Poemas - Georg Trakl

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    1/29

    Poemas

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    2/29

    A los enmudecidos

    Ah, la locura de la gran ciudad cuando al anochecer,junto a los negros muros, se levantan los rboles deformesy a travs de la mscara de plata se asoma el genio del mal;la luz con ltigos que atraen ahuyenta ptrea noche.Oh, el hundido repique de las campanas del crepsculo.

    Ramera que entre escalofros alumbra una criatura

    muerta. La ira de Dios con rabia azota la frente de los posedos,epidemia purprea, hambre que rompe verdes ojos.Ah, la odiosa carcajada del oro.

    Pero una humanidad ms silenciosa sangra en oscura cuevaforjando con metales duros el rostro redentor.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    3/29

    A un muerto prematuro

    Oh, l ngel negro, que furtivo salidel interior del rbol,cuando ramos dulces compaeros de juego en la tarde,al borde de la fuente azulada.Nuestro paso era sereno, los ojos redondosen la frescura parda del otoo.Oh, la dulzura prpura de las estrellas.

    Pero aquel baj los ptreos escalones de Mnschbergcon una sonrisa azul, y en la extraa crislidade su ms tranquila infancia muri.En el jardn qued el rostro plateado del amigoatento en el follaje o en las antiguas rocas.

    El alma cant la muerte, la verde corrupcin de la carne,e imper el murmullo del bosque,la queja febril del animal.Siempre taan desde torreslas azules campanas de la tarde.

    Lleg la hora en que aquel vio sombras en el sol prpura,veladuras de podredumbre en el ramaje desnudo;en la tarde, cuando en el muro crepuscularcant el mirlo,

    y el espritu del muerto prematuramenteapareci silencioso en la alcoba.

    Oh, la sangre que fluye de la garganta del dios,flor azul; oh, las lgrimas ardienteslloradas en la noche.Nube dorada y tiempo. En solitario recintohospedas con frecuencia al muerto.

    Y caminas en dilogo ntimo bajo los olmosbordeando el verde ro.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    4/29

    Al nio Elis

    Elis, cuando el mirlo llame en el oscuro bosqueser tu ocaso.Tus labios beben frescura en la pedregosa fuente azul.

    Cuando tu frente sangre suavementeolvida las antiguas leyendas

    y el oscuro augurio del vuelo de los pjaros.

    Pues tus leves pasos se adentran en la nochecargada con los prpuras racimos de la vid;mientras el azul hace ms belloel movimiento de tus brazos.

    Se escucha un espino,all donde vuelan tus dos ojos de luna.

    Ah, hace cunto tiempo que eres de la muerte.

    Tu cuerpo es un jacintodonde un monje sumerge sus dedos de cera.

    Y una cueva sombra es nuestro silenciode la que a veces surge un apacible animal.Deja caer lento los pesados prpados.

    Sobre tus sienes gotea un oscuro roco,el ltimo oro de las estrellas extinguidas.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    5/29

    Alma de noche

    Furtivo desciende de los negros bosquesun venado azul, el alma.Es de noche y sobre los escalones musgososse ve una fuente blanca.

    La sangre y un grupo de armas antiguasmurmuran en el valle de los pinos.La luna brilla siempre en parajes derruidos;embriagada por venenos oscuros,mscara de plata inclinadasobre el sueo de los pastores;cabeza abandonada en silencio por sus sagas.

    Oh, abre ella sus fras manos bajo arcos de piedramientras lento sube un dorado verano a la ciega ventana

    y toda la noche se oyen sobre el verdelos pasos de la danzarina,

    y la voz de la lechuza que llama al ebrioen prpura tristeza.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    6/29

    Anif

    Recuerdo: gaviotas deslizndose sobre un oscuro cielode melancola masculina.Sosegado habitas t a la sombra del fresno otoal,

    y absorto en las formas de la colinadesciendes por el verde ro cuando reina la tarde,melodioso amor:apaciblemente te busca el oscuro venado,

    y un hombre rosado. Ebria de viento azulroza la frente el follaje agonizantemientras recuerdas el rostro adusto de la madre;Oh, cmo se hunde todo en lo oscuro;

    las lgubres habitaciones y los viejos utensiliosde los ancestros conmueven el pecho del extranjero,Oh, signos y estrellas.

    Grande es la culpa del que ha nacido.Ay, dorados escalofros de la muerte,cuando el alma suea flores ms frescas.

    Siempre grita en las ramas desnudas el ave nocturna.Al paso de la lunasuena un viento helado en los muros de la aldea.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    7/29

    Cancin de Kaspar Hauser

    Para Bessie Loos

    Amaba el sol que purpreo bajaba la colina,los caminos del bosque, el negro pjaro cantor

    y la alegra de lo verde.

    Serio era su vivir a la sombra del rboly puro su rostro.Dios habl como una suave llama a su corazn:Hombre!

    La ciudad hall su paso silencioso en el atardecer;pronunci la oscura queja de su boca:soaba ser un jinete.

    Pero le seguan animal y arbusto,la casa y el jardn de blancos hombres

    y su asesino lo asediaba.

    Primavera y verano y el hermoso otoo del justo,su paso silenciosoante la alcoba sombra de los soadores.De noche permaneca solo con su estrella.

    Mir caer la nieve sobre el desnudo ramajey la sombra del asesino en la penumbra del zagun.

    Entonces rod la cabeza plateada del no nacido an.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    8/29

    Canto del solitario

    Armona es el vuelo de los pjaros. Los verdes bosquesse renen al atardecer en las cabaas silenciosas;los prados cristalinos del corzo.La oscuridad calma el murmullo del arroyo,sentimos las sombras hmedas

    y las flores del verano que susurran al viento.Anochece la frente del hombre pensativo.

    Y una lmpara de bondad se enciende en su corazn,en la paz de su cena; pues consagrados el vino y el pan

    por la mano de Dios, el hermano quiere descansarde espinosos senderos

    y callado te mira con sus ojos nocturnos.Ah, morar en el intenso azul de la noche.

    El amoroso silencio de la alcobaenvuelve la sombra de los ancianos,los martirios prpuras, el llanto de una granque en el nieto solitario muere con piedad.

    Pues siempre despierta ms radiantede sus negros minutos la locura,el hombre abatido en los umbrales de piedra

    poderosamente es cubierto por el fresco azuly por el luminoso declinar del otoo,

    la casa silenciosa, las leyendas del bosque,medida y ley y senda lunar de los que mueren.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    9/29

    Crepsculo en el alma

    Silenciosa va a dar al lindero del bosqueuna bestia oscura;en el cerro acaba quedo el viento de la tarde,

    enmudece en su queja el mirlo,y blandas flautas del otoocallan entre los juncos.

    En una negra nubenavegas ebrio de amapolas

    la alberca de la noche,

    el cielo de los astros.An resuena la voz de luna de la hermanaen la noche del alma.Versin de Luis Arntegui

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    10/29

    De profundis

    Existe un campo de rastrojos donde cae una lluvia negra.Existe un rbol pardo que se alza solitario.Existe un viento que susurra entre chozas vacas.Qu atardecer tan triste.

    A la orilla de la aldeala dulce hurfana recoge escasas espigas.Sus ojos redondos y dorados recorren el crepsculo

    y su seno anhela al esposo celestial.

    De regreso al hogarunos pastores hallaron el dulce cuerpodescompuesto en el espino.

    Una sombra soy lejos de oscuras aldeas.El silencio de Dios

    beb en la fuente del bosque.

    Sobre mi frente golpe un fro metal.Araas buscan mi corazn.Hay una luz que se extingui en mi boca.

    De noche me encontr en un pramo,

    colmado de deshechos y de polvo de estrellas.En los avellanostintinearon ngeles cristalinos.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    11/29

    Decadencia

    Al atardecer cuando tocan a paz las campanas,Sigo de las aves el maravilloso vueloQue en largas bandadas como devotos peregrinosDesaparecen en las claras vastedades del otoo.

    Deambulando a travs de umbrosos patiosSueo yo en sus lcidos presagios,

    Y siento que de las sabias horas no podr apartarme.As prosigo, por sobre nubes, tras sus viajes.

    He aqu que un hlito me hace temblar ante las ruinas.El mirlo clama entre las ramas deshojadas.Oscilan las rojas vides entre rejas herrumbrosas.

    Entretanto como un corro mortal de plidos infantesEn torno al oscuro borde de pozos en descomposicin.Se inclinan ante el viento, enteleridas, azules ramas.

    Versin de Walter Hoefler

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    12/29

    En la oscuridad

    La primavera azul silencia el alma.Bajo el hmedo ramaje del ponientese hundi estremecida la frente de los amantes.

    Oh, la cruz verdecida. En dilogo oscurose reconocieron hombre y mujer.Junto al muro desnudocamina con sus estrellas el solitario.

    Sobre los senderos del bosque en claro de luna

    rein el desenfreno de caceras olvidadas;la mirada de lo azulirrumpe de la roca derruida.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    13/29

    Extraa primavera

    Profunda luz. Las doce. En duro suelome abriga el sueo aquella vieja roca.Tres ngeles detienen, suave, el vuelo.Extraos ren con extraa boca.

    Baa los campos la fundida nieve.Premonitoria es esta primavera,

    y de aquel abedul se adentra, leve,en fro lago larga cabellera.

    Veloz acerca el ala hermosa nube,cintas azules en el cielo brillan...Risueo en ellas mi mirar detuve.Los ngeles piadosos se arrodillan.

    De un pjaro encantado se levantamuy claro y fuerte el trino de metal

    y lcido, yo escucho lo que canta:Tu dicha no, tu muerte s, mortal!Versin de ngela Becker

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    14/29

    Grodek

    Por la tarde resuenan en los bosques otoaleslas mortferas armas, y en las llanuras ureas

    y en los lagos azules rueda el sol ms oscuro.La noche abraza a los guerreros moribundos,irrumpe el lamento salvaje de sus bocas quebradas.Pero silenciosas en la pradera,rojas nubes que un dios airado habitaconvocan la sangre derramada, la frialdad lunar;

    y todos los caminos desembocan en negra podredumbre.Bajo el dorado ramaje de la noche y las estrellas

    vaga la sombra de la hermana por el bosque silenciososaludando las almas de los hroes,las cabezas sangrantes.

    Y en el caaveral suenan las oscuras flautas del otoo.Oh, qu soberbio duelo, con altares de bronce;un terrible dolor nutre hoy la ardiente llama del espritu,por los nietos que no han nacido an.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    15/29

    Melancola

    Sombras azuladas y esos ojos oscurosque al pasar me miran hondamente.El sonido del otoo se acompaa con guitarras

    y en el jardn se disuelve su ceniza impura.Las pesadumbres sombras de la muertepreparan sus delicadas manos.De pechos opulentos beben descarnados labios

    y en la piel dorada del nio solarondulan hmedos sus rizos.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    16/29

    Mi corazn en el ocaso

    Al atardecer se oye el grito de los murcilagos.Dos caballos negros saltan en la pradera.El arce rojo murmura.El caminante encuentra el hostal en el camino.Magnfico es el vino joven con las nueces.Magnfico tambalearse ebrio en el bosque crepuscular .

    A travs del oscuro follaje suenan campanas dolorosas.Ya sobre el rostro gotea el roco.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    17/29

    Para el joven Elis (otra versin(

    Elis, el reclamo del mirlo en el bosque negroseala tu ocaso.Tus labios beben la frescura de la fuente azul en el roquedal.

    Deja que tu frente sangre quedamenteremotas leyendas

    y los oscuros indicios del vuelo de las aves.

    Sin embargo marchas con leve paso por la nocherepleta de colgantes racimos purpreos.

    Y es cada vez ms bello el moverse de tus brazos en el azul

    Donde hace or sus sones un zarzalall estn tus ojos lunares.Oh, cunto tiempo hace, Elis, que ests muerto.

    Tu cuerpo es un jacintoen el que hunde un monje sus dedos de cera.Nuestro mutismo, es una negra caverna,

    de la que a veces sale un manso animal,

    que cierra lentamente sus pesados prpados.Corren gotas de un negro roco por tus sienes

    El oro final de estrellas que se extinguen.

    Versin de Aldo Pellegrini

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    18/29

    Pasin

    Cuando Orfeo tae la lira plateadallora un muerto en el jardn de la tarde,quin eres t que yaces bajo los altos rboles?Murmura su lamento el caaveral en otoo.El estanque azulse pierde bajo el verdor de los rbolessiguiendo la sombra de la hermana;oscuro amor de una estirpe salvaje,que huye del da en sus ruedas de oro.

    Noche serena.

    Bajo sombros abetosmezclaron su sangre dos lobospetrificados en un abrazo;muri la nube sobre el sendero dorado,paciencia y silencio de la infancia.

    Aparece el tierno cadverjunto al estanque de Tritnadormecido en sus cabellos de jacinto.Que al fin se quiebre la fra cabeza!

    Pues siempre prosigue un animal azul,acechante en la penumbra de los rboles,vigilando estos negros caminos,conmovido por su msica nocturna,por su dulce delirio;o por el oscuro xtasisque vibra sus cadenciasa los helados pies de la penitenteen la ciudad de piedra.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    19/29

    Primavera del alma

    Grito en el sueo,por calles oscuras avanza el viento,del ramaje aflora el azul primaveral,el roco prpura de la noche adviene

    y alrededor se apagan las estrellas.Verde amanece el ro, plateados son los paseos antiguosy las torres de la ciudad. Ah, la suave embriaguezde la barca que se desliza y el oscuro cantar del mirloen jardines de la infancia. Ya se aclara el rosado velo.

    Las aguas murmuran ceremoniosas.Ah, las hmedas sombras de la pradera,el animal que avanza; intenso verdor,los ramajes floridos tocan la frente cristalina;

    vvido balanceo de la barca.El sol murmura sobre las nubes rosadas de la colina.Grande es el silencio de los abetos,las graves sombras en el ro.

    Pureza! Pureza!Dnde estn las terribles veredas de la muerte,del gris silencio ptreo, las rocas nocturnas

    y las inquietas sombras? Radiante abismo del sol.Hermana, cuando te encontren el claro solitario del bosqueera medioda y vasto el silencio del animal;

    blanca estabas bajo una encina silvestrey floreca plateado el espino.Poderosa la muerte y la llama que canta en el corazn.Oscuras aguas rodean el juego de los peces.Hora de la desolacin, silenciosa vista del sol.Es un ser extrao el alma en la tierra.Sagradamente anochece el azul sobre el bosque abatido

    y repica una sombra campana en la aldea;compaa apacible.Sobre los plidos prpados del muerto

    florece el mirto silencioso.

    Suaves suenan las aguas al declinar la tardey en la orilla verdea con intensidad la hierba,fulgor en el viento rosado;el dulce canto del hermano en la colina crepuscular.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    20/29

    QuejaSueo y muerte, guilas de tiniebla,rondan rumor de noche esa frente:a la dorada imagen del hombreparece engullir la ola heladade lo eterno. En arrecifes estremecedoresprpura el cuerpo zozobra.

    Y se alza la oscura voz en su quejade la mar.Hermana en turbulenta pesadumbre,mira una barca de angustia sumirse

    entre estrellasen el callado rostro de la noche.Versin de Jos Luis Arntegui

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    21/29

    Quietud y silencio

    Pastores enterraron al sol en el desnudo bosque.Un pescador sacen su delicada red a la luna del lago helado.

    En el azul cristalhabita el hombre plido,la mejilla apoyada en sus estrellas;o inclina la cabeza en sueo purpreo.

    Siempre inquieta al contemplador

    el negro vuelo de los pjarosque en el azul sagrado de las florespiensa en el cercano silencio del olvido,en ngeles extintos.

    De nuevo oscurece la frente en rocas lunares;y radiante surge la hermanaen otoo y negra podredumbre.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    22/29

    Revelacin y cada

    Extraos son los caminos nocturnos del hombre. Cuando iba sonmbulo por las habitaciones depiedra y en cada unaarda un silencioso candil, un candelabro de cobre, y cuando preso del fro entr en el lecho,reapareci en la cabecerala sombra negra de la extranjera, y en silencio ocult mi rostro en las lentas manos. El jacintofloreca azul en la ventana

    y lleg al labio prpura de mi aliento la antigua oracin; de sus prpados cayeron lgrimas de cristallloradas por la amarguradel mundo. En esta hora la muerte de mi padre hizo de m el hijo blanco. En azules sobresaltos bajde la colina el vientode la noche, el oscuro lamento de la madre que mora, y vi el negro infierno en mi corazn; minutode radiante mutismo.Suave surgi del muro blanqueado con cal un rostro indescriptible -un joven moribundo-, la bellezade una estirpe que regresaa sus padres. Blancura de luna, el fro de la piedra envolvi la sien desvelada, sonaron los pasos delas sombras sobre erosionadas gradas, un rosado tumulto en el pequeo jardn.

    Silencioso estaba sentado en una taberna abandonada bajo vigas ahumadas, solo ante el vino; uncadver rutilante inclinadosobre la oscuridad y un cordero muerto a mis pies. De un corrupto azul sali la sombra plida de mihermana y as habl su boca ensangrentada:Hiere, espina negra. Ah, todava resuenan las tormentas desatadas en mis brazos plateados. Sangre,corre de mis pies lunares, floreciendo sobre los senderos nocturnos, donde la rata salta gritando.Iluminad, estrellas mis arqueadas cejas; para queel corazn palpite suave en la noche. Irrumpi en la casa una sombra roja con espada flameante,huy con su frente de nieve.

    Oh muerte amarga.

    Y una voz oscura habl dentro de m: He roto la nuca a mi caballo negro en el bosque nocturno,porque de sus purpreos ojos brotaba la demencia; las sombras de los olmos, la risa azul delmanantial y la frescura negra de la noche cayeron sobre mcuando levant como cazador salvaje una lanza de nieve. En un infierno de piedra muri mi rostro.

    Cay brillando una gota de sangre en el vino del solitario; y cuando lo beb saba ms amargo que laadormidera. Una nube profunda envolvi mi cabeza, las lgrimas de cristal de ngeles condenados.Delicadamente fluy la sangre de la plateada heridade la hermana y una lluvia de fuego cay sobre m.

    Por el lindero del bosque deseaba caminar, como alguien sombro que ha dejado caer de sus mudasmanos el velo solar, y al atravesar llorando la colina de la tarde levanta los prpados hacia la ciudadde piedra; como un animal que se siente tranquiloen la paz del viejo rbol; oh, esta cabeza inquieta acechando en la penumbra, esos pasos que correndudosos buscando la nube azul en la colina, persiguiendo tambin implacables constelaciones. A unlado escolta el corzo la siembra verde, silenciosa compaade los musgosos caminos del bosque. Las cabaas de los campesinos se han cerrado en su mutismo,

    y atemoriza en la negra calma del viento la queja azul del torrente.Pero cuando descend por el sendero de piedras, me asalt la locura y grit fuerte en la noche; ycuando con mis dedos plateados me inclin sobre las aguas silenciosas vi que mi rostro me haba

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    23/29

    abandonado. Y la voz blanca me dijo: Mtate! Con un suspirose levant en m la sombra de un nio y me observ radiante con ojos cristalinos: entonces callorando bajo los rboles

    y la poderosa bveda de estrellas.

    Sobresaltado caminar por el catico sendero de piedras, lejano de los caseros de la tarde, viendorebaos que regresan;

    en la distancia pasta el sol del ocaso en la pradera de cristal y su canto salvaje es conmovedor; elsolitario grito del pjaro extravindose en la paz azul.Pero dulcemente vienes t en la noche, mientras yo vigilo sobre la colina o cuando el delirio sedesata en la tempestad de la primavera, y con nubes cada vez ms sombras vela mi cabeza muertala tristeza. Mi alma nocturna es horrorizada por fantasmales relmpagos; tus manos desgarradorasse ensaan sobre mi pecho de aliento entrecortado.

    Cuando penetr en la penumbra del jardn y se haba apartado de m la negra presencia del mal, merode la calma del jacintode la noche; y atraves el estanque apacible en una barca ondulada mientras una dulce pazconmovi mi frente de piedra. Atnito descans bajo los viejos sauces y estaba el cielo azul muy altocolmado de estrellas; y cuando me perd en su contemplacin murieron la angustia y el dolor en loms profundo de m; y la sombra azul del nio se levant radiante en la oscuridad,

    dulce canto. Entonces se elev con alas de luna sobre el verdor de las cimas, por encima de lospeascos cristalinos, la blanca imagen de la hermana.

    Con suelas plateadas descend los espinosos escalones y entr en la alcoba blanqueada con cal. Ardaall un candil silencioso

    y escond calladamente mi cabeza en las sbanas purpreas; y la tierra arroj un cadver infantil,una figura lunar que sali lentamente de mi sombra, precipitndose con los brazos quebrados depiedra en piedra, cayendo como nieve en copos.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    24/29

    Salmo

    A Karl Kraus

    Hay una luz que el viento ha extinguido.Hay una taberna que en la tarde un ebrio abandona.Hay una via quemada y negra.con agujeros llenos de araas.Hay un cuarto que han blanqueado con leche.El demente ha muerto.Hay una isla de los mares del surpara recibir al dios del sol. Tocan los tambores.

    Los hombres ejecutan danzas de guerra.Las mujeres contonean las caderasentre enredaderas y flores de fuego,cuando el mar canta. Oh nuestro paraso perdido.

    Las ninfas han abandonado los bosques de oro.Sepultan al extranjero.Comienza entonces una lluvia gnea.El hijo de Pan surge

    bajo la apariencia de un pen caminero,que duerme al medioda sobre la tierra ardiente.Hay nias en un patio con vestiditosde una pobreza desgarradora.

    Hay salas colmadas de acordes y sonatas.Hay sombras que se abrazan ante un espejo ciego.En las ventanas del hospitalse calientan los convalecientes.Un barco blanco remonta el canalcargado con epidemias sangrientas.

    La hermana extranjera surge de nuevoen los malos sueos de alguien.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    25/29

    Siete cantos a la muerte

    Azulada muere la primavera; bajo sedientos rboles,camina un ser oscuro en el ocasoescuchando la dulce queja del mirlo.Silenciosa aparece la noche, con un venado sangranteque se abate lentamente en la colina.

    La hmeda brisa mece la rama del manzano en flor,se desata plateado lo que estuvo unido,muriendo con ojos nocturnos; estrellas que caen;dulce canto de la infancia.

    Iluminado baj el durmiente por el bosque negro,murmuraba una fuente azul en la distanciacuando l levant sus plidos prpadossobre su rostro de nieve.

    La luna espant un rojo animalde su guarida,

    y el oscuro lamento de las mujeres muri en suspiros.

    Radiante levant sus manos hacia su estrellael blanco forastero;

    y silencioso abandona un muerto la casa derruida.

    Oh la imagen corrupta del hombre;fundida con fros metales,noche y espanto de bosques sumergidos

    y el ardor del animal solitario;quietud de las corrientes del alma.La barca sombra lo llev por cauces fulgurantes,llenos de estrellas prpuras, y se inclinapacible sobre l la verde rama,como una blanca amapola desde sus nubes de plata.Tendida en el bosque de avellanos

    juega con sus estrellas.El estudiante, quiz un doble,la sigue con la vista desde la ventana.Detrs de l est su hermano muerto,o tal vez baja por la vieja escalera de caracol.

    A la sombra de los pardos castaospalidece la figura del joven novicio.El jardn est en el ocaso.En el claustro revolotean murcilagos.Los hijos del portero dejan de jugar

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    26/29

    y buscan el oro del cielo.Acordes finales de un cuarteto.La pequea ciega corre temblando por el camino

    y despus su sombra va a tientas por muros fros,rodeada de cuentos y leyendas sagradas.

    Hay un navo vaco que al atardecer

    desciende por el negro canal.En las tinieblas del viejo asilo caen ruinas humanas.Los hurfanos yacen muertos junto al muro del jardn.De alcobas en penumbrasurgen ngeles con alas manchadas de barro.Gotean gusanos de sus prpados amarillentos.La plaza de la iglesia es sombra y silenciosacomo en los das de la infancia.Sobre pies de plata se deslizan antiguas vidas

    y las sombras de los condenadosdescienden hacia las aguas suspirantes.En su tumba juega el mago blanco con sus serpientes.

    Silenciosos sobre el calvariose abren los dorados ojos de Dios.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    27/29

    Sonia

    La tarde reina en el viejo jardn;la vida de Sonia, calma azul.Migran aves silvestres;calma del desnudo rbol de otoo.

    El girasol se inclina suavementesobre la blanca vida de Sonia.La herida roja indescifrablecondena a existir en oscuros recintos,donde azules campanas resuenan.

    El paso de Sonia y su dulce sosiego.Contempla al animal que muere un

    y la calma del desnudo rbol de otoo.

    Brilla el sol de das antiguossobre las cejas blancas de Sonia,la nieve humedece sus mejillas

    y la espesura de sus cejas.Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    28/29

    Transfiguracin

    Cuando cae la tardeun rostro azul te abandona furtivo.Un pjaro canta en el tamarindo.

    Un monje apaciblejunta sus manos ya muertas.Un ngel blanco visita a Mara.

    Una corona nocturnade violetas, trigo y uvas purpreas

    es el ao de quien contempla.

    A tus piesse abren los sepulcros de los muertos,cuando posas la frente en tus manos plateadas.

    Silenciosa habitaen tu boca la luna otoal,sombro es el canto ebrio del opio;flor azulque suena quedamente en piedras amarillas.

    Versin de Helmut Pfeiffer

  • 7/30/2019 Poemas - Georg Trakl

    29/29

    Verano

    Al atardecer calla el lamentodel pjaro en el bosque.Se inclina la mies,la roja amapola.

    Una negra tormenta amenazasobre la colina.El antiguo canto del grilloperece en el campo.

    Ya no se mueve el follajedel castao.En la escalera de caracolsusurra tu vestido.

    En silencio alumbra el candilen la habitacin oscura;una mano plateadala apaga.

    Quietud del viento, noche sin estrellas.Versin de Helmut Pfeiffer