Quaderns portatils MACBA - Una conversación Martha Rosler y Benjamin H.D. Buchloh

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    BB Qu momento consideraras el comienzo de tu obra como artista?

    MR Estudi pintura en la Brooklyn Museum Art School y luego estudi con Jimmy Ernst y Ad

    Reinhardt en el Brooklyn College.

    Trabajaste con Reinhardt? Fue tu proesor?

    Con l no estudi pintura, sino historia del arte. Su estilo de ensear era como el zen;nos mostraba diapositivas de arte asitico y deca: Aqu tenis una obra, aqu otra, y

    ahora otra... En aquel momento haba mucho inters en las losoas orientales y su

    refejo en cierto tipo de sobriedad arts tica. Esto encajaba bien no con la actitud enrgica

    de los dibujos y cmics de Reinhardt, sino con sus pinturas. Todo era muy... silencioso

    y concentrado. Encontr sus pinturas asombrosas. Pero al poco tiempo el pop, Fluxus,

    etctera. me sacaron de la mentalidad del expresionismo abstracto y, como ya sabes,

    me relacion con la vanguardia potica.

    No, no lo saba. No eras consciente de la nueva izquierda, o no te

    involucraste en ella?

    S, claro. En realidad lo que me empuj decididamente a la izquierda ue la guerra de

    Vietnam, pero desde mi adolescencia ya participaba en protestas antinucleares y por los

    derechos civiles.

    Creo que es interesante preguntar cmo era posible que alguien, a princi-

    pios de los aos sesenta, se desplazara hacia la izquierda, tras la destruc-

    cin de la cultura de izquierdas en Estados Unidos.

    Toda una generacin se pas a la izquierda! En cualquier caso, la cultura de izquierdas

    no haba sido totalmente destruida: yo crec en Nueva York, donde haba una izquierda

    bastante activa, ajena al Partido Comunista y que contaba con gente joven. A pesar

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    de mi educacin religiosa inicial, cuando iba al instituto tena amigos involucrados en

    distintas ormas de activismo. Los ideales norteamericanos de integracin y democra-

    cia desembocaron en los movimientos de los aos sesenta. Yo me sent naturalmente

    atrada por la izquierda, primero por las cuestiones de la desigualdad y la injusticia un

    inters reorzado por esos valores religiosos que me haban inculcado y ms tarde por

    el tema de la amenaza nuclear. A mediados de los aos sesenta el Free Speech Move-

    ment [Movimiento por la libertad de expresin] de Berkeley y el movimiento contra laguerra empezaron a tener un eecto tremendo en todas las universidades del pas.

    Como se desarrollaron tus intereses estticos en aquel momento, antes de

    conocer a Reinhardt? Eras consciente de la trascendencia de la pintura que

    se estaba haciendo en Nueva York en los aos cuarenta y cincuenta?

    En aquel momento todava no, ya que era demasiado joven . Mi amilia siempre me haballamado la artista, aunque no necesariamente de orma positiva: desde los primeros

    cursos siempre me meta en problemas por dibujar en clase. Yo estaba convencida de

    que cuando uera mayor sera una uera de la ley o una artista, y de que ambas opciones

    eran muy similares. Ms tarde ui al MoMA y al Whitney, que estaba justo al lado,

    aunque tanto arte me daba dolor de cabeza al cabo de una hora. En el instituto donde

    por cierto me especialic en arte escrib un trabajo sobre Giacomo Balla. Estaba

    ascinada por el uturismo y el surrealismo; una de mis primeras pinturas mostraba

    unas vas y un tren en el cielo. Otra era una acuarela de una chica mirando por la

    ventana hacia los tejados de una ciudad, muy en la lnea de la Ashcan School. Ese linaje

    de la representacin americana George Bellows, George Tooker, Jack Levine, Charles

    Sheeler, el siempre popular Edward Hopper era lo que me interesaba. Ya puedes ver

    en qu direccin iba Pero no me gustaban los Soyer: demasiado sentimentales. Por la

    misma razn (aunque tambin por su expresionismo) tampoco me gustaba demasiado

    Kthe Kollwitz. Eran los avoritos de la izquierda, pero en aquella poca no se poda ser

    otra cosa que abstracto. Cuando empec a pintar en serio, naturalmente, volqu mi

    atencin hacia los expresionistas abstractos.

    De modo que en ese momento en tu horizonte no haba lugar para

    la cultura otogrca?

    Las otograas estaban en toda partes. De hecho, estaba tomando otos, al igual quemuchos otros artistas.

    Y eran estas otos preparatorias para hacer tus pinturas o eran

    independientes?

    Eran escenas de la calle. No tenan nada que ver con mi pintura.Estudiaste otograa en el Brooklyn College?

    No, pero usaba su laboratorio, del que se encargaban los estudiantes de Walter Rosenblum.

    De modo que estabas en buenas manos. Es importante saberlo. Qu es lo

    que enseaba? Los aos treinta, los cuarenta, la escuela de Nueva York?

    Rosenblum encarnaba la otograa neoyorquina, la Workers Film and Photo League[Asociacin de trabajadores de cine y otograa]. Sus partidarios en el laboratorio eran el

    vehculo a travs del cual me llegaron sus ideas: sujetos descarnados, la vida dura del

    exterior. Nueva York, sin embargo, estaba saturada de otograas: escenas de Manhattan,

    retratos de celebridades con estilo, otoperiodismo de revistas. Todo el mundo estaba suscritoa Life. Pero aunque estaba interesada en otograa, tena el ojo echado a otras cosas.

    Cmo encajaba en todo ello la otograa de calle que estabas realizando?

    Era otograa de calle, pero no de gente. Fotograaba calles y vehculos, pero tambinretrataba seres vivos como rboles o setas en el bosque. No estaba muy interesada en

    tomar otos de gente, aunque recuerdo una otograa de gente sentada en cubos de

    basura en el Lower East Side, seales de pobreza. El mundo del arte nos deca que la

    otograa perteneca a un orden menor, envuelto en la temporalidad, a dierencia del

    mundo trascendente de la pintura. De modo que podas abordarla como una prctica

    menos mediada, ms inmediata, que aquella sobre la que el mundo del arte haba

    refexionado con tanta intensidad. Era accesible y autctona, de baja intensidad... En-

    tonces pensaba que la otograa careca de historia crtica; no crea que uera necesario

    abordar cuestiones de mayor trascendencia.

    En aquel momento ya escribas, tambin, adems de dedicarte a la otograa

    y a la pintura?

    He escrito desde pequea.Crtica o poesa?

    Poesa, cuentos... Incluso gan un premio literario en mi yeshiva. 1 Ms tarde publiquun ensayo sobre el Ulisesde James Joyce en la revista de la universidad, en el que

    hablaba sobre los espejos y las otograas en esta novela. En uno u otro medio haba una

    bsqueda subyacente para hallar mi autntica voz; se trataba, creo, de una inquietud muy

    comn, con toques de desesperacin al estilo existencialista rancs. Dicha bsqueda

    desemboc en mi rechazo inicial del arte pop como orma de entretener el cinismo. Mevi obligada a luchar por hallar mi voz, ya que a menudo me acusaban injustamente,

    claro de copiar los dibujos que haba hecho y los cuentos y poemas que haba escrito.

    Mis proesores y mi amilia encontraban inconcebible que una nia tan indmita pudiera

    producir algo original.

    Como una prolongacin del ideario cultural del Frente Popular de los aos treinta, la

    cuestin de la autenticidad para la izquierda se centr en la cultura popular, preguntn-

    1 Escuela juda ortodoxa [NdT].

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    dose Es esta la autntica voz popular, o se trata nicamente de una incrustacin o

    un sucedneo mercantilizado? Las ormas musicales avorecidas eran el folk, el blues,

    Woody Guthrie, mientras que cualquier expresin de vanguardismo era percibida con

    recelo. Esto era importante para m, aunque mis amigos artistas y poetas no se involu-

    craban en esos temas.

    Recuerdo estar discutiendo la legitimidad del pop con el poeta David Antin (David yElly Antin eran como una segunda amilia para m en Nueva York, incluso antes de que

    nos trasladramos todos a San Diego). Yo preguntaba, qu hay de Oldenburg, Rosen-

    quist, Warhol? David replicaba: El expresionismo abstracto est muerto, se acab, es

    aburrido, ya no queda nada de l. Me preguntaba una y otra vez cmo logra un artista

    desarrollar un estilo y cmo puede cambiar ese estilo: cmo puedes dejar de hacer

    una cosa y empezar a hacer otra radicalmente distinta? La respuesta de Antin me hizo

    ver que no solo cambian los estilos, sino que tambin cambia todo el paradigma... Fue

    como si alguien abriera una puerta que yo no saba que exista. Naturalmente, haba

    tratado la cuestin del estilo en literatura, pero no se me haba ocurrido que la bsqueda

    de lo apropiado, estilsticamente hablando, no estaba necesariamente vinculada a una

    seriedad palpable y a la esera privada del yo. Que haba una especie de agudeza

    engaosa, implacablemente irnica, que poda ser otro motor de produccin. Com-

    par aquel darme cuenta de las posibilidades que tena rente a m con mi repentina

    compresin del concepto sico de la aceleracin en el clculo: la velocidad est rela-

    cionada con el movimiento, pero la aceleracin es el ndice de cambio de dicho ndice;

    se trata de un metaconcepto sujeto a operaciones matemticas. Parpade y dije, eso

    es! Aunque segu haciendo pintura abstracta, el pop me llevo a un uso directo de las

    imgenes de la cultura de masas, las cosas que me haban intrigado en las viejas revis-

    tas, la publicidad barata, etctera. Hice assemblagesy empec a realizar otomontajes

    con temas casi surrealistas, utilizando mayoritariamente imgenes de mujeres, desde

    Juana de Arco hasta la eliz ama de casa.

    As que tu primer otomontaje sera de 1966? Sin haber odo hablar de

    John Hearteld?

    No lo s, creo que no es posible no saber nada de l... Entre mis infuencias iniciales,sin embargo, se encontraban las historias surrealistas con collages de Max Ernst y otras

    obras surrealistas, e incluso el extravagante artista Jess, de San Francisco. Pero el col-

    lage era obviamente el medio del siglo xx.

    Y qu hay de Rauschenberg? Fue l quien dio va libre a los otomontajes?

    Su obra era demasiado pictrica. En mis otomontajes no estaba interesada en loseectos pictricos, ms bien al contrario. Quines son los artistas pop que trabajan

    el collage? Warhol no, sino Rosenquist y Wesselmann. Me interesaba lo que hacan,

    aunque no me gustaba particularmente. Reunir elementos pintando ragmentos era

    mucho ms interesante que enganchar cosas encima de una tela pintada. Rosenquist

    era ms interesante que Rauschenberg. A n de cuentas, su obra era ms una

    metonimia que una metora. No obstante, el pop era ms interesante en artes

    visuales que en poesa. Hay gente como Gerard Malanga y otros vinculados a Warhol

    y al pop que hacan poemas a partir de ragmentos de msica popular y melodas

    publicitarias, de orma anloga al collage pop, pero a m me costaba mucho ms

    aceptarlo en poesa, probablemente porque pensaba que todava haba espacio parala complejidad de expresin.

    Qu tipo de poesa te interesaba? La poesa beat?

    Para empezar, cuando era una adolescente beatniks, pero mis amigos poetas mayoresque yo desdeaban la literatura beatal considerarla una expresin incontrolada. Mis

    nuevos amigos pertenecan a la escuela que por entonces estaba en la onda, la escuela

    de Nueva York. Cuando tus amigos estn hablando del Black Mountain College, Cage y

    los principios aleatorios y lo que a ti te va es Jack Kerouac y Allen Ginsberg, la situacin

    resulta dicil de sostener. De modo que aprend a prestar ms atencin a las tradiciones

    de lenguaje ms controlado. Ya haba ledo a los precursores Gertrude Stein, William

    Carlos Williams, Gerald Manley Hopkins, Wallace Stevens, Marianne Moore, Pound

    y Eliot, etctera y haba visto las producciones del Living Theatre: Bertolt Brecht,

    Eugene lonesco, Luigi Pirandello y Samuel Beckett.

    En cierto sentido. Warhol sera una conexin interesante, ya que enlaza la

    tradicin de Stein, la tradicin otogrca y la tradicin pop. Recuerdas tu

    primer encuentro con Warhol?

    Curiosamente ue a travs de la revista Time. Publicaron una crtica de la exposicin

    de las cajas de Brillo que guard durante aos. Para Time ue un espectculo total,

    que se promocion a bombo y platillo, pero aunque ue claramente importante tena

    tambin una trascendencia que se les haba pasado por alto. Y aqu tenemos a Warhol,

    astidindolo todo, y yo pens: Si esto se puede hacer, entonces qu estoy haciendo

    yo? Lo que haca inmediatamente interesante a Warhol es que l mismo era una obra

    de arte total. No era un tipo que apareciera empujando su obra con un palo, diciendo,

    Ahora voy a explicar por qu esto es tan oensivo. Era un personaje inseparable desu obra. Naturalmente, la mayora de artistas tambin son as, pero lo suyo era una pro-

    vocacin obvia. Al mismo tiempo, yo asista a happenings. Eso planteaba un problema:

    por una parte tienes los happenings; por otra, tienes a Warhol. Esas dos cosas no son

    muy compatibles.

    Tampoco lo es lo del Living Theatre.

    Pero el Living Theatre constitua una especie de puente, al igual que los happenings, y

    Carolee Schneemann; tienes restos de expresionismo abstracto actuando, pero tam-

    bin hay un compromiso con un texto poltico, con acontecimientos reales. No es el

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    esteticismo zen de la guerra ra, como Cage. Una de las cosas interesantes de Warhol

    que pareca establecer una continuidad con la escuela de Black Mountain y Cage era

    su dandismo, su actitud distante.

    No viste las exposiciones de Warhol?

    Era an demasiado joven. Me pareca que la entrada para poder introducirse en elmundo de las galeras haba que pagarla muy cara. Eran espacios privilegiados.

    Existe ya un componente eminista en la complejidad de aquella poca,

    junto a la dimensin poltica?

    Feminista, s, pero no en el arte. La cuestin de la mujer siempre ha estado ah, y se debatimucho durante los cincuenta tambin en la izquierda, por supuesto, aunque no ue all

    donde me top con ella. No obstante, no exista lo que podramos llamar un arte eminista.

    Pero, y Carolee Schneemann? La viste actuar?

    S. Eso ue algo ms tarde, probablemente en el 65 o el 66. Pero era eminista, esa obra?Estabas al tanto de lo que haca Eva Hesse en esa poca? Viste su obra?

    S, y creo que posteriormente me vi infuenciada por sus ormas orgnicas extraamenterepelentes, pero en aquel momento me interesaba ms Robert Morris. A principios de

    los setenta, cuando le el ensayo Art and Objecthood de Michael Fried, publicado en

    1968 en el libro de Gregory Battcock Minimalism, pens que se trataba de un buen

    anlisis, aunque haba tomado el bando equivocado. Me gustara haberlo ledo en el 68.

    Estaba muy interesada en la idea del estar presente, compartiendo el mismo espacio

    sico que tu audiencia, en cmo eso destrozaba el paradigma de la modernidad.

    El paradigma moderno de la visualidad pura.

    S, y por tanto la trascendencia. Porque en el mundo no existe la visualidad pura. Lo queme gustaba de la obra de Morris era el renamiento y el control, la agudeza, la alta de

    interioridad... Todo esto, supongo, puede describirse apropiadamente como teatralidad.

    Lo que no me gustaba era que compar ta con el pop un enoque desinfado, p ragmtico,

    sin establecer ninguna conexin con la iconograa social. Pareca interesarse por ladestrascendentalizacin del arte, pero sin sustituirlo por nada excepto la orma. Esto me

    pareca un poco triste, aunque sigue teniendo inters.

    Como las pinturas de Stella?

    De hecho estas me gustaban porque tenan un elemento de incertidumbre, no eran taninfexibles como los objetos tridimensionales, con bordes bien denidos. El hecho de

    que ueran negras era en s muy interesante. Las perciba como relacionadas de algn

    modo con Reinhardt.

    Ms tarde Stella admiti que estaba intentando realizar una usin entre

    Rauschenberg y Reinhardt. Lo que me atraa del pop era que estaba tratan-

    do directamente con imgenes, ms que con objetos. Por eso Warhol era ms

    interesante que Rauschenberg.

    Se deshizo del elemento nostlgico.

    Pero no viste la dimensin armativa que eso implicaba. Pensabas que te-na una dimensin crtica?

    Lo vea crticamente. Escrib un ensayo que no ue publicado contra la insistenciade Lawrence Alloway de que en el pop no haba crtica. No obstante, me interesaba

    menos Warhol como modelo directo que otros elementos del pop, ya que me pareca

    que Warhol era el mejor seguidor de s mismo. Naturalmente, al otro extremo de la

    crtica estaba Richard Hamilton, pero el problema era que l no era tan riguroso como

    Warhol, cuyas obras eran reproducidas, reticuladas, y eran todas totalmente visibles: no

    haba conusin posible sobre lo que estaba en juego. No tenas ragmentos de cosas

    estticamente yuxtapuestos a otros ragmentos. El problema con Kurt Schwitters era la

    disposicin. Warhol no estaba interesado en la disposicin, y yo tampoco.

    Suenas como Donald Judd, cuando armaba en los aos sesenta que la pin-

    tura europea estaba muerta porque es todo composicin; siempre est equi-

    librando una cosa con otra. Qu es lo que hay de tan abuloso en la centrali-

    dad y la anticomposicin desde esta perspectiva en aquel momento?

    Est apoderndose del discurso, de la interpretacin, y centrando la atencin: Ahora miraaqu! No mires aqu para que tu mente vaya a algn otro sitio. Pensaba que si vas a abordar

    la vida cotidiana, tienes que ir con mucho cuidado a la hora de seleccionar el tema a mirar.

    No suena esto como un eslogan publicitario, Ahora mira aqu?

    As es.O sea que es pura armacin. Te llama la atencin como la ideologa decir

    Ahora mira aqu.

    Por qu pura? Qu aport a una persona a la mirada? Y cul es la intencin de la perso-na que te est pidiendo que mires? Creo que es el mismo problema con la otograa. Me

    llev un tiempo entender que no porque mires algo entiendes su signicado histrico...

    Necesitas otras inormaciones. Warhol haca que te concentraras en el mal otromedi-

    ante la armacin de todos los valores plsticos que intelectuales y artistas decan

    despreciar, que incluso la cultura en general deca no desear. Pareca un desarrollo

    lgico de las numerosas crticas de la cultura de masas y la moderna vida americana de

    los aos cincuenta, como Air-Conditioned Nightmarede Henry Miller y la acusacin de

    Paul Goodman contra el sistema educativo en su conjunto por ormar a la gente para

    una carrera competitiva y corporativa.

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    Qu piensas de Avant-garde and Kitsch, de Clement Greenberg?

    Seguro que lo has ledo.

    S. Y tambin The Tradition of the New, de Harold Rosenberg, otra deensa del llamadoarte avanzado, y en cierto sentido ms interesante an. Greenberg, sin embargo, era

    problemtico porque en primer lugar estaba escribiendo durante los aos treinta y, en

    segundo lugar, era el promotor de la gente a la que queramos reemplazar, los pintores

    de la modernidad tarda. Le ese ensayo de orma muy crtica.

    Ese ensayo lo compuso en su momento de mayor izquierdismo. ..

    Cuando era trotskista. Esa no era izquierda de la cultura popular, era la otra izquierda!La izquierda aristocrtica. Qu trayectoria representa entonces la izquier-

    da de la cultura popular en Estados Unidos?

    Documentales y msica olk. Haba una valoracin simultnea de las tradiciones de losmaestros del arte del pasado las obras de los museos y de la msica clsica, pero

    exista una marcada distincin entre la cultura popular (buena) y la cultura de masas

    (mala). En msica, ningn amante del rock and roll estara de acuerdo con ello, pero

    era cil con respecto a la publicidad. Al centrar tu atencin en la cultura de masas,

    Warhol solo poda, en mi opinin, apuntar a su articialidad y a su naturaleza arbitraria

    y corporativa, particularmente desde el punto de vista de la cultura popular indgena a

    la que estaba reemplazando.

    Si vuelves por un instante a los poetas y a Gertrude Stein y a su nasis en

    una aproximacin al lenguaje ormal y simple, eso no estaba ciertamente

    orientado a la cultura popular, no?

    Lo que me interesaba no era la cultura popular en s, sino la crtica.Hay una interpretacin de Warhol que lo presenta como un artista americano

    que quiere resucitar las tradiciones existentes de los residuos de la cultura

    popular. Lo habras v isto en estos trminos en aquel momento?

    Yo lo vea como pura crtica, sin orecer ninguna alternativa. Ni siquiera entraba necesaria-mente en el mbito de la crtica, sino que representabauna crtica. Era pura negatividad.

    Cul ue tu relacin con Fluxus?

    Conoca su obra, sobre todo a travs de los Antin, pero no me interesaba mucho, yaque por entonces no parecan orecer un modelo directo que me resultara de utilidad.

    Fluxus pareca algo sistemtico, antiinstitucional y racional, impregnado por una especie

    de irona europea. Ese ue otro elemento en mi percepcin de gente como Warhol, ya que

    era un extrao outsiderque observaba a Estados Unidos cavilando sobre su implacable

    achada... Al vivir en San Diego, me di cuenta verdaderamente de lo insuciente que

    resultaba todo eso, de que incluso la irona era insuciente. Porque la crtica tiene que

    ser... tiene que haber un hilo por donde tirar. La propia totalizacin del simulacro en el que

    Warhol haba entrado lo haca inaccesible para la gente que no captaba la posibilidad de

    que dicho simulacro poda contener una dimensin crtica. Por lo tanto, empec a pensar

    qu poda hacer la otograa, sobre todo acompaada de un cuidadoso texto o contexto,

    ya que puede interactuar muy cilmente con la experiencia.

    En San Diego, sin embargo, prosegu tambin con la pintura abstracta, con gamas muyoscuras y pocas pretensiones. Con el tiempo empec a sentirme alienada con esta obra

    que por otra parte me encantaba hacer debido a mis prioridades polticas, entre las

    cuales se inclua el eminismo. En el momento en que entr en la universidad ya estaba

    trabajando con mujeres artistas, a menudo en ejercicios colectivos, as como con un grupo

    para la liberacin de la mujer polticamente comprometido. Mis inquietudes eministas me

    llevaron a la escultura: crea que el motivo por el que deseaba que mi obra estuviera en

    la sala y no en la pared tena que ver con la representacin de una presencia sica, un

    cuerpo sico y a menudo un cuerpo de mujer. De modo que pas de hacer estructuras

    de telas para ser colgadas a realizar objetos rellenos de algodn, normalmente ropa vieja o

    arpillera. Por entonces estaba leyendo el ensayo de Fried. Para m las esculturas blandas,

    paradjicamente, parecan aproximarse a lo que hace la otograa, quiero decir la otograa

    de la calle: la representacin de cuerpos en el espacio, no como elemento escultrico,

    claro, sino como una reerencia directa al tiempo y al lugar.

    Cuando hablas de otograa de la calle, a quin te reeres exactamente?

    A Garry Winogrand?

    Me reero ms bien a los hngaros en Pars durante los aos veinte, a la Film and PhotoLeague, naturalmente a Walker Evans y Robert Frank, quizs Helen Levitt, un cierto tipo

    de obras genricas publicadas en las revistas de los cincuenta, etctera. Winogrand ue

    un ejemplo bastante negativo.

    Aunque s que algunos otgraos coetneos tuyos se han reerido a l como

    un hito crucial y decisivo que permiti mirar la cultura pop norteamericana

    desde un ngulo distinto.

    Este no es mi caso. Apreci este tipo de dierencia primero en Americans, de Robert Frank, yluego en Lee Friedlander, a quien tambin consideraba como un puente hacia el expresionismo

    abstracto y el pop. Realiz un libro con Jim Dine titulado Work from the Same House. 2

    Eras cada vez ms consciente de las tradiciones agitprop? Cundo tomas-

    te consciencia de la cultura sovitica y del legado del productivismo cons-

    tructivista ruso y sovitico?

    2 Robert Frank, The Americans, primera publicacin en EE UU, 1959; Lee Friedlander y Jim Dine, Work from theSame House(Londres: Trigram, 1969).

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    Se me volvi a despertar a travs de Godard. Y supongo que me record toda la tradicinde cine sovitico que sola ver en Nueva York. La Liga Socialista Trotskysta de Jvenes

    (YPSL) organizaba actos culturales. A menudo proyectaban el Potemkinde Eisenstein;

    la primera vez que la vi probablemente tena 15 aos. Creo que tambin vi La huelga.

    Igual que en los aos treinta y cuarenta la Film and Photo League presen-

    taba en Nueva York las primeras pelculas soviticas a otgraos comoHelen Levitt.

    Claro. Desconoca la obra de Dziga Vertov, que Godard tom como modelo a principiosde los setenta, pero s vi lo que le interesaba a Eisenstein y que el montaje constitua la

    obra. A nales de los sesenta, para lo que yo y otras personas estbamos haciendo no

    haba nada ms importante que el cine.

    Un fashbackhacia el cine ruso, ms que cualquier otra expresin de la van-

    guardia sovitica. Era el cine en sus comienzos.

    Bueno, tambin estaba interesada en la otograa, la teora, la pintura, el diseo, loscarteles... todo lo que se haca en Rusia, ya que estaba dirigido a una audiencia de masas.

    De hecho siempre me haba atrado la pintura rusa (Malvich, Rodchenko...). En algunos

    aspectos, la obra de Malvich pareca vinculada tanto a Rothko como a Reinhardt.

    Pero nadie lo reconoca o nadie quera decirlo. Ver el cine sovitico cuando

    tienes 15 aos y conciliarlo con Ad Reinhardt en 1965 parece dicilmente

    compatible.

    En los aos sesenta, el cine la historia del cine y el cine contemporneo europeo, llama-do de arte y ensayo era bsico para la educacin de todo artista e intelectual. Adems,

    me pas la inancia en el cine del barrio. Aunque quizs ue la infuencia de Eisenstein

    lo que me llev a empezar los otomontajes polticos. A mediados de los sesenta, mucha

    gente estaba interesada en las relaciones entre el cine y la otograa, la escultura, y lo

    que hay en la tela, la pared, la pgina. El incipiente desmoronamiento del punto lgido de

    la modernidad tarda precipit una bsqueda de nuevas ormas de conocer y representar

    y nuevas ormas para llegar al pblico. En ese momento todo era heterodoxo: no hay una

    sola uente de conocimiento, no hay una sola lnea de produccin.

    No es tan evidente que reinara lo heterodoxo si observas la homogeneidad de

    tus coetneos o los de la generacin precedente. Para ellos por ejemplo, Carl

    Andre, a pesar de compartir un horizonte similar de conciencia histrica, lo-

    grar una obra de arte homognea, integrada y totalmente resuelta era un sine

    qua non. Lo que ha hecho que tu obra haya tenido una acogida dicil durante

    mucho tiempo es su heterodoxia, un modelo que permita una extensa gama de

    escritura, collage, montaje, cine, vdeo, otograa... De repente esa heterodoxia

    haba dejado de ser legible.

    Ests hablando de aquellos artistas promovidos por el mundo institucionalizado del artey sus rganos de publicidad. Sin embargo, haba muchos otros artistas haciendo otras

    cosas a nales de los sesenta y principios de los setenta, que rechazaban los caminos

    tradicionales e incluso el objetivo de llegar a dominar un medio de expresin. El con-

    ceptualismo ue uno de estos desarrollos. Para mi obra, esa diversidad de produccin

    que mencionas era crucial. Todo lo que he hecho lo he pensado como si; todo lo que

    he orecido al pblico ha sido orecido como una sugerencia al trabajo. Actualmente,como si es jerga de bar de copas, el equivalente verbal de un encogerse de hombros.

    Eso no tiene nada que ver con lo que quiero decir con como si, que signica que mi

    obra es un esbozo, una lnea de pensamiento, una posibilidad.

    Pero no en trminos de una voz que generalice la posibilidad de que todo el

    mundo se convierta en artista.

    No, eso parecera ridculo... Esto es lo que no me gustaba de Beuys y de la idea deCage de la transormacin de la vida cotidiana en una serie de encuentros estticos. Eso

    equivale a armar que el arte no existe e incluso que no importa. Que no signica nada.

    O es equivalente a armar que esta condicin sera un estado ideal a alcan-

    zar. Que todo el mundo se convertira en artista. Por eso es una armacin

    tan descabellada.

    Me gustara que hablramos de tu obra otogrca y textual The Bowery in

    Two Inadequate Descriptive Systems.3 Pero antes quera hablar de otros dos

    elementos, volviendo al tema de San Diego. Cmo surgi la esttica otogr-

    ca del grupo en el que te movas proesionalmente? De repente hubo una

    nueva esttica otogrca, como si hubiera surgido de la nada. Todo sucede

    un poco demasiado rpido... De repente todos los que te rodean practican un

    cierto tipo de enoque otodocumental politizado, claramente orientado hacia

    una crtica del presente y aparentemente desvinculado por completo de pre-

    ocupaciones estticas.

    Nos interesaban las cuestiones estticas, aunque eso no era lo principal. Yo haba em-

    pezado a hacer otomontajes polticos en Nueva York, aos antes de que hubiera odo

    hablar de esta gente. Ya dije antes que lo que era interesante de Warhol era que todoera plano y estaba en la supercie, todo estaba claro y perectamente situado en sus co-

    ordenadas, de modo que podas entender perectamente de qu se estaba tratando. Por

    una parte estaba ascinada por la sistematicidad de esta retcula y por otra me atraan

    tambin las colisiones que producan eectos secundarios en cierto modo escurridizos,

    el legado del surrealismo que me haba intrigado desde que iba al instituto.

    3 The Bowery in Two Inadequate Descriptive Systems, otograas en blanco y negro y texto, 1974-1975.

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    La obra de Fred Lonidier Twenty-nine Arrests4 responde de orma muy expl-

    cita no solo a un artista en concreto Ed Ruscha sino a un cierto tipo de arte

    conceptual, oreciendo un contramodelo muy crtico. Cul ue tu relacin con

    la prctica otogrca del arte conceptual del momento y cul era tu posicin

    al respecto? Y dentro de ese proceso de desarrollo de un contramodelo rente

    al arte conceptual, cul ue tu reaccin rente a la otograa sociodocumental

    de los aos treinta? Exista un vnculo entre ambos? y, en caso de que as sea,Cmo sucedi? O tuvo lugar de orma independiente o simultnea, sin una

    conexin causal directa?

    Por lo que a m respecta, como hemos visto, a pesar de que haba empezado con lapintura siempre haba observado las otograas. Durante mis estudios de posgrado me

    junt con ese grupo del que estbamos hablando, casi todos otgraos: Fred Lonidier, y

    luego Phil Steinmetz, Brian Connell y Allan Sekula. Haba unas pocas personas ms en

    nuestro grupo: Steve Buck durante un tiempo y luego Adele Shaules y Marge Dean , pero

    trabaj ms estrechamente con los cuatro primeros. Todos estbamos interesados en la

    crtica, aunque tenamos distintas orientaciones y grados de activismo poltico directo.

    Nos reunimos prcticamente cada semana durante varios aos y nos considerbamos

    en muchos sentidos un grupo de trabajo en el que se debatan ideas. El pintor y

    crtico cinematogrco Manny Farber, a quien ayud en sus clases, nos llamaba ese

    concilibulo de all abajo, rerindose al laboratorio de revelado. ramos bastante

    conscientes del conceptualismo otogrco. Leamos teora poltica y teora y crtica

    artstica y cinematogrca sobre todo la revista Screen, hacamos debates sobre arte

    contemporneo, hablbamos y discutamos con David Antin, nos reunamos con un

    grupo literario organizado por Fred Jameson e interactubamos con Herbet Marcuse y

    sus estudiantes entre los cuales estaba Angela Davis en las clases y en los constantes

    actos de protesta. Volviendo a Fred, sobre el cual me has preguntado especcamente,

    era un activista poltico que vea la otograa como un medio que se integraba muy bien

    con sus actividades y realizaciones polticas.

    Podra decirse entonces que era la dimensin comunicativa de la otograa

    lo que le atraa?

    S, pero al igual que todos nosotros no pensaba cosas como por ejemplo Ser un o-toperiodista para la izquierda; no era tan sencillo como esto.

    Pero t tampoco pensabas cosas como Voy a hacer lo mismo que Douglas

    Huebler. Qu tipo de otograa representaba para ti el arte conceptual en

    ese momento?

    Percibamos el conceptualismo otogrco a dierencia del conceptualismo no otogr-

    4 Twenty-nine Arrests: Headquarters of the 12th Naval District, May 4, 1972, San Diego, otograas en blanco ynegro, 1972.

    co bsicamente ormalista de artistas como Kosuth como una versin del pop art,

    aunque tambin exista la otra dimensin del conceptualismo otogrco que es una

    versin de la teora de sistemas: la otograa sera vista entonces como un sistema de

    representacin mediante el cual centras tu atencin en otros sistemas.

    Eliminando al mismo tiempo la narrativa y las ormas tradicionales de re-

    presentacin social. S. Era algo idealista, ormalista. Eso no era lo que ninguno de nosotros tena en mente,ya que nuestra intencin era representar lo social e incluso emplear la narrativa. Es

    evidente que no estbamos interesados en la esttica tradicional de la copia nica, en

    donde tienes un campo acotado que constituye tu arena de operaciones. Pero lo que

    nos dierenciaba de otros artistas que trabajan con la otograa, como Dan Graham, o

    quizs incluso como Doug Huebler, era que estbamos interesados en desarrollar una

    esttica de la otograa que rechazara la modernidad ormalista, y al mismo tiempo

    seguamos creyendo en la utilidad de desarrollar elementos ormales. Por otra parte,

    usbamos la otograa a voluntad, sin valorizarla necesariamente. Nos interesaba regre-

    sar al documental, pero queramos ser documentalistas de un modo que no haban sido

    los documentalistas. Por ejemplo, la mayora de nosotros (yo desde luego) asista vida-

    mente a las interminables proyecciones cinematogrcas que se hacan en el campus,

    desde Michael Snow al cine estructuralista, pasando por el nuevo cine eminista, el cine

    europeo y latinoamericano y el cine negro, y quera realizar secuencias otogrcas que

    parecieran pelculas desmenuzadas. En tanto que lectores de Brecht, naturalmente

    queramos usar secuencias teatrales o dramatizadas o elementos de la representacin

    junto a las estrategias documentales ms tradicionales, usar el texto, la irona, el ab-

    surdo, mezclar ormas de todo tipo...

    A dierencia del conceptualismo post-pop?

    Bueno, gran parte de l pareca reerirse nicamente a s mismo, era nihilista, con-streido y mezquino, o bien simplemente irrelevante.

    La otograa conceptual tiene una bonita y complicada esttica otogrca,

    con undamentos estticos y tericos bastante complejos. S, porque en parte trata sobre una orma de engao. Es algo ngido.Eso no es lo que pensaban. Crean que estaban oreciendo una interpreta-

    cin sincera, sin ninguna pretensin.

    Pero cmo puedes no reconocer un medio, ignorar la mediacin?Usando una cmara pequea y barata, sin convencionalismos de por medio.

    En el arte conceptual, la destecnicacin de la otograa tiene lugar de or-

    ma programtica. Rechaza toda la esttica otogrca moderna siguiendo

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    un enoque al estilo de Duchamp, armando que una otograa es un mero

    trazo registrado mediante un sistema ptico y qumico. Y si vas y otogra-

    as una gasolinera, tiene tanto valor esta oto como el de cualquier otra

    persona otograada en el mundo. No existe jerarqua alguna. No quiero

    entrar ahora en esto, pero hay un conjunto bastante complejo de trminos

    que intervienen en la otograa conceptual.

    Por qu esa complejidad?

    En su prohibicin de la narrativa, en su prohibicin de las reerencias, en su

    prohibicin...

    Es el grado cero de la otograa. Pero eso no es muy complejo. Es un poco ciego.El grado cero es un modelo bastante complejo y nos ha obsesionado durante

    mucho tiempo.

    Y sigue hacindolo.As, te opones al grado cero de la otograa del conceptualismo con tu mo-

    delo otogrco, que redescubre las tradiciones norteamericanas de los aos

    treinta y en concreto la otograa de la FSA. 5

    Llegu a l usando dos modelos distintos. Por una parte haba el argumento que acabasde mencionar, segn el cual la otograa no es nada y no requiere destreza alguna.

    Nosotros la llevamos a la tienda de la esquina; de hecho, yo lo hice as. Pero luego ya

    no lo hice, porque acept que no es posible esconder al autor de la otograa, sobre

    todo cuando se trata de un artista que ya tiene un sentido esttico desarrollado. Asi-

    mismo, pareca que uno poda intentar desarrollar nuevos medios estticos observando

    la historia de la otograa. Yo haba visto la obra de Robert Frank, August Sander y Erich

    Salomon, Weegee y Arbus, Friedlander y Winogrand, Danny Lyon y Larry Clark, incluso

    Elliott Erwitt, pero no necesariamente como modelos directos. Ese era el momento, sin

    embargo, en el que se empezaban a conocer los nombres de los otgraos de la FSA

    y a dierenciarse entre s. En toda mi otograa, incluyendo The Bowery, est claro que

    pueden apreciarse trazos de mi inters por esa tradicin conceptual.

    Es cuando descubriste la historia de la FSA? Porque estamos hablando de

    principios de los setenta, cuando este tema apenas se debata. La historia de

    las otograas de la FSA se escribi ms tarde.

    No mucho ms tarde. Los libros que conoca en esa poca eran Documentary Expres-sion and Thirties America, de William Stott, Portrait of a Decade, de Hurley, as como In

    5 Los otgraos de lo que se convirti en la seccin histrica de la FSA (Farm Security Administration), organizadospor Roy Stryker, del gobierno de Roosevelt, trabajaron desde 1935 a 1943. En ese periodo, se realizaron unas270.000 imgenes. Las tres primeras personas que se contrataron ueron Carl Mydans, Walker Evans y Ben Shahn.Luego vinieron Dorothea Lange y Arthur Rothstein, seguidos por otros.

    This Proud Land, de Roy Stryker.6 Era la historia de la Photo League que era ms dicil

    de encontrar. Yo ya estaba interesada por Walker Evans, tras haber ledo Let Us Now

    Praise Famous Mencon gran inters unos aos antes. Yo vea a Evans tambin como

    algo dandi, pero me atraa el poderoso esteticismo de su enoque.

    Y qu me dices de sus Crimes o Cuba? Por qu iba a ser un dandi si haca

    este tipo de trabajo? Pensaba que lo que te habra atrado de l era la dimen-sin izquierdista de su obra.

    No conoca esa obra en particular, aunque algunas de las otos de Cuba ocupaban un

    lugar importante en American Photographs. Su esttica dandi bsica de distancia y

    desdn poda desviarse para transmitir una dimensin poltica. Compralo con los giros

    retricos ms acalorados de la otograa comprometida de los aos treinta, por ejemplo,

    incluyendo las obras de la Film and Photo League que yo tambin admiraba, aunque

    no parecan la clase de hbrido que intentaba hallar. Uno de los aspectos convincentes

    de American Photographs, de Evans, era su poderosa secuenciacin; gran parte del

    signicado de su obra est en los intersticios. Y recuerda que a principios de los setenta

    todo el mundo de la otograa estaba operando an bajo la esttica moderna de la copia

    nica. Si ahora comparas Twenty-six Gasoline Stations, de Ed Ruscha, y American Pho-

    tographs, podrs ver que tienen elementos esctructurales en comn: la imagen estruc-

    turada entre s y la secuenciacin. Y sin embargo son opuestas. En Twenty-six Gasoline

    Stationsla secuencia es de uno ms uno, y es esta simple adicin lo que resulta inter-

    esante. En American Photographses uno ms dos ms tres ms cuatro, de modo que la

    secuencia resultante y el contenido son realmente dierentes. Y ambas series dependen

    de la seriacin, algo que el mundo de la otograa no permita. Por supuesto, tambin

    estaba interesada en la nocin de lo urbano de Walker Evans. Era una idea que no vea

    demasiado en los dems otgraos de la FSA, ya que esta, evidentemente, tenda a

    centrar su atencin en el mundo rural.

    Y en las otograas urbanas de Dorothea Lange?

    S, pero se concentraban ms en la gente que en el escenario. Lange, a pesar de todassus virtudes, centraba su inters en lo humano, llegando incluso a monumentalizar a los

    pobres y a las personas no organizadas. No era un modelo en el que me hubiera encon-trado cmoda. En mi religin no hay santos. Bourke-White, en cambio, que no era una

    otgraa de la FSA pero s una importante otoperiodista, era demasiado proesional,

    su obra estaba demasiado controlada y ormalizada. Shahn y Delano eran estupendos,

    pero una vez ms se concentraban en el retrato, en el incidente narrativo, y la maravil-

    losa otograa de Shahn, sin embargo, pareca virulentamente misantrpica. De hecho,

    6 William Stott, Documentary Expression and Thirties America(Londres, Oxord y Nueva York: Oxord University,1973); F. Jack Hurley, Portrait of a Decade: Roy Stryker and the Development of Documentary Photography in theThirties(Baton Rouge: University o Louisiana, 1972); Roy Stryker y Nancy Wood, In This Proud Land, America1935-1943 as Seen in the Photographs(Nueva York: Galahad Books, 1973).

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    nunca conseguimos ver demasiadas obras de Jack Delano. Las virtudes y los deectos

    de Russell Lee eran sus irnicas payasadas, Rothstein era interesante, pero posterior-

    mente se comercializ demasiado, como Lee. A m me atraan John Vachon y John Collier

    por su racionalismo antropolgico, pero vi tan pocas de sus obras que dicilmente podran

    impresionarme mucho. La obra de Marion Post Wolcott parece haber quedado mayoritari-

    amente suprimida, ya que todo lo que pudimos ver de ella ueron sus abulosas estampas

    de la buena vida en la Florida de la posguerra. La trayectoria de Evans, sin embargo, no

    se limit a su relativamente breve colaboracin con la FSA sino que ue mucho ms all,

    desde sus otos de Cuba a su trabajo con la FSA y Fortune, pasando por Let Us Now Praise

    Famous Meny las otos realizadas en el metro de Many Are Called, que yo no acept.

    A pesar de que qued proundamente impactada por American Photographsy la com-

    plejidad de la visin de Evans, por sus ecos calmados de la otograa de las calles de

    Pars y de la otograa constructivista sovitica, nunca consider a Evans como un ot-

    grao al cual emular, y su obra no ejerci la misma clase de infuencia productiva sobre

    m que s tuvo, creo, Godard. Pero Evans proporcion una cierta revelacin similar a lo

    que he dicho sobre Godard y lo urbano. En una de mis otograas de The Bowerypuede

    verse un homenaje directo: me llam poderosamente la atencin una oto que Evans

    haba tomado de la entrada de una tienda con un montn de sombreros apilados contra

    un escaparate. Pareca como una inversin bohemia del discurso heredado sobre lo ur-

    bano: para l la calle era el lugar seguro y conocido, mientras que el interior de la tienda

    es presentado como una sombra trmula, una espacio semipeligroso y desconocido.

    Creo que es esto de lo que trata la otograa: la cualidad bsicamente desconocida, no

    revelada, de este espacio interior.

    Y Berenice Abbott? Su obra se centraba totalmente en los sujetos urbanos.

    S, pero su obra es ms bien ra. Seca, como una joya, distante. No sugiere una con-ciencia poltica como parece hacerlo la obra de Evans, incluso sin un abierto compro-

    miso poltico. Paul Strand es milagroso, pero la mayora de su obra es de los aos veinte.

    Una de las cosas que resulta atractiva y problemtica al mismo tiempo era su tercer-

    mundismo. En los setenta ramos presa de un tremendo tercermundismo, aunque tam-

    bin nos mostrbamos crticos rente a l. Pero yo vea a Strand como la persona queempez a mover la otograa norteamericana de lo pictrico a lo moderno, un avance

    inestimable. Admiraba su obra cinematogrca, la orma en que empleaba su estilo de

    oto ja, que era moderno, constructivista y ormalista de derivacin rusa, como en The

    Plow that Broke the Plains (bsicamente una pelcula de propaganda del gobierno). 7

    Pero creo que ha sido pasado por alto y que su obra solo se ha tenido en cuenta espordi-

    camente debido a sus simpatas polticas.

    7 Dirigida por Pare Lorentz para la Resettlement Administration Unit, 1936. Este organismo ue el antecesor de laFSA (Farm Security Administration).

    Cmo tiene lugar tu reorientacin hacia esa historia de la otograa cuando

    est claro que no est motivada exclusivamente por el redescubrimiento de

    dicha historia sino que tambin sirvi para dar orma a la posibilidad de una

    clase distinta de esttica otogrca que es a la vez antipop y anticonceptual?

    Descubriste aspectos de la historia de la otograa que sirvieron como he-

    rramientas para proyectos para los cuales apenas exista alguna base legiti-

    madora evidente. Y esto te permiti construir una oposicin al pop arty al

    Warhol, as como una oposicin al arte conceptual. Despus de todo, debes

    haber sido consciente de su variante caliorniana, todo el mundo deba tener

    presentes a Huebler y Ruscha, ya que eran muy conocidos en la Caliornia

    de la poca.

    Bueno, no estbamos en Los ngeles, pero bsicamente tienes razn, aunque Ruschaera mucho ms conocido que Huebler. Y en el mbito local de San Diego no hay que

    olvidar a John Baldessari. Vena de National City (Caliornia), no era del Upper West Side

    ni del Lower East Side. Era americano! En 1968 su obra me permiti ver por primera vez

    una otograa expuesta como objeto no valorizado. Era una pintura sobre tela que creo

    que era una el interpretacin de una oto con un tipo apoyndose en un poste justo en

    el medio, con la palabra wrong en la parte inerior. Eso era metadiscurso; nunca haba

    visto un metadiscurso otogrco antes. No solo utiliz una oto tonta, sino que se preo-

    cup especcamente de poner una palabra en ella, ya que por supuesto en otograa las

    palabras estaban prohibidas.

    Fue uno de tus proesores?

    No, pero cuando me traslad all en 1968 llegu a conocer a todo el mundo, a travs delos Antin. Cuando empec los estudios de posgrado, en 1971, John se haba ido a Cal

    Arts. Creo que Allan Sekula haba ido a sus clases.

    Cmo se llega entonces a tu obra a partir de la historia de la otograa

    que habas redescubierto? Cuando realizaste The Bowery in Two Inadequa-

    te Descriptive Systemsen 1974, aparece como un proyecto de arqueologa

    histrica, por as decirlo. Pero tambin es un proyecto que congura una

    nueva esttica otogrca, una esttica totalmente alternativa. La otograa me permiti generar una imagen que no uera una representacin de mipropia interioridad. Y tambin me sirvi para resolver la paradoja del estilo de la que

    hablaba antes. Poda romper la caja de la interioridad, la subjetividad y la autenticidad.

    No era eso lo que el conceptualismo haba conrmado, hasta cierto punto?

    Quieres decir conrmado sin querer... de hecho lo demostr.

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    No era la relacin de The Bowerycon Walker Evans demasiado evidente

    en ese momento?

    Supongo que s, pero sobre todo porque Evans era el ms intemporal de todos y el quemenos se pareca a Norman Rockwell porque rehua las pequeas ciudades. A quin si

    no tena como modelo?

    Bueno, t no hiciste Twenty-nine Arrests, como haba hecho Fred Lonidier.

    En The Boweryya no relacionas directamente dos prcticas conceptuales. Te

    remites a Walker Evans, no a Ruscha o a Baldessari, y eso denota un cambio

    muy peculiar, aunque provengas claramente de una esttica posconceptual

    que hace que las otograas y los elementos textuales sean equivalentes. No

    obstante, t reivindicas la historia de la otograa americana que tena una

    inquietud social o socio-documental precisamente en un momento en que los

    sujetos y las ormas de dicha prctica estaban claramente desacreditados. Rei-

    vindicas ese legado como la base o la legitimacin de tu propia obra.

    Encuentro ah refexiones de mi lectura de la Breve historia de la otograa de WalterBenjamin, incluyendo su anlisis del pie de oto. Y de Roland Barthes y del enoque

    de los estudios culturales de Birmingham, como en los artculos de Stuart Hall sobre el

    signicado de las otograas de noticias. Estos autores, as como la crtica cinematogr-

    ca y los realizadores ranceses y latinoamericanos, constituyeron para m una infu-

    encia mucho ms directa que Ruscha, pongamos por caso. Me haba impresionado

    enormemente la poesa uturista y sus experimentos tipogrcos, y estaba al corriente

    de la poesa concreta, ya que haba incluido a Hamilton Finlay y a otros autores en

    Pogamoggan, la revista de poesa que haba ayudado a publicar con Lenny Neueld y

    Harry Lewis en Nueva York, a mediados de los sesenta. Tambin mantena un estrecho

    contacto con algunos de los integrantes del grupo Art & Languagede Nueva York en el

    momento en que desarroll la obra de The Bowery, en 1974: Ian Burn, Carole Conde y

    Karl Beveridge, Terry Smith, Mel Ramsden... todos los que no eran americanos. Incluso

    haba aadido mi amistad con Elly Antin a la mezcla, y a Hans Haacke, por delante de

    un tipo de obra conceptual contempornea ms visible. Estaba interesada en algo ms

    que una mera relacin indirecta con la vida tal como la vivimos. Tengo que decir, sin

    embargo, que cuando expliqu mi proyecto para esta obra a un colaborador cercano medijo que sonaba estpido. Supongo que le parecera demasiado esttico y sin desarrollo

    interno; en otras palabras, que le altaban los elementos bsicos del documental tradi-

    cional: la narrativa y la gente. Aunque rancamente tengo que aadir que cuando acab

    el proyecto retir su crtica inicial.

    The Boweryen cierto sentido era una obra genealgica. Repasaba una historia decrpita

    y deca: Existe un motivo que explica este deterioro, pero es un error desecharlo. No

    es una simple serie de citas desdeosas, como podra decirse de algunas de las apropia-

    ciones posteriores que se han realizado de la historia de la otograa, y no obstante es una

    serie de citas speras de un cierto estilo, por as decirlo. Tambin exiga, a pesar de que

    puedas discrepar, una nueva mirada hacia el mundo urbano en plena crisis nanciera

    de Nueva York. La obra pretenda realizar una crtica estructural, aunque sin excesos

    dramticos ni actores humanos. Solo bancos, tiendas y botellas vacas. Las otograas son

    deliberadamente inexpresivas, ya que las achadas de los edicios aparecen otograadas

    casi todas en planos totalmente rontales, quizs esto se derivaba de observar la obra de

    Hilla y Bernd Becher, y de Evans, e incluso el enoque de Twenty-six Gasoline Stations.

    A pesar de la seriacin y de una especie de citas que entraan extraos jue-

    gos de palabras, incluso con la tcnica de la otograa documental, como in-

    tento de internalizarla realmente o de convertirla en parmetro de tu propia

    obra, a este nivel no deja de ser una cita. La ormalidad en blanco y negro es

    muy entica y al mismo tiempo inormal, pero no aparece carente de toda

    pretensin tcnica, como una otograa de Huebler o Dan Graham. Juega

    entre los extremos de lo tcnicamente experto y lo inexperto de un modo

    mucho ms complejo que los otgraos conceptuales.

    Intento acercarme a esa interaccin en todo. Eso orma parte de la idea del como si.La dimensin lingstica pone totalmente del revs la esttica conceptual

    porque introduces un modelo de lenguaje casi de tipo Artaud, en contra-

    posicin a un modelo lingstico analtico, que se reere a s mismo, in-

    trospectivo y tautolgico. De repente al lenguaje es directamente somtico y

    est de nuevo sicamente motivado. Todos los trminos que complementan

    tus otograas son trminos de argot relativos al cuerpo y descripciones

    sociales de la embriaguez. De modo que ese modelo lingstico que presen-

    tas es tan anticonceptual como lo era el modelo lingstico de tus obras con

    postales en su reerencia explcita a la realidad social existente al nivel de

    las condiciones cotidianas ms banales. Estableces as un contramodelo ra-

    dical, tanto por lo que respecta al lenguaje como a la prctica otogrca.

    Lo que sin embargo no me queda claro es por qu reivindicar a Walker Evans y

    la historia otogrca del documental social. Qu representan? Dices que ha-

    ban racasado. Representan un modelo americano de una prctica artsticapolticamente consciente que deseabas acercar a tu propio horizonte? Pensa-

    bas que era mejor reerirse a Walker Evans y a Dorothea Lange y a los otgra-

    os de la FSA ms que a Hearteld y a los rusos?

    Di por sentado que si me interesaba redescribir la vida norteamericana, deba intentarinspirarme en mis predecesores. Pero creo que aqu deberamos reerirnos al sentido

    ldico y al humor, a la poesa y la comedia improvisada que proporcionaba el lenguaje

    y que constitua una especie de levadura. Era tambin un lenguaje annimo, colectivo,

    histrico, vernculo y matizado. Tena muchos atributos que yo quera que la otograa

    y el arte en general tambin tuvieran.

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    El hecho de que la otograa, a dierencia de las artes visuales, pareca ha-

    ber orecido oportunidades para las mujeres artistas durante los aos vein-

    te, treinta y cuarenta, puede haber constituido un inters adicional.

    Estaba medianamente amiliarizada con esa obra, y naturalmente conoca a DorotheaLange, Margaret Bourke-White y Berenice Abbott, como he mencionado antes. La pre-

    gunta haba sido la siguiente: Qu tiene de especial una cmara?... Bueno, quiz sea

    esto lo que pueden hacer las mujeres. Mi respuesta era que la pintura era gigante y

    masculina y heroica y la otograa pequea, ocpate de tus asuntos y haz un buen tra-

    bajo. Cuando decid que la otograa (que como ya he dicho siempre haba practicado,

    incluso cuando me consideraba una pintora) era una cosa buena e importante, todo

    empez a cambiar. Yo estaba ms bien molesta y consternada por el machismo de los

    estudiantes de Walter Rosenblum, por la idea de salir a la calle y rescatar las imgenes

    de quienes estaban en la miseria. Durante los aos setenta no en los sesenta pen-

    saba que haba una clase de documental que era interesante, adems de pelculas

    latinoamericanas como La batalla de Chile, Vidas secaso La hora de los hornos; en

    Estados Unidos haba la obra de Ken Light y Earl Dotter, Steve Cagan y Mel Rosenthal,

    la estupenda pelcula de Barbara Koppel, Harlan County, USA, y la innovadora With

    Babies and Banners, gente que trataba con temas laborales sin ser excesivamente

    polmicos, toda esa gente que conoca la otograa y el movimiento obrero pero que no

    se ha proesionalizado en el mundo del arte. Su obra era interesante y compleja y, comola de Fred, ue usada dentro del movimiento obrero y, al mismo tiempo, mantena un

    dilogo con las tradiciones estticas (como en la Film and Photo League, se trataba de

    intelectuales orgnicos). No consideraban que su pblico principal uera una audiencia

    de arte, ni que su principal orma de diusin consistiera en publicaciones para la clase

    media, aunque algunos de ellos s estaban interesados en adoptar un discurso artstico.

    Recuerda que estamos hablando, sobre todo, de la primera generacin en la que gente

    con todo tipo de objetivos polticos y sociales para su obra otogrca haban asistido a

    una escuela de bellas artes. En muchos casos no me importaba demasiado si los ot-

    graos eran hombres o mujeres; lo que me atraa era observar sus obras.

    De modo que la otograa como modelo pas a resultar atractiva en

    el momento en que t y tus colegas, a principios de los setenta, estabaisintentado reconsiderar o reconstruir un tipo distinto de produccin cultural

    e intentado undamentarlo en las tradiciones locales en lugar de remitiros a

    Hearteld o a los artistas rusos y soviticos, que habran sido otros ejemplos

    de los aos veinte.

    No puedo hablar de lo que pensaban otros artistas de mi entorno. Cuando miraba la

    obra de Hearteld, pensaba que era un maestro de algo con lo que yo solo estaba ha-

    ciendo payasadas. Su obra era ms sosticada, con un sentido altamente desarrollado

    de cmo mezclar irona y citas de peridicos, varias ormas de textos e imgenes. Me

    alegraba saber que existi y est claro que posteriormente su obra infuy en m. Para

    responder a tu pregunta, sin embargo, pareca ms importante trabajar con las tradi-

    ciones locales o indgenas. Esto pareca simplemente un producto lgico del escenario

    y la situacin en la que nos encontrbamos. Por qu rechazar la obra de la FSA o de

    Lewis Hine o de la Film and Photo League? Muchos de los miembros de la Film and

    Photo League Lou Seltzer, Dan Wiener, Sol Libsohn, Bill Witt, Morris Engel, Ruth Orkin,

    Lester Talkington y por supuesto Walter Rosenblum provenan de ese mismo entorno

    neoyorquino que yo comparta. Su obra evidenciaba cierto sentimentalismo de Frente

    Popular, pero no iban tras la abyeccin sino que ms bien deseaban mostrar la vitalidad

    de la clase trabajadora, y en algunos casos incluso la tradicin juda de apoyo mutuo.

    Barrer para casa, por decirlo de algn modo, y armar que tenemos una

    tradicin que debe reactivarse y reconsiderarse?

    Sin lugar a dudas. La izquierda norteamericana siempre ha estado dividida respecto asi amar u odiar a Estados Unidos. La verdad es que la importacin cultural sistemtica

    es algo cruel, que deshonra el trabajo de la gente que lleg antes que t. Pensaba que

    era importante reivindicar prcticas importantes pero que haban sido abandonadas,

    mostrar que antes haba habido otros. Despus de todo, yo estaba deendiendo una

    tradicin nativa, no la obra sovitica o alemana de antes de la guerra. En el caso de The

    Bowery, pens que Evans era la persona que mejor conoca el entorno urbano. Saba

    cmo representar algo acerca de las ormas en que la tienda, la calle y la gente quepasa orman una unidad. Eso me permiti sacar a la gente y tener todava el paisaje

    de la calle urbana, en parte porque los antasmas de la gente permanecen ah, si me

    permites la expresin. Y en parte porque estn en las otograas de Evans, pero tambin

    porque nosotros ya entendemos qu es una calle urbana, qu representa The Bowery,

    etc. Al mismo tiempo, no poda apoyarme nicamente en la otograa porque no quera

    revalorizar la imagen silenciosa o la imagen solitaria. Por eso esta obra adopt la orma

    de una cuadrcula, directamente sacada del arte conceptual o del minimalismo. El t-

    tulo, The Bowery in two inadequate descriptive systems [The Bowery8 en dos sistemas

    descriptivos inadecuados], es tan importante o tan poco importante como el resto de la

    obra. De hecho orma parte de la obra.

    Inadecuados respecto a qu? Un sistema descriptivo; los sistemas descriptivos son inadecuados para la experiencia.Pero entonces la pregunta es: qu es la experiencia?

    T empleas dos sistemas descriptivos. De modo que ambos son inadecuados.

    Claro, no?

    8 The Boweryse trata de una zona en Nueva York, conocida histricamente por sus hoteles baratos y habitados porgente sin hogar [NdT].

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    Se trata entonces de una doble crtica al conceptualismo en su radical eno-

    que a dos fancos.

    Creo que en cierto sentido era ms una crtica del humanismo. S, y quizs tambin delconceptualismo, pero lo que realmente me estaba impulsando era la nocin humanista

    subyacente de la conmensurabilidad entre la representacin y la experiencia e incluso su

    visin optimista del progreso.

    The Boweryentonces no es una obra utpica, sino una obra denida por una

    doble negacin?

    Exacto. Pero eso no signica que yo no uera de algn modo una utpica. Recuerda que setrataba de una obra para ser expuesta en una galera, tena una misin ms bien especca.

    Fue expuesta? Cundo se expuso por primera vez?

    No conservo este tipo de inormacin, pero quizs uera en la exposicin Informationde 1975, en el San Francisco Art Institute, o en la exposicin que hicieron all en 1977,

    titulada Social Criticism and Art Practice. Quizs a nales de 1975 en el Whitney Mu-

    seum Downtown. Y seguro que se expuso en el Long Beach Museum en 1977, en una

    exposicin en solitario que me oreci David Ross cuando era el director del museo, y en

    otra exposicin en solitario en Seattle en 1978. La present en el A-Space, en Toronto.

    Y creo que tambin en Vhicule Art, en Montreal. Quizs uera exhibida en uno o doslugares ms durante los setenta y luego viaj al edicio de la Sezessin de Viena en 1981,

    que es aproximadamente cuando apareci el libro que publicaste.9 Naturalmente, se

    expuso otras veces desde entonces y algunos museos tienen copias de ella. Me alegr

    que apareciera publicada, pero tuve que pensrmelo dos veces. Al igual que t, no me

    pareca que un libro uera su hogar natural. La consideraba una obra para ser expuesta

    en una galera, colgando junto a otras obras de arte. Estaba realizando distintas obras

    para distintos pblicos. Las postales eran para ser enviadas, de modo que el tratamiento

    era completamente distinto.

    As que las postales nunca se expusieron en galeras? 10

    S, pero un poco ms tarde, y tambin ueron publicadas en el libro Service, por ini-ciativa de Printed Matter en 1978, cuando publicaban libros de artistas en lugar delimitarse a distribuirlos. A menudo transmuto un tipo de proyecto en otro.

    Y Tijuana Maid?

    Esta ue la tercera novela en postales, en espaol, pero todas ueron expuestas engaleras. A pesar de ello, la principal orma de distribucin era (ineluctablemente) el

    correo, y cuando se exponen en instituciones del mundo del arte se presentan como ex-

    9 Martha Rosler, Three Works(Haliax: The Nova Scotia College o Art & Design, 1981).

    10 A Budding Gourmet(1974), McTowersMaid(1974) y Tijuana Maid(1975).

    ponentes de mail art. Pero desde su concepcin pensaba que The Boweryera una obra

    para ser expuesta en galeras y museos. Tengo que recalcarlo porque algunos crticos me

    han atacado por exhibir y vender esta obra, cosa que en realidad es un malentendido:

    hay gente que ahora piensa que originalmente era una obra para ser publicada en libro,

    ya que t la publicaste en Nueva Escocia. Su intencin era ser una obra de arte, colgada

    en la pared. Por qu si no me hubiera molestado en llamarla inadecuada? A quin

    le importa la inadecuacin de la representacin? Al pblico en general no le importa

    la inadecuacin, mientras que los artistas y el mundo del arte s se preocupan sobre la

    adecuacin de los sistemas de representacin. El ttulo mostraba que a pesar de lo que

    otra gente pudiera hacer de esta obra, su audiencia primordial era la persona interesada

    en la produccin de signicado a travs del arte o del lenguaje, o de la poesa.

    Qu consecuencias tiene lo que poda ser adecuado? El activ ismo?

    El activismo no es un sistema de representacin. Tienes que preguntrselo a ti mismo, yla respuesta es que bsicamente existe una inconmensurabilidad entre la experiencia

    y el lenguaje. No creo que ningn sistema de representacin sea adecuado.

    Pero todo el redescubrimiento de la otograa socio-documental era parcial-

    mente una crtica, puesto que constitua el reposicionamiento de un modelo

    establecido cuyos lmites haban sido descubiertos. S que ests respondien-

    do a ello. Lo ests sustituyendo, por ejemplo, haciendo obras en vdeo. Es

    esto menos inadecuado?

    No, pero de algn modo es mejor porque al menos la gente se mueve y habla, no quedajada en iconos. En esa obra, sin embargo, no hay gente porque cmo representar

    adecuadamente la experiencia de los dems? Ese era el principal problema.

    Pero la crtica que ormulaste en el ensayo In, around, and aterthoughts...11

    de este modelo histrico apunta en varias direcciones. Apunta a las limitacio-

    nes de la otograa en blanco y negro, apunta a las limitaciones del enoque

    paliativo del arte utilizando en inters del Estado. Apunta a la ruptura entre la

    actual existencia social y la representacin de dicha existencia social. Es una

    crtica del modelo que acabas de reintroducir en el debate esttico? Pero al nal del ensayo escrito para acompaar la obra en el libro de Nueva Escocia dehecho armo que esto no es una masacre de las posibilidades documentales, sino un

    llamamiento para la invencin de lo nuevo.

    Entonces lo nuevo que deba ser ms adecuado, que sera? Una tecnologa

    dierente, el activismo, distintos tipos de intervencin? Qu consecuencias

    tiene la inadecuacin?

    11 En Three Works, op. cit.

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    Bueno, para empezar no podemos limitarnos a seguir obras del pasado: eso s es ina-decuado! Por otra parte, las nuevas tecnologas de la representacin muy posiblemente

    son mejores que antes. Est claro que estn ms al da, como el empleo de Internet. O

    quizs deberan actuar de orma combinada. Por ejemplo, para seguir con mis amigos

    de San Diego, las obras otogrcas de Fred Lonidier sobre cuestiones relacionadas

    con los trabajadores a menudo van acompaadas de entrevistas en vdeo. Adems, al

    utilizar distintos tipos y niveles de texto escrito, es como si estuviera pregurando una

    obra inormtica interactiva. Todos compartimos un impulso para desarrollar ormas de

    comunicacin ms complejas, al contrario que el otgrao paracaidista que aterriza

    en cualquier lugar, toma otograas de una crisis u otra y se larga, cosa que en todo

    caso tiene como resultado una valoracin del otgrao. Todos nos servamos de ormas

    preexistentes y las desplazbamos hacia nuevos signicados. Me he reerido a mi propia

    obra como una especie de seuelo. Los seuelos de Fred eran soportes didcticos para

    las matrculas de vehculos, camisetas o instantneas sobre la problemtica laboral

    concebidas para hablar directamente a los trabajadores que las hacen y que estn en

    la cadena de montaje. Phil Steinmetz hizo hermosos y sardnicos lbumes otogrcos

    sobre su amilia de clase trabajadora en el interior de Caliornia. Allan Sekula ide nar-

    rativas otogrcas conceptualmente rigurosas y ormalmente inventivas y contribuy

    signicativamente a la teora y a la historia de la otograa. Brian Connell realiz vdeos

    erozmente brillantes, uno de ellos sobre otro seuelo, las alsas islas en Long BeachHarbor que ocultan plataormas petroleras. Adele Shaules lm en vdeo entrevistas

    con mujeres sobre las telenovelas antes de que se convirtieran en un popular tema

    acadmico y tambin realiz una cinta sobre sus tres hermanas, monjas paulinas. Nin-

    guno de nosotros quera reducir el compromiso del arte con el mundo real, sino que

    intentbamos entender cmo renovar y reinventar las ormas. El grupo pensaba que

    como Allan y yo podamos escribir, sera til escribir acerca de lo que de hecho era

    nuestro esuerzo colectivo de investigacin y redenicin.

    Una de las cosas que nunca quise hacer, y espero que nunca haya hecho, es decir a

    la gente lo que tiene que hacer. Preerira decir: Este es el problema. Por qu no te

    planteas una solucin? En The Boweryestaba sugiriendo algunas posibilidades, pero

    no estaba oreciendo una rmula para salir adelante. Porque en realidad The Bowery

    era una obra sobre el hecho de pararse, no de avanzar. Si alguien te muestra dnde estla puerta y seala el pomo, te dir que podra estar cerrada, pero que puedes abrirla y

    atravesarla, y que quizs sers capaz de hacer algo que est realmente bien.

    Cmo pasa uno de The Bowerya Semiotics o the Kitchen,12 por ejemplo, si

    el espectador se ve rente a tu obra por primera vez? Existe un vnculo, por su-

    puesto, y existe un proyecto, pero no son evidentes.

    Una semejanza obvia es que en ambos estoy trabajando con la nocin de una retcula y12 Vdeo en blanco y negro, 1975.

    con la interaccin entre la subjetividad y las ormas desprovistas de subjetividad, deshu-

    manizadas (cosa que, podras decir, es algo de lo que pretenda con las citas documen-

    tales: que haban sido vaciadas de signicado real). Probablemente hice las otos para

    The Boweryy lm el vdeo con una o dos semanas de dierencia, a nales del otoo de

    1974. O sea que estaba pensando en ambos proyectos prcticamente al mismo tiempo.

    Tambin hay una conexin entre las obras con postales y Semiotics o the

    Kitchen por lo que respecta a la reorientacin del tema hacia la esera de lo

    domstico. El inicio de un enoque eminista ya es claramente visible en las

    postales, quizs antes. Por lo que yo s, estas son las primeras obras que mues-

    tran una orientacin eminista muy concreta en tu obra. No obstante, incluso

    en Bringing the War Home, la atencin en el hogar y la esera de lo domstico

    como esera supuestamente desconectada de la poltica ya apareca hasta cier-

    to punto en primer plano.

    De hecho ya estaba presente en la serie de otomontajes Body Beautiful, or Beauty KnowsNo Pain(hice el primero de ellos hacia 1965, aunque tom la expresin Beauty Knows

    No Pain [La belleza no conoce el dolor] de una pelcula del mismo ttulo que hizo El-

    liott Erwitt algo ms tarde. La proera la animadora de un grupo de cheerleadersde Texas

    que Erwitt estaba lmando). Los otomontajes de esta serie, que todava no se ha visto

    demasiado, quizs, tratan sobre todo acerca de las representaciones de lo emenino enel arte y la publicidad. La serie antiblica Bringing the War Hometransmita algunas de

    las preocupaciones eministas de los otros otomontajes (a los cuales, por cierto, segua

    dedicndome). Todos ellos invocaban el interior domstico, y concretamente representa-

    ciones del interior domstico, as como la construccin de categoras separadas y, por

    lo tanto, espacios separados. El tema era otos de, ms que una simple experiencia.

    Y Semiotics of the Kitchen, que realic cuando regres a Nueva York en 1974-1975, es

    sobre representaciones televisivas de. Para Semioticstuve que utilizar la cocina del

    loftde alguien que conoca porque se supona que no deba parecer una cocina de casa

    suburbana. Tena que parecer una especie de extrao escenario, como el signo de una

    cocina. El trabajo que hice usando ropa tena que ver con la domesticidad y lo emenino.

    Pero me di cuenta de que la estrategias que utilic en Bringing the War Homeeran ms

    persuasivas para m que limitarme a rellenar prendas de vestir. Cre que era mejor ale-jarme de la materialidad de los objetos escultricos.

    Vi reerencias a esto antes, pero no s en qu consista la actividad de rellenar

    ropa. Rellenabas prendas de vestir para hacer esculturas? En San Diego,

    con las garage sales? 13

    Antes de las Garage Sales,14 aunque estas ormaban parte de ese impulso de tomar las13 Monumental Garage Sale, perormance e instalacin, 1973; Travelling Garage Sale, 1977.

    14 Una garage salees una venta de objetos domsticos usados (muebles, electrodomsticos, utensilios de cocina,

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    prendas de tan solo ayer, con los antasmas de la gente todava en ellas, y desnatu-

    ralizadas de orma que explicaran una historia social ms que una historia individual.

    Haba un par de obras hechas con ropa que tenan una intencin especcamente

    poltica, Diaper Patterny Some Women Prisoners..., realizadas en 1975 o 1972. 15 Pero

    decid que para lo que necesitaba hacer, la otograa iba mejor que un objeto situado

    en una habitacin.

    Las garage sales, sin embargo, tambin eran obras de perormance. En aquel

    momento deban ser muy peculiares e incomprensibles, supongo.

    Por qu?Me dijiste que la mayora de tus colegas estudiantes las criticaron.

    Era el contingente de Marcuse, los estudiantes que tena en el departamento delosoa. Los estudiantes de arte s las entendieron bien! Un marcusiano escribi una

    invectiva contra estas obras en el peridico de la universidad: cmo poda haber puesto

    objetos reales, esos objetos, a la venta en una galera de arte? Acabamos teniendo una

    discusin pblica con Marcuse y unas cuantas personas ms sobre la uncin del arte,

    qu es un objeto de arte apropiado...

    Pero Garage Saletambin era un tipo peculiar de perormance, no? Hay

    un cambio paradigmtico al denirlas como perormance, a dierencia de

    las que hacan, pongamos por caso, Carolee Schneemann, Joan Jonas o

    Vito Acconci a nales de los sesenta. Y de repente haces un ready-made de

    Duchamp a gran escala, tratando con objetos, con el consumo, la domestici-

    dad..., y no con esa denicin del cuerpo. Aunque posteriormente, en Vital

    Statistics,16 el cuerpo aparece en tu obra de orma prominente.

    Tanto Vital Statisticscomo las otras perormance son anteriores a 1973.Volvemos pues a tener la heterodoxia en su orma extrema. No puede esta-

    blecer una correlacin con acilidad, pero en ltima instancia se siente que

    existe un vnculo.

    Una vez ms, es el tema del escenario rente a la gura en el escenario. En Garage Salehaba un aviso escrito en una pizarra situada al ondo que deca lo siguiente: quizs la

    garage salesea una metora de la mente. Estoy constantemente creando obras en las

    que piensas que se est tratando una cosa pero quizs se est tratando otra cosa dis-

    tinta. Podra decir, por tanto: No mires a la persona, mira el objeto. En Vital Statistics

    ropa, etc.) en el jardn, el garaje (de ah su nombre) o la propia casa de quienes los venden [NdT].

    15 Diaper Pattern, instalacin con paales y texto (1975); Some Women Prisoners of the Thieu Regime at theInfamous Poulo Condore Prison in South Vietnam, instalacin con prendas de vestir y alambre de espino (1972).

    16 Vital Statistics of a Citizen, Simply Obtained, perormance, 1973; vdeo, 1977.

    no estoy mirando un escenario sico, sino a la persona. Pero siempre es dialctico.

    Siempre es xmsy: la persona y el escenario, qu signican? Podemos distinguirlos?

    Qu infuencia ejerce el uno sobre el otro? Hasta qu punto esta situacin est de-

    terminada no por el individuo que ha posedo estos objetos sino por una sociedad que

    orece ciertos caminos jos? Es la mente a la que me estoy reriendo una especie de

    estructura universal o est condicionada por ormaciones sociales particulares? En Vital

    Statistics, por supuesto, se daba la paradoja de un individuo que era una representacin

    de un sistema no solo de regmenes sicos sino tambin de un sistema de ideas sobre

    cuerpos apropiados tanto raciales como sexuales y cmo esto crea los sujetos.

    Habas ledo a Foucault por aquel entonces?

    No, ni siquiera haba odo hablar de l. Esto no puedo explicarlo.Est claro que la cinta no es solo un vdeo marxista y eminista. Pero Semio-

    tics o the Kitchen tambin se relaciona, a travs de su ttulo, con teoras

    por entonces en boga, criticndolas o socavndolas, del mismo modo que en

    The Boweryse cuestionaba el arte conceptual. Existe pues un dilogo con

    la teora y las prcticas artsticas que dominaban el panorama de nales de

    los sesenta y principios de los setenta. Siempre pens que Garage Saleeran

    respuestas importantes a un cierto tipo de esttica de las perormance de los

    aos sesenta.

    S, eran antiexpresionistas, y por eso dije que nunca admir a Antonin Artaud.Pero a qu concepcin de las perormances expresionistas se oponen? Casi

    parece que propongas una concepcin oucauldiana en lugar de una marxista.

    Y quizs podra haberlo hecho mejor si hubiera ledo a Foucault o al menos si hubieraodo hablar de l. Pero creo que quien me infuy ue Henri Leebvre, y no podrs decir

    que Leebvre no era una marxista, aunque quizs no de los tpicos. Leebvre mostr

    cmo incluso las condiciones ms ordinarias de la modernidad producen una sub-

    jetividad que internaliza los regmenes de control. Es raro orte hablar de estas obras

    como heterodoxas, ya que para m estn cortadas por el mismo patrn. T mismo has

    apuntado el modo en que siguen una cierta orma, al elegir yo un modelo de produc-cin artstica o algn discurso terico y decir, Mira qu hay aqu!. Estaba interesada

    en desprivilegiar los modos de produccin. Al comenzar una obra, intentaba determinar

    cul sera el mejor modo de produccin para esta idea. Luego, sin embargo, utilizaba el

    texto de una novela en postales o la perormance de una obra escrita para vdeo; no me

    limitaba a dejarla reposar.

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    Luego hay otro elemento que entra de nuevo en tu obra un poco ms tarde,

    como por ejemplo en Secrets rom the Street.17

    Esto es bastante posterior, es de 1980.Secrets rom the Streetsita en un primer plano, por primera vez, tu inters

    por el espacio pblico, la arquitectura y la estructura del contexto social y

    urbano.

    Cada vez que me trasladaba a una ciudad haca obras de sus calles. Cuando hice The Bow-eryacababa de regresar a Nueva York por una temporada. Cuando realic el vdeo Secrets

    from the Street, me haba trasladado a San Francisco. Cuando hablamos de mi vida en

    San Diego, durante esa poca viv en pequeas ciudades de la costa, a veces en caminos

    de tierra, incluso una vez en una granja de aguacates. En cualquier caso San Diego no era

    una ciudad, era un extrao hbrido, un centro urbano abandonado con edicios en desuso y

    luego tropecientas reas suburbanas. Todas las obras que hice all sobre el espacio urbano

    tenan lugar en mis sueos: soaba en las aceras, literalmente. As, tan pronto como me

    trasladaba a una ciudad empezaba de orma natural a trabajar con las ciudades.

    Pero para m. The Boweryera en primer lugar una obra otogrca y solosecundariamente, en todo caso, una obra sobre el espacio urbano. Aunque

    eso podra haber sido una mala interpretac in por mi parte. Pero cmo puede saberse? La preocupacin por el espacio queda claramente de mani-esto en las otograas de aeropuertos.18 Tanto estas como las de The Bowery tratan

    sobre la produccin del espacio a la luz de ormas sociales particulares. Y ambas em-

    plean el lenguaje para intentar deslegitimar a la otograa, aunque sin renunciar a ella.

    No son sobre personas en el espacio sino sobre el espacio en s como producto de

    un sistema social. Uno de los primeros otomontajes que realic, sobre una lmina de

    conglomerado de 122 x 244 cm, se titulaba International Style, or International City, all

    por 1965. Sus dimensiones eran ambiciosas y trataba sobre el urbanismo, en el suelo y

    en el aire. Mirando hacia atrs, encuentro que me he preocupado mucho por las cues-

    tiones del espacio. Creo que gran parte de Bringing the War Homees un intento por

    resolver el enigma de las representaciones segregadas de espacios limpios y espacios

    sucios de los asentamientos humanos.

    Pero Secrets rom the Streetme impact cuando la vi por primera vez sobre todo

    porque pareca admitir que el espacio pblico urbano es totalmente opaco e im-

    posible de penetrar mediante la teora analtica basada en la representacin.

    Y no dice eso tambin The Bowery, justamente en su ttulo?

    17 Secrets from the Street: No Disclosure, vdeo en color, 1980.

    18 In the Place of the Public, otograas en color y texto, 1983-1994.

    S, supongo que s. O sea que la inadecuacin de ese ttulo tambin sig-

    nicaba la incapacidad de representar las autnticas estructuras sociales

    subyacentes a dichos espacios.

    S.Pero The Boweryest muy limitada y estrechamente circunscrita al legado

    otogrco, mientras que la cinta de San Francisco est rea lmente sin pulir,

    aparentemente sin madurar.

    S, es una cinta de vdeo. Pero es como una cinta lmada por una cmara de seguridad, apesar de que se lm en celuloide. La cinta se abre con la cmara enocndose, y a con-

    tinuacin hay una serie de otograas jas. Al montarla, a menudo paraba la pelcula. La

    imagen pasa a ser ligeramente oscura y tienes, en eecto, las otograas jas. La construc-

    cin de la obra es un hbrido de oto ja e imgenes en movimiento. Piensa en La jete,

    de Chris Marker, que ue muy importante para m. La gente raramente habla de Marker,

    pero ue muy importante tambin para Godard. En el momento en que hice Secrets from

    the Streetno haba una autntica tradicin de vdeo; la historia de los inicios todava

    se estaba orjando, de modo que era cil no involucrarse con la historia del vdeo del

    mismo modo que lo haba hecho con la tradicin otogrca.

    En The Boweryestaba intentando idear un modo de incorporar la otograa a mi obray establecer una relacin crtica con ella. Pero eso no agota el tema. Invoca el human-

    ismo y sus racasos e invoca el espacio social. No me di cuenta de hasta qu punto eso

    era importante para m hasta algo ms tarde, pero creo que ahora est bastante claro.

    Sigo haciendo las mismas obras una y otra vez, solo que con distintas cosas. Tanto las

    otograas de aeropuerto como las de carretera 19 plantean cuestiones relacionadas con

    el espacio y tambin con la otograa y el aparato otogrco y qu se puede hacer con l.

    Lo que puede gurarse y lo que no, lo que se considera una instantneay lo que es una

    imagen esttica. Qu es la orma otogrca?

    Tambin podramos dar la vuelta a la pregunta sobre la heterodoxia: qu legi-

    timidad tiene, en cualquier caso, la bsqueda de la unidad o de la continuidad

    en estos momentos? Por qu insisto en la cuestin de la heterodoxia cuando,por ejemplo, tu obraSeattle20 es posterior a Baby M? 21 Cmo se relacionan?Y cmo se sita el eminismo presente en tu obra en relacin con tu inters

    por el urbanismo? Cmo puedes conciliar ambas inquietudes? Dnde est la

    crtica estructuralista como modelo metodolgico o la crtica del estructura-

    19 Rights of Passage, otograas panormicas en color, 1995-1997.

    20 Seattle: Hidden Histories, 1991-1995.

    21 Born to be Sold: Martha Rosler Reads the Strange Case of Baby S/M, vdeo en color coproducido con Paper TigerTelevision, 1987.

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  • 8/9/2019 Quaderns portatils MACBA - Una conversacin Martha Rosler y Benjamin H.D. Buchloh

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    lismo como otro modelo metodolgico? Cmo se relaciona eso con la recons-

    truccin de una produccin que no presupone la incapacidad de representar

    o construir la narrativa histrica? Cada vez que contemplo las obras parece

    surgir una nueva serie de preguntas. Estn vinculadas entre s, pero no pare-

    cen ormar parte de un proyecto global cilmente identicable. No obstante,

    quizs esta bsqueda en s misma est viciada: es posible tener un proyecto

    global cohesionado cuando miramos la obra de un artista?

    Quizs deberamos reconocer que lo que desea generar es precisamente des-

    estabilizacin. Si comparsemos tu obra, pongamos por caso, con la de Cindy

    Sherman, esa dierencia se hara inmediatamente patente: la misma genera-

    cin, la misma historia, una mujer artista norteamericana que se desarrolla

    en los setenta y se orma en el departamento de bellas artes de una universi-

    dad, que llega al pblico a nales de los setenta y principios de los ochenta.

    No piensas que uno de los principales proyectos de la crtica eminista a la modernidad

    consista en desaar la idea del artista como una especie de subjetividad coherente que

    imprime su huella en cada una de sus obras? No quiero que la gente interacte con

    el personaje creador. Es una autntica lata y trivializa la obra. No puedes sacrtelo de

    encima, est enganchado a ti. Est siempre en tu cara que siempre tienes que ser el

    creador de una lnea de productos con un estilo denidor y caracterstico. Y como he

    dicho antes, haba eludido la cuestin de la autenticidad decidiendo que se trataba deuna cuestin errnea. Como madur en el periodo de Duchamp y el conceptualismo,

    pensaba que lo que realmente una a estas cosas era mi perspectiva, mi versin de la

    estructura prounda, y no poda evitarlo si no era aparente. De modo que la palabra

    estiloue substituida por la palabra estrategia. Por qu un artista debe mantenerse el

    a una cosa? No somos artesana.

    Cmo podra describirse tu posicin a partir de la escritura? Despus de

    todo, no hemos hablado de la crtica escrita como uno de los elementos cla-

    ve de tu obra, llegando hasta un proyecto que aborda el tema ecolgico y

    medioambiental, como en el caso de Greenpoint, por ejemplo.22 Partiendo de

    una postura explcitamente eminista, como en las obras tempranas Vital

    Statistics, Semiotics o the Kitchen, hasta Baby My las obras urbanas, en lasque se trataban en particular temas de clase. Tu heterodoxia, por lo tanto,

    tiene algo que ver con la complejidad del modelo de teora marxista que in-

    troduces en tu obra, puesto que ha pasado a ser innitamente ms compleja?

    Creo que sera posible plantearlo en estos trminos; es decir, armar que en

    estos momentos ningn intelectual o ningn artista tiene una postura teri-

    ca homognea. A menos que quieras imponerte ciertas cosas. Este es uno de

    los problemas: a los productores culturales se les ha impuesto tal grado de

    22 Greenpoint: Garden Spot of the World, 1993.

    especializacin que es prcticamente impensable no orecer un producto de

    orma coherente.

    Y cmo nos pas esto a nosotros? Se supona que debamos estar destruyendo todoeso. Y t conoces el modelo pop...

    Paradjicamente, en cierto sentido Warhol es el tipo de gura para ello. En

    ltima instancia, oreca un producto homogneo.

    Pero tambin podra considerarse como el modelo de alguien que no lo hizo. Alguienque insista en trabajar con pelculas y con mltiples y litograas y con talleres y

    perormances y textos. T puedes considerar a Warhol como el modelo de la produccin

    en serie, y yo puedo considerarle como el modelo de un productor que rechaz de

    hecho, que concre