52

Tema 09 - español -

Embed Size (px)

Citation preview

“Mayordomía Cristiana es

todo de mí en respuesta al

todo de Dios.”

- Pr. E. Puni

“Mayordomía Cristiana es el

estilo de vida de aquel que

acepta el señorío de Cristo y

camina en sociedad con

Dios, actuando como agente

y administrador de sus

asuntos en la tierra.”

Pr. Benjamín Maxon

Mayordomía cristiana es

mucho más que un

departamento, es parte

esencial de nuestras creencias

fundamentales. Entender

correctamente Mayordomía

Cristiana es fundamental para

pensar y actuar bíblicamente

en el mundo materialista y

secularizado en que vivimos.

La enseñanza y práctica de la

mayordomía cristiana está

fundamentada en el proceso

de la entrega diaria de la vida

a Dios. Sin relacionamiento y

comunión los principios y

valores de este ministerio se

chocan frontalmente con la

visión carnal y secular de la

persona no espiritual.

Identificar y deshacer tres

mitos sobre la mayordomía

cristiana, que se formaron a

lo largo de los años en

nuestra iglesia.

En todo país, estado, ciudad

y organizaciones, se

desarrolla su folklore con

sus leyendas y mitos, y

dentro de la iglesia a veces

esto también puede suceder

por falta de

conocimiento, orientación y

entrenamiento.

Mayordomía Cristiana es el

señorío de Cristo en la

vida, es un estilo de vida, es

un asunto del corazón; no

un asunto meramente

financiero. El enemigo usa el

dinero como pretexto

porque sabe que el amor al

dinero es un arma maligna

terrible.

Relacionar la Mayordomía

Cristiana al dinero en el

sentido

económico, monetario, em

presarial, financiero y

existencial es una

estrategia del Diablo para

confundir al creyente con

problemas espirituales.

Así, nuestros conceptos

determinan nuestras

prioridades y acciones. En

la vida espiritual podemos

caer en esa

trampa, sacrificando el

tiempo de la comunión por

la correría desequilibrada

por la supervivencia y la

adquisición de riquezas.

El centro de la

cuestión no es el

dinero, sino a quién

vamos a adorar con lo

que somos y con lo

que tenemos.

En el gran conflicto entre el

bien y el mal, el enemigo ha

creado un escenario para

que las personas amen más

al dinero que a Dios, pues

así, él puede asumir el

control del corazón. Lo que

él quiere, es ser adorado

como Dios y todo comienza

en el corazón.

Nadie está libre de los

ataques de Satanás.

“Todo esto te daré si

postrado me adorares.”

Mateo 4:9

¿Qué es más

importante?

¿El dinero o la

adoración?

El enemigo usa el dinero

sólo como un

pretexto, porque lo que él

quiere es llegar a nuestro

corazón y ser adorado.

¿Cuáles son las fuerzas

que están disputando

nuestro corazón?

¿Usted entendió el

centro de la cuestión?

En la Biblia dice:

“Dame hijo mío tu corazón”

y no dice: “Dame hijo mío tu

dinero.”

Entonces el centro de la

cuestión no es el

dinero, sino a quién vamos a

adorar con lo que tenemos y

con lo que somos.

Mayordomía

Cristiana es un

asunto

espiritual, tiene que

ver con el Señorío

de Cristo en todos

los aspectos de la

vida.

¿Quién tiene el control del

corazón? ¿Quién manda y da

las órdenes? ¿Quién merece

ser reconocido y adorado?

Esto es mucho más que llevar

dinero para la iglesia, tiene que

ver con el poder que controla la

vida diariamente, en todos los

aspectos, desde que uno se

levanta hasta que se acuesta.

Ese tipo de declaración

demuestra un profundo

desconocimiento de las

Escrituras y de la

Soberanía de Dios como

Creador y Sustentador.

El es el único que puede

hacer esa afirmación.

La Biblia afirma: “El diezmo

de la tierra, tanto de la

simiente de la tierra como

del fruto de los árboles, es

de Jehová: es cosa dedicada

a Jehová.”

Levítico 27:30

“Dad a Jehová la honra

debida a su nombre;

traed ofrendas y venid

a sus atrios.

Adorad a Jehová en la

hermosura de la

santidad; temed

delante de él, toda la

tierra.”

Salmo 96:8,9

En Malaquías 3:10 Dios

ordena:

“Traed todos los diezmos al

alfolí y haya alimento en mi

Casa…”

La palabra profética dice:

“Dios extiende su mano sobre

los diezmos tanto como sobre

los donativos y las ofrendas, y

dice: „Esto me pertenece.

Cuando os confié mis bienes

especifiqué que una parte debía

ser vuestra, para suplir vuestras

necesidades, y otra porción

debía devolvérseme.”

CSMC, p. 50

¿Para que fines fueron

destinados esos recursos

sagrados? ¿Quién tomó esa

decisión?

Números 18:21 dice:

“Yo he dado a los hijos

de Leví todos los

diezmos en Israel como

heredad por su

ministerio, por cuanto

ellos sirven en el

ministerio del

Tabernáculo de

reunión.”

Los diezmos y las

ofrendas son, antes de

todo, adoración a

Dios, por lo tanto, no

somos nosotros quienes

sustentamos la iglesia. Él

es el gran sustentador de

la iglesia. Y también

garantiza: “las puertas del

infierno no prevalecerán

contra ella.”

¿Devolvemos los

diezmos y las ofrendas

para recibir bendiciones

o porque ya fuimos

bendecidos?

¿Primero vienen los

diezmos y las ofrendas o

la bendición? ¿De dónde

obtenemos los diezmos y

las ofrendas?

Primero Dios manda la

bendición. Aquellos

que están enfermos

espiritualmente se

niegan a reconocer

esto, alegando que la

dádiva es fruto de su

trabajo y talento.

“Toda buena dádiva y

todo don perfecto

desciende de lo

alto, del Padre de las

luces, en el cual no

hay mudanza ni

sombra de variación.”

Santiago 1:17

Aquellos que ya

desarrollaron el hábito de

buscar a Dios en la

primera hora de cada

mañana tienen un espíritu

diferente.

Todo lo que tenemos

viene de Dios, no

podemos vivir como si no

lo hemos recibido de él.

No podemos desconocer

a aquél que nos dio

vida, salud, inteligencia,

habilidad, disposición

para trabajar… y lo más

importante de todo, el

conocimiento del

Evangelio y la esperanza

de la vida eterna en

Cristo.

Primero el reino de Dios. La

palabra profética describe esta

escena como la única forma de

manifestar gratitud y amor a

Dios, el texto dice:

“Esta es la única manera

posible como podemos

manifestar nuestra gratitud y

nuestro amor a Dios, porque él

no ha provisto ninguna otra.”

CSMC, 20-21

¿No dice en Malaquías

3:10 que si somos fieles

Dios va a abrir las

ventanas del cielo y

mandar bendiciones

hasta que

sobreabunden?

¿El contexto de Malaquías

es de contrición o de

rebelión abierta e

intencional contra Dios?

¿La motivación para ser fiel

debe ser la de recibir

bendiciones o de agradecer

por las bendiciones ya

recibidas?

Lo cierto es que no

devolvemos los

diezmos y las ofrendas

para ser

bendecidos, pero Dios

nos bendice por su

bondad y amor hacia el

hijo obediente y

agradecido.

“Mayordomía cristiana

es todo de mí en

respuesta al todo de

Dios” – Pr. El Puni

“Mayordomía Cristiana es

el estilo de vida de aquel

que acepta el señorío de

Cristo y camina en

sociedad con

Dios, actuando como

agente y administrador de

sus asuntos en la tierra.”

Pr. Benjamín Maxon

Para vivir los principios y valores de la

Mayordomía Cristiana necesitamos

colocar dos grandes desafíos en

nuestro estilo de vida:

Primero:

Desarrollar (40 días) y

consolidar (180) el

hábito de buscar a Dios

en la primera hora de

cada mañana;

Segundo:

Depender de Dios

en todos los

aspectos de la vida.

Para que no convirtamos

los mitos y leyendas en

verdades y para que el

espíritu del mundo no nos

domine, debemos tener

bien en claro en nuestra

mente el siguiente

principio: El mayordomo

fiel que el Señor vendrá a

buscar debe tener…

...una vida diaria coherente

con su profesión de fe. Tal

estilo de vida se adquiere

como resultado de una firme

y permanente comunión con

Dios. Esto no es una

experiencia puntual, sino es

un proceso que dura toda la

vida y que se intensifica

cada día.