218
1

Please don't go (2)

Embed Size (px)

DESCRIPTION

 

Citation preview

Page 1: Please don't go (2)

1

Page 2: Please don't go (2)

2

Índice

Sinopsis

Prólogo

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Capítulo 27

Capítulo 28

Capítulo 29

Capítulo 30

Capítulo 31

Capítulo 32

Epílogo

Biografía

Page 3: Please don't go (2)

3

Sinopsis

l día que Ethan Chapman descubrió que su padre había muerto, su

vida rápidamente giró fuera de control. Después de que su madre le

obligó a regresar a Londres para estar cerca de la familia, su vida aún

no había cambiado. La única diferencia era que esta vez tenía un socio, su primo,

Peter Watson. Noche tras noche yendo a pubs, Peter finalmente lo convenció para ir

a sus vacaciones anuales en el Caribe. Estuvo a punto de no ir, pero el deseo de ver a

Sophie Gerrard, que se había convertido en su primer amor, lo convenció.

Durante el último año y medio, Ethan agradeció a Dios todos los días por

ponerlo en ese bendito avión. Porque, ella no sólo era todo lo que recordaba, sino

que ahora era suya. Y pensaba mantenerlo de esa manera. Pero la vida nunca sale

como está planeada.

Sophie Gerrard es mayor, y está haciendo su semestre de primavera en el

extranjero en Londres, para estar con Ethan. Todo es perfecto, hasta que el mundo

de Ethan se desmorona, y él se sale de control otra vez. Ella quiere ser la que lo

ayude, pero Ethan nunca fue alguien que acepta la ayuda fácilmente. Con asistencia

de Peter, ¿puede Sophie salvar a Ethan por segunda vez, o esto es el fin de su

relación perfecta?

E

Page 4: Please don't go (2)

4

Prólogo Traducido por Soñadora

Corregido por Nanis

ondres ha sido mi hogar por casi dos años, y me ha tomado mucho

tiempo aceptarlo. Cuando nos mudamos odié todo. Las escuelas, las

calles,‖los‖bares‖a‖los‖que‖no‖podía‖entrar,‖las‖chicas…‖todo.‖Lo‖único‖

que me mantuvo centrado fue Pete. Incluso mi propia madre desapareció por un

corto‖ tiempo.‖Fue‖a‖un‖“spa”‖para‖ la‖ tan‖necesitada‖ayuda luego de que mi padre

murió. Murió. Dios, apenas podía llegar a pensar en ello, mucho menos decirlo en

voz alta. Me costó muchísimo sobrellevarlo por algún tiempo, pero Pete se tomó

cada segundo que tuvo libre para estar conmigo, para hablar conmigo. Como mi

mamá siempre dijo, él era como mi Oprah personal. Especialmente si se trataba de

nuestra chica, Sophie.

Por supuesto, ella no sería mi novia ahora si no hubiera sido por Pete. Él me

tomó a mí y mi pasaporte y me empujó a un avión hacia St. Thomas el último

verano. Le agradecí cada día desde entonces por poder encontrar el lugar al que

nunca pensé que pertenecería. Nunca olvidaré la imagen que quedó para siempre

grabada en mi cabeza: Sophie caminando de vuelta en mi vida. Habían pasado unos

pocos años desde la última vez que la había visto, pero nunca la había sacado por

completo de mi mente. Mientras caminaba hacia la piscina, estudié cada centímetro

de su cuerpo desde mi reposera. Desde el lindo hoyuelo que sólo aparecía en su

mejilla derecha cuando sonreía, hasta los suaves rizos castaños que acariciaban sus

hombros cubiertos de pecas. Me quitó el aliento como lo hacía desde que ella tenía,

bueno, supongo que desde siempre. Por supuesto, apenas me notó viéndola, aún

enfocada en la única persona en la que siempre se enfocaba, Pete. Casi no pude

encontrar mi voz para articular un hola, pero lo hice. Y en esos diez cortos días, me

las arreglé para encontrarme a mí mismo también, mientras me enamoraba

perdidamente.

Que Sophie me amara también fue algo que no hubiera esperado ni en un

millón de años. Siempre supuse que estaría en mi vida de una forma u otra, no

L

Page 5: Please don't go (2)

5

como mi chica, sino como‖ la‖ de‖ alguien‖ m{s.‖ De‖ Pete… precisamente.

Afortunadamente, ese desolador escenario nunca se concretó. Y, sin importarme

cómo, la tenía. Durante los meses que pasé viviendo con su familia y con ella como

un estudiante de intercambio, sus sentimientos comenzaron a cambiar. Fue duro

volver a Londres y dejarla en EEUU.

Ha pasado tanto desde que sostuve a Sophie en mis manos que paso horas

mirando una foto de nosotros antes de dormir en la noche. Aunque algunas veces el

sueño no me llega fácilmente, me fuerzo a cerrar los ojos, sabiendo que encontraré a

Sophie en mis sueños.

Algunas veces son románticos y dulces, pero otras veces me vuelven loco por

el modo en que me toca. Los sueños se sienten siempre tan reales, luego despierto, y

me encuentro solo. Si no fuera por mis estudios y por Pete, sería un miserable tipo

que sólo pasa tiempo con su mano. Más de cuatro meses han pasado, y cada día se

siente más brutal que el anterior. Llamadas, mails y Skype nos han ayudado a

ambos a pasar esto, pero algunas veces Skype es lo peor. Casi siento que podría

estirarme y tocarla, y me mata no poder hacerlo. Sólo necesito aguantar por dos

semanas más y ella estará aquí en Londres conmigo para su programa de

intercambio. Dos semanas parecen una maldita eternidad.

Había pensado en sorprenderla para las vacaciones con una visita, pero

desistí. Mi padre había dejado una buena cantidad de dinero cuando había muerto,

y mi mamá sintió que lo mejor era dividirlo equitativamente entre los tres. Mi

mamá, Katie (mi hermana), y yo. Aunque podía gastarlo como quisiera, una parte

de mí quería guardarlo para mamá, en caso de que lo necesitara de vuelta. La única

vez que saqué dinero de la cuenta fue para comprarle a Sophie un regalo para su

cumpleaños número dieciocho. Había estado en la vidriera de una pequeña joyería y

cuando lo vi, supe que debía estar en su cuello. Era uno de esos collares dorados con

el símbolo del infinito uniendo los extremos de la cadena. Había sido una perfecta

representación de cómo me sentía, y le había encantado. Lo supe por cómo gritó al

teléfono llamándome cuando finalmente llegó a su puerta, y no podría haber estado

más feliz de escuchar la alegría en su voz. Si tan solo hubiera sabido entonces lo que

sabía ahora, no estoy seguro de que se lo hubiera comprado. El infinito era algo que

no podía prometerle a nadie nunca más. Ni siquiera a mi hermosa Sophie.

Page 6: Please don't go (2)

6

Capítulo 1 Ethan

Traducido por Caami

Corregido por Nanis

na palmada en la espalda saca mi mirada abajo que he estado

teniendo con mi cerveza Guinness. Mi cabeza se inclina sobre mi

hombro derecho y veo a Pete sacar un taburete para sentarse. Le

doy una inclinación de cabeza.

―¿Qué me he perdido? ―pregunta, inquietud llenando su voz.

Mi mano derecha baja, recogiendo la cerveza. Tomo un trago pesado antes de

dejar que se deslice por mi garganta.

―Alrededor de cuatro de estos ―Sostengo el vaso ya vacío―, y cinco de esos

―le digo, señalando el vaso vacío más pequeño.

No quiero mirarlo, porque ya sé qué cara está haciendo. Ethan, su pobre

primo que perdió a su padre, y ha ido a revolcarse en un pub en el aniversario de su

muerte. Debería haber venido antes para estar con él. Sólo para bromear con Pete.

No necesito a nadie hoy, excepto a mi padre, y él no puede hacerlo.

Grito:

―¡Fiona! Mi compañero aquí necesita ponerse al día. ―Fiona, una pequeña

pelirroja con la sonrisa más linda y danzante trae una botella de Jack, llenando dos

pequeños vasos.

Da un paso hacia la izquierda para llenar un litro más de Guinness antes de

marcharse, pero se detiene para mirarnos.

―Vuelvo con los tragos en un minuto, chicos. ―Tiene un acento muy

marcado, por lo que al instante la relaciono con Liverpool. Probablemente debería

preguntarle, pero no lo hago.

U

Page 7: Please don't go (2)

7

Pete baja su trago y luego descansa su mano en mi hombro.

―Lo siento, compañero. Ni siquiera puedo imaginar lo que se siente. Me

gustaría que él estuviera aquí.

Sé que es genuino y que tiene buenas intenciones, pero me encojo de hombros

y espero la segunda ronda.

Fiona se acerca unos momentos más tarde con nuestros perfectamente

vertidos tragos, levantándolo hacia mi boca, dudo.

―Por mi padre.

Pete toma el suyo y luego levanta la copa en el aire.

―Por tu padre.

El silencio se siente bien mientras Pete y yo nos sentamos, bebiendo otra. Pete

sabe cómo ser un buen amigo, y me da el espacio y el tiempo que necesito.

Y lo que necesito ahora es otro trago.

Me aferro al borde de la barra como si me sujetara. Una vez más se debe

sobre todo a hacer que el dolor desaparezca, así que me siento tan recto como

puedo.

―Fiona, amor ¿puedes conseguirme otro?

Extiende la mano y levanta mi barbilla.

―Creo que has tenido suficiente, amor. ―Agarro su mano y por alguna

extraña razón, la empujo hacia mi boca para besarla. Ella se ríe, pero no se aleja.

Mis dedos empiezan a trabajar su camino por su brazo hasta que la mano de

Pete tira abajo la mía.

―Así que, Sophie estará aquí la próxima semana. ¿Estás emocionado?

―Sophie ―murmuro, sin mirarlo―. Por supuesto que estoy emocionado.

―No estás actuando como si fuera así, Ethan. Sé que estás molesto, pero es de

Sophie de quién estamos hablando aquí. No te atrevas a hacerle esto.

Saco su brazo fuera del mío.

Page 8: Please don't go (2)

8

―No hice nada malo, Pete.

―Creo que Sophie no estaría de acuerdo.

―Sophie entendería que estoy enojado y borracho.

Pete se pone de pie y se acerca a mi cara.

―Sabes que haría cualquier cosa por ti, pero si le haces daño a nuestra chica,

voy a sacar la mierda de ti. Ahora vámonos.

Lo empujo lejos.

―Ella no es nuestra chica, es mi chica, Pete. Así que déjalo ―le grito,

haciendo que todo el lugar se gire y mire.

Pete arroja algo de dinero y luego me agarra del brazo, tirando de mí. ¿Qué

puedo decir o hacer? Probablemente tiene razón, pateara mi trasero a menos que

Sophie se lo impida. Así que dejé que me tirara afuera a la noche fría. El viento

aumentó desde que entre en el pub donde me había establecido para ahogar mis

penas. El aniversario de la muerte de mi padre es difícil de manejar, pero

encontrarme con que mi madre tiene cáncer de mama es demasiado para mi cabeza.

¿Por qué la vida está siendo tan cruel conmigo? Creer en Dios ya no se siente

como una opción. Si es real, me gustaría pensar que es lo suficiente hombre como

para mostrarme su trasero en persona. O tal vez sólo es un cobarde, y no quiere

mirarme a la cara, puesto que se ha llevado a mi papá lejos, y ahora está pensando

en llevarse a mi mamá. No puedo dejar que eso suceda.

Estamos caminando hacia el departamento de Pete, bueno, nuestro

departamento, cuando mi pie golpea contra un bache, haciendo que me caiga de

bruces.

―¡Mierda! Eso duele.

Pete se inclina, toma mis dos brazos, levantándome.

―¿Qué pasa? ¿Qué está pasando, Ethan? Nunca te he visto tan mal.

Envuelve su brazo alrededor de mi pecho y mi brazo, tratando de

sostenerme.

―Dios está jodiendo conmigo, Pete.

Page 9: Please don't go (2)

9

―¿De qué estás hablando?

Me detengo para apoyarme en la ventana de un pequeño restaurante italiano

que frecuento. Casi estamos en lo de Pete. Por alguna razón no lo puedo llamar

nuestro, ya que Claire vive con nosotros. Eventualmente, me van a echar. Si tan sólo

mis pies se movieran, pero no lo harán. Mi cuerpo se desploma en el cemento frío,

entonces mi cabeza cae en mis manos.

―Mi mamá tiene cáncer, y es todo culpa mía.‖―Me las arreglo para sacar, en

medio de los gritos de mi propia cabeza diciendo que me calle. Mi madre no quiere

que nadie lo sepa todavía, pero tengo que decirle a alguien que sepa mantener su

secreto. Pensé que iba a estallar guardándolo.

Peter se desploma a mi lado, suspirando profundamente, moviendo la cabeza

ida y vuelta. Un momento después, su brazo se envuelve a mi alrededor.

―¡Mierda!‖Lo‖siento‖mucho,‖amigo. ―Me examina de cerca, y con severidad

añade―: Tienes que saber que no es tu culpa.

Me alejo, apoyando mi cabeza sobre mis rodillas.

―Pero, lo es. Si no me hubiera perdido a mí mismo cuando papá murió, ella

lo habría encontrado antes. Si no fuera por mí mudándome aquí, podría haberlo

descubierto antes.

―¿Cómo sabes eso?

―Ella me lo dijo.

―Ethan mírame ―dice en voz baja―. Estoy seguro de que lo

sobreentendiste. ¿Qué fue exactamente lo que dijo?

Mi cabeza se levanta de mis rodillas para mirar por encima de él.

―Me dijo que no había conseguido su prueba anual, ya que se olvidó cuando

nos mudamos. Había estado pasando por tanto, que dejó algunas cosas pasar que no

eran importantes en ese momento. ¡No importantes! ¿Puedes imaginarla a ella

pensando en eso? Y, ahora malditamente va a morir por mí. ―Empujándome contra

la pared, de alguna manera logro ponerme de pie. Cómo no he vomitado todavía,

eso está más allá de mí.

Page 10: Please don't go (2)

10

Peter me tira a su lado, dirigiéndome a la escalera. Su piso es en la parte

superior. Uno al que estoy seguro que no llegaré sin su ayuda.

Cuando llegamos arriba, se vuelve hacía mí.

―No es tu culpa. Ya se nos ocurrirá algo. Por ahora basta con ir a tu

habitación y dormir la mona. ―Y sí, justo después de que terminé arruinando mi

camisa y pantalones con todo lo que había bebido esa noche.

El despertar con tu propio vómito y baba no es una buena manera de

empezar el día. Rápidamente me hago una promesa de nunca dejar que eso me

moleste otra vez. Mi boca se siente como un millón de bolas de algodón, mi lengua

está cubierta con Dios sabe qué, mi cabeza late, y me duele. Puedo, literalmente,

olerme a mí mismo.

―Apuesto a que te sientes justo como te ves ―dice Pete después de que

levanta la vista de su tostada, moviendo la cabeza al verme mientras salgo de mi

habitación. Siento que el infierno se ha apoderado de mí, tiro afuera una silla para

sentarme. Si mi cabeza sigue palpitando así durante el resto del día, no le seré útil a

mi madre. Claire viene caminando, coloca un frasco de aspirinas frente a mí con un

gran vaso de agua. Abro la botella de un golpe, y agarro sólo tres para estar seguro.

Pete agarra su mano y la empuja en su regazo, dándole un beso de buenos días.

Siento que voy a vomitar de nuevo.

Clarie está bien, pero ha habido algo en lo que no puedo meterme en los

últimos tiempos que saca al infierno fuera de mí. Ella ha comenzado a quedarse

fuera hasta tarde, a veces sin volver a casa en absoluto, e inventa excusas para

explicarlo. Nunca le he dicho a Pete que no confío en ella, ¿cómo puedo hacerlo?

Está enamorado. Esa chica no puede hacer nada malo, en su forma de ver. Incluso

he pensado seguirla, pero es casi como si ella lo sintiera, ya que me esquiva antes de

salir. Claire salta de su abrazo como si de Satanás se tratara, entonces alisa su falda.

Page 11: Please don't go (2)

11

―¿Puedo darte‖un‖aventón,‖Ethan?‖¿Así‖ves‖a‖tu‖mam{?‖―me pregunta Pete,

sin apartar los ojos de Claire.

Un viaje hubiera sido bonito, pero lo único que quiero hacer es despejar mi

cabeza.

―Gracias, pero voy a caminar un rato. ―Él no dice nada, pero me da una

pequeña sonrisa y un guiño de entendimiento rápido.

Claire se pasea hacia mí cruzando los brazos.

―Por lo menos podrías darme las gracias por la limpieza después de ayer por

la noche, Ethan.

Un gemido se escapa de mi boca antes de suspirar pesadamente.

―Gracias Claire. No volverá a suceder.

Mis ojos se mueven hacia Pete entonces el boquea.

―Perdón.‖―Sé que ella es simplemente correcta y todo, pero cada vez que

me habla, su voz me recuerda al sonido de uñas en la pizarra.

Arrastrándome por los pocos tramos de escalera mi teléfono suena.

Echando un vistazo al número, no puedo responder lo suficientemente

rápido.

―Mamá, ¿está todo bien?

―Por supuesto. Me preguntaba si estabas bien, amor. ―Hace una pausa,

pero luego dice―:‖ Dijiste que ibas a quedarte fuera una noche y que luego me

acompañarías esta noche. Tengo mi cita mañana, y me dijiste que te gustaría unirte a

mí.

―Por supuesto. Buscaré un taxi y estaré en casa tan pronto como sea posible.

―Tómate tu tiempo ―me dice.

Miro rápidamente el reloj para asegurarme de que tenga razón.

Tengo un montón de tiempo para llegar, así que dejo la idea de un taxi y sigo

caminando. Está a unos kilómetros de distancia, pero no me importa. Hace frío, a

pesar de que sale el sol, que me da una buena paliza en la cara. Caminar me da

Page 12: Please don't go (2)

12

tiempo de pensar en mi madre, Sophie vendrá el próximo semestre, y cómo diablos

las voy a manejar a las dos al mismo tiempo.

La emoción inunda mis venas de ver a Sophie de nuevo. Un indicio de

sonrisa juega en mis labios, pero es rápidamente reemplazado por un ceño fruncido.

Estoy encantado de verla, pero pasar tiempo con mi mamá es una prioridad en estos

momentos. No voy a perder a otro padre. No puedo, y no lo haré.

Sophie sólo tendrá que entender.

Page 13: Please don't go (2)

13

Capítulo 2 Ethan

Traducido por Soñadora

Corregido por Nanis

stamos sentados en una oficina de paredes blancas con muy poca

decoración.

La única cosa que noto son certificados en pequeños marcos

que cuelgan en la pared detrás del escritorio, una planta verde falsa

en la esquina. Mi mamá se inclina para tomar mi mano.

―Todo irá bien. Ya verás ―dice, pero su voz se rompe lo justo para hacer

que no le crea.

Varios, dolorosamente silenciosos, minutos después, la doctora entra, y se

sienta. Siento que voy a volar en un millón de pedazos. Su voz es baja y autoritaria,

pero nada de lo que dice realmente lo registro. Solo entiendo una palabra aquí, una

frase allá. Lo único que me trae de vuelta es el apretón firme de mi madre en mi

mano antes de soltarme.

―Así que, te dejaré tomar la decisión. Al menos tenemos opciones, Colleen

―dice la doctora antes de poner su mano en el hombro de mi madre―. Haremos lo

mejor‖para‖vencerlo.‖―Luego se ha ido. Mi madre saca sus pañuelos de su bolso y

comienza a sollozar en uno. Mis brazos la envuelven instintivamente, sosteniéndola,

fuertemente.

En este momento siento que si no la dejo ir, se quedará y se pondrá bien. Que

puedo protegerla, pero se desprende demasiado pronto, y mis propios muros se

sienten a punto de caer.

―Bueno, supongo que tengo algunas cosas en las que pensar.

―¿Qué puedo hacer? Haré cualquier cosa ―respondo.

E

Page 14: Please don't go (2)

14

Su mano toca mi rostro, acariciando mi mejilla suavemente.

―Ya lo has hecho.‖ Estar‖ aquí‖ es‖ suficiente.‖―Levanta su bolsa de su falda

antes de levantarse y enderezarse―. Ethan, ¿puedo decirte algo sin que te molestes?

―pregunta mirándome desde arriba.

Me paro de inmediato para mirarla a los ojos.

―Lo‖que‖sea.

―Sé que estás asustado por mí, yo también lo estoy, pero todo estará bien.

Así que no te preocupes por mí.

―No puedes saberlo.‖―Mis ojos caen al piso. No puedo mirarla por miedo a

que mis propias lágrimas comiencen a caer.

―Cuando tu pap{‖murió,‖quise‖irme‖con‖él.‖―Ella deja salir una risa ligera―.

Si esto hubiera aparecido cuando él murió, hubiera dejado que me llevara, pero

quiero vivir. Voy a luchar‖ contra‖ esto.‖ ―Su mano alcanza el picaporte, pero se

detiene y se gira―. Además, ¿imaginas lo que tu padre diría si me viera entrando

por esas puertas perladas?

Una pequeña risa se me escapa antes de mirarla.

―Probablemente te echaría a patadas.

―Lo haría sin dudas. Me ayudará a pasar esto, porque sé que por más que

amaría verme, y yo a él, no estamos listos para eso.

El sentimiento indescriptible de sostenerla me posee mientras la tiro de la

puerta empujándola hacia mí.

―Eres la mejor, mamá. Por favor, déjame ayudarte con cualquier cosa que

necesites.

Ella se desprende de mi abrazo.

―Lo único que quiero es que tengas fe y no seas estúpido. Peter me llamó

anoche. No caigas por esa trampa de nuevo, hijo.

Quiero patear a Peter por decirle de anoche, y solo espero que no haya

mencionado que sabe de su cáncer.

Page 15: Please don't go (2)

15

―Haré lo mejor que pueda ―le aseguro.

Al día siguiente mi teléfono vibra demasiado temprano como para que sea

Sophie llamando. Pero cada vez que suena, espero que sea su voz la que oiga del

otro lado. El número de Peter aparece en la pantalla.

―¿Qué‖quieres,‖Pete?

―¿Qué clase de persona atiende así el teléfono?

―Lo‖siento.

―No te preocupes, hermano. No viniste a casa anoche. ¿Todo bien?

Mi mente divaga brevemente hacia la noche anterior. Mi madre y yo jugamos

a scrabble por horas juntos, sin mencionar ni una vez la palabra cáncer. Detesto el

scrabble, pero mi mamá lo ama.

―Está bien. Me quedé otra noche para mantener a mi mamá acompañada.

―Lo imaginé. Hey, ¿podrías verme para almorzar hoy? Tengo algo de lo que

quiero hablarte.

―Claro.‖¿Dónde?

―Donde siempre ―responde con un tono sorprendido, como si ni siquiera

debiera haber hecho esa pregunta.

―Estaré allí al mediodía. No llegues tarde.

Page 16: Please don't go (2)

16

Ir a Los Tres Galgos para comer algo rápido es algo que tratamos de hacer al

menos una vez a la semana. Mientras camino a la calle Greek, mi teléfono vibra en

mi bolsillo. Una foto de su cara ilumina la pantalla, haciendo que me detenga. No he

hablado con Sophie por dos días. Es raro que no hablemos cada día, pero ha estado

ocupada con la escuela y Valerie, y yo con mi mamá.

―Hola,‖hermosa.

―Hey ―responde―. ¿Qué estás haciendo ahora mismo?

Mi boca de inmediato se curva en una sonrisa al escucharla.

―Voy camino a encontrarme con Pete. ¿Qué haces tú, amor?

―Nada. Terminando de empacar y cosas. Te extraño, no puedo esperar a

verte.

―Yo igual, Sophie. Escucha, estoy llegando al pub, ¿puedo llamarte en una

hora? ―Odio apurarla. La verdad es que he estado muriendo por verla, tomarla,

tocarla, pero me asustan las mismas razones. Quiero ser el chico perfecto que

recuerda, y me asusta ya no ser ese chico. No es que no quiera serlo, es solo que no

creo que pueda con todo lo que está sucediendo.

―Oh, claro. Dile a Peter que dije hola.

Odio escuchar la decepción en su voz. Parte de mí quiere dejar plantado a

Pete, quedarme en el teléfono con Sophie solo para escucharla balbucear sobre

cualquier cosa.

―Lo‖haré.‖Te‖llamo‖m{s‖tarde.

No espero que cuelgue, cierro mi teléfono y lo meto en mi bolsillo. Algunas

veces jugamos el estúpido juego del “cuelga tú, no, cuelga tú, no, cuelga primero,” con

lo que usualmente amo molestarla, pero no puedo concentrarme sabiendo que Pete

quiere hablarme de algo. Como su madre es mi tía, siento que ella puede tener más

información sobre el caso de mi madre, y quizás ha confiado en Pete. Me preocupa

que el cáncer de mi mamá sea más serio de lo que ella deja ver.

Pete está sentado en el fondo. Camino para encontrarlo. Dos Guiness están

esperando en la mesa.

Page 17: Please don't go (2)

17

―Salud, hermano ―digo antes de tomar un sorbo de cerveza.

Pete parece nervioso, así que pregunto:

―Así que, ¿de qué querías hablarme? ―Él se mueve dentro de su abrigo,

buscando algo, aún no me ha mirado. Miro como saca una pequeña caja negra del

bolsillo de su saco, causando que casi me caiga de la cabina. Esto no es lo que

imaginé que pasaría hoy.

No puede hablar en serio. No ella. No para siempre. Ella no es la indicada

para él.

―Le pediré a Claire que se case conmigo. La amo, y quería que fueras el

primero en saber.

―¿Estás seguro? ¿Matrimonio? ¿Claire? ―Me inclino en la mesa y susurro―:

¿Estás loco?

Él cruza sus brazos, inclinándose hacia atrás, mirándome.

―No‖lo‖arruines,‖hermano.

―Cristo,‖lo‖siento.‖―Me siento de nuevo―. Sólo no esperaba esto.

―Bueno, ser{‖ mejor‖ que‖ te‖ acostumbres.‖ ―Toma un largo sorbo de su

cerveza―. Así que, por supuesto sabes a quién me gustaría tener parado a mi lado.

Mis labios se curvan en una sonrisa antes de responder.

―Ni siquiera necesitas preguntar. Siempre estaré junto a ti.‖―Que pete se

case con Claire nunca estuvo entre mis planes. No es que tenga muchos, pero ella

definitivamente no es a quien veo con alguien tan bueno como Pete.

Algo no ha estado bien. Él tiene que saber que no es la indicada. Incluso yo

puedo ver el cambio en ella. ¿Cómo diablos puede no verlo? De todos modos, sé que

quiere que me alegre por él, así que me pongo una sonrisa falsa, y digo:

―Felicitaciones,‖Pete.

Pete sonríe ampliamente.

―Hay una cosa más. Tengo una sorpresa para ti. Esa es la verdadera razón

por la que te pedí que nos encontráramos aquí.

Page 18: Please don't go (2)

18

¡Genial! Otra sorpresa. ¿Qué demonios soltará ahora?

―Bueno,‖ adelante. ―Su cara se rompe en otra sonrisa aún más grande

mientras mira detrás de mi hombro.

Me giro justo a tiempo de ver a Sophie caminando hacia mí, viéndose como

un pedazo de paraíso, si es que el paraíso existe. Un minuto después está en mis

brazos, y siento la necesidad de pellizcarme para asegurarme que no estoy soñando.

―¿Qué‖est{s…‖cómo estás aquí? ―susurro en su oído.

Ella besa mi mejilla rápidamente antes de ver sobre mi hombro y sonreír a

Pete.

―Pete y yo planeamos esto hace algunas semanas.

Mis ojos encuentran los de Pete.

―¿Algunas semanas? Y no me dijiste.

Pete toma su cerveza, terminándola, luego se para.

―Entonces, ¿qué clase de sorpresa habría sido? ―Golpea‖mi‖hombro‖antes‖

de girarse y levantar a Sophie en el aire. Aunque sé que no hay nada romántico en

su abrazo, una corriente de celos me atraviesa―. Lo logramos, Soph. Nunca pensé

que serías capaz de‖ocult{rselo.‖―La pone de vuelta en el piso, así que no dudo en

atraerla de nuevo a mí. Mis brazos abrazan su cintura, pongo mi barbilla sobre su

cabeza, sólo sosteniéndome a ella.

―Tan poca fe ―dice ella bromeando. Sus manos cubren las mías, luego las

pone sobre ellas, apretándolas suavemente. Deja que su cabeza se incline antes de

guiñarme un ojo.

La abrazo más cerca, y encaja perfecto, como la última pieza de un

rompecabezas antes de que esté completo. Su cabello huele justo como lo recordaba,

mientras respiro.

―Bueno, los dejaré que se‖pongan‖al‖día,‖ tortolitos.‖―Pete comienza a irse,

pero se gira―. Sé que probablemente estás cansada, Soph, pero invito la cena esta

noche.‖―Me mira de vuelta―.‖A las ocho en nuestro departamento.

―Estaremos‖ahí.‖―Beso la cabeza de Sophie y grito―:‖¡Hey,‖Pete!‖Gracias.

Page 19: Please don't go (2)

19

Se gira una última vez, sonriendo antes de salir. Esta es la clase de cosas que

hace que me mantienen ferozmente leal a él.

Tomando su mano en la mía, la giro para que me mire. El deseo de sentir sus

labios es tan consumidor que olvido dónde estamos. Cuando nuestros labios se

juntan, el mundo se detiene, y me siento alocadamente tranquilo por primera vez

desde que descubrí lo de mi mamá. No es hasta que oigo los gritos insultantes del

otro lado del bar que consigo desprenderme. Mi mano acaricia su mejilla mientras la

miro a los ojos.

―Salgamos de aquí ―susurro, empujándola conmigo, sin esperar una

respuesta,

―¿A dónde‖vamos?‖―pregunta, riendo.

―No me importa. A algún lado donde podamos estar solos. El

departamento. Pete está en la universidad.

―De acuerdo, pero deje mis bolsos en el auto de la mamá de Peter, no dejes

que las olvide después.

Mientras envuelve mi cintura con sus brazos, tomo su hombro con el mío,

guiándola al departamento. Ella se detiene, cerrando sus ojos, respirando

profundamente.

―Amo esta ciudad ―dice, sonriendo con sus ojos aún cerrados.

Ahora mismo, no podría estar más de acuerdo.

Pete siempre está en la escuela o con Claire estos días, así que el

departamento está vacío cuando llegamos. La llevo directo a mi habitación,

cerrando la puerta. Desperdiciar tiempo precioso no es algo que me guste hacer

cuando se trata de Sophie, y creo que puede verlo en mis ojos porque no cuestiona

nada. Sólo me sigue. Me saco la chaqueta, tirándola en el sillón junto a mi escritorio.

Page 20: Please don't go (2)

20

Ella hace lo mismo, luego se saca los zapatos. Sophie se aleja de mí para sentarse en

la cama, descansando en sus codos. Mi cuerpo cubre el suyo de inmediato, y

nuestros labios se encuentran con una ferocidad que casi había olvidado que

sentíamos el uno por el otro.

Su cuerpo es cálido y tentador mientras trazo cada centímetro de piel en ella.

Quiero recordar este momento, ya que tenemos tan pocos. Estará aquí sólo por cinco

meses, y si aún está junto a mí cada noche, nunca será suficiente. Su corazón está

acelerado. Lo siento a través de su camisa, su pulso imitando el mío. Mi mano se

desliza debajo para tocar su piel. Sus dedos comienzan a desprender mi camisa

mientras le saco la suya. Cuando su boca deja la mía por un breve segundo, se ríe.

―¿Qué? ―pregunto.

―No es nada. Ven más cerca ―demanda, envolviendo mi cuello con sus

manos. No se me ocurre cómo podría acercarme aún más, pero me presiono contra

ella, y puedo sentirla reprimir una sonrisa cuando beso su boca. Mi cuerpo toma el

control, y antes de que pueda entender qué ha pasado, ambos estamos como

vinimos al mundo respirando a bocanadas por aire. Fue rápido. Demasiado rápido.

Casi había olvidado lo bien que se sentía su piel, cómo olía.

Sus dedos pasan por mi cabello varias veces haciendo que me den escalofríos.

Mi mano recorre su brazo varias veces. Cada peca en su hombro brilla con sudor

cuando las beso. Puedo pasar horas besándolas. Deben ser las pecas más

malditamente lindas que alguien puede tener, así que me dejo ser otros segundos.

―Dejaste que te creciera el cabello ―nota ella.

―Tú también ―respondo. Su cabello es unos centímetros más largo. Puedo

perderme solo en su cabello.

―Me gusta ―agrega, pasando sus dedos una vez más, empujándome hacia

ella.

Si pudiera detener el tiempo justo ahora, este sería el momento preciso en el

que querría que se detuviera. Mi vida es perfecta por este breve momento mágico.

No‖hay‖c{ncer,‖no‖hay‖muerte…‖Sólo‖dos‖personas‖enamoradas.

Mis ojos ven el reloj, aunque no quiero salir por aire.

Page 21: Please don't go (2)

21

―Deberíamos vestirnos. A menos que quieras que Pete o Claire nos

encuentren‖haciéndolo.‖―Sus ojos encuentran los míos cuando sus manos toman mi

cara, dándome un largo beso que me enciende de nuevo.

Al demonio.

La doy vuelta, mi boca hace el camino de su barbilla a su ombligo, sus manos

van a mis hombros, en un intento por separarme de nuevo.

―Alguien volverá pronto. Se hace tarde. ¿Dónde está la ducha? ―pregunta,

escapándose de mí.

El reloj marca pasada las seis. Hemos estado enredados el uno en el otro por

casi cinco horas. Es cierto, el tiempo vuela cuando te diviertes.

―Debemos estar listos a las ocho, así que, ¿deberíamos ser buenos

ciudadanos y conservar el agua?

Un golpe en la puerta nos advierte que no estamos solos.

―Sé que han estado ahí dentro haciéndolo todo el día. ¿Saldrán en algún

momento pronto? ―grita Pete.

―No. ―Le hago cosquillas para hacerla reír―. Ahora‖déjanos‖solos.‖―Sophie

sigue riendo incontrolablemente mientras le hago más cosquillas.

―¡Para! ―Su respiración es entrecortada, su cabello un desastre, pero igual

se ve hermosa.

Sophie se ve como un niño que fue atrapado sacando galletas sin permiso

cuando deja mi habitación. Ya había mirado, la puerta de Pete estaba cerrada, así

que la guío al baño. Ella muerde su labio, sonriendo ligeramente cuando intento

entrar con ella.

―Ser{n‖sólo‖unos‖minutos.‖―No entro con ella, aunque debo agarrarme a la

pared para detenerme. Está aquí. En Londres. En mi departamento. Me siento feliz

de nuevo. Al menos por ahora.

Page 22: Please don't go (2)

22

Capítulo 3 Ethan

Traducido por Jo

Corregido por Nanis

l apartamento está cubierto de flores, velas encendidas, y un aroma

que no puedo identificar, cuando volvemos una hora después.

Habíamos salido a comprar una botella de vino para traer a la fiesta

sorpresa de compromiso que Pete ha planeado. Sophie parece enamorada con el

lado romántico de Pete. Vasos de champaña fríos están sobre la mesa con pequeñas

bandejas de comida a su lado. Claire no ha hecho una aparición todavía, y hemos

estado aquí por casi media hora ya.

Pete comienza a gastar la alfombra al caminar atrás y adelante. Sophie se

para, guiándolo a una silla.

―Peter, me estás poniendo nerviosa. Ella es una chica, solo se está poniendo

hermosa para ti.

Hasta yo escucho el escepticismo en su tono.

Frecuentemente, he comunicado mis preocupaciones a Sophie acerca de

Claire. Al principio todo estaba bien, pero dos veces en el último mes no ha siquiera

venido a casa, dejando a Pete con pánico, pensando que estaba muerta.

Y, es algo que ha estado poniéndose cada vez más obvio para mí. ¿Acaso él

no lo entiende? Parte de mí se pregunta si lo ha notado, y esa es la razón del anillo.

No lo sé. No podría leerlo justo ahora aún si quisiera, se ha estado moviendo tanto,

que siento que necesita ser golpeado. Lo considero por un leve segundo, pero

decido no hacerlo.

Finalmente, Claire emerge del baño para unírsenos. Ella está usando una

corta falda roja y una camiseta que deja poco para la imaginación. De nuevo, estoy

cuestionando su elección en novias, pero me quedo callado. Ella lo hace feliz.

E

Page 23: Please don't go (2)

23

Pete se ha superado. Pan fresco, pescado, ensalada y papas nos dan la

bienvenida mientras nos sentamos para comer. La constante charla de

absolutamente nada importante se siente bien. Estoy cansado de hablar acerca de la

esperanza y la muerte. Escuchar a las chicas hablar acerca de espectáculos frívolos

de televisión ayuda a mantener mi mente fuera de los problemas. Las chicas

continúan divagando acerca de nada, cuando me concentro en Pete, que se ve como

el infierno. Su rostro está pálido, y gotas de sudor están corriendo por su frente. Si

pongo un vaso debajo de él, estoy seguro de que obtendría todo un vaso de

transpiración. Comienzo a esperar que tal vez tenga una idea, y que no atraviese por

todo este enorme error.

Aclara su garganta.

―Claire,‖ amor‖ ―dice él, tomando su mano en la suya. Pete comienza a

agacharse en una rodilla mientras Claire inhala profundamente, como si de pronto

se estuviera sofocando. Nunca he sido testigo de una propuesta antes, pero estoy

suponiendo que ese no es el sonido que cualquier chico quiere oír mientras suelta la

pregunta.

Siento que voy a vomitar. Me estiro y tomo el resto de la bebida de Sophie, y

me lo termino. Los ojos de Sophie me observan con curiosidad, pero para crédito de

ella se mantiene en silencio.

―Claire‖―dice Pete.‖Él‖besa‖su‖mano‖y‖luego‖dice―. Te amo. ¿Me harías el

honor?

La mano de ella literalmente empieza a temblar en la suya. Las lágrimas caen

de sus ojos, y por un momento me siento conmovido, pero solo por un momento.

Ella se limpia las lágrimas de sus ojos y se pone de pie.

―No te amo, Peter, ya no más. No puedo casarme contigo. Por favor

perdóname.‖―Solloza antes de correr a su dormitorio, luego cierra la puerta de un

golpe.

Pete está todavía de rodillas con el anillo en su mano sin moverse. Miro a

Sophie que está tan sorprendida como Pete. Mis pies me mueven hacia él antes de

que siquiera sepa qué decir.

Page 24: Please don't go (2)

24

―Vamos, Pete‖ salgamos,‖ nos‖ intoxicaremos‖ ―sugerí. No tengo ganas de

beber hasta enfermarme esta noche, pero justo ahora hacerlo olvidar parece más

importante.

Tomo su mano en una, y a Sophie en la otra.

―Vamos.

Él no resiste, pero no lo deja ir tan fácilmente. Continúa luchando con el

demonio interior corriendo alrededor en su cabeza mientras caminamos. Casi puedo

escuchar la conversación. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿No soy lo suficiente? ¿No merezco amor?

¿Qué hice mal? Pensé que estábamos perfecto… bla, bla, bla.

Lo empujó hacia el pub más cercano y ordeno dos shots y tres pintas.

Sophie se mete.

―Tomaré‖ uno‖ de‖ esos‖ también.‖ ―Su dedo apunta los shots de Jack, y se

encoge de hombros. Me sorprende ya que ella odia beber y perder el control, pero

espero al de ella antes de beber el mío. El de Pete ya se ha ido. Antes de que mi

mano alcance mi vaso, él ya está ordenando otra ronda. Esta va a ser una larga

noche. Suspiro.

―No puedo creer cuán ciego estaba. ¿Qué‖ infiernos‖ acaba‖de‖pasar?‖―Sus

manos se empuñan a sus lados momentáneamente antes de que la siguiente ronda

llegue. Dos en cuestión de minutos. Esto no va a terminar bien, pero quedarme a su

lado es la única opción. Nunca lo dejaría cuando me necesita.

Los ojos de Sophie encuentran los míos por un leve segundo antes de que le

asegure que es la pérdida de ella, y que él es demasiado bueno para ella de todas

maneras. Sus manos hacen pequeños movimientos circulares sobre su espalda

intentando calmarlo. Parece estar funcionando. O, tal vez son solo los tres shots y

dos pintas que se ha bebido en menos de media hora.

Pete se levanta de su silla.

―Volveré‖―hipea, tomando su abrigo de la silla.

―¿Dónde estás yendo, amigo?

Page 25: Please don't go (2)

25

―Al‖ baño.‖ Solo…‖ volveré‖ pronto‖―dice él, pero ¿quién lleva su abrigo al

baño? Sé exactamente dónde está yendo, y no estoy seguro de que pueda detenerlo

o unirme a él. Dejarlo salir, y enfrentarla solo es algo que necesita ser hecho, pero no

cuando está de esta manera. Se arrepentirá de cada palabra que saldrá de su boca si

continúa con esto. Eso si ella siquiera sigue en el departamento.

―Sophie,‖vamos,‖necesitamos‖ir.‖―Mi mano se estira para ayudarla, pero ella

se aleja.

Me mira como si estuviera loco.

―No podemos irnos sin Peter.

―No vamos a hacerlo. Vamos. Él probablemente está casi allá.

―¿Dónde?

―¿Dónde crees, Sophie? Fue a hablar con Claire.

Ella rápidamente se pone su abrigo, luchando con los botones.

―¿Cómo‖sabes‖eso?‖―Sus cejas se levantan, cuestionándome.

―Confía‖en‖mí,‖amor.‖Vamos.‖―Ella corre detrás de mí, tomando mi mano.

Se siente bien y cálida en la mía, tanto que a veces tengo miedo de dejarla ir, sin

saber si volverá.

La puerta del departamento está ampliamente abierta. No hay gritos, no hay

voces que se escuchen, solo un fuerte golpe que me empuja hacia adentro. Pete está

boca abajo en su cama. La lámpara en el buro está rota en el suelo. Varios cajones

están abiertos de su armario. Todos vacíos. Las pertenencias de ella se han ido, junto

con ella.

―Pete,‖ ¿est{s‖ bien?‖―Sophie corre a mi lado para sentarse a su lado en la

cama.

―Solo esto. Esto es todo lo que dejó. Una jodida carta. Le pedí que se casara

conmigo, y todo lo que obtengo es una carta de mierda diciéndome que conoció a

alguien‖ m{s.‖ ―Se gira, su rostro muestra rabia y confusión acerca de lo que ha

pasado―. Nunca habría preguntado si pensara que ella no me amaba.

Ruego diferir, pero no tengo intenciones de anunciarlo en voz alta.

Page 26: Please don't go (2)

26

Sophie aleja su cabello de su rostro con cariño, como una madre. Él ni

siquiera me nota de pie en la esquina. La carta todavía está en su mano, pero un

segundo después la lanza a un lado. Sus ojos se concentran en Sophie hasta que creo

que estoy a punto de explotar.

―¿Por qué no pude amarte de la manera en que querías que lo hiciera,

Sophie? Habría sido tan fácil amarte. Estar juntos.

Aclaro mi garganta, provocando que Pete gire su cabeza y finalmente tome

nota de que estoy en la habitación con ellos. Sus manos pasan por su cabello por un

segundo, antes de que deje su brazo descansar sobre sus ojos.

―Lo siento, Ethan. No quería decir nada.

―Está bien. Estás herido, pero lo superarás. No me gustaba ella de todas

maneras‖―dije, antes de unirme a ellos en la cama.

Sophie solo levanta la mirada un poco hacia mí para darme una mirada de

“cómo pudiste”. Cada miedo que he tenido alguna vez de ellos dos juntándose, se

acelera hasta mi mente como si tuviera trece años de nuevo. Hay una pregunta que

siempre se mantiene en la parte trasera de mi cabeza, ¿me dejaría por Pete, si él la

persigue?

A veces creo que solo debería dejar que pasara, pero soy egoísta, y mi

felicidad vive en esa chica.

Me hace más feliz que cualquier otra persona en todo el mundo, no voy a solo

pasársela porque él finalmente está comenzando a verla. Viendo cuán hermosa

realmente es ella, y no solo en el exterior, sino que en todo lo que hace. En un millón

de años nunca habría creído que estaría dispuesto a luchar con Pete por Sophie. En

el pasado, nunca la tuve realmente, ahora la tengo, y haré lo que sea para

mantenerla.

Sacudo mi cabeza. Con suerte no se reducirá a eso, porque eso sería como

perder un hermano, y un mejor amigo, en una gran cucharada. Sin mencionar a

Sophie.

Page 27: Please don't go (2)

27

Capítulo 4 Ethan

Traducido por Jo

Corregido por Nanis

rees‖ que‖ saldr{‖ de‖ esto?‖ ―susurra Sophie mientras nos

dirigimos a tomar una taza de café en el Bar Italia, su

nuevo punto favorito.

Han sido exactamente dos semanas desde que se separaron, y Pete es un

completo desastre. Observo como Sophie lanza una mirada preocupada a Pete,

quien está siguiéndonos varios pasos por detrás. Su obvia preocupación imita la

mía.

La primera semana él apenas salió de su habitación, a menos que tuviera que

hacerlo, pero la segunda semana debió haber finalmente enviado todo a la mierda,

para seguir adelante. Al menos esa es la manera en la que ha estado actuando. Los

últimos días ha estado en su teléfono constantemente, haciendo planes para salir, y

beber hasta el estupor con sus amigos. Quiero ir con él, estar allí de la manera en

que él ha estado para mí, pero no quiero dejar a Sophie, o a mi mamá, así que

mantengo mi boca cerrada, y lo dejo hacer su cosa.

Pienso que volverá a mí cuando me necesite. No tengo idea de con quién

puede estar hablando ahora, pero algo me dice que tiene que ser una chica por el

tono susurrado de su voz.

―Estará bien, Sophie. Es solo algo que necesita‖ sacar‖ de‖ su‖ sistema‖ ―le

aseguro con un guiño. Me da una tímida sonrisa que me hace sentir como que no

me cree. No estoy seguro si siquiera yo me creo.

Una vez que tomamos nuestros cafés, todos nos sentamos afuera en las sillas

negras de aluminio. La calidez del café se siente bien en un día frío. Sophie y yo

permanecemos callados por varios minutos estudiando a Pete. El único sonido que

―¿C

Page 28: Please don't go (2)

28

ha estado viniendo desde la mesa ha sido el móvil de Pete sonando, luego a él

charlando con quienquiera que sea que está haciendo planes.

Me inclino para meter un mechón suelto de cabello detrás de su oreja.

―Mi mamá necesita hablar conmigo hoy, así que te dejaré en la escuela y te

veré después.

―¿Está bien ella?

Asiento.

―Sí, creo que finalmente‖ ha‖ tomado‖ una‖ decisión.‖―Al menos espero que

esto sea por lo que necesita verme. Pensaría que para ahora ella se habría decidido,

pero es un enorme asunto y ha estado tomándose su tiempo. Solo espero que sea la

correcta.

Decirle a Sophie acerca de mi mamá varios días antes se sintió como si

hubiera sacado el enorme elefante de la habitación. Siempre he estado a la espera de

que otra bola caiga y me derribe. Ella podía notar que estaba escondiendo algo, pero

nunca me presionó realmente por información. Entiende que necesito estar allí para

mi mamá más que nunca, hasta forzándome a dejarla en las tardes para ir a casa

para estar con mi mamá. Mirándola, sé que tengo tanta suerte de tener a Sophie a mi

lado mientras toda esta mierda esté pasando con mi mamá.

Pete termina su llamada y su café.

―Te veré después, ¿Ethan?

―Terminaré más tarde, amigo. Justo después de que pase algo de tiempo con

mi mamá.

―¡Brillante! Algunas personas se aparecer{n‖ por‖ una‖ pinta‖ o‖ dos.‖ ―He

estado pasando más noches donde Pete desde que Claire se fue. Anterior a que ella

lo dejara, había pasado la mayoría de las noches donde mi mamá. A veces él asusta

el infierno en mí con la manera en que se ha estado comportando, así que me hace

sentir mejor mantener un ojo en él. Tristemente está en el mismo camino de

destrucción en el que estuve cuando mi papá murió. Lo conozco bien, e intento no

dejar su lado por mucho tiempo. Decir que nuestras razones por las que nos fuimos

por aquel resbaloso camino son algo diferentes sería un eufemismo, pero uno que sé

Page 29: Please don't go (2)

29

que debe tomar para dejarla ir. Y, si tengo que bajar con él, que así sea. Él hizo lo

mismo por mí, cuando yo no tenía a nadie.

Mi madre está sentada con sus pies doblados bajo ella en el brazo de la silla

que está más cerca a la ventana mientras yo entro. La ha girado para que enfrente el

exterior. Estoy inseguro de si está consciente de mi presencia, así que aclaro mi

garganta.

―Mamá, ¿está todo bien?

Ella se gira lentamente para enfrentarme con los ojos rojos, la cara manchada,

y unas pocas lágrimas que caen por sus mejillas. ¿Cuánto tiempo ha estado

llorando? No lo sé, pero por su apariencia, han sido horas.

―Ven a sentarte a mi lado. Tengo buenas‖ noticias.‖ ―Sus ojos continúan

estudiándome por un breve segundo antes de que saque un pañuelo de su bolsillo.

En lugar de tomar una silla, me arrodillo en frente de ella, apoyando mis manos en

sus rodillas. El pensamiento de la más leve buena noticia viniendo de ella ahora

parece imposible, pero bienvenido. Aceptaré cualquier cosa en este momento.

Ella suena su nariz con fuerza, metiendo el pañuelo por su manga. Río en voz

baja, han pasado años desde que la vi hacer eso. Me hace pensar en mi abuela.

―Hablé con tu hermana ayer.

―Bieeen‖―vacilo, esperando las llamadas buenas noticias.

―Katie está embarazada, y antes de que digas algo, sí, se están casando.

Mi trasero golpea el suelo luego de que me suelta la bomba. Sabía que otra

bomba venía, solo no estaba esperando eso. Confundido, aprieto la parte superior

de mi nariz y cierro mis ojos.

―¿Esa es la buena noticia? ¿Pensé que tal vez tenías noticias sobre, ya sabes?

Page 30: Please don't go (2)

30

―Puedes decir la palabra, Ethan. Ya no tengo miedo. Las cosas están pasando

con rapidez. ―Sus‖dedos‖levantan‖mi‖barbilla―. Ethan, mírame. ―Cuando lo hago,

continúa―: Mis prioridades han cambiado. Voy a ser una abuela, y quiero estar aquí

por ese bebé.

Sacudo mi cabeza.

―Así que ¿qué, olvidar tu cáncer, y hacer qué, mudarte a Australia?

Aun cuando las palabras salen de mi propia boca, estoy seguro de su

respuesta antes de que hable.

―No‖y‖ sí. No, no voy a olvidar mi cáncer, y sí, me mudaré después de la

operación, y que el doctor me dé la aprobación para hacerlo.

―Mamá, ¿qué operación? No me has dicho nada todavía.

―Bueno, no sabremos en qué estado estoy hasta después, pero están

esperanzados. Una vez que la doble mastectomía esté hecha, entonces serán capaces

de obtener una mejor idea. Está programada en cuatro semanas más. Puede que esté

medicada por varios años, pero no están seguros si con la quimioterapia o la

radiación a este punto. Tomaré cada paso cuando llegue. Esta es la mejor manera de

luchar,‖ ¿no‖puedes‖ verlo?‖―Se detiene y suena su nariz más fuerte que la última

vez―. Quiero estar allí para Katie y ese bebé. Ellos me necesitan.

Mi cabeza cae sobre mis manos.

―¿Qué hay de mí? Te necesito.

Sus manos acunan mis mejillas levantándolas para que nuestros ojos se

encuentren.

―Puedes venir también. Estaba esperando que consideraras dejar Inglaterra.

―No puedo dejar a Sophie, mamá. Acaba de llegar.

―No me iré por algunos meses, amor. Pásalos con Sophie y sé feliz. Pero tu

familia está en Australia. Depende de ti dónde vivas. Eres un adulto, así que te

dejaré esa decisión a ti, y recuerda, te apoyaré con lo que sea que decidas.

Siento que he sido golpeado en el estómago con toda la fuerza.

Page 31: Please don't go (2)

31

Todo está pasando tan rápidamente que no sé qué hacer. Mi cabeza cae en el

regazo de mi madre, instantáneamente haciéndome sentir como un niño mientras

acaricia mi cabello atrás y adelante, atrás y adelante.

Es demasiado que asimilar. Operaciones, Australia, embarazo, estoy intentando

absorber todo, pero no puedo ordenar mi mente. Puedo solo explotar pensando en

todas las opciones en frente de mí.

Varios minutos después de reflexionarlo todo, me voy sin decir una palabra.

Escucho a mi mamá llamándome, pero no respondo. Cierro la puerta, y corro a la

estación de metro más cercana.

No puedo llegar donde Sophie lo suficientemente rápido. Todo el tiempo

estoy de pie, incapaz de sentarme por el miedo a que me perderé la parada,

mientras los pensamientos de verla inundan mi mente. Una vez estoy abajo, mis

pies se mueven rápido por Holloway Road hacia la casa de mi tía. No he tocado esta

puerta nunca, así que solo entro. Es una vieja casa de ladrillos con dos pisos que fue

heredada de mis abuelos. Vive sola ahora, bueno, excepto por los pocos meses que

Sophie está pasando con ella.

Grito luego de entrar.

―¿Sophie,‖tía Anna? Es Ethan.

No hay signos de Sophie, pero mi tía lentamente se acerca a la vista. Mira su

muñeca, notando la hora.

―Creo que llegaste antes, amor. Sophie no está lista. Pero, ¿ven a sentarte

conmigo?

La sigo a la pequeña cocina, sacando una silla antes de sentarme como me

dijeron. Mis ojos van hacia el reloj, ansioso por ver a la única persona por la que

estoy aquí.

―Ethan, dime, ¿cómo le está yendo realmente a Peter? Me pasé ayer y se veía

malditamente horrible.

―Bueno, se siente malditamente horrible, tía Anna. Superará esto. Está

teniendo una pequeña reunión esta noche,‖así‖que‖eso‖es‖un‖comienzo.‖―Mis manos

juegan con un posavasos en la mesa, luego me paro ya que mis pies no parecen

Page 32: Please don't go (2)

32

poder mantenerse quietos―. Puede terminar siendo difícil traer a Sophie a casa

temprano. ¿Estaría bien si pasa la noche con‖nosotros?‖―No le digo por qué sería

difícil, ella entiende sin necesitar preguntar si estaremos bebiendo. Supongo que

podría ponerla en un taxi, o en el metro, pero no voy a querer. No esta noche.

Abre su boca, pero mi mano vuela hacia arriba, interrumpiendo.

―Prometo tener el mejor comportamiento. Hasta tomaré el sofá si te hará

sentir mejor. Además ¿sabes cuán protector es Pete con Sophie?

Ella me mira por un largo momento, luego se acerca un paso, mientras yo

estoy inquieto detrás de la silla.

―Ethan,‖confío‖en‖ti.‖―Sus manos se deslizan‖por‖mis‖mejillas,‖sonriendo―.

Anda y diviértete,‖pero‖ten‖cuidado.‖―Justo cuando termina de responder, los pasos

de Sophie suenan por las escaleras, deteniéndonos de hablar más.

Cuando entra a la cocina una ráfaga de su champú me golpea antes de que

me alcance. Ella se pone de puntillas, y me inclino hacia abajo para encontrar sus

labios rápidamente por un beso muy necesitado antes de que se aleje.

―Mmm‖―gimo.

Sophie comienza a sonrojarse, así que se gira lejos de mi tía.

―Volveré luego, tía‖Anna.‖No‖esperes‖despierta‖―murmura Sophie. Sophie

ha estado llamando a mi tía, su tía, desde que puedo recordar. Mi tía y la madre de

Sophie son las mejores amigas, creciendo juntas lado a lado. Ambas insistiendo que

sus niños las llamen con un término afectuoso en vez de algo aburrido, como Sra.

Watson, o Sra. Gerrard.

―Está todo bien, amor. Ya le dije a Ethan que podías quedarte allá. No te

quiero sola en el metro tarde en la noche.

Ella sonríe con suficiencia cuando me mira, pero solo sonrío y acerco a

Sophie.

―Oh, bueno, yo um, supongo que necesito ir a empacar algunas cosas

realmente rápido. Volveré en seguida.

Page 33: Please don't go (2)

33

Se va menos de diez minutos, y todo el tiempo tía Anna mantiene su espalda

hacia mí haciendo una tetera de té para uno. Casi me quiebro y la invito a unirse a

nosotros, pero me detengo cuando Sophie hace su segunda entrada. Su largo cabello

castaño está trenzado, colgando sobre su hombro derecho. Está envuelto firmemente

con una goma con un moño café amarrado alrededor del final, y la única cosa en la

que puedo pensar es en quitarla, y dejar que su cabello cuelgue de la manera en que

me gusta. Tiene un pequeño bolso, el que mi mano instantáneamente alcanza para

que ella no tenga que cargarlo. Intento ser un caballero cuando puedo. Decimos

nuestras despedidas y nos dirigimos hacia afuera al frío aire.

―Así que, ¿cómo conseguiste que estuviera de acuerdo con una pijamada?

―pregunta mientras caminamos por Holloway.

―Solo le pregunté, y prometí ser un perfecto caballero. Pero, tengo que

admitir, no estoy seguro de que pueda mantenerlo.

Ella sonríe y pone su mano en la mía.

―Así que, ¿conoces a alguien que estará en la fiesta?

―Probablemente algunos‖ de‖ los‖ chicos.‖ ¿Por‖ qué?‖ ―Saco mi mano para

llamar un taxi.

Ella se encoge de hombros.

―No conoceré a nadie.‖Solo‖estoy‖siendo‖una‖bebé.‖―Sonríe tímidamente.

Me inclino para besar la parte superior de su cabeza.

―No eres una bebé, confía en mí. Aparte, todos van a estar enormemente

intoxicados, o al menos a mitad de camino de eso.

―No crees que a Peter le vaya a importar que me quede por la noche, ¿no?

Sacudo mi cabeza. Él probablemente ni siquiera sabrá que ella está allí si está

de la manera en que ha estado después de que llega a casa de los pubs.

―Pete te ama, por supuesto que no le va a importar.

―Si lo supiera, señor Chapman diría que lo has estado planeando todo el día.

Mis ojos escanean su rostro, notando su lindo hoyuelo aparecer mientras me

da esa sonrisa de megawatts.

―¡Absolutamalditamente!

Page 34: Please don't go (2)

34

Capítulo 5 Ethan

Traducido por Soñadora

Corregido por Miranda.

na vez que llegamos con Pete, ambos nos damos cuenta de que la fiesta

debía haber empezado hace horas. Suspiro. Al menos no le dejan

emborracharse solo. Alguno de sus compañeros de universidad que me

ha presentado están aquí, y algunas chicas que dejan muy poco a la

imaginación están a su lado. Una rubia con las tetas saliéndose de su blusa está

sentada en el regazo de Pete. Sophie los mira y luego a mí, como si quisiera decir

algo, pero no está segura de qué.

―Déjalo tranquilo. Ahora sólo necesita a alguien para pasar el rato ―le

respondo, leyendo su mente.

Sophie se detiene en seco, se gira, viéndose anonadada como nunca.

―¿Qué? No puedes hablar en serio. Él no se acostaría para nada con alguien.

―Sus manos caen a sus caderas y sus pies golpean el piso, como si estuviera

contrariada por el hecho de que Pete necesite acostarse con alguien para superar a

Claire.

Moviéndome más cerca, la empujo hacia la mesa.

―Eso es lo que es, Sophie. Vamos.

Algunos de los amigos de Pete observan a Sophie a pesar de que estoy a su

lado cogido de su mano. La atraigo a mí, envolviendo mis brazos a su alrededor

posesivamente. Algunas veces siento que debo asegurarme de que todos los tipos

sepan que es mía. Algunas personas pueden verlo como posesivo, pero yo lo veo

como protector.

―Peter.‖ ―Sophie le toca el hombro, gritando, tratando de que la escuche

sobre la música―. Um, ¿cómo lo estás llevando?

U

Page 35: Please don't go (2)

35

Los ojos de Pete están vidriosos cuando la mira.

―Sophie, amor,‖ ven‖ a‖ sentarte‖ a‖ mi‖ lado.‖ ―Se inclina hacia delante,

arrancándola de mi agarre. Ella se para junto a él, viéndose incómoda, mordiéndose

el labio inferior nerviosamente, mientras él envuelve su brazo alrededor de su

cintura―. Chicas, ¿han conocido a Sophie? Es mi querida, querida amiga de Estados

Unidos.

No quito mis ojos de Pete o de su mano, hasta que sus ojos encuentran los

míos por un nanosegundo.

―Estoy ebrio, Ethan ―dice en voz alta, pero casi parece que está tratando de

susurrar, como si fuera alguna clase de secreto.

Mientras tanto, Sophie aprovecha el momento de desinterés de Pete para

volver a mis brazos.

―Puedo‖ verlo,‖ hermano.‖ ―La reclamo posesivamente de nuevo, mientras

descanso mi barbilla en su hombro―. ¿Quién‖es‖la‖dama‖de‖tu‖regazo?‖―Me siento

de inmediato culpable por tratar de quitar su atención de Sophie, pero espero su

respuesta.

―Ella es…‖ella‖es…‖―La mira, sacudiendo su cabeza. Pete literalmente está

tratando de recordar el nombre de la chica, puedo verlo en su expresión.

Confirm{ndolo‖un‖segundo‖después―. ¿Cuál es tu nombre de nuevo, cariño?

Sophie y yo rodamos los ojos. La chica se inclina hacia su oído riendo, luego

susurra algo.

―Ah, sí. Esta es Summer. Summer también es de Estados Unidos y nunca ha

estado con un inglés. Deberé‖hacernos‖sentir‖orgullosos‖―dice, mientras termina su

bebida, golpea en la mesa con la botella y la arrastra a su habitación. Me sorprende

que se pueda mantener de pie, mucho menos hacer que se levante en este momento.

Sophie toma mi brazo.

―Tienes que ir a detenerlo. ―Tiene esta mirada perpleja en su rostro.

―¿Qué? ¿Crees que quiero entrar y detenerlo? ¿Para qué, Sophie? Necesita

superar‖a‖Claire‖―le recuerdo de nuevo.

Page 36: Please don't go (2)

36

―Suenas como un verdadero idiota en este momento, sabes. El sexo no hará

que la supere.

Mis manos acarician su rostro para que pueda mirar a esos ojos verdes.

―Servirá por esta noche. Déjalo estar.‖―Me inclino a besarla, pero gira su

rostro y sólo llego a su mejilla. ¡Genial! Puedo ver que Sophie está molesta por no

detener a Pete de meter mano a la chica americana, pero solo quiero verlo feliz,

aunque sea por una noche.

Todos siguen hablando, siguen bebiendo hasta que finalmente Pete emerge

de su habitación con la rubia detrás. La besa una última vez antes de que ella tome

su bolso de la silla y salga por la puerta, incapaz de mirarnos.

―Soy un inútil. No pude hacerlo. Jesús, odio‖a‖Claire‖por‖hacerme‖esto.‖―Se

gira, tropieza y cierra de un portazo la puerta de su habitación, mientras Sophie

parece haberse relajado ahora que Summer se ha ido. ¿Por qué le importa con quién

sale, se acuesta o se casa Pete? Sé que lo quiere, pero ¿cuánto lo quiere, y cómo? ¿No soy

suficiente para ella? Cada doloroso pensamiento sobre perderla se desliza en mi

cabeza. Mi mano va hacia abajo, agarrando la botella de vodka, mis ojos encuentran

los de ella antes de tomar un largo trago que con suerte me ayudará a olvidar su

reacción ante Pete no acostándose con la americana. Ayuda, pero sólo

momentáneamente.

Sophie rodea la mesa, arrodillándose frente a mí.

―Iré‖a‖hablar‖con‖Pete, ¿de acuerdo?

Nos miramos el uno al otro a los ojos. Los suyos están tristes, los míos sólo

tratan de leerla.

―¡De acuerdo! Ve.

Ha pasado una hora, y casi todos se han ido, excepto una última persona. Ella

y yo hemos compartido la botella de vodka durante el mismo tiempo que Sophie ha

estado hablando con Pete. Es guapa, pero no como Sophie. Su cabello es como

marrón con algo de rubio, corto, no largo como el de Sophie, y sus ojos son de un

color como el de los gatos, un ámbar dorado. Me recuerdo que amo a Sophie, y a

nadie más, mientras los dedos de los pies de esta chica recorren mi pierna arriba y

Page 37: Please don't go (2)

37

abajo por debajo de la mesa. Me muevo tratando de hacerle saber que no estoy

buscando nada. Se mueve al asiento a mi lado, y cuando se sienta, su mano

comienza a subir peligrosamente por mi muslo.

Toso.

―¿Emily,‖ no?‖ ¿Puedo‖ llamarte‖ un‖ taxi?‖―Ella no entiende la indirecta. Su

mano continúa más de lo que esperaba o quería, y estoy por moverme, cuando

levanto la vista y veo a Sophie de pie a mi izquierda, mirando todo impasible.

―Ya lo oíste. Ve a buscar un taxi. Él está conmigo ―grita Sophie.

Estoy sorprendido. Nunca, ni en un millón de años, hubiera adivinado que

Sophie tuviera un nervio celoso y agresivo, pero aquí está. Bien en el centro.

―Lo siento, pensé que estabas con el otro chico, eso‖ es‖ todo‖―se disculpa

Emily antes de tropezar por los escalones.

Mis ojos vuelven a Sophie.

―Lo siento, Soph. Bebió mucho.

―Parece que tú también.‖ No‖ te‖ molestes‖ en‖ seguirme.‖ ―Ella camina a la

habitación‖extra…‖mi‖habitación,‖sola,‖ resoplando‖ todo‖el‖camino.‖La‖sigo‖aunque‖

me ha dicho que no lo hiciera. Está en la cama echada sobre su estómago, y puedo

oír las lágrimas mientras solloza en mi almohada.

Suspiro, no seguro sobre qué decirle excepto que lo siento. Los celos son un

bastardo malvado, muy malvado. Y, algunas veces, me vienen mal cuando se trata

de la relación de Pete y Sophie. Sacándome los zapatos, subo a la cama,

empujándola cerca de mí. Mi boca viaja a su oído, susurrando una y otra vez:

―Lo siento, te amo.

Finalmente se gira para mirarme. La única luz en la habitación viene de las

luces de la calle fuera del apartamento. Pero es suficiente para ver su cara, sus ojos,

su boca triste mientras se acerca a mí.

―¿Por‖qué‖la‖dejaste‖hacer‖eso? ―pregunta.

Ahora es mí turno de resoplar.

―¿La verdad?

Page 38: Please don't go (2)

38

Ella gira esos ojos adorables, y sé lo que va a decir.

―¿Sueles‖mentir?‖―pregunta, antes de sonreír.

―No,‖ no‖ lo‖ hago.‖―Mis labios besan los suyos brevemente, pero me alejo

r{pido―. Es sólo que a veces me pregunto sobre cómo te sientes sobre Pete. Sólo me

puse celoso. Hablaron mucho, y te extrañaba. No pasará de nuevo. Lo siento.

Ella ríe.

―Te prometo que no tienes nada de qué preocuparte con Pete. Somos

amigos, muy buenos amigos. Eso es todo. Y también‖te‖amo.‖―Me da pequeños y

dulces besos con cada palabra.

Nos miramos por lo que parece una eternidad, y luego estoy probando la

dulzura de los labios de Sophie sobre los míos. Aunque esta noche no hay nada

dulce en Sophie. Es como un tiburón frenético, no puedo decir si es el maldito

vodka, o si Sophie está tan excitada por besarme como lo estoy yo por ella. Como

pandilleros nos atacamos el uno al otro como locos, hasta que ya no hay lágrimas

cayendo sobre mis labios. Pruebo cada exquisito beso salado que está dispuesta a

darme. Mis manos sacan su goma del cabello, liberándolo para que caiga sobre sus

hombros. Está sin aliento, pero sus ojos aún se ven tristes.

―No fue nada, lo prometo. Jamás te engañaría. ¿Lo sabes, verdad?

Ella asiente.

―Me molestó que fueras detrás de Pete. No sucederá de nuevo.

Sus dientes muerden mi lóbulo antes de que ella susurre:

―Bien, porque no quiero perderte nunca.

Puedo vivir con eso.

Page 39: Please don't go (2)

39

Capítulo 6 Ethan

Traducido por Caami

Corregido por Miranda.

os despertamos con una capa de nieve en las aceras, y todavía

estamos totalmente vestidos. Nada pasó anoche. Ella se negó,

porque yo había bebido demasiado. Tenía razón, tuve algunos

momentos en que la cama daba vueltas, así que me alegro, ya que me gusta recordar

cada detalle de estar con ella.

Porque sé que no habría sido capaz de recordar la sensación de sus dedos

corriendo por mi cabello, o el olor de su champú mientras su cabello caía a mi

alrededor cuando se inclinaba sobre mí. Siempre podía perderme en esos rizos

castaños que huelen a coco. A pesar de que es una posición atrevida, es mi favorita.

Sus piernas a horcajadas sobre mí, su cuerpo inclinándose con las manos a mis

lados, y por último la forma en que su cabello cae a mi alrededor mientras mis

manos revolotean hacia su cintura.

El sonido metálico de botes y sartenes nos despertaron. Sophie se inclina para

agarrar la cosa que ata su cabello, luego lo levanta. Mis ojos nunca la dejan. Nunca

pueden hacerlo cuando hace cosas sencillas que encuentro hermosas.

Sonrío, mientras se inclina sobre mí, colocando un rápido beso en mis labios.

Tiro fuertemente de ella, sacudiendo mi cabeza.

―De ninguna manera. No saldrás así de fácil.

Mis labios se encuentran con los suyos, mi lengua buscando la suya,

empujando suavemente dentro de su boca. Ella gime, por lo que creo que la tengo.

―Ve‖a‖cepillarte‖los‖dientes‖―bromea, golpeándome ligeramente en el pecho,

luego bajando. Se pone de pie, ajusta su camisa, y sonríe―. Vamos, la tía Anna debe

estar tirándose de los pelos ahora mismo.

N

Page 40: Please don't go (2)

40

Eso me hace reír.

―Nunca entendí esa‖expresión.‖Es‖tan‖americana.‖―Me levanto de un salto,

golpeando‖con‖fuerza‖su‖trasero―.‖Vamos por lo menos a parar, y tomar un café.

Vamos hacia donde está Pete. Se ve como el infierno. Bastante.

―Ethan, Soph, quiero disculparme‖por‖lo‖de‖anoche.‖―Sus ojos se desplazan

hacia Sophie―. Siento que tuvieras que verme así, pero aprecio lo que dijiste.

Sorprendido de que incluso pudiera recordar la noche anterior, me aclaro la

garganta.

―Iremos‖ por café antes de que lleve a Sophie de vuelta con tu madre.

¿Quieres venir con nosotros?

―No. Tengo cosas que hacer. Como‖volver‖a‖la‖cama.‖―Pete se derrumba en

el sofá, luego pone una almohada sobre sus ojos para cubrir su cara. Me río en voz

baja, mientras que Sophie cubre a Pete con una manta.

Sophie y yo nos marchamos en silencio, tomados del brazo. Nuestros pies se

hunden unos centímetros en el agua nieve que salpica nuestros pantalones. Sigue

cayendo a nuestro alrededor, las calles son ruidosas, la gente yendo alegremente a

donde necesita ir. Finalmente nos dirigimos hacia Frith a su cafetería favorita.

―¿Qué‖quieren?‖¿Negro‖o‖blanco?‖―La chica detrás del mostrador pregunta

más bien molesta.

―Uno blanco y otro negro, por favor. Para llevar ―respondo.

Le paso a Sophie su café, mirándola tomar el primer sorbo. Suspira

soñadoramente en la taza, sonriendo.

―Me encanta su café.

―Puedo verlo. Con mucho gusto compraré ese café todos los días para ver

esa sonrisa.

Su brazo se une al mío.

―Entonces, hablé con Val ayer, y creo que podría venir de visita. ¿No sería

divertido? Podremos enseñarle todo, y estaba pensando que Peter y Val, bueno, ya

sabes.

Page 41: Please don't go (2)

41

Mi cuerpo se congela.

―No puedes estar hablando en serio. ¿Val y Pete? De ninguna manera. Me

alegro de que ella venga, pero no la empujes hacia él. Obviamente no está listo

―digo, con la esperanza de detener que ese desastre ocurra. Val es genial, pero Pete

nunca iría por ella, y odiaría ver a su amiga herida cuando él la rechace. Por no

hablar de cómo se lo tomaría Sophie.

―Sólo pensé que nosotros cuatro podríamos hacer algo, tal vez ir a algún

lugar. ¿Qué piensas?

Entramos en el metro en dirección de la casa de tía Anna.

―¿Adónde quieres ir?

Ella inclina la cabeza para apoyarla en mí, cerrando los ojos.

―París. Me encantaría ir a París.

―Bueno, veamos si puede venir en primer lugar.

Después de dejarla, empujo a Pete a ver un partido entre Arsenal y Bolton.

Todavía no puedo creer que Bolton no haya descendido la temporada pasada, pero

tienen una gran posibilidad de que esto vaya bien. La tele ya está encendida cuando

llego, pero el partido aún no ha comenzado. Pete entra en la habitación con los

colores de su equipo y una bebida en la mano.

―Estoy mordiendo al perro‖que‖me‖mordió,‖como‖dicen.‖―Toma un trago de

su cerveza, luego se sienta―. ¿Cómo está Sophie? Fui un imbécil anoche con ella,

¿dijo algo?

―No. Pero, debo advertirte. Su amiga Val podría venir para una visita.

―¿Y?

Me pongo de pie para tomar una cerveza de la encimera.

―Digamos‖ que‖ te‖ avisé.‖ ―Los equipos empiezan a tomar su lugar en el

terreno de juego, así que Pete no pregunta a qué me refiero con eso. Los próximos

noventa minutos son tranquilos, quizás un grito aquí o allá, y es exactamente lo que

necesito antes de que le diga lo que he estado pensando últimamente.

Tan pronto como Arsenal patea el trasero de Bolton, me giro hacia él.

Page 42: Please don't go (2)

42

―Peter,‖necesito‖tu‖consejo.‖―Pete me mira con una mirada preocupada en

sus ojos. Nunca lo llamo Peter.

Mientras continúa inspeccionando mi cara, tratando de descifrar lo que estoy

a punto de soltarle, ansiosamente despego la etiqueta de la botella de cerveza.

―Por supuesto ―responde, pero no sonríe, sólo frunce el ceño.

Le digo todo lo que mi madre me dijo justo el día antes. Se siente extraño

decirlo en voz alta.

―No sé qué hacer respecto a Sophie ―admito.

―Así que, espera, ¿en realidad estás pensando en volver?

―Pete, ¿qué quieres que haga? Mi familia está allí.

―Yo soy tu familia. Sophie es tu familia. Quédate ―suplica.

Niego.

―No puedo hacerle esto a ella. Sabes que iré con mi madre. Dime cómo hacer

esto, ¿por favor? ¿Cómo crees que debo hacer esto?

Pete se sienta derecho, mirándome a los ojos como si no pudiera creer lo que

está oyendo.

―¿Realmente me estás preguntando cómo romperle el corazón a Sophie? Por

el maldito amor de Dios, Ethan.

No digo nada, sólo me siento y espero que me golpee.

Después de que pasen varios minutos, se encoge de hombros.

―No sé qué decir.

―Estaba pensando en alejarla, pero no estoy seguro de que ella me crea. Tal

vez deje que me vea con otra chica. ¿Crees que eso la alejaría?

Pete se levanta, sus puños como bolas a sus lados como si estuviera

conteniéndose de pegarme.

―Entonces, ¿sólo vas a partirle el corazón y no explicarle nada?

Mis ojos se cierran, pensando en ella, entonces los abro para mirarlo.

Page 43: Please don't go (2)

43

―¿Hay alguna otra manera, Pete? No quiero hacerlo, pero conoces a Sophie,

solo dirá que esperará por mí o algo así. No sé cuándo o si volveré, es justo dejarla

ir. Está demasiado lejos, muchos océanos que cruzar. La amo demasiado como para

impedirle vivir su vida.

―No sabes cómo va a reaccionar. ¿Tal vez vaya contigo?

―No vendrá. No le pediré que deje a su familia o la universidad. Dime. La

conoces mejor, ¿qué debo hacer?‖―Parte‖de‖mí odia preguntárselo, pero la verdad

es que él la conoce mejor. Durante muchos años yo no he estado cerca, pero él sí. Y

sé que nos quiere a ambos, y se le ocurrirá algo. Pete siempre lo arregla todo.

Pete se queda parado allí con la boca abierta, moviendo la cabeza.

―¿Tienes que ir?

―Creo que sí. Sí.

Lo siguiente que sé es que la botella de cerveza que estaba sosteniendo vuela

a través de la cocina, haciéndose añicos.

―Vas a hundirla ―grita.

―Será como quitarle una tirita. Dolerá como el infierno al principio, pero

sanará y seguirá adelante. Si digo algo acerca de volver, sabes que me esperará.

―Empiezo a caminar hacia él―. No puedo pedirle que haga eso.

Él levanta las manos para advertirme a medida que me acerco,

deteniéndome.

―No puedo, amigo. Me encanta su pareja. No me voy a interponer.

Pete sigue escuchándome parlotear sobre mudarme de nuevo a Australia

hasta que no tengo nada que decir. Espero que grite, me pegue, algo, pero no llega.

Sólo se queda mirándome. Inesperadamente el chillido del timbre suena acabando

con nuestro doloroso concurso de miradas. Sophie me sorprende arrojándose a mis

brazos, envolviendo sus piernas alrededor de mi cintura. Me besa el cuello unas

veces, y yo instintivamente la beso de vuelta sin pensarlo.

Page 44: Please don't go (2)

44

―Hmm, te extrañé hoy ―murmura―. ¿Sabes‖qué?‖―grita con entusiasmo,

sacando un pedazo de papel de su bolsillo. Lo mueve en frente de mi cara―. Saqué

una A en mi examen.

―Eso es genial, Sophie ―le respondo, sin entusiasmo, poniéndola sobre el

suelo.

Pete est{‖de‖pie‖ con‖ los‖brazos‖cruzados,‖me‖ lanza‖una‖mirada‖de‖“eres‖un‖

imbécil‖y‖lo‖sabes”.‖Finjo‖no‖notar‖su‖mirada,‖dej{ndome‖concentrar‖en‖Sophie.

―¿Est{s‖bien?‖―pregunta.

―Estoy bien. Yo, um, tengo clase y se me está haciendo tarde, pero quédate

con Pete y nos‖vemos‖m{s‖tarde.‖―La beso en la mejilla, casi tropezando sobre mis

propios pies mientras la culpa de mirar en esos ojos me come vivo.

Mientras me apresuro hacia la puerta, oigo su comentario.

―Bueno, eso fue raro. ¿Está bien, Peter?

Mis pies no me dejan moverme ni un centímetro hasta que escucho su

respuesta.

―Está bien, Sophie. Volverá más tarde. Hagamos algo para comer.

Solté la larga respiración que estaba aguantando, lo que obligó a mi cuerpo a

alejarse de ella, no hacia la universidad como dije, sino hacia mi madre, esperando

que ella tenga las respuestas.

Page 45: Please don't go (2)

45

Capítulo 7 Peter

Traducido por Jo

Corregido por Nanis

irar los confundidos ojos de Sophie aún por los más breves

momentos me tortura. Ella no es una chica estúpida, y estoy

seguro que puede notar que Ethan no está actuando como él

mismo. Pero no me presiona por más detalles, lo que me alivia, ya que apenas

puedo confiar en mí mismo para mantener sus pensamientos como secreto. La única

razón por la que lo hago, es porque creo que va a cambiar de opinión, y abandonar

su estúpido plan. Si continúa con este, y la hiere, partiré su maldito cuello yo

mismo.

Mi mano alcanza la de Sophie, sorprendentemente ella no se aleja. Se siente

como los viejos tiempos. El simple gesto de sostener nuestras manos, algo que nunca

realmente le di un segundo pensamiento cuando se trataba de ella. Se siente solo

natural. No romántico, solo amistoso, cariñoso, y seguro. Mi otra mano toma la llave

del estante mientras bajamos las escaleras.

―Vamos. Muero de hambre.

Una pequeña risita se escapa de sus labios antes de que suelte mi mano,

trotando el resto del camino por las escaleras. Me toma por sorpresa que se aleje,

pero me doy cuenta que es para mejor. Se siente diferente para mí, desde que Ethan

la levantó del suelo. Muchas veces antes de que tuviéramos esa horrible

conversación en la habitación de hotel, he pensado en lo que le he dicho, y si solo le

hubiera dado una maldita oportunidad, ¿estaría aquí visitándome a mí en vez de a

él? Siempre he sentido que Sophie es la hermana que nunca tuve, pero seguido me

pregunto si mis nervios no se hubieran apoderado de lo mejor de mí ese día, ¿dónde

estaríamos ahora? Si ella fuera mi Sophie, y no de Ethan, ¿estaría tan roto mi

corazón? Probablemente no. Sophie no es ese tipo de chica. Sacudo mi cabeza para

M

Page 46: Please don't go (2)

46

aclararla. Ethan es un bastardo suertudo, y está a punto de arrojarlo todo lejos sin

siquiera dejarla tomar sus propias elecciones.

Subimos una cuadra, antes de que ella decida que quiere seguir y comer en

Knightsbridge. Caminamos en silencio, su brazo roza el mío cada pocos minutos. La

culpa de saber comienza a carcomerme, pero permanezco en silencio. Mientras

rodeamos la curva hacia Park Lane, ella ve el Hyde Park y sonríe tan ampliamente

hacia mí, que no puedo evitar sonreírle de vuelta. Siempre ha amado este parque.

Toma mi brazo, tirándolo.

―Oh, ¿podemos comprar algo cerca,‖y‖venir‖a‖comer‖al‖parque?‖―pregunta

saltando‖arriba‖y‖abajo―. ¿Por favor?

La acerco a mí.

―Cualquier cosa por ti, Soph.

Compramos unos sándwich y papas antes de volver al banquillo del parque.

Sus ojos asimilan todo instantáneamente. Siempre amé observar cuán

emocionada se ponía cuando me visitaba, y veíamos cualquier cosa que ella

quisiera. Inclina su cabeza hacia atrás con sus ojos cerrados, respirando

profundamente. Ella brilla con la luz del sol. A veces olvido cuán hermosa

realmente es. Estoy perdido en mi propio mundo, cuando ella me mira.

―Tengo tantos recuerdos de los tres acá.

―Yo‖también‖―digo. Es difícil no recordar esos días. Aún entonces siempre

pensé que Ethan estaba enamorado de ella, pero nunca le pregunté. De vez en

cuando, lo atrapaba observándola cuando pensaba que nadie más veía, pero nunca

pensé mucho de ello, ya que ella no le prestaba nada de atención.

Me pasa mi sándwich antes de darle un pequeño mordisco al suyo. Varios

segundos después me mira y dice:

―Así que, mi amiga Val vendrá el próximo mes para sus vacaciones de

invierno, y pensé que podíamos todos salir de viaje o algo. Solo nosotros cuatro.

¿No sería divertido?

Page 47: Please don't go (2)

47

Mi sándwich casi vuela fuera de mi boca, pero me fuerzo a tragar. Odio que

me programen.

―Recuérdame‖ de‖ nuevo,‖ ¿quién‖ es‖ Val?‖ ―Estoy seguro que recuerdo

escuchar de ella muchas veces antes, y estoy bastante seguro que he visto una foto

una o dos veces.

Ella empuja mi brazo juguetonamente.

―¡Para! La recuerdas. Hablo de ella todo el tiempo. Es mi mejor amiga. Ooh

―dice‖m{s‖ fuerte,‖emocion{ndose―. ¿No recuerdas esa vez en Skype? Ella estaba

allí y ustedes dos tuvieron como una conversación de cinco minutos.

―Hmm, creo que la recuerdo. ¿Es ella la que usa todo el rosado que odias?

Sophie rueda sus ojos, luego suspira.

―Sí, pero ya no más. Cambió al azul. Mucho mejor. ¿Así que irías?

Muerdo de nuevo, reflexionando por unos segundos.

―Claro‖que‖lo‖haré.‖―Haría casi todo por ella y lo sabe. Hace imposible decir

que no. Mi cabeza se sacude pensando a lo que Ethan estará renunciando, ¿y va a

ocurrir siquiera este viaje de cuatro? Si él le falla antes de eso, Val muy

probablemente va a venir a reparar el pobre corazón de Sophie, más que a hacer

turismo.

Los dedos de Sophie juegan con el papel que está envuelto alrededor de su

sándwich. Mantiene su cabeza abajo, mientras espero pacientemente que saque lo

que sea, de su mente.

―¿Puedo‖preguntarte‖algo‖m{s?‖―Finalmente levanta la mirada.

Asiento, antes de morder de nuevo. Comer más de lo que puedo masticar se

siente necesario, ya que estoy asustado como el infierno que comience a

preguntarme por Ethan.

―Estaba pensado tal vez mudarme aquí después de que termine la escuela

para estar más cerca de Ethan, y de ti también. Tal vez hasta ir a la universidad aquí

―agrega,‖ sonriendo―. ¿Crees que eso haría feliz a Ethan, o lo asustaría hasta la

muerte‖y‖huiría?‖―Frunce el ceño profundamente esperando mi respuesta.

Page 48: Please don't go (2)

48

Quiero decirle que corra a casa, que encuentre a otro tipo que la haga feliz,

pero lo único que me las puedo arreglar para decir es:

―Estoy seguro‖ que‖ lo‖ amar{,‖ y‖yo‖ también.‖―Dios, odio mentirle. Estoy tan

nervioso mientras me mira. Tengo esperanza de que se dé cuenta que oculto algo,

pero luego sonríe, y da otro mordisco. El alivio me baña.

Su sonrisa lo dice todo. Acabo de hacer su día, sabiendo que su felicidad va a

venir a romperse alrededor de ella lo suficientemente pronto, y entonces

probablemente me va a odiar por el resto de mi vida por no advertirle. Digo una

silenciosa oración esperando que todo salga bien. Si está dispuesta a mudarse a

Londres entonces tal vez, solo tal vez, considerará mudarse con Ethan a Australia.

Page 49: Please don't go (2)

49

Capítulo 8 Ethan

Traducido por Caami

Corregido por Nanis

esús, quería quedarme con Sophie, pero no puedo acercarme a ella ahora,

todo me tiene completamente yendo a batear mierda. Mi cabeza

preguntándose cómo vamos a sobrevivir a esta relación, reflexionando

sobre todas las formas posibles para hacer que funcione, a pesar de ella dejando a su

familia para venir conmigo. Pero, no puedo pensar en nada. Estoy dibujando en un

espacio en blanco. Dejándola lentamente está volviéndome loco, sabiendo que la

única manera de escuchar su risa o su voz es reproducir los mensajes en mi móvil

que nunca borré.

Cuando llego, mi madre se dirige a la cocina para hacerme té.

―Voy a hervir el agua para dos ―dice.

Me froto las sienes, tratando de borrar el pequeño dolor de cabeza que está

por llegar.

―Te volverás loco tratando‖de‖resolverlo‖todo,‖¿o‖no?‖―Ella no da la vuelta

para mirarme. Tal vez las madres tienen ojos en la parte de atrás de sus cabezas.

Una carcajada escapa de mí.

―¿Cómo lo sabes?

Ella se vuelve hacia mí una vez que la tetera se pone en marcha, acercándose

hasta que está delante de mí, entonces me empuja en un largo abrazo.

―Porque eres mi hijo, y conozco esa cara.

Saliendo del abrazo sacudo la cabeza.

J

Page 50: Please don't go (2)

50

―No sé qué hacer. Quiero estar con ella, pero, ¿cómo puedo pedirle que me

espere, si no estoy seguro de que volveré? O, qué tal el hecho de que no puedo

cuidarnos, ¿cómo puedo cuidar de ella también?

―Puedo ver cómo te sientes y es maravilloso lo mucho que amas a esa chica,

pero Sophie se irá cuando el semestre termine, entonces ¿qué harán? Es la misma

cosa.

Mi cabeza sigue temblando.

―No es lo mismo. Ahora sólo un océano nos separa, cuando me vaya, serán

océanos, mamá. Océanos. ¿Cómo podemos decir siempre, cuando nunca nos

veremos otra vez? No va a funcionar. Ella seguirá adelante eventualmente, no al

principio, pero, ¿cómo puedo esperar que no lo haga?

La tetera empieza a silbar, por lo que ella sirve el té. Me da la espalda, pero

tengo la sensación de que estoy enojado con ella.

―Puedo decir que piensas mucho en esto. ¿Qué ha dicho Sophie?

―No se lo he dicho. No puedo, no hasta que esté al cien por ciento seguro.

Me entrega una taza de té.

―Tomarás la decisión correcta. Ahora sé amable y acompáñame a mi

habitación. Me siento cansada.

Mi mano vacía la alcanza.

―¿Estás bien, mamá?

Ella envuelve su mano en la mía.

―Estoy bien, sólo estoy cansada, es todo.

Caminamos en silencio a su habitación. Ella acomoda su almohada para

tomar su té.

―¿Te importa si me quedo un rato a pensar? ―le pregunto.

―Por supuesto que no. Ven a recostarte a mi lado.

Acostarse en la cama con mi madre se siente extraño, pero sereno. Ha pasado

un largo tiempo desde que he necesitado la comodidad de estar a su lado. Ella

Page 51: Please don't go (2)

51

siempre me tranquilizaba en un mal sueño, especialmente después de que mi padre

muriera. Venía a mi habitación y se sentaba en la vieja mecedora, sólo mirándome

hasta que me quedaba dormido. A menudo, pretendía estarlo, así ella no veía mis

lágrimas.

Ella se queda dormida casi al instante una vez que termina su té. Lo dejo en

otra parte, sintiéndome inquieto, imaginando qué está haciendo Sophie. ¿Estará con

Pete? ¿Estará en su casa? La tortura continua durante varios minutos más antes de

alcanzar en la mesita de noche algo para leer.

Mis ojos caen en el diario de mi madre, que no tenía idea que todavía lo

mantenía después de todos estos años. Desde que era niño no se me permitía

mirarlo, así que dejarlo en la mesa suavemente es lo correcto.

Aunque, no puedo quitar mis ojos de él, sabiendo las respuestas que están

dentro de ese pequeño cuaderno rojo.

El suave sonido de sus ronquidos me convence de que probablemente esta

sea la última oportunidad de echar un vistazo. Tal vez escribió acerca del cáncer, y

está escondiendo algo. ¿Sabrá ella que dejó esto afuera?

No seguro de qué hacer, mis dedos vacilan antes de agarrarlo otra vez.

Me siento como una larva. Probablemente nunca me perdonare por esto, pero

el suave cuero cae abierto en una página que data de hace varios meses. Es sobre

Sophie y yo. Estaba nerviosa de que nos volviéramos tan cercanos, pero también

estaba feliz por mí. Eso saca fácilmente una sonrisa de mí. Tomo una mirada rápida

antes de pasar la hoja. Parte de lo que hay es muy tonto, como lo que había cocinado

para la cena, o que quería hacer ejercicio, pero quería una bolsa de patatas fritas en

su lugar.

Mis dedos se deslizan sobre las páginas con facilidad hasta que llego a la

entrada de ayer.

Dice lo siguiente:

No sé qué hacer con Ethan. Me asusta la fuerza del sentimiento que tiene por esta

chica. Está enamorado de Sophie Gerrard, la hija de la mejor amiga de mi hermana. Ella es

Page 52: Please don't go (2)

52

amable y dulce, y hace a mi niño feliz, la adoro. No quiero dejarlo atrás, pero ir a casa es la

única manera de estar con el bebé cuando él o ella lleguen.

A veces, me pregunto si decirle la verdad, sería una decisión más fácil para él. ¿Se

quedaría y lucharía por Sophie, o seguiría a su familia? Estoy tan desgarrada, no sé qué

hacer. Podría perderlo para siempre.

Por otro lado, estoy tan ansiosa por la operación. Pero seguro que estoy tomando la

decisión correcta de separar al par.

El libro se derrumba encima de mí con un pequeño golpe. ¿A qué se refiere?

Diciéndome la verdad, ¿cambiaré de opinión? ¿Qué es lo que está escondiendo de

mí? La necesidad de despertarla es torturante, pero ella necesita descansar. El cáncer

me asusta más que cualquier cosa en este mundo. Incluso renunciaría a Sophie una

y mil veces si eso significaba mantener a mi madre viva.

No me gustaría perder a Sophie, pero en algún lugar de esta gran cabeza mía,

siempre he sabido que no estaba destinado a durar. No porque no nos amemos lo

suficiente. Lo hacemos. Sin embargo, a veces el amor no puede ser la única cosa que

lleve la relación. Mi cerebro y mi corazón luchan con la idea de perder a una, y

ganar a otra.

Sé que en realidad no perderé a mi madre si decido quedarme aquí, pero eso

significaría verla una o dos veces al año. Si dejo a Sophie, tendría que ser para

siempre.

Mi voz se queja en mi interior, así que decido darle al cuaderno otra

oportunidad para ver qué más puedo averiguar sobre la verdad, pero no especifica

nada, sólo preguntas en torno a la mentira.

Sacando un pedazo de papel de la parte de atrás de la revista y tomando el

lápiz sobre la mesa de noche, le escribo una nota para decirle que me dirijo con

Sophie, con la esperanza de que entienda que debo saber lo que tenga para decirme.

¿Cómo puede olvidar el hecho de que he desgarrado una página de su fiel diario

para escribir la nota?

Page 53: Please don't go (2)

53

Capítulo 9 Ethan

Traducido por Jo y Soñadora

Corregido por Nanis

i mamá no es de ayuda. Es obvio que me quiere con ella y este

secreto me ha empezado a desgastar.

―Tomar{s‖ la‖ decisión‖ correcta.‖ ―La he escuchado decir

una y otra vez en mi cabeza.

Me convenzo de que tengo tiempo. No hay razón para alejarme de Sophie tan

pronto. Tengo varios meses. Al menos tiempo suficiente hasta que se dirija a casa al

principio del verano. Entonces será más fácil dejarla ir, al menos ese es el mantra

que sigo diciéndome, mientras me subo al metro.

Sentado afuera en las escaleras después de enviarle un mensaje a Sophie para

que me encuentre al frente, mi mente vuelve al diario. Antes de que siquiera me dé

cuenta lo que estoy haciendo, mi pulgar comienza a sangrar por mordisquearlo,

mientras la espero. Ni siquiera estaba consciente de que lo estaba mordiendo.

Sophie se acerca rápidamente cuando me ve, colgando su teléfono, y metiéndolo en

su bolsillo antes de pararse en frente de mí.

―Hola, tú. Estaba pregunt{ndome‖ cu{ndo‖ te‖ vería.‖ ―Se inclina para

besarme, envolviendo sus brazos holgadamente alrededor de mi cuello.

No puedo evitarlo, así que la subo a mi regazo, dejando que su olor me

consuma.

―¿Qué tal una cena tardía esta‖ noche?‖ Amaría‖ salir‖ contigo‖ ―pregunté,

mientras mordisqueaba su oreja.

Su cabeza cae hacia atrás, exponiendo su cuello para mí. Suelta una pequeña

risa entre dientes.

M

Page 54: Please don't go (2)

54

―Asbolutamalditamente‖―dice ella, intentando imitarme como ayer. Tengo

que admitir que amo cuando enciende su acento inglés frente a su normal lengua

americana. Sin embargo, eso es sexy como el infierno, también. No lo hace seguido,

usualmente es para burlarse de mí o de Pete.

Río en voz alta, girándola en mis brazos.

―Dios, te extrañaré.

Ella frunce el ceño.

―Acabo de llegar a Londres, deja de deprimirme.

―Lo‖siento,‖pero‖lo‖haré.‖―Estiro mis manos hacia ella, pero me golpea en el

estómago juguetonamente.

Levanto mis manos con derrota.

―Solo estoy diciendo.

Sus manos acunan mi rostro mientras acerca mi cara hacia la de ella hasta que

nuestras narices se tocan.

―Me escuchas, Ethan Chapman, y me escuchas bien. No quiero escuchar

ninguna charla de irse, o extrañar, o cualquier cosa, excepto que me amas, te amo, y

lo resolveremos, ¿bien?

Me fuerzo a mirar sus hermosos ojos sin vacilar. Me las arreglo para asentir.

Ella sonríe maliciosamente.

―Bien. Ahora acércate, y hazme creerlo.

Mis manos se cierran en su nuca mientras con cariño las dejo bajar por su

espalda, hasta que la única cosa que me contiene de quitarle la chaqueta ahora es el

hecho de que estamos en la calle en frente de la casa de mi tía. Sus labios saben

dulce como si hubiera recién estado lamiendo una paleta de fresa lo que me vuelve

loco con deseo por ella.

―Ahem.‖―Escuchamos detrás de nosotros.

Nos alejamos uno del otro rápidamente.

Miro sobre el hombro de Sophie.

Page 55: Please don't go (2)

55

―Tía, ¿cómo estás hoy?

―Estoy brillante, Ethan. ¿Cómo estás tú? ¿Tienen planes ustedes dos?

Sophie palmea mi mano y luego se gira.

―Sí, vamos a ir a cenar. ¿Estaré en casa más tarde si eso está bien?

Los ojos de tía Anna se juntan con los míos. Sus ojos muestran una mirada de

preocupación, mientras me observa. Se gira hacia Sophie. Sostiene sus manos, antes

de besarla en ambas mejillas.

―Por‖ supuesto,‖ cariño.‖―Me‖mira―. Ethan. ¿Puedo hablar contigo por un

momento, a solas?

―Sí‖ ―respondo en un susurro ronco. Sophie me mira perpleja, así que

pretendo sentir lo mismo, y me encojo de hombros. Subo las escaleras para

encontrarla mientras ella me mete al vestíbulo. Sophie se sienta en las escaleras,

justo cuando mi tía cierra la puerta por privacidad.

Se detiene y se gira antes de que pueda pestañear.

―He hablado con Peter, pero quiero que se diviertan esta noche. Sé lo que

está pasando, y te estoy rogando que no vayas. Tu madre estará bien. Siempre eres

bienvenido con Peter, o aquí. No tienes que mudarte. Siempre te he tratado como a

un hijo, y espero que sepas que te amo, Ethan.

La beso en ambas mejillas.

―Sé eso, pero gracias por recordármelo.

―Anda y sal con mi chica Sophie entonces.

Le sonrío, antes de salir; estoy completamente confundido por la sugerencia

de mi tía de quedarme con ella, y dejar que mi mamá vaya a casa. ¿Puedo hacer eso

si sé que vencerá el cáncer? ¿Puedo alejarme de la única familia que me queda para

estar más cerca a una chica? Bueno, la chica. Tal vez puedo.

Una vez que veo su rostro, me hago olvidar mis problemas. No quiero pensar

en el cáncer, en mudarse, en dejar ir a Sophie. Quiero concentrarme en amarla

ahora, en caso de que no pueda mañana. Estudio su rostro rápidamente por señales

de curiosidad, pero no hay nada.

Page 56: Please don't go (2)

56

―¿De‖qué‖tienes‖ganas?‖―pregunto, tomando su mano.

Muerde su labio suavemente, como si fuera a preguntar lo que tía Anna

quería, poniéndome nervioso por mi respuesta.

―¿Qué‖tal‖italiano?‖―pregunta.

Acepto rápidamente.

―Italiano será. Conozco un lugar genial.

Tomamos un taxi a la calle Brewer a un pequeño lugar llamado Topo Gigio.

Entramos. Es antiguo, pero con un estilo genial y un menú simple. Hay

mucho ruido y movimiento, pero conseguimos una mesa. Sólo que estemos los dos

juntos se siente retorcido, sabiendo que tal vez terminaré perdiéndola, la única chica

que me ha hecho sentir vivo de nuevo. Me niego a creer que el tiempo que nos

queda es seguro, y trato de escuchar cada risa, y ver cada sonrisa.

Si no hubiera sido por ese maldito diario, toda mi atención estaría en ella, y

aunque quiero darle toda mi concentración a Sophie, no puedo, no con este secreto

poderoso flotando en mi cabeza.

Cuando terminamos nuestra pasta, ella mueve sus dedos por la mesa para

tomar los míos. Enreda sus dedos con los míos, sonriendo.

―Estaba pensando que podríamos pasar unas horas en tu casa. Mirar una

película, o hablar‖ hasta‖ que‖ salga‖ el‖ sol.‖ ―Su hoyuelo aparece, su sonrisa se

agranda. Mis ojos se cierran mientras trato de permitir que esa imagen se grabe en

mi cabeza para futuras referencias.

―De hecho, necesito hablar con Pete esta noche. A solas.

Ella vuelve a su silla, su hoyuelo desaparece instantáneamente.

―Oh, ¿está todo bien? No sigue castigándose con lo de Claire, ¿no?

Un suspiro pesado se escapa de mis labios.

―Es tarde. Deja que te llame un taxi ―le digo.

―¿No‖me‖llevar{s‖de‖vuelta?‖―Se ve y suena decepcionada, dolida de que le

ponga fin a la noche. Pero, no puedo concentrarme en ella, y no es justo para Sophie.

Page 57: Please don't go (2)

57

―Mi casa está a la vuelta. Si te llevo y vuelvo, quizás él ya no esté allí. Lo

siento.‖―La empujo para un beso rápido―. Te compensaré mañana. Lo prometo.

Nos paramos afuera en un incómodo abrazo. Me siento tenso, mientras

Sophie parece agarrarse a mí de por vida. El taxi dobla por la escena y le digo la

dirección tirándole suficiente dinero para el paseo. Beso a una Sophie muy sombría

rápidamente para despedirme. Odio ver al taxi girar fuera de mi vista. Estar con ella

esta noche es algo que quiero y necesito con desesperación, pero me niego a aceptar.

Cuando estoy con Sophie, quiero estar por completo, y recordar cada cabello y peca.

Esta no es la noche para eso, aunque realmente quiero que lo sea. Mis manos

tiemblan cuando saco mi móvil de mi abrigo para enviarle un texto.

Detén lo que sea que estés haciendo y encuéntrame en el

departamento. ¡AHORA!, envío, corriendo a nuestro hogar.

Ambos llegamos a la puerta al mismo tiempo pero de distintas direcciones.

―Estaba‖en‖el‖bar.‖¿Qué‖sucede?‖―pregunta mientras destraba la puerta.

Subimos las escaleras mientras él mueve las llaves en su mano

nerviosamente.

―Sólo necesito hablarte sobre algo.

―¡Seguro!

Mis manos masajean mi cabeza, mientras trato de descifrar furiosamente qué

decir. Se acerca más y pregunta.

―¿Qué está mal contigo? ―Cuando no contesto, tira sus llaves al sillón―.

Tomaste la decisión, ¿no? ¿Dónde está Sophie? ¿Qué hiciste?

―No he hecho nada aún ―digo suavemente antes de tomar asiento―. Voy a

ver como se dan las cosas. Realmente la amo.

Pete se para frente a mí, mirándome a la cara. Cruza sus brazos, esperando

que diga algo.

―Muy‖bien‖entonces,‖habla.

Mi cabeza cae a mis manos brevemente antes de mirar de nuevo hacia arriba.

Page 58: Please don't go (2)

58

―Es mi mamá. Me está escondiendo algo y me mata no sabes qué es. Quería

pasar la noche con Soph, pero no puedo sacar esto de mi maldita cabeza. Así que la

envíe a casa.

―¿Algo sobre el cáncer?

―No. Sobre algo más. Encontré su diario hoy.

Pete tropieza con la mesa.

―¿Leíste‖su‖diario?

―No pude evitarlo. Sólo estaba allí, y siempre me había preguntado que

pone ahí que es tan privado. Así que, leí, leí, leí y leí hasta que llegué al día de antes

de ayer.

Él traga y luego aclara su garganta.

―¿Qué decía? ―pregunta con un extraño tono culposo.

Dejo de tontear para mirarlo a él.

―¿Sabes‖lo‖que‖es?‖―Mi voz sale sonando acusadora.

Se para abruptamente antes de moverse al otro lado de la habitación.

―¿Cómo podría saber qué secreto guarda tu madre?

Mis ojos siguen en él unos segundos más hasta que me convenzo de que no

hay manera de que pueda saber.

―Sólo decía algo sobre que si me decía, ayudaría a mi decisión de quedarme

o irme, y que estaba asustada de perderme. No puedo entenderlo para nada. ¿Y tú?

Peter camina lentamente a la heladera, toma dos cervezas, se sienta junto a mí

y me pasa una. Y, todo parece pasar en cámara lenta.

―Lo siento, hermano. No tengo idea. Quizás puedas preguntarle mañana,

luego de que hayas pensado en ello.

Subo la botella de nuevo, terminándola casi de un solo trago.

―Sí, claro, sólo‖ dormiré‖ y‖ pensaré‖ en‖ ello.‖―Algo en mi cabeza me sigue

susurrando que pareció nervioso cuando le pregunté, que él conoce el secreto. Pero,

Peter nunca me haría eso, me digo. Es como un hermano. Nunca me traicionaría.

Page 59: Please don't go (2)

59

Capítulo 10 Ethan

Traducido por Azuloni

Corregido por flochi

i madre no ha mencionado la nota que dejé junto a la cama, así

que no traigo a colación el hecho de que sé que ella me está

ocultando algo. Enfadarme con ella antes de su cirugía no es algo

que me sienta cómodo haciendo.

Sophie y yo hemos entrado en una especie de rutina con la escuela, la cena, y

algunos días de dormir fuera de casa cuando la tía Anna nos lo permite. Cada día

que pasa, espero a que la alfombra sea quitada de debajo de mis pies, a que la

mentira sea expuesta, pero no ha llegado todavía. El secreto sigue estando allí.

Me he convencido de que no debe ser tan importante el asunto, de lo

contrario ella me lo habría dicho a estas alturas. He seguido adelante, para que

Sophie pueda sentirse especial mientras esté conmigo. Trato de no preocuparme por

las estúpidas cosas que pasan y me golpean de vez en cuando. Algunos días me

resulta difícil estar al lado de mi madre, sabiendo que hay algo que ella sabe, pero

de lo que nunca habla. El tipo de secreto que cambiará mi vida. Si es tan drástico,

estoy seguro de que ciertamente me lo habría dicho.

Estoy en camino para recoger a Sophie con el coche de mi madre, para ir a

recoger a Valerie en el aeropuerto. Sophie apenas puede contener la alegría pura de

que todo empieza hoy. Sus planes para instalar a Pete, viajar a parís, visitar Harrods,

viajes a todo y nada con lo que Valerie querría tener algo que ver.

Pete está nervioso. En serio no tengo ni idea cómo ella espera que haga toda

esa lista de cosas en tan sólo una semana. Finalmente me quebré y le conté a él todo

sobre el deseo de Sophie de verlos a los dos juntos, de los cuatro viviendo felices

para siempre, como un cuento de hadas que ella leyó cuando era más pequeña. Ella

M

Page 60: Please don't go (2)

60

literalmente se ilumina ante la sola idea de ello, y cuando habla de eso, no puedes

dejar de preguntarte a ti mismo, si es posible.

Quiero darle ese cuento de hadas más de lo que he querido nada en toda mi

vida, pero con cada día que pasa, sé que su final feliz no va a hacerse realidad. Mi

madre significa mucho para mí para verla caminar fuera de mi vida. Mi padre

muriendo fue tan inesperado, que temo que si ella vuelve, nunca la veré de nuevo,

al igual que con él. Ir a casa se está convirtiendo cada día más en una realidad. Me

despierto por la noche, preso del pánico ante la idea de recibir otra llamada

telefónica para averiguar que ella se ha ido, igual que mi padre.

Apenas tenemos que esperar a Valerie antes de que ella venga rebotando del

aeropuerto de Heathrow, cubierta de pies a cabeza en azul. Lo único que destaca de

sus pantalones vaqueros y camisa denim es un gran cinturón marrón enrollado

alrededor de su torso. Tengo que contener la risa, pero Sophie lo nota, y me da una

palmada en el brazo de todas formas.

―No digas nada ―advierte, pero deja escapar una pequeña sonrisa, que me

deja saber que está pensando lo mismo.

Sophie salta del coche agitando las manos frenéticamente en el aire, mientras

yo salgo a tomar la bolsa de Val. Ella me da un raro abrazo prolongado antes de

tirar a Sophie en una profunda conversación acerca de un chico en la escuela. Todo

el camino de regreso parlotean acerca de lo que Sophie se ha perdido en casa, los

partidos, bailes, etc... Finalmente dejo de escucharlas, y enciendo la radio. Cualquier

cosa para dejar de pensar en las cosas a las que Sophie ha renunciado para estar

conmigo.

―Entonces, vamos a dejar tus maletas en casa de tía Anna, y luego vamos a ir

donde Ethan y Peter. Si necesitas una siesta o cualquier cosa, simplemente dilo.

―¿Es una broma? Dormí en el avión. Estoy dispuesta a pasar un buen rato.

―Pone su barbilla en mi cabecera, mientras conduzco.

Puedo sentir sus ojos clavados en la parte trasera de mi cabeza, y su caliente

aliento.

Page 61: Please don't go (2)

61

―Así que, Ethan ¿sabes de algún caliente chico británico con quien me

puedas conectar?

Mis ojos se encuentran su sonrisa a través del espejo retrovisor.

―No has cambiado nada, Valerie. Sophie aquí ya tiene planes para ti, pero no

te sientas herida si te rechaza. Acaba de salir de una mala ruptura.

Sophie bufa hacia mí antes de volver a mirar a Val.

―La ha superado totalmente. Ha pasado más de un mes ya.

Niego, imaginando a Val y Pete juntos. La sola idea es divertida. ¿Cómo se

puede luchar contra ese argumento? Pero, me hace sentir un poco mejor que ella

crea que sólo hace falta un mes para olvidar a alguien. Quizás arrancar la curita no

duela tanto después de todo.

Llegamos al piso en un tiempo récord. El tráfico es sorprendentemente ligero

para ser tan temprano en la mañana. Mientras dirijo a Valerie hasta nuestro piso,

Sophie va a hacer café para todos. Dejándonos a los tres solos, aunque ya que

técnicamente Pete sigue durmiendo, somos sólo nosotros dos.

―Pareces diferente, Ethan. Nervioso o algo así, un poco como la vieja yo

―dice mirándome, y hablando con una extraña voz.

Su comentario me hunde. ¿Cómo se ha dado cuenta tan rápido? No estoy

nervioso porque ella esté aquí, sino que estoy nervioso de lo que va a hacerme si se

entera de lo que va a pasar antes de junio. ¿Y si se encuentra con Pete solo, borracho,

y lo cuenta todo? En el transcurso de los últimos días, he decidido quedarme hasta

que Sophie se vaya, pero la noche antes de irse a casa, voy a hacer algo para

convencerla de que lo mejor que puede hacer es olvidarse de mí.

―Es temprano, no he tenido mi café todavía. ¿Por qué no te sientas? Voy a ir

a despertar a Pete.

Mientras camino hacia la habitación de Pete, Val cruza a la ventana, mirando

a la calle. Da un golpecito en la ventana, saludando hacia abajo. Entro en la

habitación de Pete en silencio y empiezo a cerrar la puerta, antes de darme cuenta

de que no está solo. Empiezo a girarme, pero paro en seco cuando mis ojos ven un

trozo de cabello rojo asomando por debajo de la manta. Mi mano se extiende sobre

Page 62: Please don't go (2)

62

mi cara, momentáneamente inmóvil en mi lugar. Dando marcha atrás poco a poco,

mi pie golpea contra la puerta, lo que la hace moverse.

Él se sienta, pasándose las manos por el cabello.

―Hey, amigo. ¿Qué estás haciendo aquí tan temprano?

―Pete... no lo has hecho. ¿Claire? ¿Qué estabas pensando? ―Mi voz es baja,

pero dura al mismo tiempo.

Su rostro se vuelve hacia ella.

―No te preocupes, no es Claire. Solo se le parece. Pensé que si me iba con

alguien que se pareciese a Claire, tal vez me ayudaría. ―Por la forma en que habla

en voz alta, puedo decir que no le importa si esta muchacha le oye.

Así que hago lo mismo, hablando en un tono de voz normal.

―¿Ayudó?

Niega, pareciendo derrotado.

―Sophie está haciendo café, y su amiga está fuera esperando para conocerte

―le recuerdo. En realidad, estoy un poco sorprendido que lo haya olvidado. Es todo

sobre lo que Sophie ha sido capaz de hablar.

Pete vuelve a caer sobre su almohada.

―Cristo, ¿es hoy?

―Lo es. Saca tu lamentable culo de la cama, deshazte de quienquiera que sea,

y vamos a bajar a Italia. Encuéntranos en quince minutos.

Asiente.

―Está bien.

Val y Sophie ya están planeando algún ataque para despertar a Pete cuando

salgo fuera de su habitación. Salí de allí justo a tiempo para evitar que entrasen.

―Pete tiene que tomar una ducha, me ha dicho que va a reunirse con

nosotros en unos minutos. Vamos a dar un paseo.

Sophie empuja más allá de mí, pero mi mano se extiende rápidamente,

girándola hacia mí.

Page 63: Please don't go (2)

63

―Pero, tengo café para él. ―Ella da un golpecito a mi mano, riendo, pero la

agarro de nuevo.

―Déjalo. Él lo encontrará. Vamos ―digo, haciéndolas apresurar hacia las

escaleras, y hasta el exterior. Sophie se detiene para envolver el pañuelo que le

compré alrededor de su cuello. Habíamos estado caminando en una noche fría la

semana pasada, así que fuimos a una tienda que seguía abierta, y se lo compré para

mantenerla caliente. Es de color verde con remolinos de oro, lo que hace a sus ojos

más hermosos que nunca.

Pete se pasea hacia nosotros cerca de una media hora más tarde, luciendo

como el infierno.

―¿Una noche dura, amigo? ―le pregunto, tratando de animarlo.

―Fue una gran noche ―responde, sonriendo. Se empuja más allá de mí hacia

Sophie y Val. Se inclina para besar a Sophie en ambas mejillas y luego se detiene

para observar a Valerie. Extiende su mano―. Tú debes de ser la infame Valerie de la

que tanto he oído hablar.

Una mirada al rostro de Valerie me grita que sólo se la ha ganado más. Los

ojos de conejita, la sonrisa, el exasperado suspiro largo. Probablemente puede

llevarla de vuelta al piso, y follarla sin preguntar. Una parte de mí quiere sacarla de

un golpe de su pequeño mundo de fantasía, pero Sophie también lo ve, y la detiene.

―Val, este es Peter. ―Mientras los presenta, lo hace con un amistoso, pero

firme tono. Sophie tira del brazo de Val―. Es Peter ―repite.

Val niega hacia atrás y adelante varias veces.

―¡Vaya! Peter, no puedo decirte cuántas veces he oído hablar de ti a través

de los años, es genial conocerte por fin. Casi no creía que existías.

Sus cejas se alzan.

―En serio, ¿por qué es eso?

Valerie juega con su café, y lo coloca sobre la mesa un momento más tarde.

―Bueno, nadie puede ser tan perfecto. ¿Tú no eres así, quiero decir, perfecto?

Él deja escapar una risita antes de girarse brevemente hacia mí.

Page 64: Please don't go (2)

64

―Confía en mí, cariño. Estoy lejos de ser perfecto.

Valerie está en pleno desmayo. Si Sophie no le dice algo, yo lo haré. Es el

primer día. Cristo, es la primera hora, y ya se ve como si estuviera enamorada de

Pete.

―Val, estaba pensando que podríamos pasar el día juntas. Ya sabes, hacer

algunas cosas turísticas, y después, reunirnos con los chicos. ―Sophie se vuelve

hacia mí―. ¿Si eso te parece bien?

―Por supuesto ―digo mostrándome de acuerdo, antes de presionar mis

labios en su frente―. Me vendría bien algo de tiempo con mi madre.

Sophie sonríe antes de besarme suavemente en los labios.

―Dile que le mando saludos.

Mientras gira la esquina con Val mirando por encima del hombro a Pete, le

grito:

―Siempre.

Page 65: Please don't go (2)

65

Capítulo 11 Sophie

Traducido por Jo y Lalaemk

Corregido por flochi

si esto es un enorme error? Me refiero a que Peter acaba de perder

a Claire, ¿y si él se enamora de Val, y después ella se va? Porque

enfrentémoslo, ella solo estará aquí por dos semanas. Su corazón se

romperá en la mitad de nuevo, y yo seré la responsable.

¡No! No lo serás. Deja de preocuparte. Estoy casi segura de que Valerie no es del

tipo de Peter. Sin embargo, podría ser tan divertido si lo fuera. ¿Qué en el mundo

estaba pensando? Déjalos ser, y si algo pasa, pasa. ¡Bien! Problema resuelto. Creo.

Ethan responde en el primer tono cuando lo llamo, mientras que Val está

usando el baño en un pub.

―Hola, soy yo. Pregunta rápida. Peter nunca se enrollaría con Val, ¿cierto?

―Vacilo, luego continúo―: Mierda, no sé en qué estaba pensando. ¿Estaba

equivocada al querer juntar a Peter y Val? Me refiero a que ella solo va a estar aquí

una semana. ―Suspiro.

Él ríe en el teléfono.

―Le das a Pete demasiado crédito. Él ciertamente puede hacer eso de ámalas,

y luego déjalas si está soltero. Es un chico, y ella parece ser una chica muy dispuesta,

déjalos divertirse.

Bueno, ese no es el consuelo que estaba buscando, y ¿qué era ese comentario

de chico/chica? Luego de cortar, no puedo dejar de pensar. A veces, intentar arreglar

todo y a todos realmente apesta.

―Así que antes de que hagamos compras hasta que caigamos, ¿qué tal algo

de pizza? Conozco este pequeño lugar genial justo al final de la calle desde Harrods.

Tiene estas grandiosas pizzas de masa delgada Margarita que podemos compartir.

¿Y

Page 66: Please don't go (2)

66

Ella mira su reloj, luego me mira.

―Suena perfecto. ―Me detiene tomando mi brazo―. Espera, déjame ajustar

mi reloj a la hora de Londres. ―Empieza a girar el engrane―. ¿Qué hora tienes?

Saco mi teléfono del bolsillo de mi chaqueta.

―Exactamente las once veinte.

Una vez que termina de arreglarlo, continuamos a pie hacia Knightsbridge, y

nuestro día de compra. Técnicamente tengo escuela toda la semana, pero he dado

algunas excusas para salir de clase. Por supuesto, esperan que mis tareas estén

completas cuando vuelva, lo que realmente va a apestar al intentar continuar con

esto.

Aún a pesar que es un día frío, tomamos una mesa afuera para observar a la

gente. La calle Brompton es algo concurrida, y nunca me decepciona cuando quiero

observar extraños pasar. A veces creo que podría hacer esto todo el día sin

aburrirme.

―Así que, sé que solo tenemos una semana, pero pensé que podríamos salir

en un pequeño viaje o algo. Eso todavía nos daría al menos cuatro días para

bailotear alrededor de Londres y hacer la típica cosa turística.

―Estoy dispuesta a lo que sea, pero debo entrar en esa ridículamente

hermosa tienda. ―Val apunta a través de la calle a Harrods antes de darle un

mordisco a su pizza.

―Bueno, espero que traigas la tarjeta de crédito de tu mamá, o algo de ese

dinero que ganaste de barrer cabello de anciana, porque de otra manera lo único que

serás capaz de permitirte son cosas que puedes encontrar en el patio de comida.

―Río en voz alta viendo su frente arrugarse mientras se pregunta si le estoy

diciendo la verdad o no. Tristemente, probablemente lo hago.

Ella sonríe.

―¡Ja, ja! Estoy segura de que puedo comprar algo de maquillaje, o un

cinturón.

Page 67: Please don't go (2)

67

Sacudo mi cabeza, haciéndole saber que probablemente no pueda,

continuando con molestarla. He extrañado bromear con mi amiga.

―Bueno, estoy segura de que puedo comprar unos malditos calcetines

―bufa Val.

―Estoy molestándote completamente. Amo ir allí, y solo caminar alrededor.

¿Sabías que hasta Madonna tiene una línea de ropa en el piso de niños? Me refiero a

que es locamente cara, pero es demasiado linda.

Ambas nos detenemos para mirar a través de la calle. Puedo decir que Val

está ansiosa por llegar allá, así que termino mi Pellegrino y pizza.

Ella finalmente se gira para mirarme unos segundos.

―Así que, no es para cambiar de tema, pero ¿por qué nos quedaremos con tu

tía, y no con los chicos?

Suspiro, deseando que pudiéramos.

―Ya te dije. No sé si aceptaría. Quiero decir, a veces me deja quedarme con

Ethan, pero contigo aquí, puede que no nos deje. Además es solo por unos días. Si

nos vamos, los cuatro estaríamos todos juntos.

―¿Pensé que dijiste que ella era genial?

Le pasé dinero al mesero para pagar la cuenta.

―Lo es.

―¿Has decidido cuándo irás a casa? ―pregunta. ¡Ugh! La pregunta que más

temo.

―No. Quiero decir, mamá me quiere en casa antes del cuatro de Julio, pero

no quiero dejar a Ethan. Ella sigue diciéndome que necesitamos pasar algo de ―me

detengo para poner mis ojos en blanco, y hago comillas en el cielo―,‖“tiempo‖de‖

calidad”‖antes‖de‖que‖vaya‖a‖la‖universidad.

Una vez que cruzamos la calle, y podemos ver las puertas giratorias de

Harrods, ella pregunta:

―Así que, qué elegiste, porque la última vez que hablamos todavía no sabías.

Page 68: Please don't go (2)

68

Frunzo el ceño.

―Todavía no lo hago. Sé que suena tonto, pero sigo esperando que Ethan

diga o haga algo que me ayude a decidirme. No estoy segura de que lo haga sin

embargo.

Pasamos las puertas, y una vez que lo hacemos, Val se detiene

instantáneamente para asimilar todo.

―Disneylandia mintió. Este tiene que ser el lugar más feliz en el mundo.

―No diría eso. De todas maneras. ―La tiro a mi lado―. Creo que lo pone

triste saber que estaremos todos separados de nuevo. Sé que me mata siquiera

pensar en eso. Estoy como esperando que venga a casa conmigo, o yo podría venir a

la universidad aquí.

Val parece estar en otro mundo, así que pongo mi mano en frente de su

rostro.

―Tierra a Val.

―Te escuché. ―Se encoge de hombros―. Triste, quédate en Londres.

―Mamá y papá me matarían si me quedara, pero creo que lo vale. Además,

le daría a mi mamá otra razón para venir a casa a visitar a sus amigos, ¿cierto?

Val sólo asiente, mirando lo que los hombres llevan mientras vamos al otro

piso por la escalera mecánica.

Después de dos horas de mostrarle todas las plantas, incluso el piso de cama,

finalmente está lista para salir de aquí. Además del dinero que gasté en el almuerzo,

me las arreglo para salir de allí sin tener que gastar más de treinta libras. Val, en

cambio, probablemente se quedó sin dinero. Podrías pensar que ella no puede

conseguir dulces en los EE.UU. por la forma en que gastó todo en regalos para llevar

a casa.

Todo el viaje de regreso hacia Soho, Val se queja de que le duelen los pies.

Miro hacia abajo, riendo por la elección de sus zapatos.

―¿Por qué estás usando esos?

Page 69: Please don't go (2)

69

Lleva un par de zapatos nuevos de tacón alto que compró después de hacer

una parada rápida en Selfridges, ya que no podía pagar nada en Harrods.

―Porque son increíbles. Esa es la razón.

―Piensa que caminar es como hacer ejercicio aquí. Todo el mundo camina.

Todo lo que comes o bebes, prácticamente ejercitas después de eso. Es una situación

de ganar-ganar. ―Enlazo mi brazo con el suyo―. Quiero decir, cada mañana como

un croissant de chocolate, pero no me importa, porque camino. Ya te acostumbrarás

a ello.

―Por favor, ¿dime que casi llegamos?

Me encojo de hombros inocentemente.

―Umm, no todavía.

―Espera. ―Se detiene en el medio de la acera, gente enfurruñada pasa a

nuestro lado, con miradas molestas en sus caras. Uno tira su cigarrillo junto a los

pies de ella mientras lo hace.

―Hey ―grita Val, pero él sigue moviéndose.

La muevo un poco, permitiéndole que se pueda poner sus zapatos chatos.

―¿Mejor? ―pregunto.

En respuesta, se frota sus talones, y luego me lanza una sonrisa rápida.

―Bien, así que vamos a ponernos serias. ¿Dime más sobre Peter? ―pregunta,

sus ojos iluminándose.

―Peter es el mejor. En verdad no puedo encontrar un defecto cuando se trata

de él. Bueno, aparte de que no le gustara cuando yo estaba interesada. Quiero decir,

la zorra, Claire, totalmente rompió su corazón, estoy hablando como quitar la

mierda de ello.

―¿Ya la superó?

Sonrío, recordando que sólo ayer él fue capaz de reírse de uno de mis chistes

de nuevo.

―Creo que finalmente comienza a hacerlo.

Page 70: Please don't go (2)

70

―¡Grandioso! ¿Tal vez podría ver si realmente la olvidó? Averiguar si tu

teoría es cierta.

Sostengo su brazo para detenerla.

―No duermas con él, Val.

―¿Por qué no? ¿Y quién dijo que dormir con él era siquiera una opción? No

tengo ningún problema con molestarlo toda la noche.

―Porque en realidad él no se ha interesado por nadie desde Claire, y las que

le han interesado, bueno, ya no están más por aquí.

Tira de mí hacia delante, y antes de saberlo, estamos doblando la esquina de

su piso.

―Sólo estás celosa.

―No, no lo estoy.

Ella golpea ligeramente mi brazo, de manera burlona.

―Sí, lo estás. Será como oh, no, Val se acostó con el primer chico con el que

tuve un flechazo. Él la eligió a ella y no a mí... bla, bla, bla.

―Eso es ridículo.

―Soph, enfréntalo. Él te quiere como a una hermana. Sería como si yo

durmiera con Austin.

―Eww, ¡asqueroso! ¿No acabas de decir eso?

―¡Exactamente! Asqueroso. ¿Puedo al menos intentarlo?

―Adelante, pero no esperes ningún gran romanticismo. Piensa en la

universidad. ¿De verdad quieres ir en unos pocos meses, y estar enamorada de

Peter? Confía en mí, amo a Ethan más de lo que pensaba que era posible, y estar tan

lejos, ¡apesta!

Saco la llave que Ethan hizo para mí para ir escaleras arriba. Nos

encontraremos con los chicos aquí antes de salir por la noche.

―Hablando de enredarse, ¿adivina a quién vi hace unas semanas poniéndose

acogedores?

Page 71: Please don't go (2)

71

―No tengo ni idea.

―A Jason y Heather la Puta.

―¿En serio? ¡Iuck! ¿Realmente los viste enredarse? ―Abro la puerta y

entramos al apartamento.

―Bueno, estoy bastante segura de que no fueron arriba a un dormitorio de la

mano en la fiesta de Ava a jugar al Monopoly. ―Val se deja caer en el sofá.

Me río a carcajadas.

―Eres demasiado.

―¿Qué? Mis habilidades de acecho son totalmente de utilidad.

―¿Qué más me he perdido? ―pregunto, sentada frente a Val. Ella me pone al

día sobre los últimos chismes mientras esperamos que los chicos vuelvan.

Nosotros cuatro estamos en el bar un poco más tarde en la noche. Val saca su

billetera para pagar una ronda, pero Peter agarra su mano, y sacude la cabeza.

―Aleja eso. Estás en mi país ahora. Yo compraré.

Ella sonríe enormemente.

Ethan toma mis manos, apuntando hacia ellos con sus ojos. Me doy cuenta de

que acabo de destrozar una servilleta en pequeñas piezas observándolos.

Me encojo de hombros a Ethan antes de susurrar:

―Estoy nerviosa de que uno de ellos salga herido.

Niega, sonriendo, antes de inclinarse hacia mí, y besar mi mejilla.

―No te preocupes tanto.

Pete se inclina sobre la barra, pidiendo otra ronda, y luego se vuelve a

nosotros tres.

―Bien, todos escuchen. Tengo una sorpresa para todos ustedes. Bueno, sobre

todo para mí, pero yo pensé que los incluía.

Sostiene lo que parecen ser cuatro entradas para concierto.

Page 72: Please don't go (2)

72

―He logrado conseguir cuatro entradas para ver a mi banda irlandesa

favorita. Sé que es a último momento, pero los Sawdoctors van a tocar en el O2

mañana por la noche.

Mira a su alrededor, con entusiasmo. Val está rebotando en su lugar.

―Sin quejas ―dice a Ethan, quien apenas sonreía, pero sostiene arriba su

vaso.

―Es una idea brillante, amigo, pero no puedo hacerlo. Prometí a mi mamá

que la llevaría a comer, y luego me quedaría con ella por la noche. Se está poniendo

nerviosa por la cirugía.

Peter se ve un poco triste, pero toma un sorbo de su cerveza.

―Está bien, amigo. ―Se vuelve hacia mí―. Ustedes dos no están fuera.

Me pongo a pensar en el cuarto boleto, y lo que va a hacer con él.

―Peter, ¿tienes a alguien en mente para el boleto extra?

―No, ¿tú?

―Sí, me encantaría que Val conociera a mi amiga Agathe. ―Me dirijo a

Val―. Te hablé de ella. La chica de mi clase de Francia. ―Me dirijo de nuevo a

Peter―. ¿Estaría bien si le digo a Agathe?

―Brillante idea. ―Sonríe.

Page 73: Please don't go (2)

73

Capítulo 12 Ethan

Traducido por MaryJane♥

Corregido por flochi

i teléfono suena justo después de las once, mientras estoy sentado

delante de mi computadora.

―Hola ―dice Sophie cuando contesto.

―Hola, a ti también. ¿Cómo estuvo el concierto?

―Bien, pero te extrañé. Pensé que Val iba a tener que luchar con Agathe para

conseguir que Peter le prestara atención. ―Hace una pausa mientras me río

imaginándolo―. ¿Qué estás haciendo ahora? ―pregunta.

―Mamá está dormida, lo ha estado por un tiempo. Estoy haciendo un poco

más de investigación sobre el cáncer.

―¿Algo nuevo?

―No, las mismas cosas. Sigo dispuesto a apagar la maldita cosa porque

cuanto más leo, más deprimido me pone. El problema es que no puedo realmente

parecer hacerlo.

―Lo siento.

Me las arreglo para cerrar la computadora, con una sensación de cansancio.

―¿Por qué? Esto no es culpa tuya.

―Lo sé, pero me gustaría poder estar allí para ayudarte, o al menos

abrazarte.

―Yo también. ¿Dónde están?

―Volviendo a casa de mi tía, para gran consternación de Val. Creo que ella

esperaba ir a casa con él.

M

Page 74: Please don't go (2)

74

―Al menos tiene unos días más de intentarlo, ¿no?

―No me hagas hablar. Odio cambiar de tema, pero ¿crees que sea posible ir a

alguna parte para pasar un día o dos?

―No lo sé, Soph. La cirugía de mi mamá es dentro de unos días. No quiero

dejarla ahora. Pero, ustedes vayan.

La oigo suspirar a través del teléfono.

―No quiero ir sin ti, así que nos quedaremos cerca.

―¿No lo estará haciendo por mí?

―No lo hago, quiero decir sí, pero está totalmente bien. Val entenderá.

Además, pensé que tal vez podríamos pasar toda la noche juntos mañana.

Podríamos hacer la cena, ir a un bar, y luego volver al apartamento y pasar el rato.

¿Serías capaz de manejar eso? ―pregunta ella inocentemente, casi con miedo de oír

la respuesta.

En un tono burlón ronco, le digo:

―Creo que puedo manejar eso. ―Podría pasar una noche sin pensar en la

cirugía, y centrarme en divertirme con mi novia y mis amigos. Sí, necesito una

noche de fiesta.

*

Después de comer una increíble cantidad de pasta, de alguna manera nos las

arreglamos para ir al bar a tomar unas cervezas. Las chicas toman sidra, pero Pete y

yo ordenamos nuestra Guinness. Me doy cuenta de que Pete mira a las chicas por el

rabillo del ojo. Están sentadas en una cabina cercana, mientras estamos esperando

nuestras bebidas.

―Escuché que el concierto fue muy divertido.

Él todavía está comiéndose con los ojos a las chicas.

Page 75: Please don't go (2)

75

―Por favor, dime que es a Val a quien parece que no puedes dejar de ver.

Se detiene, me mira, y luego golpea mi brazo.

―Sí, estoy buscando a Sophie. Por supuesto, estoy mirando a Val. Ella es

realmente un poco linda de una manera peculiar.

―Esa es Val. ¡Peculiar! ―Agarro las dos cervezas de la barra, dejando a Pete

agarrar las sidras―. No, en serio amigo, ella es genial. Simplemente no la uses,

porque nunca voy a escuchar el final de esto de Sophie.

―Se marcha en cuatro días, estoy bastante seguro de que ella sabe que no

estoy en busca de una cosa a largo plazo.

Me detengo y me paro a su lado.

―En serio, amigo. ―Desafortunadamente, soy incapaz de contener la risa.

―Vete a la mierda, Ethan.

Una hora más tarde, y algunos demasiado para Pete, estamos de vuelta en el

apartamento. Sophie se mantuvo empujando debajo de la mesa cada vez que Pete

ordenaba otra roda, pero no lo detuve. Él está hoy sin duda nervioso con las chicas

volviendo a pasar la noche. A pesar de que, en varias ocasiones le oí decirle a ella

que podía tomar su cama, y que iba a pasar la noche en el sofá, dudo mucho que sea

el caso. No si Val tiene algo que decir al respecto. Ella pareció lo suficientemente

amable cuando él lo ofreció, pero me di cuenta por la forma en que Sophie y Val

estaban mirándose entre sí, que incluso Sophie no creía en ninguno de los dos.

Una vez de regreso, sospechosamente Val se excusa para ir a la cama, y

cuando lo hace, literalmente, le da un guiño a Pete, que casi él no vio. Sophie sigue

rápidamente detrás de ella, encerrándose en el baño, dejándonos a Pete y a mí solos.

―No lo digas, Ethan.

Levanto mis manos.

―No iba a hacerlo.

―Sí, ibas. Sólo dilo.

Me siento en el borde de la mesita al lado del sofá.

Page 76: Please don't go (2)

76

―Está bien. Sólo ten cuidado con ella. No la presiones a hacer nada que no

desee. Recuerda que no sólo es la mejor amiga de Sophie, se va en unos pocos días.

No quiero ver a ninguno de los dos heridos.

―Y yo que pensaba que no tenías nada que decir. ―Él se acerca, agarra una

almohada y una manta del armario del pasillo, y luego los arroja en el sofá. Por lo

menos, está tratando de ser el chico bueno, aunque no se note. Si pasa algo, sólo le

atribuiré a Val la culpa.

Espero a Sophie fuera de la puerta del baño. Una vez que la puerta se abre, y

me ve, sonríe ampliamente. Agarro su mano, mirando hacia atrás para ver a Val,

que se ve menos emocionada.

―Vamos, Sophie. No quiero perder más tiempo.

Sus cejas se disparan, mientras ella suavemente muerde su labio inferior. La

hace ver tan condenadamente inocente. Le da una última mirada persistente por

encima del hombro a Val, antes de tomar mi mano y llevarme a mi habitación.

Nos subimos a la cama con la ropa puesta. Sophie susurra mi nombre en la

oscuridad, lo que me hace temblar. Sus labios besan mi oreja, mi mejilla, mandíbula,

y finalmente encuentran mis labios. Necesitando más de ella, la presiono en mi

contra. Se siente tan suave y dulce, que me quita el aliento. Su mano se extiende por

mi pecho, hasta que sus dedos se deslizan ligeramente por debajo de mi camisa,

haciéndome gemir en voz alta.

Ella gime también. Recorro la parte inferior de sus labios con los míos,

mientras su mano arrastra mi camisa hacia arriba lentamente. Apenas puedo

contenerme a cada persistente toque de sus labios. Tiro de ella encima de mí,

tocando su nuca, lo que permite que su cabello caiga a mi alrededor. Empuja

ligeramente hacia arriba, así que levanto la barbilla para darle un mejor acceso, y

cuando lo hago, con su boca deja ligeros besos desde mi mandíbula hasta la parte

superior de mi pantalón.

Incapaz de aguantar, nos desnudamos en segundos, la pongo otra vez contra

mí, mis dedos tocando la suave piel de su muslo. Ella tiembla ligeramente como

siempre lo hace, y un pequeña gemido sale de su boca, casi haciéndome correr.

Page 77: Please don't go (2)

77

Quiero ir más despacio, disfrutar de esta noche, pero no puedo. Nunca puedo

cuando se trata de ella.

El tiempo en el reloj marca la una de la mañana. Nuestros cuerpos están

todavía enredados. Mis manos están ahuecando su rostro, diciéndole una vez más lo

mucho que la amo.

―Tengo una idea ―murmura.

―¿Qué?

Ella me besa, y cuando lo hace puedo sentir su sonrisa.

―¿Si pudieras tener cualquier cosa en el mundo qué sería?

Me río suavemente, recordando el juego de preguntas en Nueva York.

―Eso es demasiado fácil. Me quedaría contigo, para siempre.

Ella me besa de nuevo.

―Ya me tienes. ―Ella inclina la cabeza hacia abajo sobre mi pecho. Mis

manos se extienden hasta la parte baja de su espalda―. Otra cosa.

Gimo.

―Tú, que no haya cáncer en el mundo, mi papá de nuevo.

Ella levanta la cabeza para darme una sonrisa tranquilizadora.

―Me gustarían las mismas cosas. ―Suspira, luego se inclina hacia abajo.―

Val se irá en unos pocos días, y eso me ha tenido pensando. Voy a irme pronto

también. No quiero irme cuando comience el verano.

Su voz suena tensa.

―Lo sé. No quiero que te vayas tampoco. ¿Pensé que estábamos jugando el

juego de preguntas?

―No quiero jugar más.

Los dos nos quedamos en silencio durante varios minutos, antes de que

extienda mi mano para levantar se barbilla.

Page 78: Please don't go (2)

78

―Sé que te estás volviendo loca con preguntas acerca del futuro. Sólo sé que

te amo, Soph. Pero, no puedo hablar de ti yéndote en este momento.

―Oh, bieeen. Buenas noches, supongo.

―Buenas noches, amor.

Me aferro a ella toda la noche, pensando en cómo voy a dejar a esta chica irse.

Torturándome con mi indecisión. ¿Tal vez mamá va a estar bien después de todo?

¿Tal vez, me puedo quedar? Siempre puedo visitar la casa, ¿no? ¿Qué va a hacer

Sophie? ¿Se irá y conocerá a alguien nuevo en la universidad?

Con Sophie dormida en mis brazos por la mañana, no puedo dejar de mirarla.

Finalmente después de unos besos en su mejilla, y un roce o dos en su espalda, ella

se despierta.

―Hola, tú.

―No quise despertarte. ―Trato de darle un beso, pero ella se aleja.

―Tengo que lavarme los dientes.

Me le quedo mirando con curiosidad antes de decir:

―¿En serio? Sabes que estaba pensando lo mismo, aunque creo que los dos

podríamos usar una ducha. Es decir, ¿mira ese cabello? ―bromeo. Sus manos tratan

de alisarlo, entonces me ve sonriendo, y me golpea―. No sé si escuchaste, Soph,

pero en Inglaterra están tratando de conservar el agua. Se acaba de aprobar una ley,

alguna sequía o algo así, así que tenemos que compartir una ducha.

Ella se da la vuelta riendo.

―Eres tan mentiroso. No hay sequía, ni alguna ley extraña de estar en la

ducha juntos. Además, me moriría si Peter y Val me vieran salir de allí contigo.

―¿Por qué es extraño? Te he visto un montón de veces desnuda.

Page 79: Please don't go (2)

79

―Lo sé, pero no de esa forma. Estaría toda enjabonada y mojada.

Subo rápidamente encima de ella, agarrando sus muñecas, y fijándolas detrás

de su cabeza.

―No había pensado en eso. Incluso mejor.

Ella lucha en broma debajo de mí.

―Lo digo en serio, Ethan.

―No van a saber. Confía en mí.

Page 80: Please don't go (2)

80

Capítulo 13 Peter

Traducido por Nnancyc

Corregido por flochi

e estado dando vueltas y mirando a la puerta de mi propio

dormitorio por las pasadas horas, preguntándome si Val duerme

desnuda o no. Comienzo a imaginarla usando una de mis camisas

para dormir, luego lentamente la camisa empieza a salir, y mi mente se descontrola

con ello.

Esto no es muy típico de mí para realmente incluso considerar algo de esto.

Todavía extraño como el infierno a Claire, pero poco a poco estoy haciendo

progresos para olvidarla. Ha pasado bastante tiempo. Tiempo de superar el maldito

infierno, y tal vez, sólo, ¿tal vez esta noche sea la noche para olvidar?

Me saco las mantas, poniendo un pie en frente del otro. Tímidamente me

acerco a la puerta, incapaz de reunir el coraje para llamar. ¿No puedo sólo entrar?

Quiero decir, es mi habitación. Me apoyo contra la puerta, inhalando y exhalando,

recordándome las palabras de Ethan. Sophie sólo tendrá que superarlo. No es como

si estoy cometiendo un crimen. Ellos están allí dentro haciendo exactamente lo que

yo debería estar haciendo. Podría usar un poco de amor de vez en cuando.

Mis nudillos golpean la puerta tan silenciosamente como pueden. No estoy

avergonzado de admitir que Sophie me asusta un poco cuando se trata de Val. La

puerta se abre. Parada en frente de mí, usando mi camiseta de Arsenal de la suerte

está un ángel.

―Casi me dormí ―susurra, antes de darme un tirón hacia adentro.

No puedo apartar mis ojos de ella usando mi camisa. Nunca lució tan bien.

Nunca, jamás dejé a nadie usarla, ni siquiera a Claire se lo permití, pero por alguna

razón, no me molesta en absoluto. Se siente correcto.

H

Page 81: Please don't go (2)

81

Analiza mi rostro por un momento, luego apaga la luz. Su mano se desliza

hacia abajo desde mi codo a mi mano, apretándola mientras me dirige a la cama.

Gracias a Dios ella me guía, ya que no estoy seguro de si podría hacerlo solo.

―¿Estás segura? ―le pregunto para probarme a mí mismo que no estoy

imaginando esto, o cuando Ethan me taladre a preguntas mañana, puedo decir, que

ella estaba dispuesta y capaz.

―Eso creo.

¡Ah, maldita sea!

Me detengo justo a un paso del borde de la cama.

―No‖tenemos‖que‖hacer‖esto.‖Quiero‖decir,‖quiero,‖pero‖si‖no‖est{s‖lista…

―Que hay si vemos sobre la marcha. Voy a besarte, y luego veremos. ―Cada

palabra sale despacio de su boca, nerviosamente.

Puedo besarla. Puede ser malditamente difícil detenerme allí, ¿pero quizás

besarla será suficiente?

Ella se siente tan diferente a lo que estoy acostumbrado. No puedo siquiera

explicármelo cuando sus labios tocan los míos. Podría llegar a acostumbrarme a

esto.

Me atrae hacia abajo lentamente encima de ella, nuestros labios ni una vez

dejándose el uno al otro. Mi mano recorre su clavícula, la curva de su cuerpo hasta

que mi mano llega al dobladillo de mi camiseta. No está deteniéndome, y no puedo

parecer evitarlo cuando ella profundiza el beso.

Mi mano vacila, pero comienza a encontrar su camino al norte debajo de su

camisa. Su piel es tan suave, y sedosa, que me quita el aliento. Se siente como si

pudiera hacer combustión en cualquier momento, y esto sólo es la previa. Su cabeza

se sacude de un lado a otro, mientras su mano llega a agarrar la mía, deteniéndome

de ir más lejos.

Me siento.

―Lo lamento. Lo lamento. Me entusiasmé. Ha pasado algo de tiempo desde,

bueno, ya sabes. ―Me pasó las manos por el cabello.

Page 82: Please don't go (2)

82

―Está bien. Sólo bésame. ―Me tira de vuelta hacia abajo, y me acuesto a su

lado.

Nos besamos por horas y horas, hasta que mis labios están tan doloridos y

cansados que necesito detenerme. Nos envolvemos el uno en el otro, piernas

enredadas, respirando pesadamente. Pronto Val está dormida. Sonrío, estudiando

su rostro, mientras el sol golpea su camino a través de la ventana. No recuerdo

cuando, si alguna vez, he pasado la noche únicamente besando a una chica.

Sé que tengo que salir de aquí, y regresar al sofá antes de que Sophie

despierte, pero estoy tan cansado, y quiero sostenerla un poco más de tiempo, así

que no me levanto. Soportaré la ira de Sophie en su lugar.

Sorprendentemente, cuando despierto es casi la hora del almuerzo, y el

apartamento parece vacío cuando asomo la cabeza por la puerta. Val está todavía

tendida en la cama, luciendo celestial en mi camiseta, pero está despierta.

Tomó hasta el último gramo ser un tipo decente para contenerme anoche,

incluso después que se sacara mi camiseta, pero de alguna forma logré hacerlo. Aún

estoy perplejo por ello. Sé que ninguno de nosotros está buscando algo formal, pero

a eso de las tres a.m. finalmente fui capaz de decir adiós a Claire, y Val es la única

que me ayudó a hacerlo. Siempre estaré en deuda con ella por eso.

―Parece despejado ―le cuento.

Se ve nerviosa, cuando tira la sábana hasta su barbilla.

―Odio sonar como una gran mojigata después de anoche, pero ¿puedo tener

un poquito de privacidad para cambiarme?

―¡Oh, cierto! Sólo saldré allí. Cuando estés preparada sal.

Me quedo allí como un idiota, incapaz de salir. Se aclara fuerte la garganta,

incitándome a moverme con sus ojos.

―Oh, lo siento. ―Soy un tonto. Estoy permaneciendo adentro del marco de

la puerta imaginado su aspecto en ropa interior. Quiero decir, sé cómo se sintió

anoche, pero estaba oscuro, y nunca obtuve una buena vista.

Page 83: Please don't go (2)

83

Después de reunir finalmente la fuerza para salir, me detengo a espiar dentro

de la habitación de Ethan. Las sábanas están arrugadas al final de la cama, ambos se

han ido. Me doy la vuelta y me dirijo a la cocina, preguntándome dónde fueron. De

inmediato veo una nota garabateada.

Pete:

Soph y yo nos vamos por la mañana. Esto es si ustedes se levantan para notarlo antes

que regresemos. Obviamente, no escuchaste anoche. Espero que se hayan divertido, pero para

tu información, Soph no está en lo más mínimo feliz.

¡Chau!

E

Oh, bueno, no puedo complacer a todos ahora ¿no? Por lo que a mí respecta,

a Val le quedan tres días, y quiero pasarlos con ella antes que se vaya. Con o sin la

aprobación de Mamá Gallina.

Me tomó unas veinticuatro horas completas conseguir que Sophie se sienta a

gusto con la idea de nosotros. Se quejó y se quejó conmigo que esto no terminaría

bien, pero sabe que está siendo una hipócrita. Finalmente convencí a Sophie de

dejarlo al recordarle que Val y yo pasando tiempo juntos fue su idea originalmente.

No estoy diciendo que durará, o incluso si alguno de nosotros quiera eso, pero justo

ahora todo lo que queremos hacer es divertirnos.

Ethan está fuera visitando a su mamá, dejándonos a los tres solos para la cena

de la última noche de Val aquí. Nos reunimos alrededor de mi pequeña mesa en un

diminuto pub, comiendo Sherpard`s Pie1. No puedo culparlo, la cirugía de su madre

1 Sherpard`s Pie: Es un plato tradicional británico consistente en una capa de carne de cordero picada

y recubierta de puré de patatas y opcionalmente de una capa de queso.

Page 84: Please don't go (2)

84

es mañana. Pobre, Sophie parece como si estuviera lista para llorar en cualquier

momento.

―Sophie, sabes que él quiere que estés aquí, pero necesita estar solo con ella

esta noche. Entiendes, ¿cierto? Además es la última noche de Val.

Me da una pequeña sonrisa falsa, asintiendo.

Después de la cena, Sophie mira a Val.

―Así que, ¿estás lista para irnos? Tu vuelo sale a las once de la mañana.

Con inquietud, Val se mueve unas veces en su asiento.

―Oh, um, Peter y yo pensábamos que ¿tal vez podríamos pasar el rato en su

casa esta noche? Podemos pasar por ahí para conseguir mis cosas mañana de

camino al aeropuerto.

―Val,‖no‖puedo.‖Si‖pasamos‖la‖noche‖no‖puedo‖llevarte‖al‖aeropuerto.‖No‖me‖

da suficiente tiempo para regresar. Sabes que la mamá de Ethan tiene la cirugía

mañana. Quiero estar con él. No puedo estar en ambos lugares a la vez. Estaba

planeando dejarte un poco antes de tiempo.

Levanto la voz.

―La llevaré.

Sophie me mira con incredulidad con sus manos en las caderas. Si las miradas

pudieran matar, estaría muerto.

Me paro, colocando las manos en los hombros de Sophie, obligándome a

mirar en sus tristes ojos.

―Sólo estoy tratando de ayudar.

Resopla, se sienta y luego comienza a llorar.

―Lo sé. Lo siento. Que se diviertan. ―Mira a Val―. En verdad no soy la

mejor compañía ahora mismo. Estoy tan preocupada por Ethan y su mamá. Él

realmente está en pánico. Lo siento tanto, Val.

Page 85: Please don't go (2)

85

―Oye. ―Val se pone de pie―. Está bien. Te veré cuando vaya a casa en el

verano. Iremos a hacer compras para los dormitorios, ¿de acuerdo? ―Envuelve a

Sophie en un apretado abrazo―. Deja de llorar.

Sophie se repone a sí misma.

―¿Te gustaría que te llevemos a lo de mi mamá o te quedarás? ―pregunto.

―No, es temprano. Sólo voy a tomar un taxi. ―Da media vuelta para

alejarse―. Oye, Val. Dejaré tus maletas en la puerta principal. ―Luego nos mira a

los dos unas cuantas veces―. Tienes suerte de que te ame, Peter, o esto ―apunta

con su dedo entre los dos―, no estaría sucediendo.

Cada uno de nosotros la despide con besos una última vez, antes de que

salga, dejándonos solos por nuestra última noche. Nerviosamente, tomo la mano de

Val en la mía, antes de mirarla.

―No quiero ir a casa, pero al mismo tiempo no puedo esperar a llevarte allí.

―Sonrío.

―Yo también. ―Suena segura, pero sus ojos lucen nerviosos.

―No quiero dormir esta noche. Vamos a enfrentar los hechos, esta es

probablemente la última‖vez‖que‖nos‖veremos‖el‖uno‖al‖otro,‖y…

Ella baja la voz:

―¡Peter, Dios! Sólo porque es mi última noche no significa que estás teniendo

suerte.

La empujo afuera en el aire frío.

―No quise decirlo de esa manera. Sólo quise decir ―me detengo, pasándome

las‖manos‖por‖el‖cabello―,‖si‖vas‖a‖hacerme‖decirlo,‖bien,‖ lo‖diré.‖Sólo‖quería‖algo‖

así, sabes, sostenerte, charlar, lo que sea. Ahora, no estoy diciendo que no tendré

ganas de darle un giro a las cosas. ―Noto su sonrisa, ya que probablemente estoy

divagando.

Sonríe con timidez a mi no tan sutil indirecta.

―Ya‖veremos,‖Peter.‖Pero‖por‖ahora,‖solo‖quiero‖besarte‖de‖nuevo.

Page 86: Please don't go (2)

86

Demasiado pronto, el sol está ascendiendo. Valerie está dormida rápido en

mis brazos. Se lo reconozco, lo hizo hasta las cuatro. Sostenerla en mis brazos me

hace querer más de alguien quien no puede posiblemente entregarse a mí. Debería

haber escuchado a Sophie e Ethan. No quiero enamorarme de alguien que no me

quiere de vuelta. Al menos fue honesta. Ambos sabemos que simplemente no

funcionará con la distancia. Por desgracia para mí, ya me he enamorado de ella.

Pensé que podría hacer esto sin mis sentimientos metiéndose en el camino, pero

estaba equivocado.

Mis dedos continúan jugando con su suave cabello que está desplegado por

mi pecho. Ocasionalmente, permito a mis dedos vagar sobre su espalda desnuda.

Hago esto varias veces con la esperanza de despertarla, pero sólo se mueve

suavemente. En unas horas estará en un avión de vuelta a Estados Unidos, luego irá

a la universidad por cuatro malditos años. Oh, ¿por qué esta clase de mierda me

sucede a mí?

Page 87: Please don't go (2)

87

Capítulo 14 Ethan

Traducido por Azuloni.

Corregido por flochi

a doctora finalmente sale con una sonrisa en su rostro, lo que yo

considero como una buena noticia. Me ve sentado en la esquina, y me

pongo de pie nervioso para saludarla. Estoy solo en la sala de espera.

La tía Ann ha estado aquí todo el tiempo, pero se ha ido a la cafetería a conseguir

otra ronda de café para ambos. Por supuesto, Pete y Sophie estaban aquí conmigo

también, y se han quedado todo el tiempo que han podido. Sophie quería quedarse

conmigo hasta ahora, cuando la doctora saliese, pero la obligué a ir con Pete porque

se ha perdido muchas clases ya. Miré nerviosamente por la habitación, deseando

que ella todavía estuviese aquí. No quiero estar solo, no si es una mala noticia.

Respiro hondo.

―Lo ha hecho muy bien, Ethan. Se ve bien. La operación fue un éxito. Está

toda vendada en este momento y va a estar muy dolorida durante bastante tiempo.

Cada persona es diferente. Va a necesitar un poco de ayuda con las cosas que

puedan parecer pequeñas para ti y para mí; bañarse, vestirse, ni siquiera podrá

levantar los brazos en el aire. ¿Crees que podrás hacer estas cosas por ella?

Antes de que esté en condiciones de responder, la voz de mi tía interviene

detrás de mí.

―Se quedará conmigo. Yo me encargo de mi hermana hasta que se recupere.

La doctora sonríe y asiente alegremente antes de acariciar su hombro. Una

parte de mí se pregunta si no se siente cómoda dejando a mi madre en mis manos.

Mis rodillas se sienten como si estuvieran a punto de doblarse de alivio, así que me

agacho inmediatamente para liberar el enorme aliento que he estado conteniendo.

L

Page 88: Please don't go (2)

88

Mientras que sigo respirando, recuperando el control de mí mismo, mi boca

se abre antes de que comprenda lo que estoy preguntando. Es sólo que, durante las

últimas horas, pensé que iba arrancarme el cabello de la cabeza sin saber cuál es el

secreto que mi madre ha estado guardando. ¿Y si le pasa algo, y yo nunca lo

descubro? ¿Qué pasa si nadie lo sabe, nadie excepto ella, y se lo lleva a la tumba? O

bien, ¿qué pasaría si toda la familia lo sabe, y yo soy el único que está en la

oscuridad?

―¿Conoces el secreto? ¿El que está en el diario de mi madre y que tiene

miedo de decirme?

Ella le da una sincera sonrisa a la doctora, pero me mira por encima del

hombro.

―Ethan, amor, ahora no es el momento.

Mis ojos permanecen fijos en ella, mientras trata de centrarse en la doctora,

que ahora está mirándonos a los dos. Lo ignoro.

―¿Cuándo es el momento adecuado, entonces? Dímelo, si lo sabes, me he

estado volviendo loco con preguntas. Y no digas que no es nada. Todo está escrito

en blanco y negro.

La doctora deja escapar una tos suave antes de excusarse. Apenas noto que se

aleja.

Mi tía se acerca a mí, toma mi brazo en los de ella, y luego nos arrastra hacia

las sillas de plástico que recubren la pared.

―No es mi secreto para contarlo ―susurra.

―Pero, ¿lo sabes?

Ella no responde. Cierra los ojos, y luego suspira. Tomo esto como un sí. Así

que sigo adelante.

―Tú me dijiste que podía confiar en ti. Que soy como otro hijo para ti, ¿cómo

no puedes decírmelo?

―¿Por qué no se lo preguntaste? Han pasado semanas.

¿Qué?

Page 89: Please don't go (2)

89

―¿Cómo lo sabes? Espera, ¿Pete te ha dicho algo? ―Es como si una tonelada

de ladrillos me golpeara, casi tirándome al suelo. Pete sabe el secreto, y no me lo dijo

cuando le pregunté. Mintió justo frente a mi maldita cara.

―Me va a matar si te lo digo. Simplemente no puedo, Ethan.

Dejo caer mi cabeza sobre mis rodillas antes de levantar mi rostro para

mirarla. Tiene los ojos vidriosos mientras hace su mejor esfuerzo para centrarse en

mí. Quiero saber, pero tengo tanto miedo de lo que estoy a punto de descubrir que

casi le digo que lo olvide. Pero, ¿cómo puedo seguir adelante sin saber? Así que,

sigo con ello.

―Te estoy pidiendo que me lo digas, tía Anna, por favor.

La sensación de su mano mientras ella juega con las puntas de mi cabello, me

hace temblar. Me da una débil sonrisa triste antes de guiarme de vuelta a la silla a su

lado. Me mira brevemente, antes de que parezca encontrar sus pies un tema más

interesante.

―Se trata de tu padre.

Inmediatamente, me desplomo en la dura silla. ¿Qué secreto puede haber

sobre mi padre? Niego tratando de entender, de encontrar algo a lo que agarrarme.

―¿Qué puede hacer mi padre para hacer que tomar mi decisión de

permanecer en Inglaterra o regresar a Australia sea más fácil? Se ha ido.

―Atormento a mi cerebro durante unos segundos, pero no se me ocurre nada.

―No puedo creer que vaya a decirte esto, pero creo que es hora de que sepas

la verdad. Tu madre quiere decírtelo, pero sé que nunca va a tener el valor de

decirte ella misma. ―Suspira, y luego me mira―. Henry era tu padre en todas las

formas posibles. Te quería como si fueras su propio hijo. Pero, me temo ―hace una

pausa para limpiarse una lágrima―, que él no es tu padre biológico.

Me toma un minuto asimilar lo que me acaba de decir. Debe estar

bromeando, pero ¿por qué iba a bromear acerca de una cosa así? Algo ha pasado.

Esto no puede ser verdad. Lo hubiese sabido.

―¿Qué estás diciendo? Eres una maldita mentirosa ―grito.

Page 90: Please don't go (2)

90

Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos.

―Shhh. Baja la voz. ¿Quieres conocer la historia o no?

Mi estómago se aprieta y quiero correr, pero no puedo. En un ronco susurro,

digo:

―No si todas son mentiras.

―Mírame, Ethan ―exige ella, por lo que lo hago. Mis ojos buscan

desesperadamente cualquier pista de que esté mintiendo, pero no encuentro nada

más que lágrimas que siguen derramándose por sus mejillas―. Hace mucho tiempo,

tus padres se separaron por algún tiempo. Habían pasado un par de años cuando

Katie se sintió superada. Tu mamá no era feliz, pero Henry sí. Sinceramente, creo él

que habría hecho cualquier cosa para hacerla feliz, pero nada funcionó. Así que ella

se fue. Nos convenció a Charlotte y a mí para ir a un viaje sólo de chicas a Jamaica.

Fuimos con ella, sabiendo lo mucho que le dolía. Estuvimos allí por dos semanas.

Henry y tus abuelos esperaron a Katie, mientras ella se volvía un poco loca allí.

Había pasado una semana de las vacaciones cuando conoció a alguien mientras

hacía parapente sola. Apenas la vimos los siguientes días, pero su sonrisa estaba de

vuelta y nos convencimos unas a otras de que era solo una aventura, a través de la

que pasaría. Lo hizo, pero sin saberlo, se había quedado embarazada de ti a ese

punto. ―Ella deja escapar un profundo suspiro.

Mi cuerpo se congela cuando las palabras salen de su boca. Me siento

paralizado. Esta sensación de entumecimiento es muy familiar. Así es como me sentí

cuando me enteré de que mi padre había muerto.

―¿Está todo bien hasta ahora? ―pregunta ella. Automáticamente, mi cabeza

se balancea arriba y abajo, instándola a continuar.

―Cuando volvió a casa, Henry le pidió otra oportunidad, así que le dio una.

Finalmente se dio cuenta de que la hierba no siempre es más verde al otro lado.

Comenzó a sentirse feliz de nuevo. Luego, se enteró sobre ti un par de semanas

después. Ella fue clara y le contó todo a Henry, y ¿sabes qué? No le importó.

Prometió criarte como propio, amarte. Y, lo hizo, Ethan. Cumplió su promesa.

Page 91: Please don't go (2)

91

―Siempre me pregunté por qué no me parecía a él ―me las arreglo para

decir, pero me sorprende que estas sean las primeras palabras que soy capaz de

reunir.

―Sí, bueno, independientemente, Henry te enseñó a amar el mar, a pescar, y

a navegar. Te enseñó a ser un hombre. Eres igual que Henry, ya sabes. ―Sonríe mi

tía―. Amas tan fuerte como él. Mira cómo estas con Sophie. Quiero decir, es todo o

nada contigo, tal y como lo era con él.

―¿Sabes quién es mi verdadero padre? ―me las arreglo para preguntar.

―Sólo sé dos cosas acerca de él. Es alemán y su nombre es Dirk. Eso es todo

lo que sé. ―Se encoge de hombros.

―No puedo creer que ella me escondiese esto. La odio por eso.

Inmediatamente, sus ojos se nublan sobre mí con preocupación.

―No la odies, Ethan. No en este momento. Tienes que estar ahí para ella

cuando se despierte, y durante mucho tiempo después de eso.

―Todo el mundo lo sabía. ―Apenas susurro en voz alta, lo digo más como

una declaración―. ¿Alguien más sabe de esto?

―Sí ―admite.

―¿Quién? ―le pregunto, con miedo a su respuesta.

―Peter.

―¿Pete?

Ella asiente.

―¿Lo sabe Charlotte? Jesús, ¿lo sabe Sophie?

―No creo que Charlotte le dijese, pero no estoy segura.

Empujándome fuera de la silla, me levanto.

―No puedo estar aquí en este momento.

Tía Anna tira de mi brazo para que me quede, pero no hay manera de que

pueda estar aquí.

Page 92: Please don't go (2)

92

―¿A dónde vas? ¿Y tu mamá? Estará esperando verte.

Me río a carcajadas mientras camino hacia el ascensor.

―Vas a estar aquí. Dile que lo sé. Ella lo entenderá.

Con eso salto en el ascensor, mientras las lágrimas no deseadas pican en mis

ojos. ¿Cómo puede haberme hecho esto a mí?

Antes de darme cuenta de qué o a dónde voy, mis ojos giran hacia el edificio

de Peter. Apenas puedo recordar caminar hasta aquí. Mi cabeza razona que he

venido aquí porque sabía que Sophie tenía planes de esperarme aquí. Pero ahora

que estoy aquí, no puedo pensar en otra cosa que no sea patear el culo de Pete por

esconderme esto.

Mis pies aporrean fuertemente el suelo para hacer que él sea consciente de mi

presencia, y sin detenerme, me precipito dentro. Sophie me mira desde el sofá con

una sonrisa amable, pero mis ojos pasan por encima de ella, rápidamente buscando

a Pete.

―Pete, ¿dónde estás? ―grito.

Sophie se pone de pie, avanzando hacia mí, pero la aparto bruscamente a un

lado para ir a su habitación. Sale medio vestido con una toalla sobre los hombros.

Sin previo aviso, sin ni siquiera pensarlo bien, mi puño conecta con su mandíbula,

golpeándolo en el suelo.

―¿Te trato como a un hermano, y esto es lo que me haces? ―Mi voz tiembla,

igual que mis manos―. ¿Cómo no me dijiste que Henry no era mi verdadero padre?

Él se apoya en un costado mientras su mano se agarra el mentón.

―Supongo que me lo merecía ―dice mientras trata de ponerse de pie, pero le

pateo hacia abajo.

Sophie comienza a gritarme, mientras se inclina para ayudar a Pete.

―¿Qué demonios te pasa? ―grita, antes de pasar a Pete―. ¡Dios mío! ¿Estás

bien?

Me río a carcajadas.

Page 93: Please don't go (2)

93

―Está bien, Sophie. ―Dirigiendo mi atención de nuevo a Pete, le grito―:

¡Levántate, Pete! ¡Ahora!

Lo hace, pero Sophie decide actuar como su pitbull personal, y se pone

delante de él.

―¿Qué está pasando? ―pregunta ella, empujando sus manos en mi pecho

para retenerme. Si quisiera, podría fácilmente apartarla a un lado, pero dejo que lo

proteja. No estoy seguro de por qué lo hago.

Tal vez sea para protegerlo de más abuso de mi puño, o tal vez es para

proteger que mi corazón no se haga más daño del que ya lo ha hecho. Mi cabeza

comienza a latir como si la estuviera golpeando una y otra vez.

Doy un paso atrás, dejando a Pete tropezar alrededor de nosotros.

―Sé que estás furioso conmigo por esto, Ethan, pero lo único que pido es que

dejes que me explique. ¿Al menos eso? Dame unos minutos, ¿por favor?

Sophie mira de Pete hacia mí, adelante y atrás varias veces antes de que

pregunte:

―¿Qué quieres decir con que Henry no es tu padre?

Pete frunce el ceño antes de volverse hacia ella,

―¿Puedes darnos unos minutos a solas?

Ella estudia mi rostro por un momento, pero no puedo reconocer su

expresión en estos momentos. Me centro en Pete.

―Si los dejo a los dos solos, no vas a pegarle otra vez ¿verdad?

Cruzo los brazos.

―No te lo puedo prometer, pero voy a intentarlo. Todo depende de lo que

tenga que decir.

Sophie suspira, pero se aleja, y entra en mi habitación. Una vez que cierra la

puerta, Pete se sienta en el sofá, dejando caer la cabeza entre las manos.

―Tienes que saber que nunca quise ocultártelo. No lo supe hasta que tu papá

falleció. Mi madre y tu madre estaban en el teléfono y escuché su conversación.

Page 94: Please don't go (2)

94

Nadie sabía que yo lo había descubierto. Lo guardé para mí, hasta hace poco.

Cuando tu madre se enteró de su cáncer, fui directamente a mi mamá. Ella me pidió

que guardara silencio durante un poco más de tiempo. ―Respira profundamente,

pero sigue―: Las oía discutir sobre si debían contártelo, pero al final, me alegro de

que lo sepas.

Su cabeza sube, mirándome a los ojos.

―Te quiero como a un hermano, tienes que saber eso. Quería decirte tantas

veces, pero, ¿cuándo era un buen momento? ¿En el funeral de tu padre, o cuando

estábamos viendo un partido? No sabía cómo hacerlo, y luego empecé a creer que

no era mi secreto para contártelo. Sé que me odias ahora mismo, porque me odio

por no ir a ti cuando me enteré, pero por favor, ¿me perdonas? No puedo imaginar

no tenerte alrededor.

Todo acerca de su actitud es triste mientras lo escucho. Una parte de mí

quiere inclinarse y darle un abrazo, la otra parte quiere cagarlo a trompadas una vez

más.

―¿Lo sabe Sophie?

Niega.

―No, no lo sabe. Al menos, no lo creo. Nunca se lo he dicho.

Mis ojos exploran la puerta tras la que se esconde, antes de tomar el asiento a

su lado.

―No te puedo perdonar en este momento. Lo siento. No espero que lo

entiendas. Siento que toda mi vida ha sido una mentira. ―Me detengo a mirarlo a

los ojos―. ¿Por qué nadie me lo dijo? ―digo apenas en un susurro.

Pete pasa su brazo sobre mis hombros.

―Lo siento. ―El deseo de encogerme de hombros lucha con el deseo de

sentir algún tipo de compasión, así que lo dejo mantenerlo ahí.

―Tengo que salir de aquí por un tiempo. ¿Puedes cuidar a Sophie por mí?

Su brazo se aleja volando de mí, con el rostro aturdido.

Page 95: Please don't go (2)

95

―No hagas esto, amigo. Estás enojado conmigo, no con ella. No la tomes con

Sophie, no tiene nada que ver con nada de esto.

―Tú no lo entiendes, Pete. Su vida siempre ha sido perfecta. Perdí a mi

padre, que resulta, no es realmente mi padre después de todo. Y para colmo, mi

madre tiene cáncer de mama. Apenas puedo envolver mi cabeza alrededor de todo

esto y mucho menos mantener a Sophie ocupada.

El chillido más pequeño viene del otro lado de la habitación.

―¿Qué has dicho?

Mis ojos se cierran, mientras mi cabeza intenta racionalizar qué decirle sin

ofenderla.

―Sophie, ya voy contigo. Tenemos que hablar. Sólo necesito un minuto más

con Pete.

Ella se dirige de nuevo a esperar por mí.

Miro a Pete una vez que se cierra la puerta.

―¿Lo harás o no?

Pete asiente con la cabeza.

―Por supuesto.

Page 96: Please don't go (2)

96

Capítulo 15 Ethan

Traducido por MaryJane♥

Corregido por Laurence15

us ojos están llenos de lágrimas cuando entro en la habitación. Apenas

puedo mirarla, y mucho menos decirle lo que hay que decir.

―¿Es tu mamá? ―me pregunta inocentemente. Y, por supuesto,

me doy cuenta de que probablemente piense que algo le ha sucedido a mi madre, ya

que acabo de llegar de su cirugía.

Me detengo en la puerta, incapaz de permitirme acercarme a ella.

―No, no lo es. Ella estará bien. Al menos por ahora. La cirugía salió bien.

―Oh, pensé que quizás algo podría haber pasado. ―Se endereza, tapando

sus ojos con la esquina de la manga, pareciendo esperanzada. Por un segundo, me

dejo mirar fijamente sus ojos, deseando poder mantener a Sophie a mi lado. Podría

usarla para que me saque de toda esta mierda, pero no puedo. Esto es algo que debo

hacer por mi cuenta. Tiemblo ante la idea de lastimar a la mujer que amo.

Ella se levanta lentamente antes de dar pequeños pasos hacia mí.

Doy un paso atrás, mirando hacia el suelo.

No mires sus ojos, sigo repitiendo este mantra para mí hasta que las puntas de

los dedos de sus pies rozan los míos.

Doy otro paso atrás, pero ella se mueve conmigo. Lo sé porque estoy mirando

mis Adidas y así evito la mirada de esos ojos verdes tristes, pero veo sus zapatos

tocar los míos de nuevo.

Sus ojos se llenarán de confusión cuando finalmente me deje mirarla. Sus

manos se extienden hacia adelante, ligeramente aferrándose a mis muñecas.

S

Page 97: Please don't go (2)

97

―¿Qué pasa? ¿Por qué golpeaste a Peter? ¿Qué estabas diciendo a Peter

acerca de su padre?

―Pete no es alguien de quien quiera hablar en este momento ―le respondo

en voz baja, mientras quito los ojos de encima.

―Bueno, lo que sea que hizo, estoy segura de que no puede ser tan malo. Él

te ama.

Yo gruño, sacudiendo la cabeza y recordándome a mí mismo mantener la

cabeza hacia abajo, pero Sophie se levanta sobre sus puntillas para ver mejor mis

ojos.

Ella susurra suavemente:

―¿Soy yo?

Mi boca no quiere cooperar, así que niego, incapaz de pronunciar las

palabras.

Sus brazos rodean mi cintura, entonces coloca la cabeza en mi pecho. Agacho

mi cabeza, dejando a mi mejilla descansar en la parte superior de su cabeza. Por un

momento, me dejo disfrutar del abrazo; la sensación de seguridad familiar y el olor

que es únicamente Sophie. Lo necesito.

Rompiendo el silencio, un segundo después, dice:

―Te amo. Sea lo que sea, va a estar bien.

Suavemente, me alejo de sus brazos caminando a la cama. La misma cama en

la que las sábanas todavía están arrugadas al final por mi lanzada de la noche

anterior con ella a mi lado, preocupándome acerca de la cirugía de mi madre. Se

había quedado conmigo, hablando de una completa tontería para tratar de

distraerme, y por un par de veces, sus distracciones funcionaron. Soy un idiota

como para hacerle esto.

―Ven aquí, Sophie. ―Acaricio el lugar a mi lado en la cama.

Vacilante, se acerca, pero cae de rodillas frente a mí. Su cuerpo se adapta

perfectamente entre mis piernas. Se apoya en mis rodillas, inclinando la cara hacia

Page 98: Please don't go (2)

98

arriba y mirándome sin siquiera una palabra. ¿Cómo puedo hacerle esto? Lo es todo

para mí.

Mirándola a los ojos rojos y vidriosos, digo:

―Algo ha pasado, Sophie. Me voy a ir por un tiempo. No estoy seguro de

dónde o cuánto tiempo estaré fuera. Sólo sé que no puedo quedarme aquí en este

momento.

Sus ojos se tornan vidriosos al instante.

―¿Qué ha pasado, Ethan? ―pregunta, en apenas un susurro.

Así que le digo todo, ya que se merece escucharlo de mí.

Ni una vez intentó detenerme, hasta que cree que he acabado.

Se mueve a sentarse a mi lado.

―No sé qué decir para hacer que el dolor desaparezca. Eso es sólo algo que

puedes hacer por ti mismo. Tu papá te amaba, y lo amabas. Por favor, no

menosprecies este hecho. Sería trágico. Lejos del resto, lo único que puedo hacer es

hacerte ver su lado. Tu madre estaba probablemente tan asustada de que estuvieras

enfadado con ella o con tu padre. ¿Qué harías? Y respecto a lo de Peter ―Suspira

profundamente―, invierte los papeles, Ethan. ¿Podrías, o le dijiste algo?

Reflexiono sus preguntas durante unos minutos.

―Creo que mis padres deberían haberme dicho. Tengo derecho a saber. Por

lo que se refiere a Pete, me gustaría pensar que le diría, si los papeles se invirtieran,

pero no estoy seguro.

―Está bien, lo entiendo. ―Hace una pausa, y luego me golpea suavemente

con el hombro―. Cuando dices que te vas, me da la sensación de que estás tratando

de dejarme también. ―Sus ojos se arrugan, esperando una respuesta.

―Sophie, apenas puedo cuidar de mí mismo en estos momentos. No puedo

preocuparme por ti. ―Su rostro tiene una mirada de sorpresa o incredulidad.

Ella se pone de pie, frente a mí, con los brazos cruzados en frente de ella.

―No necesito que me cuides, Ethan Chapman.

Page 99: Please don't go (2)

99

Una risa brota de mí, mientras la observo tomar una posición en contra de mí.

Me encanta ese ardiente y valiente lado de ella.

―Sé que no. ¿Pero Sophie, no te das cuenta? Ese es el problema, me gustaría

cuidar de ti, y en este momento no es posible.

Toma mi mano, envolviendo la suya en las mías.

―Ethan, tienes que parar esto. Tu padre sigue siendo tu padre. Averiguar no

cambia lo que sientes por él, ¿verdad?

Niego.

―Por supuesto que no.

―Sé que tienes que entender todo esto, y quieres hacerlo solo, pero deja que

te ayude. ¿Qué puedo hacer? Voy a hacer lo que sea.

La única cosa que quiero hacer ahora es aferrarme a ella por toda la vida y no

soltarla. Al menos por una noche más. Mis manos se acercan para tirar de ella hacia

mí. Egoístamente, digo:

―Quédate conmigo esta noche. Por favor, no dejes esta habitación ni por un

momento.

―Está bien ―dice tímidamente con una sonrisa.

Si sujetarla por última vez puede hacerme pasar la noche, lo haré. Pasar un

momento mágico más con Sophie es la única cosa que puedo pensar en darle, antes

de que ella se despierte para encontrar que me he ido. Tal vez me hace un hijo de

puta, porque soy yo el que necesita una noche más con ella. Sus ojos tristes prueban

que sabe que estoy sufriendo. Susurra suavemente en mi oído:

―Déjame cuidar de ti, Ethan. ―Pasa los dedos por mi cabello―. No hagas

nada estúpido.

Se empuja hacia atrás sobre la almohada, dejando su mano rozar mi muslo

mientras lo hace. Aprieta suavemente mi mano para asegurarme de su amor, y

cuando hace esto, un pequeño pedazo de mí muere por dentro. Mis ojos encuentran

los de ella mientras giro la cabeza, el dolor visible en sus ojos es todo lo que puedo

tomar. Es casi como si supiera lo que estoy a punto de hacer, pero no habla de ello.

Page 100: Please don't go (2)

100

Tira de mi brazo suavemente, tirando de mí a su lado. Respira

profundamente mientras estudia el dolor en mi cara. Agarro a Sophie rápidamente

antes de que se dé la vuelta, sentándose a horcajadas. Estoy tan cansado de sentirme

miserable que la dejo. Mis manos van alrededor de su cintura, tirando de ella hacia

mí. El olor de su cabello me recuerda los tiempos que solía perderme en esas hebras

marrones. Siento que puedo quedarme en el pasado para siempre, fotos de ella

inundan mi mente de cuando éramos niños.

Bromeando, ella muerde mi oreja, y susurra:

―Sé que estás triste. ―Hace una pausa. Y yo espero, aferrándome a cada

palabra que dice―. Está bien si no quieres hablar esta noche de nada, pero

prométemelo mañana.

Apenas lo entiendo.

―Lo prometo. ―Luego me pierdo en la comodidad de Sophie por una última

noche.

En las últimas dos horas, he estado viendo su sueño, escuchando su

respiración, sabiendo que sólo quiero estar aquí esta noche. Aquí es donde tengo

que estar.

La pluma tiembla en mi mano, como el cobarde que soy, cuando empiezo a

escribir mi carta de despedida a Sophie. Palabras que no quiero dejar, pero consigo

sacar cada una de ellas, sabiendo el daño que van a hacer cuando las lea al

despertarse. Después de terminar, me aferro a la única persona que amo, y puedo

confiar. Me acuesto ahí durante horas, jugando con su cabello, acariciando su piel

desnuda, y no duermo.

El sol de la mañana asoma por la ventana haciendo que me levante

rápidamente. Mi mano se arrastra por su cara una última vez antes de inclinarme

para besarla. Si no me voy ahora, me quedaré mucho tiempo, y probablemente

rompa a llorar, y la despierte. Alejarme es mucho más difícil de lo que pensé que

sería.

En silencio, agarro la bolsa de mi armario en donde puse algunas cosas

mientras dormía, y me dirijo a la puerta. Una última mirada por encima del hombro

Page 101: Please don't go (2)

101

hacia ella es todo lo que dejo, antes de que mi mano tire de la puerta

silenciosamente. Mirar fijamente la puerta cerrada después de salir me hace sentir

como un idiota, casi regreso. Sacudiendo la cabeza, fuerzo mis pies a girar y me

congelo al notar a Pete mirándome desde el sofá. La expresión de decepción y

agotamiento se muestra en sus ojos. Debió haber estado despierto toda la noche

esperando mi salida.

―Estaba realmente empezando a preguntarme si estaba equivocado ―dice

Pete, mientras se inclina hacia delante, apoyando los codos sobre sus rodillas.

Mi bolsa cae al suelo sabiendo que esto tomará unos minutos.

―¿Por qué? No tengo tiempo para tus juegos.

―Acerca de la salida cobarde que estás a punto de hacer. Sabes que tú eres el

único que quieres dejarme a mí, Sophie y tu mamá detrás.

Doy un paso hacia adelante, cerrando la brecha.

―Un cobarde. ¡Hah! Me han llamado cosas peores ―le digo con los dientes

apretados. Mis ojos se dirigen a la hora en mi reloj. Tengo que salir antes de que

empiece a despertar, así que recojo mi bolso y camino hacia las escaleras, pero Pete

me bloquea.

―Por lo tanto, ¿creo que soy el afortunado que va a decirle a Sophie que te

has ido?

Miro por encima de mi hombro hacia la puerta del dormitorio.

―Míralo de esta manera, Pete, te dejo el camino abierto. Ve por ella. ―Sé que

es cruel y no es realmente lo que quiero decir. Tal vez sea más fácil salir sabiendo

que tiene a Pete.

Él me empuja, pero no lo suficiente para moverme.

―Ahora sólo estás enojado ―dice en voz alta.

Mi bolsa cae de nuevo en el suelo otra vez. Mi dedo empuja su pecho.

―Ni por un segundo, crees que nunca vi esa pequeña guerra que pasaba

dentro de ese cráneo tuyo desde que rompiste con Claire. Muchas veces, Pete. Vi la

Page 102: Please don't go (2)

102

forma en que mirabas a Sophie, como si quisieras que fuera tu chica. Incluso saliste

con Val para sentirte más cerca de Sophie. ―Suspiro.

Pete dice:

―Eso no es cierto. Realmente me gustaba Val, y tú lo sabes.

Me río un poco.

―Pienso en lo diferente que las cosas podrían haber sido si no hubieras

traído a Claire de vacaciones con nosotros el verano.

―¿De qué demonios estás hablando ahora? ―grita Pete.

―Baja la voz, o me veré obligado a forzarte. ―Doy un paso hacia atrás.

―¿Por qué? ¿Para que tu preciosa Sophie no se despierte y se encuentre con

que sales con el rabo entre las piernas?

―Estoy hablando de Sophie, pendejo. Lo he visto un par de veces en

realidad, cómo te preguntabas si habías tomado la decisión correcta al no amar a

Soph en la forma en que deseo tenerte ese entonces. Sé que es un hecho que te amó

una vez, en la forma en que me ama ahora, así que adelante. Les doy a los dos mi

humilde bendición ―le digo, dejando que el sarcasmo escurra por mi lengua con

cada palabra.

―Eso es estúpido y lo sabes. Sophie es como una hermana para mí.

Mi mano se extiende hacia abajo, agarro mi bolsa.

―No tengo tiempo para ti. Tengo que irme.

―¿Tienes tiempo para mí? ―gime Sophie desde la puerta de la habitación,

llevando mi camiseta, con lágrimas inundando sus mejillas. Sostiene mi carta sin

fuerzas en su mano, como si estuviera a punto de caer al suelo.

Mis ojos inmediatamente se cierran por un segundo, mis hombros se hunden,

y siento que voy a vomitar. Maldito sea Pete por detenerme.

―¿Estás realmente dejándome? ―susurra, pero no me mira todavía.

―¿Sabes lo que siento por ti? ―Me quedo ahí, incapaz de ir con ella―. Y no

puedo perder a nadie más en este momento.

Page 103: Please don't go (2)

103

Se seca las lágrimas con la manga, pero no ayuda mucho. Necesito toda la

fuerza que tengo para mantener mis asimientos, y no correr a sus brazos, pidiéndole

perdón. Para decirle que soy un idiota tonto, y no me importa nada de eso.

―Bueno, perdóname por estar confundida. ¿Pero no es eso lo que está

pasando aquí? ―pregunta.

Mis pies tocaron el último escalón para salir, pero Pete agarra mi brazo,

sosteniéndome allí. Lo sacudo.

―Sí, pero soy el que dice adiós, no alguien dejándome, o muriendo por mí.

Tengo que estar solo por un tiempo. Tengo que resolver esto por mi cuenta.

Giro mi cuello de un lado a otro, tratando de liberar la tensión, antes de dejar

escapar un suspiro exasperado.

―Lo siento mucho, Sophie. Por favor trata de entender. Y por favor no me

sigas. ―Bruscamente doy la vuelta y permito a mis pies llevarme escaleras abajo,

lejos de Sophie, y fuera a una mañana sorprendentemente soleada, que contrasta

con mi estado de ánimo. Tengo una parada más que hacer. Tengo que ver a mi

mamá.

La necesidad de conocer más acerca de mi padre, y, posiblemente, hallarlo,

anula todo lo que estoy sintiendo en este momento. Una parte de mí se siente muy

culpable por Henry, porque estoy siéndole infiel, pero sólo quiero ver a este

hombre, una vez. Sólo una vez.

Page 104: Please don't go (2)

104

Capítulo 16 Peter

Traducido por nnancyc

Corregido por Laurence15

ophie está completamente inconsolable, llorando histéricamente,

encerrándose en la habitación de Ethan. Aporrear la puerta varias miles

de veces solamente le ha llevado a gritarme que me vaya. Lo hago, pero

apenas me muevo unos metros, en caso de que decida salir. Mi corazón intentó

ayudar al suyo, ya que el mío ha sido herido por el repentino abandono de Ethan.

Sabía que se iría, siempre huye de su dolor, pensando que es la respuesta, pero a

largo plazo, también siempre regresa a nosotros. Así que, hay algo de esperanza.

Parándome lentamente, hago camino a mi pequeña cocina para poner agua a

hervir. Llego a la despensa para agarrar una bolsa de patatas fritas, antes de servir

dos tazas de mi té favorito. He debatido unos minutos si debo usar la llave maestra

para entrar, pero la idea de verla abatida me detiene.

Mi pie da un golpecito unas veces en su puerta sin obtener respuesta.

―Soph,‖tengo‖té.‖Abre,‖¿por‖favor?‖―ruego.

El sonido del suave sorbido se registra detrás de la puerta.

―Peter,‖por‖favor,‖déjame‖sola.

―Sabes‖que‖no‖puedo‖dejar‖a‖mi‖mejor‖chica‖sola‖ justo‖ahora.‖Así‖que‖sólo‖

abre la puerta.

El silencio por varios segundos me hace replantear la decisión de que soy el

único para ayudarle a atravesar esto. Hasta el momento, no estoy haciendo un muy

buen trabajo. Además, ¿qué si Ethan tenía razón? ¿Qué si le hubiera dado a Sophie

una oportunidad de regresar cuando ella estuviera dispuesta? Sacudo la cabeza, con

ganas de que las ideas se deslicen lejos. Mientras que lo hago, Sophie finalmente

abre la puerta. Sólo apenas. Sus ojos hinchados y rojos se asoman por la apertura.

S

Page 105: Please don't go (2)

105

―¿Qué,‖Peter?‖―pregunta,‖sorbiendo‖m{s‖fuerte‖esta‖vez.

Mi cabeza cae hacia el costado, asimilando la mirada en su rostro.

―Sólo‖ déjame‖ entrar.‖Mis‖ manos‖ est{n‖ comenzando‖ a‖ doler‖―miento.‖ Un‖

poco.

Abre la puerta más amplia, permitiéndome pasar. Dejo su té, y una bolsa de

patatas al lado de su cama.

―Regresar{,‖Sophie.‖No‖te‖preocupes‖―intento‖asegurarle,‖pero‖es monótono

cuando‖sale‖de‖mi‖boca.‖Un‖pedazo‖de‖papel‖colocado‖en‖ la‖almohada―.‖¿Qué‖es‖

eso?

Se vuelve, siguiendo mis ojos hasta el papel.

―La‖carta de despedida de Ethan. Ahora sé cómo te sentiste cuando Claire te

dejó.

Esto consigue una despreciativa risa de mi parte.

―Lo‖siento.‖Realmente‖es‖una‖forma‖de‖mierda‖de‖dejar‖a‖alguien,‖¿no?

Asiente, luego se deja caer en la cama.

Bajando mi propio té, me acuesto a su lado, agarrando su mano para dejarle

saber que no está sola.

―No‖puedo‖creer‖que‖me‖dejara‖―susurra.

Mis manos aprietan las suyas más fuerte.

―Sé‖que‖es‖difícil‖escuchar‖esto,‖Soph,‖pero‖no‖te‖dejó‖porque‖no‖te‖ama‖lo‖

suficiente. Te dejó porque esto es lo que hace Ethan. Es egoísta, estúpido y tonto

cuando no sabe cómo manejar las cosas. Está herido. Lo lastimé, mi mamá, su

mamá, pero no tú. No hiciste nada mal. Confía en mí cuando te digo, él regresará

por ti.

Resopla, luego se sienta para tomar un trago de té. Me mira de vuelta con sus

ojos rojos.

―¿Cu{ndo?

―¿Cu{ndo,‖qué?

Page 106: Please don't go (2)

106

―¿Cu{ndo‖ volver{?‖ ¿Te‖ contó?‖ Estar{‖ de‖ regreso‖ antes‖ que‖ tenga‖ que‖ ir‖ a‖

casa, ¿cierto?

Mi cabeza niega.

―Soph,‖ no‖ es‖ nada‖ parecido‖ a‖ eso. Es sólo... no, no me contó cuándo

regresar{.‖ ―Me‖ doy‖ cuenta‖ que‖ probablemente‖ no‖ debería‖ haberle dado falsa

esperanza, pero al fin él se presentará en la puerta de mi casa. Una cualidad por la

que Ethan Chapman es famoso, es la habilidad de perdonar. Siempre la tuvo. Sólo

necesita recordar esa parte.

―Peter‖Watson‖si‖sabes‖algo‖ser{‖mejor‖que‖me‖lo‖digas‖―grita‖fuerte.

Me pongo de pie para abrazarla.

―No‖ sé‖ nada,‖ Sophie.‖ ―Al‖ principio‖ me‖ empuja,‖ pero‖ segundos‖ después‖

colapsa en mis brazos, completamente deshecha.

Sus lágrimas continúan por un largo tiempo antes de finalmente preguntar:

―¿Qué‖voy‖a hacer?

―Vas‖a‖ ir‖al‖ instituto,‖ terminar‖e‖ ir‖a‖ casa.‖Avanzar‖y‖hacer‖ lo‖que‖sea‖que‖

quieras hacer. Comenzar a aplicar para Universidades, visitar a tu papá, cualquier

cosa que sea que quieras hacer.

―Ni‖ siquiera‖me‖ advirtió.‖ Quiero‖ decir,‖ sabía‖ que‖ estaba disgustado, pero

nunca‖pensé‖que‖me‖dejaría‖sola.‖―Llora‖sobre‖mi‖hombro‖una‖vez‖m{s.

―No‖est{s‖sola.‖Me‖tienes‖a‖mí.‖Siempre‖me‖tendr{s‖―digo,‖intentando‖sonar‖

seguro.

Frota su nariz húmeda, que gotea en mi mejor camisa.

―Gracias,‖pero‖no‖es‖lo‖mismo.

Ethan está loco, fuera de quicio al pensar que ella podría alguna vez

comenzar a sentirse de esa forma por mí, o yo por ella. Amo a Sophie tanto como

amo a Ethan. La cuestión es, siempre he sentido como si fueran de mi clan familiar.

Mi hermano y mi hermana, nunca algo más. Tengo que reconocerle algo a Ethan, ya

que yo había pensado sobre Sophie unas veces y me había preguntado, pero

abandoné aquellos pensamientos tan rápido como surgieron.

Page 107: Please don't go (2)

107

Sophie se acerca y agarra su carta. Miro mientras camina a su vestidor, la

besa, luego la coloca en el cajón de encima, antes de girarse hacia mí.

―¿Podría‖ quedarme‖ aquí‖ por‖ unas‖ noches,‖ Peter?‖ Me‖ ayudar{‖ a‖ sentirme‖

más cerca de él. Sé que suena estúpido e inmaduro, pero no puedo dejar su

habitación ahora mismo.

―Quédate tanto tiempo como gustes. Llamaré a mi mamá y se lo haré saber.

Si a ti te gustaría, ¿iré a tomar algunas cosas para ti?

Agarra la caja de pañuelos, tirando uno afuera, luego se suena su nariz

mocosa y colorada.

―Gracias,‖eso‖sería‖genial.

Camina a la ventana, mirando abajo a la ciudad. Dudo dejarla, pero digo:

―Regresaré‖antes‖de‖que‖lo‖sepas.

Sus brazos se cruzan sobre su pecho, luego su cabeza cae suavemente,

descansándola en el vidrio cuando la observo desde el pasillo. Asiente, pero se

mantiene en silencio. Sí, y cuando lo encuentre, voy a patear su culo en serio por

esta vez.

Page 108: Please don't go (2)

108

Capítulo 17 Ethan

Traducido SOS por Soñadora

Corregido por Laurence15

stoy en la habitación de hospital de mi madre, mirándola dormir.

Se ve pálida y frágil. Me dijo su enfermera que ha estado

preguntando por mí, esperándome, entrando y saliendo del sueño.

Estoy seguro de que mi tía le ha dicho cómo me enteré, lo que sé y

mi reacción. Aun así, no puedo pensar en nada que no sea conseguir respuestas. La

hora de visita recién ha comenzado, así que espero que no tenga invitados tan

temprano. Me siento a su lado, mirando mientras sube y baja su pecho vendado.

Quiero llorar, pero no lo hago. Me ha engañado toda mi vida. Todo ha sido una

mentira, una que no perdonaré tan fácilmente. Sin embargo, la quiero segura. No

tengo lágrimas para ella en este momento.

Inclino hacia atrás mi cabeza hasta que toca la pared, antes de dejar que mis

ojos finalmente descansen. No dormí bien, dado que pasé la mayor parte de la

noche viendo a Sophie dormir. El sonido de la maquinaria del hospital me mantiene

despierto, aunque el cansancio quiera ganar, pero el sonido me recuerda el temor de

perder a mi mamá. En el fondo sé que es una sobreviviente, superará esto. Al

menos, eso es lo que me digo para dejarme encontrar la fuerza para dejarla. Desde

que sé la verdad, no he sido capaz de enfrentarla, pero ahora con preguntas sin

respuesta en mi cabeza, no me sorprende que haya vuelto. Lo único que sé es que

necesito saber más, y ella es la única con respuestas. También, si soy completamente

honesto conmigo mismo, he vuelto para asegurarme de que está bien. No podía

dejar la ciudad sin haberla revisado.

―Volviste. ―Su voz suena gastada y grave cuando habla. Mis ojos ven los de

ella hasta que no puedo soportarlo. Mi cabeza cae a su falda, dejando que acaricie

mi cabello suavemente como cuando era un niño. Es mi madre. Mi duele verla tan

E

Page 109: Please don't go (2)

109

solitaria, aunque me haya ocultado esta atrocidad, aún la amo. Eso no ha

cambiado―. No te preocupes. Se ve peor de lo que se siente. Apenas siento dolor.

―Me alegra, mamá ―murmuro a la gruesa manta que la cubre. Cuando mi

rostro se levanta siguiendo su mano, la veo sonreír.

―Me alegra que estés aquí.

La culpa me ahoga, pero la hago a un lado. Me ha lastimado y cortado hasta

los huesos, así que siento que merezco saberlo todo. Algunas veces ni siquiera logro

creer yo mismo la mentira.

―Sé que no es el momento, y que no te sientes bien, pero, mamá, tengo más

preguntas‖sobre…‖―Ni siquiera logro decirlo en voz alta.

Sus manos bajan a mi barbilla.

―Apenas tengo las respuestas que buscas, Ethan.

―¿Quién es él? ¿Dónde está? ¿Lo amaste, o fue una aventura de una noche?

¿Siquiera sabía de mí? ―Podría haber seguido con las preguntas, pero ella me

detiene levantando su mano.

―Sé tan poco. Por favor, no pienses mal de mí cuando te diga esto. ―Asiento

silenciosamente, así que continúa―: Sé que ya oíste de tu tía Anna que tu padre y

yo nos separamos. Es cierto. Por algún tiempo, no pensé que volveríamos, pero poco

tiempo después de mi viaje con mis amigas, decidimos que queríamos solucionarlo.

Me levantó de mis pies como cuando éramos jóvenes. Las citas, las flores, las dulces

cartas en mi almohada cada mañana. Me arrepentí de conocer a Dirk, pero no tenía

idea de mi embarazo hasta que un mes pasó y tu padre y yo estábamos de vuelta

juntos. No había forma de que pudiera mentirle, ya estaba de varias semanas y de

igual modo no le mentiría. Así que sí, él sabía que no eras suyo. Pero nunca te trató

como si no fueses su propio hijo. Ya sabes eso. Así que, lo único que me queda es

decirte en dónde vivía tu padre biológico hace diecinueve años. ―Se detiene,

apuntando a una jarra de agua. La alcanzo y le sirvo un poco. Toma lentamente,

pero continúa―: Sólo sé dos cosas; su nombre, que es Dirk Hasse, y de dónde es.

Vivió en una pequeña ciudad fuera de Hamburgo, pero no puedo recordar el

Page 110: Please don't go (2)

110

nombre. Lo único que recuerdo es que se refería a ella como la ciudad de los

escalones. Espero que esto te ayude a encontrar lo que necesitas.

―Así que, básicamente, me estás diciendo que fui un error. Eso es hermoso,

madre. ¿Siquiera sabe que existo? ―No pretendo sonar tan dramático o malo, pero

lastimarla con mis palabras me hace sentir un poco mejor.

―Detente, Ethan. Quizás me arrepienta de él, pero jamás me arrepentiría de

ti. Eres mi mundo. Sí, no te planeé, pero amo llamarte mi hijo. Te amo más que a mi

vida. Lo sabes. Tienes que entender. Necesito que me perdones, ¿puedes por favor

perdonarme?

―¿Sabe sobre mí? ―pregunto de nuevo.

Ella suspira pesadamente.

―No. No supe que estaba embarazada hasta muchas semanas después, y

nunca intercambiamos información de contacto.

Siento que apenas puedo sostenerme cuando me paro, incapaz de mirarla.

―No puedo, madre, no ahora. Apenas puedo entender esto. Me iré por un

tiempo. Llámame si en serio me necesitas. ―Mis pies me alejan de ella y hacia la

puerta como si estuviera en piloto automático. Miro mis pies moverse más lejos de

ella, un pie delante del otro.

Ella grita

―¿Adónde vas? ¿Qué hay con Sophie?

Mi mano ya está en la puerta, pero me detengo sin mirarla.

―Pete‖se‖ocupar{‖de‖Sophie.‖En‖cuanto‖al‖lugar‖al‖que‖voy…‖No‖tengo‖ni‖una‖

maldita idea. Espero que te mejores. Te amo, pero necesito marcharme de aquí.

Adiós, mamá.

Page 111: Please don't go (2)

111

Estando en la fila en el aeropuerto para abordar mi vuelo a Alemania en

RyanAir, mi cuerpo comienza a sentirse dormido. ¿Realmente haré esto? ¿Subiré a

este avión, dejando a la gente más importante de mi vida, para encontrar a alguien a

quien ni siquiera conozco?

Busqué frenéticamente en línea por cualquier Dirk Hassen en el área de

Hamburgo por muchas horas. Aparentemente, es un nombre horriblemente

popular. Mi cerebro convence a mis pies para moverse adelante, por el camino de

pasajeros enviándome a él. Ni siquiera sé si seguiré con esto, pero sólo quiero mirar.

Para ver si el reflejo que veo cada mañana se verá como el hombre de la ciudad de

los escalones.

No había considerado el hecho de que el vuelo aterrizaría a casi una hora de

Hamburgo, en una ciudad pequeña llamada Lubeck.

Sin auto, ni planes, comienzo a salir del pequeño aeropuerto a pie. Un

hombre en una cabina afuera, me dice que un tren a algunos metros me llevará a la

ciudad de Lubeck. Allí, tendré que subir a otro tren que me lleve a Hamburgo.

La caminata me ayuda. Es una noche de brisa y nubes al comienzo de Marzo,

el tipo de día que me recuerda a Sophie, Nueva York, el hielo, la nieve, y la

sensación de sus labios el día que la besé en la nieve.

Cuando llego al centro de Hamburgo, decido dormir para repensar la

decisión de encontrar a mi padre. ¿Puedo con eso? Saliendo del tren, de inmediato me

rodean edificios enormes y antiguos, calles angostas y pequeñas fuentes.

Entro a un local por una taza de café, recordando de repente que mi alemán

es extremadamente limitado. Puedo decir unas pocas cosas como sí, no, hablas

inglés y puedo contar hasta tres. Ese es mi conocimiento. Silenciosamente me pateo

por no tomar alemán en el colegio, en vez del latín horrendo ofrecido. ¿Cuándo

demonios usaré el latín? El idioma murió por un motivo, nadie lo usa.

Muero de hambre luego de bajar del tren y viajar al centro. Mis ojos miran un

restaurant pequeño de tapas al que decido entrar. Ingresando, me siento

transportado a España. El olor de la carne invade el aire, puerco cuelga de ganchos

de donde son cortadas rodajas finas de carne para saborear. Estoy en el cielo. Luego

de estar en el recibidor mirando un menú escrito en alemán, un hombre joven me da

Page 112: Please don't go (2)

112

uno en inglés. Aparentemente, fruncir el ceño por varios segundos al tratar de leer el

alemán le dio una pista. La mesera viene a mí, ojos en el menú, y me pregunta en un

perfecto inglés, pero con acento español qué tomaré.

―Tu inglés es muy bueno. ¿También hablas alemán? ―pregunto como un

idiota. Por supuesto que lo hace, vive aquí, idiota.

―¡Sí! ―responde en alemán. Golpea con su lapicera el papel, como si tuviera

mejores cosas que hacer que mantenerme ocupado con charla ligera, así que ordeno

una bandeja de carne con quesos acompañando. El lugar es oscuro por dentro,

mesas de caoba y manteles rojos para combinar con las paredes. Está repleto.

Todos están de buen ánimo con amigos o seres queridos. Todos salvo yo. Me

siento tan solo.

Mi mano va a mi bolsillo, sacando mi móvil. Paso por muchas fotos hasta que

encuentro mi favorita de Sophie. La saqué hace unos meses cuando recién se

levantaba, usando una de mis camisetas grandes. Estaba inclinado sobre ella, y ella

sonrió más grande que nunca antes de empujarme hacia ella. Pero, antes de que lo

hiciera, logré sacar esta foto impresionante de ella. Me permito mirarla por unos

segundos mientras termino mi comida, pero cierro mi móvil rápidamente, mientras

la culpa de dejarla me golpea fuertemente.

Una vez que termino mi comida, le pregunto a la mesera por algún hotel

económico. Me guía a Reeperbahn. He escuchado tantas historias sobre el distrito de

la luz roja. Aun así comienzo mi viaje nerviosamente, esperando que algo mejor

aparezca. El distrito de la luz roja está lleno de prostíbulos, prostitutas y shows de

sexo. Debe haber pensado que por mi edad y soledad, estaría buscando algo cuando

no es así. El pensamiento de usar una prostituta para pasar mi tiempo o para olvidar

a Sophie no me interesa.

Me siento en un banco para buscar un hotel en mi móvil. Me subo al subte y

me bajo en Gansemakt, que está a unas pocas cuadras de mi destino por la noche.

Estoy exhausto por la falta de sueño y de extrañar a Sophie. Saber que pasaré la

noche sólo, sin sostenerla, casi me tira a mis rodillas. Será una noche dolorosamente

larga, recordando la mirada en su rostro cuando me alejé de ella. Sólo puedo esperar

que algún día pueda perdonarme.

Page 113: Please don't go (2)

113

Capítulo 18 Ethan

Traducido por Azuloni

Corregido por Laurence15

ay un pequeño balcón fuera de la habitación. Teniendo en cuenta

que he sido colocado en el primer piso, no es sorprendente. Mis

ojos miran hacia arriba, a la noche, sin poder ver por encima de los

otros balcones, uno a cada lado de mí.

Es tarde, y sé que necesito dormir, pero sólo puedo pensar en encontrarlo, y

en tomar una ducha muy necesaria, ya que, literalmente, puedo olerme a mí mismo.

Y, por supuesto, preguntándome cómo se siente Sophie tras veinticuatro horas de

mi horriblemente cruel partida, haciendo que mi interior tiemble cada vez que me

dejo pensar en ella. ¿Me odia? ¿Cómo no lo haría? Nunca va a confiar de nuevo en

mí.

Tratando de enfocarme, arranco un mapa de los pueblos de los alrededores

de Hamburgo del bolsillo del abrigo. Pasé por todos los sitios web que me fueron

posibles, buscando al Dirk Hasse de los alrededores, y me las arreglé para averiguar

qué significa la maldita ciudad infernal de los escalones. Es un lugar llamado

Blankenese, donde los ricos construyen sus casas de verano. Está a sólo diez

kilómetros de donde me encuentro en estos momentos. Es una pequeña ciudad a las

afueras, al oeste de Hamburgo en la orilla norte del río Elba. Los sitios en línea han

mencionado lo que solía ser un pobre pueblo de pescadores, pero que al parecer, es

ahora una de las mejores direcciones para vivir. Los buques de carga pasan todos los

días por el pueblo usando al río Elba.

Finalmente, después de la ducha, dejando que el calor del agua lave cada

centímetro de tierra y sudor, me dirijo a la cama. Es grande, y de pronto me hace

sentir pequeño, por lo que me tumbo en medio, poniendo una almohada entre mis

piernas, y luego me quedo dormido.

H

Page 114: Please don't go (2)

114

Con mis nervios sacando lo mejor de mí, ni siquiera puedo manejar beber una

taza de café cuando me despierto. En su lugar, comienzo mi viaje en taxi, de camino

a Elbestrasse, que espero me lleve con él. El pánico empieza a hundirse, y empiezo a

preguntarme si también necesito uno de esos inhaladores que veo a la gente utilizar

para ayudarse a respirar mejor, ya que apenas puedo encontrar el aire. Empiezo a

sonar como si estuviese de parto, inhalando y exhalando varias veces. El taxista

mira hacia atrás nerviosamente a mí, pero me controlo. Gotas de sudor se forman a

través de mi frente mientras me imagino conociendo a Dirk. He encontrado varios,

pero sólo uno en el pueblo que mi madre mencionó. Se supone que vive en una casa

de Charitas Bischoff, Treppe, donde podría estar bebiendo té con su familia, sin

saber que estoy yendo a encontrarlo. ¿Cómo va a reaccionar al conocerme?

¿Reunirse conmigo le arruinará la vida, o me dará la bienvenida con los brazos

abiertos? ¿Qué hará si lo hace?

Los edificios blancos salpican las verdes colinas. Parece que no había calles

reales además de la calle principal que atraviesa la ciudad. Casas de muy buena

apariencia están por todas partes, pero principalmente hay escaleras sobre escaleras

que muestran las fantásticas vistas al río y las casas en la línea de la orilla del río.

Una vez en el centro de la ciudad, las tiendas pequeñas corren arriba y abajo de la

calle. Ropa, flores, helados, tiendas de alimentos y un par de restaurantes de lujo se

dejan caer por la calle.

Estudiando mi mapa, sigo avanzando hacia el parque. Una vez que llego a la

tienda de comida, me dirijo hacia la izquierda hasta un parque cercano. Los niños

corren por todos lados, parando de jugar en el parque infantil, gritando de auténtica

felicidad. Hago una pausa para mirarlos, preguntándome cómo sería vivir esta

experiencia con Sophie. A ella le encantaría estar aquí. Hago una nota mental de que

si alguna vez me perdona, y si alguna vez vuelvo, voy a traerla. Un pequeño

restaurante italiano que vi antes, llamado Dal Fabbro, sería un lugar perfecto para

llevarla. Una cortina púrpura de terciopelo cubría la entrada principal, por lo que su

interior parece muy romántico. Me río de la idea de que ella en realidad me

perdone, y que pueda compartir esto con ella. La próxima vez que vea a Sophie,

probablemente me dará una patada en las bolas.

Page 115: Please don't go (2)

115

Llegando al final del parque, mis ojos escanean la señal para asegurarme de

que estoy en el lugar correcto. El cartel entra lentamente en foco. Lo único que

queda por hacer es caminar por lo que parecen un centenar de escaleras, hasta la

dirección que el ordenador me dio. Número uno, Charitas Bischoff, Treppe.

Minutos más tarde, mi dedo rápidamente presiona el botón marcado como

Ein y Hasse, antes de acobardarme. Lo hice sin pensar siquiera en lo que quiero

decir, o cómo lo diré. Corrí a través de varias posibilidades cuando me desperté,

pero todas las palabras se han esfumado ahora. A pesar de los nervios que por

supuesto me atraviesan, sigo de pie allí respirando profundamente. Tengo que hacer

esto para poder seguir adelante. Nadie contesta el botón numérico que presioné. Así

que presiono el siguiente botón, y espero. Todavía no hay respuesta. Sólo hay un

botón en la izquierda, marcado con Martin, así que lo presiono. Segundos después,

una pequeña voz cruje a través del pequeño altavoz exterior.

―Hallo2 ―grita la voz.

―Disculpe. ¿Sprechen Sie Englisch?3 ―digo en el pequeño cuadro negro.

―¡Ja4, Ja! Un momento ―contesta la voz.

Una mujer de la edad de mi madre abre la puerta. Tiene el cabello largo y

rubio, y es muy alta para ser mujer. Esas dos cosas son las únicas cosas en las que

me puedo enfocar.

―¿Puedo ayudarte?

Me aclaro la garganta.

―Espero que sí. Estoy buscando a un hombre. Se llama Dirk Hasse. Creo que

él vive aquí ―hablo despacio para que ella me entienda.

―¡Ja! Solía. Herr Hasse se trasladó con su familia ―responde, y luego

comienza a cerrar la puerta.

2 Hallo: “Hola” en Alemán.

3 Sprechen Sie Englisch: “¿Habla inglés?” En Alemán. 4 Ja: “Sí” en Alemán.

Page 116: Please don't go (2)

116

Esto no puede estar pasando. Ahora no. No después de haber llegado tan

lejos. Me aclaro la garganta otra vez, poniendo el pie hacia fuera para evitar que la

puerta se cierre.

―¿Sabe dónde está?

―Se fue hace varios meses, pero creo que ha sido enviado a Nueva York por

un corto tiempo. Su esposa y sus hijos siguen viviendo aquí. Bueno, no aquí. Han

ido a vivir a Berlín con la familia de Zara hasta que él vuelva. ¿Puedo preguntar

quién eres?

Mi cabeza se hunde en derrota.

―Sólo un amigo de la familia. ¿Usted ha dicho, esposa e hijos... en Berlín?

¿Puedes decirme dónde exactamente?

―¿Quién eres, hijo mío?

Puedo decir que no voy a obtener las respuestas que necesito, así que le doy

las gracias antes de continuar. Pensamientos de saltar al próximo tren a Berlín

comienzan a arrastrarse a través, pero los empujo de nuevo hacia abajo. Ni siquiera

está en el maldito país. De todos los estados y lugares, está en Nueva York. Dios.

Está, sin duda, jodiendo conmigo ahora.

El Marriott era caro, así que una vez de vuelta al hotel, me conecto en línea

para reservar un vuelo fuera de aquí. El ir a Berlín sería inútil, por lo que en lugar de

eso me centraré en los lugares donde me gustaría pasar el tiempo. El más barato

vuelo en Ryanair es al día siguiente. No he estado en Irlanda desde hace mucho

tiempo, y me recuerda a Pete, así que lo reservo. Uno de sus bandas favoritas es de

ahí, y de alguna manera siento que los quince euros del billete de ida hará que me

sienta cerca de él. Anhelo una buena pinta de Guinness de todos modos, así que, me

considero afortunado de haber reservado un vuelo por tan poco dinero. Además,

odié perderme el concierto de los tres en febrero.

Page 117: Please don't go (2)

117

Capítulo 19 Peter

Traducido por nnancyc

Corregido por Laurence15

as‖escuchado‖algo‖de‖él?‖―me‖pregunta‖Sophie‖por‖al‖menos‖

enésima vez hoy.

Mis ojos se lanzan a la tele.

―No,‖ no‖ he‖ escuchado.‖ ―Han‖ sido‖ dos‖ días‖ desde‖ que‖ él‖ se‖ fue‖ a‖

dondequiera que se fue. Mi móvil suena, así que salgo al balcón‖a‖contestar―.‖¿Sí,‖

mam{?‖―contesto.

―Acabo‖de‖venir‖de‖traer‖a‖la‖tía‖Colleen‖a‖casa‖conmigo.‖Pensé‖que‖estarías‖

interesado en saber quién la visitó el otro día.

Ya sé de quién está hablando, pero sigo el juego.

―¿Era‖Ethan?

―Efectivamente.‖ Estaba‖ haciendo toda clase de preguntas sobre su padre

biológico.

―¿Qué‖le‖dijo‖ella?

―La‖verdad,‖Peter‖―contesta‖mi‖mam{.

―Estaré‖por‖ahí‖dentro‖de‖una‖hora.‖Necesito‖hablar‖con‖la‖tía‖Colleen.

―No‖creo‖que‖sea‖una‖buena‖idea,‖amor.

Sin importar que piense ella o alguien más, corto. Antes de realmente pensar

en ello, ya estoy creyendo que puedo salvar a Ethan, otra vez. ¿Por qué no pensé en

esto antes? Lo hice una vez, puedo hacerlo de nuevo.

Mis manos golpean la puerta de la habitación de Ethan.

―Soph,‖vamos.‖Sé dónde‖est{‖―grito.

―¿H

Page 118: Please don't go (2)

118

Sophie abre de un tirón la puerta, sus ojos están todavía rojos e hinchados.

―¿Dónde‖est{?

―No‖estoy‖cien‖por‖ciento‖seguro,‖pero‖creo‖que‖se‖fue‖a‖encontrar‖a‖su‖pap{.

―¿Alemania?

―Seh,‖se‖fue‖a‖buscar‖a‖su‖verdadero‖padre.‖Sólo‖tenemos que conseguir los

detalles de mi tía Colleen primero.

Se apresura tras de mí, una vez que el taxi se detiene en frente de nosotros,

brinca adentro. Suelto la dirección de mi madre, luego me relajo por primera vez en

casi cuarenta y ocho horas.

Una vez adentro, arrastro a Sophie a la sala. Mi madre está esperando por

nosotros dándole sorbos a su té como si nada estuviera pasando.

―Ella‖est{‖en‖la‖habitación‖de‖invitados.‖Tranquilo,‖Peter.

La tía Colleen no luce bien, pero no luce horrible tampoco. Sus ojos se posan

en Sophie cuando entramos.

―Me‖estaba‖preguntando‖¿cu{ndo‖vendrían?

―¿Estabas‖esper{ndonos?‖―pregunto.

Sus ojos dejan a Sophie y vienen a mí.

―Por‖supuesto,‖Peter.‖¿Cu{ndo‖has‖dejado,‖alguna‖vez,‖a‖Ethan‖descubrir‖las‖

cosas por su cuenta?

Estoy furioso con ella por siempre dejarme a mí arreglar a su hijo.

Todo esto es su culpa. Suspiro. La verdad es que estoy haciendo esto por

Ethan, no por ella. No importa qué, lo amo como un hermano.

―¿Qué‖le‖dijiste?

Se recuesta, rodando los ojos.

―¿Qué,‖ ni‖ siquiera‖ vas‖ a‖decir‖ que‖ est{s‖ contento‖porque‖ estoy‖haciéndolo‖

bien?‖ ―Permanezco‖ fijo‖ en‖ el‖ lugar,‖ cuando‖ continúa―:‖ Le‖ conté‖ donde vivió.

Probablemente ya está ahí.

Page 119: Please don't go (2)

119

Casi olvidé que Sophie está aquí, cuando se mete.

―¿Dónde‖exactamente‖es‖allí?

Mi tía analiza a Sophie por un segundo luego dice:

―Te‖ama,‖sabes.‖No‖le‖hagas‖pagar‖por‖esto.‖Fíjate‖en‖lo‖que‖digo,‖regresar{‖

por ti.

Sophie sacude la cabeza suavemente.

―Sólo‖quiero‖encontrarlo.

―Hamburgo,‖Alemania.‖Est{‖ahí.‖El‖nombre‖que‖ tienen‖que‖buscar‖es‖Dirk‖

Hasse.‖ Estoy‖ segura‖que‖ fue‖ a‖ buscarlo‖―contesta‖ r{pidamente,‖ pero‖ suavemente‖

agrega―:‖Eso‖es‖todo‖lo‖que‖sé.

Sophie y yo intercambiamos una breve, pero cómplice mirada. Supongo que

vamos a un viaje por carretera.

Page 120: Please don't go (2)

120

Capítulo 20 Sophie

Traducido por Sweet Nemesis

Corregido por Nanis

na de las únicas razones por las que no me he decidido a rendirme

con Ethan, es por el dolor que tan obviamente tiene en su interior.

La mirada en sus ojos antes de irse, es algo que nunca antes había

visto. Se veía tan roto, tan devastado. La segunda razón, es porque después de leer

su carta, sé que aún me ama.

El shock de que me dejara atrás aún corre dentro de mi cabeza haciéndome

sentir enojada, pero estoy determinada a encontrarlo y ayudarlo, ya sea que me

quiera o no. Tal vez si la carta hubiera sido cruel, o si me hubiera dicho que ya no

me amaba, no estaría tras él. Estaría de regreso en ese 757 a Nueva York. Pero sí me

ama. Sólo que no lo sabe justo ahora.

La única cosa de la que estoy segura es del amor que siento por él. Y, en estos

momentos, eso es más que suficiente para mí. Puedo amar lo suficiente por ambos.

De ninguna manera lo voy a dejar ir sin pelear.

Sentada en el aeropuerto, comienzo a pensar en mis padres. De veras que van

a matarme cuando, y si, descubren que estoy vagando por Europa. Ellos creen que

estoy a salvo en Londres, estudiando, bebiendo té y mirando los soñadores ojos de

mi novio. ¿Quién hubiera pensado que terminaría así?

Ni siquiera sé que pensar sobre todo. Mi padre dudaba ligeramente sobre

enviarme, pero la tía Anna y mi mamá lo convencieron que ella estaría cuidándome

como un águila. La tía Anna nunca ha cuidado a nadie como un águila, lo cual estoy

bastante segura mi padre sabe, pero no lo cuestionó. Quiero decir, Peter ha estado

saliendo a pubs desde antes de alcanzar los diecisiete y nunca lo detuvo.

U

Page 121: Please don't go (2)

121

―Ya deja de moverte, Sophie.‖Me‖ est{s‖ volviendo‖ loco‖―resopla Pete, sin

siquiera mirarme.

Mis ojos bajan hacia mis piernas que no pueden dejar de rebotar. Paso mis

manos sobre ella para detenerlas pero no funciona, así que me paro. Mis nervios

están tan crispados, que comienzo a tronarme los dedos hasta que nuestro vuelo

finalmente es llamado. Por fortuna, aunque fue a último minuto, fuimos capaces de

conseguir un vuelo barato agarrando los últimos dos asientos a un vuelo a una

ciudad cercana a Hamburg.

Peter continua estudiando el mapa del lugar al que vamos y la guía de viaje

de Alemania, mientras yo guardo nuestros pequeños bolsos en un compartimiento

superior. Me desplomo junto a él, y me da una pequeña sonrisa, pero no parece

genuina. Se ve preocupado ahora, lo cual me preocupa a mí.

―¿De verdad crees que lo encontraremos, Peter?

Se muerde el labio inferior, pretendiendo leer su guía.

―No lo sé, Soph. Simplemente no lo sé. ―Mientras el avión se aleja de las

puertas, su mano envuelve la mía―. Mira Soph, incluso si lo encontramos sabes que

estará enojado como el infierno porque vayas tras él. Así que, no esperes un enorme

abrazo, o que te ruegue que lo perdones. Ethan no funciona de esa manera, puede

ser bastante ermitaño cuando quiere. Es como funciona.

Me trago el bulto que se forma en mi garganta.

―Sí, lo sé.

Mi cabeza cae para evitar mirar directamente a los ojos de Peter. Quiero

correr hacia la parte trasera del avión, esconderme en el baño y llorar. Pero la señal

de cinturón puesto aún sigue encendida.

Hemos revisado toda la información que encontramos sobre Dirk Hasse en

Hamburg. Afortunadamente, después de googlear algunas cosas que la tía Colleen

nos dijo, somos capaces de reducirlo a un pequeño pueblo en las afueras de la

cuidad. Parte de mí se pregunta si siquiera vino él aquí, y si lo hizo, debe tener una

ventaja de al menos veinticuatro horas.

Page 122: Please don't go (2)

122

¿Seguirá aún ahí? ¿Lo encontró? ¿Estarán recuperando los años perdidos? ¿Por qué

me dejó? ¿No lo hacía lo suficientemente feliz?

Sólo pensar en él me desespera, y antes de saberlo las compuertas se han

abierto. Estoy a punto de volverme loca dentro del avión. Peter me envuelve en sus

brazos.

―No te preocupes, Sophie. Lo encontraremos. ―Rápidamente me aprieta mi

mano antes de sonreírme.

Parte de mis preocupaciones es que lo encontremos y me rechace de nuevo.

No estando segura de si podré manejar eso, me vuelvo a Peter.

―Tal vez estamos haciendo mal. Tal vez necesite hacer esto solo. Deberíamos

volver‖―digo, el pánico de pronto sobrepasándome.

Peter no dice nada al principio. Estudia mi cara, antes de inclinarse y besar mi

frente.

―No puedo regresar. Si quieres, te conseguiré una habitación de hotel y

podrás esconderte ahí. Eso estará bien, pero no puedo volver. No aún.

―Pero…‖―sollozo.

Sus manos empujan mi rizado cabello detrás de mis orejas, antes de levantar

mi barbilla para que lo mire.

―Si no está ahí, y no lo encontramos, te prometo que podremos regresar.

―De acuerdo.

Una vez en la ciudad, nos alquilamos un cuarto por la noche. No me quedo

en el hotel como había planeado. No puedo. Peter intenta enseñarme cosas para que

note la belleza de la ciudad, pero enfocarme más en antiguos edificios en vez de en

Ethan no funciona.

Metiéndome en el taxi, Peter le pasa un papel con la dirección que creemos es

donde vive su padre. El hombre gruñe, activa el medidor y sale de la acera

abruptamente, mientras escuchamos música que parece yoguel

―¿Qué vamos a hacer‖cuando‖lleguemos?‖―pregunto.

Page 123: Please don't go (2)

123

―Tienes‖ su‖ foto,‖ ¿cierto?‖―Asiento―. Le mostraremos la foto de Ethan a

quien sea que nos conteste la puerta. Preguntaremos si ha estado ahí, o algo por el

estilo ―responde indiferentemente, como si hubiera estado haciendo esto por años.

O, tal vez, sólo ha mirado demasiados dramas policiales.

Miro por la ventana durante un rato, observando las casas y las señales de las

calles mientras pasamos.

―No puedo creer que estemos haciendo esto. Estamos locos, lo sabes ¿cierto?

Peter se pasa ambas manos por el cabello, como si quisiera arrancárselo.

Tengo que admitirlo, ha tenido mejores días.

―Hay‖dos‖cosas‖que‖sé,‖Sophie.‖―Se detiene hasta estar seguro de que tiene

mi‖total‖atención―. Haría lo que fuera por él, y haré lo que sea por ti. Es por esto

que hago esto. Podrá parecerte loco, pero él es el único hermano que tengo.

La última parte sale como un susurro.

―Él no es tu hermano.

Sacude la cabeza.

―Lo es de la manea que cuenta. Podremos no tener los mismos padres, pero

confía en mí cuando te digo que nos sentimos igual el uno por el otro.

―Lo siento. No quería sonar tan cruel. Sé lo mucho que se quieren el uno al

otro. Sólo estoy molesta.

El taxi comienza a frenar hacia una rotonda en la pequeña ciudad, y entonces

desciende por un estrecho callejón.

―Está bien.

Varios segundos después, el conductor se detiene frente a lo que parece un

pequeño estacionamiento, y nos dice cuánto le debemos. Peter saca veinte euros de

su billetera, y se los entrega.

―¿Es‖aquí?‖―pregunta, mirando alrededor. El conductor señala hacia unas

escalinatas antes de irse dejándonos atrás.

—¡Genial! ¿Y ahora cómo haremos para regresar?

Page 124: Please don't go (2)

124

Peter estudia las notas que ha escrito en los márgenes de su guía de viaje.

―Hay‖una‖estación‖de‖ tren‖a‖m{s o menos un kilómetro. Podemos tomarlo

para regresar.

―Mi Dios, esos son un montón de escalones. ¿Te imaginas tener que escalar

esto todos los días?

Justo cuando lo digo, una joven pareja aparece a la vista, caminando por las

escaleras hacia donde estamos sosteniéndose las manos. Cuando comienzan a pasar

frente a nosotros, exclamo:

―Disculpe, ¿hablan inglés?

Se miran el uno al otro antes de que el hombre ruede los ojos y diga.

―Seh.

―¿Nos podría decir si estamos‖en‖el‖lugar‖correcto?‖―digo, antes de quitarle

el papel a Peter y mostrárselo.

―Ah, sí. Ve hasta la mitad, casi al fondo. Ese edificio estará del lado derecho.

Busca‖ un‖ techo‖ verde‖ o‖ naranja‖―dice riendo mientras su voz se espesa con un

pesado acento alemán. ¿Se supone que es gracioso?

Peter y yo buscamos entre varios techos, y nos damos cuenta

instantáneamente lo que la broma significa. Todos los techos son naranjas o verdes.

Le señalo hacia adelante.

―Vamos, bajemos.

Continuamos bajando unos cientos de escalones más que nos llevan hacia

una pequeña calle abajo. Ni siquiera puedo imaginarme a alguien pasando por una

ruta tan estrecha.

Hay un cartel que dice Charitas-Bischoff-Treppe, así que sabemos que

estamos en el lugar indicado.

―Nos‖ hemos‖ pasado.‖ ―Peter toma mi mano, llevándome unos escalones

más arriba. Estudiamos los‖números‖de‖cada‖casa―. Creo que es esta. Ese tipo dijo

que era una casa blanca. ―Se encoge de hombros.

Page 125: Please don't go (2)

125

Mi mano tentativamente toca el timbre, junto al que dice Ein with Hasse.

Nada.

Así que llamamos a otro marcado como Martin. Esperamos hasta que

finalmente oímos algo. La puerta zumba de nuevo, mientras Peter rápidamente la

alcanza para abrirla.

―Hallo‖―grita una voz.

Miramos hacia arriba para encontrar más escaleras que subir.

―Hola‖―grita en respuesta.

En la cima de las escaleras, hay una mujer que nos mira. Peter avanza, pero

yo me quedo atrás. Murmura algo en alemán que ninguno de los dos entiende. Peter

baja de nuevo, llevándome con él.

―¿Inglés?‖―pregunta.

―Ja ―responde pareciendo frustrada de que no hablemos alemán.

―Um, es posible que un amigo nuestro haya estado buscando a alguien

recientemente. Un hombre llamado Dirk Hasse.

Saco la fotografía de mi bolso, mirándola y recordando el día en que fue

tomada. Cuidadosamente se la paso a la mujer.

―Ja. Estuvo aquí el otro día. Les diré lo mismo que le dije a él. Herr Hasse se

mudó. Su familia vive en Berlín ahora. Al menos eso escuché. Pero eso fue hace un

tiempo. En cuento a Herr Hasse, se mudó a Nueva York.

―¿Dijo nuestro‖amigo‖adónde‖iría‖ahora?‖―pregunto esperanzada.

―No,‖no‖lo‖hizo‖―dice devolviéndome la foto y cerrando la puerta.

¡Berlín! ¡Nueva York! ¿Cómo en el mundo voy a encontrarlo?

Regresamos hacia el U-Bahn para que nos lleve de regreso a la ciudad.

Sentados lados a lado, mientras los pueblos pasan ante nosotros, no murmuramos ni

una palabra. No quiero hacer esto.

―Quiero ir a casa, Peter. No iré a Berlín.

Page 126: Please don't go (2)

126

Estoy segura de mi decisión. No es que no quiera encontrar a Ethan, es solo

que parece inútil seguir la búsqueda. Podría estar en cualquier parte, y yo tengo

escuela. Asiente, pero se mantiene callado. Casi puedo ver cómo giran las ruedas en

su cabeza mientras sigue mirando por la ventana.

Más tarde, Peter se lleva su celular al baño cuando cree que no estoy

mirando. Silenciosamente, descanso mi cabeza contra la puerta para escuchar,

aunque sé que quiere privacidad.

―Ethan, sé que no me contestarás, pero por favor llámame. Estamos en

Alemania, buscándote. Por favor, sólo llámame.

Un mensaje, tiene que revisar sus mensajes.

Regreso a la cama justo antes de que Peter abra la puerta y dejo escapar un

pesado suspiro.

―De acuerdo, Soph. Este es el trato. Te llevaré de regreso a Londres, y luego

volveré a Alemania para buscarlo.

Salto fuera de mi cama.

―¿Qué? ¿Estás loco? Nunca lo vas a encontrar, ni siquiera sabes dónde

buscar esta vez. Berlín es demasiado grande y no tienes‖un‖nombre…‖nada.

Teníamos un apellido, pero se había mudado a Nueva York por negocios. No

tengo idea de cómo buscar a su familia. Pero, tal vez regresar a casa me dará

suficiente tiempo para intentar que desista.

―Ya lo decidí. Estoy seguro que tiene que haber un Dirk Hasse en Berlín.

Me hundo en mi cama, escondiendo mi cara en una almohada para ocultar

mis lágrimas.

―¿Te das cuenta de que tal vez nunca lo veamos de nuevo?‖―murmuro.

Peter se aleja hacia la ventana, pero me responde.

―Regresar{…‖eventualmente.

Page 127: Please don't go (2)

127

Capítulo 21 Ethan

Traducción SOS por Soñadora

Corregido por Nanis

rlanda, en abril, es impresionante. He estado fuera por poco más de

cuatro semanas. He borrado lo que parecen miles de mensajes de mi

familia y Sophie. Sin embargo, no puedo convencerme de borrar uno de

los de ella, en el que me dice que aún me ama y sólo quiere que vuelva a casa. Luego

me estremezco recordando el que me dejó la semana pasada. Escucharla llorar y

gritar en el móvil que terminó conmigo, me destrozó el corazón. Me lo merezco.

Aunque ha sido todo mi culpa, aún me hace sentir como el infierno.

Finalmente, pulsar el botón de borrado fue mucho más difícil de lo que hubiera

imaginado. El dolor en su voz casi me hizo repensar mi decisión, pero no estoy listo

para lidiar con mis seres queridos aún. Sophie, desafortunadamente, ha sido

atrapada en la línea de fuego, herida por mi forma infortunada de lidiar con los

problemas. Es tarde, pero el sol aún brilla incluso a las diez de la noche en

primavera. Siempre he amado eso.

Sé que no tengo a nadie a quien culpar por mi propia soledad, excepto a mí.

La cama está hecha, como dicen, y estoy listo para recostarme en ella. Aunque ha

pasado más de una semana desde su último mensaje donde oficialmente terminó

todo, aún me encuentro sacudiéndome el dolor de dentro de mi cabeza.

Perderme en bebidas estas últimas semanas ha sido lo único que me ayudó a

atravesarlas. Los botones de mi móvil apenas son visibles de lo usados que están.

He oído su voz una y otra vez rogándome que vuelva a casa, su voz diciéndome lo

mucho que me ama. Este es el único medio por el que puedo dormir, pretender que

aún está a mi lado.

Y, cuando mis ojos finalmente se cierran a la noche, sus ojos son la única cosa

que veo. Extraño el modo en que se encendían cuando me veía, o la forma en que su

I

Page 128: Please don't go (2)

128

boca sabía cuando me besaba. Extraño cada detalle sobre ella. Es difícil imaginarla

lejos de mí ahora, o más adelante en la vida. Alejarme de ella, o cualquiera de ellos

fue tan difícil que ahora encuentro casi imposible pelear por volver. Ni siquiera

estoy seguro de querer eso. Están mejor sin mí.

Estoy acostado despierto sin querer moverme. Una tormenta ha comenzado,

truenos tan fuertes que comienzan a molestarme. Rayos de luz aparecen de la nada.

Me inclino para cerrar la cortina cerca de mi cama para bloquear los rayos de afuera.

He rentado una pequeña habitación sobre un pub en Galway, un lugar para

llamar mi hogar por ahora. Bueno, por una semana más hasta que deba decidir si

debo avanzar o no. Mi mano temblorosa agarra el teléfono en la mesita de luz. No

me atrevo a llamarla de mi móvil. Sabrá que soy yo. Dudoso, golpeo los botones

para llamar a Sophie porque algunas noches siento que me volveré loco sin ella.

Espero varios segundos, y cuando estoy por colgar la escucho decir:

―¿Hola?‖―responde―. ¿Hay alguien allí?

Puedo oírla, pero el dolor en mi pecho empeora mientras continuo oyéndola

respirar. Sé que tengo medio segundo antes de que cuelgue a esta locura.

―Ethan, ¿eres tú? ―pregunta en un susurro, casi con miedo a preguntar,

pero con esperanza en su voz.

Sigo en silencio, mis ojos cerrados, sólo oyéndola respirar. Cuando finalmente

me abofeteo a la realidad para responderle, es por el tono de su móvil colgándome.

Ella sabía que era yo.

Despertarme solo es muy difícil. Aunque la mañana debe llegar, salir de la

cama a nadie aún me golpea tan duro como el día anterior. Peter y Sophie no han

tratado de llamarme por casi dos semanas. Asumo que han abandonado la

esperanza. He oído de mi mamá varias veces, quien me dice que le está yendo

genial, y que no me preocupe. Al menos eso es lo que me deja en los mensajes,

Page 129: Please don't go (2)

129

porque no le contesto. Puedo oírla tratando de sonar valiente, no triste y

desesperada porque vuelva a casa, entendiendo que sólo tengo que hacer esto a mi

manera. Me entiende. Siempre lo ha hecho. Quizás por eso nunca me lo dijo. Sabía

que reaccionaría así. Pero realmente, ¿de qué otra forma reaccionaría alguien

cuando descubre algo tan revelador? Mi padre, mi mejor amigo, nunca fue quien

dijo ser. Y, ni siquiera puedo confrontarlo para saber qué sintió. Quién sabe, quizás

no le importaba que no fuera de su sangre, quizás amarme fue suficiente.

Mi madre también me mantiene al tanto del asunto de Sophie y Pete en estos

mensajitos. Me siento horrible por hacer que Sophie atraviese tanto dolor, pero

aparentemente está mejorando. Sé que no esperará mucho más para que yo resuelva

mis problemas. Suponiendo, me miento a mí mismo, que estoy mejor solo. Estoy seguro

de que está mejor sin mí y toda mi mierda.

Me encuentro mirando a un vaso vacío de nuevo esta noche. Las chicas me

conocen bien en el bar de abajo, dado que lo visito a diario. Estoy seguro de que

Henry no había pretendido que mi dinero se fuera en alcohol, pero bueno, seguro

nunca pretendió morir. Incluso me dejan servirme a mí mismo, dado que confían

que pagaré todo lo que tome. Beber, aunque sé que tengo que parar, o al menos

desacelerar, me ayuda a adormecerme lo suficiente para pasar el dolor de haber

perdido tanto, tan rápidamente. No encontrar a mi padre verdadero, perder a

Henry, el único papá que conocí, dejar ir a Sophie y Pete, mi madre y su cáncer, esto

detiene el dolor momentáneamente. La auto medicación es dolorosamente difícil y

solitaria.

No estoy prestando atención a nadie a mi alrededor, pero la sensación de una

mano pequeña recorre mi espalda. Sé quién es incluso antes de voltearme. La chica

americana, Brooke, que está de mochilera por Europa con sus amigas.

―Creí‖que‖ te‖habías‖ ido‖―le digo, apenas mirándola. Esperaba hubiera sido

una mejor palabra, pero no me atrevo.

―También creí eso. Pero luego pensé que me arrepentiría de no probarlo esta

vez.‖―Antes de entender de qué está hablando, sus labios chocan con los míos.

Tenía cerveza en mi boca, e inmediatamente baja por mi garganta, casi ahogándome.

La calidez de sus labios se siente tan bien, que reprimo la tos. No la quiero, pero la

Page 130: Please don't go (2)

130

necesito. El deseo de sostener a alguien, de sentir los brazos de alguien a mi

alrededor se apodera de mí.

Antes de permitirme pensarlo, y golpearme por ello, la empujo afuera a mi

pequeño departamento. Ella se abre la camisa de un jalón, los botones saltando

cuando nos acercamos a las escaleras, tirándola a un lado. Mi camisa sale después, y

antes de darme cuenta estoy tendido medio desnudo en mi sillón, junto a alguien a

quien sólo conocí hace unos días.

Pero, el modo en que habla cuando cierro mis ojos, es casi como tener a

Sophie conmigo. Continúo comparándola mentalmente con Sophie, pero no lo

logro. Me encanta ese acento americano, la voz suave y femenina que lo lleva.

Mientras sus dedos bajan por mi pecho, luego bajan más, desabrochando mi

cinturón, sé que la perfección no vendrá esta noche, porque Sophie no está aquí,

Brooke sí. Y, por ahora, ella bastará.

Quiero hacer lo correcto y decirle que se vaya, que no soy bueno, que mi

corazón está muerto. Pero parece que no puedo encontrar la energía ni las palabras.

Necesito este momento para olvidarlo todo, y a todos los que me persiguen en mis

sueños.

Incluso Sophie.

Necesito dejarla ir. Así que, no empujo a Brooke, aunque mi corazón y mi

cabeza me estén gritando que lo haga. La dejo entrar, y me odio por ello, incluso

mientras nuestros labios se buscan en la oscuridad, sé que me arrepentiré de esto

mañana.

La mañana siguiente amanezco solo. Brooke se ha ido, pero una nota en una

servilleta me dice que me encontrará algún día en Londres.

Page 131: Please don't go (2)

131

Mi primer pensamiento es cambiar mi número de móvil, para que no me

encuentre, pero eso no funcionará. No porque quiero que Brooke me encuentre, sino

porque es la única manera de que mi familia o Sophie lo hagan.

Egoístamente, aún los necesito, y los amo, pero aún no he sido capaz de subir

al avión o al ferri para empujar mi trasero de vuelta allí.

Mientras me miro en el espejo esta mañana, tengo que ver dos veces para ver

qué en mi reflejo me molesta. Líneas rojas en mis ojos brillan con culpa, mezclado

con amargura y tristeza me miran de nuevo. Mis ojos, mi mente, mi cuerpo, todos

ansían a Sophie.

Danny, el encargado del bar, me mira entrar y me saluda. He estado

caminando por las calles desde las seis de la mañana. Otra noche sin sueño, incapaz

de aclarar mi cabeza. Esta vez es diferente por lo que pasó con Brooke. Siento que

engañé a Sophie.

―¿Lo‖de‖siempre?‖―Asiento. Mi usual es un tradicional desayuno irlandés;

huevos, tomates fritos, frijoles, algo de tostadas y una taza de té caliente. Pone el

plato frente‖a‖mí‖diez‖minutos‖después―. Así que, ¿oí que quizás habrás terminado

con nosotros esta semana?

―Quiz{s.‖No‖lo‖sé‖―admito.

―¿Por qué simplemente no vuelves? Encuentra a la chica. ¿Cómo se llamaba?

―Sophie‖―mascullo.

―Eso, Sophie. Ve a casa, Ethan. Te digo que debes hacerlo.

Sacudo mi cabeza, pensando en lo que hice anoche. Finjo una sonrisa.

―No puedo. No después de anoche. Nunca me perdonará.

Page 132: Please don't go (2)

132

―¿Por la americana de anoche? ¿Por qué le dirías? No necesita saberlo. Todos

tenemos nuestras debilidades.‖―Él se detiene a limpiar la barra, pero me mira de

vuelta―. Debo decir, ella se veía, no sé…‖no‖realmente‖tu‖tipo.

―Honestamente, no lo era. Sin embargo, un cuerpo cálido fue un buen

cambio.‖―Mi boca está llena de frijoles cuando levanto mi vista para preguntarle―:‖

¿Crees que tu padre me dejará pagarle semanal en lugar de mensualmente?

Se encoje de hombros antes de poner té en su propia taza.

―Hablaré bien de ti con él.

Que Danny haya sido mi amigo por los últimos meses tiene sus beneficios.

Persuade a su padre para que me deje quedarme como huésped semanal. No estoy

listo para enfrentarlos a todos, así que decido quedarme un poco más. Al menos,

hasta saber que Sophie está de vuelta en Estados Unidos, lo que debería suceder en

cualquier semana de estas. No es que no quiera verla, sí quiero, pero verla y saber

que no es mía probablemente me matará, así que esperar parece la mejor respuesta.

Oír de mi madre una vez por semana ha sido mi único contacto real con mi

vida en Londres. Sólo le respondí una vez, para asegurarme que estaba sanando

bien de su cirugía. Me aseguró que lo está. También me puso al día con Sophie, y

cómo sale ocasionalmente con amigos de su escuela. Me alegra que sea capaz de

seguir adelante y olvidarse de mí. Además, si alguna vez se entera de mi aventura

de una noche, nunca me hablará de nuevo.

Page 133: Please don't go (2)

133

Capítulo 22 Sophie

Traducido por Merlu

Corregido por Nanis

an pasado casi dos meses desde la última vez que vi a Ethan. He

perdido peso debido a mi falta de apetito, lo cual es el indicio para

volver locos a todos. Incluyendo a mi madre, quien viene a

visitarme durante esas dos solitarias semanas. Ella y Austen vienen en Pascua para

pasar tiempo conmigo y sus mejores amigos, pero secretamente pienso que tía Anna

debe haberles rogado que vinieran a darme un vistazo.

Mi mamá me mira de cerca durante cada comida, no sólo para asegurarse que

coma, sino que tampoco lo vomite. Todos están comenzando a creer que he

desarrollado alguna clase de desorden alimenticio, incluso Peter está preocupado.

No‖tengo‖ningún‖desorden…‖bueno,‖uno‖mental‖tal‖vez.‖

La depresión no es para nada divertida. Perder a quien tan desesperadamente

amo, me hace sentir como que no puedo comer ni respirar. Ni siquiera sé si está

bien. Dios, espero que lo esté.

Estaba segura que mi último y definitivo mensaje diciéndole que habíamos

terminado, ameritaría alguna llamada en respuesta, pero ninguna llegó. Y fue

entonces que me di cuenta que jamás lo haría; para él, todo se había terminado en el

momento en que salió del apartamento de Peter. Todo eso me hace cuestionarme

cada pequeña cosa sobre el tiempo que pasamos juntos. ¿Fui sólo yo? No, él también

estaba enamorado. ¿Cómo demonios podía hacerme esto a mí?

Parte de mí se siente como que ya he atravesado la mayoría de las etapas del

rompimiento. Primero, me sentí vacía, luego sentí enojo y ahora he caído en algún

punto del abandono. Había dejado de salir y ya no hago planes con nadie, ni

siquiera con Peter. Mis días los paso en la escuela, y sólo la escuela, porque si no

estudio lo suficientemente duro no me graduaré en junio con el resto de mi clase.

H

Page 134: Please don't go (2)

134

La escuela terminará en un par de semanas, y estaré de regreso en casa. Creo.

Parte de mí quiere quedarse durante el verano para ver si él regresa a casa, pero mi

lado sensible me dice que ya no me ama y que debería seguir adelante. Ni siquiera

sé por qué creo que aún podría importarle. No espero que lo haga.

Durante la noche, cuando la casa está en silencio lloro bajito hasta dormirme,

preguntándome qué podría haber hecho distinto. Preguntándome si él estará allí

afuera. ¿Qué está haciendo? ¿Está con alguien nuevo? ¿Debería seguir adelante?

¿Puedo seguir adelante? Hasta que eventualmente las lágrimas se secan y el sueño

me vence. Es la misma aburrida rutina cada noche.

Solamente hago una amiga en todo el tiempo que paso en Londres. Ella es

una estudiante de intercambio, igual que yo, pero de Francia. Su nombre es Agathe.

Tiene que ser pronunciado como A-get. Hemos armado planes para hacer algo de

turismo juntas, incluso en contra de mi mejor juicio; lo he hecho para guardar las

apariencias. Tía Anna vigila cada movimiento mío, y le reporta a mi madre qué tal

lo estoy haciendo. Así que acuerdo ir al Ojo de Londres y al Palacio de Buckingham,

aunque ya los he visto cientos de veces. Agathe es una menuda morena con enormes

ojos marrones que me recuerdan a un venado, y tiene la personalidad más

efervescente desde que Val se fue. Lo cual honestamente, es bastante lindo.

Estamos sentadas en la parte más alta del Ojo de Londres, mirando hacia

abajo a la gente en la calle. El Big Ben se encuentra hacia uno de nuestros lados,

irguiéndose en toda su grandeza.

Siempre había amado ese enorme y viejo reloj.

―Entonces, ¿volverás a casa‖cuando‖termine‖la‖escuela?‖―pregunta Agathe.

Me apoyo contra el cristal, dejando que mi frente se presione contra este para

mirar el río.

―No, he decidido quedarme un poco más. ¿Tú?

―Me voy el último día de clases. Mis padres me quieren en casa.

―Sólo‖estoy‖esperando‖para‖ver‖―admito.

―Sophie, Ethan no va a volver.

Page 135: Please don't go (2)

135

La rueda gira, llevándonos directo hacia el fondo.

―Podría hacerlo.

―Olvidémonos un rato de esta tortuosa mierda, y vayamos a algún pub.

Habrán montones de chicos lindos ahí.

Así que eso es lo que hacemos. Tomamos un taxi justo hasta fuera del Estadio

Emirates para encontrar un pub atestado de chicos. Ir adentro se siente como entrar

a una carnicería cuando algunos se voltean para vernos. Aunque la mayoría de los

ojos están clavados en el partido, y en los televisores dispersos por allí, un par se

desvían en nuestra dirección.

Afortunadamente, estoy usando un ancho pañuelo de seda alrededor de mis

hombros, de lo contrario podríamos no haber podido pasar a los gorilas

custodiando la puerta sin mostrar alguna clase de color de Arsenal.

―Pediré‖ sidra‖―me grita Agathe cuando me deja en una esquina. Mis ojos

viajan por el lugar, antes de detenerse en un par de chicos en la otra esquina. Uno de

ellos, un chico con ondulado cabello rubio sosteniendo su vaso de bebida, me sonríe.

Le doy un pequeño saludo incómodo.

Agathe regresa unos minutos después y me pasa mi trago.

Tomar no es algo muy típico de mí, pero es lo que hago. Cuando una

pequeña gota de sidra se chorrea por mi barbilla me río. De pronto, el rubio con

cabello rizado se encuentra junto a mí con una servilleta en su mano.

―Podrías querer bajar un poco el ritmo.

Mis ojos encuentran los de Agathe, pero solo me da esa mirada que las chicas

tienen que quiere decir “est{s‖por‖tu‖cuenta”.

Sus manos se extienden y limpia la sidra de mi rostro con la servilleta,

sonriéndome todo el tiempo.

―Soy Simón.

―Hola. Soy Sophie.

―Oh, americana, ¿no?

Page 136: Please don't go (2)

136

―Lo‖ soy‖ ―digo mientras mi cuello se endereza hacia la izquierda de él,

buscando alguna señal de Agathe.

La encuentro unos segundos después, charlando con algún chico en la

entrada. Me pone nerviosa estar a solas con él. No que él esté totalmente interesado

en mí, pero por la mirada en su rostro podría estarlo. Pienso en Ethan por un breve

segundo, entonces respiro hondo y le doy mi mejor sonrisa.

―¿Qué te trae a Londres?

―Un programa de intercambios. Me voy en algunas semanas.

Sus ojos se mueven rápidamente hacia su mesa.

―Escucha, mis amigos y yo estábamos justo por irnos. Pero, ¿me das tú

número? Tal vez podríamos tomar algo pronto.

―Seguro‖―respondo. Rebuscando en mi bolso alguna lapicera; su mano me

detiene.

―Puedo agregarlo a mi celular.

―Oh,‖por‖supuesto.‖―Así que le digo mi número.

―¿Te puedo llamar la próxima semana?

―Seguro.

Se inclina, susurrando en mi oído.

―Eres increíblemente linda.

Comienzo a retroceder, sintiéndome avergonzada, pero sus palabras me

hacen sentir bien. Con su rostro aún cerca, se inclina besándome en la mejilla, antes

de girar e irse. El beso ha sido un poco atrevido, pero se siente malditamente bien

ser mirada y querida de nuevo. No quiero, pero tal vez, sólo tal vez, es hora de

seguir adelante; con un poco de ayuda de Simon.

Mi cabeza sigue confusa mientras camino hacia la barra para pedir una soda.

Con un vaso de sidra es suficiente. Agathe‖sigue‖hablando‖con‖su‖“nuevo‖amigo”‖así‖

que me apretujo a través de dos hombres gritándose el uno al otro acerca de un

juego tonto.

Page 137: Please don't go (2)

137

―¿Me‖ podría‖ dar‖ una‖ soda?‖ ―le grito al barman. Él me asiente para

confirmar que me ha oído.

Mis ojos recorren el lugar, absorbiéndolo antes de aterrizar en Peter, quien

obviamente me ha visto desde hace rato. Se ve furioso. Tanto, que considero salir

corriendo hacia las calles, buscando un lugar donde esconderme.

Le dice algo al tipo junto a él, y entonces camina rodeando la barra hacia mí.

―¿Qué‖ est{s‖ haciendo‖ Sophie?‖―me grita cuando comienzo a caminar en

dirección contraria.

Pero no hay ningún lugar a donde ir, así que me giro. Mi espalda choca

contra la barra, y ya no puedo moverme más allá. Decido actuar inocentemente.

―¿A qué te refieres?

―No te he visto en semanas. Me dijeron que estabas toda depresiva, y que no

querías ver a nadie y aquí estás con algún idiota al azar.

Quiero matarlo. ¿Quién se piensa que es, juzgándome?

―Siento decepcionarte Peter, pero que Ethan esté fuera no me mató. Estoy

aprovechado mis últimas semanas, así que apreciaría que te ocuparas de tus propios

asuntos.

Mencionar la parte sobre Ethan es un poco más duro de lo que había creído,

pero no puedo dejar que Peter vea lo que Ethan me ha hecho. Nunca debo dejar que

Ethan sepa lo devastada que su partida me dejó, y por lo tanto tampoco debe

saberlo Peter. Necesito ponerme mis enormes calzones y actuar como si no me

importara.

―¿Ocuparme de mis propios asunto? TÚ eres mi asunto.

Regreso mi cuerpo hacia la barra y grito.

―¿Le importaría mejor darme una sidra?

―Oh, ¿así que beber es tu respuesta? Tal vez Ethan y tú, sí que están hechos

el‖uno‖para‖el‖otro.‖―Comienza a alejarse, pero‖se‖gira‖sobre‖sus‖talones―. Ten una

fabulosa vida, Sophie.

Page 138: Please don't go (2)

138

Peter sale hecho una furia del bar. Aunque sé que no debería seguirlo, corro

tras él.

―¡Peter! Espera.

Se detiene de golpe, volviendo su rostro hacia mí y grita.

―¿Por qué?

―No lo dices en serio, así que no actúes como si estuvieras saliéndote por

completo de mi vida.

Da un par de pasos más cerca de mí, lo suficientemente cerca para detectar el

alcohol en su aliento.

―Tal vez debería terminar con todos ustedes. Tú estás toda devastada, Ethan

solo Dios sabe dónde anda y nadie parece preocupado por el pequeño Pete. Estoy

cansado de ocuparme por todos.

―¿Sigues sin oír nada de él?

Suspira.

―Una vez.

¿Qué? No puedo creerlo. ¿Cómo pudo Peter no decírmelo?

Quiero gritarle por no decirme, pero hay una pregunta más importante por

hacer.

―¿Cuándo hablaste con él?

―Hace dos días. Está pensando en regresar. Quería hacerme algunas

preguntas. ―Peter se ve incómodo, intercambiando su postura de un pie al otro, y

sus manos apretadas a los lados.

―¿Qué‖clase‖de‖preguntas?‖―pregunto suavemente.

Agathe sale brincando hacia afuera en el peor momento.

―Ahí estás.

Peter mira a mi amiga y luego a mí.

―Nada‖importante‖―responde alejándose.

Page 139: Please don't go (2)

139

Troto para alcanzarlo.

―¡Peter, espera! ¿Podrías hacerme un pequeño‖ favor?‖ ―pregunto. Se ve

totalmente molesto conmigo.

―¿Qué?‖―espeta.

―No le digas que sigo aquí si habla contigo de nuevo. Será mejor que crea

que me he ido. No puedo verlo, no puedo enfrentarlo. No ahora. No creo poder

manejarlo.

―Eres hermosa, pero te ves como el infierno Soph. Ve y come algo, estás

demasiado delgada.

Hago una mueca cuando empieza a alejarse de nuevo, pero le grito:

―¿Peter?

Levanta su mano, pero no se da la vuelta.

―Lo‖prometo‖―me responde.

Agatha está decepcionada de que termine todo tan temprano, pero no puedo

pensar, y menos pretender divertirme. La única cosa que sé, es que Ethan está

posiblemente regresando a casa haciendo preguntas.

Mi cabeza da vueltas una y otra vez durante toda la noche, dejándome sin

posibilidad de dormir.

¿Me voy a casa así no lo enfrento? ¿Me quedo, y sigo adelante? ¿Me quedo y

lo acepto de regreso si aún me quiere? ¿Qué hago? ¿Se verá diferente? ¿Está curado?

Sabiendo que tropezarme con él de casualidad es una posibilidad bastante

posible, mi corazón se aprieta. ¿Qué si ya hay alguien nuevo en sus brazos? Ha sido

bastante tiempo.

Page 140: Please don't go (2)

140

Necesito algo que me levante, así que pongo mi iPod en mi equipo de música,

entontando a Kelly Clarksin.

Con‖ cada‖ coro‖ grito‖ m{s‖ y‖ m{s‖ fuerte.‖ “Lo‖ que‖ no‖ te‖ mata,‖ te‖ hace‖ más

fuerte…”.

He estado haciendo esto durante un par de semanas, hasta que una vez Pete

tuvo que venir a golpearme la puerta, ya que tía Anna lo encontraba demasiado

ruidoso. Enviar a Peter en realidad era su manera de verificar que no me hubiera

vuelto demente por completo.

Page 141: Please don't go (2)

141

Capítulo 23 Ethan

Traducción SOS por Soñadora

Corregido por Nanis

cercarme a Pete el otro día fue difícil. Oír el tono de su voz al tratar

de razonar conmigo para volver a casa fue poco placentero por

decir lo menos. Siempre pensé que él estaba por encima de rogar,

pero escucharlo, me hizo ansiar mi casa. Quiero sentirme completo de nuevo. La

verdad es que lo extraño. Los extraño a todos.

No sé qué haré cuando vea a Sophie, si siquiera aceptará verme. Estoy

nervioso por encararla, luego de haberle mostrado lo destrozado que estoy. Llamé a

Pete para controlar a Sophie. Mi mamá me dijo que estaba saliendo con un idiota

llamado Simon, pero quería asegurarme también de que nada sucedía entre Pete y

Sophie. Porque sería un frío día en el infierno para mí poner un pie en Londres para

encontrarlos como pareja. ¡De ninguna maldita manera!

Pete también me dijo que está bien, pero no genial. La escuela terminará para

ella pronto, y nos dejará a todos atrás. Saco su foto y la estudio. De repente siento

como si pudiera correr desde Galway a Londres, si fuera posible. Todo comienza a

tomar sentido de nuevo. Tengo que ir a casa. Ni siquiera estoy seguro de qué me

trajo aquí en primer lugar, pero me siento bien por primera vez en un largo tiempo.

Es como si alguien hubiera presionado un botón para hacerme sentir vivo de nuevo.

Como si finalmente me hubiera encontrado a mí mismo.

Luego la realización de que realmente podría perderla, y posiblemente ya lo

haya hecho, me golpea. Aunque sé que mis palabras fueron frías antes de irme,

espero que me perdone. Estoy determinado a tenerla de vuelta.

Mis dedos nerviosamente golpean el teclado, digitando su número. Es la

décima vez que llamo hoy. Una vez más, no contesta, lo que me molesta, pero

A

Page 142: Please don't go (2)

142

entiendo. Todas mis llamadas van directo a su buzón de voz, pero dejarle un

mensaje parece ridículo, así que no me molesto.

Si la pierdo, será mi propia culpa, tendré que dejarla ir de verdad esta vez.

Suspiro pesadamente pensando en tener una vida sin Sophie. Sólo tengo diecinueve,

pero me siento absoluto en mi decisión. Ha sido la indicada, desde que fui un niño

pequeño. Mis sentimientos no han cambiado.

Quiero ir a casa.

Pete contesta de inmediato cuando llamo dos días después.

―Estoy en Heathrow. Ven a recogerme, hermano.

―¿Qué? ¿Hablas en serio? ¿Estás en casa? ―Suena genuinamente feliz de oír

de mí.

―Acabo de decir eso, ¿o no? Trae tu maldito trasero aquí y recógeme.

―De acuerdo, pero necesito el auto de mamá primero.

Aclaro mi garganta.

―¡Claro! Um, ¿podrías traer a Sophie contigo? Debo hablar con ella.

Se queda en silencio por unos segundos y me inquieta mientras espero su

respuesta.

―No puedo, hermano. No quiere verte.

―Oh, bien. Bueno, entonces, um,‖ creo‖ que‖ te‖ veré‖ pronto.‖ ―Cierro mi

teléfono antes de dejarme caer en mis rodillas. Se ha ido. La perdí. Si no fuera por el

aeropuerto estaría sollozando como un bebé.

En serio, ¿qué esperaba? Soy yo quien se alejó.

Page 143: Please don't go (2)

143

Más de una hora pasa, cuando finalmente veo a Pete mientras pasa por la

curva. Sale del auto, tirándome a un abrazo de oso que sólo él puede dar.

―Bienvenido‖de‖vuelta,‖amigo.

―Es‖bueno‖verte,‖Pete.‖―Tiro mi bolsa en la parte trasera de auto, antes de

saltar al asiento del frente.

Pete ya está en el volante, sonriendo.

―Así‖que,‖¿adónde?

―Nuestro piso. Eso, si mi habitación aún está disponible.

―Por supuesto que lo está. Quiero decir, Sophie se quedó allí un tiempo pero

ya‖no‖m{s.‖―Se encoge de hombros.

―¿Lo‖hizo?

Pone el auto en primera mientras salimos hacia Londres.

―Ella era un desastre. Incluso fuimos a Alemania a buscarte. Te perdimos

por un día o dos. Iba a ir a Berlín a encontrarte, pero no sé. Me rendí. Ella se rindió.

―Nunca fui a Berlín. He estado en Galway todo este tiempo.

Pete frunce el ceño.

―¿Irlanda?‖¿Por‖qué?

―Ustedes siempre hablaban de esa banda que les gusta, y me perdí el

concierto al que fueron los tres, y son de Galway, así que fui a verlos y decidí

quedarme. Es una ciudad genial.

―¿Fuiste‖a‖ver‖a‖los‖Sawdoctors?

―No te sorprendas tanto. Fueron buenos en vivo.

―Bastardo ―bromea.

Quiero preguntar sobre Sophie, pero temo la respuesta. Finalmente, cuando

ya no puedo soportarlo, me rindo.

―Así‖que,‖Sophie…‖¿no‖quiere verme? Creo que merezco eso.

Page 144: Please don't go (2)

144

Pete aprieta con ambas manos el volante, antes de usar una para bajar el

volumen de la radio.

―No. Ella no se ve tan bien. Quiero decir, lo hace, pero todos estuvimos

preocupados por ella. No está comiendo apropiadamente, está perdiendo peso,

bebiendo y dando su número a tipos al azar en pubs. Ha cambiado mucho.

―¿Qué? Creí que estabas cuidando de ella.

―Lo estaba, hasta que se negó a siquiera verme. Se ha quedado con mi mamá

y en su tiempo libre sale con sus nuevos amigos. La vi el otro día con esa francesa en

un bar, bebiendo y hablando con un idiota.

―Olvida el piso. ¿Quizás podrías llevarme directo a verla?

―No creo que sea una buena idea. Sólo vamos a casa.

Eso hacemos. Quiero discutir, pero ¿cómo podría? Tengo la culpa de todo.

El departamento está tal cual lo recuerdo. Mi habitación se ve como si nunca

me hubiese ido. Nada ha cambiado, excepto yo. Me subo a mi cama sabiendo que

ella durmió allí noche tras noche, esperándome. Mis ojos y nariz buscan algún

recuerdo de ella, oliendo almohadas y mantas, pero nada ha quedado. Si su aroma

se prendió en algún momento, hace mucho se fue.

Pete asoma su cabeza una hora después.

―¿Estás interesado en nuestro usual o estás cansado?

―Nuestro usual suena bien. ¿Fuiste a dejar el auto? ―pregunto, en el fondo

estoy esperando ganar información de Sophie.

Pete me conoce bien, y responde mi pregunta silenciosa.

―No estaba allí. Salió con una amiga por el día. Le dijo a mi mamá que no la

esperara despierta.

Page 145: Please don't go (2)

145

―¿Hablas en serio? ―pregunto, sentándome derecho.

―Eso me temo. Mi mamá dice que vayas y la veas mañana. Te extraña.

―¿Quién‖me‖extraña?

―Mi mamá, ahora vámonos.

Por supuesto. La tía Ana me extraña. Es como mi segunda madre. Mi mamá y

yo tenemos que arreglarnos aún. Probablemente sabe que estoy de vuelta, y quiero

verla, pero no todavía. Perdonar a Pete es más fácil que perdonar a mi mamá.

Después de muchas noches sin descanso, comienzo a preguntarme si yo le hubiera

dicho si la situación fuera al revés. No pude llegar a una respuesta. Al final, elijo

perdonarlo. Cuando se trata de Sophie, no hay nada que perdonar. No hizo nada

mal, excepto enamorarse del tipo equivocado, un tipo muy roto. La parte

complicada será conseguir que ella me perdone.

Comenzamos a caminar por la calle cuando de reojo veo a Sophie.

―Pete,‖¡detente!‖―Tomo su brazo.

―¿Qué?

―Es‖ella,‖es‖Sophie.

Pete gira su cuerpo mirando en distintas direcciones.

―¿Qué, Sophie, dónde?

―Allí.‖―Señalo la esquina al frente.

―No es ella ―dice confidencialmente―. Estoy seguro de que se mantiene

fuera de SOHO.

Sin pensar, me giro a ella. Lo único en que puedo pensar es en mirar a esos

ojos de nuevo por cualquier signo de que quizás hay esperanza para nosotros.

―¡Sophie, espera! ―grito.

La alcanzo y la giro.

―¿Puedo ayudarte? ―pregunta una chica.

―Oh, lo siento tanto. Pensé que eras alguien más.

Page 146: Please don't go (2)

146

Ella sigue caminando y la miro andar. Se ve mucho como Sophie de atrás,

estaba seguro de que era ella. Vuelvo con Pete, me siento derrotado.

¿En qué estaba pensando, corriendo a ella? ¿Qué hubiera dicho si era ella?

Pete no dice nada, sólo me sonríe con suavidad y me guía por la calle. Una

vez dentro del pub, ordenamos comida y una cerveza.

Pete me mira al otro lado de la mesa, acariciando su barbilla.

―Creo que lo mejor sería dejarla ir, Ethan. Ella finalmente sonríe de vez en

cuando. Le ha tomado mucho tiempo avanzar, hermano.

Mi cabeza cae a mis manos.

―Sé que tienes razón. Lo arruiné dejándola. Pensé que entendería porqué

debía irme.

―Lo hizo. ―Se detiene y me mira―. Meses atrás sí lo entendió, pero nunca la

llamaste. Tú la soltaste primero ―me recuerda.

Frustrado, le digo:

―¿Podemos dejar de hablar de Sophie?

―Absolutamente.

―¿Qué hay contigo? ¿Cómo estás? ―le pregunto.

―Ahora que tengo a mi mejor amigo de vuelta, bien. Te advierto, si vuelves a

huir así de nuevo, hermano, voy a matarte.

¡Hermano! Raramente me llama así, y cuando lo hace, es un cuchillo dentro

de mí porque prueba que lo he herido.

―Ya te dije que lo sentía por teléfono. No puedo deshacerlo.

―Y yo ya te dije que te perdono por irte.

―No me iré. ―Sacudo mi cabeza―.‖Al menos no sin decirte a dónde iré.

―Vamos a tomar otra cerveza y a ahogar nuestras penas.

Le digo a Pete todo sobre mi viaje de Alemania a Irlanda, de Brooke, y lo que

me trajo a casa. Después de comer y beber, casi me caigo cuando Sophie entra con

Page 147: Please don't go (2)

147

acompañante. Si brazo está enredado con el de un idiota. Le sonríe cuando él le

susurra algo al oído. Me toma cada gramo de control no ir y estrangularlo. Me

aguanto, diciéndole a Pete que haga lo mismo.

―¡Mierda! Sophie está aquí, y no sola. ¿Sabe que estoy de vuelta?

Pete sacude su cabeza.

―No‖lo‖creo.

―¿Qué‖deberíamos‖hacer?

―No lo sé. Tú eres el niño genio que se fue, ¿recuerdas?

Le doy una sonrisa diabólica.

―Gracias,‖amigo.

―Sólo‖digo.

―Sé‖lo‖que‖est{s‖diciendo.‖¿Con‖quién‖est{?

Pete se gira lentamente antes de encogerse de hombros.

―No lo sé. Se ve como el idiota de la última vez que la vi. Podemos tratar de

irnos pero podría vernos.

La mesera viene y le pagamos rápidamente. Afortunadamente, podemos

escapar del bar sin ser vistos por Sophie.

La miro desde afuera por la ventana. Se ve tan bella como la recuerdo. Pero,

más delgada, definitivamente. Debe engordar un poco. No puede verme porque está

mirando al bar, y el idiota tiene su boca casi en su oreja. La música ni siquiera está

tan alta, ¿qué hay con el susurro?

Los últimos dos años siempre han sido sobre Sophie. Estoy cansado de estar

solo, y verla me hace tomar conciencia de que debo hacer algo al respecto. ¿Pero

qué? No sé. Estoy seguro de que un idiota al azar susurrando sus idioteces en su

oreja no es enemigo para mí.

Pete me apura a bajar por la calle.

―Vamos, amigo. Vamos a otro lado.

Page 148: Please don't go (2)

148

Sonrío una última vez, mirando el cabello marrón de Sophie moviéndose de

lado a lado cuando habla. Sus labios forman una sonrisa, luego él se inclina para

besarla y es todo lo que puedo soportar. Quiero explotar. Mi móvil suena y tengo un

mensaje. Lo miro, pensando que quizás hay un Dios. Esto es lo que el doctor ordenó.

Brooke está en Londres. Y, buscándome.

―Voy‖a‖volver.

―Son‖las‖nueve‖en‖punto.

Lo ignoro.

―Estoy‖bien.‖Te‖veo‖en‖ la‖mañana.‖―Le escribo la dirección. No sé si Pete

sospecha lo que planeo, pero no me importa.

Quiero a Sophie más que a nada, pero la he perdido, y esta noche un cuerpo

cálido junto a mí suena demasiado bueno para rechazarlo. Ver a Sophie sonriéndole

a alguien más es una alarma para mí.

Dejarla ir permanentemente es algo malditamente difícil, pero debe ser

hecho. Lloraré por ella en la mañana. Porque esta noche estoy cansado de estar

triste, enojado y solo. Quiero enroscarme en los brazos de alguien y sentir algo, lo

que sea, de nuevo. Estoy emocionalmente exhausto.

La mañana siguiente el sol entra por la ventana. Afortunadamente estoy solo.

Voces entran por las paredes finas, y oigo a Pete hablando con alguien. La

única persona que no quiero enfrentar aún debe estar aquí, supongo. Brooke. Un

suspiro pesado se me escapa, mientras pienso en anoche. No pude hacerlo. Ella

estaba lista, dispuesta y disponible, pero no pude. Pretendí estar borracho antes de

fingir dormirme sobre ella.

Escucho con cuidado a través de la puerta.

―Te digo ahora que pierdes tu tiempo. Sólo tienes una cosa a tu favor, linda,

y eso es solo el sonido de tu voz. Le recuerda a alguien más, así que si fuera tú, me

iría‖para‖no‖volver‖―le escupe Pete.

Me mantengo oculto, esperando.

Page 149: Please don't go (2)

149

―Bueno, puedes decirle a Ethan que me voy a Paris por una semana, pero

volveré una última visita antes de volver a casa.

―No‖cuentes‖con‖él.

Brooke resopla, como si estuviera disgustada. Sigo escondido esperando que

se vaya. La puerta golpea duro, diciéndome que se ha ido.

―Puedes salir ahora ―grita Pete.

Salgo avergonzado.

―Lo‖siento.

―Nunca la recuperarás trayendo a alguien a casa. Pensé que irías a casa

anoche. No te gusta Brooke, ¿no?

―Sí fui a casa, y no me gusta. Brooke me escribió después de que vi a Sophie.

No sé por qué lo hice. Digo, lo sé, sólo…‖mira,‖nada‖sucedió esta vez.

Pete ríe.

―Claro.

―Lo‖juro.

Camina junto a mí, palmeando mi espalda.

―A propósito, Sophie sabe que‖ volviste,‖ también‖ tu‖ mam{.‖ ―Se gira,

suspirando pesadamente―. Debes ir a ver a tu madre al menos. Está genial, pero se

irá a Australia pronto.

―¡Pete!

Él se gira.

―¿Qué?

Sacudo mi cabeza.

―No‖ importa.‖ Gracias.‖ ―Quiero preguntarle sobre Sophie y qué debería

hacer. ¿Debería verla, llamarla? No pregunto, porque sé que me dirá que me aleje, y

no quiero. Quiero verla, sentirla, estar de nuevo con ella. Incluso si me grita y me

patea, al menos seré capaz de mirar esos ojos una vez más. Jesús, necesito lograr que

me perdone.

Page 150: Please don't go (2)

150

Capítulo 24 Sophie

Traducido por nnancyc

Corregido por Nanis

than está de regreso! Desde lo que entiendo, está viviendo con Peter

otra vez. No puedo creer que lo haya perdonado tan fácilmente. Tan

típico. La habilidad de Peter para perdonar es un rasgo admirable,

pero también uno que puede ser muy estúpido.

La tía Anna me puso al tanto de todo. Creo que está esperando por algún

milagro. Que Ethan y yo volveremos juntos, y viviremos como alguna gran familia

feliz. No tiene completamente el efecto en mí que ella quiere.

Ni siquiera puedo pensar en comer justo ahora. Mantener el total control de

mis propias reglas, ha salido completamente por la ventana varias veces. La falta de

comida, ir al pub más de lo que debería haber ido, y coquetear con chicos, con los

que no tengo problemas en coquetear, está haciendo estragos.

Lo que realmente quiero es rebobinar el tiempo, y no permitir que Ethan

huya. Cuando mis ojos se cierran, el dolor que me ha causado, vuelve demoledor,

como un puño a los intestinos. ¿Cómo puede mi corazón todavía quererlo? Él ha

roto cada promesa que alguna vez me hizo, pero supongo que soy la idiota que le

creyó las promesas a alguien como Ethan Chapman en primer lugar.

Ethan no se acercó directamente, lo que tomo como una mala señal, y no he

visto a Peter o hablado con él desde el día que conocí a Simon. Todavía estoy furiosa

con Peter por no llamarme primero, para advertirme que Ethan estaba volviendo a

casa. Después de todo lo que hemos pasado juntos, al menos podría haber hecho

una maldita llamada telefónica.

Estoy medio-feliz de nuevo, en el sentido que salir de la cama no es tan difícil

como lo fue una vez. Simon me hace sonreír, un poco. No la clase de sonrisa que

¡E

Page 151: Please don't go (2)

151

Ethan podría dibujar, pero todavía es una sonrisa. Él no es Ethan, y nuestra relación

está basada en una mentira. Piensa que soy más grande. Él tiene veintiuno, así que

le dije que tenía casi diecinueve. Técnicamente, soy solamente siete meses menor.

Esta ridícula relación no durará de todos modos.

Mi corazón ama a Ethan, pero mi mente lo detesta. Él me desgarró en

pedazos, prácticamente sin pensarlo. Verdaderamente es el malvado que he

conocido creciendo. Y, todavía es capaz de garantizar el mismo maldito afecto, al

parecer.

Tantas veces quise que Ethan regresara, llorando hasta dormir a la noche,

pero ahora que está aquí, tengo miedo de enfrentarlo. De verlo. Si lo hago, estoy

segura que mis muros se derrumbaran. Me ha tomado meses construirlos,

mantenerme a salvo, pero una mirada a él, y sé que caerán. Y, estaré expuesta de

nuevo.

El colegio ha terminado, afortunadamente. Tengo que decir que no ha sido

uno de mis mejores semestres. Tendré suerte si el colegio me deja graduarme en este

punto. El drama en mi vida medio que se hizo cargo y perdí varias clases, y varias

asignaciones‖ “importantes”.‖ Los‖ profesores‖ no‖ tomaron‖ mucho‖ de‖ eso.‖

Probablemente tendré que pasar el verano de vuelta en el colegio, mientras que

todos los demás están yendo al lago.

Mi mundo parecía mucho más claro, antes de que viniera aquí. La imagen de

nosotros dos juntos, de excursión por las colinas de Escocia, o vagando por las calles

de París, Roma y Londres llenaban todos mis sueños. Una vez, incluso pensé que en

una de aquellas excursiones románticas él rompería a llorar y me rogaría que me

quedara, o me rogaría venir a casa conmigo. Para estar juntos por siempre. No

puedo creer que me dejé confiar en Ethan Chapman después de todos estos años de

odiarlo. La niñita en mi interior lo sabía mejor, pero seguí diciéndole que se callara

la maldita boca. Si solamente hubiera escuchado aquella voz.

Dos días después, estoy en mi dormitorio empacando la mayoría de mis

cosas. Todavía me queda algo de tiempo, así que no empaco lo esencial. Pero, el

tiempo ha cambiado para mejor, así que empaco mis cosas de invierno en una

maleta, y dejo la otra vacía para mi ropa más ligera. Tanto como adoro Londres, el

Page 152: Please don't go (2)

152

hogar está llamándome. Un viaje a Seattle está planeado para ver a mi querido viejo

padre y la malvada monsdrastra hacia el final del verano, uno que estoy semi-

deseando que llegue.

A propósito planeado, así no estaré incluida en el viaje anual al Caribe.

Quiero evitar a Ethan y Peter. Mi madre está furiosa, pero entiende. Me pregunto

por un momento si ella puede intentar asesinar a Ethan cuando lo vea otra vez. Ella

estuvo aquí por dos semanas intentando conseguir que cambie de opinión. No sabe

que escuché por casualidad su conversación con mi tía, pero lo hice. Vamos sólo a

decir que ninguna de ellas va a sacarlo del apuro cuando lo vean.

Mi cabeza vuelve a la puerta de entrada cuando escucho un golpe abajo. La

puerta principal se abre, y cuando escuchó más fuerte, inclinándome a medio

camino fuera de la habitación, está él. Unas cuantas palabras variadas están siendo

dichas por mi querida tía, pero él la calma, rogando por su entendimiento.

Por desgracia para mí, no puedo evitar que las lágrimas resbalen por mi

rostro, o el hecho que mi cuerpo entero esté temblando con anticipación de verlo por

primera vez. ¿Cómo puedo enfrentarlo de este modo? Necesito poner un rostro

valiente, y no permitirme romper a llorar en frente de él.

―Sophie,‖querida.‖¿Podrías‖venir‖abajo?‖―me grita la tía Anna un momento

después.

Cierro los ojos, tomando una profunda respiración, antes de gritar:

―Seguro,‖tía‖Anna.‖Estaré‖abajo‖en‖un‖segundo.‖―R{pidamente,‖salpico‖algo‖

de agua fría en mi rostro en el baño, intentando eliminar el rojo de mis ojos. No

funciona, sólo me hace lucir más triste.

Al alcanzar el último escalón para el área de la sala de estar, localizo a Ethan

hablando con su tía. Comienzo a dar la vuelta cuando el temblor comienza otra vez,

pero mis pies me detienen de moverme.

―¿Sophie?‖―Lo‖escucho‖llamar cuando aparecen por la esquina.

Lanzo a mi tía dagas con los ojos, luego los dejo deslizarse sobre él. Inhalo

bruscamente, abarcando su buena apariencia, antes de decir con indiferencia:

Page 153: Please don't go (2)

153

―Escuché‖ que‖ regresaste.‖ Espero‖ que‖ tuvieras‖ un‖ buen‖ viaje.‖ ―La última

palabra gotea con sarcasmo y sé que lo oye.

Frunce el ceño, pero continúa:

―Sophie, ¿si pudiera simplemente hablarte?

Nos quedamos todos allí mirando como un grupo de venados a los faros, así

que comienzo a contar los segundos hasta que alguien rompa el silencio. Por favor,

deja que sea él quien rompa el silencio.

Mi tía se aleja.

Él se acerca, susurrando:

―Sophie, ¿por favor? Sólo vine a hablar.

―¿Hablar?‖―pregunto‖en‖voz‖baja―.‖¿Viniste‖a‖hablar?‖―repito‖m{s‖fuerte‖

esta‖ vez―.‖Has‖ tenido‖meses‖ para hablarme, para llamarme. Cualquier cosa. Me

mudé‖aquí‖para‖estar‖contigo,‖y‖solo‖huiste‖―grito.

Las lágrimas comienzan a derramarse por mi rostro. Mis muros están

empezando a derrumbarse. Mis manos comienzan a temblar, así que intento

sostenerlas abajo para frotarlas innecesariamente.

―Tienes‖que‖irte.‖Voy‖a‖casa‖la‖próxima‖semana.‖No‖voy‖a‖volver.‖No‖voy‖al‖

viaje anual. Voy a casa con las personas en las que confío.

Camina incluso más cerca de mí, pero se detiene justo a un centímetro de

tocarme. Se agacha para descansar la frente en la mía, pero giro mi cabeza.

―Lo‖ siento‖ tanto‖ ―susurra.‖ La‖ sensación‖ de‖ sus‖ labios‖ sobre‖ mi‖ cabello‖

mientras‖ besa‖mi‖ cabeza‖ hace‖ a‖mi‖ estómago‖ anudarse―.‖ Siempre‖ pensé‖ que‖ era‖

fuerte. Pude haberte fallado, pero nunca dejé de‖amarte.‖―Deja‖de‖hablar,‖pero‖su‖

boca todavía permanece, antes de deslizarse abajo hasta mi oreja. El calor de su

aliento se posa allí, y la suavidad de sus labios. Mi cuerpo al instante se pone rígido

cuando‖sus‖manos‖recorren‖mis‖brazos―.‖Adiós,‖Sophie.

Mis ojos se cierran para evitar verlo alejarse. Me rehúso a verlo alejarse de

nuevo. Mi cuerpo entero tiembla sabiendo que no lo veré de nuevo, o sentiré sus

Page 154: Please don't go (2)

154

brazos a mi alrededor. Si solamente hubiera girado mi cabeza para encontrar su

beso, perdonarlo, pero me había sentido muy enferma y furiosa.

Porque pensó que él sólo podía caminar de vuelta a mi vida, y susurrar

palabras mágicas de amor, que podría perdonar todos aquellos meses que lloré

hasta dormir. No puedo. Y, no lo haré. Soy más fuerte que eso.

Page 155: Please don't go (2)

155

Capítulo 25 Ethan

Traducido por flochi

Corregido por Xhessii

i desesperación por ver a Sophie me llevó hasta la puerta de mi

tía. La desesperación en la voz de Sophie me pone de rodillas.

Aunque había jurado que no me iría sin hablar, su voz

rogándome que me vaya, me atrapa fuera de guardia. No esperaba su perdón, pero

algo esperaba. Supongo que conseguí ese algo.

Su odio, puedo verlo en sus ojos cuando me mira. Nunca pensé que vería esa

mirada, pero está pegada en su rostro angelical. La cara que me he estado muriendo

por ver. Los labios que he estado muriendo por volver a sentir. Ella se ha ido, y no

va a regresar. Tengo que creer que es en serio esta vez.

Dentro de una semana, ella desaparecerá y nuestros caminos podrían nunca

volver a cruzarse. Si soy afortunado podrían cruzarse, pero por la dirección en que

mi suerte ha estado yendo, no contaría con eso. Vine confiado, pero no puedo fingir

que no estaba aterrado de volver a verla. Parece que tenía una buena razón para

sentirme así.

Después de disculparme con mi tía por milésima vez, me dirijo hacia afuera a

la casa de mi madre. Ella se quedó con mi tía hasta que se sintiera mejor. Por lo que

entendí, se ve y siente mucho mejor. Media hora más tarde, estoy sentado en la

escalinata del frente intentando pensar qué decirle cuando su voz suena detrás de

mí.

―Sabía que vendrías. Entra, amor.

Mis piernas giran para ver su cara, y le sonrío a mi madre de pie en el rellano,

sonriéndome.

―Te ves bien, mamá.

M

Page 156: Please don't go (2)

156

Su sonrisa se hace más enorme.

―Sube y dame un abrazo.

Así que lo hago. Sus brazos se envuelven a mi alrededor, e instantáneamente

me siento mejor. Nos abrazamos mutuamente por unos minutos antes de echarme

hacia atrás.

―Lamento haberme ido cuando me necesitabas.

Ella hace un gesto casual con la mano como si no importara.

―Pff, tu tía estuvo más que contenta de cuidarme. No te preocupes. ―Me

empuja hacia adentro. La sigo a la cocina.

―Entonces, dime, ¿qué han dicho los doctores? ―pregunto, curioso por

escucharla.

―Bueno, fuimos afortunados de detectarlo antes de que llegara a mis

ganglios linfáticos. Estaba apenas en la primera etapa, así que la quimio o radiación

no era necesaria. Estaré con medicinas por unos cuantos años, pero se ve bien. Ya he

tenido la cirugía reconstructiva. Dolió un poco prepararse para ello. ―Sorbe su té―.

No quiero aburrirte con la charla de cómo ellos alargaron mis pechos. ―Baja la

mirada a su taza, tomando otro pequeño sorbo―. ¿Ya has visto a Sophie?

Asiento.

―No es bueno ―le digo.

―Ella volverá. Te ama.

Río sin pensarlo.

―Se va a casa. Ha terminado.

Se vuelve a acercar a mí.

―¿Por qué no vienes a casa conmigo entonces? Voy a regresar. Ven conmigo.

¿Casa? ¿Australia? ¿Puedo soportar estar tan lejos de Sophie, o de Pete para el

caso?

―Déjame pensarlo. Te lo haré saber cuando lo piense.

Page 157: Please don't go (2)

157

―Hecho. ―Extiende su mano, pero tiro de ella hacia mí. La extrañé

desesperadamente―. Te quiero, mamá.

―Y, te quiero. Toma la decisión correcta para ti. ―Se aparta, alisando su

camiseta―. ¿Puedo hacerte algo de comer?

―No. Tengo planes con Pete esta noche.

―Muy bien. ¿Vendrás mañana?

Me agacho para besarla en la cima de la cabeza.

―Por supuesto.

Pete y yo intentamos en un lugar nuevo para no toparnos con Sophie. Nos

quedamos en el área del Soho, pero alejados de los lugares en que Pete la ha visto

pasando el rato. Nos dirigimos cautelosamente dentro de The Dog and The Duck

para hablar. Sé que él sigue lleno de preguntas, y espera algunas respuestas.

Conseguí evitarla ayer. Él tenía universidad, mientras me oculté en mi habitación,

lanzándome en una fiesta de lástima. Pero, no puedo evitarlo más.

Nos dirigimos al fondo del pintoresco bar. Es un bar pequeño con paneles de

madera marrón, un televisor, una pequeña barra abajo, y otra en el piso de arriba.

Mientras regresamos a nuestros asientos, escuchamos las risotadas de la sala de

arriba.

―Supongo que se están divirtiendo ―dice Pete, sonriendo.

Asiento distraídamente. Ordenamos unas salchichas y dos pintas de una de

las seis encantadoras bombas de cerveza que ofrecen.

―Así que nunca lo encontraste, ¿vas a seguir buscando? ―pregunta Pete

finalmente.

Niego.

Page 158: Please don't go (2)

158

―Me puse a pensar. ¿Por qué quiero conocerlo? Henry fue mi padre, y

siempre lo será. No necesito validarlo más. Sé quién soy. ―Me encojo de hombros

intentando no hacerlo parecer como algo importante. Es importante para mí, pero a

él no le mentí―. Sé quién soy ahora. Soy Ethan Chapman, no Ethan Hasse, y nunca

lo seré. Amaba a Henry, él fue y es mi padre.

―Me alegra escucharlo. Solo me hubiera gustado que no te tomara tanto

jodido tiempo averiguarlo.

Me río, sonriendo.

―Yo también, amigo. Yo también ―digo, pensando en Sophie. Si no hubiera

sido un idiota cabrón, estaría a mi lado en este momento.

El bar empieza a llenarse una vez que el reloj da las nueve. Las personas están

sirviéndose en la calle con sus pintas para fumar sus cigarrillos. El simple olor me

hace descomponer.

―Tengo que ir al baño. Ya regreso ―le digo a Pete.

Asiente mirando la repetición de un partido en la tele. Apenas puede

escucharse con todos los griteríos.

Me dirijo hacia abajo algunos escalones profundos hacia un lavabo sombrío.

He estado aquí abajo por no más de dos minutos cuando varios muchachos bajaron

cantando una canción. Dándome cuenta de que estaban borrachos, salí rápidamente

de allí, para escapar de meterme en problemas con alguno de ellos. Pasé junto a ellos

y volví al piso de arriba.

Pete está parado junto a la parte posterior de la barra.

―Oye, vámonos de aquí. Vayamos a otra parte. ―Mira alrededor con

nerviosismo, bajando de un trago la pinta.

―¿Por qué?

Se encoge de hombros.

―Se está llenando, eso es todo.

Estoy a punto de mostrarme de acuerdo con él cuando una familiar risa suena

por encima. Me doy la vuelta para mirar a Pete que está fingiendo no notarlo.

Page 159: Please don't go (2)

159

―¿Escuchaste eso?

―¿Escuchar qué?

―Sophie. ¿No escuchaste la risa de Sophie?

―No ―dice, antes de lanzarse a la barra, ordenando otra pinta. Ahí está otra

vez. Estoy seguro.

―¿Lo escuchaste esta vez?

Respira profundamente inhalando y exhalando por dos segundos.

―Llegó hace unos pocos minutos con ese tipo. Ella parece un poco fuera de

sí. Están arriba. Bueno, ella se tropezó con las escaleras. No me vio.

―Ordéname una pinta. Volveré en seguida.

―¿Qué vas a hacer?

―Solo voy a revisar a este tipo. Regresaré rápido.

Me arrastro por la empinada escalera, esquivando a la gente bajando. Antes

de saberlo, mis ojos encuentran a Sophie. Está realmente simulando un espectáculo

para este tipo y sus amigos. Estoy parado en la cima de las escaleras, pero ella

todavía no me ve. Quiero que se dé la vuelta y mirarme, pero no lo hace.

Uno de los tipos ordena shots y pintas, entregándole uno de cada uno a

Sophie. La chica que una vez había conocido, que nunca bebían antes con seriedad,

baja los dos tragos al instante. Casi me caigo por las escaleras asimilándolo todo. Es

como una persona completamente diferente. ¿Qué le pasó a ella, la que no quería

perder el control? No puedo hablar. No puedo hacer siquiera un sonido. Estoy en

shock. ¿Qué demonios le pasó? Mientras la pregunta explota en mi cabeza, conozco

la respuesta. ¡Yo! ¡Maldita sea!

Volviendo a bajar por las escaleras corriendo, encuentro a Pete.

―Sophie no se ve bien. Se está zampando todo allí arriba. ¿Ha estado

bebiendo así hace rato? ―le grito en el oído.

El ruido en la sala es alto y desagradable. Los muchachos de abajo están

cantando canciones de pelea a todo pulmón, mientras Sheila, la que atiende la barra

grita,‖diciéndoles‖a‖todos‖que‖“cierren las malditas bocas”.

Page 160: Please don't go (2)

160

Tomo otro trago, y mientras lo hago, veo al tipo dirigiéndose al baño. Pete lo

ve al mismo tiempo que yo. Nos miramos entre sí.

―Supongo que necesito ir al baño también, ¿no? ―pregunta Pete.

―Leíste mi mente, hermano. Mantenlo ocupado.

Subo las escaleras deprisa para encontrar a Sophie hablando con el chico que

le tendió los tragos hace unos minutos. Se gira en su taburete, y cuando lo hace,

nuestros ojos se traban instantáneamente. Se pone blanca como un fantasma. Se

vuelve a dar la vuelta rápidamente. Casi puedo escuchar el pánico dentro de ella.

Corro hasta pararme detrás de ella.

―Sophie, ¿qué estás haciendo? ¿Las bebidas, los tipos? Esta no eres tú.

Le grita al camarero pidiendo otro, pero lo descarto con un gesto de la mano.

El chico junto a ella se acerca a mi cara.

―¿Puedo ayudarte?

Ni siquiera lo miro.

―No, amigo. No puedes. ―Debo parecer intenso, porque él se aleja.

Sophie todavía no me ha dado la cara, por lo que tiro de su brazo.

―Sophie, mírame ―ruego.

Ella se da la vuelta, pero se mantiene cabizbaja, sus brazos cruzados sobre su

pecho.

―No eres mi jefe, Ethan Chapman. Déjame en paz. ―¡Fantástico! Ahora me

siento de regreso en el parque, como cuando teníamos once más o menos, y me

decía lo mismo.

―Sophie, madura y mírame. ―Esto llama su atención. En serio, ¿quién soy

para decirle que madure? Soy el que huyó. Pero, sé que eso hará que obtenga una

respuesta de ella. Por lo menos, ella puede ser predecible. Eso, o solo la conozco

demasiado bien.

Ella grita.

Page 161: Please don't go (2)

161

―¿Que madure? Eres demasiado caradura para decirme que madure. Al

menos no huyo cuando las cosas se ponen difíciles. ―Y por supuesto, da en el clavo

como esperaba.

Me avergüenzo porque dijo la verdad, y duele. El tipo regresa, con Pete

siguiéndolo.

―Lo siento, Ethan. No pude mantenerlo lejos más tiempo.

―¿Hay algún problema, muchachos? ―pregunta parándose en frente de

Sophie. Mira por encima de su hombro a Sophie―. ¿Está todo bien? ―Ella asiente

mientras pongo mis ojos en blanco. La actitud protectora, la conozco bien.

Me muevo frente a ella, imaginando la postura de él.

―En realidad tenemos un problema. Ella va a venir conmigo esta noche, así

que lárgate.

Él se endereza, e intento leerle la mente, mientras observo sus manos cerrarse

en puños a sus lados. Si nos peleamos, no tendré problemas.

―Vete a la mierda, amigo. ¿Por qué no te vas?

Se ríe.

―Oh, me voy, pero no sin ella.

Sophie pega un salto hacia abajo, o mejor dicho cae al suelo. Empiezo a

extender mi mano para recogerla, pero él me detiene.

―Déjame en paz, Ethan ―masculla Sophie.

Vuelvo a mirar a Pete. Está mirando al pobre tipo que estoy a punto de

golpear por emborrachar a Sophie.

―Pete, toma a Sophie ―digo a través de los dientes apretados.

Pete se acuclilla, levantando a Sophie en sus brazos. El sujeto la agarra, pero

aparto sus manos.

―No te acerques a mi chica o lo lamentarás ―digo, a punto de alejarme, pero

él me tira hacia atrás con fuerza.

Miro su cuerpo de metro sesenta, o algo a la vez que río en voz alta.

Page 162: Please don't go (2)

162

―Te lo advertí. ―Con eso mi mano se echa hacia atrás, rajándole la nariz.

Algo de sangre se salpica contra la barra, pero no me quedo para mirar lo que

sucede luego.

Me apresuro a salir de ahí antes de que alguien sepa quién hizo qué. Golpear

a alguien, a cualquiera, se siente tan bien que me pregunto: ¿por qué no lo he hecho

antes? Dejar salir mi ira sobre él está mal, pero para ser justos, se lo advertí.

Pete está parado afuera, apoyado contra el bar, mientras Sophie está

desplomada sobre la acera. Pete me mira cuando salgo.

―Está bien borracha. Ni siquiera puede caminar.

Me agacho a una posición de cuclillas, moviendo el cabello fuera de su cara.

―Sophie, voy a levantarte, y ayudarte hasta la casa de Pete ―le digo.

Pete suspira pesadamente en el fondo como si no pensara que esa es una

buena idea.

―¿Realmente quieres llevarla a la casa de tu mamá así como está?

Sacude la cabeza.

―Bien, aquí vamos, Sophie ―le recuerdo. La pongo de pie, apenas, luego la

levanto en mis brazos. Es un peso muerto, pero no lo suficiente para detenerme de

ayudarla. Puedo decir que ha perdido varios kilos. Justo cuando estamos a punto de

alejarnos, el tipo de adentro sale con dos de los otros muchachos, y ninguno de ellos

parece feliz. Todos parecen listos para una pelea. Él nos señala a nosotros tres.

Mis ojos vuelan a los de Pete, él ya está pensando mentalmente quién va a

llevar a quién.

―Te cubro a espalda ―me dice Pete. Se siente bien escucharlo nuevamente.

Pete se para en frente de nosotros dos.

―Miren muchachos, no estamos buscando problemas. Solo queremos llevar a

nuestra hermana a casa.

Digo para mí: Buen movimiento, Pete.

Page 163: Please don't go (2)

163

―¿Es tu hermana? ―pregunta el tipo que le consiguió las bebidas a Sophie―.

¿Acaso no la llamaste tu chica?

―Simon ―masculla Sophie entre eructos.

Este personaje, Simon, se acerca a mí, mirando a Sophie.

―¿Estos son tus hermanos, Sophie?

―Hermanos…‖―murmura entre hipidos. Me mira a los ojos por un segundo

y luego su cabeza cae hacia atrás. Se ha desmayado. Y, justo a tiempo.

Me encojo de hombros.

―Haremos que te llame en la mañana ―miento para quitarlo de en medio.

Nos damos cuenta que están reacios, pero se van.

Pete mira a Sophie desmayada en mis brazos.

―Cristo, Ethan, ¿qué vamos a hacer con ella?

Empiezo a caminar las pocas manzanas hasta el departamento, Pete sigue

junto a mí.

―Necesito que me hagas un favor, ¿sí? ―le pregunto después de mirar una

vez más a Sophie para comprobar que está dormida todavía. Pete se queda en

silencio, por lo tanto continuo―. Primero tenemos que hacerla sentir como la

mierda mañana a la mañana. Estoy seguro de que todos modos ella lo estará, pero

vamos a enseñarle una lección. Dos, necesito que convenzas a Sophie de que se

quede más tiempo. Necesito más tiempo.

―¿Tiempo para qué?

―Tengo para conseguir que vuelva a confiar en mí. No puedo perderla, Pete.

Mete las manos en los bolsillos, pero me da un asentimiento de cabeza.

Pete me ayuda a llevar a Sophie a mi cama. Se rasca la cabeza pareciendo

incómodo, luego dice:

―¿Quizás deberíamos sacarle los zapatos?

―Está bien. La tengo ahora. ―Se dirige a la puerta―. Pete, recuerda mañana.

Mucho ruido. ―Sonríe antes de salir y encerrarnos dentro de mi habitación.

Page 164: Please don't go (2)

164

Mi corazón está bombeando muy rápido observándola dormir. Su cabello se

extiende alrededor de ella, cubriendo la almohada, y lo único en que puedo pensar

es que necesito quedarme despierto. No puedo dormirme para encontrar que se ha

ido a la mañana. Y, aunque ella no sepa que está aquí y está desmayada por la

bebida, finalmente estoy a solas con Sophie. Y, no podría estar más feliz.

Page 165: Please don't go (2)

165

Capítulo 26 Sophie

Traducción SOS por Soñadora

Corregido por Xhessii

l olor de su aroma me golpea antes de que mis ojos siquiera se abran.

Mi cabeza late mientras me giro para acurrucarme contra la

almohada. Respirando profundamente, inhalo la colonia familiar que

sale de las sábanas, lo que me fuerza a espiar el otro lado de la cama. Mi mano toma

la almohada para apretarla más bajo mi barbilla. El otro lado de la cama está vacío.

Incapaz de dormir, giro sobre mi espalda, masajeando mis sienes. Me siento

como la mierda. La música fuerte saliendo del pasillo no ayuda a mi causa. Girando

al otro lado, tomó la almohada para cubrir mis oídos, aunque apenas me ayuda a

tapar el sonido. La música se siente como si golpeara directo en mis oídos Mis ojos

comienzan a cerrarse, estoy a punto de irme, cuando de repente veo a Ethan.

Si mi cabeza no doliera tanto, probablemente me reiría. Está acostado en el

piso con una almohada bajo su cabeza y una chaqueta sobre él para mantenerlo

caliente. Su cuerpo está obstruyendo por completo la puerta para evitar que salga

mientras duerme. Típico de Ethan.

Por varios momentos miro al piso, mirándolo dormir. Mis ojos pasan por sus

anchos hombros, el hoyuelo en su barbilla y esa pequeña cicatriz sobre su ceja. Dios,

cómo extraño esa cicatriz. No dejaré que llegue a mí, me repito en mi cabeza. No

puedo pasar por esta pesadilla de nuevo. Cinco días más y estaré en casa, y libre de

este dolor llamado Ethan Chapman. Debo pensar en la universidad. Eso al menos es

algo en lo que enfocarse.

Me muevo a una posición semi-sentada, mirando alrededor en su alcoba. Está

como la dejé meses atrás. Aunque sus cosas están de vuelta y desparramadas

alrededor. Unas botellas de colonia en su armario, junto a un vaso de agua. Una

E

Page 166: Please don't go (2)

166

malévola sonrisa cruza mi cara antes de acercarme al vestidor, levantando el vaso

lleno.

Casi me siento culpable por lo que estoy por hacer, pero el pensamiento me

abandona un segundo después cuando recuerdo que me lo ha hecho a mí antes. Mi

muñeca gira, permitiendo que el agua lo moje, empapando instantáneamente su

cara.

Ethan nunca se ha movido tan rápido.

―¿Qué demonios? ―grita antes de verme junto a él.

Sonrío antes de girar para tomar mis zapatos de la esquina de la habitación.

Me siento en el borde de la cama para ponérmelos. Mi cabeza late tanto que apenas

puedo agacharme a atar mis cordones.

Él está parado, sin camisa, viéndose todo como un modelo, sin perder un

instante.

―¿Estás despierta? ¿Cómo está la cabeza, Gerrard? ―Sus dedos golpean mi

cabeza un poco más duro de lo que esperaba.

Le sonrío.

―Bien. ―Mis ojos se cierran por un segundo mientras masajeo mis sienes de

nuevo.

Él ríe suavemente.

―Ahora, si fueras lista, hubieras sabido que el agua era para ayudarte, pero

en cambio la tiraste.

―¡Podrías solo moverte! ―grito un poco fuerte.

Se para a un lado, mostrando con su brazo la salida. Abro la puerta y veo a

Peter en la cocina bailando al ritmo de los Sawdoctors, la canción N17 a un volumen

extremadamente alto mientras hace el desayuno. Me ve un segundo después y baja

el volumen lo suficiente como para que podamos hablar, pero demasiado alto para

mi cabeza.

―Sophie, estás despierta, ¡genial! Hice un típico desayuno inglés. Bueno, no

quedaban frijoles, así que salteé algunos hongos.

Page 167: Please don't go (2)

167

Mis ojos miran la mesa pequeña donde tres platos esperan llenos de huevos,

tocino, tomates y hongos. Peter me indica que me siente, así que lo hago, pero el olor

comienza a hacer que mi estómago se revuelva.

Pete camina y deja una botella de cerveza frente a mí.

―Debes morder al perro que te mordió, ¿no, niña? ―Guiña antes de irse.

Mis ojos se mueven a Ethan quien obviamente está tratando de reprimir una risa

muy grande. Parece que los dos disfrutan de mi miseria, bueno, les mostraré. Trago,

forzando a mi mano a agarrar la cerveza frente a mí y a llevarla a mi boca.

El olor de la cerveza golpea mi nariz de inmediato, y sé que estoy por

enfermarme. Alejándome de la mesa, cubro mi boca con mi mano, buscando el

baño. Mi cabeza está sobre el asiento del inodoro cuando alguien abre un poco la

puerta.

―¿Estás bien? ―pregunta Ethan.

―Estoy bien. ―Mi estómago no está de acuerdo porque todo lo de anoche

sale por mi garganta, dejándome así frente a Ethan. Siento su mano quitando mi

cabello de mi cara firmemente, y lo dejo, dado que estoy bastante ocupada.

―¿Cómo le va a nuestra chica? ―pregunta Peter, uniéndosenos en el baño.

Me pasa una toalla y la tomo para limpiar mi boca y barbilla. Las arcadas secas

siguen viniendo, dejándome como una completa idiota frente a ellos. Acabo de

darles la razón. No debería estar bebiendo.

Me tiro en el frío piso de baldosas con la toalla sobre mi rostro.

―¿Puedes llevarme a casa, Peter?

―Realmente no creo que a mi mamá le gustaría verte así. ¿Qué tal si te

quedas hasta que te sientas mejor?

Arrugo la toalla y la pongo bajo mi cabeza mientras me recuesto.

―¿Puedo al menos ir a recostarme en tu cama?

Ethan sacude su cabeza hacia Peter y luego dice:

―Pete tiene esta cosa rara con las chicas vomitando en su cama. Te llevaré a

la mía.

Page 168: Please don't go (2)

168

―No quiero ir a tu habitación ―murmuro a la toalla. Aún estoy en el piso,

incapaz de moverme ni un centímetro.

La mano de Ethan busca la mía.

―¿Por favor, Sophie? Ven conmigo.

Hago un débil intento por sentarme, y lo consigo.

Peter interviene.

―¿Sabes qué, amigo? Déjame hablar con ella por un minuto.

Intercambian una mirada rara, como si hablaran otro lenguaje sin hablar en

realidad. Mi cabeza cae de nuevo.

Ethan sale lentamente de la habitación, con una mirada confundida en su

rostro, mientras Peter se sienta junto a mí, poniendo mi cabeza en su regazo.

―Escucha, Soph. No quisimos ser crueles esta mañana, pero no puedes ir

saliendo con idiotas por ahí poniéndote así de borracha. Quién sabe lo que podría

haber pasado si no te hubiéramos visto. Quiero decir, te desmayaste en los brazos de

Ethan por el amor de Dios.

―Lo sé. Simon no es tan malo. No creo que hubiera hecho nada.

Peter comienza a jugar con mi cabello, masajeando mi cabeza cada pocos

segundos.

―Así que te acuerdas de anoche…

―Recuerdo al Ethan barbárico forzándome a irme, si a eso te refieres ―le

escupo, recordándolo forzándome a dejar el pub.

―Sé que lo odias ahora, pero por favor, por mí, no seas dura con él. Acaba de

volver, está un poco frágil con todo.

Me siento.

―¿Que no sea dura con él? Peter, ¡mira lo que me ha hecho! Me ha

destrozado.

Él sacude su cabeza suavemente, reconociendo mis palabras.

Page 169: Please don't go (2)

169

―Lo sé. Y sé que planeas huir a los Estados en unos días, pero, ¿puedes

hacerme un solo favor antes de que te vayas? ―pregunta, pero se mantiene en

silencio esperando una respuesta.

Finalmente asiento.

―¿Puedes quedarte por unas semanas? ¿Ver lo que ha planeado? Te ama,

Soph, y está arrepentido por todo.

―No puedo prometerte eso, Peter. No ahora.

―Entonces, ¿me prometes pensarlo?

Una sonrisa se escapa de mis labios y asiento, sabiendo que esto lo aplacará

por ahora.

―Ten unas aspirinas. ―Me da dos píldoras que acepto agradecida.

Ethan está esperándome afuera del baño. Peter camina detrás de mí por un

segundo, luego se aleja. Las cejas de Ethan se fruncen, como si ha estado intentando

develar nuestra conversación, pero me extiende su mano.

―Vamos, Sophie, metámoste de vuelta en la cama. ―Hago lo que más puedo

para herirlo con mi hombro cuando paso junto a él, pero no se mueve ni un

centímetro con mi embestida. Dormir suena demasiado bien ahora, así que me

muevo rápido hasta que mi cabeza golpea la almohada en la cama de Ethan. El

pensamiento de él acostado junto a mí ni siquiera me molesta, solo necesito que la

aspirina me golpee y que mi cabeza deje de latir.

Page 170: Please don't go (2)

170

Capítulo 27 Ethan

Traducido por Itorres

Corregido por Xhessii

odavía aturdido, me levanto lentamente para encontrarme con las

manos atadas al poste de la cama. Sophie está sentada en el borde de

mi cama, mirándome con una ridículamente enorme sonrisa

estampada en su rostro.

Me quejo en voz alta, pero me divierte.

―No sabía que tenías un lado retorcido, Gerrard. Si lo hubiera sabido, habría

hecho las cosas más fáciles para ti. Todo lo que necesitas hacer es pedirlo la próxima

vez, lo haré de buena gana. ―Mi propia boca forma una sonrisa desviada, entonces

doy una mirada a la puerta.

Ella rueda los ojos.

―Ni siquiera te molestes pidiendo ayuda. Ya lo he comprobado. Peter se ha

ido.

―Bueno, esto se está poniendo interesante. ¿Qué tienes en mente? Un poco

de juego previo, lo puedes hacer como quieras conmigo, ¿qué? ―bromeo con ella,

aunque puedo decir que está tratando desesperadamente de mantenerlo por su

cuenta.

―No,‖no‖te‖quiero‖para‖que‖me‖toques,‖y‖yo…‖yo‖tengo‖una‖lista.

Ahora es el momento para mí para rodar mis ojos.

―¿Otra lista, Sophie? Mira dónde me dejó la última.

―Solo cállate y escucha. ―Ella chasquea los dedos.

Le doy una pequeña sonrisa, dejándola continuar.

T

Page 171: Please don't go (2)

171

―Sé que me amas, y sabes que te amo. Eso no es realmente lo que estoy

cuestionando en este momento. Sé que tenías tanta rabia y dolor que necesitabas

escapar…‖escapar,‖ y‖hacerlo‖ a‖ tu‖manera.‖Pero,‖ te‖ llevó‖ realmente‖mucho‖ tiempo,‖

Ethan, y para empeorar las cosas, ni siquiera tuviste la decencia de levantar el

teléfono para hacerme saber si estabas vivo. En pocas palabras, rompiste mi

corazón. Confié en ti como lo pediste, y me decepcionaste.

La interrumpo.

―Soph, ¿por favor? ―le ruego, sabiendo que el dolor en mi voz debe ser

obvio.

Ella levanta la mano para detenerme.

―Lo que no entiendo es, ¿cómo se pudiste alejarte de mí tan fácilmente?

Pero, ¿sabes qué?, olvida esa parte. Siempre hablamos de nuestro futuro juntos,

vivir juntos, tal vez incluso hacer formal la relación en algún punto más tarde en

nuestra vida. Así que no entiendo por qué no me dijiste sobre Australia. Sé que tu

mamá se está mudando de nuevo para estar más cerca de tu hermana. No puedo

mudarme allí, Ethan. No puedo dejar a todos atrás. Al menos no ahora. ―Ella hace

una pausa, y puedo decir que está tratando de contener las lágrimas―. Quiero que

vayas y estés con tu familia.

Volteo la cabeza para apartar la mirada de ella, porque no puedo soportar ver

a esos ojos en estos momentos. Así que en lugar de decirle que la amo, me las

arreglo para responder:

―¿Pensé que dijiste que tenías una lista?

―La tengo. Solo quería sacar eso antes de decirla. ―Se aclara la garganta un

par de veces, y la atrapo limpiando una lágrima que corría por su mejilla.

1. Nada de llamadas.

2. Sin visitas.

3. Déjame ir.

4. Olvídate de mí.

Unos minutos de silencio antes de poder por fin mirarla de nuevo.

Page 172: Please don't go (2)

172

―No creo que la lista vaya a funcionar para mí, Soph. Ahora sé lo que quiero.

Quiero decir, siempre supe que eras tú, solo necesitaba un poco de tiempo para

conseguir poder acomodar todos mis pensamientos. Era mucho para procesar. Pero,

te‖prometo‖que‖ahora‖estoy‖bien.‖Te‖necesito,‖y‖en‖cuanto‖a‖olvidarte…‖―Dejo de

reír ante la idea―. Eso no va a suceder. ¿Es una broma? Olvidarte sería como

renunciar a mí mismo otra vez. U olvidarme de respirar.

Poco a poco ella descruza las piernas, y se para antes de acercarse hacia mí.

Mi corazón late en mi pecho mientras ella se inclina sobre la cama, dejando que su

frente haga contacto con la mía.

―Me gustaría que te hubieras dado cuenta de eso antes, cuando todavía

estaba dispuesta a amarte tan ferozmente como siempre, pero me voy a casa en

pocos días.

Sus labios rozan mi nariz.

―Hazme un favor y respeta mis deseos.

Cada palabra que sale es tan suave y triste. No puedo decir si realmente va a

seguir adelante con esto. Cierra los ojos, y quiero desesperadamente que los abra y

me vea, realmente me vea. No lo hace. La sensación de sus labios sobre los míos por

un breve segundo es mi perdición, siento náuseas sabiendo que esto es

posiblemente mi último beso de ella.

―Adiós, Ethan ―susurra.

Y ahora es mi turno de estar enfermo.

Trato de saltar de la cama, pero no logro ya que mis manos están atadas.

―Maldita sea, Sophie. Por favor, ¡no te vayas! ―le grito, pero ella ya se ha

ido.

Page 173: Please don't go (2)

173

El tiempo se siente como si se estuviera arrastrando mientras espero a que

Pete vuelva a casa. Estoy desesperado por correr hacia ella, para hacer entrar en

razón a esa dura cabeza que tiene.

Mis manos comienzan a temblar, al imaginar no ser capaz de ver su cara

nunca más. Me siento tan solo sin ella, y ahora se acabó. He arruinado todo lo que

significaba algo para mí. Me gustaría poder retroceder y no hacer lo que hice o dije,

una y mil veces, sólo para sentirla una vez más. Dejarla ir a casa no es una opción.

Ya no más.

―Amigo, ¿estás aquí? ―grita Pete, cuando llega a casa. No tengo ni idea de

cuánto tiempo ha pasado desde que Sophie se fue, solo sé que cada minuto se siente

como siempre.

―Estoy aquí. Me vendría bien un poco de ayuda.

Pete pasa por la puerta como si estuviera yendo a caminar, pero hace una

toma doble.

―No quiero ni saber cómo sucedió. ―Entra y empieza a desatar la cuerda―.

No puedo decir si esto significa que los dos se arreglaron, o si las cosas se fueron al

carajo.

Mis manos están libres, pero se sienten adormecidas, así que empiezo a frotar

de un lado a otro para evitar los pinchazos. Miro a Pete que me está mirando

esperando a que le explique todo.

―Lo hizo para que la escuchara. No sé, tal vez tenía miedo de que la

convenciera o algo así. Tengo que hacer un plan, Pete. Sophie se va.

Se inclina sobre la mesa en la esquina.

―Supongo que vas a necesitar mi ayuda para mantenerla aquí, ¿verdad?

Page 174: Please don't go (2)

174

―Algo así. ¿Tienes alguna idea? Lo único que se me ocurrió fue simplemente

secuestrarla. ―Me encojo de hombros con una sonrisa. Pete se sienta junto a mí.

―Te dije que tenía algunas opciones.

―Bueno, manos a la obra ―digo ansioso acerca de cualquier tipo de plan.

―Uno, dejamos a Sophie irse...

Lo corté, sacudiendo la cabeza.

―Eso no es una opción.

Pete levanta dos dedos.

―Dos, utiliza tu ridículamente buena apariencia y encanto para convencerla

de que se quede.

―Ya lo intenté. ¿Algo más?

Él continúa:

―Tres, organizamos el secuestro del que hablabas. La llevas a un lugar,

cualquier lugar para un fin de semana largo. Yo le digo que su vuelo fue cancelado o

que está demorado, mientras tú le echas el guante. La subes en el ferrocarril a

Francia‖o‖a‖la‖Isla‖Wight…‖a‖alguna‖parte.‖Hazla‖recordar‖los‖buenos‖tiempos.

Mi cabeza se balanceaba de arriba a abajo.

―Puedo hacer eso. Ella me ha dicho que quiere ir a París. Podría hacer eso.

―Hago una pausa pensando en cómo puedo lograr esto. Estoy caminando de un

lado a otro, mis nervios consiguiendo lo mejor de mí. ¿Cómo en el maldito infierno voy

a ser capaz de robar a Sophie sin que ella patee y grite todo el camino?―. Por lo tanto,

¿Estás dentro amigo?

―¿Estás loco? Por supuesto que estoy dentro. La última cosa que quiero es

estar en contacto contigo si ella se va. Vamos a poner el plan en acción. No tenemos

mucho tiempo.

Pete me tiende la mano, y la agito.

―¡Trato hecho!

Page 175: Please don't go (2)

175

Capítulo 28 Ethan

Traducido por Itorres

Corregido por Xhessii

ómo quieres hacer esto? ―me pregunta Pete un poco más

tarde, sirviéndonos el té.

Reflexiono acerca de la situación y me siento frente

a él en la mesa de la cocina.

―Ella va a venir a verte antes de irse, ¿correcto?

Pete asiente.

―Probablemente, pero todavía va a estar enojada conmigo por ponerme de

tu lado. Me podría pedir que vaya a ella para evitarte. ―Niega―. Simplemente no

sé.

Con su té a la mitad se sienta en el taburete de mi lado.

―Siempre puedo intentar pedirle que entre para una visita una noche antes y

decirle que no estás aquí. Podrías esconderte en tu habitación, y luego una vez que

se instale, sales. Te podría ayudar a persuadirla o voy con ustedes donde quiera que

sea que estés tomándola. Me aseguraré de perderme una vez que llegue aquí.

Sorbo mi té por un largo segundo pensándolo bien.

―Eso podría funcionar.

De pie de nuevo, pateo la silla a un lado bruscamente, antes de botarme al

sofá. Tiro la almohada detrás de mí al suelo. Mi brazo descansa sobre mi cara,

cubriendo mis ojos.

―Jesús, va a odiarnos a los dos. Lo sabes, ¿verdad?

Él se ríe suavemente, luego intenta recuperarse con una tos cuando lo miro.

―¿C

Page 176: Please don't go (2)

176

Él agarra mis talones, empujándolos a un lado, antes de sentarse a mi lado.

―Oye, amigo, realmente quiero que esto funcione para ti. Quiero ver llegar el

final feliz que te mereces, pero lo único que sé de Sophie es que nunca ha estado

enojada conmigo. Ella me perdonará, debido a la situación en la que estamos. Me

entenderá por ponerme de tu lado. ―Hace una pausa―. De lo que no estoy tan

seguro es de lo que va a hacer contigo. No la ves, amigo. La dejaste sin muchas

palabras, eso tuvo un alto precio en el corazón de esa chica.

Molesto y enojado, así estoy.

―¿Crees que no me arrepiento de dejarla, Peter? Cada minuto, demonios,

cada segundo que estoy despierto, pienso en lo que le hice. No me juzgues o juzgues

nuestra relación. Si no hubiera sido por todas aquellas desagradables mentiras, no

nos conoceríamos, nada de esto habría pasado. Demonios, probablemente le habría

puesto un anillo en su dedo antes de que se fuera. Pero, ahora está completamente

jodido por la mentira que ya sabes.

La cabeza de Pete cae en sus manos, con los codos apoyados en sus rodillas.

Su cabeza se mueve hacia atrás y hacia adelante mientras susurra varias veces lo

mucho que lo siente. Lo perdoné antes de que regresara, pero cuando se llega a este

punto, solo necesito a alguien que entienda por qué hice lo que hice. Estoy seguro de

lo que hice, así como también mi mamá. En cuanto a Sophie, no creo que lo

entenderá, o si alguna vez me perdonará. No se puede negar que si no puedo

tenerla de nuevo, una pequeña parte de mí se sentirá como que está muriendo todos

los días sin ella.

Pete apenas me mira, y cuando lo hace, tiene dificultades para mirarme a los

ojos.

―Ethan, no sé qué decir ni qué hacer, para hacerte entender cuánto lo siento

por mantenerla alejada de ti. ¿Por qué crees que te estoy ayudando con Sophie? No

quiero verla herida nunca más, así como a ti. Esto podría dañar permanentemente

mi relación con ella por decirle más mentiras. Pero, lo quiero hacer si esto significa

tu perdón.

Mi corazón está con él. Me vuelvo a sentar, empujándolo con el hombro.

Page 177: Please don't go (2)

177

Él finalmente me mira, así que sonrío.

―No creo que tengas que hacer esto. No tienes que hacer esto por mí. Ya se

me ocurrirá algo más. ―Lanzo mi brazo sobre su hombro―. Y yo te perdoné,

amigo. Eres el hermano que nunca tuve, tienes que saber que me gustaría volver

eventualmente. Siempre te haces el fuerte cuando me voy. Si no hubiera sido por ti,

nunca habría redescubierto a la única chica que he amado. Y, yo también te quiero.

Él me da una sonrisa débil.

―También te quiero, amigo. ―Suspira, y me empuja fuera del sofá―. Vamos

a rastrearla para ti. Vamos a resolver esto juntos.

Un día más tarde, hemos ideado un plan. Sophie sigue molesta con Pete por

su participación con lo de Simon, por lo que no ha sido capaz de llegar a ella. Él la

ha llamado varias veces, incluso trató con su madre, pero Sophie siempre está fuera,

o no toma el teléfono. Ayer, incluso golpeó la puerta de su dormitorio, y fue

recompensado con un breve vistazo de Sophie. Al parecer, ella dijo esa palabra

desagradable que rara vez usa, y luego le cerró la puerta en la nariz.

Él se echó a reír cuando me llamó.

―No me acuerdo de Sophie ser tan enérgica.

Enérgica es un eufemismo.

Sigo en deuda con Pete por su promesa, y reservaré dos entradas para un

paraíso para el día siguiente. Estaba pensando en París, pero de último momento

cambié de parecer. La única cosa que puedo pensar es que la ayude a recordar cómo

me enamoré de ella en primer lugar. Cuesta una pequeña fortuna reservar dos

entradas y un cuarto a último momento, pero si me gano a Sophie de vuelta, bien

valdrá la pena. Cinco días. Cinco días es todo lo que tengo para conquistarla, y estoy

sin duda preparado para el reto.

Page 178: Please don't go (2)

178

Son las cinco en punto y acabo de llegar a casa de una caminata en el parque,

cuando Pete me saluda en la puerta.

―¡Apúrate! Sophie deberá estar aquí a las seis. Nos reuniremos para la cena.

Ella piensa que estás fuera por la noche con tu madre.

Mi corazón se dispara al escuchar que ha caído en la trampa. La idea de

volver a verla me abruma así que salgo corriendo al baño para ducharme. Una vez

hecho esto, aún tengo más de cuarenta y cinco minutos de pánico acerca de que no

vamos a ser capaces de lograrlo.

Pero, maldita sea, no estoy más allá de atarla a la cama como me lo hizo a mí,

y si es la única manera de mantenerla aquí hasta nuestro vuelo de la mañana

siguiente, lo haré. Había empezado a pensar que tendríamos que robarla de mí tía

mañana mientras ella dormía. Afortunadamente, no tendré que llegar a eso.

Sigo paseándome nerviosamente mientras Pete bebe tranquilamente su té y

lee el periódico en la cocina, mirándome cada pocos minutos. Estoy ansioso por

verla. Pete levanta la vista de su lectura.

―Será mejor que desaparezcas. Debería estar aquí en cualquier momento.

Brinco de un pie al otro, entusiasmado como un boxeador, torciendo el cuello

de lado a lado para aflojar los nudos que se han formado.

―Está bien. Vamos a hacer esto ―le digo.

Pete solo parece divertido, y apunta para que me dirija a mi habitación. Una

vez dentro, cierro la puerta, y espero detrás de ella, esperando oír su voz. Los

minutos que pasan se sienten como horas, finalmente escucho el sonido de su voz.

Espero una cantidad adecuada de tiempo, según mi reloj mental para salir y

enfrentarme al show. Dejo pasar diez minutos enteros antes de que mi mano se

tome el pomo de la puerta, y de repente estoy al instante cara a cara con Sophie.

Page 179: Please don't go (2)

179

Ella se vuelve confusa, y mira a Pete.

―¿Pensé que habías dicho que no estaba aquí, Peter? ―Su voz se ata con

sospecha y le dispara una mirada de muerte.

Mis manos comienzan a temblar, quiero ir con ella tan endemoniadamente a

abrazarla. Para tener otra cosa que hacer, meto las manos en mis bolsillos, y saco la

bola de pelusa que hay ahí.

Pete se acerca a ella.

―Sé que te mentí, Sophie, pero, ¿podrías escucharme?

Ella pasa a través de los dos, empezando a subir por las escaleras.

―¿Por favor, Sophie? Solo dos minutos es todo lo que necesito. ―Esto le

impide seguir avanzando.

―¿Puedes por favor mirarme? ―le pregunta él.

Mis pies todavía no se han movido. El pánico se ha fijado y me temo que todo

lo que está a punto de estallarme en la cara. Observo cómo se sienta. Todavía no se

ve muy feliz con cualquiera de nosotros.

Pete se agacha delante de ella.

―Escucha, Sophie, Ethan quiere llevarte a un lugar por un par de días para

ver si hay alguna esperanza para los dos.

Mis ojos no han salido de ella, mientras ella se ríe burlona ante la sugerencia

de Pete.

―¿Quieres que me vaya con Ethan? ¿Estás loco? ―Su voz tiembla―. Sabes

que no puedo hacer esto de nuevo ―dice casi en un susurro, pero le escuché

claramente incluso desde donde me encuentro cruzando la habitación.

―Sé que todavía estás herida, pero, Sophie, ¿piensa en este escenario?

Digamos que en diez o quince años a partir de éste momento, que estés junto a un

tipo, tal vez tengas un niño o dos, y la única cosa que puedes pensar es en, ¿y si

hubiera ido en ese arriesgado viaje con Ethan? Tal vez no lo lamentarás, pero si no

vas, puede que lo hagas. Haz esto por la paz de tu mente, hazlo para dar cierre, o

felicidad, lo que sea, pero solo hazlo.

Page 180: Please don't go (2)

180

Sophie no se ha movido, pero cerró los ojos en un punto intermedio del

pequeño discurso. Uno por el que yo estaré en deuda.

Unos minutos más tarde, después de que Pete y yo hemos mirado hacia atrás

y adelante del uno al otro un millón de veces, Sophie finalmente abre los ojos para

mirarme.

―¿Dónde quieres ir?

Dejé escapar un enorme respiro, tratando de borrar esa imagen de ella

sentada ahí en el dolor y el pensamiento profundo. Odio lo que le hice.

Me aclaro la garganta.

―Es algo así como una sorpresa. Todo está empacado, y si la tía Anna no

empacó algo que necesites, bueno, solo tendremos que comprarlo.

Camino hacia ella y me siento a su lado. Su cuerpo tiembla un poco así como

el mío. La miro, pero rápidamente voltea la cabeza hacia otro lado, y luego se limpia

una lágrima de su mejilla.

―Por favor, solo confía en mí una vez más, Sophie, ¿por favor? Te estoy

rogando que confíes en mí. ―El dolor en mi propia voz es obvio incluso para mí.

Creo que podría romper y llorar frente a ellos dos si me rechaza.

―¿Cuánto tiempo?

―Cinco días ―le respondo al instante. Luego agrego―: A menos que quieras

quedarte más tiempo, siempre podría cambiar los planes.

Ella me mira finalmente, con los ojos enrojecidos estudiando mi cara. Suspiro

mientras miro a sus ojos.

―¿Qué pasa si quiero salir y volver a casa?

Me muerdo el labio, odiando responder a su pregunta.

―Entonces me iré a casa.

Ella se pone de pie, así que yo también. Pete observa todo desde unos pocos

metros de distancia, nervioso mordiendo sus uñas.

Ella lo mira.

Page 181: Please don't go (2)

181

―Está bien. Pero, solo estoy haciendo esto porque confío en Peter, y

realmente creo que no me enviaría a que masacraran mi corazón. ―Ella voltea hacia

mí―. Recógeme mañana.

Los dos bloqueamos instantáneamente su camino, sabiendo que podría estar

mintiendo.

Pete se adelanta.

―Umm, Sophie, tenemos tu maleta aquí, así que pensamos que lo único que

podíamos hacer es salir a cenar, entonces podrías dormir aquí.

Ella gruñe y hace algún ruido extraño de incredulidad.

―Está bien. Me muero de hambre. Vamos.

Una parte de mí sabe que ella está haciendo esto para darme una

oportunidad más, aunque dice que es por Pete. Ruego ser capaz de sacar esto

adelante. Es solo un día más hasta que estemos solos, y haré cualquier cosa para

conquistarla. Solo espero que esté abierta a dejarme probar que lo valgo

Page 182: Please don't go (2)

182

Capítulo 29 Sophie

Traducido SOS por Soñadora

Corregido por Samylinda

l pensamiento de estar sola con Ethan por cinco días me abruma.

También me sobreexcita. Me sentí perdida sin él. Pero, tener el control

me hace tomar conciencia de que puedo divertirme un poco en esta

aventura. Me río en voz alta, pensando en lo fácil que será para él tenerme de su

lado. Podría sólo preguntar, lo que de todos modos ha hecho, pero no se lo haré tan

sencillo. Haré que pague por cada minuto que pasé sin él. Empiezo a ansiarlo, sólo

de pensar en distintas formas de torturarlo. Parte de mí sabe que es completamente

inmaduro, pero ese niño debe recibir una lección.

Dentro de mi menté, sé dónde me llevará. Pero, aún, estoy insegura. Si eso

tiene sentido. Podría ser cualquier lado, pero cuando dijo que me llevaría a donde

todo comenzó, me da la idea de que iremos de vuelta a St. Thomas y lo ansío luego

de pensarlo. Estar sola con él, descubrirnos de nuevo, luego de los meses que ha

pasado lejos es excitante, incluso si mi corazón aún duele. Y, lo hace. Deseo sentirme

sana, viva, sentir cualquier cosa y de repente él me ha dado exactamente lo que

necesito.

Vamos a un pequeño restaurante italiano en la calle Frith. Casi había

olvidado lo buena que podía ser la comida. Como todo lo de mi plato.

Los chicos conversan sin mí, ocasionalmente invitándome a unirme, pero me

niego. Lo único que puedo pensar es en dónde dormiré esta noche. O, mejor, dónde

dormirá él esta noche.

Realmente pienso que despertar junto a él es una de las mejores cosas que he

sentido, pero necesita esperar en esto. Y, ¿estoy segura de poder confiar en él de

nuevo? Corrió a un lado con tanta facilidad mi amor antes, ¿qué sucederá si ocurre

otro problema?

E

Page 183: Please don't go (2)

183

Salimos del restaurante minutos después. Los chicos hablan de ir a un pub,

pero yo dije que no, así que volvemos a su departamento, tratando de fingir que

todo es normal. Bueno, ellos lo hacen.

Ethan y Pete han estado en el living desde que me encerré en la habitación de

Ethan. Saco mi teléfono de mi bolsillo para marcar el número de la primera persona

con la que necesito hablar.

Me siento en el borde de la cama de Ethan, rogando a Val que atienda el

teléfono.

―Hola ―responde finalmente.

―Val, gracias a Dios contestaste. Realmente necesito tu ayuda ahora mismo.

―¿Qué pasa Sophie? ¿Qué hizo ahora? Si quieres que vuelva y patee su

trasero, sólo dilo. Me subo al próximo avión.

Me río imaginando la imagen de los dos luchando.

―Quiere llevarme a un viaje de unos días y dije que sí.

―¿Estas desquiciada? Es un idiota. Debes alejarte, chica. ¿Cuánto tiempo te

llevará entenderlo? Sólo te lastimará.

Dudo en contestarle después de todo lo que dijo. Una parte de mí le cree,

pero la otra cree en Ethan con todo el corazón.

Toso para aclarar mi garganta.

―Creo que estás equivocada. Ha pasado por tanto, Val. Creo que sólo

necesitaba tiempo. Sé que me arruinó, pero estoy bien ahora y quiero ir. Quiero oír

lo que tiene para decir. ―Hago una pausa esperando que diga algo, pero se

mantiene callada―. Necesito esto Val. ¿Por favor di algo positivo?

Luego de unos segundos, me responde:

―Bueno, es definitivamente caliente. Así que al demonio, ve por él. Oh y te

quiero.

Eso me hace reír.

―Te quiero también. Te llamo cuando todo termine.

Page 184: Please don't go (2)

184

―Más te vale ―dice con voz firme―. Oh, ¿y cómo está el otro lindo, Peter?

Demonios, lo extraño.

Sé que los dos han seguido en contacto.

―Él está bien. Debo irme. Están ambos esperándome en la otra habitación.

Pero, creo que los haré esperar un rato. Ya sabes, hacer que suden por ello.

Ella ríe en el teléfono, así que me uno. El dolor de Ethan me duele como si

fuera propio y cada día que estuvo lejos rogué que volviera. Luego de que me

golpeó que quizás estaría fuera siempre, comencé a fingir que no me afectaba. No

sabe el dolor que me causó. Aunque me destruyó, no podría tolerar que se

preocupara por mí encima de todo lo demás. Él me importa más que cualquier otra

cosa en el mundo. Pero, demonios, todavía lucho con la idea de no estar cien por

ciento segura de poder confiar en él de nuevo.

Aparentemente, la mamá de Peter empacó por mí, cosa que aún no he visto.

No tengo idea de qué cosas habrá tirado allí a último minuto. Juro por momentos

que siento que me entiende más que mi propia madre, así que estoy segura de que

debe haber incluido algunos de mis conjuntos más halagadores. De hecho cruzo mis

dedos para rogar rápidamente que lo haya hecho, dado que serán mis nuevos

instrumentos de tortura. Leí en un artículo una vez que los hombres son criaturas

visuales, bueno, estoy lista para darle un show.

Cuando aterrizamos en Nueva York, sé que estuve en lo correcto. Ethan me

llevará a Saint Thomas. Aún no ha dicho nada más aparte de que descanse para el

viaje. Pude dormir unas horas en el avión, luego de ponerme al día con todos los

chismes de Hollywood en las revistas.

Lo sigo por la puerta luego de que pasamos la seguridad. Podría haber visto

con‖ facilidad‖ los‖ boletos‖ pero‖ me‖ resistí,‖ dej{ndolo‖ hacer‖ “toda‖ la‖ cosa‖ de‖ la‖

sorpresa”.‖Aunque,‖realmente‖espero que no crea que soy tan densa. Mientras nos

acercamos a la puerta, se gira con una enorme sonrisa que no puedo resistir. Miro el

cartel detrás del escritorio, antes de sonreírle de vuelta.

―St. Thomas, ¿no?

Page 185: Please don't go (2)

185

―Creí que era una idea brillante. ―Se inclina para tomar mi mano―. No lo

sé, Soph, sólo creí que quizás podríamos reconectarnos allí. Espero que no te

moleste que no sea París.

Con su mano aún sosteniendo la mía, miro abajo para mirarlas entrelazadas

por primera vez en lo que parecieran años y sacudo mi cabeza.

―No me molesta.

―Tenemos un retraso de dos horas, ¿quieres comer algo?

―Claro. Podría comer ―respondo, sin querer soltar su mano. Es casi como si

él pensara lo mismo, porque ahora las mira y parece reacio a soltarme. Aprieto

gentilmente su mano antes de soltarla, esperando que esto le dé seguridad. Me

sonríe, girándose para mostrar el camino y puedo asegurar que está esperanzado.

Page 186: Please don't go (2)

186

Capítulo 30 Ethan

Traducido por flochi

Corregido por Samylinda

s la primera noche de nuestro viaje en el hotel, solos al fin. Sophie y

yo logramos ser corteses entre sí sin abordar nuestros problemas en

todo el día. En el avión ella escogió leer los folletos de universidades

que su madre le había enviado o leer revistas.

Universidad, me olvidé de la universidad. Me dejará tal y como sabía que tarde o

temprano haría, pero nunca esperé que sucediera. Cada señal me dice en mi cabeza

que esta relación no va a funcionar, si tan sólo mi corazón escuchara, quizás, solo

quizás, podría seguir adelante sin ella. Lo dudo, pero estoy empezando a creer que

ya no es una opción que tenga.

—Entonces, ¿dónde deberíamos comer esta noche? Podemos ir a la planta

baja o ir‖a‖la‖ciudad,‖lo‖que‖quieras‖―le digo. Sigue llevando puesto su traje de baño

azul, el que ella sabe que adoro se ponga, tras una hora de haber vuelto arriba.

Podría necesitar una ducha de agua fría si ella no se cambia pronto. Estoy sentado

en el borde de la cama king size, observándola agacharse, hurgando en su equipaje.

Lanza unas cosas hacia afuera cuando veo una de mis camisetas preferidas con la

que le gustaba dormir aterrizar sobre la pila.

―Umm,‖me‖da‖igual.‖Escoge‖tú‖―dice, con indiferencia. A medida que unos

cuantos artículos más de ropa aterrizan en la cama, no puedo evitar notar algunas

cosas que definitivamente nunca he visto en ella. Como, me encantaría ver el

pequeño conjunto púrpura de encaje en la cima de la pila puesto en ella, es una

gran subestimación.

Carraspeo, dejando que la imagen de ella yaciendo a mi lado usándolo se

reproduzca en mi cabeza.

E

Page 187: Please don't go (2)

187

―¿Qué tal si vamos abajo, luego quizás vamos por un paseo a la playa?

Saca un vestido blanco y mete la ropa interior debajo del vestido, antes de

dirigirse al baño, mirándome por el rabillo del ojo.

―Seguro. Déjame tomar una ducha. Necesito una media hora para

prepararme.

Apenas llegamos a nuestra mesa cuando Sophie se detiene en frente de mí. Se

da la vuelta, mirándome a los ojos. Los míos buscando los de ella, esperando que

diga algo, pero no lo hace, o no puede. No estoy seguro de cuál es. Se limita a

sonreír suavemente, luego se gira para seguir a la mesera a nuestra mesa.

Se ve impresionante esta noche. Está usando el vestido que usó la noche que

compartimos nuestro primer baile aquí. Sus mejillas tienen algo de color debido al

sol, e incluso unas pecas han empezado a mostrarse en sus hombros y nariz. Su

cabello está fluyendo por encima de sus hombros, con un broche sujetándolo a un

lado.

Me siento desvestido en mis pantalones cortos cargo y camisa de lino. Quizás

debería haber traído algo mejor para mostrarle lo serio que soy respecto a ella. Pero,

luego empiezo a pensar que quizás a Sophie no le importa, quizás nunca le haya

importado.

Hay un silencio doloroso en nuestra mesa en tanto pretendemos estudiar el

menú. Agarro un palito de pan, debatiendo en qué podría decir para darle un giro a

la noche. Si sólo pudiera hacer que entendiera. La sala está llena de gente, suave

música reggae está siendo tocada en el fondo, el ocasional sonido metálico de platos

proveniente de la cocina.

Sophie ordena langosta y una copa de champagne, así que ordeno lo mismo,

pero pido una botella. No puedo concentrarme en la comida o la música, solo en su

cara. Se ve tensa, casi inquieta de estar aquí.

―No pude evitar notar la única gran cama, Ethan. Realmente no creo que sea

buena idea. ¿Te importaría dormir en el sofá, o yo podría?

―Está bien. Tomaré el sofá.

¡Estupendo! Ahora he sido desterrado a montar el sofá.

Page 188: Please don't go (2)

188

Asiente ligeramente, ambos callados.

―Entonces, ¿cuáles son tus planes‖ para‖ cuando‖ vayas‖ a‖ casa?‖―pregunto,

simplemente para romper la tensión.

―No lo sé. Supongo que iré de compras por las cosas de mi dormitorio, y

pasar tiempo con Val antes de que ella se‖vaya.‖Ya‖sabes,‖ lo‖b{sico.‖―Después de

decir esto sin ni siquiera inmutarse, como sí, lo que sea, esto es lo que sigue para mí

después de ti, mi estómago se siente como si es un nudo.

―¿Universidad? No estaba seguro de que tomaras esa decisión.

―Bueno, mi madre llamó varias veces en las últimas semanas. Logré entrar

en las tres principales que quería. Por lo que es bastante impresionante. ―Sonríe,

abiertamente.

―¿Pensé que estabas pensando en quedarte en Londres para la escuela?

Mete una hebra de cabello detrás de su oreja, y aparta la vista cuando

responde:

―Oh, yo nunca, umm, accedí a aplicar.

―Entonces, ¿cuál estás considerando?

―Oh, um, Ithaca, Providence y Seattle. Tengo que elegir en las próximas

semanas. Es realmente una gran decisión, por lo que tengo que sopesar los pros y

los contras. Ver en qué lugar me sentiría más cómoda. Parte de mí quiere ir a Seattle

para estar‖cerca‖de‖pap{,‖pero‖ugh…‖no‖olvidemos‖a‖la‖madrastra‖malvada‖que‖llega‖

junto con esta decisión.

―¿Soph?

―De todas maneras, como dije, tengo que decidir pronto, y Val va a ir a

Vermont, así que Providence estaría cerca de ella. Aunque, Ithaca es un paseo en

coche factible. Es solo una hora y media desde con mamá y Austin.

―Sophie, maldita sea, deja de divagar.

―Oh,‖¿qué‖pasa?‖―pregunta inocentemente.

Quiero levantarme y huir, como siempre, pero me obligo a quedarme.

Page 189: Please don't go (2)

189

―No pasa nada. Estoy seguro de que tomarás la decisión correcta. Vamos a

comer.

Luego de terminar la comida, y la botella de champaña, Sophie juguetea con

la servilleta en su regazo, evitando mirarme. No puedo saber si está nerviosa, o si

está empezando a lamentar haber venido. Sé que tengo que decir algo.

―¿Qué tal ese paseo en la playa del que hablamos?

Levanta la cara, y finalmente me mira. Empuja hacia atrás la silla.

―Seguro.

Hago lo mismo después de garabatear rápidamente nuestro número de

habitación en la cuenta. Decido hacer mi movimiento. Cuando empieza a alejarse

caminando, me muevo con un poco de rapidez para alcanzarla, y le agarro la mano.

Ella no se suelta, por lo que la sostengo con un poquito más de fuerza.

―Ethan‖―susurra―. ¿Qué estás haciendo?

―Vamos a dar un paseo.

―No me refiero a eso y lo sabes.

Llegamos al final del sendero de concreto que nos lleva a la playa. Sophie

suelta mi mano, antes de agacharse para quitarse los zapatos. La imito, quitándome

mis mocasines, y ponerlos en la arena. Sus ojos siguen cada uno de mis

movimientos, pero ella sostiene sus zapatos.

Los agarro de su mano.

―Nadie los tomará. Déjalos aquí.

Ella hace un gesto afirmativo con la cabeza, entregándolos. Los pongo junto a

los míos.

Sophie alza la mirada a la luna por varios segundos, antes de volverse hacia

mí.

―Es tan hermosa esta noche.

Respondo inmediatamente:

―Tú eres más hermosa.

Page 190: Please don't go (2)

190

Su boca se curva hacia arriba en una pequeña sonrisa.

―Buena frase.

Me giro hacia ella, ahuecando su rostro entre mis manos.

―No es una frase, Sophie.

El deseo de besarla me tiene desenredado por dentro. Me inclino, ladeando

su cara para encontrarse con la mía. Justo cuando mis labios se separan para

empezar a acariciar los de ella, gira la cabeza. Aprieto la mandíbula, intentando

evitar decepcionarme, o enfadarme.

Mis manos caen a mis costados.

—¿Pensaba que habías venido aquí para intentarlo?

Ella se gira, envolviéndose con sus brazos.

―Lo intento.

La escucho inhalar varias veces. Paso mi mano a través de mi cabello, luego

agarro su codo, llevándola conmigo.

―Vamos, vayamos de paseo. Tengo algo que decirte.

Esta vez, ella me agarra. Tan solo la sensación de su mano en la mía, me

relajo. Después de caminar un poco más en la playa, nos acercamos al océano. Le

señalo que se siente.

Se alisa el vestido con las manos, metiendo los pies debajo de ella.

Me siento a su lado, tan cerca como puedo.

―Primero, déjame volver a disculparme. Sé que lo he dicho un millón de

veces, pero lo siento, Soph. Nunca quise hacerte daño, tienes que saberlo. O sea, en

alguna parte profundo en mi interior, supe que iba a pasar, pero no podía respirar

en Londres. Fue como una rara experiencia extra corporal, que no pude controlar. Y

que tú fueras atrapada en el fuego cruzado. Nunca me perdonaré por el dolor que te

causé, y si te pierdo, bueno, es mi culpa. Tenía todo lo que quería y lo jodí.

Page 191: Please don't go (2)

191

Me recuesto en la arena, mirando las estrellas. Siempre podía verlas como

algo más, pero esta noche eran simplemente estrellas titilando en el cielo. Ya es

difícil soñar. Sophie se cambia de posición, por lo que está de frente a mí.

―Ethan, sé que lo sientes. No tienes que volver a decirlo. Si hubieras

levantado el teléfono, una vez, te habría esperado por siempre.

Se me escapa una pequeña risa.

―Te llamé tantas veces, Sophie. Sólo que nunca tuve las agallas para rogar tu

perdón por teléfono. Colgaba tan pronto como respondías. Estaba tan avergonzado

de mí. Avergonzado de dejarte valerte por ti misma. Avergonzado de las palabras

que te dije. Avergonzado de la mirada de tu cara cuando lo hice. Tenía mucho dolor

y furia hirviendo en mi interior. No esperaba que‖lo‖comprendieras,‖no‖podía.‖―Me‖

siento,‖y‖la‖acerco―. Solo quiero que volvamos a ser nosotros nuevamente. Sé que es

mucho pedir, pero te amo demasiado. No puedo imaginar no despertar a tu lado

nunca más.

Sophie se limpia una lágrima de la mejilla.

―¿Qué hay de Australia?

La sujeto por las piernas, y las tiro alrededor de mi cintura para que esté

sentada en mi regazo.

―No lo sé. Lo resolveremos, lo prometo. Te quiero.

Los brazos de Sophie me rodean el cuello, luego sonríe suavemente. Es la

primera vez en mucho tiempo, que me permito sentir esperanza. Apoya su frente

sobre la mía, inhalando y exhalando varias veces.

―También te quiero.

Sus labios chocan con los míos, y lo saboreo por un momento, antes de

deslizarla sobre su espalda. Mis manos se deslizan debajo de su cuello, tirando de

ella hacia arriba ligeramente para que encuentre mi beso. La sensación de sus manos

calientes se desliza debajo de mi camiseta, subiendo y bajando por mi espalda. Con

una mano todavía ahuecando su cuello, dejo que la otra vague hacia abajo, sintiendo

los contornos de su cuerpo. Mi mano alza lentamente su vestido para poder tocar su

piel. Ella se detiene, y se echa hacia atrás un poco. Odio la separación.

Page 192: Please don't go (2)

192

―¿Qué?‖―pregunto, buscando frenéticamente sus ojos.

―Quizás deberíamos‖regresar‖a‖la‖habitación‖―sugiere.

Sacudo la cabeza.

―No creo que pueda hacer eso ahora, Soph.

Ella ríe.

―No estoy bromeando.

Sigo encima de ella, nuestras caras apenas a un centímetro de distancia.

Mira de lado a lado, luego libera una enorme sonrisa, y luego me tira hacia

atrás. Subo su vestido aún más por su pierna, a la vez que sus manos bajan a mis

pantalones cortos. Empieza a desabrochar mi cinturón, pero entonces se detiene

para mirarme.

―Si llegamos a ser atrapados, voy a asesinarte.

Estoy jadeando, siento que no puedo respirar, y menos esperar mucho más

tiempo.

―Será rápido. Créeme.

Rueda los ojos.

―Vaya, gracias.

Hago una mueca.

―Lo siento, ha pasado mucho tiempo.

Sus manos me agarran la cara.

―Cierra la boca, y bésame.

El sol está empezando a subir cuando nos dirigimos a la habitación. Sophie se

durmió en el recodo de mi brazo, y no tuve el coraje para despertarla. Sigue

pasando sus dedos a través de su cabello, quejándose por toda la arena endurecida

en su cabello, pero creo que se ve adorable.

Page 193: Please don't go (2)

193

Esa tarde me despierto antes que ella. Se ve tan inocente acurrucada en la

almohada. Mi estómago ruge, así que salgo de la cama para cambiarme a unos

pantalones cortos para agarrar algo de comida para nosotros. Garabateo una nota

rápida, dejándola sobre mi lado de la cama, diciéndole que regresaré en veinte

minutos.

El buffet en los expositores hace mi boca agua instantáneamente. Lleno dos

platos con huevos, bacon, tostadas, y agarro cafés antes de ponerlos en una pequeña

bandeja. Una vez que regreso a la habitación, acomodo abajo la bandeja de comida,

deslizo la tarjeta electrónica de mi bolsillo, y abro la puerta silenciosamente en caso

de que siga durmiendo.

No puedo esperar a regresar a ella. Lo único que quiero es envolver mis

brazos a su alrededor, y abrazarla todo el día.

Aunque, cuando entro, ella no está en la cama.

Reviso el baño, pero no hay señales de ella, el pánico empieza a construirse,

mi corazón se acelera ante el pensamiento que se haya ido, cuando escucho llantos

silenciosos provenientes del balcón.

Salgo hacia Sophie, que está cubierta con la bata blanca del hotel, mirando la

piscina.

―Sophie‖―la‖llamo‖suavemente―. ¿Qué pasa?

En sus manos yace mi celular. ¡MIERDA!

Camina a mi alrededor, y regresa a la habitación.

―Recibiste un mensaje. Me despertó. Solo miré porque pensé que

probablemente se trataba de Peter, pero no lo era.

Lanza el celular al sillón y se sienta en el borde.

Vuelve a mirarme con sus enormes ojos verdes, llenos de lágrimas.

Page 194: Please don't go (2)

194

―¿Quién es Brooke?

Mis ojos se cierran. ¿Por qué le di mi número a esa chica?

―Es solamente una chica que conocí cuando me fui.

―¿Dónde la conociste?

―¿Por‖qué‖quieres‖saberlo?‖―pregunto con escepticismo.

Resopla, luego me mira.

―Sólo responde la pregunta.

―Irlanda.

Ella‖ríe,‖pero‖no‖es‖una‖risa‖feliz.‖Es‖un‖“vaya”.

―¿Cuándo?

―¿Qué importa?

―Es importante‖para‖mí,‖Ethan.‖¿CUÁNDO?‖―grita.

―Hace dos meses. Estaba viendo la Piedra de Blarney, y ella estaba allí con

algunos amigos a punto de besarla, cuando le dije que no lo hiciera. O sea, todos

saben‖ que‖ est{‖ lleno‖ de‖ pis.‖―Me detengo para‖mirarla‖ antes‖ de‖ continuar―. La

detuve de hacerlo, y nos encontramos para un par de copas.

―Así que mientras yo estaba en casa quedándome sin lágrimas de tanto

llorar, vomitando, y tomando té de tu tía cada cinco segundos, ¿estabas

divirtiéndote con Brooke?

Mi cabeza siguen gritando, NO LE DIGAS NADA, pero respiro hondo. No

puedo mentirle, no después de todo lo demás.

Sintiéndome avergonzado como nunca, paso un mal momento mirándola,

pero me obligo a hacerlo.

―Sí,‖ pero,‖ juro‖ que‖ no‖ significó‖ nada‖ para‖mí…‖ lo‖ juro.‖ Pregúntale‖ a‖Pete.‖

Sophie, es una americana de Ohio. Cuando cerraba los ojos y la escuchaba, juro que

sentía que estabas conmigo. Lo lamento tanto, pero sí, estuve con ella. Solo una vez,

no es que‖ eso‖ importe,‖ pero‖ mierda.‖ ―Me detengo, furioso conmigo mismo. Si

Page 195: Please don't go (2)

195

Brooke‖arruina‖esto,‖que‖me‖ayude―. Acabamos de arreglar esto. Estamos juntos de

nuevo. ¿Necesitas perdonarme?

―Eres‖ increíble.‖ ―Me‖ empuja―. ¿Crees que porque pensaste que era yo,

mientras estabas con‖alguien‖m{s‖te‖perdonaría?‖―Señala‖a‖la‖puerta―. Sal, Ethan.

¡AHORA!

―Sophie, escúchame, por favor. Te amo, y sólo a ti. Si me dejaras explicarte

mejor.

Sophie no da el brazo a torcer, igual yo, pero ella debe darse cuenta de que no

me voy a ir, por lo que corre al baño, y cierra la puerta de un portazo. Escucho el

chasquido del mecanismo de la cerradura.

¡Estupendo! Así no es cómo esperaba que resultara el viaje. Golpeo la puerta

por más de una hora, desplomado en el suelo. Ella no sale.

Ahogar mis penas es algo a lo que me he acostumbrado, ¿por qué detenerme

ahora? El reloj en la barra dice las diez cuando sé que he tenido suficiente. Quiero

regresar a la habitación y meterle algo de sentido a su cabeza, y después de

atiborrarme de licor, creo que tengo las agallas.

Page 196: Please don't go (2)

196

Capítulo 31 Sophie

Traducido por Sweet Nemesis

Corregido por Samylinda

h, Dios mío. No puedo creer que me esté haciendo esto. Descubrir lo

de Brooke me despedaza. Aún si me dolió como el infierno verlo

alejarse de mi lado hace tantos meses, nunca lo creí del tipo que

engaña.

Técnicamente, supongo, no es un engaño si me botó pero es así como se

siente ahora. Me ha quemado ya dos veces, y tengo las cicatrices que lo prueban.

Me tomó meses construir esas paredes que juré él nunca podría atravesar. De

alguna manera, se las ha arreglado para comenzar a escalar de regreso a mi vida,

pero saber que ha estado con alguien más, mientras yo estaba deshecha, hace que se

sienta imposible dejarlo entrar de nuevo.

Lo que realmente me molesta es que si ella no hubiera enviado el mensaje,

¿me lo habría dicho él alguna vez? Probablemente no, y sería la única que se sentiría

culpable por lo de Simon. Simon, con quien no compartí más que un simple beso. E

incluso cuando lo hice se sentía horrible seguir adelante, pero lo hice. Ahora tengo

que comenzar de nuevo. Necesito, no, quiero ir a casa.

Sólo faltan tres días para nuestra tan llamada dichosa reunión. Dichosa mi

trasero. Vine aquí creyendo que era la forma de volver a Ethan. Seguro, podría

haberlo hecho en Inglaterra, pero esto iba a ser muchísimo más divertido. Resulta

ser, que no lo es.

No puedo dejar de pensar en él estando con ella, besándola, tocando a

alguien más. No logro sacarme esas imágenes de mi cabeza. Parte de mí se siente

culpable por lo de Simon, pero sé que aunque no debería sentirme así, lo siento de

O

Page 197: Please don't go (2)

197

todas formas. Me siento culpable porque nunca dejé de amarlo. Ni por un segundo

he dejado de amar a Ethan.

Incluso ahora, conociendo todas sus fallas e inseguridades, y créanme son

demasiadas, en lo profundo de mi ser sigo amándolo. Pero, en definitiva, lo que

necesito es volver a casa y empezar mi vida sin él. Tal vez algún día nos volvamos a

encontrar, y empecemos de nuevo. Tal vez.

Ethan aún no ha vuelto al cuarto. No que realmente esperaba que lo hiciera,

pero necesito algo de ayuda con el vuelo para regresar a Nueva York. En vez ir

abajo para encontrarme con él, me paso mi tiempo empacando.

No es hasta que estoy en el baño guardando mis últimas cosas en mi neceser,

que escucho que la puerta se abre. Mis manos se aferran al borde del lavabo, y mis

ojos miran al espejo mientras me obligo a inhalar y exhalar.

En el reflejo del espejo veo a Ethan parado en el marco de la puerta

mirándome.

―Así‖que,‖¿te‖vas?‖―pregunta.

Asiento‖sin‖ser‖capaz‖de‖encontrar‖una‖simple‖palabra‖como‖“sí”.

Él asiente también.

―Me imaginé que podrías, pero esperaba que no lo hicieras.

Se detiene por un segundo, entonces comienza a alejarse pero se vuelve para

enfrentarme.

―Entonces, ¿esto es todo? ¿Lo nuestro? ¿Terminamos?

Me abro camino junto a él y me siento en la cama sin responder.

Camina hacia mí, pero no se sienta. Se acuclilla frente a mí sin mirarme, y

dice:

―Realmente no puedo dejarte ir sin darnos una última oportunidad, Soph. Si

me escuchas, y aun así quieres irte, llamaremos a la aerolínea y te pondremos en el

siguiente vuelo a Rochester. Nunca me verás de nuevo. Lo prometo.

Page 198: Please don't go (2)

198

Lo miro apenas. Tanto como quiero escuchar lo que tiene para decir, me

asusta. Estoy tan cerca de ceder, y parte de mí quiere hacerlo, pero tengo miedo de

quemarme de nuevo.

―Es tarde, Ethan. Sólo quiero irme a dormir.

―De acuerdo, pero prométeme que podremos hablar mañana. Sólo serán un

par de días‖m{s,‖simplemente‖quédate‖―ruega.

Pongo más mantas sobre mi cabeza sin darle una respuesta.

Page 199: Please don't go (2)

199

Capítulo 32 Ethan

Traducido por rihano

Corregido por Samylinda

uiero meterme en la cama con ella, y abrazarla, pero no puedo.

Probablemente va a despertar y patearme en las bolas si lo

hago. Así que la siguiente opción es el sofá que he logrado evitar

hasta ahora. Me siento y la miro por lo menos una hora, escuchando

los lindos y pequeños sonidos que hace mientras duerme.

La idea de observarla más tiempo es atrayente, pero estoy muerto de

cansancio y bebido. Cierro los ojos, y me permito divagar hasta dormirme en el sofá.

La luz del sol asomándose a través de la ventana me despierta. Estiro mis

brazos sobre mi cabeza, y trato de relajar los músculos adoloridos en mi cuello de

dormir en el sofá toda la noche. Miró hacia la cama, pero está vacía. Saltó

levantándome, y corro a abrir el armario.

Todo lo de ella aún está aquí. Dejo salir un gran suspiro. Rápidamente miro al

reloj despertador. Una nota junto al reloj llama mi atención. Mi mano se estira

nerviosamente para levantarla. Suspiro. Quiere estar sola hoy. Arrugo la nota, y la

lanzo al cesto de basura. Al menos, no hay mención de billetes de avión o de

renuncia. Sólo quiere el día para pensar. Puedo hacer eso.

Sophie es una chica de piscina, así que me dirijo a la playa para darle el

espacio que pidió. Nunca pensé que me enamoraría así de fuerte de una chica, antes.

No sabía que el amor podía herir tanto así. El amor de mi propia familia sin duda

me ha lastimado, pero nunca el amor de Sophie. La quiero para hacer todo lo que

ella quiera; ir a la universidad, ver a Val, a su familia. Yo creo en ese dicho, si amas

algo déjalo libre. Tengo que dejarla ir. Si eso es lo que realmente quiere.

Q

Page 200: Please don't go (2)

200

He estado sermoneándome por horas en la playa. El cálido océano es

invitador, así que me encamino para un último chapuzón antes de encontrar a

Sophie. Probablemente me odia.

Cuando entro en la habitación del hotel que estamos compartiendo, escucho

el sonido de la ducha apagándose. Por un momento, pienso en dirigirme de nuevo a

la playa donde me he escondido para evitar que me diga que se está yendo.

Todo el día he jugado con los diferentes escenarios, para conseguir que

Sophie me perdone y olvide toda la mierda que viene conmigo.

Me echo sobre la cama, exhausto por el sol y nadar. Varios minutos pasan, y

ella aún no ha salido, así que cierro los ojos recordando cuando éramos más jóvenes,

tiempos más felices, y las estúpidas cintitas que usaba en su cabello por las que me

había burlado de ella.

Mi jodida cabeza entonces me muestra a mi padre, y surfeando junto a él. La

idea de que guardara el secreto de mi madre por tanto tiempo todavía me molesta.

Siempre compartimos todo, bueno, al menos pensé que lo hacíamos. Desearía que

me lo hubiera dicho.

He perdido tanto ya que me rehúso a creer que podría perder a Sophie,

también. De alguna forma, vamos a resolver esto. Y, si la pierdo ahora, voy a pasar

el resto de mi vida tratando de recuperarla.

―Ejem.

El sonido de Sophie tratando de llamar mi atención me saca de mis

pensamientos. Lentamente, me impulso hasta mis codos, mis ojos descansando

sobre‖sus‖muy‖quemados‖hombros.‖Sophie‖est{‖en‖sus‖“cómodos‖pantalones‖cortos”‖

como ella los llama, y una camiseta sin mangas de color rosa que hace parecer a sus

quemaduras incluso peor.

―¡Cristo! ¿Qué pasó?

Sophie pone los ojos en blanco antes de voltearse a mirar hacia el espejo.

―¿Qué crees que pasó? Me quedé dormida.

Page 201: Please don't go (2)

201

Su espalda está peor que su frente. Mis ojos se mantienen en sus muy

quemados hombros durante unos segundos más, antes de que me levante para

conseguir una mirada más de cerca.

―Lo siento.

Ella se ríe.

―¿Por qué te disculpas? No es tu culpa que me quedara dormida.

Me paso la mano por el cabello, antes de llegar lentamente a tocar su hombro.

Ella se estremece al instante, alejándose. Mi mano cae a mi lado aún adolorida por

sentirla.

―Es mi culpa. Si te hubiera dicho la verdad sobre ella cuando regresé por

primera vez a Londres. No habría estado todo el día en la playa, habría estado

contigo.

Sus ojos están tristes por un breve momento. Realmente me deja mirar en

ellos por unos segundos, y luego mira hacia abajo tratando de ocultar su dolor de

mí.

―Si tú me hubieras hablado de ella en Londres, no estaríamos aquí.

Se detiene, y ligeramente presiona sobre su brazo, haciendo una mueca.

―¿Has estado en la playa todo este tiempo? ¿Por qué no viniste a

encontrarme antes?

―Te estaba dando el espacio que pediste, Sophie. Estaba tan temeroso de

volver para escucharte decirme que te estás yendo. ―Doy un paso más cerca,

tronando‖mis‖nudillos‖nerviosamente―. Estoy tan frustrado, Sophie. Es tan difícil

estar tan cerca de ti, tangible, pero tú estás tan lejos de mí. ¿Eso tiene sentido?

Asiente suavemente.

―Me puse a pensar antes sobre la universidad y esos folletos, tú empacando,

y dejándome. Supongo que me quedé allí mucho tiempo. Lo siento.

Me mira fijamente durante un minuto, pero permanece tranquila. Después de

poco más que un segundo pasa, deja salir un suspiro exasperado, luego sus ojos se

fijan adelante para estudiarse a sí misma en el espejo de nuevo.

Page 202: Please don't go (2)

202

Mientras lo hace, me dirijo al baño para tomar la botella de aloe de su bolso.

Cuando vuelvo, ya está tendida en la cama, sobre su estómago. Me paro en el

extremo inferior de la cama, mirándola, tratando de averiguar la mejor manera de

pasar por esto.

―Deja de mirarme fijamente —murmura, en la almohada.

―Ven aquí, Soph.

Sin moverse un centímetro, pregunta:

―¿Por qué?

―Déjame ponerte aloe. Va a hacer que el ardor se vaya.

A juzgar por su quemada, no estoy seguro de que el aloe sea suficiente para

ayudarla.

―Ya puse un poco.

―Sophie, siéntate y déjame poner esto en tu espalda.

Sorprendentemente, escucha, porque debe saber que lo digo en serio.

Además, si no se mueve más cerca, voy a hacerlo de todos modos.

Se sienta con las piernas cruzadas delante de ella, con el cabello peinado hacia

un lado. Mientras me arrodillo detrás de ella la cama se hunde un poco.

―Levanta tus brazos.

―¿Qué?

―¿Cómo se supone que te ponga esto con tu camisa puesta? Y deja de rodar

los ojos. No voy a intentar nada —le aseguro, pero incluso mientras las palabras

salen, no estoy seguro de si mi cuerpo va a escuchar.

Levanta los brazos lentamente, casi vacilando por mi petición. Cuándo

finalmente lo hace, mis dedos se deslizan bajo su camisa momentáneamente antes

de agarrar el dobladillo, levantándolo con cuidado sobre su cabeza.

Trago duro a la vista de ella. Sophie no tiene sostén. Delgadas tiras blancas de

piel se muestran donde su traje la cubría, pero el resto está muy rojo. Es doloroso,

incluso mirarlo, pero me da una buena razón para tocarla.

Page 203: Please don't go (2)

203

―¿Quieres que solo lo arroje a chorros, o lo pongo en mi mano primero?

Su cabeza se hunde.

―Um, supongo que simplemente frótala en tus manos primero. Eso va a

hacerla un poco menos fría para mí.

―Está bien. ―Estoy de acuerdo. Después de unos segundos de respiración

profunda y frotar el gel en mis manos, finalmente toco a Sophie. Por desgracia, no es

por placer, sino para quitarle el dolor. Si sólo fuera así de simple. Sin pensarlo, mis

manos van a la deriva lentamente sobre sus hombros antes de permitirles deslizarse

hacia abajo por sus brazos. Una vez que siento que su cuerpo se relaja, soy capaz de

hacerlo, también.

―Acuéstate sobre tu estómago, Soph.

Se asoma por encima del hombro, mirándome por un rápido segundo, antes

de que se incline sobre sus manos, colocando suavemente su cuerpo sobre las

sábanas.

Silenciosamente debato la mejor manera de hacer frente a esto sin ser

demasiado obvio, esperó a que se ponga más cómoda. Una vez que deja de estar

inquieta, me muevo a su lado, en lugar de montarla. Quiero que Sophie se sienta a

salvo conmigo, y por la forma en que se está cubriendo a sí misma con sus manos,

no lo está.

Al cabo de unos minutos de frotar pequeños círculos con mis dedos, trazo las

curvas de su cuerpo absorbiendo el calor de su piel. El aloe se absorbe al instante.

―Creo que eso es suficiente aloe ―dice ella. Y, por un segundo creo que la

oigo llorar, pero tose encubriéndolo.

Me alejo.

―Sí,‖ claro,‖ Sophie.‖―Dudo,‖pero‖ lo‖digo.‖ Se‖ lo‖debo―. Lo siento por todo.

Incluso si este viaje no funciona, necesito que sepas que nunca me perdonaré por

haberte dejado.

Se desplaza fuera de la cama arreglándoselas para no dejarme ver su rostro.

Se pone su camisa de nuevo, y se apresura hacia el baño sin siquiera mirarme.

Page 204: Please don't go (2)

204

Mis nudillos golpean en la puerta.

―Soph, ¿estás bien?

―Estoy bien. Sólo necesito un poco más de tiempo. Lo siento.

Quiero arrancar la puerta de sus bisagras para llegar a ella, pero me abstengo.

―Sí, voy a estar bajo el agua. No tardaré mucho.

Me dirijo a la playa ya que siempre tiene un efecto calmante en mí. El sonido

de las olas rompiendo contra las rocas, o el zumbido de los barcos en el agua. Si

bien, esta noche todo está tranquilo, excepto por una vuelta de vez en cuando del

mar golpeando la arena. Las estrellas están empezando a salir.

El océano es la única cosa, que Henry y yo habíamos compartido con tal

pasión, y empiezo a echarlo de menos de nuevo. Haría cualquier cosa por verlo por

última vez.

Tengo tantas dudas que consumen mis pensamientos aquí sentado, ellas me

asustan. ¿Cómo puedo seguir adelante? Me preocupa que no vaya a ver su rostro, o

sentir el contacto de su mano en la mía nunca más.

Últimamente, ha sido una pregunta constante de, ¿quién va a ocupar mi lugar

cuando ella se vaya? ¿Encontrará el amor de nuevo? He cometido tantos errores cuando

se trata de Sophie, no sé si debo culpar a mi corazón, a mi cabeza, a mi mamá, a

Henry…‖¿a‖quién?‖Nunca‖debí‖haberme‖ido‖hace‖meses,‖dejarla‖sola‖antes.‖Debería‖

haberla besado, perderme en sus ojos, aferrarme a ella, pero como siempre, me

equivoqué.

Desde que Sophie entró de nuevo en mi vida hace dos años, ha sido un viaje

loco. A pesar de que empezamos como amigos, la he amado durante tanto tiempo

como puedo recordar. Siento que puedo ver más claramente ahora, obligo a mis

miedos a ir a la deriva con cada ola que rompe en la playa.

Miro alrededor para asegurarme de que estoy solo. Lo estoy. Nadie está

fuera, sino yo. Aclaro mi garganta y cierro los ojos un momento antes de abrirlos de

nuevo.

Page 205: Please don't go (2)

205

―Henry... um, papá si estás escuchando, en verdad podría necesitar tu ayuda

en este momento. Es Sophie. La recuerdas. Bueno, si has estado prestando atención a

todo por allí, ya sabes lo mucho que significa esa chica para mí, pero lo arruiné todo.

Tomo otra respiración profunda.

»Me gustaría que me hubieras dicho cuando yo era más joven que tú no eras

mi padre biológico. Estoy seguro de que puedo haber perforado un agujero en la

pared, o negarme a pescar contigo por un tiempo, pero te hubiera perdonado y a

mamá. Ahora, bien, averiguarlo de la manera en que lo hice, rasgó mi corazón tanto,

abandoné a todos.

Me río a carcajadas.

»Estoy seguro de que no es una sorpresa para ti que huyera. Lo hago bien.

Bueno, huir, y dejar a Sophie fue mi mayor error. Me sentía muerto por dentro, así

que la aparté. Ya que no podía ofrecerle nada más. Ahora creo que realmente la

perdí. Necesito tu ayuda. Si estás allí realmente podría usar algunas palabras de

sabiduría, o incluso una señal sangrienta funcionaría para mí en estos momentos.

Cualquier cosa. Sólo dime qué hacer.

Me acuesto ahí esperando, esperando por mi señal, sus palabras de sabiduría,

durante varios minutos. Cierro los ojos y digo una pequeña oración más, y ahí es

cuando me doy cuenta. Tengo una idea para mantener aquí a Sophie por un poco

más. Tal vez incluso lo suficiente como para hacerla cambiar de opinión sobre mí.

Miro hacia el cielo por última vez, seguro de que me ha escuchado.

»¡Saludos, papá!

La luz de la luna me guía fácilmente de nuevo hacia el camino del hotel.

Deslizo mi tarjeta en la puerta, la luz verde parpadeando me permite saber que está

abierta. Me desplazo en silencio para ver a Sophie durmiendo a pierna suelta.

Sacándome mi ropa, me acomodo al lado de ella.

A la mañana siguiente, me doy la vuelta para tirar de ella hacia mí, pero

agarro una almohada en su lugar. Mis ojos parpadean abriéndose al instante, antes

de sentarme para buscarla. Lo primero que hago es buscar sus cosas, antes de

permitirme respirar. El pequeño traje azul que estaba colgando sobre la ducha no se

Page 206: Please don't go (2)

206

encuentra, así que supongo que ella está en la piscina. Me pongo mis pantalones

cortos, y me cepillo los dientes. Una sonrisa se extiende por mi cara mientras espero

que el ascensor llegue a nuestro piso. Este plan tiene que funcionar. Sophie siempre

ha estado en el lado cauteloso/controlador, pero sé que también le gusta un poco de

aventura. ¿Cómo se me puede negar?

Sophie no está en la piscina, está en el escondite de la playa bajo un gran

cocotero, cuando la veo tumbada en una toalla. Los auriculares del iPod en su oreja,

los dedos tamborileando al ritmo de lo que sea que está escuchando, y llevando mi

camiseta favorita sobre su traje.

Retrocedo al instante a ese verano en que reconectamos, cuando ella había

estado haciendo exactamente lo mismo. Una idea aparece al instante en mi cabeza

antes de que yo corra por la playa, y hacia el bar al aire libre para tomar un vaso de

plástico.

Seguro está enojada conmigo, y necesito desesperadamente aliviar la tensión

de conseguir que al menos hable conmigo. Mi padre solía decir que Sophie le

recordaba a un pequeño petardo, bueno, últimamente estoy empezando a creer lo

mismo.

Con cautela, me dirijo hacia ella para ver si todavía está perdida en su

música, lo está. Si pienso en ello demasiado tiempo puede que no lo haga, por lo que

mi mano lanza la copa rápidamente hacia ella, y veo a ese pequeño petardo

comenzar a explotar.

―Ethan Chapman, te voy a matar ―grita ella, pero su boca se tuerce, y el

lado de su labio se eleva a casi una sonrisa.

Una sonrisa genuina.

Sophie corre hacia mí. Me doy vuelta y me dirijo hacia el océano. Me

encantaría llevarla allí conmigo. Me tumba desde atrás, y antes de darme cuenta

estoy boca abajo en la arena con sus piernas envueltas a mi alrededor. Me empujo

sobre mis brazos y la giro hasta que estoy montándola, sujetando sus manos sobre

su cabeza.

Page 207: Please don't go (2)

207

―¿Qué vas a hacer ahora, Soph? Estoy bastante seguro de que no puedes

matarme desde esta posición ―me burlo de ella. Se siente tan bien hacer eso.

Mira mis ojos durante unos segundos, luego estalla en risas. En estado de

conmoción por su respuesta, mis manos sueltan las suyas. Es genial escuchar esa

risa. Había estado muy seguro de que mis oídos nunca oirían ese sonido de nuevo.

Instintivamente, inclino mi cabeza hacia la suya. Duelo por besar esos labios,

su cuello, estómago, la parte baja de su espalda que tiene este pequeño parche

adorable de pelusa.

―No ―susurra ella. Apenas lo escucho, o tal vez es solo que yo no quiero

oírlo, pero me detiene—. Suéltame, Ethan. Mi quemadura está matándome.

Me siento, pero no me muevo.

―Mierda, Soph, lo siento.

―Ethan, no puedes solucionar nuestros problemas solo con tus labios. Va a

tomar mucho más que eso para que te perdone. Tal vez podría haber conseguido

perdonarte por dejarme por tanto tiempo, pero no estoy tan segura de la otra parte.

Escucharlo me aplastó por completo.

Me bajo de ella, para sentarse y mirarla. Aquí estamos, es el momento de

ponerse serio. Finalmente está escuchando.

―Maldición, Sophie. No es como que no siguieras adelante. Te vi en el pub

con ese tipo Simón.

―¿Seguir adelante? No habría tenido que seguir adelante si no me hubieras

dejado. ¿Sabes qué? Mi papá estaba en lo cierto. Me dijo antes de venir a Londres

que ibas a romper mi corazón. Debería haberlo escuchado. Me refiero a realmente,

¿cómo diablos esperábamos que dos adolescentes hicieran funcionar esto?

―Podría funcionar ―exijo.

―Sabes,‖ siempre pensé que todo eso del amor puede conquistarlo todo

cuando se trataba de nosotros, pero ahora, simplemente no creo que sea suficiente.

Mira, tengo que tomar una decisión ahora. Incluso si sacamos a Brooke de la

ecuación, todavía tengo la universidad. Si me dirijo a Seattle, o a donde sea, no hay

Page 208: Please don't go (2)

208

manera de que pudiéramos lograr eso. Tú en Australia o Londres, yo en los Estados

Unidos. Sólo debemos reducir nuestras pérdidas, y recordar los momentos que

hemos compartido juntos. Quiero decir, sé que nunca vamos a olvidar eso.

No puedo hablar. Todo lo que está diciendo me está cortando hasta el

corazón, porque en el fondo sé que tiene razón. Aparte de que mi nueva idea para

estar juntos funcione, no hay nada más. Me niego a pedirle que renuncie a su vida,

universidad, familia y todo lo que pueda desear en cambio por mí. Es egoísta, y ya

he jugado esa carta. ¿Puedo jugarla otra vez? ¿Ella me querría? Pero, lo que estoy

pidiendo no es una sentencia de por vida, es sólo más tiempo.

Apenas me reconoce mientras me bajo y descanso junto a ella en la arena. La

veo, aunque apenas puedo tolerar mirar su dolor. Mientras se agacha para agarrar la

toalla, su mano izquierda se levanta hasta su cara para enjugar unas lágrimas. Mira

momentáneamente mis ojos, mientras trago esa enorme bola de culpa. ¿Qué puedo

hacer?

La única chica a la que alguna vez he amado acaba de hacer exactamente lo

que yo le hice a ella. Rompió mi desgarrado corazón.

Comienza a ponerse de pie, y cuando empieza a alejarse, se vuelve para

mirarme por última vez.

―Creo que es hora de que compremos ese billete de avión.

Me levanto sobre mis rodillas, frotando furiosamente los lados de mi cara con

frustración. Me muevo hacia ella para atraparla, jalándola hacia atrás unos pasos.

―Ethan, detente.

La pongo de rodillas, mientras yo hago lo mismo.

―Por favor, Sophie, ¿no me hagas esto? Sé que no merezco otra oportunidad,

pero haré cualquier cosa para conseguir una. Si tú me escuchas, y aun así quieres

irte, vamos a llamar a la aerolínea, y ponerte en el próximo vuelo a Rochester. Tú

nunca vas volverme a ver. Lo prometo.

Las lágrimas comienzan a derramarse por sus mejillas.

―¿Qué más ha quedado por decir, Ethan.

Page 209: Please don't go (2)

209

Tratar de imaginar la idea de no volver a verla nunca y es tan duro que

quiero extender la mano y agarrarla por última vez. Tomo sus manos en las mías, y

miro sus ojos llenos de lágrimas y suspiro fuertemente.

―Escucha, Soph, no voy a mentir, me dolió mucho verte con otro hombre, ni

siquiera puedo imaginar cómo te sientes acerca de lo que hice. Sé que me odias

ahora mismo, pero por favor pon eso a un lado por unos pocos minutos para

escucharme. Sólo escúchame. ¿Me das diez minutos más para solucionar esto?

―¿Por qué debería?

Agarro su cara con mis manos, besando suavemente sus labios.

―Debido a que necesito que lo oigas, todo por lo que he pasado, y sentido

mientras lo pasaba, para hacerte comenzar a entender que nada de esto tuvo que ver

contigo. O, con lo que sentía por ti. Siempre te amé, Soph. Eso nunca paró, sólo

odiaba mi vida en eso momento, y no vi un lugar para ti ahí. Me gustaría haber

podido llevarte conmigo, pero se sentía casi como si fuera la vida de otra persona la

que estaba llevando, como si me saliera de mí mismo. Apenas podía encontrar mi

propio camino.

Se aleja de mi agarre, y se sienta en la arena. Me acerco más, poco a poco. Ella

está indecisa, puedo decir que escucha, pero lentamente levanta su rostro y asiente.

Miro hacia el océano, arriba al cielo azul, y luego de nuevo a ella.

―Tengo tanto de que arrepentirme, Sophie, pero con mucho eso que te hice

fue lo más grande. Sabía lo mucho que te estaba lastimando. Mi madre me enviaba

mensajes de texto, diciéndome que no estabas haciéndolo bien, pero me aferré al

hecho de que creía que tú merecías a alguien mejor, así que me mantuve al margen.

Odiaba cada día lejos de ti, pero lo hice. Incluso aunque esto te suene ridículo, fue

por ti. Mi cabeza estaba tan jodida por lo de mi familia mintiéndome que no podía

ver más allá de eso. Nunca encontré a mi verdadero padre, pero sabes qué, ya no me

importa. No lo necesito. Te necesito a ti.

Sophie yace sobre su lado, así que imito su posición. Sus ojos están llenos de

mucha emoción, y siento como si supiera exactamente lo que está pensando.

Entonces me susurra:

Page 210: Please don't go (2)

210

―Pensé que tal vez algo malo te sucedió. Podrías haber llamado para

dejarme saber que estabas bien.

―Pensé que cuando había llamado y colgado sabrías que era yo todo el

tiempo, incluso una vez preguntaste.

Ella mete sus manos bajo su cara.

―Pensé que eras tú.

Me siento de nuevo, quitando la arena de mi cabello.

―Perdí todo mi control, Sophie. Quiero decir, sí, todavía estaba vivo, pero no

había nada. Por último, sólo desperté sintiéndome sano otra vez, y sabía que

necesitaba verte. También sabía que iba a ser una posibilidad remota después de

que ya había oído que tenías algunos amigos nuevos. Y, sí, sabía de Simon. Cuando

averigüe sobre él, ya había conocido a Brooke, pero no esperaba volver a verla.

Luego entró en el pub, y más o menos se ofreció a llevarse el dolor por una noche.

Lo tomé, y voy a estar por siempre mal por hacerte eso. —Me‖acerco‖un‖poco‖m{s―.

Sé que puede tomarte un largo tiempo para que me perdones, pero no te des por

vencida conmigo, ¿por favor? Te estoy rogando que no te vayas. Sophie, por favor

cambia de opinión, no te vayas.

Mis ojos se cierran por miedo a que ella vaya a decir que no. La siento

acercarse más a mí, antes de abrir mis ojos de nuevo, y cuando lo hago, está apenas

a centímetros de distancia.

―Tengo un plan ―le digo. Mis manos están temblando ahora, muero por

tocarla, abrazarla finalmente de nuevo, pero espero para ver su reacción―. Quiero

que te quedes conmigo. Toma un semestre libre, o un año, lo que quieras, viaja

conmigo. Tengo dinero para cuidarte por algún tiempo. Podríamos tomar un café en

los Campos Elíseos, poner una tienda de campaña en Mallorca para pasar la noche,

podríamos comer Schnitzel en Alemania, una gira por viñedos en Italia, maldición

incluso podríamos correr con los malditos toros en Pamplona, si quieres. Te llevaré

a todas partes, y a cualquier lugar que quieras ir antes de empezar tu vida real.

Universidad y toda esa mierda. Una última aventura es lo que te pido. Si vienes

conmigo, y todavía no puedes amarme, entonces voy a alejarme para siempre esta

Page 211: Please don't go (2)

211

vez. Esa es una promesa sobre la tumba de mi padre. No puedo imaginar vivir esta

vida sin ti.

―¿Qué pasa después? ¿Vamos por caminos separados? No puedo hacer eso,

Ethan. Si digo que sí, necesito un compromiso de tu parte.

―¿Qué tipo de compromiso?

―Algo más que, no estoy seguro de si me estoy mudando para Australia.

Necesito la seguridad de que vamos a estar juntos.

Sus ojos no han dejado los míos desde que empecé mi discurso. Sólo me

quedo mirando la cercanía de nuestros cuerpos, temblando por dentro.

Mira hacia abajo, así que levanto su barbilla, para mirar sus ojos. Algunas

lágrimas se derraman, así que los limpio.

―Esos tristes ojos verdes me devastan, Sophie. No llores. Haré cualquier cosa

que quieras. Dondequiera que vayas, yo iré.

Mis ojos se quedan en los suyos, cuando finalmente deja escapar una

pequeña sonrisa llena de esperanza, y algo más que no puedo entender.

Mi propia boca forma una sonrisa, mientras sus manos lentamente se

envuelven alrededor de mi cintura. Retrocedo rápidamente, fijándome en su

expresión, se ve contenta.

Tiende la mano.

―Tal vez deberíamos empezar de nuevo. Soy Sophie Gerrard.

Tomo su mano en la mía, mordiendo suavemente mi labio, tratando de

averiguar que está haciendo, pero luego me doy cuenta de que no me importa.

―Soy Ethan Chapman. Es un placer conocerte.

―El placer es mío.

―¿Me estaba preguntando si te gustaría ir a una cita conmigo? Di, París,

Italia, España, donde tú quieras ir.

Sacude la cabeza.

Page 212: Please don't go (2)

212

―¡A la mierda! La escuela puede esperar un poco más. Un montón de gente

toma un año sabático para encontrarse a sí mismos. Por lo tanto, mi respuesta es, sí.

Realmente no importa a dónde vamos. Tú elige ―dice ella.

Mi corazón está latiendo con fuerza en mi pecho. Casi no puedo creerlo. Le

doy una sonrisa torcida.

―Tengo que advertirte Gerrard, y espero no ser atrevido, pero, me gusta

dormir con mis citas la primera noche.

―¿En serio? ―pregunta ella, con curiosidad.

Mi mano corre a través de su cabello, metiendo un mechón detrás de su oreja.

―Sé que probablemente debería ver a un terapeuta por ello, o algo así, pero

ya sabes que nunca te pude resistir.

Se inclina, besando mis labios suavemente. Puedo sentir su sonrisa mientras

lo hace. Mis manos pasan por debajo de su camisa, envolviéndose alrededor de su

cintura desnuda.

―¿Podemos llamar a esto nuestra primera cita? ―susurra.

La miro fijamente durante varios segundos, tratando de recuperar el aliento.

―Jesús, Sophie, te extrañé tanto. Tengo tanto que decirte, pero por ahora sólo

necesito que te acerques más, y me beses otra vez.

Me besa con cautela una vez, antes de mover su boca a mi oído.

―Vas suave conmigo si lo único que quieres en verdad es un beso.

Me siento, se sujeta a mi cintura, y la coloco encima de mí. Se inclina más

cerca, besando el borde de mi boca, así que la muevo un poco, para besarla.

―Confía en mí, Sophie, no voy suave. Quiero más que un beso de ti, quiero

todo de ti. Solo di la palabra y soy tuyo para siempre. Estoy aquí para quedarme.

Nunca voy a correr otra vez.

No dice nada. Se levanta, y se aparta de mí, entonces me agarra de la mano.

―Creo que tenemos que llegar arriba, así puedes probarlo.

Page 213: Please don't go (2)

213

No digo nada, en lugar de eso la levanto en mis brazos para llevarla al piso

de arriba para probarle que estoy aquí para quedarme.

Fin

Page 214: Please don't go (2)

214

Epílogo Carta original de Ethan a

Sophie Traducido por Itorres

Corregido por Samylinda

uerida Sophie,

A veces siento que no puedo respirar sin ti. Muchas veces mi mente

revolotea de un lado a otro sin saber si vas a volver a mi vida, eres lo mejor

que podía pasarme o lo más perjudicial. Para amar a alguien tanto como

me siento por ti, últimamente me asusta.

La pérdida de mi padre, no una, sino dos veces, la posibilidad de perder a mi madre, y

algún día, muy posiblemente perderte a ti, es más de lo que puedo soportar. Si hubiera sabido

que íbamos a vivir una larga, saludable y feliz vida juntos, probablemente no estaría

escribiendo esto, pero la geografía de donde vivimos o donde voy a vivir, bueno, me parece

muy mal atarte por más tiempo del que ya lo he hecho.

Me voy por ahora a aclarar mi mente, no estoy seguro de cuándo volveré, pero casi

seguro, voy a re-encontrarme en Australia. ¿Quieres venir? ¿Podría incluso pedirte esto?

No, no puedo pedirte que dejes a tu familia y amigos atrás para estar conmigo. A pesar de

que la idea me mantiene cuerdo por un breve momento, me permito pensar que es posible.

Te adoro, Sophie, por favor sabe que esto no tiene nada que ver contigo. Soy yo. Sí,

puedo ver tus ojos rodando ahora mientras lees esto. Cómo cliché de mí. Es un viejo dicho,

pero tan cierto en este momento. Tú me ayudaste mucho en el último año o algo así, para

seguir adelante, ser feliz otra vez, así que te agradezco desde lo más profundo de mi alma por

eso. Si pudiera ser el hombre que tú necesitas o quieres, lamento decir que no puedo prometer

Q

Page 215: Please don't go (2)

215

eso. Al menos no en este momento. Tengo que encontrarme y aprender a amarme y a los que

me rodean antes de que pueda terminar el amor que empezamos. ¿Tiene esto sentido? Dios,

espero que sí.

Sé que hemos pasado horas y horas hablando de nuestro futuro, uno siempre pretende

que sea posible. No sé, tal vez algún día podamos volver a intentarlo, pero ahora no puedo

estar seguro. El secreto acerca de mi papá me está haciendo replantearme mi vida. ¿Podría

soportar perderte? No, no creo que pueda. Dejarte ir, aunque parezca contraproducente, es la

única cosa en que puedo pensar para dejar de sentir. Para no amar a nadie, para evitar el

dolor. Te amo demasiado como para dejar que me veas pasar por esto, verte subir en ese avión

que te lleve a casa, hasta Dios sabe cuándo, por lo que me voy primero.

Siento hacerlo de esta manera. Estoy siendo un cobarde, no ser capaz de decírtelo en

tu cara, lo siento por eso. También lo siento si esto rompe tú corazón como se está rompiendo

el mío mientras escribo esto. Créeme que sé lo que se siente, es el sentimiento más mierda en

el mundo. Así que, por favor, perdóname, mi cabeza no está bien puesta en estos momentos.

Sólo sé que mi corazón está en tan mal estado en este momento, que no estoy seguro de que

pueda hacerte justicia como te la mereces. Por favor, intenta seguir adelante, y encontrar a

alguien que realmente te merezca. En cuanto a mí, pasaré el resto de mi vida sólo amándote.

¡Adiós, Sophie!

Eternamente tuyo,

Ethan.

Page 216: Please don't go (2)

216

Biografía

Kelly se crió en el sur de Nueva Jersey.

Reside actualmente en Pitssford, Nueva York

con su esposo y dos hijos. Desarrolló su amor

por escribir novelas para adolescentes

durante los últimos años.

Ahora ha completado tres romances

adolescentes con la esperanza de conseguir

su publicación.

Realmente no hay nada como enamorarse por primera vez, así que esto es lo que

ella escribe.

Su segundo libro Never Say Never es el segundo libro que escribió y ya está

disponible en Smashwords y Amazon.

Page 217: Please don't go (2)

217

Créditos Moderadora

Jo

Soñadora

Traductoras Rihano

Soñadora

Caami

Jo

Azuloni

lalaemk

MaryJane♥

Nnancyc

Sweet Nemesis

flochi

Itorres

Correctoras Nanis

flochi

Miranda

Samylinda

Laurence15

Xhessii

Recopilación y Revisión Nanis

Diseño July

Page 218: Please don't go (2)

218

Visítanos

http://www.bookzingaforo.com/