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Papelucho en La Clinica

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I

Y ahora si que casi no escribo nunca ms mi Diario. Porque por culpa del Casimiro casi muero.Yo estaba en la Clnica acompaando a mi mam y a mi hermana de un da, y mientras ellas dorman estaba obligado a pasearme por el famoso pasillo. Eran puras puertas iguales, todas cerradas, todas blancas y con nmeros.Tantas puertas iguales dan sueo y aburrimiento o si no una curiosidad tremenda. Entonces invent un juego para no quedarme dormido. Cerraba los ojos y caminaba ciego hasta una puerta. La abra y al abrirla abra tambin los ojos. El juego era adivinar si el enfermo era hombre o mujer y si era quebrado o no. Los enfermos eran casi todos viejos o seoras con guagua y yo les deca disculpe y cerraba otra vez la puerta.Resulta que en el nmero 15 haba un nio como yo y estaba solo y me convid a entrar. Y era el Casimiro.

Qu te pasa? le pregunt.

Estoy en Observacin me dijo.

Es grave?

No me quieren decir nada hasta que llegue mi pap que viene de Osorno.

As que t no tienes a nadie aqu?

No. Estaba en el colegio y me enferm y el mdico y el Rector me trajeron a la clnica a hacer exmenes mientras viene mi pap...

La cuestin es que no te mueras hasta que l llegue... le dije.

Y as conversando y conversando nos pusimos a jugar y l invent que hiciramos las cambiaditas Y el cambio era que yo me metiera en la cama de l y l se vistiera con mi ropa. Y justo cuando yo me haba metido en su cama con su pijama, abren la puerta y nos pillan jugando.

Era una enfermera con cara de no me haga perder tiempo y sin decir palabra, tac me clav una inyeccin en el brazo que ni sent el pinchazo.

Casi y yo nos miramos un poco asustados, pero despus nos dio risa, sobre todo cuando la enfermera me levant la ropa y me unt todo el cuerpo con una cosa color caf y me tap con una tremenda gas y algodones como si fuera un herido. Y antes de poder preguntarle nada, ya se haba ido.

Casi y yo nos reamos por haber engaado a esa enfermera tan creda y Casi se vea recmico con mi ropa y estbamos de lo mejor rindonos, cuando de nuevo se abri la puerta y entr otra enfermera con la dem de la inyeccin y sin decir palabra pescaron el catre mo (el de Casi) y lo sacaron como si fuera un carretn.

Yo me iba muriendo de risa y el Casi se qued con la boca abierta, pero a medida que pasbamos por los pasillos a todo escape y me metieron con catre y todo en un ascensor, me comenz a dar un susto de no s qu. Y mientras bajbamos, me enderec en el catre y quise explicar, pero la enfermera me sujet, me ech atrs y me dijo: Quietecito y calladito y no me dej ni hablar.

Dice el Casi l corri detrs para explicar, pero le dieron un empujn y lo dejaron fuera del ascensor y ni supo ms de m.

Cuando yo vi que entrbamos en el otro piso a un lugar lleno de puertas anchas y un letrero que deca Prohibida Estrictamente la Entrada, y otro Pabelln de Operaciones, me dio un tilimbre en el estmago y pens gritar. Pero justo en ese momento me vino una borrachera y un sueo raro con msica de fondo y todas las caras se borraban y flotaban y era como la muerte.

Y dice el Casi l subi todos los pisos por la escalera y preguntaba por m y por su catre y al fin supo que me estaban operando. Y entonces se acord que l tena Apendicitis y se dio cuenta que me estaran operando a m de su apndice.Y era una confusin tremenda para l, porque ni siquiera saba quin era yo y si me mora, a quin le iba a avisar? Y tampoco se atreva a decir lo del cambio, porque le daba una cosa terrible pensar que le hicieran a l lo que me estaban haciendo a m, y sin permiso de su pap que no llegaba todava de Osorno. As que por fin decidi irse de la Clnica antes que lo pescaran y se volvi al colegio. Y cuando lo vieron entrar el portero le pregunt:Y ya no se opera, joven?

No le dijo l.

Y el Rector le dijo:

Te dieron de alta, Silva?

S, seor y entr no ms a clase.

Pero dice que todo el tiempo estaba pensando en su operacin y en su Apndice que me haban sacado a m, y ni siquiera se atreva a comer de miedo al otro ataque ni tampoco se atreva a contarle a nadie las cosas.Por fin en la noche decidi contarle todo a su pap cuando llegara y tambin se jur regalarme su bicicleta y as se pudo dormir.Resulta que mientras tanto en la Clnica mi mam se despert y me mand llamar con la enfermera y nadie me pudo encontrar. Cuando lleg el pap ella le cont que me haba ido a Concn, a casa, pero cuando l se volvi en la noche y no me encontr all empez la pesquisa. Y se fue a la Polica, y a la Parroquia, y a la Caleta de pescadores y, por fin, a los autopatrullas.Parece que la pesquisa dur toda la noche y pienso que los faros buscaban en el mar y las Radios decan: Atencin, atencin seores auditores. Se ha perdido un nio de pantaln caf y camiseta, etc.Resulta que el pap estaba amargado al otro da con la cabeza grande de ideas y sin ninguna noticia.Entretanto, yo despert en la cama del 15 sin saber de dnde vena y era de una parte muy lejos y tambin de ese lejos se vena acercando un dolor de estmago.Haba una enfermera al lado que me deca todo el tiempo:Quietecito

Por fin, poco a poco, me empec a acordar del Casi, de la inyeccin, del paseo en catre, del letrero: Pabelln, etc. Y trat de explicarle:Es una equivocacin le dije. Yo no soy el que van a operar. Soy solamente el amigo.Pobrecito dijo la enfermera, delira todava con la anestesia.No estoy delirando nada le contest. Es otro el enfermo y entonces no ms me acord que ni saba su nombre.Ella se puso a discutirme y yo me iba a levantar para demostrarle su equivocacin, cuando tac! otro jeringazo y me dorm de nuevo hasta el otro da.

As pas un da ms y la pesquisa de mi yo perdido se iba poniendo color de hormiga. Y mi mam en la luna porque no le decan ni palabra.En fin, que en la noche despert con un seor raro, muy gordo, que me miraba mucho.Quin es usted? le pregunt Si es el doctor voy a explicarle una cuestin que nadie me cree.

Quin eres t? me dijo con cara de domador de leones Dnde est Casimiro?

Yo soy Papelucho y no s dnde est ese seor que usted busca le dije con rabia.Lo has suplantado me insult. Aqu en la Clnica figuras t con su nombre, operado de apendicitis como si fueras mi hijo. Qu significa todo esto?Yo qu s!Pero apenas haba dicho esto, entend todo y trat de explicarle. El seor era muy duro de entender, pero al fin pudo. Y entonces llam al Colegio y habl con el rector y lleg de nuevo a verme, pero con otra cara.

Casimiro est muy bien, en el colegio dijo como si se hubiera sacado el gordo en la lotera.

Me alegro! le dije, picado. Entonces l se fue a buscar a mi pap que segua rotundamente despistado. Pero cuando me encontr se le ri la cara.Y parece que el pap del Casimiro pag la Clnica y la operacin y todo con tal que su hijo no fuera acuchillado, porque l odia a los mdicos desde que le sacaron las amgdalas.Y mientras tanto yo qued en la Clnica sin apndice, para siempre jams. Y ahora dicen que es muy bueno estar operado de apendicitis porque as uno ya no puede tener ms apendicitis.

II

Han venido treinta y siete personas a verme, y ninguna era conocida, pero ahora soy amigo de todas. Parece que soy como campen de algo y las enfermeras, los practicantes y hasta los mdicos entran al 15y dicen: Hola, amigo! y me traen revistas y hasta flores. Se ve que a todos los remuerde algo de mi dolor de estmago injusto.A m no me gusta que me compadezcan y me quedo mudo cuando me dicen cosas. Y muchos me preguntan si me operaron de la lengua. Y yo quiero estar solo para poder pensar y saber qu voy a hacer sin mi apndice y justo cuando empiezo a pensar, entra alguien.

Por fin decid cerrar los ojos y hacerme el dormido y parece que me dorm de verdad y todo el sueo mo era con un atornillador en el hoyo que me hicieron.Cuando despert, estaba oscuro, pero haba una lucecita roja encima de mi cama. Yo tena un calor salvaje y un hambre y una sed dem. Mir a todos lados y no vi a nadie y me empez a dar la furia de que estaban abusando conmigo ah solo y a lo mejor me crean muerto y se haban ido todos.

Igual que me operaron, si me volva a dormir, a lo mejor me enterraban y listo!Entonces me baj de la cama y sal afuera al famoso pasillo.Todo estaba en perpetuo silencio, y las puertas con sus nmeros y unas lucecitas rojas haciendo misterio y nadie a la vista. Pens si sera la otra vida, o el limbo o qu s yo. Me dolan la cabeza y el hoyo de mi apndice, pero tena un hambre de esas que uno se muere de verdad si no come. As que segu caminando por el pasillo rojo y llegu a una puerta ms misteriosa porque no tena ni nmero. Y la abr. Y haba un refrigerador. Era la maravilla. Adentro medio pollo y miles de cajitas y tubos de inyecciones y jaleas y frutas.

Me com el pollo y arm los huesitos otra vez y los dej ah. Estaba rico aunque sin sal. Tambin me com dos peras y un pedazo de sanda que encontr. Ahora no me creeran muerto y nadie me enterrara, porque enfermo que come no muereResulta que apenas me dije esto, se me agrand tremendamente la cuestin del atornillador de mi no apndice y aunque trataba y trataba de pensar en otra cosa, intil!Andando por el pasillo, bailaban las luces rojas y eso debe ser lo que llaman ver estrellas Las vea y me mareaban. Los nmeros de las puertas tambin bailaban. Dnde habra un cuarto de bao? No estaba seguro si quera vomitar, pero es el colmo que en las clnicas se olviden hacer cuartos de bao.Tuve que entrar en ese cuarto porque se dio vuelta la perilla y me fui para adentro. Haba en la cama un fantasma seco y amarillo (a pesar de la luz roja), y daba miedo. Pero el fantasma sonri y me alarg su mano de races:Angelito, vienes del cielo a verme dijo.Quiero ir al bao le expliqu apurado y l sonriendo con pocos dientes me dijo:

Ah, bienvenido! y me mostr una puerta. Entr y era un bao. La suerte ma de abrir esa puerta!Cuando sal aliviado, ya sin ver estrellas, el fantasma amarillo me llam a su lado. Ven ac, Bienvenido!

Disculpe, seor, pero soy Papelucho.

Papelucho Bienvenido repiti. Eres un ngel enviado a hacerme compaa en mi soledad. Yo no duermo, y se me olvid el pasado, as que no tengo en qu pensar.Eso se llama magnesia le dije. De repente alguien va a descubrir quin es usted. Est operado?No. En realidad, no s... Acrcate.Me acerqu y lo vi tan amarillo al caballero, con su pellejito tan pegado a la calavera, que me di cuenta de que tena miles de aos. As que entonces lo reconoc, y no era raro que se le hubiera olvidado su nombre siendo tan requeteviejo.Le gustara saber quin es usted? le pregunt. Porque yo creo que puedo ayudarlo.Me gustara dijo y tambin me gustara ser nio y sano como t.Yo no soy sano le contest. Soy operado y me duele bastante mi herida.A ver si me dices quin soy dijo cerrando sus ojos de fantasma.Yo creo que usted es Elas. El Profeta Elas le dije. El que se fue en el carro de fuego. Se acuerda?

Claro que me acuerdo. De modo que soy Elas? Ya pensaba yo que no era un cualquiera. Pero, por qu estoy aqu?Tal vez se ha cado del carro... o bien ya le lleg la hora de que vuelva a la tierra. Y como hace tanto tiempo que se fue, ya no conoce a nadie. Hay pura gente nueva.l deca que s con la cabeza como tratando de aprender una leccin. Y no me daba miedo de que fuera un fantasma, porque el Profeta Elas es alguien bien conocido en la Historia Sagrada.Papelucho Bienvenido, me vas a jurar que no me dejars nunca solo.Eso de jurar no me gusta.

Por qu?Porque el que jura tiene que cumplir su juramento. Le prometo, mejor.Eso quiere decir que no vas a cumplir tu promesa. No; me vas a jurar y diciendo esto su mano de races se me enrosc en el puo como un garfio de fierro. A m me volvi el dolor, el mareo, las nuseas y me sent grave.Djeme ir, don Elas. Me siento mal supliqu.Cuando me hayas jurado.Es que tengo que ir al bao. Estoy muy enfermo le expliqu.Tanto mejor, as tendrs que jurarme.No me gusta jurar! grit haciendo fuerzas por librarme.

Aunque no te guste. Jura que no me dejars nunca.Y jur. Y apenitas tuve tiempo de llegar al bao. Y me corra una traspiracin por la cabeza y era como la muerte. Cuando sal de ah me daba lo mismo haber jurado o no, quedarme toda la vida con Elas o que me volvieran a operar. Era terrible.

Te sientes mal, Bienvenido me dijo Elas. Bbete esa agita que hay en mi mesa de noche y te sentirs mejor.Me la beb y me tend a sus pies. El cuarto daba vueltas con su luz roja. Elas y su catre. Era atroz.Pobrecito deca la voz del viejo cada vez ms lejos. Senta como si yo estuviera dado vuelta al revs, es decir las tripas afuera y la cabeza adentro.

III

Parece que lo peor fue comer la sanda recin operado. Dice la enfermera que cuando me encontraron en el 13 estaba mal de gravedad y el Profeta Elas me haba tomado tanto cario que no dejaba sacarme de su cuarto. Y yo estaba entre que me mora y lo contrario.Parece que llegaron todos los doctores a examinarme y discutan qu hacer. Y despus de cada discusin me llevaban al Pabelln y me hacan alguna cosa y a pap no lo tomaban ni en cuenta. Pero al Profeta s. Y dice la enfermera que dos doctores decan que me dejaran morir tranquilo, y dos que haba que luchar y otros dos que hay que salvarlo a toda costaYo no le tena miedo a la muerte, ni al Juicio Final. Todo me daba igual y hasta los doctores, mirndome todo el tiempo con caras raras, ponindose mscaras y guantes y llenos de aparatos atmicos. Yo me senta as como la mona del satlite. Hablaban de m como si ya me hubiera muerto. Y eso era lo que me preocupaba, porque yo no me haba muerto nunca, y no poda saber si ya estaba dem o no, si esto era antes o despus, si segua en este mundo o entraba al otro.Dice la enfermera que cost millones volverme a la vida, pero haba que hacerlo porque el Profeta Elas prometi darle al Hospital dos salas nuevas si me salvaban. Y como el seor Rubilar es de lo ms millonario que hay en Chile, haba que darle gusto. Porque el Profeta Elas no era ms que el seor Rubilar, un millonario viejo y solitario y tullido y avaro que vive en esta Clnica hace aos. Y dice la enfermera que a ella la llama a cada rato y le pregunta cmo estoy yo, y le dice cudamelo como a un rey y le cierra un ojo, lo que quiere decir que le va a pagar muy bien.

Pero a m todo me daba igual, por eso de no estar bien seguro si uno est vivo o muerto. Y mi pap dale con mirarme con esa cara que tena cuando estaba cesante; y Javier que ni buscaba pelea y estaba muy patero conmigo y mi mam besndome a cada rato. A uno le cuesta convencerse de que est vivo, y tambin cuando ve lo mucho que lo quieren de muerto, no sabe si le conviene resucitar. En fin, que para saber de una vez, decid que si me ponan coronas estaba y si no, no estaba.Pero cuando me dieron agua y la tragu, me di cuenta que iba a sanar. Y tambin pens en la gente que vive en el desierto sin agua y en los que no saben hablar y no pueden pedirla y apenas se me despeg la lengua y le dije a mi mam:

Dale agua a la guagua. Es terrible la sed.

Y cuando yo sea grande voy a dar orden que en los hospitales haya una llave de agua en cada cama, y tambin en cada esquina de las calles.

El seor Rubilar me manda flores todos los das, como si yo fuera artista y cada vez que me llevan al Pabelln a hurguetearme, hace que le abran la puerta para verme pasar.

La enfermera dice que lo que yo pida l lo hace, as que le mand decir con ella que le diera diez mil pesos y se los dio al tiro. Cmo puede ser avaro, digo yo? Ahora que estoy mejorando me dan tentaciones de pedirle un rifle alemn, con mira y todo, pero me vienen el dolor y la sed y lo nico que pido es agua. Y me acuerdo de Pecos Bill y de todos los operados del mundo tambin.La enfermera se llama Berenice y es enfermera slo cuando est cesante del Bim-Bam-Bum y dice que si ella consiguiera que se levantara el seor Rubilar, lo llevara a la representacin y se mejorara hasta de su vejez. Y quiere que yo me mejore para que lo convide y vayamos los tres juntos.Lo malo de Berenice es que aunque yo no le hable, ella sigue y sigue hablando, y a ratos le da con que yo soy un pobrecito mrtir de los mdicos que siempre se equivocan de enfermo y de remedios, y despus le da con que ellos me llevan abriendo y cerrando para sacarle ms plata al seor Rubilar. Se ve que ella tiene el complejo del dinero. Porque me cuenta tantas cosas tremendas que hace la gente por dinero y dale y dale.Y yo me quedo dormido y entonces sueo con el Juicio Final y Dios Padre contando dinero y es gente conocida y yo soy una moneda de oro. Pero moneda y todo me abren y me hurguetean y me sueldan con un soplete y despierto gritando.Pero ayer tuve un sueo proftico, algo as como el de Jos en la Historia Sagrada. Y todo est pasando igual que en el sueo.

Yo era un cerro de la cordillera, un cerro grande y pesado completamente inmvil, de esos que esconden el sol y todo. Y llegaron unos mineros y descubrieron que yo tena Uranio y Oro y empezaron a sacrmelo de m. Era doloroso, tremendamente doloroso y cuando uno es cerro ni puede defenderse.

Y senta un calor de volcn, y una rabia con los intrusos... Pero de repente uno de ellos se convirti en ngel y tena alas de plstico y ojos de mar con olitas, y mirndome, deca:

Si quieres recobrar tu apndice, debes ser Santo (hablaba con voz de trompeta celestial) y subir al cielo en el carro de fuego del Profeta Elas.Y junto con decir esto apareci el seor Rubilar ardiendo en llamas y con ruedas y una huasca de fuego. Yo me sub a su carro y en ese mismo instante despert baado en traspiracin.La Berenice me pona el termmetro y dos doctores me miraban con cara de premiados.Te hemos salvado dijo el ms credo. Te ha bajado la fiebre y ya estamos del otro lado.De cul lado? pregunt.Maana estars mejor y en una semana ms, levantado y en el colegio.

Eso quiere decir que me han devuelto mi apndice?Y mejor que eso: la vida.No pregunt ms. Ellos no podan saber de mi sueo que era puramente mo. No podan saber lo que me dijo el ngel ni iba yo a decirles que yo era un Santo tampoco. Ahora la cuestin era guardar mi secreto y tratar de hacer milagros sin que los dems se dieran cuenta. Porque me daba horror de que me sacaran reliquias, me hicieran promesas o me fueran a poner en la Iglesia para que me besaran.Tena que disimular. Tena que parecer el mismo de siempre.Cuando entr mi mam se me ocurri hacer un milagro, pero me domin, y le dije que me senta mejor y nada ms.Al poco rato llegaron todos los dems mdicos y se vea en sus caras que les iban a dar las dos salas nuevas del Hospital.La Berenice me cont que se volva al Bim-Bam-Bum porque el seor Rubilar le haba dado una propina que le serva para no trabajar y me cont tambin que ojal no me fuera demasiado luego a casa porque al irme, la mina del 13 iba a cerrarse para siempre.Cerr los ojos y me dorm como un ngel guardando mi secreto y mis milagros.

IVCuando uno est grave ni sabe si es da o noche, ni si es una semana cada dem o un ao entero. Pero mi mam estaba muy poco ms vieja as que no haba pasado mucho tiempo.El operado grave no cambia ni el pellejo, ni el pelo ni las uas, pero cambia el carcter. Porque cuando se mira tanto el techo de un solo cuarto, y en ese techo no hay ms que una araa, y esa araa est muerta no hay caso! Y todo lo que pas fue raro y tremendo.Mi mam se haba vuelto a casa con la guagua y yo estaba ya fuera de peligro y me llevaran en dos das ms en la ambulancia nueva que regal el seor Rubilar y que tiene hasta Televisin. La Berenice segua cuidndome, pero me tena hasta la coronilla porque es de esa gente que se cree trineo con cascabeles, y dale con cantar o rerse, as que le dije que iba a dormir para que se fuera un rato.Apenas se haba ido, se abri la puerta y apareci en mi cuarto el propio Profeta Elas en un carro de plata. Tena cara de dibujo animado y pareca muy feliz. Cerr cuidadosamente la puerta y se acerc a mi cama con carro y todo.Papelucho Bienvenido, has hecho el milagro de mejorarme dijo y yo tena que verte.

Sus manos de races pescaron la ma y yo lo salud con mucho gusto porque era mi mejor amigo, ya que yo lo haba sanado.

Yo viva tullido desde hace muchos aos me dijo y no tengo parientes que me cuiden, por eso estoy aqu. Algunas veces me sientan en esta silla de ruedas y me llevan al sol. Pero esta maana, he sido yo solo quien se ha bajado de la cama, yo el que he tomado mi silla y la he trado hasta aqu. Ese es un milagro tuyo!Yo me sent raro. Nunca haba hecho un milagro antes.

Est seguro que puede andar? le pregunt.Totalmente seguro dijo y para probrtelo, ahora mismo me vers caminar.Al decir esto, el seor Rubilar puso las manos en los brazos de su carro de plata, baj los pies al suelo y se puso de pie. Era ms alto y huesudo que un mstil de velero y su cabeza de calavera casi topaba al techo. Quiso empujar el carro, pero se enred en la manta y el pobre se vino al suelo como un florero y creo que se quebr tambin. Yo salt de la cama para recogerlo, pero no haba caso! Era una cosa inmvil. Lo tap con su manta y me met a la cama otra vez. La herida me dola rabiosa y yo con esos dos sustos -el del Profeta quebrado o muerto y mi peritonitis otra vez- me puse a rezar con furia.

Y rezando y rezando, se me pas el dolor, pero el seor Rubilar ni se mova. Qu clase de milagro haba hecho yo si el pobre viejo iba a morir por mi culpa? Entonces me acord del timbre que nunca tocaba de miedo a que llegara la Berenice con sus cantos, y le enterr el dedo. Nadie vino, y yo segua tocando. Por fin me di cuenta que su famoso alambre colgaba de mi catre sin meterse en ninguna parte. Haba que hacer otra cosa para tocar Alarma. Cualquier cosa que no fuera levantarme de nuevo por mi famosa herida. No poda gritar, por eso mismo. Si hubiera pedido el rifle alemn con mira, habra disparado. Eso me dio la idea de reventar la ampolleta estrepitosamente. La desatornill de mi lmpara y la tir contra la puerta. Son como el ruido seco de un disparo. Y al momento se oyeron voces y carreras en los pasillos. Decan:Fue un balazo! Por aqu... y pasaban de largo.Hay que llamar a la polica deca una voz. Debe ser el 9, el que se suicid antes.Yo no entro a verlo! deca otra No quiero meterme en los.

Descubrieron dnde fue el disparo? dijo la voz de un mdico. Y nadie contest.

A revisar todos los cuartos, uno por uno! orden l y empezaron a zumbar los portazos. Yo contaba cada puerta que cerraban, y cuando senta acercarse los pasos a la ma me lata el corazn de laesperanza que abrieran... pero... nada. Se pasaban de largo. Se oy una voz de trueno. Debe haber sido el Dr. Soto, el jefe:

Han revisado todos los cuartos? pregunt.

S, profesor! dijeron las muy mentirosas en coro.

Est todo en orden? Los enfermos sin novedad?

S, profesor! otra vez las muy farsantes.

En ese caso habr sido en otro piso... y los pasos se alejaron.Entonces o en mi puerta dos voces de mujer. Una deca:Oye! Fjate que el 13 no estaba en su cama.

Y cmo no le dijiste al jefe?

Ests loca? Si sabe que el viejo avaro ha desaparecido se va a armar la grande en el hospital. Hay que encontrarlo primero.

Pero ese viejo es tullido. Cmo pudo escaparse?Ah est el misterio. Quin se lo ha podido robar? Dnde lo han escondido?Yo dara cuenta al jefe. Despus de todo es enfermo tuyo y eres responsable.Yo responsable? Yo fui la nica que acept de cuidarlo con la condicin de que no era responsable. Es un viejo brujo.A lo mejor l ha dado el disparo. Buscaste bien en su pieza?Hasta debajo del catre, hasta por la ventana. Ni luces!

Yo voy a dar cuenta al jefe. No quiero meterme en un lo.Si le dices algo, te vas a arrepentir toda tu vida.Yo llamaba con pocas fuerzas diciendo:

Aqu! Vengan aqu! Socorro que hay un muertooo! pero nadie me oa. La voz habl de nuevo.Si no me dejas hablar a m, lo tienes que hacer t.Para que me llamen la atencin? Jams! A m me hace mal cuando me reconvienen.Pero, entonces?Entonces qu? Tendr que aparecer ms tarde.Otra voz se oy entonces.Han revisado todos los enfermos del piso?S, seorita ngela. Menos el 15, el niito se que ni se mueve.Menos mal que alguien deca la verdad. Pero a la seorita ngela tampoco le interes mi cuarto y se fue.

V

Me puse a rezar con furia y cada vez con menos y menos hasta que me dorm, y cuando despert ya haba oscurecido, no tena luz ni me acordaba de Elas y su carro de plata. Era tremendo estar operado y no tener ni luz siquiera. Me daba congoja pensar que todo lo que me estaba pasando era pura equivocacin y la pena me iba subiendo por el cogote a la garganta cuando... o a mi lado un extrao ronquido. Era una voz de hipoptamo tartamudo que se quejaba y se quejaba. Me puse bien despierto y mientras ms despierto estaba ms me daba miedo de saberme solo, a oscuras y con un monstruo. Y ni me acordaba del Profeta, del milagro ni de la ampolleta que revent. El miedo es as; todo se olvida, y slo queda un alboroto en el pecho.Entretanto los quejidos se volvan como un rezongo, como una voz enojada, y tambin haba un crujir de huesos. Se me pararon los pelos que haca tanto tiempo me caan en los ojos y se me puso spero el pellejo. En ese momento se oy una voz:Qu horrible pesadilla! deca So que me iba al cielo en un carro de fuego y desde mucha altura caa a tierra ardiendo. Qu tonteras se suean!Ah me acord de todo. Era el seor Rubilar que resucitaba (otro milagro mo, a lo mejor) y lo ms estupendo era que se levantaba como si nada fuera, sin quejarse de estar quebrado ni nada.

Usted est bien seguro que fue una pesadilla? le pregunt Nada le duele?Nada. Por qu no enciendes luz, Bienvenido? Est oscureciendo.Quebr la ampolleta de mi velador y no puedo levantarme a encender la otra.Apenas dije esto, se ilumin la pieza, y mi amigo el Profeta me mir desde su altura con cara muy sonriente.Tambin t has dormido dijo y no te vendra mal un paseo en mi silla de ruedas. A ver si me dejas regalonearte un poco. All en mi cuarto hay algunas sorpresas para ti, de este amigo agradecido.Dej que me tomara en sus brazos y me sentara en el carro de plata. Pisaba firme en el suelo y me instalaba suavemente entre chales. Como si fuera una niera gorda, empujaba despacio el carro hacia afuera.Era la hora del silencio, y no encontramos a nadie en el pasillo. Las lucecitas rojas de las puertas hacan ver todo rosado como de amanecer y yo ni saba si era noche o maana. Entramos al 13 y cerramos la puerta sin hacer ruido. El seor Rubilar con su bata peluda como un oso abri el ropero blanco de su cuarto y sac de l un paquete cuadrado. Yo me haba alcanzado a imaginar que me tena un rifle, alguna Hecha, unos patines, en fin... Esa cajita cuadrada a lo peor eran galletas (no quera comer) o alguna tontera, gusto de grandes. Me sent mal y dbil.Desenvulvelo t me dijo entregndome el paquete, y yo lo desat sin ninguna esperanza.

Pero es lo bueno cuando uno no espera nada: resulta siempre algo regio y al abrir el papel, me encontr con una radio a pila, de esas de onda corta y larga. Casi me mor de gusto.Es para m?le pregunt.Para ti. Te servir de entretenimiento mientras ests en cama.

Usted es contrabandista?Ahora no... dijo riendo No soy ms que un viejo reumtico.

La hicimos funcionar y omos de todo el mundo: China, Polo Sur, Mendoza, Quillota y Rusia. Era maravilloso. En su estuchito de cuero, como una mquina fotogrfica cualquiera, uno viajaba por todo el mundo con ella. Del puro gusto le di un beso al Profeta.Podremos comunicarnos con algn satlite? le pregunt. Y entonces se puso amarillo y se sent en su cama.No me hables de esas cosas dijo. Me hace dao. Yo trabaj muchos aos en un laboratorio y no quiero acordarme de todo eso.Cre que era contrabandista.

Y sabio tambin. He sido muchas cosas. Pero ahora no recuerdo quin soy.Es el seor Rubilar le expliqu. Antes crea yo que usted era el Profeta Elas. Pero, al fin, da lo mismo.No da lo mismo, quin te ha dicho que soy Rubilar?Creo que la enfermera...Miente. Esa mujer miente. O es que t eres tambin Rubilar?Le dije No con la cabeza. Se me haba secado un poco la lengua al verlo tan enojado con la Berenice. Por qu no querra ser el que era? Por qu me preguntaba si yo era Rubilar?Soy tu abuelo dijo con voz de guila. Ahora lo recuerdo todo. Lo estoy viendo suceder, como en una pelcula. Espera un poco; voy a contarte un cuento; mi cuento. Yo no saba quin soy, me crea un personaje sin historia. Cada persona tiene su cuento, yo tengo el mo. Uno es el que es en el cuento me entiendes? Mi historia me hizo a m y yo hice mi historia. Vers ahora cmo y por qu soy tu abuelo? ... el seor Rubilar, como me llaman. Escucha... Hace muchos aos, yo era tan chico como t y dorma en una bodega entre un montn de botellas vacas que rodaban por el suelo cada vez que yo en sueos cambiaba de postura. No tena hogar, ni padres ni parientes. Me las arreglaba slito y no me faltaba ni dnde dormir ni qu comer. En mi bodega haba frutas, en algn huerto verduras, y cuando quera trabajar me pagaban con panes o comida caliente. Cuando me crecieron las piernas, me dio por caminar y me emple en una mina. Los mineros me llamaban su mascota porque decan que yo traa suerte. Se peleaban porque trabajara con ellos. Poco a poco me di cuenta que yo mismo era esa mina: los dejaba disputarme como en un remate y trabajaba para el mejor postor.

Una noche me despert ahogado. Alguien me haba envuelto en una manta y me llevaba maniatado y amordazado entre sacos. Trat de librarme hasta que, por fin, los brazos fuertes que me apretaban, cedieron, y ca al suelo. Sent entonces sobre m el peso de aquel cuerpo. Sentado sobre mi pecho y aplastando mis brazos con su enorme volumen, el Chuzo me desat la vista y la mordaza.Vas a trabajar conmigo, Alcornoque me dijo. Ya sabes que soy ms fuerte que t... Nos haremos ricos y apenas seas capaz de aturdirme, te dejar ir.El Chuzo era un hombrazo de dos metros y espaldas gigantescas. Sus brazos de acero lo hacan temer de todos los mineros. Haba llegado a la mina pocos das antes y se marchaba conmigo. Qu diran los otros cuando supieran que el Chuzo se haba robado a la mascota, a Alcornoque?Caminamos toda la noche, yo a su lado, escuchando sus novelas de una pertenencia que era suya por ley, de un rincn all, quebrada adentro, en el cual nos esperaba una gran fortuna. Haba una cueva natural donde nos alojbamos, haba una cocinilla de piedra y un buen rifle para cazar animales. El Chuzo era un hombre duro y trabajbamos desdeel aclarar. Contaba historias y a ratos cantaba. Tena un ojo de lince para la caza. Yo result un buen discpulo y l saba preparar muy sabrosas las carnes al paloCuando su pertenencia dio oro, yo me alegr por l, pero me dio pena dejarlo. Dnde podra estar mejor que con el Chuzo? Durante ese tiempo, con la picota al hombro, mis piernas se haban alargado tanto que ramos los dos del mismo alto y mis brazos se haban hecho tan fuertes como los suyos. Un da me dijo:Alcornoque, ha llegado la hora de separarnos. Ya he reunido todo el oro que necesito para ser rico y vender mi pertenencia. A no ser que te atrevas a aturdirme se ri y en ese caso sers t el rico.Pareca muy seguro de su fuerza superior, pareca no haberse dado cuenta que yo haba crecido y que ya era un hombre.A ver si te atreves me dijo al ver que yo no le responda, y junto con decirlo me dio una bofetada. Yo estaba desprevenido y ca al suelo. Pero me puse de pie de un salto y tambin sin aviso, le mand un golpe en plena cara. Tambale, rod en las piedras y se qued aturdido. Cuando volvi en s, sobndose la mandbula, me dijo:Te haba dicho que trabajaras conmigo hasta que fueras capaz de aturdirme. Ahora ests en libertad y puedes marcharte.

No quiero irme le contest.

Sobras me dijo entiendes? Quiero que te largues y no verte jams. Me dio un puado de pepitas de oro: Ahora vete dijo y si algn da me encuentras en la vida, haz como si nunca me conociste.Part triste y desorientado. En el pueblo, haba que pagar la comida y saqu una pepita de oro en el cafetn. Me vi rodeado de extraos. En la noche me asaltaron y qued inconsciente y sin un peso.Cuando me repuse, tena que decidir si continuaba el camino hacia la ciudad machucado y pobre o si volva donde el Chuzo y su tesoro. Me decid por lo ltimo y cuando sali la luna me encamin hacia los cerros.Encontr al Chuzo en la cueva de siempre.

Es bueno que hayas vuelto me dijo. No me he atrevido a salir y dejar esto solo. Ahora me ir llevando los papeles y las muestras y t quedars cuidando hasta mi regreso.Cuando lo vi partir, corr tras l y le cont que haba sido asaltado. Que acaso los que me robaron el oro, andaran a la bsqueda de la mina. Tienes miedo a quedar solo? me pregunt.Miedo? sonre empuando el rifle que l me haba entregado Eres t el que no lleva armas para defenderse era la primera vez que lo tuteaba. La nica.Soy el Chuzo me respondi con orgullo. Nadie se ha atrevido hasta ahora a tocarme... salvo t. Volver, y seremos socios t y yo.

Esa fue su despedida.No volvi nunca ms.Baj al pueblo despus de mucho tiempo. Haba arreglado el terreno disimulando las excavaciones, los rastros de nuestra vida all. Averig en muchas partes y supe por fin que unos cuatreros haban asaltado al Chuzo. Nada de seguro si fuera l u otro la vctima. Por fin fui a la ciudad. Durante muchos meses averig hasta encontrar la inscripcin de la pertenencia Estaba inscrita a nombre de Adalberto Rubilar. Y nadie conoca ese nombre.Con el oro vendido tena lo suficiente para vivir bien, trabajando para no anquilosarme y estudiaba de noche, porque quera saber.Pasaron as tres aos. Yo era un hombre de veinte aos, un poco educado, un poco ledo y trabajando de empleado en una oficina.Una noche, me pic la araa de otros tiempos, de volver a las andanzas a la montaa, a la pertenencia Y prepar mi viaje.

Llegu a la cueva en una mula y me cost descubrirla porque todo ah haba cambiado y los quiscos y los cardos desfiguraban la quebrada. Encontr las piedras con que haba cubierto el tesoro, las remov para cerciorarme si todava estaba ah y lo cubr de nuevo.De nada me serva esa mina y esa fortuna mientras no apareciera el Chuzo, su verdadero dueo! Y regres al trabajo, sin tocarla.Pasaron muchos aos.

Un da lleg a verme a mi cuarto de pensin un extrao personaje. Traa una carta para m y deca que me haba buscado durante muchos meses. La carta estaba a mi nombre y entre comillas Alcornoque y vena manchada y sucia. La abr y era un mensaje del Chuzo desde un hospital lejano. No estaba escrita por l, sino dictada y haca en ella el encargo al juzgado local de que me fuera entregada despus de su muerte. La carta estaba con fecha de tres aos atrs y timbrada en el juzgado el da de su muerte en esa misma fecha. Me legaba su mina y su nombre. Me peda que hiciera mi vida como Adalberto Rubilar y que algn da conocera a su hijo y a su nieto, que seran mos.

Al cabo de tres aos, yo era Adalberto Rubilar, un hombre rico y joven. Nunca me cas. Nunca quise tener amigos por miedo. Viv sesenta aos cuidando esa fortuna hasta que me enferm y vine a dar aqu sin tener a nadie que me cuidara. Esa es mi historia, ese es mi cuento. Y sabes t cul es el fin?Donde menos lo pensaba, en este aburrido hospital he venido a encontrar por fin lo nico que verdaderamente he buscado: a mi nieto, el chico Rubilar. Bienvenido Papelucho Rubilar.Y ahora a tu cama sin contarle a nadie la historia de tu abuelo.Me arrastr en la silla de plata hacia mi cuarto y mientras caminbamos me atrev a preguntarle:Qu dir si me preguntan de dnde saqu esta radio?Dirs que fue tu abuelo y nada ms.Me recost en la cama, me arrebuj bien y sentndose en su silla de plata, hizo girar las ruedas y sali. Afuera o unos gritos de sorpresa. Era la voz de Berenice y la seorita ngela.Cielos! Dnde haba escapado nuestro enfermito del trece?

Cmo logr sentarse en la silla solo?

Qu maldades haca? Lo hemos buscado por todo el hospital.

Las voces se perdieron detrs de la puerta al cerrarse y yo qued con mi radio muy contento pensando que al fin y al cabo, cuando uno nace sin abuelos, bien puede suceder que le nazca uno de repente y le arregle ese asunto de tener quin le regale una radio siquiera.

VI

Parece que me dorm oyendo un programa de radio tremendamente macanudo y me acuerdo un poco que era como si yo me fuera convirtiendo en uno de los rusos que aterrizaron en la luna. La cuestin fue que poco a poco se arm un enredo y la luna era el Hospital y los mdicos eran enemigos y nos tomaban presos y todo lo dems. Y yo trataba y trataba de despertar y era intil y resulta que me haba convertido en estatua igual que el caballero de bronce que hay a la entrada del H. ese que en vez de pies termina en piedra y est enterrado en el suelo. Y mis pies no se podan desenterrar tampoco y yo tiraba y tiraba... De repente, tampoco pude respirar... Y tac, despert!Me ahogaba. Y resulta que era el Casi que me estaba apretando la nariz.Mi pap me oblig a venir a verte me dijo. Ya te vi y ahora me voy.Pero en ese momento descubri mi radio y los dems regalos y no se acord ms de irse.Todo eso sera tuyo si yo tuviera mi apndice. y le expliqu lo del Profeta.Yo tengo una idea me dijo. Cundo te vas a mejorar?No s. Ahora ya no soy ni grave, estoy convaleciente.Y eso qu es? Para qu sirve?Para nada. Es mucho mejor ser caso grave porque a uno lo tratan como Campen de algo. Ya no soy grave y tampoco soy sano Slo convaleciente, nada ms.

Nunca te vas a mejorar?Yo qu s! Dice la Berenice que nadie quiere que me vaya del Hospital porque hay un seor que paga todo mientras est yo aqu.Ese es un complot, entonces. Hay que averiguar quin es ese canalla.No es canalla. Es el seor Rubilar.Mi pap tiene un Diario en Osorno y arregla todas las injusticias y las canalladas con su Diario. Pone en primera pgina con letras rojas al Canalla.Pero si te digo que no es canalla. Es el seor Rubilar.Aunque sea Rubilar, si a ti te tiene secuestrado aqu, es canalla.No puede ser canalla si paga los gastos de los enfermos del Hospital.Esa no es gracia. l es enfermo. Lo canalla es el complot de que t seas un desgraciado convaleciente.

Y dale y dale hasta que yo le fui encontrando razn. Era harta injusticia conmigo. O soy sano entero o grave, pero no eso. Hablamos y hablamos con la radio a pila a todo grito y empezamos a planear cmo fugarme yo de los secuestradores y, al mismo tiempo, que nadie lo supiera para que los enfermos tuvieran qu comer. Y yo me acordaba de mi sueo y mis pies de piedra enterrados en el patio de entrada del hospital y eso de no ser libre nunca ms. As que el Casi y yo arreglamos todo para escaparme en la noche por la ventana y dejar con llave la puerta de mi pieza para que nadie supiera si estaba yo ah o no.Cuando el Casi se fue despus que planeamos bien el negocio, yo me hice l con sueo pero con hambre y com dos comidas. Mam ni se apareci esa tarde porque la guagua estaba odiosita y mi pap tena reunin. Total que uno es el perro y ms vale volverse luego a casa antes que crean que uno se muri para siempre.

Puse mi radio bien alto para no quedarme dormido y a cada rato entraba una enfermera a hacerla callar porque nadie poda dormir, hasta que al fin se apag la luz del pasillo y se puso roja lo que quiere decir silencio y que todos bajan a comer.Era el momento de mi fuga.Yo tena un miedo tremendo del dolor de mi herida y baj despacito las piernas al suelo. Nada! Como si nunca hubiera estado enfermo. Me fui enderezando poco a poco y decid andar agachadito. La cuestin era que no haba ropa para vestirse. Mi mam se haba olvidado de traerla. Me envolv en la sbana y me puse de cinturn el alambre de la campanilla. Pesqu mi radio y abr la ventana. El rbol que alcanzaba justo a mi balcn se meca con el viento y se movan las sombras en la calle solitaria como unos fantasmas. Yo tena que subirme a la rama y bajar despacito, con mi radio. Pero antes haba que echar llave a la puerta.Justo iba a ponerle llave, cuando se abri y entr en su carro de plata mi amigo el Profeta. Era como una maldicin, porque todo nuestro plan se vena abajo. Y tambin que con lo que hablamos con el Casi yo ya ni lo quera nada.Te he sorprendido en la fuga! me dijo con ojos de loco.

Por qu? fue todo lo que atin a decir.

Bueno, no hay ms que verte... Eso s que has planeado mal tu escapada. Cmo vas a ir por la calle en la facha de rabe? Tienes dinero para tomar los micros? Vas con los pies desnudos.

Ve como usted es Profeta! le dije y l crey que era broma, y se ri.

Tambin yo quiero fugarme de este Hospital. Estoy secuestrado. Hay un complot en contra ma dijo.Por qu dice eso? me daba rabia que l dijera eso cuando el secuestrado era yo y el complot era contra m.Nos iremos juntos dijo.Y quin le va a pagar la comida a los enfermos?El seor Rubilar se puso pensativo. Yo aprovech para explicarle que se iban a morir todos de hambre si l se iba.Debe ser tremendo estar enfermo y no tener qu comer. Para qu quiere usted su plata, abuelito?Me has dicho abuelito! dijo como iluminado.S, abuelito.Har lo que t digas, nieto del alma.Haga un cheque, entonces y despus nos vamos con su carro y todo.Total, entramos al 13, hizo el cheque, la maleta y me puso una chomba nueva del tiempo de la Revolucin y unos calcetines que le dio un Padrecito cuando hizo la Primera Comunin.Estbamos listos. Ahora la cuestin era salir de ah sin que nos vieran. Por muy Profeta que fuera el seor Rubilar no era capaz de bajarse por el rbol. Salir por la puerta del Hospital era imposible porque hay un dichoso sereno que embroma todo. Nos pusimos a pensar.Pensamos y pensamos y decidimos por fin lo del rbol, porque no haba otra manera de salir. El seor Rubilar bajara adelante y yo lo sujetara desde arriba. Listo!Pero sucedi lo fatal. Haca un viento feroz y las ramas se iban y venan. Haba que aprovechar el momento en que se acercaban. Lleg por fin la rama hasta tocarnos las narices, y el seor Rubilar, a caballo en el balcn, alarg el brazo y se pesc de la hoja, creyndose firme. Yo lo tena cogido del cinturn.Fue toda una fatalidad. La hoja se qued en su mano, la rama se la llev el viento, el cinturn tena la hebilla descosida y el cuarto nuestro en vez de estar en el segundo piso estaba en el cuarto.Zas!

Se oy un golpazo y yo me qued arriba con una tira de cuero sin hebilla.El seor Rubilar aplastadito en la vereda.Lleg un polica, un suplementero, un tortillero y un yerbatero. Son el pito del autopatrulla y se arm la grande. Yo cerr la ventana y me saqu las cosas con que me haba vestido. Me cost ms trabajo hacer la cama y poner otra vez la sbana. Se habra muerto el seor Rubilar? Se habra quebrado algo? Qu dira el Casi cuando supiera el desastre?Sent sonar la sirena del autopatrulla cuando lo recogi la Ambulancia. Para qu se lo llevara si la puerta del Hospital estaba a un paso?O despus cuando lo traan al piso. La voz de la seorita ngela dando rdenes y el Doctor Soto y los dems. Amanecera en el 13. Si hubiera muerto lo habran enterrado, as que el Profeta estaba vivo. Me dorm pensando en Casi y en su pap.Aparecera maana en la primera pgina de su Diario de Osorno mi secuestro y el complot del Hospital?

VIIParece que el autopatrulla no se llev al seor Rubilar sino a la seora gorda que lo recibi en la cabeza al caer. Ella qued liquidada. No s cmo, pero l sufri rasguosCuando despert al otro da, el Profeta estaba a mi lado sobndose un codo en su silla de ruedas.He roto el cheque me dijo entregndome un papel. Nuestra fuga ha fracasado y es mi nica venganza.Yo me enderec tratando de recordar. Tena un confusin en la cabeza porque haba soado otra vez con la luna y los marcianos y los rusos y no saba ni cmo me llamaba.Por culpa de ese estpido fracaso, estoy diagnosticado de intento de suicidio y me han recetado camisa de fuerza y doble vigilancia. Se lastim, abuelo? pregunt por decir algo.Poca cosa. Pero ahora no tengo ninguna esperanza de salir de aqu.Dos lgrimas amarillas resbalaron por sus mejillas secas.Haremos otro plan dije tambin por decir algo.Planearemos las cosas con ms inteligencia. La tierra no me interesa, Bienvenido. Para huir de sus limitaciones t y yo nos escaparemos hacia otro planeta. Ya tengo algo pensado. Deja madurar mi idea y te la dir. Entretanto, jrame t que no te movers de aqu hasta que yo te avise.No me gusta jurar empec de nuevo. Qu afn tiene este caballero de que uno jure cada cosa!Me basta tu palabra, nietecito... Yo se la di y se fue en su silla de plata justo en el momento en que entraba Berenice con mi desayuno.Vengo a dejarle su desayuno y me voy dijo. Desde las 9 estamos en huelga y nos vamos a desfilar. Los enfermos quedarn solitos.

Qu pasa? pregunt.

No han pagado el reajuste de sueldos. Este Hospital no tiene un peso y gasta como un pas. Los remedios son caros y hay muchos enfermos.

Y si no hay plata, quin les va a pagar?

Qu s yo! Tendrn que devolver a su casa a los enfermos. Quin les va a dar un vaso de agua?

Sera bueno dejarles un vaso en la mesa de noche dije. Muchos estarn contentos de irse a su casa, pero otros tal vez no tienen dnde irse... como el seor Rubilar.Ese! No supo la de anoche? Trat de saltar por la ventana y por poco se mata. Ahora estar amarrado en su cama con camisa de fuerza y no podr ni moverse. Bueno. Chato, le dejo otro pan ms por si tiene hambre en la tarde. y con esto se fue dando un portazo.El portazo retumb largo rato en el Hospital. All lejos se oa una tos que no paraba nunca y algn quejido largo, como en la noche. Yo pensaba en el Profeta amarrado entero, en los operados, en el Casi que me estara esperando en la Caleta para ir a pescar.Haba que hacer algo. Uno no puede ni tomar desayuno cuando sabe que hay otros murindose de hambre. Me baj de la cama y me puse la chomba del Profeta. Sal al pasillo y no vi a nadie. Fui entrando de pieza en pieza y a cada enfermo le pas su ropa por si quera vestirse. Slo dos eran graves y ni me hicieron caso.Cuando llegu al 13, desat al Profeta y le ped que me devolviera mi palabra porque tena que irme.Nos marchamos juntos dijo. Qu voy a hacer aqu solo?Hay otros dos enfermos graves que no pueden moverse. le dije. Por lo dems lo tremendo es en las salas. Dicen que hay mil operados que no tienen ni casa donde irse. Se van a morir de hambre. Si alguien tuviera dinero para pagar los sueldos de las enfermeras, esa gente vivira.T piensas as? me pregunt mirndome como si yo fuera un fenmeno.S, abuelo. Yo pienso que uno puede ser criminal sin querer.Qu quieres decir con eso?Que si alguien se muere de hambre es culpa de otros. Los enfermos no pueden trabajar.Tienes razn. Quiz podra yo hacer otro cheque al Hospital.

Quiz dije. Y quiz salvara usted montones de vidas y quiz se sentira ms feliz.Total me pidi la libreta de cheques, hizo uno de no s cuntos millones y me lo dio para que lo llevara a la Administracin.

Lo hago porque t me lo pides, y tambin un poco para que me quieras ms me dijo y para que nunca me abandones.No lo abandonar, abuelito y sal casi corriendo.En la Administracin estaban reunidos los doctores y ah entr yo con el cheque. La reunin se acab y el doctor Soto subi conmigo a dar las gracias al Profeta y caminaba como con alas de lo feliz que estaba. Las enfermeras de la huelga se volvieron de la puerta y cada una a su sala.Quiero irme a casa le dije al doctor Soto.Te habamos dado de alta ayer dijo pero no vinieron a buscarte. Ya ests sano.Sano de verdad o convaleciente?Sano de verdad. Puedes hacer lo que quieras.El seor Rubilar no quiere que lo abandone. Qu haremos con l?Trat de escaparse anoche. Me temo que est trastornado.Eso quiere decir cuc? le pregunt porque la verdad es que nos bamos a ir juntos. Y fue pura mala suerte.Ese pobre viejo no tiene a nadie en el mundo. Crees t que en tu casa lo aceptaran?Me rasqu la cabeza. Pensaba en la guagua odiosita, en la mam confundida, en la Domi rezongona, en el Pap y en Javier. Habra que hacer algo. Si es triste ser guacho de chico, es ms triste todava ser guacho de viejo. Yo lo llevara a pescar y le leera los diarios.Sera cuestin de hablar con mi mam dije. Yo me encargo.En ese caso llamaremos a tu casa para que vengan a buscarte y te traigan ropa. As pareces un pulpo. se ri. Ahora vulvete a tu cama y espera un rato.Ese rato fue tremendamente largo. Porque yo pensaba en la confusin de mi mam cuando supiera del nuevo invitado, en la cara de pap, en la Domi... Y yo hablaba con cada uno mil veces y no poda convencerlos. Y por fin tena que irme con el Profeta qu s yo adonde. Y pona mi radio para pensar en otra cosa y dale y dale. Hasta que, al fin se abri mi puerta y aparecieron mam y pap en persona con una maleta y venan a buscarme.Ahora la cuestin era decirles lo del Profeta. Yo me senta igual a ese da que desparram el tintero en la cama de pap. No saba cmo empezar y terminar. Entonces le dije:As como a usted le naci una guagua en el Hospital, a m me naci un abuelo. Y hay que llevarlo a vivir con nosotros. Qu bueno, no!Mi mam me mir un poco raro y a pap le dio como tos. Mam me iba vistiendo como si yo fuera un mono y pap le pasaba la ropa sacndola de la maleta. Yo le pas mi radio para que me la guardara y mientras tanto le contaba lo de la huelga del Hospital y del cheque del seor Rubilar.Y hay que ser justo, pap le dije. Ahora que l dio toda su plata para salvar de la muerte a los enfermos alguien tiene que cuidar que l no se muera de hambre, no es cierto?Total que despus de hacer mi maleta, mi mam fue a hacer la del Profeta y salimos los cuatro de la clnica: dos en el carro de plata y dos empujndolo. Subimos al cacharro y al pasar por una tienda de autos, al seor Rubilar se le ocurri cambiarlo por otro nuevo ms grande y cmodo. Sac su cheque, cambiamos las maletas, dejamos ah el aparato viejo y seguimos viaje a Concn muy felices en la Ranchera modelo Lunik 2000.VIIILa Lunik que le regal al pap el Profeta tena un olorcito a nuevo tan rico que yo ni saba cul me gustaba ms: si el olor del mar, o ese. En todo caso estar sano de verdad me daba ganas de cantar. Y el seor Rubilar se hizo tan amigo de mi mam y mi pap hablando todo el tiempo de gente antigua y andaban como buscando de ser parientes de alguna manera, aunque nunca result, as que yo mientras tanto iba haciendo mis planes para pasarlo regio.Cuando llegamos a la casa la guagua no me conoci y se larg a gritar sin respiracin y justo cuando pareca que se iba a reventar, respiraba. Parece que era hambre, porque despus que comi se qued dormida. En todo caso se ve que tiene mala memoria y es de esa gente que no sabe aguantar.La Domi estaba cariosa conmigo pero no le cay bien el Profeta y cuando le dijeron que barriera el cuarto donde l iba a dormir se hizo la sorda y mi mam tuvo que hacer hasta la cama.Almorzamos sin Javier porque l tena colegio y apenas se acab el almuerzo el Profeta se qued dormido en su silla. Dice pap que se emborrach con el aire porque haca tanto tiempo que viva encerrado.Yo aprovech de salir y ni pens en pedir permiso porque ahora yo era como otro, y mi mam me trataba como con etiqueta y se vea tan feliz de verme sano. Y me fui a pescar mar adentro con los Quezada y ni les pregunt a qu hora volveramos. Y estaba el mar tan bravo y las olas suban tan alto, que el bote no las poda ni seguir y se quedaba arriba y caa en puro aire y resultaba chori. Y los congrios saltaban tan alto que los pillbamos a mano, untada con arena, para que no se resbalaran. Lo pasamos tan flor que ni nos dimos cuenta que se haba oscurecido y como estbamos lejos de la playa, era noche de veras cuando llegamos a casa.Mi mam me haba perdido la etiqueta y pap el respeto y si no me encumbraron fue porque los dos se miraban a cada rato y se frenaban, pero se aprovecharon para prohibirlo todo. As que despus de haberme sentido libre medio da, me volv a sentir entre preso y convaleciente otra vez, porque a cada rato dale con que estuve a las puertas de la muerte.Me mandaron a la cama y me dieron sopita. En la cama de al lado roncaba Javier. En el otro cuarto roncaba el Profeta y ms all chillaba la guagua y como mis tripas sonaban de hambre, casi no poda dormir con tanto ruido. Por fin, creo que me desmay y al da siguiente cuando abr los ojos, Javier ya se haba ido al colegio. Mi desayuno tena una nata del grueso de una toalla y la Domi cantaba a todo pulmn su pregunta de siempre: Dnde ests corazn?Y era la hora de almuerzo. No s por qu todo el mundo estaba tan feliz y debe haber sido como una tincada de la desgracia que iba a suceder. Porque hasta el Profeta dijo un chiste y tambin que por primera vez le resultaron las empanadas a la Domi, porque mam las compr hechas.Lo que pas fue que estbamos almorzando, cuando lleg un seor conocido y quera hablar con mi pap y con el seor Rubilar. Y era el de la Lunik 2000 nueva y pasaba una cuestin muy tremenda. Porque parece que el seor Rubilar se haba desfondado y no tena fondo y una cuestin del banco y el cheque y total de que el seor se llev el auto nuevo y nos quedamos sin ni siquiera el cacharro viejo sino que simplemente a pie.Y cuando se fue el caballero con la flamante Lunik 2000 de nosotros, al Profeta le dio como un ataque y se fue poniendo amarillo y amarillo y lo nico que deca es que esto no me haba pasado nunca y tambin me muero pero tengo acciones para responder y nadie entenda nada.Total que se lo llevaron a la Clnica en la Ambulancia y parece que est muy grave. En la tarde fuimos a verlo a la Clnica y el doctor Soto dijo que estaba mal y no lo podamos ver, as que nos volvimos en micro a casa. Y parece que la cuestin del fondo del Banco es una tontera y el pobre Profeta tan amarillo por tan poca cosa. Y tiene que estar en la Clnica una semana sin hablar con nadie.

IXResulta que yo no me acostumbro sin mi apndice y siento todo el tiempo el hoyo donde l estaba. Y tambin me da rabia cuando me viene a ver el Casi que tiene el apndice mo mientras yo tengo su hoyo. Y adems es de esos tipos que andan todo el tiempo acezando y traspirando con harto olor de pasarlo bien y ahora que est aqu el famoso pap de Osorno viene a tirarse pinta a cada rato con las cosas que come y de los pasetos que se pegan los dos.Porque la famosa bicicleta no me sirve de nada con el cuento de que tengo que cuidarme ocho das ms, enteros, la lamosa herida. Y yo digo, qu hace uno ocho das enteros sin andar en bicicleta nueva cuando sabe que la tiene ah?Lo nico bueno de estar operado es que no me mandan y lo peor de todo es la famosa compasin: Pobrecito! Qu chasco tan pesado el tuyo dicen las amigas de mi mam y aunque no quiera se me salen las lgrimas. Por eso me revientan todas.

Tambin mi mam se ha puesto bastante rara con la famosa guagua. Yo ni s lo que hara sin m, porque est ms evaporada que nunca y se le olvida todo lo que va a decir y hasta los nombres de nosotros.Parece que Javier encontr polola otra vez y se siente colosal.

Mi mam dice que Javier est Adolescente porque tiene catorce aos completamente cumplidos y que por eso hay que aguantarle muchas cosas. Ojal que se le pase luego, porque todo se vuelve discusiones de l con pap y con mam. Y la polola es una tal Vernica y a la mam dale con preguntarle el apellido a Javier.La guagua lo pasa crujiendo o chillando como gato y la Domi anda de harto mal genio.Estaba escribiendo mi diario cuando de repente apareci el doctor a verme y me dijo: Hombre, una equivocacin es una equivocacin y quiero hacerme perdonar por ella! y me pas un paquete, chiquitito.Yo pens que sera mi apndice, porque me hace tanta falta y siempre lo quera tener, as que me alegr y hasta me puse colorado de ver que l adivinaba mi pensamiento. Y cuando l se fue abr el paquete con mucho cuidado. Y result que era un reloj. Y ya veo que a mi mam se le ocurre guardrmelo para cuando sea grande as que voy a tener que esconderlo.

Resulta que se perdi la Domi.Sali antes de anteayer que le tocaba salida y no volvi nunca jams.Mi mam se enfureci un poco al principio y bla bla bla, todo el da, pero despus se puso asustada y mand a pap a averiguar por ah. Y por fin, entr a su cuarto y lo encontr pelado! La Domi se haba ido llevando todas sus cosas, hasta el retrato de Lucho Gatica que yo le haba dado.Entonces se arm la confusin porque la guagua gritando, la olla a presin reventada con los tallarines en el techo, Javier rabiando y rabiando pona los platos y me echaba tallas de que yo era invlido, y las camas todas sin hacer. Hasta que mi pap se fue a Via con cara de mrtir y volvi con una empleada supermarket de autodoservicio.La nueva empleada se llama Grace Kelly vamos a hacer y es repintosa, inteligente y muy seorita. Ms seorita que mi mam y ms elegante. Yo no le puedo pedir nada sino que le ofrezco de todo porque ella encuentra que a nosotros nos faltan muchas cosas y tambin encuentra que mi mam es muy desordenada y sin disciplina. Y dice que la guagua debera comer a sus horas y nosotros a la inglesa y mi pap en su oficina. Y a cada rato dice que ella no est acostumbrada a esta clase de casa y para que no se vaya nosotros con Javier lavamos los platos y la mam la deja que la rete no ms. Se ha puesto tan humilde con la Grace que le dijo que le encargara a pap todo lo que necesitaba y mi pap tuvo que traer un hombre con los paquetes porque eran como mil. Muchas ollas y tarros de conservas y cremas de comida y para la cara y guantes de goma para las manos. Y todo anda perfecto desde que lleg la Grace porque hasta la guagua usa Confort en vez de paales, y nos levantamos tempranito a arreglar los cuartos y Javier barre y mi pap hace las compras.

Hoy salimos de picnic hasta con la guagua a pasar el da en la playa. Porque mi pap quera tomar vacaciones y la mam dem. Resulta que los dos estn hasta la coronilla con la famosa Grace y pap dice que nos tiene dominados a todos y que no hay ningn alivio en la casa. Y todo el picnic entero no hicieron ms que hablar y hablar de la Grace y pensar de qu manera podan conseguir que ella se fuera, sin echarla. Y no se les ocurra ninguna cosa as que les propuse que hiciramos algn incendio y Javier propuso que le robramos su ropa de nylon. Pero mi mam propuso que la tratramos de alto abajo, es decir, que en lugar de hacer lo que ella dice, le dijramos lo que ella tena que hacer. Y pap se puso de acuerdo con ella y volvimos felices a la casa pensando en que as se ira volando. Pero pas al revs.Porque en la casa haba un bailoteo fenmeno y la radio tocaba a grito pelado y era la fiesta ms animada con ula ula y rock and roll y jidibug y qu s yo. Y toda era gente conocida porque estaban los de la Cajetilla, y las de la verdulera y la carnicera y el zapatero y la gente ms alegre.Pero mi mam se puso verde de rabia y mi pap como que no estaba bien seguro si ponerse furioso o soltar la risa y as la fiesta se vino abajo como un desmorono y la casa qued pelada y la radio sigui tocando sola. Y lo peor de todo fue que no quedaba ni un solo tarro de conserva de los que trajo mi pap y nada de comer. Y la nica que tena su alimento, que era la guagua, era la que ms chillaba. As que el da fue un verdadero fracaso porque tuvimos que acostarnos sin comer y tambin con la Grace enojada con llave en su cuarto y ni siquiera dijo que se iba.

La Grace amaneci con jaqueca y tuvimos que llamar al doctor de la Refinera porque se mora y se mora. Y mientras se mora haba una gran confusin en la casa, hasta que lleg el Doc y dijo que era pura esteria y con dos palmadas en la cara qued lista. Y de repente me acord de mi reloj y fui a buscarlo y haba desaparecido.Yo no se lo poda decir a mi mam porque ella iba a salir con su eterno: Eso te pasa por no drmelo a guardar a m, etc. Y no entiende que una cosa guardada es igual que una cosa perdida porque nosirve para nada.

En fin, que despus del almuerzo todo el mundo se acost a dormir la siesta para acortar el da. Y result igual que otro da ms.

Parece que en la cuestin del bailoteo de ayer no tuvo ninguna culpa la Grace, porque se trataba de un maln Y un maln es una cosa como un asalto o salteo y la gente amiga llega a la casa de uno sin preguntar y arma la fiesta con comida y todo.Tambin pap y mam amanecieron con jaqueca y decidieron perdonar a la Grace porque ella se levant tempranito y encer la casa y les dio un rico desayuno. La gente grande es as; siempre cambia de idea en la maana.Pero lo nico malo de todo esto es que no puedo encontrar el reloj que me regal el doctor y ni puedo decir que se perdi porque nadie sabe que lo tena. Desrellen entera mi almohada y la de Javier y no est, y voy a tener que desrellenar todas las almohadas de la casa hasta que lo encuentre porque en el maln de la Grace se confundieron todas las cosas de esta casa y tambin se me olvid dnde escond mi reloj.

X

Resulta que va a pasar una desgracia tremenda y no se puede decir y es bastante terrible estar esperndola y ver que nadie sospecha nada.Anoche, cuando yo le estaba secando los platos a la Grace, ella me cont que cuando iba a suceder una desgracia en una casa siempre haba mucha alegra y entonces en la noche se senta llegar un coche. Es un coche negro, tirado por un solo caballo sin cochero. Cuando llega este coche a una casa, se oye el trote de su caballo que viene desde lejos y a medida que se acerca uno se pone nervioso porque no est seguro si se va a detener en la puerta de su casa o en la de al lado. Y en la casa donde se detiene, zas! sucede la desgracia.Y anoche, cuando me fui a acostar despus que todos dorman, sent el trote del caballo negro, que vena desde muy lejos. Y a medida que se acercaba iba agarrando galope, como si lo apuraran y su caballo negro piafaba impaciente.Yo me tap la cabeza con la ropa para no orlo y rezaba porque siguiera de largo al pasar por la casa. Y se vena acercando y acercando, cada vez ms.No poda dormir con el galope del caballo del coche fantasma que pareca metido dentro de mi propia casa y se me confunda con el galope de mi propio corazn. Hasta que, por fin, me puse a pensar en que si estaba en la puerta de mi casa era bueno saber cules desgracias nos podran pasar. Y pensaba que la peor de todas sera que nos muriramos todos carbonizados, pero tampoco importara mucho porque cuando se mueren todos no queda nadie para que le importe.Y en eso estaba pensando cuando decid ser valiente y levantarme de una vez. Y me asom a la ventana.

Haba luz de luna de esa celeste con sombras negras y la del coche fantasma con su caballo gigante estaba en la propia puerta de nosotros. Era muy inmensa, tan inmensa que apenas se poda saber lo que era, y se mova para ac y para all. Su caballo piafaba y relinchaba con las patas levantadas al aire como si fueran alas y daba como terror.Yo miraba a la casa de enfrente que estara tan aliviada de ver que el coche maldito se haba detenido frente a nuestra puerta y no a la suya. Pensaba en la Grace que si no se hubiera dormido con mi radio en la oreja, lo estara sintiendo como yo. Pensaba en mi pap que se lo pasaba haciendo proyectos de cosas, en mi mam que siempre est imaginndose tragedias de nosotros y de la guagua, en Javier que cree que la Vernica le da bola, en mi reloj perdido.Y de repente, all lejos, vi el incendio de la Refinera, ese incendio que arde todas las noches y da un olor de sopa de rancho.Y no s cmo, ni cundo, pero esta maana despert en la cama de mi mam y junto con despertar, zas! me acord del coche y su caballo fantasma y la famosa desgracia.Es raro, pero de da me daban ganas de ver al caballo alado con su coche negro y sin cochero, porque las desgracias de da no resultan.Y por fin me vest, sal con mi pap a su trabajo muy feliz, y cuando llegamos a almorzar supimos que la Grace se haba ido porque se le muri una ta por telegrama. Y esa era la famosa desgracia que lleg en el coche fantasma!

XIA m me revienta cuando mi pap me trata de usted y peor todava cuando me dice tengo que hablarle, como si alguien lo obligara!

A uno le da por hurguetearse adentro para saber qu cosas malas ha hecho y por qu lo andan tratando como con respeto. Y uno trata de pensar en otra cosa y de hacer servicios a todo el mundo y sigue pensando en lo mismo y en lo dem.

Y esta maana mi pap me salud con esa amenaza y todo el da me tuvo embromado y no pude hacer ms que cosas buenas esperando el reto. Y ya en la tarde estaba cansado de esperar y de hacer mandados y servicios y tena ganas de que me retaran de una vez.

Pero se acab el da y nada! Parece que al pap se le olvid. Y no se dan cuenta lo que cansa estar todo el tiempo adivinando lo que quieren ellos y tratar de quererlo uno, y hacerlo por fin, aunque no lo quiera.

Total que estoy completamente decidido a no casarme jams. Las mujeres y los hombres no se avienen: ellas hablan de empleadas, de ollas y de vestidos y nosotros de negocios y de inventos. Y nadie oye a nadie.A mi mam le ha dado ahora con que la Domi era macanuda y quiere que vuelva, despus que no haca ms que criticarla. Y mi pap no quiere porque dice que no nos tiene respeto. Y l habla de la Refinera y su produccin y mi mam le dice:Eso no interesa y vuelta a hablar de la Domi.Y uno ni puede decir sus ideas porque no le dan hueco. Y total que uno ni tiene la culpa de que pase lo que pas, porque si no puede preguntarle a nadie, tiene que contestarse solo.Hoy era domingo, y el Cura dijo en la Misa que en cada hombre hay un tesoro escondido. No s dnde estar el de mi pap, pero ya sera bueno que lo encontrara, porque a veces hace falta. Y con esta idea del seor Cura y la otra de que me iban a retar, se me pas el da haciendo servicios, pensando en ser til y preocupado de encontrar el tesoro de Javier y el mo que debe ser todava un poco chico.Era tanto lo que haba trabajado recogiendo los diarios, lavando los platos, zamarreando a la guagua y lustrando zapatos, que a ratos me confunda y guard los zapatos en el aparador con las tazas y los diarios en la cuna y lustr con unto las ollas. Y todo porque estaba pensando en mi tesoro y me daba miedo que se perdiera mientras yo haca de empleada.

As que cuando se me fue metiendo la idea de que sera bueno aprovechar el gas de la Refinera y hacer un cohete chileno para ir a Marte, me di cuenta que era como un mandato. Porque era una idea muy econmica la de aprovechar lo que se pierde. Y yo quera preguntarle a mi pap y decirle que lo hiciramos juntos, pero l dale que dale tratando de hablar ingls con el gringo Tcnico. Y lo nico que le resultaba era rerse en ingls. Porque se vea que no entendan nada.

Y antes de cumplir el mandato que yo senta en mi adentro como el tesoro de que habl el seor Cura, trat tambin de consultar al gringo tcnico. Y le dije:

Oiga, mister, por qu no hace una cosa til?

Pero l se ri y dijo:

No comprender!

Entonces lo acompa a la Refinera a dar su vuelta y cuando se hizo noche, le mostr la luna.

Y tampoco me entendi. Hasta que me vino la desesperacin de que fuera tan idiota y me fui con violencia.

Iba caminando, cuando me top con el propio Casi. Con razn dicen que el culpable siempre vuelve al lugar de su crimen, y Casi vuelve y vuelve y seguramente volver mientras tenga mi apndice. Tambin parece que su pap quiere hacer negocios con el mo.

Total que entramos a la petrolera y le fui explicando al Casi mi idea. Y l tambin est interesado de irse a Marte conmigo porque si no tal vez lo van a operar de mi apndice y no quiere. Porque la nica manera de vivir en paz es partir. Y hasta en la Refinera le preguntan a uno todo el tiempo a quin anda buscando o qu quiere. Por eso resulta que para poder conversar tranquilos nos fuimos al cementerio.

Le tienes miedo a los muertos? le pregunt al Casi.Cuando estn enterrados, no me contest el Casi con voz gruesa.Ya era de noche, pero la tremenda luna era como un sol azul en la oscuridad y las tumbas se vean muy bien con sus crucecitas blancas un poquito chuecas y nada ms. As que nos sentamos en un rincn para planear nuestro viaje.Es fcil hacer el cohete le dije al Casi. No cuesta ni plata. En la casa tenemos gas licuado y hay siempre un baln vaco. En se nos metemos los dos y sin ropa, y creo que cabemos. El otro, el con gas, se lo ajustamos bien al que nos va a llevar a nosotros, y cuando est listo, nos disparamos.

Y cmo nos disparamos?Con una honda gigante y a presin.

A presin de qu?

Eres un idiota. A presin de gas le dije.

El idiota eres t, porque si fuera a presin de gas el baln se disparara solo.

Oye le dije con rabia, t quieres que resulte o te da miedo? Porque lo nico que haces es poner tropezones.Es que en mi casa hubo un incendio cuando yo dej abierta la vlvula esa... Y si la cosa estalla debe de ser el fin del mundo.

Ya me liquidaste mi plan! Ahora voy a tener que inventar otro sistema para ir a Marte. Pero cuando lo tenga no te voy a convidar a ti. Ir solo. Y el Casi se pic y se fue del cementerio.Y yo me qued perpetuo, sin ganas de volver a casa a lavar ollas, sin mi invento del cohete y sin Casi.

XIIJusto ahora que volvi la Domi se enferm todo el mundo.Ya estamos en el tiempo de la grippe, otra vez. Igual que el ao pasado, despus del trompo, la grippe. Casi nadie va al colegio y los que no estn en cama tienen que hacer de enfermeros.Lo que pasa es que unos se agripan de veras y otros se hacen los griposos. Por ejemplo, aqu estn mal pap, mam y la Domi y Javier se hace el enfermo, todo para obligarme a m a estar sano, porque alguien tiene que atender la puerta, buscar las aspirinas, las limonadas, el termmetro y zangolotear la guagua. Ese alguien soy YO.Mi mam quiere dormir y manda que le cierre el postigo impermitidor de luz. Entonces mi pap quiere leer y enciende luz. Mam se tapa la cabeza y tose hasta reventar. Entonces la guagua se despierta y pap me llama para que se la pase y la zangolotea y le canta hasta que vomita. Entonces me piden paales, sbanas, lavatorio, colonia, jabn y termmetro. Todo a un tiempo. Y hay que ver lo que cuesta encontrar todo eso en ese cuarto donde ya ni puedo entrar de tantos paales, polvos de talco, vasos sucios, cscaras de limn y desparramos de azcar.Entretanto, Javier anuncia que se va a levantar porque yo no soy capaz de pasarle el atornillador, la escopeta, el matamoscas, la plancha y el cajn de tornillos. Mi mam dormida me reta por mal hermano y mi pap pide que le traiga a l un alicates, alambre, cinta aisladora, etc., para componer la luz del velador. Mi mam dice que es ms urgente la plancha para secar paales.Siempre ests de parte de cualquiera que no sea yo dice el pap muy sentido.Es que la luz no es necesaria durante el da dice mi mam.Es necesaria si oscureces el cuarto alega mi pap.Lo haca para dormir un poco dice mi mam sintindose mrtir y sin acordarse de m que me paseo con la guagua buscando la lista de cosas que piden ellos.

Lindo, has visto hoy a la Domi? pregunta mi mam.En realidad, no me acuerdo ya cuntos das hace que no la veo y bien puede haberse muerto, porque ahora que me acuerdo, cuando pas frente a su pieza sent un poco de olor a dem.Llvale una aspirina dice mi mam con su famoso buen corazn para todos menos para conmigo.Y comienzo a buscar la aspirina por todas partes. No est ni en la cmoda, ni en la mesa de noche, ni en el bao, ni en la cocina. Est dentro de una zapatilla del pap. Cmo se meti ah? Y se la llevo a la Domi.Quieres una aspirina? le pregunto a ese pelotn que se amontona en su cama sin cabeza. Y ni contesta.Domi, cmo te sientes? le doy un sacudn para saber si est viva. Y se oye una vocecita como de guagua:Mal, muy mal, me duelo el cuerpo...

Por qu hablas as?Es la enfermedad... dice con esa maldita voz de otra.Te traigo una aspirina le digo. Todos estn muy mal, pero pueden hablar. Trata de no morirte le digo con rabia. Ella saca una mano brillante y se traga la aspirina con papel y todo. Luego desaparece en el mismo pelotn de ropa. Afuera me estn llamando a coro Javier y mam.Lindo, treme una muda SECA dice ella, y Javier: Vas a darme el destornillador?Lo tiene ocupado el pap le digo a mam, y a Javier:No hay mudas secas. Estn todas mojadas...Total que uno ni sabe a quin le habla ni por dnde comenzar, porque mi pap est pidiendo los tapones y que abran el postigo porque se quem el circuito y mi mam se lamenta que la guagua tambin se va a enfermar si no traigo paales secos.Podan haber tapones para guaguas tambin!Anda, hijo, al tablero, y cambia estos tapones me explica mi pap. Y mi mam dale que dale con los paales secos.Voy a cambiar los tapones, y despus no hay ni una luz que encienda. Y todo se vuelve estrellones en la oscuridad y la nica vela que haba se perdi para siempre.

Por suerte que la Domi estaba leyendo el Sptimo de Lnea, en una pgina en que no se poda dejar, as que cuando se apagaron las luces se levant y arregl los tapones para poder seguir leyendo.

XIIIMi pap tena influenza ayer y pareca que se mora; hoy amaneci mejor l y mi mam un poco grave. Pap dale que dale con remendarlo todo; entre martillando, lijando, silbando y mandndome a m le dio tanta jaqueca a mi mam que yo me compadec y le dije que le iba a cuidar la guagua.Porque la Domi sigue mal y parece que no se mejora antes de que termine de leer el Sptimo de Lnea, y se demora dos horas en cada pgina. As que tiene lo menos para un ao de enfermedad.Bueno, yo me llev a la criatura al jardn para educarla, porque aqu nadie se preocupa y le dan gusto en todo. Y va a ser una mujer insoportable de mal enseada y yo ya veo lo que nos va a decir el cuado, o sea su marido, cuando se d cuenta.Por eso la dej sola, all bien lejos, que se desaguara y se desgritara y lo malo fue que me olvid de ella. Porque estaba tan lejos que ni se oa y como mi mam se haba quedado dormida, se nos pas la hora. Total que, cuando era de noche, mi mam se despert y me pregunt:

Se ha portado bien tu hermanita? En realidad, no la he sentido llorar. Ahora puedes trarmela porque he descansado y ya no tengo fiebre.Yo sent como un golpe de confusin de cabeza: no me acordaba, palabra, de la Jimena del Carmen. Sal corriendo a buscarla y por suerte estaba donde la haba dejado y durmiendo como una bendita. Se la llev a la mam y se la puse en sus manos tal cualita.Eres el mejor de los hijos. dijo mi mam con voz de sabidura. Haberte sacrificado toda una tarde en cuidar a tu hermanita para que descanse tu madre...No fue mucho sacrificio le iba a explicar, cuando, zas! suelta un grito y por poco tira lejos la guagua.Una lagartija! Una lagartija! gritaba como si hubiera visto un len. Pap par de silbar esa pera que est silbando desde esta maana y con el alicates pesc la lagartija de la cola.Es preciosa! clamaba. Treme un frasco de alcohol para guardarla.Fui a buscar el genial frasco y entre los dos la metimos en l. Se vea ms grande, ms verde, ms asustada. Y se petrific adentro. Mi mam preguntaba dnde haba tenido yo a la guagua para que tuviera lagartija, pero ni se oa porque pap cantaba su pera mucho ms fuerte ahora.Podramos hacer un Museo le propona yo al pap al verlo tan contento con su lagartija. Yo te puedo pillar toda clase de animales y vamos formando la coleccin.En ese momento a mi mam se le ocurri que le pasara el alcohol para desinfectar no s qu cosa, y el alcohol estaba todo ocupado por la lagartija, as que le di parafina. Y estaba muy feliz usndola, cuando no s qu le pas y de repente se le descompone el genio y toda nerviosa se baja de la cama y empieza a revolverla y revolverla y le da contra la Domi y el desorden y la influenza y el abuso y qu s yo. Total, que entra al cuarto de la Domi y cuando la ve fumando y leyendo en la ventana, le da la pataleta contra ella y le manda un discurso. La Domi todo lo aguanta menos los discursos, porque ni los entiende y sabe que son con mala intencin, as que se indign. Y parece que indignarse es lo peor que hay. Total, que nadie entenda a nadie ni oamos al pap que me llamaba a gritos porque le haba encontrado otra lagartija a la guagua y necesitaba ms alcohol.La Domi se puso el delantal y llorando a chorros empez a recoger las cosas del suelo, a fregar ollas y a armar comida. Tena un hipo de pena y deca todo el tiempo algo de que ni tena derecho de enfermarse siquiera y yo vi que caan sus lgrimas al caldo, pero como se le olvid echarle sal eso lo dej sabroso. Mi mam se volvi a su cama y se empez a preocupar de que la famosa guagua no lloraba. Pero fue intil, no llor nunca ms porque ya estaba educada. Y cuando la Domi entr al cuarto con la comida, a mi mam le dio tanto amor con la Domi que le regal su vestido verde y la Domi par al momento de hipar.Lo divertido fue que su ltimo hipo se confundi con uno gigante que pareci salir de ella, pero result ser una bocina estrepitosa.Mi papa se enfureci contra el que la tocaba, la guagua se despert indignada y la Domi se taim porque crey que alguien haca burla de su hipo.Entretanto, segua sonando la bocina. Pap estaba hecho una verdadera furia y Javier, que deca estar tan grave, se apareci en el cuarto, todo atorado.

Haz callar a ese im - per - ti - nen - te! aullaba el pap.Es un pas de salvajes deca mi mam tapndole los odos a la Jimena. Cmo se permite semejante insolencia!Es nuestra Lunik! gritaba Javier. Yo conozco su bocina. No hay otra igual! Es la que nos regal el vejete Rubilar.Qu ests diciendo? En un momento mi pap estaba de zapatos y sobretodo. Por lo dems no tienes derecho a llamar vejete a nuestro amigo Rubilar. y sali corriendo a la calle seguido detodos.Y tal como deca el Adolescente ah estaba la Lunik nuestra, ms linda y brillante que nunca y el atropellador que se la haba llevado.Usted perdone, seor cliente le deca a mi pap lleno de reverencias. Fue todo un malentendido del contador de la oficina. Le debemos una explicacin por haberle retirado su coche, y vengo a ofrecerle mis excusas.Me alegro, me alegro es todo lo que deca mi pap y de puro contento convid al seor de las excusas y lo fue a dejar hasta el mismo Via.Y lo hizo todo tan rpido, que mi mam ni se alcanz a dar cuenta de lo que pasaba y cuando por fin los vio entrar a pap y a Javier en pijama, pregunt:Qu hacen ustedes levantados? Quieren tener una recada? A la cama!Mi pap obedeci al momento, pero el tontn de Javier empez con sus leseras:Pap, ahora que tenemos auto otra vez me vas a dejar manejar.Crees t que voy a destrozar un coche flamante? Ni pensarlo!Pap, yo ya no soy un nio. Debes tratarme de otro modo... hablaba con esa voz de bajo que le sale a veces, pero en lo mejor le sonaba un gallo tremendo. Yo lo miraba tanto ms grande que yo y con ese bigote de vieja que le quiere salir y no se le atreve, y ese cuesco en el cogote que le sube y le baja y esas espinillas rosadas en la nariz y esas mil cositas negras entre medio. Pobre Javier! En realidad con esa cara no deberan tratarlo como a un nio, pero el pobre es tan farsante!Pap, para que sepas, hace dos aos que manejo deca en varias voces. Conozco el motor del auto como un cirujano y s muy bien lo que hago.A la cama! deca mi mam. Cuando te mejores, hablaremos.

No puedo soportar que se me trate como una guagua, mam. Usted no sabe lo que yo siento en mi interior cuando me da esas rdenes sin sentido.

Qu te has figurado? pap se volva a indignar. A tu madre no le hablas as.Javier se puso a hacer pucheros y su cuesco del cogote le suba y le bajaba a cien por hora. Quera hablar y le salan voces de tiple y de bajo:Yo no puedo respetar a mi mam si ella no me respeta a m deca sonndose con la manga del pijama. Ustedes no saben cunto sufre uno.A m me daba pena de su cuesco, de sus espinillas, de su amor que dicen se sufre tanto, de sus gallos tan cmicos cuando l estaba trgico. Y me acordaba que cuando no est mi pap, l se prueba sus trajes y sus corbatas y hace que la Domi le diga don Debe ser tremendo que uno se estime y los dems no. Y mientras lo retaban, yo pensaba que le iba a preguntar al Profeta si el regalo del auto era para mi pap o para m, y si era para m yo le iba a dar permiso para manejarlo, y en esto estaba pensando, cuando...

XIVSon el telfono y era un llamado de Via.Al! dijo la Domi, y se qued perpetua. Pero en su cara se vea que alguien le estaba llamando la atencin.

Quin llamaba? pregunt pap cuando ella colg el fono.No entend mucho. Dijo la seorita que era un llamado urgente desde Valparaso, pero se haba retirado la persona.En ese momento volvi a sonar y lo iba a tomar yo, cuando lleg Javier al dem y el aparato se vino al suelo y se desintegr. Porque hay que ver lo antiguo que era el pobre. Lo menos tena cien aos. Y mientras tratbamos de armarlo, lleg un papelito de la telefonista que deca:Hay un llamado urgente del Hospital de Valparaso. El doctor Soto insiste en que venga alguien a recibir el recado. Ruego contestar.Y empez la discusin sobre quin iba y de que todos estaban enfermos y de que para qu llamara el Dr. Soto y de que yo era un nio y no poda ir de noche a recibir un recado y de que esto y de que lo otro. Y total, que pap, por fin, se decidi a que yo fuera, y fui.Antes, cuando yo era chico, le tena miedo a la oscuridad paternal en la noche. Y resulta que ahora me pasa lo contrario: me da una cosa, que me agranda por dentro y se me pone duro el espinazo y me da fuerza en las piernas. Uno es como dueo de la naturaleza y del misterio y mientras ms fuerte silba, ms macanudo le sale el silbido.

Todo Concn dorma. Los pjaros se embutan en sus lechos. No haba ms que yo y los faroles en toda la calle larga, y me acordaba de Adn tan solo como yo y me senta ms hombre y con puos de fierro. Porque cuando uno es el nico ser despierto en la tierra, es como su dueo y puede hacerlo todo. Yo me senta crecer, me vea crecer, porque si no, a qu hora se crece? (y uno lo nota en la sombra) cuando de repente veo al lado de mi sombra, otra ms grande.Las dos sombras caminaban juntas. De quin sera esa sombra? La gente que trabaja duerme a esa hora, los pescadores, los conocidos, dem y a Adn le hubiera pasado lo mismo que a m. Me puse alerta, pero segu caminando mientras pensaba cmo me iba a defender del ataque. El dueo de la otra sombra deba venir muy cerca, porque los pies se juntaban con los mos y el ruido de sus pasos no se oa. A ratos las dos sombras se volvan una sola y poco a poco dos. Era como un fantasma y no me atreva a volver la cabeza. Slo miraba el suelo... y all lejos la casita de la telefonista.Faltaban como veinte pasos y yo quise correr, pero en ese momento apareci otra sombra ms. Dos contra uno ya era un poco mucho. Qu habra hecho Adn en mi caso? Quise rezar y se me enredaba todo. Quera pedirle ayuda a alguna nima conocida, pero no conoca a ningn muerto. Mala suerte ser puros vivos en una casa; uno debe tener su nima pariente.

Dios mo, que no se salgan del purgatorio esas pcaras! rec. Cada uno en su lugar y el que debe pagar, que pague. y apenas dije esto se desaparecieron las sombras malignas y hasta la ma tambin.La puerta del telfono estaba abierta y aunque apenas poda doblar las coyunturas, entr.Papelucho, a estas horas! me dijo la seorita Eliana. Lo han mandado a usted por el recado? Es cierto que estn todos agripados all y con el telfono descompuesto. Ahora le comunico.Meta y sacaba pitutos, marcaba y marcaba diciendo con su voz suave: Concn... Concn... hasta que al fin alguien le contest porque puso cara de escucha y despus de dos cuartos de hora dijo bien, y se sac las orejeras.Avisan del Hospital de Valparaso que muri el seor Adalberto Rubilar hoy a las 8. Que esperan de su pap las rdenes pertinentes. Es alguien de su familia?S y no ni supe lo que deca. El Profeta muerto! Era entonces su nima la que me acompaaba. Y yo que le ped a Dios que lo devolviera al Purgatorio. Qu pensara de m, mi mejor amigo! Y yo que le haba prometido acompaarlo siempre. A lo mejor por eso se haba muerto. De pura soledad... me dije con voz spera.

Papelucho, perdn por darle as la noticia. No pens que usted lo quera tanto. Nunca o hablar de ese seor. Estaba enfermo hace tiempo?La seorita Eliana me dio agua, pero yo segua pensando en el pobre Profeta ardiendo en el Purgatorio por culpa ma. Lo acompaar a su casa y dejo encargado el telfono dijo ella amarrndose un pauelo en la cabeza. Vamos que se hace tarde.Salimos a la noche. Yo tena congoja y otra cosa rara y rezaba confundido por el nima amiga, cuando de repente veo que ella nos acompaa otra vez. Fue un gusto tremendo saber que Dios me haba odo y la haba soltado de nuevo. Caminaba adelante de nosotros, junto con otras sombras de nima... y se vea muy feliz. Yo miraba con fijeza a mi alrededor.La seorita Eliana me dej cerca de la casa y yo me fui corriendo mirando hacia adelante.Pap, era para avisar que se muri el Profeta le dije con violencia. Pero esta muy contento...Quin est contento?El Profeta.Explcate. Repite palabra por palabra el recado.Espere un poco... (Creen que uno tiene grabadora en la cabeza) Y empec a tratar de recordar. Nada! Slo la cuestin nima y sombras.Cuando de repente, me viene clarito:Avisaron del Hospital de Valparaso que muri el seor Adalberto Rubilar hoy a las ocho y que esperan que usted d rdenes impertinentes dije de un vuelo y sin resuello antes que me contradijere persona alguna.Muri el pobre viejo? dijo mi pap con voz de sabidura. Y por qu me avisan a m? Y por qu he de dar yo las rdenes?

Y a quin quiere usted que le avisasen si l no tiene a nadie en el mundo ms que a m?

A ti?

La cara de mi pap era bien rara. Como de injerto.Bien dijo despus de un rato. No hay que hacerse ilusiones. Ahora a dormir y maana veremos todo eso... y par para dar un bostezo.Recemos un Padrenuestro por el seor Rubilar dijo mi mam y empezamos a rezarlo y yo ni supe ms. Parece que me qued perpetuamente dormido encima de su cama y amanec tapado con la bata del pap.

XVCuando llegamos a la clnica en nuestra regia Lunik, pap me dej cuidndola y se baj solo a hablar con el Dr. Soto.Me parece que se demor demasiado, porque yo ya haba pensado todo lo que tena que pensar, haba rezado todo lo que se puede rezar por un amigo muerto y haba esperado todo lo que se puede esperar sentado en un auto aunque sea Lunik 2000. Haba mirado todo con los puros ojos y sin tocar nada, haba adivinado como se van haciendo los contactos y los motores y una sola cuestioncita no la entenda bien.Y apenas la toqu con violencia, ech a andar el motor con ruido de satlite y mientras ms yo le apretaba botones, ms ruidos interplanetarios. Al principio me asust, y eso fue lo malo porque con el susto apret y tir de todos los botoncitos. Entonces me di cuenta que le suba la presin, igual que los Jet, pareca un auto a chorro, listo para elevarse o reventar. Era o una fatalidad o una gran suerte, porque a lo mejor el auto y yo nos elevbamos, y cerrando bien los vidrios tal vez nos desprenderamos de la tierra. La cuestin era que le subiera ms el impulso para que se elevara directo, o sea derechito hacia arriba, porque si no era seguro que nos estrellaramos con los techos de la clnica.

Por si acaso, apret otro botn ms (uno medio escondido), en la esperanza de la elevacin o del silencio y pas un ruido catastrfico, un calor de los supersnicos y una explosin verdaderamente esquizofnica.En ese momento lleg mi pap con el Dr. Soto; por suerte sonaban las sirenas de incendio y ni oy lo del auto.Bjate un momento, Papelucho, a rezar un Padrenuestro por tu amigo.Me baj. La Capilla era de esas raras, y daba no s qu pensar que en ese cajn largo estaba metido el Profeta muerto desconsoladamente. Estara en el Limbo su alma? Le rec un Padrenuestro y me acord de su historia y que se habra encontrado con el Chuzo en otros mundos. A lo mejor en la luna, porque me tinca que el limbo est en la luna. Qu hacer para ayudarlos a entrar al cielo? Porque se vea que esos dos no saban nada de nada ni seran siquiera bautizados. Maana habr misa aqu dijo mi pap. Despus ser el entierro. He dispuesto en tu nombre todas las cosas.En mi nombre? Por qu en mi nombre? pregunt.Porque t eres su heredero.Y qu tiene que ver eso? Eres dueo de sus bienes dijo mi pap y se mir los pies con lentitud.Eso quiere decir que sus bienes son mos razon yo sin entender mucho.

Exactamente.

Entonces el Profeta no tiene bienes, y tiene puros males. Eso no es justo. No quiero sus bienes, pobre abuelo. Le harn falta.Ya no le hacen falta dijo mi pap con cara de evaporado.A m tampoco. Cada uno con lo suyo. Yo con mis bienes y mis males y l con los suyos.Escucha, Papelucho, sus bienes son las cosas que l tena. Como era solo te los dej de recuerdo a ti... porque te llamaba su nieto.Y qu voy a hacer yo con su silla, su bata y sus cheques?Mi pap tiene la mana de hacer que uno se sienta tonto. Se complica porque l no sabe explicar.Por ahora, yo ser tu curador y firmar por ti. Es una tremenda responsabilidad.Qu firmar usted por m?

Todo, hijo mo.Mi pap nunca me dice hijo mo, de modo que esta cuestin debe ser grave.Supongo que estars conforme con que yo sea tu curador me dijo.Depende le contest, porque no entiendo ni palabra y s que en esos casos hay que decir siempre dependeSubimos al auto, mi pap se sent con violencia y nos despedimos del Dr. Soto, que es muy amable. Yo ni me haba fijado en lo amable que es, pero cuando pap trat de hacer partir el auto, fue una plancha: nada!Me acord entonces de su propulsin a chorro, de su fuerza atmica, del fracasado intento de volar. Pero estaba tan preocupado con lo de los bienes y el curador, que dej al pap registrando el motor hasta que lo hizo andar. Se ve que es curador de autos, por lo menos.Y partimos con violencia.Iba muy callado, pero contento, porque a ratos silbaba y sonrea misterioso. Yo pensaba en el Profeta y su famoso entierro y el Limbo y el Chuzo. Total que el viaje se hizo corto, porque cuando uno tieneuna preocupacin de sacar un alma del Limbo y cosas por el estilo y ni sabe cmo hacerlo, es bastante tremendo.Pap le dije al llegar. Curador, quiere decir alguien que cura todo?Parece que la pregunta le dio rabia:Trata de comprender me dijo. Desde ahora es como si t fueras el seor Rubilar. Mientras seas menor de edad, ser yo tu consejero, tu curador, si t me eliges