La historia se basa en la matanza de los estudiantes que se manifestaban en el año 68, la protagoniza una familia de clase media en la que dos jóvenes estudiantes son parte

del movimiento estudiantil el cual fue reprimido de forma sangrienta.Su padre es un funcionario publico, su madre una ama de casa común y su abuelo ex

militar.

En la familia también aparecen dos pequeños hermanos parte de la familia.A unos días de las olimpiadas del año 68 que se celebrarían en México, el movimiento estudiantil ya tenia tal magnitud, que el actual presidente dio orden de intervención a la fuerza miliar y toman la escuela politécnica, entre otras.

Por esta razón, los estudiantes y demás asociaciones civiles inconformes por estos actos, se manifiestan en protesta lo cual es

respondido a punta de torturas, detenciones y cuanta mas violencia injustificada pudiera

provocar la fuerza publica.

Ya en la tarde del 2 de octubre, al terminar el

“meeting” en la plaza de las 3 culturas, se abre fuego en

contra de los estudiantes que se encontraban ahí; inicia una

cacería atroz en contra de estudiantes y maestros.

Los dos jóvenes universitarios (protagonistas de la historia) logran huir y dan alojo en su casa a otras 4

personas, una de ellas herida de gravedad.

Las cosas se ponen peor cuando llegada la media noche, la policía

comienza a buscar en las casas a los manifestantes.

Cuando se dan cuenta de que los estudiantes se esconden con los otros manifestantes, los interrogan y terminan en una riña, lo que desemboca en el asesinato de todos los habitantes de la casa sobreviviendo solo el niño pequeño.

Pues estamos hablando sobre una crónica de lo que se vivió en aquel

trágico 2 de octubre donde los estudiantes una vez mas fueron

reprimidos por la fuerza publica al manifestarse de forma pacifica,

donde se disfrazaba (o justificaba) de manera absurda los actos

vergonzosos y represivos de las autoridades donde solo se

mostraba en los medios falsas riñas entre estudiantes justificando con esto el uso excesivo de violencia.

Tanto el Gobierno Federal como Televisa se encargaron de satanizar a los estudiantes y argumentar que era un intento por desprestigiar al país por la justa deportiva tan importante que se acercaba.

Sin embargo, las protestas iban mas allá de una difamación, en un manifiesto pacifico donde la tolerancia se ve manchada una vez mas por la fuerza publica represora y los medios amarillistas que controlan a las masas.