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Escuelas económicas Escuelas económicas con sus principales representantes . Con la fisiocracia en los siglos XVII y XVIII aparecía por primera vez en la historia del pensamiento económico una escuela en el sentido Shumpeteriano del término. Contaba con un líder y una serie de discípulos eminentes, unidos para extender las doctrinas económicas de la escuela. Contaba además con una publicación periódica (la revista se dejó de publicar en 1772). La escuela comenzó en 1756 y se considera que nació con un artículo. Para hablar de una escuela, ésta debe cumplir con los criterios Stiglerianos : la escuela perdura mientras trabajan los fundadores; dispone de un cuerpo de análisis económico original; el aislamiento de una variable estratégica tiene gran importancia; disponen de un modelo; y por último, existen unas conclusiones de política económica que los discípulos llevan a la práctica. Contenido 1 Pensamiento antiguo y medieval 2 Arbitrismo 3 Mercantilismo 4 Fisiocracia 5 Escuela clásica 6 Escuela liberal francesa 7 Escuela marxista 8 Doctrinas económicas de izquierdas 9 Escuela histórica 10 Institucionalismo 11 Escuela neoclásica 12 Escuelas keynesianas 13 Neoliberalismo 14 Tabla básica de escuelas

Pensamiento escuelas economicas

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Escuelas económicasEscuelas económicas con sus principales representantes.

Con la fisiocracia en los siglos XVII y XVIII aparecía por primera vez en la historia del pensamiento económico una escuela en el sentido Shumpeteriano del término. Contaba con un líder y una serie de discípulos eminentes, unidos para extender las doctrinas económicas de la escuela. Contaba además con una publicación periódica (la revista se dejó de publicar en 1772). La escuela comenzó en 1756 y se considera que nació con un artículo.

Para hablar de una escuela, ésta debe cumplir con los criterios Stiglerianos: la escuela perdura mientras trabajan los fundadores; dispone de un cuerpo de análisis económico original; el aislamiento de una variable estratégica tiene gran importancia; disponen de un modelo; y por último, existen unas conclusiones de política económica que los discípulos llevan a la práctica.

Contenido

1 Pensamiento antiguo y medieval 2 Arbitrismo 3 Mercantilismo 4 Fisiocracia 5 Escuela clásica 6 Escuela liberal francesa 7 Escuela marxista 8 Doctrinas económicas de izquierdas 9 Escuela histórica 10 Institucionalismo 11 Escuela neoclásica 12 Escuelas keynesianas 13 Neoliberalismo 14 Tabla básica de escuelas 15 Véase también 16 Referencias 17 Enlaces externos

Pensamiento antiguo y medieval

Chanakya Jenofonte Aristóteles Qin Shi Huang Wang Anshi

Nicole Oresme Tomás de Aquino Leonardus Lessius

El pensamiento económico medieval surgido en la cristiandad latina de Europa Occidental que desarrolló el feudalismo y la filosofía escolástica, se centró en cuestiones éticas como la pobreza y la caridad, el precio justo, la relación conceptual entre el beneficio, el interés y la usura; y en determinadas especulaciones acerca de la teoría del valor, que en algunos casos podrían asimilarse a las posteriores teorías que lo identifican con el trabajo, y en otras con el precio de mercado.

Su pervivencia temporal más allá de la crisis bajomedieval, se extendió durante el Antiguo Régimen, en que fueron apareciendo nuevas escuelas de pensamiento económico, como el mercantilismo, que no obstante, en algunos casos, mantuvieron cierta continuidad con el pensamiento medieval (como es el caso del arbitrismo español, muy influido por la neoescolástica Escuela de Salamanca).

Contemporáneamente, en otros contextos geográficos, sociales, económicos y culturales, como fue el Islam medieval, se desarrollaron otras formas de pensamiento económico, con notables autores (Ibn Jaldún).

Contenido

1 Estructura socio-económica 2 Enfoque Ético 3 Bases ideológicas de la actividad económica 4 Teorías del interés y la usura 5 Teoría del valor-trabajo

o 5.1 La posición de los pensadores medievales 6 Pobreza y Caridad 7 Véase también

Estructura socio-económica

Artículo principal: Modo de producción feudal.Artículo principal: Feudalismo.

{{AP|Economía feudalg

Las relaciones personales se basan en dos figuras típicas:

1. Las relaciones feudo-vasalláticas entre individuos. Entre los nobles se establece una relación señor-vasallo, de mutuas obligaciones políticas, jurídicas y económicas, en la que el vasallo tiene a su vez vasallos. En la base del sistema está la relación señor-siervo, en la que el primero es un noble (laico o eclesiástico), con obligación

de proteger al segundo, un campesino sometido a servidumbre, con obligaciones económicas. En el campo, que es la práctica totalidad del sistema económico, predomina la agricultura de subsistencia. El producto se obtenía en pequeña escala, utilizando técnicas agrícolas relativamente primitivas. El objetivo del feudo era la autosuficiencia.

2. Las relaciones gremiales. En las ciudades, islas en el océano feudal (Henri Pirenne), los gremios (agrupaciones de artesanos) potencian la economía local e impiden la competencia y la expansión de la producción y el mercado: las actividades comerciales entre regiones o países estaban severamente limitadas, el desarrollo tecnológico era escaso y lento (mantenimiento de secretos industriales, innovaciones no estimuladas), escasez de capital y dificultades para la movilidad de los individuos.

El marco económico y social del feudo era análogo en algunos aspectos al de la polis o ciudad estado griega. El principio de organización en ambos era el rango y no el contrato, y en ambos casos se trataba de una situación de economía de pre-mercado, en un estadio tecnológico muy rudimentario.

No obstante las diferencias eran sustanciales: mientras que en el modo de producción esclavista el interés en la producción estaba en el propietario, único detentador de derechos; en el modo de producción feudal el interés en la producción está en el siervo, que también se ocupa de la reproducción del sistema. No hay un claro concepto de propiedad, y ambos comparten derechos sobre la tierra. El papel del señor consiste en conseguir la extracción del excedente mediante coerción extraeconómica (la renta feudal). Ni siervo ni señor acumulan capital, el primero por incapacidad, el segundo porque las inversiones productivas le están vetadas ideológicamente, quedándole únicamente el gasto militar, el gasto suntuario o el atesoramiento.

Para dar el paso hacia una economía de mercado era necesaria la aparición de relaciones impersonales, competencia, libre movilidad, expansión económica, propiedad privada; el conjunto de instituciones necesarias para el desarrollo de lo que se conoce como capitalismo o modo de producción capitalista.

Artículo principal: Estamento.

La sociedad, muy jerarquizada, se organizó de forma estratificada (nobleza, clero, y pueblo llano) sobre la comunidad, no sobre el individuo (los individuos solo son iguales ante Dios), de acuerdo a un plan divino, explicado de forma providencialista. Sobre la base de estos principios se comprende la desigualdad social en capacidad, riqueza y libertad. La sociedad se estructura en estratos sociales rígidos (como una pirámide) dentro de un marco de desigualdad, concibiendo a la comunidad de forma organicista, como un cuerpo con varias partes, cada una con su función y su condición, que en general pasaba de padres a hijos, con escasas posibilidades de cambio, pero que habían de funcionar como un cuerpo único, como un solo organismo (cada una de las partes de las que se compone había de cumplir con su función pero en única unidad).

Enfoque Ético

Artículo principal: Escolástica.

El principio escolástico se basa en el predominio absoluto de la Autoridad intelectual, proveniente en última instancia de la revelación divina, en detrimento tanto de la razón humana como de la experiencia de los sentidos. La Iglesia recogió parte del saber clásico personalizado en Aristóteles, reinterpretado y conciliado con la teología y la moral cristiana.

Bases ideológicas de la actividad económica

La idea de justicia debe de presidir toda la actividad económica: o en los procesos de intercambio: justicia conmutativa (intercambio de

equivalentes), yo en los de distribución: justicia distributiva (distribución de la renta según el

mérito, que justifica el predominio de los privilegiados mediante la renta feudal).

La doctrina del precio justo, que es interpretada de maneras diversas, pero siempre en el sentido de impedir ganancias definidas como lucro o usura, considerados pecados. El precio de mercado puede ser una de las definiciones por las que se entiende ese precio justo, pero más habitualmente es un concepto que implique una ganancia honrada para el productor que le permita la supervivencia, y un precio accesible para el consumidor que también se la permita. La especulación es condenada (aunque los nobles y la misma Iglesia se beneficien de la que de forma natural obtiene al recibir los excedentes de la producción agraria (diezmos y rentas) en el momento de la cosecha, y tengan la oportunidad de acapararlos hasta que la escasez hace subir los precios al máximo al final del año agrícola. Comerciantes y revendedores en cambio tienen que justificar su margen comercial mediante el argumento de sufrir mermas o deterioro de sus productos.

La dignificación del trabajo. Frente al desprecio del trabajo, asimilado a la condición del esclavo en la cultura grecorromana, el enfoque cristiano, sobre todo a partir de la regla de San Benito (ora et labora, reza y trabaja) dignifica o más bien santifica el trabajo, aunque queda claro su condición de castigo para todo el género humano por el pecado original, tal como se refleja en el relato del Génesis (ganarás el pan con el sudor de tu frente). No pasa a ser considerado como la principal fuente de riqueza, puesto que el providencialismo sólo ve a Dios, a través de la naturaleza, como la fuente de todo bien y la causa primera de cualquier hecho en la historia. El trabajo manual se hace incompatible con la dignidad estamental (nobleza y clero), y se dividen las actividades en oficios viles y mecánicos y profesiones liberales. La mentalidad burguesa, en la que el trabajo justifica los ingresos y la propiedad nace e inicia su desarrollo en las ciudades europeas con el incremento de las actividades artesanales y comerciales a partir de la Baja Edad Media, pero es un concepto confuso en el feudalismo de base rural, en el que tanto señor como siervo tienen algún tipo de derecho sobre la tierra.

Teorías del interés y la usura

Todo esto lleva, en el estudio del pensamiento económico a buscar el precio justo (de los bienes) -la doctrina del precio justo- dentro de esta ética. Ello se observa con claridad cuando se estudia la teoría del interés y la usura. Para el pensamiento medieval usura suponía el cobro, al hacer un préstamo, de cualquier tipo de interés, lo que provocaba su rechazo, considerándolo éticamente reprobable porque el interés no modifica la naturaleza de las cosas (el dinero es estéril: no crea nada) y no procede del trabajo.

Para esta ética el interés es equiparable al beneficio. El beneficio encuentra su justificación en la actividad comercial como fruto del trabajo de transporte o almacenamiento de los bienes. El beneficio solamente es legítimo si procede del trabajo, no del capital.

Este pensamiento fue poco a poco evolucionando hasta llegar al siguiente razonamiento: el interés solo encuentra justificación en las siguientes razones:

Como sanción por retraso Sanción por daño Como indemnización por el lucro cesante (coste de oportunidad): el dueño no

dispone del bien en un determinado tiempo. Esta justificación del interés como indemnización fue primeramente rechazada, pero finalmente terminó siendo aceptada.

Teoría del valor-trabajo

Se podría definir conceptualmente la teoría del valor argumentando que es la determinación del precio relativo de un bien (cuanto vale una cosa respecto a otra, explicar el precio relativo, el valor de las cosas).

Para determinar el valor de un bien se habrá de tener en cuenta que el valor de las cosas depende de dos variables:

La utilidad del bien (más la escasez) determina la demanda El coste (Oferta)

Los bienes que cuestan mucho es debido a la escasez y los bienes que cuestan poco es que hay mucha oferta. Históricamente, la utilidad y el coste, iban separados: unos decían que era solo el coste el que determinaba el valor y otros decían que era su utilidad solamente. Con Marshall se llegará a la conclusión de que es la suma de los dos lo que influye en el precio de las cosas.

La Teoría del valor-trabajo, orientándose hacia el lado de la oferta, explica el precio (valor) de los bienes en función de la cantidad de trabajo utilizada en su producción.

La posición de los pensadores medievales

Ejemplos de las dos corrientes:

1. Coste (S. Alberto Magno) si el precio de mercado no cubre los costes de producción ésta con el tiempo cesara

2. Demanda (Sto. Tomás de Aquino) introduce la necesidad en la fórmula del precio: el precio variaba con la necesidad.

No usan el trabajo como medida del valor. El trabajo es el instrumento para legitimar la actividad económica y los ingresos,

incluidos los beneficios e intereses. No hay una teoría del salario:

- No hay un grupo suficiente amplio de asalariados.

- No se preguntan cómo se forma el salario, sino cuál debe ser para ser justo.

Pobreza y Caridad

La pobreza durante la edad media fue un problema ético que se tenía que corregir, empezando por la caridad. El planteamiento doctrinal desde el punto de vista económico fue que la caridad es perjudicial porque cualquier tipo de medida de caridad impide que los individuos asuman sus responsabilidades y provoca la ociosidad, con lo que, finalmente, lo que ocurre es que se acentúa e incrementa la pobreza:

La pobreza fue esencialmente un problema moral. Si el objetivo era aliviar la pobreza, lo que había que hacer es eliminar este problema mediante la caridad, que es moralmente positiva.

no generaba una gran presión social: las relaciones feudales garantizaban el sustento de los vasallos y siervos, los vínculos a la tierra o a los gremios generan ingresos de subsistencia, por ello

no se concebía como consecuencia de un problema de desempleo, sino como fruto de desgracias personales (vejez, orfandad, enfermedad) antes que de causas económicas, que el individuo no controla y provocan desempleo involuntario

Cuando se rompe el modo de producción feudal (cercado de fincas, desplazamiento de mano de obra a la ciudad, etc.) empieza a tener más sentido la critica clásica a la caridad.

Arbitrismo

Artículo principal: Arbitrismo.

Corriente económica nacida en España en el siglo XVI, en la que se incluye a los componentes de la Escuela de Salamanca y a otros como:

Luis Ortiz Martín González de Cellorigo Sancho Moncada

Pedro Fernández de Navarrete Luis Valle de la Cerda

El arbitrismo es el nombre genérico que se da a una corriente de pensamiento político y económico desarrollado en la Monarquía Hispánica, fundamentalmente en la Corona de Castilla, durante la segunda mitad del siglo XVI y el siglo XVII; relacionada intelectualmente con la llamada Escuela de Salamanca. Puede considerarse al arbitrismo como la primera literatura económica digna de tal nombre, simultánea y en buena parte precedente del mercantilismo de otras naciones europeas, como Francia e Inglaterra.

Contenido

1 Contexto histórico y valoración 2 Tomás de Mercado 3 Luis Ortiz 4 Martín González de Cellorigo 5 Sancho Moncada 6 Pedro Fernández de Navarrete 7 Luis Valle de la Cerda 8 Otros autores 9 Referencias 10 Enlaces externos 11 Véase también

Contexto histórico y valoración

Arbitrio,1 en este contexto, es la medida que el rey puede tomar en beneficio del reino, en ejercicio de su soberanía y por su propia voluntad, como corresponde al concepto de monarquía autoritaria de la época de los Habsburgo. En plural, arbitrios era un nombre que se daba a ciertos impuestos con que se arbitran fondos para gastos públicos.2

Arbitrista es quien dirige un memorial al rey solicitándole que tome tal o cual arbitrio. La producción de literatura memorialística sufrió una inflación comparable a la que se estaba dando en la economía real durante la revolución de los precios del siglo XVI y se incrementó con la crisis del siglo XVII, en una coyuntura económica depresiva.

El término arbitrio y arbitrista (solución, solucionador) se terminaron considerando despectivos en la época y equivalentes a dictámenes disparatados e imposibles o a los llamados "locos razonadores" o "locos repúblicos y de gobierno" de la época. Se ha localizado el primer uso del concepto arbitrismo en ese contexto en El coloquio de los perros, una de las novelas ejemplares de Cervantes (1613), y se divulga en la década siguiente.3 Quevedo, en varios pasajes de sus obras, describe a bienintencionados arbitristas ("arcigogolantes") causando toda clase de catástrofes; uno de ellos está tan enfrascado en escribir sus teorías que no se da cuenta de que se ha sacado a sí mismo un ojo con la pluma.4

Pero es evidente que entre ellos había muchos personajes lúcidos que supieron atisbar con agudeza los problemas y anticipar algunas soluciones factibles, si bien en la mayoría de ellos su visión se ve limitada por el hecho de reducir los problemas económicos a un solo factor, como es propio de la fase mercantilista de la historia del pensamiento económico. Las figuras más importantes de esta escuela de pensamiento, centrada sobre todo en torno a las ciudades de Salamanca, Valladolid y Toledo son, entre muchos otros, Luis Ortiz, Sancho Moncada, Tomás de Mercado y Pedro Fernández de Navarrete. La conciencia de la decadencia económica y la necesidad de políticas activas para remediarla está en la base de la política económica del Conde-duque de Olivares (reformas monetarias y fiscales, creación de múltiples Juntas), cuyo fracaso contribuyó al desprestigio de sus inspiradores teóricos.

En el siglo XVIII, tras la llegada de la influencia francesa del colbertismo de Jean Orry o Michel Amelot, la herencia del arbitrismo se trasladó al llamado Proyectismo ilustrado con mayor elevación intelectual, en el que pueden encuadrarse personalidades más cercanas a la fisiocracia de Quesnay (el Marqués de Ensenada con su famoso Catastro) o el liberalismo de Adam Smith (Campomanes o Jovellanos), o personajes de menor nivel político, como Eugenio Larruga 5 Posteriormente, en el siglo XIX, es innegable la conexión intelectual con el Regeneracionismo.

El papel de los arbitristas de los siglos XVI y XVII fue subvalorado por la misma historiografía económica española en sus primeros estudiosos, como es el caso de Manuel Colmeiro.6 Hubo que esperar a la llegada de los hispanistas para su reivindicación, especialmente por la obra de Earl J. Hamilton.7 Con posterioridad han sido estudiados por muchos otros, tanto extranjeros como españoles, como Pierre Vilar, José Antonio Maravall, Fabián Estapé, etc.

Tomás de Mercado

Tomás de Mercado, sevillano fallecido en 1575, continuó la escuela de Salamanca y marchó joven a México, por lo cual su visión de los problemas económicos tuvo también en cuenta el mundo americano; allí profesó en la Orden de Predicadores en 1553, doctorándose en teología y destacando como moralista. Reflexionó sobre la ética de las relaciones comerciales y al regresar a España enseñó en las universidades de Sevilla y Salamanca; en esta última se relacionó con Martín de Azpilcueta y en 1569 publicó su famosa Suma de tratos y contratos, que fue reeditada dos años más tarde y donde se describían los usos mercantiles de la época en Sevilla y Medina del Campo. En esta obra se reflexiona sobre el fundamento del interés alabando los usos éticos del mismo frente a la interpretación restrictiva de la Iglesia católica que lo tenía como usura, y plantea y profundiza en la teoría cuantitativa del dinero a partir de la tradición de la Escuela de Salamanca, en especial en lo tocante a la circulación internacional de divisas.

La óptica teológica sobre las actividades económicas sigue siendo una fuente de producción literaria importante, como es el caso de del De monetae mutatione, una de las partes del Tractatus septem del Padre Mariana (Colonia, 1609), que fue denunciado por las alusiones a los ministros que modificaron el peso de la moneda (es el tiempo como valido del Duque de Lerma, famoso por su corrupción) y le causó un ingreso en la cárcel.

Luis Ortiz

Luis Ortiz, activo durante la segunda mitad del siglo XVI y contador de Hacienda de Castilla durante el reinado de Felipe II, escribió un Memorial al Rey para que no salgan dineros de España, tras la bancarrota de los Austrias, primer texto de los mercantilistas españoles, en el que considera que el descenso de los precios radica en la conservación del oro en Castilla y, para tal fin, crea un plan con el que pretende el fomento de los recursos, que fue publicado en 1558 y no halló demasiada repercusión, pese a su iluminador análisis de la crisis económica del reino. Entre las principales medidas que proponía se hallaba la retirada de todo tipo de ocio, la introducción de trabajo y la eleboración de productos manufacturados a cambio de exportar únicamente las materias primas, así como la supresión de las aduanas existentes entre los diversos reinos hispanos, la desamortización de los bienes de la iglesia y una reforma fiscal. Analizó los problemas monetarios de España y estudió soluciones para resolver las situaciones creadas en el país a causa de la tendencia a exportar materias primas e importar manufacturas pagadas con las reservas de oro americano. Intuyó el concepto de estructura económica y de forma consecuente propuso no una, sino un amplio abanico de iniciativas que hubiera podido sacar al reino del marasmo en que se encontraba, como aumentar la productividad, fomentar el crecimiento demográfico, extender los regadíos e iniciar una repoblación forestal. Es más, fue consciente del problema derivado de las remesas de oro y plata que llegaban de América y propuso restringir la expansión monetaria y desincentivar el consumo.

Martín González de Cellorigo

Martín González de Cellorigo, ovetense activo durante la primera mitad del siglo XVII, estudió en la universidad de Valladolid y fue abogado de la Real Chancillería de esta ciudad. Continuó las ideas de la escuela de Salamanca y dirigió dos memoriales al futuro Felipe III, señalando que la inflación provocada por la llegada de la plata americana era la principal causa de los males del reino, ya que el dinero en circulación debía limitarse a la cantidad de transacciones producidas. Era convicción suya que la riqueza sólo crece "por la natural y artificial industria" y, por tanto, las operaciones especulativas y los privilegios administrativos empobrecían de hecho al reino generando el abandono de los oficios y las actividades productivas. En 1600 y en Valladolid se publicó su principal obra, Memorial de la política necesaria y útil restauración de España y estados de ella, y desempeño universal de estos reinos. Fue partidario de la expulsión de los moriscos.

Sancho Moncada

Sancho Moncada, también en el siglo XVII, puede considerarse igualmente ligado a la escuela de Salamanca. En 1619 hizo unos Discursos que serían posteriormente reeditados en 1746 como Restauración política de España. Ahonda en la teoría cuantitativa del dinero y representa el más completo modelo español de Mercantilismo. Señaló las debilidades de la economía española y especialmente la penuria hacendística y la invasión de productos extranjeros, y denunció que el reino se había convertido en un deudor de las potencias enemigas. Su solución fue proponer un severo Proteccionismo de disciplina mercantilista supervisado por la Inquisición. Además había que promocionar la industria como propondrá más tarde Colbert en Francia. Su obra, a diferencia de la de otros arbitristas,

gozó de gran prestigio e influencia y fue asumida por los grandes ilustrados del siglo XVIII, en que se reeditó..

Pedro Fernández de Navarrete

El militar riojano Pedro Fernández de Navarrete (1647-1711) estudió en la Universidad de Valladolid y allí comenzó su carrera militar. En 1692 fue nombrado almirante general de la Armada de Flandes, y posteriormente de la Armada del Mar Océano; si bien en 1707 perdió la confianza del rey Felipe V, éste le designó gobernador de Guipúzcoa. Se inspiró en Cellorigo y Moncada para escribir su Conservación de las monarquías, obra de sesgo mercantilista que preconizaba el control de las importaciones y el fomento de las exportaciones, si bien no cayó en la trampa del bullonismo, porque entendía que la sobreabundancia de dinero es perniciosa si no hay bienes que puedan ser adquiridos. Propuso el desarrollo de inversiones productivas y criticó el lujo y el desprecio a los oficios industriales y manuales por parte de la nobleza y la hidalguía de la España de su época.

No conviene confundir con otros Fernández de Navarrete

Luis Valle de la Cerda

Luis Valle de la Cerda escribió en 1600 Desempeño del patrímonto de Su Majestad y de los reinos, sin daño del Rey y vasallos, y con descanso y alivio de todos, por medio de los Erarios públicos y Montes de Piedad.8 Su obra fue muy valorada por las Cortes, que apoyaban esa iniciativa, y la reeditaron en 1618. Los Montes de Piedad eran una idea en cierto modo similar a los Pósitos que ya funcionaban, como entidades de crédito de fundación municipal y almacenes de grano que prestaban a los campesinos.

La fundación del primer Monte de Piedad fue realizada en Madrid por el Padre Piquer a comienzos del siglo XVIII, y a mediados del siglo XIX fue asociado con la Caja de Ahorros (fundada por el Marqués de Pontejos). Estas instituciones financieras ya corresponden a un mundo protocapitalista, en el que también funcionaban otras importantes instituciones, como los Cinco Gremios Mayores de Madrid o el Banco de San Carlos, precedente del Banco de España.

Otros autores

Jacinto de Alcázar Arriaza. Medios politicos para el remedio unico, y uniuersal de España librados en la execucion de su practica. 1646.

Jacinto de Alcázar Arriaza economista español del siglo XVI, natural de Huete, que defendió la teoría de la contribución única en una obra titulada "Medios políticos para el remedio universal de España" (1646).

Aunque Antonio Serra no es español, sino napolitano (y por tanto súbdito de la misma Monarquía Católica de los Habsburgo), conviene asociar al contexto histórico e intelectual del arbitrismo castellano su obra Breve trattato delle cause

che possono far abbondare li regni d’oro e d’argento dove non sono miniere (1613), que escribió encarcelado (por una conjura en la que también intervino el filósofo Tommaso Campanella), atribuyendo la escasez de moneda en el Reino de Nápoles a un déficit en la balanza de pagos, término que define con un completo análisis, rechazando la idea de que la escasez monetaria se pudiera deber al tipo de cambio, y proponiendo como solución incentivos a las exportaciones. También parece que formuló un concepto similar a la ley de rendimientos decrecientes para la agricultura.

Cristóbal Pérez Herrera , militar, médico y filántropo, es autor del memorial En razón de muchas cosas tocantes al bien, propiedad, riqueza, futilidad de estos reinos y restauración de ellos, donde propone el fomento de la laboriosidad y el ahorro para conseguir la recuperación de agricultura, ganadería y población, que denuncia decayentes.

Mateo López Bravo (Del rey y de la razón de gobernar, 1616), propone una política paternalista, que incluya la represión de la mendicidad y el fomento del trabajo.

Pedro de Valencia , contrario a la expulsión de los moriscos.

Antonio López de Vega (Heráclito y Demócrito de nuestro siglo), considera que es la guerra la causa de la decadencia.

Francisco Martínez de Mata (Memoriales y Discursos, 1650-1660), motrileño, cierra cronológicamente la serie de arbitristas de la corona castellana.

En la Cataluña posterior a la revuelta de los catalanes de 1640, el arbitrismo está representado por Narcís Feliu de la Penya (Político discurso... a S. M. suplicando mande y procure impedir el sobrado trato y uso de algunas ropas extranjeras que acaban el comercio y pierden las artes en Cataluña, 1681, y Fénix de Cataluña, 1683), explícitamente proteccionista, partidario de la sustitución de importaciones y de la fundación de una compañía privilegiada de comercio con América con base en Cataluña.9

Más alejado del mundo intelectual de los arbitristas está José Penso de la Vega, judío de origen español (sefardí) que en Ámsterdam reflexionó sobre la naciente Bolsa (Confusión de confusiones: diálogos curiosos entre un philosopho agudo, un mercader discreto, y un accionista erudito, descriviendo el negocio de las acciones, su origen, su ethimología, su realidad, su juego, y su enredo, 1688).

Saliéndose cronológicamente del periodo y adentrándose en el siglo XVIII, Jerónimo de Uztáriz, que puede considerarse un postmercantilista, desarrolla los temas colbertistas de obtención de identificación de la riqueza nacional con la balanza comercial excedentaria.

Referencias

1. ↑ Del latín arbitrĭum. «Arbitrio», Diccionario de la lengua española (vigésima segunda edición), Real Academia Española, 2001. En especial la definición cuarta: Medio extraordinario que se propone para el logro de algún fin. Definición para ámbito administrativo y judicial: Facultad que la ley deja a los jueces o autoridades para la apreciación de circunstancias o para la moderación de sus decisiones.

2. ↑ DRAE, definición sexta, que añade por lo general municipales.3. ↑ Ricardo García Cárcel (1996) La cultura del Siglo de Oro. Pensamiento, arte y

literatura (Historia de España, vol. 17), Madrid: Temas de Hoy ISBN 84-7679-295-6. Sección El pensamiento económico, pgs. 45-47. Para el origen del término cita a Jean Vilar (1973) Literatura y economía. La figura satírica del arbitrista en el Siglo de Oro. Cita como otras fuentes a Manuel Colmeiro Historia de la política económica en España, Madrid, 1962; Margaret Grice-Hutchinson El pensamiento económico en España (1177-1740), Barcelona, 1982, Earl J. Hamiliton El florecimiento del capitalismo y otros ensayos de historia económica, Madrid, 1948; José Larraz López La época del mercantilismo en Castilla 1500-1700, Madrid, 1943; y Pierre Vilar Crecimiento y desarrollo, Barcelona, 1974.

4. ↑ Llopis-Fuentes, Roger (1991) El personaje del arbitrista según Cervantes y Quevedo Cincinnati Romance Review 10, pgs. 111-122. Consultable en Internet hay un estudio de Mercedes Blanco Del infierno al Parnaso. Escepticismo y sátira política en Quevedo y Trajano Boccalini [1]

5. ↑ Memorias políticas y económicas sobre los frutos, comercio, fábricas y minas de España con inclusión de los reales decretos, órdenes, cédulas, aranceles y ordenanzas expedidas para su gobierno y fomento, Madrid, imprenta de Benito Cano, 1787-1800, 45 tomos en cuarto; Historia de la Real Junta de Comercio, Moneda, Minas y Dependencias de extranjeros, Madrid, 1789, 13 vols.

6. ↑ Colmeiro, Manuel: (1883) Historia de la Economía Política en España; (1880) Biblioteca de los economistas españoles de los siglos XVI, XVII y XVIII.

7. ↑ Hamilton, Earl J. (1934) El tesoro americano y la revolución de los precios en España, 1501-1650.

8. ↑ Dubbet Ann El arbitrismo comopráctica política: el caso de Luis Valle de la Cerda (¿1552?-1606) Cuadernos de Historia Moderna número 24, lSSN 214-4018-204-0 [2]

9. ↑ García Cárcel, op. cit.

Enlaces externos

Manuel de la Fuente Merás: Una aproximación a los «arbitristas» del siglo XVII desde la teoría de las tres capas del poder político.

Ricardo García Cárcel El pensamiento económico (España). Siglo de Oro. , en Artehistoria.

BullionismoEl bullionismo o bullonismo (del inglés bullion, lingote de oro), es una teoría económica que define la riqueza como la cantidad de metales preciosos de los que se es propietario. Su práctica se basó en la acumulación de metales preciosos (monedas o lingotes) como única riqueza posible. También es conocido como metalismo. Es considerado como un mercantilismo arcaico.

También puede considerarse como definitorio de un sistema monetario estrictamente metálico, que no permita la emisión de papel moneda con libertad por el banco emisor, sino que refleje fielmente la existencia en metal precioso que lo respalde, y de esta forma impedir la inflación.

En su primera acepción se identifica con la política económica de la Monarquía Hispánica durante el Antiguo Régimen, especialmente por los Habsburgo (siglos XVI y XVII), mediante la obsesión reglamentista y el control sobre los metales preciosos que se extraían de América. Se pretende su acumulación al identificar riqueza y existencia de oro o plata, que llevaban asociado el prestigio y el poder. Se intentaba impedir la salida de oro o plata, lo que contribuía aún más al proceso de inflación denominado Revolución de los precios. Buena parte de los economistas españoles de la época, agrupados en la denominación arbitrismo, pueden ser considerados bullonistas.

Contenido

1 Bullionismo en Inglaterra o 1.1 Thomas Milles o 1.2 Gerard de Malynes

2 Véase también

Bullionismo en Inglaterra

Surge en el siglo XVI a raíz de observar cómo Inglaterra poseía grandes cantidades de oro y plata debido a su superávit en la balanza de pagos. Hay que destacar que tales metales preciosos no procedían de sus territorios, pues tenían una producción propia prácticamente inapreciable.

Thomas Milles

Thomas Milles (1550-1627), entre otros, recomendaron incrementar las exportaciones para conseguir un superávit comercial, convirtiéndolo así en metales preciosos de los que el país se adueñaba en detrimento del resto de estados.

Pese a que Inglaterra prohibió la exportación de libras o metales preciosos en torno a 1600, Milles prefería la vuelta al sistema de puertos con monopolio comercial, pues forzaría a los comerciantes a usar sus divisas para comprar bienes procedentes de Inglaterra, e igualmente, prevendría la salida de oro y plata del país. Hay que señalar que las teorías de Milles tendrían poco peso en la época.

Gerard de Malynes

Gerard de Malynes (1586 - 1641) fue otro bullionista que publicó un libro titulado A Treatise of the Canker of England's Common Wealth (que en español podría traducirse por Un Tratado sobre la Úlcera del Common Wealth Inglés), en el que comentaba que el intercambio de divisas había sido más un intercambio de valor que un intercambio del peso de los metales, y que por ello el déficit de la balanza de comercio inglesa sería la consecuencia de un intercambio injusto de metales preciosos llevado a cabo por los bancos y los servicios de cambio de divisa.

Buscando eliminar las fluctuaciones en los tipos de cambio, exigía que se estableciese un cambio estricto para las monedas que estuviese calculada en base únicamente a la concentración de metal precioso y su peso. Sin embargo, Malynes no llegó a convencer a sus contemporáneos de que los cambistas eran los responsables de la salida de oro de la nación, ni de la legitimación de una monopolio de una venta de divisas realizado por la corona. Sí que tuvo éxito, en cambio, en lograr la primera controversia en el mundo de la economía: Edward Misselden seopuso a sus ideas en 1623 en su libro The Circle of Commerce: Or, the Balance of Trade (El Círculo de Comercio: O, el Equilibrio de Comercio).

CameralismoCameralismo fue el nombre de una corriente del mercantilismo que existió principalmente en Alemania durante los siglos XVII y XVIII. Al igual que el colbertismo que existió en Francia en esas épocas, se la considera sobre todo un conjunto de prácticas o políticas más que una teoría económica propiamente.1 Sin embargo, el cameralismo llegó a constituir una disciplina académica, con un contenido teórico e ideológico más formal que otras versiones del mercantilismo.

Contenido

1 Orígenes y significado del termino 2 Características y evolución del cameralismo 3 Citas y referencias 4 Bibliografía 5 Obras escritas por cameralistas 6 Enlaces externos 7 Véase también

Orígenes y significado del termino

El término se origina en el vocablo alemán "Kammer" ( cámara, pieza o habitación) refiriéndose a los cuartos en los cuales se realizaban reuniones para discutir los asuntos tanto comerciales como de gobierno. La palabra se usó también para referirse a la sala en la cual se guardaba el tesoro del Estado; el administrador de las finanzas reales recibía el título de "camerarious". Así, "cameralismo" adquirió una connotación relacionada con las finanzas públicas.

A partir de lo anterior, el concepto llegó a ser considerado una disciplina. En alemán, aún estos días se usa el termino "Kameralwissenschaft " (literalmente: ciencia de la cámara o ciencias camerales) para referirse a la "Administración del Estado". (ver entrada Kameralwissenschaft en la wiki alemana).

Bajo ese nombre se establecieron estudios en algunas universidades, en Estrasburgo, por ejemplo, tan temprano como en 1500. Consecuentemente, los "cameralistas" predominaban entre los consejeros y altos oficiales de las principalidades alemanas durante la Guerra de los Treinta Años. Posteriormente, Federico Guillermo I de Prusia instituyo, en 1721, cátedras de "cameralismo" en las Universidades de Halle (Sajonia-Anhalt) y Fráncfort del Óder, con la intención de que se enseñara las prácticas de la buena administración del Estado.2

Las prácticas o aproximaciones del cameralismo fueron formalizadas en 1762 por el austriaco Johann Mathias Puechberg.3 Sin embargo el catedrático cameralista más conocido

fue Johann Heinrich Gottlob von Justi.4 Y en Italia Cesare Beccaria fue nombrado (1769) a la cátedra de "Ciencia Cameral" en lo que era, aquellas fechas, la institución de educación superior por excelencia en Milán: la Escuela Palatina.

En ese sentido, el cameralismo llegó a constituir el esquema educativo de los funcionarios públicos alemanes, especialmente los de altos grados. Así, el cameralismo es percibido como el antecesor de los estudios modernos de administración publica.

Características y evolución del cameralismo

El cameralismo, como disciplina, empezó simplemente como una política dedicada a fortalecer las finanzas reales. Desde este punto de vista la asunción era que la única medida de interés de la riqueza de un país era la cantidad de impuestos que era posible recaudar. Sobre esa base se empezaron a buscar políticas que promovieran las actividades económicas de las diferentes principalidades alemanas de la época y a obstaculizar las "importaciones" (que en esa época y a diferencia de los imperios inglés, francés o españól- no significaba importaciones desde otros países sino más bien de otras regiones alemanas). Al mismo tiempo, se empezaron a desarrollar sistemas que permitieran la recaudación efectiva de impuestos y tributos, etc. Durante este periodo, y en común con el mercantilismo, la finalidad explicita de las políticas y practicas fiscales eran el fortalecimiento del Estado, que se veía como personificado en la persona del monarca.

Posteriormente, y bajo la influencia del ilustración esa percepción empezó a ser modificada. A pesar que el poder de los monarcas llegó a ser absoluto, con la ilustración aparece el concepto del monarca ilustrado, cuya función era, especialmente en Alemania, traer progreso y bienestar social y económico a su pueblo, con la asesoría de sus funcionarios, por medio de reformas,5 estableciendo así las bases para un sistema de administración cuyo objetivo crecientemente deja de ser solo el interés del monarca y es complementado por la llamada utilidad pública (ver Interés público). Es en este periodo que el cameralismo se implementó como disciplina casi académica, con estudios formales.

En la medida que los monarcas asumen como su responsabilidad la dirección económica general y la responsabilidad de asegurar el bienestar de sus sujetos se ven obligados a expandir sus ámbitos de acción, necesitan no solo incrementar las capacidades productivas, mejorar técnicas y adaptar practicas de contabilidad y presupuestarias sino también encontrar maneras de implementar una nueva, revolucionaria, actividad estatal: esa encaminada a asegurar la felicidad y prosperidad de sus habitantes hasta donde fuera posible.

De acuerdo con varios escritores6 esos estudios "cameralísticos" incluían las áreas de "Cameralismo" (o administración, especialmente lo que después fue llamado Administración pública), "Oeconomie" (o Finanzas) y "Polizei". (definido por Adam Smith como: "policía es la segunda división general de la jurisprudencia. El nombre es francés y originalmente deriva del griego politeia, que propiamente significaba la acción o política de "seguridad pública" práctica del gobierno, esto es: salubridad, seguridad y economía".-7 )

Sin embargo, y como ha destacado Schumpeter, en el terreno ideológico los escritos de los cameralistas no son textos académicos o incluso manuales para hombres de negocio propiamente dichos, sino más bien escritos de un funcionario a otro.8 En las palabras de Guerrero Orozco: "Las ciencias camerales tampoco forman parte de sistemas filosóficos, no especulan, ni sus principios son los de la contemplación... Todavía no adquieren el estatuto de disciplinas científicas, en el sentido moderno del término; son aún disciplinas instrumentales, vehículos de acción." sin embargo: "tampoco están preñadas de puro pragmatismo, no son mero arte gerencial. Son disciplinas académicas susceptibles de ser enseñadas por medio de la cátedra" (op cit). "Los cameralista fueron parte economistas, parte científicos políticos, parte administradores públicos y parte abogados. Se aproximaban a sus áreas de estudio de una manera que utilizaba todas esos habilidades y competencias".9

En la obra del Doctor Omar Guerrero, conspicuo profesor de Administración Pública en la Universidad Nacional Autónoma de México, explica lo siguiente:

El cameralismo es el movimiento político emprendido por los funcionarios públicos germanos para conocer, instrumentar y sostener la afirmación del Estado absolutista frente a otras entidades políticas. Es, asimismo, un movimiento intelectual organizado en actividades académicas que culminan en la creación de ciencias prácticas de la administración, las ciencias camerales. Antes de entrar al examen de las ciencias camerales, que son el objeto de esta disertación, debemos abundar un poco más sobre el significado del cameralismo. Pondremos énfasis en que el cameralismo es un movimiento político e intelectual emprendido, desarrollado y consolidado por administradores públicos prácticos, por hombres de Estado formados empíricamente que sin embargo tomaron conciencia de la necesidad de establecer criterios pedagógicos para facilitar la continuidad histórica del cameralismo. Estamos, por tanto, ante el hecho histórico único de un encadenamiento inter-generacional de administradores del Estado absolutista en una escuela de pensamiento establecida, reconocida, institucionalizada. El cameralismo es, como bien se ha dicho, 5 la doctrina administrativa por excelencia del Estado absolutista.

Por otra parte, la culminación de la aproximación del cameralismo se encuentra las propuestas de Lorenz von Stein, propuestas que son consideradas al mismo tiempo como su superación -ver Ferraro A y Ajenjo N, op cit- . Stein explícitamente concibe el Estado como una entidad autónoma general, diferente tanto de la persona del monarca individual como de cualquier otro individuo o agrupación particular de ciudadanos. Para von Stein, el estado consiste de dos componentes centrales que se deben complementar: la Constitución y la Administración -este último termino en un sentido general. Así, por ejemplo, la libertad y bienestar que la constitución establece debe ser implementada también al nivel práctico por el brazo administrativo. Lo que significa que debe haber una "administración social" que permita a los individuos ejercer esos derechos y gozar en realidad de esas garantías que la constitución promete. "Para Stein, el Estado tiene que garantizar la libertad del individuo no solamente contra las amenazas de otros individuos o de los propios agentes públicos, sino también contra la arbitrariedad de los desarrollos socioeconómicos."10 (Ver también, Estado Social)

Citas y referencias

1. ↑ Por ejemplo: Ferraro A y Ajenjo N ( A Positive Ethics for Public Administration. Altruism, Self-Interest and the Concept of the State, p 14) aducen: Lorenz von Stein es el autor que culmina y también supera la tradición de estudios “cameralistas” alemanes y los estudios franceses de “policía” desarrollados durante los siglos XVII y XVIII. Este tipo de estudios, al servicio de las monarquías ilustradas en ambos países, consistían en un conjunto relativamente poco sistemático de conocimientos principalmente prácticos y con algunas reflexiones teóricas, que iban desde la economía a la agricultura, pasando por el derecho y la minería. En otras palabras, todo lo que pudiera resultar relevante para la administración de una monarquía centralizada”.

2. ↑ Guillaume Garner, État, économie, territoire en Allemagne. L'espace dans le caméralisme et l'économie politique, 1740-1820, Éditions de l'École des hautes études en sciences sociales, 2006.

3. ↑ Johann Matthias Puechberg: Einleitung zu einem verbesserten Kameral-Rechnungsfuße, auf die Verwaltung einer Kameral-Herrschaft angewandt. 1762. Zitiert in: Reinbert Schauer: Rechnungswesen in öffentlichen Verwaltungen. 2007 Verlag Linde, Wien: S. 19.

4. ↑ ver, por ejemplo: The beginnings of political economy. von Justi, Johann Heinrich Gottlob - Jürgen Georg Backhaus. (Ed) Lugar y fecha de edición: New York 2008 Editorial: Springer Gmbh & Co. Idioma: Inglés ISBN(13): 9780387097787

5. ↑ Omar Guerrero Orozco escribe: "Los principados germánicos están organizados con base en lo que entonces se llamaba Estado de policía, un tipo de Estado absolutista cuyo arreglo institucional tiene como base las relaciones entre el príncipe y los súbditos como relación de dominio (Véase: Otto Mayer, Derecho administrativo alemán, tomo 1, pp. 45-66) Estos vínculos de dominio, sin embargo, tienen la peculiaridad de descansar en una especie de contrato en el cual los súbditos se comprometen a obedecer, en tanto que el príncipe lo hace para proveerles de prosperidad. La clave de la relación radica en que, para satisfacer las necesidades de la población, al príncipe se le ha dotado de atribuciones para realizar, sin límites, todo aquello necesario al respecto. Dicho de otro modo, el poder principesco es ilimitado en este sentido." LAS CIENCIAS CAMERALES

6. ↑ ver, por ejemplo: David F. Lindenfeld , The Practical Imagination: The German Sciences of State in the Nineteenth Century, 1997

7. ↑ Smith, Adam. Lectures on Justice, Police, Revenue and Arms. Oxford, Claremons Press, 1896, pp. 154-156. Citado por Omar Guerrero Orozco en LA CIENCIA DE LA ADMINISTRACIÓN EN LAS CIENCIAS SOCIALES

8. ↑ Schumpeter, Joseph. Historia del Análisis Económico. México, Fondo de Cultura Económica. 1984.

9. ↑ Richard E. Wagner: The Cameralists: Fertile Sources for a New Science of Public Finance.

10. ↑ Ferraro A y Ajenjo N ( A Positive Ethics for Public Administration. Altruism, Self-Interest and the Concept of the State,

Bibliografía

Baena del Alcázar, Mariano: Los estudios sobre administración en la España del siglo XVIII.

Garner, Guillaume: État, économie, territoire en Allemagne. L'espace dans le caméralisme et l'économie politique, 1740-1820, Éditions de l'École des hautes études en sciences sociales, 2006.

Giufre, Antonio 1968. Guerrero, Omar: Las Ciencias de la Administración en el Estado Absolutista. México, Fontamara, 1986.

Guerrero, Omar: Las Ciencias de la Administración en el Estado Absolutista. México, Fontamara, 1986.

véase: Pierangelo Schiera, op. cit., pp. 402-424.

LAS CIENCIAS CAMERALES, Omar Guerrero Orozco, Universidad Nacional Autónoma de México, Publicado en: México, Revista Ensayos, UNAM, vol. II, núm. 6, 1985, pp. 16-20.

Jordana de Pozas, Luis: "Los cultivadores españoles de la ciencia de la policía"

Lindenfeld, David F. Lindenfeld : The Practical Imagination: The German Sciences of State in the Nineteenth Century (1997),

Lluch Martín, Ernest: EL CAMERALISMO MÁS ALLÁ DEL MUNDO GERMÁNICO Revista de economía aplicada, ISSN 1133-455X, Vol. 4, Nº 10, 1996 , pags. 163-175

Schiera, Pierangelo: Il Cameralismo e L'assolutismo Tedesco. Milano

Small, Albion: The Cameralists.: New York Burt Franklin, 1909.

Obras escritas por cameralistas

Puechberg, Johann Matthias: Einleitung zu einem verbesserten Kameral-Rechnungsfuße, auf die Verwaltung einer Kameral-Herrschaft angewandt. 1762. Zitiert in: Reinbert Schauer: Rechnungswesen in öffentlichen Verwaltungen. 2007 Verlag Linde, Wien: S. 19.

Von Justi, Johann Heinrich Gottlob :

-Staatswirtschaftliche oder systematische Abhandlung aller ökonomischen und Cameralwissenschaft, 2 volúmenes, (1755)

-Grundsätze der Polizeywissenschaft, (1756)

-System des Finanzwesens, (1766)

Beccaria, Cesare: Elementi di economía pubblica (1804)

Von Stein, Lorenz : varias, por ejemplo: Handbuch der Verwaltungslehre, Stuttgart, 1870; tercera edición, 1889, 3 volúmenes.

Enlaces externos

LLuch, Ernest: EL CAMERALISMO MÁS ALLÁ DEL MUNDO GERMÁNICO 

Nielsen, Axel Eduard Hjorth: Die Entstehung der deutschen Kameralwissenschaft im 17. Jahrhundert (1911). (en alemán)

Basseti, Piero: Il cameralismo tra regionalismo ed europeismo (en italiano]

Uvalle B, Ricardo: ORIGEN, COBERTURA Y OBJETIVOS DE LA CIENCIA DE LA POLICIA

UIB: Cameralistas alemanes

Colbertismo

Colbert, por Villacerf.

Colbertismo es el nombre que se da a una doctrina económica del siglo XVII, elaborada por Jean-Baptiste Colbert Contrôleur général des finances (ministro de finanzas) de Luis XIV. El colbertismo es una variante del mercantilismo y es considerada más que todo un conjunto de prácticas o políticas, más que una teoría económica.

Esta política económica fue practicada en Francia entre 1661 y 1683, fecha de la muerte de Colbert. Sin embargo fue continuada con algunas modificaciones por sus sucesores.

Como pensamiento económico, que sugería que una de las principales funciones del Estado es promover la producción de riqueza en un país a fin de financiar los gastos de Estado mediante el fomento del desarrollo económico nacional, fue reemplazada en el siglo XVIII por la fisiocracia y, posteriormente, por el liberalismo económico.

Contenido

1 Características principales 2 Ejecución del proyecto 3 Colbertismo posteriormente 4 Notas y referencias 5 Bibliografía 6 Véase también

Características principales

Las principales características del colbertismo son:

La acumulación de riqueza en la forma de lingotes a traves de una balanza de pagos excedentaria y el aumento del producto de los impuestos.

Proteccionismo del mercado y productores interno. Subsidios a las exportaciones. Implementación de dirección fiscal.

Colbert transformó la lógica mercantilsta de acumulación de riquezas a través de una organización meticulosa del Estado que hace del proyecto una expresión del espíritu progresista y aspiraciones de grandeza del país y su monarca. En ese sentido, la riqueza no sólo es acumulada para ser guardada o incluso para transformarla en recurso productivo, sino para exhibirla, dando así origen o justificación a la gran expansión de las artes, artesanías, ciencia y cultura, e incluso edificios "públicos" propios de la época, algunos construidos específicamente para dar una sede a instituciones que contribuían al prestigio y grandeza del país, tales como el Instituto de Francia que recibió, entre otras grandes instituciones, la recientemente formada Academia francesa. Otros, tales como el Hospital de Los Inválidos, al menos parcialmente como continuación de un nuevo espíritu que eventualmente condujo a la idea de "servicios al público" por parte del Estado: por ejemplo, el Hospital de la Pitié-Salpêtrière, la dedicación del Louvre como palacio para las artes, la creación de una 'Bibliothèque Nationale" en el Palacio Real (París) y la construcción de espacios públicos tales como Plaza Vendôme y Plaza de la Concordia, ambas rodeadas con locales para negocios. Además la construcción del edificio de la Escuela militar (Francia), etc, el todo coronado por el Palacio de Versalles; edificios que no sólo impulsaron el desarrollo técnico de la época creando empleos, sino que fueron construidos con la intención específica de demostrar "la grandeza de Francia", lo que sin duda logran incluso en el presente.

Los apoyos otorgados a sectores de la industria francesa de la época -conocidos como el sector de “Manufactures privilégiées” -aquellos que tenían un sistema de producción muy regulado a fin de garantizar alta calidad (ver también Manufactura real)- no fueron concebidos como de plazo indefinido. El objetivo era que las empresas adquirieran tanto el conocimiento o experiencia suficiente como el tamaño o escala necesaria para competir cara a cara con los principales competidores de la época. (ingleses y holandeses).

Los ejemplos más conocidos de tales empresa son los Gobelinos; Saint-Gobain , las porcelanas de Sèvres, las fabricas de armamentos en Saint-Étienne, etc, etc1

Ejecución del proyecto

El historiador Pablo Aimar señala que las industrias “manufactureras” mencionadas constituyen realmente más una concentración bajo un mismo techo de talleres artesanales (pero obviamente de suma habilidad) que una organización industrial propiamente tal.2

La época de oro del colbertismo es aquella en la cual Colbert centro su atención en la construcción del “canal du Midi” en el cual el Estado financio el 40% de la construcción y

el 75% de las obras fueron efectuadas en tres años, precediendo 1670. El resto demorandose hasta 1690 para su complecion.

Otro de los grandes proyectos de la politica fue la donación de seis millones de capital a la compagnie des Indes Occidentales, a fin de desarrollar el cultivo del tabaco en las Antillas. Pero de ese proyecto por un largo tiempo los principales beneficiados fueron los comerciantes del tabaco holandeses, país que en aquella época constituía uno de los principales competidores de Francia.

Errores similares se cometieron después de la muerte de Colbert, por ejemplo, con la creación del “Banco General” y posterior fusion de ese organismo con con la Compagniedes Indes Occidentales a fin de explotar la Luisiana (Nueva Francia), lo que - a pesar de enriquecer a muchos (en esa época se origina el termino "millonarios") termino con la primera gran crisis económica moderna. (véase John Law).

Colbertismo posteriormente

Artículo principal: Dirigismo.

En Francia se usa el termino “neocolbertismo” para referirse al “dirigismo” que fue la variedad de intervencionismo implementado por el gobierno frances después de 1945. Ese neocolbertismo no trató de acumular riqueza o subsidiar exportaciones pero más bien de financiar estudios científicos y de hacer emerger una industria nacional capaz de recrear y mantener tanto la infraestructura como una economía de escala moderna, especialmente a través de promover la creación de industrias que se ven como "campeones nacionales" en la medida que alcanzan reconocimiento internacional.

El neocolbertismo ha sido visto por politicos tanto a nivel frances como europeo como una politica para enfrentar al proceso de deslocalización que proviene del liberalismo moderno o neoliberalismo.3 Esto no cuenta con la aprobación general de los economistas. Así, por ejemplo, Phillipe Escande ha escrito: “Esta politica dirigista tiene dos defectos. Por un lado, dirige los dineros publicos, notablemente los de estudios y desarrollos científicos, a los “campeones” que no necesariamente los necesitan, a detrimento de las instituciones menores... (...) por el otro, protege a los grandes grupos (industriales) y limita la competición y, por ende, la emergencia de nuevos rivales. Es lo que el economista austriaco Joseph Schumpeter teorizo como “destrucción creativa” lo que permite a los innovadores tomar el lugar de los actores actuales”4

Notas y referencias

1. ↑ La grande industrie sous le règne de Louis XIV, de Germain Martin2. ↑ por ejemplo: La Révolution industrielle (1780-1880), Seuil, Paris, 1971, rééd.

1999.- y (con Jean-François Sirinelli ) Histoire culturelle de la France, 4 tomes, Seuil, Paris, 1997, rééd. 2005.

3. ↑ rapport d'information d'un sénateur UMP, 20044. ↑ Le trou noir des PME, Les Échos, 26 février 2008

Bibliografía

Philippe MINARD, La fortune du colbertisme, Etat et industrie dans la France des Lumières, Paris, Fayard, 1998.

Le Colbertisme "high tech" : économie des Telecom et du Grand Projet.- Élie Cohen, (Paris : Hachette, 1992) ISBN 2-01-019343-1.

DirigismoDirigismo (del francés "dirigisme") es un concepto político-económico usado para designar un sistema en el cual el gobierno ejercita una fuerte influencia directiva en los sectores económicos, generalmente no a través del intervencionismo o de la estatización sino del uso de incentivos para promover prácticas que son de interés público o general.

A pesar que muchos consideran que tal influencia es, por definición, excesiva (la RAE, por ejemplo, define el término como significando "Tendencia del gobierno o de cualquier autoridad a intervenir de manera abusiva en determinada actividad."), esto no es necesariamente el caso. Igualmente, a pesar de que el concepto ha sido usado para designar una economía centralizada en la cual el gobierno o Estado efectivamente controla los mecanismos de producción y distribución, etc. -es decir, como equivalentes a ciertos sistemas socialistas o colectivistas como en el caso del Estado socialista- ese no es el sentido que la palabra tenía originalmente o tiene incluso en el presente en Francia (y a través de esta en otros países), donde es usada generalmente para designar un sistema esencialmente capitalista con participación fuerte del Estado, específicamente con un rol estatal de coordinación. En otras palabras, es un sistema que puede ser considerado como capitalismo de Estado.

En ese sentido, muchas economías modernas pueden ser caracterizadas como con algún grado de "dirigismo" (ver economía mixta), por ejemplo, el gobierno generalmente subsidia estudios y desarrollos científicos o técnicos o promueve la industria nacional a través de programas fiscales, por ejemplo, producción y compra de material militar, sanitarios, educativos, etc.

Contenido

1 Orígenes y evolución del termino 2 Dirigismo en otros sistemas políticos 3 Dirigismo y Planificación indicativa 4 Referencias y notas 5 Bibliografía 6 Véase también

Orígenes y evolución del termino

Los orígenes del dirigismo -entendido como la acción gubernamental a fin de crear, promover o defender la industria o economía de un país- se encuentra en las obras de monarcas tales como Pedro el Grande de Rusia, José I de Portugal; Carlos III de España y otros propios del absolutismo. (ver: Manufactura real) Entre ellos se destaca Luis XIV de Francia quien, a través de Jean-Baptiste Colbert -su ministro de finanzas- transformo lo que había sido la acción ocasional de algunos reyes en "política de estado". (ver Colbertismo)

Posteriormente Henri de Saint-Simon introdujo el termino como tal, pero generalizó y modifico la propuesta, transformándola de uno de los objetivos estatales, en el objetivo principal del estado, lo que requiriria una reorganización de éste. Saint Simon percibía esa reorganización de la sociedad teniendo lugar bajo la dirección una elite de filósofos, científicos y técnicos lidereando un proceso pacífico de industrialización moderado por un "humanismo-cristiano" -el cual tendría científicos como sacerdotes- Saint Simon no concebía lo anterior como requiriendo un gobierno fuerte, sino por el contrario, uno basado en comunidades y consensos.1 En esa medida, el pensamiento de Saint Simon ha sido considerado "progresista" o "socialista".

Con posterioridad Auguste Comte retoma el concepto (en su "Système de Politique Positive" -1851) asignando al gobierno el rol de conducir la acción individual al objetivo común. Para Comte ese gobierno -se alega y a diferencia de la sugerencia de Saint Simon- es autoritario, en que la acción progresista de Saint Simon deja de ser basada en discuciónes y acuerdos y se transforma en el descubrimiento y aplicación de "leyes naturales" por los administradores científico-técnicos del estado. Mientras en la concepción de Saint Simon los sabios guían a través del argumento libre a la comunidad -los miembros de las cuales son libres para disentir- en Comte los sabios tienen el papel principal de educar en un proceso que "dará a cada uno el conocimiento necesario para comprender su lugar, su papel como "órgano de la humanidad" a través de un sistema que debe ser "preciso tanto acerca de los programas como acerca de los "cuadros institucionales"; tendiendo a limitar absolutamente la intervención de la individualidad... (implemetando de manera rutinaria) la investigación administrativa, centralización uniformizante, reasignacion regular del personal a fin de evitar relaciones personales, cursos de contenido preciso y programas estrictos, todo es planificado y anunciado por adelantado.2

El desarrollo de esa concepción política del dirigismo coincidió con el desarrollo de la meritocracia y burocracia como formas de administración, especialmente la administración pública. Esas concepciones dieron forma en Francia a la reformación de la École polytechnique (en 1817) y, posteriormente al periodo de Napoleón III y a la Comuna de París, a la fundación de varias "altas escuelas", tales como la del École libre des sciences politiques y, eventualmente (en 1945) a la École Nationale d'Administration

Se ha sugerido3 que la propuesta es que países que no habían logrado desarrollo económico a través del laissez faire serían capaces de lograr desarrollar, fortalecer y expandir tanto la industria como la economía nacional a traves de un dirigismo económico.

Esta posición alcanzó un apogeo, en Francia después de la Segunda Guerra Mundial, con el "dirigisme" del Gaullismo, sistema a través del cual ese país buscó no sólo reparar los grandes estragos que la guerra había causado sino expandir y modernizar tanto la base industrial como la infraestructura de todo tipo en ese país.

Por ejemplo, se ha aducido que la industria francesa de preguerra estaba generalmente compuesta de empresas familiares, a menudo demasiado pequeñas y consecuentemente, descapitalizadas y carentes de bienes de capital y organización modernas y eficientes, que simplemente habían sido incapaces de competir a nivel internacional - De Gaulle famosamente ejemplificó la situación con la pregunta retórica "¿Cómo se puede gobernar

un país que tiene más de 300 clases de quesos...?".4 Además, mucho del material y maquinaria moderna había sido simplemente "trasladado" a Alemania durante la ocupación y en general, destruido durante la guerra misma.

Los gobiernos franceses enfrentaron esa situación, bajo el liderazgo del gaullismo, con un Commissariat au plan ("Comisión para el Plan"). A diferencia, por ejemplo, con el sistema imperante en la Unión Soviética, el gobierno francés nunca buscó obtener la propiedad generalizada de las empresas ni impuso objetivos obligatorios como parte "del plan". En general, éso se implementaba a través del uso de incentivos.

Por ejemplo, el objetivo general del plan era producir una industria capaz de competir a nivel internacional tanto con la inglesa como con la estadounidense. Una parte esencial de ese objetivo general fue lograr que las empresas francesas se fusionaran en conglomerados "campeones nacionales" o "de renombre" que podían ser promovidos a nivel internacional por el gobierno. Al mismo tiempo, el estado podía prestarles apoyo financiero tanto directo como indirecto (por ejemplo, comprando solamente en empresas francesas) Otras formas de apoyo financiero indirecto incluyen el financiamiento estatal de estudios y desarrollos científico-técnicos (incluyendo proyectos industriales específicos que se espera generen desarrollo técnico generalizado a través de la industria -por ejemplo, el proyecto que dio origen al Concorde), la provisión de personal altamente especializado, etc.

El área en la que el gobierno francés busco un mayor nivel de control -aparte del sistema educacional y de estudios científicos- fue la provisión de infraestructura y servicios relacionados. El gobierno francés creo o ha sido el propietario de la empresa de ferrocarriles (SNCF), de electricidad ( EDF), la empresa de gas (GDF), aerolínea nacional (Air France), sistemas nucleares e industrias del espacio ( CNES y la Aérospatiale). etc, Sin embargo, el estado francés ha dejado largamente a la industria privada la construcción y mantenimiento de supercarreteras y otras vías terrestres.

El proyecto fue largamente exitoso. Durante las décadas desde 1945 a 1975 Francia experimentó un crecimiento económico sin precedente en su historia (4,5 % en promedio) lo que junto a un gran crecimiento demografico, la integración de manera competitiva de Francia a una economía internacional en expansion y consecuente, el restablecimiento del orgullo nacional, llevaron a que ese periodo sea conocido como los Trente Glorieuses.

Durante ese periodo, bajo las presidencias derechistas o conservadoras de Charles de Gaulle y Georges Pompidou, el dirigismo fue visto en Francia como una via intermedia entre el sistema de EEUU de mínima intervención estatal y el del Bloque del Este, de intervención máxima.

Sin embargo, siguiendo la Crisis del petróleo de 1973, el Partido Socialista de Francia, liderado por François Mitterrand fue electo prometiendo mayor intervención. Bajo ese gobierno muchos bancos e industrias fueron estatizados. Sin embargo, los malos resultados de esa política forzaron (1983) el abandono de esas tentativas y la introducción de una política de rigueur ("rigor").

Con posterioridad, durante la campaña electoral de 2007, tanto Nicolas Sarkozy -quien fue elegido presidente- como otros candidatos, propusieron un retorno al modelo dirigista.5 Esta propuesta parece haber sido reforzada como consecuencia de la crisis financiera de 2008, lo que llevó al presidente Sarkozy a proponer medidas -en el contexto tanto de esa crisis como de la deslocalización- para "reindustrializar Francia".6

Dirigismo en otros sistemas políticos

Países tales como el Líbano y Siria y otros que fueron "departamentos de ultramar" de Francia), han sido influidos por los principios del dirigismo.7

Se ha sugerido que el dirigismo económico es una parte inherente del fascismo.8 y que constituyó las bases de la economía política de los nazis.9 10 (ver Economía política de los nazis`)

Cesare Santoro, un fascista que visito Alemania en la época, lo pone así: "En la declaración programática, ya citada al principio de nuestra obra, Adolf Hitler anunció que el nuevo gobierno se proponía “velar por los intereses económicos del pueblo alemán no por el camino tortuoso de una gran economía burocrática organizada por el Estado sino por el impulso más fuerte dado a la iniciativa particular sobre la base del reconocimiento de la propiedad privada”. El reconocimiento del principio de que, en contraste con lo que ocurre en la Rusia soviética, el Estado tiene por misión dirigir la economía pero no administrarla por sí mismo (función que corresponde exclusivamente a la economía misma) no puede ser más explícitamente expresado. También así ha sido establecido solemnemente el principio de la propiedad privada con lo que se estimula al patrono a ensanchar más su empresa para alcanzar los mayores resultados posibles. Estos dos principios determinan las normas directivas para la reorganización nacionalsocialista de la economía industrial; aquellas exigen una administración autónoma cuya misión consiste en asesorar y tutelar a las asociaciones industriales o a los socios que forman parte de ella. Esta administración tiene el deber de transmitir al gobierno los deseos de los patronos que toman parte en la obra de reconstrucción económica".11

Sin embargo, otros autores argumentan que el sistema económico del fascismo -tal y como fue implementado por, entre otros, Benito Mussolini y Adolf Hitler- es una mezcla de varias sugerencias económicas.12

Dirigismo y Planificación indicativa

A partir de la década de los 70 del siglo XX se introdujo en Japón una innovación al dirigismo “tradicional”, que lo transforma en el sistema actual de Planificación indicativa. La Planificación indicativa es mas amplia que el dirigismo propiamente tal, en que permite al estado tanto mas discreción en objetivos como en los medios a utilizar.13 Sin embargo, aun permanece dentro de los limites generales del dirigismo, en que no busca controlar sino coordinar la acción tanto de sectores privados como estatales.

Esa nueva aproximación comenzó a difundirse y ponerse en practica en los países del sudeste de Asia, específicamente: Taiwán, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong (después

de su unión con China) etc, países que llegaron a convertirse rápidamente en los llamados cuatro dragones asiáticos. Se ha sugerido que la República Popular China misma ha empezado a implementar medidas derivadas de esta aproximación.

Referencias y notas

1. ↑ Annelien De Dijn French Political Thought from Montesquieu to Tocqueville2. ↑ Annie Petit: Le prétendu positivisme d’Ernest Renan paragrafo 126 - 147 (en

frances en el original)3. ↑ Tibor Iván Berend the Origens and Characteristics of economic dirigisme en An

Economic History of Twentieth-century Europe (en ingles)4. ↑ General Charles de Gaulle5. ↑ "En lo que los tres están de acuerdo es en la intervención en la economía en

asuntos estratégicos, en la creación de grupos industriales y financieros que sean campeones nacionales, y en la necesidad de que los tecnócratas de los órganos independientes se plieguen a los elegidos en las urnas." Llega el dirigismo que quiere ZP, pero con más 'glamour'

6. ↑ Sarkozy, propone un "fondo nacional" para la reindustrialización7. ↑ The Daily Star - 'Youssef Chaitani's 'Post-Colonial Syria and Lebanon' chronicles

the history of division between the neighbors'. 17 October 2007.8. ↑ Tibor Ivan Berend, An Economic History of Twentieth-Century Europe,

Cambridge University Press, 2005, p. 939. ↑ Giuseppe Rinaldi, (2009) ECONOMIA DELLA GERMANIA NAZISTA (1.1)10. ↑ Cassaniti Graziana (2010) I totalitarismi11. ↑ Cesare Santoro en "La Alemania de Hitler", capitulo XI La Economía en la Nueva

Alemania12. ↑ David Baker, "The political economy of fascism: Myth or reality, or myth and

reality?" New Political Economy, Volume 11, Issue 2 June 2006, pages 227 – 25013. ↑ Por ejemplo, Ha-Joon Chang argumenta que la aproximación permite que el

estado actúe aun “ contra las señales de mercado, generalmente, pero no siempre, para aumentar eficiencia y promover crecimiento” en : Industrial Policy: Can We Go Beyond an Unproductive Confrontation? p 2

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Mercantilismo

El mercantilismo se desarrolló entre los siglos XVI y XVIII. Los mercantilistas creían que la riqueza de un país estaba en la cantidad de oro que tenía y pensaban que el comercio con otros países, si era favorable para un país, tenía que aumentar su cantidad de metales. Pedían al estado una política favorable a los intereses nacionales, es decir, una política proteccionista que favoreciera los productos nacionales y no la libre competencia. Asimismo, eran partidarios del proteccionismo frente al librecambismo.

Gerard de Malynes Edward Misselden Thomas Mun Jean Bodin Jean Baptiste Colbert Josiah Child William Petty John Locke Charles Davenant Dudley North Ferdinando Galiani James Denham-Steuart

Mercantilismo

Cuadro de Le Lorrain que representa un puerto de mar francés de 1638, en el momento cumbre del mercantilismo.

Se puede entender al mercantilismo como un conjunto de ideas políticas o ideas económicas que se desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad del XVIII en Europa. Se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en la economía. Consistió en una serie de medidas tendentes a unificar el mercado interno y tuvo como finalidad la formación de Estados-nación lo más fuerte posible.

Contenido

1 Introducción 2 Doctrina económica mercantilista

o 2.1 El mercantilismo como conjunto de ideas económicas o 2.2 Interpretación histórica del mercantilismo o 2.3 La época mercantilista o 2.4 Las ideas mercantilistas o 2.5 El mercantilismo como proceso económico

3 Políticas mercantilistas o 3.1 En Francia o 3.2 En Inglaterra o 3.3 En España o 3.4 En otros países

4 Críticas 5 Legado

o 5.1 Ideas mercantilistas supervivientes o 5.2 Herencia política

6 Referencias o 6.1 Notas o 6.2 Bibliografía o 6.3 Fuentes o 6.4 Otras lecturas

7 Véase también 8 Enlaces externos

Introducción

El mercantilismo es el conjunto de ideas económicas que consideran que la prosperidad de una nación-estado depende del capital que pueda tener, y que el volumen global de comercio mundial es inalterable. El capital, que está representado por los metales preciosos que el estado tiene en su poder, se incrementa sobre todo mediante una balanza comercial positiva con otras naciones (o, lo que es lo mismo, que las exportaciones sean superiores a las importaciones). El mercantilismo sugiere que el gobierno dirigente de una nación debería buscar la consecución de esos objetivos mediante una política proteccionista sobre su economía, favoreciendo la exportación y desfavoreciendo la importación, sobre todo mediante la imposición de aranceles. La política económica basada en estas ideas a veces recibe el nombre de sistema mercantilista.

Los pensadores mercantilistas preconizan el desarrollo económico por medio del enriquecimiento de las naciones gracias al comercio exterior, lo que permite encontrar salida a los excedentes de la producción. El Estado adquiere un papel primordial en el desarrollo de la riqueza nacional, al adoptar políticas proteccionistas, y en particular estableciendo barreras arancelarias y medidas de apoyo a la exportación.

Jakob Fugger «el Rico», pintado por Alberto Durero (1519) justo cuando estaba realizando el «negocio del siglo»: el préstamo a Carlos I de España que le permitió convertirse en Carlos V de Alemania, al financiar los cuantiosos sobornos de su elección imperial. Los impuestos con los que se pensaba devolver el crédito provocaron la Guerra de las Comunidades en Castilla. Poco antes, las maniobras teológico-financieras del papado provocaron, también en Alemania, la Reforma luterana. Resulta comprensible que en la época se entendiese a la economía como algo explicable desde un punto de vista secular, no únicamente religioso, un juego de suma cero en que sólo se gana lo que otro pierde y estrechamente vinculado al poder político.

El mercantilismo como tal no es una corriente de pensamiento. Marca el final de la preeminencia de la ideología económica del cristianismo (la crematística), inspirada en Aristóteles y Platón, que rechazaba la acumulación de riquezas y los préstamos con interés (vinculados al pecado de usura). Esta nueva corriente económica surge en una época en la que los reyes desean poseer el máximo de oro posible. Las teorías mercantilistas buscan ese objetivo y desarrollan una problemática basada en el enriquecimiento. Esta corriente se basa en un sistema de análisis de los flujos económicos muy simplificado en el que, por ejemplo, no se tiene en cuenta el papel que desempeña el sistema social.

Fue la teoría predominante a lo largo de toda la Edad Moderna (desde el siglo XVI hasta el XVIII), época que aproximadamente indica el surgimiento de la idea del Estado Nación y la formación económico social conocida como Antiguo Régimen en Europa Occidental. En el ámbito nacional, el mercantilismo llevó a los primeros casos de intervención y significativo control gubernativo sobre la economía, y fue en este periodo en el que se fue estableciendo gran parte del sistema capitalista moderno. Internacionalmente, el mercantilismo sirvió indirectamente para impulsar muchas de las guerras europeas del periodo, y sirvió como causa y fundamento del imperialismo europeo, dado que las grandes potencias de Europa luchaban por el control de los mercados disponibles en el mundo.

Como agente unificador tendente a la creación de un estado nacional soberano, el mercantilismo tuvo en contra dos fuerzas: Una, más espiritual-jurídica que política-económica, fueron los poderes universales: la Iglesia y el Imperio, la otra, de carácter predominantemente económico fue el particularismo local, con la dificultad que produce a las comunicaciones y la pervivencia de la economía natural (en determinadas zonas los ingresos del estado eran en especie y no en dinero); mientras que la pretensión mercantilista es que el mercado cerrado sea sustituido por el mercado nacional y las mercancías como medida de valor y medio de cambio sean remplazadas por el oro. El mercantilismo ve la intervención del estado como el medio más eficaz para el desarrollo económico.

Otra tendencia del mercantilismo era robustecer hacia el exterior el poder del Estado, subordinando la actividad económica hacia ese objetivo, e interesándose por la riqueza en cuanto sirva de base para ella. El liberalismo considerará a la riqueza como preciosa para el individuo, y por ende, digna de ser alcanzada como fin en sí misma: si el particular no debe pensar más que enriquecerse, es un hecho puramente natural e involuntario que la riqueza de los ciudadanos contribuya a aumentar la riqueza del estado. En cambio, para los mercantilistas, la riqueza privada es simplemente un medio, y como tal se subordina al estado y a sus fines de dominio.

A lo largo de este periodo durante el cual las hipótesis evolucionaron, aparece una literatura compleja, que da idea de que existe una corriente vagamente unificada. En el Siglo XIX, se extenderá por la mayoría de las naciones europeas, adaptándose a las características nacionales. Entre las escuelas mercantilistas se distingue: el bullionismo (o «mercantilismo español») que propugna la acumulación de metales preciosos; el colbertismo (o «mercantilismo francés») que por su parte se inclina hacia la industrialización; y el comercialismo (o «mercantilismo británico») que ve en el comercio exterior la fuente de la riqueza de un país.

A partir de esa época, las cuestiones económicas dejan de pertenecer a los teólogos. La Edad Moderna marca un giro con la progresiva autonomía de la economía frente a la moral y la religión así como frente a la política. Esta enorme ruptura se realizará por medio de consejeros de los gobernantes y por los comerciantes.1 Esta nueva disciplina llegará a ser una verdadera ciencia económica con la fisiocracia. Entre los muchos autores mercantilistas, hay que destacar a Martín de Azpilicueta (1492-1586), Tomás de Mercado (1525-1575), Jean Bodin (1530–1596), Antoine de Montchrétien (1576–1621), o William Petty (1623–1687).

La confianza en el mercantilismo comenzó a decaer a finales del siglo XVIII, momento en el que las teorías de Adam Smith y de otros economistas clásicos fueron ganando favor en el Imperio Británico, y en menor grado en el resto de Europa (con la excepción de Alemania, en donde la Escuela Histórica de Economía fue la más importante durante todo el siglo XIX y comienzos del XX). Adam Smith, que lo critica con dureza en su obra titulada Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (conocida comúnmente como La riqueza de las naciones), califica el mercantilismo como una «economía al servicio del Príncipe».

Curiosamente, y si bien había sido una antigua colonia británica, los Estados Unidos de América no se adhirieron a la economía clásica, sino al régimen económico que fue llamado «sistema americano» (una forma de neo-mercantilismo) a través de las políticas de Alexander Hamilton, Henry Clay, Abraham Lincoln y por lo que más tarde serían las prácticas económicas del Partido Republicano, que a su vez se reflejaron en las políticas de los historicistas alemanes y economistas como Friedrich List. Esto duró hasta el surgimiento del New Deal tras la crisis de 1929.

Hoy en día la teoría del mercantilismo es rechazada por la mayoría de los economistas, si bien algunos de sus elementos en ocasiones son vistos de forma positiva por algunos, entre los cuales cabe citar a Ravi Batra, Pat Choate, Eammon Fingleton, o Michael Lind.2

Doctrina económica mercantilista

El mercantilismo como conjunto de ideas económicas

Casi todos los economistas europeos de entre 1500 y 1750 se consideran hoy en día como mercantilistas. Sin embargo, estos autores no se veían a sí mismos como partícipes de una sola ideología económica, sino que el término fue acuñado por Victor Riquetti, Marqués de Mirabeau en 1763, y fue popularizado por Adam Smith en 1776. De hecho, Adam Smith fue la primera persona en organizar formalmente muchas de las contribuciones de los mercantilistas en su libro La Riqueza de las Naciones.3 La palabra procede de la palabra latina mercari, que tiene el sentido igual al castellano mercantil, en el sentido de llevar a cabo un negocio, y que procede de la raíz merx que significa mercancía. Fue utilizada inicialmente sólo por los críticos a esta teoría, tales como Mirabeau y Smith, pero pronto fue adoptada por los historiadores.

El mercantilismo en sí no puede ser considerado como una teoría unificada de economía. En realidad no hubo escritores mercantilistas que presentasen un esquema general de lo que sería una economía ideal, tal y como Adam Smith haría más adelante para la economía clásica. En su lugar, el escritor mercantilista tendía a enfocar su atención en un área específica de la economía.4 Sería después del periodo mercantilista cuando los estudiosos que vinieron posteriormente integrasen las diversas ideas en lo que llamarían mercantilismo, como por ejemplo Eli F. Heckscher5 que ve en los escritos de la época a la vez un sistema de poder político, un sistema de reglamentación de la actividad económica, un sistema proteccionista y también un sistema monetario con la teoría de la balanza comercial. Sin embargo, algunos teóricos rechazan completamente la idea misma de una teoría mercantilista, argumentando que da «una falsa unidad a hechos dispares».6 El historiador del pensamiento económico Mark Blaug hace notar que el mercantilismo fue calificado con el paso del tiempo como «molesto equipaje», «diversión de historiografía», y de «gigantesco globo teórico».7

Hasta cierto punto, la doctrina mercantilista en sí misma hacía imposible que existiese una teoría general económica. Los mercantilistas veían el sistema económico como un juego de suma cero, en donde la ganancia de una de las partes suponía la pérdida de otra, o siguiendo la famosa máxima de Jean Bodin «no hay nada que alguien gane que otro no pierda» (Los Seis libros de la República). Por tanto, cualquier sistema de políticas que beneficiasen a un

grupo por definición también harían daño a otro u otros, y no existía la posibilidad de que la economía fuese empleada para maximizar la riqueza común, o el bien común.8 Parece que los escritos de los mercantilistas se hubieran hecho para justificar a posteriori una serie de prácticas, más que para evaluar su impacto y determinar así el mejor modo de llevarlas a término.9

El mercantilismo es, por tanto, una doctrina o política económica que aparece en un periodo intervencionista y describe un credo económico que prevaleció en la época de nacimiento del capitalismo, antes de la Revolución industrial.10

Las primeras teorías mercantilistas desarrolladas a principios del Siglo XVI estuvieron marcadas por el bullionismo (del inglés bullion: oro en lingotes). A ese respecto, Adam Smith escribía:

La doble función que cumple el Dinero, como instrumento de comercio y como medida de los valores, ha hecho que se produzca de modo natural esa idea popular de que el Dinero hace la riqueza, o que la riqueza consiste en la abundancia de oro y plata […]. Se razona de la misma manera con respecto a un país. Un país rico es aquél en el que abunda el dinero, y el medio más sencillo de enriquecer el suyo, es amasar el oro y la plata […]. Debido al creciente éxito de estas ideas, las diferentes naciones de Europa se han dedicado, aunque sin demasiado éxito, a buscar y acumular oro y plata de todas las maneras posibles. España y Portugal, poseedores de las principales minas que proveen a Europa de esos metales, han prohibido su exportación amenazando con graves represalias, o la han sometido a enormes tasas. Esta misma prohibición ha formado parte de la política de la mayoría de las naciones de Europa. Uno la encuentra incluso donde menos lo esperaría, en algunas antiguas actas del parlamento de Escocia, que prohíben, bajo fuertes penas, transportar oro y plata fuera del reino. La misma política se puso en marcha en Francia y en Inglaterra11

Thomas Gresham, comerciante y financiero inglés.

Durante ese periodo, importantes cantidades de oro y plata fluían desde las colonias españolas del Nuevo Mundo hacia Europa. Para los escritores bullionistas, como Jean Bodin o Thomas Gresham, la riqueza y el poder del Estado se miden por la cantidad de oro

que poseen. Cada nación debe pues acrecentar sus reservas de oro a expensas de las demás naciones para hacer crecer su poder. La prosperidad de un Estado se mide, según los bullionistas, por la riqueza acumulada por el gobierno, sin mencionar la Renta Nacional. Este interés hacia las reservas de oro y plata se explica en parte por la importancia de esas materias primas en tiempos de guerra. Los ejércitos, que contaban con muchos mercenarios, eran pagados con oro y quitando a los pocos países europeos que controlaban las minas de oro y plata, la principal manera de obtener esas materias primas era el comercio internacional. Si un Estado exportaba más de lo que importaba, su «balanza del comercio» (lo que corresponde en nuestros días a la balanza comercial) era excedentaria, lo que se traducía en una entrada neta de dinero.

Esto llevó a los mercantilistas a proponer como objetivo económico el tener un excedente comercial. Se prohibía estrictamente la exportación de oro. Los bullionistas también eran partidarios de poner en marcha altas tasas de interés para animar a los inversores a invertir su dinero en el país.

En el Siglo XVIII se desarrolló una versión más elaborada de las ideas mercantilistas, y que rechazaba la visión simplista del bullionismo. Esos escritores, como Thomas Mun, situaban como principal objetivo el crecimiento de la riqueza nacional, y aunque seguía considerando que el oro era la riqueza principal, admitían que existían otras fuentes de riqueza, como las mercancías.

«(...) no es la gran cantidad de oro y plata lo que constituye la verdadera riqueza de un Estado, ya que en el mundo hay Países muy grandes que cuentan con abundancia de oro y plata, y que no se encuentran más cómodos, ni son más felices […]. La verdadera riqueza de un Reino consiste en la abundancia de las Mercancías, cuyo uso es tan necesario para el sostenimiento de la vida de los hombres, que no pueden pasarse de ellas»12

El objetivo de una balanza comercial excedentaria seguía persiguiéndose pero desde ese momento se veía interesante importar mercancías de Asia por medio de oro para revender luego esos bienes en el mercado europeo con importantes beneficios.

«Y para dejar la cosa aún más clara, cuando decimos […] que 100.000 libras exportadas en efectivo pueden servir para importar el equivalente aproximado de 500.000 libras esterlinas en mercancías de las Indias Orientales, hay que entender que la parte de esa suma que puede llamarse con propiedad nuestra importación, al ser consumida en el reino, tiene un valor de unas 120.000 libras esterlinas anuales. De manera que el resto, es decir 380.000 libras, es mercancía exportada al extranjero bajo la forma de nuestros tejidos, nuestro plomo, nuestro estaño, o de cualquier otro producto de nuestro país, con gran aumento del patrimonio del reino y eso en el tesoro, por lo que podemos concluir que el comercio de las Indias Orientales provee a ese fin.»13

Esta nueva visión rechazaba a partir de ese momento la exportación de materias primas, que una vez transformadas en bienes finales constituían una importante fuente de riqueza. Mientras el bullionismo había favorecido la exportación en masa de lana de Gran Bretaña, la nueva generación de mercantilistas apoyaba la prohibición total de exportar materias primas y propugnaba el desarrollo de industrias manufactureras domésticas. Al necesitar las

industrias importantes capitales, en el Siglo XVIII se vio una reducción de las limitaciones contra la usura. Como muy bien demostró William Petty, la tasa de interés se ve como una compensación por las molestias ocasionadas al prestador al quedar sin liquidez. Un resultado de esas teorías fue la puesta en marcha de las Navigation Acts a partir de 1651, que dieron a los barcos ingleses la exclusiva en las relaciones entre Gran Bretaña y sus colonias, prohibiendo a los holandeses el acceso a ciertos puertos para restringir la expansión de los Países Bajos.

Las consecuencias en materia de política interior de las teorías mercantilistas estaban mucho más fragmentadas que sus aspectos de política comercial. Mientras Adam Smith decía que el mercantilismo apelaba a controles muy estrictos de la economía, los mercantilistas no estaban de acuerdo entre sí. Algunos propugnaban la creación de monopolios y otras cartas patentes. Pero otros criticaban el riesgo de corrupción y de ineficacia de tales sistemas. Muchos mercantilistas también reconocían que la instauración de cuotas y de control de precios propiciaba el mercado negro.

En cambio, la mayor parte de los teóricos mercantilistas estaban de acuerdo en la opresión económica de los trabajadores y agricultores que debían vivir con unos ingresos cercanos al nivel de supervivencia, para maximizar la producción. Unos mayores ingresos, tiempo libre suplementario o una mejor educación de esas poblaciones contribuirían a favorecer la holgazanería y perjudicarían la economía.14 Esos pensadores veían una doble ventaja en el hecho de disponer de abundante mano de obra: las industrias que se desarrollaban en esa época precisaban de mucha mano de obra y además eso reforzaba el potencial militar del país. Los salarios se mantienen pues a un bajo nivel para incitar a trabajar. Las leyes de pobres (Poor Laws) en Inglaterra persiguen a los vagabundos y hacen obligatorio el trabajo. El ministro Colbert hará trabajar a niños con seis años en las manufacturas de Estado.

La reflexión sobre la pobreza y su papel social en la Edad Moderna cobró importancia sobre todo tras la Reforma Protestante y los diferentes papeles que a la predestinación y el triunfo personal daban la teología de Lutero, Calvino o la Contrarreforma. La opinión católica tradicional se asociaba al mantenimiento del Antiguo Régimen, sancionando el ocio de los privilegiados y considerando la condena del trabajo como un castigo divino, mientras que las sociedades donde triunfó el protestantismo parecían adecuarse más a los nuevos valores burgueses.15 La valoración tradicional de los pobres los veía como más cercanos a Dios, y las instituciones de caridad no se veían como medios de erradicar la pobreza, sino de paliar sus efectos. No obstante, entre los católicos también se incluye la obra de Juan Luis Vives De subventione pauperum. Sive de humanis necessitatibus libri II (Los dos libros de la subvención a los pobres o de la necesidad humana. Brujas, 1525), que trata el problema de la mendicidad buscando soluciones en las instituciones públicas, que deben socorrer a los verdaderos pobres y hacer trabajar a los que sólo son vagos; para ello consideraba preciso una organización de la beneficencia y una reforma del sistema sanitario, de asilo. Siguiendo sus ideas se organizó la actuación contra la pobreza en la ciudad de Brujas.

Interpretación histórica del mercantilismo

En efecto, no se puede hablar de una escuela mercantilista, pues para poder hablar de una escuela debe existir un conjunto de características que englobe este término. Una de ellas es la presencia de un maestro que cree un pensamiento el cual sea seguido por los miembros de la escuela, además de homogeneidad en el pensamiento. Así, por ejemplo, podemos hablar de la Escuela Clásica con Adam Smith como epicentro del pensamiento, es decir , como maestro, y la afinidad entre los distintos autores de la misma. Sin embargo, en lo que se refiere al pensamiento llamado mercantilista no encontramos ninguno de los atributos necesarios para identificarlo con una escuela de pensamiento.

El mercantilismo ha tenido diversas interpretaciones a lo largo del tiempo. Desde Adam Smith hasta la actualidad se suceden explicaciones de lo que han sido y han significado todos estos autores llamados mercantilistas. John Maynard Keynes, Gustav Schmoller, William Cunningham y el ya mencionado Adam Smith, entre muchos otros, han aportado su perspectiva del mercantilismo. Señalaremos particularmente a Eli Heckscher que, influido por los tres últimos autores mencionados, aúna las interpretaciones de éstos para luego añadir la suya. Habla del mercantilismo desde el punto de vista de su política proteccionista y sus actitudes monetarias (como ya refiere Smith), como una doctrina en la construcción del estado (recogido de Schmoller), como un sistema de poder (propugnado por Cunningham) y añade su tesis a estas cuatro: describe el mercantilismo como una concepción social que rompió con los moldes tanto morales como religiosos que determinaban el comportamiento de los agentes económicos.

A partir de los años cuarenta se disgrega las interpretaciones, desde una perspectiva general, en cuatro direcciones diferentes. Por una parte, historiadores que hablan de un período preanalítico del pensamiento económico.Por otra parte, los que argumentan la anticipación de la doctrina clásica en muchos aspectos( mecanismos de los precios, etc.) Un tercer grupo de historiadores hacen hincapié en la política, ya no exterior y proteccionista, sino en la local y nacional. Por último, y como aportación argumentativa a la afirmación de la inexistencia de una escuela mercantilista, un cuarto grupo de historiadores aboga que el mercantilismo es una invención de los investigadores, pues, no hay homogeneidad ni coherencia en su doctrina sino disparidad en los asuntos tratados según que países, y que, por tanto, el debate que gradualmente se centra en una visión homogénea es erróneo.

Haciendo referencia aquellos autores que creen que el mercantilismo es la anticipación a la doctrina clásica, podemos destacar a Richard Cantillon. Este autor, que se percibe entre el pensamiento mercantilista y clásico, perfecciona el concepto de balanza de comercio en términos de trabajo. Desde esta óptica se tiene en cuenta el aumento del empleo como término positivo en las ganancias de la balanza comercial. Así, pues, Cantillon, aboga por medidas para la estabilidad de los precios e impedir su subida (por la acumulación del dinero) y en consecuencia la pervivencia de un nivel alto de empleo

La época mercantilista

El concepto de mercantilismo se define a partir de los grandes descubrimientos geográficos, consecuencia de la apertura de las rutas comerciales marítimas por los portugueses entre el siglo XV y 1500 (fecha del descubrimiento de Brasil) y la consolidada corriente inagotable del metal precioso (oro y plata principalmente) llevado desde los territorios nuevos a

Europa, en particular después del establecimiento de los virreinatos de Nueva España y de Perú, por los castellanos.

Los españoles del siglo XVII, llegaron a considerar al mercantilismo como el sentido mismo de la riqueza mediante la teoría del enriquecimiento de las naciones a través de la acumulación de metal precioso. El oro y la plata constituyen el objetivo del comerciante y por lo tanto se pueden considerar como el impulso al intercambio de mercancías. El oro y la plata por sí mismos no generaron los acontecimientos económicos de la época, sino que conjuntamente con otras causas fueron moldeando la economía europea de esos tiempos. Algunas de estas causas fueron: los grandes descubrimientos geográficos, el Renacimiento, la Reforma religiosa, la aparición del estado moderno y el régimen colonial, o sea la primera globalización o el «primer sistema-mundo», según la expresión de Fernand Braudel.

Íntimamente conectado a la emergencia del Estado-nación moderno y basado en la existencia del binomio «metrópoli – colonias», el mercantilismo asumió formas nacionales, de las cuales pueden citarse, en orden cronológico: Portugal, España, Inglaterra, Holanda, Francia, Dinamarca y Suecia durante los siglos XVI, XVII y XVIII. En esta época, el mercantilismo evoluciona de tal manera que genera un estudio apropiado y se traduce como una actividad económica, a tal grado que se habla de políticas económicas y normas económicas. Al mercantilismo se le empieza a conocer con otras denominaciones, las mismas que dan sentido a su concepto, estas son: sistema mercantil, sistema restrictivo, sistema comercial, Colbertismo en Francia y Cameralismo en Alemania.

Derivado de la expansión militar europea y del incipiente desarrollo manufacturero, como complemento de la producción clásica de la agricultura, el mercantilismo incrementó notablemente el comercio internacional. Los mercantilistas fueron los primeros en identificar la importancia monetaria y política de éste.

El mercantilismo se desarrolló en una época en la que la economía europea estaba en transición del feudalismo al capitalismo. Las monarquías feudales medievales estaban siendo reemplazados por las nuevas naciones estado centralizadas, en forma de monarquías absolutas o (en Inglaterra y Holanda) parlamentarias. Los cambios tecnológicos en la navegación y el crecimiento de los núcleos urbanos también contribuyeron decisivamente al rápido incremento del comercio internacional.16 El mercantilismo se enfocaba en cómo este comercio podía ayudar mejor a los estados.

Otro cambio importante fue la introducción de la contabilidad moderna y las técnicas de doble entrada. La nueva contabilidad permitía llevar un claro seguimiento del comercio, contribuyendo a la posibilidad de fiscalizar la balanza de comercio.17 Y por supuesto, tampoco se puede ignorar el impacto que supuso el descubrimiento de América. Los nuevos mercados y minas descubiertas impulsaron el comercio exterior hasta cifras que hasta entonces no se podían ni concebir. Esto último llevó a un gran incremento de los precios y a un incremento en la propia actividad comercial.18 Curiosamente, la relación entre la llegada de metales preciosos americanos y la inflación europea del siglo XVI (un fenómeno a una escala hasta entonces desconocida) no fue plenamente establecido hasta las investigaciones

de Earl J. Hamilton en una fecha tan tardía como 1934 (El tesoro americano y la revolución de los precios en España, 1501-1650).

Antes del mercantilismo, los estudios económicos más importantes que se habían realizado en Europa fueron las teorías de la Escolástica medieval. El objetivo de estos pensadores era encontrar un sistema económico que fuese compatible con las doctrinas cristianas acerca de la piedad y la justicia. Se enfocaban principalmente en las cuestiones microeconómicas y a los intercambios locales entre individuos. El mercantilismo, por su parte, estaba alineado con las otras teorías e ideas que estaban reemplazando el punto de vista medieval.

En esta época se fueron adoptando también las teorías de la Realpolitik impulsadas por Nicolás Maquiavelo y la primacía del interés nacional en las relaciones internacionales. La idea mercantilista de que el comercio era una suma cero en las que las partes hacían lo posible para ganar al otro en una dura competencia, se integraba dentro de las teorías filosóficas de Thomas Hobbes. Los juegos de suma cero como el dilema del prisionero pueden ser consistentes con un punto de vista mercantilista. En el mencionado dilema los jugadores son premiados por traicionar a sus compañeros/oponentes, aunque todo el mundo estaría mejor si todos cooperasen.

Ese punto de vista pesimista sobre la naturaleza humana también encaja con la mentalidad del puritanismo en su concepción del mundo, que inspiró parte de la legislación mercantilista más dura, como las Actas de Navegación (Navigation Acts) introducidas por el gobierno de Oliver Cromwell.19

Las ideas mercantilistas

El pensamiento mercantilista se puede sintetizar a través de las nueve reglas de Von Hornick:20

1. Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las manufacturas.

2. Que todas las materias primas que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas

3. Que se fomente una población grande y trabajadora.4. Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional

se mantenga en circulación.5. Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes

extranjeros6. Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de

primera mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata.7. Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las primeras

materias que puedan acabarse en el país.8. Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de

manufacturas de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.

9. Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo suficiente y adecuado en el país.

Sin embargo, la política económica interna que defiende el mercantilismo estaba todavía más fragmentada que la internacional. Mientras que Adam Smith describía al mercantilismo como un sistema de excesivo control de la economía, muchos mercantilistas no se identificaban con tales afirmaciones. Durante los comienzos de la era moderna estaba a la orden del día el uso de las patentes reales y la imposición gubernamental de monopolios. Algunos mercantilistas los apoyaban, pero otros veían la corrupción e ineficiencia de esos sistemas.

Uno de los elementos en los que los mercantilistas estaban de acuerdo era la opresión económica de los trabajadores. Los asalariados y los granjeros debían vivir en los «márgenes de subsistencia». El objetivo era maximizar la producción, sin ningún tipo de atención sobre el consumo. El hecho de que las clases más bajas tuvieran más dinero, tiempo libre, o educación se veía como un problema que degeneraría en pocas ganas de trabajar, dañando la economía del país.21

Por otra parte, los estudiosos no se ponen de acuerdo en el motivo por el cual el mercantilismo fue la ideología o teoría económica dominante durante dos siglos y medio.22 Un grupo, representado por Jacob Viner, argumenta que el mercantilismo fue simplemente un sistema muy directo y que contaba con bastante sentido común. Sin embargo, se sustentaba sobre una serie de falacias lógicas que no podían ser descubiertas por la gente de la época, dado que no tenían las herramientas analíticas necesarias. Otra escuela, apoyada por economistas como Robert B. Ekelund, entiende que el mercantilismo no era un error, sino el mejor sistema posible para aquellos que lo desarrollaron. Esta escuela argumenta que las políticas mercantilistas fueron desarrolladas y puestas en práctica por comerciantes y gobiernos, cuyo objetivo era incrementar al máximo los beneficios empresariales. Los empresarios se beneficiaban enormemente, y sin que ello les supusiera un esfuerzo, por la imposición de monopolios, las prohibiciones a las importaciones y la pobreza de los trabajadores. Los gobiernos, por su parte, se beneficiaban del cobro de los aranceles y los pagos de los mercaderes. Si bien las ideas económicas más tardías fueron desarrolladas a menudo por académicos y filósofos, casi todos los escritores mercantilistas eran comerciantes o personas con cargos en el gobierno.23

El mercantilismo como proceso económico

Dentro de la doctrina económica mercantilista emergieron, de manera natural, tres cuestiones fundamentales que generaba esta lucrativa actividad comercial:

El monopolio de exportación. El problema de los cambios y su derivación. El problema de la balanza comercial.

En la obra The Circle of Commerce (El círculo del comercio, 1623), Edward Misselden desarrolló un concepto de balanza comercial expresado en términos de débitos y créditos,

presentando el cálculo de la balanza comercial para Inglaterra desde el día de navidad del año 1621 hasta la de 1622.

La idea mercantilista de «balanza de comercio multilateral» corresponde a la actual noción de «balanza de pagos» y se compone de cinco cuentas:

Balanza de comercio multilateral1. Cuenta corriente (=balanza comercial)

1. Mercancías (A)2. Invisibles (fletes, seguros, etc.) (A)

2. Cuentas de capital 1. A corto plazo (C)2. A largo plazo (A)

3. Transferencias unilaterales (donaciones, ayuda militar, etc.) (A)4. Oro (C)5. Errores y omisiones

Políticas mercantilistas

Las ideas mercantilistas fueron la ideología económica dominante en toda Europa al principio de la Edad Moderna. Sin embargo, como conjunto de ideas no sistematizadas, su aplicación concreta difirió en la práctica de cada país.

En Francia

Ministro francés de finanzas y mercantilista, Jean-Baptiste Colbert

En Francia, el mercantilismo nace a principios del Siglo XVI, poco tiempo después del reforzamiento de la monarquía. En 1539, un real decreto prohíbe la importación de

mercancías textiles de lana provenientes de España y de una parte de Flandes. El año siguiente se imponen restricciones a la exportación de oro.24 Se multiplican las medidas proteccionistas a lo largo del siglo. Jean-Baptiste Colbert, ministro de finanzas durante 22 años, fue el principal impulsor de las ideas mercantilistas en Francia, lo que hizo que algunos hablaran de colbertismo para designar el mercantilismo francés. Con Colbert, el gobierno francés se implicó mucho en la economía para acrecentar las exportaciones. Colbert eliminó los obstáculos al comercio al reducir las tasas aduaneras interiores y al construir una importante red de carreteras y canales. Las políticas desarrolladas por Colbert en conjunto resultaron eficaces, y permitieron que la industria y la economía francesas crecieran considerablemente durante ese periodo, convirtiendo a Francia en una de las mayores potencias europeas. No tuvo tanto éxito a la hora de convertir Francia en una gran potencia comercial equiparable a Inglaterra y a Holanda.25

También es característico del colbertismo emprender una decidida política de creación de Manufacturas Reales que fabricaban productos estratégicos o de lujo (los Gobelinos, para tapices y cristales), en ambos casos consumibles en primer lugar por la demanda de la propia monarquía, al tiempo que producían la emulación de su consumo tanto dentro como fuera del reino. Dicha emulación también se vio en la creación de manufacturas similares en otros países europeos, entre los que destacaron las Reales Fábricas españolas de productos de lujo (Porcelana del Buen Retiro, Cristal de la Granja, Real Fábrica de Tapices), de armas (Real Fábrica de Artillería de La Cavada), y de artículos de gran consumo que se monopolizaban por el estado como regalías: tabaco (la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla y la de Madrid), aguardiente, naipes.

Véase también: Manufacturas Reales

En Inglaterra

William Petty.

En Inglaterra, el mercantilismo alcanza su apogeo durante el periodo llamado del Long Parliament (1640–1660). Las políticas mercantilistas también se aplicaron durante los

periodos Tudor y Estuardo, especialmente con Robert Walpole como principal partidario. El control del gobierno sobre la economía doméstica era menor que en el resto de Europa, debido a la tradición de la Common law y el progresivo poder del parlamento.26

Los monopolios controlados por el estado se habían extendido, especialmente antes de la primera revolución inglesa, a pesar de que a menudo eran cuestionados. Los autores mercantilistas ingleses estaban divididos acerca de la necesidad de control de la economía interior. El mercantilismo inglés adoptó sobre todo forma de control del comercio internacional. Se puso en marcha un amplio abanico de medidas destinadas a favorecer la exportación y penalizar la importación. Se instauraron tasas aduaneras sobre las importaciones y subvenciones a la exportación. Se prohibió la exportación de algunas materias primas. Las Navigation Acts (Actas de Navegación) prohibían a los comerciantes extranjeros hacer comercio interior en Inglaterra. Inglaterra aumentó el número de colonias y, una vez estaban bajo control, se instauraban reglas para autorizar a producir sólo materias primas y a comerciar únicamente con Inglaterra. Esto condujo a progresivas tensiones con los habitantes de esas colonias y fue una de las principales causas de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.

Estas políticas contribuyeron en gran medida a que Inglaterra se convirtiera en la mayor potencia comercial del mundo, y una potencia económica internacional. En el interior, la transformación de tierras no cultivadas en terreno agrícola tuvo un efecto duradero. Los mercantilistas pensaban que para hacer crecer el poderío de una nación, todas las tierras y recursos debían utilizarse al máximo, lo que les llevó a embarcarse en grandes proyectos como el drenaje de la región de los fens («pantanos» de la llanura de Bedford).27

En España

Artículo principal: Arbitrismo.

Casa de Contratación, que actualmente cumple la función de Archivo de Indias, junto a la Catedral de Sevilla. Centro económico del mundo en el siglo XVI, Sevilla se hundió en una profunda crisis en el siguiente, mientras que Londres y Ámsterdam entraban en su apogeo.

La revolución de los precios que afectó a toda Europa desde el siglo XVI, tuvo su origen en la llegada a España de las remesas anuales de metales preciosos que traía la flota de Indias, con lo que la reflexión sobre sus causas y posibles soluciones produjo el primer pensamiento económico digno de tal nombre. A ello se sumaba la tradición de peticiones de orden económico en las Cortes, tanto las castellanas como las de los reinos de la Corona de Aragón. Castilla, desde la Baja Edad Media había presenciado un enfrentamiento entre los

intereses vinculados a la exportación de la lana (la aristocrática Mesta, y la alta burguesía de mercaderes de Burgos, las ferias y puertos conectados con Flandes) y los vinculados a la producción interna de paños (la baja burguesía y el patriciado urbano de las ciudades centrales, como Segovia y Toledo), que se expresaron en las guerras civiles de los Trastamara e incluso la de las Comunidades. Ese modelo simplificado no oculta la confluencia de multitud de otros intereses, tanto personales como dinásticos, institucionales y estamentales, como los de las distintas partes del clero, e incluso la presencia de minorías como judíos y conversos y la gran mayoría social que es el campesinado.28 La misma construcción de la monarquía autoritaria tiene mucho que ver con su habilidad para arbitrar estos conflictos socioeconómicos y su dimensión política.29 La misma organización del monopolio del comercio americano, a través de la Casa de Contratación de Sevilla, conjugado con los préstamos adelantados por banqueros alemanes (familia Fugger) o genoveses, y los mecanismos de la deuda pública (juros) dan una muestra de lo necesario y a la vez complicado que era entender los fenómenos económicos y actuar políticamente sobre ellos. Era vital para el funcionamiento del complejo aparato militar, burocrático y hacendístico de la Monarquía Hispánica (véase Instituciones españolas del Antiguo Régimen), en el que los impuestos (unos del rey, otros del reino, otros de los municipios), las múltiples exenciones, y los derechos y regalías del monarca formaban un entramado caótico.

Martín de Azpilicueta.

A los economistas españoles, de abundante nómina en los siglos XVI y XVII (Tomás de Mercado, Sancho de Moncada y Martín de Azpilicueta, teólogos vinculados a la Escuela de Salamanca; Luis Ortiz, contador de hacienda, Martín González de Cellorigo, abogado en la Chancillería de Valladolid, Pedro Fernández de Navarrete, militar y gobernador de Guipúzcoa, Luis Valle de la Cerda, que propone en 1600 la creación de los Montes de Piedad con el apoyo de las Cortes...), se les daba el nombre de arbitristas, por ser arbitrio el nombre que solía darse a la medida que, por su mera voluntad, podía el rey tomar en beneficio del reino, y que esos autores solicitaban. Su papel fue subvalorado por la misma historiografía económica española en sus primeros estudiosos, como es el caso de Manuel

Colmeiro.30 Ya en su propia época eran ridiculizados por proponer medidas extravagantes, como lo hizo Quevedo, que en varias ocasiones describe a bienintencionados arbitristas ("arcigogolantes") causando toda clase de catástrofes; uno de ellos está tan enfrascado en escribir sus teorías que no se da cuenta de que se ha sacado a sí mismo un ojo con la pluma.31

El mismo Quevedo reflejó magistralmente la percepción de fracaso económico, como parte de la más general decadencia española en su célebre poema:

Nace en las Indias honrado,

donde el mundo le acompaña.

Viene a morir en España

y es en Génova enterrado...

¡Poderoso caballero es Don Dinero!

Zenón de Somodevilla, marqués de la Ensenada.

Durante la crisis económica que afectó a España durante el Siglo XVII (de hecho fue la principal afectada por la general crisis del siglo XVII) se pusieron en marcha muchas políticas económicas sin demasiada coherencia, incluyendo alteraciones monetarias y fiscales que más que remediar, contribuyeron a su profundización. El estado ruinoso de finales de ese siglo, durante el reinado de Carlos II, no obstante presenció una reactivación de la economía en las zonas periféricas (a excepción de Andalucía). Tras la Guerra de Sucesión Española (1700-1714), supuso un indudable éxito económico la adopción, por los gobiernos de Felipe V, de una serie de medidas mercantilistas de inspiración colbertista importadas de Francia (ministros Jean Orry y Michael-Jean Amelot).

En el siglo XVIII, la herencia del arbitrismo se trasladó al llamado proyectismo ilustrado con mayor elevación intelectual. En el reinado de Fernando VI las medidas asociadas al Catastro de Ensenada, muy ambiciosas, no fueron aplicadas con decisión. Lo mismo

ocurrió con las del Marqués de Esquilache con Carlos III (decreto de abolición de la tasa del trigo y libre comercio de granos, 1765), que fue apartado tras el motín que lleva su nombre (1766). El final del siglo XVIII es el del ascenso de políticos con ideas económicas más cercanas a la fisiocracia y el liberalismo económico (Campomanes y Jovellanos), destacando el proyecto de ley agraria y la liberalización del comercio americano; que tampoco consiguieron un desarrollo eficaz, ya en la crisis del Antiguo Régimen.

En otros países

Las demás naciones también adoptaron las tesis mercantilistas en distinto grado. Los Países Bajos, que se habían convertido en el centro financiero de Europa gracias a su muy desarrollada actividad comercial, estaban poco interesados en restringir el comercio y sólo a última hora adoptaron algunas políticas mercantilistas.

El mercantilismo se desarrolló en Europa Central y en Escandinavia tras la Guerra de los Treinta Años (1618–1648), cuando Cristina de Suecia y Cristián IV de Dinamarca pasaron a preconizarlo. Los emperadores Habsburgo se interesaron bastante por las ideas mercantilistas, pero la extensión y la relativa descentralización de este Imperio hacía difícil la adopción de tales medidas. Algunos estados del Imperio adoptaron las tesis mercantilistas, especialmente Prusia, que tuvo bajo el mandato de Federico el Grande la economía más rígida de Europa. Con esta base doctrinal Alemania iba a gestar una escuela llamada de los "cameralistas" que tendría influencia hasta el Siglo XIX.

Rusia bajo Pedro el Grande trató de poner en marcha el mercantilismo sin demasiado éxito debido a la ausencia una clase significativa de comerciantes o de una base industrial.

La batalla de Scheveningen, 10 de agosto de 1653 por Jan Abrahamsz Beerstraaten, hacia 1654, representa la batalla final de la Primera Guerra Anglo-Holandesa.

Las ideas mercantilistas también alimentaron los periodos de conflicto armado en los siglos XVII y XVIII. Al ser la idea dominante que el stock de riqueza es algo fijo, el único modo de aumentar la riqueza de un país debía hacerse en detrimento de otro. Muchas guerras, entre las que hay que contar las guerras anglo-holandesas, franco-holandesa, y franco-inglesa fueron ocasionadas por las doctrinas que preconizaban el nacionalismo económico. El mercantilismo contribuyó también al desarrollo del imperialismo, ya que todas las naciones que podían hacerlo trataban de apoderarse de territorios para hacerse con materias primas. A lo largo de este periodo, el poder de las naciones europeas se extendió por todo el

planeta. A expensas de la economía interior, esta expansión creó monopolios, como las británicas Compañía de las Indias o la Compañía de la Bahía de Hudson; o la francesa Compañía de las Indias Orientales.

Artículo principal: Compañía privilegiada.

Estas compañías privilegiadas tenían precedentes desde el siglo XIV en las ciudades italianas de Pisa, Génova, Florencia y Venecia; por no hablar de la Hansa, que responde a otra categoría funcional. En Inglaterra surgirán algunas a partir de guildas medievales preexistentes, como las distintas Company of Merchant Adventurers (siglos XV y XVI). Fue en la Holanda independizada de la Monarquía Católica donde aparecieron las primeras dignas del nombre de compañías privilegiadas: la VOC (1602) y la WIC (1621). Otras naciones tuvieron compañías privilegiadas, notablemente las nórdicas (Dinamarca, Suecia...). En España (a pesar de contar con precedentes medievales, como los Consulados del Mar aragoneses o las instituciones similares castellanas) la figura es de incorporación más tardía: en el siglo XVIII el monopolio del puerto de Cádiz (sucesor del de Sevilla), ya muy castigado por las consecuencias comerciales del Tratado de Utrecht, fue admitiendo la presencia de alguna compañía similar, como la Compañía Guipuzcoana de Caracas (1728).

Críticas

Un buen número de estudiosos habían señalado ya algunos errores importantes en las teorías mercantilistas bastante antes de que Adam Smith desarrollase una ideología que pudiera sustituirlo completamente. Hubo críticos como Dudley North, John Locke o David Hume que atacaron los fundamentos del mercantilismo, y a lo largo del siglo XVIII fue perdiendo el favor que había tenido. Los mercantilistas eran incapaces de entender nociones como la de la ventaja competitiva (aunque esta idea sólo llegó a ser entendida con David Ricardo en 1817) y los beneficios del comercio. Por ejemplo, Portugal era un productor mucho más eficiente de vino que Inglaterra, mientras que en Inglaterra era relativamente más barata la producción textil. Por lo tanto, si Portugal se especializaba en vino e Inglaterra en textiles, ambos estados saldrían beneficiados si comerciaban. En las teorías económicas modernas, el comercio no se entiende como una suma cero entre competidores, puesto que ambas partes pueden verse beneficiadas, por lo que se trata más de un juego de suma positiva. Mediante la imposición de las restricciones a la importación, ambas naciones terminan siendo más pobres que si no existiesen trabas al comercio.

Gran parte de La Riqueza de las Naciones de Adam Smith es un ataque al mercantilismo.

David Hume, por su parte, apuntó la imposibilidad del gran objetivo mercantilista de lograr una balanza comercial positiva constante. A medida que los metales preciosos entraban en un país, la oferta se incrementaría y el valor de esos bienes en ese estado comenzaría a reducirse con respecto a otros bienes de consumo. Por el contrario, en el estado que exportase los metales preciosos, el valor comenzaría a crecer. Llegaría un momento en el que no compensase exportar bienes del país con altos precios al otro país, que ahora tendría niveles de precios menores, y la balanza comercial terminaría revirtiéndose por sí misma. Los mercantilistas no entendieron este problema, y argumentaron durante mucho tiempo que un incremento en la cantidad de dinero simplemente significaba que todo el mundo era más rico.32

Otro de los objetivos principales a la hora de criticar las teorías del mercantilismo fue la importancia que se le daba a los metales preciosos, incluso cuando algunos mercantilistas habían comenzado a desenfatizar la importancia del oro y la plata. Adam Smith apuntó que los metales preciosos eran exactamente igual que cualquier otro bien de consumo, y que no había ninguna razón para darle un tratamiento especial. El oro no era más que un metal de color amarillo que era valioso simplemente porque no es abundante.

La primera escuela que rechazó completamente el mercantilismo fue la de la Fisiocracia, en Francia. Sin embargo, sus teorías también presentaban una serie de importantes problemas, y la sustitución del mercantilismo no se produjo hasta que Adam Smith publicó su famosa obra Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones en 1776. Este libro muestra las bases de lo que hoy en día se conoce como la economía clásica. Smith dedica una parte considerable del libro a rebatir los argumentos de los mercantilistas, si bien estos son a menudo versiones simplistas o exageradas de sus pensamientos.23

Los académicos también están divididos a la hora de establecer una causa para el final del mercantilismo. Aquellos que creen que la teoría era simplemente un error deducen que su reemplazo era inevitable desde el momento en que las ideas, mucho más exactas, de Smith fueron expuestas al público. Aquellos que opinan que el mercantilismo era una búsqueda de formas de enriquecimiento para una parte de la sociedad entienden que sólo terminó cuando se produjeron importantes cambios en la sociedad, y principalmente en el sistema de poderes. En el Reino Unido el mercantilismo fue desapareciendo a partir de que el Parlamento acaparó el poder que el monarca tenía para establecer monopolios. Si bien los ricos capitalistas que controlaban la Casa de los Comunes se beneficiaban de esos monopolios, el Parlamento veía difícil llevarlos a cabo por causa del gran coste que suponía tomar esas decisiones de forma colectiva.33

Las regulaciones mercantilistas poco a poco fueron eliminándose a lo largo del siglo XVIII en el Reino Unido, y durante el siglo XIX el gobierno británico adoptó abiertamente el libre comercio y las teorías económicas de Smith del laissez faire. En el continente el proceso fue algo distinto. En Francia se mantuvieron las prerrogativas económicas de la monarquía absoluta hasta la Revolución francesa, siendo entonces cuando terminó el mercantilismo. En Alemania el mercantilismo continuó siendo una importante ideología hasta comienzos del siglo XX.34

Legado

Ideas mercantilistas supervivientes

Alexander Hamilton preside los billetes de 10 dólares de EE.UU.

En el mundo anglosajón se puede decir que las críticas de Adam Smith al mercantilismo fueron aceptadas en el Imperio Británico, pero fueron rechazadas en los Estados Unidos por figuras tan importantes como Alexander Hamilton, Friedrich List, Henry Clay, Henry Charles Carey y Abraham Lincoln. En el siglo XX, la mayoría de economistas de ambos lados del Atlántico han llegado a aceptar que en algunas áreas las teorías mercantilistas eran

correctas. El más importante ha sido el economista John Maynard Keynes, que explícitamente apoyó algunas de sus teorías.

Adam Smith había rechazado el énfasis que hasta entonces los mercantilistas habían puesto en la cantidad de dinero argumentando que los bienes, la población y las instituciones eran las causas reales de prosperidad. Keynes argumentó que la cantidad de dinero en circulación, la balanza comercial y los tipos de interés tenían una gran importancia en la economía. Este punto de vista fue luego la base del monetarismo, cuyos defensores actualmente rechazan muchas de las teorías económicas keynesianas, pero que se ha desarrollado y es ahora una de las escuelas económicas modernas más importantes. Keynes también hizo notar que el enfoque en los metales preciosos también era razonable en la época en la que se dio (comienzos de la era moderna). En una época anterior al papel moneda, un incremento de los metales preciosos y de las reservas del estado era la única forma de incrementar la cantidad de dinero en circulación.

Adam Smith, por otra parte, también rechazó el énfasis del mercantilismo hacia la producción, argumentando que la única forma de hacer crecer a la economía era a través del consumo (que, a su vez, impulsaba la producción de bienes). Keynes, sin embargo, defendió que la producción era tan importante como el consumo.

John Maynard Keynes.

Keynes y otros economistas del periodo también retomaron la importancia que tenía la balanza de pagos, y visto que desde la década de los años 30 todas las naciones han controlado las entradas y salidas de capital, la mayoría de los economistas están de acuerdo en que una balanza de pagos positiva es mejor que una negativa para la economía de un país. Keynes también retomó la idea de que el intervencionismo gubernamental es una necesidad económica.

Sin embargo, si bien las teorías económicas de Keynes han tenido un gran impacto, no han tenido tanto éxito sus esfuerzos de rehabilitar la palabra mercantilismo, que a día de hoy sigue teniendo connotaciones negativas y se usa para atacar una serie de políticas proteccionistas.35 Por otra parte, las similitudes entre el keynesianismo y las ideas de sus

sucesores con el mercantilismo a veces han hecho que sus detractores las categorizasen como neomercantilismo.

Por otro lado, algunos sistemas económicos modernos copian algunas de las políticas mercantilistas. Por ejemplo, el sistema de Japón en ocasiones también es calificado de neomercantilista.36

Un área en la que Smith fue rebatido antes incluso que Keynes fue en la del uso de la información. Los mercantilistas, que eran generalmente mercaderes o funcionarios del gobierno, tenían en sus manos una gran cantidad de datos de primera mano sobre el comercio, y los usaban de forma considerable en sus investigaciones y escritos. William Petty, un mercantilista importante, es a menudo considerado el primer economista en usar un análisis empírico para estudiar la economía. Smith rechazaba este sistema porque entendía que el razonamiento deductivo desde unos principios básicos era el método correcto para descubrir las verdades económicas. Hoy en día, sin embargo, la mayoría de las escuelas económicas aceptan que ambos métodos son importantes (si bien la escuela austriaca supone una notable excepción).

Friedrich List

En instancias específicas, las políticas mercantilistas proteccionistas también han tenido un impacto positivo en el estado que las puso en marcha. El mismo Adam Smith (sin importarle la contradicción en que incurría al patrocinar el libre comercio para las demás y no para su propia nación) elogió las Actas de Navegación inglesas por haber servido para expandir enormemente la flota mercante británica, y por haber jugado un papel central en convertir al Reino Unido en la superpotencia naval y económica que fue desde entonces.37 Algunos economistas argumentaron que el proteccionismo es bueno para industrias en desarrollo, y que si bien causa algunos daños a corto plazo, puede ser beneficioso a largo (argumento de la industria naciente del alemán Friedrich List).

En cualquier caso, La Riqueza de las Naciones tuvo un profundo impacto en el final del mercantilismo y la adopción posterior de la política de libre mercado. Para 1860 Inglaterra ya había eliminado los últimos vestigios del mercantilismo (por ejemplo, las proteccionistas leyes del grano o corn laws, en gran parte gracias a la Anti-Corn Law League). Las

regulaciones industriales, los monopolios y los aranceles fueron retirados. Convertida en "el taller del mundo", con una industria y una flota mercante con la que nadie podía competir, Inglaterra se convirtió en la gran defensora y propagandista de la política de libre mercado, justo en el momento en que más la beneficiaba, y lo siguió siendo hasta la Primera Guerra Mundial, cuando la segunda revolución industrial le puso delante competidores serios.

Véase también: Dirigismo

Herencia política

La posteridad del mercantilismo ha sido sin duda mayor en la práctica política que en la teoría económica. Si el pensamiento económico del Siglo XIX está dominado por las escuelas clásica y neoclásica, más bien favorables al librecambismo, la práctica política estuvo influenciada durante mucho tiempo por ideas mercantilistas. Como hace ver el historiador Paul Bairoch, a pesar de que "los hombres dejaran de razonar en términos de nivel de desarrollo a conseguir en mayor o menor tiempo pasando a hacerlo en términos de apropiación de una parte mayor de riqueza", en 1815 y en 1913, el mundo occidental es "un océano de proteccionismo rodeando algunos islotes liberales".38

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, se asiste a una liberalización continua del comercio mundial bajo el impulso de las grandes instituciones librecambistas como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo algunos economistas como Paul Krugman opinan que estas instituciones están guiadas por un "mercantilismo ilustrado", que no intenta favorecer los principios del librecambismo, sino favorecer las concesiones comerciales mutuamente ventajosas.39 Para otros economistas y pensadores, esas organizaciones, con la excusa del librecambismo, están imponiendo la forma de comercio internacional que desean las grandes potencias económicas que les controlan.40

Manifestación para el mantenimiento del proteccionismo a la agricultura en Japón. Las protestas antiglobalización incluyen habitualmente la defensa de posiciones similares al mercantilismo.

Según Daniel Cohen, los recientes fracasos de las negociaciones en el seno de la OMC resultan reveladores de ese "mercantilismo ilustrado". Si las negociaciones de las anteriores

etapas habían llegado a tener éxito, fue gracias a compromisos, a concesiones recíprocas y equitativas. Los países ricos aceptaban por ejemplo liberalizar el sector textil a cambio de ventajas en materia de servicios financieros concedidos por los países en vías de desarrollo. En cambio, tras la cumbre de Cancún en 2003, las negociaciones entre países ricos y pobres cambian de naturaleza. Los debates se focalizan en el tema agrícola en el que las oportunidades de un intercambio mutuamente beneficioso aparecieron imposibles. Lejos de ser un "juego de suma positiva", el comercio internacional aparece como un "juego de suma cero", el reto de la cumbre pasó a ser: "nuestros agricultores o los vuestros", como si las ganancias de una nación significaran pérdidas para otra.41

El término neomercantilismo sirve para designar, casi siempre de modo peyorativo, las políticas contemporáneas que recuerdan las de los mercantilistas del Siglo XVIII. Consisten casi siempre en medidas proteccionistas o en políticas comerciales agresivas en las que el Estado se implica para fomentar la competitividad de las empresas nacionales.

En el contexto de la mundialización, el neomercantilismo se basa en el concepto de "competencia mundial", lo que viene a ser una "guerra económica" entre los países. Se dice que la protección a las empresas nacionales y el apoyo a su competitividad en los mercados mundiales es provechosa para la economía nacional. Así algunas grandes potencias son acusadas de neomercantilistas cuando apoyan a su industria nacional por medio de subvenciones o de encargos estatales, a la vez que imponen cupos, tasas o normas a la importación, para proteger su mercado interior. El conflicto Boeing-Airbus, unido a las subvenciones que se atribuyen a cada una de sus empresas por parte de los gobiernos estadounidense (en forma de encargos) y europeos, puede ser visto como ejemplo de neomercantilismo.

El concepto de "guerra comercial" alimenta las campañas políticas de las grandes potencias económicas: hay que "hacer Europa para llegar al peso" decía un cartel del Partido Socialista Francés que presentaba a Europa frente a un luchador de sumo japonés y un obeso estadounidense durante la campaña electoral para el referéndum sobre el Tratado de Maastricht en 1992. Según algunos, esas políticas sirven de contrapeso para los efectos presuntamente negativos de la globalización económica sobre la justicia social, mientras los economistas librecambistas opinan que favorecen intereses particulares de algunas industrias y perjudicando al interés general. Sin embargo, el concepto de preferencia comunitaria no es una realidad jurídica, ni siquiera económica. Si fue sancionado por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas el 13 de marzo de 1968 en materia de política agraria común (en función de un derecho de aduana sobre los productos procedentes de países terceros), pronto se topó con los objetivos del GATT. Hoy día sigue existiendo una tarifa exterior común que provoca a menudo duras discusiones entre los países miembros de la Unión Europea y la Organización Mundial de Comercio.

Referencias

Notas

1. ↑ Montchrestien es consejero del príncipe, Jean Bodin y Charles de Montesquieu son magistrados, Jean-Baptiste Colbert y Jacques Necker ministros de finanzas,

Thomas Mun y Josiah Child dirigentes de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, William Petty un hombre de negocios, John Law y Richard Cantillon financieros. (Etner 2005, p.3012)

2. ↑ o Lind, Michael: "Durante el siglo XIX la escuela predominante de economía

política americana fue el sistema americano de desarrollo de nacionalismo económico(...) El santo patrón de la escuela era Alexander Majorie, cuyo Informe sobre Manufacturas (1791) había hecho un llamamiento al activismo del gobierno federal para esponsorizar un desarrollo de las infraestructuras y una industrialización protegida por aranceles que alejasen a los productos manufacturados británicos (...) La escuela americana, creada en el siglo XIX por economistas como Henry Carey (asesor del presidente Lincoln), inspiraban el "sistema amricano" de Henry Clay y las políticas proteccionistas de sustitución de importaciones hasta bien entrado el siglo XX."(de "Hamilton's Republic" Part III "The American School of National Economy" pg. 229-230 published 1997 by Free Press, Simon & Schuster division in the USA - ISBN 0-684-83160-0)

o Richardson, Heather Cox: "Para 1865 los republicanos habían desarrollado una serie de altos aranceles que reflejaban las teorías económicas de Carey y Wayland y estaban diseñados para fortalecer y beneficiar todas las partes de la economía americana, incrementando el nivel de vida de todos. Como concluyó un republicano(...) El Congreso debe adaptar su legislación para ayudar todas las ramas de la industria, hacer que la gente prospere, y permitirles pagar los impuestos(...) para los gastos ordinarios de gobierno" (de "The Greatest Nation of the Earth" Capítulo 4 ¡: "Directing the Legislation of the Country to the Improvement of the Country: Tariff and Tax Legislation" pg. 136-137 published 1997 by the President and Fellows of Harvard College in the USA - ISBN 0-674-36213-6)

o Boritt, Gabor S: "Lincoln, por tanto, tuvo el placer de convertir en ley gran parte del programa que había llevado a cabo durante la mejor parte de su vida política. Y esto, como el historiador Leornard P. Curry ha escrito, supuso una "huella para la América moderna" y "El hombre que Lincoln eligió para la posición de Secretario del Tesoro, Salmon P. Chase, fue un ex-demócrata, pero de la variedad moderada de economistas, uno a quien Joseph Dorfman pudo incluso describir como 'un buen Hamiltoniano, y un progresista occidental del sello de Lincoln en todo, desde un sello hasta el banco nacional.'" (de "Lincoln and the Economics of the American Dream" Capítulo 14: "The Whig in the White House" pages 196-197 published 1994 by Memphis State University Press in the USA - ISBN 0-87870-043-9; ISBN 0-252-06445-3)

3. ↑ Jürg Niehans. A History of Economic Theory pg. 64. ↑ Harry Landreth and David C. Colander History of Economic Thought. pg. 445. ↑ Eli F. Heckscher, Mercantilism, trad. inglesa 1935, vol. I, p. 196. ↑ Robert B. Ekelund and Robert D. Tollison. Mercantilism as a Rent-Seeking

Society. pg. 97. ↑ Mark Blaug, 4ª edición, p. 11.8. ↑ Landreth and Colander. pg. 48

9. ↑ David S. Landes The Unbound Prometheus. pg. 3110. ↑ Ekelund y Hébert, Historia de la Teoría Económica y de su método, Pág 43, ed.

MacGrawHill11. ↑ Riqueza de las Naciones, Libro IV, capítulo I12. ↑ Vauban, Proyecto de una dixma real, 1707, pp. 77-7813. ↑ Thomas Mun, A Discourse of Trade from England unto the East-Indies, 162114. ↑ Robert B. Ekelund y Robert F. Hébert, A History of Economic Theory and Method

p. 46.15. ↑ Es muy conocida la tesis de Max Weber: La ética protestante y el espíritu del

capitalismo, Alianza Editorial, Madrid, 2001.16. ↑ Landreth and Colander. pg. 4317. ↑ Charles Wilson. Mercantilism. pg. 1018. ↑ John Kenneth Galbraith. A Critical History. pg. 33-3419. ↑ Landreth and Colander. pg. 5320. ↑ Ideas citadas por Ekelund y Hebert, op. Cit. Pág. 4421. ↑ Robert B. Ekelund and Robert F. Hébert. A History of Economic Theory and

Method. pg. 4622. ↑ Ekelund and Hébert. pg. 6123. ↑ a b Niehans. pg. 1924. ↑ Hermann Kellenbenz, The Rise of the European Economy, p. 2925. ↑ E.N. Williams, The Ancien Regime in Europe, p. 177-83.26. ↑ E. Damsgaard Hansen. European Economic History. p. 6527. ↑ Wilson p. 15.28. ↑ Madrazo Madrazo, Santos (1969) Las dos Españas. Burguesía y nobleza, los

orígenes del precapitalismo español Editorial ZYX.29. ↑ Anderson, Perry (1979) El estado absolutista, Madrid, Siglo XXI.30. ↑ Colmeiro, Manuel: (1883) Historia de la Economía Política en España; (1880)

Biblioteca de los economistas españoles de los siglos XVI, XVII y XVIII.31. ↑ Llopis-Fuentes, Roger (1991) El personaje del arbitrista según Cervantes y

Quevedo Cincinnati Romance Review 10, pgs. 111-122. Consultable en internet hay un estudio de Mercedes Blanco Del infierno al Parnaso. Escepticismo y sátira política en Quevedo y Trajano Boccalini [1]

32. ↑ Ekelund and Hébert. pg. 4333. ↑ Ekelund and Tollison34. ↑ Wilson pg. 635. ↑ Wilson pg. 336. ↑ Robert S. Walters and David H. Blake. The Politics of Global Economic

Relations.37. ↑ Hansen pg. 6438. ↑ Paul Bairoch, Mythes et paradoxes de l’histoire économique, La Découverte, 199439. ↑ P. R. Krugman, "Does the New Trade Theory Require a New Trade Policy ?",

The World Economy, vol 15, n° 4, julio de 1992, pp. 423 – 441, pp. 429 – 431.40. ↑ Noam Chomsky habla sobre la OMC. Freedom, 1992.41. ↑ Daniel Cohen, « L'OMC est morte », Le Monde, 9 de octubre de 2003

Bibliografía

Fuentes

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Robert B. Ekelund y Robert F. Hébert. A History of Economic Theory and Method. New York: McGraw-Hill, 1997. (en inglés) Existe traducción al español titulada Historia de la Teoría Económica y de su método.

François Etner, Mercantilisme, Encyclopédie thématique Universalis, 2005 (en francés)

Eli F. Heckscher Mercantilism. traducción de Mendel Shapiro. London: Allen & Unwin. 1935. (en inglés)

John Maynard Keynes . "Notes on Mercantilism, the Usury Laws, Stamped Money and the Theories of Under-Consumption." General Theory of Employment, Interest and Money. (en inglés)

Harry Landreth y David C. Colander. History of Economic Thought. Boston: Houghton Mifflin, 2002. (en inglés)

Niehans, Jürg. A History of Economic Theory: Classic Contributions, 1720-1980. Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1990. (en inglés)

Jean-Pierre Potier, Histoire de la pensée économique [2] (en francés) Gianni Vaggi y Peter Groenewegen. A Concise History of Economic Thought: From

Mercantilism to Monetarism. New York: Palgrave Macmillan, 2003. (en inglés) Charles Wilson. Mercantilism. London: Historical Association, 1966 (en inglés)

Otras lecturas

Rothbard, Murray N. Economic Thought Before Adam Smith. An Austrian Perspective on the History of Economic Thought. Volume I

Rothbard, Murray N. Classical Economics. An Austrian Perspective on the History of Economic Thought. Volume II

FisiocraciaEn los siglos XVII y XVIII se elaboraron las doctrinas económicas de los fisiócratas, cuyo principal representante fue Quesnay, actuando sobre todo en Francia. Los fisiócratas planteaban la vuelta a la tierra, que era lo que constituía la riqueza de un país. Opinaban que los agricultores eran la clase productiva del país porque alimentaban al resto de las grupos sociales. Las otras dos clases eran los dueños de la tierra y la clase estéril (obreros, artesanos, comerciantes,... etc.), llamados así porque se aprovechaban de los productos del mundo natural y sólo los transformaban, es decir, no creaban nada.

Anne Robert Jacques Turgot François Quesnay John Law Pierre de Boisguilbert Richard Cantillon

Fisiocracia

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La fisiocracia o fisiocratismo era una escuela de pensamiento económico del siglo XVIII fundada por François Quesnay, Anne Robert Jacques Turgot y Pierre Samuel du Pont de Nemours en Francia. Afirmaba la existencia de una ley natural por la cual el buen funcionamiento del sistema económico estaría asegurado sin la intervención del gobierno. Su doctrina queda resumida en la expresión laissez faire. El origen del término fisiocracia proviene del griego y quiere decir "gobierno de la naturaleza", al considerar los fisiócratas que las leyes humanas debían estar en armonía con las leyes de la naturaleza. Esto está relacionado con la idea de que sólo en las actividades agrícolas la naturaleza posibilita que el producto obtenido sea mayor que los insumos utilizados en la producción surgiendo así un excedente económico. Los fisiócratas calificaron de estériles las actividades como la manufactura o el comercio donde la incautación sería suficiente para reponer los insumos utilizados.

François QuesnayContenido

1 Teoría fisiocrática 2 Importancia de la producción agrícola frente al comercio 3 Historia 4 Fisiocracia como Ciencia Social 5 Crítica 6 Véase también 7 Bibliografía 8 Enlaces externos

Teoría fisiocrática

La fisiocracia surge como una reacción de tipo intelectual a la común concepción de la vida intervencionista del pensamiento mercantilista. Insistían que la intervención de intermediarios en varias etapas del proceso de la producción y distribución de bienes tiende a reducir el nivel total de prosperidad y producción económica. Ejemplos de estas intervenciones eran muchas pero los fisiócratas se fijaban en los controles gubernamentales tales como los monopolios, impuestos excesivos, burgueses parasitarios y el feudalismo Europeo. Estas prácticas estaban asociadas con el corporativismo comercial o el énfasis desmesurado en el crecimiento industrial, los cuales estaban y están basados en el restrictivo interés privado. Y para ahondar más las diferencias, estudiaron los fondos, por lo que propugnaban el impuesto único sobre la tierra y sugerían la anulación de todos los establecidos por los mercantilistas. La tendencia general de los fisiócratas es el Librecambismo. La tarea del economista se reduce a descubrir el juego de las leyes naturales. La intervención del estado es inútil, pues no haría otra cosa que interferir ese

orden esencial. El interés de los fisiócratas se concentraba en gran medida en la definición de una estrategia macroeconómica de desarrollo que incluyera políticas coherentes. Es el primer movimiento que adopta un acercamiento sistemático a la teoría económica. Se creía que si esta ley era estudiada y enmendada, derivaría en condiciones armoniosas y beneficiosas para toda la humanidad. Fisiocracia se aplica al concepto total de un gobierno, no necesariamente a la actividad económica solamente. Porque los padres de esta teoría política veían el progreso económico como inseparable del progreso social, argumentando que gracias a la incrementada prosperidad natural, las rivalidades entre grupos oponentes van a disminuir porque al final del día va a costar mas de lo que vale.(Magill)

Es importante notar que los fisiócratas eran definidos indudablemente optimistas. Tenían confianza absoluta en la continuidad del progreso. Es a través del estudio sobre la demografía donde se demostraba más profusamente. Estimaban que la población aumentaba hasta el límite de subsistencia, y Dupont de Nemours, uno de los mas destacados miembros de la escuela, presentó el ejemplo aritmético mencionado después por Malthus, esto es, el de las colonias inglesas que duplicaban su población cada 25 años debido a la abundancia de medios de subsistencia agrícolas que disponían sus habitantes.

(Whittaker)

Importancia de la producción agrícola frente al comercio

Tierra y trabajo como fuentes de producción. Los autores del siglo XVII y principios del XVIII estimaban la tierra y el trabajo como los agentes o factores causantes de la producción. Esta opinión fue puesta en boga por el filósofo Thomas Hobbes. Al estudiar en su Leviatán, el aspecto económico de la comunidad o estado, dice:

"En cuanto a la abundancia de materias, está limitada por la naturaleza a aquellos bienes que, manando de los dos senos de nuestra madre común la tierra y el mar, ofrece Dios al género humano, bien gratuitamente, bien a cambio del trabajo." (Hobbes)

Para los fisiócratas, en oposición al mercantilismo, la riqueza de una nación procedía de su capacidad de producción y no de las riquezas acumuladas por el comercio internacional. Y consideraban que la única actividad generadora de riqueza para las naciones era la agricultura. Cantillon comienza su Ensayo sobre la naturaleza del comercio, en general diciendo que, "La tierra es la fuente o materia donde toda riqueza se produce. El trabajo del hombre es la forma que la produce: y la riqueza en sí no es nada, sino el sustento, comodidades y superfluidades de la vida."

Turgot, padre de la fisiocracia, resume esta noción con el dicho, "El agricultor es la única persona cuyo trabajo produce algo más que el salario de su trabajo. Es, por lo tanto, la única fuente de toda riqueza." Y agrega: "La tierra le paga directamente el precio de su trabajo, aparte de cualquier otro hombre o convenio. La naturaleza no le regatea para obligarle a sostenerse con lo que es de todo punto necesario. Lo que le concede no está proporcionado ni a sus necesidades ni a una valuación contractual del precio de su día de trabajo. Es el resultado físico de la fertilidad del suelo, y de la sabiduría, mucho más que de la laboriosidad, de los medios que ha empleado para hacerla fértil. Tan pronto como el trabajo

del agricultor produce más de lo requerido por sus necesidades, puede, con este excedente superfluo que la naturaleza le otorga como un puro don, por encima de la retribución de su esfuerzo, comprar el trabajo de otros miembros de la sociedad. Estos, al vendérselo, sólo obtienen su subsistencia; pero el agricultor recoge, además de su subsistencia, una riqueza que es independiente y disponible, que ha comprado y que la vende. Es, por lo tanto, la única fuente de riqueza, que, mediante su circulación, anima a todos los trabajos de la sociedad; porque es el único cuyo trabajo produce más salario de éste." (Whittaker)

Los fisiócratas no fueron los únicos que atribuyeron especial importancia a la agricultura. Las ideas fisiocráticas parecen haber influido en Benjamín Franklin. Viviendo en un país en el que la agricultura era la principal actividad, y en el que las manufacturas y comercio que entonces existían satisfacían más que nada las necesidades de los agricultores, es comprensible que Franklin conviniera con los fisiócratas acerca de la importancia de la actividad agrícola.

El siguiente párrafo presenta su posición: "...parece que no hay más que tres formas en las que una nación puede adquirir riquezas. La primera es mediante la guerra, como hicieron los romanos, saqueando a sus vecinos conquistados. Esto es robo. La segunda es por el comercio, que generalmente es engañoso. La tercera es por la agricultura, único medio honesto por el cual el hombre recibe un verdadero incremento de la simiente arrojada a la tierra, en una especie de milagro continuo, forjado en su favor por la mano de Dios, como recompensa por su vida inocente y laboriosidad virtuosa."

Los fisiócratas asumieron que dada su observación de los mercados, la manufactura era una actividad estéril, ya que no se veía un gran avance en este sector. Obviamente, esto se debía al tamaño de la industria de entonces, anterior a la revolución industrial. Lo cual constituye una falla en su análisis, que se deriva también del mayor interés en la productividad física y no en la productividad del valor. También defendían que la agricultura era el único sector productivo capaz de crear riqueza, mientras que el comercio y la industria tan sólo permitían la distribución de esta riqueza; los fisiócratas estaban en contra de las políticas de comercio internacional mercantilismo, favorecedoras del proteccionismo.

Historia

El sistema de fisiocracia fue aplicado a mediados del siglo XVIII, pues ciertamente no fue en la forma 'pura' imaginado por su creadores teóricos, sino a través de legislación detallada que favoreció recomendaciones privadas. Derivó en el periodo conocido como Ilustración. Reflexiones de la creencia en las leyes naturales se puede fijar en un sin número de áreas, variando desde las ciencias naturales hasta las teorías del orden constitucional (Magill).

En el Antiguo Régimen, Turgot sirvió como miembro de la corte de Luis XIV, la administración local de París, y escribió folletos y libretos sobre los temas relacionados con su trabajo: impuestos, comercio del grano, y dinero. Turgot afirmó que la abundancia vino del interés propio y que los mercados están conectados por los flujos de dinero (i.e. un costo para el comprador es crédito para el productor).

Así él se dio cuenta de que la bajada de precios en tiempos de la escasez - campo común en ese entonces - era peligrosa económicamente pues sirvió como desaliento a la producción. Generalmente, Turgot abogó por menos interferencia del gobierno en el mercado de grano, pues cualquier actividad del gobierno daría a luz al acontecimiento que evitaría que la política trabajara. Un ejemplo sería que si el gobierno comprara maíz al exterior, sería la gente de allí quien se daría cuenta de que hay una probable escasez, y aumentaría su precio.

Esta idea era un ejemplo temprano de la adaptación al librecambismo. En zonas anónimas publicadas, François Quesnay propuso un sistema conocido como "Diezmo Real" en el que sugirió una simplificación importante del código impositivo francés basada en cambiar relativamente a impuestos únicos en características y comercialización. Durante el período de la Guerra de los Siete Años, el movimiento de la fisiocracia comenzó a crecer. Varios diarios aparecieron, mostrando a una audiencia cada vez mayor en Francia las nuevas ideas económicas. Entre ellos el más importante era el Diario Económico (1721-1772), que promovió la agronomía y agricultura racional y el Diario de Comercio (1759-1762), que fue influenciado grandemente por el irlandés Richard Cantillon, y dos predominaron por fisiócratas; el Diario de la Agricultura y el Comercio y las finanzas del DES (1765-1774). Jean-Claude Marie Vicent de Gournay era el encargado principal del "Diario de Comercio" escribió Efemérides del ciudadano (1767-1772 y 1774-1776). En donde se condenaba el exclusivismo de los gremios comerciales, la multiplicidad de impuestos en la tierra, y precios artificialmente fijados en materias primas, como el grano. Aunque los fisiócratas lograron cambiar mucha legislación abusiva e introdujeron una plétora de ideas socio-económico-políticas, los intereses capitalistas triunfaron al final dado el interés predominante por el crecimiento industrial por encima de la agrícola (Wittaker).

Fisiocracia como Ciencia Social

Los fisiocráticos son generalmente considerados como los fundadores reales de las ciencias sociales. Fueron, de hecho, los primeros en emplear el método científico, en dirigir un movimiento que hizo investigaciones sobre fenómenos sociales.

Un movimiento comparable con el desarrollo de la química. Es entonces cuando escritores como Rousseau basan su origen de sociedad en un acuerdo entre hombres y un contrato social. Encontró el origen de la legislatura, los caprichos de los hombres y criticó la propiedad individual y la desigualdad entre hombres. Montesquieu habla de las leyes que gobiernan todo en la tierra como la materia y la naturaleza, y que el hombre no es diferente en ese sentido. Todo este pensamiento nació de los descubrimientos fisiocráticos. Ellos propusieron que las sociedades no nacieron por casualidad, sino que provienen de la naturaleza del hombre. La sociedad es el proveedor de la libertad, ya que no podemos sobrevivir como especie sin la ayuda de nuestros hermanos. El deseo de asociación nos unifica; el interés personal nos mueve. Dos fuerzas aparentemente antagonistas producen una acción armoniosa. Pero esta sociedad incluye el principio de que cada derecho involucra una obligación correlativa y recíproca (Higgs).

Si no se aceptaban estos términos y surgían crímenes o desobediencias, la autoridad velaba para que se cumpliera la ley. Es importante notar que la autoridad no puede crear leyes, sino sólo administrar su seguimiento. Ellos recomendaban el uso de un príncipe absoluto

que siempre tiene que tener su interés volcado en los intereses personales de su ciudadanía. Sólo debía haber un impuesto sobre la tierra que se pagaba a las instituciones gubernamentales. Como una contrapartida a su poder habría un instituto independiente judicial que aseguraba el seguimiento de las leyes naturales de parte del soberano. Y también de administrar un sistema de educación suficientemente grande para dar a cada ciudadano el entendimiento de las leyes sociales y naturales. Es importante notar que no todos los fundadores fisiocráticos estaban de acuerdo en este tema. El más notable entre ellos fue Turgot (Higgs).

Crítica

La fisiocracia no fue recibida con los brazos abiertos por muchas razones, no siendo todas intelectuales. Sus oponentes fueron muchos, incluyendo a los mercantilistas que hasta entonces habían dirigido la política económica de la corte de Francia, y a los incipientes liberalistas liderados por Adam Smith, quien publicaría una respuesta crítica a la fisiocracia. Aunque Smith creía en muchas de las doctrinas expuestas por los fisiócratas, no aceptaba el calificativo de las clases mercantiles y artesanales como estériles e improductivas. Sí reconocía que la agricultura era la más productiva de las ocupaciones, pero sostenía que las otras ocupaciones deberían ser denominadas como menos productivas, no como improductivas. Para demostrar la verdad de su afirmación, Smith observó que incluso la clase social más baja "produce anualmente el valor de su propio consumo anual, y perpetúa, al menos, la existencia del capital que le mantiene y emplea."

Otro crítico, Alexander Hamilton, condena la idea de impuestos y renta sobre la tierra diciendo: "Parece haberse pasado por alto que la tierra es en sí un capital, anticipado o alquilado por el propietario al arrendatario, y que la renta que recibe es sólo el beneficio ordinario de un cierto capital en forma de la tierra, no explotada por el mismo propietario, sino por otro, al que se la presta o alquila, y el que, de su parte, anticipa un segundo capital, para preparar y mejorar la tierra, por el que recibe el beneficio usual..."

Véase también

Georgismo

Bibliografía

Magill, Frank N. Survey of Social Science Economic Series 4. Salem Press, Pepperdine University: Pasedina California.

Higgs, Henry C.B. Palgrave's Dictionary of Political Economy Volume III. Reprints of Economic Classics: New York 196 BUT PEPA. Pensamiento Económico. Gráfica Panamericana: Pánuco, México 1948.

Hobbes, Thomas. Leviatán. México: Fondo de Cultura Económica, 1651.

Escuela clásicaCon los clásicos, la teoría económica se establece como ciencia que intenta explicar la globalidad del proceso económico. Para ello se comienza a analizar desde un punto de vista macroeconómico, es decir, se empiezan a analizar globalidades. Una preocupación fundamental de éstos son las leyes que rigen el crecimiento económico y hasta qué punto puede continuar ese crecimiento ilimitado. Los tres principales economistas clásicos son Adam Smith (1723 − 1790), Thomas Robert Malthus (1766 − 1834) y David Ricardo (1772 − 1823).

Francis Hutcheson Bernard de Mandeville David Hume Adam Smith Thomas Robert Malthus James Mill Francis Place David Ricardo Henry Thornton John Ramsay McCulloch James Maitland Jeremy Bentham Jean Charles Léonard de Sismondi Johann Heinrich von Thünen John Stuart Mill Jean-Baptiste Say Henry Charles Carey Nassau William Senior Edward Gibbon Wakefield John Rae Thomas Tooke Robert Torrens

Economía clásica

La economía clásica, también conocida como Economía política, es una escuela de pensamiento económico cuyos principales exponentes son Adam Smith, Jean-Baptiste Say y David Ricardo. Es considerada por muchos como la primera escuela moderna de economía. Incluye también autores tales como Karl Marx, Thomas Malthus, William Petty y Frédéric Bastiat, algunos incluyen, entre otros, a Johann Heinrich von Thünen. Generalmente se considera que el último clásico fue John Stuart Mill.

El término "economía clásica" fue acuñado por Marx para referirse a la Economía ricardiana – la economía de Ricardo y James Mill y sus antecesores – pero su uso se generalizo para describir también tanto a los seguidores de Ricardo y Mills como a todos los influidos por las percepciones generales de esos autores,1 incluido Marx mismo.2

Contenido

1 Orígenes 2 Características de la escuela clásica

o 2.1 Metodología de los clásicos o 2.2 Objetivos o áreas de interés

3 Doctrinas y “leyes económicas" clásicas o 3.1 Asunciones generales o 3.2 Principales "leyes" económicas

4 Problemática y legado o 4.1 Economía como la ciencia lúgubre o 4.2 Dicotomía clásica o 4.3 La cuestión de la cantidad del circulante o 4.4 El asunto del valor

5 Citas y referencias 6 Véase también 7 Bibliografía 8 Enlaces externos

Orígenes

Normalmente se considera como el comienzo de la economía clásica la publicación, en 1776, de "Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones" — generalmente conocido como La riqueza de las naciones. La escuela estuvo activa hasta mediados del siglo XIX. A pesar de su rechazo al mercado libre, la escuela de economía más grande que todavía se adhiere a las formas clásicas es la escuela marxista. Sin embargo, la Nueva economía clásica esta fuertemente influida por las percepciones generales de la escuela.

En adición a la obra de Smith, generalmente se considera que los textos fundamentales de la economía clásica son los Principios de economía política y tributación de Ricardo (1814)3 y los Principios de economía política, con algunas de sus aplicaciones a la filosofía social, de John Stuart Mill (1848)4 ambas obras siendo de uso general en las cátedras de “economía política” hasta la introducción de los “Principios de economía” de Alfred Marshall (1890). Otro texto cuya importancia no puede ser ignorada es El Capital, de Marx (1867).

Los economistas clásicos intentaron, y en parte lograron, explicar el crecimiento y el desarrollo económico. Crearon sus teorías acerca del “estado progresivo” de las naciones en una época en la que el capitalismo se encontraba en pleno auge tras salir de una sociedad feudal y en la que la revolución industrial provocaba enormes cambios sociales.

Los economistas clásicos reorientaron la economía, alejándose del análisis previo que se centraba en los intereses personales del gobernante y/o las clases gobernantes. El fisiócrata François Quesnay y Adam Smith, por ejemplo, identificaron la riqueza de la nación con el

producto nacional bruto, en lugar de con la tesorería del rey o del estado. Smith veía este producto nacional como derivado del trabajo aplicado a la tierra y al capital. Ese producto nacional se divide "naturalmente" entre trabajadores, terratenientes y capitalistas, en la forma de salario, renta e interés.

Fue desplazada en gran parte por escuelas marginalistas de pensamiento, que derivaba su concepto de valor de la utilidad marginal que los consumidores encontraron en un bien en lugar del costo de los gastos envueltos en producirlo. Sin embargo, algunas de las percepciones clásicas fueron incorporadas en la escuela neoclásica, que comenzó en el Reino Unido a partir del trabajo de Alfred Marshall.

Características de la escuela clásica

Metodología de los clásicos

La metodología de los clásicos estaba fuertemente influida por los desarrollos científicos tempranos,5 derivados de Newton y la tradición crítica o analítica trazable a Kant.6

Los clásicos buscaban fundar sus posiciones en el estudio empírico o de la realidad a fin de formular, generalmente, modelos conceptuales que les permitieran enunciar leyes naturales relevantes al área de estudio,7 consecuentemente utilizaban extensiva, pero no exclusivamente, el razonamiento inductivo.8

Lo anterior parece sugerir, en general, una concepción "estática" de las relaciones económicas, en el sentido que esas se basan o deben a leyes las que, al igual que las leyes físicas, se supone son eternas y universales. Pero eso no se debe interpretar como significando que se carezca de cualquier "flexibilidad" o "libertad" en relación a los procesos o el sistema que implementan esas leyes sino más bien como una sugerencia que, si las leyes son conocidas y explotadas, dan origen, en las palabras de Smith, a "... planes muy diversos en la manera general de emplearlo, pero no todos estos planes conducen igualmente a incrementar el producto. La política de unas naciones ha fomentado extraordinariamente las actividades económicas rurales, y la de otras, las urbanas. Difícilmente se encontrara una nación que haya tratado con la misma igualdad e imparcialidad esas distintas actividades. Desde la caída del Imperio Romano la política de Europa ha favorecido más las artes, las manufacturas y el comercio, actividades económicas propias de las ciudades, que la agricultura, actividad económica rural. En el Libro tercero se explican las circunstancias que dieron origen a esa política, y aconsejaron aplicarla.". Dado un plan exitoso se obtiene: "La gran multiplicación de producciones en todas las artes, originadas en la división del trabajo, da lugar, en una sociedad bien gobernada, a esa opulencia universal que se derrama hasta las clases inferiores del pueblo. Todo obrero dispone de una cantidad mayor de su propia obra, en exceso de sus necesidades, y como cualquier otro artesano, se halla en la misma situación, se encuentra en condiciones de cambiar una gran cantidad de sus propios bienes por una gran cantidad de los creados por otros; o lo que es lo mismo, por el precio de una gran cantidad de los suyos. El uno provee al otro de lo que necesita, y recíprocamente, con lo cual se difunde una general abundancia en todos los rangos de la sociedad."9

El asunto de si es posible o no considerar las “leyes económicas” como leyes naturales permanece en la actualidad (principios de segunda década del siglo XXI, y a partir del análisis de Alfred Marshall10 ) debatido.11 12

Objetivos o áreas de interés

Como es generalmente aceptado13 la economía o escuela clásica tiene las siguientes áreas de interés.

El foco de atención son los grupos o clases de individuos. La economía clásica (llamada economía política) estudia lo que determina los salarios recibidos por los trabajadores en general más que lo que cada trabajador individual recibe; o qué ocasiona que la tasa de ganancia suba o baje, más que los factores que ocasionan la ganancia de una empresa particular, etc.

Interés en la generación e incremento de la riqueza general o de las naciones 14 15 — lo que ahora se conoce como Crecimiento económico — El aumento en la riqueza era conceptualizado debido a la generación de lo que desde los tiempos de los fisiócratas se llamaba plusvalía. Por ejemplo, el resultado de la producción agrícola es -generalmente- superior a la semilla usada. Esa cantidad "extra" es plusvalía e implica que la riqueza ha aumentado. Esa generación de plusvalía es percibida como dependiente, no solo de los factores de producción sino de una multitud de elementos y fenómenos tales como la formas de organización e intercambio de los mismos, tanto a nivel empresarial como social. El famoso ejemplo de la fabricación de alfileres de Adam Smith muestra como una nueva forma de organización de la producción lleva a una producción superior o extra a la obtenida anteriormente, sin uso de recursos -trabajo, bienes de capital, etc- adicionales (ver División del trabajo). Adicionalmente a partir de los clásicos el como el gobierno se aproxime a las actividades productivas, por ejemplo, permitiendo o restringiendo la libertad de comercio, no puede ser ignorado en el análisis económico.

Doctrinas y “leyes económicas" clásicas

Es necesario notar que no todos los clásicos compartían la totalidad de ya sea estas asunciones generales y leyes económicas o la interpretación de ellas. Sin embargo, los clásicos como escuela si pueden ser caracterizados por ellas.16

Asunciones generales

Doctrina del interés propio o Egoísmo psicológico. Los clásicos asumen que la motivación básica y natural de los individuos es el interés propio. Los productores producen no porque deseen hacer el bien, sino porque les conviene. Los consumidores compran no porque les interese el bienestar de los productores, sino porque consideran que lo que compran les es útil, etc. (ver, por ejemplo: Ética en David Hume ).

Doctrina de la racionalidad de los individuos. La característica principal de los seres humanos es que son animales racionales. Las personas actúan —o consiguen sus objetivos— más efectivamente cuando lo hacen de acuerdo a la razón (ver Racionalismo y Empirismo).

Doctrinas de la competencia y la cooperación. Los individuos persiguen racionalmente sus intereses a veces compitiendo y a veces cooperando. Smith enfatizo las ventajas de la competencia individual, sugiriendo que esos intereses competitivos individuales convergen, como dirigidos por una "mano invisible", en el interés común (Doctrina de la armonía de los intereses). Ricardo17 y esos influidos por el (especialmente Marx18 ), se centraron en la competencia de grupos o clases (ver lucha de clases). Stuart Mill estudio los efectos de la cooperación.19

Doctrina del trabajo como fuente de toda riqueza y valor. Por ejemplo, Adam Smith comienza su "La riqueza de las naciones" estableciendo que "El trabajo anual de un país es el fondo que originalmente le proporciona todas las cosas necesarias y convenientes para la vida y que anualmente consume; y esas cosas son siempre ya sea el producto inmediato de ese trabajo, o lo que es comprado en otros países con ese producto.".20

Doctrina del desarrollo o progreso. A partir de Turgot los procesos económicos son percibidos como teniendo lugar en tiempos históricos, lo que lleva a los clásicos a una concepción de progreso evolutivo. (ver "La madurez de la idea del progreso: el aporte francés" en progreso). Todos los clásicos avanzan teorías de etapas de desarrollo económico social, las que generalmente, pero no siempre (ver Malthusianismo) culminan en una etapa de abundancia y bienestar general. Esas etapas a su vez pueden ser sub divididas en momentos o estadios, el todo basado en la aplicación (intencional o no) de leyes económicas. Así, por ejemplo, en el esquema de Smith la progresiva división del trabajo está estrechamente relacionada con otros dos fenómenos: la acumulación de capital y la extensión gradual del mercado. La acumulación de capital permite alcanzar grados de especialización cada vez mayores y esto da lugar a un aumento continuo de la productividad del conjunto de factores productivos.21 22

Doctrina de la mínima distorsión de actividades económicas. Si las “leyes económicas” son leyes naturales cuya aplicación conduce a la eficiencia económica, a lo menos que se distorsione su funcionamiento, lo más eficiencia. Los procesos económicos eran considerados como capaces de autoregulación, en otras palabras, las fuerzas económicas por si mismas dirigirán la producción, intercambio y consumo a su nivel más eficiente. Esto generalmente se interpreta, en la actualidad — pero no del todo correctamente,23 como significando “mínima intervención estatal”, laissez faire o Mercado libre: a lo menos gobierno, lo mejor. La acción del estado debe confinarse a enforzar los derechos individuales (especialmente el de propiedad), proveer la defensa nacional y algunos servicios públicos de interés general (justicia, algunos tipos de educación, etc).

Principales "leyes" económicas

Ley de Petty y Ley de Engel: El progreso técnico reduce los costos de transporte, lo que aumenta los ingresos (o poder de compra de los mismos) de la población en general y expande y transforma el mercado, facilitando así el crecimiento urbano y la expansión de la producción.

Ley de los mercados : La riqueza depende de la producción. Cuantos más bienes se produzcan, más bienes existirán, que constituirán una demanda para otros bienes, lo que tiende a una situación (que los clásicos denominaban Estado progresivo) en la cual todos los recursos se emplean al máximo, a beneficio general.

Ley de la oferta. Dado que ciertos bienes se pueden vender (en otras palabras: dada la existencia de deseo por ciertos bienes) el “valor de cambio” o precio de los mismos depende de la oferta. Si hay un solo productor, o los productores actúan en conjunto, los precios serán los de monopolio (es decir, los más altos posibles). Si hay varios productores y hay competencia, los precios decaerán al límite posible: el costo de producción o precio natural 24 (Teoría del valor como costo de producción) (nótese que ese precio natural incluye los "salarios" tanto del trabajo como del capital y los recursos naturales, incluyendo la renta). No es que los clásicos ignoraran la demanda, es que no la consideraban importante en el largo plazo: "Por abundante que sea la demanda, nunca puede elevar permanentemente el precio de una mercancía sobre los gastos de su producción, incluyendo en ese gasto la ganancia de los productores. Parece natural por lo tanto buscar la causa de la variación del precio permanente en los gastos de producción. Disminuyase esos y (el precio de) la mercadería debe finalmente decaer, aumentense y seguramente subirán. Que tiene todo eso que ver con la demanda?".25 En otras palabras: asumiendo competencia, los productores están forzados a reducir el precio al máximo posible, alternativamente arriesgan no vender mientras sus competidores venden todo.

(Estas cuatro leyes se pueden ver como justificando el optimismo de muchos clásicos, a partir de Smith, en el sentido de creer que el progreso conduce a la “opulencia general”, creencia que sus críticos —por ejemplo, Veblen, Schumacher; etc — llaman "teoría del más es mejor"- ver también Economía del estado estacionario).

Teoría del valor-trabajo : El valor de un bien o servicio está dado por la cantidad de trabajo empleado en la producción de ese bien o servicio.

Ley de los rendimientos decrecientes : se refiere a la disminución paulatina de los rendimientos económicos -especialmente la tasa de ganancia- en la medida que, manteniendo el resto de factores constantes, se añadan cantidades adicionales de un recurso específico. La asunción general es que tanto la expansión de la población como el avance tecnológico lleva al uso de recursos cada vez más difíciles de explotar, o menos productivos. Dado que los precios por lo menos no aumentan, sigue que la producción/ganancia debe decaer.26

Ley de hierro de los sueldos : los salarios reales tienden "de forma natural" hacia un nivel mínimo, que corresponde a las necesidades mínimas de subsistencia de los trabajadores. Cualquier incremento en los salarios por encima de este nivel provoca que las familias tengan un mayor número de hijos y por tanto un incremento de la población, y el consiguiente aumento de la competencia por obtener un empleo hará que los salarios se reduzcan de nuevo a ese mínimo.

Problemática y legado

Economía como la ciencia lúgubre

La visión del futuro a largo plazo de muchos de los clásicos era más bien pesimista. Eso llevó a muchos a calificar la disciplina de ser la ciencia lúgubre.27 Esto no se debe, como muchos asumen,28 solo a la visión de Malthus sino más bien a una generalizada en la escuela.29 En las palabras de Heinrich Sieveking:

"Los enciclopedistas del siglo XVIII, y con ellos los fisiócratas y Smith, opinaban que todas los miserias que azotaban al mundo eran provocadas por las leyes e instituciones absurdas y erróneas de los hombres. Todo se repararía con sólo dar libre curso a la Naturaleza. Los horrores de la Revolución francesa dieron un categórico mentís a este optimismo. No es que se dejara de proseguir en la labor de investigación de las leyes naturales que presiden la evolución social, pero en lugar de verlas a través de un prisma de esperanza optimista, aparecieron como una resignación pesimista. En este terreno se sitúa Malthus. Su libro sobre la población fué publicado como réplica a la Inquiry concerning political justice and its influence on general virtue and happiness, de Godwin (1793). Mientras éste esperaba el alivio de las miserias humanas en la observancia del Derecho natural, Malthus trataba de demostrar que no pocas miserias que azotan al género humano se fundamentan precisamente en la naturaleza de las cosas.".30

El problema no era únicamente el hecho que el aumento de la población lleva — debido a la competencia entre aquellos que buscan trabajo — a la aparición y mantención de la ley de hierro de los salarios (situación exacerbada por los avances tecnológicos que requieren cada vez menos trabajadores) sino también a la disminución progresiva de recursos naturales. Adicionalmente la ley de rendimientos decrecientes implica que en general el avance tecnológico conduce a una situación en la cual la producción de bienes será cada vez más fácil en términos de esfuerzo de los trabajadores, pero más difícil en términos sociales: se estarán usando recursos cada vez menos productivos, utilizando máquinas incrementalmente más complejas, que necesitan menos trabajo directo pero cantidades crecientes de energía,31 etc.

Por ejemplo, tanto el aumento de la población como los avances tecnológicos hacen necesario y posible la explotación con fines agrícolas de terrenos que son incrementalmente más difíciles de trabajar y menos productivos. Pero, y obviamente, la tierra no es un recurso infinito. En algún punto, si la población continúa aumentando, no importa cuales sean los avances tecnológicos y la productividad agrícola, no habrá lo suficiente para alimentar a la población. Lo mismo se puede decir de no solo otros recursos naturales sino también del

trabajo: el avance técnico reduce la cantidad de trabajo necesaria para producir los bienes de consumo. Aún si la población se mantiene, esto no puede sino conducir a una situación en la cual no habrá necesidad de la cantidad de trabajo necesario para que las personas puedan ganar lo suficiente como para obtener sus necesidades.

A menos, agrega Stuart Mill, que la población límite su crecimiento, pero aún así, por lo menos algunos bienes naturales eventualmente se extinguirán.

Los ejemplos que Stuart Mill da son más bien simplistas, pero innegables. Por ejemplo, el sugiere que las pieles de algunos animales árticos no estarán, en el futuro, disponibles para el consumo general. Esos productos comandaran, por lo menos, un precio especial, de escasez. Esto implica que el progreso, en lugar de llevar a una situación de prosperidad general, llevara a una situación de escasez incremental. Por lo menos en relación a ciertos productos en la actualidad considerados de lujo (pieles, marfil, seda, etc) ese futuro es nuestro presente. (Véase también: Economía del estado estacionario).

Pero, como se ha sugerido, el argumento se aplica no solo a artículo de consumo. En 1865, Jevons se pregunta por cuánto tiempo podría Gran Bretaña continuar siendo una nación industrializada, teniendo en cuenta que la creciente demanda de carbón mineral implica que este dejaría de estar disponible para fines industriales en las cantidades necesarias en un plazo menor a un siglo. "Somos sabios," se preguntaba retóricamente, "en permitir que el comercio de este país se incremente más allá del punto en que podamos mantenerlo?" (ver The Coal Question).

Esa es una visión que, a largos rasgos, aún se mantiene. Esa es la verdadera tragedia de los comunes. En las palabras de David Attenborough: "Mañana habrá un cuarto de millón de personas más sentándose a la mesa, esperando alimento, agua, energía; y pasado mañana otro cuarto de millón y el día después otro cuarto de millón más.... el crecimiento de la población debe detenerse para poder ofrecer 'una vida decente' a todos.".32

A pesar de lo anterior, los clásicos en general (incluyendo Malthus) tenían una visión más bien optimista, creyendo que la racionalidad llevaría a el control del crecimiento de la población necesario para evitar el descenso a la miseria general. (la mejor exposición al respecto se encuentra en Stuart Mill, Principios, libro IV, Influence of Progress). Adicionalmente, por lo menos algunos creían que el desarrollo técnico llevaría (como de hecho ha sucedido) al reemplazo de los recursos naturales que se agoten ya sea con otros recursos naturales o incluso con recursos manufacturados. Por ejemplo, Friedrich Engels sugiere: "Y sin embargo, todavía hay un tercer factor, que no cuenta para nada con los economistas, es verdad — a saber, la ciencia, y el avance de la ciencia es tan ilimitado y por lo menos tan rápido como el de la población. ¿Qué parte del progreso de la agricultura en este siglo se debe solo a la química, y de hecho, a solo dos hombres — Sir Humphry Davy y Justus Liebig?. Pero la ciencia se multiplica por lo menos tanto como la población: la población aumenta en relación con el número de la última generación, la ciencia avanza en relación a la cantidad total de conocimiento legado por la última generación, y por lo tanto, en las condiciones más comunes también en progresión geométrica — que es imposible para la ciencia?.33

Sin embargo la advertencia clásica permanece: ¿Y cómo podemos ignorar las escalofriantes estadísticas sobre las tierras de cultivo? En 1960 había una media hectárea de buena tierra cultivable por persona en el mundo — lo suficiente para mantener una dieta europea razonable. En la actualidad, sólo hay 0,2 de hectárea para cada uno. En China, es sólo el 0,1 de hectárea, debido a sus dramáticos problemas de la degradación del suelo.34

Dicotomía clásica

Los clásicos creían que las variables "nominales" o monetarias y las "reales" o físicas pueden ser analizadas independientemente.35 Por ejemplo, se proponía que cosas tales como el producto y ganancia real pueden ser analizadas sin considerar a sus contrapartidas nominales: el valor monetario de esa producción y la tasa de ganancia.

Uno de los efectos más importantes de esa asunción, especialmente a niveles introductorios en la disciplina, es que permite simplificar el estudio de los fenómenos económicos.36

La dicotomía puede ser definida como la tentativa de explicar los fenómenos económicos exclusivamente en función de variables económicas, excluyendo, entre otras, las variables monetarias, lo que lleva, obviamente, a la búsqueda de factores que permitan explicar lo económico sin referencia a tales aspectos "externos", incluyendo los monetarios.37

Esto se ve claramente en la famosa Ley de Say, que parece sugerir que la única función del dinero es servir como medio de cambio, pero no influencia directamente ni la producción ni la demanda. Partiendo de la base que la producción y venta de bienes solo adquieren su sentido cuando terminan en otra compra, completando así una transacción económica, Say sugiere: "El dinero cumple solo una función momentaria en ese doble cambio, y cuando la transacción es finalmente concluida, siempre se encontrara que un tipo de mercadería ha sido cambiada por otra". (J.B. Say, 180338 ).

Sigue que cualquiera fluctuación en el mercado "real" no se debe a efectos monetarios sino a distorsiones o fallos en el mismo.39 Pero esas distorsiones son meramente locales y transitorias, en el largo plazo, las fuerzas económicas por si mismas restorán un balance que implica, de acuerdo a la ley de Say, que los factores económicos están siendo usados plenamente. Percibir que el producto es de equilibrio en el largo plazo impide que el dinero tenga efectos reales en la economía.

Esto esta muy cerca de decir que el dinero es "neutral", en el sentido que afecta solo aspectos nominales (por ejemplo, los precios) pero no las variables reales (la producción). Es necesario notar sin embargo que, estrictamente, la sugerencia de Say no propone neutralidad monetaria, solo que no es racional mantener dineros ociosos.

Asumiendo neutralidad, la dicotomía sugiere que, a corto plazo, las variables reales no reaccionan ante un cambio en la política monetaria, y sólo son afectadas por cambios en otras variables reales. Eso implica que la oferta agregada debe ser perfectamente inelástica a cualquier perturbación originada en la demanda agregada. Por ejemplo, en una expansión monetaria, los precios absorben totalmente el choque y la producción o crecimiento de la producción se mantiene en su tasa natural. A largo plazo eso se repite o, más

apropiadamente, se mantiene, ya que el producto siempre está en su nivel natural o de equilibrio, es decir, que está en el nivel de pleno empleo de los recursos productivos. Cualquier choque monetario es absorbido totalmente por los precios, generando solamente inflación o, quizás, deflación.40

Sin embargo, los clásicos, especialmente los tardíos, se dieron cuenta que el dinero no es neutral en ese sentido. Cambios en la cantidad de circulante afectan la tasa de interés, lo que a su vez afecta la tasa de ganancia y, consecuentemente, decisiones acerca de inversión y ahorro, lo que tiene efecto en la economía real. Aún así se esforzaron en mantener la dicotomía, buscando explicar el efecto del dinero a través de otras variables, lo que produce una situación más bien confusa. En las palabras de Stuart Mill:

"Es perfectamente cierto que... una adición a la moneda casi siempre parece tener el efecto de bajar la tasa de interés;... porque está casi siempre acompañada de algo que realmente tiene esa tendencia".... "aunque como moneda estas adiciones monetarias no tienen un efecto sobre los intereses, como préstamos si lo tienen.".41

Todo lo anterior se expresa en dos áreas problemáticas evidentes a través de toda la obra clásica: el problema del dinero y el problema del valor.

La mayoría de las escuelas macroeconómicas actuales (incluyendo la Nueva Economía Keynesiana y los Monetaristas) rechazan la dicotomía,42 dado que, profundizando la sugerencia de Stuart Mill, consideran que la cantidad de circulante afecta los cálculos económicos básicos, especialmente los relacionados con la tasa de interés. Sin embargo, algunas versiones de la Nueva economía clásica y algunas escuelas heterodoxas la aceptan.

La cuestión de la cantidad del circulante

Los clásicos, especialmente los tempranos, estaban fuertemente influidos por la Teoría cuantitativa del dinero que heredaron de las posiciones de Locke 43 ' Hume.44 y Richard Cantillon.

Sin embargo, esa teoría no especifica claramente el como se establece la relación entre el dinero y los bienes, es decir, el como se establecen los precios. Generalmente se sugería que el dinero (oro, plata, etc) es valuable "porque tiene valor"45 (ver Ilusión monetaria y Fetichismo de la mercancía). Esto dio origen a un debate prolongado pero no cruento, acerca de la concepción del dinero.46

A partir de Ricardo, los clásicos empezaron a avanzar lo que se puede denominar teoría del dinero como mercadería, de acuerdo a la cual, el dinero (oro, plata) tiene un valor el cual, al igual que cualquier otra mercadería, depende de la cantidad de trabajo requerido para su obtención. En las palabras de Ricardo:

"Oro y plata, como todas las demás mercancías, son valiosos sólo en proporción a la cantidad de mano de obra necesaria para producirlos y llevarlos al mercado... La cantidad de dinero que puede ser empleado en un país debe depender de su valor...

Aunque el [papel moneda] no tiene ningún valor intrínseco, sin embargo, al limitar su cantidad, su valor de cambio es tan grande como una denominación igual de monedas metálicas, o lingotes de ese metal. ".47

Nótese que la teoría del dinero como mercadería (también llamada "metalismo") invierte, o por lo menos altera, la relación entre dinero y valor sugerida por la teoría cuantitativa. De acuerdo a esa, el dinero genera los precios. Su exceso produce inflación, su falta, deflación. De acuerdo a los metalistas, es la variación de los precios que lleva, al igual que con cualquier otra mercadería, a las variaciones en la cantidad de oro circulante: un aumento en lo que se puede comprar con una cierta cantidad de oro (deflación de otras mercaderías) da lugar a un aumento en el circulante, que eventualmente puede llevar a restablecer la paridad original o establecer una nueva (si la relación oro con otros bienes no es la que había).

Puesto de otra manera. La producción de metales preciosos, al igual que cualquier otra mercadería, esta determinada por la ganancia que se obtiene de su producción. Si esa ganancia aumenta -se puede comprar más bienes con el esfuerzo necesario para producir una cierta cantidad de oro- habrá interés en dedicarse a producir oro. Eso llevara a un aumento en la cantidad disponible de ese metal. Al igual que cualquier otro productor, los de metales preciosos (o los propietarios de dinero) llevaran su producto donde pueden conseguir mayores ganancias.

Lo anterior implica que el dinero (considerado en su cantidad, o dinero realmente circulando) depende del mercado. Si su "valor" (lo que se puede conseguir por una cierta cantidad en relación al trabajo necesario para producirlo) aumenta, la cantidad de circulante aumentara "naturalmente". Y viceversa.

Sin embargo, los clásicos estaban conscientes que en ciertos momentos históricos había habido inflación. Si la cantidad de circulante depende naturalmente del mercado, como podemos explicar eso? La situación se hizo urgente dado que Inglaterra sufrió, durante las Guerras Napoleónicas, a partir de la década de 1790, un periodo inflacionario.,48 lo que llevó a un debate que en esencia fue acerca del valor e incremento en la cantidad de dinero que es suficiente para facilitar el comercio pero no tanto como para causar inflación.

Dos posiciones o escuelas se hicieron evidentes: los lingotistas (bullionist en inglés) y los bancarios.

La posición original (bancaria) se basa en lo que podría ser llamada la doctrina de "documentos de Garantía real" o respaldo hipotecario en castellano (Real bills doctrine en inglés, Doctrine des effets réels en francés). Los bancarios aducían que el respaldo del dinero en oro no es necesaria, siempre y cuando el circulante emitido por los bancos, especialmente como crédito, sea equivalente a depósitos financieros (título de crédito, etc) respaldados por un derecho real sobre bienes físicos tangibles y redimibles a corto plazo (60 días era sugerido inicialmente). Dado esa condición, los bancos podrían emitir tanto dinero como fuera requerido por la economía sin producir inflación. Esta teoría fue mantenida por, entre otros, Adam Smith y James Mill.

La asunción general de esta posición es que, si el dinero es solo un medio de cambio entre mercaderías, cualquier cosa, incluyendo el papel moneda, puede servir como estándar de valor, con el proviso que establezca una relación estable y aceptada por los que lo utilizan con el trabajo necesario para producir bienes.49 Si un banco esta dispuesto a aceptar, por ejemplo, el título de propiedad de una casa como garantía o pago, y el propietario de la casa y otros están dispuesto a aceptar una "nota promisoria" ( billete de banco) de ese banco como pago por sus bienes o propiedades, esos documentos han funcionado como dinero y, en la medida que no cambian ninguna “variable real” esencial, no puede causar inflación por el mero hecho que el respaldo, en lugar de ser una cierta cantidad de oro en el banco sea el valor de algún bien tangible. Después de todo, ambas “mercaderías” representan o contienen la misma cantidad de valor o trabajo, aquel necesario para producirlas. (Para Smith el proceso depende crucialmente de la confianza que los banqueros generen o adquieran50 ).

Una propuesta similar fue adoptada eventualmente en Alemania durante el período de la República de Weimar con el Rentenmark y, durante el nazismo, con los llamados "Bonos Mefo" (ver Economía de la Alemania nazi), en ambos casos con gran éxito.

La posición alternativa, lingotista,51 era que la cantidad de circulante (monedas y papel) debe ser equivalente, en una proporción fija y estable, a la cantidad de metal precioso en los bancos. Si los bancos no están obligados a convertir las notas en oro en una proporción cierta, van a tener la tentación de emitir billetes en exceso a sus reservas de oro o plata en sus bóvedas. Esto conducirá a un exceso de oferta de dinero, lo que llevara a varias distorsiones, incluyendo la inflación. Para evitar todo eso, sostuvieron, es necesario mantener una equivalencia estricta entre la cantidad de circulante emitida por cualquier y todos los bancos y la cantidad de oro y plata mantenido como respaldo. Esta posición, representada, entre otros, por Ricardo, predomino hasta después de la Primera Guerra Mundial. (ver patrón oro).

De acuerdo a esa posición, cualquier incremento en la cantidad de oro o plata en un país dado llevaría a un incremento en los precios en ese país, lo que significaría que la moneda (metales preciosos) irían a algún otro lugar, en el cual podría ser cambiada por bienes a una tasa másmás favorable. Conversamente, una deficiencia en la cantidad de oro causaría un caída local en los precios, que llevaría a la exportación de bienes e importación de oro o plata. Esto tendría el efecto que, a largo plazo, habría una tendencia a mantener una relación estable del valor (entendido como poder de compra) de esos metales.

John Stuart Mill sugirió52 una posición intermedia, de acuerdo a la cual los bancos necesitan mantener solo una cierta proporción de lo emitido como depósitos en oro y/o plata, el resto pudiendo ser respaldado de acuerdo a la doctrina bancaria. Esto podría quizás dar origen a una cierta inflación, pero cualquier tendencia en esa dirección llevaría a los poseedores de billetes a cambiarlos por metálico, lo que forzaría a los bancos a redimir sus préstamos a fin de obtener el oro necesario para redimir sus notas. Ambos procesos a su vez reducirían el circulante, eliminado la inflación. Esta posición dio eventualmente origen al sistema de banca de reserva fraccional que existió desde esa fecha53 y que existe en el presente en todos los países industrializados. (Los depósitos en oro siendo reemplazados por depósitos en dólares que, hasta 1971, mantenía una relación fija, de 35 dólares por onza, con el oro. A

partir de esa fecha, los respaldos están constituidos por las llamadas Moneda de reserva.- Ver Bancor).

Clarificando, Stuart Mill, a pesar que acepta en general la teoría cuantitativa,54 sugiere que el problema no es tanto la cantidad física de circulante, sino el crédito y las compras (o demanda) (Stuart Mill consideraba que solo el metálico era dinero propiamente tal. Billetes son pagarés y, junto con otras notas promisorias -bancarias o individuales, ya sea "a la vista" (o "en demanda") o a plazo- tales como cheques, crédito "en libros" o "a cuenta", etc, constituyen crédito.): “Pero ahora hemos encontrado que hay otras cosas, tales como billetes de banco, letras de cambio y cheques, que circulan como dinero, y realizar todas las funciones del mismo: y surge la pregunta: ¿Operan estos sustitutos sobre los precios en el misma manera que el dinero en sí? Tiende un incremento en la cantidad de papel transferible a aumentar los precios, de la misma manera y grado que un aumento en la cantidad de dinero?...” "Ha habido una gran cantidad de debates y argumentos sobre la cuestión de si algunas de estas formas de crédito y, en particular, si los billetes de banco, debe ser considerado como dinero. El asunto es tan puramente verbal que apenas vale la pena plantearlo, y uno tendría cierta dificultad en comprender por qué se le atribuye tanta importancia, si no hubiera algunas autoridades que, adhiriendose todavía a la doctrina de la infancia de la sociedad y de la economía política, que la cantidad de dinero en comparación con la de los productos básicos, determina los precios en general, creen que es importante demostrar que los billetes de banco y no otras formas de crédito son dinero, a fin de apoyar la inferencia que los billetes de banco y no otras formas de crédito influyen sobre los precios. Es obvio, sin embargo, que los precios no dependen del dinero, sino de las compras. El dinero dejado con un banquero, y que contra el cual no se creen débitos, o que sea debitado para fines distintos a la compra de mercancías, no tiene ningún efecto sobre los precios, al igual que un crédito que no se utiliza. Crédito que se utiliza para la compra de productos afecta a los precios de la misma manera que el dinero. El dinero y el crédito están, pues, exactamente a la par, en su efecto sobre los precios; y si optamos clasificar los billetes en una o la otra, es en este sentido por completo indiferente.55

Conviene notar que este debate dio origen a otras diferencias, más complejas, de opinión, diferencias que de las cuales se ha alegado que “ aún hoy, hay lesiones importantes a ser aprendidas”.56 Por ejemplo, a partir de lo anterior el estudio de los efectos del crédito asume una gran importancia, lo que dio, eventualmente, origen -a través del trabajo de Knut Wicksell- al monetarismo y a las concepciones modernas al respecto: si se regula apropiadamente el crédito, no habrá fluctuaciones monetarias abruptas (ver agregado monetario y Oferta de dinero).

El asunto del valor

El otro aspecto problemático es el asunto del valor. Si asumimos que los procesos productivos pueden ser explicados sin relación directa a consideraciones monetarias tenemos que sugerir un método que permita evaluarlos sin referencia a tales aspectos. La solución obvia se encuentra en la plusvalía; es decir, al hecho que la finalidad de todo proceso productivo -en la medida que son de interés a la ciencia económica- es producir más bienes o "valor" que el empleado o gastado en el proceso mismo. Un proceso económico será productivo en la medida que el resultado, medido en bienes para uso y

consumo, sea superior a los empleados para producirlos, cualquiera sea la medida o el resultado "monetario" para los individuos que participen en ese proceso.

Esto requiere, por supuesto, una medida del valor que no este basado en cálculos monetarios. Adam Smith consideraba que la medida exacta para cuantificar el valor era el trabajo.57 Para él, el valor era la cantidad de mercancías que uno podía producir con, o recibir a cambio de, su trabajo ( y vice versa, el valor de una mercancías es la cantidad de ya sea otras mercancías o trabajo que se pueda recibir en cambio58 ). Las mercancías concretas pueden cambiar, pero lo que siempre permanece invariable es el trabajo, o sea el desgaste de energía para producirlas, siendo entonces el trabajo el patrón definitivo e invariable del valor: lo que consume una hora de trabajo para ser producido tiene, desde este punto de vista, exactamente el mismo valor que cualquiera otra cosa que cueste otra hora de trabajo para ser producido. Esto llegó a ser conocido como Teoría del valor-trabajo.

Pero esas relaciones de cambio no permanecen necesariamente constantes. Esto llevó a Smith y otros a introducir dos conceptos asociados: valor de uso y valor de cambio. En las palabras de Stuart Mill: "Adam Smith, en un pasaje citado a menudo, ha descendido sobre la ambigüedad obvia de la palabra valor, la cual, en uno de sus sentidos, significa utilidad, en otro, poder de compra, en su propio lenguaje, valor en uso y valor en intercambio"... y "la mayoría de los escritores modernos, a fin de evitar el gasto de dos buenas palabras en una sola idea, han empleado "precio" para referirse al valor de una cosa en relación al dinero, la cantidad de dinero por la cual será cambiado. Por el precio de una cosa, entonces, entenderemos su valor en dinero; por valor o valor de cambio, su poder general de compra, el comando que su posesión otorga en general sobre mercaderías comprables".59

Sin embargo, y como es obvio, el "desgaste de energía para producir" o cantidad de trabajo envuelto en la producción de una cosa también varía, en general disminuyendo con el avance tecnológico. Adicionalmente hay un problema con la determinación práctica (con el fin del cálculo del valor de un bien) con el como se pueden medir, por lo menos potencialmente, diferentes "modalidades" de ese desgaste o trabajo: por ejemplo: ¿es el valor producido por una hora de trabajo de un cirujano o médico el mismo que el producido por una hora de trabajo de un obrero sin calificar? Y ¿cómo relacionamos esos casos extremos con el trabajo de un panadero, carpintero u obrero calificado?.

Stuart Mill resume en su obra60 la posición de Smith y otros. Simplificando, se puede decir que es el caso que diferentes tipos de trabajo comandan diferentes precios en relación a cosas tales como la competencia entre trabajadores, tiempo y dificultad de aprendizaje, seguridad o no de recompensa, dificultad y desagrado en efectuarlo, etc. Stuart Mill nota que los trabajos más desagradables y duros son generalmente los menos pagados dado que generalmente los que los llevan a cabo carecen de otra opción. Siendo ese el caso, se mantiene la relación del valor de un bien como dependiendo de la cantidad de trabajo necesario para producirlo, con el proviso que el "salario real" o valor (es decir, las mercaderías que se pueden adquirir por "precio por unidad de trabajo") de cada tipo de trabajo en particular son diferentes entre si, pero nunca pudiendo ser en total superior al determinado por el nivel de competencia entre trabajadores: "Liberalidad, generosidad, y el crédito de la empresa, son motivos que, en cualquier grado que operan, se oponen a tomar la ventaja máxima de la competencia, y esos motivos podrían y aún ahora lo hacen, actuar

sobre los empleadores de mano de obra en todos los departamentos de la gran industria, y lo más deseable es que así sea. Pero nunca pueden aumentar los salarios medios de la mano de obra más allá de la relación entre la población y el capital. Al dar más a cada trabajador empleado, limitan el poder de dar empleo numeroso, y por excelente que sea el efecto moral, hacen poca diferencia económicamente, a menos que el pauperismo de los que están excluidos conduzca indirectamente a un reajuste por medio de una mayor limitación en la población." (Stuart Mill, op. cit, conclusión)

Pero esos diferentes tipos de trabajos están distribuidos diferentemente a través de las industrias. Por ejemplo, muchos de los trabajadores empleados en una empresa de Inteligencia artificial tienen niveles de educación y calificación diferentes a los empleados en una panadería. Sigue que el precio de los respectivos productos no se puede determinar solo en relación a un salario promedio general. Esto da origen a la Teoría del valor como costo de producción clásica: "Para recapitular: la oferta y demanda determinan el valor de todas las cosas que no se puede aumentar indefinidamente, a excepción de que incluso para ellas, cuando se producen en la industria, hay un valor mínimo, determinado por el coste de producción. Pero en todas las cosas que admiten la multiplicación indefinida, la demanda y la oferta sólo determinan las perturbaciones de valor, durante un período que no podrá exceder el tiempo necesario para modificar la oferta. Determinando así la oscilaciones de valor, ellas mismas obedecen a una fuerza superior, que hace gravitar el valor al Costo de Producción, que lo depositaria y mantendría allí, si nuevas influencias perturbadoras no estuvieran continuamente surgiendo para hacer que de nuevo se desvíen. Para continuar la línea de la metáfora, la demanda y la oferta siempre se apresuran a un equilibrio, pero la condición de equilibrio estable es cuando el intercambio de cosas entre si sucede de acuerdo a sus costos de producción, o, en la expresión que hemos utilizado, cuando las cosas están en su Valor Natural".61

En la actualidad se considera,62 siguiendo el análisis de Piero Sraffa,63 que mucho del análisis anterior es improductivo, dado que no hay un algoritmo o fórmula generalmente valida que transforme "unidades de valor" en "unidades monetarias", en otras palabras, que resuelva el llamado problema de la transformación.64 65

Clarificando: la plusvalía debe ser considerada una medida física. Es, en la medida que sucede, una medida del incremento de los bienes materiales disponibles, ya sea para el consumo o uso como inversiones, que resultan últimamente del trabajo. Ese incremento puede ser expresado o medido en relación a cualquier otra mercadería (por ejemplo, se puede decir que un kilo de pan es producto del uso de x litros de petróleo, por lo tanto, el precio del pan aumentará si el precio del petróleo aumenta) incluyendo, si se lo desea, horas de trabajo estándar. Pero no hay una formulación tal que permita transformar de forma unívoca tal relación en “unidades de precio”, dado que estos, últimamente, no corresponden únicamente al costo de producción, dependen también de la demanda.

Consecuentemente si bien es correcto que, desde el punto de vista de las sociedades, el interés de los procesos productivos reside en la capacidad o habilidad de generar valor (satisfacer necesidades materiales), es importante proceder con cuidado y mantener presente cuando se efectúan o consideran los cálculos que los esquemas conceptuales y/o

las medidas y resultados relacionadas al valor (o medidas reales) y las en precios (o nominales) no son simplemente "mezclables". (ver Valor agregado).

Citas y referencias

1. ↑ Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, John Maynard Keynes, Capítulo 1, Nota 1

2. ↑ Gerardo Fujii: Desarrollo Económico UNIDAD III. TEORÍAS DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO, punto 1. La economía clásica (A. Smith, R.Malthus, D. Ricardo y K. Marx)

3. ↑ David Ricardo (1817): Principios de economía política y tributación4. ↑ John Stuart Mill (1848): Principios de economía política, con algunas de sus

aplicaciones a la filosofía social5. ↑ Deborah A. Redman (1997): "The classical age of economics was marked by an

intense interest in scientific methodology. It was, moreover, an age when science and philosophy were not yet distinct disciplines, and the educated were polymaths. The classical economists were acutely aware that suitable methods had to be developed before a body of knowledge could be deemed philosophical or scientific. They did not formulate their methodological views in a vacuum, but drew on a rich collection of philosophical ideas. Consequently, issues of methodology were at the heart of political economies rise as a science. The classical era of economics opened under Adam Smith with political economy understood as an integral part of a broader system of social philosophy; by the end, it had emerged via J. S. Mill as a separate science, albeit one still inextricably tied to the other social sciences and to ethics. The Rise of Political Economy as a Science opens with a review of the epistemological ideas that inspired the classical economists: the methodological principles of Bacon, Descartes, Hobbes, Newton, Locke, Hume, Stewart, Herschel, and Whewell. These principles were influential not just in the development of political economy, but in the rise of social science in general. The author then examines science in eighteenth- and nineteenth-century Britain, with a particular emphasis on the all-important concept of induction. Having laid the necessary groundwork, she proceeds to a history and analysis of the methodologies of four economist-philosophersAdam Smith, Robert Malthus, David Ricardo, and J. S. Millselected for their historical importance as founders of economics and for their common Scottish intellectual lineage. Concluding remarks put classical methodology into a broader historical perspective." en The Rise of Political Economy as a Science - Methodology and the Classical Economists

6. ↑ "De lo anteriormente dicho y a partir de las definiciones que Kant formuló en su “Critica de la Razón Pura” se entiende a los enunciados realizados por los clásicos como apriorísticos, es decir que son cognoscibles por un puro ejercicio de la razón, sin necesidad de recurrir al mundo sensible. Esto es una consecuencia de la forma en que formulaban ellos las hipótesis, las mismas eran previas a la experimentación, a la experiencia sensible, y no dependían de ella para su validez. A pesar de que el génesis del proceso de formulación de las hipótesis era una observación empírica, esta no constituía más que un indicio que bien podría haberse obtenido por introspección. A demás, en la generación de las hipótesis mediaba un simple proceso de inducción." en Critica Metodología del Historicismo a la Escuela Clásica

cap: "La metodología clásica.".- Este es un tema complejo; para comenzar a profundizar: Thomas Sowell: On classical economics cap 4: Classical Methodology

7. ↑ JESÚS L. PARADINAS FUENTES: El médico inglés William Petty (1623-1687), discípulo de Hobbes, será uno de los primeros en defender la existencia de leyes naturales en economía, de acuerdo con los planteamientos científicos mecanicistas. Además, avanzó la idea de que la riqueza no depende del comercio sino que es producto del trabajo.... T eamooo vico debían regir el comportamiento humano, conforme a las cuales debería organizarse la sociedad, eran análogas a las leyes de la naturaleza que determinaban el comportamiento del universo. En sus escritos económicos enseñó que el egoísmo es la fuerza motriz de la conducta humana, que el Estado, en lugar de intervenir en economía como pretendían los mercantilistas, debía limitarse a proteger la propiedad privada y a facilitar los intercambios entre los particulares, y que la riqueza es producto del trabajo. Como el nuevo paradigma científico mecanicista era incompatible con el intervencionismo económico defendido por los mercantilistas, apareció en el pensamiento económico una nueva doctrina: que la riqueza no se obtiene del comercio sino de la agricultura. Sus defensores se dieron a sí mismos el nombre de fisiócratas. Así pues, una de las ideas fundamentales de la moderna ciencia económica, que los fenómenos económicos están regulados por leyes naturales que producen un orden espontáneo que el hombre debe respetar, había sido ya expuesta antes de Adam Smith." en La economía como ciencia: Adam Smith

8. ↑ "Debido a la influencia de los autores mencionados, la visión más común de la investigación científica a mediados del siglo XIX consiste en defender que la ciencia debe comenzarse a partir de la observación de hechos, realizada de manera libre y sin prejuicios. A continuación se aplica la inferencia inductiva, de modo que se pasa de lo particular a lo general y se formulan leyes universales sobre estos hechos. En tercer lugar, se aplica nuevamente la inducción con el fin de obtener teorías o argumentaciones dotadas de un grado mayor de generalidad. Finalmente, se contrasta si las leyes y teorías son verdaderas o no comparando sus implicaciones empíricas con los hechos observados." LA ECONOMIA. CONCEPTO Y METODO punto 3.1.1 (p 19) El empirismo y la ciencia en el siglo XIX

9. ↑ Adam Smith: Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. Libro primero - Capítulo I: De la división del trabajo.

10. ↑ A. Marshall: “Ahora no hay tendencias económicas que actúan de tal forma constante y se puedan medir tan exactamente como es posible con la gravitación: y por lo tanto no hay leyes de la economía que pueden ser comparadas por precisión con la ley de la gravitación....(....).... Aunque el análisis económico, y su razonamiento general, son de amplia aplicación, sin embargo, cada época y cada país tiene sus propios problemas y es probable que todo cambio en las condiciones sociales requiera un nuevo desarrollo de las doctrinas económicas.” en Principles of Economics Book One, Preliminary Survey: Chapter 3, Economic Generalization or Laws

11. ↑ Daniel Little: “El concepto de una "ley de la naturaleza" ha sido fundamental para nuestra comprensión de las ciencias naturales.. El poder intelectual de la física clásica deriva del hecho de que era capaz de proponer leyes físicas que eran simples y universales - las leyes de la gravitación y movimiento de los planetas, la óptica, la electricidad y el magnetismo, etc ¿Es ésta una característica esencial de una ciencia

empírica exitosa? ¿Y posee la economía tales leyes? Varios autores son positivos acerca de ambos puntos (Kincaid, 1996), ( Rosenberg, 1976). Sin embargo, varios puntos han surgido en discusiones recientes de las ciencias sociales que llevan a dudar acerca de la centralidad de la leyes en las ciencias sociales -incluyendo la economía..... Nada en la teoría económica actual ofrece razón para pensar que existen esas leyes. Los supuestos fundamentales de la teoría económica sencillamente no caen en la categoría de "leyes de la naturaleza." Y como veremos más adelante, el supuesto de la racionalidad económica no constituye una generalización universal sobre el comportamiento individual. Aquí, como es el caso en otras áreas de las ciencias sociales, es más justificable buscar mecanismos de causalidad más que leyes sociales." Are there laws in economics? en Philosophy of Economics

12. ↑ Luis Razeto M y Pasquale Misuraca: “Esta elaboración crítica sobre las ciencias sociales (planteada como crítica de las sociología y del marxismo), y en particular la crítica a la idea de que los procesos históricos, económicos y políticos se desenvuelven conforme a leyes y regularidades que no dependen de la voluntad y la conciencia de los individuos y de las organizaciones sociales, mantiene plena vigencia especialmente con referencia a las concepciones económicas y políticas actualmente dominantes.” Actualización en Capítulo 4. Crítica de las leyes históricas, económicas y estadísticas.)

13. ↑ Por ejemplo, Steven Pressman: "Fifty major economists" Routledge, 2006 (2nd edition)

14. ↑ El título mismo de la obra que inicio la escuela lo indica: "Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones". A mayor claridad, Smith define los objetivos de las Actividades económicas como siendo: Primero, suministrar al pueblo un abundante ingreso o subsistencia, o, hablando con más propiedad, habilitar a sus individuos y ponerles en condiciones de lograr por sí mismos ambas cosas. Segundo, proveer al Estado o República (en su sentido de "comunidad independiente o soberana") de ingresos suficientes para los servicios públicos. (Adam Smith, 1776, p. 428).

15. ↑ David Ricardo: "los individuos no estiman su ganancia a través de la producción material, pero las naciones invariablemente lo hacen. Si tuviéramos exactamente la misma cantidad de mercancías en el año 1815 que tenemos ahora en 1814, como nación no seriamos más ricos, pero si el dinero hubiese declinado en valor, esas (mercancías) serian representadas por una cantidad mayor de dinero, y los individuos serian propensos a "creerse" más ricos" - Carta (Nro 55) a Malthus, 11 de Agosto de 1814 en The Works and Correspondence of David Ricardo: Volume 6, Letters 1810-15 pp 121 Piero Sraffa (editor)

16. ↑ Para una introducción a esta área, ver Roberto Gómez López EVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y METODOLÓGICA DE LA ECONOMÍA

17. ↑ Ricardo percibía un conflicto entre los intereses de las "clases terratenientes" —que, en su opinión, reciben "renta" sin contribuir al proceso productivo — y los de la sociedad en general y de las clases empresariales y trabajadoras en particular.- Ver David Ricardo (3rd Edition: 1821): On the Principles of Political Economy and Taxation

18. ↑ Por ejemplo: K. Marx: (1864–1877) El Capital.

19. ↑ Por ejemplo: "De acuerdo con lo anterior, no hay nada más cierto en el cambio progresivo que están teniendo lugar en la sociedad que la continuada expansión del principio y practica de la cooperación".- J. S Mill: Principles of Political Economy, Libro IV (Influence of Progress), cap I, punto 2

20. ↑ Adam Smith, op. cit.- primer párrafo de "Introducción a la obra"21. ↑ Para profundizar esta temática, ver Juan Carlos Rodríguez C (2003) La economía

laboral en el período clásico de la historia del pensamiento económico (ISBN: 84-688-7252-0) esp cap X: División del trabajo y crecimiento económico

22. ↑ Matías D. Scaglione (2001): ROLES DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL Y DEL PROGRESO TÉCNICO EN LA TEORÍA DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE ADAM SMITH

23. ↑ Fernando Jeannot R (2006): La riqueza o pobreza de las naciones son públicas y privadas al mismo tiempo y fruto de una regulación que desde los clásicos de la economía vincula necesariamente al sector público con el privado. Por ello no es casual que todo el volumen quinto de Smith (2000: 614 y ss) se refiera a las finanzas públicas. Cercenar el modelo de equilibrio general del Estado-gobierno fue una reducción propiamente neoclásica, pero no clásica. Lo anterior no colisiona con la constatación de que la idea del equilibrio general no está formulada claramente en Smith, porque el autor carecía de una teoría de las decisiones y del comportamiento económico que luego configurarán a la racionalidad neoclásica. En cambio, Smith fundó la teoría de la autorregulación del mercado cuando sostuvo que el número de personas empleadas se proporciona al capital de la nación; es decir, a la macroeconomía pero no a ningún agente en particular. Cada agente, eso sí, persigue beneficios individuales desarrollando actividades productivas, pero no rentísticas, porque... (...)... Por lo tanto no es cualquier búsqueda de beneficios, sino aquella que redunde en la expansión del empleo, el ingreso y el desarrollo tecnológico porque de esta forma se enriquecen las naciones. Desde los clásicos se asienta el principio de que la riqueza de las naciones tiene lugar cuando hay un juego de todos ganan, pero no otro de suma cero. Y también desde los 1700, el liberalismo económico se refiere a un Estado de mano invisible o proveniente del estado de naturaleza, pero considerando a la sociedad civil como suficientemente dinámica y productiva para solamente admitir un mínimo de agencias gubernamentales (Nozick 1990: 121). “ en Los intercambios procesados por el tanteo walrasiano

24. ↑ Adam Smith:"El precio de un monopolio es en cada ocasión el más alto que se puede conseguir. El precio natural, o el precio de la libre competencia, por el contrario, es el más bajo que se puede tomar, no de hecho en cada ocasión pero sobre un tiempo considerable. El uno es en cada ocasión el más alto que se puede exprimir de los compradores, o el que, se supone, van a consentir dar; el otro es el más bajo que los vendedores generalmente pueden permitirse aceptar, y al mismo tiempo continuar sus negocios.". en An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations: Book 1, Chapter 7 (Of the Natural and Market Price of Commodities) parrafo 27 (en inglés en el original)

25. ↑ David Ricardo: Works and Correspondence, 7: 250-25126. ↑ Sieveking: "El acrecentamiento de la capacidad de producción coloca a la

agricultura en una situación más desfavorable que la de la industria, debido a que tiene que contar con las energías Iimitadas del suelo nacional. Ricardo, citado por Turgot, hizo observar que, con el aumento de los cultivos, las producciones de la

tierra no crecen en la proporción del empleo de capital y de trabajo. Precisaría poner en explotación los suelos poco fértiles, o bien intensificar la de los antiguos con gastos desproporcionados... La referida Iey solamente tiene aplicación en el caso de un cultivo uniforme, para un territorio limitado. " op. cit

27. ↑ por ejemplo: Antonio Cabrales: Los precios de los pisos y la ciencia lúgubre28. ↑ Por ejemplo: JULIO FAESLER La economía, la ciencia lúgubre29. ↑ Es necesario notar que el término "ciencia lúgubre" fue introducido por Thomas

Carlyle en 1849 no para referirse a esas prognosis de largo plazo sino a varias proposiciones de los economistas políticos que Carlyle consideraba eran no aceptables desde un punto de vista conservador extremo: "la Ciencia Social... que encuentra el secreto de este Universo en la oferta y la demanda y reduce el deber de los gobernantes humanos a la de dejar solos a los hombres... no es una ciencia alegre... es una... bastante rastrera y una angustiante; [es]... la ciencia lúgubre ". Carlyle se vuelve a referir, en varias ocasiones, en esta (y otras obras) a la «ciencia lúgubre» en una forma despectiva, agrupandola con otras características de la escena política no deseables (para Carlyle), tales como las 'urnas' y el 'sufragio universal '. Ver Robert Dixon The dismal science? Thomas Carlyle v John Stuart Mill. Sin embargo, el término se generalizo con el sentido de ser la ciencia cuyas predicciones son pesimistas.

30. ↑ Sieveking: Historia de la Economía, desde el siglo XVII hasta la actualidad" cap 5. Malthus y Ricardo

31. ↑ La principal fuente de energía industrial de la época era el carbón de piedra (coal en inglés) que, se preveia, se agotaria en un futuro más o menos cercano, llevando a ruina general. ver: The New Yok Times (20 de Febrero 1873): A COAL FAMINE. y New Scientist Oct 30, 1980 A National Calamity

32. ↑ El crecimiento de la población debe detenerse: Sir David Attenborough33. ↑ Engels, ensayo de 1843 (en correspondencia de Marx y Engels, p 33) citado por J.

D. Bernal: Engels and Science, p I34. ↑ David Attenborough (2011): PLANET AND POPULATION (discurso a la Royal

Society for the encouragement of Arts, Manufactures and Commerce (RSA)35. ↑ La percepción que los clásicos creían en dicotomía fue originalmente sugerida por

Knut Wicksell.- Para una introducción al concepto y consecuencias, ver: Beenstock, Michael; Ilek, Alex: Wicksell's Classical Dichotomy: Is the natural rate of interest independent of the money rate of interest?

36. ↑ Gregory Mankiw: Macroeconomía p 236 y siguientes37. ↑ Juan Diego Castrillón: "Los economistas llaman a la separación entre variables

reales (productos, empleo) y nominales (dinero) como la dicotomía clásica." en APROXIMACIÓN AL MODELO DE OFERTA Y DEMANDA; 2.2.1. La inflación y el análisis económico en el largo plazo: la dicotomía clásica

38. ↑ "Traité d'économie politique, ou simple exposition de la manière dont se forment, se distribuent, et se composent les richesses" (1803) traducido al inglés como: "A Treatise on Political Economy, or the production, distribution and consumption of wealth" (1803), p 57. Ver enlaces en: http://cepa.newschool.edu/het/profiles/say.htm

39. ↑ Los clásicos no conocían el término "fallo de mercado" tal como se usa en el presente, sin embargo el concepto existía. (ver Steven G. Medema: (2007). "The Hesitant Hand: Mill, Sidgwick, and the Evolution of the Theory of Market Failure,"

History of Political Economy, 39(3), pp. 331-358. 2004 Online Working Paper.) Las principales distorsiones que los clásicos conocían eran: Las introducidas por gobiernos, las introducidas por grupos de interés (asociaciones de productores, comerciantes, guildas, etc), los monopolios y las externalidades.

40. ↑ Para todo esto, ver Andrés Felipe Giraldo P (2006): LA NEUTRALIDAD DEL DINERO Y LA DICOTOMÍA CLÁSICA EN LA MACROECONOMÍA

41. ↑ J.S. Mill: Principles of Political Economy, 1848: p.43142. ↑ Mankiw and Romer 1990, Vol. 1, p. 2. citado por David Colander: Beyond New

Keynesian Economics: Towards a Post Walrasian Macroeconomics43. ↑ Locke escribió, entre 1692 y 1696, una variedad de ensayos acerca del dinero,

interés y comercio (por ejemplo: "For encouraging the coining silver money in England,") que se pueden encontrar en castellano en: "Escritos monetarios / John Locke; estudio preliminar, Victoriano Martín; traducción, María Olaechea. – Madrid: Ediciones Pirámide, ©1999. – 262 p. – (Colección Clásicos de la economía) ISBN 84-368-1295-6..- Ver también: Arthur H. Leigh (1974): "John Locke and the Quantity Theory of Money" en History of Political Economy. 6: 200- 219

44. ↑ ver, por ejemplo los ensayos que Hume publico en Edinburgo en 1752: "Of Interest."; "Of Money."; " Of the Balance of Trade." y "Of Commerce."

45. ↑ Para la mente medieval, fuertemente influida por la alquimia el oro era especial porque es el más noble de los metales. Y, a su vez, esa nobleza deriva de que no cambia: “La «nobleza» del oro es ser el fruto llegado a la maduración, los otros metales son «vulgares» pues ellos no son maduros. En otros términos, el final último de la Naturaleza es la consumación del reino mineral, su «maduración» completa. La transmutación natural de los metales en oro está inscrita en su destino, pues la Naturaleza tiende a la perfección.” (ver [ http://millenio.wordpress.com/2007/05/26/alquimia-el-oro-y-la-inmortalidad/ Alquimia: El oro y la inmortalidad] ). Esa “nobleza natural” naturalmente lo asociaba con la nobleza política, así, por ejemplo, el Libro de las siete partidas establece: “Vestiduras hacen conocer mucho a los hombres por nobles o por viles, y por ello los sabios antiguos establecieron que los reyes vistiesen paños de seda con oro y con piedras preciosas, porque los hombres pudiesen conocer luego que los viesen a menos de preguntar por ellos. Y otro sÌ que trajesen los frenos de las sillas en que cabalgan de oro y de plata y con piedras preciosas y aún en las grandes fiestas cuando hacían sus cortes trajesen coronas de oro con piedras muy nobles y ricamente obradas. “ (Las Siete Partidas PARTIDA SEGUNDA TITULO 5 Ley 5). Posteriormente algunos sugirieron que el oro posee un “valor intrínseco”: ¿Qué hay acerca del oro que le da ese atractivo tan perdurable? Algunos han sugerido que tiene un valor intrínseco – que a diferencia de otras mercancías es valioso en y por sí mismo. Para que una mercancía tenga valor intrínseco significa que hay valor aparte de aquel impartido a la mercancía por parte de un individuo. En otras palabras, existe un valor permanente, estable y objetivo, aparte de cualquier deseo o necesidad humana..... Sin embargo, el concepto del valor intrínseco es problemático. El valor de un bien varía claramente de persona a persona y de tiempo en tiempo, contrario a lo que la idea del valor intrínseco sugeriría..... Separada de la doctrina de la Creación, la misma idea del “valor intrínseco” es mística. Si se niega a Dios, y el valor no es atribuido a decisiones humanas,

¿entonces dónde se origina el valor? En realidad, la plata y el oro son valiosos porque Dios las valora (Gén. 2:11-12). Su valor puede ser considerado “intrínseco” en el sentido de que no depende de la voluntad de los hombres puesto que todo valor es determinado en última instancia por las valoraciones del Creador. Los hombres son hechos a la imagen de Dios. Por lo tanto, es básico para nuestro ser el valorar lo que Dios valora. La pureza de esto es arruinada en el pecado, pero la naturaleza básica y la función de la imago Dei permanecen. Dios valora los “metales preciosos.” Esa es la razón por la cual son “metales preciosos,” y esa es la razón por la cual los hombres hechos a su Imagen los valoran. Esa es la única explicación que es satisfactoria; es la única explicación que es posible; y es la única explicación que se necesita (El Valor Intrínseco y la Seducción del Oro )

46. ↑ Schwartz Center for Economic Policy Analysis: The Classical Theory of Money47. ↑ D.Ricardo, Principles of Political Economy and Taxation, 1817: p.23848. ↑ The Bullionist Controversy49. ↑ Adam Smith: El dinero o sea otra clase de bienes nos dispensan de esa fatiga.

Contienen el valor de una cierta cantidad de trabajo, que nosotros cambiamos por las cosas que suponemos encierran, en un momento determinado, la misma cantidad de trabajo. El trabajo fue, pues, el precio primitivo, la moneda originaria que sirvió para pagar y comprar todas las cosas. No fue con el oro ni con la plata, sino con el trabajo como se compro originariamente en el mundo toda clase de riquezas; su valor para los que las poseen y desean cambiarlas por otras producciones es precisamente igual a la cantidad de trabajo que con ella pueden adquirir y disponer." en Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones Capítulo V Del precio real y nominal de las mercancías, o de su precio en trabajo y de su precio en moneda

50. ↑ A. Smith: "Existen diferentes clases de papel moneda, pero los billetes en circulación de los bancos y banqueros son los más conocidos y, por otra parte, los que mejor se acomodan a nuestro propósito. Tan pronto como los habitantes de un país llegan a depositar la confianza necesaria en el patrimonio, la probidad y la conducta de un banquero particular, hasta el punto de creer que siempre estará dispuesto a pagar a la vista cualquier pagaré suyo que le sea presentado, no importa en qué momento, esos efectos circularán lo mismo que si fueran monedas de oro y plata, en virtud de la confianza que inspiran (ver A. Smith: Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (México DF: Fondo de Cultura Económica.- p 256). Esto llevó a Joseph Alois Schumpeter a denominarlo "dinero creado de la nada": "Este método de obtener dinero es la creación de poder de compra por los bancos […] Se trata siempre no de transformar el poder de compra que exista ya en posesión de alguno, sino de la creación, de la nada, de nuevo poder de compra –de la nada, aun si el contrato de crédito por el cual se crea el nuevo poder adquisitivo, está sostenido por valores que no son a su vez medios circulantes– que se añade a la circulación existente". (ver: Joseph A Schumpeter:. Teoría del desenvolvimiento económico (México DF: Fondo de Cultura Económica.- 1967).

51. ↑ Los "lingotistas" no proponían que la moneda fuera realmente hecha de oro o plata, sino que fuera posible cambiar una cierta cantidad minina de oro a cambio de una cierta cantidad fija de unidad monetaria. Esto, a fin de ahorrar en gastos de producción de moneda, etc. La cantidad propuesta originalmente eran lingotes de 20

onzas. La implementación real fueron lingotes de 60 onzas (5 libras troy o aproximadamente 2 kilogramos

52. ↑ Por ejemplo: Stuart Mill (1848): The Currency Question53. ↑ P. H. Wicksteed (un economista marginalista), escribiendo en 1910, describe así

la situación: "El conjunto de reserva metálica mantenida por todos los bancos constituye una fracción muy pequeña de la responsabilidad colectiva total de los bancos para pagar oro en demanda,.. cada depositante).. entonces, tendrá derecho a retirar el monto total de su saldo en oro, y cualquiera puede hacerlo realidad, siempre y cuando la maquinaria está funcionando sin problemas, pero sería imposible que cada uno lo hiciera (al mismo tiempo), porque la inmensa mayor parte de la propiedad no existe en la forma de [monedas de oro] en absoluto, consiste en toda clase de bienes y obligaciones, de un valor equivalente, en los términos de intercambio marginal, a la suma total que el público tiene el teórico derecho a extraer en oro. Todo existe, sin embargo... el importe total de los depósitos en los bancos en conjunto, representa propiedad real, y toda esa propiedad está en la posesión de los bancos en cada momento, a su importe total..... La propiedad de los clientes, representados por sus saldos en el banco, es propiedad real y está haciendo un trabajo real,.... (Percibir que) el sistema bancario de Inglaterra consiste en un dispositivo de astucia para hacer que Soberanos de Oro que sólo existen como anotaciones en un libro hagan el trabajo de los soberanos reales, es un error fundamental.” en Common Sense of Political Economy (1910) ( II.7.15)

54. ↑ Stuart Mill: “No es, sin embargo, con el último o el promedio, pero con los precios inmediatos y temporales, que ahora nos ocupamos. Esos, como hemos visto, pueden diferir en gran medida de la norma del costo de producción. Entre otras causas de fluctuación, una que hemos encontrado es la cantidad de dinero en circulación. Mientras otras cosas sean las mismas, un aumento del dinero en circulación aumenta los precios, una disminución los disminuye. Si se ofrece más dinero para circulación que la cantidad que puede circular en relación confortable a su costo de producción, el valor del dinero, por la duración del exceso, se mantendrá por debajo del nivel de costo de producción y los precios en general serán sostenidos por sobre de la tasa natural.” en "Principles of Political Economy with some of their Applications to Social Philosophy" Book III, Chapter XII Influence of Credit on Prices párrafo 2 (en inglés en el original)

55. ↑ Stuart Mill: "Principles of Political Economy with some of their Applications to Social Philosophy" Book III, Chapter XII Influence of Credit on Prices párrafos 3 y 27 (en inglés en el original)

56. ↑ DAVID LAIDLER: TRES VARIACIONES DEL MODELO DE DOBLE TASA DE INTERES

57. ↑ Ver, por ejemplo: La Teoría del Valor de Smith58. ↑ Adam Smith: `"Todo hombre es rico o pobre según el grado en que pueda gozar

de las cosas necesarias, convenientes y gratas de la vida. Pero una vez establecida la división del trabajo, es solo una parte muy pequeña de las mismas la que se puede procurar con el esfuerzo personal. La mayor parte de ellas se conseguirán mediante el trabajo de otras personas, y será rico o pobre, de acuerdo con la cantidad de trabajo ajeno de que pueda disponer o se halle en condiciones de adquirir. En consecuencia, el valor de cualquier bien, para la persona que lo posee y que no

piense usarlo o consumirlo, sino cambiarlo por otros, es igual a la cantidad de trabajo que pueda adquirir o de que pueda disponer por mediación suya. El trabajo, por consiguiente, es la medida real del valor en cambio de toda clase de bienes. en Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones Capítulo V:Del precio real y nominal de las mercancías, o de su precio en trabajo y de su precio en moneda

59. ↑ Stuart Mill: Principles of Political Economy, Libro III, capítulo XXV, punto I, Of Value

60. ↑ S Mill, op cit: Book II, Chapter XIV:Of the Differences of Wages in different Employments

61. ↑ (Stuart Milll: Book III, Chapter III Of Cost of Production, in its Relation to Value)62. ↑ Por ejemplo: Ian Steedman (1977): “Marx after Saffra” Unwin, London.- ISBN

902308 49 163. ↑ Piero Sraffa: (1960) Producción de mercancías por medio de mercancías64. ↑ Marx mismo introdujo el problema en el capítulo 9 del tercer volumen de El

Capital donde lo trato de resolver. El problema central desde el punto de vista de Marx es este: dado que la ganancia o plusvalía se deriva del trabajo, y dado que la relación trabajo/capital varia entre diferentes productos o mercaderías, como se puede reconciliar esas variación con una a una hipotética "tasa de ganancia promedio" para todo el capital invertido? como derivar de lo anterior la tendencia -postulada no solo por Marx pero por los clásicos en general- a la reducción de la tasa de ganancia?

65. ↑ Paul Samuelson (1971) "Understanding the Marxian Notion of Exploitation: A Summary of the So-Called Transformation Problem Between Marxian Values and Competitive Prices" Journal of Economic Literature 9 2 399–431.-

Escuela liberal francesa Frédéric Bastiat Maurice Block Pierre Paul Leroy-Beaulieu Gustave de Molinari Yves Guyot Jean-Baptiste Say Léon Say

Escuela liberal francesa

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La escuela liberal francesa (también llamada la "escuela optimista" o "escuela ortodoxa") es un escuela de pensamiento económico del siglo XIX, formada en torno al Collège de France y el Institut de France. El Journal des Économistes fue esencial en la promoción de las ideas de esta escuela. Como pensadores clave se encuentra a Frédéric Bastiat, Jean-Baptiste Say, Destutt de Tracy, y Gustave de Molinari. La escuela defendió íntegramente el libre comercio en la forma de capitalismo laissez faire. Eran grandes opositores de las ideas colectivistas, intervencionistas y proteccionistas.

La escuela liberal francesa es, junto con los antiguos fisiócratas, la más importante expresión histórica del liberalismo clásico en Francia. La escuela francesa en ocasiones es considerada como un antecesor ideológico a la escuela austriaca moderna.1 2

Referencias

1. ↑ A Conspiracy of Silence on The French Liberal School. Joseph Salerno del Ludwig von Mises Institute

2. ↑ Forerunners of the Austrian School: French Liberal School | Joseph T. Salerno. Video de las lecturas en el Mises Institute.

Escuela marxista

El marxismo no es sólo una teoría económica sino una concepción global del funcionamiento de las sociedades. Marx intenta, no sólo comprender la realidad, sino transformarla. Su método de análisis es el materialismo dialéctico, que plantea la lucha entre opuestos como base de las transformaciones sociales.

Karl Marx Friedrich Engels Karl Kautsky Rosa Luxemburg Georgy Valentinovich Plekhanov Nikolai Ivanovitch Bukharin Otto Baner Ernst Mandel Paul Sweezy Nobuo Okishio Shigeto Tsuru

Economía marxista

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La economía marxista es la escuela de pensamiento económico inspirada en pro a la obra de Karl Marx. La mayoría de los conceptos fundamentales de esta escuela fueron desarrollados por Marx en su obra principal El Capital, entre ellos, fuerza de trabajo, lumpenproletariado, proletariado y burguesía (en sentido de clase social), lucha de clases, plusvalía, materialismo histórico, explotación y la teoría del valor trabajo.

Muchos académicos hacen una distinción entre la economía marxista y el marxismo, indicando que hay una separación intelectual clara entre los principios económicos expuestos por Marx y su apoyo al socialismo revolucionario y la revolución del proletariado.1 2

Contenido

1 Autores de la escuela marxista 2 Referencias 3 Bibliografía

4 Véase también

Autores de la escuela marxista

(Orden cronológico)

Karl Marx (1818-1884) Friedrich Engels (1820-1895) Vladimir Lenin (1870-1924)ll Rosa Luxemburgo (1871-1919) Rudolf Hilferding (1877-1941) Antonio Gramsci (1891-1937) Mao Zedong (1893-1976) Kozo Uno (1897-1977) Herbert Marcuse (1898-1979) Piero Sraffa (1898-1983), fundador de la escuela Neo Ricardiana. Maurice Herbert Dobb (1900-1976) Oskar Lange (1904-1965) Paul Mattick (1904-1981) Paul Sweezy (1910- 2004) Paul A. Baran (1910-1964) Charles Bettelheim (1913-2006) Ernest Mandel (1923-1995) Michio Morishima (1923-2004) Andre Gunder Frank (1929-2005) Immanuel Wallerstein (1930- ) Mario Tronti (1931- ) David Harvey (1935- ) Anwar Shaikh (1945- )

Referencias

1. ↑ «The Neo-Marxian blood Schools». The New School. Consultado el 2007-08-23.2. ↑ Munro, John. «Some Basic Principles of Marxian Economics». University of

Toronto. Consultado el 2007-08-23.

Doctrinas económicas de izquierdas

Economía utópica

William Godwin Charles Fourier Robert Owen

Socialismo

Artículo principal: Economía socialista.

Henri de Saint-Simon Ferdinand Lassalle Johann Karl Rodbertus Eduard Berstein Michal Kalecky Fabian Society

Anarquismo

Charles Fourier Pierre-Joseph Proudhon Peter Kropotkin Mikhail Bakunin Josiah Warren Benjamin Tucker

Economía anarquista

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En economía el sistema impulsado por el anarquismo, como en tantas otras cuestiones, no defiende ningún modelo en particular, siempre y cuando gire en torno a los conceptos anarquistas. Es decir, aspira a que los individuos, sus comunas y sus asociaciones, en acuerdo libre, seleccionen la organización económica que más los favorece en vista de sus propios intereses. Entonces las tendencias anarquistas en economía, en todas sus variantes o corrientes, son antiautoritarias y voluntaristas.1

Así, con respecto a la relación y organización económica según el anarquismo, el único concepto común identificable es el de autoorganización: una red autónoma de producción y distribución sin mando central; esto se puede interpretar como interacción libre o como coordinación libre, según el caso. Varios autores libertarios han realizado análisis y postulado tesis sobre la economía. Se trata de un conjunto muy heterogéneo de pensadores y proyectos. Los anarquistas, puesto que son antiautoritarios sostienen que cada persona o grupo humano deberá escoger un modelo económico voluntario, desde el anarcocapitalismo hasta el anarcocomunismo.

Se oponen por principio al estatismo (al que en en ocasiones se denomina confusamente "socialismo") y al mercantilismo, al que entienden económicamente como imposición por la fuerza de la clase en el poder y sus monopolios que descansan sobre el poder político del Estado; lo consideran la mayor forma de dominio del ser humano por y sobre el ser humano, por medio de la coacción.2

Aunque variando en la forma en que se oponen y en la interpretación y la metodología, en general todos los anarquistas se consideran antiestatistas (por lo que se han de oponer a las economías estatistas, centralistas e intervencionistas), la mayoría de los anarquistas se consideran anticapitalistas, si bien algunos se declaran promercado o procapitalistas. Los primeros proponen la creación voluntaria de empresas autogestionadas para el desarrollo de una sociedad sin clases estratificadas, mientras los otros la empresa privada es el paradigma.3 De todos modos los anarquistas no proponen modelos únicos y cerrados de economía.

Contenido

1 Teoría económica o 1.1 Teoría del valor

2 Corrientes económicas anarquistas o 2.1 Mutualismo o 2.2 Colectivismo o 2.3 Comunismo o 2.4 Anarcosindicalismo

3 Sistemas económicos: capitalismo y socialismo o 3.1 Según el anarquismo clásico y la economía clásica o 3.2 Según el anarquismo de mercado y la escuela austriaca

4 Economía: estrategia anarquista 5 Otras alternativas

o 5.1 Economía de par a par o 5.2 Economía del regalo o 5.3 Economía basada en Recursos o 5.4 Economía participativa

6 Ejemplos de economía libertaria 7 Notas 8 Enlaces externos

Teoría económica

Aunque no se puede hablar en un sentido estricto de una escuela de teoría económica anarquista existen varios principios, análisis y postulados que caracterizan las tesis anarquistas sobre la economía.4

Los anarquistas mutualistas, anticapitalistas, sobre todo colectivistas, anarcosindicalistas y anarcocomunistas, se oponen al capitalismo5 porque afirman que sus instituciones características promueven y reproducen per se las diversas formas de actividad económica que son opresivas, incluida la propiedad privada, las relaciones jerárquicas de producción, las rentas de propiedad, la obtención de beneficios en los intercambios, el trabajo asalariado, la extracción de plusvalía por el empresario capitalista y el percibir intereses de los préstamos. Los anarquistas pueden aceptar la propiedad individual basada en la posesión y usufructo, aunque en general proponen la apropiación colectiva de los medios de

producción y un sistema equitativo de distribución,6 en lugar de la propiedad inalienable. Piotr Kropotkin postuló en La ayuda mutua: un factor en la evolución que la cooperación entre individuos es común incluso entre las especies animales. Esa conclusión la extrajo de sus observaciones en Siberia de las diferentes comunidades humanas y animales. Sus argumentos los planteó como una respuesta a la teoría del darwinismo social, el laissez-faire liberal y la visión de la competencia constante entre individuos, ideas muy defendidas en su época por partidarios del capitalismo. De esta manera Kropotkin refutaba la tesis de la naturalidad de la desigualdad social. Según Rudolf Rocker, los liberales clásicos fracasaron bajo la realidad que asumió la economía capitalista. Esto hace que el anarquismo sea necesariamente anticapitalista por su rechazo a la explotación del hombre por el hombre.7

Los anarquistas propietaristas (que apoyan la propiedad inalienable), en especial anarcocapitalistas y agoristas, por otra parte, apoyan plenamente un concepción alternativa del capitalismo entendido como un mercado libre ideal laissez-faire, una economía libre que permite división del trabajo, dinero, empresas y contratos voluntarios, como la forma más racional de progreso y como aplicación coherente de la ética de libertad.8 9

Teoría del valor

La teoría del valor-trabajo (TVL, también teoría laboral del valor o TLV) es una teoría que considera que el valor de un bien o servicio depende directamente de la cantidad de trabajo que lleva incorporado. Así, Adam Smith consideraba que el trabajo era la unidad de medida exacta para cuantificar el valor. Para él el valor era la cantidad de trabajo que uno podía recibir a cambio de su mercancía. Se trata de la teoría del valor comandado o adquirido. Aunque no era el factor determinante de los precios, estos oscilaban hacia su precio de producción gracias al juego de la oferta y la demanda. Parte de la base de que el valor de cambio de una mercancía está determinado por la cantidad de trabajo necesario para producirla, criterio uniforme y aplicable a todas las actividades de producción que sirve como vínculo de unión entre distintas actividades productivas. Según Karl Marx, el valor de cambio de una mercancía no es igual al trabajo individual, sino al trabajo socialmente necesario para producirla, siendo esto la cantidad de trabajo necesario en condiciones medias de productividad en una determinada sociedad y en una determinada época.

La teoría del valor-trabajo fue parte de la la teoría económica que promovieron los anarquistas mutualistas de Proudhon, los individualistas norteamericanos del siglo XIX y los anarquistas colectivistas bakuninistas. Esta teoría fue rechazada por los anarcocomunistas, que sostenían que era imposible calcular el valor del trabajo para producir una mercancía.10

Corrientes económicas anarquistas

Mutualismo

El mutualismo (del latín 'mutuum', mutuo o intercambio11 ) surge con las ideas del francés Pierre-Joseph Proudhon (1809–1865), que imaginaba una sociedad en la cual cada persona pudiera poseer los medios de producción, individual o colectivamente, el intercambio de

bienes y productos se produciría a través de una forma ética de negociación o regateo, en la que cada parte buscaría tan solo un equivalente de lo que ofrecerían.12 13 14 Ha sido contemplado por algunos autores como un punto intermedio entre las versiones individualistas y comunistas del anarquismo.13 Proudhon afirmó que la propiedad es un robo, entendiendo como "propiedad" el mal uso o abuso de objetos en el sentido de explotación, mientras que entendía la "posesión" como el uso legítimo de un objeto. Proudhon se opuso tanto a la propiedad capitalista como a la colectiva, porque siempre "abusa" y "roba" de los individuos.15 Su principio consiste en que cada persona debe poseer sus medios de producción (herramientas, tierra, etc.) ya sea individual o colectivamente, pero debe ser remunerado por su labor, eliminado el provecho y la renta, lo que asegura un alto grado de igualdad.13

En otras palabras,Proudhon, para sostener una línea fundamentalmente libertaria e igualitaria (el federalismo pluralista), concibió la economía mutualista como la única capaz de hacer operativo este esquema estructural. Y la economía mutualista llevará a Proudhon a defender, en el campo de la economía, la teoría de la creación del valor mediante el intercambio y el trabajo invertido, por lo que recibió feroces críticas de Marx, quien aseguraba que esta teoría era típica de un economista «pequeño burgués», simpatizante del tendero y del artesano que comercian con sus propios productos. Pero su teoría le llevará sobre todo a analizar el mecanismo mismo de la regeneración permanente de la desigualdad. De hecho, si el salario-valor depende de la cantidad de trabajo producido, el intercambio no se da según las necesidades, sino según la igualdad de los valores. Así pues, de esta forma, Proudhon acaba defendiendo la economía monetaria y la pequeña propiedad: al defender la autonomía y la creatividad de los trabajadores, exaltaba al propio tiempo sus distintas capacidades: en cambio su modo de producción debía servir precisamente para liberarlos del peso opresor y parasitario del Estado y del monopolio económico.

Mirko Roberti16

La solución del mutualismo consiste en lo siguiente, según lo expresa el propio Proudhon: 1) Niega la propiedad privada (que es el suicidio de la sociedad); afirma la posesión individual (que es la condición de la vida social); 2) El derecho de ocupar la tierra debe ser igual para todos. Así, el número de poseedores varía, pero la propiedad no puede llegar a establecerse; 3) Como todo trabajo humano resulta de una fuerza colectiva, toda propiedad se convierte en colectiva e indivisa: el trabajo destruye la propiedad; 4) Puesto que el valor de un producto resulta del tiempo y el esfuerzo que cuesta, los trabajadores tienen' guales salarios; 5) Los productos sólo pueden comprarse por los productos y, puesto que la condición de todo cambio es la equivalencia, no hay lugar alguno para el lucro y la ganancia; 6) La libre asociación, que se limita a mantener la igualdad en los instrumentos de producción y la equivalencia en todos los intercambios, es la única forma justa de organizar económicamente la sociedad; 7) Como consecuencia, todo gobierno del hombre por el hombre debe desaparecer: la más alta perfección de la sociedad consiste en la síntesis del orden y de la anarquía. El mutualismo proudhoniano se basa en la asociación de productores y consumidores que establecen como norma el cambio mutuo, es decir, el trueque de un objeto por otro equivalente, esto es, por otro cuya producción represente el mismo trabajo. Todo cambio se hace a partir de su precio de costo; todo productor tiene quien desee adquirir sus productos; no se necesita ningún capital para comenzar el trabajo.

Suprimido el lucro, los precios se reducen al mínimo y el modo de producción capitalista desaparece para ceder su sitio al mutualismo o la asociación. Con el objeto de promover este magno y, sin embargo, no violento cambio social, propone precisamente Proudhon la creación del Banco del Pueblo, que tendrá por meta fomentar el crédito gratuito y mutuo y el intercambio de productos equivalentes entre los trabajadores.

A. Cappelletti17

Integrado a este esquema está el establecimiento de un banco de crédito-mutual que haría préstamos a los productores a la mínima tasa de interés sólo lo suficiente para cubrir los costos de administración.18 El mutualismo está basado generalmente en la teoría del valor-trabajo que sostiene que cuando el trabajo o lo que este produce es vendido, en intercambio, este debe recibir bienes y servicios que abarquen "el monto de trabajo necesario para producir un artículo exactamente similar e igual utilidad". Recibir menos se consideraría explotación, robo de trabajo, o usura.19

Colectivismo

El colectivismo se convirtió en una corriente dominante del movimiento anarquista bajo la influencia del revolucionario ruso Mijaíl Bakunin, discípulo de Proudhon,20 que abandonó la atención por los campesinos y artesanos, con miras a un futuro en el que el trabajo organizado hubiera expropiado al capital, y cada grupo de trabajadores administrara sus propios medios de producción.21 El colectivismo proponía la propiedad colectiva de la tierra, las materias primas y los instrumentos de trabajo, y la apropiación del producto integral del trabajo por los trabajadores, deducido el costo.22 La distribución de las ganancias se realizarían por decisión colectiva, pero se asumía que la retribución sería proporcional al trabajo realizado.21 Para el colectivismo la propiedad de los medios de producción, distribución y cambio debe ser social (eliminado la propiedad privada) y administrada colectivamente por los propios trabajadores reunidos en pequeñas asociaciones por afinidad mientras que cada uno de ellos produce según su voluntad (o según lo acordado) y cada uno debe recibir el producto íntegro de su trabajo según su mérito individual. A diferencia del comunismo anarquista, el colectivismo no propugna la abolición del salario como forma de retribución del trabajo. Estas asociaciones a su vez estarían confederadas a través del principio federativo. Pero este sistema federal debe dejar, según los colectivistas, autonomía a las asociaciones que autogestionan los medios de producción. Además de Mijaíl Bakunin (quien enunció sus principos), otros colectivistas de renombre fueron Johann Most, James Guillaume o Ricardo Mella.

Comunismo

Partiendo del pensamiento de Proudhon y Bakunin, el príncipe Piotr Kropotkin fue uno de los más importantes teóricos del comunismo anarquista.20 Inspirado por teorías sociales evolucionistas, en vez de glorificar la competición, como la mayoría de los darwinistas sociales, Kropotkin entendía que la cooperación es la clave del éxito evolutivo, y que los seres humanos eran la especie de mayor éxito por su capacidad de cooperar efectivamente; de ese modo, Kropotkin creía que el último estadio evolutivo en las sociedades humanas era una vida social donde la competición no existiría y la gente cooperaría en igualdad de

términos, libre y naturalmente.23 En su libro Palabras de un rebelde (1885), llamó a la abolición de la propiedad privada a través de la "expropiación del total de la riqueza social" por el pueblo mismo.24 En La conquista del pan (1888), planteaba que la ruptura con la propiedad privada conduciría a la anarquía; «La anarquía conduce al comunismo, y el comunismo a la anarquía, y una y otro no son más que la tendencia predominante en las sociedades modernas, la búsqueda de la igualdad.»25 Kropotkin argumentaba que no hay ninguna forma válida o hay poco margen para medir el valor de la contribución económica de una persona, debido a que «Cada descubrimiento, cada progreso, cada aumento de la riqueza de la humanidad, tiene su origen en la conjunción del trabajo manual e intelectual del pasado y del presente. Entonces, ¿con qué derecho alguien se apropia de la menor parcela de ese inmenso todo y dice: "Esto es sólo mío y no de todos"?»;26 también abogaba porque la economía se coordinara a través de una red horizontal de asociaciones voluntarias, en la cual los bienes serían distribuidos de acuerdo a las necesidades del individuo, en vez de en función del trabajo.27 Por ejemplo, uno no puede medir el valor de la contribución de la producción diaria de un trabajador de fábrica sin tomar en cuenta factores como la transportación, la comida, el agua, la vivienda, la relajación, la eficiencia de las máquinas, el estado emocional, etc. que también contribuyeron a la producción. Así, para verdaderamente dar valor económico numérico a algo, una inmensidad de cantidad de externalidades y factores contribuyentes deberían ser tomados en cuenta - especialmente el trabajo actual y pasado, así como las técnicas y herramientas creadas en el pasado para así poder utilizar en el trabajo, tanto actual como futuro. En este sentido el anarcocomunismo tiende a rechazar la teoría del valor-trabajo original del liberalismo clásico (y luego rechazada por este en pos de la teoría del valor subjetivo) y defendida actualmente en buena parte por el socialismo y el marxismo. Los individuos y comunidades dispondrían del uso y control de cualquiera de los recursos que necesitasen, «dejando a cada uno la libertad de consumirlos como ellos lo deseen en sus propias casas».28

La abolición del trabajo asalariado es central para el anarcocomunismo. Con la distribución de la riqueza basada en las determinación de las necesidades por las mismas personas, según esta teoría, la gente sería más libre de entrar en cualquier actividad que ellos se encuentren más realizados y el trabajo sería distribuido más equitativamente y de acuerdo con las capacidades individuales. Cualquier sistema económico basado en el trabajo asalariado y la propiedad privada requiere un aparato coercitivo para poner en práctica el derecho de propiedad y para mantener relaciones desiguales que aparecen de las diferencias de salarios o cantidad de propiedad. También argumentan que la economía de mercado y el sistema de precios dividen al trabajo en clases y asignan valores numéricos al trabajo de los individuos e intentan regular la producción, el consumo y la distribución. El dinero restringe la capacidad individual de consumir los productos de su trabajo mediante el limitar su consumo con precios y salarios. Los anarcocomunistas señalan al dinero como fundamentalmente cuantitativo en naturaleza, y anula lo cualitativo de los recursos y las necesidades: la producción debe ser un asunto cualitativo también, y el consumo y la distribución debe ser autodeterminado por cada individuo sin ningún valor asignado al trabajo, los bienes y servicios por otros.

Anarcosindicalismo

Los anarcosindicalistas otorgaron al sindicato de orientación anarquista un carácter de organizador de la clase obrera en su lucha contra el capitalismo, pero también le adjudicaron un rol como organizador económico de la sociedad futura. Los principales teóricos del anarcosindicalismo fueron Gregori Maximov, Fernand Pelloutier, Rudolf Rocker y Diego Abad de Santillán. Mediante los anarcosindicatos aspiraban a crear asociaciones libres de productores, dispuestas a asumir la organización de la producción sobre principios de autogestión y horizontalidad, incluso dentro del capitalismo, preparando la estructura organizativa que reemplazaría la estatal/empresarial burguesa. Estas asociaciones obrarían como una “escuela práctica de anarquismo”.29 30

Si la propiedad privada de los medios de producción no es más que, utilizando la conocida frase de Proudhon, una forma de “robo” o ”la explotación del débil por el fuerte”, el control de la producción por una burocracia estatal, por buenas que sean sus intenciones, tampoco crea las condiciones para que el trabajo –manual e intelectual– pueda convertirse en la mayor necesidad vital. Por consiguiente, ambas formas deben ser superadas.

Daniel Guerin, El Anarquismo, p.22

El anarcosindicalismo reconoce la existencia de la lucha de clases y aspira a reorganizar la sociedad sobre la base del comunismo libre. El sindicalismo revolucionario se propone entonces a una doble tarea: "la lucha diaria por la emancipación económica y social de la clase trabajadora en la sociedad actual, y en la elevación de las masas a la gestión de la administración de la producción y la distribución de los bienes de consumo, sustituyendo al gobierno de los partidos políticos y los grupos dominantes."31 32

Para los anarcosindicalistas, el sindicato no es simplemente un fenómeno de transición, tan efímero como la sociedad capitalista, sino que entraña el germen de la economía socialista del mañana, y es la escuela primaria del socialismo en general.

Rudolf Rocker33

El anarcosindicalista ruso G.P.Maximov detalló El programa del Anarcosindicalismo en una edición de 1927 en Nueva York. Allí describió un programa para una sociedad anarcocomunista desde una organización económica y política anarcosindicalista. En ese programa se contempla una etapa de transición colectivista, y se respeta el derecho a las unidades económicas individuales no comunistas a autoorganizarse y pactar libremente con las comunas y empresas comunizadas. Entre otras propuestas, Maximov recomienda una ruralización de la industria y una industrialización de la agricultura, la combinación del trabajo científico y el manual, y la conformación de una sociedad integrada en los aspectos económicos, culturales, artísticos, científicos y educativos.34

Sistemas económicos: capitalismo y socialismo

Según el anarquismo clásico y la economía clásica

Kevin Carson sostiene, que el capitalismo se creó sobre "un acto de expropiación tan masivo como el feudalismo", y afirma que el capitalismo no podría existir en ausencia del Estado. Carson sostiene que la centralización de riqueza en una jerarquía de clases se debe a la intervención estatal para proteger a la clase dirigente, usando un monopolio sobre el dinero, garantizando patentes y subsidios a las grandes empresas, imponiendo unos impuestos discriminatorios, e interviniendo militarmente para acceder a los mercados internacionales.35 36

Noam Chomsky sostiene que el Estado obra como salvaguarda y auxilio del Capital cada vez que entra en sus crisis cíclicas, haciendo pagar el coste a la población.37 También opina que

Lo que se llama 'capitalismo' es básicamente un sistema de mercantilismo corporativo, con inmensas y en gran parte inauditas tiranías privadas ejerciendo un vasto control sobre la economía, los sistemas políticos, y la vida social y cultural, operando en cerrada cooperación con estados poderosos que intervienen masivamente en la economía doméstica y en la sociedad internacional.38

Los anarcocomunistas por su parte agregan que el capitalismo privado tendría consecuencias sociales y psicológicas que causaría su desenvolvimiento en el que a su criterio no se considera al ser humano (sus capacidades, su ingenio, su trabajo y satisfacción, etc.) como centro del quehacer económico sino que se le da prioridad a las ganancias monetarias y a la acumulación, esto lo consideran consecuencia lógica del orden capitalista.39 Sustenta que con los medios de producción de propiedad colectiva, y la administración laboral de los mismos trabajadores, la economía mejoraría irreductiblemente, ya que los trabajadores obtendrán el producto íntegro de su trabajo y trabajarán según sus capacidades; y en el rol social, la economía tendrá un cambio significativamente y un sustento mejor.

Según el anarquismo de mercado y la escuela austriaca

El anarquismo de mercado o el anarcocapitalismo,40 favorece la libertad individual, la propiedad privada y la libre empresa mediante teorías económicas como el marginalismo de la escuela austríaca o de la escuela neoclásica, y otras teoría modernas vinculadas al liberalismo libertario como el análisis económico del derecho o la teoría de la elección pública.41 Los usos anticapitalistas frecuentemente asociados al término capitalismo son rechazados prácticamente por gran parte del anarquismo de mercado, en particular al que adhiere a la Escuela austríaca,42 ya que considera

1. No puede haber un capitalismo dentro del Estado: la renta del capital es dependiente del beneficio del consumidor dentro de un intercambio voluntario en el mercado que sería inseparable de la propiedad privada y una contradicción en términos con su administración colectivista.

2. Al capitalismo regulado por el Estado como una negación parcial del sistema capitalista,43 (el mercado regulado es frecuentemente denominado mercantilismo).

Para este tipo de anarquistas el carácter positivo del capitalismo no es que la propiedad de los medios de producción esté en manos de una minoría, sino que esta propiedad sea privada.44 Para los libertarios de mercado las relaciones mercantiles no son relaciones de poder y por ende las relaciones sociales entre propietarios desiguales no significan relaciones coercitivas sino cooperativas. Las apropiaciones privadas de capital por intercambio o creación se basan a su vez en la defensa del derecho de propiedad privada del creador del capital,45 mientras que la obtención de ingresos por parte del Estado no es considerado un derivado de su eventual posesión de capital socialmente útil sino del uso discrecional del monopolio de la violencia en orden a la expropiación de bienes y trabajo sin consideración por el uso eficiente de los medios de producción.46 Autores como Rothbard han utilizado eventualmente el término capitalismo de Estado para describir la simbiosis entre las restricciones gubernamentales a la libre entrada en el mercado de usos más competitivos del capital y un statu quo corporativista.47

Economía: estrategia anarquista

Véanse también: Poder dual, Éxodo (política) y Contraeconomía

El anarquismo comunista, el anarquismo colectivista y el anarcosindicalismo, es decir, las corrientes tradicionales del anarquismo, sostienen que es necesario un cambio revolucionario, la destrucción del Estado y el sistema capitalista para establecer una sociedad y una economía anarquista. La gestión privada de los medios de producción sería expropiada por los productores que las gestionarían colectivamente, mediante autogestión. La revolución social es para el anarquismo clásico la única vía posible de instaurar un sistema económico anarquista. Durante la Revolución rusa en Ucrania, los anarquistas de Nestor Makhno intentaron llevar a la práctica estas ideas, pero fue durante la Guerra Civil Española durante la colectivización promovida por la CNT y la FAI que se obtuvieron los resultados más sorprendentes.48

Algunas corrientes de creación reciente sostienen que no es la actividad social revolucionaria radical la que va a transformar la sociedad, sino la actividad económica radical la que va a hacer un verdadero cambio, principalmente a través del poder dual. Estas estrategias pueden ir desde el boicot, pasando por la defensa del consumidor o la generación de nuevas empresas, hasta respaldar el mercado negro. Anarquistas mutualistas o cooperativistas sostienen que la creación de empresas privadas autogestionadas relacionadas entre sí por medio de cadenas productivas y mercados colaborativos, es una forma práctica para obtener espacios y recursos autónomos del orden político capitalista-estatista.49 Los anarcocapitalistas sostienen que cualquier empresa privada independiente del poder político puede gestar las instituciones alternativas que competirán y superarán al Estado.50

Algunos anarquistas anticapitalistas creen que el cambio de la naturaleza del trabajo en sí es el quid para derrotar al capitalismo. La economía participativa organiza la división del trabajo mediante la promoción de puestos de trabajo en conjuntos equilibrados donde todos los trabajadores en una instalación de producción tengan una cuota en todos los aspectos del trabajo; es decir, todo el mundo participa en el trabajo, gestión, mantenimiento y demás

tareas para garantizar la igualdad y que las habilidades sean compartidas entre los trabajadores

Los anarquistas postizquierda (a veces denotado por el término peyorativo "anarquistas de estilo de vida") creen en el cambio de hábitos de consumo personal para minimizar (o eliminar totalmente) la participación en la economía capitalista, siendo esencial "practicar" su interpretación del anarquismo en su vida. Reutilizar recursos se promociona por los individuos y los grupos influenciados por los situacionistas, como Crimethinc., como un medio viable de supervivencia y la no participación en el sistema.51 Otros anarquistas, como los agoristas apoyan la contraeconomía, es decir, que participan o promueven el mercado "negro", ilegal, no violento para socavar los monopolios y el Estado. El objetivo de los agoristas no es simplemente estar al "margen" del sistema a través de emprendimientos y autoempleo para sostenerse sí mismos, sino también, mediante el desarrollo de soluciones alternativas voluntarias ingeniar el colapso de la economía estatista.52

Otras alternativas

Economía de par a par

La economía de par a par o de igual a igual (peer-to-peer economics o P2P economics, en inglés) se basa en la cooperación entre agentes autónomos. Es un paradigma económico que no se define ni por el ánimo de lucro ni por la planificación centralizada. En este paradigma no se utiliza para la asignación de recursos y toma de decisiones ni un mercado explícito, ni un mecanismo de precios, ni tampoco un sistema dirigido, sino que se basa en las relaciones sociales. Sin embargo, tiene importantes conexiones con la economía convencional actual. El software libre o la Wikipedia obedecen a este paradigma consistente en la producción de iguales basada en el procomún (commons-based peer production en inglés).

Economía del regalo

Artículo principal: Economía del regalo.

La economía del regalo está basada en el principio de vivir bajo la premisa de que "a mi vecino no le falte nada". Una segunda premisa sería el trabajar con un nivel de conciencia donde "lo que hagamos hoy no sea recordado mañana", ya que nuestras actuaciones se basan más en el amor al prójimo que en el interés o la vanidad.

Economía basada en Recursos

Artículo principal: Economía basada en recursos.

Economía Basada en Recursos (RBE, del inglés Resource-based economy) es un sistema económico en el cual todos los bienes y servicios están disponibles en forma de patrimonio común para todos los habitantes sin la utilización de dinero, crédito, trueque o cualquier otro sistema de moneda. Esta teoría económica se divulgó al mundo tras ser expuesta y

explicada exhaustivamente en el documental Zeitgeist: Addendum en el que Jacque Fresco hace una detallada descripción de una RBE en su Proyecto Venus, proyecto futurista y tecnocrático expuesto en el documental y en su página web.

Economía participativa

Artículo principal: Economía participativa.

La economía participativa —frecuentemente abreviada como parecon— es un sistema económico propuesto que usa una toma de decisiones participativa como mecanismo económico en una sociedad dada. Propuesto como alternativa libertaria a las economías de mercado capitalistas vigentes, y también al socialismo de planificación central, y ante la necesidad de aplicación presente de los principios y aspectos constructivos del anarquismo: autogestión y federalismo en las empresas. Surgió del trabajo del activista y teórico político Michael Albert, y del economista radical Robin Hahnel, en las décadas de 1980 y 1990.

Ejemplos de economía libertaria

La Tienda del tiempo de Cincinnati y la Colonia Tiempos Modernos fueron experiencias mutualistas que tuvieron lugar en el siglo XIX en Estados Unidos.

Las colectividades de la Revolución Española de 1936. Los kibutz de primera hora en Israel. El Territorio Libre en Ucrania, durante la Revolución majnovista.

Notas

1. ↑ Un credo anarquista, por Larry Gambone2. ↑

Si la explotación del hombre por el hombre es el robo, el gobierno del hombre por el hombre es la servidumbre.

Confesiones de un revolucionario, Pierre-Joseph Proudhon

3. ↑ El libre mercado como medio de emancipación de los trabajadores, por Horacio Langlois

4. ↑ Socialismo de Estado y anarquismo: en qué coinciden y en qué difieren, por Benjamin Tucker

5. ↑ Noam Chomsky opina que

Lo que se llama 'capitalismo' es básicamente un sistema de mercantilismo corporativo, con inmensas y en gran parte inauditas tiranías privadas ejerciendo un vasto control sobre la economía, los sistemas políticos, y la vida social y cultural, operando en cerrada cooperación con estados poderosos que intervienen masivamente en la economía doméstica y en la sociedad internacional.

Fragmento sacado de una entrevista realizada por Kevin Doyle a Noam Chomsky en mayo de 1995.

6. ↑ Este escenario se describe en la sección del tipo de interés cero de la Guía para el economista iconformista de Brian Dean.

7. ↑ "Un anarquista consecuente ha de oponerse a la propiedad privada de los medios de producción y a la esclavitud salarial,propias de este sistema, como incompatibles con el principio de que el trabajo debe asumirse libremente y permanecer bajo el control del productor" (http://www.quijotelibros.com.ar/anarres/El%20anarquismo.pdf El anarquismo, Daniel guerin, p. 20).

8. ↑ Libertad, derecho de propiedad y principio de no agresión, por Francisco Capella9. ↑ Los derechos naturales de las personas, por Juan Fernando Carpio10. ↑ Piotr Kropotkin, "Ciencia Moderna y Anarquismo", en Folletos Revolucionarios,

Tusquets, Barcelona, 1977; p.193-196.11. ↑ "La palabra mutual, mutualidad, mutuo, -que tiene por sinónimo recíproco y

reciprocidad-, viene del latín mutuum, que significa préstamo (de cosa fungible) y, en un sentido más lato, cambio. Es sabido que en el préstamo de cosa fungible, el objeto prestado es consumido por el mutuatario, que no devuelve sino su equivalente, ya en la misma especie, ya bajo cualquier otra forma. Supóngase que el mutuante pase a ser a su vez mutuatario, y se tendrá un préstamo mutuo, y por consecuencia, un cambio. Tal es el lazo lógico que ha hecho que se dé el mismo nombre a dos operaciones distintas." Pierre-Joseph Proudhon, La capacidad política de la clase obrera

12. ↑ La ideología anarquista, por A. Capelleti (página 15)13. ↑ a b c David Miller, Janet Coleman, William Connolly, Alan Ryan. The Blackwell

encyclopaedia of political thought p.1114. ↑ Proudhon, Armand Cuvillier, F.C.E., México, 1986,(Capítulo "Mutualismo", p.

296-305) ISBN, 968-16-2310-X15. ↑ Silvia Vega María Cuvi Alexandra Martínez, Historia de la Filosofía III, p.7616. ↑ "Lectura de Proudhon", Prólogo a Qué es la Propiedad, de P.J.Proudhon,

Hispamérica, 198317. ↑ La ideología anarquista.18. ↑ Miller, David. 1987. "Mutualism." The Blackwell Encyclopedia of Political

Thought. Blackwell Publishing. p. 1119. ↑ "Proudhon se opuso a la influencia de la tradición jacobina que dominaba el

pensamiento de los demócratas franceses y de la mayoría de los socialistas de la época, en forma no menos resuelta que la intromisión del Estado central y el monopolio en los naturales procesos de adelanto social. Consideraba que la gran tarea de la revolución del siglo XIX consistía en librar a la sociedad de esas dos excrecencias cancerosas. Proudhon no era comunista. Condenaba la propiedad como privilegio que es de la explotación, pero reconocía la propiedad de los instrumentos de trabajo entre todos, practicada por medio de grupos industriales, relacionados entre sí por libre contrato, a condición de que no se hiciera uso de este derecho para explotar a otros y mientras se asegurase a cada persona el producto íntegro de su trabajo individual. Esta organización, fundada en la reciprocidad -mutualidad-, garantiza el goce de igualdad de derechos a cada cual, a cambio de una igualdad de servicio. El promedio del tiempo de trabajo empleado en la elaboración

de todo producto, da la medida de su valor y es la base para el intercambio. Por este procedimiento, al capital se le priva de su poder usurario y se ata completamente al esfuerzo del trabajo. Poniéndosele así al alcance de todos, deja de ser instrumento de explotación" (http://www.inventati.org/ingobernables/textos/anarquistas/rocker_anarcosindicalismo.pdf Anarcosindicalismo, teoría y proáctica, Rudolf Rocker, p.7)

20. ↑ a b Ian Adams, Political ideology today , p. 153 21. ↑ a b David Miller, Janet Coleman, William Connolly, Alan Ryan; The Blackwell

encyclopaedia of political thought, p. 12, Blackwell Publishing (1991) ISBN 0-631-17944-5

22. ↑ Malatesta, vida y acción Vernon Richards, p.10223. ↑ Ian Adams, Political ideology today , p. 160 24. ↑ Piotr Kropotkin, Words of a Rebel, p99.25. ↑ Piotr Kropotkin, La conquista del pan , p. 41 .26. ↑ Piotr Kropotkin, La conquista del pan p. 2627. ↑ Marshall Shatz, Introduction to Kropotkin: The Conquest of Bread and Other

Writings, Cambridge University Press 1995, p. xvi "El comunismo anarquista llama a la socialización no solo de la producción sino también a la de la distribución de bienes: la comunidad entregará los requisitos de subsistencia de cada individuo miembro libre de cargos y del criterio "a cada uno de acuerdo a su trabajo" se pasaría al de "a cada uno de acuerdo a sus necesidades".

28. ↑ P. Kropotkin, The Place of Anarchism in the Evolution of Socialist Thought29. ↑ El anarquismo , Daniel Guerin 30. ↑ El organismo económico de la revolución, Diego Abad de Santillán. Ed.

Zero;Bilbao, 197831. ↑ AIT: La Internacional Revolucionaria Desconocida. Conferencia pronunciada en

Colonia (Alemania) por el Secretario general de la A.I.T. , Fidal Gorron Canoyra, los días 15 y 16 de noviembre de 1986.

32. ↑

Tiene, por consiguiente, una doble finalidad: 1.º Como organización militante de los trabajadores contra los patronos, dar fuerza a las demandas de los primeros para asegurar la elevación de su promedio de vida. 2.º Como escuela para la preparación intelectual de los obreros, capacitarlos para la dirección técnica de la producción y de la vida económica en general, de suerte que, cuando se produzca una situación revolucionaria, sean aptos para tomar por sí mismos el organismo socialeconómico y rehacerlo en concordancia con los principios socialistas.

Rudolf Rocker; Anarcosindicalismo

33. ↑ Anarcosindicalismo , p.40 34. ↑ Incluido en G.P. Maximoff, CONSTRUCTIVE ANARCHISM, 1927 edit. Golos

Truzhenika Group in U.S.A..Trad al inglés de Ada Siegel, reedición del 'Maximoff Memorial Publishing Committee', Chicago 1952. ültima edición de 1985 por MONTY MILLER PRESS P.O. Box 92 Broadway, Sydney 2007, Australia.

35. ↑ Kevin Carson expone estas tesis en su ensayo The Iron Fist Behind The Invisible Hand (El puño de hierro tras la mano invisible), (en inglés).

36. ↑ El Estado y los trabajadores, por Víctor L.37. ↑ La cara antidemocrática del capitalismo, al descubierto, 12 de octubre de 2008.38. ↑ Fragmento sacado de una entrevista realizada por Kevin Doyle a Noam Chomsky

en mayo de 1995.39. ↑ Véase algunos criterios económicos anarcosocialistas clásicos: ¿Los anarquistas

son socialistas?40. ↑ Adams, Ian. 2002. Political Ideology Today. p. 135. Manchester University Press;

Ostergaard, Geoffrey. 2003. "Anarchism." The Blackwell Dictionary of Modern Social Thought. W. Outwaite ed. Blackwell Publishing. p. 14.

41. ↑ Edward Stringham, Anarchy, State, and Public Choice, Cheltenham, U.K.: Edward Elgar, 2005.

42. ↑ En Un futuro de paz y capitalismo, Murray Rothbard expresa:

Para discutir el “futuro del capitalismo”, primero de todo necesitamos determinar qué significa realmente el término “capitalismo”. Desafortunadamente, el término “capitalismo” fue acuñado por su mayor y más conocido enemigo, Karl Marx. Realmente, no podemos depender de esta concepción para su correcto y sutil significado. De hecho, lo que Marx y los escritores posteriores hicieron fue responder a dos conceptos extremadamente diferentes e incluso contradictorios, combinándolos bajo el mismo término. Estos dos conceptos contradictorios son lo que me gustaría llamar “capitalismo del libre mercado” por una parte, y “capitalismo de estado” por la otra.

La diferencia entre el capitalismo del libre mercado y el capitalismo de estado es precisamente la diferencia entre, por una parte, la paz, el intercambio voluntario, y por otra parte, la extorsión violenta.

43. ↑ "Freedom Is Slavery: Laissez-Faire Capitalism Is Government Intervention". George Reisman. George Reisman's Blog on Economics, Politics, Society, and Culture, June 2006.

44. ↑ Capitalismo de Estado y socialismo de mercado como atajos ideológicos. Pablo Pozzoni. Propiedad Privada. Diciembre de 2006.

45. ↑ "Capital y dinero". Hernando de Soto. El misterio del capital. Cap. 3, pp. 88-91. 2002, Editorial Sudamericana.

46. ↑ "Diversas concepciones del ideal socialista". Ludwig von Mises. El socialismo. Sección III, Cap. XV, pp. 242-250 y p. 259. 2003, Unión Editorial.

47. ↑ "Un futuro de paz y capitalismo". Murray N. Rothbard. Modern Political Economy. Edición de James H. Weaver, Cap. 28, pp. 419-430, capítulo 28. 1973, Allyn and Bacon.

48. ↑ Daniel Guerin, El anarquismo49. ↑ Félix Carrasquer comenta en el capítulo La colectivización:

Como elemento pues, de entrenamiento autogestionario y de dinámica que ha de ir socavando el edificio capitalista, las cooperativas son hoy la estructura más útil para ir transformando a los trabajadores en ciudadanos aptos para el desenvolvimiento de

la solidaridad humana. Y esto por dos aspectos básicos: porque las tendencias hacia la violencia revolucionaria han perdido el crédito de otrora y porque si pretendemos mutar la dirección de los hombres por la administración de las cosas, tenemos que aprender los trabajadores a solucionar los problemas sociales, directa y responsablemente. Si la jerarquización sólo puede ser superada por la intervención de todos, o de una mayoría al menos, las cooperativas y los sindicatos son los vehículos más idóneos para la información y el aprendizaje de la autogestión solidaria.

50. ↑ El siguiente paso en evolución social: cuando los mercados nos libren del Estado, por Hans Hermann-Hoppe

51. ↑ Days of War, Nights of Love (2001), CrimethInc. Workers Collective, ISBN 0-9709101-0-X

52. ↑ New Libertarian Manifesto. Samuel Konkin. KoPubCo, 2006, ISBN 978-0-9777649-2-1

Enlaces externos

La propiedad por BK Markus Anarquía , por Francisco Capella CELL Francesc Sàbat: Sección de Análisis y Estudios Económicos Anarquismo como un programa de investigación progresivo en la economía política Economía neoanarquista , serie sobre la nueva economía anarquista, en Anarcopedia Against Authority , manual anarquista ICEA Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión.

Escuela históricaEscuela histórica alemana

Esta escuela sostiene que la economía política es una ciencia histórica y no teórica. Defiende el método histórico como el único método relevante para analizar el organismo social. Según Schmoller, la Escuela Austríaca al centrarse en el comportamiento individual del sujeto económico sometido a una restricción (visión microeconómica), se olvidaba de la propia dinámica de las instituciones. Schmoller y sus discípulos boicotearon la entrada de los profesores austríacos en las universidades alemanas, lo que perjudicó a medio y largo plazo el desarrollo de la ciencia en Alemania. Esta controversia entre las escuelas alemana y austríaca se le conoce con el nombre de Methodenstreit. Finalmente se decantó con la victoria del método austríaco.

Friedrich List Wilhelm Roscher Gustav von Schmoller Werner Sombart Max Weber Joseph Schumpeter Karl Polanyi

Escuela historicista alemana de economía

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La escuela historicista alemana de economía (en alemán: Historische Schule der Nationalökonomie) fue una escuela de pensamiento histórico y económico iniciada en el siglo XIX -principalmente formada por alemanes- que argumentó que el estudio de la historia es la principal fuente de conocimiento sobre las acciones humanas y las cuestiones económicas, dado que la economía depende de la cultura y no se pueden tomar una y otra separadas en el espacio o en el tiempo. Así, la escuela alemana rechazó la idea de que las "leyes" y/o teoremas económicos podían ser tomados como universalmente válidos. Tuvo una fuerte influencia, no sólo en Alemania, sino también en otros países de su órbita económica como Austria, Hungría y Suiza, extendiéndose también al Reino Unido y Estados Unidos.

La economía, para esta escuela, es una ciencia dedicada al análisis riguroso de la realidad y no a la deducción de teoremas, de acuerdo con la lógica. Ellos veían el desarrollo de conocimiento económico como resultando de estudios empíricos e históricos rigurosos en lugar de basarse sobre desarrollos intelectuales o teóricos autoreferenciales. Consecuentemente se preferían estudios sobre la realidad social en toda su complejidad, incluyendo aspectos históricos, psicológicos, legales y la éticos; amén de políticos y económicos, en lugar de buscar la creación de modelos matemáticos.

La escuela historicista puede ser dividida en tres estadios o tendencias 1 :

la antigua, dirigida por Wilhelm Roscher, que incluye a Karl Knies y Bruno Hildebrand;

la joven, dirigida por Gustav von Schmoller, que incluye a Etienne Laspeyres, Karl Bücher, Adolph Wagner, Georg Friedrich Knapp y, en cierta medida, Lujo Brentano;

la más joven, dirigida por Werner Sombart y que incluye a Wilhelm Lexis y Max Weber.

La obra de Friedrich List es considerada como el arranque de la Escuela Historicista. .2

La mayoría de los miembros de la escuela fueron también Sozialpolitiker (Políticos sociales o "socializantes"), es decir, estaban preocupados por la reforma social o/y mejorar las condiciones para el hombre común durante un período de rápida y profunda industrialización. Consecuentemente han sido denominados despectivamente Kathedersozialisten (socialistas de cátedra - compárese con “revolucionario de sillón” 3 ), debido a su condición de profesores universitarios.

Karl Lamprecht estuvo asociado cercanamente con la escuela.

Lamprecht (y la escuela histórica) estuvo involucrado en el famoso Methodenstreit ("lucha por el método") con representantes de lo que llegó a ser conocida como Escuela Austriaca, cuyas orientaciones eran más teóricas y apriorísticas.

Citas y referencias

1. ↑ Shionoya, Yuichi. (2005). The Soul of the German Historical School Springer, p 1.

2. ↑ Fonseca Gl. Friedrich List, 1789-1846. New School.3. ↑ TL tropes: Revolucionario de sillón

Escuela histórica inglesa

Edmund Burke Richard Jones Thomas Edward Cliffe Leslie Walter Bagehot Thorold Rogers William J. Ashley William Cunningham

Escuela histórica francesa

El siglo XIX en Francia dominaban los economistas de segunda fila, discípulos de Bastiat. Para éstos la ciencia económica se explica predicando las ventajas de la libertad de empresa sin explicar su funcionamiento. Les disgustaban las matemáticas de Walras y las consideraban como socialistas.

Clément Juglar Charles Gide Albert Aftalion Émile Levasseur François Simiand

Institucionalismo Thorstein Veblen John Rogers Commons Wesley Clair Mitchell John Maurice Clark Robert A. Brady Clarence Edwin Ayres Romesh Dutt John Kenneth Galbraith

Economía institucional

Se llama economía institucional o escuela institucionalista (norte)americana a la aproximación a estudios económicos que se centra en la comprensión del papel del proceso evolutivo y el papel de las instituciones sociales en la formación del comportamiento económico. La aproximación original se basaba en la percepción por Thorstein Veblen de una dicotomía entre, por un lado, la tecnología, y, por el otro, la esfera ceremonial o ritual de la sociedad. El nombre y elementos básicos de la escuela se remontan a un a un artículo de 1919 de Walton H. Hamilton en la American Economic Review'.1

El Institucionalismo ve las relaciones de mercado como resultado de la interacción compleja de diversas instituciones (por ejemplo, las normas sociales y jurídicas, empresas, estados, etc, todas las cuales afectan el comportamiento de los individuos ). Esta tradición continúa en la actualidad como una de las aproximaciones o percepciones principales de la economía heterodoxa 2

Los críticos de la escuela han sostenido que el concepto de "institución" es tan central para toda las ciencias sociales que no tiene sentido utilizarla como un término exclusivo de una escuela teórica particular. En la practica ha habido un debate a menudo confuso acerca de cuales académicos son "institucionalistas" o no - y una confusión similar acerca de lo que se supone que debe ser el núcleo de la teoría. En otras palabras, se alega que, al final del día, el concepto de la influencia de las instituciones sobre el actuar individual es tan general y aceptado que ha llegado a significar cualquier cosa para cualquiera, que, en consecuencia, en realidad no significa nada. De hecho, se puede argumentar, como se ha hecho desde temprano,3 que el término "institucionalistas" estaba fuera de lugar, ya que Veblen, Hamilton y Ayres estaban preocupados por la evolución (y la "objetivación") de las fuerzas de la tecnología, y las instituciones tenían un lugar secundario dentro de sus teorías. Las instituciones eran casi una especie de "anti-cosas", su preocupación fundamental era en la tecnología y no las instituciones. En lugar de ser "institucionalistas", Veblen, Hamilton y Ayres eran “anti-institucional”4

Contenido

1 Características y área de interés 2 Representantes principales

o 2.1 Thorstein Veblen o 2.2 John R. Commons o 2.3 Clarence Ayres o 2.4 Adolf Berle o 2.5 John Kenneth Galbraith

3 Institucionalismo: legado y presente o 3.1 Nueva economía institucional

4 Véase también 5 Citas y referencias 6 Bibliografía 7 Enlaces externos en español 8 Enlaces externos en inglés

Características y área de interés

La economía institucional se centra en el aprendizaje, racionalidad limitada, y el cambio o evolución (en lugar de asumir preferencias estables, racionalidad y el equilibrio económico).5 Algunos institucionalistas ven a Karl Marx como perteneciente a la tradición institucionalista, porque él describe el capitalismo como un sistema social históricamente determinado.6 Sin embargo otros institucionalistas no están de acuerdo con esa percepción del cambio o evolución económica, viendo en su lugar fenómenos o elementos tales como el mercado, dinero y la propiedad privada de los medios de producción como de hecho evolucionando con el tiempo, pero como resultado de las acciones intencionales de los individuos.

La relación entre el derecho y la economía ha sido un tema importante desde la publicación de un estudio sobre las fundaciones legales del capitalismo por John R. Commons en 1924. El desarrollo de la economía conductual constituye otro momento de importancia, atribuible a la insistencia de la economía institucional de basarse en lo que se conoce acerca de la psicología y la ciencia cognitiva, en lugar de simples supuestos, lógicos o no, de comportamiento económico.

El institucionalismo rechaza la reducción de la influencia de las instituciones a simplemente constituir expresión de gustos o preferencias y tecnologías (ver falacia naturalista). Gustos, junto con tecnologías, expectativas del futuro, hábitos y motivaciones no sólo determinan la naturaleza de las instituciones, pero son también limitadas y formadas por ellas. Las personas viven y trabajan en instituciones, lo que da forma a sus visiones del mundo, incluyendo estándares, metas y aspiraciones. Fundamentalmente, el institucionalismo (y sus contrapartes modernas) hace hincapié en los fundamentos normativos y los procesos evolutivos y volitivos por los cuales las instituciones se inician y modifican. Los cambios en las instituciones son necesariamente el resultado de los incentivos creado ellas mismas, y por lo tanto endógenos. En concreto, el institucionalismo es, en un sentido amplio, una respuesta a la ortodoxia económica, y su reintroducción en la forma de la nueva economía institucional es, pues, un desafío explícito a la economía neoclásica, ya que se basa en una premisa fundamental — que la economía no puede ser separada del sistema político y social en el que está inmersa— que los neoclásicos rechazan.

Algunos de los autores que, sin ser generalmente considerados parte de la escuela, ya sea influyeron o fueron influidos por ella incluyen: Charles Wright Mills, John Dewey, Gunnar Myrdal, Robert Frank, etc.

Representantes principales

Thorstein Veblen

Thorstein Veblen escribió su influyente La teoría de la clase ociosa en 1899), mientras él era profesor en la Universidad de Chicago. En el se analizan la tendencia del capitalismo a lo que Thorstein denomino el “consumo ostensible o notorio” de riquezas, como una manera de demostrar éxitos o logros. Otro concepto cercanamente asociado es el ‘’ocio conspicuo”. Veblen nota que ambas "actividades" están en contradicción directa con la visión neoclásica de que el capitalismo es eficiente (en la medida que la producción es para derrochar mas que para utilizar eficientemente) y fomenta esfuerzo y sacrificio. En su The Theory of Business Enterprise (1904) Veblen introduce una distinción entra la motivación de la producción industrial con el fin que la gente pueda usar cosas con la motivación que utiliza o abusa la infraestructura industrial con fines de lucro, argumentando que la primera es a menudo obstaculizada porque las empresas persiguen la segunda. En su opinión, la producción y el avance tecnológico están limitadas tanto por esas prácticas empresariales como por la existencia de monopolios. Las empresas buscan proteger sus inversiones de capital existentes y recurren para ello a niveles excesivos de crédito, lo que lleva a depresiónes y el aumento de los gastos militares debido al control del poder político por las empresas. Sin embargo, estos dos libros, centrándose el primero en una crítica del

Consumerismo o consumo excesivo, y el segundo en la especulación, no abogar por el cambio.

A partir de las décadas de 1920 y, especialmente después de la Crisis de 1929 en Wall Street; las advertencias de Veblen acerca de los efectos negativos d la tendencia al consumo desmedido y la necesidad de crear instituciones financieras sólidas ganaron verosímilidad. Veblen sigue siendo considerado un crítico destacado y relevante, que advierte contra los excesos de lo que ahora se llama el estilo de vida norteamericano, el American Way.

John R. Commons

Detrás de las ideas de Commons, consolidadas en su Institutional Economics (1934) esta la percepción que la economía es una red de relaciones entre personas con intereses divergentes. Hay monopolios, grandes empresas, conflictos laborales y las fluctuaciones de los ciclos económicos, todos tanto reflejando como produciendo conflictos. Sin embargo todos tienen también, en la percepción de Commons, un interés en la resolución de estas disputas (dado que todos se benefician de la existencia y funcionamiento del aparato económico). En la concepción de Commons, el Gobierno debe ser el mediador entre esos grupos en conflicto, a fin de disminuir las causas y acelerar resoluciones. Consecuentemente, Commons dedicó gran parte de su tiempo a la labor de asesoramiento y mediación en las comisiones industriales.

Clarence Ayres

Ayres (1891-1972) fue el principal pensador de lo que algunos han llamado la escuela de Texas de la economía institucional. Ayres desarrolló las ideas de Thorstein Veblen en una dicotomía entre "tecnología " e "instituciones" para separar claramente la inventiva de los aspectos “heredados” de las estructuras económicas. Ayres percibe la tecnología como estando siempre un paso mas adelante que las instituciones socio-culturales. Para el, las instituciones están identificadas con los sentimientos y la superstición y, en consecuencia, sólo juegan una especie de papel residual, restrictivo, en su teoría del desarrollo, en la cual el centro principal es la tecnología. Ayres estaba bajo fuerte influencia de Hegel y de las instituciones de Ayres tenían la misma función que el "Schein" (con la connotación de engaño e ilusión) tenia para Hegel. Quizás un nombre más apropiado para la posición de Ayres sería el de "tecno-conductista" en lugar de institucionalista.

Adolf Berle

Berle (1895-1971) fue uno de los primeros autores en combinar el análisis jurídico y económico, y su obra se erige como uno de los pilares del pensamiento de la gestión empresarial moderna. Al igual que Keynes, Berle fue en la Conferencia de Paz de París de 1919, y similarmente renunció a su trabajo diplomático, no satisfecho con los términos del Tratado de Versalles. En su “The Modern Corporation and Private Property“ (1932) (en conjunto con Gardiner C. Means), Berle detalló la evolución de las grandes empresas en la economía contemporánea, y argumentó que se debe exigir que los que controlaban esas grandes empresas rindan cuentas y sean hechos legalmente responsables por sus acciones. Esto podría incluir los derechos a elegir y despedir directores y gerentes, requerimiento de

juntas generales periódicas y reglamentadas, normas contables, etc.(En los Estados Unidos de los 1930, la legislación típica de empresas no especificaba claramente esos derechos de los accionistas) Berle argumentó que los directores que no rinden cuentas de las empresas tienden por lo tanto a apropiarse de los frutos de los beneficios de las empresas en sus propios bolsillos, así como manejar la gestión de la empresa en sus propios intereses. La capacidad de hacer esto es incrementada por el hecho de que la mayoría de los accionistas de grandes empresas de acciones son individuos aislados, con pocos medios de comunicación, en suma, débiles y manipulables.

Berle sirvió en la administración del presidente Franklin Delano Roosevelt a través de la depresión, y fue un miembro clave de los "expertos" llamados en desarrollo muchas de las políticas del New Deal. En 1967, Berle y Means publicaron una edición revisada de su trabajo, en el que el prólogo añade una nueva dimensión al análisis. El problema es no sólo la separación de los administradores de las empresas de los propietarios. Se plantea la cuestión de cual será el resultado final de la estructura corporativa de las empresas:

"Los accionistas no trabajan ni hilan para ganar [dividendos]] y disfrutar de los aumentos de los precios de las acciones. Ellos son beneficiarios solo por su posición. (pero) Justificación por herencia... sólo puede fundarse en razones sociales... que esa justificación se convierte en (razón de) la distribución, así como la existencia de la riqueza. Su fuerza (del argumento) sólo existe en proporción directa al número de personas que tienen tal riqueza. La justificación de la existencia de los accionistas por lo tanto depende del aumento de la distribución dentro de la población estadounidense. Idealmente la posición de los accionistas será inexpugnable cuando cada familia norteamericana tenga su fragmento de esa posición y de la riqueza mediante la cual la oportunidad de desarrollar la individualidad llega a ser totalmente actualizada.”7

John Kenneth Galbraith

La obra de Galbraith (1908–2006) es demasiado vasta como para poder resumirla adecuadamente en este espacio. Consecuentemente solo se mencionaran un par de contribuciones relevantes a la escuela.

Central a esa contribución es la percepción que en una época de grandes empresas, no es realista pensar en mercados del tipo clásico. Las grandes empresas establecen sus propias condiciones en el mercado, y utilizan sus recursos combinados, por ejemplo en publicidad; a fin de promover la demanda de sus propios productos. Al mismo tiempo Galbraith argumenta -en su La sociedad opulenta (1958)- que los votantes que acceden a una cierta riqueza material comienzan a votar en contra del bien común. Como resultado, las preferencias individuales por lo general reflejan las preferencias de las empresas establecidas o “de renombre” (el "efecto dependencia"), y la economía en su conjunto está orientado a metas irracionales.8 En su El Nuevo Estado Industrial Galbraith sostiene que las decisiones económicas son planificados por una “burocracia privada” (la tecnoestructura) de expertos que manipulan los canales de comercialización y relaciones públicas ( Véase Propaganda como ingeniería social ). Esta jerarquía busca su propio interés, para ellos los beneficios de la empresa ya no son el principal motivador, y, de hecho, los directores no están en control. Debido a que estos nuevos planificadores requieren mercados constantes y

economías estables, las empresas evitan o incluso detestan riesgo. Ellos “reclutan” gobiernos para servir sus intereses a través de la política fiscal y monetaria, por ejemplo, adhiriendo a políticas monetaristas que enriquecen los prestamistas en la bolsa a través de aumentos en las tasas de interés. Mientras los objetivos de la sociedad de la abundancia y los de un gobierno cómplice están al servicio de la tecnoestructura irracional, el espacio público es cada ves mas empobrecido. Galbraith describe el descenso desde villas ático (penthouses) a caminar por calles sin pavimentar, desde jardines manicurados a parques públicos dilapidados. En Economics and the Public Purpose]] (1973), Galbraith aboga por un "nuevo socialismo" como la solución, nacionalizando la producción militar y los servicios públicos, tales como salud, la introducción de salario disciplinado y controles de precios para reducir la desigualdad.

Institucionalismo: legado y presente

El institucionalismo fue un elemento central en la economía estadounidense en los años de entreguerra a partir de 1919, pero fue marginado a un papel relativamente menor en relación a la visión económica dominante ("economía ortodoxa") en el período de la posguerra con la ascendencia de la escuela neoclásica y el keynesianismo. Continuó, sin embargo, como una de las principales aspectos de la crítica de la economía heterodoxa a la escuela neoclásica y otras y como un programa de investigación en la economía,2

Un reciente desarrollo, compensatorio de esa marginación, ha sido el resurgimiento del interés en el trabajo de Commons y Veblen lo largo de las líneas evolutivas de Darwin, representado, por ejemplo, en la obra de Geoffrey Hodgson (Universidad de Hertfordshire)9

5

Nueva economía institucional

A partir de lo anterior comenzó, a fines del siglo XX,10 un proyecto para integrar las percepciones de la escuela institucionalista con los avances en la teoría de organizaciones, teoría de información, teoría de derechos11 teoria de costes,12 etc, que provienen tanto de desarrollos en la teoría económica “tradicional” u ortodoxa como de otras disciplinas, proceso que culmino en la aparición de la llamada Nueva economía institucional.

Consecuentemente el Institucionalismo en la actualidad contiene diversas influencias, desde la economía institucional "vieja" (o "original"); con su crítica a la corriente tanto principal como otras (marxismo, etc), que se ven reflejadas en economistas tales como Ha-Joon Chang 13 (Universidad de Cambridge) y que incluye cuatro premios Nobel en economía: Ronald Coase, Douglass North, Elinor Ostrom y Oliver E. Williamson.

Citas y referencias

1. ↑ Walton H. Hamilton (1919). "The Institutional Approach to Economic Theory," American Economic Review, 9(1), Supplement,, pp. 309-318. Reprinted in R. Albelda, C. Gunn, and W. Waller (1987), Alternatives to Economic Orthodoxy: A Reader in Political Economy, pp. 204- 12.

2. ↑ a b Warren J. Samuels (1987 [2008]). "institutional economics," The New Palgrave: A Dictionary of Economics. Abstract.

3. ↑ D.R. Scott, Veblen not an Institutional Economist. The American Economic Review. Vol.23. No.2. June 1933. pp.274-277.

4. ↑ David Hamilton, "Why is Institutional economics not institutional?" The American Journal of Economics and Sociology. Vol.21. no.3. July 1962. pp.309-317.

5. ↑ a b Malcolm Rutherford (2008). "institutionalism, old," The New Palgrave Dictionary of Economics, 2nd Edition, v. 4, pp. 374-81. Abstract.

6. ↑ Por ejemplo: Ha-Joon Chang, quien se declara influido por Hayek, escribe: “En el otro extremo del espectro político esta Karl Marx. Con el colapso del comunismo, la gente ha llegado a considerar a Marx como algo irrelevante, pero esto es incorrecto. No tengo mucho tiempo para la visión utópica de Marx sobre el socialismo, ni su teoría del valor-trabajo, pero su comprensión del capitalismo fue superior en muchos aspectos a las de los autoproclamados defensores del capitalismo. Por ejemplo, cuando los economistas de libre mercado estaban su mayoría opuestos a las sociedades de responsabilidad limitada, Marx la vio como una institución que llevará el capitalismo a otro plano (conduciendolo finalmente al socialismo, a su erroneo juicio). En mi opinión, 150 años después de que él lo escribió, su análisis de la evolución de la regulación laboral en Gran Bretaña, en el primer volumen de capital, sigue siendo uno de los mejores sobre el tema. Marx también entiende la importancia de la interacción entre las tecnologías (o lo que él llama las fuerzas de producción) y las instituciones (o lo que él llama las relaciones de producción), algo que otras escuelas económicas sólo recientemente han comenzado a dilucidar.” en Economists Who Have Influenced Me

7. ↑ Berle (1967) p. xxiii8. ↑ ref>Galbraith (1958) Chapter 119. ↑ • Geoffrey M. Hodgson (1998). "The Approach of Institutional Economics,"

Journal of Economic Literature,36(1),pp. 166-192 (close Bookmarks).   • ____(2004). The Evolution of Institutional Economics: Agency, Structure and Darwinism in American Institutionalism. Routledge. Review excerpts & TOC.

10. ↑ • Ronald Coase (1998). "The New Institutional Economics," American Economic Review, 88(2), pp. 72-74.     • Douglass C. North (1995). "The New Institutional Economics and Third World Development," in The New Institutional Economics and Third World Development, J. Harriss, J. Hunter, and C. M. Lewis, ed., pp. 17-26.     • Elinor Ostrom (2005). "Doing Institutional Analysis: Digging Deeper than Markets and Hierarchies," Handbook of New Institutional Economics, C. Ménard and M. Shirley, eds. Handbook of New Institutional Economics, pp. 819 -848. Springer.     • Oliver E. Williamson (2000). "The New Institutional Economics: Taking Stock, Looking Ahead," Journal of Economic Literature, 38(3), pp. 595-613 (press +).

11. ↑ Dean Lueck (2008). "property law, economics and," The New Palgrave Dictionary of Economics, 2nd Edition. Abstract.

12. ↑ M. Klaes (2008). "transaction costs, history of," The New Palgrave Dictionary of Economics, 2nd Edition. Abstract.

13. ↑ Ha-Joon Chang: Institutions and economic development: theory, policy and history Journal of Institutional Economics: page 1 -26 - 2010 doi:10.1017/

Bibliografía

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Enlaces externos en español

Revista de Economía Institucional CE Roa - 2003 LA ECONOMÍA INSTITUCIONAL: APROXIMACIONES Y

TEMAS DE DISCUSIÓN GM Hodgson: EL ENFOQUE DE LA ECONOMIA INSTITUCIONAL

IE Soloeta: Análisis Económico Institucionalista: Una Economía Política para la Transformación Social

Urbano Pulido, D.- Díaz Casero, J. C.- Hernández Mogollón, R.: EVOLUCIÓN Y PRINCIPIOS DE LA TEORÍA ECONÓMICA INSTITUCIONAL. UNA PROPUESTA DE APLICACIÓN PARA EL ANÁLISIS DE LOS FACTORES CONDICIONANTES DE LA CREACIÓN DE EMPRESAS

Malcolm Rutherford: La economía institucional: antes y ahora Francisco A. Catalá O: Economía heterodoxa: Aportes del institucionalismo

Neoinstitucionalismo Douglass North Oliver E. Williamson Ronald Coase

Nueva economía institucional

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La nueva economía institucional (NEI) es una escuela de las ciencias económicas, particularmente de la microeconomía, que fue desarrollada en la década del 1930 y que se popularizó en el ámbito académico recién después de 1975. Difiere de la escuela neoclásica por su rechazo al modelo teórico del homo oeconomicus, reemplazándolo por modelos más complejos y realistas.

Contenido

1 Conceptos básicos 2 Origen 3 Bibliografía 4 Enlaces externos en español 5 Enlaces externos en inglés

Conceptos básicos

El principio básico en torno al cual giran las diferentes teorías pertenecientes a la NEI es que en toda actividad económica se establecen vínculos entre los agentes económicos, vínculos que vendrán representados por alguna clase de contrato, explícito o no.

De acuerdo al nivel de complejidad que cada contrato exija para que la relación entre los agentes se dé satisfactoriamente, se optará por una u otra estructura para llevar a cabo la operación. Esta estructura se elegirá siguiendo un criterio de eficiencia.

Origen

Todas estas teorías hallan su origen común en la década de los 30, con los trabajos de Karl Llewellyn (1931) en lo que respecta a leyes contractuales, Ronald Coase (1937) en cuanto al ámbito económico, y Chester Barnard (1938) en teoría de la organización . Estos autores mostraron preocupación similar hacia el entendimiento de las organizaciones, aunque se enfocaron en disciplinas diferentes.

Los autores mencionados introdujeron ideas novedosas desde el seno de tres disciplinas distintas. Uno de sus elementos característicos es la inclusión y mixtura de elementos pertenecientes al derecho, a la teoría organizacional y a la economía. Su propósito es estudiar los lazos contractuales (derecho) que se establecen dentro de las organizaciones (teoría organizacional) siguiendo un criterio de eficiencia (economía).

El aspecto del derecho al que se le confiere mayor importancia en el análisis neo-institucional es el referido a las leyes contractuales, en el caso de la teoría organizacional se hace uso especial de la definición de individuo que plantea.

Siguiendo a Barnard, en todo estudio sobre organizaciones debe tenerse como premisa el hecho de que están formadas por un conjunto de individuos, cada uno con un esquema de preferencias, motivaciones e intereses distintos. Barnard pretende explicar cómo dentro de una organización estos elementos de la conducta pueden evolucionar hasta llegar a un grado de cooperación en el que cada individuo es capaz de contribuir desinteresadamente al desenvolvimiento de la organización, puesto que cambia su sistema de valores propio por uno relativamente común. Para ello, y para realizar cualquier estudio sobre dinámica organizacional en general, debe llegarse primero a una definición del individuo con el que se trabaja, para de allí proceder al análisis.

En este orden de ideas, para cubrir el conocimiento requerido sobre la NEI, se ha decidido estudiar, en primera instancia, los supuestos conductuales en los que se basa, para de allí entender el enfoque que se le otorga a los contratos y, por último, verificar las diferentes formas en que se ha tratado de manejar eficientemente el problema de la contratación, dadas las características individuales planteadas.

Bibliografía

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Keaney, Michael., "Critical Institutionalism: From American Exceptionalism to International Relevance", in Understanding Capitalism: Critical Analysis From Karl Marx to Amartya Sen , ed. Doug Dowd, Pluto Press, 2002.

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Samuels, Warren J., The Legal-Economic Nexus, Routledge (2007). ____, “Institutional Economics," The New Palgrave: A Dictionary of Economics , v.

2 (1987). pp. 866–64.

Enlaces externos en español

Revista de Economía Institucional CE Roa - 2003 LA ECONOMÍA INSTITUCIONAL: APROXIMACIONES Y

TEMAS DE DISCUSIÓN GM Hodgson: EL ENFOQUE DE LA ECONOMIA INSTITUCIONAL IE Soloeta: Análisis Económico Institucionalista: Una Economía Política para la

Transformación Social Urbano Pulido, D.- Díaz Casero, J. C.- Hernández Mogollón, R. : EVOLUCIÓN Y

PRINCIPIOS DE LA TEORÍA ECONÓMICA INSTITUCIONAL. UNA PROPUESTA DE APLICACIÓN PARA EL ANÁLISIS DE LOS FACTORES CONDICIONANTES DE LA CREACIÓN DE EMPRESAS

Francisco A. Catalá O: Economía heterodoxa: Aportes del institucionalismo

Escuela neoclásica

Estos economistas comparten con los clásicos su visión liberal y la defensa de la propiedad privada, y rompen con los clásicos en la teoría del valor, ya que creen que el valor no se liga al trabajo sino a la utilidad del producto creado. A finales del siglo XIX existen tres corrientes económicas predominantes:

Escuela de Cambridge , en la cual su máximo exponente es Marshall, que gana la cátedra de Economía Política en 1885. La mayoría de sus miembros son graduados en derecho.

Escuela Austríaca , en la cual su máximo exponente es Carl Menger. Escuela de Lausana , en la cual sus máximos exponentes son Léon Walras y Vilfredo

Pareto.

Escuela de Cambridge

Los Principios de Economía Política de Alfred Marshall (1842 − 1924) publicado en 1890 fue la primera gran síntesis de economía neoclásica. Aparecen reflejados los elementos que operan del lado de la oferta y la demanda para fijar el precio. Así los precios vienen regulados por la ley de oferta y demanda. La curva de demanda Marshalliana es una de las más controvertidas de la historia del pensamiento económico.

William Stanley Jevons

Francis Ysidro Edgeworth Alfred Marshall John Bates Clark Irving Fisher

Escuela de Lausana

En 1874 Léon Walras (1834 − 1910) escribió Elementos de Economía Política Pura. Walras, que tenía grandes conocimientos matemáticos, era condiscípulo y amigo de Cournot. Desempeñó la cátedra de economía política en la universidad de Lausana hasta 1892 por problemas de salud, cuando la ocupa V. Pareto (que era discípulo de Walras). Formó la Escuela de Lausana o Escuela francesa.

Antoine Augustin Cournot Léon Walras Vilfredo Pareto

Escuela de Viena

Carl Menger (1840 − 1921) fue el fundador de la Escuela Austríaca de Economía que enfatiza en las características del subjetivismo. En 1871 publicó sus Principios de Economía Política y en 1897 obtuvo la cátedra de Economía política en la Universidad de Viena. El método de Menger enfatiza en los factores subjetivos, la búsqueda del propio interés y la maximización de la utilidad. La característica fundamental de la escuela austríaca marginalista es el reconocimiento de que la productividad marginal es decreciente. Lo que constituye para Menger la base sobre la que se debe de construir la ciencia económica, hoy en día se le conoce como el individualismo metodológico.

Carl Menger Eugen von Böhm-Bawerk Friedrich von Wieser Ludwig von Mises Friedrich von Hayek Murray Rothbard

Economía neoclásica

El término economía neoclásica o escuela neoclásica es un concepto impreciso utilizado en economía; ciencia política, etc., para referirse en general a un enfoque económico basado en una tentativa de integrar al análisis marginalista algunas de las percepciones provenientes de la economía clásica.1 2 3

Entre otras, estas tentativas incluyen: La consideración tanto de la oferta como la demanda en la determinación de los precios (los marginalistas enfatizan el papel de la demanda, los clásicos, el de la oferta). Segundo: los neoclásicos otorgan gran importancia al papel del dinero en asuntos económicos. Tercero, los neoclásicos extendieron el análisis económico a situaciones otras que las consideradas tanto por los clásicos como los marginalistas, es decir, examinaron no solo situaciones de monopolio, duopolio y competencia perfecta, sino también situaciones de competencia imperfecta. (op. cit)

Se podría agregar que los neoclásicos reintroducen el estudio de los grupos o agregados.4

El término generalmente se emplea en dos acepciones: para referirse a los desarrollos en el pensamiento económico entre 1870 y 1920 y -más o menos críticamente- a lo que se considera el pensamiento económico ortodoxo o dominante (mainstream) en la actualidad.5 En las palabras de E. Roy Weintraub: "Todos somos neoclásicos ahora, incluso los keynesianos, porque lo que se enseña a los estudiantes, lo que es la economía principal (mainstream), es economía neoclásica"6

El economista neoclásico por excelencia es Alfred Marshall, quien es considerado el fundador de una de las grandes aproximaciones de la escuela (ver Equilibrio parcial). Otra de las grandes figuras es Léon Walras, fundador de otra de las grandes aproximaciones (ver Teoría del equilibrio general).- Otros neoclásicos de gran importancia incluyen Knut Wicksell e Irving Fisher (ver Monetarismo); Arthur Pigou y Vilfredo Pareto (ver Economía del bienestar) etc.

Como lo anterior sugiere, la escuela neoclásica ejerció gran influencia en los desarrollos posteriores del pensamiento económico durante el siglo XX, por ejemplo, a través de la conocida La síntesis clásico-keynesiana o Neokeynesianismo,7 e incluso en el presente, a través de los nuevos clásicos 8

Contenido

1 Introducción o 1.1 Origen y evolución del término o 1.2 Características del neoclasicismo o 1.3 Críticas al neoclasicismo temprano

2 Desarrollos posteriores o 2.1 Síntesis neoclásica o 2.2 La Escuela de Economía de Chicago o 2.3 El nuevo clasicismo o 2.4 Críticas al neoclasicismo contemporáneo

3 Notas y referencias o 3.1 Bibliografía

Introducción

Origen y evolución del término

La escuela neoclásica se originó a partir de una crítica (a veces implícita) a los marginalistas9 quienes, a su vez, buscando introducir rigurosidad y una metodología que se asemejara más a las de las ciencias físicas, habían ya criticado los conceptos y métodos utilizados por la economía clásica (o economía política); crítica que los neoclásicos hicieron, a grandes rasgos, suya.10

Mucho de la crítica neoclásica se centró en tentativas de formalizar y extender tanto el concepto de la teoría del valor subjetivo como el de individualismo metodológico. Los neoclásicos reintroducen a la disciplina el estudio de grupos tanto de fenómenos económicos como de individuos, no ya como "clases" sino bajo la forma de agregados estadísticos y/o promedios,, etc. Lo neoclásicos son responsables de las formalizaciones lógicas (Marshall) y matemáticas (Walras, Pareto11 ) que caracterizan la disciplina en el presente. (para un analisis mas detallado, ver Rafael Domínguez Martín: TEMA 5. LA REVOLUCIÓN MARGINALISTA Y EL PARADIGMA NEOCLÁSICO)

El término “neoclásico” mismo se originó en una crítica global de Thorstein Veblen 12 - fundador de la escuela institucionalista (norte)americana- quien lo utilizó para referirse a quienes el consideraba compartían las percepciones no científicas de la escuela clásica, especialmente la utilización de la teoría del valor, incluyendo la tentativa marginalista de reemplazarla con la teoría del valor subjetivo y la percepción que “más es necesariamente mejor”. Esto incluye a quienes son generalmente considerados marginalistas.13

El término se generalizó para referirse a los seguidores de la "economía marshalliana". El proyecto de Marshall —también llamada síntesis marshalliana14 15 — puede ser visto como una tentativa de sistematización y formalización de la “economía clásica”,16 lo que lo sitúa en el centro específico de la crítica de Veblen. La visión de Marshall y sus seguidores -llamados inicialmente marginalistas ingleses o marshallianos- es lo suficientemente distinta de otros marginalistas como para constituir una percepción distintiva, a pesar de las raíces comunes en el marginalismo.17

Además otros marginalistas -por ejemplo, Wicksell y Carl Menger- se consideran fundadores de escuelas (escuela sueca o de Estocolmo y escuela austríaca respectivamente). Walras es generalmente estudiado -junto a Francis Edgeworth - entre los matematizadores de la economía, pero a veces incluido con Pareto como representando la Escuela de Lausanne 18 Y seria conducente a error sugerir que solo Marshall y sus seguidores son marginalistas.19

Lo anterior ha dado origen a una situación más bien confusa. La mayoría de los especialistas hacen una diferencia entre los marginalistas y los neoclásicos, pero diferentes autoridades incluyen entre los neoclásicos a diferentes autores. Los autores considerados neoclásicos de importancia generalmente incluyen Marshall, Pigou y Walras, aunque no es difícil encontrar obras que incluyen Pareto, Wicksell y Fisher. Así pues, el concepto puede usarse legítimamente tanto para designar a la obra de todos esos autores (y aquellos influidos por ellos) como solo a los influidos directamente por el trabajo de Marshall. En los textos de economía el uso implica comúnmente el sentido mas general. Esto, a su vez,

ha dado origen a otra confusión: la influencia de Marshall y Walras — especialmente en asuntos metodologicos— se extiende incluso al presente. Son todos los economistas entonces "neoclásicos"?. Y, de no serlo, donde termina el neoclasicismo?.

Características del neoclasicismo

Todo lo anterior puede sugerir que la descripción de algo como "economía neoclásica" es cuestionable. Notando que el uso del término se da principalmente entre pedagogos, algunos han ido tan lejos como a cuestionar si su uso (dado que puede llevar a error a estudiantes y otros) es moral.20

Sin embargo la posición generalmente aceptada es que, de hecho, hay un grupo de economistas que pueden ser descritos como neoclásicos en la medida que comparten una serie de asunciones generales. De acuerdo a David Colander 21 las características del pensamiento neoclásico; en su acepción mas restringida, es decir, como extendiendose desde aproximadamente 1870 a 1930; son:

1. Se centra en la asignación de recursos en un momento determinado, es decir, se refiere a la elección y disposición de recursos escasos entre posible alternativas.

2. Acepta alguna variedad del utilitarismo como jugando un papel central para comprender la economía.

3. Se centra en alternativas marginales. EL neoclasicismo se interesa en los alternativas y cambios "marginales" que son el objeto del cálculo.

4. Asume una racionalidad de largo plazo.5. Acepta el individualismo metodológico.6. Esta estructurada alrededor de un concepto de equilibrio general en la economía.

Sin embargo, como se ha notado, algunos consideran que la escuela se puede encontrar incluso en el presente. Desde ese punto de vista, Christian Arnsperger y Yanis Varoufakis22 sugieren que los neoclásicos (y solo los neoclásicos) comparten tres meta-axiomas:

1. Individualismo metodológico: los fenómenos a ser estudiados lo son centrandose en los individuos. (sin embargo, hay que notar que estos no son los individuos del lenguaje común y corriente, sino individuos metodologicos o agentes económicos: "Un agente económico es la unidad básica de operación en el modelo. Generalmente consideramos que el agente económico es un individuo.... Sin embargo, en algunos modelos económicos, se considera como un agente una nación, una familia o un gobierno. En otras ocasiones, el "individuo" es disuelto en una colección de agentes económicos, cada uno actuando en circunstancias diferentes y cada uno considerado un agente económico".23 El punto es importante. Los neoclásicos reintroducen a la disciplina el estudio de grupos o clases, tanto de individuos como de fenómenos, bajo la forma de agregados.)

2. Instrumentalismo metodológico: por lo que entienden que todo comportamiento es guiado por preferencias, es decir, es instrumental. (notese que esto modifica sutilmente el problema de la racionalidad económica. Los neoclásicos no asumen que los individuos persiguen únicamente su interés propio, pero, cualquiera que sea

el motivo por el cual escogen perseguir algún objetivo, lo hacen racionalmente. Ver homo economicus).

3. Equilibrio metodológico: lo que quiere decir que los neoclásicos asumen que el comportamiento agregado oscila alrededor de o tiende a un punto de equilibrio económico. Esto, a diferencia de, por lo menos algunos marginalistas (por ejemplo, Carl Menger), para los cuales no hay razón alguna por lo cual el mercado deba estar en equilibrio: los individuos buscan maximar utilidad o beneficios, no equilibrio. Ademas, hay problemas con la asunción de la información perfecta24

Sin embargo cualquier profundización del área revela diferencias de fondo entre los autores neoclásicos.25 Esta es, obviamente, un área compleja. Simplificando mucho se podría postular -a nivel introductorio - varios "tipos" de neoclasicismo (mantengase presente que los autores que serán mencionados no contribuyeron exclusivamente en una área):

1.- La aproximaciones del equilibrio, que, a su vez, se pueden dividir en:

la aproximación de Marshall que algunos consideran representa el origen del pensamiento ortodoxo en la economía actual.26 27 Marshall introdujo a la disciplina el uso formal de modelos económicos conceptuales y diagramaticos, basados en análisis lógicos28 (el concepto de Cæteris paribus es un ejemplo), dejando las matemáticas para demostraciones en notas o apéndices.29 Marshall creía que el propósito de la economía, como ciencia, era "eliminar la pobreza".30 Desde ese punto de vista, Marshall transformo el concepto de plusvalía en el conocido como "Plusvalía o Excedente de Marshall", constituido por el Excedente del productor y Excedente del consumidor.31 Marshall asumió que la utilidad es aditiva (es decir, que la relación “ingreso-utilidad” de un individuo es la suma de funciones de utilidad independientes). Esto significa que la curvas de indiferencia adquieren gran importancia y el concepto de utilidad marginal pierde algo del papel central que juega en el trabajo de los marginalistas propiamente tales.32 Finalmente, Marshall introdujo tanto el principio de la oferta y demanda como el concepto de equilibrio parcial: “El equilibrio parcial se concentra en el equilibrio en un solo mercado, usando el análisis de la oferta y la demanda como el punto de partida para analizar el funcionamiento y eficiencia del mercado. Se entiende por equilibrio la situación en la cual los planes de los productores y los consumidores son equiparables o los mismos en términos monetarios.

La aproximación de Walras que dio origen a una visión de la economía33 que es percibida por algunos como dominante en el presente.34 Walras busco dar a la disciplina el mayor grado posible de precisión y generalización,35 para lo cual abandono cualquier presupuesto ético36 y baso su analisis en las matemáticas. Partiendo de la asunción que el precio de los bienes no se debe ni a la voluntad del vendedor ni la del comprador, sino en el hecho que los bienes económicos son tanto útiles como limitados (es decir, escasos) sugiere que eso establece una relación que se puede estudiar objetivamente, como en una "ciencia físico matemática". Eso le permite sugerir que todos los actores económicos son "aceptadores de precios" ("price takers" en ingles),37 lo que, a su vez, le permite establecer una condición, asumiendo los precios como dados y que los actores actúan racionalmente (ver

homo economicus), en la cual todo lo que se produce se vende, es decir, se establece un equilibrio general.38 En orden a determinar teóricamente esa condición, propuso la llamada Ley de Walras, que establece que, al considerar un mercado cualquiera en particular, si todos los demás mercados en una economía están en equilibrio, entonces ese mercado también deben estar en equilibrio. Esto significa que, en una economía con "n" mercados, de los cuales uno esta en equilibrio, es suficiente resolver n-1 ecuaciones simultáneas para establecer la condiciones de vaciamiento del mercado del resto de los mercados, y así determinar las condiciones (precios, niveles de producción, etc) del equilibrio general.39 Los actores individuales, que no son capaces de efectuar ese calculo, determinan los equilibrios en cada mercado especifico a través de un proceso de tanteo walrasiano. Desde el punto de vista de Walras, esa situación es esencialmente ética, en que logra el máximo de satisfacción de necesidades dada las condiciones reales. (ver primer teorema fundamental de la economía del bienestar).

2.- Las aproximaciones de la economía del bienestar; que buscan relacionar las cuestiones de eficiencia económica con las del bienestar social,40 representadas por las obras de Pigou, Edgeworth y Pareto. (ver, por ejemplo, eficiencia de Pareto.

3.- Las aproximaciones que se centran en la relación entre la economía real y el dinero, representada principalmente por la obra de Knut Wicksell e Irving Fisher, etc, que dieron origen al monetarismo y la economía monetaria.41 42 43 44 45 46

4.- Las aproximaciones centradas en extender el analisis más allá del área de estudio tradicional (tanto de los clásicos como de los marginalistas): los monopolios y competencia perfecta a situaciones de competencia imperfecta, Aquí encontramos nuevamente a Wicksell, pero hay que agregar a Edward Hastings Chamberlin (ambos fundamentales para la teoría de la Competencia monopolística), Piero Sraffa y Joan Robinson ( teoría del oligopolio), etc.

Críticas al neoclasicismo temprano

Se mencionaran dos críticas globales al neoclasicismo. La de Veblen en 1900 y la que Piero Sraffa comenzó a implementar a partir de 1930.47 (para otras, ver marginalismo)

Para Veblen48 el concepto de equilibrio es normativo, implicando -sin prueba- que el equilibrio es de beneficio para la sociedad y los individuos. Veblen considera que la economía ortodoxa es teleológica y pre-darwiniana. Teleológica porque asume que el proceso económico progresa o tiende a una situación estable (el equilibrio a largo plazo) que ni se observa en realidad ni se deriva de algún análisis sino que se asume como un dado con anterioridad a cualquier análisis u observación. Y es predarwinica porque, en la opinión de Veblen, el proceso económico es un proceso darwiniano de evolución, desarrollandose a través del tiempo como respuesta a diferentes y cambiantes circunstancias pero careciendo de propósito o diseño.49 50

Las críticas de Sraffa culminaron en su Producción de mercancías por medio de mercancías. En ella se encuentra la génesis de varios de los argumentos desarrollados posteriormente por otros autores.51 Sraffa fue un pensador profundo, cuya crítica forzó a Ludwig Wittgenstein a modificar sus posiciones originales.52 El centro de la crítica de Sraffa es que la teoría neoclásica del valor esta basada una visión contradictoria y lógicamente defectiva. Esta visión dio eventualmente origen al famoso Debate de las dos Cambridge 53 y la posición de Sraffa se puede resumir así: una teoría del valor que sea lógicamente consistente tiene que volver a la teoría clásica, considerando que es el caso que lo que interesa en la producción es que, al final del proceso, haya un excedente o plusvalía. Sraffa avanzó a construir un tal modelo, lógicamente consistente, y que puede ser usado para explicar no solo el precio relativo de los bienes sino la distribución de los ingresos/ganancias. Una implicación clave del modelo de Sraffa es que la determinación de la relación en la distribución de los ingresos entre salarios y ganancias es debida a factores no económicos. Por ejemplo, esa relación se origina en como se fijan ya sea los salarios de subsistencia o la tasa de ganancia.

Desarrollos posteriores

A partir de la crítica de Sraffa las posiciones marshallianas empezaron a decaer, proceso que se aceleró con la crítica de Keynes especialmente a nivel macroeconómico; sin embargo el enfoque marshalliano seguía siendo visto como riguroso, especialmente para explicar el comportamiento microeconómico, lo que a su vez llevó a tentativas por parte de algunos autores -como John Hicks- de conciliar ambas perspectivas, originandose así la llamada síntesis clásico-keynesiana.

En la otra mano, las posiciones de la economía del bienestar no solo mantuvieron sino que —junto a las posiciones de Walras— aumentaron su importancia.54 55 56 Lo mismo se puede decir del monetarismo.57

Se puede entonces sugerir que todo lo anterior ha dejado un legado, posiblemente central, a las concepciones económicas a partir de la segunda guerra mundial. Este legado se puede percibir en general tanto en los textos de introducción a la disciplina como los cursos más avanzados, donde se da por sentado que el método económico se basa en la matemática. En las palabras de E. Roy Weintraub: "Todos somos neoclásicos ahora, incluso los keynesianos, porque lo que se enseña a los estudiantes, lo que es la economía principal (mainstream), es economía neoclásica"58

Sin embargo, esa influencia no quiere decir que exista una escuela o movimiento con principios formalmente establecidos a los cuales todos adhieren explícitamente. Weintraub (op. cit) sugiere que el neoclasicismo, a partir de 1950, es una metateoría, es decir, un conjunto de reglas implícitas o un acuerdo no especificado acerca de como construir explicaciones o teorías económicas aceptables. (para una explicación formal de que es una metateoría, ver Imre Lakatos: "La metodología de los Programas de investigación científica". Alianza. Madrid. 1993.).

Weintraub posita tres principios de esa metateoría neoclásica:

1. los individuos tienen preferencias racionales2. los individuos maximizan utilidad y las empresas ganancia.3. los individuos actúan independientemente sobre las bases de información completa

y relevante.

Los grupos o escuelas que aceptarían tal metateoría serian: 1ro: la síntesis clásico-keynesiana; síntesis neoclásica o "neokeynesianismo". 2ndo: El monetarismo asociado con Escuela de Economía de Chicago, y, 3ro: Los nuevos clásicos.

Síntesis neoclásica

Artículo principal: Neokeynesianismo.

El marginalismo fue el enfoque dominante hasta la crítica keynesiana basada sobre todo en consideraciones de tipo macroeconómico. Aunque la crítica keynesiana sobre cuestiones macroeconómicas se consideró valiosa, el enfoque marginalista siguió siendo visto como un enfoque riguroso especialmente para explicar el comportamiento microeconómico de ciertos aspectos. Es por eso que algunos autores como John Hicks trataron de construir un enfoque más amplio que sintetizara las ideas más valiosas de ambos enfoques, el resultado se conoció como "síntesis neoclásica".

La Escuela de Economía de Chicago

La introducción de ciertos aspectos keynesianos en la teoría, que condujo a un tipo de política económica intervencionista entre 1950 y 1973 fue criticada ampliamente por un sector de los economistas neoclásicos, como George Stigler, Milton Friedman o Robert Lucas, precisamente en el período de mayor expansión económica conocido en la historia de la humanidad.59 60 La nueva situación que se produjo a partir de 1973 con la Crisis del petróleo de 1973 y la estanflación subsiguiente en Estados Unidos, favorecieron la crítica a las políticas neokeynesianas vigentes en el período anterior.61 Esto ayudó al surgimiento de una corriente de la economía neoclásica conocida como monetarismo que empezó a ser influyente en algunas de las políticas económicas internacionales (macroeconómicas) especialmente a partir de 1980.

El nuevo clasicismo

Artículo principal: Nueva economía clásica.

Muchas de las críticas anteriores se centran en la supuesta falta de realismo de la racionalidad de la acción humana propuesta por los neoclásicos. John Muth -generalmente considerado fundador de la Teoría de las expectativas racionales- respondió de la siguiente manera:

Se argumenta a veces que la asunción de racionalidad en economía lleva a teorías inconsistente con o inadecuadas para explicar los fenómenos observados, especialmente

cambios a través del tiempo. Nuestra hipótesis se basa exactamente en el punto de vista opuesto: que los modelos dinámicos no asumen la necesaria racionalidad.62

Con esa asunción de "racionalidad dinámica" Muth altero la situación anterior. De la misma manera que los neoclásicos utilizaban racionalidad para conseguir equilibrio estático -es decir, la mantención de los "gastos" en una "tangente" a la línea de restricción presupuestaria y a la curva de indiferencia- Muth utiliza esa misma racionalidad para llegar a un equilibrio dinámico u optimalidad a través del tiempo. Mientras sea el caso que los actores individuales ajusten sus comportamientos de acuerdo a la información que vayan recibiendo o adquiriendo -y no hay razón aparente para pensar que ese no sea el caso- estarán en una línea óptima que permite tomar en cuenta y acomodar cambios tanto en lo que puede gastar como en lo que se desea gastarlo. En otras palabras -y a diferencia de la criticada asunción original- el sistema no demanda racionalidad o conocimiento perfecto del futuro o del sistema mismo por los actores. Ni requiere o demanda previsión a un futuro indeterminado o infinito. Solo demanda flexibilidad en la parte de los integrantes para ajustarse a cambios en las circunstancias y/o información que se tiene o adquiere.

A pesar que Muth escribió su artículo en 1961, esta propuesta no adquirió mayor relevancia hasta que fue incorporada por Robert Lucas en su trabajo acerca de las fundaciones de la microeconomía. - Lucas argumenta que un modelo macroeconómico debe ser construido a partir de la agregación de modelos microeconómicos63

Lo anterior coincidió con una crítica al tipo de política económica intervencionista practicado entre 1950 y 1973 (intervencionismo derivado de la propuesta keynesiana y que llevó al período de mayor expansión económica conocido en la historia de la humanidad.64 65 ) por parte de economistas "neoclásicos", tales como George Stigler, Milton Friedman y el mencionado Robert Lucas, en un momento que se produjo a partir de 1973 con la Crisis del petróleo de 1973 y la estanflación subsiguiente en Estados Unidos, favorecieron la crítica a las políticas neokeynesianas vigentes en el período anterior.66 Esto ayudó al auge del monetarismo que empezó a ser influyente en algunas de las políticas macroeconómicas internacionales67 (ver Nueva economía clásica).

Esto, a su vez, llevó al desarrollo de la Nueva economía keynesiana 68 (no confundir con el neokeynesianismo), representada por personajes tales como Jordi Galí, Paul Krugman, Nouriel Roubini, Joseph Stiglitz, etc.

Críticas al neoclasicismo contemporáneo

Colander sugiere que el término mismo no debería ser usado. Los economistas modernos son -en su opinión- eclécticos. "El uso del término neoclásico para describir la economía que se practica estos días no solo no es útil, sino que actualmente dificulta la comprensión por los estudiantes y el publico general de lo que es la economía contemporánea. El término puede todavía tener alguna función en comparaciones intertemporales, pero, si se va a usar en ese sentido, es aún más importante terminar la era neoclásica en algún momento. La economía ha cambiado enormemente desde los 1870 hasta el presente, y esta cambiando continuamente. " y "Mi argumento contra el uso del término neoclásico para describir la economía moderna es que esa economía moderna no requiere adherencia a esos seis

atributos (ver más arriba). Es mucho más ecléctica. El movimiento de alejamiento de la economía neoclásica puede ser trazado a los 1930, cuando un gran sector de la economía neoclásica estaban siendo abandonados por teoristas de avanzada que trataban de forjar una nueva economía".69

En adición hay una variedad de críticas globales al neoclasicismo contemporáneo. Así, por ejemplo, Bernard Guerrien, fundador de la economía crítica sugiere que "La teoría neoclásica se parece mucho a las especulaciones de los escolásticos – las matemáticas reemplazando al latín. En su caso, la especulación es sobre el comportamiento de individuos (o “agentes”) puramente imaginarios, ya que los parámetros que los caracterizan no se deducen de la observación ni de los datos disponibles, que toman decisiones en “mercados” todavía más imaginarios."70

E.K. HUNT 71 sugiere que el criticismo de Veblen es aplicable al neoclasicismo actual: "el criticismo de Veblen a la economía neoclásica es que tenía una visión totalmente ahistórica y simplista de la naturaleza humana y las instituciones sociales. Tratando de explicarlo todo en términos de una conducta racional, egoísta, maximadora, la economía neoclásica no explica nada".72

Murray Rothbard, (autor "austriaco"73 ) sugiere que la economía neoclásica se ha perdido en lo que Schumpeter llamo "circulación circular": "Dado que la economía del equilibrio es por definición un círculo de conductas robóticas sin cambio y sin fin, cada uno en el mercado tiene conocimiento perfecto del presente y del futuro, y la incertidumbre pervasiva del mundo real desaparece de la escena. Dado que no hay más incertidumbre, las ganancias y las perdidas desaparecen, y cada empresa encuentra que sus precios son exactamente iguales a sus costos de producción" y "Seguramente no es accidente que la elevación a la prominencia de la economía walrasiana coincidió con la virtual matematizacion de las ciencias sociales. La matemática goza del prestigio de ser "verdaderamente científica", pero es difícil matematizar las complejas y enredadas incertidumbres y errores inevitables de la acción humana del mundo real. Sin embargo, una vez que se elimina tales acciones e incertidumbres es fácil emplear álgebra y la tangentes de la geometría para analizar este no realistico pero fácilmente matematizable equilibrio".74

Lee Boldeman,75 escribiendo desde el punto de vista de la filosofía moral sugiere que la aproximación neoclásica es dogmática y fundamentalista, basada en simplificaciones groseras y reglas que intentan reemplazar ( convertiendose en) lo "sagrada"76 tales como la de la racionalidad de los actores económicos: "Es en este punto que es conveniente recordar que es el control de nuestra codicia lo que representa una de las victorias principales de la cultura sobre la "animalidad". Si esto es así, es la codicia lo que también representa una de las amenazas primarias a nuestra civilización, el fundamentalismo económico es una ideología que trata de justificar la codicia. En particular, promueve el egoísmo y el materialismo. Incluso para los no religiosos, sin embargo, la adquisición de riqueza y poder personal no es una base adecuada para la auto-definición. En consecuencia, el fundamentalismo económico es una amenaza significativa para nuestra civilización. Su aplicación a las decisiones públicas no se puede conciliar con la importancia ética de nuestro patrimonio cultural, con sus fundamentos cristianos, su mandamiento de amar a Dios y amar al prójimo como a sí mismo. Tampoco se puede conciliar con las otras

tradiciones religiosas, incluyendo el Budismo, con sus llamadas a la compasión y el desapego. Tomar algo que es bueno-como el pensamiento racional, o el análisis económico, o mercados, o los derechos humanos o la libertad o la ley, o dinero, o el consumo-y convertirlo en un absoluto es la esencia de una nueva idolatría." (op. cit. conclusiones).

Notas y referencias

1. ↑ Rafael Domínguez Martín: "En definitiva, Marshall preparó el camino para la recuperación de la teoría clásica, que precisamente reviviría en Cambridge a partir de los años veinte con las obras de Sraffa, Keynes y Robinson. Los elementos que sitúan a Marshall más cerca de los clásicos que de los marginalistas fueron tres: su definición del objeto y método de la economía como una ciencia destinada a resolver el problema de la pobreza y que debía combinar inducción y deducción, abstracción e historia; su concepción de la utilidad como un fenómeno que se puede medir en términos cardinales, lo que recuperaba el viejo ideal de Bentham de la mayor felicidad para el mayor número; y su teoría del valor, en la que los costes de producción reaparecen como el determinante fundamental del precio de equilibrio a largo plazo (Landreth y Colander 1998: 311-312)." en TEMA 5. LA REVOLUCIÓN MARGINALISTA Y EL PARADIGMA NEOCLÁSICO p 31

2. ↑ Costa; Langer; Rodríguez (2003): "Marshall, entonces, centra gran parte de su análisis en los precios y su determinación a partir de los avatares de la demanda. Para ello realiza una síntesis entre la teoría marginalista moderna y la teoría clásica de Smith y Ricardo. De aquí el nombre de “neo-clásica”. en "Fundamentos de Economía" cap 10 PROCESO HISTÓRICO Y GÉNESIS DE LAS ESCUELAS DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO p 27

3. ↑ Stanley L Brue y Randy R Grant; (2008): Historia del pensamiento económico (Spanish Edition). Editorial: Cengage Learning, México

4. ↑ Como es generalmente aceptado — ver, por ejemplo, Steven Pressman: "Fifty major economists" Routledge, 2006 (2nd edition) — el foco de atención de la escuela clásica son los grupos o clases de individuos, estudiando, por ejemplo, lo que determina los salarios recibidos por los trabajadores en general más que lo que cada trabajador individual recibe; o qué ocasiona que la tasa de ganancia suba o baje, más que los factores que ocasionan la ganancia de una empresa particular, etc. A diferencia, los marginalistas se basaron en el Individualismo metodológico.

5. ↑ Por ejemplo: David C. Colander, Richard P.F. Holt, and J. Barkley Rosser, Jr.: The Cutting Edge of Economics

6. ↑ E. Roy Weintraub Neoclassical Economics7. ↑ M. Lavoie (2005): La economía postkeynesiana, ed. Icaria, p. 13. ISBN 84-7426-

785-48. ↑ Andreas Novy: "La teoría neoclásica es el paradigma dominante en las ciencias

económicas, y por ello se la señala también como Mainstream o la ortodoxia. Esta caracteriza a la economía no tanto como un sistema cerrado, sino como un método de optimización, el que es aplicable a la sociedad en su totalidad." en 2.2 La teoría neoclásica

9. ↑ Rafael Domínguez Martín: TEMA 5. LA REVOLUCIÓN MARGINALISTA Y EL PARADIGMA NEOCLÁSICO

10. ↑ E. Screpanti y S. Zamagna (1997): Panorama de la historia del pensamiento económico, ed. Ariel, Barcelona, ISBN 84-344-2114-3

11. ↑ E. Roy Weintraub (1997): Why So Many Italian Economists?12. ↑ T.Veblen (1900): “Preconceptions of Economic Science.” - ver también: Veblen:

Why is Economics Not an Evolutionary Science?13. ↑ Para una introducción en castellano al área, ver Margarita Barallano Cid: Los

fundamentos de la teoría social de Thosrtein 6. Veblen: La "revuelta" contra el Homo Oeconomicus de la "economía recibida" .- para profundizar: Veblen's Criticism Of Neo Classical Theory

14. ↑ Alfred Marshall: sus conceptos económicos15. ↑ Por ejemplo: The Marshallian Synthesis.- Walter Nicholson (2006): Teoría

microeconómica: principios básicos y ampliaciones p 9.- James M. Buchanan The Marshallian Synthesis - James M. Buchanan, Cost and Choice: An Inquiry in Economic Theory, Vol. 6 of the Collected Works [1969]. El termino síntesis marshalliana se debe a que Marshall es generalmente considerado como un gran sistematizador de los desarrollos a partir de David Ricardo. Ver,por ejemplo, A.L. Levine: “Marshall and the Classical Tradition” Journal of Post Keynesian Economics, Vol, 4, N 4, summer 1982.- Ver también "Alfred Marshall" en Steven Pressman (1999/2006): "Fifty Major Economists" Routledge.

16. ↑ G.F. Shove: “en relación al contenido analítico, los “Principios” (de economía) descienden en linea directa a través de Mills de Ricardo y a través de Ricardo, de Adam Smith... el esquema teorético creció de una tentativa de probar (test) y solventar las fallas en las doctrinas de Ricardo a través del uso de un aparato matemático - en otras palabras, de traducirlas a ecuaciones diferenciales y hacerlas más generales”: “Centenial Essay”, (p 295-6) citado por A.L. Levine: “Marshall and the Classical Tradition” Journal of Post Keynesian Economics, Vol, 4, N 4, summer 1982

17. ↑ Para un punto de vista "austriaco" de esas diferencias, ver Robert P Murphy: Austrian vs. Neoclassical Analytics (video de charla en inglés del Ludwig von Mises Institute

18. ↑ Escuela de Lausanne19. ↑ Para un análisis mas detallado de todo esto, ver TEMA 5. La revolución

marginalista y el paradigma neoclásico20. ↑ Manoucher Parvin: Is Teching Neoclassical Economics as the Science of

Economics Moral?21. ↑ David Colander: The Death of NeoClassical Economics22. ↑ Arnsperger y Varoufakis: What Is Neoclassical Economics?23. ↑ Ariel Rubinstein (2006): Lecture Notes in Microeconomic Theory Princeton U

Press..- Introduction, p X24. ↑ Rafael Domínguez Martín: "Para Menger, al contrario que para los otros

descubridores de la utilidad marginal, los mercados no tienen porque estar en equilibrio cuando los individuos maximizan su utilidad (hay problemas de información imperfecta), de ahí la importancia que, desde el principio, la escuela austríaca va a otorgar a la figura del empresario como un agente que busca información y aprovecha oportunidades de obtener beneficios, de lo que se deriva una noción de competencia como un proceso dinámico, frente al concepto estático

de Walras y Jevons. " en TEMA 5. LA REVOLUCIÓN MARGINALISTA Y EL PARADIGMA NEOCLÁSICO (p 9)

25. ↑ Ver, por ejemplo, Rafael Domínguez M, op. cit.26. ↑ Por ejemplo: Clem Tisdell, Keith Hartley: Microeconomic policy: a new

perspective27. ↑ John Cunningham Wood (editor) (1996): Alfred Marshall: critical assessments.

Second series28. ↑ Ver, por ejemplo Alfred Marshall et al: The Correspondence of Alfred Marshall,

Economist: At the summit, 1891-1902 p 40529. ↑ Marshall: “[un] buen teorema matemático que se ocupe de hipótesis económicas

es muy improbable que sea buena teoría; y cada vez más me he ajustado a las reglas siguientes: 1)Usar las matemáticas como lenguaje taquigráfico más bien que como instrumento de investigación; 2) mantenerlas hasta haber logrado resultados; 3) traducir éstos al inglés; 4) aclararlos con ejemplos importantes de la vida real; 5) quemar las matemáticas; 6) si no es posible conseguir el número 4 quemar el 3. Esto último lo he hecho con frecuencia”.

30. ↑ Manuel Guerrero (2001): "Si bien aquí se hace referencia a la economía política y a la economía debe distinguirse que mientras la una reflejaba la relación entre economía y la política la segunda está íntimamente conectada con los juicios normativos, es decir, que abarca cuales debían de ser las metas de la sociedad, sin embargo el trabajo de Marshall, refleja que su fuerte se hallaba en el arte de la economía que es capaz de relacionar la ciencia positiva con las metas normativas; es decir que se concentró en la aplicación de la teoría y en la teoría aplicada." y "A diferencia de los clásicos, Marshall estaba convencido que la economía tenia la tarea principal, de eliminar la pobreza a tal punto que reclamó a Ricardo el hecho de no entender que la pobreza genera más pobreza, dado que la falta de recursos en las familias no garantizan, ni la salud, ni la preparación para permitirles ganar más." en Alfred Marshall - pensamiento económico

31. ↑ INTRODUCTORY ECONOMICS p 5 y 632. ↑ Esta es un área compleja. Para una introducción, ver D.A. Walker, en “A Defense

of Marshall on Substitute and Complements in Consumptions” en Alfred Marshall: critical assessments. Second series

33. ↑ por ejemplo Samuel Bowles y Herbert Gintis (2000): WALRASIAN ECONOMICS IN RETROSPECT o E.S. Andersen: Appraising Schumpeter's 'Essence' after 100 Years: From Walrasian Economics to Evolutionary Economics

34. ↑ Por ejemplo, Murray Rothbard escribe: “Desde la Segunda Guerra Mundial, la economía principal (mainstream) ha seguido el paradigma del equilibrio general del economista suizo Léon Walras” en: Breaking Out of the Walrasian Box: The Cases of Schumpeter and Hansen

35. ↑ Angeles Cámara S: "(Walras)Profundamente interesado en la teoría pura, encontró que su época tenía como característica principal "una completa ausencia de puntos de vista teóricos y científicos ... un empirismo absoluto". Aunque admitía la necesidad del conocimiento empírico, insistió en que los hechos debían ser identificados e interpretados a la luz de la teoría. A los que afirmaban que la economía era demasiado compleja para emplear en ella la matemática como herramienta de investigación, replicaba que esa misma complejidad era la que hacía necesaria a la matemática. Pensaba que la carencia de demostraciones científicas -

lo que para él quería decir matemáticas - había conducido a la economía a una situación de impotencia y descrédito. A Walras le interesaba establecer analogías entre las fórmulas económicas y las leyes físicas. De joven, creyó que la economía debía seguir el modelo de la astronomía. De mayor, destacó la "perfecta similitud" entre las ecuaciones del equilibrio económico general y las ecuaciones de la "gravedad universal". Escribió sobre este tema el artículo "Economique et mécanique". en EL SISTEMA ECONÓMICO DE LEÓN WALRAS p 296

36. ↑ Douglas Vickers (1997): Con el trabajo de Walras, la economía “ha llegado a ser casi exclusivamente un asunto de técnica matemática, efectivamente divorciada de sus anteriores presupuestos éticos” ( Economics and ethics: an introduction to theory, institutions, and policy, p 33: Contemporary Constructions.) Sin embargo, no todos están de acuerdo. Por ejemplo: RF Hebert (2003) sugiere que la matematizacion y abandono del aspecto ético debe atribuirse a Jules Dupuit, ver Ethics, Engineering, and Natural Monopoly: The "Modern Debate" between Leon Walras and Jules Dupuit y sugieren que Walras era "socialista". Sin embargo, el punto es altamente debatible. Ver Renato Cirillo The 'Socialism' of Leon Walras and His Economic Thinking

37. ↑ Heinz D. Kurz and Neri Salvadori: One Theory or Two? Walras's Critique of Ricardo

38. ↑ Ver, por ejemplo: Claus Thomasberger (2005): The Two Utopias of Economics: Human Freedom and the Mechanism of Competition

39. ↑ Walras Law and Macroeconomics40. ↑ Por ejemplo: Bonifant Cisneros, A.; Accinelli Gamba, E: ANÁLISIS DEL

BIENESTAR EN ECONOMÍA - Ver también Introducción a la economía del bienestar

41. ↑ Monetary Economics in Doctrinal Perspective42. ↑ Types of "General Gluts": Fisher, Wicksell, Bagehot43. ↑ DAVID LAIDLER: [http://www.rofea.org/index.php/journal/article/viewFile/13/5

Financial Stability, Monetarism and the Wicksell Connection]44. ↑ AXEL LEIJONHUFVUD: The Wicksellian Heritage45. ↑ Knut Wicksell: The Birth of Modern Monetary Policy46. ↑ IRVING FISHER – forerunner of monetarism47. ↑ Sraffa propuso, en el contexto del Simposio del "Economic Journal" su teoría del

valor. - ver John Hicks (1939): "The Foundations of Welfare Economics" pp. 696 – 712 en: Economic Journal, IL, Diciembre 1939).

48. ↑ por ejemplo: T.Veblen (1900): “Preconceptions of Economic Science.” - ver también: Veblen: Why is Economics Not an Evolutionary Science? T.Veblen: Why is Economics Not an Evolutionary Science?

49. ↑ Ver, por ejemplo: Veblen's Criticism Of Neo Classical Theory50. ↑ Joseph P. Wesson: "The Teleological Impulse: Thorstein Veblen, the Philosophy

of Science, and Existentialism"51. ↑ Para una introducción a esos argumentos ver Bertram Schefold "Mr. Sraffa on

joint production and other essays" Essay 3: Critique of Neoclassical Theory52. ↑ De acuerdo a Wittgenstein fue sobre todo la aguda y fuerte crítica de Sraffa que lo

forzó a abandonar sus visiones originales y a embarcarse en nuevas rutas. Wittgenstein agrega que sus discusiones con Sraffa lo hicieron sentirse “como un

árbol del cual todas las ramas han sido podadas”. - Wittgenstein, citado por J. B. Davies, en Sraffa, Wittgenstein and neoclassical economics

53. ↑ Por ejemplo: vi J. Cohen, G. C. Harcourt, "Whatever Happened to the Cambridge Capital Theory Controversies?," Journal of Economic Perspectives, 17(1), Winter 2003, 199–214

54. ↑ Louis Makowski; Joseph M. Ostroy: Perfect Competition and the Creativity of the Market

55. ↑ Pierangelo Garegnani: Capital and Intertemporal Equilibria: A Reply to Mandler56. ↑ The turn in economics: neoclassical dominance to mainstream pluralism?57. ↑ The Triumph of Monetarism58. ↑ E. Roy Weintraub Neoclassical Economics59. ↑ A. Maddieson (2003): The World Economy: Historical Statistics, (OCDE, tabla

8b) puede encontrarse un resumen en World Population, GDP and Per Capita GDP60. ↑ Ha-Joon Chang (2007): Bad Samaritans: The Guilty Secrets of Rich Nations and

the Thread to Global Prosperity, Random House, London, p. 63. ISBN 978-1-905211-37-1

61. ↑ Paul Krugman (1994): Vendiendo Prosperidad, Ariel, Barcelona, pp. 48-55, ISBN 84-344-1411-2

62. ↑ John Muth: Rational Expectations and the Theory of Price Movements Econometrica, vol 29, Nr 3, (julio 1961)

63. ↑ Lucas, Robert Jr: Econometric policy evaluation: A critique - Ver también: Hubert Kempf: The Lucas critique

64. ↑ A. Maddieson (2003): The World Economy: Historical Statistics, (OCDE, tabla 8b) puede encontrarse un resumen en World Population, GDP and Per Capita GDP

65. ↑ Ha-Joon Chang (2007): Bad Samaritans: The Guilty Secrets of Rich Nations and the Thread to Global Prosperity, Random House, London, p. 63. ISBN 978-1-905211-37-1

66. ↑ Paul Krugman (1994): Vendiendo Prosperidad, Ariel, Barcelona, pp. 48-55, ISBN 84-344-1411-2

67. ↑ Ernesto Sheriff escribe: "Friedman aparece en la crisis de los 70 como el beneficiario del derrumbe del keynesianismo siendo asociado a los gobiernos de Nixon, Ford, Reagan y Tatcher (en Gran Bretaña), conocidos como los gobiernos más ortodoxos en la línea económica. Con un marketing impresionante, en 1979 Friedman publica su libro “Libertad de elegir” donde resume sus ideas políticas y abriendo paso a un grupo de adeptos, esta vez mucho menos letrados, que bajo la etiqueta de neoliberalismo trataban de aplicar y entender lo que libros de menor rigor científico (como el citado) ofrecían". en Milton Friedman: de Keynes a Lucas

68. ↑ ver, por ejemplo Michael Woodford (1999), 'Revolution and evolution in 20th century macroeconomics, mimeo, Columbia University.

69. ↑ David Colander: The Death of NeoClassical Economics70. ↑ Guerrien: ¿Podemos conservar algo de la teoría neoclásica?71. ↑ Universidad de Utah: E.K. HUNT72. ↑ K. Hunt: History of economic thought: a critical perspective73. ↑ Jesus Huerta de Soto: IN MEMORIAM M.N. ROTHBARD (1926-1995)74. ↑ Rothbard: Breaking Out of the Walrasian Box: The Cases of Schumpeter and

Hansen75. ↑ Network in Enterprise Information Infrastructure (Australia): Lee Boldeman]

76. ↑ Boldeman: The Cult of the Market - Economic Fundamentalism and its Discontents

Bibliografía

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Pareto y Walras María Fernanda Osorio: La Escuela Neoclásica YAVUZ YAŞAR: A HANDOUT ON NEOCLASSICAL THEORY Andreas Novy La teoría neoclásica Carlos Berzosa La heterodoxia en la economía E. Screpanti y S. Zamagna (1997): Panorama de la historia del pensamiento

económico, ed. Ariel, Barcelona, 1997, ISBN 84-344-2114-3 (es traducción de: E. Screpanti & S. Zamagna (1993): An Outline of the History of Economic Throught, ISBN 978-0-19-927914-2)

B) Obras de y acerca de neoclásicos

Edgeworth, Francis Ysidro: (1889) On the Application of Mathematics to Political Economy (en inglés)

Edgeworth, Francis Ysidro Papers relating to political economy. Volume 1 (en inglés)

Marshall, Alfred (1881) "Review of F.Y. Edgeworth's Mathematical Psychics" (en inglés)

Marshall, Alfred (1890) Principles of Economics (en inglés) Marshall, Alfred: Principes d'économie politique. (en francés) Wicksell, Knut SELECTED PAPERS ON ECONOMIC THEORY (en inglés) John Cunningham Wood: Knut Wicksell: critical assessments (en inglés) KNUT WICKSELL: Un Homenaje (PERSPECTIVA HISTÓRICA DEL

PENSAMIENTO ECONÓMICO) Walras, Léon (1883) Théorie mathématique de la richesse sociale (biblioteca virtual

“Gallica” - en francés) Walras, Léon (1883) Théorie mathématique de la richesse sociale (en commons -

francés) Walras,Léon: (1919) Économique et mécanique ( en francés) Pareto, Vilfredo: (1896-1897) Cours d'économie politique (acceso limitado, en

francés)) Pareto, Vilfredo (1896-97) Manual de Economía Política (en portugués) Pareto, Vilfredo (1896-97) Manual of Political Economy. (en inglés) Pareto, Vilfredo (1897): The New Theories of Economics (en inglés) Pareto, Vilfredo (1906) Manuale di economía política con una introduzione alla

scienza sociale (en italiano)

Pareto, Vilfredo: Œuvres de Vilfredo Pareto disponibles sur le site Gallica. (en francés))

Pigou, Arthur Cecil: (1920): The Economics of Welfare (en inglés) Pigou, A.C. Teoría y realidad económica. México D.F.: Fondo de Cultura

Económica, 1944 Fisher, Irving (1907) The Theory of Interest (en inglés)

Universidad de Lausana (UNIL) Centre d'études interdisciplinaires Walras Pareto (en francés e inglés)

Banca Popolare di Sondrio: Fondo Vilfredo Pareto (en italiano)

C) Aspectos específicos

Schumpeter, Joseph; Mann, Fritz (Hrsg.): Geschichte der ökonomischen Analyse. 2 Bände. 2007, ISBN 3-525-10526-6.

Paul Samuelson, (1951), "Principles and rules in modern fiscal policy: a neoclassical reformulation" in Money, Trade and Economic Growth: Essays in Honor of John Henry Williams, ed. H.L Waitzman,Macmillan

E.Roy Weintraub (2002) How Economics Became a Mathematical Science Philip Mirowski (1989) More Heat than Light: Economics as Social Physics,

Physics as Nature's Economics, Cambridge University Press Gary Stanley Becker: The economic approach to human behavior Yuval P. Yonay: The struggle over the soul of economics: institutionalist and

neoclassical E. Screpanti y S. Zamagna (1997): Panorama de la historia del pensamiento

económico, ed. Ariel, Barcelona, 1997, ISBN 84-344-2114-3 (es traducción de: E. Screpanti & S. Zamagna (1993): An Outline of the History of Economic Throught, ISBN 978-0-19-927914-2)

Jaime Aboites A: LA "CONTROVERSIA DE LOS CAMBRIDGE" Y LA ENSEÑANZA DE LA ECONOMÍA

Julio César Neffa: La teoría neoclásica ortodoxa sobre el funcionamiento del mercado de trabajo. el papel de los intermediarios

Cepc. LA ECONOMÍA DEL BIENESTAR COMO BASE DEL PRINCIPIO MARGINALISTA DE LA FORMACIÓN DE LOS PRECIOS

D) Visiones críticas:

T. Veblen (1900): “Preconceptions of Economic Science.” - T Veblen: Why is Economics Not an Evolutionary Science? T.Veblen: Why is Economics Not an Evolutionary Science? Bertram Schefold "Mr. Sraffa on joint production and other essays" Essay 3:

Critique of Neoclassical Theory Jesús Huerta De Soto: LA ESCUELA AUSTRÍACA MODERNA FRENTE A LA

NEOCLÁSICA José Félix Cataño: LA TEORÍA NEOCLÁSICA DEL EQUILIBRIO GENERAL.

APUNTES CRÍTICOS

Germán Darío Valencia, John Faber Cuervo: CRÍTICA A LAS BASES ÉTICAS DE LA TEORÍA NEOCLÁSICA EN LA PROPUESTA DEL BIENESTAR SOCIAL DE AMARTYA SEN

Escuelas keynesianasEscuela sueca

Es una escuela pre-keynesiana que desarrolló teorías muy similares a las de Keynes.

Knut Wicksell Gunnar Myrdal Bertil Ohlin

Escuela de Cambridge

John Maynard Keynes Joan Robinson Gregory Mankiw Piero Sraffa James Meade Roy F. Harrod Michal Kalecki Nicholas Kaldor John Hicks Evsey Domar

Keynesianismo

El Keynesianismo o economía keynesiana es una teoría económica propuesta por John Maynard Keynes, plasmada en su obra Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, publicada en 1936 como respuesta a la Gran Depresión de los años 1930. Esta basada en el estímulo de la economía en épocas de crisis.

John Maynard Keynes creador del Keynesianismo.

La economía keynesiana se centró en el análisis de las causas y consecuencias de las variaciones de la demanda agregada y sus relaciones con el nivel de empleo y de ingresos.1 El interés final de Keynes fue poder dotar a unas instituciones nacionales o internacionales de poder para controlar la economía en las épocas de recesión o crisis. Este control se ejercía mediante el gasto presupuestario del Estado, política que se llamó política fiscal. La justificación económica para actuar de esta manera, parte sobre todo, del efecto multiplicador que se produce ante un incremento en la demanda agregada.

Contenido

1 Ruptura con el dogma clásico 2 Formalizacion

o 2.1 Propensión a consumir, ahorro e inversión. o 2.2 Tasas de interés y rentabilidad

3 Consideraciones políticas 4 Críticas 5 Desarrollos posteriores 6 Enlaces externos 7 Notas 8 Véase también

Ruptura con el dogma clásico

Keynes refutaba lateoría clásica de acuerdo a la cual la economía, regulada por sí sola, tiende automáticamente al pleno uso de los factores productivos o medios de producción (incluyendo el capital y trabajo). Keynes postuló que el equilibrio al que teóricamente tiende el libre mercado, depende de otros factores2 y no conlleva necesariamente al pleno empleo de los medios de producción, es decir, que los postulados básicos de Smith, Ricardo, etc., dependen de una premisa que no es necesariamente correcta o "general". Así Keynes postuló que la posición de Smith, Say o Ricardo, sobre el equilibrio de la oferta y la demanda, sería correspondiente a un caso "especial" o excepcional,3 en tanto que la teoría debería referirse al proceso "general" y a los factores que determinan la tasa de empleo en la realidad.4 En consecuencia llamó a su proposición "Teoría general".

En términos no técnicos, el liberalismo económico clásico supone que cuando se produce un bien se han producido también los medios para su compra (en la medida en que para producirlo se ha gastado dinero, ya sea en inversiones de capital, compra de materias primas, sueldos, etc. ver Ley de Say). Sugiere que para fomentar crecimiento económico hay que fomentar la producción:5 a más producción, más dinero, más compras, etc. Así, en el largo plazo, no solo todo lo que se produce es lo mismo que todo lo que se compra, sino que todos están interesados en que el sistema funcione a máxima capacidad6 (se logra un equilibrio entre la producción y la demanda agregada que tiende al máximo uso de los "recursos económicos", incluyendo el pleno empleo.- ver también Ley de Walras). En esa situación lo racional es utilizar inmediatamente cualquier ingreso, dado que mantener dinero sin uso no produce beneficios. Nótese que lo anterior implica equivalencia estricta entre ahorros e inversiones: “posponer consumo” sin invertir el dinero es equivalente a mantener sumas ociosas, es decir, es económicamente irracional, como lo es el no utilizar para invertir sumas disponibles en los bancos (los ahorros de otros, etc.).

Conviene notar que lo anterior se puede interpretar de dos maneras: la primera: que "todo lo que se vende es igual que todo lo que se compra" es obviamente correcta. La segunda, que "los costos de todo lo que se produce están cubiertos por todo lo que se compra" es debatible. Keynes sugiere que lo último solo es correcto cuando todo lo que no se gasta es inmediatamente ahorrado (se deposita en un banco) y todo lo ahorrado es directamente invertido. Sucede que, en realidad, hay, por lo menos, una cantidad de dinero que ni se usa para comprar ni se ahorra en ese sentido: se mantiene "en el bolsillo" o como reserva líquida. Esta preferencia por la liquidez tiene efectos económicos. (Nota: para una Introducción a todo lo que sigue es conveniente alguna familiaridad con el Aporte de Knut Wicksell y Aporte del Grupo de Cambridge en Monetarismo)

Keynes invierte la Ley de Say.7 Para él no es la producción la que determina la demanda, sino la demanda la que determina la producción. (ver "Teoría general sobre el empleo el interés y el dinero", caps. 1, 2, 3, etc.). Esto porque los empresarios -o quienes intentan serlo- invierten sobre la base de una percepción central: la diferencia entre la tasa de interés y la tasa de ganancia.:8 a mayor diferencia en favor de la última, incluso en términos estrictamente clásicos, lo más posible es que se invierta.9 Pero esa tasa de ganancia depende de la demanda (ver cita anterior de Stuart Mill). Mientras tanto, los consumidores consumen o “ahorran” (defieren consumo) no sólo cuando la tasa de interés sube, sino

también en relación a la percepción de la evolución futura tanto de sus ingresos como de los precios de bienes de consumo, etc.10 Se establece así una relación compleja. Keynes aduce que el problema comienza cuando contemplamos el circuito económico en su conjunto (lo que introduce la macroeconomía). Sucede que las decisiones acerca del ahorro y las decisiones acerca de inversiones las hacen personas distintas y, posiblemente, en momentos diferentes.11 Sigue con que no hay necesidad de que esas decisiones tengan que coincidir, de hecho, históricamente, se puede ver que, a diferencia de lo postulado por Smith, Say y otros, esas variables no convergen a una situación de estabilidad o equilibrio económico clásico o walrasiano -situación que se transforma en el caso especial en el que las inversiones igualan a los ahorros en una situación de expansión de producción y precios relativamente altos en relación al salario medio, pero con tendencia a la deflación.12 Keynes va más lejos, sugiriendo que la situación tiende -dado una serie de factores, entre los cuales el principal es una tasa de interés excesiva- a oscilar alrededor de un punto en el cual los recursos no se utilizan efectiva o plenamente, ya que tal tasa de interés tiende a deprimir la economía en general: un interés excesivo reduce la demanda por capital financiero y, consecuentemente, por el trabajo, lo que reduce el nivel del agregado de salarios, lo que implica la reducción general de consumo, lo que a su vez significa que la tasa de ganancia disminuye, lo que nuevamente reduce la demanda de inversiones, etc., en un círculo vicioso (ver Paradoja del ahorro)

En otras palabras, Keynes postuló que, en ciertas situaciones, y contrario a lo planteado por la visión clásica, es económicamente racional no gastar dinero. Por ejemplo, si los precios están bajando es racional no comprar hoy porque con el mismo dinero se comprará más la semana que viene. Por el mismo motivo, disminuye la cantidad de gente interesada en utilizar préstamos (los ahorros de otros): si los precios bajan, no solo se comprará más la semana que viene, sino que las tasas de interés, sueldos, etc., serán menores. Igualmente, una baja del empleo o de los salarios -amenazando futuros ingresos- puede llevar a otra en la demanda, y por lo tanto a una baja en la producción, llevando a su vez a más desempleo. Así, sucede que la economía establece un punto de equilibrio nuevo (llamado equilibrio macroeconómico o keynesiano13 ) donde convive perfectamente en una situación lejana de la utilización óptima de los medios de producción.14 Específicamente, en la década de los '30 del siglo XX, durante la Gran Depresión, con una alta tasa de desempleo. Joan Robinson clarifica que, en una situación de competencia imperfecta -como lo es en realidad el sistema capitalista- sucede que las empresas pueden aumentar sus ingresos ya sea bajando precios a fin de producir y vender más o produciendo menos pero manteniendo o incluso incrementando los precios. Esta última “solución” implica no solo menos demanda por insumos, sino también por trabajo -es decir, tiende a ser una situación en la cual los recursos no son plenamente empleados- y explica perfectamente el gran desempleo observado en ciertas circunstancias -específicamente, durante la gran depresión- al mismo tiempo que la mantención o, incluso, el incremento de la tasa de ganancia en algunas empresas en esos periodos.15

Así pues, dado que la relación “ahorro igual a la inversión” no se establece solo o automáticamente a través de la acción del mercado16 y esa falla tiende a resultar en crisis, parecería conveniente encontrar alguna manera de armonizar esas variables. Keynes postula que la única fuerza capaz de hacer eso es el Estado.17

Para entender el funcionamiento real de la economía y sus diferencias con el esquemas formales del dogma clásico, especialmente del punto de vista de que sucede cuando el ingreso aumenta, Keynes desarrolló los conceptos de propensión a consumir o Propensión marginal al consumo, Propensión marginal al ahorro; multiplicador keynesiano del gasto18 o de la inversión,19 20 eficiencia marginal del capital (o tasa de ganancia: el beneficio que genera la inversión, descontando de esos beneficios futuros los intereses pagados para financiar dicha inversión.”21 ) y preferencia por la liquidez ( “Tendencia que muestran las personas a escoger activos líquidos frente a otros de más difícil realización".22 ), etc. (Para una visión temprana de todo lo anterior ver, por ejemplo, Alvin H. Hansen: Mr. Keynes on Underemployment Equilibrium - (en inglés).

Formalizacion

(nótese: lo que sigue asume el punto de vista neokeynesiano o de la síntesis neoclásica. ver “Desarrollos posteriores” más abajo).

Quizás la forma más fácil de aproximarse a la formalización de todo lo anterior es considerar que constituye, en un momento dado, el poder de compra de un país. Ese poder de compra es equivalente a la suma del ingreso de todos (Y). Pero, dado que el ingreso total de los individuos (Y) se distribuye tanto en consumo como ahorros/inversión, cualquier aumento del ingreso llevara a un aumento tanto del primer factor como del segundo. Es decir, cuando el ingreso aumenta, el consumo aumenta, pero no tanto como el aumento del ingreso. Lo mismo acerca del ahorro.

En otras palabras, cualquier cambio (Δ) en el ingreso agregado de una nación (Y) produce una variación fraccional tanto del ahorro (A) como del consumo (C) del conjunto de los habitantes. Ese cambio fraccional se puede expresar de la siguiente manera:

0 < ΔA/ΔY< 1 y: 0 <ΔC/ΔY< 1

La primera define lo que se llama Propensión marginal al ahorro (pma) (definido como el ahorro adicional por cada unidad extra de ingresos) y la segunda la Propensión marginal al consumo (pmc) (entendido como el consumo adicional por cada unidad extra de ingresos).

Si representamos "'pma"' como a y pmc como b, se puede decir que:

pma = 1 - b

Es decir, la propensión marginal al ahorro por cada incremento en el ingreso es igual a ese incremento menos la fracción de ese aumento que se consuma.

Mirando desde el lado del consumo, y modificando la manera de expresar esa relación, se puede ver que ese también depende de esa propensión a consumir: C = bY

"Cruz keynesiana"

Lo anterior define la llamada ‘’’función del consumo’’’, que se puede entender como simplemente formalizando lo que se ha dicho anteriormente: que el consumo agregado es una función de la fracción del ingreso que no se ahorra, es decir, es la fracción dedicada a consumir. Más formalmente, que depende de la propensión a consumir. (por supuesto, lo mismo se puede decir del ahorro, lo que determina una ‘’’función del ahorro’’’).

Ahora, si la economía estuviera en equilibrio walrasiano o clásico, el consumo o demanda agregada seria equivalente a la producción (todo lo producido seria consumido y todos los ingresos solo vendrían de lo que se vende). Si representamos gráficamente lo anterior, eso constituiría una línea recta bifurcando (en un ángulo de 45 grados) el rectángulo delineado por línea vertical que representa la demanda agregada y la horizontal que representa el producto agregado (o ingreso agregado). Es decir, a cada aumento en una unidad del ingreso, existiría un aumento de una unidad en el consumo.23

En realidad, por supuesto, la situación es un poco más complicada, dado que el cuanto se reciba como ingresos depende no solo del consumo de bienes producidos actualmente sino también del cuanto se haya ahorrado en el pasado (o se ahorre en el presente); lo que se reciba como crédito. etc. Así, la demanda agregada real de un país en un momento determinado se puede representar:

donde:

es la Demanda Agregada, es el Ingreso total, es el consumo, es el ahorro o inversión (se usa I a fin de evitar confusiones), es el gasto público o de gobierno en bienes y servicios, son las exportaciones netas,

Si solo consideramos los elementos internos, eso se transforma en:

Di = C + I + G

En la cual Di es la Demanda “interna”.

Ahora, si estamos interesados en como el consumo depende del aumento de los ingresos individuales, podemos (debemos) diferenciar la fracción que no depende de los mismos: los gastos del gobierno, los resultados de exportaciones netas, lo que se recibe como créditos y ahorros anteriores, etc. Si denominamos esa fracción consumo autónomo ( ) y la incorporamos en la formula acerca de la propensión a consumir, podemos decir que cualquier aumento en el consumo depende de la siguiente relación:

C = A + mpc o C = + bY

La línea que tal función determina en el diagrama anterior no es la misma que la seria determinada por el equilibrio. Eso debido a que en esta nueva línea (azul en el diagrama) un aumento cualquiera en el ingreso no equivale, por las razones dadas, a un incremento exactamente similar en el consumo. Este modelo keynesiano simple 24 da origen al diagrama de la cruz keynesiana,25 introducido originalmente por Paul Samuelson.26

Si bien lo anterior es una versión simple del análisis keynesiano,27 sirve para mostrar tanto el origen del multiplicador keynesiano o efecto multiplicador del consumo28 29 como el hecho que la economía puede estar en “equilibrio” sin al mismo tiempo lograr pleno empleo de los recursos económicos (incluido el trabajo)30 (estado que es llamado “equilibrio keynesiano” o “equilibrio macroeconómico”31 ). (el porque aquí http://www.interzone.com/~cheung/SUM.dir/econthyk1.html )

En relación al segundo punto. Considerese esa línea azul en el diagrama. Cada punto en ella representa un punto de equilibrio macroeconómico, es decir, representa una variación dada en el consumo resultante de un cambio determinado en el ingreso. Desde el punto de vista keynesiano, cada uno de esos puntos representa un equilibrio entre lo que se ha producido y puesto en el mercado y lo que se compra (y consecuentemente, genera los ingresos de la población). Pero solo uno de esos puntos corresponde también a la línea generada por las condiciones del equilibrio clásico (el punto en el cual las dos líneas se cruzan), lo que corresponde a un cierto nivel de ingresos (Y'), pero, de hecho, la examinaron del archivo histórico muestra que el sistema económico no esta generalmente en ese punto. Sigue que la condición "normal" de un sistema económico no implica el pleno uso de los recursos económicos, incluyendo el pleno empleo 32

En relación al multiplicador del consumo, el argumento central es el inverso del de la “paradoja del ahorro”. Si alguien aumenta su consumo, eso constituirá un ingreso para algún otro, quien también aumentara fraccionalmente su consumo, y así sucesivamente.

La forma de calcular ese multiplicador es:

dado que: Di = C + I (sin considerar G o NX

y C = + bY

sigue que:

Y = + bY + I

si substraemos bY de ambos lados:

Y - bY = + I

factorizando Y:

Y (1-b) = + I

dividiendo por (1-b) da:

en el cual 1/1-b es el multiplicador y ( + I) es el componente autónomo (proveniente de ahorros y préstamos o algún incremento monetario) sobre el cual el multiplicador ejercerá su efecto.

Propensión a consumir, ahorro e inversión.

Así pues, la propensión marginal a consumir o Consumo Marginal es la variación del consumo cuando el ingreso disponible varía en una unidad, es decir, la relación entre una variación en el ingreso y la modificación correspondiente en el gasto en consumo.33

Formalizando lo anterior. Keynes postuló la ecuación del consumo:

En la cual C es el consumo total; Ca es el consumo autónomo (aquel consumo que no depende del ingreso), "b" es la propensión marginal a consumir, e Yd es el ingreso disponible. (Yd=Yt-T+TR, donde Yt es el ingreso total, T son los impuestos y TR son las transferencias).

Si la propensión a consumir ("b") es débil, las oportunidades de inversión no son atrayentes (dado que quienes invierten buscan ganancia. Una demanda baja reduce la posibilidad de obtenerla), consecuentemente, una parte del ingreso que no se consume tampoco se invertirá y la demanda efectiva se reducirá, por lo que la economía se contraerá y el nivel de empleo descenderá.34 De manera que como el ahorro y la inversión no siempre están en equilibrio,35 al estado le corresponde actuar para asegurar el nivel de inversión necesario para multiplicar la actividad económica y garantizar el pleno empleo.

En términos prácticos, y para contrarrestar la espiral negativa de los '30, Keynes proponía que en momentos de estancamiento económico, el estado tiene la obligación de estimular la demanda con mayores gastos económicos, de manera que consideró la política fiscal como un instrumento decisivo.

Teóricamente, hay tres maneras que el Estado puede financiar esos gastos: 1.- Aumentar los impuestos. 2.- Imprimir más dinero y 3.- Endeudamiento fiscal (uso de los dineros que la población está ahorrando). Keynes basa sus sugerencias sobre un dinero con valor relativamente estable, por lo que no es partidario del incremento indiscriminado en su "producción".36 Aunque para Keynes el incremento de impuestos era legítimo si se orientaba al aumento de la inversión pública y de la demanda, consideraba más apropiado financiar el incremento del gasto fiscal a través del endeudamiento,37 dedicando los impuestos recaudados al pago -posterior- de la deuda.38 El otro lado de esa política es que el Estado debe pagar esa deuda cuando sus ingresos aumenten, debido al incremento por ingresos de impuestos cuando eventualmente haya un auge (nótese: ese aumento en los ingresos se debe al auge o expansión en la economía, etc, no a un incremento en la tasa de impuestos). En otras palabras, la propuesta de Keynes es que el Estado debe jugar en general un papel contracíclico en la economía: estimulando la demanda en momentos de recesión y restringiéndola en momentos de auge. De esta manera, los ciclos económicos se aminoran y no se transforman en crisis.

Tasas de interés y rentabilidad

La teoría clásica suponía que las leyes del mercado harían mover las tasas de interés al punto adecuado para garantizar el rendimiento de las inversiones, pero también en este caso el dogma clásico apenas cubría casos excepcionales (generalmente, ese en el cual el capital esta lo suficientemente disperso como para estar sometido a competencia entre sus poseedores y todos consideran que invertir es mejor que mantener dinero en los bolsillos), en tanto la realidad funciona generalmente en otra forma:

La preferencia por la liquidez, lleva a la gente a atesorar o a tratar de tener dinero efectivo o disponible, Pero esa preferencia por la liquidez puede llevar a acciones dañinas a la conveniencia económica general. Por ejemplo, si hay incertidumbre o los precios decaen fuertemente, la población en general puede preferir mantener su dinero “en la mano”, tendencia que, si se generaliza, puede llevar a una profundización seria de la disminución de la demanda por bienes y servicios o incluso a un pánico bancario. Así, "la tasa de interés es el premio que tiene que ofrecerse para inducir a la gente para conservar su riqueza en cualquier otra forma distinta al dinero atesorado".39

Igualmente problemático desde el punto de vista general es el resultado de la acumulación de grandes cantidades de dinero en pocas manos. Esos “rentistas” llegan a estar en una situación que les permite demandar intereses excesivos por el uso de ese dinero, lo que tiende a disminuir la inversión y consecuentemente, deprime (aún en términos clásicos.- ver cita de Carlos A. Rodríguez) la economía en general.

Si las autoridades monetarias fallan en reducir las tasas de interés por debajo de la eficiencia marginal del capital, la economía se contraerá irremediablemente, aunque la causa de fondo del desánimo de la inversión no es el nivel de las tasas de interés sino la caída de la rentabilidad. Para Keynes, finalmente, una recesión "es el resultado del cambio cíclico de la eficiencia marginal del capital".40

Consideraciones políticas

Dentro de la coyuntura histórica, económica y política, el keynesianismo —y sus proyectos consecuentes como el Estado de Bienestar y el desarrollismo— dio a los dirigentes mundiales la oportunidad de salvar la democracia, cuya existencia llegó a verse amenazada debido al auge de las dictaduras producto de la incapacidad del liberalismo clásico de resolver la crisis.41 Debido a esta razón los principios del keynesianismo fueron aplicados de una u otra manera en gran parte de los Estados occidentales desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta que en los años '70 un nuevo tipo de crisis llevó a su cuestionamiento42 y el resurgimiento de aproximaciones clásicas bajo el neoliberalismo.43

Si bien las repercusiones político-económicas de Keynes y varios de sus partidarios son variadas, algunos creen que la idea del keynesianismo es salvar al capitalismo o mantenerlo estable.44 Desde el lado opuesto, pero quizás con la misma intención y similares mecanismos retóricos, Keynes es descrito como siendo "mucho más que un keynesiano. Sobre todo fue la figura extraordinariamente perniciosa y maliciosa que hemos examinado en este capítulo. Un encantador pero ambicioso estatista maquiavélico, quien personificaba algunas de las tendencias e instituciones más malignas del siglo veinte45 Quizás con una visión un poco más medida Waligosrky aduce que esas políticas fueron adoptadas: "como una resguardo contra el poder del mercado para socavar nuestras instituciones políticas y sociales más valiosas...(..).. un mercado totalmente libre es definitivamente no el mejor para una democracia, un mercado sin regulaciones no garantiza justicia ni prosperidad..."46

Desde el punto de vista del propio Keynes, y a nivel de la Economía política el punto central de su teoría se basa en una percepción derivada tanto de Marx 47 como de Schumpeter.48 Ambos pensadores consideran que la crisis es, en el mediano y largo plazo, una parte intrínseca del sistema capitalista (y que eventualmente lo destruiran) Ambos pensadores permiten entonces a Keynes sugerir que el sistema delineado por Adam Smith solo puede referirse a una etapa y momento específico en el cual el capitalismo se estaba desarrollando pero que en general, ese desarrollo no puede existir sin la crisis y no puede dar prosperidad a unos si es que no se está explotando a otros.49 Irónicamente, el keynesianismo podría retornar la acusación que los partidarios de la Escuela Austriaca le hacen "podríamos resumir la tesis de Hazlitt en que las falacias y los errores económicos provienen de fijar nuestra atención en los efectos que una medida económica tiene a corto plazo y sobre un reducido sector."50

Pero tal respuesta, a pesar de ser correcta, podría quizás llevar a un equívoco: si aceptamos que las crisis son parte inherente del capitalismo, la eliminación de ellas demanda medidas que vayan más allá que ese sistema. En sus palabras "solo el Estado puede restaurar los equilibrios fundamentales", y la participación del Estado implica movimiento hacia el socialismo. El problema —por lo menos para algunos— es que por un lado él desea que esa

transformación sea democrática51 y por el otro, cree que para eso se necesita un nivel de comprensión y control sobre la economía que, en su tiempo por lo menos, no existía. El cambio del sistema de propiedad de los medios de producción no basta para resolver los problemas de la economía. Keynes dijo en 1926, como respuesta a la proposición de que lo que se necesitaba era la "insurreción proletaria": "Nos hace falta, más que nunca, un esquema coherente... Todos los partidos políticos tienen sus orígenes en ideas del pasado, no en nuevas y ninguno más notoriamente como los de los marxistas. No es necesario debatir las sutilezas de lo que justificaría a un hombre promover su evangelio por la fuerza, porque nadie tiene ese evangelio. El próximo movimiento es con la cabeza, pero primero debemos esperar52 Keynes no puede pensar de otra manera. Si la percepción de que la descripción de Smith y las formalizaciones posteriores corresponden a un momento y lugar particular es correcta, sigue que las leyes generales de la economía, especialmente la "ingeniería económica" (esa rama que se refiere a las decisiones prácticas, del día a día, empresa por empresa, etc.) están por descubrirse; careciéndose de formalizaciones que, en su tiempo por lo menos, no existían (ver debate sobre el cálculo económico en el socialismo). Por ejemplo, los trabajos de de Jan Tinbergen, Wassily Leontief, Simon Kuznets, etc, todos fundamentales para la econometría todavía no habían sido publicados en esa fecha. (Las mismas percepciones de Keynes no fueron formalizadas (matematizadas) hasta los aportes de, primero, John Hicks y, posteriormente, en EEUU, Paul Samuelson.

La propuesta que Keynes eventualmente produjo -llamada socialista y siniestra por los partidarios de la Escuela Austriaca53 es la eliminación del poder de la escasez del dinero, situación usada y exacerbada, en su opinión, por la acción de los "rentiers" (especuladores, financistas o capitalistas) a través de la acumulación que les permite demandar altas tasas de interés por su uso, lo que lleva, en su opinión, al "poder progresivamente opresor de los capitalistas para explotar el valor de la escasez del capital" (ver cita anterior). Esa eliminación se basa en dos medidas fundamentales: el abandono definitivo del oro como moneda y su reemplazo con el sistema de divisa moderna, que se podría llamar dinero fiduciario pero que puede ser vista como un paso hacia la concepción del dinero como unidad de cuenta.54 La otra medida complementaria fue poner el rol de emisor del dinero y control sobre la Tasa de interés en el estado a través del banco central.55 Estas propuestas fueron generalmente adoptadas a nivel mundial con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial a nivel de los países, pero su corolario lógico (la adopción de un sistema monetario común independiente de los gobiernos individuales56 no lo fue. - (ver Bancor y Acuerdos de Bretton Woods)

El propio Keynes no ve esa propuesta de acción estatal -de utilización de los ahorros privados a beneficio común- como novedosa o extraordinaria en si misma. Por el contrario, es algo -que en su opinión- todos -los economistas- saben y aceptan, solo que es aplicada en casos excepcionales.57 El solo propone utilizar esa aproximación más generalmente: “Eso es por lo cual la guerra ha siempre causado una actividad industrial intensa. En el pasado la finanza ortodoxa ha considerado la guerra como la única excusa legítima de crear empleo a través del gasto gubernamental. Ud, Sr Presidente, habiéndose librado de tales preconcepciones, tiene libertad para utilizar en el interés de la paz y prosperidad esas técnicas que con anterioridad sólo se les ha permitido servir los propósitos de la guerra y la destrucción” (J.M. Keynes: Carta abierta a Roosevelt, punto 8). Lo que sí considera especial es la dilucidación de las relaciones económicas que sustentan el funcionamiento de

la economía. Principal entre esas es el papel que juegan el dinero, las tasas de interés y la demanda. Para Keynes, tal aclaración y subsecuente traspaso al poder del estado del control de ambos factores llevará a la desaparición de los “rentiers” (o por lo menos de ese aspecto de la función empresarial) lo que a su vez permitiría el uso completo de los factores de producción.58

En la actualidad algunos partidarios del neoliberalismo aún abogan por la vuelta al patrón oro. Alan Greenspan, por ejemplo, alega que "un antagonismo casi histérico hacia el patrón oro une a todos los estatalistas. Parecen darse cuenta, tal vez con mayor claridad y sutileza que muchos liberales, que el oro y la libertad económica son inseparables, que el patrón oro es un instrumento del laissez-faire, y que cada uno implica y requiere el otro.59 (curiosamente, al hacer esto parecen olvidar que von Mises en su crítica a Keynes sugiere que "El dinero es solamente el medio de intercambio generalmente empleado"60 ). Para ellos, la decisión de Bretton Woods no fue una falla de aceptación del keynesianismo y la imposición de los intereses de EE.UU. sino resultado las acciones de Harry D. White, representante de EEUU en esas conversaciones y acusado de ser un agente comunista.,61 lo que se utiliza para sugerir que tal decisión fue resultado de un complot gigantesco. Aparentemente así como algunos reducen todo a través de un "análisis de clases" a una conspiración burguesa, otros lo reducen, a través del análisis de las conspiraciones, a la acción del "estatismo".

Críticas

Las sugerencias de Keynes han sido objeto de varias tentativas de críticas, algunas de las cuales parecen demostrar no sólo una falta de comprensión de la posición de Keynes sino incluso de conceptos económicos o hechos históricos básicos.

Así, por ejemplo, Wilhelm Röpke escribió: “Puede creerse que hay épocas en las que medidas vigorosas para aumentar la oferta monetaria impedirán el desastre; pero una figura científica tan destacada como Keynes no puede impunemente extender el manto de su autoridad sobre la propensión crónica de todos los Gobiernos hacia la inflación. Puede creerse que en ciertas circunstancias un aumento de la deuda pública es el mal menor; pero tal medida temporal no puede impunemente transformarse en principio de carácter general.

A fin, aparentemente, de terminar con esa supuesta impunidad, Röpke alega62 que “Se puede descubrir en el mecanismo del ahorro problemas que exigen atención especial,... pero no se puede impunemente despojar a los hombres del sentimiento de que es bueno ahorrar, guardar una reserva para ellos y sus familias, en vez de gastarlo todo y después pedir ayuda al Estado –el mayor de todos los gastadores- en épocas de necesidad.” “Keynes acostumbró a una nueva generación a utilizar una lógica económica que gira únicamente en torno a cómo mantener la ‘demanda efectiva’ en la forma más segura al nivel más alto posible, mientras que el verdadero problema de la posguerra era el de cómo frenar a tiempo una prosperidad inflacionista.”63 “Un hecho de la época de posguerra, tan singular como comprometedor para el keynesianismo,.. La mayoría de los Gobiernos, y quizás la mayoría de los economistas, han adquirido penosamente conciencia de lo inadecuado de las enseñanzas de Keynes para enfrentarse con la inflación crónica de los años de la posguerra;” Röpke concluye: "Saber si las aportaciones de Keynes a la teoría económica y

a la técnica económica son correctas y en qué medida lo son, constituirá todavía durante mucho tiempo tema de discusión. Pero que en el nivel superior de la filosofía social y de la ética política estaba completamente equivocado, eso se ve ya con suficiente claridad”.

Para empezar, Röpke parece mal entender la posición de Keynes, quien nunca sugirió -ya sea directa o implícitamente, que se debe o que sería conveniente “despojar a los hombres del sentimiento de que es bueno ahorrar, guardar una reserva para ellos y sus familias”. Por el contrario, y de hecho, Keynes fue tan lejos como a proponer -durante la guerra- un plan de ahorros obligatorio.64 Más generalmente, y como hemos visto, la sugerencia de Keynes es que el Estado debe intervenir a fin de equilibrar las tasas de ahorro e inversión de forma tal que promuevan el crecimiento económico, utilizando directamente (tomando en préstamo) si es necesario, esos ahorros. Como es obvio, tal propuesta requiere ahorros por parte de “los hombres”, ahorros que, como hemos visto, Keynes consideraba deberían ser obligatorios si las circunstancias lo merecían.65

A continuación, no es obvio el por qué Röpke critica las supuestas "medidas vigorosas para aumentar la oferta monetaria " de Keynes. Como debería estar claro, la propuesta central de Keynes es que la demanda controla la producción en un sistema en el cual el valor de la moneda es relativamente estable. Keynes nunca planteó que la solución a los problemas económicos resida única o principalmente en el aumento indiscriminado de la oferta monetaria. Por el contrario, era partidario de mantener la cantidad del circulante dentro de límites determinados por una tasa de interés que favorezca la utilización máxima de los recursos económicos. Eso, en ciertas circunstancias, puede significar el aumento de la cantidad del dinero, En otras, un aumento de la velocidad de circulación del mismo. Pero en aún otras puede significar lo opuesto66 Lo fundamental, en la opinión de Keynes, es la relación tasa de interés - tasa de ganancia, no la cantidad de circulante. Esa cantidad es sólo uno de los instrumentos para controlar esa tasa67 y la propuesta de ponerla bajo control estatal es precisamente para lograr ese objetivo: estabilizar esa relación entre las tasas al nivel óptimo.68

Adicionalmente, no esta claro el por qué Röpke considera que la “inflación crónica” es un hecho singular o comprometedor para Keynes. Lo que si parece singular y comprometedor es que un economista alemán ignore la hiperinflación que ese país sufrió durante la época siguiente a la primera guerra mundial y el hecho que Keynes ya había denunciado-con anterioridad (tan temprano como en 1919)- a Röpke mismo y a quienes fueron influidos por sus propuestas- las políticas que causaron las crisis de posguerra.69 Y es no solo comprometedor sino que bordea en lo vergonzoso que alguien que sugiere estar hablando desde “el nivel superior de la filosofía social y de la ética política” considere que el período de la crisis puede ser caracterizado como un tiempo de “prosperidad inflacionista” -el problema siendo, como es de conocimiento general, la deflación y la extensiva falta de empleo.-. Tal posición parece implicar que Röpke ignora -entre otros- los millones de desempleados en Alemania antes del acceso de Hitler al poder -en el momento de esa acensión, sobre 6 millones, más del 40% de la fuerza de trabajo, estaba desempleada.- o las medidas que el banco central de ese país, bajo la dirección de Heinrich Brüning, adoptó a fin de solucionar la crisis (reducir, por decreto, los salarios). Posiblemente por lo menos parte del período durante el cual Hitler gobernó podría ser llamado de prosperidad (al menos para quienes el consideraba "arios puros"), pero quizás desde el punto de vista “del

nivel superior de la filosofía social y de la ética política” esa no sea la característica más notable del nazismo.70

Críticas más razonadas vienen de varios economistas, incluyendo algunos que se consideran fuertemente influidos por la visión de Keynes. Así, por ejemplo, J.K. Galbraith da tres elementos para tal crítica:

El Keynesianismo no ofrece un remedio generalmente aceptable para la inflación. A diferencia de lo que Röpke sugiere, el problema no es falta de propuestas,71 72 73 el problema son las consecuencias políticas de tales propuestas.74 75 Siendo explícito: se alega que el problema es que los gobernantes encuentran difícil -en épocas de prosperidad- poner en práctica las políticas anticíclicas que el modelo sugiere (aumentar las tasas de interés, controlar precios, salarios, restringir el circulante, etc) en la medida que tales propuestas ocasionan repercusiones que ponen en peligro los prospectos políticos de los gobernantes.76 Adicionalmente se sugiere que en ciertas circuntancias el gobierno puede encontrar ventajoso la inflación, en la medida que implica el traspaso de recursos económicos desde la población al estado.77 Sin embargo, es generalmente considerado que para el Keynesianismo la inflación es negativa78 y destabilizante79 en la medida que el aumento del circulante más allá de los parámetros marcados por la relación óptima entre tasa de interés y tasa de ganancia significa no solo traspaso de recursos sino también pérdida de la capacidad estatal de controlar mecanismos financieros (durante períodos expansionarios el circulante aumenta -al menos parcialmente- a través de la expansión del crédito privado, lo que fuerza al Estado a tomar medidas impopulares o dejar que la emisión de dinero escape de su control), lo que termina amenazando la situación económica de la sociedad en general.80 (para todo esto, ver Nicolás Kaldor: “The Scourge of Monetarism” -Oxford University Press, 1982.)

El Keynesianismo no ha demostrado ser efectivo en la solución de los problemas de falta de desarrollo económico. A pesar que los países desarrollados no han sido muy eficientes en cumplir los compromisos adquiridos, han hecho lo suficiente como para demostrar que la mera presencia o transferencia de capitales no es suficiente para producir ese desarrollo. Elementos tales como instituciones y cultura política, existencia (o falta) de infraestructuras, personal capacitado, etc. también tienen un papel importante. En consecuencia, el keynesianismo llegó a ser visto por algunos como una política de países ricos.

Keynes no expuso sus ideas tan clara y sistemáticamente como sería deseable. Se encuentran ambigüedades en sus obras. Por ejemplo, a veces Keynes habla como si lo que desea es avanzar hacia el socialismo. En otras ocasiones, se expresa contrario a esa visión y busca demostrar las ventajas que sus propuestas tienen para el capitalismo. En consecuencia, hay diferentes percepciones de lo que se podría llamar keynesianismo. Galbraith resume este problema diciendo que se llega al keynesianismo desde el conservadurismo y se termina siendo acusado de ser comunista. En este sentido Keynes mismo parece haber tenido una conciencia social y la impaciencia del hombre práctico81 -amén de la comprensión que sin resolver los problemas sociales se llegaría a una situación de profunda inestabilidad política - En

la otra mano, no tenía ningún problema en declararse elitista: "Puedo ser influido por lo que me parece es justo y el buen sentido, pero la lucha de clases me encuentra en el lado de la burguesía educada". Este problema de ambigüedad se extiende también a conceptos económicos.

Desarrollos posteriores

Esas ambigüedades que se han mencionado han dado origen a diferentes interpretaciones de las sugerencias de Keynes. Adicionalmente, el desarrollo de las teorías económicas ha llevado a una profundización y especificación de algunos de los conceptos empleados originalmente.

Una de las primeras "interpretaciones" de la obra de Keynes fue la Finanza funcional propuesta por Abba Lerner,82 quien sugiere el abandono de la tentativa de mantener un equilibrio económico y su reemplazo con la propuesta que el objetivo principal de las políticas económicas estatales es promover el crecimiento y desarrollo económico 83 (ver Aporte de Abba Lerner).

Entre las interpretaciones más conocidas se encuentra la llamada "síntesis clásico-keynesiana" o síntesis neoclásica, la cual busca reconciliar las percepciones keynesianas con las de la escuela neoclásica 84 (que inicialmente se consideraban contrapuestos85 ) -específicamente, el trabajo de Arthur Pigou, considerado el padre de la Economía del bienestar y las percepciones del Teoría del equilibrio general de Léon Walras - por parte de autores neokeynesianos tales como Paul Samuelson; John Hicks, Alvin Hansen y Franco Modigliani. Los neokeynesianos buscaron también integrar la concepción de Alfred Marshall acerca de un periodo de mercado,86 sugiriendo que las teorías de los neoclásicos se aplican al largo plazo económico mientras que las de Keynes se refieren al corto plazo. El centro teórico formal de esta aproximación son el Modelo tradicional o basado en el modelo IS-LM, introducido por Hicks87 y el modelo de la Cruz Keynesiana, introducido por Samuelson,88 también llamado del multiplicador simple.89 90 Esta visión continúa siendo utilizada incluso en el presente como fundación de los cursos de introducción a la macroeconomía.91 92 93

Desde esta aproximación se originó una de las versiones de la Nueva Economía del bienestar,94 95 a partir de una propuesta de Samuelson, basado en la percepción de que “ningún sistema de precios descentralizado puede servir para determinar óptimamente los niveles de consumo colectivo” lo que ocasiona la “imposibilidad de una solución espontánea descentralizada” a los cálculos envueltos para establecer un uso óptimo de esos bienes.96 (ver Condición de Samuelson).

La sugerencia central de esta aproximación puede ser resumida diciendo que la función central de las políticas económicas estatales es mantener un sistema económico en el punto en el cual las líneas de la cruz keynesiana se cruzan. Si esa condición se cumple, el sector privado, y la economía en general, funcionara eficientemente.

La posición alternativa temprana es el "postkeynesianismo", que se originó en el aporte de Joan Robinson, Piero Sraffa, Paul Davidson, Nicholas Kaldor, Michal Kalecki, y otros;

quienes enfatizan el papel que la incertidumbre tiene en asuntos económicos, especialmente los relacionados con inversión. Los postkeynesianos consideran válida la crítica fundamental de Keynes al concepto neoclásico de equilibrio de largo plazo, por lo cual critican fuertemente la posición neokeynesiana.97 98 99 Además, muchos de ellos consideran que la "Teoría General" no ha sido explorada en plenitud y que repagaría abundantemente un esfuerzo sistemático en ese sentido.

Si bien esta posición es minoritaria, es una de las fuentes principales de la Economía heterodoxa, y sus criticismos100 han dado lugar a algunos de los debates más interesantes y complejos en la teoría económica de la segunda mitad del siglo XX101 (ver, por ejemplo, Debate de las dos Cambridge).

Desde esta perspectiva, y a partir de una propuesta de Kaldor, se originó la otra rama de la "Nueva Economía del bienestar" (Eficiencia de Kaldor e Hicks o criterio de Scitovsky102 ).

Los postkeynesianos utilizan modelos que provienen tanto del ya mencionado Abba Lerner como otros proveniente de Dudley Dillard 103 y, más recientemente, de R. L Wray,104 los que se integran en la Teoría Monetaria Moderna.

Posteriormente, y a partir del ya mencionado análisis de Leijonhufvud105 acerca de la incertidumbre, el equilibrio y la racionalidad y profundizado por David Colander,106 el post-keynesianismo se reinvigora y transforma, dando origen a desarrollos que llevan a la llamada Economía de Complejidad.107

Específicamente la profundización del cuestionamiento de Keynes a la supuesta racionalidad de los actores económicos108 condujo o facilitó el desarrollo de la teoría de la racionalidad limitada 109 y, eventualmente, a la economía conductual.110

Más recientemente -y a partir de algunos desarrollos que, por un lado, bordean en lo sorprendente111 pero por el otro corresponden a desarrollos teóricos (ver, por ejemplo: Aporte de John B. Taylor) - aparece la "nueva síntesis keynesiana" o Nueva Economía Keynesiana. Los nuevos keynesianos aceptan el concepto neoclásico de racionalidad y de un equilibrio en el largo plazo pero da un papel central a la demanda agregada en el corto, lo que enfatiza el papel de los fundamentos microeconómicos en el consumo y la inversión. Los partidarios de esta escuela se ven como proveyendo soluciones microeconómicas para algunos de los problemas más difíciles en la concepción de Keynes, por ejemplo, el de la "pegajosidad" o "inercia" de sueldos y precios112 (Keynes apunta que hay una tendencia tanto en salarios como costos, etc, a mantenerse en un cierto nivel -ciertamente a no decaer- Esta tendencia fuerza la manipulación de otras variables a fin de obtener las relaciones óptimas y dificulta la obtención de esos resultados)

Los representantes más conocidos de esta escuela son (aparte del ya mencionado John B. Taylor) Gregory Mankiw; Joseph E. Stiglitz; Ben Bernanke. Se cuentan además David Romer, Olivier Blanchard, Nobuhiro Kiyotaki, y Michael Woodford.

Todo lo anterior ha conducido, a partir de la Crisis de liquidez de septiembre de 2008, a la llamada Resurgencia keynesiana 113 114 introducida por el trabajo de Paul Krugman 115 y James K. Galbraith.116

Enlaces externos

J.M Keynes, The General Theory of Employment, Interest and Money, 1936 (en inglés)

John Maynard Keynes, The Economic Consequences of the Peace (1919) (en inglés) John Maynard Keynes, An Open Letter to President Roosevelt (1933) (en inglés) Biografía corta y Numerosos enlaces a obras de y sobre Keynes (en inglés)

Ensayos sobre Maynard Keynes by Reuben L. Norman Jr., Ph.D. ( 1998-2007 )(en inglés)

EN CASTELLANO Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero - Fragmentos

EN CASTELLANO Resumen: Teoría General de Keynes

EN CASTELLANO Teoría general del empleo, el interés y el dinero; John Maynard Keynes (Resumen)

EN CASTELLANO C. M. Gómez Gómez: Keynes: La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero (análisis)

EN CASTELLANO Luis Orduna Díez (2005) Las ideas de keynes para el orden económico mundial

EN CASTELLANO Andreas Novy: Keynesianismo - Con ejemplos de América Latina

EN CASTELLANO A. Fiorito y Gustavo Murga(2006) "Keynes y sus interpretaciones II", Ediciones cooperativas.

EN CASTELLANO León Díaz, John Jairo: Keynesianismo, Poskeynesianismo y Nuevokeynesianismo

EN CASTELLANO Kicillof, Axel (2011): Una exégesis de “Mr. Keynes y los clásicos” de J. R. Hicks. El nacimiento del modelo IS-LM o el pecado original de la moderna macroeconomía

Notas

1. ↑ "Keynesianismo"; Economía. Diccionario Enciclopédico 6:212. Barcelona: Planeta, 1980.

2. ↑ Esencialmente, condiciones de competencia perfecta, que requerirían no solo la ausencia de todo tipo de organizaciones gremiales o sindicales (no solo de trabajadores pero también de empleadores, incluyendo asociaciones de capital social, las llamadas sociedades anónimas o limitadas o cualquier otra forma de monopolio u oligopsonio), pero también información perfecta sobre el mercado y alta flexibilidad tanto de flujos de capital como de trabajo y habilidades. Obviamente esa, por deseable que sea, no es una situación real. Por ejemplo, la ausencia de personal calificado dificulta la creación de empresas “de avanzada” en países en los cuales hay altos niveles de desempleo y en los cuales, teoréticamente, seria altamente conveniente invertir en esas áreas a fin de tomar ventaja de esa abundancia de trabajo: las habilidades de los trabajadores no son libre y universalmente transferibles de un tipo o área de trabajo a otro. Sugiere que puede haber ausencia de trabajadores disponibles en un área económica aun cuando haya un alto nivel de desempleo. (Ver también debate sobre Asimetría de la información)

3. ↑ Keynes escribe: "son solo un caso especial... que asume una situación que es el punto límite de las posibles situaciones de equilibrio". Teoría General, etc., primer capítulo.

4. ↑ Raúl Prebisch (1947). Introducción a Keynes: 25. México: Fondo de Cultura Económica

5. ↑ John Stuart Mill (1844): " Lo que un país necesita para hacerlo más rico, nunca es el consumo, sino la producción...." en Essays on some unsettled Questions of Political Economy ESSAY II. OF THE INFLUENCE OF CONSUMPTION ON PRODUCTION.

6. ↑ John Stuart Mill (1844): "El caso, sin embargo, es diferente después de la separación de los empleos. En una sociedad civilizada, un solo productor se limita a la producción de una mercancía, o un pequeño número de ellas, y su prosperidad depende, no solamente en la cantidad de la mercancía que ha elaborado y almacénado, pero a su éxito en encontrar compradores para ese producto.".."Es cierto, por lo tanto, que, para cada productor o distribuidor, es importante una gran demanda, una circulación ligera, un consumo rápido, de las mercancías que vende en su tienda o produce en su fábrica. El comerciante cuya tienda se llena de clientes, que pueden disponer de un producto casi al mismo momento en que se ha producido, hace grandes ganancias, mientras que su vecino, con un capital igual, pero menos clientes, gana relativamente poco." en Essays on some unsettled Questions of Political Economy ESSAY II. OF THE INFLUENCE OF CONSUMPTION ON PRODUCTION.

7. ↑ Keynes (Teoría general, cap. 21) describe esto como la diferencia entre una teoría del equilibrio estacionario y una acerca del: ""equilbrio cambiante"- significando por esto último una teoría de un sistema en el cual las percepciones acerca del futuro son capaces de influir la situación presente". (ver también nota más abajo)

8. ↑ Keynes escribe: “We have seen above that the marginal efficiency of capital[1] depends, not only on the existing abundance or scarcity of capital-goods and the current cost of production of capital-goods, but also on current expectations as to the future yield of capital-goods.” (Teoría General: cap 22. Ver también cap 5) Quizás sea conveniente mantener presente en relación a esa visión que Keynes -a pesar de dar clases de economía en la universidad de Cambridge no era solamente un economista académico. Llegó a ser gerente general de una de las empresas de

seguros más grandes en Inglaterra en esa época, trabajo que le hizo millonario. La percepción que lo anterior le dio sobre los motivos y razones de empresarios en general informan sus teorías

9. ↑ Carlos A. Rodríguez: En el modelo clásico “Para la ganancia esperada los gastos de inversión varían inversamente con la tasa de interés. Por ejemplo, una empresa con un gran número de proyectos de inversión que ofrecen rendimientos esperados variados, puede establecer un rango de esos proyectos de acuerdo al nivel de ganancias esperadas. En este caso, la tasa de interés representa el costo de tomar prestados esos fondos para financiar los proyectos de inversión. A una tasa de interés alta, menos proyectos generarán ganancias netas. Por el contrario, a tasas de interés bajas, menor es el costo de tomar prestado, y más proyectos de inversión generan ganancias netas. Es decir, que la inversión depende inversamente de la tasa de interés, la oferta de bonos del gobierno es exógena y la de las empresas es igual al gasto de inversión. en Posturas principales respecto a la tasa de interés p 3

10. ↑ Keynes agrega otra situación: si el ingreso es tan grande que excede notablemente el gasto necesario y posible. Introduce aquí una diferencia entre los que defieren gasto actual para gastar en el futuro más o menos cercano y los que simplemente no pueden gastar lo que reciben como ingreso y proceden a "acumular" (hoard) dinero para "invertir" transformándose así en lo que él llama "rentistas" (aquellos que viven de los intereses que resultan de tales inversiones o préstamos). Para el interés del presente argumento lo relevante es que ambos tipos de retiro del circulante llevan a una disminución de la demanda. Otros aspectos de esta diferencia se tocarán más adelante

11. ↑ El desarrollo de esta percepción llevo a Franco Modigliani a desarrollar su “hipótesis del ciclo de vida”, de acuerdo a la cual los individuos tratan de mantener un estándar de vida a través de ella. Dandose cuenta que en su vejez o al retirarse sus ingresos disminuirán, proceden racionalmente a ahorrar en el presente a fin de mantener su nivel de gastos en ese futuro. Esto explicaría una variedad de fenómenos económicos -por ejemplo, el porqué cuando la riqueza aumenta o la economía se expande, los ahorros disminuyen en relación a los ingresos- El trabajo en esta área dio a Modigliani el Premio Nobel de economía en 1985.

12. ↑ Los economistas diferencian dos situaciones que llevan a la reducción de precios. Ambas pueden ser vistas como correspondiendo a momentos diferentes en un ciclo económico. La primera corresponde a caída de precios debido expansión de la producción. Esta situación corresponde a la descrita tanto por Smith, Ricardo, Marx, etc., y los llevó a postular que, en la medida que la producción se expande, la tasa de ganancia decae, lo que a su vez promueve expansión e innovación, pero al mismo tiempo mantiene salarios relativamente bajos, todo lo cual termina en una crisis de sobreproducción, lo que provoca otro proceso deflacionario, esta vez debido a la incapacidad de la demanda de absorber lo producido. Una situación similar se puede observar con el fordismo, el que -dado que aumenta la capacidad de demanda- permitió una gran expansión de la producción industrial, pero, en la opinion de Keynes, llevo a su vez a una escasez de capital, lo que produce que el desarrollo se estanque, lo cual produce que el empleo caiga, con lo que se incrementa la escasez de capital, etc. Esto, a su vez, lleva de nuevo al segundo tipo de deflación: preocupados por la incertidumbre, la demanda (no solo de bienes, sino

también de inversiones y otros servicios) cae catastróficamente y lo mismo sucede con los precios y la producción, completándose el ciclo.

13. ↑ E. JOHNSON, ROBERT D. LEY, THOMAS CATE: “Para Keynes, el equilibrio macroeconómico es sólo el punto donde sistema se estaciona, lo que se logra cuando la fuerzas opuestas en el modelo teórico se balancean. En el modelo básico, que figura en la Teoría General, las fuerzas opuestas son los encargados de adoptar decisiones en los hogares, que determinan la división de su renta disponible entre el previsto consumo y ahorro y los responsables de tomar decisiones comerciales, quienes deben determinar la inversión planificada. Cuando los planes de estas fuerzas opuestas están en equilibrio, la suma de las filtraciones ex ante será igual a la suma de las inyecciones ex ante en el flujo de ingresos. Y todos los mercados se vaciaran, con o sin salarios y / o precios flexibles, y el equilibrio macroeconómico es alcanzado, con o sin pleno empleo.” en The Concept of Equilibrium: A Key Theoretical Element in Keynes’ Revolution

14. ↑ . Economistas llaman a esta situación “equilibrio de subempleo”. Conviene notar que en realidad la situación no es estable en el sentido común de la palabra, sino un ejemplo de lo que se llama equilibrio dinámico. Ver, por ejemplo: Jacques H. Drèze (edt) “Advances in Macroeconomic Theory”.- Palgrave Macmillan (2001) (en ingles)

15. ↑ J. Robinson: “Economics of Imperfect Competition” Macmillanm London, 1933- Por esos trabajos Robinson fue elegida -la única no residente (aparte de ser la única mujer)- presidente de la Asociación de Economistas de América. Ella es también la única mujer que ha sido considerada para el Premio Nobel de economía.

16. ↑ existen también, debo admitir, fuerzas que uno puede con justicia describir como automaticas las que operan bajo cualquier sistema monetario en la direccion de restaurar un equilibrio a largo plazo entre los ahorros y las inversiones. Lo que dudo -a pesar de que es contrario a lo que generalmente se cree- es si esas fuerzas automáticas tenderán... no solo un equilibrio entre los ahorros y las inversiones, sino también un nivel óptimo de producción” (J. M. Keynes, Collected Writings, Vol. 13, 1973: p.395)

17. ↑ La frase que es comúnmente atribuida a Keynes -Solo el estado puede restaurar los equilibrios fundamentales- ha llegado a transformarse en un “lugar común” de la economía política moderna. Así, por ejemplo, durante la Crisis económica de 2008-2009 los periódicos de diferentes países la usaron repetidamente (ver, por ejemplo: Der Spiegel al respecto. y Angela Merkel proclamo “Solo el estado es capaz de restaurar la confianza necesaria. Anders Aslund -economista del Peterson Institute for International Economics agrega only the state can restore confidence in capitalism. Keynes es un poco más medido. De acuerdo con varios autores la frase es: “Solo el Estado tiene la capacidad de actuar en el interés general”. (Ver, por ejemplo: How to Organize a Wave of Prosperity - The Evening Standard, 31 July 1928) etc.

18. ↑ "Para Keynes los aumentos de la demanda agregada determinan aumentos más que proporcionales en los ingresos. A su vez, un aumento del ingreso nacional es equivalente a un aumento del producto nacional y, por lo tanto, del empleo.” Departamento de Economía de la Universidad de la República en ”Economía para NO economistas ” p 139: El Multiplicador keynesiano del gasto

19. ↑ Héctor Daniel Z: “La idea básica asociada con el concepto de multiplicador keynesiano es que un aumento en el gasto originará un aumento mayor del ingreso de equilibrio. El multiplicador keynesiano será mayor cuanto mayor sea la propensión marginal a consumir. Intuitivamente, el concepto de multiplicador keynesiano refleja que ante un incremento en la inversión (por ejemplo, la instalación de una planta industrial productora de envases de vidrio) se genera un efecto directo sobre el nivel de actividad y del empleo resultante de la inversión en cuestión, pero también se produce un efecto derrame, como consecuencia de la mayor demanda de servicios de mantenimiento industrial, de logística de insumos, de materias primas, de energía, entre otros, necesarios para poner en práctica la inversión.” en LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO CON EL FIN DE ESTABILIZACIÓN ECONÓMICA: LA ÓPTICA DE LA TEORÍA KEYNESIANA.

20. ↑ Alcides José Lasa Capítulo 3 El impacto de la revolución keynesiana sobre las finanzas públicas

21. ↑ Introducción a la Economía.- ver también Marco Antonio Plaza V: EL PRINCIPIO DE LA EFICIENCIA MARGINAL DEL CAPITAL

22. ↑ PREFERENCIA POR LA LIQUIDEZ - ver también Mario Guillermo Gómez O: 4.4.1. La preferencia por la liquidez y la tasa de interés

23. ↑ Esta es la visión clásica y neoclásica: los ingresos solo provienen de las ventas de lo que sea se haya producido. Cualquier ahorro es “oferta de capital” y cualquier inversión es “consumo de ahorro” (por el cual “el precio” es el interés). Sigue que cualquier variación en ingreso es resultado de una variación similar en ventas/ consumo. Ver Ley de Say y Ley de Walras

24. ↑ William R. Parke: The Simple Keynesian Model25. ↑ Steven M. Suranovic (2005): The Keynesian Cross Diagram (en “International

Finance Theory and Practice”)26. ↑ Paul Samuelson: Economics (1948)27. ↑ Robert Schenk: Overview: The Multiplier Model28. ↑ Andrew Rose; “Global Macroeconomics”, cap 8:

“Keynesian   Cross”   or   “Multiplier ”   Model 29. ↑ Mathew Forstater: The Multiplier30. ↑ The Keynesian Theory31. ↑ KEYNESIAN EQUILIBRIUM32. ↑ Ver, por ejemplo, Carmen Córcoles F: Análisis de los efectos del gasto público en

la economía española en el período 1980-1990 a través del multiplicador estructural Cap III: EL multiplicador keynesiano, pp 96 y sig

33. ↑ Prebisch, R. op.cit. p.42.34. ↑ Prebisch, R. op.cit. p.p. 40-41.35. ↑ Hansen, Alvin (1957). Guía de Keynes: 59. México: Fondo de Cultura

Económica.36. ↑ Keynes es reluctante a aumentar la cantidad de dinero más allá de su tasa natural

de crecimiento (entendida como la que permite que un aumento en la cantidad de dinero equivalga a un aumento en la cantidad de servicios monetarios que la cantidad total de circulante representa) porque tal incremento podría alterar la base de los calculos economicos practicos: la tasa de interes. Keynes sugiere que los calculos economicos se basan en "una expectacion de relativa estabilidad en los

costos futuros (tasa de interes) del dinero, lo que no se podría hacer con confianza si el estandar de valor (dinero) fuera una mercancia con un alto grado de elasticidad de produccion" (Teo Gen, cap 17). En realidad el argumento es un poco más complejo. Keynes no esta sugeriendo que hay una tasa de interes natural, sino que hay una tasa de interes que corresponde a cada situacion de nivel de empleo. Asumiendo entonces que el proposito del ejercicio es llegar al pleno empleo, la cantidad de dinero que deberia circular es aquella que corresponde a una tasa de interes "optima" (la que promueve pleno empleo). Esa no es una cantidad absolutamente fija, pero oscila dependiendo de otros factores, lo que implica que modificar la cantidad de dinero sin consideracion a esos elementos puede tener repercusiones negativas para la economia en general. - Ver Teo Gen, cap 17, etc.

37. ↑ Keynes consideraba que un aumento en los impuestos puede conducir a la disminucio de la demanda "privada" por bienes y servicios, lo que no es positivo si se desea aumentar esa demanda. La deuda publica, en la otra mano, solo busca utilizar esa fraccion que los ciudadanos hayan ahorrado.

38. ↑ . Para un analisis más detallado, ver Prebisch, R. op.cit. p.43.39. ↑ Hansen, A op.cit. p.11440. ↑ Prebisch, R. op.cit. p.p. 85,89.)41. ↑ John Kenneth Galbraith Un viaje por la economía de nuestro tiempo (1994)42. ↑ La política: Instituciones políticas - CRISIS DEL ESTADO DEL BIENESTAR:

REPLANTEAMIENTO Y PERSPECTIVAS DE FUTURO - Wikilearning43. ↑ ver, por ejemplo, Henry Hazlitt "Economía en una lección"44. ↑ esta parece ser la vision de Trotsky. En efecto, él se refería a las posiciones

políticas que buscaban implementar las teorías de Keynes así: el filisteo demócrata y el burócrata estalinista, si no gemelos, son por lo menos hermanos espirituales. Políticamente, pertenecen, en todo caso, al mismo campo. Sobre la colaboración de estalinistas, demócratas y liberales reposa actualmente el sistema gubernamental de Francia y, añadiendo los anarquistas, el de la España republicana. Si el Independent Labour Party de Inglaterra ofrece una tan pobre apariencia es porque durante años no ha salido de los brazos de la Komintern. (...), con ello tanto más seguramente se convierten en jefes de la pequeña burguesía contra el proletariado. - Trotsky Escritos filosoficos, pp 62 (Su Moral y la Nuestra. Coyoacán, 16 de febrero de 1938)

45. ↑ Murray N Rothbard, "Keynes the Man" en http://www.mises.org/etexts/keynestheman.pdf (en inglés) Rothbard nos informa que Keynes dijo que su sociedad preferida "significaria la eutanasia del que vive de los intereses monetarios (rentier) y, consecuentemente, la eutanasia del poder progresivamente opresor de los capitalistas para explotar el valor de la escasez del capital"

46. ↑ . Liberal Economics and Democracy.- ISBN 978-0-7006-0803-4 - http://www.kansaspress.ku.edu/wallib.html

47. ↑ La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con él todo el régimen social. (Manifiesto Comunista)

48. ↑ el capitalismo depende en "temporales permanentes de destruccion creativa" (Capitalismo, Socialismo y Democracia)

49. ↑ La llamada "teoría de la inestabilidad inherente". Posteriormente Hyman Minsky desarrollo esa percepción a través del estudio del ciclo financiero de las empresas (el llamado “ciclo de Minsky”). De acuerdo a esta visión, empresas que inician una área económica están, generalmente, bien financiadas y reciben ingresos suficientes como para cubrir sus costos y producir ganancia. Empresas que llegan a esa área posteriormente -confrontadas con una disminución de la tasa de ganancia- recurren a la deuda para financiarse. Esa tendencia continua hasta que eventualmente las empresas están recorriendo a prestamos incluso para financiar el pago de dividendos e intereses de deudas previamente contraídas. Puede incluso llegar a ser el caso que muchos “inversionistas” -realizando que “inversiones de corto plazo”, ya sea en acciones o bonos, etc, puede producir grandes ganancias, recurran a la deuda a fin de invertir. En algún momento algo sucede y el edificio completo colapsa, el resultado exacto dependiendo de cuan avanzado se este en el ciclo y cuan extensamente se haya difundido a través del sistema económico. (ver, por ejemplo Wolfson, Martin H: “Minsky’s Theory of Financial Crisis in a Global Context”, Journal of Economic Issues, 1ro de junio de 2002)

50. ↑ Reseña de "La economía en una lección" de Henry Hazlitt, Juan Ramón Rallo Julián en http://www.liberalismo.org/articulos/59/

51. ↑ “Ud puede sentir, Sr Presidente, a estas alturas, que mi crítica es mas obvia que mi simpatía. Pero ese no es verdaderamente el caso. Ud permanece, en mi opinión, el gobernante.... que ve la necesidad de un cambio profundo de medios y está tratando de lograrlo sin intolerancia, tiranía o destrucción...” (Keynes, Carta abierta a Roosevelt, punto 14) y “Pero mas allá de esto, no se ven razones obvias para un sistema de socialismo estatal. No es la propiedad de los medios de producción lo que es importante que el Estado controle. Si el Estado es capaz de determinar el uso agregado de recursos dedicados a aumentar los instrumentos (Keynes usa esa palabra para designar bienes de capital) y la tasa básica de recompensa a quienes los poseen, habrá logrado todo lo que es necesario. Aún más, las medidas de socialización necesarias pueden ser introducidas gradualmente y sin romper la tradición general de la sociedad” (Teoría general, etc, cap 24)

52. ↑ comentario sobre "A dónde va la Gran Bretaña" (Trosky) en http://www.marxists.org/history/etol/document/comments/keynes01.htm

53. ↑ Marx y Keynes: Paralelismos siniestros- en http://www.liberalismo.org/articulo/383/40/

54. ↑ . Curiosamente parece haber aquí un acuerdo entre Keynes y su gran oponente, Von Mises, por lo menos en relación al papel del dinero. En efecto, Von Mises dice, en relación a la Ley de Say: "Las mercancías, decía Say, se pagan en última instancia no con dinero, sino con otras mercancías. El dinero es solamente el medio de intercambio generalmente empleado; juega sólo el papel de intermediario. Lo que, en definitiva, el vendedor quiere recibir a cambio de las mercancías vendidas son otras mercancías". Von Mises: Lord Keynes y la Ley de Say (en http://www.liberalismo.org/articulo/341/40/ )

55. ↑ . Generalmente con un rol autónomo dentro de ciertos objetivos, tales como fijar la tasa de interés a fin de promover crecimiento económico y estabilidad monetaria

56. ↑ Luis Orduna Díez (2005) Las ideas de keynes para el orden economico mundial57. ↑ Ya Adam Smith había observado: “Cuando la guerra viene, los políticos son tanto

incapaces como reluctantes de aumentar los impuestos en proporción al aumento de

los gastos. Son reluctantes porque temen ofender a la gente, quienes, debido a un aumento tan súbito y mayor en los impuestos, pronto la encontrarían inconveniente... La facilidad del empréstito los libra de ese predicamento.. A través de préstamos ellos, con un aumento muy moderado en los impuestos, pueden levantar, año tras año, el dinero suficiente para conducir la campaña y a través de la práctica del financiamiento perpetuo se les permite, con el mínimo aumento de los impuestos (a fin de pagar los intereses de la deuda pública) levantar anualmente el máximo de dinero (para financiar la guerra)” - Adam Smith, La riqueza de las naciones (1776). Libro V, Capítulo 3, Artículo III: De la Deuda Publica -

58. ↑ Veo el aspecto “rentier” del capitalismo como una fase transicional que desaparecerá cuando haya efectuado su labor. Y con la desaparición de esa fase rentier mucho mas sufrirá un cambio profundo. Será además una gran ventaja del orden de cosas que estoy proponiendo, que la eutanasia del rentier, del inversionista sin otra funcion, sera una continuación prolongada y gradual de lo que hemos visto hace poco en Gran Bretaña, y no necesitará una revolución. (J.M. Keynes: Teoría general, etc, cap 24)

59. ↑ Gold and Economic Freedom.- Alan Greenspan (en inglés) en http://www.321gold.com/fed/greenspan/1966.html

60. ↑ Ludwig von Mises Lord Keynes y la Ley de Say -Traducido por Juan Ramón Rallo Julián

61. ↑ "Harry Dexter White, un comunista en el FMI" por Francisco Cabrillo en http://www.libertaddigital.com/index.php?action=desaopi&cpn=16988

62. ↑ “Introducción a la Economía Política” de Wilhelm Röpke – Unión Editorial SA – ISBN 84-7209-019-1

63. ↑ Röpke parece avanzar aquí el mismo argumento que los partidarios de la escuela austriaca avanzan cuando confrontan crisis: el problema es- se aduce- que hubo “demasiada prosperidad” -entendida como exceso de demanda- con anterioridad. Dejando de lado si eso es correcto (lo que Lionel Robbins -uno de los proponentes iniciales de la sugerencia - llego a dudar: “A partir de la asunción que el diagnóstico de liberación monetaria excesiva e inversiones erróneas fuera correcto -lo que ciertamente no es un asunto resuelto"), dos problemas permanecen irresueltos: que hacer al respecto y el por qué no lo proponen durante el período de “prosperidad inflacionista” misma. El ejemplo más reciente y notorio de este problema es el de Alan Greenspan, quien, a mediados del 2007, durante la burbuja que precedió a la La crisis de liquidez de septiembre de 2008, respondió -cuando se le advirtió de las consecuencias de la gran expansión de deuda -tanto individual como nacional- que estaba sucediendo- que en todo caso esa deuda no era problema (“Tales temores ignoran un hecho fundamental de la vida moderna: en una economía de mercado, el aumento de la deuda va de la mano con el progreso”), dando así origen a lo que llego a ser conocido como el “Greenspan Put” (“no importa que sea lo que falle, la Reserva Federal lo rescatará a través de crear el suficiente dinero barato para sacarlo de sus problemas”). Sin embargo, y con posterioridad, al comienzo de la crisis, Greenspan rastreó su origen al “exceso de crédito” (“La accesibilidad de crédito doméstico barato y aparentemente sin límite alentó una locura de construcción y compra.. lo que sucedió a continuación es ahora una historia penosamente familiar”. )-, Alan Greenspan, “The Age of Turbulence: Adventures in a New World. New

York: Penguin Press. ISBN 1-59420-131-5. OCLC 122973403 capt 18, -“Cuentas corrientes y deuda”- y “Epílogo” respectivamente)

64. ↑ J. M. Keynes (1940): How to pay for the war: a radical plan for the chancellor of the exchequer. En esa obra Keynes argumenta a favor de financiar los gastos de la guerra mediante los impuestos y imposición de ahorros obligatorios sobre la población, lo que, en su opinión, tendría el beneficio adicional que produciría un auge en la demanda posteriormente a la guerra. (de hecho, durante la Segunda Guerra Mundial esa propuesta fue implementada tanto en Inglaterra como en EEUU. contribuyendo en ambos países de gran manera a los gastos de guerra y después, con el retorno de los ahorros a los individuos, a la prevención de la deflación)

65. ↑ El punto es indudablemente complejo, pero es difícil entender como un autor de la talla de Röpke -quien era un importante miembro de la Sociedad Mont Pelerin- parece no tener familiaridad con el concepto de ahorro forzado (ver A. von Hayek (1932): A Note on the Development of the Doctrine of "Forced Saving"). Cualquier estudiante de Keynes debería saber que este trazaba su posición en este respecto a las sugerencias de Wicksell en relación a la “Teoría del ahorro forzado” (ver Knut Wicksell: Selected Essays in Economics, Volume I VOLUNTARY OR FORCED SAVINGS?) de acuerdo a las cuales los aumentos de inversión debido a aumentos de la masa monetaria producen, ex post, una cantidad de ahorro igual al aumento inicial de la inversión. En otras palabras: la financiación inicial de una inversión mediante el crédito conduce a una alza de precios que reducen la demanda en relación al circulante post crédito (pero la aumenta en relación al circulante antes del crédito) y producen, post facto, el ahorro requerido para financiar el crédito inicial. Esta propuesta invierte las percepciones de la teoría económica precedente: no es el ahorro lo que produce la inversión, si no más bien al revés. Ver, por ejemplo, acerca de la posición de Keynes: Michael C. Lovell (1963): A Keynesian Analysis of Forced Saving. Acerca de las posiciones de Wicksell: UNIVERSIDAD DE ALCALA Profundizando y renovando las bases de la economía marginalista: equilibrio monetario y teoría del interés (punto 3.5 La tercera etapa del mecanismo indirecto: la estabilización del sistema.) - Bertil Ohlin (1937),: Some Notes on the Stockholm Theory of Savings and Investment I.- Mas en general: Jürg Niehans (1965): Interest Rates, Forced Saving, and Prices in the Long Run; F JIMENEZ: EL DINERO Y SU RELACION CON LOS PRECIOS: ANALISIS CRITICO DEL MONETARISMO NEOCLASICO AL TRATADO DEL DINERO DE KEYNES

66. ↑ Esa situacion había sido ya esclarecida por Irving Fisher, a quien Keynes referencia varias veces y con cuyo trabajo cualquier economista -incluso en los tiempos de Röpke- deberia estar familiarizado.

67. ↑ Michael Kumhof Fiscal crisis resolution: Taxation versus Inflation68. ↑ E incluso la derivación de tal visión no debería haber sido una gran novedad para

Röpke. Ya Ricardo había observado: "Las solicitudes de dinero al Banco, entonces, dependen de la comparación entre la tasa de ganancia que se puede obtener por el uso de ese dinero y la tasa a la cual ellos (Los Bancos) están dispuestos a prestarlo. Si cobran menos que la tasa de interés del mercado, no hay límite a la cantidad de dinero que no podrían prestar - si cobran más que esa tasa, nadie, sino los usureros y los derrochadores, será encontrado para tomar empréstitos de ellos" David Ricardo:

On the Principles of Political Economy and Taxation.- Chapter 27: On Currency and Banks, párrafo 33 (en inglés en el original)

69. ↑ Por ejemplo: "Se dice que Lenin declaró que la mejor manera de destruir el sistema capitalista es devaluar su moneda. Por un proceso continuo de inflación, los gobiernos pueden confiscar secretamente, sin ser observados, una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos. A través de este método ellos no solo confiscan, sino que confiscan arbitrariamente; y mientras el proceso empobrece a muchos, enriquece a algunos..... Y en la medida que la inflación avanza y el verdadero valor de la moneda fluctúa libremente mes a mes, todas las relaciones permanentes entre depositantes e inversionistas, que forman las bases últimas del capitalismo, llegan a desordenarse de tal manera que empiezan a carecer de sentido, y el proceso de generación de riqueza degenera en una lotería y una apuesta. (...) La inflación de los sistemas monetarios europeos ha llegado a límites extraordinarios. Los gobiernos beligerantes, incapaces o demasiado tímidos o faltos de previsión para asegurar a través de empréstitos o impuestos los recursos que necesitaban, han imprimido billetes por el balance..- ( J.M. Keynes: The Economic Consequences of the Peace (1919) cap 6)

70. ↑ Para ser quizás mas justos con Röpke que lo que él es con Keynes, es posible que su crítica se dirija no tanto a Keynes como a una de las implementaciones del keynesianismo mas conocidas en Europa: las “Finanzas funcionales” de Abba Lerner. ya que el tercer principio de esas finanzas argumenta que el gobierno debe imprimir dinero a fin de financiar sus proyectos, sin cuidado a los principios de las “finanzas sanas”. Sin embargo, Röpke encontraría difícil mantener su acusación contra esa aproximación, dado que otro de sus principios -el segundo- específicamente menciona que la acción estatal debe buscar evitar la inflación. Ver Finanza funcional

71. ↑ Edmund S. Phelps, Antoni Bosch Domènech: Economía política especialmente capt XXI: “La inflación; sus causas y su control”

72. ↑ John Petroff: COMPARACIÓN ENTRE EL MODELO CLÁSICO Y EL DE KEYNES

73. ↑ Valpy FitzGerald: MODELOS MONETARIOS Y CONTROL DE LA INFLACIÓN EN LAS ECONOMÍAS DE MERCADO EMERGENTES

74. ↑ Por ejemplo: “La inflación aparece como un mecanismo por el que las diversas fuerzas sociales, que se instalan a su turno en el poder, logran asegurar el valor real de sus ingresos. Es decir, que la inflación no es ni un fenómeno neutro, ni aséptico, o una especie de maleficio... sino que hay grupos sociales que.. se benefician de ella.” Jürgen Schuldt, Alberto Acosta: Inflación: enfoques y políticas alternativos para América Latina y el Ecuador p 9

75. ↑ Esteban Mercatante: Keynes, la inflación y los salarios76. ↑ En la medida que tales acciones son percibidas por diferentes sectores ya sea

como inímicas al crecimiento económico o como tentativas de hacer recaer los los costos de la prosperidad general sobre un sector determinado o excluir a ese sector del beneficio de tal prosperidad

77. ↑ Keynes mismo plantea este punto. Él considera que el aumento de precios en relación a los salarios representa una transferencia potencial de recursos al estado, si éste extrae impuestos sobre tales excesos de ganancia dada la misma producción.

Para un análisis más detallado de esto y problemas asociados, ver: Allan H. Meltzer: Keynes's Monetary Theory

78. ↑ por ejemplo: Mario Rapoport aduce: "En este sentido, la inflación afecta el reparto de las riquezas, mientras que la deflación la producción de bienes. Pasamos por alto que la realidad es más compleja y supone, en cada caso, situaciones distintas y ganadores y perdedores diferentes. Pero Keynes concluye, “la inflación es injusta y la deflación inoportuna. Quizás la deflación es la peor de las dos si se hace abstracción de inflaciones extraordinarias como la de Alemania” (en 1923). En efecto, en un mundo empobrecido “es peor provocar desocupación que frustrar al rentista en sus esperanzas” aunque “los dos son males a evitar” (pág. 75)." en Volviendo a Keynes y a la inflación

79. ↑ Fabozzi, Franco Modigliani, Michael G. Ferri, Margarita Gómez Escudero: MERCADOS E INSTITUCIONES FINANCIERAS esp pp 193

80. ↑ Mohameden Ould-Mey, por ejemplo, argumenta que la devaluación de la moneda contribuye a la transferencia de recursos desde el Sur al Norte": Currency Devaluation and Resource Transfer from the South to the North

81. ↑ famosamente, Keynes respondió a quienes predicaban paciencia con la crisis "porque se resolvería sola en el largo plazo" que: "En el largo plazo todos estaremos muertos"

82. ↑ A Lerner (1943): Lerner, Abba: Functional Finance and the Federal Debt83. ↑ Gabriel Leandro: "La política económica, entonces, consiste en el que el Gobierno

emplea sus poderes legítimos manipulando diversos instrumentos, con el fin de alcanzar objetivos socio-económicos previamente establecidos. La política económica tiene distintos objetivos, dentro de los cuales se puede decir que los principales son: 1.- Crecimiento y desarrollo económico, que consiste básicamente en lograr tasas de crecimiento de la producción satisfactorias, incluyendo cambios estructurales continuos en el tejido productivo. 2.- Pleno empleo, es decir garantizar la creación neta de puestos de trabajo para proporcionar a un nivel de vida razonable para todos los miembros capacitados de la fuerza laboral disponible, reducir y prevenir el desempleo cíclico a corto plazo, eliminar el desempleo estructural y otras formas de desempleo persistente a largo plazo. 3.- Estabilidad de precios, la cual consiste en el mantenimiento del nivel general de precios, o una tasa de inflación reducida. 4.- Distribución de la renta y la riqueza, o sea una reducción progresiva de las diferencias entre los niveles de ingresos personales, la concentración de la riqueza y la provisión de bienes públicos. 5.- Equilibrio de la balanza de pagos, se pretende reducir el déficit exterior a medio plazo, mantener un nivel de reservas de divisas y la solvencia frente al exterior.-- Para lograr ese objetivo el Estado dispone de varios instrumentos." en Papel del gobierno en la economía: La política económica

84. ↑ por ejemplo: Andrea Roventini (2010): Introduction to Macroeconomics: The Neoclassical Synthesis

85. ↑ Juan Tugores Q (2010): Macroeconomía. Para entender la crisis en una economía global p 150

86. ↑ De acuerdo a Marshall ("Principles of Economics", London; Macmillan, 1890), periodos inferiores al "periodo del mercado" son considerados "corto plazo" (short run). En el corto plazo variaciones de demanda, etc, afectaran producción solo en forma limitada. Las empresas pueden, por ejemplo, utilizar mejor sus recursos -

asumiendo que no lo estén haciendo- pero emplear más trabajadores, aumentar capacidad instalada, etc, toma tiempo. El "largo plazo" (long run) es el periodo que permite a las empresas responder a esos cambios. Es el periodo en el cual empresas pueden entrar o salir de un mercado en forma planificada. Las empresas generalmente producen sobre la base de cálculos de largo plazo: variar la producción, los niveles de empleos y decisiones acerca de inversiones y compra de insumos, etc. no son generalmente tomadas ligera o rápidamente.

87. ↑ J. R. Hicks (1937): Mr Keynes and the “Classics”: A Suggested Interpretation88. ↑ Paul Samuelson: Economics (1948)89. ↑ Overview: The Multiplier Model90. ↑ Andrew Rose: “Keynesian   Cross”   or   “Multiplier ”   Model 91. ↑ Félix Jiménez, Gisella Chiang y Erick Lahura (2001): MACROECONOMÍA:

ENFOQUES Y MODELOS NUEVOS EJERCICIOS RESUELTOS92. ↑ José E De Gregorio Rebeco (2007): Macroeconomía: teoría y políticas p 499, etc93. ↑ Gianluigi Vernasca (2011): IS-LM Model: the Short-Run Equilibrium94. ↑ por ejemplo: Chipman, John S; Moore, James C (1978): The New Welfare

Economics, 1939-197495. ↑ John M. Gowdy (2004): The Revolution in Welfare Economics and Its

Implications for Environmental Valuation and Policy96. ↑ Paul A. Samuelson: The Pure Theory of Public Expenditure97. ↑ Por ejemplo: Axel Leijonhufvud argumenta que la síntesis esta basada en un

equilibrio walrasiano, lo que sería contrario a la visión de Keynes, para quien la economía es, fundamentalmente, un proceso en desequilibrio.- Ver "Keynesian Economics and the Economics of Keynes", en AER, 1968.

98. ↑ Axel Kicillof (2009): “Pero, por lo mismo, tampoco puede resultar extraño que la formación de la llamada síntesis neoclásica no se haya detenido en el artículo de Hicks ya que allí se concedían, tácitamente, demasiados puntos a Keynes. Modigliani, en un también célebre artículo, inicia una embestida todavía de mayor envergadura pues, partiendo de ISLM de Hicks, reintroduce el mercado de trabajo.... De esta manera, con el regreso del mercado de trabajo, se pone en marcha una más completa restauración de la teoría clásica que incluye cambios en la función consumo, en el efecto saldos reales y otros mecanismos que aseguran que el sistema tienda siempre a la plena ocupación. En otras palabras, regresa la teoría clásica con todas sus fuerzas: si no existen rigideces en las variables nominales los economistas deben confiar siempre en la vieja ley de Say y en la vieja teoría cuantitativa del dinero.” en Una exégesis de “Mr. Keynes y los clásicos” de J. R. Hicks. El nacimiento del modelo IS-LM o el pecado original de la macroeconomía moderna

99. ↑ Philip Arestis: El Keynesianismo, sección 2 (Las Ideas Básicas pp 349 y sig. (en “Crítica a la economía ortodoxa” .- Seminario de Economía Crítica TAIFA

100. ↑ Por ejemplo: Joan Robinson (1969): La Economía, hoy (en P. Arestis: Crítica a la economía ortodoxa, etc, pp 23-28)

101. ↑ Hector Guillen R: Keynes y las economías monetarias de producción102. ↑ Scitovsky, Tibor (1941). «A Note on Welfare Propositions in Economics».

Review of Economic Studies 9 (1):  pp. 77–88. doi:10.2307/2967640..- Ver también: Fonseca, Gonçalo L.. «The Paretian System: Scitovsky Reversals and the Double Criteria».

103. ↑ D. Dillard (1948): The Economics of John Maynard Keynes: The Theory of a Monetary Economy New York, Prentice-Hall, (La teoría económica de John Maynard Keynes, Madrid 1965;)

104. ↑ Wray, L. R. (1998) Preliminaries to a monetary theory of production: the labour theory of value, liquidity preference and the two price systems, in: R. Bellofiore (Ed) Marxian Economics: a Reappraisal, Vol. 1 [Method,ValueandMoney](London:Macmillan).

105. ↑ A. Leijonhufvud: "Keynesian Economics and the Economics of Keynes", en AER, 1968.

106. ↑ Ver M Lavoie - 2002 A post-Keynesian alternative to the New consensus on monetary policy

107. ↑ Roy Jeffrey Rotheim - 1998 New Keynesian economics/post Keynesian alternatives

108. ↑ Famosamente, en la “Teoría General” Keynes escribió (p 161): “[Una] gran parte de nuestras actividades dependen de un optimismo espontáneo y no en un modelo matemático de la expectativas, ya sea moral o hedonista o económico. La mayoría, probablemente, de nuestras decisiones de hacer algo, las consecuencias completas de lo cual se elaborará a lo largo de muchos días, sólo puede ser tomado como un resultado de "espíritus animales" - el impulso espontáneo a la acción en lugar de la inacción, y no como el resultado de un promedio ponderado de beneficios cuantitativos multiplicados por probabilidades cuantitativas.“ Eso, en aislamiento, podría parecer un comentario sin mayor fundamento, pero esta basado en un detallado análisis anterior de Keynes (ver “A Treatise On Probability- 1921). Para empezar a profundizar, ver David Marsay (2011): Overview on Keynes’ Treatise on   Probability

109. ↑ Stefan Kesting (2008) "Aún más, el alegato de Herbert Simon a favor de la pluralidad de racionalidades y su concepto de racionalidad limitada está profundamente influenciado por Keynes. Después de una discusión a fondo de la ideas microeconómicas expresadas en el duodécimo capítulo de la Teoría General, Simon concluye: “Sólo el miedo de pronunciar un anacronismo flagrante me impide reclamar a Keynes, [...] como el verdadero creador de la economía de la racionalidad limitada " (Simon (1997): An Empirically Based Microeconomics, Cambridge University Press, Cambridge, New York and Melbourne.): p 16." en: Keynesian microeconomics and institutional change p 2).

110. ↑ Erik Angner (2006): “Otro macroeconomista muy conocido por sus incursiones en la psicología es John Maynard Keynes. En su discurso del Premio Nobel (2001), George Akerlof fue tan lejos como a afirmar que la “Teoría General” de Keynes [1936] fue la mayor contribución a la economía conductual antes de nuestra era." en BEHAVIORAL ECONOMICS p 16

111. ↑ Por ejemplo Richard Postner, profesor en la Universidad de Chicago, utiliza un enfoque keynesiano para analizar la crisis que comenzó en el 2008 en su “El fracaso del Capitalismo: La crisis del 2008 y el descenso hacia la depresión.”.- Ver Jonathan Rauch: Richard Posner, las fallas del capitalismo y la depresión

112. ↑ Esto es uno de los problemas centrales de la economía "ortodoxa", en la medida que pone en cuestión una asunción básica: si los individuos se comportan racionalmente, porque ni los precios ni los salarios bajan cuando -de acuerdo a esa asunción- deberían hacerlo?. Daniel Kahneman ha explorado el asunto, llegando a

la conclusión que consideraciones de “justicia” influencian esas decisiones. Esta percepción provee una fundación a algunos de las asunciones keynesianas. En las palabras de Kahneman: “Es plausible que el estado sepa más acerca de las futuras preferencias de los individuos que los individuos mismos saben en el presente” en “New Challenges to the Rationality Asumption” -Journal of Institutional and Theoretical Economics” 150, (march 1994) p 18-36.- Ver también: D Kahneman,- J. Knetch y R. Thaler: “Fairness and the Assumptions of Economics” -Journal of Business, 59, (October 1986b) p S285-S300.- Por ese trabajo, Kahneman compartió el Premio Nobel de Economía con Vernon Smith en 2002.

113. ↑ Chris Giles in London, Ralph Atkins in Frankfurt and,Krishna Guha in Washington. «The undeniable shift to Keynes». The Financial Times. Consultado el 23-01-2008.

114. ↑ Robert Skidelsky (2009): El regreso de Keynes115. ↑ Paul Krugman (2009): How Did Economists Get It So Wrong? ver

también su libro “The Return of Depression Economics and the Crisis of 2008.”116. ↑ James K. Galbraith. «The Collapse of Monetarism and the Irrelevance of

the New Monetary Consensus». The University of Texas. Consultado el 29-02-2009.

Neoricardianismo John von Neumann Piero Sraffa Luigi L. Pasinetti Vladimir K. Dmitriev

Síntesis neoclásica

Artículo principal: Neokeynesianismo.

Es una nueva versión del neoclasicismo, adaptado a las circunstancias y como respuesta a los desarrollos keynesianos. Busca respuestas al tema del tiempo (los neoclásicos no tomaban en cuenta al factor tiempo, las demoras en el ajuste de un estado estacionario a otro) y a otras debilidades de los neoclásicos. Para esto introducen información imperfecta. Intentan armar una argumento microeconómico para la macro. En esta tarea son importantes los nombres de Greenwald, Weiss y Stiglitz. Desarrollan el tema de la competencia imperfecta, que ya había sido analizado por Chamberlin y Robbinson. Trataron de ver qué implicaciones tiene la competencia imperfecta en cuanto a la posibilidad de ciclos muy fuertes, con recesiones prolongadas. Como recomendación de política económica surgen las leyes antimonopolísticas para evitar fenómenos cíclicos.

Franco Modigliani Alvin Hansen Paul Samuelson James Tobin James Duesenberry Robert Eisner William Baumol Jan Tinbergen James Meade Robert Mundell Richard Musgrave Alban Phillips Richard Lipsey Arthur Okun Robert Solow Robert Gordon Wassily Leontief Trygve Haavelmo

Neokeynesianismo

La escuela neokeynesiana o neokeynesianismo o síntesis neoclásica - término introducido por Paul Samuelson para referirse al proyecto de integrar las visiones neoclásicas con la keynesianas- fue uno de los paradigmas más visibles de la economía en la segunda mitad del siglo XX. El enfoque neokeynesiano surge de la síntesis entre las primeras ideas de John Maynard Keynes (ver Keynesianismo) e ideas procedentes de la escuela neoclásica. Esta escuela de pensamiento económico constituyó la ortodoxia económica hasta la década del 80 de ese siglo y se usa aún en la actualidad en los cusos de pre-grado.

La primera generación de economistas que siguio a Keynes se concentró en combinar sus ideas con las del paradigma dominante en esa época, el neoclasicismo, especificamente las percepciones de Alfred Marshall, Léon Walras y Arthur Pigou. Entre los neokeynesianos se destacaron John Hicks, Franco Modigliani; James Tobin y Paul Samuelson.

Entre esos desarrollos se destacan el famoso Modelo IS-LM de Hicks y el libro "Foundations of Economic Analysis" de Samuelson, que constituyeron la base de la educación de generaciones de economistas. A nivel más avanzado, se destaca las modificaciones que Samuelson, Modigilani y otros introdujeron a la Economía del bienestar.

En los setenta se desbordó una serie de desarrollos económicos que sacudieron la teoría neokeynesiana, particularmente la existencia de la estanflación. El resultado fue una serie de nuevas ideas para proporcionar herramientas al análisis keynesiano que fueran capaces de explicar esos eventos económicos, dándole al pensamiento macroeconómico una base microeconómica. El primer manifiesto de la teoría neokeynesiana fue la colección New Keynesian Economics en 1991 de Gregory Mankiw y David Romer, entre otros. (ver Nueva Economía Keynesiana)

La síntesis neoclásica

Después del trabajo de Keynes, los análisis de la escuela keynesiana fueron nuevamente analizados mediante enfoques de la escuela económica clásica. La teoría macroeconómica resultante se llamó "síntesis neoclásica" y fue hegemónico el pensamiento macroeconómico por décadas, por lo menos hasta la década de los ochenta.

Uno de los puntos de esta síntesis señala que no existe ninguna tendencia automática que garantice el pleno empleo. Por esa razón muchos economistas consideran que las políticas gubernamentales deberían encaminarse precisamente a garantizar el pleno empleo, y en esas condiciones se conjetura que la economía sí se comportaría del modo que la economía clásica y neoclásica sugieren.

Economistas neokeynesianos con publicaciones importantes

Postkeynesianismo

Artículo principal: Escuela postkeynesiana.

Son los keynesianistas modernos, economistas estadounidenses de la segunda mitad del sigo XX y de los comienzos del siglo XXI:

Joseph Stiglitz Paul Krugman Jeffrey Sachs Arthur Okun Stanley Fischer John Taylor David Romer George Akerlof

Neokeynesianismo

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No debe confundirse con Nueva Economía Keynesiana.

La escuela neokeynesiana o neokeynesianismo o síntesis neoclásica - término introducido por Paul Samuelson para referirse al proyecto de integrar las visiones neoclásicas con la keynesianas- fue uno de los paradigmas más visibles de la economía en la segunda mitad del siglo XX. El enfoque neokeynesiano surge de la síntesis entre las primeras ideas de John Maynard Keynes (ver Keynesianismo) e ideas procedentes de la escuela neoclásica. Esta escuela de pensamiento económico constituyó la ortodoxia económica hasta la década del 80 de ese siglo y se usa aún en la actualidad en los cusos de pre-grado.

La primera generación de economistas que siguio a Keynes se concentró en combinar sus ideas con las del paradigma dominante en esa época, el neoclasicismo, especificamente las percepciones de Alfred Marshall, Léon Walras y Arthur Pigou. Entre los neokeynesianos se destacaron John Hicks, Franco Modigliani; James Tobin y Paul Samuelson.

Entre esos desarrollos se destacan el famoso Modelo IS-LM de Hicks y el libro "Foundations of Economic Analysis" de Samuelson, que constituyeron la base de la educación de generaciones de economistas. A nivel más avanzado, se destaca las modificaciones que Samuelson, Modigilani y otros introdujeron a la Economía del bienestar.

En los setenta se desbordó una serie de desarrollos económicos que sacudieron la teoría neokeynesiana, particularmente la existencia de la estanflación. El resultado fue una serie

de nuevas ideas para proporcionar herramientas al análisis keynesiano que fueran capaces de explicar esos eventos económicos, dándole al pensamiento macroeconómico una base microeconómica. El primer manifiesto de la teoría neokeynesiana fue la colección New Keynesian Economics en 1991 de Gregory Mankiw y David Romer, entre otros. (ver Nueva Economía Keynesiana)

La síntesis neoclásica

Después del trabajo de Keynes, los análisis de la escuela keynesiana fueron nuevamente analizados mediante enfoques de la escuela económica clásica. La teoría macroeconómica resultante se llamó "síntesis neoclásica" y fue hegemónico el pensamiento macroeconómico por décadas, por lo menos hasta la década de los ochenta.

Uno de los puntos de esta síntesis señala que no existe ninguna tendencia automática que garantice el pleno empleo. Por esa razón muchos economistas consideran que las políticas gubernamentales deberían encaminarse precisamente a garantizar el pleno empleo, y en esas condiciones se conjetura que la economía sí se comportaría del modo que la economía clásica y neoclásica sugieren.

Neoliberalismo

En teoría el neoliberalismo suele defender algunos conceptos filosóficos del viejo liberalismo clásico del siglo XIX como la iniciativa privada o la limitación del crecimiento del Estado, añadiéndole generalmente elementos posteriores como el rol subsidiario del Estado desarrollado por los ordoliberales alemanes (que había puesto en marcha algunas de sus propuestas en el denominado Milagro alemán de posguerra), y en especial el monetarismo de la Escuela de Chicago, que desde mediados de los años 50 se convirtió en crítico opositor de las políticas de intervención económica que se adoptaban en todo el mundo, junto con aportaciones del enfoque macroeconómico keynesiano. A finales de los años 70 estas teorías ganaron amplia popularidad en el mundo académico y político por dar respuesta al fracaso del keynesianismo en la gestión de la crisis de 1973.

Neoliberalismo

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El Neoliberalismo es una teoría política que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado.1 Hace referencia a la política económica con énfasis tecnocrático y macroeconómico que pretende reducir al mínimo la intervención estatal tanto en materia económica como social, defendiendo el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país, salvo ante la presencia de los denominados fallos del mercado.2

Se usa con el fin de agrupar un conjunto de ideologías y teorías económicas que promueven el fortalecimiento de la economía nacional (macroeconomía) y su entrada en el proceso globalizador a través de incentivos empresariales que, según sus críticos, es susceptible de conducirse en beneficio de intereses políticos más que a la economía de mercado propiamente dicha.3 4

Muchos economistas cuestionan el término neoliberalismo porque no corresponde a ninguna escuela bien definida, ni siquiera a un modo especial de describir o interpretar las actividades económicas (aunque probablemente sí de explicarlas).[cita requerida] Se trata de un término más bien político o ideológico, frecuentemente usado por medios de comunicación e intelectuales de izquierda.[cita requerida]

Contenido

1 Origen y políticas 2 Historia

o 2.1 Características 3 Usos del término

o 3.1 Uso crítico o 3.2 Uso liberal

o 3.3 Usos históricos del término 4 Véase también 5 Referencias

o 5.1 Notas o 5.2 Bibliografía

Origen y políticas

El término nació de la necesidad de diferenciar el liberalismo económico (previo a la Primera Guerra Mundial), de los modelos económicos de la democracia liberal surgidos durante la Guerra Fría, siendo el neoliberalismo en todos los casos, un conjunto de ideas bastante alejadas de la ortodoxia liberal del siglo XIX. El llamado neoliberalismo en cierta medida consiste en la aplicación de los postulados de la escuela neoclásica en política económica. No define una teoría económica concreta, y se usa más para referirse a la institucionalización de un sistema en el comercio mundial. Tampoco el neoliberalismo es una filosofía política unificada debido a la diversidad de escuelas y movimientos que se le suelen relacionar.

Historia

En teoría, el neoliberalismo suele defender algunos conceptos filosóficos del viejo liberalismo clásico del siglo XIX, aunque sus alineamientos políticos y su implicación con ideas posteriores, hace de él una doctrina diferente de dicho liberalismo clásico.5

Entre las cuestiones ampliamente promovidas por el neoliberalismo están la extensión de la iniciativa privada a todas las áreas de la actividad económica o la limitación del papel del Estado. Entre las ideas y principios introducidos por el neoliberalismo y ausentes en el liberalismo clásico están el principio de subsidiariedad del Estado (desarrollado por los ordoliberales alemanes, que habían puesto en marcha algunas de sus propuestas en el denominado Milagro alemán de posguerra), y en especial, el monetarismo de la Escuela de Chicago que, desde mediados de los años 50, se convirtió en crítico opositor de las políticas de intervención económica que se adoptaban en todo el mundo, junto con aportaciones del enfoque macroeconómico keynesiano.

A finales de los años 70, estas teorías ganaron amplia popularidad en el mundo académico y político por dar respuesta al fracaso del keynesianismo en la gestión de la crisis de 1973. Las ideas keynesianas sugerían una relación inversa entre inflación y empleo, tal como sugiere la curva de Phillips. Sin embargo Milton Friedman había señalado que esa relación no era necesaria, como quedó demostrado por el fenómeno de la estanflación. El nuevo escenario estanflacionario desafiaba los postulados keynesianos, en esas circunstancias, las ideas monetaristas revivieron audiencia y credibilidad, como consecuencia se implementaron nuevas medidas antikeynesianas como simultanear acciones antirrecesivas y antiinflacionarias. La crítica de los monetaristas tenía tres vertientes:

1. discutían el uso del aumento de la masa monetaria como instrumento para crear demanda agregada, recomendando mantener fija dicha magnitud;

2. desaconsejaban el uso de la política fiscal, especialmente el uso del constante déficit presupuestario, poniendo en duda el multiplicador keynesiano; y

3. recomendaban una reducción en los gastos del Estado como única forma práctica de incrementar la demanda agregada.

La mayor parte de los aportes teóricos fueron rápidamente aceptados poniendo fin a la predominancia que el keynesianismo tenía en la mayoría de las escuelas de pensamiento económico desde los años 30. Tanto Margaret Thatcher como la administración de Reagan pusieron en práctica estas teorías con resultados desiguales[cita requerida]. En el Reino Unido, se realizó una fuerte reducción en el tamaño del sector público que, si bien tuvo consecuencias negativas en el corto plazo en el terreno social, reactivó la economía y dio un gran dinamismo al sector productivo. En los Estados Unidos, similares medidas chocaron con el aparato político y la vocación militarista del entorno de Reagan por lo que solo se logró crear un gran déficit fiscal (las iniciativas de reducción de impuestos prosperaron pero no las de control del gasto social o del gasto militar, que eran las principales partidas del gasto público).

Se aprecia en la dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile, un modelo económico monetarista con algunos rasgos keynesianos, siendo estos manejados por su equipo de economistas, los Chicago Boys. Estos serían vitales para la reestructuración económica de Chile marcada por las crisis mundiales y la nacionalización del cobre realizada durante el gobierno popular de Salvador Allende en el año 1971, siendo llamada el Milagro de Chile, mientras que en los países de la región latinoamericana colapsaban las aplicaciones del modelo cepalino desarrollista y se experimentaba la crisis de la deuda externa produciendo la denominada "década perdida".

De estas experiencias y de las dificultades para aplicar esas políticas a países en desarrollo, surge una versión keynesiana con inclinación monetarista que incorporaba la aversión al déficit presupuestario y a la fabricación de dinero pero no al concepto de intervención pública en la economía (ej. Consenso de Washington, término acuñado en 1989 por el economista John Williamson para referirse al tipo de políticas fiscales y monetarias recomendadas para los países en desarrollo por los organismos con sede en Washington Banco Mundial, FMI y Tesoro estadounidense, entre otros).

Por ello se lo relaciona con la tecnocracia de los organismos públicos internacionales, debido a que sus políticas son principalmente impulsadas desde el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismos que no dependen de las Naciones Unidas y están por ello exentos del control directo de la comunidad internacional de países y a los que en ocasiones se acusa de ejercer presión política y extorsión. En la práctica, estas políticas toman como modelo de economía (salvo en lo referente al proteccionismo) a la estadounidense (véase: sistema americano, capitalismo democrático).6

El neoliberalismo, como política tecnocrática y macroeconómica (y no propiamente filosófica), tiene una dimensión geopolítica mercantilista ajena en la práctica al liberalismo

económico propiamente dicho, es decir el neoliberalismo no es necesariamente sinónimo de mercado libre -sin trabas burocráticas ni privilegios sectoriales-, razón que explicaría que sea asociado al corporativismo internacional.

Características

El neoliberalismo propone que se deje en manos de los particulares actividades que antes realizaba el Estado; en esa dinámica se privatizan empresas públicas, se abren las fronteras para mercancías, capitales y flujos financieros y se reduce el tamaño del Estado.

Las políticas macroeconómicas recomendadas por teóricos o ideólogos neoliberales (en principio recomendaciones a países tanto industrializados como en desarrollo) incluyen:

Políticas monetarias restrictivas: Aumentar tasas de interés o reducir la oferta de dinero, considerando que así disminuye la inflación y se reduce el riesgo de una devaluación. No obstante, afirman que con ello se inhibe el crecimiento económico ya que se disminuiría el flujo de exportaciones y se perpetuaría el nivel de deuda interna y externa denominada en monedas extranjeras. Así mismo, creen que así se evitan los llamados ciclos del mercado.[cita requerida]

Políticas fiscales restrictivas: Aumentar los impuestos sobre el consumo y reducir los impuestos sobre la producción y la renta; eliminar regímenes especiales; disminuir el gasto público. Con ello se supone que se incentiva la inversión, se sanean las finanzas públicas y se fortalece la efectividad del Estado. No obstante no se distingue entre los niveles de ingreso de los contribuyentes, donde unos puede pagar más impuestos que otros, y se grava a las mayorías mientras que se exime a las minorías, deprimiéndose así la demanda, si bien se busca apoyar la oferta, buscando el bienestar de toda la sociedad.[cita requerida] Tampoco se reconoce que el gasto público es necesario, tanto para el crecimiento como para el desarrollo (comparar históricamente ejemplos de países industrializados); para la protección de sectores vulnerables de la economía y la población; y para la estabilidad social y económica en general.

Liberalización: Tanto la liberalización para el comercio como para las inversiones se supone que incentivan tanto el crecimiento como la distribución de la riqueza, al permitir:

1. una participación más amplia de agentes en el mercado (sin monopolios u oligopolios),

2. la generación de economías de escala (mayor productividad),3. el aprovechamiento de ventajas competitivas relativas (mano de obra barata o

potentes infraestructuras, por ejemplo),4. el abaratamiento de bienes y servicios (al reducirse costos de transporte y del

proteccionismo), y5. el aumento en los niveles de consumo y el bienestar derivado de ello (en general

aumento de la oferta y la demanda en un contexto de «libre» mercado, con situaciones de equilibrio y utilidades marginales).

Privatización: Se considera que los agentes privados tienden a ser más productivos y eficientes que los públicos y que el Estado debe adelgazarse para ser más eficiente y permitir que el sector privado sea el encargado de la generación de riqueza.

Desregulación: Se considera que demasiadas reglas y leyes inhiben la actividad económica y que su reducción a un mínimo necesario (sobre todo la garantización del régimen de propiedad y de la seguridad) propician un mayor dinamismo de los agentes económicos.

En todos los casos, los teóricos denominados neoliberales afirman que la mejor manera de alcanzar la distribución de la riqueza y el bienestar de los individuos es mediante un crecimiento total del producto, que por su propia dinámica permea al total de los integrantes de la sociedad (la llamada trickle down policy); como liberales promueven «mediante el beneficio individual, alcanzar el beneficio de toda la sociedad».

Uso crítico

Los detractores del capitalismo (socialistas, comunistas, etc.) así como algunos críticos del mercado libre (proteccionistas, postkeynesianos, Nueva economía internacional) suelen usar el concepto de forma peyorativa como una generalización sobre cualquier posición que ponga límites a la intervención de los Estados en la economía.[cita requerida]

Según el filósofo Felipe Giménez Pérez de la Universidad Complutense de Madrid, el neoliberalismo es un liberalismo heterodoxo, desgajado del tronco principal de la ideología burguesa del que procede. Considera al neoliberalismo propio del Estado de bienestar implantado en los países capitalistas más desarrollados después de 1945, del que sería uno de los tres pilares básicos, junto a la democracia cristiana y la Socialdemocracia, con los que considera que hubo una convergencia ideológica tras 1945 en torno al Estado social.7 Sectores sindicales lo usan asimismo como epíteto frente a los intentos de recortar derechos laborales, conseguidos tras largos años de lucha.

Los proteccionistas sostienen que el neoliberalismo multiplica dramáticamente el impacto de las crisis de confianza, culpabilizándolo del alcance de diversas crisis financieras a escala más o menos global, ocurridas entre 1990 y 2008 (ponen de ejemplo el Efecto Tequila de 1994, Crisis asiática de 1997). También consideran sus críticos que las políticas de control del gasto público generan problemas crecientes de tensión, exclusión y violencia social en determinados países.8 En América Latina por ejemplo es común identificar el término "neoliberal" con las recomendaciones del Consenso de Washington.

Uso liberal

Originalmente la teoría que limitaba el poder del Estado y entregaba la economía a los agentes privados era el liberalismo, y hasta bien entrado el siglo XX los partidarios de estas ideas siguieron siendo llamados liberales. Sin embargo, la crisis de 1929, el New Deal, el auge del keynesianismo, el incremento del gasto público y el rol del Estado en occidente, condujeron a que el "liberalismo" modificado y adoptado por diversos gobiernos de la década de los 80' recibiese otro nombre, siendo este el de neoliberalismo.

Con neoliberalismo no se está haciendo alusión a una teoría política o económica en particular, sino más bien se está refiriendo a una generalización de escuelas y teorías económicas (muchas veces opuestas entre sí), por lo que resulta algo complejo compararlo con el liberalismo ortodoxo. Mientras el antiguo concepto de liberalismo resulta más claro de limitar.

Los defensores del liberalismo político y económico, especialmente el asociado al liberalismo clásico y el liberalismo libertario (ej. minarquismo) sostienen al menos dos opiniones en general al respecto del neoliberalismo:

Rechazan el uso izquierdista del término neoliberalismo como una etiqueta falaz usada por algunos sectores de izquierda y de centro (e incluso de derecha) para descalificar sumariamente a sus adversarios políticos.

Opinan que la reducción del Estado debe ser real hasta limitarlo a lo completamente imprescindible, siguiendo los principios liberales clásicos y no los "neoliberales". Con ello, consideran que se reduce el mercantilismo empresarial y político o la entrega de preferencias a grupos de presión, multinacionales, o al poder político.9

De igual forma los liberales rechazan a los organismos internacionales o públicos supraestatales (FMI, OMC, BM, etc.) debido a que los consideran "monstruos burocráticos, intervencionistas e inútiles".

Usos históricos del término

No se puede dar una definición estática de neoliberalismo debido a que su significado ha ido cambiando en el transcurso del tiempo y no es idéntico en todos los países del planeta.[cita requerida] Las pesquisas realizadas sobre el tema10 revelan que la palabra fue usada por primera vez, de manera asistemática, por destacados economistas liberales, entre los que se cuentan:

Ludwig von Mises . La edición inglesa (1927) de su libro Liberalismus usa el término neoliberalism para traducir lo que en alemán von Mises denominó neuen Liberalismus (nuevo liberalismo). En este libro Von Mises usa el término para designar a los socialistas que se hacen pasar por liberales (término que después reemplazó por seudoliberales), mientras que en su posterior libro, Socialismo, lo aplica a los liberales partidarios de la entonces nueva teoría subjetiva del valor, como Carl Menger.

Louis Baudin , en su obra de 1953, L'aube d'un nouveau libéralisme (El alba de un nuevo liberalismo), relata que el término neoliberalismo fue deliberadamente acuñado y usado para su posterior difusión en el coloquio de destacados pensadores liberales realizado en París en agosto de 1938, cuando ya se anunciaba la inevitabilidad de la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo fue diferenciarse del entonces desacreditado liberalismo político, al que se atribuía una importante responsabilidad por haber llegado a ese callejón sin salida. Participaron en el coloquio destacados líderes de opinión del movimiento liberal como Friedrich Hayek, Ludwig von Mises, Jacques Rueff, Alexander Rüstow, Wilhelm Röpke, Detauoff, John Bell Condliffe, Michael Polanyi y el propio Baudin.

Edgar Nawroth , en su libro Die Sozial-und Wirtschaftsphilosophie des Neoliberalismus (1961), califica como neoliberales a los partidarios de la Escuela de Friburgo) y de Múnich, destacando las contribuciones de Wilhelm Röpke y de Alexander Rüstow.

Economistas del Centro de Investigación para la Comparación de Sistemas de Dirección Económica de la Universidad de Marburgo definieron al neoliberalismo como:

Un concepto global bajo en que se incluyen los programas de la renovación de la mentalidad liberal clásica, cuyas concepciones básicas del orden están marcadas por una inequívoca renuncia a las ideas genéricas del laissez faire y por un rechazo total a los sistemas totalitarios.

Entre los rasgos esenciales del neoliberalismo incluyen la garantía legal de la libre competencia y la convicción de que al libre mercado deben agregarse otras consideraciones sociales.

Alfred Müller-Armack , uno de los teóricos de la Economía social de mercado, acusa a los neoliberales (que no identifica con precisión) de "no haber prestado la debida atención a los problemas sociales y sociológicos".11 De su obra surgen como posturas extremas el liberalismo tradicional o paleoliberalismo, el neoliberalismo que se le opone, y la intermedia Economía Social de Mercado.

En Latinoamérica el término suele usarse por sus detractores para hacer referencia al conjunto de políticas recomendadas en la década de 1990 por el Consenso de Washington, a las que consideran responsables de los problemas sociales de años posteriores a su aplicación, poniendo como ejemplo la crisis argentina del 2001.

En la última década del siglo XX y la primera del siglo XXI, el término ha sido crecientemente usado con carácter peyorativo. El escritor Mario Elgue, por ejemplo, afirma:12

Ya no quedan dudas de que el modelo neoliberal es incapaz de dar respuesta a los principales problemas que siguen aquejando a la sociedad: altos índices de desempleo, trabajo en negro, pobreza y exclusión social. Su debacle fue el resultado de la aplicación de las políticas del "derrame", según las cuales bastaba con el crecimiento de los grandes grupos concentrados ya que estos últimos difundirían los beneficios hacia el resto de la sociedad productiva y laboral. Pues bien, ahora está claro que este "goteo" no llegó; que no hubo un correlato distributivo y de cohesión de la base social.

En consecuencia, y como es también usual con las diferentes acepciones del término liberal, no se puede hablar de una definición universalmente aceptada, uniforme en el espacio y constante en el tiempo, sino sólo de usos del término neoliberalismo en diferentes contextos.

Véase también

Ajuste estructural Sistema americano Capitalismo democrático Crisis de la deuda latinoamericana Monetarismo Ortodoxia económica Consenso de Washington Consenso de Barcelona Stéphane Hessel Joseph Stiglitz

Referencias

Notas

1. ↑ Neoliberalismo, Real Academia Española.2. ↑ [1] Los cambios en la racionalidad económica por J.P. Trujillo et al. El libre

juego de las fuerzas de la oferta y la demanda tiende a establecer en condiciones de competencia perfecta, precios de equilibrio que garantizan una asignación óptima de recursos artemio.

3. ↑ Un recorrido por la economía de la oferta, por Murray Rothbard4. ↑ Qué es el neoliberalismo, por Alberto Mansueti5. ↑ Pensamiento político y económico en el siglo XIX6. ↑ Qué es el neoliberalismo, una aproximación conservadora-liberal, por Adolfo

Rivero7. ↑ Neoliberalismo. Su significado (socialista) según el Diccionario Crítico de

Ciencias Sociales de la UCM.8. ↑ Neoliberalismo ¿un camino viable?, por Dulce María Bazán Canales9. ↑ Comentario sobre “Rumbo a la Libertad. Por qué las izquierdas y el

neoliberalismo fracasan en América latina”, de Álvaro Vargas Llosa, por Alberto Mansueti

10. ↑ El mito del neoliberalismo por Enrique Guersi11. ↑ Müller-Armack, Alfred; Economía dirigida y economía de mercado. p 226 (1963)12. ↑ Mario Elgue; La Economía social; Editorial Capital Intelectual, Buenos Aires

(Argentina); 2007; p. 47.

Bibliografía

John Maynard Keynes , Teoría General del Empleo, Interés y Dinero, 1930 (2 volúmenes). Keynes fue el principal impulsor del Estado Benefactor, durante el New Deal del Presidente de EEUU Franklin Delano Roosevelt.

John Kenneth Galbraith , El nuevo estado industrial, Editorial Sarpe, Madrid (España), 1967. Analiza, antes de la aparición del término neoliberalismo, la difícil convivencia entre el libre mercado y las grandes empresas industriales.

Celso Furtado , Subdesarrollo y estancamiento en América Latina, Editorial Universitaria de Buenos Aires, Argentina, 1972. Los basamentos de la Teoría de la dependencia.

Milton Friedman , Libertad de elegir, Editorial Planeta-Agostini, (España), 1992. David Harvey , A Brief History of Neoliberalism (2005). En Español: Breve historia

del neoliberalismo (2007) Madrid: Akal. ISBN 978-84-460-2517-7. Joseph E. Stiglitz , El malestar en la globalización, Editorial Taurus, Madrid

(España), 2002. Analiza detalladamente los problemas que la aplicación de las políticas neoliberales que el Fondo Monetario Internacional creó en diversos países.

Immanuel Wallerstein , La crisis estructural del capitalismo, Editorial Contrahistorias, México, 2005. Discusión general de los problemas actuales del capitalismo.

Immanuel Wallerstein , La decadencia del poder estadounidense, Editorial Capital Intelectual (Ediciones Le Monde diplomatique - El Dipló), Buenos Aires (Argentina), 2006. Los problemas del neoliberalismo analizados en conexión con su principal impulsor en el mundo, los EE. UU.

Estela Grassi, Problemas y políticas sociales en la sociedad neoliberal. La otra década infame, Espacio Editorial, Buenos Aires (Argentina), 2003.

Friedrich Hayek , Camino de servidumbre, 1944. Friedrich Hayek , La Fatal Arrogancia, Unión Editorial (España). Enrique Ghersi . El mito del neoliberalismo - Historia del origen del término

"neoliberalismo". Ponencia presentada en la Reunión Regional de la Mont Pelerin Society que se realizó en Chattanooga entre el 18 y el 22 de septiembre de 2003.

Escuela de Chicago

La Escuela de Economía de Chicago (EEC) es una conocida escuela de pensamiento económico partidaria del libre mercado desde mediados del siglo XX. Fue liderada históricamente por George Stigler y Milton Friedman. En el campo económico se le suele relacionar con la teoría neoclásica de precios y el rechazo al keynesianismo en favor del monetarismo, a la vez que es conocido su rechazo por las regulaciones económicas y su apoyo al liberalismo económico.

Frank H. Knight Jacob Viner Milton Friedman George Stigler Harry Markowitz Merton Miller Robert Lucas, Jr. Eugene Fama Myron Scholes Gary Becker Edward C. Prescott James Heckman

Escuela de Economía de Chicago

La Escuela de Economía de Chicago es una escuela de pensamiento económico partidaria del libre mercado (aunque dentro de un régimen monetario estricto, definido por el gobierno), que se originó en la Univeridad de Chicago a mediados del siglo XX. Fue liderada históricamente por George Stigler (Premio Nobel de Economía en 1982) y Milton Friedman (Premio Nobel de Economía en 1976). Dentro de la economía de mercado el pensamiento económico de esta escuela se encuentra en contradicción a las teorías de la síntesis clásico-keynesiana. En la metodología, sus estudios suelen estar más basados en el uso de estadística antes que en la teoría.

La teoría macroeconómica de Chicago rechazó el Keynesianismo a favor de monetarismo hasta mediados de la década de 1970, cuando se convirtió en nueva macroeconomía clásica en gran medida basado en la Teoría de las expectativas racionales Economistas de Chicago aplicaron esa asunción a otras áreas de la economía, tales como finanzas, lo que produjo la influyente Hipótesis de eficiencia de los mercados.

La escuela esta caracterizada por tratar una amplia gama de temas, entre los que se encuentran las regulaciones del matrimonio civil, la esclavitud o aspectos demográficos.

El nombre fue acuñado en la década de 1950 para referirse a los economistas que dictaban clase en el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago, generalmente ligados a la Escuela de Negocios (la prestigiosa University of Chicago Booth School of Business) y a la de Derecho. En esos años, se solían encontrar en intensas discusiones que ayudaron a crear un grupo enfocado en la problemática económica, basada en la teoría de precios. Por esos mismos años, se vio la mayor popularidad de la Escuela económica keynesiana, lo que ocasionó que los economistas de Chicago fuesen ignorados.

En 1976 Milton Friedman gana el Premio Nobel de Economía por su aporte a Teoría Monetaria y a partir de entonces la Escuela de Chicago comienza a tener renombre por los aportes de sus economistas.

No todos los economistas del Departamento de Economía comparten las ideas de la Escuela de Chicago, de hecho, menos de la mitad de los profesores de la institución se consideran parte de la ella.

Las teorías de la Escuela de Chicago están detrás de muchas de las políticas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional; instituciones que se caracterizan por su apoyo al llamado Consenso de Washington. Aparte de instituciones internacionales, muchos países también comenzaron a tomar en cuenta esa posición económica a partir de los años 1980, siendo la década de los 1990 el periodo de mayor auge de sus teorías en buena parte del mundo.

Contenido

1 Profesores con el Premio Nobel de Economía 2 Referencias 3 Véase también 4 Enlaces externos

Profesores con el Premio Nobel de Economía

La Escuela de Chicago, junto con la University of Chicago Booth School of Business (con la que comparte numerosos profesores), es también famosa por tener los siguientes premios nobel de economía entre sus profesores:

1976 - Milton Friedman 1979 - Theodore Schultz 1982 - George J. Stigler 1990 - Merton H. Miller 1991 - Ronald Coase 1992 - Gary Becker 1993 - Robert Fogel 1995 - Robert Lucas 2000 - James Heckman

2007 - Roger B. Myerson

Adicionalmente muchos premios Nobel de economía han pasado por el Departamento de Economía como estudiantes, profesores, o investigadores, tales como:

1970 - Paul Samuelson.- Bachiller (1935). 1972 - Kenneth Arrow.- Investigador Asociado (1947-1948). 1974 - Friedrich Hayek.- Profesor (1950-1964). 1975 - Tjalling Koopmans.- Investigador Asociado (1944-1946), Prof Asociado

(1946-1948), Profesor (1948-1955). 1978 - Herbert Simon.- Bachiller (1936), Ph.D. (1943), Investigador

Asistente(1936-1938). 1980 - Lawrence Klein.- Investigador (1942-1943). 1983 - Gerard Debreu.- Investigador Asociado (1950-1955). 1986 - James M. Buchanan.- Ph.D. (1948). 1989 - Trygve Haavelmo.- Investigador Asociado (1946-1947), Profesor Visitante

(1957-1958). 1990 - Harry Markowitz.- Bachiller (1947), Maestría(1950), Ph.D. (1955). 1997 - Myron Scholes.- Maestría (1964), Ph.D. (1970). 1999 - Robert Mundell.- Profesor (1966-1971). 2000 - Daniel McFadden.- Profesor Visitante (1966-1967). 2004 - Edward C. Prescott.- Profesor Visitante (1978-1979), Profesor (1998-1999).

Referencias

"Historia del Pensamiento Económico", tomo II. Murray N. Rothbard, Unión Editorial 1999.

"Los Fundamentos de la Libertad". Fiedrich A. Hayek, ISBN: 978-84-7209-468-0 Unión Editorial

Monetarismo

Friedman fue el principal exponente norteamericano del mercado competitivo, que a su entender sigue existiendo sin mayores alteraciones, salvo en la medida en que ha sufrido los efectos de intervenciones del gobierno. En su concepción de la economía, el monopolio, el oligopolio y la competencia imperfecta no desempeñan ningún papel importante. Los monetaristas se oponen a la regulación gubernamental y, en general, a toda actividad del Estado. En su opinión, la libertad alcanza su máxima expresión cuando se permite al individuo que utilice sus ingresos como mejor le parezca. Pero, a la vez, sostiene la idea de un impuesto negativo sobre la renta, para los individuos de menores salarios.

Milton Friedman Anna Schwartz Philip Cagan Edmund Phelps Karl Brunner Allan Meltzer David Laidler Harry Johnson

Monetarismo

El monetarismo es la rama o vertiente del pensamiento económico que se ocupa de los efectos del dinero sobre la economía en general. Aún cuando no constituye una escuela del pensamiento económico como tal1 sino más bien una tendencia, ha ejercido una gran influencia sobre numerosos economistas y, de hecho, hay una escuela de pensamiento económico — la Escuela de Economía de Chicago — que generalmente es percibida como "monetarista", al punto que, en el presente, cuando se usa el término “monetaristas” - especialmente por los no especialistas- generalmente se entiende esos monetaristas influidos por M Friedman (o Escuela de Chicago).2 Entre economistas, el uso es más complejo.3

La situación (no necesariamente problemática) que impide llamar al monetarismo una escuela es que, de hecho, existen por lo menos dos interpretaciones o modelos económicos generales de la forma en que la oferta de dinero afecta a otras variables, tales como los precios, la producción y el empleo. Estas dos aproximaciones se pueden trazar, por un lado, a la obra de Knut Wicksell, y, por el otro, a la de Irving Fisher. (ver más abajo). Adicionalmente, el monetarismo (o versiones del mismo) se encuentra presente en la obra de autores que generalmente se considera, son representantes de otras escuelas. Dado que todos los economistas tienen por lo menos alguna versión de cómo el dinero afecta las variables económicas, todos podrían ser denominados "monetaristas". Desde este punto de vista parece más apropiado reservar el término monetaristas para aquellos autores cuyo trabajo o influencia se centra en aspectos monetarios.

Los monetaristas en general aceptan la idea de que la política monetaria puede, por lo menos, tener efectos a corto plazo sobre la producción (incrementándola) y los precios a un plazo más largo (aumentándolos).4 Por otra parte, si los monetaristas se limitaran a afirmar que existe una relación proporcional entre la oferta monetaria y el nivel general de precios a largo plazo, la mayoría de los economistas aceptarían esta idea, siempre que el periodo a largo plazo sea lo bastante prolongado y otras variables —como el tipo de instituciones financieras existentes— se mantuvieran constantes. Consecuentemente el monetarismo ha sido definido como «la tendencia que enfatiza el papel del gobierno en controlar la cantidad del circulante. Es la visión en la economía monetaria qué variaciones en la oferta monetaria tienen gran influencia en el producto nacional en el corto plazo y sobre el nivel de precios en el largo, y que los objetivos de la política monetaria se obtienen mejor a través del control de la oferta monetaria.»5

El monetarismo se originó a partir y constituyó una vertiente de la economía neoclásica,6 teniendo gran influencia en desarrollos posteriores (ver más abajo) y llegó a ser una de las principales fuentes de la Nueva economía clásica.7 Sin embargo, es necesario mantener presente que no hay solo una aproximación que pueda ser llamada monetarista.8

Contenido

1 Orígenes 2 Formulación del enfoque monetarista 3 Aporte de Wicksell 4 Aporte del Grupo de Cambridge

o 4.1 Contribución de Hawtrey 5 Aporte de Fisher 6 Aporte de Lerner 7 Contribución de Friedman 8 Aporte de Taylor 9 Citas y referencias 10 Enlaces externos

Orígenes

El monetarismo tiene una larga tradición en la historia del pensamiento económico; pueden encontrarse explicaciones detalladas y muy sofisticadas sobre el modo en que un aumento de la cantidad de dinero afecta a los precios, y a la producción a corto plazo, en los escritos de mediados del siglo XVIII del economista irlandés Richard Cantillon y del filósofo y economista escocés David Hume. (ver Teoría cuantitativa del dinero).

Sin embargo, los orígenes del monetarismo moderno se pueden trazar a la propuesta por John Stuart Mill de la dependencia general de los precios sobre la cantidad del dinero en circulación que sugiere que el nivel general de precios se relaciona con la cantidad de dinero multiplicada por su velocidad de circulación.9 10 .

Stuart Mill mismo, a pesar que acepta en general la teoría cuantitativa 11 , sugiere que lo importante o relevante no es tanto la cantidad física de circulante, sino el crédito y las compras (o demanda) (Stuart Mill consideraba que solo el metálico era dinero propiamente tal. Billetes son pagarés y, junto con otras notas promisorias -bancarias o individuales, ya sea "a la vista" (o "en demanda") o a plazo- tales como cheques, crédito "en libros" o "a cuenta", etc, constituyen crédito.): “Pero ahora hemos encontrado que hay otras cosas, tales como billetes de banco, letras de cambio y cheques, que circulan como dinero, y realizar todas las funciones del mismo: y surge la pregunta: ¿Operan estos sustitutos sobre los precios en el misma manera que el dinero en sí? Tiende un incremento en la cantidad de papel transferible a aumentar los precios, de la misma manera y grado que un aumento en la cantidad de dinero? ...” "Ha habido una gran cantidad de debates y argumentos sobre la cuestión de si algunas de estas formas de crédito y, en particular, si los billetes de banco, debe ser considerado como dinero. El asunto es tan puramente verbal que apenas vale la pena plantearlo, y uno tendría cierta dificultad en comprender por qué se le atribuye tanta importancia, si no hubiera algunas autoridades que, adhiriendose todavía a la doctrina de la infancia de la sociedad y de la economía política, que la cantidad de dinero en comparación con la de los productos básicos, determina los precios en general, creen que es importante demostrar que los billetes de banco y no otras formas de crédito son dinero, a fin de apoyar la inferencia que los billetes de banco y no otras formas de crédito influyen sobre los precios. Es obvio, sin embargo, que los precios no dependen del dinero, sino de las compras. El dinero dejado con un banquero, y que contra el cual no se creen débitos, o que sea debitado para fines distintos a la compra de mercancías, no tiene ningún efecto sobre los precios, al igual que un crédito que no se utiliza. Crédito que se utiliza para la compra de productos afecta a los precios de la misma manera que el dinero. El dinero y el crédito están, pues, exactamente a la par, en su efecto sobre los precios; y si optamos clasificar los billetes en una o la otra, es en este sentido por completo indiferente. 12 .

La situación que dio relevancia a la sugerencia de Mill fue que, a fines del siglo XIX y principios del XX el antiguo sistema monetario (basado en monedas de metales preciosos, principalmente oro) estaba cayendo en desuso.13 14 La expansión de tanto la población como la economía misma demandaron una expansión monetaria que la cantidad de metales preciosos poseídos por los bancos en la mayoría de los países no podía satisfacer (aunque en algunos, principalmente Inglaterra, había gran acumulación del metal15 ), lo que, a su vez, dio origen a la expansión del "circulante de papel". Pero aún en Inglaterra, con esa gran acumulación de oro, no había lo suficiente a principios del siglo XX como para respaldar con oro y plata la totalidad de ese circulante, incluyendo papel moneda, cheques, pagarés y otras formas de “dinero bancario” o crédito en circulación. P. H. Wicksteed (un economista marginalista) escribiendo en 1910, describe así la situación:

"El conjunto de reserva metálica mantenida por todos los bancos constituye una fracción muy pequeña de la responsabilidad colectiva total de los bancos para pagar oro en demanda,.. (cada depositante).. entonces, tendrá derecho a retirar el monto total de su saldo en oro, y cualquiera puede hacerlo realidad, siempre y cuando la maquinaria está funcionando sin problemas, pero sería imposible que cada uno lo hiciera (al mismo tiempo), porque la inmensa mayor parte de la propiedad no existe en la forma de [monedas de oro] en absoluto, consiste en toda clase de bienes y obligaciones, de un valor equivalente, en los términos de intercambio marginal, a la

suma total que el público tiene el teórico derecho a extraer en oro. Todo existe, sin embargo... el importe total de los depósitos en los bancos en conjunto, representa propiedad real, y toda esa propiedad está en la posesión de los bancos en cada momento, a su importe total..... La propiedad de los clientes, representados por sus saldos en el banco, es propiedad real y está haciendo un trabajo real,.... (Percibir que) el sistema bancario de Inglaterra consiste en un dispositivo de astucia para hacer que Soberanos de Oro que sólo existen como anotaciones en un libro hagan el trabajo de los soberanos reales, es un error fundamental.”16 .

En consecuencia el papel moneda comenzó a adquirir cada vez más importancia. Al mismo tiempo, la situación, que ha sido llamada caótica17 creada por la emisión libre de billetes de bancos privados estaba siendo reemplazada con billetes emitidos y respaldados por el Estado a través del Banco Central.18 (ver también Sistema de reserva fraccional y bancos centrales ).

En esa situación dos fenómenos se hicieron aparentes. Primero, la población en general acepto los billetes sin demandar su transformación inmediata en metales preciosos. Segundo, la expansión monetaria -especialmente la del crédito- sin respaldo real en metálico no dio lugar a una inflación desenfrenada, como se temía. Al mismo tiempo -y a nivel de la disciplina- el auge de la escuela marginalista -que sucedió en esa época- implico el abandono de las sugerencias clásicas acerca de La cuestión de la cantidad del circulante. Esto dio lugar a dudas sobre la valides de la "teoría cuantitativa" (o al menos, las interpretaciones anteriores),19 y ciertamente demandaba una exploración y explicación. (A. Leijonhufvud, op. cit) (Véase también Chartalismo). Consecuentemente se formularon una variedad de aproximaciones denominadas "monetaristas".

Formulación del enfoque monetarista

Los monetaristas comparten la concepción de la Economía clásica y neoclásica del equilibrio económico; específicamente, la propuesta que si la oferta monetaria equipara la demanda por liquidez, los precios serán estables. Igualmente comparten la percepción de un mercado libre pero con el proviso que el gobierno (o autoridades monetarias) tienen la obligación de mantener la estabilidad económica ( no obstante, ver "Aporte de Lerner" etc, más abajo ). A diferencia del resto de los neoclásicos (y marginalistas) no utilizan el individualismo metodologico: el interés monetarista se centra en agregados (monetario, demanda, etc)

La idea monetarista básica consiste en analizar en conjunto la demanda total de dinero y la oferta monetaria. Se asume que las autoridades económicas tienen capacidad y poder para fijar la oferta de dinero nominal (sin tener en cuenta los efectos de los precios) ya que controlan tanto la cantidad que se imprime o acuña así como la creación de dinero bancario; pero los individuos y empresan tienen libertad para tomar decisiones sobre la cantidad de efectivo real que desean obtener.

Así, la problemática monetarista llega a ser el como se establece el equilibrio o estabilidad económica, en la ausencia de un sistema obvio de regulación del circulante (incluyendo el crédito). Específicamente, cuál es la política monetaria que un gobierno debe seguir a fin de

obtener y mantener estabilidad y cuáles son los mecanismos que esa autoridad monetaria posee con ese propósito, dado que, por un lado, ya sea los bancos privados, en esa época, y el Estado en general pueden, teniendo en cuenta el crédito, emitir casi libremente y de hecho se esta emitiendo por sobre la paridad teórica exigida ya sea por el patrón oro o, más recientemente, cualquier otro, y, por el otro, dado que, como Stuart Mill observa, no importa lo que la autoridad haga, si alguien desea o encuentra conveniente utilizar el crédito, lo utilizara. Esto, por supuesto, llama atención al papel y regulación del crédito.

Aporte de Wicksell

Las sugerencias que nos interesan de Knut Wicksell se encuentran principalmente en su "Geldzins und Güterpreise" (1889)20 ). En general Wicksell buscó defender la sugerencia de la teoría cuantitativa. Desde su punto de vista hay una cierta cantidad de circulante que mantiene los precios estables. Esa cantidad esta determinada por la relación entre tasa de interés y la tasa de ganancia del capital.21 Nótese que esa sugerencia implica que la tasa de interés es la última determinante de la cantidad de circulante y, en consecuencia, de los precios. Esta posición se puede trazar a la tentativa de Stuart Mill de preservar tanto la teoría cuantitativa como la dicotomía clásica.

La tesis de Wicksell se puede resumir así: la cantidad de circulante que mantiene estabilidad de precios es la que el mercado naturalmente demanda, y es la obligación de los bancos, en general, y del estado, en particular, proveerla.22 Eso se consigue a través del estado (Banco central o equivalente) imprimiendo el suficiente dinero y poniendolo a disposición del público. No importa si el estado imprime en exceso (exceso de oferta), siempre y cuando ese público o mercado solo utilice lo que naturalmente necesite. Esa condición (Es decir, que tanto la oferta como la demanda monetaria se igualen) se satisfacerá si la tasa de interés es la natural. Si la tasa de interés a la que el banco (o bancos) conceden préstamos no es la natural, habrá ya sea exceso o escaces de circulante y los precios no estarán en equilibrio.23

Wicksell establece una diferencia fundamental entre la tasa normal o natural de interés y la que puede ser llamada bancaria o financiera. La tasa normal o natural es aquella en la cual los ahorros equiparan a la inversión. En otras palabras, es aquella tasa de interés del capital que existiría si la economía estuviera en equilibrio y ni siquiera hubieran bancos u otras instituciones financieras (de hecho, en la opinión de Wicksell, incluso si los préstamos o inversiones no fueran en dinero sino en bienes de capital). Es decir, es equivalente a la tasa de ganancia en una situación de equilibrio económico. Pero, como es obvio, los bancos ni pagan por depósitos ni prestan a esa tasa, lo que introduce un elemento de inestabilidad. Adicionalmente, la tasa natural no es permanente. Si los bancos prestan a una tasa inferior, el ahorro caerá, habrá exceso de demanda y los precios aumentaran. Viceversa, si los bancos demandan sobre esa tasa natural por sus créditos, aumentara el ahorro y habrá disminución de inversión y demanda en general, lo que disminuirá los precios.24

Lo anterior parece sugerir la necesidad de establecer entonces cual es esa tasa natural, lo que, por lo menos en los tiempos de Wicksell era complejo25 (especialmente dado que las condiciones reales están en constante flujo). Sin embargo, Wicksell sugiere una solución práctica que es simple:

"Esto no significa que los bancos deban en realidad determinar la tasa natural antes de fijar sus propias tasas de interés. Eso seria, por supuesto, impractico y también innecesario. Dado que el precio corriente de las mercaderías provee una medida confiable del acuerdo o desacuerdo de ambas tasas. El procedimiento es más bien simple: en la medida que los precios permanezcan sin cambiar la tasa de interés de los bancos debe permanecer sin cambiar. Si los precios aumentan, la tasa de interés de los bancos debe aumentar y si los precios caen, la tasa de interés debe ser disminuida y a partir de ese momento mantenida a ese nuevo nivel hasta que una nueva modificación de los precios demande una nueva modificación del interés en una dirección o la otra" (K. Wickell, op. cit).

Es decir, las autoridades monetarias deberían practicar lo que ahora se llama Inflación objetivo.26 27

Dado que, de hecho, la economía (y la población) esta creciendo, ese crecimiento se financia con crédito o dinero creado de la nada 28 por las autoridades financieras y los bancos. Siempre y cuando ese dinero se preste a la misma tasa de interés normal, los precios se mantendrán.

Ese argumento general llegó a tener gran influencia posterior tanto a nivel general en teoría y práctica macroeconómica29 30 como en dos escuelas que generalmente se consideran contrapuestas, constituyendo, por un lado, una de las bases de la teoría austríaca del ciclo económico 31 y, por el otro, una de las bases del keynesianismo.32

Posteriormente Fisher denomino a la tasa normal o natural tasa real y la tasa bancaria tasa nominal.

Famosamente Fisher disputo la sugerencia de Wicksell en el sentido que es la tasa de interés lo que determina los precios, lo que ha dado origen a una de las divisiones más profundas en la aproximación a problemas financieros en la macroeconomia33 (Para otros aspectos e implicaciones de estas diferencias, ver34 ) que culminó en el Debate de las dos Cambridge. La posición de Wicksell, ya delineada influyendo en las escuelas mencionadas, la de Fisher influyo a Milton Friedman, y a través de el, a los Nuevos clásicos.35 Esto ha llevado a algunos a sugerir la existencia de dos tipos de monetarismo.36

Aporte del Grupo de Cambridge

El llamado “Grupo de Cambridge” representa las concepciones de un grupo de economistas neoclásicos que pertenecieron a la Universidad de Cambridge -integrado principalmente por Alfred Marshall, Pigou, John Maynard Keynes cuando joven, etc- en materias financieras y, por ende, de considerable importancia en el monetarismo.37 Su representante más conocido en asuntos monetarios es Ralph George Hawtrey.

Para los integrantes del grupo (y los influidos por el), la función del dinero es no solo servir como facilitador de comercio o medio de cambio sino también como mecanismo de conservar valor entre transacciones. Esto implica que los individuos (incluyendo empresas,

etc) pueden considerar conveniente mantener cierta cantidad de dinero como reserva (monetaria) líquida.

Lo anterior introduce la llamada Ecuación de Cambridge que formaliza el concepto de "propensidad a mantener dinero en los bolsillos" y lo representa por la letra k:

En el cual, es la demanda de dinero, P precios, Y el ingreso total y k la fracción de circulante mantenida como reserva líquida.

Nótese que en esta visión la demanda de dinero (cantidad de circulante) corresponde no tanto a las tasas de interés, como Wicksell sugiere, sino a la relación volumen total de ventas o volumen de comercio (PY) más la cantidad mantenida como reserva. Pero esa cantidad de reserva depende a su vez de las tasas de interés. Esa situación fue directamente examinada por Hawtrey.

Contribución de Hawtrey

La preocupación central de Hawtrey, en sus numerosas obras, fue identificar las herramientas a disposición de las autoridades monetarias. A fin de determinar esas, Hawtrey fue uno de los primeros en proponer una interpretación monetaria del ciclo económico,38 para lo cual se baso en el trabajo tanto de los otros miembros del grupo de Cambridge como en el de Wicksell,39 sirviendo así como puente entre esas ideas y el trabajo posterior de Keynes. (Keynes y Hawtrey eran amigos, a pesar de lo cual no compartían propuestas40 ).

Adicionalmente apoyó lo que se llamó más tarde la Perspectiva de Hacienda (Treasury View) — la sugerencia que la política fiscal no tiene ningún efecto sobre el monto total de la actividad económica y/o el desempleo, incluso en tiempos de recesión económica. También adelantó en 1931 el concepto que llegó a ser conocido como el efecto multiplicador (o, simplemente, "el multiplicador"), un coeficiente que muestra el efecto de un cambio en la inversión nacional total en el monto de la renta nacional total.

Su propuesta en relación a los ciclos puede ser resumida así: Los actores principales en el ciclo económico son los mayoristas u otros intermediarios que basan sus actividades en el crédito bancario y por tanto son muy sensitivos a las tasas de interés. Cualquier inyección de dinero que reduzca la tasa de interés induce a estos intermediarios a incrementar sus inventarios; lo que hacen mediante el aumento de sus endeudamiento con los bancos y exigiendo aumentos en la producción de las empresas. Pero el aumento de la producción toma tiempo, consecuentemente, la oferta monetaria es por lo menos momentariamente excesiva en relación al ingreso real (formado por salarios). Esto conduce a una mayor demanda de productos de inversión por los inversionistas (que preveén un aumento de ventas), demanda adicional que, a su vez, reduce los inventarios de estos intermediarios mayoristas. Al darse cuenta de sus inventarios decaen, esos mayoristas volverán a exigir que las empresas aumenten la producción y pedir prestado el dinero para hacerlo. Pero esto

una vez más que conduce a un "exceso" de circulante, etc. Eventualmente los bancos reducirán el nivel de sus préstamos -al ver que sus reservas líquidas se aproximan al límite- Los mayoristas se ven obligados a reducir sus inventarios y demandas a las empresas, estas reducen producción, y el ciclo ahora entra en una fase recesiva. Esto puede, en la opinión de Hawtrey, terminar en un callejón sin salida: si las ventas decaen más rápido que lo que los mayoristas previeron, sus inventarios pueden aumentar en lugar de decaer. En esa situación, ninguna oferta de dinero, por reducida que sea la tasa de interés, los inducirá a endeudarse para comprar de los productores, consecuentemente la demanda cae indefinidamente. En la opinión de Hawtrey, esa fue la situación que condujo a la Gran depresión.

La solución que Hawtrey propuso llegó a ser conocida como Política monetaria activa o discrecionaria. Esta se basa en la propuesta que las autoridades monetarias deben tener una actitud proactiva, interviniendo a fin de prevenir la aparición de situaciones que puedan degenerar en crisis: "es mucho mejor regular el crédito constantemente de tal manera que ninguno de los dos círculos viciosos (inflación o deflación) puedan arraigarse seriamente ". En la práctica una política monetaria activa significa que el Banco central (o autoridad monetaria) debe participar en los mercados financieros (por ejemplo, comprando o vendiendo divisas); variando las tasas de interés y los requerimientos de reservas bancarias, etc. con la intención de modificar tanto la cantidad de circulante como las tasas de interés a fin mantener el ingreso nacional estable.41

Nótese que los mecanismos que esta propuesta sugiere son exclusivamente monetarios, diferenciandose así de la propuesta posterior de Keynes acerca de una política fiscal activa.42

Aporte de Fisher

El trabajo de Irving Fisher (quien ha sido descrito como el mejor economista que EEUU ha producido43 ), se puede encontrar en su "The Theory of interest"44 (1930).

Al igual que Wicksell, Fisher se basa y trata de defender la teoría cuantitativa (pero abandona implícitamente la dicotomía). En esa defensa de la teoría cuantitativa Fisher la actualiza, introduciendo la llamada Ecuación de intercambio, que generalmente se presenta de la siguiente manera:

en la cual

es la cantidad total de dinero circulando en una economía en un momento o periodo dado (en las ecuaciones originales Fisher establece una diferencia entre el dinero en efectivo y los depósitos de cuentas corrientes. Ambas sumas constituyen el "circulante" en un momento dado).

es la Velocidad del dinero, es decir, el promedio de veces que esa cantidad de dinero es gastada o circula en esa economía en ese periodo.

son los precios.

es la cantidad de bienes "vendidos" en ese periodo. (considerando cada venta o transacción de cada bien. Es decir, una mercadería puede ser contada varias veces, una por cada venta que experimente)

Así, por ejemplo; P Q es el costo (o precio) nominal de todo lo vendido/comprado en una economía determinada en un periodo dado. La V de Fisher es el inverso del k de la "ecuación de Cambridge".45 46

Fisher argumenta que la velocidad del dinero es relativamente estable. Consecuentemente, asumiendo equilibrio y empleo pleno, lo fundamental es la cantidad del circulante. Si esa cantidad aumenta, aumentara el resultado de PQ. Pero, dado que Q no puede cambiar a menos que cambien las variables técnicas, lo único que puede realmente cambiar es P, es decir, los precios. (si no hay pleno empleo, es posible que un aumento de M lleve a uno de Q).

Sigue que cambios en precios se deben a cambios en el circulante. Inversamente, a fin de controlar los precios (evitar inflación o deflación) se debe controlar la cantidad de circulante. A partir de lo anterior, Fisher propuso un plan a fin de estabilizar la moneda.47 Sin embargo, para entenderla es necesario tener una visión más general de su posición.

Fisher comenzó tratando de establecer las bases sobre la cual el equilibrio se establece. Desde el punto de vista monetario, esto equivale a establecer como se llega a la situación en la cual los ahorros igualan a la inversión. (que implica que los precios serán estable. Fisher creía, como los monetaristas en general, que son las fluctuaciones de precios las que causan las crisis). Inicialmente Fisher no concedió mayor importancia en el cálculo de la cantidad de circulante a aquel que se origina en cuentas corrientes (cheques, tarjetas de crédito, etc), considerando que tales depósitos constituyen una fracción estable y menor del circulante. Otra manera de decir eso es que solo el volumen total de moneda impresa y/o acuñada cuenta para los cálculos. Con posterioridad a la gran crisis de la década del 30 del siglo XX, Fisher cambio de opinión.

Fisher sugerió originalmente48 que la tasa de ganancia (o tasa de interés real) depende de dos factores: la voluntad de ahorro o "posponer consumo" de la sociedad y las “tasa de oportunidad de inversión” (que depende de los niveles tecnológicos y recursos naturales disponibles). En un extremo, todos los recursos se utilizan para consumir en el presente. En el otro, todos se utilizan para invertir (consumir en el futuro). El equilibrio se establece en ese punto en el cual ambas tendencias se igualan. Se puede concebir entonces la tasa de interés real (o tasa de ganancia) como el premio que los individuos demandan a fin de posponer su consumo. Dado que cada unidad de consumo presente extra disminuye en su “margen de utilidad” pero lo mismo sucede con unidades adicionales de inversión o consumo futuro, también puede ser percibida como el punto en el cual se igualan las utilidades marginales de ambas variables.

Sin embargo lo anterior no resuelve el problema de la expansión de circulante y el como establecer, en forma practica, cual es el nivel apropiado del mismo. La propuesta de Fisher para lograr esto era el abandono del estándar del oro (incluyendo el uso de monedas de

metales preciosos) y su reemplazo con papel moneda cambiable a oro libremente pero a una tasa variable a fin de mantener el poder de compra de la unidad monetaria. Por ejemplo, si los precios varían en un 1%, la cantidad de oro que una unidad monetaria “compra” también variaría en un 1%, de esa manera, los precios se mantendrían estable en relación a la “moneda legal”.49 Nótese que esto implica que alguien (el Estado o Gobierno) es responsable de “producir” el oro necesario para mantener esa estabilidad. Es decir, la función del Estado es mantener la estabilidad monetaria. Por ejemplo, si la cantidad de oro en existencia aumenta (produciendo inflación) el Estado debe reducir el oro que cada unidad monetaria representa (reducir el precio del oro). Eso lleva a los individuos a cambiar sus billetes por oro, reduciendo el circulante y aumentando los precios, restableciendo así el equilibrio, etc.

Posteriormente al comienzo de la Gran Crisis, Fisher extendió su teoría del interés,50 agregando otro factor: los créditos bancarios que se originan en los préstamos de los dineros depositados en cuentas corrientes, el que al mismo tiempo esta disponible para los propietarios de las cuentas; lo que significa que el circulante se expande rápidamente (los bancos “crean dinero de la nada”). Tales excesos de crédito llevan a exceso de liquides que aumenta los precios, En la presencia de inflación, los individuos demandan, en retorno por sus inversiones, no solo la tasa de interés real sino también una fracción que compense por la perdida de poder de compra de su dinero. Esta “tasa de interés nominal” iguala entonces a la tasa de interés real más la tasa de inflación esperada.

Por ejemplo, asumase que la tasa de interés real (o tasa de ganancia) es 5% y la tasa de inflación, por decir algo, 3%. Los inversionistas demandaran aproximadamente 8% de retorno en sus inversiones, a fin de obtener no solo la ganancia esperada, sino también el retorno del poder de compra de las sumas invertidas. El efecto que la tasa de inflación que se anticipa tiene sobre las tasas de interés se conoce como Efecto de Fisher.

La solución obvia, en la opinión de Fisher, es requerir que depósitos de cuentas corrientes tengan 100% de respaldo: los bancos solo podrían prestar su propio dinero (proveniente de la venta de acciones del banco, etc) o aquel en cuentas de deposito. Esto eliminaría corridas bancarias pero al mismo tiempo muchas de las ganancias de los bancos, los que tendrían que cobrar por el dinero guardado en cuentas corrientes.51

Otro efecto de la gran crisis fue el abandono del patrón oro como medida de valor de la moneda. Esto requirió que Fisher modificara su propuesta de política monetaria activa. En lugar de compra/venta de oro, el estado debería participar en el mercado de activos monetarios (acciones, bonos, etc), comprando tales activos si los precios decaen y vendiendo si los precios aumentan. En otras palabras, los activos financieros en la bolsa reemplazarían el oro.52

Nótese que, a través de todo lo anterior, lo fundamental es, a diferencia de Wicksell, la cantidad de circulante, no la tasa de interés. Es el exceso de dinero, en esta visión, lo que lleva a un incremento en los precios y esa inflación conduce, debido al efecto de Fisher, al aumento en la tasa de interés nominal o bancaria (lo que eventualmente afecta la tasa de interés real o de ganancia). La función del estado, a fin de mantener precios estables, es

controlar el circulante, tanto a través de limitar su impresión como modificando las tasas de encaje y, en general, con una participación activa en los mercados financieros.

Sin embargo, y debido principalmente a una predicción generalmente percibida como seriamente errónea,53 el aporte de Fisher cayo en el olvido hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando fue revivido gracias al trabajo de Clark Warburton (quien fue descrito como “el primer monetarista en el periodo que siguió la Segunda Guerra Mundial54

) y quien sirvió de puente entre el trabajo de Fisher y el de Friedman.

Un punto controversial es la propuesta de algunos que Keynes no fue tanto influido por la visión de Wicksell sino más bien la de Fisher, estando consecuentemente, monetariamente más cerca del grupo de teorías llamadas "cuantitativas", representadas por, entre otros, Fisher, Milton Friedman y Don Patinkin (esta es un área compleja. Para una introducción, ver Roger W. Garrison (1993): Is Milton Friedman a Keynesian?).

Aporte de Lerner

Las propuestas de Abba Lerner, que se remontan a 194355 y dieron origen a la llamada Finanza funcional, son demasiado complejas como presentar aquí algo más que un resumen general y simplista. A pesar que es posible trazar muchas de esas sugerencias a las propuestas de los autores ya delineados, están expuestas en forma tal que son generalmente sorprendentes a primera vista para los no especialistas. Desde este punto de vista, el aporte de Lerner puede ser visto como una sistematización de posiciones anteriores. Hay sin embargo una sugerencia que es genuinamente revolucionaria: el abandono de la tentativa de mantener un equilibrio económico (equiparado como objetivo de las finanzas sanas de las propuestas anteriores) y su reemplazo con la propuesta que el objetivo principal de las políticas económicas estatales es promover el crecimiento y desarrollo. (nótese el cambio de énfasis: de solo política monetaria a políticas económicas56 ).

La posición de Lerner puede ser vista como prefigurando o introduciendo las concepciones monetarias modernas.57 Una exposición sucinta de esa propuestas podría ser:

Cualquier política monetaria o política fiscal solo debe ser juzgada en relación a los efectos pertinentes a la función principal del Estado: promover crecimiento económico. En relación a ese objetivo, la búsqueda del equilibrio es, a los más, secundaria. Dado que el Estado tiene el poder de emitir dinero, carece de sentido que en lugar de hacerlo ya sea cobre impuestos o se endeude. (las funciones de esos mecanismos no son financiar al Estado). Adicionalmente, los gastos del gobierno generan ingresos para el sector privado, mientras que los impuestos reducen la renta privada disponible. Cuando el gasto público supera los ingresos tributarios (hay déficit presupuestario), hay una adición neta a la renta disponible de los hogares y empresas. Parte de esa riqueza extra se deposita en bancos, en la forma de cuentas de ahorro que devienen interés a una tasa que oscila entre la tasa de ganancia y la tasa de interés básica o estatal (dado que los bancos usan esos depósitos tanto para financiar inversión como para mantener depósitos en el Banco central o para comprar Bonos del Estado, que pagan interés (ver Tasa de cero riesgo y La deuda

pública como instrumento del mercado de valores de renta fija). Así, el sector privado llega a ser más rico en un monto por lo menos igual al déficit del gobierno.

Sin embargo, el Estado no puede forzar a los individuos a aceptar el dinero extra (y aún si pudiera, tal "distribución" no tendría otros resultados que la inflación). El dinero solo puede entrar en circulación a través de otros mecanismos (por ejemplo, el Estado autoriza a los bancos a reducir su encaje, lo que significa que el nivel de préstamos potencialmente aumenta). Esto implica, en la opinión de Lerner, que las herramientas principales que el Estado posee para lograr sus objetivos son esos mecanismos, y no la impresión de dinero (a la que, sin embargo, el Estado debe recurrir sin vacilación si es conveniente o necesario). En sus palabras: “Todas las decisiones de importancia se hacen cuando se decide aplicar los instrumentos fiscales... Si uno de esos instrumentos envuelve el pago de dinero... el efecto será el mismo ya sea si el dinero estaba depositado en el tesoro o si fue necesario imprimirlo porque ese tesoro no tenía lo suficiente.... el uso del instrumento nunca debería ser restringido simplemente porque podría no haber lo suficiente en reserva en el tesoro en el momento."58 Sigue que el Estado tiene a su disposición varios mecanismos para lograr su objetivo. Lerner sugiere que hay tres "pares" de instrumentos financieros:

cobra de impuestos y gastos fiscales compras y ventas por parte del Estado Préstamos y endeudamiento fiscal.

Nótese que algunos de esos mecanismos son más apropiados para promover expansión, otros para reducirla (cuando, por ejemplo, la economía se "sobrecalienta" o, en otras palabra, se expande damasiado rápidamente)

Deuda de Estados Unidos desde 1940 hasta 2010. La línea roja indica la deuda pública neta y la línea negra indica la deuda total. La diferencia entre ambas incluye la deuda que

mantiene el gobierno federal consigo mismo. El segundo panel muestra las mismas deudas pero en función del porcentaje del PIB estadounidense (la división se realiza entre dólares del mismo año) mientras que el panel de arriba esta deflactado al valor de 2010.

La contribución de Lerner, a pesar que en la actualidad se considera simplista, fue aplicada en EEU en el periodo que va desde el fin de la Segunda Guerra Mundial a la primera parte de la década de 1970, y ha tenido gran influencia en concepciones monetarias modernas.59 Generalmente se considera que fue responsable de un cambio de la percepción de la "necesidad", sugerida por los monetaristas anteriores, de mantener de un presupuesto equilibrado a la que lo que realmente importa es el tamaño de tales déficits como porcentaje del PIB,60 61 62 63 64 lo que fue utilizado como justificación de una alegada tendencia en ese país a mantener déficit presupuestarios65 (y a aumentar la cantidad de dólares en circulación - Ver Crisis del techo de deuda de Estados Unidos de 2011).

Algunos han interpretado lo anterior como sugiriendo que el Estado puede imprimir ilimitadamente. Es necesario notar que la finanza funcional no sugiere ni déficits ni superávits permanentes. La finanza funcional no es una propuesta o política acerca de medidas financieras permanentes como tales, sino más bien un sistema o aproximación que sugiere que la manera apropiada de medir o evaluar cualquier propuesta es en relación a los resultados, no en relación a algún principio general o algún sistema ideal, etc. Nótese (gráfico a la izquierda) que la deuda pública de EEUU — país en el cual estas propuestas fueron aplicadas entre 1950- 1980— disminuyo tanto en el total como en porcentaje del PIB en ese periodo.

Igualmente se ha sugerido que las propuestas de Lerner son la base de la política del llamado estímulo monetario66 o Flexibilización cuantitativa que se ha utilizado en numerosos países como consecuencia de la Crisis financiera de 2008 ), siendo, en ese sentido, generalmente aceptada. Sin embargo, esta percepción no es del todo correcta.67 Si no otra cosa, la práctica posterior parece haber diluido la propuesta de Lerner de una en la cual se puede recurrir a la emisión de dinero si es necesario a fin de financiar un instrumento fiscal a una en la cual basta y sobra con poner dinero a disposición del público o, más recientemente, los bancos a fin de estabilizar sus reservas, pero no para financiar demanda.68

Las sugerencias de Lerner también han tenido gran influencia en lo que se llama Teoría Monetaria Moderna 69 (posición que se desarrollo a partir del trabajo de Lerner y el Chartalismo70 ), ambas aproximaciones teniendo asunciones similares o complementarias.71

Contribución de Friedman

El aporte de Milton Friedman es demasiado vasto como para ofrecer algo más que una puntualización simplista. Friedman es considerado el fundador del monetarismo moderno,72

73 tal como es ejemplificado en la Escuela de Economía de Chicago y una de mayores influencias en el pensamiento económico en la segunda parte del siglo XX e incluso posteriormente, a través de su influencia en la Nueva economía clásica.

Friedman introdujo lo que generalmente se considera la concepción o interpretación actual (fines del siglo XX y principios del XXI) de la teoría cuantitativa.74 Se puede considerar que Friedman sintetiza el acercamiento de los monetaristas previos, basándose principalmente en las sugerencias de Fisher y Lerner. Por ejemplo: "Lo que deberíamos considerar y lo que se esta considerando es una legislación que limite los impuestos y gastos fiscales de año a año a no más que el aumento de la población y la inflación. No creo que haya necesidad que eso sea en la forma de un presupuesto balanceado, pero (esa propuesta) podría ser una forma de lograrlo”.75 "La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario".76 "El camino más seguro para una recuperación económica sana es aumentar la tasa de crecimiento monetario, para cambiar la escasez de dinero a dinero fácil,.... pero sin volver a la exageración. Eso haría que las tan necesarias reformas económicas y financieras fueran mucho más fácil de conseguir.".77

De acuerdo a la interpretación de Friedman de la teoría cuantitativa, tanto la velocidad de circulación como la demanda de dinero son, asumiendo que las variables económicas están en sus relaciones o “niveles naturales”, estables en el corto plazo.,78 reflejando preferencias individuales o institucionales acerca de cuanto ahorrar o consumir. Variaciones en la cantidad de circulante llevan entonces a tentativas, por parte de empresas e individuos, a mantener esas preferencias, por ejemplo, librandose de excesos de dinero (lo que significa un aumento en la demanda). Pero, crucialmente, una sociedad no puede, en conjunto, librarse de tal exceso monetario, especialmente si la sociedad esta a sus niveles naturales de producción y empleo. Consecuentemente, los precios aumentaran. Eventualmente se llegará a un nuevo punto de equilibrio, pero ese punto será a los nuevos precios. Faltas de circulante darán origen al proceso opuesto.

Famosamente Friedman ejemplificó lo anterior en su monumental “A monetary history of the United States, 1867-1960”. En esa obra Friedman argumenta que la causa principal de la Gran Crisis fue la restricción que las autoridades monetarias de EEUU habrían impuesto en 1930 siguiendo un periodo relativamente prolongado de políticas monetarias expansionistas.79

Eso dio origen a la percepción que la crisis se podría haber evitado si el banco central de EEUU - la Reserva Federal (FED)- hubiera expandido la cantidad de circulante, dado que el dinero funciona como un multiplicador monetario 80 Friedman argumentó, por ejemplo en una entrevista con Peter Jaworski, que "aunque el FED no provocó la crisis de 1929, sí la empeoró al reducir la oferta monetaria en un tiempo en el cual se necesitaba más liquidez" (lo que ha llegado a ser la base teórica más general para "el estímulo monetario" tal como se ha implementado81 ). Paul Krugman comenta al respecto: “Un tema central de la Teoría General de Keynes fue la impotencia de la política monetaria en condiciones del tipo de la depresión. Pero Milton Friedman y Anna Shwartz, en su magistral historia monetaria de los EEUU, proponen que el Banco Federal podría haber prevenido la Gran Depresión -una propuesta que más tarde, en escritos populares, incluyendo los de Friedman mismo, se transmuto en la propuesta que el Banco Federal causó la depresión. Ahora, lo que el Banco realmente controlaba era la base monetaria -circulante más reservas bancarias. Como la figura muestra, esa base se expandió en la realidad durante la gran depresión, por lo cual es difícil hacer el caso que la Reserva causó la depresión. Pero se puede argumentar que la depresión podría haber sido prevenida si el Banco Federal hubiera hecho más -si hubiera

expandido la base monetaria más rápidamente y hubiera hecho más para rescatar los bancos en problemas." y "“Así, aquí estamos (2008), mirando una crisis reminescente de la de los 30. Y esta vez el Banco Federal ha sido espectacularmente agresivo acerca de aumentar la base monetaria.. y adivinen que pasa? no parece estar funcionando".82

Friedman continuó a tratar de dilucidar el papel que fuerzas tanto económicas como monetarias juegan en la economía en general y en el empleo en particular. Friedman sugiere que el equilibrio económico no implica necesariamente estabilidad de precios, como concepciones anteriores asumían, sino más bien que la estabilidad económica depende de variaciones anticipadas que permiten mantener “relaciones naturales” entre las variables. Por ejemplo, el nivel natural de desempleo (NAIRU) es aquel en el cual la inflación observada es igual a la esperada.83

Consecuentemente, Friedman propone el abandono de las políticas monetarias y su reemplazo con la regla monetaria: El estado debe aumentar la cantidad de circulante a una taza anual regular y estable, que Friedman propone es entre 3% y 5%84 (pero que generalmente se interpreta como correspondiendo a la tasa de crecimiento económico) (nótese que para Friedman lo fundamental es que esa tasa sea estable y predecible por el público - ver op. cit) Dado que esa tasa de crecimiento no es absolutamente predecible, y dado que el aumento del circulante si lo es, eso podría dar origen a un cierto nivel de inflación, pero, en la medida que esa inflación es anticipada, el resultado no será problemático. La economía se mantendrá “estable”.85 En todo caso, la regla monetaria no prohíbe el uso de las tasas de interés a fin de controlar las variaciones de demanda dentro de los límites que la regla permite.86

Aporte de Taylor

A partir de lo anterior se ha observado un interés en el desarrollo de las posibles reglas monetarias. De particular interés en esta área es el aporte de John B. Taylor.

En 1977, Taylor y Edmund Phelps mostraron87 que la política monetaria es útil para estabilizar la economía si los salarios son pegajosos,88 incluso cuando todos los trabajadores y las empresas tienen expectativas racionales. Esto demostró que algunas de las sugerencias de la economía keynesiana se mantienen bajo la asunciones de las expectativas racionales. Esto es importante porque Thomas Sargent y Neil Wallace habían argumentado que las expectativas racionales hacen la política macroeconómica inútil para lograr estabilidad económica. Los resultados de Taylor y Phelps mostraron que la asunción de Sargent y Wallace no era fundamentalmente las expectativas racionales, sino los precios perfectamente flexibles.89 Consecuentemente el Modelo de superposion temporal de los contratos salariales de Taylor se convirtió en uno de los pilares de la Nueva Economía Keynesiana.

Taylor avanzó a explorar qué tipo de reglas de política monetaria es más efectiva para reducir el coste al Bienestar social de los ciclos económicos: deberían los bancos centrales tratar de controlar la oferta monetaria, el nivel de precios, o la tasa de interés, y en relación a cuales cambios deberían reaccionar estos instrumentos: cambios en la producción, el desempleo, precios de los activos, o las tasas de inflación?. Taylor demostró que había un

compromiso —más tarde llamado Curva de Taylor— entre la volatilidad de la inflación y la de la producción.90 91 92 Taylor propuso93 una política que el considera simple y efectiva: los bancos centrales deberían manipular las tasas de interés de corto plazo, elevando las tasas a fin de enfriar la economía cuando la inflación o el crecimiento del producto se vuelve excesivo, y la reduciendo esas tasas cuando una de esas medidas cae demasiado bajo. Esto ha llegado a ser conocido como la Regla de Taylor.

Una disposición clave de la regla de Taylor — a veces llamado el Principio de Taylor— es que la tasa de interés nominal debe reaccionar exageradamente, por ejemplo, aumentando más de un punto porcentual cada aumento de un uno por ciento de la inflación.94 (y viceversa, disminuyendo en más de un punto por cada punto que los precios o la producción decae).

La regla de Taylor se ha transformado en una posición generalmente aceptada como base para las decisiones monetarias;95 constituyendo uno de los principales aspectos a considerar en discusiones acerca de políticas monetarias tanto en EEUU96 como en la Unión Europea.97

Citas y referencias

1. ↑ Stanley L Brue y Randy R Grant; (2008): Historia del pensamiento económico (Spanish Edition). Editorial: Cengage Learning, México

2. ↑ Por ejemplo: William Anglas: ESCUELAS DE PENSAMIENTO MONETARISTAS Y KEYNESIANOS; Henry Hazlitt: ¿En dónde se equivocan los monetaristas?

3. ↑ por ejemplo: PATRICIO MELLER (1986): KEYNESIANISMO Y MONETARISMO: DISCREPANCIAS METODOLÓGICAS

4. ↑ Por ejemplo Milton Friedman sugiere — en "Studies in the Quantity Theory of Money} (1956) — que los efectos de aumento del circulante en el corto plazo son aumentar empleo y producción, pero en el largo plazo los efectos de tal incremento monetario solo son inflación. Ver también Universidad de Alcalá (UAH): Modelo OA-DA II Shocks y Mecanismos de Propagacion. A : Los efectos de una expansión monetaria] (documento se puede bajar desde www2.uah.es/econ/MacroII/Presentaciones/OADA_II.ppt

5. ↑ Phillip Cagan, 1987. "Monetarism," The New Palgrave: A Dictionary of Economics, v. 3, Reprinted in John Eatwell et al. (1989), Money: The New Palgrave, pp. 195-205 & 492-497

6. ↑ Stanley L Brue y Randy R Grant; (2008): Historia del pensamiento económico (Spanish Edition). Editorial: Cengage Learning, México

7. ↑ James Tobin, por ejemplo, va tan lejos como a llamar a los nuevos clásicos “monetaristas modelo 2” (ver “The Monetarist Counter-Revolution Today -an Appraisal” en Econ. Journal, Mar 1981, 91 (361), pp 29-42). Sin embargo es necesario notar que hay diferencias entre los monetaristas y los nuevos clásicos (ver, por ejemplo: Kevin D. Hoover - 1984 Two Types of Monetarism.) consecuentemente es más apropiado sugerir que el nuevo clasicismo evoluciono a partir o sobre la base del monetarismo (ver por ejemplo Roger A. McCain (2000): From Monetarism New Classical Economics.

8. ↑ A Leijonhufvud (2009): Wicksell, Hayek, Keynes, Friedman: Whom Should We Follow?

9. ↑ Mill, John Stuart; Principles of Political Economy (1848). part II CHAPTER VIII: Of the Value of Money, as Dependent on Demand and Supply

10. ↑ The Bernard Schwartz Center for Economic Policy Analysis: "La bestia que John Stuart Mill liberó de la jaula, la "teoría cuantitativa pura" de Hume, seria recogida por primera vez por Simon Newcomb (1885) y luego, más famosamente, por Irving Fisher en su "Poder adquisitivo del dinero" (1911 ). La teoría puede ser resumida sucintamente referiendonos a la famosa "ecuación de intercambio" introducida por estos dos economistas." en The Quantity Theory of Money

11. ↑ Stuart Mill: “No es, sin embargo, con el último o el promedio, pero con los precios inmediatos y temporales, que ahora nos ocupamos. Esos, como hemos visto, pueden diferir en gran medida de la norma del costo de producción. Entre otras causas de fluctuación, una que hemos encontrado es la cantidad de dinero en circulación. Mientras otras cosas sean las mismas, un aumento del dinero en circulación aumenta los precios, una disminución los disminuye. Si se ofrece más dinero para circulación que la cantidad que puede circular en relación confortable a su costo de producción, el valor del dinero, por la duración del exceso, se mantendrá por debajo del nivel de costo de producción y los precios en general serán sostenidos por sobre de la tasa natural.” en "Principles of Political Economy with some of their Applications to Social Philosophy" Book III, Chapter XII Influence of Credit on Prices párrafo 2 (en inglés en el original)

12. ↑ Stuart Mill: "Principles of Political Economy with some of their Applications to Social Philosophy" Book III, Chapter XII Influence of Credit on Prices párrafos 3 y 27 (en inglés en el original)

13. ↑ Para una introducción a todo esto, ver Causas en Imperialismo] y Pugnas Imperialistas. Siglo XIX. Para empezar a profundizar: Jude Wanniski Una historia económica del Siglo XX y ERIC HOBSBAWM: “EL GRAN BOOM”

14. ↑ D Laidler When Giants Walked the Earth15. ↑ Para una introducción a este aspecto, ver Fernando Ossa El Sistema Monetario

Internacional: Antecedentes y Perspectivas16. ↑ P. H. Wicksteed (1910): Common Sense of Political Economy ( II.7.15)17. ↑ por ejemplo: Federal Reserve Bank of Boston:"HISTORY AT YOUR

FINGERTIPS" AND "SPIRIT OF THE NATION"18. ↑ Para todo esto ver, por ejemplo: AXEL LEIJONHUFVUD (1997): The

Wicksellian Heritage19. ↑ De acuerdo a la teoría cuantitativa los precios son estrictamente proporcionales a

la cantidad monetaria. Dado que el circulante estaba aumentado pero los precios por los menos se mantenían —y de hecho a menudo disminuían, debido a la competencia, se puede dudar de la teoría. La percepción monetarista es que esa teoría es correcta en el largo plazo y en ciertas circunstancias, pero que "no debe ser tomada literalmente" -—ver Chapter 33 Summary

20. ↑ K. Wicksell: "Geldzins und Güterpreise", traducido como "La Tasa de Interés y el Nivel de los Precios" - Varias ediciones castellanas, por ejemplo I.S.B.N: 84-88203-07-1 y ISBN: 978-84-88203-07-6

21. ↑ Justo Sotelo Navalpotro (2003): Teorías y modelos macroeconómicos p 88 "Orígenes del monetarismo, punto 2.2

22. ↑ K. Wicksell (op. cit): "Me gustaría entonces, humildemente, llamar atención al hecho que la primera obligación de los bancos no es ganar mucho dinero sino proveer al público con un medio de cambio — y proveer este medio en la medida adecuada, de apuntar a la estabilidad de precios. En todo caso sus obligaciones en relación a la sociedad son enormemente mas importantes que sus obligaciones privadas y, si ellos al fin y al cabo son incapaces de descargar esas obligaciones sociales a lo largo de la linea de la empresa privada — lo que dudo— (esas obligaciones) proveerían una actividad digna para el Estado"

23. ↑ María Josefina León L: Análisis crítico del planteamiento del problema de la neutralidad: Wicksell, Hayek y Patinkin

24. ↑ Los dos tipos de interés y el ciclo económico25. ↑ A. Leijonhufvud (2007) observa: "Esto es lo que se supone que las metas de

inflación hagan por nosotros.... Es interesante reflejar que esto es una tarea que parece por lejos más difícil en teoría que lo que parece haber sido en la práctica. Hasta ahora." en Tan lejos de Ricardo,Tan cerca de Wicksell

26. ↑ Lars Jonung (2003): National or international inflation targeting? The Wicksellian dilemma of Sweden and the United Kingdom

27. ↑ Axel Leijonhufvud (1997: The Wicksellian Heritage28. ↑ La frase "dinero creado de la nada" fue utilizada por primera vez por Joseph Alois

Schumpeter: "Este método de obtener dinero es la creación de poder de compra por los bancos […] Se trata siempre no de transformar el poder de compra que exista ya en posesión de alguno, sino de la creación, de la nada, de nuevo poder de compra –de la nada, aun si el contrato de crédito por el cual se crea el nuevo poder adquisitivo, está sostenido por valores que no son a su vez medios circulantes– que se añade a la circulación existente". (ver: Joseph A Schumpeter:. Teoría del desenvolvimiento económico (México DF: Fondo de Cultura Económica.- 1967). Sin embargo, el basa su afirmacion en una percepcion anterior de Adam Smith: "Existen diferentes clases de papel moneda, pero los billetes en circulación de los bancos y banqueros son los más conocidos y, por otra parte, los que mejor se acomodan a nuestro propósito. Tan pronto como los habitantes de un país llegan a depositar la confianza necesaria en el patrimonio, la probidad y la conducta de un banquero particular, hasta el punto de creer que siempre estará dispuesto a pagar a la vista cualquier pagaré suyo que le sea presentado, no importa en qué momento, esos efectos circularán lo mismo que si fueran monedas de oro y plata, en virtud de la confianza que inspiran (ver A. Smith: Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (México DF: Fondo de Cultura Económica.- p 256).

29. ↑ Jeffery D. Amato (2004): The Role of the Natural Rate of Interest in Monetary Policy

30. ↑ A Leijonhufvud (1979): The Wicksell Connection: Variations on a Theme31. ↑ Richard M. Ebeling (1999) La teoría austriaca del ciclo económico32. ↑ Alexander Tobón (2008): Intereses y precios: Keynes en la tradición cuantitativa

de Wicksell33. ↑ A Leijonhufvud (1979): "La teoría del mecanismo de tipos de interés es el centro

de la confusión en la macroeconomía moderna... Este documento trata de seguir el desarrollo de esa teoría, esto va al centro de la disputa entre monetaristas y el 'Debate de los dos Cambridge" en The Wicksell Connection: Variations on a Theme

34. ↑ DAVID LAIDLER: TRES VARIACIONES DEL MODELO DE DOBLE TASA DE INTERES

35. ↑ A Leijonhufvud (1979): The Wicksell Connection: Variations on a Theme36. ↑ Kevin D. Hoover - 1984 Two Types of Monetarism.37. ↑ Ver, por ejemplo, Fernando Méndez I. (1993): EL “ENSAYO SOBRE EL

DINERO” Y “UNA NOTA MATEMÁTICA ACERCA DEL VALOR DEL DINERO” DE ALFRED MARSHALL: UN ESTUDIO PRELIMINAR

38. ↑ Pensamiento económico de Ralph G. Hawtrey39. ↑ Ralph G. Hawtrey,1879-1971.40. ↑ E.G. Davis (1980: The Correspondence between R.G. Hawtrey and J.M. Keynes

on the Treatise: The Genesis of Output Adjustment Models41. ↑ Para una introducción a todo esto, ver: WHAT IS MONETARY POLICY?. Para

comenzar a profundizar, ver: Ellis Davidson: How to Describe an Active Monetary Policy

42. ↑ Warren J. Samuels, Jeff Biddle, John Bryan Davis: A companion to the history of economic thought

43. ↑ Milton Friedman, Money Mischief: Episodes in Monetary History, Houghton Mifflin Harcourt (1994) p. 37. ISBN 0-15-661930-X

44. ↑ I Fisher: The Theory of interest; traducido como "LA TEORÍA DEL INTERÉS" - Unión Editorial, Madrid - ISBN: 978-84-88203-06-9

45. ↑ Richard Roca La Teoría Cuantitativa Antigua46. ↑ Fernando Sepúlveda P: Determinación del Nivel de Precios a Través de las

Curvas47. ↑ I. Fisher: Stabilizing the Dollar - Macmillan, 192048. ↑ I Fisher: “The Rate of Interest” (1906)49. ↑ I. Fisher: “The Purchasing Power of Money” (1911) y “Stabilizing de Dollar”

(1920)50. ↑ I Fisher: “The Theory of Interés” (1930)51. ↑ I Fisher: “100 Money” (1936)52. ↑ I Fisher: “100 Money” (1936)53. ↑ Fisher famosamente predijo, poco antes del Crac del 29 que: "Los precios de las

acciones han alcanzado lo que parece ser una meseta alta permanente." The Bright Side of Bubbles - CFO.com. Fisher perdió su fortuna en esa crisis, y sus aportes fueron desacreditados

54. ↑ Thomas F. Cargill, 1981. "A Tribute to Clark Warburton, 1896-1979: Note," Journal of Money, Credit and Banking, 13(1), p. 89.

55. ↑ A Lerner (1943): Lerner, Abba: Functional Finance and the Federal Debt56. ↑ Gabriel Leandro: "La política económica, entonces, consiste en el que el Gobierno

emplea sus poderes legítimos manipulando diversos instrumentos, con el fin de alcanzar onjetivos socio-económicos previamente establecidos. La política económica tiene distintos objetivos, dentro de los cuales se puede decir que los principales son: 1.- Crecimiento y desarrollo económico, que consiste básicamente en lograr tasas de crecimiento de la producción satisfactorias, incluyendo cambios estructurales continuos en el tejido productivo. 2.- Pleno empleo, es decir garantizar la creación neta de puestos de trabajo para proporcionar a un nivel de vida razonable para todos los miembros capacitados de la fuerza laboral disponible, reducir y prevenir el desempleo cíclico a corto plazo, eliminar el desempleo estructural y

otras formas de desempleo persistente a largo plazo.3.- Estabilidad de precios, la cual consiste en el mantenimiento del nivel general de precios, o una tasa de inflación reducida. 4.- Distribución de la renta y la riqueza, o sea una reducción progresiva de las diferencias entre los niveles de ingresos personales, la concentración de la riqueza y la provisión de bienes públicos. 5.- Equilibrio de la balanza de pagos, se pretende reducir el déficit exterior a medio plazo, mantener un nivel de reservas de divisas y la solvencia frente al exterior.-- Para lograr ese objetivo el Estado dispone de varios instrumentos." en Papel del gobierno en la economía: La política económica

57. ↑ Por ejemplo: Tibor Scitovsky (1984): Lerner's Contribution to Economics58. ↑ A Lerner: The Economics of Employment” - New York, McGraw Hill, 1951, p

13359. ↑ Por ejemplo, L. Randall Wray (2002) escribe con relación al articulo de Milton

Friedman, "A Monetary and Fiscal Framework for Economic Stability" (1948): “Note que Friedman habría tenido deficits gubernamentales y, consecuentemente, emisiones monetarias siempre que la economía estuviera operando por debajo del pleno empleo. De nuevo, ese es el punto de vista de la finanza funcional de Abba Lerner, y supongo que fue adoptada por casi todos después de la Segunda Guerra Mundial” en A Monetary and Fiscal Framework for Economic Stability

60. ↑ por ejemplo: Federal Reserva Bank of New York (Marzo 2008): Statement Regarding System Open Market Account Activity

61. ↑ Econbrowser: Projected size of the deficit62. ↑ BNET: The federal deficit and the national debt: why they matter more than we

think63. ↑ Business Mirror: Deficit that's 3.6% of GDP64. ↑ FRANCISCO ROSENDE (2003): ¿EL FIN DEL MONETARISMO?65. ↑ Los Estados Unidos han tenido deuda pública desde su creación. Las deudas

aparecieron durante la Guerra de la Independencia Estadounidense y ya en los primeros Artículos de la Confederación aparecen informes del resultado total de la deuda ($75,463,476.52 on January 1, 1791). Todos los presidentes desde Harry Truman han aumentado la cantidad total de la deuda estadounidense. El techo de deuda ha sido incrementado 74 veces desde marzo de 1962, incluyendo 18 veces desde Ronald Reagan, 8 veces con Bill Clinton, 7 veces con George W. Bush y 3 veces (hasta agosto de 2011) con Barack Obama. ver: Jeanne Sahadi (2011): Debt ceiling FAQs: What you need to know|editorial y Debt Ceiling Facts

66. ↑ Por ejemplo: Bernanke estudiará la tercera ronda de estímulos monetarios en septiembre

67. ↑ El asunto es complejo, pero el punto central es que la propuesta de Lerner es acerca del financiamiento de instrumentos fiscales, no la acción o deuda privada (que es lo que muchos sugieren ha sucedido con los dineros producto del estímulo). Consecuentemente, cuando el “estimulo” fue propuesto por primera vez (en 2003, durante el gobierno de Bush hijo), los economistas keynesianos (quienes están cerca de las posiciones de Lerner) se opusieron: “Otros prominentes economistas keynesianos –entre ellos diez premios Nobel- se opusieron al programa de estímulo fiscal del presidente Bush del 2003, por no ser la respuesta a los problemas de empleo y crecimiento a corto plazo, y en cambio empeorara las perspectivas del presupuesto a largo plazo, incrementando los déficit crónicos, que reducirá la

capacidad de financiar la seguridad social y la inversión; además, alegan que la reducción de impuestos provocará mayor desigualdad y, en cambio, proponen un plan de estímulo de la demanda que realmente provoque el crecimiento y el empleo en el corto plazo sin incrementar el problema del déficit a largo plazo.” ( José de Jesús Rodríguez Vargas (2004) en La Nueva Fase de Desarrollo Económico y Social del Capitalismo Mundial). Nouriel Roubini (2011) va tan lejos como culpar ese plan de la crisis del 2008: “Obviamente, es la culpa de George Bush. Cuando Obama asumió el poder, heredó un déficit presupuestario de US$1,2 billones (millones de millones)... y cuando Bush llegó al poder, había un superávit de US$300.000 millones. ¿Cómo pasamos de un superávit de US$300.000 millones a un déficit de US$1,2 billones, un cambio de US$1,5 billones en nuestra condición fiscal? Decidimos recortar los impuestos pero no pudimos hacerlo en 2001-2003, gastamos US$2 billones en dos guerras que no se podían ganar, duplicamos el gasto discrecional... añadimos prestaciones sociales como beneficios de Medicare para comprar medicamentos y luego tuvimos un enfoque laissez-faire para la supervisión de la regulación financiera, causamos la mayor crisis financiera de la historia, lo que implicó un enorme incremento del déficit porque teníamos el déficit de la recesión y teníamos el costo fiscal de rescatar a las instituciones financieras. Por lo tanto, tuvimos cinco factores que llevaron a que pasáramos de un enorme superávit a un enorme déficit. Y él heredó dos guerras en el exterior y la peor crisis financiera y económica, y ahora le echan la culpa a él.” (en Entrevista con Nouriel Roubini: Marx, Bush y otra recesión

68. ↑ Por ejemplo: Menos préstamos, más comisiones69. ↑ por ejemplo: U de Barcelona: “La teoría monetaria moderna: De Keynes a la

década de los 80” ISBN-10: 8434460653 - ISBN-13: 978-8434460652.- Argandoña, Antonio; La Teoría Monetaria Moderna; Edit. Ariel; España; 1981

70. ↑ Para una introducción a este aspecto en castellano, ver: Girón, Alicia. Poder y moneda: discusión inconclusa. En publicación: Confrontaciones monetarias: marxistas y post-keynesianos en América Latina Girón, Alicia CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Ciudad de Buenos Aires, Argentina. 2006. ISBN: 987-1183-51-8.- Para empezar a profundizar, L.P. Rochon y M. Vernengo: El Malestar del Chartalismo

71. ↑ Understanding The Modern Monetary System72. ↑ Por ejemplo: Nobel Prize Org (Press release, 14 Oct 1976): THIS YEAR's

ECONOMICS PRIZE TO AN AMERICAN73. ↑ Richard Roca El Monetarismo Moderno74. ↑ Por ejemplo JJR Vargas: FRIEDMAN: NUEVA FORMULACIÓN DE LA

TEORÍA CUANTITATIVA75. ↑ John Hawkins (Right Wing News): An Interview With Milton Friedman76. ↑ Gabriel Leandro: LA INFLACIÓN (punto 5: Inflación causada por el exceso de

dinero en circulación)77. ↑ Milton Friedman (1997): Rx for Japan: Back to the Future originalmente en el

Wall Street Journal, p. A22, December 17, 1997.78. ↑ Friedman postula que ese corto plazo es, aproximadamente, seis meses. Ver, por

ejemplo: Virginia Postrel (2003) With Milton Friedman's ideas now accepted by theorists and policy makers, it's easy to forget how revolutionary they were. Sin embargo, posteriormente modifico esas posición a 12 e incluso 24 meses. Ver

Michael Emmett Brady (1968): A Note on Milton Friedman's Application of His "Methodology of Positive Economics"

79. ↑ Milton Friedman, Anna Jacobson Schwartz (1971): A monetary history of the United States, 1867-1960 cap 7

80. ↑ M. Friedman y D. Meiselman: “The Relative Stability of Monetary Velocity and the Investment Multiplier” y M Friedman y AJ Schwartz: “A Monetary History of the United States 1867-1960”.-

81. ↑ el argumento central es relativamente simple desde el punto de vista de Friedman: la cantidad de circulante es responsable del nivel de precios. La Gran Recesión se caracterizó por una deflación extrema. La solución, obvia para quien cree que la inflación y (presumiblemente) la deflación son siempre un fenómeno monetario, es aumentar el circulante: la consecuente “inflación” contrarrestara la caída en precios

82. ↑ Paul Krugman: “The Conscience of a Liberal”83. ↑ Esta es un área compleja. Algunos consideran que Friedman asume que el sistema

económico tiende naturalmente a un equilibrio general, basados principalmente en su aserción que la tasa natural de desempleo es aquella que “seria producida por el sistema de ecuaciones de la teoría del equilibrio general de Walras” (en The Role of Monetary Policy] (1968) p 8). Sin embargo no todos están de acuerdo, apuntando a la frase que sigue a la citada: “asumiendo que en ellas estuvieran empotradas las características reales de los mercados de bienes y de trabajo”. Para una visión general de esta área, ver: Robert Leeson (2000): Friedman and the Walrasian Equations of The Natural-Rate Counter-Revolution. La importancia del punto es que la teoría de las relaciones naturales de Friedman parece sugerir que si esas relaciones se establecen, el sistema estaría en equilibrio. En la otra mano, la obra de Friedman en conjunto sugiere que las relaciones están en flujo en el mediano y largo plazo. Las implicaciones para la política económicas de largo plazo que siguen de ambas propuestas son diferentes.

84. ↑ M. Friedman: My choice at the moment would be a legislated rule instructing the monetary authority to achieve a specified rate of growth in the stock of money. For this purpose, I would define the stock of money as including currency outside commercial banks plus all deposits of commercial banks. I would specify that the Reserve System should see to it that the total stock of money so defined rises month by month, and indeed, so far as possible, day by day, at an annual rate of X per cent, where X is some number between 3 and 5. The precise definition of money adopted and the precise rate of growth chosen make far less difference than the definite choice of a particular definition and a particular rate of growth.” en “Dollars And Deficits”, Prentice Hall, 1968, p. 193..

85. ↑ Friedman argumenta: “Seria mejor tener una tasa (de expansión monetaria) fija que en promedio produjera una inflación moderada o deflación moderada, siempre que fueran constantes, que sufrir las amplias y errática perturbaciones que hemos experimentados” en The Role of Monetary Policy (1968) p 16.

86. ↑ William Poole (1999): Monetary Policy Rules? p 987. ↑ E Phelps y J. B. Taylor (1977): “Stabilizing Powers of Monetary Policy under

Rational Expectations Journal of Political Economy, 85 (1), February 1977, pp. 163-190. Reprinted in E.S. Phelps (ed.) Studies in Macroeconomic Theory: Employment and Inflation, Academic Press, 1979

88. ↑ Se entiende por pegosidad', inercia o rigidez el concepto contrario a Elasticidad (economía). En otras palabras, que la variable NO responde inmediatamente a cambios en el mercado

89. ↑ Blanchard, Olivier (2000), Macroeconomics, 2nd ed., Ch. 28, p. 543. Prentice Hall, ISBN 0-13-013306-X.

90. ↑ Prakash Loungani: En pos de reglas91. ↑ SATYAJIT CHATTERJEE:

[http://www.philadelphiafed.org/research-and-data/publications/business-review/2002/q3/brq302sc.pdf The Taylor Curve and the Unemployment-Inflation Tradeoff]

92. ↑ Bernanke, Ben (2004), “The Great Moderation”, Remarks at the meeting of the Eastern Economic Association.

93. ↑ J. B. Taylor (1993): Discretion Versus Policy Rules in Practice.- Carnegie-Rochester Series on Public Policy, North-Holland, 39, 1993, pp. 195-214

94. ↑ T. Davig and E. Leeper (2005) 'Generalizing the Taylor principle', NBER Working Paper 11874.

95. ↑ A. Orphanides (2007), 'Taylor rules', Finance and Economics Discussion Series 2007-18, Federal Reserve Board.

96. ↑ Michael Kumhof, Ricardo Nunes, Irina Yakadina (2008): Simple Monetary Rules Under Fiscal Dominance

97. ↑ Paul Levine y Joseph Pearlman (2008): ROBUST MONETARY RULES UNDER UNSTRUCTURED AND STRUCTURED MODEL UNCERTAINTY

Elección publica

La teoría de la elección u opción pública (Public choice theory), trata de ligar la economía con la política a través del Estado, entendido como la suma de voluntades individuales, para saber cuáles son los factores que determinan las políticas que elige el Estado entre las diferentes opciones que a éste se le presentan. Se divide en Elección Pública Positiva, que estudia las decisiones colectivas o públicas de los agentes políticos, y en Economía Política Constitucional que pretende desarrollar un marco institucional que aminore el poder político frente a la sociedad civil.

James Buchanan Gordon Tullock Anthony Downs William Niskanen

Teoría de la elección pública

La teoría de la elección u opción pública (Public choice theory), trata de ligar la economía con la política a través del Estado, entendido como la suma de voluntades individuales, para saber cuales son los factores que determinan la definición de las políticas que elige el Estado entre las diferentes opciones posibles. Se divide en Elección Pública Positiva que estudia las decisiones colectivas o públicas de los agentes políticos, y en Economía Política Constitucional que pretende desarrollar un marco institucional que aminore el poder político frente a la sociedad civil.

La teoría parte del individualismo metodológico, sostiene la premisa de que el comportamiento de los burócratas y políticos es maximizador del presupuesto público principalmente en busca de cumplir sus propios intereses y que sólo después buscarán el bienestar social. Además estudia las elecciones fuera del mercado, es decir, elecciones como proceso social que involucra a los individuos independientemente de su voluntad para tomar decisiones colectivas y públicas.

En general, estudia los "fallos del gobierno" como una respuesta ante quienes sostienen que el gobierno debe intervenir ante los denominados fallos de mercado; así postula que la evidencia científica señalaría al gobierno -y no al mercado- como el ente que debe ser limitado o reducido por el bienestar de la sociedad.

Contenido

1 La teoría 2 El rol de la constitución

o 2.1 El comportamiento del funcionario público

3 Véase también 4 Enlaces externos

La teoría

Un economista llamado James M. Buchanan descubrió que era posible la aplicación y la extensión de la teoría económica a las opciones políticas y gubernamentales; encontrando además que era posible extender dicha teoría a las decisiones de los ciudadanos para hacer posible la elección entre las diversas opciones existentes en el mercado político. Dicho descubrimiento le valió el premio Nobel de economía en 1986.

Además, y como resultado del análisis antes precisado, Buchanan determinó que las decisiones políticas, aquellas realizadas por los estamentos del Estado encargados del manejo estatal, necesariamente generan costos a los particulares y a la sociedad en su conjunto. Asimismo, las decisiones políticas no le cuestan al Estado como tal, sino a todos los que se encuentran bajo el dominio de dicho estado. El costo de la toma de decisión se convertía entonces en un factor que influye decididamente en la eficiencia y los efectos de la decisión política.

Como resultado de la constatación referida en los párrafos precedentes, y dado que los Estados administran bienes y fondos, los cuales por definición son públicos, el pueblo debería tener la posibilidad de recurrir a mecanismos previstos por la ley y de obligatorio cumplimiento, que le permitan controlar e intervenir en las decisiones de los actores públicos.

La teoría resulta importante para comprender diversos fenómenos políticos y jurídicos que se dan en la realidad. Así mismo, permite entender la razón por la cual las normas jurídicas constitucionales deben elaborarse de tal forma que permitan un adecuado control del comportamiento del Estado por parte del electorado y además permite entender también por qué dicho control resulta indispensable.

El rol de la constitución

En este orden de ideas, son las constituciones de los Estados las encargadas de hacer posible dicho control. Ello, que también parece una verdad evidente, no se ha tenido en cuenta en la mayoría de los países en los cuales existe una norma constitucional más o menos coherente. Y es que en realidad lejos de configurar - y/o de regular adecuadamente - mecanismos de fiscalización entre electores y gobiernos, las constituciones políticas de las diversas naciones elaboran únicamente controles al interior del Estado, amparados en el concepto de separación de poderes , concepto que resulta ser un presupuesto necesario, pero que no resulta ser suficiente para conjurar la posibilidad de un régimen autoritario.

El comportamiento del funcionario público

Y es que, una vez aplicado el análisis económico al comportamiento del funcionario público, debemos concluir necesariamente que éste, como ser racional, busca maximizar la utilidad de su cargo, es decir, obtener el máximo provecho del mismo. Y, como resultado de ello cuando el funcionario es un político con un cargo importante, éste va a buscar crear las condiciones adecuadas para poder ser reelegido, así como procurar elevar la cuota de poder de la que goza. Como evidente consecuencia de ello, nosotros debemos deducir que el Estado tiende necesariamente a elevar el poder material del que goza. Resulta entonces una utopía considerar que el Estado, podrá controlarse a sí mismo de manera espontánea, aunque existan en su interior mecanismos de fiscalización entre los órganos que lo componen.

Véase también

Interés público Nueva economía política Teoría de la elección racional Burocracia Bien común (Economía política) Búsqueda de rentas Captura del regulador

Enlaces externos

James M. Buchanan y el análisis económico de la política. Laissez Faire No. 30-31, Universidad Francisco Marroquín, Guatemala, marzo-septiembre de 2009, ISSN 1683-9145.

La Teoría de la Elección Pública o Public Choice Sobre el enfoque de la Elección Pública Positiva y la Economía Política

Constitucional: potencialidades y limitaciones Centro para el Análisis de las Decisiones Públicas -Public Choice- , de la

Universidad Francisco Marroquín de Guatemala Elección pública , artículos del Independent Institute

Nueva escuela clásica

Artículo principal: Nueva Economía Clásica.

John F. Muth Robert Lucas Thomas Sargent Robert Barro Neil Wallace Edward C. Prescott Finn E. Kydland Paul Romer

Tabla básica de escuelas

Escuela Sub escuela EconomistasNeoclásica Escuela inglesa de

CambridgeMarshall, Pigou, Fisher

Escuela austríaca Menger,Böhm-Bawerk, L.vom Mises, Hayek

Escuela de Lausana de equilibrio general

Walras, Pareto

Escuela norteamericana

Clark

Escuela sueca Wicksell, Myrdall, Lindhal, OhlinEscuela matemática Walras, Leontieff, Frisch, Solow,

Goodwin, Klein, Samuelson, Phillips, Koopmans, Hansen

Escuela neokeynesiana

Hicks, Harrod, Hansen, Tobin, Mundell, Tinbergen, Solow, Samuelson, Okun, Baumol, Gordon

Escuela keynesiana Allen, Lange, Robinson, Kaldor, Kalecky, Meade, Sraffa, Keynes, Harrod, Domar

Escuela clásica Mill, Ricardo, Adam Smith, Say,Escuela marxista Kalecky, Marx, Sraffa, Paul SweezyEscuela histórica alemana

Weber, Schumpeter, Sombart

Escuela neoliberal de Chicago

Stigler, Friedman

Escuela monetarista Johnson, Friedman, PhelpsEscuela de bienes públicos

Buchanan, Coase

Escuela institucionalista

Galbraith, Myrdall

Referencias

Spiegel, Henry William. 1991. The Growth of Economic Thought. Durham & London: Duke University Press. ISBN 0-8223-0973-4

John Eatwell, Murray Milgate, and Peter Newman, ed. (1987). The New Palgrave: A Dictionary of Economics, v. 4, Appendix IV, History of Economic Thought and Doctrine, "Schools of Thought," p. 980 (list of 23 schools)

Enlaces externos

The History of Economic Thought Website

Categoría:

Escuelas económicas