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Siglo nuevo Sn 9 opinión Buenas, malas y peores Gaby Vargas L a palabra ‘grasa’, es hoy casi una grosería. Le huimos como al crimi- nal. Escuchamos hablar de tantas grasas “nuevas” tipo trans, saturadas, po- liinsaturada, monosaturada, hidrogena- da, que la mayoría de las personas estamos totalmente confundidas. ¿Cuál es buena y cuál es la mala? ¿Sabías que las grasas son muy necesa- rias en la dieta? Como en estas épocas la mayoría de nosotros nos hemos propues- to bajar de peso, decidí investigar y com- partir contigo, querido lector, querida lec- tora, para al fin comprender -con manza- nitas- un poco a cerca de ellas y facilitar el camino. Las grasas contienen elementos cru- ciales para el proceso digestivo. Además, ¿qué crees? Que no necesariamente engor- dan. Pero la cantidad que ingerimos sí. Y como el cuerpo ‘ama’ las grasas, hace to- do lo posible para tentarnos a consumir- las. Por eso es común que se nos dificulte controlar su consumo. Los alimentos que NO contienen gra- sa, requieren de mucho y un largo proce- so para transformarlos en esas células grasas que se encuentran alrededor de la cintura y cadera; los que SÍ contienen gra- sa, resbalan y solitos se acomodan. Procesar las grasas requiere de ener- gía, y tu cuerpo odia desperdiciarla. ¡Ne- cesita gastar alrededor de 20 a 25 por cien- to de ella en un alimento no graso, sólo para procesarlo! Así que tu cuerpo, de pla- no, prefiere la grasa. Es por eso que es tan difícil resistirse a una carne jugosa, al pas- tel de chocolate y al helado cremoso. Pero, ¡ojo! Como la grasa contiene el doble de ca- lorías por gramo que los carbohidratos y las proteínas, tenemos que realmente cui- dar la cantidad que consumimos. LOS CUATRO TIPOS DE GRASA Además de limitar la cantidad, fíjate en el tipo de grasa que consumes, ya que es crítica para tu salud, en especial, la del corazón. 1.- Las ‘peores’. Las grasas potencial- mente más peligrosas son las hechas con aceites vegetales que se tratan con calor y agua para engrosarlas. Así, se convier- ten en grasa hidrogenada o trans, que ad- quieren las peores características de las grasas saturadas, así que, es importante que las evites. Un día alguien descubrió que al freír las papas con este tipo de grasa, duraban más tiempo sin hacerse rancias y además el proceso era más barato. Están presen- tes en: comida chatarra, productos hor- neados y algunos cereales de caja. Revisa la etiqueta: “grasa hidrogenada” o “grasa parcialmente hidrogenada”. Evítalas. 2.- Las ‘malas’. A estas grasas se les llama saturadas y las reconoces fácilmen- te porque se solidifican a temperatura am- biente y casi siempre provienen de anima- les, tipo: mantequilla, queso, margarina y carne. Todos, altos en grasas saturadas. Hay también otros dos aceites vegetales a vigilar: Aceite de coco y aceite de palma, (tropicales) porque son muy baratos y se usan mucho en comida chatarra, en espe- cial galletas y donas. Las grasas saturadas son las principa- les responsables de engrosar las arterias, causar infartos y ataques al corazón. 3.- Las ‘buenas’. A estas grasas se les llama poliinsaturadas y están libres de colesterol. A esta categoría pertenece la mayor parte de los aceites vegetales, como el de maíz, girasol… 4.- Las ‘mejores’. Éstas son las mo- nosaturadas y se encuentran en las acei- tunas, cacahuates, almendras, aceite de oliva y de canola. Son benéficas para el corazón y reducen el colesterol. Y, por su- puesto, encabezan la lista las grasas ome- ga-3 que se encuentran en pescados co- mo el salmón, en la linaza y en aceites de canola. Espero que esta información te sir- va para facilitar tu propósito de bajar de peso. § Correo-e: genioyfi[email protected]

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Buenas, malas y peores Gaby Vargas

La palabra ‘grasa’, es hoy casi una grosería. Le huimos como al crimi-nal. Escuchamos hablar de tantas

grasas “nuevas” tipo trans, saturadas, po-liinsaturada, monosaturada, hidrogena-da, que la mayoría de las personas estamostotalmente confundidas. ¿Cuál es buena y cuál es la mala?

¿Sabías que las grasas son muy necesa-rias en la dieta? Como en estas épocas la mayoría de nosotros nos hemos propues-to bajar de peso, decidí investigar y com-partir contigo, querido lector, querida lec-tora, para al fi n comprender -con manza-nitas- un poco a cerca de ellas y facilitar el camino.

Las grasas contienen elementos cru-ciales para el proceso digestivo. Además, ¿qué crees? Que no necesariamente engor-dan. Pero la cantidad que ingerimos sí. Y como el cuerpo ‘ama’ las grasas, hace to-do lo posible para tentarnos a consumir-las. Por eso es común que se nos difi culte controlar su consumo.

Los alimentos que NO contienen gra-sa, requieren de mucho y un largo proce-so para transformarlos en esas células grasas que se encuentran alrededor de la cintura y cadera; los que SÍ contienen gra-sa, resbalan y solitos se acomodan.

Procesar las grasas requiere de ener-gía, y tu cuerpo odia desperdiciarla. ¡Ne-

cesita gastar alrededor de 20 a 25 por cien-to de ella en un alimento no graso, sólo para procesarlo! Así que tu cuerpo, de pla-no, prefi ere la grasa. Es por eso que es tan difícil resistirse a una carne jugosa, al pas-tel de chocolate y al helado cremoso. Pero, ¡ojo! Como la grasa contiene el doble de ca-lorías por gramo que los carbohidratos y las proteínas, tenemos que realmente cui-dar la cantidad que consumimos.

LOS CUATRO TIPOS DE GRASAAdemás de limitar la cantidad, fíjate en el tipo de grasa que consumes, ya que es crítica para tu salud, en especial, la del corazón.

1.- Las ‘peores’. Las grasas potencial-mente más peligrosas son las hechas con aceites vegetales que se tratan con calor y agua para engrosarlas. Así, se convier-ten en grasa hidrogenada o trans, que ad-quieren las peores características de las grasas saturadas, así que, es importante que las evites.

Un día alguien descubrió que al freír las papas con este tipo de grasa, duraban más tiempo sin hacerse rancias y además el proceso era más barato. Están presen-tes en: comida chatarra, productos hor-neados y algunos cereales de caja. Revisa la etiqueta: “grasa hidrogenada” o “grasa parcialmente hidrogenada”. Evítalas.

2.- Las ‘malas’. A estas grasas se les llama saturadas y las reconoces fácilmen-te porque se solidifi can a temperatura am-biente y casi siempre provienen de anima-les, tipo: mantequilla, queso, margarina y carne. Todos, altos en grasas saturadas. Hay también otros dos aceites vegetales a vigilar: Aceite de coco y aceite de palma, (tropicales) porque son muy baratos y se usan mucho en comida chatarra, en espe-cial galletas y donas.

Las grasas saturadas son las principa-les responsables de engrosar las arterias, causar infartos y ataques al corazón.

3.- Las ‘buenas’. A estas grasas se les llama poliinsaturadas y están libres de colesterol. A esta categoría pertenece la mayor parte de los aceites vegetales, como el de maíz, girasol…

4.- Las ‘mejores’. Éstas son las mo-nosaturadas y se encuentran en las acei-tunas, cacahuates, almendras, aceite de oliva y de canola. Son benéfi cas para el corazón y reducen el colesterol. Y, por su-puesto, encabezan la lista las grasas ome-ga-3 que se encuentran en pescados co-mo el salmón, en la linaza y en aceites de canola.

Espero que esta información te sir-va para facilitar tu propósito de bajar de peso. §Correo-e: genioyfi [email protected]