (1938) y El Hijo Pródigo. Amplió sus estudios en

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Estados Unidos en 1944-1945, y concluida la Segunda Guerra Mundial, recibió una beca de la fundación Guggenheim, para, más tarde, ingresar en el Servicio Exterior mexicano.En 1955 fundó el grupo poético Poesía en Voz Alta, y posteriormente inició una colaboración en la Revista Mexicana de Literatura y en El Corno Emplumado. En las publicaciones de esta época defendió las posiciones experimentales del arte contemporáneo. Cerró su actividad diplomática en 1968, cuando renunció como protesta contra la política del gobierno mexicano ante el movimiento democrático estudiantil. Durante sus años de servicio Octavio Paz residió en París, donde trabó amistad con André Breton, pero también viajó por diversos países europeos y asiáticos (en 1962 fue nombrado embajador de México en la India). Poeta, narrador, ensayista, traductor, editor y gran impulsor de las letras mexicanas, Paz se mantuvo siempre en el centro de la discusión artística, política y social del país. Su poesía se adentró en los terrenos del erotismo, la experimentación formal y la reflexión sobre el destino del hombre.Conforman su obra poética quince títulos: Luna silvestre (1933); Bajo tu clara sombra y otros poemas sobre España (1937); Entre la piedra y la flor (1941); Libertad bajo palabra (1949); Águila o sol (1951); Semillas para un himno (1954); La estación violenta (1958); Salamandra (1962); Ladera este (1969); Topoemas (1971); Renga (1972); Pasado en claro (1975); Vuelta (1976); Poemas (1979) y Árbol de adentro (1987).

Su producción en prosa abarca once obras: El laberinto de la soledad (1950); El arco y la lira (1959); Cuadrivio (1965); Claude Lévi-Strauss o el nuevo festín de Esopo (1967); Conjunciones y disyunciones (1969); El mono gramático (1974); Los hijos del limo (1974); El ogro filantrópico (1979); Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe (1982); Tiempo nublado (1983) y Hombres de su siglo (1984). A grandes rasgos cabe distinguir tres grandes fases en su obra: en la primera, el autor pretendía penetrar, a través de la palabra, en un ámbito de energías esenciales que lo llevó a cierta impersonalidad; en la segunda entroncó con la tradición surrealista, antes de encontrar un nuevo impulso en el contacto con lo oriental; en la última etapa de su trayectoria lírica, el poeta dio prioridad a la alianza entre erotismo y conocimiento. En 1990 se le concedió el Premio Nobel de Literatura.

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IIJosé

Emilio Pacheco

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Los elementos de la nocheBajo el mínimo imperio que el verno ha roídose derrumban los días, la fe, las previsiones.En el último valle la destrucción se saciaen ciudades vencidas que la ceniza afrenta.

La lluvia extingueel bosque iluminado por el relámpago.La noche deja su veneno.Las palabras se rompen contra el aire.

Nada se restituye, nada otorgael verdor a los campos calcinados.

Ni el agua en su destierrosucederá a la fuenteni los huesos del águilavolverán por sus alas.

 

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Las flores del mar                                                           A la memoria de Jaime García Terrés

Danza sobre las olas, vuelo flotante, ductilidad, perfección, acorde absoluto con el ritmo de las mareas, la insondable música que nace allá en el fondo y es retenida en el santuario de las caracolas.

La medusa no oculta nada, más bien despliega su dicha de estar viva por un instante. Parece la disponible, la acogedora que sólo busca la fecundación, no el placer ni el famoso amor, para sentir: Ya cumplí, ya ha pasado todo. Puedo morir tranquila en la arena donde me arrojarán las olas que no perdonan.

Medusa, flor del mar. La comparan con la que petrifica a quien se atreve a mirarla. Medusa blanca como la X'Tabay de los mayas y la Desconocida que sale al paso y acecha desde el Eclesiastés al pobre deseo.

Flores del mar y el mal las Medusas. Cuando eres niño te advierten: Limítate a contemplarlas. Si las tocas, las espectrales te dejarán su quemadura, la marca a fuego, el estigma de quien codicia lo prohibido.

Quizá dijiste en silencio: Pretendo asir la marea, acariciar lo imposible.

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Nunca lo harás: las medusas no son de nadie celestial o terrestre. Son de la mar que no es ni mujer ni prójimo.

Son peces de la nada, plantas del viento, quizá espejismos, gasas de espuma ponzoñosa

En Veracruz las llaman aguas malas.

 

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La gotaLa gota es un modelo de concisión:todo el universoencerrado en un punto de agua.

La gota representa el diluvio y la sed.Es el vasto Amazonas y el gran Océano.

La gota estuvo allí en el principio del mundo.Es el espejo, el abismo,la casa de la vida y la fluidez de la muerte.

Para abreviar, la gota está poblada de seresque se combaten, se exterminan, se acoplan.No pueden salir de ella,gritan en vano.

Preguntan como todos:¿de qué se trata,hasta cuándo,qué mal hicimospara estar prisioneros de nuestra gota?

Y nadie escucha.Sombra y silencio en torno de la gota,brizna de luz entre la noche cósmicaen donde no hay respuesta.

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La flecha   No importa que la flecha no alcance el blancoMejor así No capturar ninguna presa No hacerle daño a nadie pues lo importantees el vuelo         la trayectoria          el impulso         el tramo de aire recorrido en su ascenso         la oscuridad que desaloja al clavarsevibrante         en la extensión de la nada

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Lumbre en el aireEstallan los jardines de la pólvoraen el cielo oscurísimo y su aplomo.

Estruendo frente al mar que se encarnizadesde la eternidad contra las rocas.

A cada instante otro Big bang.Nacen astros, cometas, aerolitos.

Todo es ala y fugacidaden la galaxia de esta lumbre.

Mundos de luz que viven un instante.Luego se funden y se vuelven nada.

Como esta noche en que hemos visto ardercuerpos fugaces sobre el mar eterno.

 

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Biografía:

José Emilio PachecoPoeta, narrador, ensayista y traductor mexicano nacido en Ciudad de México el 30 de junio de 1939. Especializado en literatura mexicana del siglo XIX, ha ejercido como profesor en diversos centros de México, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá entre los cuales están la UNAM, la Universidad de Maryland o la Universidad de Essex. También fue director de la Biblioteca del Estudiante Universitario de la UNAM.

Pacheco es uno de los poetas más importantes de la generación de los años cincuenta mexicana en la que también se encuadran Monsiváis, Lizalde, Pitol, Melo, Ponce y Elizondo, entre otros. Su obra ha sido merecedora de prestigiosos premios tales como el XVIII Reina Sofía de Poesía, el Octavio Paz, el Pablo Neruda o el García Lorca, así como el Premio Nacional de Lingüística y Literatura, Premio Nacional de Poesía, Premio Nacional de Periodismo Literario y el Primer Premio Iberoamericano de Letras José Donoso.

Pertenece asimismo al Centro de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y en 1986, con la lectura de su ensayo A ciento cincuenta años de la Academia de Letrán, certificó su entrada en el Colegio Nacional, institución creada en 1943 que agrupa a los científicos, artistas y literatos mexicanos más destacados.

Ganador en 2009 del Premio Cervantes, considerado el de más prestigio en lengua castellana.