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MONUM ENTOS MONUMENT LID D Helaine Silverman Helaine Silverman muestra en este artículo las complejas impli- cancia~ ue tiene para la perspectiva arqueológica las relaciones entre las construcciones monumentales y la organización político-social. Tal temá- tica la desarrolla para el caso de la cultura Nasca y en especial el sitio mo- numental de Cahuachi.

Silverman (1985)

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  • MONUMENTOS Y MONUMENTALIDAD

    Helaine Silverman

    Helaine Silverman muestra en este artculo las complejas impli- cancia~ que tiene para la perspectiva arqueolgica las relaciones entre las construcciones monumentales y la organizacin poltico-social. Tal tem- tica la desarrolla para el caso de la cultura Nasca y , en especial, el sitio mo- numental de Cahuachi.

  • En 1944, Kroeber afirm que la cultura Nasca no posea construccio- nes monumentales (1). Llama la atencin este pl'anteamiento, pues Kroeber excav en Cahuachi en 1926. Aunque los resultados de sus excavaciones en Cahuachi y en otros sitios del ro Nazca estn todava inditos, sus notas de campo y su croquis de Cahuachi no permiten suponer que este destacado ar- quelogo no haya visto las pirmides de Cahuachi. Pero es la palabra publica- da que vale y Strong correctamente corrige a Kroeber, sealando la presencia de varias pirmides en el sitio y brevemente describe su naturaleza (Strong 1957).

    No obstante, el mismo Strong se equivoc en la descripcirn del tama- o y de los componentes del sitio. Adems de delimitar el'sitio arbitraria- mente (lo disminuy por lo menos en un 500/0), no percibi tres montculos artificiales en el corazn del sector que l trataba, las unidades 19, 3 e 1 en el sistema de nomenclatura usado por nuestro proyecto. (F ip ras , 1, 2).

    El porqu cstos arqueologos tan experimentados se equivocaron, se debe a la naturaleza de las construciones en Cahuachi. La luz del da influye mucho para ver y percibir las construcciones artificiales de Cahuachi. Uno pue- de no darse cuenta de algunas estructuras o ver demasiadas pues la erosin elica ha esculpido las colinas naturales de caliche de tal manera que parecen montculos plataformados. Nosotros proponemos que la base de la naturale- za sagrada de Cahuachi se debe al hecho que, an antes de la construccin de sus montculos, el lugar fue un sitio de huacas naturales. Lo que hicieron los arquitectos de Cahuachi fue elaborar y exagerar el aspecto truncado de los cerros en esta zona (2).

    Sin embargo, al reconocer que Cahuachi tuvo construcciones monu- mentales, uno no debe equivocarse en la otra direccibn e imputar ms com- plejidad a la cultura Nasca de lo que merece.

    (1) Se escribe Nasca con s para la cultura arqueoljgica y Nasca con z para la regin geogrfica.

    (2) Nuestro trabajo de campo en Cahuachi fue realizado bajo la Resolucin Suprema 165-84-ED, con financiamiento de la Comisin Fulbright, National Science Foun- dation, Social Science Research Council, y el Instituto de Estudios Latinoameri- canos de la Universidad de Texas en Austin. La autora agradece a estas institucio- nes mi apoyo.

  • Ya son ms de treinta aos desde que V. Gordn Childe escribi su obra influyente, "El Nacimiento de la Civilizacin", en la cual especifica que algunas innovaciones identificables en las civilizaciones del Viejo ,Mundo las distinguen de sus antepasados menos avanzados. En la consideracin de estos factores que las distinguen, las construcciones monumentales son includas como una caracterstica de civilizacin. Para Childe, estas estructuras reflejan un cambio en la escala de la sociedad y tambin en la organizacin social.

    No fue Childe ni el primero ni el ltimo en notar una coincidencia entre obras pblicas grandes y civilizaciones o formaciones estatales. La rela- cin entre los dos fenmenos qued como foco de inters para los arquelo- gos a travs de las siguientes tres dcadas. Efectivamente, la aparicin de cons- trucciones monumentales en el testimonio arqueolgico es frecuentemente tomada como un criterio con el cual se define el surgimiento de las socieda- des complejas y estratificadas. En algunos casos se ha sostenido que la cons- truccin de estas obras de trabajo o mano de obra masiva causa la aparicin de la estructura social jerrquica mediante las necesidades organizacionales que su realizacin pone sobre la sociedad.

    El problema de la relacin de las construcciones monumentales con respecto a la organizacin poltico-social, ha causado numerosos debates aca- dmicos y una cierta confusin. En los artculos recientes que se han dirigido al asunto, es interesante la perspectiva de los costos energticos de estas cons- trucciones monumentales en trminos de das-hombre, de mano de obra que hubiese involucrado la realizacin de la obra y el nivel de organizacin so'cio- poltica implicado.

    Es en un artculo escrito por William Isbell, donde se plantean estos y otros problemas de la manera ms clara. En sntesis, Isbell sostiene que la construccin de cierto fenmeno fsico considerado como monumental sir- vi para eliminar el excedente de la produccin agrcola. Dice que si no ha- bra sido eliminado tal excedente, ste habra causado una explosin de la poblacin que en poco tiempo habra desequilibrado la sociedad y alterado la estructura social mediante la creacin de ms jerarquas.

    Se puede criticar la tesis de Isbell desde varias perspectivas y usar la crtica para emprender una consideracin de los varios parmetros de las construcciones monumentales como:

    1. si verdaderamente est involucrada una produccin de exceden- tes.

    2. ?cmo es el consumo, el almacenamiento y la transformacin de tales excedentes?

  • 3 .
  • 7) las sociedades que construyen monumentos son mejores adapta- das en el sen:;do evolucionario que las que no construyen de tal manera que las sociedades que construyen monumentos son, en el sentido de Darwin, escogidas para sobrevivir.

    De estas premisas podemos identificar en el artculo cinco variables:

    1) el costo energtico de produccin 2) excedentes 3 ) dinmica de poblacin 4) la relacin de "input" - "output" 5) adaptacin y seleccin darwiniana. A nuestro parecer el planteamiento de comparabilidad entre las 1-

    neas de Nazca y las pirmides de Moche est completamente equivocado por varias razones. Primero las figuras y lneas de la pampa de San Jos no son un solo fenmeno sino el resultado del uso repetido de la pampa a travs de los siglos. No se realizaron las lneas y figuras en poco tiempo, mas bien se ve claramente en las fotos areas que los geoglifos se cortan, se cruzan, van enci- ma de los huaicos y son borrados por aquellos. Segundo, son de una fabrica- cin sumamente fcil y rpida. Un profesor local en Nazca, Josue Lancho, hace unos aos realiz un experimento de replicacin en el cual su grupo de escolares fabricaron una lnea de Nazca en pocas horas sin herramientas mo- dernas y , obviamente, sin mucho gasto de energa. Adems, el descubrimien- to de estructuras pequeas ("refugios") al pie del Cerro El Fraile en la pampa tambin contradice a Isbell. Estas estructuras se ubican cerca de cier- tos trazados. Fueron ubicados dos complejos de refugios en 1968 a unos 100 metros uno del otro. Estan lejos de cualquier sitio arqueolgico y lejos de una fuente de agua. Hay poca basura y Ravines, quien los descubri, sugiere que son las estructuras temporales de los que crearon los geoglifos cercanos. Estas estructuras rsticas y pequeas (2.50 m2) no corresponden a la ima- gen de ejrcitos de obreros que nos presenta Isbell.

    Aunque la escala de estas lneas y figuras puede llegar a extremos gi- gantescos, su tecnologa de elaboracin es fcil y el dirigente de la obra no tena que ser, por definicin, un "jefe desptico". No se necesitaban muchos conocimientos esotricos para hacer las lneas pero la movilizacin segura- mente provena del mundo sagrado y de los sacerdotes que intervenan en ello. Sin embargo, la realizacin de los geoglifos no necesariamente cre o amplific el papel de estos lderes teocrticos.

    Isbell tampoco puede explicar el mecanismo mediante lo cual las contrucciones monumentales "absorben" el excedente agrcola.

  • Las lneas y figuras de la pampa no representan construcciones mo- numentales y no son comparables a las grandes construcciones artificiales de la cultura Moche.

    Lo que si vale la pena comparar son las huacas de Moche y las del si- tio Nasca ms grande que se conoce, el gran centro ceremonial de Cahuachi en el Valle de Nazca. En Moche y Nasca tenemos las dos culturas precolombi- nas mejor conocidas del Per (aunque, como es necesario reconocer, nues- tros conocimientos de Nasca estn casi limitados a su arte). Son manifesta- ciones culturales contemporneas y , por lo menos en la poca 7 del perodo intermedio Temprano estan en contacto (segn la evidencia -iconogrfica). Los patrones del uso del espacio dentro de una cultura corresponden a, y son, un reflejo de la organizacin social, poltica, y econmica de una socie- dad. La comparacin de los dos sitios principales revela que son dos forma- ciones sociales bien distintas.

    Las construcciones de Cahuachi son -en su mayora- edificaciones ar- tificiales que logran una impresin de monumentalidad y grandeza sin la in- fraestructura constructiva correspondiente. Se podra decir que el bajo nivel de energa invertida en la pampa de Nazca est reflejado en la estrategia cons- tructiva de minimizacin energtica que se ve en Cahuachi. Efectivamente, en Cahuachi son pocas las pirmides que son construcciones masivas y sli- das de adobe. Mas bien, la gran mayora estn levantadas sobre los cerros na- turales. Encima y alrededor de estos cerros se crean estructuras artificiales mediante distintos sistemas constructivos. Se puede aplanar parte de un cerro para crear grandes terrazas o se puede subir la altura del cerro con capas su- perpuestas de fibra vegetal y adobes. Tambin se puede crear un cajn vaco con paredes de adobe y luego rellenarlo. Hemos observado varias tcnicas ms.

    En el caso de las dos pirmides del sitio de Moche se trata, en con- traste con, Gahuachi, de dos construcciones artificiales y slidas, hechas de puro adobe. Moseley y Hastings (Moseley 1975; Hastings y Moseley 1975) documentan los millones de adobes utilizados en la construccin de estas dos huacas, las huellas identificadoras de los adobes, y las secciones verticales de la construccin. Plantean que los dos monumentos arqueolgicos son el re- sultado de la participacin obligatoria de muchos y distintos grupos sociales en el proceso constructivo. La obligacin es una coercin de la poblacin de parte de una autoridad que puede identificarse con un estado Moche, segn estos autores.

    Para Cahuachi se puede argur que las diferencias dentro de y a hua- ca y entre aquellas tambin implica la participacin de distintos grupos so- ciales. Pero mientras que en Moche el proceso constructivo produce solam'en-

  • te dos pirmides, en Cahuachi tenemos una proliferacin tanto en nmero de montculos como en su diversidad. Aunque el trazado del sitio es coherente, basado en montculos, patios y plazas, se puede plantear que esta diversidad es debida a otros factores organizacionales. Ofrecemos el modelo de los tem- plos provinciales de Pachacamac (Jimnez Borja y Bueno 1970) para explicar el patrn ekistico de Cahuachi y sugerimos que este patrn es la anttesis de una formacin estatal unicfala. Los variados montculos de Cahuachi son los templos comunitarios de los distintos grupos sociales de la costa sur que participaron en la esfera de interaccin religiosa conocida como Nasca. As reducidas a las unidades socialmente significativas y analizadas arquitectni- camente, las construcciones monumentales de Cahuachi se autorevelan como estructuras de menor tamao comparadas con Moche y, presumiblemente, se trata de una sociedad ms pequea en trminos de escala de poblacin y complejidad de organizacin societal. Aunque incompleto, el catastro de si- tios arqueolgicos en la cuenca del Ro Grande de Nazca (Silvcrman 1983) indica menos sitios de habitacin Nasca en comparacin con Moche (vease Schaedel 1978).

    Los templos comunitarios de Cahuachi representan la inversin socie- tal en el "fondo ceremonial" (Wolf 1966). Es esta inversin del excedente de energa de una sociedad la que acta para mantener el equilibrio dinmi- co inhibiendo una mayor jerarquizacin (vease Clastres 1979). Este estado energtico de equilibrio fluctuante no es homeosttico como lo percibe Is- be11 (1978) sino es el movimiento de una sociedad dentro de los lmites ex- tremos de una organizacin social cohesiva.

    Siguiendo a Pearson (1957) ); la escuela substantivista, se puede plan- tear que la economa no tiene excedentes, que "los excedentes potenciales son universales y lo importante es la manera institucional usada para mobili- zarlos" (Wolf 1966: 6). Tanto las sociedades de rango del pasado como las so- ciedades campesinas actuales usan sus excedentes para invertirlos en el fondo ceremonial. Como anota Wolf (ibid:7), este fondo ceremonial puede ser gran- de o pequeo y no se queda esttico a travs del tiempo. La escala del fondo ceremonial en algun momento dado se refleja en la escala de sus construccio- nes monumentales. La agregacin y desagregacin cclica de las sociedades de rango se refleja en el crecer y menguar de las construcciones monumenta- les. Pero en todos momentos las construcciones monumentales son produc- tos del consumo del excedente societal y corresponden a sociedades que no estn dedicando tal excedente a la produccin de mayor excedente para el beneficio de una clase dominante dentro de un contexto social de mayor je- rarqua. (Aqu surge un contraste fuerte entre la organizacin Paracas ante- rior y la Nasca posterior que va claramente en contra de esquemas unilinea- les de la evolucin de las sociedades complejas).

  • Si analizamos las construcciones monumentales en trminos del mo- delo energtico de Adams (1975), vemos una paradoja. Estas construcciones monumentales estimulan el flujo de energa y demandan la creacin de cana- les para controlar esa energa, pero la dirigen hacia una calle sin salida, hacia una estructura de equilibrio (la construccin monumental) que no puede realizar ms trabajo. Las construcciones monumentales estn asociadas, en el Per prehispnico, con un incremento evolutivo de complejidad cultural pero inhiben la transformacin estructural de la "sociedad de rango" (curacazgo) al estado. El umbral de la formacin estatal fue atravesado solamente cuando una sociedad empez a invertir su excedente de energa en proyectos para crear ms energa. Este cambio sucedi en detrimento al sector religioso (Schaedel 1966). Existe una corrclacin causal entre la aparicin del estado, la ciudad, campos de cultivo estatales, palacios y tumbas reales con el ocaso de la arquitectura monumental y la dominacin de la lite religiosa.

    E1 breve apogeo y rpida caida del centro ceremonial Cahuachi con- trasta con la historia de la sociedad Moche. Despus de la agregacin de los grupos locales de la costa sur en una gran sociedad de rango o esfera de inte- raccin, sucede una desagregacin cuyas causas todava se desconocen (va- se Petersen 1980 para una interpretacin ecolgica). Con Moche vemos la transformacin de una mxima organizacin no-estatal o cuasi-estatal en Mo- che 111 y IV a un verdadero estado en Moche V (por razones autctonas o bajo presin de Wari). La comparacin de estas dos sociedades provee una perspectiva til para una consideracin del desarrollo de la sociedad compleja en los Andes.

  • B A S A D O E N . S T R O N G 1-9: F I G . I P E R O O R I E N T A D O C O R R I C T A M E N T E CON L A FLECHA D E N O R T E A P U N T A N D O H A C I A A R R I U

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