227
Celebremos la Recuperación Aplicación del mensaje por Rick Warren ©2003 Editorial Vida Miami, Florida Publicado en inglés bajo el título: Celebrate Recovery Por The Zondervan Corporation ©1998 por John Baker Reservados todos los derechos

RICK WARREN Sermones Bienaventuranzas Como Vencer Adiccion Celebremos La Recuperacion

Embed Size (px)

Citation preview

Celebremos la RecuperacinAplicacin del mensaje por Rick Warren

2003 Editorial Vida Miami, Florida Publicado en ingls bajo el ttulo: Celebrate Recovery Por The Zondervan Corporation 1998 por John Baker

Reservados todos los derechos

ISBN 0-8297-3929-7

EL PRIMER PASO A LA LIBERTAD El Camino a la Recuperaci n Parte 1 He visto como han actuado, pero los sanar . Los guiar y les ayudar , y conso-

lar a los que lloran. Ofrezco paz a todos, a los que est n cerca y a los que est n lejos. Isaas 57:18 (DHH) De qu necesito recuperarme? Trabajo Extra Temor/Ansiedad Amargura Divorcio Inseguridad Relaciones Juego Glotonera Heridas Culpa Abuso Perfeccionismo Retrasos Gasto Excesivo Alcohol/Drogas Mentir Ira/Furia Adicciones Sexuales Hipocondra Codependencia Necesidad de control

EL PRIMER PASO PARA LA RECUPERACI N: Reconozco que __________________; admito que soy incapaz de controlar mi tendencia a hacer lo malo y que mi vida es inmanejable. No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco. Ahora bien, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo en que la ley es buena; pero, en ese caso, ya no soy yo quien lo lleva a cabo sino el pecado que habita en m. Romanos 7:15-17 (NVI)

I. LA CAUSA DE MI PROBLEMA: __________________________. C mo jugamos a ser Dios: Negando nuestros razones egostas. Nuestra imagen Otras personas Nuestros problemas Nuestro dolor y tratando de todo por

II. LAS CONSECUENCIAS ____________________. (Ad n) Tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escond. G nesis 3:10 (NVI) ____________________. As que descubro esta ley: que cuando quiero hacer el bien, me acompa a el mal ... pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo. Romanos 7:21,23 (NVI) ________________________. Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano, porque da y noche tu mano pesaba sobre m. Pero te confes mi pecado, y no te ocult mi maldad. Me dije: Voy a confesar mis transgresiones al Se or, y t perdonaste mi maldad y mi pecado. Salmos 32:4-5 (NVI)

________________________. Nunca tendr s xito en la vida si tratas de esconder tus pecados. Confi salos y renuncia a ellos; entonces Dios mostrar su misericordia sobre ti. Proverbios 28:13 (DHH) III. LA CURA: ________________________________. Admitir que no soy Dios significa que s que soy: Incapaz de cambiar Incapaz de controlar Incapaz de enfrentar

Dios resiste a los orgullosos, pero da gracia a los humildes. Santiago 4:6 (NVI)

GRACIA ES: ________________________________. EL PRIMER PASO A LA LIBERTAD El Camino a la Recuperaci n - Parte 1 Isaas 57:18 Un padre de familia estaba tratando de dormir su siesta un domingo por la tarde en la sala de su casa, mientras su peque o hijo lo molestaba continuamente dici ndole: Papi, estoy aburrido. Tratando de buscar la forma de entretenerlo, su padre tom de un peri dico una foto del mundo, la cort en casi cincuenta pedazos y le dijo: Hijo, este es un rompecabezas. Quiero que lo armes. Luego se acost para terminar su siesta, pensando que por lo menos dormira de una hora y media a dos. Haban pasado apenas quince minutos cuando su hijo lo despert diciendo: Papi, ya termin . Ya est armado. El padre saba que su hijo no conoca todas las posiciones de los pases y cosas como esas, por lo que era imposible que lo hubiera terminado tan pronto, as que le pregunt : C mo lo hiciste? El ni o contest : Pap , haba una foto de una persona en el reverso de la p gina de ese peri dico y cuando termin de armar esa persona el mundo qued arreglado. Hoy estamos comenzando una nueva serie a la que hemos llamado el Camino a la Recuperaci n, y esperamos que la misma obre grandemente en su persona. Es sorprenderte c mo el mundo se ve mejor cuando su persona es puesta en orden en la forma correcta. En esta serie hablaremos de c mo manejar y vencer las heridas de su vida, los h bitos que est n destruyendo su vida y los complejos que han causado dolor en ella. Heridas, h bitos y complejos. El versculo que hemos elegido como base para este paso de nuestra serie El Camino a la Recuperaci n es Isaas 57:18 (DHH), donde Dios dice: He visto como han actuado, pero los sanar . Los guiar y les ayudar , y consolar a los que lloran. Ofrezco paz a todos, a los que est n cerca y a los que est n lejos. Esta es una gran promesa de Dios. Note que hay cinco partes en la recuperaci n

que Dios desea hacer en su vida. Primero, si usted ha sido herido, Dios dice: Quiero sanarte. Si est confundido: Quiero guiarte. Si alguna vez se ha sentido sin ayuda para cambiar algo: Deseo ayudarte a cambiar eso. Si alguna vez ha sentido que nadie entiende su problema: Quiero consolarte. Si se siente ansioso, preocupado y temeroso: Quiero ofrecerte paz.

El hecho es que la vida es dura. Vivimos en un mundo imperfecto. Somos da ados por otros, herimos a otros y nos herimos a nosotros mismos. La Biblia dice que todos hemos pecado. Eso significa que ninguno de nosotros es perfecto, todos nos hemos equivocado, todos hemos cometido errores. Nos da amos y da amos a otros. Esta serie es para todos. Todos necesitamos recuperaci n, a menos que alguien haya vivido una vida perfecta. Pero si no ha sido as, si no ha vivido una vida perfecta, si ha sido herido, si ha tenido un complejo o h bito del que le gustara deshacerse, necesita recuperaci n. DE QU NECESITA RECUPERARSE? La buena noticia es que sin importar el problema del cual necesite recuperarse, ya sea emocional, financiero, relacional, espiritual, sexual o de otro tipo, los pasos para recuperarse son siempre los mismos. Estos no varan. Los principios para la recuperaci n se encuentran en la Biblia. Esta es el manual original para la recuperaci n. En 1935 un par de muchachos formularon, basados en las Escrituras, los que hoy se conocen como los doce pasos cl sicos de los Alcoh licos An nimos, una gua que tambi n usan cientos de otros grupos de recuperaci n. En los Estados Unidos, veinte millones de personas est n en un grupo de recuperaci n cada semana y hay quinientos mil diferentes grupos de recuperaci n. La base de todos ellos es la Palabra de Dios.

He resumido estos principios en torno a la palabra R.E.C.U.P.E.R.A. Estudiaremos una letra cada semana y miraremos los ocho pasos resumidos en el camino a la recuperaci n. EL PRIMER PASO: La R en RECUPERA significa RECONOCER. Reconozco que no soy Dios. Admito que soy incapaz de controlar mi tendencia a hacer lo malo y que mi vida es inmanejable. Se queda despierto hasta tarde cuando sabe que necesita dormir? Come o bebe m s caloras de las que su cuerpo necesita? Siente que debe hacer ejercicios pero no los hace? Conoce lo que es correcto pero no lo hace? Sabe que algo est malo pero de todas formas lo hace? Se ha dado cuenta alguna vez de que no debe ser egosta pero de todas maneras lo es? Ha intentado alguna vez controlar a alguien o algo y se ha dado cuenta de que usted mismo era incontrolable? Si su respuesta es s a cualquiera de estas preguntas, bienvenido a la raza humana. Todos necesitamos recuperaci n. I. LA CAUSA DE MI PROBLEMA: MI NATURALEZA PECAMINOSA La Biblia tiene una forma de expresar esto. En ella se le llama a esta tendencia nuestra naturaleza pecaminosa. La naturaleza de pecado nos lleva tanto a usted como a m a toda clase de problemas. Hago cosas que no son buenas para m, las hago aun cuando son auto destructivas. Sin embargo, no hago las cosas que son buenas para m. Respondo de la manera incorrecta cuando soy herido y con esto solo consigo aumentar el da o, en lugar de disminuirlo. Reacciono de la manera incorrecta con las personas. Las trato de la manera equivocada y luego, cuando me doy cuenta de que esa actitud no va a funcionar, esto me afecta a m. Intento resolver problemas y a menudo, cuando creo que los he arreglado, compruebo que se vuelven peor de lo que estaban antes. Proverbios 14:12 (NVI) dice: Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte. Usted siempre va a tener esa naturaleza pecaminosa, ese deseo de hacer lo malo. Este permanecer siempre con usted hasta que llegue al cielo. Y aun cuando sea cris-

tiano, todava tendr deseos que lo empujen hacia el mal. Pablo entendi esto. En Romanos 7:15 l dijo: No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco. Le suenan familiares estas palabras? Termino haciendo lo que no quiero hacer y termino no haciendo lo que quiero hacer. El primer paso para la recuperaci n es que usted entienda la causa de este problema. Por qu sucede esto en mi vida? Primero, necesita entender la causa del problema, luego las consecuencias y m s tarde la cura para el mismo. Cu l es la causa de mi problema? La causa de todos sus problemas es esta: Quiero ser Dios. Le gustara decidir lo que es bueno y lo que es malo? Usted dice: No quiero que nadie me diga lo que es bueno y lo que es malo; quiero decidirlo por m mismo. Quiero hacer lo que quiera, quiero hacer mis propias reglas. Quiero ser el centro del universo. Quiero ser mi propio jefe, vivir a mi manera, si me siento bien haciendo algo, pues, adelante. No quiero que nadie me diga qu hacer con mi vida. Eso se llama jugar a ser Dios. Lo que en realidad est diciendo es: Quiero controlar. Y mientras m s inseguro sea usted, m s empe ado estar en controlar. Mientas m s inseguro sea, m s desea controlarse a s mismo, controlar a otras personas, controlar su ambiente. A eso se le llama querer jugar a ser Dios. Este es el problema m s antiguo del hombre. Aun Ad n y Eva lo tuvieron. Dios los puso en el paraso y ellos trataron de controlarlo. Dios dijo: Pueden hacer todo lo que quieran en todo este paraso excepto una sola cosa: No coman de este rbol. Y qu hicieron ellos? Fueron directamente hacia ese rbol, que era lo nico en el Paraso a lo que Dios le haba puesto lmites. Satan s dijo: Coman esta manzana (o lo que haya sido) y sean dioses. Ese ha sido el problema desde el principio. Querer ser Dios. Querer tomar las decisiones uno mismo. Querer vivir nuestra propia vida. Queremos estar en control. C mo jugamos a ser Dios? Negando nuestra humanidad y tratando de controlar todo por razones egostas. Queremos estar en el centro de nuestro universo. El control es el asunto real. Queremos estar en control y tratamos de controlarnos a nosotros mismos, a otras personas, a todo lo que est a nuestro alrededor.

C MO JUGAMOS A SER DIOS? Tratamos de controlar nuestra imagen. Deseamos controlar lo que otros piensan de nosotros. No queremos que otras personas conozcan realmente c mo somos. Jugamos, usamos m scaras, pretendemos ser otros, somos falsos, queremos que la gente vea ciertos aspectos nuestros y escondemos lo que no queremos mostrar, y nega- mos nuestras debilidades y nuestros sentimientos. (No estoy molesto, no estoy dis- gustado, no estoy preocupado, no estoy asustado.) No queremos que las personas vean nuestro verdadero yo. Por qu tengo miedo de decirle quien soy? Ese es el ttulo de un libro. La respuesta es: Si le digo quien soy realmente y no le gusta, eso es malo para m, porque soy todo lo que tengo. Es por esto que tratamos de esconder y controlar nuestra imagen. Tratamos de controlar a otras personas. Los padres tratan de controlar a sus hijos; los hijos tratan de controlar a sus padres. Las esposas tratan de controlar a sus esposos; los esposos tratan de controlar a sus esposas. Las personas tratan de controlar a otras personas. Hay reglamentos en su lugar de trabajo. Los pases tratan de controlar a otros pases. Usamos muchas estrategias para manipularnos unos a otros. Usamos la culpa para controlar, usamos el temor, usamos la alabanza. Algunos de ustedes usan el l tigo del silencio, del enojo y e la ira para controlar. Tratamos de controlar a las personas. Tratamos de controlar los problemas, nuestros problemas. Somos buenos para esto. Usamos frases como: Lo puedo manejar, realmente no es un problema. Eso es tratar de jugar a ser Dios. Puedo manejarlo, estoy bien. Realmente estoy bien. Queremos estar en control: no necesitamos ayuda y realmente no necesitamos consejo. Tratamos de controlar nuestros problemas: Puedo dejarlo en cualquier momento. Lo har a mi manera. Pero mientras m s trate de arreglar su problema por s mismo, peor ser . Tratamos de controlar nuestro dolor. Ha pensado alguna vez cu nto tiempo des- perdicia huyendo del dolor? Tratamos de evitarlo, negarlo, reducirlo, posponerlo y de escapar de l. Y tratamos de hacer esto de diferentes maneras. Algunas veces tratamos de evitarlo comiendo o dejando de comer. Tratamos de posponerlo bebiendo, fumando, consumiendo drogas, o involucr ndonos en una y otra relaci n. Esta relaci n es lo que verdaderamente necesitaba para sentirme completo y realizado... y entonces

iniciamos esa relaci n. Oh, me equivoqu , no era lo que pensaba... y terminamos la relaci n. Y as continuamos una relaci n tras otra. O desarrollamos alg n tipo de h bito compulsivo para tratar de controlar el dolor. O nos volvemos abusivos y nos enojamos con otras personas o nos volvemos crticos o prejuiciosos para esconder el dolor. O nos deprimimos. Hay muchas, muchas formas de tratar de controlar nuestro dolor. El dolor viene cuando nos damos cuenta, en nuestros tiempos a solas, que nos somos Dios y que no podemos controlar nada, y eso nos atemoriza. (Recuerdo que Chevy Chase sola aparecer en el programa televisivo en vivo S bado por la Noche, diciendo: Hola, soy Chevy Chase, y usted no. Y entonces solamente me imagino a Dios diciendo: Hola, soy Dios y tu no.) Ese es el primer paso hacia la recuperaci n. Usted no va a mejorar por usted mismo, recon zcalo. No lo niegue.

CU LES SON LAS CONSECUENCIAS DE JUGAR A SER DIOS? He aqu cuatro problemas que siempre aparecen cuando tratamos de jugar a ser Dios: 1. Temor. Cuando trato de controlar todo, me atemorizo. Ad n dijo: Tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escond. Nos atemoriza el que alguien descubra qui nes somos realmente, que somos falsos, farsantes, que realmente no tenemos el control, que no somos perfectos. Es por eso que no permitimos que nadie se acerque realmente a nosotros, porque descubrir n que interiormente estamos asustados. Y debido a que disfrazamos esto y pretendemos que no es real, llenamos nuestras vidas con temor, asustados de que alguien nos vaya a rechazar, de que no nos amen, o de que no les seamos simp ticos porque no saben realmente lo que somos. Solo les gusta una imagen de m. Si supieran realmente como soy, no les gustara. As que nos resentimos y nos llenamos de temor cuando tratamos de jugar a ser Dios. 2. Frustraci n. Es frustrante tratar de ser el gerente general del universo. Me gusta llevar a mis hijos a un restaurante y jugar con el juego del mazo, ese que tiene esas cosas que salen y que se golpean. En el momento en que usted golpea una, sale

otra. Es un juego frustrante para m, porque cada vez que trato de golpear una, otra se levanta; y golpeo esa y aparece otra. As es la vida. Terminamos con una compulsi n y otra sale a flote. Terminamos con un problema y otro aparece. Terminamos con una relaci n conflictiva y viene la siguiente. Es tan frustrante porque no podemos terminar al mismo tiempo con todas. Caminamos pretendiendo ser Dios: Soy poderoso, puedo manejarlo. Si somos tan poderosos, por qu simplemente no ter- minamos con todo? No podemos, y eso nos frustra. 3. Fatiga. Jugar a ser Dios cansa. Tratar de controlar todo, pretender que todo est bien, negar algo, consume mucha energa. En el Salmo 32, David dice: Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano ... Pero te confes mi pecado, y no te ocult mi maldad. La mayora de las personas tratan de esconder su dolor y huyen de l manteni ndose ocupadas. Piensan: No me gusta c mo me siento cuando me deprimo. No me gusta lo que viene a mi mente cuando pongo mi cabeza sobre mi almohada, y no me gustan esos sentimientos y lo que escucho, por lo que me mantengo ocupado. Huimos del dolor al estar constantemente en un ir y venir. Trabajamos hasta el cansancio. O nos involucramos en alg n pasatiempo o alg n deporte hasta que se vuelve algo compulsivo, y permanecemos en el campo de golf, en la cancha de tenis, o en cualquier otro lugar todo el tiempo. Incluso podemos involucrarnos en actividades religiosas, podemos tratar de esconder nuestro dolor tra- bajando de forma febril en las actividades de la iglesia. Esperamos que cuando nos acostemos y pongamos la cabeza sobre la almohada, estemos tan fatigados que dormiremos y no tendremos que escuchar nuestro dolor. Si est en un estado constante de fatiga, siempre agotado, preg ntese: De qu dolor estoy huyendo? Qu problema no quiero afrontar que me motiva y me conduce a trabajar y trabajar para estar en este estado constante de fatiga? 4. Fracaso. Cuando trata de jugar a ser Dios, la descripci n que hace Proverbios 28:13 (DHH) es una garanta de d nde terminar : Nunca tendr s xito en la vida si tratas de esconder tus pecados. Confi salos y renuncia a ellos. Entonces Dios mostrar su misericordia sobre ti. Necesitamos ser honestos y aceptar nuestras debili- dades, faltas y fracasos. En Saddleback nos hemos comprometido desde el principio a ser un lugar seguro donde la gente, gente real, pueda hablar acerca de sus problemas reales, heridas reales,

complejos reales y h bitos reales, sin temor a la crtica. Somos una familia de compa eros en la lucha. No hay ninguna persona que tenga todo bajo control. Todos somos d biles en diferentes reas y nos necesitamos unos a otros. Y nos necesitamos porque nos volvemos espejos para revelar las heridas unos a otros y ayudarnos mutua- mente. Muchas veces otros ven cosas que yo no veo y viceversa. Hemos desarrollado una atm sfera confiable. Por cierto, tenemos una reuni n los viernes por la noche lla- mada Celebremos la Recuperaci n. En ese grupo tenemos personas con toda clase de situaciones, problemas y heridas con los que han estado luchando, y en los que est n trabajando con los pasos que aqu se alamos. Para ayudarle a ser m s honesto con usted mismo y con Dios, planeo compartirle historias personales, testimonios de gente real que experimenta heridas reales en la familia de nuestra iglesia. Hemos pedido a Mary Pritchard y a Dan Denton que compartan sus experiencias. Ambas son diferentes y se refieren a problemas muy distintos, pero han contado con el mismo proceso para la recuperaci n. Mary: Soy una codependiente en recuperaci n. Soy la hija mayor de cinco hermanos y dira que tuvimos una ni ez muy normal. No hubo abuso de drogas ni de alcohol en mi familia, aunque no era perfecta. Tenamos un problema de comuni- caci n. Mi mam abusaba verbal y emocionalmente de m. Me gritaba y deca cosas que me destruyeron absolutamente y me hacan sentir sin valor. Tena mucho miedo de su enojo. Me deca a m misma: Mam , har cualquier cosa para que est s feliz y as no te enojes conmigo. As que empec a decirle a mis padres lo que pensaba que ellos deseaban escuchar. Comenc a ser lo que pensaba que ellos deseaban que yo fuera. Me volv muy pl stica. Ese fue el inicio de mi codependencia. Llev ese mismo estilo de comunicaci n a mi matrimonio y en los primeros seis meses abus verbal y emocionalmente de mi esposo. Como l no reaccionaba pens : Puedo arreglar esta situaci n. Decid que abandonara todo y no lo confrontara en nada. Eso me enferm , as que decid: Olvida esto, sigue en tus cosas, lo cual hice. Soy enfermera en la Marina y tuve la oportunidad de asistir en calidad de profesional visitante al programa de Conciencia Alcoh lica en el Hospital Naval en Long Beach. Mientras estaba all, aprendiendo acerca de la enfermedad del alcoholismo, la

cual por supuesto no tena, reconoc que en m haba algo terrible, algo terriblemente malo. El sentimiento de falta de valor me abrum . Saba que la gente se iba a dar cuenta de mi verdadero yo, y me odiaran y querran saber nada sobre m. Saba que si me quedaba all sin pedir ayuda nunca encontrara la respuesta a mi problema. As que ped quedarme como paciente y me permitieron hacerlo. Mi esposo me acompa en las sesiones de terapia que tuve all. Cuando los consejeros comenzaron a pre- guntar acerca de mi vida, les dije: Oh, todo est bien. Tengo todo bajo control. Es l quien tiene el problema. Como la negaci n de mi responsabilidad en nuestras difi- cultades era tan fuerte, tuvieron que dejarme ir. No pudieron ayudarnos. Y volv a mi vida anterior pensando: Esto es un mal sue o. Lo puse a un lado y comenc a tra- bajar arduamente otra vez. Estaba muy ocupada. Sal embarazada por segunda vez y con gemelos. Seis meses despu s de que los ni os nacieron me volv profundamente depresiva y con tendencias suicidas. Estaba trabajando a tiempo completo fuera de casa, criando tres hijos, y amamantando a los gemelos. Por supuesto, no le cont a mi esposo c mo me senta, no nos est bamos comunicando mucho. Pero tuve el buen juicio de contarle a mi pastor que estaba pensando en quitarme la vida. l dijo: Me gustara sugerirle que hable con un terapeuta. Pens que no vala la pena gastar el dinero en un terapeuta, pero finalmente fui a verlo. Me senta tan miserable y tena tanto dolor que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que pudiera ayudarme. Me pareca que no vala mucho para este mundo. As que fui y ya no pude negar la verdad de mi vida. Le cont a la terapeuta acerca de todo mi dolor y lo miserable que me senta por lo que estaba haciendo, ella reconoci esa verdad. Me am y acept , y comenz a ense arme c mo tratar efecti- vamente con mi vida y mis problemas. Estoy realmente agradecida por ella. Dios comenz a traer a otras persona a mi vida para mostrarme que ellas tampoco eran per- fectas. Estaban asistiendo a una reuni n llamada Doce Pasos donde reciban ayuda para enfrentar sus vidas. Pens : Lo intentar , porque obviamente no he podido arreglar mi vida. As que comenc a asistir a las reuniones de Doce Pasos. Conoc a otras personas que reconocan que tampoco estaban en control de sus vidas y se vean felices y gozosas. Me qued . He tenido la oportunidad de participar en Celebremos la Recuperaci n y quiero que sepan que es un lugar maravilloso. Hay gente sana aqu. Es algo seguro y espero que se una a m. Aqu todos nos estamos convirtiendo en per- sonas gozosas y libres.

Dan: Mi nombre es Dan y soy un adicto. Esta es la cara de la adicci n. Tambi n soy esposo, el mejor amigo de mi esposa, padre y padrastro. Soy un hijo y hermano amoroso. Fui a la universidad y me gradu en la escuela de leyes. Tengo mi propio negocio. Hoy lo m s importante acerca de m que usted debe conocer es que por la gracia de Dios soy un adicto recuperado. La historia que compartir con ustedes es sencilla y real. En realidad es tan simple que podr parecer aburrida. Cuando tena doce a os fum mi primer cigarro, lo hice en un b nker tras el tercer hoyo en el campo de golf El Dorado en Long Beach. Cuando estaba en s ptimo grado, asist a una actividad llamada el Da de Walter B. Hill que se celebraba en la escuela Walter B. Hill. Tres de mis amigos dijeron: Tenemos algunas cervezas. Ese da me tom mi primera cerveza. Me gust . Me hizo libre. Fue divertido. Me relaj y me hizo ser gracioso. Y le caa bien a la gente. As que comenc a emborracharme todas las semanas con los muchachos para estar alegre, en al onda y sentirme bien. Aument el consumo de martinis y luego pas a la marihuana y a las drogas m s fuertes. Hace diecis is meses, mi esposa y yo fuimos a nuestro lugar favorito a cierta hora del da donde las bebidas son m s baratas. Nos peleamos. Qu sorpresa! Cuando llega- mos a casa, me mir a los ojos y me dijo: Amas al alcohol y las drogas m s que a m. Era la verdad. Tengo que decirles que aquello era mi religi n. Dije: Soy un alcoh lico, tengo que cambiar. Mi esposa me dej y no cambi . Lo que s hice fue llamar a un amigo y salir a embriagarnos. Eso fue lo que hice. Me embriagu durante las siguientes tres semanas. Un s bado a las tres de la ma ana, el da en que mi hijo de doce a os se iba a bautizar, estaba sentado solo, desnudo, con todas las botellas de cerveza y las cajetillas de cigarros vacas a mi alrededor, abriendo un paquete de cocana para matarme. Mir a mi alrededor y me dije: Qu estoy haciendo aqu? Qu paso con mis sue os? Qui n se los rob ? En ese momento admit mi incapacidad. Haba conducido mi vida completa- mente mal. Intent orar. Sent que alguien me deca: Nadie escucha tu clamor. Estaba completamente aislado, pero algo me segua diciendo: Necesitas buscar ayuda. Corr al tel fono y llam a mi hermana, un miembro de

esta iglesia, y a su querido y dulce esposo. Pasaron el resto del da asegur ndose de que tuviera la ayuda que necesitaba, y esa ayuda la encontr y la sigo encontrando en los Doce Pasos. El viaje de los Doce Pasos comenz en derrota pero termin en victoria, porque en quince meses di los Doce Pasos y ellos me guiaron a los pies de la cruz. Cuando llegu estaba vaco. Pero l estaba esperando por m y me dijo: Bienvenido a Casa. Bienvenido a Casa. Tenemos que trabajar. Hoy mi vida es muy bendecida. Tengo mucho trabajo pero el gozo mayor que tengo es que soy miembro de la Iglesia Comunidad del Valle de Saddleback. Fui bautizado aqu por el pastor Tom y l me cuenta que funcion . Tambi n tengo el privile- gio de ser lder de un grupo peque o en Celebremos la Recuperaci n, con el que nos reunimos cada viernes por la noche. Si usted es esa persona que necesita escuchar m s de lo que estoy diciendo, venga y acomp enos. Celebraremos nuestra recuperaci n. C mo reacciona a historias como esa? He aqu dos formas en las que no debemos reaccionar: Mi problemas no es tan malo. Eso se llama negaci n. Qu tan mal tiene que llegar a estar antes de admitir que necesita ayuda? Qu tan doloroso tiene que llegar a ser ese da o, esa relaci n, ese dolor, ese problema, esa memoria antes que admita que necesita ayuda? Desdichadamente debido al comportamiento humano, a nuestra naturaleza, postergamos el proceso de cambio hasta que nuestro dolor se vuelve m s grande que el temor de cambiar. No cambiamos cuando vemos la luz. Cambiamos cuando sentimos el calor y el matrimonio comienza a destruirse o los ni os comienzas a irse por malos caminos, o cuando recibe esa llama telef nica en medio de la noche. Ah rrese ese dolor, comience pronto su recuperaci n. Un hombre dijo: A m me sucedi cuando el cido de mi dolor finalmente atraves la pared de mi negaci n. Dios nos susurra en nuestros placeres, pero nos grita en nuestro dolor. El dolor es el meg fono de Dios. Permite que eso lo mueva a buscar ayuda, a enfrentar el hecho que ha estado ignorando por diez, veinte, quiz s treinta a os. Cu l es el nivel de su dolor? Es una luz de advertencia para usted. Esc chelo. 2. Est bien, pero yo puedo resolver mis problemas; esta serie de recuperaci n es para otro,

no para m. Eso tambi n se llama negaci n. A menos que haya tenido una vida perfecta, hay algunas cosas con las que necesita tratar. Usted dice: Puedo manejar mi problema, puedo cuidar de eso. El hecho es que si usted pudiera manejarlo, lo hubiera hecho, pero usted no puede, por lo tanto no lo har . Si hubiera podido con- trolar ese problema, no sera un problema, no lo tuviera con usted hoy. Pero no puede, y no podr . Esta negaci n es tan antigua como Ad n y Eva. Ellos tenan un problema. Huyeron y se escondieron tras el arbusto. Dios los haba hecho y Dios haba hecho los arbustos y ahora se estaban escondiendo de Dios. As de il gico. Algunas veces le pregunto a las personas: Le ha contado a Dios acerca de su herida, su h bito o su complejo? Ellas contestan: Ah, no, no quisiera que supiera de eso. No puede mejorar hasta que confiese, afronte sus faltas y admita: Soy incapaz. III. LA CURA El primer paso en el camino a la recuperaci n es admitir mi incapacidad. La Biblia dice que al hacerlo encontramos fortaleza. Esta no es una idea popular en la cultura americana de autosuficiencia, la cual dice: Lev ntese por s mismo, no dependa de nadie m s, usted solo puede. Y lo convierte en una especie de Llanero Solitario. Pero admitir la incapacidad es el primer paso esencial para iniciar la recuperaci n. Reconozca que es incapaz de hacerlo por usted mismo. Necesita a otras personas y necesita a Dios. Admitir que no soy Dios significa que reconozco tres hechos importantes de la vida. La madurez viene cuando: 1. Reconozco que soy incapaz de cambiar mi pasado. Duele, todava lo recuerdo, pero todo el resentimiento del mundo no va a cambiar esa realidad. Soy incapaz de cambiar mi pasado. 2. Reconozco que soy incapaz de controlar a otras personas. Trato, me gusta manipularlos, utilizo toda clase de peque os trucos, pero no funciona. Soy respon- sable de mis acciones, no de las de otros. No puedo controlar a otras personas. 3. Reconozco que soy incapaz de hacer frente a mis h bitos, comportamientos y acciones da inas. Las buenas intenciones no son suficiente. Cuantas veces lo ha inten-

tado, ha fracasado. La fuerza de voluntad no es suficiente. Necesitamos algo m s que fuerza de voluntad. Necesitamos a Dios, porque l nos hizo para necesitarle. Santiago 4:6 (NVI) dice: Dios resiste a los orgullosos, pero da gracia a los humildes. Gracia es el poder para cambiar. Gracia es el poder que Dios nos da para hacer en nuestra vida los cambios que queremos hacer y que l desea que hagamos. Y para recuperarnos de las heridas, complejos y problemas en nuestra vida, necesitamos la gracia de Dios. C mo la obtenemos? Solamente de una forma. l se la da al humilde. Permtame preguntarle, qu aspectos de su vida necesitan cambiar? Qu herida, complejo o h bito ha estado tratando de ignorar? Para muchos este paso ser el m s difcil, reconocer que sus vidas necesitan cambios. Me alegra que sea el n mero uno, porque cuando haya dado este paso, habr vencido la mayor dificultad y admitir : Tengo un problema, tengo una necesidad, tengo una herida. Para muchos puede parecer difcil y humillante reconocer esto, decir:No soy Dios y no tengo tanto control como me gustara que todos pensaran. No tengo el control de nada. Pero si le dice eso a los dem s, no se van a sorprender, porque lo saben. Dios lo sabe, usted lo sabe, solamente necesita admitirlo. Esto significa ser honesto y afrontar un problema que ha querido ignorar por mucho tiempo. Acomp eme estas ocho sema- nas en este camino a la libertad, en el Camino a la Recuperaci n. D NDE OBTENER AYUDA CUANDO EST HERIDO El Camino a la Recuperaci n Parte 2

R.E.C.U.P.E.R.A Reconozco que no soy Dios; admito que soy incapaz de controlar mi tendencia a hacer lo malo y que mi vida es inmanejable. EL SEGUNDO PASO En forma sincera creo que Dios _____________, que le _____________, y que l tiene el para ayudarme en mi recuperaci n. En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca

a Dios tiene que creer que l existe y que recompensa a quienes lo buscan. Hebreos 11:6 (NVI)

Tres partes I. Reconocer la de Dios.

Porque desde la creaci n del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a trav s de lo que l cre . Romanos 1:20 (NVI) Dice el necio en su coraz n: No hay Dios. Salmo 14.1 (NVI)

II. Entender el

de Dios.

l es la imagen del Dios invisible, el primog nito de toda creaci n. Colosenses 1:15 (NVI) Dios todo acerca de mi situaci n. T has visto mi aflicci n y conoces las angustias de mi alma. Salmo 31:7 (NVI) T sabes lo insensato que he sido. Salmo 69:5 (NVI) Dios por mi situaci n.

Tan compasivo es el Se or con los que le temen como lo es un padre con sus hijos. l conoce nuestra condici n; sabe que somos de barro. Salmo 103:13-14 (NVI) Se me apareci el Se or y me dijo: Con amor eterno te he amado. Jeremas 31:3 (NVI) Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todava ramos pecadores, Cristo muri por nosotros. Romanos 5:8 (NVI)

Dios puede

mi vida y mi situaci n.

Pido tambi n que les sean iluminados los ojos del coraz n para que sepan ... cu n incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerci en Cristo cuando lo resucit de entre los muertos. Efesios 1:18-20 (NVI) Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. Lucas 18:27 (DHH)

III. Aceptar

de Dios para ayudarme.

Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad. Filipenses 2:13 (NVI) El espritu que Dios nos da ... nos llena con poder, amor y dominio propio. 2 Timoteo 1:7 (DHH) C mo conectarse al poder de Dios: y ___________. Cuando cruces las aguas, yo estar contigo; cuando cruces los ros, no te cubrir n sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemar s ni te abrasar n las llamas. Isaas 43:2 (NVI) D NDE OBTENER AYUDA CUANDO EST HERIDO El Camino a la Recuperaci n Parte 2 Hebreos 11:6 Puede que algunos de ustedes no se haya percatado de que cuando el lunes de esta semana llovi torrencialmente, hubo una parte del lago Forest que se desbord . Glenn vive en una de esas reas. El condado de Orange envi a un reportero a ese lugar, el cual encontr a Joann, la esposa de Glenn, sentada en el techo de su casa mientras las cosas flotaban a su alrededor. El reportero se subi al techo y pudo ver un caballo y un autom vil que flotaban. Luego de unos minutos, l vio un sombrero que flotaba tambi n. Observ ndolo mejor, se fij que el sombrero se mova en una extensi n de veinte pies alrededor de la casa en una forma que pareca un movimiento premeditado.

Despu s de observar al sombrero en ese extra o ir y venir por unas siete u ocho veces, le pregunt a Joann: Tiene usted alguna idea de lo que ocurre con ese sombrero? A lo que ella contest : Ese es Glenn, el loco de mi esposo. Dijo que hoy iba a cortar el c sped pasara lo que pasara. El problema que tenemos hoy es que muchos de nosotros todava estamos preocupados por cortar el c sped mientras la casa est flotando. Ya hemos dicho que todos necesitamos pasar por el proceso de recuperaci n porque ninguno de nosotros es perfecto. El mundo es imperfecto. Todos hemos sido da ados, todos tenemos complejos, todos tenemos h bitos que nos gustara que desaparecieran. Todos necesitamos pasar por el proceso de recuperaci n. Sin importar el problema, la herida, el complejo o el h bito, los pasos que hay que dar son los mismos. Tambi n dijimos que la raz que causa todo esto es nuestro deseo de controlar las cosas. Mientras m s inseguros somos, m s queremos controlar las cosas. Queremos controlar nuestras vidas, las vidas de los dem s, el ambiente en que otras personas viven; en una palabra, queremos ser Dios. Queremos ser el centro de nuestro universo. Pero cuando tratamos de ejercer este control, lo nico que conseguimos es terminar fatigados, frustrados y fracasados. C mo se rompe con eso? C mo puede romper con esas cosas? Necesitamos superar la negaci n. La negaci n es lo que nos impide movernos hacia delante, hacia la recuperaci n. Decimos a modo de excusa: Realmente no es un problema... Estoy bien... No hay de qu preocuparse. Puedo manejar la situaci n. Y, adem s de excusarnos, acusamos a otros: Si tan solo mi esposa (o mi esposo) fuera de otra manera, nuestro matrimonio andara bien. Jugamos al juego de la culpa. Acusamos y nos excusamos. Cuando alguien nos pregunta: C mo te va?, contestamos: En lo que cabe y dadas las circunstancias, me va bien; s, estoy bien... a lo menos por el momento todo est bien. Es como si el di logo anterior se tuviera con alguien que ha saltado de lo alto de un edificio y se encontrara a medio camino. S, dadas las circunstancias, por lo menos hasta aqu, todo va bien. Tenemos que aprender c mo tratar con la negaci n. Qu le parece el siguiente anuncio en un peri dico?: Se ha perdido un perro de tres piernas, ciego del ojo derecho, le falta la oreja izquierda, no tiene cola, fue recientemente castrado y responde al nombre de Afortunado. Una excelente manera de ilustrar la negaci n. No le parece? Nuestro ministerio de camisetas me hizo una camiseta que dice: La negaci n no

es un ro de Egipto. Cu l es el antdoto para la negaci n? Qu hace que finalmente afrontemos nuestros problemas? El antdoto de Dios para la negaci n es el dolor. Pocas veces cambiamos cuando vemos la luz; cambiamos cuando sentimos el calor. No cambiamos hasta que nuestro dolor no excede nuestro temor a cambiar. La mayora de las personas casi nunca se mueven hacia la recuperaci n hasta que son forzadas a hacerlo porque ya no hay otra opci n. Dios usa tres circunstancias para acabar con la negaci n, son cosas para llamar nuestra atenci n y forzarnos a intentar la recuperaci n en nuestras vidas: 1. Crisis. Enfermedad, estr s, p rdida de trabajo. 2. Confrontaci n. Alguien que se interesa lo suficiente para decirnos: Est s arruin ndolo todo. Alguien que nos ama lo suficiente como para confrontarnos en verdad y amor y decirnos: Est s fallando, est s a punto de perder tu familia, est s a punto de perder tu salud, est s a punto de perder tu trabajo. Alguien que nos confronta. Un antiguo refr n de Texas dice: Si alguien te dice espaldas de caballo, ign ralo. Si dos personas te dicen espaldas de caballo, mrate al espejo. Si tres personas te dicen espal- das de caballo, c mprate una montura. Si tres personas le dicen que usted es un adicto al trabajo, c mprese una montura. Si tres personas le dicen que es un alcoh lico, c mprese una montura. Si tres personas le dicen que necesita ayuda, c mprese una montura. El dolor es como una alarma. Se activa para advertirle que algo est mal en su vida. Si se activara la alarma de incendio en su casa, qu hara? Dira: Ay, qu alarma m s molesta! Que alguien la haga callar? No, usted hara algo al respecto. Pero con frecuencia en nuestras vidas, cuando sentimos que el dolor emerge, la alarma de dolor, en lugar de tratar con lo que es la fuente, tratamos de aplacar el ruido. Lo cubrimos con comida, con alcohol, con sexo, con cosas diferentes. Pero eso no sirve de nada. Dios usar esas cosas para llamar nuestra atenci n. 3. Cat strofe. Espero que Dios no tenga que usar esto en su vida. Cuando llegamos al punto m s bajo fsica, emocional, espiritual y financieramente, as como en nuestras relaciones, cuando tocamos fondo, lo que sucede a menudo es que Dios tiene que dar un paso atr s y dejarnos sentir el impacto total de nuestras malas decisiones. Quieres ser Dios? Est bien. Y l simplemente retrocede y te permite ser Dios. Es

entonces que cosechas lo que sembraste y sientes todo el impacto que causa una cat s- trofe en tu vida. Dijimos que EL PRIMER PASO EN LA RECUPERACI N ES RECONOCER QUE NO SOY DIOS; ADMITIR QUE SOY INCAPAZ DE CONTROLAR MI TENDENCIA A HACER LO MALO Y QUE MI VIDA ES INMANEJABLE. Ese es el Paso 1, el paso de la realidad. El segundo paso es lo que yo llamo el paso de la esperanza. El Paso 1 dice: Lo reconozco. Estoy sin ayuda. No soy capaz. El Paso 2 dice: Hay una buena noticia de que existe un poder al que me puedo conectar para controlar las cosas que no puedo dominar por m mismo. EN FORMA SINCERA CREO QUE DIOS EXISTE, QUE LE INTERESO, Y QUE l TIENE EL PODER PARA AYUDARME EN MI RECUPERACI N. Este segundo paso est basado en Hebreos 11:6 (NVI): En realidad, sin fe es impo- sible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que l existe y que recompensa a quienes lo buscan. El segundo paso en el camino a la recuperaci n consta de tres partes. I. RECONOCER LA EXISTENCIA DE DIOS La mayora de nosotros no tenemos problema con esto. Ya no quedan muchos ateos. El a o pasado, George Gallup hizo una encuesta que revel que el noventa y siete por ciento de los ciudadanos de Estados Unidos dicen creer en Dios; y menos del dos por ciento dicen ser ateos. Hay menos ateos hoy que los que haba hace cincuenta a os. Por qu ? Porque sabemos m s del universo hoy que hace cincuenta a os. Mientras se realizan m s descubrimientos cientficos, m s sabemos del universo y menos personas est n dispuestas a seguir creyendo que todo sucedi por accidente. Mientras m s sabemos del universo, y ahora tenemos computadoras que son capaces de comprobar las probabilidades de todas estas cosas que suceden, muy poca gente dice creer que todo es producto de la casualidad. Por cierto, hoy da se requiere de m s fe para no creer en un Creador que para creer en uno. Podra desarmar un reloj completamente, ponerlo en una bolsa de papel y agitarla, pero las probabilidades de que el producto resultante fuera exactamente como un reloj seran bastante increbles. Sin embargo, el mundo est lleno de relojes. Y si multiplica eso por un n mero astron mico... obtendr las probabilidades de que esto realmente suceda. Donde hay una creaci n, debe haber un Creador. Donde hay un efecto, debe haber una causa. Donde hay un dise o, debe haber un dise ador.

Vio la portada de la revista Time hace un par de meses? Haba una frase que deca: La ciencia descubre a Dios. En esta era donde sabemos m s y m s acerca del universo, donde tenemos mayor habilidad num rica por medio de las computadoras para comprobar las oportunidades al azar, muy poca gente est dispuesta a creer que todo ha sido simplemente un accidente. Mientras m s conocemos del universo, m s convencidos estamos de que hay un Creador. Reconoce su existencia. Romanos 1:20 (NVI) dice: Porque desde la creaci n del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a trav s de lo que l cre . Y el Salmo 19 (NVI) expresa: Los cielos cuentan la gloria de Dios. Por cierto, la Biblia dice que es una necedad no creer en Dios. Es irracional. Es il gico no creer en Dios. Si tiene problemas con eso tenemos un ministerio en nuestra iglesia llamado Bases fuertes para creer, el cual, desde un punto de vista intelectual, estudia los argumentos de la existencia de Dios. El punto es que Dios cambia vidas hoy en da. Dios existe. El asunto real para la mayora no es: Hay un Dios? Eso es algo que la mayora cree. El asunto verdadero es: Qu clase de Dios es? C mo es en realidad? Es esto importante? El problema es que tenemos algunas ideas bastante extra as de c mo es Dios. Hace poco le sobre dos muchachos delincuentes de una escuela cat lica que se haban estado portando mal, por lo que los llevaron a la oficina del director. El director saba que lo que ellos realmente necesitaban era a Dios en sus vidas as que trajo al pri- mer muchacho a la oficina, lo hizo sentarse y le dijo: Quiero hacerte una pregunta, hijo. D nde est Dios? El muchacho se asust . No supo c mo responder. Simplemente se qued all, sentado. El director volvi a preguntarle, por tres o cuatro veces. D nde est Dios? Quiero que pienses en esa pregunta. Y lo mand de regreso. El segundo muchacho, que estaba por entrar, le pregunto al que sala: Qu pas ? Este le respondi : No lo s , pero parece que se les ha perdido Dios y est n tratando de echarnos la culpa a nosotros. Tenemos algunas ideas extra as con respeto a Dios. Lamentablemente, muchos comparan a Dios con un padre de familia. Como su pap o mam . Esto es tr gico. Porque si su padre era una persona fra e indiferente que no expresaba cari o, la tendencia ser pensar que Dios, su Padre, es tambi n fro, indiferente y falto de cari o. Si su padre le infunda miedo, usted estar inclinado a pensar:A Dios hay que tenerle miedo. Si su padre fue abusivo, pensar que Dios es

igual. Si su padre no era amoroso, trasladar esta cualidad a Dios. En lugar de Dios hacerlo a su imagen, usted hace a Dios a la imagen suya. De vez en cuando se oye decir: Mi idea de Dios es... Con qu autoridad se dice eso? Piensa que porque tiene cierta idea de Dios l tiene que ser as? Por supuesto que no. Siempre he pensado en Dios como... Qu tal! Probablemente est equivocado. Francamente, no me interesa c mo cree usted que es Dios. No me interesa c mo lo concibo yo mismo. Lo que deseo saber es: C mo es l en realidad? II. ENTENDER EL CAR CTER DE DIOS El segundo paso en este proceso de recuperaci n no solamente es reconocer la existencia de Dios, sino tambi n entender su car cter. C mo es l realmente? Hasta que en verdad no sepa c mo es Dios, no puedo confiar en l. Verdad que tiene sen- tido? No voy a confiar en algo o en alguien que no conozco. Afortunadamente Dios desea que sepamos c mo es l. Vino a la tierra hace unos dos mil a os y vino en forma de ser humano. Vino como Jesucristo. Y dijo: Como soy yo, as es Dios. l s sabe c mo es Dios. Es por eso que celebramos la Navidad y la Semana Santa. Fjese en este versculo. Colosenses 1:15 dice: l [Cristo] es la imagen del Dios invisible. Si usted desea saber c mo es Dios, solamente mire a Jes s, porque l es la expresi n visible del Dios invisible. Si est leyendo acerca de Jes s y estudiando su vida, aprender mucho de Dios. Especficamente hay tres cosas que aprendemos sobre Dios por medio de Jes s, que nos ayudan a vencer nuestros h bitos, heridas y complejos: 1. Dios conoce todo acerca de mi situaci n. Yo s que Dios sabe todo con respecto a mi situaci n, porque l conoce mis h bitos, mis heridas y complejos. l conoce lo bueno y lo malo. Algunos posiblemente han tenido muchos momentos difciles o una vida muy dura. Mire lo que dice la Biblia en el Salmo 56:8 (DHH): T llevas la cuenta de mis huidas; t recoges cada una de mis l grimas. No es eso increble? La Biblia dice que Dios lo conoce personalmente y de cerca. l ha visto sus l grimas. Nadie sabe el infierno por el que estoy pasando en mi matrimonio. Est equivocado, Dios lo sabe. Nadie sabe c mo estoy luchando por romper con este h bito, pero no lo puedo sacar de mi mente. Dios s lo sabe. Nadie sabe la depresi n y el temor por el que estoy atravesando. Dios s lo sabe. Y l ha visto sus l grimas. Las conoce todas.

Nada escapa de su conocimiento. El Salmo 31 (NVI) dice: T has visto mi aflicci n y conoces las angustias de mi alma. Dios est al tanto de sus necesidades y la Biblia dice que l sabe lo que usted necesita incluso antes de que se lo pida. l ve la crisis en su alma en este mismo momento. En el Salmo 69 leemos: T sabes lo insensato que he sido. A veces deseamos olvidar esta parte. No queremos que Dios sepa todas las locuras que hacemos. El hecho es que no hay nada que est fuera de la vista de Dios. Usted siempre tiene una audiencia veinticuatro horas al da. l conoce sus das buenos, sus das malos, las bromas pesadas que ha hecho, las malas decisiones que ha tomado y, sorprendentemente, todava le ama. El hecho es que Dios no se sorprende por su pecado. Si usted hace algo mal, Dios no dice: Ay, no, c mo se me escap eso? l saba que pasara, mucho antes de que lo hiciera. l incluso sabe por qu lo hizo, qu fue lo que lo motiv a hacerlo, incluso si usted mismo ignora la motivaci n. l no se sorprende, no se altera, no se decepciona. l sabe qui n es usted. 2. Dios se interesa por mi situaci n. El Salmo 103 dice: Tan compasivo es el Se or con los que le temen como lo es un padre con sus hijos. l conoce nuestra condici n; sabe que somos de barro. Dios sabe que somos hechos de mol culas, que somos fr - giles, que no somos superhombres. l es tierno y compasivo. Esa es la clase de Dios a la que usted sirve. Un Dios que lo conoce, que desea ser el Padre que muchos nunca tuvieron. Tierno y compasivo. Dios dice: Con amor eterno te he amado. C mo puede ser eso? C mo puede Dios amarme y su amor nunca acabar? l me ama en los das buenos, en los malos, cuando le sirvo y cuando no lo hago, cuando hago lo correcto y cuando me equivoco. C mo es que me sigue amando? Porque su amor es incondicional. No est basado en su comportamiento. Est basado en el car cter de Dios. La Biblia dice que Dios es amor. Y l dice: Con amor eterno te he amado. l no solamente conoce su situaci n sino que se preocupa por ella. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todava ramos pecadores, Cristo muri por nosotros. Romanos 5:8 (NVI) Muchas de aquellas personas que han estado trabajando los Doce Pasos saben que el Paso 2 es el del Poder Supremo. Me gustara presentarles hoy a su Poder Supremo. Su nombre es Jesucristo. l es ese poder al que se puede conectar, porque conoce su situaci n y se preocupa por usted. Y lo mejor de todo es que l tiene el poder para cambiar dicha situaci n.

3. Dios puede cambiar mi vida y mi situaci n. Estas son buenas noticias. Dios puede cambiar mi vida y mi situaci n. A veces cambia mi vida, a veces cambia mi situaci n. Otras veces cambia las dos. Pero est esperando por usted para hacer esto. Y l tiene el poder. Note que Pablo dice: Pido tambi n que les sean iluminados los ojos del coraz n para que sepan ... cu n incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que cree- mos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerci en Cristo cuando lo resucit de entre los muertos. Se ha encontrado alguna vez paralizado por falta de resoluci n? S que necesito hacer esto pero simplemente no puedo comenzar! Siente algunas veces que simplemente no puede lograrlo? l le dice: Tengo el poder. Si Dios puede levantar a Jesucristo de los muertos, puede restaurar una relaci n rota. Puede levantar a una persona que est mal de salud. Puede hacerle libre de una adicci n. Puede ayudarle a cerrar la puerta al pasado para que esos recuerdos dejen de perseguirle, pero solo confa en l. Lucas 18:27 (DHH) dice: Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. La Biblia dice que no hay nada difcil para Dios. Quiz s usted diga: No entiende mi situaci n. He intentado cambiar, pero no puedo. Nada es imposible con Dios. Y esa situaci n que parece sin esperanza, no lo es. Por cierto, en la iglesia Saddleback podemos darle cientos de ejemplos de personas que estuvieron en situa- ciones imposibles hace seis mes, un a o, un a o y medio, y Dios las cambi por com- pleto. Hay personas que si las hubiera conocido, pudiera haber pensado que ni en un mill n de a os cambiaran, pero s cambiaron. Por el poder de Dios. He aqu el testimonio de un par de miembros de nuestra iglesia, Dana y Bret, en el que cuentan c mo el poder de Dios les ayud en su segundo paso. Dana: Soy una creyente que lucha con la adicci n. Soy lder en el grupo de mujeres f rmaco dependientes del programa Celebremos la Recuperaci n. Nos reunimos los viernes por la noche. Nunca so que estara haciendo el trabajo de Dios de esta forma o que estara parada aqu frente a todos ustedes. Pero eso es lo que sucede cuando abandonamos el asiento del conductor y permitimos que Dios maneje nuestras vidas. Creo que he sido adicta toda mi vida. Cuando era joven, mi adicci n solamente sala a la superficie en tiempos muy duros. Me pareca tener un ngel bueno en uno de mis hombros y un ngel malo en el otro, y adivinen qui n ganaba. En mi vida haba tambi n muchos momentos normales. Era una buena estudian-

te, nadadora, corredora, pero poda ser influenciada f cilmente por mis compa eros. Comenc a fumar en la secundaria y cuando estaba en el bachillerato fumaba marihuana, beba alcohol y todava mantena un promedio de notas de 3.75. Mi alcoholismo aument al llegar al final de la escuela y luego de graduarme. Tuve un perodo de siete a os en los cuales no inger alcohol. Cuando digo que soy una adicta, quiero decir que puedo ser adicta a cualquier cosa que pueda hacerme sentir mejor y llenar el vaco en mi vida. Por ejemplo, en esos siete a os de abstinencia acostumbraba coser. Sala a comprar un modelo y regresaba a casa con diez. Otro ejemplo, el ejercicio. Haca ejercicios durante cinco o seis das a la semana, tres horas al da. Pensaba que era normal medir 1.73 y ser talla tres. Un da nada de eso pareci ayudarme m s. Volv al alcohol. Y del alcohol, pas a la cocana. La cocana me ayu- daba a adormecer el dolor. Mi matrimonio se desmoron y perd a mis hijos en una batalla legal bastante sucia. Usted pensar que luego de todo eso me dara por vencida. Lo intent , pero sencillamente no pude hacerlo. Pens que estaba en control pero estaba en un crculo vicioso. Usaba drogas porque me senta culpable por la p rdida de mis hijos y porque el dolor era realmente insoportable. Luego intentaba dejarla porque me senta culpable de usarlas. Tena un problema de culpa. Esto continu por nueve a os. Finalmente me di cuenta de que no podra hacer nada por m misma. Anteriormente han conocido el testimonio de mi esposo Dan. Fue a trav s de una reuni n de Doce Pasos a la que asist con l que instant neamente me identifiqu con la persona de quien estaba hablando. Recuerdo que pens : Esa soy yo. Est hablando de m. Finalmente, admit que era una adicta y recuerdo haber sentido c mo aquel gran peso fue quitado de mis hombros. Ya no tena que jugar a ser Dios. Ahora espero que Dios me ayude a manejar mi vida cuando humildemente se lo pido y s que l quitar todo lo malo y todo el dolor en mi vida si tan solo se lo permito. Mi recuperaci n me ha llevado a ser un miembro aqu en Saddleback. Me bautic . Tambi n asisto a las clases 201 sobre Madurez Espiritual, a la 301 sobre Ministerio, y soy lder de un grupo peque o en el programa Celebremos la Recuperaci n donde cada viernes por la noche nos reunimos y celebramos el hecho de que no tenemos que vivir bajo el poder de nuestra adicci n. Nos encantara que nos acompa ara. Bret: Mi nombre es Bret y soy un hijo adulto de un alcoh lico. Fui concebido luego de veinti n a os de matrimonio. Despu s de nueve meses nac y mis padres me dieron el ttulo de Hijo milagroso, algo con lo que me fue difcil vivir

cuando era ni o. Tena que encontrar la forma de hacer que ese ttulo se correspondiera con mi vida. Tuve que aceptarlo. Saba que en deportes no tendra la oportunidad de lograrlo, as que lo intent acad mica y profesionalmente. Sin embargo, tuve que revestir mi coraz n de una coraza porque dola mucho interiormente. Saba que estas metas se- ran imposibles de lograr pero tena que intentarlo. Como el trencito que dice: Creo que puedo, creo que puedo..., mi tren deca: Tienes, debes, no hay opci n. En la universidad acostumbr bamos comprar pollo y llevarlo a nuestro cuarto, y era tan duro de coraz n que cuando mis compa eros venan a pedirme un pedazo, les deca que la carne blanca costaba cincuenta centavos extra. Era realmente insensible. Obtuve buenas notas en la secundaria. Fui muy buen estudiante en la universidad. A los 27 a os era el director de mercadeo internacional de una f brica de alimento. A los 31 era el vicepresidente de una divisi n millonaria de una corporaci n multimillonaria. Pero lo que estaba mal era que en mi interior me encontraba solo. Luego de las reuniones y las fiestas corra a mi cuarto, ordenaba servicio a la habitaci n y me esconda. No quera tener intimidad con nadie. Me quera mantener a distancia de las personas. No quera acercarme a nadie. Decid arriesgarme y me cas con Cindy, mi maravillosa esposa. Ella tena una hija llamada Elizabeth, as que me convert en su padrastro. Pronto hubo cosas que empezaron a salir a la superficie de mi vida y solo entonces me di cuenta de que existan. Un da, Liz trajo a casa de la escuela una tarjeta de reporte con notas m s bajas de lo que yo esperaba. En lugar de ser comprensivo con ella, lo que habra hecho una persona centrada en Cristo, estall en ira y fui bastante grosero con ella. Cindy me dijo que mi idea de lo normal no era necesariamente lo que era normal. Me dijo que yo era un perfeccionista, lo cual negu al tiempo que deca: Iremos a un terapeuta porque estoy seguro que estar de acuerdo con mi perspectiva de esto. No es necesario decir que fue un aprendizaje para m. Experiment los sentimientos que tema experimentar. Fue bastante doloroso. Asist a los grupos de Doce Pasos, le libros, pero haca falta algo m s. Las piezas estaban ah pero estaban revueltas. Era la referencia gen rica al Poder Supremo. Comenc a venir a esta iglesia, desa- rroll una relaci n con nuestro Se or Jesucristo y l abri mi duro coraz n y lo sua- viz . Haba estado solo y no supe c mo divertirme, c mo jugar. Las personas decan: C mo te sientes acerca de esto? Yo no saba lo que era sentir. Saba c mo manejar la situaci n. Saba c mo terminar el proyecto, pero no saba c mo sentir. As que si alguno de ustedes tiene ese sentimiento de vaco en su coraz n, les

tene- mos buenas noticias. Contamos con Celebremos la Recuperaci n, el cual funciona ver- daderamente bien. Soy lder del grupo conocido como Hijos adultos de adicciones, que trabaja con gente cuyos padres fueron alcoh licos, drogadictos, adictos al trabajo, perfeccionistas, o personas con expectativas irreales de la vida. He aqu el punto. Entre m s posponga su dolor, m s lejos est su recuperaci n. Entre m s lo niegue y diga: No hay problema, no es gran cosa, puedo manejarlo, menos das tiene en esta tierra para ser lo que Dios quiere que sea. Algunas personas, cuando experimentan dolor intenso por alg n problema, se estancan en el pasado en lugar de tratar con el problema de ese momento. Enfocan toda su vida en el pasado. Se adentran a lo que yo llamo Par lisis del an lisis, siempre diciendo lo que antes iba mal en sus vidas. Eso es como manejar un carro mirando todo el tiempo el espejo retrovisor. Un espejo retrovisor es de ayuda, porque le da perspectiva, y mirar su pasado le da una perspectiva, pero si solamente mira a su pasado no llega al presente. Puede imaginarse manejando un carro donde el espejo retrovisor fuera m s grande que el parabrisas? Muchas personas son as. Se mantienen en el pasado y no pueden vivir en el presente. Cualquier cosa en la que se enfocan tiende a repetirse. Si solamente vive en el pasado, tiende a repetir cosas del pasado. Esta serie de recuperaci n trata del crecimiento espiritual. Crecimiento espiritual es el proceso de expandir ese parabrisas y encoger el espejo retrovisor. As se puede seguir con el presente. C mo se hace eso? Usted reconoce que Dios existe. Se da cuenta de c mo es l; de que se interesa, le entiende, le ama y desea ayudarle. III. ACEPTAR LA OFERTA DE DIOS PARA AYUDARME Creer solamente en Dios no es suficiente. La mayora de nosotros creemos en Dios. Pero eso no quita la herida. Tenemos que conectarnos al poder y eso es m s que creer. Aqu est lo que Dios tiene para ofrecer. Filipenses 2:13 dice: Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad. Dios le dice: Tu propia fuerza de voluntad no es suficiente. Las buenas intenciones no son suficientes. Lo que necesitas es mi voluntad y mi poder para ayudarte a cambiar. Yo te dar la fuerza de voluntad que necesitas. Pero usted dice: Yo ni siquiera s si quiero cambiar. Estoy muerto de miedo ante la posibilidad del cambio. Probablemente lo est hasta que el dolor exceda su temor al cambio. Pero usted le dice: Dios, dame la voluntad de querer cambiar. Y si usted se lo

pide con sinceri- dad, entonces l le dar la voluntad y el poder que necesita. Qu sucede cuando pongo mi vida ante el poder de Dios y le pido que ponga el Espritu de Jesucristo en mi vida? Qu hace l? Me lleva eso a cierta clase de fanatismo? La Biblia nos dice exactamente lo que sucede cuando invitamos al Espritu de Dios a nuestras vidas. El Espritu que Dios da nos llena con su poder, amor y dominio propio. Eso es lo que quiero en mi vida. Primero, quiero poder. Poder para romper h bitos que no puedo romper. Poder para hacer las cosas que s que son correctas pero que no puedo hacerlas por m mismo. Poder para ser libre del pasado y dejar que esos recuerdos se vayan. Poder para empezar a vivir la clase de vida que Dios desea que viva. Despu s, quiero amor. Verdadero amor. Quiero ser capaz de amar a las personas y que estas me amen, de sanar las heridas para no construir esas paredes y tener un acercamiento falso con las personas, sino un acercamiento genuino ya que no tengo miedo de amar verdaderamente y no tengo temor de ser verdaderamente amado. Esa es la clase de poder y amor que Dios da. Y tambi n nos da dominio propio. Obviamente, quiero eso. Usted quiere eso. Usted no est en verdadero control hasta que Cristo est en control y domine las circunstancias de su vida. Entonces entender lo que significa tener todo bajo control por primera vez en su vida porque no estar tratando de detenerse por usted mismo. Poder, amor y dominio propio. Hay un principio en el universo. Esto debe sonar muy simple, pero es algo muy profundo. He aprendido que las cosas funcionan mejor cuando est n conectadas. Las tostadoras, licuadoras, televisores, radios, todas las cosas, funcionan mejor cuando est n conectadas. Y Dios quiere que usted y yo estemos conectados a l. C mo me conecto al poder de Dios? Muy simple. Crea y reciba. Primero, crea que Dios existe, crea que l le conoce y se interesa por usted, que tiene el poder de ayudarle y luego recbalo en su vida. Jesucristo, pon tu Espritu en m. El segundo paso de la recuperaci n involucra una palabra de cinco letras. Quiero desafiarle a usar esta palabra hoy. Se requiere de mucho valor para usar la palabra AYUDA. Necesito ayuda. Dios, necesito tu ayuda en mi vida. El Camino a la Recuperaci n no es f cil. Significa afrontar algunos problemas que hasta ahora hemos preferido ignorar. Significa correr riesgos. Significa ser honesto, confiar en Dios. Pero cuando damos este segundo paso, de repente nos

damos cuenta de que nuestra recuperaci n ya no es simplemente un asunto de fuerza de voluntad. Dios dice: Yo estoy contigo. Isaas 43:2 (NVI) nos da esta tremenda promesa de Dios: Cuando cruces las aguas, yo estar contigo; cuando cruces los ros, no te cubrir n sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemar s ni te abrasar n las llamas. Dios nos dice: Yo estar contigo la pr xima semana, el pr ximo mes, el pr ximo a o mientras enfrentas esas cosas que has temido afrontar en tu vida. En qu rea de su vida se siente herido? Est atravesando aguas profundas? Siente como si esta es la ltima vez? Est pasando por fuego en este momento y la situaci n se ha tornado difcil en su vida? Cree que va a consumirse o a extinguirse? Siente que est como estancado en una rutina y que no tiene el poder de cambiar? Se siente incapaz? Hay un poder al que se puede conectar. Su nombre es Jesucristo. El nombre sobre todo nombre. Le invito a que hoy mismo abra su coraz n y le entregue su vida a l. D este segundo paso. ENTR GATE El Camino a la Recuperaci n Parte 3

R.E.C.U.P.E.R.A Reconozco que no soy Dios; admito que soy incapaz de controlar mi tendencia a hacer lo malo y que mi vida es inmanejable. En forma sincera creo que Dios existe, que le intereso y que l tiene el poder para ayudarme en mi recuperaci n. EL TERCER PASO Conscientemente y entregar toda mi vida y voluntad al de Cristo.

Jes s dijo: Vengan a m todos ustedes que est n cansados y agobiados, y yo les dar descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de m ... Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana. Mateo 11:28-30 (NVI) I. QU ME PUEDE IMPEDIR DAR ESTE PASO?

1. _____________________; no quiero admitir que necesito ayuda. La gente arrogante va por el camino de la ruina. Proverbios 18:12 (DHH) 2. _____________________; me da verg enza pedirle ayuda a Dios. Muchos males me han rodeado; tantos son que no puedo contarlos. Me han alcanzado mis iniquidades, y ya ni puedo ver. Son m s que los cabellos de mi cabeza, y mi coraz n desfallece. Salmo 40:12 (NVI) 3. ______________________; tengo miedo de lo que tenga que dejar. De qu sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? Marcos 8:36 (NVI) 4. _______________________; confundo la fase de decisi n con la fase de resolver el problema. Depositen en l toda ansiedad, porque l cuida de ustedes. 1 Pedro 5:7 (NVI) Estoy seguro de que Dios, que comenz a hacer su buena obra en ustedes, la ir llevando a buen fin hasta el da en que Jesucristo regrese. Filipenses 1:6 (DHH) 5. ________________________; mi fe parece muy peque a. Si tienen fe tan peque a como un grano de mostaza ... nada ser imposible. Mateo 17:20 (NVI)

II. C MO DOY ESTE PASO? 1. Acepto como mi Salvador.

Cree en el Se or Jes s; as t y tu familia ser n salvos. Hechos 16:31 (NVI) 2. Acepto como mi regla de vida.

Toda la Escritura es inspirada por Dios y til para ense ar, para reprender, para

corregir y para instruir en la justicia. 2 Timoteo 3:16 (NVI) 3. Acepto como mi estrategia.

Me agrada, Dios mo, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de m. Salmo 40:8 (NVI) 4. Acepto como mi fuerza.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13 (NVI) Jes s dice: Estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrar , y cenar con l, y l conmigo. Apocalipsis 3:20 (NVI) ENTR GATE El Camino a la Recuperaci n Parte 3 Mateo 11:28-30

Esta semana escuch una historia sobre un conductor del cami n de entregas de una tienda de mascotas. En cada sem foro al que llegaba se bajaba, sala corriendo hacia la parte posterior del cami n, agarraba un palo y comenzaba a golpear el cami n. Alguien le pregunt que qu haca. l dijo: Lo que pasa es que este es un cami n solo para dos tone- ladas de carga y estoy transportando cuatro toneladas de canarios; por eso tengo que man- tener dos toneladas de ellos en el aire todo el tiempo. Cuando escuch la historia, pens : Esta es una buena imagen de la vida. Muchas personas van por el mundo golpe ndose ellas mismas, tratando de tener todo en el aire para no irse hacia abajo. Tenemos una tendencia a estancarnos en la vida. Nos estancamos en las relaciones. Nos estancamos con h bitos. Nos estancamos en la congoja cuando perdemos a un ser querido. Nos estancamos en la ira. Nos estan- camos en nuestro trabajo, en una relaci n sexual. Y luego no podemos salir de all y caemos en un crculo. Una vez que uno se estanca comienza a sentirse culpable por haberse detenido. Y decimos: Deseara poder salir de esto pero no puedo cambiar. Entonces aparece la ira e insistimos en que deberamos poder cambiar y nos molesta- mos con nosotros mismos. Decimos: Debera ser capaz de salir de esto. Pero no sali- mos. Y luego nuestra ira se transforma en temor a que nunca vamos a poder salir de

ese problema. El miedo nos controla. Pensamos que vamos a terminar en un hospital. M s tarde nuestro temor se convierte en depresi n, comenzamos a sentirnos mal, a tenernos l stima y a resignarnos. Decimos: Me doy por vencido. No puedo cambiar. Y comienza el ciclo de nuevo y nos estancamos mucho m s. C mo romper con ese estancamiento? De eso es de lo que hemos estado hablando anteriormente. Paso 1. El paso de la realidad. Reconocemos que tenemos un problema. Paso 2. El paso de la esperanza. No solamente somos incapaces sino que Dios tiene el poder y l est dispuesto a ayudarnos. l conoce nuestros problemas y se inte- resa por ellos y por m. Sabe todo lo que sucede en mi vida. Ofrece ayudarme a cam- biar. Ese es el paso de la esperanza. Pero no es suficiente saber que Dios nos ayudar . Tenemos que hacer algo. Tenemos que tomar decisiones. Tenemos que cruzar la lnea. Paso 3. CONSCIENTEMENTE ELIJO ENTREGAR TODA MI VIDA Y VOLUNTAD AL CUIDADO Y CONTROL DE CRISTO. Este paso est basado en lo que Jes s dijo en Mateo 11:28-30. Vengan a m todos ustedes que est n cansados y agobiados, y yo les dar descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de m ... Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana. Jes s dice: Vengan a m. Es la invitaci n de Dios. Har tu vida m s f cil. Har tu carga m s liviana. Tendr s alivio. Tendr s liberaci n. Tendr s descanso. Ser s rejuvenecido. Dame el control y cuidado de tu vida y observa lo que hago. La vida ser mucho m s f cil. Menos estresante. Qu convenio! Por qu no aceptar esa oferta? Muchos han escuchado esto antes, pero nunca han actuado. Es como tener un regalo sin abrir. Dios dice: Quiero darte este regalo de descanso, alivio y recuperaci n y no has hecho nada para recibir- lo. Qu nos aleja de dar este tercer paso tan importante? Qu causa que yo pos- ponga el entregar mis problemas a Dios y retardar la entrega de mi vida al cuidado y control de Cristo? I. QU ME DETIENE A HACER ESTO? 1. El orgullo me impide reconocer que necesito ayuda. Proverbios 18:12 (DHH) dice: Tras el orgullo viene el fracaso; tras la humildad, la prosperidad. Cu ntos padres no se detendr n para pedir direcciones? Proverbios 10:8 dice: El de sabio coraz n

acata las rdenes, pero el necio y rezong n va camino al desastre. Quiz s usted crea que no est listo para dar este paso. Quiz s diga: No estoy listo para darle el control y cuidado de mi vida a Cristo. Todo lo que necesita para hacerlo es una gran dosis de dolor. Dios permitir que lo obtenga para llamar su atenci n. 2. El sentido de culpa me impide dar este paso. Quiz s se averg ence de pedirle a Dios que lo ayude. El Salmo 40:12 dice: Muchos males me han rodeado; tantos son que no puedo contarlos. Me han alcanzado mis iniquidades, y ya ni puedo ver. Son m s que los cabellos de mi cabeza, y mi coraz n desfallece. Se ha sentido as alguna vez? Me da verg enza levantar mi mirada. No quiero pedirle ayuda a Dios. Sabe usted cu ntas veces le he pedido a Dios que me ayude y he hecho promesas y las he roto? Dios, si tan solo me sacaras de esta... Me averg enza pedirle ayuda a Dios. No sabe todas las cosas malas que he hecho. No podra ir ante Dios y pedirle ayuda. Si piensa as est equivocado. Totalmente equivocado. No hay pecado que Dios no pueda perdonar. Y l desea ayudarle. No permita que el orgullo o la culpa lo detengan de dar este paso. l desea perdonar su culpa. 3. El temor por lo que tenga que dejar. Todos los que han estado en Saddleback lo suficiente conocen mi historia favorita: Un muchacho se cay de un precipicio. A medio camino se agarr de una rama. Se sostuvo por amor a la vida. Haban ciento cincuenta metros hacia abajo y ciento cincuenta metros hacia arriba. El muchacho grit : Hay ah alguien que me ayude? Y escuch la voz de Dios, Soy el Se or, confa en m, su ltate y te agarrar . El muchacho volvi a mirar hacia abajo, a mirar hacia arriba. Y dijo: Habr alguien m s all arriba que me pueda ayudar? Dios es el lti- mo recurso. Le da miedo soltarse. Algunos se est n sosteniendo de esa rama y est n diciendo: No es tan malo. No hay problema, realmente estoy bien. Sabe lo que es libertad? Libertad es decidir qui n controla nuestra vida. Cuando entregamos nuestra vida al cuidado y control de Cristo, l nos libera. Jes s dijo: Los que pecan son esclavos del pecado, pero si conoces la verdad, la verdad te har libre. Cristo dice: Yo te hago libre. Bob Dylan acostumbraba decir: Vas a tener que servirle a alguien. Puede ser a tu propio ego. La verdadera libertad es elegir qui n ser su amo. As que, a qu le teme? De qu se est sosteniendo que piensa: No puedo soltar esto para entregar mi vida a Dios? De una relaci n, una ambici n, un h bito, un estilo de vida, una posesi n. De qu sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? Hay algo que tenga m s valor que su vida? No. Cuando d este tercer paso, estar entregando todo y nunca se habr sentido tan bien. Porque l toma lo que usted le ha entregado y lo cambia, le da un nuevo signi-

ficado, un nuevo sentido, una nueva validez, y se lo devuelve en una forma completamente nueva. Si ha tenido temor de abrir su vida al cuidado y control de Cristo y de convertirse en un fan tico, en un loco, o algo as, o de tener que entregar lo que sea, no se preocupe por las cosas especficas que tenga que entregar. Si se concentra en las cosas especficas nunca tomar la gran decisi n, que es el paso a la recuperaci n. Simplemente venga a Dios y dgale: Dios, ni tan siquiera s lo que quiero entregar, pero s s que quiero que mi vida est bajo tu control, as que Dios, aqu est mi che- que en blanco. Y d a Dios un cheque en blanco. Aqu est mi vida. Permita que l cuide de lo dem s. No se preocupe por eso. 4. La preocupaci n. Quiz s sea la preocupaci n la que lo detiene de entregar su vida al cuidado y control de Cristo. Confundimos la fase de tomar la decisi n con la fase de la resoluci n de problemas. Cuando en 1963 John F. Kennedy anunci p blicamente: Vamos a poner a un hombre en la luna al final de la d cada, aquella fue la decisi n. Tena todos los problemas resueltos cuando tom esa decisi n? No. Si usted es un buen gerente sabr que nunca debe confundir tomar decisiones con resolver problemas. Si confunde estas cosas, nunca tomar la decisi n. Primero se toma la decisi n y luego se resuelven los problemas. Kennedy dijo: Vamos a ir a la luna, luego fue cosa de la NASA resolver los problemas. Cuando comenc la iglesia Saddleback hace trece a os, solamente ramos Kay y yo. No tenamos ni dinero, ni miembros, ni edificio. No conoca a nadie en este valle. Dios me haba dicho: Ve al sur de California y comienza esta iglesia. Yo no dije: Est bien, Dios, pero primero quiero un gran edificio, por lo menos una carpa, unas siete mil personas con quienes llenarla, y luego lo considerar . No. Cuando comenc solo tena un miembro, mi esposa. Y no le gust el primer mensaje. Usted toma la decisi n y luego resuelve los problemas. Si espera a que todos los sem foros se pongan en verde, nunca ir a ning n lugar. No puede resolver todos los problemas primero. En primer lugar tomo la decisi n. Entrego mi vida al cuidado y control de Cristo. Tengo dudas, preguntas, temores, preocupaciones. No s c mo va a salir todo, pero s que es el paso correcto. As que, simplemente, lo hago. En diciembre, Kay y yo decidimos mudarnos y comprar una casa. Esa fue una decisi n f cil. Pero, era todo eso lo que involucraba esa transici n? No. Luego de decidirnos a comprar una casa, tuvimos que financiar la renta de un cami n de mudanzas, cambiar de direcci n y muchas otras cosas m s. Los problemas vienen des- pu s que se toma la decisi n. Hace unos treinta a os que di este tercer paso y le dije s a Jesucristo. No entien-

do todo pero si eres verdaderamente real, ven a mi vida. Si puedes darme una mejor vida de la que estoy viviendo en este momento, hazlo. Abr mi vida al cuidado y control de Cristo. A n hoy, treinta a os despu s, todava estoy enviando mi cambio de direcci n, diciendo: No, ya no hago eso. Ese no soy yo, ese es mi viejo yo. Todava estoy haciendo cambios de direcciones. No permita que la preocupaci n le moleste y le impida tomar la decisi n. Esta es la cosa m s importante que puedo decir. La vida cristiana es una decisi n seguida de un proceso. Lo mismo ocurre con la recuperaci n. Es una decisi n seguida de un proceso. Hoy estoy hablando nicamente de la decisi n. Est bien, hag moslo, apropi monos de esto. En Saddleback, tenemos un proceso, el Proceso del Desarrollo de la Vida. Este proceso le ayuda a llegar a ser todo lo que Dios desea que sea. De lo que estamos hablando hoy es simplemente de llegar a la primera base. Durante la Segunda Guerra Mundial nuestros soldados tenan una estrategia definida que usaban cuando iban a atacar en el Pacfico, cerca de los japoneses. Utilizaban la misma estrategia en cada isla y siempre les funcion . Primero, iban a la isla que haban tomado cautiva y comenzaban a atacarla con bombas, granadas y toda clase de explosivos. A eso se le llamaba el perodo de ablandamiento. Algunos de ustedes est n en el perodo de ablandamiento en este momento. Y mientras en su vida est n ocurriendo toda clase de explosiones que est n enviando fragmentos a todas partes, usted dice: Esto no est funcionando. Luego llega a un punto donde dice: S, necesito algo m s all de m mismo. Est ablandando su orgullo. Necesito ayuda. Necesito a Dios en mi vida. Hay mucho estr s. En la segunda fase, los soldados llegaban a la isla y establecan una cabeza de playa, quiz s solamente doscientas yardas a lo largo y doscientas yardas a lo ancho. No queran m s. Solo tener una presencia en la isla. Cuando haban establecido la cabeza de playa, haban liberado la isla completamente? No. Solamente haban entrado a ella. Desde all comenzaban a pelear. Algunas veces se movan cien yardas hacia delante y algunas veces eran forzados a retroceder. Otras veces ganaban la batalla y otras veces la perdan. Pero todos saban que una vez que haban establecido una cabeza de playa en la isla, la liberaci n era inevitable. Era solo cuesti n de tiempo. Y en toda la historia de la Segunda Guerra Mundial una vez que los soldados hubieron aterrizado y establecido una cabeza de playa nunca perdieron una isla. Solamente fue cuesti n de tiempo que la isla completa fuera liberada. Cuando usted da este paso, lo que est sucediendo es que Dios ha establecido en su vida una cabeza de playa. La Biblia lo llama conversi n o nacer de nuevo. Eso quie-

re decir que Dios instala su presencia en su vida. Significa eso que todo ya es perfecto? Absolutamente no. Significa que Dios est en su vida, que ha establecido una cabeza de playa y que el resto de su vida l lo va a estar liberando poco a poco. Es un proceso. As que no se preocupe. Solamente confe en Dios. Quiz s a usted le preocupe que en esta batalla no pueda avanzar o resistir. Dios le dice: No te preocupes. No es tu trabajo el mantenerte en la batalla. Ese es mi traba- jo. Deposita toda tu ansiedad en Dios porque l tiene cuidado de ti. l dice: Tengo cuidado de ti. Te sostengo en mi mano. Cuando mis hijos estaban peque os y cruz bamos una calle muy transitada, los agarraba fuertemente de sus manos. Y mientras cruz bamos la calle ellos deseaban, como todo ni o, salir corriendo. Pero no importaba cu nto desearan salir corriendo, yo no los dejaba soltarse de mis manos. Por qu ? Porque soy un padre que ama a sus hijos. Hay momentos en su vida cuando toma decisiones: Dios, yo no creo que quiera ser un creyente en este momento. Es un poco difcil mantener mi tica y puede que me resista y quiera soltarme de tu mano. Pero una vez que se haya tomado de la mano de Dios, l tambi n habr tomado la suya y no la va a soltar. Timoteo dice: l es fiel para cuidar lo que le ha confiado hasta aquel da. Dios dice: Yo soy el que te toma. No hay por qu temer. Lo que sea que Dios me pida que haga lo puedo hacer porque l me capacita para hacerlo. Filipenses 1:6 (DHH) dice: Estoy seguro de que Dios, que comenz a hacer su buena obra en ustedes, la ir llevando a buen fin hasta el da en que Jesucristo regrese. 5. La duda. Quiero creer pero mi fe parece ser muy peque a. Usted necesita conocer la historia de un hombre en la Biblia llamado Jairo. Jairo vino en una ocasi n a Jes s y le dijo: Se or, s que puedes sanar a las personas. Mi hija necesita ser sanada. Jes s le respondi : Si tienes fe, entonces ella sanar . Jairo fue muy sincero al responderle. Le dijo: Se or, tengo muchas dudas. Quiero creer. Ay dame con mi incredulidad. Jes s le dijo: Eso es suficiente. Y san a la ni a. Quiz s usted nece- site decir como Jairo: Dios, quiero creer que me ayudar s con mi vida. Ay dame con mi incredulidad. Eso es suficiente. No tiene que tener una gran fe. La Biblia dice que si tiene una fe tan peque a como una semilla de mostaza, nada ser imposible para usted. No es el tama o de su fe lo que importa, es el tama o de en lo que la deposita, el tama o de su Dios. Puede tener una fe gigante, pero aplicarla en algo incorrecto y no obtener resultados. La fe no es el punto. El punto es en lo que la pone. Un poco de fe en un gran Dios logra grandes resultados. No permita que alguna de estas cosas le impidan dar este paso.

He aqu los testimonios de Michelle y Zane Johnson: Zane: Soy un creyente que lucha con la codependencia. Entregar mi vida al cuidado y voluntad de Dios es un concepto relativamente nuevo para m. Fue por medio de El Camino a la Recuperaci n que Dios me ha mostrado cuan verdaderamente maravillosa podra ser una relaci n con l. Y debo sustentar esta declaraci n con alg n trasfondo de lo que mi vida fue. Crec en un hogar cristiano. Iba a la iglesia los domingos y los mi rcoles. Aprend todas las reglas de ser un cristiano pero nunca acced a la idea de una entrega total de mi vida a Dios. Quera las dos cosas al mismo tiempo. Mis padres tenan que trabajar para salir adelante. Yo, siendo el menor, pasaba gran parte de mi tiempo en la guardera. Mi mam era muy autoritaria y estricta. La nica forma en que poda llamar su atenci n era no haciendo bien alg n quehacer o tarea en la casa; eso me meta en serios problemas con ella. Hasta el da de hoy, lucho de vez en cuando con la aceptaci n y la aprobaci n. A medida que creca, me iba dando cuenta de que poda hacer amigos haci ndolos rer. Para ellos, yo era muy gracioso. Con mis cumplidos, siempre estaba tratando de demostrar a los dem s que vala algo. Pero mis esfuerzos no eran suficientes. En mis relaciones trataba de moldear a la persona con la que estaba saliendo hasta que fuera la persona ideal que supliera todas mis necesidades e hiciera mi vida perfecta, y luego viviramos felices por siempre. Este intento de sanar mi dolor siempre result improductivo. Mientras creca, descubr que poda cantar. Entonces, de nuevo para llamar la atenci n, empec a cantar. Pero no fue suficiente. As que me involucr en el rodeo. Montaba tan violentamente como fuera posible. Durante dos a os mont toros y esto casi pareci apaciguar mi necesidad de atenci n. Pero ya por entonces quera el paquete completo. As que me involucr con mis amigos en bares, clubes nocturnos y todos los lugares prestigiosos que visitan tales personas. Pensaba que seguramente esto sera el arreglo perfecto. No fue sino hasta la primavera de 1991 que todo cambi en mi vida. Haba estado asistiendo a Saddleback por alg n tiempo y mi conciencia me estaba diciendo que comenzara de nuevo a involucrarme en la iglesia todos los das. Ese fue el a o en que mi vida se desmoron por completo. Una relaci n de casi tres a os de altas y bajas estaba llegando a su final. Me mud a otro estado para tratar de resucitar esa relaci n. Fue casi fatal para m. Llegu a mi

casa muy mal y al final de mis fuerzas. Entonces, y no sino hasta entonces, el Se or me tuvo exactamente en el punto preciso que necesitaba para sanarme. Un buen amigo que se compadeci de m me cont sobre el programa Celebremos la Recuperaci n en Saddleback. Decid probar para ver si esto poda ayudarme a salir de toda la miseria donde mis pensamientos me haban llevado. Por medio de este programa he aprendido a revisar mi pasado con sinceridad, y por primera vez eval o con honestidad mi parte de responsabilidad en el giro que tomaron las cosas. El programa es una herramienta que Dios utiliz para establecerme en una relaci n con l. Por primera vez en mi vida tengo una verdadera relaci n con Jesucristo. Lo que he aprendido acerca de m mismo es que siempre estuve tratando de llenar un profundo vaco en mi coraz n. Estoy consciente de los modelos destructivos que podran sabotear mi vida y doy gracias al Se or Jes s por eso. Sin l no tengo idea de cu nto tiempo m s podra haber estado perdido. Cada da, mientras el Se or me lo permita, entrego mi vida a l, espiritual, mental y fsicamente, pidi ndole que su voluntad sea hecha y no la ma. No todo es un valle de rosas, pero confiadamente puedo decir que mi vida nunca haba sido tan completa y abundante como hoy. Michelle: Soy una creyente que est luchando con la codependencia. Mientras creca, mi vida fue bastante diferente a la de Zane. Crec en un hogar no funcional que se volvi un hogar alcoh lico. Fui abandonada tanto emocional como fsicamente por uno o por ambos de mis padres. Viv con mi mam y mi padrastro a quien era imposible agradar. Intent todo para ganar su aprobaci n, ya fuera con buenas notas o siendo una buena ni a, pero nunca fui capaz de hacer lo suficiente para ganar sus halagos. Como mis padres eran alcoh licos, no estaban disponibles emocionalmente para m. As que me volqu a mis amigos y novios para obtener la aprobaci n que tanto necesitaba. Aprend a ser una agrada-personas. Me encontr a m misma siendo usada y abusada por la mayora de mis novios. Y de una forma extra a me sent c moda con eso; mereca ese tipo de trato. Con el tiempo, me involucr en las drogas para adormecer mi tristeza. Todo lo que descubr fue vaco. Estaba all tratando de llenar mi vaco con lo que pudiera encontrar, pero Dios tena un plan diferente para mi vida. Acept a Jesucristo en mi coraz n en 1990 y el primer a o recib una gran sanidad; sin embargo, todava estaban operando en m modelos destructivos antiguos. Me

senta llena de culpa y verg enza. Segua buscando relaciones con el mismo tipo de hombres. Mientras menos disponibles estaban emocionalmente m s me atraan. Luego de otra ruptura comenc a pensar que deba haber algo mal en m que causaba esta clase de trato. Dios us a mis amigos de esta iglesia para traerme a la primera reuni n de Celebremos la Recuperaci n. Luch con la idea por mucho tiempo. Pens : Estoy en control de mi vida. Tengo una carrera exitosa. Soy una mujer de los noventa y no necesito a nadie. Relacion la necesidad con la debilidad. Pero eran las necesidades que no haban sido suplidas en el pasado las que daban inicio a mi propio comportamiento destructivo. Ahora me doy cuenta de que las necesidades son el combustible para el crecimiento, el camino hacia Dios. Conceptualmente, acept la idea de que Dios necesitaba estar en control de todos los aspectos de mi vida, pero tena que aprender a estar dispuesta a soltar mi voluntad y humildemente pedirle que tomara el control. l ha tomado mi mano y est caminando conmigo a trav s de este programa. De vez en cuando soy tentada a tomar de nuevo el control. Es en ese momento cuando me detengo y recuerdo que debo dejar que l controle mi vida. Honestamente puedo decir que Zane y yo no estaramos casados hoy si no hubi ramos puesto nues- tros pasados en perspectiva y si no hubi ramos aprendido a entregar nuestra voluntad y vidas a Dios por medio de Celebremos la Recuperaci n. Algunos de ustedes quiz s digan: He intentado esto antes y no funcion . He intentado dar mi vida a Dios y simplemente no funcion . Mi opini n de esto es que usted probablemente no entendi completamente lo que todo eso implicaba. Usted estaba involucrado pero no estaba comprometido. Al igual que el kamikaze que fue a treinta y tres misiones. Estaba involucrado pero no estaba comprometido. II. C MO DOY ESTE PASO? Qu significa dar este paso? 1. Acepto al Hijo de Dios como mi Salvador. Necesito ser salvo. Necesito ayuda. Me doy cuenta de que lo necesito en mi vida. Cree en el Se or Jes s y ser s salvo. Qu significa eso? Significa comprometer tanto de mi mismo como entienda en este momento a lo que entienda que es Cristo en este momento. Es eso suficiente? Eso es suficiente.

2. Acepto la Palabra de Dios como mi regla de vida. Desde ahora en adelante tengo un manual por medio del cual voy a vivir mi vida. Graffiti: Esta vida es una prueba, es solamente una prueba. Si hubiera sido una verdadera vida hubiera recibido un manual de instrucci n para decirle qu hacer y adonde ir. Afortunadamente, tene- mos un manual de instrucci n. Es la Biblia. Dios dice: Este es tu modelo por medio del cual eval as la vida a tu alrededor. Noticia: Toda la Escritura es inspirada por Dios y til para ense ar la fe, y corregir errores y para volver a iniciar la direcci n en la vida de un hombre, entren ndolo en una buena vida. 3. Acepto la voluntad de Dios como mi estrategia, como mi meta en la vida. Dios, qu quieres que haga? La primera pregunta que siempre hago es: Se or, t me despertaste esta ma ana. Obviamente significa que tienes otro da para m, un prop sito para mi vida. Qu quieres que haga con eso? Como David dice, Me deleito en hacer tu voluntad. Busco siempre la voluntad de Dios. Dios, estoy dispuesto a hacer todo, donde sea, cuando sea. Ni tan siquiera tengo que entenderlo pero estoy viviendo mi vida en tus t rminos porque t me hiciste por una raz n. Tienes un prop sito y quiero cumplir ese prop sito para el cual me hiciste. Y la voluntad de Dios se vuelve la estrategia para mi vida, ya sea que la entienda o no. 4. Acepto el poder de Dios como mi fuerza. Filipenses 4:13 dice: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Ya no tengo que confiar m s en mi propia energa. Las cosas funcionan mejor cuando est n conectadas. Con ctese a Dios, no estar tan cansado todo el tiempo. Dios dice: Te dar mi poder para que seas todo lo que quiero que seas. Jes s dice: Estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrar , y cenar con l, y l conmigo. Lo que Jes s est diciendo es: Estoy a la puerta de tu vida, y estoy tocando y estoy diciendo que quiero entrar en tu vida. Sin embargo, l es un caballero. l no echa la puerta abajo. El Paso 3 significa abrir la puerta. La llave que abre esa puerta es la disposici n. La fuerza de voluntad es la disposici n para aceptar el poder de Dios. Usted no necesita fuerza de voluntad; usted necesita disposici n para aceptar el poder de Dios en su vida, para vivir bajo su control, bajo su sistema. Los pilotos, cuando vuelan sus aviones, siempre vuelan por las Reglas de Vuelo Instrumental (RVI) o por las Reglas de Vuelo Visual (RVV). Cada piloto est volando bas ndose en unas o en otras. Volar con Reglas de Vuelo Instrumental

significa que cuando usted est en una ruta de vuelo, debe ir a la torre de control, se somete al con- trol del sistema, pone sus instrumentos bajo el control de la torre y ese es un trato hecho. Usted es controlado por los instrumentos, y es una manera muy segura de volar. Si vuela con las Reglas de Vuelo Visual es como un taxi en el camino. Mira, ve que todo est bien, despega y vuela usando su vista. Esto est bien en tanto usted pueda verlo todo, si hay cielo despejado y no mucho tr fico. Pero un da cualquiera encontrar mal clima. Se perder en las nubes y en cierto momento tendr que levantar el micr fono y decir: Necesito cambiarme a las RVI. Y se somete a los controles de ese canal. Todas las aerolneas vuelan RVI. Todos los profesionales vuelan RVI. Pero muchos novatos vuelan RVV. La Federaci n de Aviaci n dice que muchos de estos peque os aviones que chocan no se habran accidentado si cuando se perdieron en las nubes, simplemente hubieran tomado el micr fono