Pirámides de Keops, Krefén y Mykerinos.

La imagen que es objeto de análisis corresponde a las pirámides regulares de Keops en el centro, Kefrén a la derecha y Mykerinos a la izquierda. Estas pirámides se encuentran en la meseta de Giza, Egipto. Sus autores son los faraones Keops, Kefrén y Mikerinos, todos ellos pertenecen a la IV dinastía, encuadrada en el Imperio Antiguo ( 2.575 - 2.134 a.C). Tienen todas ellas un estilo arquitectónico egipcio.

Para indicar la antigüedad de estas grandes obras arquitectónicas debemos remontarnos a diferentes fechas, por orden está la pirámide de Keops, terminada en el 2570 a.C, a continuación tenemos a la pirámide de Kefrén, terminada el 2495 a.C y por último la pirámide de Mikerinos, terminada en el 2486 a.C. Todas ellas pertenecen al Imperio Antiguo.

Hay tres tipos de pirámides, las escalonadas, las acodadas y en este caso son pirámides regulares. Construidas con grandes sillares, ya que este material es muy duro y prácticamente imperecedero a las inclemencias del tiempo.

La pirámide no era solo la estructura que hoy en día ha quedado, era un complejo arquitectónico de grandes dimensiones que tenía diferentes partes las cuales eran, por orden hasta la llegada a la pirámide: Templo del Valle, donde llegaban los materiales cuando crecía el río en una determinada época del año. Una calzada que sirvió durante su construcción y más adelante como acceso al complejo. Un templo funerario, construido sobre los barracones que usaron para la construcción. Y por último, la pirámide.

La principal cuestión entorno a este edificio es que cual era su fin, pues este tenía un motivo funerario, ya que la pirámide se utilizaba para enterrar al faraón, con todas sus pertenencias, y así poder vivir con todas las comodidades de la época en el más allá. Y resuelve incógnita de porqué las pirámides tenían sillares, para conservar la eternidad de él, como un dios y su obra. Esto explica la magnitud de su obra, que además de querer que se recuerde su memoria (máxima para todo egipcio, pero solo accesible a unos pocos) también su obra tenía que ser tan grande para así poder el faraón (considerado un dios) ascender hasta el creador, Atum, el sol. Además de un mausoleo real, también se hacían diversas actividades mágicas en sus alrededores

El construir un edificio tan grande y llamativo en donde que están las valiosas pertenencias del faraón entraña un gran problema, los saqueadores de tumbas. Ante esta amenaza, los constructores idearon una serie de mecanismos para impedir la intrusión de alguien. Estaban las grandes puertas con rastrillos, habitaciones falsas, pasillos que no llevaban a ninguna parte, etc