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Proceso 2054

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    CISA / Co mu ni ca ción e Información, SA de CV 

    CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN: Francisco Álvarez Romero, Estela Franco Arroyo, Salvador CorroOrtiz, Rafael Rodríguez Castañeda, Julio Scherer Ibarra 

    DIRECTOR FUNDADOR: Julio Scherer García †

    SUBDIRECTOR FUNDADOR: Vicente Leñero Otero †

    DIRECTOR: Rafael Rodríguez Castañeda

    SUBDIRECTOR EDITORIAL: Salvador Corro

    SUBDIRECTOR DE ADMINISTRACIÓN: Alejandro Rivera

     ASISTENTE DE LA DIRECCIÓN: María de los Ángeles Morales; ayudante, Luis Ángel Cruz

     ASISTENTE DE LA SUBDIRECCIÓN EDITORIAL: Flor Hernández

     ASISTENTE DE LA SUBDIRECCIÓN DE ADMINISTRACIÓN: Laura Ávila

    COORDINADORA DE FINANZAS DE REDACCIÓN: Beatriz González

    COORDINADORA DE RECURSOS HUMANOS: Luz María Pineda

    EDICIÓN Y CORRECCIÓN: Alejandro Pérez, coordinador; Cuauhtémoc Arista, Tomás Domínguez,Sergio Loya, Hugo Martínez, Juan Carlos Ortega

    REPORTEROS: Carlos Acosta, Jorge Carrasco, Jesusa Cervantes, Juan Carlos Cruz, Patricia Dávila,Gloria Leticia Díaz, Álvaro Delgado, José Gil Olmos, Santiago Igartúa, Arturo Rodríguez, MathieuTourliere, Rodrigo Vera, Rosalia Vergara, Jenaro Villamil

    CORRESPONSALES: Campeche, Rosa Santana; Colima: Pedro Zamora; Chiapas, Isaín Mandujano;Guana juato: Verónica Espinosa; Guerrero, Ezequiel Flores Contreras; Michoacán, FranciscoCastellanos; Nuevo León, Luciano Campos; Oaxaca, Pedro Matías; Puebla, María GabrielaHernández; Tabasco, Armando Guzmán; Veracruz, Noé Zavaleta

    INTERNACIONAL: Homero Campa, coordinador; Corresponsales: Madrid: Alejandro Gutiérrez;París: Anne Marie Mergier; Washington: J. Jesús Esquivel

    CULTURA : Armando Ponce, editor; Judith Amador Tello, Isabel Leñero, Niza Rivera Medina, Colum-ba Vértiz de la Fuente, reporteras; Colaboradores: Javier Betancourt, Blanca González Rosas, EstelaLeñero Franco, Samuel Máynez Champion, Jorge Munguía Espitia, José Emilio Pacheco, Alberto Pa-redes, Raquel Tibol, Florence Toussaint; [email protected]

    ESPECTÁCULOS: Roberto Ponce, coordinador. [email protected]

    DEPORTES: Raúl Ochoa, Beatriz Pereyra

    FOTOGRAFÍA : Marco Antonio Cruz, coordinador; Fotógrafos: Germán Canseco, Miguel Dimayuga,Ben jamín Flores, Octavio Gómez, Eduardo Miranda; asistente, Aurora Tre jo; auxiliar, Violeta Melo

     AU XILIAR DE REDACCIÓN: Ángel Sánchez

     ANÁLISIS: Colaboradores: John M. Ackerman, Ariel Dorfman, Sabina Berman, Jesús Cantú, DeniseDresser, Marta Lamas, Rafael Segovia, Javier Sicilia, Enrique Semo, Héctor Tajonar, Ernesto Villanue-va, Jorge Volpi; cartonistas: Gallut, Helguera, Hernández, Naran jo, Rocha

    CENTRO DE DOCUMENTACIÓN: Rogelio Flores, coordinador; Juan Carlos Baltazar, Lidia García,Leoncio Rosales

    CORRECCIÓN TIPOGRÁFICA: Jorge González Ramírez, coordinador; Serafín Dí az, Daniel González,Patricia Posadas

    semanario de información y aná lisis

    ESTADOS

    35  NUEVO LEÓN: El procurador que “debía una  lanita” /Luciano Campos Garza

    MEDIOS

    38  De Tlatelolco a Ayotzinapa, continuidad del  autoritarismo /Marco Appel

     JUSTICIA

    41  Florence Cassez exorciza sus demonios en TV /Anne Marie Mergier

    INTERNACIONAL

    44  BRASIL: La corrupción lo acorrala /Andrés Carvas  49  COLOMBIA: Cárteles mexicanos, desafío

    del posconflicto colombiano /Rafael Croda

    ANÁLISIS

    52  La decadencia política de México /Javier Sicilia

    REPORTE ESPECIAL

      6  El día que conocí a Guzmán Loera   /Kate del Castillo  8  El origen de la embestida /Kate del Castillo  15  “Intuición” y Wikipedia, las pruebas de la PGR

    contra Del Castillo /Arturo Rodríguez García

    CÁRCELES

    18  En El Altiplano el diablo viste de azul   /Anabel Hernández

      23  El gran fracaso de la certificación penitenciaria   /Patricia Dávila

    CORRUPCIÓN

    28  Pemex, el desastre /Jesusa CervantesMINERÍA

    32  Inversión millonaria en territorios del narco /Ezequiel Flores Contreras

    ÍndiceNo. 2054 • 13 de marzo de 2016

    Fo to por tada: 

    Edgar Negre te  /Clasos.com.m x

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    DISEÑO:  Ale jandro Valdés Kuri, coordinador; Fernando Cisneros Larios, Antonio Fouilloux Dávila,Manuel Fouilloux Anaya y Juan Ricardo Robles de Haro

    COMERCIALIZACIÓN: Margarita Carreón, gerente Tel. 56 36 20 63. Mercadotecnia: Lucero García,

    Norma Velázquez. Tel. 56362059. Karina Valle. Circulación: Mauricio Ramírez. Tel. 5636-2064. Pascual Acuña, Barbara López, Gisela Mares, Fernando Polo, Andrés Velázquez. Publicidad: Ana María Cortés.Tel. 5636-2077 / 2091 / 2062. Eva Ángeles, Rubén Báez. Suscripciones: Cristina Sandoval Tel. 5636-2080 y 01 800 202 49 98. Mónica Cortés, Ulises de León, Benita González,  Atención a suscriptores (Reparto): Lenin Reyes Tel. 5636-2065. Jonathan García, Rosa Morales.

    TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN: Fernando Rodríguez, jefe; Marlon Mejía, subjefe; Eduardo Alfaro,Betzabé Estrada, Javier Venegas

     ALMACÉN y PRO VEEDURÍA: Mercedes Guerra, coordinadora; Rogelio Valdivia

    MANTENIMIENTO: Miguel Olvera

    CONTABILIDAD: Edgar Hernández, contador; Ma. Concepción Alvarado, Rosa Ma. García, Raquel Tre jo

    COBRANZAS: Sandra Changpo, jefa; Raúl Cruz

    OFICINAS GENERALES: Redacción: Fresas 13; Administración: Fresas 7, Col. del Valle, 03100 México, DF

    CONMUTADOR GENERAL: Karina Ureña; Susana Arellano, 5636-2000

    FAX: 5636-2055, Palabra de Lector; 5636-2086, Redacción.

     AÑO 39, No. 2054, 13 DE MARZO DE 2016

    IMPRESIÓN: Quad Graphics. Durazno No.1, Col. San José de las Peritas, Xochimilco, México, DF

    EDITOR EN JEFE: Raúl Monge; Editores: Sara Pantoja, Miguel Ángel Vázquez, Concepción Villaverde,María Luisa Vivas; Tels.: 5636-2087

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     Autor en favor de Comunicación e Información, S.A. de C.V., bajo el Número 04-2011-072215095900-102.Número ISSN: 1665-9309

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    Siguenos en: @revistaproceso facebook.com/revistaproceso

      53   Así de fácil /Naranjo  54   Asfixia política /Héctor Tajonar  55  La vida más difícil /Marta Lamas56  Escenarios de la elección presidencial

     /Jesús Cantú

      57  Ora vez la Izquierda (otra Izquierda) /Sabina Berman

      58  Los 10 “pecados” capitales del Vaticano /Ernesto Villanueva

      59  TIEMPO FUERA: It´s all Uber /Fabrizio Mejía Madrid

    CULTURA

    60  De la depredación al rescate de la tortuga /Roberto Ponce

      64  Estro Armónico /Samuel Máynez Champion  Páginas de crítica  ARTE: El falso poder del curador

     /Blanca González Rosas

      MÚSICA I: George Martin (1926-2016) /Ricardo Jacob

      MÚSICA II:  El compositor está muerto  /Raúl Díaz  TEATRO:  El jardín secreto /Estela Leñero Franco  CINE:  Nuestra pequeña hermana  /Javier Betancourt  TELEVISIÓN: Retroceso informativo   /Florence Toussaint

    ESPECTÁCULOS

    70  La ficción mexicana en Guadalajara /Columba Vértiz de la Fuente

    DEPORTES

    74  El Comité Paralímpico, entre irregularidades /Beatriz Pereyra 

    77  Los atletas capitalinos, divididos /Raúl Ochoa

      81  Palabra de Lector  82  Mono Sapiens /  El cártel de la familia (del Chapo)   /Helguera y Hernández

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      El día 

    a Guzmán Loera

    Nací en la Ciudad de México. Mi madre es mexicana.Su padre también lo era, de Silao, Guanajuato, y sumamá era estadunidense nacida en El Paso, Texas.De esas raíces anglosajonas viene mi nombre: Kate.Mi papá es mexicano, nacido en Celaya, Guanajua-to. Me hice actriz a temprana edad. El cine y la ac-

    tuación han sido lo único que me ha apasionado y que, graciasa Dios, me ha dado de comer desde que tengo uso de razón, yaque mi padre también es actor y hemos vivido de este maravi-lloso oficio. Como actriz y cineasta siempre he buscado proyec-tos interesantes, fascinantes, retos para salirme de mi zona deconfort. Es por eso que no pude decir “No”. Es por eso que decidícontestar un email y decir “Acepto”.

    Desde hace algunos años convive otra pasión junto a mi gus-to por el cine y la actuación. Por primera vez en mi vida me em-

    La libertad de expresión es un derecho fundamental que toda personatiene, por ende, todos podemos informar y ser informados sin ningúntipo de limitante, de ahí que las investigaciones periodísticas –docu-mentales, escritos, cine, entre otras– se basan en el principio básico

    de no revelar la fuente y así poder obtener un trabajo objetivo. Deseoseñalar que a lo largo de este artículo describo cómo empezó el pro-yecto para documentar la vida de Joaquín Guzmán Loera. Quiero acla-rar que cuando hago referencia a “el proyecto” o “nuestro proyecto”me refiero al proyecto que dirigiría, realizaría y ejecutaría únicamenteyo junto con dos productores de Hollywood.

    KATE DEL CASTILLO

    barqué en algo diferente: tequila. No sólo me gusta tomarlo, meapasiona el agave que viene de la tierra. Es una bebida noble, elproceso es divino, pero sobre todo me gusta porque es México.

    Hasta ahora no me ha faltado trabajo y no necesito dineroque no provenga de mi profesión como artista. Desafortunada-mente en el amor no me ha ido igual de bien. Mi padre no que-ría que yo fuera actriz; me decía que era una carrera de “rechazoconstante” y que para una mujer era aún peor, ya que sufrimosmás en cuestiones del corazón. Qué verdad tan grande, com-prendí después.

    Hay ciertas vacaciones que a uno lo hacen reflexionar. Me su-cedió después de un crucero con mi familia. Cabe mencionar queno me gustan los cruceros, nunca me han gustado; desde peque-ña he sido retraída y me ponen nerviosa las multitudes. A esose le suma el hecho de estar en medio de la nada, y pensar en la

    que conocí 

    REPORTE ESPECIAL

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     Y a sabemos lo que se han encargado de hacer las autorida-des en México: sacar de contexto comunicaciones que tu-vieron como fin realizar un proyecto eminentemente perio-dístico para satanizar a la que menos ha tenido que ver con

    enaltecer el crimen organizado, sino que, por el contrario, trató dedar un poquito de luz a toda esta oscuridad en la que el narcotráfi-co nos ha sumergido.

    Y, en la misma línea, tequila Honor del Castillo no ha sido másque una pantalla de humo para desviar la atención de los pro-blemas reales de nuestro país y para que las autoridades tratende inculparme de lavado de dinero. Conforme a estricto apego aderecho no tengo miedo a la investigación, ya que no tengo nadaque esconder. Sólo veo el comportamiento de las autoridadesmexicanas, que violaron el debido proceso filtrando información, loque afecta directamente a mi dignidad y atenta contra la presun-

    ción de inocencia, poniendo en peligro no sólo mi vida, sino lalibertad de expresión y el derecho a la información. Con su actuar,causan un daño irreparable a mi imagen.

    Es por esto que mi declaración se realizará cuando misdefensores determinen que existen las garantías legales para ir arendirla. Quiero resaltar la valentía de mis abogados mexicanos,quienes tomaron mi caso cuando otros me rechazaron o, como

     Alonso Aguilar Zinser, primero me dijeron que sí y luego se echaronpara atrás. Los riesgos y consecuencias de defenderme no se hanhecho esperar. Hay gente que todavía cree en la inocencia y luchapor la verdadera justicia. Hay otros que trabajan para el gobierno osimplemente no quieren problemas con el mismo. No fue fácil.

    Quiero dejar en claro que mi intención nunca fue ofenderal gobierno y mucho menos al Ejército y la Marina mexicana.

    El origen de la embestidaKATE DEL CASTILLO

    Mi intención siempre fue hacer una película. Nunca he recibi-do dinero del Sr. Guzmán, ni para la realización del proyecto nipara la empresa Honor del Castillo, como se me ha acusado (lasautoridades lo saben). Tenía dos opciones: quedarme calladao hablar, y decidí hablar. Parte de la sociedad mexicana somosresponsables del crimen organizado, ya sea por complicidad opor silencio.

    Soy yo, Kate del Castillo, y aquí les dejo el tuit por el cual nacióesta historia. Les pido que lo lean en su totalidad y, en su caso, locritiquen:

    “Hoy quiero decir lo que pienso y pues al que le acomode bien.Hoy 2012 me divierto más. Escucho más la música que me gustacomo @ChavelaVargas @manuchao @Calle13Oficial @BuikaMusicleo @lydiacachosi #Galeano #sabines #Neruda ·#carlosfuentes ydejo de escuchar a los políticos. Y es que ya me cansé de hacer lo

    que no quiero. Muchas veces he sido feliz pero no me di cuenta. Amo. Me amo.

    “No creo en la manipulación, me tiene adormecida. El gobier-no. La religión. La política. Los medios. La sociedad. La sucie-dad. Los que me juzgan y señalan pero también me exigen y meaplauden.

    “No creo en el matrimonio, creo en el amor. No creo en laidea de que DEBO estar con alguien por el resto de mi vida, eso

    posibilidad de una “crisis existencial” en un momento así lo ha-ce aún peor.

    En esta ocasión iba toda mi familia. Recibiría 2012 con ellos,llena de amor, amor del verdadero, del real. De regreso a mi ca-sa, sola y muy feliz de volver a la quietud –era un lunes en la no-che–, quise recopilar todas las anotaciones que había ido dejan-do en cuadernos y notas: reflexiones, canciones y pensamientosescritos en los últimos años; reflexiones de cómo he cambiadomi forma de pensar a través de los 14 años que he vivido en Es-tados Unidos, una manera de conocerme más, lejos de mi fami-lia, amigos y costumbres –muy arraigadas por cierto–, lejos de mipaís. Preguntas sin respuesta acerca de la nación tan maravillosaque me vio nacer y donde hice una carrera: México lindo y queri-do. ¿Qué puedo hacer para ayudar? ¿Dónde hemos fallado comomexicanos? Lo más fácil es echar la culpa a los gobernantes, pe-ro el cambio también empieza en uno mismo.

    Me pregunto acerca de la gran diferencia entre la sociedadmexicana y la estadunidense, y también en lo que nos une: el

    Un t uit . E l det onant e

     Teresa Mendoza. Un papel de calado

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    sólo me crea culpa e infelicidad cuando he fracasado, de hecho,no creo en el fracaso, creo en salir adelante, en tomar decisionesbuenas o malas, creo en cambiar de opinión tan seguido comosea necesario.

    “Añoro la primera vez de todo. Por eso creo que no importacuánto ame a mi pareja, necesito sentir eso que se siente las

    primeras veces en el estómago y que te recorre todo el cuerpo, noimporta cuánto lo ame o qué tan bello sea, necesito esa sensacióna la cual soy adicta. Todos lo añoramos pero no nos atrevemos adecirlo. ¿No será que las relaciones deberían durar hasta que ‘eso’se acaba?

    “No creo en la monogamia, creo en la lealtad, en mis sensacio-nes, en lo que siento y dejo sentir a mi cuerpo.

    “No creo en el castigo ni en el pecado, no creo en cómo crecícreyendo que todo era pecado, hasta mi cuerpo, de hecho no creoen cómo la Biblia nos manipula en algunos de sus pasajes (loscuales seguro leyó Peña Nieto) para tener remordimientos, culpa ysobre todo MIEDO. Es más, no creo en nada que haya sido hechopor el hombre que me haga sentir perversa, que me haga sentirmenos, culpable o avergonzada de mi sexualidad.

    “No creo en la Iglesia y en cualquier caso, no creo en la reli-

    gión, pero sí creo en Dios, puesto que lo veo en mis ojos a travésdel espejo todos los días.

    “No creo en las enfermedades porque he aprendido cómo suscuras me han sido negadas, escondidas.

    “No creo en ninguna institución o ley, que se dedican a aterro-rizarme y quitarme mi dinero.

    “No creo en el Papa ni en el Vaticano con todo y su riqueza,como tampoco creo en los sacerdotes, ya que creo que el serhumano debe disfrutar del amor carnal, del sexo, y de preferenciasin esconderse ni lastimando a nadie.

    “Nací desnuda sin leyes ni religión, ésas lascreó el hombre, como la Biblia, y tengo la ligerasospecha de que se la inventaron sólo para seguirla manipulación y lucrar a favor de unos cuantos.

    “Creo en lo que siento y es por eso que creo

    en el miedo, me mantiene alerta, todo lo queexperimente con mis 5 sentidos es lo que importa,lo que es real.

    “No creo en la sociedad ya que me ha hechosentir avergonzada de quien soy, incompleta,pero es un hecho que trato con todas mis ganasde entenderla y vivir en paz dentro de ella. Creoen mí y en mi única verdad, porque soy con quien

    tengo que lidiar cada segundo, aparte de mí, creo que no creo…“No creo en juzgar, ya que sólo yo soy responsable de mi

    actuar y me faltaría vida.“No creo en la moral, ya que varía enormemente entre el ser

    humano, creo en lo que me hace sentir bien o mal de mí mismapara poder ir a dormir tranquila, pero no en lo que la sociedad

    quiere hacerme sentir.“Creo en el bien.“Creo, a pesar de todo lo que acabo de escribir, en la raza

    humana, porque amo, odio, me arrepiento, me equivoco, lastimo,ayudo, siento, ‘fracaso’, lloro, sufro, envidio, tengo dolores pro-fundos, tengo sexo, tengo sueños, fantasías, deseos, pido ayuda,recibo, doy, lucho, salgo adelante, me olvido, me enfurezco, merío, espero, soy paciente, soy impaciente, aguanto… estoy viva ypor eso agradezco a Dios todos los días, por ser quien soy, bieno mal.

    “Hoy creo más en el Chapo Guzmán que en los gobiernos queme esconden verdades aunque sean dolorosas, quienes escon-den la cura para el cáncer, el sida, etc. para su propio beneficio yriqueza.

    “SR. CHAPO, NO ESTARÍA PADRE QUE EMPEZARA A TRAFI-

    CAR CON EL BIEN? CON LAS CURAS PARA LAS ENFERMEDA-DES, CON COMIDA PARA LOS NIÑOS DE LA CALLE, CON AL-COHOL PARA LOS ASILOS DE ANCIANOS QUE NO LOS DEJANPASAR SUS ÚLTIMOS AÑOS HACIENDO LO QUE SE LES PEGUELA REVERENDA CHINGADA, CON TRAFICAR CON POLÍTICOSCORRUPTOS Y NO CON MUJERES Y NIÑOS QUE TERMINANCOMO ESCLAVOS? CON QUEMAR TODOS ESOS “PUTEROS”DONDE LA MUJER NO VALE MÁS QUE UNA CAJETILLA DECIGARROS, SIN OFERTA NO HAY DEMANDA, ANÍMESE DON,

    SERÍA USTED EL HÉROE DE HÉROES, TRAFIQUE-MOS CON AMOR, USTED SABE CÓMO.

    “‘La vida es un negocio, lo único que cambia esla mercancía’, ¿que no?

    “–no a la culpa -no a la corrupción –sí a la vida“–no al enriquecimiento ilícito –no al remordimiento

    “–no a coartar nuestros sueños –no a la vergüenza“–no más sangre –no a la impunidad“–sí a la vida –no a las diferencias raciales“–no a la política –no a la religión“–no a señalar –no al enriquecimiento ilícito“–no al silencio –no a coartar nuestros sueños“–no a la corrupción –no más sangre.“Los quiero, Kate.”

    crimen organizado. Quise guardar los textos en mi computadora.No soy escritora ni estoy cerca de serlo, simplemente me gus-ta escribir de vez en cuando, soltar aquello que a veces se afe-rra en mi cabeza solitaria. Lo hice. Sin haber transferido todo loque encontré, hice un pequeño resumen y, ¡zas!…, lo tuitée. Meterminé mi copa de vino. Era alrededor de la media noche, ce-rré la computadora y me fui a dormir sin saber lo que se aveci-naba. Sin poder imaginar que, aparentemente, Joaquín GuzmánLoera lee Twitter en su “tiempo libre” y me contactaría casi tresaños después.

    Como actor, uno interpreta personajes fuertes, débiles, vio-lentos, adorables, detestables… Yo he interpretado un poco detodo, pero una caracterización se quedó en la mente de muchagente y me atrevo a decir que aún está ahí, debido al gran éxitoque tuvo alrededor del mundo. Este personaje sigue en mi cora-zón, igual que un par que no ha corrido con la misma suerte. Setrata de Teresa Mendoza La Mexicana, mejor conocida como LaReina del Sur –surgida de un bestseller del mismo nombre escri-

    to hace más de una década por el español Arturo Pérez-Reverte.Me entregué cien por ciento a Teresa Mendoza, me sumer-

    gí en el abismo de un personaje delicioso, que por cierto habíaperseguido años antes, sin suerte. Fue un gran riesgo como ac-triz, y el éxito me sorprendió en su totalidad. A pesar de lo duro(por decir una palabra suave) que fue la realización de dicha se-rie, valió la pena el desgaste físico, mental y emocional, las con-diciones tan precarias en las que trabajamos por siete meses; go-cé y sufrí al mismo nivel: Fue divino vivir el éxito que tuvo y quenunca me esperé.

    Yo ya había terminado mi trabajo en esa serie, ya había de- jado atrás a Teresa Mendoza, como lo hago siempre después deescuchar “¡Corte!”. De hecho, ya estaba preparándome para unnuevo reto: K-11.

    Me pregunto si mi tuit habría tenido el mismo impacto si nohubiera interpretado a Teresa Mendoza. O, si no hubiera tenidoel éxito que tuvo la serie, ¿se me habría atacado/aplaudido de lamisma manera?

    REPORTE ESPECIAL

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    Lo que sucedió al día siguiente de mandar ese tuit y duran-te algunos meses más fue entre desastroso, vulgar y maravillo-so. En medio de este caos, mi equipo (manager, agente, publicista)me pidió que borrara el mensaje. Me rehusé. Después de leerlovarias veces no encontré ni una palabra de la que me arrepintie-ra, incluso después de que me atacara mucha gente de muchosmedios y hasta recibiera amenazas de fanáticos religiosos. Pen-

    sé que sería peor borrar algo que ya habían leído miles de perso-nas, y más aún tratándose de algo en lo que yo creía y de lo queno me avergonzaba. Fue una carta a corazón abierto, y así lo sigoviendo hasta el día de hoy.

    Muchos dijeron que “me creía” La Reina del Sur y que por esoescribí ese tuit. Nunca “me he creído” mis personajes después deenterrarlos. Mis personajes se quedan en el set, pero entiendoque no todos los actores trabajamos igual. La serie estaba tenien-do un éxito rotundo y por eso comprendí que así lo visualizaranalgunos. Estaría en un hospital siquiátrico si Blanca, la prostitu-ta de American visa; Laura, la tratante de personas de Trade; Elena,la alcohólica de Julia, o Mousey, la transexual de K-11, me hubie-ran afectado de la manera que –se dijo– Teresa Mendoza lo hizo.Ahora bien, quiero compartir que sí me identifiqué con Teresa envarias ocasiones: mi segundo matrimonio iba ya en picada, Tere-

    sa y yo sufríamos juntas.Los ataques, amenazas y gritos no se hicieron esperar y con-

    tribuyeron a mi inestabilidad emocional en las semanas siguien-tes a mi tuit. Me sentía como pollo descabezado. Ajá, así exacta-mente. No sabía para dónde ir. Con las emociones a flor de piel yel dolor de ser atacada por compartir mis creencias y, al mismotiempo, halagada al recibir apoyo de gente que admiro y respeto,hablé con mis padres tratando de ocultar “la falta” que me acha -caban. Lejos de mi familia –a la que siempre acosan los periodis-tas a causa mía–, me sentía responsable: Estaba frustrada, ya quela prensa estaba afuera de la casa de mis familiares y ellos no te-nían ni idea de “la Chapocarta”, nombre que le dieron a mi tuit.

    Estaba sola luchando contra los demonios, mi propio equipoy hasta algunas amistades. Pero no lo borré. Mi equipo me exi-gía que pidiera disculpas públicas. Me volví a rehusar. ¿Por quédisculparme? ¿Qué pasa con la libertad de expresión? Sería au-tocensurarme. Algo me decía que tenía que mantenerme fuertey leal a mi pensar.

    El acercamiento

    Ya habían pasado tres años del famoso tuit. Estaba grabando enMiami Dueños del Paraíso –irónicamente otra narcoserie, nombreque ahora se da a las series y telenovelas cuando sus protagonis-tas se dedican al narcotráfico, ya sean personajes reales o ficti-cios–. Recibí una llamada de mi santa madre diciéndome que meestaban buscando para una película grande. ¡Si ella tan sólo hu-biera sabido de quién se trataba en realidad! Como siempre, mepreguntó si podía dar mi dirección de correo electrónico. Cuandome buscan por medio de mis padres prefiero tratar directamenteantes de que contacten a mi manager, así que di la autorización.

    El correo electrónico que recibí no decía mucho: una perso-na se presentaba y me pedía una cita para hablar del proyecto.Le contesté que el domingo era mi único día libre y que con gus-to nos podríamos ver para tomar un café. Me respondió que ni élni su equipo podían viajar a Miami y me pidió que yo fuera a Mé-xico. Después de un intercambio de correos explicándole que nopodía viajar por el momento, terminé pidiéndole que me man-dara el guion para que ni ellos ni yo perdiéramos tiempo. La ver-dad estaba un poco desesperada por la hermética forma de tra-tar el asunto.

    Después de aproximadamente tres semanas me llegó unnuevo mail. Ahí se leía: “Somos los abogados de Joaquín GuzmánLoera”.

    Entendí todo. Mi cabeza se fue rápidamente a las “fantasías”de periodistas que, años antes, me preguntaban si El Chapo Guz-mán me había contactado a raíz de mi tuit, algo que en su mo-mento me causaba gracia. Mi corazón se paró por unos segun-dos antes de empezar a latir a una velocidad increíble. Creo quede hecho tuve un miniinfarto. Empecé a sudar, palidecí, mis ma-nos temblaban.

     Joaquín Guzmán Loera fue arrestado el 22 de febrero de 2014,y el correo electrónico de su abogado fue en septiembre del mis-mo año. No recuerdo el día. “Si no pueden venir, entiendo, yo voy.¿Cuándo?”, les dije.

    La única manera de que yo no faltara a la grabación de la se-rie era ir y venir el mismo día. Los vuelos al Aeropuerto Inter-nacional de la Ciudad de México no eran opción. Así que rentéun avión privado. Como buena escorpión prefiero tener las co-sas bajo mi control. ¿Valía la pena el gasto? Ni siquiera lo pensé.

    Hice los arreglos necesarios para salir en mi siguiente día li-bre. Esa jornada, recuerdo, me desperté a las 6 de la mañana,pues había programado el vuelo a las ocho, rumbo a Toluca, Es-tado de México. En realidad no dormí la noche previa; si acasologré pegar los ojos fue por una hora. Me bañé, tomé café; esecafé me supo diferente. No sabía qué me esperaba, mis decisio-nes eran robóticas, estaba como hipnotizada, no quería pensarmucho, no me quería arrepentir. Al llegar al hangar, sentí la ne-cesidad de decirle a alguien que tomaría un vuelo. Me pregun-té: “¿Qué tal si algo me pasa? Nadie va a saber”. Antes de via- jar siempre le llamo a mis padres, pero tampoco era una opción.

    Miles de preguntas me venían a la mente mientras camina-ba lentamente hacia el jet. El calor húmedo de Miami no me ayu-daba, ya estaba sudando. Sabía que estaba poniendo en riesgomuchas cosas. Tomé una foto de la cola del avión y se la mandé

       G  e  r  m

       á  n

       C  a  n  s  e  c  o

    Con Javier Sicilia. Solidaridad

    10  2054 / 13 DE MARZO DE 2016

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    a Jessica, mi amiga casi hermana. Estaba segura que ella no meharía preguntas: “Amiga, asegúrate que yo regrese hoy mismo, sino, busca este avión, sin preguntas, por favor, no te preocupes”, alo que contestó: “Estaré pendiente, que Dios te acompañe”.

    Seguí caminando, cada vez más cerca del avión, mi familia seme venía a la mente, mi trabajo. Una vez que los pilotos me die-ron la bienvenida a bordo, por alguna razón dejé de sudar, me

    sentía en paz. De hecho, entusiasmada. La curiosidad podía másque yo. El vuelo fue bueno, la turbulencia… estaba en mi cabeza.Al llegar al aeropuerto internacional de Toluca me aseguré conlos pilotos de que regresaríamos esa misma tarde a Miami. Bajédel avión, era aproximadamente la una de la tarde.

    Al pisar suelo mexicano sentí algo poco común en mí: una es-pecie de escalofrío que me hizo temblar. Hacía un poco de frío.Otra vez empezó mi cabeza a dar vueltas, mi corazón estaba apunto de estallar, no sabía qué iba a encontrar al otro lado de lapista. Esta vez caminé con prisa, tal vez la taquicardia me dio otroritmo. Al entrar al edificio de la terminal para pasar migración,me tomé un par de fotos con los empleados que me reconocieron.

    Me detuve al ver a dos hombres vestidos de traje obscuro. Su-pe que eran ellos, porque inmediatamente me dieron la bienve-nida con un gesto. Ambos de mediana edad, muy cordialmente

    me saludaron de mano y me indicaron que me subiera en la par-te trasera de un vehículo pequeño, nada ostentoso. Eso me hizosentir más tranquila. En la película que me había hecho en la ca-beza, un convoy de camionetas blindadas con un escuadrón dehombres armados venía por mí. Nada que ver.

    Me preguntaron en qué restaurante quería comer. “En el máscercano, unos tacos me hacen feliz”, les dije. “De ninguna mane-ra”, y aunque estábamos en Toluca afirmaron: “El señor nos en-cargó que la lleváramos al mejor restaurante de la Ciudad de Mé-xico, si se entera que la llevamos a unos tacos, nos mata”… Diosmío, dios mío, ¡¡¡DIOS MÍO!!!

    Instintivamente contesté: “¿Cómo? ¿Literal… los mata?”. Pa-rece que les hizo gracia mi tono más que la pregunta; nos reí-mos, me dijeron que les parecía muy chistosa y me relajé. Enrealidad fue una broma de muy mal gusto de mi parte. Termina-mos yendo a un restaurante cerca del aeropuerto de Toluca. Es-taba casi vacío, pero aun así ellos pidieron que nos dieran unamesa privada. Caballerosamente me jalaron la silla para que pu-diera sentarme.

    La plática fue muy directa. Durante nuestra reunión memantuve muy atenta. Tenía la garganta y el estómago cerrados,el hambre se me fue por completo; estaba sedienta, mi boca es-taba seca, pero me parecía que podría malinterpretarse si no or-denaba algo de comer, así que pedí algo ligero. Ellos me explica-ron que el Sr. Guzmán había recibido varias ofertas de estudiosde Hollywood para hacer la historia de su vida. Estando preso,era un sujeto ideal para “contar” su historia, sería el único narco-traficante (y el número uno, según la DEA) que en vida lo haría.

    El Sr. Guzmán se rehusó a darle los derechos a todos… excep-to a mí. ¡¿A mí?! Darme los derechos de su vida… ¡¿A MÍ?! “¿Porqué yo?”, les pregunté. “Porque la admira, la respeta y confía enusted plenamente. Le tiene respeto porque usted habla la ver-dad, no se anda con poses, por ese tuit donde a él lo menciona,porque es valiente y porque quiere que actúe en su película, yaque le gustó mucho su trabajo en La Reina del Sur”. 

    Lo primero que respondí –después de procesar lo recién es-cuchado– fue que yo tenía un nombre, una carrera y una hermo-sa familia, la cual no estaba dispuesta a perder haciendo una co-media romántica acerca del Sr. Guzmán. Lo que yo quería eradocumentar la vida del hombre a quien la nación más podero-sa del mundo había nombrado enemigo número uno. Quería ha-cer algo que nadie hasta esa fecha había logrado, no por falta deganas, sino por el hermetismo y desconfianza que, por mí, Guz-mán Loera dejó atrás. Les dije que no podría decir mentiras acer-

    ca de quién es él, que esto era algo vital para poder seguir ade-lante. Ellos me respondieron: “Quiere decir la VERDAD, dejar lascosas claras acerca de muchos falsos, quiere hablar de su infan-cia y del porqué empezó en el negocio”. Agregaron que mi tuit,donde le pedía varias cosas, lo hizo pensar. Acepté. Me hicieronmuchas preguntas acerca del mundo del cine, estaban muy inte-resados. Terminamos de comer, pidieron la cuenta y me llevaron

    de regreso al aeropuerto.Una vez que me dejaron ahí, y ya mucho más relajada al ver

    que se despedían de mí diciéndome adiós con la mano mientrasyo cruzaba la pista para subirme al avión, pude sentir que la gar-ganta se me abría, la taquicardia ya no me acompañaba. Abracéa los pilotos, y han de haber pensado que las mexicanas somosmuy apasionadas. Me devolvieron el abrazo. Ya en el avión mi ca-beza seguía dando vueltas y trataba de recapitular cada palabradicha en la reunión. ¡No lo podía creer! El señor Guzmán estabadispuesto a darme el testimonio de su vida a mí, Kate del Casti-llo Negrete Trillo. Todo el vuelo me fui pensando en la gran res-ponsabilidad que me había echado encima. Al llegar a EstadosUnidos, subieron perros antidrogas al avión, me revisaron todo, yyo, “cara de palo”. ¡Estaba segura que mis nervios delatarían conquién estuve! Sentía que los perros me olerían… en fin, mil cosas

    me pasaron por la mente. Taquicardia de nuevo. Me hicieron va-rias preguntas, “cara de palo”, estaba segura de que alguien de laDEA me había seguido. Paranoia. Ya en mi departamento le man-dé un mensaje a Jessica: “Ya en Miami, amiga, todo bien”.

    Al día siguiente, en mi llamado para Dueños del Paraíso, iró-nicamente tenía que hacer una escena en la que mi personaje,Anastasia Cardona, traficaba droga a Estados Unidos. Nunca mesentí tan “en personaje”. No podía creer cómo la realidad y la fic-ción, a veces, no están tan lejanas.

    En Miami conocí a uno de los dos productores que, por su ex-periencia en la industria de Hollywood, sería perfecto para pre-sentarlo con los abogados del Sr. Joaquín Guzmán Loera e ini-ciar el proyecto.

    La segunda fuga

    La noche del segundo escape de Joaquín Guzmán (el 11 de ju-lio de 2015), me encontraba en un bar de Los Ángeles celebran-

       E  s  p  e  c

       i  a   l

    Otra pasión. Tequila Honor del Castillo

    REPORTE ESPECIAL

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    do una de las peleas que mi amigo Oscar de La Hoya patrocinaen apoyo de los nuevos boxeadores. Admiro la disciplina del box,

    más si se trata de apoyar talentos nuevos. Siempre me han pare-cido trágicas y fascinantes las vidas de los pugilistas.

    Recibí una llamada telefónica, y me quedé muda al escucharque Joaquín Guzmán Loera había escapado. El techo del lugar –azul celeste– y su barra llena de botellas de tequila se volvían ca-da vez más pequeños a pesar de mi cercanía. La mesa de billardonde mis amigos mostraban su talento se volvía, con cada fra-se, más caótica, junto con mi palpitar. Colgué sin que la personaal otro lado de la línea terminara su reporte. Se me bajó la pre-sión, todo se volvió un mundo de cristal, frágil, con un ritmo len-to, casi en pausa. Mi visión se volvió borrosa, no escuchaba nadamás, el sonar de las bolas de billar me retumbaba en el vientre.¿Y ahora? ¿Qué pasaría con el proyecto? Salí corriendo del lugarsin dar explicaciones.

    Una vez en mi casa abrí mi computadora. El sonido de las bo-las de billar y los golpes secos de los boxeadores todavía me tala-draban, esta vez en la parte alta de mis sienes. Joaquín GuzmánLoera se había escapado, por segunda vez. Me pareció INCREÍ-BLE, como a todos (es decir: inverosímil). Un escape de pelícu-la, sin duda.

    Mientras estaba preso, yo le pregunté a uno de sus abogadossi podría mandarle una nota, pues quería agradecerle su con-fianza en mí. La respuesta fue positiva, se la harían llegar. Él res-pondió con una carta escrita con su propia letra, se refería a mícomo “amiga” y firmaba “Joaquín Guzmán L”. Me impresionómucho ver una carta de su puño y letra, en la que describía, en-tre otras cosas, su cena de Año Nuevo: “Amiga, me dieron pavo y una coca de a litro”. No fue sólo una carta, y todas las guardo aún.

    Todo me daba vueltas. ¿Cómo iba a cumplir con el proyec-to? Cuando estaba preso todo era más fácil. Yo planeaba mandara un escritor al Altiplano a que se sentara con él y escuchara lahistoria de su vida de principio a fin, y así empezar a darle vida ala película. Sería tan fácil… pero ahora todo estaba acabado. Re-flexioné: ¿qué va a ser de México? Pensaba en las personas queestaban a cargo de la seguridad de Joaquín Guzmán, ¿qué iba apasar? ¿Cómo nos va a ver el resto del mundo?

    La narcopolítica… México, mi doloroso y golpeado México.Me invadió una fuerte electricidad, me entraba por las manosy los pies… frustración, indignación. ¡¿Una vez más?! No dor-mí esa noche, aunque es usual en mí, ya que sufro de insomnio.Pero hay un abismo enorme entre aceptar el insomnio como unamante que llega en las noches, como dice el libro del escritor Al-berto Ruy Sanchez, y un insomnio por angustia e incertidumbre.Alberto dice en su libro Elogio del insomnio: “Porque este insom-

    ne goza sus insomnios. En medio de la obscuridad, ca-da insomnio es felicidad luminosa, la luz que se vuelveel ámbito donde el inmenso placer de contar y escu-char historias toma existencia”. ¡Cómo te recordé, que-rido amigo Alberto! Mi existencia era LA historia y aho-ra se me había escapado de las manos.

    Al poco tiempo fui a Marbella. Desde hacía años yo

    no visitaba España, donde había grabado una de las es-cenas más fuertes de La Reina del Sur: Teresa Mendozase entera de la traición del padre del hijo que espera y,ahí, en Puerto Banús, zarpan en el Sinaloa, el barco nue-vo de Mendoza; una vez en alta mar, El Pote, perro guar-dián de La Mexicana, termina con la vida de Teo Aljarafe,padre del hijo que Teresa lleva en el vientre: “La trai-ción no la perdonan en mi tierra”… ¿Irónico? Sin duda.

    En Marbella me encontré con uno de los producto-res que colaborarían en la película sobre El Chapo. Nohabía mucho que decir, sólo nos vimos a los ojos concariño y un poco de humor. Al enterarnos de la fuga,cada uno había padecido la frustración en su respecti-

    va soledad. Nos abrazamos, seguros de que ya no habría proyec-to. Muy en el fondo existía cierta decepción. No lo sé. Nos despe-

    dimos en total desesperanza.

    La llegada de Sean Penn

    Pasó algún tiempo hasta que volvieron a contactarme. Estaba es-tupefacta. ¿Cómo podían acercarse cuando todo el mundo esta-ba buscándolos? El señor quería que yo siguiera adelante con elproyecto. Me comuniqué con los productores inmediatamente.Las circunstancias habían cambiado. Uno de ellos me dijo queSean Penn quería sentarse a platicar conmigo. En ese instantecomencé a investigar sobre él, no como actor, sino como filántro-po, como activista, como ser humano. Es un hombre conscientede lo que pasa en el mundo y realmente ha hecho algo para me- jorarlo. Acepté.

    Nos vimos en un hotel en Santa Mónica, California. Era el22 de septiembre, y el productor ya estaba ahí. A los pocos mi-nutos llegó Sean, en jeans y una chamarra tipo James Dean. Lesadvertí que yo no tenía mucho tiempo, ya que ese día recibiríala ciudadanía estadunidense. Sean paseaba su mirada profun-da, penetrante; mejor aún, limpia, transparente. Al menos esosentí. Su cabello, completamente canoso y abundante, su caracon marcas de experiencia, me dieron total tranquilidad. Con-fianza absoluta.

    Me sorprendió su manera de dirigirse a mí, cordial pero algrano. Lo que los dos queríamos era hacerle preguntas al Sr. Guz-mán, conocer su historia para poder documentar, discutir el pro-yecto y, finalmente, reforzar las palabras de mi tuit “trafiquemoscon amor…”. 

    Me disculpé con Sean y el productor y me fui a recibir mi ciu-dadanía. Le llamé a mi papá para comentarle los sentimientosencontrados que tenía en ese momento, no de mi plática conSean precisamente, sino acerca de convertirme en ciudadanaamericana. Fue un debate emocional dentro de mí pero penséque, votando en Estados Unidos, puedo ayudar más a mis pai-sanos inmigrantes que, como yo, buscan mejores oportunida-des de vida y que, con el dolor que eso conlleva, tienen que sa-lir de nuestro país.

    Viajé a Guadalajara el 25 de septiembre a celebrar el cum-pleaños de un gran amigo. Antes de ir, avisé a los abogados delSr. Guzmán de mi viaje, pues quería preguntarles en persona siera posible agendar una reunión con el señor. Los vi en el restau-rante del hotel donde me hospedé con mis amigos. Los abogadosy yo nos pusimos de acuerdo en cómo me iba a comunicar con Joaquín Guzmán: por chat.

       J  u  a  n

       C  a  r   l  o  s

       C  r  u  z

       /   P  r  o  c  e  s  o

       f  o   t  o

    La segunda fuga. Giro en los planes

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    No lo podía creer: entablé comunicación con el hombre másbuscado del mundo en ese momento. Las manos me tembla-ban, sudaba, no podía expresarme bien. Así es como planeamosnuestro encuentro. Le dije que me acompañarían los producto-res –quienes financiarían el proyecto– y Sean Penn, un famosoactor de Hollywood. Con Sean a bordo, tendría más credibilidad.Aceptó. Contacté a mis tres acompañantes y les pregunté si de

    verdad estarían dispuestos a que nos reuniéramos con él. Joaquín Guzmán Loera vive horas extras, consideré. Para él,

    mientras más pronto nos juntemos, mejor. Así es que hice arre-glos entre nosotros cuatro y su gente; sería un viaje fuera de laficción de las películas que Sean, los productores y yo estábamosacostumbrados a realizar. Me quedó claro que es verdad que en-tre actores hay una conexión y un lenguaje mudo entre miradas.Un periplo sin regreso, no podíamos echarnos para atrás, ya erademasiado tarde, era un hecho.

    El viaje fue organizado y pagado por mí, si bien tiempo des-pués Sean me dio una parte del dinero que costó. Lo pensé co-mo una inversión para el proyecto, el cual podría ser una pelí-cula, pero también un documental, un libro, etc. Tenía en mishombros un peso gigante. Estaríamos visitando al prófugo nú-mero uno, gracias a la confianza que depositó en mí. ¡¡¡¡Qué pre-

    sión tan cabrona!!!!

    Cara a cara

    El día anterior a nuestro viaje, Sean estuvo en mi casa para ulti-mar detalles. Yo tenía un par de invitados y el maravilloso maria-chi Los Reyes, que me acompaña cuando la nostalgia por Méxicome gana. Sean y yo nos tomamos una foto con ellos.

    Me preparé para la partida. Llena de preguntas y temores, pe-ro también decidida y fuerte, no estaba sola.

    Fue el 2 de octubre del año 2015. Fui la primera en llegar al han-gar en la ciudad de Van Nuys, California. El vuelo estaba programa-do para las 8 de la mañana. Calurosa mañana. Me pregunté si mistres compañeros llegarían o, tal vez, habían decidido no arriesgarsea última hora. Yo traía puestos unos jeans negros, botas, una tank-top negra, una chamarra gris y mi cinturón de la Virgen de Guada-lupe, así me sentí más protegida. Le preparé a Joaquín Guzmán unitaKate con una de mis películas (La misma luna); otra de Sean Penn(21 gramos) dirigida por el mexicano que nos ha hecho sentir tan or-gullosos recientemente, Alejandro González Iñárritu; mi tequila; ellibro que escribí hace tiempo, Tuya, y un libro de poemas de JaimeSabines. ¿Por qué? No sé. Siento que en el fondo quise tocar su co-razón, quise tal vez sensibilizarlo con poesía y cine.

    Así que mientras esperaba a mis acompañantes, revisé to-do. Mandé mensajes de texto a los tres, asegurándome de quetenían la dirección correcta del hangar. Sentada en la sala de es-pera, se sentó frente a mí un hombre que me saludó como si meconociera, y se ofreció a servirme café. Lo miré con desconfianza,¿sabría algo? Tal vez era de la DEA, o tal vez un infiltrado del go-bierno americano que nos sabotearía el viaje. Muy amablemen-te acepté el café para ver si, mediante su comportamiento, podíadescubrir su verdadera identidad. No lo logré. Paranoia.

    Al fin llegaron mis compañeros, con una sonrisa. Respiré.Siempre respiro y me tranquilizo, pero esta vez no ocurrió así.Los tres me saludaron con un fuerte y significativo abrazo. Esta-ba por demás decir algo. Nuestras miradas estaban ajenas a to-do lo que pasaba alrededor. Entendimiento entre camaradas, to-dos de diferente nacionalidad, por cierto: Sean, estadunidensenacido en Los Ángeles, surfer de las playas de Malibú, California;yo, mexicana y ahora también americana, que había dejado mipaís para seguir mi sueño como actriz; los productores… bueno,de ellos mejor no hablo, diré que son simplemente productoresexitosos de Hollywood que me ayudarían a financiar el proyecto.Me sentí completa y protegida.

    Subimos al avión autofinanciado, me persigné y volamos alviaje más cabrón que jamás haya realizado, por lo menos des-pierta. Siempre dudaré si lo soñé o realmente lo viví. En el aviónse platicó muy poco. Al aterrizar nos esperaba una camioneta delhotel. Y al llegar ahí nos encontramos con uno de los abogadosdel Sr. Guzmán, quien nos pidió que, como medida de seguridady para que no supiéramos a dónde íbamos, dejáramos nuestros

    teléfonos y cualquier otro aparato electrónico que trajéramos.No nos sorprendió.

    A los pocos minutos nos recogieron un auto y dos camione-tas de seguridad. Fue dentro del automóvil que nos enteramosque quien manejaba era nada más ni nada menos que uno delos hijos de Joaquín Guzmán. Después de aproximadamente unahora llegamos a un lugar donde nos esperaban dos avionetas.

    Volamos cerca de dos horas y media. Mis colegas y yo le pre-guntamos al hijo del Sr. Guzmán si no nos vendarían los ojos, alo que contestó: “¿Dónde está la confianza? Además, si los dejá-ramos aquí, ¿sabrían dónde están?”. La respuesta era no. La avio-neta se movía demasiado, volábamos bajo. Sean se llevó un parde mis uñas clavadas en su brazo. Recordé que traía mi tequila,sin dudar le di un buen trago y lo compartí con mis acompañan-tes para amenguar los nervios de la turbulencia. Aterrizamos.

       “   T   h  e

       N  e  w

       Y  o  r   k  e  r   ”

    Con Sean Penn y “El Chapo”. Testimonio

    REPORTE ESPECIAL

      2054 / 13 DE MARZO DE 2016  13

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    Para ordenar la comparecencia de Kate del Cas-tillo, la Procuraduría General de la República(PGR) se basó en una supuesta denuncia anó-nima, consultó Wikipedia, el registro de la mar-ca tequilera Honor del Castillo, y una nota delportal Regeneración. Lo anterior, más los datos

    personales de la actriz y productora, forman el “acervoprobatorio” que llevó a la representación social a tener la“intuición” y “percibir” que la también empresaria realizónegocios ilícitos con Joaquín Guzmán Loera.

    Según el “acuerdo de busca, localización y presenta-ción”, a través del que se instruye la detención de Kate delCastillo Negrete Trillo en calidad de testigo, el Ministerio Pú-blico considera suficiente el mencionado acervo para con-cluir que Guzmán Loera quería invertir en una película au-

    Un par de pick-ups ya nos esperaban. Viajamos alrededor desiete horas, entre la selva. No habíamos comido. Al llegar al lu-gar donde sería el encuentro me abrieron la puerta del copilotoy nuestro anfitrión me recibió con un abrazo. Deduje que era élporque me llamó “amiga”, ya que ni tiempo tuve de ver su caraen ese momento. Cuando finalmente le vi el rostro no lo podíacreer, en verdad era él. Ya era de noche. De ahí en adelante no pu-

    de quitar mi mirada del hombre que había escapado por segun-da vez de un penal de máxima seguridad. Tampoco quería vermucho alrededor. “Mientras menos sepa, mejor”, pensé.

    Nos esperaba una cena muy mexicana. A pesar de llevar tan-tas horas sin comer, el hambre se me quitó por completo. Yo tra-ducía simultáneamente entre Sean y el Sr. Guzmán, muy con-centrada en no cambiar palabras o ideas. Dentro de las muchascosas que se hablaron, Sean preguntó al Sr. Guzmán si podía es-cribir un artículo para la revista Rolling Stone, lo cual me sorpren-dió totalmente. Yo no tenía conocimiento alguno de esto. Tam-bién le preguntó si era posible tomarnos una foto para verificarnuestro encuentro, y él accedió. Cuando nos colocamos en un es-pacio donde había una pared blanca, vi por primera vez un arma;yo nunca vi hombres armados mientras estuve ahí.

    Después de varias horas de plática, el tequila tuvo sus efec-

    tos en mí, los cuales no pasaron inadvertidos por nuestro anfi-trión, quien me dijo que sería mejor que me fuera a dormir. Yoestuve de acuerdo. El Sr. Guzmán dijo que él me acompañaría.Hubo una pausa en la mesa, mis acompañantes me vieron conpreocupación.

    El Sr. Guzmán respetuosamente jaló mi silla y me acompa-ñó. Caminamos por un pasillo, él me tomó del brazo. El corazónme latía a una velocidad que no sabía que era posible. En esecorredor, mientras caminaba llevada del brazo de Joaquín Guz-mán Loera, no sé de dónde me salió valor para hablar. Pensé quesi le molestaba lo que estaba por decirle, tal vez ésas serían misúltimas palabras: “Amigo, no se te olvide lo que te pedí en mi tuit,tú puedes hacer el bien, eres un hombre poderoso”. Él me veíacon esa mirada penetrante que me atravesaba el cráneo; muyatento me siguió escuchando, continué con voz firme: “Y nues-tro proyecto también va a servir para resarcir de alguna forma alas víctimas del crimen organizado, amigo, ¿cómo ves?”.

    Tal vez mi voz estaba firme, pero todo por dentro me tembla-ba, me sentía una nada. Su mirada –que no me había quitado deencima– se clavó aún más en la mía. Miniinfarto, me quería mo-rir. Segundos que me parecieron eternos, hasta que me contestó:“Amiga, tienes un gran corazón, eso me parece muy bien”. Yo se-guía temblando por dentro, su mano en mi brazo me sirvió parano desvanecerme. El siguió hablando; me dejó claro que yo dormi-ría en la cama que estaba separada de las otras dos por un biombo,para mi privacidad. Después agregó que ya no lo vería, que él nun-ca duerme donde sus invitados por seguridad de éstos. Me abra-zó y me agradeció haberle dado unas horas de felicidad. Y se fue.

    No sé cómo caminé hasta el biombo, que me sirvió de bas-tón. Me acosté completamente vestida, pensando que si habíaque correr estaría lista; también por pudor, siendo la única mu- jer ahí. Cansada, con la presión del encuentro y los efectos del te-quila, con todo y mi insomnio, me dormí.

    Creo que una hora después nos despertó el abogado y em-prendimos el viaje de regreso. Una tormenta se avecinaba, por locual no pudimos tomar las avionetas que nos habían llevado. Mepidieron que yo manejara de regreso y así lo hice. Llovía fuerte-mente. Después de varias horas de camino, llegamos por fin alhotel a bañarnos y recoger nuestras cosas. En el avión de regre-so a Los Ángeles íbamos sólo Sean y yo, ya que los productoresviajarían a diferentes destinos. La verdadera pesadilla la viví des-pués del viaje. A partir de entonces, me pregunté: ¿Los producto-res, Sean y yo tendremos una historia que nos unirá para siem-pre? No lo sé. Y eso NO define quién soy. Gracias a Dios.

    ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA

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    La investigación

    Una supuesta denuncia anónima –quela PGR sostiene que recibió el 24 de sep-tiembre de 2015– dio origen a las pesqui-sas sobre Joaquín Guzmán Loera, a quiense consideraba uno de los narcotrafican-tes más buscados del mundo. Al menosésa fue la versión que ofreció la procura-dora el día que lo detuvieron. En esa mis-ma alocución, adelantó que el capo habíacontactado a “actrices y productores”, al-go que facilitó su ubicación.

    De acuerdo con el citado acuerdo debusca, la denuncia anónima (que en reali-dad sí identifica un nombre femenino y suprimer apellido) decía:

    “La actriz mexicana Kate del Castilloquiere producir una película sobre JoaquínEl Chapo Guzmán, por ese motivo, el próxi-mo 25 de septiembre de 2015 se reunirácon él en el poblado de La Tuna, Badiragua-to, Sinaloa, México. También estará acom-pañada por un productor de Hollywood denombre Oliver. La actriz vive actualmen-te en Miami y sólo necesitan seguirla o in-tervenir sus teléfonos para que verifiquenlo que les estoy informando. La actriz jun-to con el productor recorrerá el pueblo esedía, y visitarán a la mamá del Chapo si nohay fuerzas armadas cerca. Él también es-tará presente, probablemente en este mo-mento la actriz ya se encuentre en Culia-cán la visita del 25” (sic).

    Dicha denuncia, recibida por correo

    electrónico, devino un acta circunstan-ciada (PGR/SIEIDO/UEIDCS/AC/190/2015)que, para el 14 de octubre siguiente, seconvirtió en la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDCS/523/2015.

    A ello, según el citado acuerdo, se su-mó un antecedente: el 12 de julio ante-rior, la PGR informó de la detención deAndrés Granados Flores, abogado de Guz-mán Loera, a quien se relacionó con su fu-ga del penal del Altiplano, ocurrida un díaantes. Se le confiscaron tres teléfonos ce-lulares y, en uno, se encontró “un númerotelefónico probablemente utilizado” porDel Castillo.

    El acuerdo deja ver la metodología deinvestigación ministerial:

    Los agentes buscaron en Wikipedia (a laque llaman “fuente abierta”) y lograron en-contrar la biografía de la actriz; y consulta-ron Plataforma México (“fuente cerrada”),de donde obtuvieron sus datos personales(entre éstos, CURP, pasaporte, licencia deconducir, un registro vehicular, registro fis-cal, credencial de elector y, con ésta, los do-micilios en que vivió en México).

    Para indagar quién era “Oliver” ofre-cieron una nota periodística publicadaen el portal informativo Regeneración y co-rrespondiente al 24 de julio de 2015, quemenciona el nombre del cineasta OliverStone. El texto se titula: Hollywood realiza-rá película sobre la fuga de El Chapo Guzmán.

    A lo anterior los agentes añadieron elregistro de la marca tequilera Honor del

    “Intuición” y Wikipedia,

    de la PGR contra Del Castillo

    La incertidumbre impera en los requerimientos de la PGR a Katedel Castillo. Aún no se sabe con certeza si la busca como testigoo como acusada: la institución afirma lo primero, pero la propiaprocuradora ha declarado lo contrario. Ésa es sólo una de lasirregularidades de la averiguación previa, “apuntalada” con ar-tículos de Wikipedia y del portal informativo Regeneración .

    tobiográfica y en la marca de te-quila Honor del Castillo.

    Así, con pura especulación, laorden de presentación se dictó el15 de enero, apenas una semanadespués de la reaprehensión dellíder del Cártel de Sinaloa, ocu-rrida el 8 de enero. Los delitosde los que la actriz sería testi-go: operaciones con recursos deprocedencia ilícita y delincuen-cia organizada.

    Sin embargo, la titular de laPGR, Arely Gómez González, haconfirmado en diferentes en-trevistas que hay una investiga-

    ción abierta contra Kate del Castillo.Por esa ambigüedad, el Juzgado Ter-

    cero de Amparo en Materia Penal resol-vió el pasado 15 de febrero que no podíaser “testigo” si estaba siendo investigada,y que se le debían garantizar todos sus de-rechos a una defensa adecuada. Esto es,que se le dieran a conocer los delitos quese le imputan o por los que se le investiga,a fin de que pudiera preparar su defensa(expediente 85/2016).

    Y es que, al ser llamada como testi-go, Del Castillo carecería de los derechosque tiene una persona sometida a inves-tigación: no podría defenderse, fijar unapostura legal sobre la investigación en sucontra, no podría ofrecer pruebas, estarasistida por un abogado ni saber quiénesla acusan.

    las pruebas

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    Castillo LLC, enviada a la PGR por el Insti-tuto Mexicano de la Propiedad Industrial(IMPI) el 9 de noviembre.

    Sin otra referencia que establezca he-chos delictivos ni acredite su posible comi-sión, con datos personales fácilmente loca-lizables por el gobierno, registros públicosy simple navegación en internet, de repen-

    te, el acuerdo cita las facultades del Minis-terio Público y califica lo anterior como un“acervo probatorio” que guarda “relacióninmediata con los hechos que se investi-gan”. Por esta razón cita a Kate del Castillo,pues “su testimonio es relevante para la in-vestigación de los hechos”, a saber:

    “Que el señor Joaquín Archivaldo Guz-mán Loera quiere producir una películade su vida y para ello requiere la colabora-ción de Kate del Castillo Negrete Trillo, ra-zón por la que fue contactada para que di-cho señor se entrevistara con ella, tal co-mo se desprende de la denuncia anónima.

    “Ahora bien, también resulta notable

    que Kate del Castillo Negrete Trillo pro-mociona en redes sociales la producciónde la marca de tequila Honor del CastilloLLC, que de igual manera se percibe que elseñor Joaquín Archivaldo Guzmán Loera,tiene la intención de patrocinar.”

    Para la PGR, “las circunstancias” (esdecir, la película que quiere producir Guz-mán y la inversión en la tequilera) le cons-tan a Del Castillo por ser “partícipe”, por loque la requiere para obtener pruebas con-tra Guzmán.

    El Ministerio Público consideró que enla reunión entre Del Castillo y GuzmánLoera se pretendía que “se concertara laproducción de una película sobre la vidade dicha persona, así como de la produc-ción del tequila Honor del Castillo”.

    Para la PGR, Honor del Castillo es una“bebida la cual es promocionada por Katedel Castillo de lo que existe la intuición de

    que se pudiere estar en presencia del de-lito de delincuencia organizada así comode actividades y operaciones con recursosilícita” (sic).

    Las filtraciones

    El pasado 9 de enero, un día después de la

    detención de Guzmán Loera, la edición es-tadunidense de la revista Rolling Stone pu-blicó el texto en el que el actor Sean Pennreseñó el encuentro que tuvo con el nar-cotraficante meses atrás –al parecer el 2de octubre de 2015– y un video con las res-puestas del capo a un breve cuestionario.

    Dicha reunión se logró mediante Katedel Castillo, quien intentaba dialogar conGuzmán para documentar su historia per-sonal y producir una película. Tras la pu-blicación, una andanada de declaracionesoficiales en México, así como de filtracio-nes de supuesta información contenidaen el expediente contra la actriz, fueron

    el preámbulo de la orden de presentación.El 8 de enero, al informar sobre la cap-

    tura del Chapo, Arely Gómez dijo que unelemento importante para la recapturafue su contacto con actrices y producto-res, lo que formaba parte de una línea deinvestigación.

    A partir de entonces, la informacióncorrió, principalmente con fuentes anó-nimas. El 11 de enero La Jornada publicó–sin identificar fuente– que la Subprocu-raduría Especializada en Investigación deDelincuencia Organizada inició una ave-riguación previa contra los actores ante“probables conductas relacionadas con eldelito de encubrimiento o las que resul-ten” por haberse reunido con El Chapo.

    La procuradora dijo el 12 de enero, enentrevista con Radio Fórmula, que, res-pecto de Kate, se investigaban “posiblesconductas delictivas que se hayan podido

    cometer en México”. Añadió que los parti-cipantes pudieron incurrir en algún deli-to por el encuentro en sí mismo y, “comoabogada”, consideró que esa reunión po-día quedar en nada, ser un delito de encu-brimiento o llegar “hasta algo muy gran-de”. Ese mismo día, Milenio publicó los su-puestos mensajes de Blackberry entre Del

    Castillo y Guzmán, cuya veracidad no seconfirmó.

    El 14 de enero, El Universal publicó fo-tografías de vigilancia a Kate del Castillo ySean Penn durante su viaje a México parareunirse con Guzmán Loera. El 15 se emi-tió la orden de presentación. Para el 19 deenero, en entrevista con ese diario, la pro-curadora fue más allá: dijo que se investi-gaba a la actriz por operaciones con recur-sos de procedencia ilícita, es decir, por la-vado de dinero.

    En el Senado, el 4 de febrero, Gómezexpuso que la PGR trabajaba en la inves-tigación y que respetaba la presunción de

    inocencia. Pero al día siguiente, en entre-vista con Adela Micha, anunció que DelCastillo no estaba acusada de ningún deli-to pero se le investigaba por posibles con-ductas delictivas.

    Por ese tipo de declaraciones fue queprocedió el amparo promovido por Katedel Castillo, sobre su doble condición detestigo e imputada.

    Pero además, la actriz promovió otroamparo por las filtraciones, reclamando laviolación del artículo 16 constitucional (ex-pediente 70/2016 del ya mencionado Juz-gado Sexto). Pidió que se inspeccionara laaveriguación previa para saber si las filtra-ciones coincidían de manera total o par-cial. La PGR impidió al personal del juzga-do realizar la inspección, lo que ya derivóen una amonestación a personal de la PGR.

    En respuesta al amparo, Gómez dijoel 5 de febrero que reprobaba las filtracio-nes y que de la PGR no había salido ningu-na. Añadió: “A ella no se le estaba intervi-niendo su teléfono, sino que simplementea quien se le estaba indagando era al abo-gado, y ahí teníamos una línea de investi-gación que nos llevó después de seis me-ses a ubicar al prófugo, hoy ya detenido.Ahí es donde surge el nombre de esta per-sona (Kate del Castillo), y pues los intere-ses que tenían por un negocio de tequila,algunos temas que salen en las escuchas”.

    Respecto del otro amparo, sobre sucalidad de testigo o acusada, Del Casti-llo compareció por escrito ante la PGR so-licitando que le señalaran día y hora pa-ra presentarse de manera voluntaria a co-nocer la imputación contra ella, consultarla indagatoria para preparar su defensa ynombrar abogados.

    Hasta la noche del viernes 11, la PGRno había respondido al escrito ni se habíadifundido ninguna acusación formal con-tra Kate del Castillo.

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    Gómez. Ambigüedad

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    En El Altiplano

    el diablo viste de azul

    El Altiplano, que debería ser una prisión federal dealta seguridad, en realidad es un espacio controladopor los custodios, esos hombres uniformados de azulque son, para los reos, tanto marchantes –consiguencualquier cosa que el interno pueda pagar– como ver-dugos. Ahí no hay más que corrupción y muerte, de-nuncia un hombre que acaba de salir libre tras más decinco años en esa cárcel.

    ANABEL HERNÁNDEZ

    S

    egún el gobierno federal, elCentro Federal de Prevencióny Readaptación Social (Cefe-reso) número 1, El Altiplano,es una fortaleza impenetrabledonde los presos permanecen

    bajo los más estrictos códigos de seguri-dad y control, pero se respetan sus dere-chos humanos.

    No obstante, una vez que el recién in-ternado recibe el número que lo identifi-cará en el penal, se vive otra realidad. Losresponsables de la administración, vigi-lancia y custodia encabezan una red decorrupción y abusos, revela a Proceso uninterno que hace días salió libre tras cincoaños de reclusión.

    En El Altiplano, afirma, un teléfono ce-

       O  c   t  a  v   i  o   G   ó  m  e  z

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    llaman “acolchonadas” aunque en reali-dad una lo está y otra es de puro cemento.“Ahí te meten desnudo, esposado con lasmanos hacia atrás de modo que se juntenlas manos con los pies. Te pueden dejar asíuno, dos o tres días… Ahí te haces del ba-ño, lo que sea. Te golpean. Haga frío o hagacalor, ahí te dejan”.

    Cuando los internos salen de las acol-chonadas “hay veces que les quitan las es-posas y se caen. No se pueden parar por-que todo se les entume. Con problemaspueden caminar. Creo que las autoridadesniegan que haya ese tipo de estancias, pe-ro sí existen”.

    Cuando se enferman el trato no es me- jor: “Solamente que te estés muriendo teatienden. Y eso, a veces. Pues puedes ir almédico pero no hay medicamentos, en-tonces de nada sirve ir”.

    Mientras el entrevistado estuvo allá hu-bo presos que murieron en sus celdas. Unopor peritonitis. Otro por asma. “No los aten-dieron… casi no hay médicos. Y los que haypues... ¡quién sabe si sean médicos!, porqueen ocasiones el cocinero se volvía oftalmó-logo o la cocinera se volvía enfermera. O al

    de la lavandería lo veías de jurídico, o al de jurídico de sicólogo, o a la sicóloga de traba- jadora social o de maestra”.

    Librado Carmona, quien era directortécnico del penal cuando se fugó El Chapo,meses antes fue acusado ante la ComisiónNacional de los Derechos Humanos de ex-torsionar a los reos. El testigo afirma queno le constan las extorsiones, pero diceque Carmona era el responsable de conce-der los cambios de estancia a los internosy quien tomaba otras decisiones importan-tes. En ocasiones, agrega, ordenaba a losoficiales que dieran golpizas a los internos.

    “Salía al pasillo y se escuchaba cuandole decía al oficial: ‘¡Rómpele su madre!’”,señala.

    Carmona fue llamado a declarar por lafuga de Guzmán Loera pero fue puesto enlibertad.

    En la cárcel federal la comida es pési-ma pero empeoró en el sexenio de FelipeCalderón, cuando se contrató a la empresaCosmopolitana para preparar los alimen-tos de los internos. Los alimentos frecuen-temente están echados a perder y hay in-toxicaciones masivas. Esa fue una de las

    razones de la huelga masiva de hambreorganizada en julio de 2014 (Proceso 1968).

    Lejos de sancionar a ese proveedor porla mala calidad del servicio, “ahora se en-carga de todo: lavandería, limpieza” y has-ta del mantenimiento, según declaró elexdirector, Valentín Cárdenas, tras la fugade Guzmán Loera el año pasado.

    Todo en venta

    Pese a todos los supuestos controles de se-guridad, cámaras de vigilancia y micrófo-nos, los custodios pueden meter y vendertoda clase de mercancía en el penal “demáxima seguridad”. Estos funcionarios,que actúan con total impunidad, depen-den del Órgano Administrativo Descon-centrado de Prevención y ReadaptaciónSocial de la Secretaría de Gobernación.

    “Cuando yo ingresé allí –señala el exin-terno–, ellos pasaban y decían: ‘¿Qué ocu-pas? Un espejo, una aguja, una pastilla, unviagra, un toque de mota, una piedra, ungramo de perico… ¿qué ocupas? Danos unnúmero, hablamos para que nos depositeny te la traemos’”, indica.

    En septiembre de 2015 la CNDH dioa conocer un informe sobre la situa-ción de las cárceles estatales y fede-rales en México. El Cefereso número

    1, El Altiplano, obtuvo una de las más bajascalificaciones en “aspectos que garantizanla integridad y moral del interno”. Se detec-tó sobrepoblación, deficiencias en la aten-ción médica, deficiencias en la prevenciónde violaciones a derechos humanos y defi-ciencias de supervisión del funcionamientode la cárcel por parte del director.

    Desde el 12 de febrero pasado Em-

    La cultura del abuso, arraigadaANABEL HERNÁNDEZ

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    ma Coronel denunció que a su esposo,Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, recap-turado en enero pasado tras su fuga delmismo penal, lo “torturan lentamente” en El

     Altiplano al no dejarlo dormir con el cons-tante pase de lista y que esto ha dañado susalud e incluso ha puesto en riesgo su vida.

     Además se queja de que les han impedidotener las visitas familiares reglamentarias.

    Consultado al respecto, el doctorMiguel Sarre, investigador del InstitutoTecnológico Autónomo de México (ITAM) yexperto en derecho penal y derecho peni-

    tenciario, explicó que la cultura del abusoestá arraigada en las cárceles mexicanasde máxima seguridad. Explicó que haceaños, cuando abrió sus puertas El Altipla-no, él recorrió el lugar junto con Juan Pablode Tavira, quien desarrolló este conceptode prisiones en México.

    “Los internos reclamaron por qué losdespertaban en la noche y la justificaciónque me dio De Tavira es que tenían queasegurarse de que estuvieran vivos y nohubieran dejado un maniquí, como ocurrióen la cárcel de Alcatraz. Los despertabancada media hora, lo cual era una prácticade tortura; son culturas que se van dandogeneración en generación y se toman concasos más significativos como el de Guz-mán Loera.”

    Detalla que esta práctica de no dejardormir horas corridas a los internos, comose ha quejado la familia de Guzmán Loera,“es como la vieja tortura de la gotita de

    agua: una gotita de agua en el cráneo nonos hace nada, pero si nos ponen una cadavarios segundos durante largo tiempo esuno de los métodos de tortura más infame.La tortura no es despertar a una personauna vez sino hacerlo sistemáticamente yromper los ciclos vitales; es muy grave”.

    Señala que el artículo 17 constitucionalordena el cumplimiento de las resoluciones

     judiciales plenamente, “en sus términos,sin excesos y sin privilegios. No está en lasfunciones de la autoridad dar escarmientoa nadie, esos son desvíos del poder”.

    Emma Coronel presentó en enero pasa-

    Sarre. Prácticas insanas

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    do una queja ante la CNDH por el trato dis-criminatorio a su esposo ( Proceso 2047).Esta reportera comprobó con fuentes de laprisión, incluyendo un interno que acabade ser liberado, que Guzmán es el único re-cluso al que se le da este trato de vigilanciafísica presencial fuera de su celda, con un

    perro en la puerta y el pase de lista cadahora, durante el día, y cada cuatro horasdurante la noche. El gobierno mexicano ha

     justificado públicamente este trato por la“alta peligrosidad” del líder del Cártel deSinaloa y el antecedente de sus dos fugasde penales de máxima seguridad.

    “La Constitución previene el tratodiscriminatorio en perjuicio de cualquierpersona. Esto desde luego es discrimina-torio, es un trato diferenciado por razonesno establecidas en la ley”, señala el doctorSarre. Explica que a la autoridad adminis-trativa del Cefereso 1, que depende de laSecretaría de Gobernación, “lo único que la

    legitima es el cumplimiento de un mandato judicial”: cumplir el auto de formal prisióncontra Guzmán Loera. Por tanto, sus fugasno deberían ser argumento para darle untrato diferenciado a otros internos, porqueen la Constitución no existe la categoría depresos de alta peligrosidad.

    “En ninguna parte las normas de unmandato judicial establecen que hayade haber un trato especial, diferenciado,para determinadas personas en razón delcomportamiento que hayan tenido antes odurante el internamiento. Es decir, está fue-ra de la ley y manda un mensaje muy equi-

    nos enfrentamos con quienes han sido res-ponsables de cometer graves delitos, en eltrato que se les dé a ellos se demuestran lasconvicciones del estado de derecho.”

    Sarre señaló que las prácticas de lasque se queja la familia de Guzmán Loerason generalizadas, “las prisiones de alta

    seguridad se vuelven espacios de muertelenta” y esto ocurre porque están “fuera dela mirada pública”.

    El sábado 5 el Juzgado Primero enMateria de Amparo y Procesos Federalesadmitió la demanda de amparo 298/2016que ese mismo día interpuso la defensa deGuzmán Loera y le concedió la suspensiónde plano a favor del capo; en consecuencia,prohibió al gobierno federal los actos de“incomunicación, tortura, segregación, ais-lamiento, falta de atención médica y tratoscrueles e inhumanos”, como consta en elexpediente judicial consultado.

    En la resolución quedó asentado que

    “tal medida cautelar se traduce en laposibilidad de tener comunicación con susfamiliares autorizados y sus defensores,siempre y cuando tenga relación con laadecuada defensa del quejoso y de acuer-do a los requisitos y horarios que establez-can en los reglamentos correspondientes”.

    Sin embargo, el pasado miércoles 9,el Tercer Tribunal Colegiado del Estado deMéxico determinó que son válidos los pro-tocolos de seguridad impuestos a GuzmánLoera por la Comisión Nacional de Segu-ridad, porque su aplicación es de “interésgeneral de la sociedad”.

    vocado: si las altas autoridades consientenesto, están transmitiendo el mensaje paraque haya otros abusos y eso es la antítesisde la cultura de la legalidad.

    “Con esto están diciendo que se valeponer ingredientes propios, no establecidosen la ley, y que se pueden cumplir las reso-

    luciones judiciales a ‘nuestra manera’. ‘Túponle de lo tuyo que yo le estoy poniendode lo mío’, es un mensaje tremendo. Es laley del más fuerte, y en este momento elmás fuerte es el Estado.”

    El doctor del ITAM puntualizó quecuando esta cultura del “más fuerte” segenera en el Estado se replica en la propiadelincuencia, “porque quien delinque estáhaciendo lo mismo que le enseñó el Esta-do: ‘Cuando tengas el poder, aprovéchate’.Eso es lo que hace el secuestrador, lo quehace el violador; es exactamente el mismomensaje que socava la legalidad”.

    Cuando una persona comete un delito

    y es sometida a proceso, continúa Sarre,“con eso ya se reivindicó la justicia y nohay que ir más lejos, porque si se va máslejos se pierde la ventaja moral. El Estadorequiere tener una ventaja moral sobrequien delinque, y si el Estado comete deli-tos en contra de las personas que delin-quieron pierde la ventaja moral y se colocaal nivel del rufián.

    “Sólo tocaremos fondo cuando tenga-mos estado de derecho, el estado de dere-cho se construye o se destruye en escena-rios como éste, justamente, no cuando nosenfrentamos con los buenos sino cuando

    En ese mercado negro, un espejo peque-ño puede costar de 2 mil 500 a 10 mil pesos;un uniforme de reo en buenas condiciones,mil pesos. Unos pants, mil pesos; tenis, 500pesos. Un gramo de cocaína puede costarentre mil 500 y 3 mil pesos. “Un viagra (pa-ra la visita conyugal a la que tienen derecholos presos) vale de mil a 2 mil pesos, depen-de el área donde estés y quién seas”.

    “Hay una cocinera a quien se le daban10 mil pesos semanales para que te echarauna cucharada de arroz de más. Y no iba dia-rio, sino cada 72 horas, o sea cada tres días.”

    –¿Y había quienes pagaban esa cucha-rada de arroz adicional?

    –¡Sí! A mí me daba risa. Yo decía: si-quiera trajera algo de comer distinto, pe-ro solamente está echando más arroz. Sílo hacen.

    Los custodios entregan las drogas, lasmedicinas y el viagra en la mano de lospresos. Fingen acercarse a la celda comosi el interno reportara algo durante los pa-ses de lista o cuando son llevados a juzga-dos o locutorios.

    “Ellos siempre traen hojas de papel yuna pluma, hacen como si estuvieran ano-

    tando algo y ahí la sueltan. Cómo la ingre-san, solamente ellos lo saben porque cono-cen el movimiento de ahí”, explica el exin-terno. Afirma que dentro de la prisión llegó

    a ver teléfonos celulares que se vendían aun precio de entre 150 mil y 200 mil pesos.

    –Según el gobierno, no hay señal parateléfonos celulares.

       E   d  u  a  r   d  o

       M   i  r  a  n

       d  a

    Los rondines policiacos. Intimidación permanente

    CÁRCELES

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    –Sí sirven. Si no, nadie los compraría,es como tirar el dinero. Sirven.

    Sólo que, aclara, el dinero de la corrup-ción no circula dentro, sino afuera del pe-nal: “Todo es a través de depósitos, ya seagiros telegráficos, por Elektra, por bancos”.

    –¿Usted piensa que un director, cual-quiera que haya estado en El Altiplano re-cientemente, puede ignorar la corrupciónque existe en el centro penitenciario y ensu personal?

    –Yo creo que sí saben. No tienen mu-cho contacto con la población, pero yopienso que sí lo saben. Es de dominio pú-blico, o sea, todos saben quién se corrom-pe, quién te vende y quién no te vende.Quién te puede hacer un favor, quién note lo puede hacer.

    Entre grupos de presos también se hanextorsionado y propinado golpizas que elpersonal del penal tolera, también porcorrupción.

    El regreso del “Chapo”

    En febrero de 2014, tras 13 años prófugo,fue encarcelado en El Altiplano JoaquínGuzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa.Cuando llegó, tenían contacto con él losoficiales de mayor rango, quienes teníanlas claves Z1 y Z5 y se encargaban de suseguridad cuando lo trasladaban a otrasáreas de la prisión, igual que personal dela Policía Federal y del Cisen, que lo vigi-laba las 24 horas con cámaras de video-vigilancia.

    El testigo describe a Guzmán Loeracomo un hombre “normal, amable, gen-te de respeto, de mucho respeto”. Asegu-ra que siempre lo vio tranquilo, caracterís-tica que también señaló su esposa EmmaCoronel en la entrevista realizada por estareportera en febrero pasado.

    “Sonriente. A la mayoría de las perso-nas se les ve así, pero cada quien carga suinfierno adentro, ¿no? La sonrisa a la me-

     jor es de dientes para afuera y por dentrouno es un infierno. Cuando él llegó nada

    cambió”, señala. Fue esa corrupción la quepropició la fuga de Guzmán Loera en 2015.

    La noche del 11 de julio, cuando Guz-mán Loera se escapó del Cefereso 1, no sepasó lista a las 10, sino hasta pasadas las11. “Fue algo curioso, porque se veía queestaban caminando por los cinturones,por los ductos de agua, pero no decían na-da. Lo único que se escuchó esa noche fueque él había muerto”.

    El rumor pasó de grito en grito a travésde los pasillos que hacían eco. “Pero al otrodía en la mañana sale en las noticias que élse había fugado. Y obviamente se les em-pieza a decir: ‘¿Qué, ya se les fue?’ Unos nocontestaban. Algunos decían: “Pues sí, yase les fue. ¡Pobres de los que lo estaban cui-dando porque se van a ir a chingar!

    “‘¿Dónde está tu máxima seguridad?’ –retaban los internos–, ¿tus filtros? ¿No queaquí no pasa nada? ¿No que había placasabajo del piso para que no se escarbara?’”

    Tras la fuga les quitaron a los internoslos televisores tipo tablet que el ConsejoTécnico les había dado como incentivo atodos, incluido Guzmán Loera, para queya no se burlaran del personal.

    “Llegaba el rumor de que por culpa deeste güey (Guzmán Loera) nos quitaron latele. Hubo internos que le decían a la au-toridad: ‘Yo no tengo culpa de nada, ¿porqué me quitaste la tele?’”

    La corrupción continuó cuando losfuncionarios acusados de involucrarse enla fuga se convirtieron en prisioneros. “Lesdieron la visita, la llamada, todo en cin-co días. Los sacaban al patio, les daban ac-tividades, servicio médico y todo”. No eranormal. “De hecho los trasladaron porquela población les empezó a gritar que lesiban a poner en la madre”.

    A finales de 2015 llegó el nuevo direc-tor, Almonte, y les devolvió las televisio-nes. Por medio de ellas se enteraron el 8

       A   P  p

       h  o

       t  o   /   M  a  r  c  o

       U  g  a  r   t  e

    de enero pasado del arresto del único ca-po dos veces evadido de penales de máxi-ma seguridad.

    Hubo sorpresa, pero fue más el mor-bo: “Eso de que quería hacer una pelícu-la era de lo que más se hablaba, no tan-to de que regresara a la cárcel. Se decía:“¿Cómo ves que quiere hacer una pelícu-

    la? ¡Qué loco este bato!’ Ahí la regó. Por esolo agarraron”.

    No hubo mayor revuelo: “Como todoslos internos son de diferentes cárteles, note interesa si regresa o se va. Al final decuentas no dependes de él ni él de ti”.

    Comenta que con Guzmán de regreso,entró al penal un nuevo grupo que nuncase había visto ahí, sólo para vigilarlo a él:“Traen casco, pasamontañas y chaleco. Eluniforme es negro con blanco, como camu-flado, y traen perros”. Algunas fuentes handicho que son marinos, pero familiares deotros internos del Altiplano señalan queson del grupo Grupo Especial de Operacio-

    nes de la Policía Federal, con entrenamien-to del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Espe-ciales del Ejército, la Armada de México yel gobierno de Estados Unidos.

    “Dicen que están frente a su celda.Controlan el diamante de donde está él. Osea, están específicamente para él”, enfati-za el testigo. Además, dice, un perro lo vigi-la. “Uno se da cuenta de que él va a pasar,porque se escucha al perro ladrar… Tuve laoportunidad de verlos. Va uno al frente conel perro, lo sigue otro. Va uno de cada la-do del interno, atrás va otro y atrás va unode azul (un oficial)… Desde el momento enque tienes ese tipo de vigilancia ya no erescualquier interno”.

    Emma Coronel, esposa del Chapo Guz-mán, en entrevista exclusiva el pasado 12de febrero afirmó que temía por la vida desu esposo y que el gobierno lo estaba “tor-turando lentamente”. Afirmó que su ma-rido era vigilado por un grupo igual al des-crito por el testigo, y que debido al pasede lista de cada cuatro horas no lo deja-ban dormir en la noche, por lo cual teníala presión peligrosamente alta. Lo mis-mo denunció el jefe de la defensa legal deGuzmán Loera, el abogado José RefugioRodríguez.

    El testigo confirma que el nuevo gru-po de vigilancia insulta y maltrata a Guz-mán Loera, además de que ha dado golpi-zas a otros internos, como a los conocidoscomo “cholos” e incluso a algunos del mó-dulo uno, adonde ahora están los reos queestaban en Tratamientos Especiales, áreaclausurada después de la segunda fugadel Chapo.

    “A lo mejor tienen miedo de que se lesvuelva a ir. Quizá por el miedo a la corrup-ción metieron personal especial para él”, se-ñala el testigo, pues afirma que las redes dela extorsión no han sido desmanteladas ylos oficiales más corruptos siguen adentro.

    El túnel de la fuga

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    La certificación oficial de las cárceles mexicanas esuna farsa. Desde abril de 2011, cuando empezó a apli-carse, a la fecha, la Asociación de Correccionales deAmérica ha cobrado 14 millones de dólares prove-nientes de la Iniciativa Mérida. Sin embargo, ese orga-nismo ha entregado resultados catastróficos. Los 26penales que considera más seguros en el país distande serlo, según el Diagnóstico nacional de supervisiónpenitenciaria de 2014, elaborado por la Comisión Na-cional de los Derechos Humanos.

    PATRICIA DÁVILA

    Desde el sexenio pasado, laAsociación de Correcciona-les de América (ACA) ha re-cibido 14 millones de dólaresdestinados por el gobierno deEstados Unidos al mexicano

    para la certificación de 29 de los 431 pena-les nacionales, pero los resultados son de-sastrosos, pues los amotinamientos, ase-sinatos, sobrepoblación, vulnerabilidad ycorrupción en las prisiones continúan.

    La certificación penitenciaria, inicia-da en abril de 2011 a petición del enton-ces presidente Felipe Calderón a travésdel Programa de Correccionales financia-do con recursos de la Iniciativa Mérida, esun gran fracaso.

    Según la embajada estadunidense, elpropósito de ese programa es brindar apo-yo al gobierno de México para mejorar lascapacidades del sistema penitenciario,

    que redunde en un manejo más eficientede su población, e impulsar reformas sus-tantivas en los reclusorios federales, esta-tales y municipales para prevenir que lasorganizaciones criminales trasnacionalesoperen en ellos.

      El gran

    fracaso de la certificaciónpenitenciaria

     V í c t o r H u g o V a l d i v i a / P r o c e s o f o t o

    CÁRCELES

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  • 8/19/2019 Proceso 2054

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    Empresarios de la Comarca Lagune-ra de Durango y Coahuila se oponena que el Cefereso Número 14 CPSDurango , recién establecido en esta

    región, albergue a secuestradores. Temenque se eleven los secuestros en la zona, yaque los criminales siguen operando desdelos reclusorios.

    Presentado por el titular de la ComisiónNacional de Seguridad (CNS), Renato Sales

    Heredia, como un penal que “cubre la másalta seguridad y tecnología”, ellos insistenen “el alto nivel de corrupción en todos losniveles del sistema penitenciario”.

     Agustín Arellano Saucedo, presiden-te del Consejo Lagunero de la IniciativaPrivada, y Eugenio Treviño, presidentede Cámara Nacional de la Industria de laTransformación en Torreón, así como seisregidores del PAN de Gómez Palacio, Du-rango, encabezados por el coordinador dela fracción, Oswaldo Santibáñez, presen-taron al cabildo un punto de acuerdo paraimpedir que los secuestradores se concen-tren en ese penal.

     Arellano solicita que en el CPS Durangose concentré a los reos de los municipioslaguneros que fueron trasladados al Ceresode la ciudad de Durango. El dirigente em-presarial dice que resulta muy caro a susfamiliares sufragar los viajes para visitarlos.

    El pasado 19 de enero, la CNS informóque a partir de ese mes, “todos los internosen el Sistema Penitenciario Federal por lacomisión de este delito se concentrarán endicho Centro. Así se pretende eliminar laposibilidad de que los grupos dedicados asustraer a una persona para privarla ilegal-mente de la libertad, continúen operando

    Desatino, un penal para

      secuestradoresPATRICIA DÁVILAy generando inercias nocivas para el restode la población en reclusión. El centroposee avanzados sistemas tecnológicosque garantizan la seguridad y el monitoreoconstante de las actividades de la pobla-ción interna”.

    Treviño, por su parte, advierte sobreel riesgo de que se concentre a todos lossecuestradores del país en ese penal: “Es-tamos pidiendo que a