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Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación para el conoci- miento del nivel de vida del obrero murciano POR PEDRO IZQUIERDO JEREZ LUIS MIGUEL MORENO FERNANDEZ 1. ESTADO DE LAS FUENTES: LAS ESTADÍSTICAS DE SALARIOS Y JORNADAS DE TRABAJO Publicadas por el Instituto de Reformas Sociales y el Ministerio de Trabajo, adolecen de limitaciones bastante serias, reconocidas por el equipo de trabajo que las elaboró. Una de ellas es que se centran en las jomadas laborales «normales» o «legales», establecidas por la ley o por acuerdo entre patronos y tra- bajadores. Los datos sobre horas extraordinarias, imprescindibles para calcular las jomadas «efectivas», son de escasa fiabilidad, por lo que el cálculo de horas de trabajo ha tenido que ceñirse necesariamente a las primeras. En resumen, carecemos de: «a) Estadísticas de remuneraciones efectivas, es decir, de las canti- dades totales que percibe por su trabajo cada obrero, comprendiendo, por tanto, además del salario nominal el de las horas extraordinarias, destajos, beneficios, etc.; »b) Tarifas de salarios establecidos en contratos colectivos de tra- bajo; »c) Tipos de jornales corrientes aceptados por las asociaciones pa- tronales y obreras;

Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación

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Page 1: Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación

Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación para el conoci­miento del nivel de vida del obrero

murciano

POR

PEDRO IZQUIERDO JEREZ LUIS MIGUEL MORENO FERNANDEZ

1. ESTADO DE LAS FUENTES: LAS ESTADÍSTICAS DE SALARIOS Y JORNADAS DE TRABAJO

Publicadas por el Instituto de Reformas Sociales y el Ministerio de Trabajo, adolecen de limitaciones bastante serias, reconocidas por el equipo de trabajo que las elaboró.

Una de ellas es que se centran en las jomadas laborales «normales» o «legales», establecidas por la ley o por acuerdo entre patronos y tra­bajadores. Los datos sobre horas extraordinarias, imprescindibles para calcular las jomadas «efectivas», son de escasa fiabilidad, por lo que el cálculo de horas de trabajo ha tenido que ceñirse necesariamente a las primeras. En resumen, carecemos de:

«a) Estadísticas de remuneraciones efectivas, es decir, de las canti­dades totales que percibe por su trabajo cada obrero, comprendiendo, por tanto, además del salario nominal el de las horas extraordinarias, destajos, beneficios, etc.;

»b) Tarifas de salarios establecidos en contratos colectivos de tra­bajo;

»c) Tipos de jornales corrientes aceptados por las asociaciones pa­tronales y obreras;

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y>d) Escalas de salarios mínimos; »e) Estadísticas del paro involuntario (...); »/) índices del coste de la vida, sobre todo de conceptos fundamen­

tales: alimentación, habitación y vestido; »g) Informaciones sobre presupuestos de familias proletarias» (1). Así, pues, en la confección del índice del coste de la vida sólo se han

tenido en cuenta doce artículos alimenticios, que tampoco —y esto es grave— «han podido ponderarse por falta de estadísticas generales de consumo y de presupuestos de familias obreras (...), (por lo cual) no cabe considerarlos como índices del coste de la vida del obrero, ya que sólo se refieren a ciertos artículos alimenticios, sin tener en cuenta factores tan esenciales como la habitación y el vestido» (2). En el caso concreto de Murcia, se hace hincapié en que la información de que se dispuso fue muy incompleta, «por efecto de la marcada resistencia de los patronos y del escaso interés que mostraron los organismos oficia­les en aportar elementos para esta estadística». Esta escasez es particu­larmente grave en el área de las «fábricas de conservas y de pimiento molido, y la exportación de naranjas, de las cuales no hemos recibido dato alguno a pesar de las gestiones realizadas para ello» (3).

Por lo que respecta al trazado de la evolución de los salarios, tam­poco son pequeñas las dificultades que hubieron de vencerse, aunque comprometida España a poner en práctica los acuerdos de la OIT, se puso manos a la obra tropezando con los siguientes obstáculos:

«1° (Que) los Delegados regionales del Ministerio disponen de es­casísimos elementos de material y personal, así como de atrib,uciones efectivas para realizar una labor intensa, recabando los datos necesarios en las varias provincias que comprende cada región, algunas de gran desarrollo industrial.

»2.° (Que) las Sociedades Patronales y Obreras, únicas que pueden I facilitar informes completos y exactos, están actualmente desorganiza-

¡ (1) Estadística de salarios y jornadas de trabajo referida al período 1914-1925,

Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria, Sobrinos de la Sucesora de M. Minue-sa de los Ríos, Madrid, 1927. En adelante, Ministerio de Trabajo..., 1927, pág. XIX. Cfr. con: Estadística de los salarios y jomadas de trabajo referida al período 1925-1930, Ministerio de Trabajo y Previsión, Sobrinos de la Sucesora de M. Minuesa de los Ríos, Madrid, 1931, pág. VIII.

(2) Ministerio de Trabajo..., 1931, pág. CXLIX. Los doce artículos alimenticios a que nos referimos son: «pan de trigo, carne de vaca, carne de camero u oveja, bacalao, patatas, arroz, gorbanzos, vino, leche, huevos, azúcar y aceite». Considera­ciones críticas acerca del índice del coste de la vida, pueden verse también en: S. ROLDAN, J. L. GARCÍA DELGADO y J. MUÑOZ: La consolidación del capitalismo en España (vol. I), Confederación Española de Cajas de Ahorro, Madrid, 1974, págs. 138 y siguientes.

(3) Ministerio de Trabajo..., 1927, págs. CXCVI y CXCVII.

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Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación 273

das, O actúan débilmente, existiendo en muchas de aquéllas arraigado recelo de que cuantos datos investiga el Estado sirven para fines tri­butarios.

»3.° A la apatía con que los alcaldes, corporaciones oficiales, sindi­catos, etc., diligencian los servicios estadísticos contribuyendo bastante a ello el hecho de que, por falta de unidad y centralización de la estadís­tica nacional, piden los mismos datos varios centros oficiales (...).

»4.° A la falta de cultura social y de educación estadística del país, sin cuyos elementos no pueden los profesionales (...) desarrollar amplia­mente los planes de trabajo» (4).

Estas circunstancias negativas determinan que «la información pro­yectada se limite forzosamente, (...) a elaborar cifras referidas a tres conceptos:

»a) Salarios semanales, cuyos datos hemos obtenido, en su casi to­talidad, por medio de fichas procedentes de las asociaciones patronales, de las sociedades obreras y de las gerencias de grandes empresas;

»b) Duración de jornadas ordinarias, según las mismas fichas y, »c) índices de los precios de doce artículos de consumo (...), cuya

serie inició en 1909 el Instituto de Reformas Sociales, y continúa desde 1924 esa Dirección General» (5).

Estas objeciones es preciso tenerlas en cuenta a la hora de calibrar el significado de los números que en este análisis de precios y salarios vamos a estimar como los adecuados; porque, además, a ellas añadimos nosotros una con que los autores de esta estadística seguramente no con­taron: la infinidad de erratas que por doquier aparecen, y que la hacen inutilizable si los níimeros se toman tal cual vienen dados. Para sub­sanar en la medida de lo posible el defecto, hemos procedido a calcular los jornales reales, así como los diversos índices, continuando el método utilizado por los técnicos del Ministerio de Trabajo.

Por lo tanto, el «salario real o poder adquisitivo de la cantidad de moneda que el obrero recibe como pago de su trabajo» (S) es el resul­tado del cociente entre «el índice de salario semanal nominal» (S') y el índice «del precio de los artículos alimenticios» (C) multiplicado por 100; o sea:

S = f X 100 (6)

(4) Ibidem, pág. XIV. (5) Ibidem. págs. XIII-XIV. (6) Ministerio de Trabajo..., 1931, págs. CXLIX-CL.

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274 Pedro Izquierdo Jerez, Luís Miguel Moreno Fernández

A raíz de las deficiencias enunciadas, en modo alguno han de consi­derarse definitivas estas series salariales; no obstante, y como han puesto de manifiesto los profesores Santiago Roldan, Olábarri Gortázar, Ve-larde Fuertes, etc...., estas estadísticas son un material imprescindible para conocer la evolución de los salarios nominales y el comporta­miento de los reales, siquiera sea a título indicativo, mientras no nos sea posible disponer de un auténtico índice del coste de la vida.

2. LA RETRIBUCIÓN SALARIAL EN EL PERIODO 1914-1930

Ocupémonos ahora de estudiar cómo se repartían los emolumentos entre la clase trabajadora murciana en virtud de su posición dentro de los diversos sectores productivos y de su calificación profesional.

El balance que arrojan estos dieciséis años para el obrero murcia­no (7) desde el punto de vista económico es, sin duda, negativo. El débil y precario equilibrio alcanzado en los «alegres años veinte», se rompió de manera dramática en el último quinquenio del ciclo. Más aún, cuando hablemos de que los jornales subieron tanto o cuanto, hemos de tener presente que eran siempre notoriamente inferiores al promedio nacional (8), y que, también, existían grandes diferencias en­tre unos sectores y otros, entre sexos e incluso entre compañeros de una misma rama productiva, dependiendo la retribución entonces de su cate­goría profesional. Desde esta óptica, mal fin tuvieron la Dictadura y la Monarquía, y peor comienzo la República.

El ciclo salarial, considerado globalmente, permite, a nuestro juicio, apreciar la existencia de tres etapas, donde si bien aparecen elementos comunes a todas, encontramos otros que son propios de cada una de ellas:

a) Sexenio alcista: Entre los años 1914-1920 hay un período con alzas salariales correlativas al proceso inflacionista que se desencadenó en estos años, y cuyo rigen estuvo no sólo en la escasez de productos —consecuencia de la caída de las importaciones—, sino en las caracte­rísticas estructurales del sistema (9).

Los obreros calificados que laboraban en minas, salinas y canteras, sosteníanse con salarios nominales más bajos que los que percibían sus colegas de la metalurgia, textiles, libro, madera, transporte, mobilia­rio, ornamentación y vidrio y cristal; en cambio, eran mayores que los que cobraban los trabajadores del hierro, químicas, albañiles, industrias

(7) Los porcentajes de población obrera afectados se especifican en el cuadro 1. (8) Ministerio de Trabajo..., 1927 y 1931, págs. XXII y XXVII, respectivamente. (9) J. L. GARCÍA DELGADO et al., op. cit. (vol. I), págs. 138 y 172.

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Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación 275

estatales, eléctricas, alimentación, vestido, cueros y pieles y alfarería y cerámica (10). Los peones ocupados en minas, salinas y canteras, por el contrario, tenían mejor sueldo que sus compañeros de las restantes ramas productivas (11). Finalmente, entramos en la categoría de los aprendices que, muy mal pagados, se muestran divididos en dos cate­gorías: varones y hembras, padeciendo estas últimas los salarios más bajos (12).

El índice de los salarios semanales-nominales no se pone a la altura del alza de los precios casi nunca, por lo que los salarios reales denotan un poder adquisitivo muy bajo, a pesar de las subidas que en aquéllos se aprecian: por ejemplo, el índice del salario real con base 100 en 1914 ha descendido en 1920 al 88 por 100 en el caso de los obreros calificados, al 77 por 100 en el de los peones, y al 93 por 100 en el de las obreras! (calificadas). Caben, sin embargo, matizaciones; en la órbita del apren­dizaje, el índice se eleva 1 punto sobre 100 para los aprendices varones, y 13 para las hembras. Eso se debe a los fuertes tirones que experimen­taron los salarios nominales, bajísimos en principio, por lo que tampoco hay que dar a estos enteros por encima de 100 más valor que el de un indicador significativo del proceso inflacionista aludido (13). A más de esto, como han dicho García Delgado y Santiago Roldan, tras 1919 «y como consecuencia fundamentalmente del establecimiento de la jomada de trabajo de ocho horas (...), el índice de salario-hora supera el de precios, por primera vez ligeramente, en las capitales, aunque todavía no en los pueblos» (14) como, en efecto, en ocasiones ocurre en Murcia.

b) Crecimiento moderado: La crisis de los veinte (1920-25): Hacia 1925, los salarios nominales han crecido en forma suave, con mucha menos brusquedad que en años anteriores. El índice de los salarios-hora no sólo se ha puesto al compás de los precios, sino que a menudo los rebasa. Esto da pie a que los salarios crezcan por encima de 100, no obstante verse un poco frenados por la disminución del número de ho­ras trabajadas (recordemos que la duración teórica de la jomada era de 48,03 horas), merced a la progresiva implantación de las cuarenta y ocho horas de trabajo. Ahora los obreros calificados se quedan a tan sólo 1 punto por debajo de 100 y los peones a 3; las obreras; superan la base en 1 entero y los aprendices varones y hembras, en 13. Pero las subidas se deben a la deflación que se dejaba sentir por esos años y

(10) Vid. cuadros núms. 2 y 3. (11) Cuadros 2 y 4. (12) Cuadro 2. (13) Ibídem. (14) J. L. GARCÍA DELGADO et al.. op. cit. (vol. I), Pág. 199. Cfr. cuadros núme-

ros 2, 3, , 4 , 5 .

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276 Pedro Izquierda Jerez, Luis Miguel Moreno Fernández

también —de ahí lo precario y relativo de ellas— a lo bajísimos quc resultaron ser los salarios durante la etapa anterior (15).

c) Depresión económica (1925-1930): El último quinquenio se cierra bajo el ciclo de la depresión económica. La deflación se acentúa (moti­vada por un exceso de oferta de productos primarios que dio lugar a una «clase de deflación estructural en el sistema, que se extendió de producción a producción entre las explotaciones agrarias y de éstas a otras actividades económicas y, por tanto (...), incidió en los precios urbanos») (16), los salarios nominales caen y, por supuesto, su número índice, a la vez que diverge nuevamente del índice del costo de la vida, aun hallándose éste depreciado. Los salarios reales descienden hasta niveles alarmantes, aunque en los casos de los obreros calificados (va­rones y hembras), continúan elevándose —5 puntos sobre 100 en unos y 17 en otras—, pero más a causa de la defllación que del sueldo nominal aumentado. Los peones y los aprendices (varones y hembras) sufren el desplome del salario real que, en casos como en el de las últimas, se rebaja a cotas anteriores a las de 1920. Hacia 1930 sobre el índice de base 100 de 1914, los peones tenían un salario real del 88 por 100; los aprendices varones de un 89 por 100 y, las hembras, de un 85 por 100. La crisis y depresión del último quinquenio fue particularmente dura en nuestra provincia (17).

<15) Cuadros núms. 2, 3, 4, 5. (16) Cuadro númi 1. (17) Cuadros núms. 3, 4, 5.

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Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación 277

CUADRO NÚM. 1

A) PORCENTAJES DE POBLACIÓN OBRERA CORRESPONDIENTE A CADA TIPO DE DURACIÓN NORMAL DE JORNADA EN MURCIA (1914-1930)

Tipo de duración % de población obrera normal de jornada 1914 1920 1925

42 horas — — — 48 horas 16,27 87,95 97,29 54 horas 18,27 1,37 0,49 60 horas 50,17 9,33 — 66 horas — — — Otros tipos 14,57 0,86 0,29 Variables ... 0,69 0,47 1,82 Destajo — — —

Nota: Para 1930 aceptamos la jornada de 48 horas, pues la propia «Estadística. (1914-1930) simplificó y calculó sobre esa base.

B) DURACIÓN TEÓRICA DE LA JORNADA DE TRABAJO EN MURCIA (1914-1930)

Duración media % de población Años de la jornada obrera

1914 56,40 horas 84,73 1920 49,21 horas 98,67 1925 48,03 horas 97,88 1930 48 horas 100

Nota: El procedimiento que se ha seguido para calcular la duración teórica de la jornada de trabajo ha consistido en ponderar las distintas horas de trabajo que realizaban a la semana los porcentajes de población obrera que indicamos. Natu­ralmente, nos hemos visto obligados a prescindir de aquellos cuyo horario laboral no nos ha sido indicado por las Estadísticas («otros tipos» y «variables»).

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CUADRO NÚM. 2

EVOLUCIÓN DE LOS SALARIOS DE LOS OBREROS MURCIANOS (1914-1930)

Categoría de tos obreros

Obreros calificados

Obreros peones

Obreras (calificadas)

Aprendices varones

Aprendices hembras

Núm. de Tipo Tip. medio índice índice Años obreros medio de índice de salario índice precios salarios

sal-hora sem.-nom. IRS-MT reales 1914 21.687 0,39 100 21,99 100 100 100 1920 23.103 0,76 194 37,39 170 192 88 1925 22.007 0,84 215 40,34 183 184 99 1930 — 0,82 210 3936 178 168 105

1914 2.083 0,27 100 15,22 100 100 100 1920 2.851 0,46 170 22,63 148 192 77 1925 2.061 0,57 211 27,37 179 184 97 1930 — 0,47 174 22,56 148 168 88

1914 3.226 0,15 100 8,46 100 100 100 1920 3.938 0,31 206 15,25 180 192 93 1925 3.636 0,33 220 15,84 187 184 101 1930 — 0,35 233 16,8 198 168 117

1914 310 0,13 100 733 100 100 100 1920 430 0,29 223 14,27 194 192 101 1925 271 032 246 15,36 209 184 113 1930 — 0,23 177 11,04 150 168 89

1914 167 0.10 100 5,64 100 100 100 1920 223 0,25 250 12,30 218 192 113 1925 243 030 300 14,40 255 184 138 1930 — 0,17 170 8,16 144 168 85

FUENTE: Elaboración propia a partir de: Estadística de salarios..., IRS-MT, 1927 y 1931.

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CUADRO NÚM. 3

EVOLUCIÓN SALARIAL POR SECTORES DE LOS OBREROS CALIFICADOS DE MURCIA (1914-1930)

Tipo de industrias Años

Núm. de obreros

Tipo medio de sal-hora

índice Tip. medio de salario sem.-nom.

índice índice precios IRS-MT

índice salarios

reates

1. Minas, salinas y cante­ras

1914 1920 1925 1930

8.181 5.726 4.165

0,47 0,71 0,78 0,69(1)

100 151 166 147

26,50 34,93 37,46 33,12

100 131 141 124

100 192 184 168

100 68 76 73

2. Metalurgia 1914 1920 1925 1930

984 1.175

714

0,52 0,73 0,83 0,60(2)

100 140 159 115

29,32 35,92 39,86 28,08

100 122 135 98

100 192 184 168

100 63 73 58

3. Trabajo del hierro y de­más metales

1914 1920 1925 1930

498 527 564

0,44 0,63 0,74 0,83 (3)

100 143 168 188

24,81 31,00 35,54 39,84

100 124 143 160

100 192 184 168

100 64 77 95

4. Industrias químicas ... 1914 1920 1925 1930

256 365 397

0,35 0,54 0,68 0,71

100 154 194 202

19,74 26,57 32,66 34,08

100 134 165 172

100 192 184 168

100 69 89

102

5. Industrias de la cons­trucción

1914 1920 1925 1930

3255 4,018 4.315

0,35 0,58 0,73 0,75(4)

100 165 208 214

19,74 28,54 35,06 36,00

100 144 177 182

100 192 184 168

100 75 96

108

1914 1920 1925 1930

1.014 1.014 1.134

0,40 0,75 0,82 0,72

100 187 205 180

22,56 36,90 39,38 34,56

100 163 174 153

100 192 184 168

100 84 94 91

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Tipo de industrias

7. Ind. ejercidas por el Es­tado, Diput. y Munic. ...

8. Industrias eléctricas ...

9. Industrias de la alimen­tación

10. Industrias del libro

11. Industrias del papel

12. Industrias del vestido

Núm. de Tipo i ' Tip. medio índice índice Años obreros medió'de Iridiúe de salario índice precios salarios

sal.rhora ,,•;', \ sem.-nom. IRS-MT reates

1914 387 0,37 100 20,86 100 100 100 1920 315 0,63 170 31,00 148 192 77 1925 544 0,77 208 36,98 177 184 96 1930 1,13 305 54,24 260 168 154

1914 353 0,46 100 25,94 100 100 100 1920 467 0,61 132 30,01 115 192 59 1925 481 0,78 169 37,46 144 184 78 1930 0,76 165 36,48 140 168 83

1914 1.527 0,29 100 16,35 100 100 100 1920 2.325 0,57 196 28,04 171 192 89 1925 2.406 0,68 234 32,66 199 184 108 1930 . 0,83 - 286 39,84 243 168 144

1914 125 0,40 100 22,56 100 100 100, 1920 137 1,25 312 61,51 272 192 141 1925 125 1,10 275 52,83 234 184 127 1930 • 0,80 200 38,04 170 168 101

1914 0,40 100 22,56 100 100 100 1920 0,62 155 30,51 135 192 70 1925 0,75 187 36,02 159 184 86 1930 0,70 175 33,06 148 168 88

1914 2.425 0,35 100 19,74 100 100 100 1920 3.643 0,61 174 30,01 152 192 79 1925 3.815 0,65 185 31,21 158 184 85 1930 — 0.84 240 40,32 204 168 121

Page 11: Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación

Tipo de industrias

13. Industrias de cueros y pieles

14. Industrias de la madera.

15. Industrias del transpor­te

16. Industrias del mobiliario.

17. Industrias de la orna­mentación

18. Alfarería y cerámica ...

Núm. de Tipo Tip. medio índice índice Años obreros medio de índice de salario índice precios salarios

sal.-hora sem.-nom. IRS-MT reates

1914 74 0,37 100 20,86 100 100 100 1920 125 0,68 183 33,46 160 192 83 1925 140 0,75 202 36,02 172 184 93 1930 — 0,75 202 36,00 172 168 102

1914 175 0,39 100 21,99 100 100 100 1920 195 0,92 236 45,27 205 192 106 1925 204 0,97 248 46,58 211 184 114 1930 — 0,96 246 46,08 209 168 124

1914 1.625 0,51 100 28,76 100 100 100 1920 2.015 0,86 168 42,32 147 192 76 1925 2^27 0,94 184 45,14 156 184 84 1930 — 0,85 166 40,08 141 168 83

1914 135 0,37 100 20,86 100 100 100 1920 140 0,94 254 46,25 221 192 115 1925 135 0,90 243 43,22 207 184 112 1930 — 0,79 213 37,92 181 168 107

1914 97 0,27 100 15,22 ^ 100 100 100 1920 105 0,75 277 36,90 242 192 126 1925 120 0,72 266 34,58 227 184 123 1930 — 0,82 303 39,36 258 168 153

1914 115 0,25 100 14,10 100 100 100 1920 145 0,42 168 20,66 146 192 76 1925 160 0,56 224 26,89 190 184 103 1930 — 0,69 276 33,12 234 168 139

Page 12: Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación

Tipo de industrias

19. Vidrio y cristal

Núm. de Tipo Tip. medio índice índice Años obreros medio de índice de salario índice precios salarios

sal-hora sem.-nom. IRS-MT reates

1914 291 0,50 100 28,20 100 100 100 1920 276 1,58 316 77,75 275 192 143 1925 261 1,28 356 61,47 217 184 117 1930 — 1,25 250 60,00 ^ 212 168 126

FUENTE: Elaboración propia a partir de: Estadística de salarios..., IRS-MT, 1927 y 1931.

(1) Cfr. 1927, pág. 46. En 1931, págs. 46 y 289; en la última aparece el promedio 0,69, que es la cifra que se da como válida para 1930. Además, la apoya el hecho de que la minería apareciese hundida en este tiempo.

(2) Cfr. 1931, págs. 46 y 289. En la pág. 46 se da la cifra de 1,00. No obstante, nosotros hemos escogido la que ofrece la pág. 289, que es 0,60. Y ello, por dos r£izones fundamentales: la primera es que, como de sobra es conocido, este sector, al igual que el minero —con el que se hallada directamente relacionado—, se encontraba deprimido en aquellos años. Obsér­vese que, además, no es el único que sufr crisis a finales de la dictadura, por lo que dudamos de que la cota alcanzase el punto. La segunda razón viene determinada por los cálculos numéricos; en la pág. 289, la cifra de 0,60 se comprende como resultado de un promedio realizado. Por contra, en la pág. 46 no se explica el procedimiento por el que se da por bueno tal resultado que, dicho sea de paso, se aproxima al dato que la pág. 289 estima —1,07—, y que es el que corresponde a la categoría de maestro. Compárese nuestro resultado con el que el profesor Olábarri (vid. Ap- IX, cuadro 2, en: OLABAHRI CORTÁZAR, I.: Relaciones laborales en Vizcaya (1890-1936). Leopoldo Zugaza, ed. Durango (Vizcaya), 1978, página 503) considera como el adecuado para Vizcaya, y se apreciará que( pese a ser ésta una provincia especializada— po­dríamos decir— en este sector, y con bastante más relevancia que Murcia, parece de estancamiento salarial y de baja en otros casos.

(3) Cfr. 1931, pág. 46, y 1927, pág. 46. En la primera, cabe señalar —para 1930— que la cifra 0,83 se eleva algo más en Cartagena, en donde llega a 1. Vid. a este respecto, 1931 en la pág. 290. Hemos escogido 0,83 por ser la cifra promedio y la que más se repite.

(4) Cfr. 1931, págs. 46 y 291. En la primera aparece la cifra 0,76, sin que sepamos de dónde sale; en la segunda, el número es 0,75, resultado del promedio entre los solanos de los especialistas, que hemos calculado y que coincide con el del libro, por lo que lo estimamos como verdadero. Vid. pág. 291.

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CUADRO NÚM. 4

EVOLUCIÓN SALARIAL POR SECTORES DE LOS OBREROS PEONES DE MURCIA (1914-1930)

Tipo de industrias

1. Minas, salinas y canteras.

2. Metalurgia

3. Trabajo del hierro y de­más metales

4. Industrias de la construc­ción

5. Industrias textiles

Múm. de Tipo Tip. medio índice índice Años obreros medio de índice de salario índice precios salarios

sal-hora sem.-nom. IRS-MT reales 1914 298 0,35 100 19,74 100 100 100 1920 615 0,63 180 31,00 157 192 81 1925 363 0,75(1) 214 36,02 182 184 98 1930 — 0,48 137 23,04 116 168 69

1914 101 0,16 100 9,02 100 100 100 1920 74 0,34 212 16,73 185 192 96 1925 54 0,44 275 21,13 234 184 127 1930 — 0,44 275 21,12 234 168 139 1914 123 0,30 100 16,92 100 100 100 1920 135 0,48 160 23,62 139 192 72 1925 140 0,61 203 29,29 173 184 94 1930 ^ 0,69 230 33,12 195 168 116 1914 324 0,28 100 15,79 100 100 100 1920 406 0,50 178 24,60 155 192 80 1925 442 0,62 221 29,77 188 184 102 1930 — 0,47 167 22,56 142 168 84 1914 670 0,19 100 10,71 100 100 100 1920 760 0,30 158 14,76 137 192 71 1925 680 0,40 210 19,21 179 184 97 1930 — 0,53 278 25,44 237 168 141

Page 14: Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación

Tipo de industrias

6. Ind. ejercidas porel Esta­do, Diput. y Munic

Años Núm. de obreros

1914 1920 1925 Í930

Tipo medio, de sal-hora

84 0 3 202 0,51 214 0,58 — 0,60

índice

100 176 200 206

Tip. medio de salario sem.-nom.

16,35 25,09 27,85 28,80

índice

100 153 170 176

índice precios IRS-MT

100 192 184 168

índice salarios reates

loo 79 92

104

7. Industrias eléctricas 1914 1920 1925 1930

87 0,35 115 0,50 120 0,62

— 0,59

100 143 177 168

19,74 24,60 29,77 28,32

100 124 150 143

loo 192 184 168

100 64 81 85

8. Industrias de la alimenta­ción

1914 1920 1925 1930

251 343 371

0,25 0,50 0,62 0,62

100 200 248 248

14,10 24,60 29,77 29,77

100 174 211 211

100 192 184 168

100 90

114 125

9. Industrias del transporte. 1914 1920 1925 1930

145 201 217

0,25 0,37 0,52 0,45

100 148 208 180

14,10 18,20 24,97 21,60

100 129 177 153

100 192 184 168

100 67 96 91

FUENTE: Elaboración propia a partir de: Estadística de salarios..., IRS-MT, 1927 y 1931.

(1) Cfr. 1927, pág. 46, y 1931, pág. 47. En la primera, el salario es de 0,75 y en la segunda de 0,55. Hemos escogido el primero porque en 1925 se registró una brevísima coyuntura alcista.

Page 15: Precios y salarios en la Murcia de 1914-1930. Aportación

CUADRO NÚU. 5

EVOLUCIÓN SALARIAL POR SECTORES DE LAS OBRERAS CALIFICADAS DE MURCIA (1914-1930)

Tipo de industrias

1. Industrias textiles ...

2. Industrias de la alimenta­ción

3. Industrias del vestido

4. Minas, salinas y canteras.

Núm. de Tipo Tip. medio índice índice Años obreras medio de índice de salario índice precios salarios

sal.-hora sem.-nom. IRS-MT reales

1914 1.338 0,14 100 7,89 100 100 100 1920 1.832 0,27 193 13,28 168 192 87 1925 1.376 0,27 193 12,96 164 184 89 1930 — 0,37 264 17,76 225 168 133

1914 85 0,11 100 6,20 100 100 100 1920 124 0,21 191 10,33 166 192 86 1925 137 0,25 227 12,00 193 184 104 1930 — 0,35 318 16,80 270 168 160

1914 1.744 0,18 100 10,15 100 100 100 1920 1.917 0,33 183 1 6 3 159 192 82 1925 2.014 0,39 216 18,73 184 184 100 1930 — 0,40 222 19,20 189 168 112

1914 68 0,20 100 11,28 100 100 100 1920 45 0,25 125 12,30 109 192 56 1925 63 0,37 185 17,77 157 184 1930 — — —

FUENTE: Elaboración propia a par t i r de: Estadística de salarios..., IRS-MT, 1927 y 1931.

Nota: A partir de 1925 no se registra la presencia de mujeres trabajando en las minas.